02 Jornadas Febrero 2020 - DEE - Docx - Hword
02 Jornadas Febrero 2020 - DEE - Docx - Hword
Crear dispositivos para dar lugar a que los chicos de abordajes complejos puedan elegir y decidir qué quieren.
Acuerdos institucionales
En relación a la autenticidad
Tener en cuenta q el aprendizaje x proyectos debe ser planificado con anticipación, trabajar con material concreto para grupos
de abordajes complejos y nivel inicial.
Registro de la actividad y difusión de la experiencia.
JORNADA
INSTITUCIONAL
Febrero 2020
Para que cada institución educativa los desarrolle se presentan las siguientes consideraciones:
1. Generación de un clima institucional favorable que conlleve a una convivencia armoniosa.
2. Reflexión sobre la relevancia del trabajo en equipo.
3. Importancia de la colaboración, la innovación y la creatividad.
4. Aprendizaje centrado en el estudiante.
5. Aprendizaje para el mundo actual.
6. Vinculación de Áreas para el aprendizaje.
7. Diversificación de estrategias para responder a la diversidad.
8. Formación de redes de intercambio y aprendizaje para sostener procesos de mejora continua.
9. Mejora escolar a partir de las funciones de los Inspectores y Directores como actores claves.
10. Participación activa y retroalimentación con el contexto social.
¿Qué es ABP?
El Aprendizaje Basado en Proyectos es una metodología de enseñanza y aprendizaje que propone al alumno
asumir un rol protagónico y activo. Este alumno es acompañado por un docente que, desde la presencia
cercana, guía, facilita y anima, a través de experiencias significativas de aprendizaje.
El Aprendizaje Basado en Proyectos moviliza a los alumnos a explorar y formular sus propios
cuestionamientos en torno a la realidad cercana, estos cuestionamientos genuinos y relevantes les permiten
aunar la vida real y la escuela: partiendo de la comprensión de una problemática compleja, pasando a la acción
y luego a la reflexión sobre la acción. De esta manera, los alumnos desarrollan habilidades a través de un
trabajo colaborativo para el que necesariamente deberán recurrir al aporte de diferentes disciplinas.
Esta construcción colectiva, redunda por naturaleza en un producto final que se socializa y comparte con una
audiencia real. Los aprendizajes de los alumnos cobran verdadera relevancia en su contexto y disparan nuevos
cuestionamientos que darán origen a nuevos proyectos.
El Aprendizaje Basado en Proyectos es una metodología activa, justamente porque otorga al alumno la
posibilidad de participar activamente en su propio aprendizaje a través de la acción y la indagación. Esta
metodología de trabajo no es nueva, muchas escuelas en el mundo han fundado en ella su estructura
didáctica. Desde fines del S. XIX, el filósofo y pedagogo John Dewey propuso la necesidad de que los alumnos
aprendan haciendo, que los docentes planteen proyectos a partir de los intereses de los niños y les permitan
La palabra “proyecto” está integrada a diferentes espacios de la vida escolar. Las instituciones planifican
“proyectos” de variados alcances dentro y fuera del aula: un viaje escolar, un festejo institucional o la
realización de una huerta.
Si repasamos nuestra experiencia docente, seguramente encontraremos variados ejemplos de actividades
creativas que sirvieron para acompañar o afianzar temas, para evaluar o incluso motivar y comprometer a los
alumnos.
Este tipo de propuestas constituyen tal vez un acercamiento muy valioso al ABP, pero es conveniente
establecer algunas diferencias esenciales entre esta noción de “hacer un proyecto” y la metodología de
Aprendizaje Basado en Proyectos a la que refiere este documento.
● Porque involucra a los alumnos en su propio proceso de aprendizaje de manera directa, significativa y
con un propósito en común.
● Porque en ABP las diversas áreas del conocimiento están intrínsecamente vinculadas. El proceso de
aprendizaje es, como la vida, un todo interconectado, en lugar de una serie de conocimientos y temas
aislados. De este modo, el ABP es siempre un proceso abierto a modificaciones y nuevas ideas a
través del diálogo y el debate.
● Porque fomenta el aprendizaje auto dirigido y el pensamiento crítico.
● Porque genera motivadores espacios de aprendizaje colaborativo y ayuda a los estudiantes a
convertirse en solucionadores de problemas reales.
El siguiente gráfico nos permite visibilizar 5 componentes esenciales para el desarrollo de ABP.
Los estudiantes participan en un proceso extendido y continuo de cuestionamiento en el que todas las
preguntas son escuchadas. Esta dinámica subvierte el rol tradicional del docente que pregunta y el alumno que
responde. La/s pregunta/s de los alumnos constituyen el marco significativo del proyecto.
Proponer preguntas, buscar recursos para dar respuestas y aplicar información generan un ciclo de
permanencia que invita constantemente a la reflexión-acción.
Autenticidad
El proyecto involucra contextos, tareas y herramientas del mundo real, interpela los desafíos, intereses y
cuestionamientos propios de la vida de sus protagonistas.
Los alumnos toman decisiones vinculadas al proyecto. Estas decisiones incluyen: modalidad de trabajo
(proceso) y punto de llegada (producto final).
Crítica y reflexión
La reflexión permanente sobre el aprendizaje, la efectividad de los cuestionamientos, incluso los caminos o
estrategias de pensamiento, visibles a todos quienes participan del proyecto, garantizan que el proceso cobre
el valor tan relevante que esta metodología propone. Los obstáculos con los que los alumnos se encuentren en
el proceso, así como las estrategias que diseñen para superarlos, deben ser objeto de crítica y reflexión
permanente.
Producto público
El producto final hacia el cual el proyecto estuvo orientado merece llegar a la comunidad de la cual surge.
Compartir el producto, más allá del aula, resignifica los aprendizajes de los alumnos que le dieron vida. Les
Ahora que hemos revisado los fundamentos y rasgos principales de esta metodología, les proponemos un
recorrido práctico para la implementación de ABP.
Las siguientes fases o momentos les ayudarán a definir un proyecto. Sugerimos trabajarlos de forma
colaborativa e interdisciplinaria y llevar un registro de sus propios cuestionamientos y preguntas. Para que
estas preguntas sean visibles a todo el equipo de trabajo, pueden ir registrándose en papeles de colores sobre
una pared del aula.
Iniciar muros de preguntas es un ejercicio muy interesante para favorecer el cuestionamiento en el aula o la
escuela. Una herramienta digital que se puede utilizar para generar muros de preguntas es Padlet.com
En el siguiente cuadro encontrarán preguntas que pueden ayudar a evaluar el tema elegido:
La exploración del tema que hemos realizado en la actividad anterior seguramente nos ha permitido indagar
nuevos aspectos o perspectivas sobre el mismo. Esta indagación es una consecuencia natural de nuestra innata
curiosidad y deseo de descubrir. El corazón de ABP está vinculado a la/s pregunta/s que surge en medio de la
indagación. Estas preguntas impulsan o activan el deseo de explorar, descubrir e investigar.
No es sencillo dar forma a estas preguntas movilizadoras, de hecho es necesario aprender a preguntar. En
este camino de aprendizaje, es útil reflexionar sobre el tipo de preguntas que habitualmente hacemos en
Un proyecto demandará también de este tipo de preguntas directas, pero la pregunta guía en el marco de ABP
debe ser una pregunta de final abierto.
Una buena pregunta guía, vinculada a problemas o desafíos del contexto real de los alumnos será inspiradora y
desencadenante. Los siguientes ejemplos de preguntas guía seguramente ayudarán a comprender mejor la
propuesta:
● ¿Cómo podemos rediseñar un espacio público (nuestra plaza, nuestro patio) para hacerlo más
amigable con el ambiente?
● ¿Cómo podemos reducir nuestro impacto en los sistemas de producción de alimentos disponibles en
nuestra comunidad?
● ¿Cómo podemos contar historias no contadas de nuestra comunidad a través del fotoperiodismo?
● ¿Qué hace de alguien un héroe?
● ¿Qué máscaras usamos en nuestra vida cotidiana?
● ¿Cómo podemos diseñar la app de un museo virtual que muestre la influencia de nuestra comunidad
en un determinado período de la historia?
● ¿Por qué decayeron las civilizaciones luego de sus “períodos dorados” y qué lecciones podemos
aprender de eso?
● ¿Cómo diseñamos una casa pequeña que supla las necesidades de diferentes personas?
● ¿Cómo usamos la luz y el sonido para comunicar sin usar palabras?
● ¿Cómo demostramos a otros que el mundo está hecho de formas?
Las preguntas pretenden establecer un diálogo (entendido, según lo propone Nicholas Burbules
(1999), como una actividad dirigida al descubrimiento y a una comprensión nueva, que mejora el
conocimiento, la inteligencia o la sensibilidad de los que forman parte de ese diálogo).
En este sentido, las preguntas deben ser capaces de crear un espacio de reciprocidad.
Una pregunta impulsora o guía, tal como lo indica su nombre, moviliza a la acción.
