Juana Bignozzi

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POEMAS DE JUANA BIGNOZZI

Veleidades con niños conocidos

Yo me esfuerzo por enseñarle a los niños que me rodean

que antes de abrir una puerta hay que decir permiso;

ellos miran a sus mujeres y piensan que soy una arpía,

los más benévolos dicen es una mujer con veleidades,

y como les han dicho que los hombres inteligentes ríen en voz baja,

los imitan en forma lamentable.

En los costados del camino los caballos sólo comen las flores azules

yo quisiera llevar a los niños que me rodean

para que empezaran a aprender algo sobre el buen gusto,

los caballos son grandes maestros.

Pero ellos prefieren la filosofía y morirán sin entender

vestidos de niños con mediecitas blancas

y con todas las crueldades absolutas de los niños.

La gente con veleidades que no creemos en los pecados

del precio, la venta o la entrega

los miramos jugar con sus barriletes

y nos ofrecemos tranquilamente

para que nos claven en el cuerpo flechas de colores primarios.

Ce triste exil, ce fier exil

En las noches felices con la gente que amo

él hace sentir su ausencia,

se instala en el amor que me dan,

en el amor que doy,


en el otoño, sí, ya sé, las hojas;

dos amigas caminan por calles entrañables,

hablan del amor, la vida, los hombres,

se dejan envolver por la dulzura de la noche de mayo,

hacen a un lado las cosas irremediables,

caminan solas entre los olores, las luces de las ventanas,

algún rostro obsesivo que insiste, insiste,

pero ellas saben tanto sobre el amor, tanto,

que pueden convertir todo en una charla brillante

el hombre que desean hasta sentir frío,

el verdadero amor

y el aplastante domingo que hay que atravesar

para que su voz sea de nuevo

y todo empiece a cobrar vida.

Los amigos que me aman hablan de mis ojos,

ya sé, son importantes como las hojas en otoño,

pero todo cae a golpes

en estos domingos para lanas tibias, hijos que no tengo,

globos de colores en el parque.

Entre ritos familiares se calienta al sol

impura,

como si hubiera encendido fuego en viernes

o hubiera cantado en tierra extranjera.

Domingo a la tarde

Cuando se sientan frente a frente


amores imposibles, quincallería amistosa,

tipos que se atrevieron y esa mujer intensa

que lleva augurios a felicidades que nunca entenderá,

la buena gente desecha las malas palabras,

la buena gente dice todos tienen posibilidades en la vida,

sienten crecer su amor por esa mujer intensa,

tan sola, que vivirá siempre detrás de una ventana

y todo lo que le ofrecen está demasiado azucarado.

La vida plena

A algunos les han quitado las ganas de hablar,

pasan mudos por el amor, aman perros vagabundos

y tienen una piel tan sensible

que nuestros pequeños saludos cotidianos

pueden producirles heridas casi de muerte.

Nosotros, seres amables e inofensivos,

miramos los gatos enfermos, las mujeres con collares

que pasan por la calle

y sentimos un desamor agradable,

casi suficiente.

Soy una mujer sin problemas

Todos lo saben

y entonces buscan mi compañía para charlar por las noches.

Sin embargo yo conozco a alguien que quiere morir en paz consigo mismo
y me produce estremecimientos, insomnio, soledad,

porque la paz conmigo misma sería una guerra sin fin,

dos o tres asesinatos inevitables y alguna entrega desmedida

que no entra en mis planes.

Sin embargo yo sueño por las noches

con un jardín inmenso donde los muertos se levantan para saludarme;

yo sueño con un hombre que me inquieta y como lo ignora

me habla amigablemente del resto del mundo

y de mis múltiples amores, tan simpáticos,

tan apropiados como tema de conversación.

Le entrego mi nombre a la vida que sube

Detrás de estos juegos de inteligencia

detrás de nosotros, que estamos en lo que podemos,

que sólo manejamos vasos al borde de la lluvia

vinos amicales,

fosforescencias del mar tienen su nombre,

que yo sólo puedo decir a través de ojos lánguidos,

sonrisas tristes mi amor devastado.

