Aseguramiento de Flujo
Aseguramiento de Flujo
Aseguramiento de Flujo
El aseguramiento de flujo son todas las estrategias y principios que existan para
asegurar que exista un flujo ininterrumpido de producción de hidrocarburos entre
el yacimiento y el punto de venta. Los impedimentos para el flujo de hidrocarburos
en los pozos y las líneas de flujo pueden surgir de una combinación
interrelacionada de efectos entre los que se encuentran la dinámica de flujo —el
flujo de fluido monofásico y multifásico— y la química de la producción. En
condiciones de presión y temperatura de yacimiento, los fluidos son monofásicos.
A medida que se desplazan hacia la instalación de producción, los fluidos
experimentan cambios en la presión y la temperatura que producen múltiples
fases de fluidos, además de la formación, acumulación y dispersión de sólidos
inorgánicos y orgánicos que pueden convertirse en impedimentos para la
producción. El flujo multifásico puede producir fenómenos tales como la formación
de bolsones de líquido y gas en las líneas de flujo submarinas y en los tubos
ascendentes. La depositación de sólidos puede producir el taponamiento de las
líneas de flujo en cualquier parte del sistema.
Debido a las elevadas cantidades de dinero que pueden llegar a perderse si uno
de estos problemas ocurriese es de gran interés conocer las condiciones en las
que aparecen estos compuestos para prevenir de la mejor forma posible la
deposición de estos sólidos y los problemas que ellos conllevan. Y como último
remedio disponer de las herramientas adecuadas para realizar los procesos de
eliminación necesarios en cada caso.
La acumulación de sedimentos minerales es uno de los problemas de
aseguramiento de flujo que más preocupa a los ingenieros de producción. Se trata
de un conjunto de depósitos que se incrustan en los los revestidores, las válvulas,
las tuberías de producción, las bombas, y los equipos de completación del pozo.
Las incrustaciones se pueden depositar a lo largo de toda la trayectoria que sigue
el agua, desde los pozos inyectores hasta los equipos de superficie, pasando por
los yacimientos. La mayor parte de las incrustaciones que se encuentran en los
campos petroleros se forman por precipitación de minerales presentes en el agua
de formación, o bien como resultado de que el agua producida se sobresatura de
componentes minerales cuando dos aguas incompatibles se encuentran en el
fondo del pozo. Cada vez que un pozo de gas o de petróleo produce agua, o que
se utiliza inyección de agua como método para mejorar la recuperación, surge la
posibilidad de que se formen incrustaciones.
Las técnicas utilizadas para eliminar las incrustaciones deben cumplir ciertas
condiciones: ser rápidas, no dañar el pozo, las tuberías ni el ambiente de la
formación, y ser efectivas en la prevención de nuevas precipitaciones en el futuro.
En los tratamientos de estimulación de la matriz de la formación, por lo general, se
emplean disolventes de incrustaciones con el fin de detener la caída de la
producción. Para poder decidir cuál es la mejor técnica, es necesario conocer el
tipo y la cantidad de incrustaciones y su composición física o su textura, ya que si
se elige un método inadecuado se puede llegar, en realidad, a incentivar el
depósito de incrustaciones.