Conquista y Antiguedades de Las Islas de Canaria

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Nº SS
ANTIGUEDADES
DE LAS

tellas. De eRAM caMARta.


0.S"
AMITIGUEDADES
DE LAS ISLAS DE LA GRAN CANARIA
Y SU DESCRIPCION, CON MUCHAS ADVERTENCIAS DE SUS PRI
VILEGIOS, CONQUISTADORES, PoBLADORES, Y oTRAS PARTI
CULARIDADES , EN LA MUY PODEROSA ISLA DE TENERIFE,
DIRIGIDO Á LA MILAGROSA IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DE
CANDELARIA,

compuesto
PORIIIICINCIID0 DN JUINNIÑII DE LA PIÑ,
NATURAL DE LA DICHA ISLA DE TENERIFE EN LA CIUDAD DE LA LAGUNA.

IMPREso EN MADRID AÑo DE 1676.

REIMPREso EN SANTA CRUZ DE TENERIFE. 1847.


IMPRENTA ISLFÑA Regente, Miguel Miranda.
FF.CCCGC AL LECTOR.

Bien sabido es, prudente lector, cuan estimadas fue


ron las manzanas de oro en los vergeles Atlánticos, ó Hes
perides, que así se llamaron sus dueños, hijas de Atlas, Rey
de la Mauritania, ó Marruecos, los cuales se guardaban
cercados de un Dragon, ó serpiente, que nunca sabia dor
mir por su defensa. A la antigüedad de estos jardines des
nudó Pomponio lo fingido, escribiendo la situacion de e
llos en el mar Atlántico, que es parte del mar Occéano,
donde dice estaban unas islas defendidas por lo áspero,
¿ de sus peñas en los puertos, y temidas por lo
ravo del mar en sus playas borrascosas, y que en estas is
las se criaban ovejas de tanta estimacion por sus lanas, que
mas era su precio de oro, que de otro metal.
A estas Islas (que hoy dicen de Canaria) Hércules por
mandado de Eristeo, fué con su Armada para conquistarlas,
pero hallando muchos inconvenientes, solo se contentó con
traerse las manzanas de oro, por mejor decir las ovejas,
teniendose por muy triunfante, y su Rey por bien servido.
No es mi intento dilatar este discurso , cuando los au
tores dan mas largas noticias de estas antigüedades, solo,
amigo lector, deseo no se ponga en estas islas con sus pre
ciosos frutos, y singulares propiedades, por que si antigua
mente, segun la ficcion de sus escritores, se hallaban en
ellas frutos de manzanas de oro entre bárbaros, hoy se crian
racimos de líquido oro entre Católicos, y si antes de ellos
usaban sus naturales para el adorno de sus personas, hoy
sirven de regalados licores en sus banquetes, bien estima
dos en todo el mundo por singulares.
Y asi, amigo lector, si me disculpa el amor de mi pa
tria, diré dos propiedades de estas islas, y en particular de
la de Tenerife, en donde resumidamente todas se hallan,
la una es admiracion del Orbe el monte de Tenerife, que
se llama Pico de Teide, habitado de pájaros canarios que
en todo el año hacen primavera con sus cantos por ser el
temperamento tan igual, que nunca se conocen los estremos
de verano, ni invierno, y mas se sirve para esta templan
za el tener en lo alto del Teide al lado Septentrional siem
pre ung montaña de nieve, y al lado del Mediodia, conti

Nº -O 751429
II

nuamente vaporizar entre humo llamas de fuego, que lo


uno á lo otro quitan los rigores de sus propiedades.
La otra es el hallar hoy en el Valle de Taoro, que se
gun parece, quiere decir Valle de tanto oro, las manzanas
que esperimentamos criarse en estos tiempos tan singula
res, que por no hallarse en otras partes de esta calidad se
llevan á diferentes Reinos, como á Inglaterra, Flandes, In
dias, y á los puertos de España, que por no poder durar
mucho, no se hacen mas provisiones de ellas. Son de color
pálido ó doradas, por dentro son albas como nieve, su gus
to y fragancia, no es fácil dar comparacion; no son muy
grandes. Pudo suceder, que por la estimacion que de ellas
se hacia las llamasen de oro, y las cercasen de unos árbo
les, que se dicen dragos, cuya sangre que destilan, por ser
particular en estas islas, es muy estimada por sus virtudes
en España y en otros Reinos. Y asi en este sentido puede
correr verdadera, la que decimos ficcion de los antiguos, en
nuestros tiempos, y mas cuando en el Valle de Taoro, se
halla tanta amenidad y riqueza, que en menos de una le
gua de tierra en cuadro, hay mas de diez y ocho mayo
razgos, desde tres mil ducados de plata de renta, hasta
diez mil, fuera de otras personas ricas, que no será fácil
hallar en tan poca tierra frutos que sean de tanto precio,
sino son minas de oro y plata; no quiero dilatar este dis
curso, no parezca amor de la patria hiperbólico, cuando es
fácil hallar estas noticias mas seguras de quien haya es
tado en dichas islas.
Y si á Hércules le vemos retirarse con las manzanas de
oro, al Español le veremos triunfante poseedor de ellas en
este libro, que ha sido trabajo dificultoso, por hallarse en
diferentes partes sus noticias, aunque por servir á mi pa
tria, le tengo por suave, para que no se pongan en olvi
do estas islas con sus conquistas milagrosas de los Cató
licos Españoles, que hoy las habitan; y para que sirva de
resúmen de algunos de los privilegios que gozan sus con
quistadores y pobladores con algunas particularidades de
la isla de Tenerife, en donde he hallado mas noticias, cuya
poblacion, y riqueza es la mayor de todas. Y asi suplico
prudente lector, supla los defectos el amor de la patria,
que ha animado á ofrecer en público esta obra, VALE.-
S. Q. S. M. B.— D. Juan Nuñez de la Peña.
III

Del Capitan Don Luis de Alarcon y Palaco, 1egador per


petuo de la Isla de Tenerife AL AUToR.
soNETo,
De la gran Tenerife conquistada,
Hoy das fin á la hazaña esclarecida,
Hoy que en lámina eterna renacida
La redime tu pluma de olvidada.
Consiguióse, quedándose empezada,
Hasta verse en tu aplauso proseguida,
Que no fué una victoria conseguida,
Mientras no fué su empresa eternizada.
El valor en la hazaña obró primero,
Mas tú en el bronce eterno de la historia,
Vences el darle de inmortal el fuero.
iguales vais los dos, pues en la gloria,
Si al valor debe triunfos el acero,
Debe á tu pluma estatuas la memoria.
Del Doctor D. Antonio Benitez de la Guerra y Quiñones,
AL AUTOR.
BECIMAS.

De la Nivaria primores
Cantas, D. Juan, con tal arte,
Que es deuda entrarte á la parte
Entre sus conquistadores:
Y aun con ventajas mayores,
Que aunque la verdad presuma
Hacer de sus hechos suma,
Se quedáran sepultadas
Hazañas de sus espadas,
Si les faltara tu pluma.
Nuevo ser y mueva gloria
Sus armas han conseguido,
Pues el lamentable olvido
Viene á ser feliz memoria:
Y en la dulce, suave historia,
Tanto tu ingenio se empeña,
Que al mas rústico le enseña,
IV.

Que del tiempo en los anales,


Han de vivir inmortales
Por ser las letras de Peña.
Del Capitan Don Francisco de Valcarcel y Lugo, natural
de la Villa de la Orotava. AL AUToR.

SOS ETO.

Del canario la música sonora,


A Filomena triste ha congojado,
Y en roncos garganteos ha llorado,
Porque á su pico de oro le desdora,
Filomena es Minerva, la que llora
Por su perdida ciencia, que ha opacado,
La que el Isleño inifera ha exalado,
Dando á la fama el ala voladora.
Las Islas le pregonan la elocuencia
Del esplendor, y clara narrativa,
Publicando su mucha inteligencia.
Haciendo en bronce el nombre le reviva,
Por haber conquistado tanta ciencia,
Que obliga la conquista se describa.
Del Licenciado D. Cristobal Trujillo, A. AUTor.
SONETO.

Sí al pueblo de Israel la herida peña


Del radiante planea fatigado,
Con fecundo raudal, cristal sagrado
De la sed los ardores desempeña.
Tu docta pluma no con luz pequeña
De la Nivaria, ó Peña, lo encumbrado,
Lo que mas anhelos ha deseado
Al impulso de Clio nos enseña.
Y aunque lo grave del primor espanta,
Mas que Plutarco y Jenofonte suele,
Y el histórico estilo dulce encanta.
Cuando por milagroso mas desvele,
Ninguno porque al cielo se levanta,
Tenga á milagro que esta Peña vuele.
Del Capitan Don Gerónimo de Alarcon Manriquez de La-.
ra, natural de la Villa de la Orotava, AL AUToR.

SONETO.

Emulo de Trinacrio Lilibeo,


De Teide el Pico admira descollado
Mejor que en la de Atlante sustentado,
En su cerviz altiva al Cielo veo.
Si al intento sacrílego Tifeo
Su escelsa cumbre hubiera destinado;
En acumular montes ocupado,
No estuviera su orgullo y su deseo.
Pues si con tal grandeza no ha podido
Resonar en la trompa de la fama
Sin tu pico sonoro, ilustre l'eña.
Hoy al Pico de Teide enmudecido,
Cuando no sepultado en nieve y llama,
Mejor Canario pico desempeña.
OCTAVA
Latina, Hispánica, Acróstica; gratia AUTHoRIs
ce eterna fama dignos celebrando
—ngeniosos tres libros elocuentes,
cmi Apolo dá voces provocando,
t-ves Canarias, dulces, eminentes,
2aturales historias contemplando,
zotitias fidedignas compctentes:
texelentias de Peña generosas
uncribe, aplaude, canta victoriosas.
De un amigo del autor, D. F. A. G.
¿a R33Re) 323R, RRRER, e)
De la antigüedad y conquista de las Islas de
Canaria y milagrosa aparicion de nuestra Se
ñora de Candelaria.

ge n este primero libro daré noticia de la an


¿? tiguedad, y origen de las Islas de Canaria,
¿Sº" º ¿y de sus naturales, y sus costumbres; y
antes de tratar de su conquista, refiero
¿E º
¿ justa causa) la aparicion de la muy
#s devota, y milagrosa Imagen de nuestra
23 y & Señora de Candelaria, Patrona de estas
Islas y prosigo la conquista de cada una en particular; y
aunque no me detengo en ellas en contar con particularidad
las entradas, y embestidas, muertes, y nombres de los que las
conquistaron, y de lo que en sus embestiduras pasó, como
lo hago en la de Tenerife, muchas razcnes pudiera dar; pero
supla por todas el decir, que hubo mas que hacer en Tenerife
solo, que en todas juntas; pues fue la última que se vino á
conquistar, concluyo con una lista de todas las personas, que
tuvieron repartimientos en la Isla de Tenerife, que es curio
sa, y parecerá fácil en leerla; pero á mi fue trabajosa en com
ponerla, cuidado y algun desvelo me ha costado; pero cual
quier trabajo por la patria es dulce, y suave: Autores anti
guos, y modernos me han enseñado lo que escribo; pero
algunos con diferentes opiniones, y de ellas he tomado lo
que mas cierto me ha parecido.
2 CONQUISTA -

CAPITULO I.

Del número, nombres, sitio, region, y origen de las Islas de


Canaria.

En el número, y nombres de estas Islas de Canaria han


variado algunos Autores antiguos, unos contaron seis, otros
siete y otros ocho. Plinio, que escribió de ellas en tiempo
del Emperador Neron, cincuenta y seis años despues del Na
cimiento de nuestro Redentor Jesucristo, hace mencion de
ocho; y Lucio Marineo Siculo, en el libro de las cosas me
morables, nombra asi mismo ocho por sus nombres, llamando
á la Isla del Hierro Hombrion, ó Pluivialia, que ambos
nombres sinifican una misma cosa (con el nombre de
Hombrion, que es Griego, llamó el Rey Juba á esta Isla, y
con el de Pluivialia, que es Latino, la llamó Estacio Seboso,
Geografo antiguo) que es la primera que refieren; La se
gunda llamaron Hunonia Mayor, que es la isla de la Palma. La
tercera Iunonia Menor, que es la Gomera. La cuarta Nivaria,
ue es Tenerife. La quinta Canaria, que es la de Canaria, que
siempre ha conservado este nombre. La sesta Planaria, que
es Fuerteventura. La séptima Capraria, que es la Isla de
Lanzarote, y la octava, y última llamaron Aprositus, que
es una Isla encubierta que decimos de San-Borondon
adonde no se puede llegar. La inaccesible, que este nombre
Aprositus, segun Fray Diego Filipo en el libro octavo
de la Encarnacion de Cristo, á fojas 25, significa parte
á donde no se puede llegar. Algunos Autores en el
tiempo que nuestro Redentor Jesucristo nació, conta
ron siete Islas. Y Ptolomeo Cosmógrafo que floreció en
la Era del Emperador Marco Antonio, ciento y cuarenta
cinco años despues del Nacimiento de Jesucristo,
i. mencion de seis por sus nombres, y entre ellos
refiere el nombre Aprositus. Ptolomeo en el libro 4.
cap. 6, pone seis Islas. Y el Rey Juba refiere seis.
Y el colector de los Padres de la Orden de San
Agustin en el Martirologio, nombra seis, que fué
quinientos años despues del Nacimiento de Jesucristo.
En la vida de S. Blandano, y S. Maclovio, con estas
palabras: Fortunata insula sea numero Aprositus, Iuno
nis, Pluytula, Casperia, Canaria, Pintuaria, in Occeano
atlantico ab occasu Africa adiacentes, hic Bandanus
DE CANARIAS. 3

magna abstinentiae, vir Schotia, pater trium millium,


Mona chorum cum Beato Maclovio has Insulas Sep
tenio perlustrat, hic dictus Maclovius Gigantem mortun
suscitat, qui baptizatus Iudaeorum, ac Paganorum penas
refert, de páuló, post iterúm moritur tempore Iusti
niani Imperatoris, que en nuestro vulgar lenguaje, quiere
decir, Las Islas Fortunadas son seis, Aprositus, que es
la Isla adonde no se puede llegar, la de Juno, que es
la Palma, y Pluitula, que es la de el Hierro, Casperia,
que es Tenerife, Canaria, que es la del mismo nombre,
y Pintuaria, que es la Isla de Fuerteventura; las cuales
Islas estan situadas al Poniente de el Africa en el mar
0ccéano atlántico, en ellas estubo Blandano, baron de
grande abstinencia, natural de Escocia, padre de tres
mil monges, por espacio de siete años, con el Bienaven
turado Miaclovio; el cual Maclovio resucitó un Gigante
muerto y bautizado contaba y referia las penas, que
los Judios y Paganos padecen en el infierno, y de
ahl á poco murió otra vez en tiempo de Justiniano
Emperador. En un libro antiguo, escrito de mano en
latin, que estaba en el Archivo de la Santa Iglesia
Catedral de Canaria, que por poco cuidado desapareció
decia, que estos Santos estuvieron en la Isla Aprositus
l que de aqui le quedó á esta Isla el nombre de San
landano, ó Blandon, y que por la corrupccion del bocablo
la llaman la Isla de San Borondon, por haber estado el
Santo en dicha Isla el mas tiempo. Que estos Autores
no nombran mas de seis Islas, serían engañados del des
cubridor, por no haber visto mas; y asi no tuvieron mas
noticia, que tambien Sertorio Romano no tuvo mas noticia,
que de dos islas que descubrieron unos marinos, cincuenta
años antes del Nacimiento de Jesucristo, segun cuenta Plu
tarco, siendo mas, pues dice este Autor, que no eran las
mejores de ellas las dos, de que tuvo noticia. Tambien
han trocado los nombres de ellas poniendole de unas á otras.
Ocasion dá á creer, que en tiempo de Nuestro Redentor
fuesen solamente seis Islas, segun refiere el Rey Juba,
de la Mauritania, prisionero de la perdida Pompeyana,
nueve años antes del Nacimiento de nuestro Señor, sin
la Isla Aprosito, que es la de San Borondon, de que no
hace mencion, por no haber descubierto por su oculta
cion, por dos razones, la una, el ver que estando la
4 CONQUISTA

Isla de Lanzarote, que es pequeña, solas tres leguas de


Fuerteventura, y tan aparente la una de la otra, pare
ciesen ambas una sola, ó por ser pequeña no se hicie
se de ella mencion, como se ha dejado de hacer de las
cinco Islas despobladas, que estan junto á estas dichas
Islas. La otra razon que hai para que fuesen en aquel
tiempo seis, es, que el mar con su continuo movimiento
y corrientes, que hace de Sur á Norte, y de Norte á Sur
en las crecientes, y menguantes dividiese estas dos Islas
de Fuerteventura, y Lanzarote, y por la parte mas laca
y mas baja de la tierra se hiciese la division; por ver que en
aquella canal en toda ella se toma fondo, que el mayor no
pasa de sesenta brazas, y en arena, y no es novedad el hacer
el mar estas divisiones, pues se vió en el Faro de Mesina,
que siendo Nápoles, y Sicilia contiguas una con otra las di
vidió el mar.
Siete son las Islas de Canaria, que hoy estan pobladas
de católicos (sin la Isla Aprosito, la inaccesible, que no se ha
podido conseguir) y cinco las despobladas, que son peque
ñas, en que los señores de Lanzarote, y de Fuerteventura
echan á criar sus ganados. Las siete pobladas se llaman Ca
maria, Tenerife, Palma, Lanzarote, Fuerteventura, Gomera
y Hierro. Y la encubierta se llama de san Borondon, y las
cinco despobladas se nombran Graciosa, Alegranza, Santa
Clara, Rocha, y la de Lobos estan situadas en el mar Occéa
no Occidental atlántico, pertenecen al Africa una de las
cuatro partes del mundo cerca de su costa, frontera del Ca
bo de Bojador, ó monte del Sol, en la Mauritania Triginta
na; estan apartadas del ecuador, ó linea Equinocial, desde
veinte y siete á veinte y nueve grados; y del Trópico Can
cro tres y medio; la primera isla que se descubre vinien
do de España es Lanzarote, está doscientas leguas de Ca
diz, y la última doscientas y cincuenta. La isla de Tene
rife que es la mayor, está en medio de las seis, y es trian
gulada de tres puntas, la una punta se dice Anaga, que
está hácia el nordeste. La otra, que se dice de Teno, está
al oesudueste. La tercera, que es la montaña Roja, está al
sudueste, su contorno es de treinta y una leguas, y por lo
mas ancho ocho leguas. Canaria está al sueste. Fuerteven
tura al este, y Lanzarote algo mas para el nordeste. La
Palma le demora al oeste. Y el Hierro al oesudueste, y en
tre este parage la Gomera.
DE CANARIAS. 5

Los Cosmógrafos tuvieron entendido antiguamente,


que todo el mundo no era habitado; parte de él, por el de
masiado calor de la tórrida zcna, y parte por la mucha frial
dad de la frígida-zona; y asientendieron, que todo lo habi
tado, viniendo del Oriente hacia el Occidente, fenecia en
Galicia, hasta una punta ó cabo de tierra, que entra en el
mar, que llamaron el cabo de Finisterra, que es decir, cabo, y
fin de la tierra, creyendo ser la parte mas occidental ha
bitable; y por este cabo contaban los antiguos Cosmógra
fos las longitudes de los lugares, tomando á este cabo por
principio de cuenta; y porque despues se descubrieron
mas tierras desiertas, y habitadas hacia el Occidente, los
ue despues vinieron dejaron aquel cabo por limite, y con
taron de él las longitudes con limitacion, que si el lugar es
taba de el dicho cabo hácia Occidente, la llamaban longi
tud occidental; y si estaba el dicho cabo adentro, que es
hácia el Oriente decian longitud oriental: y porque estas
Islas de Canaria quedan al Occidente del dicho cabo de Finis
terra. La longitud se entenderá occidental, considerando
la navegacion, y órden que tienen de España á estas Islas,
que decimos del trópico Cancro: y comenzando á contar
los grados desde el ecuador, ó linea equinocial, se entende
rá latitud, considerando la navegacion de dicha linea á es
tas Islas. Y porque la primera Isla, que se descubre, vi
niendo de España es la de lanzarote, la pondré en esta
cuenta por primera, para que sea número ordinal á las de
mas Islas. La Isla de Lanzarote, está en dos grados, y quin
ce minutos de longitud, y en veinte y nueve grados de la
titud. La Isla de Fuerte-ventura está en dos grados y cua
renta y cinco minutos de longitud, y en veinte y ocho grados
y 40 minutos de latitud. La Isla de Canaria está en cuatro gra
dos, 40 y minutos de longitud, y en veinte y ocho grados
y medio de latitud, aunque algunos solamente la ponen en
veinte y ocho grados de latitud; como es Gerónimo de
Chaves en su reportorio de tiempos trat. 4.º La Isla de Te
nerife está en cinco grados y cincuenta minutos de longi
tud y en veinte y ocho grados de latitud. La Gomera está en
seis grados, y cuarenta y cinco minutos de longitud y en
veinte y ocho grados de latitud. La Palma está en siete gra
dos, y treinta minutos de lor gitud, y en veinte y ocho gra
dos, y treinta minutos de latitud. La Isla del Hierro está en
siete grados, y cuarenta minutos de longitud, y en veinte y
6 GONQUISTA

siete grados, y treinta minutos de latidud. La Isla Encu


bierta, que llaman de san Borondon, á lo que se puede cole
gir del viso y apariencias, parece estar en diez grados, y diez
minutos de longitud, y en veinte y nueve grados, y treinta
minutos de latitud, y de la graduacion, y colocacion de es
tas Islas, esperimentadas por muchos Cosmógrafos y pilotos
que navegan esta carrera, y la de Indias, se colige ser falsa
la opinion de los que colocaron estas islas de Norte á Sur.
oniendolas todas en un grado de longitud, y en diversos de
latitud.
Por haber hecho mencion de la octava Isla, que los au
tores antiguos llamaron Aprositus inaccesibilis, que quiere
decir, Isla que no se puede entrar, ni haber, que llamamos
de san Borondon, y no dejar al lector con solo la noticia de
su nombre, quisiera tratar un poco acerca de ella; así me
dará el curioso licencia para dar mi parecer sobre la dificul
tad, que muchos ponen, de que esta Isla es fantástica, for
mada á la vista de celages, y arrumazones, y no verdadera
tierra, en que yo era comprenhendido, hasta que por ins
trumentos muy antiguos, y por algunos autores me he per
suàdido á ser verdad, y afirmar, que hay Isla de san Boron
don que parece estar cuarenta leguas, poco mas ó menos de
la Palma: de adonde se ha visto á el oeste sudueste, y de la
Isla del Hierro á el oeste noroeste, que su admirable oculta
cion sobre tantas contrariedades como ocurren al entendi
miento sobre la existencia de ella, por una parte parece ver
dadera, y por otra fabulosa, y negativa. Los de la parte ne
gativa dicen no haber tal Isla, fundandose que de haberla,
los navios que de estas Islas van á las Indias, y los que á
ellas han venido de la costa de Berberia, y otras partes,
hubieran dado en ella, ó á lo menos los que de industria han
ido en su demanda; y para solo ello han armado navios: co
mo fue Hernando de Troyar, y Fernando Alvarez, vecino de
Canaria, y Hernando de Villalobos, Regidor de la Palma,
que salió en su demanda año de 1570 con tres navios; y en
el año de 1604, salió otro navio de la Palma, en que iba por
piloto Gaspar Perez de Acosta, y el Padre Fray Lorenzo
Pinedo, de la órden de san Francisco grande hombre de mar
por haber aparecido muchas veces en aquel tiempo, y otros,
que han sido á su descubrimiento, y jamás pudieron hallar
tierra en aquel parage, ni rastro de ella asi en los aguajes,
como en el fondo, como en los aires de donde vinieron áre
DE CANARLAS. 7

sumirse no ser tierra la que parecia, sino arrumazon, ó aco


mulacion de celages, hecho por la violencia del viento, que
sopla en la Isla del Hierro; el cual abre, y limpia por una
otra parte, y en aquel punto donde se junta en piramide
viento, que corre por uno y otro lado de la Isla, alli se acue.
mulan los dichos celages y parecen tierra, y que como siem
pre es uno el viento que limpia esta Isla del Hierro; por esto
parece aquella cerrazon en un lugar al oesnoroeste del Hier
ro, y por estas razones atribuyen á cosa natural las aparien
cias de esta Isla de san Borondon, y no ser tierra verdadera.
Los que afirman que hay esta Isla de san Borondon,
atribuyen las referidas razones á la voluntad de Dios, que
no permite que esta Isla se descubra, confesando ser tierra
verdadera, y probando su proposicion con cinco razones
asentadas; presuponiendo, que los vientos en todas estas Is
las son generales, por la poca distancia que hay de unas
á otras, de tal suerte, que si el tiempo es levante en una
Isla asi mismo lo es en las otras; y asi mismo en estas Islas el
viento levante anubla, y oscurece el mar y la tierra, y cuan
do se ve esta Isla es en dia claro y sereno cuando el ponien
te venta: presupuesto esto, digo la primera razon, que no
es posible ser celages ni cerrazon; porque si esta Isla se de
muestra con viento Poniente y en dia sosegado y sereno,
falso es decir, que es acumulacion de celajes, hecha con el im
petu, y fuerza del viento. La segunda razon es, porque pa
reciendo con viento Poniente la arrumazon y celages, no
habian de parecer sino al esudueste, ó al este, ó al esnordes
te; porque ventando del poniente, limpia la Isla del Hierro
por aquella parte, y acumula los celages á la contraria, que
es el levante; luego al levante de la Isla del Hierro habia
de parecer san Borondon, y no al poniente. La tercera razon
con que se prueba, que si queremos decir que ventaelesues
te, y con este viento la hace parecer al oesnoroeste, se colige
no ser asi, por dos razones: la primera porque el viento
esueste abruma y escurece la tierra, que de cinco leguas no se
ve, y cuando se ve es en dia sereno y claro, luego no lo cau
sa este viento. La otra que pues el viento es general en to
das las Islas, á la banda del esnoroeste de cada una habia de
parecer otra Isla formada de celages; pues de todas los habia
de limpiar, y puesto solamente esta Isla se ve en la parte que
se tiene dicho, coligese manifiestamente ser tierra, y no cela
ges. La cuarta razon es, que los celages y nublados, que la
8 CONQUISTA

Isla del Hierro despide, no son siempre en igual cantidad,


que unas veces son mas y otras menos, segun las pocas ó mu
ohas humedades del año, ó mayor ó menor atraccion del sol;
y asi unas veces habia de parecer mayor la arrumazon, y
otra menor; y pues se ve, que siempre parece de un tama
ño; siguese que es tierra y no celages. La quinta, y última
razon para prueba de nuestra intencion es, que ó estos cela
ges son moldura de la Isla del Hierro, ó no; si son moldura .
han de parecer de la figura, y forma del molde, que es la Isla
del Hierro; y sino lo son, han de parecer en figura confusa y
no distinta; pero vese todas las veces, que parece esta Isla
la que corre de Norte á Sur, y siempre de un tamaño y mu
cho mayor que la Isla del Hierro, y de una misma figura y
forma; porque esta Isla de san Borondon hace en medio una
ensilladura, y en cada lado tiene una montaña, la una por
la parte del Norte baja tajada un pedazo; y desde esta mon
taña va corriendo la tierra, hasta cerca del mar, donde se
hace una montaña redonda, que es el remate de toda la tier
ra por aquella banda del Sur; y desde sobre esta montaña
corre la tierra, como una cuesta hasta dar á la mar; de la
cual apariencia se colige no ser celages de la Isla del Hierro
sino verdaderamente tierra. -

Para mas prueba de nuestra intencion hay instru


mentos antiguos de fé y crédito que confirman lo sobre
dicho, y es que en el año de 1570 corrió voz en las Is
las, que muchas veces se habia visto la Isla de S. Boron
don, de las islas de la Gomera y Hierro; llegó á noticia
del doctor Hernan Perez de Grado, Regente de la Au
diencia de Canaria, y deseoso de saberlo con mas certe
tidumbre, mandaron el dicho Regente y sus Oidores, por
provision, fecha á tres de Abril de dicho año, á Alon
so de Espinosa, Gobernador que era de la Isla del Hierro,
hiciese informacion con las personas que decian la habian
visto; y asimismo mandaron dar provisiones para las jus
ticias de la Palma y Gomera. En cumplimiento de dicho
mandato, el Gobernador de dicha isla del Hierro, con su
escribano público Juan Marquez, recibió juramento de mas
de cien personas, que dijeron haber visto la isla de S. Bo
rondon por muchas veces á la banda del Norte de la di
cha isla del Hierro, y á sotavento de la Palma; y algu
nos dicen la vieron muy despacio hasta ponerse el sol por
sobre una punta de dicha isla. Los testigos son personas
DE CANARIAS. 9

de crédito, que no dirian cosa que no hubiera pasado.


Luis de Armas, Alonso de Magdaleno, Regidor, Marcos
Sanchez, Regidor, Antonio Veloso, Santos de Villalobos,
Juan de Tapia, Sebastian Rodriguez, Gonzalo Baez, Por
tugues, Diego de Espinosa, hijo del Gobernador Andres
Hernandez, y otros muchos vecinos de la dicha isla del
Hierro, dicen estar á cuarenta leguas, poco mas ó menos,
de la Gomera. Esta informacion tuve original en mis manos
y la leí; está en poder del Capitan Bartolomé Roman de
la Peña, vecino de Garachico, que siendo Gobernador de
la isla del Hierro, la halló entre unos papeles antiguos, y
la tiene en su poder, por mas custodia; en las otras infor
maciones que en las otras islas se hicieron, depusieron al
gunas personas haber entrado en ella; entre ellas fué un
Pedro Velo, Portugues, gran piloto, vecino de Setubal, que
certificó que viniendo del Brasil arribó á esta isla con tem
poral, y que con otros de su compañía saltó en tierra,
y que tomó agua de un arroyo, y que vieron muchas ca
bras y vacas, y ovejas, y que dos hombres de su compañia
se entraron en un monte con dos lanzas á coger un poco
de ganado por la tarde, y que la tierra se anubló con gran
cerrazon y viento que la gente del navio daban voces, que
garraba el navío, y que así se embarcó á prisa, y que en
breve tiempo perdió la tierra de vista, y que sosegado el
temporal, volvió sobre tierra, y por mucho que hizo no la
pudo ver ni tomar, y que en ella se quedaron los dos com
pañeros sin saber mas de ellos. Otra informacion hizo el
licenciado Pedro Ortiz de Funes, Inquisidor de Canaria,
por curiosidad; y estando visitando la Isla de Tenerife hi
zo parecer á su presencia muchos testigos, que depusie
ron haberla visto; entre estos fué Marcos Verde, el cual
dijo, que viniendo de la Armada de Berberia y mirando
un dia por la tierra, segun el altura que se hallaba, vió
tierra sobre mano izquierda, y que echado el punto en
la carta y examinadas las señas, halló no ser de las Islas
descubiertas, y conjeturando si seria la isla de S. Boron
don, por la noticia que tenia del paraje, arribó á ella y
que la fué costeando por ver si hallaba puerto idonco pa
ra surgir; y tanto anduvieron que vinieron á surgir á la
boca de un barranco, donde echaron áncora, y salio á tier
ra con algunos hombres á la hora de la Ave Maria, y que
habiéndose apartado en tierra unos de otros tanto trecho,
2
10 CONQUISTA

que las voces no se oian: viendo los del navio que la no


che se venia y que no era acertado descubrir tierra so
bre noche, comenzaron á hacer seña que lo dejasen para
el otro dia; así se embarcaron, y estando todos en el na
vio vino tan gran tempestad de viento por la boca del
barranco, que hizo garrar el navío con las áncoras, y en
breve espacio se alejó tanto que perdió de vista la tierra,
y no la pudo ver mas. Un Frances que estuvo en estas is
las, habrá setenta años, contaba que viniendo cerca de
estas Islas con gran tormenta, quebrados los mástiles,
aportó á esta Isla encubierta, y en ella cortó un árbol
para su navio con mucha prisa, y se puso á labrarlo
mas de medio dia, y que sobre la noche le vino una
cerrazon con gran temporal, que le fue forzoso embar
carse con mucha prisa, y irse de aquel puerto, y que al
otro dia llegó á la Palma, y que tenia mucha abunda —
cia do árboles, que casi nacen á la orilla del mar, creo
que por esta causa de tanta arboleda no se vé todas
veces, y es ocultada, salvo en dias serenos del estio, y
al ponerse el Sol; por que una de las cosas que atraen
cerrazon, y fumosidades sobre la tierra, es la copia,
y grandeza de los árboles, que nos estorva su vista; y en
el estio al poner del Sol, los vapores estan consunidos, y
gastados, que no pueden subir para interponerse entre dicha
Isla, y nuestra vista.
Para mas verificacion de lo propuesto, se debe advertir,
que el agua del mar tiene su corriente de Norte á Sur, y de
Sur á Norte segun sus ordinarias menguantes, y crecientes;
y estas corrientes no son igualmente en la velocidad; porque
en donde las aguas corren acanaladas, como es en canales, y
entre Islas, las cuales canales hace el mar por la propinqui
dad de una tierra con otra; es mucho mayor la velocidad de
su corriente, que en otras partes, de tal suerte, que aun
que muy recio y favorable lleve el navio el viento, mas fuer
za tiene la corriente; y asi en semejantes parages, mas se na
vega con cautelosa esperiencia, que con tiempo próspero;
como sucede en el Hierro, y en otros puertos, que si se des
cuidan los pilotos, pasan de alli muchas leguas; y asi como
las aguas corren en este mar atlántico con tanta velocidad,
de tal manera repercute el agua en esta Isla encubierta, que
espele, y rechaza de sí los navios, y la corriente los hace
apartar á los lados de ella con mas velocidad de la que has
DE CANARIAS. 11

ta allí han llevado; y como la Isla es grande, al parecer, hace


mayor resistencia á las aguas, y asi los navios se desabrigan
muy lejos de ella; puedese traer por ejemplo en un arroyo
de agua, que tenga veloz corriente, si en medio de esta cor
riente pusieren una piedra, que sobrepuje al agua, y solta
ren desde la corriente del agua una paja, ó madero, aunque
mas derecha vaya á dar en la piedra, no será posible llegará
la piedra; porque la repercusion que la corriente hace en la
piedra, despide la paja un trecho antes que á ella allegue, y
la hace con mas velocidad de la que hasta alli ha traido, guiar
por los lados, y cuanto mayor fuere la piedra, de mas lejos
espelerá la paja, y mayor será la recursion: asi esto mismo
sucede á los navios, que han ido en demanda de esta Isla, y
como de su navegacion no se tiene tanta noticia para saber
donde se ha de hurtar el cuerpo á las corrientes, para que
los aguages no impidan la navegacion guian los navios desde
fuera de esta Isla, donde alcanza la recursion; y con la fuerza
de las corrientes se alejan brevemente, y como por las fumo
sidades, y cerrazon de las nieblas no las ven, les parece á los
navegantes han pasado por encima de ella, donde muy atras
llevava puesta la proa. A esto podria alguno hacer réplica, y
dudar como siendo tantas las corrientes en esta isla, y su obs
curidad de niebla, para los navios, que han llegado á ella;
ha habido mas privilegio, que para los que han ido en su de
manda, que no la han podido entrar, ni ver; y por que no se
quede dudoso y sin repuesta, le respondo, que las aguas en
este mar atlántico, no muy lejos de tierra, tienen dos cor
rientes naturales; una de Norte á Sur, cuando la mar men
gua; y la otra de Sur á Norte, cuando crece; y estas no son
iguales; porque con mas velocidad corren las aguas cuando
son vivas, que es desde la conjuncion de la Luna, hasta los dos
dias que van creciendo, y á los diez y siete de Luna, que ván
menguando; pero hay otras muchas corrientes accidentales
que se causan por la disposicion de la tierra, en esta manera:
cuando la isla tiene su costa; de Norte á Sur tienen este mis
mo curso las aguas; pero algunas islas, por ser trianguladas;
la cual figura forman las tres puntas que hace la tierra; y si
estas puntas estan colocadas, la una con la otra, Norte Sur;
y la de la banda del Norte estuviere con la tercera punta nor
deste sudueste, y esta tercera punta estuviere colocada con
la punta de la banda del Sur, norueste sueste no será siem
pre una misma corriente porque la costa de Norte á Sur
12 CONQUISTA

cuando las aguas menguan, tendrán dos corrientes, una del


Norte para el Sur segun está la costa, y la otra irá al sudues
te ácia donde está situada la tercera punta: y si las aguas
crecen tienen asimismo otras dos corrientes, la una para el
Norte como corre la una costa, y la otra al noroeste; y la ra
zon de esto es, que las aguas naturalmente corren de Norte
á Sur, (como está dicho) y del Sur al Norte; y como en es
te curso hallan aquellas puntas de la tierra encamina y dis
curre por ambas costas, y asi son corrientes accidentales; y
como los que van en demanda de esta isla, si van en dia cla
ro van con aguas vivas, y si van con aguas muertas van en
menguante ó creciente; y finalmente siempre llevan impedi
mento que prohibe la invencion de esta isla; y porque para
hallarla es menester que sea Estio, y en dia sereno que no
haya impedimento de vapores que la ofusquen, y con aguas
muertas y en estacion de marea, que es cuando el nar acaba
de corriente y quiere volver con la de menguante, y que en
este tiempo las aguas no hacen repercusion en la tierra; ni
hay cosa que impida la navegacion y concurrir estas cosas to
das juntas, y hallarse navio luego junto á esta isla para llegar
en aquel punto sería grande suerte; y asi pocas veces llegará
navio á esta Isla, previniendo esta ocasion que el haber lle
gado navios á ella en diferentes veces ha sido fortuna por se
haber hallado cerca de ella en ocasion que se puede entrar,
y con todo el que mas allí ha parado ha sido medio dia por los
temporales que se levantan. Y en cuanto á la oculacion de
esta isla nada se podrá dudar, que ejemplar hay, que habien
dose descubierto una isla llamada Puerto Santo tres leguas
de la Madera, en diez años despues de su descubrimiento no
se descubrió la isla de la Madera con estar tan cerca, y des
pues de descubierta la Madera pasaron algunos años sin des
cubrir la isla desierta que está de ella siete leguas; y en las
terceras el Roque de Villa Franca; y Pedro Mejia en el ca
pítulo segundo al fin de la vida del Emperador Claudio, re
fiere que en tiempo de este Emperador en el mar y geo en
tre las islas de Teba y Terafia descubrió nuevamente el mar
una isla de trecientos estados, donde primero era todo mar
hondable sin señal de haber allí tierra ni isla. Paremos aqui
con la isla de San Borondon. Lo que afirmo es que la hay
por las razones é instrumentos quc llevo referidos, cada uno
tome de aqui lo que le pareciere, y por dificultoso tengo que
esta isla se pueda hallar por no saber come tiene colocadas
DE CANARIAS. 13

ó arrumadas las puntas para saber como corren en ella las


aguas y poderles juntar la corriente para poderla navegar, y
á las cosas que consisten en la voluntad de Dios como es esta
de no querer que esta isla se descubra, no hay que poner im
posibilidad ni maravilla para poner en ellas duda, sino para
engrandecerlas: que pues asi lo ordena el Señor no carece de
misterio y debemos alabarle.
Prosigo para acabar este capítulo, sobre el origen y
principio de estas Islas de Canaria y digo, que estas islas
son desde el tiempo de el diluvio Universal con que Dios
nuestro Señor castigó al genero humano por los grandes
pecados de los hombres, reservando de este castigo á Noé y
su familia en el Arca, y habiendo llovido cuarenta dias y cua
renta noches que las aguas sobrepujaron quince codos al mas
alto monte, por voluntad divina cesó el diluvio, las aguas se
apartaron de la tierra y volvian á entrar en ella: Reversa que
sunt aquae de terra euntes & redeuntes, hasta que se dismi
nuyeron y quedando quietas, la tierra que antes estaba de
suerte que toda se podia andar sin navegacion; despues de
este diluvio quedó desunida en partes, dividiendola brazos
de mar; en unas quedaba mas tierra cercada de agua en otra
menos, y de aqui quedaron tantos Reynos y islas apartadas
habiendo sido toda antes firme y en un cuerpo, y desde aquel
tiempo son islas estas de Canaria, y no por otro accidente
de temporales, ni tempestades que despues las hayan dividi.
do del Africa, como un autor moderno quiso afirmar con
ningun fundamento.

Advertencia de las leguas de dichas Islas de Canaria, que


tienen en longitud, latitud y circunferencia.
Ya que se ha dado noticia de los grados en que están
situadas estas islas, la daré de las leguas que cada una tiene
de longitud, latitud y circunferencia. La isla de Lanzarote
tiene diez leguas de longitud, cuatro de latitud y veinte y
cuatro de circunferencia. La isla de Fuerteventura tiene
veinte y cinco leguas de longitud, ocho de latitud y cincuen
ta y seis de circunferencia. La isla de Canaria tiene doce le
guas de longitud, once de latitud y treinta y ocho de circun
ferencia. La isla de Tenerife tiene quince leguas de longi
tud, nueve de latitud por unas partes mas y menos y cuaren
ta y ocho de circunferencia. La isla de la Gomera tiene ocho
14 CONQUISTA

leguas de longitud, seis de latitud y veinte y dos de circun


ferencia. La isla de la Palma tiene diez leguas de longitud,
siete de latitud y veinte y siete de circunferencia. La isla del
Hierro tiene siete leguas de longitud, seis de latitud y veinte
y dos de circunferencia. Estas son las noticias que he tenido
de sus habitadores, poca será la equivocacion que en estas
medidas puede haber, el que tuviere mas esperiencia pondrá
á la márgen su correccion.
CAPITULO II.

De la descripcion y origen de los naturales de estas Islas


de Canaria.

