Habilidades Sociales

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2 Base conceptual de habilidades sociales

2.2.1 Definición de habilidades sociales

El concepto de habilidades sociales ha sido definido por varios autores, Destacando en algunas de
ellas el contenido, es decir la expresión de la conducta (opiniones, sentimientos y deseos, etc.), otras
destacan las consecuencias, que aluden al refuerzo social.

Algunas de las definiciones de conducta socialmente habilidosa de diferentes autores son recogidas
por Caballo (2000):

Hersen y Bellack (1977) “la capacidad de expresar interpersonalmente sentimientos positivos y


negativos sin que dé como resultado una pérdida de reforzamiento social”.

Alberti y Emmons (1978) “la conducta que permite a una persona actuar según sus intereses más
importantes, defenderse sin ansiedad inapropiada, expresar cómodamente sentimientos honestos o
ejercer los derechos personales sin negar los derechos de los demás”.

MacDonald (1978) “La expresión manifiesta de las preferencias por medio de palabras o acciones) de
una manera tal que haga que los otros las tomen en cuenta”.

Se han recogido estas definiciones porque parece que van dirigidas al trabajo que se busca en el aula al
desarrollar comportamientos que les permitan a los niños interactuar de una forma social aceptable.

Caballo (2000) propone una definición que resalte tanto la expresión y el reforzamiento, sostiene que:
La conducta socialmente habilidosa es ese conjunto de conductas emitidas por un
individuo en un contexto interpersonal que expresa los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones
o derechos de ese individuo de un modo adecuado a la situación, respetando esas conductas en los
demás, y que generalmente resuelve los problemas inmediatos de la situación mientras minimiza la
probabilidad de futuros problemas.

Peñafiel & Serrano (2010) señalan dos definiciones de habilidades sociales interesantes:

Rinn y Marke (1979) afirman que las habilidades sociales son un repertorio de comportamientos
verbales y no verbales a través de los cuales los niños incluyen las respuestas de otros individuos por
ejemplo compañeros, padres, hermanos y maestros) en el contexto interpersonal. Este repertorio
actúa como un mecanismo a través del cual los niños insiden en su medio ambiente obteniendo,
suprimiendo o evitando consecuencias deseadas y no deseadas en la esfera social. En la medida en que
tienen éxito para obtener las consecuencias deseadas y evitar o escapar de las no deseadas sin causar
dolor a los demás, se considera que tienen habilidades sociales”.

Combs y Slaby (1977) definen las habilidades sociales como la capacidad para interactuar con los
demás en un contexto social dado de un modo determinado que es aceptado o valorado socialmente
y, al mismo tiempo, personalmente beneficioso para los demás”.

Como se ve en las definiciones anteriores hablamos de comportamientos adquiridos y aprendidos en


contextos sociales en los que se desenvuelven los niños.

Muñoz, Crespí, & Angrehs (2011) quien dice que habilidades sociales se refiere a aquellos
comportamientos y conductas especificas y necesarias para interactuar y relacionarse con el otro de
forma efectiva, satisfactoria y exitosa socialmente.

En la investigación se asume la definición de, Monjas (2014) dice “1) las habilidades sociales son
conductas que se hacen, dicen, piensan y sienten, 2) que se aprenden, 3) específicas en respuesta a
situaciones específicas, 4) que se producen en relación a otras personas y 5) son de distinta
complejidad. Las habilidades sociales contienen componentes cognitivos (por ejemplo
percepción social, autolenguajes), emocionales y afectivos (por ejemplo ansiedad) y motores y
manifiestos (por ejemplo conducta verbal y conducta no verbal)”.

De aquí se desprenden los componentes de las habilidades sociales y son tres: cognitivos (que
relacionan con aquello que se piensa y dice), emocionales (que tiene que ver con lo que se
siente) y conductuales (tienen que ver con lo que digo).

