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CULTURISM1

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CULTURISMO: ORIGEN E HISTORIA DEL CULTURISMO

El pasado, el presente y el futuro se funden formando una unidad indiferenciada. La


comprensión del pasado nos proporciona, al mismo tiempo, una nueva prospección
del futuro.
Tampoco debemos olvidar que cada acontecimiento se halla ligado a su
antecedente por una conexión ineludible. Que cada antecedente se halla conectado
con un hecho que le precede y que, de este modo, el mundo entero, lo mismo el
moral que el físico, forma una cadena necesaria en la cual cada hombre puede y
debe desempeñar su papel.
Si tuviera que limitar el árbol genealógico del culturismo a unos cuantos hombres,
seguiría la línea de Amorós, Desbonnet, Sandow y Marcel Rouet, pero como somos
el producto de nuestro pasado (ahora se utiliza la palabra identidad) considero
importante dar a conocer quiénes fueron nuestros antecesores.
El movimiento del deporte moderno empezó con Basedow en Alemania, seguido del
gran pedagogo Pestalozzi (quien a su vez estuvo influenciado por Rousseau).
Amorós siguió la línea de Pestalozzi.
Amorós quería hombres completos, no solamente fuertes físicamente y resistentes
a la fatiga sino al mismo tiempo animosos y audaces, a la par que en posesión de
un sentido justo del bien, del deber y de la abnegación.
«La gimnasia es para mí ?decía Amorós? y según mis principios, la ciencia que
consiste en conocer las leyes de nuestros movimientos y sacar de ellos el mayor
partido posible para el bien de nuestros semejantes. Podríamos ser muy bien los
hombres más fuertes y más diestros y al mismo tiempo los más malos y nocivos.»
Aunque no sigan la misma línea que Amorós, creo interesante hablar de Jahn y de
Ling que, junto a Tomas Arnold han sido los grandes precursores del renacimiento
atlético moderno.
A Ludwig Jahn se le ha acusado de que su método era nacionalista (la palabra fue
inventada por él: Volkstum). Al desarrollar sus ideas sobre la educación propone
que se le enseñe al muchacho alemán un oficio manual y que, por medio de
ejercicios apropiados se le haga ágil y fuerte. Prescribe que, una vez iniciado en la
carrera y el salto, y esté aguerrido, se le enseñe la equitación, el remo, el
excursionismo montañero, etc. No habla de juegos, posiblemente los desdeñara,
porque él quería hacer de todo alemán un soldado.
Debemos saber que Jahn era hijo de un pastor protestante y que al inicio de su
apostolado sintió, como el que más, las desdichas de su patria, rendida bajo el
yugo napoleónico. A los 22 años publicó un libro sobre la exaltación al patriotismo y
en 1810 escribió su gran obra La Nacionalidad Alemana,
Jahn limitó su ideal a dar musculatura a la juventud y a doblegarla bajo la
disciplina, factores que contribuyeron en gran parte a la eficiencia del ejército
alemán demostrada en la guerra francoprusia-nade 1870.
Per Henrik Ling fue el fundador de la gimnasia sueca, y además de un gran poeta,
también era hijo de un pastor protestante.
Al sistema únicamente atlético que es el de la gimnasia alemana, Ling opuso un
sistema puramente higiénico, suprimiendo los aparatos, barras fijas, anillas,
paralelas, trapecios y todo supuso acrobacia o con tendencia al desarrollo «parcial»
del organismo. Su sistema fue válido para todas las edades y para ambos sexos.
Arnold, profesor de Oxford, estudió Filología, Historia y Geografía. Los fundamentos
de los principiantes de Arnold se basaban en enseñar a los jóvenes la emulación, la
necesidad del esfuerzo personal y los beneficios de la asociación, despertar la
iniciativa, inculcar la disciplina, enseñar que la condición indispensable de la
autoridad es la responsabilidad. De este modo, evitando hacer de los jóvenes
máquinas de contar o recitar, se convertirían en hombres capaces de «enfrentarse»
al mundo.
Arnold tuvo el apoyo incondicional de uno de los más grandes filósofos ingleses de
su época Herbert Spencer (1820-1903). Spencer también estaba en contra de la
cultura forzada y fue un gran apologista de la voluntad perseverante y la infatigable
actividad debidas al vigor físico.
Spencer era un profundo defensor del deporte y un enemigo de la gimnasia, todo lo
contrario del psicólogo Demeny. Los razonamientos de Spencer estuvieron carentes
de toda base fisiológica y se basaron en apreciaciones totalmente subjetivas
propias de un pensador abstracto aunque su doctrina fuera positivista.

