Compañía Historica Mariano Santos Mateo

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COMPAÑÍA HISTORICA MARIANO

SANTOS MATEO

Compañía histórica policial "Inspector de Guardias GC Mariano Santos Mateo"


integrada por alumnos de la escuela de suboficiales de la Policía Nacional del Perú.

Mariano Santos Mateo (*1850 - 1900) fue un Guardia Civil (Policía) peruano que


participó defendiendo a su país durante la guerra del Guano y del Salitre. Se hizo
célebre al capturar, durante la Batalla de Tarapacá, la coronela del Regimiento "2º de
Línea" de la Infantería del Ejército de Chile.

Biografía

Nació en 1850 en el Distrito de Lucre, provincia de Quispicanchi, Cusco. Sus padres


fueron el Coronel Carlos Santos Ego, militar argentino que llegó al Perú en la
Expedición Libertadora comandada por el General don José de San Martín, y la dama
cuzqueña doña Antonia Mateo Chara. A los 20 años de edad salió de su pueblo natal
para dirigirse a la ciudad de Arequipa donde en 1875 ingresó a la Guardia Civil del
Perú, (hoy Policía Nacional del Perú).

Guerra del Guano y del salitre

Al estallar la guerra con Chile el gobierno peruano dispuso la creación de nuevos


cuerpos militares para hacer frente al adversario. Los primeros en ser llamados a las
filas del ejército fueron los guardias civiles de distintas ciudades, que por su
entrenamiento y las características propias de su oficio, se encontraban en una situación
equiparable a la de los soldados del Ejército de línea.

El Coronel Alejandro Bezada, a la sazón Prefecto de Arequipa, organizó con gran


diligencia una División de 560 hombres, cuyo mando asumió el mismo, poniéndose en
marcha hacia el sur, en la primera quincena de abril de 1879. Estas fuerzas la integraban
dos columnas de la Guardia Civil de Arequipa, la Gendarmería de Arequipa y Puno y la
Guardia Nacional de Arequipa, las mismas que después formaron con el Batallón
“Ayacucho” la Tercera División del Ejército Peruano del Sur. Mariano Santos se
encontraba en la 1ª Compañía de la Columna “A” de la Guardia Civil de Arequipa.

Estandarte y escolta del Regimiento "2º de Línea" de la Infantería del ejército de Chile,


según una foto que la oficialidad se tomó en Antofagasta en 1879. Al momento de la
batalla de Tarapacá el oficial portaestandarte era el subteniente Telésforo Barahona que
murió en dicha acción de armas.
Momento en que el Guardia Civil Mariano Santos Mateo del Batallón Guardias de
Arequipa de la III División del Ejército Peruano del Sur se apodera de la coronela del
Regimiento 2º de Línea de la infantería del ejército de Chile.

De esta manera se formó el Batallón Guardias de Arequipa, integrado por seis


Compañías de la Guardia Civil y una Columna de Gendarmes, con un total de 560
hombres.

El destino no quiso que el Prefecto arequipeño llegara a enfrentarse a las tropas que
invadieron el sur del Perú, pues, a poco de su arribo a Iquique falleció accidentalmente,
siendo reemplazado por el Coronel Manuel Carrillo y Ariza.

Al fallecimiento del Coronel Bezada, la Tercera División del Ejército del Sur pasó a ser
comandada por el Coronel Francisco Bolognesi Cervantes.

Cuando se tuvo noticia de la toma del puerto peruano de Pisagua el Batallón Guardias


de Arequipa marchó para hacer frente a la invasión chilena.

Como parte de la Tercera División del Ejército Peruano del Sur, el Batallón Guardias de
Arequipa, que no tomó parte en la batalla de San Francisco, marchó a San Lorenzo de
Tarapacá, que era un pueblo de la sierra sur del Perú, donde el 27 de
noviembre de 1879 tendría lugar la batalla del mismo nombre y en la cual al batallón al
que pertenecía Mariano Santos le sería confiada la defensa del mismo. Tarapacá fue
atacada por el Regimiento "2º de Línea" de la Infantería del Ejército de Chile y en el
combate, que tuvo lugar en las mismas calles del pueblo, el Guardia Civil Mariano
Santos logró, con la bayoneta en la mano, apoderarse de la coronela del regimiento
enemigo tras una sangrienta lucha en la que pereció toda la escolta.

Por esta acción a Mariano Santos se le llamó el Valiente de Tarapacá mereciendo una


mención especial en el parte que el jefe de su División, el coronel Francisco Bolognesi,
redactó tras la batalla señalando que fue él quien arrancó el estandarte de las manos del
enemigo.

En el lado chileno el comandante accidental del Regimiento "2º de Línea" (por haber


muerto su primer jefe) manifestó a sus superiores lo siguiente:

Igualmente merecen distinción especial la escolta del estandarte compuesta de los


valientes veteranos, todos premiados... Estos individuos, peleando como leones en
defensa de su querido deposito perecieron todos en sus puestos, y antes de morir, tres de
los últimos que cayeron, tomaron la oportuna precaución de quemar el estandarte, antes
que permitir fuera insultado y mancillado por los enemigos de su patria.

Parte del comandante Liborio Echanez, Regimiento "2º de Línea" 

Poco después al saberse que el estandarte había sido capturado por las tropas peruanas,
en la prensa chilena circuló la versión que el subteniente Barahona al ser herido
mortalmente había rodado envuelto en el estandarte al fondo de la quebrada sin que el
resto del regimiento pudiera recuperarlo y de donde supuestamente lo recogieron los
peruanos.