Tan pobres que éramos,

y ahora los que vienen de Cuba, los que van hacia Cuba,

entran en mi lenta ternura de mujer que vive junto a un río

hacen insoportable nuestra miseria.

La vida en serio
Ahora he descubierto el sol, los perros y las mentiras.

La vida es más lógica, no he dicho mejor, sino más lógica.

Cierro los ojos y tomo sol, juego con un perro tan vulgar

que es imposible sentirse separada de él y miento.

Eso me obliga por las noches a sacarme los zapatos

como quien se desnuda,

a caminar descalza por mi casa,

a llorar a solas cada tanto.

Ahora miro a una mujer ni linda ni fea,

pienso que la pequeña vida continúa

y que todo dolor importante tiene testigos,

aunque sean un perro, el sol o las mentiras.

La literatura en serio

Como sufro y me aburro resulto bastante divertida,

a veces represento situaciones,

la mujer comprensiva, el hombre triste;

como no tengo sentido de la oportunidad,

puedo interrumpir la mejor escena de amor,

y para que nadie dude de mi inteligencia,

me ocupo de problemas casi ridículos.

Rodeada de gente que espera cosas de la vida

o practica la tragedia,

mis explosiones de júbilo son bastante frecuentes,

y como me regalo horizontes, cucharas que vacían mi corazón,

casi siempre estoy triste,

por eso mi alegría es digna de verse.


*

Una poesía para impresionar

con grandes imposibles olvidos que no llegan

o esas frases de: tengo para poco

una poesía en realidad para ser un animal herido entre la gente

para irse a un rincón y tratar de no molestar

si digo esa poesía ya no me interesa

es porque he empezado a sentir gusto por la vida en serio.

Con el invierno los amigos han vuelto a casa

yo pregunto seriamente

¿Qué vas a hacer de tu vida juana?

Sufro, amo, todos rabiamos por la revolución

a veces tengo miedo de que seamos felices.

Los amigos han vuelto con los brazos abiertos

preguntan qué pasa en nuestra ciudad,

yo sólo puedo describir tu rostro,

para decirlo de una vez el rostro del amor.

¿Qué vas a hacer juana

con la juventud que aún te queda,

con las historias inverosímiles

los amigos en solfa,

los amigos en serio

y toda esta ternura

que quién sabe adónde irá a parar?


(De "Mujer de cierto orden", 1967.)

