Guia 1 Ciencias Ciudadania
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El efecto invernadero es un fenómeno natural que ocurre en la Tierra gracias al cual la temperatura del
planeta es compatible con la vida. El proceso es similar al que se da en un invernadero utilizado para el
cultivo de plantas, pero a nivel planetario.
Cuando este proceso funciona de manera natural, el equilibrio de temperaturas medio en la superficie del
planeta es de 14º C, y gracias a él la vida se hace posible.
Los gases invernadero son aquellos que contribuyen, en mayor o menor medida, al aumento del efecto
invernadero, ya que son capaces de absorber la energía calorífica que transportan las radiaciones de onda
larga que son reflejadas por la superficie de la Tierra.
Hay una enorme cantidad de gases que
responden a las anteriores características y que, por
tanto, contribuyen al calentamiento global. Sin
embargo, el más conocido de todos es el CO2
(dióxido de carbono) que se produce cuando
cualquier forma o compuesto de carbono se
quema en exceso de oxígeno. Sin la intervención
humana, sería liberado a la atmósfera en las
erupciones volcánicas, los incendios forestales
naturales, la descomposición de materia orgánica en exceso de oxígeno y los procesos respiratorios.
Desde el comienzo de la Revolución Industrial, las emisiones y concentraciones de CO2 en la atmósfera
se han incrementado constantemente debido a la rápida combustión de combustibles fósiles.
El dióxido de carbono no es el Único gas invernadero importante, pero es el que se encuentra en mayor
porcentaje (cerca del 60%) de los gases que causan el efecto invernadero inducidos por el hombre.
Además, podemos encontrar una enorme variedad de gases con mayor poder “invernadero” que el dióxido de
carbono… ¿cuáles son?
b) Óxido Nitroso (N2O): se produce por la acción microbiana sobre los compuestos del
nitrógeno – por ejemplo, fertilizantes agrícolas – en el suelo y en el agua. Los océanos y ecosistemas
tropicales emiten N2O de forma natural. Las emisiones humanas proceden de la quema en plantas de
biomasa, combustibles fósiles y de la producción de nylon.
A lo largo del Último siglo, la temperatura media del planeta ha aumentado en 0,6 ºC, y la de Europa, en
particular, en casi 1 ºC. A nivel mundial, los cinco años más cálidos desde que se conservan registros (desde
alrededor de 1860, momento en que empieza a disponerse de instrumentos capaces de medir las
temperaturas con suficiente precisión) han sido, por este orden:
La tendencia al calentamiento se debe a la creciente cantidad de gases de efecto invernadero emitida por las
actividades humanas. Los climatólogos prevén que esta tendencia se acelere, aumentando la temperatura
media del planeta entre 1,4 ºC y 5,8 ºC de aquí a 2100, y las temperaturas en Europa entre 2 ºC y 6,3 ºC.
Puede parecer que son aumentos de temperatura muy pequeños, pero baste recordar que durante la Última
Edad de Hielo, que finalizó hace 11.500 años, la temperatura media del planeta era inferior a la actual en
solamente 5 ºC.
Pero ¿cómo contribuimos cada uno de nosotros al calentamiento?
Contribuimos con nuestras actividades diarias y rutinarias (sobre todo “emitimos” CO2), aunque no nos
demos cuenta. Por tanto, todos somos responsables del Cambio Climático, no sólo las grandes empresas, y todo
podemos contribuir a ralentizar sus efectos.
Las actividades que contribuyen al aumento del CO2 y por tanto del Cambio Climático son:
Calefacción: las calefacciones de combustibles fósiles (carbón, gasóleo, gas natural) emiten CO2 durante
la combustión. El correcto asilamiento de las casas es el factor clave para el ahorro de energía.
Aire acondicionado: debido al elevado consumo de energía eléctrica de estos aparatos, las emisiones de
CO2 SOn elevadas. Es por ello que, en verano, lo mejor es no hacer un uso abusivo de estos electrodomésticos.
Consumo diario: el creciente consumo de materiales desechables generan una enorme cantidad de
residuos que son, en gran proporción, incinerados, con la consecuente emisión de gases. El aumento de
distancias entre el lugar de residencia, venta y producción, aumenta el uso de transporte y por tanto de
emisiones… El consumo responsable es, por tanto, una baza primordial para frenar el Cambio Climático
Los efectos del Cambio Climático son muchos, muy diversos y, en su mayoría, muy graves. Las señales
de los cambios que estamos sufriendo ya se hacen patentes y podemos verlas en:
1. Los casquetes polares se están fundiendo. La superficie marina cubierta por los hielos árticos en el Polo Norte
ha disminuido en un 10 % en las Últimas décadas, y el espesor del hielo por encima del agua en casi un 40 %. En
el otro lado del mundo, la capa de hielo que cubre el continente antártico se ha inestabilizado.
2. Los glaciares se están retirando. Es probable que el 75 % de los glaciares de los Alpes suizos desaparezca
de aquí a 2050. Los responsables de la estación de esquí de Andermatt (Suiza) estudian la posibilidad de
cubrir durante el verano el glaciar Gurschen, una zona muy popular entre los esquiadores, con una
gigantesca hoja de plástico aislante para conseguir que deje de fundirse y desplazarse.
3. Al fundirse los casquetes y glaciares, aumenta el nivel del mar. En el Último siglo este nivel ha
aumentado ya en 10-25 cm (dependiendo de la medida) y se teme que el incremento pueda alcanzar los 88
cm de aquí a 2100. De ser así, se inundarían las islas y zonas costeras poco elevadas, tales como las Maldivas, el
delta del Nilo en Egipto y Bangladesh. En Europa, correrían peligro unos 70 millones de habitantes de la costa.
Las aguas saladas podrían incluso alcanzar zonas alejadas del mar, contaminando los suelos agrícolas y las fuentes
de agua potable.