Tras la victoria, el ejército peruano continuó su marcha al puerto de Arica. En una


ceremonia solemne, llevada a cabo en la puerta de la Catedral de San Marcos de Arica,
el contralmirante Lizardo Monterocondecoró y ascendió a Inspector de Guardias GC
(Grado equivalente al de Teniente del Ejército de aquella época), el 31 de
enero de 1880, al Guardia GC Mariano Santos Mateo. El trofeo capturado quedó en la
iglesia de esa ciudad, de donde fue trasladado luego a la de Tacna. En dicha ciudad sería
encontrado por tropas chilenas tiempo después y devuelto al "2º de Línea" antes de
la Campaña de Lima.

Mariano Santos combatiría en la Batalla del Alto de la Alianza de la cual saldría


gravemente herido. Cuando con los restos el ejército del sur llegó a Arequipa, tras
reponerse de la herida sufrida, fue homenajeado por las autoridades de la ciudad
otorgándosele una medalla de oro. Por suscripción popular se le entregó un uniforme
nuevo, en reemplazo del desgarrado y empapado en sangre con el que había regresado
de campaña, el mismo que lució en el banquete que fue celebrado en su honor el 24 de
septiembre de 1880.

VIDA PRIVADA

Tras el fin de la guerra regresaría a su tierra natal donde contrajo matrimonio con doña
Julia Herrera, unión de la que si hubo descendencia, habiendo llevado una vida apacible
cultivando las tierras de su familia.

Falleció en la ciudad del Cusco el 7 de octubre de 1900. Sus restos fueron enterrados en


el cementerio de Oropesa en Quispicanchis.
HOMENAJES EN EL PERÚ

El Con greso
de la

República del Perú mediante Ley Nº 23316, publicada en el Diario Oficial El Peruano


del 7 de noviembre de 1981, lo declaró Héroe Nacional. Posteriormente dio la Ley Nº
27018 del 21 de diciembre de 1998, mediante la cual se precisa su jerarquía en
la Policía Nacional del Perú, otorgándosele el Grado Policial de Alférez.

El 25 de agosto de 2000 sus restos fueron trasladados a la Cripta, construida en el


Parque Ecológico Camposanto "Santa Rosa de Lima", destinada a conservar los restos
de los héroes y mártires de la Policía Nacional del Perú.

La Ley Nº 29161 del 18 de diciembre de 2007 confiere a Mariano Santos Mateo el


grado honorífico de Gran General de la Policía Nacional del Perú.

El lunes 31 de diciembre de 2007 el Ministro del Interior Luís Alva Castro anunció que
el Salón de los Embajadores del Palacio de Gobierno del Perú llevará el nombre del
héroe nacional Mariano Santos Mateo.

La promoción de Suboficiales de 3.ª. PF-PNP 2017-I egresada el 21 de agosto de 2017


de la Unidad Académica de Pre-grado de la Escuela de Educación Superior Técnica
Profesional (escuela de formación de suboficiales de la Policía Femenina de la Policía
Nacional del Perú) ubicada en el distrito de San Bartolo lleva su nombre.
INGRESO A LA GUARDIA CIVIL 

Instalado en Arequipa, después de algún tiempo, en 1875, logra ingresar al antiguo


Cuerpo de Policía "Guardia Civil" que fuera creado el 31 de diciembre de 1873 por el
Presidente Manuel Pardo y Lavalle. Ya incorporado en las filas policiales forma parte
de los Guardias Civiles de Arequipa.

La Guerra con Chile

El 5 de
abril de 1879 Chile, con la finalidad de apoderarse de los territorios salitreros peruanos,
declara la guerra al Perú. Mariano Santos, que en aquel entonces tendría entre 28 y 29
años de edad, al momento de producirse la agresión chilena se encontraba prestando
servicios en la ciudad de Arequipa y pertenecía a 1ra. Compañía de la Columna “A” de
la Guardia Civil de Arequipa.

Iniciada la confrontación bélica con Chile en 1879, el Gobierno Peruano movilizó


apresuradamente la Armada y el Ejército. En tal sentido se organizó el Ejército Peruano
del Sur, disponiéndose que los Prefectos y Sub-prefectos formaran contingentes para
engrosar las filas castrenses, uniéndose los Cuerpos Policiales a los del Ejército como
Fuerzas de Línea. Como consecuencia de esto, en diferentes circunstancias, muchos
efectivos policiales, al fundirse con las tropas del Ejército de Línea, perdieron
prácticamente su identidad de origen, lo que no ocurrió con los Guardias Civiles de
Arequipa que, debido a su gran número, formaron un Batallón y lograron conservar su
identidad.
De esta manera, con motivo de la guerra, se forma, como Fuerza de Línea, el Batallón
"Guardias de Arequipa" –organizado con diligencia por el Coronel Alejandro Bezada, a
la sazón Prefecto de Arequipa, cuyo mando asumió el mismo, y compuesto por dos
Columnas de la Guardia Civil de Arequipa, la Gendarmería de Infantería de Arequipa y
Puno y la Guardia Nacional de Arequipa, con un total de 560 hombres- el cual es
movilizado y conducido, por su primer jefe, al Teatro de Operaciones, siendo este
Batallón, formado en su mayoría por miembros de la Guardia Civil, uno de los primeros
contingentes que llegó al frente de batalla donde fue incorporado a la III División del
Ejército Peruano del Sur, acantonada en Iquique y compuesta además por el Batallón de
Infantería “Ayacucho” Nº 2 del Ejército Peruano de Línea, División, que, luego del
fallecimiento del Coronel Alejandro Bezada, sería comandada por el Coronel Francisco
Bolognesi Cervantes.

