Historia de ESTAMBUL
Historia de ESTAMBUL
Historia de ESTAMBUL
Estambul, en turco İstanbul, es la ciudad más grande de Turquía y una de las mayores
ciudades de Europa. Asimismo es la capital administrativa de la Provincia de Estambul, una
de las 81 en que está dividida Turquía.
Está dividida por el Estrecho del Bósforo en dos partes, una en Asia y otra en Europa.
Estambul fue la capital del Imperio Romano de Oriente y del Imperio Otomano. El 29 de
octubre de 1923 se estableció la República y la capital se trasladó a Ankara.
El origen: Bizancio
Bizancio fue fundada en la orilla europea en el año 667 a.C. por colonos griegos de
Megara, a lo largo de un golfo profundo y resguardado: el Cuerno de Oro.
En el siglo V a.C. fue ocupada y destruida por los persas. En el 479 a.C., el espartano
Pausanias comenzó su reconstrucción. En el 409 a.C. pasó a manos de los atenienses hasta
el 405 a.C. en que, de nuevo, fueron expulsados por los espartanos. Los atenienses
volvieron a recuperarla en el 390 a.C.
Durante el reinado de Alejandro Magno, 336 a 323 a.C., perteneció a los macedonios.
Hasta el año 279 a.C., en que los celtas la impusieron un tributo, fue relativamente
independiente.
El Imperio Romano
En el año 191 a. C. fue reconocida por Roma como ciudad libre, aunque en el año 100 a.C.
fue posesionada por la República.
En el año 197 el emperador Septimio Severo la saqueó y destruyo sus murallas. Después
decidió reconstruirla a imagen de otras colonias occidentales, duplicando el recinto
amurallado.
El Imperio Bizantino
Constantino I el Grande comenzó a erigir la nueva Roma en el año 324 y en el 330, fue
consagrada bajo el nombre de Constantinopla, o ciudad de Constantino, convirtiéndola
en capital del Imperio Romano de Oriente, conocido como Imperio Bizantino.
Para sus habitantes fue siempre una capital romana. Fue construida sobre "siete colinas", a
imagen de Roma, y dividida en catorce regiones, diez de ellas se encontraban dentro de las
murallas. La primera Catedral de Santa Sofía, construida por Constantino II junto al Gran
Palacio y consagrada en el año 360, sufrió graves daños en el 532, por lo que Justiniano
levantó una nueva catedral.
Durante los siglos VII y VIII el Imperio sufrió una pequeña crisis. En los siglos IX y X, con
el Cisma de Oriente, volvió otra etapa de renacimiento. Aunque con las cruzadas comenzó
la decadencia del Imperio, la ciudad conservó su importancia como centro cultural y
comercial del Mediterráneo.