Las 10 Características Del Renacimiento
Las 10 Características Del Renacimiento
Las 10 Características Del Renacimiento
Renacimiento
Índice [Ocultar]
1 ¿Qué es el renacimiento?
2 Características del renacimiento
o 2.1 1.- Continua búsqueda del aprendizaje
o 2.2 2.- Retorno de la cultura grecorromana
o 2.3 3.- Antropocentrismo: el hombre ocupa un papel central
o 2.4 4.- Auge de la ciencia
o 2.5 5.- Auge de los valores
o 2.6 6.- Optimismo generalizado
o 2.7 7.- Mecenas del arte
o 2.8 8.- Establecimiento de la burguesía
o 2.9 9.- Renacimiento de los bancos
o 2.10 10.- Se persiguió el conocimiento universal
o 2.11 Comparte esto:
o 2.12 Me gusta:
o 2.13 Relacionado
¿Qué es el renacimiento?
El renacimiento es un movimiento cultural que pone fin a la edad media y que
comenzó entorno al año 1453, año en el que los turcos conquistaron
Constantinopla. Hubo dos hechos de vital importancia que se consideran
iniciadores del renacimiento:
Estos dos cambios fueron los iniciadores de toda una revolución social y
científica que, para aquella época, era inimaginable.
El Renacimiento fue una época en la que se cortó con la edad media y se fue
abriendo paso la Edad Moderna, que fue la época histórica que se desarrolló
entre los siglos XVI y XVIII y que su inicio coincide aproximadamente con el
descubrimiento de América en 1492 y su final con la Revolución Francesa en
1789. El renacimiento, al contrario de lo que muchos piensan, fue mucho más
que un simple movimiento artístico o cultural. Fue todo un cambio
revolucionario que sacudió los pilares de la sociedad de la época y trascendió a
todos los ámbitos de la vida.
El Barroco en la Escultura:
El Barroco en la Pintura:
La música barroca:
El barroco destacó por ser uno de los periodos en el que hubo grandes
cambios en la música. La música barroca se clasifica en tres fases,
barroco primitivo, medio y tardío, teniendo matices propios en cada
periodo. La música barroca se representó por géneros como las sonatas,
sinfonías y las óperas.
El Barroco en literatura:
La danza en el Barroco:
El teatro en el barroco:
ROCOCÓ
¿Qué es el rococó?
El Rococó fue un movimiento artístico que tuvo lugar en Francia para
luego extenderse por diferentes lugares de Europa entre los años 1730 y
1770. El movimiento estuvo presente en las diferentes artes (música,
cultura, escultura, arquitectura) y representa la vida aristocrática de aquella
época.
1. Nombre
Existen dos teorías respeto del origen de su nombre:
Por un lado se dice que el nombre nació cerca del año 1797 y surgió producto de una
broma pues el nombre rococó intenta unir dos palabras francesas “rocaille” (concha
marina) y “Baroque” (roca) porque los primeros diseños eran de aspecto irregular
semejantes a conchas marinas o rocas.
Por otra parte se dice que el nombre proviene de la palabra “rocalla”, tipo de
decoración realizada con plantas y rocas que son semejantes al estilo que utilizó el
movimiento rococó.
3. Estilo
Se caracterizó por una elección de colores claros (en especial el blanco),
colores luminosos y suaves. Intenta reflejar el aspecto agradable, exótico,
sensual y refinado de las cosas y casi no utiliza los contrastes.
Se inclinó por expresar temas de la vida cotidiana y las relaciones
humanas. Posee un estilo recargado que expresa el sentimiento de libertad
de la sociedad aristocrática.
4. Expresión
Es un movimiento que expresa la vida social. No se detiene en la
observación de la vida de los seres inmortales o monarcas (como ocurría
en tiempos anteriores) sino más bien intentaba ejemplificar la forma en que
los seres humanos vivían durante aquellos años. Así se muestran
viviendas, objetos personales, fiestas o reuniones, dejando en evidencia la
ostentación de aquella sociedad.
5. Teatro
Se presenta en casi todas las expresiones artísticas ya que este
movimiento intenta mostrar la vida aristocrática del momento y las
relaciones sociales eran el eje principal de su estilo de vida ostentoso.
6. Influencia religiosa
No se caracterizó por expresar una corriente o pensamiento religioso en
particular, más bien durante este período se deja de lado la influencia
religiosa.
7. Tipo de composición
Todas las representaciones expresan alegría, frescura y sensualidad.
8. Pintura
Tuvo su auge en la década de 1730. Las temáticas específicas de la
pintura del rococó ronda temas como el amor, mitos, paisajes, aventuras
amorosas y reuniones sociales. También se pueden ver figura mitológicas
que surgen en tonalidades suaves de color pastel en contraste con la vida
cotidiana también representado en los mismos cuadros. Esto otorga un
aspecto sensual y delicado a la pintura.
9. Arquitectura
Se caracteriza por marcar una notable diferencia entre los exteriores e
interiores. Así los interiores son cargados, ostentosos y representantes de
fantasías mientras que las fachadas exteriores son sencillas, lisas, en
forma circular y rodeadas de jardines o parques naturales.
Watteau, Jean-Antoine
Fragonard, Jean-Honoré
Francois de Cuvilliés
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Fuente: https://www.caracteristicas.co/rococo/#ixzz5nqXilGGL
Arquitectura del Renacimiento
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Este artículo trata sobre Arquitectura del Renacimiento. Para otros usos de este
término, véase Renacimiento (desambiguación).
Sumario
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1 Períodos
2 Características
generales de la
Arquitectura del
Renacimiento
o 2.1 Fundamentos
generales del
Renacimiento
o 2.2 La importancia de la
perspectiva
o 2.3 La tratadística renacentista
2.3.1 Inspiración vitruviana
2.3.2 Los tratados y la posición social del arquitecto
3 Historia de la Arquitectura renacentista
o 3.1 Momento inicial: La cúpula da Santa María del Fiore
o 3.2 El Quattrocento: El dominio del lenguaje clásico
o 3.3 El Cinquecento: La superación del clasicismo
o 3.4 Manierismo: Los grandes maestros y el fin del Renacimiento
4 Difusión de la Arquitectura del Renacimiento en Europa
o 4.1 Arquitectura renacentista en Francia
o 4.2 Arquitectura renacentista en España
4.2.1 1ra etapa: Estilo plateresco
4.2.2 2ª etapa: Purismo
4.2.3 3ª etapa: Estilo herreriano
o 4.3 Arquitectura renacentista en Portugal
o 4.4 Arquitectura renacentista en Europa Oriental
o 4.5 Arquitectura renacentista en Inglaterra
5 Fuente
Períodos
La Historia de la Arquitectura del Renacimiento, como un todo, suele dividirse en
los siguientes tres grandes períodos:
Siglo XIV e inicios del Siglo XV: Quattrocento, momento en que se destaca la
figura de Filippo Brunelleschi y Leon Battista Alberti. Es una arquitectura que
aspira al Clasicismo y que pone los puntales teóricos de la canonización del estilo,
que caracterizará al período siguiente.
Siglo XV e inicios del Siglo XVI: Cinquecento o fase del Alto Renacimiento, en el
que destacan arquitectos como Donnato Bramante.
Otra de las notas que caracteriza este movimiento es la nueva actitud de los
arquitectos, pasando de ser artesanos a verdaderos profesionales, marcando en
cada obra su estilo personal. Las grandes catedrales góticas son en su mayoría
anónimas, sin embargo las grandes obras renacentistas están todas firmadas.
Inspiraron su labor en su interpretación propia de la Antigüedad clásica, en
particular en su vertiente arquitectónica, que consideraban modelo perfecto de las
Bellas Artes.También es un momento en que las Artes manifiestan un proyecto de
síntesis e interdisciplinariedad bastante compacto, no considerándose como
elementos independientes, sino subordinados a la Arquitectura.
Hay que destacar que los ideales y valores renacentistas no pudieron surgir
totalmente desvinculados del acervo medieval que le precedió, sin embargo, los
conceptos que subyacen a este estilo arquitectónico se construyeron sobre la
consciente y efectiva ruptura de la producción artística de la Edad Media, en
especial del estilo gótico.
Búsqueda del ideal clásico: A través del clasicismo, los hombres del
Renacimiento miraban hacia el mundo greco-romano como modelo para su
sociedad contemporánea, buscando aplicar en la realidad material cotidiana
aquello que consideraban que pertenecía a un mundo más idílico que real. En
este sentido, la Arquitectura, en especial, intentó concretar conceptos clásicos
como la belleza, surgiendo así la teorización y ordenación del movimiento,
fundamentado en la Arquitectura clásica griega y romana. Según los teóricos
renacentistas éste era el camino idóneo para alcanzar el mundo ideal.
Visión profana sobre temas religiosos: Los valores clásicos, desde el punto de
vista del Cristianismo, de enorme influencia en este período (teniendo el cuenta
que el Renacimiento surge en Italia, donde la presencia de la Iglesia Católica
fue decisiva para el Arte), eran considerados paganos y de carácter
pecaminoso. Para superar esta censura de la Iglesia Católica, se integró la
visión del mundo cristiano con el proyecto de recuperación de los ideales
clásicos, a través de escenas desacralizadas y edificios hechos a la medida del
hombre. Esta fue otra de las innovaciones del movimiento.
La importancia de la perspectiva
Un dato importante en el definición de espacialidad del Renacimiento es la
incorporación de la perspectiva como instrumento del proyecto arquitectónico y la
noción de diseño como forma de conocimiento.
El dominio del lenguaje clásico, para hacer llegar estos efectos útiles en los
edificios, hace posible el estudio de la perspectiva. Como resultado, surge una
arquitectura insertada en un espacio perspectivo, integralmente aprehendido por el
observador y cuyas relaciones proporcionales se muestran de forma analítica y
objetiva.
En otras palabras, toda monumentalidad de este espacio gótico tiene una función,
entre otras, que es poseer la voluntad del individuo y determinar sus deseos, la
función de su estancia y el uso del edificio. En el espacio renacentista, la intención
es justamente la contraria: el edificio no domina al individuo, sino que éste
reflexiona sobre su espacialidad y la maneja. Se traslada el concepto de una
arquitectura a la medida de Dios a la de una a la medida del hombre.
La tratadística renacentista
Inspiración vitruviana
Leonardo da Vinci fue uno de los artistas que se inspiraron en Vitruvio. Este
diseño, el Hombre de Vitruvio es la interpretación de Leonardo para las reglas de
proporción definidas por Vitruvio en su Diez libros de arquitectura.La recuperación
del ideario de la arquitectura clásica, introducida por la cultura del Renacimiento,
debió necesariamente trascender de la mera observación de la realidad. La
arquitectura producida por los artistas renacentistas, humanistas en general,
procuraban mantener una imagen erudita y literaria, más allá de la mera
reproducción de las ruinas greco-romanas.
Sin duda, para la creación del modelo teórico, la observación de las ruinas fue la
inspiración predominante de los primeros arquitectos renacentistas italianos, pero
a medida que el Renacimiento evolucionaba, los estudiosos, pasarán,
sistemáticamente, de ofrecer o recuperar los cánones y obras técnicas del
clasicismo a redactar sus propios tratados del estilo, que aunque basados en el
clasicismo, llegan a ser efectivamente anti-clásicos.
Por eso, a medida que los volúmenes eran copiados y traducidos, los diseños y
dibujos que componían los tratados fueron perdiéndose, por lo que el contenido del
tratado se convirtió con el paso del tiempo en confuso y en ocasiones,
contradictorio. Por este motivo, gran parte del esfuerzo de los tratadistas
renacentistas sería el recuperar el contenido perdido, llegando para su
consumación a aventurar patrones que en modo alguno existían en el texto
original.
En este sentido, los tratados sirven de modo efectivo como medios de propaganda
del nuevo profesional, en oposición a la visión tradicional (que asociaba
inexorablemente el arquitecto a las actividades manuales y por tanto, populares y
anti-intelectuales).
La constatación de esta modificación en la categoría de los arquitectos como
artistas nobles e intelectuales, diferente de los «meros artesanos de origen
popular» también se evidencia cuando se verifica para quienes estaban escritos
estos tratados: en general, eran dedicados a la nobleza (o un noble en particular),
poseían un estilo refinado y abordaban cuestiones directamente de interés público
de los príncipes que componían la estructura política italiana.
Por tanto, a pesar de que la necesidad de construir una gran cúpula sobre un
determinado punto de la iglesia preexistía, la forma de la misma no había sido
decidida de antemano. Cuando llegó el momento de erigirla, los artesanos
florentinos se encontraron con un vano de 40 metros, imposible de cubrir con las
técnicas constructivas tradicionales.
Esta cúpula posee una función estética (bella pero austera, sin dar sensación de
pesadez), pero también una función ideológica: representa la unidad cristiana.
Para su construcción, Brunelleschi utilizó un juego de doble cúpula, una interna y
otra externa, formadas por dos capas construidas con dos roscas de ladrillo
separados por una rosca de ladrillo a perpiaño, que avanzan en forma de espiral
que hace más rígido el conjunto a la vez que configura un espacio como cámara
de aire que da ligereza a la cúpula, dibujando a la vez hilos directores y rematada
con linterna.
Los arquitectos que siguieron este método trazado por Brunelleschi fueron sin
embargo responsables de la plena recuperación del lenguaje clásico. El dominio
del clasicismo se logró de hecho a lo largo del siglo XIV (aunque su
sistematización definitiva no llegó hasta la publicación del tratado de Sebastiano
Serlio en el siglo siguiente) y encontró en Donato Bramante a su figura más
paradigmática.
Más tarde, el arquitecto inglés Christopher Wren haría a su vez una relectura de la
obra de Bramante y propondría una nueva forma en su obra, sin copiarlo del todo:
el proceso de creación renacentista que va de la estética de los edificios al
pensamiento arquitectónico, como se ve, se reprodujo igualmente en épocas
posteriores para hacer nacer nuevos estilos.
Tal fenómeno, considerado ya como un anuncio del movimiento estético que, años
más tarde, se concretaría en el Barroco, ganaría fuerza especialmente en las
primeras décadas del siglo XVI (prácticamente después de más de 150 años de
producción arquitectónica puramente "renacentista"). El Cinquecento fue un
momento en que la intención de sistematizar el conocimiento de los cánones
clásicos estaba plenamente superada, a través de los tratados de Sebastiano
Serlio o Jacopo Vignola. Así, los elementos compositivos del clasicismo dejaron de
usarse en edificios como experimentación "en busca de lo clásico", sino partiendo
de su plena conciencia, en "busca de su innovación".
Este estilo español llamado plateresco, combinaba las nuevas ideas italianas con
la tradición gótica española, así como la idiosincrasia local. El nombre proviene de
las extremadamente decoradas fachadas de estos edificios, que se asimilaban al
intrincado y detallista trabajo de los plateros.
2ª etapa: Purismo
Con el paso de las décadas, la influencia del Gótico fue desapareciendo,
llegándose a alcanzar un estilo más depurado y ortodoxo, desde el punto de vista
del Renacimiento. El purismo se caracteriza por una mayor austeridad decorativa,
que se limita a algunos elementos concretos, generalmente de inspiración clásica.
Hatfield House fue mandada a construir en su totalidad por Robert Cecil, primer
conde de Salisbury, entre 1607 y 1611, y es el ejemplo perfecto de la arquitectura
de transición entre el estilo Tudor y el Renacimiento. El edificio conjuga un ala
Tudor, con ventanales con parteluz y tejado almenado y dos alas claramente
influenciada por las fachadas de los palazzos italianos.
Su fachada central, originariamente en forma de logia abierta, había sido atribuida
a Iñigo Jones, aunque el porche central de estilo jacobino, hace probablemente
falsa esta atribución. Dentro, la elaborada escalera tallada muestra la influencia
italiana en la ornamentación inglesa.
La obra de Jones fue seguida por maestros como Christopher Wren con su diseño
de la Catedral de Saint Paul de Londres y de muchos edificios públicos e iglesias
londinenses que se construyeron tras el Gran Incendio de Londres, en 1666.
La devastación de la ciudad fue una oportunidad única para una nueva generación
de arquitectos seguidores de la arquitectura clásica, que construyeron a una
escala superior a la que nunca probablemente se había construido en una ciudad.
Sin embargo, a estas alturas el estilo italianizante importado por Iñigo Jones ya
estaba fusionado por el Barroco.
Fuente
Portal de la Cultura de Camagüey WikiPrincipe
Contrariamente a las teorías según las cuales el movimiento barroco surgió a partir
del Manierismo, fue el Renacimiento tardío el movimiento que acabó desencadenando en
último término el Barroco. De hecho, la arquitectura manierista no fue suficientemente
revolucionaria para evolucionar radicalmente, en un sentido espacial y no sólo superficial,
a partir de los estilos de la antigüedad a los nuevos fines populares y retóricos de la época
del contrarreformismo.
Ya en el siglo XVI, Miguel Ángel Buonarroti había anunciado el Barroco de una forma
colosal y masiva en la cúpula de la Basílica de San Pedro de Roma, así como las
alteraciones en las proporciones y las tensiones de los órdenes clásicos expresados en la
escalera de acceso a la Biblioteca Laurenciana de Florencia, del mismo autor, y la enorme
cornisa añadida al Palacio Farnese. Estas intervenciones habían suscitado diversos
comentarios en su época por su brusca alteración de las proporciones clásicas canónicas.
No obstante, en otras obras Miguel Ángel había cedido a la influencia manierista, por lo
que fue sólo tras el fin del Manierismo cuando se redescubrió a Miguel Ángel como el
padre del Barroco.
El nuevo estilo se desarrolló en Roma, y alcanzó su momento álgido entre 1630 y 1670; a
partir de entonces el Barroco se extendió por el resto de Italia y de Europa.
La influencia del Barroco no se limitó al siglo XVII; a principios del siglo XVIII se desarrolló
el estilo denominado Rococó, que no siendo una pura continuación del primero podría ser
considerado como la última fase del Barroco.
