1207-Texto Del Artículo-3433-1-10-20150210
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Resumen:
El objetivo del presente trabajo es analizar la vida y la obra de Friedrich Ludwig Jahn, 97
situando su figura en la Alemania de finales del siglo ilustrado y principios del XIX, y
valorando sus aportaciones al Olimpismo moderno. Su trabajo se desarrolló en toda Alemania
a través de un inmenso movimiento asociado a la práctica física y a la afirmación de la
identidad nacional, constituyéndose en una importante referencia para todos los movimientos
físico-deportivos posteriores, como es el caso del Movimiento Olímpico Moderno.
Palabras clave: educación, Olimpismo, deporte, gimnasia artística, Siglo Ilustrado.
Abstract:
The objective of the study is to analyze the live and work of Friedrich Ludwig Jahn, placing
his figure in Germany in late illustrated and early nineteenth century, and valuing their
contributions to modern Olympism. His work was developed in Germany through an
immense movement associated with physical practice and affirmation of national identity,
becoming an important reference for all subsequent physical-sports movements, such as the
Modern Olympic Movement.
Keywords: education, Olympics, sports, gymnastics, Century Illustrated.
1. Introducción
El objetivo del presente trabajo es analizar la vida y la obra de Friedrich Ludwig Jahn,
situando su figura en la Alemania de finales del siglo ilustrado y principios del XIX, y
valorando sus aportaciones al Olimpismo moderno. Esta investigación surgió a raíz del
trabajo realizado por D. Israel Herranz, alumno de mí tutoría, presentado para la obtención del
Diploma de Estudios Avanzados (DEA), dentro del Programa de Doctorado de Innovación e
Investigación en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad de León, con
mención de calidad desde el curso 2000/2001 otorgada por el Ministerio de Educación y
Ciencia.
desarrollando todas las modalidades de este deporte: la barra fija, las barras paralelas, el
caballo de saltos, las anillas y los ejercicios libres en suelo. Precisamente aquí vamos a
encontrar una de las aportaciones fundamentales, pero no la única, de Jahn a los Juegos
Olímpicos.
Carl Diem afirma que “el deporte es nieto del Renacimiento e hijo de la Revolución
francesa”, siguiendo en su evolución el camino trazado por el pensamiento humanista de
recuperación de la dignidad humana y de aproximación a la naturaleza. La extensión de la
ideología humanista por toda Europa marcó el inicio de la Edad Moderna y asentó los pilares
del movimiento ilustrado primero, y de la revolución industrial a continuación.
El siglo XVIII, también conocido como el “siglo educador” por la gran preocupación de
pedagogos y filósofos por la educación y su traslado a las clases sociales más desfavorecidas,
marcará un hito en la consideración de la formación de la persona como la base de su libertad,
de la igualdad con los demás, y del respeto a sus semejantes, lo que en definitiva iba a ser
proclamado como lema de la Revolución francesa. Y el deporte siempre ha sido un fiel reflejo
de ello para la persona: libertad de elección en la práctica deportiva, de su preparación y de
sus compañeros; igualdad de los participantes en el transcurso de su desarrollo; y fraternidad,
reflejada en el respeto a sus compañeros y a sus adversarios como máxima de la confrontación
deportiva.
formativo en las primeras edades debería de comenzar por el desarrollo de los sentidos, y
ningún lugar mejor para ello que la propia naturaleza. Su propuesta educativa abarcaba a la
carrera, los saltos de longitud y altura, la natación, la trepa de los árboles, el levantamiento de
pesos, el lanzamiento de piedras, los ejercicios de equilibrio, la estructuración espacio-
temporal a través de los ejercicios de orientación, el sentido del equilibrio, la agilidad de
movimientos y la lucha. Hasta tal punto estaba convencido Rousseau de las bondades de su
método que en un pasaje del ensayo nos dice que “si fuera capaz de enseñarle a volar (se
refiere a Emilio), haría de él un águila”. Su lema en la educación estaba presidido por lo que
él denominaba “prudente dureza”, es decir, exigencia controlada en el esfuerzo de los niños.
