El Hombre en Busca de Sentido

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El hombre en busca de sentido

Uno de los libros que más he recomendado. En la edición que cito tiene
dos partes: la primera es una narración de la estancia del autor en varios
campos de internamiento nazis y la segunda es un apéndice titulado
«Conceptos básicos de Logoterapia». Un buen prefacio resume la vida
personal y profesional de Frankl, da los datos que faltan para completar
brevemente su relato de la estancia en los campos, habla de sus
publicaciones y de su relevancia profesional crecientes en las décadas
centrales del siglo XX, y detalla la curiosa historia del libro, que pasó de
un fracaso sin paliativos cuando se publicó a ser después un éxito
arrollador.

Las intenciones de la primera parte, subtitulada «un psicólogo en un


campo de concentración», son «ofrecer una descripción psicológica y
una explicación psicopatológica de las características típicas de la
psicología en un campo de concentración». Está dividida en tres
secciones, tituladas «Internamiento en el campo», «La vida en el
campo» y «Después de la liberación». El autor cuenta los sucesos que
vivió, cronológicamente pero centrando su atención en las distintas
reacciones de los internos. Para eso va poniendo titulillos a los
apartados como, por ejemplo, Apatía, Los sueños, Hambre, Sexualidad,
Política y religión, El humor en el campo, Suerte es lo que a uno no le
toca padecer, Planes de fuga, etc.

El autor dirige sus comentarios a ilustrar lo que se indica en el título, la


busca de sentido. Hace pensar en cómo, al final, lo que importa es ser
conscientes de los motivos para luchar y para sobrellevar las
condiciones de vida, por penosas que sean. Se apoya, para eso, en «las
palabras de Nietzsche “el que tiene un porqué para vivir, puede
soportar casi cualquier cómo”», de las que dice que «podrían
convertirse en el lema que orientara y alentase los esfuerzos
psicohigiénicos y psicoterapéuticos con los prisioneros».

Los esfuerzos terapéuticos de Frankl en el mismo campo, nos dice, se


apoyaban en hacer notar a sus compañeros que «la unicidad y
singularidad que diferencian a cada individuo, y confieren un sentido a
su existencia, se fundamenta en su trabajo creador y en su capacidad de
amar». Por eso, quien sea «consciente de su responsabilidad ante otro
ser humano que lo aguarda con todo su corazón, o ante una obra
inconclusa, jamás podrá tirar su vida por la borda. Conoce el porqué de
su existencia y será capaz de soportar casi cualquier cómo».
Insiste en cómo el hombre no está determinado por su entorno, pues
«las experiencias de la vida en un campo demuestran que el hombre
mantiene su capacidad de elección»; que la última de las libertades
humanas es la elección de la actitud personal que un hombre adopta
frente al destino. Esa línea de pensamiento la formula, de modo
contundente, cuando al terminar afirma que «la historia nos brindó la
oportunidad de conocer al hombre quizá mejor que ninguna otra
generación. ¿Quién es, en realidad, el hombre? Es el ser que siempre
decide lo que es. Es el ser que inventó las cámaras de gas, pero también
es el ser que entró en ellas con paso firme y musitando una oración».

Entre las cosas que señala según va contando su historia, el autor


apunta que hizo un gran descubrimiento en una ocasión en la que se
descubrió pensando en su esposa, en un estado que llama de
«embriaguez nostálgica». Dice así: tuve «un pensamiento que me
petrificó, pues por primera vez comprendí la sólida verdad dispersa en
las canciones de tantos poetas o proclamada en la brillante sabiduría de
los pensadores y de los filósofos: el amor es la meta última y más alta a
la que puede aspirar el hombre. Entonces percibí en toda su hondura el
significado del mayor secreto que la poesía, el pensamiento y las
creencias humanas intentan comunicarnos: la salvación del hombre solo
es posible en el amor y a través del amor. Intuí cómo un hombre,
despojado de todo, puede saborear la felicidad — aunque solo sea un
suspiro de felicidad — si contempla el rostro de su ser querido». E indica
que así también entendió el sentido y el significado de las palabras
bíblicas que dicen que «los ángeles se abandonan en la contemplación
eterna de la gloria infinita».

La segunda parte del libro es, como apunté arriba, una explicación
sintética de la Logoterapia fundada por el autor, un método menos
introspectivo y menos retrospectivo que la psicoterapia, que mira a los
valores que el paciente quiere realizar en el futuro, y que se centra en la
búsqueda del sentido de la existencia por parte del hombre. Señala que
el papel del logoterapeuta se puede comparar al de un oftalmólogo más
que al de un pintor: su función es la de ampliar y ensanchar el campo
visual del paciente sin necesidad de imponer ningún juicio de valor y
conduciéndole a que la verdad se imponga por sí misma.