El movimiento fisicoculturista moderno se debe principalmente a dos personas

E. Desbonnet y Eugenio Sandow.

E. Desbonnet estuvo vinculado estrechamente a Hipólito Triat de quien fue


discípulo. Desbonnet, creador de la «Gimnasia de los órganos» fue el primero en
aplicar las series y las repeticiones a los ejercicios y también la supervisualización
correcta de éstos delante del espejo.

A Eugenio Sandow, uno de los hombres más fuertes que han existido, le debemos
las poses plásticas La asociación indirecta de Desbonnet-Sandow fue el primer paso
importante del nacimiento de lo que será el fisicoculturismo moderno. A partir de
estos dos hombres, el culturismo se dividió en dos ramificaciones, la escuela
francesa cuya base ideológica era el desarrollo integral del hombre y la escuela
americana, limitada al desarrollo de la musculatura. La escueta francesa estuvo
formada en su inmensa mayoría por médicos; la escuela americana por halterófilos.
Marcel Rouet fue el primer hombre que estableció una metodología del
entrenamiento basado en los conocimientos científicos de su época y también fue el
«inventor» de la palabra culturismo o cultura totí del ser humano.

¿EL FISICOCULTURISMO ES UN DEPORTE?

Entre 1970 y 1980 se intentó que el culturismo participara como deporte en los
Juegos Olímpicos. En realidad a lo que aspiraban ciertas personalida des
fisicoculturistas era la de «figurar» en el C.O.I., simplemente por afán de
protagonismo. La respuesta ha sido siempre negativa por parte de los organismos
oficiales, basándose en que las com peticiones fisicoculturistas no pueden
considerarse como un deporte.
Personalmente me es totalmente indiferente que al fisicoculturismo se le considere
o no un deporte, ni que sea reconocido oficialmente. Sin embargo me he interesado
en averiguar lo que se considera «deporte» y después de haber consultado con un
gran número de enciclopedias y diccionarios he lle gado a la conclusión de que las
definiciones sobre el deporte son totalmente ambiguas.
De todas las obras consultadas he seleccionado al azar algunas de ellas por razones
puramente afectivas:
Diccionario de la Real Academia, ed. 1992 (2-acep.);
Actividad física, ejercida como juego o competi ción, cuya práctica supone
entrenamiento y suje ción a normas.
Gran Enciclopedia Larousse, ed. 1988:
Actividad lúdica, sujeta a reglas fijas controladas por organismos internacionales,
que se practica en forma de competición individual o colectiva, y que pone en juego
cualidades tales como la movilidad física, la fortaleza y la habilidad de los
competido res.
Diccionario de la Academia Francesa:
Toda clase de ejercicios físicos, de juegos y ca rreras de destreza y fuerza, carreras
de caballos, competiciones en el agua, caza, esgrima, gimna sia, automóvil, etc.
Reglamento de Joinville le Pont:
Ejercicios artificiales donde la dificultad se hace progresiva y prácticamente
¡limitada y que ponen en juego las superiores cualidades físicas de los individuos,
gracias a una preparación intensiva que permite desarrollar estas cualidades hasta
su límite extremo.
Georges Hébert:
Todo género de ejercicios o actividad física que tiene por objetivo la realización de
una performance cuya ejecución se basa esencialmente en la idea de lucha contra
un elemento definido, una distancia, una duración, un obstáculo, una dificultad
material, un peligro, un animal, un adversario y, por extensión, uno mismo.
Fierre de Coubertin:
Culto voluntarioso y habitual del ejercicio muscular intensivo apoyado en el deseo
de progreso y que puede llevar hasta el riesgo.
Según las definiciones estudiadas y excluyendo las del Diccionario de la Real
