El Intertexto Como Principio Compositivo en Azul PDF

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 8

EL INTERTEXTO COMO PRINCIPIO CONSTRUCTIVO

EN LOS CUENTOS DE AZUL... Y SU PROYECCION


EN LA NUEVA NARRATIVA LATINOAMERICANA
POR

IVAN URIARTE
Universidad de Nicaragua

1. A casi un siglo de distancia, la critica sobre Azul... ha progresado


muy lentamente. Desde la inicial consagraci6n de Valera como <<galicis-
mo mental> a las precisiones de Watland y Mapes (rastreando los nexos
de la obra con el simbolismo y el Parnaso), la g6nesis erudita de Marasso
y las agudas observaciones de Lida sobre el quehacer literario de Dario
como narrador, s61o las investigaciones de Noel Salom6n sobre los chile-
nismos en Azul..., y la actitud critico-social que el breve volumen alcan-
za, parecen, en realidad, agregar algo nuevo que se desvia de aquella
oficial consagraci6n de Valera.
En terminos generales, la creaci6n de Ruben Dario plantea un pro-
blema especifico, el cual, precisamente, se inicia con Azul..., que la cri-
tica dariana todavia no ha abordado con el rigor que la teoria literaria
-la Poetica o la Semi6tica- contemporanea requiere. Es encomiable,
por otra parte, que las revalorizaciones y cuestionamientos al Modernismo
y Dario han sido hechos desde una perspectiva sociologizante -Rama-
o althusseriana -como la de la franco-mexicana Francoise Perus.
Estas notas tienen por objeto mostrar la proyecci6n de ese sefiero libro
en la nueva literatura latinoamericana, la cual parece emerger solamente
de una gama de influencias que los criticos no cesan de combinar -Joyce,
Kafka, Eliot, Pound, Faulkner-, olvidando, quizis, que algunos de esos
deslumbrantes procedimientos, descubiertos en aquellos autores, ya habian
sido empleados por mis de un modernista.

casi un siglo de distancia? ZEs


En terminos concretos, Lqu6 significado puede tener hoy Azul..., a
que aquella tan celebrada novedad de la
introducci6n del cuento parisiense a lo Catulle Mendes, Gautier, Armand
Sylvestre o el <Cabinet de l'Extreme Orient> de Edmond Goncourt tiene
sentido todavia? Veamos. Con la publicaci6n de Azul..., Dario no s61o
938 IVAN URIARTE

inaugura una nueva prosa en lengua espaFiola, sino que tambien inicia,
con lucidez y plena conciencia artistica, un procedimiento que sentar6 las
bases de un sistema literario que ha encontrado su culminaci6n y grandes
logros con la instauraci6n de la nueva literatura latinoamericana. Me re-
fiero, especificamente, al uso del intertexto, que Dario no s61o sistema-
tiza, sino que lo convierte en el principio constructivo literario de su obra
creadora. Todo aquello que desconcertaba a Valera, bajo la asombrosa
confirmaci6n de que Dario no imitaba a nadie y que habia que liamarlo
una <<raraquintaesencia>, no era mas que la mise en cause del texto como
propiedad, o sea, su expropiaci6n en nombre de un nuevo texto.
Antes de abordar la problemitica que la intertextualidad plantea en
la obra creadora dariana -en Azul... especificamente y su proyecci6n en
el quehacer literario de la actual literatura hispanoamericana-, recorde-
mos brevemente la teoria del intertexto.

2. La intertextualidad, en su sentido mas amplio, es un recurso lite-


rario que, para s6lo limitarnos a la lengua espaFiola, tiene su mis cono-
cido precedente en el Don Quijote de Cervantes, cuando, en la segunda
parte, Cervantes aclara que la historia del caballero de la Mancha la en-
contr6 en un manuscrito arabe en Alacani, <escrita por Hamete Benen-
geli, historiador arabigo . Asi, pues, en cada 6poca, ya se trate de dpocas
literarias tan diversas como la de Petronio, Rabelais, Cervantes o Lautrda-
mont, <peri6dicamente en la historia de la literatura -como nos aclara
Laurent Jenny- aparecen textos que arremeten contra el monolitismo de
sentido y escritura, prejiados por la exuberancia y carga cultural de textos
antecedentes>>.
Para mejor comprender el hecho intertextual contemporineo recorde-
mos, con Andr6 Topia, que el sistema de la cita clasica obedece a dos
prohibiciones: a) no modificar el texto citado; b) prohibici6n de atentar
contra la jerarqufa que sitiia al texto en un estatuto de simple auxiliar
del texto principal. El procedimiento intertextual, entonces, consiste en la
supresi6n de comillas en el texto, introduciendo el estilo indirecto y libre
y con ello un cambio de niveles en la enunciaci6n; esta transformaci6n
opera como una compuerta que permite la entrada de todo discurso extra-
o al texto que se esta elaborando. Literalmente, pues, se trata de un
collage intertextual, donde la cola -parodiando a Max Ernst- no hace
el intertexto. Las consecuencias seran, por un lado, la utilizaci6n de deter-
minado texto y, por otro, una nueva realizaci6n (porque a menudo el
texto original es modificado) que viene a integrarse al texto en progre-
si6n, el cual es contaminado y puesto en nueva perspectiva.
De esta manera, el estatuto del intertexto se expande en un movimien-
EL INTERTEXTO COMO PRINCIPIO CONSTRUCTIVO 939

