Ultimas Noticias de La Prehistoria
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Últimas noticias
de la prehistoria
Del ADN de los dinosaurios a
las pinturas de Lascaux
Metatemas - 122
ePub r1.0
broncolin 19.04.15
Título original: Le Présent du passé au
carré. La fabrication de la préhistoire
Yves Coppens, 2010
Traducción: Nuria Viver Barrí
Jane Goodall[10]
En Aix-en-Provence se celebró un
coloquio internacional titulado Lucy,
treinta años después, en el que se
imponía la presencia de los tres «papás»
de Lucy, prehumano de 3 millones de
años. Este coloquio estaba organizado
por uno de los tres, Maurice Taieb,
geólogo del equipo que la descubrió;
Donald Johanson y yo mismo, los otros
dos, estábamos invitados.
Como somos historiadores, es
evidente que siempre necesitamos
dataciones, y como también tenemos en
cuenta, claro está, la evolución del
medio, siempre buscamos nuevos
medios para comprender mejor el
entorno de estos prehumanos. Pues bien,
lo que aprendimos, respecto a las
dataciones, es que se podían utilizar, en
los lugares donde no había nivel
volcánico, las determinaciones de
berilio (10 y 11). El berilio se forma en
la atmósfera, pero precipita en los
sedimentos y, dado que es un isótopo
inestable, su disminución puede
cuantificarse. Por el momento, es una
herramienta a prueba, sobre todo en
Chad, donde no se dispone de otra
técnica de datación de los prehumanos
más que la estimación relativa de su
edad a través del grado de evolución de
los animales contemporáneos.
En cuanto al estudio del entorno,
tenemos varios medios a nuestra
disposición, por supuesto. Siempre se
pueden estudiar los pólenes, que
difieren según las plantas. Cuando los
pólenes ya no existen, porque han sido
destruidos, sabemos que el estudio de
los fitolitos, partículas de silicato con
formas variadas que precipitan en las
células de tejido vegetal, podrían
indicarnos la temperatura de la época,
pero también la transpiración y la
evaporación de las plantas, en suma, la
humedad y la manera en que se ha
implantado el medio.
Nuevas dataciones[24]
Las herramientas[30]
Con motivo del coloquio
internacional de Aix-en-Provence del
que ya he hablado, el que lleva por título
Lucy, treinta años después, se dijo que
la herramienta de los primeros humanos
tenía una antigüedad de cerca de 3
millones de años y que esta herramienta
no era comparable a las herramientas
hechas por los grandes monos, que por
otra parte son herramientas de hoy[31].
Los chimpancés utilizan piedras y
vegetales, pero sólo mejoran
eventualmente las herramientas
vegetales; los homínidos, hace 3
millones de años, también utilizaban la
piedra, pero la manipulaban hasta
conseguir fabricar una herramienta
secundaria. Por el momento, nunca se ha
constatado una acción de este tipo, en la
naturaleza, con otro vertebrado que no
sea homínido.
Así pues, las herramientas de piedra
son lo que caracteriza a los homínidos.
¡Además, estas herramientas que
aparecen alrededor de hace 2,7 millones
de años —un poco antes, en mi opinión
— podrían muy bien haber sido
fabricadas por varios homínidos! Quiero
decir que varios géneros, varias
especies de homínidos, podrían haberse
ejercitado al mismo tiempo en la talla de
herramientas. En dos yacimientos, uno
en Kenia (Lokalelei) y el otro en Etiopía
(Gona), dos «talleres» contemporáneos
de talla de piedra (unos 2 millones y
medio de años), uno al lado del otro esta
vez, presentan dos niveles de dominio
de la talla muy diferentes, como si uno
de los artesanos ya conociera muy bien
la materia prima y el otro mucho menos.