Durante la guerra del guano y del salitre en toda la sucesión de enfrentamientos con el
invasor estuvieron presentes los miembros de los Cuerpos Policíales (Guardia Civil y
Gendarmería) quienes, junto a los soldados de línea, combatieron en los campos de
batalla, deviniendo muchos policías en héroes anónimos.

Mariano Santos Mateo parte con su Batallón el “Guardias de Arequipa”, fuerte de 560
plazas e integrado por seis Compañías de la Guardia Civil y una Columna de
Gendarmes, llegando al Puerto de Pisagua a mediados de abril de 1879. Mariano Santos
Mateos y los integrantes de su Batallón intervinieron desde el comienzo de la
conflagración armada.

Vencedor de Tarapacá
Después de la batalla de San Francisco, ocurrida el 19 de noviembre de 1879, 8 días
después, el 27 de noviembre de 1879, se produjo el triunfo de las armas peruanas en la
Batalla de Tarapacá, en la cual Mariano Santos, en el fragor de la batalla, arremetió, con
la bayoneta, contra el enemigo y luego de un porfiado combate cuerpo a cuerpo, llega
hasta el lugar donde se encontraba el abanderado, a quien le arrebató, a bayonetazos, la
coronela (estandarte) del Regimiento "2º de Línea" de la Infantería del Ejército chileno;
hazaña que incidió en la victoria sobre el engreído ejército adversario.

El escritor tacneño Modesto Molina, que como redactor del “Boletín de Guerra”
concurrió acompañando al Ejército del Perú en toda la campaña de 1879, escribió este
vivido relato en las páginas de dicho Boletín y que luego consignó en su obra “Hojas del
proceso”, publicada en 1880 y reeditada parcialmente en 1922, que, textualmente, dice:

A las 12 del día (27 de noviembre de 1979), estaba pronunciada


la completa derrota del enemigo. A los que abandonaban las
ultimas casas del costado derecho del río se les dejó, por no
merecer su captura, la vida de un hombre mas.

Mientras tanto, en la parte alta de la quebrada, se renovaba a


cada momento el combate por parte del enemigo, teniendo, a
cada momento también, que ceder dejando artillería en su
retirada.

En esos instantes, una aclamación general sube al cielo de en


medio de los combatientes. ¿Qué sucede? A la distancia,
rodeado de una legión de vencedores, se presenta un hombre
alto, de musculatura delicada, tostado por el sol y de altivo
continente. ¿Quién es ese tipo de romano? ¡Ah!; es Mariano
Santos, del Batallón Guardia de Arequipa, que trae una bandera
que bate por los aires en señal de victoria.

En ese combate, que enaltecerá siempre nuestras armas y que


ocupará en las guerras americanas una página honrosa, hubo un
humilde soldado que, desde el principio de la batalla, dedicose
a conquistar un testimonio justificativo del triunfo, que creía
seguro.
Se colocó frente a frente del grupo enemigo que defendía el
estandarte, y que ese valiente seguía con ansiedad, con interés y
hasta con impaciencia los movimientos que de un punto a otro
hacían los contrarios, para salvar la insignia del cuerpo invasor.
Santos contempla esos movimientos, desesperado a veces,
alegre otras, seguido de un puñado de héroes, tan audaces como
el, en quienes dominaba la misma idea de arrebatar el
estandarte chileno, cuyos defensores disminuían cada
momento, bajo el fuego de nuestros rifles.

Por fin llegó la hora deseada. Los enemigos, dominados por el


pánico, emprendieron la fuga; pero no debían huir llevándose el
pendón orgulloso que, para hacer mas grave el ultraje de la
invasión, había Chile colocado presidiendo sus legiones
insolentes al son de músicas marciales, que resonaban como un
eco de muerte en el desamparo de los campamentos.

De repente, se escucha una voz de trueno, espantosa de ¡a la


carga!; y Santos a la cabeza de sus compañeros, se precipita
como una jauría sobre sus contrarios, cayendo el primero entre
el grupo fugitivo y arrebatándole a bayonetazos el precioso
trofeo. Todos los que lo defendían cayeron como segados por
una hoz formidable.

La victoria era nuestra. Su mejor y más espléndido


comprobante lo traía Santos en sus manos poderosas y al
presentarlo en nuestros vivacs, resonaban los hurras y los
himnos de triunfo.

Desde ese momento todo nuestro ejército se constituyó en


escolta de ese pedazo de lienzo recamado, que representaba a
Chile vencido y castigado.

El notable historiador peruano Jorge Basadre Grohmann en su obra Historia de la


República del Perú 1822 - 1933, Octava Edición corregida y aumentada, Tomo 7,
página 1767, Editada por el Diario "La República" de Lima y la Universidad "Ricardo
Palma", escribe:

LA BATALLA DE TARAPACA

Fue allí cuando el soldado Mariano de los Santos,


oriundo de Urcos, arrancó con sus manos la bandera del
2º de línea. Pertenecía Santos a la primera compañía de
Guardias de Arequipa.