Varias opiniones ha habido sobre quienes fueron y de


adonde vinieron los primeros que poblaron estas islas; unos
dicen que de hijos de Noé, otros que de Romanos y Españo
les, otros que de Africanos, otros que de las diez Tribus de
Israel, otros que de naturales de Mallorca, otros que de Nu
mancia y cada uno prueba su opinion como mejor puede, y
de todas lo mas cierto Dios solamente lo sabe; pero las mas
prol ables son los que afirman que de hijos de Noé, de Ro
manos y Españoles y de Africanos, y todas cuatro se deben
aprobar por buenas y ciertas, y aunque un Autor ó muchos
digan, que en las islas de Canaria poblaron Españoles ó A
fricanos, no se ha de entender que en todas poblaron Espa
ñoles, ni en todas Romanos, ni en todas hijos de Noé, ni en
todas Africanos; sí en algunas de ellas cada nacion de estas,
pues comunmente en España de adonde fueron los autores,
á cualquiera isla de estas la llaman las Canarias y por este
nombre general la conocen y no por su propio nombre; y asi
no les culpo en que no hubiesen declarado con distincion en
que isla fundase cada nacion, la paridad tenemos en la ma
no. España comprehende muchos reynos, Castilla, Portugal,
Leon, Aragon, Galicia, Vizcaya, Ócc. Y cuando los Moros
entraron en España y se apoderaron de ella, no la poseyeron
toda ni pasaron de las montañas, y vulgarmente decimos,
los Moros señorearon á España; y cuando la restauraron los
Reyes quedaron en ella sus descendientes, sin distinguir que
barte señorearon, comprehendiendo á toda en su habitacion,
si como estas islas han estado debajo de un titulo ó de for
unadas ó de Canaria, á todas comprehenden en la habita
DE CANARIAS. 15

cion de una sola nacion, no refiriendo con distincion enom


bre de cada una; y asi digo que es verdad que estas cuatro
naciones poblaron estas Islas; pero se debe entender de esta
manera dando á cada una lugar.
Los que afirman que hijos de Noé poblaron estas islas,
dicen, que Noé despues de el diluvio en que fué reservado
con su familia, tuvo por hijos postreros á Crano y Crana
que fueron Reyes de la Italia, y que estos procurando des
cubrir tierras para sugetarlas á sus coronas, navegaron el an
cho mar, y entre las muchas que descubrieron fueron estas
islas, y surgiendo la nao en la isla de Canaria, salieron á tier
ra y que por le parecer tan regalada de frutas y delgadas aguas,
fértil y abundante, se quedaron en ella y hicieron poblacion,
y pusieron por nombre á la isla Cranaria, derivado de sus
mismos nombres Crano y Crana, cuyo nombre se le ha con
servado hasta el dia de hoy, si menos con una letra que con
la pronunciacion se ha corrompido, que es la R despues
de la C; otros autores dicen, que el nombre Canaria se ha
derivado del rombre Canis, que significa el perro por los
muchos que en esta isla se criaban; otros dicen que por la
Estrella Canícula que predomina mas en esta isla que en
otras; otros dicen que por el verbo cano que significa can
tar, por el canto de los muchos pajarillos que en ella hay
que llaman Canarios, tan estimados en todo el mundo; lo
mas cierto es, que se derivó de sus primeros Reyes y pobla
dores Crano y Crana.
En compañía de Crano y Crana vino Gomet su sobri
no, hijo de Japhet su hermano el tercero hijo de Noé, el
cual pasó con doce hombres y sus mugeres á la isla de la Go
mera de adonde se intituló Rey, y poblaron en ella ponien
dole por nombre Gomera, derivado de su nombre Gomet,
y aunque á esta isla los antiguos que en España y otros rey
nos de ella tuvieron noticia, la nombraron Iunonia Minor
y otros Casperia, siempre sus naturales la llamaron Gome
ra, y cuando la conquistaron católicos con el mismo la nom
braron y se nombra hasta el presente dia.
Despues de pocos años pasó á la isla del Hierro que es
tá de allí cerca, un hijo de Gomet con gente y pobló aque
lla isla llamandose Rey de ella, á la cual pusieron por nom
bre Capraria y Hero, que en su lengua Capraria queria de
cir grandeza y Hero fuente, cuyos nombres le dieron por
aquella grande fuente que en ella habia, que su agua mana
16 CONQUISTA

ba y destilaba de las hojas de un coposo árbol llamado Tíl,


que en todo el año no le faltaba sobre él una nube que lo
llenaba de rocio, y aun en el rigor del verano daba tanta
agua que bastaba para el socorro de toda la isla. Plinio y
Ptolomeo reconocieron á esta isla con el nombre de Plu
vialia, y otros autores, que quiere decir, agua llovediza; y
asi Plinio en el libro sesto captiulo 32 tratando de estas is
las dijo: In Pluvialia non esse aquam, nisiea imbribus. Que
quiere decir en nuestro vulgar lenguaje, en la isla Pluvia
lia no nace agua sino mana y sale de los árboles. El rey Ju
ba nombró á esta isla Ombrion, que es palabra griega que
significa lo mismo que Pluvialia. Este árbol Til se arrancó
con un gran temporal habrá cincuenta años, habiendo dura
do mas de tres mil años, dejó algunos hijos que tenian la
misma virtud, hanse secado; pero son tantos los pozos y
algibes que despues se han hecho que no hace falta el agua.
Con el nombre Hero, llamaron sus naturales á esta isla has
ta que fué conquistada de Católicos, que estos por la lla
mar Hero por equivocacion ó por corrupcion del nombre
la llamaron Hierro conque hasta hoy es conocida y nombrada.
Dudará alguno como siendo hijos y nietos de Noé los pobla
dores de estas tres islas, en cada una se hablaba diferente
lengua; con lo que les tengo de desatar su duda, es con lo
que dice Moyses en el cap. 10 del Génesis, tratando de las
generaciones de los hijos de Noé, en estas palabras: Ab his
divisae sunt Insulae gentium, in regionibus suis unusquisque
secundum linguam suam, Óc familias in rationibus suis; que
quiere decir: De estos se dividieron las islas de las gentes
en sus regiones cada uno, segun su lengua y familias en sus
TºlZOICS.

Con toda esta claridad, y distincion hablaron los


que dijieron, que hijos de Noé poblaron estas Islas,
particularizandose en Canaria, Gomera y Hierro, que los
Autores modernos han hablado generalmente sin distin
cion de tierras.
Los que dicen que Romanos poblaron estas Islas
lo afirman con lo que Plutarco cuenta en la vida de
Sertorio, Capitan Romano, cincuenta años antes de el
Nacimiento de Cristo nuestro Señor, que estando Ser
torio en Cadiz, fugitivo de los Romanos, que le habian
quitado su plaza, llegaron á él unos marineros, que aca
so entonces tornayan de las Islas atlánticas, que llaman
DE CANARIA. 17

Bienafortunadas, y despues de haber contado el sitio de


ellas dice hay en ellas pocas lluvias, y vientos medianos y por
la mayor parte con sus rocios el suelo de ellas es grueso y
no solamente es fácil de labrar, arar y plantar, mas aun
de sí, sin algun estudio humano, produce fruto dulce, y
bastante para mantener muchedumbre ociosa; el aire es alli
sencillo, y templado, y guarda por tiempos mediana
templanza; por que los vientos que de tierra soplan, que
son Boreas, y Aquilon, por la gran distancia pasando
lugares despoblados, y vacíos llegan fatigados, y faltan
primero, que embatan en las mismas Islas; y los que so
plan de la parte del mar, como zéfiros, y otros indu
cen algunas aguas, y lluvias templadas para resfriar, y
por la humedad de el aire crian muchas cosas con sobe
rana facilidad; de modo que entre los Bárbaros hay creci
da fé, que alli están los campos Eliseos y las moradas y asien
tos de los Bienaventurados, que Homero canta: oyendo Ser
torio Romano estas cosas, recrecióle deseo de irá aquellas
Islas, y morar en ellas sin magistrado, ni cuidado de guer
ras: esto es lo que escribe Plutarco, y que no tuvo mas
noticia, que de dos Islas, en tiempo de Sertorio, y que
no eran las mejores de ellas. Y un Autor, llamado Lucio
Floro, afirma, que Sertorio Romano pasó á poblará ellas
con algunos Romanos, y Españoles, que le siguieron.
El Capitan Sertorio despues volvió á España en donde fué
Emperador, y lo mataron á traicion en un combite. Por
tradicion antigua se tiene por cierto, que el Capitan Ser
torio, con sesenta personas, entre mugeres, y hombres
pasó á la Isla de Tenerife, que aunque no fué de las dos
que tuvo noticia de los marineros, su buena fortuna lo
trujo á ella, por ser la mayor y mas fértil de todas,
y pobló en ella, haciendole sus secuaces su Rey y Señor,
pusieron los Palmeses por nombre á esta Isla Tenerife,
que en su lengua Tener, quiere decir, nieve, y Ife
monte, que juntas las dos dicciones, dice monte nevado
derivado de el alto monte y sierra, que decimos el pico
de Teide, que todo el año esta cubierto de nieve, de
quien Virjilio hace memoria en el cuarto de los Eneidos
cuando induce á Mercurio, embiado por Jupiter, á que
vaya á Cartago á desengañar á Eneas, para que no deje
el viage, que para Italia tiene emprendido. Los Autores
que de estas Islas escrivicron, la nombraron Nivaria, por
18 CONQUISTA

la nieve de su sierra, otros la nombraron Casperia; pero


cuando los Católicos la conquistaron, le dejaron el nom
bre de Tenerife, con que los naturales Palmeses la llamaban
impuesto por los antiguos. Cuando los Católicos conquis
taron esta Isla, con curiosidad, y deseando saber el origen
de sus naturales, les preguntaron cual fuese, y respon
dieron, que tenian noticia de sus mayores, y estos de
otros mas ancianos de inmemorial tiempo, que á esta Isla
vinieron sesenta personas, y que hicieron su poblacion
junto á Icod, y que aquel lugar de su habitacion llama
ban Alzanxiquian, Abcana, Hacxerax que quiere decir, lugar
del Ayuntamiento del hijo del grande, muchos afirman
fué Sertorio con su compañía, pues por lo que Lucio
Floro dice, que pasó á estas islas y saberse con certidum
bre los que á las otras pasaron. Los que á esta isla de
Tenerife poblaron fué el dicho capitan Romano Sertorio
con los Romanos y algunos Fspañoles que le siguieron y
embarcaron con el en Cádiz para su navegacion.
Los que escriben que Españoles poblaron estas islas,
dicen, que cuando en la Bandalia Bética el antiguo Rey
Abis reinaba, estuvieron los Cielos cerrados sin destilar
sus nubes una gota de agua por espacio de muchos años;
y que con la notable perdicion de España sus habitado
res la despoblaban, que unos se iban á la Italia, otros á
Francia y á diferentes tierras, y que un navio de los que
de ella salian con gente á buscar el remedio con un re
cio temporal y tormenta arribó á las islas Fortunadas y
aportó en una de ellas, que la gente salió á tierra y
agradandoles el buen temperamento y su fertilidad de
frutos, determinaron quedarse y hacer en ella habitacion
y asi lo hicieron; y por haber salido victoriosos y bien de
la tormenta, gozosos de haber llegado á puerto seguro pu
sieron por nombre á la isla el de la Palma, por la que
alcanzaron y consiguieron en su arriesgada y peligrosa na
vegacion; palabra Española es este nombre Palma, no
hay duda que fueron Españoles los primeros que la habi
taron y los que tal nombre le pusieron. Los autores an
tiguos que de estas islas escribieron, la reconocieron con
el nombre Junonia Mayor; pero el de Palma se conservó
entre sus naturales Palmeses, y con el mismo la dejaron
los Españoles Católicos que la conquistaron, conque has
ta hoy es nombrada y será hasta que el mundo se acabe
DE CANARIAS. 19

si Dios otra cosa no dispone, debajo de cuya voluntad


todas las cosas están sujetas.
Los que siguen, que Africanos poblaron estas islas,
refieren, que los habitadores de ciertos pueblos del Africa
no queriendo obedecer á los Romanos que los habian su
getado á fuerza de armas á la obediencia del Imperio, re
beldes se levantaron contra ellos y mataron al Pretor que
los gobernava; y que vueltos á sugetar los delincuentes,
por ser tantos y darles un castigo cruel que padeciesen sin
que luego perdiesen las vidas, les cortaron las puntas de
las lenguas, los dedos indices y pulgares, y los hicieron
embarcar en unas barcas sin remos ni velas, para que cn
te las olas del mar miserablemente pereciesen; y que su
fortuna los llevó á dos islas que de allí distan treinta le
guas poco mas ó menos, que son las mas cercanas á tier
ra firme del Africa. Estas dos islas son Lanzarote y
Fuerteventura en donde hicieron poblacion; y como traían
las lenguas cortadas, diferenciaron en cada isla de lengua
ge, si bien en mucho y en la pronunciacion , se parecian
y en las costumbres. Estos Africanos no tuvieron secta,
por que fueron muchos años antes que el falso y per
verso Mahoma sembrase su mala cizaña, que tan Gentiles
eran como los de las otras islas. A la isla de Lanzaro
te reconocieron los antiguos con el nombre de Capraria,
y á la de Fuerteventura con el nombre Planaria y otros
Pintuaria; pero cuando los Católicos las conquistaron, las
nombraron Lanzarote y Fuerteventura, con que se han
conservado.
Un autor moderno llamado el padre Espinosa, que
afirma que Africanos poblaron en todas estas siete islas
de Canaria, se vale de lo que un autor dice en el pró
logo de el Timeo de Platon, que en tiempo antiguo fue
ran estas Islas contiguas con el Africa, como lo fué Si
cilia con la Italia, y que por discurso de tiempo, con tem
pestades y diluvios se dividieron y apartaron, quedando
gente en cada isla sin tener unos con otros trato ni co
municacion por ignorar el arte de marear: muchas ra
zones se podian aquí dar para desvanecer esta opinion,
ninguna se ocultará al ingenioso lector, pues siendo tan
grandes los diluvios y tempestades que el agua sobrepu
jó tanto á la tierra que dividiese islas, que la mas lejos
está ochenta leguas del Africa, y de tanta hondura su na
20 CONQUISTA

vegacion que aun entre las mas cercanas es imposible to


mar fondo, pudiese escapar criatura humana en ellas y
que tantos librasen que pudiesen en todas poblar; ade
mas, que tenian los de cada isla diferente lengua, y por
lo menos se podian cifrar ó en la pronunciacion ó en las
costumbres, lo cual en ellos no se halló si solo en los de
Lanzarote y Fuerteventura, por ser de una nacion como
tengo dicho en la opinion antes de esta de los de las
lenguas cercenadas, que es la mas cierta y no esta del Pró
logo del Timeo de Platon. Otros autores dicen, que los
que poblaron estas islas fueron de las diez Tribus de Is
rael; que el rey Salmanazar de los Asirios cautivó y pa
só en Asiria en tiempo del rey Ezequias, que ha dos mil
y trescientos años; y que acordando de irse á poblar tier
ras vinieron á estas islas; lo cual hallo no haber sido asi
por no se haber hallado en los naturales de estas islas pala
bra Hebrea, que aunque Esdras en el libro cuarto capitulo
decimotercio, dice que los Israelitas se fueron á regiones
apartadas despues de transmigrados: Ipsi autem sibi dede
runt consilium hoc, ut delinquerent multitudinem gen
tium, Óc proficerentur in ulteriorem regionem: hase de
advertir lo que mas abajo dice que era el camino de año
y medio, per eam enim regionem erat via multa, itine
ris anni unius, & dimidi, y no siendo el viaje de la prin
cipal ciudad de Ninive Metropolitana de los Asirios á
estas islas, de mas que de mil cuatrocientas y treinta y
cinco leguas que en navegacion, cuando no se caminase
mas de siete leguas cada dia, se pasaba en siete meses,
siendo asi que un navio camina muchas mas cada dia de
que se sigue, que mas lejos fueron los Israelitas; y mu
chos tienen por cierto, pasaron á las Indias, á la nue
va España y demas tierras, porque la lengua Mejicana
confronta con la Hebrea en muchos vocablos y en mu
chas ceremonias, como en la circuncision que en la pro
vincia de Campeche y otras partes se halló; y el labarse y
bañarse á menudo en rios y fuentes, no tocar á los di
funtos ni á sus vestidos, y se les hallaron idolos con la
figura de serpiente y templos muy altos en montes don
de sacrificaban debajo de árboles sombrios: y en la isla
Española se halló, que cuando los Indios tenian pesar ó
enojo se trasquilaban por luto, todas ceremonias Judai
cas prueba bastante para afirmar que los Israelitas no pa
DE CANARIAS. - 21

saron á estas islas, pues ninguna ceremonia de esis ni


rito Judaico se halló en sus naturales.
Otros dicen que despues que Dios confundió á los
edificadores de la Torre de Babilonia con diversos len
guajes, por que no entendiesen entre si y se apartasen
de su soherbio motivo, de allí se esparcieron y navega
ron por diferentes partes y provincias, y que como lle
garon á otras islas; segun refiere Josefo en el primero li.
bro de sus antigüedades, cap. 10 tambien habitaron á
estas de Canaria, y que como Dios les infundió diversas
lenguas, así los de estas islas hablaban los de cada una
diversamente: muy para creer era esta opinion sin que
de ella se dudase cosa, sino se supiera por cierto los
que las poblaron, como
e
o queda.
referidadas
Con el nombr de Fortun fueron reconocidas es
tas islas desde la navegacion de Hannon, cuatrocientos
y cuarenta y cinco años antes de la Encarnacion del Ver
bo, de todos los historiadores geógrafos y poetas, Home
ro, Hesiodo, Eustaquio, Estrabon, Diodoro Siculo, Pto
lomeo, Plutarco, Pomponio Mela, Horacio, Lucio Floro,
Plinio, Solino, Marciano Capela y otros mas autores
griegos. -

Lo que se puede tener por muy cierto sin genero


de duda, que hay mortales en estas islas desde el tiem
po que Jesucristo nuestro redentor estuvo entre los hom
bres, que ha desde su Encarnacion mil seiscientos y se
tenta y un años y algunos meses hasta el dia de hoy; por
que segun lo que San Gerónimo dice en el libro de Scrip
turis sacris, estuvo San Bartolomé apóstol en estas islas
predicando la fé á sus naturales; refierelo con estas pa
labras: Diuus Bartholomarus padicavit Evangelium Sancti
Matthai Indijs is, qui dicuntur Fortunati, Óc obit inma
jorem Armeniam; que quiere decir: San Bartolomé pre
dicó el Evangelio de San Mateo á aquellos Indios que
se dicen Fortunados, y despues murió en la Armenia ma
yor. De que fuesen estos Indios Fortunados los de es
tas islas, no hay duda, porpue no se hallará que otras
islas ni provincias hayan tenido nombre de Fortunadas
sino estas, y de que á sus naturales los llamase el San
to Doctor Indios, fué darles el nombre de su patria, pues
aunque propiamente no son Indias por estar en el mar
atlántico y camino de las indias occidentales, en toda
22 CONQUISTA

España y otros Reynos, no las nombran islas de Canaria


sino indias de Canaria, esto es notorio que en muchos
libros se hallará asi escrito; y asi segun el nombre que
se les ha dado, no errará el forastero en llamar á sus
naturales Indios con que el Santo les dió el nombre de
que tuvo noticia, y de Fortunados por las Fortunadas
islas.
Tambien estuvieron en estas islas San Blandano y
San Maclovio, quinientos años despues del nacimiento de
Cristo segun el Martirologio, como tengo referido en el ca
pitulo antes de este y predicaron la Fé en ellas, no pa
decieron martirio ni lo hallaron con conocimiento de ella
á los Bárbaros cuando fueron conquistados, si bien algu
nas ceremonias confusas parecidas á las de la Iglesia Ca
tólica, particularmente en la isla de Tenerife, como en
el capítulo siguiente se dirá.
CAPITULO III.

De la fertilidad de las islas y costumbres de sus natu


rales y sus leyes.
Las islas de Canaria son fértiles y abundantes en
todo género de mantenimientos, de trigo, vino y frutas
de nada tiene falta, y cuando por nuestros pecados la
esterilidad hace asiento en alguna de ellas, Dios nuestro
Señor usando de su misericordia, permite no compreenda
á todas las circunvecinas, para que lo que en unas falta,
se halle en otras, y sea loada su omnipotencia, y bon
dad, que si con la una mano nos castiga, con la otra
nos dá el socorro, y favorece.
La Isla de Tenerife, en particular una de las siete
es la mas abundante de todos frutos, crian sus altos y
y empinados montes todo género de árboles, laureles, robles,
pinos, lentiscos, barbusanos, viñáticos, hayas, tiles, palos
blancos, brezos, acebuches, álamos, cedros, palmas, ci
preses, tabaibas, madroños, tejos, granados, sabinas esco
bones, cardones, dragos que destilan aquella sangre tan
estimada en España, y creida de algunos de que es de
un animal llamado Dragon; hay muchos árboles de Aloes
que son olorosos, y puesto algun pedacillo sobre algunas
brasas, su humo es medecinal contra ponzoña y de sua
DE CANARIAS. 23

ve olor, es aquel árbol que la Escritura refiere en el ca


pítulo séptimo de los proverbios: Abscrips cubile meum
mirra, Óc Aloe, Óe cinamomo; y en los cánticos de la es
posa, en el capítulo cuarto y en el capítulo diez y nueve
de San Juan, hay muchas y cristalinas fuentes que vier
ten continuos arroyos, y á sus riberas nacen yerbas me
dicinales, el trébol, toronjil, asandar, poleo, mastranzo,
yedra, jazmin, violeta, tornasol, alhelies, espuela de ca
ballero, neuta, siempre novia, yerva buena, mastuerzo,
cantueso, maltavaca, hinojo y otras muchas yerbas y ár
boles que no hay en España, ni en otros Reynos: la fres
cura de la tierra es mucha, que á cada paso hallarán las
yerbas tan frescas, como si continuamente las estuviesen
regando: hay muchos jardines de mil géneros de flores,
clavellinas, rosas, azucenas, lirios, mosquetas, romeros;
aves no faltan, perdices, tortolas, codornices, gallinas, pa
vos, aguilillas, pájaros de muchos nombres, milanos, cer
nicalos, cuervos, gaviotas, patos, corujas, golondrinas,
murcielagos y otros de diferentes especies; hay ligeros
conejos, su mar está cuajada de peces, el mero, cazon,
pulpo, palometas, gallos, conejos, samas, viejas, cabri
llas, caballas, sardinas, y en sus riberas y amuzgadas peñas;
la claca, la lapa, almejas, cangrejos, bucios, camarones;
en sus dehesas y montes pacen caballos muy briosos, po—
llinos, mulos, bueyes, carneros, ganado cabrio y cerdoso,
camellos: no se hallará en la tierra animal ponzoñoso ni
dañino, vivoras, culebras ni alacranes, sino son arañas
que en picando agravian; pero sin peligro de muerte. La
tierra es regalada de todo género de frutas, manzanas,
membrillos, peros, peras, ciruelas, albercoques, duraznos;
arberchigas, limones, naranjas, limas, cidras, platanos, ña
mes, melones, sandias, pepinos: en conclusion, de cuan
tas frutas se buscaren se hallarán en la isla de Tenerife
y en las de mas Islas; es abundantísima de trigo, cevada,
centeno, haba, arbeja, millo, y otros legumbres. La Isla
está la mas parte hecha un vergel de viñas de malbasia, y
vidueños, que es el principal fruto de la tierra; que la
hace rica, y poderosa, que á llevar sus vinos á trueque
de dineros, ropas, y otros mantenimientos, acuden á sus
puertos navios de todas naciones para las Indias, y para
Inglaterra, y Holanda, y demas partes del Norte; son licores
muy cordiales, y de mucha estimacion en Reynos estran
24 CONQUISTA

gero, y asi valen bien. -

Los pinos que en esta islade Tenerife se crian, son muy


gruesos sobre manera, y de increible altura; pues es fama
que con la madera de un solo pino se cubrió la Iglesia de
nuestra Señora de los Remedios de esta ciudad de la Lagu
na, que en el tiempo que se fabricó, que fué año de mil
y quinientos y quince tenia de largo ochenta pies, y de an
cho cuarenta y ocho, y con la madera de otro pino se cu
brió la Iglesia de san Benito en esta Ciudad, que tiene
ciento y diez de largo, y treinta y cinco de ancho, sin que
otra madera se entremctiese, escepto la capilla mayor, que
ha poco tiempo que se hizo; aunque asi lo refiere el padre
fray Alonso de Espinosa, á quien se debe dar mucho crédi
to, lo he preguntado á hombres viejos, de noventa y cien
años y me han afirmado oyeron decir á sus padres, y pasa
dos por muy cierto que aun sobró madera de estas obras;
no ha muchos años que un Juan Gaspar cortó un pino en la
montaña sobre el Realejo, que dicen hizo cinco mil reales,
poco mas ó menos, de la madera, que de él sacó y que de
el hizo dos dornajos de tea, que están en la hacienda del
capitan D. Miguel de Franquis Alfaro; y advierto que no
vale cara la madera en esta isla: tambien he sabido, que
la celda provincial del convento de San Lorenzo de la
órden de San Francisco de la Orotava, que es larga con
la del secretario y compañero, se cubrió con la madera
de un solo pino; y se hizo un grande tanque de chaplo
nes: todas estas obras de tea madera incorruptible; sea
loada la omnipotencia del Señor criador de las cosas vi
sibles é invisibles. Las semillas que se siembran acuden
bien; bien notorio es que en Chasna y la Granadilla, cu
ando es buen año de aguas, se cogen cien fanegas y
ciento y diez y mas, de una fanega de trigo de sembra
dura; y en el Peñon y Rodeo de la paja cerca de esta
Ciudad, se cojen veinte y cinco y treinta y mas fanegas
de trigo ó cebada, de una de sembradura en siendo el
año invernoso. Las frutas de semilla grandes se crian las
calabazas como barriles de diez azumbres; entre muchos
melones que he visto, vide uno á que fuí convidado para
comer de él con diez ó doce amigos, y por curiosidad
lo hicimos pesar, y pesó veinte y cinco libras y tantas
onzas, cosa admirable, cogido por su dueño en una huer
ta que se dice de Juan Fernandez, abajo de Tacoronte,
DE CANARIAS. 25

el que hubiere visto en esta isla otros mayores no se ad


mirará del que refiero.
Los naturales de estas islas no tuvieron Idolos ni ado
raron al Sol, Luna, ni Estrellas, ni piedras ni otras figu
ras ni tuvieron ritos, ni ceremonias, á un solo Dios ado
raban, que decian estaba en lo alto, y que este Dios los
sustentaba, y daba la vida; en cada Isla le nombraban con
diferentes nombres, conforme su lenguage, y segun su mo
do de hablar.
Los de la Isla de Tenerife, llamaban á Dios con di
ferentes nombres, Achuhurahan, Achahucanac, Achgua
yaxerax, Hucanech, Menceito, Acoron, Acaman, que en
su lengua queria decir grende, sublime el que todo lo
sustenta, Autor de lo criado sin principio y sin fin,
causa de las causas, no conocieron, que huviese inmorta
lidad en las almas ni que tuviesen pena ni gloria. Con
fesaban, que habia infierno no para tormento de peca
dores, si solo para uno que en él estaba padeciendo penas
que era el demonio; al infierno llamaban Echeide; y
tenian muy creido que el infierno estaba en la alta sie
rra de Teide en estas islas y la razon que daban estar
alli, era por haber visto antiguamente reventar algunos
volcanes que arrojaban fuego y azufre, que les causaba
mucho temor y miedo, y lo causaria á cualquiera hom
bre de mucho valor, como ha sucedido en la Isla de la
Palma dos veces despues de conquistada, y en partes
está hoy esta sierra humeando, y se saca azufre de ella:
el nombre Echeide, con la pronunciacion Española, se ha
corrompido en Teide, que es con el que hoy le llamamos.
Al demonio llamaban Guaiota. Cuando juraban era con
verdad, su juramento era por el Sol, á quien llamaban
Magec, y tenian por falso, y de ninguna confianza al que
mentia en el juramento, ólo quebrantaba. .
Cuando no llovia, y las sementeras necesitaban de a
gua, pedian el socorro á Dios con extraordinaria súplica
para que embiase el rocio para que los panes creciesen,
y la tierra pruduciese yerva; para el pasto de los ganados te
nian unos lugares señalados para este caso, en donde junta
ban las obejas, apartando las crias de las madres fuera de
aquel lugar; incaban en tierra una lanza y ponian las ove
jas junto ó ella; las cuales por el amor de sus hijos, que se
los tenian de allí apartados, daban muchos uº y anda
26 CONQUISTA

ban al rededor de la lanza, y los hijuelos por otra parte


balaban por sus madres de la soledad y por la leche, y por
esta ceremonia, y validos de las ovejas decian, que Dios
se apiadaba y les enviaba buenos temporales.
Tenian por costumbre los de esta dicha Isla de Teneri
fe, cuando una criatura nacia, de hecharle agua sobre la ca
beza, y para esto habia unas mujeres que lo tenian por o
ficio, á las cuales llamaban Harimaguadas, eran doncellas,
y prometian ser vírgenes, y estas vivian juntas en grandes
cuevas, sin que de allí saliesen, sino cuando eran llama
das á la ocasion; los padres de las criatura; ó los parien
tes llamaban á una de estas doncellas, la cual echaba el a
gua á la criatura sobre la cabeza, y le ponía su nombre, la
cual contrahia parentesco con el padre del recien nacido,
de tal manera que no se podia casar con él: con mucho
cuidado los Españoles Católicos preguntaron á los Guan
ches la razon de hacer esta ceremonia de hechar agua á
los niños, solo respondieron que era costumhre antigua
desde sus antepasados, que aquello tenian por cosa bue
na, puede ser haberseles quedado esta ceremonia desde
que San Bartolomé Apóstol estuvo en estas Islas, y San
Blandano y San Maclovio, y que las circunstancias ne
cesarias que son las palabras é intencion para ser verda
dero Bautismo, se les hubiera olvidado, y solo , la cos
tumbre se les quedase de echar el agua. Los padres doc
trinaban á sus hijos y les decian, que habia un Dios que
todo lo criaba, que era muy poderoso que los sustenta
ba, que honrasen y respetasen á sus padres y hermanos
mayores, á quienes siempre fuesen obedientes; que á nin
guno agraviasen de obra ni palabra; que fuesen hones
tos y no lascivos; que no quitasen lo ageno á su dueño;
que no fuesen falsarios ni metiesen cizaña entre amigos,
y todo esto guardaban legitimamente: amonestabanles las
leyes establecidas entre ellas; al hijo inobediente con cru
da muerte de apedreado, pagaba la culpa de su inobe
diencia: al homicida, con su vida pagaba, colgado de
una soga con un lazo al pescuezo, allí perecia; al desho
nesto, y lascivo daban rigurosa muerte; y asi por escu
sarse del delito cuando encontraban una muger en el cam
po no le hablaban palabra, se apartaban de ella ó la de
jaban ir delante ó caminaban por otra vereda; y si algun
hombre era visto en el campo hablar con muger á solas,
DE CANARIA. 27

era acusado y perdia la vida. La muger doncella que


era descompuesta y habia caido en liviandad, tenia cár
cel perpetua; pero si el ofensor se casaba con ella, le
daban libertad. Al adúltero enterraban vivo. El que hur
taba, tenia pena de muerte; al que debia cabras ó ceba
da ó otras cosas á otro, se lo hacian pagar cumplido el
plazo; á los escandalosos de la República castigaban con
azotes, y si el délito era grave conio hacer enemistades
entre los mayores del Reyno tenian pena de muerte; es
tas leyes las guardaban rigurosamente, y el que alguna
quebrantaba no se quedaba sin castigo: ninguno rogaba
por otro, ni el Rey se apiadaba ni por regalos, ni rue
gos, ni llantos, antes ejecutaba luego sin pasar dos horas
la sentencia; asi todos vivian con amor y lealtad unos
para otros.
Cuando á un varon agradaba una muger, él en per
sona llegaba á pedirsela á su padre para su esposa, si lo
tenia ó sino à ella misma; y si eran contentos del des
posado, sin mas ceremonia que darse el hombre y la mu
ger con voluntad las manos quedaban casados; y si en
algun tiempo el marido estaba disgustado de su muger
ó la muger de su marido, la enviaba á casa de sus pa
dres ó ella se iba, y se podian volverá casar con quien
les parecia; y aunque la muger fuese repudiada de su ma
rido, no era afrenta para que cualquiera se dejara de ca
sar con ella: y los hijos habidos durante el casamiento
deshecho, quedaban ilegítimos, y al tal hijo ilegítimo lla
maban Achicuca y á la hija ilegítima llamaban Cucaha.
Contaban los meses por las lunas, y los dias por los
soles; tenian en esto mucha cuenta: repartieron el año en
cuatro tiempos, Verano, Invierno, Estio, y Otoño; y á su
tiempo sembraban, y cogian; no pusieron nombre á los
meses, sino en pasando doce lunas, hacian un año, que
llamaban Achano, y tenian número de los que iban pasan
do con cuenta y razon.
Eran los naturales de esta Isla de Tenerife hábiles en
contar, por grande que un rebaño de ganado fuese, y por
muy junto, y de golpe que saliese de el corral, lo contaban
sin errarse en una oveja, ó cabra, y esto sin que se les
viese abrir la boca; y cuando querian ahijar su ganado, por
muchas reses que fuesen paridas, conocian la cria de
cada una, y se la aplicaban sin que su madre la desco
28 CONQUISTA

nociese: Ejercitabanse en jugar el puntiagudo dardo, en


tirar con gala una rolliza piedra, en correr, saltar, en
hacer pruebas de pies, y manos; y asi con el ejercicio es
taban diestros, briosos, y eran de mucho valor.
CAPITULo IV.
De la naturaleza de los naturales de estas Islas, y como se
trataban en vestidos, y comidas, y estimacion de personas,
y como se enterraban.
Fueron los naturales de estas Islas, por la mayor par
te morenos, por el color de la region y clima, amorosos,
y agudos de entendimiento; por una estrella de cuarta mag
nitud de naturaleza de Marte, que pasa apartada del cenit,
y clima de estas islas diez minutos, ácia la parte septentrio
mal, que se llama el hombro derecho de Géminis; la cual
por ser de naturaleza de fuego, colérica, hace los cuerpos
inferiores, en quienes predomina é influye su naturaleza
aficionados, amorosos y agudos, de cuyas partes gozan los
que nacen, y se crian en estas islas: algunos eran de cuerpos
agigantados, proporcionados en sus miembros, de perfec
tas facciones, de rostro alegres graves, apacibles, de noble
agradable, y honesto trato, amigos de su palabra, de bue
na, memoria, de sutil entendimiento, muy capaces; hubo
entre ellos naturales de increible estatura, y membrudos
Cuentase de uno, que hubo en esta Isla de Tenerife, que
tenia catorce pies de largo, y en su boca tenia ochenta
muelas y dientes, y que su cuerpo estubo muchos años
despues de conquistada la Isla, en una cueva mirlado, en
donde dicen Guardamoxete, que alli era en donde sepulta
ban á los reyes de Güimar, de quien era este guanche so
lrino, y que era valiente, forzudo, y de mucho comer. En
Arico, que es en csta dicha isla, está una piedra que es mu
cho mayor que una perulera; la cual un guanche de media
no cuerpo la levantaba y ponia sobre su cabeza, sin hacer
mas movimento que abajarse á cojerla, como si fuese muy
pequeña: esto era por las espaldas. Todos los naturales de
estas islas ningunos paños finos ni bastos, ni menos olan
das, ruanes, ni chamelotes, telas, lamas ni brocados jamas
rompieron, ni aun á su vista llegaron; sus vestidos, cami
sas, sabanas, de pieles de animales los hacian, y aun las
DE CANARIAS. 29º

mortajas con que se enterraban. Los naturales de esta isla


de Tenerife llamaban al vestido Tamarco, y este era he
cho de pieles blancas, gamuzadas de cabras, corderos ú obe
jas, á modo de una camisa sin cuello, ni mangas, ni pliegues,
cosianlo con correas del mismo cuero con sutileza, sin que
fuese necesario ahujas para juntarlo; con espinas de pescado
ó puas de palma se remediaban por no haber otras; era el
tamarco por delante abierto, ó por un lado, para poder sa
caró entrar los brazos, al quitarselo ó ponerselo, y lo abro
chaban con correas, este era el trage de los hombres, que
llegaba á las rodillas. Les nobles lo traian con mangas, y
en las piernas traian como medias de cuero sin plantillas
que llamaban Huirmas, y un calzado á modo de abarcas,
que llamaban Jercos; pero el que no era noble (que tambien
tubieron diferencia de nobles y villanos) traía el tamarco
sin mangas, y las piernas y pies descalzos. El trage de las
mugeres era como el de los hombres; pero el tamarco mas
corto y traian unas sayas de cuero gamuzado que les llega
ba hasta los pies; eran muy honestas, y asi se vestian de
suerte, que no se les veian ni aun les pies.
Sus manjares no eran jamones, pastelones, turcos, ni
tortadas, que no gozaron de tanto regalo, sino carnes de
ovejas, cabras asadas, y no bien tostadas, á medio asar,
escurriendo la sangre, que asi decian era mas sabrosa, y que
la sustancia estaba en su punto: el pan que comian era
gofio de cevada tostada, amasado con leche, y manteca
de ganado, y miel de mocanes, y asi desleido lo comian
en lugar de pan; es de mucha sustancia, este manjar lo
tenia el que era rico, que el pobre con agua y sal desleia
el gofio, y le sabia muy bien; este gofio es como hari
na, enjuga los humores, y da sustancia: las frutas que por
sobre mesa ponian eran de todos géneros; y en mas esti
maban las silvestres, como eran ongos, madroños, moras
de zarza, bicacaros, mocanes, que las quotidianas. De los
mocanes hacian miel; es una frutilla del tamaño de gar
banzos, son de color verdes, antes que maduren, y cuando
comienzan á madurar son colorados, y cuando maduros
son negros, el zumo de ellos que es lo que se pasa es
dulce, que lo demas se hecha fuera de la boca; llama
banlos yoya, y sacaban la miel de esta manera. Cogidos
los mocanes, bien maduros, los ponian al sol, tres ó cuatro
dias, y martajados los desmenuzaban, y los echaban en una
30 CONQUISTA

poca de agua á cocer en el fuego, hasta embeberse la mas


parte del agua, y que quedase como arrope, y quedaba
hecha la miel muy dulce y suave; llamabanla Chacerquen
y era medicinal para muchas enfermedades de cámaras quo
tidianas, y de sangre, de dolor de costado, ó modorra,
que estas enfermedades padecian mas que otras. En esta
Isla de Tenerife no habia colmenas de abejas, asi con es
ta miel se pasaban, en Canaria las habia.
Habia diferencia de nobles, y villanos, y escuderos;
al hidalgo llamaban Achimencei, que tambien queria de
cir, cercanos, ó descendientes del Rey; à los escuderos lla
maban Cíchiciquizo, y al villano Achicasna: y decian un gra
cioso dicho los hidalgos, y poderosos de tierras, y gana
dos: que Dios los habia criado del agua y de la tierra, tan
tos hombres como mugeres, y que les dió ganado para su
sustento, y que despues crió mas hombres y mugeres,
sin que les diese ganado; y estos viendose sin sustento, di
geron á Dios: Señor, danos ganado conque nos sustente
mos, y pasemos nuestra vida, y que Dios les respondió:
Servid á esotros, que crié primero, y les di, ganados, que
ellos vos darán de comer; y que asi, los que de estos pobres
descendieron, son los villanos, que son los que servian á los
hidalgos, que eran los decendientes de los primeros; el noble
acompañaba al Rey, y era ocupado en cosas de el gobier
no; y los villanos se egercitaban en trabajar y guardar ga
ganado, ó suyo, ó ageno.
No tuvieron materiales de hierro asi para arar la tier
ra les costaba mucho trabajo; por que con cuernos puntia
gudos y largos, puestos en un palo, y con puyones, y pa
las de tea, araban, y rompian la tierra, y sembraban ceba
da y habas, que otra semilla no tenian: este oficio de a
rar, y sembrar era de los hombres, y el segarlo, y desgra
narlo, hasta ponerlo en la cueva, era á cargo de las muge
res; que eran de mucha ayuda para sus maridos: con el arti
ficio que cortaban la madera y la acepillaban y labraban
por recia que fuese, era con tabonas que son unas pie
dras como pedernales que tienen filos, y estos eran sus
cuchillos, y hachas y cepillos. Pescaban con cuernos pe
queños y delgados en lugar de anzuelos, y cogian con
ellos mucho número de peces; gracias al Señor que á
ninguno desampara, y acude con su omnipotencia al mas
necesitado; aun á los bárbaros para que le conozcan por
DE CANARIAS. 3.

señor, y criador y omnipotente: El trato y mercancia que


unos con otros tenian, era de las crias de los ganados, de que
sos, cebada, gofio, manteca, leche, miel, sebo, pieles, y car
ne, no tuvieron otras mercaderias, ni monedas: cuando al
guno habia de menester alguna manteca ó pieles, pediaselas
á otro, y en su paga le daba gofio ó quesos, ó lo que le pare
cia que tambien habia de menester, en retorno; y con esto
todos vivian sin pasar necesidades, y se prestaban unos á
otros, sin interés ni ganancias.
Ninguno tenia tierras propias, ni accion á ellas, que
el rey era dueño de todas, y en llegando el tiempo de sem
brar, daba á cada uno tierra en que sembrase, y acabada la
sementera, se la volvia al rey, sin que le pagase renta, ni
tributo, ni menos regalo alguno.
Sus moradas eran cuevas, y algunas puestas por natu
raleza, en sierras tajadas, y andenes, como hoy se ven
que para entrar en ellas se va con gran peligro, y es me
nester guindarse de lo alto con sogas, y maromas por
ser tan á pique; y estos naturales subian, y bajaban á ellas
con mucha facilidad, porque eran livíanos y diestros en
arrojarse con una asta á lo mas profundo de un barranco,
en donde estaban muchas cuevas: el que no tenia cueva,
hacia su casa de piedra, cubierta de madera, paja, y tierra
amasada; y eran de tanta resistencia al agua que aunque
mucho lloviese no la pasaba como si fuera de teja, ó azotea
de ladrillo, y cal: hacian pinturas, y retratos de los re
yes, ó de los hidalgos, en tabla; los colores eran almagre,
que es tierra colorada, carbon, leche de higuera, y de car
don, y zumo de ciertas yerbas, y aunque los matices eran
toscos, era curiosa la obra.
Tenian los naturales de esta dicha isla de Tenerife
por costumbre, cuando acababan de coger sus cebadas; y
levantar sus eras, de hacer grandes fiestas, y regocijos,
en agradecimiento de los bienes que Dios les habia dado;
y eran de tanto privilegio, que pasaban á festejarse de
unos Reinos á otros, y á darse los parabienes de la bue
na cosecha; aun que hubiese entre ellos guerra, en aque
lla ocasion iban seguros sin recibir agravio de los con
trarios, antes muchos agasajos regalos y famosos convites.
Todos los años en los postrimeros dias del cuarto
mes que es Abril, celebraban fiestas anales, por espacio de
nueve dias; juntabanse los de cada Reyno en el Palacio
32 CONQUISTA

de su Rey; allí se regocijaban con juegos, danzas, bailes,


cada uno mostraba su habilidad cual en hacer pruebas
cual en correr y saltar, otros en danzar el canario, que
lo bailaban con destreza y diversas mudanzas; otros en
luchas: en estas fiestas habia grandes convites á costa del
Rey. Los instrumentos con que tocaban eran calabazas
secas con piedrecillas dentro, y tamboril de drago y pie
les, flautas de caña y gaytas de cañuelas de paja de ce
bada, hacian Guineos, y cantaban al son de ellos.
Cuando alguno esaba enfermo, no le faltaban Doc
tores que todos eran médicos y cirujanos, porque cono
cian las virtudes de muchas yerbas, y para hacer una
purga echaban en un vaso el zumo ó miel de mocanes y
el suero de la leche que es purgativo, , confecciones de
otras yerbas medicinales, y todo mezclado lo daban al
enfermo que le hacia tanto provecho que pocos morian:
cuando habia necesidad de sangria, con una tabona ó pe
dernal le habrian la vena del brazo ó frente y les saja
ban, y con tanta sutileza daban la picada como si fuera
con una delgada lanceta sin peligrar ninguno de que les
tocase en la arteria: hasta la barba se hacian con estas
tabonas por que otro material no se les halló.
A los que morian no les daban sepultura debajo
de tierra sino mirlados los ponian en unas cuevas, para
esto señaladas, que estaban en riscos tajados: para mirlar
los hacían un labatorio de hojas de granados y de mu
chas yerbas y flores, y con él lavaban al cádaver, y des
pues con unas confecciones que hacian de manteca de ga
nado, y de cáscara de pino, polvos de bresco, y tosca, y
de zumos de yerbas, le llenaban el vientre entrandole por
la boca estas confecciones, y lo ponian al sol por espacio
de quince dias, y en ellos duraban los fúnebres plantos
y sentimientos de los parientes, y despues que estaba se
co el cuerpo lo envolvian en unas pieles que tenian guar
dadas para la mortaja, que estaban muy ciertos que ha
bia de llegar la hora y fin de sus dias, y las cosian que
cubriese todo el cuerpo: á los que eran hidalgos, los po
nian en un ataud de tea ó de otra madera incorruptible
todo hecho de una pieza, y á los villanos ponian sobre
unas pieles; ademas de la mortaja, ponianles á todos una
señal en la mortaja para conocer si era padre, ó hijo,
ó hermano, ó pariente ó amigo: llamaban al cuerpo muer
DE CANARIAS. 33

to Xayo: para estos labatorios y amortajar los difun


tos, habia unos hombres y mugeres que lo tenian por
oficio, los hombres para los hombres, y las mugeres para
las mugeres, y á estos tales les pagaban su trabajo, y
los tenian por inmundos y se despreciaban de comuni
car con ellos, y así vivian á solas y apartados de la co
municacion.
Los naturales de esta dicha isla de Tenerife se lla
maban Guanchinet, que los Españoles corrompieron el nom
bre en Guanche, que queria decir natural de Tenerife,
por que en su lengua Guan, quiere decir persona, y
Chinet lo mismo, que Tenerife, asi juntas las dos diccio
nes dice hombre de Tenerife. Los que habitaban á la ban
da del Sur, eran de color algo tostada y morena, y los
de la banda de Norte eran blancos y rubios, como hoy
se esperimenta en los que nacen y se crian de las partes
de Güimar, Arico, Chasna y sus términos que son al Sur
algo morenos, de color trigueños; y los que nacen en
Taganana, y sus términos que es al Norte, blancos y ru
bios. En general eran las mugeres de alegres caras, de
perfectas facciones, ojos negros razgados, hermosas, muy
honestas y vivian con mucho 1ecato.
CAPITULO V.