En el aspecto científico, pero también
filosófico, es interesante pensar que esta
conciencia reflexiva que traduce la
existencia de la herramienta fabricada
(creaciones o imitaciones) quizá fuese
adquirida por varios «primos» al mismo
tiempo, prehumanos y humanos. La
evolución no es lineal, es mucho más
«ramificada» de lo que se cree. A
menudo hay que razonar partiendo de un
ramillete de «formas» más que de un
taxón único.
2
Los primeros humanos
El pasado muy lejano
China[32]
Georgia[34]
Desde 1991, fecha en la que se
descubrieron los primeros elementos
esqueléticos humanos de Dmanisi, en
Georgia, elementos datados en 1,8
millones de años, las excavaciones y el
análisis de los fósiles han continuado
con un inmenso éxito. El extenso artículo
publicado por Marie-Antoinette de
Lumley y tres colaboradores georgianos
que acaba de publicar la revista
L’Anthropologie es una prueba de
ello[35]. Trata de tres de los cinco
cráneos que se descubrieron allí y de las
cuatro mandíbulas inventariadas hasta el
momento. Me siento personalmente
orgulloso de los resultados que se han
dado a conocer, porque hace al menos
treinta años que digo que no fue Homo
erectos el que se extendió a partir de
África y llegó a Eurasia, sino el primer
hombre.
Antes de ir más lejos, quizá se
impone un pequeño recordatorio
cronológico: el primer humano está
representado por dos especies
contemporáneas, Homo habilis y Homo
rudolfensis. Los hombres siguientes se
llaman sucesivamente Homo ergaster y
Homo erectus, el cual dará lugar
principalmente a Homo sapiens. En
Georgia, los homínidos encontrados se
parecen incontestablemente mucho más a
Homo habilis o a Homo rudolfensis
(muy especialmente a Homo rudolfensis
de otros lugares) que a Homo ergaster u
Homo erectus. El estudio de los cráneos
georgianos está, pues, a punto de
demostrar que fue claramente Homo
habilis u Homo rudolfensis el que salió
de África para extenderse a través de
Eurasia. Hasta entonces, la mayoría de
paleontólogos querían que fuera Homo
erectus, el segundo humano, el que
hubiera viajado, el conquistador, el
explorador. Ahora ya no se podrá decir
que hay que poseer un cerebro de al
menos 1000 cm3 para ser capaz de
moverse, pues el de los hombres de
Dmanisi estaba comprendido entre 600 y
700 cm3, o que es absolutamente
necesario haber descubierto el fuego
para llegar a las regiones templadas,
pues el fuego no se dominó hasta un
buen millón de años más tarde…
El museo de Madrid[36]
El hombre de Flores[39]
En 2003, la comunidad
antropológica internacional vivió un
acontecimiento importante, el
descubrimiento de fósiles pertenecientes
a una especie de hombre hasta el
momento desconocida; esta especie
vivía hace solamente 12 000 años en una
pequeña isla del océano índico, la isla
de Flores, y se caracterizaba por su
estatura muy baja. La revista Nature nos
ofrece hoy una descripción un poco más
completa, que incluye la presentación de
nuevos huesos recientemente
descubiertos. En efecto, los resultados
de las excavaciones realizadas en 2004
por dos australianos, Peter Brown y
Michael Morwood, han permitido sacar
a la luz fragmentos de los miembros
superiores del esqueleto ya descritos en
2003, una segunda mandíbula inferior de
adulto y otros restos poscraneales[40].
Todos estos restos apoyan la idea de
que el hombre de Flores estaba
totalmente «bien constituido». Su
estatura es baja, pero esta estatura baja
se justifica por su vida insular. Sin duda
es un Homo erectus que padeció un
«nanismo», un fenómeno debido a un
trastorno hormonal que se encuentra
frecuentemente en cierto número de
mamíferos, reptiles y aves de las islas.
