SENTENCIA
SENTENCIA
SENTENCIA
° 06057-2007-PHC/TC
LIMA
TEOFANES RONQUILLO
CORNELIO
En Lima, a los 19 días del mes de diciembre de 2007, la Sala Primera del Tribunal
Constitucional, integrada por los Magistrados Landa Arroyo, Beaumont Callirgos y Eto
Cruz, pronuncia la siguiente sentencia
ASUNTO
ANTECEDENTES
Sostiene que con fecha 16 de agosto de 2007 el emplazado Raúl Salazar Castro de
manera arbitraria, inconsulta y clandestina dispuso el traslado del favorecido a la clínica
asociada Santa Lucía, pese a tener conocimiento que dicho centro de salud no cuenta con
las condiciones e infraestructura necesarias por razones de especialidad,
multidisciplinariedad y técnicas para mantener con vida al beneficiario, poniendo así en
grave peligro su vida e integridad personal. Agrega que, según la historia clínica, el
favorecido padece de cáncer a la próstata, insuficiencia cardiaca, colon irritable,
anastomosis terminal, entre otras enfermedades; requiriendo para su alimentación de una
sonda nasoyuyenal y para su respiración de una cánula traqueal, es decir, presenta un
cuadro general y complejo que amerita un tratamiento permanente en un centro
especializado y multidisciplinario con infraestructura de alto nivel como la que ofrece el
Hospital Almenara (nivel A-4) y no por la clínica que sirve de apoyo al Hospital
Almenara, tan es así que al no contar con sonda nasoyeyunal le proporcionaron una sonda
nasogástrica, privando de la alimentación al beneficiario. Señala por último que la falta
de camas en dicho hospital no puede constituir una justificación válida para disponer su
traslado a otro centro asistencial.
La Primera Sala Penal para Procesos con Reos Libres de la Corte Superior de
Justicia de Lima declara que carece de objeto pronunciarse sobre fondo del asunto
controvertido al haber operado la sustracción de la materia.
FUNDAMENTOS
1. Del análisis de los autos, se advierte que el objeto de la demanda es que se permita el
reingreso del beneficiario al Hospital Guillermo Almenara Irigoyen en el pabellón 1B-
Oeste, Servicios de Cuidados Delicados, donde se encontraba antes de la disposición
del traslado a la Clínica Santa Lucía, y que en consecuencia, cese la amenaza de sus
derechos constitucionales a la vida, a la integridad personal y a la salud. En tal sentido,
considerando el contenido y la naturaleza de la pretensión formulada en la demanda,
en el presente caso nos encontramos ante un modelo típico de “hábeas corpus
preventivo”.
Respecto a que la amenaza deber ser inminente y real, este Tribunal Constitucional en
el expediente Nº 2484-2006-PHC/TC ha señalado que los procesos constitucionales
no sólo buscan remediar las violaciones de los derechos ya producidas, sino que
también buscan prevenir la comisión de tales actos. Ahora, para determinar si la
amenaza de un derecho es inminente o no, hay que establecer, en primer lugar, la
diferencia entre actos futuros remotos y actos futuros inminentes. Los primeros son
aquellos actos inciertos que pueden o no suceder, mientras que los segundos son los
que están próximos a realizarse, es decir, su comisión es casi segura y en un tiempo
breve (Cfr. Burgoa, Ignacio (1992) El Juicio de Amparo. 30ma. Ed. México D.F.,
Editorial Porrúa S.A., pp. 209-210). Respecto a la naturaleza real de la amenaza, no
puede tratarse de una mera suposición sino que, por el contrario, la afectación del
derecho o bien jurídico tutelado debe ser objetiva y concreta.
4. Esta es la concepción adoptada por la Carta Política de 1993 que en su artículo 200º,
inciso 1, establece que el hábeas corpus procede ante el hecho u omisión, por parte de
cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza la libertad
individual o los derechos conexos a ella. Y, en la misma línea, el Código Procesal
Constitucional ha establecido que el hábeas corpus procede ante la acción u omisión
que amenace o vulnere los derechos señalados en el artículo 25º, siendo a su vez
conformantes de la libertad individual. Empero es sólo una numeración enunciativa.
