Hidratacion

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La importancia de la

hidratación en el trabajo
BENEFICIOS DE LA HIDRATACIÓN EN
EL TRABAJO
El lugar de trabajo se considera un contexto especial para el
fomento de la salud, debido al aumento de enfermedades
crónicas como la obesidad, diabetes, enfermedades
cardiovasculares, etc. La buena salud de las personas
beneficia tanto a la empresa como a los trabajadores.
Hace unos años, la salud laboral se centraba únicamente en
reducir los riesgos laborales mediante revisiones periódicas a
los empleados, actualmente, sin embargo, cada vez existen
en las empresas más programas específicos que fomentan
activamente la salud y el bienestar de las personas que
trabajan en una organización, destinados a ayudar a los
empleados a conseguir un estilo de vida activa y sana,
promoviendo una dieta variada y equilibrada, actividad física,
ergonomía en el puesto de trabajo y una óptima hidratación.
Pasamos, al menos, un tercio de nuestro día trabajando, a lo
que hay que sumar el tiempo que empleamos en
desplazamientos, por ello, asegurarnos una hidratación
adecuada y de calidad en el trabajo es clave para nuestro
bienestar.
En el Comité mixto de las Naciones Unidas, que engloba a
la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura
y la Alimentación (FAO), la Organización Internacional del
Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS),
las cuestiones alimentarias se han integrado en el programa de
Medicina Laboral. La hidratación y el equilibrio hídrico corporal,
verdaderos olvidados de la nutrición, deberían incluirse también
como prioridades.
La hidratación es fundamental para el buen funcionamiento del
organismo. Aproximadamente el 60% de nuestro peso es agua
y ésta se considera ya como un elemento esencial para la
mayoría de los procesos fisiológicos, desde la digestión hasta
la absorción, pasando por la eliminación de desechos y toxinas
y también para la estructura y función del aparato
circulatorio. El agua que ingerimos ha de garantizar una
correcta hidratación en cualquier actividad o circunstancia
de nuestra vida, como elemento clave para el mantenimiento
de un buen estado de salud.
Es muy importante mantener una hidratación adecuada y
constante a lo largo de toda la jornada laboral ya que la
pérdida de agua en nuestro organismo se produce de forma
constante y generalmente, si estamos inmersos en nuestro
trabajo, solo bebemos de forma intermitente o muy esporádica.

EFECTOS DE LA DESHIDRATACIÓN
EN EL ENTORNO LABORAL
Según datos del Instituto de Investigación Agua y Salud,
cuando la deshidratación excede un 2% del peso corporal, el
rendimiento y la capacidad de trabajo disminuyen, y más aún si
se trabaja con calor.
La deshidratación también afecta a la toma de decisiones y la
función cognitiva, traduciéndose en un descenso de la
productividad y un aumento del riesgo laboral. Una correcta
hidratación puede prevenir muchos accidentes laborales y
situaciones de bajo rendimiento, así como mejorar la sensación
de bienestar de los trabajadores.
Es así que, una falta de hidratación interna puede muchas
veces pasar inadvertida y generar problemas como: dolores de
cabeza, cansancio, falta de concentración y calambres. Existen
ciertos síntomas que produce la deshidratación y que son
sencillos de detectar como pueden ser:

 Boca seca
 Debilidad
 Dolor de cabeza
 Sequedad de la piel
 Confusión
 Fatiga
En general, la deshidratación crónica se asocia a un mayor
riesgo de caídas, infección del tracto urinario, formación de
cálculos renales, enfermedad dental, trastornos
broncopulmonares, estreñimiento, dolores de cabeza y
migrañas. Además, la deshidratación puede conducir a un nivel
incontrolado de azúcar en sangre en pacientes con diabetes.

