Nulidad Testamento

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Época: Décima Época, Registro: 2000924, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Tipo

de Tesis: Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Libro VIII, Mayo
de 2012, Tomo 2, Materia(s): Civil, Tesis: II.4o.C.5 C (10a.), Página: 2158.

TESTAMENTO. EL OTORGADO POR UNA PERSONA INCAPAZ, NO ES SUSCEPTIBLE DE


RATIFICACIÓN Y ESTÁ AFECTADO DE NULIDAD ABSOLUTA, POR LO QUE SU
IMPUGNACIÓN PUEDE PROMOVERSE EN CUALQUIER TIEMPO Y DE ELLA PUEDE
PREVALERSE CUALQUIER INTERESADO, AUN ANTES DEL FALLECIMIENTO DEL
TESTADOR (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE MÉXICO). El artículo 1.5 del Código Civil del
Estado de México establece que los actos ejecutados contra el tenor de las leyes prohibitivas
o de interés público serán nulos, excepto en los casos en que la ley ordene lo contrario.
Luego, en la regulación que el mencionado código realiza del testamento no se encuentra
ninguna disposición especial que determine la nulidad relativa del acto cuando el testador es
incapaz, por tanto, puede clasificarse ese acto con una nulidad absoluta; de ahí que,
conforme al artículo 7.12 del código referido, se considera que los interesados en la
impugnación del testamento podrán invocar en cualquier tiempo su nulidad, en tanto que la
prescripción no puede purgar este vicio, cualquiera que sea el tiempo transcurrido; por ende,
la señalada acción de nulidad es imprescriptible porque el artículo 7.22 del propio
ordenamiento, que establece un plazo de prescripción en los casos de nulidad por
incapacidad, o por error, es aplicable en materia de contratos, pero no tratándose de
testamentos; tampoco es éste un acto susceptible de confirmación, porque si el testador
revocara su testamento e hiciera uno nuevo en algún estado de lucidez, no se trataría de
una ratificación, sino de un nuevo otorgamiento. En efecto, el testamento hecho en estado
de incapacidad no llega a convalidarse por el tiempo, cualquiera que sea el lapso que
transcurra entre el otorgamiento de éste y la muerte del testador; de ahí que no se purga el
vicio de incapacidad porque la ley atiende al momento en que se hace el testamento para
juzgar de la capacidad; máxime que como no hay un término expreso de prescripción y
como el término general en nuestro derecho está limitado a las obligaciones, por no exigirse
su cumplimiento, es decir, exclusivamente en las acciones personales, se deduce de aquí
que, entonces, al no existir ese término, ni aplicación del general, la acción será
imprescriptible. Además, se estima que no es posible la ratificación del acto, por cuanto a
que la ratificación desde el punto de vista jurídico requiere como elemento esencial su
convalidación retroactiva; de lo que se sigue que si no hay convalidación retroactiva no hay
ratificación en términos jurídicos, dado que podrá actualizarse una ratificación gramatical, lo
que equivale en el derecho a un nuevo otorgamiento del acto, mas no a la convalidación
citada.

CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SEGUNDO CIRCUITO.

Amparo directo 25/2012. 2 de febrero de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: Javier


Cardoso Chávez. Secretario: Heliodoro Herrera Mendoza.
Época: Décima Época, Registro: 2004070, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Tipo
de Tesis: Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Libro XXII, Julio de
2013, Tomo 2, Materia(s): Civil, Tesis: VI.1o.C.35 C (10a.), Página: 1530.