Sin embargo, sin pretender desautorizar la afirmación del notable historiador peruano,
Mariano Santos no fue soldado del ejército de línea sino Policía del Cuerpo "Guardia
Civil" y no nació en Urcos sino en el barrio de "La Rinconada" de la Villa de Lucre.

El Teniente General GC (R) Oscar Olivares Montano, Diputado por Lima, en el Punto
10º de la Exposición de Motivos del Proyecto de Ley reconociendo el 31 de diciembre
de 1873 como fecha de creación de la Guardia Civil del Perú y declarando Héroe
Nacional al Guardia Civil Mariano Santos Mateo, presentado por él al Congreso de la
Nación, el 20 de agosto de 1981, afirma:

El Presidente del Centro de Estudios Históricos


Militares del Perú, Doctor Geraldo Arosemena Garland,
el 16 de noviembre de 1979, dio testimonio escrito a la
Guardia Civil del Perú, de que por D.S. del 31 de
diciembre de 1873 se organizó la Guardia Civil, con la
función de prevenir los delitos y faltas, perseguir a los
delincuentes y velar por los derechos ciudadanos. Igual
aseveración hace el presidente de la Academia Nacional
de Historia, Doctor Félix Denegri Luna, el 17 de
noviembre de 1979. Ambas autoridades de la Historia
Nacional, respaldan documentadamente que el Guardia
Civil Mariano Santos Mateo, tomó del enemigo el
Estandarte del 2º de Línea, en la gloriosa

Batalla de Tarapacá.
Fue tal el arrojo y la valentía del Guardia GC Mariano Santos, que los Partes de Guerra
de la Batalla de Tarapacá, suscritos por los Coroneles Francisco Bolognesi, Belisario
Suárez y el General Juan Buendía el 27 de noviembre de 1879, no solo citan su nombre
con encomio, sino que también exaltan, de manera muy especial, el notable desempeño
de los Guardias Civiles de Arequipa, quienes por haber conformado uno de los
Batallones más osados y resueltos, y estar en la vanguardia, sufrieron la mayor cantidad
de bajas en las filas de los combatientes peruanos.

El primero de esos elogios fue suscrito por el Coronel Francisco Bolognesi Cervantes,
quien al elevar el respectivo Parte de Guerra a su Estado Mayor General se refirió a las
acciones del 27 de noviembre de 1879 con las siguientes palabras:

Tengo la satisfacción de participar a Ud., para


conocimiento del General de División en Jefe del
Ejército, que el día de ayer, en momentos de haber
ordenado que la División de mi mando se alistase para
continuar la marcha sobre Arica, según lo dispuesto por
ese Estado Mayor General, como a las 9 de la mañana se
tuvo noticia de que el Ejército enemigo coronaba las
alturas de Tarapacá; y que, por la derecha e izquierda de
la quebrada de dicho pueblo, se encontraban fuerzas
listas para emprender ataque sobre las nuestras.

Inmediatamente, Ud. dio orden que la División de mi


mando saliese a tomar posesión de las alturas opuestas a
las que ocupaba el enemigo.

Verificado este movimiento, y habiéndose visto que el


enemigo, dentro de la quebrada, avanzaba hacia nosotros
por nuestro flanco izquierdo, hallándose a corto tiro de
rifle, ordené que avanzasen los dos Cuerpos de la
División de mi mando y rompiesen los fuegos sobre
ellos, pues ya se encontraban ocupando una altura
inmediata.

Empeñado el combate y rechazados de su posición por el


valor e intrepidez de nuestros entusiastas soldados,
avanzamos sobre él hasta que nos posesionamos en un
punto en donde se empeñó con mayor encarnizamiento la
lucha, habiendo sido el Regimiento "Segundo de Línea"
y otros Cuerpos del enemigo los que nos hacían
resistencia parapetados en las casas, tapias y matorrales.

Viendo que el enemigo continuaba posesionado


ventajosamente, se prendió fuego a unas habitaciones,
cuya iniciativa fue tomada por los Capitanes D. José
Camilo Valencia, del Batallón 2º Ayacucho, y D.
Rudecindo López, del "Guardias de Arequipa", con el fin
de sacarlos de sus atrincheramientos, lo que condujo a
esparcir el pánico en las filas enemigas, poniéndose en
fuga, arrojando al suelo sus rifles después de haber sido
arrancada de sus manos la Bandera Nacional del
Regimiento "Segundo de Línea" por el soldado Mariano
Santos, de la 1ª Compañía del "Batallón de Guardias de
Arequipa", y tomándose, asimismo, muchos prisioneros,
quedando el campo cubierto de centenares de muertos y
heridos....

El Coronel Belisario Suárez, que era jefe del Estado Mayor General del Ejército del Sur,
dijo en su parte oficial, del 27 de noviembre de 1879:
La 3ra. División del Ejército, si no se hizo como la
anterior, centro de operaciones porque no se lo permitió
su puesto en la línea, escribió su nombre en esta jornada,
de tal suerte que están en su poder un estandarte
enemigo, el del “2º de Línea”, tomado por el Guardia de
Arequipa Mariano Santos. Muchos de los prisioneros
probaron el denuedo de la lucha y la generosidad después
de la victoria. El Señor Comandante General, Coronel
Francisco Bolognesi, estuvo a la altura de sus soldados
que caracterizan a aquellos cuya presencia en las filas
enemigas hacían rendir banderas, y el Batallón “Guardias
de Arequipa”, por sus certeras punterías, por el orden y
serenidad, hizo suyo gran parte del honor de este triunfo
en que Columnas de infantes naturalmente señaladas
como víctimas de su propio valor evidenciaron una vez
más la superioridad del valor y de la disciplina sobre los
elementos que pueden oponerle los adelantos de la guerra
moderna....

