Adaptación de Los Chismes de Las Mujeres de Carlo Goldoni
Adaptación de Los Chismes de Las Mujeres de Carlo Goldoni
Adaptación de Los Chismes de Las Mujeres de Carlo Goldoni
Escena I
Living de la casa de Checchina - Eleonora, Chechina, Cata, Bety
Eleonora: ¡Felicitaciones mi querida amiga! ¡Hoy es un día muy feliz para vos!
Cata: ¡Hoy te comprometes con Beppo!
Bety: ¡El joven más guapo de toda Venecia! (Todas la mira)
Cata: ¡Imagino que estarás contenta!
Chechina: ¡Oh, sí, queridas amigas! ¡Estoy muy felíz!
Cata: Decime, Chechi: ¿Tu padre te ha hecho algún regalo?
Chechina: Por ahora, no.
Bety: ¡Oh, qué miserable!
Cata: ¿Te habrá́ mandado flores?
Chechina: Nada.
Bety: ¡Que suerte de padre te ha tocado!
Cata: ¡Qué tacaño!
Eleonora: Eso no quiere decir nada. ¿No es acaso un buen padre el Sr Pantalon si no
regala o gasta? Las mujeres de tu clase, tienen la lengua muy filosa.
Cata: Cuidado, vecina, que a lo mejor nuestra lengua es igual a la de ustedes.
Eleonora: Me parece que deberías tener un poco más de respeto por las personas
distinguidas.
Cata: ¿Distinguida? ¿Vos?
Chechina: Vamos, amigas mías, un poco de calma.
Bety: ¿Y Chechina? ¿Cuándo llega ese bendito novio? ¡Tengo que ir a trabajar!
Cata: Si, Vecina, no podemos estar todo el día festejando tu compromiso.
Chechina: Estará por llegar…tengan un poco de paciencia
Eleonora: ¡Pero qué maravilla! ¡Cuánta ansiedad por ir a trabajar a esos trabajos taaan
importantes que tienen! Decime Cata, ¿seguís vendiendo ropa vieja y baratijas?
Cata: La ropa vieja y las baratijas que vendo, son mucho mejores que todo lo de mal gusto que
llevas puesto.
Eleonora: ¿Qué modo de hablarme es ése? ¡Sos una impertinente!
Cata: ¡Hablo como se me da la gana!
Eleonora: ¡Pero qué maleducada!
Cata: ¡Mi madre me ha educado muy bien!
Eleonora: ¡Mal aprendida entonces…!
Chechina: ¡Quieren callarse por favor!
Eleonora: Tienes toda la razón querida amiga. Cata, creo que debes callarte
Cata: Ni loca me quedo en silencio, callate vos
Chechina: Vamos Señoritas es necesario que se calmen y se callen todas por un rato
Cata: Perfecto,si preferis que no este en tu compromiso Chechina, me voy.
Chechina: Vecina, no te vayas por favor.
Bety: Si la desprecian a Cata me desprecian a mi, adios. Checchina no nos invites
nunca más a tu casa
Cata: ¿A unas damas como nosotras hacernos estos ultrajes?
Eleonora: ¡Pero por favor! ¡Ustedes no son damas!¡Están locas!
Cata: Estas locas tienen más cabeza que vos, ¡hueca!
Eleonora: ¡Pero mirá cómo me habla Chechina, decile algo!
Cata: ¡Con la boca hablo, imbecil!
Eleonora: ¿No vas a decir nada Chechina? ¿Las defendé con tu silencio? Muy bien, es
mejor que me retire, veo que en esta casa el decoro corre peligro. No quiero seguir
siendo ofendida, Adiós, Checchina. (Sale)
Chechina : En mi casa no quiero escándalos señoritas, si no saben comportarse como
es debido, es mejor que se retiren todas .
Bety: ¿Me echas de tu casa nuevamente? Muy bien, esta vez me voy enserio
Checchina, pero quiero que te acuerdes de Bety la Lavandera
Cata: ¡Padre tacaño!
Bety: ¡Muñequita de torta! (Salen todas)
Checchina: Que tristeza, me han dejado sola, en el día mas importante de mi vida. Me
hubiese gustado compartir mi compromiso con mis amigas. Bueno no importa que no
haya invitados. No faltará oportunidad de hacer una linda fiestita con mucha gente.