Academia y el Larousse, las demás consideran el entrenamiento culturista como un
deporte:
Toda clase de ejercicios físicos... Ejercicios artificiales donde la dificultad se hace
progresiva... Realización de una performance cuya ejecución se basa en la idea de
lucha... Culto voluntario y habitual del ejercicio apoyado en el deseo de progreso.
Después de haber analizado todas las definiciones que hemos podido encontrar
sobre el deporte, podemos afirmar rotundamente que el fisicoculturismo es un
deporte y quien lo niega es simplemente porque ignora en qué consiste el
entrenamiento fisicoculturista. Negar un hecho por ignorancia es simplemente poco
objetivo.
Considerar que todos los alumnos de mi gimnasio son fisicoculturistas sería
absurdo. De idéntica forma que no se puede considerar «moralmente» practicante
de natación al señor que se baña en una piscina, ni ciclista al que recorre un
kilómetro con una bicicleta de paseo.
Cualquier practicante adelantado no ignora que es imposible progresar en
fisicoculturismo si no se aumentan las cargas de los aparatos o si no se efectúa un
número superior de repeticiones con la misma carga.
Los fisicoculturistas poseen una fuerza muy superior a la gente común y esta fuerza
no es un don caído del cielo; es consecuencia de años de lucha contra un obstáculo
material y también contra sí mismo.
Si reconozco que el entrenamiento fisicoculturista es un deporte en el cual no
interviene para nada el pasatiempo o la diversión, como puede ocurrir en otros
deportes, también admito que la competición fisicoculturista no es un deporte.
Las poses fisicoculturistas son un arte y se asemejan mucho más a un bailarín que
a un deportista clásico, sin embargo, y a pesar de que un bailarín no esté
considerado como un deportista, no se puede ser un gran bailarín clásico sin haber
practicado durante años muchísimos ejercicios pertenecientes a la gimnasia
deportiva. No considerar al fisicoculturismo un deporte es una injusticia, como
también lo son los grandes agravios sociales que fomentan tantas lacras de nuestra
sociedad.
Al no existir por parte de los gobernantes un deseo ético de justicia social, ni tan
siquiera de justicia global, el término de justicia se hermana con la demagogia y
sólo se admiten o permiten cambiar los criterios cuando la presión social obliga a
los gobernantes a cambiar los conceptos y las leyes. En consecuencia, el
físioculturismo no es un deporte a pesar de que nadie sepa definir dicha palabra,
porque así lo han decidido nuestras autoridades deportivas y gubernamentales.

FACTORES CONDICIONANTES DEL ÉXITO EN FISICOCULTURISMO

1. Motivación
2. Agresividad
3. Orgullo
4. Capacidad de sufrimiento
5. Perseverancia
6. Carácter

La motivación
La psicología afirma que la motivación es la disposición hereditaria o aprendida para
actividades particulares motivadas (?).
La motivación puede ser de orden intelectual o afectiva. Intelectual, si
consideramos que el entrenamiento fisicoculturista nos beneficia; afectiva si para
nosotros es absolutamente necesario poseer un cuerpo superdesarrollado para
«llamar la atención» (afán de protagonismo o necesidad de respeto y admiración
por parte de los demás). La motivación afectiva puede llevar a la patología
sicológica en los casos de narcisismo o sentimientos de inferioridad.
La motivación puede y debe evolucionar a través de los años de práctica. Es lógico
que un muchacho de dieciséis años no acuda a un gimnasio a través de
razonamientos intelectuales basados en la necesidad fisiológica del ejercicio. La
motivación o motivaciones deben evolucionar con la edad.