De los Reyes que hubo en estas islas, y en particular en la


isla de Tenerife, y de sus coronaciones y guerras.
Cuando estas siete islas de Canaria fueron conquis
tadas por los Católicos, en todas se hallaron Reyes que
las gobernaban, á quienes sus vasallos rendian vasallage:
en la isla de Gran Canaria hallaron dos Reyes, el uno
llamado Guanarteme de Galdar y el otro Guanarteme de
Telde, eran primos, descendientes de dos hermanos en
quienes se dividió la isla en dos Reynos que antigua
mente un solo Rey la sugetaba, de que hubo dos Reyes
al tiempo de su conquista es cierto, que consta por ins
trumentos antiguos de legítimaciones de personas, que
dicen unos, descienden del Rey de Galdar y otros del
Rey de Telde en Canaria, y por lo que los autores de es
tas islas han escrito. En Lanzarote hubo un Rey; en
Fuerteventura otro Rey; en la Palma otro Rey; en la
31 CONQUISTA

Gomera otro Rey; en el Hierro otro Rey, que cada uno


gobernaba su isla.
La isla de Tenerife antiguamente, hasta ciento y cin
cuenta años antes que fuera conquistada un solo Rey te
nia; el cual asistía en Adeje en donde estaba su Palacio:
el último Rey que solo gobernó, se llamó el Gran Ti
nerfe; el cual estando cargado de años y enfermo con
nueve hijos legítimos y uno bastardo; el hijo mayor lla
mado Betzenuhia, tiranizó á su padre un pedazo de la
isla, desde Centejo hasta la Rambla aguas vertientes, y
se intituló Rey de aquella parte que llamaron el Reyno
de Taoro, y muchos naturales le siguieron y levantaron
por Rey; fué el que mas vasallos tuvo que pasaron de
seis mil hombres de pelea. Viendo los demas hermanos
que Betcenuhia, estando su padre vivo, se habia levantado
Rey de el término Taoro, cada uno procuró hacer
o mismo contra la voluntad de el padre, y dividieron la
isla entre ellos el uno llamado Acaimo, fué Rey de Guimar
que fué el segundo hijo; y el tercero llamado Atguaxona,
fué Rey de Abona; el cuarto llamado Atbitocazpe, fué Rey
de Adeje; el quinto llamado Caconaimo, fué Rey de Daute;
el sesto llamado Chincanairo, fué Rey de Icod; el séptimo
llamado Rumen, fué Rey de Tacoronte; el octavo llamado
Tegueste, fué Rey de Tegueste; el noveno llamado Bene
charo, fué Rey de Anaga: el hijo bastardo, llamado Agua
huco fué Señor de un término, que llaman la punta de el
Hidalgo; estos nueve Reyes reinaron en Tenerife, y descen
dientes de estos eran los que reinaban cuando fué esta
isla conquistada; asi es notorio, y consta de un instrumento
de las pazes, que los nueve Reyes hicieron con Diego de
Herrera, Señor que fué de estas islas año de 1464, que
vá puesto en el capitulo 9 de este libro.
Cuando algun Rey moria en Tenerife, el hijo mayor
heredaba el Reyno, y aun que este dejase hijos; si moria
y tenia otro hermano, el dicho hermano le sucedia en el
Reyno y no los hijos; pero si el tal hermano faltaba, here
daba el hijo del primero que reynó.
Para levantará uno por Rey, se juntaban los ancianos,
y nobles en un lugar cerca de el Palacio Real á donde hacian
las consultas, y consejo; á este lugar llamaban Tagoror, y
convocados alli todos, y los demas vasallos, sacaban un hueso
de uno de los antiguos Reyes, que tenian guardado, y em
DE CANARIAS. 35

buelto en unas pieles, un anciano llegaba adonde el nue


vo Rey estaba sentado, y dabale á besar el hueso, y despues
de haberlo besado, lo ponia el Rey sobre su cabeza, y los an
cianos, y hidalgos lo ponian sobre sus hombros, y en altas
vozes decian: Agoñe, yacoron Inatzahana Chasonamet,
que en su lengua quiere decir: Juro por el hueso de aquel
dia en que te hiciste grande: y con esta ceremonia quedaba
el Rey coronado; y en aquel dia todos los vasallos hacian mu
chos festejos y danzas; y el Rey daba de comer á todos en
que gastaba mucho ganado; bien era menester para tanta
gente; si bien sus parientes le ayudaban con algunos rega
los, que aunque Reyes, toda su riqueza se componia de u
nos rebaños de ganado, y una poca de cebada para hacer go
fio, y algunas frutas. -

Los Reyes se estimaban como tales, y buscaban las


comodidades del cuerpo; en tiempo de verano se iban á
vivir á las sierras para gozar del fresco, y en el invierno
á las playas por ser parte mas caliente; acompañabanle
los nobles, y uno llevaba delante una lanza, que llamaban
anepa, apartado un largo trecho del rey, para que viendo
la los que caminaban, ó estaban en sus cuevas, supiesen
que alli iba el rey, y saliesen al camino á recibirle, los que
le encontraban se arrodillaban, y le limpiaban los pies con
la punta del tamarco, y se los besaban en reconociento de
vasallage. -

El adorno que el Rey tenia en su cueva y palacio,


era como el de los vasallos: los colchones eran esteras de
paja de cebada, las sábanas, y colcha eran unas pieles
gamusadas; la colgadura de la cama eran esterillas de ca
ña bien tegidas; la mesa en que comia era una grande, y
llana piedra; las sillas eran otras piedras pequeñas llanas;
en lo que la silla del Rey se diferenciaba de las demas, era
estar cubierta con unas pieles. El nombre de Rey en su len
gua era Mencey: no se casaba el Rey con mujer, que no
fuese de su igual, y cuando no la hallaba á su gusto, se ca
Sava, ó con prima, ó hermana, y esta licencia no era mas
que para los Reyes.
En esta dicha Isla de Tenerife solian tener guerra
unos con otros, y todas sus discordias eran, por que los
vasallos del un Reyno entraban á hurtar ganado del otro;
embiavanse quejas con sus Embajadores, y desafiabanseá pe
lear, cada uno iba con sus vasallos, y sin formar escua
36 CONQUISTA

dron hacian la embestida, sus armas eran piedras dardos de


fina tea, varas tostadas, y aguzadas, que con la violencia
que las arrojaban pasaban el cuerpo adonde llegaban; ha
cian en unas varas unas musquecitas á trechos, y con dos
manzanas hechas del mismo palo en medio en que afirma
ban las manos, y entrando la tal vara en el cuerpo del
contrario torcianla de suerte, que quebraba la musque
cilla, y le quedaba un pedazo dentro del cuerpo; llama
ban á estas varas banot; para pelear se quitaban el tamar
co, y lo enrollaban en el brazo y con él reparaban el golpe,
quedando desnudos, salvo las partes deshonestas, que cu
brian con una piel; las mugeres iban á la guerra, no á pelear
sino á llevar la comida á sus maridos, y para llevar á en
terrar á los que morian. Quando los de una parte vencian,
no hacian agravio á las mugeres, ni á viejos, ni niños; ha
cian los reyes sus paces y treguas, y prometian guardar
las y en esto cumplian su palabra: eran tan diestros los
guanches, que esperando el tiro á diez pasos, hurtaban el
cuerpo con tanta ligereza que la piedra, ó dardo pasaba
por alto, ó por un lado, sin que les agraviase.
CAPITULO VI.

De laaparicion de la muy devota y milagrosa imágen de


Nuestra Señora de CANDELARIA, primera conquistado
ra de las Islas de gran Canaria.
Antes de dar principio á la conquista de las islas de
Canaria, será mucha razon, y parecerá muy bien dar primero
noticia de la aparicion de la muy devotº, y milagrosa imágen
de nuestra señora de Candelaria, que fué la que primero
conquistó esta isla de Tenerife, con su prodigiosa apari
cion, ciento y cuatro, ó ciento y cinco años antes que los
Españoles católicos la conquistasen, que fué dicha apari
cion año de mil trescientos y noventa y dos: comun opi
nion, y piadosa es, que por ministerio de Angeles fué trai
da á esta isla, por voluntad de Dios y ser hechura de ma
nos celestes. Algunos años antes, que apareciese esta Santa
ellos muchas , pro
Imagen á los Guanches fueron vistasydesonoras
cesiones de noche, con músicas, voces; desde
sus cuevas y cabañas, vian en la playa de Candelaria mu
chas luces puestas en órden con igualdad, y detras una
DE CANARIAS. 37

grande, que á las demas equivalía; daban vuelta á toda la


marina, por largo tiempo, y medrosos no se atrevian á ba
jará donde estaban, reconocian no ser la música de hom
bres, ni de su natural; decian era cosa del cielo, y confu
sos á la mañana bajaban á la playa, v nreguntaban á los
habitadores mas Cercanos del mar si habian visto, ó con o
cido lo que alli aquellas noches pasaba, y solamente res
pondian que músicas diferentes de las suyas habian oido
que les daban regocijo, y tambien temor, por ver las luces
á la orilla del mar: acercabanse al callao por ver si halla
ban señales de huellas ó otras para venir en conocimiento
de quienes fuesen y las que hallaban eran muchas gotas de
cera blanca, y trasparente y cabos de velas; y por cosa nue
va las guardaban porque en Tenerife no habia cera. Llegó,
pues, la hora en que el señor permitió que los guanches
gozasen de esta divina prenda; para que fuese medio de su
salvacion, y que con mas facilidad por la predicacion evan
gélica fuesen reducidos, y convertidos á nuestra fé católi
ca: ya esta soberana señora deseaba darse á conocer, y
habitar con estos guanches, para que reconociesen por su
verdadero señor Dios y criador, á su santísimo hijo, que
en sus brazos tiene, y á ella por reyna, y abogada. Dió
principio á conquistar corazones afectuosos; comenzó la ba
talla con dos pastores humildes, venciolos, el uno sacó de
la batalla un brazo tullido, el otro los dedos cortados, pe
ro rendidos fueron sanos. Despues la hubo con los Reyes
y poderosos de la isla, y á todos conquistó; todos les
rindíeron obediencia; postraron sus coronas á sus plantas;
fué su conquista y milagrosa aparicion, como es motorio
y refiere el padre Fray Alonso de Espinosa de la órden
de predicadores, de esta manera.
Yendo dos naturales por la orilla de el mar, arenal
grande de casi media legua de largo, y por aquella costa repa
sando su ganado, habiendo de pasar por cerca un ba
rranco, que decian Chimisay, caminando derramado á la
boca del dicho barranco se espantó y no queriendo pasar,
remolineaba sin querer proseguir el camino; no fue bastante
el silvo, ni la piedra para que pasasen; el uno de los
pastores creyendo que su ganado se espantaba, por que
sentia gente, y pensando que fuesen algunos Guanches,
que lo querian robar, y saltear su ganado, como lo tenian
por costumbre de hurtarse unos á otros para certificarse,
38 CONQUISTA

pasó á delante, y mirando hácia aquella parte del barranco


vió la Santa Imágen, que estaba en pié sobre una peña,
y como persona que de semejantes visiones estaba desviada,
no sin pavor se la puso á considerar, y pareciole (por que
tenia un niño en brazos) ser muger, aunque estrañó el
trage, del que en la tierra se usaba y color. Y por que
entre ellos era costumbre, que si topaban alguna muger
á solas, y en lugar, solitario, no la hablaban, por que incu
rrian en pena de muerte, le hizo señas para que se apar
tase, por que su ganado, que remolineaba tuviese lugar de
pasar; pero como la Imágen no hiciese movimiento alguno,
ni respondiese palabra, amoinose el pastor, y acudió á sus
acostumbradas armas, que eran piedras, y asiendo de una
levantó el brazo, ó fuese para amenazarla, ó para tirarle
con ella y asi como levantó el brazo, yendo á desembrazar
para hacer su tiro, se le quedó yerto, estendido sin poderlo
rodear. El otro compañero habiendo visto lo que pasaba,
y no quedando escarmentado, cobrando atrevimiento, de
que no habia mudamiento ni voz, y de que aunque habla
ban al bulto ó imágen no respondia, quiso hacer nueva es
periencia, aunque á costa suya y ver si era cosa viva, y lle
gandose cerca con mas miedo que vergüenza, tomó una ta
bona, que es una piedra prieta y lisa como azabache, que
berida una con otra se hace en rajas y queda con filo como
navaja, con que sangraban y sajaban; tomando pues esta
piedra se llegó á la santa imágen para quererle cortar un
dedo de la mano, por satisfacer á su ignorancia, y ver si
sentia, y poniendo el dedo de la imágen sobre el suyo, y
comenzando á cortar en él, hallose el necio burlado, por
que la herida se daba ási propio en sus dedos, sin hacer daño
á la mano de la santa imágen; y siendo aun porfiado, y
pertinaz, probó otra, y otra vez, mas caíale á cuestas; por
que sus dedos estaban corriendo sangre de las heridas que
él propio sin querer se daba; y los de la Santa Imágen
quedaron libres y sanos sin señal alguna. Estos fueron
los dos primeros milagros que esta Señora para bien de
los naturales, hizo en ellos mismos y confirmólos despues
como se verá.
Admirados estos pastores consultan entre sí que ha
rían, y determinan que será razon de dar de ello parte
al Rey de Güimar cuyos vasallos eran, y en cuyo tér
mino aparecia la Santa reliquia; el cual tenia cerca de
DE CANARIAS. 39

allí su morada y habitacion: cuentanle la vision y lo acon


tecído, y en confirmacion enseñan el uno su brazo yer
to y el otro sus dedos cortados y goteando sangre. El
Rey no con menos espanto de lo que oye que deseo de vér lo
que le contaban y referian, manda juntar á los magnates
de su Reyno, sale al Tagoror, que era el lugar donde ha
cia su consulta y recibia los pareceres de los de su Con
sejo; este lugar estaba delante de la puerta de su casa,
en alguna llanura y en circuíto de él á la redonda, pues
tas á poco trecho unas piedras en que se asentaban el
Rey, y sus vasallos al Sol de Dios, y este Tagoror acos
tumbraban todos tener delante de sus casas, mayor ó me
nor segun la calidad y posibilidad de la persona, donde
se juntaban á sus conversaciones; y era costumbre, que
cuando algun huesped venia no entraba en casa sino sen
tabanse en el Tagoror, sin hablar palabra, y cuando alli le
beian, salia el Señor de la posada, y entrábalo en ella.
saliendo pues, el Rey de Güimará su Tagoror á consultar
juntó sus vasallos, y dandoles parte de lo acontecido; sale
de la consulta, que vayan luego á vér lo que era.
Llegado el Rey con los suyos al lugar donde los pas
tores decian, yendo ellos por guia, hallan á la santa imá
gen en el propio lugar donde la habian dejado, y como la
novedad de las cosas inusitadas, ó pocas veces vistas cau
sa admiracion y espanto, y esta lo era, quedaron fuera de sí
en ver una figura de muy diferente trage que el suyo, de
otro color, y que al parecer, y por las señas que veian era
muger, porque tenia un pequeño niño desnudo en brazos, y
causábales mas espanto y admiracion no ver movimiento
alguno ni oir voz ni respuesta aunque le hablaban, y ver
el resplandor que de su rostro y vestidos salia, y la ma
gestad que representaba; y dicen algunos que la Cande
la que en la mano tiene (aunque de madera estaba encen
dida: con todo aquesto propusieron de llevarla á la casa
y sitio del Rey, para tenerla allá consigo; pero ninguno osó
echarle mano ni llegarse á ella para alzarla, recelandose
no le aconteciese lo que á los pastores, y así mandó el
Rey que pues ellos habian hecho la primera esperiencia,
acometiesen á hacer la segunda y le echasen mano para
llebarla.
Disponialo Dios así, para que la gloria de su Madre se
manifestase, y en opinion y estima el pueblo gentil se con
40 CONQUISTA

firmase. Llegan los dos pastores, el uno manco de los dedos


de la mano y el otro del brazo; y en poniendo sus manos y
tocando la santa reliquia para haberla de alzar (cosa milagro
sa) quedan el uno y el otro de sus lesiones sanos y buenos,
con grande admiracion de los presentes, que con voces y
silvos aplaudian el hecho; y puestos de rodillas gratificaban
y agradecian el beneficio recibido, teniendo para sí y cre
yendo de que aquella muger aunque muda debia ser alguna
cosa sobre natural, pues tal poder tenia de quitar la salud y
volverla.
El Rey cobró con esto osadía, aunque con respeto,
perdiendo el temor y dijo á sus vasallos, que es mas decente
cosa que el propio con sus manos y los grandes de su reino,
la lleven en brazos para honrar la huespeda que les habia
venido, y que ningun plebeyo llegue á ella, para que ellos
solamente gozen del suave peso y alegre trabajo de llevarla;
y asi con la mas decencia que pudieron, y con la mayor
reverencia que supieron la llevan en brazos su camino, mas
permitiólo Dios asi para que todos gozasen de la piadosa
carga, y la honra y trabajo fuese comun; habiendo andado
espacio de un tiro de escopeta poco mas, con ser la imágen
liviana, y ellos hombres de muchas fuerzas, fué tanto el pe
so y carga que los que la llevaban sintieron, que les fué
forzoso parar, y pedir ayuda y socorro, y por aquesta
razon en este propio lugar, despues que la isla fué de cris
tianos habiendo sabido este caso, fundaron una ermita que
se nombra del Socorro, que es muy venerada.
Siendo pues socorridos y ayudados los que favor pi
dieron, tornaron á proseguir su camino hasta llegar á la
morada del Rey de Güimar, que era como media legua
de donde la Santa Imágen apareció en un barranco, y el
lugar de su habitacion , llamaban Chinguaro, donde en un
canto de la morada sobre unas pieles de cabras y ovejas
(que otras alfombras ni doceles no tenian) la pusieron
con la decencia que sabian; y podian hombres que no es
taban acostumbrados á reverenciar ni adorar Dioses ni es
tatuas, ni tratar de cosas divinas.
Quiso el Rey de Güimar comunicar el bien que pose
ia, á los demas Reyes de la isla, para que todos partici
pasen de él; principalmente dió aviso al Rey de Taoro que
llamaban Betcenuhia, que como mas poderoso, y Rey
de mayor y mejor término y de mas número de vasallos te
DE CANARIAS. 11

nia casi sujetos y avasallados á los demas Reyes, que les


respetaban, y entre algunas capitulaciones, que entre ellos
habia era una, que le avisasen de las cosas memorables, que
en sus Reynos aconteciesen, y la razon era por recelarse
de gente estrangera; por que habia en este tiempo entre los
Gentiles un Profeta, ó adivino, que llamaban Guañameñe,
que profetizaba las cosas venidenas, y este les habia dicho
que habian de venir dentro de unos pájaros grandes (que
eran los navios) unas gentes blancas por la mar que habian
de señorear la isla, y por esta razon habia pedido el Rey de
Taoro le diesen aviso y asi lo hizo el Rey de Güimar, dicien
do, que una muger estrangera habia parecido en su Reyno
á la orilla del mar, que resplandecia mas que el Sol, y
mostraba en su rostro gran señorío, y magestad, que vi
niese de paz si queria gozar de su vista; sabida la nueva
vino el Rey de Taoro de paz con seiscientos hombres, que
le acompañaban; y habiendo visto la Santa Imágen, y sien
dole contado lo que con los pastores y con ellos habia
acontecido; y para determinar sobre ello esperaron, que
se juntasen los demas Reyes de la isla, , que habian sido
avisados. Juntos los nueve Reyes, y hecha la consulta
en lo que resuelve, es en admiracion, y espanto; al fin
queda consultado entre ellos, asentado y recibido que aque
llo debia de ser alguna cosa del Cielo y como tal fuese re
verenciada y que se le diese aposento por sí, porque
no se le perdiese el respeto con la frecuencia de tratarla;
así la mudaron á una cuevecita junto á la del Rey. El
Rey de Güimar, ó por ofrecimiento y comedimiento que
con el Rey de Taoro quiso tener, ó por no entender ni
estimar lo que en su poder tenia, dijo al Rey de Taoro,
que le parecia sería bien, que todos participasen de este bien,
y para esto que partiesen el año, y que la mitad estuviese
aquella muger en el reyno de Taoro, y la otra mitad en
el suyo de Güimar donde habia aparecido. Respondió el
Rey de Taoro una razon mas que de gentil (porque aun
debajo de aquellas pieles y tamarcos, habia ingenios su
bidos) dijo: aunque tengo el ofrecimiento en mucho, nº
acepto al presente el partido; porque á una cosa celestial
como entiendo debe ser esta, mas respeto se le debe que
ese, y será mas razon que yo y mis vasallos vengamos
de nuestras casas á servirla y visitarla que no que ella
vaya à visitarnos á nosotros; porque si ella gustára de ha
A2 CONQUISTA

bitar en mi reyno y de que allá la sirviesemos y tuvie


semos, ella apareciera allá; pero pues apareció en tu rey
mo, su voluntad es estar en él, y pues hemos tratado de
paces siendo esta muger la interventora, guardemos la paz,
que habiendola habrá comunicacion, dicho digno de Rey
y para entre Reyes: comenzaba ya esta Señora á hacer de las
suyas, y disponia los corazones para que poco á poco fue
sen conociendo el bien que tenian en poseerla; así que
dó esta Señora en el Reyno de Güimar, y encomendada
del Rey de Taoro que mirasen por ella y la guardasen
porque era pronóstico y señal de algun gran bien que á
la isla habia de venir, y se despidieron los Reyes.
Los guanches en mas de cuarenta años no tubieron
otro conocimiento de la Santa Imágen, mas de creer era
alguna cosa sobrenatural; porque oian músicas angelica
les y veian luminarias de noche, y asi le ofrecian cada
cual las mejores cabras de sus rebaños: muchos milagros
ha obrado Dios por medio de esta Señora, en el libro
tercero daré noticla de algunos, capítulo 9.
Esta fué la entrada y conquista que la Santísima
Imágen de nuestra Señora de Candelaria hizo en esta isla
de Tenerife, en donde ha habitado docientos y sesenta y
nueve años hasta el presente, ciento y cuatro en poder
de gentiles y ciento y setenta y cinco en poder de Católicos;
ninguno pereció en la batalla, antes todos recibieron y ga
naron premio en tener por Reyna y Señora, á la que lo
és de los Angeles y hombres.
Las proporciones de su cuerpo, estatura y colores,
son muy perfectas, y tanto que otra tan bien acabada
jamás se ha visto; es de casi cinco palmos de estatura
con la peana que tendrá dos dedos de grueso, es de ma
dera colorada macisa no mucho pesada; pero de que ma
dera sea no se ha sabido, es su rostro proporcionado al
cuerpo, un tanto largo, muy perfecto, los ojos grandes y
rasgados, que de cualquiera parte que una persona se
ponga á mirarla, parece tiene los ojos en él enclavados;
es el color algo moreno, y en las mejillas unas hermo
sisimas rosas, la cabeza la tiene sin toca ni manto, el ca
bello tendido por las espaldas trenzado en seis ramales.
El Niño es hermosisimo como hijo de tal Madre, asen
tado sobre el brazo derecho y lo tiene con la mano del
mismo brazo, está desnudo con un pajarillo dorado asido
DE CANARIAS. 43

con sus manos. La Imágen tiene en la otra mano una


vela de madera pintada de verde del tamaño de un je
me con un ahugero encima para acrecentar mas vela si
quisieren. Su vestido es largo, desde la garganta hasta
los pies sin abertura alguna; es dorado el manto y azul,
con muchos florones de oro por detrás, y por delante
tienelo caido sobre los hombros y sugeto por los pechos
con un cordon colorado del tamaño de un jeme, el pié
izquierdo descubre un poquito por la falda, calzado con
jerguilla colorada; el vestido y manto tiene guarnecido
de letras latinas, que no ha habido persona que haya podi
do interpretarlas en las mayores Universidades de el mun
do. Las letras son verdes sobre oro, en el collar tiene
las letras siguientes: TIEPFSEPMERI>4
En la orla ó cimbra de esta ropa abajo tiene estas,
EAFMS«IRENINISxFMEAREl 3 no van aqui todas, por
que para dar por reliquias han quitado un pedazo de la
falda con la peana.
La bocamanga de mano izquierda con que tiene la ve
la, tiene estas, LPVRINENIPEPNIFANT34
Tiene ceñida esta ropa por debajo de los pechos; los
cuales á un lado y otro hacen muy gracioso bulto, que se
muestran con una cinta azul, y en ella estas. MARMPRL
MOTARE. La orla del manto es de oro bruñido, y al la
do derecho tiene estas letras, OLM X«INRANER34IAE
BNPEMSARFVENS.NVINA PIMIIFINVIPISANIPIANº. 4
Las letras de la orla del lado izquierdo son. FVP
MIRNA 33 ENVPMTI S. EPNMRIR 33 VRVIVINRN 3%
APVIMFRISA PIVNLAN 34 NTRHN33 •

Por lo bajo del manto á la parte trasera tiene estas


etras,
NBIMEI &ANNEI PERFMIVIFVF33
Muchos años ha que visten á esta santa Imágen con
riquísimos vestidos, y está asi con mas decencia: por lo
antiguo, como tengo dicho, por los suavisimos olores que
los guanches sentian, y las músicas celestiales que oian, y
luminarias que veian, les confirmaba su opinion, y de co
mun consentimiento le ofrecian corderos, á quienes el Rey
señaló término particular do se aposentasen, que llaman
Igueste, con pena de muerte, que ninguno llegase á él;
hacianle sus festejosregocijandose con danzas bailes, prue
bas, y saltos, de mucha ligereza, carreras, luchas, tirar la
44 CONQUISTA

lanza y otros loables ejercicios, en que cada cual procuraba


mostrar su destreza, mucha agilidad, y buena disposicion;
y tantas veces le hacian fiesta á la Imágen en el año, hasta
que Anton guanche les dió á conocer (como mas adelante
diré) quien era esta santa Imágen, y en particular la cele
braban á quince de Agosto; y viendo el mucho gasto, que
en estos dias se hacia, acuerdan los Reyes de la isla, que
pues se juntaban por honra, y en servicio de esta Señora,
que ella les diese de comer aquellos dias del ganado, que
le habian ofrecido, y luego se volvia á multiplicar, como
si no sacáran alguno, y esto duró muchos años.
Veinte años antes, que esta isla se conquistase, halla
ban los guanches gran cantidad de cera blanca en panes,
en un puerto cerca de la Iglesia de Candelaria, (que por
esto le llaman el puerto de la cera) y cabos de vela se
han hallado en nuestros tiempos, cuando ven procesiones
de noche; estas velas no son muy blancas, y el pabilo no
se deja entender de que sea; porque ni es estopa, ni algo
don, antes en alguna manera parece de seda blanda torcida.
Querer investigar el orígen de esta santa Imágen de
donde hubiese venido, es adivinar; porque en el año de mil
trecientos y noventa y dos, que apareció, aunque ya la na
vegacion de esta mar estaba descubierta, y habia noticia
de estas islas, no habia para donde navegar, porque aun
no estaban descubiertas las Indias, para que digamos, que
algun navio la trajo, y cuando la trajera, no la habia de
dejar en un desierto entre riscos, pues decir que la mar
la traeria, habiendose perdido algun navio que la llevase,
º
y la echaría en aquel lugar, es sin fundamento, porque si
asi fuera, habia de estar la Imágen en algo lastimada, con
la resaca del mar, y el oro, y matices habian de quedar
-amortiguados, y entonces quedara echada, y caida en la
playa, y no en pie sobre una peña como la hallaron: y
asi concluyo, y tengo por cosa averiguada, que por mi
nisterio de ángeles fue traida á esta isla, y por sus manos
labrada por su perfeccion.
DE CANARIAS. 45

CAPITULO VII.

De el descubrimiento de las islas, y merced que su mages


tad hizo de ellas, y traspasos, y conquista de las de Fuerte
ventura, Lanzarote, Gomera, y Hierro.
Ya que he dado la noticia, que he podido alcanzar de la
descripcion, y antiguedad de estas islas de Canaria, y del ori
gen desus naturales &. Asi por autores, que pocos han hecho
de lo referido mencion, como por papeles antiguos manus
critos que he visto, la darè ahora del descubrimiento, y con
quista de ellas, que tantos años estubieron ignoradas; muchos
autores han hecho de ellas memoria; pero cada uno con
alguna diferencia de otros, que para ajustarlos á un parecer,
á cualquiera dará mucho trabajo el discurso de cada autor.
Desde la primera investidura, que el Papa Clemente Sexto
dió al conde D. Luis de la Cerda, y contradicion á ella por
el Señor Rey D. Alonso de Castilla, trata Gerónimo de
Zurita en el Octavo libro de los Anales, y Salazar de Mendoza
en la Monarquia de España. Y desde la segunda, y tercera
investidura, que los Reyes de España dieron á Mosen Rubin
de Bracamonte, y á Mosen Juan de Bethencourt su sobrino
hasta que fueron acabadas de conquistar por los Católicos
Reyes D. Fernando, y Doña Isabel, tratan, y hacen mencion
los autores siguientes. Gerónimo de Zurita, en el libro 8.
c. I. y 4. en el libro 20. cap. 9; Francisco Lopez da Gomara,
en la Historia General de las Indias, fol. 121; Salazar de
Mendoza en su Monarquia de España, cap. 7 y 8. Hernan
Perez de Guzman en la Crónica de el Señor Rey D. Juan
II. cap. 263. Antonio de Nebrija en la Decada segunda
lib. 2. cap. 1. Juan de Barros en la Decada primera, cap.
12. Juan de Mariana, lib. 20. cap 9. Marineo Siculo, lib.
19. cap. 75. El maestro Gil Gonzalez Dávila, Cronista Ma
yor de las Indias, en la Historia del Señor Rey D. Enrique
Tercero, cap. 39. y 79. Jacobo Mainoldo en el libro titulo
de los Reyes de España, fol. 24, George Merula, lib. 5. de
Variaciones Lection. cap. 4. Camilo Borrero de Praestitu
Regum Cath.c.46. n. 205. Auberto Mireo in Geogr. Eccles.
verborum Canaria. Morigia, Historia de Religiones, cap.
59. El Ilustrisimo D. Cristoval de la Cámara y Murga,
obispo que fué de estas islas, en sus constituciones sino
dales de este obispado. El Licenciado. D. Bartolomé Cai
46 CONQUISTA

rasco de Figueroa, canónigo de Canaria en el Triunfo de


virtudes y vidas de Santos, fol. 283. El Padre Fr. Alon
so de Espinosa, en el libro de los milagros de nuestra
Señora de Candelaria. El Licenciado Antonio de Viana,
en el libro de la Conquista de estas islas. D. José Pe
llicer de Tobar Cronista de su Magestad, en el Memo
rial de la calidad y servicios de los señores de Fuerteven
tura. Y otros autores modernos en libros manuscritos.
Algunos de estos varían en los años de la conquista de
ellas, y no la escriben caballos mas de ellos. La que aquí
escribo me parece ser la mas que puede el curioso lec
tor cotejarla con la que dán los referidos autores; y es
de esta manera. -

Los primeros mortales que estas islas descubrieron


fueron Españoles, en la navegacion de Hannon cuatro
cientos y cuarenta y cinco años antes de la Encarnacion
de nuestro Señor Jesucristo, y estos fueron los que pu
sieron por nombre á estas islas de Bienafortunad s por
los muchos regalos y amenidad de árboles que en ellas
producia la tierra, en donde estuvieron algunos dias y
se volvieron á Cartago con Hannon, que era en tiempo
de su triunfo.
Españoles fueron los que segunda vez las descubrie
ron, que fueron aquellos marineros que cuenta Plutarco,
que con un temporal arribaron á ellas y dieron la mue
va de ellas al capitan Sertorio Romano, el que pasó á
poblar á la isla de Tenerife como tengo referido en el
capítulo 2.
Juba Rey de la Mauritana, tuvo conocimiento de
estas islas por nueva que de ellas le dieron; no la suge
taron los Romanos, porque su conquista por la parte de
España no pasó de Cádiz. Despues con la caída del Ro
mano Imperio, la noticia de ellas se obscureció y estu
vieron ignoradas hasta el año de mil y trescientos y cua
renta y cinco, que navegando Españoles las descubrieron
y dieron de su descubrimiento nueva en la Europa. Di
ce Papirio Mason en sus Anales de Francia, que los pri
meros que descubrieron estas islas fueron Genoveses, á
ser asi no lo callara Pedro Bizarro en la Historia de Gé
nova y dejara de dar este lauro á los suyos. Lo que se
puede tener por cierto y evidente, que fueron Españo
les sus primeros descubridores y que su derecho y con
DE CANARIAS. 47

quista está por Castilla desde el dicho año de mil tres


cientos y cuarenta y cinco.
Tuvo en este tiempo noticia de ellas la Santidad de
nuestro muy Santo l'adre Clemente Sexto, de nacion Fran
cés; el cual dió su conquista al príncipe D. Luis de la Cerda
de España Conde de Claramonte, y de Telamon, en Fran
cia, y por llamarse las islas Fortunadas, le llamaron el Prin
cipe de la Fortuna, fué en el referido año. Queriendo el
Príncipe poner en egecucion su investidura, pidió ayuda al
Señor Rey Don Pedro el Cuarto de Aragon y á el Arzobispo
de Neopatria, y á Rodulfo Loferia, y se la dieron, con que
hizo una buena Armada, y previno los pertrechos necesarios
para ella; no pasó el Principe con su prevencion á la ejecu
cion de su intento; por que el Señor Rey Don Alonso el
Onceno de Castilla se lo contradijo, (asi lo refiere Salazar de
Mendoza en su Monarquia) alegando su Magestad, que es
tas islas Fortunadas pertenecian á su Corona, por compreen
derse en el Obispado de Rubicon, que antiguamente era
Sufraganeo á la Metrópoli de Sevilla como tambien lo fué
la Diócesis de Marruecos, (este Obispado de Rubicon fué el
que se trasladó á estas íslas cuando se conquistaron) con
que con esta alegatoria, y contradicion, declaró su santidad
la conquista de estas islas por el Señor Rey de Castilla, y
que el Príncipe Don Luis pierda el derecho que tenia, asi
se volvió á Francia con sus dineros gastados. Los Señoces
Reyes de Castilla no pudieron luego atenderá su conquista,
porque estaban ocupados en las guerras contra los Moros
que injustamente poseían á España, para espelerlos de ella.
En el año de mil trescientos y noventa y tres se jun
taron en Sevilla unos sevillanos, y viscainos y guipuzcoanos
mercaderes, y con licencia del Rey hicieron una Armada
de cuatro ó cinco navios, para pasará estas islas, y recono
cerlas: algunos autores dicen que la Armada la hicieron pa
ra otro fin; pero que con un temporal arribaron á estas islas,
de una, ú otra suerte: habiendo llegado á su visa, surgie
ron en la isla de Lanzarote, que es la primera, que se des
cubre viniendo de España, saltaron á tierra, alborotáronse
sus naturales, procuraron defenderse armaron batalla de u
na, y otra parte. Los Católicos tenian mas fuerzas, asi apri
sionaron al Rey y Reyna bárbaros de aquella isla, y al
gunos vasallos, recogieron algunos frutos de la tierra, y
con la presa se volvieron á España, é hicieron de ella pre
48 CONQi ISTA

sente al Señor Rey Don Enrique Tercero, y por esta em


presa desde entonces la Corona de Castilla tomó la posesion
de la conquista de las Canarias, que aun no la habia tomado:
por esta vez no quedaron los Católicos en la isla, que todos
se volvieron á España, y la dejaron á sus naturales- o *
El Señor Rey Don Enrique procuró que estas islas
se conquistasen, con deseo de plantar en ellas la Fé Católi
ca, y desarraigar la gentilidad, y para que tuviese efecto, por
no poder su Magestad atenderá ello, por otras ocupaciones,
hizo de ella merced á Mosen Rubin de Bracamonte, almirante
de Francia, en premio de lo mucho que le habia servido
contra los Moros para que las conquistase año de mil cuatro
cientos y cinco, dicen algunos Autores que pasó con una Ar
mada á ellas, y que estubo en la isla de Lanzarote, ó que
embió un criado, llamado Lanzarote, de quien tomó el nom
bre esta isla, y que de allí se volvió á España con toda su
gente; lo mas cierto es, que no pasó á ellas, porque estando
una vez en Lanzarote, no se habia de volver á España sin
dejar gente de guarnicion en la isla, y dejarla en poder de
los Bárbaros, siendo dueño de ella.
Dió cuenta el Admirante al Papa Benedicto Décimo
Tercio, que en aquel tiempo ocupaba la Silla Pontifical co
mo la conquista estaba por suya, por merced que le habia
hecho el Rey de Castilla, y su Santidad nombró por Obis
po de estas islas al Reverendísimo Padre Fray Alonso de
Barrameda, de la Orden del Seráfico padre San Francisco y
por su muerte nombró al Reverendísimo Padre Fray Alber
to de las Casas, no se sabe de que órden, solo tuvieron estos
Padres el título de Obispos de las islas de Canaria, pero 1 o
la renta; porque en tiempo del Almirante no se conquista
ron, ni pasaron á ellas.
En el año de mil cuatrocientos y diez y siete el almi
rante Mosen Rubin de Bracamonte, hizo donacion del de
recho que tenia á esta conquista á Mosen Juan de Bethen
court, su deudo, de nacion Francés, y para esto suplicó á
la señora Reyna D." Catalina, que gobernaba á Castilla,
por muerte del señor Rey D. Enrique su esposo que en
nombre del señor Rey D. Juan el segundo, su hijo, con
firmase esta donacion y la concediese al dicho Juan de Be
thencourt, porque él no podia pasará ella, por su mucha
edad: otorgole la señora Reyna la súplica, y asi mismo hizo
merced al dicho Mosen Juan de Bethencourt de que se inti
DE CANARIAS. A9

tulase Rey de las islas, con tal que fuese su vasallo él y sus
SUICeSOreS.