Su axioma básico es este: «la preocupación primordial del hombre no es


gozar del placer, o evitar el dolor, sino buscarle un sentido a la vida. El
sentido es posible sin el sufrimiento o a pesar del sufrimiento. Para que
el sufrimiento confiera un sentido ha de ser un sufrimiento inevitable,
absolutamente necesario». Es decir, que el valor no está en el
sufrimiento sino en la actitud frente al sufrimiento.
Para explicar esto, Frankl recurre a los recuerdos de sus experiencias en
los campos nazis e indica cómo sus compañeros allí «se preguntaban:
“¿Sobreviviremos a este campo? Pues en otro caso, estos sufrimientos
no tienen sentido”. Sin embargo, yo me cuestionaba otra pregunta:
“¿Estas muertes y el sufrimiento de estas gentes tan cercanas, guardan
algún sentido?” Así debía ser, pues en caso contrario, definitivamente el
sobrevivir perdía su sentido, porque la vida cuyo sentido último
dependa del azar o de la casualidad para mantenerse vivo seguramente
no merece la pena ser vivida”».

Además, uno de sus puntos fundamentales es un énfasis en la


responsabilidad que se formula del siguiente modo: «obra así, como si
vivieras por segunda vez y la primera vez lo hubieras hecho tan
desacertadamente como estás a punto de hacerlo ahora». Es decir,
afirma: «la libertad no es la última palabra. La libertad es una parte de la
historia y la mitad de la verdad. La libertad es la cara negativa de
cualquier fenómeno humano, cuya cara positiva es la responsabilidad.
De hecho, la libertad se encuentra en peligro de degenerar en mera
arbitrariedad salvo si se ejerce en términos de responsabilidad

Esta segunda parte termina con un párrafo final muy parecido a otro de
la primera: «Nuestra generación es muy realista pues, después de todo,
hemos llegado a conocer al hombre en estado puro: el hombre es ese
ser capaz de inventar las cámaras de gas de Auschwitz, pero también es
el ser que ha entrado en esas mismas cámaras con la cabeza erguida y el
Padrenuestro o el Shemá Israel en los labios».

..

Viktor Frankl. El hombre en busca de sentido (Der Mensch vor dem


Frage nach dem sinn, 1945). Barcelona: Herder, 2013, 11ª ed. de la
edición de 2004, revisada; 160 pp.; col. Psicología; trad. de Christine
Kopplhuber y Gabriel Insausti; edición y prólogo de José Benigno Freire;
ISBN: 978–84–254–2331–4.

Conceptos de Logoterapia extraídos de


"El Hombre en busca de Sentido" de Viktor Frankl.
CONCEPTOS BÁSICOS DE LA LOGOTERAPIA

Logos: palabra griega que equivale a sentido, significado, propósito y


palabra.
Terapia: (griego-therapeia) curación, tratamiento.
Logoterapia: tratamiento para encontrar significado y sentido a la vida.
Es una psicoterapia centrada en el sentido.

A diferencia del Psicoanálisis, corriente de Sigmund Freud, la


Logoterapia mira más bien hacia el futuro, es decir al sentido y los
valores de la persona. El Psicoanálisis es más introspectivo y
retrospectivo que la Logoterapia, ésta es prospectiva.
Al aplicar la Logoterapia el paciente se enfrenta con el sentido de su
propia vida y debe confrontar su conducta con ese sentido de la vida.
Logoterapia, se ha denominado como “La tercera Escuela Vienesa de
Psicoterapia” Se centra en el sentido de la existencia humana y en la
búsqueda de ese sentido por parte del hombre.
Viktor Frankl, en la Logoterapia, se basa en la voluntad de sentido,
mientras que Freud, en el Psicoanálisis, se basa en la voluntad del
placer, Y Alfred Adler en la voluntad del poder.

LA VOLUNTAD DE SENTIDO.
La búsqueda, por parte del hombre, del sentido de su vida constituye
una fuerza PRIMARIA y no una racionalización secundaria.
Éste sentido es único y específico.

EL HOMBRE ES CAPAZ DE VIVIR E INCLUSO DE MORIR POR SUS IDEALES


Y VALORES.
NOSOTROS NO INVENTAMOS EL SENTIDO DE NUESTRA VIDA, SINO QUE
LO DESCUBRIMOS.

EL HOMBRE ES LIBRE PARA ELEGIR ENTRE ACEPTAR O RECHAZAR UNA


OPORTUNIDAD QUE LA VIDA LE PLANTEA. HAY LIBERTAD PARA
ACEPTAR O RECHAZAR EL SENTIDO DE LA VIDA.