RECONVENCIÓN. SI EN ESTA VÍA EL DEMANDADO INTENTA LA NULIDAD DEL TÍTULO


EN QUE SE FUNDA LA ACCIÓN PRINCIPAL (REIVINDICATORIA), EL JUZGADOR DEBE
EXAMINARLA EN PRIMER ORDEN, PUES SÓLO ASÍ SE PODRÁ ESTABLECER SI ES
APTO O NO PARA ACREDITAR LA PROPIEDAD DEL BIEN RAÍZ QUE SE PRETENDA
REIVINDICAR (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA). Atento a los artículos 25 del
Código Civil para el Estado de Puebla y del 355 al 361 del Código de Procedimientos Civiles
para dicha entidad, no se concluye que al redactar la sentencia el juzgador deba abordar
primigeniamente la acción principal y con posterioridad la reconvencional, y sí en cambio
que para la redacción de las sentencias no se requiere forma especial, estatuyendo la
obligación de fundarlas y motivarlas. Por tanto, cuando en vía de acción se ejerce la
reivindicatoria y el demandado en vía de reconvención intenta la acción de nulidad del título
en que se funda la acción principal, por cuestión de metodología jurídica los juzgadores
deben examinar, en primer orden, la acción de nulidad, puesto que lo que busca el
demandante reconvencional es que la autoridad judicial declare que el título cuestionado no
surte efectos jurídicos en el mundo fáctico, esto es, que impacte en el juicio en que se
impugna y contra terceros o cualquier otro interesado a dicho controvertido. Luego, si para
que se declare probada la acción reivindicatoria el actor debe acreditar, entre otros
elementos, la propiedad de la cosa que reclama; es innegable que, atendiendo a la propia
naturaleza del juicio natural, el juzgador debe examinar, en primer término, la acción de
nulidad intentada, pues sólo realizando ese análisis se estará en condiciones de establecer si
el título del actor principal es apto o no para acreditar la propiedad del bien raíz que se
pretende reivindicar.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SEXTO CIRCUITO.

Amparo directo 609/2012. Adolfo Matías García Medina. 21 de febrero de 2013. Unanimidad
de votos. Ponente: Rosa María Temblador Vidrio. Secretario: Luis Rafael Bautista Cruz.
Época: Octava Época, Registro: 223601, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Tipo de
Tesis: Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación, Tomo VII, Enero de 1991,
Materia(s): Civil
Tesis: Página: 63.

TESTAMENTO, NULIDAD DE. LOS DIAGNOSTICOS MEDICOS E HISTORIAS CLINICAS


RELACIONADAS CON EL ESTADO DE SALUD MENTAL DEL TESTADOR, PUEDEN
CONSTITUIR PRUEBA SUFICIENTE DE SU INCAPACIDAD. La prueba pericial médica
ofrecida de acuerdo a lo que dispone el artículo 347 del Código de Procedimientos Civiles, no
es, en forma exclusiva, la única que puede conducir a la indagación y al esclarecimiento de
trastornos mentales en el momento de otorgar un testamento, si se toma en cuenta que
también pueden crear convicción de prueba plena los diagnósticos médicos e historias
clínicas relacionados con el autor del testamento; por lo que si en estos elementos se
basaron los dictámenes periciales formulados en forma colegiada; tales diagnósticos e
historias clínicas merecen también, en este caso, el mismo grado de credibilidad o
verosimilitud; puesto que los propios profesionistas que los redactaron, conocieron y trataron
clínicamente al testador de la enfermedad que padecía en forma directa, y el hecho de que
los profesionistas que los formularon no se hubieran designado por las partes contendientes,
de acuerdo a las reglas estatuidas en el artículo 347 precitado, no por ello dichos
documentos se ven desnaturalizados, en cuanto que intrínsecamente constituyen auténticas
peritaciones en la ciencia médica psiquiátrica.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 5567/90. Consuelo Flores Diez de Martínez. 4 de enero de 1991. Unanimidad
de votos. Ponente: José Rojas Aja. Secretario: Jesús Casarrubias Ortega.
Época: Octava Época, Registro: 223602, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Tipo de
Tesis: Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación, Tomo VII, Enero de 1991,
Materia(s): Civil
Tesis: I.3o.C.331 C, Página: 63.

TESTAMENTO OTORGADO POR UN DEMENTE EN UN INTERVALO DE LUCIDEZ,


NULIDAD DEL, SI NO SE SIGUE EL PROCEDIMIENTO LEGAL. Los artículos 1307 a 1311
del Código Civil para el Distrito Federal, regulan el procedimiento según el cual el
testamento otorgado por un demente en un intervalo de lucidez es jurídicamente válido, a
condición de que el tutor respectivo o los familiares del testador soliciten por escrito
autorización judicial a fin de que el Juez que corresponda designe a dos médicos para que
examinen al enfermo y dictaminen acerca de su estado mental, a cuyo examen tiene el Juez
el ineludible deber de asistir a fin de constatar mediante las preguntas que formule en torno
a la capacidad del testador, haciéndose constar en acta formal que al respecto se redacte el
resultado de dicho reconocimiento médico. Además, dicho acto debe ser firmado por el
notario público respectivo, por el juez ante quien se haya solicitado la autorización
correspondiente y por los médicos designados, asentándose al pie del testamento razón
expresa de que durante todo el acto en el que se dictó la correspondiente disposición
testamentaria, el paciente conservó perfecta lucidez de juicio. Si no se cumple estrictamente
el procedimiento que en forma categórica ordenan seguir los artículos invocados en la
eventualidad a que se ha hecho referencia, el propio artículo 1311 del citado código,
establece la sanción de nulidad del testamento.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 5567/90. Consuelo Flores Diez de Martínez. 4 de enero de 1991. Unanimidad
de votos. Ponente: José Rojas Aja. Secretario: Jesús Casarrubias Ortega.
Época: Séptima Época, Registro: 241979, Instancia: Tercera Sala, Tipo de Tesis: Aislada,
Fuente: Semanario Judicial de la Federación, Volumen 47, Cuarta Parte, Materia(s): Civil,
Tesis: Página: 131.