Previno Mosen Juan Bethencourt, armada para tomar


posesion de su nuevo reyno y señorío, con toda la breve
dad que pudo, y en el mismo año hizo su viage á las islas
trayendo en su compañia algunos deudos suyos de su nacion,
y muchos caballeros españoles, y de otras naciones, si bien
era la mas parte de los que le acompañaron castellanos; llegó
á las islas, surgieron los navios en la isla de Fuerteventu
ra: saltó la gente á tierra, apellidaronse los bárbaros, y
alboratados y prevenidos con sus armas, que eran muchos,
bajaron al puerto á estorbar la entrada á los españoles: el
noble Bethencourt puso su gente en órden para la pelea,
puestos los unos de los otros á la vista, sin guardar las re
glas de la milicia, se dieron luego la bateria; estuvieron
peleando casi todo el dia, al fin llebaron la victoria los cris
tianos, despues de haber muerto mas de trecientos de ellos
y mas de dos mil naturales; vieronse en grande aprieto,
porque cada instante se veian cercados; tuvieron ventura,
ganada á fuerza de armas, y por esta razon pusieron por
nombre á esta isla Fuerteventura, que antes se llamaba
Planaria: mostraronse rendidos, el bárbaro Rey y sus va
sallos; prometieron obediencia la noble Bethencourt, si les
dejase con las vidas; dióseles buen cuartel, y reconocien
dose por vasallos humildes del Rey dc Castilla, besaron
la mano á Bethencourt, y hicieron señales, y ceremonias á
su uso de vasallage: dijeron querian ser cristianos, é ins
truidos en la fé, fueron muchos bautizados, y hubo entre
ellos buenos cristianos; despues que mediante la predica
cicn y doctrina tuvieron conocimiento de la ley de Dios,
y de la ceguedad con que habian vivido, conquistose esta
isla en el año de mil cuatrocientos y diez y siete.
Pasados veinte dias, y puesto justicia en la isla de Fuer
teventura, y dado principio á su iglesia y Villa, fuè Mo
sen Juan de Bethencourt con la armada á la conquista de la
isla de Lanzarote y habiendo salido á tierra, como los na
turales de ella estaban amedrentados, por la batalla que con
ellos habian tenido los sevillanos, vizcainos, y guipuzcoa
mos, habia veinte y cuatro años cuando les aprisionaron
su Rey, y viendo la fuerza de los españoles, de su propio
motu sin demanda, ni respuesta se rindieron, y dijeron
querian ser vasallos del Rey de España, y prometieron ser
50 CONQUISTA

cristianos y rendidos; obedecieron y besaron la mano el


Rey, y grandes de su reyno, al gran Bethencout:asi fué con
quistada esta isla sin que costase una vida: dióse princi
pio á su Iglesia y Villa y á bautizará aquellos gentiles que
recibian el agua del santo bautismo, con mucho fervor,
instruidos en la doctrina.
Por muerte del Obispo Fray Alberto, el Pontifice Marti
no V. nombró por Obispo de estas, islas á D. Fray Mendo
que era deudo de Bethencourt, pasóá estas islas conquistadas
con el título de Obispo de S. Marcial de Rubicon, por com
prenderse estas islas en la diócesis antigua de S. Marcial,
que cogieron los moros.
Poblaronse estas dos islas conquistadas, y en parti
cular la de Lanzarote en breve tiempo de muchos católicos
nobles asi españoles, como franceses y genoveses, que algu
nos de los muchos apellidos nobilísimos que las ilustraron
son Bethencourt, Arrieta, Perdomo, Milian, Cardona, Ro
jas, Sarmientos, Herreras, Ayalas, Cabrera, Dumpierres,
Nuñez, Peña, Tenorio, Franquis, Luzardo, Roelas, Alar
con, Baeza, Riverol, Castro, Casaña, Pimientel, Monleon,
Armas, Leme, Negrin, Verde, Enriquez, Leon, Jerez, Bar
rios, Saavedras, Viñoles, Mora, Perez, Morales, y otros mas
de donde salieron ilustres varones á las conquistas, y po
blaciomes de las otras islas.
Faltóle á Mosen Juan de Bethencourt socorro para pro
seguir la conquista de las demas islas con que le fué necesa
rio ir personalmente á buscarlo á Francia en donde tenia su
hacienda dejó en su lugar representando su propia persona
con su poder, para que gobernase las islas á un sobrino suyo
llamado Maciot de Bethencourt, tambien le llamaban Menau
te de Bethencourt; este Caballero con el autoridad, y poderio
de Rey, y señor de aquellas islas, vendia por esclavos á los
naturales nuevamente convertidos, que lo mismo hacia su
tio: de esto resultaron algunos enfados con Hernan de
Alarcon, por que le procuraba estorbar este mal proce
der que á ninguno parecia bien por ser cristianos. Sen
tia mucho el obispo D. Mendo estas cosas, y yendole á
visitar, le rogó que no vendiese ni sugetase por esclavos
á aquellos naturales, pues eran ya cristianos y reducido
se á la fé de Jesucristo nuestro Señor que los habia cria
do libres: dijole el Santo Prelado muchas razones como
dimanadas de tan cientifica fuente por donde no debia
DE CANARIA, 51

proseguir en venderlos, de que su divina Magestad se ofen


dia mucho por ser grave el pecado que en aquello co
metia: á todas estas razones amorosas dió poco oído Ma
ciot de Bethencourt, con que le obligó al Obispo á amo
nestarselo con aspereza y públicamente, reprehendiendole su
culpa por ser tan pública, por cuya causa tuvieron algu
mas demandas y respuestas, y viendo el Prelado el poco
fruto que sus razones sacaban de Maciot de Bethencourt ni
con amor ni aspereza, dió de ello cuenta al Sr., Rey D.
Juan el Segundo de Castilla, y su Magestad escribió una
carta á Maciot de Bethencourt, reprehendiendole lo mal
que hacia en vender los naturales, que no prosiguiese en
la venta: fueron segundas quejas á la Córte de la poca
enmienda de Maciot; y para poner su Magestad remedio,
mandó á Pedro Barba de Campos que con tres navios
de Armada y con titulo de General de ellos pasasen á las
islas y prendiese á Maciot de Bethencourt, echandole fue
ra de ellas desposeyendole de su gobierno; hizo su viage
el General Pedro Barba de Campos como le era manda
do; llegó á Lanzarote, y sabido Maciot la órden que el
General traía, temeroso del castigo y arrepentido de
su culpa, le fué á dar la bienvenida y rogandole no eje
cutase la órden; porque su voluntad era salirse de aque
lla tierra y traspasar en el dicho General el derecho que
á aquellas islas tenia por el poder que de su tio tenia (no
teniendole mas que para el gobierno durante su ausen
cia) y que le diese término para enviar á pedir á su Ma
gestad licencia, se sirviese concedersela para traspasarle
el derecho de las islas conquistadas y por conquistar. Sus
pendió el general la órden, por la conveniencia que se le
seguia; y luego al siguiente dia se despachó navio á Es
paña, con persona que en nombre de Bethencourt hiciese
la súplica á su Magestad de lo propuesto, llegado el men
sagero á la corte hizo su diligencia, y su Magestad fué ser
vido de conceder la licencia conque brevemente se volvió
el mensagero á Lanzarote; y en virtud de ella, Maciot de
Bethencour vendió el derecho de las islas conquistadas, y de
las por conquistar, al general Pedro Barba de Campos, con
el mismo título de Rey de ellas.
Viéndose Mosen Maciot ó Menaute de Bethencourt sin
Señorío, y por no obedecer, el que antes habia sido Rey
y Señor á los mandatos del general Pedro Barba de Cam
52 CONQUISTA

pos, nuevo rey y señor se fué á la isla de la Madera, en


donde año de mil cuatrocientos y veinte y cinco hizo con
cierto con el infante D. Enrique, hijo del señor rey D.
Juan el primero de Portugal, de venta, y traspaso de las
islas que antes habia vendido al General Pedro Barba, y
por ellas le dió el infante cierta cantidad de maravedis,
asi lo afirma Juan de Barros en su historia, de allí pasó
Bethencourt á España, y dió cuenta á su tio Mosen Juan de
Bethencourt de lo que le pasaba, callando las ventas que
habia hecho, con que su tio que á la sazon estaba en Fran
cia le envió poder para que las traspasase en quien le pa
reciese: hablole D. Enrique de Guzman, Conde de Nie
hla si se las queria comprar y por el poder que de su tio
le mostró se las compró el Conde de Niebla, y Maciot le
otorgó e critura de lo que dos veces tenia vendido.
En quieta y pacífica posesion estaba Pedro Barba , de
Campos en el Gobierno de sus islas, y con ninguna noticia
de los traspasos que Miaciot de Bethencourt tenia hecho, y
cuando menos descuidados de esto se hallaba y procuran
do caudal para continuar la conquista; tubo aviso como
el Infante Don Enrique de Portugar prevenia armada para
venir á tomar posesion de las islas; dentro de pocos dias lle
gó la armada á vista de Lanzarote, pusieronse todos en ar
na, juzgando saltaria; pero pasó de largo á la isla de Cana
ria: llegando á su Puerto, salió á tierra D. Fernando de Cas
tro, General de la Armada Lusitana, siguieronle sus Capi
tanes, y soldados; alborotaronse los Canarios Gentiles; ape
llidaronse, con sus Reyes bajaron al Puerto, hicieron grande
resistencia á los Portugueses; y de tal suerte se defendieron
y pelearon, que los hicieron embarcar otra vez, con pérdi
da de muchos portugueses, que les obligó su ruina volverse
á Portugal, sin ninguna ganancia de treinta y nueve mil do
blas, que habia gastado el Infante en aprestar la Armada.
Volvió el Infante á rechazarla con mas gente, y nombró por
Capitan General de ellas á Antonio Gonzalez, su guarda ropa
y despachada, llegó otra vez á la isla de Canaria; salieron á su
playa los Canarios, á darles la bien llegada con los dardos en
las manos, que hien mala la tubieron, pues no pararon una
hora en tierra, que unos heridos, y otros medio muertos, co
mo pudieron, escapar del furor de los Canarios, y se vol
vieron á Portugal con las manos en la cabeza.
Diose por sentido el Señor Rey D. Juan el Segundo
DE CANARIAS. 53

de Castilla, cuando tuvo noticia de la pretension del Infan


te, y del agravio que le hacia, en quererle conquistar sus tie
rras, y tener derecho á ellas, por la venta engañosa, que le
habia echo Maciot de Bethencourt: dió cuenta de su agravio
al Papa Eugenio Cuarto enviando por su Embajador, para
disputar el negocio, al Doctor Luis Alvarez de Paz de su
Consejo; y alegado ante su Santidad por dicho Embajador, el
derecho del Señor Rey de Castilla, salió la sentencia del Pon
tífice á favor de la Corona de Castilla año de mil cuatrocien
tos y treinta y uno, con que cesó la contienda entre Casti
lla, y Portugal; de esta Embajada, y disputa hace mencion
Francisco Lopez de Gomara, en la Historfa General de las In
dias tratando de las Canarias, con estas palabras: A la fama
de la riqueza ó por ganar onra, conquistando á Tenerife,
que llaman isla del Infierno, y á la Gran Canaria, que se de
fendia valientemente; pidió el Infante de 1'ortugal D. Enri
que al Rey D. Juan el Segundo de Castilla aquella conquista,
mas no se la dió, y el Rey D. Juan su padre la procuró de
haber del Papa y envió el año de mil cuatrocientos y veinte
y cinco con Armada á D. Fernando de Castro; pero los Ca
narios se defendieron gentilmente; todavia insistieron aque
lla demanda, como les habia sucedido bien la guerra en la is
la de la Madera y de otras; los feyes D. Juan, y D. Du
arte, y el Infante b. Enrique, que era guerrero; y llegó el
negocio á disputa de derecho, delante del Papa Eugenio Cuar
to, Veneciano, estando sobre ello en Roma el Doctor Luis
Alvarez de Paz, y el Papa dió la conquista, y conversion
de aquellas islas al Rey de Castilla, D. Juan el Segundo, el
año de mil cuatrocientos y treinta y uno, y asi sesó la con
tienda sobre las Canarias, entre los Reyes de Castilla y
Portugal. Este autor no refiere los traspasos que Maciot de
Bethencourt hizo de las islas al Infante, y al Conde; pero
despues de la compra que hizo al Infante, fué cuando pidió
la conquista de ellas al Señor Rey de Castilla, que desde
esta peticion es de lo que hace mencion hasta su determi
nacion. El Conde D. Enrique de Guzman no se quiso mos
trar parte en este litigio, pudiendo hacerlo, contra el Infan
te, pues su compra, y traspaso, que le habia hecho Maciot
de Bethencourt, habia con poder de su tio Mosen Juan de
Bethencourt, el legitimo dueño, y Señor de estas islas, y
al de el Infante le faltó esta circunstancia, y sin licencia del
Rey, y como lo habia sido el del General Pedro Barba dº
54 CONQUISTA

Campos, que fué el que tuvo validacion, y quedó firme,


por haber salido á esta defensa el Señor Rey de Castilla; por
que conquistandolas el Infante, y siendo dueño de ellas, las
pondria debajo de la Corona de Portugal, y perdia su de
recho, y dominio la Corona de Castilla.
Pedro Barba de Campos trató de vender estas islas,
y con licencia del señor Rey D. Juan el segundo de Cas
tilla, las traspasó así las dos conquistadas, como las por
conquistar con el título de Rey y Señor á Fernan Perez,
y este Fernan Perez con la misma facultad Real las ven
dió al conde de Niebla D. Enrique de Guzman, el que
antes las habia comprado á Bethencourt. El conde hizo
cesion de ellas á Guillen de las Casas ó Casaus, que al
canzó confirmacion del dicho señor Rey de Castilla año
de mil cuatrocientos y treinta y tres, y despues Guillen
de las Casas su hijo, con facultad Real las vendió á Fer
nan Peraza su cuñado, sevillano, con el mismo título,
que los antecesores las tuvieron por escritura año de mil
cuatrocientos y cuarenta y tres, que está en el Real ar
chivo de Simancas.
Hernan de Alarcon fué uno de los mas principales
que acompañaron á Monsen Juan de Bethencourt, y quien
le ayudó demas de con su persona, con cantidades de ma
ravedises para la conquista, obligandose el dicho Monsen
Juan de Bethencourt á darle una de las islas en recom
pensa; y viendo las diferencias y traspasos que se habian
resultado, por no haber vuelto Monsen Juan de Bethen
court á continuar su conquista, se determinó Hernan de
Alarcon á venir á España á dar cuenta á su Magestad y
pedir satisfacion de lo que habia gastado en dicha con
quista; por lo cual despues de algunas demandas y res
puestas, se le mandó dar título de señor de la isla de
Lanzarote; y habiendo tomado posesion por su sobrino
Diego de Alarcon que se hallaba en dicha isla, la tras
pasó á Fernan Perez, que entonces era señor de la con
quista de todas, con titulo de Rey como las habia teni
do Monsen Bethencourt, segun consta por un memorial
de servicios de D. Pedro de Alarcon, caballero de la ór
den de Santiago, natural de esta Ciudad, Gobernador que
fué en Indias.
Hernan Peraza pasó á las islas de Lanzarote y Fuer
teventura á tomar la posesion de su señorio, trujo en
DE CANARIAS. 55

su compañia un hijo y una hija que habia tenido duran


te su matrimonio, llamados D. Guillen Peraza y D." Inés
de las Casas Peraza, fué bien recibido de todos los caba
lleros que en ellas vivian, y tomó su posesion poniendo
jueces en ellas.
Procuraba el noble Hernan Peraza con mucho celo la
conversion de los Bárbaros de estas islas; trajo para su
educacion algunos Religiosos de la Orden de San Francis
co, que ya habia en aquellas tres o cuatro; pero no en Con
ventos: previno tres navios con mucha gente bien apertre
chados de lo necesario para proseguir la conquista de las
otras islas, con ellos pasó á la isla de la Gomera; armó
batalla con sus naturales, y habiendo peleado un dia y
procurado aquella gente bárbara defenderse, al fin se pos
traron rendidos y su Rey prometió obediencia al rey de
Castilla; al segundo dia hizo la ceremonia á su uso de
vasallo, y Hernan Peraza le abrazó y prometió á todos
libertad si se volvian cristianos: el rey bárbaro y los su
yos dijeron por el intérprete que así lo harían: los reli
giosos trabajaron en catequizarlos, y bautizaron á todos
sin quedar ninguno. De allí pasó Hernan Peraza con su
gente á la isla del Hierro, tuvo pelea con sus naturales,
que aunque no eran tantos como en las otras islas, se de
fendian valerosamente; y despues de haber peleado cua
tro ó cinco horas, el rey bárbaro mandó á los suyos ce
sase la batalla y fué adonde el señor Peraza estaba y se
le hincó la rodilla en tierra, y por señas dijo no queria
mas pelear que la tierra estaba por suya; cogióle Hernan
Peraza por la mano y le abrazó, y prometió libertad á to
dos; sosegada la isla, se fundó la Iglesia y los doctrina
ron y fueron todos bautizados.
Despues de conquistadas estas dos islas poco mas de
veinte dias, pasó Hernan Peraza con su hijo y soldados á
conquístar la isla de la Palma y poniendo en ejecucion su
pretension, los naturales palmeses se defendieron valiente
mente, y mostraban tanto ánimo, que primero perdieran
todos las vidas que otros, que ellos señoreasen su tierra:
de una y otra parte hubo muchas muertes, mataron de una
dardada á Guillen Peraza hijo único de Hernan Peraza y
con este pesar se volvió á embarcar el noble Hernan Pera
za con los suyos dejando á los palmeses con su Palma y co
gió el viage á la Gomera y de alli á Lanzarote.
56 CONQUISTA

Poblacion que hoy tiene las islas de Fuerteventura, Lan


zarote, Gomera y Hierro.
La isla de Fuerteventura es larga, dista de la isla
de Canaria diez y ocho leguas, y de Tenerife treinta y
seis, tiene una Villa que está apartada del puerto de la
Peña dos leguas, tiene buena parroquia con dos beneficia
dos y muchos capellanes y un convento de religiosos de S.
Francisco, del cual fué guardian S. Diego, allí está la cue
va donde el santo entraba á orar y la cabeza de S. Torcaz
su compañero santísima persona; tendrá toda la isla dos
mil vecinos cria mucho ganado, cogese mucho trigo, cen
teno, cevada, habas, y otras legumbres; hay en esta isla mu
cha gente principal.
La isla de Lanzarote está de Fuerteventura cinco le
guas, el puerto se llama de S. Marcial de Rubicon; la Vi
lla está dos leguas del puerto, tiene una parroquia con dos
beneficiados, y muchos capellanes, y un convento de S.
Francisco; tiene la isla nueve leguas de largo, y cinco de
ancho tiene un lugar que llaman Haria con su cura, ten
drá toda la isla dos mil vecinos, muchos nobles, tiene su
fortaleza, criase mucho trigo y ganado.
La isla de la Gomera está ocho, ó diez leguas de Tene
rife, tiene su Villa con buena parroquia, dos beneficiados;
tiene la isla de la Gomera tres curatos, uno en Armigua,
otro en Chipude, y otro en Vallehermoso, tiene un con
vento de S. Francisco en el lugar que llaman Armigia, hay
un convento de santo domingo, cria esta isla mucha seda,
y de todos frutos; toda ella tendrá dos mis vecinos, y mu
chos hijos dalgos, es muy buena isla aunque pequeña.
La isla del Hierro está diez y ocho leguas de Tenerife
es pequeña, tiene su Villa con buena parroquia, y dos bene
ficiados, que acuden á toda la isla, y algunos capellanes,
hay un convento de S. Francisco, cogese mucho trigo y ga
nado; tendrá la isla mil y ochocientos vecinos, y muchos
principales. Estas cuatro islas son de señorío, como se
dirá en el capítulo once.
DE CANARIAS. 57

CAPÍTULO VIII.

De la primera entrada que Hernan Peraza hizo en la isla


de Tenerife, cuando aprisionó al niño Anton guanche,
y como volvió Anton á Tenerife, y dió luz á los guan
ches de la ley de Dios, y conocimiento de nuestra Se
ñora de Candelaria.

El noble Hernan Peraza, señor de estas islas, aunque


en la de la Palma no le sucedió bien, por la pérdida de su hijo,
no acobardó en proseguir la conquista, ni puso en olvido
la de Tenerife, que hartas diligencias, y trazas disponia,
como la pudiese sugetar; pero reconocia sus pocas fuerzas
y la mucha ventaja que los guanches tenian, por ser mu
chos y guerreros; asi nunca hizo armada para armar con
ellos batalla, sí algunas entradas por partes remotas de la
isla, en donde pudiese hallar algun ganado que apresar,
para mantenimiento de las otras; y si algun guanche por
su desgracia les saliese al encuentro, aprisionarlo; algunas
entradas hizo sin ser sentido de los naturales guanches,
en que se aprovechó de mucho ganado que pacia en
aquellas riberas y montes de Tenerife; al fin vino á ser
sentido de los guanches por haberlos visto uno y dadoles
nueva de que vivian con cuidado, y corrió la voz por to
da la isla. Salió de la isla de Lanzarote Hernan Peraza
con docientos hombres de pelea, la mitad Españoles y los
otro ciento naturales de las islas convertidos á la fé, en
un navio bien pertrechado de viage para la isla de Te
nerife; llegado á ella á un puerto del Reyno de Güimar
que hoy llaman de nuestra señora de Candelaria, hizo he
char áncora, y el batel al agua; salieron á tierra Hernan Pe
raza con ciento y veinte hombres; repartieronse en escua
dra la tierra adentro, aunque no lejos dcl puerto ni apar
tados unos de otros; y no les sucedió mal, pues á pocos
pasos como á media legua del puerto, hallaron gran can
tidad de ganado que unos pastores guardaban; estos es
taban juntos para hacer aquel dia un convite con un grue
so recental, acompañado con su regalado gofio desleido en
leche y manteca, que es propio de esta gente hacer sus
juntas y medios dias á costa de sus amos: olvidados es
taban los pastores guanches de lo que les sucedería, pues
cuando mas descuidados estaban previniendo la mesa pa
D
58 CONQUISTA

ra el convite, y en el interin que traian lo asado, con


versando y tratando de su facultad, les dieron por principio
de comida un asalto treinta hombres que iban en una es—
cuadra, que no pudieron ni aun levantarse del susto que
recibieron y de lo cerca que de ellos se hallaron; allí les
ataron unos con otros que eran siete, porque no huyesen
que eran ligeros en correr, y con el ganado que eran mas
de mil cabezas los llevaron á embarcar al navio que sur
to estaba; al bajar todos á la playa, hallaron un niño de
edad de siete años que estaba cogiendo pececitos en los
charcos que hace el mar sobre las peñas, que de allí es
taba apartado su padre pescando, y reconocido lo que es
taba sucediendo se escondió dejando el hijo al peligro;
llevaronlo á Hernan Peraza, y como era niño y de buena
cara, todos le abrazaban y se holgaron cogerle para que
aquella alma no viviese en la ceguedad de sus padres y
paisanos; embarcaronse, dieron á la vela muy contentos
con la presa; llegaron á lanzarote en donde fueron bien
recibidos por el buen suceso y regalo que les llevaban de
Tenerife. Los pastores dijeron querian ser cristianos, y
vivir en la ley de los demás por los consejos que otros les
daban; si mucho gozo recibió ilernan Peraza en haber
hecho aquella presa, mucho mas tuvo cuando supo pedian
el Santo Bautismo, pues en ella habia ganado aquellas al
mas para Dios; doctrinaronlos y recibieron el agua del Bau
tismo y fueron muy buenos cristianos; tambien bautiza
ron al niño y le pusieron por nombre Antonio, siendo
su padrino Hernan Peraza que siempre lo tenia en su com
pañía y lo dotrinaba en la fé, que como niño y de feliz
memoria todo aprovechaba, pues no habia tenido cono
cimiento cabal de la barbaridad con que en Tenerife vi
vian: estuvo en Lanzarote con su padrino y señor, siete
años, que con lo que en ellos aprendió pudo ser predicador de
toda la gentilidad y convertirla á nuestra Santa Fé Cató
lica. Determinó Hernan Peraza hacer viage de la isla de
Lanzarote á la de la Gomera á asentar algunas cosas que
convenian para el buen gobierno de aquella isla y de la
del Hierro; pusolo en ejecucion y llevó en su compañía
á su ahijado Antonio, que de su lado nunca le faltaba;
y estando el navio á vista de Tenerife frontero del puer
to de Candelaria, mandó Hernan Peraza hechar el batel
al agua para saltar á tierra: saltó á ella con algunos sol
DE CANARIAS. 59

dados y el muchacho Antonio, el cual conociendo su pa


tria, y que de ella lo habian robado y sacado contra su
voluntad y quitado en lo tierno de su edad del regalo
de sus padres, buscó traza para quedarse en ella; y fue
le fácil porque apartandose los cristianos unos de otros,
procurando descubrir alguna cosa que poder llevar á la
Gomera, no haciendo reparo en que Antonio se acorda
ria de su patria, por le haber sacado niño de ella, ni que
se les huiria, por el mucho regalo que de ellos y en par
ticular de su padrino y señor recibia, se escondió en don
de no pudo ser visto ni hallado si lo buscaran. Los Es
pañoles cogieron un poco de ganado y aprisa se embar
caron con la presa, recelosos no bajasen algunos guan
ches á estorbarselo; cuando llegaron al navio que no vie
ron á Antonio, recibió mucha pena Hernan Peraza de que
se le quedase en tierra; y aunque mandó á los Españo
les saliesen á buscarlo, ninguno se atrevió con que siguie
ron su viage á la Gomera dejando á Antonio libre en
su patria Tenerife.
No dejaria Antonio de estar con algun cuidado en
su escondedijo y asustado el corazon si seria hallado de
los cristianos, á tiempos descubria su cabeza y daba una
vista á la tierra, si veia á algunos, y á la mar, si el navio
daba á la vela: despues de pasadas cuatro horas, que vió
levantar las áncoras y que iban largando paño, rompien
do la quilla las olas, cobró ánimo, la sangre se le vol
vió á sus venas; dió aire á su cuerpo, vióse libre y sin
sujecion, pusose á considerar aquellos paises, acordandose
de la cueva de su antigua morada caminó á ella no bus
cando la vereda ni camino real que le encaminase á ella,
sí por entre peñascos y bresales, con el anhelo de ver sus
padres y parientes, para contarles lo que le habia suce
dido en su destierro: Los guanches que le encontraban
acercabanse á él para matarle juzgando que era Español
por verle vestido de trage diferente de ellos; él les estor
laba su ejecucion con hablarles en su lengua diciendo
les que era guanche natural de Güimar, y contabales la
causa de asi estar vestido: muchos le iban acompañando
hasta llegar á la cueva de sus padres: no faltó quien fue
Se á ganar las albricias; salieron al encuentro; alli fueron
los llantos causados de la alegria, y venida del querido
hijo, hermano y pariente, llegaron á la cueva, dió no
60 CONQUISTA

ticia de lo que le habia pasado en el tiempo de su au


sencia; y antes de comer un poco de gofio con miel que
le sacaron, dijo queria ir á besar la mano al Rey de
Güimar que ya tenia la nueva de su llegada, y tenia da
da la órden para que lo llamasen; fué adonde el Rey es
taba que distaba de alli un cuarto de legua; entró en el
Palacio Real, hincó la rodilla en tierra, besóle la mano
y dióle noticia de todo lo que le habia pasado, desde que
lo cautivaron de su tierra, aunque siempre estuvo libre
hasta que se escondió en la cueva, que habia pasado sie
te años, que era el tiempo que de aquella isla faltaba,
y de las entradas y conquistas que Hernan Peraza hacia
con los Españoles en aquellas islas y como profesaban una
ley diferente á la de ellos que era Santa, como ordenada por
Jesucristo nuestro Dios y Redentor; que se bautizaban he
chandoles agua en la cabeza, como los guanches hacian;
pero con muchas ceremonias y palabras santas; y que por
este santo Bautismo tenian nombre de cristianos, y que
él por la gracia de Dios lo era y se llamaba Antonio;
que creian que habia un Dios trino en personas y uno
en escencia, que la segunda que era el Verbo, encarnó
en las entrañas de una purisima doncella y se hizo hom
bre, padeció muerte con muchos tormentos por librarnos
de una culpa, con que toda criatura nace, por causa de
la inobediencia de nuestros primeros padres Adan y Eva,
y que esta culpa se quita con el agua del Bautismo: y
como esta pura criatura que parió á Jesucristo, fué con
cebida en el vientre de Santa Ana su madre, sin la cul
pa original desde su primer instante que fué Virgen an
tes del parto, en el parto y despues del parto y que
se llamaba Santa MARIA; y que los que profesaban la
ley que este Señor ordenó; y los que confesandola
morian, los llamaban Santos, que iban á gozar á la
gloria de la presencia de este soberano Señor, y que por
el contrario, los que no la guardaban y quebrantaban,
eran condenados á un perpetuo infierno refirióle la Re
surreccion; la subida á los Cielos; que habrá último
dia del Juicio, y todos los demas misterios de la Fé; que
en todo estaba muy capaz: mas le dijo, que tenian unas
imágenes que representaban á Jesucristo y á su santísima
Madre y á los Santos, y que las veneraban y reveren
ciaban, teniendolas en Altares con mucho decoro y or
DE CANARIAS. 6

nato: á esta razon que Antonio dijo de las imágenes, el


Rey le detuvo su práctica y con admiracion le dijo: An
tonio, de haberos oído razonar me he alegrado mucho y
de todo lo que habeis dicho; un reparo que he hecho
me ha motivado el deteneros en vuestro razonamiento,
en que dices tienen imágenes que representan al Dios
que adoran, y á la que fué Madre de este Dios y Hom
bre, y que las veneran: una imágen como estas que me
contais tengo en este palacio Real, que parece una muger
con un niño en sus brazos, que á lo que os he oido,
creo será como las que los cristianos tienen, y entre no
sotros ha estado ha muchos años; no habla, ni come, ni
se siente ni menos el niño, que asentado sobre su brazo
tiene con un pajárillo en la mano, como que con él es
tá jugando, y ha hecho prodigios grandes: hallaronla unos
pastores en Chimisay, (que así se llamaba la parte en
donde fué aparecida) cerca del mar; al uno le tulló un
brazo, al otro cortó los dedos de una mano, y luego los
sanó como si no les hubiese sucedido cosa alguna; y por
este prodigio y otros que le hemos visto hacer, la tene
mos por cosa del cielo; llamamosla madre del Sol, estima
mosla y festejamosla con fiestas y regocijos; llegaos hácia a
qui y vereisla. Descubrió el Rey la Santa Imágen de nuestra
señora de Candelaria, que tenia dentro de su Palacio, cubi
erta con unas delgadas y amorosas pieles, á modo de velos
aunque no corredizos; y al mismo instante que Antonio la
vió, le vinieron las lágrimas á los ojos, y arrodillado en tier
ra hablando con Dios, dijo en su lengua, para que el Rey
y circunstantes le entendiesen una devota oracion, en que
daba gracias á su divina Magestad por haber traido á su
patria, para consuelo de aquellos bárbaros su Sacratísima
Imágen, y de su Santisima Madre, que eran profecias
del bien que á sus padres, amigos y naturales les habia
de venir para sus almas: volvióse al Rey y auditorio, y
dióles los parabienes de la merced tan grande que Dios
les habia hecho, y de otra esperanza, que era ser solda
dos de su milicia recibiendo el Sacramento del Santo
Bautismo, y teniendo conocimiento de la Divina ley. Co
menzó de nuevo á declararles los artículos de la Fé, y
los Sagrados Misterios; contóles desde la Creacion del
mundo hasta su fin, predicabales con tanta eficacia y de
voto espiritu que si por entonces Dios hubiera permiti
62 CONQUISTA

do, que este famoso jóven tuviera un Sacerdote que le


acompañára á predicar y á catequizarlos, se hubieran mu
chos bautizado porque lo desearon infinito, y cobraron
los de aquel Reyno en particular mucho amor á los cris
tianos. Dijo Antonio al Rey, que no era decente que la
Santa Imágen estuviese en su cueva y palacio de su ha
bitacion, si en parte que estuviese sola con mucho ador
no; y en donde los naturales pudiesen entrar á visitarla
cada hora, á pedirle remedio, así para el alma como pa
ra el cuerpo, y que no era lícito á criatura humana el tocar
la con sus manos, sí solo el mirarla con devocion y mucho
respeto. El Rey admitió el consejo de Anton, y preguntó á
les mayores de su reyno, que alli con él estaban, que en
. que cueva ó casa la pondrian, y respondieronle que eran
de parecer, la pusiesen en una cueva, que estaba junto al
mar ( que es la que hoy se dice de S. Blas) mandó el Rey
convocar á todos los de su reyno; al segundo dia se ajunta
ron, y aun muchos de los otros reynos, que tuvieron no
ticia de la nueva colocacion: sacaronla de la cueva del
Rey, con grande regocijo de bailes, danzas, y guineos;
llegaron á la playa en donde estaba el nuevo san
tuario; entraron la Santa Imágen en la cueva señalada, pu
sieronla sobre una peña, con la decencia mayor que se
pudo; alli la tuvieron siempre, hasta que la isla fué con
quistada: todos los años se le hacian fiestas por el mes de
Febrero, en el dia de la purificacion, que en este dia se le
han hecho hasta ahora.
Las mayores y de mas gasto que en el reyno se hacian
y muchos naturales que tenian sus cuevas y casas en Güi
mar, las desampararon y mudaron su habitacion á otras cue
vas, y casas que hicieron cerca de la cueva de la santísima Imá
gen: y Anton hizo su morada en otra cueva que está junto á
ella, que como cristiano, y tan devoto de nuestra Señora
quiso asistirle siempre, y no faltar á su devocion en la ora
cion, y asistencia del adorno de esta soberana Imágen,
y de el aseo de su casa, y cueva, en donde todos los guan
ches, aunque gentiles, asistian frecuentandola de noche,
y dia, conociendola por su consuelo, y amparo.
No se descuidó el Rey de preguntar á Anton, que
prctension tenian los españoles en hacer aquellos daños
á los Guanches, aprisionando á los que cogian, y roban
doles sus ganados: á que le respondio Anton con estas pa
DE CANARIAS. 63

labras: Poderoso Rey Añaterve, los españoles tienen su


Rey en otra tierra, muy lejos de esta isla que llaman Es
paña, este dicen, que es muy poderoso, tiene muchas tierras
y muchos vasallos, envialos á conquistar mas tierras, para
ser mas poderoso, y que sus reyes le obedezcan, sugetan
dolos por vasallos. Las islas de Fuerteventura, de Lanza
rote, de la Gomera, y del Hierro, vecinas de esta por su
mandado las han conquistado sus vasallos, y sus Reyes y
naturales le han obedecido, y á los que se convierten á
la fé de Jesucristo, que es la que los cristianos, y yo pro
fesamos, les dan libertad y tierras, para que siembren, y
tengan haciendas; y á los que contumacen en su bárbara
ley, niegan la verdadera, y no la admiten, los sugetan co
mo á esclavos, y les dan mala vida, haciendoles que sirvan
por fuerza; y la pretension que Hernan Peraza, señor que es
de estas islas, con título de Rey de ellas, vasallo, que es
del poderoso Rey de España, tiene, es conquistar esta isla
y á la de Canaria, y á la de la Palma, que dice que su Rey
le tiene hecho merced de ellas, y dice que asi ó ha da per
der la vida en su demanda, ó sugetarlas á la corona de Es
paña: no dejaron los colores de la cara del Rey de mudar
sele á las razones que Anton le decía, y de darle mucho
cuidado el valor de España; disimuló lo que pudo, y res
pondió: Si navio hubiera, Anton en el puerto, te enviara
por mi embajador, á que dijeras á ese valeroso y arro
gante Hernan Peraza, que pretende sugetará la obedien
cia de su Rey el poder de nueve Reyes, que gobiernan esta
isla, que acabase de venir á ejecutar su pretension, y que
trujese todo el poder del mundo, que no faltan fuerzas en
Tenerife para defendernos y sugetarlo á él, y á sus solda
dos; y heme airado de haberte oido, que dice que su Rey
le ha hecho merced de esta isla, y de las demas, ¿porque
razon? Que derecho tiene á ellas? Es acaso descendiente del
gran Tinerfe, mi antecesor, único Rey que fué de esta isla?
Y cuando lo fuera, parte en ella tendria; pero no en toda,
y en las demas; andad, que ese es desvario de ese Hernan
l'eraza; despidióse del Rey, y fuese á su palacio,
No faltó ocasion muy presto en que los Reyes se visi
taron, para que el Rey de Güimar les contase lo que An
, ton les habia referido, asi del conocimiento de la Santa
Imágen, de que recibieron mucho gozo, como de la pre
tension de Hernan Peraza; esto sintieron en grande mane
64 CONQUISTA

ra, por parecerles que no habria fuerzas humanas que los


contrastasen mostraronse arrogantes, y particularmente el
Rey de Taoro, que se tenia por el Rey mas poderoso del
Universo, , por considerarse el de mas gente, y tierras, y ga
nados de la isla de Tenerife; comunicaron lo que se debia
hacer para la ocasion, si llegase; y acordaron que cada Rey
pusiese atalayas en las sierras mas altas de sus reynos, que
descubrics en el mar para que diesen aviso, cuando viesen
algun navio, que no los cogiese de susto, y descuidados el
enemigo, y que estuviesen todos con cuidado. Con tanto
cuidado estaban los centinelas, que una gabiota que en el
mar veian, les parecia un grande navio; y asustados lleva
ban el aviso á sus Reyes. Mucha causa fué el razonamien
to de Antonio, para que las paces, que despues hicieron
con los españoles, las hubiesen admitido como se dirá en
el siguiente capítulo, aunque mal conservadas.
CAPITULO IX.