Si iniciamos el proyecto preguntándonos ¿Cómo podemos rediseñar nuestro patio para hacerlo más amigable
con el ambiente?, seguramente la respuesta a esa pregunta tendrá que ver con un patio mejorado y
sustentable que podremos compartir con alumnos de otros grupos y con la comunidad. El producto final da a
los estudiantes la posibilidad de mostrar lo aprendido. La audiencia real que comparte el producto final de
nuestro proyecto, lo re-significa y valida, aumentando el nivel de compromiso con la acción.
El producto final es un componente esencial de ABP, sin embargo, es importante aclarar que el foco principal
está puesto en el proceso de aprendizaje y que la clave de un proyecto exitoso estará en lo que los alumnos
aprenden en el diseño y elaboración del producto y no en la perfección del producto final a compartir.
Algunos ejemplos de productos impulsados por preguntas:
➔ museo interactivo
➔ producciones audiovisuales
➔ obra de teatro
➔ feria escolar
➔ diorama
➔ juegos
➔ peticiones
➔ muestra fotográfica
➔ aplicaciones
➔ blog
➔ programa de radio
➔ producciones artísticas
➔ viaje/paseo
➔ colecciones
➔ prototipos
➔ diseños
Al pensar el producto final deberemos tener en cuenta cómo se compartirá y con quién.
El Aprendizaje Basado en Proyectos se apoya en los contenidos de los diseños curriculares. En la búsqueda de
El abordaje interdisciplinario se apoya en la articulación de los saberes que forman parte del
proyecto en ABP, así como en las capacidades que buscamos promover. El Documento Marco de
Organización de los Aprendizajes para la Educación Obligatoria Argentina (MOA) propone seis
capacidades fundamentales: resolución de problemas, pensamiento crítico, aprender a aprender,
trabajo con otros, comunicación, compromiso y responsabilidad.
La construcción interdisciplinar propicia una enseñanza que, sin dejar de lado las especificidades
disciplinares, provoque aprendizajes integrales de los procesos, fenómenos o temas; prácticas de
enseñanza que posibiliten a los estudiantes avanzar hacia un aprendizaje global, en donde se
integran diferentes disciplinas en base a los saberes y capacidades.
La indagación, como corazón de ABP, necesita del aporte de diferentes disciplinas para activar el
ciclo reflexión-acción. En este marco, la planificación en equipo de los docentes cobra relevancia ya
que los convoca a pensar en términos de interdisciplina, anticipar temas, procesos o fenómenos que
permitan y requieran el abordaje desde distintos campos disciplinares. En función de eso podrán
diseñar estrategias de trabajo comunes, que respondan a procesos didácticos pensados
interdisciplinariamente.
Algunas orientaciones para su desarrollo en la escuela:
El proyecto que hemos diseñado se materializa en actividades que posibiliten el logro de los objetivos. Las
actividades que generan entusiasmo entre los alumnos dinamizan el proyecto y aseguran el compromiso
sostenido de los alumnos. Sin embargo, es importante aclarar que no constituyen un fin en sí mismo sino un
medio para que los alumnos aprendan.
Entonces de esto se trata el enfoque del aprendizaje pleno: apuntar directo al aprendizaje de un
ahora en plena actividad. Su objetivo consiste en construir el aprendizaje a partir de experiencias
inmediatamente significativas y plenas de sentido.
Si la propuesta de actividades es potente y significativa para los estudiantes, estas movilizarán la voluntad de
los alumnos a aprender y activará el circuito de cuestionamiento- acción- reflexión.
¿Qué actividades proponemos?
Taller de pensamiento
Visita de expertos al aula
Experimentación
Entrevistas
Elaboración y uso de organizadores gráficos
Exploración virtual
Una de las dudas más frecuentes en torno a ABP tiene que ver con el entramado de aprendizajes,
El protagonismo del alumno en ABP requiere del liderazgo pedagógico del docente. Los alumnos descubren
una conexión inmediata entre estos aprendizajes y su trabajo personal y eso moviliza su voluntad de aprender.
En la etapa de planificación del proyecto es importante reflexionar sobre el modelo de evaluación. La forma
más apropiada de evaluar en el marco de ABP es la evaluación sumativa y formativa continua. La reflexión y
retroalimentación sobre el proceso debe ser constante a fin de que, tanto los docentes como los alumnos,
tomen conciencia (metacognición) de los aprendizajes realizados y de la forma en que estos aprendizajes
ocurrieron, sus fortalezas y debilidades, los errores cometidos, los problemas y dudas que se presentaron y la
forma en que se resolvieron.
El horizonte de indicadores y niveles de desempeño deben estar claros desde el inicio. Con ellos,
elaboraremos una rúbrica que facilite tanto el seguimiento del docente como el de los mismos estudiantes. La
evaluación formativa es un elemento clave para el desarrollo de ABP.
Fase 2: Implementación
Fase 2A Lanzamiento
La implementación de ABP es la puesta en actuación de todo lo planificado. Para que este lanzamiento
favorezca el desarrollo del proyecto es muy valioso dar a conocer el proyecto a la comunidad a través de
carteleras, redes o comunicados. Involucrar a la comunidad legitima y alimenta el deseo de transitar la
propuesta.
En esta etapa de la implementación, el proyecto acontece en el aula. De la misma forma que lo hicimos en la
etapa de planificación, es útil repasar algunos elementos claves que abordamos al inicio de la jornada, en
Fase 2 C Cierre
artísticas, series, cortos, páginas web, libros papel o electrónicos, tráiler de películas, posters, ferias. Es
conveniente también considerar el formato soporte de comunicación. Las TICs ofrecen innumerables
posibilidades de interacción que pueden llegar incluso a la cooperación nacional e internacional.
La pregunta inicial ha encontrado posiblemente varias respuestas creativas en ese producto final que
completa el ciclo e invita nuevamente a la reflexión. Como en la vida misma, nunca dejamos de cuestionarnos,
accionar y aprender.
Es momento de evidenciar aprendizajes, fundamentalmente hacia el interior del aula. Las rúbricas del
proyecto cobran especial relevancia ya que sirven de guía para la reflexión y se incorporan al portfolio
individual de actividades personales que dan cuenta de todo el proceso. Tanto los aspectos cognitivos como
sociales e institucionales puestos bajo la lupa de la reflexión, debe redundar en conclusiones concretas de los
protagonistas del proyecto. Esta reflexión será una hoja de ruta de los aprendizajes de los estudiantes.
El diálogo reflexivo no ocurre naturalmente si no lo dinamizamos y acompañamos. Las siguientes preguntas
pueden estar visibles en un afiche en el aula a fin de guiar la reflexión sobre el proyecto:
Conclusiones finales
La metodología de Aprendizaje Basado en Proyectos propone la construcción colectiva del saber a fin de
accionar sobre el mundo que nos rodea. El gran desafío que tenemos por delante consiste en hacer viva esa
Repositorio: Interdisciplina-objetivos-actividades
Escuela
Sala /grado/año
Nombre del docente
Bi- tri- cuatrimestre
Bibliografía y webgrafía
DÍA 2: 11/02/2020
Finalmente, destacaremos que la evaluación apunta a que docentes y alumnos tomen conciencia
(metacognición) de los aprendizajes realizados, del modo en que realizaron esos aprendizajes, de sus
fortalezas y debilidades, de los errores cometidos, de los problemas y dudas que se presentaron y cómo los
resolvieron. Es importante dar variedad de oportunidades para que el alumno pueda mostrar sus avances y
sus logros, utilizando distintos instrumentos. Todos los instrumentos de evaluación deben ser conocidos por
todos los actores.
ACTIVIDAD N°3: En grupos de hasta 5 integrantes, de acuerdo a los docentes de cada nivel, completar el
siguiente cuadro:
Lo importante es intentarlo.
Pensamiento Dinámicas en la que los estudiantes puedan
crítico participar de actos escolares con sus
reflexiones y aportes.
46
ACTIVIDAD PARA NIVEL INICIAL: Teniendo en cuenta el DCP de Nivel Inicial realizar una
aproximación.
ACTIVIDAD ( PARA NIVEL PRIMARIO): Teniendo en cuenta el organizador del DCP presente en el
ANEXO II, realizar una aproximación a la propuesta del Diseño Curricular de Nivel Primario 1,
analizando los diversos ejes temáticos incluidos.
HABILIDADES -
CAPACIDADES COMPETENCIAS
DESTREZAS
47
ACTIVIDAD N°4
Retomando el proyecto ABP realizado en el día de ayer, trabajamos de acuerdo a cada nivel y por ciclos, para
desarrollar una propuesta concreta que aplicaremos en nuestra Institución Educativa.
Bibliografía y webgrafía
Dirección Provincial de Evaluación y Planeamiento. Red de Escuelas de Aprendizaje. (2019)
Aprendizaje Basado en Proyectos. Buenos Aires, Argentina.
Diseño Curricular Provincial http://www.mendoza.edu.ar/diseno-curricular-de-educacion-primaria-
2019/ 48
49
Al bloque de trabajo temático se le destinará un tiempo aproximado de 3 hs. y se reservará 1 hora para
acuerdos institucionales.
