0% encontró este documento útil (0 votos)
249 vistas4 páginas

Pruebas Proféticas

La obra de Elena G. de White cumple con las 4 pruebas bíblicas para determinar si un profeta es verdadero. 1) Sus enseñanzas están en armonía con la Biblia. 2) Hizo predicciones que se cumplieron. 3) Enseñó que Jesús es el Mesías. 4) Sus enseñanzas produjeron buenos frutos en la vida de las personas y la iglesia.

Cargado por

edgeci
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
249 vistas4 páginas

Pruebas Proféticas

La obra de Elena G. de White cumple con las 4 pruebas bíblicas para determinar si un profeta es verdadero. 1) Sus enseñanzas están en armonía con la Biblia. 2) Hizo predicciones que se cumplieron. 3) Enseñó que Jesús es el Mesías. 4) Sus enseñanzas produjeron buenos frutos en la vida de las personas y la iglesia.

Cargado por

edgeci
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 4

PRUEBAS PROFÉTICAS

Los Testimonios y el lector


Elena G. de White habló y escribió durante 70 años acerca
de las cosas que Dios le reveló. Muchas veces los consejos
fueron dados para corregir a los que se descarriaban de la
verdad bíblica. Muchas veces señalaron la dirección que
Dios quería que siguiera su pueblo. A veces los Testimonios
trataban acerca de la forma de vivir, del hogar y de la
iglesia. ¿Cómo recibieron esos mensajes los miembros de
iglesia?

Desde el comienzo de la obra de Elena G. de White, los


dirigentes examinaron su obra para asegurarse de que la
manifestación del don de profecía era genuina. El apóstol
Pablo nos advierte: “No menospreciéis las profecías.
Examinadlo todo, retened lo bueno”. 1 Tesalonicenses 5:20,
21.
Las pruebas que la Biblia presenta para saber si un profeta
es verdadero se aplicaron a la obra de Elena G. de White. Y
eso es lo que ella quería, porque escribió:
“La obra es de Dios, o no lo es. Dios no hace nada en
sociedad con Satanás. Mi obra lleva la estampa de Dios, o la
del enemigo. No hay medias conclusiones en el asunto”.
La Biblia presenta 4 pruebas básicas para examinar a un
profeta. La obra de Elena G. de White soporta cada una de
ellas.

1. El mensaje del profeta verdadero debe estar en armonía


con la ley de Dios y con los mensajes de los profetas. Isaías
8:20.
Los escritos de Elena G. de White ensalzan la ley de Dios y
dirigen a los hombres y a las mujeres a toda la Biblia. Ella
señala a la Biblia como la única regla de fe y práctica y
como la luz mayor hacia la cual señalan sus escritos, a los
que llama “la luz menor”.

2. Las predicciones de un verdadero profeta deben


cumplirse dentro del contexto condicional. Jeremías 18:7-
10; 28:9.
Aun cuando la obra de Elena G. de White fue muy parecida
a la de Moisés al dirigir y guiar al pueblo, ella escribió de
una manera profética acerca de muchos acontecimientos
que sucederían. Al comienzo de nuestra obra de
publicaciones, en 1848, habló de cómo crecería hasta
circundar el mundo con luz. Hoy día la literatura de la Iglesia
Adventista se publica en 200 idiomas por un monto de más
de 100 millones de dólares anuales.
En 1890, cuando el mundo declaró que no habría más
guerras y que el milenio estaba a punto de comenzar, Elena
G. de White escribió: “La tempestad se avecina y debemos
prepararnos para afrontar su furia... Veremos desgracias
por todas partes. Miles de barcos serán arrojados a las
profundidades del mar. Armadas enteras se hundirán, y las
vidas humanas serán sacrificadas por millones”. Esto se
cumplió en las 2 guerras mundiales.

3. El verdadero profeta confiesa que Jesucristo es venido en


carne, que Dios se encarnó en carne humana. 1 Juan 4:2.
La lectura de El Deseado de todas las gentes hace claro que
la obra de Elena G. de White está a la altura de esta prueba.
Observe estas palabras:
“Jesús podría haber permanecido al lado del Padre. Podría
haber conservado la gloria del cielo, y el homenaje de los
ángeles. Pero prefirió devolver el cetro a las manos del
Padre, y bajar del trono del universo a fin de traer luz a los
que estaban en tinieblas, y vida a los que perecían.
“Hace casi dos mil años, se oyó en el cielo una voz de
significado misterioso que, partiendo del trono de Dios,
decía: ‘Sacrificio y ofrenda, no los quisiste; empero un
cuerpo me has preparado... He aquí yo vengo (en el rollo del
libro está escrito de mí) para hacer, oh Dios, tu voluntad’.
Hebreos 10:5-7. En estas palabras se anunció el
cumplimiento del propósito que había estado oculto desde
las edades eternas. Cristo estaba por visitar nuestro mundo,
y encarnarse... A los ojos del mundo, no poseía hermosura
que lo hiciese desear; sin embargo era Dios encarnado, la
luz del cielo y de la tierra. Su gloria estaba velada, su
grandeza y majestad ocultas, a fin de que pudiese acercarse
a los hombres entristecidos y tentados”.

4. Tal vez la prueba más decisiva de un verdadero profeta se


encuentra en su vida, su obra y la influencia de sus
enseñanzas. Cristo enunció esta prueba en Mateo 7:16:
“Por sus frutos los conoceréis”.
Al contemplar el fruto tal como se manifiesta en las vidas de
los que han seguido los consejos del espíritu de profecía,
vemos que ese fruto es bueno. Los testimonios han
producido buen fruto. Al mirar a la iglesia, sabiendo que
hemos sido dirigidos en varias líneas de actividad gracias a
estos consejos, debemos reconocer que la obra de Elena G.
de White está a la altura de esta prueba. La unidad de
enseñanza en los escritos que fluyeron de su pluma durante
un período de 70 años también constituye un testimonio
positivo en favor de la integridad del don.

También podría gustarte