Batallas de Venezuela 1810 1824

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EL NACIONAL
BATALLAS
DE VENEZUELA
1810-1824
Edgar Esteves González

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Batallas de Venezuela I n t r o d u c c ió n
1810-1824
Edgar Esteves González

ISBN 980-388-074-8
Depósito legal: 1Í54520039001093
Colección Ares Ns 46

Diseño gráfico de colección: Analiesse Ibarra


Portada: Joanná Gutiérrez, Intertexto Consultores
Arte final: Ediplus producción, C.A.
Corrección: José Roberto Duque
Fotolito de portada: Orion
Impresión: Industria Gráfica Integral
* Antes de comenzar nuestra relación sobre las batallas de la Gue­
' Editorial CEC, SA rra de Independencia, consideramos interesante hacer algunos
comentarios sobre ciertos aspectos vinculados directam ente a los
combatientes de la época.
En las ciudades y pueblos im portantes existían pequeños con­
libros@el-nacional.com tingentes de soldados que constituían la presencia viva de la auto­
Apartado Postal 209, Caracas 1010-A ridad real en la Colonia, resguardando el orden público pocas
Venezuela veces alterado. Cuando algún acontecimiento importante hacía ne­
2004 cesaria una mayor presencia de efectivos, éstos eran seleccionados
entre la población apta para desem peñar estas funciones, enten­
diéndose que cesada la emergencia, cada quien volvía a sus queha:
ceres rutinarios, ya que no se justificaba un núm ero elevado de
milicianos en funciones permanentes.
Al estallar el movimiento independentista se hizo necesario au­
m entar el núm ero de efectivos aptos para el combate, pues ahora
existían dos fuerzas en pugna. Para el levantamiento de estas tro­
pas regulares los jefes encargados de tal comisión debían valerse
de múltiples artimañas y de no pocos esfuerzos, ya que los jóvenes
y adultos en condición de servicio eran renuentes a tal quehacer.
De acuerdo a lo dispuesto en la Ley sobre Derecho de Autor, la
Obviamente esto implicaba un cambio radical en sus vidas, con
Editorial Los libros de El Nacional se reserva todos los derechos
de explotación de esta publicación. No puede ser reproducida ni una serie de condiciones muy distintas y generalm ente adversas a
parcial ni totalmente, ni registrada, ni trasmitida por un sistema lo que era su medio de vida común, riesgos que se elevaban des­
de recuperación de información, en ninguna forma ni por nin­ proporcionadam ente si tenían que salir de sus ciudades y pueblos
gún medio sea mecánico, químico, electrónico, magnético u óp­ a combatir. Para lograr la fijación de las tropas fue necesario en un
tico, ni distribuida mediante su alquiler, ni sometida a comercia­ principio el uso de la fuerza, la recluta obligatoria y forzada.
lización o explotación de cualquier otro, tipo, sin un permiso
escrito del editor. Formados los contingentes y generalizada la guerra en diferen­

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tes puntos de la geografía nacional, los milicianos que salían a el anim a y usaba una bayoneta triangular. Los fusiles por el con­
combatir fuera de su pequeño territorio eran proclives a abando­ trario no tenían el cañón rayado, y se usaron mucho el francés
nar las filas en cuanto pudieran; la escasa comida, las condiciones Charleville y el inglés Queen Anne Musket, aun cuando tal vez el
de salubridad e higiene, la poca o ninguna asistencia médica, la más generalizado fue el modelo 1777 que llegó en forma abundan­
falta de preparación y las largas caminatas día tras día, con la p er­ te a las incipientes repúblicas de América.
m anente inquietud de p erd er la vida en cualquier recodo del ca­ Las arm as de fuego de la época, sobre todo los rifles y fusiles,
mino, eran las motivaciones para tal conducta. no podían proporcionar un fuego potente y continuo. En tiempo
Como medio de fijar el contingente militar y rom per esta mala seco, po r cada diez o doce disparos uno fallaba por inconvenien­
práctica, el Congreso tuvo que declarar la pena de m uerte para los tes del arma; en la lluvia o con tiempo húmedo, aumentaban enor­
desertores. Pero esto aun no bastó, pues la deserción y el abando­ m em ente las fallas o simplemente no disparaban. Por otro lado, si
no seguían. Fue necesario el Decreto de G uerra a M uerte para la piedra estaba mal cortada no podía golpear bien y no se produ­
impulsar una reacción favorable hacia la creación de una Patria, y cía la chispa que encendía la pólvora. Una piedra de buena cali­
con ello, la formación de una conciencia nacionalista que engen­ dad no servía sino para unos cuarenta o cincuenta tiros, por lo
drara la defensa del territorio, sacando de las mismas entrañas del que resultaba obligatorio para el soldado llevar por lo menos otra
pueblo el prim er Ejército de Venezuela. de repuesto.
Otras de las prácticas empleadas para m antener las tropas en El cartucho que se usaba entonces estaba form ado por un en­
fila fueron la prom esa y el reparto de botín, el saqueo y el pillaje, voltorio de papel que contenía la carga de pólvora y que reglamen­
los cuales fueron duram ente reprimidos por la generalidad de los tariam ente pesaba unos doce gramos. Sin embargo, la tropa evita­
jefes republicanos; los realistas no fueron tan severos en im pedir ba usar esta m edida de carga completa porque el retroceso del
tales prácticas y, po r el contrario, muchos hubo quienes disfruta­ arm a era muy fuerte y golpeaba duro en el hombro, en una batalla
ron lo obtenido po r sus abusos y exacciones, sobre todo los que de varias horas no podrían aguantar este disparar constante, por
estuvieron sirviendo con Boves y Morales, quienes em plearon es­ lo que se acostumbraron a sangrar el cartucho quitándole algo de
tos medios para m antener a sus seguidores contentos o para com­ pólvora, pero al dism inuir la pólvora disminuía también el alcan­
prom eterlos más en sus felonías. ce y la precisión del tiro con los resultados que se pueden prever.
En lo que respecta al arm am ento de las unidades combatientes, Un tiro sostenido durante un tiempo calentaba el cañón del
en líneas generales éste no era nada versátil ni cómodo de trans­ arm a y la hacía imposible de sostener para poder disparar eficaz­
portar. La infantería estaba arm ada de fusil con su respectiva bayo­ mente. A los cincuenta o sesenta disparos se obturaba el oído del
neta, al igual que los soldados de artillería, m ientras la caballería fusil por los residuos de pólvora, dificultando la introducción de
usaba lánza, preferiblem ente con punta de hierro; la llamada ca­ la bala y obligando a “lavar” el arma. El alcance útil de un fúsil era
ballería ligera, las veces que estuvo presente y combatió, llevaba de unos 130 a 150 metros, no más, y como el disparo tendía a
carabina y sable o lanza. Las carabinas eran viejas en su mayor levantar el tiro, para dar en el blanco a unos cien metros de distan­
parte y formadas de fusiles recortados. cia había que apuntar unos cincuenta centímetros más abajo, lo
Como los fusiles se iban adquiriendo lentam ente de acuerdo a que dificultaba la precisión. La efectividad de los disparos era
la capacidad de pago del Gobierno republicano, éstos no eran de muy difícil de establecer, pero expertos militares de entonces cal­
los mejores sino de los más fáciles de conseguir, po r lo que existió culaban que en los combates de la época, eran necesarios 150 tiros
una peligrosa variedad de marcas y calibres de arm am ento inglés, para poder contar un soldado m uerto en las filas enemigas.
francés y español, con las dificultades para obtener municiones Debe tam bién tomarse en cuenta que las tropas se ejercitaban
adecuadas para cada una de ellas. La marca de rifle que más se usó en el propio campo de batalla, ya que en muy contadas ocasiones
fue la Baker modelo 1802, calibre de 20, el cual tenía siete rayas en pudieron practicar la form a de disparar con su arma; no existían

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escuelas ni campos de tiro, ni había tiempo para practicar, ni tam ­ Con estos pocos comentarios tratamos de hacer algo más com­
poco existían recursos suficientes para destinar algunos a este pro­ prensibles aquellas batallas de nuestra Guerra de Independencia,
pósito. U na de estas pocas excepciones fue la preparación que donde la generalidad de las veces el núm ero de m uertos en com­
tuvieron los soldados republicanos días antes de la segunda batalla bate no era proporcional a la violencia y duración de los mismos.
de Carabobo, cuando tuvieron oportunidad de practicar al tiro Esta relación sólo incluye aquellos hechos militares que han
con sus fusiles reglamentarios. podido ser ubicados geográficamente, y que aun a pesar de pare­
El arm a por excelencia de la caballería fue la lanza, la cual cer poco significativos en su momento, fueron im portantes por la
m anejada por los llaneros con una habilidad increíble se transfor­ relevancia que adquirieron en el teatro general de la guerra. Des­
mó en un instrum ento devastador y mortífero tanto para la infan­ de el punto de vista táctico, por los cambios de planes y maniobras
tería como para la propia caballería que se le enfrentara en batalla. que debieron realizarse al obtener el adversario el dominio de una
En los combates de la época la infantería se form aba en líneas zona o porción de territorio, permitiéndole además el apoderarse
de batalla, dependiendo el ancho de las mismas y su profundidad de arm as y pertrechos escasos en aquel entonces. Desde el punto
o núm ero de líneas, de la cantidad de efectivos de esta arm a con de vista hum ano, elevaba el ánimo y la m oral de las tropas, obte­
que se contara. La infantería actuaba con los flancos protegidos nían merecido descanso, y si de la toma de un poblado se trataba,
po r la caballería, o bien inm ediatam ente atrás o delante de ella, perm itía a los combatientes pernoctar bajo techo e ingerir comida
pero siem pre sabiéndose bajo su protección. Un cuerpo de infan­ fresca.
tería aislado era presa fácil de un escuadrón de caballería. La arti­ Buena parte de los combates por la independencia sucedieron
llería se trataba de ubicar en alguna altura o sitio prom inente del en sitios con nombres regionales, tales como intersecciones de ca­
terreno, aun cuando su utilización en nuestros países fue bastante minos de la época, en hatos, quebradas, o en lugares próximos a
restringida, o al menos no se la utilizó debidam ente en mayor puntos conocidos, identificándose dichos combates con estos nom ­
profusión, tal vez por lo dificultoso de su movilidad en los abrup­ bres. Muchos de ellos no aparecen en mapas ni planos actuales, y
tos terrenos de las serranías. algunos ni siquiera en mapas de la época, bien por tratarse de
Al comenzar el combate el infante sabía que su riesgo era in­ nombres muy locales o bien porque simplemente han desapareci­
menso, lo que debía impulsarlo a dar lo m ejor de sí, a tratar de do con el tiempo, como es el caso de quebradas o de caminos de
ganar a cualquier costo, pues sus posibilidades de sobrevivir si se poco uso aun entonces. Estos combates no fueron incorporados a
perdía la contienda eran bastante precarias; la caballería enemiga esta reseña por no poder ser ubicados y están en proceso de inves­
se le echaría encima para term inar de acabarlo y salir corriendo tigación por parte del autor.
implicaba el riesgo de ser perseguido y muerto. Sin embargo, cuan­
do en el fragor de la batalla alguna compañía de infantería o de
caballería era desmembrada, en su carrera hacia atrás los que huían
solían llevarse por delante los cuerpos que encontraran en su ca­
mino, por lo que regularm ente al presentarse esta situación los
cuerpos que estaban detrás se dispersaban, originándose un des­
orden y confusión tales que conducían a la pérdida de la batalla la
m ar de las veces. Igual acontecía cuando la fuerza enem iga por
superior empezaba a arrollar y ganar terreno en el campo de bata­
lla, o cuando se veía caer un cuerpo de caballería, el pánico se
apoderaba de los corazones y los infantes abandonaban arm as y
pertrechos y huían a la desbandada.
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A ntecedentes: repente sobre las defensas del reducto. Con arm as superiores y
A l z a m ie n t o s , c o n ju r a s y revueltas manejadas con destreza, los rebeldes fueron vencidos y m uerto el
Negro Miguel atravesado por la espada de Diego García de Pare­
des. La sublevación estimuló la resistencia de los indios jiraharas,
pobladores de las montañas de Nirgua, por más de cuarenta años
y obligó a los españoles a abandonar las minas. En 1556 la ciudad
se trasladó al valle del río Barquisimeto, y se denom inó Nueva
Segovia de Barquisimeto.

1 7 3 2 . A l z a m ie n t o d e A n d r e s o t e
El zambo Andrés López del Rosario, Andresote, contando con
el apoyo de los holandeses y la simpatía de muchos habitantes y
comerciantes de la provincia, se levantó en armas en los valles del
M o v im ie n to s m ás e c o n ó m ic o s q u e p o l í t i c o s Yaracuy contra la Compañía Guipuzcoana, en protesta por el mo­
nopolio comercial que ésta imponía.
1 5 5 2 . E l N e g r o M ig u e l
El Negro Miguel se escapó a fines de año de las minas de oro de 1 7 4 0 . R e b e l ió n d e S a n F elipe E l F u e r t e
Buría, cerca de Nirgua, ju n to con otros cincuenta esclavos. Suble­ En San Felipe, se produjo una rebelión civil por el nom bra­
vados contra los conquistadores, se enfrentaron a Diego H ernán­ m iento de Ignacio Vasasábal como Teniente de Justicia Mayor,
dez de Serpa, capataz de la mina, saquearon e incendiaron algu­ encargado del comercio y de los impuestos, siendo éste un conoci­
nas casas de indios, dieron m uerte a un español y robaron algunas do agente de la Compañía Guipuzcoana.
armas. Después huyeron refugiándose en las riberas del río San
Pedro, donde los negros e indios de la región lo reconocieron 1 7 4 4 . A l z a m ie n t o d e E l T o c u y o
como Rey y a su m ujer Guiom ar como Reina. Aum entadas sus Por razones igualmente económicas, la población de sublevó
fuerzas, dieciocho días después de su alzamiento atacaron p o r la ante las medidas impositivas de la Compañía, las cuales contaban
noche la ciudad de Nueva Segovia, recién fundada p o r Ju a n de con el apoyo de las autoridades.
Villegas en las cercanías de la mina, la cual a pesar de sufrir algu­
nos saqueos, incendio de varias casas y m uerte de algunos vecinos, 1 7 4 9 . M o v im ie n t o d e J u a n F r a n c isc o d e L e ó n
se salvó de una ruina completa gracias a la pronta reacción de Juan Francisco de León desempeñaba el cargo de Teniente Cabo
Diego García de Paredes y de Ju a n de M orón, quienes ya estaban de G uerra y Juez de Comiso de Panaquire, en Barlovento, pobla­
advertidos de la sublevación por H ernández de Serpa. El Gober­ ción de la cual era uno de sus fundadores. Por manejos de la
nador Ju a n de Villegas fue alertado de la situación, y desde El Compañía Guipuzcoana, que requería esos cargos para sus agen­
Tocuyo envió refuerzos para restaurar el orden y combatir la sedi­ tes, el G obernador Luis de Castellanos destituyó a León y nom bró
ción, com andados po r Diego de Losada y po r Diego O rtega. Al Teniente de Justicia Mayor a Martín de Echeverría para sustituir­
llegar a Nueva Segovia organizaron la expedición y salieron en lo. La población se opuso a este nom bram iento, y a la cabeza de
busca de los sediciosos. Después de largas y penosas m archas por unos 800 hombres de Panaquire, Caucagua, Guatire y Guarenas,
las laderas del río Buría, a comienzos del año 1555 llegaron un m archó León hacia Caracas. Desde Chacao escribió el 19 de abril
atardecer al lugar donde los negros se habían fortificado, un an­ al Gobernador, y expuso que el fin de su expedición era la des­
cón del río de paredes verticales y una sola entrada, y cayeron de trucción de la Compañía y la expulsión del país de los guipuzcoa-
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nos, abriendo el comercio a todos. El Cabildo designó una delega­ 1 7 8 1 . S u b l e v a c ió n d e L o s C o m u n e r o s d e M ér id a
ción que fue a entrevistarse con León, quien entró en Caracas con Este movimiento popular lo inició la gente hum ilde de las villas
toda su tropa ante la petición del Gobernador. El 22 de abril se del Socorro y de San Gil, en el Nuevo Reino de Granada, para
reunió un Cabildo abierto, el cual ratificó los perjuicios que cau­ eliminar o dism inuir los impuestos que gravaban sus productos
saba la Com pañía contra la Provincia; el G obernador Castellanos regionales. Se extendió a los pueblos de Los Andes, a cuya causa se
simuló ceder ante la presión, y ambas partes convinieron que Juan sum aron Lobatera, San Cristóbal, La Grita y Mérida. El jefe su­
Alvarez de Avila saldría para España a solicitarle al Rey la ratifica­ prem o del movimiento en Venezuela fue Juan José García, adm i­
ción de las medidas propuestas. Ante esto, León disolvió sus tro­ nistrador de la Renta de Tabaco en La Grita. Con unos 1.500
pas y regresó a Panaquire. En agosto del mismo año, al saber que insurgentes avanzaron sobre Trujillo, donde tenían muchos sim­
el Gobernador se había trasladado a La Guaira y no se había hecho patizantes, pero la actuación del Dr. Antonio Nicolás Briceño los
efectiva la expulsión, Ju an Francisco de León volvió ante Castella­ detuvo en el Paso del Portachuelo, tratando de parlam entar con
nos, esta vez con un ejército de 4.000 hom bres. El G obernador ellos durante varios días. Teniendo al frente 200 hombres al m an­
reiteró la expulsión de la C om pañía y suscribieron u n acuerdo; do de Vicente Cardona, y habiendo recibido noticias que se aproxi­
sin embargo, después que León regresó nuevam ente a Panaqui­ maba un contingente de 100 hombres de línea bien equipados y
re, escribió al Rey describiendo el movim iento como una in­ armados, enviados de refuerzo desde Maracaibo, se vieron obliga­
surrección. dos a retirarse a Mérida donde se fortificaron, desafiando el poder
La Real Audiencia de Santo Domingo envió como Comisionado colonial. El Capitán General de Venezuela envió otro contingente
al Dr. Francisco Galindo Quiñones para aquietar los ánimos. Se de refuerzo de 300 hombres, al m ando del Teniente Coronel Juan
abrió un juicio contra la Com pañía donde se presentaron abun­ José de Salas, con órdenes de atacarlos; al aproxim arse Salas a
dantes informes de sus asuntos, y estando abierto el proceso, llegó Mérida al frente de todas las tropas reunidas, los amotinados, que
a Venezuela en calidad de Comisionado Real, con plenos poderes, carecían de buen arm am ento, se desbandaron y huyeron disper­
Julián de Arriaga y Rivero, quien concedió un indulto general sos hacia la serranía.
que trajo la paz m ientras se esperaba la decisión final de la C oro­
na. En 1751 llegó el nuevo Gobernador, don Felipe Ricardos, quien
traía instrucciones de restablecer la Com pañía y castigar a los res­
ponsables. Nuevam ente Ju a n Francisco de León se sublevó, apo­
yado por las provincias de Barlovento y Aragua, pero sucumbie­
ron ante las tropas de milicias veteranas y el escuadrón de caballe­
ría que movió Ricardos en su contra. Las cárceles se llenaron de
presos y los principales cabecillas del movimiento fueron fusila­
dos; León logró huir y perm anecer escondido en las montañas. El
5 de febrero de 1752, su cabeza fue puesta a precio, sus bienes
fueron confiscados, y su casa arrasada y sem brada de sal. Ju an
Francisco de León y su hijo se entregaron poco después a las
autoridades; enviados a España fueron condenados a servir en el
Africa, donde obtuvieron el perdón real. León m urió al regresar a
España, y su hijo Nicolás volvió a Venezuela donde logró recupe­
ra r los bienes de su padre.

10 11
P r im e r o s m o v i m i e n t o s d e l ib e r t a d aquí pasaron los insurrectos a la hacienda El Socorro, y ya embria­
gados, cometieron algunos excesos. Tom aron las haciendas veci­
nas, suprim ieron la esclavitud y eliminaron los impuestos de alca­
bala y los privilegios de los blancos esclavistas. El día 12 de mayo
atacaron la ciudad de Coro cerca de 350 hombres, arm ados de
machetes y cuchillos y una que otra arm a de fuego, encabezados
por Ju an Cristóbal Acosta y José Diego Ortiz. Chirino quedó atrás
form ando otro grupo. Los vecinos de Coro habían organizado la
defensa, y contaban con ciento cuarenta personas con arm as de
fuego y m ejor apertrechados, al m ando del Teniente de Justicia
Mayor don M ariano Ramírez Valderraín. Al iniciarse el combate
los alzados fueron vencidos fácilmente, la matanza de los negros
esclavos fue de consideración y la mayoría de ellos fueron m uer­
1 7 9 5 . A l z a m ie n t o d e J o s é L e o n a r d o C h i r i n o tos. Chirino logró huir y perm aneció tres meses escondido en las
Hijo de india y negro, este zambo trabajaba en la hacienda de montañas; delatado, fue hecho prisionero y llevado ante la Real
don José Tellería en Curim agua, serranía de Coro. En una oca­ Audiencia de Caracas, donde lo condenaron a m uerte. El día 10
sión, 0 tal vez en más, Chirino acom pañó a su patrón a la isla de de diciembre de 1796, José Leonardo Chirino m urió ahorcado,
Santo Domingo, donde conoció de la insurrección que propulsa­ su cabeza fue colocada en jaula a la salida del camino hacia los
ban los negros esclavos haitianos, inspirada en las ideas de liber­ valles de Aragua, y su esposa y sus tres hijos fueron vendidos como
tad e igualdad de la Revolución Francesa. En Coro coexistían al esclavos por separado.
lado de los negros esclavos, un num eroso grupo de negros libres
escapados de Curazao, que adquirían su libertad al pisar tierra 1 7 9 7 . T en t a t iv a d e M a n u e l G ual y J o sé M a r ía E spa ñ a
coriana; vivían en la parte sur de la ciudad y constituían la colonia El día 13 de julio de 1797, las autoridades de Caracas presidi­
de los loangos o minas, más tarde llamada Barrio de Guinea. A das por Pedro Carbonell, Gobernador y Capitán General, aborta­
este factor social se adiciona la creencia en la prom ulgación del ron el primer intento independentista en Venezuela. El movimiento,
llamado Código Negro, real cédula dictada po r el Rey que conce­ liderado por el Capitán retirado Manuel Gual y por el Teniente de
día la libertad a los esclavos, y que el Cabildo no quería ejecutar en Justicia Mayor de Macuto, José María España, fue de orientación
connivencia con los dueños de estos. Tal creencia fue alentada por republicana y popular y tuvo la intención de d eponer las autori­
el negro José Caridad González, de alguna cultura y con gran dades de la Capitanía General de Venezuela y form ar un Estado
ascendencia en los grupos africanos, quien decía haberla visto. independiente.
Igualm ente, el cobro de tributos realizado po r el recaudador de Manuel Gual nació en La Guaira en 1759. Poseía una form a­
los reales derechos, Ju an Manuel Iturbide, quien cobraba impues­ ción castrense y una amplia cultura que incluía el dominio del
tos y confiscaba bienes en form a compulsiva y apelando a toda inglés y del francés. Fue el autor del diseño de la prim era bandera
clase de vejaciones y castigos, enardeció a la gente hum ilde y en­ patria y de la estrategia militar del movimiento abortado. A su
cendió el detonante de la revuelta. José Leonardo Chirino organi­ retiro como Capitán del Batallón Veteranos de Caracas, se residen­
zó la insurrección al estar preparados los ánimos po r tan diversas ció en su hacienda de Santa Lucía, en los Valles del Tuy,* desde
causas. donde viajaba frecuentem ente a Caracas y La Guaira. José María
El 10 de mayo de 1795 se inició la revuelta en la hacienda Ma- España nació igualmente en La Guaira el 28 de febrero de 1761;
canilla, cerca de Curimagua, donde se proclam aron en armas; de fue trasladado desde niño a Francia, donde estudió educación

12 13
prim aria y se form ó en la carrera militar, incorporándose a la
real y todos los conjurados fueron apresados la víspera de la revo­
milicia cuando regresó a Venezuela. A prendió inglés y francés, y
lución, excepto Garasa, quien pudo huir a Francia. Picornell, Cor­
tenía una de las bibliotecas más nutridas del país con obras en
tés, Andrés y Laz, fueron condenados a m uerte por el delito de
varios idiomas. Al m orir su padre, se encargó de la hacienda fami­
alta traición. Gracias a que intercedió por ellos m onsieur Perig-
liar en las cercanías de Naiguatá, y se casó con Josefa Joaquina
non, em bajador francés en M adrid, la pena fue conm utada por la
Sánchez, una heroína de esta gesta independentista.
de cadena perpetua en las bóvedas de Puerto Cabello, Panamá y
Gual y España sostenían desde 1794 reuniones periódicas con Cartagena.
personalidades de la zona para discutir sobre temas revoluciona­
El enfrentam iento de España y Francia contra Inglaterra difi­
rios. La idea de ambos era instaurar un gobierno independiente
cultaba la navegación con las colonias, así que los presos fueron
de España, según el modelo francés, y establecer cambios sustan­
remitidos al puerto de La Guaira en partidas individuales. Aquí
ciales de carácter económico y social. En lo político, seguía los
fueron encerrados en las mazmorras mientras se les daba el desti­
principios de la Declaración de los Derechos del H om bre y el no final. Picornell llegó a Venezuela el 3 de diciembre de 1796, y
Ciudadano, contem plaba la proclamación de la independencia y
sus com pañeros arribaron entre febrero y mayo de 1797. Presos
la instauración de un sistema republicano, federal y democrático. en La Guaira, lograron comunicarse con Gual y España, y de esas
En el aspecto social se pronunciaba por la igualdad de todos los conversaciones surgió el apoyo intelectual a la conjura. Picornell
ciudadanos, po r lo que abolía la esclavitud. Y en los objetivos eco­ le dio forma a gran parte del sustento documental de la insurrec­
nómicos, perseguían la libertad de comercio y la eliminación de ción, expresado en las llamadas “Ordenanzas”, que fue el conjun­
buena parte de los impuestos, aspectos que chocaban con el m ono­ to de norm as e instrucciones que debían seguirse para im plantar
polio ejercido por la Com pañía Guipuzcoana. El plan operativo un régim en de libertad, de acuerdo a los objetivos que se busca­
que concibieron detallaba las estrategias para trasladar la revolu­ ban. Entre los conspiradores surgió la idea de exportar la revolu­
ción a todas las provincias, con lo cual se expandía la rebelión a ción. Si los rebeldes de San Blas lograban fugarse de La Guaira,
todos los rincones a un mismo tiempo. exiliados en las Antillas podrían apoyar más eficazmente el movi­
Este intento de deponer las autoridades locales y form ar un miento. La noche del 4 de junio de 1797, valiéndose de su cargo,
Estado independiente, tuvo sus vinculaciones con el movimiento José María España facilitó la huida dejPicornell, Cortés y Andrés;
ideológico promovido por Ju an Bautista Picornell en la capital de este último fue apresado en Caracas un mes más tarde, pero los
España. El 3 de febrero de 1796, día de San Blas, debía estallar en dos prim eros continuaron su lucha revolucionaria desde las islas
M adrid una revuelta destinada a destronar al Rey de España, por del Caribe.
inspiración de la Revolución Francesa. Indignados por los des­ Las autoridades de la Capitanía General no sospecharon que la
aciertos del gobierno y anim ados po r las ideas progresistas de los fuga tuviera algo que ver con una rebelión en su contra, por lo
revolucionarios franceses, un grupo de hom bres de letras capita­ cual el movimiento siguió su curso. En los siguientes treinta y
neados po r Picornell, entre los que se encontraban los maestros ocho días m antuvieron los revolucionarios constantes reuniones,
José Laz, José Sebastián Andrés y M anuel Cortés Campomanes, m anteniendo en secreto que un día de enero de 1798 habría un
ju n to con B ernardo G arasa,Juan de Manzanares, Joaquín Villal- gran cambio en el país. El éxito de tantos desvelos se frustró por la
ba y Ju a n Pons Izquierdo, intentaron sustituir el régim en absolu­ indiscreción de tres jóvenes pardos de La Guaira comprometidos
tista y monárquico del Rey Carlos IV, cuyo desem peño era erráti­ con el plan: Ju a n José Chirinos, Francisco Javier León y Juan
co, débil y vacilante. Con este fin fue planificada la conjura que Antonio Ponte, quienes resolvieron consultar con el clérigo y ca­
debía estallar el día de San Blas, para la cual Picornell había escri­ pitán Domingo Antonio Lander para conocer su opinión; en la
to un manifiesto de doce capítulos como director material y espiri­ conversación revelaron el nom bre de don M anuel Montesinos y
tual de la conspiración. El plan fue descubierto p o r el gobierno Rico, comerciante y miembro a,ctivo del movimiento. Lander co­
14 15
municó el secreto a d o n ju á n Vicente Echeverría, cura párroco de cuerpo mutilado fue distribuido en varios lugares de Caracas y el
Catedral, y entre ambos dieron aviso de lo que sabían a las autori­ litoral.
dades civiles. El 12 de julio de 1797 la novedad era conocida por Después de dos años de exilio en Trinidad, en los cuales Ma­
el G obernador y Capitán General, Pedro Carbonell. Montesinos nuel Gual se había dedicado a propagar las ideas revolucionarias,
fue apresado ju n to con otros sospechosos al día siguiente, siendo el G obernador inglés Picton le retiró su apoyo. Gual era vigilado
develada la conspiración; varias personas resultaron implicadas de cerca por funcionarios de la Corona y padecía una severa en7
en las prim eras averiguaciones de la Audiencia de Caracas. Sin ferm edad intestinal, pero no desmayó en la lucha por sus ideales,
embargo, los porm enores de la revolución se conocieron cuando insistía en prom over la independencia de Venezuela y m antenía
el gobierno ofreció perdón y olvido a los conjurados que confesa­ contacto con Francisco de M iranda, quien estaba en Europa. A
ran su participación, o delatasen a otros. Para evitar ser delatados mediados de 1800 viajó Gual a Saint Thom as en busca de arm as y
y p e rd e r la oportunidad del indulto, muchos confesaron, resul­ voluntarios, pero resultó un rotundo fracaso la misión y regresó a
tando ochenta y nueve procesados entre los cuales figuraban dos Trinidad. Un espía español de apellido Valecillos, quien se había
monjes franciscanos. ganado su confianza, lo envenenó el 25 de octubre de 1800. El
Gual y España perm anecieron ocultos en el litoral varios días, cuerpo de M anuel Gual fue sepultado en una fosa cbmún en el
hasta que desde Camurí Chico se embarcaron hada Curazao, adon­ cementerio local de San José de O ruña, en Trinidad.
de llegaron el 21 de julio. Persistiendo en sus planes revoluciona­
rios, com enzaron una travesía po r las islas caribeñas en busca de 1 7 9 9 . C o n s p ir a c ió n d e F r a n c is c o J a v ie r P ir e la
apoyo y recursos para seguir adelante. Año y m edio después de El día 15 de mayo de 1799 se descubrió en Maracaibo una cons­
descubierto el plan revolucionario, Gual y España se encontraban piración cuyo jefe era Francisco Javier Pirela, Subteniente de Mi­
en la isla de Trinidad bajo la protección del gobernador inglés licias de Pardos, quien pretendió sublevar la ciudad y proclam ar
Thom as Picton. España decidió volver a Venezuela en enero de la República, en combinación con la tripulación de un buque sur­
1799, para reunirse con su familia y preparar un levantamiento de to en el puerto form ada por negros y mulatos, al m ando del capi­
negros esclavos y libertos; desembarcó en Barcelona y luego conti­ tán francés Agustín Bosset, el cual aparentem ente tenía varios bu­
nuó hasta La Guaira, donde, desde un escondite en su casa, envió ques y se dedicaba a la piratería. Para distraer a las autoridades
mensajes al pueblo del litoral para que estuviera alerta y se prepa­ españolas, el plan contemplaba comenzar el movimiento incen­
rara para dar el golpe. diando una casa en los barrios bajos de la ciudad, pero tres horas
El 6 de abril de 1799, asumió M anuel Guevara Vasconcelos el antes de ponerse este plan en ejecución, un cabo de apellido Ochoa
cargo de G obernador y Capitán G eneral de Venezuela, teniendo lo denunció. Los conspiradores fueron rápidam ente apresados;
plenos poderes para liquidar cualquier vestigio de conspiración Bosset, capitán de la goleta Patrulla, y siete tripulantes más, fueron
en el país. U n día, José María España le encom endó a Rafael, su juzgados y condenados a presidio; Francisco Javier Pirela fue con­
capataz en la hacienda de Naiguatá, que reuniera a los trabajado­ denado a m uerte de inmediato.
res de las haciendas vecinas para articular la revuelta. En un acto
de cobardía y deslealtad, Rafael lo delató ante las autoridades, y al 1 8 0 6 . I n v a s ió n d e F r a n c is c o d e M ir a n d a
día siguiente, 30 de abril de 1799, España fue detenido y enjuicia­ Al salir de Francia en 1801, Francisco de M iranda estableció su
do. A los seis días se le dictó sentencia: ser arrastrado a la cola de residencia en Londres, donde se dedicó a tratar de interesar al
una bestia, ahorcado en la Plaza Mayor, y una vez m uerto, decapi­ gobierno inglés en su empresa independentista. El Prim er Minis­
tado y descuartizado. La sentencia fue ejecutada el 8 de mayo, su tro inglés era Mr. William Pitt, a quien participó sus planes en
cabeza fue exhibida en una jaula de hierro en La G uaira, y su busca de apoyo político, y Mr. Rufus King era el Em bajador de
Estados Unidos en Londres. Habiendo conocido personalmente a

16 17
M iranda, King informó a su gobierno de la ém presa que se inten­ das, abundantes municiones e incluso una imprenta; el buque fue
taba realizar. Inglaterra estaba muy interesada en el libre comercio acondicionado para tal equipamiento y se le hicieron trabajos para
con la América Hispana, actividad que España siem pre le negó, enfrentar combates navales. El 2 de febrero de 1806 zarpó el Lean­
así que estaba segura que podía lograr tal propósito si en esas der del puerto de Nueva York con 200 hombres a bordo.
regiones se instalaban gobiernos independientes; por ello, m ani­ El Em bajador de España en Washington, don Carlos María
festaba disposición a im pulsar la revolución en Hispanoam érica, Martínez, Marqués de Casa Irujo, fue informado por el Senador
pero en la m edida en que se fortalecieran las relaciones políticas Jonathan Dayton de la expedición de Miranda, transmitiendo a
entre Francia y España, sus enemigos; si po r el contrario esas España la información el 31 de diciembre de 1805. Cuando Casa
relaciones se distanciaban, entonces no podría inmiscuirse direc­ Irujo se enteró de que la expedición ya había zarpado, contrató la
tam ente. En lo inmediato, los proyectos de M iranda en contra de goleta Bachus, de rápida navegación, para informar urgentemente
los intereses de España no podían ser apoyados abiertam ente por la novedad al Capitán General Manuel Guevara Vasconcelos, Go­
Inglaterra. bernador de la Provincia de Venezuela. Por su gran velocidad, la
Tal situación obligó a M iranda a viajar a los Estados Unidos, Bachus llegó a La Guaira el 28 de febrero de 1806, y de inmediato
embarcándose en el buque Polly el 2 de septiembre de 1805. Llegó el Gobernador estableció en las costas un sistema continuo de vigi-
a Nueva York el 9 de noviembre y de inmediato comenzó a organi­ láncia, especialmente en Coro, Puerto Cabello, Ocumare y Choro-
zar una expedición militar para el logro de sus objetivos. Thom as ní. En la misma goleta Bachus envió a Santo Domingo al señor José
Jeíferson ejercía la Presidencia de Estados Unidos y jam es Madi- Covachich para averiguar los planes y la actividad de Miranda.
son era el Secretario de Estado; a través de los contactos realizados El Leander llegó a Jacquemel, o Jacmel, en Haití, el 18 de febre­
por Mr. King con anterioridad, M iranda logró conversar perso­ ro de 1806 y tenía que usar una bandera para poder entrar a
nalm ente con ambos funcionarios en varias oportunidades, bus­ puerto, po r lo que fue izada por prim era vez la bandera tricolor
cando igualmente apoyo a su em presa libertaria. Estados Unidos diseñada por Miranda; éste comentó que no tenía derecho a usar
trataba en ese entonces de negociar con España la posesión de Las la b andera norteam ericana, por eso izó a bordo la tricolor, pero
Floridas, las cuales consideraba estratégicas para su desarrollo in­ que no volvería a usarla hasta poder desplegarla victoriosa en su
tegral, por lo cual le resultaba contrario a sus intereses cualquier tierra. En algo más de un mes que pasaron en la isla, M iranda
conducta que pudiese entorpecer las negociaciones. Pero igual­ negoció la utilización de dos goletas de bandera norteamericana
mente, le preocupaba que Inglaterra pudiese tom ar posesión de que se encontraban en puerto, la Bachus (Baco) y la Bee (abeja),
alguna parte de América y oía con interés la propuesta de M iran­ mientras en la tripulación creció la inquietud, se dieron actos de
da, estando convencida de que tras suyo había intereses y apoyo insubordinación y de indisciplina, y surgió el distanciamiento en­
británicos. El Secretario Madison expuso que el Gobierno no de­ tre miembros de la oficialidad. El 28 de marzo zarparon las tres
bía involucrarse directam ente, eran los particulares quienes po­ naves de Jacquem el y anclaron en Aruba el día 11 de abril, donde
dían ejecutar lo que las leyes no prohibieran. Era, en fin, un asen­ M iranda aprovechó para entrenar a los hombres. El 23 de abril
timiento y tolerancia sin compromiso. llegaron a Bonaire y zarparon para Ocumare al día siguiente: ade­
M iranda había logrado en Londres el apoyo económico de Ni- lante la goleta Bee, con su capitán H uddle y 25 hom bres de caba­
cholas Vansittart, y en Estados Unidos logró que Daniel Ludlow, llería; luego la goleta Bachus, con su capitán Sullivan y 35 hombres
el Coronel William S. Smith y Samuel S. O gden, financiaran la de rifles y artillería, y finalmente el Leander, con su capitán T ho­
mas Lewis. A las cinco de la tarde del 27 de abril estaban a seis
expedición. Este último era naviero y puso a la orden de M iranda
millas de Ocum are, cuando notaron la presencia de dos buques
el buque Leander para ir al puerto de Jacquem el, en la isla de
españoles, el Argos y el Celoso, que les cerraban el paso.
Santo Domingo. A bordo llevaron barriles de pólvora, 18 cañones
Miranda tenía previsto desembarcar el día 28 en la madrugada,
de distintos calibres, 500 fusiles, picas de combate, lanzas, espa­
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18
por lo que al am anecer ordenó atacar y a las ocho de la m añana se pecto a Coro, al recorrerla experim entó desasosiego e inquietud,
inició el fuego. El Leander comenzó a cañonear los buques enem i­ tenía un clima seco y caluroso, terreno arenoso y escasez de agua,
gos a las once y, para evitar ese fuego, los españoles se alejaron de y situada a dos leguas de un puerto que no ofrecía seguridad algu­
él y se enfrentaron a las goletas, protegidos por el fuego de la na; la ciudad no podía fortificarse y era difícil defenderla, ya que
fortaleza de tierra. Ambas goletas fueron apresadas, el capitán estaba abierta y no poseía cerros ni alturas. Ante esta situación,
H uddle m urió en la acción y los españoles tom aron 57 prisione­ decidió cambiar de planes para no perder la oportunidad que
ros. Ante lo inútil de cualquier esfuerzo, M iranda debió retirarse tenía y se trasladó a Aruba el 13 de agosto, fuera de la jurisdicción
hacia Bonaire. Ya nada podía hacerse. El factor sorpresa no exis­ española pero cerca de las costas venezolanas. Pidió ayuda al Almi­
tió y éste es indispensable en cualquier ataque; cuando M iranda rante Cochrane para invadir por m ar a Puerto Cabello, pero los
llegó a las costas de Ocumare, el sorprendido fue él al darse cuen­ tiempos habían cambiado y el gobierno inglés ya no podía seguir
ta de que lo estaban esperando. El Gobernador Guevara Vasconce­ ayudándolo en la misma forma, no podía darle fuerzas navales ni
los estaba preparado y desde el mes de marzo esperaba la expedi­ terrestres bajo su mando, sólo ofreció seguridad y protección para
ción; ju n to con el informe que le envió José Covachich desde San­ evitar que pudiera ser atacado por fuerzas enemigas.
to Domingo, dándole cuenta de todos los porm enores de la expe­ Ese fue el final de la expedición. Francisco de M iranda regresó
dición, recibió un último despacho desde Aruba fechado el 16 de a Londres el prim ero de enero de 1808, procedente de Barbados,
abril, inform ándole otros detalles adicionales. para continuar el trabajo por la libertad de su patria.
M iranda pasó a Barbados, donde obtuvo apoyo del Almirante
Thom as Alexander Cochrane. El 21 de junio partió rum bo a Tri­
nidad, siendo recibido por el Brigadier General Hislop, Goberna­
dor de la isla, quien concretó la ayuda. El 25 de julio zarpó con
400 hombres y un cuerpo de oficiales en el Leander y en los buques
Attentive, Bulldog, Express, Lily, Provost, 2 cañoneras y 2 m ercantes
desarmados. Llegó a La Vela de Coro el día 2 de agosto de 1806, y
después de dispersar con sólo dos descargas de cañón las tropas
del Rey situadas en la playa, desembarcó el día 3 y tomó el fortín
San Pedro, donde izó por prim era vez en tierra venezolana el
pabellón tricolor. El comandante de las fuerzas españolas, Juan de
Salas, había abandonado la ciudad al comprobar la magnitud de la
flotilla. Coro fue ocupada por M iranda la m adrugada del día 4 de
agosto, y de inmediato ordenó desplegar su bandera en el asta de
la torre de la iglesia parroquial.
Mientras duró la ocupación no hubo acción militar alguna, sólo
se fijó en diversos sitios de la ciudad un Edicto Proclama que
M iranda había impreso a bordo del Leander. Se enviaron emisarios
a las poblaciones vecinas y correspondencias a diversas personali­
dades, y se buscó el apoyo de la población para avanzar tierra
adentro con la expedición, pero no encontró el Precursor recepti­
vidad a sus ideas libertarias, los habitantes eran apáticos ante la
idea de independencia. M iranda expresó haberse equivocado res­

20 21
L o s SUCESOS PREVIOS cente Bolívar, Telésforo de Orea y José Rafael Revenga, la que fue
bien recibida por este Gobierno, que después nom bró un agente
comercial en La Guaira. Misiones iguales se enviaron a las Antillas
y a la Nueva Granada.
La Ju n ta Suprem a convocó el 11 de junio de 1810 a elecciones
generales para elegir los representantes a un Congreso, que fue el
prim ero que tuvo Venezuela y en el cual la Ju n ta delegó su poder
al constituirse éste. Su instalación se efectuó el 2 de marzo de 1811
en la casa del Conde de San Javier, en la esquina de su mismo
nom bre actual en Caracas, siendo su prim er presidente el aboga­
do Felipe Fermín Paúl. Las elecciones se realizaron entre octubre
y noviembre de 1810, ya que los votantes vivían dispersos y distan­
tes entre sí, y las vías de comunicación eran muy lentas.
INSTALACION DEL PRIMER CONGRESO
En este prim er Congreso estuvieron representadas las siete pro­
vincias que m arcaron la pauta revolucionaria en Venezuela: Cara­
Después de los sucesos del 19 de abril de 1810, fueron destitui­ cas, Barinas, Barcelona, Cumaná, Margarita, M érida y Trujillo.
das las autoridades coloniales encabezadas por el Capitán Gene­ No participaron las provincias de Coro, Maracaibo y Guayana,
ral, Vicente de Em paran y Orbe, quien se había encargado del debido a la diferencia de criterios que existía sobre la autonom ía
gobierno de la Provincia el 17 de mayo de 1809. Em paran fue de los Cabildos, y porque habían reconocido como único Consejo
expulsado del país ju n to con el Intendente Vicente Basadre, los de Regencia el existente en España. Estaban convocados 44 repre­
oidores de la Audiencia y otros altos funcionarios, el día 21. El sentantes elegidos, pero sólo asistieron 30 a la prim era sesión, 8 de
Cabildo de Caracas asumió el control político y se constituyó en los cuales pertenecían al Clero. Entre los diputados figuraban los
J u n ta Suprem a de Caracas con veintitrés miembros, en principio hombres más notables de aquel tiempo, entre los que destacan
para gobernar al país en nom bre del Rey Fernando V II, tom ando Cristóbal Mendoza, M artín Tovar Ponte, Antonio Nicolás Brice-
el 23 de noviembre de 1810 el nombre de ‘Ju n ta Suprema Conser­ ño, Francisco Javier Ustáriz, Felipe Fermín Paúl, Francisco Javier
vadora dé los Derechos de Fernando V II”, pero en sí misma ya Yánez, Ju an Germán Roscio, Sebastián Francisco de M iranda,
tenía francas intenciones separatistas. Esta Ju n ta ejecutó muchas Francisco y Fernando Rodríguez del Toro, Isidoro Antonio López
Méndez, Gabriel Ponte, Lino de Clemente, José de Sata y Bussy, y
actuaciones nacionales e internacionales; entre otras, se destacan
los eclesiásticos Luis Ignacio Mendoza, José Vicente de U nda y
la eliminación del derecho de alcabala sobre los comestibles, la
Manuel Vicente de Maya. En el desarrollo de sus sesiones, el Con­
prohibición de introducir más esclavos en Venezuela, la libertad
greso se m udaría a la capilla del Templo de San Francisco, donde
de transitar sin pasaporte, y muy im portante, la misión que envió
se ventilarán los eventos que marcan la pauta independentista el 5
a Londres con el fin de obtener el apoyo británico a la lucha que se
de julio. El Congreso tuvo sesiones en Caracas desde su instala­
avecinaba contra España, integrada por Andrés Bello, Luis Isido­
ción el 2 de marzo, hasta el mes de diciembre de 1811; en enero de
ro López M éndez y el entonces Capitán Simón Bolívar, a quien se
1812 se trasladaría a Valencia, donde sesionaría hasta la llegada de
le dio el grado de Coronel para su cumplimiento. Esta misión no
Monteverde a esta ciudad.
logró los propósitos previstos y sólo regresó Bolívar a Venezuela.
Al instalarse el Congreso, la Ju n ta Suprem a renunció en él los
Bello y López Méndez se quedaron en Londres. También destacan
poderes que tenía y, para sustituirla, el Congreso nom bró el pri­
la misión que se envió a Estados Unidos, integrada p o r Ju a n Vi­
m er Poder Ejecutivo venezolano, un triunvirato compuesto por

23
22
Cristóbal Mendoza, Ju a n de Escalona y Baltazar Padrón, los cua­ resueltos a ser libres. Esas dudas son tristes efectos de las antiguas
les se turnaban m ensualmente la presidencia para rotarla. cadenas. Que los grandes proyectos deben prepararse con calma.
El 14 de agosto de 1810 la Ju n ta Suprem a decretó la formación ¿Acaso 300 años de calma no bastan? La Sociedad Patriótica respe­
de una Sociedad Patriótica de Agricultura y Economía, destinada ta como debe al Congreso de la Nación, pero el Congreso debe oír
al fom ento de la agricultura y de la industria, encargando de su a la Sociedad Patriótica, centro de luces y de todos los intereses
formación a Ju a n Germán Roscio y Francisco Javier Ustáriz, pero revolucionarios. ¡Pongamos sin temor la piedra fundam ental de la
la Sociedad se transform a en un instrum ento de acción política y independencia suramericana, vacilar es perdernos!”. Bolívar plan­
revolucionaria al incorporarse a ella Simón Bolívar y Francisco de teó finalmente: “Propongo que una comisión del seno de este Cuer­
M iranda. La Sociedad Patriótica hacía popular la idea de inde­ po lleve m añana al Soberano Congreso estos sentimientos”.
pendencia y ejercía presión sobre el Congreso para que la declara­ Estas palabras causaron honda repercusión tanto en la audien­
ra, por medio de publicaciones en la prensa recién instalada en el cia como en el pueblo, ya que era de todos conocidas las dudas y
país: la Gaceta de Caracas, El Publicista Venezolano, El Semanario, El fluctuaciones de los miembros del Congreso para hacer la declara­
Mercurio, y en el órgano de la Sociedad Patriótica, El Patriota Vene­ toria formal de independencia, y esta proposición forzaba un pro­
zolano, así como a través de discursos y reuniones populares. nunciamiento porque ponía al Congreso entre votar favorablemente
En las reuniones del Congreso, los diputados m antenían una el punto, o manifestarse en abierta contradicción con la Sociedad
actitud m oderada y deliberaban sobre la situación general del país, Patriótica.
pero no se ponían de acuerdo sobre la form a de gobierno que
debía establecerse, por lo que el tem a de la independencia iba D e c l a r a c ió n d e I n d e p e n d e n c ia
siendo relegado porque consideraban que el pueblo no estaba pre­
parado para ella. Esto exasperó a los integrantes de la Sociedad El 3 de julio el Congreso comenzó a debatir acaloradam ente la
Patriótica, quienes venían haciendo propaganda entre el pueblo a propuesta de Independencia, ante el planteamiento formulado por
favor de la declaración de la independencia. el diputado José Luis Cabrera, quien expresó que si de hecho
La noche del 2 de julio de 1811, en una vieja casa de la esquina todos los pueblos eran independientes desde el 19 de abril, era
de Sociedad, el joven Simón Bolívar, para entonces con 28 años, entonces necesario discutir si era o no conveniente la declaración.
tomó la palabra en la Sociedad Patriótica y pronunció un duro El 5 de julio fue el día decisivo. La sesión en la capilla del Templo
discurso en el cual dijo: “Vengo a desvirtuar erróneas ideas que he de San Francisco se inició con unas palabras del Presidente del
oído expresar aquí en otras sesiones, sobre nuestras atribuciones Congreso, Don Ju a n Antonio Rodríguez Dom ínguez, quien
como cuerpo colegiado, y vengo a form ular una proposición con anunció: “Señores diputados, estamos aquí reunidos para tratar
carácter de urgencia. No es que hay dos Congresos, no es que un asunto de suma importancia para el futuro de esta tierra, ha
fomentemos el cisma; ¿cómo fom entaríán el cisma quienes cono­ llegado el m omento de discutir sobre la independencia de Vene­
cen más la necesidad de la unión? Lo que querem os es que esa zuela”. De inmediato se pronunció por la declaratoria de inde­
unión sea efectiva para anim arnos en la em presa de nuestra liber­ pendencia para destruir de una vez la ambigüedad en que se vivía.
tad. ¡Unirnos para reposar, para dorm ir en los brazos de la Patria, Fernando Toro respondió que “está quemándose nuestra casa y
ayer fue una mengua, hoy es una traición! Se discute en el Congre­ disputamos sobre el modo y el tiempo de apagar el fuego”.
so lo que debiera estar decidido. ¿Y qué dicen? Que debemos Tras largas horas de debates, la multitud se aglomeraba en los
comenzar por una confederación, como si todos no estuviéramos alrededores agitándo el ambiente, aupada por los revolucionarios
confederados contra la tiranía extranjera. Que debemos atender a de la Ju n ta Patriótica. Avanzada la tarde faltaban cinco represen­
los resultados de la política de España. Qué nos im porta que Es­ tantes que se habían ausentado: Francisco Javier Ustáriz y López
paña venda a Bonaparte sus esclavos o que los conserve, si estamos Méndez, ambos de Guasdualito; Rivas Tovar, de Caracas; M endo­

24 25
za, de Barinas y Q uintana, de Achaguas, lo que aum entó la p re­ pública; y transcrita en el Libro de Actas del Congreso, fue firma­
sión popular; más tarde se incorporaron y la expectativa se hizo da el 17 de agosto por todos los diputados. El Congreso cumplió
patente. Los diputados van a votación, y en aquel am biente de su último gran cometido el 21 de diciembre de 1811 cuando san­
intranquilidad, Rodríguez Domínguez anuncia los resultados: con cionó la prim era Constitución, siguiendo de modelo la de Estados
la sola excepción del Padre Manuel Vicente de Maya, de La Grita, Unidos. Tuvo un carácter federal, cada una de las siete provincias
quien alegó no estar autorizado por sus electores para votar a fa­ gozaban de autonom ía, libertad e independencia, en todo lo que
vor, se declaraba la independencia absoluta de Venezuela del rei­ no estuviera reservado al poder central; esto constituyó una derro­
no español. El Acta de la sesión term ina así: “El señor Presidente ta política para Simón Bolívar y Sebastián Francisco de M iranda,
creyendo suficientemente discutida la m ateria llamó la atención quienes consideraban que el sistema federal debilitaba el poder,
del Congreso para la resolución de una tan ardua, im portante y aspirando por el contrario a un poder central fuerte y unido para
trascendental; y propuesta después la votación fueron casi unáni­ la naciente república. La Constitución fue redactada por Francis­
mes los sentimientos del Congreso, a excepción del diputado Maya co Javier Ustáriz, Martín Tovar Ponte y Ju an Germ án Roscio. Va­
de La Grita, por las razones que había alegado anteriorm ente, y el lencia fue designada capital de Venezuela, de allí la m udanza del
señor Presidente anunció declarada solemnemente la independen­ Congreso a esta ciudad.
cia absoluta de Venezuela, cuyo anuncio fue seguido de vivas y Venezuela daba así su gran paso libertario y sellaba su destino.
aclamaciones del pueblo, espectador tranquilo y respetuoso de esta Tendría no obstante que m antener una lucha de diez largos años
augusta y memorable controversia”. Después de conocida la deci­ para lograr su total independencia con la segunda batalla de Cara-
sión se nom bró una Comisión integrada por Francisco de M iran­ bobo (24 de junio de 1821), la batalla naval del Lago de Maracaibo
da, Lino de Clemente y José de Sata y Bussy, para escoger la Ban­ (24 de julio de 1823) y la toma de Puerto Cabello (8 a 10 de no­
dera Nacional, eligiéndose la usada por Francisco de M iranda en viembre de 1823), época llena de traiciones, disidencias, exilios y
1806. dolorosos momentos.
Cayendo el día el centro de aquella bucólica Caracas se alborotó
con la Declaración de Independencia, cuya Acta fue redactada
por Ju a n G erm án Roscio y Francisco Iznardi, secretario del Con­
greso, la cual expresó: “Nosotros, pues, a nom bre y con la volun­
tad y autoridad que tenemos del virtuoso pueblo de Venezuela,
declaramos solem nem ente al m undo que sus Provincias Unidas
son, y deben ser desde hoy, de hecho y de derecho, Estados Li­
bres, Soberanos e Independientes y que están absueltos de toda
sumisión y dependencia de la Corona de España o de los que se
dicen o dijeren sus apoderados y representantes, y que como tal
Estado Libre e Independiente, tiene un pleno poder para darse la
forma de gobierno que sea conforme a la voluntad general de sus
pueblos, declarar la guerra, hacer la paz, form ar alianzas, a rre ­
glar tratados de comercio, límites y navegación, hacer y ejecutar
todos los demás actos que hacen y ejecutan las naciones libres e
independientes...”.
El Acta del 5 de julio fue leída y aprobada por el Congreso el
día 7. El día 14 fue publicada por bando en Caracas en ceremonia