¿Por qué? Porque, en una isla, la
diversidad biológica es mucho más baja
que en el continente y, por consiguiente,
hay menos carnívoros; esto da lugar a
una reducción del tamaño de los
primeros y a un aumento del tamaño de
los segundos; se cree que, liberados de
ciertas presiones ligadas a la búsqueda
de alimento, a la competencia y a la
depredación, los animales acceden a una
especie de ideal energético. Los
paleontólogos saben esto desde siempre
y no comprendo el debate que existe
alrededor de esta especie de baja
estatura.
Por supuesto que este
descubrimiento fue una sorpresa y puedo
comprender perfectamente la curiosidad
que despertó el hombre de Flores, de
estatura tan baja, pero es una sorpresa
que se puede explicar con facilidad: el
debate sobre el estatuto de los hombres
de Flores, individuos sanos o enfermos,
recuerda por otra parte vergonzosamente
los primeros debates sobre el neandertal
en el siglo XIX. También el neandertal se
tomó durante mucho tiempo por un
enfermo, «un artrítico al que habían
golpeado la cabeza», antes de ser
reconocido como una especie con todas
las de la ley.
El hombrecito descubierto
recientemente en la isla de Flores, en
Indonesia, vuelve a dar que hablar. Su
descubrimiento ya había sorprendido en
su momento a la comunidad científica y
ahora la agitación se repite. Sin
embargo, el conflicto se ha desplazado,
ha pasado del estatuto del propio
hombre al de sus herramientas.
He dicho a menudo que el hombre
nació en África tropical, se desplegó
hace 2,5 millones de años por el
conjunto del suelo africano y después
por el suelo eurasiático, y con ello
penetró en ciertos territorios de
Indonesia. Java, toda Java, se convierte
en una isla, y nuestro hombre de Java,
que se quedó allí aislado hace 1,8
millones de años, se convierte
progresivamente, por deriva genética, en
un hombre un poco especial al que
llamamos Homo soloensis. Hace
aproximadamente 800 000-900 000
años, pasa a la isla de Flores, un poco al
este de Java. Y en esta isla es donde
experimenta una reducción de la
estatura. ¿Por qué? Porque, en las islas,
el ecosistema es más pobre, la comida
menos abundante y sobre todo los
depredadores menos numerosos. Y
cierto número de grupos zoológicos
reaccionan ante esta situación
reduciendo o aumentando su tamaño.
Y aquí viene la sorpresa, y una
sorpresa de talla, si me puedo permitir
la expresión: el anuncio, en las revistas
Nature y Science, del descubrimiento en
Flores de herramientas que datan de
hace 700 000 a 900 000 años[42]. Para
algunos investigadores, es imposible
que sean obra del hombre de Flores;
imposible porque son demasiado
«buenas» para haber sido hechas por un
hombre tan bajito (un metro de estatura)
dotado de un cerebro tan pequeño (entre
380 y 530 cm3). ¡Forzosamente son las
herramientas de otros! Y ahí, yo me
sublevo. Porque, cuando se ha estudiado
un poco de historia de las ciencias, se
sabe que, en los años treinta, cuando se
descubrieron en Zhoukoudian las
herramientas del sinántropo, la versión
china de Homo erectus, también se dijo
que aquellas herramientas eran
demasiado buenas para haber sido
fabricadas por él y que debía haberlas
hecho un Homo sapiens que todavía no
se había encontrado y que se había
comido al Homo erectus… Por más que
haya pasado el tiempo, caemos de nuevo
en los mismos errores, cuando
deberíamos haber aprendido y
recordado algunas lecciones.
El hombre de Pekín[45]
El colombaniano[49]
Terra Amata[52]
El neandertal[58]
Vallon-Pont-d’Arc[81]
Rouffignac[89]
Lascaux[93]
La higuera[103]
Stantari[105]
El poblamiento de Córcega
probablemente es muy antiguo, quizá
tiene 300 000 años, pero esta datación
no está confirmada en absoluto[106]. Se
habla también de la presencia de
hombres de Neandertal entre hace
60 000 y 80 000 años, pero también en
esto los arqueólogos son reticentes. Para
ellos, la primera frecuentación
incontestable de la isla debe situarse
hace alrededor de 12 000 años, fecha en
la que los pescadores nómadas,
procedentes de las costas italianas, se
instalarían, quizá de manera episódica, a
lo largo de las costas corsas,
consumirían sus peces y sus mariscos,
pero también ese conejito del tamaño de
una rata que es estrictamente indígena, el
Prolagus.