LA FRUSTRACIÓN EXISTENCIAL.
El hombre es capaz de mal-lograr su voluntad de sentido en cuyo caso
la Logoterapia habla de FRUSTRACIÓN EXISTENCIAL.
El término existencial admite tres significados distintos:

1. Existencia misma: específicamente humana


2. Sentido de la existencia
3. Voluntad de SENTIDO: el afán de encontrar un sentido concreto a
la existencia personal
NEUROSIS.
(NEURO Y OSIS, estado morboso). Forma de alteración de la conducta,
distinta a la psicosis. Incluye diferentes tipos casos de inadaptación,
fobias, histerias y obsesiones. Neurosis y psicosis poseen rasgos
idénticos en cuanto a su evolución y a sus defensas dinámicas. Sin
embargo, se diferencian cualitativamente en sus sistemas dinámicos
respectivos. El Neurótico no deforma los hechos de su contorno; trata
primero de elaborar sus conflictos dentro de él mismo y sólo luego,
secundariamente, los exterioriza.

La NEUROSIS producto de la frustración existencial se le conoce como:


NEUROSIS NOÓGENA.

NEUROSIS NOÓGENA.
Las neurosis noógenas no surgen por conflictos entre impulsos e
instintos, surgen por problemas existenciales o espirituales. La
frustración de la voluntad de SENTIDO juega un papel fundamental y
primordial. Resulta obvio que la terapia apropiada para las neurosis
noógenas no es la psicoterapia tradicional, sino la LOGOTERAPIA:
psicoterapia que se atreve a penetrar en la dimensión espiritual, que es
la dimensión genuina del ser humano.

SI UN MÉDICO NO ACIERTA A DISTINGUIR LA DIMENSIÓN ESPIRITUAL,


COMO OPUESTA A LA DIMENSIÓN INSTINTIVA, GENERARÁ UNA
TREMENDA CONFUSIÓN PARA EXPLICAR EL COMPORTAMIENTO
HUMANO.
La logoterapia se diferencia del psicoanálisis porque concibe al hombre
como un ser, cuyos intereses primordiales se inscriben en la órbita de
asumir un sentido a la existencia y realizar un conjunto de valores y no
en la mera gratificación y satisfacción de sus impulsos e instintos, o en
el mero ajuste del conflicto interior generado por exigencias del ello,
del yo y del súper yo o luchas de adaptación y ajuste al entorno
circundante y sociedad.

NOODINÁMICA.
La búsqueda humana de sentido y valores puede crear una tensión
interior en lugar de un equilibrio interno. Esta tensión es un requisito
indispensable de salud mental.

“EL QUE TIENE UN POR QUÉ PARA VIVIR, PUEDE SOPORTAR CASI
CUALQUIER CÓMO” (Palabras de Nietzsche) Palabras que son un motor
de cualquier psicoterapia.

En los campos de concentración, los prisioneros más aptos para la


supervivencia resultaron ser los que esperaban a alguien afuera o los
que tenían una tarea o misión por concluir.
Se debe luchar por las metas, a pesar de que existan tensiones. Las
tensiones son necesarias y, sin ellas, se crea un vació existencial.
EL VACÍO EXISTENCIAL.
Fenómeno muy extendido, desde el siglo XX, que se ha originado a
partir de que el hombre se convirtió en un ser humanamente civilizado,
perdió las tradiciones y se vio forzado a elegir; con lo que se crea un
vació existencial. El hombre se ha vuelto conformista (hace lo que otras
personas hacen), o totalitarista (hace lo que otras personas quieren que
haga). El vació existencial se manifiesta en un estado de TEDIO
(aburrimiento).

SCHOPENHAUER afirmaba que la humanidad está condenada a oscilar


eternamente entre los extremos de la tensión y el aburrimiento.
Se puede observar el tedio en tiempos de ocio, en retirados,
pensionados, en las denominadas neurosis dominicales (cuando las
personas se encuentran el fin de semana, a solas con su intimidad vacía
de sentido y dirección). Muchos suicidios se dan por éste vació
existencial.

A veces el vacío existencial tiene máscaras de PODER, DINERO, PLACER,


pero el vació sigue.

EL SENTIDO DE LA VIDA.
El sentido de vida difiere de un hombre a otro, de un día a otro y de una
hora a otra hora. Por lo tanto, lo que importa no es el sentido de vida
en formulaciones abstractas, sino el sentido concreto de la vida de un
individuo en un momento determinado.

A CADA PERSONA LE ESTÁ RESERVADO UNA PRECISA MISIÓN, UN


COMETIDO A CUMPLIR. NO PUEDE SER REEMPLAZADO EN SU
FUNCIÓN, NI SU VIDA PUEDE REPETIRSE, SU TAREA ES ÚNICA, COMO
ÚNICA ES LA OPORTUNIDAD DE CONSUMARLA.

