Requisitos Seleccion Saac - 2

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Decidir si un usuario es un potencial candidato a la utilización de un

sistema alternativo, requiere de un proceso de evaluación, definido


por la recogida de información relevante para dar respuesta a las
necesidades que presenta cada persona. Hemos usado la palabra
“proceso” puesto que las necesidades de los individuos no son
estáticas, sino que se van modificando a lo largo del tiempo. Por
eso, es fundamental que se recojan datos en todas las fases,
puesto que éstos invitarán a la modificación o sustitución del sistema
elegido.

Para recabar toda esa información, será clave hablar con los
padres, familiares u otras personas vinculadas a la vida cotidiana del
paciente, es decir, todas aquellas personas puedan aportar datos
significativos que nos ayuden a decidir el mejor sistema. Pero, además,
habrá que hacer una valoración de las capacidades, habilidades y
competencias del paciente. Para ello, podemos utilizar pruebas
estandarizadas, no estandarizadas o ambas.

Igualmente, habrá que hacer una valoración exhaustiva de varios


aspectos que no podemos pasar por alto, ya que serán los que
aseguren un uso práctico y funcional, espontáneo y generalizable del
sistema:

 Aceptación por parte del usuario y de su entorno: tener en


cuenta la disposición y características de su entorno familiar, laboral
y social, los niveles de exigencia, las expectativas, el realismo, el
compromiso y la colaboración.

 Inteligibilidad: hay que intentar que el sistema no sólo sea


inteligible para las personas que le rodean sino fácil también para las
personas desconocidas.

 Coste de adquisición y mantenimiento: los comunicadores de voz


tienen una demanda muy baja y, por lo tanto, un elevado coste en
cuanto a adquisición pero también en el mantenimiento del mismo.
Si la familia no puede costearlo, el sistema dejará de usarse.

 Facilidad de transporte: que variará en función del peso, tamaño,…


 Exigencia física que conlleva: si fatiga demasiado al usuario,
probablemente, le cause rechazo.

 Posición empleada: depende de las condiciones del sujeto y


determinará si está cómodo o su manejo le requiere un gran
esfuerzo. En este último caso, seguramente también, le generará
rechazo.

 Contexto de uso: en qué medida ese sistema fomenta la


participación activa y autonomía en los diferentes contextos en los
que se desenvuelve el paciente.

 Requisitos cognitivos, de memoria, perceptivos y lingüísticos.

 Rápido acceso a los signos/pictogramas: variará en función de la


movilidad del usuario y de las ayudas técnicas que emplee
(pulsadores, licornio, etc.).

 Desarrollo del lenguaje: hasta qué punto facilita la comunicación y


el uso del lenguaje.

 Enseñanza y aprendizaje del sistema: deberá ser razonablemente


sencillo tanto para el usuario como para los interlocutores.

 Análisis de los sistemas disponibles: se deberá tener


presente que no todos los sistemas de comunicación están siempre
a disposición de los terapeutas y que, además, pueden no poseer los
conocimientos suficientes como para llevar a cabo la utilización de
cualquiera de ellos.

Confiamos en que estos ítems os ayuden a decidir el tipo de SAAC que


precisa vuestro paciente o familiar. También os pueden servir para
comprobar si el que actualmente emplea sigue siendo el más adecuado
para él/ella o es necesario sustituirlo por otro. Es normal que surjan
dudas puesto que no es una elección fácil, así que contad siempre con
el consejo y respaldo de auténticos profesionales.

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