Causas de La Guerra Del Pacifico

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Causas de la Guerra del Pacifico

El primer antecedente, es la defectuosa delimitación fronteriza entre las repúblicas de


Chile y Bolivia, Chile dominaba hasta el paralelo 23 y Bolivia tenía como limite el
paralelo 26,por lo que en 1886 se establece como limite el paralelo 24 y los productos
de explotación minera y de guano obtenidas entre los paralelos 23 y 25 serían
repartidos. Esto no duro mucho y en 1874 se firmó otro acuerdo, donde Chile renuncia a
los beneficios obtenidos en las salitreras y Bolivia se compromete a no alzar los
impuestos compañías Chilenas en 25 años.

Durante los siguientes años, Perú y Bolivia pasaron por importantes cambios políticos y
difícil situación económica. En Bolivia, presidido entonces por Hilarión Daza, se
produce un alza de impuesto sobre el salitre, medida con la cual se estaba violando el
acuerdo de 1874, lo que provocó un descontento en la republica Chilena, negándose a
pagar dichos impuestos. Daza responde a esto con la orden de rematar las salitreras,
Chile rompe toda relación diplomática y envía tropas a mando del coronel Emilio
Sotomayor a impedirla acción Boliviana.

Bolivia declara la guerra a Chile el 29 de febrero de 1879. Más tarde, el 5 de abril de ese
mismo año, Perú reconoce la existencia de un tratado secreto con Bolivia, Chile decide
declararle la guerra a ambos países.

Desarrollo de la Guerra

La Guerra del Pacífico tuvo distintos escenarios. El más importante fue el mar, en este
caso el Océano Pacífico, que bañaba las costas de la zona en disputa.

El enfrentamiento era muy desigual, ya que nuestro país contaba con una población de
dos millones y medio de habitantes y un ejército de 2.500 hombres; Perú, en cambio,
contaba con un ejército de 8 mil efectivos y su población era de 3 millones de
habitantes. Bolivia, por su parte, disponía de un ejército de 3 mil hombres y una
población de 2 millones.

Las diferencias navales también eran importantes; mientras Perú contaba con cuatro
acorazados, además de varios transportes y corbetas, Chile solo tenía dos y unas cuantas
fragatas y corbetas bastante frágiles.

La guerra se desarrolló en varias etapas, siendo la primera la campaña marítima, en la


que se produjo el famoso Combate Naval de Iquique.

Campaña Marítima (1879)

El almirante Williams aplicó su plan de bloquear Iquique, a fin de privar d recursos al


Perú y obligar a su escuadra a batirse en alta mar.

Campaña de Tarapacá (1879)

El 2 de noviembre de 1879 ,16 buques y transportes de guerra desembarcaron en


Pisagua a Diez mil hombres, al mando de general Erasmo Escala acompañado por
Rafael Sotomayor, después de haber silenciado los fuertes mediante el cañoneo delos
buques, donde los aliados se hallaban preparados en Trincheras, maestranza de
ferrocarril, aduana y rimeros de salitre.

Batalla de Dolores: Después de haber perdido Pisagua, el ejército de Buendía, marchó


de Iquique a Dolores, donde se encontraban ya tropas chilenas de aproximadamente seis
mil hombres comandados por Emilio Sotomayor, quien ocupó el cerro de San Francisco
en la pampa de Dolores, dando inicio a la batalla el 19 de noviembre de 1879. Tras el
combate, Buendía abandonó el campo y Sotomayor quedó con 62 muertos y 187
heridos.

Combate de Tarapacá: El general Buendía, a pesar de su reciente derrota, logró reunir


unos cinco mil hombres, el error del cuartel general chileno, de no cerciorarse del
número del enemigo, motivó a que se enviara una división de solo dos mil hombres,
dejando a los peruanos dueños del campo. El mayor Chileno Jorge Wood intentó
contraatacar, pero la falta de municiones, agua y el cansancio le dio ventaja al ejército
peruano. En este combate murió el comandante Eleuterio Ramírez. Después del
combate Buendía se retiró Tacna. Las fuerzas chilenas fueron arrasadas.

Campaña de Tacna

A fines de febrero de 1880 Chile había preparado su ejército para una nueva invasión.
Trece mil hombres desembarcaron en Pacocha, al norte de Arica, para lanzarse sobre el
ejercito de Tacna. Entretanto, Baquedano ordenó destruir las fuerzas peruanas ubicadas
en la cuesta de Los Ángeles. El 21 de marzo, las fuerzas chilenas cayeron sobre sus
adversarios, adjudicándose el primer triunfo; pero esta felicidad no fue completa, ya que
manera repentina falleció Sotomayor.

Batalla de Tacna

Durante la mañana del 26 de mayo de 1880, diez mil chilenos al mando de Baquedano
atacaron a los peruanos, derrotándolos por completo. Mientras los peruanos se retiraban
a Arequipa, los bolivianos se iban al Altiplano, para no volver a participar en la guerra.
Baquedano perdió dos mil hombres y los aliados dejaron dos mil ochocientos entre
muertos y heridos, y más de dos mil prisioneros.

La toma de Arica:

El entonces Presidente de Bolivia, Narciso Campero, huyó a su capital y el


contralmirante Montero a Arequipa. Sin embargo, con el fin de conseguir una verdadera
victoria, la meta era tomarse Arica, ocupando la fortificada plaza de la ciudad. Es así,
como el 7 de junio de 1880 las fuerzas chilenas, al mando del general Pedro Lagos, se
tomaron el Morro de Arica, baluarte de las fuerzas peruanas. Esta fue una de las
acciones más violentas de la campaña terrestre de la Guerra del Pacífico. En ella murió
más del 30 por ciento de los hombres peruanos que defendían la plaza, y el 10 por
ciento de los soldados chilenos. Con la conquista de los fuertes del Morro y los de la
playa, el puerto de Arica quedó finalmente en poder de los chilenos.

Conferencias de paz
Invitados por el gobierno de Estados Unidos, el 22 de octubre comenzaron en Arica las
conversaciones de paz para llegar a un acuerdo entre las tres naciones en conflicto. Se
reunieron representantes de los tres países; sin embargo, los aliados no aceptaron la
cesión de Tarapacá, que Chile exigía como indemnización por los gastos. Con esto, se
puso fin a las conversaciones.

