Concepciones Nihilistas en Arthur Schopenhauer
Concepciones Nihilistas en Arthur Schopenhauer
Concepciones Nihilistas en Arthur Schopenhauer
El ser humano, siendo parte del mundo sensible -de la doxa-, encontraba la forma de
acceder a las ideas únicamente por medio de la razón. Esto significó una supresión de todo
lo que contempla el área instintiva, afectiva e irracional. No obstante, a pesar de que todo
estaba siendo preso bajo la razón, Schopenhauer, presenta una cosmovisión que es
radicalmente distinta.
Nuestro verdadero yo, el núcleo de nuestro ser, es lo que halla tras ello y no conoce
propiamente nada salvo el querer y no querer, el estar satisfecho o insatisfecho, con todas
las modificaciones que se llaman sentimientos, afectos y pasiones. (Schopenhauer, 2005,
p.233)
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Presentaba una negación de las finalidades, aparentemente superiores, a las que aspiraba la
tradición metafísica occidental.
“El mundo como cosa en si es una gigantesca Voluntad que no sabe lo que quiere, pues no
sabe sino que quiere, dado que es voluntad y nada más que voluntad.” (Schopenhauer,
1999, p.60). La voluntad no constituye un fenómeno más de la existencia, sino que es lo
primordial, es el ser. Bajo este respecto, el conocimiento racional se despacha rápidamente
a un segundo plano, donde únicamente sirve como instrumento que presta a la voluntad. El
mundo como voluntad responde a un querer insaciable, a un deseo que se haya bajo oscuras
determinaciones que explican el por qué de la voluntad de vivir, el porqué de querer estar
vivos. La razón, es un fenómeno que se da posteriormente, en menor grado y está
subordinado a la voluntad de vivir de cada ser. La pujanza que mueve al ser esta
manifestada en ese querer insaciable que acaece de una inconformidad con la situación
actual, por lo cual se buscará aplacar aquellas carencias que obstaculizan el placer y dan
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paso al dolor. De esta manera, cada acción va a estar suscrita a la voluntad y desde ahí que
cada tendencia del intelecto devenga y se constituya como un acto volitivo. Sin negar lo
racional se establece que lo primitivo es el querer, la voluntad, lo irracional. La voluntad de
vivir es una voluntad irracional y en cuanto tal, responde a una concepción nihilista.
La voluntad del individuo es la que pone en marcha todo este engranaje, impulsando al
intelecto, en consonancia con el interés, esto es, con los fines individuales de la persona,
para asociar a sus representaciones presentes otras hermanadas con ellas lógicamente, o
analógicamente, o por vecindad espacial o temporal. (Schopenhauer, 1998, p. 206)
La voluntad como la cosa en sí marca la impronta desde donde se objetiva todo fenómeno.
La voluntad es una, indivisa e incognoscible, de ahí que se manifieste su insaciabilidad;
más allá de esta no hay nada, únicamente podemos conocer como esta se manifiesta. El
mundo como representación es todo lo observado y las relaciones establecidas, lo cual
estará determinado por un interés personal. Se forjará, consecuentemente, un mundo no
coincidente con lo que realmente es, sino como una representación propia, una
representación del yo donde opera el principio de individuación.
Respecto de las consideraciones del mundo que se forma Schopenhauer, salta a la vista que,
en tanto que el querer solo puede ser aplacado de manera ínfima y momentánea, la vida
constituye un empuje constante a consumar aquellos deseos que no tienen fin. Esa pujanza
ciega que atraviesa la vida da cuenta de que esta misma es, en mayor proporción,
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sufrimiento. Lo cual, se podría considerar como una postura más bien pesimista por parte
de él autor y que va a constituir un elemento más a considerar dentro de las concepciones
nihilistas que se encuentran su obra.
Nuestra existencia no tiene ninguna base y suelo en el que apoyarse mas que el presente que
se desvanece. De ahí que tenga por forma esencial el constante movimiento, sin ninguna
posibilidad del descanso que anhelamos. Es como la marcha de alguien que se precipita
cuesta abajo, que se caería si quisiera parar y solo puede mantenerse de pie si sigue
corriendo. (Schopenhauer, 2013, p.300)
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Bibliografía
Schopenhauer, A., & Palacios, L.-E. (1998). De la cuádruple raíz del principio de razón
suficiente. Madrid, España: Gredos.
Schopenhauer, A., & Rodríguez, A. R. (1999). Escritos inéditos de juventud: 1808-1818:
sentencias y aforismos II. Valencia: Pre-textos.
Schopenhauer, A., & Aramayo, R. R. (2005). El mundo como voluntad y como
representación. Madrid, España: FCE.
Schopenhauer, A., & Rodríguez, A. R. (2010). El Mundo como voluntad y representación.
Madrid: Alianza.
Schopenhauer, A., & López, S. M. P. (2013). Parerga y paralipómena: II. Madrid:
Editorial Trotta.
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