Carroñeras
Carroñeras
Carroñeras
BUITRE LEONADO
Puede llegar a los 10 kg de peso, con una envergadura que supera los 2,5 m(pudiendo alcanzar
los 260 cm). Las plumas son de color ocre o canelo en la mayor parte del cuerpo (dorso, zona
ventral y mitad anterior de las alas), siendo este el motivo de su apelativo "leonado". Estas
plumas leonadas se tornan marrón oscuro o negro en las rectrices de la cola y extremo de las
rémiges. La base del cuello está rodeada por filoplumas blancas a modo de gorguera.
El pico ganchudo, típico de las rapaces, y especializado en desgarrar tejidos, es pardo grisáceo
en la base y amarillento pálido en los lados. Los tarsos y dedos son grises y grandes, aunque
mucho más débiles que los de otras grandes rapaces, siendo las uñas cortas y romas. Esta
circunstancia, a la que hay que añadir especialmente el gran peso y lentitud de estas aves,
hace que sea prácticamente imposible que los buitres den caza o maten a otros animales,
como sí hace el resto de las rapaces.
Los buitres leonados entran en celo en los meses de diciembre a abril. En ese momento
forman parejas estables y pasan unos 58 días incubando su único huevo, en turnos de entre un
día o dos cada uno. Posteriormente se turnan con la misma frecuencia para dar de comer a su
cría. El polluelo crece a un ritmo bastante lento, pero constante. Al contrario que otras aves, si
no recibe la cantidad precisa de alimento, no puede retrasar su crecimiento y muere de
inanición. Las crías emprenden su primer vuelo hacia el mes de julio, pero siguen
manteniéndose una temporada cerca del nido hasta que creen que ha llegado el momento de
independizarse.
Madurez sexual: 4 años
Puesta: enero-febrero
Incubación: 50-54 días
Pollos volando: junio-julio (4 meses de alimentación). Permanecen en el nido varios meses
más.
Nº pollos: 1. Las parejas se forman de por vida.
ALIMOCHE
Este buitre suele ser uno de los últimos animales en probar las carroñas de las que se alimenta.
Cuando otras especies mayores ya han acabado con casi toda la carne, el alimoche acude para
engullir las pocas pieles y restos de carne que quedan enganchados entre los huesos.
Complementa su dieta con insectos y pequeños animales, así como todo tipo de desechos y
heces animales. También engulle huevos, que rompe levantándolos con el pico y lanzándolos
contra las rocas. En la zona del norte de África, los alimoches logran romper la gruesa cáscara
de los huevos de avestruz tomando una piedra y lanzándola repetidamente hasta que el
cascarón cede, siendo este uno de los pocos casos de uso de herramientas en el mundo
animal. Los alimoches también son visitantes habituales de los vertederos, donde se atiborran
de basuras humanas. Todo lo que desechan los demás, es aprovechado por los alimoches.
Anidan normalmente en abrigos situados sobre acantilados y valles recortados, donde ponen
dos huevos entre marzo y abril en un nido forrado de pelos de animal (es común el uso de lana
de oveja), ramas y huesos. Transportan estos materiales con el pico, al contrario que el resto
de buitres, que lo hacen sujetándolos con sus garras. El uso intensivo de pesticidas puede
reducir la puesta a un sólo huevo, como ha ocurrido en varias zonas de España y Portugal
donde hoy en día se encuentra en declive, sobre todo por la utilización ilegal e indiscriminada
de venenos prohibidos. Solamente sobrevive un pollo que cruzará el estrecho de Gibraltar con
sus padres. Pasará en el África Subsahariana los primeros cinco años de su vida hasta alcanzar
la madurez sexual, regresando a la península Ibérica, si logra sobrevivir, para formar una nueva
familia. Los jóvenes son mucho más oscuros, pues exhiben una librea parda que, a lo largo de
sucesivas mudas, va pasando por diferentes patrones de coloración hasta llegar al plumaje
definitivo cuando cuentan con cinco años. Los jóvenes presentan también la cara de color gris
azulado.