26 27
B a ta lla s d e V e n e z u e la entera Toro que Pedregal y San Luis, poblaciones por donde a la
fuerza tenía que pasar, estaban ocupadas por columnas enemigas
A ñ o 1810
que intentarían detenerlo. Reorganiza nuevamente el ejército y lo
divide en tres cuerpos comandados así: el Coronel Uztáriz m anda­
ba uno destinado a San Luis, otro el Coronel Santinelli para atacár
Pedregal, y otro bajo su m ando se quedó en Siquisique. Uztáriz, a
su vez, destacó al Capitán Manuel de Negrete desde Algodones
como vanguardia de su Cuerpo.
El prim er combate formal en la lucha por la independencia
tiene lugar el 4 de noviembre en Aguanegra, cuando el Capitán
Manuel de Negrete vence a una columna enemiga que le hace
frente tratando de detenerlo; ocupa luego Pozo Verde el 7 de no­
viembre, más tarde Danta y por último Guasiquire, donde se esta­
C am paña de C o ro ciona. Por su parte, Santinelli destaca al Capitán Adrián Blanco
contra C ururupare, la cual ocupa sin enfrentam ientos, mientras
U na vez instalada la Ju n ta Suprem a de Caracas después de los él avanza sobre la población de Pedregal el 11 de noviembre. Al
sucesos del 19 de abril de 1810, la cual desconoció al Consejo de am anecer del día 13 llega a las afueras del pueblo, y conociendo
Regencia que gobernaba a nom bre de Fernando V II, no recono­ Santinelli que Miralles lo esperaba con 700 infantes para tratar de
ciendo como Rey de España a José Bonaparte, depone al Capitán frenarlo en su avance, sobre la marcha despliega sus efectivos y
General Vicente Em paran y lo extraña del país. El Brigadier José carga sobre los realistas por tres puntos diferentes del poblado al
Ceballos, Com andante Militar de Coro, amenaza a la Ju n ta Supre­ mismo tiempo, sin dar posibilidades al enemigo de prep arar su
ma, detiene a Tejera, Ju g o y M oreno, Comisionados de la Ju n ta defensa por lo rápido del movimiento. Miralles resiste el fuerte
enviados a Coro, y los rem ite presos a Maracaibo. En días poste­ ataque de Santinelli durante una hora, hasta que no aguanta más y
riores, la Ju n ta nom bró General en Jefe del Ejército Republicano desocupa la población huyendo vía a Coro, dejando muertos, he­
al M arqués del Toro, Francisco Rodríguez del Toro, quien de in­ ridos, armas y bagajes. Santinelli lo persigue y lo vuelve a vencer el
mediato comenzó a p rep arar las fuerzas expedicionarias que se 14 de noviembre en Aribanaches y en Urumaco, donde le hace
envían para som eter las provincias de Coro y de Maracaibo, las grandes bajas. El día 15 reinicia la m archa y entra en Sabaneta,
que se habían negado obstinadamente a reconocer la autoridad de ocupando luego el frente entre Mitare, Las Lajas y Agua Clara. El
la Ju n ta Suprem a surgida del movimiento separatista. Marqués del Toro le ordena detenerse en Sabaneta sin proseguir y
El M arqués del Toro comenzó su cam paña saliendo de Carora entrar a Coro, lo que constituye el prim er erro r táctico de esta
el día 30 de octubre rum bo a Siquisique, con un C uerpo Expedi­ Cam paña, ya que Santinelli tenía el camino expedito hasta esta
cionario form ado de esta m anera: Descubierta, integrada po r el ciudad, pero Toro quería concentrar un mayor núm ero de efecti­
Estado Mayor, un destacam ento de lanceros y una guerrilla de vos antes de ir en su contra. Uztáriz, por su lado, no puede ocu­
par San Luis y se retira hacia Purureche.
infantería ligera; Vanguardia, con 1.200 plazas com andada por el
Coronel Luis Santinelli; Centro, m andada por Don Miguel Uztá- El M arqués del Toro entra en Pedregal el 16 de noviembre,
riz con 1.400 infantes; Artillería, al m ando de Diego Jalón, con 6 dispone sus órdenes y sale el día 22 para Sabaneta, incluyendo
refuerzos recién llegados de Trujillo, para sum ar 4.300 hombres.
piezas de cañones grandes y pequeños, y Retaguardia, comandada
por Tomás Montilla, con 1.600 plazas entre caballería e infantería. En Sabaneta incorpora todas sus divisiones en un solo cuerpo, y
sale para Coro en la m adrugada del día 28 de noviembre formados
Eptran en Siquisique al am anecer del prim ero de noviem bre y se

28 29
en Vanguardia, Retaguardia y Reserva. A las nueve de la m añana marcha. El día 5 de diciembre llegan a Las Tunitas; el día 6 pasan
llegan frente a la ciudad y en seguida da comienzo una d u ra bata­ por Siquisique, donde las tropas se reorganizan, y entran de re­
lla, ya que las milicias locales y la población se habían preparado greso en Carora el 17 de diciembre. Después de un breve descan­
para tal evento colocando parapetos y obstáculos para dificultar el so, el Ejército Republicano replegó completo a Barquisimeto para
ataque. Después de varias horas de lucha sin cuartel, Santinelli seguir luego hacia el centro del país.
logra penetrar las defensas y llegar al perím etro de la ciudad a El Marqués del Toro replegó sus fuerzas ante la aparente supe­
costa de grandes sacrificios, y comienza a resistir en espera de rioridad numérica y de equipamiento del Brigadier José Ceballos
refuerzos para ir a la lucha calle por calle. Cuando al final de la y del Brigadier Fernando Miyares-González Pérez y Bernal, Go­
tarde Toro tiene casi tom ada la ciudad, en vez de dar la orden de bernador de la Provincia de Maracaibo, quien proveniente de esa
un asalto final para com pletar su victoria, decide retirarse. Toro ciudad con una fuerte columna había unido sus efectivos al prim e­
creía que Miralles estaba dentro de la atacada ciudad, pero al reci­ ro. Miyares había sido nom brado Capitán General de Venezuela
bir noticias en contrario, presum e que Miralles podía atacarlo por por la Ju n ta Central el 29 de abril de 1810; fue reconocido como
la espalda con refuerzos llegados de Maracaibo, y tem iendo verse tal por el Ayuntamiento de Maracaibo el 23 de julio de 1810, por
com prom etido entre dos fuegos opta por replegarse esa misma el de Coro el 11 de agosto y por el Ayuntamiento de Guayana el 7
noche. Cuando el ejército republicano se retira de la sitiada ciu­ de marzo de 1811. Toro consideró un sacrificio exponer a las tro­
dad, es seguido por el Brigadier José Ceballos, G obernador de la pas a combatir en esas condiciones. Tal fue el final de esta incur­
Provincia de Coro. sión guerrera sobre el occidente, donde historiadores de diferen­
Miralles se va a enfrentar a Toro el 30 de noviembre en Sabane­ tes épocas le han criticado a Toro este proceder frente al acecho de
ta. El jefe realista se encuentra en un camino estrecho a la entrada Coro, su negativa al asalto final y la indecisión de la estrategia.
de la población, cubierto por sus tropas que dom inan los puntos El día 20 de julio de 1810 se declaró la independencia de Co­
estratégicos po r donde tenía que pasar el Ejército Republicano, lombia. Y el 10 de diciembre desembarcó Francisco de M iranda
por lo que era fácil atacarlos. Toro sabe que Ceballos le viene si­ en La Guaira, procedente de Europa en el bergantín inglés Avon.
guiendo los pasos, por lo que no tiene más alternativa que intentar
pasar a todo trance para no verse entre dos frentes. Organiza en el
acto tres cuerpos de ataque y se lanza embistiendo denodadam ente
sobre los realistas por todos los frentes, a un mismo tiempo. Mira­
lles trata de aguantar la embestida, pero no puede detenerlo y
debe nuevamente replegar ante el empuje republicano. Toro sigue
retrocediendo y esa misma noche llega a Lajas, donde pernocta;
pasa luego por Cuibita el prim ero de diciembre y po r Dividive al
día siguiente, siendo perm anentem ente acosado durante todo el
camino por las guerrillas enemigas.
Tras un d uro combate que duró todo el día, acam pan el 3 de
diciembre en Güedeque, donde los realistas esperaron a los rep u ­
blicanos con fuerzas llegadas desde San Luis. El día 4 los vuelven
a atacar los españoles, y éstos son nuevamente vencidos gracias a la
rápida y decidida acción de Luis Santinelli, quien se torna en el
héroe de estos dos combates por su bravura y decisión. Esa noche
pernoctan en el sitio de Pozo Largo y al am anecer continúan la

30
A ño 1811

El 11 de julio estalla en Caracas un movimiento insurgente


contra las autoridades republicanas y la Declaración de Indepen­
dencia, gestada por Juan Díaz Flores, rico comerciante canario; el
caraqueño José María Sánchez; el padre dominico Ju an José Gar­
cía, y gl doctor Antonio Gómez. En el sector Sabana de El Teque se
concentran cerca de sesenta realistas armados, que tras una reñida
refriega son reducidos por el pueblo con ayuda de la milicia; ven­
cida la asonada, dieciséis de sus cabecillas fueron fusilados. En
Valencia se produce el mismo día 11 un alzamiento de la pobla­
ción civil, capitaneada por los venezolanos Ju an Antonio Baquero
y Fray Pedro H ernández, que desconoce la Declaración de Inde­
pendencia del 5 de julio; se constituyen grupos armados y organi­
zados que toman la ciudad y cometen todo tipo de abusos, llegan­
do al asesinato de personas fieles a la causa; otros son hechos pri­
sioneros po r los mismos grupos civiles. Al tener conocimiento de
estos hechos, la Ju n ta Suprema envía a Simón Bolívar en su condi­
ción de Oficial de las Milicias de Aragua, a form ar un cuerpo
armado en esa región para prevenir cualquier contingencia, y vuelve
a encargar del ejército al Marqués del Toro, quien acompañado de
su herm ano Fernando m archa de inmediato sobre la insurrecta
ciudad. Al intentar pasar Toro al frente de sus tropas por el Desfi­
ladero de La Cabrera, entre Maracay y Guacara, es tomado por
sorpresa éntre dos fuegos: el de los soldados apostados en las altu­
ras del desfiladero y el fuego de los cañones de embarcaciones
realistas que estaban en el Lago de Valencia. Toro no puede resol­
ver su situación, es derrotado y sus fuerzas son puestas en fuga.

32 33
Ante este desastre, la Ju n ta Patriótica nom bra Com andante del C am paña d e guayana
Ejército a Francisco de M iranda por su dilatada experiencia mili­
tar. M iranda organiza sus tropas y el 19 de julio se dirige a Valen­
Mientras estos acontecimientos se desarrollan en el centro del
cia a m archas forzadas, a tratar de contener el alzamiento. Al lle­
país, se dispone el inicio de la Campaña de Guayana con la salida
gar a Maracay recibe de refuerzo el contingente que el Coronel
desde Caracas de una columna m andada por el Coronel Francisco
Bolívar había form ado en los valles de Aragua, y entre ambos fuer­
González Moreno, jefe de la expedición; una columna desde Bar­
zan el paso de La Cabrera. A mediados de julio tom an la pobla­
celona al m ando del Teniente del Rey Pedro María Freites, y otra
ción de Guacara, y el día 23 se enfrentan a los realistas en El
columna desde Cum aná al m ando del Coronel Manuel Villapol.
M orro de Valencia, derrotándolos y haciendo que huyan hasta
Eljefe de la Escuadra es el Alférez de Navio Felipe Santiago Esteves.
refugiarse en la ciudad. M iranda no se detiene y entra violenta­
No habiendo reconocido la Provincia de Guayana el movimiento
m ente a Valencia, rindiendo a los rebeldes por la sorpresa, pero
del 19 de abril de 1810, estallo en Angostura otro movimiento a
sin desarmarlos. favor del mismo, que culminó con el establecimiento de una Junta
Esa misma noche la ciudad agasaja a las tropas republicanas y Provincial similar a la de Caracas. De inmediato se produjo un
ofrece una cena a su oficialidad, pero antes del amanecer, los re­ contragolpe que depuso esta Ju n ta y consolidó el poder realista,
beldes que aún continúan arm ados se lanzan de nuevo a la pelea, tomando ésta de seguida medidas para consolidar su posición y
sorprendiendo a las ya cansadas tropas patriotas que deben des­ rechazar cualquier agresión por parte de las otras Provincias de la
alojar precipitadam ente Valencia y retroceder a Guacara. Aquí se Capitanía General. Establecieron unas fuerzas navales que contro­
reorganizan y días más tarde em prenden de nuevo el ataque a la laban el Orinoco, y formaron unas fuerzas terrestres con las cuales
insurrecta ciudad, pero esta vez la batalla dura tres días. em prendieron una serie de incursiones contra los pueblos limí­
Al no poder tom ar de inm ediato la ciudad por estar ahora trofes a la Provincia, las que se fueron haciendo cada vez más
preparada para resistir, el General M iranda le pone férreo sitio a peligrosas hasta el punto que el 12 de abril saquearon e incendia­
Valencia y ejecuta acciones aisladas para ablandar la población y ron el pueblo de Cabruta.
probar sus defensas. El 12 de agosto efectúa varios asaltos por La noticia de este suceso llega a Caracas en julio, y el Gobierno
diferentes sitios, provocando confusión entre los defensores y alarma de la República recién nacida ordena una expedición para some­
en los sitiados. El día 13 ejecuta un asalto masivo atacando por ter a la rebelde Provincia, contribuyendo cada una de las provin­
varios frentes al mismo tiempo, y tras un largo día de combate cias restantes no comprometidas aún, con el aporte de un contin­
logra penetrar las defensas y tom ar la ciudad después de encarni­ gente que se reuniría en San Fernando de Apure. Los gobiernos
zadas luchas en sus calles. M iranda va a perm anecer en Valencia provinciales dem ostraron poco interés en esta empresa y sólo p u ­
organizando la administración y los servicios hasta el 22 de octu­ dieron organizarse tres columnas o destacamentos, en los que cada
bre, en que se retira, dejando encargado de su defensa al Coronel jefe obraba independientemente y sujeto sólo a su Gobierno regio­
Miguel Uztáriz. nal. Por ello no se reúnen en San Fernando, sino que cada uno
Las fuerzas de M iranda regresan de nuevo a Caracas pensando marcha directamente por su lado a tomar posiciones en la margen
haber derrotado a la sedición, en vez de continuar hacia Coro y izquierda del Orinoco: el Destacamento de Caracas al m ando del
com pletar lo que no pudo hacer en su oportunidad Francisco Coronel Francisco González Moreno, en Santa Cruz del Orinoco;
Rodríguez del Toro. el Destacamento de Barcelona al m ando del Teniente Pedro M.
Freites, en Soledad y el Destacamento de Cum aná al m ando del
Coronel Manuel Villapol, en Barrancas y Uracoa, violando los
principios militares básicos de unidad de comando y unificación
de fuerzas.

34 35
El Cuerpo Expedicionario oscilaba entre los 2.000 y los 2.500 realistas, quienes esperaban encontrar una ciudad indefensa como
hom bres, sin contar las fuerzas navales. Los realistas tenían en había sucedido antes y no una que resistiera el ataque. A pesar de
total un ejército de 2.000 hom bres y una num erosa flotilla, com­ sus esfuerzos, los invasores debieron retirarse sin poder entrar a
puesta de 22 embarcaciones mayores e infinidad de naves menores San Fernando de Apure.
que les aseguraban la suprem acía fluvial del Orinoco. Según el El Gobierno de Caracas dictó instrucciones para que los desta­
plan que llevaban, el Destacamento de Caracas debía cruzar el río, camentos de Caracas y de Barcelona se compactaran en una sola
apoderarse de Moitaco y avanzar sobre Angostura; el Destacamen­ unidad, al mando del Coronel Francisco González Moreno y como
to de Barcelona debía igualm ente cruzar el río Orinoco y atacar Segundo Jefe al Coronel Francisco Solá. Este ejército se mueve
de frente a Angostura, mientras el de Cumaná atacaría los Castillos desde El Pao y recupera Santa Cruz sin mayores contratiempos en
de Guayana para cortar las comunicaciones. Antes de que esto un solo día. Paralelamente, desde las costas nororientales del país
pueda ponerse en ejecución, los realistas realizan en septiembre zarpa una flotilla compuesta de 29 embarcaciones para cooperar
una operación sorpresa atacando conjuntam ente a Soledad y a en la conquista de Guayana; el Alférez de Navio Felipe Santiago
Santa Cruz. Trescientos hom bres al m ando de Francisco de Que- Esteves, Comandante de la Escuadrilla, debe forzar el Apostadero
vedo Cruzan el Orinoco un amanecer y montan un violento ataque de Barrancas y cortar las comunicaciones por el río.
contra el cuartel enemigo de Pedro María Freites en Soledad; los Por tierra m archan 900 hombres desde Cumaná, a ponerse
republicanos son sorprendidos completamente y se desmoralizan, bajo las órdenes del Coronel Manuel Villapol; en San Fernando
no atinando a oponer resistencia, y sin m ando que los reorganice de Apure, Manuel Aldao prepara un contingente de soldados de
para repeler el ataque, se retiran desordenadam ente abandonan­ la Provincia de Barinas para incorporarlo a la expedición; desde
do 22 piezas de artillería, bagajes y num eroso material de guerra. Maturín sale igualmente una columna patriota en apoyo a la cau­
En Santa Cruz del Orinoco, González M oreno se retira apresura­ sa, y finalizando el año, el 28 de diciembre, Ramón García De
dam ente con sus efectivos completos ante la proxim idad del ene­ Sena m archa desde Barcelona con un nuevo contingente para
migo, sin siquiera oponer algún tipo de resistencia, llegando co­ unirse a los expedicionarios de Guayana.
rriendo hasta el Pao de Barcelona. El Teniente Coronel Lorenzo
Fernández de la Hoz ocupó Santa Cruz sin disparar un solo tiro.
Desde Soledad, Francisco de Quevedo va hasta Barrancas, donde
vence a Manuel Villapol tras em peñado y duro combate, debiendo
éste retirarse para salvar algo de sus fuerzas. Por su parte, el rea­
lista Fernández de la Hoz sale de Santa Cruz a ocupar y defender
Barrancas, sustituyendo a Quevedo, cuando Villapol que ha re-
agrupado sus efectivos, lo ataca violentamente el día 4 de octubre,
y tras una acción de tres horas reconquista la población de Ba­
rrancas, obligando a Fernández de la Hoz a replegarse dentro de
los Castillos de Guayana.
Los españoles m ientras tanto han enviado una expedición flu­
vial, al m ando del Capitán de Infantería Francisco Orozco y del
capuchino Coronil, a someter todas las poblaciones a lo largo de
los ríos Orinoco y Apure; sin embargo, al llegar a San Fernando ya
sus pobladores conocían la noticia de tal incursión y se habían
preparado para su defensa. Esta vez los sorprendidos fueron los

36 57
A ñ o 1812

SAN FELIX
La escuadrilla patriota que venía de las costas nororientales se
internó por el Caño de Pedernales, en el delta del Orinoco, m ien­
tras por tierra era apoyada por fuerzas al m ando del Teniente
Santiago Mariño, quien procedente de M aturín se encontraba en
Guaritica. Los realistas maniobran sus embarcaciones haría la sali­
da del Caño Macareo para presentar batalla a la flotilla republica­
na e im pedir que ingresen al Orinoco. El día 25 de febrero se
encuentran ambas fuerzas y tiene lugar un combate fluvial de cua­
tro horas de duración en el Caño Macareo, siendo vencida la es­
cuadrilla realista a quienes le capturaron una goleta de cuatro
cañones. Este es el prim er combate naval en la guerra por la inde­
pendencia, el cual es favorable a las fuerzas republicanas. Bastante
maltrecha, los restos de la escuadrilla realista se retiraron río arri­
ba, siendo de inmediato perseguidas por la flotilla republicana.
La persecución prosiguió casi hasta los Castillos de Guayana, don­
de Felipe Santiago Esteves recibió órdenes de Manuel Villapol de
regresar a Barrancas. Villapol planea atacar los Castillos, pero
debe aplazar sus planes por falta de municiones y pertrechos que
solicita desesperadam ente, y por 400 hombres que le faltan a sus
filas, los cuales se los había quitado González M oreno para in­
cluirlos en su Cuerpo, y esto constituía una merma im portante de
sus efectivos.
González Moreno cruza el Orinoco, toma Moitaco y avanza sin
oposición hasta Angostura, donde en vez de atacar, inútilm ente
comienza a negociar la paz con los realistas, ganando éstos un
tiempo precioso para organizar bien la defensa y prep arar una

38 39
nueva flotilla. Villapol avanza hasta Sorondo, frente a los Castillos riñas, debió reem barcarse en Caicara del Orinoco con rum bo de
de Guayana, pero se queda inactivo desobedeciendo sus órdenes nuevo a San Fernando de Apure.
de atacar Guayana La Vieja, porque González M oreno no le ha Mientras estos acontecimientos se desarrollan en el sur del te­
devuelto sus 400 hom bres ni le ha sum inistrado las m uniciones y rritorio, en el centro del país se suceden otros más fatales para el
pertrechos solicitados. destino de la República.
El 23 de marzo de 1812 trata González M oreno de tom ar sor­
presivamente las defensas de Angostura, atacándolas de frente, pero PÉRDIDA DE LA I REPÚBLICA
fracasa en su intento y debe regresar a sus mismas posiciones. El
día 25 de marzo todas las fuerzas navales guayanesas atacan a So- El Capitán de Fragata Domingo M onteverde desembarca en
rondo, contando ahora con una abrum adora superioridad m ate­ Coro el 8 de febrero de 1812, enviado por las autoridades españo­
rial. El combate fue largo, reñido y sangriento, se em peñó todo el las de Puerto Rico en ayuda de Miyares, con una Com pañía de
día y continuó el día siguiente, pero al concluir quedó aniquilada Marina integrada por 120 soldados y tres oficiales bajo su m ando,
la flotilla auxiliar republicana; el desastre fue completo, ya que al ganándose de inmediato la confianza y estimación del Brigadier
final los patriotas utilizaban piedras en lugar de granadas por falta José Ceballos, Gobernador de la Provincia, quien le presta apoyo.
de municiones. M anuel Villapol, quien com andaba las fuerzas de El 10 de marzo sale de Coro acom pañando al Presbítero Andrés
tierra, y Felipe Santiago Esteves, com andante de la flotilla, a duras Torrellas, en una expedición hacia Siquisique con 200 hombres, y
penas pueden salvarse ju n to con un grupo de efectivos, vencidos entran en el pueblo el día 17 sin ningún inconveniente gracias a
por la superioridad de las fuerzas realistas que movilizaron todos que se les unió el indio Reyes Vargas. Este oficial tenía el m ando de
sus buques y flecheras desde Angostura, com andadas po r el Te­ dos compañías patriotas y traicionando su causa, se voltea con sus
niente de Fragata Francisco De Sales Echeverría. soldados hacia el bando realista y deja sin m ando a Pedro León
El 26 de marzo González M oreno em peña todas sus fuerzas Torres, encargado de la defensa de la población. Reyes Vargas en­
contra los españoles, atacando fuertem ente a Fernández De La trega Siquisique a Monteverde, quien toma el pueblo sin disparar
Hoz en Angostura. Esta vez el asalto a la ciudad sí es favorable, un solo tiro. M onteverde se envanece y con 500 hombres más for­
pero cuando el éxito inicial se convertía en triunfo los soldados de ma un cuerpo de 700 efectivos bien arm ados y avanza hacia su
ambos bandos se retiran precipitadam ente del frente de batalla, destino. El 19 de marzo toma sobre la m archa la población de
huyendo en desbandada asustados por el terrem oto de ese día: era Baragua y ataca el día 23 a Carora, la cual toma después de un
el Jueves Santo de 1812. El sábado 28 de marzo el Cuerpo Expedi­ ligero combate, ya que por la sorpresa de su llegada y por encon­
cionario vio la entrada victoriosa al puerto de Angostura de la trarse enfermo el Com andante Gil, que m andaba la plaza, las tro­
escuadrilla española, oyeron las exclamaciones de alegría y los fes­ pas casi no se defienden.
tejos por el triunfo obtenido en Sorondo. Al am anecer del día 29 Monteverde continúa hacia Barquisimeto, donde entra sin pro­
comenzó una retirada precipitada y en desorden de toda la tropa, blemas el 2 de abril, ya que el cuartel se había desplom ado por el
que se convirtió en una huida desenfrenada el día 30, cuando terrem oto y Diego Jalón había evacuado la ciudad. Toma la pobla­
llegando al colmo de la irresponsabilidad los jefes de la expedi­ ción de Cabudare el 7 de abril y en Yaritagua se baten sus avanza­
ción, Coroneles Francisco González M oreno y Francisco Solá, das con Manuel Valdez, haciéndolo abandonar sus posiciones has­
quienes entregan a sus subalternos el m ando y abandonan sus tro­ ta San Felipe. Araure es ocupada por el Capitán Mármol el día 18
pas em prendiendo vergonzosa fuga. y San Carlos cae en poder de las fuerzas realistas el 25 de abril,
M anuel Villapol, por el contrario, con lo que pudo salvar de cuando M onteverde derrota a Miguel Carabaño y a Miguel Uztá­
sus tropas se retiró a Maturín, donde se fortificó, mientras Manuel riz al ser éstos traicionados por el Escuadrón de El Pao, m andado
Aldao que ya había cruzado el Orinoco con el contingente de Ba- por el Com andante Ju an Ontalva y por el Capitán Cruces. Des­

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40
pués de perder el prim er ataque a la población, M onteverde retro­ no puede vencer el Paso de Guaica mientras los republicanos m an­
cedió y fue perseguido por el Escuadrón de El Pao, pero en la tengan sus posiciones. M iranda es traicionado por un soldado
persecución Ontalva y Cruces decidieron plegarse a M onteverde y que, conociendo la zona, le señala a Monteverde un camino entre
regresaron a San Carlos form ando parte de las tropas realistas, las la montaña no conocido por el Generalísimo, quien al darse cuen­
cuales tomaron la población ayudados por la caballería. M ontever­ ta por los movimientos realistas de que M onteverde le va a salir
de entra en Valencia el 3 de mayo sin encontrar resistencia, ya que por la espalda y atacarlo, se ve forzado a abandonar sus posiciones
previamente la ciudad había sido evacuada por el Coronel Miguel y replegar a Maracay el 29 de mayo, donde establece su Cuartel
Uztáriz. General. Aquí se entera de que Eusebio Antoñanzas ha ocupado
Cuando se conoce en Caracas la traición de Siquisique y la Calabozo el 20 de mayo, San Juan de Los Morros el día 23 y que
tom a de Barquisimeto, el Poder Ejecutivo designa Generalísimo a avanza hacia Villa de Cura, al sur de sus posiciones y entrada al
Francisco de M iranda el 10 de abril de 1812 con plenos poderes llano, por lo cual para no verse atrapado entre dos fuegos repliega
para dirigir el Estado, y se prepara un ejército de 3.000 hom bres a la ciudad de La Victoria, punto más estratégico militarmente,
que bajo su m ando sale el prim ero de mayo de Caracas en defensa donde llega el 19 de junio perseguido ya po r M onteverde y por
de Valencia, que según las noticias recibidas está am enazada por Antoñanzas, quienes habían unido sus fuerzas el día 16 de junio.
los realistas; pero cuando llegan a Maracay el día 3 en la tarde, se Mientras Francisco de M iranda se defiende en La Cabrera, el
enteran de que Valencia ya ha caído en m anos de Monteverde. Comandante Militar de Maracaibo, Ramón Correa, navega hasta el
M iranda nom bra a Bolívar como Com andante Militar de Puer­ sur del Lago, penetra a Trujillo, pasa a Mérida y llega hasta los
to Cabello y destaca sus guerrillas en la zona. El Teniente Coronel valles de Cúcuta, donde más tarde se va a topar con las fuerzas
Antonio Flores ocupa Los Guayos el 9 de mayo, pero aunque sus republicanas al m ando de Simón Bolívar.
tropas tom an el pueblo, es hecho prisionero po r las guerrillas M onteverde ataca La Victoria el 20 de junio con gran ímpetu,
realistas cuando el Capitán de G ranaderos Pedro Ponce, que era pero una carga de caballería del propio Miranda y de Mac Gregor
español, se pasa con su regim iento a las fuerzas contrarias, ocasio­ lo hace huir en desbandada hasta San Mateo. Al no ser persegui­
nándole grandes pérdidas a Flores. El día 10 Gregor Mac Gregor dos por M iranda, Monteverde y Antoñanzas pueden reorganizar
se adelanta hasta el M orro de Valencia, donde sostiene una escara­ sus efectivos y recibir refuerzos de Valencia. El 29 de junio vuel­
muza y se retira nuevam ente a Los Guayos. Aquí es duram ente ven a atacar en una memorable acción conocida como Pantanero,
atacado por M onteverde y no pudiendo sostener más el sitio re ­ que es la entrada del camino que va hacia Villa de Cura pasando
pliega a Guacara. por Suata. M onteverde tiene 3.000 hombres y M iranda cerca de
Para am pliar sus operaciones, M onteverde destaca a su segun­ 5.000, pero aquél ha de tomar La Victoria obligado por su mala
do Eusebio Antoñanzas por el llano, hacia la vía de Calabozo. Este situación en el centro del país y por el orgullo herido por su
toma la población el 20 de mayo ju n to con Zuazola, quien se le prim era derrota. El caserío de Pantanero estaba defendido por el
había unido en el camino, y juntos liberan a José Tomás Boves, Capitán Francisco Tovar, quien recibió rápida ayuda del Coronel
que se encontraba encarcelado; después continúan hacia San Ju an Ramón Ayala y del Com andante Luis B ernardo Chatillón, para
de Los Morros. En el centro, el 12 de mayo los realistas ocupan el poder soportar las feroces acometidas de las caballerías de Anto­
Portachuelo de Guaica, ventajosa posición que es recuperada bri­ ñanzas, Zuazola y Boves, jefes de la vanguardia de Monteverde.
llantem ente en la tarde por el Coronel Luis Santinelli, apoyado Las tropas realistas son repelidas sin lograr sus objetivos, Monte-
po r el Coronel Ju a n Paz del Castillo. verde es nuevam ente derrotado y debe retirarse otra vez a San
Ante esta situación, M iranda decide fortificarse en el Desfila­ Mateo, nuevamente sin ser perseguido, después de una sangrienta
dero de La Cabrera el 13 de mayo. M onteverde lo ataca hasta por batalla que duró todo el día. Ahora le es más difícil rehacerse y
tres veces seguidas, pero las tres veces es rechazado en su ataque y

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queda a la suerte de los republicanos; por eso cuando M iranda le Francisco de M iranda se traslada hasta La Guaira la tarde del día
propone Capitulación, el prim er sorprendido es M onteverde. 30 con intenciones de embarcarse para Curazao a bordo de la
En Patanemo surge una insurrección el 29 de junio que estalla fragata inglesa Sapphire, al mando del Capitán Henry Haynes. Al
en Puerto Cabello el día 30, cuando los presos que estaban en el entrar la noche el tiempo se nublaba y no había viento, por lo que
Castillo de San Felipe logran apoderarse de las armas y los p ertre­ se acuerda salir a prim era hora del día siguiente, pernoctando
chos militares que allí estaban guardados, ayudados po r la trai­ Miranda esa noche en la residencia del Coronel Casas. La m adru­
ción del Subteniente Francisco Fernández Vinony, de origen ca­ gada del 31 de julio es hecho preso en la habitación donde dormía
nario, quien apoyado por los venezolanos Rafael Hermoso, Rafael por Simón Bolívar, Tomás Montilla, el Com andante Militar del
M artínez, Ju a n Camejo y Faustino Garcés, habían entregado la puerto, Coronel Manuel María de las Casas y el Gobernador Civil,
plaza a los realistas haciendo preso a su jefe militar. Simón Bolívar Miguel Peña, entregándolo a Francisco Javier Cervériz, lugarte­
queda aislado dentro de la ciudad, la cual es bom bardeada cons­ niente de M onteverde, quien lo recluyó en la cárcel del puerto.
tantem ente desde la fortaleza y no puede resistir más de seis días Dice la historia que cuando M iranda fue conminado a rendirse
sin aprovisionamientos de ningún género, incluso sin agua pota­ solo expresó: Bochinche, bochinche, esta gente no es capaz sino
ble. El 4 de julio avanza sobre el Puerto una fuerte colum na realis­ de hacer bochinche”. Cervériz llegó a La Guaira antes del m edio­
ta po r el camino de Valencia, contra la cual se envía a los coroneles día del 31 de julio, sustituyó a Casas como Jefe militar del Puerto,
Diego Jalón y José Mires a detenerla pero son derrotados por ratificó el decreto que había sido expedido anteriorm ente por Ca­
completo en Aguas Calientes, Jalón es hecho prisionero y a duras sas de prohibición de salida de cualquier embarcación y detuvo a
penas puede escapar Mires. Con una tropa leal de sólo cuarenta numerosos patriotas, entre ellos a los coroneles Ju an Pablo Ayala,
hom bres, el 6 de julio Bolívar pierde Puerto Cabello al carecer de José Mires y Juan Paz del Castillo, al Comandante Tomás Montilla
elementos para defenderse y se embarca para La Guaira en el ber­ y al canónigo José Cortés de Madariaga. Posteriormente Cervériz
gantín Zeloso. fue nom brado G obernador en Cumaná, donde desembarcó con
Al conocer M iranda esta noticia el 5 de julio, ju n to con el 200 hombres el 15 de diciembre de 1812.
alzamiento de los esclavos y la insurrección que se había gestado Bolívar expresó años más tarde a Daniel Florencio O ’Leary,
en Barlovento com andada por José de Llamozas, la insubordina­ que su intención al prender a M iranda fue para obligarlo a p er­
ción y la deserción que había en el Ejército, form ado casi todo por m anecer en el país y poder exigirle a Domingo M onteverde el
tropas sin experiencia, aunado a la falta de apoyo político, decide cumplimiento fiel de la Capitulación que habían suscrito. El doc­
capitular para poner fin a la guerra, proyecto que expone a Fran­ tor Pedro Gual, quien estaba en el puerto de La Guaira en esos
cisco Espejo y Ju a n Germ án Roscio, miembros del Poder Ejecuti­ momentos, afirma en sus escritos que el Generalísimo le confesó
vo; al Ministro de G uerra, José de Sata y Bussy; al Director de sus intenciones de trasladarse a Cartagena para continuar desde
Hacienda, M arqués de Casa León, y al Ministro de Justicia de la allí su lucha revolucionaria, para lo cual había establecido comu­
Provincia de Caracas, Francisco Antonio Paúl. El 12 de julio co­ nicación con Manuel Rodríguez Torices, Presidente de ese estado,
m ienzan las conversaciones con M onteverde para fijar los térm i­ escrito que le mostró al propio Gual. Esto fue corroborado po r el
nos del documento, nom brando M iranda como sus comisionados Capitán Haynes, quien debía llevarlo hasta Curazao, en el libro de
a M anuel Aldao y José De Sata y Bussy, aunque algunos autores bitácora de la fragata en fecha 30 de julio de 1812. Los revolucio­
incluyen entre los negociadores al M arqués de Casa León, Anto­ narios que quisieran acompañarlo podían embarcarse en el ber­
nio Fernández de León. El 25 de julio de 1812 se firma la Capitu­ gantín Zeloso, el cual estaba surto en el puerto para tal fin. Estos
lación de San Mateo, evento culminante de lo que han denom ina­ porm enores no fueron sin embargo conocidos por ninguno de los
do los historiadores Pérdida de la I República. que participaron en su detención; por el contrario, entre los p a­
Domingo Monteverde entra en Caracas el 29 de julio, mientras triotas hubo total desconocimiento de los términos de la Capitula­

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ción, ya que M iranda no hizo público su contenido y además no la ción. Bolívar eleva enseguida su partida a 250 efectivos y solicita
había suscrito personalm ente, se decía que la firmaría a bordo. En autorización al Congreso para iniciar una campaña militar sobre
este estado de desconcierto, inquietud y zozobra que se vivía en La el Magdalena, campaña que comienza antes de que llegue la auto­
Guaira en estos momentos, las razones que privaron fueron sim­ rización, y sale de Barrancas sin contar con la aprobación de su
ples: si M iranda creía que los realistas observarían la Capitula­ jefe el Coronel francés Pedro Labatut, Com andante Militar de la
ción, debía quedarse para hacer cum plir sus términos; si no lo zona.
creía, era un traidor por haber sacrificado su Ejército y entregado Forma un contingente de 400 hombres divididos en ocho com­
el país al enemigo. Ese fue el criterio que privó entre los patriotas pañías mandadas casi todas por venezolanos, y el día 23 de diciem­
para tom ar la decisión de p ren d er al Generalísimo. bre ataca la plaza de Tenerife, fortaleza situada a orillas del río
Francisco de M iranda perm anece en La Guaira hasta comien­ Magdalena, de gran importancia por su posición estratégica y uno
zos de 1813, cuando es trasladado a Puerto Cabello donde pasa de los puntos más inexpugnables de aquella zona. La sorprendida
pocos meses. El 4 de junio de 1813 lo conducen a Puerto Rico a guarnición es incapaz de ordenarse y repeler el inusitado ataque,
las órdenes del Brigadier Salvador Meléndez y Ruiz, G obernador y no le queda otra salida que em prender la fuga hacia el Valle de
de la isla, donde lo tienen en prisión hasta 1814, cuando lo trasla­ Upar. El día 24 Bolívar reorganiza sus fuerzas y de inmediato
dan al puerto de Cádiz donde llega el 5 de enero a bordo del remonta el Magdalena; toma Plato el día 25, Sambrano el 26, entra
bergantín Alerta. El 7 de enero de 1814 es encerrado en el piso en Monpox el 27 tras una dura refriega con la milicia local, pasa a
alto de las Cuatro Torres en el Arsenal de La Carraca, donde m ue­ Guamal el día 29, toma El Banco el 31 derrotando a Valentín
re el 14 de julio de 1816. Capmani, y antes de term inar la noche y el año 1812, toma la
Simón Bolívar sale el 27 de agosto para Curazao en la goleta población de Peñón, donde entra sin dificultad. Bolívar ha hecho
Jesús, María y José, con un pasaporte que había obtenido del Go­ una rápida y fulgurante campaña sin darse descanso, pero su es­
bierno español gracias a las gestiones de don Francisco de Iturbe, fuerzo ha sido recom pensado por el éxito.
acompañado del Coronel José Félix Ribas y del Capitán Francisco
Ribas Galindo, llegando después a Cartagena a mediados de no­
viembre de 1812.

C am paña del M ag da lena

Simón Bolívar hace una “Exposición al Congreso de la Nueva


Granada" el 27 de noviembre de 1812, docum ento analítico sobre
las causas de la pérdida de la I República, y posteriorm ente publi­
ca una “M emoria a los ciudadanos de la Nueva G ranada” el 15 de
diciembre am pliando los argum entos ya expuestos en la prim era.
Por ellos gana el aprecio de Camilo Torres, Presidente del Con­
greso en Tunja y de Antonio Nariño, Presidente de Cundinam ar-
ca. Lo incorporan al Ejército de la Nueva G ranada con el rango
de Coronel el 21 de diciembre, siendo destinado por el Gobierno
de Cartagena, presidido por el Dr. M anuel Rodríguez Torices, al
puesto pasivo de Com andante de Barrancas, puesto militar sobre
el río M agdalena con un pequeño fuerte y 70 hom bres de guarni­

46 47
A ño 1813

DESPLAZAMIENTO DE TROPAS
Continuando con la campaña del Magdalena, sin darse respi­
ro, el día prim ero de enero Bolívar derrota en Chiriguaná nueva­
mente a las milicias españolas comandadas por Valentín Capmani,
a quien ya había vencido el día anterior en Banco. C ondnúa su
avance y el 3 de enero se apodera de Tamalameque, derrotando en
combate a Ju a n Francisco Capdevila y a Capmani, quienes se ha­
bían unido el día anterior. El día 7 ocupa la población de Puerto
Real y finalmente toma Ocaña el 8 de enero, dando térm ino a la
Cam paña del Bajo Magdalena que le tomó apenas 15 días.

C a m p a ñ a a d m ir a b l e

El Coronel Manuel Castillo invita a Bolívar a que le ayude a


batir al Coronel español Ramón Correa, quien con crecidas fuer­
zas ocupa los valles de Cúcuta y amenaza con invadir el centro.
Esta expedición le perm itiría a Bolívar traspasar las fronteras ha­
cia Venezuela, cosa que ansia en extrem o, por lo que acepta la
invitación y pide permiso al Congreso. El día 9 de febrero sale
Bolívar por la vía de Salazar de Las Palmas con destino a Cúcuta
con escasos 400 hombres, 8 arreos de burros cargados de fusiles y
2 arreos con cartuchos, em prendiendo m archa por un escabroso
camino de cuestas y montañas que conduce al pueblo nom brado.
Los españoles lo esperan en el Desfiladero de la Cumbre, también
llamado Alto de La Aguada, formidable posición donde 100 solda­
dos bien atrincherados pueden im pedir el paso a 3.000 hombres.
Bolívar no puede forzar la angosta vereda rodeada de agudos pi-

48 49
eos y farallones acantilados, por lo que se le ocurrió vestir de pai­ el Coronel Manuel Castillo, quien luego tomará a Mérida el 14 de
sanos a unos oficiales de confianza y, simulando llevar un arreo de mayo. Bolívar sale de La Grita el 17 de mayo y llega a Mérida el día
cerdos para vender, los hizo cam inar adelante para que fueran 23, siendo recibido como Libertador por la población. El 10 de
divulgando con asombro el gran núm ero de tropas que traía Bolí­ junio la vanguardia del Ejército Republicano, comandada por Ata­
var, las cuales se encontrarían con otra fuerza insurgente que avan­ nasio G irardot, toma la población de Trujillo, mientras Bolívar
zaba desde Pamplona. sale hacia Mucuchíes y entra el día 14 en Trujillo. Presionado por
La noticia se corrió de boca en boca llegando a oídos del jefe muy fuertes circunstancias, el 15 de junio de 1813 firma Bolívar el
de la vanguardia de Correa, Capitán Ju a n Francisco Capdevila, Decreto de G uerra a M uerte”, documento de gran controversia
quien convencido del gran ejército que venía m archando hacia él entre los historiadores pero que cumplía una finalidad específica.
y tem iendo verse entre dos fuegos, consideró muy prudente reti­ Bolívar no dirige su ejército directam ente de Trujillo a Bari-
rarse para salvar su contingente. El Capitán Contreras, quien co­ nas, pasando por el escabroso y difícil camino de Los Callejones,
m anda la vanguardia de Bolívar, al darse cuenta del repliegue de en plena serranía, sino que da la vuelta hacia el norte por el valle
las tropas españolas ataca de inm ediato y por sorpresa, logrando de Boconó y el Abra de Guanare, en una larga curva. Su finalidad
diezm ar sus efectivos. es separar la División del Capitán de Fragata Antonio de Tizcar y
Esta situación hace que el Coronel Ramón C orrea se retire a Pedroza, que operaba en la región, de las tropas que pudieren
San José de Cúcuta, y se atrinchere en la ciudad con 800 hombres llegarle de Valencia y de San Carlos en su socorro. Esta moviliza­
bien apertrechados, lo que perm itió a Bolívar tom ar Salazar de ción comienza a ejecutarse los prim eros días del mes de junio.
Las Palmas y San Cayetano el 25 de febrero sin problem as. Al Siguiendo el movimiento envolvente ordenado por Bolívar, la
am anecer del día 27 Bolívar pasa el río Zulia y con 500 hom bres vanguardia del Ejército comandada por Atanasio Girardot se topa
que tenía, contando los del Coronel Castillo que se le había unido, el 18 de junio en Carache, con unas columnas realistas mandadas
ocupa los altos de la ciudad. El día 28 de febrero Correa le hace por el Comandante Manuel De Cañas, a quien Girardot lo ataca de
frente y saca todos sus efectivos del pueblo, que llegaban a 1.400 frente y lo hace retroceder abandonando sus posiciones. Cañas,
hombres incluyendo todos los habitantes aptos para el combate, los quien había sido enviado desde Barquisimeto para detener a Bolí­
forma en orden de batalla y comienza a disparar contra los republi­ var, reorganiza sus fuerzas montantes a 400 infantes y 50 jinetes, y
canos. Bolívar sostiene sus posiciones por 4 horas, hasta que perci­ le presenta nuevam ente batalla en Agua Obispos al día siguiente,
be que de continuar así van a faltarle municiones; ordena entonces contando con buenas posiciones fortificadas, pero ese 19 de junio
una carga masiva a la bayoneta que decide la victoria, pues Correa Girardot lo destroza Completamente en apenas una hora de duro
se asom bra de la estrategia y el valor de los soldados al atacar sin batallar, en el agreste paisaje de la serranía.
temerle al fuego contrario. Correa no puede responder el ataque y José Félix Ribas, jefe de la retaguardia, penetra por Santo Do­
decide em prender la fuga hacia San Cristóbal, dejando en el cam­ mingo y avanza sobre Boconó. El jefe realista Antonio de Tizcar y
po de batalla la artillería, pertrechos, bagajes, m uertos y heridos. Pedroza, al conocer la m agnitud del movimiento, dispone un
Bolívar recibe en Cúcuta auxilios del Gobierno granadino y movimiento análogo sobre la cordillera para no verse atacado por
autorización para seguir a Venezuela; el Congreso de la Nueva la espalda, y destina al Com andante José Martí sobre Trujillo al
G ranada lo nom bra Brigadier y le entrega el m ando del Batallón frente de su vanguardia compuesta de 800 hombres. Martí va a ser
59 de la Unión, com andado por Francisco de Paula Santander y completamente derrotado por José Félix Ribas el 2 de julio en
formado por 500 hombres, entre quienes destacan Rafael Urdane- Niquitao; cerca de Boca del Monte y La Vega. Con sólo 450 hom ­
ta, Atanasio G irardot, Antonio Ricaurte y Luciano D’Elhuyar. bres, Ribas opone tenaz resistencia a los españoles a pesar de su
El 13 de abril en Angostura de La Grita, es nuevam ente venci­ inferioridad numérica; se traba un sangriento combate que dura
do Ramón Correa por la vanguardia patriota, m andada ahora por ocho horas, al final de las cuales se les agota el parque y no tienen

50 51
más municiones; Rafael Urdaneta y Vicente Campo-Elías deciden
El Teniente Coronel Rafael Urdaneta, Mayor General del Ejér­
dar una formidable carga a la bayoneta que sorprende a la tropa
cito, m archa a reforzar al Mayor Ponce de León en Araure, pero
de Martí, logrando que desalojen sus defensas y se retiren desor­
llega incluso hasta ocupar a San Carlos el 28 de julio, ciudad que
denadam ente de sus posiciones. Después de la batalla, la división
es evacuada po r el Coronel Julián Izquierdo al conocer la derrota
de retaguardia siguió hasta Boconó y continuó su m archa para
de Los Horcones. Urdaneta marcha a Valencia con 2.300 soldados.
tom ar luego El Tocuyo.
Ribas atraviesa la m ontaña de Altar y el día 29 de julio en la
Bolívar sale de Trujillo con destino a Barinas los últimos días
noche se reúne con Bolívar, Urdaneta y Girardot en San Carlos.
de junio, m ientras Girardot que ha seguido avanzando, derrota a
Esa misma noche a las doce, marchan Ribas, Urdaneta y Girardot
Julián Ontalvo el 4 de julio en el Desembocadero de Guanare.
sobre Valencia; Bolívar los alcanza en Las Palmas el día 30. El 31
Tizcar, que ha concentrado las fuerzas que le quedan en Barinas, de julio se ponen todos en marcha y a las dos horas de camino se
sale el 5 de julio en retirada para Nutrias al conocer esta noticia,
encuentran con el Coronel realista Julián Izquierdo en Los Pego­
perm itiendo que Bolívar ju n to con G irardot ocupen Barinas el
nes, Izquierdo había recibido órdenes de Domingo M onteverde
día 6 sin contratiempos. G irardot persigue a Tizcar hasta Puerto
de devolverse. Sin embargo, comienza a retroceder en cuadros
Nutrias, donde entra el 13 de julio, pero éste cruza el río y huye al hasta la Sabana de Taguanes, replegándose poco a poco sin pre­
A pure, debiendo G irardot regresar a Guanare. sentar batalla; ya al comenzar la tarde Bolívar decide hacer m ontar
Por órdenes de Bolívar, el Mayor Ponce de León se instala en
su infantería a la grupa de la caballería, alcanzar a Izquierdo,
A raure para observar a Barquisimeto y a San Carlos. El Coronel bajarse y atacar a la bayoneta para rom per la formación española.
realista Julián Izquierdo perm anece en San Carlos, m ientras el Izquierdo se ve entonces forzado a detenerse y presentar batalla, y
Coronel Francisco Oberto avanza desde Barquisimeto sobre Arau­ tras una dura contienda vence Bolívar a los realistas, quedando
re. Ponce decide retroceder hasta San Rafael cuando O berto se Izquierdo herido de m uerte en el campo; Bolívar ordena su tras­
presenta ante él, pero siem pre vigilando sus movimientos. M ien­ lado a San Carlos, pero fallece al llegar a la ciudad. Entre los
tras tanto, en el sur, la columna del Coronel José Antonio Yáñez se republicanos se distinguen Urdaneta y Girardot por sus cargas de
retira de Guasdualito y se refugia en San Fernando de Apure, infantería.
donde se encuentra con Tizcar. El ejército descansa esa noche en El Hoyo, el prim ero de agos­
José Félix Ribas ocupa el 18 de julio El Tocuyo y el día 20 to continúa su m archa hasta Tocuyito, y ocupa el día 2 de agosto la
m archa sobre Quíbor. Al conocer la noticia, Francisco O berto se ciudad de Valencia que había sido abandonada por Monteverde.
regresa rápidam ente hacia Barquisimeto y el 22 de julio en Los Atanasio Girardot persigue a Domingo Monteverde hasta Puerto
Horcones, entre Q uíbor y Barquisimeto, espera a Ribas con 800 Cabello, pero éste busca rápida protección tras sus murallas.
infantes, 200 lanceros a caballo y 4 piezas de artillería, formados Simón Bolívar entra en Caracas el día 7 de agosto de 1813, y
en orden de batalla. Al toparse con ellos Ribas no se detiene para recibe el glorioso título de Libertador dado por el pueblo cara­
organizar sus tropas, sobre la m archa form a sus escuadrones, im­ queño, finalizando así su Campaña Admirable que le llevó seis
parte sus órdenes y ataca de inmediato con una carga a la bayoneta meses y medio.
soberbia, que no le da tiem po a la caballería enem iga de actuar;
ésta retrocede buscando la ocasión de e n trar en combate, y en la C a m pa ñ a e n e l o r ie n t e
confusión que se origina se desorganiza la infantería realista, mo­
m ento que es aprovechado por los republicanos para destruirla. Mientras a comienzos de año Bolívar culmina su Cam paña del
Ribas entra en Barquisimeto como triunfador m ientras Oberto, Bajo Magdalena, en el oriente venezolano se suceden acciones im­
Cañas y González se escapan hacia San Felipe con los restos de su portantes para el destino de la revolución.
ejército. Escapando a la persecución de Francisco Javier Cervériz, un

52 53
grupo de patriotas de Barcelona y de Cum aná se va a Trinidad, este sale sorpresivamente de la poblacion y los ataca prim ero en las
donde continúan sus actividades revolucionarias, a cuya cabeza se afueras, diezmando las confiadas lineas de infantería que no atina­
encontraba el entonces Coronel Santiago Mariño. Este jefatura una ron a defenderse.
expedición conocida como Chacachacare, nom bre de u n islote a M onteverde se traslada rápidam ente a oriente, se reúne con
50 kilómetros de Güiria, entre las costas de Paria y Trinidad, don­ Zuazola y ju n ta n un ejército de 1.900 hombres. El 18 de abril
de su herm ana Concepción tenía una hacienda que era sitio de tratan nuevamente de reconquistar la plaza, siendo esta vez venci­
reunión de M ariño, José Francisco Bermúdez, M anuel Valdez, dos por Mariño y Piar, quienes con una férrea defensa impiden
M anuel Carlos Piar y Antonio José de Sucre, y de donde salieron. que puedan tom ar la ciudad. Domingo M onteverde se retira, se
Desembarcan los prim eros días de enero en el Puerto de Cantau- reorganiza y el 25 de mayo de 1813 ataca de nuevo a M aturín. El
ra; se agrupan, reúnen un contingente de hom bres y tom an por combate comenzó a las once de la m añana y a las tres de la tarde
asalto el 13 de enero la población de Güiria, defendida por el Manuel Piar com prendió que iban a faltarle las municiones, ya
Com andante Ju an Gabazo. El día 15 toman la población de Irapa, casi agotadas tras cuatro horas de fuego constante y sostenido.
y el 23 de enero M ariño y Berm údez derrotan a Francisco Javier Concibe entonces el plan de salir repentinam ente de la ciudad y
Cervériz cuando trata de reconquistarla. atacar de frente a los españoles con todas sus fuerzas disponibles,
Allegando nuevos reclutas, M ariño ramifica sus tropas en dos en combinación con las caballerías de Monagas y de Rondón, que
agrupam ientos: uno al m ando de B ernardo Berm údez y de Ma­ con sus escuadrones atacarían de lado al mismo tiempo que la-
nuel Piar que se dirige a M aturín, y otro bajo su propio m ando infantería. Ejecutada la acción, los españoles se sorprenden con
qué busca como objetivo insurreccionar y ocupar el territorio que esta maniobra y se desorganizan sus cuadros de ataque, empezan­
los separa de la ciudad de Cum aná, la cual va a tom ar el 2 de do a retroceder presas del pánico en forma desordenada, lo que
agosto. Bernardo Bermúdez, herm ano de José Francisco, comba­ aprovecha la caballería para lancear y acuchillar. Al ver que las
tiendo con Manuel Piar de Segundo Comandante, toman en febre­ filas realistas se dispersan sin concierto, Monteverde abandona el
ro la ciudad de M aturín defendida por el Capitán de Fragata Re­ campo de batalla y huye con su Estado Mayor por el camino de
migio Bobadilla. M onteverde, al saber la caída de Güiria e Irapa, Areo rum bo a Barcelona, perdiendo todo lo que llevaba, hasta su
envía a Antonio Zuazola con 300 hombres en ayuda de Bobadilla; dinero y sus archivos personales.
Zuazola se encuentra estacionado en Aragua de Barcelona y se Tras el ruidoso desastre de Monteverde, quien más tardecería
pone en m archa de inmediato. Los republicanos envalentonados sustituido por Ju an Manuel Cajigal como Capitán General, San­
por la toma de M aturín, salen abiertam ente a su encuentro y son tiago Mariño concentra el Ejército de Oriente y a fines de julio se
derrotados en Los Magüeyes; Zuazola queda sin embargo sentido moviliza hacia la ciudad de Cumaná, que está medio sitiada y don­
y no se aventura a ir solo contra M aturín, p o r lo que decide espe­ de se encuentra de G obernador Eusebio Antoñanzas. Ocupan
ra r por ayuda. Magüelles, donde vuelven a derrotar a Zuazola, y continúan la
El G obernador Eusebio Antoñanzas m anda órdenes a Lorenzo m archa tom ando a Corocillos y Cumanacoa. Cervériz abandona
Fernández De La Hoz para que salga de Barcelona y se incorpore Yaguaraparo, donde había entrado al salir Mariño para M aturín a
a Zuazola, m archando juntos contra M aturín, todavía tom ada por fines de marzo, y se va a ocultar en Guayana. El Ejército de Orien­
los republicanos. El 20 de marzo M aturín, es atacada por el Coro­ te rinde luego a Cariaco, Carúpano y Río Caribe, y el día 31 de
nel Fernández y por Zuazola con 1.500 hombres entre ambos; Piar julio le pone estrecho sitio a Cumaná, estableciendo Mariño su
le arrebata el m ando a Bermúdez y logra una exitosa defensa ven­ Cuartel General en la Chara de los Capuchinos, desde donde inti­
ciendo a los atacantes. El 11 de abril atacan Fernández De La Hoz ma oficialmente al Gobernador su rendición para evitarle más da­
y Bobadilía nuevamente a M aturín, pero son igualmente vencidos ños a la población. El día 2 de agosto se entera de que Eusebio
por Piar y derrotados completamente hasta hacerlos huir, cuando Antoñanzas y Ju an Nepomuceno Quero se embarcarán esa noche

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para La Guaira, dejando la ciudad sola a la tropa para que haga gua y Zuazola es ahorcado el día 3 de septiembre sin contem pla­
sus desmanes. ciones.
■¿ M ariño ordena enseguida a Bianchi, que está al m ando de la Mientras esto sucede, el realista Arizurrieta subleva varios pue­
flota en el bergantín Independencia, que con toda la escuadrilla re ­ blos en los Valles del Tuy. José Félix Ribas, Com andante de la
publicana abra fuego contra todo buque que zarpe, pero cuando Provincia de Caracas, envía a Vicente Campo-Elías contra el pue­
Bianchi llega al puerto ya Antoñanzas y Q uero han huido y sólo blo de Cúa, el cual toma después de un fuerte combate donde
puede detener los barcos que aún quedan surtos, rom piendo fue­ queda m uerto Arizurrieta. Ocupa luego Campo-Elías a San Fran­
gos contra la arm ada española que contestó vivamente. Bianchi cisco de Yare, Santa Teresa del Tuy y Santa Lucía. Por su lado,
ordenó abordaje después de una d u ra pelea, apoderándose de Marcelino Plaza ocupa Ocum are del Tuy, Manuel Villapol ocupa
tres buques mayores y cinco menores de la escuadra realista. En la Paracotos y Tácata, y Luis María Rivas-Dávila ocupa Charallave,
m adrugada del día 3 de agosto M ariño entra a la ciudad y la toma quedando así asegurada esta Provincia cercana a la capital.
cuando en el puerto aún se combatía. En la región centro-occidental hay bastante movimiento. El día
En la isla de M argarita, José Francisco Guevara asalta el Casti­ 13 de septiembre a las 3 de la madrugada, Ramón García De Sena
llo de Pam patar el día 3 de junio, sorprendiendo a sus defensores, sale de Barquisimeto y al amanecer se encuentra en Cerritos Blan­
vence a Pascual M artínez y libera a Ju a n Bautista Arism endi que cos con el indio Reyes Vargas, jefe realista que había agrupado las
estaba preso. La reacción patriótica de Margarita perm itió a Mari­ tropas de Coro, Siquisique y Carora acompañado por el Coronel
ño establecer en dicha isla una base de operaciones, organizar una Francisco Oberto. La acción es violenta y los republicanos les pro­
escuadrilla y expedicionar directam ente sobre Cum aná y Barcelo­ pinan una amplia derrota.
na. El 19 de agostó M ariño y Antonio José de Sucre tom an la El Mayor Luciano D’Elhuyar toma la población de Nirgua el
ciudad de Barcelona tras sólo dos horas de intenso fuego. mismo mes de septiembre, mientras el Coronel realista José Anto­
M ariño va a perm anecer inactivo desde esta fecha hasta que nio Yáñez toma la población de Lagunitas, en el Departamento de
llega a com prender que el verdadero concepto de la guerra impli­ San Carlos, y m archa sobre la población de El Pao. Boves comien­
ca estrecha coordinación y franco empleo de los medios de lucha. za el mismo mes de septiembre a surgir en los llanos del Guárico,
A instancias de Bolívar acepta participar en su apoyo y se resuelve y en Cachipo, José Tadeo y José Gregorio Monagas son vencidos
a em prender m archa hacia el centro, lo cual ejecutará el 17 de por fuerzas realistas.
enero de 1814. Aislado M onteverde en Puerto Cabello, recibe refuerzos por
Volvamos ahora a los acontecimientos en el centro del país. El mar y se arriesga a salir de las murallas y atacar. Bolívar busca una
26 de agosto de 1813 se mueve el Ejército sobre Puerto Cabello buena oportunidad y repliega a Bárbula, cerro que dom ina la
por las vías de El Palito y San Esteban, donde va Bolívar a la llanura de Naguanagua, a la salida dé Valencia, donde le ofrece
cabeza de las tropas. El día 27 U rdaneta y G irardot se apoderan batalla. El día 30 de septiembre la vanguardia realista comandada
de El Vigía de Puerto Cabello y se toman los fuertes de El Trinche- por el Capitán de Fragata Remigio Bobadilla, ocupa la cumbre del
rón, San Luis, Los Tanques y La Puntilla. El 31 de agosto Bolívar cerro con 3.000 hombres, mientras Domingo Monteverde se que­
toma El M irador de Solano y el temible Antonio Zuazola, que da en Las Trincheras con 2.000 efectivos, m anteniendo una inex­
retirado de oriente había penetrado por la vía Calabozo-San Ju an plicable larga distancia entre ambos cuerpos. La infantería rep u ­
de Los M orros-Aragua, huye del lugar, pero lo acosan y es hecho blicana, al m ando de Rafael Urdaneta, Atanasio Girardot y Lucia­
prisionero el 2 de septiembre. Bolívar trata de canjearlo por el no D’Elhuyár, se lanza a la reconquista del cerro, luchan m etro a
Coronel Diego Jalón, encerrado en Puerto Cabello tras ser deteni­ metro el terreno por el que ascienden hasta llegar a la cumbre,
do por M onteverde, pero éste no acepta canjear al héroe de Bara­ soportan el ensordecedor fuego a discreción que reciben, pero
logran poner en fuga a las tropas españolas que abandonan la

jó 57
posición. El neogranadino G irardot es m uerto de un balazo en el Teniente Coronel Angel Padrón vence en El Sombrero las tropas
pecho al clavar en el cerro de Bárbula el pabellón nacional, acom­ de Boves que se encontraban dispersas por la zona.
pañado de U rdaneta. El combate se gana, pero m uere un lucha­ Campo-Elías despeja Calabozo y Rafael U rdaneta, en su m ar­
dor digno y ejemplar. Bolívar le rinde honores de héroe y m anda cha a Coro, se ve obligado a detenerse en Barquisimeto al presen­
sea trasladado a Caracas su valiente corazón, m ientras designa a társele el Brigadier José Ceballos con una fuerte División, que
otro neogranadino a vengar su m uerte. Así, Luciano D’Elhuyar acaba de batir en Bobare a la columna del Coronel Manuel Aldao.
con 1.000 infantes persigue las fuerzas realistas, las acosa con gue­ Bolívar regresa rápidamente a Valencia, levanta tropas y marcha a
rrillas y escaramuzas los días 1 y 2 de octubre, y el día 3 ataca a reforzar a Urdaneta.
M onteverde en Las Trincheras; aunque éste estaba protegido por El 20 de octubre en San Felipe El Fuerte, el Coronel Antonio
fuertes defensas naturales, lo derrota totalm ente tras cinco horas Castillo derrota a las fuerzas realistas allí acantonadas y toma el
de duro batallar. M onteverde sale herido en la cara y huye de sitio, m ientras Boves reagrupa sus efectivos en el llano y vence en
nuevo a Puerto Cabello, donde vuelve a quedar sitiado. Espino a Gil Antonio Parpacén y Vicente Negrete.
Antes de estos acontecimientos, el 13 de septiembre en La Guai­ Reunidos Bolívar y U rdaneta con 1.300 efectivos, le presentan
ra, José Félix Ribas realiza un ataque sorpresa y trata de capturar batalla a Ceballos el 10 de noviembre en Tierritas Blancas, o Cama-
la fragata Venganza anclada en puerto, la cual lleva a bordo al Regi­ tagua, entre Bobare y Yaritagua, cerca de Barquisimeto. Cuando
m iento de G ranada al m ando del Capitán de Fragata Ignacio del la batalla está en su punto más duro y casi por decidirse a favor de
Valle Marimón. Ribas sin embargo fracasa en su em peño, porque la causa patriota, ya que Ceballos no ha podido contener las pri­
la tripulación pudo levar anclas y zarpar antes de consum arse el meras cargas de la infantería, el toque de un tambor confunde a la
abordaje. caballería que se aparta del campo de batalla; la infantería se in­
El 23 de septiembre en Santa Catalina, al este de Nutrias, Bo­ quieta al verse sin apoyo y al tratar U rdaneta de anim arla, los
ves obtiene su prim era victoria im portante al vencer al Coronel infantes se retiran en desorden huyendo del campo. La lam enta­
Tomás Montilla y al C om andante Angel Padrón, pudiendo luego ble situación se produce por un altercado entre el Coronel Duca-
ocupar Calabozo. ylá y el Teniente Coronel Rodríguez, aparentem ente por una ter­
Por Proclama del día 9 de octubre, Rafael U rdaneta m archa en quedad del prim ero que suspende el avance de la caballería. Bolí­
cam paña a occidente m ientras Vicente Campo-Elías se dirige a var se ve obligado a replegar a San Carlos, perdiendo la plaza de
Calabozo. U rdaneta abre operaciones desplegando en columnas Barquisimeto tan tenazmente sostenida por Urdaneta, y como cas­
su División y así, el día 10 en Sabaneta de Ju ju re, el Teniente tigo al batallón que huyó del campo los denom ina “Batallón Sin
Coronel Vicente Landaeta, jefe de una de las columnas, derrota Nombre”, quitándoles la insignia y el estandarte que portaban.
una fuerza realista de igual m agnitud con la cual topó en el cami­ Los días 23, 24 y 25 de noviembre en el campo de Vigirima, al
no. Cuando el 13 de octubre Bolívar m archa a Caracas sin dete­ noreste de Guacara y noroeste de Mariara, en el estado Carabobo,
nerse, en Cum bre de Canoabo el Capitán Tomás Planes vence la tiene lugar la más larga batalla de la independencia. El General de
avanzada de una división realista. División José Félix Ribas y el Com andante Luciano D’Elhuyar lo­
Al día siguiente, 14 de octubre, mientras en Caracas el Congre­ gran al fin, tras tres días de duro bregar, derrotar al Coronel
so de Venezuela nom bra a Simón Bolívar Capitán General de los Miguel Salomón con 800 veteranos de Europa y 200 venezolanos,
Ejércitos y lo aclama Libertador, en m archa desde El Som brero a venciendo al famoso Regimiento de Granada que había llegado al
Calabozo con 1.500jinetes, Vicente Campo-Elías se cubre de glo­ país pocos meses antes a bordo de la fragata Venganza, quienes
ria al derrotar rotundam ente a José Tomás Boves con 2.000jinetes buscaban rom per la línea de comunicación entre Valencia y Cara­
y 500 infantes en el campo de Mosquiteros. Al siguiente día, el cas. Bolívar, que estaba presente en el campo de batalla, regresa de
inmediato a San Carlos.

