BOURNOT
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Así entendido, el estrés no debe ser visto como algo negativo ya que nos
prepara para la acción y nos permite desempeñarnos mejor y progresar en
nuestro trabajo, sin embargo, puede tornarse peligroso y provocar daños físicos
y psicológicos prolongados; todo depende de nuestro estado físico y
psicológico, del significado otorgado a la situación demandante y de un sinfín
de condiciones ambientales.
Ahora bien, las personas no reaccionamos igual ante una misma situación, por
lo que lo que provoca estrés en uno puede ser inofensivo para otro;
los trabajadores afectados pueden experimentar fatiga, jaquecas, insomnio,
alteraciones gastrointestinales y respiratorias entre otras, pero los efectos
también varían de un individuo a otro.
El Burnout, también conocido como “síndrome de desgaste personal” o
“síndrome de trabajador quemado”, es sólo una de las tantas maneras en que
puede progresar el estrés laboral. El Burnout fue reconocido legalmente como
una enfermedad profesional y consiste en una fatiga mental y física crónica
producida por la exposición prolongada a una situación estresante. Afecta
principalmente a quienes mantienen contacto directo con los clientes y jornadas
laborales agitadas y prolongadas.
A diferencia del estrés entendido como acto natural que en la medida adecuada
nos puede impulsar a progresar, el Burnout es negativo y nos hace declinar.
Mientras el trabajador estresado se siente muy vinculado a los problemas, el
trabajador quemado hace todo lo posible para separarse de ellos, y mientras el
primero siente acelerado su ritmo de trabajo, el segundo se siente denso y
tardo en ese aspecto.
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