Evolución de La Educación de Las Mujeres en México
Evolución de La Educación de Las Mujeres en México
Evolución de La Educación de Las Mujeres en México
HISTORIA
POR:
MARÍA JOSÉ HIRALES CONTRERAS
INTRODUCCIÓN
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La situación de la mujer en siglos anteriores era realmente lamentable, dado
que las limitaban a la crianza de los hijos y el atender a su marido como única
función en la vida, además de la función reproductora, aún cuando éstas
demostraban talentos superiores, no eran para nada valorados, ni siquiera
tomados en cuenta. Sólo se les consideraban para las llamadas “tareas
femeninas” que consistían en las clases de música, danza y bordado, tomando
un ejemplo, en 1842 sólo los títulos de partera y maestra de primeras letras
eran accesibles a las mujeres de aquella época.
En México, las mujeres no eran solicitadas para una gran variedad de oficios,
siendo estos monopolizados por los hombres, los cuales eran unas fuentes de
trabajo muy necesarios para la sociedad (libreros, zapateros, peluqueros,
sastres, etc.), aún así cuando las mujeres podían realizarlas con las misma
perfección y precisión, incluso cuando así podían contribuir económicamente
al hogar, hasta ese punto se llegaba la exclusión que se le daba a la mujer.
Aún cuando las limitaciones a las mujeres eran tan relevantes, se encontraban
casos de mujeres que sobresalían a pesar de todo, los primeros años del siglo
XIX, fueron más propicios para mujeres estudiosas, citando algunos ejemplos;
las hijas de Francisco Fagoaga destacaron por sus estudios y los viajes
realizados por todo Europa, aún así las actividades que podía realizar era
limitadas a visitar conventos e igleas y hacer obras de caridad, otra mujer
sobresaliente fue la esposa de Manuel Gómez Pedraza, era una de las damas
más cultas, talentosas y mejor informadas de la situación política del país, de
igual manera las hijas de Felipe Neri del Berrio también impresionaban por su
cultura, virtudes y modales.
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A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, se comenzaba a concretar el
acceso de las mujeres a la educación pública en sus distintos niveles, aún así,
la batalla por la desigualdad se mantenía muy rigurosa en aquel entonces. Los
conventos durante la Colonia fueron los primeros acercamientos de la
enseñanza formal con las mujeres, dichas escuelas instruían la fe cristiana,
manteniendo también, el cuidado a la familia y al hogar, la creación de las
escuelas técnicas llegó con la República, cuando el Estado comenzó a
considerar la educación a las mujeres como un aporte al desarrollo cultural y
laboral a nivel nacional.
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La valoración actual de la mujer, está fortalecida en todos los ámbitos y no sólo
en materia de educación, la paridad de género es algo que ya se encuentra
incluida en los órganos mayores del gobierno, para llegar a un panorama
donde no importe si eres hombre o mujer sino lo que puedes aportar como
persona y las capacidades que se tienen para cumplir con ciertas funciones.
“Para educar a sus hijos, ser compañera del marido, no aburrirse en tertulias
cuando hablan de cosas serias, y saber conservar o agrandar la fortuna del
marido”.
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“La niña que no tiene matizadas sus mejillas por el pudor, da indicios de
costumbres ásperas y duras y de malas inclinaciones”.
Nos damos cuenta de la posición de la mujer ante las malas decisiones de los
hombres, las malas costumbres que se tenían que impedían el desarrollo pleno
y conveniente, teniendo así un retroceso en su persona, estando totalmente
limitadas a la vida.
“Al dominio, injusto y a veces tiránico que los hombres ejercen sobre sus
mujeres y que les prohíban concurrir en lo posible al enriquecimiento de la
familia y el Estado”.
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