 La honrosa mención del nombre y de la proeza de Mariano Santos Mateos en los
citados documentos oficiales de guerra referidos a la victoriosa acción de armas de
Tarapacá, constituye un privilegio extraordinario, por que el fue el único miembro del
Personal de tropa que recibió tal distinción.

Reconocimiento y ascenso

La acción de Mariano Santos fue calificada de hecho grandioso, por cuanto arrebatar al
enemigo su estandarte nacional de guerra, distintivo de su nacionalidad, no solo
constituye un trofeo sin parangón sino que esa acción tiene sus efectos en las tropas
adversarias, al bajarles severamente su moral, predisponiéndolas, acaso, para la derrota.

El 11 de enero de 1880, en Arica, se dio a conocer la Orden General del Ejército


Peruano del Sur dictada por su Comandante en Jefe Contralmirante Lizardo Montero,
quien asumió dicha Jefatura en reemplazo del General Juan Buendía. En dicha Orden,
Montero, en representación del Supremo Gobierno, llamó a Mariano Santos Mateo, por
su acción, "el Valiente de Tarapacá" y reconoció y exaltó su heroísmo, con las
siguientes palabras:

Arrebatar al enemigo en el campo de batalla los


distintivos de nacionalidad, que son defendidos con
predilección, es un hecho grandioso que tiene por
recompensa el homenaje que se rinde al valor, y no se
cumpliría con un sagrado deber si se pasara inadvertida
la heroica y patriótica acción del Guardia Mariano
Santos del Batallón Guardia Civil de Arequipa, quien
en el fragor del combate, se apoderó el 27 de
Noviembre ultimo, en el campo de Tarapacá, del
estandarte chileno del Regimiento Segundo de Línea,
adquiriendo con ese trofeo un testimonio de nuestro
triunfo, un timbre de orgullo de nuestras armas y una
reliquia para la Patria que verá en ella la reminiscencia
de espléndida y heroica victoria.

El Ejército se honra en contar a Santos entre sus


compañeros. Felizmente la guerra presentará, más de
una oportunidad para que nuestros soldados puedan
imitar y tal vez exceder al “Valiente de Tarapacá”. Pero
ellos deben tener presente, a la hora de la prueba, que el
sacrificio por la patria, es deber, y que ésta no olvida
nunca y recompensa siempre a los que la aman y
defienden heroicamente.

¡Salud al bravo Mariano Santos!.

Días después, en ceremonia realizada en Arica el 31 de enero de 1880, al término de la


celebración del Te deum en la Iglesia de San Marcos, Mariano Santos Mateo fue
ascendido a la Clase de Inspector de Guardias (grado equivalente, en aquel entonces, al
de Teniente del Ejército), habiéndosele entregado su correspondiente Despacho además
de un premio pecuniario de 500 soles de plata, ordenándose que el estandarte arrebatado
al enemigo quedara en la Capilla Central de Arica momentáneamente, hasta que fuera
depositado en la Catedral del Cusco, por ser la Iglesia Mayor del Departamento donde
naciera Mariano Santos (Lucre).

Ernesto A. Rivas, prestigioso maestro y destacado escritor describe en 1900, con


magistral precisión histórica en uno de los volúmenes de la obra “Nuestros Héroes”, la
participación de nuestro héroe en la Batalla de Tarapacá y lo hace en los siguientes
términos:

En la Orden General del Ejército acantonado en Arica,


correspondiente al día 30 de enero de 1880, se invitaba a
los señores Comandantes de División y demás altos jefes
y funcionarios públicos para que acompañasen al señor
General, Jefe del Primer Ejército del Sur, a oír la misa de
costumbre en el siguiente día 31. Curiosidad y no
pequeña, causó esta cita entre los invitados y todos
esperaron impacientes el momento en que se descifrara el
enigma que guardaba.

Llegó éste y el Contralmirante Lizardo Montero, seguido


de la selecta comitiva y rodeado por compacta multitud,
se dirigió a los corredores del Consulado inglés, donde
acostumbraba presenciar el católico sacrificio que se
celebraba en la plaza principal del puerto.

Terminada la augusta ceremonia, el General Montero


subió las gradas de la Iglesia, recibiendo los honores
debidos a su alta categoría militar y deteniéndose en la
última, paseó la vista por todo el ejército marcialmente
formado y llamó en voz alta: Mariano de los Santos.

En medio del respetuoso silencio que sucedió a estas


palabras, se vio salir de las filas de la Columna “Guardias
de Arequipa” a un joven soldado, que con porte digno y
lentamente se llegó al General Montero llevando en alto
un estandarte chileno bordado de oro.

Todos los que habían asistido al glorioso combate de


Tarapacá reconocieron en el modesto soldado al heroico
combatiente de aquel día, que había logrado conquistar
con su valor el valioso trofeo de victoria que en las
manos llevaba.

El General Montero cogió el pabellón enemigo y


desplegándolo, mostrólo al ejército con estas palabras:
"Señores Comandantes Generales, Jefes, oficiales y
soldados del Ejército: Este símbolo de gloria militar que
veis en mis manos es el estandarte del Batallón Segundo
de Línea de la República de Chile, que en Tarapacá, en el
terrible y desigual combate del 27 de noviembre, fue
arrebatado a nuestros enemigos por el Guardia Mariano
de los Santos (y lo señaló a éste).