Dulce post art nouveau

Desde este balcón miro llover sobre el mar

-Europa provee las imágenes de afiche I ,

cumple los sueños de barrio

su realidad aumenta la cursilería y la verdad-

yo hago una lista donde objetos amados

se mezclan con objetos necesarios

a los que el agua y la distancia confunde y a veces ni rescata

todos vuelven sobre esta calmísima agua

que llega hasta el pie de mi casa

pocos logran tener una cara

si la palabra tiene valor

esta distancia lo probará

si la palabra es vida y los que la manejan viven en ella

ésta es la prueba

si ya pensé mi vida o sea ya la viví

el agua de este mediterráneo tan muerto

es prueba y respuesta

Aristocracia obrera

Las casas que vimos construir tienen años


las amplias labias son sólo discursos de mitómanos

charlas de magisters

cátedra de confusión

no hay olvido ni paz sólo alguna entrevista pendiente

una carta por escribir

la distancia siempre llegó demasiado temprano a mis fiestas

mucho más de lo que amé ha caído en el vértigo de lo ridículo

la poesía es una señorita esquizofrénica que delira al après-midi

los que ostentaban la escoba de la historia

cuidan la limpieza de sus legajos

yo sonrío aunque no haya laúdes con qué

acompaño a la gente hasta el ascensor

abandonada, perro de umbral en las tardes

viejo pecador converso jamás en silencio

a ver

líneas de las manos

de venus destrozada de apolo inmejorable

alegrías que no le quitan profundidad a mi pensamiento

pero sí lo aligeran

recuerdo algún cementerio sentimental

cierta felicidad de un viaje nocturno

enloquezco con estilo

mientras los dueños de esta luz de domingo a la mañana

con un sentido de la realidad muy argentino

jugados a la precariedad y a la historia

sobreviven en tensa vigilancia

ignoran la tranquilidad de las siglas

no se tranquilizan con ajenjos marchitos

ahora que todo empieza a terminar

confiemos en la diferencia de nuestras muertes

nada las cambiará


menos estas alianzas pasajeras

las maravillosas delicadezas y sus culitos pateados

cada vez que muevo esta mano

cambio de lugar un objeto

aparto algún rostro

como en un triunfo de mis peleas y de mis muertes

o una felicidad de mi final

sé que mis hermanos desconocidos no me olvidarán

Desesperada ya como gente que conoció ciertas cosas

verdades que no borran ni el vino

ni los juegos con los que reemplazamos el amor

con mucha delicadeza mucho cuidado

buscamos como niños no ya tréboles de cuatro hojas

no ya la vida plena los golpes definitivos

para acortar los plazos ensayamos fracasos que no duelen

pequeños triunfos que provocan nuestras sonrisas más dulces

bajo mi sueño mis enemigos

–cuidados por mí como por nadie–

entre el ruido de juana

sus grandes actividades y la ternura que me provocan

tenemos ideas fijas obsesivas

verbos que no conjugamos

verbos de acción de sentimiento

verbos para algún momento que creí

cercano próximo imposible

gente que estaremos casi muertos cuando pase algo

no mido lo que falta ni lo que se fue


duro

defendiendo el pedazo justo para estar de pie

Ahora que tanta gente llama por teléfono

y tengo invitaciones saludos en la orilla del camino

he dejado de ser la presa mayor en una cacería que

después de todo

protagonizaba

he dejado de ser trágica

a veces soy definitiva

con la edad, simplemente, estoy cada vez más enojada

Era fácil quedarme sola brillante intocable en mi agresividad

tirar los pedazos que aún valían entre gente conocida

cartas prestigiosas de desprestigiados

disimular el paso de los años

su asqueroso pelo infiltrado

con frasecitas jactanciosas

pagar la buena conciencia con reuniones de seudo peligrosos

dedicarme a la solidaridad difusa

era tanto más fácil

que entrar a patadas en esta turbia y compleja realidad

si toda vida es un reemplazo y no existe el lugar en blanco

el sueño de estar a la vuelta de esta historia

con aquellos viejos ácratas revolucionarios principios


es el crujido de la muñeca de madera en la noche

abandonen la hermosa escena familiar

no hablen más de un ciego retrato en colores

sobre él ha caído una permanencia

la de la sangre

Yo te agradeceré eternamente aquel diálogo

donde vos hablabas y yo preparaba mi historia

yo te agradeceré eternamente

haber señalado con un hecho

que la palabra existe

vos hablabas a nadie que luego fue este animal sin garras

solo en un claro que se llamó JB

quiero decirte que este animal de una aldea

o de aquel lujo de vivir que fue Buenos Aires

sólo escucha a través de lo que amaste en mito

Pére Lachaise fuentes de Roma

a aquella niñita que te escuchaba sin poder contestar

le enseñaste la palabra

que a veces ahora no sabe dónde buscar

