Ethos Vital y Dignidad Humana 2008
Ethos Vital y Dignidad Humana 2008
Ethos Vital y Dignidad Humana 2008
n Y
JJlGNIDAD
HUMANA
REFLEXIONES BIOÉTICAS
THOS VITAL
nUIGNIDAD
HUMANA
REFLEXIONES BIOÉTICAS
Diseño de Portada
Gabriel V an -E p s -JAVEGRAF-
Autoedicñón
M aría Ángela Narváez C. -JAVEGRAF-
Heidy Carolina Meló R. -JAVEGRAF-
Impresión digital
Fundación Cultural Javeriana
de Artes Gráficas -JAVEGRAF-
INDICE
A PÍT U LO
PRIM ERO
1 La violencia es así......................................................... 15
2 Miremos las palabras para resignificarlas.................... 19
3 Fuente de vida y fuente de muerte.............................. 23
4 Con respecto a fines y medios. Ambos perversos ......... 25
5 Teorías que pretenden darrazón de la violencia......... 27
5.1 El enfoque cultural........................................... 30
5.2 El enfoque genético........................................... 37
5.3 El enfoque bio-psico-social................................ 39
6 El aporte de la reflexión teológica al análisis
de la violencia 43
GILBERTO CELY CALENDO, 8 .J ,
_ SEGUNDO
A PÍT U LO
TERCERO
A PÍT U LO
C UAR TO
I „
A PIT U LO
V j Q UINTO
APÍTULO
SEXTO
IBLIO G R AFÍA
D E R EFER ENCIA
sapiens sapiens para vivir con dignidad. Toda cultura, todo pueblo,
toda persona construye históricamente su ethos vital, con el cual
avanza o retrocede en el proceso de humanización, en coherencia
con la conciencia que tenga de dignidad, para dotarse de sentido
existencial y aspirar a vivir con calidad. Todo esto brota del corazón
y de la inteligencia humana como exigencia moral individual que
se comparte socialmente.
Las conductas personales y sociales, marcadas profundamente
por el hábitat natural y construido, conforman un ethos vital, o
mundo de la vida humana, de cuyo estudio se ocupa la Bioética.
Dicho ethos es un tejido de valores que está en la base de los
procesos sociales y los normatizan, como forma práctica de gestión
cultural, a modo de trama simbólica que da origen a la dignidad
personal y articula la identidad de un grupo humano.
Los valores son bienes espirituales que cada individuo va
descubriendo intelectivamente, los asume libremente en la vida
práctica con la anuencia de su comunidad de pertenencia,
construye con ellos sus ideales de vida buena, a la vez que con la
vivencia de dichos valores otorga sentido a su existencia personal.
Contrario a los valores, los antivalores no son bienes espirituales,
aunque aparentemente se presenten como tales. La comunidad
de pertenencia sirve de filtro de los antivalores, pues estos terminan
haciendo daño al individuo y a la comunidad, pues con ellos no se
obtiene una vida buena ni sentido existencial.
Generalmente, los valores van en la línea del altruismo, y los
antivalores en la del egoísmo. Con los valores nos construimos
moralmente, crecemos en la dignidad, y con los antivalores
arruinamos la vida propia y la del todo social. La muerte de una
cultura y de una civilización depende de la prevalencia de
antivalores históricamente acumulados que termina por hacer
colapsar el ethos vital. En síntesis, los antivalores producen anemia
espiritual en el individuo y en la sociedad.
Los seis capítulos que componen el presente libro están
hilvanados con la preocupación bioética de atender al cultivo
solícito de un ethos vital fundamentado en una correcta percepción
de la dignidad humana.
Nos ocupamos, primeramente, de analizar teóricamente la
sinrazón de la razón de la violencia y, aunque dedicamos largas
páginas a la violencia colombiana, solamente la tomamos como
ejemplo y “polo a tierra” para nuestro propósito bioético. Traemos
un adendum, escrito por María Lucía Méndez, que ofrece mayor
información acerca del conflicto colombiano. Sabemos que este
tema, ni es exhaustivo ni logra estar actualizado con la velocidad
PROLOGO
1- La violencia es así
1 “La violencia del hombre tiene esta constante exXermiruxdora. La aparición de una
subespecie fue acompañada no pocas veces de la extinción de la que le precedió.
Los Australopitecos desaparecieron sustituidos por el Homo habilis, quien casi
con certeza pagó la llegada del Homo erectus/ ergaster con su vida. Con los
presapiens se borró de la faz de la Tierra al erectus/ergaster, y el Neandertal se
extinguió tras la aparición de los Cro-magnóneo, el sapiens que nos llamamos.
Se cree que los primeros hornos practicaban el canibalismo. Hay evidencias de
que el homo antecesor de Atapuerca, realizaban el infanticidb y feroces prácticas de
canibalismo; y por hallazgos de cráneos perforados y otros restos manipulados se
cree que los Hornos sapiens del Paleolítico Superior también lo practicaron.
A partir del Mesolítico los sacrificios humanos formaron parte del ritual de muchos
pueblos, asociados con canibalismo en algunos casos. Hace 4.500 años, en China
se realizaban; en el siglo VI se prohibieron en el Estado de Tsik, pero en el año
200 a. d. C., durante la dinastía Shang, se sacrificaban los prisioneros Chiang, en
honor a los antepasados del rey o al morir éste. En Persia, hace 4.000 años el
culto se basaba sobre todo en el fuego sacrificial acompañado de una bebida
emborrachante que se tomaba durante los sacrificios. En México, los mayas,
realizaban sacrificios humanos en los centros ceremoniales; para los aztecas los
recursos cárnicos animales eran muy restringidos, y practicaron sistemáticamente
el canibalismo con los prisioneros capturados en sus batidas; y los olmecas
ofrendaban crueles sacrificios a sus dioses Chicomecoatl y Tlaloc. En Perú, los
incas practicaban sacrificios humanos”. PALACIOS, Marcelo (Presidente del Comité
Científico de la SIBI), texto tomado de su conferencia inédita “Evolución y Violencia”,
en el II Congreso Estudiantil de Bioética, Universidad de Alicante, España, abril
10-2003.
LA VIOLENCIA COMO DETERIORO DEL ESPESOR MORAL DE LA SOCIEDAD
11 VIDAL, Marciano, op. c., p. 174-175 se refiere así al conflicto social: “Esquematizando
al máximo las posturas, a la pregunta sobre la génesis del conflicto social se han
dado las respuestas siguientes:
• El conflicto social nace de causas individual-patológicas: los conflictos sociales
son proyecciones de trastornos patológicos de las personas que “originan” tales
conflictos (Mayo).