Como Diego García de Herrera, sucesor en estas islas, res


tauró á la isla de Fuerteventura; pasó á Tenerife con ar
mada, y hizo paces con sus nueve Reyes; contradicion de
Diego García de Herrera antes al Infante Don Fernan
do de Portugal.
Por muerte de Hernan Peraza, Señor de las islas
de Canaria, con título de rey de ellas, sucedió en el
señorío doña Inés de las Casas y Peraza, su única hija, mu
ger de Diego Garcia de Herrera y Ayala, hijo de Pedro
Garcia de Herrera, señor de Ampudia, rico hombre, y
Mariscal de Castilla, y de su muger D." Maria de Ayala,
señora de la casa, y Estado de Ayala; y por este casamien
to, Diego Garcia de Herrera y Ayala se intituló señor de
estas islas; el cual quiso proseguir la conquista; y viendo
que la isla de Fuerteventura estaba casi perdida, antes
que sus naturales se revelasen con ella, aunque católicos
la restauró poniendo en ella guarnicion de españoles, y
gobierno dia del glorioso Doctor S. Buenaventura á trece
dias de Julio, del año de mil cuatrocientos y cincuenta, y
en agradecimiento á nuestro señor de esta restauracion
fundó en aquella isla un convento de la órden del Seráfi
co Padre S. Francisco, con el titulo de S. Buenaventu
DE CANARIAS. 65

ra, que fué el primer convento que hubo en estas islas;


en el cual fué guardian algunos años el bienaventurado
S. Diego de Alcalá, que vino de España, por compañero
del padre Fray Juan de S. Torcaz, religioso de santa vida:
así lo dice la vida de este santo en el Flos Sanctorum, y
en las Lectiones de su rezo, y el padre Fray Francisco
Gonzaga, en las fundaciones de dicha órden part. 4. cap. 1.
Algunos autores modernos, dicen que prosiguiendo
Diego Garcia de Herrera la conquista, despues de la res
tauracion de Fuerteventura, conquistó las dos islas de la
Gomera, y Hierro; lo mas cierto es que las ganó su sue
gro Hernan Peraza, como tengo dicho que pasó á ellas á
tomar su posesion, y á poner algunas cosas en órden, de
que habia necesidad, no es dudable, y asi este viage lo ha
cen, y reputan estos autores á conquista, habiendo ya
pasado. -

No le faltaron pleitos á Diego Garcia de Herrera, y


á D." Inés Peraza de las Casas, su muger, sin ellos inten
tarlos sobre el señorío y derecho de las tres islas por con
quistar, Canaria, Tenerife, y la Palma, y fué el motivo
de ellos que el señor Rey D. Enrique el IV de Castilla
hijo del señor Rey D. Juan el II cuando se casó con la
señora Reyna D.º Juana, infanta de Portugal año de 1455
hizo donacion, y merced de la conquista de Canaria al con
de Atougia D. Martin de Ataide, por haber conducido
de Portugal á Córdova á la señora Reyna, no sabiendo su
Magestad estaba ya hecha merced á D." Inés Peraza por su
padre Hernan Peraza: El conde traspasó este derecho al
Marques D. Pedro de Meneses; y el Marques lo vendió
al Infante D. Fernando, hermano del señor Rey D. Alfon
so el V de Portugal, el Infante aprestó una armada para
la conquista y hizo Capitan General de ella á D. Diego de
Silva que despues fué conde de Portalegre, y despachola
con órden, que pasase á conquistar la isla de Canaria: lle
gó la armada á Canaria; salióá tierra su gente lusitana;
pero los canarios no les dieron lugar á que estuviesen
muchas horas en tierra, que á pedradas, y dardadas, los
hicieron embarcar, quedando muchos tendidos en la playa;
sucedioles mal que tal nueva llebaron al Infante de Por
tugal: tuvo Diego Garcia de Herrera aviso de lo que ha
bia pasado, sintiendose agraviado pasó á Portugal en pro
pia persona oon su hijo Fernan Peraza; y puegº esta
66 CONQUISTA

vio en juicio ante el señor Rey D. Alfonso, con acuerdo


de su Real consejo, sentenció la causa á favor de Diego
Garcia de Herrera y de su muger D." Inés Peraza de las
Casas, con que el Infante no trató mas de la conquista
y por razon de esta sentencia, cuando se hizo la paz en
tre Castilla y Portugal, algunos años despues (segun di
ce Juan de Barros en su crónica) que fué en el año de
1479, quedó asentado por capitulacion que la conquista
de las Canarias y del Reyno de Granada quedase por Cas
tilla; y la de Fez y Guinea por Portugal. Volvióse Diego
Garcia de Herrera á las islas con el pleyto á su favor.
Mucho deseo tubo Diego Garcia de Herrera de con
quistar las islas de Canaria, Tenerife y la Palma; conside
rábase con poca hacienda, para sustentar gruesa armada
que era menester, para conseguir su pretension, porque
los naturales de ellas eran muchos, y valientes, y ya te
nian esperiencia de las cosas de la guerra; los de Canaria
lo que les habia pasado tres veces con los Portugueses;
dos de la Palma, por la batalla que tuvieron cuando ma
taron á Guillen Peraza; y los de Tenerife, por las guer
ras qne unos con otros tenian algunas veces; con el caudal
que se halló, previno tres navios en que se embarcaron
500 hombres entre españoles y naturales cristianos; mandó
Herrera poner las proas á Tenerife, y con buen tiempo
llegaron á ella al puerto que ahora se dice de Santa Cruz,
y en aquel tiempo nombraban de Añazo, á la parte del Bu
fadero; desembarcaron Diego Garcia de Herrera, y 400
hombres, que los otros ciento quedaron en las embarca
ciones. Luego que las atalayas divisaron las velas,
dieron la nueva á sus Reyes, y alborotados, se apellidaron
todos los guanches; y apenas saltaron á tierra los cristia
nos, cuando bajaban al puerto por diferentes caminos mas
de veinte mil bárbaros; quiso Diego de Herrera volverse á
embarcar con su gente y por no mostrar cobardia, se va
lió de su buen discurso, envió un soldado que sabia la
lengua de aquella tierra por embajador, á los nueve Reyes
que juntos con sus vasallos estaban en aquel puerto, à que
les dijese, que su venida á aquella isla no era á pelear con
ellos, sino á hacer paces, y que en nombre del señor
Rey D. Enrique de Castilla, les prometia si las quisiesen
hacer, obedeciendo á su Magestad, que sus reynos no se
los quitarian sí los quedarian gobernando; resuelven los
DE CANARIAS, 67

Reyes la embajada, hicieron sobre ello consulta; unos de


cian que se hiciesen las paces, pero que no habian de obe
decer, ni sugetar su tierra á otro Rey; los otros decian,
que pues no los desposeian de sus reynos, que poco impor
taba decir, que le obedecerian, que se hiciesen las paces,
como Diego de Herrera lo pedia, que mas valia tenerlas
con el rey de España, que era muy poderoso segun decia
Anton guanche, que no guerra; que siempre serian per
seguidos, todos los mas de los guanches hidalgos que en
traron en concejo, vinieron en este parecer, asi los nue
ve reyes conformes, mandaron respuesta á Diego Garcia de
Herrera que querian amistad, y obedecer al Rey de Espa
ña, no desposeyendolos de sus reynos: acercaronse unos á
otros, dieronse las manos, y en su lengua dijeron que
obedecian al Rey de España, y en su nombre á Diego Gar
cia de Herrera; entraronlo hasta una legua, poco mas den
tro de la isla, hácia donde hoy es la Ciudad, en señal de
pcsesion Diego de Herrera cortaba ramas; alzaba piedras
ponialas de una á otra parte; y los guanches unos con
otros se reian de las ceremonias que Herrera hacia, sin
saber ellos su significacion: el Rey de Taoro, en nombre
de los demas reyes, hizo juramento de cumplir las paces.
hiceron mucho agasajo á Diego de Herrera, y á los católi
cos; y despues les dijo Herrera á los reyes que cada unos
administrase justicia en su reyno: estaba presente á todo lo
sobre dicho, Fernando de Párraga, escribano de la isla de
Fuerteventura, y Diego Garcia de Herrera le dijo escribie
se lo que habia pasado, y lo diese por fé, asi lo hizo y ha
biendo llegado á Fuerteventura, lo firmó el señor D,
Diego de Illescas, Obispo de Rubicon, en estas islas para
mas autoridad; esta fé está en la isla de Fuerteventura, en
pergamino original, que años pasados estubo en poder del
Marques de Lanzarote, y un traslado signado de escribano
público está en los papeles de la nobleza del licenciado Ar
mas, Beneficiado que fué de la parroquial de nuestra Señora
de la Concepcion, de la Ciudad de la Laguna, por ser decen
diente de Juan Negrin, que lebantó el pendon en estas pa.
ces, como Rey de armas, que para que conste á todos el
dia y año en que se hicieron estas paces, y los reyes que
esta isla tuvo, la pongo aqui á la letra que es como se sigue.
“A todos cuantos esta carta vieredes, que Dios hon
re y guarde de mal: Yo Fernando de Párraga escribano pú
68 CONQUISTA

blico, en la isla de Fuerteventura en lugar de Alfonso de Ca


brera escribano público en las islas de Canaria; por mi señor
Diego de Herrera, señor de las dichas islas, con la autoridad
y decreto que el dicho señor me dió, vos doy fé y fago saber,
que en presencia de miel dicho escribano, é de los testigos de
que de yuso seran escritos, en como un Sábado, veinte y un
dias del mes de Junio, año del Nacimiento de nuestro
Salvador Jesucristo de mil è cuatrocientos é sesenta é
cuatro años estando en la isla de Tenerife, una de las
islas de Canaria, en un puerto que se llama el Bufadero
estando ende el dicho señor Diego de Ferrera señor de
las dichas islas, con ciertos navios armados con mucha
gente que traia en los dichos navios, vinieron ende pa
recieron ante el dicho señor el gran Rey de Imobach de
Taoro. El Rey de las Lanzadas, que se llama Rey de
Güimar. El Rey de Anaga. El Rey de Abona. El Rey
de Tacoronte. El Rey de Benicod. El Rey de Adeje. El
Rey de Tegueste, El Rey de Daute. E todos los sobre
dichos nueve Reyes, juntamente hicieron reverencia y be
saron las manos al sobredicho señor Diego de Ferrera
obedeciendolo por señor; presentes los Trujamanes, que
ende estaban, los cuales eran Rey de armas que han nom
bre Lanzarote, é Matheos Alfonso, y otros muchos, que
saben la lengua de la dicha isla de Tenerife; é luego
Juan Negrin, Rey de armas, levantó el pendon, é dijo
altas voces tres veces: Thenerife, Thenerife, Thenerife, por
el Rey D. Enrique de Castilla, y de Leon, y por el ge
neroso caballero Diego de Herrera mi señor, y luego los
sobredichos Reyes de la dicha isla de Thenerife, dijeron
al sobre dicho señor Diego de Ferrera; que por cuanto
ellos conocian bien, que era señor de todas las dichas is
las de Canaria, por justo é derecho título, y razon, que
á las dichas islas tenia, é por la conquista que les fa
cia, é mandaba facer luengos tiempos habia, que ellos
juntamente de sus propias voluntades, é cada uno por
sí con sus señorios, sin premio ni contrinimiento nin
guno, les place obedecer, y obedecen al sobre dicho se
ñor por su señor, y se ponen debajo de su señoría, y
obediencia, é le quieren dar, é dan libre é desembarga.
damente la tenencia, é posesion, é propiedad, é señorio
de toda la dicha isla de Thenerife para que de hoy en
adelante, el dicho señor la tenga, y posea toda entera
DE CANARIAS. 69

mente, como cosa suya, é pueda en ella, é en toda ella


mandar, é vedar, é facer justicia, asi civil, como crimi
nal, asi como en cada una de las otras islas conquista
das, metidas debajo de su señorío, é que desde hoy en
adelante los sobredichos Reyes, todos juntamente é cada
uno por sí, é por sus sucesores, é por los hidalgos, é
gente de su señorías, que á todo estaban presentes, é les
plugo consintieron en todo lo sobredicho, se desapoderan
de la tenencia, é propiedad, y posesion, y señorío, y
juridicion que en la dicha isla tienen, é lo dan todo en
teramente en mano, y poderío del dicho señor Diego de
Herrera su señor, para que él ponga en la dicha isla á
quien él mandare, é por bien tuviere, para que admi
nistre, rija las dichas justicias, asi civil, como criminal,
é el governamiento dellas, é que desde hoy en adelante
se daban por sus vasallos, é se avasallaban á él, y á su
mandado, y se daban por sus buenos vasallos, é facer sus
mandamientos en todo y por todo. E luego el dicho se
ñor Diego de Herrera dejó ende sus navios gente, é de
cendió, y subió por la tierra arriba, bien cerca de dos
leguas, con los dichos Reyes, hollando la tierra con sus
pies, en señal de posesion, y cortando ramas de árboles,
que en la dicha isla estaban, é los dichos Reyes metien
dolo en la dicha posesion pacíficamente, nongelo contur
bando, ni contrallando persona alguna; yendo con él por
la dicha tierra acompañandole, é faciendole todo agasajo,
é servicio que podian. E luego el dicho señor Diego de
Ferrera mandó á los dichos Reyes, que cada uno en su
nombre por si en sus tierras, y señoríos, que goberna
sen, é mandasen la justicia, por él; la cual les dió é co
mendó, é ellos, é cada uno dellos prometieron de la go
bernar, é mandar por él en su nombre, como buenos, y
leales vasallos, bien, y lealmente, so pena de caer en ca
so, é en las penas que caen, é incurren aquellos, que no
guardan la justicia que por sus señores se les es encomen
dada lealmente, é los susodichos Reyes en la manera su
sodicha, hicieron juramento, é juraron de tener, é guar
dar, é cumplir, é aver por firme todo lo contenido, é ca
da cosa, é parte dello, é que no irán, ni vendrán con
tra ello ni contra parte dello en algun tiempo ni por al
guna manera, é el sobredicho gran Rey hizo juramento
por sí, y por todos los otros Reyes de lo facer, tener,
70 CONQUISTA

guardar, y cumplir todo lo susodicho, como dicho es, en


tal manera, que siempre jamás sea firme todo cuanto en
esta carta es contenido é cada cosa, y parte de ello, so
pena de caer en mal caso, en las penas que caen, é in.
curren aquellos que ván contra su señor, é non facen,
ni cumplen las cosas que buenos y leales vasallos pueden,
ó deben hacer cumplir. E luego el dicho señor Diego de
Herrera, dijo que tomaba, y tomó la dicha tenencia, y
posesion de la dicha isla, debajo de la corona Real, y se
ñorío de Castilla, asi como bueno, y leal vasallo del di
cho señor Rey de Castilla, so cuyo señorío vive, y esto
en como pasó el dicho señor Diego de Ferrera, pidió á
mi el dicho escribano, que se lo diese asi per fee, é por
testimonio, para guarda, é conservacion de su derecho.
en manera, que ficiese fee; yo dile ende este en la ma
nera, que dicha es, segun que ante mi pasó en el dicho
dia, mes, y año sobredicho; testigos, que fueron presen
tes, los sobredichos Trujamanes, Rey de armas, y Matheos
Alonso, vecinos de la isla de Lanzarote, y Alvaro Becerra
de Valdevega, é Garcia de Vergara, vecino de Sevilla, é Juan
de Aviles maestro vecino de S. Lucar de Barrameda é Luis de
Morales, vecino de la isla de Fuerteventura é Luis de Casa
ñas vecino de la isla de Lanzarote, é Iacomar del Fierro,
é Anton de Simancas, vecinos de la dicha isla del Hierro, y
otros muchos que sabian la lengua de la dicha isla de Tenº
rife; vá escrito siete ves, codiz Lanzarote, no le empezca.
E yo el dicho Hernando de Párraga, Escribano, dicho,
que fise escribir esta carta, é fise en ella mi signo, á tal en
testimonio de verdad. Didacus Episcopus Rubisensis. Fer
nando de Párraga, Escribano público” Con estas paces
juzgó Diego Garcia de Herrera conquistar la isla poco á
poco, eran los guanches muy sagaces, por lo menos pudo
conservarse la paz, si no hubiera sido Sancho de Herrera
su hijo, que por su causa se quebraron, como en el siguie
te capítulo se leerá.
n DE CANARIAS. 71

CAPÍTULO X.

Como Sancho de Herrera se llevó á la Imágen de nues


tra Señora de Candelaria á la isla de Fuerteventura; y la
volvió á Tenerife, y como hizo un torrejon en Santa Cruz
y quebrantamiento de las paces.
Con socolor de las paces pretendia, Diego de Herre
ra apoderarse de la isla de Tenerife, con algunos medios
cautelosos, que todo era menester: envió á la dicha isla á
su hijo Sancho de Herrera, con su amigo Diego de Alar
con y algunos soldados, para que pidiese á los guanches la
sagrada Imágen de nuestra Señora de Candelaria, y la lle
vese á Fuerteventura. Llegó Sancho de Herrera á Tenerife
al puerto de Candelaria, salieron algunos guanches á la pla
ya,á saber quienes en la nao venian, que como estaban de
paz, poco recelo tenian. Salió á tierra, y fué bien recibido
delos naturales; y habiendo tenido los Reyes de la isla nueva de
su llegada, le vinieron á visitar y á darle la bien venida, como
á hijo del señor Diego Garcia de Herrera. El guanche An
tonio, que en aquel pais asistia, se alegró mucho de verle
por ser nieto de su padrino Hernan Peraza; llevóle á su
cueva, hizole muchos agasajos, y ofreciósela por todo el
tiempo que gustara. Asi mismo hospedó á sus soldados, y
les hizo mucho bien. Dijo Sancho de Herrera, queria irá
ver la santa Imágen, que no la habia visto; llevaronle á la
cueva acompañado de los nueve Reyes; hizo oracion á la
Imágen, y despues dijo á los Reyes: esta santa Imágen de
nuestra Señora, no es bien que vosotros la tengais en esta
isla, no siendo cristianos, asi me la habeis de dar, para lle
varla donde está mi padre, para que como católicos que so
mos, la veneremos y le hagamos fiesta, que esá quien toca ha
cerla, y no á vosotros. Respondieronle los Reyes, que lo con
sultarian primero; llamaron á los grandes de su reyno trata
ron de la peticion de Sancho de Herrera; los unos decian
le diesen la Imágen; los otros que tal cosa no se hiciese;
y por último parecer, dijo el rey de Taoro, que la Imá
gen no habia de salir de la isla, pues que en ella quiso pa
recer, que si la Imágen quisiera irse á otra que bien lo po
dia hacer, sin que ninguno se lo estorbase: pero que ellos
no la habian de echar de la isla. Dieron esta respuesta á
Sancho de Herrera, y para mejor conseguir su pretension
72 CONQUISTA

usando de una cautela, dijo: queria irse á Fuerteventura,


despidiose de los Reyes, y circunstantes; embarcose con
sus soldados dió á la vela, anduvo el navio aquella tarde
barloventeando, y á media noche echó la lancha á tierra,
cuando los naturales estaban en sus cuevas sosegados y con
mucho silencio salieron á tierra Sancho de Herrera, y algu
nos cristianos; fueron á la cueva, donde la Santa Imágen
estaba, y de alli la pasaron á la lancha, y con la divina
prenda se fueron al navio; largaron velas, y en aquella
media noche y el siguiente dia, caminaron hasta llegará
la isla de Fue teventura. Oh omnipotencia del señor que
habiendose llevado Herrera la Santa Imágen, no la ha
charon menos en su cueva los guanches, que la veían en
su lugar como si no la hubieran quitado! Llegado pues á
la isla de Fuerteventura, desembarcaron la milagrosa Imá
gen, y de la playa la llevaron en procesion á la Igiesia,
que de allí distaba muy largo camino todos lloraron de
contento de tener en su patria tan grande reliquia; pu—
siéronla en el altar mayor en un nicho con sus velos.
Al segundo dia fueron á descubrir la Imágen, para que
los fieles rezasen y los sacerdotes dijesen misa, y la ha
llaron vuelto el rostro á la pared y la espalda hácia el
pueblo; y esto sucedió, no solo este dia sino muchos, de
que los cristianos se atemorizaron si sería esta señal cau.
sa de sus muchos pecados; discurrian algunos que la Vir
gen queria por voluntad de Dios asistir entre los natu
rales de Tenerife aunque gentiles, y no con los de aque
lla isla aunque cristianos; estos anunciaban lo cierto y el
justo juicio de Dios; º aunque quisieron decirlo á Diego
Garcia de Herrera, no se atrevian porque decia que era
por sus pecados y no por otra causa; pusieron guardas
en la Iglesia por saber si alguna persona la volvia, y
no vieron criatura humana que al altar se llegase ni en
la Iglesia entrase; y al ir por la mañana á ver la Santa
Imágen, la hallaron vuelta á la pared: con todo eso no
queria Diego de Herrera tue la sacasen de la isla, y pues
estas señales no bastaban para que la llevasen á Teneri
fe; quiso Dios nuestro Señor enviar otra de mas casti
go; comenzó en la isla de Fuerteventura una enferme
dad contagiosa, que en menos de ocho dias murieron mas
de docientas personas, que á no usar su divina Mages
tad de su misericordia, segun el rigor de la pestilencia
DE CANARIAS, 73

que en la isla estaba arraigada, no quedara criatura vi


va; con esta señal clamaban todos llevasen la Santa Imá
gen á su tierra, en donde fué aparecida y de adonde fué
robada. Luego mandó Diego Garcia de Herrera á su
hijo, la llevase á Tenerife y la pusiese en el lugar de
adonde la quitó: con toda diligencia fué Sancho de Her
rera á la Iglesia y pidió á los clerigos acompañasen la
Santa Imágen hasta la playa, que la queria volverá Te
nerife antes que mayor castigo viniese á la isla, sacaron
la Sagrada Imágen de la Iglesia en procesion hasta que
la embarcaron; todos quedaron llorando de soledad, y la
poca dicha que habian tenido en no merecer que la San
ta Imágen les acompañase y la tuviesen por vecina y pa
trona de aquella isla, á la que de todos es Abogada y
Señora, y en particular de los Isleños de esta isla de Te
nerife, que alcanzamos aunque indignos tanto bien, y te
ner su Santísima y milagrosa Imágen tan antigua y de
vota. Pusiéronla dentro de una caja con una colcha de
seda, y puesta en el navio mandó Sancho de Herrera dar
á la vela, y en dos horas con recio tiempo á popa lle
garon á Tenerife, siendo viage por lo menos de veinte
y cuatro horas, y esto ha de ser con buen tiempo. Sur
gió el navio junto á Candelaria, desembarcó Sancho de
Herrera la milagrosa imágen, caminó á tierra en su ba
tel; ya estaban algunos guanches en la marina para re
cibir los pasageros; salió á tierra Sancho de Herrera, y
la primera palabra que dijo antes que otro hablase fué:
Amigos perdonadme, suplicoos ilustres y valerosos guan
ches, me otorgueis el perdon que os pido: suspensos que
daron los guanches de lo que oyeron decir á Sancho de
Herrera, y por que causa les pedia perdon. Respondie
ronle, Español hidalgo ¿que agravio hemos de vos reci
hido? para que os perdonemos nosotros, en nada nos ha
llamos de vos agraviados. Replicoles Sancho de Herrera
la ofensa y agravio que os he hecho fué, que cuando vos
pedí me diesedes la Santa Imágen de nuestra Señora de
Candelaria y no venistes en ello, que me despedí de vo
sotros aquella noche, volví el navio á tierra y saltando en
ella llevé la Imágen á Fuerteventura sin ser sentido de
vosotros que estabais recogidos en vuestras cuevas, yengo
á restituiros esta divina prenda y á ponerla en su lugar,
Porque Dios se ha airado contra mi, y por han pa
74 CONQUISTA

decido los cristianos de Fuerteventura, pues todos los dias


era hallada la Santa Imágen con la espalda vuelta al pue
blo, y despues vino sobre la isla una contagiosa enfer
medad de que ha muerto mucha gente; y cuando se de
terminó volverla á esta isla, en aquel dia no murió nin
guna persona, con que reconocimos ser voluntad de Dios
que esta Santa Imágen esté con vosotros y no con los
cristianos. Grande bien se os aguarda, aqui os la traigo,
recibidla y perdonadme. Los naturales mirabanse unos á
otros, y juzgando ser desvanecimiento de Sancho de Her
rera ó alguna cautela, no le creían. Dijole Anton Guan
che: señor Sancho de Herrera, no os entendemos, ¿que de
cis de Imágenº nosotros aqui la hemos tenido siempre en
su cueva; no la hemos hallado menos en su lugar desde
que de nosotros os despedisteis: á lo que dijo Anton,
se admiraron Sancho de Herrera y los suyos, del prodi
gio y milagro tan grande que Dios habia hecho con aque
llos gentiles, para que no tuviesen desconsuelo ni pena,
en que se les representase la Santa Imágen y no halla
sen su falta, estando verdaderamente en Fuerteventura.
Respondió Sancho de Herrera: sabed que no vengo á en
gañaros con cautelosas palabras; para que sepais la ver
dad y deis gracias á Dios, Criador de Cielo y tierra: va
mos á la cueva de la Imágen, y su divina Magestad para
que aquellos bárbaros tuviesen conocimiento de su omni
potencia, permitió que no viesen la Imágen en el lugar
que antes la veían; de allí los llevó Sancho de Herrera
al batel. Sacaron el arca, en donde venia la Santa Imá
gen, descubriola y mostrola á los guanches, los cuales eo
nocieron la merced que Dios les hacia, y con mucho re
gocijo la llevaron á su cueva y pusieron en su lugar; con
cedieron el perdon á Sancho de Herrera con un buen re
galo de ganado, quesos, leche y gofio; con esto se des
pidió y volvió á Fuerteventura. La voluntad que Diego
Garcia de Herrera tenia de conquistar á Tenerife no era
poca, asi discurria modos con que poderla sujetar y des
truir sus naturales por medio de las paces con ellos he
chas, mandó á su hijo Sancho de Herrera, que volviese
á Tenerife con ochenta hombres no para que pelease, si
para que conservase la amistad y pidiese licencia á los
Reyes para hacer un torrejon en el puerto de Santa Cruz,
para que llegada la ocasión de su intento tuviesen los
DE CANARIAS. 75

españoles adonde retirarse y hacerse fuertes; embarcose


Sancho de Herrera con su gente, y pasaron á la isla de
Tenerife; al segundo dia que salió á tierra, fué á visi
tar á los Reyes y á pedirles licencia para su demanda,
que era para que sus soldados se recogiesen en aquel tor
rejon; concediéronsela y en breve tiempo fabricaron; es
tableció una ley con los Reyes, que si algun Español hi
ciera algun daño en la isla, lo entregaria al Rey de la
jurisdiccion en donde el delito se cometiera para que lo
castigara; y asi mismo, si algun guanche agraviase á al
gun cristiano, se lo entregasen á él para castigarlo; los
Reyes consintieron en la ley; pocos dias pasaron sin que
la ley se comenzase á ejecutar; porque los españoles oca
sionados de la necesidad que les afligia, hicieron cierto
robo de ganado y maltrataron á los pastores que lo guar
daban, porque lo defendian; estos agraviados dieron que
rella á Sancho de Herrera, el cual mandó presos á los
delincuentes Españoles á la presencia del Rey Cerdeto de
Anaga: estando delante del Rey, les reprehendió y dijo.
les perdonaba, que se enmendasen y los envió libres; no.
fató ocasion en que los naturales incurriesen en la ley,.
quizá por vengarse de lo que los Españoles le hicieron;
cogieron unos cinco guanches á un Español y dieronle
unos golpes que le hirieron. Fué el herido á quejarse al
Rey de Anaga, el cual los envió á llamar y atados los
remitió á Sancho de Herrera para que los castigase; ha
biendo llegado á su ¿is se airó Sancho de Her
rera y como mozo, sin prevenir lo que podria suceder,
y sin corresponder al perdon que los españoles alcarza
ron del Rey de Anaga los mandó ahorcar, lo cual se eje
cutó en aquella hora. Tuvo el Rey de Anaga noticia de
la muerte de los cinco guanches sus vasallos, y sintió que
Sancho de Herrera asi los hubiese castigado sin perdo
narlos como él habia hecho con los españoles; recibió
grande enojo, y hizo juramento de vengar el desaire;
mandó se ajuntasen en su palacio sus vasallos, y al se
gundo dia se hallaron con él mas de mil guanches; con
toles el suceso, y que el haberlos llamado era para que
con él fuesen á echar á Sancho de Herrera y á los su
yos de la isla, que no consentiria que mas en ella estu
viesen; caminaron hácia el puerto; luego que Sancho de
ierrera vió el tropel temió su ruina, dijo á los suyos
76 CONQUISTA

se recogiesen en el fuerte y previniesen las armas. Lle


go el furioso Rey con sus vasallos cerca del castillejo,
comenzaron á arrojar piedras y dardos; y viendo Sancho
de Herrera el tiempo mal parado, envió á decir al Rey
lo dejase embarcar que no queria estar en Tenerife; so
segaron los bárbaros su furia, y aquella noche se embar
caron Sancho de Herrera y los soldados que quedaron con
vida de la embestida, y se despidieron de Tenerife y hi
cieron su viage á la isla de Lanzarote, en donde estaba
Diego de Herrera que tuvo mucho pesar de lo sucedido.
Por esta causa las paces hechas entre los españoles
guanches se quebraron, y desde entonces los españo
les perdieron para con ellos el crédito, y no tuvieron
mas confianza de sus palabras, y deseaban ver español á
sus manos para destruirlo. Los Reyes agradecieron al de
Anaga que los hubiese hechado de la isla; y mas le hu
bieran estimado les hubiera quitado las vidas; poco tiem
po duraron estas paces, y mas fué la enemistad que me
parece, que si la amistad la hubieran los españoles con
servado, con facilidad hubieran sujetado la isla que tantos
años pasaron despues para verla conquistada.
CAPÍTULO XI.

De la conquista de la nobilísima isla de la gran Canaria.


Para tratar de la conquista de la muy noble é ilustre
isla de la Gran Canaria, cabeza de las demas islas, y de
quien todas toman nombre, no por ser la mayor, mas rica,
ni mas poderosa, que en todo la de Tenerife le escede,
no soy yo quien lo dice, sino el ilustrísimo señor D. Cris
tóbal de la Cámara y Murga, Obispo que fué de estas islas
en las constituciones sinodales, á fojas 344 con estas pala
bras: Tenerife es la isla mayor, mas fuerte, mas avecindada,
y mas rica de todas. Y en la siguiente foja dice: En conclu
sion, de las islas, la mayor, mejor, y mas pablada, y rica,
es Tenerife, y de Tenerife el mejor lugar la Laguna. Si
por haberle los antiguos conquístadores dado tal renom
bre, cuando trasladaron á ella la santa Iglesia Catedral,
que estaba en la isla de Lanzarote, año de mil cuatrocientos
y ochenta y cinco (siendo Tenerife aun de Gentiles) y re
sidir en ella la real Audiencia, los Tribunales de la santa
DE CANARIAS. 77

Inquisicion, y de la santa Cruzada; y para dar noticia de


las entradas y embestiduras que en ella los católicos hicie
ron, y de lo bien y valerosamente, que les resistieron los
dos nobles Reyes, que la reynaban en aquel tiempo (que
antiguamente uno solo la sugetaba) llamados, el uno Gua
narteme de Galdar y el otro Guanarteme de Telde, y el
arrogante y valiente Doramas, señor de aquella montaña,
que por el nombre dei primer dueño es bien conocida; y
los valerosos Maninidra, Tamadava, Arinegua, Tara, y de
mas hidalgos, y esforzados canarios, hasta su invasion; bien
fuera necesario á cualquiera, que habiendo apercibido toda
la historia quisiera ser su cronista, hacer libro particular,
que aseguro seria de buen cuerpo; y no menos para traerá
la memoria de los presentes todas las personas de ilustre,
y nobilísima sangre, que la conquistaron, y poblaron, y en
ella tuvieron repartimiento de tierras, y heredamientos,
en premio de su trabajo, por el nombre de cada una, y de
sus desendientes, que hoy la habitan con la misma autori
dad de nobleza, que sus pasados gozaron; pues fué tanta,
que sin quedar Canaria desposeida de ella, salió mucha
parte para la poblacion de las demas islas y en particular
para la de Tenerife que como fué la última que se conquis
tó, muchos caballeros castellanos y canarios nobles, pasa
ron á su conquista y poblacion: ya que á ser cronista de es
ta mas que ilustre isla, me he puesto, quisiera dar todas
noticias; no podré serlo cabal porque me faltan muchas, no
por descuido, que diligencia sobre ello he hecho que algu
nos dias, que en Canaria estuve, aunque fué de paso, pro
curé tener algunas; y desde esta isla la he hecho, embian
do á Canaria por algunos papeles antiguos, que he sabido,
pudieran dar algunas, y me han respondido las personas
á quienes he ocupado que los papeles antiguos del oficio
del cabildo, que son los que me pudieran desempeñar, el
tiempo los ha consumido, y muchos llevaron los holandeses
cuando entraron en Canaria, año de mil y quinientos y no
venta y nueve, juzgando les valiera alguna cantidad de di
nero su rescate. Los autores, que de estas islas han escri
to no dan mucha; y quien con mas razon la pudiera dar,
era el licenciado D. Bartolomé Cairasco de Figueroa, Ca
nónigo que fué de Canaria, y su natural, y con todo dá muy
poca en sus rimas sacras, despues de la vida de san Pe
dro mártir su patrono; y esta encontrada, porque por dar
78 CONQUISTA

nombre á los canarios de mas valientes, y esforzados solda


dos, que los naturales de las demas islas, y que la isla de
Canaria, fué la que mas se defendió, y última que se con
quistó siendo evidente y claro que la isla de Canaria se con
quistó año de mil y cuatrocientos y ochenta y tres, y la de
la Palma diez años despues y la de Tenerife año de mil
y cuatrocientos y noventa y seis, que fué la última; mos
tró la pasion de hijo de su patria, que ella le disculpa con
estos elegantes versos, que estan en dicho Flos Santo
rum, á fojas Hizo
285 elcoluna primera, renglon treinta y siete:
Herrera memorables cosas
De fama dignas; pero nunca pudo
Conquistará Canaria, y viendo aquesto
La Magestad católica de España
Tomó á su cargo régio la conquista
De ella, de Tenerife y de la Palma,
Ganó las dos; pero Canaria fuerte
No se dejó ganar en muchos años
Por ser su gente belicosa y diestra,
De gran valor, y de ánimo invencible;
Vinierou finalmente á conquistarla
Valientes Generales españoles;
Y habiendo precedido mil reencuentros
Mil peligrosos trances y batallas,
En la postrera mas horrenda y brava,
Ganaron los hispanos la victoria,
Siendo su General Pedro de Vera,
Brioso caballero Jerezano.

En mucha obligacion le debe estar la gran Canaria su


patria á este su hijo y autor. La noticia que he tenido, es
de esta manera.
La isla de la gran Canaria, por muchos años despues de
su primera, y antiquísima poblacion, un solo Rey la seño
reaba, al tiempo que estas islas se comenzaron á conquistar;
y en el que fué conquistada, dos Reyes la gobernaban, cada
uno en su jurisdiccion, el uno se llamó Guanarteme de Gal
dar, y el otro Guanarteme de Telde, de que hubiese en
esta isla estos dos Reyes, es muy cierto, por lo que los auto
res que han escrito de estasislas, llamados el Padre Fray Alon
so de Espinosa, de la Orden de Santo Domingo, y el Licen
ciado Antonio de Viana, dicen; y mas consta de una infor
macion, que tiene en Canaria D. Diego Prieto Carabajal,
que dice ser decendiente del Rey de Galdar, que se llamó
despues de conquistado D. Fernando Guanarteme; y de otra
informacion que hallé entre los papeles del Cabildo de esta
isla de Tenerife, que hizo un Agustin Delgado habrá ciento
y cincuenta años en que justifica ser nieto del Rey de Telde
DE CANARIAS. 79

de Canaria: tambien hubo en esta isla de Canaria un Señor


de una montaña, que llamaban Doramas, y otros Hidalgos,
primos, y hermanos de los Reyes.
Procuró Diego Garcia de Herrera poner en ejecucion
la conquista de Canaria, hizo una entrada con cien hombres,
por una parte remota de la isla, para reconocer la tierra;
no para pelear; fueron en su compañia cinco Religiosos de
la Orden del Seráfico Padre San Francisco, que le pidieron
los llevase, que deseaban predicar la fe á aquellos bárbaros:
los religiosos se entraron la tierra adentro y comenzaron á
predicar; aprisionaronlos los gentiles, y los despeñaron de
una alta sierra, y por estos mártires tiene la provincia de esta
órden en estas islas en su sello, entre otras señales cinco
cabezas puestas en cruz. Volvió Diego de Herrera á Lanza
rote, llamó á los nobles de la isla, comunicoles su pretension
y todos fueron de su parecer prometiendole ayuda con sus
personas y haciendas; previno unas carabelas, que en aque
lla isla estaban surtas, pertrecholas de municion y mante
nimientos necesarios para la guerra; ajuntaronse para ayuda
de su empresa poco mas de quinientos hombres así españoles
como naturales católicos de las islas conquistadas; ordenó
dos escuadras la una iba á cargo de D. Diego de Herrera;
y la otra de D. Diego de Silva su yerno conde, que des
pues fué de Portalegre, el que vino con la armada del in
fante D. Fernando como queda dicho en el cap. 9; hicie
ron el viage á la isla de Canaria á la parte de las isletas;
desembarcó Diego Garcia de Herrera con trescientos hom
bres, de alli caminaron á Gando á donde sentaron el real.
D. Diego de Silva, fué en una nao con doscientos hom
bres poco mas por la otra parte de la isla, con órden de
su suegro para que asentase su Real en Galdar; salió á
tierra con sus soldados por un puerto que dicen el Ba
ñadero, subió á lo alto á descubrir tierra en donde su
gente pudieran estar con desahogo, era por la mañana,
á muchos Canarios que iban á su labranza, que por su
desgracia fueron encontrados, dieron muerte; duró poco
tiempo este criminal ejército, por que dentro de dos ho
ras no faltó quien diese aviso al Rey de Galdar como los
españoles estaban en su Reino; apellidaronse los Canarios,
y fueron tantos los que se juntaron en el Palacio del Rey,
que para cada eapañol había ocho canarios; salieron al en
cuentro á los doscientos cristianos, con tal vozeria y silvos
80 CONQUISTA

que á cuarto de legua se cuenta los oían; llegaron á la vis


ta, y con una infernal furia acometieron sobre los españoles
que los hicieron retirar á un cercado con una cerca de
piedra seca, lugar en donde los canarios ejecutaban la jus
ticia á los facinerosos, y delincuentes de aquel Reyno; de
alli se defendieron valerosamente los españoles dos dias,
sin dar lugar á que los canarios entrasen dentro, ni que
á ninguno agraviasen; viendose cercados, y con necesidad
de comida no sabian que hacerse si rendirse al enemigo, ó
perecer honradamente, porque los canarios le decian se
diesen por esclavos, que de otra suerte los dejarían allí pe
recer miserablemente.
Diego de Silva llamó á la lengua, y dijole, que dijése
al Rey se llegase en paz adonde ellos estaban, que prome
tian darse á partido. El Rey fué al cercado y sin recelo de
que sería agraviado, se entró entre los Españoles; y Diego
de Silva, dijo al Rey le perdonase, y que le suplicaba los de,
jase ir libres á su tierra, que el haber entrado en aquella
isla, no habia sido para agraviarlos, si por ser mandados, y
no dejar de obedecer á su señor. Respondióle el noble Rey
que le prometia segura salida, y embarcacion á él, y á sus
soldados, y aun que sentia, que sus vasallos se mostrarian a
graviados de la libertad, por el daño que habian hecho á los
suyos, y el que pretendian hacerles; pero el buen Rey de
Galdar, que era sagaz, y astuto, les dió una industria, para
que mejor fuesen libres, sin que sus vasallos tuviesen que
ja: dijoles á los españoles, que le haciesen, como que le
querian aprisionar, y darle muerte, y que digésen á los
canarios sus vasallos, les diesen libertad, ó matarían á su
Rey, que viendole ellos en aquel lance, por verle libre, li
brarian ellos. Al querer los cristianos ejecutar la nueva in
dustria, los canarios que veían á su Rey en tal peligro, arre
metieron con furia todos al cercado con ánimo de no dejar
vivo ningun español, por dar vida y libertad á su Rey;
el cual viendo la determinacion y furor con que ivan
acercandose, les decia á grandes voces: vasallos mios de
teneos, mirad que vosotros me dais la muerte en que
rerla dar á estos españoles, que pretenden darmela sino
les damos libertad; refrenad vuestra cólera, sosegad, no
ejecuteis vuestra ira; prometiéronles lou españoles de dar
les por libre á su Rey si los dejaban salir libres. Los
canarios hicieron alto, y por no poner en duda la vida
DE CANARIAS. 81

de su Rey á quien tanto amaban y aventurarla á sus fuer


zas otorgaron la libertad, y luego salieron el Rey y D.
Diego de Silva con sus soldados del cercado; mandó el
Rey les diesen de comer que bien lo habian menester,
pues en los dos dias de su retraida no habian comido bo
cado; regalaronlos con buena carne, gofio, leche, manteca,
miel, y dátiles, que eran los regalos de la isla, como en
la de Tenerife, y demas islas para que matasen la hambre
y llevasen al navio; el Rey, y canarios fueron acompañan
do á D. Diego de Silva, y españoles al puerto; y por haber
el navio desgarrado con un temporal para otro puerto, pa
ra bajar á él, se habia de caminar por una áspera cuesta.
Guiólos el Rey por ella, y estando al medio, temió D. Die
go de Silva, no se le hiciese alguna traicion por los ca
navios; no pudo disimular su pensamiento, con que dijo al
Rey he imaginado, que el habernos traido por esta cuesta,
es para hacer en nosotros venganza, dandonos la muerte;
pero no creo que tu palabra se quebrantará. El Rey sonrió
se de la desconfianza, y respondióle no tuviese recelo de
que mal le sucediese, que su real palabra se habia de cum
plir, y que á su lado venia para librarlos de cualquier da
ño que les pudiera sobrevenir, si los canarios se altera
ran, que no harian en su presencia, que bajase la cuesta,
que seguros caminaban (á esta cuesta llamaron desde esta
ocasion la cuesta de Silva, con cuyo nombre es conocida
y nombrada hasta el dia de hoy) dióle la mano á, D. Die
go de Silva, y mandó á sus vasallos hiciesen lo mismo con
los cristianos, y alegres bajaron la cuesta y llegaron á la
playa; despidieronse unos de otros, y pasaron á su navio:
dieron á la vela, y navegando iban; y aun creian estaban
en las cuesta de Silva, dando gracias á nuestro Señor por
haber salido bien del cercado, que en él juzgaron lo con
trario; llegaron á Lanzarote, en donde desembarcaron y
dieron nueva de lo que con los canarios les habia sucedi
do, y decian no mas guerra con canarios: era D. Diego
de Silva valeroso, y no fué aquella ocasion de dar mues
tras de lo noble de su sangre, por ser tanto el número de los
contrarios, nec Hercules contra duo. Ni Hercules contra
dos. G

Dió D. Diego de Silva aviso á su suegro Diego Gar


cia de Herrera, que quedaha en Canaria con sus soldados
en el término de Gando, de el suceso que ma tenido:
2
82 coNQUISTA

sintiólo el noble Herrera y al ver tan malos principios en


su pretension, y reconociendo la fuerza y poder que los
canarios tenian, y que su gente era poca para tan gran
chusma, determinó hacer las paces con el Rey Guanarteme
de Telde, pareciendole, que con esta amistad pudiera ir
destruyendo de noche á los canarios, sin ser sentido, he
chas las paces entre Diego Garcia de Herrera y el Rey;
pidió Herrera al Rey, le dejase hacer en Gando una for
taleza; y que pues el Rey de Galdar era su enemigo le pro
metia de alli salirá darle batalla, y que si ganaba el Rey
no de Galdar de entregarselo para que fuese Rey de toda la
isla: con estas cautelosas palabras quedó el Rey de Telde
muy contento, y por la enemistad que con el Rey de Gal
dar tenia, otorgó la licencia para que fuese perseguido de
los españoles: era con todo esto el Rey entendido, y no
muy creido, dijo á Diego de Herrera, que antes de dar
principio á la fortaleza, le habia de dar en rehenes trein
ta infantes, hijos de sus vasallos, de hasta edad de doce
años: sintió mucho la peticion de los mancebos; pero juz
gando Diego de IIerrera los rescataria á costa de las vidas
de los canarios, embió por ellos á Lanzarote con cartas á
D. Diego de Silva, para que con brevedad los remitiese:
buscó D. Diego los treinta muchachos hijos de los natura
les, y enviolos á su suegro; el cual los entregó al Rey.
Luego hizo su castillo, y no muy grande; pero fuerte, y
de bastante altura, y dejando en él poco mas de doscien
tos soldados católicos, con órden de que de noche corrie
sen la tierra, y con secreto matasen, y enterrasen á los
canarios que encontrasen, ó fuesen del Rey amigo de Telde
ó del enemigo de Galdar, sefué á Lanzarote á buscar mas
gente para dar batalla á los canarios. Los cristianos comen
zaron á dar cumplimiento á la órden que lJiego de Herre
ra les habia dejado; salian de noche en escuadras, y hacian
grandes estragos en los canarios, no perdonando á ningu
no pequeño, ni grande. Los canarios reconocieron el agra
vio, que á escuras se les hacia; y asi ellos se enemistaron,
y mandó el Rey de Telde saliesen escuadras contra los del
castillo, y con ellos hacian lo mismo; una noche encontra
ron doce españoles, y les quitaron las vidas, y desnudaron,
y recogiendo los vestidos, discurrieron los canarios una
industria para matar á todos los del castillo, que en ella
se puede conocer la sagacidad tan grande, que los canarios
DE CANARIAS. 83

tenian, y el ingenio tan delicado, acompañado de invenci


ble valor. La industria fué, que unos canarios se vistiesen
eon los vestídos de los cristianos, que habian matado, y se
juntasen en una escuadra, los que en este trage iban, y ca
minando con un poco de ganado cerca del castillo á prima
noche, que no fuesen conocidos por los rostros á vista de
los del castillo, y que otros canarios fuesen detras algo
apartados, vestidos con sus tamarcos, como que iban dan
do alcance á los delanteros, y que en esto juzgarian los
cristianos, que los que iban vestidos, y con el ganado eran
españoles que lo llevaban por presa, y saldrian á darles
ayuda y que estubiesen otros canarios emboscados, para
que cuando saliesen los españoles al socorro, saliesen de
su celada, y les diesen en la cabeza, sucedió como lo dispu
sieron, pues yendo los canarios vestidos con el ganado al
go aprisa, y los otros detras, juzgaron los españoles del
castillo, que eran una escuadra de los suyos, que andaba
fuera; salieron á favorecerlos, y por las espaldas salieron
los emboscados; los delanteros hicieron cara, con que no se
escapó un cristiano, que no matasen; á este tiempo vinieron
los que habian salido fuera del castillo á dar una vuelta
al campo; dieron sobre ellos los canarios, y ni á uno de
jaron, que la nueva llevase á Lanzarote; la torre la desi
cieron, y arrasaron por tierra. -

