Pensamiento Crítico en El Paraguay
Pensamiento Crítico en El Paraguay
Pensamiento Crítico en El Paraguay
Ortega Ríos, Guillermo - Compilador/a o Editor/a; Barreto, Ana - Autor/a; Brítez, Autor(es)
Blas - Autor/a; Lo Bianco, Miguel - Autor/a; Quevedo, Charles - Autor/a; Riquelme,
Quintín - Autor/a;
Asunción Lugar
Fundación Rosa Luxemburgo Editorial/Editor
BASE-IS
2014 Fecha
Colección
Corvalán, Virginia; Barrett, Rafael; Marxismo; Lucha por la tierra; Derechos de la Temas
mujer; Anarquismo; Sindicalismo; Pastore, Carlos; Creydt, Oscar Adalberto Federico;
Schvartzman, Mauricio; Paraguay;
Libro Tipo de documento
"http://biblioteca.clacso.edu.ar/Paraguay/base-is/20170331033120/pdf_456.pdf" URL
Reconocimiento-No Comercial-Sin Derivadas CC BY-NC-ND Licencia
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/deed.es
Coordinador
Guillermo Ortega
Pensamiento Crítico en el Paraguay
Memoria del Ciclo de Conversatorios 2014
Autores
Ana Barreto
Blas Brítez
Miguel Lo Bianco
Charles Quevedo
Quintín Riquelme
Coordinador
Guillermo Ortega
Ayolas 807 esq. Humaitá
Tel. (595–21) 451 217 Fax. (595–21) 498 306
baseis@baseis.org.py
www.baseis.org.py
Asunción, Paraguay
ISBN: 978-99967-749-6-6
Copyleft.
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Las opiniones vertidas en esta publicación no necesariamente reflejan la posición de los
editores, y son de exclusiva responsabilidad de la autora.
Contenido
Introducción .................................................................................................7
5
Introducción
7
ternos, por encima de sus opresores, en busca de mejores condiciones
de vida, de una nueva sociedad en donde la irregularidad sea parte
de la nueva historia, nueva pero vieja al mismo tiempo. Vieja por la
existencia de pobres, excluidos, excluidas, explotados por el sistema y
nueva por la construcción de una sociedad enteramente libre, soberana,
independiente, respetuosa de las personas y la naturaleza.
En la construcción de una nueva sociedad, se alzaron las voces des-
de el “dolor paraguayo”, la igualdad de mujeres y hombres, la tierra
roja, la militancia política y la intelectualidad orgánica para dejar sus
afectos, compromisos, saberes y una tenacidad contra toda opresión.
En ese caminar, en el desafío de ser fiel a sus sentimientos, BASE
Investigaciones Sociales aporta, con estos conversatorios, un espacio
para la discusión con el público, para recuperar revitalizando sus pen-
samientos y acciones.
En ese sentido, este material quiere rescatar el proceso que se gene-
ró a partir de la evocación de varios pensadores, militantes, feministas,
políticos, escritores, que dejaron sus huellas impresas en la historia del
país.
Rafael Barrett, un extranjero que amó al Paraguay y lo estudió para
demostrar a través de sus letras y pensamiento las consecuencias de
una guerra genocida impulsada desde Europa; la imposición de inte-
reses extranjeros en la construcción de un país devastado, las penurias
del obrero, del campesinado, la explotación del tanino y de los yerba-
les con sus trabajadores en relación de total esclavitud. Grafica con
vehemencia el poder prestado o alquilado a los ejércitos invasores y
empresas extranjeras, que por muchísimos años tuvieron su influencia
en la vida del país.
En la siguiente presentación se habló de Virginia Corvalán, una
mujer con mirada de mujer. Las luchas y conquistas emprendidas por
una sociedad para que reconociera la participación de la mujer en el
ámbito político, en igualdad de condiciones con el hombre. El contex-
to donde le cupo intervenir a Virginia estaba controlado por hombres,
cuya creencia hacia las mujeres es que eran personas débiles, a quienes
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los “maridos” debían “proteger y cuidar”. El pensamiento machista,
patriarcal y colonialista, permeó a toda la sociedad de la época, pero
aún hoy existen rasgos muy fuertes del pensamiento conservador, es-
pecialmente en los ámbitos eclesial, judicial, en el Ejecutivo y en el
Parlamento, donde los debates y posiciones frente a las mujeres siguen
siendo los mismos que albergaron las luchas de Virginia Corvalán.
En el mismo contexto, pero desde otra perspectiva, Carlos Pastore
describe con agudeza el proceso de expropiación de las tierras de las
comunidades campesinas e indígenas después de la Guerra de la Triple
Alianza (1865-1870) para venderlas a extranjeros, todas propiedades
del Estado paraguayo; el aparato jurídico puesto a disposición de la
expoliación de los recursos por parte de empresas extranjeras, y de la
vinculación directa de las principales autoridades del gobierno para
satisfacer los intereses ajenos y propios. La tierra es la base de la pro-
ducción y reproducción de la sociedad paraguaya y sobre ella se im-
puso la acumulación capitalista, primeramente para destruir una expe-
riencia diferente de desarrollo independiente, y sobre ella implementar
las diferentes formas de producción capitalista, extrayendo el tanino,
la madera, la yerba mate, la ganadería, hasta el momento actual, con
tecnología de punta, utilizando semillas transgénicas para la extracción
de recursos naturales.
El dominio del capital siguió ampliándose, pero ante la resistencia
de las luchas del sector popular, tuvo que implementarse un régimen
despiadado, represor, que fue la dictadura de Stroessner. Ante él se
levantaron los sectores democráticos que dejaron sus experiencias,
principios, fuerzas, ideas, para ir contra el tirano. Uno de ellos, Os-
car Creydt, pensador y militante del Partido Comunista Paraguayo,
aportó sus ideas desde la militancia, y en el exilio, a la lucha contra
el dictador.
Por último, un pensador que tuvo la suerte de pertenecer a la época
de mayor ebullición política del país, en la construcción de una so-
ciedad nueva; luchó contra la tiranía, perteneció al Partido Comunista
Paraguayo, estuvo exiliado por mucho tiempo, que utilizó para estu-
9
diar y aguzar sus pensamientos. Mauricio Schvartzman combinó sus
conocimientos con la acción, abriendo una perspectiva nueva en la
interpretación de nuestro proceso histórico, desde el marxismo, en la
construcción de la sociedad paraguaya.
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Rafael Barrett*: Dialéctica del novecentismo
y el anarcosindicalismo
Blas Brítez1
*
Rafael Barrett. 7 de enero de 1870 (Torrelavega-España), 17 de diciembre de 1910
(Arcachón, Francia). Fue un escritor español -narrador, ensayista y periodista- que desarrolló
la mayor parte de su producción literaria en Paraguay. Es particularmente conocido por sus
cuentos y sus ensayos de hondo contenido filosófico, exponente de un vitalismo que anticipa
de cierta forma el existencialismo. Conocidos son también sus alegatos filosófico-políticos a
favor del anarquismo.
1
Blas Brítez. Nació en 1981. Es editor del suplemento cultural “Correo Semanal” del diario
Última Hora, en donde trabaja desde 2004. Escribe reseñas de libros, reportajes y entrevistas
de temas literarios, además de columnas políticas en el mismo periódico. Su cuento “Un
rencor vivo” fue seleccionado por la Unión Latina para participar de la Antología de la no-
vísima narrativa breve hispanoamericana (Caracas, El perro y la rana, 2006). Publicó relatos
en otras antologías paraguayas. Tiene lista su primera colección de cuentos, bajo el título La
noche lateral. Además prepara una selección de relatos breves que tienen como centro a su
hija de cinco años, Ámbar, con el título de Conversaciones ambarinas. Mantiene desde 2007
el blog www.palabricoabrazo.blogspot.com.