La implantación permanente de
poblaciones propiamente dicha no se
produjo hasta hace alrededor de 8000
años. Se trata de hombres procedentes
probablemente de Italia, pero también
de Provenza, y que, esta vez, conocen la
agricultura y la ganadería. Ellos son los
que, mediante la técnica de la quema,
transforman el monte bajo en campos de
cultivo. Llegan con cabras, ovejas,
cerdos, bovinos y perros. Algunos de
estos animales vuelven a su estado
salvaje y serían el origen del muflón y el
jabalí, que hoy forman parte de la fauna
de la isla.
Esta gente se manifestó sobre todo
por sus construcciones megalíticas. Las
más originales son los menhires
esculpidos, de los que existe un buen
centenar a través de toda Córcega. Con
una antigüedad de 4500 a 2500 años
antes de Cristo, estos menhires
presentan una unidad de estilo fija. Se
observan personajes, esencialmente
guerreros, que llevan dagas, espadas y
cuchillos. El estilo de las armas,
probablemente de bronce, en cualquier
caso las más antiguas, es lo que permite
datar estas esculturas. Estas estatuas
servían para señalar o bien una
sepultura, o bien un camino o un sector
particular del espacio. En otras
palabras, era una manera de hacer
comprender al vecino que allí ya no
estaba en su casa…
Stantari (continuación)[107]
Obsidiana[109]
Una obra reciente de economía
prehistórica, de Laurent-Jacques Costa,
trata en especial de la circulación de la
obsidiana entre Cerdeña y Córcega[110].
Conviene recordar que la obsidiana es
un vidrio volcánico que corta de
maravilla. Se conocen cuatro
yacimientos en Cerdeña pero ninguno en
Córcega. Sin embargo, se encuentran
lascas de obsidiana en los yacimientos
prehistóricos corsos desde el sexto
milenio antes de nuestra era. Sigue
presente, pero siempre en pequeña
cantidad, en el quinto milenio, y se
vuelve abundante en el milenio
siguiente, antes de desaparecer en
provecho del metal. En el cuarto
milenio, la obsidiana está presente en el
75 por ciento de los objetos fabricados
en algunos de los yacimientos
prehistóricos de Córcega. En la
actualidad, estudiando
petrográficamente estos fragmentos,
estamos en condiciones de decir de
dónde proceden e incluso de qué
corriente de lava…
De esta manera procedió Laurent-
Jacques Costa con estas piedras
talladas. Pero también se dio cuenta de
que las hojas y las hojitas utilizadas
estaban allí, en Córcega, y en cambio
nunca la materia prima de origen, nunca
los restos de talla, nunca lo que se llama
el núcleo, es decir, lo que queda
después de la talla. Dedujo de ello que
sin duda había en la época artesanos
mercaderes. En lugar de mandar la
materia prima para tallar a Córcega o de
tallarla en Cerdeña y después mandarla
ya preparada, habría habido
especialistas de la talla de la obsidiana
que habrían trabajado en Córcega, a
demanda, la materia en cuestión y
después se habrían marchado con lo que
quedaba para tallar otros objetos, quizá
menos importantes, en otra parte,
etcétera. Y todo esto en el cuarto
milenio antes de Cristo…
La arqueología armoricana y de su
desarrollo, la arqueología normanda[114]
Zacharie Le Rouzic[117]
Marsella[121]
Perpiñán[123]
Prehistoria en Brasil[133]
Poblamiento de América[135]
Las Antillas[140]
Las Antillas, como es bien sabido,
están formadas por dos series de islas;
las Grandes Antillas, al norte, y el arco
de las Pequeñas Antillas, más al sur y
más al este. El poblamiento de estas dos
series de islas aparentemente se realizó
por separado; las Grandes Antillas
fueron las primeras en poblarse hace
entre 6000 y 8000 años, y las Pequeñas
Antillas un poco más tarde. Esto se
sabe, por supuesto, por la comparación
de los restos descubiertos en las dos
zonas.