TESTAMENTO, NULIDAD DE. PRUEBA PERICIAL MEDICA. Si la causa de nulidad del


testamento se hace consistir en que su autora al otorgarlo, no se encontraba en pleno uso
de sus facultades físicas y mentales, ciertamente la prueba mas idónea para demostrarlo es
la pericial médica, por tratarse de acreditar una cuestión que requiere de conocimientos
técnicos especiales que sólo peritos en la materia podrían llegar a establecer.

Amparo directo 5521/70. Agustín Sánchez Procuna y coagraviados. 17 de noviembre de


1972. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: José Ramón Palacios Vargas.
Época: Sexta Época, Registro: 269214, Instancia: Tercera Sala, Tipo de Tesis: Aislada,
Fuente: Semanario Judicial de la Federación, Volumen CXXXIV, Cuarta Parte, Materia(s): Civil,
Tesis: Página: 58.

TESTAMENTO. NULIDAD DEL. CUANDO EL OTORGANTE PADECE TRASTORNO


MENTAL. Para concluir que existe un trastorno mental, es necesario que éste sea patente y
notorio, o sea susceptible de ser conocido por cualquier persona, de manera que los actos
del incapaz den la idea clara de una perturbación mental o de una carencia de facultades
mentales.

Amparo directo 7135/62. Julio Chapa Flores. 9 de agosto de 1968. Unanimidad de cuatro
votos. Ponente: Rafael Rojina Villegas.
Época: Sexta Época, Registro: 818098, Instancia: Tercera Sala, Tipo de Tesis: Aislada,
Fuente: Semanario Judicial de la Federación, Volumen CXXXIV, Cuarta Parte, Materia(s): Civil,
Tesis: Página: 58.

TESTAMENTO, NULIDAD DEL, CUANDO EL OTORGANTE PADECE TRASTORNO


MENTAL. PRUEBA. Para acreditar que exista un trastorno mental, es necesaria la prueba
pericial de médicos especialistas en enfermedades mentales, por ser ésta la adecuada y
necesaria para demostrar la incapacidad mental de una persona, y no pretender justificar
mediante testigos.

Amparo directo 7135/62. Julio Chapa Flores. 9 de agosto de 1968. Unanimidad de cuatro
votos. Ponente. Rafael Rojina Villegas.
Época: Sexta Época, Registro: 271373, Instancia: Tercera Sala, Tipo de Tesis: Aislada,
Fuente: Semanario Judicial de la Federación, Volumen XXXVII, Cuarta Parte, Materia(s): Civil,
Tesis: Página: 100.

TESTAMENTO, LEGITIMACION PARA DEMANDAR LA NULIDAD DEL. No cualquier


persona está legitimada para impugnar la validez de un testamento, sino solamente los
interesados, entendiéndose por "interesados" aquellas personas que por su parentesco con
el autor de la sucesión podrán obtener el reconocimiento de derechos hereditarios en la
herencia del de cujus. En otros términos, los únicos que tienen interés legítimo en anular un
testamento son los llamados a la herencia.

Amparo directo 6698/57. Eliseo García, Sucesión. 1 de julio de 1960. Unanimidad de cuatro
votos. Ponente: José Castro Estrada.
Época: Séptima Época, Registro: 914084, Instancia: Tercera Sala, Tipo de Tesis: Aislada,
Fuente: Apéndice 2000, Tomo IV, Civil, P.R. SCJN, Materia(s): Civil, Tesis: 476, Página: 323.

