Sermones
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Índice
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Hermanos en Cristo
En el Nuevo Testamento la palabra, "hermano", se usa mucho. En la concordan-
cia se halla una lista muy larga de los textos donde se emplea esta palabra. El apóstol
Pablo usa el término "hermano" 133 veces; por ejemplo, "Mas tuve por necesario
enviaros a Epafrodito, mi hermano ..."
En Mateo 12:46-50 Cristo introduce su significado preciso: "Mientras él aún
hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar.
Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar.
Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis
hermanos? Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis
hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése
es mi hermano, y hermana, y madre".
Jesús enseña que la relación espiritual es más importante que la relación carnal, y
la relación con Cristo se establece solamente por medio de hacer la voluntad de Dios:
"todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano..."
Hermanos de raza
Pero ¿qué diremos de los "hermanos" de raza? ¿No es correcto llamarles
"hermanos"? Si se entiende que así se usa, bien, pero ¿es así? ¿Entienden otros que así se
está usando la palabra?
Los apóstoles no solamente empleaban la palabra con referencia a esta relación
carnal con los judíos, sino también sostenían la relación de hermanos en la misma
religión, la religión entregada por Dios mismo por medio de Moisés en el Monte Sinaí.
Era la religión del Antiguo Testamento, una religión divina. Es cierto que dicha religión
ya se cumplió y se quitó, pero es importante recordar que en base a esta relación llamaron
"hermanos" a los otros judíos. Dice Pablo, "Varones hermanos, hijos del linaje de
Abraham, y los que entre vosotros teméis a Dios, a vosotros es enviada la palabra de esta
salvación" (Hech. 13:26). Por ser los judíos los hijos del linaje de Abraham (y de esta
manera eran "hermanos" y "parientes según la carne", Rom. 9:3), habían de recibir la
salvación por medio de Cristo, la "simiente de Abraham", Gál. 3:16.
No existe en la actualidad tal relación. Los únicos que deben ser llamados
"hermanos" por los cristianos son los que por la obediencia al evangelio han llegado a ser
hijos de Dios y, por consiguiente, "hermanos en Cristo" de los demás que han hecho lo
mismo.
Si se llama "hermano" al visitante inconverso -- por ejemplo, algún evangélico --
se estará usando incorrectamente la palabra y producirá confusión. Cuando asisten a
nuestras reuniones los evangélicos y otros de buena voluntad (los que "simpatizan”),
queremos recibirlos bien y algunos hermanos les dicen "hermanos" para complacerles, y
tratan de justificar la práctica diciendo "Bueno, son hermanos de raza", pero la palabra
"hermano" se usa en la Biblia en sentido espiritual, y la gente inconversa no puede menos
que entenderla así. Si éstos son llamados "hermanos", entenderán que ya son nuestros
hermanos antes de obedecer al evangelio. Al entrar en la asamblea los miembros de la
iglesia les decimos "hermanos"; entonces llegan los visitantes -- por ejemplo, miembros
de la Iglesia Bautista u otra iglesia evangélica -- y también a ellos les saludan algunos
como "hermanos". Recuérdese que estos creen que ya son salvos, y si les decimos
"hermanos", creerán que también nosotros los consideramos como salvos.
Para no ofenderlos
Es cierto que si no les llamamos "hermanos" se pueden ofender. Sin embargo,
recuérdese que la ofensa es el resultado de la predicación de la verdad (o de la práctica de
ella) que hace distinción entre el evangelio puro y algún "evangelio nuevo" de los
hombres. ¿Debemos cambiar la predicación para no ofender a los visitantes? Tampoco
debemos llamarles "hermanos", porque esto tiene el efecto de cancelar la predicación de
la verdad.
Si decimos "hermano" al miembro de la iglesia de Cristo, y "Señor" al visitante
que no es miembro, éste se da cuenta de la diferencia entre él y los miembros de la iglesia
verdadera. Es cierto que a veces preguntarán, "Y a mí, ¿por qué no me llama 'hermano'?
Yo también soy salvo, soy cristiano, y miembro de la iglesia X". Es cierto que se puede
ofender, pero esto deja abierta la puerta para contestar sus preguntas y explicarle la
diferencia entre el error y la verdad, para que llegue a ser "hermano" en verdad.
Pierde su significado
Si usamos la palabra "hermano" en sentido de hermanos de raza o en otro sentido
en un ambiente religioso -- en la asamblea, en una clase o estudio bíblico, saludando o
despidiéndonos -- entonces el significado bíblico de la palabra "hermano" se habrá
reducido para significar simplemente "amigo", cosa desconocida en el Nuevo
Testamento. Esta palabra indica una relación alta y sublime, y no conviene robarle la
riqueza de su significado. Se usa para especificar a los que verdaderamente son hijos de
Dios, y no simplemente visitantes que simpatizan con la verdad. Dios es nuestro Padre y
somos hermanos de todos los que han obedecido al mismo evangelio de Nuestro Señor
Jesucristo.
Lucas, siendo gentil, nunca se refiere a los judíos inconversos como "hermanos",
sino que emplea el término exclusivamente con referencia a los hermanos en Cristo.
Nosotros también somos gentiles y no sostenemos ninguna relación religiosa con
personas inconversas, aunque sean de la misma nación, raza o color.
Por lo tanto, debemos recordar que los inconversos no son nuestros hermanos y
no debemos llamarles hermanos. "¿Quiénes son mis hermanos? ... todo aquel que hace la
voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano".
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Decentemente y con orden
1 Cor. 14:40 dice, "pero hágase todo decentemente y con orden". Había desorden
en la iglesia de Corinto. Usaban mal los dones espirituales y esto había causado mucha
confusión en la asamblea. Aparentemente preferían hablar en lenguas y lo hacían sin
tomar en cuenta el buen orden en el culto.
En el v. 27 dice Pablo, "Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo
más tres, y por turno; y uno interprete", para evitar la confusión. "Si, pues, toda la iglesia
se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no
dirán que estáis locos?" (v. 23). El desorden y la confusión no edifican, sino que causan
disgusto entre los visitantes. Se les invita a volver, pero ¿por qué volver? No reciben
provecho; no se edifican.
El servicio bien ordenado produce un gran beneficio para todos. El culto en que
algún hermano dirige el estudio (sea clase o sermón) y en que hay reverencia de parte de
todos es muy edificativo. Pero entre más distracción haya, más confusión habrá, y menos
provecho espiritual. Los hermanos se desaniman y los visitantes no vuelven.
En la clase bíblica conviene que el que habla -- sea el maestro o algún miembro
de la clase -- hable claramente en voz alta para que todos oigan lo que se dice, y que los
demás escuchen atentamente. Es importante que se oigan y que se entiendan los
comentarios, las preguntas y las respuestas; de otro modo, no habrá beneficio
(edificación). No conviene que haya conversaciones privadas durante la clase, ni durante
el culto. A veces mientras que el maestro y algún miembro o algunos miembros de la
clase están dialogando sobre algún punto, otros empiezan una conversación privada. Esto
produce mucha confusión. En tal caso el que dirige la clase debe ser el "maestro" y
controlar la clase para mantener buen orden. Debe dirigir la clase para el beneficio de
todos y no dejar que ciertos hermanos o visitantes interrumpan y estorben el estudio.
Los niños
Siempre existe el problema del decoro malo de los niños durante el culto formal
(de cantos, oraciones, cena del Señor, ofrenda y predicación). Las madres merecen
nuestro aprecio y alabanza por llevar a sus niños al culto, y los padres (varones) deben
ayudar a sus esposas a cuidar de los pequeños. Estos deben aprender en sus primeros años
lo que significa adorar a Dios. El infante que llora durante el culto debe llevarse a otra
parte hasta que deje de llorar. La madre que se queda en la asamblea y sigue tratando de
calmar al niño estorba la adoración de la iglesia. Esto debe evitarse. Asimismo los
párvulos deben enseñarse a sentarse durante el culto y no estar bajándose de su asiento
para correr y jugar, o para ir al baño y a tomar agua, durante el culto. Esto distrae y
estorba el culto y está fuera de "orden". Los chiquitos harán lo que se les permita hacer,
pero aprenden rápidamente si se les enseña cómo portarse durante el culto.
Los padres pueden y deben controlar con firmeza y constancia a sus hijos. Aun
los más pequeños pueden aprender a sentarse bien, a escuchar, y a participar en el
servicio. Deben recibir beneficio espiritual a una muy temprana edad.
El niño que se porta mal debe ser sacado de la reunión y castigado, y luego
inmediatamente traído otra vez a la reunión con la explicación de que debe sentarse y
estar quieto. Muchos padres no entienden o no quieren aceptar que sus hijos pueden ser
enseñados a sentarse y estar quietos durante el culto. El problema principal no es con los
niños, sino con los padres.
Es necesario dar atención a este asunto. A veces el predicador (u otro hermano
encargado) no dice nada acerca de esto por temor de ofender a los padres, pero lo
importante es no ofender a Dios quien dice "Hágase todo decentemente y con orden". El
no aceptará el culto desordenado. Por lo tanto, para no ofender a los padres irresponsables
ofendemos a Dios y permitimos que nuestro culto no sea aceptable delante de El. ¿De qué
nos sirve si los padres vuelven a su casa felices y nada ofendidos pero Dios sí queda
disgustado con nosotros y la "adoración" que le ofrecemos?
La puntualidad
Los jóvenes
A veces se observa que los jóvenes causan estorbo durante el culto. En lugar de
participar en el culto, de alguna manera se divierten. Hay sonrisas y aun risas, platican en
voz baja, escriben recaditos, etc. Aun durante la celebración de la cena siguen con su
comportamiento irrespetuoso. Esto me hace recordar el caso del predicador que en una
ocasión fue estorbado grandemente por el comportamiento de los jóvenes y él dijo a la
congregación, "Hace algunos años, un joven estuvo presente en una asamblea donde
predicaba yo y se portaba muy mal, y yo le exhorté públicamente. Entonces después del
servicio, una hermana me dijo, 'Usted cometió una falta grave, porque ese joven que
usted reprendió está enfermo mentalmente, y no le convenía a usted tratarlo así'. Desde
aquella fecha he temido exhortar a los jóvenes que se portan mal durante el servicio".
Tal vez la distracción principal en el culto es la práctica de jugar con los bebés y
aun con niños que deben escuchar el sermón. No se niega que los pequeños requieren
atención, pero cualquier predicador le dirá que hay quienes ponen más atención en los
niños (mayormente en los infantes) que en el sermón. Las personas sentadas cerca de la
madre y su infante la quieren "ayudar". Hacen caras y señas al niño para hacerle reír. Le
dan chicle y dulces y artículos que sacan de la bolsa (o bolsillo) y se dedican toda la hora
a la diversión del niño, haciendo más difícil la tarea de la madre. Hermanos, "esto no
debe ser así".
Conclusión
"De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor
indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, pruébese cada
uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa" (1 Cor. 11:27, 28). De la misma
manera, cada quien debe probarse a sí mismo al participar de los demás actos de culto.
"Pero hágase todo decentemente con orden" (1 Cor. 14:40).
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Yo soy visitante
Yo soy visitante. Nunca me quejo. Nunca critico. Si tengo que ocupar los asientos
de enfrente porque los miembros ocupan los de atrás me siento quietamente sin
murmurar. Si los bebés lloran tanto que no oigo ni la mitad del sermón, de todas maneras
no quito mis ojos del predicador. Después del servicio si los miembros se juntan en
grupitos y no me hacen caso, yo no digo nada, no me quejo. Yo soy visitante muy
agradable. Pero hay un detalle: ¡no vuelvo!
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¿Dónde está la salvación?
Dice Jesús, "buscad, y hallaréis" (Mateo 7:7). También, "estrecha es la puerta, y
angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan" (Mateo 7:14). La
salvación tiene que ser buscada y hallada. ¿La ha hallado usted? Si no, escuche el consejo
de Jeremías (6:16), "preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad
por él, y hallaréis descanso para vuestra alma."
"Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres"
(Tito 2:11). Se ha manifestado. Ya se ha revelado. Dios ofrece la salvación a todos los
hombres.
Pero el punto ignorado por muchos es que Dios ha localizado la salvación, y es
preciso buscarla. No se descubre en lugares que los hombres escojan o quieran, ni en los
arreglos más convenientes para el hombre. No se halla si no buscamos en el lugar donde
Dios la ha localizado. Vamos ilustrando la lección.
l. No se halla la salvación en la fe sola. Muchos la buscan en este lugar y creen
que la han encontrado, pero están bien equivocados. Dios no ha puesto su salvación en
este lugar. "Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no
solamente por la fe" (Santiago 2:24).
Si un hombre cree, bien puede llegar a ser hijo de Dios. Pero Jesús dice en Lucas
6:46, "¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?" La fe sola no es el
lugar donde Dios ha colocado la salvación. "En todo lugar donde yo hiciere que esté la
memoria de mi nombre, vendré a ti y te bendeciré" (Exodo 20:24). En la doctrina de
"salvación por fe solamente" Dios no ha hecho recordar su Nombre.
2. Orar ante algún altar, o aun en casa, no es el lugar donde Dios ha localizado
la salvación. Todos reconocemos la gran bendición de la oración y el valor de ella. Pero
esta lección se trata del lugar donde se halla la salvación de los pecados, la redención en
Cristo. ¿Dónde? ¿Cómo? No en la fe sola, ni en la oración sola. Si queremos que el Señor
oiga nuestras oraciones es necesario buscar y hallar su salvación y aceptarla. "Porque los
ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones" (1 Pedro 3:12).
Los "justos" cuyas oraciones se oyen no son los que solamente creen o solamente piden
en oración sin buscar la voluntad de Dios para obedecerla.
3. No en alguna iglesia desconocida por la Biblia. "Si Jehová no edificare la casa,
en vano trabajan los que la edifican" (Salmos 127:1). Al hablar Jesús acerca de las
religiones, tradiciones y costumbres religiosas de la gente de su día, dijo "Toda planta
que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada" (Mateo 15:13). Porque el mismo
Señor Jesús dijo en Mateo 16:18, "edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no
prevalecerán contra ella". Esta iglesia es su cuerpo como dice Efesios 1:22-23, "Y
sometió todos las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la
iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo". Y hay un
solo cuerpo, una sola iglesia, la de Cristo (1 Corintios 12:20; Efesios 4:4). Es inútil
buscar la salvación en alguna institución humana porque todas éstas son plantas que
nuestro Padre celestial no ha plantado y serán desarraigadas.
4. Mucha gente supone que han encontrado la salvación si tienen buena con-
ciencia. Dios no ha dicho así. Saulo de Tarso tenía buena conciencia cuando perseguía a
los cristianos (Hechos 23:1; 26:8, 9), pero él nos dice que "habiendo sido antes blasfemo,
perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia,
en incredulidad" (1 Timoteo 1:15).
5. Tampoco se halla la salvación en el arrepentimiento en el lecho de la muerte.
No se halla promesa de perdón por medio de la fe sola ni por el arrepentimiento solo, ni
tampoco por las dos cosas juntas. Algunos desprecian a Dios toda la vida y luego en el
último respiro comienzan a hablar de la salvación. Dios no puede ser burlado (Gál. 6:7,
8). Los que menosprecian su palabra serán castigados. "El que cree en el Hijo tiene vida
eterna; pero el que desobedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre
él" (Juan 3:36). "Hoy es el día de salvación" (2 Corintios 6:2).
6. La salvación no se encuentra en el llamado "purgatorio" u otro lugar
imaginario de segunda oportunidad. El "purgatorio" es una doctrina que la Iglesia
Católica inventó durante la Edad Media. Si el hombre muere desobediente, él muere en
sus pecados y no irá con Cristo. "Otra vez les dijo Jesús: Yo me voy, y me buscaréis, pero
en vuestro pecado moriréis; a donde yo voy, vosotros no podéis venir" (Juan 8:21). Jesús
cierra la puerta cuando uno muere en pecados. "El que es injusto, sea injusto todavía; y el
que es inmundo, sea inmundo todavía" (Apocalipsis 22:11). No hay otra oportunidad para
salvación después de la muerte. Léase Lucas 16:19-32, la historia del rico y Lázaro, y que
nadie desprecie este texto diciendo que "es solamente una parábola". En las parábolas no
se mencionan nombres, pero en este texto sí. Además, las parábolas no son fábulas, sino
que se basan en la realidad.
¿Dónde, pues, se encuentra la salvación? ¿Dónde la ha localizado Dios? Después
de la obediencia. Romanos 6:17, 18, "Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del
pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis
entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia". Estos
encontraron la salvación. La encontraron cuando oyeron el evangelio y lo obedecieron. El
evangelio es el plan de Dios para nuestra salvación (Romanos 1:16). Ellos lo creyeron
(Romanos 1:8; 5:1); se arrepintieron de sus pecados (6:1, 2, "hemos muerto al pecado");
confesaron con la boca que Jesús es Señor, el Hijo de Dios (10:9, 10), se bautizaron en
agua para perdón de pecados (6:4, 5; Hechos 2:38).
Esta salvación, pues, está en Cristo, porque El murió para pagar el precio de
nuestro rescate. ¿Cómo entramos en El? "Todos los que habéis sido bautizados en Cristo,
de Cristo estáis revestidos" (Gálatas 3:27). Los pasos de obediencia son los siguientes: oír
el evangelio, creer de todo corazón, arrepentirse de los pecados, confesar a Cristo como
el Hijo de Dios (como Dios el Hijo), y bautizarse (sumergirse en agua, en el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, para perdón de pecados). De esta manera el
obediente muestra su amor hacia Dios, guardando sus mandamientos. He aquí el plan de
Dios. ¡He aquí la salvación!
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Pablo y el mago Barjesús
(Un estudio sobre la necesidad de exponer a los falsos maestros y destruir la
confianza que la gente tiene en ellos)
El mago en Hechos 13
Dice el texto: "Y habiendo atravesado toda la isla hasta Pafos, hallaron a cierto
mago, falso profeta, judío, llamado Barjesús, que estaba con el procónsul Sergio Paulo,
varón prudente. Este, llamando a Bernabé y a Saulo, deseaba oír la palabra de Dios. Pero
les resistía Elimas, el mago (pues así se traduce su nombre), procurando apartar de la fe al
procónsul. Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando en él
los ojos, dijo: ¡Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de
toda justicia! ¿No cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor? Ahora, pues, he
aquí la mano del Señor está contra ti, y serás ciego, y no verás el sol por algún tiempo. E
inmediatamente cayeron sobre él oscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba
quien le condujese de la mano. Entonces el procónsul, viendo lo que había sucedido,
creyó, maravillado de la doctrina del Señor".
Era la costumbre de hombres eminentes tener en su presencia a los que
profesaban pronunciar los oráculos de los dioses, predecir el futuro, aconsejar con
respecto a las señales de cierta amenaza futura, etcétera.
Varón prudente
Si Sergio Paulo era "varón prudente", ¿por qué tenía en su presencia a un hombre
de tal carácter? ¿Por qué creía en tales cosas? La palabra prudente significa que Sergio
Paulo tenía mente abierta, que investigaba las cosas. El estaba dispuesto a aceptar la
verdad, lo bueno, lo beneficioso, de cualquier fuente. Como dice Pablo en 1 Tes. 5:21,
"Examinadlo todo; retened lo bueno". Sergio Paulo escuchaba a cualquier mago
(cualquier hombre sabio), a Barjesús y ahora a Pablo también, porque Pablo y Bernabé
traían nuevas revelaciones.
Es un caso serio. Un hombre prudente desea oír el evangelio; quiere oír pero es
impedido por un hombre insincero, un hombre que por interés impide la predicación. Sin
embargo, es necesario tener presente que este falso es respetado por el mismo hombre
prudente que quiere oír la palabra. ¿Cómo tratarlo? ¿con suavidad y cuidado para no
ofender a Sergio Paulo? ¿con guantes de seda?
Solamente una cosa se puede hacer en tal caso y Pablo lo hizo; es decir, cumplió
con la voluntad de Dios reprendiendo el pecado y exponiendo al falso. Hablando Pablo
acerca de la obra de los ancianos, dice, "es preciso tapar la boca" de los engañadores
(Tito 1:10, 11). Es lo que Pablo hizo sin demorar, sin darle más tiempo a Elimas para
seguir engañando y trastornando los caminos rectos de Dios.
"Ahora, pues, he aquí la mano del Señor está contra ti, serás ciego, y no verás el
sol por algún tiempo. E inmediatamente cayeron sobre él oscuridad y tinieblas; y andando
alrededor, buscaba quien le condujese de la mano".
"La mano del Señor" puede ser bondadosa, como se ve en Hechos 11:21; o puede
ser contraria y hostil, Heb. 10:31. Y puede ser para la aflicción, Job. 19:21. En este caso
es para juicio (como en Hech. 5). Por lo tanto, "Humillaos, pues, bajo la poderosa mano
de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo".
Pablo, inspirado por Dios, pronunció este juicio, este castigo judicial: la ceguedad
física es su castigo por su ceguedad espiritual, las tinieblas físicas por las tinieblas de su
corazón.
Elimas fue cegado para poder ver su condición. Pablo mismo fue cegado una vez
y podía ver entonces lo que no había visto antes, y se arrepintió. Cegado, pudo ver que su
oposición a Cristo fue un error muy grande.
"Y andando alrededor, buscaba quien le condujese de la mano". ¡Cuan grande
cambio en este hombre orgulloso! Tan rápido e instantáneamente puede Dios humillar a
un hombre y destruir su orgullo, haciéndole indefenso como un infante. Cualquier
hombre, por grande que sea (rico, poderoso políticamente, sabio, famoso) se puede
reducir en un momento al estado descrito aquí.
Entonces el procónsul ... creyó
El procónsul no podía creer a Elimas y al mismo tiempo creer a Pablo. Su
confianza en Elimas tuvo que ser destruida.
Millones de hombres y mujeres ahora nunca creerán en Jesús porque creen en sus
guías religiosos (sacerdotes, pastores, evangelistas, otros líderes). Quiera o no, es
necesario exponer los errores (y a veces la insinceridad) de tales maestros, ¡para poder
salvar a aquellos que son guiados por ellos hacia la ruina!
Observaciones finales:
1. Pablo denunció a Elimas, exponiendo su carácter tal y como era. Cuando éste
se vio como ciego palpando por aquí y por allí buscando quién le ayudara, se observó sin
palabra la falsedad y la iniquidad de sus pretensiones, y a la vez la divinidad de la misión
de los apóstoles. Tuvo el efecto deseado sobre el procónsul.
2. No esperamos hoy en día que Dios haga tales milagros, cegando a todo falso
maestro, pero sí tenemos la misma tarea de destruir la confianza mal puesta en falsos
maestros. Si estos tienen la confianza de la gente como maestros fieles y verdaderos,
nunca escucharán a lo que decimos aunque hablamos de veras "conforme a las palabras
de Dios".
3. Pablo hizo la misma cosa entre los corintios, desenmascarando a los falsos
maestros (2 Cor. 11:11-13).
4. Juan tuvo que exponer a Diótrefes (3 Juan 9).
5. Jesús encontró este factor -- la confianza que la gente tenía en los sacerdotes,
fariseos, escribas y demás jefes religiosos -- como el obstáculo mayor en su obra de
enseñarles la verdad (Mat. 7:15; 10:17; 16:6-12; 15:12-14; 23:16; Juan 7:45-52).
6. Pablo tenía este problema no solamente con Elimas, sino continuamente (véase
el versículo 50 del mismo capítulo).
7. Por lo tanto, no basta con meramente "predicar 'la verdad' y no 'criticar' a
otros". Esta actitud que muchos hermanos tienen es actitud netamente sectaria. "La
verdad" se predica cuando los falsos se exponen, porque es verdad que ellos predican el
error. Es imposible predicar la verdad sin "molestar" o "estorbar" a otros si estos
corrompen la verdad, trastornan los caminos rectos y de varias maneras resisten los
esfuerzos de obreros verdaderos de Cristo. El Señor Jesús no podía hacerlo. Pablo no
podía hacerlo. Nosotros no podemos hacerlo.
8. La división de la iglesia en la actualidad se debe en gran parte a este factor: la
confianza cegada que tantos hermanos tienen en ciertos predicadores famosos, editores,
presidentes de universidades, etcétera. No hay esperanza de convencerlos de la verdad sin
exponer el error de sus maestros para destruir la confianza que tienen en ellos.
9. En realidad no dedicamos suficiente tiempo y esfuerzo a esta tarea. La en-
señanza cae sobre oídos sordos; no escuchan y no se mueven porque cierto pastor o
predicador "suyo" "ha hablado" sobre el particular. En este "dictamen infalible" ellos
confían, reposan y se sienten bien refugiados. El predicador que no tiene ganas de atacar
esta fortaleza ya aceptó la derrota antes de comenzar la lucha.
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Los pecados de Sodoma
"He aquí que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de
pan, y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleció la mano del
afligido y del menesteroso. Y se llenaron de soberbia, e hicieron abominación delante de
mí, y cuando lo vi las quité. Ezequiel 16:49, 50.
En este capítulo el profeta compara la maldad de Israel con la de Sodoma. Nos da
información adicional a lo que aprendemos en Gén. 18 y 19. Estos capítulos en Génesis
revelan la destrucción de Sodoma y la causa de ella: "Por cuanto el clamor contra
Sodoma y Gomorra se aumenta más y más, y el pecado de ellos se ha agravado en
extremo, descenderé ahora, y veré si han consumado su obra según el clamor que ha
venido hasta mí; y si no, lo sabré" (Gén. 18:20, 21). En el siguiente capítulo (19:24, 25)
vemos que "Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego
de parte de Jehová desde los cielos; y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con
todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra". Se dan suficientes de-
talles en este mismo capítulo para que se vea el por qué de la ira de Dios.
Pero el texto bajo consideración (Ezeq. 16:49, 50) nos informa más acerca de
Sodoma. El texto habla de:
I. La soberbia.
A. Prov. 6:16, "Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma: Los ojos
altivos...". La primera cosa en esta lista de cosas aborrecidas por Dios es la soberbia, los
ojos altivos.
B. 1 Juan 2:16, "Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los
deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo".
C. 1 Tim. 6:3, 4, "Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas
palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está
envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las
cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas..."
D. Prov. 16:18, "Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la
altivez de espíritu".
E. La soberbia se manifiesta en muchas formas; Sodoma no tuvo ningún respeto
ni por Dios ni por los hombres. Los que aman al mundo buscan satisfacer los apetitos
carnales solamente. Los falsos maestros no aman la verdad del evangelio, sino que
buscan seguidores, fama y ganancia material.
F. La soberbia "fue la maldad de Sodoma" y es la maldad de muchos ahora; es
cosa aborrecida por Dios.
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¿"La Biblia no dice cómo cuidar de huérfanos"?
Hay hermanos sinceros que persisten en apoyar la práctica de enviar dinero de los
fondos de la iglesia para edificar y mantener instituciones para cuidar de niños, y la
defensa que hacen es ésta: "La Biblia no nos dice cómo hacer esta obra y creemos que
nuestro método es bueno". Luego se emplea la ilustración de que Jesús les envió a sus
apóstoles a predicar el evangelio; se afirma que Jesús no les dijo cómo ir, que solamente
les dijo que fueran (a pie, en barco, a caballo, etc., según la conveniencia de ellos), y que
cualquier método o manera de ir era aceptable a Dios. Usan esta ilustración para "probar"
que las iglesias pueden establecer orfanatos para cuidar de niños, diciendo que "la Biblia
no dice cómo hacer la obra benévola de la iglesia".
Desde luego esta ilustración es correcta con respecto al mandamiento de ir a
predicar, pero no tiene nada que ver con la cuestión de instituciones para hacer la obra de
la iglesia. No son nada paralelos estos dos asuntos. Las instituciones no son "medios de
hacer la obra", sino otras organizaciones aparte de la iglesia. Un orfanato no es
simplemente un edificio o unos edificios, sino una organización que utiliza edificios y
personal para cuidar de niños.
¿Iglesia o individuos?
Gálatas 6:10
Este texto dice "así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y
mayormente a los de la familia de la fe". Otra vez observamos el contexto: v. 1, "si
alguno ... tú también"; v. 3, "el que se cree"; v. 4, "cada uno"; v. 5, "cada uno"; v. 6, "El
que"; v. 8, "el que siembra". Se hace muy claro que los deberes individuales se enfatizan
en este texto. En el v. 15 se refiere a la circuncisión (práctica no congregacional sino
individual). Pero muchos tropiezan diciendo que esta carta se dirige a "las iglesias de
Galacia" (1:2) y, por lo tanto, que todo mandamiento dado en esta carta es para las
iglesias y que, por eso, éstas deben ayudar con dinero a los inconversos. Era el deber de
los hermanos leer esta carta en las congregaciones, por supuesto, pero se trata de muchos
deberes individuales. Así también las cartas dirigidas a Timoteo y a Tito dan muchas
instrucciones para la congregación, aunque fueron escritas a individuos.
El cuidar de niños
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Hagamos nuestra parte
Es urgente que las iglesias de habla hispana hagan todo lo posible por ayudar con
el salario de los predicadores. En primer lugar es correcto (bíblico). También las
congregaciones de habla inglesa necesitan convencerse de que estamos haciendo esto
conforme a nuestras fuerzas. Si dejamos la impresión de que todo depende de ellas, habrá
menos interés en la obra y menos confianza en nosotros. Nuestro deseo ferviente es que
las iglesias de Estados Unidos continúen siempre con el mismo ánimo de evangelizar en
otros países, y que este ánimo crezca. Todas las iglesias -- según su posibilidad financiera
-- deben proveer salario para predicadores para que vayan a todos los países. Deben
aumentar este esfuerzo cada vez más conforme a su crecimiento, pero las iglesias de
habla hispana deben tener el mismo celo y la misma determinación.
Una cosa que se ha hecho y que se necesita publicar más ampliamente es que
varias iglesias de habla hispana han hecho grandes esfuerzos y sacrificios para proveer
sus propias casas de oración. Por lo menos han tomado la iniciativa, han dado todo
cuanto podían y se han encargado de la mano de obra.
Otro factor en cuanto al asunto económico de muchas iglesias hispanas ha sido el
servicio a los santos necesitados. Los fondos de la iglesia se han usado principalmente de
esta manera y, por supuesto, es bíblico hacerlo.
Pero de algún modo, aunque sea poco, cada iglesia necesita tener comunión con
los que predican el evangelio (pagar por lo menos una parte de su salario y ayudarles con
gastos de viajar). Las iglesias que tanto nos han ayudado serían más animadas en la obra
si se dieran cuenta de la participación de las iglesias hispanas.
Además, ésta es una bendición de Dios, un ejercicio de gracia, que toda iglesia
necesita experimentar. Como los hermanos han aprendido a participar en los actos de
culto (cantar, predicar, tomar la cena, orar y ofrendar), es necesario que aprendan que en
el primer siglo la ofrenda fue usada también para el sostén del predicador (Fil. 4:14-18), a
fin de que los miembros pudieran tener comunión en la proclamación de la palabra. De
esta manera eran copartícipes de la obra de predicar. De esto resultará mucho crecimiento
para ellos, una edificación especial. Si no tienen este privilegio, son privados de algo muy
importante en su vida espiritual.
El compromiso de proveer una porción definida del salario del predicador tendría
un efecto bueno sobre la iglesia y sobre la ofrenda. Sintiendo más obligación, sabiendo
que el que predica el evangelio tiene que vivir del evangelio (1 Cor. 9:24), los hermanos
serán más generosos al ofrendar. Darán con más ánimo, más sacrificio; sabrán que la obra
depende de su buena voluntad de ofrendar con ánimo, con sacrificio y según haya
propuesto en su corazón.
Una injusticia
Posiblemente se haya hecho una gran injusticia a los hermanos más pobres.
Queremos perdonarles este "peso", esta "obligación". Tenemos "compasión" de ellos y no
queremos que las iglesias más pobres estén cargadas con la obligación de ayudar al
predicador. Tal vez hemos pensado que el hermano fulano, siendo pobre, no tiene que
ofrendar nada. Apenas come; no puede cuidar bien de su familia, y no debe dar nada. Tal
actitud ignora el propósito y naturaleza de la ofrenda. No considera que el ofrendar con
sacrificio es un privilegio que el Señor nos concede. El dar es un ejercicio de gracia. Es
un verdadero privilegio. Es comunión con Dios, con los hermanos pobres a quiénes
ayudamos, y comunión con los predicadores que son ayudados por esta ofrenda. El
hermano más pobre debe disfrutar de la bendición y la gracia de tener este compañerismo
fraternal con los que predican. Si las iglesias más pobres -- por ser pobres y por tener
poca ofrenda -- nunca contribuyen al salario de ningún predicador, se roban ellas mismas.
La carta de Pablo que refleja más gozo es la corta epístola a los filipenses, y esta
es la iglesia que tenía (aparentemente) más comunión con él (15; 2:25; 4:14-18). Los
corintios no ayudaron a Pablo y él les dice, "¿en qué habéis sido menos que las otras
iglesias, sino en que yo mismo no os he sido carga? ¡Perdonadme este agravio!" (2 Cor.
12:13).
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El don del Espíritu Santo
¿Es el don del Espíritu Santo de Hech. 2:38 el Espíritu Mismo? "Pedro les dijo:
Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de
los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo".
Hay una lista de los dones espirituales en 1 Cor. 12:4-10. Estos son poderes
especiales que fueron dados a los apóstoles, pastores, evangelistas y otros hermanos
durante los primeros años de la iglesia. "Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el
Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay
diversidad de operaciones, pero Dios que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero
a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a éste es dada
por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a
otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro,
el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos
géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas".
Heb. 2:3, 4 nos explica el propósito de estos dones: "¿Cómo escaparemos
nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada
primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios
juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del
Espíritu Santo según su voluntad".
Los dones confirmaron la palabra. Marcos 16:20, "Y ellos, saliendo, predicaron
en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la
seguían. Amén".
Los dones iban a acabarse después de cumplir su propósito, 1 Cor. 13:8-12.
Pero el "don del Espíritu Santo" es prometido, juntamente con el perdón de los
pecados, a todos los obedientes de todo lugar hasta el fin del mundo.
Las arras
2 Cor. 1:21, 22 dice, "Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos
ungió, es Dios, el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en
nuestros corazones". (Se repite en 5:5, "Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios,
quien nos ha dado las arras del Espíritu").
