Tengamos El Sexo en Paz PDF

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 37

í

TENGAMOS EL SEXO r
E N PAZ (
f
(
de

Franca, Jacopo y Dario Fo


(
r
I

:
r

J
r
EL SEXO SEGÚN LOS FO

El último texto de Franca R a m e y Dario Fo nace de


un pequeño complot familiar. Su hijo, J a c o p o , había es-
crito en 1 9 9 2 un irónico manual de terapia sexual, ti-
tulado El Z e n o el arte de follar, que, sin lanzamiento
ni reseñas, en lugar de pasar inadvertido, vendió más de
7 0 . 0 0 0 ejemplares. Escrito partiendo "de mis proble-
mas personales, para de alguna manera exorcizarlos", en
palabras de Jacopo Fo, el libro se planteaba aclarar "las
numerosas zonas oscuras que existen en la sexualidad,
gracias a la desinformación que siempre ha rodeado el
tema".

El segundo paso lo dio la m a d r e , Franca R a m e ,


quien, como cuenta en la introducción del espectáculo,
empezó a observar que los jóvenes acudían a los espec-
táculos de la pareja provistos de fotocopias del libro
-ya agotado- y comentaban que era prácticamente su l i -
bro de cabecera. De esa sorpresa, y de la constatación de
que, con el 2 0 0 0 a la vuelta de la esquina, los jóvenes
andaban aún escasos de buena información y educación
sexual, surgió el impulso de convertirlo en una especie
de charla-conferencia, teatralizada en el más puro estilo
de los anteriores monólogos escritos por Dario e inter-
pretados por Franca.

Y así, Dario remató la operación realizando la dra-

7
maturgia final, que, partiendo del libro de Jacopo, re-
frido la intervención de los censores en otras 40 ocasio-
cogía experiencias y recuerdos de Franca, añadiendo en
nes antes de ésta. Se podría pensar que los tiempos han
clave satírica temas ligados al amor y la sexualidad y su
cambiado, y que en este fin de siglo habrían por lo me-
importancia en la existencia. Dario Fo introdujo ade-
nos disminuido los rigores de un fundamentalismo hi-
más en el proyecto inicial dos fábulas al estilo de su
pócrita en temas de sexo. Pero basta con leer el len-
"Misterio Bufo", la primera "robada" a Boccaccio para
dramatizar la ignorancia en materia de sexo desde tiem- guaje retórico y los argumentos arqueológicos del
pos de... Adán y Eva, y la que cierra el espectáculo, ins- decreto censorial para ver que, en Italia, el sexo sigue
pirada en una fábula medieval, que aconseja a los jóve- siendo intocable para algunos.
nes profundizar y ampliar el amor, en lugar de mul- Todo nace de la petición que la Compañía Fo/Rame
tiplicar las ocasiones del sexo. Dario Fo dirigió además dirige al Departamento de Espectáculos de la Presi-
el espectáculo, prestando su voz a una burlona canción dencia del Consejo de Ministros, en diciembre de 1994,
"orgásmica", que además de abrirlo y cerrarlo, subraya para que el espectáculo sea calificado para menores de
irónicamente otro momento de gran carpintería teatral, 18 años, y pueda ser llevado a los numerosos colegios
la "clase" de orgasmo, parodia de la moda de los vídeos que lo han solicitado. Esta fue la respuesta, que repro-
de aerobic. ducimos parcialmente:
El resultado de esta cadena de colaboraciones fami- "CONSIDERANDO que la Comisión constituida al
liares fue un espectáculo estrenado en noviembre de amparo del art. 11 de la ley n. 161 de 21.4.1962, ha
1995, con dos títulos: el original de El Zen y el arte expresado parecer contrario a la admisión de menores
de follar, y otro quizás más pacato, "¿Sexo? Gracias, de 18 años a las representaciones del citado espectáculo
por no despreciar...", dejando la elección a los progra- teatral con la siguiente motivación:
madores teatrales. Como ahora veremos, se quedaron
cortos en precaución, y con el segundo y definitivo tí- "El texto, salpicado de humor satírico, a pesar del
tulo, el espectáculo sigue desde entonces llenando tea- fin didáctico explícitamente mencionado, en realidad, a
tros por toda Italia. través del crudo lenguaje que utiliza, no del todo cien-
tífico, podría provocar ofensa en el sentir general, que
exige respeto a la intimidad, provocando en el mundo
adolescente de los espectadores una conturbación con
El sexo y el arte de censurar posibles repercusiones futuras en su actitud con rela-
ción al sexo, que no es tan sólo un listado minucioso de
partes y conductas anatómicas",
Pero la familia Fo decide, y la censura prohibe. Lo
DECRETA que los menores de 18 años queden ex-
que, por otro lado, no es nuevo para los Fo, que han su-
cluidos de las representaciones del espectáculo".
8
9
Realmente, no tiene desperdicio. Pero.los Fo, aveza- posee sus referentes propios, sus propios fantasmas y
dos en estas lides que creían olvidadas, convocaron rá- realidades, como en el tema del SIDA y del aborto.
pidamente una rueda de prensa y desataron un escán- He modificado también los recuerdos más persona-
dalo con interpelaciones parlamentarias, apoyos les de Franca, sus referencias al hijo y sus experiencias
masivos, ganando finalmente el recurso que presenta- con Dario marido y padre, tratando de encontrar cierta
ron. neutralidad y generalidad, que permitiera a cada actriz
Una vez más, y en la Italia de Berlusconi y Rete 5, que se enfrente al espectáculo desarrollar su propio dis-
los Fo han defendido la característica irrenunciable de curso personal. En estos días se estrena el espectáculo
su teatro, ese compromiso cívico de despertar y difun- que dirige José Carlos Plaza e interpreta Charo López,
dir entre los espectadores la conciencia de los proble- quien lleva a escena "otro" texto, diferente a este que
mas más urgentes y delicados, ya sean políticos, o, se publica, surgido de sus improvisaciones, enriquecido
como en este caso, vinculados a la salud colectiva. Por- y alegremente contaminado por sus opiniones y viven-
que se habla de clítoris, de impotencia, de la timidez y cias.
torpeza de las primeras relaciones sexuales, pero tam- Quizás sea éste el texto mas abierto de cuantos han
bién de temas serios y conflictivos como el SIDA o el escrito Dario Fo y Franca Rame, precisamente por su
aborto, aunque con tacto, delicadeza, y sonriente com- lado autobiográfico en una esfera tan íntima e intrans-
plicidad tanto con las mujeres como con los hombres, ferible como es la propia vida sexual, y por ello nunca
en este exorcismo laico para desterrar miedos e igno- podrá ser igual con otra actriz y otro director. Y por
rancia. otro lado, en su carácter universal de tierna e irónica
reflexión de una mujer de nuestros días sobre cómo vi-
vir bien la sexualidad, está su riqueza de jugosa plata-
forma para otras posibles opciones.
Tengamos el sexo en paz
Sobre su oportunidad, dice Franca Rame: "Es un
monólogo tierno, centrado en las relaciones sentimen-
Con este tercer título llega el texto a nuestro país, tales y también físicas, sobre las que doy consejos a los
el primero donde se edita y representa fuera de Italia. más jóvenes... y a los que ya no lo son. Tenemos miedo
Y no sólo ha sufrido la transformación del título, ine- hasta de las palabras. Nuestra sociedad no enseña a
vitable al ser la frase idiomática del segundo ("¿Sexo?...) amar, ni con el cuerpo, ni con el alma. En el espectá-
difícilmente convertible en una frase coloquial en cas- culo los sentimientos están en primer plano. Hay mo-
tellano. Ha habido también muchos ajustes en el pro- mentos irónicos, cómicos y poéticos, pero también se
pio texto, para adecuarlo a otro entorno y a otro ima- habla de la frigidez femenina y masculina, del or-
ginario, que, pese a ser bastante cercano al italiano, gasmo, de la musculatura íntima del hombre y de la

10 11
mujer, o del famoso punto G. Son informaciones ele-
mentales, pero su desconocimiento provoca problemas
sexuales, y en muchas ocasiones, enfermedades que po-
drían limitarse con un mínimo de información. De ahí
nacen las neurosis, las frustraciones y muchas rupturas INTRODUCCIÓN
de pareja. Es la exaltación de la ignorancia".
Contra estos peligros lanza su ofensiva la burlona
familia Fo, declarando guerra abierta tanto a los pre-
juicios y la moralina, como a la falta de comprensión y Buenas noches a todos, bienvenidos.
amor. El título de esta charla que voy a mantener con vosotros
es: Tengamos el sexo en paz.
Carla Matteini
¿Cómo surgió la idea de este espectáculo sobre un tema
Madrid, Enero 1996 tan insólito? Nació de un libro escrito por Jacopo, hijo de
Franca Rame y Dario Fo, un libro con un título un poco...
bruto: El Zen o el arte de follar. Los dos actores, padres
del autor, se encontraron con que en la temporada pasada
llegaban a su anterior espectáculo montones de chicos y chi-
cas con fotocopias del libro bajo el brazo, para que se las
firmaran. Ellos preguntaban: "¿Por qué traéis fotocopias?"
"Porque el libro está agotado y queremos tenerlo. Nos ha
. enseñado muchas cosas que no sabíamos..." Una chica in-
cluso les dijo: "Me ha salvado la relación con mi novio..."

Entonces Franca volvió a leer el libro, una y otra vez...


"¡Sí, se puede hacer!" Y Dario le dijo: "¿Estás loca?" Jamás
podrás llevar a un escenario un discurso tan insólito, tan ín-
timo... y encima, siendo mujer..." Franca le contestó:
"Quiero ayudar. Si el libro ha sido útil a tantos jóvenes, lle-
vándolo al teatro puede serlo para los jóvenes, y, por qué no,
también para los adultos". Y lo hizo.

Y si ha sido útil para los jóvenes y adultos italianos...


¿por qué no va a serlo para los españoles? Nos creemos que
lo sabemos todo sobre el tema, que hemos vivido u n a au- cuidad, cruzada moral! En resumen, lo de siempre: el sexo es
téntica revolución sexual... pero hay m u c h a s , - m u c h í s i m a s un p e l i g r o , una amenaza... un pecado, al fin y al cabo.
cosas que desconocemos, que no hablamos ni con nuestra
Pero no nos pongamos tan serios, no hay que exagerar.
mejor a m i g a , o a m i g o , y que los jóvenes, mucho m á s libe-
Hay q u e informarse, y la situación es seria, no hay que ne-
rados que los de mi generación -esa que les abrió camino,
garlo. De hecho, España es el país europeo con mayor nú-
por otro lado- desconocen. Lo veremos juntos.
mero de afectados, ¡ 3 0 8 por cada 1 0 0 . 0 0 0 habitantes! Y en
Vivimos unos tiempos deprimentes, la verdad... con g u e - continentes como Asia, y sobre todo África, el SIDA puede
rras, racismo, corrupción... delincuencia, violencia... un jo- l l e g a r a ser u n a p a n d e m i a . Pero la v e r d a d es q u e v e m o s
ven a los veinte años ya ha visto en televisión miles de ho- cómo cada vez hay más seropositivos que no desarrollan la
m i c i d i o s , de estupros... y esos horribles reality-shows... la enfermedad, o que en tal caso la controlan bien, y que los
subida del IPC, la bajada del PIB... miseria, aumento de las nuevos fármacos y la i n m i n e n c i a de la vacuna van desdra-
bolsas de m a r g i n a l i d a d , inflación, m i l l o n e s de parados en matizando el tema. •
todo el mundo... soledad, depresión, suicidio de jóvenes... y
Eso sí, atención, padres, explicad a vuestros hijos e hijas
podríamos pasar toda la noche enumerando los horrores que
que sus relaciones deben estar absolutamente protegidas, y
nos rodean, pero no. Estoy profundamente convencida de
cuando salgan con su l i g u e los fines de semana, junto con la
que, en momentos como estos, hablar de sexo es una opción
paga m e t e d l e s en el bolsillo t a m b i é n un preservativo... o
cívica y política, que nos va a p e r m i t i r volver a encontrar el
dos, q u e nunca se sabe cómo acabará la noche.
placer de vivir, y recuperar, a través de la relación amorosa,
el amor en su sentido m á s pleno: amor de los sentimientos Lo m á s importante es que nos conozcamos bien, que ha-
y amor físico... la a l e g r í a de vivir... y algo de esa moral y esa gamos el sexo bien, con pareja estable o sin ella, con q u i e n
sinceridad que se han ido perdiendo en otras cosas. queramos, cuando queramos y como queramos, y por eso ha-
blaremos de sexo y de amor, de la relación amorosa com-
Si hablamos de amor físico, no podemos dejar de men- pleta, positiva, que a y u d a a crecer a la pareja y ai i n d i v i d u o ,
cionar un tema m u y grave de nuestra sociedad: el SIDA. Es en su relación con la sociedad. Hablaremos de amor.
un elemento nuevo, que antes no existía, y q u e sin d u d a l i -
¿Cómo se mantiene viva una relación amorosa? No lo sa-
m i t a m u c h í s i m o la libertad sexual. Por cierto, os habéis fi-
jado, qué casualidad... una vez conquistada la libertad se- bemos.

x u a l , va y aparece el SIDA... curioso, ¿verdad? ¿Qué hay que hacer? ¿Pasar revisión cada diez m i l k i l ó -
metros... abonarla en primavera? No se sabe, y nadie nos lo
¡Y cómo se ha utilizado! Primero, que si era cosa sólo de
enseña. Y amores m a r a v i l l o s o s q u e c r e í a m o s eternos, de
homosexuales (pervertidos, era el subtexto), que lo propaga-
pronto se acaban.
ban, y contaminaban, así que mucho ojo con ellos... Después,
al comprobarse que el índice de afecrados aumentaba verti- M u c h a culpa la tiene la ignorancia y la mixtificación que
ginosamente entre los heterosexuales... ¡guerra a la promis- existe en torno al sexo. Nos creemos que lo sabemos todo, y

14 15
0,
O

(
O*
con el constante bombardeo pornográfico al que nos some-
ten, nos creemos maestros.