INTENSIDAD DE LA MOTIVACIÓN

Es muy difícil e improbable que los practicantes posean idénticas motivaciones. Sin
embargo, cuando mayor sea el número de motivaciones, menores serán las
posibilidades de fracaso.
Si las motivaciones son solamente afectivas es muy probable que el practicante
abandone el entreno. Cada individuo posee motivaciones distintas según su
personalidad.
Después de haber practicado una docena de deportes, he llegado a la conclusión de
que la práctica deportiva que más me interesa es el fisicoculturis-mo, porque es la
única actividad física que me per-
mitirá estar como yo deseo estar a una edad avanzada. Recalco la palabra interesa
porque el fisico-culturísmo no es, ni ha sido ni será, mi deporte preferido pero sí
será el único que no pienso abandonar nunca. El fisicoculturismo es la única
actividad física que trabaja analíticamente todos los músculos; en consecuencia es
la más completa desde un enfoque fisiológico, ya que ciertos deportistas le
conceden prioridad a ciertas cualidades físicas (resistencia, flexibilidad o fuerza).
Personalmente he tenido pocas prioridades físicas y considero absurdo creer que un
deportista es superior a otro por el simple hecho de ser más fuerte o más flexible.

La agresividad

Las escuelas psicológicas discuten sobre si ta agresividad es innata o se adquiere.


No entraremos en polémicas de este tipo, pero sí estamos obligados en admitir que
la agresividad existe y que se manifesta diariamente entre los deportistas y no
deportistas.
La agresividad (como fuerza afectiva) debería canalizarse hacia actividades
positivas, una de ellas la práctica de un deporte.
Existen determinados deportes en los que se puede «sublimar» la agresividad
(deportes de combate), independientemente de valoraciones morales, en las que
no entra la psicología.
Los grandes campeones o individuos que han destacado en determinados deportes
siempre han sido agresivos.
Lo más importante, y volvemos a insistir, reside en canalizarla o dirigirla bien. Si
ésta se dirige hacia nuestro semejante, la agresividad sólo servirá de tapujo hacia
problemas de la personalidad. Se puede manifestar de forma solapada en
determinados deportes de equipo (rugby, fútbol) o abierta y descaradamente en
otros (karate, judo, etc.)
El deportista equilibrado es aquel cuya agresividad la canaliza a su servicio o en
beneficio del desarrollo de su personalidad y la autosuperación como puede ser el
caso de levantar el máximo de peso (halterofilia), el hacer una repetición
suplementaria (fisicoculturismo), escalar una montaña (alpinismo) o un puerto de
montaña (ciclismo). El conocimiento de las tendencias o gustos de un deportista
podrá servirnos como punto de referencia para conocer parte de la personalidad del
practicante.

El orgullo

El orgullo es un sentimiento del valor que nos concedemos a nosotros mismos en el


mundo, sentimiento que se acompaña generalmente del desprecio hacia el prójimo.
El amor propio es el hermano menor del orgullo; el individuo con un excesivo amor
propio no acepta las comparaciones con los demás, ni tampoco compite por temor
al ridículo, es una persona que actúa siempre supeditado a los demás.
El individuo con un gran amor propio es exageradamente susceptible y sus
relaciones con el entorno son dificultosas. El orgulloso, por el contrario, está seguro
de pertenecer a una categoría de «hombres superiores» y desea competir para
demostrar a los demás su superioridad. Existe otra categoría de atletas, los
vanidosos, los cuales sólo buscan la admiración. Son los conocidos practicantes que
se miran en el espejo cuando alguien los observa de reojo y que afuman ser
mejores que muchos culturistas pero que no desean competir a pesar de que están
«seguros» de vencer. Son individuos totalmente inseguros que necesitan que se les
admire, pero que no se atreven a evidenciarlo porque saben que no son nada.
Los mejores fisicoculturistas no poseen un excesivo amor propio ni son vanidosos,
pero sí son orgullosos y si no poseyeran esa creencia y esa fe en sí mismos y en su
superioridad sobre los demás mortales no lograrían alcanzar la cúspide del éxito.
De todas maneras un individuo medianamente inteligente no ignora que ninguna
persona es totalmente superior a otra y que la superioridad sólo existe en ciertas
parcelas (físicas, intelectuales, artísticas, morales o espirituales) y que cada cual
concede una escala de valores distinta según su educación y su personalidad.