este animal no trata de repetir los sonidos de la tribu

sino tus sonidos y tu voz

Sólo mata el engaño


Consagré y consagraron mi vida

a tareas que se cumplirán sin mí

no veré morir a mi madre

no conoceré el delirio por un hombre

no viviré en la revolución

Ya me he dado cuenta

sólo son escenarios particulares e indivisibles

hay un único lugar personal

para cada puñalada trapera de la vida

mi corazón sabe que no hay olvido ni ruptura

ésos son triunfos ajenos

siempre miraremos por una ventana

cómo se están llevando a alguien

Cadáver por la palabra

persona por la gente

Por ejercer el miserable pecado de la jactancia

manejo huecas trascendencias

solitarias eternidades

o sea

escribo

por escribir a punto estuve de ser solemne

por escribir pierdo la vida


por mirar a esta gente descuento mis culpas

lejos de falsas jerarquías que engendran peste

a punto estuve de integrar una secta

ave de rapiña de voz de todos

no entenderé el mundo más que lo entendido por todos

no olvidaré en el final el principio

no creeré en el signo sobre los otros

menos en la luz única sobre mí

para que mi vida se cumpla

pierdo el tiempo en confidencias

para escapar al desierto de los elegidos

borraré toda arista que me distinga

para que mi lucha no sea legítimo derecho de soberbia

sólo reconoceré la voz de los que nunca llegarán

a cumbres de lucidez

torres de talento

verdugos de los demás

ceniza de vidas menores

escribo

no me otorgaré la redención

Las décadas no han pasado

yo camino sola en la luz de la tarde

en las vidas paralelas de los hombres que he tocado

soy el gran escenario y el mayor espectáculo

nadie cree en la desesperación de los inteligentes

ni en los pactos
en los que siempre pierden los lúcidos

la luz que ahuyenta los visitantes nocturnos

y alimenta los signos de la vida

seguirá encendiéndose en otro lugar

Rodeada de universos en tragedia ineluctable

en tragedia coyuntural en tragedia analfabeta

rodeada de mundos en rítmicos caminos hacia la desdicha

he logrado una zona

en la que mi animal sigue a salvo

hablo a unos pocos muertos hablo de mi vida

en mis sueños mendigan los cuerpos que perdí

y casi no tengo compañía para compartir mármoles funerarios

no necesito la trampa de mitos menores

me basta nuestra propia lucidez

y nuestra permanente tristeza

que no tiene nombre de persona sino de ciudad

pueden borrarse las huellas

matar la mano que escribió aquellos poemas

caer en la cátedra y la impostación

pero yo que tengo memoria de piedra y corazón de trapo

sé dónde cuándo y de quién me despedí

Acechada por cultos pensadores que han confundido


la ideología con las ciencias aplicadas

la ética con el espontaneísmo

el arte con la habilidad manual

y la lucha de clases con la renovación de generaciones

veo cómo los nuevos dueños de la cultura

han destruido lo que amé y dado rostro al enemigo

pero minuto a minuto recuerdo

que no debe quebrantarse el frente interno

aunque ya ese frente sólo sean

mi memoria y mi soledad

Esperé ser la anfitriona elemental

de una estructura no corrompida

ofrecer entregas y apuestas

abandonar mi ciudad sin la sombra de la sal

ni de su adiós y memoria viva

ahora soy dueña de un sistema de condenas y salvaciones

de aceptaciones y rechazos

de una lista de buenos trabajos

de un lejano sabor a vida

de una única forma de limpiarme

en soledad

*
H. M.

Que haría yo sin tus flores

que haría yo sin esta permanencia

de tu gesto y tu lugar

Que haría yo si debiera pensar

en pérdida olvido y sobre todo final

Que haría yo si no tuviera

la certidumbre de tu memoria

Qué necia salir por esa ciudad

a recoger mis confidencias entre adúlteras

poetas de diarios pueblerinos

burguesías napoleónicas y analizadas

solitarios a los que no recuerdo en sus actuales escenarios legales

salvo algunas soledades de domingo a la tarde en la provincia

alguna etapa antes de volver al verdadero destino ignorado

qué necia creer que siempre más allá

había un imperio con toda su fanfarria

y el exotismo de sus colores

y no sólo este trabajo mínimo y constante

ser armonioso sin conciliar unir sin renunciar

sé que largué un bumerang que todavía no volvió


Luz de gas

Todos pudimos apagar y encender las hogueras

digamos, las luces

los más inconscientes lo hicimos

pero yo pregunto

quién tuvo la valentía de verlas agonizar

y siguió hablando moviéndose

pensando en las celebraciones

sonriendo ante las consecuencias del cambio de estación

la luz que agoniza era una obra que amaba mi madre

en su fantasía del teatro

pero aquí no habrá salvadores

lúcidos detectives jóvenes enamorados

sólo héroes que miran cómo agonizan

y simulan vivir una vida

¿quién la llamó vida?