Pues no es así, y esta falta de conocimientos viene de (

m u y lejos, ni más ni menos que desde la B i b l i a , desde la a A D Á N Y EVA: LA PRIMERA c


aparición de A d á n y Eva. No conocemos n i n g ú n diálogo de
RELACIÓN SEXUAL
amor entre ellos.
(
Para descubrir cómo fueron realmente las cosas, hemos
(
tomado prestada u n a idea del Decamerón de Boccaccio.
"No sé qué le ocurre a Adán. Lleva un t i e m p o obsesio- (
A d á n y Eva h a n sido creados hace poco tiempo, casi no
nado con la idea del Demonio... yo no sé q u i é n es ese De-
se conocen, no saben nada de nada. N a d i e les ha explicado (
monio y él tampoco se aclara. '
nada... y menos aún, el amor y el sexo.
La culpa la tiene ese ángel que apareció de pronto en el
cielo... un volátil, q u e daba vueltas sobre nosotros con las
(
alas desplegadas, como un aguilón, gritando: "¡Debéis temer
al Diablo-Demonio que anida en cada criatura disfrazado de
hermosura! ¡Cuando lo veáis, arrojadlo de i n m e d i a t o al in-
fierno para su castigo!" (

Y v u m , v u m , v u m , ¡allá que se fue! ¡Desaparecido! (

Y yo pregunto: ¿os parecen maneras de dar un mensaje?


Vuelve, pajarraco.,.-: espera un momento, ¿no? ¡Y explícate!

Por la bronca del á n g e l mi pobre A d á n quedó trastor-


nado, y me g r i t a b a : >

"¡Eva! ¡Eva!... ¿quién es ese Diablo-Demonio?"

"Adán, no me g r i t e s , que estamos solos en el m u n d o y


(
no estoy sorda. Debe ser a l g u i e n q u e está contra Y a h v é
Dios".

" ¿ Y dónde está, Eva?"


(
"Dice que a n i d a en cada criatura disfrazado de h e r m o -
sura..." /

i
17
16

• • •. .
"Entonces, Eva, t a m b i é n puede anidar en m í " , me dice. Nada, no me contestó nada.
Me acurruqué fuera. Esperé... sentí a l g o que me apretaba
"Bueno", le d i g o para que se tranquilice, "entonces tam-
aquí, en la garganta.
bién puede esconderse dentro de mí..." <

"¿Qué e s ? "
"Sí, Eva, es más fácil que esté dentro de tí ese Diablo-
Demonio, disfrazado de hermosura..." El "dolor"... es la p r i m e r a vez que siento "el dolor"

Intento llorar un poco, por si me sirve de consuelo.


/ ¡Yo! ¡Yo podía ser el Demonio disfrazado de hermosura!
¡Me sentí enrojecer tanto que casi me desmayé! No me sale ni una l á g r i m a , y siento una pena sorda que

me parte el corazón.
¡Hermosa! ¡Me ve hermosa! ^£>
Se va la luna... la noche oscurece... ya no se ven las es-
Me dieron ganas de abrazarle. De echarme a su cuello trellas... Un súbito z i g - z a g de relámpagos surca el cielo...
g r i t a n d o : "Sí, yo soy el hermoso Diablo-Demonio... ¡y te ¡Un estruendo! Y llueve, l l u e v e a cántaros... estoy tan de-
arrastraré al infierno!" sesperada q u e no me i m p o r t a correr en busca de refugio.

¿El infierno? ¿Qué es eso del infierno? Un lugar. Pero M á s relámpagos. Caen trozos de hielo. ¿Qué será? Em-
¿qué l u g a r ? Tal vez un barranco, una prisión donde hay que piezo a t e m b l a r de frío. No siento las manos... las piernas.
encerrar a ese Diablo para darle castigo.
Me quejo... "Ohooo" me quejo.
¡Yahvé Dios, la q u e había liado el pajarraco! El bobo de La cerca se mueve.
mi A d á n ahora veía al Demonio en todas partes.
¡Por fin se ha decidido!
Y la tomó conmigo. Me echó de la cueva. "¡Fuera!", g r i - Se asoma el hombre.
taba, "¡Vete fuera!" Me siento m a l . . . me l e v a n t a en brazos... me lleva a la
"¿Pero qué te p a s a ? " Estábamos j u g a n d o como dos chi- guarida... me frota con hojas... me frota por todas partes. Me
q u i l l o s , revoleándonos abrazados en la hierba, y al levan- llama: "Eva"... no puedo contestar. Tengo la l e n g u a entu-
t a r m e en brazos me soltó de g o l p e , alejándome. "¿Te has mecida. Me l l a m a g r i t a n d o : "¡Eva! ¡Eva!" ¡Qué bonito es mi
vuelto loco?" nombre en su boca!
Me abraza, trastornado. Me aprieta. Me sopla su aliento
"Vete a tu infierno", g r i t a , y se encierra en la cueva, ta-
en la cara... me la l a m e . Llora.
pando la entrada con la cerca. Traté de entrar, le supliqué.
¡Nada! Se había atrincherado. ¡El hombre llora!
Poco a poco vuelvo a sentir un poco de calor. Consigo
"Adán, no me dejes sola... No soy el Diablo, ¡te lo juro!
Se está haciendo de noche, Adán, y no quiero dormir sola. mover con esfuerzo los dedos y los brazos. Yo t a m b i é n le
¡Tengo miedo!" abrazo.

19
18
Siento una cosa que se clava en mi vientre... "A mí también... siento la m i s m a calentura, ¿probamos
"¡Yahvé Dios! ¿Qué es? ¿Un ser v i v o ? " otro revolcón?"

A d á n se s e p a r a a p e n a s : "No s é " , responde, a z a r a d o , Y así volvimos a abrazarnos, enredándonos en juegos y


" t a m b i é n me ocurrió el otro d í a al levantarte en brazos, caricias.
cuando j u g á b a m o s . ¡Por eso te eché!"
"Ya está o t r a vez ese d e m o n i o e m p u j a n d o . . . ¿ D ó n d e
" ¿ Y por q u é ? ¿Qué tengo yo que ver con ese apéndice quiere meterse?"
tuyo q u e se pone tan travieso y sale hacia fuera?"
"Déjale, Eva... quiero saber hacia dónde se encamina..."
"Pero sólo sale cuando te acercas... sobre todo si te fíes...
"¡Yahvé Dios! Quiere meterse a q u í abajo... y empuja...
y t a m b i é n por tu olor."
Me falta el aliento..."
"¿Siente curiosidad por las risas y el olor? ¿No será un
"No quiero ofenderte", jadea con esfuerzo A d á n , "pero
m a l , una dolencia? No sé... ¿como un bubón risueño?"
juraría que dentro de tí se esconde el infierno..."
"No, no me duele, ¡todo lo contrario! Pero me turba...
Palidezco.
me provoca m u c h o calor, hasta en la cabeza."
"Y yo creo A d á n q u e sé dónde está ese l u g a r . . . ¡pues
"¿Calor en la cabeza? Entonces no es cosa natural. ¿Crees
que anda por m e d i o el Demonio?" siento ahí el fuego del infierno!"

"Sí, creo q u e sí, Eva... creo que es el m i s m í s i m o D e m o - "Debemos obedecer al ángel de Yahvé Dios que nos dijo:
nio en persona... ¡disfrazado de hermosura!" "¡Cuando veáis al demonio, arrojadlo de i n m e d i a r o al in-
fierno para su castigo!" ¡Pues c a s t i g u e m o s a este diablote
"Bueno, no exageres, no veo yo tanta hermosura... ¡ N i
malvado, castiguémoslo!"
siquiera tiene ojos!"
Fueta, el cielo estalla en relámpagos... ráfagas de viento
"¡Está claro que el Diablo es ciego!"
azotan con violencia los árboles, que al i g u a l que nosotros se
"Entonces, ¿por qué se pone tan contento, si no me v e ? " abrazan suspirando... el a g u a rebulle hasta el mar. Incluso

"¡Será que el amor es ciego!" los animales callan.

"¿El amor? ¿De dónde te sacas A d á n esa p a l a b r a , "el Sólo nosotros g e m i m o s , casi maullando.
amor", que no la había oído antes?" ¡Yahvé Dios! Como el Diablo de Adán encuentre tanto
"No sé, me ha salido sola... de pronto, de los labios... júbilo como yo con mi infierno... ¡se volverá loco!
cuando siento estas ganas locas de abrazarte... de estrujarte
Me e m b a r u l l o toda... jamás podré explicaros el zaran-
a revolcones. Me sale g r i t a r t e ¡Amor!"
deo... el revoloteo... el retozo... el regocijo...

20
^ W c « f>or¿*&. a ONMJ^ eJi vede*, ¿yv^Cmo

¡Qué idea la tuya, Yahvé Dios, de imponer a Adán el De- •

monio, y a mí el profundo infierno! Qué pedazo'de milagro


has hecho Señor... ¡Eres el Sumo Hacedor, el Gran arqui-
tecto! ¡ A l e l u y a , aleluya! ¡Y amén!"

¿PROBLEMAS?

Y nosotros, un m i l l ó n de años más tarde, seguimos pre-


guntándonosi-"¿No será el demonio?" &

Estamos llenos de miedos, de falta de confianza en nues-


tro cuerpo... Muchos de nosotros tenemos problemas sexua-

les. Pero no hay q u e desmoralizarse, p o r q u e todos tienen


problemas sexuales... los divos, las pornoestrellas, los fonta- v
ñeros... los terroristas... los reyes, los príncipes... Acordaos

1 del p r í n c i p e Carlos de I n g l a t e r r a ; q u e escribía a C a m i l l a :


"Quisiera estar dentro de tus bragas, q u i s i e r a ser tu Tam-
pax..." Si eso no es tener problemas s e x u a l e s ^ ^ " " "

Sí, estamos llenos de problemas, y a d e m á s sabemos po-


q u í s i m o de sexo. Puede que en teoría lo sepamos todo, pero
en la práctica mucho menos. j~t> -e. C
deJ/we^-t' r- CAC 1<>V<U r -
Esta charla quiere sobre todo informar, explicar... sin pre-
s u n c i ó n , quiere hablar de sexo, ser una "lección de amor".
• 7~ - c.... ^ .
A n t e todo, quiero t r a n q u i l i z a r a las madres q u e hayan
venido al teatro con sus hijas. Sé cómo hay que hablar a los
jóvenes, con delicadeza, con s e n s i b i l i d a d y respeto... y no
sólo a los jóvenes, t a m b i é n a los adultos. A s í que, m u y re-
lajados, hagamos juntos una alegre terapia de grupo. (Grupo
numeroso, creo que hay... personas, pero grupo al fin y al cabo).
"EL SEXO, ESE DESCONOCIDO" era el título de una
carta al director p u b l i c a d a en un periódico italiano, en la

23
.0
que un señor de Bolonia se quejaba de que "nuestra socie-
dad no enseña nada a nuestros hijos. En el colegio nadie les
Jiabla^de sexo, de la familia para q u é hablar, la m a d r e es tí-
m i d a , el padre no tiene confianza para plantear el tema, eg
un problema c u l t u r a l . . . / y a los 18 o 20 años un chico no % MI M A D R E
sabe, no sólo dónde está, sino ni s i q u i e r a qué es el clítoris. 1
L i g a con u n a chica, se hacen novios, se casan, no logra sa-
tisfacer sexualmente a su pareja, y la relación se termina". | £ \
M e hubiera g u s t a d o hablar d e ello, que m e explicaran
Este señor tiene toda la razón. Sabemos por artículos y
ciertas cosas... pero ¿con q u i é n ? / ^ a o J ^
encuestas, en colegios, en la universidad, que es cierto, que
los chicos no están informados, no saben cómo está estruc- ,< La persona indicada hubiera sido mi madre, pero no ha-
t u r a d o el sexo de su c o m p a ñ e r a , ni q u é p o s i b i l i d a d e s bía confianza entre nosotras. Mi madre venía de una familia
ofrece... sólo saben que ahí tenemos un orificio. Y las chicas, rica... en d i g n i d a d y prejuicios.
poco más. f
Mi madre es una b u e n í s i m a persona, católica ferviente,
¿Qué sabe un chico de 20 años de sexualidad femenina? practicante, e incluso... votante, q u e con sus hijas j a m á s ha-

;
bló de sexo'. Para mi m a d r e éramos como las muñecas... ter-
¿Qué sabía yo a los 20 años? N a d a . ^ .£
minábamos aquí. (Indica la cintura)
Como podéis i m a g i n a r , yo t a m b i é n he vivido m i s épocas
Para e l l a , decir sexo era decir obscenidad. <o^c
de confusión, y he tenido m i s correspondientes p r o b l e m a s
U n a muestra: al culo lo l l a m a b a "pompis"... y a lo de de-
sexuales antes de los 20 años, y después... de niña, el sexo
era para mí a l g o misterioso... sabía que existía, pero nadie lante, "pompis de delante". Curioso, ¿verdad?
me hablaba de él. yf\~ A veces, cuando yo estaba haciendo los deberes... yo era
.

una n i ñ a b u e n í s i m a , estudiosa... m i m a d t e l l e g a b a d e i m -
No hablar, no ver, no tocar, era la r e g l a sagrada. De he*
cho, en el colegio de monjas nos hacían duchar con camisón. p r o v i s o / c o n esa cara que ponen las madres en los m o m e n -
' i ' , , oíoy<>if-jaiO Jei-
tos importantes, y me decía con una voz, pero una voz... q u e
¡Lo juro! ¿Por qué?
parecía la de Dios:'

1 "¡Ten cuidado, hija! ¡Los hombres sólo quieren una cosa!" ^


N u n c a me dijo cuál, " " ' a l p
^Jp* Mi m a d r e no me preparó para la vida!] Las únicas cosas de
sexo las supe por una a m i g a m u y revoltosa, doce años... H a -
cía a l g ú n t i e m p o q u e no la veía, y me dice:

24
el S< ° 25
"Qué cansada estoy..." Y después, ¿no quería m e t e r m e la lengua en la boca?'
"¿Por qué estás cansada, qué has hecho?" ¿A m í ? ¿Que soy vegetariana?
"El amor..." "Quita esa l e n g u a q u e te la arranco y se la tiro al g a t o " ,
"¿El amor?" -yo no sabía lo que era- "¿Con q u i é n ? " decía yo, siempre con las manos tapándome el o m b l i g o .