En Efesios 1:13, 14, leemos lo mismo: "En él también vosotros, habiendo oído la
palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis
sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la
redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria". Estos versículos
significan que el don del Espíritu Santo es como una "prenda" de Dios, un "primer pago"
que demuestra la fidelidad de Dios. Es una garantía de cosas mejores en el futuro que El
nos promete (1 Juan 2:25).
Conclusión
Debemos sentirnos muy agradecidos con Dios por este don. El nos bendice y nos
ayuda en gran manera. "Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad;
pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede
por nosotros con gemidos indecibles" (Rom. 8:26).
Los que resisten la predicación de la palabra resisten al Espíritu Santo (Hech.
7:51). Dijo Pablo a los que tenían los dones del Espíritu: "No apaguéis al Espíritu" (1
Tes. 5:19); dijo esto para que los hermanos de aquel entonces no resistieran las profecías
(v. 20) y otras manifestaciones del Espíritu Santo. En ese entonces la inspiración estaba
en los hombres, los cuales escribieron el Nuevo Testamento, pero ahora la inspiración no
reside en los hombres sino en las Escrituras.
"Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios con el cual fuisteis sellados para el día
de la redención" (Efes. 4:30).
Algunos van más allá de lo que está escrito al afirmar que el Espíritu mora en
nosotros para proveer iluminación especial (aparte de la palabra), para llevar a cabo la
providencia de Dios, para contestar oraciones, etcétera. Dicen estas cosas porque les falta
fe en la palabra del Espíritu Santo. Son inseparables el Espíritu Santo y su palabra.
"Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios".
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La disciplina en la iglesia
(El ejemplo de Acán)
Introducción.
A. Josué 6 registra la toma de Jericó. El v. 17 dice, "Y será la ciudad anatema a
Jehová, con todas las cosas que están en ella"; el v. 19 explica: "toda la plata y el oro, y
los utensilios de bronce y de hierro, sean consagrados a Jehová, y entren en el tesoro de
Jehová" (v. 24 también).
B. "No sea que hagáis anatema el campamento de Israel, y lo turbéis" (v. 18).
Conclusión
A. Es necesario respetar la ley de Dios con respecto a la disciplina. Si no
enseñamos la consecuencia de la desobediencia de la ley de Dios, no habrá respeto por
ella. Dios da poder a la iglesia para aplicar y ejecutar su ley en la iglesia. Las
instrucciones son claras.
B. Hablamos mucho de respeto por la autoridad de Cristo. Hablamos de ella en
contraste con la autoridad de los hombres y sus iglesias pero aquí está una prueba seria
para nosotros mismos. Si la respetamos en verdad, practicaremos la disciplina que El nos
manda. Si no la practicamos, entonces no nos conviene llamarnos "iglesia de Cristo",
porque no le seguimos en este punto.
C. El pecado causa sufrimiento en la iglesia, y conviene que los culpables sufran y
no los inocentes. Los hermanos negligentes, mundanos, traidores, escandalosos hacen
sufrir a los hermanos fieles. El mundo se burla de la iglesia. Nos recuerdan siempre de la
mala conducta de "los miembros de su iglesia". Es tiempo de que los mismos culpables
sufran la pena que Dios requiere.
D. Esta enseñanza debe aplicarse con amor. "Yo reprendo y castigo a todos los
que amo" (Apoc. 3:19). Léase Heb. 12:6-12. El v. 7 dice "Si soportáis la disciplina, Dios
os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?" Luego el
v. 8 añade, "Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes,
entonces sois bastardos, y no hijos". Este texto se refiere a la persecución de cristianos,
cosa que Dios permite. Pero se aplica igualmente a la disciplina en el sentido de corregir
el pecado y el error en la iglesia. Toda forma de disciplina es necesaria si amamos a los
hijos y si amamos a nuestros hermanos infieles.
E. Es el plan de salvación para ellos. Predicamos el plan de salvación (oír, creer,
arrepentirse, confesar la fe, bautizarse) para los pecadores del mundo. Debemos predicar
también el plan de Dios para la salvación de los hermanos pecadores: enseñar y exhortar;
reprender y amonestar; entonces, si no se arrepienten, señalarlos y apartarnos de ellos.
¿Cuántos hermanos se perderán por la falta de disciplina. ¿No será la sangre de ellos
sobre las manos de los responsables? ¿Qué nos dirá Dios a nosotros si descuidamos esta
enseñanza?
F. ¿Por qué no se practica esta disciplina? Porque para algunos los sentimientos
del hermano pecador y sus familiares y amigos son más importantes que la salvación de
su alma y más importantes que la pureza de la iglesia.
G. Debe haber una lista correcta de los miembros en cada iglesia. No debe haber
duda en cuanto al estado de la membresía de nadie. Cuando alguna persona es bautizada
o restaurada, se anuncia su nombre públicamente. Si peca y no quiere corregirse, debe
haber otro anuncio público para señalarlo y para explicar a todos los miembros que es
necesario apartarse de él, y no tener compañía con él, a fin de que se avergüence y se
vuelva al Señor.
H. Debe haber distinción clara entre miembros fieles e infieles.
I. "Y tenemos confianza respecto a vosotros en el Señor, en que hacéis y haréis lo
que os hemos mandado" 2 Tes. 3:4 (dos versículos antes de mandar la disciplina). ¿Diría
lo mismo de nosotros?
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Es usted Teófilo?
(Sermón sobre Hechos)
La gran comisión
El libro indispensable
Se infiere entonces que hay un libro indispensable para contestar nuestras muchas
preguntas y para decirnos del cumplimiento de muchas promesas encontradas en Mateo,
Marcos, Lucas y Juan, y no explicadas en las epístolas.
Es interesante saber que el mismo Lucas escribió el libro de Hechos de los
Apóstoles, el quinto libro del Nuevo Testamento. El comienza este libro con las palabras
siguientes: "En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús
comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber
dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido" (Hechos
1:1, 2). En el v. 4 él repite lo que dijo en Lucas 24:49; enfatiza la promesa dada por Juan
(acerca del bautismo en el Espíritu Santo) en el v. 5; da los detalles de la ascensión de
Jesús en los vv. 9-11; y la selección de Matías en los vv. 12-16.
Hechos 2
El Espíritu Santo
La iglesia (el reino)
Muchas promesas encontradas en los libros de Mateo, Marcos, Lucas y Juan se
cumplen en este capítulo: los apóstoles fueron bautizados en el Espíritu Santo (1-4) y con
este poder el reino vino (Marcos 9:1; Lucas 24:49; Hechos 1:8). Leemos del
establecimiento de la iglesia que Jesús prometió edificar (Mat. 16:18). Pedro y los
apóstoles tenían las llaves para abrir las puertas del reino, (Mateo 16:19; 18:18); es decir,
predicaron el evangelio, anunciando los requisitos necesarios para entrar en el reino.
(Compárese Lucas 11:52, el mal uso de las llaves del conocimiento de la voluntad de
Dios).
Hechos 1:8
Jerusalén, Judea, Samaria
y hasta lo último de la tierra
Dice Cristo a los apóstoles poco antes de ascender al cielo: "pero recibiréis poder,
cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en
toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra" (Hech. 1:8).
Así observamos los hechos (las obras) de los apóstoles en Jerusalén y en toda
Judea en los capítulos 2-7. En el cap. 8 el evangelio se lleva a los samaritanos. En el cap.
10 vemos que los gentiles (Cornelio y su casa) oyen el evangelio por primera vez, y lo
obedecen. Luego comenzando en el cap. 13 Pablo, Bernabé y sus compañeros hacen sus
viajes largos llevando el evangelio hasta "lo último de la tierra". "Desde Jerusalén ...
hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo" (Rom. 15:19).
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Bautizar "en aquella misma hora"
En Hechos 16:25-33 encontramos la historia muy interesante de la conversión del
carcelero de Filipos y su casa. A medianoche en la cárcel Pablo y Silas están presos "por
la Palabra". La intervención de Dios en esta ocasión tomó la forma de un gran terremoto.
Los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las
cadenas de todos se soltaron.
El carcelero fue instruido en la palabra de Dios, y cuando estuvo convencido,
estaba dispuesto a obedecerla. "En seguida se bautizó él con todos los suyos" "en aquella
misma hora de la noche" (Hechos 16:33).
¿Debemos bautizar a los creyentes penitentes inmediatamente como este caso
indica? O ¿es cosa de poca importancia? ¿cosa, como creen los sectarios, de indiferencia?
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La postura del cuerpo en la oración
l. El ejemplo de Cristo
A. Mateo 26:20, 26, 27, "se sentó a la mesa ... tomó el pan, bendijo ... tomando la
copa y habiendo dado gracias ..." Este texto nos habla del ejemplo de Cristo y los
apóstoles en el acto de oración cuando estuvieron sentados a la mesa.
B. Mateo 26:39, "se postró sobre su rostro". (Marcos 14:35, "se postró en tierra";
Lucas 22:41, "puesto de rodillas"). No hay conflicto entre Lucas y los otros dos. Cristo
oró tres veces y el testimonio de estos tres hombres inspirados es que El oró "puesto de
rodillas", que "se postró en tierra", y que "se postró sobre su rostro". Estos tres textos nos
dan toda la verdad sobre este asunto. Compárese el testimonio de los mismos tres (Mateo
28:18-20; Marcos 16:15, 16; Lucas 24:46-49) con respecto a la gran comisión. Se
necesitan los tres reportes para tener toda la verdad sobre el asunto.
C. Juan 6:6, "mandó a la multitud que se recostase en tierra; y tomando los siete
panes, habiendo dado gracias ..." Durante la oración de Jesús (no sabemos nada de su
postura), la multitud estuvo recostada en tierra.
D. Juan 11:41, "alzó los ojos a lo alto".
E. Juan 17:1, "levantando los ojos al cielo".
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Eclesiastés 9:5
( Lección que los "testigos" del Atalaya deben aprender)
Los "testigos" del Atalaya predican el "evangelio" del materialismo. Uno de sus
textos favoritos y la base o fundamento de su materialismo es éste: "Porque los que viven
saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su
memoria es puesta en olvido". Dice el v. 10, "Todo lo que te viniere a la mano para hacer,
hazlo según tus fuerzas; porque en el sepulcro, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni
ciencia, ni sabiduría".
Argumentan los "testigos" que puesto que el hombre va al sepulcro y que no hay
conocimiento en el sepulcro ("nada saben"), por eso, el hombre está inconsciente en el
sepulcro.
¿Qué deben aprender los "testigos"?
1. Que la ciencia no es propiedad del cuerpo, sino del espíritu. Dice 1 Corintios
2:11, "Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del
hombre que está en él?" El cuerpo vuelve al polvo pero el espíritu vuelve a Dios que lo
dio (Eclesiastés 12:7) y es el espíritu el que sabe, el que tiene ciencia, y que, por lo tanto,
el que está consciente.
Por lo tanto, no hay conocimiento en el sepulcro, porque la parte del hombre que
sabe, la parte consciente, vuelve a Dios y no va al sepulcro (Génesis 35:18; Eclesiastés
12:7).
2. Los "testigos" ignoran completamente el tema y propósito de Salomón en este
capítulo. En este libro él habla mucho de la "vanidad" de las actividades de toda clase en
esta vida. En el cap. 9 aun afirma que en la muerte hay vanidad. El hombre ya no trabaja
más y no tiene paga can respecto a ocupaciones terrenales. Habrá paga por las buenas
obras hechas en obediencia a Dios, pero las recompensas terrenales terminan en la
muerte. Debemos aprovechar estas bendiciones ahora ("Aún hay esperanza para todo
aquel que está entre los vivos", v. 4; véanse los v. 7, 9, 10 etc.). Porque al morir el
hombre es cortado de todo lo que sucede debajo del sol (eventos terrenales). Véase
también Ecles. 8:15-17.
Pero la enseñanza de los "testigos" requiere la conclusión de que los muertos "ni
tienen más paga" de ninguna clase. Ellos no deben hablar de ninguna clase de
recompensa, ni en el cielo para los 144,000 ni en la tierra para los demás, porque el texto
dice que los muertos no tienen más paga de ninguna clase.
3. La expresión "nada saben" no significa que están inconscientes. Compárese Job
8:9, aun los vivos "nada sabemos". ¿Estamos inconscientes? 2 Sam. 15:11, los doscientos
hombres que fueron con Absalón iban con él "sin saber nada". ¿Estuvieron inconscientes?
Si la explicación de este texto por los "testigos" es correcta, podemos probar que todos
los “testigos” del Atalaya están inconscientes, porque Pablo dice, "Si alguno enseña otra
cosa ... nada sabe" (1 Cor. 6:3, 4).
La persona que cita este texto para enseñar el materialismo tuerce las Escrituras y
tendrá que dar razón a Dios en el juicio.
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¿Cuál?
Yo sé que usted trabaja. Pero las palabras de Salomón se aplican a la mayoría de
los hombres: "Todo el trabajo del hombre es para su boca" (Eclesiastés 6:7). Sí, usted
trabaja, pero Jesús dice, "Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a
vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará" (Juan 6:27). El hombre no
debe usar su energía solamente en aquello que alimenta el cuerpo físico. Debe trabajar
por la comida que a vida eterna permanece. Debe procurar "entrar en aquel reposo"
celestial (Hebreos 4:11). El hombre tiene que trabajar para proveer para su familia (l
Timoteo 5:8), pero es aun más urgente trabajar para proveer para su alma.
Yo sé que usted sirve, pero ¿a quién o a qué sirve? El hombre puede servir al
pecado (Romanos 6:17), o a los hombres (l Corintios 7:23). Si usamos la mente o los
miembros del cuerpo en hacer lo que es transgresión de la ley de Dios, estamos sirviendo
a Satanás. Debemos ser "siervos de la justicia" (Romanos 6:l8). Debemos servir a Cristo
(Colosenses 3:17-24; Hechos 20:18, 19). La mente y la energía deben ser empleadas en
la obediencia a Cristo para demostrar lealtad a El. Léanse con cuidado Mateo 7:13, 14,
21-23; Lucas 6:46.
Yo sé que usted aborrece, pero ¿qué o a quién aborrece? No debemos aborrecer a
los enemigos (Mateo 5:43, 44); tampoco al hermano (Levítico 19:17; 1 Jn.2:9-11; 4:20).
"Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor" (Romanos 12:19). Debemos manifestar
buena voluntad para con todos. Lo que usted debe aborrecer es el pecado. Salmo 97:10
dice "Los que amáis a Jehová, aborreced el mal". Proverbios 8:13, "El temor de Jehová es
aborrecer el mal". Dios ama al pecador pero aborrece su pecado y debemos ser
"imitadores de Dios".
Yo sé que usted teme, pero ¿a quién o a qué teme? Todos tememos. No debemos
temer a la pobreza (Mateo 6:33, 34) ni a los problemas de la vida (Filipenses 4:6, 7; 1
Ped. 5:6, 7). "Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed
más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno" (Mateo 10:28). "El
temor del hombre pondrá lazo; mas el que confía en Jehová será exaltado" (Proverbios
29:25). Dice Dios en Isaías 51:12, 13, "Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú
para que tengas temor del hombre, que es mortal, y del hijo del hombre, que es como
heno? Y ya te has olvidado de Jehová tu Hacedor, que extendió los cielos y fundó la
tierra; y todo el día temiste continuamente del furor del que aflige, cuando se disponía
para destruir. ¿Pero en dónde está el furor del que aflige?" Siempre el problema mayor de
la humanidad es que tememos a los hombres en lugar de temer a Dios.
En Juan 12:42, 43 leemos de hombres eminentes que creyeron en Cristo pero no
querían confesar su nombre por temor de los hombres. Dios promete estar con sus hijos
en todo problema de la vida (Salmo 23); debemos, pues, confiar en El y alejarnos del
temor de los hombres. Debemos temer (desconfiar en) nuestra propia fuerza sin la ayuda
de Dios (2 Corintios 2:9, 10; Hebreos 3:12). Debemos temer a Dios con mucha
reverencia. "El día que estuviste delante de Jehová tu Dios en Horeb, cuando Jehová me
dijo: Reúneme el pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán,
para temerme todos los días que vivieren sobre la tierra, y las enseñarán a sus hijos"
(Deuteronomio 4:10; véanse 5:29; 10:12, 20 también). Con esta actitud haremos todo lo
posible por no enojar a Dios.
Yo sé que usted ama, pero ¿a quién o a qué ama? ¿Amamos el dinero? 1 Timoteo
6:3-11. ¿Amamos el mundo? 1 Juan 2:15-17. La Biblia nos enseña a dirigir el amor hacia
Dios (Marcos 12:29, 30); hacia el hermano (1 Juan 4:20); hacia el prójimo (Marcos
12:29, 30); hacia el enemigo (Romanos 12:20, 21; Mateo 5:43-48); hacia el cónyuge
(Tito 2:4; Efesios 5:23-28). Y debemos amar la venida de Cristo (2 Timoteo 4:8).
Yo sé que usted llora, pero ¿por qué llora? La Biblia habla acerca de lágrimas.
¿Por qué debemos llorar? ¿Cuándo no conviene llorar? No conviene lamentar la pérdida
de las cosas de la carne de la vida pasada (Números 11:4-7; Hebreos 4:7-19; Filipenses
3:4-8). No debemos llorar y entristecernos como los que no tienen esperanza (1
Tesalonicenses 4:13). Pero sí debemos tener gran tristeza por causa de nuestro amor por
las almas (Lucas 19:41; Fil. 3:18; Hechos 20:31; Rom. 9:2).
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Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre
Juan 7:46
Introducción:
A. El enseñar o predicar era parte integral y esencial de la obra de Jesús (Mat.
4:17; Jn. 6:44, 45; Luc. 19:10).
B. Cristo es nuestro ejemplo perfecto en todo (1 Ped. 2:21). El es nuestro modelo
o dechado (HUPOGRAMMOS).
VII. Siempre había completa armonía entre sus enseñanzas y su vida (su práctica)
A. Jn. 8:46, "¿Quién de vosotros me redarguye de pecado?"
B. Luc. 23:4, 41, "Ningún delito..." "éste ningún mal hizo"
C. 1 Ped. 2:22, "el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca".
D. Heb. 7:26, "Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin
mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos".
VIII. Conocía a todos los hombres
A. Jn. 2:24, 25, "conocía a todos".
B. Jn. 1:47, dijo de Natanael, "He aquí un verdadero israelita, en quien no hay
engaño".
C. Jn. 4:29, dijo la mujer samaritana, "me ha dicho todo cuanto he hecho".
D. Conoció a Judas (que iba a entregarle); conoció a Pedro (que iba a negarle).
Conclusión
A. Dijeron bien: "Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre".
B. Por lo tanto: debemos creer en El, amarle, arrepentirnos de los pecados, confe-
sarle, ser bautizados, y siempre serle fieles.
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La mujer debe enseñar la palabra
Introducción.
A. Algunos afirman que la mujer no puede enseñar una clase bíblica, pero es
afirmación que no se puede probar por la Biblia.
B. Algunos afirman que la mujer no puede decir nada en una clase bíblica, pero es
otra afirmación no bíblica.
I. 1 Corintios 14:34, 35
A. Examínese el contexto:
1. 1 Cor. 12:1, "los dones espirituales".
2. 1 Cor. 12:8-10, los nueve dones.
3. 1 Cor. 13 el amor es superior a los dones; cesarán éstos cuando venga
"lo perfecto" o sea la revelación perfecta (completa), el Nuevo Testamento.
4. 1 Cor. 14:1-6, la profecía es mayor que las lenguas.
a. Las lenguas sin interpretación no tenían valor, v. 7-19.
b. El propósito de las lenguas: servían como señal para los
incrédulos, v. 20-25.
B. La regulación de los dones de lenguas y profecía.
1. 1 Cor. 14:27, 28, el uso correcto de las lenguas.
2. 1 Cor. 14:29-33, el uso correcto de la profecía.
3. 1 Cor. 14:34, 35, "vuestras mujeres callen" ("es indecoroso que hable en
la congregación"). "Hablar" en este capítulo quiere decir hablar públicamente, hablar en
la congregación (v. 23, "si toda la iglesia se reúne en un solo lugar). Obsérvese la palabra
"hablar" en el capítulo: v. 19, 23, 27, 29, 34 etc.
a. Además: las mujeres que debieran callar eran aquellas que
pudieron preguntar en casa a sus maridos. ¿Cuáles de los maridos en la congregación
sabían más que sus mujeres? Es probable que "vuestras mujeres" se refiere a las esposas
de los profetas.
b. Sin embargo, el punto principal es que este texto no se refiere a
ninguna "clase bíblica" como las que tenemos, sino a la asamblea (v. 23).
c. Y el "hablar" significa hablar en público. La mujer no debe
hablar en público ni para hacer pregunta, para evitar el desorden y confusión v. 40.
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¿Debe la mujer cubrir la cabeza cuando ora?
Pablo instruye con respecto al uso de los dones espirituales en 1 Corintios 11, 12,
13, y 14. Dice 1 Cor. 11:4, 5, "Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta,
afrenta su cabeza. Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta
su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado". Entonces agrega en el v. 6,
"Porque si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la
mujer cortarse el cabello o raparse, que se cubra".
En el primer siglo había varias profetisas en la iglesia, en cumplimiento de la
profecía de Joel 2:28 (véase Hechos 2:17), "vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán".
Felipe "tenía cuatro hijas doncellas que profetizaban" (Hechos 21:9). En la primera carta
a los corintios Pablo enfatiza el buen orden en el uso del don de profecía (y pone aun más
énfasis sobre el uso correcto del don de lenguas, véase el cap. 14). Los que tenían este
don tenían que profetizar "uno por uno, para que todos aprendan" (14:31). "Hágase todo
decentemente y con orden" (14:40), porque Dios "no es Dios de confusión" (14:33).
Asimismo en 1 Cor. 11:1-6 Pablo enseña el buen orden. Dice el ver. 3, "Pero
quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la
mujer, y Dios la cabeza de Cristo". Hubiera sido, pues, fuera de orden para una profetisa
orar o profetizar con la cabeza descubierta, porque así hubiera afrentado su cabeza.
El orar y el cantar bajo la inspiración del Espíritu Santo fue regulado por Pablo en
1 Cor. 14:15, 16. El orar y el profetizar fue regulado en 1 Cor. 11:1-16. En estos capítulos
Pablo instruyó a los miembros que hicieron el papel de liderazgo en la iglesia que aunque
eran inspirados por el Espíritu Santo tenían que observar el buen orden (1 Cor. 11:3;
14:40). Dice el v. 10, “Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza,
por causa de los ángeles”. El velo era su “señal de autoridad” (EXOUSIA). Pablo no dice
que la mujer debe tener señal de sujeción (HUPOTAGE). La mujer que oraba o profetizaba
en la iglesia hacía lo que el varón hacía (el lenguaje del v. 5 es idéntico con el lenguaje
del v. 4, palabra por palabra); por eso, ella debería llevar su “señal” de autoridad, es
decir, la señal que le dio la autoridad para ejercer ese papel de liderazgo.
Si alguna profetisa oraba o profetizaba con la cabeza descubierta, afrentaba su
cabeza, "porque lo mismo es que si se hubiese rapado" (v. 5). La cabeza afeitada indicaba
una mujer de mala reputación. El problema clave fue la falta de sujeción (v. 3). Este es el
tema central de los v. 1-16. El punto principal es que aun la mujer inspirada tenía que
demostrar su sujeción.
Hoy en día no hay profetisas. Todos los dones del Espíritu pertenecían a la iglesia
primitiva. Ahora no "conocemos en parte" (1 Cor. 13:9), porque tenemos el Nuevo
Testamento completo (1 Cor. 13:10) y, por lo tanto, no hay que profetizar en parte (1 Cor.
13:9, 10). El profetizar significa "hablar una revelación directa de la mente de Dios por
medio del Espíritu Santo". No hay mujer que pueda hacer esto ahora.
La lección de este texto es el buen orden (como en 1 Cor. 14). Si la conciencia de
alguna hermana le mueve a cubrir su cabeza cuando ora, ella debe respetar su propia
conciencia (Rom. 14:1-5, 23), y también ella debe ser respetada por los otros miembros,
pero no conviene que se imponga esta práctica en la iglesia, porque los dones del Espíritu
Santo no existen ahora.
(Véase el estudio sobre "El velo y la comunión" en este libro de sermones).
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¿Copa o copas?
La palabra "copa" no significa el recipiente, sino su contenido. Es figura de
retórica llamada "metonimia", "que consiste en designar una cosa con el nombre de otra,
cuando están ambas reunidas por alguna relación" (por ejemplo, decir, respetar las canas
de uno, en lugar de decir, respetar su edad).
1 Cor. 11:25, "Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado,
diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la
bebiereis, en memoria de mí". Es error grave enseñar que el recipiente simbolizaba el
nuevo pacto.
En Mateo 26:27, 28 se ve el significado de la palabra "copa". "Y tomando la copa,
y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre
del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados". El énfasis
aquí se pone en la cosa que representa la sangre de Cristo, a saber, "el fruto de la vid" (v.
29). La palabra copa significa el contenido de ella: "esto es mi sangre del nuevo pacto".
Este punto se hace aun más claro en Lucas 22:17, "Y habiendo tomado la copa,
dio gracias, y dijo: Tomad esto, y repartidlo entre vosotros". La copa se reparte. (La
versión inglesa dice, "divide it", es decir, dividirlo). ¿Quebrar y repartir el recipiente entre
vosotros? No, sino el contenido del recipiente. Cristo no quiere que la copa literal (el
recipiente) se reparta, sino su contenido, el fruto de la vid.
Mateo 26:39, "Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y
diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino
como tú". Este versículo bien ilustra el uso figurativo de la palabra "copa". Es muy obvio
que no tiene que significar literalmente una copa o un vaso.
Los textos dicen claramente que la copa se bendice (1 Cor. 10:16) y la copa se
bebe (1 Cor. 10:21; 11:26). Sería absurdo bendecir un recipiente, y sería imposible
beberlo.
Por lo tanto, lo esencial es que todo miembro participe de la cena cada primer día
de la semana (Hechos 20:7). Si todos los miembros toman de un solo vaso o si se
emplean copitas individuales, es solamente cuestión de preferencia o cuestión higiénica,
pero la palabra "copa" no requiere de ninguna manera que se use una sola copa. No
conviene que se haga ley que lo requiera.
Hay solamente dos elementos en el simbolismo de la cena del señor: el pan
simboliza el cuerpo de Cristo, y el fruto de la vida simboliza su sangre. Algunos
hermanos introducen otro elemento en el simbolismo, diciendo que la copa (literal)
simboliza el nuevo pacto. Para estos hermanos hay tres elementos de simbolismo en la
cena. Esta doctrina es una perversión grave de la cena, porque cambia la enseñanza
básica de ella. Jesús no dio ningún simbolismo al recipiente del fruto de la vid.
Si alguna iglesia usa una sola copa simplemente porque prefiere usar una en lugar
de varias, es cosa de ellos, y esto no debe afectar nuestra comunión con ellos (si ellos
aceptan tener comunión con los que usamos copitas individuales).
Pero si alguna iglesia enseña que la copa (literal) simboliza el nuevo pacto (y la
mayoría de las iglesias de "una copa" así enseñan), están en un grave error, y no puede
haber comunión con ellos. Ellos corrompen la cena como los que usan instrumentos de
música corrompen el servicio de cantar himnos de alabanza a Dios.
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"Dínoslo abiertamente"
Juan 10:24
"Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos turbarás el alma? Si tú
eres el Cristo, dínoslo abiertamente. Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las
obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí; pero vosotros no
creéis..."
El Señor Jesús demostró en muchas ocasiones y en muchas maneras que El es el
Cristo, el Hijo de Dios. Sus amigos, y aun sus enemigos lo admitieron. Jesús sí habló
abiertamente acerca de su Deidad, pero la gente optó por quedarse en tinieblas. Hoy en
día existe todavía mucha confusión. ¿Por qué? ¿Porque el Señor no ha hablado
abiertamente o porque la gente no acepta lo que El dice?
"Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente". Muchos dicen que Jesús es un buen
hombre, y nada más, pero si El no es el Cristo, el Hijo de Dios, entonces no es buen
hombre, sino un mentiroso, porque El dice que es el Hijo de Dios. "Yo soy el pan vivo
que descendió del cielo" (Juan 6:51). "El que me ha visto a mí, ha visto al Padre" (Juan
14:9). El nos ha dicho "abiertamente". No cabe duda alguna.
¿Cuál es la iglesia correcta? "dínoslo abiertamente". En todo el Nuevo
Testamento no se menciona más que una sola iglesia. Jesús dice en Mateo 16:18, después
de oír la confesión de fe hecha por Pedro (v. 16), "Tú eres Pedro (PETROS), y sobre esta
roca (PETRA), edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella".
Sobre Su deidad confesada por Pedro, sobre esta roca maciza, esta peña de verdad
fundamental, "edificaré mi iglesia".
La iglesia de Cristo fue establecida en el día de Pentecostés en la ciudad de
Jerusalén (Hechos 2). Dice el último versículo de ese capítulo (v. 47), "Y el Señor añadía
cada día a la iglesia los que habían de ser salvos". Y El sigue haciendo lo mismo hasta la
fecha; el Señor sigue añadiendo a su iglesia a las personas que obedecen sus
mandamientos. El libro de Hechos narra la historia de la iglesia, su establecimiento, su
crecimiento y la persecución contra ella. Hechos 20:28 habla de la "iglesia del Señor, la
cual él ganó por su propia sangre". Romanos 16:16 habla de "las iglesias de Cristo".
¿Es esencial el bautismo? "Dínoslo abiertamente". "Y les dijo: Id por todo el
mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será
salvo; mas el que no creyere, será condenado" (Marcos 16:15, 16). "El que no cree, ya ha
sido condenado", (Juan 3:18). Para ser condenado la falta de fe basta, porque sin fe el
hombre ya es condenado. Pero para obtener la salvación, se nombra, aparte de la fe, otra
condición: "El que creyere y fuere bautizado será salvo".
Supongamos que usted diga a su hijo: "Ve a la tienda y compra pan, y te daré un
peso, pero si no te vas, te castigo". ¿Por qué no le dijo: "Si no te vas y si no compras pan,
te castigo"? Sería absurdo decir, "y si no compras pan", porque si no va a la tienda, desde
luego, no compra pan.
Los evangélicos juegan con las palabras de Jesús diciendo que El no dijo, "el que
no creyere y fuere bautizado será condenado". Es inútil repetir la segunda condición, si
no se cumple con la primera condición. La sencilla verdad es que Jesús nos dijo
abiertamente que el bautismo es esencial para la salvación. "El que no cree, ya ha sido
condenado" Juan 3:18.
En Hechos 2:28, asimismo, se afirma la necesidad de este acto: "Pedro les dijo:
Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de
los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo". Esto fue dicho por Pedro "libre" y
abiertamente (Hechos 2:29).
¿Por qué se reunían los discípulos primitivos el primer día de la semana?
"Dínoslo abiertamente". Hechos 20:7 no podría ser más claro: "El primer día de la
semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba". Hacían esto
porque "perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en
el partimiento del pan y en las oraciones" (Hechos 2:42). No es difícil entender este tema.
Dice clara y abiertamente que se reunieron el primer día de la semana para "partir el
pan"; es decir, para celebrar la cena del Señor. El culto del primer día de la semana (el
domingo) sin este acto no es culto enseñado por las Escrituras.
También los cristianos hacen la ofrenda cada primer día de la semana (1 Corintios
16:1, 2). Los cinco actos del culto de la iglesia cada primer día de la semana son: tomar la
cena del Señor, hacer la ofrenda, cantar himnos, predicar y enseñar la Palabra de Dios, y
orar.
¿Qué nombre llevaron los discípulos del primer siglo? "Dínoslo abiertamente".
Hechos 11:26 dice, hablando de Bernabé y Saulo (Pablo): "Y se congregaron allí todo un
año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos
por primera vez en Antioquía". Por primera vez pero no por última vez: véanse también
Hechos 26:28 y 1 Pedro 4:16. ¿No son claros estos textos? ¿Cree usted que tienen que ser
interpretados por alguien? En el Nuevo Testamento los discípulos (seguidores) de Cristo
se llaman "cristianos". La Biblia nos dice "abiertamente". ¿Por qué, pues, se usan hoy en
día un sinfín de nombres religiosos, tales como Católico, Bautista, Metodista, etc.? ¿No
será por tener la misma actitud que los judíos tenían? Entendieron la verdad, pero no la
practicaron. Debe haber mucho cuidado sobre este punto. La Biblia no es libro humano.
Es el mensaje de Dios Mismo. El nos habla por medio de su Hijo Jesucristo, Hebreos 1:1,
2. Es libro inspirado divinamente (2 Timoteo 3:15-17; 2 Pedro 1:20, 21). Nos conviene
prestar mucha atención a lo que nos dice.
¿Cuándo será el fin del mundo? "Dínoslo abiertamente". "Pero del día y la hora
nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. Mas como en los días de
Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio
estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé
entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será
también la venida del Hijo del Hombre" (Mt. 24:36).
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El pecado de tomar alcohol
Prov. 23:29-35 dice, "¿Para quién será el ay? ¿Para quién el dolor? ¿Para quién
las rencillas? ¿Para quién las quejas? ¿Para quién las heridas en balde? ¿Para quién lo
amoratado de los ojos? Para los que se detienen mucho en el vino, para los que van
buscando la mistura. No mires al vino cuando rojea, cuando resplandece su color en la
copa. Se entra suavemente; mas al fin como serpiente morderá, y como áspid dará dolor.
Tus ojos mirarán cosas extrañas, y tu corazón hablará perversidades. Serás como el que
yace en medio del mar, o como el que está en la punta de un mastelero. Y dirás: Me
hirieron, mas no dolió; me azotaron, mas no lo sentí; cuando despertare, aún lo volveré a
buscar."
Tristeza, contenciones, pleitos, perversidades, heridas sin causa, salud física
perjudicada y otras muchas cosas son las consecuencias del pecado de tomar alcohol.
El vicio alcohólico contribuyó mucho a la ruina de la nación de Israel. Isaías 28:7,
8 dice, "Pero también éstos erraron con el vino, y con sidra se entontecieron; el sacerdote
y el profeta erraron con sidra, fueron trastornados por el vino; se aturdieron con la sidra,
erraron en la visión, tropezaron en el juicio. Porque toda mesa está llena de vómito y
suciedad, hasta no haber lugar limpio." También el profeta Oseas (4:11) habló de los
malos efectos del vino, juntándolo con la fornicación: "Fornicación, vino y mosto quitan
el juicio". Todos admiten libremente que esto es cierto: el vino quita el juicio. El que
toma destruye la facultad mental, la facultad de discernir y juzgar (Prov. 31:4, 5).