Campaña de Lima

La organización de las fuerzas para ir en expedición contra Lima fue dirigida por el
propio presidente Pinto y José Francisco Vergara. El ejército aumentó su dotación en
42.000 hombres. Con la derrota del ejército peruano del sur, el presidente Piérola
intentó reorganizar sus tropas en la defensa de la capital en una línea fortificada que
cortaba todos los accesos a la ciudad por el sur y que se creía impenetrable. El número
de sus fuerzas, con la ausencia de sus mejores cuadros y jefes llegaba a 26.000 soldados
de línea y tenía una reserva de segunda línea de 13.000 hombres.

La toma de Chorrillos (13 de Enero) El mando chileno decidió atacar de frente con
22.000 hombres y 80 cañones, a la larga línea defensiva que había tendido Piérola para
proteger la capital. Con gran esfuerzo en Chorrillos, al mismo tiempo que en el morro
Solar, se luchaba por tomar ese balneario. La defensa fue tenaz, pero a las 14:00 horas
todo había terminado: el triunfo de los chilenos era absoluto. De los chilenos que
participaron en la toma, hubo una baja de una quinta parte y entre los peruanos seis mil
de los veinte mil hombres fueron muertos y heridos. Del resto, varios cientos fueron
hechos prisioneros, otros se reagruparon en Miraflores y huyeron.

Baquedano, que no era hombre de planes complicados y que tenía confianza en


sus tropas, ordenó el ataque frontal a sus soldados y con esto consiguió la victoria.

La batalla de Miraflores ( 14 de Enero): Las acciones fueron rápidas, luego de una


breve tregua. Barceló, apoyado por la artillería de la Escuadra, atacaba por el flanco
derecho de los peruanos. Urriola retrocedía combatiendo. Lagos, a pesar de sus escasos
hombres, apoyó eficientemente a las fuerzas de Urriola y Barceló, con lo que se
aseguraba el flanco derecho. Lagos aprovechó el buen ánimo de sus soldados y lanzó un
ataque contra el fuerte y la doble línea de trincheras. Barceló cayó abatido y fue
reemplazado por el comandante Demófilo Fuenzalida, logrando el triunfo final de los
chilenos.

-La campaña de Sierra

Después de la ocupación de Lima, Cáceres y otros jefes peruanos se retiraron a


las sierras, donde organizaron montoneras formadas en gran parte por indios crueles y
salvajes, o por mestizos sin disciplina militar

El combate de Sangra ( 26 de junio 1882) : Uno de los combates más heroicos de la


guerra tuvo lugar en Sangra el 26 de junio, en el territorio peruano de Canta, y tuvo
como protagonista a una compañía de 52 hombres del regimiento Buin a cargo del
capitán José Luis Aravena. Al mediodía las fuerzas del coronel peruano Vento bajaban
hasta el valle para envolver a las tropas chilenas. Un nutrido fuego de fusiles se
desarrolló toda la tarde. Los chilenos fueron rodeados; un grupo salió en busca de
refuerzos, mientras otro mantenía la defensa valientemente hasta que llegó la ayuda y se
revirtió la situación.

Las batallas finales: La Concepción y Huamanchuco: Las batallas finales de la guerra


fueron muy desiguales. Pequeños destacamentos en alejadas aldeas fueron atacados
como fue el caso de La Concepción. Un grupo de 77 soldados chilenos al mando del
capitán Ignacio Carrera Pinto resistió hasta la muerte a una montonera de cientos de
hombres, el 9 de julio de 1882. La defensa fue tenaz y sólo al día siguiente los últimos
cuatro sobrevivientes fueron ultimados. La batalla final fue la de Huamachuco,
exactamente un año después, en la que se derrotó definitivamente a los peruanos.

Principales consecuencias de la guerra del Pacífico

# Chile amplió su territorio con las actuales provincias de Tarapacá y

Antofagasta.

# El país quedó convertido en una potencia militar de primer orden en

Latinoamérica.

# La posesión del salitre significó disfrutar de una riqueza extraordinaria.

# El Fisco aumentó sus entradas y creció la fortuna de los círculos mineros,

comerciales y bancarios.

# La población proletaria de los distritos del norte aumentó y adquirió mayor

importancia.

# Se acentuó la influencia del capital inglés.

Material de apoyo

La guerra del chaco


La guerra del Chaco, entre Paraguay y Bolivia, se libró desde el 9 de septiembre de
1932 hasta el 12 de junio de 1935, por el control del Chaco Boreal. Fue la guerra más
importante en Sudamérica durante el siglo XX. En los 3 años de duración, Bolivia
movilizó 250 000 soldados y Paraguay 120 000, que se enfrentaron en combates en
los que hubo gran cantidad de bajas (60 000 bolivianos y 30 000 paraguayos), y gran
cantidad de heridos, mutilados y desaparecidos. Los distintos tipos de enfermedades
tanto físicas como psicológicas, la característica hostil del teatro de operaciones y la
falta de agua y buena alimentación produjeron el mayor porcentaje de bajas y
afectaron la salud de los soldados sobrevivientes, a muchos de por vida.
El enfrentamiento consumió ingentes recursos económicos de ambos países, de por sí
muy pobres. El Paraguay abasteció a su ejército con la gran cantidad de armas y
equipos capturados en distintas batallas. Terminada la guerra, algunos excedentes los
vendió a España (Decreto-ley 8406, 15 de enero de 1937).
El cese de las hostilidades se acordó el 12 de junio de 1935. Bajo la presión de los
Estados Unidos, por un tratado secreto firmado el 9 de julio de 1938, Paraguay
renunció a 110 000 km² ocupados por su ejército al cese de las hostilidades.1 El
Tratado de Paz, Amistad y Límites se firmó el 21 de julio de 1938 y el 27 de abril de
2009 se estableció el acuerdo de límites definitivo. La zona en litigio quedó dividida en
una cuarta parte bajo soberanía boliviana y tres cuartas partes bajo soberanía
paraguaya. Bolivia recibió una zona a orillas del alto río Paraguay.
Comandantes bolivianos
Durante la guerra del Chaco, el ejército boliviano fue dirigido sucesivamente por cuatro
generales:
Filiberto Osorio (desde septiembre a octubre de 1932);
José Leonardo Lanza (desde octubre a diciembre de 1932);
Hans Kundt (desde diciembre de 1932 a diciembre de 1933);
Enrique Peñaranda Castillo (desde diciembre de 1933 hasta finalizar la guerra).
Detrás de ellos tuvieron fuerte influencia el presidente Daniel Salamanca y la
oligarquía boliviana. Osorio y Kundt fueron sustituidos por errores de conducción y
motivos políticos.
Hans Kundt fue la principal figura militar en Bolivia en las dos décadas anteriores a
la guerra. Llegó al país el 11 de marzo de 1911, con el grado de mayor, encabezando
una misión de 18 militares alemanes contratada por el estado boliviano para
reorganizar el ejército. Su buena actuación, exclusivamente técnica, le valió el ascenso
a general del ejército boliviano.
En 1914, estando de vacaciones en Alemania estalló la Primera Guerra Mundial.
Participó esencialmente en el frente oriental y luego en el frente occidental. Se retiró
del ejército alemán con el grado de general y regresó a Bolivia en 1921 como un civil.
Fue nuevamente contratado por el presidente Saavedra, se nacionalizó boliviano en
1921 y asumió la jefatura del Estado Mayor hasta 1926, pero con funciones cada vez
más ligadas con la política interna boliviana. A mediados de 1930, intentó orientar a los
oficiales bolivianos en cuestiones políticas a favor de la reelección del presidente
Hernán Siles. Cuando este fue derrocado, tuvo que exiliarse.
En diciembre de 1932, ya con 63 años, fue llamado por el Gobierno para dirigir al
ejército boliviano en campaña. Fue calificado como oficial tropero, por no poseer
estudios de Estado Mayor, lo que influyó en la deficiente movilización del ejército
boliviano en 1928 con su secuela de saqueos, disturbios, amotinamientos y
deserciones. No solo tuvo que enfrentar al ejército paraguayo, sino también a las
intrigas de los oficiales del alto mando boliviano. En diciembre de 1933, tras los
sucesivos fracasos en Nanawa, Campo Grande y en Alihuatá-Campo Vía, fue
destituido por Daniel Salamanca. Abandonó Bolivia y falleció en Suiza seis años
después.
Enrique Peñaranda Castillo fue elegido por el presidente Salamanca como sucesor
de Kundt por haber escapado del cerco de Campo Vía, hecho que no fue cierto y que
Peñaranda evitó aclarar.