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BLAS BRÍTEZ
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Díaz-Pérez, Viriato, “El recuerdo de Rafael Barrett”, en Las piedras del Guayrá, Luis Ripoll
Editor, Palma de Mallorca, 1973. Artículo publicado originalmente en Nuestra América, año
IV, tomo V, Buenos Aires, febrero de 1922, págs. 253-259. Díaz-Pérez quiere obsequiar a
sus lectores “una página digna del amigo”, y como dice no tenerla, hace lo siguiente: “(…)
arrancó de un libro de memorias estos párrafos que brotaron cierto día en momentos en que
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RAFAEL BARRETT: DIALÉCTICA DEL NOVECENTISMO Y EL ANARCOSINDICALISMO
Barrett y el que escribe convivían espiritualmente en el erial común”. El resto del libro se
desconoce. La glosa de aquel encuentro en esta introducción es una mezcla de la memoria
de Díaz-Pérez y, obviamente, de la imaginación de quien firma este ensayo.
3
Para una discusión acerca no solo de la pertinencia del término “novecentismo”, sino acer-
ca de sus implicancias generacionales, ver el estudio de Darío Sarah, “El novecentismo: so-
bredimensiones y olvidos”, en Pensadores(as) del 900, Osvaldo Gómez Lez y Miguel Zarza
(comp.), Centro de Investigaciones en Filosofía y Ciencias Humanas, 2013. El libro también,
como se verá más adelante, aporta pruebas irrefutables del anarquismo de Rafael Barrett.
4
Amaral, Raúl, El novecentismo paraguayo. Hombres e ideas de una generación fundamen-
tal del Paraguay, Servilibro, 2006, pág. 57.
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Gaona, Francisco, Introducción a la historia gremial y social del Paraguay, Tomo I, Edito-
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tencia pacífica” entre las patronales y los trabajadores que Báez tenía,
mediante la puesta en práctica de aglutinaciones bajo la denominación
de sociedades de “socorros mutuos” es, como mínimo, de un cinismo
típico de la ilustración liberal, y muestra también la todavía relativa
debilidad de la clase obrera paraguaya a fines del siglo XIX en que
aparecieron estas organizaciones. Pero no solo eso: Báez mismo era
un patrón con todas las letras, por lo que su interés “legislador” era
inherente a la órbita de los propietarios. Como bien lo cuenta el mismo
Gaona, el autor de un ensayo sobre la “tiranía” del Dr. Francia fue uno
de los firmantes –como dueño de un establecimiento, en el temprano
1892– del documento de conformidad entre las patronales y los car-
pinteros en donde, luego de una huelga, los obreros accedieron a un
25% de aumento salarial. De hecho, el mismo Báez intentó formar una
central obrera cinco años después… ¡siendo patrón!6. Más adelante,
veremos otras actuaciones de Báez.
El fino ensayista Manuel Gondra, uno de los pocos que se atrevió a
impugnar la poesía de Rubén Darío cuando ésta gozaba una dimensión
casi sagrada en todo el continente, ejerció en su condición de abogado
como asesor de trabajadores huelguistas de aserraderos en 1903, un
año antes del levantamiento que catapultaría a su movimiento político
al poder y de la llegada de Barrett al país. La exigencia era acerca de la
reducción del régimen explotador de 12 horas laborales a que estaban
sometidos los trabajadores. Nada más. Cuenta Francisco Gaona: “Los
huelguistas han intentado un arreglo con los patrones antes del pronun-
ciamiento, proponiendo como base 9 hs. de trabajo por día. Se hicieron
asesorar por el Dr. Gondra, que no supo corresponder a la confianza
en él depositada”7. No se dice más acerca de su actuación, pero es de
conjeturar que en un litigio que implicaba a exponentes de su mis-
ma extracción de clase, habría podido perfectamente evitar cualquier
confrontación con los poderes económicos patronales de aquel tiempo,
teniendo en cuenta sus propios afanes políticos que lo llevarían tiempo
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RAFAEL BARRETT: DIALÉCTICA DEL NOVECENTISMO Y EL ANARCOSINDICALISMO
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Raúl Amaral también desespera por poner a la misma altura a Barrett y Goycochea Menén-
dez. En este caso, como divulgadores de autores contemporáneos poco conocidos en el Para-
guay de aquel tiempo. Dice que ambos, “cada cual a su lado, (no hay hasta ahora indicios de
que hayan podido encontrarse) son como los orientadores de un interés que ya se adivinaba
en el gusto de los periódicos locales que, tijera en mano, extraían de las publicaciones de
canje versos y prosas modernistas, o de autores extranjeros tenidos por raros, aunque con
mucha precaución en cuanto a los poetas”. “Viriato Díaz-Pérez y la generación paraguaya
del novecientos”, en Viriato Díaz-Pérez, Literatura del Paraguay. Vol. I. Movimiento inte-
lectual, Luis Ripoll Editor, Palma de Mallorca, 1980.
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Domínguez, Manuel, “Rafael Barrett”, en Estudios históricos y literarios, Servilibro, 2010,
pág. 182.
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las imágenes del Edén selvático y colorido que era el Paraguay, de con-
vertirse en un paisajista, en suma.
Más adelante ejemplifica con más contundencia, no solo el orden
prioritario de la poética barrettiana, sino que al mismo tiempo desnuda
el mapa genético de la literatura paraguaya de principios del siglo XX,
y cómo vio la mayoría de sus protagonistas el trabajo de Barrett, su ac-
tuación pública. Dice otra vez de él: “Supo contar en prosa magnífica las
maravillas geométricas del hierro en la torre moderna de París, sin ver en
el Paraguay, donde vivía, el horizonte incandescente ni la selva esbelta y
pensativa”. Y aquí hay que decirlo con el exacto énfasis que necesita la
poética barrettiana: esa selva esbelta que tanto admiraban Domínguez y
sus compañeros del novecentismo, era para Barrett –¡quien lo supo tan
ejemplarmente temprano, tan irreprochablemente dolido y recuperado
de su dolor para, como lo veremos después, plantear una salida polí-
tica a ese dolor!– era para él digo, un aliado fundamental de la lógica
de acumulación latifundista, de la explotación por parte de sus dueñas
corporativas. La Compañía Industrial Paraguaya, la Matte Larangeira
encarnaban para él a las empresas impulsoras de los latifundios yerbate-
ros luego de la enajenación del territorio nacional desde la “iniciativa”
de Bernardino Caballero de vender las tierras públicas (como en una
especie de “desesperada” apelación a “bonos soberanos”) en uno de los
“regalos” al capitalismo internacional más monumentales que cualquier
país haya hecho en su historia, como se puede comprobar todavía más de
un siglo después con el monocultivo agroexportador.
Para finalizar este apartado sobre Domínguez, es importante referir
que el mismo año de la muerte de Barrett, 1910, aquél calificó a éste,
luego de leer un artículo que denunciaba la explotación laboral en el
campo, como alguien que miraba de manera “enfermiza” la realidad
paraguaya, cuando era ésta la que estaba enferma de latifundio y ex-
plotación provocada por parte de gente a la que Domínguez y sus con-
temporáneos asuncenos defendían políticamente.
Las empresas latifundistas y extractivas posibilitaron, en la épo-
ca en que Barrett y los novecentistas convivieron, que comerciantes
paraguayos dedicados al acopio acapararan “los principales rubros
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Campos Doria, Luis A., Apuntes de historia económica del Paraguay. Desarrollo, auge y
decadencia de una economía de enclaves Servilibro, 2010, pág. 184.
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Rivarola, Milda, Obreros, utopías y revoluciones. La formación de las clases trabajadoras
en el Paraguay liberal 1870-1931, Servilibro, 2010, pág. 114.