"Con mi p r i m i t o de diez años... ;menudo i n ú t i l ! " Otra cosa que no entendía era que: ¡ZAS!, me estampa
contra la pared, luego (Repite los movimientos anteriores) B l a l l ,
" ¿ Y qué habéis hecho?"
blall... blall... y empujaba su pubis contra el m í o , con una
"Pues como no sabíamos nada de esas cosas, sólo que los fuerza tremenda... Yo pensaba:
niños nacen de la tripa... él con su cosa empujaba, empu-
"Pero... ¿qué llevará en los calzoncillos?"
jaba... ¡No veas cómo tengo el o m b l i g o ! "
O s d i r é l a v e r d a d : ¡por c u l p a d e m i m a d r e , c u á n t o
Entre mi m a d r e , "¡Ten c u i d a d o ! " , y el o m b l i g o infla-
tiempo he perdido!
m a d o , yo estaba m u e r t a de pánico. Si se me acercaba un
chico, le tiraba piedras: Pero m á s tarde, u n a de m i s t í a s , de i z q u i e r d a s , solte-
rona... no porque fuera de izquierdas... maestra, y m u c h o
"¡Vete, vete! ¡Jamás lo conseguirás!" más abierta que mi m a d r e , decidió culturizar sexualmente a
"¿El q u é ? " sus sobrinita's, y un día nos reúne en la cocina, alrededor de
una mesa grande... éramos niñas de 12, 13 años... y nos en-
"¡No lo sé!"
seña un l i b r o científico, de a n a t o m í a , y, en particular, la
Después, en el bachillerato, los chicos, impetuosos, sali- imagen de un sexo femenino en sección, coloreado según las
dos... se me echaban encima, me abrazaban, me estrujaban... partes en tonos suaves... que me pareció un mapa... y cuando
la tía preguntó: "Niñas, ¿sabéis q u é es esto?", yo: " ¡ S í , tía,
Luego trataban de besarme.
es Florida!", no sé porqué...
No sé vosotras, pero yo, de mi p r i m e r beso guardo un re-
¡Qué m a l le sentó! "No, boba, esto no es Florida .. ¡es tu
cuerdo espantoso.
pompis de delante!"
Él me agarra... y, zas, me estampa contra la pared... ¡un
Me quedé tan impresionada, q u e desde aquel d í a a mi
testarazo de conmoción cerebral! Después, con esas 24 ma-
pompis de delante siempre lo he llamado Florida... y al de
nos q u e t i e n e n los chicos, me q u e r í a m a n o s e a r todo el<
detrás, California. ,
cuerpo... y l u e g o , con la l e n g u a . . . b l a l l . . . en el cuello... y
b l a i í , en la oreja...

"¡Para! Pareces u n a batidora con esa lengua... q u é frío, , -

qué asco... ¡Estáte quieto!"

26
calzoncillos?" ¡Qué espanto! C u i d a d o , hombres, no lo ense-
ñéis así, de golpe, q u e nos traumatizamos...

Me horripiló tanto, que no he vuelto a comer pavo. Ni


en Navidad.

MI PRIMER ENCUENTRO CON Tercera vez: a los 18 años. Estaba haciendo un curso de
EL OTRO SEXO enfermera en un hospital enorme, donde los médicos no d i s -
tinguían a las principianras de las más expertas, porque éra-
mos m u c h í s i m a s . Yo salía de una habitación con u n a cuña
en la mano, porque al principio tienes que hacer los traba-
Tenía 9 años, cuando vi por primera vez un sexo mascu- jos más humildes... salgo con mi cuña, y un famoso cirujano
lino... bueno, en realidad eran siete, todos en fila, pintados me dice: "Señorita, acuda en s e g u i d a a la habitación 31 con
con tiza en u n a p a r e d . Ya sabéis q u e los c h a v a l e s l l e v a n todo lo necesario para un sondaje urettal". Yo no sabía de
siempre/tizas en el bolsillo, y en cuanto pueden... ¡ZAS!, d i - qué me hablaba, pero me sentí halagada, incluso le hice una
bujan esa especie de escafandra que es como su e m b l e m a , su reverencia, con mi cuña en la mano... "Ahora m i s m o voy".
insignia... y debajo, dos círculos... Yo m i r a b a y m i r a b a , pre- Se lo d i g o a ' l a jefa de reparto, q u i e n me entrega una ban-
g u n t á n d o m e : "Pero ¿qué bicicleta es esa? ¿Y el m a n i l l a r ? " , deja con una especie de botella y otros objetos misteriosos.
pero cuando conté hasta siete tuve como una revelación, y •'Entro en la habitación... el paciente era un chico de unos 20
dije: "¿Pero por q u é han disfrazado a los siete enanitos de años que parecía sueco, operado de apendicitis... Entro, y veo
buzos en b i c i c l e t a ? " al famoso cirujano manoseando el sexo del muchacho. Me
La s e g u n d a vez iba con m i s a m i g a s . Volvíamos del cole- quedo paralizada, y el cirujano: " ¡ V e n g a aquí! Suelte la ban-
g i o , y nos topamos con el típico exhibicionista... porque no- deja, y sujete". No me atreví a decir: "Verá, es q u e yo de
sotras, las mujeres, u n a vez en la vida, ¡todas!, nos topamos esto no entiendo..."
con el típico exhibicionista... (Se interrumpe) Si aún no os lo
Sujeté la cosa con dos dedos... me q u e r í a morir... m i r a b a
habéis encontrado, tened fe, q u e os lo encontraréis.
al infinito... El pobre chico sueco, al verme... 18 años, tan
¿Dónde suele apostarse el exhibicionista? J u n t o a los uri- crecida... sujetándole su cosa... tuvo u n a reacción nerviosa...
narios. ¿Cómo va vestido el exhibicionista? De negro y con ¡una erección! Estoy segura de que no ha vuelto a tener otra
g a b a r d i n a , incluso en agosto. < igual en su vida...

Nosotras pasamos, y él. "¡Eh, niñas!" "¿Ehhh?" " ¡ A q u í , Sí, vosotros os reíis, pero pensad en m í , pobrecilla, q u e
mirad!", y ¡ZAS!, se abrió la gabardina. seguía en los siete enanitos y el cuello del pavo...

La cabeza y el cuello desplumado de un pavo. Cuando sentí q u e esa especie de cola se hinchaba, revi-
vía... "¡Socorro! ¡Está vivo!"
Pregunté a m i s a m i g a s : "¿Por qué lleva un pavo en los

29
28
El cirujano por fin comprendió. "Suelte. Vayase, seño- Coca-Cola, para no quedarse embarazada... ¡Nooo! Vosotras
I rita..." Y mientras yo salía, toda colorada, me dice: "Seño- hacéis el amor, l u e g o vuestro lavado v a g i n a l . . . y m i e n t r a s
rita, pida el traslado a pediatría, así se acostumbra poco a
tanto, "ellos", los espermatozoides, han l l e g a d o a destino y
i poco."
están en casita, tan contentos. Peor aún: l l e g a la ducha... ¡y
I Después crecí, y como suele ocurrir, me enamoré... e hice cantan! (Canta una canción)
el amor... ¡Qué silencio! Pues no soy la única, ¿no?... Bueno, Otras chicas dijeron: "¡Con un beso!", y otras: "¡Con sexo
( hice el amor, y me quedé embarazada. Tampoco en esto soy
oral!", y los m u y sinvergüenzas les contestaron: "No os pre-
la única. .
ocupéis... ¡hacéis g á r g a r a s , y en paz!"
Me quedé embarazada. Todo por culpa de mi madre. Si
.(
me hubiese explicado, en l u g a r de poner las manos a q u í (In-
dica el ombligo), las habría puesto aquí. (Indica el pubis)

¿Y cómo me quedé embarazada? Pues como suele ocurrir,


por ignorancia. Los dos creíamos que para q u e me quedase
r embarazada, teníamos que l l e g a r a "ese momento"... ¡en el
m i s m o preciso instante! Sólo así el óvulo se fecunda. Si yo
( no, y él i n c l u s o 10 veces... p o d í a estar t r a n q u i l a . Y me
quedé embarazada.

Es lógico que os riáis de tanta ignorancia, pero atención...


yo era la pobrecilla del "pompis de delante, pompis de de-
trás"... aunque hoy en día, con el 2 0 0 0 a la vuelta de la es-
I
q u i n a , ¿creéis q u e todas las chicas están bien informadas?
r Unos estudiantes han hecho u n a encuesta para una re-
I vista femenina en un instituto. La p r e g u n t a era: "¿Qué mé-
todo u t i l i z á i s para no quedaros embarazadas?" A l g u n a s han
dado respuestas correctas, pero otras... unas respuestas in-
creíbles.

"Para no quedarte embarazada, después del acto sexual


basta con una buena ducha v a g i n a l . Con Coca-Cola y limón
es aún más seguro".

Cuento esta anécdota por si hay entre el p ú b l i c o alguna


chica que piense que basta con la ducha v a g i n a l , con o sin

r 30 31
r
durante meses. Por no hablar del tremendo esfuerzo de j u n -
tar ese pastón...
Un ambulatorio cutre, en el q u i n t o piso de una casa de
barrio, sin ascensor. Un médico y u n a enfermera.
EL ABORTO (
Cuando entré, ni los buenos días. Pero el dinero, por d e -

lante.

A s í que me quedé embarazada... "Desnúdese... t ú m b e s e . . . coloque u n a p i e r n a a q u í y la i


otra a q u í . No g r i t e ni llore o se va a la calle".
Os preguntaréis por qué os hablo de a l g o tan í n t i m o , tan (
¿No g r i t e ? ¿Por qué "no g r i t e " ? , pensaba, mientras el co-
privado. La verdad es que me resulta difícil, pero ya sabéis
razón se me salía de la boca. Después comprendí: habíamos (
q u e corren malos tiempos para el t e m a del aborto, no hay
más que ver cómo se han puesto algunos con el proyecto de acordado que me harían la intervención con anestesia g e n e -

l e y de a m p l i a c i ó n de los supuestos... q u e sólo hay tres... y, ral, iba i n c l u i d a en el precio... pero no fue así.
lá verdad, creo q u e un ejemplo de experiencia real, v i v i d a , No me atreví a abrir la boca. A ú n me muero de rabia
(
vale m á s que cien discursos ideológicos. cuando pienso en mi falta de valor.

Cuando descubrí que era una ignorante embarazada, creí Demasiado a m e n u d o las mujeres no nos atrevemos a re-
volverme loca. No me lo esperaba. Estaba aterrada.
accionar.
No me siento con ánimos para contat lo que pasamos... ¿Cuánto duró? U n a eternidad. (
i n m a d u r o s , inexpertos en todos los sentidos, y sobre todo
"Se acabó. Puede marcharse. Buenas noches".
para traer un hijo al mundo.
M i e n t r a s bajaba los cinco pisos estaba segura de q u e me
Si hubiese p o d i d o hablarlo con mi m a d r e . . . pero t u v e
iba a morir a l l í , en las escaleras.
miedo, m i e d o a su reacción, al dolor tan grande q u e iba a
ocasionarle... a la vergüenza, a la deshonra... y s i g u e siendo No sabía qué me había producido m á s dolor, si la inter-
(
así, o no habría tantos tecién nacidos abandonados en los c u -
vención o la h u m i l l a c i ó n por cómo me habían tratado...
bos de basura. (
Fue u n a experiencia terrible, el peot recuerdo de mi vida.
Pero sobran las palabras: aborté. (
Mujeres, tened cuidado, y vosotros, hombres, no las pre-
Entonces, abortar era peligroso, podías acabar en la cár-
c e l , tú y el m é d i c o . Y las condiciones sanitarias eran i n -
ñéis por distracción. r
Cuando oigo decir ciertas cosas... A unos, "las q u e abor-
frahumanas. El t r a u m a y el m i e d o se me pegaron al cuerpo
tan son unas putas y unas asesinas", a otros: "si para las m u -

32
33
jeres no tiene importancia, es como ir a la peluquería...", y
a otros: "si se lo han pasado bien, ¡que se lo p a g u e n ellas!"
Pues no, señores, ¡de eso nada! Es un momento terrible.
Y si en l u g a r de tanto discutir sobre si prohibirlo o am-
pliarlo, fuera libre y g r a t u i t o , y por e n c i m a de todo nos pre-
LA MENSTRUACIÓN
ocupáramos de u n a auténtica educación sexual, prevención,
anticonceptivos... el aborto dejaría de existir.