sin revolución

Supiste quién era

antes de que yo empezara a sospecharlo

ahora caminando por lejanas y míticas ciudades

soy tu triunfo

vos hiciste esa figura que recorre lugares que nunca conocerás

pero son sólo tuyos para siempre

vos los soñaste yo los conozco


para mí las fachadas

para vos el deseo

lo único posible de ser llamado eternidad

Tantas flores a la madrugada tanto vino blanco con los amigos

íntima perdida última

tanta vida para la literatura

tanta hermosa fantasía desplegada

corazoncitos en los vidrios empañados en vez de amor

tanto lúcido ascendente iluminista buen alumno

aquellos mis amiguitos con su pacífico partido de izquierda

tanta prueba de amor colgada de un clavito

tanta vida tirada a los perros y a los cobardes

el recuerdo de algunos que en lo mejor de mi vida

en fin cambiemos de tema

después de besar a los íntimos todos los días

como si fuera la despedida del alma

puedo asegurarles que no les crearé ningún problema

soy muy inofensiva

no me pasearé por el mundo con plumas doradas

ni gritaré a destiempo

sólo que tal va consiga un bote al exilio

o todo termine en un claustro con una labor de petit point

*
Yo que moriré vendiendo las joyas

que nunca tuve

extiendo esta mano como si blandiera guante de encaje

que no conoció

porque hizo domésticas tareas

con sentido histórico hartazgo y cierta dignidad

yo que moriré

espero limpia y perfumada y es probable con olor a decencia

no olvidaré el escenario inaugural

donde se encendieron y apagaron las luces

donde creció mi adolescencia y murió mi juventud

(De "Regreso a la patria", Libros de Tierra Firme, 1989.)

Extrañas parejas

siempre volví en olor de bienvenida

flores animalitos de mis colores

corazones de papel que son los que me importan

y ahora entro en una casa donde

hay que dar la luz y el agua

y no buscar bebida en vaso limpio no la hay

sólo una voz por el teléfono

he aceptado entrar en una casa a oscuras

para que en mi vida no echara raíces el patetismo


*

comprémosle unos jazmines

es una buena mujer empecinada en una idea

y esa inutilidad me permite decir

todo cae a pedazos y al tigre de papel

tal vez se lo coma un destructor de documentos

pero hay hijos que no tuve que volverán a elegir a sus enemigos

y volverán a hacerles difícil la victoria final

los nombres prestigiosos de mi país

asolan las universidades españolas en verano

salamanca el escorial palabras de mis hermanos

zarpazos defensa del islote

conocí a muchos de estos animales suntuosos

algunas de sus lentejuelas han caído

y ciertas estrellas tienen la punta quebrada

pero existe mayor espectáculo

que viejos magos de mi juventud

contando una fiesta terminada

cerrando una a una las casas de sus orgías

recogiendo las últimas cintas las últimas botellas vacías

de un país una poesía y una ciudad errantes


¿Fieras de papel en ambas orillas?