• El conflicto social es una “disfunción” que tiene su origen en el funcionamiento
negativo de las estructuras, de grupos de referencia o de instituciones (Merton).
• El conflicto social es engendrado por la base económica; la injusta desigualdad
en el sistema de producción engendra una situación de conflicto permanente
(actual o potencia) mientras subsista aquélla (marxismo).
• El conflicto social es un factor de cambio dentro de la estructura social y brota
de la desigualdad en el reparto y en el ejercicio del poder dentro de dicha
estructura social (Dahrendorf)”.
GILBERTO CELY GALJWDO, S.J.
13 RESTREPO, Luis Carlos, Más allá del terror. Abordaje cultural de la violencia en Colombia,
Aguilar, Bogotá, 2002, p. 33
LA VIOLENCIA COMO DETERIORO DEL ESPESOR MORAL DE LA SOCIEDAD
bien del país que los acoge; la pérdida del valor de nuestras
materias primas comparado con el precio de los productos
elaborados que adquirimos”.
“La carrera armamentista, gran crimen de nuestra época,
es producto y causa de las tensiones entre países hermanos.
Ella hace que se destinen ingentes recursos a compra de armas,
en vez de emplearlos para solucionar problemas vitales”.
“La falta de reformas estructurales en la agricultura,
adecuadas a cada realidad, que ataquen con decisión los graves
problemas sociales y económicos del campesinado: el acceso a
la tierra y a los medios que hagan posible un mejoramiento de
la productividad y comercialización”.
“La crisis de valores morales: la corrupción pública y privada,
el afán de lucro desmedido, la venalidad, la falta de esfuerzo, la
carencia de sentido social, de justicia vivida y de solidaridad, la
fuga de capitales y de cerebros, debilitan e incluso impiden la
comunión con Dios y la fraternidad”.
“Finalmente como pastores, sin entrar a determinar el
carácter técnico de esas raíces, vemos que en lo más profundo
de ellas existe un misterio de pecado, cuando la persona humana,
llamada a dominar el mundo, impregna los mecanismos de la
sociedad de valores materialistas”.
Análisis como estos seguimos haciéndolos para lograr una
comprensión de la violencia generalizada colombiana. Oímos
decir que estamos sobre diagnosticados. Existen ofertas de
soluciones. Pero, ¿por qué no resolvemos nuestros problemas
sino que nos hundimos más y más en ellos? Quizás porque no
hemos entendido que si queremos la paz debemos obrar en
justicia, comenzando por cada uno de nosotros. Que los cambios
que se le piden a la estructura social, son cambios que deben
comenzar en el interior de mi propio yo. Y esta es la parte más
difícil, porque es una desposesión de mis propias convicciones
con las cuales colonizo las convicciones de los otros.
Mis formas de pensar y de sentir las quiero imponer a los
demás. Me hago intolerante, represivo. Descalifico al otro porque
lo veo como mi enemigo. Porque sus maneras de pensar no me
gustan y las percibo como amenaza para mis seguridades e
intereses personales. Recurro a la intolerancia como el
mecanismo de exclusión del otro que protege mis privilegios.
Todavía me aferro a una moral religiosa como único soporte de
la estructura social, sin caer en la cuenta de que el mundo
contemporáneo es pluralista, no confesional, democrático,
multicultural, globalizado y que requiere de una “Ética civil”
dialógica propiciadora de consensos. En síntesis, quiero y
GILBERTO CELY GALINDO. S.J»
27 Los grupos alzados en armas fortalecen sus economías combinando todo tipo de
negocios sucios: boleteo, impuestos abusivos a los moradores del lugar, extorsión,
cobro de rescates por secuestros, asaltos, expropiación de las tierras donde se
asienta la guerrilla, robo de vehículos, tráfico de armas, compras ficticias de fincas,
inmuebles y negocios intermediando testaferros, abigeato, narcotráfico, lavado de
dólares, etc. No hay un solo procedimiento económico de la guerrilla que no infrinja
los Derechos humanos.
28 'L a crisis de legitimidad del aparato estatal, visto como un actor particularista y
corrompido incapaz de proteger al ciudadano común, la cual se ha acentuado en la
mayoría de los países latinoamericanos, generando profundos procesos de anomia
y tendencias de desintegración social*. SORJ, Bernardo, Crisis y perspectivas de las
GILBERTO CELY GAUKDO, S .J.
Ciencias Sociales en América Latina vistas desde el Brasil, UNESCO, 1988, p. 13. “La
legitimación explica el orden institucional atribuyendo validez cognoscitiva a sus
significados objetivos. La legitimación justifica el orden institucional adjudicando
dignidad normativa a sus imperativos prácticos (...) Ella tiene tanto el elemento
cognoscitivo como el normativo (...) La legitimación no sólo indica al individuo por
qué debe realizar una acción y no otra; también le indica por qué las cosas son lo
que son’ BERGER, Peter y LUCKMAN, Thomas, La construcción social de la realidad,
Amorrortu, Buenos Aires, 1986, p. 122. “Lo contrario a la violencia no es la paz
sino la legitimidad”, dice URIBE, María Teresa, “Los destiempos y los desencuentros:
una perspectiva para mirar la violencia en Colombia”, en Revista Universidad de
Antioquia, N° 220, Medellín, abril-junio de 1990, p. 7.
29 “La existen cia de procesos de deslegitim ación, desinstitu cionalización y
desmoralización generalizados en Colombia, obliga a diversos sectores sociales a
plantearse su responsabilidad, no necesariamente en la generación directa de
actos de violencia, pero sí en el desarrollo de una situación de honda crisis como
la aquí planteada, por la frecuente incoherencia entre discursos y prácticas sociales,
por el carácter corporativo de su acción, que contribuye a la fragmentación del
Estado y de la sociedad civil, por la erosión de su propia legitimidad, por el recorte
de su función socializadora y educadora y por la conversión de sus fines particulares,
en metas absolutas”. JARAMILLO, Jaime Eduardo, “Los estudios sobre la violencia
en Colombia. Una visión desde lá sociología”, en Artesanos de la paz. Seminario
interdisciplinar sobre violencia y paz en Colombia, Programa por la Paz, Ediciones
Antropos Ltda., Bogotá, 1990, p. 201-202.