Todas las mujeres estamos en contra del aborto.


¿Qué ocurre cuando u n a n i ñ a crece? ¿Cuáles son sus pro-
El aborto es u n a experiencia dramática, dolorosa para to- blemas? ¿Cuál es su p r i m e r cambio? El día de su desarrollo.
las. Si la niña tiene ya 13, 14 años, con un poco de suerte, tal
vez su hermana mayor, o u n a a m i g a , p u e d a n explicarle...
El Papa no lo sabe, pero nosotras sí.
pero ¿cuántas niñas se encuentran con su p r i m e r a regla sin
saber nada?

Un d í a mi sobrina l l e g ó a casa despeinada, congestio-


nada, llorando: "Me he peleado con unos chicos... me han
pegado... y uno me dio dos patadas aquí... ¡ m i r a lo que me
han hecho! Llama a la policía". Le costó un mes t r a n q u i l i -
zarse.

Es un hecho natural, pero hay que explicarlo, preparar-


las.

Yo lo sabía todo del ciclo menstrual... por m i s a m i g a s .


Lo esperaba con ansiedad, y un poco de m i e d o . Dios m í o ,
¿cómo será?

El d í a en que por fin fui mujer fue m u y importante para


mí. Sentí una gran emoción, pero también una gran decep-
ción.

Yo me esperaba una g r a n fiesta, tipo Primera Comunión.


¡Era un momento tan solemne! Abandonaba la pubertad y
entraba a formar parte del m u n d o de las hembras... procre-
adoras, amamantadoras, criadoras... Pensaba que, como en la
34
f

r
Confirmación, me llevarían a la iglesia, donde, con g r a n al-
borozo, se celebraría un ritual, con cánticos y órgano... que
el obispo me bendecería con el hisopo y me u n g i r í a el vien-
tre con los Sanros Óleos, y luego me daría un cachete... en
í
el pompis de delante. I m a g i n a b a un final con abrazos, mi I
LA VIRGINIDAD
m a d r e l l o r a n d o , m i p a d r e emocionado... I n g e n u a d e m í ,
creía q u e todas las mujeres de mi familia, y t a m b i é n las ve- (
cinas, vendrían a visitarme, encerrándome en un círculo... de
I
ternura y de cariño. Y que me regalarían compresas de hilo
Otro tema sobre el q u e hay m u c h a confusión es la v i r g i -
con m i s iniciales -entonces no las había de farmacia-, frascos
nidad.
(
de g e l para la h i g i e n e í n t i m a y un spray antiséptico desodo-
rante... ¡ U n a pesadilla! (
No se sabe por q u é , pero las q u e ya no son v í r g e n e s
Después habría un juramento colectivo de solidaridad en-
cuentan a las v í r g e n e s . . . en relación con "ese momento"...
tre mujetes... para no quitarnos los maridos, para ayudarnos
¡unas historias terroríficas! "Él, con su ariete, tiene q u e ras- I
siempre a practicar adulterio, cuidando por turnos a los n i -
ños cuando nos citáramos con nuestros amantes... T a m b i é n gar tu himen... ¡Ahaa, q u é pánico!" y l u e g o , la sangre... H a y
culturas q u e s i g u e n exponiendo las sábanas m a n c h a d a s de
r
acordaríamos jurar en falso para conseguir el divorcio con
alimentos. Pues no pasó nada de eso. N a d a de nada. sangre tras la noche de bodas... sangre, sangre... A s í q u e ,
cuando me l l e g ó "ese momento", me esperaba surtidores de
Todo lo q u e ocurrió fue que mi m a d r e me dijo: "Ahora
sangre... el techo manchado de sangre... "¿Cómo podré l i m -
eres una señorita. Cuando te sientes, cierra bien las piernas".
piarlo?"
i
En la B i b l i a hay p á g i n a s y p á g i n a s sobre la i m p u r e z a de Después descubrí q u e era puro invento. Es un hecho na-
la mujer que menstrua. ¿Y sabéis q u e a ú n existe la creencia i
tural, q u e , si se realiza con amor, no es nada...
de q u e si u n a m u j e r prepara u n a mayonesa en "esos" días...
se le corta? No depende de que la y e m a esté fría, o el aceite
A d e m á s , os informo de q u e el 2 0 % de las mujeres no i
caliente... ¡No! ¿Se te corta? ¡Es la regla! Tampoco podemos
tocar las flores en "esos" días... ¡se secan! Somos unas flori-
tienen h i m e n , o lo tienen tan fino que se rasga de manera
casual.
r
cidas... ¡las asesinas del geranio! Ahora deberíamos g u a r d a r un m i n u t o de silencio por ese I
2 0 % de mujeres que a lo largo de los siglos han sido acusa-
Qué poderío el nuestro, mujeres... ¡El super-monstruo-
das de no ser vírgenes, sólo porque no tenían h i m e n .
menstruado! ¡ T A M P A X !
A d e m á s , hombres, nadie os obliga... ¡ R A S ! ¡ N i que fuera r
la t o m a de la B a s t i l l a ! ¿Ella está a n g u s t i a d a ? Pues un e m -
i
pujoncito hoy, otro empujoncito mañana...
I
36 37
I

r
Al terminar u n a función, vino a verme u n a chica:

"Qué bien has hecho en decir lo del empujoncito hoy, el


empujoncito mañana, porque m i s a m i g a s se ríen de mí... me
casé el 15 de diciembre... un empujoncito hoy, otro empu-
jonciro mañana... y por fin, el 18 de m a y o . . . " ^ MI RELACIÓN CON EL OTRO SEXO
Le costó un poco, pero no ha renido n i n g ú n trauma.

En Dinamarca, por ejemplo, en segundo ciclo de ense-


ñanza básica proyectan unos dibujos animados que enseñan Mi relación con el otro sexo ha sido durante un tiempo
a las niñas de 1 1 , 1 2 o l 3 años a liberarse del h i m e n con las
una relación "al servicio de"...
uñas.
Queridos hombres, os voy a contar un secreto: las m u j e -
Es otra cultura.
res, en los primeros encuentros sexuales, no sentimos nada...
Estoy s e g u r a de q u e m á s de u n a le d i r á a su compañero:
"No hagas caso, yo m u c h í s i m o , te acuerdas..."

Creedme, es como os digo.

No sentimos nada porque somos jóvenes, inexpertas, no


conocemos nuestro cuerpo, tenemos poca confianza con los
hombres...

Entonces, ¿qué hacemos las mujeres cuando, al p r i n c i -


pio, hacemos el amor y no sentimos nada?

¡Fingimos!

A d e m á s , no es difícil... "¡Ahaaa!" Basta con g e m i r un


poco, y el hombre siempre pica. Los hombres están tan pa-
gados de sí m i s m o s , tan seguros de su poderío sexual, que
ni se les ocurre preguntarse: "¿Estará fingiendo?"

¿Por qué fingimos?

Para q u e no se den cuenra de q u e no sabemos nada...


para no decepcionar, para halagar: "¡Eres maravilloso!"

Ahora que os he puesto en ascuas, hombres, os daré la

38
39
r)

hablan con nadie. A l g u n a s se arman de valor y acuden al g i -


clave para descubrir si vuestra compañera, durante el acto necólogo, que las h u n d e para el resto de sus vidas: "Señora,
sexual, s i m u l a o alcanza realmente el... ese término espan- es usted ¡FRÍGIDA!" La pobre m u j e r v u e l v e a casa d e s -
toso que detesto... ¡ O R G A S M O ! Qué palabra tan horrible... truida. "¡Soy frígida!"
podría ser c u a l q u i e r cosa, menos lo que realmente es... el
Pues bien, en el caso de que a l g u n a señora entre el p ú -
nombre de un ogro: "Niño, ¡cómete la sopa o l l a m o ai O R -
blico t e n g a este p r o b l e m a , q u e sepa q u e l a f r i g i d e z n o
GASMO!"
existe. Se trata de t i m i d e z , de tabúes, de u n a serie de blo-
¿Cuál es la clave para descubrir si vuestra compañera a l - queos ancestrales... de falta de conocimiento de su cuetpo,
canza el o r g a s m o ? P r e s t a d a t e n c i ó n , p o r q u e en ese m o - de falta de confianza con su compañero...
mento... las p u p i l a s . . . ¡TAC!, ¡se dilatan!
En resumen, el orgasmo es un hecho cultural. <

Ayer vino al camerino una señora que me p r e g u n t a :

"¿Pero es verdad q u e las p u p i l a s se d i l a t a n ? " " S í " . ¡ M e -


nos m a l que no ha venido mi marido!" i
M u j e r e s , t e n e d c u i d a d o , p o r q u e a p a r t i r de este m o - í
mento, él sabe. A s í q u e si hacéis el amor y no sentís nada...
¡fuera luces! ¡ O s c u r i d a d total! ¡Ojos cerrados! Y Dios no
quiera que en el ú l t i m o m o m e n t o él saque una l i n t e r n a y: (

'¡Abre los ojos!"


<
Y no es eso todo. Cuando vuestra compañera alcanza el
orgasmo y está en el apogeo del placer... los dedos de sus (
pies... ¡ZAS! ¡se estiran!
I
Hombres, os estoy viendo... en vuestro próximo encuen-
tro sexual: ¡los ojos!, ¡los pies! (Mima que controla ojos y pies)

Como os decía, la mujer al principio no siente nada... r


después, la relación evoluciona... Pero si esto no ocurre, apa-
i
recen las frustraciones, las neurosis, el deterioro de la rela-
ción, y en l u g a r de reaccionar, de informarnos, nos l i m i t a - (
mos a llorar.
(
También hay mujeres que viven toda su v i d a sexual sin
conocer jamás el ápice del placer, el dichoso orgasmo. No lo

40
41
r
neta... volveos sobre el costado derecho... I m a g i n a d a vues-
tra pareja enfrente... no toméis i n i c i a t i v a s , a los caballeros
no les gusta... Abrazadle l á n g u i d a m e n t e , con los ojos en-
tornados... besadle, e m i t i e n d o u n g e m i d o : " M m m h m m m " ,
como diciendo: " M m h m m m , q u é helado tan rico..."
LECCIÓN DE ORGASMO

La respiración es fundamental en el acto sexual, sobre
todo si no sentimos nada. Respirad con r i t m o lento, pero
profundo... así: " ¡ A h , ahaa!" No, g u a p a , eso es un eructo,
El informe Kinsey, famosa encuesta de hace más de 40 cuidado... Ahora respirad más rápido: "Ahohoaaaa... ahoah...
años, afirma que el 4 5 % de las mujeres estadounidenses ah" ¡No tanto, que te mareas! Ahora colocaos lentamente
finge el orgasmo durante el acto sexual. ¡El 4 5 % ! ¡Medio boca arriba, y tirad de él sobre vuestro cuerpo, ¡HOP! C u i -
Estados Unidos!/Con el paso de los años, el porcentaje ha dado, chicas, este es el momento crucial: "EL" está encima
ido aumentando, hasta ser en lá actualidad del 6 0 % . de vosotras, ÉL va a poseer vuestro cuerpo... ¡EL VA A PE-

/ S e x ó l o g o s norteamericanos han estudiado el problema, N E T R A R O S ! ¡Os penetra! H a c e d q u e se sienta en casa:

llegando a esta conclusión: si una mujer consigue represen- " ¡ A h a h a h a ! " , r e c i b i d l e con u n g e m i d o , pero d e j ú b i l o :

tar bien, en gran actriz, un orgasmo durante por lo menos " ¡ O h o oho oho!", como d i c i e n d o : " B i e n v e n i d o , c a r i ñ o ,

tres años, a l f i n a l , ¡ m i l a g r o ! , lo logra. ¿cómo estás, quieres tomar a l g o ? "

H a n abierto clubs, como los de aerobic, donde enseñan "Ah ah", un breve jadeo... ¡ N o , no t a n t o , que se asusta,

a las mujeres a interpretar bien todo el acto sexual, y en y a d i ó s e r e c c i ó n ! A b r i d los l a b i o s , j a d e a n d o l e v e m e n -


p a r t i c u l a r el orgasmo. El Canal 5, al enterarse, ha grabado re...
las clases en un vídeo, que e m i t i r á en breve. Yo lo he visto ' •

y os lo adelanto, porque e s t i m u l a r á vuestra i m a g i n a c i ó n , y ¡Concentración, por favor! ¡Pasión! El acto amoroso no es


vuestros próximos encuentros amorosos serán extraordina- un ejercicio g i m n á s t i c o . El coito es una obra de arte. (Repite
rios. los gemidos y suspiros) .
Es obvio que no os podéis pasar todo el encuentro se-
I m a g i n e m o s juntos la clase. Estamos en un gimnasio.
xual suspirando y g i m i e n d o , esro no es la UVI... De vez en
Unas treinta a l u m n a s , solteras o casadas, en body y mallas,
cuando debéis intercalar palabras de este tipo: "Oh noooo...
están tumbadas en sus colchonetas. De pie sobre una pe-
no puedo... ¡es demasiado!", que g u s t a mucho. Pero no po-
q u e ñ a t a r i m a , la m a e s t r a de o r g a s m o , d i p l o m a d a en or-
déis suspirar "Oh nóo... ¡es demasiado!" quedándoos en po-
g a s m o , ella también en m a l l a s , d i r i g e la clase. Luces suaves,
sición de firmes... Sueltas, flexibles, la cabeza no puede que-
música sexy... (Música de fondo, con aullidos y gemidlos)
darse inerte, r í g i d a como por artrosis cervical... tenéis que
"Vamos c h i c a s , relajaos l á n g u i d a m e n t e en la colcho- moverla de derecha a izquierda... contando hasta 8... ¡Y un!,
r
¡Y dos!... debéis susurrar, es de gran efecto: " M e muero... (La música, con su fondo de gemidos y aullidos, sube de volu- r
me muero... ¡ M e muero!..." no con expresión d r a m á t i c a , pot
men)
favor... sino s o n r i e n d o : " ¡ M e m u e r o ! ¡ M e m u e r o ! ¡Me
I
A h o r a / a t e n c i ó n , mujeres, la p r ó x i m a vez que h a g á i s el
muero!..." (Vuelve a suspirar y gemir) "Ahaaa ahuuu..." No,
amor, no os echéis a reir al gritar: " ¡ A y madre!"
(
¡eso es el lobo! "Un, dos... ¡Ahaa!... ¡ M h m m m h m m ! " Invo-
car a la madre siempre queda bien, en agudo: "Ay madre..."
(
_.. o bien, (en tono bajo) "¡Ay madre!"