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Campos Doria, Luis A., Apuntes de historia económica del Paraguay. Desarrollo, auge y
decadencia de una economía de enclaves, Servilibro, 2010, págs., 182-183.
14
Rivarola, Milda, Obreros, utopías y revoluciones. La formación de las clases trabajadoras
en el Paraguay liberal 1870-1931, Servilibro, 2010, pág. 138.
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RAFAEL BARRETT: DIALÉCTICA DEL NOVECENTISMO Y EL ANARCOSINDICALISMO
Nacido en Paraguay
El filósofo español Santiago Alba Rico escribió, en el prólogo a
una antología de los textos de su compatriota, una certera metáfora
temporal y existencial, que habla de la decisiva ligadura del escritor
santanderino con América y, en especial, con Paraguay: “Barrett nació
con veintisiete años y murió con siete”15. Arribado a Asunción desde
Buenos Aires, como corresponsal del diario porteño El Tiempo en el
primer levantamiento civil armado de los muchos que asolarían el nue-
vo siglo, el autor de Moralidades actuales se involucró prontamente en
una causa política interna del país. (En Argentina, adonde había llega-
do hacia 1903, comenzó a vivir del periodismo, pero también comenzó
a conocer la vida de los explotados y marginados sociales y, sobre todo,
se acercó decididamente al anarquismo mediante sus lecturas librescas
y de la propia realidad).
Había llegado a Asunción bajo la investidura del reportero objetivo
que nunca fue ni sería, porque tempranamente había comprendido lo
que sería común en el siglo XXI, a pesar de discursos hegemónicos
que todavía mienten en nombre de la supuesta verdad: que en perio-
dismo “la objetividad y la neutralidad no existen”, como bien lo dice
el periodista español Pascual Serrano16. Se incorporó desde entonces
de manera activa a la vida pública del país. Dueño de una vastísima
cultura que no desconocía las “ciencias duras”, no tardó en incursionar
en la prensa del Paraguay de aquellos años, luego de haberse quedado
en Asunción, “cobijado” por ese ambiente a la vez hostil y admirado de
su sapiencia, a la vez tosco y burbujeante de cultura moderna que se iba
configurando en la Asunción de principios del siglo XX.
Había nacido en 1876, frecuentado en su temprana juventud los
círculos afectos a la generación del 98 española (Cansinos Assens, los
hermanos Machado, Juan Ramón Jiménez), pero su experiencia sud-
americana haría que esa relación con la intelectualidad de su tiempo
15
Alba Rico, Santiago, en Barrett, Rafael, A partir de ahora el combate será libre, La Dínamo
Libros, 2003, pág. 25.
16
Serrano, Pascual, El periodismo es noticia. Tendencias sobre comunicación en el siglo XXI,
Icaria, 2010, pág. 23.
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DEBATE
Participante: Yo no voy a atacar ni discutir radicalmente, porque
creo que se hizo una exposición magnífica sobre el pensamiento y ac-
tuación de Barrett en el Paraguay. Quisiera agregar algo que vengo
diciendo hace mucho tiempo. En 1992 yo participé en un Congreso
sobre Pensamiento Libertario Internacional y por primera vez hice una
afirmación que la vengo repitiendo, que Barrett iba más allá del anar-
quismo clásico que conocemos en la línea de Bakunin, Kropotkin y
sobre todo los anarquistas que posteriormente retoman esta línea de
pensamiento, precisamente en este ensayo la “Cuestión Social”. Desde
mi punto de vista, Barrett hace una clara reivindicación del análisis
económico marxista, lo cual no implica que él no tuviera posiciones
críticas también en cuanto a aspectos del marxismo.
En este sentido es impresionante que Barrett se haya manifestado
así, décadas antes que aparecieran teóricos anarquistas que sostenían
lo que sostenía Barrett en 1910, cuando decía que la pelea entre los
discípulos de Marx y Bakunin, en la Primera Internacional, que im-
plicó desgraciadamente la derrota de las izquierdas, es decir eso yo lo
digo y lo dice Barrett y es clarísimo, hay otros textos narrativos de Ba-
rrett en sus cuentos, donde él hace una descripción del proceso social,
donde está aplicando rigurosamente el materialismo histórico, es decir
el proceso escrito por el materialismo histórico, social y económico,
está en los cuentos de Barrett de una manera impresionante, es decir el
pensamiento de Barrett implicó un quiebre epistemológico en el pensa-
miento de izquierda no solo en Paraguay, sino probablemente en todo
el mundo y eso lo reconoce precisamente Santiago Alba Rico, que es
hoy en día un periodista y filósofo español, que va más allá, también es
de origen anarquista, pero que va más allá de ese anarquismo clásico y
asume posiciones solidarias con el marxismo.
Lo que quiero dejar claro es que Barrett en muchos aspectos fue un
propulsor de una inteligencia, de una agudeza y una sensibilidad ex-
traordinaria y un hombre que vio la realidad social del Paraguay, como
los novecentistas no pudieron ver.
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Virginia Corvalán*
Lucha por los derechos de las mujeres
Ana Barreto1
*
Virginia Carlota Corvalán. Nació en Asunción, 9 de febrero de 1900. Fue feminista, do-
cente y abogada paraguaya. Realizó sus estudios en el Colegio Nacional de la Capital Gral.
Bernardino Caballero, egresando en 1918. En 1923 se doctoró en Derecho y Ciencias Socia-
les, con la tesis “Feminismo, la causa de la mujer en el Paraguay”.
1
Ana Monserrat Barreto, historiadora, participó en varios cursos y seminarios internacio-
nales de historia en Bolivia, Brasil, Argentina y Uruguay. El énfasis de sus estudios es sobre
la historia social y género. Cuenta con un libro que se titula Elisa Alicia Lynch (2011).
Actualmente, está colaborando en el Proyecto “Autoritarismo y Educación” coordinado por
SERPAJ, apoyado por Diakonia, en este marco:
Forma parte del equipo de historiadores, que se encuentra trabajando la investigación “Edu-
cación y autoritarismo en el Paraguay 1869-2013”, junto a Ignacio Telesca, David Velázquez
y Sandra Valdez.
Así también es expositora en los talleres dictados a Docentes del MEC sobre Historia
Reciente.
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ANA BARRETO
Las ideas
En su análisis del novecentismo, Raúl Amaral, siguiendo a Juan E.
O’Leary y Cardús Huerta, sitúa la influencia de la generación nacida
hacia 1870, en un lapso que se extiende casi hasta la Guerra del Chaco.
Este grupo, siempre según Amaral, debate en el marco de las influen-
cias complementarias o contradictorias del espiritualismo ecléctico de
Cousin, del Krausismo, del Positivismo y las filosofías kantiana y fi-
chteana.
Muchos de los autores considerados novecentistas escriben ensayos
de gran intuición y profundidad. Es por ello que se extraña en el esque-
ma, la exclusión de Serafina Dávalos (a pesar de haber ésta frecuentado
La Colmena, como “reina” de la misma según la expresión de Barrett)
que despliega gran fuerza argumental en Humanismo, en 1907; o Ra-
mona Ferreira (librepensadora), o de Virginia Corvalán, quien también
sistematiza su pensamiento en la tesis Feminismo, la causa de la Mujer
en el Paraguay, con la que obtuvo el doctorado en Derecho, en 1923,
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VIRGINIA CORVALÁN. LUCHA POR LOS DERECHOS DE LAS MUJERES
y que fuera publicada en 1925 (el mismo año en que Élida Ugarriza li-
deraría la renuncia colectiva del magisterio). Tanto Serafina como Ra-
mona son positivistas, y de convicciones antirreligiosas. Y como tales,
sufrieron las consecuencias, una en vida (Ramona Ferreira, quien se
vio obligada a exiliarse a Buenos Aires); y otra tras su muerte (Serafina
Dávalos) al negársele el entierro en el cementerio de la Recoleta. Sus
batallas modernizantes contra el conservadurismo de época, munidas
de grueso arsenal argumental, las ubicarían, sin dudas, entre las ex-
ponentes destacadas del novecentismo, más aún cuando por lo menos
tres de sus exponentes varones: Cecilio Báez, Arsenio López Decoud y
Telémaco Silvera asumieron abiertamente posiciones feministas.