La desgracia fué grande: tres dias despues llegó á aquel


puerto Diego Garcia de Herrera con poco mas de docientos
hombres para fortificar el castillo y un Canario les dió
nueva de lo pasado, con que Diego de Herrera se volvió
con su gente á Lanzarote con mucho pesar, y de perder
los treinta infantes que habia dado en rehenes. Sabida
esta mala nueva en Lanzarote, la lloraron los Mahore
ros, Gomeros y Herreños, por haber sus padres y herma
nos perdido las vidas, y sus hijos quedar cautivos en po
der del Rey de Telde, que fueron los treinta muchachos
que tenia en rehenes. Los Mahoreros y demas naturales
se convocaron y enviaron á algunos de ellos á dar que
jas á les católicos Reyes D. Fernando y D." Isabel, Rey
na de Castilla por muerte del señor Rey D. Enrique su
hermano, como Diego Garcia de Herrera, señor de aque
llas islas, los ponia en grandes peligros y que pretendia
destruirlos, y quitandoles por fuerza sus hijos para en
tregarlos á lcs enemigos como lo habia hecho con los
84 CONQUISTA

treinta infantes añadiendo otras quejas á estas mas de pre


suncion y por agravar mas su causa, que verdaderas que
siempre el querellante, por hacer el agravio mas crimi
noso informa lo que no ha sucedido ni pensado. Repre
sentóse la queja á su Magestad, y mandó parecer á su
presencia á Diego Garcia de Herrera y á D." Inés Pera
za de las Casas su muger; con la brevedad que mas se
pudo se despacharon y embarcaron en un navio. Llega
ron á Cádiz, y de allí caminaron á Granada (en donde sus
Magestades estaban tratando de la conquista de dicha
Ciudad, que estaba en poder de Moros.) Llegaron á la
presencia del señor Rey, con la ostentacion y aparato que
se requeria, á los que eran señores de aquellas islas con
título de Reyes de ellas, y dieron satisfacion á las que
jas de los naturales; su Magestad fué bien informado y
Diego de Herrera bien despachado. Preguntó su Mages
tad á Diego de Herrera, que cantidad de hacienda ten
dría, si podría con ella hacer armada para conquistar las
tres islas en breve tiempo, pues habia años que hacia en
tradas en ellas, y siempre sus naturales les salian victo
riosos: dijo Diego Garcia de Herrera la hacienda que ten
dría, y viendo su Magestad no era bastante para conse
guir la sujecion de tres islas, que tan bien se resistian,
y que se pasarian muchos años primero que Diego de
Herrera las conquistase; se escogió por mejor, que Die
go de Herrera y D." Inés. Peraza su muger, cediesen en
sus Magestades el derecho y título que á las islas por con
quistar tenian; y el señorío directo y dignidad de las con
quistadas, quedandose con el útil de las cuatro, que eran
Lanzarote, Fuerteventura, Gomera y Hierro; y de las cin
co despobladas, Graciosa, Alegranza, Santa Clara, Rocha,
la de Lobos, y que su Magestad les daría seis cuentos de
maravedis y título de Conde: hizose asi el asiento y hizose la
cesion y traspaso en esta conformidad, año de mil cuatrocientos
y ochenta, conque se despidieron de sus Magestades y se vol
vieron á la isla de Lanzarote, no con menos aparato del
con que de ella salieron, sí con menos título del que an
tes poseian. De esta cesion y traspaso, que Diego de
IIerrera y D." Inés Peraza hicieron en sus Magestades
hace mencion Salazar de Mendoza en la Monarquia de Es
paña, º dice fueron seis cuentos con estas palabras:
Doña Inés Peraza renunció en ellos el derecho y accion
DE CANARIAS. 85

que le pertenecia á las islas de Tenerife y la Palma; que


poseian Infieles, y el que tenian á la de Canaria por seis
cuentos de maravedis y se quedó con las de Lanzarote,
Gomera, Fierro, Fuerteventura y las despobladas. Fran
cisco Lopez de Gomara en el lugar citado lo refiere con
las siguientes: Y los Reyes dieron á Diego de Herrera
cinco cuentos de maravedis en contado, y el título de Con
de de la Gomera con el Hierro; y él y Dº Inés Pera
za renunciaron todo el derecho y accion que tenian á las
islas. Por muerte de Diego Garcia de Herrera y de D."
Inés Peraza, se hizo particion de estas cuatro islas entre
sus hijos. A Fernan Peraza como hijo mayor y mejora
do, se le adjudicó las dos islas de la Gomera y Hierro;
y á Sañcho de Herrera llamado el viejo, que casó con
D.º Catalina Escobar de las Roelas, heredó cinco partes
de doce en las islas de Lanzarote y Fuerteventura. A D."
Maria de Ayala, muger de D. Diego de Silva, conde de
Portalegre, se le adjudicaron cuatro partes de las dichas
dos islas; y á D.º Costanza Sarmiento, muger de Pedro
Fernandez de Saavedra, Mariscal de Castilla señor de Za
hara, se le adjudicaron las otras tres partes restantes; y
asi mismo las cinco isletas despobladas, se repartieron en
tre los dichos cuatro hijos: otro hijo tuvieron los dichos
Diego de Herrera y D." Inés Peraza, que era primogé
nito que casó con D." Maria Laso de la Vega, este no
tuvo herencia en las islas; de todos los sobredichos hay
desdencencia, que goza dichas islas D. Juan Bautista de Her
rera Rojas y Sandoval, con el título de conde de la Go
mera y Hierro; D. Fernando Arias Saavedra, con título
de señor de Fuerteventura; y D. Agustin de Herrera
fué Marques de Lanzarote, y por su muerte heredó su
madre el Estado por ser bienes libres, llamada D." Lui
sa Bravo y Guzman y otros descendientes que no tienen
parte en dichas islas, y otros que la tienen.
Los Señores Católicos Reyes D. Fernando, y D." Isa
bel, mandaron poner en sus dictados, desde la fecha
de la cesion, y traspaso, Reyes de las islas de Canaria,
y trataron de continuar la conquista de ellas, y que fuese
armada á proseguirla, nombraron por Capitan General de
ella á D. Juan Rejon, natural de Leon, gran soldado, y de
mucha esperiencia en cosas de la guerra, y de noble sangre
y por su Alferez de á caballo, y de la infanteria á Alonso
86 CONQUISTA

Jaimez de Soto mayor, muy igual en todas partes con el


General; mandaronles dar su Real Provision, para que D.
Diego de Merlo, Asistente de Sevilla, y Alonso de Palencia,
los depachasen con tres navios bien peltrechados de basti
mentos, y municion, y treinta hombres de á caballo, y seis
cientos de á pie; para la conquista de la isla de gran Cana
ria. El Asistente puso luego en ejecucion lo que sus Ma
gestades le mandaron con mucha brevedad en el año de mil
y cuatro cientos y ochenta, y mandó saliesen del Puerto en
el mes de Junio; dieron á la vela, y á veinte y cuatro de Ju
nio del año dicho, dia del glorioso San Juan Bautista, al
amanecer, llegaron á la isla de Canaria; desembarcó el Ge
neral con su gente en el Puerto de las isletas, y queriendo
caminar la tierra adentro, un Canario que amaba á los Es
pañoles, que fué encontrado en un término, que decian
Heniguada les aconsejó no pasasen de aquella parte, por el
gran peligro en que se iban á poner; por que el Rey ha
bia tenido aviso de su llegada, y estaba con muchos Canarios
mas adelante aguardandolos; recibieron el consejo, y no pa
saron de aquel sitio, y en él hicieron un muro de tapias, an
cho, y fuerte á modo de baluarte, para hacerse alli fuertes
en sus retiradas: el Rey de Telde dió aviso al Rey de Gal
dar, aun que estaban enemigos, para que se ajuntasen con
sus vasallos en un ejército, para defender la isla; hicieronse
los dos Reyes amigos; y unieronse para defenderse, y dar
batalla á los Epañoles; al siguiente dia de este aviso, que
serian ocho despues de la llegada de los Cristianos. vinie
ron los dos Reyes con mas de cinco mil canarios al real
de los españoles; armaron batalla de una y otra parte,
fué tan cruel que los españoles se vieron afligidos; fue
ronse retirando á la muralla, y de allí se defendieron va
lerosamente y resistieron la furia canaria dando á mu
chos la muerte: fueronse los canarios de a luella parte de
jando á los españoles en su real, de adonde salian de
noche á hacer algunas entradas y prevenirse de ganado
para mantenimiento, y en ellas mataron muchos bárba
ros. Cobraron los canarios temor por ver la fuerza de
los españoles, y algunos por asegurar sus vidas, se venian
de dos en dos y de seis en seis al real de España, y ren
dian la obediencia á los católicos Reyes de Castilla: y
decian querian ser cristianos y instruidos en la fé; reci
bieron mas de ciento el agua del santo bautismo; tam
DE CANARIAS. 87

bien los reyes con sus vasallos daban algunos asaltos de


noche á los españoles, no sacaban lo mejor: con todo, no
se puede negar que los canarios eran muy valientes y ami
gos de su patria. -

En este tiempo, por se haber quebrado el lazo de


paz que á Castilla y Portugal unia, por causa del señor
Rey D. Enrique de Portugal que pretendió casar con la
señora Reyna de Castilla, muger del señor Rey D. Fer
nando de Aragon, pregonadas guerras. Los Portugueses
con algun género de envidia, de vér que la fama de la
conquista de Canaria se la pretendian llevar los Castella
nos: con licencia de su Rey hicieron armada de ocho
caravelas bien prevenidas de gente y armas, y surcaron
el oceano hasta llegar á la isla de Canaria, en donde de
sembarcaron por un puerto que dicen Lagaete que es
por otra parte de la isla, con intencion de conseguir dos
victorias; una contra los castellanos y la otra contra los
canarios; para mejor alcanzarlas enviaron unos portugue
ses con embajada á los reyes de la isla á decirles, que
vennan de paz y á darles socorro contra los castellanos
que les daban guerra.
Los Reyes luego que recibieron la embajada, vinieron
adonde los portugueses estaban, y hicieron paces: comu
nicóles el General su venida, fingióles que era para ayu
darles, y dar guerra á los Castellanos, que eran sus enemi
gos y que por vengarse de ellos habian hecho aquella
Armada que era de parecer de ir por el mar con su gen
te y asaltar á tierra á dar batalla á los Castellanos, y que
los Reyes con sus vasallos fuesen por tierra; y que asi cer
cados, ninguno se libraria, y ellos serian sosegados en su
tierra. Los Canarios , creyeron las cautelosas palabras del
General Lusitano; y vinieron en el acuerdo y parecer, no
previniendo lo que para despues los nuevos amigos tenian
determinado, pues su intencion era acabar con los castella
nos, y despues con los canarios; pero no se les logró su ma
la intencion: dieron á la vela, montaron las isletas, y estan
do á vista de los Castellanos, el general Juan Rejon estrañó
la novedad reconocieron la gente lusitana, recelaron la embes
tida por ser ocho carabelas que llebarian mucha gente cobraron
ánimo, y dióse órden para la ocasion: mandó elgeneral Rejon,
que una escuadra se emboscase en las isletas, y solo cien hom
bres con él estuviesen en la muralla, para que desembarcan
88 CONQUISTA

do les portugueses, y caminasen al Real que estaba en donde


hoy es la ciudad, saliesen los de la emboscada, y los cerca
sen de suerte, que no pudiesen escaparse: cumplióse la ór
den.
Llegaron al puerto las naos; echaron al agua sus la
teles, y llenos de portugueses, llegaron á tierra pisaron
sus arenales los arrogantes lusitanos, y caminando confia
dos hácia el Real, los castellanos salieron en tropel los de
la emboscada por una parte y por otra los de el Real; y
tan confusos se hallaron los portugueses de lo que les su
cedia, que no sabian que hacerse; dieronles los castellanos
tal caza, que el que no perdió la vida con el fuerte ace
ro, la perdió entre las olas del mar, que huyendo á los
bateles no los alcanzaban, por estar en aquella ocasion la
mar alborotada, aun contra ellos, por la mala intencion
con que iban: y los que por su buena fortuna se queda
ron en las carabelas, y pudieron escapar en las lanchas,
dejando, por mas no poderá sus amigos, y paysanos al sol
y sereno de Canaria: fueron á dar la nueva á Lisboa que
para todos ellos fué bien mala: los canarios que venian en u
na grande escuadra á cumplir con lo que habian quedado
en el concierto, se detuvieron á muy largo trecho de a
donde vieron la batalla, sin atreverse á llegará ella, por no
ser iguales en la paga con los amigos lusitanos, con que se
retiraron, y prevenidos aguardaban no les sucediese otro
tanto. Muy mal probaron los nobles portugueses pues en
dos entradas, que hicieron, por mandado de el Infante D.
Enrique, como dige en el capitulo 7 y otra por mandado del
Infante D. Fernando como referí en el capitulo 9 en las
cuales tubieron batalla con los canarios, y esta con los cas
tellanos, en todas cuatro les sucedió muy mal llebando en
la cabeza, y que contar á su tierra con que no bolvieron
laS.

Continuó el General D. Juan Rejon en hacer algunas


entradas de noche, y de dia la tierra adentro, hasta pa
sar al puerto de Lagaete, en donde hizo un castillo, en
que puso por alcaide á D. Alonso Fernandez de Lugo,
y lo guarneció con muchos valientes soldados hallóse el
general necesitado de gente, y bastimentos para prose
guir en la conquista; embarcóse y fué á Lanzarote á pe
dir socorro á Diego Garcia de Herrera para la conquis
ta, en nombre de su Magestad (dejando por gobernador
DE CANARIAS. 89

en Canaria durante su ausencia á Pedro de Algava, ca


ballero de mucha satisfaccion, y su grande amigo) fué
bien recibido de Diego de Herrera, y de los nobles de la
isla; comunicole á lo que á aquella isla habia pasado, y á
lo que le habia obligado su viage. Denególe Diego Garcia
de Herrera su peticion, por algunas diferencias que tu
vieron acerca de ella, que le causó enojo á D. Juan Re
jon, que era temerario de condicion, con Diego Garcia
de Herrera, que era pacífico, con que el general se volvió
á Canaria muy sentido, con deseo de tener venganza de
Herrera; luego que llegó á Canaria, su cólera le hizo to
mase la venganza en Pedro de Algava su grande amigo
por saber era muy amigo de Diego de Herrera buscó cau
sa para ejecutarla, dijo que le queria tomar residencia de
los dias que en su ausencia habia gobernado, y con falsa, y
maliciosa informacion, injustamente lo mandó degollar
mostrandose enemigo de su grande amigo, por saber lo
habia de sentir Diego Garcia de IIerrera: viendo D. Alonso
Fernandez de Lugo, y otros caballeros deudos suyos, la
injusta muerte que el General Rejon habia mandado dar
al noble Pedro de Algava, y la soledad de Leonor Suarez
su muger, con dos hijos niños, llamados Andres, y Geró
nimo, embiaron persona á la corte con quejas á sus Ma
gestades de la injusticia de Juan Rejon; para que manda
sen poner remedio: informados sus Magestades de la ver
dad, y consultandolo con los de su real consejo, mandó,
que Juan Rejon pareciese ante sus Magestades, y que fuese
á proseguir la conquista de Canaria Pedro de Vera, na
tural de Jerez, de ilustre sangre, con título de Capitan
general de todas las islas por conquistar, y con órden de
remitir preso á la corte á Juan Rejon; previnieronse para
el viage dos navios, por mandado de sus Magestades, con
mucha gente, y aprestados dieron á la vela; venian en
compañia del General Pedro de Vera el Ilustrisimo señor
D. Juan de Frias, Obispo electo de las islas, y Miguel
Mojica persona de mucha calidad, y muchas personas no
bles; al fin de nueve dias de viage llegaron á la isla de Ca
naria, por el mes de Enero, del año de mil y cuatro
cientos y ochenta y tres. Salió Juan Rejon á la playa á re
cibir los recien llegados; hizoles mucho agasajo Pedro de
Vera; disimuló por aquel dia, y al siguiente fué á pagar
le la visita; hizole notoria la patente que su y en le
90 CONQUISTA

habia dado de Capitan general, y la órden para prendere;


obedeció Juan Rejon, y preso lo remitió á España, entre
gandoselo á Hernando de Vera su hijo, para que de él
diese cuenta á su Magestad como se lo habia mandado.
El General Pedro de Vera quiso dar fin á la conquis
ta de Canaria, que tan dilatada habia sido; con todo se
pasaron tres meses, haciendo entradas, y teniendo peleas
con los canarios, que bien se defendían, y de una, y otra
parte caian muchos: en un combate que fué cruel, que
duró dos horas, mataron los españoles al valiente canario
Doramas, que era señor de aquella montaña fresca y ame
na, que Ergasto cuenta en sus rimas; y por memoria de
su dueño, es hasta hoy llamada la montaña Doramas. De
terminó el general Pedro de Vera, con parecer del Ilustrí
simo Obispo, y de los nobles castellanos sus amigos, dar
una batalla á los canarios ó ha morir ó conquistar de una
vez la isla; dió cuenta de su determinacion á sus soldados
mandóles se previniesen, porque al siguiente dia, que era
dia de S. Pedro martir, se habia de hacer embestida, y que
habia de ser la última, ó ha ganar ó perder, que caua uno
pelease como español, que ninguno acobardarse: el santo
prelado, por otra parte los animaba con una espiritual
práctica, que palabras pudiera decirles, que al ánimo mas
tímido no se le infundiese todo el valor del mundo: davales
á entender que en esta conquista ganaban dos palmas, dos
coronas, para con Dios una, pues por medio de la conquista
tantas almas de infieles serian con el agua del santo bau
tísmo, y con la fé cristiana, convertidas y agregadas á la
milicia de Cristo nuestro Señor, y la otra para con su
Rey que le daban mas reynos mas vasallos, y le hacian mas
poderoso, que conseguirian dos premios el uno de Dios
para el alma, que era el principal, y perfecto, y el otro
de su Rey; que todos se preparasen para se confesar aque
lla noche, y á la mañana recibir el cuerpo del Señor, pa
ra dar la batalla en gracia, que Dios se la diese á cada
uno espiritual, y temporal. En aquel dia, y noche se con
fesaron todos con el Ilustrísimo Obispo, y con los clérigos
y religiosos, que le acompañaban, por la mañana comul
garon con mucha devocion, y con lágrimas, pidiendo á su
Divina Magestad les ayudase en aquella empresa: , el
buen pastor espiritual pasó la mas de la noche en oracion
rogando á Dios nuestro Señor volviese por los suyos, que
DE CANARIAS. 91

los favoreciese, y ayudadase, que sin su ayuda era imposi


ble alcanzar victoria; porque los canarios eran muchos, y
los cristianos muy pocos, pues eran mas de seis mil cana
rios, no habiendo ochocientos españoles; fué su divina
magestad servido de oir la devota y humilde súplica, y
llegada el alba, tocaron los españoles las cajas, sonaron
los clarines, comenzó á marchár el ejército español, capi
taneabalo en un gallardo caballo el general Pedro de Vera
y mas atras iba en otro tan brioso el Ilustrísimo Obispo D.
Juan de Frias, que llebaba el estandarte.
Dieron vista al ejército canario; que prevenido esta
ba, aguardando la ocasion: acercaronse á él, hizo el gene
ral la seña, dióse luego la embestida con tal furia embis
tieron los canarios, y con tanto ánimo, que algunos españo
les dudaban la victoria; pero el buen pastor, que tenia pues
ta su confianza en Dios, en quien la tenia asegurada, á vo
ces los animaba, y decia: hijos poned en Dios la esperanza
que nuestra será la vitoria; al fin de seis horas de pelea,
despues de haber caido muchos en tierra; pidieron cuartel
los canarios, por que se hallaban rendidos, y vencidos; re
tiróse á una parte el Rey Guanarteme de Galdar, y hizo
seña de paz: sosegaronse los españoles, y los canarios hicie
ron lo mismo: fué el Rey adonde el general estaba, y por
el intérprete le dijo; que no queria pelear mas, que se con
fesaba por vencido, y por vasallo de los católicos reyes D.
Fernando y D." Isabel, á quienes entregaba la isla; pero
que él, y los canarios habian de quedar libres, sin sugecion
de esclavitud, y que prometia en nombre de todos, de que
se volverian cristianos: el general abrazó al Rey, y le dió la
mano y le prometió libertad à él, y á los suyos; besó el Rey
la mano al Sr. Obispo, puesta la rodilla en el suelo; el cual
le abrazó; los españoles, y canarios se dieron las manos, y
muchos abrazos, prometiendo firme amistad, dandose unos á
otros los parabienes de la victoria, y paz: los cristianos daban
gracias á Dios nuestro Señor del favor que les habia hecho,
de haberles dejado vér aquel dia tan deseado: mandó el san
to Obispo, que todos se hincasen de rodillas á alabar al señor
cantaron el te deum laudamus, etc. Y despues cantó la ora
cion de grascias y otra de nuestra Señora y la oracion
de la festividad del bienaventurado San l'edro Martir
cuyo dia era el presente: todos los españoles en altas voces
dijeron, enarbolando el Obispo el estandarte: Canaria,
92 CONQUISTA

Canaria, Canaria, por los señores católicos Reyes D. Fernan


do y D. º Isabel, Reyes de Castilla de Leon, de Aragon, Óc.
Que por muchos años vivan con acrecentamiento de mas
Reynos, con que se cantó la victoria á veinte y nueve de
Abril, del año de mil cuatrocientos ochenta y tres, dia de S.
Pedro Mártir, en cuyo dia todos los años se celebra fiesta en
Canaria , por los dos cabildos esclesiástico, y secular, que
ván á celebrarla al convento de la órden de S. Domingo, que
se intitula de S. Pedro Martir; y se lleva en la procesion el
estandarte, que tuvo el Ilustrisimo Obispo D. Juan de
Frias en la conquista: murieron en esta última batalla el Rey
de Telde, y dos mil y quinientos canarios, y ochenta espa
ñoles; fué milagrosa esta victoria.
- El Rey Guanarteme de Galdar fué á España á besar
la mano á los señores Católicos reyes y á obedecerles:
el señor Rey D. Fernando se holgó de verle, y con vQ
luntad de Guanarteme fué su padrino de bautismo y es
cogió por nombre Fernando como su padrino, el señor
Rey D. Fernando, y despues fué llamado D. Fernando
Guanarteme: con licencia de los señores reyes se vol
vió á Canaria su patria y hay hoy descendientes suyos.
Dióse principio á la poblacion; fabricóse su Iglesia, tra
bajóse en instruir en la fé á los canarios y los bautiza
ron; á un hermano del Rey de Galdar llamado Manini
dra, le pusieron por nombre Pedro de Maninidra, fué
muy fácil su conversion, por que los canarios no tuvie
ron idolos, ni dioses falsos, que un Dios decian que ha
bia en lo alto que los gobernaba y sustentaba.
La primera ciudad que en Canaria hubo fué la de
Telde, de alli algunos años fundaron la que es hoy prin
cipal Ciudad de las Palmas que está en puerto de mar;
En veinte del mes de Noviembre del año de mil
cuatrocientos y ochenta y cinco, trasladaron la Iglesia
Catedral que estaba en Lanzarote á la Isla de Canaria,
y de allí adelante se llamó el obispado de Canaria, de
jando el antiguo nombre de San Marcial de Rubicon: en
breve tiempo se pobló la isla de muchos lugares y tem
plos, que mas adelante por sus nombres referiré: forti
ficaron el puerto principal con muchos castillos, el pri
Anero fué él de nuestra Señora de la Luz. Es Canaria
ticundante de tedo género de mantenimientos, cria mu
hºs carreros y buenos, y ctros ganades, cegese pesca"
DE CANARIAS. 93

do fresco, es fértil en trigo, cebada, centeno y demas


legumbres; de todas frutas se coge y muy regaladas, que
en España no hay algunas de ellas; es rica así por los
frutos de sus viñas, que son razonables, y semillas de
huerta, que todo vale dinero como por la cantidad de
maravedis, que en todo el año entra de las otras islas,
de las rentas de los diezmos y de salarios de Oidores y
otros Jueces, que como en Canaria está la Audiencia, la
Iglesia Catedral de señora Santa Ana, los tribunales de
la santa Inquisision y de la santa Cruzada, todo vá á
parar allí. Muchas personas nobles la habitan descendien
tes de los conquistadores y de pobladores que á la fama
de su grandeza, despues de conquistada á ella pasaron
de España, Genova, Francia, cuyos apellidos asi de los
conquistadores como de los pobladores son Rejon, Vera,
Jaimez, Sotomayor, Monte, Mojica, Lugo, Alarcon, Go
mez, Tamariz, Ortega, Samarinas, Mesia, Tapia, Bethen
court, Carrascosa, Robles, Cuba, Estupiñan, Cabeza de
Vaca, Torre, Cabrejas, Solorzano, Nuñez, Peña, Tenorio,
Roelas, Troya, Mainel, Herrera, Pacheco, Solis, Perdo
mo, Loranza, Cardona, Vargas, Flores, Balboa, Ariñez,.
Soto, Navarro, Sarmiento, Quintana, Porras, Manrique,
Lara, Palenzuela, Maldonado, Jimenez, Peñalosa, Vega, .
Padilla, Fontana, Cerpa, Peloz, Romero, Meneses, Tellez,
Calderon, Olivares, Lescano, Carrasco, Zurita, Figueroa,
Castilla, Venegas, Guerra, Cabrera, Bolanos, Buitron,
Castillo, Siverio, Valera, Carreño, Espino, Suarez, Leon,
Toscano, Mejia, Ponce, Bracamonte, Casares, Trujillo,
Vazquez, Velez, Aguilar, Osorio, Segura, Arellano, Al
tamirano, Vergara, Ruiz, Ingles, Baeza, Guevara, Pon
ce de Leon, Gutierrez, Velandia, Heredia, Ortiz, Trejo,
Narvaez, Muñiz, Arencibia, Mercado, Pineda, Molina,
Ramos, Fullana, Cervantes, Mata, Mendoza, Montedoca,
Barrios, Quesada, Quijada, Morales, Jacomar, Bachicao,
Zurbarán, Ayala, Peraza, Sandoval, Carrillo, Hinojosa,
Alfaro, Laso, Borrero, Moteno, Martel, Saavedra, Espí
nola, Calderin, Promontorio, Marquelo, Moreto, Acuña,
Castro, Añasco, Viñoli, Castrillo, Montesa, Silva, Car
hajal, Ceron, Haraquemada, Torresnieto, Interian, Val
divieso, Sobranis, Morteo, Argiroso, Riverol, Salvago,
Cibo, Nucio, Franquis, Imperial, Lercaro, Veintemilla,
Fiesco, Añcces, Canino, Esterlin, Aguiniga, Quiñones,
94 CONQUISTA

Cancejo, Rios, Zasafa, Falcon, Angulo, Mirabal, Escanío


y otros muehos, y no se haga reparo en los que van pri
mero, y al medio y últimos, que tengan unos mas pree
minencia que otros, que todos en mi concepto son igua
les en nobleza, que segun á la memoria me han ocurri
do asi los he puesto. Ahora daré noticia de la poblacion
de los lugares de esta isla, segun la he tenido por ma
yor.

Poblacion de la Isla de Canaria.

La ciudad de las Palmas, muy noble y leal de Ca


naria, es larga, de buenas calles alegres y de faldas de
mucho recreo; está fundada junto al mar, tiene muchos
castillos, el principal es de la Luz y muy antiguo; en
esta Ciudad está la Santa Iglesia Catedral de Santa Ana,
es admirable su fábrica de bóveda, tiene ocho dignidades
que son, Dean, Areedíano de Canaria, Chantre, Tesore
ro, Maestre Escuela, Prior, Arcediano de Tenerife y Ar
cediano de Fuerteventura; tiene diez y seis Canonicatos,
de estos lleva uno la Inquisicion, y dos están afectos á
la Doctoral y Magistral; hay doce Raciones, y ocho Ca
pellanías reales, y otros Ministros que se requieren en
una Santa Iglesia y muy buena música; son estas pre
bendas de patronazgo Real; tiene su Sagrario con dos Cu
ras que acuden á toda la ciudad; tiene dos Torres; cer
ca están las casas Obispales; en esta ciudad asisten los
cuatro señores de la Real Audiencia; el Tribunal de la
Santa Inquisicion y el de la Santa Cruzada; el Corregi
dor y otros ministros de Justicia; tiene tres conventos
de religiosos, el uno de San Francisco, otro de Santo Do
mingo, y otro de S. Agustin y tres Monasterios de Mon
jas, uno de la Concepcion de la órden de S. Bernardo,
otro de Recoletas de S. Ildefonso, otro de Santa Clara;
hay dos hospitales, uno para curar enfermedades ordina
rias y otro de S. Lázaro; hay muchas ermitas: en esta
ciudad se hacen los Cabildos por los Regidores, de que hay
buen número, que unos viven en la ciudad y otros en
fos lugares.
La Ciudad de Telde tiene buena Iglesia, con dos
Beneficiados, y algunos Capellanes; hay hospital; y un con
y ento de S. Francisco, está dicha ciudad dos leguas de las
DE CANARIAS, 95

Palmas.
El lugar de Galdar tiene buena parroquia, con su
Beneficiado; hay un convento de S. Francisco á medio
cuarto de legua, camino de Guia, en este lugar es la casa,
que era del Rey Guanarteme de Galdar, que se llamó D.
Fernando; está fabricada de solas piedras, sin barro ni cal,
á modo de boveda, obra admirable.
El lugar de Guia está un cuarto de legua de Gal
dar, tiene su parroquia con Beneficiado; hay en este lu
gar muchas viñas y sus vinos son los mejores de la
isla.
El lugar de Lagaete esta frontero de Tenerife, de el
lugar de Santa Cruz á Lagaete, es navegacion de quatro
horas, tiene su parroquia con Beneficiado.
El lugar de Arucas está á dos leguas de la Ciudad
de Canaria, tiene su parroquia con su cura.
El lugar de Firgas está cerca, sus vecinos son fe
ligreses del cura de Arucas, hay alli un convento de santo
Domingo.
El lugar de Moya tiene su parroquia con su cura.
De allí comienza la montaña de Doramas, tan alta, y cerrada
de variedad de arboles, que el Sol no calienta la tierra,
hay muchos arroyos de frescas aguas.
El lugar de Terori tiene buena parroquia con su
cura, en ella está la milagrosa Imágen de nuestra señora
del Pino, que apareció en un pino que está junto á la
Iglesia y de él salen dos dragos parejos, plantados en el mis
mo pino, y en el pino están señalados los pies de la Vir
gen allí aparecida; en este lugar está una fuente de agua
agria, que muchas personas van de las otras islas á beberla
por ser medicinal.
El lugar de la Vega está dos leguas de la ciudad
de las Palmas, tiene buena Iglesia, con su cura; tiene mu
chas viñas, y huertas, cogense de todos frutos, tiene mu
cha agua. -

El lugar de Tejeda está cerca, sus vecinos son fe


ligreses de el cura de la Vega, estan algo apartados.
El lugar de Tirahana tiene su parroquia con su cura,
está fundado este lugar en una profundidad, cria de to
do género de frutos y ganado.
El lugar de Aguimez es Cámara Episcopal, tiene
buena Iglesia con su Cura, cogense de todos frutos.
96 CONQUISTA

El lugar de Candelaria está cerca, sus vecinos son


feligreses del cura de Agüimez.
El lugar de Acusa está cuatro leguas de Galdar, y
sus vecinos son parroquianos de Galdar, tienen su er
mita con Misa todas las fiestas, pagada la limosna por
los vecinos por escusar tan largo camino.
El lugar de Artenara está cerca del de Acusa, sus
vecinos son feligreses del Beneficiado de Galdar, tienen
su ermita con Misa en las fiestas, por no ir tan lejos á
oirla.
Así en la ciudad como en los referidos lugares de
Canaria habrá doce mil vecinos; tiene esta isla mucha
gente nobilisima, y mas de ciento y cincuenta mayoraz
gos de buena renta; es abundante de ganados, de trigo,
vino y de todo género de frutos; es barata; su gente es
agradable, caritativa, nada le falta antes les sobra para
otras islas, y particularmente para la de Tenerife, que
como tiene mas gente es mas el consumo, y les recom
pensan los frutos que traen con plata, y asi todos acu
den á ella en todo el año.

CAPITULO XII.

De como Hernando de Vera hizo una entrada en Teneri


fe; y como á D. Juan Rejon mataron en la Gomera; y
como los Gomeros mataron á su señor Hernan Peraza,
y Francisco de Maldonado, y Pedro Hernandez de Saa
vedra hicieron una entrada en Tenerife.
Apaciguada la isla de Canaria, y bautizados sus na
turales, se recelaba el general Pedro de Vera no le hiciesen
algun asalto traicion para restaurar su patria; que el agra
viado, aunque disimule la ofensa con amistad, no dejan de
perseguirle malos pensamientos, y le dan impulsos de
vengarla; asi procuraban medio, para destruirlos, ó
echarlos de la isla por alguna industria. Dijo á sus
amigos, que queria conquistar á Tenerife, llamó á los ca
narios, y contoles su pretension, y que les prometia si le
ayudaban de premiarlos, y que sus Magestades se mostra
rian agradecidos de tan buen servicio, hicieronles cosqui
llas las ofertas que Pedro de Vera les hacia, v resnondie
ron todos que estaban prontos de cumplir lo que les peda
DE CANARIAS. 97

pues era en servicio de los señores Reyes; algunos de ellos


recelaron, no les viniese algun daño que parece lo adi
vinaban, el que el general les tenia dispuesto; aconseja
ronse unos -á otros que ninguno saliese de la isla, sin que
primero el general Pedro de Vera hiciese juramento por
Dios en una hostia consagrada, de que no les agraviaria
ni dagnificaria en cosa alguna en el seguro de sus per
sonas; dijeronle al general lo que tenian determinado que
hiciese; prometioles de asi hacerlo, para su satisfacion; y
por no faltar á la palabra que les dió, llamó á un sacerdo
te, y de secreto le dijo que pusiese en el sagrario una
hostia por consagrar, y que cuando los canarios, y él
viniesen á la Iglesia sacase la dicha hostia, para hacer so
bre ella el juramento, porque su intencion era contraria.
Fué el general á la Iglesia de S. Antonio, en compañia de
los canarios; el sacerdote sacó la hostia sobre una pate
ma del sagrario, salió con ella hasta la puerta de la Igle
sia acercose el general, y delante de todos hizo el jura
mento, y votó con cautela, diciendoles, que por aquella
hostia, su intencion no era otra, que conquistar á Teneri
fe, y no hacer agravio á los canarios, que le fuesen á ayu
dar. Los canarios quedaron contentos del juramento, juz
gando estaba en aquella hostia el cuerpo de nuestro se
ñor Jesucristo, por la fé que tenian, en lo que eran ins
truidos, y mas sacandola el sacerdote en sus manos, y vien
do que todos se humillaron; teniendo por firme el jura
mento, trataron de irse á embarcar al puerto, que hoy se dice
de la Luz, en donde estaban dos navios. Embarcose Her
nando de Vera, hijo del general, con órden, de que ha
biendo hecho una entrada en Tenerife con los canarios los
que quedasen los llevase á España á vender; comenzaron
á embarcarse los canarios, y solamente doscientos se em
barcaron, por ser las embarcaciones pequeñas, que á ser ma
yores segun el deseo que mostraban de ir á servir á los ca
tólicos Reyes, muchos mas hubieran entrado: acompaña
ronle cincuenta españoles, levaron las áncoras, y montaron
Jas isletas, y en una noche atravesaron las diez y ocho le
guas del viage y al amanecer surgieron en el puerto de San-,
ta Cruz, en la isla de Tenerife, y desembarcaron todos con
llernando de Vera, capitan de la escuadra: nuevas ofertas
hizo el capitan á los canarios, para que con ánimo pelea
sen, y no se mostrasen cobardes; esto y mucho mas les de
93 CONQUISTA

cia Guillen Castellano, que sabia la lengua, en nombre del


capitan Vera; aquella mañana marchó la escuadra á la La
guna; apresaron algun ganado, y á algunos guanches, que
solos andaban en sus labranzas aunque primero que los
sugetasen se compraba su prision con la sangre de cana
rios, y españoles: no pasaron de la Laguna, por el temor
de los guanches no viniese sobre ellos alguna chusma; ba
jaron al puerto y llebaron á los navios la presa, y á las
tres de la tarde ya estaban embarcados, que á detenerse una
hora mas, ellos fueran presa para los guanches; porque el
Rey de Anaga (que ya habia tenido aviso de la entrada)
bajaba con mas de dos mil guanches, vasallos suyos, que
en pocas horas se habian apellidado al puerto; cuando los
vió Hernando de Vera del navio, tuvo pesar de que los
canarios se hubiesen embarcado tan aprisa, que su inten
cion era que los Guanches los destruyesen. Dijoles que sa
liesen otra vez á tierra; pero ellos respondieron que no se
atrevian á pelear con tantos: como no aprovechó esta en
trada para el intento, determinó cumplir la órden que el
general su padre le habia dado, mandó que todos los cana
rios se pasasen al navio en donde el iba, y doce españoles:
en el otro navio quedó la presa del ganado con los demas
españoles, y por cabo á Guillen Castellano con órden que se
fuese á Canaria, y diese nueva á su padre de lo sucedido y
como él pasaba á España con los canarios á hacer lo que
le habia mandado: salieron ambos navios del puerto de San
ta Cruz; dijo el capitan Vera al piloto que gobernase hácia
España y en aquella noche se apartaron los dos navios; pa
so el del capitan de la isla de Canaria, y á las siete del si
guiente dia estubo en el parage de Lanzarote: los canarios
conocieron el engaño, viendose propasados de Canaria; al
borotaronse, y dijeron al capitan Hernando de Vera, que
adonde los llevaba, que mandase al piloto volviese la proa
á Canaria: que de no hacerlo asi, peor seria el daño que él
y los suyos recibirian, que el que pretendia hacreles. Res
pondioles, que su intencion no era agraviarlos, que con la
noche se propasaron de Canaria, y esa fué la causa de e
, tar junto á Lanzarote; vió su intento frustrado y arriba
ron á Lanzarote; en donde todos desembarcaron, teniendo
los canarios al general Vera y su hijo por personas que no
cumplian la palabra que les habian dado por el juramen
to; y asi mismo á los españoles, que habiendoles dado pa
1) E CANARIAS. 99

labra de amigos, hacian obras de enemigos.