Si pasamos un tiempo prolongado sin ingerir agua, nuestro


cuerpo puede llegar a perder hasta el 10% de su peso en
forma de agua, una deshidratación superior a este porcentaje,
requiere asistencia médica para poder recuperarse.
A partir de ese punto, la temperatura del cuerpo aumenta
rápidamente y a menudo conduce a la muerte. La
deshidratación contribuye a poner la vida en peligro en
caso de golpe de calor. Las pérdidas superiores al 11% del
peso corporal suelen ser incompatibles con la vida.
Cuando se realiza un trabajo físico se puede producir una
sudoración excesiva que supere el consumo de agua ingerida y
conlleve un déficit de líquido corporal o deshidratación. Como
consecuencia de ello, la temperatura corporal aumentaría
entre 0,1 y 0,2 °C por cada 1% de deshidratación.
Existen muchas actividades laborales que exigen un gran
esfuerzo y que en muchas ocasiones se desarrollan en
condiciones ambientales duras y extremas. De hecho, se
pueden observar importantes pérdidas hídricas en algunos
sectores como la minería y en determinadas labores de la
construcción, el medio agrario, la siderurgia, la pesca,
transportistas, etc.

En estos casos, las pérdidas hídricas pueden ser de gran


magnitud, no sólo por la intensidad del esfuerzo y las
condiciones ambientales, sino también por el carácter
continuo de la actividad laboral concreta. A menudo, en
estos colectivos, las pérdidas de agua por el sudor son
superiores a la ingesta, produciéndose un déficit de agua
corporal (deshidratación).
En el caso de las personas que trabajan en fábricas en las que
se emplea ropa hermética o equipos de protección, pueden
afectar a la hidratación corporal. En situaciones como éstas, la
deshidratación puede influir de manera adversa en la
productividad, seguridad y el estado anímico del
trabajador, ya que el rendimiento mental puede verse reducido
junto con el rendimiento físico.
En otros casos, donde el trabajo se desarrolla en oficinas con
aire acondicionado o calefacción, se genera un ambiente más
seco de lo normal, lo que da lugar a mayores pérdidas de
agua a través de los pulmones y de la piel.
Por lo tanto, en estos espacios, también conviene cuidar el
adecuado aporte hídrico, para evitar estados de deshidratación
que, aunque sean de carácter leve, pueden ocasionar un
deterioro del bienestar y el rendimiento laboral.

PAUTAS PARA UNA CORRECTA


HIDRATACIÓN EN EL TRABAJO
Según los especialistas en salud y nutrición, la hidratación es
siempre necesaria y proporcional a la intensidad de la
actividad desarrollada. Además, la actividad celular del
organismo y la vaporización por la respiración y la piel,
comportan una pérdida imperceptible de agua, por lo que es
necesario reponer esta pérdida aunque no se realicen
esfuerzos físicos intensos, como ocurre en algunos puestos de
trabajo más sedentarios.
Las necesidades hídricas son diferentes en cada persona,
dependen no sólo del sexo, la edad y el individuo, sino también
de diferentes factores que están presentes en la vida del
adulto, en particular: el tipo de trabajo que se realiza,
la intensidad y duración del mismo, así como factores
ambientales como son la temperatura y la humedad relativa
del lugar o lugares donde se realiza.
La norma general es beber al menos cada dos horas, unos 300
ml, a pequeños sorbos, sin tener que esperar a tener sed, para
mantener los niveles de hidratación adecuados, que están en
torno a los 2-2,5 litros al día (unos 8 vasos).
En personas que trabajan en ambientes cálidos o desarrollan
una actividad física intensa (construcción, siderurgia,
agricultura, pesca, minería, bomberos…) es fundamental una
buena hidratación, ya que afecta a la seguridad del
trabajador además de a su rendimiento y productividad.
La actividad física y temperatura ambiental son factores
determinantes de la cantidad de ingesta de agua necesaria,
aunque existen otros como la humedad, el movimiento del aire,
la carga solar y la ropa de protección. Todos estos factores
condicionan la cantidad de agua que deberíamos beber
diariamente, hasta el punto de llegar a incrementar varias
veces las necesidades hídricas diarias de nuestro
organismo. Como norma general se recomienda beber un
litro de agua por kilo de peso corporal perdido.