Cuidado que no sea huérfano, no le vayáis a remover la


herida.
1
H á l i t o religioso... seis veces, subiendo: "¡Oh Dios! ¡Dios!
¡Dios! ¡Dios! ¡Dios! ¡Oh Diooooss!... ¡Virgen santa!" I
Á n i m o , estamos acabando... Pelvis arriba, ¡y un! A p o -
I
yad bien los talones, colocad los hombros... bien firmes en
el colchón o las m o q u e t a . . . ahora, rotación de c a d e r a s . . . (
"Eres fantástico! Me muero... ¡el corazón se me dispara!"
No perdáis el e q u i l i b r i o . . . oye, g u a p a , no tan fuerte con la (
p e l v i s , que lo descoyuntas... Contad hasta doce: uno, dos,
(
tres... no, en voz a l t a no... once, doce, ¡STOP! Os p a r á i s ,
a b r á s los ojos, le m i r á i s , y susurráis: "¿Quién eres?", no d e - I
masiado interrogante, no sea que... "¿Cómo q u e q u i é n soy?
Soy Antonio, ¿no me reconoces?,/'y se marche enfadado...
(
. (Gesto)

Los brazos sueltos, nadando hacia atrás.

Llegamos al sprint final. A q u í podéis improvisar: " ¡ N o ,


(
no, no!... ¡Sí, sí, sí!" ¡Lanzaos a tope, brincos, g r i t o s , g e m i -
d o s , m a s o - l u j u r i a - l í b i d o a todo g a s ! " ¡ A h i ü a ! ¡ A h i u a ! (
Ohoh..."
(
A u l l i d o final: " ¡ A H A H A A A ! " N o , eso es u n a a m b u l a n -
cia. "Aha, aha, aha..." un dos, "Aha", un dos, "¡Ahaaaa!" (

Orgasmo conseguido. (

44 45
LOS HOMBRES, QUÉ FANTASMAS LA VERDAD, TODA LA VERDAD
SOBRE LOS HOMBRES

En toda la historia del mundo, nosotros, los modernos,


h e m o s sido los p r i m e r o s en p l a n t e a r n o s el p r o b l e m a de Hisrorias como la del actor i n g l é s , ellos las cuenran en
nuestro placer. Cuando la g e n t e trabajaba 18 horas diarias,
los bares... "Yo, hoy, de dos a cinco, ¡nueve veces!", y l u e g o ,
no les quedaban energías q u e dedicar al acto sexual. Estaban
el que sólo lo hace dos veces al mes, se vuelve a su casa y se
agotados, comían, se acostaban, tran-tran-tran, y después,
pega un tiro...
grrrr... (Ronca), se dormían. Hoy en día s i g u e ocurriendo,
a u n q u e se trabaje mucho menos. A l g u n a s a m i g a s mías se Hombres, no os desaniméis, sólo son faroles. Cuando los
quejan de que trun-trun-trun, y después grrrr, sin decir si- tienes cara a cara, solos, desnudos en la cama... nada que ver.
quiera: "Gracias, cariño, ¿quieres u n a copa?"
Padecen de: imporencia temporal por emoción... eyacu-
Para los hombres, exhibir su disfrute se ha convertido en lación precoz por sobrexcitación... incapacidad para eyacu-
un símbolo de status social: u n a esposa, una novia, un no- lar... ¡y pánico a la v a g i n a dentada!
vio, tres amantes... y, ¡hala, a presumir!
Sí, es cierto, os lo juro. A l g u n o s chicos, antes de su pri-
Como ese actor i n g l é s que afirmaba haber copulado tres mera relación sexual, piensan, muertos de terror: " ¿ Y si des-
m i l veces en cinco años, con tres m i l m u j e r e s distintas. pués de penetrarla rio me la devuelve?"
¡Tres m i l ! ¿Dónde está la g r a c i a de hacerlo así... en plan co-
nejo m e c á n i c o ? (Jadea rápidamente) " A h a aha... gracias Escuchadme, chicas: si l l e g á i s a encontraros con vuestra
guapa... ¡Aha aha! ¿Te ha gustado? ¡ A h a aha! ¿Cómo te lla- pareja en una situación semejante... impotencia, eyaculación
m a s ? " , etc. precoz, e t c . . no debéis ridiculizarle, no debéis decirle: "Eres
impotente... ¡vete, i n ú t i l ! " ¡No! Son cosas q u e ocurren por
Auténticos trabajos forzados.
exceso de sensibilidad, emoción y por el amor que le inspi-
ráis.

Creo que para un joven enfrentarse a las primeras rela-


ciones sexuales, a la erección, debe ser un verdadero pro-
blema. Atención, porque a veces, al principio, una actitud

46
47
de burla o desaire por parte de su compañera, puede acom- ahí, dice: "¿Dónde estoy?... uy, q u é calorcillo tan rico..."
piejarle para toda su vida. abre un ojo y dice: "¡Ahaaa!", y entonces...
Existe la i m p o t e n c i a t e m p o r a l , que con el t i e m p o , la M á s no os puedo decir. Ya estoy sudando.
confianza, la experiencia, se supera. Pero hay hombres es-
p e c i a l m e n t e s e n s i b l e s , q u e s i g u e n p a d e c i e n d o este pro- Y es que a los hombres, eso de tener que dominar a toda

blema. costa, les perjudica m u c h í s i m o . ¡Menudo peso! Y la culpa la


tenemos los adultos, los padres, los abuelos... Cuando un
Viene a verme un muchacho... a veces mi camerino pa- niño de cinco o seis años llora, ¿qué le decimos? "No llores,
rece el consultorio de un psicoanalista, y mujeres, madres, no eres una niña, ¡eres un hombre!" N o , es un g r a n error.
hijos y m a r i d o s v i e n e n a c o n t a r m e sus p r o b l e m a s . . . Este "No llores porque eres un pesado", no "porque eres un hom-
chico me dice: "Puedo hablarle un momento... Me g u s t a r í a bre"... diez años, eres un hombre, once, eres un hombre,
pedirle un consejo, usted parece tener mucha experiencia..." doce, eres un hombre... y crecen sintiéndose obligados a ser
"Dime, guapo..." "Es que yo tengo unas erecciones i m p r e - viriles, enteros, ¡de acero!
s i o n a n t e s . . . " " M e a l e g r o m u c h o . ¿ Y d ó n d e está e l pro-
b l e m a ? " "Es q u e siempre las tengo en los momentos e q u i - A d e m á s , ¿por qué? Llorar es buenísimo, ¡nosotras llora-
vocados. Me e x a m i n o de l a t í n , q u e lo odio, y ¡ZAS!... Y mos a todas horas! Y para u n a mujer es maravilloso que el
cuando la necesito, está como m u e r t a . Y eso que me paso novio, el m a r i d o , el amante, en un momento de abandono
tres días avisando: por lo que más quieras, no olvides q u e la llore en sus brazos... Es precioso llorar juntos.
amo... ¡levántate, levántate!" A s í que, desde esta noche, ¡hombres, llorad! Mejor aún,

Creo q u e l a i n s o s t e n i b l e i n c o n s i s t e n c i a d e l m i e m b r o llorad ahora m i s m o y desahogaos.

debe ser realmente un trago insostenible. Porque además los hombres, sobre todo en público, fin-

En el libro de que os hablé al principio, El Zen o el gen no tener problemas sexuales. Todo se oculta, como u n a

a r t e de follar, Jacopo Fo recomienda para efectuar la pene- horrible deformidad. N i n g u n o , por ejemplo, va por ahí d i -

tración en esas circunstancias... una postura del K a m a s u t t a , ciendo: "Soy un eyaculador precoz".
la de la tijera. No os la explico en detalle por respeto a mi H a y por ejemplo un trastorno sexual gravísimo, m u y co-
madre, pero voy a mencionarla por cortesía. m ú n entre los" hombres, que se m a n t i e n e en secreto. Ni si-

Las tijeras... todos sabéis cómo están hechas. ¿Cómo se quiera se menciona en los manuales universirarios de sexo-

colocarán dos tijeras que se quieren mucho? Con el varón en logia.


la posición superior... parece ser q u e en esa posición...* in- Todo el m u n d o sabe que hay mujeres frígidas... que ya
cluso en estado... deprimido... se consigue, con una a y u d i t a , os he dicho que no existen... pero ¿sabíais que existen t a m -
colocar al pobrecillo donde corresponde. Entonces él, q u e es bién hombres frígidos? H a y montones de hombres frígidos,
un poco bobo, pero no del todo rerrasado, al encontrarse y ni siquiera lo saben.

48 49
Ojo, que no estoy hablando de i m p o t e n c i a . Estoy ha-
blando de completa ausencia de placer. El hombre tiene su
erección, su e y a c u l a c i ó n , pero no siente nada, no experi-
m e n t a placer.

El problema de la frigidez m a s c u l i n a es un problema se- I LA IMPOTENCIA


( rio y trágico, y estoy convencida de q u e u n a de las razones
por las que estalla la violencia sexual es precisamente ese
"no sentir nada". A un hombre q u e sienta auténtico placer
haciendo el amor, jamás se le pasará por la cabeza poseer a A d e m á s de la impotencia temporal, existe la impotencia
u n a mujer con violencia, forzarla... ¿para q u é ? . . . él sabe que estable.
el p l a c e r sólo crece en un encuentro t r a n q u i l o , relajado,
A p a r t i r de los 50 años, más o menos -y l a m e n t o m u -
lleno de i n t i m i d a d y ternura.
cho la m a l a noticia que os voy a dar, h o m b r e s - las e s t a d í s -
¿ C ó m o se supera este p r o b l e m a ? La r e l a c i ó n sexual ticas d i c e n q u e un h o m b r e de cada ocho se vuelve i m p o -
p u e d e mejorar con la confianza de su pareja, hablándolo tente.
juntos, y, si es necesario, con la a y u d a de un médico. •

Por supuesto, los presentes están excluidos.

Existen varias formas de impotencia: la impotencia or-


g á n i c a , por enfermedad... la impotencia golfa, por abuso...
¡ c u i d a d o , promiscuos! H a y t a m b i é n u n a i m p o t e n c i a m á s
d r a m á t i c a , que es la del parado, el profesional, el obrero,
r
q u e por la p r e c a r i e d a d d e l trabajo no c o n s i g u e hacer el
amor.

Es evidenre q u e para los hombres debe ser u n a auténtica


t r a g e d i a renunciar a las relaciones, a la v i r i l i d a d , a ser acti-
vos sexualmente... Entonces, los que tienen medios se so-
meten a intervenciones dramáticas y t a m b i é n un poco g r o -
tescas.

En el caso de que entre el público haya imporentes... pero


qué d i g o , si entre los presentes nunca hay... me refiero a al-
g ú n p r i m o , a un a m i g o . . . os informo de q u e existen unas in-
yecciones que se ponen "in situ". Preguntádselo al médico.

50 51
A d e m á s , hay numerosas técnicas de ttasplante. El pri- provoca la erección, el de la derecha la deserección... toda
mer método se aplicó en los Estados Unidos, y después t a m - coincidencia política es puramente casual... sin que la d a m a
bién en Europa. Consiste en trasplantar en el sexo mascu- advierta nada... es m á s , ni siquiera se lo cuentan a su m u -
lino u n a prótesis... sólida... que se quedaba siempre... así. jer. ¡Estallaría la guerra de los botones!