Pero, tanto en unas como en otras,
los primeros que llegaron a la región
fueron talladores de piedra; después la
pulieron e incluso pulieron conchas y
fabricaron objetos de cerámica.
En unos trabajos en Basse-Terre, en
un yacimiento de 2100 a 2500 años,
dirigidos por el Instituí National de
Recherches Archéologiques
Préventives, se acaban de encontrar
restos importantes por su número y su
diversidad: piedras talladas, piedras
pulidas (sobre todo jadeíta), perlas en
gran cantidad, pero también cerámica
con figuritas de terracota que
representan animales o personajes
mitológicos, modelados y aplicados en
los propios recipientes[141]. Y entre
estos objetos de cerámica, había
especialmente grandes platos muy
planos destinados a contener tortas de
harina de mandioca.
Porque la mandioca en su forma
natural es un veneno y debe pasar por
una etapa intermedia indispensable —la
extracción de un jugo— para que se
vuelva comestible; si se consume
directamente, puede resultar
simplemente fatal para el desgraciado
goloso… Por lo tanto, es interesante, e
incluso impresionante, darse cuenta de
que tantas personas, a través de tantas
regiones muy separadas unas de otras,
consiguieran entender cómo manejar
esta dificultad y consumir, y en
abundancia, esta valiosa raíz[142].
Canadá[143]
En Canadá, en la región de los
Grandes Lagos, se han descubierto
pinturas rupestres que datan de hace
unos miles de años, prueba de que hubo
una prehistoria en Canadá,
contrariamente a lo que a veces se
piensa. Cuando se produjo la última
glaciación, Canadá estaba parcialmente
cubierto por un casquete glacial (como
la actual Groenlandia) de 2000 a 3000
metros de espesor. Por supuesto, este
hielo en ocasiones se fundía (durante las
glaciaciones se producen oscilaciones
de las temperaturas) y entonces el valle
de Mackenzie, comprendido entre dos
grandes bloques de hielo, el del oeste
sobre las Rocosas y el del este sobre la
Lauréntida, se abría. Por otra parte, sin
duda los hombres pasaron por allí para
conquistar el resto de América (el sur de
América del Norte, Centroamérica y
América del Sur).
La prehistoria de Canadá marca así
el inicio de toda la prehistoria
americana, por no hablar de la de
Groenlandia, cuyo poblamiento se
produjo más tarde, hace alrededor de
5000 años. Sigue habiendo debate (y
materia de debate) sobre la edad de los
primeros poblamientos de América. Los
optimistas hablan de hace 50 000 años;
los moderados, de 30 000, ¡a veces
incluso de 20 000 años!
¡Personalmente, 50 000 años no me
sorprenderían!
A su paso, estos hombres
evidentemente nos dejaron huellas de su
cultura, en forma de objetos que también
son americanos; por ejemplo, esas
puntas arrojadizas que se lanzaban,
evidentemente con mango, sobre el
animal de caza y que son absolutamente
magníficas. Están hechas o bien de sílex,
o bien de obsidiana, y reciben el nombre
de puntas de Folsom o puntas de Clovis.
Además, hace alrededor de unos miles
de años, quizá 2000 o 3000 años, estos
pobladores comenzaron a pintar. En la
Columbia Británica, en el estado de
Washington y en las grandes zonas de
bosques entre la bahía de Hudson y los
Grandes Lagos (que eran el propósito de
esta crónica)[144], pintaron figuras
geométricas, figuras humanas y figuras
de animales reconocibles, pero también
criaturas extrañas. He visto, por
ejemplo, serpientes con patas, o también
una especie de gran carnívoro de
aspecto feroz; estos seres, relacionados
con la mitología, parecen existir todavía
en la memoria de los indios actuales.