LA VIOLENCIA COMO DETERIORO DEL ESPESOR MORAL DE LA SOCIEDAD
30 El P. Horacio Arango, S.J., quien en ese entonces era Provincial de los Jesuítas en
Colombia, escribe la siguiente carta:
“El 20 de Febrero de 2002, el Presidente de la República declaró terminados los
diálogos con las FARC y la zona de distensión. Desde entonces, el país vive en una
indescifrable mezcla de esperanza en las acciones militares de las fuerzas del
Estado y un clima de zozobra por el escalamiento del conflicto armado interno.
Las diversas encuestas de opinión, que circularon en el país, mostraron, en
diferentes tonos, una voluntad bastante generalizada de poner fin a u n proceso de
diálogo entre el Gobierno y las FARC, aparentemente infructuoso e incapaz de
generar un nuevo clima de convivencia. Como lo demostró la intención de voto, en
el imaginario colectivo de muchos colombianos, y quizás también en algunos de los
nuestros, había venido creciendo el convencimiento de que era necesario terminar
el Caguán y permitir a las FF. AA., fortalecidas con la ayuda norteamericana,
enfrentar con energía las acciones armadas de la insurgencia y derrotarla en campo
abierto.
El país ha dado vía libre a una confrontación de incalculables consecuencias en la
que ambos lados van a demostrar su poder militar con el objetivo de dar el golpe
definitivo al enemigo e inclinar la balanza de la confrontación a su favor. Con este
propósito ilusorio hemos iniciado una engañosa senda que generará mayores
desconfianzas, arraigará los odios, profundizará el conflicto armado, ahondará la
destrucción de la infraestructura, extenderá aún más la pobreza y consolidará la
presencia de la muerte en todos los rincones del país. Lo más grave de todo es que
GILBERTO CELY QAUNDO» S .J.
con la degradación del conflicto se hará mayor la catástrofe ética y espiritual que
vive nuestra sociedad. La guerra dejará heridas muy hondas y hará más ardua la
tarea de la justicia y la reconciliación nacional. La guerra no sólo arrasará la
dignidad humana, sino que aniquilará las esperanzas y los imaginarios de futuro
que, en realidad, son los fundamentos que jalonan el desarrollo de un pueblo.
En esta situación, más que en el pasado, estamos llamados a afincamos en los
horizontes de convivencia humana que nos propone el Evangelio de Jesús y el
patrimonio espiritual de Ignacio que nos pide “contemplar a Dios en todas las
cosas” y “en todo amar y servir” . Fácilmente nuestro corazón puede ser infiltrado
por el espíritu belicista que se respira en la sociedad y dejar crecer entre nosotros
las semillas de la polarización que afecten la unión de los ánimos y la unidad del
testimonio de unidad que le debemos a este país profundamente dividido.
Nuestra acción apostólica y nuestro anuncio del Evangelio no pueden renunciar,
en este contexto, al contenido profético y al aliento ético y espiritual del diálogo
como camino para encontrar una salida a los conflictos sociales que atraviesan
nuestra sociedad. Aún más, es el momento para experimentar el llamado del Señor
a vivir el ministerio de la reconciliación de los desavenidos. Es la hora de trabajar
incansablemente para tender puentes, para unir extremos, para buscar conciliación.
En definitiva, cualquiera que sea la suerte de la confrontación, estemos seguros de
que la paz sólo se alcanzará con una negociación que ponga fin a este baño de
sangre entre hermanos de una misma nación.
Insistir en las vías del diálogo y la negociación, en excluir a la población civil del
conflicto y en establecer plazos para llegar a los acuerdos que abran paso a las
reformas profundas que requiere el país y que estimulen el desarrollo económico es
un imperativo espiritual”.
LA VIOLENCIA COMO DETERIORO DEL ESPESOR MORAL DE LA. SOCIEDAD
7.3- L as víctimas
y que hay que dejarlo hablar por sí mismo para que aliente de
sentido el devenir humano. Porque el mito siempre es fuente
de sentido; a él hay que acudir para resignificarlo y hacer
herm enéutica de los acontecim ientos que oscurecen el
panorama. Por estas razones, el mito es constituyente primario
del ethos vital en busca permanente de dignidad para sus fieles
creyentes.
El mito funda la nacionalidad como patrimonio común, como
sentimiento hecho experiencia y hábito por la repetibilidad
gratificante de algo grandioso y significativo que aconteció en
los orígenes, también sucede ahora y promete dinamizar el
futuro. Por consiguiente, el sentim iento colectivo de
nacionalidad, basado en el mito, es fundamento del concepto de
Nación que tengamos, sobre el cual podemos construir
políticamente su modo específico de gobierno, o sea el Estado,
lo cual expresamos consensualmente en la Carta Constitucional,
a modo de pacto social.
¿Cuál es el m ito fundante de nuestra nacionalidad
colombiana? Creo que tenemos varios o no tenemos ninguno.
Nunca el concepto étnico o indigenista ha sido para nosotros un
mito que nos llene de ilusiones y nacionalismo. Nuestros vínculos
con España tampoco han producido arraigo alguno. Menos aún
nuestros ancestros africanos, a través de los esclavos negros
que nunca hemos incorporado a la cuota de dignidad de nuestra
nacionalidad. La epopeya de la independencia, con todos sus
héroes, proceres y mártires, tampoco cuajó como gran mito épico,
puesto que devino en luchas intestinas de los líderes criollos y
en mutuas descalificaciones como las ocurridas en la llamada
“Patria boba”. Nuestra independencia no ha contado con soberanía
real para constituirse en mito patrio, puesto que nuevas formas
de colonialismo han llenado los meandros de nuestra historia
republicana. No tenemos una sola cultura colombiana que nos
sirva de mito fundante, porque gozamos de muchas culturas y
subculturas, así como de 78 etnias que sobreviven frágilmente
en el territorio nacional. La geografía patria, a diferencia de
otras naciones no nos une mucho, quizás nos disgrega con sus
marcadas diferencias regionales. La lengua y la religión que
nos dejaron los colonizadores tampoco tienen la fuerza mitológica
para fundar nacionalidad, como sí sucede en otros países lejanos,
para los cuales lengua, religión y territorio se enraízan en la
lejanía de los tiem pos, dando lugar a las estructuras
organizadonales de su vida cívica y política. Decir, por ejemplo,
que la religión católica es la de la mayoría de los colombianos y,
además, que la Iglesia católica es la institución de mayor
LA VIOLENCIA COMO DETERIORO DEL ESPESOR MORAL DE LA SOCIEDAD
39 Idem Pág. 7.
LA VIOLENCIA COMO DETERIORO DEL ESPESOR MORAL DE LA SOCIEDAD
7.9- L a L ey de Justicia y P az :
¿ENTRE LA NEGOCIACIÓN JURÍDICA O LA NEGOCIACIÓN POLÍTICA?