Solo me alcanza con que este mi querido Beppo, nada me importa de esas chismosas.
Escena II
Calle - Bety, con un cesto de ropa.
Bety: Este trabajo de lavandera cada vez me gusta menos. A veces pienso que
pidiendo limosna se consigue más y sin esfuerzo. Yo me las ingeniaría para que me
tengan lastima... ¡una limosnita a esta pobre manca! ¡Una monedita para esta pobre
ciega!
Cata: ¡Basta Bety! ¡Es muy feo que te rías de esa pobre gente!
Bety: Esta bien..
Cata: ¿Qué me decís de esas presumidas? ¡Y de Chechina, que no nos defendío!
Bety: Se cree que es mejor que nosotras porque se casa con Beppo.
Cata: Ni me las nombren, que me pongo nerviosa.
Bety: ¿Qué tenés de bueno para vender?
Cata: Un vestido precioso.
Bety: ¿Se los has mostrado a Checchina?
Cata: No. Son cosas muy finas y caras para ella. ¿ quien se lo compraría? Su padre es
un tacaño y no va gastar tanto dinero en ella, si ni siquiera es su hija.
Bety: Claro, si no es hija suya… ¿Quéeee, qué decís? ¿Checchina no es hija suya?
Cata: ¿Me prometes bajo palabra de mujer honrada no decir nada a nadie?
Bety: No te preocupes que de mi boca no sale.
Cata: Checchina no es hija del señor Pantalone
Bety: y ¿de quién es hija?
Cata: No lo sé. Doña Dominga, la madre de Chechina, que en paz descanse, se
lo confió a mi madre, y mi madre me lo confió a mí. Hay miles de versiones, pero
parece que Pantalone estaba en una feria y la encontró envuelta en una sábana dentro
de un canasto. Hay quienes dicen que es un enredo del señor Pantalone. Cada cual
inventa su propia historia.
Bety: Entonces ¿Todo el mundo está enterado?
Cata: ¡Oh, no, no todos! Únicamente las personas de mi absoluta confianza
Me voy. Voy a ver si Checchina quiere comprarme algo y cuidado, no vayas a abrir la
boca. (Sale)
Bety: ¡Quien lo hubiera dicho! ¡Checchina no es hija del señor Pantalone! ¡Y nosotras
que la tratábamos como una amiga! ya llegará la ocasión en que quiera mostrarse
insolente conmigo. Yo sabré cómo contestarle…
Escena III
Calle - Cata y Angél el modista
Angél: Buenas tardes Cata, ¿Podrías indicarme dónde queda la casa de tu vecina
Checchina?
Cata: Si claro, bajas por esta calle... pero ¿Qué vas a hacer a casa de Checchina?
Angél: Le llevo su vestido de bodas, que me ha encargado para que le haga.
Cata: ¿Me lo dejas ver?
Angél: ¡Es realmente hermoso! Y está bordado en oro
Cata: ¿¡Oro!? ¡No lo puedo creer, qué injusticia!
Angél: ¿Por qué te parece una injusticia?
Cata: Por qué si… está loco el señor Pantalone, gastar tanto dinero en esa… en
Chechina...
Angél: Y claro si es su hija, y la quiere mucho
Cata: ¡Pero si no es su hija!
Angél: ¿Cómo?
Cata: ¿Me prometes bajo palabra de hombre honrado no decir nada a nadie?
Angél: Oh, yo no hablo. Soy muy reservado.
Cata: Checchina no es hija del señor Pantalone
Angél: ¿Y de quién es hija?
Cata: Es una bastarda. Te lo confío a vos, porque sé que eres un joven muy prudente,
sino, yo no se lo diría a nadie… Tengo que seguir trabajando, Adiós.
Angél: Adios...Entonces Checchina es una... yo tengo trabajar para una… bastarda. ¡Ah,
no! No pienso llevarle el vestido. Si lo quiere, que lo mande a buscar. Iré a llevarle esta
pollera a la Señora Eleonora. ¡Un especialista como yo, no trabaja para esa clase de
gente! ¡Bastarda! (Sale)
Escena IV
Casa Eleonora. Llega Angel
Angélica: Permiso Señora.