El derecho a la vida, a la integridad personal y a la salud
Agrega, que el derecho a la salud comprende la facultad que tiene todo ser humano
de mantener la normalidad orgánica funcional, tanto física como mental, y de
restablecerse cuando se presente una perturbación en la estabilidad orgánica y
funcional de su ser, lo que implica, por tanto, una acción de conservación y otra de
restablecimiento; acciones que el Estado debe proteger tratando de que todas las
personas, cada día, tengan una mejor calidad de vida, para lo cual debe invertir en la
modernización y fortalecimiento de todas las instituciones encargadas de la prestación
del servicio de salud, debiendo adoptar políticas, planes y programas en ese sentido.
9. En autos obra en copia certificada la Historia Clínica del beneficiario (fojas 164
a 1567), en cuyo diagnóstico de fecha 26 de junio de 2006 se advierte que el
favorecido presentaba hematoma subdural bilateral, traqueotomía, alcalosis
respiratoria e hipokalemia; asimismo a fojas 21 obra también el Acta de la Junta
Médica de fecha 8 de mayo de 2007 que da cuenta de un paciente con múltiples
dolencias tales como “cáncer a la próstata, cardiopatía coronaria isquémica,
enfermedad verticular que requiere resección intestinal, secuela de desorden vascular
cerebral, demencia severa y síndrome de inmovilización”, y según informe médico de
fecha 23 de agosto de 2007 (fojas 1600) se advierte que el beneficiario presenta los
siguientes diagnósticos “secuela post TEC, postrado crónico, traqueostomizado,
alimentación por sonda nasoyeyunal, cáncer de próstata, hospitalización prolongada
y estado neurológico de mínima conciencia”, es decir, se trata de un paciente que
actualmente tiene más de 90 años de edad y que presenta “patología crónica, en estado
demencial avanzado, con síndrome de inmovilización, postrado con dependencia
funcional total, con traqueotomía para aspiración de secreciones bronquiales y sonda
nasoyeyunal para la alimentación enteral”, lo que ha sido corroborado con la
diligencia de verificación efectuada por el juez constitucional en sede judicial (fojas
104).
10. Merituados los argumentos de las partes, así como las instrumentales obrantes en el
expediente este Colegiado considera que, aún cuando existen algunas situaciones no
acreditadas suficientemente, otras en cambio, sí lo han sido, y que por tal hecho,
generan presunción de haberse configurado. En la incertidumbre de poder delimitar,
con toda precisión, la situación en que se encuentra la persona en cuyo favor se
interpone la demanda, este Colegiado opta por un pronunciamiento favorable, solo en
tanto se trata de un “caso especial” dada su avanzada edad (más de 90 años), y porque
se encuentran comprometidos derechos de primer orden, tales como el derecho a la
vida, a la integridad personal y a la salud; pues, de no darse tutela inmediata lo más
próximo es que se produzca su muerte (acto futuro cierto e inminente).
11. En este marco de consideraciones, dado el grave estado de salud del favorecido, es
evidente que al haber sido trasladado a un centro médico que no cuenta con las
atenciones médicas necesarias de especialidad e infraestructura como las que ofrece
el Hospital Almenara (pabellón 1B-Oeste, Servicios de Cuidados Delicados), es que
se llega a establecer la puesta en peligro inminente a la vida, integridad personal y
salud del beneficiario, por lo que debe adoptar medidas de conservación y
restablecimiento. De otro lado, en cuanto a la alegada falta de cama vacante para
atender una contingencia como la presentada el 15 de agosto de 2007, ello no puede
significar argumento suficiente para postergar el derecho a la vida, a la integridad y a
la salud del paciente beneficiario, pues el hecho de que el hospital le haya dado de alta
bajo un supuesto “estado de estable”, dada la avanzada edad del paciente no lo releva
de la necesidad de un tratamiento especializado que, aunque tenga carácter
ambulatorio, asume naturaleza permanente. Y es que el derecho a la salud en tanto se
trata de un derecho ligado estrechamente a la vida, asume características de urgencia
o, cuando menos, de necesidad, ya que la presencia de una enfermedad o anomalía en
salud puede conducir a la muerte o desmejorar la calidad de vida de la persona que la
padece. Por lo mismo, y en el caso de que la salud corra algún riesgo, o se vea
perturbada, se evidencia la necesidad de adoptar medidas adecuadas para su
tratamiento, sea que éstas supongan prevención, sea que impliquen neutralización de
los males que se padece, o sea que representen medidas de restablecimiento o
recuperación.