En España, el alimoche común es normalmente un visitante estival, aunque existen
poblaciones sedentarias en las islas de Menorca y Mallorca. Pasan el invierno en el África
Subsahariana y cruzan el estrecho de Gibraltar a principios de marzo. Se extienden por toda la
geografía española para reproducirse, ocupando cada pareja el mismo territorio año tras año.
Abandonan el país entre agosto y noviembre. Las poblaciones de baleares y canarias son
sedentarias. Algunas de las del norte hibernan en Doñana y Extremadura
QUEBRANTAHUESOS
La envergadura alar de esta especie varía entre los 2,75 y los 3,00 m.[3] Su peso puede variar
entre 4,5 y 7 kg. Son características de esta especie las alas largas y estrechas, la cola larga en
forma de rombo y el hecho de tener la cabeza recubierta de plumas, al contrario que el resto
de buitres. Esto se debe a que el quebrantahuesos no introduce la cabeza y cuello en los
cuerpos de animales muertos, sino que es una especie osteófaga (de hecho, es la única ave
que se alimenta casi exclusivamente de huesos): cuando los mamíferos carnívoros, cuervos y
otras especies de buitres han hecho desaparecer las partes blandas, los quebrantahuesos
acuden para alimentarse de los huesos. Cuando estos son demasiado grandes para poder
tragarlos los agarra con sus patas y los deja caer en zonas rocosas para partirlos en fragmentos
más pequeños que pueda ingerir. Esta práctica no es para comer el tuétano, como mucha
gente cree, el quebrantahuesos ingiere el hueso entero, pudiendo tragar trozos de hasta 20 cm
de longitud. Se estima que un 75% de su dieta se compone de lo que obtienen de los huesos
de ungulados domésticos y salvajes. El resto lo componen pellejos y restos de carne, y alguna
que otra tortuga muerta, previo despeñamiento de su caparazón. Se alimenta de huesos y
otros restos de animales muertos. También come ratones y pequeños lagartos.
El color del plumaje varía enormemente con la edad, distinguiéndose hasta 4 coloraciones
diferentes a lo largo de la vida del animal:
Los individuos de menos de un año tienen una coloración parda clara en el vientre,
marrón en la cara interna de las alas y la cola y negra en los extremos de éstas, cabeza
y dorso. En la espalda se observa un escudete de pelaje blanco.
Entre 1 y 3 años el cuello sigue siendo oscuro, pero las plumas de la cara y vientre
empiezan a clarear mostrándose zonas blancas, como en el adulto. La cola se ha vuelto
ligeramente más clara.
Entre 3 y 6 años las plumas de las alas se vuelven grisáceas, mientras que las del cuello
empiezan a sustituirse por marrones y luego amarillentas. Las de los hombros y brazos
se oscurecen con el tiempo.
Los individuos de más de 6 años tienen las alas y la cola más afiladas. El cuerpo, cuello
y cabeza son enteramente blanco-amarillentos, algo solo interrumpido por el antifaz
negro de los ojos y en algunos casos un fino collar de plumas negras en la base del
cuello. Las alas y cola son grises, aunque en el caso de las primeras destacan las
coberteras negras y las axilas blancas. El dorso es pardo oscuro.
Tras 4 meses en el nido, el pollo superviviente madura lo suficiente como para emprender su
primer vuelo, pero continúa siendo alimentado por sus padres, a los que ahora acompaña y
aprende de ellos a alimentarse por sí mismo. Este periodo de aprendizaje dura entre 95 y 247
días, al cabo de los cuales se produce la emancipación.
MILANO NEGRO
Es una rapaz estival en la Península, al igual que sucede en el resto del contingente europeo.