Las ideas de Virginia Corvalán están expuestas en su tesis Feminis-
mo, la causa de la mujer en el Paraguay. Repasemos algunas de ellas.
En el capítulo I de su tesis, Corvalán expone el contexto en el que
se debate acerca de la condición de la mujer en el mundo de las ideas
obreristas. Luego, refiere las razones por las que es legítima la aspira-
ción de la mujer a la igualdad jurídica: “[…] derivan de la realidad
misma”, ya que es “[…] En el terreno de los hechos que la mujer ha
probado en forma evidente e incontestable sus aptitudes para igua-
lar al hombre, luchando y sacrificándose, trabajando y esforzándose
en una noble y generosa emulación a su lado por la conquista de los
ideales comunes”. Se destaca Virginia por el conocimiento que mues-
tra acerca de cuestiones como el papel de las mujeres en tiempos de
guerra, ocupando funciones tradicionalmente masculinas, como un ar-
gumento por la igualdad.
Enumera también los estados en los que se garantiza la igualdad a
la mujer, cuyo ejemplo señala, se extenderá a todos los demás estados:
“[…] La causa de la mujer triunfará en todas partes, porque una idea
de más alta justicia preside hoy día la organización de las sociedades
y por la acción de la mujer misma, en cuya conciencia se va haciendo
la luz y cuya voluntad se está haciendo sentir”.
En el capítulo siguiente incursiona en “La Cuestión feminista en el
Paraguay”, aunque lo hace desde una perspectiva normativa, del “de-
ber ser”, más que de un diagnóstico acabado de la realidad. Eso sí, debe
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Anexo
Principales hechos relativos al surgimiento del protagonismo de las
mujeres y el feminismo en el Paraguay (1869-1936).
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Bibliografía
Barreto, Ana 2011 Mujeres que hicieron historia en el Paraguay.
(Asunción. Servilibro).
Barreto, Ana. Voces de Mujer en el Bicentenario 2012 Asunción. Aso-
ciación Trinidad: Ciudadanía, Cultura y Desarrollo – Asociación de
Estudios e Investigación de Temas Iberoamericanos (AIETI).
Monte, Mary; Soto, Clyde y Line Bareiro 1993 Alquimistas. Documen-
tos para otra historia de las mujeres. (Asunción. Centro de Docu-
mentación y Estudios).
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VIRGINIA CORVALÁN. LUCHA POR LOS DERECHOS DE LAS MUJERES
DEBATE
Participante: Tengo una serie de preguntas más de contexto a lo
mejor que de Virginia misma. Cuando miramos la primera lámina de
la línea del tiempo, tuvimos la charla anterior sobre Barrett, y yo digo:
¿hubo una influencia o no del pensamiento anarquista que en su mo-
mento era importante en algunos círculos del Paraguay con este femi-
nismo, probablemente más con el de Serafina que de Virginia? Sobre
todo que me acuerdo que en Buenos Aires, sí hubo una vinculación
feminismo-anarquismo, entonces la pregunta llega acá, ¿qué pasó?,
¿qué se sabe sobre ese punto?
La otra curiosidad es la Ley de los Derechos de la Mujer y sobre
todo la Ley del Divorcio que se planteó en 1918. ¿Quién presentó la
ley? ¿Era parte de una iniciativa colectiva? ¿De dónde vino, qué pasó?,
la figura mencionada de Escalada es la primera referencia que tengo
yo de comunista y feminista, la pregunta sería: ¿su doble carácter de
compromiso político tuvo alguna vinculación ya sea dentro del Partido
Comunista o dentro de la clase obrera, o su doble identidad política qué
implicó?
La última sería ¿Cuáles son los puntos de tensión y/o diferencia que
uno puede encontrar entre los aportes de Virginia y de Serafina?
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o sea las mujeres se van a volver todas locas. El problema con Belén
de Sárraga en el 18’, no es que trae especialmente el anarquismo, sino
que la mujer era atea, o sea ya no tenía luego principios, ya no tenía
cordura, ya iba a andar seduciendo hombres, llevándolos por el camino
de la perdición, con una lengua de mujer inteligente. Al menos la lec-
tura que yo tenía sobre esta disputa que es bastante interesante, no era
tanto el peligro que ella sea anarquista, como que sea atea. Y es tanto
el temor que se le tenía, porque Belén de Sárraga viene acá y tiene más
casualmente, un discurso muy feminista, pero tiene muchos adeptos
hombres, todos los gremios, eso que decía David, los gremios de soco-
rros mutuos, los gremios obreros, le consiguen pagándole lugares que
hoy serian premium, le consiguen lugares como teatros, para que Belén
pueda presentar la conferencia y estaba lleno el lugar.
El día de una de las conferencias centrales de Sárraga, donde de-
cían que iban a tener 2.000 espectadores, la Iglesia Católica convoca
una marcha de mujeres decentes. La marcha tenía que salir del barrio
Gral. Díaz y tenía que llegar hasta la Catedral, la excusa que se da es
otra, que supuestamente no tiene nada que ver, pero era el mismo día.
Entonces todas las mujeres decididas a defender la causa de la decencia
de la mujer católica estaban convocadas para esta marcha. Es una de-
mostración de fuerza entre el movimiento obrero, financiando un con-
cierto de feminismo, y la Iglesia Católica, que tenía otros problemas
con el gobierno, que ya estaba golpeado, porque ya estaba decidida la
decisión laica.
56
VIRGINIA CORVALÁN. LUCHA POR LOS DERECHOS DE LAS MUJERES
57
ANA BARRETO
58
Carlos Pastore y su principal obra
La lucha por la tierra en el Paraguay
Quintín Riquelme1
1
Quintín Riquelme Cantero, Lic. en Sociología por la UCA, Posgrado en Desarrollo con
énfasis en antropología Social y Medio Ambiente (UNA), con el Centro de Estudios Rurales
Interdisciplinarios (CERI) 1995.
Desde 1988 trabaja en el Centro de Documentación y Estudios (CDE), como investigador
y responsable de la revista Informativo Campesino. Es coordinador del Área Sociogremial,
docente del Instituto de Trabajo Social.
Sus publicaciones son: La otra cara de la soja: el impacto del agronegocio sobre la produc-
ción de alimentos y la agricultura familiar campesina en el Paraguay (2013).
La tierra en el Paraguay: de la desigualdad al ejercicio de derechos (2013).
Parte del Equipo de elaboración de una propuesta reforma agraria – propuesta y acciones
para la implementación de una reforma agraria en Paraguay (2010).
Los conflictos sociales en el contexto de la democracia paraguaya (2003).
Los Sin Tierra en Paraguay: Conflictos agrarios y movimiento campesino (2003).
ACADEI: Historia de una organización campesina contada por sus protagonistas (2002).
59
QUINTÍN RIQUELME
lación muy cercana con Eligio Ayala. La cercanía con estas personas y
sus pensamientos, probablemente hayan suscitado en él, el interés por
los problemas sociales y económicos del país. Sobre todo el problema
de la distribución de la tierra, el bajo rendimiento de las fincas, con la
recurrente pobreza y atraso de la población rural.
Durante el mandato del doctor José P. Guggiari, 1928-1932, ocupó
por corto tiempo el cargo de sub-secretario de la Presidencia, función
que se interrumpió con el suceso del 23 de octubre de 1931. Durante
la Guerra del Chaco prestó servicios en la Sección Correos y Claves,
función que lo mantuvo en contacto continuo y estrecho, durante toda
la contienda, con el Gral. José Félix Estigarribia y con el cuerpo de
oficiales de alto rango que lo componían.