Otro destacado pedagogo de esta época fue Johann Heinrich Pestalozzi (1746-1827),
entusiasta seguidor de Rousseau, y que curiosamente dio nombre a la primera institución que 99
formó profesores de Educación Física en nuestro País, el Instituto Pestalozziano de Madrid.
Luchador incansable en su tarea de acercar la educación a los más desfavorecidos, entendía
que un buen desarrollo motor facilitaba la mejora de las demás capacidades del ser humano.
Se desplazaba con sus alumnos al campo para realizar todo tipo de actividades físicas al aire
libre. Su método de “gimnasia elemental” recogía la realización de un sistema de
movimientos articulares y musculares dirigidos al logro de un desarrollo físico equilibrado y
armónico.
Johann Friedrich Guts Musths (1759-1839), autor de la obra Gimnasia para la juventud
(1793), verdadero tratado pedagógico de Educación Física escolar, traducido a varios idiomas
y ampliamente alabado por los padres de la gimnasia de la época, entre los que figurará el
propio Friedrich Ludwig Jahn, que visitó al autor y se declaró “su fiel seguidor”. Su método
se centraba en la utilización de todo tipo de ejercicios que no fuesen en contra de la
naturaleza. Fiel admirador de la educación clásica griega, entendía el ejercicio como un medio
de desarrollo equilibrado y armónico de las capacidades físicas del ser humano. Su programa
recogía las actividades en la naturaleza como la forma ideal de ejercitación física: la carrera
campo a través, los saltos, los lanzamientos, el levantamiento de pesas, la lucha, y los
ejercicios de armas. Como dato importante, cien años antes de la propuesta de Pierre de
Coubertin de recuperación de los Juegos Olímpicos, ya Guts Muths había propuesto al rey
Federico Guillermo III y a las autoridades políticas “la necesidad de reactivar unos Juegos
similares a los de la antigüedad clásica, por el bien de nuestra juventud”.
Anton Vieth (1736-1836) fue un gran teórico de la Educación Física, que en su obra
titulada Ensayo sobre una enciclopedia de los ejercicios físicos (1894) nos muestra un amplio
catálogo de movimientos de gimnasia artística con las distintas fases de su aprendizaje -
progresión-, y con una amplia explicación técnica de cada uno de ellos. La segunda edición de
esta obra, publicada en 1818, la dedicó a Guts Muths y a Jahn, justificando el propio autor su
dedicatoria en la admiración que sentía por ambos. Carl Diem considera a los tres como “los
auténticos padres de la gimnasia alemana moderna”. Una parte importante de su obra fue la
identificación de los problemas físicos derivados del trabajo, y propuso para ello la
realización de ejercicios físicos compensatorios que ayudaran a recuperar esos desequilibrios,
lo que en la actualidad conocemos como gimnasia de pausa o laboral.
Nació Johann Friedrich Ludwig Christoph Jahn en la villa de Lanz, situada en las
cercanías de Lenzen, perteneciente al estado de Brandeburgo, en la antigua Prusia, el 11 de
agosto de 1778, hijo de un pastor luterano y de una profesora universitaria, que le enseñó a
leer, siendo la Biblia su primera lectura. De su padre, como sabio teólogo, aprendió el niño 100
Friedrich Ludwig los conocimientos básicos para su posterior carrera profesional, despertando
en él su interés por la geografía, la lengua alemana y la historia. Especialmente de esta última,
de la que Jahn siendo adulto llegaría a afirmar que “… fue mi más antigua acompañante en
los juegos de la infancia, mi amiga y compañera durante la vida, hasta el punto de que tan
solo cuando fui adulto oí hablar de cuentos”. Completaría los estudios primarios en su ciudad
natal, como el mismo nos relata, y fue a los 13 años cuando recibió sus primeras enseñanzas
gimnásticas en el Gymnasium de Salzwedel, y dos años más tarde pasó al Gymnasium
Grauen Kloster de Berlín.
