Informe Boscan (Caso Odebrecht)

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CASO ODEBRECHT

En un hotel en Quito, debajo de una Biblia: Así fue la mayor filtración del Caso
Odebrecht, hace un año, el periodista ecuatoriano Andersson Boscán (27 años) hizo el
primer contacto con una fuente para que le entregue información que hoy es noticia en
toda la región.
La fuente le había dicho, entre otras cosas, que la empresa Odebrecht no estaba siendo
sincera cuando hablaba de los sobornos que había pagado en su país. Y tenía cómo
demostrarlo, por entonces, la constructora había reconocido solo 33,5 millones de
dólares en coimas a funcionarios ecuatorianos durante los años 2007 y 2016 por al
menos cinco obras públicas.
La información prometía poner en entredicho lo que la empresa había reconocido a las
autoridades judiciales, los documentos a los que había tenido acceso el informante eran
del interior de la compañía, específicamente del sistema Drousys, el servicio de
mensajería interna que usaban los integrantes de la división de sobornos de la compañía
brasileña, el Departamento de Operaciones Estructuradas, para coordinar el pago de
coimas.
La información contenía correos electrónicos, fechas, nombres en clave de obras y de
quienes habían recibido los sobornos. Según nos cuenta Boscan, en un enlace telefónico
desde Quito, parecía indicar que la empresa trató de eliminar estos registros cuando
inició su acuerdo de colaboración eficaz con Brasil, Suiza y Estados Unidos.
En resumen, eran los sobornos no declarados oficialmente por la constructora. Y no solo
eso. La documentación también trataba sobre otros países de América Latina, como
Perú, Venezuela y Argentina.
Boscán entonces le comunicó a su socio y colega Luis Eduardo Vivanco (35), con quien
había fundado en el 2017 "La Posta", el medio digital donde ambos trabajaban, la
prometedora historia, retomó el contacto con su fuente y recuerda que demoró cerca
de medio año convencerla que le entregue lo que tenía. Finalmente lo consiguió: en
total, 33 mil archivos almacenados en una memoria externa dejada en el velador de una
habitación de hotel en Quito. La noche anterior, su fuente se había hospedado ahí. "Puso
la memoria debajo de una Biblia", recuerda el periodista ecuatoriano, los documentos
eran tantos, dijo Boscán, por poner un ejemplo, que no alcanzaban en un USB con una
capacidad de 16 GB. Lo que siguió fue contactar al Consorcio Internacional de
Periodistas de Investigación (ICIJ por sus siglas en inglés). Desde el primer día, sabían
que lo filtrado ameritaba una coordinación a otro nivel.
Así fue como se puso en contacto con uno de los integrantes del ICIJ. En su recuerdo,
estaban trabajos anteriores de este consorcio como los "Papeles de Panamá", en los que
trabajaron con una enorme base de datos con decenas de periodistas en más de 70
países. Una delegación del ICIJ viajó a Ecuador para ver lo que había conseguido el colega
ecuatoriano.
Como cuenta el propio ICIJ, luego de ello empezaron un trabajo de cuatro meses en
coordinación con más de 50 periodistas en 10 países para analizar los registros de la
división de sobornos de Odebrecht. Boscán recuerda que, si bien en un inicio la
información era de 33 mil documentos, luego de un trabajo de depuración hecho por la
ICIJ, el saldo fue de 13 mil archivos de Drousys. La investigación se mantuvo en estricto
sigilo hasta ayer, cuando fue revelado a través de los medios miembros del consorcio.
"Odebrecht no fue sincera y lo expuesto revela que entregó de manera selectiva la
información a las autoridades", resume el periodista. Y añade: "Puso por encima de la
verdad, sus intereses políticos y económicos".
Luis Eduardo Vivanco, en tanto, dice que lo expuesto revela que la empresa "eligió cuáles
fueron las batallas con las que quería lidiar, dejando a otras en la oscuridad". "¿Bajo qué
criterio lo hizo? Eso solo lo saben los de Odebrecht?", añadió.
De momento, lo expuesto por "La Posta", que ya anuncia días con más revelaciones,
señala que los sobornos de la constructora brasileña en su país no eran de 33,5 millones
de dólares, sino de 51 millones. Y en total, no eran cinco obras, sino siete por las que
pagaron sobornos. Un similar diagnóstico que se repite en los países, como Perú, en que
la división de sobornos de Odebrecht registró operaciones.

Filtración revela millonarios pagos asociados con el escándalo de Odebrecht


Por Sasha Chavkin, del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación.- (*)
En diciembre de 2016, cuando la empresa constructora brasilera Odebrecht S.A.
reconoció el armado de un inmenso sistema de corrupción, que el Departamento de
Justicia de Estados Unidos describió como “el mayor caso de sobornos extranjeros en la
historia”, se desató una ola de escándalos políticos en toda Latinoamérica.
Cayeron gobiernos, y algunos expresidentes y funcionarios de alto rango, además de los
ejecutivos de Odebrecht, pasaron de transitar los pasillos del poder a dormir tras las
rejas. En su confesión, la empresa dio detalles pormenorizados de sus delitos y aceptó
cooperar con fiscales de la región, que se han comprometido a llevar a todos los
involucrados ante la Justicia.
En su confesión, sin embargo, Odebrecht no contó la historia completa.
“División de Sobornos”, una nueva investigación llevada adelante por el Consorcio
Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ por sus siglas en inglés), revela que
esos pagos a cambio de contratos eran aún más grandes que lo admitido por Odebrecht,
y que involucraban a destacadas figuras y enormes proyectos de obras públicas que no
aparecen mencionados ni en las causas judiciales en trámite ni en ninguna otra
investigación oficial hasta la fecha.
El nuevo hallazgo se desprende de la filtración de un enorme número de documentos y
registros del “Departamento de Operaciones Estructuradas”, una división de Odebrecht
creada básicamente con el propósito de manejar los sobornos que entregaba la
empresa. Esos registros fueron obtenidos por la organización de noticias ecuatoriana La
Posta, y luego compartidos con el ICIJ y 17 medios aliados en el continente americano.
Las filtraciones revelan pagos secretos a lo largo y a lo ancho de toda la región, y que se
van mucho más allá de lo informado públicamente hasta ahora. Entre otras cosas, lo
registros revelan:

 Pagos secretos de Odebrecht por más de 39 millones de dólares vinculados con


la construcción de la gigante central termoeléctrica de carbón de Punta Catalina
en República Dominicana. Las dos investigaciones oficiales previas sobre el
proyecto, que informaron no haber encontrado hechos delictivos, no mencionan
estos pagos.