Como se ve existen diferentes definiciones de habilidades sociales, y no existe acuerdo


unánime a la hora de definir el concepto de habilidades sociales, sin embargo como señala
Vived (2011) pueden señalarse las siguientes características relevantes en las habilidades
sociales:

Son conductas aprendidas, y por tanto, pueden ser enseñadas. Están orientadas a objetivos.
Estas conductas se orientan a la obtención de distintos tipos de reforzamientos: materiales (p.
ej., ser elegido en una entrevista de empleo), sociales (p. ej., mejorar las relaciones sociales o
el círculo de amistades), autorrefuerzo (p.ej., hacer algo que a uno le agrada, aumentando la
autoestima).

Son conductas socialmente aceptadas, lo cual implica tener en cuenta normas sociales básicas y
normas legales del contexto sociocultural en el que tienen lugar.

Especificidad situacional. La persona debe adecuar su comportamiento en función de los


objetivos, sus propias capacidades y las exigencias del ambiente.

Las habilidades sociales comprenden tanto habilidades conductuales, como cognitivas y


fisiológicas.

Por todo lo anterior se puede decir que las habilidades sociales son aprendidas, adquiridas
a través de la experiencia y
mantenidas o modificadas por las consecuencias sociales de las mismas; en todo este proceso juegan
un papel fundamental tanto factores intrínsecos a las personas (procesos cognitivos), como
extrínsecos (ambiente, situaciones), así como también, y de forma principal, a la interacción entre
ambos.

2.2.2 Componentes de las habilidades sociales

Según Paula, (citada en Ballena, 2010), menciona que las habilidade sociales contienen
componentes conductuales, cognitivos y afectivo-emocionales; estos son un conjunto de conductas
que los niños hacen, dicen, sienten y piensan.

Componentes motores conductuales. Explica las habilidades sociales como conductas aprendidas que
se adquieren a través de la experiencia, el modelado y el refuerzo. En la mayoría de los casos se
refieren a destrezas concretas observables y operativas. Los componentes motores de las habilidades
sociales son los componentes no verbales (mantener el contacto ocular,gestos suaves, sonrisa,
expresión facial agradable, distancia fisica y apariencia personal adecuada), componentes
paralinguísticos ( volumen y entonación de voz, tiempo y fluidez de conversación) y componentes
verbales (contenido de las palabras, preguntas, refuerzos verbales, expresión directa, entre otros).

Componentes cognitivos. Mischel citado en Ballena (2010) sugirió que los procesos cognitivos, en la
interacción de la persona con el ambiente, deberían discutirse en términos de competencias
cognitivas, estrategias de codificación y constructo personal, expectativas, valores subjetivos de los
estímulos y sistemas y planes de autorregulación. Estas variables reflejan la manera activa en que la
persona se enfrenta a la situación y la posiblidad de generar patrones complejos de conducta.

Componentes afectivos-emocionales. Estos componentes influyen en el desarrollo de la competencia


social. Este interés se ha despertado gracias al auge de los estudios sobre los efectos y la inteligencia
emocional. Hoy en día se sabe como las emociones influyen en las habilidades sociales como la
empatía, el apego, la
socialización y expresión de emociones, el reconocimiento de los sentimientos propios y ajenos y la
regulación de estos.

Según señala Ballena (2010), el reconocimiento y la comprensión de las emociones de los otros es un
proceso complejo, los niños pequeños (3 a 5 años) suelen inferir de las situaciones y de las expresiones
faciales de los otros, las emociones básicas que son simples y familiares. El reconocimiento de las
emociones en los demás es básico para el desarrollo de la empatía, puesto que los niños, que son
hábiles a la hora de leer las emociones de otros suelen gozar de un estatus social alto entre sus iguales.

Respecto a la regulación, se observa cómo los niños poco a poco van controlando, inhibiendo y
minimizando la intensidad de sus reacciones, cómo aumenta su capacidad para modificar las
situaciones que provocan una emoción, su intensidad y duración a partir de lo 5 ó 6 años, empiezan a
comprender realmente la diferencia entre una emoción real y una emoción expresada y ocultan
deliberadamente sentimientos para confundir a los demás y no solo para ajustarse a normas sociales.

2.2.3 Clasificación de las habilidades sociales

Las habilidades sociales han sido clasificadas de diferentes modos. Muñoz, Crespí, & Angrehs (2011)
propone dividirlas en dos grupos:

a) Habilidades racionales

Técnico-funcionales: aquellas habilidades relacionadas con el desempeño o actividad


propiamente dichas de

una determinada tarea.