Índice
Una chies dovrà essere riguardo alla pianta in forma Una iglesia ha de tener una planta en forma de cruz,
di croce, in accordo con la tradizione; le piante de acuerdo con la tradición; las plantas circulares se
circolari si usavano ai tempi degli idoli pagani e usaban en tiempos del paganismo y raramente en
raramente per le chiese cristiane. iglesias cristianas
Milicua 1989:28
Por otro lado, la presencia de una cúpula subrayaba la centralidad del espacio hacia el
fondo de la nave, y presagiaba la búsqueda de una integración entre el esquema
longitudinal y el centralizado. También la fachada, construida según el proyecto
de Giacomo della Porta, anticipaba los elementos más marcadamente barrocos,
comparables a los de los alzados de Santa Susana y San Andrés del Valle.
De este modelo derivaron una serie de iglesias de planta longitudinal centralizada o planta
central alargada, caracterizadas por el eje longitudinal y por la presencia de un elemento
catalizador de la composición, generalmente una cúpula.se construyó en los años 1985
I.- Periodo purista o postherreriano (abarca los dos primeros tercios del siglo XVII).
La penetración del barroco -en sus formas arquitectónicas italianas (plantas complicadas,
movimiento de fachadas, decoración abundante y creadora de contrastes de luz)- va a ser
lenta. La presencia de la ideología religiosa de la Contrarreforma y el prestigio de la
monarquía de Felipe II pesan sobre el arte de la época: se prefiere la sobriedad, la
sencillez y la uniformidad. Hay una evidente pobreza de materiales –ladrillo, tapial y yeso-
junto a una depuración de líneas -al estilo del Escorial-. Así como un escaso desarrollo del
movimiento en plantas y alzados; se prefiere la línea recta a la curva; hay un predominio
de la Iglesia de nave única con capillas entre contrafuertes -tipo de la iglesia del Gesù de
los Jesuitas. Las fachadas expresan la misma sencillez de planos: "De un espíritu
abstracto, los palacios, las Iglesias y conventos son con fachadas de paramentos lisos a
base de grandes rectángulos ligeramente resaltados e interiores de diáfana blancura en la
que solamente se recortan de manera neta las decoraciones de cuadrados y triángulos
geométricos de las bóvedas, resultando conjuntos graves y apaciguados para aquellos que
los contemplan al exterior o penetran al interior".1
Ejemplos de este tipo de arquitectura lo tenemos en la Colegiata de San
Isidro de Madrid (construida por un jesuita: es de planta de cruz latina similar a la del
Gesù, o a San Andrés de Mantua de Alberti); la iglesia de la Encarnación (Madrid);
la Cárcel de Madrid (hoy ministerio de Asuntos Exteriores), la Casa de la Villa de Madrid,
la Plaza Mayor de Madrid, la ciudad de Lerma (Burgos); el palacio del Buen Retiro. Estos
cinco últimos edificios siguen la línea llamada "estilo escurialense, caracterizado por la
sobriedad de líneas, los volúmenes compactos y torres cuadrangulares en las esquinas,
techumbres apiramidadas, agujas en los vértices torres, tejas de pizarra negra. En esta
época destacan unas especiales concepciones urbanísticas españolas: las plazas
mayores, organizaciones casi cerradas, centro de los espectáculos religioso-políticos
(procesiones, autos de fe de la Inquisición, predicaciones, recepciones de reyes),
formados por distintos bloques de edificios que se unen dejando, bajo ciertas arcadas,
paso a las calles periféricas. La más famosa es la Plaza Mayor de Madrid.
II.- Finales del siglo XVII. Se comienza a complicar la arquitectura; primero penetran las
formas decorativas del barroco italiano (columnas de orden gigante y salomónicas,
movilidad de planos en las fachadas, etc.), y luego las formas espaciales (plantas
ovaladas, o cóncavo-convexas, llenas de movimiento).Destacan: fachada de la Catedral de
Granada -de Alonso Cano-, dispuesta a manera de arco de triunfo de tres calles, cubiertas
de arcos de medio punto; el Pilar de Zaragoza; la torre de las campanas y la del Reloj
(Domingo de Andrade) de Santiago de Compostela. Durante el siglo XVII son escasas las
construcciones; ya a finales de siglo se construyen: el presbiterio de la Catedral
de Valencia. Las obras más barrocas son la fachada de la Catedral- claro ejemplo de los
movimientos de fachadas al estilo de Borromini- : entre el escaso espacio que quedaba
entre capilla del santo cáliz y Miguelete, se despliega una fachada a modo de biombo con
tres calles plegadas en movimientos sinuosos cóncavo convexo, recargada de decoración
en relieve y esculturas. La capilla de la Virgen de los desamparados: de planta ovalada,
con espacios de entrada o capillas; destacando el camarín de la Virgen. Otros ejemplos
son el museo de Bellas Artes, San Pío V y la torre de Santa Catalina, Palacio del Marques
de Dos Aguas.
III.- Corriente nacional: Churrigueresco. Durante el siglo XVIII se acelera la construcción
de edificios; resalta la plena asimilación de las formas espaciales de Italia (De Borromini y
Bernini) en edificios como: San Marcos de Madrid, las Salesas Reales de Madrid, San
Francisco El Grande -Madrid-, Palacio Real de Aranjuez -capilla. Son todos ellos edificios
en los que destaca su compleja planta con juegos de curvas y contracurvas, cambitación
de formas ovaladas, tangentes y secantes; con alzados en los que las cúpulas, bóvedas,
etc. son de gran complejidad (destacan las cúpulas encamonada creadas por Francisco
Bautista en e1 siglo XVIII: son un sistema de doble cúpula en el que el intradós es de
madera y yeso, mientras que el exterior se despega y separa quedando un espacio hueco
para lograr mayor efecto de altura y monumentalidad. Al ser de menor peso permite la
constitución de espacios más desahogados).
Por otro lado, la arquitectura del siglo XVIII aumenta la tendencia ornamental hasta límites
nunca conseguidos; a este estilo se le llama Churrigueresco: por el nombre de la familia
con este apellido que produjo mayores obras. Es una decoración de amontonamiento de
formas en ciertos lugares del edificio –puertas, fachada, etc; sobresalen por su
monumentalidad y aparatosidad. frente al resto del edificio de líneas más sóbrias-.
Destacan: colegios de Anava y Calatrava en Valladolid, plaza Mayor de la ciudad de
Salamanca. De Pedro Ribera son el puente de Toledo en Madrid, y el Hospicio de Madrid.
Otros edificios de este estilo son: San Telmo en Sevilla. La fachada del Obradoiro en
Santiago, etc. Esta fachada de Casas y Novoa sustituye a la románica construida delante
del Pórtico de la Gloria; es una monumental fachada estructurada como un grandioso arco
de triunfo en diversos planos de profundidad (hasta tres) y de una gran verticalidad.
Otra complicación del barroco español se encuentra en los espacios creados para dar
cabida a las imágenes religiosas como: reliquias, sagrario , sacristías e imágenes de gran
devoción : vienen a combinarse teatrales efectos en la utilización del espacio,, la luz
indirecta y de procedencia extraña, la pintura, escultura, etc. Son pequeños lugares en los
que el barroquismo estalla en su mayor grado de complicación y teatralidad. Destacan
el Transparente de la catedral de Toledo (de Narciso Tomé), el camarín y tabernáculo de
la Cartuja del Paular, o el Sagrario de la Cartuja de Granada (Francisco Hurtado
Izquierdo). Otra de las grandes escuelas del barroco español, es la fundada a inicios del
siglo XVIII por Francisco Hurtado Izquierdo, en Priego de Córdoba. En la que intervinieron,
sucesivamente, los hermanos Sánchez de Rueda, Juan de Dios Santaella, Francisco
Javier Pedraxas, Remigio del Mármol y José Álvarez Cubero.
Francia[editar]
La arquitectura barroca francesa es sobre todo palaciega, y en cuanto a su exterior, de
composición en general muy clásica. Asimismo, las tres claves de la arquitectura barroca
francesa serán la sobriedad, la armonía y la claridad.
Palacio de Versalles
Palacio de Vaux-le-Vicomte
En la decoración interior del palacio intervino Charles Le Brun, quien se encargó también
de la del Chateau de Vaux le Vicomte. De hecho, se dice que este último es el precursor
del futuro palacio de Versalles, dado que tomaron parte en su construcción los mismos
artistas (Le nôtre, Le Vau, Le brun...). Es por ello por lo que Vaux le Vicomte posee un
valor artístico-arquitectónico incalculable.
A partir de Versalles, tanto el palacio como el modelo de jardín francés se extendieron por
las cortes europeas. Entre otras obras a destacar de la arquitectura francesa de esta
época encontramos el palacio del Louvre, el ahora inexistente Chateau de Marly, ciertas
alas del inmenso chateau de Fontainebleau e innumerables creaciones más. Sin embargo,
no se puede atribuir el desarrollo de la arquitectura barroca únicamente a las propiedades
de la corona, ya que fue en esta época cuando proliferaron también muchas obras de
dominio noble y burgués como los chateaux en las zonas rurales y los "hoteles" en las
zonas urbanas; por ejemplo el Hotel de Toulouse, actual sede del Banque de France, o el
Hotel de Soubise, el cual fue posteriormente remodelado para convertirse en claro ejemplo
del estilo rococó.
Entre los chateaux más destacables, además de los ya mencionados, se encuentran otras
obras de François Mansart y su ya mencionado hijo Jules Hardouin, varios de los
arquitectos barrocos más prolíficos de la época. Entre sus creaciones destacan el chateau
de Dampier construido para el duque de Chevreuse, el ala barroca del Castillo de Blois, el
Chateau de Maisons Laffitte (cuya realización marcará un antes y un después en la
arquitectura de Francia) y la Iglesia parisina de Los Inválidos (que alberga actualmente los
restos de Napoleón Bonaparte) junto con el conjunto adyacente del Hotel des Invalides.
Por lo general, Francia fue uno de los países con mayor número de arquitectos de esta
época, no sólo por coincidir con un periodo de bonanza económica, sino por contar con
una amplia nobleza y burguesía pudiente, capaz de permitirse los excesos y las costosas
representaciones arquitectónicas barrocas de estilo teatral.
Inglaterra[editar]
Los estudios de arquitectura realizados en Italia por el escenógrafo Inigo Jones y el joven
Earl of Arundel constituyeron un impulso inicial que abrió paso a una reorientación
fundamental de la arquitectura inglesa, que seguía atrapada en las formas
tardomedievales y manieristas. The Queen's House, en Greenwich, pone de manifiesto el
brusco cambio de tendencias. El palacio de la reina consta de dos bloques rectangulares
unidos entre sí por un puente, conectándolo con el que fue el Greenwich Hospital, hoy
conocido como la Old Royal Naval College, declarada Patrimonio de la Humanidad por
la UNESCO. Sobre la planta baja almohadillada se levanta el piano nobile, la planta noble,
que se abre al jardín mediante una amplia galería con columnas dóricas. Aparte de Jones
hubo muy pocos arquitectos de renombre en este periodo, pero entre ellos cabe citar a
Isaac de Caus, que erigió Wilton House, con sus elegantes y fastuosas estancias en forma
de caja denominadas The cube y The Double Cube.
Cúpula de la Catedral de San Pablo de Londres
Sin duda si hay un arquitecto inglés que destaque por la maestría de sus obras ese es Sir
Christopher Wren, quien consiguió imponer en Inglaterra el clasicismo de cuño romano. En
1666, tras el gran incendio de Londres, se le convocó junto con sus colegas para presentar
propuestas destinadas a la reconstrucción y urbanización de la que era una de las
ciudades más pobladas de la tierra. La impresionante catedral de Saint Paul, cuya silueta
es inconfundible en el horizonte de la ciudad, y 51 iglesias más son obra del maestro
Wren. También la ampliación del palacio de Hampton Court por orden de Guillermo III de
Inglaterra fue llevada a cabo por el mismo entre los años 1689 y 1692.
John Vanbrugh y Nicholas Hawksmoor otorgaron al estilo de Wren unas dimensiones aún
más monumentales y sobre todo más pintorescas y teatrales. A partir de 1699 tuvieron a
su cargo la construcción del imponente Castle Howard al norte de Yorkshire. El recinto
entre cour et jardin (entre patio y jardín) consta de un ala de aposentos similar a un
corredor en cuyo centro destacan el salón abierto al jardín y la gran sala cuadrada abierta
al patio. En 1715 y 1717 respectivamente publicaron los dos volúmenes del Vitruvius
Britannicus, con grabados de edificios británicos clásicos y la traducción de los Quatro libri
dell'architettura de Andrea Palladio, lo que provocó un nuevo cambio revolucionario: El
neopaladianismo. Esta tendencia tenía como objetivo un retorno a las "reglas nobles y
verdaderas" de la Antigüedad tal y como las habían interpretado Palladio e Inigo Jones. El
principal protagonista de este movimiento fue Lord Burlington, experto en arte que con
su Chiswick House creó un edificio de asombrosa semejanza con las obras de Palladio.
Por último cabe destacar otras hermosas obras del barroco británico que se materializan
en la residencia de los Duques de Devonshire, conocida como Chattsworth en Derbyshire,
Inglaterra, de la mano del arquitecto William Talman en 1694; sin olvidar claro está el
monumental Blenheim Palace construido en 1710 por el antes mencionado John
Vanbrugh, para el duque de Marlborough de parte de la Reina Ana.
Países Bajos[editar]
Países Bajos meridionales[editar]
Artículo principal: Arquitectura del Barroco flamenco
Del Norte[editar]
Artículo principal: Arquitectura del Barroco holandés
Europa Central[editar]
Palacio Bánffy en Cluj-Napoca, Transilvania
Barroco mexicano:
Tiende al cubo.
Es introvertido.
Retablo atrae la mirada.
Las plantas son de gran sobriedad y muy pocas
veces se expresa en ellos la movilidad del estilo.
Barroco estucado:
Decorativo.
Didáctico.
Sin empleo arquitectónico.
Auge en la segunda mitad del siglo XVII
continuando s. XVIII.
Yeserías en Puebla y Oaxaca.
Barroco talaveresco:
Barroco purista:
Barroco tlaberado:
Barroco tritóstilo:
Barroco salomónico:
Barroco estipite:
Arquitectura
tardobarroca
y rococó[editar]
Características
generales[editar]
El palacio Wilanów,
en Varsovia,
Polonia.
Arquitecturas
cargadas de
detalles y
complejas. No
reniega de las
formas clásicas
(columnas, arcos
, frontones, frisos
), pero las
transforma de
manera
fantasiosa. A
veces el edificio
llega a ser como
una
gran escultura.
Los entablament
os adoptan la
curva y los
frontones se
parten y adoptan
curvas,
contracurvas y
espirales.
Se adopta
la elíptica oval y
otras formas
(como la de
abeja
de Borromini).
Las paredes son
cóncavas y
convexas, es
decir siempre
onduladas. Se
llega al
abandono de
líneas rectas y
superficies
planas.
Se adopta un
nuevo tipo de
planta que ofrece
planos oblicuos
para dar
sensación de
movimiento
(espacios
dinámicos), en la
más estática de
las artes. Gusta
de representar o
sugerir
el infinito (un
camino que se
pierde,
una bóveda
celeste, un juego
de espejos que
altere y haga
irreconocibles las
perspectivas).
Éxito del orden
gigante, con
columnas que
abarcan 2 o 3
pisos. No faltan
los campanarios,
solos o en
pareja, muy
decorados.
Se utilizan
efectos de luz,
juegos
de perspectiva.
Da importancia a
la luz y efectos
luminosos, a
través
del claroscuro.
Búsqueda de la
sorpresa. Gusto
por lo dramático,
escenográfico y
teatral.
Gran riqueza
decorativa y
exuberancia
formal tanto en
los espacios
interiores como
al exterior,
aunque más
sobrio. Amor
desenfrenado
por lo curvilíneo
y el triunfo de
la columna
salomónica.
Arcos y frontones
mixtilíneos, venta
nas ovaladas. El
arco descansa
sobre la columna
por medio de un
entablamento (al
modo romano), o
descansa
directamente
sobre
el capitel (modo
bizantino).
Ambos modos
fueron
empleados en
el Renacimiento.
Se utilizan
grandes cartelas.
La creación de
nuevas tipologías
para edificios
concretos. Las
obras
son: palacios,
religiosas,
urbanísticas,
grandes jardines
y galerías (que
luego daría lugar
a las galerías de
arte).
Desarrollo
histórico y
geográfico[edit
ar]
La génesis de la
arquitectura barroca
se inicia en Italia, con
figuras tan
determinantes
como Gian Lorenzo
Bernini y Francesco
Borromini.
En España, la
arquitectura barroca
va a estar presidida
por el gusto por la
desornamentación y
la sobriedad que
había introducido
el estilo herreriano,
con importantes
edificios en los que
impera un estilo
mesurado y
casi clásico.
Palacio de los
Capitanes
Generales, en La
Habana.
En América, tras la
conquista española,
el lenguaje del
barroco se desarrolló
en forma importante
enriqueciéndose con
la mano de obra y los
conceptos propios de
la arquitectura y arte
precolombinos, como
el uso extensivo de
colores brillantes,
destacándose en
forma especial
el barroco mexicano,
peruano y el cubano.
En Alemania y
en Austria la
inspiración italiana
combinada con la
francesa creará
edificios de gran
exuberancia
decorativa, sobre
todo en los interiores,
de luminosidad
brusca, que darán
paso al estilo Rococó
(El Rococó se define
por el gusto por los
colores luminosos,
suaves y claros).
En Inglaterra predomi
na el equilibrio y la
austeridad.
El
urbanismo[edit
ar]
Ejemplo de
Arquitectura del
Barroco en Brasil.
Arquitectura Rococó
Pintura renacentista
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Tiziano, Amor sagrado y amor profano, h. 1513-1514.
La Capilla Sixtina, cuyos frescos suponen una de las cumbres de la pintura renacentista, no sólo los pintados por Miguel Ángel sobre el altar
y en la bóveda, sino por los de las paredes, de artistas del primer renacimiento como Botticelli.
La pintura renacentista abarca el período de la historia del arte europeo entre el arte de la Edad Media y el barroco. Como
todo el arte del Renacimiento, la pintura de esta época está relacionada con la idea de volver a la antigüedad clásica, el
impacto que tuvo el humanismo sobre artistas y sus patronos, gracias a la adquisición de nuevas sensibilidades y técnicas
artísticas.
