Dignidad Humana PDF

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DERECHOS

Millones de mujeres, hombres, nios y nias que viven


en pases de todas las regiones del mundo y en todos
los niveles de desarrollo no tienen siquiera acceso
a niveles mnimos de alimentacin, agua, saneamiento,

HUMANOS
educacin, atencin a la salud y vivienda. No se trata
de una realidad inevitable de la vida. Es un escndalo
para los derechos humanos.

PARA
En Derechos humanos para la dignidad humana
se describen algunas de las caractersticas fundamentales
de los derechos econmicos, sociales y culturales.
El informe presenta un panorama general de estos

LA DIGNIDAD
derechos, da cuenta de su alcance y contenido, y ofrece
ejemplos de violaciones y de lo que puede hacerse para
combatirlas. Tambin se destacan en este trabajo las
obligaciones de los gobiernos y las responsabilidades

HUMANA
que en materia de derechos humanos tienen otros
agentes, como las organizaciones y empresas
internacionales.

En esta edicin revisada y actualizada de la Introduccin


a los derechos econmicos, sociales y culturales
de Amnista Internacional se reflejan las novedades que
se han producido en el ltimo decenio en el avance de
estos derechos. El motor de este progreso lo constituyen
las experiencias de activistas y comunidades de todo el
mundo que han alzado la voz y reivindicado sus derechos.
Sus historias demuestran por qu esta cuestin ha de
seguir siendo un asunto prioritario para los gobiernos,
para la comunidad internacional y para el movimiento de
derechos humanos en su conjunto. Y por encima de todo,
ponen de manifiesto hasta qu punto un trabajo de
campaa decidido puede hacer avanzar la lucha que
garantice que todas las personas viven libres e iguales
en dignidad y derechos.

Una introduccin a los derechos


econmicos, sociales y culturales
DERECHOS
HUMANOS
PARA
LA DIGNIDAD
HUMANA
Una introduccin a los derechos
econmicos, sociales y culturales

SEGUNDA EDICIN
AMNISTA INTERNACIONAL
Derechos humanos para la dignidad humana.
Una introduccin a los derechos
econmicos, sociales y culturales.
Segunda edicin

Publicado originalmente en 2014 por


Amnesty International Ltd
Peter Benenson House
1 Easton Street
London WC1X 0DW
Reino Unido

Amnesty International 2014

Edicin en espaol a cargo de:


CENTRO DE LENGUAS
DE AMNISTA INTERNACIONAL
Valderribas, 13
28007 Madrid,
Espaa

ndice: POL 34/001/2014 Spanish


Idioma original: Ingls
Impreso por Artes Grficas ENCO, Madrid (Espaa)
ISBN 978 - 84 - 96462 - 43 - 4
Depsito legal M - 33.724 - 2014

Reservados todos los derechos. Esta publicacin tiene


derechos de autor, si bien puede ser reproducida por
cualquier medio, sin pago de tasas, para fines educativos,
de defensa o de campaa, pero no para la venta.

Los titulares de los derechos de autor solicitan que se les


comuniquen los usos mencionados con el fin de evaluar
sus efectos. Para la reproduccin de este texto en
cualquier otra circunstancia, su uso en otras
publicaciones o su traduccin o adaptacin, deber
obtenerse el permiso previo por escrito de la editorial, y
podr exigirse el pago de una tasa. Para solicitar permiso
o cualquier otra informacin, pnganse en contacto con
copyright@amnesty.org

Imagen de portada: Una mujer observa mientras sus


vecinos hablan sobre sus derechos a la tierra en el
poblado de Dhinkia, en Orissa, India, junio de 2008.
Sanjit Das

Amnista Internacional es un movimiento global de ms


de 7 millones de personas que trabajan por un mundo
en el que todas las personas disfrutan de todos
los derechos humanos.

Nuestra visin es la de un mundo en el que todas


las personas disfrutan de todos los derechos
humanos proclamados en la Declaracin Universal de
Derechos Humanos y en otras normas internacionales
de derechos humanos.

Somos independientes de todo gobierno, ideologa


poltica, inters econmico y credo religioso. Nuestro
trabajo se financia en gran medida con las contribuciones
de nuestra membresa y con donativos.

amnesty.org
Una mujer transporta una pesada carga y a un nio
en el distrito de Mugu, Nepal, 2013. Para algunas
mujeres de Nepal, trabajar como porteadoras, incluso
estando embarazadas, es la nica fuente de ingresos.
Cargar grandes pesos durante el embarazo o poco
despus de dar a luz aumenta el riesgo de prolapso
uterino, padecimiento doloroso y debilitante que sufren
en Nepal muchas mujeres, pese a que puede evitarse
y tratarse en la mayora de los casos.
Amnesty International

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 3


ndice

Glosario 6

Introduccin 10

1. Reivindicacin de los derechos econmicos, sociales y culturales 24


Los orgenes de los derechos econmicos, sociales y culturales 25

Tras la Guerra Fra 26

Retos actuales 29

Notas 37

2. Los derechos econmicos, sociales y culturales en detalle 40

Derechos culturales 43

El derecho a una alimentacin adecuada 44

El derecho a una vivienda adecuada 46

El derecho a la educacin 47

El derecho a la salud 50

El derecho al agua 52

El derecho al saneamiento 54

El derecho al trabajo y los derechos en el trabajo 56

El derecho a un recurso efectivo 58

Notas 61

3. Obligaciones previstas por el derecho internacional 68

Deber de respetar, proteger y realizar los derechos 69

Obligaciones inmediatas y efectividad progresiva 70

Obligaciones ms all de las fronteras 75

Notas 81

4
4. Identificacin de las violaciones de los derechos econmicos,
sociales y culturales 86

Uso de indicadores de derechos humanos 88

Los conflictos armados no justifican las violaciones de derechos 95

La insuficiencia de recursos no es excusa 100

Notas 105

5. Quin es responsable? 110

Responsabilidad empresarial de los derechos humanos 112


Notas 115

6. Todos los derechos para todas las personas 118

Infancia 120

Mujeres 121

Campaa por la salud materna y los derechos sexuales y reproductivos 122

Orientacin sexual e identidad de gnero 123

Pueblos indgenas 127

Personas migrantes 130

Personas refugiadas y desplazadas internamente 131

Notas 135

7. La defensa de los derechos econmicos, sociales y culturales 140

Trabajar por el cambio a travs de casos individuales 142

Documentacin de abusos 147

Trabajar en asociacin 149

Captar apoyos en favor de garantas constitucionales 150

Examinar los presupuestos 152

Conclusin: Es el momento de actuar 153

Notas 156

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 5


Glosario

AAAS DUDH
Asociacin Americana para el Progreso Declaracin Universal de Derechos Humanos
de la Ciencia
ECSR
ACNUDH Comit Europeo de Derechos Sociales
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
FDI
los Derechos Humanos
Fuerzas de Defensa de Israel
BEI
FIAN International
Banco Europeo de Inversiones
Red Internacional para la Informacin y Accin
BERD por el Derecho Humano a la Alimentacin
Banco Europeo de Reconstruccin y Desarrollo
FMI
CADHP Fondo Monetario Internacional
Comisin Africana de Derechos Humanos
HURIDOCS
y de los Pueblos
Sistema Internacional de Informacin
CDN y Documentacin sobre Derechos Humanos
Convencin sobre los Derechos del Nio
IBP
CEDAW International Budget Partnership
Convencin sobre la Eliminacin de Todas
ICEFI
las Formas de Discriminacin contra la Mujer
Instituto Centroamericano de Estudios
CEDH Fiscales, con sede en Guatemala
Convenio Europeo de Derechos Humanos
ICERD
CEE Bankwatch Network Convencin Internacional sobre la Eliminacin
Red Bankwatch de Europa Central y del Este de Todas las Formas de Discriminacin Racial

CEJIL IFI
Centro por la Justicia y el Derecho Instituciones Financieras Internacionales
Internacional
Interights
CEKOR Centro Internacional para la Proteccin
Centro por la Ecologa y el Desarrollo Jurdica de los Derechos Humanos
Sostenible
LGBTI
CESCR Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgnero
Comit de Derechos Econmicos, Sociales e Intersexuales
y Culturales
LMDGP
CESR
Proyecto de Gobernanza y Desarrollo
Centro por los Derechos Econmicos y Sociales
Metropolitano de Lagos
CICR
MUDAH
Comit Internacional de la Cruz Roja
Movimiento de Mujeres Dominico-Haitianas
CIJ
OACNUDH
Comisin Internacional de Juristas
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones
CPE Unidas para los Derechos Humanos
Comit Parlamentario Especial

6
ODM TPO
Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU Territorios Palestinos Ocupados

OIT UN-DESA
Organizacin Internacional del Trabajo Departamento de Asuntos Econmicos
y Sociales de las Naciones Unidas
OMS
Organizacin Mundial de la Salud UNESCO
Organizacin de las Naciones Unidas
ONG para la Educacin, la Ciencia y la Cultura
Organizacin No Gubernamental
UNFPA
PCN Fondo de Poblacin de las Naciones Unidas
Partido Comunista de Nepal
UNICEF
PID Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
Personas Internamente Desplazadas
UNMIK
PIDCP Misin de Administracin Provisional
Pacto Internacional de Derechos Civiles de las Naciones Unidas en Kosovo
y Polticos
UNPD
PIDESC, o el Pacto Servicio de Adquisiciones de la ONU
Pacto Internacional de Derechos Econmicos,
Sociales y Culturales

PNUD
Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo

Principios Rectores
Principios Rectores de los Desplazamientos
Internos, de la ONU

Protocolo de Maputo
Protocolo a la Carta Africana de Derechos
Humanos y de los Pueblos relativo a los
Derechos de la Mujer en frica

Red-DESC
Red Internacional para los Derechos
Econmicos, Sociales y Culturales

RMM
Razn de Mortalidad Materna: muertes
de madres por cada 100.000 nacidos vivos

RTI Act
Ley de Derecho a la Informacin, de la India

TAC
Campaa de Acceso a Tratamientos

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 7


Manifestacin de trabajadoras domsticas,
organizada el Da de los Derechos Humanos
en Phnom Penh, Camboya, 2012. Al principio,
la polica les impidi dirigirse al Ministerio
de Trabajo, pero se lo permiti ms tarde
tras una negociacin.
LICADHO
INTRODUCCIN
Si nuestra generacin es la que puede
poner fin a la pobreza, no se debera
postergar este cometido esencial ni rehuir
semejante tarea. En un mundo con gran
riqueza e importantes avances tecnolgicos,
nadie en ninguna parte del mundo debera
quedar rezagado. Nadie debera pasar
hambre, carecer de vivienda o de agua
limpia y saneamiento, padecer exclusin
social o econmica ni vivir sin acceso a
servicios bsicos de salud y educacin. Se
trata de derechos humanos que constituyen
los cimientos de una vida digna.
Ban Ki-moon, secretario general de la ONU1

En todo el mundo, 842 millones de personas sufren desnutricin y carecen de


alimentos suficientes.2 Cada ao, casi 6,6 millones de nios y nias mueren antes de
cumplir los cinco aos.3 Sesenta y un millones de nios y nias (ms de la mitad nias)
no tienen acceso a educacin, ni siquiera educacin bsica.4 El nmero de personas
que viven en asentamientos precarios sigue creciendo y, al ritmo actual, se espera que
la poblacin total de este tipo de asentamientos alcance los 889 millones en 2020.5

sta no es slo una desgraciada realidad de la vida. Es un escndalo de terribles


proporciones para los derechos humanos. Por ello, existe el deber de dar respuesta, una
responsabilidad arraigada no slo en las exigencias de la dignidad humana, sino
tambin en las obligaciones jurdicamente vinculantes en materia de derechos humanos
en el plano internacional.

La flagrante desigualdad econmica y social es una realidad permanente en pases de


toda condicin poltica y de todos los niveles de desarrollo. En medio de la abundancia,
son muchas las personas que todava no tienen acceso ni siquiera a los niveles mnimos
de alimentacin, agua, saneamiento, educacin, atencin mdica y vivienda. Estas

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 11


carencias son resultado no slo de la falta de recursos, sino tambin de la reticencia,
negligencia y discriminacin que demuestran gobiernos y otros agentes. Muchos grupos
son objeto de discriminacin por ser quienes son, y a menudo se ignora totalmente a
las personas que viven marginadas de la sociedad.

La plena realizacin de los derechos econmicos, sociales y culturales incluidos el


derecho a la alimentacin, la vivienda, la salud, la educacin y el trabajo requiere
considerables recursos humanos, econmicos, tecnolgicos y de otro tipo. Sin embargo,
la limitacin de recursos no es la principal causa de las violaciones generalizadas de los
derechos econmicos, sociales y culturales, y no puede servir de excusa para negar
estos derechos a individuos o a grupos concretos. En muchos pases, las minoras
tnicas, los pueblos indgenas, las mujeres, los miembros de grupos religiosos o de
oposicin, quienes viven con el VIH/sida o con discapacidades, y otras personas corren
el riesgo de sufrir privaciones como consecuencia de la discriminacin y de la
injusticia.

Incluso los gobiernos ricos y poderosos han sido claramente incapaces de cumplir con
su obligacin de poner fin al hambre y a las enfermedades prevenibles, as como de
acabar con el analfabetismo y la falta de vivienda, tanto en sus propios pases como en
el mbito internacional. A pesar de las expresiones de preocupacin y de las
declaraciones de buenas intenciones, la comunidad internacional se ha mantenido al
margen mientras los gobiernos por separado han despreciado los derechos humanos de
millones de personas.

DESALOJOS FORZOSOS EN ZIMBABUE


En mayo de 2005, el gobierno de Zimbabue lanz la Operacin Murambatsvina
(que puede traducirse aproximadamente como Fuera basura), un programa
de desalojos forzosos en masa y demoliciones de viviendas y negocios
informales. En menos de tres meses, ms de 700.000 personas perdieron su
hogar, su medio de vida, o las dos cosas. Los desalojos se llevaron a cabo sin
una notificacin adecuada, sin el proceso debido, sin una orden judicial, y sin
ofrecer a las personas afectadas una indemnizacin o alternativas para que se
reasentaran en otro lugar. Se efectuaron a pesar de que el gobierno reconoca
que el pas se enfrentaba ya a una grave escasez de viviendas. En los pocos
casos en los que los grupos de derechos humanos ayudaron a personas a
obtener rdenes judiciales para detener el desalojo, se hizo caso omiso de
dichas rdenes.

En respuesta a la presin internacional, el gobierno, en junio de 2005, lanz


la Operacin Garikai/Hlalani Kuhle, supuestamente para remediar el impacto
negativo de la Operacin Murambatsvina. Sin embargo, la Operacin Garikai se
puso en marcha de forma apresurada y sin consultar a las personas afectadas;
adems, estaba gravemente infradotada y slo abarcaba a un nmero
relativamente pequeo de vctimas. Algunas de las personas que se
beneficiaron del programa recibieron casas sin terminar y sin acceso a agua,

12
Escuela comunitaria provisional, creada
y gestionada por los habitantes de Hopley,
asentamiento precario de las afueras de Harare,
2010. La aparicin de escuelas extraoficiales
en Hopley en 2010 fue una respuesta directa
a la necesidad surgida al no haber planeado
bien el gobierno de Zimbabue la educacin de
los nios y nias afectados por los desalojos
forzosos masivos efectuados en 2005 en el
marco de operacin Murambatsvina (Fuera
basura). La educacin que se imparte en las
escuelas informales establecidas por las
comunidades en Hopley no es en absoluto
adecuada. Adolece de una grave falta de
profesores con formacin, mobiliario, material
de escritura, libros de texto y refugio, y no hay
supervisin del Ministerio de Educacin.
Amnesty International
saneamiento, vas pblicas u otros servicios. La mayora de los beneficiarios
recibieron parcelas vacas sin servicios, donde, con la ayuda de organizaciones
humanitarias, levantaron refugios improvisados de plstico. Estas personas
deban hacer pagos peridicos al Ministerio de Gobierno Local en concepto de
arrendamiento de la tierra, y quienes no pagaban se exponan a perder su
parcela. Por otra parte, durante los desalojos forzosos las vctimas perdieron
tambin sus medios de vida, ya que los puestos de mercado y los comercios
informales tambin fueron destruidos. En 2014, la mayora de los residentes
seguan viviendo en esas estructuras improvisadas. El gobierno no haba
ofrecido ninguna otra ayuda a las cientos de miles de vctimas.

Las personas que viven en los asentamientos de la Operacin Garikai siguen


sin acceso a servicios tales como la educacin y la salud. En 2010, Amnista
Internacional registr una alta incidencia de muertes de recin nacidos en
Hopley, un asentamiento creado por el gobierno en el marco de la Operacin
Garikai. Esas muertes se atribuyeron a la falta de servicios de salud materna y
neonatal en el asentamiento. Las mujeres y nias embarazadas se ven
obligadas a dar a luz en barracas a causa de los obstculos a los que se
enfrentan para acceder a atencin mdica, por ejemplo los prohibitivos costes
de los servicios de salud o la falta de transporte hasta la maternidad ms
cercana.6

La Operacin Murambatsvina interrumpi la educacin primaria y secundaria


de unos 222.000 nios y nias de entre 5 y 18 aos. Aunque el gobierno no
realiz un seguimiento oficial, se cree que muchos de esos nios y nias han
perdido varios aos de educacin o han abandonado el sistema educativo de
forma permanente. El gobierno tampoco estableci escuelas en los
asentamientos de la Operacin Garikai, y los nios y nias que viven en ellos
se encuentran con numerosos obstculos para acceder incluso a la educacin
bsica. En 2011, Amnista Internacional concluy que el coste de la
educacin, la distancia desde los hogares a la escuela y la resistencia de
los responsables de las escuelas a matricular a nios y nias de los
asentamientos Garikai han dado lugar a que los nios y nias de algunos de
los asentamientos asistan a escuelas no reguladas gestionadas por voluntarios
de las comunidades.

El impacto negativo que los desalojos forzosos han tenido en la educacin


tambin se ha manifestado en formas especficas de gnero. Durante debates
con grupos-muestra, Amnista Internacional escuch que muchas nias
algunas de tan slo 13 aos entablaban relaciones sexuales con hombres
mayores o se casaban para escapar de la pobreza en su hogar. Las jvenes y
las nias tambin decan que se sentan obligadas por sus circunstancias a
ganar dinero mediante el trabajo sexual para ayudar a mantener a sus familias.
Todas las nias con las que Amnista Internacional habl atribuyeron sus
matrimonios precoces a los desalojos forzosos y a la falta de apoyo del
gobierno para volver a matricularse en la escuela.7

14
A principios de 2014, la mayora de las personas que haban recibido tierras
en el marco de la Operacin Garikai corran peligro de sufrir un nuevo desalojo
forzoso, pues no podan pagar las sumas que les pedan para renovar su
arrendamiento.

[Amnista Internacional ha estado observando la situacin en Zimbabue desde


los desalojos de 2005. Para ms informacin, vase Amnista Internacional,
Zimbabwe: No justice for the victims of forced evictions (ndice: AFR
46/005/2006); Zimbabwe: Six years on victims of Operation Murambatsvina
still struggling to survive (ndice: AFR 46/012/2011); No chance to live:
Newborn deaths at Hopley Settlement, Zimbabwe (ndice: AFR 46/018/2010);
y Left behind: The Impact of Zimbabwes mass forced evictions on the right to
education (ndice: AFR 46/019/2011).]

En muchos casos, los gobiernos interesados en fomentar la inversin no han tomado


medidas para garantizar que las grandes empresas respetan los derechos humanos. Han
expuesto a la poblacin al peligro que entraa la contaminacin y a la explotacin
mediante la negacin del derecho a un salario justo y a unas condiciones de trabajo
dignas. Los gobiernos, actuando en privado o a travs de instituciones financieras
internacionales, han respaldado proyectos de desarrollo a gran escala que han dado
lugar a una situacin generalizada de prdida de viviendas y abusos contra los derechos
de los pueblos indgenas.

Las violaciones de los derechos econmicos, sociales y culturales no son tan slo fruto
de lo inadecuado de los recursos; son fruto de las polticas aplicadas en este mbito.8

Los derechos humanos son indivisibles: todos los derechos tienen el mismo valor y no
pueden separarse. Las violaciones de los derechos econmicos, sociales y culturales
por ejemplo, la falta de proteccin de los derechos de los pueblos indgenas a la tierra,
la negacin de los derechos de educacin de las minoras, o la desigualdad en la
prestacin de atencin mdica a menudo estn relacionadas con violaciones de los
derechos civiles y polticos en forma de negaciones reiteradas. Ningn derecho puede
materializarse si est aislado de otros derechos. Del mismo modo que, para el pleno
disfrute del derecho a la libertad de expresin, es necesario concertar esfuerzos en
favor del derecho a la educacin, para el disfrute del derecho a la vida es preciso tomar
medidas encaminadas a reducir la mortalidad infantil, las epidemias y la malnutricin.9

Al proclamar la Declaracin Universal de Derechos Humanos en 1948, la comunidad


internacional reconoci que los seres humanos slo pueden liberarse del temor y de la
miseria, as como alcanzar la libertad de palabra y de creencias, si se crean condiciones
en las que todas las personas puedan disfrutar de todos los derechos humanos. Pese a
este compromiso con la indivisibilidad de los derechos humanos, la atencin
internacional se ha centrado en gran parte en determinados abusos contra los derechos
civiles y polticos, tales como la tortura y los malos tratos, las ejecuciones
extrajudiciales, las desapariciones forzadas y la negacin del derecho a un juicio justo.
Durante ms de 40 aos, Amnista Internacional ha desempeado un papel primordial
a la hora de situar estos asuntos en la agenda internacional.

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 15


Desde el final de la Guerra Fra, la persistente negacin de los derechos econmicos,
sociales y culturales ha provocado una creciente preocupacin en el mbito internacional.
En todos los Estados, las personas excluidas o marginadas todava se enfrentan a barreras
que les impiden alcanzar incluso un grado mnimo de disfrute de los derechos
econmicos, sociales y culturales que les corresponden. Teniendo en cuenta esta
realidad, el colectivo de activistas seala cada vez ms la necesidad imperiosa de
reconocer y combatir tales obstculos es una cuestin de derechos humanos.

En 2001, Amnista Internacional ampli su misin para poder trabajar sobre todos los
derechos humanos con el fin de hacer realidad la universalidad e indivisibilidad de
todos los derechos humanos en trminos concretos, y para ser ms efectiva a la hora de
combatir los abusos contra los derechos humanos cometidos por una diversidad de
agentes no estatales. Trabajar sobre los derechos econmicos, sociales y culturales ha
permitido a la organizacin abordar problemas complejos de derechos humanos de una
manera ms holstica y completa. Por ejemplo, el trabajo que Amnista Internacional
realiza desde hace tiempo sobre los abusos cometidos en los Territorios Palestinos
Ocupados se ha ampliado para abordar el impacto que los toques de queda y las
clausuras tienen sobre el derecho al trabajo y a la salud de la poblacin palestina.10
Otro ejemplo es la necesidad de abordar el carcter interrelacionado de los abusos que
sufren las personas que viven en asentamientos precarios e informales. El trabajo de
Amnista Internacional ha puesto de manifiesto cmo la falta de seguridad de tenencia
expone a quienes viven en asentamientos precarios en Nairobi, Kenia, a desalojos
forzosos y conduce a la negacin de los niveles incluso ms bsicos de saneamiento y a
la falta de una labor policial que respete los derechos humanos. Al igual que muchas
otras situaciones, el impacto de estos abusos afecta de manera desproporcionada a las
mujeres.11

La privacin arbitraria de la vida no se limita, pues, al ilcito del homicidio; se extiende


igualmente a la privacin del derecho de vivir con dignidad. Esta visin conceptualiza
el derecho a la vida como perteneciente, al mismo tiempo, al dominio de los derechos
civiles y polticos, as como al de los derechos econmicos, sociales y culturales,
ilustrando as la interrelacin e indivisibilidad de todos los derechos humanos.

Antnio Canado Trinidade, presidente de la Corte Interamericana de Derechos


Humanos12

NEGACIN DE LA ATENCIN DE SALUD


MATERNA EN ESTADOS UNIDOS

No deja de sorprenderme que, en los inicios de este siglo XXI, en un momento


en el que podemos [...] explorar las profundidades marinas y construir una
estacin espacial internacional, no hemos sido capaces de lograr un parto
seguro para todas las mujeres del mundo [...]. sta es una de las mayores
causas sociales de nuestros tiempos.
Thoraya Obaid, directora ejecutiva del Fondo de Poblacin de las Naciones Unidas13

16
Estados Unidos gasta ms en asistencia a la salud que cualquier otro pas del
mundo. Sin embargo, las mujeres all corren un mayor riesgo de muerte
materna que en Canad, la mayora de los pases de Europa, y varios pases de
Asia y Oriente Medio. Entre 1990 y 2008, la cifra mundial de mortalidad
materna se redujo; hubo una disminucin de la razn de mortalidad materna
(muertes por cada 100.000 nacidos vivos) en 147 pases, pero Estados
Unidos fue uno de los tan slo 23 pases en los que la ONU inform de un
incremento.14 En 2012, los datos de la ONU reflejaron que haba 45 pases
con una razn de mortalidad materna ms baja que la estadounidense.15

Las mujeres en Estados Unidos se enfrentan a una serie de obstculos para


obtener los servicios que necesitan. Amnista Internacional document
mltiples fallos en el sistema de asistencia a la salud, entre ellos: barreras
lingsticas y econmicas para acceder a la asistencia; falta de informacin
sobre asistencia materna y opciones de planificacin familiar; falta de
protocolos de asistencia; asistencia posparto inadecuada; y falta de rendicin
de cuentas y de supervisin.16

Los datos gubernamentales muestran que, en el periodo entre 2005 y 2007,


la razn de mortalidad materna ms alta corresponda a las mujeres negras
no hispanas (34 por cada 100.000 nacidos vivos), seguidas de las mujeres
indgenas de Alaska y del resto de Estados Unidos (16,9), las mujeres
procedentes de las islas de Asia y el Pacfico (11,0), las mujeres blancas no
hispanas (10,4) y las mujeres hispanas (9,6).17

La mitad de las muertes maternas que se producen en Estados Unidos son


evitables.18 Las defunciones maternas y las lesiones derivadas de la
maternidad no son simplemente un problema de salud pblica: son un
problema de derechos humanos. Estados Unidos ha ratificado o firmado varios
tratados de derechos humanos que establecen que debe haber servicios de
asistencia a la salud disponibles, accesibles, aceptables y de buena calidad.
Adems, el sistema de asistencia a la salud debe rendir cuentas, no debe dar
cabida a la discriminacin y debe garantizar la participacin activa de las
mujeres en la toma de decisiones.

El 23 de marzo de 2010, el presidente Obama firm la entrada en vigor de la


Ley de Asistencia Asequible y Proteccin al Paciente, la reforma ms amplia
de asistencia a la salud promulgada en Estados Unidos en dcadas, que
promete mejorar sustancialmente la cobertura de la asistencia a la salud.
Varias de sus disposiciones empezaron a abordar las barreras que existan para
obtener asistencia de buena calidad, y que Amnista Internacional document
en su informe Maternidad: peligro de muerte. La crisis de la asistencia a la
salud materna en Estados Unidos, pero siguen existiendo importantes lagunas
y obstculos. Persiste el peligro de que la ampliacin del acceso a la asistencia
establecida por la legislacin no se aplique plenamente.19

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 17


Durante 2013 se presentaron en el Congreso varios proyectos de legislacin
para abordar la salud materna en Estados Unidos. Cada uno de ellos reflejaba
recomendaciones clave contenidas en el informe Maternidad: peligro de
muerte. Debe trabajarse ms para aprobar esa legislacin y para garantizar que
todas las mujeres tienen acceso a asistencia a la salud durante toda su vida,
que las disparidades en materia de salud se abordan y se eliminan, y que el
gobierno rinde cuentas respecto a garantizar las mejoras en la calidad de la
asistencia de la salud materna para todas las mujeres de Estados Unidos.

Desde mediados de los aos ochenta, activistas de todo el mundo se han organizado en
redes internacionales para promover los derechos econmicos, sociales y culturales,
compartiendo los conocimientos y la experiencia adquiridos durante muchos aos de
actividad por todo el mundo. Gracias a sus esfuerzos, ha mejorado la situacin de
determinadas personas y grupos a los que se haban negado los derechos econmicos,
sociales y culturales, se han reconocido las barreras concretas a las que se enfrentan
algunos sectores de la sociedad y existe una mayor concienciacin sobre la importancia
que tienen estos derechos para alcanzar la dignidad humana.

Los derechos econmicos, sociales y culturales no son meras aspiraciones o metas que
hayan de lograrse progresivamente con el tiempo. De conformidad con el derecho
internacional, los Estados tienen obligaciones tanto de carcter inmediato como a ms
largo plazo. Independientemente de su grado de desarrollo, los Estados deben tomar
medidas para hacer realidad los derechos econmicos, sociales y culturales (incluida la
revisin de sus leyes y polticas) y abstenerse de violarlos. Los Estados han de
garantizar que no hay discriminacin, ya sea directa o indirecta, en el ejercicio de estos
derechos. Los gobiernos tambin deben regular el comportamiento de particulares,
empresas y otros agentes no estatales para asegurar que respetan los derechos
humanos.

La dignidad de una persona no puede y no debe dividirse en dos esferas: la de los


derechos civiles y polticos y la de los derechos econmicos, sociales y culturales. La
persona ha de poder vivir libre de la miseria y del temor. No es posible alcanzar el fin
ltimo de asegurar el respeto por la dignidad del individuo sin que ste disfrute de
todos sus derechos.

Circle of Rights: Economic, Social & Cultural Rights Activism: A Training Resource20

Amnista Internacional, junto con el resto de la comunidad internacional, reconoce que


todos los derechos humanos son universales, indivisibles e interdependientes y estn
interrelacionados,21 y que es importante hacer campaa para lograr el respeto, la
proteccin y la realizacin de todos los derechos humanos para todas las personas. Este
documento esboza algunas de las caractersticas principales de los derechos
econmicos, sociales y culturales. Presenta un panorama general de estos derechos, da
cuenta de su alcance y contenido, y ofrece ejemplos de abusos y de lo que puede
hacerse para combatirlos. Asimismo, destaca no slo las obligaciones de los gobiernos
en sus propios pases sino tambin sus obligaciones para con las personas ms all de
sus fronteras, as como las responsabilidades de otros agentes, incluidas organizaciones
y empresas internacionales, en materia de derechos humanos.

18
La primera edicin de Derechos humanos para la dignidad humana se public en 2005.
Desde entonces ha habido novedades importantes en la promocin de los derechos
econmicos, sociales y culturales, muchas de las cuales se reflejan en esta segunda
edicin. Entre ellas se encuentra la formulacin adicional de derechos tales como el
derecho al trabajo o el derecho a la cultura, as como normas sobre cuestiones como
los derechos humanos y las obligaciones extraterritoriales de las empresas. Otras
novedades son la entrada en vigor, en mayo de 2013, del Protocolo Facultativo del
Pacto Internacional de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales el primer
mecanismo internacional dedicado especficamente a las quejas sobre los derechos
econmicos, sociales y culturales,22 el esfuerzo renovado por integrar los derechos
humanos en la Agenda de Desarrollo Post-2015, o la ampliacin de la jurisprudencia
tanto nacional como internacional. Al mismo tiempo, por desgracia, muchos de los
problemas destacados en la primera edicin permanecen, ya sea la lucha de las
vctimas por obtener reparacin efectiva por los abusos sufridos, o simplemente la
magnitud de la pobreza y la desigualdad que millones de personas de todo el mundo
siguen soportando a diario.

La dignidad humana precisa que se respeten todos los derechos de todas las personas:
no puede haber prioridad ms alta que garantizar que todas las personas pueden vivir
libres e iguales en dignidad y derechos.

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 19


NOTAS 11 Amnista Internacional, Insecurity and Indignity: Womens
experiences in the slums of Nairobi, Kenya (ndice: AFR
1 Una vida digna para todos: acelerar el logro de los Objetivos de 32/002/2010).
Desarrollo del Milenio y promover la agenda de las Naciones
Unidas para el desarrollo despus de 2015, Informe del 12 Caso de los Nios de la Calle (Villagran-Morales y otros)
Secretario General, 26 de julio de 2013, A/68/202, prr. 11, vs. Guatemala, sentencia de 19 de noviembre de 1999, Serie
http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/68/202 C, Corte Interamericana de Derechos Humanos, Opinin de los
(consultado el 17 de abril de 2014). jueces Canado Trinidade y Abreu-Burelli, http://www.corteidh.
or.cr/docs/casos/articulos/seriec_63_esp.pdf (consultado el 17
2 Organizacin de las Naciones Unidas para la Agricultura y la de abril de 2014).
Alimentacin (FAO), El estado de la inseguridad alimentaria en
el mundo 2013, p. 8, http://www.fao.org/docrep/019/i3434s/ 13 Amnista Internacional, Deadly delivery: The maternal
i3434s.pdf (consultado el 17 de abril de 2014). health care crisis in the USA: One year update, Spring 2011
(Deadly delivery: Update) (ndice: AMR 51/108/2011). Este
3 Grupo Interinstitucional de Naciones Unidas para la documento es una actualizacin del informe de Amnista
Estimacin de la Mortalidad Infantil, Levels & Trends in Child Internacional, Maternidad: peligro de muerte. La crisis de la
Mortality, Informe 2013, p. 2, http://www.childmortality.org/ asistencia a la salud materna en Estados Unidos (ndice:
files_v16/download/UNICEF%202013%20IGME%20child%20 AMR 51/007/2010).
mortality%20Report_Final.pdf (consultado el 17 de abril
de 2014). 14 Trends in maternal mortality: 1990 to 2008, Estimates
developed by WHO, UNICEF, UNFPA and The World Bank,
4 Informe de Seguimiento de la Educacin para Todos en el Organizacin Mundial de la Salud, 2010, Anexo 1. 2010,
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images/0021/002180/218083s.pdf (consultado el 17 de abril el 17 de abril de 2014).
de 2014).
15 Trends in maternal mortality: 1990 to 2010, disponible
5 Segn ONU-HABITAT, un asentamiento precario es una zona en: http://www.who.int/reproductivehealth/publications/
que combina, en diversos grados, las siguientes caractersticas: monitoring/9789241503631/en/ (consultado el 17 de abril
acceso inadecuado a agua no contaminada; acceso inadecuado de 2014).
a saneamiento y otras infraestructuras; mala calidad estructural
de las viviendas; hacinamiento e inseguridad. Vase ONU- 16 Trends in maternal mortality: 1990 to 2010.
HABITAT, State of the Worlds Cities Report 2010/2011
17 G.K. Singh, Maternal Mortality in the United States, 1935-
(Nairobi, 2010): http://mirror.unhabitat.org/pmss/
2007: Substantial racial/ethnic, socioeconomic, and
listItemDetails.aspx?publicationID=2917 (consultado el 17 de
geographic disparities persist, Departamento de Salud y
abril de 2014).
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6 Amnista Internacional, No chance to live: Newborn deaths at Recursos y Servicios de Salud, Oficina de Salud Materna e
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ourstories/mchb75th/mchb75maternalmortality.pdf (consultado
7 Amnista Internacional, Left behind: The impact of el 17 de abril de 2014). Vase tambin Deadly delivery:
Zimbabwes mass forced evictions on the right to education Update.
(ndice: AFR 46/019/2011).
18 S.J. Bacak et al. (eds.), State Maternal Mortality Review
8 K. Tomaevski, Unasked questions about economic, social Accomplishments of Nine States. Atlanta: Centro de Control y
and cultural rights from the experience of the Special Prevencin de Enfermedades, 2006, p. 1.
Rapporteur on the right to education (1998-2004), Human
Rights Quarterly 27 (2005) p. 713, http://muse.jhu.edu/ 19 Amnista Internacional, Deadly delivery: Update, p. 12.
journals/human_rights_quarterly/v027/27.2tomasevski.html
20 International Human Rights Internship Program y Foro
(consultado el 17 de abril de 2014).
Asitico por los Derechos Humanos y el Desarrollo, Circle of
9 El Comit de Derechos Humanos reconoci este aspecto del Rights: Economic, Social & Cultural Rights Activism: A Training
derecho a la vida en su Observacin general n 6, Derecho a la Resource, 2000, p. 13, http://www.hrea.org/index.php?base_
vida, prr. 5, http://ccprcentre.org/doc/ICCPR/General%20 id=104&language_id=1&erc_doc_id=492&category_
Comments/HRI.GEN.1.Rev.9(Vol.I)_(GC6)_es.pdf (consultado id=21&category_type=3&group (consultado el 17 de abril de
el 17 de abril de 2014). 2014).

10 Amnista Internacional, Israel y los Territorios Ocupados. 21 Declaracin y Programa de Accin de Viena, Doc. ONU A/
Sobrevivir asediados: Los efectos de las restricciones a la CONF.157/23, 12 de julio de 1993, http://www.refworld.org/
libertad de circulacin sobre el derecho a trabajar (ndice: MDE cgi-bin/texis/vtx/rwmain/opendocpdf.
15/001/2003); Israel y los Territorios Ocupados: La cuestin pdf?reldoc=y&docid=48d21bd42 (consultado el 17 de abril
de los asentamientos debe abordarse de acuerdo con el de 2014).
derecho internacional (ndice: MDE 15/085/2003); Israel y los
22 Para ms informacin, vase la Coalicin de ONG para un
Territorios Ocupados: La valla/muro y el derecho internacional
Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos
(ndice: MDE 15/016/2004); e Israel y los Territorios
Econmicos, Sociales y Culturales: http://op-icescr.escr-net.org/
Ocupados. Conflicto, ocupacin y patriarcado: La carga que
about-ngo-coalition-op-icescr (consultado el 17 de abril
soportan las mujeres (ndice: MDE 15/016/2005).
de 2014).

20
Refugiados de las montaas Nuba recin
llegados a Sudn aguardan bajo un rbol
desnudo en un centro de inscripcin instalado
a la entrada del campo de refugiados de Yida,
Sudn del Sur, 2012.
Pete Muller
1.
REIVINDICACIN
DE LOS
DERECHOS
ECONMICOS,
SOCIALES
Y CULTURALES
Los derechos econmicos, sociales y culturales fueron marginados durante gran parte del
siglo XX, a pesar de que la Declaracin Universal de Derechos Humanos reconoca la
indivisibilidad de los derechos. La polarizacin del mundo durante la Guerra Fra tuvo una
repercusin considerable en los derechos humanos. Por una parte, se defenda que la
realizacin de los derechos econmicos, sociales y culturales exiga un compromiso poltico
con el socialismo. Por otra, los derechos civiles y polticos se consideraban un lujo que slo
poda disfrutarse una vez que se alcanzaba un determinado nivel de desarrollo econmico.

