Habilidades Sociales

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HABILIDADES SOCIALES

Texto adaptado. Tomado de varias tesis de investigación.

Una rápida revisión de la bibliografía arroja una gran dispersión terminológica, como
se muestra en los siguientes términos: habilidades sociales, habilidades de
interacción social, habilidades para la interacción, habilidades interpersonales,
habilidades de relación interpersonal, habilidades para la relación interpersonal,
destrezas sociales, habilidades de intercambio social, conducta interactiva,
conducta interpersonal, relaciones interpersonales, conducta sociointeractiva,
intercambios sociales, entre otros (Caballo, 1993; Elliot y Gresham, 1991; Hundert,
1995).

Las habilidades sociales, viene a ser un constructo definido en el campo de la


psicología, diversos autores y especialistas en el tema versan sobre él y guardan
similitudes en su apreciación, repasamos algunas de estas definiciones:

Las habilidades sociales son un conjunto de conductas y destrezas específicas que


nos permiten interactuar con los demás del modo más adecuado posible a la
situación en que nos encontramos, y de manera mutuamente beneficiosa. Es
importante ser conscientes de que las habilidades sociales no son rasgos de
personalidad, sino un conjunto de comportamientos complejos adquiridos y
aprendidos que se ponen en juego en la interacción con otras personas. Por ello,
es de vital importancia que, desde las primeras edades, comencemos el
entrenamiento para lograr que vuestros hijos puedan llegar a tener una conducta
social competente. Las habilidades sociales son conductas que pueden ser
aprendidas y, por tanto, pueden y deben ser enseñadas (Izuzquiza Gasset, Dolores
& Ruiz Incera, Raquel, 2006).

Son un conjunto de conductas emitidas por el individuo en un contexto interpersonal


que expresa sus sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de un modo
adecuado a la situación, respetando esas conductas en los demás y que,
generalmente resuelve los problemas inmediatos de la situación mientras minimiza
la probabilidad de futuros problemas” (Caballo, 1993).
Es difícil pensar en la posibilidad de aislar a las habilidades sociales de otros
procesos psicológicos, pero también hemos de advertir que cuando hablamos de
ellas nos referimos a aspectos concretos de la relación interpersonal y que
habilidades sociales no lo es todo, ya que a veces aparecen informaciones o
publicaciones, donde se incluye dentro de este concepto desde el aseo personal
hasta la toma de decisiones.

Esta falta de precisión se aprecia también en los intentos de conceptualizar, definir


y describir la competencia social y las habilidades sociales, de forma que es un
campo confuso que no está bien definido ni suficientemente delimitado. En trabajos
anteriores, hemos definido las habilidades sociales como «las conductas
necesarias para interactuar y relacionarse con los iguales y con los adultos de forma
efectiva y mutuamente satisfactoria» (Monjas, 1993). Las habilidades sociales son
las capacidades o destrezas sociales específicas requeridas para ejecutar
competentemente una tarea interpersonal.
Conceptualizando a las habilidades sociales podemos aseverar que son actuares
visibles que ayudan al ser humano a entablar relaciones basadas en el respeto.

Las habilidades sociales son una serie de conductas observables, pero también de
pensamiento y emociones, que nos ayudan a mantener relaciones personales
satisfactorias y a procurar que los demás respeten nuestros derechos y no nos
impidan lograr nuestros objetivos. Son pautas de funcionamiento que nos permiten
relacionarnos con otras personas, en forma tal que consigamos un máximo de
beneficios y un mínimo de consecuencias negativas, tanto a corto como a largo
plazo. La persona socialmente hábil busca su propio interés, pero también tiene en
cuenta los interese y sentimientos de los demás, y cuando entran en conflicto trata
de encontrar en lo posible, soluciones satisfactorias para ambas partes. (Roca,
2014, p. 11)