Al término de la guerra, Pastore formó parte de la representación
paraguaya en las deliberaciones realizadas en la ciudad de Buenos Ai-
res para la firma del Tratado de Paz con Bolivia y determinación de los
límites del Chaco.
A fines de 1938, ocupó la presidencia del Departamento de Tierras
y Colonias. En su gestión dio a conocer un proyecto de reforma agra-
ria, impreso en 1940 con el nombre de “Estatuto Agrario”.
Durante el gobierno de Higinio Morínigo se vio obligado a aban-
donar el país, al igual que otras figuras de la intelectualidad paraguaya.
Lo calificaron como un escamoteador comunista. Se radicó en Mon-
tevideo, donde se dedicó al ejercicio de su profesión, al periodismo y
escribió su libro.
Carlos Pastore formó parte de esa generación de intelectuales pa-
raguayos que marcó época en una etapa histórica muy tensionada por
los problemas sociales, políticos y económicos. Dentro de su partido,
integró el ala progresista del que formaba parte un selecto grupo de po-
líticos e intelectuales, como Gondra, Cleto J. Sánchez, Carlos Pastore
(padre), Eligio Ayala, entre otros, quienes conformaron una importante
corriente de pensamiento que tuvo mucha influencia en la vida política
del país.
60
CARLOS PASTORE Y SU PRINCIPAL OBRA. LA LUCHA POR LA TIERRA EN EL PARAGUAY
La obra
Entre los varios trabajos de investigación realizados por Carlos
Pastore, sobresale claramente La lucha por la tierra en el Paraguay.
Obra considerada clásica en los estudios rurales del país. Cualquiera
que analiza la cuestión rural en Paraguay no puede soslayar esta obra.
Domingo Rivarola, en la presentación del libro El gran Chaco en la
formación territorial del Paraguay, de Carlos Pastore, expresó que la
relevancia de una publicación, se mide a partir de tres elementos o con-
sideraciones: uno, por el contenido o, dicho en otros términos, el aporte
del trabajo; otro, el autor, la figura social del autor que no se desliga ni
del contenido ni de su contexto histórico-sociocultural y, por último, el
destinatario, receptor de ese hecho que representa el fenómeno autor-
obra. El impacto de un libro depende en gran medida de la manera en
que se establece esta ecuación2.
Rivarola, aludiendo al libro La lucha por la tierra en el Paraguay,
como uno de sus principales aportes, afirma que esta obra no solo re-
2
http://www.portalguarani.com/1996
61
QUINTÍN RIQUELME
presenta el más valioso aporte que ha dado Carlos Pastore, sino, igual-
mente, constituye un hito importante en el desarrollo de los estudios
sociales en el Paraguay.
Por más de tres décadas, decía Rivarola, La lucha por la tierra en el
Paraguay representó prácticamente la única referencia sobre la realidad
agraria paraguaya. Es recién a comienzos de la década del ochenta que
aparecen nuevos estudios e interpretaciones sobre este tema.
Lo que muestra el libro es cómo la economía, la política y la vida
de la población toda, giraban en torno a la tierra. Por esta razón, Pas-
tore afirmaba –según Rivarola– que el desarrollo económico y social
paraguayo –incluido su dimensión política– están determinados por el
problema de la tierra y que la crisis del Paraguay contemporáneo no es
posible ser superada si no se consigue arrancarlo de su clivaje histórico
colonial.
En el pensamiento de Pastore, tuvieron mucha influencia Manuel
Gondra, Eligio Ayala. Gondra, al asumir el gobierno en el año 1910,
había manifestado que pondría “especial cuidado al problema social
de la tierra, proponiendo leyes que tiendan a facilitar la subdivisión de
la gran propiedad”3. Inspirados en estas ideas en 1910, los diputados
Cleto J. Sánchez y Carlos Pastore, padre, presentaron un proyecto que
sirvió de directo antecedente para la sanción, en 1918, de la conocida
Ley del Homestead (casa construida en una granja).
Otro que tuvo mucha influencia sobre Pastore, fue Eligio Ayala,
quien afirmaba: “que el latifundio en el Paraguay tiene un poder des-
pótico, es la más poderosa defensa del régimen económico feudal y
su existencia evita que todas las familias posean tierras para cultivar.
La falta de casas habitacionales confortables en el campo paraguayo
debía imputarse a la defectuosa repartición de la tierra, la inseguridad
de la posesión de la misma y el desequilibrio entre la producción de
la ganadería y la agricultura, que crea condiciones para un desarreglo
económico por la coexistencia de la grande y pequeña propiedad y las
3
Pastore, Carlos. La lucha por la tierra en el Paraguay (Ed. Antequera, Montevideo 1972),
pág.. 288.
62
CARLOS PASTORE Y SU PRINCIPAL OBRA. LA LUCHA POR LA TIERRA EN EL PARAGUAY
4
Ibídem, pgs. 288-289.
5
Pastore, Carlos, obra citada, Introducción.
63
QUINTÍN RIQUELME
6
Ibíd., p. 88.
7
Ibíd., p. 90.
64
CARLOS PASTORE Y SU PRINCIPAL OBRA. LA LUCHA POR LA TIERRA EN EL PARAGUAY
8
Ayala, Eligio, Migraciones.
9
Gaona, Francisco. Introducción a la historia gremial y social del Paraguay (RP Ediciones,
Asunción 1987. Tomo II).
10
Palau, Tomás y Heikel, María Victoria. Los campesinos, el Estado y las Empresas en la
frontera agrícola (Base/Pispal, Asunción 1987).
65
QUINTÍN RIQUELME
11
Palau Viladesau, Tomás. “El agronegocio de la soja en Paraguay. Antecedentes e impactos
sociales y económicos”. En Palau, Es lógico que una sociedad agredida se defienda. Reco-
pilación de artículos 2008-2011 (Base IS, Asunción, junio 2012).
12
Fogel, Ramón. “Efectos socioambientales del enclave sojero” en Fogel, Ramón y Riquelme,
Marcial (Comp.) Enclave sojero, merma de soberanía y pobreza (Asunción, CERI 2005), p.
47.
13
Gaona, obra citada.
66
CARLOS PASTORE Y SU PRINCIPAL OBRA. LA LUCHA POR LA TIERRA EN EL PARAGUAY
14
Gaona, obra citada.
67
QUINTÍN RIQUELME
Conclusión
1. El libro refleja en todo momento que la sociedad paraguaya en
ninguna etapa de su historia estuvo exenta de conflictos, de con-
tradicciones y de confrontaciones. El Estado, como afirmara Gar-
cía Lineras, vicepresidente actual de Bolivia, se caracteriza por la
permanente confrontación de ideas, de proyectos y que estas ideas
fuerzas se resuelven en la esfera de la correlación de fuerzas. Un
bloque político que acumula mayor fuerza social y política es el que
asume la dirección de ese Estado. Esto es lo que muestra el libro de
Pastore.
Durante la colonia fueron los encomenderos; las numerosas orde-
nanzas dictadas por los gobernadores de la época tratando de fa-
vorecer a los pueblos indígenas no pudieron contra el poder de los
mismos. En la independencia, fue el Dr. Francia, que impuso una
dictadura popular, y así sucesivamente, en todos los periodos de la
historia del país.
El hecho de que Carlos Pastore haya podido describir y analizar
cronológicamente, en los varios capítulos del libro, esas confron-
taciones permanentes entre un sector conservador y otro más pro-
gresista o radical, le exime de las críticas que pudieran darse por
su adhesión a una ideología o a una determinada posición política.