nuestros mitos se han permitido sobrevivir

y nos han obligado a retroceder

ante esa piedra de la desmemoria

con la que construyen su mausoleo

no somos la juventud que los continuará

tampoco el pasado que los llora

y aunque fuertes y lúcidos como la historia

queremos educarnos en la fragilidad del futuro

El sujeto de la izquierda

educada para ser

la magnífica militante de base de un partido

que por no leer la historia de mi país

se ha convertido en polvo no enamorado sino muerto

preparada para una eterna carrera de fondo

tengo ante los ojos una pared impenetrable

detrás de la cual sólo hay

otros 50 años de trabajo y espera

otra vez la cruda tarea a mi cargo

de no aceptar los acuerdos

no aceptar este destino de joya de tu soledad

otra vez la cruda tarea de decir


tu final no va a ser mi final

ser el mundo entero en una vida es demasiado trabajo

para una mujer un poco mayor con citas dispersas en varias ciudades

que ya aprendió a no confundir

el dolor con la vida y la pasión con la propiedad

Interior con poeta I

una mujer en su casa

se dispone a asar un trozo de lubina

desde la ventana

ve uno de los triunfos del urbanismo europeo

y piensa en conseguir la última edición de Caproni

comerá y leerá en hora y lugar inadecuados

media tarde apartando las hojas de una traducción

traducir de un lado del océano al otro

de los poetas jóvenes a los poetas de su generación

tradujo aquí su vida que debe retraducir a su país

Negri dice que el espacio al que siempre creyó pertenecer

el espacio de la izquierda sigue existiendo dice

a la madrugada llamará a una ciudad lejana

y volverá a traducirles a los objetos que la rodean

las claves de ese lugar en el que terminarán su vida

Interior con poeta III

Desde mi ventana
silencio de verano silencio de invierno

veo servir la comida

encenderse las luces

lámparas del atardecer mesas del mediodía

¿acogerían ellos a una sin patria?

¿no estaría mi corazón para siempre en otra tierra?

soy ajena a las ceremonias de la costumbre

que suelen acogerme para señalarme extranjera

vidas de espaldas al mar que es el camino de mi vida

Poetas del 60 I

juntos en cierta lucidez y varios desprecios

miles de papeles los nuestros

y siempre el pesado bagaje de aquella fiesta

miles de papeles los nuestros

nunca el del buen samaritano

no tuvimos manto suficiente

mucho menos podíamos ofrecerlo

a través de años y países

la misma soberbia de demoledores de panteones

el seductor relato de nuestra memoria

y en mí el nombre de los que he elegido entre ustedes

que no dejo de repetir

para gloria de críticos dolor de resentidos y furia de olvidados

en cuanto me ilusiono con ser escuchada

(De “Interior con poeta”, Libros de Tierra Firme, 1993.)