Eleonora: Buenas tarde Angél ¿Has podido arreglar mi pollera?
Angél: Sí, señora. Le ajusté un poco la cintura, un dedo de cada lado, tal cual me lo ha
pedido. Si quiere puede probarla.
Eleonora: No es necesario, si has hecho lo que te dije estará bien.
Angél: Si, si le quedará perfecta, entonces me retiro. Adiós. (Deja un paquete sobre la
mesa)
Eleonora: Espera querido, te olvidas un paquete.
Angél: Es que no es importante… Es el vestido de novia que le hice a Chechina, pero
me enteré unas cuantas cosas, que ahora no me interesa ni llevárselo.
Eleonora: ¿Por qué? ¿Qué cosas?
Angél: Porqué no se lo merece, porque es una… ¡Basta, no puedo decir nada más!
Eleonora: Una que… Habla querido… A mí me lo puedes decir. Yo soy una tumba
Angél: Está bien, se lo diré, pero ¿me promete bajo palabra de mujer honrada no decir
nada a nadie?
Eleonora: Prometido
Angél: Checchina no es hija del señor Pantalone, sino que es una bastarda.
Eleonora: ¿Enserio?
Angél: Si, y lo sé de muy buena fuente.
Eleonora: ¿Y Beppo, lo sabe?
Angél: Seguro que no…
Eleonora: : ¿Quieres que yo le hable?
Angél: ¡Oh, no, no, señora! Disculpeme y muchas gracias por su ayuda, pero no deseo
meterme en chismes. Por favor: no diga nada a nadie. Se lo ruego.
Eleonora: Quedate tranquilo que no se lo diré a nadie.
Angél: Con su permiso, me retiro. Adios. (Sale)
Eleonora: Adiós querido… Chechina que bastarda.
A Beppo, lo conozco hace bastante tiempo, y siempre he sentido afecto por él, no
quiero que cometa semejante disparate. ¡Hay que decirle la verdad! hay que advertir
al pobre Beppo. Sino será el hazmerreír de todo el mundo.
Escena V
Casa Eleonora - Llega Bepo
Beppo: Buenos tardes, permiso, me dijeron que me buscaba y aquí estoy para servirla.
Eleonora: Buenas tardes Bepo, cada dia más apuesto…
Beppo: Muchas gracias.
Eleonora: Tengo que decirte algo muy importante, es un aviso que te dare por tu
bien…
Te lo explicaré en pocas palabras, Checchina no es hija del señor Pantalone. Es una hija
ilegítima, y por lo tanto no es digna de ti.
Beppo: ¡Dios mío! ¿Quién te dijo?
Eleonora: No preguntes más. Aprovecha el aviso y no te cases precipitadamente.
Beppo: Pero, señora, se lo ruego...
Eleonora: Por ahora basta con lo dicho. El tiempo dirá todo, te acompaño a la puerta
Beppo, ve a romper tu compromiso con Chechina, y no te aflijas, que todo pasa
rapidito, y si tanto deseo tienes de casarte, aquí tienes una muchacha con la que vale
la pena.
Beppo: ¡Ay, pobre de mí! No puedo casarme con vos Eleonora porque amo a Chechina,
pero tampoco podré casarme con ella. Mi padre no aceptaría que me case con una
bastarda. ¿Qué debo hacer? No sé nada, nada...
Eleonora: ¡Bah! Déjala (Beppo Sale)
Escena VI
Casa de Checchina. Beppo y Checchina
Chechina: ¿Beppo, por qué tardaste tanto? ¿Qué deseaba la señora Eleonora?
Beppo: ¿Dónde está el señor Pantalone?
Chechina: ¿Quién? ¿Tu suegro?
Beppo: Todavía no es mi suegro
Chechina: Pronto lo será.
Beppo: Querida Checchina, tengo miedo de que no.
Chechina. ¡Ay! ¿Qué dices? Me estas hiriendo el corazón.
Beppo: Si tu corazón está herido, el mío está casi muerto.
Chechina: Beppo ¿qué sucede?
Beppo: Checchina, ¿me queres de verdad?