Era un joven inquieto y listo que ya desde niño asistía a las charlas y debates
espirituales de los compañeros de su padre, dedicando el tiempo restante a relacionarse con
las gentes del campo, escuchando con la mayor atención sus relatos y experiencias de las
labores diarias, y acompañando a los cazadores furtivos y contrabandistas, por lo que siendo
aún un niño aprendió a montar a caballo, a nadar y a disparar.
Fue en estos primeros años de juventud cuando forjó el germen de su rebelde y a veces
caprichoso carácter. A través del mencionado entorno adquirió cierta habilidad, agilidad y
destreza, pero también algunos comportamientos rudos y de mala educación que más adelante
le pondrían en serias dificultades, al hacer y decir siempre lo que entendía como justo y
apropiado. Esto le llevaría, sin duda, a sufrir serios reveses en su vida adulta. Así lo reconoce
él mismo cuando afirma que “mi padre sembró en mi corazón un imborrable sentimiento de
justicia e injusticia, la fuente de mi posterior destino. Ya en los juegos de la infancia tomaba
parte del lado de los oprimidos, y defendía cualquier causa justa y la libertad de los
ciudadanos”.
Universidad de Halle. Su espíritu inquieto y su fuerte carácter le llevaron a dejar sus estudios
de teología, decantándose por la historia y por la filología germánica.
Tras este largo periplo universitario abandonó sin obtener ninguna titulación. De su vida
universitaria deja clara constancia un amigo suyo, que relata “ropas rotas y cabezas
sangrantes eran acontecimientos del día a día. El endurecimiento contra toda injusticia de la
naturaleza y la puesta en marcha de todas sus fuerzas en la necesidad de reeducar
valientemente a la nación alemana contra el enemigo fueron sus objetivos. En ningún
momento intentó ocultar sus intenciones políticas”. Sus impetuosas y para muchos rudas
maneras le acarrearon múltiples fatalidades y numerosos problemas con la autoridad.
La guerra entre Prusia y Francia puso fin a sus esfuerzos como escritor y le obligó a
dirigirse hacia Turingia. En 1806, Prusia perdió la guerra tras las batallas de Jena y
Auerstädt 1. Jahn fue testigo de la derrota y de la represión sufrida por los prusianos, así como
de la ocupación de otros estados alemanes. Ante estos acontecimientos tomó una firme y
noble decisión que marcaría el resto de su vida: luchar por la unidad y libertad de Alemania.
1
El 14 de octubre de 1806 tuvo lugar el enfrentamiento entre el ejército napoleónico y la coalición formada por el
reino de Prusia y el de Sajonia. La batalla se llevó a cabo cerca de la ciudad entre Cospeda y Vierzehnheiligen.
Los 80.000 soldados franceses vencieron a los 150.000 prusianos.
También en 1806, tras las derrotas mencionadas, Jahn realizó un discurso dirigido a la
comunidad estudiantil de Göttingen, en el que, por primera vez, reivindicaba la libertad de la
patria y valoraba la actividad física como el medio ideal para mentalizar de ello al pueblo
alemán.
Se trasladó por delante de los avanzados franceses y logró llegar a su casa en Lanz.
Inmediatamente contactó con otros “patriotas”, y se mantuvo activo contra la ocupación
francesa. En su incansable labor de mentalización del pueblo alemán publicó un nuevo libro,
que tituló Nacionalidad alemana, y en el que estimulaba a sus compatriotas a luchar contra
los franceses para expulsarlos de su territorio, exaltando la lengua y las costumbres alemanas
como elementos de unidad de todos, y utilizando el término Germanidad, como forma de
llamamiento contra la invasión francesa. 102
Pero no cabe duda de que la derrota de Prusia ante las tropas napoleónicas en la batalla
de Jena, marcaría decisivamente la vida del joven Friedrich Ludwig, así lo expresa el mismo
cuando afirma que “… aquella noche, recién cumplidos mis veintinueve años, el sufrimiento
hizo que aparecieran mis primeras canas”. También describe con enorme tristeza la
impresión que le causó la retirada del ejército prusiano tras la derrota.