7.11- La parapolítica
En el 2007 se hizo evidente que se había alcanzado el máximo
nivel de lo que los medios han denominado “escándalo de la
parapolitica”. Los jefes paramilitares habían pedido al Gobierno
que, como una fórmula para avanzar en el estancado proceso de
paz, se les permitiera hacer política pública y abiertamente, al
tiempo que advertían sobre las implicaciones que para la
gobemabílidad democrática tendría contar la verdad a la que se
comprometieron en el marco de la ley de Justicia y Paz (El
Tiempo, abril, 3, 200, pag 1-4). En efecto, una vez empezaron las
audiencias de versión Ubre de los paramilitares, la nación se
enteró de lo que ya era verdad sabida y sufrida en las regiones:
los profundos nexos entre empresarios, militares y políticos con
las AUC.
GILBERTO CELY GAUNDQ. S ,J.
41 Versión no oficial del articulo tomado de: El Nuevo Siglo (2007, 20 de abril), pág. 4.
42 Entrevista a Francisco Leal Buitrago en el boletín “Hechos del callejón” número 09
del Area de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo
- PNUD. Pagina 15.
LA VIOLENCIA COMO DETERIORO DEL ESPESOR MORAL DE LA SOCIEDAD
las bases de una paz estable y duradera con todos los actores
armados son inciertas. El diálogo, la negociación y el proceso de
DDR con las autodefensas ha rendido frutos que hay que
reconocer, aunque ha sido muy cuestionado y es incierto su
total éxito por las razones estructurales que ya se anotaron. Y
con la guerrilla son bastante remotas en la medida en que la
voluntad de paz es retórica y los requisitos y condiciones previas
de cada uno de los bandos en contienda están imbuidas de la
lógica de ganar ventajas, y en desarrollo de la utópica creencia
de que es posible la derrota política y militar del enemigo. Los
grupos guerrilleros se mantienen obcecados en sus aspiraciones
de la toma del poder nacional, en cuyo propósito combinan, sin
escrúpulos éticos, todas las formas de lucha.
Durante mucho tiempo, importantes sectores de la dirigencia
colombiana han insistido en que es necesario construir un
escenario en el que la negociación con las guerrillas se dé con
base en su derrota militar y política, lo cual conduce a una
agenda donde se escamotean los cambios sociales en el modelo
económico y el régimen político colombiano. La negociación
preferida por el gobierno con los grupos insurgentes se reduce,
de manera simplista, a la desmovilización, a la reinserción y a
algunos aspectos de favorabilidad política para la participación
en instancias de elección popular local, regional y nacional.
Sin embargo, el unanimismo en esta fórmula que presentan
el presidente, los sectores gremiales, los empresariales, los
terratenientes, las fuerzas internacionales del capital extranjero
y la llamada por los medios “opinión pública”, tiene como límite
los éxitos reales que muestre la fuerza pública y lo onerosa que
puede resultar la financiación de la guerra de largo aliento, a
desmedro de la inversión social. Es interminable la discusión
acerca de: ¿qué debe ser primero: la guerra o la inversión social?,
¿ambas cosas al tiempo?, ¿la insurgencia debe también hacer
inversión social en sus zonas de influencia para demostrar con
hechos reales la bondad de su propuesta ideológica?
Se debe insistir en la fórmula de que la paz, mediante la
negociación, es menos costosa social, económica, política y
humanamente que la guerra. Pero, se deben corregir errores
del pasado al momento de la negociación: urge la construcción
mancomunada de una agenda sustancial por encima de una
agenda procedimental; la simultaneidad de la negociación entre
macroactores del orden nacional con apoyo internacional, la
recomposición político-económica de las regiones y que hagan
presencia activa las dinámicas locales que son en mucho las
que alimentan y mantienen las bases sociales de la violencia y
LA VIOLENCIA COMO DETERIORO DEL ESPESOR MORAL DE LA SOCIEDAD
89
MARIA LUCIA MÉNDEZ
ADENDUM
L ey de Ju stic ia y P a z
3 Presentación Oficina del Alto Comisionado para la Paz. Rendición de cuentas Ley
de Justicia y Paz 2005-2007. Julio 25 de 2007
4 Policía Nacional. Decim oséptim o inform e de control y seguim iento a los
desmovilizados de los grupos armados ilegales. (Octubre de 2007)
5 Alta Consejería para la Reintegración. “Resultados de la gestión de la política de
reintegración. Presentación de Power Point. Julio 16 de 2007
6 Policía Nacional. Decim oséptim o inform e de control y seguim iento a los
desmovilizados de los grupos armados ilegales. Noviembre 7 de 2007.
MARIA LU dA MfcNDEZ
7 Presentación Oficina del Alto Comisionado para la Paz. Rendición de cuentas Ley-
de Justicia y Paz 2005-2007. Julio 25 de 2007.
8 Misión de apoyo al proceso de Paz, OEA. “Octavo informe trimestral del secretario
general al consejo permanente sobre la misión de apoyo al proceso de paz en
Colombia” Febrero 14 de 2007.
¿O U a HA PASADO CON EL CONFLICTO EN COLOMBIA?
9 Misión de apoyo al proceso de Paz, OEA. “Décimo informe trimestral del secretario
general al consejo permanente sobre la misión de apoyo al proceso de paz en
Colombia* Octubre 31 de 2007.
10 CNRR. “Disidentes, rearmados y emergentes :¿bandas criminales o tercera generación
paramilitar*. Agosto de 2007.
MARÍA LUCÍA MÉNDEZ
11 Misión de apoyo al proceso de Paz, OEA. “Décimo informe trimestral del secretario
general al consejo permanente sobre la misión de apoyo al proceso de paz en
Colombia’ Octubre 31 de 2007.
12 El Colombiano “Es un éxito el plan de consolidación”. Octubre 26 de 2007.
¿QUÉ HA PASADO CON EL CONFLICTO EN COLOMBIA?
N egociaciones co n el ELN
N egociaciones a cargo
de P iedad C órdoba y H ugo C hávez F rías
97
VISIÓ N
ESPIRITUAL
DE LA MUERTE45
1- DOS ANTROPOLOGÍAS,
UNA "DUALISTA" Y OTRA "MONISTA"
2- A proximación fenomenològica
AL TEMA DE LA MUERTE
6- M uerte d ig n a
48 Citado este Decálogo por el Dr. Gilberto Hernán Zapata Bonilla, en su libro
Perspectivas éticas y humanas del paciente terminal y de la eutanasia, Volumen 2.