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En Barinas, antes de finalizar el mes de noviembre, José Anto­ tenaz resistencia que ofrecen los patriotas son derrotados, m urien­
nio Páez con 120 jinetes participa en su prim era batalla en pro de do Aldao en la acción. Esta victoria les abre el camino a Boves y
la independencia, cuando en Matas G uerrereñas es vencido Mi­ Morales para ocupar Calabozo y amenazar los valles del centro.
guel Marcelino, subalterno de Yáñez, quien disponía de 400 hom ­ José Antonio Yáñez se rehace en las llanuras de Barinas, y
bres a caballo. Francisco Rósete poco a poco se refuerza en los llanos centrales,
El ejército se moviliza desde San Carlos el 30 de noviembre, al mientras en Coro desembarca Juan Manuel Cajigal procedente de
llegar los refuerzos que trae Campo-Elías. El 2 de diciembre los Puerto Rico, para encargarse de la Capitanía General de Venezue­
cazadores dispersan las avanzadas del río Cojedes y limpian las la, con algunas tropas realistas frescas como refuerzo.
m ontañas de Altar, donde pernoctan, m ientras el grueso del ejér­
cito lo hace en el Paso de Cojedes y el Cuartel General se fija en
Caramacate. José Ceballos se une con José Antonio Yáñez y Mi­
guel C orrea en Araure, y el 3 de diciembre se estacionan en Agua
Blanca. El día 4 parte Bolívar con el ejército para A raure y pasan
la noche frente a las tropas realistas. El día 5 al am anecer comien­
za la batalla, y al declinar la tarde son com pletam ente derrotados
los españoles, huyendo Ceballos y Yáñez del cam po m ientras el
Brigadier C orrea m uere en la batalla de un lanzazo en el pecho.
Por los republicanos se destacan en la acción el com andante de la
infantería Rafael U rdaneta, el Coronel Villapol, el C om andante
Campo-Elías, el Coronel Rivas-Dávila y el Coronel Florencio Pala­
cios, quien com andaba el “Batallón Sin N om bre”. Este batallón es
prem iado po r su valerosa acción y Bolívar les da el nom bre de
“Vencedor de A raure” el 6 de diciembre. Por su parte, los españo­
les pierden 500 hombres, 300 prisioneros, 10 cañones, 1.000 fusi-
lesi 6 sacos de plata y 5 banderas.
En la misma m añana comienza Bolívar a perseguir a Ceballos y
Yáñez hasta la Aparición de la Corteza; U rdaneta continúa hasta
G uanare con la División del Coronel Florencio Palacios, pero no
logra darles alcance. Bolívar reorganiza el Ejército y el Coronel
Palacios es destacado con la División del Centro a Barinas; el Co­
m andante Vicente Campo-Elías queda asignado a Calabozo; el
Coronel M anuel Villapol m archa con la División más poderosa a
San Felipe, tomando de nuevo Barquisimeto el día 8 de diciembre.
U rdaneta queda en su Campaña de Occidente como jefe de zona y
Bolívar regresa a Caracas.
José Tomas Boves y Francisco Tomás Morales, dos guerreros
sin piedad que han reunido 3.000 hom bres, atacan sorpresiva­
m ente el 2 de diciembre al Coronel Pedro Aldao en el H ato de
Gam ero, en San Marcos, a la entrada de Calabozo, y a pesar de la

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Año 1814

Este prim er mes del año es de gran actividad en todos los fren­
tes. Comenzando el año, el Brigadier Sir Gregor Mac Gregor de­
rrota el 5 de enero en Cúcuta al realista Lizón, quien huye hacia
Maracaibo. El 11 de enero en Guama, el Capitán Manuel Cedeño

DESPLAZAMIENTO DE TROPAS
vence en los llanos de Cojedes a una división de Boves, mientras
en Nutrias el Coronel Florencio Palacios derrota al realista Puig.
En el oriente del país, el General en Jefe Santiago Mariño entra
en la población de Aragua de Barcelona el prim ero de enero y
dedica unos días a reorganizar su ejército. El 17 de enero em pren­
de la marcha el Ejército de Oriente con un efectivo de 3.500 hom ­
bres dividido en cuatro cuerpos. El ala izquierda m andada por el
Coronel Agustín Arrioja ocupa al día siguiente El Chaparro; el ala
derecha, m andada por el Coronel Manuel Valdez, sale el día 23 de
la Villa de Aragua y ocupa Chaguaramal de Perales el 26 de enero,
mientras el mismo día 23 la División del Capitán Gervasio Valdez
se dirige hacia las costas del litoral central. El cuerpo del centro,
mandado por el Coronel José Francisco Bermúdez, sale de Ara­
gua de Barcelona el día 26 para Calabozo, ju n to con el cuerpo de
reserva mandado por el Teniente Coronel Manuel Isava, llegando
a El Chaparro el día 28. Al día siguiente sale de El C haparro el ala
izquierda rum bo a Santa María. El 31 de enero marchan la Divi­
sión del Centro y la Reserva a Chaguaramal de Mayorga, y el pri­
mero de febrero sale el ala derecha en la misma ruta. Ese mismo
día se separa Mariño de este cuerpo del ejército, que se encuentra
entre El C haparro y Chaguaramal, junto con Antonio José de Su­
cre, quien viene como su ayudante con el grado de Teniente Coro-

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nel, y el 2 de febrero se encuentra con el ala derecha en la pobla­ ció Palacios para San Fernando de Apure. A comienzos de enero,
ción de Q uebrada H onda, donde tienen una d u ra refriega con Palacios vence a Puig en Nutrias, pero sufre un descalabro cuan­
una columna española. do Puig se une con Yáñez, quienes con 200jinetes lo vencen más
José Tomás Boves se mueve el prim ero de febrero desde Calabo­ tarde en la misma ciudad y la recuperan, ocupando Nutrias el 4
zo con 3.400 soldados, la mayor parte de caballería, m ientras Vi­ de enero; esto obliga a Palacios a retroceder y forzado repliega a
cente Campo-Elías sale de Villa de C ura a su encuentro con 1.800 Barinas.
hom bres, casi en su totalidad de infantería. Ambos van a encon­ Yáñez y Puig marchan sobre Barinas el 10 de enero y le ponen
trarse entre Villa de C ura y San Ju a n de Los M orros el día 3 de sitio con mil jinetes escogidos, a las órdenes del propio Puig y de
febrero, cuando tiene lugar la prim era batalla de La Puerta. El Remigio Ramos. El Coronel García De Sena ocupaba Barinas con
combate no tiene m ucha duración, pero es reñido y sangriento, y 500 soldados, 400 lanceros y abundante parque, pero adopta una
Campo-Elías es vencido. No podría achacarse su derrota al exceso actitud completam ente pasiva y no dispara ni un tiro para defen­
de confianza por el prim er triunfo obtenido frente a Boves, más derse. El 18 de enero José Antonio Páez, quien asistía a las órde­
bien por el mayor núm ero de efectivos enemigos y por el uso de la nes de García De Sena en la defensa de Barinas, hace una intem ­
caballería, de la cual adolecía. Campo-Elías debe replegar a El pestiva salida con la caballería que tiene bajo su mando, ataca sor­
Consejo y Boves, que sale herido de consideración, debe retirarse presivamente al enemigo y lo vence en una sola carga, obligándo­
a los llanos a reponerse. O rdena sin embargo a su segundo Fran­ los a replegarse; pero García no quiere que se le persiga, y aprove­
cisco Tomás Morales, avanzar hacia los valles de Aragua tom ando chando el momento abandona la ciudad huyendo vergonzosamen­
de inm ediato a Villa de Cura, m ientras Francisco Rósete deberá te y retrocede sin justificación alguna hacia Barquisimeto, per­
penetrar por los valles del Tuy. diendo la caballería al m ando de Páez que toma rumbo a Mérida.
La División del Centro ju n to con el ala derecha del Ejército de Yáñez y Puig ocupan Barinas y hacen un gran saqueo a la pobla­
O riente, ahora al m ando de M ariño, continúan su m archa desde ción que había quedado indefensa.
Q uebrada H onda y el 4 de febrero atacan una fuerte división rea­ U rdaneta ha derrotado en Baragua al indio Reyes Vargas con
lista y la vencen. Esta división no había participado el día anterior 500 realistas y se dirige con 1.600 hombres a liberar a Coro, cuan­
en la batalla de La Puerta. do en el camino sabe la noticia de Nutrias y el avance sobre Bari­
El mismo día 4 el Capitán Antonio Arrioja, que com andaba la nas, cambiando de inmediato de dirección para tratar de ayudar a
vanguardia del ala izquierda, derrota en Agua N egra a una co­ García De Sena. Manuel Villapol, comandando una división del
lum na realista m andada por Pedro López que iba hacia Santa 'ejército de U rdaneta, derrota en la ciudad de San Felipe a Salo­
María; la acción dura media m añana y al proseguir po r la tarde su món haciéndolo retirar a Coro, por lo que al estar esta zona despe­
m archa hacia Q uebrada H onda, tropieza Arrioja en el Banco Co- jada es enviado por U rdaneta hacia Aragua para reforzar el poco
rocito con unas partidas realistas que venían huyendo de la acción ejército de los valles centrales.
del día 2 en Q uebrada H onda; después de u na corta refriega los En el paso del río Portuguesa derrota Urdaneta una columna
realistas em prenden la retirada en desbandada. Ese 4 de febrero enemiga el 22 de enero, y por interrogatorio a los prisioneros se
llega el grueso del Ejército de Oriente a la población de El Socorro. entera de la inexplicable fuga de García De Sena y la pérdida de
Desde la batalla de Araure, Rafael U rdaneta había perseguido Barinas; se dirige entonces a Ospino, donde deja al Com andante
al Coronel José Antonio Yáñez y al Brigadier José Ceballos hasta José María Rodríguez con 200 hombres para reforzar la guarni­
Guanare, aquí hizo alto y reorganizó sus batallones como Jefe de la ción, regresando de inmediato a Barquisimeto desde donde envía
C am paña de Occidente. Destina a Ramón García De Sena para a Manuel Gogorza con 300 hombres más.
ocupar Barinas, m ientras él m archa por la vía de El Tocuyo hasta Yáñez y Puig se lanzan sobre Ospino el 2 de febrero creyéndola
Barquisimeto; García De Sena, a su vez, destaca al Coronel Floren- desprotegida y le ponen sitio antes de atacarla. Rodríguez y Go-

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gorza con sólo 700 hombres de infantería hacen una audaz salida, Cuando García De Sena abandona Barinas, dispersa la infante­
e inesperadam ente cargan de frente a la bayoneta y disparando ría en Las Piedras y m anda la caballería a disposición del Gobier­
contra el Coronel realista José Antonio Yáñez, haciéndolo retirar no de Mérida. José Antonio Páez con poca caballería sigue pues a
lejos de la población; saben que no tienen mucho tiempo antes del Mérida, donde se reúne con el Coronel Ignacio Paredes. Desde
contra-ataque, pero ese poco tiempo es suficiente para form ar en­ Lagunillas sale para la población de Estanques, donde le sale al
seguida grupos en cuadros a fin de poder contener las recias paso el Com andante Lizón y Matute; con un piquete de caballería
embestidas de la caballería llanera. El recio combate de más de tres que mandaba Antonio Rangel, Páez ataca y vence a los realistas que
horas culm ina cuando en uno de los ataques de la caballería a la no aguantan mucho las embestidas republicanas, retirándose ha­
infantería patriota, Yáñez recibe dos heridas mortales al cargar cia la vía de Bailadores. Con sólo 15 jinetes Páez los persigue y los
personalm ente a la cabeza de un escuadrón, m uriendo en el pro­ vuelve a atacar por retaguardia en Bailadores, gritando frenéticos,
pio campo de batalla. Al ver caer a su jefe, la caballería huye dis­ “viva la patria” en diferentes voces; creyendo ser atacados por un
persa hacia G uanare dejando su cadáver abandonado en el suelo. número mayor de enemigos, los realistas salen huyendo dejando
Poco después los realistas eligen como nuevo jefe a Sebastián de La en el campo todo lo que llevaban, incluso a su jefe el Capitán José
Calzada. María Sánchez quien m uere en la acción. Páez se incorpora poste­
Más al occidente, Ju an M anuel Cajigal se une con José Ceba­ riormente a las tropas de U rdaneta al ocupar éste Mérida, y más
llos, G obernador de Coro, y reúnen 1.000 hombres con los cuales tarde bajará por la vía de Bailadores hacia Apure y Casanare, in­
se dirigen sobre Barquisimeto para atacar a U rdaneta cuya Divi­ corporándose decididam ente a la lucha por la independencia.
sión ocupa la plaza. U rdaneta ha enviado al C om andante Meza El Ejército de O riente continúa mientras tanto su periplo, y el
hacia Q uíbor con 500 hom bres, más los que envió con Gogorza a 5 de febrero en Tucupido dispersan unos grupos realistas. Toman
Ospino y con Villapol hacia los valles de Aragua, hacen una m er­ luego la población de San Faustino y el 11 de febrero el Capitán
ma im portante de sus efectivos, por lo cual no puede enfrentarlos Antonio Arrioja vence de nuevo al realista Pedro López en San
y decide replegar hacia San Carlos con los 180 soldados que tenía. Fernando de Cachicamo. Ocupan luego los poblados de Orituco
Al saber Meza la noticia se retira hacia El Tocuyo y toma la direc­ de Lezama, San Rafael y Altagracia. Evadiendo este Ejército y cum­
ción de Trujillo. U rdaneta llega a San Carlos y se encuentra que la pliendo órdenes de Boves, penetra Francisco Rósete en los Valles
ciudad está sitiada por Calzada con 1.200 hombres; sin detenerse, del Tuy, levanta fuerzas y sorprende en Ocumare del Tuy al Capi­
ataca por sorpresa la retaguardia de Calzada y a pesar de la escasez tán Marcelino Plaza, quien vencido debe replegar a Caracas. Para­
de sus fuerzas y de lo arriesgado de su ataque, logra abrirse paso lelo con estos sucesos marcha Ribas desde la capital a defender La
por entre los sitiadores y entra a la ciudad. Ceballos por su parte Victoria, la cual se encuentra amenazada por Francisco Tomás
abandona Barquisimeto y se dirige a San Carlos dónde se une con Morales.
Calzada. Al m ando de U rdaneta la ciudad se defiende con bravu­
ra, logrando resistir fuertes ataques por espacio de cinco días, L a V ic t o r ia
hasta que por falta de agua y de comida tienen que abandonar la
plaza, retirándose en completo orden la m añana del 17 de febre­ El General José Félix Ribas sale de Caracas con 1.000 hombres,
ro. Tres días después llegan a Valencia en una retirada admirable la mayoría estudiantes de la Universidad y seminaristas, y con tres
hasta en sus más insignificantes detalles, ya que U rdaneta obtuvo piezas de artillería. Morales ya había ocupado La Victoria y la
la fama de no dejar atrás ni siquiera un burro de carga. En Valen­ abandona al acercarse Ribas, prefiriendo atacar a ser atacado, ya
cia trata con Bolívar de levantar un nuevo ejército, mientras Cam­ que casi todas sus fuerzas son de caballería y el terreno donde
po-Elías se fortificaba el 7 de febrero en La Cabrera y las huestes maniobrar le es prim ordial. Ribas, que sólo tiene infantería sin
de Boves avanzaban hasta Villa de Cura. experiencia, se atrinchera en el acto, apenas llega, pues intuye que

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no tiene tiempo de nada, form ando un cuadrilátero que tenía por fuego, matándole y dispersándole 800 hombres. Rósete emprende
principal núcleo de resistencia la plaza central y la iglesia, sabien­ la fuga hacia Ocumare, y cuando Ribas, quien lo perseguía, entra
do que el combate se va a desarrollar en las calles de la ciudad. al pueblo, lo encuentra en la más grande desolación, pues Rósete
Morales lo ataca al amanecer del 12 de febrero reduciéndolo poco había m atado a más de 300 personas indefensas en su loca huida.
a poco a sus fortificaciones alrededor de la plaza, y desde las siete Ribas lo áqosa, y el día 21 en San Francisco de Yare lo vuelve a
de la m añana hasta las cuatro de la tarde se combate ferozmente, derrotar completando su victoria.
llenándose las calles adyacentes a la plaza de hom bres y caballos Ese mismo día 21 de febrero, el Capitán Salcedo vence a unas
muertos. Los infantes buscan protegerse detrás de cualquier para­ columnas realistas en el Lago de Valencia. Al enterarse Bolívar de
peto que encuentren, tratando de contener las cargas de caballería todas estas acciones, deja en Valencia a Rafael Urdaneta para que
que se suceden como oleadas incesantes, una tras otra, sin dar defienda la plaza ju n to con el Coronel Ju an de Escalona, y se
descanso a los republicanos. Los efectivos de Morales atacan una y marcha a San Mateo donde se reúne con Manuel Villapol, fijando
otra vez con terquedad, m ientras los imberbes defensores van ca­ el Cuartel General en su vieja hacienda el 22 de febrero, mientras
yendo uno a uno. Los ataques son violentos, apenas pueden m an­ fuerzas patriotas logran penetrar en Puerto Cabello y Domingo
tener el ritmo de la batalla, y cuando están a punto de desfallecer Monteverde se fuga huyendo para Curazao.
se recibe la ayuda salvadora. Ribas hubiera podido ser vencido
por el mayor núm ero de atacantes, si al declinar la tarde no hubie­ Sa n M ateo
ra recibido un refuerzo de 220 hom bres que llegan con Vicente
Campo-Elías, quien al saber en La Cabrera que había llegado Ri­ Bolívar concentra el 24 de febrero en San Mateo, un ejército de
bas a La Victoria, vuela a socorrerlo conociendo al enemigo. 1.500 soldados y 600jinetes con los mejores oficiales, previendo
Campo-Elías ataca a Morales por la retaguardia inesperadam en­ una dura acometida realista hacia los valles centrales.
te, apenas llega a la ciudad, sin darle tiem po a reaccionar; sabe Ya recuperado de sus heridas Boves organiza un nuevo ejército
que la sorpresa es su aliada. Sin saber qué núm ero de efectivos lo y junto con Morales, toman Cagua el 25 de febrero por asalto, y
ataca po r atrás, Morales pierde su capacidad de respuesta y se conociendo entonces la posición del Libertador, corren a ponerle
retira desbandado hacia el camino de Villa de Cura, dejando todo sitio a San Mateo, sitio que durará desde el 28 de febrero hasta el
el parque que llevaba y con incontables bajas y numerosos heridos. 25 de marzo de 1814.
Los defensores sufren igualmente grandes pérdidas, entre ellas la Boves se mueve con un num eroso ejército de 5.000 lanceros a
de Luis María Rivas-Dávila quien m uere en la batalla. Al amanecer caballo y 2.000 infantes, y al amanecer del 28 de febrero ataca a
del día 13, Campo-Elías persigue a los fugitivos y los bate nueva­ Bolívar en San Mateo en forma dura y sin cuartel, dando una gran
m ente en Pantanero, cerca de La Victoria, desalojándolos del sitio batalla; la infantería realista ataca una y otra vez los parapetos re­
donde se habían guarecido y expulsándolos hasta Villa de Cura. publicanos, pero no puede vencer la resistencia de sus defensores,
En labores de despeje, el 19 de febrero el C om andante Ponce de­ retirándose después de cada asalto sin poder cumplir su objetivo;
rrota una partida realista que se había refugiado en la población la caballería se lanza a tropel contra las defensas cuando la infante­
de Turmero. ría se retira, mas no puede quebrar las líneas tenazmente defendi­
José Félix Ribas deja La Victoria y regresa a Caracas, que había das, e igualmente debe retirarse sufriendo bajas de consideración.
quedado defendida por el Coronel Ju a n Bautista Arismendi. Se Cerca del. anochecer, Boves y Morales se retiran a las alturas de
entera de que Rósete ha invadido el Tuy y ocupado Ocum are, por Punta del Monte heridos de furia por su derrota. Ese día m uere
lo que organiza de inmediato sus fuerzas y m archa rápidam ente al Manuel Villapol defendiendo la entrada del pueblo y Vicente Cam-
Tuy a controlar la situación. El 20 de febrero en Charallave se po-Elías sale herido, mientras Boves pierde más de mil hombres y
enfrenta Ribas a Rósete y lo derrota en sólo una hora de nutrido nuevamente es retirado herido, quedando Morales otra vez al man­

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do. Se establece un estrecho sitio a San Mateo, y los ataques se de la explosión. El ruido de la explosión paraliza por momentos
suscitan todos los días sin mayores pretensiones hasta el 4 de m ar­ el combate y Bolívar, con su gran sentido de oportunidad, aprove­
zo, cuando háy un ataque serio contra el pueblo por parte de la cha la confusión para salir de las trincheras y dar un ataque fron­
caballería, la cual no puede penetrar las defensas y debe replegar tal a los asombrados realistas, que se retiran desorganizados sin
con nuevas bajas. Desde el día 11 hasta el 17 de m arzo los ataques capacidad para contraatacar dejando en el campo más de 800 hom­
son incesantes y violentos, la mayoría de las veces com binando la bres entre m uertos y heridos. Boves y Morales ansiaban un éxito
infantería con la caballería, y comienzan entonces a escasear los inmediato porque ya no tenían municiones ni cartuchos, y el suce­
alimentos y las medicinas para curar a los heridos que día a día so los deja estupefactos pensando que los republicanos deben te­
van aum entando. El 17 vuelve Morales a la carga con un fuerte ner más parque oculto en otro lado. Desconcertado, Boves se ve
ataque hacia el centro del pueblo, tratando de tom ar el cerro El forzado a levantar el sitio y replegar nuevamente a Cagua.
Calvario, posición ventajosa que dom ina tanto el pueblo como el El 29 de febrero, un día después del prim er ataque, llegó a San
Ingenio, pero aunque es nuevam ente rechazado por los patriotas Mateo la noticia de que Rósete, organizado y repuesto de su derro­
causándole bajas de consideración, pierde la vida el Coronel Cam­ ta ante Ribas el 21 del mismo mes, había insurreccionado otra vez
po-Elías en la defensa de su posición. en los Valles del Tuy y ocupado de nuevo Ocumare, y se proponía
Regresa Boves el 20 de marzo ya curado de sus heridas y toma seguir esta vez hasta Caracas. Bolívar tomó la audaz resolución de
de nuevo el m ando, increm entando los ataques que se hacen más enviar 300 hom bres al mando de Mariano Montilla para salvar la
frenéticos cada vez. Al amanecer del día 25 Boves en persona diri­ capital, esperando resistir con las pocas fuerzas que le quedaban
ge las cargas de caballería tratando de dar un asalto definitivo; el hasta la llegada del Ejército de Oriente, que se sabía había pasado
Combate se generaliza en todos los flancos: Lino de Clemente diri­ por Tucupido. Montilla abandonó el sitio con su pequeña tropa al
ge la artillería, Ramón Ayala defiende el cerro El Calvario y Tomás son de tambores y trompetas y enarbolando estandartes, tratando
Montilla se ubica a la entrada del pueblo, quien rechaza varias de im presionar a Boves y a Morales, lo cierto es que no fueron
veces a los enemigos que atacan por el camino que viene de La molestados.
Victoria. El Capitán Antonio Ricaurte defiende el parque ubicado Ribas se encontraba enfermo en Caracas y salió Juan Bautista
dentro de una pequeña construcción, situada en la parte de arriba Arismendi con 800 hombres jóvenes hacia el Tuy. El 11 de marzo
de la casa del Ingenio, en la m edia falda del cerro. De pronto es vencido por Rósete en Ocumare, logrando apenas escapar Aris­
Ricaurte se da cuenta de que una fuerte colum na de Boves ha mendi hacia la capital perdiendo soldados, armas y municiones.
rem ontado el cerro tras el Ingenio y baja por su falda, con inten­ Montilla llegó con los 300 hombres a Caracas y Ribas, ya sintién-
ciones de apoderarse del parque y atacar por la retaguardia, tra­ dose mejor de su enfermedad, se animó ante los oportunos refuer­
tando de tom ar el Cuartel General que se encuentra más abajo. zos. Entre peones de hacienda reunió 300 hombres más y con esos
Ricaurte sólo tiene 50 hom bres bajo su m ando, muchos de ellos 600, acompañado de Montilla, se hizo conducir en camilla y atacó
heridos, por lo que no puede ofrecer una resistencia digna de las por sorpresa a Rósete el día 20 de marzo en Ocumare, destruyén­
circunstancias; sin embargo, hace desalojar la casa aún contra la dolo por completo y haciéndolo huir de nuevo. Rósete corrió ha­
voluntad de sus hom bres y perm ite que los soldados realistas se cia el sur, hasta que el 22 de marzo en Los Pilones, la avanzada de
acerquen a su posición. Cuando sabe que sus hom bres se han reti­ Mariño al m ando del Coronel José Francisco Bermúdez term inó
rado y que los enemigos tienen rodeado el parque para asaltarlo, con la historia de este jefe realista.
toma una antorcha y lo hace volar destruyendo casi po r completo Boves levanta el sitio de San Mateo y el 30 de marzo toma el
la colum na invasora; los pocos sobrevivientes huyen espantados camino del sur, hacia Villa de Cura, ya que le es imposible tomar
ante tal determinación de Ricaurte, que su vida sacrifica en aras de la población defendida por Bolívar y conoce ya la cercanía del
la República, y a la desolación subsiguiente causada po r las ondas Ejército de O riente. No podía exponerse a un ataque por dos

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frentes y sus fuerzas estaban bastante debilitadas. A su vez, Mariño con sus noches se combate sin tregua. Los patriotas no sólo comba­
también se entera del sitio de San Mateo y acude presuroso con su ten en las trincheras, sino que también se ven forzados a acudir a
ejército a reforzar y ayudar a Bolívar. Ambos combatientes se tro­ las calles a refrenar el desorden, la desesperación y la angustia de
piezan con sorpresa el 31 de marzo en Bocachica, a la entrada de la población que no tenía agua ni comida, y los medicamentos
La Puerta, y los seguram ente ya cansados soldados de Boves son contra las enferm edades y las plagas ya habían desaparecido. U r­
completam ente derrotados por los soldados deseosos de combatir daneta sufre serios ataques los días 29 y 31 de marzo, 1 y 2 de abril
que venían de Oriente. Los cuerpos de Boves son incapaces de en forma consecutiva, pero ju nto con el Coronel Juan de Escalona
reaccionar al p erd er la capacidad de iniciativa, la infantería los logran sostener la plaza sin entregar la ciudad.
dispersa y son arrollados po r la caballería oriental. Boves pierde Ya reunidos Ceballos y Boves, analizan su situación y deciden el
más de 600 hom bres entre m uertos y heridos, deja 300 prisione­ 4 de abril abandonar sus posiciones y levantar el sitio de Valencia
ros en el campo, 1.300 caballos, armas y pertrechos. Si una d erro­ ante la segura proxim idad del ejército de Bolívar que viene de
ta de tal m agnitud se hubiera concluido con la persecución casi Aragua, rehuyendo una batalla. Cuando Bolívar y Mariño llegan a
obligante de estos casos, Boves habría quedado totalmente destrui­ Valencia el día 5, Boves ha tomado el camino de Calabozo mientras
do e inutilizado tal vez para siempre, ya que arrastraba la pérdida Ceballos, Salomón y Calzada se han m archado hacia el sur. Estos
de San Mateo y u n prestigio aún dudoso po r su fracaso en Mos­ abandonan Tocuyito el 11 de abril, donde se habían detenido, al
quiteros, prestigio que no pudo levantar en la prim era batalla de conocer que las tropas de Quíbor han ocupado Barquisimeto, y
La Puerta por haber salido herido de consideración, y por el fra­ deciden m archar entonces hacia San Carlos donde se reúnen con
caso de su segundo Morales en La Victoria. el Mariscal de Cam po Ju a n Manuel Cajigal.
Aún cuando no es acosado, Boves en su retirada es hostigado a En Valencia se entera Bolívar de que Puerto Cabello ha recibi­
su paso por las poblaciones de Güigüe, Yuma y Los Naranjos, do ayuda por mar, por lo que decide ponerle cerco de nuevo y'
todas situadas al sur del lago de Valencia, y el 2 de abril en Magda- acuerda con M ariño que éste proteja Valencia y Aragua mientras
leno, Tomás Montilla lo hostiga inclemente causándole pérdidas. él regresa a Caracas. A pesar de los inmediatos resultados de la
Sin embargo, puede Boves llegar a Valencia con cerca de 2.000 concentración de esfuerzos a consecuencia de la unión de Bolívar
soldados entre infantería y caballería. Por su parte, M ariño se re­ y Mariño, bajo el m ando único del Libertador, la potencialidad de
tira de Bocachica por el camino de San Sebastián y el río Pao hasta los realistas perm ite nuevas reacciones ofensivas, sin desconocer
llegar a La Victoria. El 2 de abril Bolívar se traslada con su Estado por ello los múltiples errores cometidos por los patriotas. El co­
Mayor desde San Mateo a La Victoria para entrevistarse con San­ mando republicano disloca la mayor parte de sus fuerzas en busca
tiago M ariño. El día 3 acuerdan acudir ambos a Valencia rápida­ de nuevos objetivos: persecución de Cajigal y Ceballos y reforza­
m ente para auxiliar a U rdaneta y a Escalona, que están al borde de miento de las plazas de Caracas y Puerto Cabello. A la llegada de
sus fuerzas. Boves a las cabeceras del Guárico, Bolívar dispone que Mariño se
Al tom ar José Ceballos a San Carlos, reorganiza sus tropas con sostenga a la defensiva en los límites de los valles de Aragua, para
Sebastián De La Calzada y Salomón y reúnen 3.000 hombres; toma dar tiempo y espacio al Libertador de reunir nuevo contingente,
la jefatura de las tropas y llega a Valencia el 29 de febrero, ponien­ dem andando igualm ente nuevos refuerzos a la capital, pero ob­
do sitio a la ciudad defendida por el General Rafael U rdaneta. De viando las precisas instrucciones que recibe, el jefe oriental ni
inm ediato pide la rendición de la plaza, y al ser despreciado por marcha ni se establece de conformidad con los elementos que tiene
U rdaneta, ataca vigorosamente ese mismo día con un resultado a su disposición y crea una situación tal que desemboca en la se­
adverso, ya que es rechazado en toda la línea de defensa con enor­ gunda batalla de La Puerta.
mes pérdidas. Decide entonces estrechar aún más el sitio, quitan­ Mariño sale con su ejército en persecución de Ceballos, Salo­
do incluso el agua a la población, y durante cinco día^ seguidos món y Calzada. El 13 de abril entra en Tinaquillo y reorganiza sus
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fuerzas; el día 16 mueve su ejército desde Tinaco hacia San Carlos Bolívar ha logrado reunir cerca de 5.000 hombres de las tres
en el siguiente orden: el Coronel José Francisco Berm údez al armas, pero el ejército realista era superior, ya que Cajigal había
m ando del ala derecha, el Com andante Tomás Montilla el ala iz­ llegado a San Carlos con más tropas y asumido el m ando en jefe.
quierda, y el centro al m ando del Coronel M anuel Valdez. En El Mariscal esperó en orden de batalla al Libertador, en ordenada
Arao, cerca de la ciudad, son sorprendidos y atacados duram ente y admirable formación que daba cuenta de su talento militar, con
po r Cajigal y Ceballos, salvando la batalla de un desastre total la todos los requisitos del arte de la guerra. Bolívar forma sus líneas
oportuna intervención del General de Brigada Rafael Urdaneta, de combate y con su perspicaz mirada encuentra la parte vulnera­
quien había quedado al m ando de la reserva. Mariño debe retirar­ ble de aquel enorm e anillo donde cada fuerza y cada contingente
se de inm ediato para no perd er todas sus fuerzas y el m aterial de ocupaba el lugar preciso.
guerra que había dejado retrasado, pero sin embargo sus pérdidas Trazado el plan y transmitidas las disposiciones del caso, rom ­
son cuantiosas. El 19 de abril entran de regreso a Valencia y Bolí­ pe los fuegos U rdaneta a la una de la tarde, llamando la atención
var debe regresarse a esta ciudad rápidam ente para reorganizar el con un simulado flanqueo por la derecha, mientras Bermúdez,
destrozado ejército. Valdez y Palacios cargan por la izquierda y por el centro. Al co­
El 16 de mayo se mueve el ejército del Mariscal de Campo Juan mienzo las posiciones se estabilizan, pero después de una hora de
M anuel Cajigal y José Ceballos, desde San Carlos y Tinaco hacia intenso y vivo fuego, el centro realista cede posiciones. Cajigal
Tinaquillo, saliendo esa misma tarde de Valencia Bolívar y Mariño echa mano de lo mejor que tenía su ejército, los famosos Carabine­
a buscarlo. ros de G ranada, los cuales se incorporan a la lucha y logran suje­
tar por m omentos el em puje patriota. Bolívar pide entonces a
P r im e r a de C arabobo Mariño el m ejor cuerpo que tuviera de esa arma, que era el regi­
miento de caballería de José Gregorio Monagas, Juan José Ron­
Los republicanos pasan Tocuyito el 17 de mayo y sus jefes orga­ dón y Lucas Carvajal, y le dice a Monagas que desbarate a los
nizan el ejército en vanguardia, al m ando del Coronel José Fran­ Carabineros de G ranada, que los disperse, porque en su fuga en­
cisco Bermúdez; el centro, en manos del Coronel Manuel Valdez y volverán y arrastrarán al ejército enemigo, y con ello se ganará la
la retaguardia m andada por el tam bién Coronel Florencio Pala­ batalla. La artillería de Diego Jalón logra con éxito colocar varios
cios. A dos leguas de m archa de Tocuyito descubren al enemigo y proyectiles en el mismo sitio donde estaba Cajigal con su Estado
derrotan su vanguardia en una rápida acción, haciéndolos disper­ Mayor, haciéndolos cambiar de sitio con frecuencia con el natural
sarse y retroceder en form a desorganizada. desasosiego que esto ocasionaba. La caballería oriental entra en
Q ueriendo Bolívar derro tar totalm ente al enem igo y no sumi­ acción atacando de frente, el combate se generaliza formidable­
nistrarle pérdidas parciales, se retira a Valencia el 18 de mayo mente por ambas partes hasta que, lanceados, los Carabineros de
dejando sus posiciones a los realistas para confundirlos y lograr Granada se resienten, se desordenan, y comienzan a retroceder.
que se descubran. El día 20 se presentan éstos frente a Valencia, La infantería ve como la caballería se los va a llevar por delante en
pero se retiran apresuradam ente sin dar batalla al aparecer el ejér­ su retirada, comienzan ellos mismos a retroceder en forma desor­
cito patriota. El 25 de mayo una colum na del Ejército de Oriente denada para evitar ser arrollados y empieza a cundir el pánico en
toma la población de Valle de La Pascua, y conociendo los realistas las filas realistas.
que Bolívar ha salido de Valencia, deciden dar la batalla final pen­ Cajigal, aturdido y desconcertado a pesar de su ciencia, de la
sando que este ejército se ha dividido. Ambas fuerzas se mueven buena calidad de sus tropas y de su mayor núm ero, no puede
buscando posiciones ventajosas y el 28 de mayo se form an en or­ resistir aquel poderoso ataque y es derrotado cerca de las seis de la
den de combate uno frente al otro, en plena sabana, dando lugar a tarde, cuando viéndose perdido trata de defenderse en retirada y
la prim era batalla de Carabobo. salvar algo de su ejército, pero la caballería patriota no se lo per­

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mite y lo arrolla, atacándolo por todos lados. Cajigal, Ceballos, evitando que penetre y tome los valles de Aragua, con lo que ten­
Calzada, Salomón, Iglesias y Bobadilla, logran escaparse casi so­ dría fácil acceso a Caracas y a Valencia. El Ejército entero se con­
los. En poder de los patriotas quedaron 3.000 hom bres entre centra en Villa de Cura a las órdenes de Mariño, donde tiene éste
m uertos, heridos y prisioneros, 5.000 fusiles, 9 banderas, 4.000 su Cuartel General, mientras Bolívar va a Caracas.
caballos, inmenso parque, cañones, víveres, ganado, equipajes y En la m adrugada del 14 de junio de 1814, Santiago Mariño
hasta los papeles del archivo. mueve el Ejército hacia el sur para hacerle frente a Boves, en vez
Por los antecedentes de la batalla y po r la maestría en la direc­ de retroceder a La Victoria, posición más estratégica y con mayo­
ción, quedó en evidencia indiscutible la superioridad militar de res recursos. En la tarde ve detenido su avance y no puede conti­
Bolívar, po r lo cual M ariño lo felicitó públicamente en el propio nuar, por lo que trata de acomodar las tropas lo mejor posible
campo, declarando que no puede haber sino un solo Libertador y para pernoctar en disposición de combate, ya que Boves había
que se siente orgulloso de estar a las órdenes de Simón Bolívar. llegado prim ero a la garganta del desfiladero de La Puerta y lo
Bolívar regresa a Caracas y la División de U rdaneta persigue a estaba esperando en el mismo lugar donde venció a Campo-Elías.
los derrotados realistas por la vía de Barquisimeto y Coro. Al am anecer del día 15, Mariño empieza a form ar sus tropas en
Lá Patria se había salvado una vez más y si desgraciados sucesos orden de batalla en presencia de las tropas de Boves, que evolucio­
posteriores torcieron el rum bo de la definitiva emancipación, cul­ naban en distintas direcciones sin un aparente plan de batalla; los
pa fue de los malos procedimientos adoptados y del quehacer hu­ cuerpos de infantería m archaban y contramarchaban buscando
m ano, porque después de esta gran batalla no ha debido seguir la posiciones más estratégicas, y detrás de cada cuerpo marchaba len­
guerra, aquí pudo haber term inado. Se ha debido ir contra Boves tamente un escuadrón de jinetes. A golpe de vista, el conjunto
de inm ediato y term inarlo de una vez, y no seguir el m archar y visible de tropas enemigas no pasaba de 3.000 hombres, lo mismo
contram archar incesante de uno y otro ejército, desgastando un que tenía Mariño.
incipiente país. Los descuidos, las faltas y las inconsecuencias fue­ Bolívar llega en ese momento con algunos jinetes y dos batallo­
ron las culpables de que la guerra no term inara este día. nes de soldados, jadeantes por el esfuerzo de llegar corriendo. De
Después de la prim era batalla de Carabobo, Bolívar disgrega el una sola m irada se percata de que la situación es muy mala y lo
ejército y en vez de continuar con sus 5.000 hom bres al Guárico mejor es retirarse antes de com prom eter una acción en un lugar
en busca del foco realista que quedaba en el llano, m anda a U rda­ tan desventajoso, donde el ejército no tiene oportunidades de evo­
neta para occidente, a José Félix Ribas para Caracas y acantona en lucionar adecuadam ente. Pero no hay tiempo de hacer nada. Bo­
A ragua al ejército de M ariño. Este se instala en Villa de Cura, ves se da cuenta de la presencia de El Libertador en el campo de
llave del llano, para hacer frente a Boves que según informes fide­ batalla y ataca de inmediato rom piendo los fuegos de vanguardia.
dignos, ha salido de Calabozo con un fuerte ejército. M ariño tiene La artillería patriota rom pe los fuegos también y el combate se
3.000 hombres. generaliza en todos los flancos en forma tan impetuosa, que al
cabo de una hora la infantería realista empieza a ceder sus posicio­
S e g u n d a d e la puerta nes, retrocediendo ante el em puje de los republicanos; se da en­
tonces la orden de que entre en acción la caballería patriota para
Con una actividad y energía sin límites, Boves despliega una completar la victoria. Cuando entran en el campo y cargan contra
labor bélica asombrosa después de Bocachica, reuniendo hom ­ la infantería realista en retirada, de súbito aparecen por distintas
bres, bestias, pertrechos y arm as que le llegan de Guayana po r el vías tres legiones de caballería de 1.500jinetes cada una, en furio­
río Apure. Surge de nuevo en los llanos y comienza a tom ar ciuda­ so aluvión de hombres, lanzas y caballos que lo arrollan y lo domi­
des y pueblos con sanguinaria ferocidad. nan todo, sin la más mínima resistencia posible por su núm ero
Bolívar y M ariño se preparan para tratar de frenar su avance abrumador de 4.500jinetes, que habían estado en reserva aguar­

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dando ese m om ento decisivo para e n trar en acción. Estos hom ­ PÉRDIDA DE LA II REPÚBLICA
bres, más los casi 3.000 soldados que ya había en el campo, sum a­
ban 7.500 combatientes realistas contra 3.000 patriotas. En menos Simón Bolívar no encuentra en Caracas medios para defender
de media hora el ejército de Bolívar y M ariño queda destrozado y la agotada ciudad, y ante el pánico colectivo que desata en la po­
puesto en fuga, el pánico es general y hasta los más valientes sólo blación la inevitable presencia de Boves y sus tropas, se toma una
piensan en escapar. Bolívar abandona el campo huyendo po r el heroica decisión y el 6 de julio se em prende la célebre Emigración
camino real de Villa de C ura y M ariño lo hace por el abra de San a Oriente con los pobladores de Caracas. La larga y penosa m ar­
Sebastián. cha hasta Barcelona va a d u rar 23 días.
El desastre es de dimensiones colosales y ocasiona la m uerte del Desde Barquisimeto, Rafael Urdaneta marcha a San Carlos, aquí
segundo gobierno republicano. La batalla fue sum am ente dura y se entera de la victoria de Boves en la segunda batalla de La Puer­
se em peñó y desarrolló en condiciones desventajosas para los pa­ ta, de la Emigración a Oriente y de la toma de Valencia por las
triotas. Entre los mil cadáveres que dejan en el campo queda ínte­ fuerzas realistas. Al encontrarse solo, como no tiene elementos
gro el Batallón Cum aná, que al agotar sus municiones form ó en suficientes para enfrentarse a Boves y no puede contar con ningún
cuadro y resistió a la bayoneta el em puje del grueso de la caballe­ tipo de ayuda, decide salvar su División y en el mes de julio em ­
ría realista, hasta consumar su sacrificio. El Ministro Antonio Muñoz prende el regreso po r Camoruco, Altar y Cabudare. El Brigadier
T ébar, M anuel Aldao y Ramón García De Sena m ueren juntos en Ceballos se repliega a Bobare dejando el paso franco a Urdaneta,
la acción; los Coroneles Antonio María Freites y Pedro Sucre, am ­ quien entra a Barquisimeto y continúa hacia Quíbor y El Tocuyo.
bos jefes de batallón, también m ueren en la acción. Diego Jalón es En El Tocuyo se encuentra con los restos de uno de sus batallo­
hecho prisionero y más tarde decapitado po r órdenes de Boves; nes al m ando del Com andante José María Rodríguez. Estos ha­
aparentem ente Jalón había hecho encarcelar en San Carlos a Bo­ bían salido de San Carlos para Valencia y Boves los sorprendió
ves, cuando éste trataba de unirse a los republicanos durante el cuando sitiaba la ciudad, por lo que tuvieron que replegar de
acoso de M onteverde a la ciudad. En este segundo encuentro de inmediato tom ando la vía de Nirgua - San Felipe - Yaritagua -
La Puerta, Boves apenas sale herido cuando le m atan el caballo. Barquisimeto, en busca de unirse a la División de Urdaneta, sien­
Esta victoria le perm ite a José Tomás Boves y a Francisco Tomás do acosados perm anentem ente por las guerrillas enemigas duran­
Morales apoderarse de Villa de C ura y de Maracay, dom inando te todo el trayecto. El Com andante Rodríguez había muerto el día
los valles de Aragua y obligando a Bolívar a retirarse a Caracas. anterior por heridas recibidas y mandaba la columna de apenas 46
Boves enseguida le pone sitio a Valencia el 19 de junio, ciudad hombres el Teniente Coronel Vicente Landaeta.
defendida po r el Coronel Ju a n de Escalona como G obernador Reunida la División con este cuerpo continúan su marcha a
Militar y por el Dr. Miguel Peña. El 6 de julio se produce un Trujillo y pasan a Mucuchíes. En esta población se adelanta U rda­
ataque fiero que m erm a aún más las ya diezmadas defensas valen­ neta a Mérida tratando de proteger a Andrés Linares, quien sufre
cianas, tom ando definitivamente Boves la ciudad el 8 de julio tras una derrota luego de bajar el páramo. Urdaneta no puede ayudar­
un d üro combate y consum ando una m atanza brutal. El día 10 lo, ya que la acción fue rápida y sorpresiva, por lo que la División
entran a Valencia Cajigal y Calzada, quienes se habían enterado de continúa su m archa y entra a Mérida, para seguidamente pasar a
la batalla de La Puerta. Escalona y Peña habían buscado capitular La Grita y luego a Cúcuta, donde se detienen a la espera de nuevos
ante Boves y Morales para evitar la matanza que luego se desenca­ acontecimientos que no tardarán en llegar.
denó, al no cum plir éstos lo que habían prom etido.