La felicidad también se destruye. "Porque el bebedor y el comilón empobrecerán"
(Prov. 23:21). ¿Cuántas familias viven desprovistas de las cosas necesarias porque el
hombre gasta su sueldo en la cantina? Se produce la miseria y la vergüenza. Pero lo
absurdo es que estos mismos hombres, sabiendo que han traído miseria y deshonra sobre
su familia, toman aun más para olvidarse de ello. "Beban, y olvídense de su necesidad, y
de su miseria no se acuerden más" (Prov. 31:7).
Otro fruto malvado de este árbol es que provoca el enojo y por consiguiente, el
pleito. "El vino es escarnecedor, la sidra (cerveza) alborotadora, y cualquiera que por
ellos yerra no es sabio." ¡No es sabio! Sea usted sabio y evite este vicio.
(Véase el sermón en este libro sobre "El diácono", un estudio sobre el beber
socialmente o "con moderación").
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La mujer contenciosa
Prov. 21:9, "Mejor es vivir en un rincón del terrado que con mujer rencillosa en
casa espaciosa".
Prov. 21:19, "Mejor es morar en tierra desierta que con la mujer rencillosa e
iracunda".
Prov. 27:15, 16, "Gotera continua en tiempo de lluvia y la mujer rencillosa son
semejantes; pretender contenerla es como refrenar el viento".
Se dice que Salomón tuvo 700 esposas y 300 concubinas porque esperaba que tal
vez entre tantas pudiera encontrar a una o dos de buen humor.
Pablo enseña (Tito 2:4, 5) que las mujeres deben ser “cuidadosas de su casa”.
Dice La Biblia de las Américas, “hacendosas”. Desde luego, como ama de casa la
cristiana debe estar muy contenta, muy feliz. Los textos citados arriba sobre la mujer
iracunda y contenciosa no deben describir a las mujeres que profesan la piedad.
El hogar debe ser refugio para toda la familia, un verdadero paraíso aquí en la
tierra. En el trabajo y en otras muchas actividades uno encuentra problemas e irritaciones,
pero en el hogar debe haber paz y armonía, un verdadero refugio en que podamos escapar
los problemas de la vida. Que el habla de la mujer sea, pues, como "la sabiduría que es de
lo alto ... primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y
de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía" (Sant. 3:17).
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Lecciones que un hombre perdido aprendió demasiado
tarde
Lucas 16:19-31
"Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día
banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado
a la puerta de aquél, lleno de llagas, y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la
mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. Aconteció que murió el
mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y
fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a
Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten
misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y
refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. Pero Abraham le dijo: Hijo,
acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es
consolado aquí, y tú atormentado. Además de todo esto, una gran sima está puesta entre
nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden,
ni de allá pasar acá. Entonces él dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi
padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos
también a este lugar de tormento. Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen;
óiganlos. El entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los
muertos, se arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas,
tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos." ¿Qué aprendió
demasiado tarde el rico?
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Los 144.000 de Apocalipsis 14:3
Dice el texto (v. 1, 3): "Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el
monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su
Padre escrito en la frente ... Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de
los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino
aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra".
Los 144.000 se mencionan por primera vez en Apoc. 7:4-8, texto que dice que son
sellados en sus frentes porque son "siervos de nuestro Dios", indicando que son la
posesión de Dios y que recibirán la protección divina (véase el v. 3). Este pensamiento no
es nuevo; no es la primera vez que se encuentra en el Nuevo Testamento. El estudiante
bíblico ya lo habrá observado varias veces en las cartas apostólicas. Somos pueblo
adquirido (1 Corintios 6: 19, 20; 1 Pedro 2:9). "Fuisteis sellados con el Espíritu Santo de
la promesa" (Efesios 1:l3). No somos siervos de la bestia (Satanás); no llevamos la marca
de la bestia en la frente porque ya hemos renunciado al dominio de él y somos siervos de
Dios. Cristo nos compró con su sangre (Hechos 20:28), y nos entregamos a su divino
servicio (Romanos 6:12-18).
Por lo tanto, los redimidos escaparán de los grandes juicios de Dios. Son
redimidos y, de consiguiente, sellados.
¿Cuántos redimidos hay o habrá? Juan usa el número simbólico, "144.000". Había
doce tribus de Israel y la iglesia de Cristo es llamada "Israel" en sentido espiritual. El
nombre "Israel" significa "pueblo de Dios", cosa que somos en verdad si somos
miembros de la iglesia que Cristo compró. (Léanse Romanos 2:38, 39; Gálatas 3:7-9, 28,
29; 6:16 para ver que la iglesia, los redimidos, se llama "Israel").
El número "mil" es número redondo, simbólico, figurado. Este libro es libro de
símbolos. En Apoc. 7:1 se ven "cuatro ángeles" en pie sobre los "cuatro ángulos de la
tierra", que detenían los "cuatro vientos". En este texto el número empleado es "cuatro".
En los capítulos 2 y 3 se emplea el número 7, que significa o simboliza "lo completo". Es
número de "perfección". Y así a través de este libro se emplean simbólicamente varios
números .
Los 144.000 son los redimidos, los comprados, Apoc. 14:3. Esto entonces incluye
a todos los redimidos. ¿Número limitado? Sí. Limitado a los "redimidos", pero incluye a
todos los redimidos. Los redimidos son los cristianos, los salvos, de toda la tierra. Apoc.
5:9 dice, "y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y
nación". El número l44.000 es el número completo, total, de todos los salvos, de todas las
naciones, de cualquier siglo.
Apoc. 14:4 dice "Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias
para Dios y para el Cordero". ¿Quiénes son las primicias? Santiago 1:l8 dice "El, de su
voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus
criaturas". Todos los cristianos somos primicias de sus criaturas.
Los "testigos" del Atalaya son "indoctos e inconstantes" que "tuercen" estos
textos, "como también las otras Escrituras, para su propia perdición" (2 Pedro 3:16). En
primer lugar, ni ellos mismos creen que este texto debe entenderse literalmente en todo
punto. Dice Apoc. 14:4 "Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son
vírgenes". Si este texto se entiende literalmente, excluiría al apóstol Pedro y otros
apóstoles que no eran vírgenes, sino hombres casados (Mateo 8:14-17; 1 Corintios 9:5).
Además, si este texto debe entenderse literalmente, todos los 144.000 son judíos
(Apoc. 7:4-8). Según esto solamente los judíos vírgenes se incluyen en este número.
¡Esto es más limitado que los "testigos" desean! Porque hay ciertos americanos y
mexicanos casados que reclaman ser de los 144.000, y si el texto debe entenderse
literalmente, entonces no habrá mexicanos ni americanos, menos los casados entre ellos.
Dicen los "testigos" que los 144.000 estarán en el cielo y los demás heredarán la
tierra. Las doctrinas falsas van de mal en peor, amontonando un error sobre otro. Claro,
solamente los 144.000 heredarán el cielo, pero este número incluye a todos los salvos.
¿De dónde sacan ellos su idea absurda de ciertos salvos que heredan la tierra como
habitación eterna?
Apocalipsis 7:9 dice "Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual
nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante
del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las
manos". Los "testigos" distinguen entre los 144.000 de los versículos 3-8 y la "gran
multitud" en el v. 9. Tuercen el texto. El estudiante sincero observa que en este libro el
escenario mueve rápidamente y que las mismas verdades se presentan bajo distintas
figuras. Dice Juan en Apoc. 7:9, "Después de esto"; es decir, es otra visión. No es la
misma. No es parte de la visión de los 144.000. Es el mismo pueblo de Dios, vestido de
ropas blancas. En la visión de los 144.000 se emplea la figura del número de las doce
tribus de Israel multiplicado por el número de los doce apóstoles (que representan el
Nuevo Testamento) por mil (número grande e indefinido). Si se multiplica 12 x 12 x
1000 el total será 144.000.
En el v. 9, "después de esto", o sea en otra visión, se ve el pueblo de Dios bajo la
semejanza de una gran multitud. En esta visión se presenta el aspecto gentil, el pueblo de
Dios compuesto de los redimidos de todas las naciones. Pero, obsérvese con mucho
cuidado que esta multitud no está en la tierra. "Estaban delante del trono y en la presencia
del Cordero".
Lo importante es que seamos obedientes a Cristo, que seamos sus primicias, o sus
redimidos, y seremos todos incluidos en el número de los 144.000, y todos estaremos con
Cristo en el cielo (1 Tesalonicenses 4:17, 18). Esta tierra será quemada con fuego (2
Pedro 3:10). ¡Prepárense para aquel día que será glorioso para los salvos y terrible para
los que no obedecen al evangelio!
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¿Qué bien haré para tener la vida eterna?
Mateo 19:16-30
Introducción.
Este texto es uno de los más ricos estudios en la Biblia. Concierne la cuestión de
poseer la vida eterna. Hallamos en la Biblia muchas preguntas. A veces Dios hace
preguntas al hombre; a veces la pregunta es hecha por el hombre y dirigida a Dios. Las
preguntas se hacen a veces sinceramente y a veces no, porque muchos hombres hicieron
preguntas con el motivo de "sorprender" a Jesús en alguna palabra (Mateo 22:15). Almas
ambiciosas e insinceras hicieron preguntas a Cristo, pero siempre El descubrió su
propósito y los dejó avergonzados.
Cuando Dios pregunta al hombre, no es para aprender algo. El no pide
información. "Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos, y no tenía
necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el
hombre" (Juan 2:24, 25). Génesis 3:9, "Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde
estás tú?" pero era Adán, y no Dios, quien necesitaba darse cuenta de su condición. Dios
es omnisciente; sus preguntas son para el beneficio del hombre.
Sin embargo, el hombre recibe gran beneficio haciendo buen uso de las preguntas.
El que predica y enseña puede imitar al Maestro, haciendo preguntas para despertar el
interés de los oyentes, o para descubrir mejor el conocimiento (o falta de él) en las
personas a las cuales quiera enseñar.
Sin embargo, en este texto, como en otros muchos, un hombre hace una pregunta
para aprender algo para el bien de su alma.
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¿Qué pues haré de Jesús que se dice el Cristo?
I. Los judíos dijeron: crucificarle (Mat. 27:22-26).
A. Cristo no tenía pecado.
B. Pero los judíos le aborrecieron porque le tenían envidia, y porque El condenó
su iniquidad. Por eso, dijeron: Crucificarle.
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¿Puede usted recomendar su propia conducta como
ejemplo para otros?
Esta sencilla pregunta merece mucha consideración. Un vendedor de cierta marca
de automóvil tiene que recomendarlo con entusiasmo si espera venderlo. El predicador
recomienda el evangelio esperando convencer a los que le escuchan. Todo cristiano hace
lo mismo. La actitud del cristiano se expresa en Sal. 66:l6, "Venid, oíd ... Y contaré lo
que ha hecho a mí alma". Pablo dice, "Creí, por lo cual hablé" (2 Cor. 4:l3). Debemos
recomendar de todo corazón a otros lo que creemos y practicamos nosotros.
¿Puede usted recomendar a otros la clase de vida que usted lleva? ¿Es su vida un
ejemplo como usted mismo quiere que sea? Si usted toma, ¿puede recomendarlo a sus
hijos o a otros? Si usted maldice o miente, ¿puede recomendar a sus hijos que sigan su
ejemplo? Si usted es indiferente hacia Cristo y la iglesia, ¿es esta actitud la que usted
recomienda a otros? Si usted nunca lee la Biblia y la tiene en poco, ¿recomienda usted la
Biblia como Libro que merece la atención de otros?
Dudo que mucha gente recomiende a otros la clase de vida que ellos mismos
llevan. Dicen algunos, "Yo fumo, pero no quiero que mis hijos fumen". Hay personas que
son miembros de iglesias sectarias -- mayormente de la Iglesia Católica Romana -- que
no recomiendan su religión a otros. Ellos mismos se quejan de varias prácticas que no son
bíblicas, como también de la conducta de sus líderes, etc. No la recomiendan a nadie.
Conozco a un señor luterano que me cuenta varios errores de esa iglesia y cita Biblia para
dar prueba. El sigue como miembro de esa iglesia, pero no la puede recomendar a otros.
Es hombre muy descontento con su religión.
Hay muchas religiones, pues, que no son dignas de ser recomendadas, pero
lamentablemente hay hermanos que tampoco pueden recomendar su conducta a otros.
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Cuídate de no olvidarte de Jehová
"Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra que juró a tus padres
Abraham, Isaac y Jacob que te daría, en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste, y
casas llenas de todo bien, que tú no llenaste, cisternas cavadas que tú no cavaste, viñas y
olivares que no plantaste, y luego que comas y te sacies, cuídate de no olvidarte de
Jehová, que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre" (Deuteronomio 6:10-
12).
En estos versículos oímos la advertencia de Moisés entregada al pueblo de Israel
de no olvidarse de Dios. Les habla de las grandes bendiciones que recibirían en la tierra
prometida y les recuerda que no son fruto de sus propios esfuerzos, sino dadas por la
mano de Dios.
Los que han estudiado la Biblia saben que los israelitas se olvidaron de su Dios
repetidas veces, que su historia es una de pecado y esclavitud. Esto no fue necesario
porque Dios les había dado un plan por el cual nunca deberían olvidarle. Si hubieran
seguido este plan, Dios les habría dado paz en su nuevo hogar en Canaán "al otro lado del
Jordán". Este plan fue muy sencillo: "que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus
estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los
días de tu vida para que tus días sean prolongados."
Dios dijo (v. 7), hablando de Sus estatutos y mandamientos: "y las repetirás a tus
hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y
cuando te levantes". Se requiere solamente una generación negligente para que el
Nombre de Jehová se olvide completamente; por lo tanto, las enseñanzas deben ser
repetidas constantemente a los hijos. ¿Puede usted entender por qué un padre de familia
no explica a su hijo que el hombre fue hecho a la imagen de Dios? Esta grande verdad fue
conocida por Adán y seguramente por sus hijos y por varias generaciones subsecuentes;
sin embargo, la Biblia dice en Romanos 1:22, 23 (hablando de las naciones del mundo),
"Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en
semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles." Una
generación puede creer que el conocimiento que ahora tenemos basta para el futuro, pero
la Biblia dice muchas veces que debemos enseñar la Palabra de Dios a nuestros hijos.
Efesios 6:1-4, "Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es
justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para
que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. Y vosotros, padres, no provoquéis a
ira a vuestros Hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor". Nuestros hijos
necesitan oir la verdad -- toda la verdad -- para aprenderla. Necesitan aprender la verdad
a fondo para tener fuertes convicciones, para nunca olvidar la verdad y para poder
enseñarla también a sus hijos. Los hijos no son mejores que la enseñanza que han
recibido; en verdad, ellos son el "producto" de la enseñanza que han recibido, sea buena o
mala.
Debemos enseñar las grandes verdades del evangelio "a tiempo y fuera de
tiempo" (2 Timoteo 4:2) a nuestros hijos, para grabarlas bien en su mente. Ellos deben
saber que el evangelio "es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree" (Romanos
1:16); que hay "un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma
esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos,
el cual es sobre todos, y por todos, y en todos" (Efesios 4:4-6); que el un cuerpo es la
iglesia (Efesios 1:22, 23 "a la iglesia la cual es su cuerpo"); y que esta iglesia no es una
denominación o secta, sino el cuerpo de Cristo comprado por su sangre (Hechos 20:28);
que los hombres hoy en día se salvan en la misma forma como se salvaron en el primer
siglo (oyendo el evangelio, creyéndolo, arrepintiéndose de pecados, confesando a Cristo
como Hijo de Dios y siendo bautizados para la remisión de pecados Romanos 10:17;
Hechos 2:38; 8:37). Estas cosas y todas las cosas enseñadas por nuestro Señor Jesucristo
("todo el consejo" de Dios, Hechos 20:27) deben ser aprendidas por nuestros hijos y
pecamos contra ellos si dejamos de enseñárseles.
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¿Qué debo hacer para ser salvo?
Esta pregunta es la más importante que el hombre puede hacer. Es hecha por la
persona que se interesa en su salvación eterna. Se refiere a la salvación del alma y ésta es
la posesión suprema del hombre; "Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el
mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?" (Mateo
16:26).
"Ser salvo" significa ser perdonado por Dios y hecho justo o justificado. La
salvación es por la gracia de Dios y por la aceptación de esta gracia por el hombre:
"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de
Dios; no por obras, para que nadie se gloríe" (Efesios 2:8, 9). El hombre no puede
efectuar su salvación solamente con buenas obras, porque todos han pecado y el pecado
nos condena; es decir, las buenas obras solas no salvan, porque lo que el hombre necesita
es el perdón de Dios, y solamente a través de Cristo y su evangelio se puede obtener el
perdón.
Es preciso que el hombre esté dispuesto a invocar el nombre del Señor para ser
salvo y "todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo" (Romanos 10:13).
Pero "invocar el nombre del Señor" no se refiere a la oración sola. Jesús dice en
Mateo 7:21, "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino
el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos". Por lo tanto, la pregunta,
¿Qué debo hacer para ser salvo? es pregunta muy apropiada y necesaria.
El etíope
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Donde la Biblia calla
Dice el apóstol Pedro en 1 Pedro 4:11, "Si alguno habla, hable conforme a las
palabras de Dios". Dice el apóstol Pablo en Gálatas 1:8, 9, "Mas si aun nosotros, o un
ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea
anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica
diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema". Estos textos nos hacen ver lo
serio de cambiar el evangelio de Cristo. El evangelio primitivo es el evangelio para el
tiempo presente también, y ningún hombre tiene el derecho de cambiarlo. No puede
añadirle, quitarle, ni modificarle en el más pequeño detalle sin sufrir el anatema de Dios.
Cuando Dios habla, el hombre debe escuchar y obedecer. El hombre no tiene derecho
para modernizar el mensaje de salvación. Donde la Biblia habla, debemos hablar nosotros
y donde ésta calla, debemos callar nosotros.
¿Fe en qué?
Romanos 10:17 dice, "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios".
Esta es la fe que salva. La mayoría de la gente tiene fe, pero ¿fe en qué? ¿fe en quién?
Muchos dicen que tienen fe en Dios, o fe en Cristo, o fe en el evangelio. Pero ¿cómo
pueden tener fe si no oyen la palabra de Dios? Esta fe viene por oír las palabras de la
Biblia y no las oyen; nunca oyen ningún sermón que es en verdad sermón bíblico. La fe
viene por oír la Biblia. Sin oír, no hay fe que salve. Hay muchas "fes" como hay muchas
"iglesias", pero esto es hablar humanamente. ¿Qué dice la Biblia? En Efesios 4:4-6 dice
Pablo que hay "un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma
esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos,
el cual es sobre todos, y en todos". Así tenemos que hablar si hablamos conforme a las
palabras de Dios. Esta es la plataforma de la unidad. Oímos mucho hoy en día acerca de
movimientos ecuménicos, de unidad, etc. Todos debemos buscar la unidad pero el Señor
ya nos dio -- en el principio del evangelio -- la fórmula, la base de la unidad aceptable. Se
presenta en este texto, Efesios 4:1-6, el plan divino para la unidad, y no hay otro.
En vano me honran
Uno de los textos muy tristes en la Biblia se halla en Mateo 15:9, "Pues en vano
me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres". En este texto Cristo
habla. El dice, "en vano me honran". Es culto vano, no aceptable, porque han ido más allá
de lo que está escrito; han querido saber más de lo que está escrito. Han añadido a la ley
de Dios. Dice 2 Juan 9, "Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de
Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al
Hijo". Mucha gente ignora y no quiere hacer caso de estos textos, pero el mismo Jesús
que nos invita (diciendo "Venid a mí...") también nos dice, "¿Por qué me llamáis, Señor,
Señor, y no hacéis lo que yo digo?" (Lucas 6:46). "No todo el que me dice: Señor, Señor,
entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre" (Mateo 7:21).
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El temor de Dios
Introducción.
1. Sal. 25:14, "La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, y a ellos
hará conocer su pacto".
2. Sal. 33:8, "Tema a Jehová toda la tierra; teman delante de él todos los
habitantes del mundo".
3. Sal. 89:7, "Dios temible en la gran congregación de los santos, y formidable
sobre todos cuantos están alrededor de él".
4. Heb. 2:20, "Mas Jehová está en su santo templo; calle delante de él toda la
tierra". El profeta dijo esto aunque los Babilonios ya destruyeron el templo de Salomón.
IV. Las bendiciones para los que temen a Dios. (Sal. 112:1; Lucas 1:50).
A. Vencer el horror y terror del juicio. 1 Juan 4:18, "el perfecto amor echa fuera el
temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido
perfeccionado en el amor".
B. Vencer el temor de los hombres. El que teme a Dios no teme a los hombres. 1
Ped. 3:14 "no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis". (Véanse Mat. 10:28; 2
Tim. 1:7; Fil. 1:12-14). El que teme a Dios no se preocupa por las opiniones de los
hombres y no quiere conformarse al mundo (Rom. 12:12). El mundo no le puede
atormentar con su presión.
C. Ningún temor. Prov. 3:23-25, "Entonces andarás por tu camino confiadamente,
y tu pie no tropezará. Cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te acostarás, y tu
sueño será grato. No tendrás temor de pavor repentino, ni de la ruina de los impíos
cuando viniere".
Conclusión:
A. Recordemos los buenos ejemplos de los que temían al Señor: Cristo, Heb. 5:7;
Noé, Heb. 11:7; Cornelio, Hechos 10:2 (el que teme a Dios, obedece al evangelio, v. 48);
los cristianos del primer siglo, Hechos 2:43; 5:11; 9:31. Nos conviene a nosotros tener el
mismo temor de Dios.
B. Léase Prov. 1:28-33 como buena conclusión a esta lección. Los que "no
escogieron el temor de Jehová ni quisieron mi consejo" serán completamente rechazados
por Dios.
(Este estudio es basado en un sermón predicado por el hermano José Soto.)
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Lo perfecto (completo) de la Biblia
Si la Iglesia Católica Romana (o cualquier otra) tiene el derecho de originar
enseñanzas y dogmas, entonces no es completa la Biblia.
¿Puede mentir Dios? (Heb. 8:16). Pablo dice que las Escrituras son útiles
(provechosas, adecuadas) para hacer perfecto al hombre de Dios (2 Tim. 3:16, 17). Si
necesitamos las tradiciones de la Iglesia Católica, o si necesitamos las "revelaciones
modernas" de los carismáticos, entonces Dios sí puede mentir.
Si Dios cumplió su promesa y si el Espíritu Santo dirigió a los apóstoles a toda la
verdad (Juan 16:13), entonces todas las tradiciones, y llamadas "revelaciones", los
dogmas, y preceptos de hombres e iglesias no son verdad. ¿Qué son, pues?
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¿Quién tendrá razón?
Muchas personas están contentas con su ignorancia de la palabra y voluntad de
Dios. Dicen algunos, "Los pastores de las iglesias son hombres educados pero no están de
acuerdo en cuanto a la Biblia, y si ellos están divididos, ¿cómo puedo yo saber cuál es la
verdad?" Recuerde una cosa, amigo nuestro, que estos pastores que se llaman el clero
(cosa desconocida en la Biblia) son hombres falibles. Y además, ellos tuvieron que asistir
a una escuela especial de su iglesia, un seminario religioso que entrena a sus
predicadores, y allí fueron instruidos en la doctrina peculiar de su denominación.
Ellos tienen que torcer la Biblia para dar apoyo aparente a su doctrina y a su
iglesia fundada por los hombres. Desde luego, todos estos pastores están divididos,
porque sus iglesias están divididas. El clero romano, Martín Lutero, Juan Calvino, Juan
Wesley, Juan Smith, José Smith, Mary Eddy, etc. han determinado las doctrinas de sus
respectivas iglesias, y los pastores de estas iglesias son obligados, generación tras
generación, a perpetuar los credos de ellas.
Pero usted puede hacer a un lado todo sistema religioso de los hombres. Usted
puede ir más allá del sectarismo, para llegar a la fuente de la sencilla religión de Jesús.
Puede volver a un tiempo antes de la fundación de la Iglesia Católica Romana (la primera
de las sectas principales humanas); es decir, usted puede volver al primer siglo para
encontrar en las páginas del Nuevo Testamento la iglesia original, la única iglesia
conocida (reconocida, aprobada) por Jesús, la iglesia que El estableció (Mat. 16:18), que
El compró con su sangre, (Hech. 20:28), y que El salvará (Efes. 5:23). Esta iglesia no es
Católica ni Protestante, sino el reino de Dios, (Mat. 16:18, 19; Col. 1:13), el templo de
Dios, (1 Cor. 3:16) la casa de Dios, (1 Tim. 3:15).
No se confunda, pues, por los muchos dogmas de hombres y de iglesias humanas,
sino estudie usted mismo la Biblia y piense por sí mismo. No acepte la palabra de ningún
hombre. Oiga usted a Dios, a su Hijo Jesucristo, y a sus inspirados escritores. ¿Quién
tiene razón? La Biblia; Dios tiene razón. Usted será juzgado por esta palabra; por eso,
usted puede saberla y vivir por ella. "Guardaos de los falsos profetas" (Mat. 7:15).
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¿Cuál es la diferencia?
¿Cuál es la diferencia básica entre la iglesia de Cristo y las denominaciones? Hay
gran diferencia. Es básicamente diferencia de actitud hacia las Escrituras. La actitud del
mundo religioso es una de indiferencia. Tanto católicos como protestantes son
indiferentes hacia la palabra de Dios.
Se usan mucho las siguientes expresiones: "que cada quien puede ser miembro de
la iglesia de su preferencia"; "no importa lo que uno crea, con tal que sea honesto";
"todos tienen el derecho a su propia creencia"; "la iglesia no tiene nada que ver con la
salvación"; "el bautismo no tiene nada que ver con la salvación". Además ahora muchos
líderes de las iglesias humanas niegan la inspiración de las Escrituras, el nacimiento
virginal y la resurrección corporal de Cristo, los milagros y todo aspecto sobrenatural de
la Biblia.
La actitud de las iglesias humanas se refleja en las expresiones, "esto no importa"
o "aquello no importa". De veras, nada importa a los que no respetan la palabra de Dios.
Y precisamente de esto estamos hablando; en esto se ve la diferencia básica entre la
iglesia de Cristo y las religiones humanas. Para muchos, está bien introducir las
filosofías, opiniones y caprichos de los llamados "Reverendos" en la religión de Cristo.
Los teólogos y pastores asumen prerrogativas para sí mismos que el Señor nunca les dio.
Estos hombres se atreven a cambiar, modificar y substituir el plan de Dios con los
arreglos humanos inventados en sus concilios, conferencias, o sínodos eclesiásticos .
No así la iglesia de Cristo. Todo lo que tiene que ver con "la fe una vez dada a los
santos" (Judas 3) sí importa. Donde la Biblia habla, hablamos; donde la Biblia guarda
silencio, guardamos silencio. No le añadimos ni quitamos. La Biblia es la Corte Suprema.
Toda palabra de Dios, toda palabra en la Biblia es inspirada divinamente (2 Timoteo 3:l5-
l7). Asista usted a los servicios de la iglesia de Cristo. Escuche usted la predicación y
verá usted la diferencia entre la iglesia verdadera y las iglesias humanas.
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Cisternas rotas que no retienen agua
Jeremías 2:13, "Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de
agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua".
Parece que Jeremías está hablando a la presente generación, porque los hombres
siguen en estos dos males: dejan a Dios e inventan sus propios sistemas que no son más
que substitutos humanos que no sirven.
La justicia humana
Toda secta tiene su credo que la gobierna. Los hombres no están satisfechos con
la "fuente de agua viva" de Dios, las Sagradas Escrituras. Las dejan y cavan para sí
cisternas rotas que no retienen agua. Por ejemplo:
1. El catolicismo. ¡He aquí su "ley moral"! La jerarquía romana se ha atrevido a
dejar la fuente de agua viva, y observe usted lo que ofrece al mundo como código moral.
¿Qué pecado se condena? ¿Qué se le prohibe al católico? ¿Cuál es su concepto, por
ejemplo, de los pecados de tomar o de bailar, prácticas que destruyen tantas vidas?
2. El metodismo. Los que viven en McAllen, Texas, no tienen que ir a la cantina
para bailar; puede ir a los sitios de reunión de los metodistas o de los mormones. Hace
unos meses platiqué con un joven con un ojo morado, y me explicó que la noche anterior
él fue al baile patrocinado por la Iglesia Metodista, y que de esto resultó un pleito con
otro joven. ¡Qué sistema religioso! Provee facilidades para satisfacer y gratificar los
deseos carnales de sus jóvenes.
3. El mormonismo. Su fundador famoso, José Smith, murió habiendo pasado sus
últimas horas tomando, fumando y tratando de matar a otros, nada más que su pistola
falló (según el Journal of History, p. 410, octubre de 1918). Este es el hombre que
rechazó la fuente de agua viva, las Sagradas Escrituras, para dar al mundo el Libro de
Mormón, La Perla de Gran Precio y otros libros.
Un fiel mormón no puede tomar una Coca Cola ni una taza de café, pero sí puede
bailar (la misma iglesia los patrocina).
Los mormones enseñan casa por casa, llevando la Biblia, pero la llevan solamente
para destruir la fe de los que creen que solamente la Biblia es inspirada. Hermano, si
usted no piensa enseñar a los "Elderes" que le visiten, entonces es recomendable que no
les admitan en su casa (2 Juan 9-11). Los mormones no pueden convertir ni una persona
al mormonismo sin destruir su confianza en la Biblia, diciéndole que no fue traducida
correctamente.
Y lo absurdo es que ellos quieren sustituir la Biblia con las "joyas literarias" que
su fundador entregó al mundo. ¡Y qué substituto! Una Cisterna Rota.
Dentro de la iglesia
Aun más seria es la misma actitud de parte de nuestros propios hermanos.
Condenamos con severidad las prácticas y las doctrinas de los católicos, "testigos",
mormones y otros grupos religioso, porque estos rechazan a la Biblia como la Corte
Suprema en cuestiones de fe y práctica.
Pero entonces los hermanos liberales cometen el mismo error, porque para
justificar sus prácticas humanas, dejan la fuente de agua viva, y cavan para sí cisternas,
cisternas rotas que no retienen agua.
Siempre hemos predicado que cualquier cosa que enseñemos o practiquemos debe
ser autorizada por las Escrituras (1) por medio de una declaración explícita, o (2) por
medio de algún mandamiento claro o (3) por medio de un ejemplo apostólico, o (4) por
medio de alguna inferencia necesaria. Esto es correcto y seguro. Pero ahora los hermanos
liberales manifiestan mucha indiferencia hacia la autoridad bíblica, diciendo que estos no
son los únicos medios de descubrir la verdad. Critican la importancia de los ejemplos
apostólicos, y dicen que la inferencia necesaria es solamente razonamiento humano. Este
cambio de actitud de parte de ellos se debe a su deseo de justificar las prácticas sectarias
que han adoptado.
Estos hermanos se han dedicado a transformar la iglesia de Cristo en otra denomi-
nación que obre por medio de instituciones humanas. No están satisfechos con la fuente
de agua viva, sino quieren cisternas rotas que no retienen agua. Son como los israelitas
que querían ser como las "naciones".
La iglesia debe hacer su propia obra de enseñar, de ministrar y de evangelizar,
pero muchos hermanos no lo quieren así. No quieren que la iglesia haga su propia obra,
sino que la iglesia obre por medio de instituciones humanas e iglesias patrocinadoras.
Dios no autoriza tales cosas, pero así hacen las denominaciones. Entre las sectas,
cada denominación tiene sus escuelas, sus hospitales o clínicas, sus asilos para huérfanos
y ancianos, sus casas de publicación, y otras instituciones. Las congregaciones locales --
con la ofrenda y con varios métodos humanos de reunir fondos -- sostienen estas
instituciones. Las denominaciones hacen su obra (de enseñar, ministrar o evangelizar) por
medio de estas instituciones.
Muchos predicadores, ancianos y otros miembros de las iglesias de Cristo, han
insistido en que las iglesias de Cristo hagan lo mismo; es decir, que las muchas
congregaciones locales hagan la obra del Señor por medio de las clínicas, las escuelas, los
asilos y otras instituciones e iglesias patrocinadoras. Creen que todas estas organizaciones
hacen "una buena obra".
No es malo establecer escuelas, clínicas, asilos, etc. como empresa privada, pero
no es obra de la iglesia. Como dice Pablo con respecto a los deberes individuales, "no
sea cargada la iglesia" 1 Tim. 5:16. La iglesia local tiene su obligación y debe cumplir
con ella, pero la iglesia local no debe pagar alguna institución cierta cantidad de dinero
cada mes para que ésta haga la obra de aquélla.
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Cumplidos en Cristo
"Y en él estáis cumplidos, el cual es la cabeza de todo principado y potestad",
Col. 2:10.
¿Por qué es importante reconocer esto? Porque el individuo que no reconoce que
en El "están escondidos todos los tesoros de sabiduría y conocimiento" (Col. 2:3) será en-
gañado "por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres"
(v. 8)
Muchos líderes religiosos atacan la suficiencia de Cristo y del Nuevo Testamento
para hacer lugar para religiones humanas.
Col. 2:4, "Y esto digo (que todos los tesoros de sabiduría y conocimiento están es-
condidos en El) para que nadie os engañe con palabras persuasivas".
Los falsos profetas, profetisas y líderes religiosos procuran establecer sus falsas
doctrinas por medio de menospreciar a Cristo y su revelación perfecta, el Nuevo
Testamento, porque los falsos no pueden hallar sus enseñanzas en las Escrituras. De esta
manera han obrado el clero romano, José Smith, Mary Baker Eddy (fundadora de la
"Ciencia Cristiana"), Carlos T. Russell y el "Juez" Rutherford (de los "testigos") y las
sectas carismáticas que enseñan la "operación directa" del Espíritu Santo sobre el
corazón.
Para que nadie, pues, sea engañado por los falsos maestros, debe recordarse que
estamos cumplidos en Cristo. Los que nos quieren engañar también quieren privarnos de
nuestro premio (2:18). No tienen "la cabeza, de la cual todo el cuerpo alimentado y
conjunto por las ligaduras y coyunturas, crece en aumento de Dios" (2:19).
"Por tanto, nadie os juzgue en comida, o en bebida, o en cuanto a días de fiesta,
nueva luna o días de reposo" (2:16). Los sabatistas no quieren estar cumplidos en Cristo,
sino quieren volver al antiguo pacto y estar sujetos a algunas partes de la ley de Moisés.