Índice
1Historia
2Características
3Pintura renacentista italiana
4Pintura flamenca
o 4.1Escuela de italianistas
o 4.2Escuela de reaccionarios
5Pintura holandesa
6Pintura española
7Pintura alemana
8Pintura francesa
9Notas
10Enlaces externos
Historia[editar]
Se considera a Italia la cuna de la pintura renacentista al confluir allí las nuevas técnicas (como el descubrimiento de
la perspectiva) con una nueva ideología humanista. Allí se conservaban a la vista los monumentos de la Antigüedad a la que
se quería hacer renacer, buscando modelos de armonía y belleza.1
Se fue perfeccionando a lo largo del siglo XV en las ciudades estado italianas, comenzando por Florencia, bajo el mecenazgo
de los Médici. El papel de defensores de las artes que rivalizaban entre sí por dar más brillo a sus estados, fue desempeñado
por los Montefeltro en Urbino, los Sforza y los Visconti en Milán, los Gonzaga en Mantua y los Este en Ferrara. En Roma fueron
los papas quienes llamaron a los distintos artistas de la época para trabajar en los palacios papales.1
En un primer momento, en el quattrocento (siglo XV) se investigaron distintos aspectos técnicos. Así, Piero della
Francescaestudió la luz. Masaccio destacó por la figura humana. En Fray Angélico adquieren importancia el color y una cierta
sensibilidad, si bien su temática sigue siendo religiosa, con composiciones que enlazan directamente con los modelos
medievales precedentes. La perspectiva y la composición son el punto de atención de Mantegna y Paolo Ucello
Los grandes maestros de la pintura renacentista aparecerán a finales de siglo, principios del XVI, el cinquecento: Leonardo da
Vinci, Rafael y Miguel Ángel. En el siglo XVI, al clasicismo del Alto Renacimiento le seguirán, en la segunda mitad del siglo,
el manierismo de autores como Parmigianino o El Greco quienes, sin dejar de ser renacentistas, adoptan unas formas
alargadas con cierta exageración que preludia el Barroco.
A partir del surgimiento en Italia, se va extendiendo progresivamente por Europa en torno a 1490-1500, con mayor o menor
calado, según los países. A excepción de España, el Renacimiento no dominó la estética de los demás países, debiendo
considerarse como un movimiento artístico predominantemente italiano. Es cierto que en el caso de la pintura, la divulgación de
sus modelos fue más fácil que en la escultura o la arquitectura, debido a la facilidad de transportar las pinturas, ahora en
lienzo, o de reproducir mediante la técnica del grabado.2
Fue sustituida por la sensibilidad barroca en diferentes momentos, según los países, observándose que en lugares
como Inglaterra se recibe más tardíamente y perdura cuando ya el resto del Continente está en pleno Barroco.
Características[editar]
Hay una serie de características que distinguen la pintura renacentista de su inmediata antecesora, la pintura medieval.
El Renacimiento italiano creó una verdadera revolución en la pintura. Italia fue el foco primero y principal del Renacimiento en
todas sus manifestaciones, del siglo XV al XVI. Un directo antecesor de esta nueva sensibilidad fue Giotto, maestro que rompió
con el estilo bizantino. Sustituyó el típico fondo dorado por escenarios naturales.5
La pintura del Quattrocento se desarrolló primero con la obra de Fra Angelico y sobre todo de Masaccio (1401-1428), que creó
una nueva sensibilidad, totalmente ajena al gótico. Logra la sensación de espacio a través del uso metódico de
la perspectiva lineal, como puede verse en la Trinidad de Santa María Novella (h. 1420-1425). Con el Humanismo, el hombre
se sitúa en el centro de todas las cosas, y es la medida de referencia. La perspectiva debe entonces respetar las leyes físicas
del mundo, y la relación entre luz y sombra en los cuerpos. Masaccio quiere representar en sus cuadros la realidad «objectiva».
Tradicionalmente es considerado el primer pintor moderno. Introdujo en el arte occidental la noción de verdad óptica, de
perspectiva y de volumen.
Esta investigación sobre la geometría y la matemática fue seguida por Paolo Ucello, Andrea del Castagno y Fra Filippino Lippi.
Conviene destacar a Piero della Francesca (1416-1492), quien se interesó por los tratados de Vitrubio, pensador latino del siglo
I, que desarrolló en sus escritos el arte de la razón, el sentido de la medida y del equilibrio (desarrolla un modelo de ciudad
romana con las proporciones "ideales"). La pintura exige la adecuación entre la visión de la imagen pintada y la de los objetos
en el espacio. Este principio se traduce en la representación de los objetos más distantes de menor tamaño que los que están
más cercanos. Piero della Francesca estudió el realismo visual y la perspectiva lineal, como puede verse en su Flagelación de
Cristo, 1477-1479, Urbino.
La siguiente generación de artistas florentinos logró un mayor refinamiento: Benozzo Gozzoli, Domenico Ghirlandaio y, sobre
todo, Sandro Botticelli.
En la segunda mitad del siglo XV surge una escuela pictórica en el centro de Italia, preocupada ante todo por crear el espacio
en el que se mueven los personajes de sus cuadros, esforzándose por crear sobre todo paisajes ordenados y realistas.
En Umbría se destacó Perugino, maestro de Rafael, así como Pinturicchio y Luca Signorelli. En la misma época, el
renacimiento alcanzó el norte de Italia, surgiendo escuelas regionales de marcada personalidad: Andrea Mantegna es el pintor
más importante de Padua, cuya influencia llega a la refinada corte de Ferrara, donde trabajaron Cosme Tura y Francesco del
Cossa.
Carácter especial presenta Venecia, en contacto constante con oriente, lo que da a este centro artístico un aire diferente, en el
que el color predomina sobre la línea y el paisaje sobre la persona humana, justo a la inversa de lo que ocurre en Florencia.
Los más sobresalientes pintores venecianos de la época fueron los Bellini, en particular Giovanni Bellini. Trascendente en la
evolución del renacimiento veneciano es la obra de Antonello da Messina, pintor siciliano que se formó en Flandes y que acabó
viviendo en Venecia, aportando la minuciosidad flamenca. Una destacada figura veneciana de principios del siglo XVI
fue Giorgione, al que se pueden atribuir cuadros como la Venus dormida, La tempestad y Los tres filósofos.
La segunda fase del renacimiento italiano es el Cinquecento, en el que destacan los tres grandes nombres de la pintura
renacentista: Leonardo da Vinci (1452-1519), Rafael (1483-1520) y Miguel Ángel (1475-1564).
De Leonardo sobre todo destaca su asimilación de novedades gráficas como los claroscuros o el esfumado. Se trata de un
principio de perspectiva que da a las formas lejanas un aspecto más difuso y a las cercanas una imagen más nítida. El dibujo,
como en toda la escuela florentina, prima sobre el color.
Rafael, por su parte, destacó en la pintura religiosa y también en el retrato de nobles. De 1504 a 1508, pintó
numerosas Vírgenes con Niño(Madonas). Basa su composición en el mensaje que desea transmitir, que no es otro que el del
amor maternal. También destaca sus Estancias del Vaticano, pinturas murales realizadas en los apartamentos del Papa Julio
II.
Parmigianino, La Madona del cuello largo, 1535-1540, óleo sobre tabla.
Miguel Ángel, escultor, poeta y arquitecto, pintó en los frescos de la Capilla Sixtinauna de las obras cumbres del Renacimiento.
Representan numerosos episodios relatados en el Antiguo Testamento (el Génesis) y en el Nuevo Testamento (el Juicio Final,
que realizó en un momento posterior de su vida). Esta obra maestra del Renacimiento es considerada como los frescos más
famosos del mundo. El estilo pictórico, que imprime un gran dinamismo y una distorsión del cuerpo, hacen del Miguel Ángel el
padre del manierismo.
A mediados de siglo, tras la muerte de los grandes maestros, y en medio de una crisis social generalizado, la pintura se
hace manierista, notándose primero en Florencia y Roma con Andrea del Sarto, Pontormo, Vasari y Volterra. Pontormo puede
ser considerado como un modelo de pintor manierista del Renacimiento tardío. El objetivo es sorprender y afectar
emocionalmente al espectador. Los pintores manieristas deforman el cuerpo de los personajes. Los cuerpos son
completamente desproporcionados. Es el maestro de otro célebre pintor florentino, Bronzino, el pintor a quien más se relaciona
con La Bella Maniera florentina.
En Parma surge una escuela particularísima cuya figura más sobresaliente es Antonio Allegri da Correggio, precursor del
ilusionismo barroco con su decoración de la cúpula de la iglesia de San Juan Evangelista de Parma (1520–1523). Su
discípulo Parmigianino representa obras con figuras elongadas, como la llamada Madonna del cuello largo (1540).
Venecia siguió dando grandes pintores, con obras plenas de sensualidad y colorido. Tiziano destacó en el retrato, temas
mitológicos (Venus, Baco y Ariadna) y religiosos. Veronés destacó pintando grandes cuadros de conjunto, dentro
de arquitecturas como las Bodas de Caná y, ya a finales de siglo, Tintoretto, con movimientos y escorzos violentos que
prefigura el barroco.
Finalmente, los Bassano son una familia con la que se cierra el renacimiento pictórico en Venecia.
Pintura flamenca[editar]
Jan Gossaert, Retrato de Balduino de Borgoña, h. 1530- 1540.
En el siglo XVI, la reforma protestante provoca una progresiva separación entre las provincias meridionales, católicas, de las
septentrionales, protestantes e iconoclastas, en las que se produce destrucción de pintura religiosa y la autonomía
de géneros como el paisaje, el bodegón o la escena de género. Este proceso que culminó en el siglo XVII se inicia durante el
renacimiento.
En Bélgica se produce la paulatina decadencia de Brujas, apreciándose influencia leonardesca en pintores como Adriaen
Isenbrandt y Ambrosius Benson. Creció la Escuela de Amberes, con las obras de Quintín Metsys, que es el pintor que mejor
refleja la influencia de Leonardo da Vinci,2 Bernard van Orley y Jan Gossaert, llamado Mabuse, quien tuvo un período de Italia
aunque sin alcanzar la elegancia de los modelos italianos.2 Pueden diferenciarse dos tendencias:
Jan Gossaert, llamado Juan de Mabuse de quien es una Virgen con el Niño en el Museo del Prado y otra semejante en el
de Berlín
Bernard van Orley, que tiene una Sagrada Familia en el mencionado Museo de Madrid, quizás demasiado realista.
Michel Coxcie, discípulo de Orley, autor del Tránsito de la Virgen y de otros cuadros en la misma colección española.
Joachim Patinir, pues concede gran importancia al reflejo naturalista del paisaje en sus obras. Un manierismo de
influencia miguelangelesca se encuentra en pintores como Hemessen y Marinus. Cabe mencionar, finalmente, dentro
del género del retrato a Antonio Moro.
Escuela de reaccionarios[editar]
Contrarios a los italianistas por sistema, surgieron los que por lo mismo pueden llamarse reaccionarios, artistas llenos de
ingenio, poesía y originalidad y muy populares en sus asuntos. Sobresale la familia de los Brueghel, sobre todo, el primero de
este nombre Pieter Brueghel el Viejo, pintor de costumbres aldeanas y que sirve de puente entre la fantasía del Bosco y
la escena de género barroca. Este mismo reflejo realista de la vida cotidiana se puede ver en los cuadros religiosos de Pieter
Aertsen y Joachim Beuckelaer.
Pintura holandesa[editar]
Anunciación de van Leyden.
Las escuelas holandesas empiezan con Lucas van Leyden (1494-1533) quien se formó en el estilo de los flamencos italianistas
como lo revelan sus cuadros del Sermón en el Museo de Ámsterdam y el San Jerónimo y la Virgen con el Niño en el de Berlín.
Muy pronto la invasión del protestantismo disipó el verdadero ideal en la pintura holandesa y aunque sigue italianizante en el
siglo XVI se limitan los asuntos a pintar las costumbres y paisajes del país.
Martin van Heemskerck fue uno de los principales retratistas, aunque también se dedicó a la pintura de historia.
En Utrecht nació el retratista Antonio Moro (h. 1519 - h. 1576-78), considerado creador de un tipo de retrato cortesano que se
diufundió por toda Europa.
La organización democrática de Holanda dio lugar a que se realizaran los primeros retratos colectivos, en los que se
destacará Frans Hals (1580-1666), de la ciudad de Haarlem.
Pintura española[editar]
Artículo principal: Pintura renacentista de España
Fernando Yáñez de la Almedina: Santa Catalina.
En España, por proximidad geográfica y lazos de todo tipo (históricos, comerciales, etc.), los modelos del Renacimiento italiano
llegaron por la Corona de Aragón, difundiéndose más tardíamente en Castilla, donde prevalecía la influencia del gótico
flamenco. Lafuente Ferrari habla de cierta resistencia española al estilo renacentista, que explica por la fidelidad a la pintura
hispanoflamenca, los escasos pintores españoles que realmente viajaron a Italia y cierta desconfianza hacia unos modelos que
se percibían como paganizantes.6
A diferencia de Alemania o Italia, aquí había un fuerte poder centralizado, por lo que era escasa la iniciativa cultural y artística
de los municipios. Los mecenas del Renacimiento español fueron la Corte, la Iglesia y la nobleza.7 Siendo la iglesia
católica uno de los principales, si no el más importante, de los mecenas, los temas fueran predominantemente religiosos. Sólo
en las colecciones reales y en las de algún noble podía verse otro tipo de pintura, generalmente obra de autores italianos.
No es fácil determinar, en España, cuándo las formas del gótico internacional dieron paso a las formas renacentistas. No hay
una ruptura clara. Autores como Jaime Huguet (1414-95) ya habían sentido la influencia italiana, pero el italianismo y el
alejamiento de los modelos flamencos no se produjo hasta el siglo XVI.8
Se suele dividir la pintura renacentista de España en tres períodos diferentes, todos del siglo XVI:
Primer tercio
Sobre una base de estilo gótico flamenco, se empiezan a adoptar algunos modos italianizantes.
El cuatrocentismo italiano penetra en España a través de Valencia, con los Osona: Rodrigo de Osona, conocido por el
Calvario de San Nicolás de Valencia y La adoración de los Reyes (National Gallery, Londres), y a su hijo Francisco Osona,
quien incorpora los fondos de arquitecturas propios del renacimiento; y Paolo de San Leocadio, pintor italiano en un estilo
cuatrocentista.
La influencia de los grandes maestros renacentistas se refleja en dos pintores manchegos de Valencia: Fernando Yáñez de la
Almedina, cuya influencia leonardesca es evidente y Fernando de los Llanos. Se les puede considerar puristas, en el sentido
de que importan directamente el Renacimiento puro, a diferencia de otros autores que seguían con el medieval espíritu
hispanoflamenco.9 Trabajaron juntos en las puertas del retablo mayor de la catedral de Valencia, considerada una de las más
importantes obras del Renacimiento en España.8
En Castilla, destaca Pedro Berruguete (c.1450-1504) a quien se considera figura que representa especialmente bien la
transición del estilo gótico internacional al italiano, quien combina las novedades romanas como el uso de arquitecturas, o
la preocupación por la luz, con elementos flamencos;8 y el flamenco Juan de Flandes quien trabajó para Isabel I de
Castilla.
En la catedral de Toledo se encuentra la obra de otro extranjero, Juan de Borgoña, de formación italiana, quien realizó las
pinturas de la sala capitular de la Catedral.
Finalmente, Alejo Fernández trabaja en Andalucía, en un estilo ecléctico que se muestra, en unos cuadros, más flamenco,
y en otros más italianizante.8 Produce algunas obras ≪delicadas un tanto arcaicas≫10 como la Virgen de los
Navegantes para la Casa de Contratación (Alcázar de Sevilla).
Segundo tercio
A la influencia de autores como Rafael y los del manierismo se une la de pintores flamencos de la época.
En Valencia, Vicente Macip y su hijo Juan de Juanes (1523-1579), en quienes se denota la influencia de Rafael. Sus
modelos iconográficos fueron posteriormente muy imitados, como la Santa Cena de Juan de Juanes que puede verse en el
museo del Prado.
En Castilla, Alonso de Berruguete y en Toledo, Juan Correa de Vivar.
En Granada, pintó el arquitecto Pedro Machuca, con obras como las que se guardan en el Museo del Prado, Virgen del
sufragio y un Descendimiento que evidencian un estilo purista;9 y en Sevilla, Luis de Vargas (1506-1568), y los
flamencos Pedro de Campaña (1503-1563), autor del Descendimiento de la catedral de Sevilla11 y Hernando Sturmio
(1539-1557).12
El extremeño Luis de Morales (1509-1586) destaca por sus pinturas religiosas de Vírgenes, que crean un modelo
posteriormente muy repetido. En él confluyen no sólo el estilo manierista, sino algunos resabios flamentos, y anticipa
el tenebrismo del primer Barroco.13
Último tercio
Predomina la influencia de la pintura veneciana, por la que los dos monarcas de este siglo (Carlos V y Felipe II) mostraron
preferencia. Se cultiva particularmente el retrato. Considera Lafuente Ferrari que el cromatismo de la escuela veneciana, y su
carácter nórdico eran más apropiados a la sensibilidad artística hispana, por lo que su influencia fue más fecunda.14
Ejemplo de influencia miguelangelesca de figuras musculosas es Gaspar Becerra (1520-1570), autor de uno de los pocos
ejemplos de temática mitológica: la historia de Perseopintada al fresco en una de las torres del Palacio del Pardo.
La magna obra de El Escorial atrae a pintores italianos como Luca Cambiasso, Federico Zuccaro o Pellegrino Tibaldi (bóveda
de la Biblioteca). Entre los pintores españoles cuya obra se puede relacionar con el monasterio, se encuentran Juan Fernández
Navarrete(1526-1579) llamado El Mudo, influido por autores de la escuela veneciana como Tizianoo Tintoretto15 y Luis de
Carvajal.
Pero la figura más destacada de la época, y uno de los grandes maestros de la pintura universal, fue El Greco (1541-1614)
que, venido a trabajar en el monasterio, no gustó a Felipe II y terminó trabajando en Toledo desde 1579 hasta su muerte en
1614. Allí pintó obras destacadas como el retablo mayor de Santo Domingo el Antiguo y el Expolio en la sacristía de
la catedral.16 En su obra maestra, el Entierro del Conde de Orgaz, consigue una fusión entre el mundo real y el más allá,
relacionando ambos espacios.17
En la corte trabajaron retratistas notables: Antonio Moro que retrató a María Tudor y al emperador Maximiliano II, entre otros;
influido por él estuvo Alonso Sánchez Coello (1531-1588) quien pintó a Felipe II, a su medio hermano Don Juan de Austria o a
la infanta Isabel Clara Eugenia, entr otros, con realismo, pero también una soltura de pincel propia de la escuela veneciana;18
Juan Pantoja de la Cruz (1553-1608) más tardío, se va acercando a la sensibilidad barroca; y Bartolomé González (1564-
1627).