Comandante paraguayo

José Félix Estigarribia: De extracción social humilde, realizó estudios superiores en


la Facultad de Agronomía. Luego de obtener el diploma cambió de carrera y en 1910
se alistó en el ejército con el rango de teniente de infantería. De 1911 a 1913, asistió a
la Escuela Militar Bernardo O’Higgins, en Chile. En 1917, debido a sus aptitudes, fue
ascendido a capitán. Fue seleccionado para asistir al curso de Estado Mayor en la
École Supérieure de Guerre en Francia. Era un estudioso de la guerra de movimiento
superadora de las estrategias de la Primera Guerra Mundial. Su primera experiencia
militar en el desierto lo hizo en Marruecos, en las operaciones que realizó el ejército
francés al mando del mariscal Louis Lyautey. En 1927 culminó el curso de tres años
de duración y en 1928 fue nombrado jefe de Estado Mayor. Cuando la guerra parecía
inevitable, el Gobierno decidió que Estigarribia era el hombre más capacitado para
dirigir al ejército paraguayo.
En abril de 1931 fue ascendido a teniente coronel y el 18 de junio asumió el comando
de la 1.ª División con asiento en el puerto Casado, en el Chaco Boreal. Después de la
batalla del fortín Boquerón, en septiembre de 1932, fue ascendido a coronel, grado
con el cual comandó el ejército paraguayo hasta septiembre de 1933. Tras el exitoso
cerco de Campo Grande fue ascendido a general. Era un hombre tranquilo, serio y
austero, en su inconfundible uniforme con las mangas siempre cortas. El buen
conocimiento de cada oficial bajo su mando le permitió exigir a cada uno el máximo de
esfuerzo que podía dar. Dirigió las operaciones desde muy cerca del frente para
agilizar la toma de decisiones y dejó en libertad a sus oficiales para que realizaran las
operaciones tácticas que el momento y lugar lo requirieran. Se lo ha criticado por
haber sido excesivamente conservador en los primeros meses del conflicto. Su mayor
logro estratégico fue conducir la guerra en el desierto chaqueño como si se tratara de
una batalla naval.
Ataque al fortín Carlos A. López
El 6 de mayo de 1932, el secretario de estado de los Estados Unidos, Francis White,
presidente de la Comisión de Neutrales, propuso que el pacto de no agresión entre
Bolivia y el Paraguay, en curso de negociación, debía partir de los territorios ocupados
por las partes en el momento de su firma. El ejército boliviano aceleró su plan de
ocupación territorial, especialmente de la importante laguna descubierta
accidentalmente por su aviación el 25 de abril de 1932.
En su tercer intento por llegar a ese objetivo, el 15 de junio de 1932, un destacamento
boliviano al mando del mayor Óscar Moscoso atacó y destruyó el fortín paraguayo
Carlos Antonio López, ubicado al borde de la laguna Pitiantuta (o «laguna
Chuquisaca» como fue nombrada después por los bolivianos). Esta sorpresiva acción
militar se hizo contrariando órdenes del presidente boliviano Salamanca de evitar todo
tipo de provocación en el Chaco dadas las negociaciones que se venía discutiendo en
Washington desde noviembre de 1931.

Con esta operación de encubrimiento, mentiras y desobediencia y hasta extravío de