 Diecisiete pagos por un total de más de 3 millones de dólares relacionados con


un gasoducto en Perú. Entre los beneficiarios listados de esos pagos se encuentra
una empresa propiedad de un político peruano que en una grabación no
vinculada a este caso y difundida recientemente por un programa televisivo de
Perú aparece complotando el asesinato de un adversario político.

 Emails donde se discuten los pagos secretos realizados por un banco propiedad
de operarios de Odebrecht a empresas fantasma y relacionados con un contrato
de 2.000 millones de dólares para la construcción de una red de subterráneos en
Quito, capital de Ecuador. Los documentos no revelan quién recibió el dinero.

 Pagos relacionados con más de una docena de otros proyectos de


infraestructura en países de toda la región, incluidos más de 18 millones de
dólares vinculados a la red de subterráneos de la Ciudad de Panamá, y más de
34 millones de dólares relacionados con la Línea 5 de la red de subterráneos de
Caracas, Venezuela.

Los pagos de Odebrecht a funcionarios públicos eran de tal escala que la empresa creó
una división especial interna, el Departamento de Operaciones Estructuradas, cuyo
propósito básico era el manejo y pago de sobornos. Los archivos obtenidos por La Posta
y el ICIJ contienen más de 13.000 documentos que esa unidad de Odebrecht almacenaba
en una plataforma de comunicaciones secretas conocida como Drousys. Esos mismos
registros también fueron obtenidos, de manera independiente, por el medio de prensa
ecuatoriano Mil Hojas, que luego se sumó a este proyecto.
En Brasil, epicentro del escándalo, el expresidente por dos mandatos Luiz Inacio Lula da
Silva –calificado alguna vez por Barack Obama como “el político más popular del
planeta”–, cumple una larga condena en prisión por corrupción y negociados, incluidos
delitos vinculados a Odebrecht. El 17 de junio de este año, la empresa Odebrecht
anunció que presentaría ante la justicia un Procedimiento Preventivo de Crisis, para
reestructurar su deuda de 13.000 millones de dólares y evitar la quiebra.
Hace más de cuatro meses que el ICIJ trabaja con más de 50 periodistas de 10 países en
un análisis a fondo de los registros contables de ese “Departamento de Sobornos” de la
empresa Odebrecht.