Obligan a todo el mundo a "guardar" (a su modo) el sábado, día solemne para los judíos.
Dice Pablo, "Nadie os juzgue en" estas cosas. Responden los sabatistas: "Pero Pablo está
hablando de los sábados especiales y no del séptimo día". No importa de qué o de cuáles,
de uno o de cientos, porque el texto dice claramente que nadie os juzgue "en cuanto a ...
días de reposo". Aquellas cosas de las que habla Pablo -- como sábados, fiestas, nuevas
lunas, etc. -- eran solamente sombras, y no las necesitamos porque estamos cumplidos en
Cristo.
No conviene que los preceptos de la ley antigua se impongan sobre cristianos,
Heb. 1:1, 2; 2:1-4; 7:12; 10:9, 10, etc.
Tampoco se necesitan las filosofías humanas. "Mirad que ninguno os engañe por
filosofías y vanas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los
elementos del mundo y no según Cristo: Porque en él habita toda la plenitud de la
divinidad corporalmente" (2:8, 9). No necesitamos la "iluminación" de las filosofías de
los hombres para alumbrar nuestro camino. La palabra de Cristo basta. Las filosofías de
los hombres no pueden añadir ninguna cosa provechosa a la ley de Cristo porque el
evangelio de Jesús es perfecto.
Otras cosas "tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario,
y humildad," pero de nada sirven a nosotros que estamos cumplidos en Cristo. Dice el
clero romano que se demuestra más humildad orando a Dios por María y los "santos".
Afirman ellos que a nosotros, impíos que somos, no nos conviene que nos acerquemos
directamente a Dios. (Desde luego, no nos acercamos directamente a Dios, sino a través
de nuestro perfecto mediador Jesucristo). En esto el clero romano afecta una gran
humildad, pero es "culto voluntario", es humildad voluntaria y es cosa contraria a la
revelación de Dios. Al hablar así los líderes católicos niegan Hebreos 2:18 y Hebreos
4:14-16. "Porque en cuanto él (Cristo) mismo padeció siendo tentado, es poderoso para
socorrer a los que son tentados ... Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote, que
traspasó los cielos, Jesús, el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no te-
nemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno
que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues,
confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia, y hallar gracia para el
oportuno socorro".
"Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia". Este texto no dice
que es demostración de orgullo acercarnos a Dios por medio de Cristo, sino nos exhorta
que lo hagamos confiadamente. 1 Tim. 2:5, "Porque hay un Dios, y un solo mediador
entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre". ¿Dónde está el texto que afirme que hay
otros mediadores?
También se nos dice que es un acto de gran humildad vivir en un monasterio o
convento, aparte de la civilización, y privar el cuerpo de ropa cómoda, etc. Es otro acto
de "culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno
contra los apetitos de la carne" (Col. 2:23). Tales cosas no se hallan "en Cristo". En
verdad, la iglesia romana tiene muchas prácticas de esta clase. Hemos mencionado
solamente dos de las muchas cosas que son culto voluntario.
El cristiano debe crecer en Cristo. "Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no
obstante con el espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro buen orden y
la firmeza de vuestra fe en Cristo. Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor
Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así
como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias", Col. 2:5-7. En este texto
Pablo habla de la importancia del crecimiento y la firmeza. Pablo emplea una variedad de
términos para dar énfasis a la importancia de la constancia en Cristo.
No podemos estar cumplidos en El si no quedamos bien establecidos, creciendo
en El. Y esto viene por medio de nuestro conocimiento creciente de los tesoros de
sabiduría y conocimiento de Cristo en el cual estamos cumplidos.
Es preciso, pues, que andemos en la verdad inspirada que fue entregada por Cristo
y los que le oyeron, Heb. 2:1-4. Col. 1:5, 6 dice "a causa de la esperanza que os está
guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra verdadera del evangelio,
que ha llegado hasta vosotros, así como a todo el mundo, y lleva fruto y crece también en
vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad". En v. 23
añade: "si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la
esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está
debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro".
Al ser bautizados en Cristo (Gál. 3:26, 27) hagamos todo lo posible por ser
cumplidos en El.
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Defender la práctica en lugar de insinuar y acusar
Todo cristiano está obligado a contender por la fe (Judas 3). Debemos combatir
por la fe del evangelio (Fil. 1:27). Es necesario estar puestos para la defensa del
evangelio (Fil. 1:17). Así pues, toda cosa que es de la fe debería defenderse.
Negamos que las siguientes obras son de "la fe":
1. Establecer a los ancianos de una iglesia sobre un proyecto o programa de obra
de la hermandad (todas las iglesias), como, por ejemplo, sobre un orfanato.
2. Hacer la iglesia su obra (de evangelizar, ayudar a pobres, o edificarse a sí
misma) por medio de organizaciones, sociedades, o instituciones humanas.
3. Combinar las iglesias sus fondos y centralizar el control de ellos en una sola
iglesia bajo los ancianos de ésta, como medio de cooperar para hacer su obra.
Lo que los individuos pueden hacer no presenta problema, pero lo que la iglesia
local puede hacer es de suma importancia. Debemos respetar el patrón bíblico con
respecto a la organización y obra de la iglesia.
Si los hermanos que publican periódicos o boletines en español creen que las tres
cosas arriba mencionadas son asuntos de la fe una vez dada a los santos (Judas 3),
entonces deben escribir artículos bien claros que defienden tales practicas. Nos cansa leer
tantos escritos que son puras insinuaciones, acusaciones y otras indirectas. Los hermanos
liberales se jactan de no tener miedo de hacer investigación cuando discuten con
romanistas, "testigos" y mormones, pero deben tener la misma actitud con respecto a
estas cuestiones. Que las tres cosas arriba mencionadas se practican no se puede negar.
Que estas cuestiones afectan la obra hispana, tampoco se puede negar.
Cuando exponemos la doctrina y práctica de los bautistas o sabatistas, les
decimos: "A la ley y al testimonio". Ahora, ¿qué pasa? En lugar de ir a la ley y al
testimonio, algunos hermanos rehúsan portarse varonilmente (1 Cor. 16:13); antes, como
niños que "pegan y corren", no aceptan la responsabilidad de enfrentarse a estas cosas
para defenderlas o dejarlas. Si alguno cree que los ancianos pueden establecerse sobre la
obra de mil iglesias, que lo afirme abiertamente y que lo defienda. Si algún hermano cree
que las iglesias pueden edificar escuelas, orfanatos, hospitales, etc., debe hacer clara y
abiertamente sus argumentos para que otros los examinen a la luz de las Escrituras.
Pero lo que pasa en realidad es que estas cuestiones no se tratan, sino los que
aceptan las innovaciones acusan a los que nos oponemos a ellas de murmurar, chismear,
sembrar cizaña, y causar división. Dicen esto porque saben que sus "argumentos" son
débiles.
Algunos, queriendo ser neutrales, dicen que son cuestiones necias, acerca de cosas
que no importan, y que no deben discutirse. ¿Acaso el obispado no importa? ¿La
naturaleza y obra de la iglesia no son cuestiones importantes? ¿Son "cuestiones necias"?
Tal fue la actitud de los que cambiaron el gobierno de la iglesia en los primeros siglos, y
como resultado se levantó la jerarquía romana. ¿Acaso podrá una iglesia "patrocinadora"
encargarse de alguna empresa que reclama ser la obra de todas las demás iglesias? Si la
respuesta es afirmativa, entonces, ¿por qué criticar a las denominaciones que tienen
iglesia central en Roma o en Salt Lake City, etc.? Hermano, si usted predica en español,
en inglés o en hebreo, no puede usted predicar el reino sin explicar la naturaleza de la
iglesia, su organización, y su función. Estos temas son básicos.
No conviene que hablemos en "números redondos", sino aclaremos bien el asunto
y, como hombres maduros y serios, investiguemos estas cuestiones.
La iglesia del Señor está sufriendo cambios y perversiones; otra vez la están
despojando hombres ambiciosos. El monstruo del institucionalismo hace pensar a
muchos hermanos que la iglesia local (la única unidad de acción) es tan incapaz e inútil
que no puede hacer nada, sino que todo tiene que hacerse por medio de "cooperar" todas
las iglesias a través de alguna iglesia patrocinadora o por medio de instituciones
humanas.
No he leído ningún artículo, con argumentos bíblicos, ni uno, de los varios
periódicos y boletines que me llegan, defendiendo estas prácticas, pero al mismo tiempo
muchos están colaborando en contra de nosotros en esta lucha por defender la sana
doctrina y por conservar la limpieza de la iglesia. Infantiles en sus pensamientos, algunos
creen que estamos peleando contra ciertos hermanos, y que es pleito de puros
personalismos, o lucha por supremacía y puestos. ¡Qué ideas tan locas han surgido! ¿Qué
pasó, hermano? ¿Así se portará cuando ataque el error de los "testigos"? Si las
innovaciones introducidas por algunos hermanos son de "la fe", deben ser defendidas
como se defiende el bautismo o la cena del Señor. Decimos que no son de la fe, sino que
son innovaciones, perversiones, y así las denunciamos. ¿Y cuáles son las gracias que nos
dan? Se dice que somos divisionistas. Estas son las gracias que se nos dan. Y no nos
quejamos; solamente imploramos que los hermanos se porten varonilmente, ya que son
hombres maduros y no deben pensar o razonar como niños.
No conviene ofenderse como si fueran cosas personales. Esta controversia no es
lucha contra la persona de nadie. Si alguien se siente herido personalmente cuando
luchamos contra las innovaciones, es que tal persona está demasiado asociada o
identificada con dichas innovaciones.
Las ediciones subsecuentes de las publicaciones que recibimos darán a conocer su
decisión al comportarse como soldados de la cruz que defienden la fe con la Biblia, o
como niños que son llevados por acá y por allá por sus propios caprichos y prejuicios.
Pelee la buena batalla, mi hermano. Salga a la batalla en defensa de la verdad. No se
esconda nadie detrás del velo de insinuaciones. Si tiene algo que decir, dígalo.
1 Cor. 1:10 "Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor
Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones,
sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer".
Juan. 17:21 "... para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que
también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste".
¿Somos cristianos si no hacemos todo lo posible por promover la unidad?
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El camino
En el Nuevo Testamento se presenta "El camino". Hay nada más un solo
"camino". Jesús lo revela.
Mateo 7:13, 14 "Entrad por la puerta estrecha: porque ancha es la puerta, y
espacioso el camino que lleva a perdición, y muchos son los que entran por ella. Porque
estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la
hallan".
Hebreos 10:19, 20, "Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar
Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a
través del velo, esto es, de su carne".
Hechos 24:22, "Mas Félix, oídas estas cosas, estando bien informado de este
Camino ..."
Hechos 18:26 Apolos "comenzó a hablar confiadamente en la sinagoga; al cual
como oyeron Priscila y Aquila, le tomaron aparte, y le expusieron más exactamente el
camino de Dios".
Hechos 16:17 "Esta ("una muchacha que tenía espíritu pitónico") siguiendo a
Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo,
los cuales os anuncian el camino de salvación".
2 Pedro 2:2, "Y muchos seguirán sus disoluciones, por los cuales el camino de la
verdad será blasfemado".
Isaías nos dio una descripción profética de este camino cientos de años antes del
ministerio personal de Cristo. Isa. 35:8, "Y habrá allí calzada y camino, y será llamado
camino de santidad; no pasará por él inmundo".
El mismo profeta Isaías dijo (Isa. 40:3), "Voz de uno que clama en el desierto:
aparejad el camino del Señor, enderezad sus veredas," hablando de Juan el bautista.
Volver al camino
Debe ser el deseo de todos volver a la Biblia para seguir este glorioso camino
revelado en ella. Debemos volver a la Biblia para saber el plan de salvación, para
informarnos de la iglesia y de la vida que el cristiano debe llevar. No nos interesan las
teologías de los hombres, las de los seminarios.
El camino olvidado
Aunque la Biblia nos revela el camino, para muchos el camino es ignorado. Que
triste condición que los hombres lo hayan considerado como sistema de filosofía, como
una sucesión de credos, como caos de dogmas, y como otra religión más entre las muchas
del mundo. Los que pretenden ser los amigos del camino lo han substituido con el
denominacionalismo y la consecuencia es que el mundo no cree (Juan 17:21-23), y los
incrédulos tienen ocasión de burlarse del camino. La verdad es que los incrédulos no
pueden hallar ninguna base para criticarlo, aunque ellos sí pueden criticar el de-
nominacionalismo.
Camino de santidad
Este camino es camino de santidad. "No pasará por él inmundo". El hombre que
no quiere limpiarse en la sangre de Cristo no puede entrar en este camino. Los redimidos
andarán en él; no los absolutamente perfectos sino los redimidos, los obedientes, los que
aman al Señor y que procuran imitar a Cristo. Todos han pecado (Rom. 3:23), todos han
dejado el camino, "todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por
su camino" (Isa. 53:6), pero podemos entrar en el camino por la obediencia al plan de
Dios para nuestra salvación. Los que por la sangre son lavados -- los redimidos -- pueden
andar en el camino de santidad. Efesios 1:7, "En el cual tenemos redención por su sangre,
la remisión de pecados por las riquezas de su gracia". Hebreos 9:12, "Y no por sangre de
machos cabríos ni de becerros, mas por su propia sangre, entró una sola vez en el
santuario, habiendo obtenido eterna redención".
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La mies es mucha mas los obreros pocos
"Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y
predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el
pueblo. Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y
dispersas, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad
la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe
obreros a su mies" (Mateo 9:35-38).
Estas palabras de Jesús se aplican con igual fuerza ahora. Hay millones de
personas en toda nación que necesitan oír el evangelio. Todo cristiano debe dedicarse a la
tarea de publicarlo.
Hay ciertas cosas que pueden impedir la realización de esta obra. Es posible en
esta generación como en la primera predicar el evangelio en toda parte, pero hay algunas
cosas que estorban:
1. Si los miembros de la iglesia no hacen su parte, si algunos dicen que solamente
los evangelistas son responsables, entonces la obra no se llevará a cabo. A menos que
todo cristiano reconozca y acepte su responsabilidad individual, muchas almas no oirán el
evangelio. Hay muy pocos predicadores en comparación con el número de miembros de
la iglesia y estos pocos predicadores no pueden, si trabajaran día y noche toda la vida,
llevar el mensaje a todos. Todo miembro debe imitar a los cristianos del siglo primero
(Hechos 8:1-4).
2. Los predicadores deben considerar la obra de salvar almas la más importante
obra en el mundo. No debemos ser filósofos, ni políticos. ¡Ay de nosotros si no
predicamos el evangelio! 1 Corintios 9:16. No somos pastores y no debemos imitar a los
pastores de las denominaciones en su modo de obrar. No podemos hacer ni una pequeña
parte de la obra que corresponde a nosotros si no nos dedicamos enteramente a la obra.
Un impedimento grande en la obra es que los predicadores se ocupan en otros muchos
intereses. "Medita estas cosas; está por entero en ellas," dice Pablo a Timoteo, 1 Tim.
4:15.
3. Algunos hermanos no apoyan a los predicadores fieles, porque no aceptan la
verdad que éstos predican. Algunos miembros se ofenden aunque el sermón predicado
sea bíblico, porque no sufren la sana doctrina. No quieren que sus vecinos oigan el
evangelio puro porque saben que la verdad les ofenderá. Muchos hermanos se ofenden
cuando se menciona en el sermón el nombre de alguna denominación y cuando la
doctrina falsa es expuesta. Esta actitud impide la obra de evangelizar. 2 Tim. 4:3, 4,
"Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina; antes bien, teniendo comezón
de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y se apartarán a
las fábulas". Pablo sigue con esta amonestación para el fiel predicador: "Pero tú, sé sobrio
en todo, sufre trabajos, haz la obra de evangelista, completa tu ministerio" ( v. 5).
4. La obra puede ser impedida también por los que requieran que todo sea muy
conveniente. El hermano que rehúsa predicar a menos que sea conveniente hacerlo no
tiene el espíritu de Pablo quien dijo: "que instes a tiempo y fuera de tiempo" (2 Tim.
4:2).
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Hechos 2 - Perseverando en la doctrina apostólica
La pregunta en Hechos 2:37 es ésta: "Varones, hermanos, ¿qué haremos"? La
contestación de Dios es: "Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de
Jesucristo para perdón de los pecados", 2:38. Fueron compungidos de corazón; y dice
Pablo en 2 Cor. 7:10 "Porque el dolor que es según Dios, obra arrepentimiento". Ellos se
contristaron según Dios; fue el resultado de la predicación poderosa de los apóstoles.
"¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian el evangelio de la paz, de los que
anuncian el evangelio de los bienes!" Porque "la fe es por el oír; y el oír por la palabra de
Dios". Rom. 10:15, 17. ¡Y cuán importante la obra del predicador! ¡Cuán serio y
responsable debe ser el que predica el evangelio! Muchos siguen a los predicadores. Si
predican la verdad, la gente sigue la verdad; si predican el error, la gente sigue el error.
Cristo era predicador; Juan el bautista era predicador; Pablo, Pedro, los demás apóstoles,
todos eran predicadores. El papel del predicador es sumamente importante en el
desarrollo de la vida espiritual de la gente. El hombre que no reconoce esto, no debe
predicar.
La verdad de Dios
El día de Pentecostés Pedro y los once predicaron la verdad de Dios, revelada por
el Espíritu Santo, Juan 16:13; Hechos 2:4. A todo predicador se le requiere predicar la
misma verdad que predicaron los apóstoles. El evangelio es el poder de Dios para salvar,
Romanos 1:16. Dios no salvaba en tiempos apostólicos con otra cosa; aunque había
milagros y ángeles y visiones, era el evangelio predicado a la gente lo que producía la fe
y esa fe le conducía a obedecer el evangelio para la salvación de su alma.
Perseverando
Siguiendo el estudio de este capítulo, leemos en Hechos 2:42,"Y perseveraban en
la doctrina de los apóstoles, y en la comunión, y en el partimiento del pan, y en las
oraciones". ¿Cuál es la iglesia de Cristo? ¿Cuál es la iglesia del Nuevo Testamento? Es la
iglesia que persevera en la enseñanza de los apóstoles, porque éstos son los embajadores
de Cristo. La iglesia verdadera está compuesta de las personas, sean muchas o pocas, que
oyen el evangelio, lo creen, se arrepienten, y son bautizadas en agua para remisión de sus
pecados, y ya hechas nuevas criaturas, perseveran en la doctrina de los apóstoles.
Los predicadores deben reconocer la influencia que tienen sobre la gente. Los que
escuchan sus sermones naturalmente esperan que ellos sean hombres de mucho
conocimiento de la Palabra. Cuando algún miembro de la iglesia tiene duda o pregunta,
acude al predicador y espera oír la verdad de Dios sobre la cuestión. El predicador llevará
a muchas personas consigo o al cielo o al infierno. Es importante pues que se predique
solamente la doctrina apostólica. Dice Pablo a los Gálatas, capítulo 1:8, 9, "Mas aun si
nosotros o un ángel del cielo os anunciare otro evangelio del que os hemos anunciado,
sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora decimos otra vez: Si alguno os
anunciare otro evangelio del que habéis recibido, sea anatema". Este texto pone una gran
obligación sobre los hombros del predicador; le hace bien responsable. El tendrá que dar
cuenta de su predicación.
Los predicadores sectarios dicen muchas cosas que carecen de apoyo bíblico. Por
ejemplo, amigo nuestro, pregunte a su pastor dónde encuentra él el texto que diga que la
iglesia no es esencial para la salvación. Casi todos los ministros en las sectas afirman
esto. Dicen que uno es salvo por la fe solamente y que puede unirse a la iglesia de su
preferencia. Esto también es afirmado por muchos predicadores. Pero pregunte usted,
estimado lector, dónde el pastor suyo encuentra esto en la Biblia.
Ellos dicen que el hombre puede salvarse fuera de la iglesia, que puede salvarse e
ir al cielo sin ser miembro de la iglesia. Si un predicador dice esto, tiene la obligación
moral de presentar el texto bíblico que lo declare. Con este pensamiento estoy ilustrando
lo que digo: que los predicadores de las iglesias humanas propagan muchos errores.
Al leer este texto usted puede ver claramente que los obedientes son añadidos por
el Señor a la iglesia de Cristo y que luego deben perseverar en la enseñanza de los
apóstoles. Ellos no se unieron a ninguna denominación, porque no existían las
denominaciones en aquel entonces. Solamente existía la iglesia de Cristo. La gente
obedeció los mandamientos entregados por los apóstoles (arrepentirse y bautizarse) y
Dios les añadió a su iglesia. También de esta misma manera fueron trasladados del reino
de tinieblas al reino de su amado Hijo (Col. 1:13).
Recuérdese, pues, que los cristianos del primer siglo perseveraban no en la
doctrina de la Iglesia Católica Romana, ni en la de Lutero, Wesley, Russell o José Smith
sino en la doctrina de los apóstoles. Los apóstoles todavía nos enseñan por medio de su
palabra. Es necesario leerla y obedecerla.
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El problema de la centralización toca a todos
Algunos hermanos han indicado que la cuestión de la centralización de los fondos
de las iglesias no debe introducirse en la obra hispana. Se afirma que debemos predicar a
Cristo y nada más, que debemos hacer a un lado las cuestiones que no pertenecen a la
pura doctrina de Cristo.
El problema de la centralización toca a todos los predicadores y a todas las
iglesias de Cristo en el vasto mundo. Si alguien comienza la práctica, todos
inmediatamente sienten el efecto. Es como levadura mala. ¿Quién introdujo estas
cuestiones en la obra hispana? Muchos hermanos han dicho que nosotros (los "antis") lo
hemos hecho, pero la verdad es que los que introdujeron las prácticas erróneas en la
iglesia son los que introdujeron estas cuestiones controversiales en la obra hispana. La
obra del Señor es una. La iglesia es una. Lo que afecta la obra en un país lo afecta en
otro.
Cuando predicamos a Cristo, predicamos el "evangelio del reino", Hech. 8:5, 12.
Cuando predicamos el reino, predicamos la suficiencia de la iglesia. Afirmamos que cada
congregación es independiente (Hech. 14:23; 20:28). Afirmamos que cada congregación
debe tener ancianos u obispos para apacentar "la grey de Dios que está entre vosotros", 1
Ped. 5:2. A veces se dice, "Pero la obra hispana es más nueva". ¿Es demasiado joven para
predicar sobre la autonomía de la iglesia?
Los hermanos que predican solamente a Cristo en países latinos, ¿no condenan la
Sociedad Misionera de la Iglesia Cristiana (la que causó la división del siglo pasado)?
Cuando predicamos el evangelio del reino, afirmamos que ninguna sociedad, ninguna
organización debe elevarse como agencia central sobre las iglesias. Ahora otra
innovación debe ser expuesta: ninguna iglesia local debe elevarse como agencia central
para emplear sus ideas y su experiencia para llevar a cabo un proyecto general con el
dinero de muchas iglesias. Y no considero que los predicadores hispanos sean tan nuevos
o tan jóvenes en la fe para no poder entender estas cosas. Ellos pueden discernir, pueden
comprender, y ellos pueden vigilar para que tales arreglos no reciban apoyo en países
latinos. Los hermanos hispanos no son tan flacos y débiles. Están peleando contra la
jerarquía suprema del mundo: el sistema religio-político, La Iglesia Católica Romana.
Será muy fácil para ellos ver el error de estos proyectos que elevan una iglesia sobre las
demás para que ésta sea una agencia central.
El uso de fondos
¿No conviene introducir en el mundo latino la cuestión de cómo usar los fondos
de la iglesia? Toda congregación de Cristo -- de cualquier país -- reúne fondos cada
domingo. ¿Tenemos plena libertad en cuanto al uso de este dinero? ¿Podemos mandarlo a
la Cruz Roja? ¿Podemos mandarlo a alguna escuela? ¿A la Sociedad Misionera de la
Iglesia Cristiana? ¿A una iglesia "patrocinadora"?
Algunos piensan, "pero la colecta es muy pequeña; es cosa insignificante".
¿Quién juzga esto? ¿Qué tanto es mucho o poco ante los ojos de Dios? Toda
congregación en el país más pobre puede hacer algo. No será siempre cosa grande pero sí
debe ser correcto lo que hagan. Las apostasías grandes tuvieron principios muy pequeños.
Así es que toda congregación debe administrar bíblicamente sus propios fondos, no
entregándolos a una agencia, o a una institución, o a una iglesia patrocinadora para que
ésta los utilice para algún proyecto.
¿Puede una congregación elevarse para recibir fondos de todas las demás iglesias
en México u otro país latino para patrocinar a diez o a cien predicadores? ¡Claro qué no!
Esto sería nada menos que una sociedad misionera. Entonces, tampoco tiene derecho una
iglesia de recibir fondos de muchas iglesias para patrocinar a un solo predicador. Cada
congregación debe mandar su dinero directamente al predicador, según Filipenses 4:15.
Si las iglesias quieren mandar ayuda a una congregación que tiene necesidad, hay
ejemplos bíblicos de esto. Pero no hay comparación entre tal ayuda -- muchas iglesias
que ayudan a una necesitada -- y el plan de centralización en el cual una iglesia se
reconoce como agencia para recibir, controlar y utilizar fondos de todas las iglesias para
alguna obra evangelística o benévola. Los hermanos hispanos no son demasiado jóvenes
en la fe para poder entender tal cosa.
Evitemos la centralización
Es muy cierto. La obra hispana no debe ser estorbada. Pero, ¿quién es el que
estorba? ¿El que condena las innovaciones o el que las introduce y las promueve? Esta es
la cuestión. No se les olvide el caso de Acab y Elías (1 Reyes 18:17, 18).
Conclusión
Recordemos, pues, (1) que al predicar que la iglesia local puede hacer la obra que
Señor le ha dado, estamos predicando el reino de Cristo; (2) que al predicar que los
ancianos no tienen autoridad alguna fuera de la congregación sobre la cual son obispos,
estamos predicando a Cristo, y a Este crucificado; y (3) que al predicar que una
congregación local es independiente (autónoma), y que una iglesia pequeña es tan
importante ante los ojos de Dios como una iglesia grande, estamos predicando la pura
doctrina de Cristo.
Queremos evangelizar a todos los países latinos. El plan de Dios es perfecto. Si lo
cambiamos, no puede haber éxito en el esfuerzo. Las prácticas sectarias no permiten el
avance del reino de Cristo, sino lo impiden y lo esclavizan. Vamos, pues, haciendo a un
lado las cosas que conducen a la división y contiendas entre hermanos. Vamos
predicando a Cristo, "el evangelio del reino". Vamos predicando todo el consejo de Dios
sin el cual la salvación es imposible.
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Actitud impropia hacia la palabra de Dios
Introducción:
Nuestra actitud hacia la palabra de Dios determina si la obedecemos o si la
desobedecemos. La obediencia nos trae vida eterna, Heb. 5:9; la desobediencia, el castigo
eterno, 2 Tes. 1:7-10. Entonces cada quien debe examinar su corazón, para estar seguro
que su actitud es buena.
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La ascensión de Cristo al cielo
En Hechos 1:9-11 leemos de la gloriosa ascensión de Cristo en estas palabras: "Y
habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado; y una nube le recibió y le quitó de
sus ojos. Y estando con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él iba, he aquí dos
varones se pusieron junto a ellos en vestidos blancos; los cuales también les dijeron:
Varones Galileos, ¿qué estáis mirando al cielo? este mismo Jesús que ha sido tomado
desde vosotros arriba en el cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo".
Cristo glorificado
Cristo había acabado su misión, su obra en la tierra, la obra que Dios le había
dado. Juan 17:4, "Yo te he glorificado en la tierra: he acabado la obra que me diste que
hiciese". Sobre la cruz, habiendo tomado el vinagre, dijo Jesús (Juan 19:30), "Consumado
es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu". Fue muy apropiado que El
recibiera otra vez la gloria que tenía con el Padre antes de la fundación del mundo. Juan
17:5, "Ahora pues, Padre, glorifícame tú cerca de ti mismo con aquella gloria que tuve
cerca de ti antes que el mundo fuese".
Fil. 2:5-11, "Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y
estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la
muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un
nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla
de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese
que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre". Así pues, Cristo ascendió al Padre
para ser glorificado, para recibir la gloria que tenía antes de la fundación del mundo.
Conclusión
Hechos 1 describe la ascensión de Jesús. Dice que los apóstoles estuvieron con El.
Fueron mandados a esperar en Jerusalén para recibir el poder de lo alto (el Espíritu
Santo) (Luc. 24:46-49). Ellos preguntan acerca del reino y El les dice: "No os toca a
vosotros saber los tiempos o las sazones que el Padre puso en su sola potestad; pero
recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis
testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Y habiendo
dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado" Hech. 1:7-9.
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Los ejemplos bíblicos
Aprendemos la verdad bíblica y lo que debemos hacer para agradar a Dios en
cuatro maneras: (1) por medio de una declaración clara; (2) por medio de un
mandamiento explícito ("Arrepentíos y bautícese", Hech. 2:38); (3) por medio de un
ejemplo apostólico aprobado ("Y el día primero de la semana, juntos los discípulos a
partir el pan", Hech. 20:7; o (4) por medio de una inferencia necesaria (inferimos que la
iglesia fue establecida el día de Pentecostés aunque la Biblia no lo dice en tantas y
cuantas palabras).
La autoridad divina es la cuestión vital en las discusiones sostenidas acerca de las
iglesias patrocinadoras y de las instituciones establecidas por las iglesias de Cristo. Estos
son arreglos para llevar a cabo la obra de benevolencia, de evangelismo y de la
edificación de la iglesia, las cuales carecen de autorización bíblica. Cuando discutimos
con las sectas, siempre tenemos que probar que la autoridad divina es establecida por la
Biblia solamente. Si no hay Escritura para apoyar cierta cosa, entonces no es autorizada
por Dios.
Cuando observamos un ejemplo en la Biblia ¿cómo podemos saber si es ejemplo
o modelo que nosotros tenemos que seguir?
Ya citamos Hech. 20:7 como ejemplo aprobado, estableciendo la autoridad bíblica
para observar la cena del Señor el primer día de la semana. Al decir "ejemplo aprobado"
queremos decir una acción de parte de los cristianos en los días de los apóstoles que fue
aprobada por el Espíritu Santo. En esta conexión los siguientes textos deben estudiarse:
Juan 16:13 (el Espíritu Santo guió a los apóstoles a toda la verdad); Efes. 3:5 (podemos
entender lo que Pablo escribió); 1 Cor. 4:16, 17; Fil. 4:9 (debemos seguir el ejemplo
apostólico).
Los discípulos partieron el pan el primer día de la semana, pero también hay otro
factor mencionado en este ejemplo: el de lugar donde partieron el pan. Nótese que
estuvieron en el "aposento alto". En McAllen, Texas, hay un grupo religioso llamado "El
Aposento Alto". ¿Importa el lugar donde celebramos la cena? ¿Por qué decimos que este
texto nos proporciona un ejemplo aprobado en cuanto al tiempo para tomar la cena, pero
no en cuanto al sitio de reunión? ¿Es preciso celebrar la cena cada primer día de la
semana en el tercer piso de algún edificio? ¿Cómo sabemos que el lugar no importa?
Porque Jesús nos dice claramente en Juan 4:20-23 que lo importante es que el culto sea
espiritual y que el lugar no importa. Si Dios no hubiera expresado su aprobación para
realizar el culto en cualquier lugar, entonces este texto habría especificado también el
lugar al igual que especifica el tiempo de celebrar la cena del Señor.
¿Por qué decimos que somos obligados a imitar a los apóstoles en cuanto al
tiempo en el cual debemos participar de la cena? ¿Por qué decimos que el primer día de
la semana es el tiempo exclusivo en que debemos hacerlo? Porque el Señor nunca
expresó su aprobación de la celebración de la cena en otro día que no fuera el primer
día de la semana. Este texto, pues, es el texto que nos presenta lo que está escrito sobre el
asunto. Además, este arreglo divino establecido por divina autoridad excluye cualquier
otro tiempo precisamente como el mandamiento de cantar excluye el tocar instrumentos
mecánicos o como el mandamiento de construir el arca de madera de gofer excluyó
cualquier otra clase de madera.
¿También tenemos ejemplo apostólico aprobado que debemos imitar con respecto
a la ofrenda de la iglesia o solamente con respecto a la cena? Sería absurdo decir que la
cuestión de la ofrenda debe decidirse en cada congregación y que la Biblia no ha
legislado nada sobre el tema.
Todos saben que tenemos legislación bíblica en cuanto a reunir los fondos de la
iglesia. Todos reconocemos que 1 Cor. 16:1-2 es tan claro como Hech. 20:7, y que este
texto excluye las ventas, cenas y otras maneras humanas de reunir fondos, como Hech.
20:7 excluye el tomar la cena el miércoles. No hay otro texto que indique otra manera de
colectar dinero para la obra del Señor, y por lo tanto, concluimos que 1 Cor. 16:2 autoriza
la colecta cada primer día de la semana.
Así también la Biblia ha legislado en cuanto al uso de la ofrenda. Aquí
precisamente está el campo de batalla con los hermanos liberales que dicen que "no hay
patrón" en cuanto al uso de la ofrenda. No toman en cuenta los ejemplos apostólicos.
La iglesia debe sostener la predicación del evangelio (1 Cor. 9:14). El ejemplo
bíblico es que la congregación debe mandar su ayuda directamente al evangelista (Fil.
4:15, 16; 2 Cor. 11:8). No hay texto que diga otra cosa. No hay ningún ejemplo de alguna
"iglesia patrocinadora". Una sola iglesia o varias iglesias pueden cooperar en sostener a
un predicador, pero ninguna iglesia puede establecerse como la que "patrocina" una obra
y luego recibir fondos de muchas congregaciones. Ninguna iglesia puede ser una agencia
para recibir y administrar los fondos de otras iglesias. Tal práctica carece de apoyo
bíblico. No es autorizada por ninguna de los cuatro medios de revelar la voluntad de Dios
(declaración, mandamiento, ejemplo, inferencia). ¿Cuál es, pues, la autorización para
tales arreglos? Se basa en la sabiduría humana y en los sentimientos humanos.
Es obvio que muchos hermanos quieren imitar a las sectas. La lista de cosas no
bíblicas practicadas por hermanos liberales va creciendo. Los fieles deben buscar y seguir
ejemplos aprobados en lugar de buscar ejemplos sectarios.