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A ragua de B arcelona plan de batalla alegando que los orientales no van a salir a dar el
pecho en un combate, mientras los centrales se cubren a buen
Entre todas las batallas de la guerra po r la independencia, es­ resguardo dentro de las trincheras; todos deberán pelear por igual.
pecialm ente destaca esta acción po r una doble circunstancia. Fue Seguramente habría alguna otra motivación oculta en Bermúdez
u n encuentro duro y sanguinario donde m urió el 80 por ciento para m antener esta actitud, lo cierto es que Bolívar se ve obligado
de las personas que combatieron, incluyendo civiles, tanto muje­ a ceder y acepta la modificación del plan, lo cual era un error
res como niños y ancianos, que se vieron obligados a defender los porque se inutilizaba la caballería y perm itía que los enemigos
pocos bienes que tenían y luchar po r salvar su propia vida. El avanzaran sin tropiezos hasta las mismas fortificaciones.
desastre fue colosal y de allí deriva la otra circunstancia lam enta­ Morales cruza el paso del río sin oposición y ataca de inmediato
ble, que fue la repercusión que causó entre los jefes militares y al pueblo, pudiendo m aniobrar a su antojo la infantería sin resis­
civiles esta derrota, donde se perdió el escuálido ejército que ha­ tencia alguna y atacando a discreción los cuatro costados de la
bía sobrevivido a la segunda derrota de La Puerta, y p o r las dife­ villa, desde las ocho de la m añana del 18 de agosto hasta las tres de
rencias surgidas entre Bolívar y Bermúdez. Ello va a implicar la la tarde, hora en que se agotan las municiones de los patriotas y
pérdida de prestigio para los defensores, llegando incluso Bolívar sus filas están casi aniquiladas. Los ataques se suceden como olea­
a ser expulsado más tarde del país por interpretaciones erróneas das una y otra vez, sin interrupciones; la caballería realista corre
de su proceder. libremente de un lado a otro llevando m uerte y destrucción, mien­
Al llegar a Barcelona después de la emigración, los republica­ tras la infantería de Morales va poco a poco ganando terreno y
nos reciben noticias de que el canario Francisco Tomás Morales al cercando cada vez más las diezmadas fuerzas republicanas. Bolí­
frente de 6.000 soldados, se aproxim a por la vía de El Chaparro. var mandaba personalmente como un Jefe de Columna el ala dere­
Con muchas dificultades y trabajos logra Bolívar reunir 2.000 efec­ cha de la línea de defensa; la infantería realista va penetrando
tivos entre una población renuente a combatir, y más preocupada poco a poco las defensas de la población, abriendo brechas por
en su propia suerte que en el destino de la República. Con estos donde entraba la caballería; se combate ya en las calles y en las
efectivos m archa inm ediatam ente a la Villa de Aragua para tratar casas; al ver que todo estaba perdido y la toma del pueblo es inmi­
de detener a Morales. Aquí se encuentra al Coronel José Francisco nente, el Libertador abandona la población y se abre paso por el
Bermúdez con 1.000 voluntarios que había logrado levantar en las camino de Carito, mientras Bermúdez, Sucre y Cedeño se dirigen
inmediaciones, yju n to con los residentes, comienzan ambos a tra­ hacia M aturín para salvar sus vidas. Morales entra a la Villa de
bajar con denuedo y tesón para fortificar y atrincherar el pueblo, Aragua de Barcelona y pasa a cuchillo a toda la indefensa pobla­
en vista de la inferioridad num érica que tenían, a la espera de ción, entregando el pueblo vacío a la tropa que se dedica al pillaje
Morales quien se presenta el 17 de agosto al frente de este nutrido y al saqueo.
ejército. Esta funesta jornada fue otro desastre de gran magnitud para la
Bolívar quería que los cuerpos de caballería existentes, a las República, pues los m uertos patriotas no bajaron de 4.000 entre
órdenes de Monagas, Zaraza, Carvajal y Cedeño, por la movilidad militares y civiles de ambos sexos, incluyendo a Carvajal. Los esca­
que implica este grupo de combate y por su fuerza destructiva y sos restos del derrotado ejército patriota llegan el 20 de agosto a
avasallante entre los combatientes de a pie, salieran a cam po des­ Cumaná con la cola de emigrados de Caracas. Bolívar no se detuvo
cubierto a disputarle el paso del río a Morales, río que lo separaba en Barcelona, sino que continuó a Cum aná a reunirse con Mari­
de la población y que aún no había cruzado, ya que se encontraba no, quien lo esperaba ju n to con Ribas y otros oficiales para resol­
del otro lado, y que la infantería quedase tras las fortificaciones del ver lo más conveniente a la conflictiva situación. La noche del 25
pueblo, más a resguardo y listas para intentar una salida si la oca­ de agosto zarpan Bolívar y Mariño en el buque de Giovanni Bian­
sión propicia se presentaba. Bermúdez se opone tercam ente a este chi rumbo a Margarita, llevando a bordo el tesoro de las iglesias de

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Caracas con el cual quería quedarse el pirata Bianchi alegando derrota a Bermúdez, quien habiendo salido de Maturín se ve obli­
supuestos servicios no pagados; en Pam patar no pueden desem ­ gado a regresar a ella para reunirse con Ribas; Maturín es la única
barcar porque M anuel Carlos Piar desconoce la autoridad de am ­ ciudad en poder de los republicanos. Boves se ju n ta con Morales,
bos Generales y les impide bajar a tierra, por lo que se regresan a reuniendo entre ambos unos 7.000 hombres; acampan en la saba­
Carúpano. Mientras estos sucesos se desarrollan, el 2 de septiem ­ na de Urica y hasta allí salen a combatirlos Ribas y Bermúdez con
bre en Cariaco se autoproclama José Félix Ribas como Jefe Supre­ unos 4.000 efectivos, aún cuando Ribas no era partidario de un
mo de Occidente, y pide que Piar sea nom brado con el mismo encuentro formal por considerarlo poco acertado. La batalla se
rango para Oriente. libra el 5 de diciembre y es tan violenta que dura poco tiempo; los
Bolívar y M ariño habían sido nom brados prim ero y segundo patriotas salen vencidos totalmente, tomando distintas direcciones
jefes de la República y al abandonar el país una Asamblea de Cu- los pocos soldados que logran salvarse. Boves es lanceado por un
m aná piensa que se repite una historia peor que la de M iranda, soldado cuyo nom bre se ignora, quien tuvo la increíble audacia de
po r lo cual los destituye y nom bra para esos cargos a Ribas y Piar internarse en el campamento enemigo en lo más recio de la pelea,
en el mismo orden. La noche del 3 al 4 de septiem bre desem bar­ dando m uerte al jefe realista. Muerto Boves los realistas reconocen
can Bolívar y M ariño en C arúpano y el día 6 son expulsados del como único caudillo a Morales, quien reorganiza su ejército y se
país por Ribas y Piar, debiendo ambos abandonar Venezuela y vuelve contra M aturín que ha quedado desprotegida, defendida
em barcar para Cartagena, donde llegan el 19 de septiembre. sólo por 300 soldados atrincherados en sus defensas. El 11 de
José Félix Ribas y Manuel Piar reorganizan el ejército y deciden diciembre Morales ataca con su poderoso ejército la débil pobla­
enfrentar a los realistas. Por su parte, Morales se presenta frente a ción que casi ninguna resistencia puede oponerle, ocupándola de
M aturín el 8 de septiembre de 1814 con cerca de 6.500 hombres, inmediato y dando m uerte a todos sus defensores, incluyendo
intim ando su rendición. Como recibe por respuesta que estaban mujeres y niños.
resueltos a “vencer o m orir”, comienza Morales su ataque sitiando José Félix Ribas huye a las selvas de Tamanaco en el oriente d e 1
a la ciudad. El día 12 Bermúdez sale inopinadam ente de la pobla­ Guárico, buscando tal vez la División de U rdaneta en el occidente
ción y ataca vigorosamente a Morales, cuyas tropas se sorprenden del país. Aquí es descubierto por los españoles al detener a su
de tan enérgico como sorpresivo ataque y pierden su capacidad de baquiano Concepción González en Valle de la Pascua, donde ha­
respuesta, no logran recuperarse y empieza a cundir el pánico bía ido por comida y vituallas. Hecho prisionero es degollado en
con el consiguiente desorden. Morales ya poco puede hacer con Tucupido el 15 de enero de 1815, a los 39 años, por el Teniente de
unas tropas desmoralizadas y decide retirarse hacia el pueblo de Justicia P. Barrajóla, y su cabeza, frita en aceite y encerrada en una
Santa Rosa a esperar la llegada de Boves. jaula de hierro, es enviada a Caracas y colocada a la salida del
Con escaso núm ero de fuerzas Piar se dirige a Cumaná. D erro­ camino para La Guaira.
ta el 29 de septiembre en la Q uebrada de los Frailes, a la entrada Bermúdez y Sucre ganan las costas de Paria y se embarcan para
de la ciudad, a varias columnas realistas que la protegían y la recu­ Margarita, para luego pasar a las Antillas. Seis meses están fuera y
pera. Logra reu n ir cerca de 2.000 soldados y decide esperar a al conocer la presencia de Pablo Morillo en Venezuela se dirigen a
Boves, quien había salido de Valencia para encontrarse con Mora­ Nueva Granada, llegando a Cartagena en momentos en que Mori­
les, y m archaba hacia Cumaná. El 16 de octubre se enfrentan en la llo señala su aproxim ación a dicho puerto.
sabana de El Salado, cerca de la ciudad, y Piar queda destrozado Bolívar m ientras tanto continúa con su gran actividad. Se re­
po r completo, perdiendo la única batalla que lé fue adversa, pues úne en Pam plona con la División de U rdaneta que m archa hacia
ganó las otras doce que combatió. Con esta victoria le quedó a Tunja, donde llegan días después. El 22 de noviembre Bolívar se
Boves libre el camino y la ciudad de Cum aná. dirige al Congreso de la Nueva G ranada exponiendo los motivos
Boves continúa hacia el sur, y el 9 de noviembre en Magüeyes del fracaso en Venezuela, y obtiene tan buena acogida su exposi-

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ción que Camilo Torres, su Presidente, lo elogia. El Congreso le
confiere el grado de Capitán General de los Ejércitos de la Nueva
G ranada el 27 de noviembre y lo nom bra para someter a Bogotá y
destituir al dictador Manuel de B ernardo Alvarez que m engua en
poder.
C um pliendo estas órdenes m archa Bolívar hacia la capital de
Nueva G ranada, donde llega el 8 de diciembre, poniéndole sitio
de inm ediato e intim ando su rendición. El dictador Alvarez se
parapeta en la ciudad y rechaza las ofertas de paz, viéndose Bolí­
var obligado a atacarla los días 10 y 11, y logra la capitulación el 12
de diciembre cuando entra por prim era vez en esta ciudad que
será más tarde sede de su gobierno. El Congreso se traslada a
Bogotá el 13 de enero de 18Í5 y lo destaca a la Provincia de Santa
M arta para liberarla.

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A ño 1815 Maturín; Francisco Vicente Parejo surge en Santa Ana tomando el
pueblo, pierde una acción en Cachipo frente al realista García y
pasa a los montes de Pariaguán, mientras el indio José Miguel
Guanaguanay forma sus guerrillas en los llanos de Barcelona.
Las acciones comienzan aisladamente en el mes de marzo cuando
Monagas vence y toma el pueblo de San Diego de Cabrutica, al sur
de la Mesa de Guanipa, mientras Manuel Cedeño se oculta en los
bosques de El Tigre para desplazar sus guerrillas. En abril pierde
Monagas en Peñas Negras, se recupera y toma la Villa de Aragua
de Barcelona, sus guerrillas se dispersan y se reúnen luego en
Santa María de Ipire, más al sur, donde vencen al Coronel Ren-
dón. Cruzan el Orinoco y en Moitaco vencen al español Juan Sán­
chez; en Orocopiche es sorprendido Monagas por el realista Sal­
Simón Bolívar sale de Bogotá para la costa caribeña el 24 de vador Gorrín, quien cubre el Orinoco desde su base en Angostu­
enero con intención de ocupar Río Hacha y Santa Marta. Llega a ra, y debe esconderse en los bosques del río Aro para reorganizar
la población de H onda, a orillas del Magdalena, y continúa luego sus fuerzas. Mientras tanto, en el sitio de San Pedro, al este del río
a Ocaña, M onpox, B arranca y Turbaco. Su llegada a la población Caura, los republicanos Cedeño, Parejo e Infante vencen una fuerte
de M onpox origina resquem ores y disgustos en el Coronel Ma­ división realista y ocupan a Caicara del Orinoco. Posteriormente
nuel del Castillo y Rada, G obernador militar de Cartagena, quien se reunirán estos tres con Monagas y Zaraza.
no acepta la jerarquía y las órdenes de Bolívar, le niega su apoyo y El 17 de febrero de 1815 sale de Cádiz rumbo a América una
con su influencia y amistades comienza a gestar una terca oposi­ gran expedición marítima para restablecer la autoridad de España
ción apoyada por otros jefes republicanos, entre ellos Mariano en sus colonias, com andada por uno de los generales más afama­
Montilla. dos de la guerra contra los franceses, Don Pablo Morillo, teniendo
Desde la Provincia de Casanare, José Antonio Páez invadió el como Segundo Jefe al Brigadier de la Armada don Pascual Enrile.
A pure el 10 de octubre de 1814 con 1.000jinetes bajo su mando. Estaba compuesta por 18 buques de guerra, 42 transportes y 10.642
El 29 de enero de 1815, a la entrada de Guasdualito, en u n a sola veteranos del Ejército Real. Llegaron a Puerto Santo el 9 de abril
carga de caballería derrota a los milicianos que la ocupaban m an­ e incorporados a los que tenía Morales, form aron un ejército de
dados por el Com andante Pacheco Briceño; los soldados realistas 15.000 hombres sobre las armas en Venezuela. Morillo inmediata­
se dispersan ante trem endo ataque y más de doscientos de ellos se mente toma a Pam patar y somete a la isla de Margarita; pacifica
esconden en las riberas del río. Al día siguiente son descubiertos toda la costa y a principios de mayo entra en Caracas y establece su
por Olmedilla, segundo al m ando después de Páez, quien dispone autoridad incluso por sobre el Capitán General Juan Manuel Ca­
lo necesario para fusilarlos; al enterarse Páez de esta decisión in­ jigal-
terviene personalm ente para evitar una matanza, logrando salvar En la Nueva G ranada, Bolívar se ve obligado por las circuns­
la vida de estos soldados. Páez deam bula un tiem po en tierras tancias a embarcarse el 9 de mayo en Cartagena con destino a
apureñas y retorna a Casanare, donde el neogranadino Ramón Jamaica, a fin de evitar mayores males a los que ya ha causado el
Nonato Pérez sacude a los españoles con una serie de victorias Coronel Castillo y Rada y obviar una contienda civil que estaba en
contundentes, mientras en los llanos altos y en el oriente de Vene­ ciernes, por lo que resuelve exilarse en espera de días mejores a la
zuela comienzan a surgir las guerrillas. causa. Su llegada a Jam aica se produce la noche del 13 de mayo.
José Tadeo Monagas se encuentra en el sur, Jesús B arreto en Morillo deja 700 hom bres en Margarita; 800 entre Cum aná y

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Barcelona; 500 en La Guaira; 800 en Puerto Cabello; 800 hombres lanza hacia adelante con una impetuosa carga de caballería a su
al m ando del Brigadier Pascual Del Real en Calabozo y la 5a Divi­ grito “¡De frente y carguen!”, grito que se hará famoso en el futuro
sión completa de su Ejército en Barinas, al m ando del Brigadier al decidir con esta carga la batalla. Pérez lo secunda de inmediato,
Sebastián de La Calzada. Se embarca Pablo Morillo el 12 de julio entre los dos atacan simultáneamente los dos flancos de las fuerzas
en Puerto Cabello rum bo a Santa M arta, donde llega el día 23; españolas que no pueden resistir el ataque y se dispersan. De in­
toma la ciudad y sale de inm ediato a ponerle sitio a Cartagena. mediato Calzada efectúa una retirada que le perm ite salvar sus
José Francisco Berm údez ha asumido el m ando de la Fortaleza efectivos, los reorganiza, evade el ejército de Ricaurte y logra pe­
secundado po r M ariano Montilla, Florencio Palacios, Pedro León netrar hasta Pamplona, donde sorprende a Urdaneta y lo vence en
Torres, Carlos Soublette, Diego Ibarra, Antonio José de Sucre y Chitagá el 30 de noviembre. Páez por su parte pasa de Chire al
otros oficiales venezolanos, neogranadinos y extranjeros. El sitio Arauca, donde sorprende a su vez a unas fuerzas de 500 hombres
de C artagena comienza el prim ero de septiem bre y lo sostienen en plena sabana y los pone en fuga con una sola carga de caballería.
durante 116 días en heroica resistencia hasta el 6 de diciembre, En Kingston, Bolívar perm anece desde el 14 de mayo hasta el
cuando habiendo llegado al límite de su resistencia, los patriotas 18 de diciembre. Allí publica su famosa Carta de Jamaica el 6 de
rom pen el cerco abandonando la plaza al poderoso ejército realis­ septiembre. El 10 de diciembre sufre un atentado contra su vida
ta. Después de un viaje accidentado llegan los republicanos a Hai­ cuando el negro Pío, antiguo esclavo, trata de asesinarlo disparán­
tí, m ientras Morillo entra en C artagena ya casi destruida por sí dole un tiro a su hamaca, pero a quien mata es a Félix Amestoy, un
misma, sin alimentos y llena de escombros, basura y enfermos. amigo de Bolívar que se había quedado dorm ido en la misma ha­
En Margarita, en una acción tem eraria Ju a n Bautista Arismen- maca. El asesino fue juzgado y ejecutado en la plaza pública.
di asalta y tom a el fuerte de Ju a n Griego el 15 de noviem bre, y el Bolívar zarpa de Jamaica, pasa por Puerto Príncipe y llega a
día 18 en Villa del N orte bate y pone en retirada al Coronel Jo a­ Los Cayos de San Luis y Acquin, en Haití, el 31 de diciembre de
quín Urreiztieta, G obernador de la Isla, quien había salido en 1815, com enzando de inmediato sus contactos para activar una
defensa del tom ado fuerte. El 5 de diciembre Urreiztieta se des­ nueva invasión a Venezuela.
quita de Arismendi en La Línea, a la entrada de La Asunción,
cuando al tratar éste de tom ar la población es sorprendido por las
tropas del Gobernador, dispersando los hom bres de Arismendi y
haciéndolos huir.
M ientras tanto en Barinas, el realista Sebastián de La Calzada
organiza las tropas que le ha dejado Morillo y parte hacia la Nueva
G ranada po r la ruta de Casanare con 3.500 combatientes y dos
piezas de artillería. En Chire, las tropas republicanas están al mando
del Goronel Joaquín Ricaurte y la caballería a las órdenes del Co­
m andante Miguel G uerrero; sirven bajo su m ando Páez, quien
m anda el Escuadrón NQ2 compuesto de 200 lanceros y Ramón
Nonato Pérez, quien m anda otro escuadrón igual. En el Banco de
Chire el Coronel Ricaurte le presenta batalla a Calzada, la cual se
establece algo pareja durante la prim era hora hasta que las fuerzas
españolas comienzan a presionar y ganar terreno, m ientras la in­
fantería republicana va retrocediendo en orden; poco falta para
que la infantería se desorganice, pero en este m om ento Páez se

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A ño 1816 participa en la derrota de 600 realistas en Palmarito. Después de
esta acción, el Coronel Joaquín Ricaurte se retira a Casanare por
no interesarle perm anecer en Apure y Páez toma la decisión de no
regresar a Casanare y quedarse en territorio venezolano, solo y
con quienes quieran seguirle. El 16 de febrero en Mata de La Miel
libra su prim era hazaña ya independiente y como jefe de una tro­
pa regular, venciendo al Coronel Francisco López en un combate
nocturno que dem uestra la fortaleza del llanero. Páez había hecho
formar sus tropas en tres columnas en línea, una bajo su m ando y
las otras dos al m ando de Genaro Vásquez y de Ramón Nonato
Pérez. Este iba en vanguardia y marchando en la noche se tropieza
con el grueso de la caballería de López cerca de Guasdualito; sin
pensarlo dos veces Pérez lo carga de frente tan dura y repentina­
El Brigadier Sebastián de La Calzada quedó debilitado en su mente, que desarticula la caballería realista poniendo fuera de com­
combate de noviem bre con el General Rafael U rdaneta, pues a bate cerca de sus dos terceras partes. En este momento López, que
pesar de haberle ganado perdió muchos hom bres y m aterial de tenía su num erosa infantería formada en gruesas columnas, orde­
guerra. Al recibir refuerzos de Miguel de La Torre se lanza nueva­ na rom per fuego para contener el avance de los escuadrones de
m ente sobre la División de Urdaneta, logra vencer el 22 de febrero Páez y de Vásquez, que venían apoyando a Ramón Nonato Pérez.
en el Páram o de Cachiri al General Custodio García Robira, y no Un disparo mata al segundo caballo de Páez en el combate y al
teniendo enemigos se hace dueño del territorio. El Brigadier Mi­ caer éste a tierra, se crea una confusión entre las filas patriotas
guel de La Torre por su parte, ocupa el 5 de mayo a Bogotá, de creyendo que el jefe está m uerto, pero Páez se levanta y con otro
donde ya había salido el Congreso; derrocado el gobierno federal caballo que le da su ayudante Esteban Quero, anima de nuevo las
independiente, el General Pablo Morillo se apodera de la Nueva tropas y a su cabeza carga impetuosam ente sobre un cuerpo de
Granada, entra el 26 de mayo en Bogotá y envía a de La Torre reserva que atacaba el ala derecha.
hacia Casanare y A pure con órdenes de tom ar estas provincias. Por media hora se traba un salvaje duelo al arm a blanca en la
El General Ju a n Bautista Arismendi, por su parte, continúa sus oscuridad de la noche, las escenas sangrientas del combate a lanza
acciones en M argarita y a mediados de enero vence en El Mamey, y cuchillo sólo eran iluminadas por los disparos dispersos de la
cerca del castillo de Santa Rosa en La Asunción, al Teniente Coro­ fusilería y la artillería realista. La proeza queda oculta por la oscu­
nel Salvador Gorrín, quien había acudido a la isla desde el O rino­ ridad, pero el resultado quedó fijado para la historia al amanecer
co. Más tarde Arism endi toma el castillo de Pam patar y tiene una del día siguiente: Páez ha hecho 500 prisioneros, deja muertos
refriega con los españoles en el sitio de Guacuco sin mayores con­ acuchillados en el campo de batalla casi en su totalidad los 400
secuencias. jinetes realistas y se apodera de armas, pertrechos de guerra y
En oriente continúan las guerrillas de Pedro Zaraza, Manuel 3.000 caballos. El Coronel Francisco López huyó hacia los bos­
Cedeño y José Tadeo Monagas, con acciones en Cham ariapa y El ques del río A pure con los pocos que pudieron seguirlo. Después
Tigre. de esta acción Páez fue ascendido a Teniente Coronel.

M a t a d e l a m ie l

En A pure, el 2 de febrero, José Antonio Páez con 300 lanceros

90 91
I n v a s ió n d e L o s C a y o s envía postas a Manuel Cedeño, Pedro Zaraza, José Tadeo Monagas
y Andrés Rojas, participándoles su presencia y la invasión aconte­
Al llegar Bolívar a Haití comienza inm ediatam ente a organizar cida. Pero las semanas van pasando y los jefes guerrilleros no lle­
una nueva expedición a Venezuela. Nom bra Almirante al comer­ gan, por lo cual decide invadir el centro para no estar inactivo, lo
ciante y m arino curazoleño Luis Brión, quien apoya la idea liber­ que era fatal en esas circunstancias, tratando de abrir otro frente y
tadora y sum inistra barcos y pertrechos con dinero de su propio tomar Caracas de ser posible. Bolívar iza velas el prim ero de julio,
peculio. En esta aventura los acom pañan Santiago M ariño, José toca el día 5 en Borburata y el 6 en la m añana ocupa Ocumare de
Francisco Bermúdez, Manuel Piar, José Antonio Anzoátegui, Fran­ la Costa. Desde aquí lanza una Proclama donde anula el terrible
cisco Antonio Zea, Carlos Soublette y G regor Mac Gregor. Escaso Decreto de G uerra a Muerte, hum anizando la guerra y respetan­
de recursos para m antenerse, Antonio José de Sucre debió regre­ do el Derecho de Gentes. El Teniente Coronel Francisco Piñango
sar a Trinidad una vez llegado a Haití, buscando la protección de recibe órdenes de situarse en Choroní y reclutar hombres ju nto
sus familiares y allegados; después de la invasión se pondrá a las con provisiones, mientras el Coronel Carlos Soublette marcha el 7
órdenes de M ariño en Güiria. de julio a situarse en el Desfiladero de La Cabrera, el cual ocupa,
Llenos de esperanzas e ilusiones zarpan los patriotas el 31 de y cubrir los valles de Aragua. Soublette entra en Maracay el 8 de
marzo de Los Cayos con 7 goletas y 240 hombres hacia Venezuela. julio sorprendiendo a u n Escuadrón de Húsares y haciendo pri­
La expedición captura en la travesía un buque m ercante español sionero a su Com andante; durante el día que perm anece en la
que los avitualla más y recala en Los Testigos el prim ero de mayo. ciudad se entera de que Francisco Tomás Morales está en Valencia
Al día siguiente continúan y frente a la isla de Los Frailes tiene con 500 soldados veteranos y de que el Com andante Juan Nepo-
lugar un rápido combate naval, cuando la expedición sorprende y muceno Q uero trata de cerrarle el camino a Caracas, por lo cual
toma al abordaje al bergantín Intrépido y a la goleta Rita, comanda­ repliega entonces hacia Mariara, buscando el río Las Piedras y la
das po r el Capitán Mateo Ocam po y po r el Teniente de Fragata montaña que separa a Maracay de Choroní, donde se detiene a la
Rafael La Iglesia, embarcaciones realistas que bloqueaban la isla espera de Morales.
de M argarita. El 3 de mayo desem barcan en el puerto de Juan El 9 de julio ataca Morales en Las Piedras, pero no puede ven­
Griego, siendo recibidos po r Ju a n Bautista Arismendi. Celebran cer las naturales defensas patriotas y su ataque es rechazado en
una Asamblea el día 7 y nom bran nuevam ente a Bolívar Jefe Su­ toda la línea, sin embargo Soublette se queda inactivo y no aprove­
prem o de la República, y a M ariño, Segundo Jefe. Se dispone cha la ventaja adquirida. M anda aviso al Libertador sobre su situa­
entonces la consolidación de la isla, para lo cual el Almirante Brión ción y ante un nuevo em puje de Morales el día 11, repliega esta
ataca fuertem ente el Castillo de Pam patar el 17 de mayo y vence al vez hasta el cerro de Los Aguacates, donde trata de defenderse
Brigadier Ju a n Bautista Pardo, quien lo defendía, pero no puede hasta la llegada de refuerzos. Morales lo vuelve a atacar el 13 de
sin embargo tom ar el castillo ni el pueblo, julio al frente de dos de sus divisiones, reforzado por el Coman­
Simón Bolívar zarpa de M argarita el 26 de mayo y el prim ero dante Manuel Bauzá; esta vez Soublette no puede resistir el em pu­
de ju n io toma la población de C arúpano m ientras M anuel Piar y je realista y, derrotados, los republicanos son obligados a retirarse.
Carlos Soublette toman el puerto. Al conocer la noticia, el General Simón Bolívar ha estado fuera de Ocumare y al regresar a la
español Cires sale el 3 de junio de Cum aná en m archa apresurada población su ayudante Isidro Alzuru, quien era edecán de Mari­
y el día 19 ataca las avanzadas de Bolívar, comandadas por el Coro­ no, le da invertido y errado el mensaje de Soublette, diciéndole
nel Francisco de Paula Alcántara, obligándolo a retroceder a Ca­ que éste se fue al llano y que los españoles tomarán pronto la playa
rúpano pero sin atacarlo de nuevo y sin proseguir a la ciudad. por asalto; Bolívar zarpa aprisa esa noche temiendo por su vida y
Bolívar mientras tanto ha despachado a Mariño con una goleta y 4 dejando en Ocum are todos los pertrechos y armas que tenía, las
flecheras a tom ar Güiria, a Piar lo despacha a tom ar M aturín y

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cuales ya habían sido desembarcadas y no había tiem po para em­ te Coronel Ricardo Meza en busca de las guerrillas de Pedro Zara­
barcarlas de nuevo. za, y el 28 de julio se detienen frente a la población de Chaguaramas.
El Libertador llega a Bonaire el 15 de julio, se reúne con el El pueblo lo defiende parte del Batallón Unión, que luego se
Almirante Brión el día 16 y zarpan nuevam ente para Choroní, llamará Valencey, al m ando del Coronel don Tomás García. El
puerto que tocan el 17. El puerto lo encuentran ocupado por las General Mac Gregor se empeña en tomar la plaza y ataca con fuer­
fuerzas de Morales y se dirigen entonces a la playa de Chuao, pero za el día 29, pero después de 18 horas de duro combate, aunque
al no encontrar vestigio alguno de fuerzas republicanas esperan­ no es vencido, decide retirarse sin tomar la población. El 30 de
do, se regresan de nuevo al Oriente. Bolívar toca en Güiria el 16 julio se ponen nuevam ente en marcha sirviéndoles de guía el Co­
de agosto, encontrándose con la desagradable sorpresa de que bajo m andante Basilio Belisario; el prim ero de agosto entran en El
la excusa de su fracasada misión, es expulsado del país po r Santia­ Socorro, donde se les une el Coronel Julián Infante al m ando de
go Mariño y José Francisco Bermúdez, no teniendo más camino un escuadrón de caballería de las guerrillas del General Zaraza.
que regresarse a Haití. El 2 de agosto en Q uebrada H onda el Coronel Soublette le hace
frente al Com andante Quero, quien lo perseguía con tenacidad,
R e t ir a d a d e l o s s e is c ie n t o s derrotándolo por tercera vez en menos de quince días. Al llegar
los republicanos al día siguiente a la población de Santa María de
Carlos Soublette marcha desde Los Aguacates hacia Choroní el Ipire se encuentran con el General Pedro Zaraza, unen sus fuer­
14 de julio y pasa de seguidas al pequeño puerto de Cuyagua, zas y toman luego la vía de San Diego de Cabrutica, donde los
donde se reúnen los dispersos de Ocumare; enterados de la ida alcanza el General José Tadeo Monagas con su Brigada el 10 de
del Libertador, nom bran al General Gregor Mac G regor como agosto.
Jefe de la Expedición y al Coronel Soublette como Jefe del Estado Con estas uniones se forma un ejército compuesto de 1.800
Mayor. Como es inútil y riesgoso perm anecer solos en esta parte hombres, la mayor parte experimentados jinetes que reconocen la
del país, el 15 de julio comienzan la invasión del territorio para jefatura del General Mac Gregor. El 25 de agosto marcha este
tratar de llegar a Oriente y unirse a las tropas republicanas. ejército hacia Aragua de Barcelona pasando por El Chaparro, hasta
Descienden el 18 de julio al valle de Onoto, donde el Coman­ llegar a Guatacaro el 3 de septiembre. Sabiendo Mac Gregor que
dante Juan Nepomuceno Q uero trata de detenerlos, pero es de­ Francisco Tomás Morales se le viene de flanco con 3.000 hombres,
rrotado vergonzosamente en una sola carga. El día 19 trata Quero resuelve batir prim ero al Coronel Rafael López, que lo tiene de
nuevamente de detenerlos en La Victoria, pero es otra vez vencido frente con 2.000 efectivos; el 6 de septiembre lo confronta en el
y debe retirarse sin poder frenar a los republicanos. Los patriotas campo de Alacranes, a la altura de la población de El Roble, de­
pasan por Cagua, toman la vía de El Pao siguiendo el curso del río rrotándolo completamente con una carga a la bayoneta dada per­
y el día 20 llegan al Pao de Zárate; Francisco Tomás Morales corre sonalmente por Mac Gregor al frente de la infantería, ayudado
tras ellos con sus tropas tratando de alcanzarlos, m ientras el Bri­ por los impetuosos choques de las caballerías de Zaraza y de Mo­
gadier Pascual del Real y el Comandante Quero procuran atrapar­ nagas. Después de la batalla continúan hacia Barcelona pasando
los por los flancos. Penetran en San Sebastián de los Reyes el 21 de por la Villa de Aragua, El Carito y El Pilar.
julio después de batir a Rósete, quien les hizo frente con 300 hom­ Mac Gregor toma Barcelona el 13 de septiembre, mientras el
bres que tenía en la población; pasan por Cam atagua y po r San día 14 entran José Gregorio Monagas y José Antonio Anzoátegui a
Francisco de Cara el día 22, poblaciones que no oponen resisten­ Píritu, tras derro tar y hacer desalojar de la población a Rafael
cia a su marcha; atraviesan el río Guárico por segunda vez; cortan López, quien se había refugiado en ella tras su derrota en Alacra­
el Orituco por el Paso del Arbolito, desde donde envían al Tenien­ nes. El 25 de septiembre llega a Barcelona Manuel Carlos Piar con
el General Pedro María Freites.

94 95
Morales se acerca rápidamente a Barcelona y Mac Gregor y Piar Páez contaba con un cuerpo de tropas de 700 hombres divididos
salen a recibirlo a pocas leguas de la ciudad. El 26 de septiembre en tres escuadrones a las órdenes del General Rafael Urdaneta,
al amanecer se enfrentan ambos ejércitos en el campo de El Juncal del Coronel Francisco de Paula Santander y del General Manuel
y después de una ardorosa y difícil batalla en la que se distinguen Roergas de Serviez. Debe entenderse que a mediados de año las
Mac Gregor, Soublette, Monagas y Anzoátegui, vencen a Francisco guerrillas y los jefes principales de los grupos que operaban en la
Tomás Morales y a José Alejo Mirabal, quienes huyen escondién­ región habían nom brado a Páez como Jefe Supremo, quien a pe­
dose en las montañas de San Bernardino. La actuación de Piar en sar de tener el grado de Teniente Coronel ya era reconocido como
esta batalla es cuestionada seriamente por algunos historiadores; General por sus tropas; Santander, que era Jefe del Ejército en
aparentem ente Piar se había redrado del combate por diferencias Casanare y el Apure, así como Urdaneta y Serviez, los cuales os­
con Mac Gregor en la conducción del mismo, y regresó al campo tentaban una jerarquía militar superior a la de Páez, aceptaron
de batalla al conocer la victoria, la cual se adjudicó. Establecer la quedar a las órdenes de éste para evitar una peligrosa división en
verdad de lo que sucedió es difícil, pero conociendo la fuerte per­ las fuerzas republicanas de la zona, Morillo y de La Torre se ha­
sonalidad de Piar es de imaginar que algún serio percance hubo bían apoderado de la Nueva Granada y estas eran las únicas tropas
entre los dos, lo cierto es que el General Mac G regor se retiró de operativas en todo el sur del país. El Coronel Francisco López
Venezuela después de este suceso. tenía 1.700jinetes y 600 infantes en el Hato El Yagual, y en el río
En el mes de octubre, el Licenciado Francisco Antonio Zea es a sus espaldas 4 lanchas armadas con cañones, estando la entrada
comisionado para buscar a Simón Bolívar en Haití y pedirle su del Hato defendida por 4 piezas de artillería. Trabado el combate
regreso a la Patria. en toda la línea y rechazadas las diversas embestidas del enemigo,
A principios de noviembre los españoles abandonan Pampatar, fueron puestos en fuga al no poder soportar las cargas de caballe­
donde estaban prácticamente sitiados, dejando la plaza y la isla en ría de los tres grupos comandados por Santander, Urdaneta y
poder de Juan Bautista Arismendi y las fuerzas republicanas, mien­ Serviez, quienes en form a conjunta embistieron por tres flancos
tras en el sureste del país el General Manuel Cedeño con sus gue­ diferentes. El combate fue duro y violento, participando toda la
rrillas triunfa en Caicara y toma la población. caballería que al arm a blanca se lanzó a la lucha, pero al final
Mientras en el oriente del país se suceden estos acontecimien­ quedaron a López sólo mil hombres de caballería con los cuales
tos, José Antonio Páez va tomando cuerpo cada vez más en el Apu­ emprendió la retirada. Este triunfo va a permitir a Páez abrir nue­
re, dom inando desde el río Meta hasta el río A pure con resonan­ vas operaciones sobre la región, apoderándose de varias cañone­
tes victorias en San Antonio, Rabanal, Mantecal, Los Cocos y El ras y flecheras y hacer incluso más tarde prisionero al propio López.
Yagual, donde vence otra vez al Coronel español Francisco López Cumpliendo las órdenes del General Pablo Morillo, en el mes
para tomar enseguida Achaguas. Los hechos se desarrollaron de de junio los Brigadieres Miguel de La Torre y Sebastián de La
la siguiente manera: López ha ocupado Mantecal con 1.200jine­ Calzada unen sus fuerzas y penetran por el Casanare hasta el Apu­
tes, 400 infantes y 6 piezas de artillería; Páez se le enfrenta con 500 re con 1.000 infantes y 800 hombres de caballería; constituyen la
llaneros a caballo y López, en vez de atacarlo, contram archa hacia avanzada del ejército de Morillo, el cual se desplazará completo
el Apure. Páez lo alcanza en el Paso del Frío a las cuatro de la días después. Páez es informado de que las tropas realistas avan­
mañana, lo ataca sorpresivamente y López sufre una d errota de­ zan hacia Guasdualito, por lo que destaca al Comandante Juan
sastrosa, perdiendo más de 300 hombres y cerca de 500 caballos. A Guillermo Iribarren con una columna para observar sus movi­
fines de septiembre Páez mueve sus fuerzas sobre Achaguas abriendo mientos y apreciar la m agnitud de las tropas enemigas. El 7 de
operaciones en el Bajo Apure, pero el Coronel Francisco López noviembre en el sitio de Banco Largo, el Comandante Iribarren se
no se ha dado por vencido y esta vez le sale al encuentro situándo­ topa con las avanzadas realistas que estaban de reconocimiento, las
se en el Hato El Yagual, en las riberas del Arauca. José Antonio carga de inm ediato sin darles tiempo de reaccionar y ante la sor-
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presa de la acometida llanera se retiran precipitadam ente y en
desorden. Iribarren no sabe a qué distancia está el grueso del
ejército, por lo que evita comprometerse más allá de los resultados
obtenidos y obvia una confrontación mayor, replegando sus
efectivos.
Mientras tanto, en el oriente, Santiago Mariño ju n to con Anto­
nio José de Sucre se apoderan el 3 de noviembre de Yaguaraparo,
del 5 al 10 toman Carúpano y el 15 de noviembre entran en Cariaco.
Por su parte Manuel Piar avanza con su ejército hacia Guayana
a principios de octubre, acompañado de Manuel Cedeño y de José
Antonio Anzoátegui. El 21 de noviembre cruzan el Orinoco por
Río Claro, cerca de Pueblo Nuevo; m archan luego sobre San Pe­
dro, a orillas del río Caura, forzando el Paso de M aripa al derro­
tar el 30 de diciembre al Coronel Lorenzo Fitzgerald, último Go­
bernador de Guayana; el Capitán de Fragata Rafael Rodríguez, al
mando de una pequeña fuerza naval constituida en su mayor parte
por flecheras, se distingue valerosamente al com prom eter la ac­
ción a favor de la causa republicana, tomando varias naves enemi­
gas. Al llegar a San Pedro los realistas huyen a la vista de los pa­
triotas, permitiendo que este ejército continúe libre su camino
hacia Angostura.
Atendiendo la comisión del Licenciado Zea, Simón Bolívar sale
el 21 de diciembre de Haití y llega el día 28 a Margarita, desembar­
cando posteriormente en Barcelona el 31 de diciembre.

98
A ñ o 1817 Angostura el 18 de enero, pero su ataque es igualmente rechazado
por el Coronel Lorenzo Fitzgerald, quien se encuentrabien amu­
rallado. Al no poder tomarla Piar la pone bajo sitio, pero viendo
que pasan los días y la situación tiende a prolongarse, le deja el
mando de las fuerzas sitiadoras al General Manuel Cedeño y aban­
dona con el resto del ejército el sitio de Angostura el 24 de enero,
bordeando la ciudad en dirección a las Misiones del Caroní, lugar
de abastecimiento de toda la región. A principios de febrero atra­
viesa el río Caroní por el Paso de Caruachi, toma luego el pueblo
de Upata y se apodera de las misiones y de su fértil valle durante el
resto del mes.
El General Pablo Morillo entra de nuevo a Venezuela proce­
dente esta vez de la Nueva Granada a mediados de enero, pasando
Las fuerzas realistas en Venezuela se distribuían para esta época
por Guasdualito en camino a San Fernando de Apure. José Anto­
así: el General Francisco Tomás Morales se encuentra en Valencia;
nio Páez se ha estado moviendo mucho y, mientras Rafael Urdane­
el Capitán General don Salvador Moxó perm anece en Caracas; el
ta es destacado para ocupar Barinas, Páez se dirige a ponerle sitio
Coronel Francisco López controla Barinas; el Brigadier Pascual
a San Fernando, la cual está tomada por el Brigadier Correa. Sus
del Real se ubica en la costa, y el Com andante Ju an Nepomuceno
deseos no son satisfechos y se le hace difícil ponerle sitio efectivo,
Quero deambula entre Ospino y Chaguaramas.
ya que Correa ha recibido refuerzos de Calabozo y Pablo Morillo
El año comienza bastante activo por parte de los republicanos,
ocupa Guasdualito, lo que complica la situación. Páez decide en­
empezando por el propio Libertador, quien hace todos los esfuer­
tonces dirigirse hacia Guayabal buscando mejores opciones. Al
zos para formar un nuevo contingente de soldados apenas llega al
pasar en su m archa por el sitio conocido como Rabanal le sale al
país. El 5 de enero hace un intento de pasar hacia Caracas por la
frente una fuerte columna enemiga que trata de cerrarle el paso,
vía del litoral, atacando ju n to con el General Ju an Bautista Aris­
Páez la carga de inmediato con un escuadrón y es tan fuerte la
mendi y 700 hombres a la Guarnición de Clarines, en la línea del
embestida que los realistas no tienen posibilidad de defensa y son
Uñare; fuerzan el paso del río, pero su ataque es rechazado por el
completamente destrozados.
Brigadier Pascual Del Real y el Com andante Francisco Jiménez,
Concentra Páez una fuerza de 1.200 hombres y la envía al m an­
quienes tenían 550 hombres bien guarecidos. Bolívar tiene que
do de Ramón Nonato Pérez contra Morillo, a fin de observar sus
replegar hacia Barcelona para rehacerse, reagrupando en la ciu­
movimientos y tratar de entorpecer sus labores, mientras él se diri­
dad todos los efectivos de que podía disponer, m ientras por su
ge hacia Achaguas para levantar más tropas y caballerías. Al llegar
lado los realistas se trasladan hasta el pueblo de Píritu donde con­
a esta población se entera de que Freites ha sido derrotado y m uer­
centran todas sus fuerzas de Chaguaramas y Orituco.
to en Guayabal, que H urtado ha sufrido un tanto igual en San
Actuando en forma independiente Santiago Mariño ataca el 19
Jaime y que U rdaneta se ha dispersado en Barinas al no poder
de enero la ciudad de Cumaná acompañado por Antonio José de
tomar la población; mientras tanto Pablo Morillo se aproxima con
Sucre, pero su ataque es infructuoso. Intenta entonces sitiar la
una fuerza num erosa a la zona. Las tropas de Ramón Nonato Pé­
plaza, pero opta por retirarse a C antaura y luego a Cumanacoa,
rez han disminuido considerablemente cuando Páez las incorpora
dejando el sitio a José Francisco Bermúdez y a la escuadra repu­
a las suyas regresando de Achaguas, no sumando entre todas más
blicana.
que 1.100 efectivos en total; sin embargo el recio llanero no se
En el sur del país, el General Manuel Piar ataca la ciudad de
amilana y el 23 de enero en Bocas de Copié, frente a San Fernan­
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do, sorprende a unas columnas realistas, las hace huir en desban­ formados en cuadros á la bayoneta, única defensa que tienen con­
dada y les toma sus flecheras. Páez se retira de las cercanías de San tra la caballería, entonces Páez ordena prenderle fuego a la sabana
Fernando orillando el río Apure, a la espera de una nueva oportu­ para cortarle la retirada a la infantería realista. Ejecutada la orden
nidad para atacar sabiendo que tiene de frente al Brigadier Mi­ lanza nuevam ente sobre el enemigo sus escuadrones, los que sal­
guel de La Torre al mando de la vanguardia de Pablo Morillo. tando sobre las llamas y apareciendo como fantasmas por entre el
humo los lanceaban sin piedad con repetidas cargas de caballería,
M u c u r it a s persiguiéndolos sin darles descanso hasta el Paso del Frío, distan­
te una legua del campo de batalla. La acción se inició a las nueve
El 28 de enero en el sido de Mucuritas, a orillas del río Apure, de la m añana y a las cuatro de la tarde los hombres de Páez habían
José Antonio Páez se encuentra de frente con el ejército de los dado catorce cargas consecutivas de caballería a la infantería rea­
Brigadieres Miguel de La Torre y Sebastián de La Calzada. Páez lista, para consum ar el prim er revés sufrido por el Ejército Expe­
tiene 1.100 lanceros y La Torre unos 4.700 hombres: 3.000 infan­ dicionario del General Pablo Morillo.
tes de escogidas tropas peninsulares y 1.700 soldados de caballe­ Poco después y a la cabeza de algunos lanceros, Páez ataca las
ría, restos de los experimentados lanceros de Boves y Yáñez al trincheras que habían construido los españoles en el pueblo de
mando del Coronel Remigio Ramos. Páez sin embargo decide en­ San Antonio, frente a Apurito, haciéndolos desalojar de sus posi­
frentarlo sin ningún miramiento. ciones con el solo uso del arm a blanca.
El combate comienza con una escaramuza cuando ocho lance­ El General'Pablo Morillo alcanza a su ejército el 30 de enero en
ros llaneros al mando del Sargento Ramón Valero, se enfrentan a el Paso del Frío, lo pone bajo su mando personal y continúan por
25 húsares españoles que avanzaban a efectuar un reconocimiento la orilla del Apure hasta entrar en San Fernando el 9 de febrero.
por los alrededores. El piquete de llaneros apenas vio a los realis­ Desde aquí destina entonces al Brigadier Miguel de La Torre a
tas se les echó encima, evolucionando con sus caballos por todos cubrir Guayana, mientras él marcha directo hacia Barcelona.
lados en un aparente desorden, pero cada vez que pasaban cerca
de los húsares los herían de m uerte con sus lanzas sin que estos C asa f u e r t e d e B a r c e l o n a
atinaran a darle a uno de ellos; en apenas diez m inutos fueron
lanceados y muertos casi todos, saliendo heridos los pocos que Desde su Cuartel General de Barcelona, Bolívar ordena el 26
huyeron. El General La Torre se percata de que Páez se le viene de enero al Capitán de Navio Antonio Díaz, Comandante General
encima con toda la caballería, por lo que ordena enseguida a la de las Fuerzas Sutiles de la República, que se dirija de inmediato
infantería formación de batalla y que sus jinetes carguen sobre los con su Escuadrilla en auxilio de esta plaza, situándose en la boca
escuadrones republicanos para frenar su avance. En el primer del río Nevérí para im pedir con sus flecheras y esquifes armados
choque la caballería realista queda prácticamente destrozada, ya que la escuadrilla realista desembarque armas y pertrechos de gue­
que los llaneros cargaron con una furia incontrolada y sin hacer rra para las tropas del Brigadier Pascual del Real.
mayor caso a los disparos de la fusilería contraria; a la hora de El Libertador había formado un campo atrincherado en el cen­
combate estaba totalmente destruida, con excepción de 200 húsa­ tro de Barcelona apoyándose en la iglesia, el Convento de San
res europeos que buscaron guarecerse cerca de la infantería. La Francisco y algunas casas, sector que después de artillado se deno­
infantería realista se forma entonces en cuadros ante la pérdida de minó Casa Fuerte o Ciudadela, donde reunió un contingente de
su caballería y comienza a retirarse en perfecto y disciplinado or­ 1.200 hombres. Desde aquí le ofreció el mando en Jefe al General
den ante el acoso republicano, buscando el Paso del Frío para Santiago M ariño, quien aceptó la invitación m archando el 20 de
cruzar hacia el otro lado del río Apure. enero a Barcelona con su Estado Mayor y unas tropas que no
Los jinetes saben que es riesgoso atacar de frente a los infantes

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excedían de 1.200 hombres, dejando al Coronel Antonio José de 14 de febrero y atacan en San Bernardino a Pascual del Real y a
Sucre el cuidado de Cumaná. Francisco Tomás Morales, quien con pocas fuerzas se había reuni­
El Brigadier Pascual del Real y el Coronel Francisco Jim énez do con el prim ero; sorprendidos, pierden su capacidad de res­
entran a las calles exteriores de Barcelona el 8 de febrero y atacan puesta, no atinan a organizar a tiempo los efectivos y ven disper­
la Casa Fuerte, pero se sorprenden al ver lo bien artillada que está sarse sus fuerzas ante el ataque republicano, debiendo huir del
la posición haciéndola casi inexpugnable; después de varias horas campo para no ser apresados.
de combate el ataque es rechazado por los defensores y Real se
retira hacia El Pilar perdiendo casi 400 hombres entre m uertos, C om bate de E l M orro
heridos y dispersos, dejando ajim énez encargado de ponerle sitio
a la plaza. El día 9 llega José Francisco Bermúdez a la Casa Fuerte N otablem ente reforzada y precedida de sus Fuerzas Sutiles, la
y el 10 entra Santiago Mariño a reforzar a Bolívar, sum ando entre escuadrilla realista se presentó de sorpresa la m añana del 18 de
todos cerca de 3.000 combatientes. febrero frente a Barcelona. Los republicanos deciden varar su es­
Un nuevo ataque sobre Barcelona de Real y Jiménez se produce cuadrilla com puesta de dos goletas, una balandra, dos místicos,
al am anecer del 12 de febrero, cuando concentran su embestida dos lanchas y cinco flecheras armadas en guerra, entre la boca del
sobre dos puntos de la Casa Fuerte pensando rendir sus defensas río Neverí y el M orro de Barcelona, extenso prom ontorio unido a
ante la fuerza del empuje, pero son rechazados más rápido y vio­ tierra po r un angosto istmo donde había un fuerte y dos baterías
lentamente que la vez anterior por los refuerzos recibidos. La sor­ desmanteladas por orden del Libertador, quien a principios de
presa del contra ataque hace nuevamente replegar a los realistas febrero hizo trasladar los cañones a la Casa Fuerte. Dirigiendo
que se retiran para reponerse al campo de El Juncal, distante tres personalmente el ataque, el Capitán de Fragata José Guerrero con­
leguas de Barcelona. Entrando la tarde comienza un reñido com­ duce sus buques hasta tiro de pistola de los republicanos, apresa
bate naval en la boca del Neverí, cuando el Capitán de Navio An­ una flechera, salta a tierra en El M orro con parte de sus efectivos
tonio Díaz defiende la entrada del río contra la escuadra realista; y desaloja a los defensores del fuerte. Una columna enviada por el
la corbeta Bailen, un bergantín, cuatro goletas más y un falucho de Libertador lo ataca con fuerza, por lo que precipitadam ente se
la escuadra realista m andada por el Capitán de Navio José María reem barca al carecer de medios para resistir, dejando incluso li­
Chacón, seguida de la Escuadrilla Sutil al m ando del Capitán de bre la flechera que habían apresado. Al amanecer del día siguiente
Fragata José G uerrero, venían persiguiendo a dos goletas, una los realistas vuelven a atacar intentando un nuevo desembarco,
balandra y un místico de los republicanos que habían sido envia­ pero no pueden resistir el nutrido fuego de cañón de los buques
dos por Luis Brión desde Margarita para apertrechar a Bolívar en comandados por el Capitán de Navio Antonio Díaz y el fuego de la
Barcelona. Buscando refugio habían tenido tiempo de refugiarse infantería republicana que se había atrincherado en El M orro,
en la boca del río Neverí, casi a la orilla del mar, por su m enor por lo que al llegar la tarde el Capitán de Navio José María Cha­
calado. Aquí fueron inmediatamente apoyados por dos em barca­ cón resolvió suspender el ataque, quedando con los buques mayo­
ciones surtas en el púerto y por 7 flecheras bien tripuladas proce­ res bloqueando la costa mientras la Escuadrilla Sutil, al m ando de
dentes del río, trabándose un reñido combate con fuego sostenido G uerrero, la envía a Cum aná en busca de artillería.
de cañón y fusilería por ambas partes que dura un tiempo. Ante El 21 de febrero el Brigadier Pascual del Real mueve sus tropas
las acometidas y el fuego sostenido de Díaz que lo hicieron un hacia el campo de El Juncal, buscando situarse en posición más
obstáculo difícil de vencer, el realista Chacón con pocas pérdidas ventajosa que le perm itiera comunicarse con la escuadra realista,
suspende el combate y opta por retirarse para no perder ninguno donde perm anece siete días am enazando de nuevo a Barcelona.
de sus buques, haciendo rumbo a Cum aná en busca de refuerzos. Considerando posible una batalla inmediata, Bolívar se retira de
Bolívar y Mariño hacen una salida intempestiva de Barcelona el El M orro y desmantela las baterías del Fuerte haciendo transpor­

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tar los cañones al campo atrincherado de Barcelona donde con­ dad y comienza un feroz ataque contra la Casa Fuerte, la cual logra
centra sus fuerzas. tomar el día 7 después de cruentos combates, m uriendo Pedro M.
La escuadra española vuelve al puerto el día 28 notablem ente Freites en el asalto y muchos más en la salvaje matanza que ejecu­
reforzada y con tropas de desembarco se apodera del evacuado tan los realistas, que pasan a cuchillo a todos los que se encontra­
M orro de Barcelona. Los republicanos atacan vigorosamente los ban en el recinto fortificado.
días 2 y 3 de marzo por tierra y por mar, causándole serios daños Al pasar El Libertador por el sitio de Quiam are acom pañado
a la Escuadrilla Sutil e inutilizando alguno de sus buques pero sin por tan sólo quince oficiales, son atacados por una partida realista
poder avanzar hacia el Fuerte, ya que los realistas habían construi­ al m ando del Com andante Jesús Alemán; los oficiales patriotas
do en la base del Morro, frente al istmo, una batería protegida por reaccionan de inmediato y todos realizan un contra-ataque simul­
una estacada y un foso que les impedía el avance. En la noche del táneo, distinguiéndose en la acción el Coronel Francisco Vicente
día 3 El Libertador hace construir otra al principio del arrecife Parejo, logrando vencer la partida del Com andante Alemán, que
para enfrentar la de los españoles y dom inarla, como en efecto debe h uir del lugar.
sucedió al día siguiente; rotos los fuegos al am anecer los realistas Al llegar a la población de Aragua de Barcelona, M ariño se
no pueden sostener sus posiciones y las abandonan. Esta circuns­ pone en contra de Bolívar, aflorando las discrepancias que desde
tancia es aprovechada por el Capitán de Navio Agustín Arm ario algún tiempo m antenía con el Libertador. Envía para El C haparro
para avanzar a paso de carga con una columna de 400 hom bres, a José Francisco Bermúdez, Manuel Valdez y Agustín Armario,
atravesar el istmo y caer sobre los realistas, que deben retirarse y m ientras él m archa hacia Santa Ana. El General U rdaneta logra
replegar hacia el Fuerte. perm iso de M ariño para ir a ayudar a Freites en Barcelona, pero
Navegando cerca de la playa, el Comandante Antonio Díaz avanza en la villa de A ragua se entera de la caída de la ciudad y decide
desde el río Neverí bajo el fuego de las Goletas españolas, logra regresar hacia Santa Ana. Por su parte, Bolívar se entera en las
desem barcar en El M orro su tripulación y comienza su avance bocas del río El Pao de la pérdida de Barcelona y de la defección
hacia el Fuerte, por lo que nuevam ente el C om andante Chacón de M ariño, decide no cruzar el Orinoco y se regresa al oriente de
debe retirarse de sus posiciones, se reem barca rápidam ente y lo­ inmediato; sin embargo, se encuentra en El Chaparro con Berm ú­
gra huir con dificultad y muchas pérdidas, sacando a rem olque su dez y el resto de la División y cambia sus planes. Decide entonces
escuadrilla fuera del tiro de cañón de los republicanos para seguir asegurar Guayana y baja de nuevo al Orinoco ju n to con B erm ú­
hasta Cum aná a reparar los daños sufridos en el combate. dez, Arismendi, Zaraza, Santander, Soublette y Valdez.
Ante lo errático de sus actuaciones, Pascual del Real y Francis­ El 17 de abril en Guaicupa son atacados otra vez por el Coman­
co Tomás Morales son separados del mando por órdenes expresas dante Jesús Alemán, el cual es nuevam ente vencido ante el abru­
del General Pablo Morillo, supliéndolos a ambos el Coronel Ju an m ador núm ero de soldados patriotas. El 27 de abril llegan al sitio
de Aldama. de El Aro m ientras el General Santiago Mariño se m archa hacia
Santiago M ariño sale hacia Aragua de Barcelona en busca de Cariaco.
provisiones y pertrechos mientras Simón Bolívar parte el 21 de M ientras tanto en Guayana, Manuel Piar había sido atacado el
m arzo para Guayana buscando otras alternativas, dejando el cui­ 17 de febrero en el Caroní por fuerzas al m ando del G obernador
dado de Barcelona al General Pedro María Freites y a Francisco Lorenzo Fitzgerald, éste es de nuevo totalm ente vencido y debe
Esteban Rivas; antes de partir ordenó al Almirante Brión que zar­ retirarse de inmediato a refugiarse en Angostura. El 25 de febrero
para de M argarita con la escuadra para reunírsele en el sur. Al en Guayana La Vieja, el Coronel Bartolomé Salom sitia la plaza de
conocer estos movimientos el Coronel Aldama enseguida le pone los dos castillos; el sitio lo m antiene hasta el 29 de m arzo pero
sitio a Barcelona sabiéndola sin provisiones, desprotegida y sin la vuelve a sitiarla en el mes de abril después de la batalla de San
presencia de Bolívar; el 5 de abril ocupa los suburbios de la ciu­ Félix, hasta el mes de julio en que abandona el sitio definitivamente.