Muchas veces hemos observado que las personas se ofenden, gritan por algún
motivo, y/o problema sin lograr entenderse. Otras, ante alguna situación difícil o
adversa adoptan una actitud temerosa, pasiva, tímida porque no han desarrollado
o no ponen en práctica sus habilidades sociales. La carencia de las habilidades
sociales no nos va a permitir llevarnos bien con los demás y evitar tener problemas.
Asimismo, la conducta socialmente habilidosa es ese conjunto de conductas
emitidas por un individuo en un contexto interpersonal que expresa los
sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de ese individuo de un modo
adecuado a la situación, respetando esas conductas en los demás, y que
generalmente resuelve los problemas inmediatos de la situación mientras minimiza
la probabilidad de futuros problemas. (Caballo, 2007, p. 6)

Las habilidades sociales nos van a permitir tener relaciones interpersonales


armoniosas, convivir en un ambiente adecuado; enfrentar los problemas innatos de
la convivencia de la mejor manera, haciendo uso de una comunicación asertiva.

Características de las habilidades sociales

Michelson, (citado por Carhuancho, 2010) consideró las siguientes características:


1. Las habilidades sociales se adquieren, principalmente, a través del aprendizaje
(por ejemplo, mediante la observación, la imitación, el ensayo y la información).

2. Las habilidades sociales incluyen comportamientos verbales y no verbales,


específicos y discretos.

3. Las habilidades sociales suponen iniciativas y respuestas efectivas y apropiadas.

4. Las habilidades sociales acrecientan el reforzamiento social (por ejemplo, las


respuestas positivas del propio medio social).

5. Las habilidades sociales son reciprocas por naturaleza y suponen una


correspondencia efectiva y apropiada (por ejemplo, la reciprocidad y coordinación
de comportamientos específicos).

6. La práctica de habilidades sociales está influida por las características del medio
(por ejemplo, especificidad situacional). Es decir, factores como son la edad, el sexo
y el estatus del receptor, afectan la conducta social del sujeto.

7. El déficit y excesos de la conducta social pueden ser especificados y objetivados


a fin de intervenir. (p 25)
El primer espacio para el aprendizaje de las habilidades sociales es el hogar, el
segundo es la escuela y el tercero es el barrio. Es decir, que aprendemos a
relacionarnos con los demás al observarlo de nuestros padres, hermanos,
familiares, maestros, compañeros, amigos del barrio. Los comportamientos no
verbales son los gestos, las posturas, el contacto visual que en un hábil social debe
ser de forma apropiada y adecuada para que sus relaciones interpersonales sean
armónicas.

Los niños o adolescentes que experimentan en su contexto cercano prácticas de


habilidades sociales van a poder entablar mejor sus relaciones interpersonales, en
cambio quienes carecen de ellas van a mostrar conductas agresivas, tímidas,
sumisas, de depresión o ansiedad.

CUADRO DE HABILIDADES SOCIALES


TIPOS DE HABILIDADES SOCIALES: asertividad, comunicación, autoestima,
toma de decisiones y empatía

Asertividad
Es una cualidad o comportamiento que posee ciertos individuos de comunicar y
defender sus propios derechos e ideas, respetando a los demás. La palabra
asertividad es de origen latín “assertus”.
La asertividad es una competencia emocional que caracteriza al individuo que es
capaz de tomar una posición clara, directa, concisa, en la cual demuestra seguridad
en lo que pretende alcanzar y, todo ello sin ser agresivo pero tampoco sumiso.

Comunicación
Es el fundamento de toda la vida social. Si se suprime en un grupo social, el grupo
deja de existir. En efecto, desde el momento de su nacimiento hasta el de su
muerte, la persona establecerá intercambios de ideas, sentimientos, emociones
entre otras. Se trata de una actividad compartida que necesariamente relaciona a
dos o más personas.

Autoestima
La autoestima es el sentimiento valorativo de nuestro ser, de nuestra manera de
ser, de quienes somos nosotros, del conjunto de rasgos corporales, mentales y
espirituales que configuran nuestra personalidad.

Toma de decisiones
La toma de decisiones requiere de la identificación de alternativas se obtendrá los
resultados esperados; sin embargo, las decisiones están afectadas por factores
como el estrés, el tiempo y la presión de los compañeros.

