Un Sacapuntas
Un Sacapuntas
Un Sacapuntas
se utiliza para afilar la madera y la punta de grafito destinada a escribir de un lápiz cuando ésta
se ha engrosado por el uso o cuando el lápiz es nuevo. Es indispensable cuando se trata de dar
calidad a la escritura ya que frecuentemente se engrosa la punta del lápiz con el uso. Existen
sacapuntas de varios tipos y tamaños que corresponden con el grosor de los diferentes tipos
de lápices.
Historia
Antiguamente los lápices eran afilados por medio de cuchillos o navajas. Luego los sacapuntas
hicieron esta tarea mucho más fácil y dieron un resultado más uniforme y bueno para escribir,
dibujar o cualquier utilidad del lápiz. Algunos tipos especializados, tales como el lápiz de un
carpintero todavía se afilan con cuchillo, debido a su forma plana. Bernard Lassimone,
matemático francés, solicitó la primera patente (patente francesa # 2444) para los sacapuntas
de lápiz en 1828. En 1847, Therry des Estwaux inventó el sacapuntas de lápiz manual.
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Los sacapuntas de este tipo tienen el aspecto que se muestra en la ilustración, con un solo
orificio o con dos orificios y cuchillas para dos grosores diferentes de lápices. Los sacapuntas
con cubierta de plástico tienen muy diversas formas: redonda, hexagonal, de corazón, de
animalito, elípticos, trampa, etc.
Aunque esta operación es sencilla de realizar, es importante estar atento de cuánta punta se
ha sacado a fin de no quebrar la punta del lápiz y observar el grado de afinamiento que se
desea emplear. Las personas que sacan punta atropelladamente, sin prestar atención,
quiebran muy frecuentemente las puntas de sus lápices, disminuyendo así la vida útil de los
mismos.
Sacapuntas de manivela.
Para usarlo, se introduce el lápiz en la abertura con una distancia adecuada con la que se
desea afilar el lápiz y se inicia a dar vueltas a la manivela en sentido de las manecillas del reloj,
esto rota el sistema de cuchillas cilíndricas colocadas dentro del mecanismo en cierto ángulo
una respecto a la otra consiguiendo así afilar rápidamente el lápiz.
Mientras se está afilando el lápiz, se percibe duro el accionar de la manivela el cual se afloja al
poco tiempo una vez que ha quedado afilado el lápiz, pudiendo entonces extraerlo para su
uso. Acabando de sacar punta, conviene tirar la viruta del contenedor en el bote de basura. Es
bueno mencionar que la viruta que queda como residuo es muy distinta a la que queda con el
sacapuntas portátil, pues queda en forma de delgadas espirales.
Estos sacapuntas afilan muy uniformemente, en forma cónica perfecta, la parte de madera del
lápiz, dando así mucha mayor comodidad a la escritura, pero llega a quedar la punta, la cual
debe afinarse posteriormente con un sacapuntas portátil de mano.
Debido a la enorme popularización del sacapuntas portátil de mano, casi no se usan los de este
tipo en la actualidad. motivo por el cual están por quedar en desuso
Este tipo de sacapuntas fue durante mucho tiempo el estándar en oficinas, escuelas, y
bibliotecas antes de que los sacapuntas portátiles llegaran a ser muy comunes, pero toda su
estructura era de metal a diferencia de los actuales con armazón de plástico y todavía se
encuentran en algunos de estos sitios los antiguos sacapuntas de manivela metálicos.
Sacapuntas eléctrico
Tiene un motor eléctrico en su interior que hace girar las cuchillas que afilan el lápiz. Para
accionarlo, simplemente se introduce el lápiz en el orificio destinado para tal efecto y retirarlo
cuando se considera que el lápiz ha quedado afilado. Funcionan con el mismo principio que los
fijos de manivela, pero las cuchillas se hace rotar por un motor eléctrico, terminando el afilado
tan pronto se saca el lápiz del aparato. Algunos sacapuntas de lápiz eléctricos son accionados
por pilas, lo que facilita su portabilidad y facilita su uso. Este tipo de sacapuntas se usan en
oficinas y escuelas (no apto para menores de 12 años).