Filósofos Griegos
Filósofos Griegos
Filósofos Griegos
Filósofo griego
Pertenecía a una familia noble. Su padre, Aristón, se decía descendiente del rey
Codro, el último rey de Atenas. Su madre Períctiona, descendía de la familia de
Solón, el antiguo legislador griego. Era además hermana de Cármides y prima de
Critias. Platón tuvo dos hermanos, Glaucón y Adimanto, y una hermana, Potone.
De joven, Platón tuvo ambiciones políticas pero se desilusionó con los gobernantes
de Atenas. Es posible que se iniciara en la filosofía con las enseñanzas del
heracliteano Cratilo. Cuando cuenta 20 años tiene lugar el encuentro con Sócrates
que contaba entonces 63 años y se convertirá en su único maestro hasta su muerte.
Hijo de Nicómaco, médico personal del rey de Macedonia Amintas III. A la muerte
de su padre y de su madre, Festis, y después de su único hermano Arimnesto, se
trasladó a la ciudad de Atarneo. Allí tuvo como tutor a Próxeno.
Viajó a Atenas con 17 años con intención de asistir a la Academia de Platón.
Aristóteles fue discípulo suyo y de otros pensadores como Eudoxo durante los
veinte años que estuvo en la Academia, donde se le apodó "el inteligente".
Al fallecer Platón en el año 347 a.C., viajó a Assos, ciudad de Asia Menor en la que
gobernaba su amigo Hermias, al que sirvió como asesor, casándose además con
su sobrina e hija adoptiva, Pythias, con la que tuvo una hija. Se relacionó también
con Hepylis, con la que tuvo otro hijo al que llamó Nicómaco y dedicó su Etica a
Nicómaco.
Tras ser ejecutado Hermias a manos de los persas en el 345 a.C., Aristóteles se
trasladó a Pella, capital de Macedonia, donde fue tutor del hijo menor del rey Filipo
II, que sería conocido como Alejandro III el Magno. Filipo mandó a llamarle por ser
el filósofo de más fama y más extensos conocimientos. Fueron premiadas sus
enseñanzas reedificándose de nuevo la ciudad de Estagira, su ciudad natal, que el
mismo Filipo había asolado. Durante ocho años el alumno recibió una enseñanza
integral en el paraje de Miéza, cerca de Pella. Parece que Alejandro no solo
aprendió la ética y la política, sino que tomó también conocimiento de otras
enseñanzas reservadas a las que los filósofos llamaban, "acromáticas" y
"epópticas", y que no comunicaban a la "muchedumbre".
En el año 335 a.C., al acceder Alejandro al trono, volvió a Atenas y fundó su propia
escuela: el Liceo.
Demostró por varios métodos la esfericidad de la Tierra y sostuvo que esta está
situada en el centro del universo. Es el primero en clasificar las ciencias, que dividió
en teóricas (matemáticas, física y metafísica), prácticas (ética, política y economía)
y poéticas (poética, retórica, etc.). En esta clasificación no se incluye la lógica,
descubierta por él, pues es el instrumento para el recto discurrir en todas ellas.
También inventó el silogismo, instrumento fundamental del pensamiento occidental.
San Agustín nació en Tagaste (Argelia actual) el 13 de noviembre del 354 y murió
en Hipona el 28 de agosto del 430. Su padre, Patricio, un pagano de posición social
acomodada, que luego de una larga resistencia a la fe, hacia el final de su vida se
convierte al cristianismo. Mónica, su madre, era una devota cristiana. Al enviudar,
se consagró totalmente a la conversión de su hijo Agustín. Lo primero que enseñó
a su hijo Agustín fue a orar, pero luego de verle gozar de esas santas lecciones,
sufrió al ver como iba apartándose de la Verdad hasta que su espíritu se infectó con
los errores maniqueos y, su corazón, con las costumbres de la disoluta Roma.
Mónica confiando en las palabras de un Santo Obispo que le dijo: “el hijo de tantas
lágrimas no puede perderse”, no cesó de tratar de convertirle por la oración y la
persuasión hasta lograrlo.
A los 32 años San Agustín entrega su persona a Dios, luego de una permanente
búsqueda convirtiéndose a la fe católica. Aunque Agustín no pensaba en el
sacerdocio, fue ordenado en el 391 por el Obispo de Hipona, Valero, quien le tomó
por asistente. San Agustín es uno de los ejemplos fundamentales de la búsqueda
constante de Dios, de la verdad, del conocimiento. Esta búsqueda no la hizo en
soledad sino en estrecha relación con los otros, en especial su madre Santa Mónica
y sus amigos. San Agustín dice: “Necesitamos de los otros para ser nosotros”. Esta
es otra enseñanza de Agustín, la importancia de la comunidad para la vida personal
y para la búsqueda de la verdad en la reflexión y el diálogo con los otros.
Pocos hombres han poseído un corazón tan afectuoso y fraternal como el de San
Agustín. Se mostraba amable con los infieles y hasta los invitaba a comer con él, en
cambio, se rehusaba a comer con los cristianos de conducta públicamente
escandalosa y les imponía las penitencias canónicas.