El Señor nos ha dejado también ejemplos aprobados que seguir para cumplir la
obra de benevolencia. Estúdiense con cuidado los siguientes textos: Hech. 6:1-7; 11:27-
30; Romanos 15:25, 26; 1 Cor. 16:1-4; 2 Cor. 8 y 9. En estos textos observamos la
verdadera cooperación bíblica entre las iglesias de Cristo. Son ejemplos aprobados,
ejemplos que debemos seguir nosotros. ¿Cuál es el patrón bíblico establecido en estos
textos? Es obvio que una iglesia con "abundancia" ayuda a una iglesia que tiene
"necesidad", para que haya "igualdad" (2 Cor. 8:14). Dios ha legislado, pues, sobre el
asunto de la cooperación entre las iglesias de Cristo.
¿Qué debe y puede hacer la iglesia ahora? Escudriñar las Escrituras para saber lo
que las iglesias del primer siglo hacían, y estar conforme con el ejemplo apostólico que
nos sirve de guía. Yo sé lo que la Biblia dice. Usted sabe lo que la Biblia dice. Sabemos
lo que la iglesia del Nuevo Testamento hacía. Sabemos perfectamente lo que era el
gobierno de la iglesia. Sabemos cómo cada iglesia reunía fondos y también cómo
empleaba esos fondos. Debemos imitar los ejemplos aprobados.
Hermanos, si ignoramos el patrón o dechado bíblico, caminamos hacia el mo-
dernismo y la apostasía. Algunos hermanos ya rechazan el ejemplo apostólico de Hechos
20:7 con respecto a cuándo tomar la cena. Dicen que no hay patrón en este texto. ¿Por
qué llegaron a esta conclusión? Por haber rechazado el patrón bíblico con respecto a la
cooperación.
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La abstinencia de la carne
(En el periódico, "EL ECO", de McAllen, Texas, se publicó la siguiente carta de
un sacerdote católico y la contestación mía que le siguió en la siguiente edición).
"Sr. González:
En 'EL ECO' fechado el día 16 abril, en la columna 'Por la Calle 17' usted
pregunta por una explicación sobre el porque se come pescado en vez de carne los
viernes. Primeramente, me parece que su entendimiento, o al menos por su explicación de
esa costumbre del viernes, no está correcto. Por sus palabras usted conduce uno a creer
que pescado se debe comer en vez de carne. Eso es un error. El comer carne es prohibido,
es verdad, pero no se obliga a comer pescado. Uno puede comer cualquier otra cosa que
no sea carne. Yo, personalmente, no me gusta el pescado y lo como de vez en cuando; y
sin embargo yo no como carne. Se puede substituir fácilmente con huevos, queso o
vegetales.
"Esto trae otro asunto: ¿Por qué se prohibe comer carne? La Biblia nos dice:
Colosenses 3:5 'Mortificad vuestros miembros terrenos'. San Lucas 9:23 'Si alguno quiere
venir en pos de Mi niéguese a sí mismo, tome cada día su cruz y sígame'. De estas
palabras de San Pablo y de nuestro Señor Jesucristo vemos claramente que penitencia y
sacrificio es necesario para el bien de nuestras almas. Nosotros somos débiles e
inconstantes, y dejados a sí mismos hiciéramos poquito o nada de mortificación o
penitencia. Así es que la Iglesia, como una buena Madre, nos manda de hacer penitencia
por el bien de nuestras almas. Casi todos, con pocas excepciones, nos gusta comer carne
en las comidas. Si nuestra Iglesia nos dice: 'El viernes se prohibe comer nabos,' ¿dónde
está el sacrificio porque a la mayoría de la gente no les gusta los nabos. Pero en cambio a
todos nos gusta la carne -- es la comida común. Así es que dejar de comer carne en un día
particular es un sacrificio, penitencia. El día viernes fue elegido porque en ese día Cristo
hizo el sacrificio más grande -- cuando El dio su consentimiento de ser crucificado por
nosotros los pecadores. Por eso en honor de la Pasión y la Muerte de Nuestro Señor
Jesucristo y para hacer sacrificio por el bien de nuestras almas inmortales, no comemos
carne los viernes".
-- El Rev. Padre Tomás Colón,
O.M.I.
"Abstinencia De Carne"
"En este periódico (mayo 1) salió una carta publicada en la columna, 'Respuestas
Oportunas', por el Sr. Tomás Colón (no le llamamos 'Padre' porque Cristo lo prohibe,
Mateo 23:9; ni 'Reverendo', porque tal exaltación de líderes religiosos es vana y nunca
leemos de 'El Reverendo Pablo' o 'El Reverendo Pedro'). En esta carta dos o tres cosas
deben notarse:
1. Col. 3:5 y Luc. 9:23 se usan para probar que debemos hacer sacrificio; los
pasajes enseñan esto, pero la inferencia es que así con estos pasajes se establece la
prohibición de comer carne. Col. 3:5, 'Amortiguad, pues, vuestros miembros que están
sobre la tierra: fornicación, inmundicia, malicia, mala concupiscencia, y avaricia, que es
idolatría:' Y no dice nada de no comer carne. ¡La cosa más relacionada con estos pecados
sería el gran baile que se celebró después de la abstinencia de carne! Luc. 9:23 dice 'Si
alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo y tome su cruz cada día y sígame'.
¿Negarse en qué? ¿En no comer carne? No lo dice. Cristo nunca dio tal prohibición.
2. Pero, ¿por qué introducir textos bíblicos? La razón sencilla dada en este
artículo (la carta) se ve claramente: es la iglesia la que dirige en este asunto, y no la
palabra de Cristo. ¡El cuerpo (la iglesia) ha llegado a ser la cabeza para legislar!
Jesucristo, la cabeza (Efes. 1:22, 23) no ha legislado así; al contrario él dice por Pablo
(para no decir 'El Reverendo Padre Pablo') 1 Tim. 4:1-4, 'Empero el Espíritu dice
manifiestamente, que en los venideros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a
espíritus de error y a doctrinas de demonios; Que con hipocresía hablarán mentira,
teniendo cauterizada la conciencia. Que prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de las
viandas que Dios crió para que con acción de gracias participasen de ellas los que han
conocido la verdad. Porque todo lo que Dios crió es bueno, y nada hay que desechar,
tomándose con acción de gracias:' Esto de prohibir casarse, y mandar abstenerse de
comer carne es señal de la gran apostasía predicha por Pablo.
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La naturaleza del reino
¿Restituirás el reino?
En Hechos 1:6 leemos, "Entonces los que se habían juntado le preguntaron,
diciendo: Señor, ¿restituirás el reino a Israel en este tiempo?"
Hacerle rey
Los judíos sabían que David tenía un ejército, que Dios peleaba por ellos,
dirigiéndoles a muchas victorias con el fin de que los israelitas se gozaran de una
supremacía sobre las naciones. En Juan 6:14, 15, "Aquellos hombres entonces, como
vieron la señal que Jesús había hecho decían: Este verdaderamente es el profeta que había
de venir al mundo. Y entendiendo Jesús que habían de venir para apoderarse de él y
hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo". Los judíos querían forzar a Jesús a ser su
rey porque querían ser libertados del yugo de los romanos. Estaban dispuestos a seguir a
Cristo si El promoviera como "libertador" la causa política de ellos. Cristo sí era y es
nuestro Gran Libertador, pero no en sentido político. El dice, "Conoceréis la verdad, y la
verdad os libertará" (Juan 8:32). Jesús se interesa en darnos libertad del pecado, de la
ignorancia, de la superstición, y de todas las cosas de este mundo que producen la miseria
y desesperación. El vino para quitar la terrible condenación causada por el pecado y no
para ser gobernador político.
El sí tiene reino
Se interesó Cristo y se interesa todavía en el reino de Dios sobre la humanidad.
El vino para establecerlo y está reinando ahora desde su majestuoso trono a la diestra de
Dios, porque "subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres"
(Efes. 4:8). El "llegó hasta el Anciano de grande edad, y le hicieron acercarse delante de
él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas
le sirvieran ; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y se reino uno que no será
destruido".
Cristo ascendió al Padre (Hech. 1:9-11), llamado por Daniel "el Anciano de
grande edad", y le fue dado un reino. Este reino es llamado su iglesia en Efesios 1:20-23.
Hablando Pablo acerca del "poder de su fuerza", dice, "la cual operó en Cristo, re-
sucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo
principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en
este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio
por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel
que todo lo llena en todo".
Una invitación
Amigo nuestro, si usted desea ser ciudadano de este glorioso reino de Cristo, El le
dice, "De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede
entrar en el reino de Dios" (Juan 3:5). ¿Ha nacido otra vez usted? ¿Ha nacido del agua y
del Espíritu? En el libro de Hechos de los Apóstoles hay varios ejemplos de este
nacimiento espiritual: (1) los tres mil el día de Pentecostés, Hech. 2:37-41; (2) los
samaritanos y el eunuco (Hech. 8); (3) Saulo de Tarso (Hech. 9); (4) Cornelio (Hech. 10);
y (5) Lidia y el carcelero (Hech. 16). Dice Hech. 18:8, "muchos de los corintios, oyendo,
creían y eran bautizados". Todos los obedientes son añadidos a la iglesia (Hech. 2:47).
Son trasladados al reino (Col. 1:13).
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Me suspendieron el salario
La iglesia que me ha sostenido fielmente por dos años se llama Jefferson church
of Christ (de San Antonio, Texas). Anteriormente me habían ayudado con una parte del
salario. Pero esta ayuda ya se acabó. Me han suspendido el salario.
¿Por qué terminaron su ayuda? ¿He pervertido el evangelio? ¿Ya no predico la
verdad? ¿No creo la enseñanza apostólica? ¿Por qué quería suspender la ayuda
económica después de proveerla con todo ánimo durante varios años? Durante este
tiempo me han dicho personalmente y me han escrito cartas manifestando su interés en la
obra que hago. En el mes de julio me invitaron a visitarles y reafirmaron su interés en la
obra. Me dieron buena ropa para ser distribuida entre hermanos necesitados aquí en
McAllen (Texas). Un hermano me dio una buena máquina de escribir para la obra de
preparar jóvenes para la obra. Cuando les presenté el reporte de mi trabajo en julio no
había ninguna palabra de desaprobación.
Pero a pesar de todo esto, a pesar del hecho de que ni una vez durante varios años
habían dicho que quisieran descontinuar su apoyo, de repente recibí en septiembre una
carta que me avisó que ya no podrían ayudarme en el año 1956.
¿Qué pasó? ¿Perdieron muchos miembros? ¿Ya no había dinero para seguir
ayudándome? No, nada de eso.
Es que el día 14 de agosto me invitaron a San Antonio a predicar. Por la tarde en
junta especial siete hermanos (no tienen ancianos) se congregaron. Querían saber algo
acerca de mis convicciones. No tenían duda en cuanto a mi predicación de la sana
doctrina. No era cuestión del plan de salvación, ni de los actos de culto. No era cuestión
de cómo vivir como cristianos. ¿De qué, pues, se trató?
Hemos escrito varios artículos en El Instructor (periódico publicado por el
hermano Bill Reeves y este servidor), discutiendo el peligro de otra apostasía como las
dos pasadas de las cuales resultó la formación de La Iglesia Católica Romana y La Iglesia
Cristiana. Los mismos errores que produjeron esas apostasías se han metido otra vez en el
cuerpo de Cristo. Hace cien años hubo división en la iglesia por causa de la adición de
instrumentos de música en el culto y por la adición de la Sociedad Misionera por la cual
las iglesias podían unirse para la evangelización del mundo. El error de esa Sociedad
Misionera es la de unirse todas las iglesias en un cuerpo eclesiástico para que la iglesia
universal opere por medio de tal organización.
Los predicadores y otros miembros de las iglesias de Cristo siempre hemos
rechazado este error. Hemos dicho que la iglesia local es la única organización por la cual
la iglesia obra. Hemos insistido en que "la iglesia sea la iglesia". Si el Señor hubiera
querido que la iglesia universal funcionara en tal capacidad, nos habría dado su
organización, y hubiera descrito sus oficios y sus obras. Pero Cristo es la única cabeza de
la iglesia universal. La iglesia local tiene organización (Hech. 14:23; 20:28; Fil. 1:1),
pero la iglesia universal no tiene organización. No hay ancianos y diáconos de la iglesia
universal.
Pero los hermanos liberales quieren organizar la iglesia universal. Establecen
instituciones o iglesias patrocinadoras para que muchas iglesias (todas las iglesias) hagan
obras a través de ellas. Esta práctica es una violación de Las Escrituras.
Muchos hermanos quieren imitar a las sectas, como los israelitas querían ser
como las naciones (1 Sam. 8:5). Las denominaciones tienen sus hospitales, sociedades
misioneras, programas nacionales de radio, escuelas, y toda clase de institución,
organización y arreglos humanos por los cuales todas sus iglesias pueden funcionar como
iglesia universal. Pero los hermanos liberales se olvidan de que las sectas tienen su
gobierno eclesiástico universal. Tienen sus jerarquías. Tienen oficiales designados para
dirigir cada institución y cada organización de su denominación. ¿Quieren nuestros
hermanos tal gobierno humano? La iglesia verdadera tiene solamente el sencillo gobierno
de cada iglesia local.
Nuestros hermanos liberales saben esto, y viendo su dilema han decretado algunos
de ellos que las instituciones (por ejemplo, orfanatos y asilos para ancianos) deben ser di-
rigidas por los ancianos de alguna iglesia. Este error -- esta perversión, innovación, e
imitación de las sectas -- está dividiendo otra vez el cuerpo de Cristo.
He aquí algunos ejemplos concretos: (1) la iglesia llamada Broadway church of
Christ de Lubbock, Texas, recibe dinero de muchas iglesias y dirige la obra en Alemania.
Los ancianos que fueron ordenados por el Espíritu Santo para dirigir la iglesia Broadway
supervisa la obra de evangelizar en Alemania. Esta iglesia ha llegado a ser una sociedad
misionera y los ancianos son la junta directiva de ella. No son en tal capacidad ancianos
de una iglesia de Cristo, porque el Nuevo Testamento desconoce tal cosa. (2) La iglesia
llamada Highland church of Christ de Abilene, Texas, recibe dinero (miles de dólares) de
más de mil iglesias para su programa nacional de radio. Estos hermanos han dejado su
sencillo oficio de supervisar el rebaño (Hech. 20:28; Heb. 13:17) porque ahora son
directores de una sociedad misionera. Han establecido una organización extensa que no
tiene nada que ver con ancianos y diáconos en el sentido bíblico. Esta organización tiene
su propio nombre (The Herald of Truth), sus propias oficinas y su propio tesorero. Los
ancianos ocupan y desocupan personal, hacen contratos en el mundo comercial para la
producción y distribución de sus programas radiales y funcionan como cualquier mesa
directiva sobre alguna empresa. Este proyecto es muy popular y ha sido la causa principal
de la división entre las iglesias de Cristo en esta época. (3) La organización de asilos para
niños y ancianos es práctica que ha existido por más tiempo, pero hasta ahora ha sido más
insignificante. Sin embargo, últimamente ha habido gran aumento de estas orga-
nizaciones. Algunas están bajo mesa directiva y otras están bajo los ancianos de alguna
iglesia, pero no hay diferencia esencial entre ellas. Los ancianos son escogidos para
dirigir la obra de una iglesia local, pero algunos de ellos han llegado a ser directores de
esfuerzos no de la iglesia local, sino de la iglesia universal. Los orfanatos reciben dinero
de miles de congregaciones y son simplemente sociedades benévolas.
Algunos hermanos creen que las universidades (tales como Abilene Christian
College o David Lipscomb College), como también escuelas secundarias y primarias,
deben recibir fondos de las iglesias. Pero afortunadamente la mayoría de los hermanos
reconocen que esto no es correcto, sino que tales escuelas deben ser sostenidas
exclusivamente por individuos y no por iglesias. Sin embargo, muchos de estos mismos
hermanos abogan por el sostenimiento de orfanatorios de los fondos de las iglesias
aunque sean organizados exactamente como las escuelas; es decir, con mesa directiva, su-
perintendente, tesorero, etc.
Podemos ver claramente que el Nuevo Testamento presenta la iglesia local, con
sus ancianos y diáconos, como la única organización por la cual la iglesia debe funcionar.
Es imposible probar con la Biblia que la iglesia debería obrar a través de colegios,
hospitales, casas editoriales, asilos para huérfanos y ancianos y otras instituciones. Los
hermanos que desean establecer tales instituciones como empresas privadas bien pueden
hacerlo. Pero los fondos de la iglesia son para ayudar a los santos necesitados (1 Cor.
16:1-4) y para predicar el evangelio (Fil. 4:15,16).
Me opongo, pues, a las innovaciones que corrompen el gobierno de la iglesia. Me
opongo a la práctica de unificar a todas las iglesias de Cristo a través de instituciones hu-
manas, y cuando los hermanos de San Antonio me preguntaron acerca de estas cosas, así
les contesté con toda franqueza. Sí, me opongo a estos arreglos humanos. Amado
hermano, usted también se opondrá a ellos si usted examina bien su base humana y su
consecuencia. El fruto de este movimiento ha sido muy amargo. La iglesia se ha dividido
y muchos hermanos están en error.
Recuérdese que todos estamos de acuerdo en cuanto al plan de salvación, el culto
y aun en cuanto a tener ancianos y diáconos en cada iglesia; es decir, estamos unidos en
cuanto a la iglesia misma. Sobre esta base ha habido unidad. Cuando yo comencé a
predicar en el año 1943 no existía esta división. Ahora me opongo a las innovaciones
modernas y me suspenden el salario. Me abandonaron en la obra que ellos mismos
aprobaban en todo aspecto. Vemos, pues, que la obra de sencillamente predicar el
evangelio a los perdidos y la obra de edificar hermanos ya no basta. Aparte de esto
tenemos que predicar y apoyar todos los arreglos humanos que algún hermano o alguna
iglesia invente; de otro modo no quieren tener comunión con nosotros. Si me ayudan,
tengo que dar mi aprobación a las prácticas de ellos, prácticas que no se hallan en la
Biblia. Me obligan a decir que alguna cosa es bíblica aunque no tenga ninguna
aprobación en la Biblia.
Algunos hermanos hispanos pensarán (y han dicho), "Pero ¿para qué nos estorba
con los problemas de la obra de habla inglesa? estos problemas no nos tocan a nosotros
en países latinos". No lo crea usted, mi hermano. No se engañe de esta manera. ¿Cuántos
predicadores hispanos reciben salario de los hermanos de los Estados Unidos? ¿No
importa cómo seamos sostenidos? ¿No importa que haya innovaciones con tal que
seamos ayudados? ¿Usted seguirá ciegamente a los hermanos liberales sin estudiar la
cuestión? Si ellos organizan y sostienen tales sociedades misioneras y benévolas para las
iglesias hispanas, ¿las aceptarán sin hacer preguntas? ¿Nos conformaremos no obstante
las innovaciones que se introduzcan en la iglesia? Desde luego, si la respuesta es
afirmativa, entonces somos seguidores ciegos de guías ciegos. Además, no somos fieles
evangelistas, sino simplemente asalariados.
Les ruego que no acepten ningún arreglo que es simplemente una institución
humana que pretenda hacer la obra de la iglesia. Que todo colegio, hospital, clínica, casa
de publicación, etc. sean proyectos de los individuos interesados, y que sean reconocidas
como instituciones humanas que no deben recibir ayuda de los fondos de las iglesias. Que
la iglesia no sea cargada con tales cosas.
En estos días las iglesias pequeñas son menospreciadas. Aunque tengan ancianos
y diáconos, éstos son a veces hermanos pobres y humildes con poca experiencia en el
mundo comercial. Por eso, los hermanos ambiciosos dicen que los ancianos de las
iglesias pequeñas no tienen mucha visión y que no hacen casi nada. ¿Por qué se atreven
algunos a criticar a los ancianos de iglesias más pequeñas como, por ejemplo, las iglesias
rurales y de pueblos pequeños? Porque así preparan el terreno para que las iglesias
pequeñas envíen sus contribuciones a las iglesias grandes y ambiciosas que han
establecido instituciones o que se han constituido en iglesias patrocinadoras. Los an-
cianos sobre alguna iglesia patrocinadora o alguna institución son alabados como
hombres de visión y de experiencia. Se supone que son hermanos de mucha sabiduría,
pero no es la de Dios sino netamente humana. Toda iglesia de Cristo es importante y los
ancianos de las iglesias más pequeñas son tan importantes como los ancianos de las
iglesias más grandes.
Soy puesto, pues, por la defensa del camino revelado en el Nuevo Testamento. Si
algunos hermanos no me quieren ayudar en tal obra, es cosa de ellos. Afortunadamente
hay hermanos fieles que sí quieren ayudar a los que defienden la verdad.
**********
El orfanatorio en Cherokee, Texas
En enero de este año (1957) salió un periódico titulado "Cherokee Courier",
dando aviso de un orfanato establecido en Cherokee, Texas, bajo la supervisión de los
ancianos de la iglesia en ese pueblo. Este orfanato será exclusivamente para niños de
origen mexicano.
Contiene artículos escritos por hermanos amados a quiénes estimo en gran manera
porque he trabajado con ellos por unos diez o doce años, y es mi deseo seguir trabajando
con ellos en lo futuro. Su interés por la obra entre las iglesias de habla hispana es grande
y sincero, y por lo cual son apreciados por los hermanos de México, Texas, y de todo
lugar donde realicen esfuerzos para evangelizar en español. Por su trabajo ellos se han
ganado este aprecio. Además, su propósito en colaborar con los ancianos de Cherokee y
otros para la realización de este proyecto -- digo su único propósito -- es bueno. Quieren
adelantar la obra; quieren servir a la gente latinoamericana; quieren evangelizar y ayudar
a los necesitados.
Pero la sinceridad no es garantía de que todo lo que se hace será agradable delante
de Dios. Todos hemos predicado esta verdad por muchos años. Si vamos más allá de lo
que está escrito, andamos errados, por sinceros que seamos. Y abrigo la firme creencia
que el acto de establecer con fondos de las iglesias un orfanatorio -- aunque la mesa
directiva sea compuesta de los ancianos de alguna iglesia -- constituye una digresión de
"lo que está escrito". Es mi propósito en este artículo exponer las razones por las que
hago esta afirmación.
Ancianos sobre una institución humana. ¿En qué texto del Sagrado Volumen se
encuentra esto? No es cuestión de si los propósitos de estos ancianos son buenos o no.
Repito que en este esfuerzo están manifestando su gran interés en la obra en la cual yo
también me intereso. Pero no estamos estudiando propósitos, sino los hechos del caso.
Estos hermanos que eran simplemente ancianos de una iglesia local han llegado a ser una
mesa directiva sobre un orfanato, cosa desconocida en la Biblia. Leamos Hechos 20:28,
"Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto
por obispos, para apacentar la iglesia del Señor". Dice Pablo, "Mirad por el rebaño; no
dice, "Mirad por una organización o institución humana". 1 Ped. 5:1, 2, "Ruego a los an-
cianos ... Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, teniendo cuidado de ella".
Un orfanato no es una "grey"; no está "entre vosotros", y no es una iglesia local, sino una
institución de toda la hermandad. Pide ayuda a todas las iglesias.
La Biblia no habla de ancianos como mesa directiva sobre escuelas, orfanatos,
clínicas, etc. Son puestos por el Espíritu Santo sobre una sola congregación para
apacentar a los miembros de esa congregación y más nada.
¿Pueden las iglesias sostener instituciones humanas? ¿En qué texto de la Biblia
se halla tal cosa? Las iglesias del Nuevo Testamento no usaron sus fondos para edificar
orfanatos y otras instituciones. Según el "Cherokee Courier" (enero, 1957, p. 2), este
orfanato es una organización. Tiene su mesa directiva, presidente, vicepresidente,
secretario-tesorero y agente de relaciones públicas. Obviamente es institución humana.
Pero la iglesia es institución divina, y la ofrenda del primer día de la semana no puede
emplearse para establecer instituciones humanas. La iglesia no debe ser cargada con tales
arreglos humanos.
Según algunos hermanos institucionales, si uno se opone a este proyecto, es que
no quiere cuidar de los huerfanitos. Tal acusación insinúa que la obra de cuidar de
huérfanos no se puede hacer fuera de alguna institución; en otras palabras, insinúan que
la gente de Dios no puede hacer su obra sin arreglos humanos.
Habrá hogar para niños mexicanos. Muchos hermanos fieles han "visitado" a los
huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones (Sant. 1:27). (La palabra "visitar" no
significa una visita social, sino "visitar con ayuda"). Muchos hermanos fieles han
adoptado niños huérfanos, y otros muchos hermanos están dispuestos a hacerlo. El
orfanato no es "hogar", sino una institución. Ya que muchos hermanos quieren adoptar a
los huérfanos, ¿por qué establecer instituciones para "cuidar" de ellos? La Biblia no
autoriza que las iglesias establezcan tales instituciones. Sant. 1:27 requiere que los cris-
tianos ayuden a las viudas que tengan huérfanos para que puedan criarlos en su propio
hogar. Este texto no autoriza, sino condena, el asilo.
Introducen la cuestión de raza. Muy abiertamente el problema racial se introduce
en esta cuestión. Admiten francamente que los orfanatos existentes en la hermandad no
admiten ("do not presently accept") a los niños hispanos. ¿Qué le parece? Es verdad, pero
si yo abogara por los orfanatos nunca hubiera querido revelar esta vergonzosa verdad.
Dicen, "Nuestros orfanatos establecidos no están equipados para hacer frente a (are not
equipped to cope with) las necesidades y los problemas de niños mexicanos, y por eso no
los aceptan". ¡Qué declaración más carnal! Los hermanos citan Sant. 1:27 frecuentemente
para justificar sus orfanatos, pero en los siguientes versículos (Sant. 1:1-13) Santiago
condena fuertemente la discriminación contra ciertos hermanos. Además las cartas de
Pablo denuncian fuertemente este pecado afirmando que no hay distinción entre judíos y
gentiles, etc. Hech. 10:34, 35 y Rom. 2:11 dicen enfáticamente que Dios no hace
acepción de personas. Sin embargo, los hermanos liberales practican la discriminación
contra niños mexicanos. En los "orfanatos existentes" no se aceptan y, por eso, establecen
un orfanato especial para ellos.
Hablan de sus "necesidades" y "problemas". ¿Cuáles? El "problema" es
simplemente su raza. Son de otra raza y, por esa razón, se practica la discriminación
contra ellos. La cuestión de raza está involucrada en la cuestión de establecer
instituciones humanas. ¿Por qué? Porque todo el plan es antibíblico. La iglesia es el
cuerpo de Cristo, compuesto de judíos, griegos, bárbaros, amos, esclavos, ricos y pobres,
gente de todo color y de toda raza. Pero en las instituciones humanas que dividen la
iglesia hay que practicar la discriminación.
Establecer orfanatos para la evangelización. Aquí está el propósito principal de
los hermanos que establecen orfanatos. Quieren salvar almas. Pueden convertir mucha
gente si establecen orfanatos, clínicas, escuelas, etc. Los hermanos que establecen el
orfanato en Cherokee, Texas, saben que de esta manera "niños mexicanos pueden ser
criados para ser cristianos". Así dice la propaganda. Esto es su propósito. El orfanato es,
pues, otra sociedad misionera, una agencia para evangelizar y salvar almas.
¿No es buena obra salvar almas? Claro, pero Dios nos ha dicho que la iglesia
misma debe evangelizar el mundo. 1 Tim. 3:15, "la iglesia de Dios viviente, columna y
baluarte de la verdad". En el primer siglo no había ninguna institución aparte de la iglesia
y el evangelio fue predicado "a toda criatura que está debajo del cielo" (Col. 1:23).
También los cristianos del primer siglo ayudaron a las viudas, a los huérfanos y a muchos
hermanos destituidos en Jerusalén y Judea. Hicieron toda la obra que el Señor les
encargó, sin organizar ninguna sociedad misionera o benévola. El plan de Dios es
perfecto. Si fallamos, la culpa es nuestra. Debemos obrar de acuerdo con el plan de Dios
en lugar de cambiar el plan.
En conclusión recordemos los siguientes puntos claves:
1. Los propósitos. Este estudio no tiene que ver con motivos. Reconocemos que
los hermanos que edifican el orfanato en Cherokee, Texas, lo hacen con buenos motivos.
2. Los ancianos. Los ancianos son hermanos puestos por el Espíritu Santo sobre
solamente una cosa, una iglesia local, "la grey" de la cual ellos son miembros. No pueden
ser mesa directiva sobre alguna institución.
3. Institución humana. Si queremos tal cosa para educar a nuestros hijos, para
publicar literatura, etc., que lo hagamos como individuos, y que no sea cargada la iglesia.
La iglesia no debe edificar y mantener instituciones humanas. La iglesia debe hacer su
propia obra y no debe funcionar a través de arreglos humanos.
4. El cuidado de huérfanos y viudas. Los parientes están obligados a cuidar de los
suyos (1 Tim. 5:8). Los que tienen viudas deben cuidarlas. La viuda con hijos huérfanos
(sin padre) necesita ayuda. Si es cristiana, la iglesia puede ayudarle porque la ofrenda es
para los santos pobres, pero los cristianos deben ayudar, conforme a su posibilidad, a
cualquier familia necesitada (Gál. 6:10). La Biblia no enseña que la iglesia es obligada a
practicar la benevolencia general. Muchos tienen esta idea errónea. Creen que la iglesia
debe ayudar a cualquier pobre aunque sea inconverso, pero la Biblia no lo enseña. En
cuanto a la ofrenda todos los textos dicen que es para los santos. La iglesia no es una
Cruz Roja, sino columna y baluarte de la verdad.
5. La cuestión de raza. Lamentablemente la cuestión de raza se ha incluido en este
estudio porque los proyectos de los hermanos liberales no se basan en la sabiduría divina
sino en la humana. Siendo humana su sabiduría van al extremo de practicar la
discriminación.
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El espíritu sobrevive
Introducción:
A. Los materialistas dicen que el hombre no tiene alma o espíritu, que el hombre
"es" alma, que "alma" es nada más la vida física.
B. Dice el lexicógrafo Thayer: "alma: una esencia que se distingue del cuerpo y
no se disuelve en la muerte, Mat. 10:28".
Conclusión:
Es importante recordar que el castigo del desobediente será más severo que la
muerte física (Mat. 10:28; Heb. 10:29).
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No es más espiritual hincarse para orar
En estos días estamos oyendo la enseñanza de que "es más espiritual" arrodillarse
para orar. ¿La Biblia enseña esto o es nada más la idea de hombres? Siempre decimos
que es bueno y correcto escudriñar las Escrituras para saber la verdad y es preciso aceptar
toda la verdad sobre todo tema. Queremos ser correctos. Queremos agradar a Dios y para
hacerlo tenemos que saber Su santa voluntad.
¿Qué enseña las Escrituras sobre la postura del cuerpo en la oración?
A. Cristo.
1. Mateo 26:20, 26, 27, "se sentó a la mesa ... tomó el pan, y bendijo ... tomando
la copa y habiendo dado gracias ..." En esta ocasión Cristo oró y estuvo sentado a la
mesa. Es bíblico, pues, orar sentado, porque Cristo mismo lo hizo. Si es bíblico, entonces
es espiritual, y si algo es bíblico y espiritual, es completamente aceptable delante de Dios.
Ningún hermano debe formular un dogma (ley) que afirme que cierta posición o postura
del cuerpo es "más espiritual" que otra. La Biblia desconoce tal idea o tal pensamiento de
que algo sea "más" o "menos" espiritual que otra cosa si las dos cosas son bíblicas. Si
alguna práctica es bíblica, es espiritual.
2. Mateo 26:39, "se postró sobre su rostro". (Marcos 14:35, "se postró en tierra";
Lucas 22:41, "puesto de rodillas"). No hay conflicto entre Lucas y los otros dos. Cristo
oró tres veces y el testimonio de estos tres escritores inspirados es que El oró "puesto de
rodillas", que "se postró en tierra", y que "se postró sobre su rostro". Estos tres textos nos
dan toda la verdad sobre este asunto. Compárense los mismos tres escritores con respecto
a la Gran Comisión (Mateo 28:19; Marcos 16:15, 16; Lucas 24:46-49). Se necesitan los
tres reportes para tener toda la verdad sobre el asunto. ¿Qué postura es más aceptable y
más espiritual? ¿Quién se atreve a decir que una de estas posiciones del cuerpo de Jesús
fue más espiritual que las otras?
Si algún hermano enseña que el hincarse para orar es la postura más espiritual,
debe decirnos por qué no enseña que los miembros deben postrarse sobre sus rostros en la
asamblea para ser aun más espirituales. La consecuencia demanda que lo hagan, por lo
menos de vez en cuando. Yo sé que Luc. 22:41 se cita para enseñar la importancia de
hincarse para orar en la asamblea. Entonces cabe la pregunta, "¿Cuándo se citará Mat.
26:39 para obligar a los miembros a postrarse en la asamblea para orar?" Es necesario ser
consecuentes. Seguramente el postrarse es postura bíblica. ¿No será más espiritual? ¿No
es más humilde el hermano que se postra que el hermano que solamente se hinca?
¿Cuál es, pues, la conclusión de esto? Que no debemos imponer cierta postura del
cuerpo como la única o la más correcta o la más espiritual. No hagamos ley con respecto
a la postura del cuerpo en orar.
3. Mateo 14:19, "mandó a la gente recostarse sobre la hierba; y tomando los cinco
panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo ..." Durante la oración de
Jesús la gente estaba recostada sobre la hierba. ¡He aquí una postura bíblica durante la
oración! ¿Ha insistido algún hermano en que la gente esté recostada durante la oración
pública?
4. Juan 11:41, "alzó los ojos a lo alto" (véase también Juan 17:1). Nunca he
sabido de hermano alguno que practique esto. ¿No es bíblico alzar los ojos durante la
oración? Jesús nos ha dejado el ejemplo de hacerlo. ¿Ha dicho algún hermano a la
congregación, "Alcemos los ojos hacia el cielo para orar a Dios?" Si algún hermano no lo
hace, ¿sería acusado de no ser espiritual? Estos textos nos hacen ver que no debemos
insistir en cierta postura del cuerpo durante la oración.