Todos sabemos que no existe la neutralidad en el conocimiento, lo
que se pretende es una cierta objetividad, que implica colocar todas
las cartas sobre la mesa, pero es difícil, siempre se da ese sesgo ha-
cia una determinada posición político-ideológica. Y Carlos Pastore
no estuvo exento de ese sesgo, cada capítulo del libro, dependiendo
de qué periodo se trata, va describiendo los acontecimientos desde
un enfoque particular donde implícita o explícitamente aparece su
posición político-ideológica y su afinidad con el partido al que per-
teneció.
68
CARLOS PASTORE Y SU PRINCIPAL OBRA. LA LUCHA POR LA TIERRA EN EL PARAGUAY
15
Ibíd., pág. 414.
69
QUINTÍN RIQUELME
Bibliografía
Ayala, Eligio Migraciones (Asunción, Ed. Histórica 1986-1915).
Fogel, Ramón 2005 “Efectos socioambientales del enclave sojero” en
Fogel, Ramón y Riquelme, Marcial (Comp.) Enclave sojero, mer-
ma de soberanía y pobreza (Asunción, CERI).
Gaona, Francisco 1987 Introducción a la historia gremial y social del
Paraguay (Asunción, RP Ediciones. Tomo II).
http://www.portalguarani.com/1996.
Palau, Tomás y Heikel, María Victoria 1987 Los campesinos, el Estado
y las Empresas en la frontera agrícola (Asunción , Base/Pispal).
Palau Viladesau, Tomás 2012 El agronegocio de la soja en Paraguay.
Antecedentes e impactos sociales y económicos. En Palau, Es lógi-
co que una sociedad agredida se defienda. Recopilación de artícu-
los 2008-2011 (Asunción, Base IS).
Pastore, Carlos 1972 La lucha por la tierra en el Paraguay (Ed. Ante-
quera, Montevideo).
70
CARLOS PASTORE Y SU PRINCIPAL OBRA. LA LUCHA POR LA TIERRA EN EL PARAGUAY
DEBATE
Participante: El 85% de las tierras está en manos de 2,5% de la po-
blación. En el Paraguay tenemos más o menos 406.000 km cuadrados,
pero según estimaciones, hay más. Por otro lado, que existió la lucha
de clases creo que fue una excepción, que hayamos sido conscientes es
otra cosa, incluso sobre muchos temas, económicos, culturales, socia-
les, religiosos.
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CARLOS PASTORE Y SU PRINCIPAL OBRA. LA LUCHA POR LA TIERRA EN EL PARAGUAY
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Oscar Creydt*
Luces y sombras
Miguel Lo Bianco1
*
Oscar Creydt. Nació en San Miguel (Misiones) el 6 de noviembre de 1907, de padre ale-
mán, Augusto C. Creydt Meyer, y madre paraguaya, Baltasara Abelenda. En 1916 se fue a
vivir a Hamburgo, lugar en el cual cursó todos sus estudios primarios, en el Real Gimnasium
De Johannoni Johaneum. En 1919 regresa al Paraguay, y estudia en el Colegio Nacional de
la Capital. Fue abogado, profesor, escritor y militante del Partido Comunista Paraguayo en
1933. Falleció en Buenos Aires en 1987.
1
Miguel Lo Bianco. Militante del Partido y la Juventud Comunista.
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MIGUEL LO BIANCO
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OSCAR CREYDT. LUCES Y SOMBRAS
solo 19 años. Muchas son las luchas que le toca enfrentar desde el
movimiento estudiantil, desde confrontaciones contra liberales por la
hegemonía de la Federación, hasta choques con la Policía en un ataque
a la facultad de Derecho.
Uno de sus primeros trabajos que ya reflejan una gran capacidad es
su tesis sobre “El Derecho de Expulsión, ante el Derecho Internacio-
nal Constitucional”, que presenta en oposición a una ley de expulsión
a extranjeros que fue impuesta en Argentina, tratando de contrarrestar
la influencia de destacados anarquistas que provenían principalmente
de Europa y que causaban “zozobra” en el movimiento sindical.
Egresa de la facultad con honores y en la defensa de su tesis, el Dr.
Cecilio Báez, quien era su profesor y luego sería de gran ayuda para
él, lo desafía para comprobar su fama de ser un estudiante brillante: “A
ver Sr. Creydt, antes de entregarle su título usted deberá contestar una
pregunta: ¿Cuántos pelos tiene la cola de un caballo?”, a lo que Cre-
ydt responde: “353.037 pelos, Dr. Báez”. Sorprendido por la respuesta
el Dr. Báez lo vuelve a increpar: “¿Y usted cómo sabe eso?”. De nuevo
Creydt rápidamente contesta: “Esa es otra pregunta, deme mi título”.
Cierto o no, la vida de Oscar Creydt estará de ahí en adelante, mar-
cada por anécdotas que algunas veces rozan lo descabellado, pero tam-
bién desde ese momento se comienzan a cimentar las bases de lo que
sería su andar político. Un andar que se va consolidando en posiciona-
mientos novedosos, como los que llevó a cabo en “El Nuevo Ideario
Nacional”, una organización de jóvenes con ideologías variopintas,
pero con un marcado acento innovador para la época, aunque ya antes
Creydt participó de un gran debate sobre el tema del momento, los
López. Con una clara posición antilopista, Creydt se presentó ante un
anfiteatro lleno, donde con enorme soberbia aseguró en su discurso que
“hoy en día ya nadie defiende la conducta de Solano López al provo-
car la sangrienta guerra que causara el exterminio de nuestro pueblo,
más que los ignorantes de la historia patria y los desconocedores de
los más elementales principios del derecho internacional”. Y cierra el
discurso ofreciéndose para dar información a quienes defendían po-
siciones lopistas, porque a decir de él, “se manejaban con recortes de
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OSCAR CREYDT. LUCES Y SOMBRAS
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como tenían planeado, sino que el gobierno los esperaba y fueron hacia
una trampa.
A solo seis días de haber ingresado al país, la columna Ytororó
entabló combate con las fuerzas del gobierno, que los superaban en
términos logísticos. Cincuenta y un hombres y tres mujeres fueron ma-
sacrados tras esta incursión, las tres mujeres fueron salvajemente vio-
ladas y torturadas, hasta que el temible Gral. Patricio Colmán ordenó
sus ejecuciones, Antonia Perruchino fue golpeada hasta morir, las otras
dos, Julia Solalinde y Juana Peralta fueron colgadas y degolladas. Si
bien el movimiento guerrillero fue improvisado en muchos aspectos,
las represalias del gobierno no, cada victoria sobre las guerrillas endu-
recía más las medidas del gobierno.
Tras el desmantelamiento de la columna Ytororó, que seguía la lí-
nea del foquismo (grupos autosuficientes en términos logísticos que
despliegan su fuerza solo para dar golpes puntuales al enemigo), Cre-
ydt cambia de manera abrupta la estrategia a guerra popular prolon-
gada (estrategia china, que busca educar a las comunidades donde se
encuentra el movimiento guerrillero y mimetizarse entre el pueblo para
sumar fuerzas y avanzar silenciosamente sobre el enemigo). Esta es
la orden que recibe la otra columna del FULNA, la columna Mcal.
López, comandada en un principio por Wilfrido Álvarez Jara y Aga-
pito Valiente. Pero el comando dual, donde el partido encabezado por
Creydt elaboraba la estrategia de lucha para cada escenario y luego la
transmitía al mando en el campo, seguía siendo una enorme traba, las
actividades estuvieron congeladas durante meses por el intercambio de
órdenes entre los dos comandos.
Con un sinfín de órdenes erradas dadas desde el comando central,
la columna Mcal. López se vio cada vez más diezmada; en momentos
que ameritaban repliegue, la orden era defender la posición, cuando
ameritaba defender la posición, llegaba la orden de repliegue. En el
63’ se toma la decisión de abandonar por un tiempo la lucha armada,
pero lo que quedaba de la columna Mcal. López seguía en el campo.