IX

Interiores

perdido el primer sentido de la solidaridad

perdida la solidaridad horizontal

vecino amigo almacenero de la esquina

de puertas adentro ya no se cuenta una vida

dónde han quedado cocinas renacentistas

casas de los cárpatos

no habrá un museo de nuestros interiores

cual velo fundamentalista algunas mujeres han rescatado

un universo derrotado por mis abuelas

hijos plantas hombres en permanente distracción o

fantasías literarias

y ellas

regando las plantas del patio

XVI

las sectas lo han utilizado

el trabajo en la calle la vida en la calle la seducción de la

noche el sueño imperial de volver al amanecer

la ambición oculta del strass los rasos los colores los brillos

siempre los brillos

no se puede vivir del acontecimiento

no se puede vivir de las pocas horas de la fiesta


pero cada noche descubro

que faltan mínimos detalles

para cumplir el viaje que planifico en las mañanas

XIX

para ver el alba

ejercicio periódico en otra época

debo caminar toda la noche

alimentando crías que nunca crecerán

ahora sé que hay teorías para la juventud

ver aparecer la luz recuerda el primer rechazo

la brutalidad del nacimiento

y teorías para el principio del final

ver aun aparecer la luz es recuperar la noche

XXI

los que regresan de la fiesta

aún atontados en el estado de bienestar

que ni les pagará sueños de orígenes negados

pasan por la puerta de mi casa

y me invitan a volver con ellos

yo pregunto cuántas etapas salvajes del sistema

nos quedan por vivir

y sigo escribiendo cada vez con más copias


XXX

me pidió que llevara unos libros que le interesaban

y algo de dinero para una celebración

y me citó en el vestíbulo de partida de las grandes líneas

cuando en la noche en vez de él

llegaron los camilleros para Lourdes

supe que debía irme con su último regalo

los libros que amo

el dinero para un buen vino

y en el espejo que me corresponde

el asco a la caridad

y los amados destinos de esas grandes líneas

XXXVII

los hombres que vuelven en el sueño

son los que se fueron en la vida

vuelven con la cara de hoy

y aunque no la conozco debo aceptarla

vuelven a alabar mi eficacia

a confiarme su currículum

y esperan de mis nuevos y viejos amigos

de mis atenciones a los que amo

de algún desinterés que disimulo por el recuerdo

que yo gestione su permanencia

en un mapa muerto en el setenta


a través de consignas de estación

correos de confidentes encuentros fortuitos en ciudades

europeas esquelas funerarias que nos devuelven a escenas

olvidables y cambian el oprobio en ternura

buscan el tesoro

de la cronología de unos años que volverían a unir

algunas ideas con algunas vidas

XXXIX

Stazione termini

en los rincones de casa aparecen tiradas

las flores de otoño con su herrumbre

en el cerrado entorno de las estaciones terminales

siempre hay hoteles boutiques botones de lujo

que las protegen de su realidad

bisutería y ropa de plástico macarras de suburbio mal vestidos

inmigración comida del altiplano

charangos y sombreros bordados en plata

en el frío de las calles europeas

siempre cerca de los trenes de sus horarios de partida

en los elementos abandonados entre la llegada y el final

suelen aparecer las primeras flores del cambio de tiempo

suelen aparecer los que rescatan nuestra memoria

y nos devuelven la fuerza para continuar con la explicación

*
el hombre que me compra flores

se las guarda en el bolsillo después de dedicármelas

recomienda serenidad ante mis síntomas y mis pérdidas,

cuando se ha asegurado de que recuerdo la hora del regreso

me pide que deje de buscar mi maleta

vuelva a calzarme mis incómodos zapatos

y busquemos un buen lugar para comer

S. B. mi corazón joven

marco un número a ciegas

creyendo saber a quién llamo

en realidad cubro el hueco de los llamados suspendidos

todo es verdad

la necrológica la fecha

la amiga avisándolo

pero esta noche tu voz

prolijo corrector

vino a consolidar y concluir aquel gozo

de nuestra amistad

con una cita imprecisa

(De “Partida de las grandes líneas”, Libros de Tierra Firme, 1997.)

Educada en el vicio de los hombres


voy a la cocina y me siguen

voy al baño y golpean la puerta

me despiertan en la noche para preguntarme si duermo

llaman por teléfono en todas mis ciudades

para avisarme cuidado con el vino y la vida literaria

no he perdido padre ni tíos ni ahijado ni amigos de juventud

por no perder no he perdido ni editor

ni ese hombre

que ya sombra aún cuida mi paso en las esquinas

no me han dejado caer de su mano de su vicio

de su peso de mi corazón

en otra vida yo miraba desde la ventana de un bar

cómo la tormenta aplastaba las flores azules contra los cordones

contra las paredes

y por ese momento único de la juventud que dura muy poco

supe que nunca olvidaría esa escena en que nada aparecía

de lo que amaba me interesaba o temía

ni novios ni odios ni otros poetas ni revistas de opinión ni

secretarios de barrio ni amigos imbuidos de una colonizada cultura pavesiana

sólo las flores azules y la lluvia

recuerdo el nombre del pueblo la hora y esa lluvia

que nunca en las décadas que siguieron confundí con alguna otra

*
el efecto realidad de mis nuevos amigos poetas

ha sido una vez más borrado por la realidad

la añoranza de las cartas nunca sobrevivió

a la presencia del añorado

sin confrontación se habla del amado

sea este país capillita literaria o prestigiosa revista

o se juega en los reportajes con la ingenuidad europea engañada sobre la causa del
extrañamiento

pero olvidan que la amada en medio del frío abulense respondió con claridad cuando le dijeron
quién eres

los nuevos místicos de trópicos nacionalismos megalópolis orígenes raciales

rescatados en el fracaso

no en la derrota

el derrotado es el campo popular el espacio consagrado del obrero

rescatados en el fracaso de unos niños de doble moral que no

resistieron ni la prueba del trabajo en una ciudad extraña

de unos niños que sólo supieron sobrevivir en la prebenda y el acomodo

escenarios conocidos a partir de un lucrativo exilio

han vendido un corazón tramposo

luego el efecto realidad suele poner las cosas en su sitio

a cada cual su campo devastado

a cada cual su justificación por no volver a la patria añorada

a cada cual su jardincito

me pasé la vida entre caras de muchachos bellos y nobles

los peores apenas atontados


conozco la cara de los tristes del arte

de los voluntariosos de la acción cultural

menos la cara de la perversión

de la trampa de algunos que acompañan a mis amigas

las mujeres repiten o tienen

su famosa neurosis de destino

repito la manera de apoyar el vaso

de acomodar las hombreras

el color que a través de los años

termina por combinar con todo porque es siempre el mismo

mis amigas ejercen la lucidez cotidiana

cambian de marido

y mi ilusión sólo dura hasta que vuelvo a encontrar

la misma versión de su soledad

¿siempre siempre el error de las mujeres?

consuelo que nadie espera

peligro disfrazado de príncipe

Magdalena con su frasquito

turbamulta de colores venecianos

huyendo del dragón

¿siempre el mismo vestido el mismo color el mismo hombre?