B. El publicano, Lucas 18:9-14. Subió al templo (v. 10). En el v. 13, "estando lejos" oró.
Dice La Biblia de Las Américas, "de pie y a cierta distancia". La misma expresión se
halla en Luc. 19:8, "Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor". La palabra griega es
STATHEIS (viene del verbo ISTEMI). El publicano no oró a Dios arrodillado, pero
"descendió a su casa justificado" (18:14), porque era hombre muy humilde, contrito y
deseoso de obtener el perdón de Dios. Es lo que Dios busca (Sal. 51:17), y no la postura
del cuerpo. El publicano hubiera sido aceptado en cualquier postura porque era humilde,
pero si nos arrodillamos delante de Dios sin humillarnos, no nos acepta.
C. Pablo y Silas. Hech. 16:24, 25, "les aseguró los pies en el cepo", "a medianoche,
orando ... cantaban himnos". ¿Era espiritual Pablo? ¿Era aceptable su oración?
D. Pablo. Hech. 20:36, "se puso de rodillas, y oró con todos ellos". Desde luego, es muy
aceptable esta postura del cuerpo para orar. Me gusta orar de rodillas -- y lo practico -- y
estoy seguro que esta postura agrada a Dios, pero no podemos decir que esta postura es
más espiritual que las otras. No hagamos ley como hacen los católicos sobre este acto de
culto.
E. 1 Tim. 2:8, "Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos san-
tas". Seguramente es bíblico orar de esta manera y es espiritual. ¿Por qué, pues, no
enseñan algunos hermanos que esta es la postura más espiritual? Si Cristo alzó los ojos
cuando oraba y si Pablo dice que debemos levantar las manos al orar, ¿quién se atreve a
decir que hay otra postura más espiritual?
Conclusión:
Los que quieren seguir las Escrituras y ser espirituales no van a insistir en una
sola postura del cuerpo durante la oración. Lo que el Espíritu enseña es espiritual. Lo que
es espiritual es lo que el Espíritu enseña en la Biblia. Si algún hermano prefiere orar
arrodillado, que lo haga como preferencia personal, pero no conviene que diga que esta
postura "es más espiritual". ¿Qué textos nos hablan de la postura del cuerpo de los
miembros que oraban en la asamblea? Lo importante es que oremos todos, sin cesar y de
corazón. Rom. 14:3, 13 enseña que no conviene menospreciar o juzgar el uno al otro en
los asuntos de opinión. El que ora arrodillado o el que ora estando en pie o sentado "lo
hace para el Señor".
No es necesario exigir que todos estén parados o sentados o arrodillados durante
la oración en la asamblea. Sería mejor que cada quien escoja la posición que prefiera. Si
todos hablan en voz alta, habrá confusión, pero no habrá problema si los miembros no
oran en la misma posición. Por ejemplo, si algún(os) hermano(s) prefiere(n) orar
arrodillado(s) durante la oración de la asamblea no habría ningún problema, aunque los
demás estén parados o sentados. Si no conviene obligar a todos los miembros a
arrodillarse, tampoco conviene obligar a todos a orar de pie o sentados.
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"El hombre no es señor de su camino"
Jeremías 10:23
Introducción.
A. El sufrimiento humilló al pueblo, v. 22.
1. Reconocen ahora que Dios es Soberano y que ellos dependen de El.
2. Eran necesarias la aflicción y la cautividad para producir esta humildad
y espíritu de dependencia.
3. Otros textos que indican lo mismo: Isa. 30:20, 21; 42:16. Después de su
sufrimiento, Dios les guiará otra vez y ellos le seguirán.
B. Cuando Israel andaba en "su propio camino", el resultado era la destrucción.
C. Deut. 32:10,11, Moisés les recuerda que Dios les guiaba.
D. Sal. 77:20, "condujiste a tu pueblo como ovejas por mano de Moisés y de
Aarón", pero al "ordenar sus pasos" ellos mismos, llegaron a ser como ovejas
descarriadas y esparcidas.
I. "Su camino" quiere decir "el camino correcto", el camino en que debe andar".
A. No es "del hombre" sentarse, calcular y ordenar su propio camino.
B. La historia de Israel nos muestra lo inútil y lo imposible de ello.
C. Este consejo excluye toda idea, opinión, filosofía y religión humanas.
D. Excluye todo aquello que el hombre considere "sabio". Véanse Rom. 1:22; 1
Cor. 1:21; Prov. 14:12.
E. El hombre puede escoger entre el camino de Dios y el camino humano, porque
tiene libre albedrío.
F. El hombre natural -- el hombre solo y sin la ayuda de Dios -- no puede idear
algún plan de salvación o alguna religión por la cual podría justificarse delante de Dios.
1. 1 Cor. 2:9, el plan de Dios nunca entró y nunca hubiera entrado en la
mente del hombre. El hombre puede saberlo solamente por medio de la revelación de
Dios.
2. 1 Cor. 2:15, el hombre natural es el hombre sin la revelación de Dios. El
hombre natural es el que razona solamente según la experiencia humana. Solamente sabe
lo que sus sentidos físicos le enseñan y lo que puede experimentar naturalmente.
3. Por lo tanto, rechaza el evangelio, porque le es locura. No cabe el
evangelio en el plan humano. No es sabio según el hombre.
G. Pero el hombre ignora o se le olvida Prov. 20:24, "De Jehová son los pasos del
hombre; ¿Cómo, pues, entenderá el hombre su camino?" (es decir, sin la ayuda de Dios
no puede).
Conclusión:
A. Jer. 6:16, "Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las
sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para
vuestra alma". Esta es la actitud de hermanos fieles ahora.
B. Isa. 8:20, "¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque
no les ha amanecido"; es decir, no hay para ellos amanecer, no hay mañana para ellos.
C. 1 Ped. 4:11, "Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios" en todas
las cosas, sin excepción.
D. Marcos 16:16, "el que creyere y fuere bautizado será salvo". ¿Oirá usted a
Cristo ahora? ¿Dejará que Dios ordene sus pasos? ¿Dejará de andar en el camino que
conduce a la muerte?
E. Prov. 3:5, "Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia
prudencia".
F. Prov. 14:12, "Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es
camino de muerte".
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El reino profetizado por Isaías
Introducción:
A. Juan 12:41, "Isaías dijo esto cuando vio su gloria, y habló acerca de él". Isaías
se refiere a Cristo varias veces; por ejemplo, Isa. 7:14; 9:6; 11:1; cap. 53.
B. El Nuevo Testamento cita a Isaías unas 58 veces.
C. Debemos apreciar el reino de Cristo como lo apreció Isaías. Algunas de las
más bonitas descripciones del reino se hallan en el libro de Isaías. Este profeta nos ayuda
mucho a entender y a apreciar el reino.
D. Las profecías de Isaías nos hacen ver lo que el evangelio del reino puede hacer
con nuestras vidas. Hay varios textos en este libro que nos ayudan a entender el
verdadero significado de la conversión y de la naturaleza de la iglesia verdadera.
Conclusión:
A. Isaías habló mucho acerca del reino de Cristo. En este estudio hemos
examinado algunas citas de esta profecía para ver el reino a través de los ojos del profeta.
B. El reino de Cristo es glorioso. Efes. 5:27, Pablo habla de "una iglesia gloriosa"
sin mancha ni arruga. Es un gran honor ser miembro de la iglesia del Señor.
C. Para ser ciudadano en este reino se necesita el conocimiento. Es necesario oir
el evangelio (las buenas nuevas del reino). Es lo que Felipe predicó a los samaritanos
(Hech. 8:12). Es necesario nacer otra vez, nacer del agua y del Espíritu (Juan. 3:3,5). El
nacimiento espiritual significa la conversión verdadera, en la cual nos despojamos de la
vida pasada (el "viejo hombre") para vestirnos de Cristo. El agua del nuevo nacimiento es
el bautismo (Mar. 16:16; Hech. 2:38; Rom. 6:4) .
D. La vida nueva de la nueva criatura en Cristo (2 Cor. 5:17) es como el desierto
cambiado en campo fructífero y florido.
E. La invitación es para todos. "Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que
oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera tome del agua de la vida
gratuitamente" (Apoc. 22:17).
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He aquí la posición católica
El Profesor Dunne, del Colegio Jesuita, Washington, D. C.: "Yo considero que no
estamos haciendo nuestro deber como ciudadanos americanos, a nosotros o a nuestros
niños en permitir tal sistema de escuelas públicas como tenemos ahora".
El Dr. Charles C. Morrison, Editor de la revista, Christian Century: "El
catolicismo romano es un sistema de poder en sí, descansando sobre la grande base de la
sumisión de sus gentes, cuya sumisión ella puede explotar para ganar aun más poder en la
vida política o cultural de la comunidad secular ... su triunfo en América transformaría
radicalmente nuestra cultura y cambiaría el carácter de nuestras instituciones
democráticas".
La revista El Católico Convertido, Editorial, Oct., 1946, p. 226: "Los papas de
Roma han dado durante los últimos cien años encíclica tras encíclica condenando las so-
ciedades de Biblia protestantes por imprimir la Biblia y el Nuevo Testamento en los
idiomas de la gente común. El Papa Pío VII denunció la circulación de la Biblia como
'una treta astuta' y 'un sistema nefario amenazando la ruina eterna'. El Papa Leo XI
clasificó la impresión de las Santas Escrituras en la lengua de la gente como 'una treta
antigua de herejes'".
Un despacho de La Prensa Asociada de Sevilla, España (Agosto 16, 1952):
"Pedro Cardenal Segura, el Arzobispo Católico Romano de Sevilla, publicó ayer una
carta pastoral en la que dijo que los católicos españoles no están ligados por un artículo
en la constitución garantizando tolerancia de religiones aparte de la Católica Romana. El
cardenal, conocido por su antiprotestantismo, dijo que no tenía ninguna seguridad que el
artículo 6 de la Ley de Derechos era respaldado por un acuerdo entre la España del
Generalísimo Francisco Franco y el Vaticano".
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No hay "iglesia patrocinadora" en Hechos 11:27-30
El falso maestro procede de la siguiente manera: primeramente inventa el error, y
luego acude a las Escrituras para tratar de probar que es bíblico. Siempre han hecho así
los sectarios y ahora los hermanos liberales hacen lo mismo.
Se ha iniciado la práctica de dar a cierta iglesia el nombre "iglesia patrocinadora".
La expresión inglesa es "sponsoring church" y si alguien tiene mejor traducción, eso no
me molesta. Se trata de alguna iglesia que se encarga de una obra benévola o
evangelística y luego pide fondos a todas las demás iglesias para el financiamiento de su
proyecto. Llega a ser, pues, como agencia de las demás iglesias, y centraliza los fondos
de muchas iglesias en una iglesia. Todo esto lo hacen bajo el nombre de "cooperar", pero
es una cooperación desconocida en el Nuevo Testamento.
Cuando muchos hermanos preguntamos, "¿Dónde autoriza la Biblia tal práctica?"
se buscaron textos para justificar su nueva práctica. Desde luego, no hay textos que la
autorice, pero han citado Hech. 11:27-30 como ejemplo de lo que ellos practican.
Pero ¿qué dice el texto? ¿Dice algo de cierta iglesia patrocinadora o iglesia
central que se encargara de los fondos de muchas iglesias? Amado hermano, ¿cree usted
que los hermanos liberales leyeron este texto y luego se sintieron obligados a establecer
una iglesia patrocinadora? De ninguna manera, sino que primeramente establecieron una
iglesia patrocinadora y entonces comenzaron a buscar textos de aprobación, los cuales no
existen.
Hech. 11:27-30 dice que la ayuda de los hermanos de Antioquía fue enviada a los
hermanos que "habitaban en Judea". Según la teoría de los hermanos liberales (los que
creen en iglesias patrocinadoras), la ayuda fue entregada a los ancianos de la iglesia de
Jerusalén la cual llegó a ser la primera "iglesia patrocinadora", y que estos ancianos (de
Jerusalén) se encargaron de distribuir la ayuda a las demás iglesias de Judea.
¿Cuál es la base de su argumento? Hech. 11:30 dice "lo cual en efecto hicieron,
enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y Saulo". Este texto habla de "ancianos",
pero ¿cuáles? ¿Los de Jerusalén solamente? El texto no dice "ancianos de Jerusalén", sino
Judea (v. 29, "a los hermanos que habitaban en Judea"). El evangelio fue predicado en
Judea (Hech. 1:8) y había iglesias en Judea (Hech. 9:31). 1 Tes. 2:14, "Porque vosotros
hermanos, vinisteis a ser imitadores de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que están en
Judea". También sabemos (Hech. 14:23) que Pablo y sus compañeros escogieron
ancianos en cada iglesia. Si escogieron ancianos en cada una de las iglesias mencionadas
en Hech. 13,14, ¿no cree usted que también se escogieron ancianos en las iglesias de
Judea que fueron las primeras iglesias establecidas por los apóstoles? ¿Acaso Hech.
14:23 no incluye las iglesias de Judea?
Hechos 12:25
Los hermanos liberales argumentan que Hech. 12:25 dice, "Y Bernabé y Saulo,
cumplido su servicio, volvieron de Jerusalén". Creen que este texto autoriza la iglesia pa-
trocinadora. Creen que este texto es evidencia concreta de que Pablo y Bernabé llegaron
solamente a Jerusalén para entregar los fondos a los ancianos de Jerusalén, y que no
llevaron el dinero a los ancianos de las varias iglesias de Judea. Pero ¿cuál fue el servicio
que cumplieron? Los hermanos de Antioquía "determinaron enviar socorro a los
hermanos que habitaban en Judea; lo cual en efecto hicieron". ¡Hicieron lo que
determinaron hacer! Este texto no dice nada de entregar todos los fondos solamente a un
grupo de ancianos (los de Jerusalén) para que éstos se encargaran de distribuirlos a las
demás iglesias de Judea. La iglesia de Jerusalén no era "iglesia patrocinadora".
El esfuerzo de los hermanos liberales de probar esto es semejante a los esfuerzos
de los pastores sectarios de probar que había infantes en las "casas" de Cornelio, Lidia y
el carcelero. Es pura suposición.
Vuelvo a decir esto: primeramente los hermanos iniciaron su práctica. Entonces
buscaron textos bíblicos para apoyar su práctica. Dice 2 Tim. 2:15 que debemos usar bien
la palabra. Los hermanos liberales no usan bien la palabra con respecto a este tema.
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"No era conocido de vista"
Pablo dice (Gál. 1:22), "y no era conocido de vista a las iglesias de Judea. Es otro
texto que se usa mal en el esfuerzo de probar que la iglesia de Jerusalén era iglesia
patrocinadora. Dicen los hermanos liberales que Pablo llegó solamente a Jerusalén para
entregar el socorro de los hermanos de Antioquía (Hech. 11:27-30), porque dice a los
Gálatas que no era conocido de vista a las iglesias de Judea.
Pero lo que Pablo dice en Gál. 1:22 se refiere al tiempo cuando fue "a las regiones
de Siria y de Cilicia" (v. 21); esto sucedió poquito después de su conversión, mucho
tiempo antes del evento narrado en Hech. 11:27-30. En esa primera visita a Jerusalén
(registrada por Lucas en Hechos 9:26-30) no visitó a las iglesias de Judea, sino fue
solamente a Jerusalén. Después volvió a Judea con la ayuda que enviaron los discípulos
de Antioquía para los santos necesitados de Judea. Gál. 1:22 no se refiere a la visita
registrada en Hech. 11:27-30, y el argumento de los hermanos liberales cae.
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¿Existe en realidad un infierno eterno?
Ezequiel 18:20-27 dice, "El alma que pecare, esa morirá: el hijo no llevará el
pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo: la justicia del justo será sobre él,
y la impiedad del impío sobre él ... Y si dijereis: No es recto el camino del Señor; oíd
ahora, casa de Israel: ¿No es recto mi camino? ¿No son vuestros caminos torcidos?
Apartándose el justo de su justicia, y haciendo iniquidad, él morirá por ello; por la
iniquidad que hizo, morirá. Y apartándose el impío de su impiedad que hizo, y haciendo
según el derecho y la justicia, hará vivir su alma".
Si Dios ha sido bondadoso con el hombre, proveyendo la oportunidad por medio
de Cristo de que el hombre sea salvo y viva con El en un estado de eterno gozo y
felicidad, ¿sería consecuente con Su bondad y justicia que otro lugar se provea para
aquellos que menosprecian Su don de salvación? Hay grupos religiosos que contienden
que por ser Dios misericordioso no echará a sus criaturas a un lugar de eterno castigo.
Afirmamos que, en vista de lo que Dios dice en Ezeq. 18, a menos que El
castigara a los inicuos no sería justo. Dios bendice a los obedientes y castiga a los
desobedientes. No sería justo que Dios bendijera a los buenos e ignorara a los malos.
Dios dice (v. 25) que los caminos del inicuo son torcidos. ¿Por qué? Porque en
lugar de aceptar la responsabilidad por su iniquidad, quiere culpar a otros, y quiere evitar
el castigo que su iniquidad merece.
Dios dice que si el hombre justo se aparta de su justicia y hace iniquidad, morirá
(v. 26), y si el inicuo se aparta de su iniquidad "de cierto vivirá, no morirá" (v. 27).
Habiendo dicho esto, pregunta otra vez: "¿no son rectos mis caminos, casa de Israel?" (v.
29). La respuesta obvia es que sí. Pero los caminos de ellos eran torcidos. Dios no hace
acepción de personas. Todo depende del hombre. El justo será salvo y el inicuo será
condenado.
Ahora bien, si el justo vive y no muere por su justicia, sería absurdo dejar que el
inicuo gozara de la misma bendición. Si se permite que el malo también viva, entonces
¿dónde está la justicia de Dios? Dios es justo porque bendice a los obedientes y porque
castiga a los desobedientes.
Por lo tanto, la existencia de un lugar de castigo no es nada ilógica o irrazonable,
sino está en perfecta armonía con la justicia de Dios. Pablo dice (2 Tes. 1:6-10), "Porque
es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, y a vosotros que sois
atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo
con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no
conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales
sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su
poder, cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en
todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros)".
Dice Pablo que es justo que Dios pague con tribulación, como también es justo que Dios
bendiga a los fieles.
Hay muchos textos que enseñan que habrá lugar de castigo: Mat. 5:22; 10:28;
13:41, 42; 25:41, 46; Mar. 9:42-48; Apoc. 20:15; 21:8. Los "testigos" quieren destruir la
fuerza de esta enseñanza; dicen que "Geenna" (infierno) es solamente un lugar fuera de
Jerusalén donde se quemaba la basura. Pero no hay ninguna prueba de que alguien jamás
se haya echado a ese valle como medio de castigo o tormento. Jesús habla claramente en
los textos citados arriba de castigo y de tormento. Los "testigos" son incrédulos y
materialistas que simplemente no creen a Jesús y refutan lo que El dice.
Dios no quiere que nadie perezca (2 Ped. 3:9), sino que todos se salven (1 Tim.
2:4), y ha hecho todo lo posible para salvar a todos, pero El deja el asunto (la decisión) en
las manos del hombre. Nadie es forzado a obedecerle, pero todos serán responsables por
su decisión. Es imposible quitar de las Escrituras la enseñanza acerca del infierno como
es imposible quitar de las Escrituras la enseñanza acerca del hogar celestial. Nos
conviene estar ocupados en evitar ir a ese lugar en lugar de ocuparnos en negar su
existencia.
Jesús dice (Mat. 25:46), "E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida
eterna". Este texto no necesita explicación. La enseñanza es bien clara: habrá tormento
eterno para los desobedientes y habrá vida eterna para los obedientes. Si no hay tormento,
tampoco hay gozo. Si la palabra "eterno" se limita para los desobedientes, también se
limita para los obedientes.
Dicen los "testigos" y otros materialistas que los malos serán "aniquilados". Se
basan en parte en Mateo 10:28 que dice que Dios "puede destruir el alma y el cuerpo en
el infierno". Pero en primer lugar la palabra "destruir" no significa la destrucción o
aniquilación del ser, sino la perdición del bienestar (así dicen los léxicos griegos). En
segundo lugar, Jesús dice en el mismo texto que esta "destrucción" es peor que la muerte
("Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar").
Si los desobedientes fueran aniquilados, esto no sería en ningún sentido "castigo
eterno".
Recuérdese también que los que serán castigados no son solamente los homicidas,
los ladrones, etc., sino los que no conocen a Dios y no obedecen al evangelio (2 Tes. 1:7-
9). No basta con ser gente moral. Hech. 10:1, 2, 22 nos informa de un hombre muy bueno
que no estaba salvo. Cuando oyó el evangelio fue bautizado (v. 33-43, 48). Dice Cristo
que es necesario creer en El (Juan. 8:24), arrepentirse de pecados (Luc. 13:3, 5);
confesarle (Mat. 10:32, 33); ser bautizado para el perdón de pecados (Mar. 16:16; Hech.
2:38), y entonces ser fiel hasta la muerte ("Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona
de la vida", Apoc. 2:10).
Los hombres incrédulos y carnales quieren eliminar la doctrina del infierno (el
castigo eterno). Hablan del amor de Dios, pero no conocen a Dios y no entienden la
palabra "amor". Hablan del Cordero de Dios, pero ignoran su ira ("Y decían a los montes
y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos de la cara de aquel que está sentado
sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién
podrá sostenerse en pie?" Apoc. 6:16).
Muchos creen que "el Dios del Antiguo Testamento" es severo, y que "el Dios del
Nuevo Testamento" es muy tolerante, pero es absurda y antibíblica esta distinción.
Además, aprendemos del castigo eterno en el Nuevo Testamento. Es Cristo y no Moisés
quien habla del fuego eterno que no se apaga. Los que creen la Biblia creen la enseñanza
acerca del castigo eterno.
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La evolución
Dice Efes. 6:4, "Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino
criadlos en disciplina y amonestación del Señor". Esta responsabilidad es grande. La
tarea se hace más difícil a causa de la gran oposición a la verdad de parte de los maestros
en la escuela que enseñan la filosofía llamada "la evolución". Esta maldad se les enseña
desde los primeros años como cualquier historia o hecho verídico. Se presenta como
"ciencia" y como "biología".
Los maestros que la enseñan -- y la mayoría de ellos en los Estados Unidos sí la
enseñan -- creen que solamente los más ignorantes la rechazan; que uno tiene que enseñar
así para ser uno de los intelectuales.
En las universidades -- mayormente en las del estado -- no se permite ninguna
oposición significante a esta posición. Es imposible obtener posición de importancia en el
departamento de biología si no se acepta.
¿Qué es la evolución?
¿Qué significa la palabra? ¿de qué se trata? Según esta filosofía la vida no
comenzó con la creación de Dios, sino con una pequeña célula de protoplasma y que,
transformándose de una cosa a otra por medio del proceso de la evolución, llegó por fin a
ser hombre. El procedimiento es más o menos de la manera siguiente según los
evolucionistas: la célula de protoplasma llega a ser esponja, y luego medusa y, poco a
poco, llega a ser pez; en seguida se transforma en animal anfibio como la rana; el
próximo paso en la evolución es el estado reptil; luego el reptil cría alas y es pájaro;
algunas de estas criaturas pierden sus alas y llegan a ser mamíferos; siguen el proceso de
evolución durante millones de años y llegan a ser profesores de la biología (la cumbre y
corona del proceso evolutivo).
Esto no es ciencia
La Biblia y la evolución
La evolución teísta
Los que quieren armonizar la evolución con la Biblia se llaman evolucionistas
teístas. Su argumento principal es que los días de Gén 1 eran períodos largos (millones de
años), pero el texto dice claramente, "Y fue la tarde y la mañana un día ... el día segundo
... el día tercero, etc." (Gén. 1:5,8,13). La palabra "día" significa día de 24 horas a menos
que el contexto indique otra cosa, y Génesis 1 habla de "la tarde y la mañana un día",
claramente indicando un día de 24 horas.
El tercer día Dios creó la vegetación y el cuarto día creó las lumbreras en la
expansión de los cielos para separar el día de la noche (el sol, la luna, las estrellas).
¿Duraba la vegetación miles de años sin sol? Según los evolucionistas teístas así fue.
Entonces, según esto, la mitad de los millones de años era noche.
La Biblia dice "creación", no "evolución", y no hay ninguna armonía entre las dos
cosas. Los que aceptan la evolución rechazan la Biblia y rechazan a Dios.
¡Despiértense pues!
Padres, tenemos que ayudar a nuestros hijos a entender las siguientes cosas:
1. Que se enseña en las escuelas públicas "la falsamente llamada ciencia" (1 Tim.
6:20). La evolución no es ciencia, porque la palabra "ciencia" significa lo que "se sabe".
Nadie "sabe" que el hombre es producto de la evolución. La ley de la gravitación es
ciencia. Esta verdad se puede saber, se puede observar en la experimentación. Toda
ciencia verdadera es sencillamente un reconocimiento de la obra de Dios en este
universo. Pero la evolución no es ciencia, sino mentira.
2. Que hay muchos científicos que rechazan rotundamente esta filosofía. Saben
que no ha habido y que no habrá nunca la transmutación de las especies. Tal proceso no
es posible.
3. Que los que aceptan la evolución lo hacen porque quieren andar en el camino
ancho en rebelión contra Dios. Desafortunadamente éstos ejercen el control sobre las
escuelas de los Estados Unidos, un país que por tanto tiempo se llamaba nación
"cristiana".
4. Que es imposible creer en la Biblia y también creer en la evolución. La
evolución niega lo que Jesús dice en Mat. 19:4, "El que los hizo al principio, varón y
hembra los hizo".
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El orar
I. El orar:
A. No es "rezar" (repetir oraciones memorizadas; "recitar las oraciones usadas por
la Iglesia", Larousse). No conviene "rezar" nunca. La Biblia no enseña el rezar.
1. El rezar viene del catolicismo.
2. No conviene enseñar ni a los niños más pequeños a rezar. Es necesario
enseñarles a orar. Deben aprender a pedir cosas a Dios como piden cosas a sus padres.
3. Los padres deben ser ejemplos para sus hijos en orar y en dar gracias a
Dios.
B. No es solamente para emergencias. Para mucha gente el orar es como el llamar
los bomberos; es decir, es para emergencias. Al pasar la emergencia, dejan de orar hasta
que haya otra emergencia.
C. No debe ser egoísta. Sant. 4:3, "Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para
gastar en vuestros deleites".
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Salmo 119
El Salmo 119 es el Salmo más largo y el capítulo más largo en la Biblia. Consta
de 176 versículos y estos se dividen en 22 secciones de ocho versículos cada sección. El
encabezado de cada sección es una letra del alfabeto hebreo. En la versión hebrea cada
frase comienza con la letra que es el encabezado de la sección. Esto facilitaba al hebreo la
memorización del salmo.
El tema de este salmo es la ley de Dios como la única regla de vida.
El propósito del salmo es la exaltación de la palabra de Dios. Es el tesoro más
grande en el mundo. Nos conviene exaltarla en nuestra vida. La Biblia es menospreciada
hoy día en todas partes del mundo y en muchas maneras (por ejemplo, por la prensa, por
las escuelas, por el cine y la televisión, y aun por las iglesias). La mayoría de los
profesores y alumnos en los seminarios religiosos no creen que la Biblia es inspirada, que
Jesús nació de una virgen, que hizo milagros y resucitó de los muertos. En Los Estados
Unidos se prohibe que se lea la Biblia en las escuelas públicas, pero se enseña la
evolución desde el jardín de niños hasta la universidad.
Lo más lamentable es que aun algunos de nuestros hermanos en Cristo están
perdiendo su fe en la autoridad de Biblia. Dicen algunos que la Biblia no es libro
autoritario; no creen que es "esa clase de libro".
Por lo tanto, vemos lo urgente de estudiar este excelente salmo que exalta la
palabra de Dios. Afirma que la palabra de Dios es el camino de Dios, Sus testimonios,
Sus mandamientos, Sus preceptos, Sus dichos, Sus juicios, Su justicia, Sus estatutos, y Su
verdad.
En este estudio del salmo se presentan tres pensamientos: (1) La exaltación de la
palabra de Dios; (2) Nuestra responsabilidad hacia la palabra de Dios; y (3) Las
bendiciones recibidas por los que aman y siguen la palabra de Dios.
III. Las bendiciones dadas por dios a los que estiman su palabra y la siguen.
A. La felicidad. V. 1, "Bienaventurados los perfectos de camino, los que andan en
la ley de Jehová". Todos quieren la felicidad, pero la mayoría no sabe dónde y cómo
hallarla. La buscan en los placeres mundanos, en el servicio a Mamón, en la popularidad,
en la política, etc. y nunca la hallan. La persona feliz es la que oye y estudia la palabra de
Dios, y la sigue de corazón. En el hogar feliz la Biblia es leída y enseñada con el fin de
practicarla.
B. La limpieza espiritual. V. 9, "¿Con qué limpiará el joven su camino? Con
guardar tu palabra. Cuando cometemos pecado, la única manera de corregirnos y limpiar
nuestro camino es obedecer la palabra de Dios. Véanse Hech. 22:16; 1 Ped. 1:22,
"habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad".
C. La libertad. V. 45, "Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos".
Juan. 8:32, "Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres". ¿Libres de qué? ¿Qué
significa la libertad? Cuando obedecemos la palabra de Dios, quedamos libres de la culpa
y del dominio del pecado, y libres de la ignorancia y las supersticiones que dominaban
nuestra mente. En la obediencia nos despojamos de nuestra vida pasada.
D. Estar cerca de Dios. V. 151, "Cercano estás tú, oh Jehová, y todos tus
mandamientos son verdad". Piénselo bien, Dios está tan cerca como su Biblia. Al leer la
palabra de Dios, estamos cerca de Dios. Dios y Su palabra son inseparables.
E. El consuelo. V. 50, "Ella es mi consuelo en mi aflicción". V. 71, "Bueno me es
haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos". La humillación sirve de bendición
si nos lleva a aprender los estatutos de Dios. Hay personas que por causa de su aflicción
se alejan más de Dios (algunos culpan a Dios por su aflicción), pero los que aprecian y
exaltan la palabra de Dios se acercan más a Dios en la hora de aflicción, y la palabra es su
gran consuelo.
F. La paz. V. 165, "Mucha paz tienen los que aman tu ley, y no hay para ellos
tropiezo". Fil. 4:7, "y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará
vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús".
G. Nos hace sabios. V. 98,99, "Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus
mandamientos ... Más que todos mis enseñadores he entendido". La persona que tiene
pleno conocimiento de la palabra de Dios puede enfrentar a cualquier oponente. Es más
sabio que sus maestros.
H. La esperanza. V. 49, "Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, en la cual me
has hecho esperar". Muchos dicen que quieren y piensan ir al cielo pero ¿cuál es la base
de su esperanza? La única esperanza verdadera se basa en aprender, amar, apreciar y
obedecer la palabra de Dios.
Conclusión:
A. V. 18, "Abre mis ojos y miraré las maravillas de tu ley". Espero que este
estudio nos haya ayudado a abrir nuestros ojos para apreciar más las maravillas de la ley
de Dios.
B. Recordemos siempre el v. 11, "En mi corazón he guardado tus dichos, para no
pecar contra ti".
(El hno. Robert Jackson, de Nashville, Tennessee, predicó una serie de cinco
sermones en San Antonio, Texas, sobre este salmo. El hno. Bill Reeves oyó los sermones,
me envió copia de sus notas, y han servido como la base de este sermón, uno de mis
favoritos.)
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El tiempo es corto
Introducción:
A. 1 Cor. 7:29-32, "el tiempo es corto; resta, pues, que los que tienen esposa sean
como si no la tuviesen; y los que lloran, como si no llorasen; y los que se alegran, como
si no se alegrasen; y los que compran, como si no poseyesen; y los que disfrutan de este
mundo, como si no lo disfrutasen; porque la apariencia de este mundo se pasa ... Quisiera,
pues, que estuvieseis sin congoja".
B. La expresión, "es corto", viene de una figura de oración que significa recoger
las velas de un barco. La palabra "tiempo" significa oportunidad (Gál. 6:10). Es limitado,
reducido.
Conclusión:
A. Pablo nos explica la razón de esta exhortación: "porque la apariencia de este
mundo se pasa" (v. 31). La palabra "apariencia" es figura de oración tomada del teatro
griego en que se pasaba o se cambiaba constantemente el escenario al desarrollarse el
drama. El constante cambio del escenario en la televisión moderna es aun mejor
ilustración de lo pasajero de los eventos de esta vida.
1. Véanse 1 Juan. 2:17, "y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la
voluntad de Dios permanece para siempre".
2. Debemos buscar, pues, el escenario celestial que es permanente y no
cambiante. 2 Cor. 5:1, "Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo,
se deshiciere, tenemos de Dos un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los
cielos".
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Textos sobre la disciplina
1. Mat. 5:23-24, "tu hermano tiene algo contra ti ... anda, reconcíliate con tu
hermano". Mat. 18:15-17, "si tu hermano peca contra ti, vé y repréndele". Se trata de la
ofensa personal, de problema entre hermano y hermano. Este texto no tiene que ver con
problemas congregacionales.
2. Rom. 6:17, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la
doctrina ... y que os apartéis de ellos". Se trata de pecados públicos, pecados contra la
verdad y contra la iglesia. Hay dos requisitos: (1) "os fijéis"; es decir, el culpable debe
identificarse por nombre; y (2) apartarse todos los miembros de él.
3. 1 Cor. 5 trata de pecado público que requiere acción de la congregación. V. 4,
5, "Reunidos vosotros ... el tal sea entregado a Satanás (v. 11, no juntarse con él, con el
tal ni aun comáis; v. 13, quitarlo de entre vosotros) ... para salvarle ("a fin de que el
espíritu sea salvo") ... para preservar la pureza de la iglesia ("un poco de levadura leuda
toda la masa", v. 6). Cuando se arrepienta, perdonarle y confirmar su amor para con él (2
Cor. 2:6-8; 7:11).
4. 2 Tes. 3:6, 14, en cuanto al hermano que ande desordenadamente (en este caso
no trabajaba), "señaladlo" (identificarlo, como dice Rom. 16:17) y "os apartéis de" él, "no
os juntéis con él" ... "para que se avergüence", y para que se arrepienta ... pero "no lo
tengáis por enemigo, sino amonestadle como a hermano". No debe haber asociación
social con él, pero es necesario seguir amonestándole.
5. 1 Tim. 5:20, "a los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos". Si no
se arrepienten, será necesario aplicar los otros textos que tratan de la disciplina.
6. Tito 3:10, "Al hombre que cause divisiones, después de una y otra
amonestación deséchalo". La palabra "deséchalo" debe entenderse a la luz de los otros
textos que describen los pasos de la disciplina.
7. En todo el proceso de disciplinar es necesario obedecer los textos que describen
el carácter, la disposición, los motivos y modos de los que ejercen la disciplina; por
ejemplo, Gál. 6:1-3; 2 Tim. 2:24, 25; 4:2, etc.
