La Cumbia

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La Cumbia

Que levante la mano el que nunca se dejó llevar por el ritmo de la cumbia en una pista de baile en
Buenos Aires… Este ritmo procedente de los países caribeños, particularmente de Colombia, se ha
difundido en varios países latinoamericanos. En Argentina, la cumbia y sus distintas variantes forman
parte de la música denominada “tropical”. Llegaron a tener tanto éxito que varios temas e intérpretes
musicales se transformaron en verdaderos referentes del estilo formando parte de la cultura nacional.
Buenos Aires Connect les preparó una nota para que no se pierdan nada de la cumbia argentina.

El origen

La cumbia colombiana comenzó a tener adeptos allá por los años 1970. En la provincia de Santa Fe, la
influencia fue tal que se vio reflejada en un estilo propio local, la cumbia santafesina. El grupo
emblemático fueron Los Palmeras. Su tema más popular y bailado Bombón asesino ya es todo un
clásico que no pasa de moda.

La cumbia romántica de los años 90

En los años 1990, la cumbia tuvo un gran éxito en todo el país. El grupo Sombras, por ejemplo, de la
provincia de Jujuy, lanzaba su hit que fue furor en todos los boliches La ventanita del amor. Por su
lado, en Buenos Aires también hacía historia el grupo Amar Azul (Yo me enamoré, Yo tomo licor) y la
cantante de cumbia Gilda. Esta última, con una carrera productiva durante 6 años, sonó en las radios
y presentaciones en vivo con No me arrepiento de este amor, Fuiste, Corazón valiente. Su historia
fuera de lo común (era maestra hasta que comenzó a cantar de manera profesional sin el apoyo de su
familia) y su muerte trágica y prematura en un accidente en la ruta, la transformaron en un verdadero
ícono popular. Algunos la idolatran hasta el punto de tratarla como a una santa.

La cumbia villera de los años 2000

A fines de los años 1990, y con la grave crisis económica que atravesó el país, nació la cumbia villera.
Las letras de este tipo de cumbia denunciaban la vida en las villas, los hechos delictivos, la violencia,
la droga, el sexo. Todas estas canciones eran mucho más duras y revelaban más la realidad de los
sectores más pobres, con el mismo vocabulario utilizado en las villas y con títulos que hablaban de
ellos mismos. Todo este lunfardo villero puede tener muchas palabras propias de las actividades y
situaciones que se viven diariamente en estos barrios más desamparados. El grupo Damas Gratis se
hizo muy conocido con su tema  Laura se te ve la tanga o  el humo de mi fasito. También son muy
conocidos los grupos Flor de piedra, Pibes Chorros o Yerba Buena entre los artistas más reconocidos.

Cumbia Cheta: las nuevas tendencias 

Actualmente, algunos jóvenes quizás más “acomodados” comenzaron a dedicarse al género de la


cumbia, como es el caso de Los Totoras y Agapornis. Este último, por ejemplo, propone temas con
ritmo cumbiero pero creando nuevas versiones de temas conocidísimos como Someone like you de la
cantante británica Adele. Se habla de ésta como cumbia pop o del opuesto a la cumbia villera, la
llaman “cumbia cheta”. Al mismo tiempo, la cumbia se fusiona perfectamente con otros géneros
musicales y se crean nuevas variantes junto al hip-hop como la cumbia de  Miss Bolivia, o el punk de
los Kumbia queers .

Si todavía no conocen nada del estilo, aprovechen para ir al festival el abrazo cumbiero, que tendrá
lugar mensualmente en el  Club Matienzo.

La era de la “Cumbia Cheta”


La historia de la cumbia en la Argentina tiene etapas, regiones y clases. El origen
fue legado de Colombia, con las primeras orquestas como Los Wawancó o El
Cuarteto Imperial a mediados de los años 50. En nuestro país está la cumbia
norteña, con el perfume de los ritmos peruanos; la cumbia santafesina, que lleva
como marca registrada sus clásicos punteos de guitarra; y el cuarteto en Córdoba,
donde el cachengue de La Mona domina la selva tropical. La segunda ola cumbiera
nació en Buenos Aires, a principios de los ‘90, con La ventanita de Sombras.
Hubo un quiebre y el género pasó a ser visto con simpatía por las clases medias y
altas. En el ardor social de 2001, la cumbia villera pegó un grito que nacía del barro
de las ranchadas de la humilde periferia bonaerense, con Pablo Lescano a la cabeza
de Damas Gratis. La cumbia villera ganó respeto y enemigos por cantar con
crudeza la historia vivían esas pieles. Hoy nace una nueva generación, por un lado
grandes orquestas que rinden tributo a los orígenes de la cumbia colombiana; y
cumbieros más pop, latinos, románticos y coquetos, como Agapornis y Los Totora.

Santiago Díaz 1°B

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