Tecnologia en Menores
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Factores de protección
Compartido por
Claudia Patricia Pérez Rivera
El niño de 4 años siempre que sube al auto pide a sus padres el celular para
jugar. El niño que tan pronto llega a su casa enciende automáticamente la
televisión. El adolescente que anda todo el tiempo con su celular enviando
whatsApp o chats. Los cafés llenos de jóvenes con sus celulares o tablets.
Cuadros cotidianos que revelan una realidad, la exposición cada vez más
frecuente a los medios virtuales.
¿Es mala la tecnología?, pregunta que muchos padres nos hacemos; la verdad
es que por sí sola, no lo es; es el grado de supervisión lo que puede marcar la
diferencia entre el uso y el abuso.
Este estudio revela que existe una alta correlación entre la exposición a los
medios y los problemas de salud de los niños a largo plazo.
Aun no existe una clasificación exacta del problema, según el DSM IV (Manual
diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) se puede clasificar como un
trastorno adictivo no clasificado lo cual no es muy exacto, sin embargo podemos
tener algunos indicadores que nos permiten detectar cuando existe dificultad.
¿Como se produce la adicción a la tecnología?
Según los expertos, Internet al igual que las apuestas en juegos de azar
refuerzan la gratificación inmediata. Las distintas aplicaciones, ya sea navegar
en Internet, visitar chatrooms, message boards, visitar las redes sociales como
Facebook, los videojuegos o enviar correos electrónicos y mensajes de
texto refuerzan estructuras impredecibles y variables del placer. Por ello su
capacidad adictiva.
Al igual que en otro tipos de adicciones el uso de las tecnologías activan áreas
del cerebro asociadas con el placer, conocidas como “centros de recompensa”,
en el cerebro se activan los neurotransmisores, tales como la dopamina; con el
tiempo, los receptores cerebrales se pueden afectar lo cual produce una mayor
necesidad de estimulación para recibir el placer, podemos decir que entonces la
adicción real es a las substancias liberadas por el cerebro.
Es importante por lo tanto que los padres analicen cuales son las fuentes de
recompensa de sus hijos y logren un control adecuado de los estímulos a los
que se ven expuestos sus hijos.
Aquellos jóvenes que presentan dificultades en cuanto al uso de las TIC necesitan
ser acompañados en su organización personal, reflexionar sobre las necesidades
reales y las creadas, fomentar la creatividad y aprender a valorar las cosas en su
justa medida.
Mas allá de dar un diagnóstico los padres deben estar atentos a las señales
que puedan indicar un abuso en el uso de las nuevas tecnologías e
igualmente tomar acciones que generen factores de protección; estas son algunas
recomendaciones:
Eliminar el hábito del uso de la tecnologías como una rutina, limitar los
tiempos de exposición y dar opciones de gratificación diferentes por
ejemplo el juego libre, el deporte, visitar los parques etc
Hablar con los hijos sobre con quien mantienen comunicación virtual y
explicar sobre los riesgos.