Como ya hemos visto, en 1807, Jahn visitó a Johann Christoph Friedrich Guts Muths,
en Schnepfenthal (Turingia), donde trabajaba como profesor en el centro filantrópico fundado
por Christian Salzmann. Este autor ya había plasmado los fundamentos para la educación
corporal de los jóvenes en su obra Gimnasia para la juventud (1793), y había construido un
espacio de juegos junto a dicha escuela. La visita impactó a Jahn, convirtiéndole en un
incondicional admirador del padre de la gimnasia pedagógica, y ello hasta el punto de que
posteriormente le dedicaría uno de sus libros.
En 1810 ejerció también como profesor del instituto educativo fundado por el Dr.
Plamann, compartiendo claustro con su compañero Karl Friedrich Friesen 2, al que más
adelante le uniría una íntima amistad.
2
Karl Friedrich Friesen (1785-1814). Nacido en Magdeburgo. Matemático, arquitecto, cartógrafo y pedagogo
gimnástico. Desde 1810 profesor junto a Jahn en el Instituto de Planmann en Berlin y colaborador suyo en la
instalación gimnástica del Hasenheide. En 1811 escribió junto a Jahn un “Reglamento y organización de la
Jahn, cuyo objetivo era dar carácter público a la práctica de la gimnasia, se aseguró de
que su instalación gimnástica fuese el tema de tertulia en toda la ciudad. En el invierno de
1811, algunos gimnastas recibieron clases de saltos de potro por mediación del propio Jahn. 103
En 1812 el número de gimnastas había ascendido ya hasta los quinientos. Los ejercicios sobre
la barra fija y las paralelas fueron ampliados y junto a éstos, se realizaron diversos juegos y
prácticas atléticas. En el invierno de 1812 se constituyó la Asociación Gimnástica de Berlín,
siendo su primer director Karl Friedrich Friesen.
Jahn se dio cuenta enseguida de que el Turneniba a convertirse en un medio ideal para
el fortalecimiento y la educación de la juventud alemana. Esto, unido a su publicación, ya
citada, de La Nación Alemana(1810), en la que planteaba la nacionalidad, el espíritu de los
pueblos alemanes y las instituciones que estarían en armonía con sus principios y su carácter,
contribuiría de manera importante a la liberación de la ocupación francesa. Muchos gimnastas
berlineses aptos para el servicio militar escucharon la llamada del rey Federico Guillermo III,
el 17 de Marzo de 1813, y pasaron a formar parte del “Cuerpo Prusiano de Voluntarios” del
rey, al que Jahn y Friesen ya pertenecían desde febrero del mismo año. El Turnen en el
Hasenheide fue dirigido por sus amigos Bornemann y Ernst Eiselen durante la ausencia de
Jahn.
Inmediatamente, Jahn se dio cuenta de que le faltaban dotes de oficial para dirigir a la
tropa, y a petición suya fue destituido del cargo a finales de 1813. A principios de 1814 fue
asignado a la Comisión General de Estado de Asuntos Armamentísticos, cuya finalidad era la
de preparar a todo el pueblo alemán para el uso de las armas, especialmente a la antigua
Confederación del Rhin, que se había separado de Napoleón. Sus conocimientos sobre el país
y el pueblo alemán, así como su talento oratorio le facilitaron la tarea que le fue asignada.
corporación de estudiantes”. Murió en lucha contra la invasión napoleónica como oficial adjunto en el
Lützowsche Freikorps.
Jahn viajó a Viena en la primavera de 1815 como consejero en cuestiones históricas del
canciller y príncipe Hardenberg 3, donde al mismo tiempo príncipes y hombres de estado se
reunían en el Congreso de Viena para regular las relaciones entre los países europeos. Su
sueldo honorífico se elevó a ochocientos táleros.