Pintura alemana[editar]
En Alemania existía una poderosa escuela gótica de gran patetismo, violencia y expresionismo. Las formas del Renacimiento
italiano llegan a principios del siglo XVI.19
El pintor más destacado del Renacimiento alemán, y uno de los grandes maestros de la Pintura occidental fue Alberto
Durero (1471-1528). Visitó Veneciadonde conoció la obra de autores como Bellini; este autor, junto con Mantegnafueron sus
influencias más directas. Tras un viaje por los Países Bajos, adoptó ciertos rasgos de la pintura flamenca como el plegado de
los paños. Inclinado al dibujo y a una realista representación de la naturaleza, destacó como grabador, uno de los mejores de
todos los tiempos, usando la técnica de la xilografía y también la calcografía (grabados en cobre).20 Destaca toda su serie
de autorretratos y el estudio de desnudo que hace en los muy clásicos Adán y Eva(1507) que se conservan en el Museo del
Prado.
Principales pintores alemanes
Matthias Grünewald (c.1470-1528) el más cercano a la tradición gótica. Destaca su retablo de Isemheim (1510)
Hans Holbein el Joven (c.1497–1543) hijo de un pintor que se sitúa más en el estilo del gótico, destacó como retratista en
la corte de Enrique VIII de Inglaterra.
Lucas Cranach el Viejo (1472-1553) aunque realiza algunos temas mitológicos, es rcordado sobre todo por sus retratos de
los líderes de la Reforma, pues se considera que este artista es "el más directamente comprometido con el
protestantismo".21
Albrecht Altdorfer (c.1480-1538) destacó por su dedicación al paisaje, inaugurando la que vino a ser conocida
como escuela del Danubio.
De la época manierista cabe citar las extrañas pinturas de Giuseppe Arcimboldo, un italiano que trabajó en la corte del
emperador Rodolfo II en Praga.
Pintura francesa[editar]
En Francia se inicia el renacimiento con autores de clara influencia flamenca, como Jean Bellegambe (1470-1534), que se
inspira en los artistas de Amberes. En torno a las cortes de Francisco I y Enrique IV se dan dos escuelas llamadas de
Fontainebleau, que siguen modelos italianizantes.
Francisco I llamó a su corte a Leonardo da Vinci y Andrea del Sarto. Pero fueron artistas italianos posteriores los que
dominaron la primera escuela de Fontainebleau. En el palacio de Fontainebleau trabajaron
decoradores italianos como Rosso, Primaticcio y Niccolò dell'Abbate. Muchas de estas decoraciones de Fontainebleau se
divulgaron gracias a la labor de diversos grabadores, como el francés Jean Mignon.
En esta época alcanza gran esplendor el género del retrato, con Jean Clouet y su hijo François. El primero realiza
lienzos mitológicos y retratos dibujados o a lápiz. François busca la caracterización social de sus modelos, aproximándose más
a los modelos italianos y flamencos.
Otro retratista predominante que trabaja en Francia, más próximo a Jean Clouet que a su hijo, es Corneille de Lyon, también
conocido como Cornelys, llamado de Lyon o de la Haya, posiblemente holandés.
En París trabajan los Cousin, padre e hijo. Jean Cousin padre, llamado el Viejo para diferenciarlo de su hijo, Jean Cousin el
Joven, realizó el primer gran desnudo pintado por un artista francés: Eva Prima Pandora (Museo del Louvre).
A finales de siglo, recuperada cierta paz social tras las guerras de religión, el rey Enrique IV reemprende los grandes trabajos
decorativos, naciendo así una «segunda escuela de Fontainebleau» que agrupa a los diversos artistas que trabajaron en el
castillo.
B
La pintura barroca es la pintura relacionada con el movimiento culturalbarroco. El movimiento a menudo se le identifica con
el absolutismo, la Contrarreforma y el renacimiento católico,12 pero la existencia de importante arte y arquitectura barroca en
países no absolutistas y protestantes por toda Europa Occidental evidencian su amplia popularidad.3 La pintura adquirió un
papel prioritario dentro de las manifestaciones artísticas, y llegó a ser la expresión más característica del peso de la religión en
los países católicos y del gusto burgués en los países protestantes.
La mejor y más importante pintura durante el período que comienza alrededor del año 1600 y continúa a lo largo de todo el
siglo XVII, y a principios del siglo XVIII se identifica hoy como pintura barroca. El arte barroco se caracteriza por el realismo
superficial, los colores ricos e intensos, y fuertes luces y sombras. En oposición al arte renacentista, que normalmente
mostraba el momento anterior a ocurrir cualquier acontecimiento, los artistas barrocos elegían el punto más dramático, el
momento en que la acción estaba ocurriendo: Miguel Ángel, que trabajó durante el Alto Renacimiento, muestra a
su David compuesto y quieto antes de luchar contra Goliat; el David barroco de Bernini es captado en el acto de lanzar la
piedra contra el gigante. El arte barroco pretendía evocar la emoción y la pasión en lugar de la tranquila racionalidad que había
sido apreciada durante el Renacimiento.
Entre los más grandes pintores del período barroco se encuentran Caravaggio,4 Rembrandt,5 Rubens,6 Velázquez, Poussin7
y Vermeer.8 Caravaggio es heredero de la pintura humanista del Alto Renacimiento. Su enfoque realista de la figura humana,
pintada directamente del natural e iluminada dramáticamente contra un fondo oscuro, sorprendió a sus contemporáneos y abrió
un nuevo capítulo en la historia de la pintura. La pintura barroca a menudo dramatiza las escenas usando los efectos lumínicos
del claroscuro; esto puede verse en obras de Rembrandt, Vermeer, Le Nain y La Tour. El pintor flamenco Antón Van
Dyck desarrolló un estilo de retrato cortesano, con gracia, que influyó mucho, especialmente en Inglaterra.
La prosperidad de la Holanda del siglo XVII llevó a una enorme producción artística por gran número de pintores altamente
especializados, que solo pintaban el género al que se dedicaban: escenas de género, paisajes, bodegones, retratos o pintura
de historia. Los estándares técnicos eran muy altos, y la Edad de Oro holandesa estableció un nuevo repertorio de temas que
fueron muy influyentes hasta la llegada del Modernismo.
Índice
1Características generales
2Pintura barroca en Italia
3Pintura barroca en Francia
4Pintura barroca en Flandes y Países Bajos
5Pintura barroca en España
6Véase también
7Referencias
8Enlaces externos
Características generales[editar]
Se desarrollan nuevos géneros como los bodegones, paisajes, retratos, Vanitas, cuadros de género o costumbristas, así como
se enriquece la iconografía de temas religiosos. Existe una tendencia y una búsqueda del realismo que se conjuga con lo
teatral y lo efectista.
El color, la luz y el movimiento, son los elementos que definen la forma pictórica. El color predomina sobre la línea. Incluso, los
efectos de profundidad, perspectiva y volumen se consiguen más con los contrastes de luz y de tonalidades del color que con
las líneas nítidas y definidas del dibujo. La luz se convierte en un elemento fundamental en la pintura barroca. La luz dibuja o
difumina los contornos, define también el ambiente, la atmósfera del cuadro, y matiza los colores. La utilización de la técnica
del claroscuro llega a la perfección gracias a muchos pintores del Barroco.
Se pretende transmitir sensación de movimiento. Las composiciones se complican, se adoptan perspectivas insólitas y los
volúmenes se distribuyen de manera asimétrica. Mientras que la dinámica del espacio, la visión de las escenas en profundidad,
la estructuración de las composiciones mediante diagonales y la distribución de manchas de luz y de color, configuran el
espacio como algo dinámico, donde contornos se diluyen y las figuras pierden relevancia frente a la unidad de la escena.
Se produce en esta época un dominio absoluto de la técnica pictórica, tanto en la pintura al óleo sobre lienzo como en
la pintura al fresco. Ello permite alcanzar un gran realismo en la representación pictórica. Se logra la imitación de la realidad
teorizada por los renacentistas pero sin la idealización y concepción propias del siglo anterior.
El dominio de la técnica, que logra representar con gran fidelidad la realidad, hace que se intente en ocasiones engañar al
espectador por medio de trampantojos. El pintor barroco gusta de perspectivas ilusionistas, especialmente en las Bóveda, que
se intentan «romper» visualmente, mediante la representación del cielo y la sugerencia del infinito, recurso pictórico que ya
había utilizado Mantegna en la Habitación de los esposos del siglo XV, o Correggio en sus frescos de Parma. Estas
decoraciones ilusionistas proliferaron en toda la segunda mitad del siglo y se prolongaron más allá, en el Rococó, en grandes
palacios de toda Europa, reforzando el engaño no ya solo con elementos pictóricos sino reforzándolo mediante el uso
de estucos y dorados.
La pintura italiana de la época trata de romper con las formas del manierismo, ya mal vistas. Los encargados fueron dos
bandos bien diferenciados; por un lado el pintor Caravaggio, y por el otro lado los
hermanos Carracci (Ludovico, Agostino y Annibale).
El naturalismo, del que Caravaggio es el mejor representante, trata temas de la vida cotidiana, con imágenes tétricas usando
efectos de luz. Los claroscuros procuran dar intensidad y viveza. Se rehúyen de los ideales de belleza, mostrando la realidad
tal como es, sin artificios. Una buena parte de los pintores de la época cultivaron el Caravaggismo
Por otra parte, los Carracci forman el llamado clasicismo. Los temas a plasmar son inspirados de la cultura greco-latina, con
seres mitológicos. Los autores del siglo XVI, como Rafael y Miguel Ángel, son fuertes influencias. El color es suave, al igual
que la luz, y se pintan frescos en techos.
Ambas tendencias dejaron secuela y sirvieron para renovar los escenarios pictóricos. La presencia de Rubens, otro genio del
barroco, en Génova, se ve reflejada en las obras del lugar.
Pintura barroca en Francia[editar]
Artículo principal: Clasicismo francés
En Francia, el manierismo se ve influenciado por el barroco. La pintura es clasicista y se usa para decorar palacios, con un
estilo sobrio y equilibrado. Se pintan retratos y se tratan temas mitológicos.
Su autor más destacado es Nicolas Poussin, quien estuvo claramente influenciado por las corrientes italianas, tras su visita
a Roma. Buscó la inspiración en las culturas grecorromanas. Por la vertiente caravaggista fueron destacados los
artistas Georges de La Tour, Philippe de Champaigne, y los Hermanos Le Nain.
No obstante, el barroco en Francia fue algo más que una influencia, transformándose después en el rococó.
En Flandes domina el panorama la figura de Rubens, desarrollando una pintura aristocrática y religiosa, mientras que
en Países Bajos, la pintura será burguesa, dominando los temas de paisaje, retratos y vida cotidiana, con la figura
de Rembrandtcomo su mejor exponente.
Detalle de Apolo y Marsias de José de Ribera, 1637, Museo N. di San Martino, Nápoles.
En España, el barroco supone el momento culmen de la actividad pictórica, destacando sobre un magnífico plantel de pintores,
la genialidad y maestría de Diego Velázquez, Ribera, Bartolomé Esteban Murillo o Francisco de Zurbarán. El periodo fue
conocido como Siglo de Oro, como muestra de la gran cantidad de importantes figuras que trabajaron, a pesar de la crisis
económica que sufría el país.
Los pintores españoles usan como inspiración a artistas italianos como Caravaggio y su tenebrismo. La pintura flamenca
barroca influye notablemente en España, debido al mandato que se ejerce en la zona, y a la llegada de Rubens al país como
pintor de la corte.
Las principales escuelas del arte barroco serán las de Madrid, Sevilla y Valencia.
La temática en España, católica y monárquica, es claramente religiosa. La mayoría de obras fueron encargadas directamente
por la iglesia. Por otra parte, muchas pinturas tratan de reyes, nobles y sus guerras, como en el famoso cuadro Las Lanzas,
que pintó Velázquez en 1635 para el Palacio del Buen Retiro de Madrid. La mitología y los temas clásicos también serán una
constante. Pero es la religión cristiana la que más se repite, sirva como ejemplo El martirio de San Felipe, gran obra de José de
Ribera. El realismo de las obras se usará para transmitir al fiel la idea religiosa, por lo que el barroco fue un arma para la
iglesia.
Los colores son vivos, con efectos de múltiples focos de luz que crean otras tantas zonas de sombras. El tenebrismo italiano se
dejará sentir en todos los pintores españoles. Las figuras no suelen posar, son captadas con un movimiento exagerado para
darle fuerza a la escena. Los cuadros al óleo son grandes y habitualmente complejos, con varias figuras y de gestos
expresivos.
Pintura rococó
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La pintura rococó se desarrolló a lo largo del siglo XVIII por toda Europa partiendo de
Francia, cuna de este estilo de origen aristocrático y se dividió en un principio en dos
campos nítidamente diferenciados: como parte de la producción artística, es un documento
visual intimista y despreocupado del modo de vida y de la concepción del mundo de las
élites europeas del siglo XVIII, en tanto también como una adaptación de elementos
constituyentes del estilo a la decoración monumental de las iglesias y palacios, sirvió como
medio de glorificación de la fe y del poder civil. El estilo Rococó nació en París durante la
regencia del duque de Orleáns, en la minoría de edad de Luis XV, como una reacción de
la aristocracia francesa contra el Barroco suntuoso, palacial y solemnemente practicado en
el período de Luis XIV. Se caracterizó por su índole hedonista y aristocrática y se
manifestó en la delicadeza, elegancia, sensualidad y gracia, y en la preferencia de temas
blandos y sentimentales, donde las líneas curvas, los colores claros y la asimetría jugaban
un papel fundamental en la composición de la obra. Desde Francia, tuvo un gran auge y
asumió sus características más típicas y donde más tarde sería reconocido como
patrimonio nacional, el Rococó logró difundirse por toda Europa, alterando
significativamente sus propósitos pero manteniendo el modelo francés apenas en su forma
externa, con escuelas importantes en Alemania, Inglaterra, Austria e Italia, con alguna
representación también en otros lugares, como la Península Ibérica, los países eslavos y
nórdicos, llegando incluso hasta el continente americano.123
En un principio, la Ilustración comenzó bajo la representación del Barroco; puesto que
durante años, el estilo del clasicismo francés había dominado la creación de obras de los
artistas. Los pintores representaron las costumbres y actitudes de una sociedad en busca
de la felicidad, la alegría de vivir y de los placeres sensuales, los más representativos de
esta etapa fueron François Boucher, Antoine Watteau y Jean-Honoré Fragonard, artistas
que mezclaron en sus imágenes y trabajos lo erótico, lo lúdico y lo mundano de las
imágenes, así como también lo galante de cada una de ellas, por este motivo las obras de
Boucher, Watteau y Fragonard así como las de sus inmediatos discípulos y epigonos (cuyo
eco llega al neoclasicista Ingres) reciben en su conjunto dentro de la crítica de arte el
nombre de pintura galante especialmente cuando los temas resaltan al desnudo en
ambientes, ámbitos o contextos de riqueza.
A pesar de su valor como obra de arte autónoma, la pintura del Rococó era concebida
muchas veces como parte integrante de un concepto global de decoración de interiores.4
A mediados del siglo XVIII, el Rococó comenzó a ser criticado por la nueva corriente
neoclásica, la burguesía y la Ilustración y sobrevivió hasta la Revolución Francesa, cuando
este movimiento cayó en descrédito completo, acusado de ser superficial, frívolo, inmoral y
puramente decorativo.5 A partir de la década de 1830, volvió a ser calificado y reconocido
como testimonio importante de una determinada fase de la cultura europea y del estilo de
vida de un estatus social específico, y como un bien valioso por su mérito artístico único y
propio, dando por consiguiente el planteamiento de cuestiones acerca de la estética que
más tarde florecieron y se convirtieron en temáticas centrales del arte moderno.67
Índice
Escuelas regionales[editar]
Francia[editar]
Embarque para la isla de Citera (c. 1718) de Antoine Watteau, óleo sobre tela y pintura
característica del Rococó en Francia. Actualmente en el Schloss Charlottenburg.
En esta estética del placer y la sensualidad había un atractivo especial, pero que
fungía no como un componente de la narrativa del erotismo puro, sino más bien, como
una excusa para que los artistas exploraran los límites de la representación,
originando una tangibilidad que suscitase una respuesta sensorial global más
inmediata e intensa, cosa que era de los parámetros para la calificación de una obra
de arte en aquel tiempo, inscribiéndose como una concepción más amplia de la vida
donde el despreocupado placer de vivir era la tónica. Lo que sugiere de una forma
muy explícita, que el complemento más atractivo a la fantasía del público la presenta
como un todo, cosa que se considera ofensiva, siendo el erotismo en la pintura rococó
mucho más penetrante y eficaz que en composiciones en las que se ha agotado el
significado desde el principio por lo obvio en que se plantean las referencias directas.37
A pesar de esta aura más dominante de la sugerencia y la insinuación, ejemplos de
erotismo más crudo son encontrados, de forma especial en la obra de François
Boucher, uno de los grandes maestros del Rococó, quien según Arnold Hauser tuvo
fama y fortuna «pintando senos y nalgas» y así se acercó a un universo más popular,
aunque también era capaz de permanecer en otras ocasiones dentro de los límites de
la decencia pública y crear piezas de gran dignidad y delicado encanto.38
Otro de los grandes pintores franceses es Jean-Honoré Fragonard, alumno de
Boucher y colorista experto, que continuó con la tradición de alegorías poéticas y
sensuales de sus antecesores, pero siendo también apreciado por sus
contemporáneos gracias a la enorme versatilidad que mostraba, adaptándose a las
necesidades de una gran variedad de temas y géneros, acumulando enorme fortuna
con la venta de sus obras con motivo de la pobreza generada tras la Revolución.39
Durante la rehabilitación del Rococó en el siglo XIX fue llamado el «Querubín40 de la
pintura erótica», elogiado en altos términos por su capacidad de crear efectos de
suspensión emocional y tensión sensual sin caer en lo indecoroso.41 Por último, otros
pintores que destacaron en el Rococó de Francia fueon: Jean-Marc Nattier, los tres
Van Loo (Jean-Baptiste, Louis-Michel y Charles-André), Maurice-Quentin de la
Tour, Jean-Baptiste Perronneau, François Lemoyne, Elisabeth Vigée-Le Brun, Jean-
Baptiste Pater, Alexander Roslin y Nicolas Lancret entre muchos más.