La capacidad de sufrimiento

La capacidad de sufrimiento está íntimamente ligada a la voluntad del individuo y a


la motivación y el orgullo y es otra de las cualidades que diferencian al deportista
mediocre del campeón.
Se ha dicho en innumerables ocasiones que el fi-sicoculturista era un masoquista.
En primer lugar debemos diferenciar entre el masoquismo que es la satisfacción
sexual a través del sufrimiento físico, de la capacidad de sufrimiento o límites
psicofisiológicos del individuo.
A mis mejores discípulos siempre les digo que nadie es capaz de conocerse a sí
mismo sin haber puesto a prueba alguna vez en su vida su capacidad de
sufrimiento.
A través del sufrimiento físico producido por el esfuerzo deportivo el hombre
aprende a conocer sus limitaciones y sus posibilidades. A través del sufrimiento
físico, el hombre se vuelve humilde, más ascético, más noble y más espiritual.
En algunos deportistas he observado una absoluta necesidad de sufrimiento físico
como medio o terapia hacia una excesiva tensión emocional (problemas afectivos).
Son los clásicos superdeportistas que están perpetuamente en movimiento. Si
siguieran una terapia psicológica dejarían de practicar deporte. A estos deportistas
los comparo a las avestruces, que ante el temor o el pánico introducen la cabeza en
el interior de la arena dejando al descubierto el resto del cuerpo. Los deportes más
exponentes de la capacidad de sufrimiento son el alpinismo, el ciclismo, los
marathonianos y deportes de resistencia en general.
Ante el sufrimiento físico, los débiles o gandules intentan demostrarnos la inutilidad
del sufrimiento físico por considerarlo innecesario. Los grandes maestros
espirituales: Cristo, San Agustín, Gandhi y la mayor parte de psicólogos y filósofos
han argumentado acerca de los beneficios que se obtienen a través del sufrimiento
físico, y algunos, como Viktor E. Frankl, han llegado a hacer hasta una apología del
sufrimiento.
Personalmente considero que nadie es capaz de alcanzar la plenitud, armonía y
concienciación de su vida si no ha sufrido. A través del sufrimiento físico y moral
nuestra afectividad alcanza su máximo esplendor y somos capaces de captar la
esencia más profunda de la vida y de todo lo que nos rodea.
Al hablar sobre la capacidad de sufrimiento nos referimos al dolor como estimulante
de la conciencia. Schopenhauer y Bergson observaron que a medida que aumenta
el dolor también aumenta la inteligencia, lo cual también ha sido observado por la
mayoría de psicólogos modernos comprobando la estrecha relación existente entre
la afectividad y el grado de inteligencia, pues la debilidad mental está considerada
actualmente como solidaria de una afectividad obtusa.

La perseverancia o constancia

La perseverancia es la continuidad en los propósitos y en las empresas.


«La constancia y la tenacidad son los principales puntales para un hombre que
quiera triunfar» (Luis Vives).
La perseverancia depende de la voluntad y de la motivación. Muchos alumnos
acuden al gimnasio diariamente (son voluntariosos) pero cambian constantemente
de sistemas de entreno y toman esporádicamente proteínas (no son
perseverantes).