12. Además de lo dicho precedentemente, este Tribunal Constitucional señala que si la
salud es un derecho cuyas condiciones el Estado se encuentra obligado a promover
mediante políticas, planes y programas, o a garantizar su correcto funcionamiento en
caso de que estos ya existan, el hecho de que el mismo Estado, o quienes a su nombre
lo representan, opten por decisiones que desconozcan de forma unilateral o
irrazonable la concretización o aplicación de los mismos, sobre todo para quienes ya
gozan de prestaciones individualizadas, supone un evidente proceder inconstitucional
que en modo alguno puede quedar justificado. O la salud es un derecho constitucional
indiscutible y, como tal, generador de acciones positivas por parte de los poderes
públicos, o simplemente se trata de una opción de actuación discrecional y, como tal,
prescindible de acuerdo con la óptima disponibilidad de recursos. Entre ambas
alternativas, y por lo que ya se ha puntualizado, el Estado social sólo puede ser
compatible con la primera de las descritas, pues resulta inobjetable que allí donde se
ha reconocido la condición fundamental del derecho a la salud, deben promoverse,
desde el Estado, condiciones que lo garanticen de modo progresivo, y que se le
dispense protección adecuada a quienes ya gocen del mismo.
13. Se advierte de autos, que los emplazados, sin perjuicio de interponer su recuso de
apelación contra la sentencia emitida por el Vigésimo Noveno Juzgado Penal de Lima
que declaró fundada la demanda (fojas 1569), dieron cumplimiento a lo resuelto en
dicho pronunciamiento, y que fue puesto de conocimiento a la Salade revisión (fojas
2135); que sin embargo dicha Sala al momento de resolver consideró que al
encontrarse en dicho estado de cosas carece de objeto pronunciarse sobre el fondo del
asunto por cuando había cesado la amenaza a los derechos invocados, habiendo
producido desde esa posición la sustracción de la materia.
Desde luego que este Tribunal Constitucional no comparte lo esgrimido y resuelto por
la sala de revisión, ya que no estamos frente un supuesto de sustracción de la materia,
sino más bien ante el cumplimiento debido e inmediato de la sentencia que estimó la
demanda en primera instancia. Y es que no ha sido por voluntad propia de los
emplazados que ha cesado la amenaza a los derechos invocados, sino en cumplimiento
de una resolución judicial que así lo ordenaba como consecuencia de haberse
declarado fundada la demanda en primera instancia. Si ello es así, lo que cabe para un
órgano de revisión en supuestos como éste es pronunciarse sobre el fondo del asunto
que fue materia de impugnación y no invocar una pretendida sustracción de la materia.
14. Por último, se advierte a fojas 2135, que el beneficiario se encuentra internado en la
cama Nº 179 del Servicio III-B Este, Medicina II del Hospital Almenara, pese a que
la sentencia que estimó la demanda dispuso que sea ubicado en el pabellón 1B-Oeste,
Servicios de Cuidados Delicados de la Red AsistencialAlmenara que ocupaba antes
de la disposición del traslado. Ante ello, cabe advertirse a las autoridades médicas del
Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen y al personal encargado de atender
la salud de los pacientes, a que no vuelvan a incurrir en acciones como las que
motivaron la presente demanda y a cumplir lo aquí resuelto en sus propios términos
y condiciones, caso contrario se le aplicarán las medidas coercitivas previstas en el
artículo 22° del Código Procesal Constitucional.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la
Constitución Política del Perú,
HA RESUELTO
2. Ordenar, que las autoridades médicas del Hospital Nacional Guillermo Almenara
Irigoyen permitan el retorno inmediato del favorecido Teófanes Ronquillo Cornelio
al pabellón 1B-Oeste, Servicios de Cuidados Delicados de la Red
Asistencial Almenara que ocupaba antes de la disposición de su traslado a la Clínica
Santa Lucía y se le continúe brindando las atenciones médicas correspondientes a fin
de garantizar su vida, integridad personal y su salud.
Publíquese y notifíquese.
SS.
LANDA ARROYO
BEAUMONT CALLIRGOS
ETO CRUZ