Descubrimiento de América[145]
Arqueología en Quebec[147]
La isla de Pascua[149]
La isla Tromelin[151]
Los dodos[153]
Burdeos[157]
Homero y Ulises[167]
Lutécia[168]
Lutecia, que era el nombre del París
romano hace 2000 años, es objeto de un
número especial en la revista L’Express
[169]. Se sabe, desde el descubrimiento
El pilar de Saint-Landry[171]
Acabo de leer en la revista
Archéologie nouvelle un artículo de
Florence Saragoza, conservadora del
museo que recibe equivocadamente el
nombre de Museo de Cluny, porque se
asocia al Hôtel de Cluny, y que en
realidad es el Museo Nacional de la
Edad Media[172]. Es un artículo sobre el
pilar galorromano que se encontró con
motivo de la demolición de una iglesia;
este pilar, restaurado (un año y medio de
trabajo), enriquece desde hace poco la
exposición de este famoso Museo de
Cluny.
La iglesia en cuestión es la iglesia
de Saint-Landry (lie de la Cité). Fue
demolida en los años veinte del pasado
siglo y, de resultas de esta demolición,
no solamente se encontraron los muros
romanos sino también elementos
arquitectónicos magníficamente
esculpidos. En uno de los fragmentos se
puede admirar, por ejemplo, una cacería
de liebre.
Este pilar, que se llama el pilar de
Saint-Landry, está constituido por cierto
número de bloques, y en estos bloques
figuran representaciones divinas. Se
reconoce al dios Marte, al dios Vulcano
y una diosa (Vesta, Venus, Diana, Nox o
quizás una divinidad gala). Otro bloque
tan sólo muestra los pies de ciertas
divinidades, pero los pies tienen unas
características tales que, también aquí,
los expertos reconocen la triple
presencia de Júpiter, Mercurio y
Minerva. Se trata pues, probablemente,
de un pilar votivo que debía de
encontrarse en un contexto religioso. Por
otra parte, el estilo permite sostener con
cierta seguridad que se trata de un
elemento arquitectónico que se remonta
a la segunda mitad o finales del siglo n
después de Cristo.
El puerto de Arles[173]
Stantari[175]
Civilización sao[176]
Kilwa[180]
Datación[182]
Paleodemografía[184]
En el Journal of Archaeological
Sciences, Jean-Pierre Bocquet-Appel y
su escuela han propuesto nuevas cifras
para las poblaciones prehistóricas[185].
¡Pensemos que para el periodo de
40 000 años que llamamos auriñaciense
sólo habría, por ejemplo, en toda la
superficie de Europa, 4700 habitantes!
No tenía en mente cifras muy
precisas, pero, cuando veía que, en los
inicios de la humanidad, hace 3 millones
de años, África tropical, que es
incontestablemente la cuna del hombre,
contaba (quizá) con un centenar escaso
de miles de individuos, pensaba que, a
partir del momento en que estos hombres
se extendieron por África y Eurasia, su
número aumentó deprisa. Pues bien,
estos investigadores llegan a 5800
habitantes para toda Europa a finales de
la última época glacial, hace unos
20 000 años. Después, parece que se
produjo un salto; en efecto, la glaciación
termina y el clima se hace más clemente;
hace unos 15 000 años, ya habría una
treintena de miles de habitantes en
Europa. La tendencia continúa e incluso
se acentúa en los años que siguen; en el
neolítico, un milenio escaso después de
esta explosión, se puede añadir
claramente un cero y hablar de paleo-
babi-boom; en efecto, ya no son 30 000
sino 300 000 habitantes. Los hombres no
solamente recolectan, sino que
siembran; y no solamente siembran, sino
que domestican; tienen carne en su
terreno y vegetales en sus campos y sus
silos. Para Jean-Pierre Bocquet-Appel y
su equipo, esta sedentarización es lo que
da lugar a un aumento considerable del
número de hijos, lo cual es probable,
pero la sedentarización también
comportó la aparición de la agricultura y
la ganadería, lo cual me hace dudar,
aunque la propuesta me parece
divertida…
Arqueología submarina[186]
El aprendizaje de la conservación[188]
El 21 de octubre de 2005, se
inauguró una nueva asociación (una
ONG) de conservación del patrimonio,
Vocations Patrimoine, de la que soy el
presidente y en la que participa la
Unesco. Como todo el mundo sabe, la
Unesco fue la primera que tuvo la
iniciativa de clasificar, para protegerlos
y mantenerlos, los grandes monumentos
del patrimonio mundial, los que
fabricaron los hombres durante los 3
millones de años de su existencia.
