Representaciones e Interpretaciones Del Desnudo

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Representaciones e interpretaciones del desnudo, en el arte cristiano.

(Ensayo)

Esteban Pino
Alejandro Villagrán
Andrés Villarreal

Robinson Marchant – Análisis y Lenguaje de la Imagen

Un elemento dentro del arte cristiano que ha llamado nuestra atención, es el desnudo, que
hace surgir inmediatamente otras aristas, sobre el como sus artistas han representado las
escenas que involucran el desnudo de sus personajes, y cuales han sido las interpretaciones
o características que ha tenido el desnudo en el arte plástico cristiano, en cuanto a su
composición, interpretación y su estética particular. Entonces a partir de esto nos
preguntamos ¿Cuáles han sido, y aún son las interpretaciones del desnudo en el arte cristiano
a lo largo de su historia?, y ¿cómo en nuestros días el desnudo sigue presente y causando
distintas interpretaciones, (y conflictos por cierto) para los cristianos?.

El arte cristiano sin buscar el desnudo en su arte y sin poder hacer algo al respecto por
evitarlo, convive con este “problema”, e indudablemente quiso proponer principios nuevos
y diversos de los que encontraba en el entorno de la herencia grecorromana mientras se iba
expandiendo esta fe por todo el imperio, aunque sin duda que, tomó prestadas del imaginario
grecorromano las formas estéticas para hablar de sus héroes o dioses, utilizando de una
manera magistral el desnudo y conferir así las características de “heroicas” y “divinas” a las
pintuas, esculturas, etc; así es como las figuras míticas de Perseo o Heracles sirvieron para
hablar de Cristo. Pero más tarde construyó su propio “arte” para no confundirlo con lo
“pagano”, y para evitar la “idolatría, la cual estaba condenada en el Antiguo Testamento de
la Biblia.

Sin duda alguna la pugna entre Iconoclastas (movimiento religioso cristiano que rechazaba
el culto a las imágenes sagradas y las destruía) e Iconódulos (veneración “dulía”, de imágenes
“icono”), trajo consigo una serie de consecunecias para el arte cristiano (y que puede ser
revisado en el articulo de: Jorge Barvè Paiba1 tanto una condena, como una invitación a
resurgir a través de muchos artistas que por una razón un otra, empezaron a producir obras
con conenido religioso. El dios de los judíos es, como el del Islam, un dios del todo inmaterial
y sin forma que lo pueda contener, por lo que asignarle un cuerpo y representarlo es casi un
insulto. No es lo mismo con el Dios (de los cristianos) que desciende a la tierra, comparte la
vida de los hombres y quiere redimirlos, por eso mismo el arte no solo se siente autorizado a
representarlo, para esparcir su mensaje y hacerlo accesible a toda la humanidad.

1
La querella Iconoclasta en el Imperio Bizantino: Iconoclastas versus Iconodulos, reflexiones en torno a los
argumentos religiosos esgrimidos por ambos bandos en conflicto
Asi básicamente se sanja el conflicto entre, “¿debe o no ser representado Dios?”, y es en este
punto donde empieza nuestro recorrido por develar las representaciones e interpretaciones
que hacen los artistas, del desnudo dentro del arte cristiano, y la existencia de personajes que
de forma irrenunciable deben ser representados desnudos.

Como es el primer caso que describiremos (por un orden cornológico y bíblico-histórico), el


Génesis. Adán y Eva apareciendo en el Jardín del Edén.

“Como quedó insinuado, siguiendo la estructura trazada ya desde 1340 por


–Petrus Berthorius– Pierre Bersuire, estudio que retoman Erwin Panofsky J.
E. Cirlot y F. Revilla con otros estudiosos de las artes escénicas, Trastoy y
Zayas, Pellettieri, todos ellos unánimemente sostienen que el simbolismo
cristiano diferenció aunque dramáticamente (el desnudo como) una nuditas
virtualis –pureza e inocencia– de una nuditas criminalis –lujuriosa y
vanidosa”– (Osorio, 2015, pág. 12)

En relación con lo anterior, ambas características que se le confiere al desnudo, están


presentes en las representaciones de Adán y Eva en el Edén. En una primera instancia, el
desnudo se vislumbra como una desnudez inocente, pura que denota las características
mismas del Jardín, y de su condición de creación perfecta, a imagen de Dios y en armonía
con el resto de las criaturas.

Existe en esta escena de igual forma, un doble forma de tratar el desnudo y la representación
explícita o no de los genitales, la cual ha sido tratada con mucha delicadeza o derechamente
con una censura y cubrir con naturaleza su partes intimas.

Adan y Eva de Lucas Cranach, el Viejo. 1537/La expulsión de Adán y Eva. Masaccio, 1428
En segunda instancia, y en comparativa, exponemos la segunda “desnudez”, dentro de la
misma escena pasado el acto del pecado original. Una desnudez que denota, por una parte, el
reconocimiento de los mismos personajes que se dan cuenta que estaban desnudos
(conocimiento), y vergüenza, el develarse frente a sus ojos la desnudez de sus cuerpos,
representado en un Adán que oculta su mirada y una Eva estallando casi en el llanto de
sufrimiento.

Así mismo, un segundo ejemplo del significante del desnudo en la escena bíblica, sería el
extremo al Génesis, el Apocalipsis. Un relato sobre los últimos tiempos de la humanidad, los
peores para quienes sufrirán el juicio final. El fin para los condenados es un despojamiento
de su todo, y en ese sentido representado mediante el sufrimiento del alma y del cuerpo, en
un castigo eterno. La desnudez en las representaciones del Juicio Final son per se
especialmente ilustrativas.