En un comunicado enviado al ICIJ, Odebrecht ratificó su compromiso de plena


cooperación con las autoridades que investigan la corrupción vinculada a la empresa.
“Odebrecht seguirá haciendo todos los esfuerzos ante las autoridades competentes en
un régimen de colaboración irrestricto”, informó en su declaración.
Las revelaciones sobre pagos ilegales han tumbado gobiernos en Brasil y Perú y llevado
al encarcelamiento de expresidentes de ambos países. Y a medida que se fueron
descubriendo nuevos destinatarios de esos sobornos, los fiscales de toda la región han
imputado a un creciente y constante número de funcionarios públicos y privados.
Pero las nuevas filtraciones dejan en claro que la red de corrupción de Odebrecht se
extendía a muchos proyectos de obras públicas y a personalidades públicas que hasta
ahora no habían sido alcanzados por la ley, lo que genera dudas sobre la total honestidad
de la confesión de Odebrecht ante las autoridades y sobre la voluntad política de algunos
fiscales para avanzar con los casos.
Carlos Pimentel, director ejecutivo de Participación Ciudadana, una agrupación
anticorrupción de República Dominicana, dice que los negociados relacionados con el
proyecto energético y la falta de respuesta del gobierno dominicano socavan la
credibilidad de las instituciones políticas del país.
“En el país hay un sistema de complicidades para el enriquecimiento de una minoría,
tanto del sector público como privado, basado en el empobrecimiento de la mayoría”,
dice Pimentel. “Eso es lo que revela el caso Odebrecht.”
El desenmascaramiento de las prácticas corruptas de la empresa también ha causado
agitación política, desatando la furia de los políticos del establishment y alimentando
una creciente inestabilidad.
“Cuando todos los partidos tradicionales quedan deslegitimados, se abre espacio para
la insurgencia de un populista”, dice Yascha Mounk, politólogo de la Universidad Johns
Hopkins dedicado al estudio del declive global de la democracia liberal.
Cuando Lula da Silva quedó afuera de la contienda por la presidencia debido a su
condena judicial, los votantes tomaron la crucial decisión de elegir al exmilitar
ultraconservador Jair Bolsonaro, que hizo campaña despotricando contra las élites
corruptas y que una vez dijo que la dictadura militar que gobernó Brasil de 1964 a 1985
debería haber asesinado a 30.000 personas más.
Las filtraciones también dejan al desnudo el rol que jugó el oscuro mundo de las finanzas
offshore, que fue el que hizo posible el funcionamiento de la oficina de sobornos de
Odebrecht. Si bien los beneficiarios de los sobornos eran casi todos de Latinoamérica,
los pagos invariablemente se canalizaban a través de una secreta red de empresas y
cuentas fantasma en paraísos fiscales.
Esas turbias entidades offshore canalizaban cientos de millones de dólares en pagos
secretos, a través de empresas y bancos en países de todo el mundo, incluidos Estados
Unidos, China, los Países Bajos, los Emiratos Árabes Unidos, Panamá, y Antigua y
Barbuda. En un caso, los pagos pasaron de Odebrecht a una empresa radicada en las
Bahamas y de ahí a una con domicilio en República Dominicana, que luego compró un
departamento de 2 millones de dólares en el centro de Manhattan.
En total, según datos del Departamento de Justicia de Estados Unidos, entre 2001 y
2016, la empresa Odebrecht pagó más de 788 millones de dólares en concepto de
sobornos, que le reportaron unos 3.300 millones de dólares en ganancias mal habidas.
“Es alucinante pensar que esto funcionó durante tanto tiempo”, dice Shruti Shah,
presidente y CEO de Coalición por la Integridad, una organización sin fines de lucro de
la ciudad de Washington que impulsa mayores controles para frenar la corrupción
empresarial y gubernamental.
El auge de Odebrecht
ANEXO 1
La empresa fue fundada en 1944 por Norberto Odebrecht, descendiente de inmigrantes
alemanes llegados en el siglo XIX, en la ciudad portuaria de Salvador de Bahía, Brasil. El
padre de Norberto Odebrecht había fundado anteriormente una empresa constructora
que tuvo que cerrar por los altos precios de los materiales durante la época de la
Segunda Guerra Mundial.
Las décadas pasaron y Odebrecht se fue convirtiendo en la empresa constructora más
grande de Latinoamérica, de la que dependían los gobiernos de la región para la
realización de sus grandes proyectos de obras públicas, desde autopistas hasta centrales
eléctricas.
La empresa atribuye su éxito a un conjunto de elevados “principios, conceptos y
criterios” elaborados por su fundador y a los que llama Tecnología Empresarial
Odebrecht. Entre esos principios, señala la “Educación por el Trabajo”, la “Asociación
entre los integrantes” y la “Confianza en las personas”. A lo largo de los años, la
presidencia de la empresa fue cambiando de mano, pero siempre dentro de la familia
Odebrecht, primero de Norberto a su hijo Emilio, en 1991, y luego a su nieto Marcelo,
en 2009.
Bajo el liderazgo de Marcelo Odebrecht, un delgado ejecutivo de anteojos que alguna
vez fue conocido como “El Príncipe”, los ingresos anuales de la empresa crecieron
astronómicamente, de 17.500 millones de dólares en 2008, a 45.800 millones de dólares
en 2014. Ganando licitaciones para la construcción de descomunales proyectos de obras
públicas –entre ellos, un gasoducto en Perú por 7.000 millones de dólares, la central
termoeléctrica de 2.000 millones de dólares en República Dominicana, y la red de
subterráneos en Perú por 2.000 millones de dólares–, el grupo Odebrecht consolidó su
posición como contratista dominante en Latinoamérica y como una de las mayores
contratistas del mundo entero.
Odebrecht aprovechó sus estrechos vínculos con el influyente presidente brasilero Lula
da Silva, cuyo gobierno recurrió a la empresa para la realización de proyectos de
infraestructura que era parte de su agenda de desarrollo y de su ambicioso programa
de lucha contra la pobreza.
Pero el vertiginoso crecimiento de la empresa bajo el mando de Marcelo Odebrecht
también se vio potenciado por otro factor: los negociados a gran escala.
Las operaciones de sobornos de la empresa eran de tal magnitud que en 2006 la
empresa creó una división especial para el manejo de esos pagos. El Departamento de
Operaciones Estructuradas “funcionaba en los hechos como una oficina de sobornos”,
según consta en una declaración de hechos que las autoridades hicieron de la empresa,
y que Odebrecht reconoció como “cierta y exacta”, como parte del acuerdo de admisión
de culpabilidad negociado con el Departamento de Justicia de Estados Unidos. Ninguno
de esos pagos quedaba registrado en en los libros contables de la empresa y por lo tanto
eran ilegales, como más tarde declararía ante los fiscales peruanos el extesorero de esa
oficina, Fernando Migliaccio.
La compañía, sin embargo ha dicho que no todos los pagos de ese Departamento fueron
sobornos.
“En esos sistemas hay registrados varios trabajos de la compañía”, declaró en julio de
2018 la filial de Odebrecht en Perú, en referencia al sistema Drousys y a otra plataforma
usada por el Departamento de Operaciones Estructuradas que tampoco figura en los
libros contables. “Eso no implica que en todos esos trabajos haya habido sobornos o
corrupción.”
Así funcionaba la Oficina de Sobornos
ANEXO 2
El Departamento de Operaciones Estructuradas combinaba el sigilo de una organización
delictiva con la burocracia de una gran corporación.
Para comunicarse en secreto, la oficina de sobornos elaboró el sistema Drousys, una
plataforma por fuera de los libros contables que incluía el envío seguro de emails y
mensajes instantáneos.
En esas comunicaciones, los empleados de Odebrecht y los destinatarios de los sobornos
solo figuran bajo apodos, muchos de los cuales todavía no han sido descifrados. Los
empleados tenían nombres en clave como “Gigo” y “Waterloo”, mientras que a los
receptores de los sobornos se les solía adjudicar apodos más coloridos, como “Bambi”,
“Robocop”, Darth Vader” y “Stalin”.
Esos registros incluyen discusiones abiertas y explícitas sobre cómo garantizar la
confidencialidad del sistema. En una de esas cadenas de emails, los empleados de la
empresa hablan de dividir un soborno multimillonario en pagos más chicos, para evitar
despertar la sospecha de los bancos.
También se hallaron planillas de cálculo que rastrean el historial de pago de coimas de
la oficina. Una de ellas consigna más de 600 pagos por un total de 230 millones de
dólares, realizados entre fines de 2013 y fines de 2014.
Como luego revelarían las investigaciones penales, entre los tantos proyectos que esa
oficina ayudó a encaminar para la empresa Odebrecht se encuentran la red de tránsito
rápido de Lima, Perú, una represa en el estado de Michoacán, México, y un proyecto de
la central hidroeléctrica en Ecuador.
El sistema de corrupción de Odebrecht fue finalmente desbaratado por los fiscales
brasileros durante la famosa investigación por corrupción conocida como Operación
Lava Jato. Lanzada en marzo de 2014, la pesquisa primero se enfocó en el lavado de
dinero a través de pequeños negocios, como los lavaderos de automóviles, pero luego
se expandió cuando el dinero sucio condujo a los investigadores al descubrimiento de
un gigantesco complot de sobornos y licitaciones amañadas que involucraba a la
petrolera estatal brasilera Petrobras y al grupo privado Odebrecht.
En junio de 2015, los funcionarios de la justicia brasilera que investigaban sobornos,
licitaciones amañadas y sobreprecios en contratos con el Estado, arrestaron a Marcelo
Odebrecht, y en marzo de 2016, un tribunal brasilero lo condenó a 16 años de prisión,
sentencia que luego fue reducida y convertida en arresto domiciliario a cambio de su
cooperación con las autoridades.
En diciembre de 2016, la empresa Odebrecht llegó a un acuerdo de aceptación de
responsabilidades con los fiscales de Brasil, pero también con los de Estados Unidos y
Suiza, ya que ambos países se sumaron a la causa tras descubrir que los pagos ilegales
de la empresa habían pasado por bancos suizos y estadounidenses. La empresa logró
evitar el juicio tras aceptar dar una detallada declaración pública de sus delitos y acordar
el pago de una multa de 2.600 millones de dólares.
Esa “declaración de hechos” de 23 páginas describe en detalle cómo fue creado el
Departamento de Operaciones Estructuradas y con qué propósito. La empresa admitió
que esa oficina canalizaba fondos no registrados en los libros a través de empresas y
bancos offshore en paraísos fiscales, a veces utilizando contratos ficticios para encubrir
sus operaciones. Al final, ese dinero se usaba para sobornar a políticos, funcionarios
públicos y partidos políticos.
Como parte de las revelaciones a las que se comprometía en su acuerdo con la justicia,
Odebrecht le entregó a los fiscales una gran cantidad de documentos, entre ellos,
planillas de cálculo con un seguimiento de los pagos secretos, declaraciones de las
cuentas en bancos offshore, emails, registros de transacciones, contratos y registros
informáticos, todos almacenados en su sistema Drousys.
Las revelaciones de Odebrecht desataron una ola de indignación y malestar en toda
Latinoamérica. El arresto del expresidente Lula da Silva por cargos relacionados con la
causa Odebrecht produjo fuertes enfrentamientos entre sus seguidores y sus
detractores en las calles de Brasil. En República Dominicana, los manifestantes
anticorrupción del Movimiento Verde exigieron el fin de la impunidad para los políticos
involucrados con Odebrecht.
Los acuerdos de cooperación y las confesiones resultaron en causas judiciales de alto
perfil. El exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas está preso, tras haber sido condenado
por recibir sobornos de Odebrecht. El expresidente peruano Ollanta Humala enfrenta
cargos por corrupción que podrían resultar en una condena a 20 años de prisión.
En abril de 2019, la policía llegó con una orden de arresto derivada del caso Odebrecht
a la casa del predecesor de Humala, el expresidente peruano Alan García. Cuando
intentaron arrestarlo, García se encerró en su dormitorio, sacó un arma y se suicidó.
Los fiscales han dicho que el caso Odebrecht es un hito en la lucha contra la corrupción
pública en Latinoamérica y a nivel global.
En una declaración en la que anunciaba en el acuerdo de colaboración de Odebrecht, el
entonces fiscal de Estados Unidos para el Distrito Este de Nuevo York, Robert L. Capers
dijo que “el mensaje enviado por esta fiscalía es que Estados Unidos, en colaboración
con sus colegas de las fuerzas de la ley del extranjero, no dudarán en responsabilizar a
aquellas corporaciones e individuos que busquen enriquecerse a través de la corrupción
de las legítimas funciones de gobierno, sin importar cuán sofisticado sea el sistema que
utilizan para hacerlo.”