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efectivos. Envueltos y sin poder m aniobrar por la violencia del
El General español Miguel de La Torre llega a A ngostura a
combate y por sucederse los ataques uno tras otro, una y otra vez,
mediados del mes de marzo y encuentra una ciudad sitiada y con
los realistas form an una sola masa compacta que no tiene capaci­
problemas de aprovisionamiento. Debido a que su División sólo
dad de respuesta, que no tiene movilidad y en consecuencia no
tenía víveres para cuatro días escasos, resolvió salir el 30 de marzo
puede reaccionar, y al cabo de media hora de resistencia se desin­
a la una de la m añana sobre el General Cedeño, que sitiaba la
tegra em prendiendo la retirada para tratar de am pararse en los
plaza, m ientras él se embarcaba con sus tropas rum bo a las Misio­
montes de la ribera del Orinoco. En este m omento surge la desor­
nes para abrir desde allí operaciones que le perm itieran el acopio
ganización y el desorden entre los que huyen perm itiendo que la
de provisiones con que socorrer a Angostura. El General Piar se
caballería los destroce.
encontraba al oeste del río Caroní cuando sabe la noticia, po r lo
El dispositivo adoptado por Piar, aún dentro de su extrem ada
que no tiene más alternativa que retrom archar hacia el Paso Ca-
simplicidad al colocar la caballería oculta sobre un flanco, al igual
ruachi, el cual atraviesa el 6 de abril; el día 7 rem onta su caballería
que hizo en M aturín, perm itía una violenta acción sobre las alas y
con 500 caballos enviados por el Pbro. José Félix Blanco y a las 3
la retaguardia enemiga restándole oportunidad de maniobra. Sin
de la tarde rompe su marcha hacia San Félix para colocarse nueva­
embargo muchos historiadores como F. M ontenegro y Colon, Vi­
m ente sobre su línea estratégica.
cente Lecuna y José Manuel Restrepo, se preguntan con inquie­
tud cómo fue que La Torre, con su experiencia en la travesía del
B a t a l l a d e S a n F é l ix
A pure, se lanzó en una llanura sin caballería form ada y con sus
infantes en masa compacta. ¿Por qué se arremolinaron, no forma­
Situado el 11 de abril en la Mesa de Chirica, en San Félix, Piar
ron cuadros como en Mucuritas, donde resistieron catorce cargas
acompañado de José Antonio Anzoátegui y de Pedro León Torres,
de caballería de Páez y aquí casi no opusieron resistencia? La To­
esperan con 500 hombres de infantería, 400jinetes y una m onto­
rre nunca se imaginó que podía ser derrotado en esta batalla por
nera de 600 indios con flechas y lanzas el avance del ejército del
tener a su favor la disciplina de sus tropas y la mala calidad del
Brigadier Miguel de La Torre y del Coronel Nicolás Ceruti, quie­
arm am ento de los patriotas; o como dice Lecuna, sus tropas des­
nes llegan con 1.600 infantes y 300 hombres de caballería. El ejér­
em barcaron sin víveres y el General se vio precisado a operar
cito patriota se despliega en batalla de a tres en fondo sobre una
aceleradam ente sin haber podido m ontar su caballería y sin estar
sabana limpia, la prim era fila se compone de fusileros, la segunda
bien inform ado de las fuerzas de su adversario. Al parecer La
de indios flecheros y la tercera de lanceros. Miguel de La Torre
Torre no creyó en la consistencia de las fuerzas de Piar, dada su
form a sus fuerzas en tres columnas cerradas, m ientras M anuel
peculiar integración, y se imaginó que las podría destruir al p ri­
Piar lo hace con alas extendidas buscando una m aniobra de doble
m er choque (Vicente Lecuna, Crónicas Razonadas de las Guerras
envolvimiento.
de Bolívar, Tomo II, págs. 14 y siguientes).
Las cerradas columnas realistas se internan en el campo de ba­
Al igual que en todos los combates, San Félix se caracteriza por
talla abriendo fuego a discreción, m ientras las filas republicanas
tres tiempos en el orden táctico: aproximación, choque y desarro­
procuran con su fuego y sus flechas asentarlas en el campo. Las
llo. Para el republicano este caso se resuelve en una proyección
dos alas patriotas se inclinan inmediatamente en form a de semicír­
que le da precisam ente relieve histórico, el éxito táctico reflejado
culo para encerrar a los enemigos, mientras desembocando por la
en el estratégico. Batallas hubo muchas y las habrá más que se
falda de una suave pendiente la caballería da un furioso ataque
libraron con contingentes mayores y en situaciones más aprem ian­
sobre el flanco izquierdo realista.
tes, pero se dan en unas circunstancias que no perm itían mayor
El ejército español quiere retirarse sin p erd er su formación,
trascendencia estratégica hacia el futuro. Al asegurar Piar esta parte
pero estrechado por todas partes no puede usar su caballería ni de Guayana con tan contundente victoria, logra con su acción el
tampoco hacer uso de su poder de fuego sin com prom eter sus
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dominio de un área vital para la República, clave geopolítica y de tierra. Este ejército compuesto de 3.000 hombres lo había pues­
base operacional desde la cual Simón Bolívar proyectará su acción to Piar a disposición de Bolívar apenas llegó éste a Guayana, quien
libertadora hacia el resto del continente suramericano. para este m omento sólo contaba con algo más de 200 hombres.
Destruido el ejército realista en San Félix, Miguel de La Torre Se organizó una flotilla de curiaras recogidas por el Coronel
escapa hacia Angostura favorecido por las sombras de la noche Pedro Chipia, y con una dotación de hombres expertos se la desti­
ju n to con el Com andante Carmona, 17 oficiales y pocos soldados. nó a sorprender el apostadero realista de la Isla de Fajardo, situa­
En el campo quedaron 700 realistas entre m uertos y heridos y da en el Orinoco frente a la desem bocadura del Caroní. En la
cerca de 500 prisioneros, entre éstos el propio Ceruti y 75 jefes y m adrugada del 24 de mayo el Capitán de Navio Agustín Armario
oficiales de la expedición de Morillo. asaltó de improviso a los realistas y tras una corta resistencia logró
El General Piar dispone el 25 de abril un nuevo ataque a la apoderarse del pequeño puerto y de todo cuanto en él había, va­
ciudad de Angostura y a las dos de la m añana avanzan varias co­ rias embarcaciones, dos cañones con sus municiones, piedras para
lumnas llevando el General Pedro León Torres la principal. A un­ chispa y fusiles. Con los elementos tomados la flotilla republicana
que atacaron con vigor fueron rechazados p o r Miguel de La To­ que se resguardaba de la Marina Española en el río Caroní, bajo la
rre, quien a las seis de la m añana los obligó a replegarse con la protección de una infantería convenientem ente colocada, tomó
pérdida de 7 oficiales y 78 soldados m uertos. D urante los días 26 cierta importancia ante el adversario.
y 27 regresan los buques de la escuadra realista que se hallaban en Dispuso en aquel tiempo el Libertador la construcción de una
Guayana La Vieja, fortaleciendo así las defensas de la ciudad por pequeña fortificación en uno de los extremos de la ensenada de
la parte del Orinoco, única vía de comunicación y abastecimiento Cabrián, rebalsa del Orinoco situada un poco más abajo de los
de que dispone. Castillos de Guayana, donde la escuadra del Almirante Brión p u ­
Las tropas del Libertador term inaron de pasar el Orinoco el 27 diera apoyarse y resistir a la realista que era superior, y para com­
de abril, como se había anotado, y el día 30 dejan atrás el río Aro pletar la defensa se levantó una batería en la otra punta de la ense­
siguiendo hacia Angostura, donde llegan el 2 de mayo para incor­ nada cuando la escuadra llegó; con esta edificación podía inte­
porarse al sitio de la ciudad. La oficialidad y las tropas presentes rrum pirse la comunicación por el Orinoco. Para cortar la navega­
reconocen a Bolívar como Jefe Suprem o, entregándole Piar el ción con el A pure m andó establecer un apostadero en La Vuelta
m ando de sus tropas al Libertador. De inm ediato éste vislumbra del Torno, situado más arriba de Angostura, a cargo del Capitán
con su astucia e inteligencia la importancia estratégica de consoli­ de Fragata Rafael Rodríguez, reuniendo allí todas las embarcacio­
dar Guayana, por lo que incita a Brión con firmeza la urgencia de nes hasta entonces ocultas en los caños del Orinoco.
que penetre al Orinoco con su flota; construye una batería en La El 8 de mayo se reúne el llamado Congreso de Cariaco, donde
Punta, más abajo de Angostura, para estorbar los movimientos de Santiago M ariño y el canónico Cortés de M adariaga le quitan la
la Escuadrilla Real en el Orinoco; reúne con el mismo objeto una autoridad a Bolívar y se autonom bran Jefes del movimiento rep u ­
flotilla en la boca del Orocopiche; m anda a m ejorar el Apostadero blicano. Rafael U rdaneta y Antonio José de Sucre se separan de
de Puerto de las Tablas, en la boca del río Caroní y a establecer un Mariño y pasan a Guayana en busca del Libertador, mientras Piar
astillero para construir flecheras. coriiienza su defección en Upata.
Bolívar decide apretar el sitio de Angostura que comienza d u ­ Ignorante de este desastre en Guayana, el General Pablo Mori­
ram ente el 4 de mayo y en el cual La Torre perm anecerá sitiado llo llega a la población de El C haparro y se reúne con el Coronel
hasta el 17 de julio, día en que abandona la plaza. El 4 de mayo Ju an de Aldama el 13 de mayo; como prim era m edida ratifica la
M anuel Piar es relevado del m ando del Ejército de Guayana y destitución de Real y de Morales. El día 19 arriba a El M orro de
enviado a consolidar Upata, centro ganadero al sur de sus posicio­ Barcelona el Brigadier José De Canterac con una excelente divi­
nes, nom brando Bolívar a Bermúdez com andante de las fuerzas sión de tropas peninsulares de 3.000 hombres; traía órdenes de

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auxiliar a Morillo en algunas operaciones y seguir luego hacia zas y en los accidentes naturales del terreno. Poniendo enjuego
Perú. El General Morillo le pidió seguir a Cumaná y esperarlo, sus habilidades y su coraje se oponen los margariteños al avance
allí se le unió a principios de junio y le incorporó a su expedición del ejército realista, defendiéndose con una obstinación tal que
sobre Margarita. Primero tomó los pueblos marítimos de la Pro­ pasmó al valeroso jefe español haciendo inútiles sus esfuerzos y el
vincia, Cariaco el 10 de junio y Carúpano el 13 después de ligeros de sus tropas.
combates; destituye al Capitán General de la Provincia, don Salva­ Pablo Morillo y José De Canterac asaltan en varias ocasiones las
dor Moxó, nombrando para sustituirlo al Brigadier Juan Bautista posiciones republicanas, pero no logran batir la resistencia marga-
Pardo; destina al Coronel Francisco Jiménez a cubrir la zona, y riteña; concentran su ataque en un punto, logran desalojar de sus
luego junto con Canterac se embarca hacia Margarita. posiciones a los patriotas y comienzan la escalada del cerro; al
Morillo sale de Cumaná con los 3.000 veteranos en 20 buques llegar a media altura de su falda los realistas se percatan de que
rumbo a la isla, presentándose el 14 de julio en el puerto de El quienes allí estaban se encuentran ahora combatiendo más abajo,
Guamache, donde encuentra feroz resistencia del Coronel Joa­ tornándose comprometida su situación por estar separados del
quín Maneiro al frente de 550 margariteños, quienes deben reti­ grueso del ejército sin haber logrado obtener una posición estraté­
rarse en breve por la superioridad numérica de los realistas. Los gica relevante. Hay que bajar entonces del cerro y comprometer la
días 16 y 17 de julio logran desembarcar buena parte de sus efec­ acción en otro punto aun a sabiendas de que en cuanto se retiren
tivos en Los Verales, Punta Mangle; el General Francisco Esteban de su posición, ésta será ocupada de nuevo por las fuerzas repu­
Gómez, Gobernador de la isla y Jefe republicano en ausencia de blicanas. La defensa de Francisco Esteban Gómez es tenaz y le
Arismendi, trata de impedir el desembarco pero le es imposible, ocasiona a los realistas más de 400 bajas tras siete horas y media de
pues sólo cuenta con una tropa de 1.300 hombres mal armadas; duro batallar. Rechazados constantemente en sus ataques, los rea­
repliega a la línea del Caramay, en San Juan, donde concentra sus listas no han podido posesionarse del cerro, Morillo entiende que
efectivos, destinando sin embargo al Coronel Maneiro contra los no va a lograr pasar y tampoco va a poder tomar las posiciones
realistas para observarlos y dificultar sus maniobras. Con 400 in­ contrarias ni desalojar a los republicanos de ellas, ya que cambia­
fantes y 50 jinetes Maneiro vuelve a enfrentar a Morillo el día 17 y ban constantemente de sitio rotándose entre el monte sin estar
le disputa el terreno desde las alturas de Las Enicas, obligándolo a mucho tiempo en un lugar fijo, haciendo muy difícil dar en el
permanecer dos días más en la playa y en el cerro de La Vela, pero blanco; sin embargo, por más que se movieran, los realistas sí pre­
el 20 de julio logra desembarcar la división de Aldama y Maneiro sentaban un blanco más vulnerable por estar más abajo que los
se retira al Valle de San Juan tratando de que Morillo lo siga; pero otros. Si toman el cerro de Matasiete con todo el poder de fuego
Morillo se abstiene de ir en su seguimiento por falta de caballería que tienen, los republicanos los combatirán desde abajo y no los
y orilla los montes por la vía del sur para tomar Porlamar el 23 de dejarán pasar; si por el contrario dejan a los republicanos en el
julio, penetra enseguida al Valle del Espíritu Santo y ocupa Pam- cerro para continuar el grueso de los efectivos, dividirá su ejército
patar el día 25, replegándose los republicanos hasta La Asunción. y mantendrá uno enemigo en la retaguardia; estas consideraciones
obligan a Morillo a retirarse y buscar otra solución.
B a talla d e m a ta sie te Morillo regresa a Pampatar con pérdidas significativas de hom­
bres y material, decide entonces tomar la capital y Juan Griego
Morillo parte para La Asunción el 31 de julio utilizando la vía por otra ruta; de hecho, sale de Pampatar el 6 de agosto y el día 7,
del norte de Pampatar, buscando la altura de Matasiete para divi­ tras rudos y sangrientos combates toma los pueblos de San Juan y
sar el campo y la ciudad. Contaba Morillo con 2.600 efectivos, El Portachuelo, enseguida toma La Asunción con una fuerte co­
fuerzas superiores a las republicanas, pero Gómez le sale al frente lumna que destaca al efecto y se presenta el día 8 en Juan Griego
y lo espera en el mismo cerro de Matasiete guarecido en las male­ en combinación con la escuadrilla. Toman el puerto y asaltan el

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fortín, pero el Coronel Juan Bautista de la Cova y el Capitán Juan neral Miguel de La Torre dispuso enviar una flotilla al mando del
Bautista Figueroa en un sorpresivo y audaz contraataque recobran Alférez de Fragata Pedro Echenique para eliminarla.
el puerto y logran sostenerse por cuatro horas en el fortín, en un Para cumplir la orden que le había dado el Libertador, el ofi­
combate a todas luces desigual, hasta que no pudiendo sostener cial que llevaba las flecheras al Comandante Rodríguez debía pa­
más tiempo el empuje realista deben ceder el campo y retirarse. El sar furtivamente de noche frente a Angostura sin ser visto y seguir
mismo día 8 se suceden combates en Los Cerritos, Los Robles y a encontrarse con él, mientras Rosendo debía pasar también de
Paraguachí, donde Gómez bate varias columnas de Morillo. noche frente a los Castillos de Guayana y seguir a las bocas del
El 10 de agosto llega a Margarita la noticia de la pérdida de Orinoco al encuentro de la escuadra del Almirante Brión, pero
Guayana, la toma de Guayabal por el Libertador y el avance de su no debía em prender su marcha sino algunos días después. Las
crecido ejército por el centro del país. Morillo entiende que no va flecheras provistas de numerosos remeros podían burlar por su
a pacificar en corto tiempo la isla y corre el riesgo de perder sus mayor velocidad a todas las otras embarcaciones.
posiciones en tierra firme, en consecuencia decide evacuar Juan La flotilla de los españoles partió de Angostura hacia La Vuelta
Griego ese mismo día y regresar a Pampatar después de destruir del Torno en la mañana, pero su Capitán el Alférez Echenique se
sus fortificaciones. El 17 de agosto sale de Margarita hacia La Guaira quedó en la ciudad haciendo algunas diligencias de última hora,
mientras Canterac sigue hacia el Perú, para establecer más tarde pensando alcanzarla luego en la rápida flechera que lo conducía.
su cuartel general en Calabozo dispuesto a enfrentar la probable La casualidad hizo que esa misma noche pasaran frente a Angostu­
invasión de los republicanos. Por su lado, en el oriente del país el ra las flecheras enviadas al Comandante Rodríguez, las que alcan­
Coronel Francisco Jiménez asalta y saquea Güiria e incendia la zan más adelante a la embarcación de Echenique y lo hacen prisio­
población de Cumanacoa. nero; siguen adelante y se reúnen con Rodríguez, quien se hallaba
en acecho en un caño, atacan por sorpresa a los españoles que
C o n s o l id a c ió n de G uayana iban sin su jefe y después de un brillante combate se apoderan de
las tres flecheras, obligando a huir a las cañoneras españolas hacia
Justo antes de la llegada de Morillo a Margarita, el Almirante Angostura. De inmediato el Comandante Rodríguez asalta y toma
Luis Brión ha movilizado la escuadrilla patriota y se ha estaciona­ el apostadero de Borbón venciendo a los efectivos allí destacados,
do en el bajo Orinoco siguiendo las órdenes del Libertador. quedando desde entonces cortada la comunicación de la capital de
Ya bastante adelantada la construcción de flecheras en San Mi­ Guayana con el Apure y la Provincia de Barinas.
guel, Bolívar envía unas cuantas al Capitán de Fragata Rafael Ro­
dríguez, junto con municiones que le faltaban y la orden de asal­ C a s a c o im a
tar el apostadero de Borbón, situado río arriba, desde donde los
realistas protegían las comunicaciones con el Apure, mientras for­ Muy distintos fueron los acontecimientos generados por la es­
maba otra flotilla que puso al mando del Capitán Rosendo. El cuadrilla del Capitán Rosendo en su búsqueda de la escuadra de
Comandante Rodríguez estaba en La Vuelta del Torno al mando Brión. Con diez flecheras y una cañonera partieron en la noche
de 21 embarcaciones tripuladas en su mayoría por indios nativos, del 3 de julio desde el Puerto de Las Tablas, ubicado en la parte
habiendo obtenido buen éxito apoderándose en las bocas del Pao, superior de Los Castillos. Al mismo tiempo que la escuadrilla zar­
de Uverito y de otros puntos del río, de los buques realistas que paba del puerto, el Libertador con su Estado Mayor y una peque­
pasaban por el Orinoco en ruta hacia el Apure o viceversa. Como ña columna marchó a ponerse en contacto con ella una vez que
el pequeño apostadero estaba estorbando las comunicaciones en­ hubiese pasado frente a los castillos de Guayana La Vieja. Cinco
tre Angostura y San Fernando de Apure que eran útilísimas para flecheras que iban adelante pasaron sin novedad y siguieron hacia
el aprovisionamiento de carnes y traslado de armamentos, el Ge­ las bocas del Orinoco, donde se unirían a la escuadra república-

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na; pero cuando intentaron pasar las cinco restantes y la cañone­
ra, fueron advertidas por el centinela y el cañón dio la alarma; les construcción, salvando a Bolívar de una captura o de una muerte
comienzan a hacer fuego y destacan contra ellas seis lanchas caño­ segura; el Capitán Rosendo no ofreció la resistencia que debía y
neras al mando del Comandante Antonio Ambaredes. El Capitán los españoles le quitaron sus cuatro flecheras.
Rosendo retrocede de inmediato con cuatro flecheras y persegui­ El Almirante Luis Brión había salido de Pampatar el 31 de
do por las cañoneras se refugia en el caño Boca Negra, donde mayo llevando bajo su mando la Escuadra y la Escuadrilla Sutil,
antes se había situado un destacamento de infantería para que las comandada por el Capitán de Navio Antonio Díaz. Su primer de­
protegiera en caso de retirada; las otras dos embarcaciones, la ca­ rrotero fue sobre el río Guarapiche, boca de entrada a Maturín;
ñonera Bolívar y la flechera Santa Bárbara, pudieron regresar sin desde aquí adelanta sobre Guayana varias embarcaciones al mando
inconvenientes al Puerto de Las Tablas. del Capitán Díaz mientras él en persona sigue más atrás con el
Al comenzar el fuego contra las flecheras Bolívar entiende que resto de los buques mayores.
deben estar acosándolas y procura acercarse Cuanto puede a la
M a c a r eo - P agayos
orilla del río a ver cómo logra ayudarlas, haciendo alto en el sitio
donde conjetura que deben aparecer. Al amanecer se dan cuenta
de que se encuentran junto con las cuatro flecheras en el Caño Adelantándose a la flotilla de Antonio Díaz, su hermano el Te­
Casacoima, lugar de aguas estancadas situado un poco más abajo niente de Fragata Fernando Díaz al mando de tres flecheras, pene­
de Las Fortalezas, donde Bolívar con todos sus compañeros co­ tra por el caño Macareo con instrucciones de recorrerlo hasta el
mienzan a tratar de activar la salida de las embarcaciones. Como Orinoco y luego devolverse a encontrarse con la escuadra que
debía pasar por el caño. Al llegar a nuestro máximo río el 7 de
las fuerzas navales españolas las esperaban a la desembocadura del
caño, se dispone que la tropa ocupe la orilla opuesta a aquella en julio, se encuentra Femando Díaz con once embarcaciones de portes
que se encuentra el Libertador por considerar que desde allí se superiores al mando del Capitán de Fragata Antonio Ambaredes,
acercarían más a la orilla del Orinoco y podrían ayudar mejor a la las que constituían las Fuerzas Sutiles del Apostadero de Guayana
La Vieja que habían continuado navegando hacia las bocas del
escuadrilla.
Pero sucede que los realistas desembarcan una partida de in­ Orinoco en observación de la anunciada presencia de la escuadra
fantería al mando del Capitán Juan Cosmos más arriba de la boca republicana. Ante este encuentro da comienzo un combate fluvial
del caño para atacar por tierra las embarcaciones que allí estaban donde los margariteños pelean como de costumbre, con denuedo
refugiadas, lo cual logran sin ninguna oposición porque Bolívar y valerosamente, pero a causa de la superioridad numérica del
se había quedado sin un solo soldado. Muy ocupados en tratar de adversario son derrotados y pasados todos a cuchillo, excepto unos
pocos hombres que en un esquife se salvan al huir río abajo. En­
sacar las flecheras y tal vez algo descuidados se hallaban Bolívar,
cuentran a la vanguardia de la escuadra y le informan del desastre
Juan Bautista Arismendi, Carlos Soublette, Pedro León Torres,
y la trágica muerte del resto de los hombres, pero como el coman­
Jacinto Lara, Pedro Briceño Méndez y otros Jefes, cuando los
disparos del enemigo les advirtieron del peligro que corrían. Tres dante de la vanguardia era el Capitán de Navio Antonio Díaz, al
saber la muerte de su hermano resuelve vengarla y con tres fleche­
de ellos pueden tomar sus caballos y huir por el camino que los
ras continúa adelante forzando velas sin consultar con el Almiran­
había llevado hasta ese lugar, pero los otros sin ningún tipo de
te, quien a unas horas de distancia navegaba en completo tren de
defensa no tienen más recurso para salvar sus vidas que arrojarse
al caño y atravesar a nado una rebalsa del Orinoco que entra bien guerra.
Los realistas continuaron navegando aguas abajo enorgulleci­
adentro en la tierra, para dirigirse a una casita distante un cuarto
dos de su triunfo y al día siguiente se encontraron con las fuerzas
de legua, donde se refugian. El destacamento republicano logra
republicanas frente a la isla de Pagayos, en la unión del Brazo
contener con sus disparos a los realistas y evitar un asalto a la débil
Imataca con el Río Grande. Ambaredes rodea con sus embarcacio­
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nes la flotilla de Díaz y de inmediato da comienzo un nuevo com­ posible batir a la Escuadra de Brión en la posición que había to­
bate en el que, colocados en medio de los buques enemigos, el mado, por lo que resolvió en consecuencia evacuar la plaza antes
audaz margariteño y sus hombres hacen prodigios de valor. Por de esperar el ataque de Bolívar. Treinta buques de los cuales doce
un tiempo está dudoso el resultado del encuentro porque los rea­ estaban armados en guerra con 90 cañones, componían la Escua­
listas se baten en todas partes con vigor, pero haciendo fuego a dra Real y la de transporte, llevando entre todos 2.000 hombres
discreción con sus cañones y fusiles, Díaz carga de improviso so­ entre marineros y soldados; estos buques fueron abordados por
bre tres naves enemigas que juzga más débiles por la forma como 1.800 civiles, equipajes y gran material de guerra, la noche del 16
maniobran; aborda una embarcación tras otra y va degollando sin al 17 de julio; el mando de la expedición correspondió al Capitán
piedad a cuantos caen en sus manos, quedando las naves tripula­ de Fragata Fernando Lizarza y a su segundo, el también Capitán
das por parte de su gente; recobra dos flecheras, echa una a pique de Fragata Francisco de Sales Echeverría. El Brigadier Miguel de
e incendia una nave; esquiva el ataque que puede dañarlo y como La Torre, el Obispo don José Ventura y Cabello y el Gobernador
un demonio se vuelve contra los enemigos que lo acometen, apre­ Lorenzo Fitzgerald, se distribuyen en los principales buques, ju n ­
sando finalmente algunos bajeles españoles y recuperando las tres to con los realistas decididos o comprometidos con la causa real
flecheras quitadas a su hermano que venían a remolque y sin de­ que abandonan la ciudad, temerosos de represalias por parte de
fensa. Tal miedo y tanto daño causó el Capitán Díaz a los otros los republicanos a quienes consideraban insurgentes.
navios que los realistas deciden desistir de la lucha y em prenden
la fuga hasta guarecerse en Las Fortalezas; su pérdida habría sido C a b r iá n
total si el margariteño hubiese podido perseguirlos, pero sus bar­
cos quedaron muy maltrechos y con tan escasa tripulación que El 18 de julio al amanecer Bermúdez ocupa la plaza de Angos­
tuvo que retroceder al Guarapiche para repararlos. tura al mismo tiempo que la flota leva anclas en el puerto; al atar­
Pagayos fue un extraordinario combate donde el Capitán de decer del día 19 anclan todos en Guayana La Vieja bajo la protec­
Navio Antonio Díaz, héroe del mismo, dio muestras de un valor ción de sus fortalezas. Aquí se detiene durante 15 días el General
increíble. La victoria abrió la navegación del Orinoco a los repu­ La Torre esperando recibir refuerzos de Morillo, quien se encon­
blicanos al destruir las fuerzas navales españolas en su parte baja, traba en Margarita; pero sitiado nuevamente por Bolívar en perso­
permitiendo a Brión con sus naves seguir río arriba y anclar ma­ na y acosado por el hambre y toda clase de miserias, resuelve enca­
jestuosamente en la Ensenada de Cabrián bajo la protección del rar la lucha a campo abierto, por lo que evacúa la plaza la noche
fuerte construido para servirles de apoyo. La acción de la escua­ del 2 de agosto en los buques de la escuadra rumbo al bajo Orino­
dra republicana en la conquista de Guayana fue tan importante co; apenas salir, los Castillos fueron ocupados por el General José
como la actuación del Ejército. Antonio Anzoátegui. Al aproximarse a Cabrián, en la mañana del
Al frente del Ejército, Bolívar estrecha el cerco sobre Angostu­ día 3, el Capitán Lizarza forma sus naves en dos grandes colum­
ra en entendimiento con las fuerzas de Brión que comienza a ope­ nas: a la derecha y dando frente a los republicanos los buques
rar en el bajo Orinoco, y ordena a Bermúdez los preparativos mayores armados con cañones, y a la izquierda los buques de trans­
finales para tomarla por asalto. Tan pronto como el Brigadier La porte y las naves menores. Comprendiendo el Libertador que és­
Torre conoce en Angostura la derrota de las Fuerzas Sutiles espa­ tos pasarían de largo, envía de refuerzos a Brión numerosos tira­
ñolas en Pagayos y la presencia de Brión en el Orinoco, compren­ dores escogidos y preparados al efecto con anticipación.
dió que estaba completamente vencido pues con este acontecimiento Al reconocer Brión los buques enemigos se adelanta un corto
se le cerraba la única vía por donde podía recibir aprovisiona­ trecho a su encuentro en línea oblicua apoyado en la batería re­
miento de las Antillas y del norte del país, ya que tenía cerrada las cién construida, pero sin cerrarle el paso totalmente al adversario.
comunicaciones con el Apure y el Guárico. Por otra parte no creía Los realistas divisan tras las líneas al fuerte de Cabrián y a la infan­

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tería dispuesta a sostener buen fuego, por lo que el Capitán Lizar­ organización gubernamental a miles de kilómetros. La conquista
za ordena a los buques de la primera columna formar con la proa de Guayana fue un acontecimiento capital y decisivo, pues adqui­
hacia los republicanos mientras los de la segunda columna, donde rió el Libertador una base sólida de operaciones permitiéndole
iba la masa principal de emigrados, se deslizaba por detrás. Los atacar e invadir a su antojo cualquier establecimiento español so­
buques realistas avanzan contra los de Brión, éstos retroceden has­ bre el eje Apure-Orinoco; recibía pertrechos, armas y hombres
ta la batería del fuerte, y al seguir aquellos adelante se compromete del exterior; había conseguido recursos de hombres, caballos y
el combate rápidamente. El fuego de metralla de los republicanos reses y se podía comunicar con la Nueva Granada a través del
es constante y acertado y comienza a destrozar las arboladuras y Casanare.
obra muerta de las naves realistas diezmando sus tripulaciones y Mientras estos acontecimientos suceden en Guayana, en el Apu­
sembrando el pánico entre ellas. Los realistas ven comprometidos re un llanero de Páez de apellido Aramendi, en un alarde de valor
sus movimientos por la formación en columna que llevan, lo que cruza a nado el río Apure en el paso de Apurito y hace preso a
obstaculiza a la vez su fuego, mientras desde tierra la infantería Francisco López, Gobernador realista de Barinas. Páez libra luego
republicana rompe sus fuegos sobre los buques enemigos. La capi­ los combates de Santa Catalina y Paso de Utrera, abre operaciones
tana española se enfrenta a la de Brión a muy corta distancia, sobre Pedraza y Barinas y con tal sigilo las prepara y ejecuta, que la
cuando en el combate un Uro de metralla de ésta hiere y mata a 16 sorpresa fue completa. En Barinas destroza cerca de 600 hombres
hombres, cayendo entre ellos el propio Capitán Lizarza grave­ que guarnecían la ciudad, sorprendiendo al Coronel Remigio
mente herido. Llamadas con anticipación por el Libertador, las Ramos a quien le quitan todo el parque que tenía, pertrechos,
flecheras del Capitán de Fragata Rafael Rodríguez entran en com­ vituallas, los caballos que había y hasta las muías de carga, retirán­
bate atacando por la retaguardia a las naves realistas, las cuales dose luego Páez al Apure cuando aún se le suponía del otro lado.
deciden em prender la retirada Orinoco abajo. El General José Francisco Bermúdez parte el 25 de septiembre
Al finalizár el día los españoles se declararon en completa de­ para Cumaná como Jefe Militar; José Tadeo Monagas es enviado a
rrota, abandonando a su suerte las naves que no podían huir. El Barcelona; Pedro Zaraza es destinado a cubrir Chaguaramas y San
Almirante Brión capturó 14 buques mayores con 73 cañones y Diego de Cabrutica y Manuel Cedeño cubre Guayana, mientras
muchas naves menores; 330 fusiles, abundantes municiones, José Antonio Páez permanece en la línea del Apure entre Barinas
160.000 pesos en plata y oro y 300.000 pesos en cobre. Las naves y Casanare. El General Rafael Urdaneta recibe órdenes de remon­
realistas que huyeron siguieron su navegación emigratoria hacia tar con cuatro embarcaciones armadas el Orinoco y penetrar hasta
los brazos del Orinoco, con tal suerte que una tormenta los envol­ el Arauca para comunicarse con Páez, con quien el Libertador
vió en su ruta. Frente a la isla de Yaya las cañoneras se escurrieron espera reunirse pronto.
hacia el caño Macareo y huyeron hacia Trinidad, abandonando el La situación personal de Manuel Carlos Piar se tornó complica­
convoy; el tramo de Yaya a Sacupana, en la ruta a Boca Grande, lo da a mediados del mes de septiembre, pues no reconocía la autori­
recorrieron los buques españoles en el mayor desorden y apresu­ dad del Libertador y se negaba a obedecer sus órdenes, incum­
ramiento por escapar. pliendo sus funciones. Bolívar le ordena presentarse ante él y Piar
Con las naves y dineros capturados los republicanos pudieron abandona su posición en el Ejército, motivo por el cual se le abre
duplicar su Marina y asegurar para siempre el dominio sobre el un proceso disciplinario. Es apresado en Aragua de Barcelona y
Orinoco. El Libertador eligió como centro de su gobierno a An­ remitido a Angostura, donde es entregado el 3 de octubre. El
gostura por ser puerto comercial y estratégico de singular impor­ mismo día se le abre juicio militar por insubordinación y deser­
tancia por su situación, domina la parte sur del país y los llanos ción ante un Consejo de Guerra presidido por el Almirante Luis
por el oriente, con salida al mar y al exterior. Por toda esta vasta Brión, los Generales Pedro León Torres y José Antonio Anzoáte-
región donde se dilatan los llanos Bolívar extiende la guerra y la gui, los Coroneles José Ucroz y José María Carreño, y los Tenien-
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tes Coroneles Judas Tadeo Piñango y Francisco Conde. El Gene­
ral Carlos Soublette actuó como Fiscal y como Defensor el Tenien­
te Coronel Fernando Galindo. Fue encontrado culpable y fusilado
en Angostura el 16 de octubre.
Bolívar parte para el Cuartel General de Zaraza el 21 de no­
viembre. Ese mismo día efectúa Zaraza un movimiento retrógrado
al saber que Miguel de La Torre lo está buscando. La madrugada
del día 22 el Coronel Montes de Oca llega al sido de Apamates,
donde está Zaraza, y le manifiesta que por órdenes del Libertador
debe retroceder hasta Santa María de Ipire para encontrarse con
Bolívar; Zaraza no obedece esta orden, se desvía de su ruta y sor­
presivamente en el Hato La Hogaza se tropieza con el General La
Torre el 2 de diciembre. Se traban en combate y aunque el General
español sale herido, Zaraza pierde toda la infantería y todo el par­
que que tenía, debiendo retirarse precipitadamente para no per­
derlo todo.
Bolívar se entera en San Diego de Cabrutica del desastre ocu­
rrido, deja el mando de sus tropas al General Pedro León Torres
y el 11 de diciembre baja al Orinoco por las bocas del Pao en
dirección a Angostura con el fin de acopiar nuevas vituallas y
municiones. El 51 de diciembre parte otra vez de Angostura con
2.000 soldados y una flota de 39 embarcaciones.

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que le proporcionará las embarcaciones. “¿Dónde tiene usted las
Año 1818 embarcaciones?”, le pregunta Bolívar. “Las mismas que se oponen
a nuestro paso”, responde Páez. “¿Y cómo apoderarnos de ellas?”.
“Con caballería”. “¿Con caballería de agua?” preguntó El Liberta­
dor. El caso es que el ejército se puso en movimiento y se detuvo
en las márgenes del Apure, cerca del Paso de Copié; Páez sacó 50
hombres de La Guardia que soltaron las cinchas y las gruperas a
los caballos, para poder rodar sobre las monturas en el momento
preciso sin tener que desmontarse de los animales; avanzaron con
Páez y el Coronel Francisco Aramendi a la cabeza, y juntos se
lanzan de pronto al río montando en pelo los caballos dirigiéndo­
se sobre la escuadrilla enemiga. El pasmo causado por el inespera­
do ataque sólo les permite a los realistas hacer una descarga de
cañón, arrojándose al agua los tripulantes antes de ser abordados
Al regresar Simón Bolívar de Angostura se le incorpora en las y apresada la escuadrilla compuesta por una cañonera, tres fleche­
Bocas del Pao la pequeña División de Monagas, pasan el Orinoco ras y unas canoas, con las que puede el ejército pasar el Apure.
y siguen éstos por vía terrestre mientras El Libertador continúa Bolívar exclamó: “Si yo no lo hubiera presenciado, jamás lo hubie­
por el río hasta Caicara a donde llega el 12 de enero; aquí se les ra creído”.
une Cedeño con sus tropas y marchan el 17 para La Urbana, pa­ El 7 de febrero se ponen en marcha unos escuadrones que to­
sando el río Orinoco, los días 22, 23 y 24. Se internan en Apure man los poblados de Guayabal y Camaguán, haciendo retroceder a
atravesando el Arauca y el 31 de enero se reúnen con José Antonio la 5a División realista con los Dragones de Fernando VII y el Bata­
Páez en el Hato Cañafístolo. En este encuentro Páez reconoce la llón Barinas al mando del Brigadier Sebastián de La Calzada. En­
jefatura de Bolívar en un gesto que lo enaltece y le entrega el terado Morillo de la presencia de este ejército en Apure se pone
mando de sus tropas, conformando en total un ejército de 2.500 en marcha el día 8 desde San Carlos, donde se encontraba, para
hombres de infantería y 2.000jinetes, muy inferior a las tropas de dirigirse a Calabozo donde está su Cuartel General.
Pablo Morillo que contaba con 7.000 efectivos. Bolívar organiza el 9 de febrero su ejército en Vanguardia, for­
El ejército continúa marcha hasta San Juan de Payara, donde el mada por Páez y la caballería de Apure; Infantería, compuesta por
Libertador permanece cuatro días remontando la caballería, orga­ la Guardia de Honor; Batallones Línea y Cazadores al mando del
nizando las tropas y haciendo planes para sus próximas actuacio­ General José Antonio Anzoátegui; los Batallones Barlovento y An­
nes. Prosigue marcha hasta San Fernando de Apure, que se en­ gostura al mando del General Manuel Valdez y los Batallones
cuentra tomada por el 3o de Numancia a las órdenes del Coman­ Valeroso y Barcelona comandados por el General Pedro León To­
dante Juan Nepomuceno Quero, confía al Coronel Miguel Gue­ rres; la Artillería compuesta por unas piezas de bajo calibre, el
rrero el bloqueo de la ciudad y el 5 de febrero se pone nuevamente parque y equipajes, y la Retaguardia formada por las caballerías
en marcha. El día 6 a las diez de la mañana hacen un alto en el río de Cedeño y de Monagas. En la tarde acampan en la Laguna de
Apurito en su desembocadura con el Apure, a tres cuartos de Zamuros.
milla al este de San Fernando, donde medita Bolívar la forma de Morillo llega a Calabozo el 10 de febrero y se dispone a defen­
hacer pasar las tropas al otro lado del río para abrir operaciones der la ciudad con sus efectivos conformados por un Batallón del
contra Pablo Morillo en Calabozo; se necesitaban lanchas y sólo Castilla, dos compañías del Navarra y tres escuadrones de Húsares
existían unas que formaban la escuadrilla enemiga que obstruía el de Fernando VII, mientras el Ejército Republicano pasa el río
paso. Se cuenta que José Antonio Páez le da ánimo asegurándole
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Guárico y pernocta en Caño Pavones, avanzando once leguas dia­ El Sombrero y desplazándose rápidamente acampa el 17 en Barba­
rias. Una legua española equivalía a 5.572 metros, algo más de coas, el 18 entra en Camatagua y el 21 de febrero descansa en San
cinco kilómetros y medio. Sebastián de los Reyes; el 23 entra en Villa de Cura, deja allí al
El ejército continúa su marcha y el 11 de febrero en el Paso de General La Torre y continúa para Valencia a esperar que Sebastián
Orituco la descubierta hace prisionera una avanzada realista que de La Calzada se le reúna en esta ciudad.
estaba de reconocimiento. Al día siguiente Bolívar se mueve sobre Bolívar ocupa El Sombrero la mañana del 17 de febrero; desti­
la mesa de Calabozo sorprendiendo a Morillo con su velocidad; na al Coronel Jacinto Lara a ocupar El Calvario y al Capitán Juan
cerca de la ciudad, en un sitio conocido como La Misión de Abajo, Gómez lo destaca a Ortiz; el 18 salen Páez y Cedeño con la caballe­
la vanguardia patriota acuchilla los escuadrones de la caballería ría para Calabozo. Bolívar recibe un falso informe y se pone en
realista, y los cuadros de infantería, compuestos por 600 soldados marcha el día 20 para el Hato Corozal; el 21 llegan Soublette, Páez
europeos, se dispersan y huyen a la vista de la vanguardia de Páez y Cedeño con sus tropas. El 22 de febrero entra Bolívar con todo
cuando ésta los carga lanza en ristre, refugiándose en las primeras el ejército en Calabozo y al día siguiente Páez se retira con toda su
casas. Morillo se encierra en Calabozo sin presentar batalla de caballería para San Fernando de Apure pese a la oposición de
nuevo, siendo prácticamente vencido por Bolívar la prim era vez Bolívar, dando como excusa el ayudar a apretar el sitio de la ciu­
que se encuentran. Esa noche el Ejército Republicano acampa en dad y que la caballería es necesaria para mantener la posesión de
las orillas del río Orituco. la zona. Bolívar continúa sus operaciones y recorre las poblacio­
El 13 de febrero a medio día Bolívar marcha hacia El Rastro, nes de Guardatinajas y San José de Tiznados, moviendo el 3 de
tres leguas al norte de Calabozo, por el camino de San Marcos y marzo el ejército hasta el Hato de San Pablo, donde acampan el 5
deja al Coronel Juan Guillermo Iribarren observando la plaza. El de marzo. Al día siguiente llega Rafael Urdaneta procedente de
Libertador busca provocar la salida de Morillo y a la vez cortar la Guayana.
huida hacia los Valles de Aragua. La noche del día 14 Morillo Al llegar Páez a San Fernando estrecha el sitio el 5 y el 6 de
burla a Iribarren y abandona Calabozo por la vía de La Uriosa, marzo, buscando desalojar al enemigo de la plaza. Tras un violen­
marcha siguiendo la orilla izquierda del Guárico buscando al nor­ to ataque el Comandante Juan Nepomuceno Quero decide eva­
te la población de El Sombrero; él también trata de impedir que cuarla en orden y toma la dirección de Achaguas; perseguidos con
Bolívar tome los Valles de Aragua y llegue a Caracas, por lo que calor resiste y rechaza varias cargas en el Caño Biruaca el día 6;
opta por replegarse sin dar batalla. El Coronel Iribarren observa continúa la retirada y resiste con valentía otro choque en el sitio
una conducta completamente negligente cuando deja salir a Mori­ del Negro, pero al día siguiente en La Enea no aguanta otro ata­
llo sin siquiera hostigarlo, no lo acosa ni tampoco le participa al que más y se rinde. Apresado con vida el jefe español muere el día
Libertador la novedad; Bolívar se entera el día 15 y regresa apre­ 7 víctima de dos balazos recibidos durante el sitio. Páez termina de
suradamente a Calabozo, deja atrás el Hospital y la Artillería al limpiar la zona con su victoria en Paso del Diamante el 8 de mar­
mando del Coronel Encinoso y parte rápidamente tras Morillo. zo, sitio ubicado al este de San Fernando de Apure.
Ese mismo día a las cuatro de la tarde la caballería republicana al
mando de Páez y de Cedeño alcanza la retaguardia enemiga en La T e r c e r a b a ta lla d e La P u e r t a
Uriosa y la destroza con varias cargas, pero Morillo continúa su
huida sin presentar formal batalla y se refugia en El Sombrero. El El Libertador concentra sus efectivos y levanta el campamento
16 llega Anzoátegui con la infantería y se traba la batalla al decidir republicano el 7 de marzo, llegando el día l i a Villa de Cura.
Bolívar tomar la población; el combate dura hasta el anochecer sin Francisco Tomás Morales se retira a La Victoria a la vista de Bolí­
que ninguna de las partes ceda en sus posiciones. var, lo que es aprovechado por éste para enviar a Pedro Zaraza a
En la noche del mismo 16 se retira sorpresivamente Morillo de ocupar el Desfiladero de La Cabrera en Maracay, mientras Genaro

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Vásquez observa a La Torre que se ha retirado a Las Cocuizas. Blanca se queda en Caimán como retaguardia y le hace frente al
Bolívar aprovecha para recorrer Cagua, La Victoria (población Coronel Rafael López, con quien tiene varias escaramuzas favora­
que abandona Morales ante la cercanía del ejército republicano) y bles al patriota.
demás pueblos situados al norte del Lago, dejando a José Tadeo Desde San Juan de Los Morros el General Miguel de La Torre
Monagas situado en Maracay. El 14 de marzo Bolívar se moviliza marcha sobre Bolívar; toma Ortiz el 19 de marzo y entra en Cai­
en busca del General La Torre, pero se ve obligado a retroceder mán el 20, donde se le une Rafael López con su cuerpo; esa misma
hasta Villa de Cura al saber que el día anterior Morillo forzó el noche parten hacia Calabozo donde llegan el 22, pero inmediata­
Paso de La Cabrera y que Zaraza retrocede ante su avance, no mente contramarcha La Torre al tener noticias de que Bolívar se
habiendo podido Monagas hacer nada por ayudarlo; este suceso aproxima y no se detiene hasta llegar a Ortiz; sintiéndose seguro y
amenaza sus comunicaciones y para no perderlas debe replegar protegido destaca a López hacia El Pao, cerca de El Tinaco, y
sus fuerzas. Descansan un día y marchan el 16 a Bocachica, pero a envía otro cuerpo hacia Aragua.
las dos de la madrugada Monagas informa que viene en retirada a El Libertador se ha reunido en San Pablo con las caballerías de
la vista de Morales, que lo persigue con nutridas fuerzas. Debido Páez y de Cedeño, y al saber que La Torre se aproxima sale rápida­
al desgaste de las tropas no puede el Libertador eludir la batalla, mente a su encuentro. Entra en El Rastro el 22 de marzo y el 23
se repliega en consecuencia el ejército sobre Semen, río que baña conoce la retirada del General español; decide entonces esperar la
la Quebrada de La Puerta donde anteriormente ya habían perdi­ llegada del Coronel Antonio Rangel con su Brigada, quien llega
do los patriotas dos batallas. Morales llega atacando violentamente con noticias y vituallas el día 24; a las diez de la mañana Bolívar
con todas sus fuerzas sin dar cuartel, la batalla se traba sumamente marcha sobre Ortiz y ataca el 26 al General La Torre intentando
reñida pero poco a poco los republicanos van ganando posiciones desalojarlo, pero éste se encuentra bien atrincherado y rechaza los
en el terreno, hasta que las fuerzas de Morales se dispersan y son sucesivos ataques; previendo que la situación puede complicarse
puestas en derrota; los republicanos las persiguen con ahínco y al no poder sitiarlo, deja vigilado a La Torre y repliega nuevamen­
cuando están a punto de ganar la ardua pelea, la llegada de Mori­ te sobre San Pablo donde permanece hasta ei 29 de marzo, cuando
llo con tropas más frescas y ordenadas cambia el inicio de victoria destina a Monagas a Barcelona, Cedeño al Apure, Soublette a Gua­
en una trágica derrota. Al iniciarse la persecución las tropas se yana y él mismo marcha a San José de Tiznados, donde llega al
disgregan perdiendo la infantería sus líneas de combate, situación siguiente día. El Coronel Justo Briceño logra tomar la plaza de
que aprovecha Sebastián de La Calzada para realizar una impetuo­ Ortiz el día 29, obligando al General La Torre y a Sebastián de La
sa carga de caballería con la cual sella la batalla a favor de los Calzada a huir hacia los Valles de Aragua.
realistas. En San José de Tiznados Bolívar imparte nuevas órdenes al
El General Morillo queda herido de consideración por una conocer la nodcia de esta movilización y envía a José Antonio Páez
lanza que le atraviesa la cadera y lo suple el Brigadier Correa, córitra Rafael López en El Pao, mientras el mismo Libertador se
quien persigue a los republicanos hasta San Juan de Los Morros, traslada hasta Calabozo; desde aquí envía aju sto Briceño sobre
donde lo releva el General La Torre. Bolívar pierde casi toda la Barbacoas, destaca al Coronel Francisco Sánchez a Ortiz y Ambro­
infantería y los pertrechos, sus papeles personales y los documen­ sio Plaza es destinado a San Francisco de Tiznados.
tos del Estado Mayor; salen heridos los Generales Urdaneta, que
mandaba la infantería; Anzoátegui, que comandaba la Guardia de R in c ó n de L os T oros
Honor; Valdez, que mandaba los Batallones Valeroso y Barloven­
to, y Pedro León Torres que comandaba el Batallón Barcelona. El Libertador no descansa un momento. Desde Calabozo se des­
Bolívar se retira a Ortiz, pasa a Caimán, luego por El Rastro y plaza hasta El Rastro y regresa luego a San José de Tiznados, don­
entra a Calabozo el 20 de marzo. El Comandante José Francisco de permanece hasta el 16 de abril. Esa noche se traslada hasta un

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hato cercano llamado “Rincón de los Toros”, donde instala un antes, el 15 de mayo, la retaguardia al mando de Antonio Rangel
campamento. Entrada la noche se aproxima al lugar el Coronel es furiosamente atacada por el Coronel Reyes Vargas en Nutrias,
realista Rafael López con su columna, ayudado por la traición de logrando dispersarlos a todos. Por su parte, La Torre sale herido
un soldado de la guardia que le facilita el santo y seña del día. El de consideración y le entrega el mando al Brigadier Correa.
Capitán Tomás Renovales, acompañado de unos pocos soldados Pablo Morillo envía al General Francisco Tomás Morales contra
españoles, logra penetrar sigilosamente hasta el sitio preciso don­ Calabozo y en su ruta se topa con la antigua columna del Coronel
de duerme El Libertador, Renovales le dispara a la hamaca donde López, que en el camino se había encontrado con el Coronel Fran­
se encuentra dormido tratando de matarlo por sorpresa, pero Bo­ cisco Sánchez en la población de Ortiz; Morales los incorpora a su
lívar salva la vida de milagro al no alcanzarlo la bala. En su auxilio contingente, ocupa Calabozo y marcha contra Cedeño que se en­
acuden todos alarmados por el disparo y se forma una balacera en cuentra entre Calabozo y El Calvario. El 20 de mayo lo sorprende
la oscuridad de la noche con las tropas de López que tenían ro­ en La Laguna de los Patos al sur de Calabozo y lo derrota, tenien­
deado el sitio. En el atentado perece casi toda la infantería repu­ do Cedeño que abandonar el campo apresuradamente para no
blicana, Zaraza huye del lugar, Bolívar se queda sin montura y el perderlo todo.
Comandante Serrano al verlo a pie le niega su caballo; un soldado Los realistas vuelven entonces a dominar la zona central: Mora­
de apellido Martínez le facilita una muía, pero en el desconcierto les con la Quinta División en Calabozo, Calzada ocupa a Barinas y
y bullicio del momento no puede Bolívar montarla. Al amanecer el General Correa se sitúa entre El Baúl y San Carlos.
se presenta el Comandante Julián Infante y le proporciona el ca­ Mientras estos sucesos acontecen en los llanos, en oriente el
ballo del Coronel Rafael López, a quien Infante acaba de dar muerte Coronel Francisco Jiménez ataca a Cariaco el 14 de marzo y logra
tras la persecución que le hizo. Bolívar levanta el campamento y que Mariño abandone la plaza. A mediados de abril parte Bermú­
marcha inmediatamente para El Rastro, continúa a Calabozo, adon­ dez de Guayana, ataca y ocupa la población de El Tigre el 19 de
de llega la noche del 17 de abril, pasa por Guadarrama el 24 y abril, limpia la zona y entra en Maturín el 26. Por su parte, Mari­
finalmente llega a San Fernando de Apure. Después de lograr ño sale de Cumanacoa el 5 de mayo y entra en ella Bermúdez el día
acopios sale de nuevo para Calabozo, pero en Camaguán se enfer­ 9; ambos estaban distanciados y operaban en forma independien­
ma y debe regresar a San Fernando el 3 de mayo a reponerse. te. Santiago Mariño decide reconquistar Cariaco, la toma el 10 de
El Brigadier Pascual del Real había replegado a La Cañada, mayo y el 24 derrota unas fuerzas españolas en Cautaro, mientras
cerca de Valencia, cuando se acercaron las fuerzas de Páez; Miguel José Francisco Bermúdez por su lado se presenta el 16 de mayo
de La Torre es destinado por Morillo a reforzarle y al General frente a Cumaná, defendida por el Gobernador Tomás de Cires y
Correa se le ordena encontrarlo por las cercanías de El Pao, don­ ataca el 21 la cabeza de puente sin lograr ventaja alguna; el 30 de
de se suponía debía estar Rafael López. La Torre llega el 23 de mayo la guarnición de Cumaná hace una salida sorpresiva y ataca
abril a San Carlos y Correa se le incorpora el 30. El primero de a Bermúdez en su posición de Puerto Madera logrando vencerlo,
mayo la descubierta realista se topa con Páez en Camoruco, al y obligándolo a retirarse hasta Cumanacoa. Desde aquí se regresa
oeste de San Carlos, pero retrocede buscando atraerlo. Páez se Bermúdez a Angostura mientras Mariño por su parte es acosado y
presenta el 2 de mayo con 300 hombres en el llano de Cojedes o forzado a replegarse a Maturín, donde queda solo y aislado.
llanura de Onoto, al occidente de San Carlos, y le presenta formal El Libertador llega a Angostura el 5 de junio y con su habitual
batalla a La Torre, que tiene 1.000 efectivos; se traban en combate energía comienza a gestar nuevos planes militares. El 26 de junio
y al final de la cruenta lucha, después de grandes pérdidas por Santiago Mariño reconoce la autoridad de Simón Bolívar como
ambos lados, los dos bandos reclaman el triunfo proclamándose Jefe Supremo y se reconcilia con José Francisco Bermúdez, con­
vencedores. Páez no intenta de nuevo tomar San Carlos y regresa a vencido por el General Rafael Urdaneta. Se disponen nuevas ope­
San Fernando de Apure donde entra el 21 de mayo. Seis días raciones y el 25 de agosto Bermúdez y Sucre ocupan Güiria, de-

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fendida por el Comandante Ramón Añez, en combinación con la E sta d o mayor del Ej é r c it o
escuadra del Almirante Brión, cuya Escuadrilla Sutil al mando año 1818
del Comandante Antonio Díaz toma el puerto apoderándose del
bergantín Colombia, 8 buques menores de guerra, 8 mercantes, 6 Simón Bolívar Jefe Supremo de la República
piezas de artillería y 100 fusiles; con esta importante victoria se Carlos Soublette Jefe del Estado Mayor General
rompió el comercio de la provincia con esta zona y con el exterior Luis Brión Almirante de la Flota Republicana
del país. Santiago Mariño Capitán General de Oriente
Desde Angostura parte el 26 de agosto Francisco de Paula San­ Juan Bautista Arismendi Capitán General de Margarita
tander para Casanare, acompañado por el Coronel Jacinto Lara y José Antonio Páez Capitán General de Barinas
el Comandante Antonio Obando, a fin de organizar las tropas de José Francisco Bermúdez Mayor General de Infantería
avanzada que actuarán en la Campaña de Nueva Granada que ya Manuel Cedeño Mayor General de Caballería
tiene en mente Bolívar. Por este entonces llegan los expediciona­ Mariano Montilla Mayor General de Artillería
rios británicos enviados gracias a las gestiones de Luis Isidoro José Antonio Anzoátegui Mayor General Comandante
López Méndez en Londres, entre quienes destacan Daniel Floren­ del Batallón Rifles
cio O’Leary, Belford Wilson y Jaime Rooke. Bolívar funda El Co­ Rafael Urdaneta Mayor General Comandante
rreo del Orinoco, dirigido por el Vicepresidente Francisco Anto­ de la Legión Británica
nio Zea y convoca al Congreso de Angostura para el año entrante. Pedro Zaraza Brigadier General de Caballería
Continuando las operaciones en el norte, José Francisco Ber­ José Tadeo Monagas Brigadier General de Caballería
múdez y Antonio José de Sucre atacan Río Caribe intentando des­ Felipe M. Martín Brigadier General de Caballería
embarcar y tomar la casa-fuerte del puerto, pero son rechazados y Pedro León Torres Brigadier General de Infantería
deben reembarcar, mientras Mariño ataca de nuevo Cariaco y su Francisco Esteban Gómez Brigadier General de Infantería
acción es igualmente rechazada. Manuel Valdez Brigadier General Gobernador
José Antonio Anzoátegui sale para San Fernando de Apure el de Angostura
21 de octubre en comisión y el día 24 Bolívar pasa el Orinoco José Padilla Capitán de Navio Comandante
rumbo a Maturín, donde llega el 30; reorganiza las fuerzas y nom­ de Cañoneras
bra a Bermúdez Jefe de las tropas de Cumaná en unión del Almi­ Antonio Díaz Capitán de Navio Comandante
rante Brión, que manda las fuerzas de marinería, siendo Mariño de las Fuerzas Sutiles
destinado a cubrir Barcelona. El Libertador parte de regreso a
Angostura, donde llega la noche del 11 de noviembre.
El realista Sebastián de La Calzada en sus correrías por Barinas
derrota al Comandante Angulo y lo mata en la batalla de Torunos,
mientras el General Cedeño el 5 de diciembre en Cabruta derrota
a los lamuños. En este mes de diciembre Morillo concentra de
nuevo sus tropas en Calabozo a las órdenes del General Miguel de
La Torre con la intención de abrir nuevas operaciones.
Bolívar zarpa de Angostura para el Apure el 21 de diciembre;
Sucre sale a comprar armas en el Caribe y Urdaneta es designado
Comandante de las fuerzas británicas que llegan a Venezuela por
la Isla de Margarita.
1
132 133
Año 1819