En marzo de 1816, en Berlín, se publicó su obra más importante desde el punto de vista
de la actividad física: “Die Deutsche Turnkunst Turnplätze” (La gimnasia alemana en el
Turnplätze), escrita por Friedrich Ludwig y por su estrecho colaborador Ernst Eiselen. Como
afirma la cita de la cubierta de la obra, se trata de una autoedición, cuyo coste inicial fue de un
tálero. Ante el desbordante éxito del Turnen berlinés y los de otras ciudades alemanas, Jahn
decidirá recopilar en una sola obra todos sus escritos sobre la actividad física, de modo que
tras salvar diversos obstáculos, la obra vio la luz en abril de 1816. 104
En la introducción de su libro, explica el origen del mismo, y lo inicia con una sentida
dedicatoria de agradecimiento a sus predecesores AntonVieth y Friedrich Guts Muths. Lo
que, sin duda, viene a desmontar la teoría del enfrentamiento mantenido con Guts Musths.
Algunos especialistas de la época, como es el caso de Franz Nachtegall, llegaron a escribir
que se trataba de una obra maestra del arte gimnástico. Para ello, afirmaban que el valor no
estaba tanto en la descripción sistemática de los ejercicios o en las instrucciones
metodológicas para su uso, sino en la discusión fundamental sobre el Turnkunst en sí y el
servicio que prestaba a la sociedad alemana.
3
Kart August Hardenberg (1750-1822). Ministro de asuntos exteriores de Prusia, príncipe de Hannover y
canciller desde 1810. Representó a Prusia en las negociaciones de París (1814) y Viena (junio 1814 – junio
1815), pero desde 1815 dejó de dirigir la política prusiana. El primer Tratado de París (30 mayo 1814) consagró
la victoria de los aliados (Gran Bretaña, Austria, Prusia y Rusia) sobre la Francia napoleónica. El segundo
Tratado de París (20 noviembre 1815), concluido entre Francia y las cuatro potencias aliadas ya mencionadas,
sancionaba la derrota francesa al final de los Cien días.
Pero Jahn no fue capaz nunca de abstraerse de su inquietud política, de modo que en el
empeño de difusión de sus ideas, anunció en la prensa local de Berlín, el 11 de enero de 1817:
“Los lunes y viernes por la tarde, de 6 a 7, realizaré veintiún discursos sobre mi escrito Die
Deutsche Volkstum (La Nación Alemana), calle Französische Nº 43, en el mismo salón en el
que el Sr. Gropius tenía sus exposiciones”. A dichos discursos acudió un gran número de
gente, que enormemente apretados llegaron a contabilizar hasta quinientos oyentes. Con
vibrantes palabras explicaba el maestro sus razones y expresaba de forma muy sincera al
mismo tiempo, con un fuerte impulso oratorio, su descontento con las relaciones socio-
políticas del momento. Esto no pasaría desapercibido para las autoridades, de modo que el 105
Príncipe Canciller Hardenberg ordenó, el 24 de febrero de 1817, que en 24 horas debería
presentar un escrito sobre su última aparición para probar las acusaciones que se habían hecho
contra él. Criticó despectivamente a los diplomáticos alemanes que el 30 de mayo de 1815
concertaron la Paz de París, a diversos funcionarios de la administración, así como algunos
decretos publicados en los boletines oficiales del gobierno. Sus discursos fueron
inmediatamente prohibidos.
Él continuó con su trabajo a pesar de las críticas recibidas, e inició una estrecha
colaboración con su compañero y amigo Friedrich Friesen, publicando un Reglamento y
organización de las corporaciones estudiantiles universitarias de Alemania, que sería de gran
importancia para la puesta en marcha de las corporaciones estudiantiles de cada Universidad.