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Los propósitos del matrimonio
En Gén. 1:28 Dios dice, "Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra". En este
versículo vemos uno de los propósitos del matrimonio: la procreación. Los hijos nos son
dados por Dios, como dice Sal. 127:3", "He aquí,. herencia de Jehová son los hijos; cosa
de estima el fruto del vientre" y Gén. 33:5, "¿Quiénes son estos? Y él respondió: Son los
niños que Dios ha dado a tu siervo". Dios nos favorece grandemente en darnos el poder
de la procreación. Es semejante al poder creativo de Dios, y es una gran bendición.
Pero a veces parece que Gén. 1:28 se considera solamente como mandamiento y
no se recuerda que es un gran privilegio y bendición también. Los decretos católicos casi
convierten este texto en una función estrictamente biológica. Sus dogmas prácticamente
requieren de cada matrimonio el número máximo de hijos, según su capacidad biológica,
sin tomar en cuenta otros factores.
Pero el texto no enseña tal cosa. No somos animales de instinto, sino somos
hechos a la imagen de Dios (v. 27), con inteligencia. Esta inteligencia tiene que
considerar muchos factores con respecto al número de hijos que debemos tener.
El matrimonio no es un sacramento, como enseñan los católicos. No es asunto
eclesiástico. El matrimonio es un arreglo de Dios dado al hombre muchos siglos antes del
establecimiento de la iglesia. El hogar es la primera institución establecida por Dios, y es
muy sagrado. El hogar debe ser dirigido por la ley Dios. La iglesia no puede formular
leyes para gobernarlo, ni aun la iglesia de Cristo, mucho menos alguna iglesia apóstata.
El clero romano quiere controlar la vida entera de sus feligreses. Los sacramentos
son muy útiles para este propósito. A través de ellos los líderes católicos pueden controlar
la vida de la gente desde el nacimiento hasta la muerte. Prohiben el control de natalidad
para que toda familia católica tenga muchos hijos; cada niño es llevado al seno de la
iglesia por medio del bautizo infantil; el matrimonio es controlado en todo sentido por la
iglesia por medio de los sacramentos (la misa, la confesión auricular, la penitencia) que
se consideran como canales de gracia -- y todo, desde luego, administrado y controlado
por el cura -- y, por último, viene en la muerte la Extrema Unción. Así el control es
completo.
Hay poder en números. Entre más católicos, más poder político habrá en cualquier
país. ¿Se preocupan los líderes católicos por el pueblo? ¿Dónde está la misericordia de la
Iglesia Católica hacia los pobres y destituidos? A los sacerdotes les conviene que toda
familia católica tenga muchos hijos, pero ¿les conviene a las familias mismas tener tantos
hijos? ¿hijos que no pueden alimentar bien? ¿hijos que no pueden llevar con el médico y
dentista? ¿hijos que no pueden educar? ¿hijos que muchas veces se crían solos en la
calle?
Es obvio que los líderes católicos son egoístas, y que no buscan el bienestar de la
gente. En todos los países católicos hay mucha pobreza y mucho sufrimiento, porque este
sistema promueve la ignorancia. Pero los grandes números de gente, aunque sean pobres
y miserables, sirven a la jerarquía católicoromana.
1 Corintios 7
Tito 2:5
Las mujeres deben ser "cuidadosas de su casa". El trabajo de la mujer es mucho y
exigente. Algunas mujeres pueden hacer más que otras, pero toda mujer tiene su límite.
Muchas mujeres viven cansadas y desanimadas, hasta abrumadas y desesperadas.
Algunas dejan la casa sucia y desordenada. Hay madres con muchos hijos que viven muy
felices -- y así debe ser -- pero hay otras muchas que se sienten oprimidas por tener tanta
familia. Parecen ser víctimas de un sistema insoportable. Esto no conviene. Todo niño
merece buena comida, ropa limpia, el cuidado de su salud, educación formal y, sobre
todo, instrucción espiritual y la disciplina (Efes. 6:4). Los niños dejados solos llegan a ser
ladrones. La herencia de Dios llega a ser la herencia de Satanás. Por lo tanto, cada pareja
necesita tomar en serio lo que significa tener hijos. Deben cuidar de los hijos que Dios les
dé, pero deben usar su inteligencia para decidir cuántos hijos puedan criar en manera
responsable.
Conclusión
1. Gén. 1:27, 28, "varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo:
Fructificad ...", pero antes de eso Dios dijo, "No es bueno que el hombre esté solo; le haré
ayuda idónea para él". El hombre necesita compañera. El apetito sexual se satisface en el
matrimonio. No se puede decir que esto es meramente incidental a la procreación. 1 Cor.
7:1-5 aclara bien este asunto; el marido y la esposa deben cumplir con el deber conyugal,
para evitar la fornicación. Así es el plan de Dios.
2. El matrimonio no es un sacramento. La iglesia no debe hacer ordenanzas sobre
el asunto. Los decretos del clero romano son preceptos humanos y no valen nada (Mat.
15:9). Las leyes humanas invalidan las leyes de Dios (Mat. 15:3).
3. La enseñanza católica de que el abstenerse del acto sexual es el único medio de
controlar la natalidad no es bíblica. Hemos probado que lo que se llama "natural" no lo
es, sino es violación de 1 Cor. 7:5.
4. No es correcto enseñar que la ley de Dios requiere que al casarse los esposos
deben procrear hijos hasta su límite biológico (generalmente, un hijo cada año). Si algún
matrimonio quiere tener un hijo cada año, es cosa de ellos. Hay muchas familias grandes
que son muy felices. No decimos nada en este artículo para criticar a las familias grandes,
con tal que sean responsables.
5. Pero el propósito de este estudio es condenar los reglamentos de hombres. La
enseñanza de la Iglesia Católica no se basa en la Biblia, sino en su propia teología. El
fruto de la religión católica es la ignorancia, la superstición, la pobreza y la miseria pero
sigue enseñando que es pecado limitar la familia (excepto por medio de abstenerse
sexualmente); es decir, la pobre gente católica sigue obligada a perpetuar su miseria, por
causa del prejuicio de sus líderes.
6. 1 Tim. 5:8, el hombre debe "proveer para los suyos". Si algún hombre quiere
tener hijos, si quiere recibir esta gran bendición de Dios, debe considerar bien su
capacidad para proveer techo, alimentos, ropa, educación, etc. para sus hijos. Hay
factores importantes de salud -- tanto del padre como de la madre -- que tomarse en
cuenta. La mujer cristiana debe considerar seriamente la disposición del marido de
trabajar y proveer para los suyos. El marido cristiano debe tomar en cuenta la actitud de
su esposa con respecto a ser cuidadosa de la casa (Tito 2:5).
7. En fin, todos deben emplear la inteligencia que Dios dio al hombre cuando El
le creó a su imagen.
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Los predicadores deben crecer
Introducción:
A. 1 Tim. 4:13-15, "ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. No
descuides el don que hay en ti ... Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu
aprovechamiento sea manifiesto a todos".
B. Todo predicador del evangelio debe aplicarse a la obra con diligencia para
desarrollar los talentos que Dios le ha dado. Predicamos que los hermanos deben crecer.
"Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo?" (Rom. 2:21). Los predicadores
deben crecer durante toda la vida.
C. No caben en el ministerio del evangelio el descuido, la indiferencia y la
desidia. "Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que
recibiremos mayor condenación" (Sant. 3:1). El evangelista no debe estar satisfecho con
el conocimiento y la habilidad que tiene, sino debe tener un deseo fuerte de aprender
mucho más y de desarrollar más sus talentos para la gloria de Dios y para la salvación de
muchas almas. "Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo
esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren" (1 Tim. 4:16). De esta manera su
aprovechamiento o progreso será manifiesto a todos, y su obra será cada vez más
efectiva.
Santiago (3:1) advierte acerca del peligro de la insinceridad. Posiblemente tenía
en mente lo que Jesús dijo acerca de los maestros de aquel tiempo (Mateo 23:1-12). Si
algún evangelista no está completamente dedicado al estudio de la palabra de Dios y
resuelto a predicarla con toda fidelidad, cae bajo condenación.
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La confesión de pecados
I. Requerida por Dios.
A. Lev. 16:21; 26:40, "Y confesarán su iniquidad".
B. Núm. 5:7, "Confesará el pecado que cometió".
C. Job 33:27, 28, "El mira sobre los hombres; y al que dijere: Pequé, y pervertí lo
recto, y no me ha aprovechado, Dios redimirá su alma para que no pase al sepulcro, y su
vida se verá en luz".
D. Prov. 28:13, "El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los
confiesa y se aparta alcanzará misericordia". V. 14, "Bienaventurado el hombre que
siempre teme a Dios; Mas el que endurece su corazón caerá en el mal".
E. Jer. 3:13, "Reconoce, pues, tu maldad, porque contra Jehová tu Dios has
prevaricado ... y no oíste mi voz, dice Jehová".
F. Sant. 5:16, "Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros,
para que seáis sanados" (físicamente, véase el v. 15); a veces el pecado se relaciona con
la enfermedad.
G. 1 Juan. 1:9, "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar
nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad".
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El hablar en lenguas
I. Promesa de Cristo, Mar. 16:17-29.
A. "Señales". Las señales son "prendas de autoridad y poder divinos". El hablar
en lenguas era "señal" para los incrédulos, 1 Cor. 14:22.
B. "Nuevas". La palabra "nuevas" (KAINOS) "denota nuevo, de aquello que es
desusado o no usado, no nuevo en el tiempo, sino nuevo en cuanto a forma o cualidad, de
diferente naturaleza de aquello con lo que se contrasta como viejo. 'Las nuevas lenguas',
KAINOS, de Mar. 16:17 son las 'otras lenguas', HETEROS, de Hech. 2:4. Estos lenguajes,
sin embargo eran 'nuevos' y 'diferentes' no en el sentido de que nunca hubieran sido oídos
con anterioridad, ni a que fueran nuevos para los oyentes, porque es evidente, en base del
v. 89, que no es así; eran nuevas lenguas para los que hablaban, diferentes de aquellas en
las que estaban acostumbrados a hablar".
C. "Lenguas". "GLOSSA se usa de ... el don sobrenatural de hablar en otro
lenguaje sin haberlo aprendido". Las nuevas lenguas fueron los idiomas que los apóstoles
y otros podían hablar milagrosamente; es decir, sin estudiarlos.
II. El primer cumplimiento de la promesa: Hechos 2.
A. Hech. 2:4, "Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en
otras lenguas, según el espíritu les daba que hablasen". El contexto hace claro el asunto.
Los v. 9-11 explican que había gente en Jerusalén de varias naciones. Las "otras lenguas"
eran las lenguas de los judíos de varias naciones ("nuestra lengua en la que hemos
nacido", v. 8), lenguas que los apóstoles no sabían, pues eran galileos (v. 7).
B. La palabra "lengua" en el v. 8 es "DIALEKTOS ... el lenguaje o dialecto de un
país o distrito; se traduce 'lengua' en todos los pasajes en que aparece, Hech. 1:19; 2:6,8;
21:40; 22:2; 26:14. Ver también LENGUAJE". El uso de esta palabra da énfasis al hecho
de que las "lenguas" referidas en este texto eran los idiomas ordinarios que la gente
hablaba. Es importante notar que la palabra GLOSSA (lengua) se usa como la palabra
DIALEKTOS (lengua) para indicar "lenguaje". La diferencia es que GLOSSA se refiere al
lenguaje como don de Dios; es decir, lenguaje que los apóstoles y otros cristianos podían
hablar sin estudiarlo.
C. ¿Milagro en el oído? Se hace la pregunta, "¿hubo milagro en el oído de los
extranjeros?" porque el v. 8 dice, "¿Cómo, pues les oímos nosotros hablar cada uno en
nuestra lengua?" La respuesta es negativa, porque no había necesidad de milagro en el
oído de ellos. Los apóstoles hablaron en "lenguas" (varias lenguas), las lenguas de ellos
(léanse los v. 1,4,6,11). Si alguien me habla en inglés no necesito milagro en el oído para
entenderle. Se registra el evento desde el punto de vista de los oyentes, pero esto no
indica en ninguna manera que hubiera milagro en el oír.
D. El efecto sobre la gente. "Y estaban atónitos y maravillados" (v. 7). Pero
"otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto", v. 13. Recuérdese que 1 Cor. 14:22
dice, "lenguas son por señal". En este caso los incrédulos eran los judíos que no
aceptaban que Jesucristo era el Mesías. Las lenguas era señal para ellos. Pero al mismo
tiempo la "señal" era una advertencia (estúdiese bien el contexto de 1 Cor. 14:22).
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No dados a mucho vino
Introducción:
Uno de los requisitos para ser diácono es "no dados a mucho vino", 1 Tim. 3:8.
¿Qué quiere decir esto? Algunos hermanos dicen que los diáconos pueden beber con
moderación las bebidas intoxicantes.
Tales hermanos ponen en contraste los v. 8 y 3 (que el obispo no debe ser "dado
al vino") y concluyen que el obispo tiene que abstenerse totalmente porque su trabajo es
más serio y su responsabilidad es más grande. Pero creen que el trabajo del diácono no es
tan serio y, por eso, que el diácono puede tomar, sólo que no se emborrache. Desde
luego, si los diáconos pueden tomar, los demás miembros pueden hacer lo mismo.
VII. "Pablo dijo que Timoteo debiera tomar vino", 1 Tim. 5:23.
A. ¿Con sus amigos? ¿socialmente? ¿Una botella o una copa antes de cenar?
¿tomar para estar más alegre? Dijo Pablo, "Ya no bebas agua, sino usa de un poco de
vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades". Es probable que Pablo
quiere decir, "Ya no bebas agua solamente, sino usa también de un poco de vino"
(compárese Juan 6:27, trabajar no solamente por la comida que perece, sino también por
la comida que a vida eterna permanece).
B. Como medicina. Luego agrega, "por causa de tu estómago y de tus frecuentes
enfermedades"; es decir, usar de vino como medicina. Compárese Luc. 10:34. Claro es
que este texto no tiene nada que ver con el tema de beber socialmente. Nos extraña que
Pablo tuviera que recomendar esto a Timoteo. Nos preguntamos si acaso Timoteo se
abstenía de todo producto de la vid.
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La dirección de nuestros hijos
Introducción:
A. Sal. 119:9, "¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra".
B. En este estudio se investigan algunos de los problemas que los jóvenes tienen
que enfrentar. Es necesario que los padres, predicadores y maestros comprendan a los
jóvenes para poder ayudarles.
C. Efes. 6:4, "Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino
criadlos en disciplina y amonestación del Señor". Los padres deben criar a sus hijos y no
simplemente provocarles a ira. Lamentablemente mucho de lo que se llama "disciplina"
es más bien "provocación".
V. El papel de la iglesia.
A. No actividades sociales. Los hermanos liberales creen que la iglesia debe
proveer toda clase de diversión y actividad social para no perder a los jóvenes, pero la
Biblia no enseña tal cosa. La iglesia debe enseñar tanto a los jóvenes como a los adultos y
ancianos. Lo que Pablo dice en 2 Tim. 3:16, 17 se aplica a los jóvenes: las Escrituras son
adecuadas y apropiadas para todas sus necesidades y deben escucharlas y practicarlas. La
Biblia es libro de soluciones, contesta las preguntas y resuelve las dudas tanto de jóvenes
como de grandes. Cuando los jóvenes obedecen al evangelio, llegan a ser miembros
responsables de la iglesia. Deben dedicarse al Señor y emplear sus talentos en Su
servicio. Muchos jóvenes cristianos son muy activos en la iglesia, enseñando clases
bíblicas, haciendo obra personal, etc. Deben participar con ánimo en las varias
actividades de la iglesia. Deben cantar con ánimo, estudiar con entusiasmo, dar de lo que
ganan, preparar y presentar estudios y en todo sentido aprovecharse de sus oportunidades
para servir a Dios. Timoteo y Tito han dejado buenos ejemplos para los jóvenes que
quieren predicar. Los jóvenes tienen mucho que decir a la iglesia; las enseñanzas y las
exhortaciones de los jóvenes llevan mucho peso y edifican a la iglesia. Todos pueden
invitar y enseñar a sus amigos, repartir folletos y tratados, y estar ocupados en la viña del
Señor, siendo miembros responsables como los adultos.
Conclusión:
A. Es cierto que este mundo está lleno de maldad, pero siempre ha sido así. Es
cierto que hay hipócritas, aun en la iglesia, pero siempre ha habido. Es cierto que los
jóvenes no reciben beneficio espiritual en la escuela, sino estorbo, pero esta triste
condición viene siendo como desafío a los jóvenes cristianos. Deben ser verdaderamente
la sal de la tierra y la luz del mundo en la escuela, en su empleo, entre sus amigos y en
todo lugar.
B. Los padres deben enseñar a sus hijos y deben ser buenos ejemplos para ellos.
Sin lugar a dudas, el ejemplo de los padres -- y esto incluye su actitud -- y la enseñanza
en el hogar son de suma importancia. Verdaderamente el destino de los hijos, no
solamente en este mundo sino en el venidero, es determinado por los padres.
C. La iglesia también tiene su papel, pero es espiritual. Es el trabajo de enseñar.
La iglesia debe a los jóvenes la dirección espiritual, no la dirección social.
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Sufrió nuestros dolores
Introducción:
A. Isa. 53:4 dice, "Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros
dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido". Esta profecía,
escrita unos ocho siglos antes de Jesucristo, describe sus sufrimientos, como si fueran
historia.
B. El mensaje central de la Biblia es la cruz (los sufrimientos y la muerte) de
Cristo por los pecados del mundo. 1 Cor. 2:2, "Pues me propuse no saber entre vosotros
cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado".
C. Jesucristo se perfeccionó por aflicciones, y llegó a ser nuestro Sumo Sacerdote,
nuestro Mediador, por haber sufrido por nosotros. Heb. 2:18, "Pues en cuanto él mismo
padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados".
D. Ahora invita todos: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y
yo os haré descansar" (Mat. 11:28).
E. Fil. 3:10, Pablo quiso ser hallado en El, "a fin de conocerle, y el poder de su
resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su
muerte".
Conclusión:
A. En este breve estudio se han enumerado algunos de los sufrimientos de Jesús
que compró nuestra redención.
B. ¡Todo por nosotros! Si no recordamos esto, es por demás leer estas
narraciones. Al leer Isa. 53 es importante dar énfasis a la palabra "nuestros":
"Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le
tuvimos por azotados, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras
rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su
llaga fuimos nosotros curados". Todo lo aguantó por nosotros.
C. La cruz demuestra cómo Dios aborrece el pecado.
D. La cruz nos hace ver el gran precio pagado por la iglesia (Hech. 20:28; Efes.
5:25-27). Fue el precio de la redención, Apoc. 7:14.
E. La cruz nos hace ver el gran valor del alma del hombre.
F. La actitud apropiada hacia la cruz se halla en Gál. 2:20: "Con Cristo estoy
juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la
carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí";
y en 6:14, "Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo,
por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo".
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El egoísmo
Introducción:
A. Léase Fil. 2:1-4, 20 ,21.
B. El egoísmo significa "Inmoderado amor de sí mismo, que hace pensar sólo en
el interés personal: el egoísmo es una imperfección del corazón y de la inteligencia". El
egoísmo nos obliga a ser indiferentes hacia otros, y preocuparnos solamente por los
asuntos personales.
C. El egoísmo es la raíz de muchos males. Se expresa y se observa en muchas
formas: en el amor hacia el mundo ("amadores de los deleites más que de Dios", 2 Tim.
3:4); en la falta de fruto llevado para Dios; es la causa de muchísimos pecados, tales
como el adulterio, el hurto, el homicidio, la envidia, la venganza, la malicia, y aun de la
flojera.
I. Ejemplos bíblicos.
A. Adán y Eva. Gén. 3:6. Quisieron comer del fruto prohibido.
1. A pesar de lo que Dios había dicho, a pesar de la voluntad de Dios.
2. A pesar de las consecuencias sobre la raza humana (la muerte física).
3. La única cosa que les interesó fue lo que ellos mismos en ese momento
querían hacer. Así es el egoísmo, y así son sus consecuencias (Gén. 3:16-24).
B. Acán. Josué 7:7-10. Tomó del despojo prohibido de Jericó (véase Josué 6:17-
19, 24, todo el tesoro era para la casa de Dios).
1. Pero Acán codició lo prohibido, lo tomó y lo escondió bajo tierra en
medio de su tienda (Josué. 7:21).
2. A pesar de la voluntad de Dios.
3. A pesar de la consecuencia para él, su familia, y el pueblo.
4. Josué 7:1, "Pero los hijos de Israel" pecaron. Todo el pueblo fue
afectado por el pecado de Acán. Dios tenía a todos por responsables; lo que afectó a una
sola persona afectó a todos. Así es en la iglesia, porque es un cuerpo (1 Cor. 12:26; 5:6).
Es triste decirlo pero hay miembros de la iglesia que no quieren aprender esta lección. La
actitud de algunos es que "No me importa si mi conducta perjudica la obra y causa
escándalos en la iglesia; lo único que me importa es que yo haga lo que quiera".
5. La consecuencia del pecado de Acán: la muerte de treinta y seis
hombres (Jos. 7:5), porque estos salieron al encuentro con los enemigos y fueron
derrotados porque Dios no estaba con ellos debido al pecado de Acán. Entonces "el
corazón del pueblo desfalleció y vino a ser como agua". Toda la nación fue derrotada,
humillada y avergonzada. ¿Por qué? Porque un solo hombre quería solamente lo que él
consideraba beneficio para sí mismo sin preocuparse por los demás. ¿Cuántas iglesias de
Cristo sufren a consecuencia del egoísmo de ciertos miembros?
C. El rey Saúl. 1 Sam. 15:21-23. Saúl pecó e hizo pecar al pueblo, porque siendo
rey, él podía haber llevado a cabo el mandamiento de Dios.
1. ¿Cuál era el egoísmo de Saúl? El quería agradar al pueblo; quería
conservar su popularidad con ellos. Esto es puro egoísmo. Para lograr su propósito él
permitió que ellos desobedecieran el mandamiento de Dios. Dios le mandó (v. 3), "Ve,
pues, y hiere a Amalec, y destruye todo lo que tiene, y no te apiades de él; mata a
hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos". Pero "el
pueblo perdonó lo mejor de las ovejas y de las vacas, para sacrificarlas a Jehová". Saúl lo
permitió para complacer al pueblo, pero fue acto de desobediencia.
2. El pueblo hizo mal, pero Saúl era responsable delante de Dios. Dice
Samuel (v. 22), "¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que
se obedezca a las palabras de Jehová?" El problema fue que Saúl no pensaba en
complacer a Dios, sino al pueblo y haciendo esto complacía a sí mismo.
3. Las consecuencias. Siempre el egoísmo tiene consecuencias feas. Saúl
fue desechado para que no siguiera como rey de Israel, porque él desechó a Dios.
D. El rey David. 2 Sam. 11:2-4. Cometió adulterio y homicidio.
1. David, siendo rey, era hombre que tenía gran responsabilidad bajo la
tutela de Dios, era el pastor de la nación. El pueblo lo tenía en alta estima. El bienestar de
la nación dependía de él.
2. Pero "vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual
era muy hermosa", el egoísmo tomó control de la vida del rey. En esta ocasión no
consideró ni a Dios ni a la mujer a quien codiciaba, ni al marido de ella, ni al pueblo de
Israel, sino solamente se consideró a sí mismo. Sólo pensaba en una cosa, su propia
gratificación sensual.
3. 2 Sam. 12:14, "con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de
Jehová". ¿Era tan serio el asunto? Sí, y hacemos lo mismo cuando somos tropiezo a la
iglesia (1 Cor. 10:32). Las hermanas que no quieren ser "cuidadosas de su casa" causan
que la palabra de Dios sea blasfemada (Tito 2:5). Todos los miembros indiferentes y
mundanos hacen lo mismo.
4. David cometió una serie de pecados: Codició la mujer de su prójimo,
cometió adulterio con ella, y destruyó al marido de ella. "Poned a Urías al frente, en lo
más recio de la batalla, y retiraos de él, para que sea herido y muera" (2 Sam. 11:15).
¿Cómo es posible que un gran hombre y gran rey como David hiciera tal cosa? Porque
fue guiado y llevado por el egoísmo. Nosotros somos capaces de hacer cosas semejantes
si nos dejamos llevar por el egoísmo. Urías estaba dispuesto a morir por su rey y su
nación, pero David estaba dispuesto a matar a Urías para cubrir su pecado. Urías estuvo
con "los hombres más valientes" (11:16), y David se identificó con los más cobardes. El
egoísmo nos convierte en gente torpe y cobarde.
E. Hageo 1:2-5, Cómo el egoísmo afectó a los judíos.
1. No tenían tiempo para construir la casa de Dios, pero sí tenía tiempo
para construir sus propias casas. "Este pueblo dice: No ha llegado aún el tiempo, el
tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada ... ¿Es para vosotros tiempo ... de habitar
en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta?"
2. ¿Cuántos hermanos tienen tiempo solamente para sus propias casas y
para sus propios intereses y no hay tiempo para el Señor? No consideran a Dios, ni el
templo (iglesia) de Dios (1 Cor. 3:16; Efes. 2:20, 21). Mat. 6:33, "Mas buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia ..."
F. Luc. 12:15-21, obsérvense los pronombres personales en esta parábola; indican
puro egoísmo. Este hombre pensaba solamente en sí mismo, y no en otros. Con esta
parábola Cristo ilustra el pecado de "avaricia" (v. 15; 1 Tim. 6:9, 10), que es otra palabra
para "egoísmo".
G. Hech. 5:1-11, el doble egoísmo de Ananías y Safira. En su egoísmo quisieron
ser alabados por ser generosos, pero también quisieron quedarse con sus bienes
materiales. Llevados por este egoísmo, mintieron a Dios.
H. Hech. 8:18-23, ¿Por qué quería Simón el poder para impartir los dones? ¿Para
edificar a la iglesia? ¿Para avanzar la obra? Es otro caso del egoísmo. El corazón del
egoísta se describe en los v. 21,23.
I. 3 Juan 9, 10, Diótrefes amó el primer lugar. ¿Por qué? ¿para servir a Dios
mejor? o ¿para satisfacer su propio orgullo?
II. El remedio.
A. Mat. 16:24, "niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame".
B. Gál. 2:20, "Con Cristo estoy juntamente crucificado".
C. 1 Cor. 9:27, "golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre".
D. 2 Cor. 8:5, "a sí mismos se dieron primeramente al Señor".
E. Luc. 22:27, "Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve".
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"Consumado es"
Introducción:
A. Juan 19:30, "Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y ha-
biendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu". V. 28, "sabiendo Jesús que ya todo estaba
consumado".
B. La expresión "consumado es" traduce la palabra TETELESTAI, que significa
"llevado a su fin completo y perfecto". Apoc. 15:1 "en ellas se consumaba la ira de Dios";
es decir, ira total, ira derramada a la medida más completa. La vida y obra de Jesús -- el
propósito divino de su venida al mundo -- fue llevado a cabo a la medida perfecta.
C. Esta palabra bien describe la historia de la vida de Jesús. Como El dice en Juan
17:4, "he acabado la obra que me diste que hiciese". Con esta palabra El glorificó a Dios.
I. ¿Consumar o comenzar?
A. Algunos obedecen al evangelio y así comienzan bien su servicio a Dios, pero
después dejan de servirle.
1. 1 Cor. 9:24-27, "Corred de tal manera que lo obtengáis", nada de
indecisión, nada de indiferencia. Algunos empiezan la carrera como campeones, pero no
la terminan. Lo que cuenta no es simplemente empezar; el premio es para los que
terminan la carrera.
2. Gál. 5:7, "Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a
la verdad?" 6:9, "No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si
no desmayamos". 2 Cor. 4:1, "no desmayamos"; v. 16, "no desmayamos".
B. Heb. 12:1, 2, "corramos con paciencia (perseverancia) ... puestos los ojos en
Jesús, el autor y consumador de la fe", recordando siempre que El podía decir, "Yo te he
glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese" (Jn. 17:4), y sobre la
cruz, "Consumado es". El podía decir "consumado es" con respecto al propósito de Su
vida; así debemos poner los ojos en El como nuestro perfecto ejemplo.
C. Cristo realizó su meta en este mundo porque tenía un propósito fijo y firme:
"Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra" (Jn. 4:34).
1. Como consecuencia de esa determinación, El podía decir, "¿Quién de
vosotros me redarguye de pecado?" (Jn. 8:46). Véanse también Heb. 7:26 y 1 Ped. 2:22.
2. Jesús nunca pecó, ni en hecho, ni en palabra, ni en pensamiento.
Nosotros hemos cometido muchas faltas que nos causan remordimiento, pero Jesús no
tuvo que lamentar ningún pecado. Durante su vida entera El no tuvo que hacer ninguna
corrección, y no dejó de hacer alguna cosa que debió haber hecho. No descuidó ningún
deber (Jn. 17:4).
3. ¡He aquí una vida perfecta! Desde Belén hasta el Calvario, en su vida
privada o pública, todo era perfecto, acabado, consumado, una serie de perfecciones. Por
lo tanto, "El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la
sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza ... Al que está sentado en el trono,
y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos"
(Apoc. 5:12,13).
IV. La palabra "consumado" indica que todas las marcas de identidad del Mesías se
cumplieron en Jesús.
Los profetas del Antiguo Testamento pronunciaron profecías acerca del Mesías:
su nacimiento, su obra, sus milagros, su muerte y su resurrección. Hech. 1:16, "era
necesario que se cumpliese la Escritura" (véase Luc. 24:44), y todas las profecías se
cumplieron, fueron "consumadas". Los judíos no podían nombrar ninguna profecía del
Mesías no cumplida por Jesucristo.
1. Isa. 53, todo el capítulo, cumplido al pie de la letra.
2. Jn. 13:18, "El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar"
(cumplimiento de Sal. 41:9, cuando Judas entregó a Jesús).
3. Jn. 19:24, "sobre mi ropa echaron suertes", profecía de Sal. 22:18,
cumplida por los soldados que crucificaron a Jesús.
4. Mat. 27:46, "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" Sal.
22:1.
VI. "Consumado es" indica también que Cristo es nuestro perfecto ejemplo al
guardar la ley de Dios.
A. El vivió bajo la ley del Antiguo Testamento, y la guardó perfectamente sin
pecar una sola vez (Gál. 4:4, 5; 1 Ped. 2:22). Jesús guardó el sábado, las fiestas solemnes,
iba fielmente a la sinagoga los sábados, etc. y también enseñó a sus discípulos que
deberían guardarla (Mat. 5:19). Cristo cumplió la ley y entonces la clavó a la cruz (Col.
2:14).
B. Hoy en día muchos quieren destronar a Dios, porque no respetan Sus leyes.
Creen que las leyes -- tanto las divinas como las humanas -- existen solamente para
quebrantarse, pero Cristo es nuestro perfecto ejemplo en obedecer la ley, tanto la ley civil
como la ley de Dios. Los apóstoles nos enseñan a someterse al gobierno civil, pagar los
impuestos y respetar sus ordenanzas (Rom. 13:1-7; 1 Ped. 2:13-17).
C. Además, en la muerte de Cristo se observa la vindicación de la justicia de Dios
que dice que "la paga del pecado es la muerte" (Rom. 6:23). Jesús pagó ese precio y la
demanda de la ley de Dios quedó satisfecha.
Conclusión:
A. "Consumado es" el perfecto sacrificio. El murió por usted. ¿Es usted salvo?
B. El precio de la redención de nosotros fue pagado. ¿Ha sido usted redimido?
C. La iglesia fue comprada con esa preciosa sangre. ¿Es usted miembro de su
iglesia?
D. Esa sangre nos lava de todos los pecados. ¿Es usted lavado en la sangre de
Cristo?
E. "Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido
perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen" (Heb.
5:8,9). ¿Le ha obedecido usted?
**********
"Yo endureceré su corazón"
Ex. 4:21, "dijo Jehová a Moisés: Cuando hayas vuelto a Egipto, mira que hagas
delante de Faraón todas las maravillas que he puesto en tu mano; pero yo endureceré su
corazón, de modo que no dejará ir al pueblo".
¿Por qué haría Dios tal cosa? ¿Por qué endureció el corazón de Faraón? ¿Qué
quiere decir esto? ¿Fue dominada la mente de Faraón enteramente por Dios para que
fuera condenado? ¿Perdió él la facultad de decidir y de ejercer su propia voluntad?
Los siguientes textos dicen que el Señor endureció el corazón de Faraón: Ex.
7:13; 9:12; 10:1, 20, 27; 11:10; 14:8; Deut. 2:30.
Conclusión
Faraón tenía toda la culpa en el asunto del endurecimiento de su corazón. La parte
de Dios era simplemente dar órdenes y confirmarlas con milagros y esto endureció a
Faraón porque se rebeló contra Dios y no estaba nada dispuesto a obedecerle.
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El Tabernáculo verdadero
Dice Hebreos 8:1, 2, "Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo
es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad
en los cielos, ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el
Señor, y no el hombre". Otra referencia al tabernáculo se halla en Heb. 9:11, "Pero
estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y
más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación".
Cristo el Santuario
Recuérdese que la idea básica del santuario era la presencia de Dios con el
pueblo. Ahora no tenemos tabernáculo o templo material como el de los israelitas. Dios
está con su pueblo ahora a través de Cristo. El es nuestro Verdadero Tabernáculo.
Mat. 1:21, Jesús es llamado Emanuel, Dios con nosotros.
Juan 1:14, "Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros". La palabra
"habitó" es la palabra ESKENOSEN, forma de la palabra "tabernáculo". (En inglés la
palabra "tabernacle" es tanto verbo como sustantivo; se puede decir que Jesús
"tabernacled" entre nosotros).
Juan 2:19-21, "Destruid este templo, y en tres días lo levantaré ... hablaba del
templo (naos, santuario) de su cuerpo".
Es obvio en el Nuevo Testamento que Jesucristo se identificó personalmente con
el tabernáculo o templo. En Cristo nos reunimos con Dios, la humanidad con la deidad.
El Hijo de Dios también se llama en muchos textos el Hijo del Hombre. Dice Pablo (Col.
2:9), "Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la deidad".
Con razón, pues, Cristo -- nuestro Perfecto Santuario -- se disgustó con los que
profanaron el templo (Mat. 21:12-17).