La noción del sentido de la vida también se entiende desde el ángulo


inverso: “cualquier situación plantea y reclama del hombre un reto o
una respuesta a la que sólo él está en condiciones de responder.

El hombre no debe cuestionarse sobre el sentido de vida, sino debe


comprender que le interroga la vida a él. La vida pregunta por el
hombre, cuestiona al hombre, y éste contesta de una única manera:
RESPONDIENDO DE SU PROPIA VIDA Y CON SU PROPIA VIDA.
Únicamente desde la responsabilidad personal se puede contestar a la
vida.

LA ESCENCIA DE LA EXISTENCIA CONSISTE EN LA CAPACIDAD DEL SER


HUMANO PARA RESPONDER, RESPONSABLEMENTE, LAS DEMANDAS
QUE LAS VIDA LE PLANTEA, EN CADA SITUACIÓN.

LA ESENCIA DE LA EXISTENCIA.
El énfasis en la fuerza de la responsabilidad humana se refleja en el
imperativo categórico de la LOGOTERAPIA.
“Obra así, como si vivieras por segunda vez y la primera vez lo hubieras
hecho tan desacertadamente, como estás a punto de hacerlo ahora”
Esta máxima estimula el sentido de la responsabilidad del hombre,
invita a imaginar, en primer lugar, que el presente ya es pasado, y en
segundo lugar, que el pasado es posible de enmendarse.
Este precepto enfrente al hombre con:

 La finitud de la vida
 La finalidad personal y existencial
Al paciente le corresponde decidir su existencia como responsabilidad
social, ante su consciencia y/o ante DIOS.

La Logoterapia, no es una labor docente, ni misionera; su labor es hacer


ver al paciente su espectro de valor, su horizonte existencial. No
impone al paciente juicios de valor. LA VERDAD SE IMPONE POR SI
MISMA.

AUTOTRASCENDENCIA DE LA EXISTENCIA: Ser hombre implica dirigirse


hacia algo o alguien distinto de uno mismo, bien sea realizar un valor,
alcanzar un sentido, encontrar a otro ser humano.
Cuanto más se olvida uno de si mismo, más perfecciona sus
capacidades; cuanto más se afana el hombre en su autorrealización
más se le escapa de sus manos.

En otras palabras, la autorrealización no es un fin sino el fruto legítimo


de la propia trascendencia. El sentido de la vida cambia continuamente,
pero no cesa nunca de existir.

De acuerdo con la logoterapia, podemos descubrir o realizar el sentido


de la vida según tres modelos diferentes:

1. Realizando una acción significativa.


2. Acogiendo las donaciones de la existencia.
3. Por el sufrimiento, a través de la actitud.
EL SENTIDO DEL AMOR.
El amor es el único camino para arribar lo más profundo de la
personalidad de un hombre. Nadie es conocedor de la esencia de otro
ser humano si no lo ama. Mediante el AMOR, la persona que ama
posibilita al amado la actualización de sus potencialidades ocultas. El
que ama ve más allá y le urge al otro a consumar sus inadvertidas
capacidades personales.
El sexo está justificado, incluso santificado, en la medida en que es
vehículo del amor y sólo en esa medida. El sexo es sólo un medio de la
fusión absoluta y definitiva que es el AMOR.

EL SENTIDO DEL SUFRIMIENTO.


El tercer cauce para encontrar un sentido a la vida es a través del
sufrimiento. Cuando uno se enfrenta con un destino ineludible,
inapelable e irrevocable, entonces la vida ofrece una oportunidad de
realizar el valor supremo, de cumplir el sentido más profundo:

“ACEPTAR EL SUFRIMIENTO.”
El valor no reside en el sufrimiento en sí, sino en la actitud frente al
sufrimiento, en nuestra actitud para soportar ese sufrimiento. Uno de
los axiomas básicos de la logoterapia mantiene que: “La preocupación
primordial del hombre no es gozar del placer, o evitar el dolor, sino
buscar un sentido a la vida”.

El sufrimiento no es en absoluto necesario para otorgarle un SENTIDO a


la vida. El sentido es posible sin el sufrimiento o a pesar del sufrimiento.
Para que el sufrimiento confiera un sentido ha de ser un sufrimiento
inevitable, absolutamente necesario.
El sufrimiento evitable debe combatirse con los remedios oportunos; el
no hacerlo así sería síntoma de masoquismo, no de heroísmo.

La psicoterapia tradicional tiende a restaurar en la persona la capacidad


para el trabajo y para disfrutar de la vida. Esos objetivos también son
compartidos por la logoterapia, aunque avanza un paso más al
pretender que el paciente recupere su capacidad de sufrir.

La logoterapia busca que la persona encuentre un sentido siempre;


pues para Viktor Frankl “la vida tiene sentido aún en las peores
circunstancias.”

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