Chechina: ¡Te juro que sí!
Beppo: Entonces, si me amas, dime la verdad. ¿Sos verdaderamente hija del señor
Pantalone?
Chechina: ¿Qué estás diciendo? ¿Te volviste loco? ¿De quién quieres que sea hija?
Beppo: No te pongas nerviosa y Contesta a mis preguntas. ¿Dónde naciste?
Chechina: Nací en Corfú. Mi papá, siempre navegó. Y muchas veces solía llevar con él a
mi madre. Ella estaba embarazada, y me tuvo en Corfú.
Beppo: Checchina, tengo miedo de que no sea así, como lo cuentas.
Chechina: ¿Por qué?
Beppo: Me acaban de decir claramente que no sos hija del señor Pantalone
Chechina: ¿Y de quién dicen que soy hija?
Beppo: Dicen... dicen... que no eres legitima.
Chechina: (Llora.) Pero, ¿quién te dijo esas cosas horribles de mi?.
Beppo: No, no te lo puedo decir.
Chechina: Si no me lo decís es señal de que no me amas.
Beppo: Te amo, pero no te lo puedo decir.
Chechina: Ya me imagino quién te lo dijo.
Beppo: A ver, ¿quién?
Chechina: Nose, nose, Nadie. Nadie. Estás arrepentido del compromiso. No te quieres
casar conmigo y has inventado ese pretexto.
Beppo: No no.
Chechina: Entonces, decime quien te lo dijo
Beppo: Te lo diría, pero temo que lo cuentes a otras personas.
Chechina: No dudes de mí. Te prometo que de mi boca no saldrá ni una palabra.
Beppo: ¿Lo prometes bajo palabra de mujer honrada?
Chechina: Sí, te lo prometo.
Beppo: Me lo dijo Eleonora. Ella lo sabe de buena fuente y me lo dijo para hacerme un
favor.
Chechina: Si, un favor, me imagino...
Beppo: Querida Checchina, ¡te quiero tanto, tanto, tanto! Pero, ¿qué diría mi familia si
me casara con una muchacha que no tiene padre?
Chechina: Ya veras, que eso no es cierto. Espérame un poco; enseguida vuelvo.
Beppo: ¿Adónde vas?
Chechina: Voy y vuelvo. No te muevas de aquí.
Beppo: Bien, pero cuidado con los chismes.
Chechina: ¡Oh, no hay peligro! Hago una diligencia y vuelvo enseguida. (Para sí) Ni con
cadenas me impedirían ir a casa de Eleonora. (Sale)
Escena VII
Checchina y Eleonora
Chechina: ¡Hola Eleonora!
Eleonora: ¡Hola! ¡Amiga Checchina! ¡Qué alegría! ¿Queres tomar algo?
Chechina: No, gracias, vine solamente para pedirte un inmenso favor.
Eleonora: ¿En qué puedo ayudarte?
Chechina: Quisiera saber, quién te ha dicho que no soy hija del señor Pantalone
Eleonora: ¿Y quién te dijo que yo lo sé?
Chechina: Me lo ha dicho Beppo.
Eleonora: (Para sí) ¡Qué indiscreto! (A Chechina) En fin... eh... Yo...En este momento
no lo recuerdo.
Chechina: Eleonora, necesito que me digas quién te lo ha dicho, no quisiera que esto
fuese una calumnia, inventada para que Beppo me abandone.
Eleonora: ¡Calumnia! De ninguna manera, para que veas que no miento, te diré quién
me lo dijo… Fué Angél, el modista.
Chechina: ¡¿Angél?! ¿Quién se piensa que es para calumniar a una muchacha como
yo? Adios.
Escena VII
Calle - Puerta de la casa de Angél - Chechina le golpea la puerta -
Angel: Que tal Chechina, te pido mil disculpas que no fuí antes a tu casa a llevarte tu
vestido de novia. Tengo tanto trabajo que no puedo ni moverme. Y por si fuera poco,
mira, me lastimé este dedo y no puedo coser.
Chechina: Hubiera sido mejor que te lastimes la lengua.
Angel: ¿Qué te pasa? ¿Por qué me hablas asi?