La reivindicacin de los derechos econmicos, sociales y culturales en tanto que


derechos humanos se ha logrado principalmente gracias a la accin de numerosos
activistas sociales de todo el mundo. Sus mensajes adquirieron ms resonancia en los
aos ochenta, cuando la poltica mundial empez a distenderse y aument la
preocupacin por el deterioro de las condiciones sociales y por la prioridad cada vez
mayor que se otorgaba al desarrollo econmico en detrimento de la dignidad humana.

Los orgenes de los derechos econmicos,


sociales y culturales
Aunque los derechos econmicos, sociales y culturales a menudo se describen como
derechos nuevos o de segunda generacin, en realidad gozan de reconocimiento
desde hace siglos. Las declaraciones de derechos tanto francesa como estadounidense
de finales del siglo XVIII incluan conceptos tales como la bsqueda de la felicidad
(the pursuit of happiness) e igualdad y fraternidad (galit et fraternit), y el derecho
a la creacin de sindicatos, a la negociacin colectiva y a unas condiciones de trabajo
seguras. La primera institucin global de derechos humanos, la Organizacin
Internacional del Trabajo (OIT), lleva protegiendo los derechos de los trabajadores y
abarcando los derechos humanos ms en general desde 1919. Su constitucin
reconoce que la paz universal y permanente slo puede basarse en la justicia social.23

La Declaracin Universal de Derechos Humanos24 reitera que la libertad, la justicia y


la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrnseca y de los
derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana.25
A continuacin sita varios derechos econmicos, sociales y culturales junto a los
derechos civiles y polticos.

Se trata de los siguientes:

el derecho al trabajo, a condiciones de empleo equitativas y satisfactorias, y a la


proteccin contra el desempleo;

el derecho a fundar sindicatos y a afiliarse a ellos;

el derecho a un nivel de vida adecuado que asegure la salud y el bienestar,


incluidos la alimentacin, el vestido, la vivienda, la asistencia mdica y los
servicios sociales, as como seguros en caso de prdida de los medios de
subsistencia, ya sea por desempleo, enfermedad, invalidez, vejez o por cualquier
otra razn;

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 25


el derecho a la educacin, que deber ser gratuita y obligatoria en la instruccin
elemental y fundamental;

el derecho a tomar parte en la vida cultural y beneficiarse del progreso cientfico.

De 1948 a 1966, la comunidad internacional luch por consensuar un pacto


internacional de derechos humanos con el fin de convertir la Declaracin en un
instrumento vinculante del derecho internacional. Finalmente, las intensas
discrepancias ideolgicas de la poca llevaron a la aprobacin de dos pactos separados,
uno sobre los derechos econmicos, sociales y culturales y otro sobre los derechos
civiles y polticos. Se adoptaron enfoques diferentes en cada uno. Mientras que se insta
a los Estados a respetar y a garantizar los derechos civiles y polticos, slo se les
insta a lograr progresivamente [...] la plena efectividad de los derechos econmicos,
sociales y culturales. No obstante, como se muestra ms adelante, los dos pactos
contienen obligaciones inmediatas y obligaciones que han de cumplirse
progresivamente.

El Pacto Internacional de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales (PIDESC),


adoptado en 1966, consagra los derechos econmicos, sociales y culturales contenidos
en la Declaracin Universal de Derechos Humanos de una forma ms detallada y
jurdicamente vinculante.26 A principios de 2014, 161 Estados se haban convertido en
Estados Parte de este pacto.27

El Pacto era y sigue siendo el instrumento internacional ms completo sobre los


derechos econmicos, sociales y culturales. Sin embargo, las normas internacionales
elaboradas por la misma poca en organismos especializados, como la Organizacin
Internacional del Trabajo y la Organizacin de las Naciones Unidas para la Educacin,
la Ciencia y la Cultura (UNESCO), describen derechos humanos especficos en el
contexto de sus mandatos. Asimismo, desde 1965, la comunidad internacional ha
elaborado normas sobre derechos de sectores concretos de la sociedad, por ejemplo,
grupos raciales y tnicos, las mujeres, los pueblos indgenas, la infancia, los
trabajadores migrantes y las personas con discapacidades. Estos instrumentos
contienen disposiciones especficas sobre la aplicacin de los derechos econmicos,
sociales y culturales a estos grupos. Algunos tratados regionales de derechos humanos
de frica, Amrica y Europa tambin brindan proteccin a determinados derechos
econmicos, sociales y culturales, y lo mismo ocurre en la versin revisada de la Carta
rabe de Derechos Humanos.

Tras la Guerra Fra


El reconocimiento y la comprensin de los derechos econmicos, sociales y culturales
se ha reforzado, especialmente en las tres ltimas dcadas, en respuesta a la accin de
las organizaciones de base y de la sociedad civil ms en general. Desde mediados de
los aos ochenta, movimientos sociales de todo el mundo han reaccionado con
creciente intensidad contra el adverso impacto social de los programas de reforma
econmica acelerada, los proyectos de infraestructuras a gran escala, la corrupcin y la
insostenible carga de la deuda. Los programas de ajuste estructural promovidos por
instituciones financieras internacionales, como el Banco Mundial, animaban a los

26
pases receptores de ayuda a reducir el gasto social en sectores tales como la salud y la
educacin y a dedicar una parte considerable de su presupuesto a la gestin de la
deuda internacional. Algunos pases crearon mecanismos de reparto de costes que
exigan que la gente (a menudo independientemente de sus posibilidades) pagase por
los servicios sociales, y eso provoc una drstica cada de las matriculaciones en la
escuela primaria y obstaculiz el acceso a atencin mdica bsica. Las protestas en
contra de estas polticas se articularon en torno a la justicia social y, en ltima
instancia, a los derechos humanos.

En los aos sesenta y setenta, las violaciones de determinados derechos civiles


y polticos captaron rpidamente el inters de los profesionales con profunda
conciencia poltica, que estaban entre los ms afectados. Del mismo modo, la negacin
de los derechos econmicos, sociales y culturales requera la organizacin de las
personas ms afectadas por definicin, las que menos acceso tienen a las plataformas
polticas antes de entenderse de manera generalizada como una cuestin de derechos
humanos. A finales de los aos ochenta y en la dcada de los noventa, al colectivo de
activistas locales y nacionales se unieron organizaciones no gubernamentales (ONG)
dedicadas a la defensa de los derechos econmicos, sociales y culturales. Este
movimiento emergente culmin en foros sociales mundiales y en una red internacional
en la que las organizaciones de la sociedad civil, comprometidas con diversas
cuestiones de justicia social, se reunan para compartir experiencias y forjar alianzas.

Reivindicar mediante la accin pblica que los derechos se eleven a la condicin de


derechos de prestacin de los que se derivan obligaciones positivas para terceros otorga
legitimidad a los llamamientos en favor de la justicia social. Se concede as
importancia a la rendicin de cuentas por parte de una serie de agentes y garantes de
derechos, y aumenta la capacidad de movilizar al activismo mundial. Cuando las
personas marginadas y desposedas no pueden esperar de sus gobiernos que respeten,
protejan y realicen estos derechos de prestacin, los deberes de cooperacin y de
asistencia internacionales exigen a los Estados en situacin de prestar ayuda que la
proporcionen.

A finales de la dcada de los ochenta, la ONU cre un comit de expertos independiente


para vigilar el cumplimiento del PIDESC por parte de los Estados, aproximadamente 10
aos despus de que se creara el comit equivalente para el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Polticos (PIDCP). El Comit de Derechos Econmicos, Sociales y
Culturales analiza los informes de los Estados, formula recomendaciones para el cambio
y emite Observaciones generales sobre el mbito de los derechos y las obligaciones
adquiridos en virtud del tratado.28 Las Observaciones generales ayudan a establecer una
nocin internacional sobre la naturaleza de estos derechos y las obligaciones de los
Estados que han accedido a estar vinculados por el Pacto.

Tras la entrada en vigor del Protocolo Facultativo del Pacto en mayo de 2013, al Comit
se le asign el mandato de examinar las denuncias de violaciones del Pacto y
proporcionar remedio internacional a las vctimas a las que se les ha negado dicho
remedio en el mbito nacional.

En virtud del Protocolo, los Estados pueden unirse al procedimiento de investigacin.


Una vez que lo han hecho, el Comit puede llevar a cabo investigaciones sobre
situaciones relativas a ese pas, si recibe informacin fiable sobre violaciones graves o

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 27


sistemticas. De igual modo, existe un mecanismo de denuncias interestatal que
permite a un Estado presentar denuncias contra otro si ambos se han unido al
procedimiento.29

El reconocimiento de los derechos econmicos, sociales y culturales no se limita a


activistas de base, defensores y defensoras de los derechos humanos u rganos de la
ONU. Por ejemplo, Amartya Sen, economista y premio Nobel, define la hambruna como
la ausencia de derechos de prestacin. Sen considera que el derecho de acceso a
alimentos y a los recursos productivos (como la tierra) que permiten alimentarse a las
personas es esencial para combatir la hambruna; puede que haya alimentos, incluso
que sean abundantes, pero a menudo todava no son accesibles a todas las personas.30

Hoy da, los derechos econmicos, sociales y culturales gozan de amplio


reconocimiento en tanto que derechos exigibles en los tribunales (justiciables), en
virtud del derecho tanto nacional como internacional. En litigios de inters pblico ante
el Tribunal Supremo de la India, el derecho a la vida se ha interpretado en un sentido
amplio para abarcar, entre otros, el derecho a la educacin, a la salud y a la proteccin
contra los efectos perjudiciales de la degradacin medioambiental. Del mismo modo, el
Tribunal Constitucional de Sudfrica ha confirmado los derechos econmicos, sociales y
culturales contenidos en la Constitucin de 1996. El Tribunal ha desarrollado la
doctrina sobre el deber del Estado de actuar razonablemente con el fin de garantizar
de manera progresiva el acceso a medicamentos bsicos y a una vivienda adecuada,
especialmente asignando prioridad a las personas ms vulnerables.

En el mbito regional, la Comisin Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos ha


concluido que Nigeria ha infringido diversos derechos, entre ellos el derecho a la salud,
a la vivienda y a la vida, al no tomar suficientes medidas para proteger al pueblo ogoni
de los efectos adversos de la explotacin petrolera en la regin del Delta del Nger.31
Por su parte, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha otorgado un reconocimiento
cada vez mayor a la interdependencia de los derechos humanos. En los casos en los
que el Estado no ha protegido a la poblacin del impacto de una empresa contaminante
sobre la salud, el Tribunal considera que el Estado infringe el derecho al respeto de la
vida privada y familiar, y de su domicilio.32

Asimismo, se han establecido mecanismos que permiten a las vctimas de abusos exigir
la realizacin de sus derechos econmicos, sociales y culturales en los mbitos tanto
regional como internacional. La ONU y los sistemas regionales africano, americano y
europeo han adoptado procedimientos de presentacin de denuncias que permiten
remedios internacionales por violaciones de los derechos econmicos, sociales y
culturales.33 El Consejo de Derechos Humanos tambin designa expertos
independientes o relatores especiales: especialistas en derechos humanos que vigilan la
realizacin de derechos humanos especficos. Se han creado mandatos para hacer un
seguimiento de los derechos a la educacin, a una vivienda adecuada, a la
alimentacin, la salud, la pobreza extrema, los derechos culturales, el agua y el
saneamiento, entre otras cuestiones.34

28
Retos actuales
A pesar de los avances realizados, quedan grandes retos por superar. Algunos Estados
influyentes continan siendo escpticos sobre la validez de las reivindicaciones
individuales de reconocimiento y defensa de estos derechos humanos. Durante muchos
aos, el gobierno estadounidense describi los derechos econmicos, sociales y
culturales como metas o aspiraciones, ms que como derechos.

El gobierno de Obama ha modificado esta postura, y ha adoptado lo que describe como


un enfoque holstico de los derechos humanos, la democracia y el desarrollo.35 El
gobierno estadounidense se ha unido al consenso sobre algunas resoluciones del
Consejo de Derechos Humanos y de la Asamblea General que promueven los derechos
econmicos, sociales y culturales.36 Sin embargo, aunque Estados Unidos particip en
las negociaciones sobre el PIDESC, y propuso algunas de sus disposiciones clave, slo
ha firmado el tratado (en 1979) y no lo ha ratificado.

Pese a todo ello, lo que constituye un gran reto es el hecho de que la mayora de los
pases que s aceptan plenamente los derechos econmicos, sociales y culturales no
hacen lo bastante para garantizar que esos derechos se hacen realidad. Muchos pases no
han salvaguardado los derechos econmicos, sociales y culturales en sus constituciones
nacionales, y tampoco ofrecen remedios efectivos a las vctimas de abusos.

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 29


INCUMPLIMIENTO DE LAS DECISIONES
INTERNACIONALES

Nosotros no queremos tocar sus tierras; estamos reclamando slo lo que


es nuestro.
Venancio Flores, yakye axa, Paraguay, noviembre de 2008

Durante ms de 20 aos, los indgenas yakye axa y sawhoyamaxa de Paraguay


han luchado por sus tierras ancestrales. Sin acceso a sus tierras, estas
comunidades indgenas no pueden mantener sus actividades tradicionales de
caza, pesca y recoleccin de miel, ni sus prcticas culturales y espirituales,
esenciales para su forma de vida. En 2005 y 2006, en dos sentencias
diferentes, la Corte Interamericana de Derechos Humanos resolvi que
Paraguay haba violado los derechos de estas comunidades y orden que se les
devolvieran sus tierras ancestrales en un plazo de tres aos. En otro caso
similar, en agosto de 2010, la Corte Interamericana de Derechos Humanos
resolvi tambin a favor de la comunidad indgena xkmok ksek en Paraguay.
Los yakye axa y los sawhoyamaxa, con el apoyo de organizaciones nacionales e
internacionales de la sociedad civil, entre ellas Amnista Internacional, han
llevado a cabo una amplia campaa para que se apliquen plenamente las
rdenes de la Corte. Pese a que ha habido avances positivos, Paraguay an no
ha cumplido de forma plena las sentencias de la Corte.37

En enero de 2012, las autoridades paraguayas alcanzaron un acuerdo con un


terrateniente de la regin central del pas que abra la puerta a que la
comunidad yakye axa ocupara 12.000 hectreas de terreno en el territorio
ancestral del grupo tnico enxet, en la regin del Chaco. Sin embargo, a
principios de 2014 la comunidad segua viviendo en refugios provisionales en
una estrecha franja de tierra junto a una transitada carretera, con acceso
limitado a servicios bsicos, ya que an no se le haba permitido el acceso a
sus tierras. La comunidad lleva viviendo en esas condiciones ms de 20
aos.38

En marzo de 2013, los sawhoyamaxa que tambin vivan en condiciones


similares junto a una carretera principal decidieron regresar a una parte de
sus tierras ancestrales, an en manos de propietarios privados. La comunidad
pensaba que no tena otra opcin, ya que el Estado no estaba tomando
medidas efectivas para procurarles la tierra. El 11 de junio de 2014 se
promulg una nueva ley para cumplir la sentencia de la Corte Interamericana.
Esta ley permitir al Estado paraguayo expropiar 14.404 hectreas de tierras
ancestrales para entregrselas a los sawhoyamaxa, pagando a cambio una
indemnizacin al propietario. Esto supuso una gran victoria para la comunidad,
que lleva ms de 20 aos luchando por sus tierras. Mediante la aprobacin de

30
la ley, el presidente de Paraguay ha enviado un enrgico mensaje sobre la
disposicin del Estado paraguayo a respetar y proteger los derechos de los
pueblos indgenas.

La consideracin de los derechos econmicos, sociales y culturales como meras


aspiraciones de desarrollo es jurdicamente incorrecta y desva la atencin de las
violaciones de tales derechos, tanto en los pases pobres como en los ricos. Uno de los
principales retos que afronta el colectivo de activistas de derechos humanos es
reivindicar la universalidad de los derechos sealando los abusos y emprendiendo
campaas para mejorar el cumplimiento de los derechos econmicos, sociales y
culturales en todo el mundo.

REIVINDICACIN DE DERECHOS
ANTE RGANOS REGIONALES
Algunas organizaciones de derechos humanos, como el Centro por la Justicia y
el Derecho Internacional (CEJIL) y el International Centre for the Legal
Protection of Human Rights (Interights), han intervenido en casos relativos a
derechos econmicos, sociales y culturales ante mecanismos regionales de
derechos humanos. Han presentado opiniones denominadas amici curiae
(amicus curiae significa literalmente amigo de la corte) y han representado a
vctimas de violaciones de derechos humanos.

Por ejemplo, el CEJIL, junto con el Movimiento de Mujeres Dominico-Haitianas


y la International Human Rights Law Clinic de la Universidad de California,
Berkeley, represent con xito a dos nias, Dilcia Yean y Violeta Bosico, ante la
Corte Interamericana de Derechos Humanos. La Repblica Dominicana les
haba negado la nacionalidad dominicana, basndose en que eran de
ascendencia haitiana. Al no estar inscritas como ciudadanas, no se les
permita matricularse en la escuela, con lo que se violaba su derecho a la
educacin.39 La Corte admiti la alegacin de existencia de discriminacin
racial en relacin con la nacionalidad, orden una indemnizacin de 8.000
dlares estadounidenses para cada una de las nias y pidi al Estado que se
disculpara.40

Diversos organismos de la ONU y gobiernos donantes han reconocido la importancia de


integrar los derechos humanos en la cooperacin para el desarrollo. Por ejemplo, el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) afirm lo siguiente en su
Informe sobre Desarrollo Humano:

[U]n nivel de vida decoroso, una nutricin adecuada y los logros en materia de atencin
de salud y otros logros sociales y econmicos no son slo objetivos del desarrollo. Son
derechos humanos inherentes a la dignidad y la libertad humana. Pero eso no significa
que se reciban como una limosna. Son reivindicaciones de un conjunto de mecanismos
sociales instituciones, normas, leyes, un entorno econmico propicio que pueda

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 31


Pancarta de mensajes de solidaridad con el
pueblo indgena sawhoyamaxa durante un acto
organizado con activistas de Amnista
Internacional Paraguay, noviembre de 2013.
La comunidad haba regresado a sus tierras en
marzo de 2013. Llevaban ms de 20 aos
privados de estas tierras, pese a haberse
pronunciado la Corte Interamericana en su
favor en 2006.
El 11 de junio de 2014 se promulg una
nueva ley para cumplir la sentencia de la Corte
Interamericana. Esta ley permitir al Estado
paraguayo expropiar 14.404 hectreas de
tierras ancestrales para entregrselas a los
sawhoyamaxa, pagando a cambio una
indemnizacin al propietario.
Amnesty International
garantizar mejor el goce de esos derechos. Por consiguiente, es obligacin de los
gobiernos y otros seguir polticas que permitan el funcionamiento de esos
mecanismos.41

Sin embargo, la integracin de los derechos humanos en el trabajo de desarrollo ha


sido, en el mejor de los casos, desigual.42 Adems, algunos organismos de la ONU
entre ellos el Grupo del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, as como
muchos bancos regionales de desarrollo, no han tomado medidas adecuadas para
garantizar que sus polticas y prcticas son conformes con las normas de derechos
humanos, incluso en reas en las que su trabajo tiene consecuencias claras para dichos
derechos.43

Adems del desarrollo internacional, los procesos relacionados con la globalizacin


econmica integracin de la economa mundial, liberalizacin del comercio y la
inversin, e iniciativas para privatizar la prestacin de los servicios pblicos bsicos
han trado consigo nuevos retos para la defensa de los derechos econmicos, sociales
y culturales. Una de las prioridades del colectivo de activistas que defiende la justicia
econmica y social es promover entre los Estados el cumplimiento de sus obligaciones
internacionales, garantizando que la privatizacin no afecte negativamente al acceso a
servicios como el agua, la atencin mdica y la educacin. El colectivo de activistas de
derechos humanos critica con un enfoque independiente y basado en derechos tales
procesos de privatizacin poniendo de relieve el impacto que tiene la desregulacin en
la efectividad de los derechos humanos y en el cumplimiento de las obligaciones
contradas por los Estados en virtud del derecho internacional.

Si bien la liberalizacin del comercio puede tener beneficios positivos, como mayores
oportunidades de acceso a mercados previamente vedados a productores de pases en
desarrollo, algunas disposiciones de los acuerdos comerciales protegen claramente los
intereses de los Estados ricos y de las empresas multinacionales, a expensas de la
poblacin de los pases en desarrollo. El colectivo de activistas de derechos humanos
ha expresado cada vez con ms frecuencia su preocupacin por el impacto que los
tratados internacionales, regionales y bilaterales de libre comercio tienen sobre la
realizacin de los derechos humanos, especialmente en lo que atae al acceso a
medicamentos esenciales y al respeto por los derechos laborales.44

Los grandes progresos en la comprensin y la defensa de los derechos econmicos,


sociales y culturales que han tenido lugar en las dos ltimas dcadas, en particular,
siguen vindose amenazados por el escepticismo de algunos Estados y por la inaccin
de muchos gobiernos a la hora de poner en marcha mecanismos efectivos para la
rendicin de cuentas, especialmente a favor de las personas ms desfavorecidas. En
respuesta tanto a las oportunidades globales como a las amenazas globales, el colectivo
de activistas en favor de los derechos humanos y la justicia social ha ido estableciendo,
a su vez, asociaciones internacionales para defender los derechos de las personas
marginadas.

El escepticismo que sigue existiendo respecto a los derechos econmicos, sociales y


culturales como derechos exigibles se basa en la percepcin de que su alcance y su
contenido no estn claros, y que no es adecuado que los tribunales interfieran en estas
cuestiones, ya que implican decisiones polticas sobre la asignacin de recursos. El
trabajo realizado durante las tres ltimas dcadas por las organizaciones de la sociedad

34
civil, los tribunales y los rganos expertos de todo el mundo ha demostrado, no
obstante, de forma enrgica que, al igual que todos los derechos, los derechos
econmicos, sociales y culturales ganan claridad mediante su interpretacin y
aplicacin, y pueden ser exigibles por medio de los tribunales y de otros rganos.

EXIGE DIGNIDAD:
EMPODERAR A LAS PERSONAS
PARA QUE RECLAMEN Y EJERZAN
SUS DERECHOS HUMANOS 45

La dignidad constituye el ncleo de lo que significa ser humano. En la


Declaracin Universal de Derechos Humanos, los Estados afirmaron que todos
los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Sin
embargo, los datos recopilados por Amnista Internacional ponen de manifiesto
cmo el vivir en la pobreza expone a las personas a un mayor peligro de sufrir
violaciones de derechos humanos tales como desalojo forzoso, negacin del
acceso al agua y a la salud, o tortura y malos tratos a manos de la polica. Se
trata de una realidad global. Muchas de estas violaciones de derechos
humanos tienen como consecuencia sumir a la gente an ms en la pobreza.
Generan un crculo vicioso de inseguridad, exclusin y privacin, e impiden
que se escuchen las voces de las personas.

El hecho de que los gobiernos no reconozcan y hagan cumplir en sus leyes,


polticas y programas los derechos econmicos, sociales y culturales, como el
derecho a la salud y a la vivienda, abre un abismo crtico en los intentos por
detener este proceso. Para reducir ese vaco, Amnista Internacional lanz en
2009 una campaa internacional llamada Exige Dignidad, que se centraba en
cuatro reas temticas:

salud materna y derechos sexuales y reproductivos;

asentamientos precarios y asentamientos informales;

rendicin de cuentas de las empresas;

justiciabilidad de los derechos econmicos, sociales y culturales.

Aunque en estos mbitos existen slidas normas internacionales, las empresas


e instituciones internacionales que cometen abusos contra estos derechos rara
vez rinden cuentas. Este vaco de responsabilidad se ve agravado por la falta
de mecanismos adecuados para abordar muchas violaciones de derechos
humanos, y tambin por las barreras especficas que quienes viven en la
pobreza encuentran a la hora de acceder a la justicia. El objetivo de la
campaa Exige Dignidad era abordar estas lagunas en el acceso, la rendicin

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 35


de cuentas y la participacin activa, para que quienes viven en la pobreza
puedan reclamar y ejercer sus derechos.

Amnista Internacional ha instado a los gobiernos a:

proteger los derechos econmicos, sociales y culturales e incorporarlos a


las leyes nacionales, cuando no lo estn;

hacer realidad los derechos para las personas que viven en la pobreza,
mediante, entre otras cosas, la eliminacin de las barreras al acceso, como
por ejemplo el cobro de tarifas por servicios de salud;

permitir que las personas puedan reclamar sus derechos, lo cual puede
lograrse eliminando los obstculos al acceso a la justicia, proporcionando
reparacin efectiva por los abusos, y brindando apoyo e informacin para
que la gente pueda participar activamente en los procesos de toma de
decisiones que afectan a sus vidas.

36
NOTAS Trabajo, The Four Freedoms Turn 70, discurso ante la
Sociedad Estadounidense de Derecho Internacional, Hotel Ritz
23 Prembulo de la Constitucin de la Organizacin Carlton Hotel, Washington DC, 24 de marzo de 2011,
Internacional del Trabajo, 1919, http://www.ilo.org/global/ disponible en: www.state.gov/j/drl/rls/rm/2011/159195.htm
about-the-ilo/lang--es/index.htm (consultado el 17 de abril (consultado el 17 de abril de 2014).
de 2014).
36 Vase accin de Estados Unidos sobre las resoluciones en
24 La Declaracin Universal de Derechos Humanos (DUDH) se el 19 periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos,
inspir en el discurso de las cuatro libertades pronunciado en www.humanrights.gov/2012/03/23/us-joins-consensus-on-
por el presidente F.D. Roosevelt ante el Congreso de Estados hrc-resolution-on-the-right-to-food/ y http://geneva.usmission.
Unidos el 6 de enero de 1941; Eleanor Roosevelt y el gov/2012/03/22/u-s-joins-consensus-on-resolution-on-the-
diplomtico francs Ren Cassin desempearon un papel muy realization-in-all-countries-of-economic-social-and-cultural-
importante en su redaccin; vase: http://www.un.org/es/ rights/ (consultado el 17 de abril de 2014).
documents/udhr/ (consultado el 17 de abril de 2014).
37 Amnista Internacional, Estamos reclamando slo lo que
25 Prembulo de la DUDH. es nuestro: Pueblos indgenas de Paraguay. Comunidades
yakye axa y sawhoyamaxa (ndice: AMR 45/005/2009).
26 Pacto Internacional de Derechos Econmicos, Sociales y
Culturales (PIDESC), disponible en: http://www2.ohchr.org/ 38 Amnista Internacional, Paraguay: Informe al Comit de
spanish/law/cescr.htm (consultado el 17 de abril de 2014). Derechos Humanos de las Naciones Unidas para el 107
periodo de sesiones del Comit de Derechos Humanos (11-28
27 Coleccin de Tratados de las Naciones Unidas, disponible de marzo de 2013) (ndice: AMR 45/001/2013).
en http://www2.ohchr.org/spanish/law/ (consultado el 17 de
abril de 2014). En estos momentos, 167 Estados son Parte en 39 CEJIL: www.cejil.org/en (consultado el 17 de abril de
el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos (PIDCP). 2014).

28 Las Observaciones generales son interpretaciones 40 Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso de las
autorizadas, aunque no jurdicamente vinculantes, de las Nias Yean y Bosico vs. Repblica Dominicana, Sentencia de
obligaciones contradas en virtud del tratado sobre la base de 8 de septiembre de 2005 http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/
la nocin de prctica estatal establecida por el Comit, y articulos/seriec_130_esp.pdf (consultado el 17 de abril de
pueden consultarse en: http://daccess-dds-ny.un.org/doc/ 2014).
UNDOC/GEN/G08/422/38/PDF/G0842238.pdf?OpenElement
(consultado el 17 de abril de 2014). 41 PNUD, Informe sobre Desarrollo Humano, 2000, p. 73,
http://hdr.undp.org/es/content/informe-sobre-desarrollo-
29 Pueden consultar el texto del Protocolo en http://www. humano-2000 (consultado el 17 de abril de 2014). Vase
ohchr.org/SP/ProfessionalInterest/Pages/OPCESCR.aspx tambin UN Common Understanding of a Human Rights-based
(consultado el 17 de abril de 2014). Approach to Development Cooperation, http://hrbaportal.org/
the-human-rights-based-approach-to-development-cooperation-
30 J. Drze y A. Sen, Hunger and Public Action, Clarendon towards-a-common-understanding-among-un-agencies
Press, Oxford, 1989, http://scholar.harvard.edu/sen/ (consultado el 17 de abril de 2014), citado en PNUD, Human
publications/hunger-and-public-action (consultado el 17 de Rights in the UNDP, nota interna de prcticas, abril de 2005,
abril de 2014). p. 16.

31 African Commission on Human and Peoples Rights, Social 42 P. Alston, A Human Rights Perspective on the Millennium
and Economic Rights Action Center and Center for Economic Development Goals, documento elaborado como contribucin
and Social Rights vs. Nigeria, Comunicacin n 155/96, al Equipo de Tareas del Proyecto del Milenio sobre la pobreza y
octubre de 2001, http://www1.umn.edu/humanrts/africa/ el crecimiento econmico, de la ONU, 2004, disponible en:
comcases/155-96.html (consultado el 17 de abril de 2014). http://www.institut-fuer-menschenrechte.de/en/topics/
development/frequently-asked-questions/15-what-is-the-
32 Guerra and Others vs. Italy, Tribunal Europeo de Derechos
relation-between-human-rights-and-the-millennium-
Humanos, 116/1996/735/932, http://www.iidh.ed.cr/
development-goals-mdgs.html (consultado el 17 de abril
comunidades/libertadexpresion/docs/le_europeo/guerra%20
de 2014).
and%20others%20v.%20italy.htm (consultado el 17 de abril
de 2014). 43 Vase Banco Mundial y Comit para el Desarrollo del FMI,
Global Monitoring Report 2004: Policies and Actions for
33 Protocolo Adicional a la Convencin Americana sobre
Achieving the MDGs and Related Outcomes, Washington, DC,
Derechos Humanos en Materia de Derechos Econmicos,
2004, https://www.imf.org/external/np/pdr/gmr/
Sociales y Culturales (Protocolo de San Salvador) 1989,
eng/2004/041604.pdf (consultado el 17 de abril de 2014).
http://www.oas.org/juridico/spanish/tratados/a-52.html
(consultado el 17 de abril de 2014); Carta Social Europea 44 Vase, por ejemplo, el Llamado Mundial a la Accin contra
(revisada), 1996, http://conventions.coe.int/Treaty/en/Treaties/ la Pobreza, en www.whiteband.org (consultado el 17 de abril
Html/163.htm (consultado el 17 de abril de 2014); Carta de 2014); Amnista Internacional, Guatemala: Impacto del
Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, 1982, Tratado de Libre Comercio sobre los derechos humanos debe
https://www1.umn.edu/humanrts/instree/z1afchar.htm ser evaluado por el Congreso (ndice: AMR 34/010/2005); y
(consultado el 17 de abril de 2014). Memorndum al gobierno de Guatemala (ndice: AMR
34/014/2005).
34 Vase el sitio web de la Oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos, www.ohchr.org/ 45 Para ms informacin sobre la campaa Exige Dignidad,
EN/HRBodies/SP/Pages/Themes.aspx (consultado el 17 de vase: www.amnesty.org/es/demand-dignity
abril de 2014).

35 Vase discurso de Michael H. Posner, subsecretario de la


Oficina para la Democracia, los Derechos Humanos y el

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 37


38
Trabajador migrante a la salida de su
alojamiento en un campo de trabajo a las
afueras de Doha, Qatar, octubre de 2012.
Muchos de los trabajadores del campo
dorman en el suelo, varios cuartos no tenan
aire acondicionado a pesar del sofocante
verano qatar, y la cocina estaba inundada.
Shaival Dalal

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 39


2.
LOS DERECHOS
ECONMICOS,
SOCIALES
Y CULTURALES
EN DETALLE
No existe una separacin tajante entre los
derechos civiles y polticos y los derechos
econmicos, sociales y culturales.
Tribunal Europeo de Derechos Humanos46

El trmino derechos econmicos, sociales y culturales, clasificacin en muchos


aspectos arbitraria, abarca una diversidad de derechos humanos, desde el derecho a la
educacin, a una vivienda adecuada, a la salud, la alimentacin, el agua o el
saneamiento, hasta el derecho al trabajo y los derechos en el trabajo, el derecho a la
seguridad social o los derechos culturales. La Declaracin Universal de Derechos
Humanos no dividi los derechos en grupos de derechos civiles y polticos por un lado
y econmicos, sociales y culturales por otro, y fue por una buena razn. Algunos
derechos, como el derecho a la libertad de asociacin y los derechos laborales, estn
contenidos tanto en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos (PIDCP)
como en el Pacto Internacional de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales
(PIDESC). Otros, como el derecho a la educacin, incluyen aspectos que
tradicionalmente se perciben como derechos civiles y aspectos que se entienden como
derechos sociales. A continuacin se presenta un panorama de los derechos que por lo
general se clasifican como econmicos, sociales y culturales.

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 41


ROMANES EN ITALIA: DISCRIMINACIN
Y MARGINACIN EN EL ACCESO
A UNA VIVIENDA ADECUADA
Dos aos despus de que el Consejo de Estado tribunal administrativo de ms
alta instancia del pas revocara un plan gubernamental ilegal y discriminatorio
conocido como Emergencia Nmada (sentencia que fue confirmada por el
Tribunal Supremo italiano en abril de 2013), miles de romanes que vivan en
Italia, incluso en grandes ciudades como Miln o Roma, permanecan
atrapados en un crculo vicioso de discriminacin y marginacin.

El gobierno adopt la Emergencia Nmada en mayo de 2008, en respuesta a


lo que describi como una situacin de grave alarma social con posibles
repercusiones de seguridad y orden pblico presuntamente creada por los
romanes, a los que se dio la conveniente pero incorrecta calificacin de
nmadas. El gobierno no proporcion prueba alguna que justificara sus
afirmaciones. Haciendo uso de los poderes especiales y los nuevos recursos
econmicos proporcionados en virtud de la Emergencia Nmada, las
autoridades cerraron campamentos de romanes y desalojaron forzosamente,
y sin salvaguardias jurdicas a miles de personas, a muchas de las cuales
dejaron sin hogar.

Aunque la Emergencia Nmada fue la culminacin de las polticas


discriminatorias contra la poblacin roman, su revocacin no ha puesto fin a
las violaciones de derechos humanos que sufren las familias romanes. Los
desalojos forzosos continan. Miles de personas romanes de Italia ms de
4.000 nicamente en Roma permanecen segregadas en campamentos,
alejadas de los barrios residenciales, a menudo alojadas en infraviviendas en
condiciones de hacinamiento. Sin ingresos regulares procedentes de un
empleo formal, no pueden permitirse pagar los precios del mercado privado de
alquiler. Tampoco pueden acceder fcilmente a viviendas sociales. En Roma y
Miln, las autoridades municipales han adoptado criterios discriminatorios
para asignar las viviendas sociales, unos criterios que excluyen a una enorme
cantidad de familias romanes.

Amnista Internacional insta a las autoridades locales y nacionales de Italia a


cumplir su obligacin internacional de garantizar la igualdad de acceso a una
vivienda adecuada para todas las personas, lo cual incluye eliminar los
obstculos discriminatorios al acceso a viviendas sociales y poner fin a la
segregacin de viviendas de la poblacin roman. La organizacin insta
tambin a la Unin Europea a iniciar contra Italia un procedimiento de
infraccin por incumplimiento de la directiva sobre igualdad de trato en lo
relativo al acceso a la vivienda.47

42
Derechos culturales
La cultura (el contexto de las vidas de las personas en sus comunidades) puede afectar
a todos los aspectos de la vida humana, desde la vivienda, la alimentacin y la relacin
con la tierra y el entorno natural, hasta la atencin mdica, la religin, la educacin y
las artes. Hay derechos relacionados entre s, como el derecho a una alimentacin
adecuada y a la educacin, que requieren que las polticas de alimentacin y educacin
sean culturalmente apropiadas.48

As, las personas tienen derecho a disfrutar de sus derechos econmicos, sociales y
culturales de una manera que sea conforme con las prcticas culturales que deseen
mantener y que no vulnere los derechos de otras personas. Un ejemplo habitual es el
hecho de que la mayora de las culturas esperan que los retretes ubicados en lugares
pblicos incluyan instalaciones separadas para hombres y mujeres.

Por ello, brindar autnticas oportunidades de participacin a las minoras, y a los


pueblos indgenas en particular, mediante el respeto por la libertad de expresin y de
asociacin y el derecho a participar en la vida poltica, es un elemento central del
respeto por los derechos culturales.49

Los derechos culturales estn protegidos en normas internacionales de un modo


impreciso. El PIDESC protege el derecho a participar en la vida cultural. Se trata del
derecho de toda persona (sola, en asociacin con otras o como comunidad) a elegir
su propia identidad, participar en la vida poltica de la sociedad, ejercer sus propias
prcticas culturales, expresarse en la lengua de su eleccin, conocer y comprender
su propia cultura y la de otras personas, a travs de la educacin y la informacin, y
contribuir a la creacin de las manifestaciones espirituales, materiales, intelectuales
y emocionales de la comunidad.50

El PIDESC tambin establece el derecho de todas las personas a disfrutar de los


beneficios de la ciencia y sus aplicaciones.