La voluntad

La voluntad se define como la forma reflexiva y consciente de la actividad. Un


comportamiento voluntario implica la existencia de un fin, la reflexión, las
tendencias y la unidad del «yo» en los tres aspectos enumerados anteriormente.
Generalmente, la mayoría de la gente confunde la voluntad (que es un acto
reflexivo) con el querer hacer sin reflexión. También y equivocadamente, se
consideran voluntariosas aquellas personas que, por necesidades materiales,
trabajan encarnizadamente {lo cual no es una acción gratuita sino una absoluta
necesidad).
Psicológicamente, la voluntad es considerada como la función de la
autodeterminación o sea, aquel conjunto de funciones con las cuales el «hombre es
autor y dueño de sus actos» porque realizándolos voluntariamente, tiene su
completo dominio y responsabilidad.
Aunque no negaremos la influencia negativa de determinados caracteres
hiperemotivos, la voluntad se educa y desarrolla como cualquier músculo por
costumbres que nos proporcionen confianza, por la lucha contra las pasiones
negativas. La voluntad se desarrolla particularmente por una absoluta disciplina en
nuestra forma de vivir. No es necesario nacerlo de forma ascética ni tampoco de
alcanzar el grado de hipervoluntad de los yoguis.
Donde quiera que exista un objetivo, un valor, un motivo, existe fuerza de
voluntad. Donde el motivo es constante y continuadamente presente, allí la fuerza
de voluntad es perseverante. Donde no existe motivo, no existe fuerza de voluntad.
Hemos dicho que la voluntad es un acto reflexivo y que es necesario un motivo. Si
la motivación por la cual practicamos el fisicoculturismo es pura y únicamente
afectiva por ejemplo: «Estamos apasionados por este deporte», es muy probable
que un día u otro abandonemos su práctica.
Apasionados por este deporte que han abandonado conozco a centenares. Ignacio
de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, tenía un método muy especial para
infundir a sus seguidores una extraordinaria fuerza de voluntad. Para esto mostraba
al novicio una tétrica imagen fantástica; le mandaba que la copiara con los más
mínimos detalles, de manera que le quedase profundamente impresa en el alma;
entonces le prohibía bajo las más severas penas, volver a pensar lo más mínimo en
aquella tétrica imagen y le obligaba, en condiciones, a confesarlo al punto, si
alguna vez volvía a presentársele en la imaginación. A este medio, usado en la
Compañía de Jesús, se debía la extraordinaria fuerza de voluntad de sus miembros.
El carácter

Hace veinte años, convencido del determinismo


caracterología) en los deportes y que ciertos caracteres se adaptan mejor a algunos
deportes que a otros, realicé un estudio estadístico entre los mejores
fisicoculturistas del momento.
El 40% de ios mejores fisicoculturistas correspondían al carácter sanguíneo, un
30% al colérico, un 20% al apasionado y un 10% a los nerviosos, sentimentales,
flemáticos, amorfos y apáticos.
Siempre me he rebelado contra cualquier tipo de determinismo y creo que el
hombre es realmente libre y que las circunstancias (educación, entorno familiar y
social) pueden influir en mayor o menor grado sobre la personalidad del individuo.
Sin embargo ciertas estadísticas no engañan y el hecho de que lo aceptemos o
intentemos no reconocerlo es otra cuestión.
En mi larga existencia como profesional no he conocido ningún carácter apático,
amorfo o linfático que haya conseguido algo en fisicoculturismo.

SISTEMAS DE FITNESS

Se puede definir el fitness como la buena condición física obtenida a través del
entrenamiento en un gimnasio, y trabajando las siguientes cualidades motrices:
fuerza, resistencia, flexibilidad y relajación.
Antes de tratar sobre el sistema o sistemas fitness nos gustaría aclarar el
significado de la gimnasia sueca, ya que la mayoría de la gente ignora lo que
significa.
En el método básico sueco los ejercicios se efectuaban por tiempos y muy
lentamente enfati-zando en la respiración y en una actitud totalmente correctiva.
Sólo en mi niñez y durante el servicio militar practiqué la gimnasia sueca, pero
desde entonces nunca más he visto que en un gimnasio se dé una clase de
gimnasia sueca.
Fuerza

1. Fitness-System engloba el Bódy-Building (método de desarrollo muscular) y el


Fitness-Building (o gimnasia de mantenimiento con pesas o aparatos
selectorizados).