Inglaterra[editar]
El sistema social inglés difería en varios puntos respecto al modelo continental. La
aristocracia formada por los nobles y ricos comerciantes también tenía control del
poder, aunque se esforzaba por implantar un sistema plenamente capitalista que
originaba, a la vez que conseguía, la competencia de la burguesía, sabedores de que
sus objetivos eran comunes y se identificaban con los del Estado, para beneficio
propio y de la nación. No existía un aura mítica alrededor del «nacimiento noble», la
estratificación social era más versátil, asociándose frecuentemente los plebeyos a la
nobleza por medio del matrimonio, y los estratos más bajos mostraron un grupo
bastante homogéneo que en la práctica es poco distinguido de la clase media. Otra
característica distintiva era que los nobles eran quienes pagaban la mayor parte de los
impuestos, a diferencia de Francia, en donde estos estaban exentos de todas estas
tasas. Aunado a ello, en Inglaterra se había ido formando una considerable cantidad
de lectores entre el populacho, mucho más informado sobre hechos generales, política
y mismo arte que el de otras regiones, por medio de la creciente divulgación de libros y
de la circulación de varios periódicos populares. Estos factores propiciaron en la
sociedad inglesa una libertad de expresión desconocida en otros países de Europa, y
que lo volverían uno de los países con mayor riqueza el siglo siguiente.42
Óleo sobre lienzo de La vida de un libertino (c. 1732-1735), obra hecha por William Hogarth.
Actualmente en el Sir John Soane's Museum en Londres.
Otros ejemplos[editar]
En la bibliografía consultada son escasos los pintores rococó de real importancia en
otros países, pero en algunos casos, más o menos aislados, merecen una mención
especial: en España, la genial figura de Francisco de Goya difícilmente admite
adscripción a un solo estilo, dada la amplitud y el carácter tan personal de su obra. No
obstante, cabe señalar que los cartones para tapices que realizó y muchos de sus
retratos se enmarcan en la estética rococó. En efecto, a partir de 1775, empezó a
pintar cartones para la Real Fábrica de tapices en los que, siguiendo el gusto de la
época, reflejó una temática costumbrista y popular. Del mismo modo, en sus retratos
no idealiza los modelos, debiendo recordar que el retrato de la época se caracteriza
precisamente por la reflexión indirecta e irónica, con una observación exacta del
modelo y carente de juicio de valor, como puede verse en el autorretrato de William
Hogarth, con el evidente paralelismo entre el autor y su perro, los autorretratos
de Quentin de La Tour o la escultura de Voltaire de Jean-Antoine Houdon, en la que el
filósofo aparece marchito, cínico y calvo, así como las pinturas de Ramón Bayeu.
Como pintores del Rococó español, destacan Luis Meléndez y Luis Paret y Alcázar. El
primero realizó retratos, especializándose posteriormente en bodegones. Por su parte,
el segundo, es la más importante aportación española al estilo; pintó desde paisajes
con figuras hasta escenas de género. También cabe mencionar la obra pictórica
de Antonio Viladomat, Francesc Tramulles Roig y Francesc Pla.
Otros ejemplos del Rococó en demás países son: en los Estados Unidos, John
Singleton Copley; en Rusia, Dmitry Levitsky, Ivan Argunov y Fyodor Rokotov; en
los Países Bajos, Rachel Ruysch y Jan van Huysum; en Países Escandinavos, Carl
Gustaf Pilo y Georges Desmarées;535455 en Portugal Vieira Portuense y Pedro
Alexandrino de Carvalho, y en Brasil el ya citado Mestre Ataíde.
Jacques-Louis David: El juramento de los Horacios, 1784. Obra capital del Neoclasicismo ético,
heroico y austero.
Hacia finales del siglo XIX, el Rococó francés fue plenamente recuperado e instaurado
como un patrimonio cultural nacional de Francia, junto con la rehabilitación de las artes
decorativas en general. En esta face se multiplicó la literatura crítica respecto al estilo,
fueron instituidos museos para las artes decorativas, diversos monumentos del siglo
XVIII fueron restaurados y la pintura Rococó volvió a ser aceptada como parte
integrante de una concepción global de decoración de intereses, así como fue
entendida en su origen. Este renovado entusiasmo por el Rococó culminó con su
consagración en el Museo de Louvre en 1894, con la destinación de una sala
enteramente dedicada al arte del siglo XVIII, donde se recrearon ambientes completos.
También se estimuló una moda de objetos y paneles decorativos en estilo revivalista, y
fue uno de los factores para el desarrollo de las artes aplicadas y de la artesanía de
alta calidad de Art Nouveau, teniendo también un carácter simbólico de
reaproximación de las élites heredadas de la nobleza con la burguesía de la Tercera
República.61 Al mismo tiempo, se rescató la importancia de Tiepolo como uno de los
más destacados muralistas del siglo XVIII,62 y a principios del siglo XX Oswald
Spengler hizo un elogio emocional del arte Rococó en su trabajo La decadencia de
Occidente.63
Mientras tanto, otros autores como Egon Friedell, quien escribió en el período de
entreguerras, continuó considerando que el estilo era poco favorecedor.64 Un nuevo
interés por el Rococó surgió en la década de 1940 cuando Fiske Kimball publicó su
importante estudio The Creation of the Rococo (1943), que trató de definir y describir
el estilo en bases críticas cuidadosamente históricas, pero que más bien sirvió para
generar una serie de nuevas cuestiones que trajeron a la luz inconsistencias en su
definición. Todo ello, evidenció su complejidad y alimentó los debates académicos
posteriores,65 con grandes contribuciones de Arnold Hauser en la década de 1950,
apreció el estilo de una forma más profunda y comprensiva gracias a las ideas
Marxistas, y de Philippe Minguet y Russell Hitchcock en la década de 1960,
centrándose estos en los conjuntos arquitectónicos,66 así como Victor Tapiè y Myriam
Oliveira quienes acreditaron que en las décadas del 70 en adelante hubo una
regresión en la búsqueda de conceptos ya superados, y particularmente muestran
como ejemplos los enfoques de Germain Bazin, Anthony Blunt, Yves Bottineau y
Georges Cattaui, que delimitaron el tema al Barroco, contradiciendo así las ideas pre-
Kimball.6768
Lo que está claro es que todavía existe mucha polémica y contradicciones en los
estudios sobre el Rococó, aunque de una forma la crítica más o menos concuerda en
ver en la filosofía subyacente de la pintura Rococó elementos de superficialidad,
elitismo, hedonismo y alienación, aun cuando destacan que estos aspectos no cuentan
toda la historia y que se aferran a ellos a partir de supuestos morales modernos que
pueden impedir al público reconocer su valor como arte por derecho propio y como
vehículo de significados importantes para la clase que gobernó en Europa durante el
siglo XVIII, hecho que basta por sí para atribuirle gran interés histórico y documental.
También se admite ampliamente que en sus mejores momentos, la pintura Rococó
alcanza niveles muy altos de excelencia técnica, es difícil incluso para los moralistas
más empedernidos ser insensibles a su encanto y su riqueza plástica, así como a la
capacidad de sus autores.697071 Otro punto positivo de la pintura Rococó fue detectado
en la reformulación y suavización de la iconografía cristiana, traduciendo los
elementos de la fe y retratando sus mártires y santos dentro de una moldura menos
pesada y opresiva de aquella producida durante el Barroco, permitiendo el nacimiento
de una devoción más jovial y optimista, menos cargada de culpa, y que reconciliaba la
naturaleza con lo divino.72 Al mismo tiempo, su índole personalista, su curiosidad por
lo novedoso y exótico, así como su rechazo del Academismo representaron un
movimiento en dirección a la libertad y creación espontánea, tan apreciadas hoy en
día, y que eran considerados criterios legítimos de evaluación de una obra de arte en
aquellos tiempo. De hecho, la misma concepción poseía Alexander Pope al «declarar
que algunas bellezas no pueden ser explicadas en preceptos», y que «hay gracias sin
nombre que ningún método enseña, y que sólo la mano de un maestro puede lograr»,
cualidades que sólo podían ser juzgadas por el «gusto», un elemento sutil que el
propio Voltaire no compartía y «un discernimiento rápido, una percepción súbita que,
como las sensaciones del paladar, anticipan la reflexión, acepta lo que da una
impresión voluptuosa y rara y rechaza lo que parece grosero y desagradable».70
En contraste, para una mejor comprensión de la pintura del Rococó es necesario que
primero percibamos claramente que no sólo se limita a Francia, aunque allí haya
mostrado ser más plena, típica y esencialmente y sea la referencia básica de todo el
estilo, pero se expresó de una gran variedad de formas en una vasta área del
Occidente, adaptándose a otras demandas y reflejando experiencias vitales y visiones
del mundo muy diversificadas, y según, cuando analizamos sus aspectos más difíciles,
más paradójicos y más propensos a las críticas, tratábamos de penetrar en la filosofía
que direccionaba aquel arte de encantos y fantasías, de juegos visuales e intelectuales
y alusiones veladas, que prestigiaba la educación y el refinamiento contra lo que se
creía grosero e inculto, y expresaba una voluptuosidad y una alegría auténtica para
hechos simples de vivir en una situación confortable, lo que, si era prerrogativo de
pocos en su tiempo, como sabemos, hoy se volvió un patrimonio de todos a través de
su legado artístico. Por lo que no hará daño recordar la advertencia de Locke, que
prácticamente apunta al lado artificial de toda representación y para la necesidad de
aceptar las reglas propuestas en cada juego artístico de modo que sea satisfactorio:
«Es vano tratar de encontrar fallas en las artes del engaño, donde las personas
tienen placer de ser engañadas.»73
Fuentes
1. Introducción
2. Biografía Filippo Brunelleschi: (1377 ?1446)
3. Sus obras más representativas
4. Biografía León Battista Alberti (1404-1472)
5. Sus obras más representativas
6. Bibliografías
INTRODUCCIÓN
La verdadera explosión artística italiana se produjo durante el Renacimiento. De hecho
este movimiento nace en Florencia a principios del siglo XV gracias a los príncipes de los
estados italianos que no dudaron en ser los mecenas de artistas que, sin este apoyo, quizá
no hubieran conseguido ni siquiera sobrevivir. Todas las manifestaciones artísticas fueron
potenciadas en este período.
En arquitectura utiliza los elementos constructivos de la Antigüedad, la bóveda de cañón, la
cúpula, los entablamentos, los arcos de medio punto, las columnas, etc. Domina la
arquitectura de carácter civil, hospitales, cárceles, etc. En las que el muro es de carga,
además de cierre del espacio.
Un soberbio Brunelleschi llenó a Florencia de muestras de su incomparable estilo: la
Cúpula de Santa María de las Flores, esta posee una funciónestética y otra ideológica:
representa la unidad cristiana; el Hospital de los Inocentes, la Iglesia del Espíritu Santo, el
Palacio Pitti. Pero no sólo este maravilloso arquitecto demostraba su arte, también lo
hacían otros con no menos ingenio como León Battista Alberti el gran teórico de la estética
renacentista, Bramante, Vignola y, como no, Miguel Ángel con la Cúpula de San Pedro y la
Plaza del Capitolio. Todos ellos son geniales representantes de la arquitectura renacentista.
1. Arquitecto y escultor italiano, iniciador del Renacimiento, y, como tal, conocido como
«el padre del Renacimiento». N. en Florencia en 1377, hijo de un notario y de una
dama de la noble familia de los Spini; m. en la misma ciudad el 16 abr. 1446.
Su obra como escultor y la formación del arquitecto.
En 1399 consta que está en el taller del orfebre Lunardo di Matteo Ducci, de Pistoya,
de quien aprendió el dibujo y el arte de la orfebrería, destacando en las labores del
nielado y grutescos. En colaboración con su maestro hizo algunas figuras de plata
para el altar de Santiago de la catedral de Pistoya, dos bustos de profeta y las
representaciones de S. Ambrosio y de S. Agustín. Cultivó la amistad de Donatello, de
quien fue íntimo amigo, ya quien indudablemente debe su afición a la escultura. En
1401 tomó parte en el concurso para las segundas puertas del baptisterio de la
catedral de Florencia, en competencia con otros escultores, entre ellos Donatello, J.
della Quercia y L. Ghiberti. Ejecutó como prueba un relieve en bronce representando
el Sacrificio de Isaac (Mus. del Bargello, Florencia), pero al considerar la obra de
Ghiberti y, de acuerdo con Donatello, consciente de no obtener la totalidad de los
votos decidió retirarse y prácticamente abandonó el campo de la escultura para iniciar
su formación como arquitecto, en lo que se distinguirá principalmente. En su relieve
para el baptisterio muestra B. una sorprendente formación en el estudio de las obras
de la Antigüedad clásica, evidente en el siervo que se quita una espina de la planta del
pie, claro recuerdo del clásico Spinario. A pesar de que su actividad se iría
concretando en el campo de la arquitectura, el 2 jul. 1404 se inscribió entre los
orfebres como maestro.
Hacia estos años consta que marcha a Roma, en compañía de Donatello, y allí estudia
los monumentos de la Antigüedad clásica, base esencial de su estilo como arquitecto.
En efecto, en Roma se dedica con ahínco a medir y estudiar las formas clásicas y,
fundamentalmente, a analizar los sistemas de construcción, las estructuras de muros
y bóvedas, la proporción de los órdenes clásicos, los sistemas decorativos. En 1409
consta que está de regreso en Florencia. A fecha inmediata a su regreso ebe
corresponder el Crucifijo de madera de la capilla Gondi, de S. María Novella, hecho en
competencia con Donatello, quien al verlo quedó maravillado por la belleza de
la imagen del Cristo, considerándola como «un verdadero milagro». También consta
que colaboró con Donatello para una figura en bronce que había de hacer para la
catedral florentina y la ejecución de una magnífica escultura en madera de S. Marí
Magdalena penitente para una capilla del S. Spirito, muy elogiada, destruida en un
incendio en 1471.
Preocupado por los estudios técnicos y matemáticos, son testimonios de ello sus
estudios de relojería y fundamentalmente los trabajos en torno a la búsqueda de
las leyes y de la representación en perspectiva, constando que hizo dos pequeñas
tablas con vista de las plazas del baptisterio de la catedral florentina y del Palacio de la
Señoría, para las que se sirvió de instrumentos inventados por él mismo. En este
sentido la influencia que estos estudios y los procedimientos empleados ejerció sobre
los artistas florentinos fue decisiva, reconociéndose así en la obra del Masaccio.
Su conocimiento científico y en especial los de carácter geométrico, se han puesto en
función de su amistad con Paolo del Pozzo Toscanelli. Como escultor, aparte de las
obras citadas, se le atribuye una plaqueta en el Louvre, con el tema de Cristo
liberando a la endemoniada, así como su intervención directa en la ejecución del
púlpito de S. María Novella, realizado por un escultor propuesto por él.
En 1417 se inicia su actividad en torno a la terminación de la catedral florentina de S.
María de las Flores. El problema suscitado era la construcción de la gran cúpula sobre
el crucero, para la que se habían presentado diversos proyectos no convincentes por
su excesivo coste y peligrosidad, en la construcción de la cimbra, mientras que
Brunelleschi ofrecía una solución audaz, para la que no se necesitaban cimbras ni
andamiajes complejos. Después de muchas dudas y dificultades, pudo B. vencer todas
las resistencias, recibiendo el encargo de la construcción de la cúpula, obra que inició
en 1420. Aún todavía se le impuso la colaboración de L. Ghiberti, que poco a poco fue
eliminando para que esta aparente colaboración no fuese en menoscabo de su gloria.
La obra hecha por Brunelleschi, que da una solución adecuada al problema de la
terminación de este edificio gótico y, planteada la dificultad del obligado
aprovechamiento del tambor octogonal, supone no sólo la iniciación de la
arquitectura de los tiempos modernos sino también la culminación de la Edad Media,
por lo tanto Brunelleschi no rompe bruscamente con las formas góticas anteriores.
Sin un precedente inmediato que pudiera servirle, concibe una gran cúpula de 42 m.
de diámetro, compuesta de una bóveda semiesférica comprendida en otra de sección
apuntada, entrabada por las cadenas de piedra que como costillas enlazan el remate
con los ángulos del tambor octogonal, que sirven para neutralizar los empujes, a la vez
que prestan al conjunto un perfil apuntado, en armonía con las formas góticas del
resto del duomo y del campanile. Como remate de la cúpula proyecta una linterna en
forma de bellísimo templete, cuyo modeloen madera consta, que estaba hecho en
1432, en el que Brunelleschi nos da una clara muestra de su estilo clásico. La cúpula se
terminaba en lo esencial en 1436 y en ella, aparte de la importancia de la obra
terminada, es preciso señalar la extraordinaria maestría de Brunelleschi al idear
múltiples procedimientos técnicos, máquinas, sistemas estructurales, etc., que iban
resolviendo los problemas que continuamente surgían conforme esta ingente obra iba
elevándose, con detalles hasta de organización de un servicio de cantinas y cocinas en
la alto de la obra, para que los obreros no perdiesen el tiempo y, por otra parte,
trabajasen con mayor comodidad.
De 1418 es el proyecto para la Basílica de S. Lorenzo. En esta iglesia idea la renovación
del modelo de basílica paleocristiana de tres naves con columnas corintias en las que
apoyan los arcos de medio punto, capillas laterales entre los contrafuertes y cúpula
pequeña en el crucero; la nave central, cubierta con artesonado clásico, y las laterales,
más bajas, con bóvedas de casquete esférico. En las ventanas de la nave central vemos
la característica ventana de B. de proporciones esbeltas rematando en arco de medio
punto y arrancando directamente de la cornisa. La fachada, no terminada, se organiza
con tres arcos de medio punto de igual altura. En la misma basílica construye también
la Sacristía vieja, que debía servir de capilla funeraria de los Médicis; en ella aparece
la cúpula dividida en segmentos, recordando el tipo de bóveda gallonada medieval.