Seala la obligacin del Estado de asegurar la conservacin, el desarrollo y la difusin


de la ciencia y la cultura. El derecho internacional relativo a los pueblos indgenas, as
como las normas sobre los derechos de las minoras y sobre la eliminacin de la
discriminacin racial, contienen disposiciones ms precisas al respecto. Las personas
y los grupos que defienden los derechos culturales en el mbito internacional se basan
con ms frecuencia en el PIDCP (artculo 27), que protege el derecho de los miembros
de minoras, en comn con otros miembros de su grupo, a tener su propia vida cultural,
a profesar y practicar su propia religin y a emplear su propio idioma.51

La proteccin de los derechos culturales de grupos, comunidades y pueblos ha de guardar


equilibrio con los derechos de los individuos. La Carta Africana de Derechos Humanos y de
los Pueblos, que obliga a sus miembros a promover y proteger la moral y los valores
tradicionales reconocidos por la comunidad, establece una distincin entre prcticas
culturales positivas y negativas. Algunas de ellas, como las que subordinan claramente
a las mujeres, pueden estar infringiendo otras disposiciones de la Carta Africana. La Carta
rabe de Derechos Humanos exige que las medidas adoptadas por los Estados Parte para
alcanzar el derecho al ms alto nivel posible de salud fsica y mental incluyan la supresin
de las prcticas tradicionales que son perjudiciales para la salud de la persona.52

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 43


Los Estados deben tomar todas las medidas oportunas para eliminar las prcticas
tradicionales o culturales que son discriminatorias o nocivas, especialmente para la
infancia o las mujeres.53

El derecho a una alimentacin adecuada


En el mundo se producen alimentos ms que suficientes para alimentar a todas las
personas. Sin embargo, cientos de millones de personas sufren malnutricin crnica.54
Para cumplir las obligaciones relativas al derecho a una alimentacin adecuada,55 los
Estados deben abordar inmediatamente el problema del hambre y asegurar de forma
progresiva que todo hombre, mujer o nio, ya sea solo o en comn con otros, tiene
acceso fsico y econmico, en todo momento, a la alimentacin adecuada o a medios
para obtenerla.56

Las obligaciones necesarias para la efectividad del derecho a la alimentacin requieren


que el Estado garantice:

Disponibilidad: posibilidad de que las personas se alimenten directamente de la


produccin de la tierra o de otros recursos naturales, o bien de unos sistemas de
distribucin, procesamiento y comercializacin eficaces. Esto incluye la obligacin
del Estado, cuando acte en la esfera internacional, de asegurar el respeto por el
derecho a la alimentacin en otros pases, proteger este derecho, facilitar el acceso
a los alimentos y prestar la ayuda necesaria cuando se le solicite.57

Accesibilidad: tanto econmica (mediante actividad econmica, subsidios


adecuados o ayuda) como fsica (especialmente para los grupos vulnerables). Las
personas socialmente vulnerables o con otras desventajas pueden necesitar
atencin a travs de programas especiales. Entre estas personas se encuentran las
vctimas de catstrofes naturales y personas que viven en zonas proclives a las
catstrofes.

Aceptabilidad: la disponibilidad de alimentos en cantidad y calidad suficientes


para satisfacer las necesidades alimentarias de los individuos, sin sustancias
nocivas, y aceptables para una cultura determinada.58

Tal como determin la Comisin Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos en un


caso de abusos relacionados con la explotacin petrolera en Ogoniland, Nigeria:

La Carta Africana y el derecho internacional exigen [a los Estados] que protejan y


mejoren las fuentes de alimentos existentes y que garanticen el acceso de todas las
personas a alimentos adecuados [...]. [Entre otros requisitos,] el derecho a la
alimentacin exige que [el gobierno] no destruya o contamine las fuentes de alimentos.
No debe permitir que los particulares destruyan o contaminen las fuentes de alimentos, ni
que impidan los esfuerzos que realizan los pueblos para alimentarse por s mismos.59

44
PRIVACIN DE ALIMENTOS COMO CASTIGO
EN COREA DEL NORTE

Nos daban una mezcla de arroz y maz en pequeas cantidades. A veces


slo comamos sopa de sal con hojas de repollo. No se serva carne.
Siempre tenamos hambre, y en primavera recurramos a comer hierba.
Tres o cuatro personas murieron de malnutricin. Cuando mora alguien,
los dems presos retrasaban informar de su muerte a las autoridades
para poder tomar el desayuno que tena asignado.
Kim pas cuatro aos en un campo de trabajo para condenados por delitos
polticos en Yodok, en la Repblica Popular Democrtica de Corea (Corea del
Norte) despus de ser repatriado de China y acusado de traicin. Cientos de
miles de personas murieron y muchos millones sufrieron malnutricin crnica
en una hambruna exacerbada por las acciones de las autoridades de Corea del
Norte. El gobierno impidi una distribucin rpida y equitativa de la ayuda
alimentaria, y prohibi la libertad de circulacin que habra permitido a la
gente ir en busca de alimentos.60 Las personas refugiadas que son devueltas a
Corea del Norte son encarceladas y sometidas a trato degradante, como la
prctica de privarlas drsticamente de alimentos.

Un informe de la ONU publicado en marzo de 2013 deca que la mayora de la


poblacin norcoreana, unos 16 millones de personas, padeca inseguridad
alimentaria crnica, y una Encuesta Nacional sobre Nutricin realizada en
2012 concluy que el 27,9 por ciento de los nios y nias menores de cinco
aos sufran malnutricin crnica.61

Una de las obligaciones bsicas en materia de realizacin del derecho a la alimentacin


es el deber de los Estados de no privar de alimentos a quienes estn bajo su control,
por ejemplo, los presos. Tal como ha establecido el Comit de Derechos Humanos de la
ONU, cuando el Estado detiene y recluye a personas, asume la responsabilidad directa
de proteger sus vidas, por ejemplo, de proporcionar tratamiento mdico, condiciones de
vida y alimentacin adecuados.62

Las normas de derechos humanos tambin tratan aspectos especficos del derecho a la
alimentacin relacionados con el gnero, al exigir a los Estados que satisfagan las
necesidades de las mujeres durante el embarazo, en el parto y en el periodo posterior
al parto.63

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 45


El derecho a una vivienda adecuada
El Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales ha afirmado lo siguiente: El
derecho a la vivienda no se debe interpretar en un sentido estricto o restrictivo que lo
equipare, por ejemplo, con el cobijo que resulta del mero hecho de tener un tejado por
encima de la cabeza o lo considere exclusivamente como una comodidad. Debe
considerarse ms bien como el derecho a vivir en seguridad, paz y dignidad en alguna
parte.64 De igual modo, el relator especial sobre la vivienda adecuada ha manifestado:
El derecho humano a una vivienda adecuada es el derecho de toda mujer, hombre,
joven y nio a tener y mantener un hogar y una comunidad seguros en que puedan vivir
en paz y con dignidad.65

El Comit ha identificado siete criterios para determinar si una vivienda es adecuada:

Seguridad jurdica de la tenencia;

Disponibilidad de servicios, materiales, facilidades e infraestructura;

Lugar;

Habitabilidad;

Asequibilidad;

Gastos soportables;

Adecuacin cultural.66

Los gobiernos deben garantizar que todas las personas cuentan con un nivel mnimo de
seguridad de tenencia, que les ofrezca proteccin jurdica frente los desalojos forzosos,
el hostigamiento y otras amenazas. La vivienda debe ser accesible para todas las
personas, y sus costes de mantenimiento no deben poner en peligro la capacidad de las
personas de satisfacer sus dems necesidades. Al elaborar programas de vivienda y
asignar recursos, los gobiernos deben dar prioridad a los grupos ms desfavorecidos.
Deben tomar medidas para garantizar que la vivienda est situada en zonas seguras,
lejos de emplazamientos militares, emisiones peligrosas o contaminacin, y cerca de
medios de transporte y de oportunidades de empleo; tambin deben garantizar que
respeta los derechos culturales. Las personas deben tener acceso a agua, saneamiento
y otros servicios indispensables para la salud, la seguridad, la comodidad y la
nutricin.67

El desalojo forzoso consiste en la expulsin de personas contra su voluntad de las


viviendas o tierras que ocupan sin el debido proceso u otras salvaguardias jurdicas.
Esas salvaguardias incluyen la realizacin de una verdadera consulta con las
comunidades afectadas para identificar todas las alternativas viables al desalojo, la
formulacin de una notificacin previa y adecuada, el ofrecimiento de recursos legales,
indemnizacin por las prdidas y una vivienda alternativa adecuada para quienes no
puedan conseguirla por sus propios medios.68 Los desalojos forzosos han sido
calificados de violacin grave de una diversidad de derechos humanos.69

46
Los efectos de un desalojo forzoso pueden ser catastrficos, especialmente para
quienes ya viven en la pobreza. Las personas no slo pierden sus hogares (que tal vez
han construido por s mismas), sino tambin sus vecindarios, sus bienes personales,
sus redes sociales y el acceso al trabajo y a servicios como agua, saneamiento, escuelas
y atencin mdica. Las mujeres suelen sufrir de manera desproporcionada los efectos
de los desalojos forzosos. Este hecho refleja la discriminacin que muchas de ellas
sufren en materia de propiedad y herencias, su mayor riesgo de ser vctimas de
violencia tras el desalojo, y otras consecuencias relacionadas con su condicin de
mujeres y exacerbadas por la prdida del hogar y de acceso a los servicios.

Los gobiernos deben adoptar legislacin que prohba los desalojos forzosos y establezca
una serie de salvaguardias que deben cumplirse antes de llevar a cabo cualquier
desalojo, de acuerdo con las normas internacionales. El relator especial sobre la
vivienda adecuada elabor los Principios Bsicos y Directrices sobre los Desalojos y el
Desplazamiento Generados por el Desarrollo,70 que proporcionan orientacin detallada
sobre las medidas que se deben adoptar antes, durante y despus de un desalojo para
cumplir con el derecho internacional de los derechos humanos. Estos principios son un
buen modelo para la elaboracin de leyes nacionales sobre los desalojos.

El derecho a la educacin
El derecho a la educacin abarca el derecho a una educacin primaria gratuita y
obligatoria, y un mayor acceso a la educacin secundaria, tcnica, profesional o
superior.71 Este derecho traspasa la falsa divisin establecida entre derechos humanos,
ya que implica elementos civiles, culturales, econmicos, polticos y sociales. Lograr la
efectividad del derecho de las personas a la educacin reduce la vulnerabilidad de
stas al trabajo infantil, los matrimonios precoces, la discriminacin y muchos otros
abusos contra los derechos humanos. Tambin incrementa las oportunidades de
alcanzar el disfrute de otros derechos humanos, incluidos el derecho a la salud y el
derecho a participar en asuntos pblicos.72

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 47


LOS NIOS Y NIAS ROMANES,
PERDEDORES EN MATERIA DE EDUCACIN

En el 7 curso de educacin especial aprend lo mismo que haba aprendido


en el 3er curso de educacin general.
Roman de 14 aos al que enviaron a una escuela especial en Eslovaquia

Una gran cantidad de nios y nias romanes en Eslovaquia sufren


discriminacin y segregacin racial en la educacin, con graves consecuencias
para su vida y sus oportunidades futuras. Los nios y nias romanes son
enviados habitualmente a escuelas especiales o clases para alumnos con
discapacidad mental leve, o son segregados en escuelas o clases de educacin
general slo para romanes. En ambos casos, estudian un programa de menor
calidad, a menudo aislados de los dems alumnos. Segn una encuesta del
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publicada en
2012, slo el 17 por ciento de los nios y nias romanes completaban la
enseanza secundaria, frente al 88 por ciento de no romanes.73

En 2008, Amnista Internacional concluy que el 99,5 por ciento de los 190
alumnos de la escuela especial del pueblo de Pavlovce nad Uhom eran
romanes. A muchos de ellos no se les haba sometido a ningn tipo de
evaluacin antes de trasladarlos desde la escuela general.74 En respuesta a la
campaa de Amnista Internacional, el gobierno reform la Ley Escolar de
manera que prohibiera explcitamente la discriminacin y la segregacin en la
educacin. En agosto de 2010, el gobierno se comprometi a poner fin a la
segregacin por motivos de origen tnico en las escuelas de Eslovaquia.

Sin embargo, hasta la fecha, las autoridades no han dado una definicin clara
de qu actos y medidas constituyen segregacin y, en la prctica, el gobierno
no ha garantizado que la prohibicin de la discriminacin se cumpla.75

En octubre de 2012, el Tribunal Regional de Preov emiti una resolucin


histrica que arroj un rayo de esperanza sobre la situacin, en general sombra,
de los estudiantes romanes en Eslovaquia. Al examinar una denuncia
presentada por la ONG Centro por los Derechos Humanos y Civiles, el tribunal
sostuvo que una escuela elemental del pueblo de arissk Michaany, en el este
de Eslovaquia, haba discriminado a los nios y nias romanes al impartirles
enseanza en clases separadas sin una justificacin razonable. Por desgracia,
hasta el momento, la escuela apenas ha recibido apoyo gubernamental como
cumplimiento de la sentencia. El apoyo que reciben sus esfuerzos por eliminar
la segregacin en las aulas procede principalmente de otra ONG, eduRoma.

En enero de 2012, Eslovaquia adopt la Estrategia Nacional para la


Integracin de los Romanes 2020, segn la cual la eliminacin de la

48
Una nia roman sale para la escuela en Levoa,
localidad del este de Eslovaquia, 2013.
En 2011, a los nios y las nias romanes se les
asignaba a clases segregadas por motivos tnicos.
Sus comunidades hicieron campaa para que
se pusiera fin a la discriminacin y la segregacin
de los nios y nias romanes en el acceso
a la educacin.
Amnesty International
segregacin es uno de los principios bsicos de las polticas pblicas
destinadas a la integracin de las comunidades romanes. Pese a estas
iniciativas, apenas ha habido pruebas concretas de cambio. Las autoridades
eslovacas tambin estn eludiendo su deber de vigilar la situacin de
las escuelas, con su falta de disposicin a reunir datos desglosados por origen
tnico respecto a la composicin de los distintos tipos de escuela.

Los Estados deben garantizar una educacin primaria gratuita y obligatoria de manera
prioritaria, as como la libertad de educacin (el derecho de los padres y las madres a
asegurar que sus hijos e hijas pueden recibir una educacin de acuerdo con sus
convicciones religiosas o filosficas). Para cumplir las obligaciones en materia de
derechos humanos, los gobiernos deben garantizar la adecuada disponibilidad de la
educacin, su accesibilidad (econmica y fsica), aceptabilidad (ha de respetar los
derechos culturales y los derechos humanos del alumnado), y adaptabilidad.

Entre los elementos bsicos76 del derecho a la educacin figuran la concesin de


prioridad a la educacin primaria gratuita y obligatoria para todos los nios y las nias,
y la garanta de que el contenido educativo es acorde con los principios de derechos
humanos. Estos principios incluyen el fomento de la diversidad y la comprensin, en
lugar de la segregacin y los prejuicios.

El derecho a la salud
El artculo 12 del Pacto Internacional de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales
reconoce el derecho de toda persona al disfrute del ms alto nivel posible de salud
fsica y mental.77 El derecho a la salud no es el derecho a estar sano: nadie puede
tener una salud perfecta en todo momento. Este derecho engloba una serie de
libertades (como el derecho de una persona a controlar su propia salud y su cuerpo, lo
cual incluye salvaguardias contra la administracin de tratamiento mdico sin
consentimiento) y derechos positivos (por ejemplo, la igualdad de acceso a atencin
mdica).78

El Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales ha adoptado una concepcin


ms amplia del derecho a la salud, pues lo interpreta como:

Un derecho inclusivo que no slo abarca la atencin de salud oportuna y apropiada sino
tambin los principales factores determinantes de la salud, como el acceso al agua
limpia potable y a condiciones sanitarias adecuadas, el suministro adecuado de
alimentos sanos, una nutricin adecuada, una vivienda adecuada, condiciones sanas en
el trabajo y el medio ambiente, y acceso a la educacin e informacin sobre cuestiones
relacionadas con la salud, incluida la salud sexual y reproductiva. Otro aspecto
importante es la participacin de la poblacin en todo el proceso de adopcin de
decisiones sobre las cuestiones relacionadas con la salud en los planos comunitario,
nacional e internacional.79

El derecho de los derechos humanos establece criterios para determinar o evaluar si los
determinantes subyacentes de la salud o las instalaciones y servicios de salud son

50
compatibles con los principios de derechos humanos. El derecho a la salud contiene,
por tanto, los siguientes elementos esenciales e interrelacionados:80

Un nmero suficiente de establecimientos, bienes y servicios pblicos de salud y


centros de atencin de la salud en el pas. Esto incluye, por ejemplo, hospitales,
clnicas, personal capacitado, medicamentos esenciales, estrategias preventivas de
salud pblica y promocin de la salud.

Los establecimientos, bienes y servicios de salud y la informacin sobre la salud


deben ser accesibles a todos, tanto fsica como econmicamente, sin
discriminacin alguna.

Para ser aceptables, los establecimientos, bienes y servicios de salud, as como la


informacin sobre la salud, debern ser respetuosos de la tica mdica,
culturalmente apropiados y sensibles a los requisitos del gnero y el ciclo de vida.

Los establecimientos, bienes y servicios de salud, as como la informacin sobre la


salud, debern ser tambin apropiados desde el punto de vista cientfico y mdico
y de buena calidad. Ello requiere, entre otras cosas, personal mdico capacitado,
medicamentos y equipo hospitalario cientficamente aprobados y en buen estado,
agua limpia potable y condiciones sanitarias adecuadas.81

Entre las violaciones potenciales del derecho a la salud figuran:

retener de forma deliberada o tergiversar intencionadamente informacin esencial


para la prevencin de una enfermedad o discapacidad;

promover sustancias nocivas;

no prohibir o desincentivar prcticas culturales perjudiciales;

no controlar actividades de empresas que tienen efectos adversos sobre la salud;

no adoptar un plan detallado para cumplir las obligaciones bsicas del derecho a la salud.82

El relator especial de la ONU sobre el derecho de toda persona al disfrute del ms alto
nivel posible de salud fsica y mental (relator especial sobre el derecho a la salud) ha
fomentado la comprensin del derecho a la salud, incluida la salud sexual y
reproductiva, y a la salud mental.

Tambin ha subrayado el impacto negativo que las restricciones contenidas en el


derecho penal y otras restricciones legales respecto a la atencin a la salud sexual y
reproductiva incluido el acceso a bienes, servicios e informacin tienen en las
libertades y la dignidad humana de las personas afectadas, en especial las mujeres, y
en la salud pblica.83 Por ejemplo, las restricciones legales al acceso a anticonceptivos
para las personas solteras puede contribuir a embarazos no deseados y a la propagacin
de infecciones de transmisin sexual. Segn el relator especial, la imposicin de
restricciones penales y de otra ndole por los Estados para regular la salud sexual y
reproductiva puede constituir una grave violacin del derecho a la salud de las personas
afectadas y carece de eficacia como intervencin en el mbito de la salud pblica.84

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 51


El relator especial tambin ha subrayado la relacin entre el derecho a la salud y la
mortalidad y morbilidad maternas. Segn el relator especial, aunque hay un creciente
nmero de pases que han realizado progresos en cuanto a la reduccin de la mortalidad
derivada de la maternidad, los progresos se han estancado o se han visto contrarrestados
en muchos de ellos dadas las tasas extremadamente elevadas de mortalidad derivada de
la maternidad.85 El relator especial explica que, bajo el elevado nmero de muertes por
causas evitables de mujeres y nias a consecuencia del embarazo y el parto, subyacen
tanto el fracaso de los sistemas de salud a la hora de atender a esas mujeres como el
hecho de que muchas mujeres, a causa de factores sociales y econmicos, no alcanzan ni
siquiera los servicios necesarios para salvar la vida que existen.86 En 2012, el Consejo de
Derechos Humanos seal tambin estos vnculos, y alent a los Estados a adoptar
medidas a todos los niveles para abordar las causas profundas e interrelacionadas de la
mortalidad y morbilidad asociadas a la maternidad, como la pobreza, la malnutricin, las
prcticas nocivas, la falta de servicios de atencin de la salud accesibles y adecuados y
de informacin y educacin, y la desigualdad entre los gneros.87

El derecho al agua
La Organizacin Mundial de la Salud y UNICEF calculan que, a final de 2011, 768
millones de personas no tenan acceso a una fuente de agua protegida de la
contaminacin exterior.88 Adems, muchas ms personas carecen de acceso a fuentes
sostenibles de agua apta para el consumo.89 No hay estimaciones globales fiables del
nmero de personas que disponen de agua de una calidad adecuada y cuyo acceso al
agua les permite contar con una cantidad suficiente para satisfacer sus necesidades
personales y domsticas. La falta de agua potable, combinada con la falta de un
saneamiento adecuado, es origen de enfermedades graves, como las enfermedades
diarreicas, que causan la muerte a ms de dos millones de personas cada ao, en su
gran mayora nios y nias, principalmente en los pases en desarrollo.90

Se ha reconocido que el derecho al agua se deriva del derecho a un nivel de vida


adecuado y, por tanto, est implcitamente contenido en el Pacto Internacional de
Derechos Econmicos, Sociales y Culturales y en otros instrumentos.91 Tambin se ha
reconocido como un derecho jurdicamente vinculante en un nmero creciente de
constituciones nacionales. El derecho al agua incluye la disponibilidad de agua
suficiente para uso personal y domstico, el acceso fsico en cada hogar o sus
inmediaciones, la accesibilidad econmica y una calidad adecuada del agua.92 Los
Estados, como parte de sus obligaciones inmediatas, deben dar prioridad al acceso de
todas las personas a la cantidad mnima esencial de agua suficiente y no contaminada
para uso personal y domstico, con el fin de prevenir enfermedades. Adems, deben
adoptar las medidas necesarias para la plena realizacin del derecho al agua, lo cual
incluye tomar medidas positivas para ayudar a las personas y las comunidades a
disfrutar de este derecho.93 El acceso al agua es asimismo un elemento de otros
derechos. Puede ser esencial para hacer realidad el derecho a la alimentacin y a unos
medios de sustento seguros, por ejemplo en el caso de los agricultores y otras personas
que dependen del agua para su trabajo diario.94

Tal como ocurre con otros derechos econmicos, sociales y culturales, debera
concederse prioridad a las personas ms desfavorecidas, es decir, a las personas y

52
grupos de personas que tradicionalmente han tenido dificultades para ejercer este
derecho, en particular las mujeres, los nios, los grupos minoritarios, los pueblos
indgenas, los refugiados, los solicitantes de asilo, los desplazados internos, los
trabajadores migrantes, los presos y los detenidos.95

NEGACIN DE UN ACCESO JUSTO AL AGUA


PARA LA POBLACIN PALESTINA 96

La desigualdad en el acceso al agua entre israeles y palestinos es


escalofriante. El consumo de agua en los Territorios Palestinos Ocupados es de
unos 70 litros por da y persona muy por debajo de los 100 litros diarios por
cabeza recomendados por la Organizacin Mundial de la Salud (OMS),
mientras que el consumo diario por cabeza en Israel, unos 300 litros, es casi
el cudruple. En algunas comunidades rurales, la poblacin palestina
sobrevive con mucho menos incluso que los 70 litros de media: en algunos
casos apenas llegan a 20 litros al da, el mnimo recomendado por la OMS
para situaciones de emergencia.97

El 10 de marzo de 2008, Faiq Ahmad Sbeih recibi la visita de una patrulla


del ejrcito israel en sus tierras de Al Farisiya, situadas a unos kilmetros al
norte de Yiftlik, en zona del valle del Jordn de Cisjordania. Los soldados
confiscaron 1.500 metros de la manguera de goma, por la que llegaba a las
tierras agua de manantial desde un monte que se elevaba sobre ellas, y
aplastaron una pequea caera metlica conectada a la manguera. En la
orden militar que les autorizaba a hacerlo se afirmaba que se confiscaba la
manguera por falta de permiso. El ejrcito considera que el agua del
manantial es propiedad del Estado.

Anteriormente, los agricultores locales haban intentado construir una cisterna


para recoger el agua del manantial y aprovechar el agua de lluvia, pero el
ejrcito se lo haba impedido porque carecan de permiso algo que no podan
conseguir, pues el ejrcito se lo denegaba. Cuando una persona enviada por
Amnista Internacional visit el lugar, el 11 de marzo de 2008, Faiq Sbeih
dijo con gran preocupacin:

Es el sustento de mi familia. Trabajamos da y noche y necesitamos agua;


adems, el tiempo es cada da ms caluroso. La situacin es ya difcil este
ao porque hemos tenido muy poca lluvia; ya ve qu poca agua lleva el arroyo,
y eso que tombamos slo un poco de ella. No puedo comprar otra caera,
y aunque lo hiciera, el ejrcito podra venir y llevrsela otra vez.

El ejrcito le devolvi la manguera posteriormente, aunque rota e inservible ya,


y le reiter la prohibicin de utilizar agua del manantial. Iniciada ya la
temporada seca, Faiq Sbeih intent sacar adelante algunos de sus cultivos

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 53


con agua comprada en otras zonas, trada en camin cisterna, pero aun as
perdi casi todos.98

Sin acceso al agua del manantial, los agricultores palestinos como Faiq Sbeih
no tienen ms remedio que viajar varios kilmetros para comprar pequeas
cantidades de agua que transportan luego hasta sus cultivos en camiones
cisterna. Es la forma ms cara de conseguir agua, en especial porque las
restricciones impuestas por el ejrcito israel obligan a los camiones a dar
largos rodeos por tortuosas carreteras para hacer sus entregas. Los
asentamientos ilegales israeles situados en torno a Al Farisiya no tienen estos
problemas. Sus habitantes tienen acceso libre al agua del manantial que no se
permita utilizar a Faiq Sbeih y su familia y que forma un pequeo arroyo que
fluye cuesta abajo hasta los asentamientos. Adems pueden disponer
fcilmente de un abundante suministro de agua de pozos cercanos a los que
Faiq Sbeith y otros agricultores palestinos no tienen acceso. El cercano
asentamiento israel de Shamdot Mechola anuncia en su sitio web:

Impresionantes visitas a los invernaderos de bulbos de amarilis, que se


recogen, empaquetan y envan a Europa y Estados Unidos para plantarlos en
maceta a tiempo de que florezcan durante las vacaciones de invierno. Breves
visitas a nuestra granja lechera, nuestros viedos y nuestros huertos de alta
tecnologa. Visitas a granjas del valle del Jordn especializadas en el cultivo de
verduras, frutas, flores y especias para la exportacin en clima seco y clido.99

El derecho al saneamiento
La Organizacin Mundial de la Salud y UNICEF calculan que, a final de 2011, 2.500
millones de personas no tenan acceso a un retrete adecuado en su casa y, de ellas,
1.000 millones practicaban la defecacin al aire libre.100

Se ha reconocido que el derecho al saneamiento, al igual que el derecho al agua, se


deriva del derecho a un nivel de vida adecuado y, por tanto, est implcitamente
contenido en el Pacto Internacional de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales.101
Este derecho requiere que existan suficientes instalaciones de higiene (con servicios
asociados) dentro de todos los hogares, centros de salud o educativos, lugares de
trabajo, instituciones pblicas y lugares pblicos, o en sus cercanas. Requiere tambin
que esas instalaciones sean de buena calidad, lo que significa que deben ser seguras
higinicamente, y para ello deben contar con limpieza peridica, mantenimiento y
vaciado de fosas spticas u otros lugares utilizados para recoger excrementos humanos.
Las instalaciones deben estar en un lugar seguro y deben ser accesibles fsicamente
para todas las personas en todo momento. El acceso a instalaciones y servicios de
saneamiento debe ser asequible, garantizar la intimidad y la dignidad, y ser social y
culturalmente aceptable.102

El derecho al saneamiento requiere que se preste especial atencin a las necesidades


de seguridad de los nios y nias y de las personas con discapacidad. Las instalaciones
para mujeres deben incluir elementos para la higiene durante la menstruacin. La

54
necesidad de una promocin y educacin adecuadas respecto a la higiene es un
elemento importante de la obligacin de los gobiernos de garantizar el derecho al
saneamiento.

El saneamiento, ms que muchas otras cuestiones de derechos humanos,


evoca el concepto de la dignidad humana.

Informe de la experta independiente sobre la cuestin de las obligaciones de derechos humanos


relacionadas con el acceso al agua potable y el saneamiento, 2009

ASENTAMIENTOS PRECARIOS
Y ASENTAMIENTOS INFORMALES EN NAIROBI
Unos dos millones de personas viven en asentamientos informales y
asentamientos precarios en Nairobi, en viviendas inadecuadas sin apenas
acceso a agua apta para el consumo, saneamiento, atencin mdica, escuelas
u otros servicios pblicos esenciales.103 La situacin en esos asentamientos
refleja dcadas de negativa del gobierno a reconocer los asentamientos
precarios e informales de Kenia en la planificacin urbana y la elaboracin
de presupuestos municipales, o a exigir a los propietarios de viviendas que
proporcionen a sus inquilinos retretes adecuados.

Donde vivo hay un retrete comunitario gestionado por una sociedad cooperativa
[...]. Sin embargo, no puedo utilizarlo, porque no puedo permitrmelo. Tienes
que pagar dos chelines [0,025 dlares estadounidenses] cada vez que lo
utilizas, y puedes tener que utilizarlo muchas veces. Mis vecinos y yo no
tenemos ms remedio que utilizar retretes volantes [bolsas en las que se
introducen los excrementos humanos y luego se arrojan al exterior], ya que
Kiandaa es una de las zonas en las que es raro encontrar letrinas excavadas
aunque sean de mala calidad en las parcelas.
Christine, asentamiento de Kibera, 12 de febrero de 2010

Una persona que resida en Mukuru cont lo siguiente a Amnista


Internacional: Las autoridades de salud de la zona no se ocupan en absoluto
de la cuestin del saneamiento. Les interesan ms los proyectos de los que
pueden sacar dinero, como por ejemplo el cumplimiento de los controles sobre
las bebidas alcohlicas. La primera vez que vi a un funcionario de salud en mi
zona fue cuando se cre la NACADA [Autoridad Nacional para la Campaa
contra el Consumo de Alcohol y Drogas].104

Las mujeres y las nias que viven en estos asentamientos informales se ven
especialmente afectadas por la falta de acceso adecuado a instalaciones donde

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 55


usar el retrete y baarse. Muchas mujeres tienen que caminar ms de 300
metros desde sus casas para llegar a una letrina. Eso resulta peligroso para
ellas, especialmente de noche.

Las mujeres de cuatro asentamientos entrevistadas por Amnista Internacional


explicaron que las malas condiciones de saneamiento provocaban una mayor
incidencia de enfermedades como el clera, que a su vez les hacan incurrir en
costes de salud ms altos a expensas de otras necesidades bsicas. Asimismo,
la falta de retretes y cuartos de bao en las inmediaciones de la vivienda,
combinada con la ausencia de una presencia policial efectiva en los
asentamientos, expone a las mujeres a un mayor peligro de sufrir violencia
sexual u otras formas de violencia de gnero. Las mujeres hablaron a Amnista
Internacional de la elevada cifra de mujeres y nias que han sido violadas o
vctimas de otras formas de violencia como consecuencia directa de su intento
de encontrar un retrete o una letrina a cierta distancia de sus casas, o de
caminar hasta all. A consecuencia de ello, muchas mujeres y nias no tienen
ningn acceso a un retrete durante la noche. Adems, como muchas mujeres
residen en viviendas de una sola habitacin, no tienen ninguna intimidad al
tratar de baarse o usar el retrete.

El derecho al trabajo y los derechos en el trabajo


El Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales ha subrayado la
interdependencia de las disposiciones del PIDESC que protegen el derecho al trabajo,
los derechos en el trabajo y el derecho a formar un sindicato y unirse a l, as como el
derecho a la huelga. La nocin que se tiene del derecho al trabajo sigue siendo ms
deficiente que la de otros derechos tratados en este documento, y en ocasiones se
interpreta errneamente como el derecho a obtener un empleo. El derecho al trabajo
entraa el acceso a un empleo sin discriminacin de ningn tipo, el derecho a decidir
libremente aceptar un trabajo y no ser obligado a hacerlo, el acceso a un sistema de
proteccin frente a los despidos injustos, y una estructura de apoyo que ayude al
acceso al empleo, lo cual incluye una formacin profesional adecuada.105 El derecho al
trabajo abarca tanto el trabajo dependiente de un salario como el empleo autnomo
(referido como medio de sustento en algunos contextos), y requiere que los gobiernos
hagan extensiva su proteccin a las personas que trabajan en los sectores informales de
la economa.106

Los derechos en el trabajo protegen el derecho de todas las personas a unas


condiciones de trabajo justas y favorables, lo cual incluye un salario justo, igualdad de
salario a igualdad de valor laboral, condiciones de trabajo seguras y saludables,
limitaciones razonables de la jornada laboral, proteccin para las trabajadoras durante
el embarazo y despus de l, e igualdad de trato en el empleo.

56
CASO DE QATAR: TRABAJO FORZOSO

Aydennos, nuestra empresa [...] lleva cuatro meses sin pagarnos nuestro
salario. No tenemos dinero para comer ni para pagar el alquiler. Si nos
ponemos en huelga, podemos perder nuestro empleo. Por favor, enven este
mensaje a alguien que pueda ayudarnos.
Mensaje de correo electrnico recibido por Amnista Internacional de trabajadores de Qatar,
julio de 2013

En Qatar, 1,35 millones de personas con ciudadana extranjera componen el


94 por ciento de la mano de obra del pas. Muchas de estas personas, con la
esperanza de tener una vida mejor que la que tienen en sus pases del sur y el
sureste asitico, trabajan en la construccin, en proyectos de infraestructura
en gran escala, entre ellos los relacionados con la Copa Mundial de 2022.
Amnista Internacional concluy que en el sector abundan los abusos y la
explotacin, con prcticas como impago de salarios, condiciones de trabajo
duras y peligrosas y psimos alojamientos. En algunos casos, el grado de
explotacin equivala a trabajo forzado.

Los investigadores se entrevistaron con decenas de trabajadores de la


construccin cuyos empleadores llevaban meses impidindoles abandonar el
pas, por lo que estaban atrapados en Qatar sin salida. Una encuesta realizada
en la misma poca revel que al 90 por ciento de los trabajadores migrantes
sus empleadores les retenan el pasaporte; el 21 por ciento a veces,
raramente o nunca reciban su salario a tiempo; y el 20 por ciento reciban
un salario diferente inferior al que les haban prometido.

Las conclusiones de Amnista Internacional pusieron de manifiesto lo


inadecuado de las medidas del gobierno para proteger a los trabajadores
migrantes; muchos empleadores incumplen sistemticamente las
salvaguardias existentes respecto al empleo, y la inspeccin de trabajo no
cuenta con recursos suficientes. Amnista Internacional concluy tambin que
el sistema de patrocinio que existe en Qatar es un importante factor que
permite los abusos generalizados contra los trabajadores migrantes. Segn
este sistema, los trabajadores no pueden salir del pas o cambiar de trabajo
sin el permiso de su empleador.107

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 57


El derecho a un recurso efectivo
Todas las vctimas de violaciones de derechos humanos tienen derecho a un recurso
efectivo. Este derecho ha sido reconocido por diversos tratados e instrumentos
internacionales y regionales de derechos humanos.108

El Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales ha aclarado la obligacin de los


Estados de garantizar un recurso efectivo para las violaciones de los derechos econmicos,
sociales y culturales en virtud del artculo 2.1 del PIDESC. El Comit ha declarado: [...]
las normas del Pacto han de ser reconocidas en el ordenamiento jurdico interno a travs de
los medios adecuados; las personas individuales o los grupos agraviados han de disponer
de medios adecuados de reparacin, o de recurso, y se han de establecer mecanismos
adecuados para garantizar la responsabilidad de los gobiernos.109

Cuando se violan los derechos econmicos, sociales y culturales, todas las vctimas, ya
sean individuos, grupos o comunidades enteras, tienen derecho a un recurso efectivo.
La existencia de recursos efectivos puede fortalecer la capacidad de negociacin de
personas y comunidades que viven en la pobreza o que sufren violaciones de derechos
para reclamar sus derechos a los gobiernos. Esas vas jurdicas pueden tambin
utilizarse junto con la movilizacin de comunidades, y ambas estrategias se apoyan y
refuerzan mutuamente. Un ejemplo es el trabajo de la Campaa de Acceso a
Tratamientos para garantizar a las personas que viven con el VIH/sida en Sudfrica el
acceso a atencin mdica que puede salvarles la vida.110

Un recurso debe incluir las medidas necesarias para reparar el dao especfico sufrido por
las vctimas, por ejemplo, devolverles el hogar del que han sido desalojadas forzosamente,
indemnizarlas por su prdida y por los daos sufridos, y proporcionarles garantas jurdicas
de que la violacin de derechos no se repetir. El Comit de Derechos Econmicos,
Sociales y Culturales ha subrayado que, sean cuales sean los recursos disponibles, deben
ser accesibles, no onerosos, rpidos y eficaces. Asimismo, deben ser puestos en prctica
por el Estado y deben dar lugar a que termine la violacin de derechos.

El Comit tambin ha subrayado que toda persona o todo grupo que sea vctima de una
violacin de derechos:

[...] deber contar con recursos judiciales efectivos u otros recursos apropiados en los
planos nacional e internacional. Todas las vctimas de esas violaciones debern tener
derecho a una reparacin adecuada, que podr adoptar la forma de restitucin,
indemnizacin, satisfaccin o garantas de que no se repetirn los hechos.111

En el primer caso, la bsqueda de un recurso puede no implicar necesariamente acudir


a los tribunales; podra ser, por ejemplo, la presentacin de una denuncia ante una
comisin de derechos humanos, rgano administrativo o sistema de justicia tradicional,
siempre que estos rganos tengan las atribuciones, los recursos y las competencias
necesarias para investigar adecuadamente y juzgar denuncias, hacer un seguimiento de
sus decisiones y garantizar que se cumplen.

No obstante, si la vctima no est satisfecha con la decisin inicial y desea apelar, los
Estados han de aducir muy buenas razones para no permitir que la denuncia sea
examinada en ltima instancia por un mecanismo judicial. Los tribunales brindan una

58
proteccin firme e independiente para los derechos, y adems estimulan la democracia
participativa, capacitan a la gente para actuar, consolidan su capacidad de hablar con el
gobierno y requieren de este ltimo una respuesta. Las medidas judiciales se requieren
especialmente cuando el remedio precisa una reforma estructural, y no una mera
reparacin en un caso individual, por ejemplo cuando una demanda por discriminacin
revela fallos de poltica o lagunas sistmicas. sta puede ser la dificultad ms importante
respecto a la aplicacin, ya que puede requerir reformas estructurales sistemticas tanto
en la ley como en la prctica. Estas dificultades, no obstante, se aplican a todos los
derechos humanos, no slo a los derechos econmicos, sociales y culturales.

Cuando el Estado ya dispone de recursos judiciales para otros derechos, el principio de


indivisibilidad exige que exista una justificacin imperiosa para tratar de manera
diferente los derechos econmicos, sociales y culturales.