Es importante acudir al trabajo bien hidratado y reponer la


cantidad adecuada de agua durante toda la jornada según el
tipo, duración y la intensidad del trabajo que realizamos, así
como descansar periódicamente para rehidratarnos y
reponer energía.
Para mantener un nivel hídrico corporal adecuado y
constante o adoptar unos hábitos de hidratación saludable,
como indica el Comité Científico del Instituto de
Investigación Agua y Salud (IIAS), no es solo importante que
tengamos en cuenta la cantidad de agua que bebemos a lo
largo del día, la frecuencia y el modo en que la ingerimos, sino
también es de gran relevancia la calidad de la misma.
Esta calidad queda garantizada con el Agua Mineral
Natural, la cual:

 Tiene una composición en minerales que permanece


constante en el tiempo. A través de la etiqueta se puede
saber exactamente la composición del agua que se bebe
y elegir la que mejor se adapta a cada circunstancia y
necesidades.
 Se envasa a pie de de manantial con unas condiciones
de extrema asepsia para proteger su pureza original y
mantener inalterables su composición en minerales y sus
propiedades saludables.
 Las aguas minerales son uno de los productos más
reglamentados, junto con los alimentos infantiles en
cuanto a seguridad y calidad alimentaría.
 En su proceso de envasado se siguen estrictos
protocolos con el fin de asegurar inalterable su pureza
original, ayudando a conservar todas sus propiedades y
características naturales, por lo que no necesitan recibir
ningún tratamiento químico ni microbiológico para su
consumo.
 Nos permite hidratarnos sin aportar ninguna caloría a
nuestro organismo, por eso es ideal para llevar unos
hábitos de vida saludables.
CONSEJOS PARA HIDRATARNOS EN
NUESTRO LUGAR DE TRABAJO
Para evitar la deshidratación en nuestro trabajo, el Instituto de
Investigación de Agua y Salud recomienda una serie de
consejos, pautas y hábitos para asegurarnos, no solo un nivel
hídrico adecuado, sino también rendir más en el trabajo y
sentirnos mejor.

TRABAJADORES
 Beber a pequeños sorbos 1 ó 2 vasos de agua al
levantarse, sirve para recuperar los líquidos perdidos
durante el sueño, nos ayuda a la movilidad intestinal, a la
activación de nuestro organismo y a llegar bien
hidratados al trabajo.
 Antes de salir de casa, no te olvides de coger una
botella de Agua Mineral Natural, te permitirá mantener
un nivel de hidratación adecuado y constante durante el
trayecto al trabajo.
 A la hora de la comida elige Agua Mineral Natural.
Beber a pequeños sorbos 1 ó 2 vasos de agua (una
pequeña botella de agua mineral) durante la ingesta de
alimentos te facilitará la digestión y la absorción de
nutrientes y vitaminas necesarias para el buen
funcionamiento del organismo.
 Si realizas trabajos prolongados al aire libre o con
temperaturas extremas, la piel reducirá su capacidad de
protección. Una adecuada hidratación ayudará a
humedecer los tejidos del cuerpo y a preservar la
elasticidad, resistencia y color de la piel.
 Si realizas un trabajo que requiere gran movilidad o
un esfuerzo físico intenso, mantener una hidratación
adecuada y constante nos ayudará a proteger nuestros
huesos y articulaciones, y a prevenir la osteoporosis.
 Beber a pequeños sorbos un vaso de agua antes de
acostarte, ayuda a nuestros riñones a procesar las
toxinas y desechos del organismo acumulados a lo largo
del día, a la regeneración de las células y nuestros
tejidos, y a prevenir derrames cerebrales e infartos.
 Durante el trabajo evita comidas copiosas y realiza
una dieta equilibrada rica en vegetales, verduras y frutas.
 No confiar únicamente en la sensación de sed para
beber. Tener cerca una botella de Agua Mineral Natural
te ofrecerá la garantía y la seguridad de hidratarte de
forma sana y natural a lo largo de toda tu jornada laboral.

EMPRESA
 Inclusión de prácticas que fomenten el consumo de agua
y una cultura adecuada de la hidratación.
 Educar a las personas (especialmente a aquellos que
trabajan en ambientes calurosos) a comprender los
riesgos de la deshidratación y a identificar cuándo ésta
ocurre.
 Fomentar la ingesta adecuada de agua y hacer hincapié
en la importancia de mantener una dieta equilibrada y una
actividad física moderada.
 Si trabajas en el campo de la prevención de riesgos
laborales o eres responsable de un equipo de
personas, recomiéndales que beban periódicamente
agua, cada 20 ó 30 min (unos 50 cl), despacio y a
pequeños sorbos. Les ayudará a mejorar su rendimiento,
su nivel de concentración y a combatir el cansancio.

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