Acuerdos Institucionales:
Para que cada institución educativa los desarrolle se presentan las siguientes consideraciones:
1. Generación de un clima institucional favorable que conlleve a una convivencia armoniosa.
2. Reflexión sobre la relevancia del trabajo en equipo.
3. Importancia de la colaboración, la innovación y la creatividad.
4. Aprendizaje centrado en el estudiante.
5. Aprendizaje para el mundo actual.
6. Vinculación de Áreas para un aprendizaje significativo.
7. Diversificación de estrategias para responder a la diversidad.
8. Determinación de los conocimientos previos del estudiante.
9. Observación y análisis del proceso de aprendizaje.
10. Valoración de los resultados de acuerdo a los ritmos y estilos de aprendizaje.
11. Formación de redes de intercambio y aprendizaje para sostener procesos de mejora continua.
12. Mejora escolar a partir del rol de los Inspectores y Directores como actores claves.
13. Participación activa y retroalimentación con el contexto social.
Evaluación
Dinámica de Inicio
En esta jornada de trabajo, los invitamos a pensar sobre el rol de la evaluación formativa y a realizar un
ejercicio de metacognición.
Para comenzar, les proponemos compartir el video del especialista Daniel Marengo: Características, propósitos
y principios de la evaluación formativa.
https://www.youtube.com/watch?v=nnyne-KGP0I
y el video del Profesor Jose M. Sanchez sobre instrumentos para la evaluación formativa.
https://www.youtube.com/watch?v=HhgM01ef9kg
Teniendo en cuenta los videos, les pedimos contestar en pequeños grupos las siguientes preguntas:
1. ¿Cómo se entiende el concepto de evaluación tradicionalmente?
2. ¿En qué se diferencia esta concepción tradicional de la propuesta de evaluación formativa?
3. ¿Qué elementos sugiere el video que se necesiten para generar esta modalidad de evaluación?
4. ¿Cuáles son los propósitos de la evaluación formativa respecto al estudiante?
53
Si pensamos en los alumnos que están incluidos en los niveles del Sistema Educativo, los docentes sabemos
que, muchas veces, los alumnos estudian pensando en «la prueba»: en esos casos, deciden qué y cómo
estudiar, en función de los temas del examen y del conocimiento que ellos mismos tienen acerca de «cómo
son las pruebas» que suele tomar ese docente. Desde el punto de vista de los estudiantes, se trata del
desarrollo de una estrategia que les permite cumplir con éxito un requisito del sistema educativo formal:
aprobar los exámenes.
Si pensamos en los alumnos dentro de la Modalidad Especial, debemos redoblar la apuesta para que la
evaluación se convierta en una herramienta válida que dé cuenta del recorrido realizado por nuestros
estudiantes hacia el desarrollo de sus capacidades, en función de los objetivos propuestos para que como
docentes podamos realizar los ajustes necesarios en sus trayectorias educativas.
1. La evaluación y la enseñanza: …
“[…] En todo acto de evaluación que se hace consciente y se problematiza, aparece claramente un doble juego:
al mismo tiempo que se evalúa la actuación de otra persona, se mide la eficacia de la evaluación. La evaluación
re ierte sobre sí misma. Se uel e sobre el e aluador y más a n lo en uel e”.
“[…] Cuatro son pues, los núcleos que generan ansiedad en la marcha funcional de la evaluación. El primero
nace de la necesidad de evitar los componentes afectivos al evaluar los comportamientos de los alumnos. El
segundo surge al evaluar las situaciones de clase y las técnicas de enseñanza empleadas, lo que implica
autoevaluarse como enseñante. El tercero aparece al hacerse necesario evaluar el plan, lo que supone
autoevaluarse como planificador. Y el cuarto se revela al hacerse preciso estimar la eficacia de las técnicas de
e aluaci n y del modo en ue se han utili ado lo ue entra a autoe aluarse como e aluador”.
“[…] Pero el empleo de nuevas técnicas nada significa si no va acompañada de un cambio en las actitudes. Por
esta razón, el seguimiento ciego de la moda pedagógica es solo otra manifestación del conformismo”. 55
2. La evaluación y el aprendizaje:
“[…] Conocidos los objetivos, acordada la participación y el esfuerzo del alumno en la empresa de alcanzarlos,
existe todavía otro requisito para que progrese sistemáticamente hacia su meta. El estudiante debe conocer los
resultados obtenidos en cada uno de sus intentos, la adecuación de sus certezas o de sus conjeturas. Solo podrá
corregir los errores si recibe información acerca de su localización y de las estrategias más aptas para su
rectificación”.
“[…] La magnitud de la funcionalización de la evaluación varía, sin embargo, según los sujetos y las
circunstancias. Desde un grado mínimo en el que solo se emplea para efectuar una selección entre los alumnos
puede llegar a un grado máximo en que actúa como reguladora de la marcha de la acción didáctica. Se trate de
profesores o de alumnos, el pasaje de uno a otro grado de la funcionalidad depende de que se opere la
conversión de la evaluación en auto evaluación”.
“[…] Incluso cuando la evaluación tradicional es continua, desplegada a todo lo largo del año escolar, conserva
del examen una concepción de la equidad que consiste en plantear las mismas preguntas a todo el mundo, al
mismo tiempo y en las mismas condiciones. Como si hubiera razones para pensar que los aprendizajes pueden
estar sincronizados hasta tal punto que, durante exactamente la misma cantidad de horas o semanas –y
estrictamente en forma paralela─ los alumnos aprenden lo mismo. Esta ficción, por indefendible que sea, está
en la base de todo sistema tradicional de evaluación formal. En la medida en que está en vigencia y gobierna el
destino escolar de los alumnos, es bastante normal que estos y sus padres estén fuertemente adheridos a la
equidad formal ante la nota, en defecto de la igualdad real ante la enseñanza”.
“[…] Cuando se quiere formar un equipo pedagógico, aún sin tocar el sistema de evaluación formal, no se
puede dejar que cada uno continúe evaluando como siempre lo ha hecho, según sus preferencias o sus
exigencias estrictamente personales. La coherencia del equipo pedagógico se juzga también según su modo de
evaluar, sobre todo si los docentes son responsables de los mismos alumnos y deben concertar sus evaluaciones
[…]”
Dicen Giné y Piqué (2007) que la evaluación es inseparable de la enseñanza y que para ser favorecedora de la
inclusión tiene que partir de la certeza de que todo alumno o alumna es capaz de aprender; debe tener
objetivos claros, prestar atención a los resultados, a sus niveles de adquisición, y a los procesos para poder
tomar distintos caminos. Evaluar es mejorar, porque toda evaluación permite establecer fortalezas y
debilidades que orientan el diseño de políticas y la definición de programas por parte de los organismos
rectores del sector, así como también, la elaboración de planes de mejora por parte de las mismas
instituciones escolares.
En este proceso evaluador es muy importante saber a qué personas sirve y qué valores promueve porque
además de ser un hecho técnico es un proceso de reflexión que nos exige a todos el compromiso con el
conocimiento y la mejora. Las buenas prácticas docentes y la mejora de los rendimientos escolares requieren
de una evaluación acorde con los fines educativos que la sociedad demanda.
Toda etapa educativa tiene unas características especiales y por tanto la evaluación también ha de atender las
particularidades de cada una de ellas. El aprendizaje escolar depende de las características culturales, sociales
y económicas de la familia del alumnado, de la calidad de los procesos ambientales de su hogar, de la calidad
de la gestión liderada por el personal directivo y del grado de participación de la comunidad escolar, etc. Es por
ello por lo que debemos poner mucha atención a estos elementos y llevar a cabo una evaluación accesible a
todos y cada uno de los que intervienen en todo el proceso, porque la participación y colaboración entre los
distintos agentes de la evaluación en educación primaria es un aspecto fundamental.
Otro elemento central a considerar es fomentar la participación de las familias en el proceso educativo de sus
hijos, apoyando el proceso de enseñanza y aprendizaje de éstos. Por una parte, las familias tienen la obligación
de colaborar con los docentes durante toda la escolaridad obligatoria; por otra, las instituciones educativas
tienen la obligación de informarles periódicamente sobre la evolución escolar de sus hijos estableciendo los
mecanismos pertinentes para garantizar que sean escuchados en aquellas decisiones que afecten a la
evolución escolar.
ACTIVIDAD:
Partiendo de la lectura y análisis reflexivo del material propuesto hasta el momento, elaborar
colaborativamente una definición de evaluación de acuerdo al contexto, que guiará luego la
elaboración de los acuerdos institucionales.
La coevaluación puede definirse como un proceso de valoración realizado entre pares basado en criterios
predefinidos, en el cual se evalúan el desempeño y la calidad de los trabajos, así como el nivel de logro en
relación a los objetivos de aprendizaje, de igual manera se da y recibe retroalimentación.
CARACTERÍSTICAS DE LA COEVALUACIÓN
58
✔ Se utiliza comúnmente en trabajos colaborativos donde forma parte el mismo alumno.
✔ Al alumno se le puede solicitar que evalúe el trabajo de otro compañero sin que necesariamente
pertenezcan al mismo equipo.
