Pensar La Arquitectura
Pensar La Arquitectura
Pensar La Arquitectura
Un mapa conceptual
Alberto Saldarriaga Roa
En este libro el autor hace una reflexión acerca de la arquitectura, se refiere a
ella como un fenómeno que es necesario pensar y que está al alcance de
todos, no necesariamente ligado a un ámbito profesional.
Plantea que la arquitectura requiere verse desde diferentes puntos de vista y
no desde uno solo.
De esta manera se parte desde una mirada al mundo construido donde se
asocian tres pares conceptuales que son: proyecto – materialidad, historia –
teoría, estética – experiencia. Para finalmente llegar a la conclusión del mundo
por construir. Así encontramos entonces que el proyecto está ligado a la
capacidad creativa del arquitecto que haciendo un ejercicio racional durante la
etapa de proyecto este pueda llegar a materializarse, también que la teoría nos
brinda los argumentos necesarios para sustentar y realizar un proyecto
arquitectónico, y sumándole a esto la experiencia vivida podemos alcanzar el
objetivo fundamental de la arquitectura que es proveer al hombre un mundo
habitable.
En cuanto a las definiciones de arquitectura encontramos un barrido
cronológico desde el siglo XVIII, nos damos cuenta como el contexto histórico
influencio en su definición, principalmente frente a la polémica viva hasta el
momento de tratar de encasillar a la arquitectura en los campos del arte y la
ciencia dados los conceptos y características que la componen. Pero siempre
poniendo al proyecto por encima de la construcción, es decir, con preferencia
por el arte, por su carácter compositivo. El autor sugiere que debe ser un arte
por todos y para todos ya que se lleva a cabo un ejercicio multidisciplinar, lo
que nos lleva a la arquitectura participativa del siglo XX, que claramente nos
conduce a una visión futurista de la arquitectura donde debe ser un trabajo de
interés colectivo, pensado para hacer habitable el mundo.
Expone los fundamentos en los que en que se ha basado la arquitectura desde
su origen desde la simple necesidad del hombre de habitar un lugar y como
está a tomado un carácter que en principio era imitativo y con el paso del
tiempo se convirtió en evolutivo ya que las condiciones que va tomando el
espacio habitado hacen que la arquitectura viva en constante renovación
buscando siempre mejorar las condiciones de vida y suplir las necesidades del
hombre.
En cuanto a la pregunta si la arquitectura se cataloga como disciplina, profesión
u oficio surge otro dilema, pues en el campo disciplinar estaría enmarcada en
un ámbito netamente investigativo donde la arquitectura seria el objeto de
estudio, pero es disciplinar por que se lleva al mundo académico y en su
evolución han surgido tratados o manuales que crean modos técnicos de hacer
arquitectura, la enseñanza debe apoyarse en la práctica lo que nos conduce al
oficio que sería la aplicación de los conceptos teóricos en el mundo real, de
esta manera surge la profesión, el arquitecto aplica sus conocimientos y los
materializa en un proyecto y por esto recibe a cambio una remuneración.
Desde la disciplina la arquitectura debe autorregularse, y tener la capacidad de
reflexionar sobre sus fundamentos y transformaciones. La práctica profesional
implica dos tipos de acuerdo, el operativo que lo relaciona con las acciones
dirigidas a un contexto social y el carácter epistemológico que legitima el
conocimiento propio y especifico de los saberes que lo componen
permitiéndole usar mecanismos de autorreflexión y citica. El arquitecto debe
tener una visión global del mundo y en su ejercicio relacionar lo disciplinar y lo
profesional.
La arquitectura se debe concebir como un proceso mental integral, pues el
Arquitecto debe ser capaz de asociar constructivamente las formas en el
espacio y dotarlas de sentido estético. Es decir que ve anticipadamente para
luego materializar, pues los dos saberes que componen la arquitectura es el
saber pensar y el saber construir. Así que se representa lo que no existe en el
mundo real, (esto es proyectar, desarrollo de capacidad creativa) con la
intención de construir, basados en algunos parámetros que rigen a la
arquitectura que en este caso sería la lógica tectónica.
Se debe tener en cuenta que el ejercicio de proyectar es creativo, y en esta
etapa el arquitecto puede realizar las combinaciones que desee, basado en lo
que ya conoce como primer recurso y luego presentar las diferentes
posibilidades de variación para alcanzar una novedad.
Finalmente como arquitecto se debe tener una visión futurista en base al
mundo construido ya existente, el análisis dedicado de lo que ya se ha hecho
nos permitirá establecer que es lo bueno, lo malo y lo que debe permanecer en
el habitad de cara al futuro.