Cognitivas: aquellas habilidades relacionadas con nuestra capacidad de pensar. Por


ejemplo: la disposición de análisis y de síntesis, de conceptualizar de atender a la causa y efectos,
de la toma de decisiones, etc.

b) Habilidades emocionales

Intrapersonales: aquellas habilidades o adjetivos íntimos relacionadas y personales de


un individuo. Por ejemplo, el compromiso, el optimismo, etc.

Para Golsteing y otros (1980), recogidas por Pacheco, Zorrilla, Cespedes, & De Avila (2006,
p.00), las habilidades sociales según su tipologia son:
Primeras habilidades sociales o Habilidades Sociales

H.S. básicas avanzadas

1. Escuchar 9. Pedir ayuda

2. Iniciar una conversación 10. Participar

3. Mantener una conversación 11. Dar instrucciones

4. Formular preguntas 12. Seguir instrucciones

5. Dar las gracias 13. Disculparse

6. Presentarse 14. Convencer a los demás.

7. Presentar a otras personas

8. Hacer un cumplido.

Habilidades relacionadas con los Habilidades alternativas a la

sentimientos agresión

15. Conocer los propios 22. Pedir permiso

sentimientos 23. Compartir algo

16. Expresar los sentimientos 24. Ayudar a los demás

17. Comprender los sentimientos de los 25. Negociar 29


demás
26. Emplear el autocontrol
18. Enfrentarse con el enfado de
27. Defender sus derechos
otro
28. Responder a las bromas
19. Expresar el afecto
29. Evitar los problemas con los
20. Resolver el miedo demás

21. Autorecompensarse 30. No entrar en peleas


Habilidades para hacer frente al Habilidades de planificación

estrés
1. Formular una queja 13. Tomar iniciativas

2. Responder a una queja 14. Discernir sobre la causa del


problema
3. Demostrar deportividad tras un
juego 15. Establecer un objetivo

4. Resolver la vergüenza 16. Determinar las propias


habilidades
5. Arreglárselas cuando le dejan
de lado 17. Recoger información

6. Defender a un amigo 18. Resolver los problemas según


importancia
7. Responder a la persuación
19. Tomar una decisión
8. Responder al fracaso
20. Concentrarse en una tarea
9. Enfrentarse a los mensajes
contradictorios

10. Responder a una acusación

11. Prepararase para una conversación


dificil

12. Hacer frente a las presiones

del grupo.

A continuación, se expone una definición de las habilidades sociales que señala Ellen Mcginnis -
Arnold P. Golstein, en el programa de habilidades para la infancia, traducido por Gutiérrez &
Restrepo (s.a):

2.2.3.1 Primeras habilidades sociales o habilidades sociales básicas

Habilidades sociales básicas que consisten en escuchar, iniciar y mantener una conversación,
formular preguntas, agradecer, presentarse. Son aprendidas más fácilmente por el niño y a
menudo son un prerrequisito para la enseñanza de otras habilidades.

Saber escuchar es una habilidad básica, es escuchar con comprensión y cuidado, saber lo que la
otra persona trata de comunicarnos y transmitir que hemos recibido su mensaje.
2.2.3.2 Habilidades sociales avanzadas

Habilidades que desarrolla el individuo para relacionarse satisfactoriamente en entornos sociales,


entre ellas pedir ayuda, participar, dar instrucciones, etc. La habilidad de disculparse o admitir
ignorancia, es la capacidad de darse cuenta de los propios errores cometidos.

2.2.3.3 Habilidades relacionadas con los sentimientos

Las cuales se diseñan para tomar conciencia de los sentimientos propios y ajenos. Tiene que ver con
mostrar empatía, según define DIPUrural. proyecto equal; Fondo social europeo; eQual (s.a), una
habilidad propia del ser humano, que nos permite comprender y experimentar el punto de vista
de otros sin por ello tener que estar de acuerdo. Es la capacidad de ponerse en el lugar de la otra
persona para desde allí comprenderle. No basta con entender al otro, hay que demostrarlo.

