ERGONOMIA de La Cocina
ERGONOMIA de La Cocina
ERGONOMIA de La Cocina
En el momento de diseñar una cocina hay algunas cosas que es bueno tener en cuenta si
queremos que sea funcional y ergonómica.
En algunas ocasiones la estética no deja ver la parte poco práctica que tienen algunos muebles
de cocina o distribuciones. Conseguir una cocina ergonómica, en gran parte viene marcado
por la distribución, pero también por los muebles.
En muchas ocasiones la elección de los muebles de cocina es cuestión de gustos, pero uno de
los conceptos que mejor define un buen mueble, es uno que se adapte a la persona, y no al
revés.
PRINCIPIOS
Distribución adecuada del espacio de trabajo
Permitir posturas de trabajo correctas y variadas
Elección de muebles y electrodomésticos basada en las necesidades específicas del
usuario
Distribución del espacio de trabajo y amueblamiento considerando la visibilidad,
iluminación y reflexión de la luz
La distribución
Una de las primeras elecciones que se deben tomar al empezar el diseño de una cocina
es la distribución de los muebles, a continuación, hablamos de las más elegidas para
conseguir una cocina ergonómica.
TIPOS DE COCINAS
Distribución en L
Se trata de una de las distribuciones que más se utilizan en cocinas pequeñas y en
estancias que tienen forma rectangular o cuadrada.
Tanto los muebles bajos como los altos se distribuyen en dos de las cuatro paredes,
consiguiendo esta forma de L tan característica. Esta distribución permite aprovechar
el espacio de manera eficaz.
Distribución en U
Siempre que el espacio lo permita, una cocina en forma de U nos proporcionará una
gran ergonomía, ya que consigue que lo tengamos todo a mano. Además, si se trata
de una cocina muy amplia, se puede instalar una isla, cosa que proporciona un espacio
adicional y ayuda en las tareas diarias.
Distribución en dos frentes
Como en la anterior, permite que todo esté a mano. La encimera se parte por la mitad
consiguiendo dos encimeras una enfrente de otra.
Cocinas en isla
Son las que más espacio demandan, ya que lo ideal es que haya al menos unos 90cm
para el tránsito alrededor de todas las caras de la isla. Lo más habitual es incorporarlas
en proyectos en lo que se busca un espacio diáfano u Open Concept uniendo el salón
a ella. La isla permite crear desde un espacio de trabajo hasta un espacio para comer,
según necesidades de cada proyecto.
Cocinas lineales
Es la distribución más sencilla de todas. Es la distribución ideal para cocinas
alargadas y estrechas. En este tipo de cocinas hay más desplazamientos y por lo
general la zona de limpieza y cocción se sitúen en el medio, estando la de
almacenamiento y refrigeración a derecha o izquierda dependiendo de si somos
zurdos o diestros.
Las tareas en la cocina pueden ser muy laboriosas, pese a la ayuda que muchos accesorios y
electrodomésticos proporcionan. Una buena organización de los espacios puede reducir los
obstáculos en desplazamientos y movimientos poco naturales e innecesarios. La disposición
de las diferentes zonas de la cocina, respecto a las distancias, y la organización de
circulaciones racionales son fundamentales para que el trabajo en la cocina sea una actividad
creativa y entretenida. Una solución muy sencilla es la de unir la zona de almacenaje
(despensa, nevera), la zona de aguas (fregadero, lavavajillas) y la de cocción (placa de
cocción), por medio de triángulos de trabajo de tamaño reducido y, por tanto, corto recorrido.
La suma de los tres lados que las unen no debería exceder de 650 cm. En la disposición ideal
de la cocina las tres áreas se deben intercalar con encimeras.
MATERIALES PARA COCINA
Una vez elegido el material para los muebles de la cocina se debe de pensar en el
color. Según sea una cocina clásica, moderna; se elegirán unos u otros colores
añadiendo el factor de la luz, color de las paredes y suelo, diseño.
Si tenemos una cocina clásica los colores que mejor encajan son los tonos neutros
como crema, grisáceos y tierra. Con ellos conseguiremos una cocina atemporal y
sencilla.
Pero si nuestra cocina es moderna se aconseja que se atreva con colores vivos como
amarillos, naranjas o verde lima. Si la cocina tiene un buen tamaño, una isla en el
centro quedará muy bien y además son prácticas para cocinar y comer.
Entre otros muchos estilos de cocina, si les gustan las románticas podemos jugar con
la fantasía y, por tanto, colores pastel como azules, rosas y verdes para lograr una
cocina acogedora y cálida. Estos colores quedarán bien tanto en cocinas grandes como
pequeñas.