documentación, realizada por miembros del alto mando a espaldas del presidente, se
inició uno de los conflictos que afectarían a Bolivia durante toda la guerra, la de
Salamanca contra los responsables del ejército y que culminaría, años más tarde, con
su destitución. Un mes después, el 16 de julio, el destacamento paraguayo Coronel
Palacios recuperó la zona después de una pequeña refriega. Este hecho fue
presentado al pueblo boliviano como un artero ataque del Paraguay a Bolivia y se lo
condimentó además con falsos actos de barbarie cometidos por los soldados
paraguayos. El 19 de julio de 1932, desde los balcones del Palacio Quemado,
Salamanca se dirigió al pueblo que se había congregado para escucharlo:
Batalla de Boquerón
El 8 de septiembre, aviones bolivianos detectaron la aproximación de las fuerzas
paraguayas en el camino hacia Boquerón y bombardearon y ametrallaron la columna,
ocasionando bajas entre hombres y caballos.
El teniente coronel Manuel Marzana asumió el mando de las fuerzas que ocuparon
Boquerón el 31 de julio de 1932 a causa del fallecimiento del teniente coronel Luis
Emilio Aguirre (junto con otros oficiales y soldados), en la emboscada preparada con
antelación por las fuerzas paraguayas que defendían el fortín.35 Este competente
oficial fue el responsable de sostener el cerco de Boquerón resistiendo los embates
del grueso del ejército paraguayo que, desde el 9 al 29 de septiembre de 1932, lo
atacaría sin cesar.
Los paraguayos atacaron desaprensivamente a Boquerón el 9 de septiembre. Cuando
los voluntariosos ataques directos no tuvieron éxito, las unidades se desplegaron en
los alrededores para emboscar a las fuerzas que pudieran acudir en ayuda del fortín.
El día 10, una columna boliviana que avanzaba hacia Boquerón cayó en una
emboscada sufriendo fuertes bajas. En estos primeros días pudo observarse muchas
deficiencias en el ejército paraguayo, principalmente en el abastecimiento del agua.
Acuciados por la sed, los soldados abandonaban las líneas para buscar agua en la
retaguardia. También hubo falencias en la sincronización de los movimientos entre las
unidades.
La aviación boliviana trató de neutralizar la «artillería» que bombardeaba Boquerón y
que era la que más bajas producía sin poder ubicarla. Se trataba de los modernos
morteros Stokes-Brandt que hasta Marzana creía que eran cañones de largo alcance.
Los combates iniciales sirvieron para que los paraguayos ganaran en experiencia a
costa de muchas bajas. El ingreso de ayuda al fortín cercado realizado por el ejército
boliviano con pequeñas unidades, algunas con éxito y otras no, fue con gran costo en
bajas ya que esas fuerzas debían salir nuevamente del fortín por la falta de recursos
en el lugar.

Consecuencia
- Desencadenó una crisis global, lo cual afecto grandemente a todo el país.
- La guerra de Chaco derrumbó el mito de la modernización de ejército erigido por
liberales, republicanos y nacionalistas entre 1900 y 1932.
- Bolivia se desmembró una vez más de parte de su territorio, en un área de 240.000
Km2.
- Se desterró en gran parte las corrientes de regionalismo en el país.
- El surgimiento de los partidos políticos, que dieron en un tiempo posguerra cercana,
giros importantes en la historia nacional.

La guerra del acre


En 1899, tras la fundación de Puerto Alonso como capital administrativa de la región
del Acre, la creación de una aduana en la misma ciudad y la imposición de un
impuesto a la goma exportada por parte de los bolivianos, el gobernador del Estado
del Amazonas, Ramalho Junior, no vio con buenos ojos el establecimento de la
aduana boliviana y teniendo un pretexto acusó ante su gobierno la "ilegalidad" de la
ocupación, imputando a los supuestos ocupantes bolivianos de robos, atropellos y
actos de violencia cometidos contra los residentes brasileños. La debilidad de las
autoridades bolivianas alentó a los promotores de la rebelión y al gobernador brasileño
del Amazonas, Ramalho Junior, éste indujo al español Luis Gálvez Rodríguez de Árias
a que se pusiera a la cabeza de los sececionistas, mientras que, para secundar y
reforzar el movimiento separatista, se organizaba en Manaos, una partida de
mercenarios bajo la dirección de Alberto Moreira Junior, un pariente del gobernador
del Amazonas.
Se inició de esta manera la Primera "revolución del Acre" o Primera Campaña (en
Bolivia), de carácter supuestamente local y autonomista. Los acreanos probrasileños
se organizaron política y militarmente, ocuparon Puerto Alonso destituyendo
violentamente a las autoridades bolivianas declarando posteriormente al Estado
Independiente de Acre, Purús y Yaco libre de Bolivia. Al español Gálvez le
acompañaban varios veteranos de Cuba.
La guerra se dividió en dos periodos o campañas: el primero comienza desde 1899,
con la presión de los brasileños para que los bolivianos abandonen Puerto Alonso
hasta su posterior recuperación y reincorporación del Acre nuevamente a Bolivia; el
segundo o Segunda Revolución Acreana (Segunda Campaña en Bolivia) comienza el
6 de agosto 1902 con la toma de la ciudad de Xapuri y termina en febrero de 1903 con
la firma del Modus Vivendi que establecía la desmovilización de las tropas bolivianas y
la suscripción de un nuevo tratado2 . El 17 de noviembre de 1903 durante el gobierno
de José Manuel Pando, Fernando Guachalla y Claudio Pinilla firman por Bolivia el
Tratado de Petrópolis por el que Bolivia cede el territorio del Acre a cambio de una
compensación de 2.000.000 de libras esterlinas, el compromiso de construcción de un
ferrocarril en la zona de las cachuelas y otros aspectos relacionados al estatus y
derechos de los habitantes de la región en cuestión, perdiendo Bolivia
aproximadamente 190.000 km2 de territorio
Al estallar la revuelta separatista, el Acre contaba con más de treinta mil habitantes,
mostrándose casi indiferentes a lo que ocurría, de tal modo que los promotores de la
revuelta, para hacer consentir su popularidad expedían despachos y cargos de
coroneles de forma masiva, sin que por ello lograsen el apoyo y participación de los
habitantes porque el ideal de los acreanos era el de continuar como hasta entonces,
sin freno a sus desmanes ni autoridades que los gobernasen, imperando entre ellos el
ojo por ojo y diente por diente. Además preferían la indiferencia por si un bando
tomaba replesalias, ya que en el Acre había bolivianos y brasileños residentes que se
dedicaban a explotar el caucho.