Los Estados deben asimismo garantizar que los derechos econmicos, sociales y
culturales estn adecuadamente protegidos en una ley fundamental, preferiblemente
una Constitucin o Carta de Derechos, y en la legislacin. Un recurso efectivo significa
tambin acceso a la justicia para todas las personas, con asistencia letrada para las que
no pueden permitirse un abogado, y la eliminacin de las barreras de procedimiento
que impiden que las ONG presenten reclamaciones de inters pblico en nombre de
grupos grandes de vctimas. Tambin requiere que se informe a las personas de sus
derechos, su posibilidad de reclamarlos y los recursos que pueden emprender.

CAMPAA POR LA JUSTICIABILIDAD


DE LOS DERECHOS ECONMICOS, SOCIALES
Y CULTURALES
Amnista Internacional hace campaa para fortalecer la justiciabilidad de los
derechos econmicos, sociales y culturales. Pide a todos los gobiernos que:

Garanticen que los derechos econmicos, sociales y culturales son


derechos exigibles.
Todos los pases deben ratificar el Pacto Internacional de Derechos
Econmicos, Sociales y Culturales, as como su Protocolo Facultativo. Los
gobiernos deben garantizar asimismo que estos derechos son exigibles en
virtud de la legislacin nacional.

Garanticen recursos efectivos y accesibles por violaciones de derechos.


Los gobiernos deben eliminar los obstculos que dificultan el acceso a la
justicia para las vctimas de violaciones de derechos humanos, en especial
los que excluyen a las personas que viven en la pobreza, y deben prestar
asistencia letrada gratuita. Deben garantizar que tanto las instituciones de
derechos humanos como los rganos reguladores de mbito nacional
tienen la capacidad y el mandato para investigar denuncias de violaciones

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 59


de derechos y vigilar la actuacin del gobierno a fin de asegurar que
cumple con sus obligaciones en materia de derechos humanos.

Acaten plenamente las sentencias.


Los gobiernos deben acatar las decisiones en materia de derechos
humanos del poder judicial y de los mecanismos de derechos humanos
regionales e internacionales.

60
NOTAS artculo 12, Protocolo de San Salvador, http://www.oas.org/
juridico/spanish/tratados/a-52.html (consultado el 17 de abril
46 Airey vs. Ireland, (6289/73) [1979] Convenio Europeo para de 2014): entre otros.
la Proteccin de los Derechos Humanos y de las Libertades
Fundamentales (CEDH) 3, decisin de 9 de octubre de 1979, 56 Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales,
prr. 26, http://hudoc.echr.coe.int/ (consultado el 17 de abril Observacin general n 12, El derecho a una alimentacin
de 2014). adecuada, Doc. ONU E/C.12/1999/5, prr. 6, http://www.fao.
org/fileadmin/templates/righttofood/documents/RTF_
47 Vase Amnista Internacional, Double standards: Italys publications/ES/General_Comment_12_ES.pdf (consultado
housing policies discriminate against Roma (ndice: EUR el 17 de abril de 2014).
30/008/2013); On the edge: Roma, forced evictions and
segregation in Italy (ndice: EUR 30/010/2012); e Italy: Zero 57 Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales,
tolerance for Roma (ndice: EUR 30/020/2011). Observacin general n 12, prr. 36.

48 El Comit de los Derechos del Nio ha sealado que el 58 Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales,
respeto del derecho a la educacin requiere que se reconozca Observacin general n 12, prr. 8.
la necesidad de un enfoque equilibrado de la educacin
59 African Commission on Human and Peoples Rights, Social
que permita conciliar valores distintos por medio del dilogo y el
and Economic Rights Action Center and Center for Economic
respeto a las diferencias. Observacin general n 1, Propsitos
and Social Rights vs. Nigeria, Comunicacin n 155/96,
de la educacin, Doc. ONU CRC/GC/2001/1, prr. 4.
octubre de 2001, http://www1.umn.edu/humanrts/africa/
49 Vase tambin el artculo 17 del Protocolo a la Carta comcases/155-96.html (consultado el 17 de abril de 2014).
Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos relativo a los
60 Amnista Internacional, Starved of rights: Human rights and
derechos de la mujer en frica, que establece el derecho de
the food crisis in the Democratic Peoples Republic of Korea
las mujeres a un contexto cultural positivo, que incluya su
(North Korea) (ndice: ASA 24/003/2004).
participacin en la formulacin de polticas culturales: http://
www.achpr.org/instruments/women-protocol/ (consultado el 17 61 Vase el informe del relator especial sobre la situacin de
de abril de 2014). los derechos humanos en la Repblica Popular Democrtica de
Corea (A/68/319), 14 de agosto de 2013, http://daccess-dds-
50 Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales,
ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N13/427/41/PDF/N1342741.
Observacin general n 21, Derecho de toda persona a
pdf?OpenElement (consultado el 17 de abril de 2014).
participar en la vida cultural, Doc. ONU E/C.12/GC/21,
prr. 15, http://www.refworld.org/cgi-bin/texis/vtx/rwmain/ 62 Comunicacin n 763/1997, Yekaterina Pavlovna Lantsova
opendocpdf.pdf?reldoc=y&docid=4ed35beb2 (consultado vs. Federacin de Rusia, Doc. ONU CCPR/C/74/D/763/1997,
el 17 de abril de 2014). http://www1.umn.edu/humanrts/hrcommittee/
spanish/763-1997.html (consultado el 17 de abril de 2014).
51 Vase, por ejemplo, comunicacin n 167/1984, Bernard
El PIDCP regula las condiciones de todas las personas privadas
Ominayak y Lubicon Lake Band vs. Canad, Doc. ONU CCPR/
de libertad: en prisiones, hospitales especialmente hospitales
C/38/D/167/1984, http://www1.umn.edu/humanrts/
psiquitricos campos de detencin, instituciones
hrcommittee/spanish/167-1984.html (consultado el 17 de
penitenciarias u otros lugares (Comit de Derechos Humanos
abril de 2014); y Amnista Internacional, Canada: Time is
de la ONU, Observacin general n 21 sobre el artculo 10,
wasting Respect for the land rights of the Lubicon Cree long
prr. 2).
overdue (ndice: AMR 20/001/2003).
63Artculo 12.2 de la Convencin sobre la Eliminacin de
52 Carta rabe de Derechos Humanos, artculo 9.4, https://
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los informes del relator especial sobre la vivienda adecuada EUR 72/004/2009) p. 4.
como elemento integrante del derecho a un nivel de vida
75 Amnista Internacional, Roma children still lose out, p. 2.
adecuado.
76 Una obligacin bsica requiere que el Estado asegure
65 Vase http://daccess-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/
la satisfaccin de por lo menos niveles esenciales de cada
G01/105/87/PDF/G0110587.pdf?OpenElement (consultado
uno de los derechos para todas las personas, y lo haga de
el 17 de abril de 2014).
manera prioritaria, independientemente de la limitacin de
66 Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales, recursos. Aunque cada derecho debe examinarse
Observacin general n 4, El derecho a una vivienda adecuada, individualmente, el Comit de Derechos Econmicos,
Doc. ONU E/1992/23, 13 de diciembre de 1991: http:// Sociales y Culturales ha proporcionado cierta orientacin
daccess-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/G08/422/38/PDF/ sobre lo que podran constituir los niveles bsicos de cada
G0842238.pdf?OpenElement (consultado el 17 de abril derecho. As, por ejemplo, un Estado Parte en el que un
de 2014). nmero importante de individuos est privado de alimentos
esenciales, de atencin primaria de salud esencial, de
67 Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales, abrigo y vivienda bsicos o de las formas ms bsicas de
Observacin general n 4, El derecho a una vivienda adecuada enseanza, prima facie no est cumpliendo sus
(artculo 11.1), prr. 8. obligaciones en virtud del Pacto. Tal como ha manifestado
el Comit, si el Pacto se ha de interpretar de tal manera
68 Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales, que no establezca una obligacin mnima, carecera en
Observacin general n 7: El derecho a una vivienda adecuada gran medida de su razn de ser. Comit de Derechos
desalojos forzosos (artculo 11.1), 20 de mayo de 1997, Econmicos, Sociales y Culturales, Observacin general
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72 Para ms informacin, vase el Proyecto Derecho a la
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abril de 2014).
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62
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departementen/departementrechtsgeleerdheid/organisatie/
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onderdelen/studieeninformatiecentrummensenrechten/
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agua ha sido reconocido como un elemento del derecho a un
el 17 de abril de 2014).
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disfrute del ms alto nivel posible de salud fsica y mental, (consultado el 17 de abril de 2014), y por la Asamblea
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abril de 2014). Por tanto, est implcitamente contenido en el
85 Informe del relator especial de la ONU sobre el derecho al PIDESC y en la Convencin sobre los Derechos del Nio.
disfrute del ms alto nivel posible de salud fsica y mental,
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Maternal Mortality: 1990 to 2010, donde concluan que esta (consultado el 17 de abril de 2014).
situacin haba empezado a cambiar. Aunque durante ese
periodo la mortalidad materna haba aumentado en algunos 93 Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales,
lugares, principalmente a causa de la elevada incidencia del Observacin general 15, prr. 37.
VIH, ahora empezaba a disminuir, desde que haba aumentado
94 Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales,
la disponibilidad de la terapia antirretroviral. Vase Trends in
Observacin general 15, prr. 6.
Maternal Mortality: 1990 to 2010, p. 25: https://www.unfpa.
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de 2014). ohchr.org/SelfServices/FilesHandler.

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 63


102 Los criterios utilizados aqu para describir el derecho al
saneamiento estn extrados de la Declaracin sobre el derecho
al saneamiento, del Comit de Derechos Econmicos, Sociales
y Culturales, y del Informe de la experta independiente sobre la
cuestin de las obligaciones de derechos humanos relacionadas
con el acceso al agua potable y el saneamiento (2009), Doc.
ONU A/HRC/12/24, prr. 64-66 y 70-80: http://daccess-dds-
ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/G09/144/40/PDF/G0914440.
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103 Amnista Internacional, Insecurity and indignity:


Womens experiences in the slums of Nairobi, Kenya
(ndice: AFR 32/002/2010), p. 5.

104 Entrevista con Amnista Internacional, 18 de agosto


de 2012.

105 Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales,


Observacin general n 18: El derecho al trabajo (artculo 6),
prr. 8, Doc. ONU E/C.12/GC/18, 6 de febrero de 2006: http://
daccess-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/G06/403/16/PDF/
G0640316.pdf?OpenElement (consultado el 17 de abril
de 2014).

106 Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales,


Observacin general n 18, prr. 6 y 10: http://daccess-dds-ny.
un.org/doc/UNDOC/GEN/G06/403/16/PDF/G0640316.
pdf?OpenElement (consultado el 17 de abril de 2014).

107 Vase Amnista Internacional, The dark side of migration:


Spotlight on Qatars construction sector ahead of the World Cup
(ndice: MDE 22/010/2013).

108 Vase, por ejemplo, artculo 8 de la Declaracin


Universal de Derechos Humanos, http://www.un.org/es/
documents/udhr/ (consultado el 17 de abril de 2014); artculo
2.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos,
http://www2.ohchr.org/spanish/law/ccpr.htm (consultado el 17
de abril de 2014); artculo 2.1 del Pacto Internacional de
Derechos Econmicos, Sociales y Culturales, http://www2.
ohchr.org/spanish/law/cescr.htm (consultado el 17 de abril de
2014); artculo 6 de la Convencin Internacional sobre la
Eliminacin de todas las Formas de Discriminacin Racial,
http://www2.ohchr.org/spanish/law/cerd.htm (consultado el 17
de abril de 2014), y artculo 83 de la Convencin Internacional
sobre la Proteccin de los Derechos de Todos los Trabajadores
Migratorios y de sus Familiares, http://www2.ohchr.org/spanish/
law/cmw.htm (consultado el 17 de abril de 2014).

109 Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales


de la ONU, Observacin general n 9: La aplicacin interna del
Pacto, Doc. ONU E/C.12/1998/24, 1 de diciembre de 1998,
prr. 2: http://www.refworld.org/cgi-bin/texis/vtx/rwmain/
opendocpdf.pdf?reldoc=y&docid=47ebcf342 (consultado el 17
de abril de 2014).

110 Build Local and Provincial leadership for HIV (campaa


para crear un liderazgo local y provincial respecto al VIH), www.
tac.org.za/campaigns/build-local-and-provincial-leadership-hiv
(consultado el 17 de abril de 2014).

111 Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales,


Observacin general n 14: El derecho al disfrute del ms alto
nivel posible de salud (artculo 12), E/C.12/2000/4, 11 de
agosto de 2000, prr. 59: http://www.refworld.org/cgi-bin/texis/
vtx/rwmain/opendocpdf.pdf?reldoc=y&docid=47ebcc492
(consultado el 17 de abril de 2014).

64
El da de su desalojo forzoso, la comunidad
roman del asentamiento de la calle de
Skadarska trat desesperadamente de explicar
a la polica que no poda marcharse de all
porque no tena ningn otro sitio donde ir.
Belgrado, Serbia, agosto de 2011.
Sanja Knezevic
3.
OBLIGACIONES
PREVISTAS
POR EL DERECHO
INTERNACIONAL
Las normas internacionales sobre derechos econmicos, sociales y culturales, si bien
son universalmente aplicables, tienen en cuenta los diferentes recursos de que dispone
cada Estado. En ellas se concede que la plena efectividad de estos derechos slo
puede alcanzarse progresivamente con el tiempo, cuando existan suficientes recursos
humanos, tcnicos y econmicos, entre otros medios a travs de la cooperacin y
asistencia internacionales, como la ayuda al desarrollo.

Deber de respetar, proteger y realizar los derechos


Los derechos econmicos, sociales y culturales se han malinterpretado a menudo como
obligaciones fundamentalmente positivas que se imponen a los Estados.112
En realidad, ser el responsable de facilitar en ltima instancia113 (interviniendo
cuando los individuos y las comunidades no pueden ejercer sus derechos) es tan slo
uno de los elementos que componen las obligaciones de los Estados.

Las obligaciones de los Estados de lograr la efectividad de todos los derechos humanos
son de tres tipos:

respetar: no interferir en el ejercicio de un derecho;

proteger: garantizar que otros no interfieran, principalmente mediante regulacin y


recursos jurdicos efectivos; y

hacer realidad: entre otras acciones, promover los derechos, facilitar el acceso a
los derechos, asegurar el ejercicio de los derechos a quienes no pueden ejercerlos
por s solos.114

La obligacin de respetar los derechos humanos exige que los Estados se abstengan de
interferir directa o indirectamente en el disfrute de los derechos humanos por parte de las
personas.115 Se trata de una obligacin inmediata, e incluye el respeto por los esfuerzos
que realizan las propias personas para ejercer sus derechos. Por ejemplo, los gobiernos
no deben torturar, impedir de forma indebida el ejercicio del derecho de huelga,
cerrar arbitrariamente escuelas privadas que imparten clases en lenguas minoritarias
o efectuar desalojos sin el debido proceso jurdico o sin proporcionar alojamiento
alternativo.

De conformidad con la obligacin de proteger los derechos humanos, los Estados deben
prevenir, investigar, castigar y reparar el dao causado por abusos contra los derechos
humanos cometidos por terceros: particulares, empresas comerciales u otros agentes no
estatales. Se trata de una obligacin inmediata. Los gobiernos deben regular y vigilar,
por ejemplo, el uso que las compaas hacen de las empresas de seguridad privada,
las emisiones industriales potencialmente peligrosas, el trato que los empleadores
dispensan a sus trabajadores, y la adecuacin e idoneidad de los servicios que el
Estado delega o privatiza, como la medicina o la enseanza privada.116

Los Estados tienen la obligacin de realizar los derechos humanos adoptando medidas
legislativas, administrativas, presupuestarias, judiciales y de otra ndole para hacer
plenamente efectivos estos derechos. Esta obligacin puede realizarse de manera
progresiva.

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 69


Esta obligacin incluye el deber de facilitar (contribuir a la realizacin de ese derecho,
permitir que las personas y comunidades disfruten de ese derecho y ayudarlas a
hacerlo), proporcionar (garantizar que todas las personas hacen realidad sus derechos
cuando no puedan hacerlo por s mismas) y promover (garantizar una educacin y
concienciacin adecuada sobre el derecho y sobre la manera en que las personas
pueden obtenerlo). Por ejemplo, las autoridades deben proporcionar a las personas
acusadas en un juicio los servicios de interpretacin necesarios para que entiendan
el proceso judicial, o implantar una formacin profesional eficaz que garantice que
los estudiantes se benefician de la educacin.117 Sobre todo, los gobiernos deben
conceder prioridad a la satisfaccin de los niveles mnimos esenciales de cada derecho,
especialmente para los colectivos ms desfavorecidos.

ARGENTINA: OBLIGAN AL GOBIERNO


A PRODUCIR UNA VACUNA
En cumplimiento del deber de realizar los derechos, los Estados han de dar
prioridad a sus obligaciones bsicas. Respecto al derecho a la salud, estas
obligaciones incluyen la respuesta a las epidemias. En 1998, una estudiante
de derecho en Argentina, Mariela Cecilia Viceconte, present, junto con el
Defensor del Pueblo de la Nacin, una demanda de amparo, una forma de
accin judicial de grupo para reivindicar derechos constitucionales, en la
que solicitaba que el Estado tomase medidas ms eficaces para lograr la
efectividad del derecho a la salud y dar respuesta a una epidemia de fiebre
hemorrgica argentina que amenazaba a tres millones y medio de personas.

La Cmara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso-Administrativo Federal


orden al Estado que produjese una vacuna, ya que la epidemia era exclusiva
de Argentina y el sector privado consideraba que el desarrollo de esa frmula de
inmunizacin no le era rentable. La Cmara encomend al Defensor del Pueblo
que supervisara la aplicacin de la orden, y consider al ministro de Salud
personalmente responsable.118

En este caso, el tribunal decidi que el Estado deba tomar medidas


especficas y concretas (desarrollar una vacuna) para combatir una epidemia
que slo haba brotado en el pas y en la que el sector privado no estaba
dispuesto a intervenir.

Obligaciones inmediatas y efectividad progresiva


En virtud de las normas internacionales de derechos humanos en materia de derechos
econmicos, sociales y culturales, la principal obligacin de los Estados es alcanzar
progresivamente la plena efectividad de estos derechos en funcin del mximo de

70
los recursos de que dispongan (efectividad progresiva).119 Los Estados tienen la
obligacin de tomar medidas deliberadas, concretas y orientadas lo ms expedita y
eficazmente posible con miras a hacer efectivos estos derechos.120 Entre tales medidas
podra figurar la adopcin de legislacin o de reformas administrativas, econmicas,
financieras, educativas o sociales, o el establecimiento de programas de accin,
rganos de supervisin adecuados o procedimientos judiciales.121

Adems del deber de alcanzar la efectividad progresiva, los Estados tienen diversas
obligaciones inmediatas relativas a los derechos econmicos, sociales y culturales que
no dependen de los recursos disponibles.122

El deber de tomar medidas es una obligacin inmediata. El concepto de realizacin


progresiva de los derechos no justifica la inaccin de los gobiernos basada en
la alegacin de que el Estado no ha alcanzado determinado grado de desarrollo
econmico. Por el contrario, la adopcin de medidas que limiten un derecho o de
medidas de carcter retrgrado, por ejemplo, la reduccin drstica de la inversin en
educacin o en servicios de salud, slo puede justificarse mediante un anlisis de todos
los recursos de que dispone el Estado (incluidos los recursos disponibles a travs de la
cooperacin internacional) y de todas las obligaciones a las que ha de hacer frente el
Estado.123

El Estado que invoque circunstancias ms all de su control para justificar medidas que
supongan una reduccin del ejercicio de los derechos deber demostrar que no habra
podido evitar de manera razonable el impacto negativo sobre tal derecho. Por ejemplo,
la Comisin Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos concluy que Zaire (tal
como se llamaba entonces la Repblica Democrtica del Congo) haba violado el
derecho a la educacin al cerrar dos aos las escuelas secundarias y las universidades
durante un periodo de conflicto armado.124

Otra obligacin inmediata del Estado es su deber de conceder prioridad a las


obligaciones mnimas para garantizar unos niveles mnimos esenciales de cada
derecho a todas las personas. Por ejemplo, en lo relativo al derecho a la educacin, las
obligaciones bsicas comprenden garantizar el derecho a la educacin primaria gratuita
y obligatoria, y la garanta de que no se imparten a los nios y las nias enseanzas
racistas, homfobas o discriminatorias. En lo que respecta al derecho a la salud, los
Estados debern asegurar el acceso a medicamentos bsicos y atencin de emergencia,
as como atencin antes y despus del parto. Para justificar un incumplimiento de estas
obligaciones bsicas, los Estados debern demostrar que han hecho todo lo que estaba
en sus manos.

[U]n Estado Parte en el que un nmero importante de individuos est privado de


alimentos esenciales, de atencin primaria de salud esencial, de abrigo y vivienda
bsicos o de las formas ms bsicas de enseanza, prima facie no est cumpliendo sus
obligaciones en virtud del Pacto.125

El deber de no discriminar tambin es una obligacin inmediata. La adopcin de leyes,


polticas y prcticas que tengan efectos discriminatorios, directos o indirectos, en la
capacidad de las personas de ejercer sus derechos constituye una violacin de los
derechos humanos.

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 71


Mujeres, nias, hombres y nios toman la calle
en Nicaragua el Da por la Despenalizacin del
Aborto en Amrica Latina y el Caribe,
28 de septiembre de 2011.
Amnesty International (Foto: Grace Gonzlez)
NICARAGUA: LA CRIMINALIZACIN
DEL ABORTO Y SU IMPACTO EN LAS MUJERES
Y LAS NIAS

Antes, ninguna mujer era obligada a tener un aborto teraputico, ni a


someterse a un tratamiento [] a la mujer se la informaba de las opciones
disponibles y luego tena todo el derecho de decir: Entiendo los riesgos, s
que puedo morir, pero elijo continuar de todos modos con el embarazo. []
del mismo modo, si una mujer me deca: [] me pone triste perder este
embarazo, pero quiero el tratamiento contra el cncer para que me d una
oportunidad, yo era capaz de respetar su decisin de elegir vivir.
Mdica nicaragense entrevistada por Amnista Internacional en noviembre de 2008126

Desde julio de 2008 la prctica de cualquier aborto en cualquier circunstancia


es ilegal en Nicaragua. Antes de 2006, la legislacin nicaragense permita
que no se aplicara la prohibicin general sobre la prctica del aborto a mujeres
y nias cuya vida o cuya salud peligrara con el embarazo y, en algunos casos,
a sobrevivientes de violacin. Sin embargo, ahora la ley penaliza todas las
formas de aborto, con independencia de las circunstancias en las que ste se
solicite, se obtenga o se practique.127

Los mdicos estn atados de pies y manos [...] pasan muchos sustos para
tratar aun un aborto en curso, por ejemplo.
Mdica nicaragense entrevistada por Amnista Internacional en octubre de 2008128

Con la nueva ley, intervenciones mdicas necesarias para salvar vidas y que un
mdico podra haber recomendado a mujeres y nias en situaciones de elevado
riesgo ahora quedan de hecho descartadas, salvo que dicho mdico est
dispuesto a poner en peligro su carrera profesional y arriesgarse a una posible
pena de prisin.129

El deber de dar prioridad a las personas ms desfavorecidas es asimismo una


obligacin inmediata. El Estado debe tratar activamente de llegar a las personas
marginadas y excluidas, que son quienes se enfrentan a los mayores obstculos a la
hora de ejercer sus derechos, y debe darse a estas personas prioridad en la asignacin
de los recursos.130

[A]un en tiempos de limitaciones graves de recursos [...], se puede y se debe en


realidad proteger a los miembros vulnerables de la sociedad mediante la adopcin de
programas de relativo bajo costo.131

74
Obligaciones ms all de las fronteras

Reconocemos que, adems de las responsabilidades que todos tenemos respecto de


nuestras sociedades, nos incumbe la responsabilidad colectiva de respetar y defender
los principios de la dignidad humana, la igualdad y la equidad en el plano mundial. En
nuestra calidad de dirigentes tenemos, pues, un deber que cumplir respecto de todos
los habitantes del planeta, en especial los ms vulnerables y, en particular, los nios
del mundo, a los que pertenece el futuro.

Declaracin del Milenio de la ONU, adoptada en la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas
en el ao 2000132

La creciente influencia de las empresas transnacionales y otros agentes no estatales,


la globalizacin del trabajo, el comercio, las finanzas y la inversin, y el carcter
cambiante de las finanzas para el desarrollo, han dado lugar a que las dimensiones
internacionales de las obligaciones en materia de derechos humanos sean ms
importantes que nunca.

Con un mayor movimiento de capitales, bienes y servicios, cada vez se presta ms


atencin a las obligaciones de los Estados respecto a los derechos humanos de las
personas que viven fuera de sus fronteras. Esto incluye la necesidad de que los
gobiernos regulen las actividades de las empresas teniendo en cuenta su impacto en
los derechos humanos en otros pases. Las instituciones financieras internacionales
tambin pueden tener un fuerte impacto en los derechos humanos, por lo que los
Estados deben reconocer que sus obligaciones en materia de derechos humanos siguen
vigentes cuando actan dentro de estas organizaciones.133

La obligacin de los Estados de respetar, proteger y hacer realidad los derechos


econmicos, sociales y culturales no se limita a su propio territorio, sino que abarca las
acciones y omisiones que tienen efectos ms all de sus fronteras.134 Un Estado debe
rendir cuentas cuando sus acciones en otro pas socaven directamente la capacidad
de la poblacin de ese pas de hacer realidad sus derechos (falta de respeto por los
derechos en el extranjero), o cuando la falta de regulacin de los agentes nacionales
(como las empresas) d lugar a abusos contra los derechos humanos en el extranjero
(falta de proteccin de los derechos en el extranjero), o cuando proporcione ayuda con
condiciones que socaven los derechos humanos (fallos vinculados a la obligacin de
hacer realidad los derechos).

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 75


PRINCIPIOS DE MAASTRICHT SOBRE
LAS OBLIGACIONES EXTRATERRITORIALES
DE LOS ESTADOS EN EL REA DE
LOS DERECHOS ECONMICOS, SOCIALES
Y CULTURALES 135

En septiembre de 2011, un grupo de expertos en derecho internacional de


los derechos humanos, entre los que figuraban 12 personas que son o han
sido miembros de rganos creados en virtud de tratados de la ONU o expertos
temticos independientes nombrados por el Consejo de Derechos Humanos
de la ONU, adopt los Principios de Maastricht sobre las Obligaciones
Extraterritoriales de los Estados en el rea de los Derechos Econmicos,
Sociales y Culturales. Estos Principios se extraen del derecho internacional
y tienen como objetivo aclarar el contenido de la obligacin extraterritorial de
hacer realidad los derechos econmicos, sociales y culturales.

Los Principios afirman que los Estados tienen la obligacin de cooperar y


ayudar a otros Estados a hacer realidad sus derechos econmicos, sociales y
culturales. Tambin subrayan que los Estados pueden y deben rendir cuentas
de las violaciones de derechos humanos derivadas de sus actos y omisiones
que tengan efecto ms all de sus fronteras.

En general, se reconoce que, a causa de los enormes desequilibrios de poder entre


los pases, la cooperacin y la ayuda internacionales son fundamentales para hacer
realidad los derechos econmicos, sociales y culturales de todas las personas. No
obstante, pese a la considerable atencin que se presta a la cooperacin para el
desarrollo, pocas personas saben que la ayuda internacional no es simplemente una
cuestin de caridad o egosmo ilustrado, sino una obligacin de derechos humanos.136

Todos los Estados miembros de la ONU tienen la obligacin de tomar medidas,


conjunta o separadamente, para lograr el respeto universal y la observancia de
los derechos humanos para todas las personas sin distincin.137 Las normas
internacionales, en particular el Pacto Internacional de Derechos Econmicos, Sociales
y Culturales, obligan a los Estados a tomar medidas, tanto por separado como mediante
la asistencia y la cooperacin internacionales, hasta el mximo de los recursos de que
dispongan, para lograr la plena efectividad de los derechos econmicos, sociales y
culturales.138

La cooperacin internacional debe basarse siempre en el consentimiento.139 Sin


embargo, los Estados debern recabar apoyo internacional cuando no puedan cumplir
sus obligaciones mnimas.140 De igual modo, los Estados que estn en condiciones
de ayudar tienen la obligacin de proporcionar cooperacin y ayuda internacional,
tanto econmica como tcnica, a otros Estados que la necesiten para cumplir sus
obligaciones bsicas.141

76
Toda cooperacin y ayuda internacional debe proporcionarse siempre de acuerdo con
las normas de derechos humanos, de manera no discriminatoria, dando prioridad a la
realizacin de unos niveles mnimos esenciales de derechos para todas las personas,
incluidos los grupos ms desfavorecidos. Pese al creciente reconocimiento de que la
cooperacin para el desarrollo no debe perjudicar,142 la cooperacin y la ayuda en
ocasiones pueden provocar un impacto negativo en los derechos humanos. Todos los
Estados tienen la obligacin de garantizar que esa ayuda no da lugar a violaciones de
derechos humanos. Esto significa, por ejemplo, que la ayuda para el desarrollo no debe
apoyar proyectos que impliquen desalojos forzosos o que perpeten o fomenten la
discriminacin. Los receptores de ayuda para el desarrollo tambin tienen la obligacin de
garantizar que sta se utiliza de manera conforme con las normas de derechos humanos.

SERBIA: LOS DESALOJOS FORZOSOS


EL PRECIO DEL DESARROLLO?
Un proyecto de infraestructura financiado por el Banco Europeo de
Reconstruccin y Desarrollo (BERD), y financiado tambin parcialmente
por el Banco Europeo de Inversiones (BEI), condujo al desalojo forzoso de
comunidades romanes en Belgrado, algunas de las cuales fueron realojadas
en contenedores de metal que no cumplan los criterios sobre el derecho a una
vivienda adecuada.143

El 31 de agosto de 2009, las autoridades de la ciudad de Belgrado desalojaron


forzosamente a 175 familias romanes del asentamiento del puente de Gazela,
antes de que se realizaran las obras de reconstruccin de la parte derruida
del puente como parte de un proyecto multimillonario de infraestructura
y construccin de una autopista. Pese a que el BERD haba establecido
un requisito claro de que las autoridades de la ciudad de Belgrado deban
elaborar un plan de reasentamiento satisfactorio y proporcionar a las personas
afectadas viviendas permanentes adecuadas, las familias romanes fueron
desalojadas forzosamente por las autoridades de la ciudad. Unas 114 familias
fueron alojadas en contenedores de metal que no cumplan los criterios para
una vivienda alternativa adecuada. Otras 61 familias desalojadas forzosamente
de Gazela fueron obligadas a regresar a sus lugares de origen en el sur de
Serbia, lo cual constituye una violacin de su derecho a la libertad de circulacin.
Muchas regresaron a viviendas inadecuadas y a situaciones de desempleo, con
dificultades para acceder a los niveles esenciales de sus derechos sociales y
econmicos.

En septiembre de 2009, el Centro de Ecologa y Desarrollo Sostenible


(CEKOR) y CEE Bankwatch Network144 presentaron una queja en el Mecanismo
de Reclamaciones del BEI145 en la que citaban el incumplimiento, por parte
del BEI, de sus requisitos de transparencia y sus normas sociales en relacin
con el proyecto de rehabilitacin del puente de Gazela. Tras una investigacin,
el Mecanismo de Reclamaciones recomend que las autoridades de la ciudad

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 77


y las autoridades gubernamentales pertinentes realizaran mejoras significativas
en las condiciones de vivienda, y proporcionaran acceso al empleo a las
personas que haban sido reasentadas, tanto en contenedores como en el sur
de Serbia. Tambin dispuso que los desembolsos subsiguientes del prstamo
deban estar condicionados a la aplicacin de esas recomendaciones.146

Aunque algunas de las personas reasentadas en contenedores pudieron


trasladarse a viviendas sociales, en 2013, cuatro aos despus de su desalojo
forzoso, 41 familias (165 personas), seguan viviendo en contenedores.

En el momento de redactar este informe, en abril de 2014, los romanes de


Gazela que an vivan en contenedores iban a ser reasentados en virtud de
un programa financiado por la Comisin Europea. Las personas que fueron
devueltas al sur seguan residiendo en viviendas inadecuadas y, ante la falta
de empleo, muchas haban regresado a otros asentamientos informales de
Belgrado, donde seguan corriendo peligro de desalojo forzoso. Ninguna haba
tenido acceso a un recurso efectivo.

Amnista Internacional ha pedido posteriormente al BERD y el BEI que


refuercen sus polticas sociales adoptando procedimientos adecuados de
diligencia debida en materia de derechos humanos para garantizar que no
apoyan proyectos que den lugar a la violacin de esos derechos.147

Muchas instituciones incluidos donantes bilaterales y organismos de la ONU han


adoptado un enfoque del desarrollo basado en los derechos humanos. Muchos donantes
afirman que, en su labor de cooperacin, se guan por los principios de derechos
humanos de igualdad, participacin, indivisibilidad e inclusin. Sin embargo, en la
prctica, muchos donantes e instituciones no integran plenamente las normas de
derechos humanos en sus polticas y programas.

OBJETIVOS DE DESARROLLO DEL MILENIO:


INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES
INTERNACIONALES EN MATERIA
DE DERECHOS HUMANOS
Todos los Estados miembros de la ONU se han comprometido a alcanzar para
2015 los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Estos ocho objetivos
representan un consenso global para abordar la pobreza.148

Los ODM se basaron en la Declaracin del Milenio, adoptada por la Asamblea


General de la ONU en el ao 2000, que establece unas metas concretas,
mensurables y con un plazo determinado respecto a la salud, la educacin, la
vivienda, la alimentacin, la igualdad de gnero, el agua y el saneamiento.

78
Aunque los ODM han desempeado un importante papel a la hora de llamar
la atencin global hacia las cuestiones del desarrollo y la reduccin de la
pobreza, incumplen las obligaciones existentes de los Estados respecto a los
derechos econmicos, sociales y culturales. Los ODM slo piden a los Estados
que, para 2015, reduzcan a la mitad el nmero de personas que pasan
hambre, pero, en virtud del derecho internacional, los gobiernos deben utilizar
todos los recursos a su disposicin para garantizar que, como mnimo, todas
las personas estn a salvo del hambre. De igual modo, aunque se calcula que
ms de 1.000 millones de personas viven en barrios marginales, en los ODM
la comunidad internacional slo se compromete a mejorar para 2020 la vida
de 100 millones de habitantes de esos barrios marginales.149 Esta meta resulta
sumamente inadecuada si tenemos en cuenta las obligaciones existentes, en
virtud del derecho internacional de los derechos humanos, de dar prioridad
a hacer realidad al menos unos niveles mnimos esenciales de vivienda,
agua y saneamiento para todas las personas, y garantizar de inmediato
que todas las personas gozan de proteccin frente a los desalojos forzosos.
Estas obligaciones jurdicas rara vez se integran en los planes y estrategias
nacionales destinados a alcanzar los ODM.

Aunque la Declaracin del Milenio prometi esforzarse por la proteccin


y promocin de los derechos civiles, sociales, econmicos, polticos y
culturales para todas las personas, el enfoque de los ODM en metas globales
que constituyen un conjunto y una media permite que los patrones de
discriminacin e injusticia apenas se aborden. El identificar y abordar
la discriminacin por todos los motivos prohibidos es una obligacin clave
de derechos humanos, pero no se refleja en los objetivos globales. Los
grupos que con ms frecuencia sufren discriminacin como las personas
internamente desplazadas, los pueblos indgenas, las personas migrantes, las
minoras, los nios y nias, las personas que viven con discapacidades, las
personas refugiadas, las mujeres y las nias suelen estar entre los sectores
de poblacin ms marginados y desfavorecidos. Sin embargo, los ODM no
exigen a los Estados que tomen las medidas necesarias para eliminar esa
discriminacin en la ley, la poltica y la prctica.

Del mismo modo, la igualdad de gnero y los derechos de las mujeres se


reconocen como un elemento esencial para abordar la pobreza, y los Estados
tienen la obligacin de abordar la discriminacin contra las mujeres y las nias
y garantizar la igualdad en todos los mbitos; sin embargo, el enfoque de los
ODM para promover la igualdad de gnero y empoderar a las mujeres es a la
vez limitado e inadecuado.

Los ODM hacen adems caso omiso de la importancia del derecho de


las comunidades afectadas a la participacin y la libertad de expresin,
informacin y asociacin. Esto es as pese a que est universalmente aceptado
que los derechos rara vez se realizan en situaciones en las que se niega a las
personas la libertad para movilizarse en defensa de sus derechos.

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 79


En el momento de redactar este informe (abril de 2014), existe una
nueva oportunidad de integrar los derechos humanos en las metas que
sucedern a los ODM en 2015 el Marco y la Agenda de Desarrollo Post-
2015150 y de garantizar que los fallos del proceso anterior no se repiten.
Amnista Internacional, junto con otros socios de la sociedad civil, aboga
por objetivos, metas e indicadores que garanticen una mayor rendicin de
cuentas, transparencia, participacin e igualdad en el Marco Post-2015.
Existe un riesgo considerable de que, si estos conceptos esenciales basados
en los derechos no se integran en los nuevos objetivos, las personas ms
desfavorecidas y marginadas sigan sin beneficiarse de los progresos en
desarrollo socioeconmico.

