Poesia Chilena Anastassia
Poesia Chilena Anastassia
para Anastassia
Poetas:
-Gabriela Mistral
-Pablo de Rokha
-Pablo Neruda
-Vicente Huidrobro
-Nicanor Parra
-Stella Díaz Varín
-Enrique Lihn
-Jorge Teiller
-Gonzalo Millán
-Oscar Hahn
-Carmen Berenguer
-Malú Urriola
-Daniela Catrileo
-Florencia Smiths
Gabriela Mistral
Gabriela Mistral fue una de las poetas más notables de la literatura
chilena e hispanoamericana. Se le considera una de las principales
referentes de la poesía femenina universal y por su obra obtuvo en
1945 el primer Premio Nobel de Literatura para un autor
latinoamericano.
Nació el 7 de Abril de 1889 en Vicuña, ciudad nortina situada en el
cálido Valle del Elqui, "entre treinta cerros" como ella misma gustaba
de recordar. Fue bautizada como Lucila de María Godoy Alcayaga,
según consta en los registros parroquiales de su ciudad natal. Su
familia era de origen modesto. Sus padres fueron un profesor, Juan
Jerónimo Godoy Villanueva, y una modista, Petronila Alcayaga Rojas.
La influencia de su hermana resultó determinante en su decisión de
dedicarse a la enseñanza, promoviendo un pensamiento
pedagógico centrado en el desarrollo y la protección de los niños. Su
carrera docente fue sumamente precoz. Empinando los 15 años de
edad, en 1904, ya había sido nombrada ayudante en la Escuela de La
Compañía Baja, y en 1908 se desempeñó como maestra en la
localidad de La Cantera. Su ingreso a la Escuela Normal de
Preceptoras de La Serena se vio frustrado debido a la resistencia que
despertaron algunos poemas suyos en círculos conservadores locales,
que los calificaron como "paganos" y "socialistas".
En 1910 se trasladó a Santiago, donde trabajó en la Escuela de
Barranca y aprobó los exámenes especiales en la Escuela Normal de
Preceptores. A partir de ese momento empezó a trabajar en distintas
escuelas alrededor del país, como las de las ciudades de Traiguén,
Punta Arenas, Antofagasta y Temuco. En esta última conoció al
joven Neftalí Reyes Basoalto (Pablo Neruda), a quien introdujo en la
literatura rusa.
Los progresos en la profesión docente corrieron paralelos al desarrollo
de su producción poética. La prensa regional de La Serena (El
Coquimbo), Ovalle y en Vicuña (La Voz del Elqui) difundió sus
primeros escritos, entre los cuales se cuentan "El perdón de una
víctima", "La muerte del poeta", "Las lágrimas de la huérfana", "Amor
imposible" y "Horas sombrías", publicados entre agosto de 1904 y
septiembre de 1910.
En 1908 sus trabajos fueron objeto de un primer estudio por parte de
Luis Carlos Soto Ayala, quien recopiló en el volumen Literatura
Coquimbana prosas como "Ensoñaciones", "Junto al Mar" y "Carta
íntima". Durante su residencia en Coquimbito, Los Andes, compuso los
famosos "Sonetos de la Muerte", obra por la que obtuvo en septiembre
de 1914 la más alta distinción en los Juegos Florales de ese año. Las
lecturas que en ese entonces fascinaban a la autora incluían a
Montaigne, Amado Nervo, Lugones, Tagore, Tolstoi, Máximo Gorki,
Dostoievski, Rubén Darío y Jose María Vargas Vila.
En junio de 1922 viajó a México invitada por el Ministro de Educación
mexicano, el poeta José Vasconcelos, con el fin de colaborar en la
reforma educacional y la creación de bibliotecas populares en ese
país. Fue también en este año que apareció en New
York Desolación bajo el alero del Instituto de Las Españas, dirigido por
el crítico literario español Federico de Onís. A partir de esta
publicación Gabriela Mistral adquirió reconocimiento y prestigio
internacional siendo considerada como una de las mayores promesas
de la literatura latinoamericana. También marca el inicio de una serie
de publicaciones de la poetisa nacional en tierras extranjeras. En
México se edita Lecturas para Mujeres en 1923 y un año más tarde en
España se publica Ternura.
Durante la década de 1930 Gabriela Mistral dictó numerosas
conferencias y clases en Estados Unidos, Centro América y Europa.
En 1932 inició su carrera consular en Génova, Italia, pero que
finalmente no logró ejercer al declararse abiertamente en oposición al
fascismo. Hacia 1938 retornó a América Latina coronando este
regresó con la publicación de Tala, libro editado en Buenos Aires a
instancia de su amiga Victoria Ocampo. Posteriormente regresó a
Estados Unidos con el respaldo de la Unión Panamericana.
A finales de la década de 1930 círculos literarios de distintos países
comenzaron a promover a Gabriela Mistral para el Premio Nobel de
Literatura. El Presidente Pedro Aguirre Cerda y la escritora
ecuatoriana Adelaida Velasco Galdós se mostraron interesados en
respaldar su candidatura a través de la traducción de sus obras.
En el ámbito de su vida íntima, la poetisa vivió trágicos episodios. En
1942, mientras vivía en la ciudad de Petrópolis, Brasil, fue impactada
por el suicidio de dos de sus amigos, Stefan Zweig y su esposa,
ambos judíos que habían huido de la persecución nazi. Un año más
tarde, en 1943, recibió un golpe aún más doloroso, cuando su
sobrino Juan Miguel, a quien apodaba con cariño maternal "Yin Yin",
también decidió quitarse la vida. Convertida en una figura pública, sus
relaciones personales despertaron una curiosidad que aún no se
extingue, particularmente en lo que concierne al vínculo con sus
asistentes Laura Rodig y Doris Dana.
En 1945 la Academia Sueca galardonó finalmente a Gabriela Mistral
con el Premio Nobel de Literatura, premio que recibió el 10 de
diciembre de aquel año. Años después de este reconocimiento de
carácter universal en Chile se le otorgó el Premio Nacional de
Literatura en 1951. Galardón que viene coronado a nivel nacional en
1954 con Lagar, que corresponde al primer libro de toda su producción
publicado en Chile antes que en el extranjero
El 10 de enero de 1957, luego de padecer y luchar largamente con un
cáncer al páncreas, Gabriela Mistral falleció en el Hospital de
Hemsptead, en Nueva York. De manera póstuma aparecieron libros
que reunieron parte de sus prosas, rondas, cantos, oraciones y
poemas, como Motivos de San Francisco en 1965, Poema de Chile en
1967 y Lagar II, entre otros. El Archivo del Escritor de la Biblioteca
Nacional de Chile conserva actualmente el más importante fondo
documental dedicado a su legado, compuesto por 563 piezas, que
incluyen manuscritos, epistolarios, fotografías y otros documentos
privados.
Apegado a mí
Velloncito de mi carne,
que en mis entrañas tejí,
velloncito friolento,
¡duérmete apegado a mí!
Hierbecita temblorosa
asombrada de vivir,
no te sueltes de mi pecho:
¡duérmete apegado a mí!
Él va amando a otra
por la tierra en flor.
Ha abierto el espino;
pasa una canción.
¡Y él va amando a otra
por la tierra en flor!
El besó a la otra
a orillas del mar;
resbaló en las olas
la luna de azahar.
¡Y no untó mi sangre
la extensión del mar!