El Hombre en Busca de Sentido
El Hombre en Busca de Sentido
El Hombre en Busca de Sentido
Uno de los libros que más he recomendado. En la edición que cito tiene
dos partes: la primera es una narración de la estancia del autor en varios
campos de internamiento nazis y la segunda es un apéndice titulado
«Conceptos básicos de Logoterapia». Un buen prefacio resume la vida
personal y profesional de Frankl, da los datos que faltan para completar
brevemente su relato de la estancia en los campos, habla de sus
publicaciones y de su relevancia profesional crecientes en las décadas
centrales del siglo XX, y detalla la curiosa historia del libro, que pasó de
un fracaso sin paliativos cuando se publicó a ser después un éxito
arrollador.
La segunda parte del libro es, como apunté arriba, una explicación
sintética de la Logoterapia fundada por el autor, un método menos
introspectivo y menos retrospectivo que la psicoterapia, que mira a los
valores que el paciente quiere realizar en el futuro, y que se centra en la
búsqueda del sentido de la existencia por parte del hombre. Señala que
el papel del logoterapeuta se puede comparar al de un oftalmólogo más
que al de un pintor: su función es la de ampliar y ensanchar el campo
visual del paciente sin necesidad de imponer ningún juicio de valor y
conduciéndole a que la verdad se imponga por sí misma.
Esta segunda parte termina con un párrafo final muy parecido a otro de
la primera: «Nuestra generación es muy realista pues, después de todo,
hemos llegado a conocer al hombre en estado puro: el hombre es ese
ser capaz de inventar las cámaras de gas de Auschwitz, pero también es
el ser que ha entrado en esas mismas cámaras con la cabeza erguida y el
Padrenuestro o el Shemá Israel en los labios».
..
LA VOLUNTAD DE SENTIDO.
La búsqueda, por parte del hombre, del sentido de su vida constituye
una fuerza PRIMARIA y no una racionalización secundaria.
Éste sentido es único y específico.
LA FRUSTRACIÓN EXISTENCIAL.
El hombre es capaz de mal-lograr su voluntad de sentido en cuyo caso
la Logoterapia habla de FRUSTRACIÓN EXISTENCIAL.
El término existencial admite tres significados distintos:
NEUROSIS NOÓGENA.
Las neurosis noógenas no surgen por conflictos entre impulsos e
instintos, surgen por problemas existenciales o espirituales. La
frustración de la voluntad de SENTIDO juega un papel fundamental y
primordial. Resulta obvio que la terapia apropiada para las neurosis
noógenas no es la psicoterapia tradicional, sino la LOGOTERAPIA:
psicoterapia que se atreve a penetrar en la dimensión espiritual, que es
la dimensión genuina del ser humano.
NOODINÁMICA.
La búsqueda humana de sentido y valores puede crear una tensión
interior en lugar de un equilibrio interno. Esta tensión es un requisito
indispensable de salud mental.
“EL QUE TIENE UN POR QUÉ PARA VIVIR, PUEDE SOPORTAR CASI
CUALQUIER CÓMO” (Palabras de Nietzsche) Palabras que son un motor
de cualquier psicoterapia.
EL SENTIDO DE LA VIDA.
El sentido de vida difiere de un hombre a otro, de un día a otro y de una
hora a otra hora. Por lo tanto, lo que importa no es el sentido de vida
en formulaciones abstractas, sino el sentido concreto de la vida de un
individuo en un momento determinado.
LA ESENCIA DE LA EXISTENCIA.
El énfasis en la fuerza de la responsabilidad humana se refleja en el
imperativo categórico de la LOGOTERAPIA.
“Obra así, como si vivieras por segunda vez y la primera vez lo hubieras
hecho tan desacertadamente, como estás a punto de hacerlo ahora”
Esta máxima estimula el sentido de la responsabilidad del hombre,
invita a imaginar, en primer lugar, que el presente ya es pasado, y en
segundo lugar, que el pasado es posible de enmendarse.
Este precepto enfrente al hombre con:
La finitud de la vida
La finalidad personal y existencial
Al paciente le corresponde decidir su existencia como responsabilidad
social, ante su consciencia y/o ante DIOS.
“ACEPTAR EL SUFRIMIENTO.”
El valor no reside en el sufrimiento en sí, sino en la actitud frente al
sufrimiento, en nuestra actitud para soportar ese sufrimiento. Uno de
los axiomas básicos de la logoterapia mantiene que: “La preocupación
primordial del hombre no es gozar del placer, o evitar el dolor, sino
buscar un sentido a la vida”.