ZONAS DE TRABAJO
Agrupa los elementos según el uso que les des. Antes de dividir la cocina en zonas
de trabajo, piensa en todo lo que sueles hacer en ella: cocinar, guardar la compra,
lavar los platos, desayunar. Cada zona de trabajo debe tener a mano todo lo que
necesites para cada uso. Por ejemplo, para agilizar la tarea de recoger los platos tras
la comida, lo mejor sería colocar el lavavajillas cerca del fregadero y del contenedor
de basura orgánica.
Organiza las zonas con sentido común conforme a su uso. No basta con agrupar
los electrodomésticos y los elementos auxiliares según el uso que les des. Asegúrate
también de dejar suficiente espacio en cada una de las zonas para poder trabajar y
almacenar las cosas correctamente.
Asegúrate de contar con la superficie libre necesaria. Por motivos de seguridad y
eficiencia, es aconsejable contar con un espacio libre en la encimera al lado de los
electrodomésticos principales, como los fogones, el microondas y el horno. La razón
es que, si sacas algo del horno que quema mucho, lo más lógico es dejarlo en la
superficie más cercana sin tener que correr al otro lado de la cocina. Es igualmente
importante contar con un generoso espacio de encimera libre porque siempre se
agradecerá a la hora de preparar la comida, con cuchillos y tablas de cortar a mano, y
si puedes también las cacerolas y las sartenes, aunque estos últimos utensilios suelen
ser más eficiente e higiénico que estén guardados en los armarios.
Reserva una zona para los niños. Si tienes hijos pequeños y una cocina con
suficiente espacio, destina un área para que hagan los deberes o merienden. De esta
forma podréis estar juntos en la cocina sin que sea peligroso para ellos y, por otro
lado, te permitirá tenerlos vigilados.
Atiende cómodamente a los invitados. Si cuentas con una cocina abierta y sueles
invitar a gente a comer, es importante disponer de una zona donde acomodar a tus
invitados y tomar algo mientras terminas de cocinar.
Espacios de paso más anchos. No importa si al final te decides por el tradicional
triángulo de trabajo o si divides la cocina en zonas, lo que verdaderamente debes tener
en cuenta es el ancho del área de paso de la cocina. La anchura mínima recomendada
para estos pasillos es de 105-110 cm, aunque lo más cómodo es de 120-125 cm, sobre
todo si va a haber más de una persona cocinando. Ahora bien, si dispones de metros,
puedes aumentarla hasta los 135-140 cm.
Zona de aseos y vestuarios. Las recomendadas son cuadradas o rectangulares ya que
permite un mejor aprovechamiento del espacio. La distancia entre estanterías debe de
ser de un metro. En cámaras con alimentos depositados en carros y torres porta platos
o porta bandejas el espacio será de 1,20 metros y una anchura de 0,80 metros.
Almacenamiento de utensilios. El almacenamiento de ollas, platos, vasos y otros
elementos que vamos a utilizar casi a diario es bueno tenerlos almacenados en una
zona de fácil acceso. Un buen consejo es intentar aprovechar al máximo el espacio
del que disponemos y conseguir que sea cómodo acceder a todo lo que tenemos
guardado. Para ello podemos utilizar muebles rinconeros extraíbles, cajones
cuberteros que dispongan de freno y muebles altos con apertura fácil
Almacenamiento con refrigeración. Habitualmente vemos como se instala la nevera
al lado de la zona de almacenamiento en columnas, pero si se trata de un proyecto
distinto, y algo innovador, podemos optar por cajones refrigerados instalados
directamente entre los muebles bajos.
En cuanto a mobiliario se refiere, hay varios tipos, los cuales pueden dividirse o clasificarse
en:
LINEA DE PROCESO
Líneas de operación:
Líneas de ensamble
Si trazamos tres líneas rectas entre las diferentes zonas obtendremos un triángulo cuyos
vértices serán las zonas anteriormente delimitadas, situándonos nosotros dentro de ese
triángulo para cocinar. Este triángulo tiene que cumplir por lo general con una serie de
condiciones para resultar óptimo.
Los lados del triángulo deben de medir enters 1,2 metros y 2,7 metros
La suma de los tres lados no debe ser inferior a 4 metros ni superior a 7,9
No debe de haber obstáculos, como muebles o islas, que interfieran en los lados del
triángulo
El triángulo de trabajo no debe ser una zona de paso de la vivienda