El 18 de Octubre de 1817 se celebraría, en Eisenach, una reunión de estas corporaciones
estudiantiles, a la que acudieron más de quinientos participantes representando a la mayoría
de los Centros universitarios alemanes. Como no podía ser de otra forma, la reunión se
convirtió en un acontecimiento de gran trascendencia política. No existía ninguna prueba de
que Jahn hubiese participado en dicha reunión, aunque el Canciller Von Hardenberg afirmaría
que “… se puede asegurar con toda certeza que Jhan ha tenido algo que ver en el asunto”.
Una mera suposición que nunca se pudo comprobar.
4
August Ferdinand von Kotzebue (Weimar 1761- Mannheim 23 marzo 1819). Escritor alemán. Vivió mucho
tiempo en Rusia y actuó como espía contra Napoleón al servicio del zar. Fue contrario al movimiento
gimnástico.
táleros anuales. Sin duda, se encontraba en el punto más álgido de su proyección social y
vital.
Un destacado y muy querido alumno suyo, Eduard Dürre, dirigió una carta al Dr.
Heinrich Rumschöttel, Director del Instituto Gimnástico de Trier, en el verano de 1817,
comunicándole: “Por las clases de Jahn se han ofendido una gran cantidad de enemigos del
Turnen que hasta ahora permanecían en silencio. Él ha expresado también algo en su duro
lenguaje habitual que ha vuelto locas a las “gallinas cotorras”, y que los necios entendieron
como grandes ofensas. Por ello se levantaron contra él, para ayudar a derrocarle”. Estas
afirmaciones del citado alumno muestran que el Turnen y los gimnastas estaban
estrechamente controlados por el estado.
106
Tal vez, el motivo de este control fuera que el Turnen había experimentado un gran
auge en la política interior tras el éxito en la guerra de liberación contra Napoleón. Jahn y sus
partidarios exigían en vano del Rey, por ejemplo, el cumplimiento de la promesa de
constitución. A ello se unía el hecho de que personalidades influyentes del régimen se
oponían frontalmente al Turnen. Todo estaba en contra de Jahn, hasta el punto de que en la
resolución del Congreso de Aachen, celebrado en otoño de 1818, aparecerá la encolerizada
intervención del canciller y príncipe austríaco Metternich 5 sobre las asociaciones gimnásticas,
caracterizándolas como “verdaderas escuelas preparatorias para el desorden universitario”.
Este acontecimiento endureció las opiniones en contra de la gimnasia y de sus fundadores.
5
Klemens Metternich-Winneburg (Koblenz 1773 – Viena 1859). Estadista austríaco. Estudio en Estrasburgo y en
1790 entró al servicio de la diplomacia austríaca. Embajador en Dresden (1801), en Berlín (1803) y en París
(1806), preconizó la alianza con Napoleón y, tras la paz de Viena (1809) se convirtió en Ministro de Asuntos
Exteriores y Canciller. Durante casi 40 años orientó la política austríaca y se convirtió en el gran defensor del
Antiguo Régimen. Cuando las tropas napoleónicas fueron derrotadas en Rusia, Metternich se convirtió en
artífice del “nuevo equilibrio” europeo (Viena 1814-1815); restableció el poder austríaco en Italia y Alemania y,
a través de la Cuádruple Alianza (1815), se convirtió en el gendarme del continente, pronto a reprimir los brotes
de liberalismo (Alemania, Italia y España) y a apagar los peligrosos rescoldos de la Revolución francesa. Sus
puntos de vista y los intereses del estado multinacional de los Habsburgo prevalecieron en los congresos de
Aquisgrán (1818), Karlsbad (1819) y Viena (1820).
Los cargos que pesaban contra él eran la divulgación de sus peligrosas ideas, la amenaza de
asesinato del Consejero Gubernamental von Kamptz, y la fundación de las corporaciones
estudiantiles. Fue interrogado e internado en la prisión de Berlín. Se nombró una comisión
investigadora encargada de demostrar los cargos que se le imputaban. El tribunal imperial y el
escritor Karl Hoffman dirigieron la investigación. En su informe del 15 de febrero de 1820
dejaban claro que las acusaciones realizadas contra Jahn eran imposibles de demostrar y
solicitaban su puesta en libertad. El 31 de mayo de 1820 fue liberado, pero tuvo que
permanecer en la fortaleza de Kolberg bajo la vigilancia del comandante de prisión.