Los pueblos que, como el Perú, saben premiar a sus


leales y valientes defensores no olvidan nunca hechos
como el de este bravo soldado. La Nación dará, pues, a
Mariano de los Santos, la recompensa que merecen sus
virtudes militares y la gloria conquistada por él en el
campo regado con la sangre de sus compañeros.

Yo, por mi parte, además de recomendarlo a la


consideración nacional y a la justificación del Gobierno,
quiero darle una prueba palpable de mi admiración,
entregándole el título de Inspector y 500 soles de plata
para que pueda presentarse ante sus compañeros llevando
como es debido el uniforme de la clase a que lo asciendo,
en uso de las facultades consiguientes al puesto que
ocupo.

Este estandarte quedará en esta Capilla hasta que llegue


la época en que sea depositado en la Catedral donde
Santos vio la luz primera, para que allí sea el símbolo
que perpetúe un gran triunfo e inmortalice a un buen hijo
de la Patria.

¡Soldados!: ¡imitad el ejemplo de Mariano de los Santos!

¡Viva el ejército vencedor de Tarapacá!

A este corto y elocuente discurso siguió una diana


general tocada por las bandas de guerra y de música y los
atronadores vivas dados por la multitud al humilde héroe
de la brillante jornada del 27 de noviembre de 1879, cuyo
mérito acababa de ser honrado.

Respecto a dicho acontecimiento Jorge Basadre Grohmann en su obra citada, Tomo 7,


página 1769, anota:

EL ASCENSO DE MARIANO DE LOS SANTOS

En una ceremonia celebrada en la puerta de la iglesia


San Marcos de Arica, el contralmirante Lizardo
Montero ascendió el 31 de enero de 1880 al guardia
Mariano de los Santos por su hazaña al apoderarse del
estandarte del regimiento chileno 2º de línea, en la
batalla de Tarapacá. El estandarte quedó en dicha
iglesia; pero luego fue llevado a la de Tacna. Allí lo
encontraron los chilenos. Fue devuelto a su regimiento
en una ceremonia que se efectuó en Lurín el 11 de
enero de 1881.

 El Inspector de Guardias Mariano Santos Mateo fue designado Oficial Abanderado del
Batallón "Guardias de Arequipa", que comenzó a figurar con el número 25 entre las
Unidades de Combate.

Ostentando su nuevo grado Mariano Santos participa en la Batalla de Tacna o del Alto
de la Alianza, el 26 de mayo de 1880, donde es gravemente herido, marchando, luego
de esta batalla, junto a los efectivos encabezados por el Coronel Andrés Avelino
Cáceres -quien se preparaba para defender la zona central del Perú-, hacia Tarata, Puno
y Cusco.
Como consecuencia de las heridas de gravedad que sufrió en la batalla de Tacna
Mariano Santos fue imposibilitado de seguir combatiendo en los frentes de batalla.

El Ciudadano

Contrajo matrimonio con doña Julia Herrera, unión de la que no hubo descendencia.

Dedicado durante algún tiempo a las labores agrícolas, en Lucre, marchó luego por los
valles subtropicales de la provincia de La Convención, empleándose en 1893 como
administrador de la hacienda "Huiro". Siete años más tarde, de retorno a su lugar natal y
cuando se hallaba empleado en la hacienda "Chingo", falleció de pulmonía el 7 de
octubre de 1900, a la edad de 50 años, y fue sepultado en el Cementerio de Oropesa.

Homenajes en la República del Perú

En 1979 en el Patio de Honor del Centro de Instrucción de la Guardia Civil (C.I.G.C.),


ubicado en la Urbanización La Campiña, distrito de Chorrillos, Lima, junto al Cenotafio
que en 1975 la Guardia Civil levantó -en reemplazo del cenotafio que fuera inaugurado
el 30 de agosto de 1932 en el antiguo local del C.I.G.C. de la Avenida Sebastian Lorente
Ibáñez Nº 769 en los Barrios Altos del Cercado de Lima- para honrar a sus héroes y
mártires, se erigió un busto de Mariano Santos con una placa que mostraba la siguiente
inscripción: La Guardia Civil del Perú rinde su homenaje al Guardia Civil Mariano
Santos Vencedor en la Batalla de Tarapacá, y demás miembros de la Institución que se
sacrificaron defendiendo heroicamente a la patria en Pisagua, San Francisco, Tarapacá,
Tacna, Arica, San Juan, Miraflores, Campaña de la Breña como elementos de refuerzo
integrados al Ejército de Línea durante la Guerra del Pacífico. 1879 - 27 de noviembre
de 1979. Este busto. varios años mas tarde, fue entregado al Museo de la Guardia Civil,
que ocupaba un recinto en el Cuartel "Guardia CS Manuel Gutiérrez Candia" sede de la
24ª Comandancia de la Guardia Civil - Caballería, luego de ser reemplazado por otro
que fue colocado, el 30 de agosto de 1982, dentro del área donde se levantaba el
Cenotafio y delante de este.

La X Promoción 1979 de la Gran Unidad Escolar de la Benemérita Guardia Civil y


Policía "Túpac Amaru" lleva su nombre.