Tuvo noticia de esta llegada D. Diego de Silva, que
vivia en Lanzarote y luego bajó al puerto con muchos
amigo", y recibió con mucho gusto al capitan Hernando
pe Vera y á los Canarios; estos le contaron el agravio
que se les quiso hacer; disculpó D. Diego de Silva al ca
pitan Vera como caballero, que no intentaría ofender
les: regalolos y les dió hospedage á todos, mostrandose
en esta ocasion agradecido de los canarios, por el bien
que le hicieron cuando con los doscientos españoles sus
soldados estuvo en el cercado de Galdar en tan peligro
so trance, cuando el Rey dc Galdar los acompañó por
la cuesta hasta embarcarse, como refer en el capítulo
pasado mostrandose agradecido; volvieronse á Canaria
obligados de D. Diego de Silva y quejosos del general
Vera y su hijo.
Volvamos á D. Juan Rejon el que mandó degollar
á Pedro de Algava, y al que Hernando de Vera llevó
preso á la Córte, como referí en el capítulo anteceden
te, y veremos el fin de su prision y el de su vida. Es
tando en la corte dió descargo de la causa que se le hi
zo, y su Magestad le dió por libre y perdonó, y por pre
miarle lo mucho que le habia servido, mandó al asisten
te de Sevilla le diese dos navios peltrechados de gente
y bastimentos, para que conquistase á las islas de Tene
rife y de la Palma; en menos de dos meses fué despa
chado; hizo su viage, llegó á la isla de Canaria en don
de quiso desembarcar para que su gente descansase del
mareo; pero por no tener alguna discordia con Pedro de
Vera y evitar pesadumbre con el que tenia por enemi
go no lo hizo, antes prosiguió el viage para la isla de
la Palma, y estando cerca de ella, con un temporal ar
ribaron los navios á la isla de la Gomera, á un puerto
remoto detras de la isla, en donde le obligó desembarcar
al general Juan Rejon, y D." Elvira su muger y hijos,
que en su compañía iban; fueron vistos de algunos Go
meros que por aquella parte tenian su habitacion, que
conocian á D. Juan Rejon por le haber visto en Lan
zarote, cuando fué á pedir el socorro á Diego Garcia de
Herrera, y fueron con el aviso á su señor Hernan Pe
raza que era dueño de aquella isla y del Hierro; el cual
les dijo, que llamasen mas gente y fuesen armados adon
100 coNQUISTA

de D. Juan Rejon estaba y se lo llevasen preso; quiso


Hernan Peraza darle pesadumbre á, Rejon, por la ene
mistad que con su padre habia tenido, y muerte que ha
bia dado á Pedro de Algaba. Llegaron los Gomeros á
querer ejecutar la órden de su señor, y D. Juan Rejon
que primero perderia mil vidas que dejarse aprisionar, por
ser tan valiente y forzudo, por no poderse librar y de
fender de tantos, tuvo por mejor perder allí la vida que
ir preso ante Hernan Peraza; sus soldados no pudieron
socorrerlo por estar en los navios, y cuando hecharon la
lancha, ya los Gomeros habian huido; no agraviaron á
D." Elvira, ni á sus hijos ni criados, ni les prendieron
porque no llevaban esa órder: embarcóse la noble y ali
gida viuda con sus hijos, y como los soldados se vieron
sin su general navegaron á España; pareció D." Elvira
ante los católicos reyes D. Fernando y D." Isabel, y dió
querella contra Hernan Peraza, alegando que habia man
dado matar á D. Juan Rejon su marido sin causa de agra
vio que le hubiese hecho; el Rey mandó por su real pro
vision, que Hernan Peraza pareciese en la córte; despa
chose navio con persona que le hiciese notoria la provi
sion; obedecióla Hernan Peraza y en el mismo navio fué
á España; pareció ante su Magestad y dichole la causa
de su llamada, dió su satisfaccion diciendo no era com
plice en aquel delito que él no habia mandado matará
D. Juan Rejon, salió bien de su pleito con perdon, si
en algo hubiese incurrido. La señora Reyna D." Isabel le
pidió se casase con una dama de su palacio llamada D."
Leonor de Bobadilla, hermana de la Marquesa de Moya;
aceptó el casamiento y fueron desposados; y despues de
algunos dias, despedidos de sus Magestades, se volvieron
á la Gomera Hernan Peraza y la noble señora D." Leo
nor de Bobadilla en compañía del Ilustrisimo señor D.
Fray Miguel de la Serna, obispo de estas islas de Ca
naria, y de muchos caballeros que pasaron á su pobla
cion y á la conquista de Tenerife y de la Palma.
No pasaron muchos años, despues que Hernan Pe
raza y su muger llegaron á la Gomera, que unos gome
ros armados en cuadrilla, con atrevida resolucion dieron
la muerte á su señor; el dicho Hernan Peraza en el año
de mil cuatrocientos y ochenta y ocho, por haber presu
mido maliciosamente, que galanteaba á una dama gome
DE CANARIAS. 101

Nra hermana, y deuda de los delincuentes. Temerosa la


condesa su muger no la matasen y á su hijo l). Guillen
Peraza, que era niño, amparada de algunos caballeros Es
pañoles, se entró en un castillo que allí habia, y des
pachó un barco á Canaria, con aviso al general Pedro de
Vera de la muerte de su marido el conde Hernan Peraza
y del aprieto en que se veia, que le embiase socorro, para
poder salir segura de la isla; recibió el general la carta, y el
mismo se embarcó con cien hombres, y pasó á la isla de
la Gomera hizo diligencias sobre este delito; y así á los
culpados como á los que no eran cómplices castigaba y
prendia, y dió muerte á muchos sin bastante averigua
cion apaciguó á algunos, y á otros llevó á Canaria, su
getandolos, y vendiendolos por esclavos, estando inocentes
de aquella culpa: El ilustrisimo Obispo D. Fray Miguel
de la Serna; que estaba en Canaria, sintió mucho que
Pedro de Vera hiciese aquellos estragos en los gomeros
naturales, siendo católicos, y muchos sin culpa. Dijole el obis
po no hiciese aquel daño á los gomeros, que los volvie
se á su tierra libres, que se fuese á la mano: Pedro de
Vera diosele poco de lo que el obispo le decia; tuvieron
sobre ello algunas diferencias, reprendiendole el obispo,
que no usaba en aquella accion como caballero, ni cris
tiano, pues era de ilustre sangre, y tan católico; el general
Pedro de Vera se enfadó, y trató al obispo de pa
labras injuriosas, diciendole, que él era general, y go
bernador de aquella isla, que se aquietase en reprehenderle
que no le obligara á mandarle poner un barril de polvo
ra sobre la corona; no pusiera yo aqui estas palabras,
que aun de escribirlas me tiembla el cuerpo, si el señor
obispo D. Cristobal de la Cámara y Murga no las refi
riera en las Constituciones Synodales de este obispado,
tratando de los obispos de estas islas: en mucho se des
mandó el general con el prelado y santo pastor, no fal
taron testigos que lo oyesen; hizole causa el obispo del
desacato con que le habia hablado; pasó á España á dar
la queja á su Magestad; fué enviado á buscar el gene
ral Pedro de Vera por su Magestad á la córte, mando
le prender; pasó Pedro de Vera á la corte, no halló
salida á su pleito: pusieronle preso, en la cual prision
estuvo muchos años, y al fin de ellos en ella murió de
su muerte natural, lleno el cuerpo de lepra con gran
102 CONQUISTA

des dolores, murió conociendo lo mal que habia hecho,


y pidiendo á Dios nuestro señor perdon de sus culpas
como fiel cristiano; allí pagó su culpa, y su divina Ma
gestad sería servido llevarle al descanso de su gloria; el
obispo sacó despacho de su Magestad, para que los go
meros que habian sido hechos esclavos, quedasen libres
y se volviesen á su isla.
Por la prision de Pedro de Vera, quedó por gober
nador de la isla de Canaria Francisco de Maldonado, per
sona noble y de muy buenas prendas; este caballero esta
ba deseoso de conquistar á Tenerife, ó por lo menos ha
cer algunas entradas por que su caudal no era bastante
para tan grande empresa; dió cuenta de su pretension á
Pedro Fernandez de Saavedra, que asistia en Fuerteven
tura casado con D." Constanza Sarmiento, hija de Die
Garcia de Herrera y de D." Inés Peraza, y comunico
e por sus cartas que entre ambos irian á dar una bata
lla á los guanches: respondióle que era de su parecer.
Previno Pedro de Fernandez de Saavedra un navio, con
la gente que pudo llevar y hastimentos, y pasó á Cana
ria, al tiempo que llegó, ya Francisco de Maldonado ha
bia hecho lo mismo, y le estaba aguardando con otro na
vio. Salieron ambos de la isla de Canaria, llegaron á Te
merife y desembarcaron en el puerto de Santa Cruz; los
guanches que escandalizados estaban de las entradas pa
sadas, tenian atalayas que descubriesen la mar y diesen
aviso á los de la tierra: de estos navios tuvo aviso el
Rey de Anaga que era el que por aquella parte estaba
mas cerca, dió órden para que sus vasallos se ajuntasen
en su palacio, y en menos de tres horas se hallaron jun
tos mas de mil y quinientos guanches con su Rey; con
ellos caminó hácia el puerto á estorbar la entrada
á los Españoles, y por ver estaban ya en tierra fueron
por la parte de arriba á estorbarles no subiesen á la La
guna, aunque fueron vistos de los cristianos, y la canti
dad que venian por la reputacion. -

, Comenzó á caminar Francisco de Maldonado con sus


soldados, que serian ciento y cincuenta, para la Laguna; y
habiendo entrado como un cuarto de legua adentro les hi
cieron cara los guanches, y se embistieron, dieronse una
cruel batalla, y en ella se vió apurado el gobernador Francis
co de Maldonado, por ser muchos los contrarios. Pedro Fer
DE CANARIAS. 3. 103

mandez de Saavedra, que se habia quedado en la playa, hasta


que sus soldados acabasen de desembarcar; al ruido de la
batalla que se estaba dando con toda la prisa que pudo su
bió á dar alcance á los cristianos, y darles socorro: llegó á
buen tiempo, armóse nueva batalla con cien hombres, que
Pedro Fernandez de Saavedra llevaba, y despues de haber
peleado dos horas, se sosegaron de una y otra parte, y los
cristianos se fueron retirando poco á poco, y los guanches
se quedaron en su puesto; á no llegar Pedro Fernandez de
Saavedra con el socorro á su amigo Francisco de Maldona
do, lo hubiera pasado muy mal. Murieron en esta faccion
setenta españoles, y treinta canarios, y maboreros católicos,
y trecientos guanches. Bajaron al puerto Pedro Fernandez
Saavedra, y Francisco de Maldonado, y antes que volviesen
los guanches á darles alguna embestida, se embarcaron, y
dieron á la vela echando la bendicion á Tenerife. Cada na
vio se fué á su isla, no muy contentos sus dueños de lo mal
que les habia sucedido; preguntabanle los que en Canaria,
y Lanzarote habian quedado, como les habia sucedido, y so
lamente les respondian, no mas pleitos con los guanches
de Tenerife.

CAPITULO XIII.

Como sus Magestades hicieron asiento con D. Alonso Fer


nandez de Lugo, de la conquista de las islas de Tene
rife, y de la Palma, y como fué conquistada la dicha isla
de la Palma.

Muchos caballeros, que en Canaria vivian, desearon ha


cer Armada, para conquistará Tenerife, y jamas se unieron,
por que cada uno queria tener el mayor puesto, y ti
tulo de Gobernador; algunas entradas hicieron, pero de po
co provecho; el que mas hizo, fue D. Alonso Fernandez de
Lugo, que era Alcaide de la torre de Lagaete, y de alli salia
algunas veces, y entraba en Tenerife en partes remotas en
donde hacia algunas presas de poca consideracion el que
mas deseoso estaba de que la conquista de estas islas cor
riese por su cuenta; era el dicho D. Alonso. Determinóse
pasar á España á pedir licencia á su Magestad, para prose
guirla á su costa, que él buscaria quien le ayudase; fuele
concedida la licencia que pedia; y por mandado de sus
104 CONQUISTA

Magestades los católicos Reyes D. Fernando, y D". Isabel


se le otorgaron escrituras de concierto, y asiento, sobre
las condiciones de la contuista, y le dieron título de Capi
tan general de ellas desde el cabo de Aguer hasta el de
Bujador, en las partes de Africa; y que habiendo conquis
tado las dichas dos islas de Tenerife, y de la Palma, sus
Magestades nombrarian persona, que con él entendiese en
el repartimiento de sus tierras y heredamientos, como mas
bien se especifica en la conduta su fecha, año de mil y cua
trocientos y noventa y tres. Conseguida esta merced por
D. Alonso Fernandez de Lugo, habló á algunos caballeros
poderosos en España, si querian ayudarle en la conquista,
que partiria con ellos de las presas de ganado, y cautivos
que hiciese, y entrarian en parte, segun el caudal con que
cada uno entrase.
Hernando del Hoyo, page de su Magestad le ayudó
con cantidad de dineros y hicieron escritura de compa
ñía y otras personas; con estos y mas que el general te
nia del valor de un ingenio de azucar que en Canaria ha
bia vendido, compró bastimentos y armas, y puso cua
tro banderas en Sevilla para ajuntar gente; á la fama de
la conquista se alistaron muchos soldados, y se le alle
garon muchos nobles sin interés de paga y deudos su
yos; y algunos que tenian parientes de los primeros con
quistadores, que habian ido á Lanzarote, y Fuerteven
tura y demas islas con Bethencourt. Pasaron el general
y sus capitanes y soldados á Cádiz en donde estaban pre
venidos dos navios para el viage; salieron del puerto y
aportaron á la isla de la gran Canaria; y dando cuenta
á las demas islas conquistadas para si le querian ayudar;
algunos vinieron en su compañía con mucha voluntad de
que todas las siete islas estuviesen de católicos, y á la obe
diencia de los Reyes de Castilla; allí con brevedad se re
hicieron de mas gente, y bastimentos y entre españoles y
canarios, se juntaron en los dos navios y un barco mas
de ochocientos soldados. Quiso el general D. Alonso co
menzar por lo mas fácil: dijo queria ir á la isla de la
Palma á conquistarla, respondieronle todos era muy acer
tado el parecer, por ser isla mas corta, y de menos gente
que Tenerife: mandó se embarcasen, acompañaronle Pe
dro Benitez su deudo, Pedro de Vergara, Bartolomé Be
nitez, Alonso de la Peña, Martin de Alarcon, Gerónimo
DE CANARIAS. 105

de Valdes, Andrés Suarez Gallinato su hermano, Juan Fer


nandez de Lugo, hijo de un hermano del general, D. Pedro
Fernandez de Lugo hijo del dicho general, el canónigo Alon
so Samarinas, y otros mucho de igual nobleza; iban cana
rios nobles D. Fernando Guanarteme, Rey que fué de Gal
dar, D. Pedro de Maninidra su hermano, Guillen Castellano
Gonzalo Mendez, Pedro Ervas, Pedro Mayor, Juan Dara,
Dutindana, Juan Pascual, Ibone de Armas, y otros muchos;
disparóse la pieza de leva, y mandó dar á la vela.
En el mismo año de mil cuatrocientos y noventa y tres
salió el general D. Alonso Fernandez de Lugo con su arma
da de la isla de Canaria, á la isla de la Palma, en donde
llegó con buen viage; saltó á tierra con la noble soldadesca
y asentó su real cerca del Puerto. Los palmeses dieron la
nueva á su Rey, el cual mandó, que todos sus vasallos se jun
tasen en su Palacio, enivando mensajeros por toda la isla,
apellidáronse todos, y al siguiente dia se hallaron con el Rey
bárbaro mas de cuatro mil naturales; caminó el Rey con sus
vasallos á encontrar los españoles; llegaron á su vista, y hi
cieron alto, y asentaron su Real poco menos de un cuarto
de legua, apartado del español; el Rey pidió consejo á sus
nobles, si darian la embestida; respondiéronle, que no la
diesen, hasta que los españoles la comenzasen, que eran los
que venian á pelear, que ellos en su tierra estaban. El Gene
ral no se determinaba á dar la batalla por ver eran mu
chos los contrarios; pidió á Dios la victoria puso en sus
manos divinas aquella accion: puso por intercesora á la
soberana Reyna de los Angeles Ntra. Señora, y por inter
cesor al glorioso Arcangel S. Miguel que era su devo
to, prometiendole si la conquistase, intitular la isla con
su nombre; hizo una devota oracion en aquel dia; de una
y otra parte estuvieron aguardandose unos por los otros;
al otro dia el general D. Alonso, envió un embajador
que la lengua de la Palma sabia, al Rey que le dijese,
que le hacia saber como su llegada á aquella isla habia
sido á hacer paces con él y sus vasallos, y á pedirle obe
deciese á los católicos reyes D. Fernando, y Dº Isabel de
Castilla, y Leon,Ócc. y que profesasen la fé de Jesucris
to, que era la verdadera, que la ley en que ellos vivian
era errada, y que de no quererlo asi hacer, tendria con ellos
guerra, y procuraria á todos destruir, sin dejar minguno
con vida; y que si algunos quedaran con vieim es
º
106 CONQUISTA

clavos, y servirian á los cristianos, que escogiese lo que


mejor le pareciera, de lo que le mandaba á decir, y que
fuese con brevedad la respuesta. Recibió el Rey la emba
jada, y respondiole, que en lo que le pedia de las paces, era
contento, que aunque alli se habia juntado con sus vasallos
no era para pelear, si solo para defenderse; y que en lo
segundo, que bien conocia que los reyes de España, á quien
pedia obedeciese, eran mas poderosos que él, que él les
obedeceria, no dejando de ser Rey de aquella isla, y go
bernarla como hasta allí; y que al tercero particular, que
seguiria la ley de los cristianos, pues decian era mejor,
que la suya.
Volvió el embajador con la respuesta á su general, y
replicóle le fuese á decir que en su tierra le dejaria, pero
no con su título de Rey, y señor de vasallos, que otro Rey
no habian de conocer los naturales palmeses, que al de Espa
ña; á este tiempo permitió su divina Magestad por interce
sion de nuestra Señora su bendita Madre y del glorioso
Arcangel S. Miguel, que siendo mas de cuatro mil los natu
rales y poco mas de ochocientos los españoles acobardase
el Rey, pareciendole, y afirmando, que veia en el Real de
España mas gente en el doble, que sus vasallos; y quien du
dará, que Dios nuestro Señor no mandaria al glorioso Ar
cangel, su alferez mayor, con un ejército de espíritus an
gélicos, que se pusiesen al lado de los cristianos, y fuesen
vistos corporeos del Rey y sus vasallos, para que viendo tan
grande ejército, le obligase á hacer lo que el general le
pedia, como lo hizo, sin mas réplica; oida la segunda em
bajada pues siendo los palmeses de valor invencible, y de
grande arrogancia, todos dijeron á su Rey, que mejor era
obedecer que morir; así el noble Rey salió solo de su Real, y
pasó al español, y dió la mano al general, y le dijo, que obe
decia al Rey de España, y que por su vasallo se confesaba, y
que le entregaba la isla; hizo seña á los naturales sus vasa
llos se acercasen, y les mandó dijesen lo mismo, y diesen
las manos á los españoles; asi lo hicieron, y prometieron
lealtad, y dijeron querian ser cristianos y recibir el agua
del santo bautismo. El General D. Alonso Fernandez de
Lugo, recibió mucha alegria, y de tanta, se le vinieron las
lágrimas á los ojos, dando gracias á Dios nuestro Señor por
haberle dado aquella victoria á tan poca costa, sin pérdida
de ninguna vida; todos los españoles á voces dijeron, la
DE CANARIAS. 107

isla de la Palma por España, repitiendolo muchas veces;


mandó el general que la nombrasen la isla de S. Miguel de
la Palma, alli estuvo poco mas de un mes. Diose principio
á una Iglesia, y á la poblacion, que en breve se hizo larga.
Los sacerdotes que en su compañia habian ido, y otros que
despues fueron, trabajaron en doctrinar aquellos infieles, y
los bautizaron pidiendo ellos con mucho fervor, querian
ser cristianos; cobraron mucho amor á los españoles, porque
en las costumbres eran muy parecidos á ellos, que confir
maban en esto la opinion que dice que los primeros po
bladores de la Palma fueron españoles, los de la Baudalia
Bética, como queda referido en el capítulo segundo. Fué
esta conquista año de mil y cuatrocientos y noventa y tres
estando la isla apaciguada y algunas cosas puestas en órden;
dió el general cuenta á sus Magestades, y le enviaron ti
tulo de gobernador de aquella isla, y que pusiese justicia y
rejidores, y le enviaron poder para que él solo hiciese los
repartimientos de sus tierras en los conquistadores, y po
bladores; en virtud de él nombró justicia, y rejidores, hizo
repartimientos, asi al Rey que habia sido de aquella isla,
que se bautizó, como á los naturales, y conquistadores, y
á los que á ella pasaron á poblar; y porque asi hizo proseguir
la conquista de Tenerife, dió poder para hacer los reparti
mientos á Juan Fernandez de Lugo su sobrino, hijo de su
hermano y se volvió á Canaria con el resto de la gen
te, para de allí pasará Tenerife. I'oblose la isla de la
Palma de mucha nobleza asi de españoles castellanos, y
Flamencos y de otras cristianísimas naciones, cuyos des
cendientes o la asisten muy ricos y poderosos, como
es público en todas estas islas; la fama de su nobleza y
liberalidad de sus personas. Por no tener noticia de to
dos los apellidos nobles de esta isla, dejo de dar aqui
su noticia, que por no poner unos y dejar de poner otros,
vale mas callar que tener quejosos. Darela de su pobla
COn,

La isla de la Palma es grande, es áspera de andar,


cogese en ella de todos frutos, vinos, trigo, azucares tie
ne su ciudad y lugares; el corregidor de Tenerife lo es
tambien de esta isla aunque no asiste en ella, tiene su
teniente letrado, que hoy lo es el licenciado D. Blas Si
mon de Silva; hay muchos regidores, escribanos, tendrá
toda la isla ocho mil vecinos.
108 CONQUISTA

La ciudad de Santa Cruz de la Palma está junto al


mar, es puerto principal de la isla, es alegre de buenas
calles; tiene dos fuertes castillos con sus alcaides; tiene
muy buena parroquia con tres beneficiados, muchos cape
llanes y rica fábrica; tiene dos conventos, uno de la ór
den de San Francisco, otro de Santo Domingo, un hos
pital, dos conventos de Monjas, uno de Santa Clara otro
de Santa Catalina, seis ermitas, de San José, San Telmo,
San Sebastian, Santa Catalina, la Encarnacion, el Santo
Cristo del Planto; y cerca de esta ciudad está una Igle
sia de nuestra Señora de las Nieves muy milagrosa, con
quien se tiene gran devocion, que es Curato.
El lugar de Puntallana está dos leguas de la Ciudad,
su fundacion es en una hoya, tiene buena Iglesia con su
beneficiado, cogense de todos frutos, tiene buenas aguas
frescas.
El lugar de San Andrés tiene buena Iglesia con su
beneficiado, hay en este lugar un convento de la órden
de San Francisco.
El lugar de los Sauces está un cuarto de legua de
San Andrés, tiene buena Iglesia, gobiernala el beneficia
do de San Andrés que en ambas dice misa los dias de
fiesta y administra los Sacramentos á los vecinos de uno
y otro lugar; en este lugar hay ingenios de azucar, mu
chas viñas, cogese de todas frutas.
El lugar de Barlovento tiene buena Iglesia con su
beneficiado, es lugar fresco de buenas aguas, cogense de
todos frutos.
El lugar de Garafia dista de Barlovento ocho leguas
de mal camino, y en partes si el caminante se descamina,
rodará mas de mil lanzas, tiene buena Iglesia con su be
neficiado, y media legua de este lugar está una buena
ermita de San Antonio. -

El lugar de Puntagorda tiene buena Iglesia con su


beneficiado, no es de mucha renta.
El lugar de Tijarafe es buen lugar, que llega hasta
la orilla del mar, tiene buena Iglesia con su benefi
crado.
El lugar de los Llanos es famoso lugar, para ir de
él á fijarafe se pasa por una peña hora dada á modo de
arco, que si Dios nuestro Señor no hubiera proveido de
aquel remedio, no se pudiera pasar adelante, tiene bue
DE CANARIAS. 109

ma Iglesia con su cura. De allí está cerca un término que


llaman Tazacorte, tiene su Iglesia en donde hay muchas
reliquias; y en una ermita que se dice de las Angustias,
hay reliquia de los cinco panes que Cristo bendijo, cuan
do dió de comer á los que le seguian. Estas están en la
jurisdiccion del cura de los Llanos, hay ingenios de azu
car, cogense de todos frutos.
El lugar de Mazo tiene buena Iglesia con su cura,
muchas viñas, huertas, no le falta agua para regar
dS.

El lugar de San Pedro está una legua de la Ciudad;


tiene buena Iglesia con su cura; en una capilla de ella
están dos Cruces que se hallaron dentro de un laurel,
y en una está retratado un Crucifijo, cógese de todos
frutos de vinos, trigo y otras semillas.
Estos son los lugares de la isla de San Miguel de
la Palma, ademas de algunas aldeas con pocos vecinos
que acuden á la parroquia que les toca.
CAPITULO XIV.

De la entrada que el general D. Alonso Fernandez de


Lugo hizo con su gente en Tenerife, y matanza de
Españoles.
Estando el general D. Alonso Fernandez de Lugo
en Canaria, se rehizo de mas gente para proseguir la
conquista de la isla de Tenerife, que mucha mas le era
necesario para dar la batalla á nuove Reyes. Juntaronse
poco mas de mil hombres de á pie, entre españoles y ca
narios, naturales católicos de las otras islas y ciento y
veinte de á caballo, entre ellos eran muchos de los que
ayudaron á conquistar las demas islas y á la nobilisima
ciudad de Granada, que á la fama del valor de los guan
ches, pasaron á hacer prueba de sus fuerzas con ellos; y
deseosos de conquistar tierras, entre los cuales fueron
mucha gente ilustre á su costa.
Prevenidos para la empresa, se embarcaron en unas
fuertes naos, dieron á la vela á fin de Abril del año de
mil y cuatrocientos y noventa y tres, á las cuatro de la
tarde, en lo restante de ella y su noche pasaron el cor
to viage de diez y ocho leguas, y á las seis de la mo
110 CONQUISTA

ñana del primero dia de Mayo, surgieron y echaron án


coras en el puerto de Añago, que despues se llamó de
Santa Cruz. Salieron á tierra los católicos capitaneandolos
el general Lugo con una Cruz grande de madera en sus
brazos, que quiso fuese la que guiase el cristiano escua
dron para conseguir la victoria; á pocos pasos de la pla
ya, mandó hacer un hoyo en tierra, en ella puso la Cruz
y la besó, y adoró con mucha veneracion; lo cual todos los
circunstantes hicieron con devocion; y de aqui se le quedó
á este puerto llamarse de Santa Cruz. El general mandó
al capitan de á caballo D. Fernando Garcia del Castillo,
que subiese á la Laguna, adonde es hoy la Ciudad una le
gua del puerto, con veinte hombres de á caballo, y trein
ta de á pie, y descubriese tierra y se trajese con su gente
lo que encontrase. Luego el capitan Castillo dió cumpli
miento á lo mandado por su general. No trato aqui de
los amores, que dice el licenciado Viana tuvo el capitan
Castillo con la hermosa infanta Dacil, hija del Rey de Tao
ro, á quien dice halló en el recreo de una cristalina fuente
en la Laguna, que de Taoro se habia venido á holgar con
guardas de sus vasallos; ni de las finezas del principe Rui
man, hijo del Rey de Güimar, y de la infanta bella Gua
zimara, ni de las amorosas quejas del principe Gueton, y
de la infanta Rosalva, ni de los desvelos del príncipe, y
capitan Tinguaro, y de la infanta Guajara, ni de las pro
mesas, que el Benharo de Naga hacia á este príncipe Tin
guaro, ni de los agüeros que hacian los guañemes, que sin
agraviar á este autor; mas parece comedia, que historia,
verdadera, así lo dejo á un lado, y prosigo mi conquista,
sin que el lector se embaraze en leer estas historias cómicas,
á mí parecer.
El capitan D. Fernando Garcia del Castillo, caballero
que fué de la órden de Santiago (á quien se le debió mucha
parte del buen suceso de la conquista) habiendo entrado
en la vega de la Laguna, y hecho diligencias por descubrir
algunos naturales, solo pudo hallar un poco de ganado, cu
yos pastores le desampararon, por haber sentido al dicho
capitan Castillo con su gente; y habiendo procurado bus
carlos por todas partes, como la ligereza de los naturales
y conocimiento de la tierra les facilitó el escaparse, no
fué posible encontrarles. Bajaron á Santa Cruz con el gana
do, y dieron cuenta de todo al general del sitio, y su ame
DE CANARIAS. 111

nidad, que les habia agradado. El dia siguiente, el general


deseoso de tener mas noticias, y de que trajesen mas ga
nado, mandó al capitan Martin de Alarcon, con su pa
riente Diego de Alarcon, y con setenta soldados de á caba
llo, y á pie los cuales fueron por el Valle de Tegueste, y
andando discurriendo por diferentes partes encontraron de
repente con una muger, que traia en los brazos una criatu
ra y á las espaldas un zurron de gofio, que estaba guardan
do unas cabras; á la cual despues de haberla cogido, le
preguntó el lengua que llevaban, en que parte encontra
rian con alguna gente; ella respondió lo que sabia: pero co
mo de encima de unos riscos, los naturales ya les habian
visto, no pudieron hacer presa en ellos; y asi por haber
gastado todo el dia en estas diligencias, y no hallar otra co
sa, se trajeron á la muger con el ganado, y dieron cuenta
al general D. Alonso Fernandez de Lugo, y despues procu-.
raron sacar de la muger, que era de buen arte y entendi
da la gente que habia en la tierra, y la dificultad de las
entradas y caminos y del modo de pelear, á lo cual todo
respondia segun lo sabia. Tambien contaba, como sus pa
dres, y otros mayores, lo que habia profetizado Guaña
meñe, como la isla se habia de perder en algun tiempo,
porque habian de venir unos pájaros, ó aves negras con
las alas blancas; y que habian de parir en la playa mucha
gente blanca, y que estos estrangeros se habian de señorear
de a tierra, y que los habian de hacer esclavos, y que el
remedio que podian tener, era ser muy amigos de aquella
Señora que se les habia aparecido en Güimar, porque era
estrangera como ellos; y asi á su tiempo volveria por ellos.
y los defenderia, pues parecia, que tenia mucho poder en
lo que habia hecho.
Decia tambien como, no faltaba quien fuese de pare
cer contrario, en que no era bueno tenerla consigo, por
que por ella vendrian los estrangeros, pues ella lo era; y
asi no estando en la tierra, no tendrian ocasion ni motivo
para venir estas aves á apoderarse de la tierra, y de ellos;
porque el poder que representaba estando sola, mas bien
lo tendria estando acompañada de sus gentes, á quien ella
ampararia; y que estas razones, y otras muchas, daban que
sentir á los naturales para andar sobresaltados. Todas es
tas cosas, que ella referia, daba mas confianza al general
y á otros de buen juicio, conociendo gran misterio en la
112 CONQUISTA

aparicion de esta santa Señora en estas islas afortunadas, con


tan inestimable tesoro de los cielos, cuyos cortesanosempireos
habian sacado á la luz con divino cuidado, para enrique
cerlas afianzando sus buenos sucesos con esta admirable
prenda. Era esta muger de buenas facciones, buen cuerpo,
y entendida en estas cosas porque se preciaba de decirlas
y daba á entender el que tambien decia esto mismo á los
suyos.
Despues de algunos dias queriendo el capitan Alar
con por órden del general bautizar la criatura, la ma
dre no lo llebaba á bien; porque decia que ella y su hijo
habian de guardar, ó ser de una ley y que no se le hiciese
tanto agravio: reconociendo que se determinaban á bauti
zar el hijo, se fué á una peña junto á la mar, y se ar
rojó ella con su criatura en donde se ahogaron, lo cual
sintieron todos mucho por el niño que no le habian bau
tizado, y en particular el capitan Alarccn porque los que
ria enviar á Lanzarote para que aprendiese la lengua, y
despues traerla á la isla á que enseñase la doctrina cris
tiana á los suyos, por la buena razon que la muger mos
traba, pues asi tambien la usaria habiendo aprendido
nuestra ley evangélica con los suyo, á quienes persuadi
ria mas fácilmente aunque no tuvo efecto esto; pero se
enviaren otros muchachos, y hombres con este fin de que
despues pudiesen venir á enseñarlos como lo habia he
cho Anton, Guanche, por quien estaban ya algo instrui
dos en la ley de Jesucristo nuestro Redentor aunque no
lo habian recibido. Algunas noticias mas del capitan Alar
con se hallarán en un libro manuscrito que estaba en
poder del licenciado Luis Parrado de Leon, beneficiado
que fué de esta parroquial de los Remedios, escrito por
mano del padre Pedro de Alareon su hermano de la com
pañía de Jesus, que pasó al Japon por misionero, ador
de dicen murió por la Fé.
Tuvo noticia de la entrada de los españoles en la
isla, un valiente guanche Sigoñe, que era lo mismo que
capitan y por reconocer la fuerza que traman para dar el
aviso á su Rey, pasó á Santa Cruz por un barranco par
te por donde no podia ser sentido ni visto de sus enc
migos: habiendo llegado cerca del puerto en donde esta
ba el Real Español, se escondió en una hoya ó barran
quillo, en donde le pareció estar seguro de ser descu
1)E CANARIAS.

bierto y verá todos, y de alli percibió lo que pudo co


nocer por señas, que de lo que se hablaba cosa no en
tendia; habiendo estado allí algunas horas, se fué de aquel
lugar por donde habia venido á la Laguna, y pasó á to
da priesa al reyno de Taoro á dar noticia á su Rey de
todo lo que habia visto; muy cuidadoso quedó el vale
roso Rey, de la nueva que su capitan le habia dado; man:
dó llamar á los grandes de su reyno, para que con el
consultasen lo que se debia hacer para la defensa de la
isla; y hecha la consulta, salió de acuerdo que el Rey
Bencomo, como Rey mas poderoso de la isla, fuese á vi
sitar á los españoles, y de ellos supiese la pretension que
tenian de haber venido á la isla, y que llevase alguna
gente de guarda, por si acaso los españoles se desman
dasen en agraviarle. -

Llegado el dia tres de Mayo, dia de la Invencion


de la Santa Cruz, el general D. Alonso de Lugo, y ca
balleros y soldados que le acompañaban, celebraron la
fiesta de la santa Cruz, que habian puesto en el puerto
adornandola con ramos, y lo mejor y mas decente que se
pudo, se hizo en aquel lugar un altar con una ramada
y algunos Sacerdotes que venian en el ejército, como fué
el licenciado Alonso de Samarinas, canónigo de la San
ta Iglesia de Canaria, y dos religiosos de la órden de
San Agustin, y otros de San Francisco y algunos cléri
gos dijeron misa y celebraron la fiesta con toda solemni
dad. Al siguiente dia, cuatro de Mayo, marchó el ejér
cito del puerto y subió á la Vega de la Laguna, y lle
gando adonde hoy está la ermita de nuestra Senora de
Gracia, tuvo el general aviso de una espia que iba delan
te como en la Laguna estaba una escuadra de guanches
que parece caminaban hácia donde ellos estaban. Mandó
el general hacer allí alto por parecerle bueno el sitio
para dar batalla; sentose el Real y previno á sus solda
dos que no largasen las armas de las manos. Serian las
nueve de la mañana cuando los españoles comenzaron á
tomar alivio del cansancio de la subida del camino y su
cuesta; y á poco tiempo dieron vista á la escuadra de los
guanches que venian de la Laguna al Real español, dan
do silvos y voces. Pusose en órden el ejército para el re
cibimiento; tocaron los instrumentos bélicos, y estando
la gentil escuadra ya cerca, á tiro de mosquete hizo al
114 CONQUISTA

to. Eran los de esta escuadra el Rey Bencomo con cua


trocientos vasallos de guarda, que venia á visitar á los
españoles de paz, segun se había acordado y ordenado por
los grandes de su reyno.
Estuvo el valeroso Rey un poco contemplando en el
ejército católico, y dijo á los suyos estas palabras: «Poco va
lor he notado en estos que pretenden conquistar nuestra
tierra, pues apenas nos vieron cuando se han alborotado, , y
quedado de pié, como helados, juro á los huesos de Thinerfe,
mi noble antepasado, que si intenta armar contra la isla
guerra, que ejecute mi ira en ellos, y que para los suce
sores, les servirá de escarmiento los castigos, que les man
daré hacer: que mucho atrevimiento es de gentes estrange
ras, que quieran señorearse de mi amada patria, y despose
erme de lo que de mis antepasados he heredado;” y con mu
cha arrogancia dijo el Rey al valiente príncipe Tinguaro
su hermano, se llegase solo con él cerca del ejército; fueron
juntos y á pocos pasos de él, hizo una seña de paz á los
cristianos, y luego el general Lugo, mandó á, Guillen Cas
tellano, y á otros dos soldados, que sabian la lengua de los
guanches, que fuesen á saber lo que decian. Obedecieron los
lenguas, llegaron adonde el Rey y su hermano estaban, y dí
joles el arrogante Rey: «Al capitan mayor de vuestro ejér
cito, que vos gobierna, direis que sea bien llegado, y que en
amistad le pido me declare la intencion con que en mi tierra
se ha entrado con tantos vasallos, que le suplico seamos
amigos, y le requiero así lo haga, y se salga de la tierra,
de lo contrario se les sigue mucho daño.” Volvieron
os lenguas con la embajada á su General, y habiéndola oi
do, le embió por respuesta que á tres cosas habia sido la
causa de su venida á la isla. La primera, hacer paces con
él, y los demas reyes de ella. La segunda, á pedirles se
vuelvan cristianos, y profesasen la fé de Jesu-Cristo, que
es la verdadera Ley, y el medio mas seguro para salvar
sus almas, como lo habian hecho los isleños sus comarcanos,
recibiendo el Santo Sacramento del Bautismo. La terce
ra, que obedeciesen al rey poderoso de España, y se nom
brasen sus vasallos: fueron los embajadores con la respuesta
al rey; el cual sintió la tercera peticion, y encendido en có
lera y demudado el color, les replicó: Respondereis á vues"
tro general, que la amistad y paces acepto, que de la paz
soy amante, y deseo tenerla con todo el mundo, y mas
DE CANARIAS. 115

con quien no me ha agraviado: pero que ha de ser con con


dicion, que ha de dejar la isla, y volverse á su tierra, que
de ella tendremos correspondencia; y que en cuanto á la se
gunda peticion, que lo haremos de voluntad, por estar in
formados de un guanche, llamado Anton, de ser cosa muy
buena y santa; y que la tercera, no la concedo porque soy
Rey, y no he de obedecer á otro hombre como yo, que pri
mero perderé la vida, que tal accion haga, y que advier
ta, que fuerzas tengo en sola mi persona, para competir con
la suya, y de todo su ejército, que esta demanda me ha
provocado á enojo, que á mi no se me habia de enviará decir
tal cosa; y que tenga entendido su rey de España, y todo
el Orbe, que en Tenerife está Quebehi Bencomo, que no
teme á otro, que á Achaman, que es á Dios. Recibió el
general esta repuesta, y de tales razones quedó admirado,
teniendo mas esperanza de la guerra, que de la paz; el Rey
y su hermano se volvieron á su escuadra.
El dicho Rey se volvió con sus vasallos á su reino de
Taoro, despidiendose de los españoles con grandes amena
zas de guerra. Habiendo llegado á su Palacio, mandó em
bajadores á los ocho reyes, que se juntásen con él en su
Córte con toda brevedad: dieron el aviso los mensageros,
y como Rey mas poderoso obedecieron á su mandado por
la ocasion, no por modo de vasallage. Convocáronse en el
Palacio de Taoro, el rey de Anaga, el rey de Tegueste, el
rey de Tacoronte, el rey de Icod, el rey de Daute, el rey
de Abona, el rey de Adeje, escepto el rey de Güimar,
que no quiso ir, porque pretendia amistad con los españo
les, á quienes en mucho estimaba, porque veneraban imá
genes de Jesu-Cristo, y su Santísima madre, como la mi
lagrosa imágen de Candelaria, que tenia en su reino, por
lo que Anton guanche le habia contado. Juntos los ocho re
yes en el Tagoror, que era un lugar, en donde el Rey ha
cía sus consejos con los grandes de su reino, trataron el
modo como defenderse de los españoles, que les amena
zaban, y pretendian conquistarles sus reinos, y quitarles
las vidas; y antes de dar cada Rey su parecer, hicieron
un juramento con sus antiguas ceremonias, de dar su voto
en lo que mas conveniente y útil sea para sus repúblicas
y sin daño de sus vasallos; hecho el juramento, cada uno
habló acerca de lo propuesto, segun las antigüedades de la
edad, que en esto tenian mucho reparo y cortesía, no de
116 CONQUISTA

los reinos, que igual era el tiempo de todos. El prime


ro que hizo su razonamiento, fué el Rey de Anaga, des
pues el de Daute, siguióle el de Abona, despues el de Icod,
luego de el Tegueste, tras de este, el de Adeie, y el penúl
timo el de Tacoronte, y el último el de Taoro, que sa
tis izo á todos, encareciéndoles el peligro en que la isla se
veia, que procurasen hacer liga para su defensa, mostrá
base de ánimo invencible; pretendió con esta arrogancia,
que los reyes le obedeciesen, y sujetárlos como á sus va
sallos, y como mayor, mandarlos con industria, que aun
que bárbaros, discurrian delicadamente. Contóles las tres
cosas, que el general Lugo le mandó pedir, la paz, la cris
tiandad, y la obediencia á los católicos reyes de España,
y la repuesta que le embió, y para lograr su indu tra,
les dijo: «Nobles y poderosos reyes, la hidalga y Real san
gre, no ha de sufrir igrominioso cautiverio, que prime
ro ha de morir el que en sus venas la guarda, que verla vi
tuperada; la sorberbia de los españoles os hé ya contado,
ninguno muestre cobardia: mirad primos, que somos des
cendientes del poderoso Thinerfe, gran Rey, el que á to
da esta isla tuvo sujeta y obediente á su Real mando;
lo mas conveniente, segun mi parecer, para nuestra defen
sa, es, que todos nuestros vasallos, se unan en un escu -
dron, y que cada rey rija los suyos, y que uno á todos
gobierne y dé las órdenes que se ofrecieren, porque no se
rá bien, que lo que uno mande otro desaga; y porque el
cargo del mayor, es de doblados cuidados y pasiones, y yo
me ofrezco á ejercerlo, y si os agrada mi consejo, el cargo
acepto.” Los reyes entendiéronle el pensamiento, y reco
nocieron su maliciosa presuposicion, quererlos avasalar
con socolor de la defensa de la isla; los cuatro de ellos,
que fueron, el rey de Abona, el de Adeje, el de Daute
y el de Icod; le negaron toda su demanda, en que tuvie
ron algunas diferencias, y se salieron del Tagoror; dicien
do, que cada Rey defendiese su reino, cuando llegase la oca
sion, que no querian hacer liga; con esto se despidieron,
y se volvicron à sus reinos, quedando el Rey Bencomo
de Tooro, muy sentido y con mucho pesar de que su in
dustria no hubiese tenido efecto; los otros tres reyes de
Tacoronte, de Tegueste y de Anaga, se quedaron en el
Tagoror, con pena de que los otros reyes no se hubiesen
confe lerado, y hecho union para dar guerra á los españoles,
DE CANARAS. 117

sintiéronlo con particularidad porque sus reinos eran los


primeros que habian de ser combatidos. Dijoles el Rey de
Taoro, que no les diese cuidado que fuesen á sus reinos,
que el principe Tinguaro, su hermano, esperaria á los es
pañoles en una emboscada, camino de Centejo, con cuatro
mil hombres, que le dejásen á su cuidado la defensa de la
isla; y que ellos estuviesen con sus vasallos en Tacoronte
prevenidos, con tal, que si los españoles caminasen la tierra
adentro, no les impidiesen el paso, si no fuesen acometi
dos, tue les dejásen pasar, que su hermano Tinguaro, que
estaría en la emboscada entre los fragosos montes, y barran
co por donde les era forzoso pasar, para Taoro, les saldria al
en cuentro á dárles asalto en el peligroso y arriesgado paso,
y que despues que hubiesen pasado, los aguardasen en los
caminos, para acabar con los que escapasen de la furia de
Tinguaro, y sus soldados: con esta orden, que el Rey de
Taoro dió á los tres reyes, se volvieron á sus reinos á pre
venir sus vasallos, para ejecutar la órden que tenian de
Bencomo.
El general D. Alonso de Lugo, no quiso pasar ade
lante, antes levantó el Real, y se volvió á Santa-Cruz, en
donde hizo un torrejon, para defenderse en él, si los guan
ches viniesen á darle batalla porque segun el enojo con que
el Rey de Taoro se despidió de él, le pareció juntaría to
da la gente de la isla para la pelea; despues de haber lle
gado á Santa-Cruz el ejército español, cuatro ó cinco dias,
el Rey Añaterve de Güimar, que habia tenido noticia de
lo que había pasado entre el general y el Rey de Taoro,
y de la discordia de los reyes, mandó llamar á su palacio á los
grandes de su reyno y juntos en su Tagoror, les propuso el pe
ligro en que se veian y como los españoles procuraban la paz
con los nivarios, y que recibiesen el agua del bautismo, y que
obedeciesen á su Rey, que él era de parecerasentar paces con
ellos, para asegurar su estado y sus vidas, y que serian cristianos
pues en esto nada perdian; siendo tan buena la ley de los cris
tianos, que amaban y veneraban imágenes de Jesucristo, y
de su santisima madre como ellos, que tenian la de nuestra
Señora y su santisimo hijo; y que en cuanto á la obedien
cia del Rey de España que le darian palabra de hacerlo mas
adelante, asi que cada uno diese su parecer; todos convi
nieron con el de su Rey, y acordaron fuese con seiscientos
hombres de guarda á Santa Cruz, á visitará los españoles
118 CONQUISTA

pusose el Rey en camino, y fué por la costa cerca del mar


cuando los españoles vieron la escuadra, que al puerto ve
nía, se alborotaron, y dieron aviso al general; el cual man
dó tomasen las armas, y se pusiesen en órden para la pelea;
habiendo llegado cerca de la escuadra, hizo el Rey señas
de paz, y mandó hacer alto, y envió por embajador á los
españoles al guanche Anton, (el que Hernan Peraza ha
bia llevado preso á Lanzarote) que sabia la lengua cas
tellana, con embajada al general, como venian á visitarle, y
á tratar de paces, que no quería guerras; oido el mensa
ge de Anton, de parte de su Rey, quedó muy contento
el general Lugo de que la venida no fuese para pelear, si
muy agradecido de que le viniese ávisitar.
Salió del Real con los nobles capitanes y demas ofi
ciales de su ejército (dejando en el Real la gente pre
venida por si acaso los guanches trajesen intentada algu
na traicion) á recibir al Rey; abrazaronse y se dieron la
bienvenida, lo mismo hicieron los que les acompañaban;
trujoles el general al Real y mandó que hiciesen la sal
va á la venida del bárbaro Rey disparase la artilleria y
mosquetería, las trompetas y cajas se tocaron en señal de
alegria; los españoles y guanches se abrazaron y dieronse
parabienes de su amistad; siendo hora de medio dia se
quiso despedir el Rey no lo consintió el general, antes
le convidó á comer, y le suplicó se quedase á hacerle
merced, aceptolo el Rey; pusieronse las mesas debajo de
una ramada que allí estaba hecha para defensa del sol,
en ellas comieron el Rey, el general y nobles de ambas
naciones; á otra parte se pusieron otras mesas para la
demas gente; comieron muy bien, brindaronse con buen
licor de Jerez y Cazalla, y como los guanches estraña
ban la bebida, en muchos hizo operacion y aun en los
acostumbrados á ella; que en tales ocasiones el mas cuer
do se desmanda: el Rey se mostró agradecido del agasa
jo que el general le hizo y á los suyos; y le hizo pro
mesa de socorrerle con gente y mantenimientos, cuando
se le ofreciese haberlos menester; y advirtiole, que no se
descuidase en estar con prevencion; porque el Rey de Tao
ro era muy poderoso en vasallos; y el que pretendia habec
la batalla, solo con los Reyes de Anaga, de Tegueste y de
Tacoronte, contra los españoles, porque los cuatro reyes
no quisieron ayudarle.
DE CANARIAS. 119

