TEMA 2 SIGNIFICACIONES SOCIALES Psicologia
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minerales en diferentes cantidades. Por ello, de acuerdo a los nutrimentos que en mayor
cantidad contienen, éstos se clasifican en tres grupos.
GRUPO 1. VERDURAS Y FRUTAS
El primer grupo de alimentos está formado por las verduras y las frutas; fuente principal
de muchas vitaminas y minerales (micronutrimentos), que participan en el desarrollo y
buen funcionamiento de todas las partes del cuerpo, como ojos, sangre, huesos, encías y
piel, entre otros. Desafortunadamente muchos de nosotros no acostumbramos comer
verduras. De ahí que se debe promover su consumo al prepararlas de diferentes formas.
GRUPO 2. CEREALES
Los alimentos de este grupo son los más abundantes en la alimentación. Proporcionan la
energía para tener fuerza y poder desarrollar las actividades diarias: correr, jugar, trabajar,
estudiar, bailar. También son fuente de otros nutrimentos aunque en cantidades menores.
En este grupo se encuentran cereales como el maíz en todas sus formas (elote, esquite,
tortilla, tamal, pinole, etc.); el trigo (pan, galleta, tortilla, pasta, etc.) y otros como el arroz,
la avena, el amaranto, la cebada y los tubérculos como la papa, el camote y la yuca.
GRUPO 3. LEGUMINOSAS Y PRODUCTOS DE ORIGEN ANIMAL
Son alimentos que dan al cuerpo las proteínas necesarias para formar o reponer
diferentes tejidos, como músculos, piel, sangre, pelo, huesos, permitiendo además el
crecimiento y desarrollo adecuados. Estas sustancias también ayudan a combatir las
infecciones. Las leguminosas o semillas de vainas como frijol, lenteja, habas, garbanzo,
soya, alverjón, son ricos en proteínas. Éstas se encuentran también en todos los
productos de origen animal como carnes, vísceras, huevo, leche, queso, pollo, pescado,
las carnes de origen silvestre (iguana, víbora y otros). De las carnes y leche, se obtiene la
manteca y la mantequilla, que son fuente de energía al igual que los aceites y grasas
vegetales. Oleaginosas como el cacahuate, pepita, ajonjolí, girasol, nuez, avellana,
almendra y piñón también tienen proteínas aunque en menor cantidad. Los alimentos que
dan energía concentrada, es decir en pequeña cantidad, proporcionan mucha energía
como el azúcar, la miel, el piloncillo, la cajeta, la mermelada y el ate, así como el aceite, la
margarina y la manteca vegetal, deben consumirse en menor cantidad. El abuso en el
consumo de azúcar y grasa resulta perjudicial para la salud. Por eso, es importante cuidar
la cantidad que consumimos y no preparar alimentos muy dulces o muy grasosos.
Los azúcares y grasas proporcionan energía, pero cuando se consumen en exceso
ocasionan obesidad y enfermedades del corazón. Lo que una familia come depende de
los alimentos que se encuentran en la región, dinero disponible para comprarlos, forma en
que se acostumbra combinarlos, manera como se distribuyen entre sus miembros y
preferencias al consumirlos y prepararlos. Para tener una alimentación correcta, cada
familia debe aprovechar lo mejor posible los alimentos que tienen a su alcance y procurar
que las comidas del día incluyan alimentos de los tres grupos:
GRUPO 1. VERDURAS Y FRUTAS
GRUPO 2. CEREALES
GRUPO 3. LEGUMINOSAS Y PRODUCTOS DE ORIGEN ANIMAL
Diana Yael Delgado Fernández
una alimentación que responda a nuestros gustos, pero respetando los aportes nutritivos
que se recomiendan. La educación nutricional trata de generar actitudes positivas hacia el
consumo de una dieta saludable, establecer conductas permanentes que respondan a
nuestras necesidades nutritivas y desarrollar una cierta disciplina que controle el picoteo,
los horarios anárquicos, comer siempre lo mismo y sólo lo que nos gusta y el consumo de
raciones excesivas.
https://drive.google.com/file/d/0B0K9c-Z-
JA2nQlEtVjBSZ1lOaWc/viewGUIADEORIENTACIONALIMENTARIA.doc
http://www.aecosan.msssi.gob.es/AECOSAN/docs/documentos/nutricion/educanaos/apre
nder_comer.pdf
TEMA 2.2 ¿QUÉ INFLUYE EN LO QUE ELEGIMOS COMER?
El principal factor impulsor de la alimentación es, obviamente, el hambre, pero lo que
decidimos comer no está determinado únicamente por las necesidades fisiológicas o
nutricionales. Algunos de los demás factores que influyen en la elección de los alimentos
son: Determinantes biológicos como el hambre, el apetito y el sentido del gusto,
determinantes económicos como el coste, los ingresos y la disponibilidad en el mercado,
determinantes físicos como el acceso, la educación, las capacidades personales (por
ejemplo, para cocinar) y el tiempo disponible, determinantes sociales como la cultura, la
familia, los compañeros de trabajo y los patrones de alimentación, determinantes
psicológicos como el estado de ánimo, el estrés y la culpa, actitudes, creencias y
conocimientos en materia de alimentación.