Los individuos reproductores en Europa invernan en África tropical, aunque los ibéricos a veces
solo se desplazan hasta Marruecos. El abandono de las zonas de cría se produce a lo largo de
agosto, momento en el que los milanos negros se encaminan hacia los estrechos que les
faciliten el cruce hasta el continente vecino. En el estrecho de Gibraltar se producen grandes
concentraciones de ejemplares —entre 40.000 y 60.000 aves— que esperan el momento
propicio para realizar la travesía; un porcentaje elevado de esos milanos son ibéricos, ya que
una parte importante de los efectivos centroeuropeos no presenta una ruta migratoria clara y
puede ganar África tanto por Gibraltar como cruzando el Bósforo. Desde el mes de febrero se
constata el regreso de los primeros milanos negros hacia sus lugares de reproducción. A pesar
de ser un ave netamente estival, cada vez resulta más habitual la presencia de algunos
ejemplares durante el invierno, en particular en algunos puntos de Andalucía occidental y
Extremadura, donde los milanos negros con frecuencia se integran en dormideros de milano
real. Un dato de gran interés relacionado con la biología de esta especie lo constituye su
práctica de formar dormideros estivales, en los que se integran grandes cantidades de adultos
no reproductores e inmaduros, procedentes de zonas situadas a varios kilómetros del
emplazamiento, por lo común algún soto, eucaliptal o bosquete. Estos dormideros se
mantienen activos hasta el momento de la migración posnupcial.
Longitud55-60 cm
Envergadura130-155 cm
Esta rapaz de mediano tamaño y coloración general bastante oscura se caracteriza por poseer
unas alas más bien largas, así como una larga cola ahorquillada, si bien bastante menos que la
de su cercano pariente, el milano real, que ofrece un aspecto más estilizado y es de mayor
tamaño. El adulto luce una coloración considerablemente oscura en conjunto, aunque con la
cabeza de color grisáceo y finamente listada; las partes inferiores se muestran algo rojizas y
aparecen surcadas longitudinalmente por motas alargadas, en tanto que las coberteras alares
presentan bordes bastante claros, por lo que definen un característico dibujo dorsal (dibujo 1).
La cola es marrón-grisácea con abundante barrado. El plumaje del joven es más claro y ostenta
un patente moteado pálido en las regiones ventrales, mientras que en las dorsales las
coberteras aparecen orladas de color crema, lo que le otorga un aspecto escamoso. La cola no
es tan ahorquillada como en el adulto (a veces incluso carece de escotadura), en tanto que las
alas, en su parte inferior, muestran dos grandes parches más claros que el resto, aunque no
demasiado evidentes (dibujo 2). En vuelo, el milano negro es un ave ágil que muestra una
extraordinaria capacidad para maniobrar en el aire (dibujo 3), aunque no resulta tan elegante
como el milano real.
Se trata de una especie de distribución muy amplia, que ocupa la mayor parte de las áreas
templadas del Paleártico, África y Australasia. En Europa se presenta desde el Mediterráneo
hasta zonas menos frías de los países nórdicos, si bien los núcleos poblacionales más
importantes se encuentran en Rusia, España, Francia y Alemania. Se han descrito diferentes
subespecies.
Dentro de nuestro territorio se distribuye preferentemente por las regiones del norte y el
oeste, en particular a lo largo de los valles de los grandes ríos, así como en dehesas de
Extremadura, Castilla y León, Aragón y en las zonas bajas de los Pirineos, Cordillera Cantábrica
y Sistema Central. No aparece, sin embargo, en gran parte de la franja costera mediterránea,
en extensas regiones de Castilla-La Mancha, Andalucía oriental y Sistema Ibérico; falta por
completo en Baleares, Canarias y los 3 enclaves norteafricanos. En España habita la subespecie
migrans, que ocupa también el resto de Europa.