to que va desde la copia y la transcripci6n hasta la reescritura misma,


pasando por los diferentes grados de la parodia y la reactivaci6n.

3. Es conveniente ahora, aunque s6lo sea al pasar, precisar los nive-


les de intertextualidad que Dario manipula e inserta en Azul... A partir
de las investigaciones de Mapes y Marasso, podemos deducir que Dario
no juega con inserciones de valor pros6dico marcado (oculta la presencia
del texto nuevo) y, por tanto, provoca en el lector un trabajo de identifi-
caci6n y de interpretaci6n del mismo. Sefialemos ya que el intertexto da-
riano combina una variedad de textos a la vez, tal como lo hace en <<El
velo de la reina Mab>>, lo cual complica enormemente detectar la frecuen-
cia de transposici6n matricial y el grado selectivo que se opera en el texto:
a) en primer lugar, la raiz shakespeariana que le sugiere el cuento
se convierte en una variante de la descripci6n hecha en el acto IV de
Romeo y Julieta;
b) esa variante esta realizada a partir de una reactivaci6n intertex-
tual de la <Derniere fe> de Catulle Mendes, que le proporciona, parcial-
mente, I'histoire;
c) de Charles Perrault y del mismo Mendes (<<El linchamiento de
Puck>>) tomara el tono de cuentos de hadas, el cual desvirtuara con el
planteamiento de la problemitica del artista frente a la sociedad, dada a
trav6s del discurso del escultor, el poeta, el miisico y el pintor. Pero la
operaci6n intertextual va mas all-, precisamente por los nexos que guarda
con el <Coloquio de los perros>> de Cervantes y otros textos, como bien
lo sefiala Marasso.
Caso similar seria el de <<La ninfa>>, donde Dario, atentando contra la
estructura del cuento parisiense, introduce un tipo de narraci6n que juega
con alusiones eruditas, que se remonta al P. Nieremberg, Lope de Vega,
Vitoria, Alciato y otros.
En <<El palacio del sol , partiendo de la cadena literaria que Dario
encontr6 en el Nouveau Decameron, transforma el relato matriz (<<Le
jardin de jeunes ames>) para abordar, con malicia y fina ironia, la edu-
caci6n sexual que los adolescentes deben tener, remontindose a textos
que abordan esa misma problemitica, como El acero de Madrid de Lope
de Vega y El si de las niias de Moratin.
Los otros textos claves de Azul...,<<El <<La
rey burgus>> y canci6n del
oro>>, presentan un grado de ensamblaje intertextual que va mis alli de
la reactivacion y la escritura y que introduce procedimientos sustitutivos
y de reconstituci6n del intertexto, los cuales, para dar una referencia mas
contemporanea, son el principio de construcci6n literaria del Canto ge-
neral de Neruda.
940 IVAN URIARTE