Colección Excelencia, Publicación de la Escuela de Derecho Penal de la Facultad
de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Santiago de Cali, Cali, 1997,
p.40-41.
GILBERTO CELY GALPfDO. S .J .
50 “Por razón del daño, mayor o menor según las circunstancias, que la ablación de
un órgano causa al donante vivo, es preferible obtener órganos de cadáveres. El
ideal es que las personas en vida ofrezcan voluntariamente para que sus órganos
puedan ser extraídos y utilizados después de la muerte, por lo que cabe hablar de
donación a realizarse postmortem. Aquí surgen varios problemas, tales como la
atención a los pacientes en estado terminal o en coma, la determinación dél momento
de la muerte, la autorización para proceder a la ablación y la prohibición del tráfico
de órganos”. MANZANERA, Miguel, op. cit., p. 19.
51 “Un individuo está muerto cuando ha sobrevenido o bien el cese de las funciones
respiratorias y circulatorias, o bien el cese irreversible de todas las funciones
cerebrales, incluyendo el tronco cerebral” . (Citado por Pace 1997, 156, sobre el
documento emitido por un comité ad hoc de Harvard Medical School, pertinente a
‘brain death’).
GILBERTO CELY GAUNDO. S .J.
56 “En la teología cristiana, y exceptuando algunos casos (por ejemplo, Efesios, 5: 43)
en los que el término ptxmjpiov tiene el sentido de ‘sacramento’, el vocablo ‘misterio’
es considerado como una verdad revelada incomprensible para la razón natural.
Los teólogos distinguen entre dos clases de misterios: a) los misterios absolutos o
m isterios propiam ente dichos, accesibles solam ente a la fe, aunque no
necesariamente contrarios a la razón, y expresados mediante analogía, y b) los
misterios sobrenaturales o preternaturales en sentido amplio, comprensibles para
la razón una vez que son revelados. Ejemplo de a) es el misterio de la Trinidad.
Ejemplo de b) es el misterio de la creación del mundo por Dios". J. FERRATER
MORA, Diccionario de Filosofía, Editorial Ariel, S.A, Barcelona, Tomo III, 1994, p.
2418.
GILBERTO CELV GAL1NDO, S .J.
4- C onsideraciones finales
1- N uevos escenarios
146 -------------
en práctica sin esfuerzo y hasta con placer. A esto es lo que Aristóteles llamó bios,
“modo de vida". Cuando el pensar llega a ser una especie de segunda naturaleza del
hombre, como sucede en el filósofo, entonces el ejercicio de las virtudes dianoéticas
se convierte en él en modo o forma de vida, por tanto en bios, el b io s theoretikósT.
GRACIA GUILLÉN, Diego, «El Juramento de Hipócrates en el desarrollo de la
medicina», en D o le n th im H o m in u m , n. 31, año XI, 1996n.l, p. 26.
62 He tomado de mi libro L a B io é tic a e n la S o c ie d a d d e l C o n o c im ie n to , 3R Editores,
Bogotá, 1999, algunos de los textos que siguen a continuación, con modificaciones
y adiciones pertinentes para este artículo.
La Sociedad del Conocimiento también ha recibido el nombre de “Sociedad del
Riesgo*. Ulrick Beck asi la califica en su libro La s o c ie d a d d e l riesgo. H a d a u n a n u e v a
m o d e rn id a d , Ed. Paidós Ibérica, S.A., Barcelona, 1998. “Beck llama a la situación
actual una “sociedad de riesgo' porque tenemos las posibilidades técnicas para
destruir el mundo. La escala para esa labor destructiva es amplia: desde la
contaminación del medio ambiente y el agotamiento de los recursos de vital
importancia, pasando por el exterminio de especies vegetales y animales, hasta
llegar a los cataclismos atómicos (el estudio de Beck se escribía precisamente cuando
sucedió la catástrofe de Chemobyl). En el trasfondo se halla una realidad todavía
más importante. La sociedad moderna introdujo una desconexión entre las
posibilidades individuales y las responsabilidades públicas. A una acción que ponga
en peligro a la sociedad y al futuro, no pueden hacer frente poderosos mecanismos
sociales. La modernidad euro-americana ha creado en dos ámbitos una nueva
situación. La individualización ha independizado a la persona frente al vinculo
social y ha llegado incluso a independizarla en parte. En el cambio de valores se
produjo la misma evolución. Las energias individuales no se encaminan ya a dominar
a la naturaleza ni a mejorar el orden político, sino a cultivar la interioridad*. TOMKA,
Miklós, “Individualismo, cambio de valores, sociedad de la vivencia. Tendencias
convergentes en la sociología’ , en C o n c ü iu m , R e v is t a In te r n a c io n a l d e T eo lo g ía , N°
282, sep. 1999, p. 596.
ETHOS VITAL Y DIGNIDAD HUMANA EN LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
2- El conocimiento líder
64 THUROW, Lester C. The Future o f Capitalism, William Morrow, New York, 1996, p.
279
65 KAKU, Michio. Visiones. Cómo la ciencia revolucionará la materia, la vida y la mente en el
siglo XXI, Editorial Debate S.A., Madrid, 1997, p. 28.
GILBERTO CELY GALINDO, S.J.
4- D el saber al poder
com prom iso de a ctu a liza rlo para que m antenga su va lor
competitivo en el mercado.
Detrás de la obtención de beneficios económicos, ha crecido
una piratería del conocimiento tecnocientífico que obliga a idear
sistemas de control y vigilancia en la producción, mercadeo,
venta y aplicación industrial del conocimiento.
Los medios modernos de comunicación sirven de divulgadores
masivos del conocimiento, lo cual tampoco se hace gratis, sino
que se aprovechan modos de externalizar los costos, con la
apariencia de que se ofrece de manera altruista el acceso al
conocimiento divulgado.Desafortunadamente, los divulgadores
del conocimiento tecnocientífico no siempre tienen formación
para ello y se acaba por desinformar y producir mensajes confusos
y erróneos, con su respectivo costo social.
6 - L O S CEREBROS IN D IV ID U A L E S Y C O L E C T IV O S
Y SUS P R O PIED AD ES
71 Drucker, o.c., p. 9
ETHOS VITAL Y DIGNIDAD HUMANA EN LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
10- E l ideal de la au to no m ía
11- P or un m u n d o mejor
puesto que los países ricos que son los que más pregonan el
“Desarrollo sostenible” y condicionan a los países pobres para
su cumplimiento, ellos mismos no renuncian a su “Desarrollo
sostenido” que tanto liderazgo económico y político les ha dado,
pues les representaría una disminución en el nivel de vida.
