Alternativas. Miño y Dávila Editores, Bs. As., 1994
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125 Lipovetsky, G.: El crepúsculo del deber. La ética indolora de los nuevos tiempos
democráticos. Ed. Anagrama, Barcelona, 1994.
Para el trabajo de des-esencialización han sido y son importantes
instrumentos conceptuales las nociones de elucidación crítica (Castoriadis),
deconstrucción (Derrida) y análisis genealógico (Foucault) 126.
Esto último parecería saludable al campo "psi" que hasta ahora no parece
demostrar ninguna premura en interrogar sus narrativas, particularmente aquellas
que han colocado la subjetividad como interioridad128.
126 Para un análisis pormenorizado de esto, ver Fernández, A.M.: "La invención de
significaciones y el campo grupal", Revista "Subjetividad y Cultura", Nº5, México, 1995.
127 Fernández, A.M.: El Campo Grupal. Notas para una Genealogía. Ed. Nueva Visión, Bs.As.,
989.
128 Estas preocupaciones hacen resonancia con algunos planteos de J.C. De Brasi en
Subjetividad, Grupalidad, Identificaciones. Apuntes metagrupales, Ed. Búsqueda - Grupo Cero,
Bs.As., 1990.
II. CAJA DE HERRAMIENTAS.
129 Obsérvese qué similar es esta frase de Heidegger a aquella de Foucault en El nacimiento de
la clínica, Ed. Siglo XXI, México, 1980: "Lo que cuenta en el pensamiento de los hombres no es
tanto lo que han pensado sino lo no-pensado, que desde el comienzo del juego los sistematiza,
haciéndolos para el resto del tiempo indefinidamente sensibles al lenguaje y abiertos a la tarea de
pensarlos de nuevo".
De-construir implica analizar en los textos las operaciones de la diferencia, y
las formas en que se hace trabajar a los significados. Dentro de las parejas
binarias el término primario o dominante deriva su privilegio de una supresión o
limitación de sus a prioris. Igualdad, identidad, presencia, lenguaje, origen, mente,
razón, son términos privilegiados en relación a sus opuestos que son vistos como
variantes bajas, impuras del término primario. Así por ejemplo la diferencia es la
falta de identidad o semejanza, la ausencia, es la falta de presencia, etc.
Tal vez, en este aspecto sea una de las cuestiones más importantes que la de-
construcción posibilita en tanto desnaturaliza patrones de significado que son
utilizados diariamente y que los cuerpos teóricos incorporan sin advertir sus
implicancias epistémicas y políticas.
131 Gross, E.: "Derrida, Irigaray and "Deconstruction"", en Left wrigth Intervention, Australia, 1986,
citada por Scott, J. en "Igualdad versus diferencia: los usos de la Teoría postestructuralista", en
Debate feminista, Año 3, Vol.I, México, marzo de 1992.
Otra herramienta es el análisis genealógico 132 que permite encontrar los
puentes entre las narrativas teóricas y los dispositivos histórico-sociales-políticos-
subjetivos que sostienen.
teorías
sistemas.
instituyen.
132 Foucault, M.: La microfísica del poder, Ed. La Piqueta, Madrid, 1982.
El mencionar estas tres herramientas teóricas, no excluye otras; hasta el
momento parecieran de las mas fructíferas para la recuperación de los aportes del
psicoanálisis, particularmente en aquellos territorios donde se han deslizado
sustancializaciones, esencialismos, binarismos, etc.
Si bien no esta muy claro aún los caminos para la constitución de un campo
teórico de la subjetividad, pareciera observarse la tendencia a constituir espacios
transdisciplinarios, donde las teorías intervinientes aporten problemas, más que
sus sistemas.
- sujeto-objeto
- individuo-sociedad
- interioridad-exterioridad
- inconsciente-consciente
la misma.
Cornelius Castoriadis dice "elucidar es el trabajo por el cual los hombres -yo
agregaría y las mujeres- intentan pensar lo que hacen y saber lo que piensan" 134.
En tal sentido este modo de estrategia en la producción de pensamiento evitará la
adhesión u oposición a los autores/as con los/las que trabaje sino que intentará
interrogar los problemas que tales teorizaciones han hecho posibles.
134 Castoriadis, C.: La institución imaginaria de la sociedad, Tomo I, Ed. Tusquets, Barcelona,
1983.
135 De Brasi, J.C.: "Elucidaciones sobre el ECRO", en Lo Grupal 4, Ed. Búsqueda, Bs.As., 1986.
"themas" que demarcan sus preocupaciones teóricas y aquellas regiones que han
permanecido como impensables.
Por eso elucidación que se propone crítica y en tanto crítica, ética 136.