TESTAMENTOS, CAPACIDAD PARA OTORGARLOS. CABAL JUICIO.- Es verdad que la ley


parte de una idea positiva de la capacidad del testador, al decir en el artículo 1306, fracción
II, del Código Civil, que están incapacitados para testar los que habitual o accidentalmente
no disfrutan de su cabal juicio. Sin embargo, la dicción empleada en dicho precepto, sin
pretensión científica, tiene una amplia comprensión práctica; y aun cuando el término
"cabal" es sinónimo de lo completo, justo, acabado y exacto y en tal sentido no parece
posible predicarse de la salud mental que, como la física, es raramente perfecta, también
por "cabal" se entiende lo normal, en cuya aceptación, indudablemente, la ley la emplea,
refiriéndose a que el acto de testar reúna los requisitos propios del acto verdaderamente
humano, caracterizado porque se realice con inteligencia o conocimiento de su significado y
alcance y con voluntad propia de querer el fin que con el mismo se persigue; voluntad que la
falta de inteligencia vicia por no poderse querer lo que antes no es conocido, y por ello el
estado patológico natural por vía de demencia, impide al testador hallarse en su cabal juicio;
caso en el cual no se halla un testador en el momento de otorgar su testamento, si las
pruebas revelan que en ese momento disfruta de discernimiento, conciencia y voluntad, por
haber desaparecido el estado de confusión mental en que estuvo hasta dos días antes de
dictar su disposición testamentaria.

Amparo directo 2444/69.-Guadalupe Gleason de Quiroz.-22 de julio de 1974.-Cinco votos.-


Ponente: Ernesto Solís López.-Secretario: Ignacio Nieto Kasusky.

Semanario Judicial de la Federación, Séptima Época, Volumen 67 Cuarta Parte, página 65,
Tercera Sala.
Época: Séptima Época, Registro: 914084, Instancia: Tercera Sala, Tipo de Tesis: Aislada,
Fuente: Apéndice 2000, Tomo IV, Civil, P.R. SCJN, Materia(s): Civil, Tesis: 476, Página: 323.

TESTAMENTOS, CAPACIDAD PARA OTORGARLOS. CABAL JUICIO.- Es verdad que la ley


parte de una idea positiva de la capacidad del testador, al decir en el artículo 1306, fracción
II, del Código Civil, que están incapacitados para testar los que habitual o accidentalmente
no disfrutan de su cabal juicio. Sin embargo, la dicción empleada en dicho precepto, sin
pretensión científica, tiene una amplia comprensión práctica; y aun cuando el término
"cabal" es sinónimo de lo completo, justo, acabado y exacto y en tal sentido no parece
posible predicarse de la salud mental que, como la física, es raramente perfecta, también
por "cabal" se entiende lo normal, en cuya aceptación, indudablemente, la ley la emplea,
refiriéndose a que el acto de testar reúna los requisitos propios del acto verdaderamente
humano, caracterizado porque se realice con inteligencia o conocimiento de su significado y
alcance y con voluntad propia de querer el fin que con el mismo se persigue; voluntad que la
falta de inteligencia vicia por no poderse querer lo que antes no es conocido, y por ello el
estado patológico natural por vía de demencia, impide al testador hallarse en su cabal juicio;
caso en el cual no se halla un testador en el momento de otorgar su testamento, si las
pruebas revelan que en ese momento disfruta de discernimiento, conciencia y voluntad, por
haber desaparecido el estado de confusión mental en que estuvo hasta dos días antes de
dictar su disposición testamentaria.

Amparo directo 2444/69.-Guadalupe Gleason de Quiroz.-22 de julio de 1974.-Cinco votos.-


Ponente: Ernesto Solís López.-Secretario: Ignacio Nieto Kasusky.

Semanario Judicial de la Federación, Séptima Época, Volumen 67 Cuarta Parte, página 65,
Tercera Sala.
Época: Novena Época, Registro: 185033, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Tipo
de Tesis: Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XVII, Enero
de 2003
Materia(s): Civil, Tesis: I.6o.C.264 C, Página: 1880.