Estas habilidades están relacionadas con la empatía, habilidad que es entendida por Madrigal &
Garro (2008) como la habilidad para tener conciencia de los sentimientos, necesidades y
preocupaciones de los otros y por lo tanto, estar en capacidad de responder adecuadamente
frente a estos.

Es la expresión justificada de la ira, desagrado o disgusto, es la manifestación de forma adecuada y


respetuosa con los demás, de sentimientos negativos.

2.2.3.4 Habilidades alternativas a la agresión

Las cuales le proporcionan opciones al niño para el manejo de los conflictos. Creemos se relacionan
con las habilidades que se refieren a la convivencia, ya que esta habilidad de las personas para vivir en
comunidad, abarca el manejo de las relaciones grupales y resolución de conflictos y facilidad para crear
una adecuada identidad grupal.
Aquí esta la negociación, comunicación dirigida a encontrar una alternativa de solución que
resulte aceptable para ambas partes. Dicha respuesta tendrá en cuenta los sentimientos,
motivaciones e intereses de ambos.

Se cree que aquí está situado el tener comportamientos asertivos o asertividad, tal como lo
define DIPUrural. proyecto equal; Fondo social europeo; eQual (s.a), es la forma de actuar
que permite a una persona se movilice en base a sus intereses más importantes, defenderse
sin ansiedad, expresar cómodamente sentimientos honestos o ejercer los derechos personales,
sin negar los de los demás. Estos derechos comprenden: derecho a juzgar nuestras
propias aptitudes, a cometer errores, a decir “no” sin sentirse culpables, a tener creencias
políticas, a no justificarse ante los demás, a decidir qué hacer con el cuerpo, tiempo y
propiedad, a ser independientes, a ser quien se quiere y no quien los demás esperan, a ser
tratados con dignidad y a decir “no lo entiendo”.

2.2.3.5 Habilidades para hacer frente al estrés

Habilidades que surgen en momentos de crisis, el individuo desarrolla mecanismos de


afrontamiento apropiados. Las cuales se refieren a las situaciones de estrés frecuentemente
encontradas por el niño.

2.2.3.6 Habilidades de planificación

Habilidades relacionadas al establecimiento de objetivos, toma de decisiones, resolución de


problemas, etc.

Según señala DIPUrural. proyecto equal; Fondo social europeo; eQual (s.a) Les ayuda a definir
un problema. Analizar la situación, teniendo en cuenta los elementos, objetivos, así como los
sentimientos y necesidades puestos en juego. También les ayuda a evaluar las soluciones,
analizar las consecuencias que cada solución tendrá a corto y largo plazo para las personas
implicadas.
2.2.4 Desarrollo de las habilidades sociales

Muñoz, Crespí, & Angrehs (2011) Señalan que se entiende por desarrollo de habilidades sociales al
grado que un individuo ha adquirido una serie de comportamientos sociales que permitan su
adaptación al medio social en que vive.

Las habilidades sociales se desarrollan y potencian a través del proceso de maduración y a través de la
experiencia vivencial, que a su vez comporta un proceso de aprendizaje, como se recuerda, no se
nace con las habilidades sociales sino que se adquieren a través del tiempo.

Para el desarrollo de habilidades sociales el individuo cuenta con mecanismos de aprendizaje como:

La experiencia directa.

La observación

La instrucción

El feedback.

Por otro lado, también se pueden desarrollar las habilidades a través de un programa de
entrenamiento de habilidades sociales que busca enseñar a las personas habilidades sociales
necesarias para un mejor funcionamiento interpersonal. Puede tratarse de un programa estructurado
en el que se enseñan determinadas estrategias a un grupo de sujetos útiles para manejarse en
ciertos tipos de situaciones o bien puede consistir en el entrenamiento de un sujeto en una clase
específica de comportamientos en los que manifiesta mayores dificultades o que son más importantes
para su bienestar o sus propósitos, según señala Maté, González, & Trigueros (2010).