LA EMPATÍA

El estudio de la empatía y de su relación con la conducta y con otros parámetros


de la personalidad del individuo ha experimentado un auge importante durante los
últimos años. En la actualidad, existe un amplio consenso en admitir que la empatía
debe ser considerada como un factor de relevancia en la explicación del desarrollo
social y de las interacciones sociales Garaigordobil y García (2006).

Históricamente hay dos tendencias, definir a la empatía tomando en cuenta lo


cognitivo y tomando en cuenta lo emocional, pero en los últimos años, se ha
desarrollado más la idea de definir a la empatía integrando tanto lo cognitivo y lo
emocional, Garaigordobil y Maganto (2011), refiere que a la hora de delimitar el
concepto de empatía, aparecen dos tendencias. Una de ellas enfatiza la capacidad
de la persona para poder tomar el rol del "otro", pudiendo con ello llegar a conocer
y predecir más exactamente sus sentimientos, pensamientos y acciones. La otra
definición se centra en las respuestas emocionales vicarias y en la capacidad de
percibir las experiencias emocionales de los demás.

Actualmente, integrando ambas perspectivas, se define la empatía desde un


enfoque multidimensional, haciendo énfasis en la capacidad de la persona para dar
respuesta a los demás teniendo en cuenta tanto los aspectos cognitivos como
afectivos, y destacando la importancia de la capacidad de la persona para
discriminar entre el propio yo y el de los demás. La empatía incluye tanto respuestas
emocionales como experiencias vicarias o, lo que es lo mismo, capacidad para
diferenciar entre los estados afectivos de los demás y la habilidad para tomar una
perspectiva tanto cognitiva como afectiva respecto a los demás Garaigordobil y
Maganto (2011).

Por lo cual podríamos definir la empatía como un aspecto muy importante de la


inteligencia emocional que tiene múltiples aplicaciones en distintos ámbitos:
organizacional, clínico y social. Se trata de una importante habilidad que nos
permite saber cómo se sienten las otras personas o que es lo que están pensando,
comprender las intenciones de los otros, predecir sus comportamientos y entender
sus emociones. En definitiva, la empatía nos permite interaccionar eficazmente con
el mundo social (Barón-Cohen y Wheelwright, 2004), citado en López, Fernández
y Abad (2008).

Otra definición es la que presentamos a continuación: La empatía es la acción y la


capacidad de comprender, ser consciente, ser sensible o experimentar de manera
vicaria los sentimientos, pensamientos y experiencias del otro, sin que esos
sentimientos, pensamientos y experiencias hayan sido comunicados de manera
objetiva o explícita, Mejía (2012).
Lobo, A., Mozó, P., Piña A., Sandoval, M. (2001), define la empatía como una
habilidad o capacidad que permite al individuo anticipar, comprender y
experimentar el punto de vista de otras personas, lo cual nos lleva a concluir que la
empatía incluye una respuesta emocional en relación a la situación particular de
una persona o grupo de personas, entonces la empatía no se puede separar de los
sentimientos. Pero además hay que decir que la empatía tiene como consecuencia
natural, la generación de una conducta de altruismo o de querer ayudar a aquel
sujeto por el que se siente empatía.

Según Batson (2009) citado en Castillo (2012), todos los autores que trabajaron el
concepto de la empatía acuerdan en que la misma es importante, pero desacuerdan
sobre porqué es importante. Este autor menciona que por lo menos se relaciona al
término con ocho fenómenos diferentes:

La empatía es:

✓ Tomar contacto con el estado interno de otra persona

✓ Tomar la postura o adoptar la respuesta neural similar a la de otra persona


a la que se observa.

✓ Sentir lo que otro siente.

✓ Proyectarse en la situación de otro.

✓ Imaginar cómo piensa o siente otra persona.

✓ Imaginar como uno se sentiría en la situación de otra persona.

✓ Sufrir ante la observación del sufrimiento de otra persona.

✓ Sentimiento que despierta otra persona que está sufriendo.