80
NOTAS 121 Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales,
Observacin general 3, prr. 4.
112 Por ejemplo, G. Weigel, Mrs. Roosevelts confusions
revisited, 1995: http://eppcold.polymath.io/publication/ 122 Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales,
mrs-roosevelts-confusions-revisited/ (consultado el 17 de abril Observacin general n 3.
de 2014).
123 Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales,
113 K. Tomaevski, Informe preliminar de la relatora especial Observacin general n 3.
sobre el derecho a la educacin, Doc. ONU E/CN.4/1999/49,
124 Comisin Africana de Derechos Humanos y de los
prr. 41: http://daccess-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/
Pueblos, Free Legal Assistance Group, Lawyers Committee for
G99/101/37/PDF/G9910137.pdf?OpenElement (consultado
Human Rights, Union Interafricaine des Droits de lHomme,
el 17 de abril de 2014).
Les Tmoins de Jehovah vs. Zaire, comunicaciones n. 25/89,
114 Esta tipologa ha sido reconocida por los rganos creados 47/90, 56/91 y 100/93 (conjuntas): http://www.achpr.org/
en virtud de tratados internacionales, as como por rganos communications/decision/25.89-47.90-56.91-100.93/
encargados de vigilar el cumplimiento de los tratados (consultado el 17 de abril de 2014), Noveno informe anual de
regionales. Vanse observaciones generales del Comit de actividad de la Comisin Africana de Derechos Humanos y de
Derechos Econmicos, Sociales y Culturales, http://conf-dts1. los Pueblos 1995/96: http://www.achpr.org/files/activity-
unog.ch/1%20SPA/Tradutek/Derechos_hum_Base/ reports/9/achpr1819eo2_actrep9_19951996_eng.pdf
CESCR/00_1_obs_grales_Cte%20Dchos%20Ec%20Soc%20 (consultado el 17 de abril de 2014), Asamblea de Jefes de
Cult.html (consultado el 17 de abril de 2014) y, por ejemplo, Estado y de Gobierno, 32 periodo ordinario de sesiones, 7-10
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Velsquez de julio, Yaund, Camern.
Rodrguez, Sentencia de 29 de julio de 1988, Serie C, n 4:
125 Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales,
http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_04_esp.
Observacin general n 3 (los ejemplos que se dan son
pdf (consultado el 17 de abril de 2014), y Social and
ilustrativos, no exhaustivos): http://www1.umn.edu/humanrts/
Economic Rights Action Center and Center for Economic and
gencomm/Sepcomm3.htm (consultado el 17 de abril de
Social Rights vs. Nigeria, Comisin Africana de Derechos
2014).
Humanos y de los Pueblos, Comunicacin n 155/96, octubre
de 2001: http://www1.umn.edu/humanrts/africa/ 126 Amnista Internacional, Ni siquiera cuando est en juego
comcases/155-96.html (consultado el 17 de abril de 2014). su vida: Cmo la prohibicin total del aborto en Nicaragua
criminaliza a los mdicos y pone en peligro a las mujeres y las
115 Los artculos 55 y 56 de la Carta de las Naciones Unidas
nias (ndice: AMR 43/004/2009), p. 2.
disponen que todos los miembros se comprometen a promover
el respeto universal y la realizacin de los derechos humanos y 127 Amnista Internacional, Ni siquiera cuando est en juego
las libertades fundamentales para todas las personas, sin su vida, p. 2.
distincin.
128 Amnista Internacional, Ni siquiera cuando est en juego
116 El deber de proteger se aplica a todos los derechos su vida, p. 3.
humanos: Comit de Derechos Humanos, Observacin general
n 31 2, La ndole de la obligacin jurdica general impuesta a 129 Amnista Internacional, Ni siquiera cuando est en juego
los Estados Partes en el Pacto, Doc. ONU HRI/GEN/1/Rev.6, su vida, p. 4.
prr. 8: http://www1.umn.edu/humanrts/hrcommittee/
Sgencom31.html (consultado el 17 de abril de 2014). 130 Marta Santos Pais (ex presidenta del Comit de los
Derechos del Nio, de la ONU, y directora del Centro de
117 Las observaciones generales ms recientes que definen Investigaciones Innocenti de UNICEF), A Human Rights
estas cuestiones son: Comit de Derechos Econmicos, Conceptual Framework for UNICEF, Ensayos UNICEF Innocenti
Sociales y Culturales, Observacin general n 18, prr. 26-28: n 9, 1999, p. 8: http://www.unicef-irc.org/publications/2
http://www.refworld.org/cgi-bin/texis/vtx/rwmain/opendocpdf. (consultado el 17 de abril de 2014).
pdf?reldoc=y&docid=47ebcb332 (consultado el 17 de abril
de 2014); Observacin general n 19, prr. 48-50: http://www. 131 Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales,
refworld.org/cgi-bin/texis/vtx/rwmain/opendocpdf. Observacin general n 3, prr. 12: http://www1.umn.edu/
pdf?reldoc=y&docid=47d6667f2 (consultado el 17 de abril humanrts/gencomm/Sepcomm3.htm (consultado el 17 de abril
de 2014); Observacin general n 21, prr. 52-54: http://www. de 2014).
refworld.org/cgi-bin/texis/vtx/rwmain/opendocpdf.
132 Declaracin del Milenio, Resolucin 55/2 de la Asamblea
pdf?reldoc=y&docid=4ed35beb2 (consultado el 17 de abril
General de la ONU (8 de septiembre de 2000), prr. 2: http://
de 2014).
www.un.org/spanish/milenio/ares552.pdf (consultado el 17 de
118 Cmara Nacional en lo Contencioso-Administrativo abril de 2014).
Federal, IV, Viceconte, Mariela C vs. El Ministerio de Salud y
133 El Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales
Accin Social, 2/6/1998, vase http://globalinitiative-escr.org/
ha mantenido sistemticamente que las obligaciones
wp-content/uploads/2012/06/Litigating-ESCR-Report.pdf
contradas por los Estados en virtud del PIDESC abarcan las
(consultado el 17 de abril de 2014).
acciones emprendidas por los Estados como parte de
119 PIDESC, artculo 2.1: http://www2.ohchr.org/spanish/law/ organizaciones intergubernamentales, incluidas instituciones
cescr.htm (consultado el 17 de abril de 2014). financieras internacionales como el Banco Mundial o el FMI.
Vase Observaciones finales del Comit de Derechos
120 Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales, Econmicos, Sociales y Culturales: Suecia, 30 de noviembre
Observacin general n 3, La ndole de las obligaciones de los de 2001, E/C.12/1/Add.70, prr. 24, http://docstore.ohchr.org/
Estados Parte, Doc. ONU E/1991/23: http://www1.umn.edu/ SelfServices/FilesHandler.
humanrts/gencomm/Sepcomm3.htm (consultado el 17 de abril
de 2014).

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 81


134 Vase M. Langford, F. Coomans y F. Gmez Isa, proyecto, tras la firma, en 2007, de un contrato de prstamo.
Extraterritorial Duties in International Law, en M. Langford, El BEI tambin otorg un prstamo de 33 millones de euros a
W. Vandenhole, M. Scheinin y W. van Genugten (eds.), Global Putevi Srbije para ese mismo proyecto. Amnista Internacional,
Justice, State Duties: The Extraterritorial Scope of Economic, Home is more than a roof over your head: Roma denied
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toda Europa Central y del Este, que observa las actividades de
135 Disponibles en: http://www.fidh.org/IMG/pdf/maastricht- las instituciones financieras internacionales en la regin y
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Obligations of States in the Area of Economic, Social and gazela_28Sep09.pdf (consultado el 17 de abril de 2014).
Cultural Rights (2012) 34 Human Rights Quarterly 1084,
146 http://bankwatch.org/sites/default/files/EIB_
http://www.icj.org/wp-content/uploads/2012/12/HRQMaastricht-
ConclusionsReport_Gazela_14Jul2010.pdf (consultado el 17
Maastricht-Principles-on-ETO.pdf (consultado el 17 de abril
de abril de 2014). Vase tambin: Follow-Up report on
de 2014).
Complaint SG/E/2009/07, Gazela Bridge Rehabilitation
136 El Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales Project, Serbia, 9 de mayo de 2001, por el Mecanismo de
ha aclarado que de acuerdo con los Artculos 55 y 56 de la Reclamaciones del BEI.
Carta de las Naciones Unidas, con principios bien establecidos
147 Vase declaracin conjunta de Accountability Counsel,
del derecho internacional y con las disposiciones del propio
Amnista Internacional, ARTICLE 19, CEE Bankwatch Network,
Pacto, la cooperacin internacional [...] para la efectividad de
Centro de Derecho Ambiental Internacional, Centro de
los derechos econmicos, sociales y culturales es una
Investigaciones sobre Empresas Multinacionales (SOMO) y
obligacin de todos los Estados. Comit de Derechos
Human Rights Watch: European Bank for Reconstruction and
Econmicos, Sociales y Culturales, Observacin general n 3,
Development: Draft Environment and Social Policy Retreats on
La ndole de las obligaciones de los Estados Partes (prrafo 1
Human Rights, marzo de 2014 (ndice:IOR 80/002/2014).
del artculo 2 del Pacto), prr. 14.
148 Declaracin del Milenio, Naciones Unidas, adoptada por la
137 Carta de las Naciones Unidas, artculos 55 y 56, http://
Resolucin 55/2 de la Asamblea General, 8 de septiembre de
www.un.org/es/documents/charter/chapter9.shtml (consultado
2000. Vanse Objetivos de Desarrollo del Milenio en el sitio
el 17 de abril de 2014).
web del PNUD, http://www.undp.org/content/undp/es/home/
138 PIDESC, artculo 2.1, http://www2.ohchr.org/spanish/law/ mdgoverview/ (consultado el 17 de abril de 2014).
cescr.htm (consultado el 17 de abril de 2014), y Convencin
149 Objetivos de Desarrollo del Milenio y Ms All de 2015,
sobre los Derechos del Nio, artculo 4, http://www2.ohchr.org/
meta 7: Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente http://
spanish/law/crc.htm (consultado el 17 de abril de 2014).
www.un.org/es/millenniumgoals/environ.shtml (consultado el 17
139 Reconocido explcitamente en el PIDESC, artculo 11.1, de abril de 2014).
respecto al derecho a un nivel de vida adecuado, http://www2.
150 Para ms informacin sobre la Agenda de Desarrollo
ohchr.org/spanish/law/cescr.htm (consultado el 17 de abril
Post-2015, vase http://www.un.org/es/ecosoc/about/mdg.shtml
de 2014).
(consultado el 17 de abril de 2014).
140 Por ejemplo, respecto al derecho a una alimentacin
adecuada, [e]l Estado que aduzca que es incapaz de cumplir
esta obligacin por razones que estn fuera de su control,
tiene, por tanto, la obligacin de probar que ello es cierto y que
no ha logrado recabar apoyo internacional para garantizar la
disponibilidad y accesibilidad de los alimentos necesarios.
Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales,
Observacin general n 12, prr. 17.

141 Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales,


Observacin general n 3, La ndole de las obligaciones de los
Estados Partes, Doc. ONU E/1991/23, prr. 14, http://www1.
umn.edu/humanrts/gencomm/Sepcomm3.htm (consultado
el 17 de abril de 2014).

142 Action-Oriented Policy Paper on Human Rights and


Development, doc. DDC/DAC (2007) 5/FINAL, OECD-DAC,
febrero de 2007, http://www.oecd.org/development/governance-
development/39350774.pdf (consultado el 17 de abril
de 2014).

143 El BERD otorg un prstamo de 80 millones de euros a la


empresa pblica Putevi Srbije (Carreteras de Serbia) para este

82
84
Residentes del campo sitiado de Yarmuk, al
sur de Damasco, Siria, esperan para recibir la
ayuda alimentaria que distribuye el Organismo
de Obras Pblicas y Socorro de las Naciones
Unidas para los Refugiados de Palestina
(UNRWA), 31 de enero de 2014.
unrwa.org

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 85


4.
IDENTIFICACIN
DE LAS
VIOLACIONES
DE LOS
DERECHOS
ECONMICOS,
SOCIALES
Y CULTURALES
Se produce una violacin de los derechos
econmicos, sociales y culturales cuando
un Estado, por accin u omisin, desarrolla
una poltica o prctica que vulnera
deliberadamente o pasa por alto las
obligaciones del Pacto.
Directrices de Maastricht sobre las Violaciones de los Derechos Econmicos, Sociales
y Culturales151

Gran parte del escepticismo existente con respecto a los derechos econmicos, sociales
y culturales es consecuencia de un sentimiento de impotencia o resignacin frente a
las abrumadoras estadsticas sobre la miseria.152 Pueden los 842 millones de personas
que no tienen acceso a alimentacin nutricionalmente adecuada ser vctimas de
violaciones de los derechos humanos?

La reticencia inicial a reconocer los derechos econmicos, sociales y culturales en


tanto que derechos humanos provino en parte de la dificultad que se perciba a la
hora de vigilar y evaluar la efectividad progresiva de estos derechos. Para ello, sera
necesario recabar datos fiables, desglosados adecuadamente de acuerdo con cada uno
de los motivos de discriminacin prohibidos, as como indicadores eficaces con que
determinar el progreso (o falta de progreso) hacia la efectividad plena.

En los ltimos aos se ha prestado atencin a la elaboracin de indicadores y tcnicas


de vigilancia, pero hay todava muchas dificultades que superar. Entre ellas figura el
coste de recabar datos exhaustivos y buscar el modo de garantizar que los datos son
exactos.

En las ltimas dcadas, expertos internacionales y ONG han adaptado tcnicas para
la observacin de otros derechos humanos a fin de evaluar con ellas violaciones de
derechos econmicos, sociales y culturales. Gran parte de esta labor ha consistido
en determinar el incumplimiento por parte de los Estados de sus obligaciones
bsicas mnimas o inmediatas.153 No obstante, recientemente se han hecho tambin
considerables avances en la vigilancia de la obligacin de los Estados de hacer
efectivos los derechos de manera ms exhaustiva. Un posible mtodo consiste en hacer
uso del anlisis presupuestario y vincular la asignacin de recursos a las obligaciones
de derechos humanos con respecto a las privaciones y disparidades en la prestacin de
servicios.154

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 87


Uso de indicadores de derechos humanos

Los indicadores de derechos humanos pueden estar basados directamente en normas


de derechos humanos (como la prohibicin de la tortura) y en datos socioeconmicos
existentes.155 Gran parte de los datos recabados para medir los avances en desarrollo
pueden utilizarse tambin para evaluar el cumplimiento de las obligaciones contradas
en materia de derechos econmicos, sociales y culturales.

Los indicadores de derechos humanos deben:

estar basados en el contenido normativo del derecho, expuesto fundamentalmente


en los tratados ratificados por los Estados y en las Observaciones generales de los
rganos de vigilancia;

estar centrados en la medicin de los compromisos y los intentos de los Estados


de cumplir con sus obligaciones de derechos humanos;

estar basados en normas universales, pero ser significativos contextualmente,


teniendo en cuenta el desarrollo social, poltico y econmico relativo de los Estados;

garantizar la incorporacin de normas transversales, como la no discriminacin


y la igualdad, la transparencia, la participacin y la rendicin de cuentas.

Los indicadores de derechos humanos pueden ser:

cualitativos y cuantitativos;

estructurales y relacionados con el proceso y con los resultados;

objetivos y subjetivos.

Ejemplos de indicadores estructurales y relacionados con el proceso


y con los resultados:

Estructurales

Ratificacin de un tratado.
Proteccin constitucional y/o jurdica de un derecho.

Relacionados con el proceso

Cmo se deciden los presupuestos y se asignan los fondos.


Denuncias de derechos humanos recibidas y porcentaje de denuncias reparadas.

Relacionados con los resultados

ndices de mortalidad infantil.


Logros educativos (como ndices de alfabetizacin de jvenes y adultos) por grupo
de poblacin afectado.

88
IDENTIFICACIN DE UNA VIOLACIN
DE DERECHOS
Se ha desarrollado un marco para identificar ms fcilmente posibles
violaciones de los derechos econmicos, sociales y culturales, mediante
seminarios internacionales de expertos celebrados en 1986 y 1996, y
este marco se ha confirmado en la jurisprudencia posterior.156 Incluye las
situaciones en que un Estado:

no respeta o protege un derecho o no elimina los obstculos que se


interponen a la inmediata efectividad de tal derecho (por ejemplo,
mediante desalojos forzosos o no regulando adecuadamente las actividades
de los proveedores privados de servicios);

emplea polticas o prcticas con la intencin de discriminar a


determinados grupos o individuos por motivos inadmisibles o que tienen
ese efecto (por ejemplo, cuando el personal de atencin mdica slo habla
las lenguas oficiales, y no las lenguas minoritarias);

no cumple sin demora una obligacin bsica (por ejemplo, al no conceder


prioridad a la educacin primaria gratuita y obligatoria);

no adopta con prontitud medidas concretas y bien orientadas para la plena


efectividad de un derecho (por ejemplo, al no asegurar la disponibilidad y
accesibilidad de medicamentos esenciales para todas las personas);

no establece prioridades de forma adecuada en el ejercicio de los


niveles mnimos de cada derecho, especialmente de cara a las
personas marginadas, excluidas y vulnerables (por ejemplo, al invertir
considerablemente en mejorar el entorno en barrios prsperos y poco en
garantizar la seguridad en barrios marginales);

establece una limitacin, no reconocida en el derecho internacional,


al ejercicio de un derecho157 (por ejemplo, restringiendo el derecho a
la seguridad de tenencia de los ciudadanos, y negndoselo a los no
ciudadanos);

retrasa o detiene la efectividad progresiva de un derecho, a menos que


acte dentro de los lmites permitidos por el derecho internacional,
porque carece de recursos o a causa de acontecimientos impredecibles o
incontrolables (por ejemplo, al cerrar todas las universidades durante un
conflicto armado).

La privacin no basta por s sola para probar una violacin de derechos econmicos,
sociales y culturales. Para demostrar que se ha producido una violacin de derechos,
tiene que probarse que el Estado no ha actuado en absoluto o no lo ha hecho en el

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 89


Miles de personas han sido vctimas de desalojo forzoso
en el lago Boeung Kak de Phnom Penh y en sus
alrededores desde que las tierras fueron arrendadas a una
empresa en 2007. Muchas de ellas fueron sometidas a
hostigamiento y amenazas para que aceptaran una
indemnizacin inadecuada o la reubicacin en un lugar
sin servicios e infraestructuras bsicas y sin
oportunidades de trabajo.
Las mujeres estuvieron en primera lnea de las acciones
de protesta contra el desalojo forzoso. Cuando la empresa
rellen el lago de arena, varias viviendas se inundaron y
quedaron destruidas. En agosto de 2010, esta familia
tena que cruzar una estrecha pasarela para llegar a su
casa. La zona del lago est ya totalmente desecada, y se
calcula que hay 650 familias esperando una vivienda
alternativa.
Amnesty International
grado exigido para superar la privacin o que ha impedido o permitido a otros impedir
activamente la efectividad de un derecho.

Pueden producirse violaciones en la obligacin de respetar, proteger o realizar


los derechos. Si la negacin de los derechos econmicos, sociales y culturales es
consecuencia de la incapacidad (cuando hay verdaderas restricciones en los recursos,
o circunstancias que exceden el mbito de control o de conocimiento del Estado), no
puede decirse que un Estado haya infringido sus obligaciones internacionales. Las
violaciones de los derechos son resultado de la falta de disposicin, la negligencia o la
discriminacin.

Por tanto, las violaciones de los derechos econmicos, sociales y culturales pueden
ocurrir en relacin con la diversidad de obligaciones que tienen los Estados de respetar,
proteger y realizar los derechos humanos. Se deben tanto a actos de obstruccin directa
o negacin de un derecho como a la falta de actuacin para impedir o resarcir la
negacin de los derechos. Tal como ocurre con todos los derechos humanos, en muchos
casos las violaciones se deben a que un Estado no desiste de aplicar determinadas
polticas, cambios legislativos o prcticas que contravienen las obligaciones que
le corresponden en virtud del derecho internacional. Las acusaciones de este tipo
requieren pruebas que demuestren que determinada accin obstaculiza el ejercicio
de los derechos, y que la solucin radica simplemente en poner fin a dicha accin.
Asimismo, las violaciones suelen estar relacionadas con abusos cometidos por terceros,
cuando el Estado no ha regulado su conducta ni ha garantizado recursos jurdicos
efectivos para las posibles vctimas.

Si no se analiza cmo ha utilizado el Estado los recursos disponibles resulta ms difcil


evaluar las acusaciones de inaccin para hacer efectivos los derechos. No obstante,
sin un anlisis detallado de la disponibilidad y la asignacin de los recursos, cabe
identificar tres tipos de incumplimiento del deber de hacer efectivos los derechos
econmicos, sociales y culturales:

retroceso, que incluye:

elaboracin y aplicacin de nuevas polticas que se alejan de la plena


efectividad de los derechos;

desinversin a gran escala en servicios sociales, no justificada por una


recesin econmica general;

reasignacin de los recursos a mbitos diferentes de los derechos econmicos,


sociales y culturales, por ejemplo, gasto militar injustificado o excesivo.

incumplimiento discriminatorio. La no discriminacin es una obligacin inmediata


que afecta de manera transversal a todas las obligaciones de respetar, proteger y
realizar los derechos. La adopcin de leyes, polticas y prcticas que contravienen el
principio de no discriminacin constituye una violacin de los derechos humanos.

no conceder prioridad a las obligaciones mnimas, especialmente con respecto a


las personas ms desfavorecidas.

92
POLTICAS PBLICAS Y OBLIGACIN
DE HACER EFECTIVOS LOS DERECHOS:
POSIBLE MODELO DE EVALUACIN
En 2009, el Centro por los Derechos Econmicos y Sociales (CESR), radicado
entonces en Espaa, y el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales
(ICEFI), con sede en Guatemala, presentaron un informe de proyecto titulado
Derechos o Privilegios? El compromiso fiscal con la salud, la educacin
y alimentacin en Guatemala. El proyecto tena por objeto evaluar las
iniciativas de desarrollo de Guatemala bajo el prisma de sus obligaciones en
materia de derechos humanos y de la funcin concreta de las polticas fiscales
y presupuestarias en la promocin de los derechos econmicos, sociales y
culturales de toda la poblacin. Tales proyectos forman parte de los esfuerzos
que vienen realizando el CESR y otros grupos de profesionales del desarrollo
y los derechos humanos por ampliar la vigilancia de toda la variedad de
obligaciones que tienen los Estados en relacin con los derechos econmicos,
sociales y culturales, evaluando, en particular, el cumplimiento de la
obligacin de hacer efectivos los derechos y los marcos normativos.

A pesar de ser Guatemala un pas de renta media y la mayor economa de


Centroamrica, sus indicadores sociales eran alarmantes: ms de la mitad de
la poblacin viva por debajo del umbral nacional de pobreza, y una persona
de cada siete viva en condiciones de pobreza extrema. Caba explicar, en
parte, la persistencia de discriminacin y desigualdad sistmicas por el
legado de casi 40 aos de conflicto armado, que no acab hasta 1996. No
obstante, resultaba evidente que la falta de recursos del Estado era slo parte
del problema. Al menos igualmente importante, si no ms, era la distribucin
desigual de los recursos por parte del Estado, en contra de sus obligaciones
de derechos humanos, en virtud de las cuales debe garantizar el disfrute
adecuado de diversos derechos econmicos y sociales para todas las personas.

El estudio estaba centrado en los esfuerzos del Estado por hacer efectivos tres
derechos clave la salud, la educacin y la alimentacin y abordar tres graves
amenazas a ellos: la malnutricin infantil, la mortalidad materna y la baja tasa
de terminacin de la enseanza primaria. Con tal fin se examin la obligacin
del Estado de hacer efectivos los derechos econmicos, sociales y culturales,
que son los que ms cuesta evaluar, dada la dificultad de establecer
relaciones causales entre los fallos de las polticas pblicas y las violaciones
de derechos. Adems, dado que la obligacin de hacer efectivos los derechos
est relacionada tanto con la conducta del Estado como con los resultados, es
necesario examinar ambos aspectos y determinar si son o no adecuados.

Se hizo un anlisis de las polticas pblicas de Guatemala en cuatro reas


clave resultados, esfuerzos normativos, recursos y valoracin aplicando un

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 93


enfoque multidisciplinar, junto con diversas tcnicas de investigacin.
Estas tcnicas estaban basadas no slo en el derecho de los derechos
humanos, sino tambin en anlisis de las polticas pblicas y la economa
del desarrollo, y eran cuantitativas y cualitativas.

Adoptando este slido marco analtico y enfoque metodolgico, las ONG


pudieron realizar un riguroso anlisis de las polticas y formular al gobierno
recomendaciones concretas y detalladas sobre la reforma fiscal que sera
necesario hacer para garantizar un mayor gasto social, mejor distribucin
de este gasto y el refuerzo de los sistemas de auditoria social y rendicin de
cuentas. De este modo se ejerci presin sobre el gobierno para que justificara
sus decisiones, y al final el gobierno contrajo el compromiso de aumentar el
gasto social y aplicar reformas fiscales progresivas. En el informe se fomentaba
y reforzaba tambin la vigilancia de mbito local y nacional por parte de la
sociedad civil. Se extrajeron importantes enseanzas sobre las dificultades de
aplicar el marco analtico y cmo mejorarlo y adaptarlo para proporcionar una
herramienta efectiva con que hacer rendir cuentas a los gobiernos de
sus decisiones sobre poltica econmica y social. Desde entonces,
el CESR ha aplicado el marco en otros contextos, desde las medidas
de austeridad en Europa hasta la transicin poltica en Egipto
(vase http://cesr.org/section.php?id=180).

Como se explic anteriormente, la crtica que con ms frecuencia se formula a los


derechos econmicos, sociales y culturales se centra en la cuestin de si los tribunales
pueden participar en las decisiones sobre la asignacin de recursos y la priorizacin
de la poltica. A la hora de emitir una resolucin sobre tales asuntos, los tribunales de
algunos pases se han mostrado reticentes a inmiscuirse en el terreno del poder
ejecutivo o de otros responsables pblicos de la elaboracin de polticas, o a dictar
sentencias que conlleven la redistribucin de los recursos de un sector a expensas
de otro. Sin embargo, en otros contextos, los tribunales han tratado de equilibrar su
funcin supervisora con la necesidad de dejar margen de maniobra a otros poderes del
Estado. Ejemplo de ello es la norma de la razonabilidad elaborada en los tribunales
sudafricanos.

Al considerar la cuestin de la razonabilidad, el tribunal no indagar sobre si podran


haberse adoptado medidas ms deseables o favorables, o sobre si el erario pblico
podra haberse gastado de manera ms apropiada. La pregunta sera si las medidas
adoptadas son razonables. Es preciso reconocer que un Estado podra tomar una
gran variedad de medidas posibles para cumplir sus obligaciones. Muchas de ellas
satisfaran el requisito de razonabilidad. Una vez que se demuestra que las medidas
son razonables, se cumple este requisito.158

Al aplicar este principio, el Tribunal Constitucional de Sudfrica tuvo en cuenta


si la poltica o programa: estaba completo, era coherente y estaba coordinado, era
equilibrado y flexible, satisfaca las necesidades a corto, medio y largo plazo, se haba
concebido y aplicado de manera razonable y era transparente.159

94
El Tribunal determin que se infringa la obligacin de realizar el derecho a la vivienda
cuando la poltica en esta materia no otorgaba prioridad a la mejora de las condiciones
de la vivienda de las personas que viven sin acceso a tierras, sin techo sobre sus
cabezas y en condiciones intolerables o situaciones de crisis.160

Los Estados esgrimen diversos argumentos para excusar conductas que, por lo general,
se consideraran una violacin de los derechos humanos, y a menudo alegan recursos
insuficientes o problemas de seguridad, la carga del pago de deudas o catstrofes
naturales. Si bien los distintos Estados tienen un grado de acceso diferente a los
recursos, las normas internacionales sobre derechos econmicos, sociales y culturales
toman en consideracin este aspecto: cuando el Estado no garantiza los derechos por
una verdadera falta de capacidad, no se juzga que su conducta constituya una violacin
de tales derechos. As, el cierre temporal de una escuela u hospital tras una catstrofe
natural puede ser comprensible si ha de comprobarse la seguridad del edificio o si
existen problemas a corto plazo para transportar el personal al lugar de trabajo. Pero
debe tenerse en cuenta que la respuesta a las catstrofes no debe discriminar a los
grupos marginados.161

Los conflictos armados no justifican las violaciones


de derechos

Los conflictos armados o los estados de excepcin a menudo provocan violaciones


generalizadas de los derechos econmicos, sociales y culturales, en las que se
destruyen los servicios de salud, la vivienda, los alimentos y las fuentes de agua apta
para el consumo, o se impide a las personas que tengan acceso a ellos. Las respuestas
a los problemas de seguridad han de ser razonables y han de guardar proporcin con
las amenazas planteadas. En tiempos de conflicto armado, tambin deben respetar la
distincin entre civiles y combatientes.

Durante un conflicto armado o una situacin de excepcin que ponga en peligro la


vida de la nacin, los gobiernos pueden adoptar medidas de derogacin (declarar que
se suspenden temporalmente las garantas) respecto de algunas de sus obligaciones
en materia de derechos humanos (aunque no todas).162 Sin embargo, numerosos
instrumentos recientes de derechos humanos no contienen ninguna clusula
derogatoria. En el caso de la Carta Africana, por ejemplo, la Comisin Africana de
Derechos Humanos y de los Pueblos ha afirmado que las limitaciones a los derechos
y libertades consagrados en la Carta no pueden justificarse por emergencias o
circunstancias especiales.163

Si bien la efectividad de los derechos econmicos, sociales y culturales puede


resultar un reto mayor durante un conflicto armado, no existe disposicin alguna que
autorice la derogacin de las obligaciones establecidas en el Pacto Internacional de
Derechos Econmicos, Sociales y Culturales o en otros tratados bsicos que protegen
estos derechos. Tal como ocurre con los derechos humanos en general, se permiten
restricciones razonables y proporcionadas al ejercicio de los derechos econmicos,
sociales y culturales slo de conformidad con el derecho internacional y con objeto de
alcanzar un fin legtimo (por ejemplo, la salud, el orden y la seguridad pblicos).

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 95


Como mnimo, los Estados debern cumplir las obligaciones bsicas, que han sido
expresamente consideradas inderogables.164

Existe tambin una serie de deberes dimanantes del derecho internacional humanitario
(el derecho de los conflictos armados) relativos a los medios y mtodos para conducir
las hostilidades y a las obligaciones de una potencia ocupante que son pertinentes para
los derechos econmicos, sociales y culturales. Algunos ejemplos son:

la prohibicin de hacer padecer hambre como mtodo de guerra;165

la prohibicin de medios y mtodos de guerra que puedan causar daos


generalizados y duraderos al medio ambiente, poniendo as en peligro la salud o la
supervivencia de la poblacin;

la prohibicin de atacar bienes indispensables para la supervivencia de la


poblacin civil;166

el deber de permitir el paso de personal y suministros mdicos por zonas


sitiadas;167

el deber de las potencias ocupantes de asegurar y mantener los servicios mdicos,


as como la salud y la higiene pblicas en el territorio ocupado.168

96
FRANJA DE GAZA: ACCESO A SERVICIOS
DE SALUD
El bloqueo impuesto por Israel a la Franja de Gaza, que constituye castigo
colectivo de la poblacin de Gaza, ha dejado casi inutilizada la infraestructura
bsica, incluidos los centros mdicos y el saneamiento. Israel prohbe las
exportaciones desde Gaza e impone severas restricciones a la importacin,
lo que ahoga la economa. Israel controla el registro de poblacin de Gaza y
prohbe la circulacin de personas, incluso para viajar a Cisjordania, salvo en
casos excepcionales.

En Gaza, las personas enfermas a quienes se remite a Israel o Cisjordania


para que reciban tratamiento se encuentran a veces con que se les prohbe
la entrada o se les hace esperar mucho, e incluso corren el riesgo de ser
detenidas en el puesto de control entre Gaza e Israel. En el verano de 2013,
180 personas enfermas, de un total de 1.165 que haban solicitado permiso
para viajar a Israel o pasar por su territorio a fin de recibir tratamiento mdico,
perdieron citas de oncologa, cardiologa u otras especialidades no disponibles
en Gaza por no recibir a tiempo la contestacin de las autoridades militares
israeles. Los servicios de inteligencia interrogaron a 17 personas enfermas
en el paso para personas entre Israel y la Franja de Gaza, tras lo cual se les
deneg el permiso de visita mdica.169

El 20 de noviembre de 2012, durante la operacin Pilar Defensivo de


Israel, dos nios palestinos de 16 aos, Mahmoud al-Arja e Ibrahim Hammad,
fueron alcanzados por un ataque israel alrededor de las cinco de la tarde.
Segn declaraciones de testigos e indagaciones de organizaciones de
derechos humanos, no estaban participando en ninguna actividad que cupiera
considerar una amenaza para los israeles ni se encontraban cerca de ningn
lugar donde se estuviera desarrollando una actividad militar; estaban solos
en medio de un terreno despejado, al este del campo de refugiados de Raf.
Fueron atacados a unos 400 metros del valle que separa Gaza de Israel, en
una zona donde las ambulancias no pueden acceder sin la autorizacin del
ejrcito israel. La Media Luna Roja palestina inici el proceso de solicitud
de tal autorizacin poco despus de las cinco de la tarde, pero a las ocho las
autoridades israeles se la denegaron. Al final, pasadas ya las 10 de la noche,
las autoridades israeles permitieron que una ambulancia de la Media Luna
Roja se acercara a los nios, que para entonces estaban ya muertos.170

Durante el conflicto de Gaza de 2008-2009, tras tomar posiciones dentro


de Gaza el 3 de enero de 2009, las fuerzas terrestres israeles prohibieron
en general que las ambulancias y otros vehculos llegaran hasta las personas
heridas o recuperaran cadveres cerca de sus posiciones. Debido a ello,
muchas personas heridas, que no estaban a ms de 15 minutos de un
hospital, murieron innecesariamente. Decenas de cadveres, que no se

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 97


recuperaron hasta despus del alto el fuego, estuvieron das tirados, en estado
de descomposicin.

Uno de los casos ms impresionantes es el de la familia Al-Sammouni, que


perdi a 29 de sus miembros en Al Zaytoun, barrio del sureste de la ciudad
de Gaza. La mayora perecieron al ser atacada la casa de uno de los miembros
de la familia, Wael al-Sammouni, aparentemente con proyectiles de tanque,
el 5 de enero de 2009. El da anterior, los soldados israeles haban ordenado
a decenas de miembros de la familia que se trasladaran all desde una casa
cercana perteneciente tambin a la familia. Adems de las personas muertas
en el ataque, varias ms que haban resultado heridas murieron tambin
en los das siguientes atrapadas en la casa, pues el ejrcito no permita a
las ambulancias entrar en la zona. Varios miembros de la familia murieron
desangrados, esperando en vano durante tres das que acudiera alguien en
su ayuda. Los nios y nias pasaron tres das sin comida ni agua, junto a los
cadveres de su madre, sus hermanos y otros familiares.171

Salah al-Sammouni dijo a Amnista Internacional:

A la maana siguiente [5 de enero], tres de mis primos y yo intentamos salir al


huerto tapiado de la casa para recoger tomates y un poco de lea para cocinar
algo. En cuanto nos asomamos a la puerta nos dispararon. Mis primos
Muhammad y Hamdi murieron, y Wael y yo resultamos heridos y volvimos a
entrar. Entonces dispararon otra vez contra la casa, al menos dos disparos,
desde arriba. Murieron unas 25 personas, y la mayora de las dems resultaron
heridas. Mi hijita Azza muri, y mi esposa result herida. Mi madre, Rahma,
llevaba en brazos a un beb, Mahmoud [de seis meses]. Muri, pero protegi
al beb con su cuerpo y lo salv. Mi padre muri. Los hijos de Wael, un chico
y una chica, murieron. Safa, la esposa de mi hermano Iyad, muri, y Maha, la
esposa de mi hermano Hilmi, y su hijito Muhammad murieron. Por qu
dispararon contra la casa despus de habernos puesto a todos all? Los que
pudimos salir corriendo de la casa pensamos que nos iban a matar a todos.
Muchos estbamos heridos. A m me hirieron en la cabeza, y la sangre me
corra por la cara mientras sala. Haba soldados cerca, en casa de la familia
Sawafiri; nos gritaron que volviramos atrs y nos dispararon, pero seguimos
corriendo. Cuando llegamos a un lugar seguro, dimos la voz de alarma y
llamamos a la Cruz Roja para que enviara una ambulancia a la casa para
recoger a los heridos, pero el ejrcito no dejaba acercarse a la zona a ninguna
ambulancia. Sabamos que haba gente todava viva en la casa, porque
llamamos a los telfonos mviles y los nios nos contestaron. Con cuerpos
muertos a todo su alrededor, tenan miedo. Algunos de los heridos murieron
en la casa esperando a que fueran a socorrerlos. Hasta tres das despus no
vino la Cruz Roja, y lo hizo a pie, porque el ejrcito no dejaba acercarse a las
ambulancias. Encontraron a algunos nios todava vivos y a muchos otros
muertos.172

98
El 7 de enero se permiti por fin a tres ambulancias de la Media Luna Roja,
escoltadas por un vehculo del Comit Internacional de la Cruz Roja (CICR),
evacuar a 14 civiles heridos, en su mayora nios y nias. Las fuerzas israeles
haban negado el permiso necesario para que las ambulancias se acercaran
a la casa, as que el personal mdico tuvo que recorrer a pie un kilmetro
y medio y transportar a los heridos, junto con tres cadveres, en un carro
desde la casa hasta las ambulancias. El equipo de socorro tuvo que dejar
abandonados decenas de cadveres porque no tena medios para sacarlos
de all.173

El ejrcito israel no dio a ningn equipo mdico acceso a la zona durante


el resto de la operacin Plomo Fundido. El 18 de enero por la maana,
tras declarar Israel un alto el fuego y retirar sus fuerzas, una delegacin de
Amnista Internacional fue a la zona de Al-Sammouni y vio a los equipos
mdicos de socorro extrayendo cadveres de entre los escombros. En un
acto gratuito de destruccin, la casa donde el personal mdico del CICR y
la Media Luna Roja haban encontrado el 7 de enero a los civiles heridos,
junto con 22 cadveres, haba sido aplastada totalmente por las excavadoras
del ejrcito israel con los muertos dentro. El 18 de enero, cuando pudieron
sacarlos por fin de los escombros, los cadveres estaban ya en estado de
descomposicin.174

El 6 de julio de 2010, el ejrcito israel abri una investigacin interna sobre


este incidente. Cuando se cerr la investigacin, el 1 de mayo de 2012, no
se haba responsabilizado de estas muertes de civiles a nadie, y tampoco se
puso ninguna informacin sobre la investigacin ni sobre la decisin de dar
por cerrado el caso a disposicin de los abogados que haban presentado
oficialmente las denuncias en nombre de la familia Al-Sammouni, de las
organizaciones de derechos humanos y de la misin de investigacin de la
ONU, que haba informado del incidente. El coronel Ilan Malka, comandante
de la Brigada Givati durante la operacin Plomo Fundido y que intervino,
presuntamente, en la aprobacin del ataque areo que mat a los 21
miembros de la familia Al-Sammouni, fue ascendido a general de brigada en
noviembre de 2012.175 Para Amnista Internacional siguen siendo motivo de
grave preocupacin las investigaciones israeles realizadas por mandos de
las Fuerzas de Defensa de Israel o por la Procuradura General Militar, pues
teme que adolezcan de falta de independencia, imparcialidad, transparencia,
conocimientos apropiados y atribuciones de investigacin suficientes.176

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 99


La insuficiencia de recursos no es excusa

Con demasiada frecuencia, los Estados intentan justificar las violaciones de los
derechos econmicos, sociales y culturales alegando que carecen de recursos
econmicos, tcnicos o humanos.