Una manera de leer que una actitud de elucidación crítica implica se aleja
cuidadosamente de un tipo de abordaje a los textos y autores muy difundido en el
136 Fernández, A.M.: ob. cit.
medio "psi". Necesariamente debe buscar criterios de lectura que se aparten del
texto-verdad, es decir se distancien del supuesto por el cual la práctica de lectura
es un acto de revelación; esta forma "bíblica" de pensar el texto como continente
de una verdad-revelada-ahí pone al lector en una única posición: el
desciframiento; su práctica religiosa, se dirige a la repetición descifrada -con
mayor o menor fortuna- de las enseñanzas de un maestro, poseedor de dicha
verdad. Bueno es aclarar que si bien esta manera de leer suele ser muy
característica en el medio "psi", no es privativa de él; muy por el contrario, puede
observarse en diversos medios académicos y políticos.
Varias son las consecuencias de esta manera de leer, una de las más
relevantes es la dogmatización del cuerpo teórico; este proceso posibilita en el
plano teórico mismo la gestión de una ilusión: la teoría completa; a partir de esta
ficción ninguna invisibilidad será posible de ser pensada, la actitud de
interrogación caerá bajo sospecha, las falacias de autoridad serán una práctica
cotidiana de legitimación.
137 Esta descalificación suele ser expresión de rebeldías fallidas frente a los efectos de
autoritarismo teórico mencionados.
La tradición de la teoría crítica138 ha evitado la producción de sistemas teóricos
cerrados, prefiriendo el contrapunto y la interrogación con los diversos sistemas de
pensamiento. En ese sentido es que en esta propuesta se ha elegido un criterio
de lectura de-construcción/re-construcción donde los enlaces teóricos puedan
realizarse a través de confrontaciones locales y no globales; donde las teorías
puedan pensarse desde lo múltiple y no desde lo uno.
Así, por ejemplo, habrá que transitar la tensión entre las epistemologías de
objeto discreto y la producción de redes transdisciplinarias que permitan crear
nuevos pasajes de lo visible o enunciable. Esto implica, asimismo, la posibilidad
de sostener la tensión entre las especialidades disciplinarias y los saberes
trasnversalizados. Es en el marco de tales objetivos que se ha propuesto un
criterio genealógico en el análisis de saberes y prácticas que permita referir los
mismos a su problematización.
Para ello un par antinómico: Individuo vs. Sociedad exige su elucidación crítica.
La de-construcción de este a priori conceptual abre la posibilidad de realizar un
pasaje de un criterio antinómico de individuos vs. sociedades, hacia una operación
conceptual que pueda evitar una "resolución" reduccionista y se permita sostener
la tensión singular-colectivo. Singularidad descarnada de soportes corporales
indivisos; colectividad que en las resonancias singulares produce anudamientos-
desanudamientos propios. Singularidad y colectividad que sólo sosteniendo su
tensión hacen posible pensar la dimensión subjetiva en el atravesamiento del
deseo y la historia.
139 Kaes, R.: "La categoría de intermediario y la articulación psico-social", Revista de Psicología y
Psicoterapia de Grupo, Tomo VII, Nº1, Bs.As., 1984.
140 Benoist, J.M.: "La interdisciplinariedad en las ciencias sociales", en: L. Apostel y otros,
Interdisciplinariedad y ciencias humanas, Ed. Tecnos, UNESCO, Madrid, 1982.
de intercambios locales y no globales, donde las transferencias de saberes se
realicen según el eje de la metáfora y no según el de la analogía. Trasnferencias
en estado de vigilancia epistémica y metodológica que se organicen en una
epistemología crítica141.
De esta forma los cuerpos teóricos funcionan como "cajas de herramientas" 142
es decir, aportan instrumentos y no sistemas conceptuales; instrumentos teóricos
En "Ya lo sé, pero aún así...", capítulo de "La otra escena. Claves de lo
imaginario"143 toma la cuestión de la producción de creencias apoyándose en dos
trabajos de S. Freud de gran importancia en este punto. Son "El Fetichismo", de
1927 y "La escisión del Yo en los procesos de defensa", de 1938. La elucidación
crítica de algunas cuestiones tomadas por Manoni, permitirá ejemplificar tanto la
dificultad como la riqueza que el Psicoanálisis puede aportar para pensar
cuestiones colectivas.
143 Manoni, O.: La otra escena. Claves de lo imaginario, Ed. Amorrortu, Bs.As., 1979.
144 Referencia obligada respecto a este tema es Freud, S.: El Fetichismo y La escisión del Yo en
los procesos de defensa. Obras Completas, Ed. Biblioteca Nueva, Madrid, 1968.
esa creencia una actitud dividida... Lo que
primario".