Chechina: Decime una cosa, señorito chismoso, ¿Por qué decís que yo no soy hija de
mi papá?
Angel: Yo no miento jamás. Si lo dije, por algo será querida.
Chechina: Y se puede saber ¿Quién te lo dijo?
Angel: Cata, la lavandera.
Chechina: Muy bien, hablaré con ella, hasta luego. ¡Chismoso!
Angel: Hasta luego, y si queres el vestido, pediselo a magolla, ¡Bastarda!
Escena VIII
Puerta de la casa de Cata
Cata: ¡Hola! ¿Cómo te va Chechina?
Chechina: ¡Mal!
Cata: ¡Ay… pobrecita! ¿Te tiene nerviosa la boda? ¿En qué te puedo ayudar?
Chechina: En decirme, porqué estás diciendo de mí, que no soy hija de tu vecino el
señor Pantalone
Cata: Yo no dije nada.
Chechina: Sí, que lo dijiste.
Cata: ¿A quién, si puede saberse?
Chechina: A Angél, el modista.
Cata: (Para sí:) ¡Oh, pero qué cuentero! (A Chechina) Escúchame, Checchi. Yo no niego
haberlo dicho, pero yo no lo inventé, la persona que me lo contó a mi, lo sabía de muy
buena fuente.
Chechina: ¡Quiero saber ya mismo quién te lo dijo y que venga a decirlo delante mio!
Cata: Me lo dijo mi madre.
Chechina: Muy bien; quiero que venga tu madre y me lo diga en la cara...¡Ay, pero...
hace dos años que ha muerto!
Cata: Mmm no creo que mi madre pueda decirte nada, asique el que tenga sarna, que
se rasque. Yo no quiero chismes. ¡Adios! (Sale)
Chechina: No lo puedo creer, esta mentira crece por todas partes y no puedo saber
quién la inventó.. Iré a casa, y hablaré con mi padre, y él me dirá la verdad. ¡Ay, pobre
de mí! ¿Y si no fuera mi padre? ¿Y si no puedo casarme con Beppo? ¡Ayyyy qué
desdichada soy! (Sale)
Escena IX
Casa Chechina.
Chechina: ¿Papá, es cierto que no sos mi Papá?
Pantalon: (Pensativo) ¡Ay, pobre de mí y de mi querida Chechina! Creo estar
entendiendo lo que sucede… temo que alguien ha revelado, un secreto que guardo
hace ya muchos años.
En Corfú, en la feria, un mercader que tenía que hacer un importante viaje de negocios
a Turquía, me entregó una niña de tres años, para que la trajera a Venecia, hasta que
él concluyera con su empresa. Acepte el encargo encantado, pero al mes, recibí la
noticia de que tu padre, el mercader, que viajaba hacia Turquía, fue reducido a la
esclavitud.
Tu padre, el postizo,osea yo, me había encariñado tanto contigo, que no tuve valor
para dejarte abandonada. Por lo tanto, de acuerdo con doña Dominga, tu mamá,
decidimos criarte y dimos a entender siempre que eras hija nuestra
Chechina: Iré a contarle a Beppo entonces mi verdadera historia
(Sale)
Escena X
Chechina: Oh, Beppo, justamente te estaba buscando.
Beppo: Si, se me parte el corazón. Mi padre no querrá que me case contigo
Chechina: ¿Y me dejarás?
Beppo: Si y me moriré.
Chechina ¡Ah, si me amaras, no me dejarías !
Beppo: Checchina, tengo familia distinguida. No puedo casarme con una hija ilegítima
Chechina: Está bien, déjame, abandóname. Yo sé lo que tengo que hacer.
Beppo: ¿Qué es lo que vas hacer?
Chechina: Me arrojaré en un canal.
Beppo: Si te arrojas al canal, yo me abriré el pecho de par en par con esta daga
Chechina:¡Ay, muero! (Se desmaya )
Beppo: ¡Nooo! ¡No me dejes! ¡Chechina reacciona!
Chechina: No te voy a dejar zonzo
Beppo: ¿Estás bien?
Chechina: Si, es que no me dejas hablar… ya se quien es mi verdadero padre, no soy
una bastarda. Te voy a contar la historia
(Juego mimica - Beso final)