La letra chica
Pero resultó ser que el amplio acuerdo de colaboración de Odebrecht con Brasil, Estados
Unidos y Suiza tenía límites significativos.De hecho, a Odebrecht no se la obligó a contar
todo. En su detallada exposición de los hechos, por ejemplo, la empresa revela cuánto
pagó en total en sobornos en toda la región, pero no especifica a qué proyectos iban
destinados esos sobornos ni quién los había recibido.
Los fiscales de otros países están trabajando con las autoridades brasileras para reunir
pruebas y algunos han presentado cargos contra políticos y otras personas implicadas
en el sistema de Odebrecht. Mientras tanto, la empresa y sus ejecutivos están
negociando acuerdos de inmunidad o de reducción de la pena a cambio de cooperación.
Hasta el momento, ya se firmaron acuerdos de colaboración premiada en Perú,
República Dominicana, Panamá, Ecuador y Guatemala, junto con los de Brasil, Estados
Unidos y Suiza.
Una de las condiciones de esos acuerdos es que los países se comprometen a no
procesar a los ejecutivos de Odebrecht que ya se declararon culpables y firmaron
acuerdos de cooperación con la justicia de Brasil.
Según los analistas, sin embargo, mucho depende de que los gobiernos tengan la
voluntad política y los recursos para investigar y llevar a juicio esos delitos. Las
operaciones de sobornos de Odebrecht alcanzaron los más altos niveles de la política y
la sociedad en toda la región, y cada país respondió de manera muy diferente. Durante
los dos últimos años, por ejemplo, los fiscales de Perú han enviado 68 pedidos de
informes a las autoridades brasileras, mientras que los fiscales dominicanos solo han
enviado tres.