✔ Se obtiene un doble beneficio, ya que por un lado se le da retroalimentación al compañero que se
está evaluando, pero simultáneamente el alumno evaluador, obtendrá retroalimentación de su
propio trabajo.
✔ La coevaluación conlleva a obtener ganancias cognitivas, pero también afectivas para los alumnos;
quienes se sienten con una responsabilidad importante en el proceso de enseñanza-aprendizaje, lo
cual incrementa su motivación intrínseca.
✔ Desde la perspectiva del docente, la coevaluación puede representar un ahorro de tiempo.
59
Nombre del alumno:
Nombre del Evaluador:
Niveles
Aspectos Siempre A veces Se le dificulta
hacerlo
Participa en la toma de acuerdos del
equipo.
Cumple con las tareas y comisiones
asignadas.
Participa en todas las actividades
realizadas por el equipo.
Apoya a los compañeros que lo
necesitan.
Colabora en la presentación del producto
final.
AUTOEVALUACION
La autoevaluación se produce cuando un sujeto evalúa sus propias actuaciones. Es un tipo de evaluación que
toda persona realiza de forma permanente a lo largo de su vida. Por ejemplo, frecuentemente tomamos
decisiones en función de la valoración positiva o negativa de un trabajo realizado, de la manera como
establecemos nuestras relaciones, entre otros.
Mediante la autoevaluación los alumnos pueden reflexionar y tomar conciencia acerca de sus propios
aprendizajes y de los factores que en ellos intervienen. En la autoevaluación se contrasta el nivel de
aprendizaje con los logros esperados en los diferentes criterios señalados en el currículo, detectando los
avances y dificultades y tomando acciones para corregirlas. Esto genera que el alumno aprenda a valorar su
desempeño con responsabilidad.
Como observamos en los diferentes Diseños Curriculares, muchas de las capacidades educativas implican que
el alumno sea capaz de “valorar” el patrimonio artístico y cultural, la riqueza lingüística, las actitudes solidarias,
etc. en las diferentes áreas. Para aprender a valorar, el camino más favorable existente es practicar
apreciaciones en distintas circunstancias y en relación con diferentes ámbitos. Una forma de evaluación es la
autoevaluación del propio trabajo y la propia actividad. Por eso, en este caso la autoevaluación se convierte en
un procedimiento metodológico para alcanzar una de las capacidades previstas: que el alumno sea capaz de
valorar.
Es aconsejable que la autoevaluación se vaya introduciendo en la práctica de manera gradual hasta que el
alumno se habitúe a ella. El alumno es capaz de valorar su propia labor y el grado de satisfacción que le
produce; pero la complejidad con que lo haga dependerá de su madurez.
Algunas recomendaciones para poner en práctica la autoevaluación:
Ejemplo 1:
“Estimado alumno/a: Le solicito que se autoevalúe en las actividades desarrolladas en el curso.” Se presentan
indicadores respecto de su actitud frente al trabajo. Para responder marque con un “X” en el nivel de la escala
que usted considere representa su grado de acuerdo a:”
Dinámica de trabajo
Dado que toda propuesta de evaluación debería entenderse en el marco de los propósitos que la orientan y de
61
las decisiones didácticas involucradas, a continuación proponemos responder un conjunto de preguntas, a
tener en cuenta en el momento de diseñar las propuestas de evaluación, analizarlas y optar por los
instrumentos más adecuados.
1. ¿Cuáles son los objetivos/propósitos/finalidades de la evaluación? ¿Cuáles son las decisiones que se
tomarán a partir de la información relevada?
2. ¿Quiénes son los destinatarios de la evaluación?
3. ¿Cuáles son los contenidos/aprendizajes/capacidades que se evaluarán?
4. ¿Qué tipos de producciones son esperables?
5. ¿Cuáles serán los criterios de evaluación?
6. ¿Qué oportunidades de autoevaluación y de coevaluación se incluirán?
7. ¿Cómo se comunicarán los resultados de la evaluación? ¿Qué tipo de retroalimentación recibirán los
estudiantes?
8. Cada docente/grupos de trabajo, deberá realizar un ejemplo de cada uno de los instrumentos de evaluación.
La evaluación es un proceso en el que recogemos información sistemáticamente, la que nos permite elaborar
un juicio de valor en función del cual tomamos decisiones. (Anijovich).
Escalera de retroalimentación:
RÚBRICA
Les proponemos adentrarnos en esta jornada en la construcción de rúbricas. Concebimos a las rúbricas como
“asistentes” de la evaluación o puntos de referencia, ya que a partir de ellas, se identifican con claridad los
Rúbrica: matriz de valoración. Es un documento artesanal que describe con claridad los objetivos que el
alumno tiene que alcanzar y las expectativas y niveles de logros, niveles progresivos de dominio o pericia. En
las rúbricas se presenta una intersección entre dos dimensiones: por un lado el objetivo de la evaluación y por
el otro, los criterios e indicadores de calidad. En general, se muestra una gradación de cuatro niveles que va
desde principiante ha avanzado. Es importante que sean cuatro niveles para evitar que la evaluación quede en
el nivel del medio. Se debe describir claramente qué se espera en cada nivel. Las rúbricas permiten saber con
claridad qué se espera de los aprendizajes y, en este sentido, es importante elaborarlas al comienzo. Las
rúbricas explicitan los distintos niveles de calidad, orientan y son mapas de ruta, muestran al alumno en qué es
fuerte y en qué áreas puede mejorar, permiten hacer una toma de conciencia reflexionando sobre el proceso y
tomando decisiones hacia el futuro, y estimulan a avanzar y a hacer un esfuerzo distinto.
En el enfoque de la evaluación para el aprendizaje, las rúbricas ocupan un rol central. Tomando los aportes de
Panadero y Romero (2014), podemos sintetizar los beneficios que trae su uso:
sirven de guía u orientación para avanzar en el aprendizaje;
brindan información útil y relevante para que los estudiantes se autoevalúen o lleven a cabo evaluaciones
entre pares;
promueven la autonomía y la responsabilidad de los estudiantes;
reducen la subjetividad de los docentes a partir de la transparencia de los criterios y niveles de desempeño.
Esta rúbrica incluye una columna de “Dimensión”, que habitualmente tiene varios criterios que la referencian.
Para este caso, las Habilidades de interacción y comunicación no se resuelven únicamente con la Capacidad
para escuchar, sino que incluye otros aspectos –por ejemplo, referidos a la Capacidad de comunicar ideas– que
forman parte de la misma dimensión.
De este fragmento de rúbrica también podemos analizar los “Niveles de calidad”. En este caso, se presentan
Experto/Competente/Novato/Aprendiz. Claramente refieren a un lenguaje “cognitivo”. No es el único posible.
Podrían pensarse niveles de calidad numéricos (4/3/2/1) o alfabéticos (A/B/C/D), o definirlos con los
estudiantes. Por ejemplo, en una rúbrica destinada a una producción de Artes Visuales de una escuela
secundaria, los niveles de calidad fueron 4 pinceles/ 3 pinceles/ 2 pinceles/ 1 pincel (con las figuras de
pinceles, sin los números); en otro caso, para una rúbrica que reunía varias asignaturas, los estudiantes
acordaron Maestro Yoda/ Obi wan Kenobi/ Darth Vader/ Canciller Palpatine, haciendo referencia a la saga de
las películas de Star Wars.
Podemos distinguir dos tipos de rúbricas: holísticas o analíticas. Las primeras, a diferencia del ejemplo
brindado, solo presentan la descripción del nivel más alto de desempeño y contienen una columna para hacer
comentarios específicos sobre el estudiante o el grupo de estudiantes que se está evaluando, y otra columna
para explicitar la nota o el puntaje otorgado. Las segundas, en cambio, responden al modelo presentado en el
ejemplo y contienen una descripción detallada para cada uno de los niveles. Podemos utilizar rúbricas para
evaluar una tarea en particular llevada a cabo en el proyecto y/o para acompañar todo su desarrollo.
En ambos casos, es importante que en su construcción y diseño podamos tener en cuenta los elementos
señalados y los pasos que sintetizamos a continuación:
- Identificar las dimensiones, el objeto o proceso a evaluar, y definir los criterios intentando responder de
forma clara y precisa: ¿qué es importante que los estudiantes aprendan?
- Definir la cantidad de niveles de desempeño o de calidad a considerar.
- Explicitar los indicadores de cada uno de los niveles de desempeño. Construir los descriptores explicando de
manera detallada en qué consisten los distintos niveles de calidad para cada criterio.
- Validar la rúbrica y realizar los ajustes necesarios. Para ello, es importante: Probar la rúbrica con
producciones de los estudiantes y compartir el documento con estudiantes y docentes.