Jean The Yonguer. El Juicio Final, 1585.

La mayoría de estas imágenes bíblicas se ajustan perfectamente a las condiciones dramáticas


del despojamiento, sufrimiento y desnudez total, como se espera será la conclusión de la
historia en la concepción cristiana del fin.

Esta desnudez de los condenados, la podríamos comparar a una de las escenas más famosas
en la historia bíblica, la crucifixión. Es evidente el protagonismo de el Mesías en la escena,
pero ¿que hay de sus dos acompañantes?. También existe una desnudez en ellos, distinta a la
de Jesús. Su representación es contrapuesta a la de Jesús, en una posición diferente,
agobiados, detrás de él y rehuyendo la mirada. Claramente existe la dicotomía del bien y el
mal en esta escena.
La Crucifixión. Andrea Mantegna, 1457.

Y llegando quizás a describir la escena en sí, y el protagonismo total del Mesías, es que
encontramos la imagen del Salvador, en un estado de despojo, desnudo (aparentemente todo
indica que fue censurado en sus genitales, por miles de motivos), humillado. Pero aun así, en
un estado de exaltación, de divinidad por estar cumpliendo su propósito. Nos recuerda a lo
que irónicamente diría el Emperador Vespaciano en su lecho de muerte: ¡Vaya, creo que me
convierto en un Dios! El desnudo adquiere una impronta de realismo, indudablemente
controversial, pues se trataba del Mesías, y no era posible concebirlo desnudo.

“Pero esta misma exigencia de un realismo eficaz convertía en peligrosa la


desnudez de Jesucristo y de algunos mártires, así como la sofisticada crueldad
de algunos tomentos.” (Gubern, 1996, pág. 61)

En nuestros días, dos noticias han llamado nuestra


atención con respecto al desnudo cristiano como obra de
arte. En primer lugar, la lucha de un grupo LGTBI+ dentro
de la Iglesia Católica, y una reciente publicidad, explícita
y muy fuertemente censurada, repudiada, como a la ve
celebrada y aplaudida. Se trata de un articulo en la revista
suiza Reformes, que enciende el debate con un desnudo de
pareja Gay.
“Dicen que su intención fue demostrar la dignidad de la
pareja homosexual y que por ello escogieron la obra de
esta fotógrafa, un retrato artístico que busca invitar a la
reflexión. El trabajo de Ohlson Wallin, que ve en la
fotografía una forma de activismo, busca abrir el debate
sobre el lugar de la comunidad homosexual en la iglesia
y en la sociedad, mezclando un discurso social, político y
teológico”.2

2
https://www.cristianosgays.com/2018/02/08/una-revista-religiosa-enciende-la-polemica-con-un-desnudo-
que-dignifica-las-parejas-gais/
Y otra noticia al respecto, es la sensura de una exposición fotográfica en el Congreso
Argentino, que muestra a un Cristo desnudo, y que por petición expresa de un grupo de
Parlamentarios Conservadores, tuvo que ser retirada, cuasando gran revuelo en el país
vecino.

“La obra, titulada Padre, en tus manos pongo mi espíritu, fue pintada en 1996 por Jaka,
artista ya fallecido que, según sus familiares, nunca buscó provocar ni atacar la fe cristiana.
Se exhibía desde el 26 de agosto y fue retirada ayer a primera hora de la mañana. "En cuanto
tomé conocimiento del pedido, di las instrucciones para que fuera retirada la obra en
cuestión y pedí las disculpas del caso" a Silveyra, dijo a LA NACION Andrea Barbieri, titular
de la Dirección de Cultura de Diputados desde hace casi cuatro años.”3

Quién no cubre su cuerpo ofende a la moral y buenas costumbres; e incluso hoy en día,
quién no viste estéticamente está quebrantando cierta norma implícita impuesta desde
hace ya siglos por el hombre.

Por este mismo quiebre, es que el desnudo termina siendo tremendamente relevante a la
hora de situarlo en la imágenes, y el autor decide cómo lo enfoca, esto porque desde que
el humano comenzó a tapar sus pieles con distintos materiales, en primera instancia para
protegerse del frío, y luego le tomó sentido a mejorar estos y modificarlos para que tuvieran
un sentido estético, el no cubrir el cuerpo tomó una significancia poco pudorosa y
antisistema.

Dependiendo del tipo de desnudo puede causarte desde excitación sexual; tratándose de
un o una modelo con un cuerpo escultural, ternura; en el caso de un bebé, reflexión si se
trata de un cuerpo con cicatrices y hasta lástima; si se trata del cuerpo de un niño en estado
de desnutrición.

Esto es lo que siempre ha estado en el dilema de quienes se encargan de plasmar el arte


religioso, ¿plasmarlo sensual o lastimoso? ¿dejar los genitales al descubierto? ¿ser
explícitos a la hora de mostrar llagas y heridas abiertas?.

Si bien con el paso de los años la iglesia católica ha llegado a ciertos consensos sobre esta
idea, cada cierto tiempo van apareciendo nuevamente imágenes controversiales; como las
citadas a lo largo del ensayo; y que vuelven una y otra vez a poner en debate el cuerpo
humano, que Dios creó a su imagen y semejanza.

3
https://www.lanacion.com.ar/cultura/retiran-una-obra-de-jesucristo-desnudo-nid2283942
Bibliografía
Osorio, J. (08 de Mayo de 2015). Semántica del desnudo cristiano. Análisis : revista
colombiana de humanidades, 47(87), 289-330.
Gubern, R. (1996). Del Bisonte a la Realidad Virtual. Barcelona : Anagrama.

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