Además, a este patrimonio cultural, este
organismo ha añadido un patrimonio
natural que incluye lugares y paisajes,
siempre con la idea de asegurar su
protección y su cuidado.
En la práctica, evidentemente la
Unesco no tiene los medios de asegurar
la conservación de todos estos
importantes lugares del mundo…
Entonces a Béatrice de Foucauld se le
ocurrió la idea de buscar entre las
empresas un mecenazgo que pretende
asegurar la formación de conservadores
de este patrimonio extraordinario. Fue
así como se creó esta asociación. Su
objetivo es buscar dinero para financiar
becas destinadas a jóvenes que quieran
aprender a conservar paisajes o
monumentos, y para crear también
escuelas destinadas a formar a estos
empresarios del mañana. La propuesta
puede seducir, creo yo, a las empresas;
al orgullo de conservar los monumentos
más importantes del planeta o sus
paisajes más bellos se añadiría también
el reconocimiento del público. Y como
las corrientes económicas se cruzan
forzosamente con las corrientes
culturales, todo el mundo, pienso yo,
tendría algo que ganar…
Patrimonio mundial[189]
La anatomía[190]
El diente[191]
El sincrotrón[192]
El 18 de diciembre pasado, el
presidente de la República francesa
inauguró, en la meseta de Saclay, el
sincrotrón Soleil, un acelerador de
partículas de tercera generación que
permite lanzar los electrones a 300 000
kilómetros por segundo, es decir, a la
velocidad de la luz, en un campo
magnético. La radiación
electromagnética así creada se canaliza
después, lo cual proporciona una
especie de supermicroscopio que puede
sondear la materia. Gracias a Paul
Tafforeau (en el laboratorio de
paleontología de Poitiers), he tenido la
oportunidad de seguir la aplicación de
esta técnica a un ámbito que conozco
bien, la paleontología. Paul Tafforeau
tomó un pedazo de ámbar, una piedra
normalmente transparente o al menos
traslúcida, pero que en este caso no lo
era, y la sometió al sincrotrón de
Grenoble. Poco a poco, se dibujó una
especie de contorno y después el
contorno se hizo más preciso; apareció
una silueta de insecto que databa en este
caso de unas decenas de millones de
años. Paul Tafforeau consiguió
progresivamente una imagen todavía
más bella, con detalles perfectos del
insecto. Gracias a la informática, retiró
después, poco a poco, virtualmente, la
ganga del fósil, el ámbar que alteraba su
lectura; sólo quedó el insecto, en tres
dimensiones. Lo hizo girar en la
pantalla, lo aumentó y después, poco a
poco, siempre gracias a la magia de la
informática, a la que se unía la magia de
la estereolitografía, lo sacó de la
pantalla y tuvimos en las manos un
insecto virtual y aumentado, «vomitado»
por la máquina, incluso antes de haber
visto el fósil real. ¡Uno se pregunta lo
que hace ahora el paleontólogo con su
pequeño cortafríos y su martillo en el
laboratorio! Así que, en efecto,
esperamos con alegría el sincrotón
Soleil…
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