TESTAMENTO. ES SUFICIENTE PARA SU VALIDEZ QUE EL NOTARIO PÚBLICO DÉ FE


DE QUE EL AUTOR DE LA HERENCIA, EN USO DE SUS FACULTADES FÍSICAS Y
MENTALES, MANIFESTÓ SU VOLUNTAD DE TRANSMITIR SUS BIENES PARA DESPUÉS
DE LA MUERTE, SIN QUE EXISTIERA COACCIÓN ALGUNA. De la interpretación armónica
de los artículos 1360 y 1362 del Código Civil del Estado de México y sus correlativos 1512 y
1514 del Código Civil para el Distrito Federal, se desprende que el espíritu de dichos
preceptos es en el sentido de que el testador externe ante el notario público su voluntad de
testar, disponiendo de sus bienes y derechos para después de la muerte, lo que no significa
que deba dictar de manera directa al fedatario su última voluntad o que lo haga en voz alta,
sino que es suficiente que en alguna forma la exprese y que el notario dé fe de dichas
circunstancias, por lo que se debe estimar que la finalidad que persigue la ley para que el
testador transmita sus bienes a virtud del testamento, se satisface cuando el fedatario hace
constar la comparecencia de aquél, la de los testigos de conocimiento, y certifica elaborar o
redactar el documento, siguiendo las indicaciones de su autor, anotando sus declaraciones
generales y demás datos necesarios, asentándose en las cláusulas relativas su última
voluntad, sin que exista coacción alguna, en tanto se encuentre en uso de sus facultades
físicas y mentales para hacer disposición de sus bienes para después de la muerte,
imprimiendo su huella digital, en caso de estar impedido para firmar, pero haciéndolo a su
ruego uno de los testigos en unión de los demás atestiguantes instrumentales y autorizando
así el fedatario la escritura correspondiente.

SEXTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 8186/2001. Martín Guillermo Elías Meza. 10 de enero de 2002. Unanimidad
de votos. Ponente: Gilberto Chávez Priego. Secretario: Miguel Ángel Castañeda Niebla.
Época: Quinta Época, Registro: 347581, Instancia: Tercera Sala, Tipo de Tesis: Aislada,
Fuente: Semanario Judicial de la Federación, Tomo XC, Materia(s): Civil, Tesis: Página: 2479.

TESTADOR, PRUEBA DE SU INCAPACIDAD MENTAL. Los dictámenes médicos ofrecidos


como prueba en un juicio sobre nulidad de testamento, no demuestran la incapacidad
mental del testador, en que pretenda fundarse dicha nulidad, si esos dictámenes no se
rindieron como prueba pericial, pues en tales condiciones, sólo tienen el carácter de
documentos privados, que hacen fe únicamente contra su autor, y la Suprema Corte de
Justicia, en ejecutorias publicadas en los Tomos XXV y XXVIII, página 605 y 247,
respectivamente, del Semanario Judicial de la Federación, ha resuelto que para declarar la
incapacidad mental de una persona, es menester el respectivo juicio de interdicción. Por otra
parte, la prueba testimonial tampoco es idónea para acreditar esa incapacidad, según lo
resuelto en ejecutoria que aparece en el Tomo XXX, página 2180 de la citada publicación.

Amparo civil directo 7206/45. Gómez viuda de Loyo Elena y coagraviada. 5 de diciembre de
1946. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Emilio Pardo Aspe. Ponente: Agustín Mercado
Alarcón.
Época: Quinta Época, Registro: 283715, Instancia: Pleno, Tipo de Tesis: Aislada, Fuente:
Semanario Judicial de la Federación, Tomo XVII, Materia(s): Civil, Tesis: Página: 431.

TESTAMENTOS. Tratándose de la nulidad de un testamento, la interpretación de la ley es


de estricto derecho, por tanto, no es suficiente la duda sobre el estado que guardaban las
facultades mentales del testador, nacida de algunas presunciones, sino que es indispensable
una prueba plena respecto a la enajenación mental, causa de la incapacidad, para que se
pueda declarar la nulidad.

Amparo civil directo 351/24. Villarreal Lázaro. 19 de agosto de 1925. Unanimidad de diez
votos. La publicación no menciona el nombre del ponente.
Época: Quinta Época, Registro: 913616, Instancia: Tercera Sala, Tipo de Tesis: Aislada,
Fuente: Apéndice 2000, Tomo IV, Civil, P.R. SCJN, Materia(s): Civil, Tesis: 8, Página: 9.

