La Guerra Fría en América Latina

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La guerra fría en América Latina:

Estados Unidos decide no prestar ayuda económica a América Latina, por la sencilla razón de que el
comunismo no le era tan peligroso para sus fines. Caso contrario para Europa, que EEUU sí ofrece su ayuda
para evitar un posible provecho de los comunistas locales. Esto se evidenció en la Conferencia
interamericana, donde el secretario de Estado de EEUU mencionó que su país se encontraba limitado para
prestar ayuda exterior. En suma, no iban a sumar a sus fines de EEUU si se les prestaba ayuda, además,
estaban seguros que de igual forma América Latina estaría con ellos.
Por otro lado, lo que sí hace EEUU es de meterse en cómo debería de ser la política para estos países.
Censurando y marginando a los partidos comunistas (Chile y Brasil) para evitar que ingresaran en el poder.
Sin embargo, no eran los comunistas la preocupación de EEUU (porque era sencillo mantenerlos lejos), sino
a los políticos nacionalistas, porque se opondrían a las inversiones norteamericanas e implementarían el
proteccionismo para favorecer su propia industria. Esto hizo que EEUU prefiriera las dictaduras en AL porque
les era más estables. Esto conllevo a luchas más extremas en AL, haciendo que las nuevas generaciones se
enfrenten contra la alianza de EEUU con las fuerzas inmovilizadas de sus países. Un ejemplo de ello fue la
consolidación de la revuelta de Castro en Cuba. EEUU se dio cuenta de ello cuando enviaron al
vicepresidente Nixon; tras su llegada fue recibido de manera hostil por la población. Tuvo que huir, su vida
estaba en peligro. Acuso que aquello fue hecho por los comunistas y que AL estaba sumida en la pobreza y la
desigualdad.
EEUU comienza a utilizar diversos métodos para mantener el orden. Por ejemplo, en América Central y
el Caribe utilizaban la política del garrote, en la República Dominicana intervenían directamente en la política
sacando y poniendo presidentes a su gusto, generando así una serie persecuciones y actos de terror hacia la
izquierda. Asimismo, en Haití todos estos actos fueron más crudos, dejando al país como uno de los más
pobres y desestructurados del mundo.
Finalmente, EEUU al no poder contra, por ejemplo, la Cuba castrista, opto por formar alianzas con los
ejércitos de estos países (proporcionándoles armamento y apoyo) y se otorgaron cursos en escuelas miliares
americanas. La idea era capacitarlos para actuar contra las guerrillas, ejecutándose genocidios. EEUU
publicitaba estos actos como una lucha por la democracia. Pero, la verdad era que a EEUU le convenía
mantener tal dictadura porque eran totalmente manejables que la confusión que generaba las lucha por la
democracia.

Las guerras de América Central:


Estas políticas generadas por EEUU trajeron nefastas consecuencias para América Central. Por ejemplo,
Guatemala se convirtió en un laboratorio de experimentación contra la represión. EEUU ayudo
específicamente a actos contrainsurgentes y creó grupos paramilitares para enfrentarlos sin ninguna
limitación en el actuar. Un diplomático denuncio estos actos de tortura, interrogatorios brutales y
mutilaciones.
El caso de Honduras, fue similar. EEUU capacito a sus ejércitos para interrogar y eliminar a sospechosos.
Así se asesinaron a inocentes: periodistas, activistas pro derechos humanos, etc., por realizar actos legales
en cualquier democracia. EEUU negó todos estos actos.
El presidente Carter de EEUU quiso hacer de Honduras un ejemplo de democracia, por ello se sometió a
apoyar a los militares para realizarle elecciones. Se logró y se creó una nueva constitución donde figuraba
que los militares no estaban sujetos a orden de la presidencia, sino de su comandante jefe, quien tenía
poder de nombres ministros. En otras palabras, la democratización sólo era una apariencia, en realidad todo
seguía igual. Cuando Reagan llega al poder de EEUU, Honduras se vuelve un punto clave para luchar con las
guerrillas de El Salvador. Reagan pasó a la intervención aduciendo que en El Salvador había una amenaza
comunista dirigida por rusos y cubanos.
Reagan hizo que estos grupos que luchaban en contra de los insurgentes sean llamados “luchadores por
la libertad”, haciendo que recibieran ayuda. Finalmente, el Congreso, tras la indignación de la opinión
pública, se negase a conceder más dinero para la financiación de los grupos “contra”, haciendo que Reagan
se viera obligado a buscarlos en negociosos sucios de la Operación Irán-contra.

