(1874-1928) Max Scheler
(1874-1928) Max Scheler
(1874-1928) Max Scheler
Vida.
El 22 de agosto de 1874 nace en Múnich Max Scheler. Hijo de padre
protestante y madre judía, se bautiza en la Iglesia Católica durante sus
estudios secundarios, en 1889. Fue en su juventud, dirigente estudiantil por lo
que pudo percibir directamente la problemática de la universidad Alemana y
Europea de su época. Al finalizar esos estudios se matricula en la facultad de
Medicina de la Universidad de Múnich, pero el año siguiente se traslada a la
Universidad de Berlín para estudiar filosofía y sociología, bajo el magisterio
de Simmel, Dilthey y Stumpf, entre otros. En 1894 celebra una boda civil con
Amelie von Dewittz. Apenas pasa otro año cuando Scheler se vuelve a mudar,
esta vez a Jena, en cuya universidad enseñan los conocidos Häckel y Eucken
(Rudolf Eucken había sido galardonado en 1902 con el Premio Nóbel de
Literatura), En 1897 presenta ya su tesis doctoral, dirigida por Eucken y
titulada Contribuciones a la determinación de las relaciones entre los
principios lógicos y éticos. Dos años después culmina su escrito de
Habilitación El método trascendental y el psicológico, que en 1900 le merece
el nombramiento de Docente (Privatdozent) en la Universidad de Jena. En
1902 Scheler conoció en Halle (Ciudad de Alemania) a Edmund Husserl. A
partir de esto quedo marcado, por el método fenomenológico. En 1907
Husserl le apoya para que se traslade a la Universidad de Múnich. Pero en
1911 se ve obligado a abandonar Múnich debido a un escándalo promovido
por su esposa —con quien rompe definitivamente— a resultas del cual la
Universidad le retiró la venia docendi (La Venia docendi es una autorización
académica de carácter administrativo necesaria para impartir docencia regular
en títulos oficiales) Desde ese momento, viviendo primero en Gotinga y luego
en Berlín, Scheler goza de un periodo de tranquilidad, aun viviendo casi en
penuria económica por su apartamiento de la universidad. La ayuda de sus
amigos fenomenólogos y su infatigable capacidad de trabajo hacen posible
que afloren las intuiciones que barruntaba en su ciudad natal, fructificando en
la mayoría de sus mejores y más importantes obras (algunas publicadas sólo
póstumamente): El resentimiento en la moral (1912), Los ídolos del
conocimiento de sí mismo (1912) El formalismo en la ética y ética material de
los valores (1913-1916), Rehabilitación de la virtud (1913), Muerte y
supervivencia (1911-1914), Sobre el pudor y el sentimiento de vergüenza
(1913), Fenomenología y metafísica de la verdad (1912-1914), Ordo amoris
(1914-1916), Modelos y jefes (1911-1921), Fenomenología y teoría del
conocimiento (1913-1914), La idea del hombre (1914), Esencia y formas de la
simpatía (1913-1922), De lo eterno en el hombre (1921), etc. También en ese
periodo su vida privada se estabiliza contrayendo matrimonio católico con
Märit Furtwängler.
Filosofía.
Scheler utilizó la fenomenología para estudiar los fenómenos emocionales y
sus respectivas intencionalidades (los valores) y a partir de ellos elaboró una
muy sólida y original fundamentación personalista de la ética: la realización
de los valores se concretiza en modelos humanos que invitan a su
seguimiento. Dichos modelos serían el héroe para los valores vitales, el genio
para los valores espirituales y el santo para los valores religiosos.
Tipos de saberes.
Scheler distingue tres clases de saberes: el inductivo, el de la estructura
esencial o fenomenológico y el metafísico.
El saber inductivo es el de las ciencias positivas. Se basa en la dominación del
mundo circundante. Su objeto es la realidad y tiene como finalidad utilizarla
por medio de la técnica. Es el saber de dominio. Ejemplo de ello es la ciencia
que se ha desarrollado en Occidente desde la filosofía griega.
No son los juicios elaborados por el entendimiento sino las esencias percibidas
las que constituyen primordialmente lo a priori.
La región de lo a priori no coincide con la región de lo formal, como pensó
Kant, sino que hay también un a priori material o con contenido: el valor.
En el lugar de la cuestión: ¿cómo es posible que se dé algo?, la cuestión
fundamental, dice Scheler, es más bien esta otra: ¿qué es lo que se da?
Scheler considera falsa la teoría kantiana según la cual todo lo que es ha
tenido que ser producido por el entendimiento, pues la percepción del valor es
por sí misma objetiva o intencional.