ACCIONES DE NULIDAD Y DE INOFICIOSIDAD DE UN TESTAMENTO.- Las acciones de


nulidad y de inoficiosidad de un testamento no son contradictorias. Una como otra producen
la ineficacia del acto. Bajo el rubro de ineficacia de los testamentos, el código español
comprende la nulidad, la revocación y la caducidad de los mismos, del mismo modo que
nuestro Código Civil vigente, aplicable en la especie, denomina el Capítulo Noveno del Título
Segundo del Libro Tercero, "De la nulidad, revocación y caducidad de los testamentos",
precisamente porque cualquiera de ellas produce la ineficacia jurídica del testamento. Las
dos acciones ejercitadas se refieren a motivos de ineficacia ab initio, originados por distintas
causas, a saber: a) que el testamento se otorgó por un incapaz, ante testigos no idóneos y
sin la intervención de peritos intérpretes, no obstante que el de cujus no hablaba el idioma
español; y b) que la herencia para la cónyuge supérstite solamente consistió en el usufructo
de la casa habitación en que tenían el domicilio conyugal. Tanto las causas de nulidad como
la de inoficiosidad materia de la reclamación, no son susceptibles de convalidarse.
Obedecen, según la parte actora en el juicio, a vicios inherentes a la confesión del
testamento y no adquiridos con posterioridad; pero aquéllas y ésta, coinciden en cuanto a su
resultado que no es otro que privar al testamento de efectos jurídicos. Persiguen un mismo
fin las dos acciones y la diferencia que entre ambas puede establecerse no es cualitativa
sino cuantitativa; la nulidad, por los motivos que se determinan en la demanda, hace ineficaz
la totalidad del testamento, mientras que la acción de inoficiosidad, aun cuando también lo
nulifica, esa nulidad sólo es parcial y se remedia con suplir la omisión en que incurrió el
testador, al olvidar el señalamiento de la pensión alimenticia para su viuda.

Amparo directo 1122/52.-Jeanett Sturgis viuda de Knowlton y Gertrude Knowlton de


Brunner.-28 de octubre de 1953.-Unanimidad de cuatro votos.-Ponente: José Castro Estrada.

Informe 1953, Quinta Época, página 21, Tercera Sala.


Época: Octava Época, Registro: 215738, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Tipo de
Tesis: Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación, Tomo XII, Agosto de 1993,
Materia(s): Civil
Tesis: Página: 591.

TESTAMENTO PUBLICO. CAPACIDAD DEL TESTADOR. El estado mental de una persona


es un hecho notorio que puede ser advertido por el común de las gentes, no necesariamente
por un médico; de ahí que, en el otorgamiento de un testamento público, el notario no tiene
la obligación de asistirse de médicos para juzgar de la capacidad mental del testador,
además de que la ley no se lo exige; de entender lo contrario conduciría al absurdo de que
en todos los casos de otorgamiento de testamentos se requiera la opinión de un perito
médico para juzgar de la capacidad del testador lo que no sería práctico ni jurídico.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.

Amparo directo 86/92. María del Carmen Vega Pagés. 2 de septiembre de 1992. Unanimidad
de votos. Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: José Mario Machorro Castillo.

Amparo directo 379/90. Leticia Rugerio Palacios y otros. 21 de septiembre de 1990.


Unanimidad de votos. Ponente: José Galván Rojas. Secretario: Armando Cortés Galván.
Época: Quinta Época, Registro: 349406, Instancia: Tercera Sala, Tipo de Tesis: Aislada,
Fuente: Semanario Judicial de la Federación, Tomo CII, Materia(s): Civil, Tesis: Página: 503.

TESTAMENTOS, LA RATIFICACION DE LOS CERTIFICADOS MEDICOS, RELATIVOS AL


ESTADO MENTAL DEL TESTADOR, NO CONSTITUYE PRUEBA TESTIMONIAL
(LEGISLACION DE DURANGO). La ratificación de los certificados sobre el estado de salud
del testador, hecha en un juicio sobre nulidad de testamento, por los médicos que
extendieron dichos certificados, no constituye propiamente una prueba testimonial, pues
ésta sólo debe contraerse a hechos que estén al alcance de los sentidos de cualquiera
persona, según se desprende de las prevenciones de los artículos 335, 479, 480, 490 y 499
del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Durango, anterior al vigente. La
apreciación que los médicos hubieran hecho respecto a los padecimientos del testador, sólo
corresponde a la prueba pericial, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 438 del
mismo código, que establece que "el juicio de peritos tendrá lugar en los negocios relativos a
alguna ciencia o arte"; y es evidente que cuando los testigos declaran sobre hechos que han
observado, ejecutados por la persona de cuya capacidad mental se trata, tales declaraciones
sólo sirven de base para el estudio científico de los peritos médicos.

Amparo civil directo 5305/48. Martínez Manuel y coagraviada. 19 de octubre de 1949.


Mayoría de tres votos. Disidentes: Hilario Medina y Vicente Santos Guajardo. Ponente: Carlos
I. Meléndez.

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