La Promoción de Oficiales de la Guardia Civil 1981 egresada de la Escuela de Oficiales


del Centro de Instrucción de la Guardia Civil ostenta su nombre.
El Congreso de la República aprobó la Ley Nº 23316, promulgada el 6 de noviembre de
1981, mediante la cual se le declara Héroe Nacional por su acción heroica y ejemplar,
cumplida en la Batalla de Tarapacá el 27 de noviembre de 1879, disponiendo además
que la plaza principal del distrito de Lucre, provincia de Quispicanchis, departamento
del Cusco, lugar de su nacimiento, se denominará Inspector de Guardias Mariano
Santos, debiéndose colocar en la Cripta de los Héroes de la Guerra del Pacífico, ubicada
en el Cementerio "Presbítero Matías Maestro", una placa con su nombre.

Desde 1982 el antiguo Centro de Instrucción de la Guardia Civil del Perú, cuyo local,
ubicado en el distrito de Chorrillos, actualmente lo ocupa, desde 1987, la Escuela de
Oficiales de la Policía Nacional del Perú, ostentaba el nombré del Inspector de Guardias
GC Mariano Santos, nombre que actualmente conserva la Escuela de Oficiales de la
Policía Nacional del Perú.

El 30 de agosto de 1982 en la Galería de Héroes Nacionales de la Benemérita Sociedad


Fundadores de la Independencia, Vencedores del 2 de mayo de 1866 y Defensores
Calificados de la Patria fue develado el busto del Inspector de Guardias GC Mariano
Santos Mateo, obra del notable escultor peruano Profesor Joaquín H. Ugarte Ugarte.

Durante la década de los 80 del siglo XX se inaugura, en la plaza principal de Lucre, un


busto en su honor.

El 26 de noviembre de 1986, en la Cripta de los Héroes de la Guerra del Pacífico del


Cementerio "Presbítero Matías Maestro", se develó una placa recordatoria de Mariano
Santos.

El 15 de julio de 1987 la Dirección General de Correos y Telégrafos del Ministerio de


Transportes y Comunicaciones del Perú dispuso la emisión y circulación de sellos
postales con la efigie del Valiente de Tarapacá.

En 1993 se inaugura frente al Patio de Honor de la Escuela de Oficiales "Mariano


Santos" de la Policía Nacional del Perú un nuevo cenotafio, en reemplazo del antiguo
cenotafio levantado por la Guardia Civil en 1975, que ostenta los bustos de dos Héroes
Nacionales del Perú, y Héroes Máximos de la Guardia Civil: El Inspector de Guardias
GC Mariano Santos Mateo, el Valiente de Tarapacá y el Capitán GC Alipio Ponce
Vásquez, el Titán de Carcabón.
El 24 de julio de 1994, en el distrito de Jacobo Dickson Hunter de Arequipa, se
inauguró el parque “Héroes de la Policía Nacional del Perú – Inspector de Guardias
Mariano Santos Mateos", en dicho parque se levanta un busto con la imagen
del Valiente de Tarapacá.

El 25 de agosto de 1994, en la 11ª cuadra de la avenida Augusto B. Leguía de la ciudad


de Tacna, se inauguró la plaza “Mariano Santos Mateos” develándose un busto con su
imágen.

El 6 de diciembre de 1994 se inaugura, en el distrito de San Borja, un monumento en su


honor y el 10 de diciembre de 1994 se inauguró un monumento de Mariano Santos
Mateos en el Paseo de los Héroes de la ciudad del Cusco, diseñado por la Escuela de
Bellas Artes “Diego Quispe Títo” y fundido en la maestranza del Ejército del Perú
(Fuerte “Barbones”).

Durante el segundo lustro de la década de los 90 del siglo XX se inaugura, en Lucre,


otro monumento en su honor. Igualmente en las ciudades de Huancavelica e Ica (en la
plazuela Mariano Santos de la Urbanización Luren de esta ultima ciudad) han sido
levantados bustos con la imágen de Mariano Santos.

El 27 de noviembre de 1996, en el parque Héroe Nacional Inspector de Guardias


Mariano Santos Mateos del distrito de Surco en Lima, se inaugura un busto con su
imágen.

El Congreso de la República aprobó la Ley Nº 27018 del 11 de diciembre de 1998,


mediante la cual"precisase la Jerarquía del Héroe Nacional Mariano Santos Mateos
como Inspector de Guardias corresponde al Grado de Alférez de la Policía Nacional del
Perú".

Desde el 25 de agosto de 2000 sus restos reposan en la Cripta construida en el Parque


Ecológico Camposanto "Santa Rosa de Lima" para conservar los restos de los héroes y
mártires de la Policía Nacional del Perú.

El 19 de julio de 2002 el presidente del Congreso de la República, Carlos Ferrero Costa


inauguró la Sala Alférez Mariano Santos Mateo, en homenaje al Valiente de Tarapacá.
En esta sala, situada en el segundo piso de la sede del Congreso, se exhibe una espada
original con su empuñadura, así como pertenencias y medallas del héroe de la Guardia
Civil del Perú.

En el primer lustro de la primera década de 2000 se forma la Compañía "Alférez


Mariano Santos" -cuyos miembros visten uniformes inspirados en los usados por la
Guardia Civil del Perú de finales de la década de los 70 del siglo XIX- como Unidad
Ceremonial de la Policía Nacional del Perú.

El 26 de noviembre de 2004, en la Plaza de la Peruanidad de la Embajada del Perú en


Brasil, fue develado el busto de Mariano Santos Mateo.