Por otra parte, Olmedo, P y Montes, B., (2009). nos dice que en la literatura
científica el concepto de empatía está relacionado con la comprensión del otro y de
su mundo afectivo, a la que se llega como resultado de conectar con los
sentimientos ajenos.

LA EMPATÍA Y EL SEXO

Existen numerosas investigaciones con respecto a la relación de la empatía y el


sexo, la mayoría de ellas dan como resultado que las mujeres son más empáticas
que los hombres, o como diría Castillo (2012) la empatía es una capacidad más
frecuente en mujeres que en hombres, no se da sólo en las mujeres, ni se da en
todas las mujeres, sino que, como promedio, se da más en mujeres que en
hombres.
Al respecto Baron (2005), citado en Castillo (2012), señala que el cerebro femenino
está predominantemente estructurado para la empatía; mientras que el cerebro
masculino, está predominantemente estructurado para entender y construir
sistemas.
Retuerto (2004), realizó investigaciones comparando el nivel de empatía de
varones y mujeres obteniendo como resultado de esa investigación unas mayores
puntuaciones por parte de las mujeres en las dimensiones fantasía, preocupación
empática y malestar personal. No aparecen diferencias significativas en toma de
perspectiva. Así pues, varones y mujeres adolescentes y jóvenes tienen una
capacidad cognitiva similar para comprender la situación del otro/a y ponerse en su
lugar, pero las mujeres están más predispuestas a una respuesta afectiva ante
dicha situación. Aunque ambos géneros comprenden por igual la situación, sin
embargo, la mujer reacciona más afectivamente.

LA EMPATÍA: LA EDAD Y EL AVANCE MADURATIVO

Según Garaigordobil y García (2006). Desde la teoría del desarrollo cognitivo,


algunos trabajos han sugerido que la empatía se incrementa a medida que aumenta
la edad. Esta autora cita a Litvack (1997) quien en en sus investigaciones encontró
un incremento de la empatía con la edad en una muestra de niños de 8 a 11 años.
Sin embargo, la autora también cita a Calvo, González y Martorell (2001), que
realizó un estudio con participantes de 10 a 18 años, los resultados únicamente
confirmaron un aumento de la empatía con la edad en las chicas; pero Garaigordobil
no halló cambios significativos en un estudio que hizo con niños 10 a 14 años.
GLOSARIO

A. Empatía: Según Barón-Cohen y Wheelwright, (2004 citado en López 2008). La empatía


es un aspecto muy importante de la inteligencia emocional que tiene múltiples aplicaciones
en distintos ámbitos: organizacional, clínico y social. Se trata de una importante habilidad
que nos permite saber cómo se sienten las otras personas o que es lo que están pensando,
comprender las intenciones de los otros, predecir sus comportamientos y entender sus
emociones. En definitiva, la empatía nos permite interaccionar eficazmente con el mundo
social.
C. Empatía cognitiva: a veces llamada “toma de perspectiva,” se refiere a nuestra
capacidad para identificar y comprender las emociones de otras personas.

D. Empatía afectiva: se refiere a las sensaciones y sentimientos que recibimos en


respuesta a las emociones de los demás; esto puede incluir a semejanza de lo que esa
persona está sintiendo, o simplemente sentirse estresado cuando detectamos el miedo o
la ansiedad del otro.

E. Adopción de perspectivas (AP): Se refiere a la capacidad intelectual o imaginativa de


ponerse uno mismo en el lugar de otra persona, tal como se expresa (López, Fernández y
Abad, 2008).

F. Comprensión emocional (CE): Es la capacidad de reconocer y comprender los estados


emocionales, las intenciones y las impresiones de los otros, permite detectar en los demás
emociones positivas y negativas (López, Fernández y Abad, 2008).
.
G. Estrés empático (EE): Es la capacidad de compartir las emociones negativas de otra
persona, es decir, de sintonizar emocionalmente con ella (López, Fernández y Abad, 2008).

H. Alegría empática (AE): Capacidad de compartir las emociones positivas de otra


persona. Este término hace referencia a la vertiente positiva de la escala anterior (López,
Fernández y Abad, 2008).

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