El economista dominicano
ANEXO 3
Resta mucho por descubrir sobre el entramado de empresas, acuerdos de consultas y
servicios, y cuentas bancarias secretas utilizados por la oficina de sobornos de
Odebrecht.
Pero hay algo que queda claro: los archivos Drousys de esa oficina contienen los
nombres de muchas importantes figuras que ocupan cargos de responsabilidad y que
nunca fueron abiertamente cuestionados por sus relaciones con Odebrecht, hasta
ahora…
Andrés Dauhajre es un conocido miembro de la dirigencia política dominicana.
Dauhajre es un economista de anteojos y pelo entrecano que escribe una columna
semanal en el diario El Caribe. Integró una delegación de líderes empresarios que
acompañaron al presidente dominicano Danilo Medina en su visita de Estado a China,
en noviembre pasado.
El economista también preside la Fundación Economía y Desarrollo, una consultora
económica que suele obtener contratos con el Estado dominicano y que tiene su sede
en Santo Domingo, capital del país.
A fines de 2013, cuando la empresa de servicios públicos dominicana ofrecía un contrato
para la construcción de la central termoeléctrica de Punta Catalina, una planta de 770
mega watts sobre las costas del Caribe, recurrió a la consultora de Dauhajre, entre otras
dos, para evaluar las propuestas de los ofertantes.
ANEXO 4
Para entonces, el organismo de servicios públicos ya había descalificado a varios
ofertantes, argumentando pobreza técnica en sus presentaciones, y el único candidato
en pie para el trabajo era un consorcio empresarial liderado por Odebrecht.
De todos modos, para alzarse con el contrato, Odebrecht seguía necesitando que
aprobaran su oferta económica y su plan de financiamiento. Dauhajre y otros
consultores aprobaron su plan, y a Odebrecht se le otorgó un contrato por más de 2.000
millones de dólares, cientos de millones más que algunas de las ofertas de sus
competidores desplazados.
Cuando el escándalo de Odebrecht estalló en toda Latinoamérica, la empresa admitió
frente a los fiscales, en diciembre de 2016, que sus pagos ilegales incluían 92 millones
de dólares en sobornos en República Dominicana. De inmediato, el proyecto de Punta
Catalina quedó bajo un manto de sospecha.
Entonces fue nombrada una comisión para investigar el contrato, presidida por
monseñor Agripino Núñez Collado, un influyente hombre de la Iglesia dominicana. Entre
los testigos citados por la comisión se encontraba Dauhajre.
El 5 de febrero de 2017, tres días después de su testimonio, Dauhajre rechazó indignado
las sospechas de que el contrato de Odebrecht estuviese inflado.
“La supuesta sobrevaluación de Punta Catalina es la mentira mejor mercadeada en los
últimos años en la República Dominicana”, escribió Dauhajre en su columna en El Caribe,
uno de sus varios artículos periodísticos en los que defiende públicamente la
construcción de la planta y su financiamiento. En esas columnas, Dauhajre no menciona
ninguna relación financiera entre él y la empresa Odebrecht.
Finalmente, la comisión no encontró pruebas de irregularidades en la licitación o el
financiamiento de la planta, y le regaló una importante victoria a Odebrecht. En su
presentación de cargos contra 7 acusados en el caso Odebrecht, en junio de 2018, el
fiscal general de República Dominicana dijo haber llegado a una conclusión similar, y que
su equipo había investigado a fondo el caso de Punta Catalina, sin encontrar evidencia
alguna de corrupción.
Los libros contables del Departamento de Operaciones Estructuradas de Odebrecht
muestran decenas de pagos que parecen habérseles escapado a los investigadores, ya
que no tuvieron acceso a los registros ahora obtenidos por el ICIJ.
Una planilla de cálculo que consigna los pagos ocultos de la oficina entre fines de
diciembre de 2013 y fines de diciembre de 2014 revela 62 pagos por un total de 39
millones de dólares, relacionados con una “Planta Termo” o “Planta Termoeléctrica”.
Cinco de esos pagos, por un valor total de 3,3 millones de dólares, fueron a parar a una
empresa llamada Baker Street Financial Inc.
ANEXO 5
La planilla consigna que al menos dos de los pagos a Baker Street pasaron por una
empresa radicada en Bahamas, Fincastle Enterprises Ltd., que aparece mencionada por
los fiscales de Perú como uno de los vehículos para los sobornos de Odebrecht. Esos
pagos se realizaron en mayo y julio de 2014, varios meses después de que aprobaran el
plan de financiamiento presentado por Odebrecht.
El 7 de diciembre de 2015, Baker Street Financial pagó más de 2 millones de dólares por
un departamento en el piso 12 de un elegante edificio vidriado en el lujoso centro de
Manhattan, justo a la vuelta del célebre restaurante francés “Le Bernardin”.
Los registros de la ciudad de Nueva York sobre la venta de ese inmueble incluyen una
escritura de propiedad firmada por el único director de Baker Street Financial: Andrés
Dauhajre.
Ante la consulta del ICIJ, Dauhajre respondió que los pagos que recibió de Odebrecht
fueron por los servicios de asesoría que le brindó a la empresa en conexión con la central
eléctrica. Dauhajre dice que Odebrecht contrató sus servicios a principios de 2014,
después de que unas de las principales fuentes de financiamiento que se esperaba
apoyaría el proyecto, el Eximbank (Export-Import Bank of the United States), se retiró
debido a una directiva del entonces presidente norteamericano Obama de no financiar
centrales termoeléctricas alimentadas con carbón por sus consecuencias sobre el
cambio climático.
Dauhajre dice haber ayudado a Odebrecht a encontrar fuentes de financiamiento
alternativas para el proyecto, y que fue Odebrecht la que propuso a Fincastle Enterprises
para canalizar el pago por sus servicios.
“Baker Street Financial Inc. prestó de manera exitosa y efectiva el servicio de asesoría
solicitado por Odebrecht durante los años 2014 y 2015”, manifiesta Dauhajre en una
carta enviada al ICIJ. “Ese servicio de estructura financiera fue el que generó la
remuneración pagada.”