A la hora de considerar tales justificaciones, es importante comprobar si el Estado ha


concedido suficiente prioridad a los derechos humanos al fijar los presupuestos y si
verdaderamente busc la ayuda internacional cuando era necesaria.

Son de aplicacin dos principios bsicos adicionales:

Aunque se demuestre que los recursos disponibles son insuficientes, sigue en pie
la obligacin de que el Estado Parte se empee en asegurar el disfrute ms amplio
posible de los derechos pertinentes dadas las circunstancias reinantes.177

Aun en tiempos de limitaciones graves de recursos, causadas sea por el proceso


de ajuste, de recesin econmica o por otros factores, se puede y se debe en
realidad proteger a los miembros vulnerables de la sociedad mediante la adopcin
de programas de relativo bajo costo.178

Asimismo ha de distinguirse entre una falta general de recursos y la capacidad de


cumplir un deber especfico. Por ejemplo, durante el anlisis de la adecuacin de la
atencin de salud mental en Gambia, el gobierno revel que, en realidad, dispona de
un suministro suficiente de medicamentos para pacientes con trastornos mentales,
pero que no se haban distribuido. En consecuencia, la Comisin Africana de
Derechos Humanos y de los Pueblos pudo ordenar de manera justificada que el Estado
proporcionase esos medicamentos a quienes los necesitasen, si bien seal las graves
limitaciones de recursos que padeca el pas.179

Tribunales de varias jurisdicciones han examinado si la asignacin de recursos se


realiza de conformidad con las obligaciones constitucionales en materia de derechos
humanos. El gobierno de Sudfrica asegur que careca de los recursos necesarios para
proporcionar medicamentos antirretrovirales a mujeres embarazadas, pero el Tribunal
Constitucional no acept este argumento. En opinin del Tribunal, el gobierno no poda
aducir que careca de los recursos necesarios para proporcionar los medicamentos sin
elaborar un plan para calcular el coste que supondra extender el suministro a todo el
pas como parte de un programa destinado a las personas que viven con VIH/sida, y sin
evaluar los diferentes recursos disponibles.180

100
INDIA: UTILIZACIN DE LOS TRIBUNALES
PARA DEFENDER LOS DERECHOS
ECONMICOS, SOCIALES Y CULTURALES
El derecho a la alimentacin, defendido por primera vez en India por medio de
un litigio de inters pblico, est ya garantizado por ley.

En 2001, varios estados indios hicieron frente al segundo o tercer ao de


sequa, pero no garantizaron unos requisitos mnimos de alimentacin a la
poblacin a pesar de tener almacenadas millones de toneladas de alimentos.
Una de principales organizaciones de derechos humanos de India, Unin
Popular por las Libertades Civiles, present una peticin ante el Tribunal
Supremo de India en la que argumentaba que el gobierno violaba el derecho
a la alimentacin al no abordar el problema de la malnutricin crnica.181
Pese a la existencia de un programa subvencionado de almuerzos escolares y
racionamiento de comida para familias que viven por debajo del umbral de la
pobreza, con frecuencia la calidad y el alcance de este tipo de proyectos eran
limitados.182

El Tribunal determin que la racin alimentaria mnima necesaria para


las familias que viven por debajo del umbral de la pobreza era un derecho
jurdicamente vinculante y deba hacerse plenamente efectivo. El Tribunal
orden a las autoridades estatales que proporcionaran a todos los escolares
durante un mnimo de 200 das al ao la comida del medioda, cocinada y
con un contenido mnimo especificado de caloras y protenas. El Tribunal
estableci adems el Programa Nacional de Prestaciones por Maternidad,
incentivo en metlico fijo, de 500 rupias indias (10 dlares estadounidenses
en abril de 2014), para todas las mujeres embarazadas que vivan por debajo
del umbral de pobreza, a fin de proporcionar a las mujeres y las nias mejor
acceso a la alimentacin nutritiva que ms necesitan durante el embarazo.183

La orden increment la capacidad de negociacin de los grupos de la sociedad


civil que defendan el derecho a la alimentacin. Adems, el Tribunal nombr
inspectores para que se encargaran de vigilar su cumplimiento. Calculando
a la baja, se cree que tras esta accin judicial, gracias al aumento de la
disponibilidad de comidas escolares, en los centros educativos se matriculan
al ao 350.000 nias ms.184

La Constitucin india establece una distincin entre derechos fundamentales


(derechos civiles y polticos exigibles en los tribunales) y principios rectores
de la poltica estatal (que guan la toma de decisiones del gobierno). Sin
embargo, el Tribunal Supremo ha utilizado estos principios para ampliar la
interpretacin de los derechos fundamentales. En especial, ha interpretado
que el derecho a la vida abarca el derecho a un sustento, a una alimentacin
adecuada, a la vivienda, la salud y la educacin. Al flexibilizar las reglas de

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 101


Una joven participa en una concentracin
sobre el derecho a la alimentacin en Nueva
Delhi, India, abril de 2010.
Marta Kasztelan
procedimiento para permitir el litigio de inters pblico sobre la base de
peticiones informales, se facilit el acceso de las personas desfavorecidas a los
tribunales.

Tras una campaa continuada, el Parlamento indio promulg en 2013 la


Ley Nacional de Seguridad Alimentaria, que tiene por objeto proporcionar
cereales alimentarios subvencionados a aproximadamente dos tercios de
los 1.200 millones de habitantes de India. Cada una de estas personas con
derecho a ello podr adquirir ahora cinco kilos de cereales al mes a precios
subvencionados. Adems, las mujeres embarazadas, las madres lactantes y
determinadas categoras de nios y nias tienen ahora derecho a comidas
gratuitas diarias.

104
NOTAS 160 Government of the Republic of South Africa and Others
vs. Irene Grootboom and Others.
151 Directrices de Maastricht sobre las Violaciones de los
Derechos Econmicos, Sociales y Culturales, doc. ONU 161 Por ejemplo, surgieron tales motivos de preocupacin en
E/C.12/2000/13, prr. 11, http://tbinternet.ohchr.org/_layouts/ el contexto de la respuesta al tsunami del ocano ndico. Para
treatybodyexternal/Download.aspx?symbolno=E%2FC.12%2F2 una perspectiva general de los motivos de preocupacin
000%2F13&Lang=es (consultado el 17 de abril de 2014). surgidos en materia de derechos humanos en Nanggroe Aceh
Darussalam tras el tsunami, vase Amnista Internacional,
152 Declaracin ante la Conferencia Mundial de Derechos Indonesia: the role of human rights in the wake of the
Humanos, en nombre del Comit de Derechos Econmicos, earthquake and tsunami (ndice AI: ASA 21/002/2005).
Sociales y Culturales, 1993, doc. ONU E/1993/22, anexo III,
prr. 7. 162 Vanse, por ejemplo, las Observaciones generales 5
(1981) y 29 (2001) del Comit de Derechos Humanos, en las
153 Expuesto en A.R. Chapman, A violations approach for que se interpreta la clusula de derogacin del artculo 4 del
monitoring the ICESCR, Human Rights Quarterly 18 (1996) PIDCP http://www1.umn.edu/humanrts/hrcommittee/
23-66, http://muse.jhu.edu/journals/human_rights_quarterly/ Sgencom29.html (consultado el 17 de abril de 2014).
v018/18.1chapman.html (consultado el 17 de abril de 2014).
163 Comisin Africana de Derechos Humanos y de los
154 Vase, por ejemplo, E. Felner, Una nueva frontera para Pueblos, Communication n 105/93, Media Rights Agenda &
la defensa de los derechos econmicos y sociales? Constitutional Rights Project vs. Nigeria, http://www1.umn.edu/
Convirtiendo los datos cuantitativos en una herramienta para la humanrts/africa/comcases/105-93_128-94_130-94_152-96.
rendicin de cuentas en derechos humanos, SUR Revista html (consultado el 17 de abril de 2014), 12th Activity Report
internacional de derechos humanos, 9 (2008), III.1, 1999/2000, p. 64.
http://www.surjournal.org/esp/conteudos/getArtigo9.
php?artigo=9,artigo_felner.htm (consultado el 17 de abril 164 Vase, por ejemplo, CESCR, Observacin general 14,
de 2014). sobre el derecho a la salud, Doc., ONU E/C.12/2000/4,
prr. 45: http://www.refworld.org/cgi-bin/texis/vtx/rwmain/
155 Por ejemplo, los indicadores de desarrollo humano opendocpdf.pdf?reldoc=y&docid=47ebcc492l (consultado
utilizados en el Informe sobre Desarrollo Humano del Programa el 17 de abril de 2014).
de las Naciones Unidas para el Desarrollo, http://hdr.undp.org/
es/countries (consultado de 17 de abril de 2014). 165 Artculo 54.1, Protocolo Adicional a los Convenios de
Ginebra de 1949 (Protocolo I, aplicable en los conflictos
156 Tomado de los Principios de Limburgo sobre la Aplicacin armados internacionales) aunque muchas de sus disposiciones
del Pacto Internacional de Derechos Econmicos, Sociales y reflejan el derecho internacional consuetudinario y son, por
Culturales (Principios de Limburgo), doc. ONU E/CN.4/1987/17, tanto, aplicables a todos los Estados en todas las
http://www.refworld.org/docid/48abd5790.html (consultado el circunstancias, con excepcin de los objetores de
17 de abril de 2014) (y en E/C.12/2000/13), prr. 72, conciencia): http://www2.ohchr.org/spanish/law/protocolo1.
http://tbinternet.ohchr.org/_layouts/treatybodyexternal/ htm (consultado el 17 de abril de 2014).
Download.aspx?symbolno=E%2FC.12%2F2000
%2F13&Lang=es (consultado el 17 de abril de 2014). 166 Artculo 54.2, Protocolo Adicional a los Convenios de
Ginebra de 1949.
157 El ejercicio de los derechos recogidos en el PIDESC puede
ser sometido nicamente a limitaciones determinadas por ley, 167 Artculo 17, Convenio de Ginebra relativo a la proteccin
slo en la medida compatible con la naturaleza de esos debida a las personas civiles en tiempo de guerra (Cuarto
derechos y con el exclusivo objeto de promover el bienestar Convenio de Ginebra, aplicable en los conflictos armados
general en una sociedad democrtica, artculo 4 del PIDESC. internacionales; contienen muchas disposiciones sobre los
Este artculo tiene por objeto fundamental proteger los deberes de la potencia ocupante): http://www2.ohchr.org/
derechos individuales, no la indulgencia ante la imposicin de spanish/law/personas_civiles.htm (consultado el 17 de abril
limitaciones por parte del Estado, CESCR, Observacin de 2014).
general 13: El derecho a la educacin, doc.
168 Artculo 56, Cuarto Convenio de Ginebra.
ONUE/C.12/1999/10, prr. 42, http://www1.umn.edu/
humanrts/gencomm/epcomm13s.htm (consultado el 17 de 169 Organizacin Mundial de la Salud, Referral of Patients
abril de 2014); CESCR, Observacin general 14: El derecho al from the Gaza Strip, julio de 2013, Monthly Report:
disfrute del ms alto nivel posible de salud, prr. 28, http://www.who.int/hac/crises/international/wbgs/sitreps/
http://www1.umn.edu/humanrts/gencomm/epcomm14s.htm opt_sitrep_july2013.pdf?ua=1 (consultado el 17 de abril
(consultado el 17 de abril de 2014). de 2014).

158 Government of the Republic of South Africa and Others 170 Entrevistas realizadas por la delegacin de Amnista
vs. Irene Grootboom and Others, Case CCT 11/00, prr. 41, Internacional tras la operacin Pilar Defensivo,
www.saflii.org/za/cases/ZACC/2000/19.pdf (consultado el 17 25 de noviembre de 2012.
de abril de 2014).
171 Amnista Internacional, Operacin Plomo Fundido: 22 das
159 S. Liebenberg, Basic Rights Claims: how responsive is de muerte y destruccin (ndice: AFR 15/015/2009), p. 24.
reasonableness review?, Economic and Social Rights Review,
vol. 5, n. 5, diciembre de 2004, www.communitylawcentre. 172 Amnista Internacional, Operacin Plomo Fundido.
org.za/projects/socio-economic-rights/Research%20and%20 pp. 24 y 25.
Publications/ESR%20Review/Volume%205%20No%205%20
-%20December%202004.pdf/download (consultado el 17 de 173 Comit Internacional de la Cruz Roja, Gaza: ICRC
abril de 2014). demands urgent access to wounded as Israeli army fails to
assist wounded Palestinians, comunicado de prensa (09/04),
8 de enero de 2009.

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 105


174 Amnista Internacional, Operacin Plomo Fundido.

175 Vase http://www.ynetnews.com/articles/


0,7340,L-4304657,00.html (consultado el 17 de abril
de 2014).

176 Evaluacin actualizada de las investigaciones israeles y


palestinas sobre el conflicto de Gaza, realizada por Amnista
Internacional (ndice: MDE 15/018/2011), 18 de marzo
de 2011.

177 CESCR, Observacin general 3, La ndole de las


obligaciones de los Estados Partes. doc. ONU. E/
CN.4/1991/23, prr. 11: http://www.un.org/ga/search/view_doc.
asp?symbol=HRI/GEN/1/Rev.7&referer=/english/&Lang=S
(consultado el 17 de abril de 2014).

178 CESCR, Observacin general 3, prr. 12.

179 Comisin Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos,


Purohit & Moore vs. The Gambia, Communication
n 241/2000, 33 periodo ordinario de sesiones (15-29 de
mayo de 2003): http://www1.umn.edu/humanrts/africa/
comcases/241-2001.html (consultado el 17 de abril de 2014).

180 TAC vs. Ministers of Health, 2002 (10) BCLR 1033 (CC),
http://www.saflii.org/za/cases/ZACC/2002/15.html (consultado
el 17 de abril de 2014). Para ms informacin sobre este caso
vase el recuadro Frente a las farmacuticas y el gobierno en
Sudfrica, en el captulo 7.

181 Peoples Union for Civil Liberties vs. Union of India,


196/2001, http://www.sci.nic.in/outtoday/report_
cvc17092012.pdf (consultado el 17 de abril de 2014).

182 Amnista Internacional, Que nuestros derechos sean ley.


Por el respaldo jurdico de los derechos econmicos, sociales y
culturales (ndice: ACT 35/002/2010).

183 El Programa Nacional de Prestaciones por Maternidad se


cre a consecuencia de una orden dictada por el Tribunal
Supremo en la causa Peoples Union for Civil Liberties vs.
Union of India, 196/2001, de 20 de noviembre de 2007.
Vase Human Rights Law Network, El derecho a la
alimentacin, caso Peoples Union for Civil Liberties vs. Union
of India, 196/2001 rdenes y sentencias del Tribunal
Supremo de India, cuarta ed. (2009), p. 111.

184 D. Brinks y V. Gauri, A New Policy Landscape in


Courting Social Justice: Judicial Enforcement of Social and
Economic Rights in the Developing World, Cambridge
University Press, 2008, p. 328, http://ebooks.cambridge.org/
chapter.jsf?bid=CBO9780511511240&cid=CBO9780511511
240A016 (consultado el 17 de abril de 2014).

106
108
Sunday Agava es un pescador de Nigeria.
La pesca en el canal de Bodo era una fuente
regular de ingresos para l y su familia.
Debido a los vertidos de petrleo de Shell de
2008, no se puede pescar ya en Bodo, as que
para hacerlo hay que ir mucho ms lejos.
Como tarda mucho en llegar all, Sunday
Agava no puede ya ganarse bien la vida
pescando. Ahora tiene que trabajar en el
sector de la construccin de viviendas. Pero
no recibi capacitacin para este trabajo, y no
hay mucho para l.
Amnesty International

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 109


5.
QUIN ES
RESPONSABLE?
Al objeto de garantizar que los derechos
econmicos, sociales y culturales se toman
en serio como verdaderas obligaciones,
no se debe limitar indebidamente a
las organizaciones internacionales de
derechos humanos a la hora de nombrar a
los responsables e identificar los medios
necesarios para exigirles que rindan cuentas.
Mary Robinson, ex alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos185

Con frecuencia, la responsabilidad de privar a las personas de sus derechos


econmicos, sociales y culturales no recae nicamente en los gobiernos, sino tambin
en individuos, grupos y empresas.

En el derecho internacional, la rendicin de cuentas corresponde fundamentalmente


al Estado en el que vive la poblacin. Sin embargo, como se analiza en el captulo 3,
los Estados tienen tambin la obligacin de respetar, proteger y hacer efectivos los
derechos humanos fuera de sus fronteras. Esta obligacin es aplicable a las situaciones
de ocupacin o conflicto armado interno: cuando una potencia ocupante o un grupo
armado ejercen el control efectivo sobre una parte de la poblacin, es la potencia que
ejerce el control sobre ese territorio quien debe rendir jurdicamente cuentas por los
abusos contra los derechos humanos que se cometen en l.186

Durante un conflicto armado, no slo los Estados tienen responsabilidades relativas


a los derechos econmicos, sociales y culturales con arreglo al derecho internacional
humanitario, sino tambin los grupos armados. Por ejemplo, Amnista Internacional
escribi varias cartas abiertas al Partido Comunista de Nepal (maosta) en 2004.
En ellas, expresaba preocupacin por el impacto en el derecho a la educacin del
secuestro de escolares para impartirles educacin poltica y por el dao potencial del
bloqueo maosta de Katmand al acceso a alimentos y medicamentos esenciales para
la poblacin civil.187

Cuando una administracin provisional de la ONU ejerce el control efectivo o conjunto


sobre un territorio, tambin puede ser responsable de abusos contra los derechos
humanos cometidos en ese territorio. Amnista Internacional ha pedido a la Misin
de Administracin Provisional de las Naciones Unidas en Kosovo (UNMIK) y a las
autoridades kosovares que busquen alojamiento alternativo a las comunidades romanes
establecidas en asentamientos peligrosamente contaminados.188

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 111


Responsabilidad empresarial de los derechos
humanos

Los gobiernos son responsables de proteger los derechos humanos, incluidos los derechos
amenazados por operaciones empresariales. Por otra parte, la inaccin del gobierno
a la hora de proteger los derechos humanos no exime a las empresas de asumir su
responsabilidad en lo que se refiere al impacto de sus operaciones sobre estos derechos.
Existe un consenso creciente en materia de responsabilidad corporativa conforme al cual
las empresas deben, como mnimo, respetar todos los derechos humanos. El representante
especial del secretario general para la cuestin de los derechos humanos y las empresas
transnacionales y otras empresas ha hecho hincapi en que la responsabilidad de las
empresas de respetar los derechos humanos existe con independencia de los deberes o la
capacidad de los Estados y constituye una responsabilidad universalmente aplicable para
todas las compaas y en todas las situaciones.189

Los compromisos polticos en la esfera de los derechos humanos no son suficientes: las
empresas deben intentar conocer y prevenir activamente las violaciones de derechos
humanos que puedan cometerse como consecuencia de sus operaciones. El representante
especial lo describi como diligencia debida para con los derechos humanos, que abarca
las medidas que una empresa debe adoptar para tener conocimiento de los efectos
negativos de su actividad en los derechos humanos, prevenirlos y abordarlos.

Se considera cada vez ms importante que las empresas realicen evaluaciones del
impacto de sus operaciones en los derechos humanos, particularmente en el caso de
las industrias invasivas en extremo desde el punto de vista fsico, como la extraccin
de minerales. Segn el representante especial, aunque estas evaluaciones pueden
enlazarse con otros procesos, como la evaluacin de riesgos o la evaluacin de los
impactos ambientales y sociales, deben incluir referencias explcitas a derechos
humanos reconocidos internacionalmente. Partiendo de la informacin detectada,
las empresas deben afinar sus planes para responder de forma constante a los efectos
negativos sobre los derechos humanos y evitarlos.190

El representante especial ha destacado la importancia de reducir o compensar las


lagunas de gestin creadas por la globalizacin, porque permiten que se produzcan
abusos de derechos humanos relacionados con las empresas, incluso cuando no se
pretenden.191 Su marco se apoya en tres principios bsicos:

el deber del Estado de proteger frente a los abusos contra los derechos humanos
cometidos por terceros, en particular por empresas, por medio de polticas
apropiadas, regulacin y enjuiciamientos;

la responsabilidad corporativa de respetar los derechos humanos, lo que supone


obrar con la diligencia debida para no violar los derechos ajenos y para abordar los
efectos negativos que puedan producirse, y

la mejora del acceso de las vctimas a reparaciones efectivas, tanto judiciales como
no judiciales.192

112
En 2011, el representante especial public unos principios rectores en los que se
desarrolla ms detalladamente el marco de proteger, respetar y remediar.193

Las instituciones financieras internacionales, como el Banco Mundial y el Fondo


Monetario Internacional (FMI), ejercen considerable influencia en la definicin de
las polticas econmicas y sociales de muchos Estados. Un aspecto especialmente
polmico de las actividades del Banco Mundial es su responsabilidad y su rendicin de
cuentas por las consecuencias de sus operaciones para los derechos humanos.194 Sus
representantes consideran que, a la hora de adoptar sus decisiones sobre prstamos, el
Banco Mundial no est obligado por mandato a considerar los derechos humanos, sino
nicamente criterios de ndole econmica. Sin embargo, esta institucin financiera est
formada por Estados que han contrado la obligacin de respetar, proteger y realizar los
derechos humanos en todas sus actividades, incluidas las medidas y decisiones que
adoptan multilateralmente a travs del Banco Mundial.

El Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales viene manteniendo de


forma continuada que las obligaciones contradas por los Estados en virtud del
Pacto son extensivas a sus actuaciones en tanto que miembros de organizaciones
intergubernamentales, incluidas las instituciones financieras internacionales, como
el Banco Mundial y el FMI. Ha indicado que los Estados Parte tienen la obligacin de
tomar cualesquiera medidas que puedan para garantizar que las polticas y decisiones
de esas organizaciones son compatibles con las obligaciones que han contrado en
virtud del Pacto.195

El Banco Mundial y el FMI, como agencias especializadas de la ONU, deben obrar


de acuerdo con las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas, incluidas las
que obligan a la organizacin a promover el respeto y la observancia universales de
los derechos humanos.196 Adems, todas las organizaciones internacionales deben
observar el derecho internacional consuetudinario relativo a los derechos humanos y los
principios de derechos humanos, como la no discriminacin, que constituyen principios
generales de derecho internacional.197

Los programas de ajuste estructural, que en la dcada de 1980 y principios de la


siguiente prosperaron bajo los auspicios del Banco Mundial y el FMI, unieron a los
grupos de derechos humanos y otros sectores de la sociedad civil en contra del recorte
de la financiacin pblica destinada a servicios sociales en muchos pases. Muchos de
estos programas supusieron la introduccin de tarifas (cuotas de usuario) para recibir
asistencia mdica primaria y educacin.198 Las consecuencias que esta medida tuvo
para el acceso a la educacin primaria, por ejemplo, fueron tremendas.199 La capacidad
de los sectores ms pobres para acceder a estos servicios merm notablemente, y
al final el Banco Mundial modific su poltica. Actualmente no defiende el cobro
de cuotas de usuario por los servicios de educacin o asistencia mdica primarias
a los sectores ms pobres.200 Para restablecer la educacin primaria gratuita para
todas las personas, y no slo las que se consideran ms pobres, harn falta recursos
que suplan toda carencia en materia de financiacin. El apoyo de la comunidad
internacional de donantes ayudara a reparar los daos causados con anterioridad,
cuando se fomentaron medidas de alejamiento de la provisin gratuita de servicios. Las
normas internacionales de derechos humanos establecen de manera inequvoca que la
educacin primaria debe ser obligatoria y gratuita.201

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 113


CAMPAA POR LA RENDICIN DE CUENTAS
DE LAS EMPRESAS EN EL SECTOR
EXTRACTIVO
Las investigaciones de Amnista Internacional han puesto reiteradamente de
relieve cmo los gobiernos no pueden o no quieren cumplir con su obligacin
de proteger a las personas de los abusos contra los derechos humanos
perpetrados por empresas y cmo las operaciones de stas son con frecuencia
causa de abusos contra los derechos humanos. La organizacin ha descrito
cmo las empresas sacan provecho de sistemas reguladores poco estrictos,
particularmente en los pases en desarrollo, lo que con frecuencia hace que
las personas que ms sumidas estn en la pobreza sean las que mayor riesgo
corren de explotacin a manos de agentes empresariales. Las mujeres padecen
a menudo mayor grado an de discriminacin y abusos, como amenazas contra
su seguridad personal en forma de violencia sexual o fsica de fuerzas de
seguridad empleadas por empresas. En todo el mundo, las personas que viven
en la pobreza encuentran obstculos para acceder a la justicia, que abarcan
desde barreras econmicas hasta dificultad para desplazarse a las oficinas,
tribunales y servicios. Estas dificultades se ven exacerbadas por el poderoso
control que ejercen las empresas sobre la disponibilidad de la informacin
pertinente.

Amnista Internacional se esfuerza por:

eliminar las lagunas de la rendicin de cuentas de las empresas


asegurndose de que se establezcan marcos jurdicos ms estrictos
para exigir responsabilidades a las empresas (de mbito nacional a
internacional) y de que se hagan cumplir las leyes existentes;

apoyar la participacin activa de las comunidades, en particular


garantizando su derecho a la informacin;

conseguir un mayor reconocimiento y rendicin de cuentas de las


obligaciones extraterritoriales (los derechos humanos allende las fronteras).

114
NOTAS 196 Artculos 55 y 56 de la Carta de las Naciones Unidas:
http://www.un.org/es/documents/charter/ (consultado el 17 de
185 M. Robinson, Advancing Economic, Social and Cultural abril de 2014).
Rights: the way forward, Human Rights Quarterly 26 (2004),
p. 870: https://muse.jhu.edu/login?auth=0&type= 197 O. De Schutter, A. Eide, A. Khalfan, M. Orellana, M.
summary&url=/journals/human_rights_quarterly/ Salomon e I. y Seiderman, Commentary to the Maastricht
v026/26.4robinson.pdf (consultado el 17 de abril de 2014). Principles on Extraterritorial Obligations of States in the Area
of Economic, Social and Cultural Rights (2012) 34 Human
186 Cuando una potencia ocupante ejerce control efectivo, la Rights Quarterly 1084, comentario al principio 16, prr. 1:
zona bajo ese control se considera incluida en la jurisdiccin http://www.lse.ac.uk/humanRights/articlesAndTranscripts/2012/
de la potencia ocupante. Comit de Derechos Humanos, HRQMaastricht.pdf (consultado el 17 de abril de 2014).
Observacin general 31, prr. 10: http://www1.umn.edu/
humanrts/hrcommittee/Sgencom31.html (consultado el 17 de 198 Durante la dcada de 1980, el Banco Mundial apoy el
abril de 2014). uso juicioso de tarifas modestas en la educacin primaria.
Banco Mundial, Education in Sub-Saharan Africa: policies for
187 Amnista Internacional, Open letter condemning the adjustment, revitalisation and expansion, 1988, p. 55: http://
abduction and killings of civilians and the blockade of documents.worldbank.org/curated/en/1988/01/440255/
Kathmandu by the Communist Party of Nepal (Maoist) (ndice: education-sub-saharan-africa-policies-adjustment-
ASA 31/157/2004). revitalization-expansion (consultado el 17 de abril de 2014).
Acogi con satisfaccin los ingresos recaudados de esas tarifas
188 Amnista Internacional, comunicado de prensa Kosovo: en la dcada de 1990: World Bank, Primary Education, 1990,
Proteger el derecho a la salud y a la vida (ndice: EUR pp. 44-45: http://files.eric.ed.gov/fulltext/ED325244.pdf
70/011/2005). (consultado el 17 de abril de 2014).

189 Informe del Representante Especial del Secretario 199 El Departamento de Evaluacin de Operaciones del propio
General para la cuestin de los derechos humanos y las Banco analiz, en El ajuste estructural y los pobres en
empresas transnacionales y otras empresas, John Ruggie, Zimbabue, los efectos de esta poltica en Zimbabue,
Empresa y derechos humanos: nuevas medidas para la puesta https://ieg.worldbankgroup.org/Data/reports/105presp.pdf
en prctica del marco proteger, respetar y remediar, A/ (consultado el 17 de abril de 2014).
HRC/14/27, 9 de abril de 2010, prr. 65: http://www.ohchr.
org/Documents/Issues/Business/A.HRC.14.27_sp.pdf 200 Banco Mundial, User Fees in Primary Education, julio
(consultado el 17 de abril de 2014). de 2004, http://siteresources.worldbank.org/EDUCATION/
Resources/278200-1099079877269/547664-
190 Informe del Representante Especial del Secretario 1099079993288/EFAcase_userfees.pdf (consultado el17 de
General sobre la cuestin de los derechos humanos y las abril de 2014).
empresas transnacionales y otras empresas comerciales, John
Ruggie, Proteger, respetar y remediar: un marco para las 201 Artculo 28.1.a, CRC, http://www2.ohchr.org/spanish/law/
actividades empresariales y los derechos humanos, A/HRC/8/5, crc.htm (consultado el 17 de abril de 2014); artculo 13.2.a,
7 de abril de 2008, prr. 61: http://daccess-dds-ny.un.org/doc/ PIDESC, http://www2.ohchr.org/spanish/law/cescr.htm
UNDOC/GEN/G08/128/64/PDF/G0812864.pdf?OpenElement (consultado el 17 de abril de 2014), y artculo 26.1,
(consultado el 17 de abril de 2014). Declaracin Universal de Derechos Humanos, http://www.un.
org/es/documents/udhr/ (consultado el 17 de abril de 2014).
191 Proteger, respetar y remediar, prr. 11.

192 Proteger, respetar y remediar.

193 Proteger, respetar y remediar.

194 S. Skogly, The Human Rights Obligations of the World


Bank and the International Monetary Fund, Cavendish,
Londres, 2001.

195 Observacin general 17: El derecho de toda persona a


beneficiarse de la proteccin de los intereses morales y
materiales que le correspondan por razn de las producciones
cientficas, literarias o artsticas de que sea autor(a) (2006),
doc. ONU E/C.12/GC/17, prr. 56: http://www.refworld.org/
cgi-bin/texis/vtx/rwmain/opendocpdf.pdf?reldoc
=y&docid=47ebcb822 (consultado el 17 de abril de 2014).
Esta formulacin se ha utilizado en la mayora de las
observaciones finales del CESCR relativas a las obligaciones
del Estado con respecto a las organizaciones internacionales,
por ejemplo, en CESCR, Observaciones finales: Irlanda (2002);
doc. ONU E/C.12/1/Add.77, prr. 37: http://tbinternet.ohchr.
org/_layouts/treatybodyexternal/Download.
aspx?symbolno=E/C.12/1/Add.77&Lang=Sp (consultado el 17
de abril de 2014).

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 115


Nias en la vivienda provisional que ocupan
en la zona de Kart-e-Parwan de Kabul,
Afganistn, donde viven muchas familias
internamente desplazadas, junio de 2011.
Amnesty International
6.
TODOS
LOS DERECHOS
PARA TODAS
LAS PERSONAS
Los derechos humanos asisten a todas las personas por el mero hecho de ser seres
humanos. Sin embargo, hay personas que encuentran especiales dificultades para hacer
efectivos sus derechos por ser quienes son. Las mujeres, por ejemplo, no slo tienen
que afrontar su discriminacin directa en la ley, sino tambin las consecuencias de
una discriminacin implcita desde antiguo en las conductas sociales dominantes y las
relaciones de poder histricamente desiguales entre el hombre y la mujer, que han
impedido alcanzar la igualdad de gnero.202

Se discrimina a las personas por una amplia diversidad de motivos, como gnero, raza,
origen tnico, condicin de migrante, sexualidad, salud (por ejemplo, si viven con el
VIH/sida), pobreza o discapacidad. Muchas personas sufren discriminacin por varios
motivos a la vez, lo que las conduce a una situacin de marginacin mltiple.

Los movimientos sociales que trabajan en favor de los derechos de las mujeres, de la
infancia, los pueblos indgenas, las minoras y otros colectivos han puesto de relieve
formas concretas en que se inhabilita y perjudica econmica, social y culturalmente
a estos sectores. Han identificado medidas que es necesario adoptar en las leyes y
polticas para afrontar este problema. Sus esfuerzos tambin se han visto reflejados en
la elaboracin de normas internacionales especficas para estos grupos de personas.
Actualmente las normas internacionales no slo reconocen la obligacin de prohibir
la discriminacin de inmediato, sino tambin de garantizar su eliminacin progresiva.
El derecho internacional no prohbe la accin afirmativa o adopcin de medidas
especiales para corregir las condiciones que impiden o limitan el disfrute de los
derechos humanos (incluidas las situaciones de discriminacin generalizada); de
hecho, las considera necesarias.203 Tales medidas deben ser razonables y objetivas,
fijarse un propsito legtimo y dejar de aplicarse una vez alcanzado ste.204

Es este captulo se examinan las dificultades que enfrentan algunos grupos


desfavorecidos con la finalidad de mostrar cmo los derechos econmicos, sociales
y culturales, al igual que todos los derechos humanos, tienen en cuenta las
caractersticas particulares de la persona. Lo expuesto son slo ejemplos; hay muchos
otros grupos que afrontan tambin considerables dificultades para hacer efectivos sus
derechos debido a su identidad o situacin. Entre ellos figuran minoras, las personas
con discapacidad, los miembros de castas no dominantes, las personas que viven
en asentamientos precarios, las personas ancianas, la gente joven, las personas sin
ciudadana, las parejas de hecho, las personas nacidas fuera del matrimonio y las
personas con enfermedades mentales.205

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 119


Infancia
Si los nios tuvieran una voz, acertada y repetidamente criticaran a la sociedad adulta
por hipcrita.

Thomas Hammarberg, ex vicepresidente del Comit de los Derechos del Nio206

Los derechos de la infancia se han incorporado al ideario de la humanidad como


nunca antes. La Convencin de la ONU sobre los Derechos del Nio ha sido
ratificada en menos tiempo y por ms Estados que ningn otro tratado internacional.
Actualmente constituye una norma jurdica vinculante en todo el mundo excepto en
Somalia y Estados Unidos, los dos nicos Estados donde no lo es, aunque ambos son
signatarios. Por primera vez en la historia del derecho internacional, la Convencin
sobre los Derechos del Nio reconoce que los nios y las nias no son propiedad de
los progenitores ni de persona alguna.207 Son seres humanos completos, con derechos
humanos propios. La Convencin sobre los Derechos del Nio incluye el principio
fundamental de que todas las decisiones concernientes a un menor adoptadas por
el Estado, los progenitores, tutores u otras personas atendern al inters superior del
nio o la nia. Asimismo protege el derecho de la infancia a expresar sus opiniones y a
que se tengan en cuenta en funcin de su edad y madurez. Otros principios generales
contenidos en la Convencin son el derecho a no sufrir discriminacin y el derecho a la
supervivencia y el desarrollo.

Un tema clave de la Convencin sobre los Derechos del Nio es la proteccin de


los nios y nias frente a los abusos y la explotacin. La explotacin puede adoptar
varias formas, pero suele tener una motivacin econmica. La explotacin econmica
est prohibida.208 Uno de los focos principales del trabajo del colectivo de activistas
pro derechos de la infancia y del Comit de los Derechos del Nio ha sido el trabajo
infantil, aunque el Comit reconoce que no todas las actividades en que prevalece
un elemento econmico son necesariamente de explotacin.209 Hay dos normas
fundamentales de la Organizacin Internacional del Trabajo (OIT) sobre este asunto: el
Convenio 182, que prohbe las peores formas de trabajo infantil, y el Convenio 138,
sobre la edad mnima de admisin al empleo. Segn estas normas, con menos de 18
aos de edad, los nios no pueden tener puestos de trabajo peligrosos, y con menos de
15, pueden realizar slo trabajos ligeros, que no afecten a su educacin.210

120
REGULACIN DEL EMPLEO INFANTIL:
PORTUGAL
Un importante instrumento regional para la proteccin de los derechos
econmicos, sociales y culturales es la Carta Social Europea. Desde 1995,
las organizaciones que representan a vctimas de abusos tienen derecho a
presentar denuncias colectivas de presuntas violaciones de los derechos
proclamados en la Carta. En uno de los primeros casos, planteado por la
Comisin Internacional de Juristas, se alegaba que Portugal no haba regulado
en la prctica las condiciones laborales de un gran nmero de nios. La
Comisin explicaba:

La industria del granito en el norte del pas emplea a chicos jvenes que
trabajan la piedra sin protegerse del polvo de granito. Segn informes, este
trabajo tiene graves consecuencias para la salud de los nios, ya que acaba
causndoles graves dolencias de espalda y recubriendo peligrosamente sus
pulmones de polvo de granito.211

El Comit Europeo de Derechos Sociales concluy que aquello no se trataba de


trabajos ligeros, que Portugal no haba regulado debidamente la prctica de
los empresarios de emplear a menores, y que constitua un quebrantamiento
de la Carta212 y de la legislacin portuguesa.213

La decisin dio lugar a mejoras, como reformas legislativas y aumento del


nmero de inspectores de trabajo. La experiencia de la Comisin Internacional
de Juristas pone de relieve la importancia de un seguimiento por parte de las
organizaciones locales asociadas.214

Entre las innovadoras disposiciones de la Convencin sobre los Derechos del Nio est
la que protege los derechos de la infancia discapacitada (artculo 23) y la que hace
extensivos los derechos culturales a los nios y las nias indgenas de manera expresa
(artculo 30). Adems, la Convencin sobre los Derechos del Nio establece que los
Estados, en caso necesario, proporcionarn asistencia material y programas de apoyo
[a los progenitores], particularmente con respecto a la nutricin, el vestuario y la
vivienda.215

Mujeres

Todos los tratados universales y regionales de derechos humanos prohben la


discriminacin basada en el sexo. Sin embargo, las mujeres todava se enfrentan a una
desigualdad sistemtica y generalizada en la realizacin de sus derechos econmicos,
sociales y culturales.