Yo me i m a g i n a b a a esos hombres siempre un poco ensi- Es un sistema extraordinario, q u e consigue unas ereccio-
mismados... tiene que ser m u y molesto... potque, si haces el nes fanrásticas. El único inconveniente es q u e cuando se
amor, viene bien... peto en un funeral, por ejemplo... A s í aprieta el pulsador de la deserección, pita: " P i i i . . . " De he-
que algunos dijeron: "Fuera, fuera, que me la quiten". Tam- cho, en el prospecto q u e e n t r e g a n al hacer el t r a s p l a n t e
bién porque esquiaban, y no podían tomar las curvas... aconsejan encender la radio, la tele, y en su defecto, i m i t a r
el tren: " ¡ T u t u u u t u u t u ! "
Después, la ciencia ha s e g u i d o avanzando, y han tras-
plantado una prótesis blanda que se ponía en... "exaltación" Otro sistema es el hilo de plata. La p l a t a es un material
m e d i a n t e un tubito subcutáneo, acabado en una perita. B a s - m u y flexible, que, así como lo pones, se queda. Sólo que es-
taba: (Mima): "Querido, ¿qué te p a s a ? " "... Un calambre... tos hombres ya no pueden viajar en avión... pasan por el d e -
vamos, querida..." ¡Y unos amores...! Diez horas... las po- tector de metales, y... ¡driiinn! Viajan todos en tren.
bres mujeres no podían más.
Hace unos meses, en Estados Unidos, han inventado otro
Y después, aún mejor: el cirujano inserta en el pene una sistema realmente g e n i a l y revolucionario. Su g r a n haljazgo
prótesis conectada a un sofisticado aparato con el q u e hacen consiste en q u e el sexo se pone en erección m e d i a n t e un
r e a l i d a d su sueño de u n a "prestación perfecta". ¿Y cómo mando, sí, como el del televisor... pero con un solo canal.
funciona?
C l a r o q u e u n o no p u e d e acostarse d e s n u d o , con su
Voy a decir cuanto antes un término que odio: ¡escroto! mando. "¿Pero qué haces? ¿Hasta cuando hacemos el amor
Y es que, con todo mi respeto por los hombres... a m í , la quieres ver la t e l e ? " Lo han miniaturizado... en forma de su-
idea del escroto, peor que "orgasmo"... Y nosotras nos reí- positorio... ¿Y dónde se inserta? Creo q u e ya lo habéis en-
mos, pero anda, q u e nos han adjudicado rambién cada nom- tendido.
brecito... ¡Vulva!, o ¡Vagina!... ¿os parecen bonitos? Por no
Los médicos t t a n q u i l i z a n , diciendo: "No tema, es u l t r a -
hablar de "úterooo..." ¡horrendo! ¿Y "ovarios"? Un término
sensible..." "Amor m í o , te amo...", un apretoncito, "Te a m o ,
rural, de gallinero... ves a u n a mujer guapa, elegante... pien-
te amo, te amo", tres apretoncitos, y e l l a exclama: "¡Oh, el
sas q u e tiene ovarios... ¡ A g g g g h h h ! Pero "escroto" es el
obelisco de Ramsés IV!"
peor, parece el nombre de u n a l o m b r i z : "¡Ahaaa! ¡ U n es-
croto, aplástalo!" Atención a tres advertencias fundamentales: 1) Que las
pilas estén siempre cargadas; 2) Que no c a i g a en manos ene-
Bueno, pues bajo la piel del escroto se insertan dos in-
m i g a s ; 3) ¡ N a d a de sustos!
terruptores, dos botoncitos m i n ú s c u l o s : el de la i z q u i e r d a
• Y* '
52 53
guntó: " M a m á , ¿las mujeres cómo se masturban?" Mi a m i g a
se cortó un dedo.

Mi a m i g a es progre, y con su marido había explicado a


sus hijos, con delicadeza y tacto, el acto sexual... cómo, na-
LOS CHICOS Y S U S INSEGURIDADES cen los niños... empezando por las mariposas, pobres m a r i -
posas... y se sentían padres progresistas, ejemplares... pero ni
se les había pasado por la m e n te hablar de masturbación.

H e m o s comprobado q u e los hombres t a m b i é n sufren. Así que, horrorizada, l l a m ó a su marido. "Ven... tu hijo

Las madres con hijos varones lo saben m u y bien, porque al quiere hablarte." Llega el padre, ¿y sabéis lo q u e le dice a

verlos crecer han podido seguir de cerca todas las fases del su hijo? "Esas no son p r e g u n t a s que hacerles a los padres.

desastre. Pregúntaselo a tu novia", cuando todo el vecindario sabía


que el pobre chico no conseguía ligar. ,
Cuando son adolescentes, se enamoran cada diez minu-
Otro día, e! hijo de mi a m i g a le espetó: " M a m á , padezco
tos, y casi nunca son correspondidos. Entonces caen en de-
de eyaculación precoz". Casi todos los chicos tienen ese pro-
presión, y a veces también se les cae el pelo, por alopecia,
blema... y muchos adultos, también. Me consta.
una enfermedad psicosomática causada por frustraciones, in-
seguridad y angustia. La verdad es que los pobres se ponen Mi a m i g a , aterrada, no sabía qué aconsejarle, pero en
feísimos, con esas calvas en el pelo, y el acné juvenil multi- unas cuantas noches de insomnio ideó un sistema que pensó
plicado por mil... podía funcionar: las m a t e m á t i c a s .

U n a í n t i m a a m i g a m í a me contó que su hijo adelgazó El hijo: "¿Las m a t e m á t i c a s , m a m á ? "


diez k i l o s . Un día le p r e g u n t ó a su madre si podía leer "La " S í , las m a t e m á t i c a s . Son tu salvación, porque te d i s -
revolución sexual", de W i l h e m R e i c h . " ¡ S í ! " , contestó rá- traen. Tú empiezas a hacer el amor, y en s e g u i d a te alejas
p i d a m e n t e mi a m i g a , sabiendo q u e si dices q u e no es peor, m e n t a l m e n t e , haciendo c u e n t a s c o m p l i c a d a s . 7 x 9: 5 x
porque de todos modos lo leen a escondidas. "Pero", aña- 22... ¡Verás cómo lo consigues!"
dió, "te advierto que es un libro difícil, científico... léelo
"Vale, mamá, lo probaré".
con calma, y si no entiendes nada (Con voz abogada), pre-
g ú n t a s e l o a tu m a d r e -o sea, a e l l a - q u e tu madre te lo ex- L l e g a el d í a del g r a n e n c u e n t r o , y t o d a la f a m i l i a :
plica". " ¡ Á n i m o , estamos c o n t i g o ! ¡A g a n a r ! " Ei chico vuelve a
casa: "¿Qué tal te ha ido?"
Y es que las madres, en los momentos delicados, sacan
unos tonos... Y así fué como un d í a en que mi a m i g a estaba "7 x 9.-. ¡y acabé, mamá!"
cortando verduras para u n a sopa, entró el inocente y le pre- Los que aplauden... son todos eyaculadores precoces.

55
"¡Que no, m a m á ! El h i m e n está un poco más arriba".
Más tarde, el chico, que era tenaz y creativo, se inventó
otro sistema. " M a m á , he encontrado un sistema extraordi- "¿Pero q u é dices? El h i m e n está al principio del sexo..."
nario: cuando siento q u e me excito demasiado, contraigo
"Que no, m a m á , está por lo menos dos centímetros más
con todas m i s fuerzas los m ú s c u l o s del bajo v i e n t r e . . . ¡y
a g u a n t o , m a m á , aguanto!" arriba..."

"¿Quieres saber más q u e y o ? "


Se cogió una c i s t i t i s .
Y él: "Se te ha olvidado..."
Después, por fin, encontró una chica amable, q u e lo sa-
bía casi todo sobre el sexo, y con ternura y delicadeza le Mi a m i g a , enfadada, l l a m a a su ginecólogo, que le dice:
hizo comprender que la relación sexual no es un concurso de " ¿ A tu edad aún quieres saber dónde está el h i m e n ? De to-
la tele... y lo salvó. dos modos, tiene razón tu hijo, el h i m e n está un poco más
arriba".
Le creció el pelo, le desapareció el acné, se puso hasta
guapo. Lo m a l o era que empezó a darse importancia, y mi Cuento esto pot si hay a q u í a l g ú n chico que quiera ex-

a m i g a me contaba q u e en su casa no se podía hablar de p e r i m e n t a r el... mete-saca... ¡Cuidado, pataos a tiempo! R e -


sexo... sólo él sabía... ¡sólo él la tenía! cordad que vuestro sexo no tiene hombros, va solo... ¡po-
nedle un tope!
Un día, a los 16 años... salía con una jovencita, segura-
En fin, hay una g r a n desinformación, y encima afronta-
m e n t e virgen... mi a m i g a , preocupada, le dice: "Ten c u i -
dado, no h a g a s tonterías, que esa niña seguramente es vir- mos el problema con agitación y a n g u s t i a . ¡Calma, es i m -

gen". Y él: " M a m á , ¿de qué hablas? Sé perfectamente lo que prescindible tener calma!
hago".

"¿Qué quieres decir? ¿Qué es lo que haces?"

"Sólo hago... -ahí se cortó un poco- sólo hago un m e t e -


saca..."

" ¿ Y eso q u é es?"

"Me lo han enseñado mis a m i g o s mayores... sólo m e t o la


puntita..."

"Pero, ¿tú eres tonto? ¿Cómo que la p u n t i t a ? ¿Y l u e g o ,


cómo paras? ¿Lo m i d e s antes? ¿Te atas una cuerdecita, o un
cascabel? ¡La puntita! ¿Es q u e no sabes que el h i m e n está al
principio del sexo femenino...?"
EL ZEN EL CLÍTORIS

¿Qué podemos hacer para mejorar esta situación?


Mi a m i g a comprendió que la vida sexual de su hijo iba
A n t e todo, hace falta un poco de Zen.
mejorando r á p i d a m e n t e el día en q u e él l l e g ó todo con-
¿Qué tiene q u e ver el Zen con el acto s e x u a l ? Tiene, tento, g r i t a n d o : " ¡ M a m á , m a m á , he encontrado el clítoris!"
tiene... Ella no entendió. ¡De verdad, no entendió! Se trata de un
El Zen, como sabéis, es una filosofía oriental, y no hace término que no forma parte de nuestra cultura, del lenguaje
falta irse a la India para encontrar a a l g u i e n que os la en- cotidiano... ¿Cuánta g e n t e nace y m u e r e sin haber pronun-
señe. Ahora m i s m o , hay más santones hindúes en... (Nombre ciado jamás la palabra "clítoris"? No sueles ir preguntando
de la ciudad) que en Calcuta. a la gente: "¿Cómo s i g u e el clítoris de su n i ñ a ? "

Los hindúes del "tantra y o g a " y ios taoístas chinos des- A s í q u e mi a m i g a rio entendió, y le contestó: "¿Ah sí?
cubrieron que el acto sexual, si se vive correctamente, es un ¿Y cuándo se te había perdido?" Su hijo se enfadó m u c h í -
m e d i o extraordinario para desbloquear nuestras corazas psi- simo. "¿Pero cómo, m a m á , me pides q u e confíe en tí, que
cológicas, nuestras ansiedades, y para hacernos m á s toleran-
te lo cuente todo, y ahora te burlas de m í ? " Y mi a m i g a :
tes y sociables, menos agresivos. Pero hay que l l e g a r a vi-
"No, cariño, es que no te había entendido..." Pero cuando
virlo bien.
comprendió q u e para él era un acontecimiento importante,
El Zen nos enseña a distanciar la mente, a "liberarnos".en y q u e tenía m u c h o mérito, porque... sed sinceras, mujeres,
el encuentro amoroso, olvidando las tribulaciones de la vida a los hombres les resulra muy, pero q u e m u y difícil encon-
cotidiana, a concentrarnos en lo que estamos haciendo. Por- trarlo... cuándo por fin c o m p r e n d i ó , le a p l a u d i ó y todo:
q u e , seamos sinceros, c u á n t a s veces estamos h a c i e n d o el "¡Bravo, bravo, bravo!"'
amor: "Te quiero, te quiero, te quiero... ¡Dios m í o , la ba-
sura!" A los occidentales nos resulta difícil desconectat de los No es fácil encontrar esa parte m i n ú s c u l a de nuestro
problemas cotidianos. Menos a los napolitanos, que con un sexo.
lenguaje quizás demasiado... directo, demuestran haber com-
Vino a verme un día un chico que me conocía, y me dice:
prendido todo con su dicho: "¡La polla no quiere follones!"
"Este es el reléfono de mi novia. L l á m a l a y dile que tiene
Os he explicado el Zen en tres palabras. m u y m a l a idea, y que es una i m b é c i l . " "No puedo, ni si-

58 59
Me alegro de q u e las señoras y señoritas se hayan reco-
quiera la conozco... además, ¿por qué, qué te hace?" "¿Qué
nocido. La verdad es que yo q u e r í a proyectar un sexo fe-
me hace? ¡No colabora! Yo no consigo encontrar esa parte
m e n i n o en sección, a u m e n t a d o q u i n i e n t a s m i l veces, para
de vuestro cuerpo: estamos en la cama, desnudos, haciendo
poder conrinuar con mi lección, pero me lo han desaconse-
el amor... yo me e m p l e o a fondo... y e l l a , como u n a ser-
jado. "¡No puedes! El sexo femenino en sección, ya en pe-
piente, con, la boca tirante, me sisea: "¿No lo encuentras,
queño es horroroso... si e n c i m a lo a u m e n t a s quinientas m i l
eh?"... Yo no me desanimo, sigo adelante, y ella g é l i d a , m o -
veces... ¡les bloqueas la erección a los caballeros presentes
viendo los ojos de un lado a otro: "¡No!... ¡No!... frío, frío..."
en los próximos dos meses!" A s í que me han dibujado es-
Chicas, no debéis. Tenéis que a y u d a r a vuestros chicos. tas flores, pues, como sabéis, a l g u n a s flores son el símbolo
Para ellos es un d r a m a encontrar el clítoris... incluso para del sexo femenino.
ios que han estudiado a fondo el sexo en los libros, y lo sa-
Bien, trataré de que quede claro incluso así.
ben todo de la Florida.'., a nivel geográfico, claro.
He a q u í el sexo femenino. ,
Teoría y práctica no siempre van juntas.
Dice el poeta: "Es la madre de todas las delicias.;'
A d e m á s , en los libros se leen unas descripciones terrorí-
ficas. Es un retazo de cielo situado entre los suaves muslos.