El elenco se agranda
ANEXO 6
Los archivos del Departamento de Operaciones Estructuradas de Odebrecht involucran
a un entramado de funcionarios públicos y prominentes ciudadanos que hasta el
momento no habían sido conectados con los pagos ocultos de la empresa.
Uno de esos funcionarios es Constantino Galarza Zaldívar, quien en octubre pasado fue
elegido vicegobernador de Callao, la provincia donde se encuentra el principal puerto
de Perú. A fines de 2014, la empresa panameña CGZ Ingeniería Corp. recibió dos pagos
por un total de 240.000 dólares relacionados con un gasoducto peruano, según revelan
los registros del sistema Drousys. Galarza, cuyas iniciales son CGZ, es presidente y
director de CGZ Ingeniería, según datos del Registro Público de Panamá.
Según su perfil en Linkedln, Galarza también se desempeñó durante años como gerente
general de la compañía, incluida la época en la que se recibieron los pagos. CGZ
Ingeniería ofrece servicios de ingeniería, inteligencia empresarial, y relaciones legales,
financieras e institucionales, con oficinas en Lima, panamá, Colombia y Madrid, según
muestra el perfil de Linkedln de Galarza.
Hasta ahora Galarza no había sido vinculado con la oficina de sobornos de Odebrecht.
Su nombre surgió en marzo, en conexión con otra controversia. En un audio difundido
en el programa de noticias de la televisión peruana “Panorama”, se escucha a Galarza
complotar para asesinar a su jefe, Dante Madriotti, gobernador de Callao.
En esa grabación, Galarza discute los planes del golpe contra Mandriotti con un cómplice
desconocido, diciendo que para hacer el trabajo haría falta “un profesional de alto nivel
de México o Colombia”. “Le tienen que meter harta bala”, dice Galarza textualmente en
la grabación. Tras la difusión del audio, Mandriotti solicitó a los fiscales que acusen a
Galarza por conspiración, intento de homicidio, y otros cargos. Los fiscales de Callao
señalaron que investigarían el caso.
En conferencia de prensa, Galarza admitió que la voz que se escucha en la grabación es
la suya, pero dijo que había hablado en un momento de furia, sin intención de concretar
el asesinato.
ANEXO 7
En una primera conversación telefónica con una periodista de ICIJ el 21 de junio, Galarza
negó haber tenido negocios vinculados con Odebrecht o el Gasoducto Sur. Luego, en
una entrevista el 24 de junio, Galarza dijo que su empresa fue pagada por asesoría
financiera relacionada indirectamente con el gasoducto. Dijo que su empresa fue
contratada por una constructora de la India, ECI Engineering & Construction Company
Ltd, que estaba trabajando en un gasoducto para líquidos que se iba a construir paralelo
al Gasoducto Sur. El segundo gasoducto, dijo Galarza, fue un proyecto privado también
liderado por Odebrecht. Dijo que su empresa no fue pagada por Odebrecht
directamente y que el gasoducto paralelo al final no fue construido.
En la entrevista, Galarza también cuestionó el audio en el cual habló del asesinato de
Mandriotti. Dijo que algunas partes del audio eran auténticas, pero que otras secciones
eran falsas y probablemente manipuladas.
El alcance del Departamento de Operaciones Estructuradas se extendía por toda
Latinoamérica. Los archivos consignan un pago de enero 2014 por 200.000 dólares a una
empresa panameña llamada El Facilitador Holding, relacionada con un proyecto de
obras públicas al que los registros de la oficina se refieren como “LE LM”. Aún no queda
claro a qué se refiere esa sigla ni para qué se hizo ese pago.
El presidente y director de El Facilitador es José Luis Saca, un ejecutivo de la radio
salvadoreña. Desde 2015, Saca preside la Asociación Internacional de Radiodifusión
(AIR-IAB), un grupo que representa a unas 17.000 emisoras de radio y televisión del
continente americano.
Saca, quien en su carácter de presidente de AIR-IAB asesora a las Naciones Unidas en
temas de medios de comunicación, viaja por Latinoamérica promoviendo la libertad de
prensa.
Saca no respondió a la solicitud periodística de comentario del ICIJ, que incluyó el envío
de emails, llamadas telefónicas, una carta enviada a la AIR-IAB, y una carta entregada en
mano en Radio Corporación, la empresa de radio salvadoreña de la que Saca es
vicepresidente.