Juega B. con los efectos de las superficies blancas, en las zonas neutras de los muros,
con los de la piedra de las formas constructivas de huecos y pilares, junto a la
policromía de los ocho relieves en estuco de Donatello y de la bóveda pintada con los
astros del firmamento sobre fondo azul oscuro
Su intervención en el Palacio Pitti, aunque no documentada, puede considerarse como
indudable, aunque las profundas transformaciones verificadas en el edificio y su gran
ampliación en el s. XVI no permiten delimitar la obra del maestro. A él debe
corresponder la idea de la fachada totalmente almohadillada y los vanos en arco de
medio punto de gran dovelaje. Consta que hizo un grandioso proyecto de palacio para
Cosme de Médicis que no llegó a realizarse.
Su influencia fue decisiva en la evolución de la arquitectura florentina del
Renacimiento, anulando la de Alberti. Así vemos cómo su estilo se nos muestra con
claridad en las Iglesias de las abadías de Fiésole - que le atribuye el Vasari- y en la de
Settimo, además de la que se percibe en las obras de Michelozzo y de Giuliano da
Sangallo, sus más inmediatos seguidores. Desconocemos sus relaciones familiares,
pues no dejó descendencia. El Vasari nos lo retrata como hombre poco agraciado
físicamente, pequeño de cuerpo, de carácter amable y afectuoso con todos, humanista
cristiano, profundo conocedor de las Sagradas Escrituras y del Dante.
2. BIOGRAFÍA FILIPPO BRUNELLESCHI: (1377 ?1446)
3. SUS OBRAS MÁS REPRESENTATIVAS:
Santa María del Fiore, este edificio, con planta de cruz latina, está coronado por una cúpula
a doble bóveda de Brunelleschi que fue finalizada en 1461 y mide 91 metros de altura y 45.5
metros de diámetro y está decorada con frescos que representan el Juicio Final de Vasari y
Zuccari en los años 1572-1579.
El Duomo o catedral de Santa María dei Fiore comenzada a construirse en 1296 por Arnolfo
di Cambio aunque su consagración no se efectuó hasta 1406 por el Papa Eugenio IV.
Destacan dos aspectos de la misma. El primero, el revestimiento realizado con mármoles de
tres colores: blanco de Carrara, verde de Prato y rojo de Maremma que la hacen parecer
distinta a las demás catedrales de la época. En la fachada, preciosos son los tabernáculos
que representan las doce estatuas de los Apóstoles con la Virgen y el Niño en el centro. Pero
lo más increíble es la cúpula de 114 metros construida por Brunelleschi desde donde se
divisa un amplio panorama no sólo de la ciudad sino de buena parte de la Toscana. Se
puede ascender a ella, por 469 escalones que componen la subida, en la última parte la
escalera adquiere la forma de la cúpula.
Junto al Duomo, el Campanario diseñado por Giotto de una elegancia y belleza que no
encuentran parangón en el mundo. Mide 81 metros y cuenta con la "ventaja" de que
únicamente necesitamos 414 peldaños hasta la terraza. Formando un tríptico indisoluble
con las otras dos, el Baptisterio es uno de los movimientos más antiguos de Florencia. Su
construcción data de los siglos XI y XII es un ejemplo de arquitectura románica toscana,
suponiéndose la existencia de un templo romano y de una iglesia paleocristiana en el s. V
como posibles precedentes. Las tres puertas de acceso, de excepcional interés, están
dispuestas según los puntos cardinales. En particular la Puerta oriental, bautizada por
Miguel Ángel "del Paraíso", cuyos diez paneles de bronce dorado relatan diversas escenas
del Antiguo Testamento (creación de Adán y Eva, historia de Noé, historia de Abraham,...).
El Baptisterio, obra cuyo origen está envuelto de misterio; en el Renacimiento decían que
fue construido en honor a Marte, dios de la guerra, para celebrar la fundación de Florencia.
Su exterior es típicamente romano; formado por un octógono y con frisos, pilastras y
cornisas, su elemento más conocido sea quizás la puerta oriental, llamada Puertas del
Paraíso (los paneles originales de bronce se hallan en restauración). Y ya para rematar la
zona del Duomo, tenemos el Campanile di Giotto, con 85 metros de altura y una vista de la
ciudad desde lo alto espectacular. Dividido en cinco cuerpos, destacan sus paneles
hexagonales, en donde se representa por un lado los siete planetas, los siete sacramentos y
las siete virtudes, y por otro las cinco Artes
Liberales: gramática, filosofía, música, astrología y aritmética
CARACTERISTICAS:
Iglesia de cruz latina ( larga nave central con dos naves laterales)
Rematado por un espacio octogonal de 42 metros de ancho
Las capillas parten radialmente desde cada lado del Octágono (pétalos de una Flor)
Cúpula a doble bóveda, inspirada en el Panteón de Roma y otras bóvedas romanas (dos
cúpulas, guardando un espacio hueco entre ellas de apariencia ahuevada para aligerar el
peso entre ellas)
Se construye en un nivel a 52 m de la planta
Se erigieron ocho enormes nervaduras que ascienden desde los ángulos del tambor
octogonal hasta 30 m más arriba en que convergen en la base de una torre de linterna
De 1418 es el proyecto para la Basílica de S. Lorenzo. En esta iglesia idea la renovación del
modelo de basílica paleocristiana de tres naves con columnas corintias en las que apoyan
los arcos de medio punto, capillas laterales entre los contrafuertes y cúpula pequeña en el
crucero; la nave central, cubierta con artesonado clásico, y las laterales, más bajas, con
bóvedas de casquete esférico.
En las ventanas de la nave central vemos la característica ventana de Brunelleschi de
proporciones esbeltas rematando en arco de medio punto y arrancando directamente de la
cornisa.
La fachada, no terminada, se organiza con tres arcos de medio punto de igual altura.
En la misma basílica se construye también la Sacristía vieja, que debía servir de capilla
funeraria de los Médicis; en ella aparece la cúpula dividida en segmentos, recordando el
tipo de bóveda gallonada medieval; asimismo en esta se emplea el mármol colorido para
fines decorativos y la misma representa una brillante reinterpretación de la tradición.
Bruneleschi Juega con los efectos de las superficies blancas, en las zonas neutras de los
muros, con los de la piedra de las formas constructivas de huecos y pilares, junto a la
policromía de los ocho relieves en estuco de Donatello y de la bóveda pintada con los astros
del firmamento sobre fondo azul oscuro.
El túmulo de los Médicis, ejecutado por Verrocchio y sus arcos de fueron concluidos en
1472.
CARACTERISTICAS:
Modelo de Basílica paleocristiana de tres naves
Columnas corintias que se apoyan en arcos de medio punto
Capillas laterales entre los contrafuertes
Cúpula pequeña en el crucero
Nave central, cubierta con artesonado clásico
Laterales más bajas, con bóvedas de casquéate esférico
Ventanas de proporciones esbeltas rematada en arcos de medio punto
Arrancan directamente de la cornisa
La fachada, se organiza con tres arcos de medio punto de igual altura
Se construye la Sacristía vieja, con cúpula dividida en segmentos tipo de bóveda
gallonada medieval
Se emplea mármol colorido para decoración
o PERSPECTIVA EN DIRECCIÓN AL ALTAR
Nave Central
Las Columnas corintias retroceden en la distancia
o
El artesonado del techo, da un ritmo perfecto se mueve hacia delante como si
o
acompañaran los pasos del visitante.
o Da la impresión de que todas las líneas convergen en el altar principal.
o Desde el Portal y mirando en dirección al altar, da la impresión de una tabla pintada
por un artista
o Parecen disminuir con una precisión geométrica
o Masaccio se inspiro en una de las Sacristía para el fresco de La Trinidad, el pintor
creo una obra maestra de escorzo (perpendicular u oblicuo al plano del lienzo) en
perspectiva y visuales.
o Desplazamientos.
OSPEDALE DEGLI INNOCENTI (1421-44)
L'ospedale degli Innocenti es la primera institución de este genero en Europa (1419).
Ideado para curar y aliviar a niños huérfanos y/o abandonados y dar después un oficio o
profesion, el "Spedale" fue edificado en tiempo de la Repubblica Fiorentina por voluntad
dell?Arte della Lana, que lo financio completamente, y la confio a Filippo Brunelleschi.
La intención Bruneleschi de revivir el arte grecolatino es más notoria en el Hospital de los
Inocentes, destaca fundamentalmente el pórtico o Loggia, en el que por vez primera utiliza
la arquería de medio punto sobre columnas y capiteles corintias, así como frontones
triangulares sobre las ventanas del único piso. En las enjutas se colocan bellos tondos con
niños en cerámica policromada de Andrea della Robbia.
Filippo Brunelleschi, realizo aquí un ejemplo de armonía y racionalidad en la arquitectura
hospitalaria, el conjunto del monasterio, pórticos, refectorios (comedores), dormitorios,
enfermerías y "nursery".
LA CAPILLA PAZZI (1429-43) S. Croce.
Es una pequeña capilla a la que se accede desde el claustro de la iglesia de Santa Croce ya
que se encuentra ubicada en el jardín de está; asimismo representa una de las obras
fundamentales y de las más bellas del Renacimiento.
Brunelleschi hubo de adaptarse a un espacio muy pequeño, De planta de cruz griega con
cúpula central y pórtico, es, por diversos aspectos, la más avanzada en
las soluciones arquitectónicas de este Arquitecto. En el interior combina un eje longitudinal
que marca el camino del altar, con una tendencia a la centralización espacial mediante la
cúpula. El sistema de módulos y la correspondencia entre las partes se aprecia en el pórtico,
asimismo sorprende la euritmia de las líneas arquitectónicas, realzadas con la combinación
de la piedra al descubierto de los elementos constructivos y la superficie blanca de los
muros estucados, a la vez que la policromía de la cerámica invetriata presta su belleza en
frisos y pechinas. Al mismo tiempo, si de una parte la organización de la planta de cruz
griega con cúpula es una solución que ha de ser seguida por sus continuadores, hasta
culminar en el proyecto de la basílica vaticana del Bramante, de la misma manera la
organización del pórtico en el que combina felizmente la disposición adintelada con el arco
central, sobre columnas corintias, supone una innovación que igualmente ha de ser modelo
o fuente de inspiración para numerosos arquitectos. La obra se acaba en 1451, después de
muerto Brunelleschi., aunque ya en 1443 estaba prácticamente terminado su interior.
CARACTERISTICAS
La Capilla se encuentra ubicada en el jardín de la iglesia de Santa Croce
Planta de cruz griega con cúpula central y pórtico
Es la más avanzada en las soluciones arquitectónicas de este Arquitecto.
En el interior combina un eje longitudinal que marca el camino del altar, con una
tendencia a la centralización espacial mediante la cúpula
elementos constructivos, superficie blanca de los muros estucados
Policromía de la cerámica invetriata presta su belleza en frisos y pechinas
En el pórtico combina felizmente la disposición adintelada con el arco central, sobre
columnas corintias, supone una innovación
Esparciamiento armonioso de las columnas del pórtico
El entablamento, influencia clásica
Contornos curvos de la parte superior provienen directamente de los sarcófagos de la
Roma antigua
Tallado elegante de los capiteles corintios
Pilastras compuestas
Sala rectangular coronada por bóvedas transversas en cañón con una cúpula baja sobre
pechinas que asciendenen el centro hasta el punto de intersección
Como en San Sebastiano, el proyecto inicial de la Iglesia de Sant'Andrea, ideado por Alberti
en 1470, sufrió sucesivas modificaciones, desde las propias de su construcción, iniciada por
Luca Fancelli tras la muerte de Alberti en 1472, hasta las que provocó la decoración en
extremo deformadora, pese a su pretendida clasicidad, que Paolo Pozzo llevó a cabo en
1778.
Alberti siguió aquí el concepto de "templum etruscum" que había expuesto en su De re
aedificatoria, creando una iglesia sobre la planta de cruz latina. En Sant'Andrea se supera
aparentemente el principio de que la fachada de un edificio debe ser reflejo del interior,
actuando la misma como un cuerpo independiente que integra las soluciones del Templo
Malatesta y de la Iglesia de San Sebastiano. Conjugando la tipología del arco de triunfo con
la de la pronaos de un templo clásico, Alberti crea un gigantesco orden de pilastras que se
alza para soportar un frontón triangular. El ínter espacio central dobla en anchura los de los
laterales y, mientras que la altura de éstos se divide en tres pisos, la central acoge un
profundo atrio cubierto por una bóveda de casetones.
La majestuosidad de la portada es superada, si cabe, por la del interior, cuyo parangón más
cercano hay que buscarlo en la arquitectura imperial romana. La bóveda de casetones del
atrio, tal como ocurre en las Termas de Diocleciano o en la Basílica de Majencio, adquiere
una contundencia sin igual cuando se convierte en cubierta de la nave central y del espacio
en el que se abren las capillas laterales. A pesar de la decoración supuestamente clásica
realizada en el siglo XVIII, que en realidad entorpece la buena apreciación de la obra
original, el interior se revela como el más grandioso de Alberti, el que de una forma más
rotunda traslada a la manera renacentista el sentimiento a la vez de sobriedad y grandeza
del mundo clásico.
CARACTERISTICAS
Iglesia sobre planta de cruz latina, (templum etruscum)
El ínter espacio central dobla en anchura los de los laterales
Crea un gigantesco orden de pilastras que se alza para soportar un frontón triangular
La altura de éstos se divide en tres pisos
La central acoge un profundo atrio cubierto por una bóveda de casetones.
La bóveda de casetones del atrio se convierte en cubierta de la nave central y del espacio
en el que se abren las capillas laterales
Arcos de medio punto sobre bóvedas etrusca
San Sebastiano, (c.1460) Mantua
Al servicio del duque de Mantua, Ludovico Gonzaga, Alberti construyó la Iglesia de San
Sebastiano (iniciada en 1460), la cual, como un gran número de edificios renacentistas, ha
sido muy transformada en épocas posteriores, sufriendo la última de las intervenciones en
nuestro propio siglo (1925), lo cual hace difícil apreciar el pensamiento original del
arquitecto. Sin embargo, cabe pensar que Alberti, atendiendo a modelos antiguos, como el
Mausoleo de Teodorico de Rávena, ideó una iglesia de planta centralizada con dos alturas,
la superior coronado por una gran cúpula, la cual acentuaba su planta central pero nunca
llegó a realizarse, y la inferior de tres naves separadas por dos filas de pilares. Pero tanto o
más interesante que la distribución del espacio interior debió ser el diseño de la fachada, en
la que seguramente una gran escalinata que alcanzaba la altura de la iglesia inferior servía
como base a una superficie pautada por seis pilares y coronada por un frontón clásico de
entablamento partido.
CARACTERISTICAS
Iglesia de planta centralizada con dos alturas
La superior coronado por una gran cúpula, la cual acentuaba su planta central pero
nunca llegó a realizarse
La inferior de tres naves separadas por dos filas de pilares
Una gran escalinata que alcanzaba la altura de la iglesia inferior servía como base a una
superficie pautada por seis pilares y coronada por un frontón clásico de entablamento
partido.
Arcos de medio punto
Fronton triangular
Ha sido muy transformada en épocas posteriores, la ultima en 1925
Iniciada en 1460
Santa María Novella (1456-70)
1. Introducción
2. Giovanni Battista Lorenzo Bernini (1598-1680)
3. Obras más representativas del barroco italiano
4. Francesco Borromini (1599?1667)
5. Bibliografía
1. INTRODUCCIÓN
El barroco es el estilo que se gesta a finales del XVI y se extiende hasta el
XVIII. Nace en Italia y desde allí se expande por toda Europa. Se trata de un
estilo complejo fruto de una época de crisis. Es un arte brillante, ostentoso,
con él se expresa el poder de los grandes monarcas, la fluyente riqueza de los
Estados y la próspera situación del catolicismo.
La variedad de situaciones socioeconómicas, políticas y religiosas originan la
existencia de barrocos "distintos": un barroco cortesano y católico,
instrumento de propaganda de la Iglesia y del Estado absoluto
(Italia, Francia, España), y otro barroco burgués y protestante (Inglaterra y
Holanda).
Pese a estas grandes diferencias existen impulsos estéticos comunes, fruto de
la sensibilidad de la época, que desdeña las reglas y tiende a lo emotivo y
desbordante. Es un estilo que refleja el estado de ánimo del hombre del
momento, pesimista, desengañado, realista, con conciencia de sus
imperfecciones.
Bernini o Borromini ¿Cual de los dos representa mejor el Barroco? Todo el
mundo en Roma tiene una opinión al respecto. Basta con recorrer la ciudad un
par de días para hacerse una composición de lugar y, si se desea, entrar en
polémica.
Los dos artistas, que tan solo se llevaban un año, empezaron a trabajar juntos
compartiendo los mismos proyectos; sin embargo pronto competirían
ferozmente entre sí por conseguir los mejores concursos de arquitectura.
Bernini (1598-1680) venía de Nápoles y Borromini (1599-1667) de Lombardía;
el primero había heredado la exuberancia propia de su tierra; el segundo, por
el contrario, era introvertido y tenía mal carácter. Borromini dedicaría los
últimos años de su vida a denigrar a su rival. Olvidado como artista y
paranoico acabaría suicidándose. Bernini por el contrario fue muy famoso y
prolífico en su época. Hoy, sin embargo, parece que la obra de Borromini está
en alza superando incluso a la de su eterno competidor.