Os leo una, m u y erudita: •


Se encuentra bajo u n a m a t a de vello rizoso. Incluso las "
muchachas de cabellos lisos exhiben m i l a g r o s a m e n t e tupi-
"Situaos i d e a l m e n t e en m e d i o de los senos -qué lejos
dos ticitos, lo que es un gran misterio.
empieza éste- después trazad una línea recta hacia el o m -
b l i g o -te ios i m a g i n a s con su regla: "No te rías, q u e me Al i g u a l que una rosa, el sexo femenino está rodeado de
tuerzo"- después proseguid en dirección al pubis -nos va- pétalos suaves..."
mos acercando- cruzad la selva oscura - ¡ q u é miedo!- y al l l e - Los poetas lo han l l a m a d o con n o m b r e s maravillosos:
g a r a la c i m a del monte de Venus i n i c i a d el descenso por la t e m p l e t e del amor, fabuloso bosquecillo del paraíso...
v e r t i e n t e opuesta -como en los J u e g o s O l í m p i c o s de In-
vierno- por el interior de la cañada, s e g u i d el suave relieve, También los hombres sencillos han inventado términos

y en el centro del cañón: ¡el clítoris está ahí!" poéticos:

mariposa, ciruela, melocotoncito, albaricoque oloroso...


No lo encuentra ni uno.
Luego llegaron los guarros... mejor no mencionarlos.
Todo io que deberíais saber y que ni siquiera vuestro g i -
necólogo os ha contado. Vamos al punco. ¿Dónde se sitúa esa parte de nuestro
sexo que, bien e s t i m u l a d a , p e r m i t e a la mujer alcanzar el
(Aparece en escena un panel con flores pintadas, que aluden al
orgasmo?- (Indica un punto en una gran flor del panel)
sexo femenino: orquídeas, etc.)

61
60
A q u í está 'el clítoris... q u e el 9 0 % de los hombres i g - Desde luego, no ordenando: " ¡ A g u í ! o ¡ A l l í ! " , sino con
nora dónde se encuentra, y el 1 0 % restante aún lo está bus- delicadeza. Debéis tomat las riendas de la situación, y, más
cando. aún, guiarles la mano. No podéis pretender que los hombres
salgan solos de su neurosis de dominación. Su mente está
El clítoris, por si no lo sabéis, es la reproducción exacta
demasiado atascada. Debéis enseñárselo todo.
del sexo masculino. Las mujeres tenemos un pene en m i -
niatura... ¡tenemos un "penín"!... ¿de qué nos quejamos? U n a vez que le hayáis explicado todo sobre vosotras, su-
perando timideces, ganando confianza, tendréis también que
Además del "penín", tenemos otro punto erógeno en el
interior de nuestro sexo, que es el fantástico punto "G". En descubrir cuáles son los puntos importantes del sexo m a s -

todo el mundo se habla del p u n t o "G", peto sólo unos po- culino.
cos lo han encontrado. Hemos exaltado la belleza del sexo femenino... no pode-

¿Qué es el punto G? mos de¡ar de alabar la del sexo masculinp. ¡Es hermoso!... si
os fijáis bien, es hermoso... Bueno, cuando está así, e n re-
G... G viene de Gráfemberg, un profesor que descubrió
poso... con. ese bamboleo... no es que sea m u y exaltante...
su existencia en 1 9 4 4 . . . ¡y a nosotras nadie nos ha dicho
¡pero me cae simpático!... me entran ganas de darle tironci-
nada!
tos,. como si fuera la cola de un gato... Pero cuando se yer-
Dice el profesor Gráfemberg: "El p u n t o G es un punto g u e en toda su potencia... yo, al principio, estaba conven-
erógeno que se encuentra en el interior del sexo femenino, cida de q u e dentro tenía un hueso... ¡es hermoso!
y no es más que la prolongación del clítoris".
Para los hombres, las m e d i d a s representan un auténtico
¿Dónde está el p u n t o G? Entrando... no os riáis, no en- d r a m a . Hombres, os aseguro que en absoluto son impor-
cuentro otro verbo... entrando... bajo el hueso púbico... y tantes. Lo que importa es cómo u t i l i c é i s vuestro sexo. Por
subiendo... lo encontramos en el p r i m e r tercio inferior... e j e m p l o , hacer reír a u n a mujer es sexoalmente más impor-
i No queda nada claro! El profesor Gráfemberg nos ayuda. tante q u e las medidas del pene. A d e m á s , un hombre de pro-
Dice: " i m a g i n a d en el inrerior de la v a g i n a un reloj -un re- porciones reducidas puede satisfacer p l e n a m e n t e a su pareja,
l a j p e q u e ñ o , claro- con las m a n e c i l l a s hacia el o m b l i g o , porque se empleará realmente a fondo.
marcando las once y cinco. A h í está el punto G".
P u e d e q u e n a d i e os lo h a y a d i c h o , pero él t a m b i é n
Pero, atención: tanto el clítoris como el punto G, no po- tiene... su clítoris... que deberíais saber dónde está... Si no
déis pretender que ellos los-encuentren solos ./Ellos nunca I c s a b é i s , chicas... ¿de qué nos quejamos? De todos modos,
encuentran nada. está arriba, en la punta...

A s í que, chicas, como no empecéis a darles indicaciones Y no sólo, además del clítoris, también tienen su fan-
m á s concretas, los chicos nunca aprenderán. tástico punto G, y ni siquiera lo saben.

62 63
El p u n t o G de los h o m b r e s e s t á . . / c u a n d o me enteré
formática ni un concurso de hula-hoopJ/Calma. Podéis q u e -
pensé: "La m a d r e n a t u r a l e z a se ha v u e l t o loca"... porque
daros quietos, j u g a r a respirar en sincnSuaTalternándoos...
m i r a que ponerlo ahí, eri un sitio tan difícil de localizar...
o bien soplar suavemente en las orejas o en el cuello, abra-
¿no podía haber encontrado un sitio más cómodo y accesi-
zaros bajo la d u c h a cubiertos de espuma, o masajearos m u -
b l e ? . . , está en la base del pene... en la raíz del sexo... por
t u a m e n t e los pies..i obviamente, si q u e t é i s masajearos los
dentro.
pies haciendo el amor al m i s m o t i e m p o , debéis buscar una
Los expertos aseguran que si, una vez localizado, esti- postura adecuada, para evitar fracturas, luxaciones o infar-
m u l á i s ese punto... ¡oiréis el a u l l i d o del coyote! tos... La cara está contraída... cuántas veces hemos visto a
nuestra pareja con la cara contraída... ¿Por qué? Porque la
No os paséis toda la noche buscando el p u n t o G.
m e n t e está a l e r t a , activa, ansiosa, q u i e r e un orgasmo, lo
^ C o n esto n o quiero decir que l a técnica sea l o m á s i m - q u i e r e absoluto, lo quiere estruendoso, lo quiere total. No,
portante en el acto amoroso|p^ero si quieres p a r t i c i p a d etyéí todo lo contrario, se necesita c a l m a , m u c h a c a l m a . Empe-
TTour de Francia tienes que saber montar en bicicleta. zad por relajar todos los músculos... bueno, todos no... res-
pirad profundamente, sentid a vuestra pareja, escuchad
Os ruego q u e no me malinterpretéis.
cada centímetro, las manos en las manos, escuchad el calor
Para m í , ante todo están los s e n t i m i e n t o s . Sobre todo de su cuerpo, los latidos de su corazón... oled sus cabellos,
para u n a mujer, es importante el "antes" y el "después" de esperando q u e estén l i m p i o s . . . en un contacto t o t a l J S e n t í o s
la relación sexual. pulsar Cuando estéis en perfecta sintonía, y vuestro cuerpo
sabe cuándo es el m o m e n t o , podéis empezar la danza. S í , es
Los hombres se preocupan tanto por las m e d i d a s de su...
realmente una danza, como el vals, pero sin pasos marca-
cosa, por su consistencia, por cuántas veces hacen el amor,
que no comprenden q u e a nosotras nos importa m u c h o m á s
dos.
un m i m o , u n a atención, una caricia, un detalle... un M e r - Para seguir esa danza, debes dejar de pensar, debes en-
cedes... es broma. trar en otro estado de consciencia. Debes olvidar tus a n g u s -
tias, y dejar que tus emociones fluyan sin temor.
L l e g a d o s a este p u n t o , tenemos q u e afrontar el t e m a
central de nuestra charla: el acto sexual por excelencia. Ya Otra vez el Zen, pertTmejor explicado...
sé q u e todos los hombres españoles, como los i t a l i a n o s , y
' Y al final, el orgasmo alcanzará proporciones bíblicas.
los franceses, son fantásticos en el p r e l u d i o amoroso, en los
juegos e r ó t i c o s . / p e r o , sobre todo para esos otros h o m b r e s Os deseo m u c h a suerte. Y si es así, enviadme u n a pos-
un poco frágiles, q u e tienen más dificultad, este es mi con- tal: "Querida... ¡era verdad!"
sejo: abandonad todo propósito de "quedar bien", de s e d u -
Quiero deciros que para mí no hay nada más hermoso-
cir p r e c i p i t a d a m e n t e , de alcanzar el placer a toda costa, y
a u e el sexo... el sexo enamorado, homosexual o heterosexual,
cuanto antes. C a l m a . El acto sexual no es un examen de i n -
.. . ' »
mientras h a y a amor.

64
65

O ff\(\C>p>0
Queda el pequeño problema de cómo encontrar el alma
gemela... o, por lo menos, el a l m a prima... es difícil, pero
recordad que no sólo hay que romar, recibir, Sino dar, dar
generosamente.

El amor es g r a n d e . Por él vale la pena soportar las colas ¡FANTASÍA, MUCHACHOS!


extenuantes, insoportables, en las ventanillas de la vida.

De todos modos, la técnica, el conocimiento, tienen sü


importancia. No sabet nada de tu propio cuerpo y del de tu
H a y cosas que d i s g u s t a n t a m b i é n a las chicas. Por ejem-
a m a n t e no a y u d a a comprenderse.
plo, además de la falta de delicadeza, las mujeres reprochan
Por ejemplo, muchas mujeres se dejan impresionar por a los hombres su escasa fantasía. Para el h o m b r e , el arte
la idea del hombre fuerte, inoxidable, indestructible. Y en amatoria se reduce a m e n u d o a un m o v i m i e n t o obsesivo en
cambio los hombres son m u y frágiles, hay que m i m a r l o s , émbolo, como si desatascase un lavabo... s i n d u d a m u y agra-
rratarlos con suavidad. dable para él, que tiene síndrome de fontanero... pero para
nosotras, no ranto.
Su... cosa t a m b i é n es delicadísima, hipersensible. Si la
a g i t á i s como si se tratara de una zambomba... ellos no di- Atención, hombres: hay qUe tener oído, es fundamental.
cen nada, por no quedar m a l , pero en realidad sufren... no Sólo si escucháis y lográis complacer los deseos de vuestra
les g u s t a nada que se la restreguéis conrra la cremallera del compañera, p o d r é i s r e g a l a r l e sensaciones placenteras. A s í
pantalón, o se la esrrujéis como un calcetín. que calmaos. Ella no es u n a m á q u i n a "flipper".

Esto para los hombres. En cuanto a las chicas y las m u -


jeres... convendría q u e , j u n t o con las notas de octavo de
E C T B , se les entregara un m a n u a l con el título: "La Florida...
y aledaños, instmcciones para el uso".

66 67
incontinencia en pocos meses. Lo m a l o es que nadie nos lo
ha dicho.

También se ha descubierto una estrecha relación entre la


atrofia de los músculos pélvicos y la frigidez. A u n q u e es ob-
¡CANTA! vio que la dificultad para alcanzar el orgasmo tiene causas
no sólo musculares, sino también psicológicas.

Pero lo cierto es que muchas mujeres han conocido el


A propósito de no saber las cosas, hay algo m u y impor- orgasmo sólo tras haberse ejercitado en la g i m n a s i a v a g i n a l .
tante y m u y serio de lo que os quiero hablar: la g i m n a s i a se- H a y q u e mencionar que la movilización v a g i n a l puede a y u -
xual. daros en ios casos de dificultad pata quedaros embarazadas...
es una a y u d a mecánica para los espermatozoides en marcha
Se la enseñan a las mujeres cuando van a dar a l u z , pero
hacia la ansiada meta: " ¡ Á n i m o , chicos, corred!"
c o n v i e n e saber q u e d e b e t a m b i é n a p l i c a r s e e n e l amor.
Suena t e r r i b l e . . . en fin, es la g i m n a s i a v a g i n a h ¡Qué e s - Estos músculos también son importantes en la relación
panto! sexual. Viene a verme una a m i g a , a d u l t a , no una jovencita
inexperta, llorando desconsolada. " ¡ M e ha dejado! La culpa
En los países escandinavos enseñan esta g i m n a s i a en el
es m í a ^ q u e no lo sé hacer..." "¿Qué es lo que no sabes ha-
b a c h i l l e r a t o inferior, a las chicas y t a m b i é n a los chicos.
cer?" "No sé acariciarle el sexo". "Bueno, no te desesperes,
¿Por q u é es i m p o r t a n t e esta g i m n a s i a ? Para los hombres:
no es tan difícil... i m a g í n a t e que estás haciendo la masa para
evitará que a los 50 años empiecen a tener molestias en la
la empanada... sin rodillo, claro... a menos q u e sea maso-
próstata, que pueden desembocar en operaciones... porque
quista..."
el stress de tantas decepciones, los esfuerzos, las a l e g r í a s , las
relaciones sexuales acaban ahí, en la próstata. "No, si eso sí, no es por presumir, pero me sale m u y
bien. No sé acariciarle con mi sexo. Estábamos haciendo el
P a t a las mujeres: el sexo femenino es un p r o d i g i o de
> amor... "¡Basta, me voy!", me dice. "¿Pot q u é ? " "Tu sexo
i n g e n i e r í a g e n é t i c a , q u e contiene unos m ú s c u l o s q u e n o
está paralizado, ¡atrofiado!" "¿Atrofiado? ¡Dios mío!" "Sí, no
u t i l i z a m o s , y por lo tanto se van d e b i l i t a n d o , lo q u e p r o -
respira, no me acaricia... no habla... no canta... ¡está mudo!",
voca... no es m u y poético... después de la menopausia, la
y se largó.
incontinencia u r i n a r i a , a p r o x i m a d a m e n t e en el 5 0 % de las
mujeres. Un trastorno q u e aún hoy hay q u e resolver con P e r d o n a l a p r e g u n t a i n d i s c r e r a , pero eres m i m e j o r
cirugía. a m i g a . . . ¿el tuyo canta?"