El tribunal regional de Breslau, que como última instancia tenía que decidir sobre Jahn,
dictó sentencia el 13 de enero de 1824, confirmando que al profesor de gimnasia Friedrich
Ludwig Jahn se le condenaba a dos años de prisión por “repetidas, irrespetuosas e insolentes 107
afirmaciones sobre las leyes e instituciones existentes, sin respeto a los castigos impuestos
hasta ese momento”. Interpuso un recurso contra la sentencia. El tribunal de Frankfurt del
Oder la revisó y emitió un nuevo veredicto el 15 de marzo de 1825, en el que se revocaban los
dos años de prisión, pero se establecían una condiciones que obligaban al acusado en los
siguientes términos: no podría establecer su residencia ni en Berlín ni en un radio menor de 10
millas, ni en ninguna ciudad universitaria o con centros de educación secundaria, condición
ésta indispensable para poder mantener la pensión de mil táleros que disfrutaba. Se le prohibía
salir del País y permanecería además bajo vigilancia policial. Jahn decidió establecer su
residencia en Friburgo, junto con su hijo y su segunda esposa Emilie Hentsch. No cumplió la
sentencia y siguió manteniendo una estrecha relación con sus gimnastas, por lo que una nueva
sentencia le obligó a dejar Friburgo y a trasladarse a la pequeña ciudad de Cölleda.
La vida en esta pequeña ciudad facilitó su dedicación a la lectura y al estudio, pero sus
inquietudes le llevaron a solicitar permiso para trasladarse de nuevo a Friburgo, lo que le
concedieron en enero de 1835. Una vez instalado en esta ciudad, entabló de nuevo el contacto
con sus alumnos de Berlín y volvió a los enfrentamientos con sus detractores que
repetidamente le caricaturizaban y le menospreciaban en un tono grosero y ofensivo. De
nuevo sufriría un gran varapalo al quemarse su casa y perder todos sus enseres, entre los
cuales estaban los escritos y recopilaciones que tenía reservados para publicar una obra que
pensaba titular Historia de la guerra de los 30 Años. A pesar de la completa falta de medios,
en 1839, Jahn comenzó la reconstrucción de su propia casa, en la que pudieron instalarse el
verano de 1840.
Era tarea de la Asamblea Nacional desarrollar los derechos fundamentales y lograr una
constitución. Jahn no llegó a entenderse bien con los partidos del momento, conservadores,
liberales y radicales. Él era un declarado monárquico y tenía un gran respeto por el rey de
Prusia. Las ideas revolucionarias ya no le seducían lo más mínimo. En su trabajo
parlamentario realizó la propuesta sobre la seguridad de las fronteras del reino, votó contra la
abolición de los títulos nobiliarios y estuvo a favor de la supresión de la pena de muerte. Se
manifestó a favor del sufragio universal libre e indirecto que también serviría para gente
modesta, asalariados, criadas, trabajadores de fábricas, etc. Él, que nunca perteneció a ningún
partido político, provocó con su actitud que la derecha le acusara de “instigador, comunista, y
rojo”, y la izquierda de “devorador de la democracia”. En todos los periódicos fue
caricaturizado de múltiples formas.
Podríamos establecer aquí dos ámbitos diferentes, pero estrechamente ligados entre sí.
Por un lado el de sus coincidencias ideológicas a propósito de los beneficios que la actividad
físico-deportiva procura al ser humano a lo largo de su vida. Por el otro, la Gimnasia Artística
como un deporte integrado en el programa olímpico desde los primeros Juegos de la era
moderna, en Atenas 1896.