Si bien las rúbricas fueron diseñadas como asistentes de la evaluación cualitativa, pueden utilizarse también
para la calificación. En ese caso, es necesario decidir el puntaje total otorgado a cada criterio definido (fila de la
rúbrica) y, a partir de ello, identificar el porcentaje correspondiente a cada indicador en relación con el puntaje
total atribuido a ese criterio. No resulta apropiado técnicamente definir un puntaje “tipo” para cada nivel de
calidad (columna de la rúbrica), dado que los desempeños de los estudiantes habitualmente se ubican en
diferentes niveles de calidad, dependiendo del criterio al cual respondan. En el ejemplo mencionado, un
estudiante puede tener un desempeño correspondiente al nivel “novato” en “capacidad para escuchar”, y
“experto” en “capacidad para comunicar ideas”.
De este modo, la rúbrica puede dar cuenta de la diversidad de nuestros estudiantes, también si se la considera
en la construcción de la calificación.
Evaluación y calificación: La calificación tiene como propósito comunicar y explicitar los resultados de una
evaluación. Existen distintos tipos de escalas de calificación, aunque las más utilizadas son las escalas
numéricas y conceptuales. Las primeras consisten en un número de categorías establecidas en términos
descriptivos a las que se atribuye previamente valores numéricos convencionales (por ejemplo, de 0 a 10). En
cambio, las segundas dependen de las características de aquello que se busca evaluar (por ejemplo: excelente,
muy bueno, bueno, regular, insuficiente).
NIVEL INICIAL
67
Respeta algunos
Respeta los elementos
elementos de la La narrativa presenta un
de la superestructura
estructura narrativa: conflicto, pero no logra
narrativa: situación No respeta la estructura
Estructura conflicto, resolverse de forma
inicial, conflicto, narrativa. No utiliza
Narrativa resolución. Utiliza efectiva. Utiliza algunas
resolución. Utiliza las organizador gráfico.
casi todas las ideas ideas de organizador
ideas de organizador
de organizador gráfico.
gráfico.
gráfico.
La narración
La narración consiste
muestra algunas La narración no aporta La narración no aporta
en ideas creativas y
ideas nuevas, pero ideas nuevas, pero puede ideas conectadas de
Ideas concretas que se
no todas se desarrollar a partir de forma que se hace difícil
desarrollan con
desarrollan por esquemas conocidos. comprender el texto.
naturalidad y soltura.
completo.
Al bloque de trabajo temático se le destinará un tiempo aproximado de 3 hs. y se reservará 1 hora para
acuerdos institucionales.
77
Acuerdos Institucionales:
Para que cada institución educativa los desarrolle se presentan las siguientes consideraciones:
➔Trabajar estrategias de comprensión, teniendo presente los diferentes estilos y ritmos de aprendizaje.
➔Acrecentar las múltiples formas de abordar los canales comunicativos para responder a la diversidad.
➔Mirar en profundidad las estrategias de fluidez lectora que el buen lector necesita para comprender,
entendiendo que estas estrategias deben enseñarse de forma explícita.
➔Realizar acuerdos institucionales que garanticen el trabajo sostenido, sistemático y consciente en torno a la
comunicación y la fluidez lectora como estrategias para la mejora de la comprensión.
Dinámica de inicio
¿Qué vinculación existe entre las lecturas que la escuela propone y la vida de los estudiantes?
¿Cuáles son las demandas acerca de lectura que plantea el mundo actual, de cara al futuro?
➔ (Los Fantásticos Libros Voladores. William Joyce. La versión completa de este corto está disponible en
YouTube)
Leer implica procesos distintos en diversos niveles, no se aprende a leer de una vez ni de la misma forma
y, por ello, la competencia lectora se va aprendiendo y complejizando a lo largo de la vida. La
competencia lectora sería entonces una capacidad ilimitada del ser humano, que se va actualizando a
medida que la sociedad va cambiando. La competencia lectora cambia, como también lo hacen los
textos, los soportes, el tipo de información, el tipo de lector, etc. Esta supone “un aprendizaje amplio,
multidimensional, que requiere la movilización de capacidades cognitivas, afectivas y de inserción
social”.
Las nuevas generaciones de lectores, nos acercan diferentes desafíos y la ciencia de la lectura nos acompaña
con precisiones cada vez más robustas en torno al complejo proceso de comprender e interpretar lo que 79
leemos.
“Se aprende a leer leyendo” nos hemos repetido muchas veces. Sin embargo, desde la perspectiva docente,
este reconocimiento no es suficiente. Es imprescindible además entender qué es lo que se aprende cuando
enseñamos a nuestros alumnos a leer. Vale decir, hacer explícito el proceso de lectura. Prestar a nuestros
alumnos los mecanismos de reflexión metacognitiva de la que somos capaces como lectores competentes a
fin de hacer visible el proceso de lectura.
Que todos los estudiantes desarrollen habilidades para leer y escribir con autonomía y eficacia no
compete sólo a docentes de lengua. Lectura y escritura son aprendizajes transversales e involucran a
todos los espacios curriculares.
Los proyectos institucionales de lectura permiten instalar en la escuela un “clima lector”. Estos proyectos
pueden proveer un marco en el que las lecturas cobren sentido vital o pueden ser bienintencionadas
actividades aisladas que logran entusiasmar mientras se desarrollan, pero no promueven el funcionamiento de
la escuela como comunidad de lectores. Lograr en la escuela un clima de lectura estable y sostenido depende
tanto de las actividades que promuevan el acceso al libro como de aquellas que pongan foco en los procesos
de comprensión. En otras palabras, se trata de entramar la biblioteca escolar, los recorridos de lectura
propuestos, las actividades de promoción de la lectura, la visita de un autor con espacios destinados al
desarrollo consciente de estrategias lectoras: condición indispensable para formar lectores autónomos.
La agenda de lectura
En el año 2017, la Jornada Institucional de Formación Docente Situada propuso la actualización del proyecto
institucional de lectura. La devolución de estos proyectos permitió a los equipos técnicos un conocimiento
profundo de la propuesta de promoción de lectura que las escuelas diseñaron para sus estudiantes. En función
de esos proyectos se propuso la agenda de 20 minutos diarios de lectura a fin de otorgarle permanencia en el
transitar cotidiano de la escuela.
80
Un alumno que lee (o escucha a su docente leer) durante 20 minutos al día habrá accedido a 1 millón de
palabras en un año. Este acceso a las palabras ampliará sus representaciones mentales y lo habilitará a
procesos cognitivos complejos.
Así, por ejemplo, un niño que escucha cuentos todas las noches, transitará un proceso de alfabetización
diferente a quien no tuvo esa posibilidad. Los investigadores Hart y Risley (2005) registraron y contaron la 81
cantidad de palabras diarias a las que estaban expuestos niños pertenecientes a hogares de menores o
mayores recursos, durante los primeros años de vida. El registro de palabras tomó todas las conversaciones
que ocurrieron en su entorno familiar durante 4 años. El estudio arrojó una diferencia de 30 millones de
palabras (13 a 46 millones respectivamente) entre ambos grupos de estudio. Los niños provenientes de
hogares de mayores ingresos tenían acceso a una cantidad mucho mayor de palabras que sin duda facilitaron
luego el acceso a la lengua escrita. Más interesante aún, estudios posteriores confirman que el vocabulario
que un niño o niña domine a los 3 o 4 años dependerá también del discurso que le hayamos dirigido, y no solo
aquel al que estuvo expuesto. (Shneidman y otros, 2013)
La conclusión que desborda y nos convoca es simple: en relación a la lectura, la escuela representa para
muchos de nuestros estudiantes una gran ocasión.
La ocasión de acceder a las palabras y valerse de ellas para comprender y cambiar el mundo que los rodea.
Numerosas experiencias demuestran que, cuando las intervenciones en la escuela ocurren de forma temprana,
“El cerebro lector contiene un complicado conjunto de mecanismos que armonizan admirablemente para
concretar la lectura. este tanto se mantuvo como un misterio durante muchísimos siglos. hoy, la caja negra
del cerebro se ha abierto y está naciendo una verdadera ciencia de la lectura”
(Dehaene, 2009)
Empecemos entonces por descifrar una pequeña parte de los circuitos cerebrales de la
lectura
La lectura no es una actividad natural para el hombre. Es más, podemos decir que es un invento bastante
reciente, comparado con la historia de la humanidad. Nuestro patrimonio genético no incluye circuitos
destinados a la lectura, pero hemos reciclado ciertas áreas cerebrales a este fin y hemos logrado volvernos
lectores expertos. Es decir, la adquisición de la lectura es un proceso artificial, ajeno y por ende
cognitivamente muy costoso para el niño.
No ocurre lo mismo con el dominio de la lengua hablada, que el niño logra por completo en los primeros años
de vida. Como la lengua oral se mantiene dentro de circuitos neuronales especializados, ese conocimiento del
lenguaje es inconsciente e implícito. Por el contrario, aprender a leer debe ser explícito y consciente. Debemos
tomar consciencia de los sonidos, las sílabas, las palabras y llegar a ellas por un camino inicialmente no
vinculado a la palabra: la visión. Cuando aprendemos a leer, re-orientamos estos circuitos para que las
regiones visuales reconozcan las cadenas de letras y las envíen hacia las áreas del lenguaje.