Primera Campaña
En el primer periodo (Primera Campaña), Bolivia tuvo que movilizarse para defender
su territorio de las agresiones que se sucedían al norte. Bolivia acababa de salir de
una guerra civil y su ejército estaba mermado por las bajas sufridas en este conflicto.
La República boliviana mandó al Acre tres columnas de soldados, nombrándose como
delegado nacional en el Acre y Bolivia a Andrés S. Muñoz , quien salió de La Paz por
la ruta del río Beni. Poco después, tropas al mando del vicepresidente de la República
boliviana, Lucio Pérez Velasco, salieron desde Cochabamba por la ruta del Chapare y
el ministro de defensa, el doctor Ismael Montes, encabezó otro contingente por la difícil
ruta de Larecaja, se trataba de rivales políticos que competían por prestigio pero,
llegados al Acre, aunaron sus fuerzas y lograron restablecer el orden en la litigada
zona.
Antes de la llegada de las columnas bolivianas, en el Acre los secesionistas tomaron
Puerto Alonso desalojando violentamente a las autoridades bolivianas, lo consiguieron
rápidamente porque la región no contaba con suficientes tropas militares y policiales
bolivianas. El autoproclamado presidente fue Luis Gálvez Rodríguez de Árias organizó
eficientemente a la recién creada nación sufriendo un golpe de estado temporal ya que
el poder le fue restituido.
Durante este periodo, son destacables los combates de Papirí, Cajueiro, Combate de
Amapá y Humaitá.
Posteriormente a este hecho se produjo el combate de Puerto Alonso, donde la ciudad
que ha sido retomada por los bolivianos se encuentra cercada por las fuerzas
revolucionarias que eran mayores en número. Ante la escasez de víveres y
municiones, hubo algunas sugerencias de romper el cerco y retornar hacia el sur al
interior de Bolivia, los jefes bolivianos a cargo de la defensa decidieron continuar
haciendo frente a los secesionistas probrasileños, éstos prejuzgando una maniobra
envolvente (al ver salir una columna militar de Bolivia) pensaron que los bolivianos
intentaban cortarles la retirada, de modo que los acreanos dieron la voz de alarma y
desconcertados por las cargas de disparos hechas por los bolivianos decidieron
retirarse precipitadamente, incluso abandonando pertrechos militares. Los
sececionistas que sitiaron Puerto Alonso eran seiscientos contra menos de doscientos,
no tenían cohesíon ni disciplina militar. Luego, en el caserío de Bagé se entabló otro
combate sin que un bando pudiera vencer al contrario.
Debe considerarse la dificultad para la movilización en aquella época, puesto que no
existían caminos apropiados, ni medios de transporte en proporción adecuada, motivo
por el cual, el transporte de tropas estuvo a cargo de la Armada de Bolivia que jugó un
papel importante . La entrega que hicieron los soldados bolivianos en la defensa de su
patria pudo más que los obstáculos que presentaba el terreno, las condiciones
climatológicas, las enfermedades y la logística.
Tras las derrotas sufridas por los revolucionarios acreanos, estos se retiraron (varios a
sus residencias) y los demás reconocieron la autoridad boliviana de la región. Al
español Luis Gálvez Rodríguez de Árias lo apresaron tropas de la marina de Brasil por
no cumplir su palabra sobre el impuesto del caucho ya que no quitó el citado impuesto
y ni siquiera dio a uno de sus socios el 20 por ciento.

Segunda Campaña

El segundo periodo (Segunda Campaña) fue en el gobierno boliviano del general


Pando que se había decidido animar a compañías extranjeras para explotar las
riquezas del Acre y asegurar así la soberanía boliviana para evitar levantamientos
como el ocurrido anteriormente, para ello se realizó un contrato con la empresa
estadounidense llamada The Bolivian Syndicate firmándose el Tratado de Aramayo. La
cancillería de Brasil y la del Perú reaccionaron airadamente pidiendo explicaciones
formales sobre la presencia de la compañía boliviano-estadounidense en el Acre. El
nuevo canciller brasileño, Barón del Río Branco, inició una vigorosa campaña
denunciando ese acuerdo señalando que ni él mismo permitía la presencia de
intereses internacionales extraños en la Amazonia y exigía su inmediata derogación.
Al mismo tiempo reiteraba los intereses brasileños en el territorio en litigio del Acre,
proponiendo al gobierno boliviano opciones de canje territorial o la adquisición del
mismo. En el marco de esta delicada situación, las autoridades bolivianas de Puerto
Alonso incrementaron los impuestos de aduana. Esta circunstancia y la permanencia
de The Bolivian Syndicate en la región determinaron el alzamiento de los
colonizadores brasileros o brasileños, éste fue el comienzo de la llamada "Segunda
Revolución del Acre" o "Revolución Acreana" para los brasileños.
El alzamiento secesionista apoyado por el gobierno del Amazonas y liderado por el
soldado José Plácido de Castro y Jefferson José torres y otros seringueiros, que se
apropiaron del área de Xapuri y declararon el 27 de enero de 1903 "Estado
Independiente del Acre" para casi inmediatamente pedir su anexión al Brasil, esto se
dio el 6 de agosto de 1902 y encontró a la región casi desguarnecida de tropas
militares bolivianas.
Castro tenía como prioridad atacar la posible presencia del sindicato norteamericano
en la región. Puso nuevamente sitio a Puerto Alonso ocupando también otras
posiciones bolivianas. Los secesionistas llegaron a ocupar la Barranca de Bahía
(actual Cobija) y varias zonas de las estancias del industrial cruceño Nicolás Suárez, el
cual organizó de su propio bolsillo una tropa de voluntarios bien experimentados,
denominándola Columna Porvenir para defender tanto sus propios intereses como los
de Bolivia. La lucha en Bahía se desarrolló de la siguiente manera:
Se llegó a saber por los estancieros bolivianos que uno de los jefes insurrectos,
Galdino Marinho, se había apoderado con 250 hombres, de la Barraca de Bahía,
actual ciudad de Cobija. Federico Román, después coronel y general del ejército
boliviano, que se encontraba al mando de la Columna Porvenir, resolvió atacar el 10
de octubre, las tropas acreanas se rindieron.
Posterior a este hecho, y una vez repuestos los secesionistas, se produce la
capitulación de Vuelta de la Empresa, donde las tropas bolivianas al frente del coronel
Rojas capitulan frente a los acreanos. Durante casi un mes los soldados bolivianos,
resistieron los embates de los secesionistas que habían aumentado su efectivo a 1400
hombres. Finalmente, y ante la pésima situación reinante, Rojas se rindió no sin antes
exigir respeto a su honor y al de su ejército, el 15 de octubre de 1902. Los vencedores,
admirando el valor de sus oponentes, respetaron su palabra dejando que los pocos
sobrevivientes retornen hacia el interior de Bolivia, cosa que muy pocos pudieron por
las condiciones del terreno. En el combate de Costa Rica es donde la Columna
Porvenir logra la fama de guerrilleros del Acre por el conocimiento que tenían sobre la
región y la selva.
Después de estas acciones se produce la Capitulación de Puerto Alonso, negativo
para Bolivia, donde los 194 defensores de su guarnición, tras ocho meses de cerco
continuo resistieron 9 días de combates. El ataque comenzó el 15 de enero de 1903,
concluyendo el 24 del mismo mes, fecha en la que se tomó la decisión de capitular.
Conocidas las noticias sobre los desastres en el Acre, el presidente, José Manuel
Pando dada su experiencia por esos parajes decidió encabezar personalmente la
defensa del Acre, movilizando una columna de 600 o 700 hombres aproximadamente
del ejército boliviano hallado en la región de La Paz con la finalidad de acudir en
socorro de Puerto Alonso, sin saber que éste estaba ya a punto de caer. Tomaron la
ruta de Larecaja y el río Beni logrando llegar a Riberalta y tomar posiciones iniciales de
combate en abril de 1903.
La marcha del presidente Pando al Acre produjo la inmediata reacción del gobierno del
Brasil que denunció el hecho como una provocación. Inmediatamente dispuso el envió
de contingentes militares del ejército hacia la frontera del Matto Grosso y al Acre,
situándose estas cerca de las milicias revolucionarias de Placido de Castro.
El gobierno boliviano intentó dar marcha atrás de su relación con el The Bolivian
Sindicate, solicitando la anulación del contrato, pero la gestión no tuvo éxito, en gran
medida porque el consorcio alegó que había iniciado inversiones. Poco después los
administradores extranjeros iniciaban conversaciones con el gobierno del Brasil que
terminó comprando sus derechos.
El gobierno brasileño decidió movilizar 4.000 hombres de su ejército, tras comunicar
su cancillería el 21 de enero a La Paz, que consideraba al territorio en litigio. Dos
meses después, el 2 de abril, la División brasileña ocupaba Puerto Alonso. La guerra
internacional a gran escala estaba a sólo un paso.
Las tropas de Pando que habían llegado a Riberalta hacia mediados de marzo de
1903 se dividieron, una parte se quedaría en la ciudad y la otra se desplazaría a
Puerto Rico (Combate de Puerto Rico) donde hicieron trincheras para posteriormente
defender con denuedo y heroísmo el ataque de los sececionistas, quienes sufrieron
numerosas bajas frente a los guerrilleros de la Columna Porvenir que empezaron a
lanzar ataques junto al ejército boliviano de forma sangrienta, por ésta columna de
voluntarios los separatistas se retiraron derrotados de Puerto Rico.
En esas circunstancias y a escasos días de entrar en una guerra convencional contra
los más de 8.000 hombres del ejército profesional del Brasil al mando del general
Silveira que se hallaba reunido en Puerto Alonso y contra los milicianos de Castro que
sumaban una cantidad importante de hombres, el gobierno boliviano en La Paz
decidía entre seguir la campaña militar o finalizar por la vía diplomática, al final se
decidió la vía diplomática pues el país ya estuvo desgarrado por una guerra civil. El
presidente boliviano Pando y sus agotados 450 combatientes (el resto había sido
diezmado por las enfermedades) se hallaban en una situación desventajosa, acabaron
reconociendo el modus vivendi en el territorio del Acre que había sido firmado con el
Brasil el 21 de marzo de 1903 y como primera acción las tropas regresaron a La Paz
junto al general Pando. El Mondus Vivendi era de carácter provisional puesto que el 17
de noviembre de 1903 se firmó el tratado de Petrópolis.