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 121


La OIT ha determinado que, aunque en algunos pases se han hecho avances en la
eliminacin de la brecha salarial de gnero, la remuneracin media de las mujeres
sigue siendo menor que la de los hombres en todos los pases sobre los que se dispone
de datos.216

Los Estados Parte en la Convencin sobre la Eliminacin de Todas las Formas de


Discriminacin contra la Mujer (CEDAW) estn obligados a seguir, por todos los medios
apropiados y sin dilaciones, una poltica encaminada a eliminar la discriminacin contra la
mujer.217 Esta obligacin supone un reto importante. Las prcticas discriminatorias contra
las mujeres suelen justificarse aludiendo a actitudes tradicionales, histricas, religiosas y
culturales. Factores como la disparidad de roles sociales en trminos de responsabilidades
familiares y la violencia basada en el gnero representan obstculos adicionales para que
las mujeres disfruten de los derechos econmicos, sociales y culturales en pie de igualdad.
Por ejemplo, el hecho de que tradicionalmente las mujeres y las nias tengan asignado el
rol social de principales encargadas de atender las necesidades familiares limita su libertad
de circulacin y, en consecuencia, su acceso a un trabajo remunerado y a la educacin.218
Cuando los Estados no conceden el debido grado de prioridad a la educacin primaria para
todas las personas, aumentan las probabilidades de que las familias decidan no enviar a sus
hijas a la escuela. La relatora especial de la ONU sobre el derecho a la educacin ha sealado
que los aos de escolarizacin parecen tiempo perdido cuando las mujeres no tienen acceso
al empleo o al trabajo por cuenta propia, ni pueden decidir libremente sobre el matrimonio y
la maternidad, o cuando no tienen posibilidades de intervenir en la poltica.219

Campaa por la salud materna y los derechos


sexuales y reproductivos

En todo el mundo, y nicamente por causa de su gnero, se discrimina a las mujeres y


las nias y se les niegan sus derechos humanos. Pero tal vez en ningn aspecto sea ms
evidente la devastacin que causa la discriminacin en las vidas de las mujeres como
en las cuestiones relativas a los derechos sexuales y reproductivos. Se trata del derecho
a elegir con quin se mantienen relaciones sexuales y cundo; a elegir si casarse o
quedarse embarazada y, en su caso, cundo; a acceder a informacin sobre sexo, salud,
planificacin familiar y servicios de aborto seguro, y a acceder a una atencin de la salud
de buena calidad, tambin durante el embarazo y el parto. Estos derechos garantizan que
la persona pueda ejercer control sobre su propio cuerpo y su propia vida.

Para la nia que no recibe formacin sobre sexo seguro en la escuela; para la
adolescente que se queda embarazada como resultado de violacin y no tiene eleccin
en cuanto a dar a luz porque el aborto es ilegal en el lugar en donde vive; para la mujer
que necesita el consentimiento de su esposo para acceder a mtodos anticonceptivos,
las consecuencias de la discriminacin pueden ser graves, incluso mortales. Cada
ao, cientos de miles de mujeres y nias mueren o sufren graves lesiones durante el
embarazo o poco despus de dar a luz porque no pueden obtener la informacin, la
atencin de la salud o los medicamentos que necesitan.

Las mujeres y las nias tienen derecho a tomar sus propias decisiones sobre sus vidas
y su salud sexual y reproductiva, sin sufrir amenazas, discriminacin o coaccin. Pero

122
en todas las regiones del mundo, en pases desarrollados y en desarrollo, a las mujeres
y las nias se les niega este derecho. Amnista Internacional pide a todos los gobiernos
que garanticen que todas las mujeres y nias:

estn empoderadas y pueden reclamar sus derechos, con la informacin,


los conocimientos, las aptitudes y el poder necesarios para participar en la
configuracin de las leyes, las polticas y las prcticas que afectan a sus vidas;

pueden acceder a servicios de salud sexual y reproductiva sin ninguna barrera y


ejercer sus derechos sexuales y reproductivos sin sufrir discriminacin;

pueden acceder a la justicia si se violan sus derechos.

El acceso a la tierra es esencial para hacer efectivo el derecho a la vivienda y, en


muchos contextos, el derecho a la alimentacin, al trabajo y a un nivel de vida
adecuado. A las mujeres se les niega a menudo el acceso a la tierra o no se les
proporciona en la misma medida que a los hombres debido a la discriminacin
que sufren en los sistemas de propiedad, herencia y registro de tierras.

En muchos asentamientos precarios, la mayora de las personas que se hacinan en ellos


no son siquiera propietarias del techo bajo el que se cobijan, sino que lo alquilan a
arrendadores. Los propietarios suelen fijar precios de alquiler muy elevados en relacin
con los ingresos de la mayora de los ocupantes, lo cual es especialmente problemtico
para las mujeres indigentes, que tienden a ser las de ingresos ms bajos. A esto se
suma el hecho de que a las mujeres es menos probable an que les reconozcan
derechos sobre sus hogares, pues, en la prctica, tales derechos corresponden al
esposo. Las mujeres, aunque puedan no tener control sobre su situacin en cuanto a la
vivienda, tienen que enfrentarse, en cambio, a todos los problemas inherentes a la falta
de una vivienda adecuada. La construccin y reparacin de viviendas en los
asentamientos precarios son terriblemente inadecuadas la mayora de las veces, pues
los ocupantes tienen que padecer tejados con goteras, psimos sistemas de
saneamiento, riesgos para la seguridad, inundaciones e incendios. Son las mujeres las
que se ven afectadas de manera desproporcionada por todos estos problemas, pues
pasan ms tiempo en la casa y en la comunidad, cuidando de su familia y su hogar.

Centro por el Derecho a la Vivienda y contra los Desalojos, estudio sobre mujeres, urbanizacin
y asentamientos informales, Ginebra, 2008

Orientacin sexual e identidad de gnero

Con motivo del 60 aniversario de la Declaracin Universal de Derechos Humanos


en 2008, Louise Arbour, a la sazn alta comisionada de la ONU para los Derechos
Humanos, dijo que era impensable privar a las personas de la proteccin de los

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 123


Este joven ha sido golpeado a menudo
en su barrio y desalojado de su casa debido
a su orientacin sexual. Centro de Yaund,
Camern, mayo de 2013.
Amnesty International
derechos humanos debido a su raza, religin o condicin social, por lo que debe
rechazarse todo intento de hacerlo debido a la orientacin sexual o la identidad de
gnero.220

Sin embargo, en muchos pases de todo el mundo se sigue sometiendo a las personas
a discriminacin, abusos y violencia debido a su orientacin sexual o identidad de
gnero.

En 76 pases, las relaciones homosexuales mantenidas de mutuo acuerdo siguen


estando penalizadas y las personas que son o parecen ser gays o lesbianas estn
expuestas a sufrir hostigamiento, detencin o procesamiento.221 Aunque no se hagan
cumplir activamente, estas leyes pueden ser utilizadas por agentes estatales y no
estatales para legitimar la discriminacin en el acceso al trabajo, la educacin, la
vivienda y otros servicios, y pueden servir tambin para restringir las actividades de los
profesionales de la salud. 222

Incluso en los pases sin leyes que penalicen las relaciones homosexuales, las actitudes
sociales pueden legitimar la discriminacin, el hostigamiento y la violencia contra
quienes son o parecen ser lesbianas, gays, bisexuales, transgnero o intersexuales
(LGBTI). Esta reaccin puede adoptar la forma de discriminacin directa, abusos
o negacin de servicios. Puede tambin manifestarse en forma de discriminacin
institucional: por ejemplo, en muchos pases, las personas transgnero no pueden
conseguir documentos oficiales (certificado de nacimiento, pasaporte, carn de
identidad) que se correspondan con su identidad de gnero, por lo que tienen que
revelar que son transgnero con el consiguiente riesgo de sufrir hostigamiento e
incluso violencia en todo trato con servicios o agentes estatales.

En Turqua, las normas jurdicas internas que prohben la discriminacin en


el comercio o la prestacin de servicios no abarcan la discriminacin basada
en la orientacin sexual y la identidad de gnero. Amnista Internacional ha
documentado cmo, debido a ello, se niegan servicios pblicos en razn de la
presunta orientacin sexual o identidad de gnero de la persona. En particular,
mujeres transgnero informaron a la organizacin de los persistentes intentos
de las autoridades de echarlas de sus casas. Explicaron que necesitaban que
una persona que no fuera transgnero firmara el contrato de alquiler en su
nombre porque la mayora de los propietarios no queran tratar directamente
con personas transgnero.223

Las personas LGBTI pueden sufrir violaciones de su derecho a la salud en forma de


negacin de acceso a servicios o administracin forzada o no solicitada de tratamiento
mdico.

126
En el frica subsahariana, los gays encuentran obstculos para acceder a
los servicios de salud debido al estigma social asociado al VIH y su presunta
vinculacin con ellos. En Kenia, en 2010, una muchedumbre local asalt
un centro mdico que atenda en relacin con el VIH a hombres que tenan
relaciones sexuales con otros hombres tras afirmar los dirigentes religiosos que
ese centro estaba prestando servicios teraputicos a delincuentes.224

En muchos pases, los nios y nias de corta edad con genitales difciles de clasificar
como masculinos o femeninos suelen ser sometidos a ciruga o a tratamientos
farmacolgicos para corregir su apariencia genital, tras lo cual se les asigna el
gnero masculino o femenino correspondiente. Con frecuencia se practican mltiples
operaciones, seguidas de tratamiento hormonal con que fijar en el nio o nia el
gnero asignado. Tal tratamiento puede causar graves traumas fsicos y emocionales.
Estos procedimientos no son necesarios mdicamente, y suelen aplicarse a nios
y nias de muy corta edad, que no pueden dar por ello su consentimiento con
conocimiento de causa.

A las personas LGBTI puede negrseles tambin el acceso al trabajo, y en muchos


pases corren riesgo de discriminacin, e incluso de despido. A fin de encontrar trabajo,
las personas transgnero pueden verse obligadas a observar las normas indumentarias
propias de su gnero de nacimiento, no del gnero con el que se identifican.225 En
muchos pases, las personas LGBTI slo pueden encontrar trabajo en la industria del
sexo.

Tambin se puede negar a las personas el acceso a la educacin, ya sea expulsndolas


o por medio del sistema educativo. En Camern se ha expulsado a lesbianas de
escuelas y universidades debido a su orientacin sexual,226 mientras que, en Irlanda,
las personas transgnero que no pueden modificar sus documentos oficiales corren el
riesgo de no poder ingresar en la universidad si el nombre que figura en su certificado
de estudios no coincide con su nombre legal.227

El derecho internacional de los derechos humanos reconoce que la orientacin sexual y


la identidad de gnero son esenciales para la dignidad y la humanidad de toda persona
y no han de ser motivo de discriminacin ni abusos.228 Todas las personas, cualquiera
que sea su orientacin sexual o su identidad de gnero real o presunta, tienen
derecho a disfrutar de todos los derechos humanos sin temor a sufrir discriminacin,
persecucin ni violencia.

Pueblos indgenas

Los pueblos indgenas constituyen en la actualidad alrededor del 6 por ciento de la


poblacin mundial; se calcula que son 370 millones de personas de cultura e historia
extraordinariamente diversas. Aunque en la Declaracin de las Naciones Unidas sobre
los Derechos de los Pueblos Indgenas no hay una definicin fija de stos, por lo general
se entiende por tales las comunidades y pueblos que teniendo una continuidad
histrica con las sociedades anteriores a la invasin y precoloniales que se desarrollaron

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 127


en sus territorios, se consideran distintos de otros sectores de las sociedades que
ahora prevalecen en esos territorios o en partes de ellos. Constituyen ahora sectores
no dominantes de la sociedad y tienen la determinacin de preservar, desarrollar y
transmitir a futuras generaciones sus territorios ancestrales y su identidad tnica como
base de su existencia continuada como pueblo.229 Tambin es un factor esencial la
conciencia de su identidad.230

Los pueblos indgenas persiguen el reconocimiento de sus derechos como individuos


y como naciones o pueblos en sus propios trminos, de acuerdo con sus propias
tradiciones. Se reconoce cada vez ms que la relacin de los pueblos indgenas con la
tierra es esencial para la realizacin de una amplia variedad de derechos.231 Las formas
tradicionales de vivir de la tierra son bsicas para las familias y comunidades indgenas
a la hora de procurarse alimento, medicinas y alojamiento, y de mantener vivos los
usos que nutren su vida espiritual y social. Pueblos indgenas de todo el mundo estn
intentando que se lleve a cabo la demarcacin oficial de sus territorios, es decir, que se
sealen y protejan sus fronteras de intrusiones indeseadas y la destruccin del medio
ambiente.

La Declaracin de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indgenas consagra


el derecho de los pueblos indgenas a las tierras, territorios y recursos que
tradicionalmente han posedo, ocupado o utilizado o adquirido y establece que los
Estados deben otorgar reconocimiento y proteccin jurdicos a esas tierras, territorios
y recursos.232 La Declaracin reconoce el derecho de los pueblos indgenas a la
autodeterminacin.233 Asimismo, dispone:

Los pueblos indgenas tienen derecho a poseer, utilizar, desarrollar y controlar las
tierras, territorios y recursos que poseen en razn de la propiedad tradicional u otra
forma tradicional de ocupacin o utilizacin, as como aquellos que hayan adquirido de
otra forma.234

Y dispone que:

Los pueblos indgenas no sern desplazados por la fuerza de sus tierras o territorios. No
se proceder a ningn traslado sin el consentimiento libre, previo e informado de los
pueblos indgenas interesados, ni sin un acuerdo previo sobre una indemnizacin justa
y equitativa y, siempre que sea posible, la opcin del regreso.235

La Declaracin establece que los Estados celebrarn consultas y cooperarn de buena


fe con los pueblos indgenas interesados por conducto de sus propias instituciones
representativas a fin de obtener su consentimiento libre e informado antes de aprobar
cualquier proyecto que afecte a sus tierras o territorios y otros recursos, particularmente
en relacin con el desarrollo, la utilizacin o la explotacin de recursos minerales,
hdricos o de otro tipo.236

Varios rganos internacionales tambin han reconocido la importancia fundamental


de la relacin de los pueblos indgenas con sus tierras para la realizacin de sus
dems derechos humanos y han confirmado la obligacin de los Estados de solicitar el
consentimiento libre e informado de los pueblos indgenas antes de tomar decisiones
relacionadas con sus derechos e intereses.237

128
EL DERECHO A LA TIERRA EN BRASIL
Y NICARAGUA: RESULTADOS OPUESTOS
PARA LOS PUEBLOS INDGENAS

En las zonas guaran y kaiow, qu ocurre? Hay mucha desnutricin.


No tenemos tierras para cultivar. Precisamente por eso hay miseria y hambre
en nuestra tierra [...]. Los indgenas hemos tomado ya una decisin.
Si se produce un desalojo en estas zonas de conflicto, nos mataremos.
Nos mataremos porque no somos nada para nadie.
Lder indgena en una reunin pblica con una comisin especial del Senado brasileo sobre
asuntos indgenas, febrero de 2004238

Los pueblos indgenas de Brasil llevan siglos sufriendo violencia, ejercida


contra ellos para expulsarlos de sus tierras. Esta violencia persiste todava, por
lo que los pueblos indgenas siguen siendo vctimas de hostigamiento, ataques
y homicidios.239

Los sucesivos gobiernos no han cumplido con su obligacin internacional y


constitucional de reconocer ntegra y definitivamente sus derechos sobre las
tierras. El gobierno ha actuado adems con lentitud para cumplir las promesas
de demarcar y ratificar la propiedad de los territorios. Debido a ello, las
comunidades indgenas han quedado expuestas a sufrir ataques y desalojos
forzosos, lo que ha agravado su ya difcil situacin econmica y social.

Prospectores, ganaderos y empresas madereras pretenden explotar los recursos


naturales de las tierras; los terratenientes reclaman sus derechos sobre ellas;
y el ejrcito aduce motivos de seguridad nacional para reducir y limitar el
control de las zonas fronterizas por las comunidades indgenas. Tales intereses
creados ejercen importantes presiones econmicas y polticas para retrasar y
paralizar el reconocimiento de los derechos de los pueblos indgenas sobre las
tierras. Como consecuencia de la inaccin del Estado, los pueblos indgenas
se ven privados de un recurso fundamental para la realizacin de sus derechos
econmicos, sociales y culturales: sus tierras.240

En 2001, la comunidad awas tingni, residente en la costa atlntica de


Nicaragua, logr la proteccin de sus derechos sobre las tierras. La comunidad
awas tingni present un recurso en 1995 ante la Comisin Interamericana de
Derechos Humanos para proteger sus derechos amenazados por las operaciones
de tala de rboles de una empresa extranjera. Aunque la Constitucin de
Nicaragua reconoce los derechos de los pueblos indgenas sobre las tierras
comunales, los awas tingni carecan de ttulo oficial de propiedad de las tierras.
La Corte resolvi en agosto de 2001 que en la prctica el gobierno haba

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 129


tratado las tierras de los awas tingni como propiedad del Estado al conceder
un permiso de explotacin maderera sin el consentimiento de la comunidad.
Determin que Nicaragua haba violado el derecho de los awas tingni a un
procedimiento judicial y a la propiedad, reconocido por la Convencin Americana
sobre Derechos Humanos, y orden al gobierno que se abstuviera de conculcar
sus derechos y garantizase la demarcacin y confirmacin de la titularidad de
todas las tierras indgenas.241 Fue la primera decisin vinculante de un tribunal
internacional de derechos humanos de reconocer expresamente los derechos de
los pueblos indgenas sobre tierras comunales.

Personas migrantes

El Departamento de Asuntos Econmicos y Sociales (DAES) de la ONU calcula que 232


millones de personas, el 3,2 por ciento de la poblacin mundial, vivan fuera de su pas
en 2013, frente a los 175 millones de 2000 y los 154 de 1990. Las cifras muestran
tambin que, de 1990 a 2013, el nmero de migrantes internacionales nacidos en el
Sur y residentes en el Norte se duplic, pues pas de 40 a 82 millones y lo hizo a un
ritmo ms de dos veces superior al del total global. En el mismo periodo, la poblacin
migrante procedente del Sur y residente en el Sur aument de 59 a 82 millones (un
incremento del 41 por ciento). La migracin del Sur al Norte supuso el 54 por ciento
del crecimiento del nmero de migrantes internacionales, mientras que el 31 por ciento
se debi a un aumento de la migracin del Sur al Sur.242

La Organizacin Internacional del Trabajo (OIT) calcula que alrededor del 90 por ciento
de la migracin internacional actual est relacionada directamente con el trabajo,
siendo 105 millones de los 214 millones de personas que vivan fuera de su pas natal
o de nacionalidad en 2010 econmicamente activas.243

Los trabajadores migrantes desempean un papel fundamental en el sostenimiento


econmico y el enriquecimiento cultural de los pases donde trabajan. A pesar
de ello, las personas que han dejado su pas por razones sociales y econmicas a
menudo son vilipendiadas. Muchas sufren discriminacin, racismo y xenofobia,
explotacin y otras violaciones de sus derechos humanos, incluidos sus derechos
econmicos, sociales y culturales.

Muchas personas migrantes carecen de condicin jurdica en el pas en que residen


porque no estn legalmente autorizadas a entrar o a permanecer en l. Estas personas
estn especialmente expuestas a sufrir abusos. Algunos Estados no tienen reparos
en hacer la vista gorda ante las elevadas cifras de trabajadores migrantes irregulares
empleados en la economa sumergida.

Muchos trabajadores migrantes viven y trabajan en condiciones atroces, sin acceso


a servicios bsicos como la asistencia mdica. Los pases de origen de muchos
trabajadores migrantes a menudo firman acuerdos con pases donde sus ciudadanos
son tratados como mercanca o mera fuerza de trabajo. Gran nmero de migrantes
irregulares temen sufrir represalias, pues a menudo se enfrentan a la expulsin del pas

130
en que residen y son, por ello, reacios a denunciar los abusos cometidos por gobiernos,
funcionarios pblicos o empleadores contra sus derechos.

Todas las personas migrantes, con independencia de su condicin jurdica, tienen


derecho a recibir la proteccin del derecho y las normas internacionales de derechos
humanos. Aunque el principio fundamental de no discriminacin permite hacer
ciertas distinciones entre nacionales y no nacionales, tales distinciones deben tener
un objetivo legtimo y no ser desproporcionadas. Y, sobre todo, no deben impedir,
directa ni indirectamente, que la persona disfrute de sus derechos humanos. El Comit
para la Eliminacin de la Discriminacin Racial (que vela por el cumplimiento de la
Convencin Internacional sobre la Eliminacin de Todas las Formas de Discriminacin
Racial por parte de los Estados) aclar recientemente el mbito de aplicacin de los
derechos de los no ciudadanos. El Comit subray que la Convencin exige, entre
otras cosas, suprimir los obstculos que impidan a los no ciudadanos disfrutar de los
derechos econmicos, sociales y culturales, sobre todo en las esferas de la educacin,
la vivienda, el empleo y la salud.244

La proteccin de los derechos humanos de las personas migrantes se complementa


ahora con el sptimo tratado internacional bsico de derechos humanos, la Convencin
Internacional sobre la Proteccin de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios
y de sus Familiares.245 Este tratado engloba derechos y garantas de proteccin para los
trabajadores migrantes en cualquiera de las fases de migracin, y concede proteccin
especfica a las personas migrantes irregulares y sus familiares. Amnista Internacional
hace campaa en favor de los derechos de las personas migrantes en diversas
situaciones de todo el mundo.

Personas refugiadas y desplazadas internamente

En 2012, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
(ACNUDH) calcul que haba en el mundo casi 45,2 millones de personas desplazadas
forzosamente, la cifra ms alta en casi 20 aos. De ellas, 15,4 millones eran
refugiadas, que haban huido de su pas en busca de proteccin frente a conflictos
u otras situaciones en las que estaban expuestas a sufrir graves violaciones de
derechos humanos; 937.000 eran solicitantes de asilo, y 28,8 millones eran personas
desplazadas internamente, es decir, obligadas a buscar refugio dentro de las fronteras
de su propio pas.246

Para las personas refugiadas y desplazadas, es de vital importancia poder ejercer sus
derechos econmicos, sociales y culturales antes, durante y despus de su huida.

La negacin de los derechos econmicos, sociales y culturales puede dar lugar


en s misma a desplazamientos de poblacin. Las violaciones generalizadas de
derechos como el derecho a la alimentacin mediante asedios o una distribucin
discriminatoria de la ayuda humanitaria pueden obligar a miles de personas a
abandonar sus hogares.247 En ocasiones los abusos se dirigen especficamente contra
determinadas personas: que un Estado conculque los derechos de una persona por
su identidad (tnica o de gnero, por ejemplo) o por sus convicciones (religiosas o
polticas, incluidas sus ideas sobre los roles sexuales), puede ser motivo suficiente para

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 131


reconocerle la condicin de refugiada. La interdependencia de los derechos implica que
la negacin de derechos econmicos, sociales y culturales suele estar relacionada con la
negacin de derechos civiles y polticos.

El sistema internacional vigente para la proteccin de las personas refugiadas se basa


en la Convencin sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y su Protocolo de 1967,
que tienen por objeto garantizar a esas personas el ejercicio ms amplio posible de
todos los derechos reconocidos en la Declaracin Universal de Derechos Humanos.
Para ello es necesario que los Estados garanticen empleo, vivienda y educacin a las
personas refugiadas en su territorio, con las mismas ventajas aplicables a cualquier
nacional u otro no nacional. En los pases de asilo, estas normas se complementan
actualmente con la legislacin internacional que protege los derechos de los no
ciudadanos en general.248

Existen tres soluciones posibles a la difcil situacin de las personas refugiadas:


integracin local completa en el pas de asilo, reasentamiento en un tercer pas o
repatriacin voluntaria en condiciones seguras y dignas al pas de origen. Cada una de
ellas requiere que esas personas sean capaces de ejercer sus derechos econmicos,
sociales y culturales:

las personas refugiadas que son privadas de derechos humanos fundamentales,


como el acceso al trabajo y a la educacin, en un pas de asilo a menudo tendrn
que ser reasentadas en otro pas en el que puedan hacer efectivos esos derechos;

la negacin de derechos econmicos, sociales y culturales puede dar lugar a que una
poblacin refugiada no se integre durante generaciones.249 Las personas refugiadas
que no pueden disfrutar de derechos como el derecho a una alimentacin adecuada
y a disponer de agua limpia, o el derecho a un empleo o a la educacin, tal vez no
tengan ms remedio que desplazarse voluntariamente a otro pas donde crean que
van a poder ejercer sus derechos econmicos, sociales y culturales;

la repatriacin voluntaria dar lugar a nuevos desplazamientos si los retornados no


consiguen reconstruir su vida de manera sostenible, lo que significa que tienen que
poder hacer efectivos sus derechos econmicos, sociales y culturales.250

Los derechos econmicos, sociales y culturales son importantes no slo desde


una perspectiva a largo plazo. Proporcionar con urgencia alimentos, refugio y
asistencia mdica a las poblaciones desplazadas forma parte de la obligacin
de los Estados de hacer efectivos los derechos econmicos, sociales y culturales
en un grado mnimo fundamental. Segn las normas acordadas, la respuesta
humanitaria a las situaciones de emergencia se basa en la necesidad apremiante
de satisfacer las necesidades humanas y restablecer la dignidad humana.251 A
menudo son las propias personas desplazadas quienes sealan la necesidad de
hacer efectivos los derechos econmicos, sociales y culturales. Por ejemplo,
muchas personas de Darfur, en la parte occidental de Sudn, a quienes Amnista
Internacional conoci como personas refugiadas en el este de Chad en 2013,
afirmaron que una de las cosas que ms les preocupaba era que sus hijos tuvieran
acceso a la educacin. 252

132
No hay ningn tratado internacional dirigido especficamente a brindar proteccin a las
personas internamente desplazadas, sino que estn protegidas por las disposiciones
generales de todos los tratados de derechos humanos. Adems de las diversas
responsabilidades derivadas de los tratados, los Estados tienen otras obligaciones para
con las personas internamente desplazadas, que se halla recogidas en los Principios
Rectores de los Desplazamientos Internos, compilacin de normas dimanantes del
derecho internacional de los derechos humanos, humanitario y de los refugiados.253

Los Principios Rectores reiteran que la responsabilidad principal de proporcionar


proteccin y asistencia humanitaria recae en el Estado en cuyo territorio se encuentra
la poblacin desplazada. Estipulan el derecho de todos los desplazados internos a
un nivel de vida adecuado, y, como mnimo, a ciertos derechos econmicos, sociales
y culturales cualesquiera que sean las circunstancias y sin sufrir discriminacin.
Tambin contienen criterios sobre la necesidad de acceso de las organizaciones
humanitarias a las poblaciones desplazadas para prestarles asistencia, y la obligacin
de las organizaciones humanitarias de respetar los derechos humanos de los
desplazados internos.

El Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales ha explicado tambin que


el ejercicio de los derechos reconocidos en el Pacto no debe depender del lugar en
que resida o haya residido una persona, ni estar determinado por l. Por ejemplo, no
debe depender del hecho de vivir o estar inscrito en una zona urbana o rural o en un
asentamiento formal o informal, ni de ser un desplazado interno o llevar un estilo de
vida nmada tradicional.254

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 133


POBLACIN DESPLAZADA EN AFGANISTN:
HUIR DEL CONFLICTO SLO PARA SUFRIR
NUEVAS DESGRACIAS

No s de qu problema hablar la escuela, la falta de trabajo, no tener buena


vivienda, alimentacin, salud cuando mis hijos enferman y tengo que pagar
al mdico [...]. Es que es todo.
Fatima, mujer de unos 25 aos, residente en Chaman-e-Babrak, asentamiento precario de Kabul

Entre 2011 y 2012, Amnista Internacional document las penalidades de


medio milln de afganos desplazados por los combates. Abandonados por el
gobierno y los donantes internacionales, sobrevivan a duras penas en refugios
provisionales. Al menos 28 nios y nias haban muerto ya durante el crudo
invierno en los campos de acogida instalados en torno a Kabul, donde hay
hasta 35.000 desplazados internos viviendo en 30 asentamientos precarios.255

Los problemas de los millares de personas que viven all, en condiciones de


hacinamiento, soportando temperaturas muy bajas y con muy poca comida, se
ven exacerbados por las restricciones impuestas por el gobierno afgano a las
agencias de la ONU y las organizaciones humanitarias que prestan ayuda. El
objeto de tales restricciones es que no se piense que estos asentamientos son
permanentes.

En las ciudades afganas escasea la vivienda, y los alquileres son


comparativamente altos. Debido a ello, la gente construye viviendas
provisionales, hechas de barro, caas, plstico y cartn, que apenas protegen
de los elementos. Las personas desplazadas de los campos provisionales viven
bajo la amenaza constante de desalojo forzoso y, en algunos casos, han tenido
que sacar rpidamente sus enseres de los refugios antes de que los demolieran
las excavadoras.

La comida es escasa en los asentamientos. Muchas familias desplazadas


dijeron a Amnista Internacional que slo podan dar a sus hijos una comida
al da como mucho. El hacinamiento, el saneamiento deficiente y la falta de
centros de salud se combinan para potenciar la propagacin de enfermedades.
La mayora de las mujeres dan a luz en difciles condiciones de precariedad y
falta de higiene, y sin la ayuda de personal cualificado para atender partos, lo
que aumenta el riesgo de muerte materna e infantil en un lugar donde estas
tasas de mortalidad figuran ya entre las ms elevadas del mundo.

134
NOTAS 215 Convencin sobre los Derechos del Nio, artculo 27.3
http://www2.ohchr.org/spanish/law/crc.htm (consultado el 17
202 Declaracin de la ONU sobre la eliminacin de la de abril de 2014).
violencia contra la mujer, prrafo introductorio, http://www2.
ohchr.org/spanish/law/mujer_violencia.htm (consultado el 17 216 Vase la base de datos de la OIT sobre las tendencias
de abril de 2014). mundiales de los salarios (Global Wage Database) en http://
www.ilo.org/global/research/global-reports/global-wage-
203 Artculo 2.2, Convencin Internacional sobre la report/2012/charts/WCMS_194919/lang--es/index.htm
Eliminacin de Todas las Formas de Discriminacin Racial, (consultado el 17 de abril de 2014).
cuando las circunstancias lo aconsejen, http://www2.ohchr.
org/spanish/law/cerd.htm (consultado el 17 de abril de 2014); 217 CEDAW, artculo 2, http://www2.ohchr.org/spanish/law/
artculo 4, CEDAW, http://www2.ohchr.org/spanish/law/cedaw. cedaw.htm (consultado el 17 de abril de2014).
htm (consultado el 17 de abril de 2014).
218 Vanse los Principios de Montreal sobre los derechos
204 Comit de Derechos Humanos, Observacin general 18, econmicos, sociales y culturales de la mujer, elaborados por
No discriminacin, 10 de noviembre de 1989: http://www. una amplia red de activistas de la sociedad civil y la esfera
acnur.org/t3/fileadmin/scripts/doc.php?file=biblioteca/pdf/1404 acadmica, disponibles en Red-DESC, http://www.escr-net.org/
(consultado el 17 de abril de 2014). docs/i/426628 (consultado el 17 de abril de2014).

205 Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales, 219 El derecho a la educacin, doc. ONU E/C.12/2004/45,
Observacin general 20, La no discriminacin y los derechos prr. 34: http://ap.ohchr.org/documents/alldocs.aspx?doc_
econmicos, sociales y culturales, doc. ONU E/C.12/GC/20 id=9100 (consultado el 17 de abril de2014).
Smbolo, prrs. 15-38: http://www2.ohchr.org/english/bodies/
220 Louise Arbour hizo su declaracin en un acto paralelo de
cescr/docs/E.C.12.GC.20_sp.doc (consultado el 17 de abril
presentacin de los Principios de Yogyakarta, organizado por
de 2014).
las misiones de Brasil, Argentina y Uruguay durante la reunin
206 Informe del Comit de los Derechos del Nio, Debate de la Tercera Comisin de la Asamblea General de la ONU en
general sobre la explotacin econmica de los nios, Nueva York el 7 de noviembre de 2007. Vase tambin
doc. ONU CRC/C/20, 25 de octubre de 1993, p. 57: Amnista Internacional, Amor, odio y ley: Despenalizar la
http://www.un.org/en/ga/search/view_doc. homosexualidad (ndice: POL 30/003/2008).
asp?symbol=CRC/C/20&referer=http://www.un.org/en/
221 Vase Asociacin Internacional de Personas Lesbianas,
documents/&Lang=S (consultado el 17 de abril de 2014).
Gays, Bisexuales, Trans e Intersexuales (ILGA), State
207 Cada vez es mayor el consenso en el derecho Sponsored Homophobia: A world survey of laws:
internacional sobre considerar nio a toda persona menor de Criminalisation, protection and recognition of same-sex love,
18 aos. En el artculo 1 de la Convencin sobre los Derechos http://old.ilga.org/Statehomophobia/ILGA_State_Sponsored_
del Nio, se entiende por nio todo ser humano menor de 18 Homophobia_2013.pdf (consultado el 17 de abril de 2014).
aos de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea
222 M. OFlaherty y J. Fisher, Sexual Orientation, Gender
aplicable, haya alcanzado antes la mayora de edad.
Identity and International Human Rights Law: Contextualising
208 Artculo 32, Convencin sobre los Derechos del Nio, the Yogyakarta Principles, Human Rights Law Review
http://www2.ohchr.org/spanish/law/crc.htm (consultado el 17 8:2(2008), pp. 210-211: http://hrlr.oxfordjournals.org/
de abril de 2014). content/8/2/207.abstract (consultado el 17 de abril de 2014).

209 Comentarios iniciales de Marta Santos Pais al Comit de 223 Amnista Internacional, Not an illness nor a crime:
los Derechos del Nio, doc. ONU. CRC/C/20. Lesbian, gay, bisexual and transgender people in Turkey
demand equality (ndice: EUR 44/001/2011).
210 Podra fijarse temporalmente en los 14 segn las
exigencias econmicas. Convenio 138 de la OIT: http://www. 224 Amnista Internacional, Making Love a Crime
ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=NORMLEXPUB: (ndice: AFR 01/001/2013).
12100:0::NO::P12100_ILO_CODE:C138 (consultado el 17
225 Amnista Internacional, Making Love a Crime, p. 55.
de abril de 2014).
226 Amnista Internacional, Making Love a Crime, p. 48.
211 Incluido en una entrevista con Nathalie Prouvez, de
COHRE, Litigating ESCR: achievements, challenges and 227 Amnista Internacional, El Estado decide quin soy: Falta
strategies, 2004, p. 140: http://globalinitiative-escr.org/wp- de reconocimiento legal de la identidad de gnero de las
content/uploads/2012/06/Litigating-ESCR-Report.pdf personas transgnero en Europa (ndice: EUR 01/001/24).
(consultado el 17 de abril de 2014).
228 Los principios de Yogyakarta: Principios sobre la
212 Carta Social Europea, artculo 7.1, que dispone que la aplicacin de la legislacin internacional de derechos humanos
edad mnima de admisin al trabajo sern los 15 aos: http:// en relacin con la orientacin sexual y la identidad de gnero,
www.acnur.org/t3/fileadmin/scripts/doc.php?file=biblioteca/ marzo de 2007, p. 6: http://www.yogyakartaprinciples.org/
pdf/1934 (consultado el 17 de abril de 2014). principles_sp.htm (consultado el 17 de abril de 2014).

213 Comit Europeo de Derechos Sociales, Complaint No. 229 J.R. Martnez-Cobo, Estudio del problema de la
1/1998, From the International Commission of Jurists Against discriminacin contra las poblaciones indgenas, prr. 379,
Portugal, www.gddc.pt/direitos-humanos/portugal-dh/relatorios- doc. ONU E/CN.4/Sub.2/1986/7/Add.4.
ce/cds6.html (consultado el 17 de abril de 2014).
230 La conciencia de su identidad o tribal deber
214 COHRE, Litigating ESCR, 2004, p. 140. considerarse un criterio fundamental para determinar los
grupos a los que se aplican las disposiciones del presente

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 135


Convenio. Artculo 1.2, Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos 239 Amnista Internacional, Extranjeros en nuestro propio
Indgenas y Tribales en Pases Independientes: http://www.ilo. pas: Los pueblos indgenas de Brasil (ndice: AMR
org/public/spanish/region/ampro/lima/publ/conv-169/convenio. 19/002/2005).
shtml (consultado el 17 de abril de 2014).
240 Extranjeros en nuestro propio pas: Los pueblos
231 Vase, por ejemplo, Comit de la ONU para la Eliminacin indgenas de Brasil.
de la Discriminacin Racial, Recomendacin general n XXIII,
relativa a los derechos de los pueblos indgenas, doc. ONU 241 S.J. Anaya y C. Grossman, The Case of awas Tingni vs.
HRI/GEN/1/Rev.9 (Vol.II),http://www.un.org/Docs/journal/asp/ Nicaragua: A New Step in the International Law of Indigenous
ws.asp?m=HRI/GEN/1/Rev.9%20%28Vol.%20II%29 Peoples, 19 Arizona Journal of International and Comparative
(consultado el 17 de abril de 2014), y Caso de la Comunidad Law 1 (2002): http://www.ajicl.org/AJICL2002/vol191/
Mayagna (Sumo) awas Tingni vs. Nicaragua, Corte introduction-final.pdf (consultado el 17 de abril de 2014).
Interamericana de Derechos Humanos, 31 de agosto de 2001,
242 Vase www.un.org/en/development/desa/news/population/
Serie C n 79 http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/
number-of-international-migrants-rises.html (consultado el 17
Seriec_79_esp.pdf (consultado el 17 de abril del 2014).
de abril de 2014).
232 Declaracin de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos
243 Vase www.globalmigrationpolicy.org/decent_work.html
Indgenas, Resolucin 61/295 de la Asamblea General de la
(consultado el 17 de abril de 2014).
ONU, artculo 26: http://www.un.org/esa/socdev/unpfii/
documents/DRIPS_es.pdf (consultado el 17 de abril de 2014). 244 Comit para la Eliminacin de la Discriminacin Racial,
Recomendacin general 30, La discriminacin contra los no
233 UN Declaration on the Rights of Indigenous Peoples,
ciudadanos, doc. ONU HRI/GEN/1/Rev.9 (Vol.II) , http://www.
prrs. 3, 20 y 25-32.
un.org/Docs/journal/asp/ws.asp?m=HRI/GEN/1/Rev.9%20
234 Declaracin de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos %28Vol.%20II%29 (consultado el 17 de abril de 2014).
Indgenas. Vase tambin Comit para la Eliminacin de la
245 Convencin Internacional sobre la Proteccin de los
Discriminacin Racial, Recomendacin general n XXIII,
Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus
relativa a los derechos de los pueblos indgenas, 18 de agosto
Familiares, en vigor desde el 1 de julio de 2003 y ratificada en
de 1997, prr. 5, donde el Comit pide a los Estados Partes
la actualidad por 47 Estados: http://www2.ohchr.org/spanish/
que reconozcan y protejan los derechos de los pueblos
law/cmw.htm (consultado el 17 de abril de 2014).
indgenas a poseer, explotar, controlar y utilizar sus tierras,
territorios y recursos comunales, y en los casos en que se les 246 Se puede consultar el informe en unhcr.org/
ha privado de sus tierras y territorios, de los que globaltrendsjune2013 (consultado el 17 de abril de2014).
tradicionalmente eran dueos, o se han ocupado o utilizado
esas tierras y territorios sin el consentimiento libre e informado 247 Vase Amnista Internacional: Starved of rights: Human
de esos pueblos, que adopten medidas para que les sean rights and the food crisis in the Democratic Peoples Republic
devueltos. of Korea (North Korea) (ndice: ASA 24/003/2004).