2. BIOGRAFÍA
Giovanni Battista Lorenzo Bernini 1598- 1680
Fue uno de los artistas más sobresalientes del barroco italiano. Su actividad
artística no se reduce a la escultura, también fue un gran arquitecto, pintor,
dibujante y escenógrafo; concibió espectáculos de fuegos artificiales, realizó
monumentos funerarios y fue autor teatral. Su arte es la quintaesencia de la
energía y solidez del barroco en su apogeo. En la escultura, su gran habilidad
para plasmar las texturas de la piel o de los ropajes, así como su capacidad
para reflejar la emoción y el movimiento, eran asombrosas. Bernini introdujo
cambios en algunas manifestaciones escultóricas como los bustos,
las fuentes y las tumbas. Su influencia fue enorme durante los siglos XVII y
XVIII, y puede comprobarse en la obra de maestros como Pierre Puget, Pietro
Bracci y Andreas Schlüter. Toda su vida la dedicó al trabajo y su trayectoria se
caracteriza por el gran número de proyectos que emprendió. Desarrolló su
carrera casi por completo en Roma, aunque había nacido en Nápoles el 7 de
diciembre de 1598. Su padre, Pietro Bernini, un escultor de talento del
manierismo tardío, fue su primer maestro. Sin embargo, pronto el hijo superó
al padre, según señalan las principales fuentes de información sobre Bernini:
la biografía de Filippo Baldinucci (1682) y la de su hijo Domenico Bernini
(1713). Muchas de sus primeras esculturas estaban inspiradas en el arte
helenístico. La cabra Amaltea amamantando a Zeus niño y un joven sátiro (que
últimamente se cree es de 1609, Galería Borghese, Roma) es un ejemplo típico
del gusto por lo clásico del entonces joven escultor. Los grupos escultóricos de
maestros anteriores, como Giambologna, se caracterizaban por el hecho de
haber sido concebidos para poder ser rodeados por el espectador y ser vistos
desde diferentes ángulos. Sin embargo, los grupos escultóricos de Bernini de
la década de 1620, como El rapto de Proserpina (1621-1622, Galería Borghese,
Roma), presentan al espectador una visión desde una perspectiva única sin
sacrificar por ello nada del dramatismo inherente a la escena. También de la
década de 1620 son sus primeros proyectos arquitectónicos, como la fachada
de la iglesia de Santa Bibiana de Roma (1624-1626) y la creación del magnífico
baldaquino (1624-1633), dosel sobre el altar mayor de la basílica de San Pedro,
que fue un encargo del papa Urbano VIII, primero de los siete pontífices para
los que trabajó
Este proyecto, obra maestra de ingeniería, arquitectura y escultura, fue la
primera de una serie de obras monumentales para la basílica de San Pedro.
Más adelante realizó las tumbas de Urbano VIII (1628-1647) y Alejandro VII
(1671-1678), ambas en la basílica de San Pedro, que, al incorporar figuras
tridimensionales en actitud dinámica, difieren notablemente del enfoque
puramente arquitectónico de los sepulcros realizados por artistas anteriores.
En la colosal Cátedra de San Pedro (la silla gestatoria, 1657-1666), en el ábside
de la basílica, utilizó el mármol, el bronce dorado y el estuco en una
espléndida composición en movimiento ascendente, que adquiere un mayor
dramatismo con la ventana oval de oro que tiene en el centro y que se
convierte en el punto focal de toda la basílica. Bernini fue el primer escultor
que tuvo en cuenta el dramatismo potencial de la luz en los grupos
escultóricos. Esto se evidencia aún más en su famoso Éxtasis de santa Teresa
(1645-1652, Santa Maria della Vittoria, Roma), donde los rayos del sol,
surgidos de una fuente invisible, iluminan a la santa en trance y al ángel
sonriente que está a punto de traspasarle el corazón con una flecha de oro. Los
numerosos bustos que realizó expresan un sentimiento análogo de
convincente realismo dramático, tanto los de carácter alegórico como
El alma condenada y El alma salvada (ambas de aproximadamente 1619, Casa
de España, Roma), como los que eran retratos, por ejemplo el del Cardenal
Scipione Borghese (1632, Galería Borghese) o el de Luis XIV de Francia (1665,
Palacio de Versalles). Dentro de las obras arquitectónicas no religiosas de
Bernini se incluyen proyectos para diversos palacios: el palacio Ludovisi
(actualmente palacio Montecitorio, 1650) y el palacio Chigi de Roma (1664),
así como unos diseños para el Louvre, proyecto que no llegó a ejecutarse y que
presentó a Luis XIV en 1665, durante una estancia de cinco meses en París.
Bernini proyectó también tres iglesias: la de Castelgandolfo (1658-1661)
construida sobre planta de cruz griega, y la de Ariccia (1662-1664) con planta
circular.
La tercera es su mayor logro dentro de la arquitectura religiosa: el templo de
San Andrés del Quirinal (1658-1670) de Roma se construyó sobre planta oval
con un porche ovoide que se extiende por delante de la fachada,
reproduciendo los ritmos interiores del edificio. El interior, decorado con
mármol oscuro de diferentes colores, tiene una bóveda oval decorada en
blanco y oro. También son de la década de 1660 la Scala Regia (Escalera real,
1663-1666), que conecta las habitaciones papales del palacio del Vaticano con
la basílica de San Pedro, y la magnífica Plaza de San Pedro (diseñada en 1667),
que enmarca la entrada a la basílica dentro de un espacio oval dinámico
formado por dos columnatas semicirculares. Entre las fuentes de carácter
escultórico diseñadas por Bernini destaca la espectacular Fuente de los cuatro
ríos (1648-1651) en la Piazza Navona. Bernini ejerció su actividad
prácticamente hasta su muerte, el 28 de noviembre de 1680. Su última obra, El
busto del Salvador (Museo Chrysler, Norfolk, Virginia), presenta
una imagen de Cristo sobria y contenida que hoy día ha sido interpretada
como la actitud de calma y resignación de Bernini ante la muerte.
3. OBRAS MÁS REPRESENTATIVAS DEL BARROCO ITALIANO
SAN ANDREA AL QUIRINALE (1658-1670)
Con este edificio Bernini revoluciona el concepto de arquitectura religiosa
vigente en el siglo XVI. Retranqueándose con respecto a la calle donde se sitúa,
dos alas cóncavas llevan la mirada del espectador hacia el plano vertical de la
entrada de la iglesia, rematado por un frontón y que se proyectaba hacia
adelante por medio de la curva convexa de un pequeño pórtico adintelado,
sobre dos columnas exentas, elevado gracias a la escalinata semicircular en la
que se asentaba. A la sobriedad de las alas se opone la riqueza vertical de la
fachada, con su pórtico aéreo entre pilastras monumentales.
La fachada, retraída bajo una estructura curva que la envuelve desde su base,
está compuesta con elementos propios de la arquitectura clásica: un friso con
motivos griegos, columnas corintias y triángulos y semicírculos romanos.
Principales Características:
Planta
Dos alas cóncavas llevan la mirada del espectador hacia el plano vertical de
la entrada de la iglesia
Rematado por un frontón y que se proyectaba hacia adelante por medio de
la curva convexa de un pequeño pórtico adintelado
PALAZZO BARBERINI
En este enorme edificio (1633) podemos comparar con facilidad la obra de los
dos maestros.
La entrada al ala izquierda del palacio nos conduce hasta una gigantesca
escalinata cuadrada de Bernini. La de Borromini, mucho más pequeña y
ovalada, se alza a pocos metros de la entrada que conduce al ala derecha.
Borromini desempeñó el cargo de ayudante de Carlos Maderno, el arquitecto
que había proyectado el palazzo.
Maderno murió poco después de que se iniciaran las obras y Bernini, de
treinta y dos años, se hizo cargo del proyecto ayudado por Borromini-un año
más joven.
A pesar de que por aquél entonces Bernini estaba considerado como el más
grande escultor y decorador de Roma sabía poco de arquitectura y en este
campo tuvo que apoyarse en los conocimientos de Borromoni.
La escalinata cuadrada es sin duda alguna impresionante- observen cómo las
rampas se elevan hacia lo alto en ángulo recto - pero la ovalada de Borromini
demuestra el talento del artista para resaltar y embellecer espacios reducidos.
Si miramos de frente a la fachada exterior nos llamarán la atención los
peculiares frontones de las ventanas del último piso (Borromini): los arcos
que rematan las siete ventanas centrales están diseñados para que éstas
parezcan retranqueadas.
El palacio alberga la Galleria Nazionale D?Arte Antica (ver: Museos). Entre sus
colecciones de pintura destacamos "La Fornarina", amante de Rafael, y el Retrato de
"Enrique VIII" de Holbein.
o Principales Características:
La entrada al ala izquierda del palacio nos conduce hasta una gigantesca escalinata
cuadrada de Bernini.
la fachada exterior nos llamarán la atención los peculiares frontones de las ventanas del
último piso (Borromini):
los arcos que rematan las siete ventanas centrales están diseñados para que éstas
parezcan retranqueadas
Con torno al obelisco vaticano situado entre dos fuentes, una plaza ovalada con dos alas
adinteladas en forma de columnatas
El eje transversal, marcado por fuentes y obelisco, queda destacado también por medio
de pórticos que se acentúan al alternar el ritmo de sus soportes y por los frontones de
remate en las entradas orientales de los pórticos
Y, en menor medida, en las esquinas occidentales que conectan con la segunda plaza
Esta segunda piazza es de planta trapezoidal, cuya directriz era la Scala Regia
Más estrecha primero y va abriéndose hasta conectar con la ancha y relativamente baja
fachada de la basílica de San Pedro.
Al situarse estas alas macizas sobre un plano inclinado, las pilastras y las ventanas se
organizan en oblicuo, común un entramado continuo de líneas ascendentes.
HISTORIA
86 d.C. El emperador Domiciano ordena construir en un suburbio de Roma (Campo
Marzio) un estadio en forma de U para pruebas de atletismo y unas gradas de piedra con
cabida para 15.000 espectadores.
Edad Media. El estadio - en cuyos pórticos se ejerce la prostitución- se alza junto a la ruta
seguida por los papas en su camino hacia la residencia de San Juan de Letrán en San Pedro
- la iglesia más importante de la Cristiandad. Los asientos originales se mantuvieron en uso
hasta el siglo XV - época de los torneos de caballeros.
1644. En este lugar se alza el pequeño edificio de la familia Pamphili. Uno de sus miembros,
Inocencio X, transformó el estadio en una bellísima plaza que decoró con tres obras
maestras del barroco: la Fontana dei Quattro Fiumi (Bernini), la Iglesia de Sant?Agnese in
Agone, antigua capilla de la familiadel papa (Borromini) y el Palazzo Pamphili - residencia
de Donna Olimpia, cuñada de Inocencio X.
Principales Características:
Bernini recrea el entorno natural de los cuatro ríos más importantes de la época
Sobre el grupo escultórico, coronándolo, se alza un obelisco egipcio.
El Nilo, el Danubio, el Ganges y el Río de la Plata representan los cuatro ángulos de la
Tierra.
La roca, la palmera, el león y el caballo que acompañan a las cuatro figuras de los ríos.
Estas alegorías antropomórficas de los cursos fluviales representan, a la vez, los cuatro
continentes conocidos y los cuatro ríos del paraíso:
El Danubio, que sostiene el escudo de lirios y paloma del pontífice,
El Nilo velado por desconocerse el lugar de sus fuentes,
El Ganges como un remero,
Y el moro o negro río de la Plata.
Borromini fue un arquitecto profesional que conocía todos los secretos de la misma por
propia práctica. Su vida se encuentra marcada por el constante conflicto con Bernini, al cual
asiste hasta 1633, realizando sus grandes obras desde esta fecha hasta su muerte. Era de
carácter huraño y solitario, contando con escasos amigos, como el marqués de Castel
Rodrigo, el cardenal Spada y el pintor Poussin. Su vida fue bastante atormentada,
suicidándose en 1667 como describió Plutarco que lo había hecho Catón el Joven, filósofo
estoico. Esta filosofía es en la que habría que inscribir lapersonalidad de este artista,
influida por un pensamiento muy rigorista.
La arquitectura de Borromini fue considerada despectivamente por sus contemporáneos
más afectos al clasicismo como gótica, de mal gusto y falta de respeto al lenguaje canónico
de los órdenes; es bizarra y anticlásica, antinormativa. Esta fama peyorativa se extenderá
casi hasta nuestro siglo.
4.1. BIOGRAFÍA
El siguiente trabajo que aborda por influencia del cardenal Virgilio Spada es la
fachada y convento de los Oratorianos en Roma, trabajo que comienza en el
año 1637 y concluye en el 1643. Los Oratorianos son una orden nacida durante
la Contrarreforma, fundada por San Filipo Neri, y que considera que
la música es una manera de mover a la piedad. La iglesia aneja al convento
es Santa Maria en Vallicella, ejemplo de la tipología contrarreformita.
La fachada cubre todo el frente del convento y da acceso al oratorio,
enmascarando una serie de diferentes edificios. La fachada se encuentra
curvada, siendo cóncava, dando una sensación de dinamismo. También se
introducen otras novedades como los caprichos en los remates de las
ventanas. Sin embargo también utiliza los órdenes, como las pilastras
gigantes. El orden usado en el piso inferior es caprichoso y borrominiano,
mientras que el utilizado en el superior es más clásico. Estos dan cierta
variedad al muro. En el piso inferior una convexidad destaca en la parte
central, sosteniendo un balcón cóncavo en el piso superior. Los tres tramos
centrales se encuentran destacados por un frontón miscilíneo.
La obra se encuentra construida en ladrillo estucado y visto, lo cual nos
muestra la modestia de las órdenes que encargaban sus trabajos a Borromini.
En la parte principal del convento se repiten los motivos decorativos vistos en
Cortona, como la doble voluta y la utilización de merlones
descontextualizados. El interior del oratorio es un espacio oblongo en el que se
trata de evitar las esquinas, achaflanadas de manera cóncava, transmitiendo
una sensación de continuidad mural. La cubierta es una bóveda de artesa
cruzada por una serie de tirantes que no son más que la continuación en la
cubierta de las pilastras del muro. Estos tirantes van a comunicar los
diferentes paños de pared, creando en el techo una especie
de diagrama geométrico formado por rombos. El acabado se encuentra
realizado en estuco blanco, con la excepción de algunos toques dorados para
destacar algunos detalles de la estatuaria, completamente integrada en la
arquitectura. En el interior el muro juega con la alternancia de lados cortos y
largos.
El diseño de Borromini se aprecia también en las dependencias. La chimenea
francesa tiene una planta encurvada que recuerda a una tienda de campaña y
en ella aparecen detalles decorativos simbólicos como las flores, símbolo de la
castidad. El uso de las guardamalletas es similar al que vemos en
el baldaquino de San Pedro, en el cual colaboró.-
o Principales Características:
o
Sobre este tambor se asienta una pirámide escalonada, dividida por vigas
como contrafuertes que se apoyan en los puntos reforzados.
La pirámide esta coronada por una linterna con dobles columnas entrantes
cóncavos entre ellas.
Todo el conjunto se remata con una escultura espiral monolítica que nos
recuerda a los zigurat mesopotámicos
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Otro exponente del arte Rococó fue Johan Balthasar Neumann, un arquitecto
alemán que nació en el año 1687 y murió en 1753. Él también se dedicó a
construir una serie de palacios e iglesias católicas. Sin duda uno de sus
ejemplos más destacables es el Palacio de Würzburg edificado en el año
1720, ubicado en Baviera.
Pestsäule (columna de la Peste)1 conmemorativa de la Gran peste de Viena de 1679, Matthias Rauchmüller
Altar mayor de la iglesia de San Carlos Borromeo (Viena). La Apoteosiscentral es de Alberto Camesina,2 y las
piezas de estuco de Ferdinand Maxmilián Brokoff, 1725.
En este sentido, la escultura rococó es una definición técnica utilizada por los
historiadores del arte que no implica necesariamente un cambio profundo desde el
barroco. De hecho el término ‘rococó’ en cuanto puede ser aplicado a la
escultura debe entenderse como que describe no un diverso estilo del barroco, pero
sólo una variación en el estilo llevado a buen término por Bernini y sus
contemporáneos. Se puede hablar sin embargo, sobre las cualidades del estilo
rococó en un trabajo de escultura, debido a las características de informalidad,
alegría, preocupación por los asuntos del corazón y una evitación consciente de la
seriedad. Así, en el siglo XVIII se abrió en Francia en un estado de ánimo de
reacción contra la formalidad extrema de la corte de Louis XIV, este nuevo espíritu,
que se expresa en la academia francesa, en el que puede verse también el
naturalismo no forzado de los bustos, aún cuando en ese momento, la escultura sólo
podía presumir de ser apenas un medio adaptado para expresar las sutilezas del
comportamiento humano.
En este sentido, la manifestación más extrema del rococó en escultura se encuentra
en Alemania, aunque generalmente es de carácter menos sofisticado que el arte
decorativo de los salones del París de principios del siglo XVIII. La escultura
producida en los principados alemanes en el siglo XVIII es demasiado diversa para
permitir la generalización, pero gran parte del mejor y más característico trabajo del
período muestra una continuación notable del espíritu anterior del alto barroco. Así,
Baltasar Permoser (1651-1732), el escultor del Dresden, estudió en Italia en la última
parte del siglo XVII, pero su deseo de incorporar cualidades pictóricas a la escultura
ciertamente fue derivado de un estudio de las obras de Bernini, y dejó como
testamento personal un grupo ahora-destruido de pinturas que abrazaron la
escultura. No obstante, la elegancia de sus figuras sin lugar a dudas son un
desarrollo del último Barroco, y nada ilustra más claramente la ambigüedad del
término ‘rococó’ cómo el estilo de arte-histórico de estos trabajos alemanes del siglo
XVIII.