Podemos confirmar con estos ejemplos la complejidad del trabajo da-


riano, la cuidadosa mise en cause de textos para lograr un cambio de len-
guaje en la narrativa de lengua espaiiola en un momento de anquilosa-
miento de 6sta, la cual Dario revitaliza no s6lo a trav6s de la expropiaci6n
de la cadena literaria, como hemos visto, sino tambien acudiendo a diver-
sos niveles dialectales del espafiol, que en lo concerniente a Azul... esta
sutilmente prefiado de chilenismos.
Despu6s de haber abordado los niveles de intertextualidad en la na-
rrativa de Azul..., refiramonos a otro tipo de intertextualidad, que Dario
empleari tan sistematicamente como la intertextualizaci6n de la cadena
literaria. Me refiero a otra modalidad de este procedimiento propuesta
por Lotman, y es la del intertexto ic6nico, que segin el conforma un sis-
tema de narraci6n que es una interna transposici6n de elementos. De
sobra sabemos c6mo Dario reactiva en sus textos una iconografia que se
remonta a los clasicos, prerromanticos, el siglo xviii, para extasiarse en
el xIx: Watteau, Delacroix, Dore, Callot, Millet, Veber, para s6lo men-
cionar algunos.
Esta apropiaci6n del texto introduce, a su vez, cambios ortogrificos
en la lengua (azur, harmonia, kalisto, makheda...) que plantean al lector
un juego etimol6gico de identificaciones, que sugieren, ademis, el origen
del intertexto.
Estudiar los niveles y modalidad de intertextualizaci6n que Dario rea-
liza con plena conciencia artistica es un trabajo que nos revelaria (a par-
tir de un minucioso cotejo con los textos matrices) el poder de ensamblaje
intertextual que el poeta nicaragiiense inicia en Azul... y que desarrolla
posteriormente, con dominio y gran maestria, en Prosas profanas y Cantos
de vida y esperanza. Ahora bien, ese quehacer intertextual genera una
estructura literaria propia en cada obra. Si en Azul..., ademas del claro
planteamiento sociohist6rico que nos hace -la inconformidad del artista
frente a una estructura de poder que lo excluye y margina-, es un ensa-
yo sobre las ideas est6ticas del modernismo, y tambien la proposici6n de
una nueva lectura e interpretaci6n de la cadena literaria, en Prosas pro-
fanas el arduo trabajo de intertextualizaci6n genera una estructura que
nos confronta al texto como mascara y carnavalizaci6n del mundo, en el
sentido que Bajtin lo propuso en sus investigaciones sobre Rabelais.

4. La proyecci6n de Azul... sobre la nueva literatura latinoamericana


no ha sido considerada todavia. Se ha hablado de Dario como renovador
de la lengua, como un maestro, pero en realidad no se ha confrontado
el procedimiento literario fundador, con el cual, como su quehacer lite-
EL INTERTEXTO COMO PRINCIPIO CONSTRUCTIVO 941_

rario lo revela, inicia la transformaci6n de una literatura que ya tenia


otro precursor: Mallarm6.
Es extrajio, por otra parte, el silencio y la incomprensi6n de la labor
pionera de Dario. Jorge Luis Borges, en un ensayo sobre Leopoldo Lugo-
nes, en 1955, observaba, a prop6sito de Azul..., lo siguiente: <<De este
libro, cuya importancia hist6rica es innegable, quiza lo inico que adn
sobreviva sea algin soneto como el dedicado a Walt Whitman.>> Es pro-
bable que Borges pensara en el verso <<Su alma del infinito parece espejo ,
que de un golpe nos transporta a los laberintos internos de El hacedor,
libro, casualmente, no exento de lo que Azul... habia ya propuesto en su
tiempo: prosa y verso no s6lo requieren igual trabajo artistico, sino que
tambien contintan el mismo discurso.
Que esta negaci6n y esta coincidencia nos sirvan para precisar, dentro
del breve espacio que nos resta, la presencia de la narrativa de Azul...
en la literatura latinoamericana de hoy.
El breve manojo de cuentos de Azul... nos parece un texto fundador
en todo el sentido de la palabra. Si hemos sefialado en ellos la presencia
del intertexto es porque precisamente este procedimiento, que comienza
a hacerse sentir en las escuelas de vanguardia europeas, dinamiza y fecun-
da toda una corriente de la poesia y la narrativa latinoamericana del si-
glo xx. Pero Dario, como todo precursor, ya lo habia convertido en el
principio constructivo literario de su obra de creaci6n, iniciandolo preci-
samente en Azul...
Agreguemos: de este procedimiento literario, que funciona como un
connotador artistico, se desprenden otras cualidades formales y estructu-
rales. Trataremos de precisar, primero, la incidencia del intertexto en el
quehacer literario de nuestra actual literatura, para luego referirnos a las
cualidades formales y a las estructuras.
Jorge Luis Borges es, sin lugar a dudas, el autor latinoamericano que
ha llevado el intertexto a su culminaci6n, combinando todas las doctrinas
filos6ficas y literaturas de Oriente y Occidente, hasta inventar el inter-
texto mismo con la introducci6n de textos ap6crifos. Ni Borges ni nadie
puede negar que el procedimiento intertextual tiene su primer antece-
dente, en tanto que connotador artistico funcionando dentro de un sis-
tema literario determinado, en los cuentos de Azul... Ademis, en <<La
ninfa>> ya encontramos el tono erudito que Borges combinar hasta la sa-
ciedad: <<Los satiros y los faunos, los hipocentauros y las sirenas han
existido como la salamandra y el Ave Fenix.> <<El
perro gigantesco que vio
Alejandro, alto como un hombre, es tan real como la arafia Kraken.
<<Afirma San Jer6nimo que en tiempo de Constantino Magno se condujo
a Alejandria un stiro vivo, siendo conservado su cuerpo cuando muri6.
61
"942 IVAN URIARTE