Plaza Congreso

atravieso plaza congreso para ir a comer

a casa de mis amigos


si aún quedara un anarquista como mi tío

y tuviéramos a mano un archiduque

o aunque fuera un enano militar de África

pero no hay colonias y menos bombas

las montañas están a 2.000 kilómetros

y yo soy poco más que una mujer

en batalla con el silencio y con las versiones de los exiliados

que sólo logra sostener algunas guerras privadas

II

me despido de dos jóvenes poetas

que cruzan la plaza al amanecer

y en mi escenario de juventud

me regalan un Hockney invadido por la bruma

III

puedo seguir cruzando esta plaza con el molino cerrado

puedo ir a encontrarme

en la esquina de la que era mi casa con la que era mi amiga

para que me explique corruptelas municipales que ella llama sindicalismo

puedo soportar que en la puerta por donde entraron los amigos

a nuestras fiestas y a nuestro casamiento

haya un guardia de seguridad

y en mi confitería en vez de un san martín

sirvan bife de chorizo a buen precio


hasta convertirme en un grabado fin de siècle

y sin ser columna estar de pie en medio de las ruinas

por qué no puede decirse en los poemas lo que se dice en las

canciones te quiero con la fuerza de mi alma yo

espera un poco un poquito más

si tú me decís ven lo dejo todo

no puede decirse en los poemas lo que se dice en las canciones

más allá del verano después de la década de las flores de

mi black velvet en el Ideal de Nathalie de la gente linda del

reformismo alguien tiene que decir hay un consuelo en los

poemas

no todo termina

con ese verano de amaneceres en barios góticos la place rouge était vide

o con el último hombre de la madurez

un poema debe decirles en esta esquina de la pérdida es donde

patinamos con el reverendo sobre el hielo de la permanencia

tierra y memoria tiro sobre vos

amores de verano y pasiones provincianas

que sellan y borran la confusión de la ideología


elementos frágiles banderas en las manifestaciones

primeros de mayo en el tenebrismo de Palacios

vísperas con despierta y canta

la realidad del día a día con concursos y premios

dónde han caído las primeras muertes heroicas

tierra y memoria tiro

sobre las muchachas que llevaron las banderas

y hoy hacen meritorio teatro de barrio

mientras oigo hablar de idealismo

repugnante palabra patrimonio de la derecha

poetas de mi juventud

bares de mi ciudad colectivos de la madrugada

paso la noche sobre el océano

para tirar tierra y memoria

sobre toda esa poesía perdida

para mí siempre estará iluminada

la plaza de los héroes

donde los hirsutos luchadores

siguen fundando una nación

ellos no dejan de avanzar

vos aun muerto

no dejás de avanzar

y sin carro de la gloria

sin arcángel que te alcance una corona y menos una espada

permanecés como ellos en mi obsesión


*

vuelvo a pintar las flores de mi juventud

vuelvo a ver el amanecer

sin temor

ya nunca nadie podrá decirme éstas no son horas

veo amanecer como una mujer no como una joven temerosa

de la ley tu ley

el acero de esta luz para una mujer sola

que no debe temer sino decidir

Nocturno

la luz de mis amigos en las cenas en mi ciudad

el perro de Anouilh que siempre aúlla para mí

casas de barrio a oscuras cazadores de lavabos de estación

mi amiga comprándome vino en el kiosco

un avión esperando para encender los motores

(De “La ley tu ley”, Adriana Hidalgo editora, 2000.)

JUANA BIGNOZZI (ARGENTINA, 1937-2015)

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