A partir de allí, Manoni abre dos reflexiones que sostiene una desde Freud y la
otra desde Lacan. Desde el primero: no hay creencia inconsciente. Desde el
segundo: la creencia supone el soporte del otro. En función de ésto, para Manoni
con los aportes de ambos pensadores se puede dar cuenta tanto de un fetiche
privado como de una creencia colectiva.
Para no ver realiza una serie de operaciones de naturalización. Sin duda una
de las mas significativas es la naturalización de la inferiorización de la diferencia
de los sexos. Al tomar como un ya dado, algo construido por la imaginación
colectiva pierde -por invisibilización- de indagar la dimensión política de la
sexuación. Niños y niñas no sólo advertirán la diferencia, sino que sus procesos
de sexuación no se completarán si no logran creer en el defecto femenino.
b) ¿Por qué pensar que esta producción del niño, o del fetichista está "en el
origen" de la producción de creencias? ¿Por qué pensar que la creencia de la
existencia del falo materno es el modelo de todas las transformaciones sucesivas
de las creencias?
Al mismo tiempo el origen esencial supone que en sus comienzos las cosas
estaban en su perfección. La idea de perfección supone no sólo una referencia
divina sino que coloca al origen en un lugar de verdad.
Esta verdad divina del origen habilita tanto para refutar el error como para
oponerse a la apariencia.
146 Foucault, M.: "Nietszche, la Genealogía, la Historia", en La microfísica del poder, ob. cit.
hace inteligibles las condiciones de la subjetividad por las cuales el sujeto de
deseo -en tanto tal- puede construir creencias que desmientan una realidad
insoportable147.
Como diría Judith Butler149 "Parece crucial resistirse al mito de los orígenes
interiores, comprendidos ya sea como naturales o fijados por la cultura".
147 He desarrollado más extensamente esta cuestión en "Del Imaginario Social al Imaginario
Grupal", en Fernández, A.M. - De Brasi, J.C. (Comps.): Tiempo Histórico y Campo Grupal. Masas,
Grupos e Instituciones, Ed. Nueva Visión, Bs.As, 1993.
148 Para un desarrollo del a priori de Lo Mismo, ver Fernández, A.M.: La Mujer de la Ilusión, Ed.
Paidos, Bs.As., 1993.
149 Butler, J.: "Problemas de los géneros, teoría feminista y discurso psicoanalítico", en
Feminismo/Postmodernismo, L. Nicholson Comp., Ed. Feminaria, Bs.As., 1992.
son tributarios de un modo binarista de pensar las diferencias de antigua tradición
en la cultura occidental, por la cual "se esencializa la diferencia y se naturaliza la
desigualdad social"150.
151 Freud, S.: Totem y Tabú. Obras Completas, Ed. Biblioteca Nueva, Madrid, 1967.
Hasta aquí importantísimo, pero hay que evitar el psicoanalismo, es decir hay
que diferenciar los aportes de un recorte disciplinario a una teoría de la
154 Freud, s.: Psicología de las Masas y análisis del Yo. Obras Completas, Ed. Biblioteca Nueva,
Madrid, 1967.
subjetividad -necesariamente transdisciplinaria- de una psicologización o
psicoanalización de los hechos de masas.
Para ello hay que reconocer, en primer lugar, una dificultad: la falta de tradición
en la cultura psicoanalítica de trabajar nociones de dicho campo como parte
integrante de una caja de herramientas de pensamiento.
Los '90 parecieran ser tiempos de crisis de los grandes relatos; en el idioma
chino, el vocablo crisis sostiene dos ideogramas: uno refiere a peligro y otro a
oportunidad. En tal sentido, la crisis de los grandes relatos si bien presenta el
peligro de la caída de sistemas de sentido, ofrece la oportunidad de replantearse
verdades instituidas, de recuperar ciertos aspectos de la imaginación radical
obturados en las formas instituidas de prácticas y teorías. En suma, oportunidad
de abrir áreas de visibilidad que dichas cristalizaciones impiden.
Para poner en juego este pensar de otro modo se vuelve necesario que
concurran a este campo problemático:
157 Fernández, A.M. - De Brasi, J.C. (Comps.): Tiempo Histórico y Campo Grupal. Masas, Grupos
e Instituciones, ob. cit.
159 Esta fuerte interrogación fue tomada por Suely Rolnik en "Homenaje a Félix Guattari", al
referirse al sujeto moderno neurótico capitalista.
- La circulación de lo excluido de la visibilidad de las formas instituidas de
los saberes, desplegando sus impensados.
Es política porque:
161 Citado por M. Morey en su Introducción a Foucault, M.: Tecnologías del Yo, Ed. Paidos,
Barcelona, 1990.