La Navidad - Compilación de Escritos de Ellen White PDF
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Compilación de escritos de
Ellen White
Siguiendo las sugerencias de Satanás
¡Cuánto ha trabajado el enemigo para colocar las cosas temporales por encima de
las espirituales! Muchas familias que tienen sólo poco para ahorrar para la causa de
Dios, sin embargo gastan dinero libremente para comprar muebles lujosos o ropa a la
moda. ¡Cuánto se gasta en comida, y a menudo en cosas que tan sólo constituyen una
complacencia perjudicial! ¡Cuánto se gasta en regalos que no benefician a nadie! CMC
308.4
Muchos gastan sumas considerables en fotografías para dar a sus amigos. La afición
por las fotografías se convierte en una ocupación extravagante y estimula una especie
de idolatría. Cuánto más agradable para Dios sería si todos estos recursos se invirtiesen
en publicaciones que servirían para dirigir a las almas a Cristo y las preciosas verdades
para este tiempo. El dinero desperdiciado en cosas innecesarias proporcionaría a más
de alguno material de lectura acerca de la verdad presente, el que tendría un sabor de
vida para vida. CMC 309.1
Si todo el dinero que se usa en forma extravagante para comprar cosas innecesarias,
fuese colocado en la tesorería de Dios, veríamos a hombres, mujeres y jóvenes
entregándose a Jesús, y haciendo su parte para colaborar con Cristo y los ángeles. Las
bendiciones más abundantes de Dios se recibirían en nuestras iglesias y muchas almas
se convertirían a la verdad.—The Review and Herald, 23 de diciembre de 1890. CMC
309.3
Los padres no han enseñado a sus hijos los preceptos de la ley tal como Dios les ha
ordenado. Los han educado en hábitos egoístas. Les han enseñado a considerar sus
cumpleaños y días feriados como ocasiones cuando deben esperar recibir regalos y
seguir los hábitos y las costumbres del mundo. Esas ocasiones que deberían servir para
aumentar el conocimiento de Dios y para despertar agradecimiento en el corazón por
su misericordia y amor manifestados en la preservación de sus vidas durante otro año,
se convierten en ocasiones para agradarse a sí mismos, para la gratificación y la
glorificación de sus hijos. Han sido guardados por el poder de Dios en cada momento
de su vida, y sin embargo los padres no enseñan a sus hijos a pensar en esto, y a
expresar agradecimiento por su misericordia hacia ellos. CMC 310.1
Si los niños y los jóvenes hubiesen sido debidamente instruidos en esta época del
mundo, ¡qué honor, alabanza y agradecimiento fluiría de sus labios hacia Dios! ¡Qué
cantidad de pequeños donativos llevarían las manos de los pequeños a la tesorería
como ofrendas de agradecimiento! Dios sería recordado en vez de ser olvidado. CMC
310.2
No sólo en los cumpleaños deberían los padres y los hijos recordar las misericordias
del Señor en una forma especial, sino también los días de Navidad y Año Nuevo
deberían ser ocasiones cuando cada hogar debiera recordar a su Creador y Redentor.
En lugar de ofrecer regalos y donativos abundantes a los seres humanos, la reverencia,
el honor y la gratitud deberían ofrecerse a Dios, y los regalos y las ofrendas debieran
fluir por el conducto divino. ¿No le agradaría al Señor que se lo recuerde en esta forma?
¡Oh, cómo ha sido olvidado Dios en estas ocasiones!... CMC 310.3
Cuando tengáis un día feriado, convertidlo en un día agradable y feliz para vuestros
hijos, y haced que también sea un día agradable para los pobres y los afligidos. No
permitáis que transcurra el día sin llevar ofrendas de agradecimiento y gratitud a Jesús.
Que los padres y los hijos realicen ahora un esfuerzo ferviente para redimir el tiempo y
para remediar su pasado descuido. Que manifiesten una conducta diferente de la que
tiene el mundo. CMC 311.1
Hay muchas cosas que pueden prepararse con buen gusto y que cuestan mucho
menos que los regalos innecesarios que con tanta frecuencia se dan con abundancia a
nuestros hijos y parientes, y en esa forma también puede manifestarse cortesía y
llevarse felicidad al hogar. Podéis enseñar una lección a vuestros hijos mientras les
explicáis la razón por la que habéis realizado un cambio en el valor de sus regalos,
diciéndoles que estáis convencidos que hasta ahora habíais considerado más su placer
que la gloria de Dios. Decidles que en lugar de considerar el adelantamiento de la causa
de Dios, habíais tomado en cuenta más vuestro propio placer y la gratificación de ellos,
y que habíais procurado manteneros en armonía con las costumbres y tradiciones del
mundo al ofrecer regalos a quienes no lo necesitaban. CMC 311.2
Tal como los sabios de la antigüedad, podéis ofrecer a Dios vuestros mejores
donativos y manifestarle mediante vuestras ofrendas que apreciáis su Don hecho a un
mundo pecador. Haced que los pensamientos de vuestros hijos corran por un nuevo
canal, sin egoísmo, incitándolos a presentar ofrendas a Dios por el don de su Hijo
unigénito.—The Review and Herald, 13 de noviembre de 1894. CMC 311.3
Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de
resplandor; y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os
doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo. Lucas 2:9, 10. CDCD 358.1
Los atónitos pastores apenas podían comprender el precioso mensaje que les habían
traído los ángeles, y cuando desapareció esa luz esplendente, se dijeron los unos a los
otros: “Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor
nos ha manifestado. Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al
niño acostado en el pesebre. Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho
acerca del niño”. Lucas 2:15-17... CDCD 358.4
¡Qué amor incomparable manifestó Jesús por un mundo caído! Si los ángeles
cantaron porque el Salvador nació en Belén, ¿no se harán eco nuestros corazones del
alegre refrán que dice: “Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad
para con los hombres”? Lucas 2:14. Aunque no sabemos exactamente en qué día nació
Jesús, debemos honrar este sagrado acontecimiento. No quiera Dios que haya alguien
tan estrecho de mente que pase por alto este acontecimiento porque no tiene seguridad
en cuanto a la fecha exacta. Hagamos todo lo posible para que las mentes de los niños
se concentren en esas cosas que son tan preciosas para todos los que aman a Jesús.