Simón Bolívar se reúne con José Antonio Páez y José Antonio


Anzoátegui en San Juan de Payara el 17 de enero, y al día siguien­
te llega Manuel Cedeño con la caballería. El General Pablo Mori­
llo también se moviliza y el 24 de enero cruza el río Apure por el
paso de San Fernando adentrándose en los llanos. El Libertador
establece sus planes, parte de regreso para Angostura, a donde
llega el 8 de febrero; el día 15 instala el célebre Congreso de An­
gostura y después marcha de nuevo para el Apure el 27, mientras
en Margarita se ocupa el General Rafael Urdaneta de organizar las
tropas británicas que comienzan a llegar a Venezuela.
En este mes de febrero estaba todo el ejército realista con el
General Pablo Morillo en las vastas soledades del Apure y del Arau-
ca, el centro del país se encontraba indefenso y Caracas con una
corta guarnición imposibilitada de hacer frente y resistir un des­
embarco de 1.000 soldados mandados por intrépidos jefes. Dispu­
so entonces El Libertador que el General Rafael Urdaneta reunie­
se la expedición de los ingleses que estaban llegando y formase un
cuerpo de 500 efectivos con soldadps margariteños, y auxiliado
por la escuadra del Almirante Brión hiciese un desembarco en las
costas de Caracas, tomase la capital y extendiera sus operaciones
por la retaguardia hasta ponerse en contacto con el ejército de
Apure que mandaría él en persona.
En Margarita no había con que pagar a los ingleses; tardaba
Urdaneta en recibir el apoyo económico de Brión para arm ar la
expedición debido a las dificultades económicas que existían y que
habían incluso mermado el capital del Almirante, cuyo caudal es-

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taba consumido y su crédito personal fuertemente comprometido. optan por retirarse sobre un islote del río (conocido como Mata
Se sumó a esto que tanto el General Juan Bautista Arismendi como Casanareña) al no poder detener el avance realista. Pero los repu­
el Gobernador Francisco Esteban Gómez evadían la orden de Bo­ blicanos tampoco se empeñan en la batalla, ya que su táctica era
lívar de entregar a Urdaneta un contingente de 500 efectivos que atraer al numeroso ejército de Morillo a las sabanas que se encuen­
debían formar, aduciendo que los margariteños no querían salir tran entre el Arauca y el Meta, haciéndole guerra de guerrillas
de la isla; después adujeron que había una epidemia en la isla y para debilitarlo, cansarlo con marchas y contramarchas y quitarle
tenían que establecer un cordón sanitario, hasta que Urdaneta las subsistencias en esta zona árida. Apenas pasan el río Páez busca
descubrió la mentira y usó la vía de hecho para hacerse obedecer a a Morillo, lo encuentra en el hato Cañafístolo y sin pensarlo dos
la fuerza. El Gobernador Gómez licenció las tropas y Urdaneta veces lo ataca de frente sorprendiéndolo, hace desmembrar su ejér­
abrió un juicio sumario para descubrir a los autores de la insubor­ cito y le impide recoger ganado y remontas para la caballería;
dinación; en el proceso declararon 27 Jefes y Oficiales que Aris­ después se retira sin comprometer una acción mayor.
mendi había sido el instigador y el Dr. Andrés Narvarte, quien Los españoles ocupan Caujaral el 5 de febrero y Páez decide
fungía de juez de la causa, halló comprobada la falta de Arismendi acosar con su caballería al enemigo; desde Mata Casanareña efec­
y necesaria la prisión del acusado. Entendiendo que un rasgo de túa asaltos por separado a Morillo, a La Torre, a Morales, a Calza­
energía era necesario en esos momentos, Urdaneta hizo preso a da y a Pereira, hostigándolos durante varios días. Páez sólo tiene
Arismendi y lo envió detenido a Guayana para ser formalmente 800jinetes y el ejército de Morillo 7.500 hombres: 5.000 infantes y
juzgado. Este contratiempo y la demora de los ingleses en llegar 2.500jinetes. El día 8 Francisco Aramendi vuelve a demostrar su
frustró completamente el plan de Bolívar. Los sucesos narrados y heroísmo al penetrar en el campamento de Caujaral, incendiar
la falta de medios y recursos para habilitar la expedición y la es­ algunos pertrechos, causar un gran alboroto que desconcertó a los
cuadra hicieron que pasaran los meses de marzo, abril y mayo, realistas y lograr salir ileso. El ejército de Morillo continúa su
por lo que Bolívar decide entonces desistir del anterior plan de marcha el 9 de febrero, llega a Cunaviche y tiene que repasar el
operaciones y ordena a Urdaneta penetrar más bien por las pro­ Arauca el día 25 hasta San Juan de Payara; el 8 de marzo ocupa la
vincias de Barcelona y de Cumaná para atender la defensa del población de Achaguas.
territorio durante su ausencia. Simón Bolívar se reúne el 11 de marzo con la infantería de
Conociendo José Antonio Páez la cercanía del ejército de Pablo Anzoátegui en Araguaquen; Páez se les integra con su caballería
Morillo, se retira de San Juan de Payara y cruza el río Arauca por en el sitio de Cunaviche y pasan el río Arauca en Caujaral, mo­
el Paso Caujaral el 2 de febrero. El General español va en su segui­ viéndose el ejército en busca de Morillo. El 27 de marzo en La
miento, trata de cruzar el Arauca por el mismo punto y encuentra Gamarra, a la izquierda del Apurito y a unas cinco leguas al sur de
el paso fortificado por los republicanos con dos baterías y seis Achaguas, Páez lanza su caballería contra la vanguardia de Pablo
piezas de artillería, intercambiando disparos sin mayores conse­ Morillo comandada por el Coronel José Pereira y Narciso López;
cuencias; no puede sortear el paso por la anchura y la profundi­ éstos no pueden resistir el embate sorpresivo y se retiran poco a
dad del río en esta zona, sometiendo sus fuerzas al fuego enemigo, poco sin sufrir mayores pérdidas. Sin embargo las fuerzas de avan­
por lo que continúa marcha al día siguiente buscando otro paso. zada son de consideración y el ataque ha sido mal dirigido, por lo
El 4 de febrero logra cruzar el Arauca por el Paso Marrereño, al que reagrupados comienzan a presionar y obligan a Páez a retro­
cual nombra como Nuevo Paso del Rey, después de haber tomado ceder, sufriendo éste un ataque de epilepsia. Bolívar cruza el Apu­
la orilla opuesta un escuadrón de caballería al mando del Coronel rito el 28 de marzo y Morillo mueve todo su ejército sobre él, pero
realista José Pereira. Durante todo el día habían sostenido un in­ El Libertador hábilmente lo esquiva y buscando mejor oportuni­
tercambio de disparos de fusil y de artillería con una columna de dad toma posiciones en la margen izquierda del Arauca mientras
soldados republicanos que atrincherados defendían el Paso, y que

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Morillo lo hace en la otra margen. El río queda entre ambos, acam­ día una Proclama felicitando a los 150 hombres que realizaron
pando ambos ejércitos a la vista en la Mata del Herradero. esta hazaña, la cual fue presenciada por todo el Ejército Patriota.
Morillo contramarcha el 4 de abril hacia Achaguas, mientras en
Q uesera s d e l M e d io Nutrias el mismo día el Coronel Antonio Rangel derrota una par­
tida realista de avanzada. Las guerrillas de los coroneles Muñoz y
Un puñado de jinetes se desprende del silencioso ejército pa­ Rangel mantienen en constante zozobra al ejército de Morillo y así
triota al amanecer del 2 de abril; cruza Páez el Arauca con 150 se dan los encuentros de Cañafístolo, La Barrosa, Trapiche de
llaneros para hostigar a Morillo, a nado pasan a la opuesta ribera Alejo, Sacra Familia y Surero, sin mayores consecuencias para
sin ser vistos por el enemigo y al tomar pie en tierra el último ambas partes. Bolívar marcha algunos días orillando el Arauca y
caballo, aquel puñado de audaces avanzan resueltos contra los rea­ lo cruza el 8 de abril; de pronto se topa con el ejército de Morillo,
listas. pero contramarcha y cruza por Nuevo Paso del Rey. El día 12
Viéndolos venir, Morillo les forma el ejército en plan de batalla acampan en el Hato Caraballero, a orillas del Arauca, mientras
tal vez pensando que se avecinaba un ataque mayor, y dos regi­ Morillo entra en Achaguas.
mientos con 1.200 lanceros avanzan a cortarles el paso, mientras Bolívar se mueve hacia Nutrias el 21 de abril atravesando el
por la izquierda sesga como una inmensa hoz una fuerte división Arauca; más tarde se mueve Morillo y cruza el Apure el primero
destinada a aprisionarles. Páez retrocede en orden aparentando de mayo mientras El Libertador pernocta en Rincón Hondo, don­
huir y es ferozmente perseguido por los lanceros realistas que de madura la idea de libertar primero Nueva Granada aprove­
corren veloces tras los fugitivos; éstos van divididos en siete gru­ chando la época de lluvias en el llano que dificulta la marcha del
pos de jinetes y a la cabeza de cada uno se ha puesto un invencible: ejército; en su perenne caminar Bolívar ha remontado el Orinoco
son Juan Antonio Mina, Fernando Figueredo, José Cornelio Mu­ hasta las riberas del Apure y del Arauca cubriendo 700 kilóme­
ñoz, Juan José Rondón, Juan Gómez, Francisco Carmona y Fran­ tros. Se reúne con Páez el 9 de mayo en Caujaral y allí acuerdan el
cisco Aramendi. Cuando ya es inminente su pérdida porque les traslado de todo el ejército a Cañafístola, ordenando a Rafael Ur­
están dando alcance, el jefe de aquellos derrotados lanza su grito daneta trasladarse con los voluntarios extranjeros por el Orinoco
de “¡Vuelvan cara!”, con gran agilidad se dan vuelta y atacan de hasta el Arauca.
frente a sus perseguidores aprovechando el impacto de la sorpre­ Entre los días 15 y 20 de mayo debió ser grande la actividad
sa; estos ya no atacan sino que se defienden de tan inesperada intelectual del Libertador, ya que va tomando cuerpo la decisión
ofensiva. El campo no es bastante amplio para maniobrar la nume­ de cambiar el teatro de la guerra abandonando su plan sobre Bari­
rosa caballería enemiga, mientras que Páez y sus pocos compañe­ nas. El ejército sale hacia Mantecal y pasa la noche del 22 de mayo
ros se escurren con libertad y dondequiera que se arremolina un en la Aldea del Setenta, a orillas del Apure, donde decide Bolívar
pelotón desconcertado lo lancean sin misericordia; arrollan las la invasión a Nueva Granada ya que es contraproducente conti­
dos primeras filas de jinetes y el resto se confunde, se tropiezan nuar manteniendo en los llanos la misma situación de hace año y
unos a otros y terminan volviéndose en retirada desordenada mien­ medio, sin poder tomar Caracas y sin lograr vencer a Morillo. En
tras son acuchillados y lanceados de flanco por los jinetes patrio­ la mañana del día 23, luego de haber obtenido del General Páez
tas. En su frenética huida chocan con la infantería española que se las promesas de colaboración, convoca una Junta de Jefes para
encuentra formada en orden de batalla, rompen sus filas y se in­ explicarles la idea buscando su comprensión sobre la situación; se
crustan sembrando el terror en los desconcertados batallones, los deciden los planes del proyecto y continúan la marcha, llegando
que para protegerse de esta insólita embestida deben salir corrien­ esa noche a Mantecal.
do a refugiarse en un bosque vecino. Bolívar reorganiza los cuadros del ejército y delega funciones
Testigo admirado del hecho, el Libertador expide ese mismo específicas: Carlos Soublette continúa como Jefe del Estado Ma­

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yor; José Antonio Anzoátegui pasa a Comandante de la Retaguar­ quear las resistencias ahorrará tropas, pero gastará tiempo. Los
dia; José Antonio Páez guardará el Alto Apure hasta Cúcuta; José expertos militares señalan que en montaña vale más la maniobra
Francisco Bermúdez queda como General en Jefe del Ejército de que el combate impulsivo.
Oriente junto con José Tadeo Monagas, Manuel Cedeño y Pedro El plan definitivo de Bolívar es marchar al Casanare para re­
Zaraza; Pedro León Torres es nombrado Jefe de la Guarnición del unirse con las tropas de Santander y penetrar a la Nueva Granada
Bajo Apure, región San Fernando; Tomás Montilla pasa a integrar en busca de las tropas del Virrey; Páez distraerá sobre Cúcuta
el Estado Mayor General; Santiago Mariño ocupará su curul en el llamando sobre si las fuerzas de Barreiro, las cuales batirá para
Congreso y Pedro Briceño Méndez se desempeña como Secretario reunirse luego con el Libertador; Bermúdez aprovechará cual­
del Libertador. quier movimiento de Morillo para caer sobre Caracas y amenazar
la retaguardia realista.
C am paña de N ueva G ranada El 26 de mayo se pone en marcha el ejército con 2.186 efectivos
hacia Guasdualito: Infantería, compuesta de cuatro batallones: “Ri­
El General José María Barreiro disponía en Nueva Granada de fles al mando del Coronel Arturo Sandes, “Barcelona” con el
unos 4.500 hombres bien apertrechados y en excelentes condicio­ Coronel Ambrosio Plaza, “Bravos de Páez” con el Coronel José de
nes, sin contar con las tropas de las guarniciones. El Libertador La Cruz Carrillo y la “Legión Británica” al mando del Coronel
con mucho esfuerzo pudo reunir unos 2.200 hombres organiza­ Jaime Rooke, que juntos sumaban 1.332 hombres; Artillería, con
dos en cuatro batallones, tres regimientos, un escuadrón y una 40 efectivos, con cuatro piezas ligeras y municiones, al mando del
compañía de artillería pero sin cañones, ya que éstos los tenía el Coronel Bartolomé Salom; Caballería, con 814 jinetes divididos
enemigo. Bolívar tiene la experiencia de la campaña de 1813 y en escuadrones montados y regimientos a las órdenes de los coro­
frescos los recuerdos de la campaña de 1818 sobre las serranías neles Juan José Rondón, Leonardo Infante, Lucas Carvajal, J u ­
del centro del país, por lo que a su mente reflexiva y ágil no se le lián Mellado, Hermenegildo Mujica y Guillermo Iribarren con el
escapa que un proyecto tan ambicioso presenta sus dificultades. Escuadrón Húsares, que desertó el 3 de junio quedándose solo
La permanencia de tropas numerosas en la alta montaña es obliga­ con su deshonra. El 2 de junio entra el ejército en Guasdualito y
toriamente temporal, ya que son pocos los recursos de alojamiento Bolívar ordena a Páez que penetre a Cúcuta por las montañas de
y comida que se ofrecen; las vías de comunicación son escasas e San Camilo y abra otro frente para distraer al enemigo; Páez se
incómodas para poder transitar un ejército, haciendo difícil el marcha, pero nunca llegó a cumplir la orden de'Bolívar, quedán­
movimiento de las tropas; debe caminarse en columnas, lo que dose en el Apure; lo que hace es incursionar en Barinas donde
aumenta la longitud del desfile y dificulta el ejercicio del mando ataca la población de La Cruz ocupada por 350 soldados que de­
sistemático. La velocidad de desplazamiento, tan vital en estos ca­ ben desalojarla tras sangriento combate.
sos, se ve mermada por los malos caminos y sus accidentes topo­ El ejército cruza el Arauca el 4 de junio y entra en la Provincia
gráficos, siendo necesarios los altos frecuentes y el empleo masivo de Casanare; el 11 entra Bolívar a Tame, Cuartel General de Fran­
de animales de carga, lo que no permite hacer sino cálculos aproxi­ cisco de Paula Santander, quien ha formado una vanguardia de
mados de la movilización. 1.600 infantes y 600jinetes que incrementan el ejército; el 14 lle­
La guerra de montaña es fácil para pequeños efectivos, ya que gan las tropas que pueden al fin descansar en terreno seco des­
es una guerra de movimiento donde se favorece la iniciativa y la pués de haber hecho todo el camino a través de terrenos inunda­
ofensiva. Pero a un ejército se le dificulta mucho la observación y dos. En Tame selecciona el Libertador la ruta a seguir; para entrar
la transmisión de información; sus propias línea de comunicación a la zona de Tunja desde aquí se le ofrecían tres alternativas: el
o de retirada quedan expuestas a acciones de guerrillas; los ata­ camino de la Salina de Chita, el más corto y mejor porque ofrecía
ques frontales implicarán sacrificio de vidas y el rodear o flan­ comodidades para la tropa, que pernoctaría siempre en poblados

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y sufriría poco el rigor de los páramos, aunque es el más fortifica­ mente, se les dio el necesario alimento y atención médica a quienes
do; el camino de Labranza Grande, que si bien está bastante guar­ lo requerían; se remontó la caballería y se recogieron los dispersos
necido y pasa cerca de Sogamoso, cuartel general realista, por y el armamento y equipo regados en el camino.
informaciones recibidas pareciera que las fuerzas españolas se han El Virrey Juan Sámano reposaba su planta sanguinaria en San­
retirado, y el camino de Pisba, inhóspito en grado sumo y rara vez ta Fe de Bogotá con sólo 1.200 hombres, confiado en las fuerzas de
transitado, pero sobre el cual no hay vigilancia realista alguna. De Pablo Morillo en Venezuela y en el Comandante Jefe de la 3a Divi­
los tres, éste fue el camino elegido. sión Española, General José María Barreiro, Jefe Militar de la
Desde Guasdualito hasta Tame hay más de 200 kilómetros de zona que opera entre Sogamoso y Tunja y que tiene su Cuartel
terreno llano cortado por numerosos ríos; los trabajos y fatigas General en Sogamoso.
que pasó el ejército fueron de consideración, pues al entrar el Simón Bolívar destaca el 7 de julio al Coronel Durán a un reco­
invierno con desmedida furia los ríos crecieron y la lluvia se hizo nocimiento por la región y éste se topa en Los Corrales de Bonza
constante. Debían conservar secos el armamento y las escasas mu­ con un escuadrón realista al que logra derrotar y poner en fuga.
niciones, abrigados con una miserable frazada, utilizando impro­ Notificado de la presencia de Bolívar, Barreiro decide marchar en
visados botes de cuero y sin mas ración que una poca carne cruda su busca en dos columnas de 800 hombres cada una por ambas
o seca condimentada con ceniza o poquísima sal, ya que no se márgenes del río Sogamoso; sus descubiertas llegan el 10 de julio
conseguía leña seca para fuego. El esfuerzo realizado por este ejér­ a Corrales de Bonza y a Gámeza. En la tarde, el Coronel Justo
cito fue simplemente extraordinario. Briceño con un escuadrón carga la descubierta realista en Corra­
Después de cuatro días de descanso y de rápida reorganización les de Bonza y la destruye, obligando a la cabeza de la vanguardia
las tropas em prenden el ascenso de la cordillera rumbo a Pore, a replegarse aceleradamente; en Gámeza, una compañía al mando
capital de la Provincia, por caminos en pendiente cortados por del Teniente Franco sufre el ataque de los españoles y retrocede
numerosos cursos de agua en plena estación de invierno, azotados con fuerte pérdida, hasta que auxiliada por el Batallón Cazadores
por la lluvia y hundiéndose en el fango. El panorama es desolador. al mando personal de Santander, detienen el ataque de los realis­
El día 20 llega el ejército a Chire después de cruzar el río Casa­ tas, quienes forzados repliegan sobre la Peña de Tópaga, reunién­
nare que venía fuera de madre; el 22 de junio entran en Pore y se dose con el resto de los efectivos que combatieron en Corrales.
Los patriotas a su vez se repliegan sobre Tasco para cerrar la
encuentran frente a Los Andes.
El día 27 la vanguardia al mando de Francisco de Paula Santan­ vanguardia, dando tiempo a Bolívar para reunir la caballería con
der toma el Fuerte de Paya tras un breve combate, poniendo en las tropas de Anzoátegui y las avanzadas de Santander. Logrado
fuga el acantonamiento realista allí destacado, de 150 hombres al esto pasa de inmediato al ataque para aprovechar el alto espíritu
mando del Sargento Mayor Juan de Figueroa. Aunque pequeña, de la tropa, ordenando forzar el paso del puente y lanzando por el
esta acción elevó la moral y el ánimo de las tropas y permitió la mismo a la caballería y la infantería; a pesar del intenso fuego
llegada del ejército completo junto con el poco ganado que aún enemigo se logra el cometido, pero los realistas rehúyen el cuerpo
quedaba. El 2 de julio continúan la marcha, pasando el Páramo de a cuerpo y repliegan lentamente a Los Molinos cuya posición les
Pisba el 5 de julio. Este mismo día un destacamento de la División permitía combatir con más ventaja.
de Vanguardia al mando del Comandante Joaquín Paris entra en La lucha había durado unas ocho horas y ya entrando la noche,
la población de Socha, Provincia de Tunja, y destaca sus partidas con escasas municiones y la tropa muy fatigada, no quiso el Liber­
por los alrededores; Santander entra en la tarde con el resto de la tador continuar el combate, volviendo a sus posiciones de Gáme­
División y el día 6 llega Bolívar con el grueso del ejército. Aquí za, donde reunió todo el ejército. Barreiro perdió la iniciativa y se
permanece El Libertador cuatro días reorganizando las tropas que conformó con mantenerse en aquella altura a la espera de refuerzos.
habían llegado en malas condiciones, fueron vestidas adecuada­
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Pantano de V argas infantería con la bayoneta derrotar los batallones reales, que hu­
yen del campo.
Los patriotas se mueven sobre Tasco el 12 de julio, entran en El combate duró todo el día y se interrumpe al anochecer cuan­
Bonza el 20 y en la llanura se ordenan en batalla buscando Bolívar do comenzó a caer una fuerte lluvia, que permitió el escape de las
provocar a Barreiro, pero el General español rehuye el combate tropas realistas, dejando en el campo unos 500 hombres entre
seguro en sus alturas. En la madrugada del día 25 Bolívar mueve muertos y heridos. Los patriotas perdieron algo más de 100 hom­
sus tropas y se encaminan hacia Paipa, tratando por el flanco ene­ bres, entre ellos Jaime Rooke, quien herido moriría tres días des­
migo de cortarle sus comunicaciones con Santa Fe. Barreiro trata pués. Los españoles retrocedieron a Paipa mientras los republica­
de evitarlo y se mueve casi paralelamente al Libertador logrando nos se instalaron en los Corrales de Bonza.
situar en las alturas del cerro El Picacho 3.000 hombres a las diez Una vez que Bolívar ha reestructurado el ejército y le ha dado
de la mañana; desde allí domina la quebrada de Vargas y los cami­ descanso a las tropas, se mueve el 3 de agosto en busca de Barreiro
nos que debía seguir el Ejército Patriota. pero éste se instala un poco más lejos en espera de mejor oportu­
Bolívar había ya cruzado la Quebrada de Vargas y no podía nidad. El Libertador decide marchar la tarde del 4 de agosto a la
volver a su primera posición sin peligro y con riesgo de perder la vista del enemigo por el camino que va a Toca, sigue a Tunja y
iniciativa, por lo que despliega dos batallones al mando de Anzoá­ luego a Santa Fe, obligando a Barreiro a moverse para no perder
tegui sobre la derecha y el resto de la infantería con Santander sus comunicaciones. A las ocho de la noche en el más completo
sobre la izquierda; conserva a su mando la caballería y se sitúa en silencio, contramarcha rápidamente y entra en Tunja el día 5 a las
un cerrito desde el cual dominaba el campo; sus efectivos sumaban once de la mañana, matando y tomando prisioneros a los efectivos
un total de 2.200 hombres. Barreiro coloca sus tropas en tres lí­ de la guarnición que dejara el Gobernador, Teniente Coronel Juan
neas favorecido por la pendiente del cerro. Al avanzar Anzoátegui Loño, quien había salido esa madrugada por el camino de Paipa
los españoles entran en acción y la derecha de éste es duramente con 200 hombres y 3 piezas de artillería para Barreiro. Bolívar
atacada, sujetando al otro batallón que está a la izquierda; a fin de ordena alcanzar la columna de Loño, cuya retaguardia es lancea­
evitar el envolvimiento por el mayor número de enemigos ambos da y dispersada. Con este movimiento corta las comunicaciones de
batallones retroceden, logrando Barreiro cortar la iniciativa de Barreiro con su Virrey, apoderándose de 600 fusiles y municiones
Bolívar, pero al observar que lo hacen en orden dispone el Liber­ y de la ciudad más importante del teatro de operaciones.
tador que Santander se lance a la acción por la izquierda, lo que Barreiro sabe de esta intención y se mueve hacia Tunja por el
permite quebrar la presión sobre los dos batallones de la derecha camino de Paipa, pero al encontrarse con Juan Loño se sorprende
que vuelven al ataque. Los realistas se repliegan abandonando el del movimiento y se ve obligado a moverse sobre Motavita buscan­
terreno conquistado, por lo que Barreiro envía a su segundo, el do recuperar el camino real hacia la capital, para reunirse con
Coronel Tolrá, con dos batallones en apoyo de sus tropas; para Sámano y defenderla a toda costa; entra en Motavita al medio día
mantener la línea Bolívar emplea sus dos últimos batallones, lo del 6 de agosto y continúa la marcha al día siguiente por el camino
que es interpretado por Barreiro erróneamente y lanza el resto de más corto, que es el que pasa por el puente de Boyacá, aun a riesgo
sus tropas al combate empleando todas sus fuerzas para definir el de tener que batallar. Barreiro marcha a la cabeza de un ejército
ataque. Bolívar no ha empleado todavía la caballería, por lo que al de 2.900 soldados aproximadamente.
darse cuenta de la superioridad enemiga grita: “Coronel Rondón,
salve usted la Patria”... Juan José Rondón, Comandante de Escua­ B a ta lla de B oyacá
drón, con catorce jinetes se lanza a la carga lanza en ristre, segui­
do de Lucas Carvajal y el resto de la caballería, y la carga es tan Informado el Libertador del movimiento realista, sube al Alto
descomunal que desordena la formación realista y permite a la de San Lázaro la madrugada del 7 de agosto y observa con el

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catalejo el movimiento de los españoles que buscaban salida por el el campo con sus 1.600 efectivos; se toman armas, municiones,
puente de Boyacá. Ordena en el acto salir de Tunja, alcanzar a las pertrechos, artillería y caballería. El soldado del l e de Rifles Pas­
huestes enemigas y destruirlas o morir. En formación de combate cual Martínez hace prisionero al General José María Barreiro,
el ejército se mueve así: Vanguardia con unos 800 hombres al man­ Comandante General del Ejército de Nueva Granada, cuando tra­
do del General Francisco de Paula Santander; el Centro del ejérci­ taba de huir por unos barrancones, y lo conduce ante el Liberta­
to de 1.320 soldados al mando del General José Antonio Anzoáte­ dor; también quedan prisioneros su lugarteniente el Coronel Fran­
gui y la Retaguardia constituida por reclutas y voluntarios de Tun­ cisco Jiménez, Jefe de la Vanguardia, quien se rindió, así como
ja y El Socorro, con unos 600 hombres en dos batallones de Mili­ todos los oficiales del Estado Mayor.
cias, al mando de los comandantes José Gabriel Lugo y Félix So­ Bolívar en persona persigue a los fugitivos hasta el sitio de Ven­
ler. En total eran unos 2.720 hombres. ta Quemada, donde decide pasar la noche. Al amanecer del día 8
Para alcanzar el pequeño Puente de Boyacá, de unos cinco me­ y antes de salir para Bogotá reconoce entre los prisioneros a Fran­
tros de luz y de dos metros de ancho, el ejército debía marchar 16 cisco Fernández Vinony, quien con su traición entregó Puerto
kilómetros desde Tunja, lo que hace a partir de las diez de la Cabello en 1812 y en el acto lo manda ajusticiar; fue ahorcado
mañana. El ejército realista se había puesto en marcha a las tres y entre las 10 y las 11 de la mañana. El Libertador entra en Santa Fe
media de la madrugada por el páramo para caer sobre el Puente de Bogotá la tarde del 10 de agosto; el día anterior el Virrey Juan
de Boyacá por la espalda de la Sierra de Tunja, debiendo recorrer Sámano había huido hacia Honda abandonando archivos y dine­
unos 18 kilómetros. A las dos de la tarde se intercambian los pri­ ros, siendo perseguido por Anzoátegui. Bolívar encarga del go­
meros disparos de la batalla al toparse las vanguardias de ambos bierno a Francisco de Paula Santander y parte a Pamplona para
ejércitos. El Libertador acelera la marcha de Anzoátegui al ver dirigirse hasta Angostura con un ala del ejército que sale para El
comprometida la situación de Santander, lanzando rápidamente Socorro. Carlos Soublette marcha a Cúcuta mientras el realista
al Batallón Rifles en su apoyo y trastocando el movimiento ordena­ Sebastián de La Calzada se repliega sobre Popayán y el Teniente
do por Barreiro, quien sube una cuesta para obtener mejor posi­ Coronel José María Córdova marcha a Antioquia.
ción. El 23 de septiembre en Alto de las Cruces el Teniente Coronel
Santander logra partir el ejército español separando sus unida­ José Rafael de Las Heras derrota una columna realista mientras el
des al colocarse entre la Vanguardia y el grueso realista, obligando General Carlos Soublette derrota en Cúcuta otra columna enemi­
al Jefe español a empeñarse en un combate en el cual sus efectivos ga expulsada de El Socorro, marchando luego hacia la montaña
no pueden actuar coordinadamente, mientras los republicanos de San Camilo para caer en Guasdualito. El General Miguel de La
amenazan con batirlos cuerpo a cuerpo. La batalla se generaliza Torre, que había retrocedido, ocupa inmediatamente a Cúcuta.
alrededor de las tres de la tarde cuando el Batallón Rifles hace Santander se encuentra en Bogotá libre de la presencia de Bolí­
retroceder dos cuerpos españoles y la Legión Británica junto con var y el 11 de octubre fusila al General Barreiro y a 38 oficiales más.
el Bravos de Páez caen sobre la artillería realista y los flancos de los Simón Bolívar llega a Pamplona y espera a Anzoátegui, quien se
batallones de primera línea. le une el 25 de octubre. Descansa unos días y a comienzos de
Barreiro trata de desplegar al Batallón Cazadores, pero Bolívar noviembre sale para Angostura. Por el camino se entera de que el
ordena a Anzoátegui un ataque masivo con la infantería sobre el 15 de noviembre Anzoátegui ha muerto envenenado en Pamplo­
centro del dispositivo español el cual empieza a desorganizarse; en na, y por circunstancias del destino atravesando el Orinoco cono­
este preciso momento ordena el ataque de la caballería de Rondón ce a Antonio José de Sucre, quien en ese entonces tenía 25 años de
y el avance de la retaguardia, lo que desmorona toda resistencia edad.
coherente al ejército realista, el cual és destrozado en dos horas de En el oriente del país se suceden otros acontecimientos impor­
dura batalla. El ejército español es rodeado y queda prisionero en tantes que van a consolidar esa parte del territorio. Cuando el
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General Rafael Urdaneta recibió la orden de su nuevo plan de
Jefe, todos sus buques quedaron en manos republicanas con todo
operaciones, tenía reunida una fuerza de 1.200 ingleses y alguna
lo que en ellos había. Esta acción y la amenazante llegada de Páez
tropa de margariteños que se embarcaron en la escuadra del Almi­
indujo a los españoles a abandonar la plaza de San Fernando el 15
rante Luis Brión el 15 de julio rumbo al puerto de Pozuelos,
de octubre, perdiendo los realistas su dominio en el Apure.
donde anclaron el 16 a las ocho de la noche. En la mañana del día
El General Juan Bautista Arismendi se encuentra detenido por
siguiente desembarcó el ejército en dos columnas y al amanecer
inobediencia en Angostura, en momentos en que el Congreso en­
del 18 de julio la ciudad de Barcelona estaba totalmente ocupada
tra en anarquía y Francisco Antonio Zea renuncia a presidirlo.
por los republicanos. El Gobernador español Saint-Just evacuó la
Arismendi aprovecha la situación y moviendo influencias logra
ciudad al conocer la aproximación de estas fuerzas. El Almirante
salir de la prisión el 14 de septiembre y titularse Presidente de la
decidió tomar por asalto El Morro de Barcelona el mismo día
República, ocupando así la Primera Magistratura. El día 21 sale
disponiendo el ataque en dos columnas de cien hombres cada una;
para Maturín y cuando regresa el 10 de diciembre a Angostura, se
la primera, al mando del Coronel Jackson y del Mayor Graham
encuentra con que Bolívar ha llegado y tiene de nuevo las riendas
debía dirigirse sobre el Fuerte, y la segunda, comandada por el
en sus manos. El 14 de diciembre se presenta el Libertador ante el
Coronel Garcín y por el Teniente Coronel Luis Voigt tomaría la
Congreso de Angostura, el día 17 el Congreso aprueba la creación
cúspide de El Morro; ambas columnas serían apoyadas por el ber­
de la Gran Colombia y reelige a Bolívar Presidente de la República.
gantín Franklin, la goleta Favorita, cuatro piraguas y una lancha
El Libertador imparte órdenes a Urdaneta para que traslade
armadas en guerra, que dispararían el fuego de sus cañones sobre
por el Orinoco y el Meta armas y municiones a Cúcuta y finalmen­
el fortín que se hallaba sobre la lengua de tierra en la base de El
te parte de Angostura el 24 de diciembre con destino a Bogotá, a
Morro. El desembarco sufrió el fuego de los realistas que se en­ proclamar la Gran República.
contraban atrincherados en los cerros, pero que no pudieron de­
tener el rápido avance de la marinería apoyada por el vivo caño­
near de la escuadra sobre los fuertes; los realistas comenzaron a
vacilar y a retirarse en desorden abandonando sus fortificaciones,
aprovechando los republicanos para consolidar sus nuevas posi­
ciones. Todos los realistas que intentaron huir embarcándose en
botes y canoas fueron apresados o muertos, y los que huyeron por
los montes se toparon con la columna que conducía el General Ma­
nuel Valdez, enviado rápidamente por Urdaneta desde Barcelona.
Mucho más al sur, en Caño Orozco o Apure Seco, el Capitán de
Navio Antonio Díaz libra el 30 de septiembre un combate naval
contra el Coronel Juan Durán, quien mandaba la escuadrilla rea­
lista que entonces dominaba el Apure, compuesta de 10 hermosas
flecheras bien tripuladas, que tenían a bordo 250 soldados del
Batallón Barinas. Atacadas duramente y después de un fuego bien
sostenido y de varias maniobras, los realistas se vieron obligados a
varar sus embarcaciones y abandonarlas para salvar sus vidas. Díaz
los hizo perseguir por el Capitán Luis Castelli, quien decide en
breve la acción al encontrar a los realistas emboscados en las már­
genes del río; éstos tuvieron más de 80 muertos incluyendo a su

148 149
Año 1820

En su viaje a la Nueva Granada, Simón Bolívar recibe la noticia


de que el 6 de enero el Congreso de Angostura le ha otorgado los
títulos de Libertador y de Padre de la Patria. Llega a San Juan de
Payara el 16 de enero, pasa luego a Guasdualito y continúa hacia
El Rosario.
El General La Torre retrocede hasta Mérida cuando el Coronel
Bartolomé Salom y los Comandantes Juan José Rondón y Julián
Mellao toman a San Cristóbal, La Grita y Bailadores, adentrándo­
se en territorio venezolano. El 24 de enero en Popayán, Antonio
Obando no puede defender la ciudad por tener una guarnición
poco numerosa y sin municiones, permitiendo al Brigadier Sebas­
tián de La Calzada con 2.000 efectivos tomar la ciudad y ocupar la
región; enseguida avanzan desde Salina de Chita el General Ma­
nuel Valdez y el Coronel José Mires buscando expulsar a Calzada
y reconquistar a Popayán, sucediéndose los combates de Remedios
y más tarde el de Chorros Blancos, cuando el 12 de febrero el
Coronel José María Córdova vence al Coronel Warleta con 300
veteranos enviados desde Quito por el Virrey Juan de Sámano.
En las costas venezolanas la escuadra realista continuaba en
posesión de sus aguas con su base naval en el puerto de Cumaná;
la republicana tenía su base en la isla de Margarita destacando
buques a las colonias inglesas para obtener elementos de guerra y
otros recursos importantes. Brión seguía presionando en las bocas
del Orinoco para evitar que la escuadra española forzara su entra­
da y cortara las comunicaciones con el Ejército Libertador que
operaba en la Nueva Granada, interrumpiendo los convoyes que

151
transportaban armas, tropas y alimentos, comandados generalmente ción. Montilla había replegado a Río Hacha el 17 por la tarde con
por José Prudencio Padilla, Antonio Díaz y Felipe Santiago Esteves. un hospital considerable de enfermos y heridos después de com­
En los primeros días de enero llega a Margarita el General batir en Moreno, Fonseca y San Juan contra las guerrillas de los
Mariano Montilla, comisionado por el Libertador para preparar Coroneles Solís y Daza, y perseguido por las tropas de Sánchez
junto con Luis Brión una expedición naval que debía emplearse Lima. La madrugada del 25 hace una salida intempestiva con ape­
contra la Provincia de Santa Marta. El 7 de marzo sale la expedi­ nas 250 hombres enfrentándose a 300 infantes y 450jinetes realis­
ción al mando del Almirante y del General Montilla para la costa tas, pero tenía varias piezas de artillería con las cuales destroza las
de Nueva Granada con 14 naves y 1.300 hombres, 700 de los cua­ fuerzas enemigas y las dispersa después de tres horas de fuego
les conforman la Legión Irlandesa, quedando encargado de la Co­ sostenido, sobreponiéndose a un enojoso incidente que le costó
mandancia General de la Armada el Mayor General de Marina una disminución importante de sus fuerzas antes del combate,
Lino de Clemente y Palacios. Al zarpar de Margarita la escuadra porque la Legión Irlandesa se insubordinó alegando falta de pago
del Almirante Brión los buques realistas aprovechan la ocasión y no quiso combatir, rebelándose al mando del General. Después
para tratar de bloquear el Orinoco, lo que logran a medias porque de la batalla Montilla licenció estas tropas por su pésimo compor­
no pueden posesionarse de sus aguas a pesar de obtener resulta­ tamiento y por no tener ninguna confianza en ellas.
dos favorables en varias acciones navales. El 9 de mayo Mariano Montilla desembarca en Sabanilla sor­
La escuadra republicana se presenta el 11 de marzo frente al prendiendo a los soldados que la defendían, captura el fuerte y
puerto de Río Hacha e inicia un fuerte cañoneo que dura todo el habilita el puerto para el comercio exterior; sigue hasta Soledad,
día; intiman la rendición al Gobernador de la plaza, Coronel José la cual cae en su poder, desde aquí se comunica con las fuerzas de
Solís, quien se niega a rendirse, pero al iniciar los republicanos el Córdova y avanza luego hasta Cartagena de Indias, último baluar­
día 12 el desembarco de las tropas el Coronel Solís evacúa la po­ te que les queda a los españoles y centro de vital importancia en la
blación dejándola abandonada. El Almirante Brión con la escua­ comarca, donde decide bloquear el puerto y la plaza hasta rendirlos.
dra se queda frente al puerto mientras el General Montilla se mue­ El General Manuel Valdez derrota el 6 de junio en Pitayó al
ve el 29 de marzo a ocupar el Valle de Upar y establecer comunica­ Brigadier Calzada, obligándolo a abandonar Popayán y reconquista
ción con el Ejército Libertador, pero careciendo de caballería se la zona, ocupando los republicanos el valle del Cauca. Por su par­
ve forzado a no alejarse de la costa ya que por noticias recibidas te el Coronel Jacinto Lara llega hasta Chiriguaná, plaza-que ocupa
sabe que el Gobernador de Santa Marta, Pedro Ruiz de Porras, ha este mes de junio, mientras el Coronel José Maria Córdova ocupa
reunido unas fuerzas considerables que puso a las órdenes del el 22 de junio a Mompox, ya abandonada por los españoles al
Coronel Vicente Sánchez Lima con instrucciones de recuperar la saber la pérdida de Sabanillas y Soledad.
zona.
El Libertador había entrado en Santa Fe de Bogotá el 3 de mar­ T e n e r if e
zo, la abandona el 20 para encontrarse en El Rosario de Cúcuta
con los cuerpos del ejército del General Rafael Urdaneta, y desde Después de Mompox, los coroneles Córdova y Hermógenes Maza
aquí envía al Coronel Jacinto Lara a ocupar el Valle de Upar. se lanzan sobre Tenerife y Barrancas sucesivamente, puertos situa­
Mientras, el 28 de abril en La Plata el Coronel José Mires, Jefe de dos sobre el río Magdalena y de gran importancia estratégica. El
la Vanguardia de Valdez, al tratar de llegar a Santa Marta obtiene 25 de junio toman Tenerife al vencer en un combate naval al Co­
una buena victoria que le despeja el camino al derrotar al Capitán mandante Esteban Díaz, enfrentándose con sólo siete pequeñas
Juan Domínguez. El 25 de mayo en Laguna Salada, cerca de Río embarcaciones de guerra y algo más de cien efectivos a una escua­
Hacha, el General Mariano Montilla se enfrenta al Coronel Vicen­ dra de once buques bien tripulados y armados con cañones de
te Sánchez Lima, a quien logra vencer después de una dura ac­

¡52 153
grueso calibre. Las embarcaciones republicanas sólo tenían pedre­ sublevaron un grupo de efectivos en esta última plaza y se embar­
ros atados con sogas sobre maderos. caron en el bergantín Circe que había llegado de Cumaná, picaron
Antes de llegar al fuerte y avistar a los realistas desembarca el sus cabos y emprendieron la maniobra de salir del puerto, pero
Coronel Córdova guiando una columna de infantería para arre­ los sorprendió el amanecer en medio de una completa calma sin
meter contra el adversario por tierra, mientras Maza zarpa con sus poder alejarse del puerto adecuadamente. Los soldados del Casti­
pequeños buques a las 5 de la mañana avanzando contra el enemi­ llo de la Muer.te les dispararon con sus cañones mientras el Jefe de
go resueltamente y con gran intrepidez. Los realistas no espera- la plaza, Comandante Manuel Lorenzo Ferino, dispuso contra el
bán este ataque frontal y fueron sorprendidos, quedando sin ini­ buque seis flecheras para tomarlo al abordaje y evitar que escapa­
ciativa de combate; mientras daban sus disposiciones para la de­ ra; a las siete de la mañana se trabó el combate frente al puerto y
fensa, llegan las naves republicanas impulsadas favorablemente por los audaces tripulantes se defendieron con tenacidad evitando ser
la fuerte corriente del río haciendo fuego directo contra el baluar­ abordados, rechazando a tiros y culatazos los esfuerzos en subir a
te español; el humo y la confusión que se origina impide a los bordo de los realistas. A las diez de la mañana la suerte les cambió
realistas reconocer la relativa debilidad de los atacantes que deci­ al comenzar a soplar una fuerte brisa que hinchó las velas del
didamente se disponen al abordaje. El buque de mayor fuerza Circe, el cual pudo alejarse velozmente hasta llegar a Juan Griego.
mandado por el Coronel español Vicente Villa explota al incen­ La acción anterior desalentó a los defensores de Carúpano y
diarse la pólvora y de inmediato saltan los republicanos al aborda­ animó a su población civil en la lucha revolucionaria, facilitando
je de las otras embarcaciones, toman todas las naves degollando a que la madrugada del 25 de noviembre el Capitán de Infantería
más de 200 infantes que las guarnecían y hacen tan sólo 27 prisio­ Diego Fuentes y José Guánchez, Corregidor de San José, pudie­
neros realistas. Cuando Córdova llega a Tenerife con su columna ran atacar la plaza con resultados favorables y apoderarse de los
ya la acción había concluido por lo rápido del ataque. buques fondeados en la bahía. El Castillo de la Muerte fue entre­
Esta acción naval generó consecuencias muy favorables para la gado por el Teniente Coronel Antonio Carbonel a intimación de
causa republicana, ya que permitió el dominio del Magdalena y de los republicanos al saberse ya vencido.
toda su zona de influencia. En la región de Los Andes se suceden otros acontecimientos
En operaciones sobre Santa Marta, el Coronel José María Ca- importantes cuando el General Miguel de La Torre retoma Baila­
rreño y el Capitán de Navio José Prudencio Padilla derrotan en dores y se acantona en la población con la vanguardia realista, y
una acción combinada al Coronel Vicente Sánchez Lima el 30 de siguiendo instrucciones de Pablo Morillo envía unos comisiona­
octubre en Río Frío, sobre el Magdalena, obligándolo a retirarse dos a Bolívar para comenzar a gestionar un Armisticio. El Liberta­
hacia La Ciénaga para no perder su vía de comunicación con San­ dor sale para Cartagena y designa a Urdaneta y a Briceño Méndez
ta Marta. El 10 de noviembre, Brión, Padilla y Carreño en acción como sus comisionados, los que atienden el 18 de agosto a los
conjunta por mar y tierra, atacan La Ciénaga y el puerto de San delegados de Morillo y oyen sus propuestas, pero sobre la base
Juan desalojando las tropas realistas allí acantonadas. La acción deseada por éste la negociación resulta infructuosa.
permite que se pueda tomar Santa Marta el día 11 sin oposición al Simón Bolívar se entrevista con el Almirante Brión en Soledad
presentarse el Almirante Brión con la escuadra frente al puerto. y con Mariano Montilla en Barranquilla, disponiendo acciones
Con la sola excepción de Cartagena, las costas neogranadinas que­ contra el sitio de Cartagena que se estrecha por tierra y pór mar.
daban en poder de los republicanos. Entra luego en Turbaco el 26 de agosto y pasa después a Mompox;
En Venezuela, la plaza de Cumaná no podía tomarse sin un desde aquí envía con su edecán Diego Ibarra instrucciones al Ge­
sitio formal por tierra y por mar, dificultándose el sitio por la neral Rafael Urdaneta para que movilice el ejército hacia Venezue­
ausencia de buques mayores que estaban fuera del país; igual si­ la, buscando mejores posiciones dentro del territorio si llega a
tuación pasaba con Carúpano. Sin embargo, el 16 de agosto se darse el Armisticio; sale de Mompox y llega a San Cristóbal el 21

154 155
de septiembre. El día 30 alcanza al ejército en Puente Chamas, a A ño 1821
tiempo de ver al Coronel Antonio Rangel vencer a Monseñor Ra­
fael Lazo de La Vega, Obispo de Mérida, quien al frente de la
tropa y de algunos civiles trataba de cerrarles el paso. El General
La Torre abandona Bailadores y retrocede ante la cercanía del
ejército patriota, lo que permite a Bolívar entrar en Mérida el
primero de octubre cuando el Coronel Ambrosio Plaza derrota al
Coronel Juan Tello y toma la ciudad. El 2 de octubre en Mucu-
chíes, Rangel vuelve a vencer al Obispo Lazo de La Vega y a Tello
diezmando las fuerzas que aún conservaban ambos. El Libertador
pasa luego a Trujillo acantonando al ejército en Sabana Larga, al
sur de Carache y ya bien adentro de Venezuela.
El General Pablo Morillo se encuentra en Carache y, conocien­
do la posición de Bolívar, le envía comisionados para seguir ade­ El Libertador sale de Barinas y llega a Bogotá el 5 de enero. A
lante con las negociaciones. Comienza entonces un intercambio de principios de febrero sale para Cúcuta y al llegar se encuentra con
correspondencia estableciendo cada quien sus condiciones, hasta la noticia de que, bajo los auspicios de Rafael Urdaneta, éste ha
que al final llegan ambos a un entendimiento que termina con la enviado al Teniente Coronel José Rafael de Las Heras a ocupar la
firma el 25 de noviembre en Santa Ana, pueblo a igual distancia ciudad de Maracaibo, lo que hizo el 29 de enero aprovechando
entre Carache y Trujillo, del Tratado de Regularización de la Gue­ que esta plaza había dado su grito de independencia el día 28. El
rra y del Tratado de Armisticio, cuya cláusula principal fija la General Urdaneta entra en Maracaibo el 8 de marzo con el Bata­
suspensión de la guerra por seis meses a partir de esa fecha. El 26 llón Tiradores.
de noviembre se entrevistan Bolívar y Morillo en el pueblo de El General La Torre le expresa a Urdaneta que el procedimien­
Santa Ana. to no es correcto en razón de hallarse suspendidas las hostilida­
Después de la entrevista El Libertador sale por la vía de Niqui- des, por lo cual sus tropas debían en el acto desocupar dicha ciu­
tao hacia Barinas, donde llega el 6 de diciembre. Este mismo mes dad; Urdaneta le contesta que no se trata de un ataque a mano
abandona Pablo Morillo el país llamado a España por el Rey, de­ armada, sino de un movimiento popular al que se habían incorpo­
jando el mando de las tropas españolas y del territorio al General rado el Gobernador y el Cabildo. La Torre le envía una nota igual
Miguel de La Torre el 14 de diciembre. a Bolívar haciéndole el mismo reclamo y éste le contesta que ha­
biéndose hecho aquel pueblo independiente de España, las tropas
de Colombia no habían ocupado territorio español y que por el
Armisticio no le estaba prohibido admitir bajo su protección a los
que se acogieran a ella. Deseaba saber si en el caso de que no se
devolviera Maracaibo se romperían las hostilidades, y dentro de
qué términos.
Aprovechando esta coyuntura envía Bolívar al Coronel Ambro­
sio Plaza a ocupar Barinas y de hecho se viola el Tratado de Armis­
ticio. Mientras Plaza cumple su encargo en el mes de marzo, el
Libertador entra en Boconó el 10 del mismo mes y sale para Apu­
re, se entrevista con Páez y regresa. Las órdenes que imparte son:

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José Francisco Bermúdez debe comenzar una diversión sobre Ca­ reserva y 4.000 reses. Cruzado el río Apure las etapas fueron rápi­
racas de inmediato, amenazando tomarla; Rafael U rdaneta debe das y cortas y Páez no tuvo inconveniente alguno, llegando el 31
salir de Maracaibo y ocupar Coro con su División, marchar luego de mayo a Tucupido. Con la caballería llegó Páez a San Carlos el 7
por Barquisimeto y encontrarse en la Montaña de Altar con Am­ de jum o y cuatro días más tarde llegó la infantería.
brosio Plaza, que mandaría el Batallón de La Guardia desde San El General Urdaneta desembarca en Los Puertos de Altagracia
Carlos; José Antonio Páez cruzaría el Apure por Puerto Nutrias y el 28 de abril con la Ia. División de La Guardia, toma la zona y
se reunirían en el mismo sitio, mientras Carlos Soublette avanzaría comienza su campaña. Ocupa Coro el 11 de mayo y deja el mando
también sobre Caracas. de la Provincia al Coronel Juan de Escalona después de organizar­
El 28 de abril se rompe formalmente el Armisticio cuando la ía política y administrativamente. El 28 de mayo continúa su mar­
caballería colombiana pasa el río Santo Domingo y ataca a los rea­ cha bajando hacia Barquisimeto, pero una enfermedad lo detiene
lista acantonados en Boconó, derrotándolos y poniéndolos en fuga. en su camino y no logra llegar a esta ciudad; entra en Carora el 8
En la misma fecha el Coronel Cruz Carrillo con 500 hombres de junio y le entrega el mando al Coronel Antonio Rangel para
inicia desde Trujillo su avance sobre Carache. Un destacamento que éste conduzca a La Guardia hasta San Carlos. El 13 de junio
de caballería al mando del Coronel Juan Gómez que avanzaba entra la División en Barquisimeto ya ocupada por Cruz Carrillo,
hacia Guanare, dispersa un destacamento realista cerca del río dejan al Batallón Maracaibo en la plaza y siguen hasta San Carlos,
Boconó, en tanto el Coronel Remigio Ramos ocupa Mijagual y adonde llegan el 16 de junio.
continúa hacia Guanarito.
El Coronel Ambrosio Plaza se adelanta con un regimiento de D iv e r s ió n d e B erm údez
caballería a ocupar la ciudad de Guanare el 10 de mayo, la cual es
desocupada por la 5a División del ejército español mandada por el José Francisco Bermúdez emprende el 28 de abril su audaz
Coronel Herrera, mientras Cruz Carrillo avanza sobre El Tocuyo maniobra con apenas algo más de mil combatientes. El primero de
y los batallones de La Guardia se mueven con lentitud hacia el mayo cruza la línea de demarcación del armisticio al pasar el río
norte. Guanare cae en manos patriotas el 13 de mayo y El Tocuyo Uñare y comienza su diversión sobre el centro del país tomando la
el 19. El General La Torre se entera de la caída de Caracas el 19 de población de Tacarigua, seguidamente el 8 de mayo vence a José
mayo y debe entonces replegar todas sus fuerzas sobre San Carlos, Istúriz y toma la población de El Guapo. Continúa su marcha y el
dejando en Araure dos Divisiones para contener a Bolívar. El Li­ 11 de mayo derrota un destacamento del General Ramón Correa
bertador fija como nuevo centro de reunión a San Carlos y avanza en Chuspita; sin detenerse ataca y vence el 12 de mayo en El Ro­
violentamente con La Guardia sobre Araure, obligando a las divi­ deo de Guatire a la División Caracas al mando del propio General
siones realistas a retirarse sobre San Carlos. El 30 de mayo llega el Correa; sigue adelante y el 14 de mayo toma la ciudad de Caracas
grueso de La Guardia a la Villa de Araure mientras su vanguardia al huir Correa por la vía de Valencia. Bermúdez refuerza sus efec­
sin detenerse prosigue sobre San Carlos; sin darse descanso, el tivos con 800 hombres de Caracas y sale en su persecución, lo
primero de junio el Coronel Ambrosio Plaza aniquila literalmente vence de nuevo en La Victoria el 18 de mayo y ocupa la población.
una unidad de caballería cerca de San José y La Guardia avanza El Brigadier Miguel de La Torre se inquieta al pensar que pue­
sin oposición hasta San Rafael de Onoto. El Libertador entra en de verse entre dos fuegos, ya que tiene al ejército de Bolívar al
San Carlos el 2 de junio mientras por el extremo opuesto salían frente y las fuerzas de Bermúdez pueden atacarlo por retaguardia.
rápidamente las divisiones españolas. Aquí se detiene Bolívar a Destina entonces al General Francisco Tomás Morales con los Ba­
esperar la llegada de Páez y de Urdaneta. tallones Burgos y Segundo del Rey sobre Bermúdez y ambos se
El Ejército de Apure inició su marcha el mismo 10 de mayo topan el 20 de mayo en Laguneta del Consejo; el jefe republicano
llevando consigo 1.500 jinetes, 1.000 infantes, 2.000 caballos de repliega sin presentar batalla, pero molestando constantemente las