Tratado de Petrópolis

El Tratado de Petrópolis es un tratado de paz firmado entre Bolivia y Brasil en la


ciudad brasileña de Petrópolis el 17 de noviembre de 1903, por el cual Bolivia cedió
una superficie aproximada de 191.000 km², que corresponden en su mayor parte con
el actual estado del Acre, al Brasil, ya en 1877 por el "Tratado de Paz y Amistad" o
Tratado de Ayacucho Bolivia había cedido otros 164.242 km² de la región del Acre que
fueron anexados por Brasil a la entonces provincia y actual estado de Amazonas.
Entre los principales motivos de la entrega del territorio están la Fiebre del caucho,
sucedida a finales del Siglo XIX y principios del Siglo XX, y la sublevación de los
habitantes de la región, que en su mayor parte eran brasileños.
Conceder territorios próximos al Acre (que de hecho Bolivia los había entregado al
Brasil años antes), que suman 3000 Km² (Brasil se quedaba con más del 90% del Acre
y dejaba de reclamar algunos pequeños territorios que Bolivia había considerado
propios desde su fundación).
Construir un ferrocarril entre las ciudades de Riberalta y Porto Velho, para la
exportación del caucho de aquella época (Ferrocarril Madeira-Mamoré).
Permitir a Bolivia acceso no soberano a los ríos brasileños para el transporte de
mercaderías hasta el Atlántico.
Permitir a Bolivia construir aduanas en las ciudades brasileñas de Corumbá, Belém
y Manaus, así como en otras ciudades brasileñas fronterizas.
Pagar al gobierno boliviano la cifra de £ 2.000.000,00, lo que equivaldría al año
2010 a U$S 293.774.770,80 a cambio de ceder el territorio del Acre.
Brasil ha cumplido con todas las obligaciones del tratado. El ferrocarril fue finalizado
en 1912, a pesar de no haber conseguido alcanzar la ciudad de Riberalta debido a las
condiciones del terreno, y costó al Brasil U$S 33 millones y 3.600 vidas de
trabajadores brasileños. Llamado Estrada de Ferro Madeira-Mamoré, el ferrocarril
funcionó hasta 1972, cuando fue desactivado por no ser más interesante
económicamente para ambos países — casi dos años después de terminado el
Madeira-Mamoré, en 1914, Bolivia construyó un ferrocarril en colaboración con Chile,
para llevar su producción al Pacífico. Durante el período de 1912 a 1972, se llegó a
transportar una cantidad considerable de mercadería tanto brasileña cuanto boliviana
por el ferrocarril Madeira-Mamoré.

