Origen Del Hinduismo
Origen Del Hinduismo
Origen Del Hinduismo
El hinduismo es una forma ulterior más moderna de la religión Brahmánica (religión primitiva de la
India, fuente de tradiciones religiosas que alcanzó su apogeo en el período védico, entre el 1500-
500 a.C, cuyos seguidores sólo creían en Brahma
El hinduismo surgió en la India hacia el 1750 a.C. Carece de un único fundador, como así también
de profetas o de una estructura institucional. Se estima que los pueblos arios que invadieron la
India, trajeron en su cultura a los primeros dioses.
La mayoría de los hinduístas creen en muchos dioses, por lo que se trata esencialmente de un
credo politeísta. Algunos de éstos son Brahamán, Visnú, Shiva, Sarasvati, Indra, Lakshmi, Kali y
Krishna. Sin embargo, una única realidad subyacente nuclea el credo: al morir el alma reencarna y
vuelve a nacer en otro cuerpo (samsara). De esta forma, las personas que llevan una vida correcta
vuelven a nacer en una vida superior, mientras que los que no, lo harán en una inferior. Esta es
pues, la ley del karma. Así, el fin último es liberarse del ciclo de reencarnaciones para alcanzar la
liberación (moksha)
SENTIDO DE VIDA PARA LOS HINDUISTAS
Todo lo que sucede en la tierra tiene para ellos alguna explicación divina, por ende; Lo bueno o lo
malo que le ocurra a una persona, es la consecuencia de sus actos (pueden ser castigados o
recompensados). Los aspectos sociales y religiosos de la vida son inseparables para los hindúes.
Busca que se proteja la vida animal, ya que aseguran que todas las vidas son sagradas.
Los hindúes son enseñados a considerar la muerte como el fin de lo físico, el cuerpo material o
“dehanta” y no como el final de la existencia. La muerte es opuesta al nacimiento, no a la vida. Es
un intervalo entre vidas y es un pasaje hacia la próxima vida. Hasta la liberación final del moksha o
mukti de los ciclos de la vida y la muerte, el hombre está destinado a una repetición interminable
de renacimientos y los textos imponen ver la muerte con ecuanimidad. La vida y la muerte no son
vistas como entidades de polaridades opuestas, se consideran facetas de un mismo ciclo
interminable.
El proceso de la reencarnación comienza con la muerte del cuerpo físico. La persona se separa de
su “bhuloka” el cual ha sido el hogar terrenal de su “alma” cuando estaba vivo, y ahora esa entidad
pasa al mundo astral temporal para completar su continuidad. Este mundo intermedio o
“antarloka” se subdivide a su vez en: cielo, infierno y un “mundo de espíritus” intermedio o
“pretaloka” donde la mayoría de las almas permanecen esperando su transición al cielo o al
infierno antes de renacer. Los cielos y los infiernos no son sitios de dicha o condena eterna, es sólo
una etapa donde el alma del individuo disfruta o sufre las consecuencias de sus buenos o malos
actos. Según la opinión de algunos, el hecho de que un alma vaya al cielo o al infierno no sólo
depende de su balance kármico sino también de sus últimos deseos al momento de morir. Estos
tendrán una poderosa influencia en la creación de su próxima vida, y determinarán el lugar donde
renacerán.