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fuerzas comandadas por Morales. Se encamina Bermúdez hacia Silva ataca las avanzadas de Miguel de La Torre el 19 de junio y
los Valles del Tuy buscando ser seguido por los realistas y a finales toma la población de Tinaquillo, donde entra en la tarde el ejérci­
de mayo toma la población de Santa Lucía para seguir luego hacia to. Al amanecer del 24 de junio Bolívar se instala en el cerro Bue­
Guatire. Morales entra directamente a Caracas y sale en busca de na Vista, que domina la llanura de Carabobo, y a la vista de las
Bermúdez; en Petare entrega el mando al Coronel José Pereira y posiciones que ocupa el ejército español, comprueba que el Briga­
junto con el Burgos se regresa al Cuartel General de La Torre. dier La Torre esperaba el ataque sólo en la dirección de San Carlos
La vanguardia realista toma contacto con los patriotas en Guati­ y por la vía de El Pao, y no defendía la parte norte de la sabana. El
re y no pudiendo forzar las posiciones republicanas repliega a Gua- Libertador ordena que la 3a División al mando del Coronel Am­
renas; aquí son acosadas y se ven obligados a retroceder a Caracas. brosio Plaza fije las tropas que defienden El Abra, mientras que la
Bermúdez aprovecha la situación, reorganiza sus efectivos y ataca Ia División comandada por el General José Antonio Páez, seguida
nuevamente la ciudad capital el 23 de junio, pero es sorprendido de la 2a División al mando del General Manuel Cedeño, hagan un
en El Calvario por el Coronel Pereira a quien no logra vencer. movimiento para envolver el flanco derecho y la espalda del ene-
Bermúdez debe retirarse para no perder el grueso de sus fuerzas, migo.
pero ya su misión había sido cumplida satisfactoriamente al lograr El General La Torre dispuso sus tropas en la forma siguiente: el
dividir el ejército español acantonado en el centro del país. Batallón Valencey cubriendo el camino de San Carlos en la que­
Al replegarse sobre San Felipe la guarnición realista acantona­ brada El Naipe y defendiendo El Abra; el Batallón Hostalrich a lo
da en Barquisimeto, fue seguida por el Destacamento del Coronel largo del camino apoyándose en la quebrada de Carabobo; el Bata­
Reyes Vargas, vanguardia de las fuerzas del Coronel José de la llón Barbastro desplegado entre el zanjón de Guayabal y la pen­
Cruz Carrillo; el jefe español Coronel Lorenzo lo espera en Coco­ diente de la sabana que corre hacia El Hoyito; el Batallón Infante
rote y lo rechaza en un violento ataque obligándolo a retirarse. Al cubriendo el antiguo camino de El Pao; el Batallón Burgos y el
tener noticias el Libertador de este suceso, envía al Coronel Juan Comando cerca del cruce de las vías de San Carlos y El Pao; la
Gómez con un escuadrón de caballería en refuerzo de Reyes Var­ caballería en Tocuyito con dos escuadrones cerca del Burgos, y las
gas y da instrucciones a Cruz Carrillo de realizar una maniobra dos piezas de artillería de que disponía emplazadas en una colina
similar a la de Bermúdez con objeto de amenazar a Valencia y a al norte de El Abra.
Puerto Cabello. Al avanzar sobre Yaracuy, Cruz Carrillo iba espar­ A las once de la mañana el General Páez a la cabeza del Bravos
ciendo la voz de que su columna era la vanguardia de la División de Apure, seguido del Cazadores Británicos y de la caballería de la
U rdaneta que iba a operar directamente en la zona. El ejército División, inicia el movimiento sobre la derecha realista penetran­
español estaba acampado desde los primeros días de junio en la do en una cañada; la marcha no es muy rápida porque hay que
sabana de Carabobo y el General La Torre se alarma al saber que desmontar el terreno para facilitar el paso de la columna, pero no
toda una División opera en el norte de sus posiciones, por lo que son estorbados por el enemigo sino sólo al atravesar la colina in­
previendo un ataque por un flanco, en la madrugada del 22 de mediatamente al norte de El Abra, donde sufren el fuego de la
junio envía los Batallones Barinas y Navarra a las órdenes del artillería española.
Coronel Tello con la misión de detener a Urdaneta en San Felipe El Bravos de Apure cruza la quebrada de Carabobo y comienza
y no ver cortadas sus líneas de comunicación. el ascenso hacia la sabana, siendo recibido por el fuego del Burgos
que estaba situado en el borde superior. A pesar del fuego conti­
S egunda batalla d e C arabobo núan avanzando y se despliegan en una formación de combate más
adecuada; el Burgos desciende de sus posiciones y avanza sobre el
El Ejército Republicano comienza su movilización al llegar Páez Bravos de Apure que se desorganiza por efectos del fuego que cae
con sus tropas a San Carlos. El Teniente Coronel José Laurencio sobre ellos y hace que detenga su ataque, lo que es aprovechado
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por el Burgos que se lanza decidido al contra-ataque. En este mo­
infantería española, en el centro del campo penetraba la Segunda
mento el Cazadores Británicos, segundo batallón de la Primera
División con todo su grueso y en el sur, el Batallón Valencey retro­
División, surge de la cañada, sobrepasa el prim er escalón de la
cedía aceleradamente ante la tremenda presión que le ejercía la
sabana y entra en lucha cuerpo a cuerpo con el Burgos, el cual se
Tercera División de Plaza. La Torre y Morales se dan cuenta de
ve obligado a replegar hacia la parte superior del terreno. A me­
que han perdido la batalla y organizan su retirada. El Valencey
dia pendiente es reforzado por el Batallón Barbastro y se aferran
tiene tiempo de alcanzar la sabana y formarse en cuadro en sólido
ambos al terreno; el Cazadores Británicos se afinca también al te­
bloque, eficaz formación de la época contra la caballería, en cuyo
rreno y rodilla en tierra se mantiene firme soportando el mortífe­
centro se refugia el Comando español y poco a poco comienzan a
ro fuego de las unidades realistas, hasta que recibe el apoyo del
retroceder hacia Valencia. El movimiento retrógrado es apoyado
Bravos de Apure que se había podido reorganizar en retaguardia.
por el Batallón Infante, el cual al ser sobrepasado por el Valencey
A pesar de la tenaz resistencia enemiga el ataque republicano co­
queda empeñado en lucha con la Tercera División; intentan reple­
bra nuevo ímpetu y obligan al Burgos y al Barbastro a replegarse,
gar para unirse a aquel, pero el Batallón Rifles le corta la retirada
siendo apoyados de inmediato por el Batallón Hostalrich que se
y es atacado por retaguardia por el Batallón Granaderos, obligán­
coloca entre las dos unidades españolas para reforzarlas. dolo a rendirse.
Mientras suceden estos combates, la Segunda División de Cede-
En su afán por destrozar al Batallón Valencey y capturar al
ño entra en la sabana y corre decididamente hacia el centro de ella
Comando español, Cedeño y Plaza en persona lo atacan con sen­
para penetrar a través de la brecha que se había producido en el
das cargas de caballería, pero ambos mueren en su intento al igual
centro español, destacando dos compañías de su batallón de van­
que otros oficiales. El Valencey pudo escapar esa noche hacia Va­
guardia en auxilio de las unidades republicanas de la Primera lencia y al día siguiente se encerró en Puerto Cabello.
División de Páez. Con esto se equilibran nuevamente las fuerzas de
El Coronel Rangel bloquea Puerto Cabello y le pone sitio a la
infantería en la parte noroeste de la sabana.
población mientras Bolívar marcha a Caracas, donde entra el 29
Ante esta situación, Bolívar envía instrucciones a Páez y a Cede-
de junio. Al tener noticias del avance de El Libertador sobre la
ño para que aceleren los movimientos de sus tropas y ordena a
capital, el Coronel José Pereira abandona la ciudad y se retira a La
Plaza, que comanda la Tercera División, a que ataque por el sur de
Guaira; al serle negada la protección de la escuadra francesa surta
la sabana para forzar la resistencia realista. Simultáneamente, La
en el puerto, al mando del Contralmirante Pedro Roque Jurien de
Torre ordena a su caballería cargar sobre el Bravos de Apure y el
la Graviére, se ve obligado a entregar al gobierno republicano la
Cazadores Británicos, situados en el extremo izquierdo de la for­ división que comandaba y capitula ante Diego Ibarra. El primero
mación patriota, a fin de hundir el frente republicano y aliviar la de agosto parte de nuevo Bolívar para Bogotá.
presión sobre sus propias tropas, ya que la línea avanzaba lenta­ En el mes de septiembre se disponen operaciones militares en
mente pero segura sobre el terreno. Dos escuadrones realistas avan­ la Provincia de Coro ordenadas por los generales Rafael Urdaneta
zan para cargar de flanco, pero son rechazadas por la guardia yJusto Briceño, llevadas a efecto por los coroneles Juan de Escalo­
personal del General Páez y por su Estado Mayor; en este momen­ na, Reyes Vargas, León Pérez, Reyes González y Juan Gómez. Las
to ingresa al campo el grueso de la caballería de la Primera Divi­ fuerzas realistas en la zona eran comandadas por los también Co­
sión, un poco más arriba y por detrás de las líneas españolas; ante conetes Manuel de la Carrera y Colina, Juan Tello y Pedro Luis
esta imprevista aparición, la caballería realista que en ese instante Inchauspe. Informado el Capitán General de la Provincia, Briga­
se movía para cargar, se sorprende y desorganiza huyendo del dier Miguel de La Torre, de esta situación conflictiva y habiendo
campo de batalla por la vía de El Pao. logrado concentrar en Puerto Cabello más de 2.000 efectivos, pre­
La batalla entra en su fase decisiva en horas de la tarde. Mien­ para una expedición y embarca en algunas unidades 450 infanta ,
tras en el norte la caballería de Páez ataca la retaguardia de la saliendo el 12 de diciembre por mar en auxilio de sus fuerzas o
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163
por interés en salir del Puerto. El día 14 desembarca en Los Ta­ cipal de la boca del río, dejando cortadas sus comunicaciones con
ques, al oeste de Paraguaná, para trasladarse por tierra a las pobla­ la plaza, los sitiados solo tienen dos opciones, combatir hasta mo­
ciones de Coro y de La Vela; se reúne con las tropas del Coronel rir o capitular. Eligen la segunda y el 14 de octubre capitulan ante
Manuel Carrera y Colina y ocupan Coro el 19 de diciembre; avan­ Bermúdez el Teniente de Navio Francisco de Sales Echeverría,
zan enseguida sobre La Vela y le ponen sitio al verla fortificada, Comandante de las Fuerzas Sutiles, y el Capitán Juan Bautista de
atacando por dos veces consecutivas el puerto con resultados ne­ Inrusarri, Comandante del Fuerte. La guarnición de la plaza se
gativos. Hacen una falsa retirada el 29 de diciembre con objeto de encuentra encerrada a consecuencia de los encarnizados combates
atraer al Jefe republicano Coronel Juan Gómez, quien efectiva­ y sin medios para subsistir, por lo que ante este acontecimiento y
mente sale de sus atrincheramientos buscando perseguirlos, pero sin posibilidades de poder continuar la defensa, el Gobernador de
los realistas se dan vuelta y lo atacan de frente por lo que Gómez Cumaná, Coronel José Caturla resuelve igualmente capitular ante
debe regresar a sus anteriores posiciones donde es nuevamente Bermúdez el día 16, cuando es ocupada la ciudad por las fuerzas
sitiado, esta vez más débil por las pérdidas de tropas y de material. republicanas.
No pudiendo aguantar más tiempo el sitio, el Coronel Gómez tuvo
que capitular el 9 de enero de 1822. La Torre regresa luego a C am paña del sur
Puerto Cabello dejando encargado de la Provincia de Coro al Co­
ronel Juan Tello. Paralizadas las operaciones en Venezuela y en el norte de la
El primero de octubre el Brigadier Gabriel Torres capitula el Nueva Granada al entrar en vigencia el Tratado de Armisticio con­
Arsenal de Cartagena ante el General Mariano Montilla, al hacér­ certado en Trujillo entre Bolívar y Morillo, el Libertador fya su
sele insostenible el rígido sitio mantenido por éste y por la escua­ atención en el sur de Colombia y en la Capitanía General de Qui­
dra al mando del Almirante Luis Brión. to. Confiado en la capacidad del General Antonio José de Sucre lo
En el oriente venezolano, a finales de julio comienzan el Gene­ designa Jefe de las tropas patriotas que operan en Pasto y Popayán
ral Juan Bautista Arismendi y el Capitán de Navio Agustín Arma­ y posteriormente, Comisionado Especial ante la Junta Suprema de
rio a organizar en Cariaco una expedición por tierra y por mar Gobierno de Guayaquil instalada el 9 de octubre de 1820.
contra Cumaná; cuando todo estaba dispuesto asume el mando el Sucre llega a Salto de Mayo el 3 de febrero de 1821 en momen­
General José Francisco Bermúdez y marcha sobre la ciudad, cuyo tos en que las tropas republicanas vienen en plena retirada, a con­
puerto bloquea a principios de septiembre, estableciendo su Cuar­ secuencia de la derrota que el General Sebastián de La Calzada les
tel General en Los Bordones. Toma la batería de San Luis, donde infligió el día 2 en Jenoi, asumiendo el mando de inmediato y
monta un cañón que enfrenta a la batería principal de la boca del reorganizando las tropas. Entrega el mando de las fuerzas al Ge­
río Manzanares, causándoles bastante daño y enseguida toma la neral Pedro León Torres en Popayán y se embarca en el puerto de
batería de San Fernando, algo más avanzada, donde instala otro Buenaventura, llegando a Guayaquil el 14 de febrero.
cañón; las fuerzas navales comandadas por el Capitán de Navio La Junta Suprema acepta que asuma la dirección de la guerra
Sebastián Boguier mantiene un férreo sitio por mar, cortando a cuando el Gobernador Aymerich penetra en un avance ofensivo
los sitiados todo tipo de víveres y de suministros. El 26 de septiem­ sobre Guayaquil. Sucre marcha con un cuerpo de 1.200 efectivos
bre se apoderan los republicanos de tres goletas fondeadas en el los primeros días de agosto y se establece en Babahoyos, posición
puerto, en un ataque combinado de la columna del Capitán Juan central que le permite controlar los movimientos de Aymerich,
Santos que se había apostado en la playa y de dos flecheras al situado con 2.000 hombres en Sabaneta, y de González, que con
mando de Juan Fariñas y Pedro Becerra, tras un fuego intenso de 1.000 efectivos se encuentra en Cuenca. Contiene con falsos movi­
cañón y fusiles que dura tres horas. Entre los días 12 y 13 de mientos a Aymerich, le impone un repliege en Sabaneta y aprove­
octubre se levantan dos trincheras a tiro de fusil de la batería prin­ cha para caer a marchas forzadas sobre González, a quien bate y
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destruye completamente en Yaguachí el 19 de agosto. Se vuelve
entonces contra Aymerich, pero éste se retira hacia Río Bamba
dejando la ruta cubierta de bagajes y dispersos dada su rápida
marcha. Avanza inmediatamente Sucre para interponerse entre
aquél y Quito, e inesperadamente encuentra al ejército realista
sólidamente posesionado en la llanura de Huachí el 12 de sep­

BATALLA DE CARABOBO
MOVIMIENTOS PREVIOS
tiembre; el General José Mires, que comanda la vanguardia pa­
triota, se empeña aisladamente y en forma impetuosa contra Ayme­
rich sin dar tiempo a ordenar un plan de batalla y sin esperar al

1821
grueso de ejército. El éxito favorece a los realistas y Mires cae
prisionero, Sucre apenas puede salvarse con 100 hombres rumbo
a Guayaquil.
Simón Bolívar parte el 13 de diciembre hacia el sur desde Bo­
gotá con un ejército de 3.000 hombres a restablecer la situación,
aprovechando que los Generales Manuel Valdez y Pedro León
Torres se encuentran en el Cauca controlando la zona. Bolívar va

DE TROPAS
a seguir la ruta Bogotá-Purificación-Neiva-Cali, buscando llegar a
Guayaquil para reunirse con Sucre, reorganizar las tropas y esta­
blecer un plan de operaciones, procurando además reunir las tro­

DESPLAZAMIENTO
pas guayaquileñas y peruanas que a las órdenes del Coronel Santa
Cruz le envía el General José de San Martín, gracias a las gestiones
diplomáticas del Coronel Diego Ibarra.

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167
A ño 1822 Hacienda de Segura vence a los pastusos que lideraban un movi­
miento contrario a las ideas libertarias. Continúa adelante y el 20
de abril en El Peñol se sorprende al encontrarse de nuevo con el
Coronel Basilio García al frente de numerosa tropa, quien lo de­
tiene en su avance pero sin atacarlo; ambos ejércitos permanecen
observándose sin moverse de sus posiciones.
Paralelamente, Antonio José de Sucre abre operaciones por su
lado y busca al ejército del Gobernador Gaspar Aymerich en las
serranías. El 21 de abril en Río Bamba, bajo el Chimborazo, se
topan con la vanguardia realista comandada por el Coronel Tolrá,
cuando practicando un reconocimiento la infantería republicana
al mando del Coronel Diego Ibarra, se ve de frente con la caballe­
ría española. Ibarra no pierde tiempo y ataca violentamente, lo­
Simón Bolívar comienza el primero de enero su campaña para grando imponer la sorpresa y derrotar a los enemigos al no darles
expulsar del territorio sudamericano al resto de las tropas españo­ tiempo para organizarse en plan de batalla. Este es un raro caso de
las que dominan regiones más al sur, cuando se pone al frente del estrategia militar donde la infantería vence a la caballería.
ejército en Cali y marcha por el camino que conduce a Popayán,
donde llega el 31 de enero, rumbo a Pasto. B atalla de P ic h in c h a
Durante el trayecto obtiene algunas victorias parciales hasta que
el 7 de abril, en la falda occidental del volcán Galeras, libra El Mientras los realistas siguen en retirada, Sucre rápidamente
Libertador la batalla de Bomboná contra el Coronel Basilio Gar­ ocupa Río Bamba y luego Ambato, donde permanece hasta el 12
cía, quien al frente de 2.000 efectivos lo espera tratando de sor­ de mayo esperando al Batallón Magdalena de 800 plazas que le
prenderlo. García se ha colocado en las alturas de la pendiente envió Bolívar desde Popayán. El Mariscal de Campo don Melchor
dominando la parte baja del volcán, lo que facilita sus movimien­ Aymerich mueve su Ejército sobre la cordillera tratando de man­
tos; Bolívar inmediatamente toma la iniciativa buscando hacer ba­ tener a Quito, cerrándole el paso por los angostos senderos de la
ja r de sus posiciones a los realistas, quienes convencidos de poder serranía a las tropas del General Sucre, quien busca a su contra­
arrollar a los republicanos lanzan en su contra toda la infantería. rio. Sucre remonta las heladas y nebulosas cumbres del Cotopaxi
El Ejército Patriota trata de aguantar la embestida en los primeros el día 16, flanqueando con un atrevido movimiento por la izquier­
momentos del combate, pero al poco tiempo debe comenzar a ce­ da al ejército realista, desciende al Valle de Chillo tratando de
der posiciones ante lo ventajoso del ataque realista; Bolívar intuye interponerse en la línea de retirada del adversario hacia la capital,
que debe tomar una rápida decisión antes que se disperse la infan­ mas el enemigo se escapa replegándose a las colinas de Puengasi
tería, pues la batalla se perderá en ese preciso momento, y gira que separa a Quito del Valle de Chillo. Sucre busca el combate
instrucciones al General Pedro León Torres, quien en una acción varias veces, pero el enemigo se niega a dárselo. Decide subir a las
heroica decide la batalla con una contundente carga de caballería alturas del Pichincha la noche del 23 tratando de alcanzar una
que dispersa al ejército realista. León Torres sin embargo es heri­ extensa loma que domina Quito, remontando toda la noche una
do de consideración y cuatro meses y medio después fallece en pendiente y escabrosa senda; antes de coronar la meseta y para no
Yacuanquer, pueblo cercano a Bomboná, un 22 de agosto. Había ser notados por los cuerpos de observación de los realistas, las
nacido en Carora el 25 de junio de 1788, tenía 34 años de edad. tropas de 3.200 efectivos hacen alto para descansar y tomar el ran­
Desde Bomboná pasa Bolívar a Pasto, donde el 18 de abril en la cho. Al conocer Aymerich que la intención de Sucre es caer sobre

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Iñaquito y obstruir su vía se suministros y refuerzos provenientes masas que estaban en el campo de batalla. El movimiento quebran­
de Pasto, mueve rápidamente su ejército hacia las faldas del Pi­ ta la resistencia española, que ve comprometida toda su línea, y ya
chincha para impedirlo y obtener ventajosa posición para el sin capacidad de respuesta y agotados sus esfuerzos, dispersa sus
combate. efectivos y comienza una desordenada retirada. Los realistas hu­
A las 10 de la mañana del 24 de mayo los puestos avanzados de yen precipitadamente al comenzar la persecución, dejando en el
los patriotas dan cuenta de la aproximación de tropas realistas por campo 600 hombres entre muertos y heridos, mil cien prisioneros
el otro lado de la lometa; la compañía de Cazadores de Paya es de tropa, ciento sesenta jefes y oficiales, catorce piezas de artille­
adelantada y ataca sorpresivamente a los realistas cuando estos co­ ría, y todo cuanto poseía, mientras los patriotas tuvieron alrede­
ronan las alturas. La División Peruana al mando del Coronel An­ dor de 400 bajas. En la acción se destacó José María Córdova,
drés Santa Cruz destaca una compañía del batallón Trujillo en quien con sus ataques destrozo las divisiones mandadas por los
apoyo de la del Paya, mientras el resto del batallón se empeña por coroneles Nicolás López y Carlos Tolrá, y el capitán ecuatoriano
la derecha de la línea para contener las líneas enemigas que tratan Abdón Calderón, quien con cuatro heridas en su cuerpo siguió
de flanquearlos, dando tiempo a que los demás cuerpos culminen combatiendo.El día 25 Sucre complementa su éxito otorgando
su ascensión. El General Sucre entra en este momento al campo a honrosa capitulación al General y Gobernador Melchor Aymerich
la cabeza del Piura, del Yaguachi y del Magdalena; destaca al bata­ y a su Ejército, logrando la liberación del Ecuador, que había
llón Piura a mantener la derecha del Trujillo y al Yaguachi a su dado su grito revolucionario el 10 de agosto de 1809. Como conse­
izquierda, en el centro del campo, mientras que dos compañías cuencia de la Batalla de Pichincha los Departamentos del Guayas
del batallón Magdalena al mando del Coronel José María Córdo­ se incorporan a la Gran Colombia.
va, debe ejecutar un rodeo por la izquierda del campo para caer Al conocer los resultados de esta batalla el Coronel Basilio Gar­
sobre la retaguardia enemiga, lo que no puede lograr por no en­ cía, quien le cerraba el paso a Bolívar en El Peñol, se da cuenta de
contrar caminería y retrocede quedando de reserva. que se encuentra entre dos fuegos y se rinde ante éste por Capitu­
Después de hora y media de combate el flanco derecho republi­ lación, entregando todo el material de guerra que tenía, lo que
cano donde estaban los batallones Trujillo y Piura, comienza a permite a Bolívar libertad de acción para intervenir directamente
ceder posiciones al escasearle las municiones por lo rudo del com­ en el Perú, que constituía el centro de la dominación española en
bate, las acciones se nivelan cuando el Cazadores de Paya rápida­ América. Sucre es ascendido a General de División por esta bri­
mente reemplaza a la División Peruana y contiene al enemigo con llante actuación.
una formidable carga a la bayoneta. El flanco izquierdo patriota se El Libertador sigue la ruta de Pasto a Ipiales y luego hacia
convulsiona cuando tres compañías realistas del Aragón comien­ Ibarra en busca de Quito, ciudad a la que llega en el mes de junio
zan a escalar las alturas; de inmediato Sucre dispone en su contra y donde va a conocer a Manuelita Saenz; el 13 de julio entra final­
al batallón Albión, que al entrar en acción se sostiene en el terreno mente a Guayaquil. Los días 25 y 26 de julio se entrevista con el
y frustra las aspiraciones enemigas. La batalla dura ya dos horas General José de San Martín, Protector del Perú, quien años más
cuando en el ala derecha republicana el Paya se desgasta, se le tarde expresó que su reunión con Bolívar fue para solicitarle que
ordena replegarse al mismo tiempo que el Coronel José María ayudara al Perú a terminar la guerra; él estaba delicado de salud,
Córdova con las dos compañías del Magdalena entra en combate había una situación política interna muy compleja y Perú carecía
con una desconcertante carga que desbanda los batallones realis­ de tropas republicanas eficientes, por lo que su intervención era
tas. El momento es crucial y lo aprovecha Sucre, quien ordena vital. Además, San Martín iba a renunciar al Protectorado y reti­
una carga del Yaguachi que se había reaprovisionado, mientras el rarse del país apenas regresara. Este pedimento hizo cambiar los
ala izquierda republicana con el Batallón Albión a la cabeza escala planes militares y políticos del Libertador, ya que debía asumir la
las alturas y expulsa a los realistas que se precipitan contra las labor comenzada por San Martín de liberar a Perú, para lo cual

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había que trazar nuevos planes e informar al Congreso de la Nue­ instrucciones para que consolide la Provincia de Coro y le confía
va Granada, lo que ocasionará grandes trastornos en su ya compli­ el mando de las operaciones. Esta Provincia y la costa oriental del
cada actividad. San Martín va a renunciar ante el Congreso Cons­ Lago estaban en poder de los realistas y contra ellos se abrieron
tituyente de Perú el 20 de septiembre, retirándose de la vida mili­ operaciones en el mes de febrero, combatiéndose por mar y tierra
tar y de su país. durante cinco meses casi a diario. Morales se pone en marcha,
llega a El Tocuyo de la Costa el primero de marzo y toma el mando
A c c io n e s e n V enezuela de la provincia con 3.400 veteranos; Carlos Soublette de inmedia­
to toma medidas para recuperar la zona apenas conoce la noticia
En Venezuela se suceden una serie de acciones y acontecimien­ de esta movilización.
tos tendientes a consolidar la victoria lograda en la segunda batalla Entre el 5 y el 6 de marzo entra Morales a Coro y se entera de
de Carabobo. En febrero de 1822 es nombrado el General José que el Coronel José Rafael de Las Heras ha salido de Maracaibo y
Antonio Páez Comandante General del Departamento de Vene­ avanzado hasta Casigua con 1.200 infantes, 100 lanceros y dos
zuela, que comprendía las Provincias de Caracas y Barinas; el Ge­ piezas de artillería, para oponerse a sus aspiraciones. Sale de Coro
neral José Francisco Bermúdez es nombrado Comandante Gene­ el 20 de marzo dispuesto a enfrentarlo con fuerzas superiores com­
ral del Departamento del Orinoco, que comprendía las Provincias puestas de 2.100 infantes, 300jinetes y 50 artilleros, pero su mar­
de Guayana, Cumaná, Barcelona y Margarita; el Contralmirante cha es lenta y permite a Las Heras cruzar el Lago y retroceder a
Lino de Clemente y Palacios es nombrado Comandante General Maracaibo en busca de refuerzos.
del Departamento del Zulia, con las Provincias de Mérida, Truji­ Los republicanos atraen el grueso del ejército de Morales hacia
llo, Coro y Maracaibo, y el General Carlos Soublette, quien ya Maracaibo, lo que permite a Páez operar con más libertad en el
tenía el cargo de Director Supremo de la Guerra en el Distrito sitio de Puerto Cabello, y a Carlos Soublette ordenar invadir Coro
Norte, es nombrado Intendente General del Departamento de con 2.000 infantes y 200 hombres de caballería ligera al mando del
Venezuela. Este nombramiento originó fuertes fricciones entre Coronel Judas Tadeo Piñango. Este inicia sus operaciones desde
Soublette y Páez, quien aspiraba el mando supremo y completo en Barquisimeto el primero de abril llegando a Cumarebo el día 15,
su Departamento. desde donde destaca al Coronel Carlos Núñez a La Vela mientras
El General José Antonio Páez establece su residencia y Cuartel él continúa hacia Coro. Núñez comienza su avance y se encuentra
General en la ciudad de Valencia, desde la cual se movía hacia con el Coronel Juan Tello en Chipare, a quien logra derrotar el 17
diferentes partes de la zona cada vez que era necesario. Con el de abril, el mismo día que Piñango ocupa la ciudad de Coro, pero
Batallón Granaderos de La Guardia bajo su mando, el 26 de febre­ víctima sus tropas de una fuerte epidemia que le ocasiona muchas
ro en el campo de Vigirima ataca y vence unas columnas realistas bajas decide abandonar la ciudad al no poder defenderla de un
que amenazaban el centro del país; sigue hasta Patanemo para ataque de Morales, por lo que vía Pedregal retrocede hasta Carora.
sorprender al destacamento realista que lo guarnecía, logrando su En los Puertos de Altagracia recibe Morales el 20 de abril la
cometido el 8 de marzo; pasa luego a Borburata tratando de comu­ noticia de la derrota de Tello en Chipare y la caída de Coro, y por
nicarse con el Capitán de Navio Renato Beluche, quien se prepa­ temor de verse acorralado entre dos fuegos decide retirarse orde­
raba para ponerle sitio a Puerto Cabello por mar, no puede lograr nando un ataque de diversión contra Maracaibo para cubrir la
la comunicación y regresa a Valencia, de donde sale de inmediato misma; destina entonces al Teniente Coronel Lorenzo Morillo con
para sitiar a Puerto Cabello por tierra. 600 hombres para operar por Perijá y al Capitán Juan Ballesteros
Por su parte, el Brigadier Miguel de La Torre ha regresado a con 216 hombres para atacar por el lado contrario la ciudad, lo
Puerto Cabello después de su acción en Coro y en La Vela, y como que ambos efectúan el 24 de abril.
tenía fricciones con el General Francisco Tomás Morales, le gira Morillo desembarca en La Cañada y se interna por Perijá mien­

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tras Ballesteros lo hace un poco más arriba de El Empedrado y se dona su campo el 3 de junio y se dirige también a Dabajuro, don­
dirige hasta el hato Juana de Avila, distante media legua de la de ambos contendores acampan el día 6. El 7 de junio inician los
ciudad, donde toma posiciones. El Contralmirante Lino de Cle­ republicanos un intenso combate contra casi el doble de las fuer­
mente ataca resueltamente en Perijá a Lorenzo Morillo, quien des­ zas realistas, perdiendo los primeros que se retiran vía Pedregal
pués de resistir fuertes ataques resuelve capitular pactando que hasta Carora con la mayor parte de sus efectivos. En Carora se
sea enviado a Cuba. Por su parte el Coronel José Rafael de Las reorganizan y emprende por tercera vez el General Soublette ope­
Heras es enviado contra el Capitán Juan Ballesteros a quien ataca raciones contra Coro el 10 de julio en combinación con la Divi­
el mismo día 24 con bastante ímpetu; en la violencia del combate sión del Zulia, al mando del Coronel alemán Julio de Reimboldt.
se sucede un asalto a las defensas contrarias y Rafael de las Heras El 16 de julio Morales se embarca en La Vela con destino a Puerto
cae sin vida, pero sus tropas continúan en la acción y toman las Cabello, en los buques que al mando del Capitán de Navio Angel
trincheras enemigas a sangre y fuego; Ballesteros, se defiende como Laborde le ha enviado Miguel de La Torre, y el día 23 de julio
tigre acorralado hasta que la metralla le destroza la mandíbula Soublette ocupa Coro y La Vela, pero temeroso de que los realistas
inferior y cae vencido ante los republicanos. Cuenta la historia pusieran en peligro la Provincia de Carabobo, se desplaza hacia
que llevado con vida ante el Contralmirante Clemente, éste le re­ Valencia dejando en Coro una fuerte guarnición.
clamó que cómo era posible que un coriano como él luchara con­ El General Morales ha ido a Puerto Cabello a encargarse de la
tra la independencia de su patria cuando en cambio Rafael de Las Capitanía General de Venezuela, ya que el General Miguel de La
Heras, que era cubano, había dado su vida por ella; sosteniendo Torre es destinado a ocupar igual cargo en Puerto Rico. Morales
su mandíbula con la mano izquierda Ballesteros con la derecha se empeña en la reconquista de Maracaibo y para hacer creer a los
trazó sobre la tierra la frase “Viva el Rey”, ante lo cual Clemente republicanos que va invadir el centro, destaca unas guerrillas en
consideró que el coriano defendía con heroico valor su causa y la línea Las Trincheras-Las Cumbres-Vigirima; informados Páez y
ordenó enseguida que fuera llevado a Maracaibo para tratar de Soublette de este despliege preliminar concentran sus tropas en el
salvarle la vida; no pudo sobrevivir pero le tributaron los honores valle de Naguanagua los días 11 y 12 de agosto a la espera de un
militares correspondientes. ataque frontal, ataque que nunca se da; ante esta incertidumbre
Mientras estos sucesos se dan en el Zulia, Morales se dirige a Páez se mueve sobre Puerto Cabello y la ataca el 17 de agosto.
Zazárida con intenciones de embarcarse para Puerto Cabello, pero Morales dispone el retiro de sus fuerzas el 24 de agosto, deja el
al conocer la retirada de Piñango ordena a Tello reunirse con él mando al Brigadier Sebastián de La Calzada y con 1.200 soldados
en Urumaco para em prender de nuevo la marcha hacia Coro y en 14 embarcaciones zarpa el día 25 rumbo a Curazao; se avitua­
reconquistar la ciudad. En este punto los historiadores no se po­ llan y desembarcan el 29 de agosto en el pequeño puerto de Cojo-
nen de acuerdo sobre si Morales tenía verdaderas intenciones de ro, en la costa oriental de la Goajira; envía sus buques a la Barra
tomar Maracaibo; algunos opinan que su reunión con Tello era del Lago para llamar la atención y marcha por tierra hacia el sur,
para avanzar de nuevo sobre los Puertos de Altagracia y caer sobre rumbo a Maracaibo. Toma el puerto de Sinamaica el 2 de septiem­
esta ciudad, pero si esto fuera cierto no se justifica el que antes no bre al desalojar de sus posiciones al Coronel Francisco María Fa-
hubiera avanzado personalmente sobre ella, sino que más bien ría, quien defendía el paso y las barcazas que servían para cruzar
enviara a Morillo y a Ballesteros con pocos efectivos. el río, y pasa sus tropas a la margen derecha del Sucuy.
Carlos Soublette rehace las fuerzas del Coronel Judas Tadeo El Contralmirante Lino de Clemente destaca de inmediato al
Piñango y de seguidas inicia su segunda operación ofensiva. Sale Coronel Carlos Luis Castelli con una División a Paso del Mono,
de Carora el 18 de mayo; el día 23 derrota en Pedregal una colum­ única ruta que podía tomar Morales después de atravesar el río. El
na realista al mando del Coronel Simón Sicilia y se dirige a Daba- 4 de septiembre se encuentran ambos en Zuleta o Marimonda,
juro en busca de Morales, vía Urumaco y Zazárida. Morales aban­ trabándose en violento combate que dura varias horas, y aunque

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Castelli reduce a Morales a unos manglares, ha de retirarse ante la do tuviera la certeza que Morales ya estaba en Maracaibo. Sardá
falta de pertrechos y la superioridad numérica del enemigo. desacato las órdenes recibidas, atravesó la Goajira, se apoderó de
Al saber Clemente que el adversario ha sobrepasado las fuerzas Sinamaica y se dispuso a pasar el río Sucuy por Puerto Guerrero.
dispuestas en su contra, le sale al encuentro con 700 hombres y lo Morales observaba sus movimientos y al darse cuenta de sus inten­
espera el 6 de septiembre en Salina Rica donde le presenta batalla. ciones cruzó rápidamente el río con 1.800 infantes y 200 hombres
Tras un encarnizado y tenaz combate cede Clemente ante el empu­ de caballería y ante la pasividad de Sardá lo atacó con ímpetu el 13
je de la mayor fuerza y cantidad de tropa de Morales, declarándo­ de noviembre en la llanura de Garabulla, trabándose un reñidísi­
se en derrota y dejando en el campo 322 bajas entre muertos y mo combate por mas de dos horas donde le dio una espantosa
heridos. Regresa a Maracaibo y buscando que lo persigan se em­ derrota a Sardá, quien hubo de retroceder apresuradamente rum­
barca hacia Gibraltar, al sur del Lago, con trescientos infantes y bo a Río Hacha.
los buques mercantes surtos en el puerto, encargando especial­ En la región sur de la Nueva Granada, en la Provincia de Pasto,
mente al Comandante de las Fortificaciones de la Barra, Coronel que en ocasiones fue aliada de los republicanos y en otras adversa
Natividad Villasmil, abstenerse de negociar con Morales y resistir a la causa independentista, se rebela a fines de noviembre un coro­
a toda costa hasta que reciba refuerzos. Villasmil no cumple la nel de apellido Boves, según algunos historiadores sobrino de aquel
orden, y con posibilidades de resistir el tiempo que quisiera capi­ tirano de Venezuela en 1813 y 14, José Tomás Boves. Sucre le sale
tula el 9 de septiembre sin ofrecer la más leve resistencia, entre­ al encuentro para detener una rebelión y lo vence el 24 de diciem­
gando las fortalezas de San Carlos, Zapara, San Fernando y Bajo bre en el sitio de Yacuanquer con su conocido movimiento de
Seco. Para este día Morales es dueño de la Provincia de Maracaibo flanco, ayudado con una acción heroica del Coronel Arturo San-
con toda su importancia estratégica. ders. El día 25 se vuelve a encontrar con Boves, quien opone tenaz
Cuando Carlos Soublette recibe información de los primeros resistencia en las alturas de Pasto, pero Sucre ocupa sus posicio­
movimientos de Morales a principios de septiembre, dispone de nes a sangre y fuego y con una contundente carga de caballería del
inmediato el envío de una expedición marítima al mando del Ca­ Coronel José María Córdova destroza completamente a Boves y
pitán de Navio Renato Beluche con órdenes de desembarcar en sus pastusos, quienes deben salir huyendo por las montañas en
Coro 800 soldados y seguir a Maracaibo para auxiliar a Clemente. dirección al Marañón para salvar sus vidas.
Beluche se presentó en la Barra del Lago el 19 de septiembre, diez El Capitán General Francisco Tomás Morales no se queda inac­
días después de la capitulación de Villasmil, y como no subían a tivo yjunto con el Brigadier Sebastián de La Calzada intentan una
bordo los prácticos que debían conducirlo envió el día 20 al Casti­ invasión a las Provincias de Trujillo y Mérida. El 29 de diciembre
llo de San Carlos una lancha con cuatro tripulantes para recoger­ arriban a Gibraltar, puerto situado al sur del Lago de Maracaibo,
los. Como éstos no regresaron, dio por cierto que la fortaleza se en una fuerte expedición compuesta por 600 efectivos del Batallón
hallaba en manos realistas, levó anclas y regresó a La Guaira. Valencey, 600 del Cazadores, 80 hombres del Burgos, 30 caballos y
Tan pronto se conocieron estos hechos el Gobierno de Bogotá una pieza de artillería, a bordo de diez buques mayores. El Con­
dio órdenes al Comandante General del Magdalena, General Ma­ tralmirante Lino de Clemente, quien con sus 300 hombres se en­
riano Montilla, para que enviara una expedición sobre el Zulia y contraba en Betijoque, verifica el reconocimiento del enemigo sin
comisionó al Capitán de Fragata Gualterio D’Chitty para equipar presentar batalla por lo desigual de sus fuerzas y se retira tenién­
buques de guerra con las mismas intenciones. Con la mayor celeri­ dolo siempre a la vista. Morales rápidamente ocupa la ciudad de
dad el General Montilla pasó a Río Hacha con 1.000 infantes y 300 Trujillo el 30 de diciembre y se dirige desde aquí a la población de
jinetes que pudo reunir y los puso al mando del Coronel José Mendoza, destinando a Calzada a ocupar Escuque con la mitad de
Sardá, a quien instruye para recuperar el terreno hasta las orillas sus tropas.
del Sucuy pero sin presentar combate y no pasar de allí sino cuan­

176 177
A ño 1823

/'x

Al moverse Morales sobre la población de Mendoza y dirigirse


Galzada sobre Escuque, Clemente destaca a Cruz Carrillo con una
pequeña columna sobre Trujillo, logra sorprender al comandante
ECUADOR realista con toda su guarnición, que cae prisionera y toma la ciu­
dad el 5 de enero. El General Rafael Urdaneta avanza sus tropas
desde el norte de Santander hacia Boca de La Grita para contener
una invasión de Morales y se entablan combates parciales entre las
avanzadas de vanguardia de ambos ejércitos sin mayores conse­
cuencias. Las tropas realistas retroceden entonces ordenadamente
mientras Urdaneta baja hada Encontrados. El Contralmirante Cle­
/
mente recibe de refuerzo el 7 de enero una columna de Coro de
600 hombres al mando del Coronel Andrés Torrellas, agrupa todos
PERU sus efectivos y el día 21 junto con Cruz Carrillo sorprenden a Mora­
les en Bailadores y lo derrotan, comenzando de inmediato a perse­
guirlo para no darle dempo a reorganizarse. Mientras tanto, las
CAMPANA DEL SUR fuerzas de los coroneles Manuel Manrique y José de la Cruz Pare­
1822
^ r = 3 °
des, que comienzan a operar sobre la zona de Gibraltar destrozan la
EDGAR ESTEVES división de Sebastián de La Calzada, por lo que al verse Morales y
Calzada acosados y sin posibilidad alguna de poder hacer frente a lo
COMBATE
que se avecinaba, deciden retornar a Maracaibo con menos de la
DESPLAZAMIENTO DE TROPAS mitad de los 1.500 hombres que llevaron.

B atalla N aval d e l L ago de M a r a c a ib o

Desde su Cuartel General en Soledad, el General Mariano Mon­


tilla decreta el 15 de enero el bloqueo general de las aguas del

179
178
Golfo de Venezuela y la entrada de la Barra de Maracaibo. Se cía la orilla occidental del Lago y atracar en el puerto de Maracai-
reúne más tarde con los Capitanes de la Armada Renato Beluche, o. La escuadra republicana se encuentra en estos momentos atas­
Nicolás Joly y Walter Chitty, y deciden forzar la Barra para atacar cada en los Puertos de Altagracia, un poco más al sur, donde ha
Maracaibo por agua; se le comunica el proyecto al Contralmirante debido retirarse para reponerse después de varios combates en la
José Prudencio Padilla y comienzan a preparar la expedición apro­ Barra. Desde el 21 de julio se espera el combate final, pues el
visionando buques y navios secretamente. Estando ocupados en Almirante Padilla conoce la intención de Laborde y ocupa posi­
estos menesteres se reciben de noticias de que la escuadra del Ca­ ciones favorables para ganar el viento y atacar la escuadra realista
pitán de Navio Angel Laborde y Navarro, Segundo Jefe de la Es­ si intentan pasar hacia Maracaibo, lo cual esta dispuesto a impedir.
cuadra Española en América Septentrional, había zarpado de La El Capitán de Navio Laborde se moviliza el 23 de julio y se libra
Habana el 3 de abril con refuerzos significativos; se pensó enton­ un nuevo combate naval en la Barra, de corta duración pero de
ces que era mejor acometer esta acción de inmediato ante la posibi­ fuertes efectos en ambos bandos, ya que hay varios muertos y heri­
lidad de que Laborde prestara apoyo a Morales en Maracaibo obs­ dos y algunas naves sufren serios daños en el velamen y en la
truyendo la maniobra planeada. Así fue decidido el 3 de mayo en arboladura, la escuadra realista sin embargo logra pasar de largo y
una Junta de Guerra en Los Taques, a bordo de la Corbeta Cons­ fondea en Maracaibo en línea de combate. La escuadra republica­
titución. na se reagrupa e intenta en dos ocasiones atacar, pero el viento
Padilla da la atrevida orden el 7 de mayo y las naves de la escua­ cambia de pronto en ambos casos y se decide esperar hasta el día
dra republicana, compuesta por cinco bergantines, siete goletas de siguiente, aprovechando para dar descanso a las tripulaciones.
guerra y una respetable División Sutil integrada por flecheras, Los buques fondean en los Puertos de Altagracia anclados en línea
lanchas, bongos y botes, pliegan velas el 8 de mayo y se precipitan paralela a la costa.
como un torrente dentro del canal de la Barra, fuerzan la entrada Laborde sitúa su escuadra entre la punta de Capitán Chico, al
a fuerza de fuego y valor y se abren paso por entre las baterías y norte, bordeado de peligrosos bancos de arena, y la zona de El
cañones de los castillos y fortines, logrando traspasar la Barra a Milagro, al sur, comprometida y riesgosa por su poco fondo. Aquí
pesar del nutrido fuego enemigo sin que el Coronel José A. Arizá- espera en posición desventajosa y con sus buques fondeados la
balo, quien defendía las posiciones, pueda hacer algo por evitarlo. arremetida republicana, sacrificando el principio de la movilidad
Del 8 al 14 de mayo pasan las naves republicanas sin ser atacadas y dejando la iniciativa al enemigo. La escuadra republicana tenía
por las naves españolas e interrumpen la navegación hacia Mara­ superioridad combativa y unidad de mando, de lo que carecía la
caibo al quedar dueñas del mar interior del Lago. Al forzar la realista, y el saber explotar los factores tácticos favorecía el éxito de
Barra los patriotas se hinchan de orgullo y se eleva su espíritu la acción.
combativo, pues esta proeza sólo la habían logrado algunos pocos El 24 de julio a las 2:20 p.m. se dio la señal de darse a la vela y
piratas siglo y medio antes que ellos. minutos más tarde se dio la señal de formar en línea de batalla
El 20 de mayo los republicanos rechazan en Punta de Palmas para atacar de frente. A las 3:15 el Almirante Padilla ordenó izar
un feroz ataque de la escuadra realista, comandada por el Tenien­ la señal de abordaje en el palo mayor del barco insignia, ordenan­
te de Navio Francisco de Sales Echeverría, quien muere tras el do dejarla izada a pesar de haber sido contestada afirmativamente
combate. El día 25 atacan de nuevo las fuerzas realistas al mando por los otros buques, lo que en lenguaje marino significa “no hay
del Capitán de Navio Tomás Lizardo, el combate es favorable a las más órdenes que dar”. Con esto los comandantes de buques que­
fuerzas republicanas y la escuadra española debe otra vez retirarse. dan autorizados para mandar en jefe sus respectivas naves, tomar
Cuando el Capitán de Navio Angel Laborde penetra con su la iniciativa y disponer lo que juzguen conveniente durante el
escuadra a la Barra de Maracaibo, fondea los buques en la Ensena­ combate.
da de Zapara en espera del momento oportuno para atravesar ha­ La batalla comienza de inmediato, pues cuando Laborde obser­

180 181
va en la nave capitana de los republicanos la tremenda orden, país no pueden reagruparse, pierden sus líneas de mando y care­
manda a sus naves rom per el fuego de cañón. La escuadra de cen de un líder que lo haga; las fuerzas republicanas tampoco dan
Padilla sigue sobre la realista sin separarse las naves entre sí y sin margen para ello y se mueven rápidamente.
disparar ni un tiro, hasta que están muy cerca de los enemigos, En las costas de Falcón se dan una serie de combates en este
cuando los cañones rompen los fuegos. Atacan desde el noreste tiempo, buscando los republicanos la reconquista total del territo­
acompañados por un viento propicio que infla los velámenes, ayu­ rio y la expulsión de los últimos comandantes realistas que queda­
da en sus movimientos y arroja sobre los españoles las bocanadas ban. Entre estos combates destacan el ocurrido en Coro el prime­
de humo de los cañones republicanos, así como el agua prove­ ro de mayo, cuando el Coronel Reyes González vence al también
niente de los piques de los buques al desarrollar buena velocidad. Coronel Antonio Gómez y toma definitivamente la ciudad. El 6 de
La acometida republicana es eficaz y decisiva, ayudados por el junio Reyes González vence al Coronel Manuel Lorenzo en Cuma-
humo y el agua que reciben los realistas los buques se aproximan rebo en una acción rápida y contundente. El 9 de junio el Coman­
lo suficiente para disparar los fusiles y luego abordar, por lo que dante Juan Uslar destroza al Capitán Juan Tello, y el día 16 del
la lucha se generaliza en toda la línea de batalla. El bergantín mismo mes el Comandante Miguel Crespo toma la población de
realista San Carlos se incendia al ser abordado, capturan al bergan­ Punta de Palmas, en la costa oriental del Lago de Maracaibo.
tín Esperanza, se rinde el tercer bergantín General Riego, se abor­ La fortaleza de Puerto Cabello, último baluarte en poder espa­
dan tres goletas más y las fuerzas sutiles españolas quedan unas ñol en Venezuela, defendida tenazmente por el Brigadier Sebas­
vencidas y otras en franca retirada, hasta que se amotina la tripula­ tián de La Calzada, es tomada por asalto el 8 de noviembre cuando
ción de la goleta Especuladora, nave insignia de Laborde, que insu­ el General Páez logra infiltrar en su reducto 150 lanceros y 100
rreccionándose ponen proa a tierra y saltan a ella los marineros fusileros a las órdenes del Teniente Coronel José Andrés Elorza y
evadiéndose por entre los matorrales, incluyendo al propio La- del Mayor Manuel Cala, quienes conforman el Batallón Anzoáte-
gui de La Guardia. A las diez de la noche comienzan silenciosa­
borde que abandona la nave al quedar varada.
La batalla naval termina a las 6:45 de la tarde; sobre la superfi­ mente a meterse en el agua los soldados uno a uno, por espacio de
cie del Lago quedan flotando los cadáveres, mástiles, velas yjarcias cuatro horas; con esfuerzo sobrehumano llegan a nado vadeando
la ensenada de El Manglar con el agua hasta el cuello, sosteniendo
todas rotas y destrozadas. El Almirante Padilla ordena recoger las
sus armas con los dientes y pisando terreno fangoso; amparados
presas, socorrer a los heridos y trasladar todo a los Puertos de
en la oscuridad de la noche penetran en silencio dentro de los
Altagracia, tratando de salvar las naves varadas en la costa y repa­
muros de la ciudadela procurando no ser vistos por sus defenso­
rar las que se pudieran, operación que se hizo en los Puertos.
res; toman posiciones y aprovechando la sorpresa atacan la guar­
Por su parte, el Capitán de Navio Angel Laborde desembarca y
nición realista, logrando conquistar la fortificada plaza después
temiendo una agresión de Morales, cuya enemistad es manifiesta y
de una hora de dura refriega.
evidente, sale inmediatamente hacia El Moján desde donde se
Como consecuencia directa de esta acción el Castillo de Puerto
embarca para el Castillo de San Carlos y desde aquí parte a Cura­
Cabello se ve aislado y sin posibilidades de ayuda exterior. El 10
zao y luego a La Habana. Ante esta desastrosa situación Morales
de noviembre de 1823 el último jefe realista que queda en Vene­
firma el 3 de agosto la Capitulación y por gracia republicana se le
zuela abandona el país, al rendir las armas el Brigadier Sebastián
permite embarcar para La Habana. de La Calzada y entregar el castillo por capitulación ante el Gene­
La Batalla Naval del Lago de Maracaibo rubrica y sella nuestra
ral José Antonio Páez, concluyendo así la Guerra de Independen­
independencia, la consolida y da un golpe mortal al poder naval
cia en la Gran Colombia.
español en la Gran Colombia; privados del dominio marítimo no
En la Batalla de Carabobo tomó parte aproximadamente el 35%
podrán ejercer en adelante ninguna acción eficaz contra las na­
del total de los efectivos realistas que había en Venezuela, y se
cientes repúblicas. Las pocas fuerzas realistas que quedan en el
183
182
comprometieron cerca del 45% de los efectivos en las operaciones Vanguardia al General José María Córdova, Comandante de la
previas. Desde aquí hasta Maracaibo se libraron en territorio vene­ División del Centro al General José De La Mar, Comandante de la
zolano más de 69 combates terrestres y navales, lo que demuestra División de Retaguardia al General Jacinto Lara, Jefe del Estado
manifiestamente que la Batalla de Carabobo no concluyo con el Mayor General al General Andrés Santa Cruz y Comandante Ge­
poderío español en nuestro país, lo que sí logró la Batalla Naval neral de Caballería al General Mariano Necochea. Todos obede­
del Lago de Maracaibo. La primera lo que hizo fue transformar la cen al Jefe Supremo Simón Bolívar.
guerra en dos frentes, el terrestre y el marítimo, con fuerte inci­
dencia en la guerra naval, y circunscribir las acciones a un sector
de la geografía nacional. Los republicanos lograron ahogar las
iniciativas realistas después de la segunda batalla de Carabobo y
frustraron en gran parte las pocas operaciones militares que trata­
ron de ejecutar, llevándolos prácticamente a la confrontación final
que se ejecuta en el Lago de Maracaibo.

Sur de N ueva G ranada

Mientras estos acontecimientos se dan en Venezuela, en el sur


de la Nueva Granada suceden otros hechos no menos im portan­
tes. Según Tratado suscrito el 18 de marzo, Perú solicita formal­
mente la ayuda de Simón Bolívar para lograr su total independen­
cia, comenzando El Libertador a realizar una movilización militar
y a establecer sus planes políticos cuando recibe la noticia de que
nuevamente la región de Pasto se ha insubordinado.
El Coronel Juan José Flores es vencido en Pasto el 20 de junio
y Bolívar encabeza personalmente una expedición para contener
este movimiento separatista. El 17 de julio en Ibarra se enfrenta a
Estanislao Merchancano, jefe político de los rebeldes pastusos, y al
indio Agustín Agualongo, jefe militar. Ambos son destrozados con
gran fuerza y Bolívar pasa a cuchillo a todas las tropas traidoras
para dar un escarmiento a futuro.
El Libertador sale el 7 de agosto de Guayaquil por mar hacia El
Callao y sube luego a Lima, entrando el primero de septiembre al
centro más importante del imperio colonial en Sudamérica donde
se disputan el poder los presidentes Riva Agüero y Torre Tagle.
Parte luego a Pativilca, Trujillo y Cajamarca; regresa a Pativilca,
organiza el ejército y marcha a Huaráz y Pasco. En Jauja pasa
revista a un ejército de 7.700 hombres y como se encuentra enfer­
mo y agotado por tantos viajes, nombra Comandante en Jefe al
General Antonio José de Sucre, Comandante de la División de

184 185
Año 1824

Durante el curso de los primeros meses del año el General Su­


cre se encarga de organizar el ejército mientras El Libertador se
ocupa de consolidar Colombia y Ecuador política y administrati­
vamente. Afines de abril el ejército colombiano se hallaba estable­
cido en el valle de Huaila y el peruano finalizaba sus preparativos
para seguir el movimiento del primero hacia Jauja.