México: el precio de la estabilidad


México tiene una falsa imagen de estabilidad política por el esfuerzo de sus gobernantes por mantener el
orden social y ocultar los constantes conflictos. La política del PRI estuvo siempre fiel a EEUU, disfrazada de
una retórica izquierdista (defendía, sólo verbalmente, la revolución cubana), acompañada de marginación
hacia los izquierdistas de su país. Haciendo así que EEUU no se preocupase por México y que callara ante las
brutalidades de guerra sucia.
Esta guerra sucia fue iniciada por el malestar social que se había extendido, porque ya no había maíz
para la localidad y para la exportación. Así que para silenciar aquello se asesinaron y desaparecieron a civiles
y militares. La represión más grande fue en Tlatelolco y Corpus Christi.
Tras la matanza de Tlatelolco el presidente pretende implementar un presunto viraje progresista a su
política. Interiormente, aumento los salarios y se incrementó el gasto público, que iba a la par a su
enriquecimiento personal. Esto generó en la devaluación del peso. El presidente Portillo heredo esta crisis y
trato de solucionarla con el petróleo. Su afán e solucionar la crisis rápidamente llevo a gastar los recursos
petroleros, dejando así al país endeudado. Esto obligo a EEUU a intervenir para evitar la quiebra del Estado
mexicano.

El fracaso del Centrismo


Tras el final de la guerra fría se definió un programa de integración política (ALCA). Los países
latinoamericanos, excepto Cuba, adoptaron el “consenso de Washington” con entusiasmo, pues creían que
los llevaría al progreso y a la libertad. Estas ilusiones duraron poco. La crisis económica reapareció y con ella
la pobreza.
En Argentina retorna el peronismo que instauro una etapa de mejora económica, por corrupciones de
empresas públicas, como la del petróleo. De la Rúa continuo, como presidente, con reformas laborales y
junto con Cavallo, provocaron la catástrofe, haciendo que el PBI cayera. Esto fue gracias a su invento del
“corralito” que bloqueaba cuentas bancarias y las devaluaba.
En Brasil, se buscaba atraer capital extranjero para modernizar la economía; por ello, eliminaron las
barreras para que las compañías extranjeras explotasen los recursos naturales del país. De esta manera, en
un inicio, se logró controlar la inflación. Con el tiempo, la deuda externa se duplico por las salidas por pago
de intereses.
En el caso peruano, también hubo una etapa de crecimiento económico por las inversiones extranjeras.
La minería era de crucial interés por el beneficio que obtendría si se las entregaba a las empresas
multinacionales, por ello se quiso arrebatar las tierras de los campesinos. Esto genero a un enfrentamiento
sangriento. Ahora bien, aquel crecimiento mencionado, no se vio reflejado en la población. Muchos seguían
trabajando en la informalidad o en contratos precarios y la educación era insuficiente. El país se encontraba
en una inquietud social.
Por otra parte, la era del centrismo fue una edad dorada para los negocios norteamericanos en América
Latina. Los bancos norteamericanos habían obtenido un billón de dólares en beneficios e intereses de deuda.
La realización del ALCA se vio frenada por el giro a la izquierda que se dio en la primera década del siglo XXI.
El giro a la Izquierda
Tras los fracasos en las reformas económicas de los políticos centristas en AL, se comienza a dar un “giro a la
izquierda”. Se recomendaba a EEUU, tras terminar la guerra fría, distinguirla la “buena” y la “mala”. El
presidente Bush hizo caso omiso a aquella recomendación, puso a personajes en la política latinoamericana
que seguían con el plan del garrote. Por ejemplo, en el Bolivia, el embajador norteamericano solicito que no
se elija al candidato del sector popular, de lo contrario, retirarían la ayuda económica.
Este giro a la izquierda se fue dando con las elecciones a presidentes de izquierda. En Bolivia fue Evo
Morales, quien emprendió una reforma constitucional donde se privilegiaba a la mayoría indígena. Así, para
EEUU Latinoamérica era vista como “eje del mal”, por tener a Morales, Correa y Chávez como presidentes. A
pesar de los malos pronósticos a estos gobiernos, tuvieron un crecimiento económico considerable, como el
caso de Bolivia, y habían disminuidos la amplitud de la pobreza, conllevando así una mejora en el desarrollo
humano.
Por otro lado, los países de América Central y el Caribe seguían en una situación terrible, consecuencia
de la vieja política: corrupción, guerras internas, contrabando de drogas y pobreza urbana. Se esperaba una
limpieza social. En Guatemala el candidato de izquierdas, vencedor, fue Álvaro Colom, pero se encontró con
una oposición fuerte de la derecha. En Honduras, el presidente pidió ayuda a EEUU, y se la negó; entonces,
se acudió a Chávez. Los grupos dominantes que estaban en contra, junto con los militares, expulsaron al
presidente y se hicieron elecciones ilegitimas o fraudulentas. EEUU al saber esto, no hizo nada porque en el
fondo le convenía.
Tras este escenario de izquierdas y derechas, se oculta el problema de la lucha de la tierra y los
derechos a los campesinos. Donde en muchos países se reunieron para recuperar las tierras indígenas, que
habían sido arrebatadas por los terratenientes.

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