En el 65’, luego de haber solicitado armas al comando central, en este
caso Creydt, y que éste les haya negado por el momento la provisión
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MIGUEL LO BIANCO
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OSCAR CREYDT. LUCES Y SOMBRAS
Bibliografía
Creydt, Oscar 1963. Formación histórica de la nación paraguaya
(Asunción: Editorial Servilibro).
Creydt, Oscar 1974 Trabajar con las masas y a largo plazo (Folleto).
Creydt, Oscar 1970 1870-1970 ¡Vencer o morir! (Folleto).
Creydt, Oscar 1986 Del Universo inconsciente a la formación del tra-
bajador consciente racional (Asunción: Editorial Servilibro).
Nickson, Andrew 2011 Oscar Creydt (Asunción: Editorial El Lector,
Colección Protagonistas de la Historia, Vol. 19, ABC).
Nickson, Andrew 2013 Las guerrillas del Alto Paraná (Asunción: Edi-
torial El Lector, Colección Guerras y violencia política en el Para-
guay Nº 16, ABC).
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MIGUEL LO BIANCO
DEBATE
Participante: Me llama la atención que el partido se fundó en 1933
y no en 1928, me gustaría que se aclare eso. ¿Cuál fue la postura del
Partido Comunista con respecto a la Guerra del Chaco? Me imagino
que es la postura de Creydt, en ese momento.
86
OSCAR CREYDT. LUCES Y SOMBRAS
toda esa carga stalinista encima. No quiero que solo quede como que
Stalin influyó, porque me parece que una de las diferencias que tiene
el Partido Comunista es que es diferente de los partidos tradiciona-
les, pero sin embargo se vio envuelto dentro de esta figura y no supo
cotejar, no supo evaluar, debatir, criticar, imponer si se quiere, líneas
políticas diferentes, lo que de repente se puede visualizar en la lucha
armada por ejemplo. La columna Ytororó entró en junio, el 13 de junio
de 1960 y para agosto habían muerto 52 guerrilleros, que no solamente
eran guerrilleros, eran cuadros superiores del Partido Comunista, eso
significó que la izquierda, el Partido Comunista tuviera durante un lar-
go periodo la ausencia de esta gente que le podría haber aportado un
montón de vitalidad y fortaleza..
A mí me parece que Creydt está visto desde ese punto, desde esa
óptica del perseguido, creativo, del intelectual que se comprometió con
la revolución, yo no niego la vitalidad y la fuerza que tienen sus dos
trabajos, éstos que citaron, el ultimo yo no le leí, empecé a leerlo y
no entendí; pero de la formación, me parece que ahí hay mucha cues-
tión de querer reivindicar cosas que en el fondo me parecen que no se
dieron en realidad del proceso político paraguayo y donde se puede
ver la cuestión del stalinismo, esa cuestión que Stalin impuso, que la
humanidad tuvo determinada etapa o fase, entonces el proceso políti-
co paraguayo tenía que ver cómo se ajustaba a esas etapas impuestas
desde la URSS. Me parece que habría que profundizar un poco más el
estudio de ese documento sin negar las cualidades que tiene, sin negar
que en ese momento Creydt no tenía mucha bibliografía, usa dos o
tres bibliografías y nada más, sin negar que Creydt estaba en el exilio;
ese documento según el mismo Creydt, fue rechazado en la academia
porque no reunía todas las condiciones que la academia de la URSS
solicitaba. Esto es más o menos lo que habría que profundizar en lo
producido por Creydt, y diferencia que Creydt dentro del Partido Co-
munista tenía un comité central y que si la culpa se le quisiera echar
solamente a Creydt habría también que ver cómo se dio ese proceso,
porque existían también dirigentes de mucho nivel que sin embargo
permitieron una partida de errores políticos que se desarrollaron en
contra de las fuerzas de izquierda.
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entrega, era una guerra que no es real, lo primero que tenemos que ha-
cer es deshacernos de la influencia de los países imperiales, después si
hay una guerra vamos a ver si es justa o no, pero se desecha esa línea y
se le expulsa a Lucas Ibarrola que tenía esa línea y el partido sigue sos-
teniendo la línea antiguerrerista. Y en el 33, se da una reorganización
del partido, después de este quiebre y ahí es que Creydt dice, entra en el
partido y dice se funda en el 33 el Partido Comunista Paraguayo, cuan-
do él entra y justo cuando él entra, pero en realidad se reorganizó, vuel-
ve a cobrar vida en el 33 con el ingreso de él. Hace poco Ana Barreto
dio unos datos que hicieron parte de la fundación, de la reorganización.
Emiliana Escalada, una comunista, feminista de la época y sobre Stalin
y la Unión Soviética, si era así, bastante, no sé si premonitorio, lo de
la caída de la Unión Soviética pero sí muy atinado, el anuncio que la
Unión Soviética va a caer, solo que como dijo Carlos, hay veces que él
sacó conclusiones correctas de premisas incorrectas, porque Formación
Histórica sacó de las etapas de la historia y el devenir del socialismo
inevitable, que se ajustó mucho a la luz de la realidad, lo mismo de la
Unión Soviética, porque él era el hijo mimado de la Unión Soviética,
del stalinismo, porque él siempre se declaró marxista stalinista. Cuan-
do la Unión Soviética le saca el padrinazgo, él dice va a caer la Unión
Soviética, solamente que dice que va a caer Cuba, va a caer China, en
algún momento, todos los que no le apoyaban en algún momento van a
caer, todos los que le retiraron el padrinazgo, la premisa es incorrecta,
pero su conclusión fue correcta, la Unión Soviética de esta manera no
se va a sostener, dijo.
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Mauricio Schvartzman* y
la tradición marxista en Paraguay**
Charles Quevedo1
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CHARLES QUEVEDO
2
Löwy, Michael (1980): El marxismo en América Latina. México: Ed. Era, pp. 11-59.
3
Rivarola, Milda (2014): Los orígenes del primer Partido Comunista paraguayo. En http://
www.vientofuerte.com/news/2014/05/28/los-origenes-del-primer-partido-comunista-
paraguayo/#sthash.rB1BFZzX.dpuf
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MAURICIO SCHVARTZMAN Y LA TRADICIÓN MARXISTA EN PARAGUAY
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MAURICIO SCHVARTZMAN Y LA TRADICIÓN MARXISTA EN PARAGUAY
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5
Con relación a la deriva del grupo de gramscianos argentinos escribe Santella (2007):”A
partir del exilio mexicano comienza un giro político que Portantiero compartió con una parte
de los intelectuales. Si antes Gramsci fue el teórico de la alianza de clases revolucionarias,
ahora le servirá como discurso de la alianza democrática (pero sin considerar las clases).
Comenzó entonces la revalorización de la democracia de los años ochenta. Las luchas polí-
ticas argentinas violentas debían dejar su lugar a la construcción de consensos que emerjan
de las tradiciones democráticas insertas en la sociedad. El análisis sociológico, en vez de
encontrar en las relaciones sociales las fuentes del antagonismo de clases, debía mostrar las
vías de conflictos que puedan ser resueltos con los mecanismos de la democracia. Bajo este
discurso, Portantiero y demás intelectuales, ahora agrupados en la revista La ciudad futura
y el Club de Cultura Socialista, se convirtieron en los teóricos de la vuelta a la democracia.
Asesoraron a Alfonsín integrando el grupo de la calle Esmeralda. Portantiero escribió el
famoso discurso de Parque Norte, en 1985. El mensaje alfonsinista quedó popularizado con
el lema: “Con la democracia se come, se educa y se trabaja”. […] El discurso alfonsinista
–con la teoría de Portantiero– convirtió a la democracia en una forma sin contenido social.