Revolución federal
La Guerra civil boliviana o Guerra Federal boliviana (1898-1899) fue el enfrentamiento
del norte (liberales de La Paz) contra el sur (conservadores de Sucre) por el liderazgo
de Bolivia que culminó con la derrota del oficialismo y la transformación de La Paz en
sede de facto de los poderes ejecutivo y legislativo constitucionalmente situados en
Sucre. Sus orígenes se sitúan por una parte en la decadencia de la explotación minera
de La Plata centrada en Potosí (a 150 km de Sucre) y la paulatina emergencia de la
explotación minera del estaño centrada en Oruro (próxima a La Paz) y por otra parte
en el desastre de la guerra del Pacífico (1879-1883, alianza boliviano-peruana contra
Chile) donde una corriente paceña denominada "liberal" promueve continuar la guerra
hasta las últimas consecuencias y se enfrenta a la corriente conservadora
chuquisaqueña que decide parar el conflicto bajo el lema de "una derrota es
suficiente".

Sucre capital de la republica

El problema de la capitalidad —término utilizado por primera vez por el historiador


Julio César Velásquez— surgió desde el mismo nacimiento de Bolivia a la vida
independiente, tras el traslado de la sede del Congreso de Oruro a Sucre —a partir del
Decreto Supremo del Mariscal Sucre, del 9 de febrero de 1825—, donde finalmente se
resolvió el destino de las provincias del Alto Perú.
Los 39 diputados congregados en el hoy salón principal de la Casa de la Libertad o
Salón de la Independencia, mediante Ley del 11 de agosto de 1825, denominaron al
nuevo Estado libre como “República de Bolívar” y a la ciudad Capital de la República y
su departamento como “Sucre”.
Mediante Ley del 1 de julio de 1826, el Congreso entregó al “Padre de la patria y
fundador de Bolivia, Simón Bolívar”, la facultad de designar el lugar donde se erigirían
los edificios necesarios para el funcionamiento de los tres poderes del Estado.
“Mientras se levanten los edificios necesarios para el Gobierno y cuerpo legislativo,
Chuquisaca se declara capital provisoria de la República”, añadió la norma en aquel
entonces.
La falta de recursos económicos para la edificación de la nueva sede capitalina
determinó que el 10 de julio de 1839, el Congreso Constituyente sancionara la
siguiente ley: “La Ciudad de Chuquisaca es la Capital de la República conforme a la
ley del 11 de agosto de 1825, se llamará en adelante Ciudad Sucre”.

Intentos de federalizar Bolivia

El presidente Severo Fernández Alonso (1898-1901) estaba convencido de que el


gobierno debería poseer una residencia fija. Ese domicilio, por la raigambre histórica y
por haber “nutrido los cerebros de los genios de nuestra emancipación”, entre otras
razones, debería ser Sucre, la capital legal de la Bolivia.
Para el efecto, en esos años se aceleraba la construcción del palacio de gobierno,
además de puentes y carreteras, en el afán de cohesionar una obra de política
nacional. A partir de ello, nació la idea de la “Ley de Radicatoria”, que era considerada
como hostil e irritaba al pueblo de La Paz.
El Congreso Nacional inauguró su legislatura el 6 de agosto y transcurrió apacible y
dedicado a temas habituales, sin asomarse, ni siquiera por sospecha, la tempestad
que no tardaría en desatarse con características catastróficas.
En la sesión ordinaria vigésimo nona, del 26 de septiembre de 1889, el diputado por la
segunda sección de Yungas, Isaac Campero, presentó a la plenaria un proyecto de ley
que insertaba modificaciones trascendentes en la Constitución Política del Estado de
1880, en la que la forma unitaria del Estado era transformada a una república federal
representativa con el nombre de “Estados Unidos de Bolivia”.
Destruyendo la forma de un Estado unitario y pretendiendo la adopción de un Estado
federal, la moción decía: Bolivia, soberana, libre e independiente se constituye en la
república federal representativa. Los departamentos que constituyen la república como
Sucre, La Paz, Cochabamba, Potosí, Santa Cruz, Oruro, Tarija, Beni y Cobija toman
nombre de estados y la nación se denominará Estados Unidos de Bolivia. Los estados
de la unión boliviana reconocen recíprocamente sus autonomías, se declaran iguales
en entidad política y conservan en toda su plenitud la soberanía nacional”.
De esa manera, la histórica rivalidad entre norte y sur, se acentuó entre la brigadas
parlamentarias de Chuquisaca y La Paz, tensionando al extremo el ambiente político,
pero la hábil pericia propia de políticos añejos permitió que esta iniciativa pasara a la
comisión respectiva para quedar en el archivo temporalmente.
Ramiro Condarco señala en su libro Zárate. El "Temible" Willka (1983:62) que ese
proyecto federalista es de autoría del Cochabambino Lucas Mendoza de la Tapia y fue
discutido en 1871, no en 1889.

Ley de Radicatoria

El Palacio de Gobierno de Sucre, usado solamente entre 1896 y 1899; actual


prefectura de Chuquisaca.
La rivalidad entre ambos bandos hizo crisis en los últimos meses de 1898, más
propiamente en la sesión matinal ordinaria cuadragésima sexta del 31 de octubre de
1898, cuando la representación de Sucre integrada por José María Linares, Isaac
Vincenti, Fanor G. Romero, Napoleón García Romero, José María Urdininea, Juan
María Fernández de Córdoba, Nicolás Ortiz, N. Rojas Estensoro y Julio M. Trigo,
propuso el proyecto de “Ley de Radicatoria”, que establecía por disposición legal que
la permanencia fija del Poder Ejecutivo quedaba en Sucre. La reacción no fue la
esperada. A contrapropuesta, la brigada de La Paz planteó otro proyecto de ley para el
traslado del Poder Legislativo a Cochabamba.
La propuesta de los conservadores incorporaba el amor a la ciudad capital, pero se
entremezclaba con los intereses económicos e intrigas políticas, propiciados por el
coronel y senador José Manuel Pando, quien obtuvo el escaño por Chuquisaca
gracias a los liberales Samuel Oropeza, Valentín Abecia, Ricardo Mujía, Luis Arce
Lacaze, Agustín Iturricha y otros más.
El grupo liberal en el Parlamento apoyaba, supuestamente, la “Ley de Radicatoria”
propuesta por el representante de Sucre, Isaac Vincenti, pero sólo por considerarla un
arma de doble filo para herir al presidente Fernández Alonso, puesto que si esta ley
era vetada ofendería y enfurecería a los capitalinos, y si era promulgada, el pueblo de
La Paz se alzaría y pondría sus tropas a órdenes del coronel José Manuel Pando.
El 15 de noviembre, en la 58º sesión, la Ley de Radicatoria fue aprobada y se rechazó
el proyecto. Antes, en la quincuagésima séptima sesión del 14 de noviembre de 1898,
la brigada parlamentaria de La Paz abrazó públicamente la causa federativa y
nuevamente propuso la estructura de gobierno federal, en la que cada uno de los
departamentos de Bolivia debería tener su propio gobierno y manejar sus recursos
económicos.
De todas formas, el 19 de noviembre de 1898 la “Ley de Radicatoria” fue lanzada con
un texto que rezaba así en sus partes importantes: El Poder Ejecutivo residirá
permanentemente en la Capital de la República, salvo los casos determinados por la
Constitución Política del Estado.