Se instala en una gran variedad de hábitats, aunque prefiere áreas cercanas a masas de agua
(embalses, lagos, zonas húmedas o ríos). En época reproductora está ligado a zonas arboladas
donde situar el nido, si bien no precisa necesariamente de la existencia de grandes bosques,
por lo que se lo puede encontrar en sotos, dehesas, bosquetes isla y pinares, en general a
altitudes modestas. Para cazar prefiere las áreas más o menos abiertas, con pastizales, eriales
y paisajes en mosaico, así como las orillas de ríos y humedales.
Sus preferencias alimentarias están presididas por el más absoluto eclecticismo, por lo que en
su dieta se incluyen las más variadas presas, desde pequeños roedores hasta conejos, además
de aves, anfibios, reptiles, peces y grandes insectos.
Puesta: marzo-mayo
Incubación: 4-5 semanas (solo la hembra)
Pollos volando: 2 meses.
Nº pollos: 2-3 (1-5).
MILANO REAL
En el plumaje de esta mediana rapaz dominan los tonos rojizos, profusamente rayados de
oscuro en las regiones ventrales y con un característico aspecto orlado en el dorso debido a los
bordes pálidos de las coberteras alares. La cabeza y el cuello, por su parte, presentan un tono
gris pálido surcado por finas estrías muy oscuras (dibujo 1). En vuelo resulta inconfundible, no
solo por la extraordinaria habilidad con la que ejecuta todo tipo de maniobras y regates, sino
por poseer una silueta característica, en la que destacan una cola profundamente
ahorquillada, de color rojizo anaranjado, y unas largas alas acodadas y provistas de una
mancha blanca muy visible (dibujo 2). Cuando está posado, también resulta fácil diferenciarlo
de otras rapaces de tamaño similar, además de por la forma de la cola, por poseer una figura
bastante estilizada. Los jóvenes son similares a los adultos, aunque con una coloración general
más clara y uniforme, sin el característico tono grisáceo de la cabeza y con la cola más corta y
menos ahorquillada.
La población residente de milano real en España elige para criar zonas forestales de
piedemonte o de media montaña, con amplias áreas abiertas cercanas donde obtener
alimento.
Estas rapaces consolidan sus vínculos de pareja a comienzos de la primavera, para lo cual se
entregan a un acrobático despliegue aéreo, caracterizado por continuas persecuciones y
picados acompañados por numerosas manifestaciones sonoras. Tras el cortejo, ambos
miembros de la pareja proceden a la construcción o reparación del nido, que se sitúa,
generalmente, en árboles de gran tamaño, sobre una horquilla o en una rama lateral, a
considerable altura sobre el suelo. Se trata de una tosca construcción a base de ramas, con el
interior tapizado por materiales suaves, como hierba, lana e, incluso, trapos o plásticos. Con el
aporte de nuevos materiales en sucesivas temporadas, las plataformas de nidificación de estas
aves pueden llegar a alcanzar un considerable diámetro. En ellas deposita la hembra de uno a
cinco huevos de color blanco mate, moteados de pardo rojizo. La incubación, que corre a cargo
de la hembra —aunque el macho puede relevarla durante cortos periodos—, dura 31 o 32 días
y tiene lugar desde la puesta del primer huevo, lo que significa que los huevos eclosionan
gradualmente, con la consiguiente diferencia de tamaño entre hermanos. Durante los
primeros 14 días de vida de los pollos, la hembra los alimenta con los aportes que su
compañero trae al nido; pasado ese tiempo, ambos progenitores se unen en la búsqueda de
presas, mientras los pequeños aguardan solos en la plataforma. A los 45-50 días, los jóvenes
milanos ya realizan cortas exploraciones por las inmediaciones del nido, aunque habrán de
transcurrir varias semanas más hasta que su plumaje se encuentre completamente
desarrollado y comiencen a realizar sus primeros vuelos.
Puesta: marzo-abril
Incubación: 1 mes (solo la hembra)
Pollos volando: 2 meses y medio/3.
Nº pollos: 2-3 (1-5).