El avance de conocimiento acerca de lo ecológico no puede
quedarse en una visión tremendista y apocalíptica del futuro
que ya com enzam os. Debe con d u cir a u rgen tes acciones
individuales y comunitarias, como fruto práctico de la conciencia
moral que se tenga sobre lo ecológico, que no es otra cosa que
concebir lo público como el referente obligado de resignificación
de la dignidad del sujeto.
No hay nada que sea más público, más de todos, más universal
y más de cada uno que el medio ambiente. Es asunto de vida o
muerte, tema fundam entalm ente bioético. Si el esquema de
desarrollo dominante en Occidente no respeta el medio ambiente
y no invierte en rescatar a las gentes pobres de su situación de
postración que aumenta el daño ecológico, no habrá suerte alguna
para las actuales y futuras generaciones.
175
14- La familia
82 “En resumen, podemos decir que nuestros jóvenes -ellos y ellas- se ven sometidos
al riesgo de la formación de identidades fragmentadas, vulnerables, acomodaticias
y consumistas. Pero también hay que reconocer que están hoy más capacitados
para las relaciones personales y más liberados de prejuicios sexistas. Son más
tolerantes y más espontáneos, están mejor informados y tienen un mayor nivel de
educación, son más realistas y pragmáticos y poseen una actitud más equilibrada
frente a las diversas polarizaciones que suelen aparecer en la vida personal y
social*. JIMÉNEZ ORTlZ, Antonio, en Selecciones de Teología, 145, vol. 37, 1988,
p.55.
ETHQS VITAL Y DIGNIDAD HUMANA EN LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
15- L a co m u nid ad
16- L a E mpresa
Y COMPLEJO SANITARIO
85 “La perfección moral sólo se consigue cuando la coherencia ética entre ideas y
actos ha llegado a ser tan profunda y prolongada, que los modos de obrar se han
convertido en una especie de segunda naturaleza, en hábitos virtuosos que se
GILBERTO CELY GAUNDO, S.J.
ponen en práctica sin esfuerzo y hasta con placer. A esto es lo que Aristóteles
llamó bios, ‘ modo de vida*. Cuando el pensar llega a ser una especie de segunda
naturaleza del hombre, como sucede en el filósofo, entonces el ejercicio de las
virtudes dianoéticas se convierte en él en modo o forma de vida, por tanto en bios,
el bios theoretikós?. GRACIA GUILLÉN, Diego, «El Juramento de Hipócrates en el
desarrollo de la medicina», en Dolentium Hominum, n. 31, año XI, 1996n.l, p. 26.
86 ‘ De ello se desprende que la acción dirigida al “bien-estar" del hombre resulta
eficaz si se le considera en cuanto ser integral, es decir una entidad bio-sico-
espiritual. Una identidad, por lo tanto, sagrada y, en lo colectivo, una
intersubjetividad sagrada que la crisis o encontrarse mal, (es un término hipocrático),
lejos de mitigar, resalta con mayor contundencia. Me refiero al hecho de que hoy,
ETHQS VITAL Y DIGNIDAD HUMANA EN LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
187
GILBERTO CELY GAUN DO. S.J.
AD EN D UM
95 GONZÁLEZ, Luis José. Ética ecológica para América Latina, El Buho, 3a. Edición,
Bogotá, 1993, p.27
GILBERTO CELV GALINDO, S.J.
99 “El mundo es nuestra aldea: si una casa se incendia, los techos sobre nuestras
cabezas corren un peligro inminente. Si alguno de nosotros intenta reedificar solo,
sus esfuerzos serán puramente simbólicos. La solidaridad debe ser nuestra consigna:
cada uno debe asumir la parte de la responsabilidad colectiva que le corresponde”.
DELORS, Jacques, de un discurso pronunciado en la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. Río de Janeiro, junio 1992.
GILBERTO CELY GALINDO, 8.J.
lOOootopia significa camino sin salida, dificultad, antinomia, paradoja. Nicolai Hartmann
llama “aporética” al estudio de las antinomias suscitadas por la fenomenología del
conocimiento. Son famosas las aporias presentadas por Zenón de Elea, como en el
caso de Aquiles y la tortuga.
101 De manera muy sintética, podríamos decir que el principio moral o causa del “doble
efecto” afirma que si hay razones suficientes para que el agente moral realice su
acción, a pesar del efecto malo colateral no buscado ex profeso, su acción es
considerada como buena. Deben cumplirse dos condiciones: 1- que el mal no sea
querido sino sólo aceptado como un efecto colateral, y 2- que existan suficientes
GILBERTO CELY GALINDO, S.J.
razones morales para obrar intencionalmente a pesar del mal efecto. De todas
maneras, el sujeto agente no sólo debe responder por las acciones que voluntariamente
emprende como buenas, sino también por aquellas colaterales que de sus acciones
resulten, las cuales debe reparar de manera proporcional al daño causado. Cfr.
POLAINO-LORENTE, Aquilino (Dirección editorial). Manual de Bioética General, 3*.
Edición, Ediciones RIALP, Madrid, 1997, p. 52-56. La causa del ‘ doble efecto*
también se conoce con el nombre de ‘ Principio del voluntario indirecto’ , definido
de la siguiente manera: *Es licito realizar una acción en si buena o indiferente, que
tiene un doble efecto, uno bueno y otro malo, si el efecto bueno es inmediato, el fin
del agente es honesto y existe una causa proporcionada para permitir el efecto
malo". CUERVO, Fernando. Principios morales de uso más frecuente, 3* edición,
Ediciones RIALP, Madrid, 1995, p. 84-86. A renglón seguido, este autor especifica
que se requieren cuatro requisitos para que el efecto malo no sea imputable al
sujeto: dos por parte de la acción y otros dos por piarte de los efectos. Por piarte de
la acción: 1- que la acción en si (es decir, sin las circunstancias) no sea mala, sino
honesta o al menos indiferente, pues una causa en sí mala incluye la culpa también
de los efectos; 2- que el fin del agente sea honesto, es decir, que la intención no se
dirija al efecto malo sino al bueno, pues de otra forma el mal seria en sí voluntario
o al menos querido, pior tanto, también se requiere que no exista un pieligro próximo
de consentir en el mal o de aprobarlo. Por piarte de los efectos: 1- que el efecto
bueno no se derive del malo; y 2- causa grave proporcionada piara poner la acción
y piermitir el efecto malo.