Sin embargo, para efectos de esta investigación McGinnis & Goldstein (1990) señalan que su programa
de habilidades es un enfoque psicoeducativo y conductual, para la enseñanza de las habilidades
prosociales. Consiste en:
a) El modelaje

El modelaje, definido como aprendizaje por imitación, ha demostrado ser un método de


enseñanza eficaz para niños y adolescentes, tal como hemos visto en el apartado de aprendizaje
social de Bandura. Se ha identificado tres tipos de aprendizaje:

Aprendizaje por observación, o el aprendizaje de nuevas conductas que no estaban


previamente en el repertorio del comportamiento del niño. Los niños observan e imitan.

Otro tipo de aprendizaje involucra efectos inhibitorios y desinhibitorios, o el


refuerzo o debilitamiento de una conducta realizada esporádicamente por el niño. Tal
conducta puede reforzarse o debilitarse según se observen otros niños siendo premiados o
castigados por dicha conducta. Si observan que un niño se porta mal y sale impune de castigo,
reaccionan de forma similar (efectos desinhibitorios), por el contrario, si observan castigo
ante conductas agresivas pueden inhibir esas reacciones (efectos inhibitorios).

La facilitación de conductas, o la realización de conductas previamente aprendidas que


ya están dentro del repertorio del comportamiento del niño y son recibidas positivamente por
otros, es el tercer tipo de aprendizaje por medio del modelaje.

Como se ha visto muchas conductas pueden aprenderse, fortalecerse, debilitarse o facilitarse


a través del modelaje, que puede ser una manera eficaz para enseñar nuevas conductas a las
personas. Sin embargo, las personas pueden aprender por modelaje en algunas circunstancias,
pero no en otras. Por ejemplo, un niño en un día en el colegio está expuesto a muchos modelos,
pero copian solo uno o ninguno en respuesta.

b) Los juegos de roles

Los juegos de roles han sido definidos como “una situación en la que un individuo se le pide
actuar cierto papel (comportarse de cierta manera) que no es normalmente el suyo, o si lo es, en
un lugar inusual para el desempeño de dicho papel” tal como cita
McGinnis & Goldstein (1990) a Mann, 1956, p.227. Esta es una herramienta que usamos las docentes
de educación inicial para que nuestros niños actúen historias y obras de teatro bajo la forma de juego
de roles (dramatizaciones), con el fin de ayudarlos a desarrollar una mayor comprensión del contenido.

c) La retroalimentación sobre el desempeño

Implica proporcionarle información al niño qué también lo hace durante el juego de roles,
particularmente que tanto se ajusta su simulación de los pasos de la habilidad a lo que ha mostrado el
modelo. La retroalimentación puede hacerse de diferentes formas: como las sugerencias constructivas
para mejorar, la motivación, la asesoría, las recompensas materiales y, especialmente, refuerzos
sociales como los elogios y la aprobación. Para los niños de inicial la retroalimentación positiva será la
más eficaz.

El refuerzo ha sido definido típicamente como cualquier evento que sirva para aumentar la
probabilidad de que una conducta dada ocurrirá. Se han descrito tres tipos de refuerzo:

El refuerzo material, como brindar comida o dinero.

El refuerzo social, como el elogio o la aprobación de otros.

El auto refuerzo, o la evaluación positiva de la propia conducta.

El primero será la base para los siguientes sin embargo el maestro debe esmerarse en combinar los
refuerzos materiales con los sociales al proporcionar al niño una retroalimentación positiva del
desempeño. Ayudar al niño a que sea él su propio proveedor de refuerzo es la meta, sin embargo,
hasta que el niño no tenga las habilidades y la autoconfianza para evaluar su propio desempeño,
otros (maestros, los padres, los compañeros) deben ser los proveedores de refuerzo).

d) El entrenamiento en la transferencia de conductas

El objetivo de cualquier programa de enseñanza, no debe estar en el desempeño de los niños durante
su actividad de entrenamiento, sino en que también ellos la realicen en la vida real.
La transferencia y el mantenimiento de conductas aprendidas pueden reforzarse por medio
de:

El ambiente, los materiales y el personal de enseñanza

Los sistemas de refuerzo

La enseñanza de la tarea.