Desde hace más de 50 años se sabe, por el contrario, q u e ¡Qué apuro! "Si canta, yo nunca lo he oído. Vamos a in-
la reeducación m u s c u l a r p e r m i t e a la mujer liberarse de la formarnos".

68 69
Vamos a ver a una a m i g a común, una tal Rosalía, una Y vi realmente cómo mi a m i g a cogía su cerebro y lo m e -
morena imponente, toda corazón-sexo-experíencia. Seguro tía ahí... se concentró, y la otra le decía: "Respira a fondo.
que su Florida cantaba, y hasta hacía gorgoritos... Los hom- Contrae los músculos".
bres se volvían locos por ella.
Mi a m i g a la de la Florida atrofiada estaba concentradí-
"Vosotras, las mujeres -griró, como si ella fuera un hom- sima, y de pronto empezó a gritar: "¡Se mueve! ¡Ya sé, ya
b r e - estáis poco f a m i l i a r i z a d a s con esa zona de vuestro sé! ¡Lo he conseguido! ¡Ya habla... y pronto cantará!", y des-
cuerpo. Es una zona abandonada. Es como si tuvierais un nudándose por el camino corrió a los brazos de su amado.
Biafra entre las piernas". (Alpúblico) Ahora os toca a vosotros. A q u í no, bonita, no
Me quedé muerta. ¡Y yo que creía tener una Florida! tenemos tanta confianza... Practicad en casa continuamente,
tanto si sois jóvenes como si ya no lo sois tanto. En cual-
"Por eso vuestros hombres os engañan. Tenéis que ejer- q u i e r lugar, en el metro, o en el dentista.
citarla, controlarla, ¡relajarla! U n a Florida viva y adiestrada
Es evidente que el hombre puede sentirse desplazado...
es como la escalera de caracol del Parnaso... se contrae, se
ya no es él quien d i r i g e la danza. Su sistema de "adelante-
enrosca, se desdobla, ¡baja y sube! La m í m i c a del sexo fe-
atrás" se reduce a una banalidad de aficionado frente a vues-
menino es m u y ' v a r i a d a " .
tras posibilidades orquestales de solistas de' arpa y clavicor-
"¿La m í m i c a ? " , preguntamos las dos, atónitas. dio bien afinado.
" ¡ S í , habéis oido bien, la m í m i c a ! Podéis hacerla expre- Cara a cara con esa Florida prensil, el hombre puede sen-
siva... en actitud asombrada... deslumbrada... risueña... me- tirse atenazado en los anillos de una anaconda de ocho m e -
lancólico-ausente..." tros, y, tras la primera "caricia interna" q u e le hagáis... ¡es
capaz de huir atetrorizado! No p e r m i t á i s q u e le de un sín-
"¡Oh, Dios mío!"
cope del susto. Recordad q u e el 9 0 % de los "infartos copu-
"¡Oscila, se estremece! Podéis m o d u l a r ' g e s t o s íntimos, l a n d i " se producen por "shock de v a g i n a neumática".
como si fuese una mano... Podéis bascular e incluso aspirar
Pero un hombre que h a g a el amor con vosotras... si no
a un hombre dentro de vosotras... Lo bueno de estds m ú s -
se asusta demasiado... se volverá l o c ó , y vendrá a buscaros a
culos es que podéis ejercitarlos en cualquier parte, porque
g a t a s , maullando...
n a d i e os ve hacer esra g i m n a s i a . Podéis h a c e r l a i n c l u s o
ahora, no os dé vergüenza. ¡Es la liberación sexual! Á n i m o ,
probad".

Yo dije: "Yo no pruebo nada", pero mi a m i g a : " ¡ D i m e ,


d i m e lo que tengo que hacer!" "Mete tu cerebro a h í den-
tro".

70
"Gracias, viejo sabio santón, hemos comprendido... cada
d í a un amor diferente, rico en fantasía..."!

Y empiezan a enroscarse en apareamientos tan enrevesa-


dos, q u e luego no conseguían desenredarse... Hacen el amor
cabeza abajo, dando v o l t e r e r a s . J El joven inventa el amor
LA F Á B U L A DE LOS TRES DESEOS
encestado: hace sentar a su a m a o a en u n a g r a n cesta sin
fondo, con las piernas colgando, y la suspende con tres cuer-
das de u n a v i g a del techo... luego hace g i r a r el cesto. Las

Y ahora, para terminar el espectáculo, una a n t i g u a fá- cuerdas se trenzan, la cesta sube... él, desnudo y excitado,

bula m e d i e v a l , un "fablieux" de origen provenzal, t i t u l a d o : con su pirindolo tieso hacia arriba, se tiende desnudo de-

"La fábula de los ttes deseos". bajo de la cesta sin fondo, por la que, asoman las nalgas de
su a m a d a . " ¡ S u e l t a las cuerdas!" Las cuerdas se desenroscan,
C u e n t a la h i s t o r i a de dos jóvenes enamorados q u e se la cesta baja g i r a n d o como un sacacorchos, y él la ensarta,
quieren tanto, pero tanto tanto, que están siempre enrosca- en un remolino vertiginoso... los dos a m a n t e s g r i t a n , enlo-
dos y abrazados, amándose en su amor desnudo, cubiertos q u e c i d o s . ¡Después, un estruendo! Las cuerdas se parren.
tan sólo por sus brazos y piernas y manos y boca abierta, be- ¡Dios, qué destrozo! Cesta-piernas-nalgas en un montón de-
sándose por todas p a i t e s , apasionados hasta la locura. Pero sastrado... a u l l i d o s de placer como si les descuartizaran...
entre tanto j ú b i l o sienten u n a congoja, u n a aprensión de Después, él tiene que caminar doblado en dos, y ella pasa
miedo. u n a semana sentada en un batreño con hielo, temblando.
¡Pero no hay q u e rendirse y decir basta! Y de nuevo tienen
'¿Nos ocurrirá como a tantos enamorados q u e conoce-
q u e i m a g i n a r maneras fantásticas de hacer el amor.
mos, q u e estaban también ciegos de amor, y m a u l l a b a n a la
l u n a en todas las noches de este m u n d o ? Pero en un i n s -
Se sientan en dos columpios q u e c u e l g a n uno enfrente
tante su pasión se disolvió como por encanto, y ahota ya casi
del otro. Él a un lado, ella al otro, se lanzan... " ¡ A h ! ¡Aha-
ni se conocen.^/VJ
haah!", se encuentran. ¡Dios, qué choque! ¡ N A C ! A u l l i d o s
/Los ^aráarítcjá'acuden en busca de consejo a casa de un de tigres y leorjas. ¡Como animales desriñonados, pero feli-
viejo sabio, un santón, que les espeta esta sentencia: " H i -
jos, si queréis s e g u i r enamorados hasta el infinito, tendréis ¡Y no se detienen! Hacen el amor bajo el a g u a , en el
que i m a g i n a r cada d í a nuevas formas de amor, ricas en fan- mar, abrazados en un río crecido, entre petatdos y fuegos
tasía". artificiales... abrazados en la grupa de un caballo al galope...
'¿Cada d í a ? " Por fin, destrozados, se acercan a la orilla del río a tomar el
aire:
'¡Cada día!"

73
"¿Qué hacemos ahora?" dos mariposas bajo las axilas, y en el ombligo... hasta en las
p a l m a s de las manos, y en las plantas de los pies. ¡Qué ban-
Ya no les quedan ideas... ¡se han vaciado!
quete, esto sí que es hacer el amor! ¡Cómo gritan! Jadeos,
Pero.... ¿ q u i é n b r i n c a entre las p i e d r a s , al borde del temblores, quejidos en falsete, m a u l l i d o s , revolcones... Y las
a g u a ? Es un pez... un pez de oro, q u e g r i t a : "¡Socorro! ¡So- fieras del bosque: "¿Pero qué bicho es ese?"
corro! U n a ola me ha arrojado a la orilla y no sé regresar
U n a s e m a n a más tarde, g r i t a n al unísono: " ¡ B a s t a yal
al a g u a . . . si me a y u d á i s , os' h a r é un b u e n r e g a l o . " Los
¡Respiremos!" "Tengo hambre", jadea ella, extenuada. "¡Yo
amantes arrojan al pez de oro al río. "¡Gracias, hijos!", chi-
también!", g r u ñ e él, casi sin aliento. "Pero cómo voy a ir a
l l a el pez, saltando sobre las olas. "Para demostraros mi
la compra... m í r a m e -dice ella- ¿Cómo voy a aparecer de-
a g r a d e c i m i e n t o por vuestra generosa a y u d a os concederé el
lante de la gente con una mariposa en la frente y otras dos,
don de expresar rres deseos q u e se harán r e a l i d a d " , y desa-
bien a la vista, en las orejas? Y no sé cómo podré caminar
parece.
con estas dos debajo de los pies... ¡y además tendré que po-
"¿No será una broma?", dice ella. "Bueno, por probar... nerme las bragas en las manos, para tapar estas dos, que pa-
Pez de oro, quisiera hacer el amor con mi enamorada sin recen e s t i g m a s ! " "Yo t a m b i é n -dice él- con tantos p i r i n d o -
decir basra. Para ello necesito que me broten muchos p i r i n - los en l u g a r de los dedos de los pies, ¿qué zapatos me voy
dolos por todo el cuetpo". Y, ¡PLAM!, ¡ M I L A G R O ! , al jo- a poner? ¡Por no hablar de esta nariz en pirindolo, que se
ven le brota un p i r i n d o l o en la cabeza. "¡Oh, m a r a v i l l a ! me pone tiesa cuando pasa una muchacha!"
¡ M á s , quiero m á s ! " ¡PLAFF!, le sale otro en el o m b l i g o . De golpe, por p r i m e r a vez, el joven contempla a su ena-
" ¡ M á s , más!", dos en las rodillas... ¡Dos en las n a l g a s ! Y morada en su totalidad. Suelta una gran carcajada: " ¡ J a , ja,
también en los dedos de las manos... y dos grandotes en los perdóname,' pero no tienes m u y b u e n aspecto con tantas
dedos gordos de los pies... y en los otros dedos, unos p i r i n - mariposas! ¡Pareces un colador!"
dolitos más pequeños...
''Pues tú no te has visto con tanto pirindolo... ¡Si pare-
"Por ahora basra, g r a c i a s " , y se van a hacer el amor. ces u n a m i n a con piernas!"
"¡Qué maravilla!", dice él. "Sí, sí, parece que estamos en una
Se ríen los dos como locos... pero poco a poco sus risas
feria -jadea ella, m e d i o desmayada- pero me sienro como un
se transforman en sollozos desesperados. " ¡ M i r a , somos dos
huevo escalfado, picoteado por treinta g a l l i t o s . No puedo
monstruos!" "¿Sabes lo q u e te d i g o ? -dice él- Vamos a usar
seguirte, para esrar a ru altura tendrían que brotarme tan-
el tercer deseo para volver a ser como antes".
tas mariposas como tú tienes pirindolos".
Dicho y hecho: desaparecen pirindolos y mariposas de
Dicho y hecho: el segundo deseo se hace realidad. A la
m á s , y se abrazan, por fin contentos.
joven le brota una l i n d a mariposa en la frente, y otras dos
en las orejas, ¡tan graciosas! En cada n a l g a le nace un bos- "¡Necios, locos! -les g r i t a el viejo sabio santón, asomán-
q u e c i l l o de labios y labiecitos de placer... Le brotan otras dose por la ventana- ¿En qué lío os habéis m e t i d o ? "

74 75
"¡Pero si nos lo has aconsejado tú, santón: i m a g i n a o s
cada d í a nuevas formas de hacer el amor!"

"Sí, pero no para inventaros un K a m a s u t r a exagerado,


con doscientas posturas y ese montón de pirindolos y m a r i -
posas para acoplaros en m ú l t i p l e s combinaciones. ¡Vaya par
de bobalicones! El amor se salva renovando su ternura. La
fantasía maravillosa *s volver a encontrar juntos, h e m b r a y
varón, maneras nuevas y diferentes de ofrecerse m u t u a m e n t e
un sutil s e n t i m i e n t o " .

"¡Oh, q u é idiotas!" -dice e l l a - Lo hemos entendido todo


m a l . Ahora creo q u e descubrir nuevos sentimientos es un
empeño m u c h o m á s difícil que acoplarse con cien p i r i n d o -
los y cien mariposas para renovar continuamente el placer".

Y van los dos a pasear a la orilla del río, con las manos
enlazadas, y la joven dice: "Qué hermoso está el cielo... qué
precioso el sol cuando se pone..." .

Se lanzan tiernas miradas... se dan besitos en la nariz...


sonríen, contentos, y dicen: "¡Esto sí que es s e n t i m i e n t o !
¡Esto sí q u e es amor!"

(Baja lentamente la luz) ,

F i n del espectáculo.

76

También podría gustarte