APORlAS DE LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO QUE AFECTAN EL ETHOS VITAL Y LA DIGNIDAD HUMANA
103 Entendemos por acto reflejo especulativo la acción característica principal del
sistema nervioso central de la especie humana, el cual, a partir de estimulos
sensoriales establece respuestas de * speculum" , espejo, que van más allá de la
reflexologia biologista pavloviana y del conductismo skineriano de tipo adaptativo,
y se constituyen en modos cognitivos-abstractos de interpretar y de autointerpretarse
el individuo humano, accediendo a nuevos gradientes de intencionalidad orientadora
de su propio accionar. La conciencia es el resultado articulado de dicho proceso de
conocer y de saber que conoce, y es el “espacio espiritu al' vinculante de las
apetencias volitivas con las de elección entre posibilidades varias, lo cual constituye
la acción moral. La conciencia no es igual al pensamiento, como tampoco es igual
a conocimiento, sino que estos dos son elementos constitutivos de la misma, además
de los sentimientos, de la emotividad y de la afectividad. En la conciencia reposa
la capacidad de hacer juicios y de enjuiciarse, en virtud de apropiaciones de la
realidad que se le dan como constructos psico-sociales de profunda experiencia
208 valorativa de la misma. La conciencia moral es, entonces, un estar alerta para
discernir las acciones humanas en función de lo que se va descubriendo como
bueno o como malo, como lo deseable, como lo conveniente, como lo apropiado,
como lo correcto, como lo justo, como lo bello...; siendo todo esto valores construidos
por la experiencia individual y colectiva en la permanente apropiación de la realidad
y sim ultánea autoapropiación intencional, en la dinámica de la inteligencia
sentiente hacedora de historia y, en consecuencia, agente responsable de su propia
existencia. El crecimiento en esta intencionalidad es un crecimiento en la libertad-
relacionada y simultáneamente un crecimiento en la autoafirmación de sujeto moral.
En sintesis, es un acceder progresivo a la autoconciencia donde anida la ética.
104“Las fuerzas que llevan a la degradación medioambiental son algo distintas en los
países desarrollados y en los países en desarrollo. Factores como la propiedad de la
tierra, el colapso cultural, las políticas gubernamentales y las condiciones socio
económicas varían según región, y se podría emprender un análisis siguiendo esas
líneas.
El actual modelo de desarrollo se basa casi exclusivamente en consideraciones
económicas. Este enfoque ha llevado a la actual crisis medioambiental, y no se
encontrará una solución al interior de su lógica, sino solamente gracias a un
cambio fundamental con respecto al mismo desarrollo. Los derechos humanos
incluyen «derechos tales como el desarrollo, la paz y un medio ambiente sanos>.
Urgen, pues, modelos de desarrollo alternativos, modelos que integren en su
funcionamiento valores culturales, medioambientales y de justicia social. Estos
modelos irán probablemente surgiendo a pedazos, conforme la gente vaya forjando
sub-modelos apropiados a condiciones especificas: la expansión del agrobosque, el
cultivo orgánico, la promoción de «watershed», los bio-remedios son unos ejemplos
de esto. Las técnicas de Valoración Rural rápida o de Desarrollo Participativo están
diseñadas con la intención de eliminar el predominio paralizador que los ‘expertos’
en desarrollo o medio ambiente, venidos desde afuera, ejercen sobre las poblaciones
locales”. Tomado del documento “Vivimos en un mundo roto’ . Reflexiones sobre
Ecología. En Promotio Iustitiae, N° 70, Abril 1999, p. 15-17
APORlAS DE LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO QUE AFECTAN EL ETHOS VITAL Y LA DIGNIDAD HUMANA
105‘ La Ecología (oi'/cos) tiene que ver con la casa familiar, el hábitat, la tierra y el
universo. Mira a las interrelaciones y a las interacciones de los seres vivientes
entre si y con su ambiente. Desde una perspectiva ecológica, ser es ser en relación,
existir es co-existir. Esto es verdadero no solamente para nosotros los hombres,
sino para todo lo que conlleva el misterio de la existencia. La ecología habla
también de la unicidad, autonomía y derechos de cada entidad. Como hombres,
somos llamados a reverenciar y respetar esta unicidad. Todo lo que existe, existe
dentro del tejido sagrado de la vida, dentro de la comunidad terrestre. Como
hombres, tenemos la llamada a vivir creativa y responsablemente dentro de la
comunión.
Justicia para la comunidad humana y justicia para la comunidad terrena global
están intimamente relacionadas. Aunque no tenemos toda la información científica,
y nunca la tendremos toda, percibimos la conexión entre el botar desperdicios
industriales y el cáncer, entre el quemar combustible fósil y el recalentamiento
global, entre la depredación de la tierra y la disminución de la aventura humana.
Detrás de la violencia social se esconde hoy la degradación ecológica. No es
posible tener gente sana en un planeta enfermo. Las estructuras y las instituciones
que construimos y los planes y programas que creamos ya no pueden descuidar las
formas de funcionamiento de la tierra. Se incluyen en esto las estructuras
económicas, educativas, legales, gubernamentales, sanitarias y religiosas. Un tal
descuido no es bueno para nadie, pero es particularmente trágico para los más
pobres y los más marginados entre nosotros”. SURETTE, John. En “Vivimos en un
mundo roto. Reflexiones sobre Ecología”, Promotio lustitiae, N” 70, Abril 1999, p.
12..
GILBERTO CELY GALINDO, S.J.
106 “No cabe duda de que, hoy por hoy, la ciencia capaz de generar tecnologia y la
tecnología capaz de generar ciencia están en manos del gran capital, cuyas prácticas,
potenciadas por la globalización e inmediatez de las comunicaciones, envuelven
al mundo en una tupida red de intereses puramente económicos, que van más allá
y por encima de toda consideración humanística, ética, ecológica y política. La
mayoría de las universidades sobreviven gracias a los proyectos de investigación y
desarrollo encargados por empresas. Disponemos de los medios tecnológicos y de
los recursos económicos para solucionar muchos de los problemas de la humanidad,
pero se hallan en manos de quienes están guiados por criterios estrictamente
econom icistas” . SEMPAU, David, traductor del libro de GRACE, Eric S, La
biotecnología al desnudo. Promesas y realidades. Anagrama S.A., Barcelona, 1998,
p .10-11
107 “ ... Debemos, por asi decir, alfabetizamos ecológicamente. Estar ecológicamente
alfabetizado, ser ‘ecoalfabeto’, significa comprender los principios de organización
de las comunidades ecológicas (ecosistemas) y utilizar dichos principios para crear
comunidades humanas sostenibles. Necesitamos revitalizar nuestras comunidades
-incluyendo las educativas, las de negocios y las politicas-, de modo que los
principios de ecología se manifiesten en ellas como principios de educación,
empresa y política”. CAPRA, Fritjof, La trama de la vida, Anagrama, Barcelona,
1998, en el epilogo.