2. Stretch and tone. Sistema de entreno en el cual se alternan los ejercicios


tónicos (press de banca o lagartijas) seguidos de un ejercicio de estiramiento.
Observamos que para los profesionales del fitness, el significado de fuerza consiste
en entrenar con resistencias, aunque éstas sean del 40% del esfuerzo máximo.

3. Gym accesoria o Power Training. Clase de gimnasia con resistencias: pelotas,


mazas, muñequeras, etc., sin saltar.

4. Aquagym. Movimientos simples de la gimnasia tradicional realizados en el


interior de una piscina (hace más de cuarenta años que dicho sistema se utiliza en
reeducación funcional).

Resistencia-Flexibilidad

Entrenamiento del sistema cardiopulmonar o cardiorrespi rato rio con las siguientes
modalidades:

1. High impact aerobio. Es el clásico sistema de gimnasia aeróbica que consiste


en saltar y correr con movimientos de brazos. Este sistema ha causado muchos
traumatismos en particular en las articulaciones de las rodillas.
2. Low impact aerobic o Gym tonic. Consiste en un higt impact aerobic con
desplazamientos sin saltar ni correr es decir, sin impacto en el suelo.

3. Cardio-funk. Derivado del low impact consiste en hacer lo mismo, pero mucho
más rápidamente, levantando al máximo las rodillas y acompañado de música.

4. Body definition también llamado Power-aerobic. Derivado también del low


impact consiste en hacer lo mismo pero con mazas o muñequeras lastradas.

5. Cardio-traíning. Durante la clase el alumno alterna los aparatos de


musculación con la gimnasia aeróbica. Por ejemplo: press de banca y saltos, polea
alta y saltos, etc.

6. Gym jazz. Sistema en el cual se trabaja todo e( cuerpo cada día al ritmo de
música jazz (podríamos inventar el Gym mambo o el Gym pasodoble).

7. Gym fizz. Sistema basado en la flexibilidad con música clásica.

8. Workout. Sistema de Jane Fonda para sus alumnas y cadena de gimnasios, ya


que ella alterna el entrenamiento clásico fisicoculturista con el correr y ejercicios de
flexibilidad. El sistema de Jane Fonda alterna los ejercicios aeróbicos con ejercicios
de flexibilidad.

Relajación

Sistemas:

Yoga, hammam [baños de vapor caliente (?)], sauna, jacuzzi.


No sabíamos que los baños de vapor relajaban y nos alegramos de aprender cada
día algo nuevo.
Muchos de los sistemas que hemos tratado se basan en la hipnosis sonora con
música disco.
Los investigadores modernos: Kephart, Cratty, Lerner, Beets y Kreitler conocen
muy bien las repercusiones psicológicas de los saltos sobre las distintas partes del
cuerpo para aprender a identificar dichas partes. Las experiencias de movimientos
pueden intensificar el conocimiento de nuestro cuerpo y su relación con otras
personas u objetos.
La actividad del movimiento o la introducción de actividades para el desarrollo de la
imagen corporal es vital para los niños retrasados o debilitados neurológicamente
(Bobath).
Pensamos que para la mayoría de señoras que practican el aerobic, además de lo
que supone para sus desgastados y maltrechos cuerpos por tantas horas de molicie
televisiva, el sentir sus fláci-das carnes evolucionar antirrítmicamente al sonido
hipnótico de la música «pop», el poder identificarse con una superficie volumétrica
después de haber malvivido con ella durante muchos años, debe suponer un
redescubrimiento y un cambio trascendental en su comunión con el entorno
material.

artículo obtenido de la web "musculacion.net"

Culturismo: origen e historia

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