2.2.5 Etapas de desarrollo de las habilidades sociales

En el desarrollo de cualquier habilidad social según Muñoz, Crespí, & Angrehs (2011) pasamos
por cuatro etapas:

a) Inconscientemente inhábil: el individuo no es consciente de que carece de una


determinada habilidad o habilidades, es decir carece de ellas y no lo sabe.

b) Conscientemente inhábil: el individuo es consciente de que carece de una determinada


habilidad o habilidades, es decir sabe y reconoce que carece de ellas.

c) Conscientemente hábil: El individuo es consciente de que ha desarrollado determinadas


habilidades sociales.

d) Inconscientemente hábil: El individuo deja de ser consciente de que ha desarrollado


determinadas habilidades sociales.

2.2.6 Importancia de las habilidades sociales

Desde pequeños los niños viven en sociedad, lo ideal es presentar buenas relaciones desde aqui,
primero con el entorno más cercano que es la familia, y luego cuando empieza a estudiar, con
otros ambientes que comienza a ponerlo a prueba en lo referente a su capaciad de socialización.

Como señala Lacunza (2011), Las destrezas sociales son una parte esencial de la actividad
humana ya que el discurrir de la vida está determinado, por el rango de las habilidades sociales
(Caballo,

2005). Distintos estudios señalan que las habilidades sociales inciden en la autoestima, en la
adopción de roles, en la autorregulación del comportamiento y en el rendimiento
acádemico, entre otros aspectos, tanto en la infancia como en la vida adulta.

En la infancia, la familia o específicamente las figuras de apego tienen una importancia central para el
comportamiento interpersonal del niño. Esto es así, debido a que la familia es el contexto único o
principal, donde crece el niño y controla el ambiente social en que vive, y por lo tanto, le proporciona
las oportunidades sociales, ya que puede actuar como filtro o una llave para la incorporación de otros
contextos.

Lacunza afirma que existe suficiente evidencia que conecta las competencias sociales a la salud física
y mental. Los déficit en las habilidades sociales han sido relacionados a una variedad de trastornos
tales como los de ansiedad, las enfermedades cardiovasculares, el abuso de sustancias, entre otros.
Por otro lado ella señala que la presencia de habilidades sociales en los niños favorece la adaptación
social y disminuye la posibilidad de ocurrencia de problemáticas relacionadas a la salud mental
infantil. Por ejemplo estudios realizados por Lacunza, Castro, & Conntini, Habilidades sociales
preescolares: una escala para niños de contextos de pobreza (2009) con niños prescolares sostienen
que la presencia de habilidades sociales en estos les han permitido un ajuste psicológico a su
ambiente más próximo, por lo que las considera un recurso protector ante la situación de pobreza y de
déficit nutricional.

Por otro lado las habilidades sociales son un medio exepcional de protección y promoción de
la salud ya que los comportamientos sociales favorecen la adaptación, la aceptación de los otros, los
refuerzos positivos y el bienestar del sujeto. Contini (2008) citado por Lacunza, en Las habilidades
sociales como recursos para el desarrollo de fortalezas en la infancia (2011), sostiene que un sujeto
con habilidades emocionales y sociales, que conoce y controla sus propios sentimientos, que puede
interpretar los estados de ánimo de los demás, es aquel que puede operar en su entorno de tal
manera que redunde positivamente en su calidad de vida. Para esta autora, las habilidades sociales
actuarían como un factor protector para el logro de la salud en la adolescencia y adultez, por lo que se
inscribirían en el paradigma de la psicología
positiva. Este paradigma analiza tanto las debilidades como las fortalezas inherentes a los
individuos y contextos. El interés esta puesto en comprender y explicar de qué manera y por
medio de qué mecanismos, aún en circustancias de máximo estrés, muchas personas son
capaces de desarrollar emociones positivas, recursos de afrontamiento eficaces, proyectos de
vida productivos y fortalezas varias.

Las habilidades sociales son un requisito para la buena adaptación en la vida. Los
comportamientos desagradables y desadaptados que muestran los niños son nocivos, no para
los adultos sino especialmente para el desarrollo de unas buenas relaciones con sus
compañeros y para el rendimiento escolar satisfactorio, así lo señala Arteaga & Pelaez (2010).

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