ros: una de ellas como un elefante.> Estas citas, 4no


<Y Fileg6n Traliano... afirma la existencia de dos clases de hipocentau-
nos recuerdan, in-
clusive, el Manual de zoologia fantdstica del propio Borges?
Este mismo procedimiento intertextual, como dijimos, genera cualidades
formales y estructurales, con incidencia y proyecci6n en el mas complejo
trio de nuestra literatura: Borges, Cortizar y Paz. Jaime Alazraki, a pro-
p6sito de estos tres autores, se ha referido al ensayo como narraci6n y
viceversa, que ya Dario habia iniciado en Azul... Y lo que Alazraki afirma
es vlido para ese sefiero manojo de cuentos: <<Como la ficci6n que habla
a traves de una voz narrativa, el ensayo dilucida a trav6s de una voz re-
flexiva.>
Para evitar equivocos, notemos que el intertexto, como principio cons-
tructivo en literatura, tiene sus propias modalidades en cada sistema lite-
rario. Sin lugar a dudas, con las escuelas de vanguardia se inici6 un nue-
vo sistema literario donde aquel principio constructivo que Dario inici6
en nuestras letras ha variado, porque han variado los contextos y el en-
torno, las idiosincrasias y preferencias. Pero lo importante es que ese
procedimiento que Dario inicia dinamiza hoy diversas tendencias de nues-
tra literatura, que incluye autores tan diversos como Neruda, Paz, Borges,
Roberto Juarroz, Carlos Martinez Rivas, Ernesto Cardenal, Juan Jos6
Arreola, Lezama Lima, Carpentier, Roque Dalton. Y, precisamente por
ello, es innegable la presencia del autor de Azul... en sus obras.
Hay un narrador que deliberadamente no hemos incluido en esta in-
completa lista, porque sus nexos con el autor de Azul... nos parecen mis
claros y estrechos que con ningn otro narrador contemporineo de la
America nuestra. Nos referimos a Gabriel Garcia Mirquez. La prosa del
autor de Cien ahos de soledad no podria explicarse sin el migico extra-
ijamiento del referente que Dario inici6 en los cuentos de Azul... Un ri-
guroso paralelo entre ambas prosas narrativas nos revelaria un similar
trabajo de orfebreria: la prosa narrativa debe ser elaborada con el rigor
del verso y conservar la fluidez y plasticidad que le corresponde. Obvie-
rmnos la intensidad intertextual de Cien afios de soledad (que va de La
Biblia, Las mil y una noches y La princesa de Babilonia a la cadena ex-
traliteraria de raiz popular) para recordar que no es una coincidencia que
,sta se inicie con una referencia doblemente dariana que nos remonta a
aquella<<tarde que su padre lo llev6 a conocer el hielo , al coronel Aure-
lio Buendia, lo cual es un intertexto de la Autobiografia de Dario, quien,
no por puro azar, tuvo como padre adoptivo a otro coronel: el coronel
Ramirez. LY que decir de todas las alusiones y referencias intertextuali-
zadas en Dario en El otoijo del Patriarca?
La relaci6n Azul...-nueva literatura latinoamericana va mas alli de
EL INTERTEXTO COMO PRINCIPIO CONSTRUCTIVO 943

estos atisbos, porque la obra precursora nunca termina de acosarse, de


agotar sus posibilidades de expansi6n y dilataci6n.
Concluyo: Azul... es el vivero inicial de las corrientes, tendencias y
procedimientos (como la intertextualidad) de la nueva narrativa latino-
americana. El manejo del cuento de hadas, colindando con la farsa, cubre
un campo que va de la parodia al <<realismo migico y a lo <<real mara-
villoso>>. <<La ninfa y <<La canci6n del oro prefiguran un empleo de la
erudici6n que hoy reaparece como discurso constante en algunos de nues-
tros mejores narradores. <<El fardo anticipa un delicado tipo de litera-
tura social que, partiendo de la simple an6cdota, va mas alli de la meta-
fora misma. En <<El rubi , la denuncia de la emergente sociedad de con-
sumo alejando al hombre de la naturaleza transmuta el mito en parabola.
En suma, cada cuento de Azul... presenta una problematica que so-
brepasa los limites de la bibliografia, la ex6gesis, la edici6n critica. Ahora
que se acercan los cien afios de la publicaci6n de Azul..., la nueva critica
latinoamericana tiene que responder a ese desafio.

También podría gustarte