Las áreas cerebrales involucradas en esta etapa del proceso son muchas, incluso más de las que involucra un
adulto lector (áreas asociadas al movimiento de los ojos, a procesos de memoria y atención). A medida que la
lectura se automatiza, las áreas involucradas también decrecen. Es decir: la automatización de la lectura es un
objetivo esencial del aprendizaje. Sólo con ella se consigue liberar áreas de la corteza y dejarlas disponibles
para otras actividades. En la medida que se logra la automatización, es posible lograr mayor velocidad. Así,
para un adulto lector toma el mismo tiempo leer SOL que PLANETAS (1/5 de segundo) pero para un lector
incipiente todas las palabras representan un desafío.
La lengua es el más complejo sistema de comunicación inventado por el ser humano. Ella asocia
cuatro capacidades básicas: escuchar y hablar; leer y escribir. La escuela ha entronizado la segunda
pareja, dándole un protagonismo excluyente y por su efecto, se han desatendido la alfabetización
3
Barcia, Pedro Luis (2016), “La comprensión Lectora: aprender a comprender textos gráficos, gestuales, orales
y escritos” Editorial SM, Argentina.
En relación con la percepción: hay dos formas: la instantánea y la lineal: el ojo ve instantáneamente
un cuadro de Picasso, el oído percibe instantáneamente un bocinazo. El ojo ve linealmente una
película y el oído escucha linealmente una pieza musical. El individuo mira y oye con instantaneidad;
cuando se inventa el lenguaje gestual, obliga al ojo a pasar a la linealidad, a medida que avanza la
articulación del lenguaje gestual y se va haciendo más complejo, paralelamente va creciendo la
linealidad de la percepción visual. Cuando el ser humano inventa la escritura, se acrecienta
notablemente el proceso de visión lineal. En la actualidad conviven en la percepción del individuo
dos linealidades: la visual de la escritura y la visual - auditiva del cine, la televisión, el video y el
celular.
Por estas razones la linealidad visual y auditiva del cine, la televisión, el video y el celular, resultan
más gratificantes y fácil para el perceptor, que la linealidad de la escritura, que requiere mayor
esfuerzo. “El esfuerzo de leer y la facilidad de ver y oír”, ambas formas compiten en la elección de
nuestro alumno.
b. Atención a la atención: El proceso comprensivo se apoya en la base insustituible del interés que
el mensaje pueda despertar en el intérprete. Esto juega un papel
básico en la selección de los textos que se trabajen con el alumno. La
atención es la aplicación sostenida de la mente a un objeto, por eso,
es el sustento de toda comprensión. Captar la atención de los
estudiantes, orientarla y lograr que la sostengan aplicada a la realidad
c. El cono de Edgar Dale: “Cono de experiencia o de aprendizaje de Dale”. El cono propone que en
el proceso de aprendizaje de comprensión, que se retiene con mayor facilidad toda actividad,
tarea o ejercitación que se acerque a la base, es decir a lo que se denomina concreto y que a
medida que nos acercamos a su ápice, hacia lo abstracto, crecen las dificultades de
comprensión. Es decir, que la graduación de comprensión, va de mayor a menor, desde lo
concreto a lo abstracto. La retención de lo comprendido es mayor cuando el alumno realiza una
acción concreta, un trabajo práctico, una actividad participativa, como es el caso de los juegos o
de las excursiones. Un segundo nivel se sitúan los experimentos de laboratorio o los simulacros,
y en un tercer nivel las experiencias que se asocian al oído y a la vista, a un video, a una película,
o a un espectáculo teatral.
ABSTRACTO
Escritos - LEER
Orales - OIR
CONCRETO
El texto es una realidad comunicativa: visual (imagen, gráfico, icono, gesto), auditiva o escrita.
Compuesta por uno o varios elementos, que conllevan un sentido o significación que les da unidad
89
de base, es la unidad semántica. El objetivo final es el sentido del texto; no el de una frase, o de un
párrafo.
Leer: es un proceso de decodificación de signos, de un mensaje organizado según un sistema de
comunicación determinado. Se puede leer un texto gestual, un texto oral, un texto gráfico, un texto
fotográfico, un texto literario, un texto fílmico, etc. Todos los tipos de textos exigen dos cosas:
lectura y comprensión. La lectura es la decodificación de los mensajes comunicativos a través de
cualquier vía.
Todos los textos, cualquiera sea la percepción por la cual entramos en contacto con ellos, exigen
la comprensión. Por eso es limitativo el enfoque educativo, que se aplica como eje de toda
realidad solamente a la comprensión lectora de textos escritos. La comprensión textual incluye
la totalidad de las formas textuales enunciadas.
Cuatro capacidades que se suponen básicas para el manejo diestro del sistema lingüístico: hablar y
escuchar, leer y escribir. Las cuatro destrezas lingüísticas deben desarrollarse coordinadamente en
nuestro sistema educativo, porque una influye en otras las 4, se articulan y son complementarias.
Leer no es decodificar grafemas y sonidos, es comprender mensajes; escribir no es codificarlos es
comunicarse. Si el desarrollo de la comprensión se va especificando gradualmente desde el hacer
hasta el leer y con el apoyo firme de lo visual y lo oral, comienzan con las primeras vías de prácticas
comprensivas. Pero además, la comprensión sobre la base de la oralidad, supone el escuchar y el
hablar para un “aula sin muros”, es decir, el espacio social en el que el estudiante vive, más allá de
lo familiar y lo escolar; es el mundo icónico, el de las imágenes puras y de las imágenes asociadas a
la oralidad.
Alfabetización gráfica
Los textos gráficos suponen una representación externa y perdurable en el tiempo, como el texto
escrito y las diferentes formas de imágenes, iconos, cómics, fotografías, mapas, cuadros, etc. En
nuestros días el vocablo alfabetización ha expandido su acepción y se lo aplica a todo proceso por el
El dibujo: otra forma de lenguaje, puede dar base para desarrollar diferentes y variadas
91
competencias cognitivas y adelantar en la
comprensión. El ejercicio con elementos gráficos
desarrolla aspectos cognitivos ciertos y exige
diversos grados de comprensión. Además, lo
gráfico es apoyo para las explicaciones y
consideraciones que los alumnos pueden hacer
sobre ese material, lo que les aporta beneficio a la capacidad comprensiva y comunicativa,
es decir, que la comprensión puede avanzar a la vez con apoyatura visual y auditiva.
Textos icónicos: la alfabetización icónica de los alumnos es tarea escolar
para la vida, dada la utilidad que su comprensión depara para desplazarse
en sitios públicos de lo más diversos. Los iconos son símbolos
convencionales, que manejan las culturas. El ícono exige cierto grado de
iniciación qué es necesario adelantar desde el Nivel Inicial, porque los habilita para una
enorme cantidad de situaciones, algunas de suma urgencia y gravedad en la vida cotidiana:
por ejemplo: baño, salida de emergencia, no estacionar. Los
íconos transmiten un mensaje conciso, de fácil e instantánea
comprensión, a veces aparecen de forma aislada en medio de una
cuadra, como para indicar un tipo de negocio o una oficina pública,
en otras ocasiones se organizan en series de orientación, como los
dispuestos a lo largo de una carretera. El icono propone su elemento o todos sus elementos
componentes, en un plano simultáneo de comunicación, a diferencia del escrito, que supone
el tiempo y lo lineal. En general, representan un
solo contenido, una sola idea, orden,
sugerencias, señalamiento, etc. El lenguaje
icónico puro es solamente gráfico, alingüístico,
por eso es pluricultural, lo cual explica su
expansión gradual en todo el mundo. El icono
presenta algunas reglas que es necesario
atender: Hay dos tipos de iconos los figurativos
y los puramente convencionales
La Gestualidad:
La comunicación humana comienza con la gestualidad que es previa a la invención del lenguaje
verbal. En todas sus culturas, el lenguaje no verbal gestual, cuando convive con el lingüístico, a veces
lo ratifica y a veces lo sustituye, el lenguaje no verbal tiene varios niveles de ejecución:
a. Gestos cotidianos: usados
habitualmente por todos,
acompañando o no al discurso oral, a
veces esta gesticulación normal va
asociada a sonido, palabras o frases.
Dicha gestualidad se expresa por
medio del cuerpo y sus posiciones
particulares. Hay: Gestos
Representativo simbólico y gestos no representativos.
b. El alfabeto para sordos: Que traspone los sonidos de los grafemas a gestos
manuales.
c. Lengua de señas para sordos: los gestos equivalen a palabras y a veces a frases
enteras.
Identifiquen, qué formas de comprensión es necesario profundizar en sus aulas, para afianzar estos
conceptos en sus estudiantes y trabajar la comunicación fluida de los mismos. Piensen en 3
propuestas significativas que puedan desarrollar para mejorar la comprensión.
El aspecto que distingue a los lectores expertos de los lectores con dificultades es la fluidez,
es decir, el grado en que la lectura se realiza sin esfuerzo cognitivo.
(Fuchs et al., 2001)
Ahora bien, ¿podemos asegurar que todos nuestros estudiantes han automatizado la lectura?, ¿conocemos
de verdad cómo leen nuestros alumnos?