APORiAS DK LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO QUE AFECTAN EL ETHOS VITAL Y LA DIGNIDAD HUMANA
212
LA D IG N ID A D
H U M A N A EN LA
ENCRUCIJADA DE LOS
CONFINES DE LA VIDA
220 4- La d ig n id ad en la encrucijada de
LOS AVANCES DE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA
118 Un reclamo muy serio al debate ético de estas novedades lo presenta HABERMAS,
Jürgen, E l fu tu r o d e la n a tu ra leza h u m a n a . ¿ H a cia u n a e u g e n e s ia liberal?, Ediciones
Paidós Ibérica, S.A., Barcelona, 2002. También, pero con argumentos teológicos de
la moral cristiana, la D o n u m Vitae rechaza la manipulación arbitraria en laboratorio
del embrión humano, como algo indigno. Instrucción de la Congregación para la
Doctrina de la fe sobre el respeto a la vida del n a s c it u r u s y la dignidad de la
reproducción humana (22 de febrero de 1987).
* Basado en la ponencia presentada al 5° Congreso Mundial de Bioética, Londres,
21-24 de septiembre f% flO ͣks ,D A D J A V E R IA N A
B ib l io t e c a G e n e r a l
C a r r e r a 7 No. 4 1 - 0 0
RlAMTAFE DE B O G O T A
GILBERTO CELY GAL1NDQ, S.J.
n o se d u d a in c lu s o en a fir m a r q u e la d ig n id a d h u m a n a y a h a
a d q u irid o el ran go de verd adero principio gen eral del d e re c h o *121.”
6- V o lv am o s a K a n t
126El contraste entre personas y cosas es una de las mejores vías para aproximarse
conceptualmente a la idea de dignidad. Ver: ANDORNO, Roberto, L a d istin c tio n
ju r id iq u e e n tr e le s p e r s o n n e s et le s c h o s e s à l'é p r e u v e d e s p r o c r é a tio n s artificielles,
Paris, LGDJ, 1996; id., B ioética y d ig n id a d d e la p e r s o n a , Madrid, Tecnos, 1998.
LA DIGNIDAD HUMANA EN LA ENCRUCIJADA DE LOS CONFINES DE LA VIDA
130BLÁSQUEZ CARMONA et alii, D iccion ario d e térm in o s éticos, Verbo Divino, Navarra,
1999, p. 158
131 “Estas nuevas condiciones permiten que vayan cristalizando nuevos derechos que
aspiran a concretarse en Declaraciones como las anteriores de los derechos civiles
y políticos y de los derechos económicos, sociales y culturales. Se reivindica el
derecho a la paz y a la intervención desde un poder legitimo internacional en los
conflictos armados; el derecho a crear un Tribunal Internacional que actúe en los
casos de genocidio y crímenes contra la humanidad; el derecho a un desarrollo
sostenible que permita preservar el medio ambiente natura] y el patrimonio cultural
de la humanidad; el derecho a un mundo multicultural en el que se respeten las
minorías étnicas, lingüisticas y religiosas; el derecho a la libre circulación de las
personas, no sólo de capitales y bienes, que permita condiciones de vida dignas a
los trabajadores inmigrantes.131 Este conjunto de derechos va tomando forma en las
últimas décadas, y abre el camino para un gran reto añadido en el siglo XXI: las
nuevas formas que cobran los derechos de primera, segunda y tercera generación
en el entorno del ciberespacio, es decir, la c u a r ta g e n e r a c ió n de los derechos
humanos". BUSTAMANTE, Javier, “La sociedad de la información. Hacia la cuarta
generación de Derechos Humanos: respetando la condición humana en la sociedad
tecnológica“. E n R e v is ta Iberoa m erica n a d e Ciencia, Tecnología, S o c ie d a d e In nova ción,
N° 1, sep.-dic., 2001.
LA DIGNIDAD HUMANA EN LA ENCRUCIJADA DE LOS CONFINES DE LA VIDA
7- V olvamos al judeocristianismo
8- A MODO DE sín te s is : a s p ir a r a m á s
AD EN D UM
Otro tanto ocurre con el uso de pacientes recién fallecidos para que
los estudiantes de Medicina practiquen procedimientos como la
intubación. Macklin subraya que esta práctica se censura apelando
a la dignidad, pero sostiene que ésta no puede predicarse del cadáver,
por lo que esta vez el término se usa pensando en los sentimientos
de los familiares.
«Da igual valor a todos; no así la ética del respeto por la autonomía»
Gonzalo Herranz, director del Departamento de Humanidades
Biomédicas de la Universidad de Navarra y vicepresidente de la
Comisión de Ética del Comité Permanente de Médicos Europeos,
apunta que «en ética médica, el de dignidad humana es un concepto
que, aunque muy mal utilizado, no tiene un pelo de inútil. Posee, a
mi parecer y en exclusiva, un sentido ético-médico más amplio y
profundo, y también más preciso y exigente, que el de respeto por la
autonomía de las personas».
ESCOBAR TRIANA, Jaime, El Morir como ejercicio final del derecho a una
244 vida digna, Colección Bíos y Ethos, Ediciones El Bosque, Bogotá, 1998.
MORGAN, J. D., “Living Our Dying and Our Grieving: Historical and
Cultural Attitudes”, en WASS & NEIMEYER (eds.), Dying Facing the
Facts, Taylor & Francis, Washington, 1995, pgs. 25-45.
RESTREPO, Luis Carlos, Más allá del terror. Abordaje cultural déla violencia
en Colombia, Aguilar, Bogotá, 2003.
SAMAREL, N., “The Dying Process”, en WASS & NEIMEYER (eds.), Dying
Facing the Facts, Taylor & Francis, Washington, 1995, pgs. 89-116.
ARANGO, Horacio, "La comunión que desata los nudos impuestos por los
guerreros": Apuntes Ignacianos 30 (2000) 76-86.
GILBERTO CELY GALINDO. S.J
U niversidad J a v e r ia n a
B iblioteca G eneral
C a r r e r a 7 N o 41-00
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L IB R O S P U B L IC A D O S P O R EL P R O F E S O R
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