-Palatabilidad: es proporcional al placer que una persona experimenta cuando ingiere un
alimento concreto. Depende de las propiedades sensoriales del alimento, como sabor,
aroma, textura y aspecto. Los alimentos dulces y ricos en grasas tienen un innegable
atractivo sensorial. Por eso, no es sorprendente que no sólo se consuman los alimentos
como fuente de nutrición, sino que también por el placer que aportan (Sorensen et al.
2003).
-Aspectos sensoriales: El "sabor" resulta ser una y otra vez uno de los factores que más
influyen en la conducta alimentaria. En realidad, el "sabor" es la suma de toda la
estimulación sensorial que se produce al ingerir un alimento. En dicha estimulación
sensorial está englobado no solo el sabor en sí, pero también el aroma, el aspecto y la
textura de los alimentos. Se cree que estos aspectos sensoriales influyen, en particular,
sobre las elecciones espontáneas de alimentos. Desde una edad temprana, el sabor y la
familiarización con los alimentos influyen en la actitud que tenemos hacia estos últimos.
Se consideran inclinaciones humanas innatas el gusto por lo dulce y el rechazo de lo
amargo, que están presentes desde el nacimiento (Steiner 1977).
-Coste y accesibilidad Sin duda: el hecho de que el coste sea prohibitivo o no depende
fundamentalmente de los ingresos y del estatus socioeconómico de cada persona. Los
grupos de población con ingresos bajos muestran una mayor tendencia a seguir una
alimentación no equilibrada y, en particular, ingieren poca fruta y pocas verduras (De
Irala-Estevez et al. 2000). No obstante, el hecho de disponer de acceso a mayores
cantidades de dinero no se traduce, por sí mismo, en una alimentación de mayor calidad,
aunque la variedad de alimentos de entre los que elegir debería aumentar. La
Diana Yael Delgado Fernández
accesibilidad a las tiendas es otro factor físico importante que influye en la elección de
alimentos, y depende de recursos tales como el transporte y la ubicación geográfica.
Cuando están disponibles dentro de pueblos y ciudades, los alimentos saludables tienden
a ser más caros que en los supermercados de las afueras (Donkin et al. 2000). No
obstante, el hecho de aumentar el acceso, por sí solo, no es suficiente para que se
consiga incrementar la compra de frutas y verduras, que siguen siendo consideradas por
la población en general como prohibitivamente caras (Dibsdall et al. 2003).
-Educación y conocimientos: de los estudios efectuados se desprende que el nivel de
educación puede influir en la conducta alimentaria durante la edad adulta (Kearney et al.
2000). Por lo tanto, es importante transmitir mensajes exactos y coherentes a través de
los diversos canales de comunicación, en el etiquetado de los alimentos y, por supuesto,
mediante los profesionales del ámbito de la salud.
-Influencia de la pertenencia a una clase social u otra
-Influencias culturales: las influencias culturales conducen a diferencias en el consumo
habitual de determinados alimentos y en las costumbres de preparación de los mismos;
en ciertos casos, pueden conducir a restricciones tales como la exclusión de la carne y de
la leche de la alimentación. Sin embargo, es posible cambiar las influencias culturales:
cuando un individuo pasa a vivir en otro país, suele adoptar los hábitos alimentarios
concretos de la cultura local de ese país.
-El contexto social: las influencias sociales sobre la ingesta de alimentos se refieren a las
influencias que una o más personas tienen sobre la conducta alimentaria de otras
personas, ya sea directamente (compras de alimentos) o indirectamente (aprendizaje a
partir de la conducta de otros), y ya se trate de una influencia consciente (transferencia de
creencias) o subconsciente. Incluso cuando comemos solos, nuestra elección de
alimentos se ve influenciada por factores sociales, porque se desarrollan actitudes y
hábitos mediante la interacción con otras personas.
-El entorno social: el lugar en el que se ingiere la comida puede afectar a la elección de
alimentos, especialmente en cuanto a qué alimentos se ofrece a la gente. La
disponibilidad de alimentos saludables en casa y fuera de casa incrementa el consumo de
los mismos. Por desgracia, en muchos entornos de trabajo y escolares, el acceso a
opciones alimenticias saludables es escaso. Ese hecho afecta en especial a quienes
tienen horarios de trabajo (y por ende, de alimentación) irregulares o a quienes tienen
determinados requisitos (por ejemplo, las personas vegetarianas) (Faugier et al. 2001). La
mayoría de los hombres y mujeres adultos tienen trabajo, por lo que la influencia del
trabajo sobre las conductas que afectan a la salud, como las elecciones de alimentos,
constituye un campo de investigación importante (Devine 2003).
-Patrones de comidas: as evidencias recopiladas se desprende que comer entre horas
puede tener efectos sobre la ingesta de energía y de nutrientes, pero no necesariamente
sobre el índice de masa corporal (Hampl et al. 2003). No obstante, es posible que las
estrategias adaptativas de los individuos con peso normal y los individuos con sobrepeso
difieran cuando se da una disponibilidad total de alimentos tipo aperitivo; además, puede
que difieran también en cuanto a sus mecanismos compensatorios en las posteriores
comidas principales. Por otro lado, la composición de los aperitivos puede ser un aspecto
importante que influya en la capacidad de los individuos para ajustar su ingesta a fin de
Diana Yael Delgado Fernández
http://www.edu.xunta.gal/centros/ieschapela/system/files/LOS%20FACTORES
%20DETERMINANTES%20DE%20LA%20ELECCI%C3%93N%20DE
%20ALIMENTOS.pdf