235 Declaracin de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos 248 Vase Comit para la Eliminacin de la Discriminacin
Indgenas, artculo 10. Racial, Recomendacin general 30, La discriminacin contra
los no ciudadanos, doc. ONU HRI/GEN/1/Rev.9 (Vol.II) , http://
236 Declaracin de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos www.un.org/Docs/journal/asp/ws.asp?m=HRI/GEN/1/Rev.9%20
Indgenas, artculo 32. %28Vol.%20II%29 (consultado el 17 de abril de 2014).
237 Comit de la ONU para la Eliminacin de la 249 Amnista Internacional, Lebanon: Economic and social
Discriminacin Racial, Recomendacin general n XXIII, rights of Palestinian refugees submission to the Committee
relativa a los derechos de los pueblos indgenas, 18 de agosto on the Elimination of Racial Discrimination (ndice: MDE
de 1997, prr. 5, donde el Comit pide a los Estados Parte que 18/017/2003).
reconozcan y protejan los derechos de los pueblos indgenas a
poseer, explotar, controlar y utilizar sus tierras, territorios y 250 Amnista Internacional, Afghanistan: Out of sight, out of
recursos comunales, y en los casos en que se les ha privado de mind the fate of the Afghan returnees (ndice: ASA
sus tierras y territorios, de los que tradicionalmente eran 11/014/2003).
dueos, o se han ocupado o utilizado esas tierras y territorios
sin el consentimiento libre e informado de esos pueblos, que 251 Proyecto Esfera, por ejemplo, elabor una carta
adopten medidas para que les sean devueltos. Comit de humanitaria y unas normas mnimas de respuesta a desastres,
Derechos Humanos, Observacin general 23: Derecho de las que establecen los derechos de las personas afectadas por
minoras (artculo 27), 8 de abril de 1994, prr. 7, http://www. desastres e incluyen derechos econmicos, sociales y culturales
un.org/Docs/journal/asp/ws.asp?m=HRI/GEN/1/Rev.9%20 fundamentales. Vase http://www.sphereproject.org/sphere/es/
%28Vol.%20I%29 (consultado el 17 de abril de 2014). (consultado el 17 de abril de 2014).
CESCR, Observacin general 21: Derecho de toda persona a
252 Amnista Internacional, Sudan: We cant endure any more:
participar en la vida cultural (artculo 15, prrafo 1 a),
The impact of inter-communal violence on civilians in Eastern
prr. 36, http://www.refworld.org/cgi-bin/texis/vtx/rwmain/
Darfur (ndice: AFR 54/002/2014), p. 34.
opendocpdf.pdf?reldoc=y&docid=4ed35beb2 (consultado el 17
de abril de 2014). 253 Vase doc. ONU E/CN.4/1998/53/Add.2, 11 de febrero
de 1998: http://www.refworld.org/cgi-bin/texis/vtx/rwmain/
238 Amnista Internacional, Brasil: La seguridad y la
opendocpdf.pdf?reldoc=y&docid=472840db2 (consultado
supervivencia de los pueblos indgenas, en peligro (ndice:
el 17 de abril de 2014).
AMR 19/009/2005).

136
254 CESCR, Observacin general 20, prr. 34: http://www2.
ohchr.org/english/bodies/cescr/docs/E.C.12.GC.20_sp.doc
(consultado el 17 de abril de 2014).

255 Vase Amnista Internacional, Fleeing war, finding misery:


The plight of the internally displaced in Afghanistan (ndice:
ASA 11/001/2012).

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 137


Mujeres del consejo municipal de la
comunidad indgena dongria kondh tras votar
en contra del proyecto de explotacin de
bauxita de Vedanta en las colinas de
Niyamgiris, en Orissa, India, 2013. Tras aos
de manifestaciones en contra del proyecto de
explotacin de bauxita, esta comunidad gan
su reclamacin de las tierras de las colinas, al
votar 12 de sus consejos municipales en
contra del proyecto en julio y agosto de 2013.
Amnesty International
7.
LA DEFENSA
DE LOS
DERECHOS
ECONMICOS,
SOCIALES
Y CULTURALES
Los derechos humanos han ido obteniendo reconocimiento gracias a las luchas
populares. Son los ciudadanos corrientes y no los polticos quienes reclaman los
derechos, y sus esfuerzos son los que acaban dando paso al reconocimiento oficial.
Todo avance significativo en la proteccin de los derechos humanos se deriva de una
lucha social: por el trabajo regulado, contra el colonialismo, en favor de las mujeres o
en defensa de los pueblos indgenas.

La movilizacin para oponerse a los abusos contra los derechos econmicos, sociales y
culturales no es una novedad. Organizaciones de derechos humanos locales, nacionales
y regionales llevan decenios defendiendo estos derechos.

Desde la dcada de 1980 han surgido ONG internacionales que trabajan por estos
derechos. Entre ellas figuran FIAN Internacional, creada en 1986;256 el Centro por
los Derechos Econmicos y Sociales, en 1993,257 y muchas otras, junto con una red
internacional de promocin de los derechos econmicos, sociales y culturales (Red-
DESC), surgida en 2003.258 No obstante, sigue habiendo desafos que superar a la hora
de movilizarse de la manera ms efectiva posible para garantizar la realizacin de los
derechos econmicos, sociales y culturales.

Entre los principales desafos que han de enfrentar quienes trabajan para hacer avanzar
los derechos econmicos, sociales y culturales est el de identificar infracciones,
vctimas, infractores y medidas correctivas en los cuales centrar la accin de campaa.
Cul es la mejor manera de que el colectivo de activistas de derechos humanos
transforme los llamamientos a la reforma poltica en acciones concretas que pongan
de relieve la necesidad de cambios para mejorar la vida de personas, grupos y
comunidades?

Trabajar eficazmente en la promocin de un mayor respeto a los derechos econmicos,


sociales y culturales a menudo implica enfrentarse a deficiencias estructurales y
factores subyacentes que permiten la continuacin de determinados abusos. Esto se
cumple en cualquier movilizacin en defensa de los derechos humanos. Los cambios
perseguidos pueden ser relativamente directos en la misma medida que las enmiendas
legislativas. O ser tan desafiantes como intentar cambiar cuadros de abusos muy
arraigados, en cuyo caso los mtodos incluirn programas de formacin en materia de
derechos humanos para agentes de polica, fiscales y jueces, o para profesionales de la
salud, distribuidores de alimentos, educadores y responsables polticos.

Una forma de oponerse a las violaciones de derechos econmicos, sociales y culturales


es dar a conocer los efectos de polticas, proyectos y medidas que privan a personas y
grupos de la capacidad de hacer efectivos sus derechos.

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 141


Trabajar por el cambio a travs de casos individuales

Amnista Internacional ha movilizado a millones de personas en todo el mundo para


oponerse a los abusos contra los derechos humanos. Lo ha hecho en gran medida
narrando las experiencias de hombres, mujeres, nios y nias de carne y hueso,
poniendo un rostro humano a las estadsticas sobre atrocidades y negligencias. Los
relatos de personas que han sufrido violaciones de sus derechos econmicos, sociales
y culturales pueden transmitirse con idntica eficacia para poner de relieve las
consecuencias de la accin o inaccin de un gobierno. Adems de exigir que se tomen
medidas para proteger a una persona o grupo concreto en situacin de peligro, se
pueden poner en tela de juicio factores sistmicos ms generales.

COMUNIDAD DE BADIA EAST, NIGERIA


Badia East es un asentamiento informal del estado nigeriano de Lagos
habitado por ms de 100.000 personas. Forma parte de Badia, uno de
los nueve asentamientos informales donde el gobierno del estado quiere
desarrollar las actividades de mejora de barrios marginales que financia
el Banco Mundial en el marco del Proyecto de Gobernanza y Desarrollo
Metropolitano de Lagos.

El 23 de febrero de 2013, el gobierno de estado llev a cabo un desalojo


forzoso en Badia East. Al menos 266 estructuras utilizadas como viviendas
y comercios fueron demolidas con el apoyo de personal policial fuertemente
armado. Se calcula que el desalojo afect a 2.237 hogares y a casi 9.000
personas. Segn testigos presenciales, se impidi a los habitantes de las
viviendas sacar sus enseres de ellas antes de que fueran demolidas, y la
polica detuvo durante el desalojo a tres jvenes desarmados y golpe a varias
personas que opusieron resistencia a la demolicin.

El lunes, 25 de febrero de 2013, dos das despus del desalojo forzoso,


centenares de habitantes de Badia East participaron en una marcha a la sede
del gobierno del estado, donde estuvieron protestando durante casi cinco horas
para solicitar una reunin con el gobernador. Los lderes de la comunidad
intentaron acceder a la sede del gobierno para presentar oficialmente su
protesta, pero las fuerzas de seguridad se lo impidieron.

Unas semanas despus del desalojo, la polica visit Badia East y someti a
hostigamiento a los habitantes desalojados, que vivan a la intemperie o en
refugios provisionales, dicindoles que se marcharan a otro sitio. Los agentes
continuaron con el hostigamiento echando a la gente del lugar donde haba
acampado y destruyendo sus refugios.

142
El gobierno del estado de Lagos no garantiz las debidas salvaguardias
jurdicas y de procedimiento antes de llevar a cabo los desalojos. No se
ofreci a las personas afectadas la oportunidad de una consulta real sobre la
situacin, ni se les inform de los motivos por los que iban a ser desalojadas.
Tampoco se ocup el gobierno del estado de avisar debidamente del desalojo
ni de ofrecer una vivienda alternativa o una indemnizacin.

Amnista Internacional visit Badia East en mayo y agosto de 2013 y


comprob que muchas de las personas afectadas seguan sin hogar. Varias
familias haban quedado separadas, muchos nios y nias haban dejado de
ir a la escuela y gran nmero de personas vivan en condiciones precarias,
gracias a la ayuda de amigos y gente solidaria que les proporcionaban comida
y ropa. El gobierno del Estado indic que la demolicin de febrero de 2013
era la primera de las tres fases del proyecto de demolicin del asentamiento de
Badia East. Miles de personas corren riesgo de desalojo forzoso si el gobierno
sigue adelante con el proyecto.

Aunque el gobierno de Lagos ha elaborado un plan de reasentamiento de


la comunidad y ha iniciado un proceso de pago de indemnizaciones, no
ofrece a aqulla un recurso efectivo, como dispone el derecho internacional
de los derechos humanos. No se celebr una autntica consulta con la
comunidad durante la elaboracin del plan de reasentamiento, y no se ofrece
indemnizacin suficiente a las vctimas para que busquen una vivienda
alternativa adecuada. En abril de 2014 no se haba tenido an noticia de
nuevos desalojos.

[Los datos de este caso estn tomados del documento de Amnista


Internacional Submission to the Nigerian Human Rights Commissions public
hearing on evictions and demolitions in Nigeria; Lagos 2013
(ndice: AFR 44/034/2013); de su informe de 2013 If you love your life,
move out! Forced eviction in Badia East, Lagos State, Nigeria
(ndice: AFR 44/006/2013), y de la declaracin pblica de marzo de 2014
The World Bank rubber stamps flawed Resettlement Action Plan for Badia East
(ndice: AFR 44/003/2014).]

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 143


Habitantes de Badia East vctimas de desalojo
forzoso protestan de manera pacfica ante
la sede de la oficina del gobernador del
Estado de Lagos en Ikeja, Nigeria,
25 de febrero de 2013.
Social and Economic Rights Action
Center (SERAC)
EL DESAFO A LAS EMPRESAS
FARMACUTICAS Y AL GOBIERNO
EN SUDFRICA
La regin del frica Austral es una de las ms afectadas por la pandemia del
VIH/sida. Se calcula que en 2012 haba en Sudfrica 6 millones de personas
viviendo con el VIH y que 240.000 murieron por enfermedades relacionadas
con el sida.259

La ONG sudafricana Campaa de Acceso a Tratamientos se cre en 1998


para hacer campaa en favor de un mayor acceso al tratamiento contra el
VIH, sensibilizando a la opinin pblica y aumentando su comprensin sobre
cuestiones relacionadas con la disponibilidad, el coste y la utilizacin de
los tratamientos contra el VIH.260 Para alcanzar estas metas, la Campaa de
Acceso a Tratamientos:

estableci alianzas profesionales con economistas, mdicos y abogados


activistas, a fin de investigar y presentar sus argumentos a las empresas
farmacuticas y al gobierno, y en ltimo extremo ante los tribunales;

puso en marcha un programa quinquenal de educacin pblica para


familiarizar a la poblacin con el tratamiento, a fin de compensar la falta
de formacin de algunos profesionales y la insuficiencia de los recursos, y

form alianzas con sectores laborales y religiosos para presentar su


campaa, haciendo frente a fuertes discrepancias ideolgicas.

En 1998, un grupo de empresas farmacuticas llev al gobierno de Sudfrica


ante los tribunales para oponerse al proyecto de legislacin que habra
permitido la concesin obligatoria de licencias y la importacin paralela
de medicamentos antirretrovirales, lo que habra supuesto una notable
reduccin del coste de los medicamentos y habra permitido que ms personas
accedieran al tratamiento. La Campaa de Acceso a Tratamientos, junto con
una alianza internacional de organizaciones de la sociedad civil, identific
y desacredit a las empresas farmacuticas implicadas en el litigio, e hizo
campaa en los pases de origen de estas empresas, principalmente en Suiza
y Estados Unidos. Ante la creciente reaccin airada suscitada por el caso en el
mbito internacional, y la posibilidad de sentar un precedente desfavorable en
el Tribunal Constitucional sudafricano, las empresas farmacuticas finalmente
retiraron su demanda en 2001.

La Campaa de Acceso a Tratamientos consider, no obstante, que esta


victoria no era suficiente. El gobierno se neg a suministrar nevirapina
medicamento antirretroviral empleado para prevenir la transmisin
maternoinfantil del VIH a todas las personas que necesitaban el tratamiento,

146
a pesar de que cada ao resultaban infectados 70.000 nios y nias. Las
autoridades decidieron que hasta que hubiesen diseado su propio programa
slo se proveera el medicamento a 18 centros piloto. Las razones que dieron
para paralizar la ampliacin del suministro de retrovirales fueron: el coste, las
dudas acerca de la seguridad del medicamento, la necesidad de asesoramiento
durante el tratamiento y las deficiencias de infraestructura del servicio de
salud. Esta decisin se tom pese a que la Organizacin Mundial de la Salud
y el Consejo de Control de Medicamentos de Sudfrica daban su apoyo a
este medicamento, y a que el fabricante se haba ofrecido a suministrarlo
gratuitamente durante cinco aos.

La Campaa de Acceso a Tratamientos gener una gran movilizacin y llev


al gobierno a los tribunales. En 2002, el Tribunal Constitucional de Sudfrica
determin que no era razonable retirar la administracin de nevirapina a las
mujeres, nios y nias no acogidos en los centros piloto hasta que el gobierno
terminara de elaborar su propio programa y llevara a cabo sus investigaciones.
El Tribunal pidi, por tanto, al gobierno que permitiera y facilitara el uso de
nevirapina en los hospitales y centros mdicos pblicos con instalaciones
adecuadas para probar el medicamento y ofrecer asesoramiento. Inst adems
al Estado a tomar medidas razonables para facilitar y agilizar el uso de
nevirapina en todo el sistema pblico de salud.261

Esta decisin ayud a debilitar la oposicin del gobierno al suministro


generalizado de medicamentos antirretrovirales. Impuls, adems, la labor de
captacin de apoyos de la Campaa de Acceso a Tratamientos para conseguir
una distribucin ms amplia de los tratamientos antirretrovirales. En 2003,
el gobierno sudafricano adopt un plan operativo para luchar contra el
sida en el que el tratamiento con antirretrovirales era uno de los elementos
centrales.262

En ese momento, GlaxoSmithKline y Boehringer Ingelheim, fabricantes de


ms de la mitad de los medicamentos contra el VIH del mundo, recibieron
una indemnizacin del gobierno sudafricano por permitir la produccin de
versiones genricas de los medicamentos en Sudfrica. Este acuerdo se
suscribi cuando la Campaa de Acceso a Tratamientos present una queja
ante la Comisin de Competencia de Sudfrica. Si la queja hubiera sido
remitida a la consideracin del Tribunal de Competencia, las empresas se
habran visto obligadas a sealar el verdadero coste de la investigacin y
desarrollo de los medicamentos.263

Documentacin de abusos

Aunque el desarrollo de indicadores de progreso o retraso en la realizacin de los


derechos econmicos, sociales y culturales constituye un desafo permanente para

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 147


la comunidad de derechos humanos, la investigacin sobre las violaciones de estos
derechos es, en muchos casos, semejante a la investigacin de los casos de violacin
de derechos civiles y polticos.

Las estrategias de accin se pueden basar en la documentacin de casos en que los


gobiernos no respetan o no protegen estos derechos, como desalojos, envenenamiento
del suministro de agua por agentes privados o destruccin de cosechas. Tambin pueden
consistir en identificar a las personas afectadas y los recursos aplicables, por ejemplo para
detener los abusos y ofrecer reparaciones adecuadas, y en sealar a todos los agentes
responsables, como la empresa contaminante y el Estado que no regula la actividad
empresarial, tanto dentro como fuera del pas. En estos casos, mediante tcticas de accin
como el envo de cartas y el trabajo de publicidad, se pueden tener obtener frutos.

La experiencia en la documentacin de derechos econmicos, sociales y culturales es cada


vez mayor, y este conocimiento especializado se intercambia con creciente frecuencia
en el plano internacional a travs de seminarios y redes internacionales, manuales para
ONG elaborados por ONG264 y la puesta en comn de experiencias sobre tcnicas que van
desde el anlisis presupuestario a la utilizacin de las constituciones nacionales para lograr
cambios. Los vnculos entre organizaciones que trabajan por los derechos econmicos,
sociales y culturales en todo el mundo nunca fueron tan slidos. Una de las fortalezas
de unir las campaas nacionales a la solidaridad internacional es la capacidad de poner
de relieve la dimensin internacional de las obligaciones de los Estados en materia de
derechos econmicos, sociales y culturales, y cmo repercute en la realizacin de los
derechos humanos toda accin en el extranjero, ya sea del Estado, sus representantes
(incluidas las instituciones financieras multilaterales para el desarrollo) o sus empresas.

La indivisibilidad de todos los derechos humanos a menudo se pone de relieve


cuando las organizaciones que trabajan en pro de esos derechos documentan cuadros
reiterados de violacin de derechos humanos. El encarcelamiento de personas que
hacen campaa en favor del reconocimiento de sus derechos sobre la tierra, el uso
desproporcionado de la fuerza como reaccin a las protestas por las consecuencias de
la privatizacin del suministro de agua, o la falta de independencia judicial en los casos
de desalojo exigen una respuesta holstica en materia de derechos humanos.

EL DERECHO A LA INFORMACIN EN INDIA


En 2005, el gobierno de India promulg la Ley de Derecho a la Informacin.
Previamente se haba llevado a cabo una exitosa campaa pblica, dirigida
por la organizacin de activistas Mazdoor Kisan Shakti Sangathan, que puso
de relieve cmo perjudicaba a las personas que viven en la pobreza en zonas
rurales la falta de informacin y cmo esta circunstancia contribua tambin
a generar una corrupcin incontrolada en la ayuda contra el hambre.265
La Ley es aplicable al gobierno central y a los gobiernos estatales, las
instituciones de autogobierno local (Panchayati Raj), los organismos locales y
los receptores de subvenciones pblicas. Las autoridades pblicas tienen el
deber de proporcionar acceso a la informacin cuando se solicite, y existen

148
disposiciones sancionadoras para las autoridades que se nieguen a publicar la
informacin solicitada o que no la proporcionen a tiempo.

Aunque la Ley tiene an algunas limitaciones, representa un significativo


avance en la consecucin de mayor transparencia y rendicin de cuentas en
India. Desde que entr en vigor se han dado varios casos en que, gracias a
ella, se ha podido combatir la corrupcin de las autoridades y los servicios
pblicos.266 Tambin ha permitido a la ciudadana conseguir informacin
sobre servicios y programas que afectan a su vida, desde los trmites para
las cartillas de racionamiento, el pasaporte y la declaracin de la renta
hasta decisiones ms generales, como las reformas de la poltica relativa al
agua en Delhi, y ha reforzado su capacidad para participar en los procesos
que afectan a su vida y para hacer rendir cuentas a las autoridades
pblicas pertinentes.

Amnista Internacional investig las actividades de la refinera de aluminio


de Vedanta Aluminium Limited y sus efectos en las comunidades locales, y
solicit acogerse al derecho a la informacin para conseguir datos recabados
por la Junta de Control de la Contaminacin del Estado en sus inspecciones a
la empresa. Esta informacin se comparti con la comunidad local y se analiz
en informes de Amnista Internacional sobre los efectos negativos de las
actividades de la refinera en el derecho al agua, a la salud y a la informacin
de las comunidades que viven en sus inmediaciones.267 Amnista Internacional
trabaj en asociacin con entidades locales, nacionales e internacionales para
presionar a Vedanta Resources, la empresa matriz, y a las autoridades indias.
Esta presin contribuy a conseguir que se negara a Vedanta Resources el
permiso para extraer bauxita en las colinas de Niyamgiri, tierra tradicional de
las comunidades indgenas dongria kondh.

Trabajar en asociacin

Al trabajar en sociedad o en colaboracin con organizaciones locales de la sociedad


civil, las organizaciones internacionales de derechos humanos pueden contribuir al
fortalecimiento de estas organizaciones y obtener adems [] legitimidad de voz.

Mary Robinson, ex alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos268

Las organizaciones internacionales de derechos humanos que empiezan a trabajar


sobre derechos econmicos, sociales y culturales tienen mucho que aprender de esas
organizaciones locales, nacionales, regionales e internacionales de derechos humanos
y otras organizaciones de la sociedad civil que cuentan con mayor experiencia en la
documentacin y accin sobre estos asuntos.

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 149


Numerosas organizaciones comunitarias, poblaciones indgenas, organizaciones para
el desarrollo y otros representantes de la sociedad civil hacen campaa desde hace
tiempo en favor de cuestiones relacionadas con la justicia social que pueden definirse
propiamente como asuntos de derechos humanos. El movimiento de derechos humanos
tiene mucho que aprender de otros movimientos que trabajan por la justicia social, y
viceversa.

Los grupos que promueven los derechos econmicos, sociales y culturales han
empleado una diversidad de planteamientos e iniciativas y se han unido en una gran
variedad de asociaciones para alcanzar sus metas. Han trabajado con legisladores
y abogados para redactar legislacin, han emprendido acciones judiciales en
representacin de individuos o grupos, y han aumentado el inters de los medios de
comunicacin y de la opinin pblica respecto a casos relevantes. Han formado a
funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, jueces y otras personas en materia
de derechos econmicos, sociales y culturales. Han celebrado sesiones pblicas y
han utilizado el derecho a la informacin para poner en tela de juicio la desviacin
corrupta de recursos que debieran ser destinados a hacer efectivos los derechos
econmicos, sociales y culturales. Otras tcnicas son demandar el reconocimiento de
los derechos econmicos, sociales y culturales en la legislacin y especialmente en
la Constitucin, el seguimiento a largo plazo de las organizaciones comunitarias y el
anlisis presupuestario.

Captar apoyos en favor de garantas constitucionales

Una Constitucin que slo contiene derechos civiles y polticos proyecta una imagen
de humanidad truncada. Resulta simblico, y a la vez brutal, que excluya a aquellos
segmentos de la sociedad para los que la autonoma no significa gran cosa si no tienen
cubiertas las necesidades bsicas.269

Hacer campaa en favor de enmiendas a la legislacin y la Constitucin a fin de que


reflejen todas las obligaciones del Estado en materia de derechos humanos es un
rea pujante de la defensa de los derechos humanos, incluido el trabajo de Amnista
Internacional.270 Algunos derechos econmicos, sociales y culturales (como el derecho
a la educacin) se expresan en un gran nmero de constituciones.271 La inclusin de
los derechos econmicos, sociales y culturales en la Constitucin no garantiza que sean
respetados, pero representa un compromiso importante con la indivisibilidad de los
derechos humanos y facilita a las personas afectadas el ejercicio de esos derechos.

Varios textos constitucionales garantizan una asignacin mnima de recursos a la


realizacin de los derechos econmicos, sociales y culturales. Las constituciones de
Brasil, Costa Rica, Filipinas e Indonesia, por ejemplo, se han utilizado para impugnar
unas asignaciones presupuestarias deficientes a la educacin, en los tribunales a travs
de litigios de inters pblico, y en la calle mediante la accin directa para exigir el
cumplimiento de los deberes constitucionales.

150
KENIA: GARANTAS CONSTITUCIONALES
En agosto de 2010, la gran mayora (casi dos tercios) de los participantes en
el referndum votaron a favor de la aprobacin de una nueva Constitucin.
La declaracin de derechos de esta Constitucin (captulo 4) garantiza
los derechos econmicos, sociales y culturales, entre ellos los derechos a
alimentacin, vivienda, saneamiento, agua, salud (incluida la atencin de
la salud reproductiva), educacin y seguridad social en tanto que derecho
exigibles. Por primera vez la ciudadana tiene acceso en Kenia a recursos
judiciales y puede hacer rendir cuentas al gobierno por violaciones de esos
derechos.

Los derechos econmicos, sociales y culturales figuraban en el proyecto


de Constitucin desde que comenz el proceso de reforma constitucional
en 2002. Sin embargo, hubo un momento en que las posibilidades de
conseguir su inclusin definitiva no fueron seguras. En enero de 2010, el
comit parlamentario especial para la Constitucin elimin del proyecto los
derechos econmicos, sociales y culturales en tanto que derechos exigibles,
pues los redujo a meros principios rectores o los anul por completo. Las
organizaciones de la sociedad civil Hakijamii,272 Coalicin de frica Oriental
sobre los Derechos Econmicos, Sociales y Culturales (EACOR), Kituo Cha
Sheria273 y Amnista Internacional mostraron pblicamente su enrgica
protesta por este cambio. Tambin captaron apoyos en el comit independiente
de expertos encargado de revisar el proyecto tras los cambios del comit
parlamentario especial. El comit de expertos decidi mantener los derechos
econmicos, sociales y culturales en la Constitucin en tanto que derechos
exigibles, y ningn legislador hizo ya ningn intento de eliminarlos.

En febrero de 2011, el Tribunal Superior de Kenia dict su primer fallo


en aplicacin de la declaracin de derechos de la Constitucin, al impedir
por orden judicial el desalojo forzoso de viviendas en el asentamiento de
Muthurwa. El 30 de agosto de 2013 se cerr la causa sobre este asunto con
una sentencia pionera, en la que se pidi al gobierno que siguiera el debido
proceso al llevar a cabo desalojos y elaborara de inmediato legislacin y
directrices sobre los desalojos y el reasentamiento. El Tribunal Superior ha
determinado en al menos dos causas ms que el derecho constitucional a una
vivienda adecuada incluye la prohibicin de los desalojos forzosos.

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 151


Examinar los presupuestos

El anlisis presupuestario a menudo puede establecer con exactitud deficiencias


de gastos, malversaciones de fondos o un desajuste de los gastos en relacin
con los compromisos declarados por el gobierno respecto a los derechos humanos,
especialmente sus obligaciones positivas (de tomar medidas), y no sus obligaciones
negativas (para desistir de hacer algo).274

El anlisis presupuestario se est perfilando en los ltimos tiempos como una tcnica
esencial para presionar a los gobiernos a fin de que cumplan sus obligaciones en
materia de derechos humanos. Especialmente para los derechos econmicos, sociales
y culturales, esta investigacin permite al colectivo de activistas de derechos humanos
cuantificar los pasos que da el gobierno para cumplir sus obligaciones. Como proceso
paralelo a la documentacin de violaciones y abusos puede resultar un instrumento
importante para vigilar y fomentar la efectividad progresiva de los derechos.275

International Budget Partnership (IBP)276 colabora con la sociedad civil en todo el


mundo para analizar los presupuestos pblicos e influir en ellos, con el fin de reducir la
pobreza y mejorar la calidad de la gobernanza. IBP trabaja en cinco reas principales:

fomentar la capacidad de anlisis presupuestario y de defensa por medio de


formacin y asistencia tcnica;

medir y promover la transparencia, la rendicin de cuentas y la participacin


pblica en el proceso presupuestario;

colaborar con organizaciones fuertes y sostenibles prestando asistencia econmica


para trabajo presupuestario de la sociedad civil, y

potenciar el intercambio de conocimiento entre grupos de la sociedad civil que


trabajan en cuestiones presupuestarias y otras partes interesadas de la esfera
econmica pblica haciendo las veces de ncleo de informacin sobre el trabajo
presupuestario de la sociedad civil.

El IBP reconoce que, aunque el anlisis presupuestario es importante, hace falta


trabajo efectivo de promocin para conseguir cambios reales y sostenibles. Los
resultados del anlisis presupuestario deben vincularse a iniciativas como la
participacin en debates presupuestarios, proponer polticas alternativas, informar a
la opinin pblica y crear bases de apoyo y hacer rendir cuentas al gobierno sobre la
consecucin de sus metas.

El derecho a la informacin es esencial para conseguir transparencia en el proceso


presupuestario, as que, a fin de realizar un anlisis y una labor de promocin efectivos,
las ONG y las comunidades deben hacer primeramente campaa en favor de cambios
de ley y la poltica sobre el acceso a la informacin.

152
Conclusin: Es el momento de actuar

Ya no puede haber excusas para no actuar. Las violaciones de los derechos econmicos,
sociales y culturales de las personas no pueden ignorarse. El hambre, la falta de hogar
y las enfermedades evitables no deben tratarse como problemas sociales sin solucin
o como producto exclusivamente de desastres naturales: son situaciones de derechos
humanos verdaderamente escandalosas.

TAREAS PARA EL COLECTIVO DE ACTIVISTAS


Defensores y defensoras de los derechos humanos reunidos a mediados de los
aos noventa sealaron las siguientes tareas bsicas para documentar y actuar
en favor de los derechos econmicos, sociales y culturales:277

identificar los asuntos de derechos que constituyen motivo de


preocupacin inmediata para el pas o la comunidad;

vigilar si el Estado crea las condiciones necesarias para garantizar los


derechos econmicos, sociales y culturales de la poblacin y, en particular,
si aplica polticas, leyes y planes consecuentes;

vigilar, documentar e informar sobre las acciones del gobierno que


contravienen o estn en consonancia con sus obligaciones;

observar la aplicacin por parte del gobierno de las recomendaciones


formuladas por organismos internacionales de derechos humanos, lo que
incluye recopilar datos y testimonios de primera mano procedentes de
diversas fuentes;

determinar la disponibilidad de recursos legales, y si son exigibles


en virtud de la legislacin nacional, lo que supone investigar la leyes
pertinentes y analizar las decisiones judiciales relacionadas con
reclamaciones de derechos econmicos, sociales y culturales;

dar respuesta a las denuncias individuales o colectivas sobre violaciones


de estos derechos;

educar a la poblacin respecto a sus derechos econmicos, sociales y


culturales, y

movilizar a las comunidades y otras organizaciones y colaborar con ellas en


la defensa de estos derechos.278

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 153


No se puede achacar la privacin de derechos a la falta de recursos nicamente;
tambin es consecuencia siempre de la falta de voluntad poltica y la discriminacin.
En los pases ms ricos, los grupos marginados sufren pobreza e injusticia. En los ms
pobres, la comunidad internacional ha permitido que millones de personas soporten la
privacin ms extrema.

En muchos pases, los gobiernos se parapetan tras la excusa de la falta de recursos


para fallar a sus ciudadanos, negarles los medios necesarios para que realicen sus
derechos y permitir a empresas y otras entidades que acten sin restricciones, aun
cuando eso signifique poner en peligro la salud y la vida.

Como respuesta, los defensores y defensoras de los derechos humanos han


documentado violaciones y abusos y han puesto en marcha campaas imaginativas
para cambiar polticas y prcticas. Han intentado mejorar la vida de todas las personas
y defender su derecho a vivir con dignidad. Los derechos econmicos, sociales y
culturales no son meras aspiraciones. No son metas aplazables. Se basan en el derecho
internacional, y los tribunales nacionales e internacionales obligan a respetarlos en un
cuerpo de jurisprudencia cada vez mayor. Estos derechos exigen respeto inmediato.

Los gobiernos deben abstenerse de menoscabar los intentos de la ciudadana de


hacer realidad sus derechos. Deben dejar de discriminar a los grupos marginados y
poner en marcha iniciativas para incluir a los excluidos. Deben regular la actuacin
de las empresas y otros agentes no estatales para garantizar que respetan los
derechos humanos. Estas obligaciones no cesan en sus fronteras. Son extensivas a
sus operaciones en el extranjero, ya sean en solitario o a travs de las instituciones
financieras internacionales.

En los dos ltimos decenios se han hecho inmensos avances en el desarrollo de los
derechos econmicos, sociales y culturales, que han culminado en 2014 con la
entrada en vigor de un mecanismo internacional especial de denuncia. Los escpticos
no pueden sostener ya con credibilidad que estos derechos carecen de la seguridad
jurdica concreta de los derechos civiles y polticos. Pero lo importante es que las
vctimas de violaciones de derechos econmicos, sociales y culturales tendrn una
va ms de resarcimiento, con la posibilidad de contribuir a la reforma de la poltica
en general dentro de su propio Estado. Es esencial que las organizaciones de la
sociedad civil, que han participado en el establecimiento del mecanismo, lo utilicen
y lo promuevan. Como resultado de ello se tomarn decisiones nuevas y pioneras, que
pueden ayudar a perfeccionar el contenido de los derechos y conceptos como recursos
mximos disponibles y obligaciones bsicas mnimas.

Quedan muchos desafos la aplicacin efectiva de las decisiones jurdicas, convencer


a los gobiernos y las empresas de que integrando los derechos humanos en sus polticas
y prcticas pueden obtener mejores resultados, e incorporar los derechos humanos a la
agenda para el desarrollo despus de 2015, pero este documento muestra lo que se
puede lograr por medio de un trabajo estratgico y decidido de promocin y defensa y
de accin.

Los derechos econmicos, sociales y culturales son, ms que nunca, parte integrante
del programa global de derechos humanos. Promover y defender los derechos

154
econmicos, sociales y culturales debe constituir un asunto prioritario no slo para
gobiernos concretos, sino tambin para la comunidad internacional, el movimiento
de derechos humanos y la sociedad civil en su conjunto. Es de esperar que este
documento sea no slo un til recurso para activistas, sino tambin un trampoln para
pasar a la accin en la prctica.

AMNISTA INTERNACIONAL DERECHOS HUMANOS PARA LA DIGNIDAD HUMANA 155


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278 Resumen contenido en Human Rights Internet, Domestic
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Implementation of International Human Rights: litigating
CESR_s%20Activists%20Manual.pdf (consultado el 17 de
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abril de 2014), entre otros.
el 17 de abril de 2014).
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Information in India, sitio web de Mazdoor Kisan Shakti
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RTI%20by%20Harsh%20Mander.pdf (consultado el 17 de
abril de 2014).

266 National Campaign for Peoples Right To Information, The


Informer, e-newsletter, disponible en http://timesofindia.
indiatimes.com/topic/The-Informer (consultado el 17 de abril
de 2014).

267 Amnista Internacional, No exploten nuestras vidas: Una


mina de bauxita y una refinera devastan vidas en India (ndice:
ASA 20/001/2010).

156
DERECHOS
Millones de mujeres, hombres, nios y nias que viven
en pases de todas las regiones del mundo y en todos
los niveles de desarrollo no tienen siquiera acceso
a niveles mnimos de alimentacin, agua, saneamiento,

HUMANOS
educacin, atencin a la salud y vivienda. No se trata
de una realidad inevitable de la vida. Es un escndalo
para los derechos humanos.

PARA
En Derechos humanos para la dignidad humana
se describen algunas de las caractersticas fundamentales
de los derechos econmicos, sociales y culturales.
El informe presenta un panorama general de estos

LA DIGNIDAD
derechos, da cuenta de su alcance y contenido, y ofrece
ejemplos de violaciones y de lo que puede hacerse para
combatirlas. Tambin se destacan en este trabajo las
obligaciones de los gobiernos y las responsabilidades

HUMANA
que en materia de derechos humanos tienen otros
agentes, como las organizaciones y empresas
internacionales.

En esta edicin revisada y actualizada de la Introduccin


a los derechos econmicos, sociales y culturales
de Amnista Internacional se reflejan las novedades que
se han producido en el ltimo decenio en el avance de
estos derechos. El motor de este progreso lo constituyen
las experiencias de activistas y comunidades de todo el
mundo que han alzado la voz y reivindicado sus derechos.
Sus historias demuestran por qu esta cuestin ha de
seguir siendo un asunto prioritario para los gobiernos,
para la comunidad internacional y para el movimiento de
derechos humanos en su conjunto. Y por encima de todo,
ponen de manifiesto hasta qu punto un trabajo de
campaa decidido puede hacer avanzar la lucha que
garantice que todas las personas viven libres e iguales
en dignidad y derechos.

Una introduccin a los derechos


econmicos, sociales y culturales

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