Escuchar a los alumnos leer en voz alta puede contribuir significativamente a cambiar o reorientar
nuestras prácticas de comprensión lectora. La fluidez es tanto un facilitador como un producto de la
comprensión: la comprensión y la fluidez guardan una relación causal recíproca (Pikulski & Chard,
2005). Podemos pensar en la fluidez lectora como un puente de acceso a la comprensión.
Conocer cuán fluidos son los alumnos a la hora de leer permite entender y abordar problemas que de otra
forma permanecen ajenos al acceso del docente. Suele ocurrir que el docente sabe que sus alumnos tienen
dificultades para comprender lo que leen pero no puede identificar factores asociados a esa dificultad.
Cabe aclarar que la velocidad de lectura no es un indicador único de fluidez. Podemos leer con mucha
velocidad un texto y no comprenderlo. La dificultad del texto, el conocimiento de las palabras que lo
componen y la experiencia del lector con el tipo de texto que le solicitamos leer inciden en la fluidez.
La velocidad de la lectura involucra el reconocimiento automático de las palabras, esto es, un reconocimiento
sin esfuerzo. Si el lector se detiene mucho tiempo en cada palabra y dedica toda su atención a decodificarlas,
va a tener dificultades para comprender el texto porque no puede destinar atención a los dos procesos
simultáneamente. Para favorecer la comprensión, deberá automatizar el reconocimiento de palabras.
Para hacer una lectura expresiva, el lector debe hacer uso de las pistas que le proporciona el texto, pistas
sintácticas, semánticas y pragmáticas, además de los signos de puntuación, de manera tal de “ponerle
prosodia” al texto escrito. Para ello tiene que comprender lo que lee. En efecto, la forma de entonar y hacer
pausas muestra el agrupamiento de palabras que hace el lector. Si es apropiado, es un reflejo de que está
comprendiendo el texto.
Si el agrupamiento no es adecuado, porque las palabras que el lector conforma no constituyen una unidad de
significado, se puede pensar que tiene dificultades de comprensión porque no puede establecer las relaciones
necesarias entre palabras.
Los lectores fluidos no solo leen rápido sino también con una entonación que expresa el significado del texto
y que evidencia el avance en la fase de comprensión.
Una manera simple de evaluar el nivel de reconocimiento de palabras de nuestros alumnos es la lectura en
voz alta y la medición de palabras por minuto. La siguiente escala nos permite orientarnos en valores
96
esperados para cada edad.
Una medición al inicio del año permite al docente conocer la situación de todos los alumnos en relación a este
aspecto de la fluidez lectora y abordar las propuestas de lectura desde el conocimiento exhaustivo de su
grupo. Sugerimos también que estas mediciones se repitan al promediar y terminar el año, a fin de monitorear
el progreso de los alumnos luego de la práctica para la mejora en fluidez. Esta práctica tendrá los siguientes
ejes articulados:
Monitore
o
Quienes han jugado video-juegos asiduamente conocen muy bien el desafío que proponen al jugador a través
de metas u objetivos claros. Además de una clara visión del desafío, el juego brinda al jugador una devolución
o feedback permanente sobre su nivel de desempeño frente a ese objetivo, lo cual lo anima a seguir jugando.
El automonitoreo de progreso promueve un mecanismo de permanente observación del lector sobre su propio
proceso. Si el alumno tiene la posibilidad de releer un texto (más de una vez) y registrar cómo progresa entre
una y otra lectura, conociendo la medida de su mejora en cantidad de palabras correctamente leídas de un
texto, tiene claro su objetivo; sabe qué se espera de él/ella y se orienta a lograrlo. Será el mismo alumno/a
quien descubra sus propias mejoras y esto lo alentará a continuar progresando. Al mismo tiempo, el docente
podrá acompañar ese monitoreo con su propia rúbrica de seguimiento.
98
Los alumnos podrán disponer de un cronómetro o reloj de arena (este último es altamente motivador) que
dispondrán al comenzar a leer. Cuando haya corrido el minuto, deberán detenerse marcando con el dedo el
punto al que llegaron. Luego contarán las palabras leídas hasta ese punto. Los números al final de cada renglón
facilitan la tarea. Para contar pueden tomar el número del último renglón y sumar las palabras que alcanzaron
a leer del siguiente o bien tomar el número al final del renglón en el que está su dedo y descontar las que no
alcanzaron a leer. Ese número es el que anotarán en su Cuadro de Lecturas.
99
Cuando el alumno realice la primera práctica, el texto será nuevo para él/ella. Luego, con un par de días de
diferencia y con la práctica de lectura repetida y prosodia que sugerimos en este documento, los alumnos
pueden volverse a medir en una segunda y tercera instancia. Esto les permitirá ver con claridad que su
velocidad mejora gracias a la práctica del texto que volvieron a leer.
➔ Entre los pdf del Programa de Fluidez, encontrarás una Lista de control de fluidez.
➔ Podrás hacer 2 o 3 copias de esta tarjeta o colocarla en el pizarrón cuando los alumnos trabajen con
las tarjetas.
➔ Cuando los alumnos trabajen de forma independiente con las tarjetas, pueden utilizar esta lista de
control a fin de ver si su lectura sigue las pautas esperadas.
Lectura repetida
Contrario a lo que puede pensarse, los ojos no se deslizan de forma continua sobre el texto. Realizan
movimientos que combinan fijaciones y saltos, deteniéndose en determinadas palabras del texto. En esas
fijaciones oculares, “extrae” la información de las palabras. Estas fijaciones se alternan con pequeños
movimientos laterales denominados movimientos sacádicos. La duración de la fijación (es decir, el tiempo que
el ojo se detiene en las palabras) está relacionada con la cantidad de información que aportan. Esto nos lleva a
distinguir, entre dos tipos de palabras diferentes: las palabras de contenido (sustantivos, verbos, adjetivos,
etc.) y, por el otro, las palabras funcionales (artículos, conjunciones, preposiciones, etc.). Las palabras de
En este marco, es recomendable entonces la lectura repetida de textos que permitan al ojo encontrarse
frecuentemente con las palabras que presentan dificultad. Este reconocimiento de palabras favorece la fluidez
lectora.
Luego de la primera lectura, consultamos a los estudiantes las palabras en las que tuvieron dificultad, aquellas
que les costó leer. La respuesta suele circunscribirse a las palabras largas o desconocidas. En este momento es
importante que el docente reflexione con los alumnos sobre las dificultades que surgen a la hora de leer esas
palabras. Esta reflexión metacognitiva anima a los alumnos a observar su propia lectura y es probable que
mencionen dificultades en todos los niveles de procesamiento: “esa alabra me cuesta or ue no sé lo ue
si ni ica” o “si la oraci n es lar a me ierdo”. La metacognición que se propone en el auto-monitoreo de
fluidez es una herramienta muy valiosa que predispone para el trabajo con otras estrategias de comprensión.
➔ Con las palabras que los alumnos señalen confeccionar tarjetas de vocabulario. Tomaremos como
ejemplo el texto de la página anterior: ¿Cuántas semillas contiene un metro cuadrado del desierto?
Los alumnos suelen mencionar palabras como: extremadamente, trópico, bioma, evaporan, desarrollarse,
sobrevivir, empapadas, garantiza, suficiente.
Nótese que muchas de estas palabras no representan un gran desafío desde el punto de vista léxico, los
alumnos conocen su significado, sin embargo, no son de uso frecuente para ellos. A esta selección pueden
sumarse palabras funcionales que necesitamos que comiencen a reconocer. Con una selección de 15 palabras
por texto podemos confeccionar tarjetas para práctica de reconocimiento de palabras. Estas tarjetas deberán
crecer en número en la medida que se incorporan nuevos textos a fin de dinamizar la práctica a través de
juegos breves y sistemáticos.
102
Se colocan las tarjetas en pila, boca abajo sobre la mesa. Entre las tarjetas se ubican algunas adicionales con la 103
leyenda “¡¡Oh, NO!!”. Participante A levanta una tarjeta de la pila, participante B lee la palabra. Si la lee
correctamente conserva la tarjeta. Si no, deberá devolverla a la pila central. Si aparece la tarjeta ¡¡Oh NO!!
Deberá devolver a la pila inicial todas las leídas correctamente y el turno pasa al participante A.
Seleccionar tarjetas en pares iguales, por ej. árido / árido. Se jugará con 2 pares de tarjeta iguales por cada
jugador. Es decir 5 jugadores necesitarán 20 tarjetas. Mezclar y entregar 4 tarjetas a cada jugador. Por turnos,
cada jugador entrega una tarjeta al jugador de la derecha. Si esta coincide con alguna de las que el jugador
tiene, puede bajar ese par sobre la mesa. La rotación de cartas continuará hasta que el primer jugador se
descarte y gane.