B atalla d e J u n ín

Para los primeros días de julio el ejército completo con un com­


ponente de 8.080 plazas se encuentra ya en marcha y el día 31 se
establecen en Pasco, en el camino hacia Jauja. Al conocer el movi­
miento ofensivo de los republicanos el Brigadier General José De
Canterac, quien se encontraba en Jauja, retira su ejército de 8.800
efectivos el primero de agosto y avanza hacia Pasto, el día 15 llega
a Carguamayo, deja la infantería con Maroto y sigue con la caballe­
ría a reconocer la ruta; se entera entonces de que Bolívar se ha
incorporado al ejército y que éste se mueve hacia sus posiciones,
por lo que retrocede hacia Jauja de nuevo moviendo también su
infantería.
Las avanzadas republicanas dan cuenta de esta novedad y en la
mañana del 6 de agosto el comando patriota se moviliza rápida­
mente para tratar de dar alcance al ejército realista. A primeras
horas de la tarde se avistan los adversarios a una distancia de 10
kilómetros; dispone El Libertador que avance la caballería y él
mismo se pone a la cabeza de los escuadrones para picar la reta-
187
186
guardia enemiga; a su vez, el Brigadier Canterac dispone que la Virrey La Serna y el General Canterac han iniciado operaciones
infantería siga su movimiento de retirada y él personalmente avan­ ofensivas y cruzaban el Apurimac, por lo que ordena de inmediato
za con la caballería al encuentro de Bolívar. la movilización general de las tropas. El 3 de diciembre, en mar­
La caballería patriota es sorprendida marchando en filas por cha por la escarpada pendiente de Corpahuaico, el Mariscal de
un terreno angosto y escarpado, cuando apenas han podido en­ Campo Jerónimo Valdez, quien se encuentra situado al fondo del
trar a la llanura de Junín algunos escuadrones en formación que desfiladero, ataca sorpresivamente la división republicana de reta­
son arrollados por Canterac. Una reacción violenta de los escua­ guardia que conduce el parque y los pertrechos de guerra, cu­
drones patriotas desbandados, que se jugaban la vida, restablece briéndose con la caballería. El General Jacinto Lara con los Bata­
parcialmente la situación al lograr que la caballería realista retro­ llones Vencedores y Rifles y a costa de inauditos esfuerzos y de
ceda momentáneamente; el General José Laurencio Silva hacien­ gran sacrificio, da respuesta inmediata a la agresión y con gran
do un supremo esfuerzo aprovecha estos pocos minutos y reorga­ rapidez acomete a Valdez, quien no puede soportar las cargas y no
niza los escuadrones que han podido entrar al campo, y en una le dan tampoco oportunidad para reorganizarse, por lo que opta
sola y desesperada carga logra la victoria que por un momento por retirarse precipitadamente. Lara restablece la situación y salva
estuvo de parte de la caballería realista. sus menguados cuerpos y el parque, permitiendo el paso de su
En esta batalla entraron en acción solamente las caballerías de propia caballería que asegura la marcha de todo el ejército, per­
ambos ejércitos, no se emplearon fusiles sino las armas blancas. Lo noctando esa noche frente al enemigo para seguir al día siguiente
curioso de ella es que no se disparó un tiro, pues se enfrentaron la marcha.
sólo las caballerías con lanzas. El encuentro duró apenas una hora
y al terminar quedaron muertos 345 soldados y 19 oficiales espa­ B atalla de A yacucho
ñoles, contra 92 soldados patriotas y 3 oficiales muertos. José Lau­
rencio Silva y Lucas Carvajal se distinguen en la acción por sus El Virrey La Serna ha seguido al ejército patriota y se sitúa el 8
cargas de caballería. Esta temible batalla es la ultima que dirige de diciembre en las pendientes del Cundurcunca, frente al cam­
Bolívar en persona. pamento del General Sucre. Ha logrado imponer su iniciativa en
El ejército patriota pernocta el propio 6 de agosto en el campo todo su movimiento ofensivo, realizando su estrategia y contando
de Junín y marcha al día siguiente en persecución de Canterac, con una superioridad numérica de 9.300 combadentes, por lo que
quien se retira en precipitada fuga hasta el sur de Huancayo don­ se prepara para desarrollar un plan de ataque frontal en la seguri­
de se estaciona el 8 de agosto; seguidamente se traslada detrás del dad de vencer también en el campo táctico, al dominar las alturas
río Apurimac, en el Alto Perú, donde se reúne con el Virrey José de un terreno en declive. Con excepción de las pérdidas sufridas
de La Serna y da descanso a sus tropas. Por su parte El Libertador en Corpahuaico, Sucre conserva el efectivo de las tropas en su
llega el 6 de octubre al Cuartel General de Sucre en Sanaica y admirable retirada y confía en la moral de ellas, pese a su inferio­
dispone que éste asuma el mando del Ejército Unido en tanto él ridad numérica de 5.780 hombres; se establece por tanto en un
regresa a Lima requerido por los asuntos públicos, entre éstos la terreno que le permita asumir una defensa táctica eficiente.
convocatoria al Congreso Anfictiónico de Panamá. El Mariscal Valdez se sitúa a la derecha del campo de Ayacu­
Los españoles han congregado el pleno de sus efectivos en el cho, iniciando el ataque para llegar a la única casa que en él existe,
Alto Perú bajo la dirección de todo el Estado Mayor; como Jefe en tanto Villalobos y Rubén de Celis adelantan un batallón para
Supremo está el propio Virrey La Serna disponiendo de 9.320 permidr el descenso y emplazamiento de la caballería y la artillería
hombres. Sucre dispone de 5.780 efectivos que lleva a la provincia realista. Monet se sitúa en el centro en espera de las operaciones
de Andahuailas, donde se establece el primero de noviembre. En iniciales y la formación de la artillería y la caballería, para apoyar
inspección por los nuevos acantonamientos se entera de que el con sus fuegos el ataque general. Sucre por su parte coloca la

189
188
División Córdova a su derecha, la División La Mar a la izquierda y inútil exigir nuevos sacrificios a las tropas realistas dada la situa­
la División Lara al centro, un poco a la retaguardia de las otras ción, por lo que se dirige con el General La Mar al comando de
dos. La caballería colombiana se coloca detrás de la División Cór­ Sucre para capitular.
dova y a la altura de la derecha de Lara, mientras los Húsares de En hora y media queda vencido el poderoso ejército realista
Junín se sitúan detrás de la División La Mar. que dejó en el campo 1.800 muertos, 700 heridos y más de 2.000
Valdez inicia operaciones y desaloja de la casita las dos compa­ prisioneros. En la Capitulación quedaron comprendidos el Vi­
ñías que la ocupaban, en tanto Rubén de Celis bate las primeras rrey, un Mariscal de Campo, dos Tenientes Generales, diez Briga­
líneas de la derecha patriota; animado por esta primera ofensiva dieres, 16 Coroneles, 484 Mayores y Oficiales Subalternos y 2.000
favorable se engolosina Celis e impetuosamente se lanza en forma soldados y se capturaron 14 piezas de artillería. Sucre promueve
im prudente contra toda la División Córdova, que lo destroza en en el propio campo de batalla a General de División a los Briga­
su totalidad. Sucre aprovecha la situación creada y ordena al Ge­ dieres José María Córdova yjacinto Lara; al rango de General de
neral Córdova llevar su División al ataque contra el flanco izquier­ Brigada a los Coroneles Silva, Carvajal, Sandes y Otero; Trinidad
do realista ya debilitado; Córdova cumple la orden y en una sola Morán es ascendido a Coronel, y Florencio Jiménez y Antonio de
carga deja de lado la División Monet que a estas alturas no ha la Guerra Montero a Teniente Coronel.
logrado poner en línea sino su primera brigada, mientras que la
artillería apenas ha logrado su emplazamiento, y con la infantería
bate al resto de la División Villalobos y desbarata los escuadrones A ño 1826
realistas.
Ante esta situación comprometedora Monet lleva su primera El Brigadier Rodríguez, Gobernador Militar de El Callao, des-
brigada al ataque por el centro del campo; Sucre en oposición conoce en su momento la Capitulación de Ayacucho suscrita por
dispone que dos escuadrones al mando de Miller lo carguen y él el propio Virreyjosé de La Serna y con tenacidad resiste la acción
personalmente conduce al Batallón Vargas a la carga; dispersan la intensiva del General Bartolomé Salom, quien con 400 hombres lo
primera brigada de Monet e impiden que la segunda venga en su tiene sitiado y lo asedia desde el 24 de diciembre de 1824. El 22 de
auxilio. Con fuertes pérdidas Valdez se carga al centro después de enero de 1826, después de 13 meses de sitio riguroso, se rinde la
acometer la División Peruana; La Mar pide refuerzos para soste­ plaza de El Callao y el General José Ramón Rodil firma ante Salom
nerse y Sucre conduce de inmediato al Batallón Vencedor y a par­ la Capitulación de la última fortaleza militar en manos realistas en
te del Vargas al sitio donde se encuentra logrando contener el toda Sudamérica.
ataque de Valdez.
Viendo ya comprometida y difícil la batalla, La Serna se lanza
personalmente al combate con tres escuadrones tratando de conte­
ner el empuje republicano, lento pero insistente, mas no puede
resistir el choque de la caballería patriota que los acuchilla y dis­
persa, recibiendo el propio Virrey siete heridas en el cuerpo. Cór­
dova sigue progresando en su embestida y en un último ataque
vence la resistencia del Batallón Fernando VII, captura la artille­
ría y planta en la cima la bandera de Colombia, al tiempo que
Valdez comienza a ceder el centro y la derecha realista. El Briga­
dier General José de Canterac, que asume el mando del ejército
español por las heridas del Virrey José de La Serna, considera

190 191
ral Agustín Gamarra, quienes habían invadido Colombia por estar
O t r o s a c o n t e c i m i e n t o s im p o r t a n t e s
en contra de Bolívar. Bastante delicado de salud El Libertador viaja
a Popayán, Quito y Guayaquil, para destruir la sedición y fom entar
1825 la paz. Al regreso de esta gira hace su última entrada a Bogotá el 15
Abr 10 El L ibertador sale de Lima en visita a diferentes poblaciones del de enero de 1830.
territorio,viaje que le llevará varios meses para visitar lea, Arequipa, Oct 7
El G eneral Daniel Florencio O ’Leary derrota en El Santuario al
Cuzco, Pucará (aquí recibirá el panegírico de José Domingo Cho- General José María Córdova, quien se había insurreccionado con­
quehuanca), Puno, La Paz, Chuquisaca, Potosí y Arica, desde d o n ­ tra Bolívar. Estando ya Córdova rendido, Ruperto H and lo ultima
de em barca de nuevo para El Callao. cobardem ente.
May 16 En A requipa declara Bolívar la Independencia del Alto Perú. Ya
antes, el 25 de mayo de 1809, la Audiencia de Charcas había p ro ­ 1830
m ulgado el Manifiesto de Independencia del Alto Perú. Ene 13 Se celebra una asamblea popular en Valencia que pide la separación
Ago 6 U na Asamblea de Diputados en Chuquisaca ratifica el Manifiesto y
del país de la G ran Colombia. José Antonio Páez establece un Go­
proclam a la Independencia del Alto Perú, ado p tand o el nom bre
bierno Provisional en Venezuela al constituirse en jefe de la admi­
de Bolivia en honor del Libertador a quien nom bran Presidente.
nistración, nombra u n Gabinete y convoca a un Congreso Consti­
La nueva República queda integrada p o r las Provincias de La Paz,
tuyente que se celebrará en Valencia, a donde se traslada la capital
Potosí, Chuquisaca (hoy Sucre), Cochabamba y Santa Cruz. Bolívar de la República.
redacta la Constitución de Bolivia y designa Presidente al Mariscal Ju n 4 En un estrecho y pantanoso sendero de la m ontaña de Berruecos
Antonio José de Sucre.
situada al su r de Colombia, entre las poblaciones de La Venta y
Pasto, es asesinado Antonio José de Sucre en las prim eras horas de
1826 la m añana. Sus asesinos fueron el neogranadino Ju a n G regorio
Feb 10 El Libertador en tra de regreso a Lima. R odríguez, los peruanos A ndrés R odríguez y J u a n Cuzco, y el
J u n 22 Se instala el Congreso Anfictiónico de Panamá presidido p o r don Coronel venezolano Apolinar Morillo. Los autores intelectuales fue­
Pedro Gual. ro n los Generales José María O bando y José Hilario López, y el
Sep 4 Comienza la que se llamó La G ran Jornada: Simón Bolívar sale de Coronel Ju a n Gregorio Sarria, ayudados p o r el Coronel Manuel
Lima p ara El Callao, sigue a Guayaquil, pasa a Q uito, luego a Popa­ G uerrero y el Comandante de Milicias de Salto de Mayo, José Erazo.
yán, en tra en Bogotá el 14 de noviembre, continúa a Cúcuta, atra­ Dic 17 Pasada la una de la tarde fallece El Libertador Simón Bolívar en
viesa el Lago y llega a Maracaibo el 16 de diciembre; sigue a Coro, Santa M arta, en la Q uinta San Pedro Alejandrino, propiedad de
pasa p o r Puerto Cabello el 31 de diciembre, luego a Valencia, y Joaquín De Mier, asistido por el médico francés Alejandro Próspero
finalmente en tra a Caracas p o r últim a vez el 10 de enero de 1827. Revérend. Lo acompañaban los Generales Mariano Montilla, José
H a recorrido en cuatro meses 1.346 leguas, aproxim adam ente unos María C arreño y José Laurencio Silva; el Coronel José de la Cruz
6.730 kilómetros. Paredes, y los edecanes Belford Wilson y Andrés Ibarra.

1828
Abr 9 Bolívar llega a Bucaram anga, donde se quedará hasta el día 9 de
ju n io para observar casi a diario la Convención de Ocaña, instalada
este mismo día con 67 Diputados.
Sep 25 Se sucede la llamada Noche Septem brina, fracasando u n intento de
asesinato co n tra Sim ón Bolívar en el Palacio d e San Carlos, en
Bogotá, gestado p o r el Coronel Ramón N. G uerra, los C om andan­
tes Pedro Carujo y Rudesindo Silva; el C apitán Benedicto Triana,
Florentino González, Luis Vargas Tejada, Wenceslao Zulaibar, Ju a n
Miguel Acevedo, y otros.

1829
Feb 27 El Mariscal Sucre y el G eneral J u a n José Flores d e rro ta n en el
Pórtete de Tarqui al Presidente peruano José De La M ar y al Gene-
193
Ju l 25 San Mateo (Capitulación) Aragua
B atallas de V en e zu el a Dic 23
Tenerife Colombia
Dic 27 M om pox Colombia
S itio U bicación
Dic 29
(no m en clatu ra actual) Guamal Colombia
Dic 31 Banco Colombia
1810
A guanegra Falcón
Nov 4 1813
Nov 13 Pedregal Falcón
Ene 1 C hiriguana
Aribanaches Falcón Colombia
Nov 14 Ene 3 Tamalameque
C oro Falcón Colombia
Nov 28 Ene 8 Ocaña
Sabaneta Falcón Colombia
Nov 30 Feb 21 Aguada
G üedeque Falcón Colombia
Dic 3-4 Feb 25 San Cayetano Colombia
Feb 28 C úcuta Colombia
1811 Ene 13 Güiria Sucre
Tul 11 El Teque Dtto. Capital Ene 15 Irapa
C arabobo Sucre
Ju l 11 Valencia Ene 23 Irapa
Falcón Sucre
J u l 12 C hichiriviche Feb 15 M aturín Monagas
Ju l 15 La Cabrera A ragua Mar 8 Los Magüeyes Sucre
Ju l 20 Guacara C arabobo Mar 20 M aturín Monagas
Ju l 23 M orro de Valencia C arabobo Abr 11 M aturín Monagas
Ago 12-13 Valencia C arabobo Abr 18 M aturín Monagas
Ago C u m ana Sucre May 25 M aturín Monagas
Sep Soledad A nzoátegui Ju n Morichal Largo Monagas
Sep Santa C ruz del Orinoco Bolívar Abr 13 Angostura de La Grita Táchira
Oct 4 Barrancas Monagas May 10 Bailadores Mérida
Ju n 3 Pam patar M argarita
1812 J u n 10 Trujillo Trujillo
Feb 25 Caño de Macareo (naval) Delta Amacuro J u n 18 Carache Trujillo
M ar 17 Siquisique Lara J u n 19 Agua Obispos Trujillo
M ar 19 Baragua Lara Ju l 2 Niquitao Trujillo
M ar 23 C arora Lara Ju l 4 Desembocadero del Guanare Portuguesa
M ar 28 Mesa de Romero Lara Ju l 22 Los Horcones Trujillo
M ar 25 Sorondo (naval) Bolívar Ju l 28 San Carlos Cojedes
M ar 26 A ngostura Bolívar Ju l 31 Taguanes Cojedes
Abr 2 B arquisim eto Lara Jul Porlam ar M argarita
Abr 25 San Carlos Cojedes Ago 3 C um ana Sucre
May 3 Valencia C arabobo Ago 19 Barcelona Anzoátegui
May 9 Los Guayos Carabobo Ago 27 Vigía de Puerto Cabello Carabobo
May 10 Los Guayos Carabobo Ago 31 Mirador de Solano Carabobo
May 12 Guaica C arabobo Ago Cúa M iranda
May 13 La Cabrera A ragua Ago San Casimiro Aragua
May 16 Angostura de La Grita T áchira Sep Carmen de Cura Guárico
May 20 Calabozo G uárico Sep Guanayén Anzoátegui
May 23 San Ju a n de Los Morros G uárico Sep Cachipo Anzoátegui
Jun 2 0 La Victoria A ragua Sep 13 La Guaira Vargas
J u n 29 P antanero Aragua Sep 13 Cerritos Blancos Lara
J u n 30 Puerto Cabello (Hasta Ju l 6) C arabobo

194 195
Sep 17 Lagunitas C arabobo
Feb 4 Corozal - Monagas
Sep 21 N irgua Yaracuy
Feb 5 T ucupido Guárico
Sep 23 Santa Catalina Barinas
Feb 9 San Faustino Guárico
Sep 30 Bárbula Carabobo
Feb 11 San Fernando de Cachicamo Guárico
Oct 3 Las Trincheras Carabobo
Feb 11-16 San Carlos Cojedes
Oct 7 Bobare Lara
Feb 13 El Palmar G uárico
Oct 10 Sabaneta de Ju ju re Lara
Feb 15 Lezama G uárico
Oct 13 Cum bre de Canoabo C arabobo
Feb 27 Ocumare del Tuy M iranda
Oct 14 M osquiteros Guárico
Feb 28 C abruta Guárico
Oct 15 El Sombrero G uárico
Mar 11 Q uíbor Lara
O ct Yari tagua Yaracuy
M ar 11 Ocumare del Tuy M iranda
Oct 20 San Felipe El Fuerte Yaracuy
M ar 20 Ocumare del Tuy M iranda
Oct 26 Espino G uárico
M ar 22 Los Pilones M iranda
Nov 10 Tierritas Blancas Lara
M ar 31 Bocachica Guárico
Nov 17 Mata G uerrereñas A pure
Abr 1 Los Naranjos Carabobo
Nov 23-25 Vigirima C arabobo
Abr 1 Yuma Carabobo
Nov 29 M ucuchachí M érida
Abr 2 Magdaleno Carabobo
Dic 2 San Marcos G uárico
Abr 2 Güigüe Carabobo
Dic 5 A raure P ortuguesa
Abr 5 El Cam bur Carabobo
Dic 6 La Luz Barinas
Abr El Hervor Carabobo
Dic 8 B arquisim eto Lara
Abr 9 Estanques Mérida
Abr 12 Bailadores Mérida
1814 Abr 16 Arao Cojedes
Ene 5 C úcuta Colom bia May 17 Tocuyito Carabobo
Ene 4 N utrias Barinas May 25 La Pascua Guárico
Ene 10 Barinas B arinas May 28 Carabobo (1*) Carabobo
Ene 11 G uama Cojedes J u n 15 La Puerta (2a) Aragua
Ene 17 C ocorote Yaracuy J u n 17 La Cabrera Aragua
Ene 20 Guacara C arabobo J u n 19 Valencia (sitio hasta 8 Jul) Carabobo
Ene B aragua Lara Ju l 6 Emigración a Oriente
Ene 30 G uasdualito A pure Ago 12 T ucupido Guárico
Feb 2 O spino P ortuguesa Ago 17 Aragua de Barcelona Anzoátegui
Feb 3 La Puerta (Ia) A ragua Ago Las Brujitas Lara
Feb 4 Agua Negra Aragua Sep Mucuchíes Mérida
Feb 10 O cum are del Tuy M iranda Sep 12 M aturfn Monagas
Feb 12 La Victoria A ragua Sep 29 Q uebrada de Los Frailes Sucre
Feb 13 P antanero A ragua Oct 16 C um ana Sucre
Feb 19 T u rm ero A ragua Nov 9 Los Magüeyes Sucre
Feb 20 Charallave M iranda Dic 5 Urica Anzoátegui
Feb 21 San Francisco de Yare M iranda Dic 9 Pozos de Santa Monagas
Feb 21 Lago de Valencia C arabobo Dic 11 M aturín Monagas
Feb 25 Cagua Aragua Dic 10 y 11 Bogotá Colombia
Feb 28 San Mateo (sitio hasta 25 Mar) A ragua
Valencia (sitio hasta 4 Abr) C arabobo
Feb 29 1815
Ene 18 El C haparro A nzoátegui
Ene El Palo A pure
Ene 26 C haguaram al Guárico
Ene 29 Guasdualito A pure
Feb 4 Q uebrada H onda G uárico

196 197
Santa Ana A nzoátegui Sep 14 Píritu Anzoátegui
Feb Sep 26
C achipo A nzoátegui El Juncal Anzoátegui
Feb Nov 3
El C haparro G uárico Y aguaraparo Sucre
Feb
San Diego de Cabrutica A nzoátegui Nov 5-10 C arúpano Sucre
Mar
Nov 15 Cariaco Sucre
A br A ragua de Barcelona A nzoátegui
Nov 23 Güiria Sucre
Abr Santa María de Ipire G uárico
Nov Caicara Bolívar
Abr Peñas Negras G uárico
Moitaco Bolívar Nov La Ceiba Bolívar
May
O rocopiche (naval) Bolívar Ju l San Antonio A pure
May
San Pedro Bolívar Ago Los Cocos A pure
May
Santa Bárbara A nzoátegui Ago Rabanal A pure
Jun
San Fernando A pure Sep Achaguas A pure
Ju n
C artagena (sitio p or 116 días Sep Mantecal A pure
Sep 1
hasta 6 de dic.) Colom bia Sep Paso del Frío A pure
Ju a n Griego M argarita O ct El Yagual A pure
Nov 15
Villa del N orte M argarita Nov 6 San Antonio Barinas
Nov 18
C hire Colom bia Nov 7 Banco Largo A pure
Nov 24
C hitagá Colom bia Dic 30 Paso del Caura Bolívar
Nov 30
Dic 5 La Línea M argarita
Dic 30 A rauca A pure 1817
Ene 5 Clarines Anzoátegui
Ene 18 A ngostura Bolívar
1816 Ene 19 C um aná Sucre
Ene 14 El Mamey M argarita
G uacuco M argarita Ene 23 Bocas de Copié Guárico
Ene
Ene 28 M ucuritas A pure
Feb 2 Palm arito A pure
Ene 30 Santa Catalina A pure
Feb 16 Mata de La' Miel A p u re
Feb 8 Casa Fuerte de Barcelona Anzoátegui
Feb 22 C achiri Colom bia
C ham ariapa A nzoátegui (sitio hasta 12 Feb)
M ar
Feb 12 Bocas del Neverí (naval) Anzoátegui
M ar El T igre A nzoátegui
Feb 14 San B ernardino Anzoátegui
May 2 Los Frailes (naval) M argarita
Feb 18 Barcelona Anzoátegui
May 17 Castillo de Pam patar M argarita
Feb 17 C aroní Bolívar
Ju n 1 C a rú p a n o Sucre
Feb 25 Guayana La Vieja Bolívar
Jun Aragua de Barcelona A nzoátegui
(sitio hasta 29 Mar)
Jun San Diego de Barcelona A nzoátegui
M ar 2-3 M orro de Barcelona (naval) Anzoátegui
lu n Paso del río Pao A nzoátegui
M ar 13 San Miguel (naval) Bolívar
Jul 6 O cum are de La Costa A ragua
M ar 20 Bajo Orinoco (naval) Bolívar
Ju l 7 La Cabrera Aragua
M ar 23 Casa Fuerte de Barcelona Anzoátegui
Ju l 8 Maracay Aragua
(sitio hasta 7 Abr)
J u l 11 Las Piedras A ragua
M ar 25 Q uiam are Anzoátegui
Ju l 13 Aguacates A ragua
Abr 11 San Félix Bolívar
Ju l 18 O n o to A ragua
Abr 17 Guaicupa Anzoátegui
Ju l 19 La Victoria A ragua
Abr 25 A ngostura Bolívar
Ju l 21 San Sebastián de Los Reyes A ragua
Abr 28 San Antonio A pure
Ju l 29 C haguaram as G uárico
Abr 29 Panapana - Orinoco (naval) Bolívar
Ago 2 Q uebrada H onda G uárico
May 2 A ngostura Bolívar
Sep 6 Alacranes A nzoátegui
B arcelona A nzoátegui (sitio hasta 17 de Jul)
Sep 13

198
May 24 Isla Fajardo (naval) Bolívar May 20 Laguna de Los Patos Guárico
J u n 10 Cariaco Sucre
üía r ,1n Cariaco Sucre
J u n 13 C arú p an o Sucre Abr 19 El Tiore a
Guárico MaV 2 1 r * Anzoátegui
Jun 28 Guayabal (?) May ¿ i C um aná Sucre
Ju l 4 Caño Casacoima Bolívar May 24 C autaro Sucre
Ju l 4 Apostadero de Borbón (naval) Bolívar May 30 Puerto M adera Sucre
Ju l 7 Macareo (naval) Delta Amacuro Ago 25 Güiria (naval) Sucre
ju l 8 Pagayos (naval) Delta Amacuro Sep 27 Golfo de Santa Fe (naval) Sucre
Paso de Apurito A pure ®ct 13 Río Caribe (naval) Sucre
Jul
Jul Paso de U trera A pure Oct 16 Cariaco Sucre
luí 14 El Guamache M argarita ^ ov T orunos Barinas
Ju l 17 Los Varales M argarita D>c 5 C abruta Guárico
Ju l 31 Matasiete M argarita
Ago 3 Cabrián (naval) Bolívar 1819
Ago 3 Isla de T órtola (naval) Delta Amacuro
Ene San Francisco de A pure A pure
Ago 4 Isla Sacupana (naval) Delta A macuro
Ene 24 Río A pure A pure
Ago 7 San Ju a n Bautista M argarita
M 2 Paso Caujaral A pure
Ago 7 C erritos M argarita
Fejjjt 4 Paso del Arauca A pure
Ago 8 Los Robles M argarita
Feb 5 Mata Casanareña A pure
Ago 8 F uerte de Ju a n Griego M argarita Feb 5 Cañafístolo A pure
Ago 8 Paraguachí M argarita
Feb 6 Caujal A pure
Ago 20 Y aguaraparo Sucre
Feb 8 Caujaral A pure
Sep Barinas Barinas M ar 27 La G am arra A pure
Nov Santa Lucía Cojedes \ííir 29 La Barrosa A pure
Dic 2 La Hogaza G uárico At>r 2 Queseras del Medio A pure
Abr 3 Trapiche de Alejo A pure
1818 Abr 3 Sacra Familia A pure
Ene C um anacoa Sucre Abr 4 S urero A pure
Ene 14 San Fernando de A pure A pure Abr 4 N utrias Barinas
Feb 6 A p u rito A pure May La Luz Barinas
Feb 11 Paso del O rituco G uárico J un G üere Anzoátegui
Feb 12 Calabozo G uárico Jun C antaura Anzoátegui
Feb 15 La Uriosa G uárico Jun El Jobo Monagas
Feb 16 El Som brero G uárico Jul San Fernando de Cachicamo Guárico
M ar 5-6 San Fernando de Apure A pure J u l 18 M orro de Barcelona (naval) Anzoátegui
Mar 6 Caño Biruaca A pure Ju l 23 La Cruz Barinas
Mar 7 La Enea A pure Ago 05 C um aná Sucre
M ar 8 Paso del Diamante A pure Ago 6 Barcelona Anzoátegui
Mar 13 La Cabrera Aragua J u n 27 Paya Colombia
Mar 17 Semen (3a de La Puerta) A ragua Ju l 6 Socha Colombia
Mar 20 Caim án G uárico Ju l 7 Corrales de Bonza Colombia
M ar 26 O rtiz G uárico J u l 10 Corrales de Bonza Colombia
M ar 29 O rtiz G uárico Ju l 10 Gámeza Colombia
Abr 16 Rincón de Los Toros G uárico Ju l 11 P eñadeT ópaga Colombia
May 1 C am oruco Cojedes Ju l 20 Bonza Colombia
May 02 Llano de Cojedes Cojedes Ju l 25 Pantano de Vargas Colombia
May 15 N utrias B arinas

200 201
Colom bia May 8 El Guapo
Ago 5 T unja M iranda
Boyacá Colom bia May 11 C huspita
Ago 7 M iranda
Alto de Las Cruces Colom bia May 12 Rodeo de Guatire
Sep 23 M iranda
C ú cu ta Colom bia May 14 Caracas
Sep 23 Dtto. Federal
Guasca Colom bia May 18 La Victoria
Sep 26 Aragua
Caño Orozco (naval) A pure May 20 Laguneta de El Conseji
Sep 30 Aragua
May 28 Santa Lucía M iranda
J u n 23 El Calvario
1820 Dtto. Federal
Colom bia May 13 G uanare
Ene 20 Peñón de Barbacoas (naval) Portuguesa
Colom bia May 20 Boca del Siñu
Ene 24 Popayán Portuguesa
Colom bia May Cocorote
Remedios Yaracuy
Feb 9 Ju n 1 San José
C horros Blancos Colom bia Cojedes
Feb 12 J u n 19 Tinaquillo
O caña Colom bia Cojedes
Feb 15 J u n 23 San Felipe
La Cruz G uárico Yaracuy
Feb J u n 24 Carabobo (2a)
Santa Clara G uárico Carabobo
Feb J u n 24 Sabaneta
O cum are del Tuy M iranda Falcón
M ar J u n 25 Cartagena (naval)
San José de Tiznados G uárico Colombia
M ar Ju l 2 G üirintar (naval)
G üiria Sucre Sucre
M ar Ju l 3 San Luis
G üere A nzoátegui Falcón
M ar J u l 11 C um arebo
Río Hacha Colom bia Falcón
M ar 11 Ago 8 C um arebo
La Plata Colom bia Falcón
M ar 28 Ago 20 Puerto Cabello
Apostadero de Yaya (naval) Delta Amacuro Carabobo
May 6 Ago 24 Bocachica
Punta Galeras (naval) Colom bia Guárico
May 16 Ago 27 Calabozo
Laguna Salada Colom bia Guárico
May 25 Ago 28 G uardatinajas
Pitayó Colom bia Guárico
Ju n 6 Sep 18 C oro
C hiriguaná Colom bia Falcón
J u n 18 Sep 23 Santa Ana
M om pox Colom bia Falcón
J u n 22 Sep 26 San Francisco
Tenerife (naval) Colom bia Falcón
J u n 25 Oct 1 Arsenal de Cartagena
C arú p an o Sucre Colombia
Ago 17 (Capitulación)
P uente Chamas M érida
Sep 30 Oct 1 Baragua
M érida M érida Lara
Oct 1 Oct 6 C oro
M ucuchíes M érida Falcón
Oct 2 Oct 6 San Ju an
Q uiam are A nzoátegui Falcón
O ct O ct 4-14 Cum aná (sitio)
Río Frío (naval) Colom bia Sucre
Oct 30 Oct 16 C um aná
La Ciénaga (naval) Colom bia Sucre
Nov 10 Oct 21 La Guaira (naval)
Trujillo Vargas
Nov C arache
Sucre Nov 6 - 8 Coro (sitio) Falcón
Nov 25 C arú p an o
Nov 10 Coro Falcón
Nov 19 El Trapiche Falcón
1821 Zulia
Dic 19 C oro Falcón
Ene 29 Maracaibo Dic 29 La Vela Falcón
Barinas Barinas
M ar 18 Feb 2 Popayán Colombia
Lérica (naval) Colom bia
Abr 1 Ju l 21 Babahoyos E cuador
Puertos de Altagracia Zulia
Abr 28 Ago Ría de Guayaquil E cuador
Boconó T rujillo
Abr 28 Ago 19 Yaguachi E cuador
C oro Falcón
May 11 Sep 12 H uachi E cuador
El Tocuyo Lara
May 19
Tacarigua M iranda
May 6
203
May 1 El Palito Carabobo
May 1 C oro
1822 Falcón
La Vela Falcón May 1 B orburata (naval)
Ene 9 Carabobo
B aragua Falcón May 2 El Tanque
Ene 16 Falcón
Vigirima C arabobo May 8 Barra de Maracaibo (naval)
Feb 26 Zulia
Patanem o C arabobo May 20 Punta de Palma (naval)
M ar 8 Zulia
La Vigía Carabobo May 25 Lago de Maracaibo (naval)
Abr 14 Zulia
B orburata (naval) C arabobo Ju n 6 C um arebo
Abr 14 Falcón
C hipare Falcón Ju n 9 Puerto Cum arebo
Abr 17 Falcón
Falcón J u n 16 Punta de Palma (naval)
Abr 17 C oro Zulia
Zulia J u n 16 Maracaibo
Abr 24 Perijá Zulia
Zulia J u n 20 Pasto
Abr 24 Ju an a de Avila Colombia
Bom boná Colom bia Ju l 17 Ibarra
Abr 7 E cuador
Hacienda de Segura Colom bia Ju l 23 Punta de Palma (naval)
Abr 18 Zulia
Colom bia Ju l 24 Lago de Maracaibo (naval)
Abr 20 El Peñol Zulia
Río Bamba E cuador Nov 8-10 Puerto Cabello (sitio)
Abr 21 Carabobo
Pichincha E cuador
May 24
Pedregal Falcón 1824
May 23
Puerto Cabello (naval) Carabobo Ago 6 J u n ín
Tun 1 Perú
Dabajuro Falcón Dic 3 C orpahuaico
ju n 7 Perú
C oro Falcón Dic 8 Ayacucho
Ju l 23 Perú
Agua Caliente Carabobo
Ago 10
Pie del C erro C arabobo 1826
Ago 11-12
Puerto Cabello C arabobo
Ago 17 Ene 22 (Capitula tras 13 meses de sitio) Perú
Casigua Falcón
Ago 23 El Callao
Sinamaica Zulia
Sep 2
Zuleta Zulia
Sep 4
Salina Rica Zulia
Sep 6
Bobare Lara
Oct 4
Garabuya Zulia
Nov 13
G ibraltar Zulia
Dic 29
Y acuanquer E cuador
Dic 24
Alturas de Pasto Colom bia
Dic 25

1823
Ene 2 Santa Marta Colom bia
Ene 5 Trujillo Trujillo
Ene 9 Bailadores M érida
Ene 21 Bailadores M érida
Ene 22 V alledupar Colom bia
Ene 23 C erro Mariño M érida
Feb 3 La Ceiba Zulia
Feb 15 Las Vegas Zulia
M ar 1 El Valle Zulia
M ar 24 Voladorcito Zulia
Abr 17 G ibraltar Zulia
Abr 24 M irador de Solano Carabobo

205
204
Cruz Carrillo, José de la Muñoz, José Cornelio
P r ó c e r e s d e l a I n d e p e n d e n c ia Escalona, Ju a n de Olivares, José Manuel
Febres Cordero, León Palacio, Florencio
Figueredo, Miguel Antonio Palacios, Leandro
G e n e r a l e n J e f e - L ib e r t a d o r y Freites, Pedro María Paredes, Ju an Antonio
C o m a n d a n te S u pr e m o d e V en ezuela Gómez, Ju a n A. Parejo, Francisco Vicente
y N ueva G ra n a d a G uerra, José Antonio Pérez, José Gabriel
G uerrero, José Miguel de Piñango, Judas Tadeo
1783-1830 47 años Guevara, Rafael
Simón Bolívar Plaza, Ambrosio
H ernández, Pedro Portocarrero, José Trinidad
G e n e r a l e n J efe Ibarra, Diego Rojas, Francisco
1775-1841 6 6 años
Arismendi, Ju a n Bautista
B erm údez y Castro, José Francisco 1782-1831 49 años C oro n eles
1782-1821 39 años Acero, Mariano Alíaro, Demetrio
Brión, Pedro Luis
1788-1854 6 6 años Alcalá, Antonio Alvarez, Andrés María
M arino, Santiago
M iranda, Sebastián Francisco de 1750-1816 6 6 años Alcalá, José Andara, Vicente
1790-1873 83 años Alcover, Antonio Andrade, José Escolástico
Páez, José Antonio
1782-1817 35 años Aldao, Carlos Angulo, José María
Piar, M anuel Carlos
1775-1815 39 años Aldao, Ju a n Manuel Aramendi, Francisco
Ribas y H errera, José Félix
1795-1830 35 años Aldao, Pedro Arévalo, Manuel
Sucre, Antonio José de
1788-1845 57 años Arévalo, Nicolás Cegarra, Ramón
U rdaneta, Rafael
Arévalo, Pedro Celis, Pedro
A rismendi, Miguel Cienfuegos, Valentín
G e n e r a l d e D iv is ió n
Anzoátegui, José Antonio R odríguez del Toro, Francisco A rguindegui, José María Cisneros, Nicolás
Rojas, Andrés Armas, Ju a n de C onde, Francisco
C arreño, José María
Salom, Bartolomé Arráez, José Manuel Conde, Ju an José
Cedeño, Manuel
Silva, José Laurencio Arrioja, Agustín Coronado, M artín
Flores, Ju an José
Soublette, Carlos Arrioja, Nicolás Cova, Ju an Bautista
Freites de Guevara, José A.
Gómez, Francisco Esteban Toro, Fernando A vendaño, Francisco Chipia, Pedro
Torres, Pedro León Azcue, Francisco Chipia, Ramón
Heres, Tomás de
U rdaneta, Luis Azuaje, José Antonio Delgado, Francisco
Lara, Jacinto
Valdez, Manuel Baralt, Miguel Delgado, José María
Monagas, José Tadeo
Zaraza, Pedro Barroso, Francisco Delgado Perdomo, Luis
Montilla, M ariano
Bastardo, Luis Echevarreneta, N.
B erm údez, Ju a n Elorza, Ju an Andrés
G e n e r a l d e br ig a d a
Alcántara, Francisco de Paula Infante, Ju lián Blanca, José Francisco Farfán, José Francisco
Iribarren, Ju a n Guillermo Bolívar, José Farfán, Ju a n Pablo
Ayala, Ju a n Pablo
Jim énez, Florencio Bolívar, Ju a n Vicente Farias, Francisco M.
Ayala, Ramón
Jim énez, José Francisco Briceño, Antonio Nicolás Farreras, Ascensión
B arreto, Jesús
Leal, José Briceño, Ju a n N. Fermín, Ju an
Blanco, José Félix
Luque, Ignacio Briceño Pumar, Pedro Figueredo, Fernando
Borras, Miguel
Macero, Felipe Burgos, Ju a n Pablo Figueredo, Teodoro
Briceño, Ju sto
Briceño M éndez, Pedro Maneiro, José Joaquín Burgos, Ramón Flores, Salvador
C arabaño, Francisco M anrique, Manuel C anelón, Prudencio Freites, Antonio María
Martínez, José C arabaño, Fernando Freites, Raim undo
C arm ona, Francisco
Monagas, José Gregorio Carabaño, Miguel Gabante, Cayetano
Carvajal, Lucas
Córdova, José María Montilla, Tomás

206
Galeas, Ju an Prado, Joaquín Torre, Vicente de La
Caro, Antonio José
C arreño, Francisco José Galindo, Fernando Pulido, José Ignacio Torrealba, José Hilario
García de Sena, Ramón Pulido, Miguel Antonio Torrellas, Pbtro. Andrés
Carpió, Fernando
Carvajal, Francisco G arda, Valentín Pumar, Domingo Torres, Francisco
Godoy, José Pumar, Nicolás Torres, Francisco José
Casanova, Francisco
Gogorza, Manuel Q uintero, Ju a n José Torres, Ju an José
Casas, M anuel M.
Castañedas, Ju a n Estanislao Goitía, Pedro Ramos, Remigio Torres, José María
González, Reyes Rangel, Antonio Torres, Pedro Ju an
Castro, Nicolás
Grim ón, Pbro. Pedro Vicente Ríobueno, Víctor Tovar, Martín
Cegarra, Manuel Vicente
G uerra Montero, Antonio de la Ríobueno, Venancio Tubores, Celedonio
Cegarra, Miguel
Mejías, Francisco Ribas, Francisco Ugarte, Antonio
G uerrero Francisco
Mellao, Julián Ribas-Dávila, Luis María Umaña, León
Guevara, M anuel M ana
Mezza, Domingo Rivero, José Urbina, Antonio José
H erm oso, M anuel
Mina, Ju a n Antonio R odríguez, Pedro Urbina, José Francisco
H ernández, Carlos
Mirabal, Fem ando Rojas, Francisco J. Urquiola, Gerónimo
H ernández, Diego M.
M iranda, Ju a n Manuel Rom ero, Ju a n Antonio U rreta, Gregorio María
H ernández, Dolores
Monagas, Francisco J. R ondón, Félix Uzcátegui, Félix
H ernández, Joaquín
Monagas, Miguel Rondón, Ju a n José Uzcátegui, José Antonio
H ernández, Miguel
Monasterios, Ju a n Domingo Rosales, Antonio Ustáriz, Miguel
H ernández, Tomás
Montes, Diego Rosales, Manuel Valdez, Ju an José
H u rtad o , D oroteo
Montes, Domingo Rosales, Rafael Valdez, Miguel
H u rtad o , E duardo A.
Montes, Ju an Ruiz, Pablo Vallenilla, Diego
H u rtad o , Francisco
Montes de Oca, Julián Salcedo, Mateo Vargas, Reyes
H u rtad o , Tomás
Infante, José del Sacramento Monzón, José María Sánchez, Celedonio Vásquez, Genaro
Monzón, Ju a n de Dios Sánchez, Ju a n Francisco Vásquez, Miguel Antonio
Infante, Ju an de Dios
Infante, L eonardo Morales, Diego J. Santana, Ju a n Nepom uceno Vélez, Francisco de Paula
Morales, Pedro Santinelli, Luis Vélez, José M.
Isava, Casimiro
M orán, José Trinidad Sequera, Cruz Veroes, José Joaquín
Isava, Manuel
Mujica, Antonín Sistiaga, José H. Vigil, Ju an José
Jalón, Diego
Lameda, León Mujica, José H erm enegildo Sotillo, Ju a n Antonio Villarroel, Manuel
Muñoz-Tébar, Ju a n A ntonio Sotillo, Miguel Villasmil, Joaquín
Landaeta, Vicente
Nuñez, Carlos Sotillo, Pedro Yánez, José Antonio
Lara, Remigio
O berto, R udesindo Sturdi, Ju a n Manuel Yépez, Francisco
Lares, Ju a n Miguel
Lecumbery, Ju a n O rta, Eustaquio Sucre, Pedro Zamora, José María
Olmedilla, Francisco Sucre, Vicente
León, Manuel
Liendo, Ju a n Manuel Padrón, Ju a n
Páez, Ju an José T e n ie n t e C o r o n e l
Linares, Andrés
Paredes, Ignacio Alvarez, Felipe Mellao, Ju an
Loinaz, José Agustín de
Paredes, José de la Cruz Arraiz, Manuel Meza, Ricardo
López, José Manuel
Paúl, Francisco Antonio Belisario, Basilio Padrón, Carlos
Lugo, José Gabriel
Paz del Castillo, Blas J . Cala, Manuel Piñango, Francisco
M achado, Ramón
Peña, Joaquín Flores, Antonio Plaza, Marcelino
M adrigal, Antonio
Peña, Vicente Ibañez, Manuel Rodríguez, José María
Mancebo, Santiago
Pérez, Felipe Marmión, Miguel Rodríguez, Rafael
M aneiro, Manuel R
Pérez, Miguel Antonio Meleán, Ignacio
Mata, Policarpo
Mayz, Francisco J. Pérez, Ramón

208
Sandes, A rth u r Inglés
M ayor U rdaneta, Francisco
Arrioja, Antonio Medina, Celedonio Uruguayo
Pumar, Ignacio Valero, Antonio P ortorriqueño
Clem ente, Anacleto
García Corral, Ramón Tovar, Francisco
C oronel
León, Ponce de Brown, Tomás Escocés
B u rd et O ’Connor, Francisco Irlandés
C apitán Campo-Elías, Vicente
Negrete, Manuel de Español
Blanco, Adrián Castelli, Carlos Luis
Planes, Tomás Italiano
B runo, Ju a n Chatillon, B arón Luis B ernardo
Cam ero, Francisco de Paula Valdez, Gervasio Francés
Cortes Campom anes, Manuel Español
Figueroa, Ju a n Bautista
D’A dlercreutz Conde Federico Sueco
D’Elhuyar, Luciano N eogranadino
O t r o s O ficia le s
Mayz, José Antonio Farriar, Rafael Inglés
Acevedo, Miguel Farriar, Thom as
Montilla, Ramón Inglés
Arias, Nicolás Ferguson, William
Niño, José María Inglés
Austrias, José G irardot, Atanasio
Baptista, Felipe Olivera, José María N eogranadino
Pendón, José Ignacio Heras, José Rafael de las C ubano
Camejo, Pedro (a)
Peraza, Eugenio H ernández, Ju a n Antonio H aitiano
Negro Primero Lewi, Thom as
Echeverría, Ju a n Antonio Ramos, José María N orteam ericano
Riera, Domingo Segundo Luzón, José Florencio Alemán
Escalona, C ipriano
Román, Domingo Molini, Tomás Italiano
Guanaguanay, (indígena)
Cabo Prim ero Ju a n Robles Reimboldt, Ju lio Augusto de Alemán
José Miguel
Artilleros Manuel Fernández R icaurte, Antonio N eogranadino
Lara, Miguel Sata y Bussy, José de
José Mijares Peruano
Lindo, José Smith, William
M anzaneque, Ju an de Dios Miliciano Pedro Alfaro Escocés
S tuard, Santiago Irlandés
Uslar, Ju a n H annoveriano
Villapol, Manuel Español
Wilson, Belford Inglés
O f ic ia l e s e x t r a n je r o s Woodberry, Geoige Inglés

G en e r a l d e D iv is ió n O t r o s o fic ia les
D’Evereaux, Ju an .Irlan d és Bellegarde, José R. De Francés
Mac Gregor, Gregor Escocés Boby, Andrés M artiniqueño
Padilla, José María N eogranadino B rigard, Ju a n Polaco
Cabral, José Ramón Dominicano
G e n er a l d e B rig a d a D em arquet, Eloy Francés
Abreu y Lima, José Ignacio de Brasilero Farriar, Ju a n Inglés
Aury, Luis Mexicano Flegel, Luis Inglés
Belouche, Renato N orteam ericano Grávete, Antonio Francés
D’Evens, Conde Federico Francés M ankin, Marey R. Irlandés
Encinoso, Mauricio Español Pilot, Samuel Inglés
García Robira, Custodio N eogranadino Scott, N. Irlandés
O ’Leary, Daniel Florencio Irlandés Mayer, Ju a n Ruso
Pineda, Joaquín Español
R obertson, Ju a n Inglés

210
A l fé r ez d e F ragata
MARINA DE GUERRA Aguiar, Ignacio Padilla, José Antonio
Caldas, Leandro Romero, Félix
A lm iran te
Brión, Pedro Luis Padilla, José Prudencio O fic ia le s d e M a r in a
B erlón, Pedro López, Félix
C on tra lm iran te Blanco, Ju a n Mendoza, Pedro
Arm ario, Agustín Clemente y Palacios, Lino de Díaz, José Antonio Michel, Pierre
Beluche, Renato García, José María Gómez, Tomás Padilla, José María
H ernández, José Antonio Revilla, Bonifacio
C a p it a n d e N avío Liscano, José Salazar, Manuel
Aury, Luis Esteves, Felipe Santiago
Barba, Vicente G utiérrez, Francisco Javier
Danells, Ju a n Daniel Joly, Nicolás
Rodríguez, Rafael
O f ic ia l e s d e las F u e r z a s R e a l ist a s
D’Chitty G urling, Gualterio
Díaz, Antonio
Aldama Ju a n de - Coronel Cini Ju an - Teniente Coronel
C a p it á n d e fragata Alejo José Nicasio - Coronel Cires Tomás de - Brigadier
Innes, David Alemán Jesús - Com andante Correa Ramón - Brigadier
Chitty, Walter Davis
Machado, José Tomás Alvarado Ramón C. - Tte. de Fragata Cosmos Ju an - Capitán
Curtís, Francisco Javier
Pilot, Samuel Ambaredes Antonio - Cptán. de Fgta. Cruces Ju an José - Coronel
Díaz, Fernando
Rosales, José Antonio Antoñanzas Eusebio - Gob. Cumaná Díaz Esteban - Comandante
Duboille, Vicente
Shanson, Livingston Añez Ramón - Teniente Coronel D urán Ju an - Coronel
Ferrero, B ernardo
Villaret, Agustín Gustavo Arizábalo José A. - Coronel Echenique Pedro - Alférez de Fragata
G utiérrez, Jorge
Armas Ju a n de - Com andante Echeverría Feo. de Sales - Cptán. Fgta.
G uzmán, Ju a n Manuel
Aymerich M elchor - Brigadier Ferino M. Lorenzo - Comandante
Ballesteros Ju a n - Capitán Fernández de la Hoz, L. - Tte. Cnel.
C a p it á n d e F l e c h er a
Pérez, Manuel B arreiro José María - Brigadier Figueroa Ju an de - Teniente
Balza, M artín
Reina, Jacinto Barry Ju a n - Capitán de Fragata Fitzgerald Lorenzo - Coronel
Espín, Mateo
Villarroel, Marcelino Bauzá Manuel - C om andante Gabasso Ju an - Teniente de Navío
López, Ramón
Bauzá Vicente - Teniente Coronel García Basilio - Coronel
T e n ie n t e d e navío Bobadilla Remigio - Cptán. de Fgta. García Tomás - Coronel
Breaford, Peter Jam es Mariche, José Boves José T. - Capitán de Milicias Gómez Antonio - Coronel
Matheus, Ju an Cajigal Ju a n M. - Mariscal de Campo Gorrín Salvador - Teniente Coronel
Brown, Thom as
Muñoz, Jacinto C alderón Ju a n - Teniente Coronel G uerrero José - Capitán de Fragata
Fermín, José
Rengifo, Jeró n im o Calzada Sebastián de La - Brigadier Iglesia Rafael de la - Tte. de Fragata
Lanz, José María
Uribarry, Pedro Lucas C andam o José - C om andante Inchauspe Pedro Luis - Coronel
Macom, Ju a n M.
Canterac José de - Brigadier Inrusarri Ju an Bautista de - Capitán
Cañas Manuel de - Com andante Istúriz José - Coronel
T e n ie n t e d e F ragata
Olivares, José Capdevila Ju a n Francisco - Capitán Izquierdo Julián - Coronel
Bravo, Manuel
Piocheven, Jean Jacobo C apm ani Valentín - Capitán Jim énez Francisco - Comandante
Castell, Clem ente
Silva, José Joaquín Carbonel Antonio - Tte. Coronel Laborde y Navarro A. - Cptán. Navío
Gómez de Saa, Fernando
Woods, Ju a n C arrera y Colina, M. de la - Coronel Lizardo Tomás - Capitán de Navío
M achado, Manuel
Catalán Miguel - Capitán de Fragata Lizarza Fernando - Capitán de Fragata
Caturla José - Coronel Loño Ju an - Teniente Coronel
ALFEREZ DE NAVÍO
Fariñas, Ju a n Ceballos José de - Brigadier López Francisco - Coronel
Becerra, Pedro
Vegas, Tomás Cervériz Feo. Javier - Gob. Cumaná López Narciso - Teniente Coronel
B runo, Francisco

213
212
Chacón José M. - Capitán de Navio López Rafael - Coronel B ib l io g r a f ía
Lorenzo Manuel - Coronel Ramos Antonio - Coronel
Marcelino Miguel - T te. Coronel Ramos Remigio - Coronel
M arimón I. del Valle - Cptán. Fgta. Real, Pascual del - Brigadier
Martínez Antonio - Coronel Rebollo Manuel - Teniente Coronel
Martínez Pascual - Com andante Renovales Tomás - Capitán
Miralles Francisco - Com andante Rodil José Ramón - Brigadier
Mires José - Brigadier Rósete Francisco - Teniente Coronel
Miyares Pérez Fernando - Brigadier Ruiz de Porras, P. - Gob. Sta. Marta
M ontenegro C. Feliciano - Coronel Saint-Just Ju a n - Coronel
M onteverde D. de - Cptán. Fgta. Salomón Miguel - Coronel
Morales Francisco Tomás - Brigadier Sámano J. d e - Virrey Nva. G ranada
Morillo Lorenzo - Teniente Coronel Sánchez Francisco - Coronel
Morillo Pablo - General Sánchez José María - Capitán
Moxó Salvador de - Mcal. de Campo Sánchez Lima Vicente - Coronel
O berto Francisco - Coronel Serna José de La - Virrey del Perú Baralt, Rafael María. Obras Completas. Tomo II Historia. Ediciones Universidad
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edición, Caracas, 1976.

217
216
I n d ic e

In tro d u c c ió n ....................................................................................................... 3

A n t e c e d e n t e s : alza m ien to s , co nju ras y revueltas


Movimientos más económicos que políticos................................................. 8
1552. El Negro M iguel.................. ............................................................ 8
1732. Alzamiento de A n d reso te............................................................... 9
1740. Rebelión de San Felipe El F u e rte ................................................. 9
1744. Alzamiento de El Tocuyo................................................................ 9
1749. Movimiento de Ju a n Francisco de L eó n ..................................... 9
1781. Sublevación de Los Comuneros de M érid a................................ 11
Primeros movimientos de lib e rta d ................................................................. 12
1795. Alzamiento de José Leonardo C h irin o ........................................ 12
1797. Tentativa de Manuel Gual y José María España.......................... 13
1799. Conspiración de Francisco Javier P irela..................................... 17
1806. Invasión de Francisco de M iran d a............................................... 17
Los sucesos previos............................................................................................. 22
Instalación del prim er C ongreso............................................................. 22
Declaración de In d e p e n d e n c ia ................................................................ 25

B atallas
Año 1810..........................................................................................................••••• 28
Cam paña de C o ro ............................................................................. ......... 28
Año 1811............................................................................................................... 33
C am paña de G u ay a n a.......................................................... ...................... 34
Año 1812............... .1............................................................................................ 39
Pérdida de la I R epública.... ..................................................................... 41
C am paña del M ag d alen a........................................................................... 46
Año 1813............................................................................................................... 49
Cam paña A d m irab le................................................................................... 49
Cam paña en el o rie n te ............................................................................... 53
Año 1814............................................................................................................... 63
La V ictoria..................................................................................................... 67
San M ateo...................................................................................................... °9

219
.................................. 74
Otros títulos de la Colección Ares
' Prim era de C arab o b o ............................................................ 7g
Segunda de La P u e rta .................................................. ^g
TPérdida de la II R ep ú b lica............. ........................................................... 80 Historia electoral de Venezuela (1810 —1998)
Aragua de B arcelo n a............................................................. gg Jesús Sanoja Hernández
Año 1815........................................................................... 90
Año 1816................................................................................................ 90
Mata de La M ie l............................................................................ 92 Cristóbal Colón. Diario de a bordo Agotado
Invasión de Los C ayos........................................................... g^ Cristóbal Colón
Retirada de los seiscientos............. •............................................................. 1Q 0
Año 1817............................ ............................................... 102
M u c u rita s.................................................................................... 103 Maravillas y misterios de Venezuela Agotado
Casa fuerte de B arcelona.........................................................
Combate de El M o r ro .................................................................. jg g Diario de viajes. 1799 -1800
Batalla de San F é lix ................................................................ j j2 Alejandro de Hum boldt
Batalla de M atasiete...................................................................................... j 14
Consolidación de Guaya n a ............................................... ....... jjg Edición y prólogo de Oscar Rodríguez Ortiz
C asacoim a....................................................................................... 117
Macareo - Pagayos.......................................................................................... n 9
Leyendas históricas de Venezuela.
C a b riá n .................................................................................*....... 124
Año 1818................................................................................................................. 127 Arístides Rojas
! Tercera batalla de La P u e rta ............................................ ^g
Rincón de Los T o ro s........................................................ jg g
Estado Mayor del Ejército. Año 1 8 1 8 ....................................................... 135 Crónica de Caracas
Año 1819..................... ..............- ............................................... ...................... 138 Arístides Rojas
Q ueseras del M e d io .................................................................. j^ g
C am paña de Nueva G ra n a d a................................................... j.-^;
Pantano de V argas.................................................................... Simón Bolívar. Estaré solo en medio del mundo Agotado
Batalla de B oyacá.................................................................... j gj
Cartas de la intimidad
Año 1820.......................................................................................... 153
T e n e rife ........................................................................................... 157 Simón Bolívar
Año 1821................................................................................................ 159 Selección y Prólogo de Edgardo Mondolfi
Diversión de B erm ú d ez...................................................... jgg
Segunda batalla de C arab o b o ........................................... jgg
Cam paña del s u r ........................................................................ jgg Los cuatro libros de Confucio
Año )18 2 2 ..................................................................................................... ig g Confucio
Batalla de Pichincha..................................................................................... 172
Acciones en V enezuela................................................................. ^g Traducción y prólogo de Cheng-Li
.................................................................. ................................... 179 Proemio de Alejandro Barcenas
Batalla Naval del Lago de M aracaibo........................................................ lg 4
Siir de Nueva G ra n a d a......................................................... jg»^
Año 1824........................................................................................ ig 7 Historia de la Provincia de Venezuela Agotado
Batalla de J u n í n ........................................................................... jg g
Batalla de A yacucho.................................................................... jg 2 José Oviedo y Baños
Año 1826.................................................................................................................
193
O tros acontecim ientos im p o rta n te s................................................. ................. jgg
José Gregorio Hernández. Cartas selectas
Batallas de V enezu ela.................................................................................. 206 José Gregorio Hernández
Próceres de la In d ep en d en cia................ ............................ Compilación y notas de Carlos Ortiz
B ibliografía.............................................................................................

220
Cesarisino democrático
Laureano ValleniUa Lanz
Prólogo de Jesús Sanoja Hernández

El O rinoco ilustrado
José GumiUa
Edición de Oscar Rodríguez Ortiz

Francisco de Miranda. Memorias de un viajero


Francisco de Miranda
Compilación y notas de Karina Zavarce y Edgardo M ondol

Arturo Uslar Pietri. Ajuste de cuentas


Rafael Arráiz Lucca

Las esquinas de Caracas


Carmen Clemente Travieso

Golpes de Estado en Venezuela, 1945-1992 Agotado

Caracas, la ciudad que se nos fue


Alfredo Cortina

Siete días que estremecieron a Venezuela


A (E) 39. 119 pp.

Asesinatos que conm ovieron a Venezuela

Estamos en el aire
18 temas de la Cátedra de la Radio Oswaldo Yepes

Luis Brion, almirante de la libertad


Manuel Díaz Ugueto

Orígenes venezolanos
Arístides Rojas
Impreso en los talleres
de INDUSTRIA GRAFICA INTEGRAL, C.A.
Av..Principal de la Cooperativa, cryce con calle Palmira,
Teléfono 0243-2416086. Maracay - Venezuela
en el mes de Febrero del 2.004.
A través de una relación de todas las batallas
ocurridas en el periodo que va de 1810 a 1824
-como la de M ata de La Miel, M atasiete,
Queseras del Medio, Ayacucho y las dos batallas
de Carabobo-, el autor ofrece un panorama de la
Guerra de Independencia desde un punto de
vista que acerca a los lectores a lo que significa
arriesgar la vida en un combate. Apoyada en una
detallada y rigurosa investigación, la obra incluye
nna introducción que aclara detalles como la
efectividad de las armas de la época, así como un
recuento de los alzamientos, conjuras y revueltas
que precedieron al movimiento independentista.
Con un elegante estilo narrativo, y haciendo
énfasis en las características de los
enfrentamientos: estrategias, tácticas, equipo
usado, topografía y circunstancias climáticas, el
autor traslada al lector al momento y al lugar de
los aContecimientag|Así, altiem pcyie s e r u u ^ ^
^aporte para el cdnocimiento de la Historia,
Batalia sde Venezttéía emocionará y sorprenderá
a qm ehe¡^§¡||an.

ISBN Tfl03flfl074-fl

789803 380743

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