Proyectos no revelados
ANEXO 8
Un viernes por la mañana, en la sala de espera del doctor Robert Reid Cabral en el
Hospital de Niños de Santo Domingo, unas 50 personas –mayormente bebés, niños, y
sus preocupados padres–, esperaban sentados en sillas oxidadas para ver a un doctor.
En la habitación hacía calor. El llanto de los niños era constante, más o menos fuerte en
diferentes partes de la sala.
Pimentel, de Participación Ciudadana, dice que esas familias son las verdaderas víctimas
del tipo de corrupción practicada por Odebrecht. Mientras los gobiernos dilapidaban
dinero en contratos públicos inflados y amañados, los servicios públicos básicos pasaban
hambre.
Si bien no es posible atribuir hechos específicos a los efectos de la corrupción, las cifras
en dólares involucradas son inmensas y los riesgos, muy altos. En 2014, por ejemplo, a
través de los pagos ocultos que realizaba su Departamento de Operaciones
Estructuradas, la empresa Odebrecht podría haberse alzado con miles de millones de
dólares en contratos para la construcción de la planta de energía de Punta Catalina y
otros proyectos. Ese mismo año, el Hospital de Niños dominicano se quedó sin reservas
de oxígeno y murieron 11 niños: el hospital estaba fuertemente endeudado con sus
proveedores “Lo que se pierde a causa de la corrupción es que el Estado dominicano no
puede invertir en políticas públicas que garanticen los derechos de la gente”, señala
Pimentel.
República Dominicana es uno de una media docena de países en donde los proyectos de
infraestructura ahora quedaron vinculados por primera vez en el sistema de corrupción
de Odebrecht.
El proyecto más importante de la empresa en Ecuador era una red de subterráneos para
la ciudad de Quito, capital del país, situada a gran altitud y donde viven más de 1,5
millones de personas. El presupuesto de construcción del proyecto superó los 2.000
millones de dólares. Se espera que esa red de 14 kilómetros de extensión, cuya
inauguración está prevista para diciembre, transportará a hasta 530.000 pasajeros por
día. Cuando el esquema internacional de sobornos de Odebrecht salió a la luz, los
fiscales ecuatorianos lanzaron una investigación para saber si las obras de la empresa
en el Metro de Quito estaban manchadas por sobornos. En marzo de 2018, tras más de
un año de ahondar en el caso, los fiscales cerraron la investigación, diciendo que no
había evidencias que sustentaran los cargos.
La revelación de los archivos de la oficina de sobornos de Odebrecht podría impulsar la
reapertura de las investigaciones.En el sistema de emails Drousys, empleados de
Odebrecht con los nombres clave de “Silver”, “Fred” y “Wilson”, hablan de pagos
relacionados con el Metro de Quito que fueron canalizados a través de su oficina. En
julio de 2015, por ejemplo, Silver le pregunta a Fred si se había efectuado el pago para
el Metro y si se había hecho a través del Meinl Bank, un banco cuya filial en Antigua y
Barbuda había sido adquirida por operarios de Odebrecht en 2010 para facilitar los
sobornos, según los fiscales Fred responde afirmativamente “El pago del Metro también
se realizó a través de Meinl”, escribe Fred en su email de respuesta a Silver.
ANEXO 9
El mensaje señala que el pago fue hecho a través de la empresa Fortress Investors Ltd.,
que aparece mencionada repetidamente en los archivos de la oficina de sobornos como
uno de los conductos para realizar pagos. Los registros no dicen quién recibió esos pagos
secretos ni con qué objetivo se hicieron.
Mauricio Rodas, el ex-alcalde de Quito cuya administración aprobó el contrato de
Odebrecht, dijo a una periodista de ICIJ que Odebrecht fue seleccionada solo porque
había hecho la oferta más económica, y que el proyecto iba a transformar la movilidad
en Quito.
Los archivos Drousys que se filtraron incluyen otros pagos secretos relacionados con
proyectos que hasta ahora no habían sido vinculados con el escándalo de Odebrecht. El
Gasoducto Sur, un tendido de gas en el sur de Perú y el proyecto más importante del
gobierno del expresidente Ollanta Humala, aparece mencionado en conexión con 17
pagos de 2014 por un total de más de 3 millones de dólares.
En mayo de este año, un fiscal peruano llamó a indagatoria a Humala y a su esposa,
Nadine Heredia, por supuesto lavado de dinero proveniente de Odebrecht. Hasta ahora,
los pagos relacionados con el gasoducto de 7.000 millones de dólares no habían sido
revelados por Odebrecht.
La Ruta Viva, una autopista de conexión entre Quito y el principal puerto de Ecuador, no
es mencionada en las acusaciones de los fiscales ecuatorianos, pero su nombre sí
aparece en este nuevo tesoro de documentos filtrados, en conexión con un pago de
octubre de 2012 por 915.000 unidades de una moneda no especificada, unos meses
después de que la ciudad le otorgara a Odebrecht el contrato de construcción de esa
ruta. Los documentos ahora filtrados no revelan quién recibió ese pago secreto.
El sistema de tránsito rápido de la Ciudad de Panamá, el primero en ese país, y la
ampliación del Aeropuerto Internacional de Tocumen, de dicha capital, ahora aparecen
vinculados por primera vez con millones de dólares en pagos ocultos realizados en 2014.
En Venezuela, surgen nuevos detalles que revelan más de 34 millones de dólares en
pagos ocultos del año 2014, vinculados con la Línea 5 del Metro de Caracas, del cual solo
se ha construido una de las diez estaciones previstas.
No queda claro por qué los pagos ocultos encontrados en los archivos Drousys no han
salido a la luz en las investigaciones de la justicia. En respuesta a la solicitud periodística
de comentario del ICIJ sobre por qué no había actuado ante las revelaciones de los pagos
asociados con la República Dominicana, la oficina del fiscal general dominicano se
comunicó con el ICIJ para solicitarle que le envíe cualquier documento relevante para
las investigaciones que se sustancian en ese país.
“Despierta el interés de este órgano persecutor el hecho de que el Consorcio de
Periodistas tenga en su poder información relevante para una investigación de
naturaleza penal”, escribió la fiscal anticorrupción Laura María Guerrero en su carta al
ICIJ. “Los conminamos a depositar ante el Ministerio Público dominicano los
documentos que sustenten estos alegatos” (La política de ICIJ es no colaborar o
compartir materiales con los organismos judiciales).
Jessica Tillipman, vicedecana de la Escuela de Leyes de la Universidad George
Washington y especializada en contratos de gobierno gubernamentales y cuestiones
anticorrupción, dice que esos pagos podrían ser objeto de investigaciones penales que
se encuentran en curso, o que Odebrecht tal vez haya argumentado exitosamente que
esos pagos no violaban la ley.
Si Odebrecht, por la razón que sea, retuvo información sobre sus delitos antes las
autoridades, las consecuencias podrían ser nefastas para la empresa. “Si el gobierno lo
descubre post facto, eso haría volar por los aires los términos del acuerdo que firmó la
empresa”, dice Tillipman.
Pimental, el activista anticorrupción, dice que el fracaso de los fiscales para llevar ante
la justicia los delitos relacionados con proyectos como el de Punta Catalina revela la poca
voluntad política por saber la verdad que existe en un país donde las élites política y
económica están estrechamente interconectadas.
Hace mucho tiempo que los ciudadanos saben que la corrupción y la impunidad son
problemas graves, dice Pimentel, pero el caso Odebrecht ha revelado que esa
corrupción alcanzaba los más altos niveles de gobierno. Y agrega que los magros
resultados de las investigaciones oficiales demuestran la permanente incapacidad del
gobierno para sacarse el estigma de Odebrecht.