Las fichas de este juego permiten atender solo al fraseo. Al prescindir de la decodificación, los lectores pueden
concentrarse en la figura tonal y las pausas del texto. Sugerimos utilizarlas para lectura coral. También es
posible pedir a los alumnos que elaboren nuevas fichas con los desafíos que los textos proponen, incluyendo 104
Lectura modélica
La lectura modélica implica no solo que el alumno escuche al docente leer, sino que esté activamente
involucrado en esa lectura, para lo cual es importante que el alumno pueda también leer el texto que
escucha. De esta forma, podrá observar las pausas, el ritmo y las figuras tonales vinculadas a la interpretación
que el lector hace del texto. A través del modelo de lectura que el docente ofrece, los alumnos acceden con
facilidad a las diferentes maneras de construir un personaje así como al contenido simbólico del texto. Esta
mediación favorece la construcción del pensamiento crítico ya que la lectura modélica les facilita el acceso a
interpretar aspectos más complejos del texto como la intención del autor o los estereotipos en los personajes:
al poner voz a los personajes el docente los interpreta para el alumno. A través de la lectura modélica el
docente puede introducir textos de mayor complejidad que aquellos que los alumnos utilizan en su práctica
diaria poniendo en relevancia con su voz los diferentes aspectos que hacen a esa clase textual, a la
superestructura ( por ej. el inicio del conflicto en una narración) o a los recursos propios de ese texto.
La estrategia de lectura modélica puede tener como variante la utilización de textos en audio acompañados
por su versión escrita. Existen aplicaciones móviles que nos permiten poner voz a documentos escritos. de esta
Los audiocuentos son también un potente recurso ya que ofrecen muy buenos modelos de lectura oral: a
continuación les ofrecemos el link al audio y al texto escrito para seguir la lectura modélica de un cuento de 105
➔ Texto Escrito:
https://www.cuentocuentos.org/cuento/1331/por-ejemplo,-cristobal.html
➔ Texto en audio
https://www.youtube.com/watch?v=HH3es3kNNLU
Ambos portales cuentan con numerosos recursos para incorporar al proyecto institucional de lectura.
La selección de textos incluidos en las tarjetas, tiene como objetivo facilitar tu tarea de práctica diaria de
lectura. Podrás usar los textos para:
- Las tarjetas de grados superiores pueden usarse como desafío para alumnos con mejor nivel de
lectura.
- Las tarjetas de grados inferiores pueden ser el escalón de trabajo inicial con alumnos que tienen más
dificultades en lectura que el resto de sus compañeros.
Repositorio de jornada:
● https://www.educ.ar/recursos/131093/educapps-para-mejorar-la-fluidez-lectora-de-los-ninos
● Resolución 1822-DGE-16
http://bases.mendoza.edu.ar/aplicaciones/legales/gestion/documentos/5dcb8f_1822--.pdf
Bibliografía
● Barcia, Pedro Luis (2016), “La comprensión Lectora: aprender a comprender textos gráficos, gestuales,
orales y escritos” Editorial SM, Argentina.
● Bruner, J. (1986). Actual Minds, Possible Worlds. Cambridge, MA: Harvard University Press
● Dehaene, S. (2014) Aprender a leer. Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores.
● Dehaene, S. (2019) ¿Cómo Aprendemos? Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores.
● Dehaene, S. (2014) El cerebro lector. Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores.
● e ier . . or one A. . pani ..................a ide e tora en o primero
rado re a ión entre a i idade de de odi i a ión ara ter ti a te t a e ompren ión.
n e t dio pi oto on ni o a ante de e pa o .. e i ta e rop i o o a atinoameri ana
● Fumagalli,J.; Jaichenko V.;y Barreyro, J. (2017) Niveles de fluidez lectora y comprensión de textos.
Revista Traslaciones. Volumen 4 (8).
● Fuchs, L. S., Fuchs, D., Hosp, M. K., & Jenkins, J. R. (2001). Oral reading fluency as an indicator of
reading competence: A theoretical, empirical, and historical analysis. Scientific Studies of Reading.
● Hill, S. (2015) Developing early literacy: Assessment and teaching (2nd Ed.). Hong Kong: Eleanor
Curtain Publishing.National Reading Panel. (2000). Teaching children to read: An evidence-based
Desde hace unos años escuchamos hablar sobre “inno aci n educati a” y lo importante que es implementar
prácticas educativas que apunten a la innovación pero ¿realmente sabemos de qué estamos hablando?
1- TRABAJO EN GRUPO TOTAL: ¿De qué hablamos cuando hablamos de “innovación educativa”? –
Realizamos una lluvia de ideas, anotando en la pizarra, afiches o cualquier otro medio las características que
tiene una institución educativa innovadora.
2- Visualizar el video “Javier Echeverria Ezponda - La innovación educativa”. Disponible en:
https://www.youtube.com/watch?v=EsuGVwrVAPQ. Individualmente, anotar las ideas
destacadas/novedosas de aquello que escuchamos.
3- TRABAJO EN GRUPO TOTAL - Reflexionar:
a. La definición que da Echeverría Ezponda ¿nos brinda algún elemento que agregaríamos a nuestro
listado de palabras anterior?
b. En la entrevista, se afirma que “una innovación ocurre a lo largo del tiempo”: ¿qué acciones
concretas hemos realizado como institución educativa para poder convertir a nuestras prácticas en
“prácticas innovadoras”?
c. ¿En qué sentido se puede afirmar que la innovación no es una simple novedad o moda?
d. ¿Cree usted que las innovaciones contribuyen al mejoramiento de la calidad educativa? ¿por qué?
e. ¿Qué diferencias encuentra entre una simple mejora y la innovación educativa?
4- Teniendo en cuenta lo analizado anteriormente, realizamos la siguiente rutina de pensamiento (trabajo por
ciclos)
Actividad 2: En grupo de hasta 5 integrantes, realizar la lectura reflexiva del siguiente material de trabajo.
La educación es uno de los derechos fundamentales de los seres humanos siendo el aprendizaje una de las
dimensiones fundamentales de su ejercicio pleno. En este sentido, el papel de los docentes tiene una especial
relevancia para contribuir a que las escuelas y aulas se conviertan en espacios dinámicos, creativos,
facilitadores de los aprendizajes, promotores de valores de convivencia y ciudadanía. Deben ser espacios que
innoven y ofrezcan respuestas pertinentes a las necesidades educativas de estudiantes, familias y
comunidades.
Por esta razón, la calidad y el compromiso de las y los docentes es una condición fundamental de la calidad y la
equidad de los sistemas educativos. La preparación de las y los docentes implica, por lo tanto, el desarrollo de
capacidades para promover el cambio y la innovación en las escuelas, alineando las políticas educativas
nacionales con las necesidades y particularidades de los contextos escolares.
Según la UNESCO (2014) “la innovación educativa es un acto deliberado y planificado de solución de
problemas, que apunta a lograr mayor calidad en los aprendizajes de los estudiantes, superando el paradigma
tradicional. Implica trascender el conocimiento academicista y pasar del aprendizaje pasivo del estudiante a
una concepción donde el aprendizaje es interacción y se construye entre todos”.
Para repensar de qué hablamos cuando hablamos de innovación educativa, podemos decir que:
1. La innovación es una fuerza que busca desnaturalizar, repensar, desmitificar la matriz escolar
tradicional para desplegar el aprendizaje en profundidad que genere capacidades de actuar en los
alumnos. Se nutre, para ello, de nuevos motores del aprendizaje: ya no el temor y la obligación, sino
la alimentación del sentido de aquello que se enseña, la formación de la voluntad y el deseo de
aprender, y la defensa del aprendizaje como un derecho.
2. La innovación tiene escalas, es practicable en las aulas y cada día a nivel micro, pero se potencia con
transformaciones sistémicas. Cuantas más capacidades y más apoyo, más lejos se podrá llegar. Pero
no debe ser vista la espera de grandes cambios políticos y más financiamiento como una excusa para
la inercia. Nada debe detener la búsqueda constante de una pregunta muy simple a cualquier escala:
¿qué funciona, qué no?
3. La gran hipótesis de la innovación educativa es que no hay que buscar un cambio disruptivo del orden
escolar desde afuera sino aprovechar las fuerzas del sistema y construir puentes entre el presente y el
futuro, buscando reinstitucionalizar la escuela. No se trata de innovar contra las escuelas sino con
ellas.
4. La innovación buscada toma sentido cuando combina tres ejes: una disposición constante a hacer
preguntas y buscar caminos, una mirada científica que persigue evidencias antes que puros
experimentos por modas o intuición, y una sed de justicia social como motor para abrir nuevos
caminos y no aceptar como dado el orden vigente.
5. Hay grandes dosis de innovación en las prácticas dentro y fuera del sistema educativo. Es
fundamental canalizar esos movimientos, documentarlos, reutilizarlos, validarlos, profundizarlos. La
Aspectos positivos que se presentan en su institución educativa para favorecer las innovaciones
4
BLANCO, R. (2005). La escuela como centro de la innovación educativa - Versión Preliminar. OREALC/UNESCO - Innovemos, Red de
Innovaciones Educativas. Curso Taller: Investigación y Sistematización de Innovaciones Educativas 2005-2006.
b- Teniendo en cuenta lo trabajado en las jornadas 2019, las acciones realizadas durante el ciclo lectivo
anterior y lo analizado en las presentes jornadas, completar el siguiente esquema (trabajo en grupos
de hasta 5 integrantes).