Pero los hechos revelaron su verdadero contenido social: sucesivos ajustes que llevaron
al pueblo a un récord de pobreza y desempleo”. Los escritos de finales de la década de
1980, especialmente Mito y duelo. El discurso de la pre-transición a la democracia en el
Paraguay, muestran a un Schvartzman muy poco optimista con relación a las “transiciones
democráticas” en curso y absolutamente distanciado de las apropiaciones liberales del dis-
curso gramsciano tan difundidas durante esos años en el Río de la Plata. Definitivamente, el
Gramsci de Schvartzman es el de las “cátedras marxistas” de la UBA de los años sesenta, no
el de los teóricos de “la vuelta a la democracia” de los años ochenta.
6
Publicado por la Secretaría Nacional de Cultura bajo la coordinación de Darío Sarah, en el
2011.
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MAURICIO SCHVARTZMAN Y LA TRADICIÓN MARXISTA EN PARAGUAY
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CHARLES QUEVEDO
en el Cono Sur de la América Latina tuvo como uno de sus centros más
destacados la revista Pasado y Presente. Publicada a partir de 1963,
en la ciudad de Córdoba, se propuso ser la expresión de un centro de
elaboración cultural autónomo de la estructura del Partido Comunista
Argentino (Aricó, 2005). El marxismo “oficial” argentino, así como los
marxismos latinoamericanos en general –entre ellos, el paraguayo–,
tenían por entonces como principales fuentes teóricas los manuales
soviéticos de marxismo-leninismo. La lectura de Gramsci tuvo como
efecto, la introducción de nuevas problemáticas y categorías analíticas.
Su apropiación por parte de sectores de la intelectualidad de izquierda
posibilitó –según señala Aricó (2005)– una visión laica del marxismo,
alejada de la ortodoxia stalinista.
A su vez, Schvartzman será uno de los principales propulsores de la
difusión de Gramsci en los pequeños círculos intelectuales de izquier-
da en Paraguay, sobre todo, a partir de la década de 1980, en la cual tie-
ne lugar un cierto relajamiento del aparato represivo de la dictadura de
Stroessner. En esa década, otros intelectuales paraguayos hacían igual-
mente uso de las categorías gramscianas: Roberto Luis Céspedes, en el
análisis del ascenso y consolidación del régimen stronista; Ticio Esco-
bar, en estudios sobre la cultura popular en Paraguay, y Ramón Fogel,
en trabajos sobre los movimientos campesinos, entre otros. Asimismo,
en el periodo mencionado, hay una significativa difusión de ideas de
inspiración gramsciana en círculos de militantes de los movimientos
universitarios, lo que dará lugar al renacimiento de una incipiente cul-
tura de izquierdas hacia los años finales del régimen de Stroessner y
principios del proceso de liberalización política. José Carlos Rodríguez
(1997) resume el regreso de Schvartzman al Paraguay, a principios de
la década de 1970, de la siguiente manera:
“Su regreso al país fue costoso. Él cometió para la dictadura mu-
chas más faltas que las que el régimen permitía. Viajó a más países
que los tolerados. Conoció y apoyó a más opositores que los acep-
tables. Actuó teniendo una visibilidad que no era conveniente. Dijo
más verdades que las autorizadas, emitió más opiniones que las que
se usaban en una sociedad acostumbrada al yugo, a la obediencia,
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9
Mencionado por Tomás Palau Viladesau, colega y amigo de Mauricio, en Morir en agosto.
Al coronel ya no hay quién lo escriba, Diario Última Hora, 23 de agosto de 1997, pág. 20.
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11
La preocupación por la “cientificidad” es otra impronta de la época en el trabajo de nuestro
autor. Esta problemática había sido introducida sobre todo a partir de la intervención de
Gino Germani en el campo sociológico latinoamericano en el transcurso de la década de
1950. En el Paraguay, una sociología de tipo germaniana había sido difundida por el núcleo
de investigadores sociales del Centro Paraguayo de Estudios Sociológicos (CPES), inaugu-
rado en 1964. Sin embargo, el CPES trabajaba una línea de pensamiento liberal fuertemente
vinculado –por intermedio de Gino Germani– a las fundaciones norteamericanas y su ma-
quinaria de guerra fría cultural.
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A modo de conclusión
En la década de 1980 –signada por el abandono apresurado de
muchos intelectuales paraguayos (y latinoamericanos) del paradigma
marxista y la resignada aceptación de la democracia liberal como único
horizonte posible– Mauricio Schvartzman siguió trabajando impertur-
bable en la tradición de la crítica de la economía política. Abrazó con
pasión el oficio de pensar. Lo hizo con un sentido de dignidad, una
agudeza y rigor analítico inigualables.
Bibliografía
Aricó, José M. 2005 La cola del diablo. Itinerario de Gramsci en Amé-
rica Latina (Buenos Aires: Siglo XXI Editores).
Aseretto, Rodolfo Manuel 2007 Caso: Miguel Ángel Soler (Asunción:
CIPAE Comité de Iglesias para Ayudas de Emergencia).
Bobbio, Norberto; Matteucci, Nicola; Pasquino, Gianfranco 2008
Diccionario de política (México: Siglo XXI Editores Argentina).
“Informe del proyecto Marandu” 1974 En Revista Suplemento Antro-
pológico (Asunción, Vol. IX, Nº 1-2, diciembre).
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DEBATE
Participante: Quiero recordar que con Mauricio fui compañero
en El Diario Noticias y tuve la posibilidad de hacerle entrevistas a él,
después del almuerzo y hace poco recuperé un casete de una hora más
o menos de conversación que tuve con él. Además quiero referirme
sobre lo que se aportó aquí. Me parece que es muy importante, porque
él incorpora otros campos que a lo mejor con una o dos lecturas de
Mauricio no se logran alcanzar. Me parece que fundamentalmente lo
que hay que decir de Mauricio es, su posición de intelectual orgánico
a una teoría revolucionaria. Eso es lo que hace Mauricio en todos
los escritos que tiene. Trata de sellar o de fijar algunas ideas que son
propias, así como se decía, de la teoría marxista y me parece que ese
libro, los aportes que hace para entender la sociedad, es un libro donde
él justamente trata de incorporar esa teoría sin límites, con las posi-
bilidades que daba esa teoría para ser interpretada según los procesos
que se daban acá en el país. Me parece genial, porque él, no digo que
ridiculizó, pero se divirtió bastante al señalar a algunos autores que se
definen de izquierda pero que sin embargo hacían uso de categorías
que no tenían nada que ver con la teoría marxista y me parece que él
rescata para la literatura marxista paraguaya algunos conceptos que
son fundamentales como el de formación social, el desarrollo de las
fuerzas productivas y cómo eso se va dando en el país, el hecho que
la teoría marxista tiene que tener un punto de vista en relación a los
autoritarismos y gobiernos que se tuvo acá en el Paraguay. ¿Qué sig-
nificó eso? Permitieron el desarrollo de las fuerzas productivas para
que posteriormente podamos tener claramente diferenciadas las clases
sociales o por el contrario, se teorizaron ciertos principios como el
nacionalismo y otros, que seguían siendo funcionales para el modo de
producción que tenía el país.
Estas son las cosas que me parece que Mauricio siempre intentó
decir y tratar que la gente las incorpore no solamente en una militancia
cotidiana, sino también en esa militancia de pensamiento que aún hoy
me parece que no existe abundantemente en el país.
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capitalista naturalmente tiene que haber clases, tiene que haber una cla-
se que hegemoniza y lo demás, en ese sentido esta capacidad de correr
dogmas nos permite un encuentro diferente con la realidad. Por eso yo
insisto que estos autores deben ser estudiados.
Se terminó de imprimir en diciembre de 2014.
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