Odebrecht borró los registros de sobornos


Cuando la constructora Odebrecht creía que ya tenía controladas las investigaciones
sobre la corrupción que desató en Latinoamérica, La Posta, un portal de noticias, le
desbarató sus planes.
EXPRESO conversó con Andersson Boscán, precisamente quien accedió a las pruebas de
que la constructora sobornó en muchas más obras de las corroboradas por los fiscales
peruanos.
“En el sistema Drousys hemos encontrado documentos borrados, comunicaciones
borradas. Eso tiene que investigarse, porque podría cambiar toda la situación”, refiere
Boscán.
Un antecedente poco difundido de este accionar criminal se dio en 2016, cuando el
operador brasileño Fernando Miggliaccio da Silva fue arrestado en Suiza. Este sujeto
pretendía borrar los datos comprometedores.
“En el caso peruano, el Gasoducto es una de las obras más relevantes, luego de la
delación de Jorge Barata. Tengo entendido que se propone volver a declarar. Yo
preguntaría a las autoridades peruanas, si es de confianza el testimonio de una persona
que ya ha mentido. ¿Pueden fiarse de alguien así?”, agregó el investigador.
Boscán está muy bien informado del Gasoducto del Sur, la obra emblemática del
gobierno de Ollanta Humala. Las iniciales del expresidente aparecieron en el celular de
Marcelo Odebrecht, en la lista de receptores de dinero, y el mismo empresario confirmó
que se refería al político.
En este tema, nos refiere que el monto de reparación civil acordado por el Ministerio
Público y la Procuraduría peruanos no corresponde con la realidad, y debe variar
radicalmente, porque el proyecto energético pasó de costar 1,400 millones de dólares
en el 2011, a cinco veces más en el 2014, cuando se firmó el contrato.
“Se debe reformular el monto de la reparación, porque no es lo mismo cobrar de una
obra que costó mil millones, que de una de siete mil millones”, agregó.
Además, nos explicó algunas diferencias entre la forma en que autoridades de Perú y
Ecuador han afrontado el caso Lava Jato
“En Ecuador, desde junio de 2017 existe un acuerdo confidencial para la colaboración
eficaz, donde se indica taxativamente que la empresa tiene que dar toda la información
que posea. De lo contrario, puede pasar a la calidad de acusado por fraude procesal o
por obstrucción a la justicia”, precisó.
A diferencia de nuestro país, donde se aceptó una reparación civil de 610 millones de
soles –unos 182 millones de dólares–, en Ecuador aún no se ha podido llegar a una cifra
oficial, porque también hubo mucha convulsión política.
“No se pudo hacer un cálculo porque se cambiaron a cinco fiscales generales en un año.
Recién que ahora hay algo de estabilidad se puede avanzar en este punto. En lo que
respecta a la nueva información, apenas conocida, la Comisión Anticorrupción ha hecho
un convenio con la Municipalidad de Quito para investigar los casos del Metro de Quito
y la Ruta Viva. El primer caso había sido archivado, y en el segundo se va a seguir la ruta
de los seguros”, añadió.
Boscán considera que, a pesar de los acuerdos de colaboración eficaz que se cuestionan
ahora, esta es una segunda oportunidad para los ejecutivos que manejaron Odebrecht
en plena orgía de corrupción, si estos colaboran eficazmente.
“Lo que tienen que hacer es dejar de mentir, ocultar y omitir, que es lo que han hecho.
Cada vez que se investiga una obra de Odebrecht, se encuentra corrupción. Por eso
decimos que hay corrupción generalizada, que no había obra limpia. Si no les gusta, que
brinden toda la información”, exige.
Finalmente, expresó sus dudas sobre la conveniencia de embargar o incautar todos los
activos de la constructora en su país, porque podría quedarse sin conocer información
reveladora. Si bien está habilitada para ser proveedora de su gobierno, no ha
concursado ni ganado procesos desde el escándalo.
MÁS CORRUPCIÓN
Además de las cuatro obras incluidas en el acuerdo de colaboración eficaz, y del
Gasoducto del Sur, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ISIJ)
encontró registros de coimas por el proyecto de irrigación de Chavimochic, el de Olmos,
el Corredor Vial Hualapampa y Rutas de Lima.

 Existe riesgo de venta de activos

El jurista y penalista Luis Lamas Puccio indicó que sí existe el riesgo de que
Odebrecht venda los activos que posee en las varias obras que todavía tiene a su
cargo en el Perú, esto debido al marco legal vigente que promovió el gobierno
de Pedro Pablo Kuczynski, y fue aprobado por el Congreso.

“Kuczynski dio una ley, a través de la cual el Estado peruano está impedido de
incautarle bienes, es más, ni la Sunat puede cobrar o embargarle bienes. Esa ley
es inconstitucional, porque no se rige en los parámetros de la Constitución”,
señaló.

Sostuvo que, para poder incautar los bienes de Odebrecht, solo habría dos vías:
una de ellas es que el Congreso apruebe una nueva ley que derogue la norma
30737, la cual favoreció a la transnacional. La segunda es que el Tribunal
Constitucional acepte la acción de inconstitucionalidad planteada por la
congresista Yeni Vilcatoma contra esa ley.

Lamas Puccio enfatizó que el acuerdo de colaboración eficaz debería ser


declarado nulo, pues Odebrecht omitió información respecto a una obra que
también fue cuestionada por hechos de corrupción. (JOSÉ CARMEN MORÁN)

 Nuevos hallazgos obligan a anular acuerdo de colaboración

El especialista en contrataciones con el Estado, Alex Starost, señaló que la nueva


información revelada en Ecuador respecto a los pagos que habría realizado
Odebrecht en el Perú por el Gasoducto del Sur, demostraría que la transnacional
omitió entregar información a la Fiscalía, por lo que se debería anular el acuerdo
de colaboración eficaz con la empresa.
“[Odebrecht] se comprometió a informar sobre todos los ilícitos penales, pero
cuando se miente y aparecen nuevos delitos, significa que hicieron una falsa
declaración, y ese acuerdo deviene en nulo, más si era el único proyecto con
cláusula anticorrupción”, enfatizó.

“El acuerdo para las cuatro obras homologadas por la jueza María Álvarez
Camacho mantiene su validez (Interoceánica sur, Línea 1 del Metro y corredores
viales del Callao y Cusco), y solo puede ser revocado si los procesados brasileños
ocultaron ilícitos en más obras en el Perú. Ya los descubrieron, toda su
declaración y el acuerdo se debe declarar nulo”, reiteró el abogado penalista.

“El fiscal debe solicitar se revoque la libertad de los procesados brasileños y se


ordene la detención efectiva y la incautación de todos los bienes de Odebrecht
en el Perú”, añadió.
ANEXOS 1

ANEXO 2
ANEXO 3

ANEXO 4
ANEXO 5

ANEXO 6
ANEXO 7

ANEXO 8
ANEXO 9

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