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Introducción:
A. Es pensamiento terrible. Pablo habla de los que son juzgados indignos de la
vida eterna.
B. Pero aun peor es el pensamiento de que ellos mismos juzgaron y sentenciaron a
sí mismos. Se juzgaron y se condenaron solos.
C. ¿Por qué harían tal cosa? ¿Qué clase de gente haría tal cosa?
Conclusión:
A. De esta manera los judíos se juzgaron a sí mismos indignos de la vida eterna:
(dar resumen de los números II - VII).
B. La reacción de Pablo: v. 51, "sacudiendo contra ellos el polvo ..." (véase Mat.
10:14).
C. Los gentiles "que estaban ordenados para vida eterna". La palabra "ordenados"
significa "dispuestos, puestos en orden". Ellos mismos hicieron esto porque tenían buen
actitud hacia la palabra y buena disposición para aceptarla. "Se regocijaban y glorificaban
la palabra del Señor".
D. Obsérvese otra vez el contraste entre la actitud de los judíos (v. 45, "se
llenaron de celos, rebatían ... contradiciendo y blasfemando") y la actitud de los gentiles.
Por lo tanto, los judíos juzgaron a sí mismos como indignos de vida eterna, y los gentiles
se dispusieron a sí mismos como dignos de vida eterna porque creyeron el mensaje.
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III. La esposa no debe ser contenciosa o rencillosa. Prov. 19:13; 21:19; 27:15.
A. Salomón tenía 700 esposas y 300 concubinas; sin duda tuvo mucha experiencia
con mujeres contenciosas y rencillosas.
B. La mujer que vive llorando, quejándose, criticando y regañando llena su casa
con veneno y amargura.
C. Prov. 31:11, "El corazón de su marido está en ella confiado", y el corazón de la
mujer debe estar confiado en su marido.
D. Gál. 5:19-21. Este texto habla de "pleitos, celos, iras, contiendas ... envidias",
juntamente con "adulterio, hechicerías, etc." Si hay amor, confianza y paciencia, no habrá
lugar para celos, envidias y pleitos.
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La Deidad de Cristo
Introducción:
La palabra "Deidad" significa lo mismo que "Dios"; es decir, al hablar de la
"Deidad" de Cristo, se afirma que El posee todos los atributos para ser llamado Dios.
Cristo es Dios (Rom. 9:5; Tito 2:13; 2 Ped. 1:1; 1 Jn. 5:20), porque es eterno,
todopoderoso, omnisciente, el creador, perdona pecados, es adorado, etc. y, por lo tanto,
es "igual a Dios" (Jn. 5:18).
I. Cristo es Dios.
A. Rom. 9:5, "el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos". La
Biblia dice claramente que Cristo es Dios. No es Dios el Padre, sino Dios el Hijo. El
nombre "Hijo de Dios" equivale al nombre "Dios el Hijo". La versión citada aquí (Valera
Revisada) no se ha rechazado oficialmente por los "testigos" del Atalaya (el grupo
religioso más anticristo en el mundo); por lo tanto, esta versión se debe usar con toda
confianza en las discusiones con ellos, porque la Traducción del nuevo mundo (TNM) de
ellos no es una "versión" sino una "perversión" de la palabra de Dios.
1. La TNM cambia Rom. 9:5, añadiendo la palabra "sea". Dice esta
versión, "Dios ... sea bendito". Lo cambian por completo para refutar la deidad de Cristo.
2. Sin embargo, el texto griego usado en su "Kingdom Interlinear
Translation of the Greek Scriptures", traducción interlinear del griego al inglés, no dice
"sea". No está la palabra "sea" en el texto griego que ellos mismos usan, sino que aparece
solamente en la TNM.
B. Tito 2:13, "nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo".
1. La TNM cambia ese versículo también; dice, "y del Salvador
Jesucristo", para negar la Deidad de Cristo.
2. Pero en el texto griego de ellos no aparece la palabra "del". Así es que
otra vez su texto griego choca con la TNM.
C. 2 Ped. 1:1, "nuestro Dios y Salvador Jesucristo".
1. La TNM añade otra vez la palabra "del" para separar la palabra "Dios"
de Jesucristo.
2. Pero otra vez la palabra "del" no aparece en su texto griego.
3. Obsérvese que en 2 Ped. 1:11, la construcción gramatical es idéntica
con la del v. 1. Dice, "nuestro Señor y Salvador Jesucristo". En este versículo la TNM no
añade la palabra "del", aunque la construcción gramatical en este versículo es idéntica a
la del v. 1. La única diferencia es que en el v. 1 Pedro dice "Dios", y en el v. 11 dice,
"Señor". Si en el v. 11 no debe añadirse la palabra "del", entonces no hay razón alguna
para añadirla en el v. 1. Así es que los "testigos" se condenan solos.
D. 1 Jn. 5:20, "y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el
verdadero Dios, y la vida eterna". Lo más curioso de todo es que la TNM no cambia este
texto como cambia los otros que afirman la deidad de Cristo. Es increíble que lo hayan
dejado así como está, aunque afirma en forma clara e innegable que Cristo es "el
verdadero Dios".
E. Heb. 1:8, "del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo". La TNM
tuerce este texto, diciendo que Dios es tu trono.
V. Cristo es adorado.
A. Mateo 4:10, "Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás". La palabra
"adorar" traduce la palabra PROSKUNEO que significa "postrarse". En la TNM esta
palabra (Mat. 4:9,10) se traduce las dos veces "adorar". Sin embargo, en todo caso en los
que se refieren a Cristo, o sea cuando la gente adoró a Cristo (postrándose delante de El),
la TNM dice "rendir homenaje" en vez de "adorar", para negarle a Cristo el honor que
merece. Juan 5:23, "para que todos honren al Hijo como honran al Padre".
B. Varias personas adoraron a Cristo:
1. Mateo 2:11, los magos, "postrándose, lo adoraron".
2. Mateo 8:2, "vino un leproso y se postró ante él".
3. Mateo 9:18, un hombre principal "se postró ante él".
4. Mateo 14:33, los discípulos "le adoraron, diciendo: Verdaderamente
eres Hijo de Dios".
5. Mateo 15:25, la mujer cananea "se postró" ante El.
6. Mateo 20:20, la madre de Juan y Jacobo, "postrándose" ante El.
7. Mateo 28:9, las mujeres "abrazaron sus pies y le adoraron".
8. Mateo 28:17, los once "le adoraron".
9. Juan 9:38, el que estaba ciego "le adoró".
10. Heb. 1:6, "adórenle todos los ángeles".
C. Hech. 10:26, Cornelio, postrándose a los pies de Pedro, le adoró, pero Pedro no
aceptó su adoración, sino le dijo, "Levántate, pues yo mismo también soy hombre". Sin
embargo, Cristo nunca rehusó la adoración de la gente.
D. Apoc. 19:10, Juan se postró a los pies del ángel para "adorarle", pero dijo el
ángel: "Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el
testimonio de Jesús. Adora a Dios". Cristo nunca rehusó recibir la adoración de la gente,
porque El es Dios. Recuérdese que los "testigos" dicen que Cristo fue creado, que es una
criatura. Según ellos, pues, un ser creado -- una criatura -- recibe adoración. ¿Qué dijo
Pablo acerca de la adoración de la criatura en Rom. 1:25? Si Cristo es simplemente una
criatura, entonces es pecado adorarle.
VI. El nombre "Jehová" se aplica a Cristo también. Varios textos del Antiguo
Testamento que se refieren a Jehová se aplican en el Nuevo Testamento a Cristo.
A. Isa. 40:3, "Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová. Esta voz
era la de Juan el Bautista que fue delante de Cristo (Mateo 3, Mar. 1 y Lucas 3). Dice
Juan el Bautista, (Jn. 3:28), "Yo no soy el Cristo; sino que soy enviado delante de él".
Véanse Malaquías 3:1 y Marcos 1:2. Isaías y Malaquías dijeron que este mensajero iría
delante de Jehová y lo hizo yendo delante de Cristo. No se puede negar que el nombre
"Jehová" se aplica a Cristo.
B. Isa. 44:6; Apoc. 1:8, 11, 17; 22:12, 13, 16. Jehová es el primero y el último;
Cristo es el primero y el último. Pero no puede haber dos primeros y dos últimos; por lo
tanto, Cristo es Dios y el nombre "Jehová" se aplica a El también. Lo que se afirma de
Dios o de Jehová en el Antiguo Testamento se aplica también a Cristo, como se ve
claramente en el Nuevo Testamento.
C. Isa. 45:23; Fil. 2:10, 11. Se doblará toda rodilla delante de Jehová, según
Isaías, y se doblará toda rodilla delante de Cristo, según Pablo. Pablo cita a Isaías; los dos
textos son en realidad una sola verdad aplicable a Dios. Cristo es Dios.
D. Joel 2:32; Hech. 2:21. "Todo aquel que invocare el nombre de Jehová será
salvo"; "Todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo"; Rom. 10:9, 13, "Jesús
es el Señor ... todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo". Jehová es el
Salvador; Cristo es el Salvador.
E. Zacar. 11:12, 13; Mat. 27:9, 10, el precio con que me han apreciado: Jehová en
Zacarías, Cristo en Mateo. Toda persona sincera puede ver claramente esta sencilla
verdad, demostrada tantas veces, de que Cristo cumple estas profecías, y las cumple
porque el nombre "Jehová" es aplicable a El también.
F. La Traducción del Nuevo Mundo de los "testigos" nos ayuda bastante para
comprobar esta verdad. Considérese Rom. 14. En los v. 6-8, la palabra KURIOS, palabra
griega que se traduce "Señor", es traducida "Jehová" en la TNM seis veces. Por lo tanto,
en el v. 9 la palabra KURIOS debe ser traducida "Jehová", porque así la traducen seis
veces en los v. 6-8. ¿Qué dice el v. 9? "Porque Cristo para eso murió y resucitó, y volvió
a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven". Según la práctica de la
TNM de traducir la palabra KURIOS "Jehová", el texto debe decir en la TNM, "para ser
Jehová". Lo mismo en el v. 14, "Yo sé, y confío en el Señor"; la palabra "Señor" debe ser
"Jehová" en la TNM. Según la regla de los mismos "testigos", el texto debe decir,
"Jehová Jesús".
VII. Los "testigos" menosprecian la humillación de Jesús.
A. La humillación de Jesús era indispensable para nuestra salvación.
B. Pero los "testigos" citan todos los textos en los que Jesús se refiere a su
humillación, y los usan para negar la deidad de Cristo. Dice Cristo (Jn. 14:28), "el Padre
mayor es que yo". Tales textos dan énfasis a la humillación de Jesucristo. El llegó a ser el
siervo de los hombres y murió en la cruz para salvarnos, y los "testigos" son de todos los
hombres los más ingratos, porque se aprovechan de estos mismos textos para "probar"
que Cristo no es Dios, sino solamente una criatura.
C. Fil. 2:5-11 habla de esta gran humillación: "el cual, siendo en forma de Dios,
no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo,
tomando forma de siervo..."
1. La palabra clave en este texto es "forma". Sin dejar de ser Dios El
aceptó la forma de hombre, porque Dios no puede morir y El quiso morir por nosotros.
Heb. 2:17 dice lo mismo.
2. La TNM tuerce este texto también. Todo el propósito y diseño de esta
"versión" diabólica es negar y despreciar a Cristo. Pero otra vez el texto griego
(interlineado) que ellos mismos usan dice lo que dicen las versiones confiables. Cristo
puede cambiar su forma, pero no puede dejar de ser Dios. Al decir que Cristo "se despojó
a sí mismo", Pablo inmediatamente explica esta expresión diciendo, "tomando forma de
siervo, hecho semejante a los hombres" (Fil. 2:7); es decir, "se despojó a sí mismo"
simplemente se refiere a la encarnación de Cristo. Al llegar a ser hombre no dejó de ser
Dios (Deidad).
3. Por lo tanto, estando aquí en la tierra en forma de hombre se hizo igual
a Dios (Jn. 5:18). Los "testigos" quieren quitar la fuerza de este texto diciendo que así
dijeron los judíos. Léase con cuidado el texto: no los judíos, sino Juan el apóstol, dice que
Cristo se hizo a sí mismo igual a Dios.
D. 1 Cor. 15:24-28. Dice el v. 28, "... entonces el Hijo mismo se sujetará al que le
sujetó todas las cosas, para que Dios sea todo en todos".
1. Los "testigos" afirman que este texto enseña que Cristo será inferior
para siempre, pero este texto no enseña tal cosa. Recuérdese que Pablo dice clara y
enfáticamente que Cristo es Dios (Rom. 9:5; Tito 2:13), que Cristo es la plenitud de la
Deidad corporalmente (Col. 2:9). Pablo nunca se enredó en contradicciones como lo
hacen los "testigos". Pablo dice en 2 Cor. 1:18, "nuestra palabra a vosotros no es Sí y
No". Cuando él afirmó que Cristo es Dios, siempre era consecuente con esa afirmación.
2. 1 Cor. 15:24-28 habla de la perfección y terminación de la obra de
Cristo como Salvador y Mediador. El se humilló a sí mismo, participó de carne y sangre
(Heb. 2:14), tomó la forma de hombre y de siervo de hombres (Fil. 2:5-7), para ser
nuestro Salvador y Mediador. Habiendo llegado a ser hombre y habiendo sufrido toda
tentación humana (Heb. 2:18; 4:15,16), El llegó a ser nuestro perfecto Mediador.
3. La Biblia enseña que el Padre ha hecho y hace ciertas cosas para llevar
a cabo la redención del hombre; que el Hijo ha hecho y hace ciertas cosas; y que el
Espíritu Santo ha hecho y hace ciertas cosas. El Padre dio al Hijo toda autoridad (Mat.
28:18), para llevar a cabo Su divina misión como Dios-Hombre. 1 Cor. 15:24-28 habla
del tiempo del fin cuando haya terminado por completo su obra de Salvador, Redentor y
Mediador.
4. Entonces, Dios mismo estará con ellos como su Dios. Todo el trabajo
que Jesucristo ha hecho, hace y hará hasta el fin, se habrá perfeccionado y terminado. No
será necesario que El sea Redentor o Salvador ni Mediador, porque entonces seremos
salvos para siempre, estaremos en la presencia de Dios y no habrá necesidad de
mediador. Por lo tanto DIOS -- Dios el Padre, Dios el Hijo, Dios el Espíritu Santo -- será
TODO EN TODOS.
5. Desde luego, Cristo no se excluye del glorioso reino o reinado eterno,
porque El es Dios, y Dios será todo en todos. Luc. 1:33 dice que Cristo "reinará ... para
siempre, y su reino no tendrá fin". Lo que Pablo dice en 1 Cor. 15:24-28 no contradice,
sino confirma lo que dice Luc. 1:33.
E. Juan 1:14-18, "Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y
vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad ... A
Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo (o Dios), que está en el seno del Padre, él le ha
dado a conocer". La palabra "unigénito" significa "único"; no hay otro como El.
1. Los manuscritos griegos más antiguos y más confiables dicen "el
unigénito Dios". El texto griego usado por los "testigos" dice "el unigénito Dios". No
importa si se traduce "unigénito Hijo" o "unigénito Dios", porque la expresión "Hijo de
Dios" quiere decir "de la misma naturaleza que Dios" y, por lo tanto, "igual a Dios" (Jn.
5:18). Sin embargo, es interesante observar una vez más que las Escrituras afirman la
deidad de Cristo.
2. La palabra "unigénito" significa "único", el único de su clase; no hay
otro como El. Los cristianos somos hijos de Dios, pero Jesucristo ocupa una relación
única con el Padre. Aun cuando El estuvo en la tierra, estuvo en el cielo ("Nadie subió al
cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo", Juan
3:13). Este texto se refiere a la naturaleza doble de Jesús como Dios-Hombre.
3. La palabra "unigénito" no tiene nada que ver con su nacimiento de
María. No tiene nada que ver con su origen, porque siendo Dios eterno no tuvo origen. Es
término significante empleado por Juan para afirmar la relación estrecha y única que
Cristo gozaba con el Padre. El está y siempre ha estado "en el seno del Padre". "En el
principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios" (Jn. 1:1).
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El velo y la comunión
Algunos hermanos dice que 1 Cor. 11:1-16 enseña que en la actualidad la mujer
debe cubrir la cabeza cuando ora, pero no pueden probarla. Si alguna hermana cree que
debe cubrirse, si tiene duda acerca del asunto y cree que para ella fuera mejor cubrirse,
que lo haga, porque es necesario respetar la conciencia (Rom. 14:23).
Los hermanos que creen esta proposición no deben imponerla sobre otros, porque
no pueden probarla. Es una cuestión que cada persona debe decidir por sí misma, y la
conciencia de cada persona debe ser respetada por todos.
Este artículo se escribe con el propósito de evitar la división sobre esta cuestión.
El hermano o la iglesia que impone la práctica como ley causa división y dará cuenta a
Dios por ello.
Si los que creen en la proposición no obligan a otros a que la crean y practiquen, y
si los demás no prohiben la práctica, entonces no habrá división, sino respeto mutuo.
Esta cuestión no se puede comparar con el bautismo, la cena del Señor y otros
asuntos bien claros que tienen que ser creídos y aceptados por todos. Por ejemplo, no
podemos tener comunión con los que dicen que el bautismo no es para perdón de
pecados, ni con los que dicen que no es necesario tomar la cena cada domingo.
La falta de respeto por la autonomía de la iglesia ha causado una división amarga
en la iglesia.
Tampoco debemos tener comunión con los que rechazan la enseñanza del Nuevo
Testamento sobre el divorcio y segundas nupcias. (Lamentablemente hay hermanos que
profesan ser "conservadores" que afirman que el fornicario repudiado queda libre para
casarse; pero si aun éste está bien en segundas nupcias, ¿quién no estará bien en segundas
nupcias? Estos hermanos hacen burla de la enseñanza divina sobre este tema; por lo
tanto, no debe haber comunión con ellos.) Pero el desacuerdo entre hermanos sinceros
con respecto al velo no se puede comparar con la cuestión del divorcio y segundas
nupcias.
El propósito de este artículo es presentar algunos argumentos que tendrían
que probarse para poder establecer la proposición de que la mujer debe cubrirse
cuando ora en silencio (siguiendo la oración dirigida por algún hermano):
1. Sería necesario probar que el texto habla de dos clases de mujeres, la una
inspirada y la otra no. Es imposible probar esto.
2. Sería necesario probar que el texto habla de la oración ordinaria -- y aun en
silencio -- de la mujer, aunque la palabra "ora" aparece en la misma frase con la
palabra "profetiza". Debemos usar bien la Palabra. Todos saben que el profetizar era acto
público, para la edificación de la iglesia (1 Cor. 14:4). No es lógico que Pablo conectara
el orar ordinario (y aun en silencio) con el acto público de profetizar (predicar bajo
inspiración). Lo que Pablo enseña en 1 Cor. 11:1-16 tiene que ver con la práctica de las
"iglesias de Dios" en aquel tiempo.
El contexto rige y, por eso, en este texto no es correcto aislar la palabra "ora" y
afirmar que significa la oración ordinaria. 1 Cor. 7:5 se refiere a la oración ordinaria, pero
1 Cor. 11:4,5 se refiere obviamente a una actividad pública.
Compárese 1 Cor. 14:14-16, texto que habla no de la oración ordinaria, sino de
"orar con el espíritu" (que significa la misma cosa que "orar en lengua"), en la
congregación (porque la gente decía "Amén"). El orar en lengua de este texto no
solamente se relaciona con el profetizar, sino también con el cantar en lengua ("con el
espíritu"), mientras que en 1 Cor. 11:4,5 el orar se relaciona con el profetizar. Son actos
de culto llevados a cabo por personas inspiradas. En estos textos Pablo no se refiere a la
adoración individual ni de hombres ni de mujeres, sino a ciertos actos del culto en la
iglesia.
Algunos hermanos se han burlado de la idea de "oración inspirada", pero 1 Cor.
14:14-16 se refiere claramente a la oración inspirada. Además, muchos de los salmos son
oraciones y, desde luego, todos son inspirados por Dios. Los profetas y profetisas de la
Biblia enseñaba, oraban y cantaban bajo la inspiración de Dios.
3. Sería necesario probar que la oración ordinaria -- y aun en silencio -- de la
mujer no cubierta indica falta de sujeción. El tema de 1 Cor. 11:1-16 se ve en el v. 3, que
"el varón es la cabeza de la mujer". Es lógico que a la mujer que oraba o profetizaba le
convenía llevar "señal de autoridad sobre su cabeza" (v. 10) para indicar su sujeción,
porque ella participaba en actos públicos. Es fácil entender que había problema con
respecto a la sujeción de la mujer inspirada, pero para poder imponer la cubierta como ley
de Dios ahora sería necesario probar que la oración ordinaria de las hermanas indica in-
subordinación si no están cubiertas. Dudo que los hermanos que enseñan la necesidad de
la cubierta crean esto. Los actos inspirados de los profetas y profetisas (el profetizar, el
orar, el cantar, etc.) eran actos extraordinarios y había peligro de que las profetisas
dejaran su lugar de sujeción. El orar ordinario no es acto extraordinario que eleve a la
mujer; al contrario, la mujer que ora manifiesta en ese mismo acto su sumisión. Por eso,
en el orar ordinario no hay peligro de que la mujer deje su lugar de sujeción. Pero en el
orar (bajo inspiración) o el profetizar había problema, porque por ser inspirada la mujer
fue tentada a elevarse en forma indebida y a olvidarse de su lugar de sujeción. La cubierta
era su protección contra ese peligro, porque le recordaba a ella y a todos que aunque ella
era inspirada, de todas maneras estaba sujeta.
La mujer de 1 Cor. 11:5 que no se cubría era igual a una mujer de mala fama.
Dice Pablo, "lo mismo es que si se hubiese rapado", la pena impuesta sobre la ramera.
¿Creen nuestros hermanos que en la actualidad si alguna mujer no se cubre en la
asamblea es como ramera?
4. Sería necesario probar que hay diferencia entre el orar y profetizar del hombre
(v. 4) y el orar y el profetizar de la mujer (v. 5). Las palabras en los dos versículos son
idénticas y, por eso, indican que el hombre del v. 4 y la mujer del v. 5 hacían la misma
cosa. No debemos saber más de lo que está escrito. Algunos enseñan que el mandamiento
de 1 Cor. 14:34, 35 con respecto al silencio de la mujer aun prohibió que las mujeres
inspiradas hablaran en la asamblea, pero es otra cosa que no pueden probar. Cuando
Pablo entregó esta ley, él añadió que "también la ley lo dice" (es decir, la enseñanza de
Pablo concuerda con la enseñanza del Antiguo Testamento con respecto a la sujeción de
la mujer), pero las profetisas Débora, Hulda, Ana, etc. -- mujeres que vivieron bajo la ley
-- enseñaron públicamente.
5. Sería necesario probar que la conjunción "o" indica contraste o cosa de otra
clase; es decir, que el orar y el profetizar no son actividades del mismo individuo en 1
Cor. 11:4,5.
En 1 Cor. 11:4, 5 la conjunción "o" se usa como en Mat. 5:17 ("la ley o los
profetas") y en Luc. 9:25 ("se destruye o se pierde a sí mismo"). En estos textos la
conjunción "o" no indica contraste. Las dos palabras "ora o profetiza" son palabras bien
relacionadas la una a la otra y se relacionan también directamente con el tema del v. 3, la
sujeción de la mujer. Pablo emplea participios como adjetivos, diciendo "toda orando o
profetizando mujer". No se puede probar que Pablo habla de dos clases de mujer, la una
no inspirada y la otra inspirada. La conjunción "o" no requiere tal conclusión.
El significado exacto de estos participios es así: "Todo varón, cuando ora o
profetiza ... Toda mujer, cuando ora o profetiza ... ".
El léxico griego de los Señores Arndt y Gingrich define la conjunción "o" de la si-
guiente manera: "partícula -- A. "o", separando (1) cosas opuestas, que se excluyen
mutuamente - Mat. 5:36; Apoc. 3:15; Mat. 21:25; 22:17; Mar. 12:14; 3:4, etc. (2)
términos relacionados y similares, donde uno puede tomar el lugar del otro o uno es
suplementario al otro - Mat. 5:17; 10:11,14,37; Rom. 14:13; 1 Ped. 1:11" (énfasis
agregado por wp).
El orar y el profetizar son términos relacionados y similares, uno es suplementario
al otro. Hay prueba de esto en las versiones; por ejemplo, 1 Ped. 1:11 es una cita dada en
el léxico. La versión que usamos en este estudio (Valera Revisada) traduce la partícula
"y" ("qué persona y qué tiempo") en lugar de "o"; también en Mar. 6:11, "Sodoma y
Gomorra", en lugar de "o"; la versión inglesa de King James la traduce "and" (y) en 1
Ped. 1:18, y en 1 Cor. 11:27; no sería incorrecto, pues, traducir esta partícula "y" en
lugar de "o" en 1 Cor. 11:4, 5. No se afirma aquí que sería más correcto hacerlo, sino
solamente que el argumento que da énfasis a la conjunción "o" no tiene fuerza. No hay
nada de contraste entre "ora" y "profetiza", sino son "términos relacionados y similares".
Considérense otros textos: Luc. 12:14, "juez o partidor", términos similares;
Hech. 10:28 "juntarse o acercarse"; Luc. 17:7 "un siervo que ara o apacienta" ganado"
(literalmente, "un arando o apacentando siervo": el arar sostiene una relación al apacentar
como el orar al profetizar. ¿Qué error habría en traducir "un arando y apacentando
siervo"? Ninguno. Tampoco en traducir "una orando y profetizando mujer". Si hay error
en esto, entonces nuestra versión se equivocó en la traducción de Mar. 6:11 y 1 Ped. 1:11,
y la versión inglesa cometió el mismo error en otros textos.
Sea lo que fuere la traducción de esta partícula (conjunción), la interpretación
consecuente de este texto requiere que tanto la palabra "ora" como la palabra "profetiza"
sea relacionada con el tema de la sujeción de la mujer.
6. Sería necesario probarse que la mujer del v. 5 profetizaba solamente a las
mujeres y a los menores de edad. El v. 16 dice, "nosotros no tenemos tal costumbre, ni
las iglesias de Dios". Esta costumbre o práctica (la de los v. 4, 5) era de las iglesias, y no
solamente de algunos grupos privados (por ejemplo, de mujeres y niños). Los hermanos
que creen que la mujer debe cubrirse cuando ora creen que deben hacerlo en la asamblea,
y no se oye casi nada acerca de que la cubierta debiera usarse en el hogar o en otro lugar
(por lo menos esta cuestión casi no se discute). Quieren que se use en la asamblea. Esto
indica que ellos creen que la enseñanza de 1 Cor. 11:1-16 tiene que ver con la asamblea.
Por lo tanto, según estos mismos hermanos, la mujer del v. 5 tenía que cubrir su cabeza
en la asamblea. ¿Cuándo? cuando oraba o profetizaba (en la asamblea). Si esta enseñanza
tiene aplicación ahora para la mujer cuando ora en la asamblea, entonces sin duda tenía
aplicación para la mujer de Corinto cuando oraba o profetizaba en la asamblea. De otro
modo, ¿por qué discutir la cuestión? ¿cuál es el problema?
Esto es el punto clave en este estudio. La mujer del v. 5 hacía algo en la asamblea
que afectaba su sujeción (v. 3). ¿Qué hizo? Hizo lo que el hombre hacía: edificaba a la
iglesia. ¿Cómo, pues, debería la mujer demostrar su sujeción? Cubriendo su cabeza
cuando hizo lo que el hombre hacía.
1 Cor. 14:4, "el que profetiza edifica a la iglesia". Pablo no dice que el hombre
que profetizaba edificaba a la iglesia, y que la mujer que profetizaba edificaba a las
mujeres y niños. La profetisa edificaba al pueblo de Dios tanto en el Nuevo Testamento
como en el Antiguo Testamento. Débora, siendo profetisa, era Juez; gobernaba la nación.
Barac era su general y recibió órdenes de ella. Jueces 5 registra el cántico de ellos en el
cual se dirigían a Dios y al pueblo, cantando y orando. Ella gobernaba a Israel aunque la
ley decía que la mujer debería estar sujeta (1 Cor. 14:34). 2 Crón. 34:19-28 habla de la
profetisa Hulda que instruía a los hombres más eminentes de Israel. Ana "no se apartaba
del templo", "daba gracias a Dios (oraba) y "hablaba del niño a todos" (Luc. 2:37, 38), y
no solamente a las mujeres y niños. Sería imposible probar que las profetisas del Nuevo
Testamento eran de otra clase. La Biblia no habla de dos clases de profetas o profetisas.
La mujer de 1 Cor. 11:5 hacía la misma cosa que el varón del v. 4 hacía. Es por
eso que a ella le convenía cubrir su cabeza como prenda de su sujeción; es decir, que
aunque era inspirada, y aunque ella hacía lo que el hombre hacía, aunque ella edificaba a
la iglesia, de cualquier modo, ella tenía que demostrar su sujeción con la cubierta.
7. Sería necesario probarse que la mera mención de la palabra "orar" requiere
que sea oración ordinaria. Dicen algunos, "El texto dice 'ora o profetiza', y las hermanas
oran ahora; por eso, deben cubrirse". La mención de la palabra "ora" no es prueba de que
sea oración ordinaria. Muchos hermanos citan 1 Cor. 14:15, "Cantaré con el espíritu, pero
cantaré también con el entendimiento" y lo aplican a nuestro servicio de cantos, pero lo
aplican mal. El cantar de 1 Cor. 14:15 no se refiere a nuestro servicio ordinario de cantar
himnos. "Cantaré con el espíritu" significa cantar en lengua, y orar con el espíritu
significa orar en lengua, como el v. 16 explica claramente. Tampoco se refiere 1 Cor.
11:5 a la oración ordinaria.
Todos sabemos que es necesario estudiar con mucho cuidado todo el texto y
contexto, y no aislar una sola palabra. Si hacemos referencia a una sola palabra, entonces
¿qué diremos del v. 6 que no dice cubrir la cabeza para orar, sino solamente dice "si la
mujer no se cubre". Sabemos del contexto que se refiere a cubrir la cabeza para orar o
profetizar, pero el v. 6 no lo dice, sino solamente habla de cubrirse. Toda la expresión
"cubrir la cabeza para orar o profetizar" no se repite a través del texto porque no es
necesario hacerlo. Lo mismo en el v. 13, Pablo no repite la frase entera del v. 5 y
solamente dice "ore", pero el tema del texto se expresa claramente en el v. 3, el problema
se explica en el v. 5, y el resto del texto trata de esas dos cosas (el tema y el problema),
usando expresiones abreviadas. Es la manera normal en la cual todos hablamos y
escribimos. Lo importante es que estudiemos detenidamente todo el texto para determinar
precisamente la enseñanza de Pablo.
Si algún hermano insiste en que la mera mención de la palabra "ora" requiere que
la mujer se cubra cuando ora, entonces para ser consecuente debe enseñar que la mujer
debe cubrir su cabeza siempre y cuando ore, y en cualquier lugar, aun en su recámara, si
está con su marido o si está sola, si ora en voz alta o si ora en silencio (en la asamblea, o
en la cocina o en el automóvil). Según esto -- y para estar bien segura -- la mujer debería
llevar alguna cubierta todo el tiempo, día y noche, porque debe orar sin cesar.
No digo esto para hacer burla. ¡De ninguna manera! Lo digo solamente para ha-
cernos ver lo que la consecuencia requiere. La enseñanza presentada en este artículo es
que 1 Cor. 11:4, 5 debe entenderse a la luz de su contexto, y que la palabra "ora" no
puede separarse de la palabra "profetiza", que no puede aislarse, como si fuera una
enseñanza acerca de la oración ordinaria, como la enseñanza clara sobre la cena en los v.
23-27.
8. Sería necesario probarse que los varios argumentos hechos por Pablo en este
texto son para probar que la mujer no inspirada debe cubrir su cabeza cuando ora en
silencio, siguiendo la oración dirigida por algún hermano. Los seis argumentos son para
probar lo que Pablo dice en los v. 3 y 5. Todo el texto habla de cierta clase de mujer, la
mujer descrita en el v. 5.
En conclusión es importante repetir que este tratado se ha preparado para
evitar la división. Las hermanas que creen que deben cubrir su cabeza para orar deben
hacerlo. Las hermanas que tienen duda y creen que lo más seguro para ellas que se
cubran deben cubrirse. Estas hermanas deben ser respetadas y recibidas con toda
sinceridad. No deben ser criticadas, porque ellas deben seguir su conciencia en este
asunto.
Lo más importante es que esta cuestión no debe causar división en la iglesia. Los
hermanos que creen que la mujer debe usar cubierta deben ser respetados. Esta cuestión
puede discutirse en forma hermanable y con respeto mutuo.
Aunque ha habido desacuerdo sobre este tema entre los hermanos más fieles y
conservadores de habla inglesa, no ha habido división. Pero en la obra hispana ha
causado problemas serios y ha inquietado a muchos. Por eso he preparado esta lista de
argumentos que a mi juicio tendrán que ser probados para establecer esta proposición si
algún hermano cree el tema afecta la comunión entre hermanos.
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Conclusión:
A. Es un gran honor ser miembro de la iglesia universal de Cristo (Mat. 16:18;
Efes. 1:22,23, etc.), pero también es un gran honor y un privilegio especial ser miembro
de una iglesia local.
B. Como miembros de una iglesia local hacemos pacto no solamente con Dios,
sino también con los demás miembros de dicha congregación. Si algún miembro es
honrado, los demás son honrados. Si algún miembro padece, todos sufren con él.
C. También hay grandes responsabilidades. Si algún miembro piensa solamente
en sus privilegios sin pensar en sus responsabilidades, no entiende el significado de la
membresía.
D. Nos conviene estudiar las varias figuras empleadas por el Nuevo Testamento
para ilustrar la relación que sostenemos como miembros de una iglesia local: somos
miembros de un cuerpo; somos ovejas de un rebaño; somos piedras vivas en el templo,
etc.
E. El miembro fiel asiste fiel y puntualmente. Emplea todos sus talentos en el
servicio de Dios; por ejemplo, dirige los himnos, dirige la oración, enseña clases bíblicas,
predica, hace su parte en cuidar del sitio de reunión, hace obra personal, etc.
F. El miembro fiel y responsable no se disgusta cuando hay problemas, sino
soporta ofensas, y trabaja con paciencia para resolver problemas. Hace todo lo que pueda
para la edificación de la iglesia.
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