Enseñémosles que vino a este mundo para traer esperanza, consuelo, paz y felicidad
para todos. Los corazones de todos respondan con gozo inefable al don infinito del Hijo
de Dios.—The Review and Herald, 17 de diciembre de 1889. CDCD 358.5
Hogar Cristiano Cap. 77— La navidad
La fiesta de la Navidad—“Ya llega la Navidad,” es la nota que resuena por el mundo,
del este al oeste y del norte al sur. Para los jóvenes, para los de edad madura y aun
para los ancianos, es una ocasión de regocijo general. Pero, ¿qué es la Navidad para
que requiera tanta atención? ... HC 434.1
Es necesario tratar a los jóvenes con mucho cuidado. No se les debe dejar que en
ocasión de Navidad busquen diversión en la vanidad y la búsqueda de placeres, o en
pasatiempos que pudieran perjudicar su espiritualidad. Los padres pueden controlar
esto dirigiendo la atención y las ofrendas de sus hijos hacia Dios y su causa, y hacia la
salvación de las almas. HC 435.2
Libros recomendados para los niños—Son muchos los que no tienen libros ni
publicaciones relativas a la verdad presente. Representan, sin embargo, un importante
renglón en el cual se puede invertir dinero. Son muchos los pequeñuelos a quienes se
debieran proveer buenas lecturas. Las series de Lecturas y Poesías para el Sábado son
libros preciosos que pueden introducirse en todo hogar. Las muchas sumas pequeñas
que suelen gastarse en caramelos y juguetes inútiles pueden guardarse para tener con
que comprar tales libros. ... HC 436.1
Los que quieran ofrecer regalos valiosos a sus hijos, nietos o sobrinos, pueden
proporcionarles los libros mencionados arriba, que se destinan a los niños. Para los
jóvenes, la Vida de José Bates es un tesoro; también lo son los tres tomos de El Espíritu
de Profecía. Estos tomos debieran estar en cada hogar del país. Dios está dando luz
del cielo, y ni una sola familia debiera quedar privada de ella. Sean los regalos que
ofrezcáis de tal índole que derramen rayos de luz sobre la senda que conduce al cielo.
HC 436.2
Mediante Cristo es como recibimos toda bendición. ... ¿No compartirá nuestro
Benefactor celestial las pruebas de nuestra gratitud y amor? Venid, hermanos y
hermanas, con vuestros hijos, aun con los niños de brazos, y traed vuestras ofrendas a
Dios de acuerdo con lo que podáis dar. Hónrenle vuestros corazones con melodías y
alabadle con vuestros labios. HC 437.1
Cristo debe ser el objeto supremo; pero en la forma en que se ha estado observando
la Navidad, la gloria se desvía de él hacia el hombre mortal, cuyo carácter pecaminoso
y defectuoso hizo necesario que el Salvador viniese a nuestro mundo. Jesús, la
Majestad del cielo, el Rey del cielo, depuso su realeza, dejó su trono de gloria, su alta
investidura, y vino a nuestro mundo para traer auxilio divino al hombre caído, debilitado
en su fuerza moral y corrompido por el pecado. ... HC 437.3
Los padres debieran recordar estas cosas a sus hijos e instruirlos, renglón tras
renglón, precepto tras precepto, en su obligación para con Dios, no en la que creen tener
uno hacia otro, de honrarse y glorificarse mutuamente con regalos. HC 437.4
Encaucemos sus pensamientos—Son muchas las cosas que pueden idearse con
buen gusto y a un costo mucho menor que el de los regalos innecesarios que con tanta
frecuencia se ofrecen a los niños y a los parientes. Así se manifestará cortesía en el
hogar y habrá felicidad en él. HC 437.5
Podéis enseñar una lección a vuestros hijos al explicarles vuestros motivos por hacer
cambios con respecto al valor de sus regalos y decirles que os convencisteis de que
solíais considerar su placer antes que la gloria de Dios. Decidles que pensabais más en
vuestro propio placer y en la satisfacción de ellos que en el progreso de la causa de
Dios, a la cual descuidabais para manteneros en armonía con las costumbres y las
tradiciones del mundo, haciendo regalos a quienes no los necesitaban. Como los
antiguos magos, podéis ofrecer a Dios vuestros mejores regalos y demostrarle por
vuestras ofrendas que apreciáis el don que hizo a un mundo pecaminoso. Encauzad los
pensamientos de vuestros hijos en una nueva dirección, que los haga altruistas al
incitarlos a presentar ofrendas a Dios por el don de su Hijo unigénito. HC 438.1
El árbol puede ser tan alto y sus ramas tan extensas como convenga a la ocasión,
con tal que sus ramas estén cargadas con los frutos de oro y plata de vuestra
beneficencia y los ofrezcáis a Dios como regalo de Navidad. Sean vuestros donativos
santificados por la oración. HC 438.3
Las fiestas de Navidad y Año Nuevo pueden y deben celebrarse en favor de los
desamparados. Dios es glorificado cuando damos para ayudar a los que han de
sustentar familias numerosas. HC 438.4