Comienzo de la guerra civil

Tras estos acontecimientos, la brigada parlamentaria paceña se replegó a su región


por orden de una junta de gobierno paceña, que recibió a sus representantes con
exaltadas expresiones de vítores y aclamación por haber defendido los intereses y
derechos de La Paz, dejando en el Congreso otra propuesta de federalización.
Deseaban convertirse en un Estado autónomo y, para ello, se propusieron llevar
adelante una revolución para derrocar al gobierno de Fernández Alonso.
Del otro lado, en Sucre, hubo manifestaciones públicas de apoyo al régimen unitario
en medio de condenas a las proposiciones norteñas.
Frente a estas pretensiones y con la intención de amedrentar a los federalistas, el
presidente Fernández Alonso partió hacia esa región con tres unidades del Ejército
acantonadas en Sucre: el Escuadrón Bolívar, el Escuadrón Junín y Húsares. Jurando
que "llenaría de plomo ese hoyo" en referencia al valle en que se encuentra situada la
ciudad de La Paz.
En Challapata se enteró que más de 2.000 armas habían sido adquiridas por los
rebeldes paceños, lo que le hizo comprender que la tarea de apaciguamiento sería
dura y difícil. Desconfiando de la lealtad de los paceños al interior del Ejército, los
retiró. En cambio, para reforzar las fuerzas leales al gobierno, pidió a las autoridades
de Sucre que reclutasen voluntarios.
Bajo el mando de la Primera Brigada, con el Batallón 25 de Mayo y Escuadrón Sucre
marcharon a la contienda jóvenes de la clase alta, muchos de ellos con sus propias
armas sobre el lomo de caballos de su propiedad, mientras que las otras clases
sociales eran cobijadas militarmente en la Segunda Brigada con el Batallón Olañeta y
el Escuadrón Monteagudo. Esta efervescencia bélica se vio reforzada por 13 jóvenes
sucrenses residentes en Potosí.
En el camino hacia La Paz mientras cruzaba el altiplano boliviano, las fuerzas
chuquisaqueñas se dieron a la tarea de atacar y quemar las poblaciones indefensas
que encontraban a su paso, lo que causo que los indígenas de la zona se unan al
bando paceño al ser testiguos de las atrocidades que los invasores chuquisaqueños
cometían.
“A la falta de instrucción militar y munición de las brigadas de voluntarios
chuquisaqueños, se añadió la hostilidad indígena al mando de Pablo Zárate ‘El
Temible Willka’, aliado del bando paceño gracias a la labor del Coronel José Manuel
Pando, nombrado comandante de las fuerzas federalistas de La Paz”.
El Batallón 25 de Mayo y el Escuadrón Sucre, que se dirigían al encuentro de las
tropas leales, fueron interceptados por “las tropas de Pando y una numerosa indiada”
en la población de Cosmini, donde cayeron heridos 27 soldados sucrenses y tres
sacerdotes que los acompañaban. De nada les valió refugiarse en la iglesia del pueblo
de Ayo Ayo, porque fueron salvajemente masacrados dentro del templo.
Entre tanto los pueblos de Bolivia, o negaban, como Potosí, entre mofas y silbidos su
cooperación al sud, o permanecían impasibles como Santa Cruz y Tarija, o se
apresuraban a secundar la revuelta como Cochabamba, Camargo y Tupiza.
El segundo y decisivo encuentro bélico se concretó dos meses más tarde, el 10 de
abril de 1901. En el Segundo Crucero de Paria, se encontraron las fuerzas de Alonzo y
del Coronel Pando, después de una valiente lucha en la que ambos bandos se
batieron con valentía el ejército paceño salió victorioso. En la refriega murieron 117
hombres y cayeron 120 heridos de ambos bandos tras cuatro horas de combate.
La derrota del ejército chuquisaqueño fue contundente. Según refieren los libros, 36
prisioneros chuquisaqueños fueron trasladados a La Paz, los derrotados retrocedieron
a Oruro, el presidente Fernández Alonso huyó a Chile dejando tirada la Presidencia de
la República en el campo de batalla. Los integrantes de las fuerzas chuquisaqueñas
retornaron a sus hogares con la amargura de las dos derrotas.

Fin de la guerra
La noticia de la derrota y la huida del Presidente Alonzo a Chile obligaron a las fuerzas
chuquisaqueñas a pedir se detenga esta fratricida contienda.

Consolidada la revolución, y reconocida por el pueblo boliviano, se procedió a nombrar


nuevas autoridades liberales. Ya asentado el gobierno en La Paz, fue el propio general
José Manuel Pando quien se encargó de disipar la propuesta paceña del traslado de la
capital y el proyecto de federalización de la república.
Indice
Planteamiento del problema
Objetivo
Causas de la Guerra del Pacifico
Desarrollo de la Guerra
Campaña Marítima (1879)
Campaña de Tarapacá (1879)
Batalla de Dolores:
Combate de Tarapacá:
Combate de Tarapacá
Campaña de Tacna
Batalla de Tacna.
La toma de Arica:.
Conferencias de paz
Campaña de Lima
La toma de Chorrillos (13 de Enero)
La batalla de Miraflores ( 14 de Enero
-La campaña de Sierra
El combate de Sangra ( 26 de junio 1882)
La guerra del chaco
Comandantes bolivianos
Hans Ku
Enrique Peñaranda
Comandante paraguayondt
Ataque al fortín Carlos A. López
Batalla de Boquerón
Consecuencia
La guerra del acre
Primera Campaña
Segunda campaña
Tratado de Petrópolis
Revolución federal
Sucre capital de la republica
Intentos de federalizar Bolivia
Ley de Radicatoria
Comienzo de la guerra civil
Fin de la guerra
Objetivo general
Mostrar como nuestro país perdió territorio durante las guerras causadas por los
límites y dar a conocer la historia de Bolivia

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