41. Tarja
42. Barra
43. Bloques
44. Loseta
45. Mesa
46. Silla
47. Cortina
48. Madera
49. Máquina
50. Botón
51. Palanca
52. Sillón
53. Tapete
54. Cojines
55. Colchón
56. Cobija
57. Sábana
58. Regadera
59. Puerta
60. Coladera
61. Tostadora
62. Refrigerador
63. Rejilla
64. Botella
65. Hélice
66. Papel
67. Cenicero
68. Pastilla
69. Tarjeta
70. Impresora
71. Computadora
72. Cable
73. Juguete
74. Disco
75. Plumón
76. Tijeras
77. Compás
78. Estrella
79. Luna
80. Sol
81. Persona
82. Arroz
83. Elote
84. Lata
85. Canasta
86. Foco
87. Lámpara
88. Libro
89. Revista
90. Libreta
91. Cartera
92. Escritorio
93. Tenis
94. Cortadora
95. Alberca
96. Escoba
97. Control
98. Batería
99. Guitarra
100. Avión
36. Alonzo
37. Alonzo
38. Amanda
39. Amaya
40. Amelia
41. Ana
42. Andrea
43. Andrés
44. Ángel
45. Angélica
46. Antonio
47. Ariana
48. Armando
49. Arturo
50. Aurora
51. Benjamín
52. Brenda
53. Camila
54. Carlos
55. Carmen
56. Carolina
57. Cecilia
58. Celeste
59. César
60. Clara
61. Claudio
62. Claudia
63. Daniel
64. Daniela
65. David
66. Diana
67. Diego
68. Dulce
69. Édgar
70. Eduardo
71. Elena
72. Eliana
73. Elías
74. Elisa
75. Elsa
76. Emanuel
77. Emilia
78. Emiliano
79. Emilio
80. Enrique
81. Ernesto
82. Esmeralda
83. Esteban
84. Eva
85. Ezequiel
86. Fabián
87. Fátima
88. Felipe
89. Felipe
90. Fernando
91. Francisco
92. Gabriela
93. Gerardo
94. Gloria
95. Guadalupe
96. Guillermo
97. Gustavo
98. Héctor
99. Hermenegildo
100. Hugo
1. mesa (concreto)
2. amor (abstracto)
3. árboles (contable)
4. leche (no contable)
5. lobo (individual)
6. manada (colectivo)
7. zapato (primitivo)
8. zapatería (derivado)
9. silla (concreto)
10. miedo (abstracto)
Marie-Christine Josso
Resumen
Abstract
Introducción
Una exigencia metodológica de la investigación con los relatos de vida, para pensar
las facetas existenciales de la identidad, es el enfoque multi referencial, que integra
diversos registros del pensar lo humano (las creencias científicas, las religiosas y
esotéricas) así como las diferentes dimensiones de nuestro ser en el mundo. En
efecto, en tanto se aborda la vida de las personas en la totalidad de su historia,3 es
muy difícil no tomar conciencia de las sinergias positivas o negativas entre las
dimensiones psicosomáticas, psicológicas, sociológicas, antropológicas, sociales y
espirituales que intervienen en la expresión evolutiva de la existencialidad y, por
consiguiente, de la identidad.
Así, las situaciones educativas son un lugar y un tiempo donde el sentido de las
situaciones y de los acontecimientos personales, sociales o profesionales, puede ser
abordado en diferentes registros para facilitar una visión de conjunto, para
acrecentar las capacidades de intervención pertinente y para optimizar las
transacciones entre los actores movilizados por la situación en un momento dado.
Cabe señalar que la mayoría de los trabajos que tratan explícita o implícitamente la
construcción identitaria, la abordan a través de criterios de etiquetas que definen el
estatus, los roles y las posiciones en una estructura social y las conductas
individuales que les corresponden. La identidad individual es así definida a partir de
características sociales, culturales, políticas, económicas, religiosas en términos de
la reproducción sociofamiliar y socioeducativa. Pero la cuestión de comprender la
variabilidad dentro de dichos modelos nunca es abordada y menos aún en la forma
en que las individualidades viven en el interior tales estatus, esas diversas
etiquetas y estos comportamientos conformistas. En este tipo de análisis, la
existencialidad es totalmente ignorada en su movimiento y su vitalidad y, menos
aún, las posibilidades de una invención de sí a la vez en ruptura y en relación con el
contexto sociohistórico, las herencias socioculturales del hacer, pensar, del sentir,
del actuar, el comunicar.
Los referentes que sirven para pensar y construir el sentido para las experiencias
narradas son identificables a través de los registros de expresión de la narración y
el vocabulario empleado; es así posible constatar subdesarrollos de algunos en
beneficio de otros, los huecos o al contrario la presencia completa del archivo de
registros de las ciencias de lo humano a partir de los cuales el sujeto se sitúa en su
entorno humano y natural. Pero las formas de comprensión que se derivan del
trabajo de análisis e interpretación hacen surgir una conceptualización que no
pertenece a ninguna de las ciencias de lo humano y que se presenta como una
perspectiva nueva o un nuevo examen y están sustentados en una epistemología
paradójica asociando la implicación y el distanciamiento del investigador de su
propia investigación, construcción de una subjetividad auténtica por objetivación de
las ideas preconcebidas o un prêt-à-porter del pensar y paso a los protocolos
experimentales en la experiencia como modalidad de construcción de
conocimientos. Esta nueva puesta en perspectiva es el resultado de una práctica
metodológica original (Josso, 2010a y 2010b) y de una epistemología que da
acceso, de manera concreta, a lo que significa la existencialidad en singular plural
en movimiento (Josso, 2010c).
Tres dialécticas han sido, hasta ahora, identificadas como componente de esta
dinámica fundamental:
Así las transformaciones en las que las personas han sido comprometidas pueden
derivarse de una causa interna o ser provocadas por el medio ambiente. El ser-
sujeto es llevado en consecuencia a gestionar esta cohabitación de lógicas de
evolución y, al hacerlo, a vivir una tensión más o menos fuerte entre identidad para
sí e identidad para los otros.
Si el concepto de identidad sirve para definir las múltiples dimensiones del "¿Quién-
soy-yo?" de manera de situar al sí y a los otros a través de un sistema de
avistamientos en una comunidad y en relación con sus propias transformaciones;
por otra parte, este concepto es útil para designar las maneras en que la idea
misma de identidad toma forma en la vida de los seres humanos a través de sus
pertenencias, sus solidaridades, sus actividades, sus vínculos simbólicos o
concretos y su "ser-en-el-mundo". Y, por último, porque este concepto designará
una problemática que acompaña el recorrido de vida vivida en una tensión
permanente entre las transformaciones de las limitaciones de los colectivos y la
evolución de los sueños, los deseos y aspiraciones individuales. Entonces, nuestro
enfoque es considerar la posibilidad de múltiples facetas como un proceso:
En el centro se encuentran los dos dimensiones sine qua non para nuestro ser-en
el-mundo. El ser de cuerpo es a la vez "la cabina", el soporte, la base, la condición
de la manifestación de las siete otras características. Por eso todas las
"malformaciones", deformaciones temporales o definitivas de ese ser genera
"discapacidad" más o menos profunda en el pleno desarrollo de sus características.
A través de él estamos en relación con las dimensiones químicas, físicas y
energéticas de nuestro universo, más aún somos parte integrante de éste en su
dinámica local y global. Somos así parte integrante de y en vínculo activo con el
ecosistema terrestre por nuestra pertenencia biológica en el reino animal, sin
hablar de nuestros vínculos con el universo. Nuestra conciencia ecológica apenas en
ciernes en Occidente (entre los "pueblos indígenas" esta toma de conciencia parece
ser constitutiva de la visión del mundo), estamos comenzando a ser conscientes de
los vínculos que existen entre las actividades humanas que hemos desarrollado sin
consideración de sus efectos a corto, mediano y largo plazos y sus daños sobre
nuestro medio ambiente natural y de salud humana. Por el contrario, los cambios
climáticos –ya sean consecutivos o no a las actividades económicas
sobredimensionadas– socavan nuestras condiciones de vida y, en algunos lugares,
de nuestro planeta, de nuestra supervivencia limitada. Este ser de cuerpo está muy
presente en las historias en diferentes formas: la salud y la enfermedad,
maternidad y la paternidad, la filiación paterna, el aspecto físico apreciado o
lamentado (imagen de sí mismo), la sexualidad, la alimentación, el movimiento a
través de distintas disciplinas deportivas o enfoques corporales, fatiga, etcétera.
Podría hablarse de una existencialidad psicosomática a condición de no limitar este
concepto a esos aspectos sociales, culturales, económicos, históricos, espirituales,
etcétera.
El ser de cognición y lenguaje nos lleva a abordar otras formas de vínculos y por
tanto de manifestación de nuestra existencialidad. Por la adquisición del lenguaje,
el desarrollo del intelecto, la adquisición de estrategias de pensar y de los diversos
conocimientos de ciencias de lo humano y de la naturaleza, nos encontramos en
una "gramática" de los vínculos posibles o imposibles en el contexto de una
epistemología que sea de una disciplina del pensamiento y de la acción o de una
lógica cultural organizada a partir de una visión del mundo. Por ello señalamos a la
atención de los participantes en nuestros trabajos "Historias de vida en formación"
sobre la necesaria toma de conciencia y tener en cuenta que toda historia es por
definición interpretativa y una gran parte de nuestro trabajo de análisis consistirá
en revelar las pre-interpretaciones contenidas en sus "descripción de los hechos" de
su vida. Aquí un aspecto poco desarrollado en los desafíos de nuestro
enfoque. Algunos están convencidos de que, habiendo accedido explícitamente a las
pre-interpretaciones, a las ideas preconcebidas, a los prejuicios tocamos por ahí la
subjetividad del autor. Ahora bien, tocamos lo que hay de menos personal y, por
consiguiente, de menos subjetivo en sentido estricto del término. Tocamos a la
dimensión más sociológica y antropológica (dimensión cultural) del pensar. Quisiera
insistir sobre la idea y el hecho de que la subjetividad es una conquista que
requiere precisamente un recuento de estas capas de barnices sociales y culturales
que nos hacen creer que pensamos por nosotros mismos.
El ser de acción corporal es, sin duda, la dimensión de nuestro ser-en el-mundo que
permite hacer tangible con la mayor evidencia las formas de relaciones y de
realizaciones que se ponen en práctica, es la existencialidad en sus facetas
aparentes, visibles. La inscripción necesariamente material de la acción corporal
demuestra que la acción no es pensable sino en interacción social, ya sea a través
de otras personas implicadas en la acción, ya sea por la movilización de recursos
técnicos, objetos y materiales diversos, ya sea finalmente en los vínculos
conscientemente creados con sí-mismo para movilizar los recursos internos, la
energía, el valor, la voluntad. El ser de acción corporal combina, moviliza, pone en
acción todas las demás dimensiones del ser para llegar en su movimiento, en su
desplazamiento, en la transformación deseada de tal modo que este movimiento,
desplazamiento, sea su mejor resultado, su mejor cumplimiento posible, como una
obra de arte tanto literaria, como musical o plástica que sea espontánea.
Las prácticas de reflexión sobre sí que brindan el trabajo a partir de los relatos de
vida escritos, centrados en la formación se presentan así como los laboratorios de
comprensión de nuestro aprendizaje del oficio de vivir en un mundo cambiante,
globalmente no-controlado y sin embargo parcialmente controlable a escala de las
individualidades, que se hace y se desprende sin cesar y que pone en peligro la
creencia en una "identidad pasada" en beneficio de una existencialidad sin cesar en
obra y aplicación.
Es porque me gusta ilustrar de manera muy concreta esta dimensión del singular
plural que muestran nuestras metodologías reflexivas, interactivas, co-
interpretativas en miradas cruzando un estatuto especial en la construcción de
conocimientos sobre las dinámicas, los recursos y los estados evolutivos de seres
humanos en el curso de su existencia y especialmente el informe discursivo, él
mismo evolutivo, que las personas comprometidas en nuestros seminarios
mantienen con los acontecimientos que piensan como seres constitutivos y
fundadores de su existencia.
Mi vida en África occidental me hizo aprender muy joven que los relatos de vida de
los viejos eran las únicas fuentes de memorias a la vez individuales y colectivas y el
griot6 que me hizo ser un portavoz, a través de la restitución de una comprensión
de la singularidad de cada ser, de su itinerario de formaciones que le ayudan a vivir
su humanidad, este papel de griot y de explorador de un territorio ignorado en
educación convenía perfectamente a mi sensibilidad intelectual y humana. Con los
relatos de vida, lo humano y la humanidad tomaban cuerpo, el concreto singular
daba vida, informaba y abría nuevas perspectivas al "pensar general, abstracto" y a
las correlaciones estadísticas que caracterizan mi formación universitaria.
Otro momento muy significativo para mí, por ser fundador, está constituido por el
vínculo entre mi actividad artística y mis actividades biográfico profesionales. Al
principio, no he hecho el vínculo a priori: he puesto la primera piedra de mi tesis de
doctorado en 1983 mientras que había comenzado a pintar asiduamente en 1975 y
que fui aceptada como pintora profesional a Visarte (asociación suiza de pintores,
escultores y arquitectos) en 1980. Una feliz sincronía hizo que el mes de mi defensa
de tesis participara en una exposición colectiva presentando un tríptico de gran
formato que fue creado especialmente para dicha exposición titulado Avant
l'accomplissement (antes del cumplimiento) y concluye en un periodo pictórico
designado como Les voyages d'Élodie (los viajes de Élodie).
Una conciencia nueva de sí, de un sí más unificado, inventado por necesidad de una
coherencia interna, estaba surgiendo mediante puestas en forma en soportes
específicos (imágenes y palabras) y de esta conciencia nueva de sí nacía una
invención identitaria que se nombraba también en la época del acto de dar sentido
a su vida. Así, el trabajo biográfico permitió crear un discurso que, al hacerlo,
inventó la parte original de mi identidad de investigador profesional, alimentó otras
actividades tales como mi trabajo pictórico y me ayudaba, incluso, a inventar la
especificidad de mi identidad de artista profesional. Por último, en el plano
existencial, esta toma de conciencia me dio un horizonte de vida caracterizado por
la integración de puntos de vista y de prácticas socialmente separadas.
Por ello, en mi tesis de doctorado se encuentra ya esta idea de que el relato de vida
es una ficción ciertamente basada en hechos reales y que es sobre este relato
ficticio que permitirá, si la persona es capaz de asumir ese riesgo, la invención de
un sí auténtico. Sin olvidar que la invención de sí necesita no sólo de un discurso
sobre sí, sino de proyectos de sí. En efecto, el relato de formación es posible como
proceso de conocimientos sobre un sujeto que postula y, por consiguiente imagina
poder llegar a ser plenamente. En otras palabras, es necesario poder imaginar ser y
devenir a la vez único por ser singular y reconocible porque se es socialmente
identificable. En otras palabras, en el ejemplo tomado aquí: investigador y artista
pero esta investigadora y esta artista.
Esta experiencia fue sumamente rica porque planteaba una multitud de cuestiones
y concretada públicamente por ensayos con mis estudiantes en mis seminarios
anuales en la universidad y en contextos profesionales diversos. Someteré aquí la
problemática de los momentos biográficos seleccionados como significativos y la de
la interpretación que participan directamente en la invención de sí. Ya que si la
invención de sí es posible, es también y sobre todo porque los signos, las huellas,
los símbolos que se supone que representan al autor en su dinámica global o en
una de las dimensiones de su ser en el mundo son polisémicas. Por otra parte,
porque sabemos que "el mapa no es el territorio", esta polisemía nos incita a partir
en busca de nuestros potenciales seres-en el-mundo y por ende de inventarnos a
través de nuestros proyectos. Es así que nuestros fragmentos de memoria
individual y colectiva se transmutan en recursos, en fertilizantes, en inspiración
para que nuestra imaginación de nosotros mismos pueda inventar esta
indispensable continuidad entre el presente y el futuro gracias a nuestra mirada
retrospectiva e reinterpretativa.
Esa invención de sí como ser singular plural tiene, no obstante, un costo que no
estamos siempre dispuestos a pagar. Por eso podemos vivir durante periodos más
o menos largos sobre los logros de todas clases, los proyectos estancados o
confirmados, itinerarios ya identificados, las lealtades sociales aceptadas de más o
menos buena manera, con complejos psíquicos que no logramos cerrar. Sin un
trabajo específicamente centrado en la toma de conciencia de nuestras ideas,
nuestras creencias, nuestras convicciones etcétera, cuyo trabajo biográfico sobre
los relatos de formación son una de las vías posibles, seguimos profundamente
prisioneros de nuestros destinos socioculturales y sociohistóricos. La invención de sí
como ser singular plural supone pues vigilancia y voluntad y perseverancia para
seguir siendo vivos en devenir y no vivos en suspensión. La tarea es tanto más
delicada que me parece que vivimos la acmé8del proceso de mutación y que, por
consecuencia, las tentativas de nuevas formas de solidaridad y de vidas
comunitarias sean aún muy inestables. La globalización y las relaciones culturales
están en vías de desplegarse a gran escala y no podemos ver claramente lo que
ocurrirá de este proceso de mestizaje. Porque estamos igualmente en la capacidad
de hacer un salto cualitativo singular y plural como de impedir la exploración de
nuestras posibilidades de seres humanos y de morir.
Bateson, Gregory (1977). Vers une écologie de l'esprit, vol. 1, París: Seuil, pp 253-
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Bois, Danis (2006). Le moi renouvelé, París: Éditions Point d'Appui. [ Links ]
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desafios existenciais da formação e do conhecimento: destinos socioculturais e
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Menna Barreto Abrahão (orgs.), Tempos, narrativas e ficções: a invenção de si, pp.
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vida e no trabalho autobiográfico: a perspectiva biográfica com suporte de
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imaginário...diferentes abordagens sobre narrativas autoformadoras, São Leopoldo:
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Pineau, Gaston y Le Grand, Jean-Louis (1994). L'histoire de vie, París: Que sais-
je? [ Links ]
Notas
1
El enfoque propuesto para el trabajo con los relatos de vida parte de una reflexión
a partir de una puesta en relato de la formación de sí (pensando, sensibilizándose,
imaginando, conmoviéndose, apreciando, amando), y es efectuado desde una
perspectiva que pone de relieve y cuestiona las herencias, las continuidades y las
rupturas, los proyectos de vida, los múltiples recursos en relación con los logros
adquiridos por la experiencia, etcétera.
2
Desde la perspectiva planteada, es decir, a través del análisis y la interpretación
de relatos de vida escritos.
3
Se consideran a la vez las variaciones de los registros en los que se expresan y las
múltiples facetas que ellas evocan de sus recorridos.
4
Por razones de economía del texto, únicamente se mencionan algunas de las
referencias de los libros y de los capítulos de libros escritos por la autora (Josso,
1990; 2000, 2002, 2004 al 2012). Los autores de referencia en los que la autora
toma apoyo en sus trabajos se presentan en sus diversas publicaciones, en
particular en Caminhar pára si (Josso, 2010c).
5
Nota traductor: Un soixante-huitard es un participante en el movimiento de
protesta de los estudiantes y de los trabajadores de mayo de 1968 en París y que
por ello sus ideas fueron similares a los que participaban en esos eventos.
6
Nota traductor: Un griot o jeli (djeli o djéli en francés) es un narrador de historias
de África Occidental.
7
Nota del traductor: Un oxímoron es una figura de oposición que consiste en reunir
dos términos de sentidos contrarios dentro del mismo sintagma.
8
Nota del traductor: apogeo, punto más alto.
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