El Congreso de la República aprobó la Ley Nº 29161 del 18 de diciembre de 2007 que


al Alférez Mariano Santos le confiere el grado honorífico de Gran General de la Policía
Nacional del Perú.

En la mañana del lunes 31 de diciembre de 2007, en el patio de honor del palacio de


gobierno, el Ministro del Interior Economista Luís Alva Castro anunció que el Salón de
los Embajadores del Palacio de Gobierno llevará el nombre del héroe nacional Alférez
Mariano Santos Mateos. Dicha sala presenta en sus paredes la imágen del Héroe
Nacional y un cuadro alegórico a la victoria en la Batalla de Tarapacá, donde se ve
a Mariano Santos en actitud altiva sosteniendo en sus manos la coronela del Regimiento
"2º de Línea" de la Infantería del ejército dizque "siempre vencedor y jamás vencido"
ante la impotencia de los invasores vencidos y que humillados yacen tendidos en el
suelo rendidos a los pies del Valiente de Tarapacá y con la frustración de no poder
recuperar aquel insultado y mancillado símbolo de la nacionalidad de ellos y que
representa al país sureño vencido y castigado por osar invadir territorio peruano, además
de vitrinas con las diferentes condecoraciones que otorga la Policía Nacional del Perú,
una réplica de la espada de Mariano Santos y algunos otros recuerdos de su vida.

El 25 de marzo de 2009 en ceremonia realizada en el Hall del Centro de Altos Estudios


Nacionales fue colocado el busto del Inspector de Guardias GC Mariano Santos Mateo,
héroe nacional y Gran General y Patrono de la Policía Nacional del Perú. 
Bibliografía

Revista de la Guardia Civil del Perú, Año XLVII Nº 382, Noviembre-Diciembre 1979,
artículo: La GUARDIA CIVIL EN LA GUERRA CON CHILE - El Batallón "Guardias
de Arequipa" en la Campaña del sur, por Joaquín H. Ugarte y Ugarte, páginas 20-24.
Articulos relacionados con el tema, escritos por el Profesor Joaquín H. Ugarte y Ugarte,
han sido publicados en la Revista de la Guardia Civil del Perú en sus numeros 377 y
378, correspondientes a los bimestres Enero-Febrero y Marzo-Abril de 1979.

Revista de la Guardia Civil del Perú, Año XLX, Nº 400, Noviembre-Diciembre 1982,
artículo: El 103 aniversario de la gloriosa batalla de Tarapacá, página 49.

Revista de la Guardia Civil del Perú, Año XLIV, Nº 422, Noviembre-Diciembre 1986,
artículo: Mariano Santos Mateo símbolo de coraje, valentía y amor a la patria, por
Gustavo Tello Bashi, página 1.

Revista de la Guardia Civil del Perú, Año LVI, Nº 434, Noviembre-Diciembre 1988,
artículo: Mariano Santos Mateo, el Valiente de Tarapacá; su heroica hazaña perdurará
en la eternidad, páginas 59-60.
Revista de la Policía Nacional del Perú, Año 1, Nº 3, Diciembre 1989, artículo: Mariano
Santos Mateo, el Valiente de Tarapacá, su hazaña trazó en el horizonte el camino de
gloria para los policías peruanos, páginas 24-25.

Revista de la Policía Nacional del Perú, Año 5, Nº 26, Noviembre 1993, artículo: Honor
y gloria a Mariano Santos, páginas 8-10.

Revista de la Policía Nacional del Perú, Año 8, Nº 55, Noviembre 1996,


artículo: Mariano Santos el Valiente de Tarapacá, por Rogelio Jurado Lívano, páginas
12-14.

Revista de la Policía Nacional del Perú, Año 9, Nº 61, Mayo 1997, artículo: Nuestra
Policía en la Guerra del Pacífico, por Oscar Loo Lira, páginas 35-39.

Revista de la Policía Nacional del Perú, Año 9, Nº 64, Noviembre-Diciembre 1997,


artículo: Héroe nacional Mariano Santos Mateo paradigma del auténtico policía de ayer,
hoy y siempre, por el Dr. Rogelio Jurado Lívano, páginas 36-38.

Revista de la Policía Nacional del Perú, Año 13, Nº 80, Octubre-Noviembre-Diciembre


2001, artículo:Honor y gloria al Alférez Mariano Santos Mateo, el Valiente de
Tarapacá, páginas 18-23.

POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ - EN LA SENDA DEL VALIENTE DE


TARAPACÁ - MARIANO SANTOS MATEO - HÉROE NACIONAL, tríptico editado
por la Dirección de Información de la Policía Nacional del Perú con motivo de su XIII
aniversario, Lima, Perú, 2001.

Revista de la Policía Nacional del Perú, Edición Electrónica, Nº 32, Noviembre-


Diciembre 2006, artículo:Honor y gloria al Héroe Nacional Alférez Mariano Santos
Mateo - "El Valiente de Tarapacá", por Oscar Loo Lira.

Revista de la Policía Nacional del Perú, Edición Electrónica, Nº 32, Noviembre-


Diciembre 2006, artículo: A propósito del 127 Aniversario de la Batalla de Tarapacá -
Nuestra Policía en la Guerra del Pacífico, por Oscar Loo Lira.

El Valiente De Tarapacá - Mariano Santos, libro escrito por Rogelio Jurado Lívano, 208
páginas, Lima, Perú, 1992.

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