En el primero de los apartados citados, hemos de señalar que, a pesar del siglo de
diferencia existente entre Friedrich Ludwig Jhan y Pierre de Coubertin, resulta curioso y en
cierta forma sorprendente comprobar las coincidencias existentes en su pensamiento. Sin
ánimo de ser exhaustivo en la comparación de su obra, tema este que podría ser perfectamente
abordado como una investigación mucho más profunda, a través de una tesis doctoral, por 109
ejemplo, exponemos a continuación algunas de esas coincidencias ideológicas:
- Ambos muestran en sus obras una gran preocupación por la educación de los jóvenes, al
considerar que es el medio más eficaz para lograr una adecuada integración social y el
desarrollo de valores de convivencia y respeto.
- El modelo educativo de Jhan y Coubertin coincide con el del ideal clásico griego de
educación integral, en el que se conjugaban el desarrollo equilibrado y armónico de
todas las capacidades del ser humano: intelectuales, físicas, sociales y ético-morales.
- El deporte, coinciden ambos, juega un papel fundamental en la formación de la persona
porque trasmite valores comportamentales y éticos, a la vez que es un medio de
fortalecimiento físico e higiénico.
- Para los dos, Jhan y Coubertin, la práctica deportiva es un derecho de todos los
ciudadanos y no solo de unos pocos. El deporte no es un lujo ni una actividad para
ociosos, es un patrimonio social al que todos deben de poder acceder.
- Valoran el simbolismo en el deporte como el fundamento filosófico que lo dota de una
serie de emblemas y ritos como los juramentos, los himnos, las banderas, los desfiles,
los uniformes, etc. que fomentan la cohesión, el respeto, y el sentido de pertenencia al
grupo entre sus practicantes.
- Su consideración del deporte trasciende a la simple ejercitación física de la persona,
pues su práctica vincula al ser humano con la historia, el arte, la literatura, la poesía, la
música; en definitiva, como afirma Jhan, y también Coubertin, con sus capacidades
espirituales y creativas.
- Entienden el deporte como una manifestación de alegría, de compartir con los
semejantes, de disfrute corporal y espiritual. Así lo afirmaba Pierre de Coubertin y
también Jahn en el lema escrito en grandes letras a la entrada de la Hasenheide de
Berlín: “JÓVENES, DISFRUTAD EJERCITANDO EL CUERPO Y LA MENTE”.
- La marcha en la naturaleza.
- La carrera de fondo y de velocidad, la carrera en espiral, la carrera en zig-zag, la carrera
hacia atrás, y los cambios de dirección y sentido.
- El salto en altura, en longitud, sobre diversos obstáculos naturales.
- Los equilibrios sobre la barra horizontal o sobre diversos elementos naturales.
- La lucha con sus diversos ejercicios de aplicación, como agarres diversos, tracciones
repulsiones, posiciones de desequilibrio, etc.
- La trepa de la cuerda y de diversos elementos de la naturaleza.
Su método fue fielmente seguido por todos los maestros de la conocida como gimnasia
general, cuya práctica se extendió a lo largo de Europa durante todo el siglo XIX, incluida
Inglaterra, hasta que en 1881, la gimnasia artística se independizó de ella tras la creación de la
Federación Europea de Gimnasia.
Su integración en los Juegos Olímpicos tuvo lugar en Atenas, 1896, en los primeros 110
Juegos de la era moderna, solamente en la categoría masculina. Entre 1908 y 1912, las
mujeres presentaban sus ejercicios gimnásticos en grandes grupos. En los Juegos de
Ámsterdam, en 1928, ya se incluyó la gimnasia femenina.
Los aparatos gimnásticos de los Juegos de Atenas, fueron: la barra fija, las barras
paralelas, el potro, las anillas, el potro con anillas, y la trepa de cuerda. En la barra fija y en
las barras paralelas la competición fue en su doble modalidad de individual y por equipos.
Es importante destacar que en estos primeros Juegos todos los aparatos utilizados
habían sido diseñados por Friedrich Ludwig Jahn y formaban parte de la Hasenheide de
Berlín, lugar donde prepararon los gimnastas alemanes para competir en los Juegos.
4. Conclusiones
Bibliografía
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