Despues trataron de ajustar las paces, el Rey hizo ju


ramento de amistad, y de no faltar á ella, y que mas ade
lante prometia bautizarse él y sus vasallos, y rendir la
obediencia á los católicos reyes D. Fernando y D.º Isabel;
que no lo hacía en aquella ocasion, porque aigunos de sus
vasallos no se amotínasen y se hiciesen rebeldes; este ju
ramiento y promesa fué con ardid, por ver primero como
les sucedia á los españoles con el Rey de Taoro, para des
pues arrimarse al que saliese vencedor, y se hallase con mas
poder, dando su satisfaccion. El guanche Anton dió al ge
neral; y españoles larga noticia de la Sautísima imágen de
Candelaria, que habia aparecido en aquel reino de Güi
mar, y como era venerada de aquellos gentiles, por ha
berles él declarado el misterio; contóles la causa de saber
hablar castellano, y como era cristiano, y recibido el agua
del bautismo en Lanzarote, siendo á ella llevado por Her
nan Peraza el viejo, en una entrada, que en el Puerto de
Candelaria hizo; holgose el general de oirle hablar tan bien,
y le hizo muchos ofrecimientos, que se ejecutaron des
pues de conquistada la isla. Eran las cuatro de la tarde,
cuando el Rey se despidió del general, y su ejército en
paz, prometiendo cumplir la palabra que le hahia dado; y
cogió el camino de Güimar su reino adonde llegó muy
gustoso, y al siguiente dia envió al general un grande re
galo de quinientos machos y cabras, cantidad de gofio y ce
bada, quesos y algunos ódres de leche.
Los ocho meses del año de mil cuatrocientos y no
venta y tres, y los cuatro meses del año siguiente de
1494 se pasaron sin dar batalla, y en todos ellos estu
vo el Real español en Santa Cruz, con incomodidad del
mucho invierno, algunas entradas hacian algunas escua
dras españolas la tierra adentro, por la parte del reyno
de Anaga y de Tegueste, en que apresaban algun gana
do para su sustento. Llegó pues el mes de Mayo de di
cho año, y viendo se habia pasado un año que estaban
en la isla, determinó el general pasará la Laguna dar batalla
en forma á los guanches, un mártes cuatro dias de Mayo
levantó el Real y caminó á la Laguna enviando delante
espias que descubriesen la tierra; fatigados del calor des
cansaron en la hermosa vega de la Laguna dos horas;
tenia la Laguna mucha agua, y juzgando los soldados se
criasen en ella algunos peces, por entretenimiento bus
120 CONQUISTA

caron traza para sacar algunos, y como pudieron hicie


ron algunos anzuelos, y puestos en unas varas y cañas los
iechaban al agua y cuando juzgaban sacar anguilas ó
otros peces, como hay en algunas lagunas de España, se
quedaban burlados, porque despues de cansados de espe
rar el lance, solo sacaban lodo ó cieno, porque otros ani
males que ranas no cria, comos los tiempos presentes lo es
perimentan: otros con sus ballestas tiraban á las aves, que
en el ameno bosque se recreaban; cogian mocanes; y ma
droños de que habia muchos árboles, vareandalos para que
cayesen; y á algunos soldados aconteció una chanza gracio
sa, y fué, que como en aquella Vega pacia tanto ganado ca
brio, estos la tenian sembrada con su craso escremento, que
en algo, y á la primera vista se parece á los mocanes; los que
con prisa recogian los mocanes que caian, sin hacer mu
cho reparo lo uno y otro echaban en sus sombreros, y
el que mas codicioso, lo echaba en su boca, y como ha
llaban en ella gusto diferente y algo desabrido, recono
cian el daño y engaño, y estos con malicia dejaban se
engañasen otros, y aun ellos mismos los convidaban; asi
¿ aquel breve rato con alegria: serían las diez de
a mañana, mandó el general que el escuadron marchase
hácia el reyno de Taoro; pasó por lo alto de Tacoron
te, y los tres reyes de Anaga, de Tegueste y de Taco
ronte que allí estaban con tres mil vasallos guardando la
órden que el Rey de Taoro les habia dado, se escondie
ron en donde no fueron vistos, con que el ejército espa
ñol pasó adelante por el camino real á Centejo, en don
de estaba el Príncipe y capitan Tinguaro con sus solda
dos en emboscada; el cual los dejó pasar al llano de Cen
tejo, en donde tenia con industria un poco de ganado
sin guardas, con intencion de que cogiendolo los espa
ñoles y volviendo con él cuando mas gustosos darles pe
sar con el asalto: mandó el general dos espias delante
que descubriesen tierra; llegaron las espias hasta la cues
ta de Taoro en dos ligeros caballos sin encontrar un guan
che, porque todos estaban escondidos con cautela para
mejor hacer su negocio, volvieron adonde el general es
taba, con aviso de que en toda aquella legua que de
Centejo habian caminado hasta la cuesta, que solo un po
co de ganado sin guardas habian visto en un llano cerca
de adonde estaban; hubo muchos pareceres en el ejército
DE CANARIAS. 121

español, los unos que pasasen hasta Taoro, otros preve


nian alguna traicion y asalto de los guanches en ver no
parecia ninguno, y decian apresasen el ganado y se vol
viesen á Santa Cruz con él antes que saliesen los enemi
gos: el general se conformó con los del último parecer;
fueron adonde el ganado estaba, cercáronlo y sin quedar
una cabeza lo trujeron por delante, contentándose con
aquella presa; no tuvieron el gusto que deseaban antes
si mucha pena, pues cuando caminaban por el barranco
y camino de la emboscada, unos cantando otros riendo,
muy propio de caminantes y mas de soldados, descuida
dos de la pelea, desarmadas las ballestas y mosquetes,
unos de otros apartados; á este tiempo los naturales guan
ches, que en lo alto y andenes del hondo barranco, en
tre árboles y matorrales estaban escondidos con su capi
tan Tinguaro, descubriendo los cuerpos tan grandes sil
vos y alaridos dieron, que el ganado de la presa se des
mandó por diferentes sendas y por entre pedregales; los
españoles oyendo las horrendas voces se asustaron y no
sabian que hacerse con el sobresalto, y á voces del ge
neral se juntaron los que pudieron en escuadra, aunque
en mal paso: en esta ocasion un valiente capitan cana
rio, llamado Pedro Maninidra (hermano de D. Fernando
Guanarteme, Rey que fué de Galdar) le tembló el cuer
po, y los dientes batieron unos con otros; vióle el gene—
ral, y por conocer su gran valor le pareció acobardaba y
le dijo: “amigo, buen canario Maninidra, pues tiemblas
de vér á tu contrario, ¿á do está tu valor? ¿ahora mues
tras flaqueza?” el valeroso canario sonriose de la pregun
ta y respondió: “noble é ilustre general, no es temor lo
que en mi has visto sino el furor que al corazon inflama,
y de esto hacen sentimiento mis miembros, que como el
cuerpo estaba helado busca el calor su centro, y esta es
la causa de mi temblor, no de miedo.” El general ani
maba á sus soldados diciendoles: “ea amigos españoles,
aqui valor, ninguno desmaye, nadie tema la batalla, que
con el favor y ayuda de Dios nuestro Señor alcanzare
mos victoria de estos bárbaros nuestros enemigos;” oyó
estas razones que el general dijo á sus soldados, un va
liente capitan español de fama y presumido; el cual con
una necia altivez replicó al general, “aunque Dios és po
deroso y siempre hemos de menester su º. para yo
122 CONQUISTA

salir victorioso de tan vil canalla no necesito de su ayu


da, que yo los amainaré con mi acerada espada.” Todos
los que la blasfemia oyeron, sintieron en sus corazones por
ella no les viniese alguna desastrada fortuna; bajaron al
camino los furiosos guanches, capitaneandolos el Príncipe
Tinguaro, el cual arrojó un dardo de fina tea al blasfe
mo que delante se le puso con su espada, que le atra
vesó con él el cuerpo y cayendo mortal del caballo, dió
sobre él, y con una gruesa maza le hundió el casco, y
teniendo la lengua entre los dientes con el grande gol
pe se le dividió en dos partes, permitiendo nuestro Se
ñor pagase con este castigo la culpa de su soberbia á
vista de todos y para ejemplo de muchos, que sin temor
suyo blasfeman y tienen en poco su santísimo nombre;
este español fué el primero que murió en esta batalla.
Armose tan cruel entre una y otra parte, que se juzgó no
quedara en ella hombre con vida: por una parte andaban el
general D. Alonso Fernandez de Lugo, D. Pedro de Lu
go su hijo, Hernando de Trujillo, Gerónimo de Valdés,
Andrés Suarez Gallinato su hermano, Pedro de Vergara,
Francisco Gorvalan, Guillen Castellano, Lope Hernandez
de la Guerra, Juan Benitez, Bartolomé Benitez, Pedro
Benitez, Alonso de la Peña, Diego Lopez de Aza, Fran
cisco de Albornoz, Fernando de Llarena, D. Fernando
Garcia del Castillo, Martin de Alarcon y otros muchos
españoles, Pedro de Maninidra y D. Fernando Guanar
teme su hermano, canarios, haciendo estragos en los guan
ches que por sus desgracias á sus manos les venian; por
otra el capitan Tinguaro, Guadafret Gigante, Rucaden,
Tigaiga, Tauco, Godeto, Badaico, Afur, Caluca, Guayon
ja, Hucanon, Bedo, Badel, Hanugo, Turceto, Peligodo
no, Cunacen, Sirma, Juega, Sigoñe, Arafo, Nuhazet, Leo
coldo, un anciano con siete hijos, todos estos guanches
con otros muchos, arrojando dardos, rollizas piedras que
adonde llegaban al mas fuerte escudo partian, y á la re
cia adarga pasaban; tenian los guanches mucha ventaja,
por tener cojidos los pasos mas altos del camino, de lo
alto del barranco desencajaban piedras grandes que caian
sobre los españoles, y cada una hacia tanto daño que
cogia debajo tres y cuatro personas, á unos por las pier
nas, á otros las cabezas y brazos, y entre ellos iban mu
chos naturales, que como estaban tan juntos tambien par
DE CANARIAS. 123

ticipaban del golpe, otros se arrojaban con tanta lige


reza que á todas partes jugaban el dardo sin perder
golpe. -

Traía el general D. Alonso de Lugo un vestido en


carnado, y por que era conocido por la librea entre to
dos, á él acudian mas enemigos ó para matarle ó pren
derle; estando algo apartado de los que peleaban, un gran
soldado llamado Pedro Mayor á instancia y ruego suyo,
le hizo desnudar el ropon encarnado, que era á hechura
de los que hoy llamamos justacores, y el Pedro Mayor se
quitó el suyo de paño azul, y se lo vistió el general; y
él se vistió el encarnado al embés, con que trocaron, querien
do este soldado ponerse al peligro por librar á su general,
y que no fuese conocido por el trage. Los españoles
mostraron su valor en aquella ocasion con tanto ánimo,
que por mejor tenian por su reputacion perder las vidas
que huir ni rendirse, aunque veian las ventajas que los
naturales tenian en gente y puesto. El capitan Tingua
ro soherbio y hufano de que la victoria iba por suya,
se apartó de la pelea y dijo á los suyos: “valerosos is
leños encarnizaos en esa gente estrangera, vuestro, valor
alcance la victoria, haced vuestro oficio que yo ya he he
cho el mio;” y sentado en una piedra con una alabarda
en la mano que habia habido en la batalla, á voces les
decia acabasen con quitarles las vidas á aquellos mise
rables.
Despues de dos horas que duraba la embestida, llegó
el Rey Bencomo con tres mil hombres de socorro, que no
lo habian menester; pero fué para mas desgracia de los
cristianos; halló á su hermano Tinguaro sentado sobre la
levantada peña, herido de una mano, y juzgando el Rey,
que de rendido habia dejado el combate enojado le dijo:
“¿pues ahora es tiempo de descanso hermano? Tu eres el
valiente, de quien he fiado esta empresa? ves á los tuyos
combatiendo y perdiendo por mi, y su patria, las vidas
y tu descansando y con tan poco cuidado?” Respondió Tin
guaro, no me he asentado de cobarde ni cansado, el oficio
que de capitan me has encargado, he hecho y he cumplido
con mi obligacion, quiero dar lugar á mis soldados, y tus va
sallos hagan el suyo, reconoció el Rey que la victoria iba por
los suyos. Dióle á su hermano las gracias, y dijo queria que
los que le acompañaban gozasen de esta victoria, entran
124 CONQUISTA

do de socorro para que acabasen con los enemigos, y di


ciendo á voces: ahora verá el soberbio español si tengo de
obedecer á su Rey, se arrojó de un alto, adonde estaban
peleando; siguiéronle sus vasallos, y comenzóse nueva bata
lla; diez guanches embistieron á Pedro Mayor, que tenia
puesto el ropon del general, y viendo por el embés lo en
carnado, pretendieron aprisionarle, juzgando ser el general
él se defendió de todos ellos, dejando en el campo cuatro,
y conociendo no ser el que pensaban, lo dejaron. Encontrá
ronse el Rey y el general; el Rey con una espada de las que
habia en el suelo, que recogió, se defendia de las heridas
que le procuraba dar el general, que la jugaba bien, con
todo fué herido entre los pechos: un capitan Sigoñe, que
á su Rey vió destilar sangre de su real pecho, levantó una
piedra, y con cólera se la arrojó al general, que le dió en la
boca, y sin agraviarle en los labios, solo algunos dientes le
quebró, y dando una voz, convocó á su lado mas de cin
cuenta guanches contra el noble general; el cual viendose
afligido, y cercado de tantos, invocó el nombre de Jesus
y de sus devotos S. Miguel, y Santiago, á esta ocasion se
llegó á su lado el valiente, y esforzado Pedro Benitez, y
le dijo: primo, y noble general, ánimo, aunque cstais heri
do, que el noble aquí queda señalado; á vuestro lado te
neis al que es vuestra sangre, y soldado. El Rey que vió la
-chusma, que sobre el general acudia, conmovido.á lástima
porque á manos de tantos no muriese el que le habia he
rido, y por accion noble dió voces á sus vasallos que se so
segasen, y ninguno le hiriese, y se puso á su lado para
defenderle; propio es de noble sangre no ofender al caido,
aunque agravios haya recibido, y de villana prosapia el que
aguarda la ocasion de la venganza; apartose el Rey de aquel
puesto, dejando libre al general, y á Pedro Benitez, y fué
á embestir con otros. Viendo el general la gran matanza
que los guanches en los suyos hacian, y que parecia impo
sible quedar ninguno con vida, se hincó de rodillas, y le
vantó los ojos al cielo, y con las manos puestas pidió á Dios
muestro señor misericordia, que aplacase su ira que los li
brase de aquella bárbara gente; al mismo tiempo que hizo
esta devota súplica se obscurecieron los cielos con gran
des nublados, saliendo de ellos relampagos, con tan terri
bles truenos, que hacian temblar la tierra; y dice Viana,
y otros autores que fué aparecido en el aire un hombre
DE CANARIAS. 125

armado, rodeado de un resplandor como una llama de


fuego, y que era el arcangel S. Miguel, devoto del gene
ral. Con esta vision y terremotos, los guanches amedren
tados se fueron de alli dejando á los españoles entre tan
ta mortandad; al fin de esta batalla unos treinta españoles
fatigados de quinientos guanches, que les daban caza, se
retiraron hácia unos cerros de alli cerca; y viendo los perse
guian para concluir con ellos, se subieron acosados de sus
enemigos á un cerro, y en una cueva, que en lo alto estaba
se retrajeron, haciendo resistencia á los contrarios, que
pietendian subirá ella, donde estuvieron cercados aquella
noche, hasta el siguiente dia.
Tambien ciento y veinte canarios católicos, y cuatro
portugueses, por escapar las vidas de la furia de la infer
nal gente, perseguidos de mas de mil y quinientos guan
ches, se retiraron del barranco, y por entre peñascos, y
malos pasos caminaron con mucha prisa, hasta llegar á la
orilla del mar, por aquella parte de Centejo en donde esta
ba una baja en el mar cerca de tierra, y arrojandose ves
tidos al agua, y en ella se libraron de los guanches, que
los seguian; los cuales daban bramidos de cólera, por ha
berseles escapado; y algunos de ellos se hechaban al agua
pretendiendo pasar á la roca; pero fueron á fondo mas de
ciento y sesenta, sin poder ninguno llegar á ella, con que
de cansados, y enfadados de discurrir como pasará ella, los
dejaron á su fortuna, y fueron á Taoro, en donde ya el Rey
estaba con su hermano Tinguaro, y vasallos.
El general D. Alonso Fernandez de Lugo, y sus ami--
gos, y soldados viendose libres de los naturales nivarios,
dieron gracias al Señor por haberles librado de sus enemi
gos; salieron de la espesura del bosque, y peligroso paso
para ellos aquel dia, en que tuvieron tan mala fortuna, y
dejando á sus amigos y parientes tendidos en el campo, ya
que el sol se ponia y llegaba la noche, cogieron el camino
para Santa Cruz; unos cojos, y heridos quejandose; otros
llorando tan poca suerte, y estos la tuvieron buena en es
ta vuelta, porque con la obscuridad de la noche perdieron
el camino, y fueron á Santa Cruz por lo alto de Geneto,
que si no es así, y caminan por la Laguna, no escapa nin
guno con la vida; porque en su Vega estaban esperándo
los el Rey de Anaga, el de Tacoronte, y el de Tegueste con
sus soldados, para acabar con los que escapasen de la ba
126 CONQUISTA

talla de Tinguaro, como lo tenia ordenado el Rey de Taoro;


llegaron los católicos á Santa Cruz bien tristes y afligidos
y curaron á los heridos.
Esta batalla que se dió en Centejo fué la mayor que en
esta isla de Tenerife fué armada de españoles, y guanches
duró cuatro horas sin parar en ella; murieron quinientos
españoles, y trescientos canarios católicos, y salieron sesen
ta heridos: murieron dos mil guanches, que segun afirman
algunos autores, seis mil fueron los que dieron la batalla,
y mil y docientos cristianos; en este sitio, en donde se dió
la batalla, llamaron despues la Matanza, y cerca de alli se
pobló un lugar con el mismo nombre; en el barranco se
hallan piezas de dardo y de otras armas, y huesos de los
que alli perecieron, y han hallado algunas monedas, y do
blas de oro antiguo.
Juan Benitez, que con algunos se habia retirado mas
abajo del barranco, perseguido de una gentil escuadra por
librar su vida, tuvo por industria fingirse muerto, con que
los enemigos pasaban por sobre su cuerpo, juzgandole di
funto: no se atrevia á levantar por no ser visto, y enten
dido su pensamiento, y por estar muy apartado de adonde
el general y sus soldados estaban, no sabia que hacerse,
con que le obligó el temor quedarse alli aquella noche,
hasta el siguiente dia, que luego diré, como escapó este
noble caballero: el padre Espinosa dice que fué este el que se
libró con esta industria; el dicho Juan Benitez; y el licen
ciado Viana dice, fué Gonzalo del Castillo; cada uno se
conforme con el autor que le pareciere.
El dia siguiente de la batalla, y mortandad de católi
cos, y nivarios, que fué miércoles, cinco del mes de Mayo
quiso nuestro Señor apiadarse por su misericordia de los
canarios, y portugueses, que en la roca del mar estaban afli
gidos, y hambrientos; toda la noche la pasaron con mucho
frio, y pidiendo á Dios el remedio; con un temporal, des
garraron los navios, que en el puerto de Santa Cruz estaban
surtos, y montaron la punta de Naga, y dieron vuelta á
la otra parte de la isla, luego que los canarios los vieron,
les hicieron señas con las camisas, y les dieron voces, y á
ellas se les acercaron, y les hecharon los bateles, en que se
embarca on dando gracias á Dios por haberles oido sus su
plicas y libradolos de aquel destierro cercado de agua, dic
ron las naos la vuelta á Santa Cruz y salieron á tierra los
DE CANARIAS. 127

soldados, algunos heridos que fueron puestos en cura.


No se olvidó su divina Magestad de los treinta es
pañoles, que en la cueva de la Sierra estaban retraidos,
cercados toda la noche de una escuadra Nivaria, que aun
que quisieran salir de ella no les daba lugar, asi per
mitió que habiendo llegado á noticia del Rey, movido de
compasion, les mandó á un capitan Sigoñe con embaja
da de paz, que bajasen de la cueva que les prometia per
don y enviarlos libres adonde su general estaba; recibido
el mensage, confiados de la palabra del Rey bajaron de la
cueva y sierra y fueron á la presencia del Rey, que con
mucha afabilidad los recibió y mandó dar de comer, y
que el capitan Sigoñe con cien vasallos fuesen con ellos
de guarda al puerto de Santa Cruz, porque los natura
les no les hiciesen agravio. Despidieronse del Rey los
treinta españoles, y dieronle agradecimientos por el favor
que les hacia, y con las guardas caminaron para el puer
to, y llegando cerca del barranco en donde el dia ante
cedente se dió la batalla, Juan Benitez que venia cami
nando hácia arriba, el que se fingió muerto volvió la ca
ra atrás, y viendo la escuadra que adonde él estaba ve
nia, se valió de la industria pasada hechandose en el sue
lo: pasaron cerca de él la escuadra, y conociendo venir
en ella españoles habiendo pasado, se levantó sin ser vis
to y se incorporó con ellos; los amigos que le vieron se
alegraron y con recato le daban el parabien de su llega
da: habiendo caminado un poco, el capitan Sigoñe man
dó descansasen á la sombra de unos árboles, y que to
masen un pasaporte para pasar el camino; el Sigoñe que
era astuto miró á todos, y sin contarlos le hizo novedad
Juan Benitez y para satisfacerse contolos y halló uno mas,
preguntó á Benitez que como allí venia sin haber estado de
lante del Rey; él afirmó que en la real presencia se habia
hallado: dicen los naturales que le quiten la vida. El no
ble Juan Benitez porfia que con el Rey estuvo, resuel
vense á saber cual sea para matarle, y pidele Juan Be
nitez de merced vuelvan al palacio del Rey, y el capi
tan Sigoñe le concedió la peticion. Volvieron á Taoro,
llegaron á la presencia del Rey, y dijole el Sigoñe: “He
quebí Bencomo, treinta españoles me entregaste, en el
camino los conté y hallé treinta y uno, esta es la cau
sa de volver elos á tu presencia,” el Rey quedó conten
128 CONQUISTA
e

to por la lealtad de su vasallo; preguntó á los españo


les dijesen cual era el que se añadió al número que an
tes habia visto; el valeroso Juan Benitez respondió, que
él era, que aquella pasada noche mal herido la habia pa
sado entre cuerpos muertos, y que con industria de ha
berse fingido muerto se habia librado de los suyos: el
Rey que era piadoso le perdonó y dijo, que le sirviera
de castigo la mala noche que entre cadáveres habia pa
sado, y mandó que á todos treinta y uno los llevasen á
su general; pasaron por la vega de la Laguna, y aunque
encontraban quien les pudiera hacer mucho daño, por
las guardas que llevaban eran seguros de sus enemigos:
estando cerca de Santa Cruz, se alborotaron los que en
el puerto estaban juzgando eran guanches de pelea; cuan
do mas cerca estaban reconocieron venir entre ellos espa
ñoles con que se les quitó el sobresalto; llegaron las
guardas y entregaron al general sus soldados de parte de
su rey, el general los despidió con muchos agradeci
ImientOS.
Sucedió un paso gracioso á unos naturales guanches
y fué, que andando recogiendo el despojo de la batalla
una escuadra de ellos, entre las armas que recogian fué
una ballesta armada; asentaronse en rueda diez ó doce,
procuran entenderla para poderse valer de las otras que
estaban en el campo y tales vueltas le dieron; unos con
templaban en el arco, otros en la cuerda; el uno apre
tó la llave sin saber lo que se hacia, y disparada se em
pleó el pasador en los pechos de uno; los compañeros
con grande espanto se levantaron y huyeron, y desde en
tonces tanto miedo cobraron á las ballestas, que cuan
tas habian cogido las largaron, y cuando veian alguna se
apartaban de ella mas de un tiro de piedra juzgando ser
cosa viva y que por sí mataba gente, y lo avisaban á los
otros sus paisanos para que se guardasen de ellas.
El Rey de Güimar que tuvo noticia de la desgracia
de los españoles y que estaban en Sta. Cruz; envió al ge
neral el pesame, y un regalo de ganado, gofio, queso, leche y
manteca, y cantidad de cebada para los caballos; y juntamen
te le envió trescientos guanches, que se ofreciesen en
su nombre, para que los ocupase en lo que fuere de su vo
luntad. Recibió el general el regalo, y ofrecimiento, y
correspondióle muy mal, pues con cautelosas palabras les
DE CANARIAS. 129

dijo á los guanches, que les agradecia la fineza, que en


la ocasion no tenia en que ocuparlos; pero que gustaba
se estuviesen allí holgando algunos dias; ellos aceptaron
la merced, que les hacia; con toda brevedad el general
previno un navio con mantenimiento, y dió órden al capitan
de él, que cuando estuviesen los guanches embarcados, diese
á la vela, y fuese á España, y que al primer puerto que
llegase los vendiese por esclavos, y se volviese con el dinero
ó ropa que por ellos les diesen; para mejor conseguir
el general su intento, ya que todo estaba prevenido, dijo
á los guanches, que se fuesen á holgar á los navios, ellos
confiados, comenzaron á embarcarse en los bateles, y el
que los gobernaba á todos, levaba el navio prevenido; ya
que estaban embarcados, el capitan los envió debajo de
cubierta, levantó áncoras, y en ocho dias llegó á Cadiz;
desembarcó allí algunos, y los vendió como á esclavos; pasó
á Sevilla, y vendió los demas, y se volvió el capitan con
su navio, y dinero á Canaria: no faltó persona que dió
cuenta á sus Magestades del agravio que se les habia he
cho á estos guanches, y luego mandaron despachar sus
reales provisiones en que dieron por libres á los guan
ches, y que los que los habian comprado recurriesen al
vendedor. Cuando el Rey de Güimar supo esta traicion
que se le habia hecho, lo sintió mucho y nunca mas con
fianza tuvo de españoles, y si alguna correspondencia
con ellos tenia era con recato, porque no le sucediese
segunda vez lo mismo, y por no enojarlos disimulaba su
sentimiento con algunos regalos.
A primero de Junio un capitan llamado Haineto va
sallo del Rey de Anaga con una escuadra de cuatrocien
tos guanches, agraviado de que los españoles hacian mu
chos destrozos y daño en aquel reino con sus entradas,
ilegó al puerto y estando cerca del torrejon ó castillo,
que en él estaba comenzó á dar batalla; los españoles
que en el castillo estaban se defendieron valerosamente,
y habiendo peleado una hora, viendo el capitan Haineto
no habia de conseguir cosa alguna por haberle matado
ciento y sesenta guanches y ciento mal heridos, se reti
ró con los suyos dejando á los españoles con esta victo
ria, de que solamente tres murieron y quince fueron los
heridos.
El general D. Alonso de Lugo, viendose con tan
130 CONQUISTA

poca gente y menos caudal para proseguir la conquista,


pues habia un año y un mes que en la isla estaba con
tan poca suerte, despues de haber gastado su hacienda y
vendido un ingenio de azucar que tenia en Canaria, sin
tener ganancia antes mucha pérdida; llamó á consulta á
sus capitanes y gente noble y les dijo, que acordasen lo
que mas conveniente fuese, si se volverian á Canaria á
prevenirse de mas gente y buscar dineros prestados para
comprar lo necesario, ó si se quedarian en aquel puerto;
unos decian que si doscientos hombres habian de pelear
con toda una isla; otros decian que la conquista se de
jase, que cada cual fuese á buscar su vida; otros eran
de parecer se fuesen á Canaria, y que de allí se nego
ciaria quien prestase dineros con su ganancia: determi
nó el general irse á Canaria con toda su gente, y á
ocho del mes de Junio del dicho año de mil cuatrocien
tos y noventa y cuatro, se embarcaron y llegaron al puer
to de la Luz con buen viage.
CAPITULO XV.

Como ayudó á la conquista de Tenerife el Earmo, Sr.


Duque de Medina Sidonia, y de la segunda entrada en la
isla, y batalla en la Laguna y modorra en los guanches.
Luego que el general D. Alonso Fernandez de Lugo
llegó á la isla de gran Canaria con su gente, sin perder
tiempo hizo diligencia en buscar quien le ayudase á la con
quista; halló cuatro genoveses, que tenian sentado trato en
dicha isla y estos le ofrecieron dineros con partido de arma
dores, y hicieron escrituras; llamabanse Juan del Blanco,
Francisco Palomares, Mateo Viña, Nicolao Angelete, die
ron estos cuatro armadores poder á Gonzalo Suarez de
Maqueda, vecino del puerto de Santa Maria, y residente
en Canaria para que yendo á España en nombre de ellos,
con cualquiera señor se concertase, y hiciese compañia,
que se obligase á ayudar á la conquista de Tenerife con
seiscientos ó mas peones, y treinta hombres de á caballo
ofreciendole parte de la presa, descontados los costes, y
que la presa que se hiciera de cautivos y ganados, se parti
ria en dos partes, una para los armadores y otra para los
soldados: otorgose este poder en 13 del mes de Junio de
DE CANARIAS. 131

dicho año de 1494, ante Gonzalo de la Puebla, escribano


de Canaria; dieronle asi mismo órden, con cartas, para
que primero hablase con el señor duque de Medina Sido
nia, D. Juan de Guzman, si queria ayudarles en esta pre
tension, como señor tan poderoso; y asi mismo el General
D. Alonso de Lugo escribió cartas á su excelencia, suplicandole
admitiese el concierto, por ser en servicio de su Magestad.
Despachose el mensagero, y embarcose á su viage, y llegó
á Cadiz, de alli pasó á S. Lucar; habló con el señor duque
diole las cartas del general, y armadores, y demas de pala
bra, le dió noticia del estado de la conquista: el señor du
que yino en lo que se le pedia, y otorgó la escritura del
concierto con el mensagero, en virtud del poder que lleva
ba: mandó luego poner el señor duque siete banderas de
soldados de á pie, y un estandarte de á caballo en la plaza
y calles de la nobilísima Ciudad de S. Lucar, y pregonar
leva voluntaria para la conquista de la isla de Tenerife; y
sugetarla á la obediencia de los reyes católicos D. Fernan
do y D. º Isabel, nuestros señores. Nombró por capitan
mayor del tercio, que es lo mismo que hoy maestre de
campo á Bartolomé Estupiñan, y por capitan de la gente
de á caballo á Diego de Mesa, y por capitanes de infan
teria á Bernardo Chichones, Juan de Esquibel, Hernan
do de Escalante, Juan de Narvaez, Gonzalo de Soto, Ber
nardo de Elicona, Diego Manriquez, y estos nombraron
sus oficiales, Pedro Alvarez, Juan Sanchez, Miguel Ruiz,
Pedro Miguel de la Osa, Martin de Valladares, Alonso Ba
ñez, Luis Gonzalez, Alvaro Diaz, y otros muchos, en los
meses de Agosto, y Setiembre, con la buena, y puntual
aga, se alistaron en las banderas seiscientos y cinquenta
ombres de á pie, y cuarenta, y mas de á caballo. Seis
fuertes naos estaban en aquel puerto, prevenidas para el
viage. Llegose el tiempo de la embarcacion, y estando em
barcados para dar á la vela à cuatro del mes de Octubre;
y por volverse el tiempo á la proa se detuvieron diez y
seis dias, al fin de ellos, se le puso favorable á popa: tira
ron la pieza de leva, y comenzaron á dar á vela; y en
veinte y dos del dicho mes de Octubre, estando el Exmo.
señor duque en la marina, hicieron la salva, y comenza
ron á dar á la vela: Pasaron la peligrosa baía, y en siete
dias que se contaron á veinte del dicho mes, navegaron
las doscientas y diez y ocho leguas del viage. Llegaron á
132 CONQUISTA

la isla de la gran Canaria, tomaron puerto en el princi


pal de la Luz; salieron á tierra los nobles capitanes, oficia
les, y soldados, y con muchos parabienes de la llegada,
y feliz viage, fueron recibidos del general D. Alonso de
Lugo, y de sus nobles amigos y deudos; ya el general esta
ba prevenido de alguna gente, y bastimentos, con lo que los
cuatro armadores mercaderes habian dado. Los nobles
amigos, y deudos, que les habian acompañado en la derro
ta de Tenerife, le prometieron ayudar con sus personas, y
demas con lo que cada uno tuviese de su caudal, porque
demas de todos hacerlo por amistad, deseaban los natura
les de las islas conquistadas, que Tenerife tambien lo es
tuviese, para que de esta suerte tuviesen mas segura comu
nicacion en todas; y porque la tenian por la mejor en fru
tos, y amenidad; y aunque algunos solo ayudaron empres
tando al general, no lo hizo asi Bartolomé Benitez porque
si al padre Espinosa le pareció, que se habia quedado en
Canaria, esta vez padece equivocacion, que no lo dijera, si
hubiera visto las datas de los repartimientos de esta isla, en
donde dice: Doy á vos Bartolomé Benitez, por cuanto
fuisteis conquistador de esta isla de Tenerife,Ócc. Y asi
creo no tuvo este padre razon en decir esto, porque segun
mi parecer, lo contrario es cierto pues se verifica con lo re
ferido; en la cual equivocacion, como en otras de entidad,
que he notado, podrá el curioso 1econocer, que no hay
obra que salga á plaza, que no haya diferentes dictámenes
y asi no dejará de necesitar de adiciones, como se vé en
las poblaciones de España, y sus conquistas, en donde se
hallarán varias opiniones, con que es cierto que no pueden
los historiadores tener todas las noticias sin padecer algun
error; pues en nuestra conquista unos se aplicarian á unas
familias mas que á otras, ó por que se le ofrecieron mas fa
cilmente sus noticias, ó las cuidaron mas. Pues bien se
sabe, que algunos tuvieron datas, y repartimientos, sin
haber estado en la conquista, ó ya porque ayudaron con
dineros, como algunos armadores, ó ya porque no pudieron
continuarla por enfermedad, ó otro accidente forzoso, ó
muerte, por cuya causa no se dejó de repartir en ellos, ó
en quien su derecho tuvo; y demas, como se sabe tambien
hubo repartimientos á personas, que despues vinieron á
poblar, con que por estas causas se pudo equivocar el padre
Espinosa sin malicia, llevando algun dictámen, el cual aho
DE CANARIAS. 133

ra no Se COnOC62.

Lo mas seguro será lo que en estas materias cada


uno tiene justificado por sus pasados, en que no puede
haber tanto error, por cuya causa cada uno tiene obliga
cion mas precisa á procurar las noticias de sus mayores,
porque los estraños con facilidad adquieren las malas afec
tadas con pasion, que con este vicio nunca corren muy
verdaderas, y las buenas suelen menospreciar teniendolas
por dificultosas, siendo para las unas de frágil memoria
y para las otras de eterna retentiva. Dolor bien sensi
ble de la humana naturaleza que se sustenta de la envi
dia y se enferma de la caridad, del mal del prójimo se
alegra, del bien se entristece; trocadas ván estas suertes,
si antes del último lance no llega el desengaño, la pre
tension á ganar por uno ciento vá perdida, y mas el con
seguir caudal para entrar en la patria con decoro, adon
de la envidia no tiene lugar, siempre la caridad se lle
va el supremo trono, la tristeza se halla desterrada, la
alegria triunfa, unos á otros se animan á la verdadera
nobleza de la caridad á quien todas las virtudes acompa
ñan; en fin, no es bien seguir este discurso porque es de
otro intento.
Continuóse la conquista, y á primero de Noviem
bre comenzaron á embarcarse, el general con su capitan
de á caballo D. Fernando Garcia del Castillo y capitan
de Infantería española, Ibone de Armas, y capitan de in
fantería de canarios, y naturales D. Pedro de Maninidra
y el capitan mayor Bartolomé Estupiñan, con los capi
tanes y soldados de su tercio, y al siguiente dia salie
ron del puerto y llegaron á la isla de Tenerife al puerto
de Santa Cruz, en donde hicieron la salva á la milagrosa
Imágen de nuestra señora de Candelaria, alli desembarca
ron, y el general D. Alonso de Lugo besó la santa cruz
que en la entrada pasada habia puesto en aquella playa con
mucha devocion, pidiendo á Cristo nuestro redentor y á la
reina de los ángeles su madre nuestra Señora de Can
delaria, le diesen su favor, y ayuda en aquella pretension
y conquista, y victoria contra los enemigos de la santa
fé, siguiéronle en la misma devocion el capitan Bartolomé
Estupiñan, y los capitanes, Diego de Mesa, Bernardo de
Chichones, Hernando de Escalante, Juan de Esquivel, Gon
zalo de Soto, Bernardo de Elicona, Juan de Narvaez,
134 CONQUISTA

D. Fernando Garcia del Castillo, Ibone de Armas, D. Pe


dro de Maninidra, el Canónigo Alonso de Samarinas, Lope
Hernandez de la Guerra, Martin de Alarcon, y Diego de
Alarcon su deudo, Alonso de las Hijas, Andrés Suarez
Gallinato, Gerónimo de Valdés su hermano, Bartolomé
Benitez, Alonso de la Peña, Diego de Maldonado, Fernan
do de Llarena, Diego de Solis, Francisco de Espinosa,
Guillen Castellano, Jayme Jóven, Jacome Jóven, Juan Be
nitez, Juan de Llarena, Juan Mendez, Juan de Guzman,
Lope de Salazar, Pedro Mejia, Mateo Viña, Pedro Benitez,
D. Pedro de Lugo, hijo del general, Pedro Martin Buen
dia, Rodrigo de Barrios, Diego de Belcazar, D. Alonso
Fernandez Gallego, Alonso de Moratalla, Andrés Diaz Die
go de Leon, Diego Fernandez de Manzanilla, Diego de
Agreda, Fernando de Trujillo, Lope Romero, Fernando de
Gallegos, Juan Redondo, Fernando de Forma, Pedro Fer
nandez de Lugo, Fernando Suarez, Juan de Almodobar,
Francisco Melsan, Francisco del Portillo, Martin Ponce,
Francisco de Albornoz, Lope de Fuentes, Francisco Mal
pica, Juan de Almodobar, Francisco Riverol, Antonio de
Manos de Oro, Gonzalo de Lepe, Juan Navarro, Lorenzo
de Alcalá, Gonzalo Muñoz, Gonzalo Rodriguez, Juan de
Badajoz, Juan Cabello, Rodrigo Montano, Juan Rodriguez
de Gomanales, Rodrigo de Burguillos, Juan de Averio,
Pedro de Bobadilla, Pedro Camacho, Francisco Yañez,
Sebastian de Campo, Pedro Luque, Pedro Martin, Alonso
de Córdova, canario, Pedro Mayor, Martin de Valladares,
Juan Delgado, Canario, Diego de Mancanacio, y Pedro de
Lugo, canario, Juan de Meneses, y todos los demas que
dejo de referir, que acompañaban este ejército, alistados
debajo de sus banderas.
Despues mandó el general que el castillo se ronovase
y fortificase, porque los guanches habian derribado par
te de él; asentose el real en aquel puerto, las banderas se
pusieron en el castillo, la principal con las armas de los católi
cos reyes en lo mas alto, y mas abajo otra con las ar
mas del señor duque, las dos calderas de Guzman orla
das con castillos y leones; las calderas como descendiente
por varonia de Alvar Nuñez de Guzman, rico home en
el reynado del señor Rey D. Sancho, primero de Casti
lla y segundo de Leon, y la orla de los castillos y leo
nes, como descendiente del señor Rey D. Enrique se
DE CANARIAS. 135

gundo de Castilla y Leon, cuya hija llamada D." Juana


de Castilla, casó con D. Juan Alonso de Guzman primer
conde de Niebla, de quienes fué hijo D. Enrique de Guz
man segundo conde de Niebla, y nieto D. Juan Alonso
de Guzman tercero conde de Niebla y primer duque de
Medina Sidonia, de quien era legítimo sucesor su Exce
lencia; y por la linea del señor Rey D. Enrique Segun
do, tambien le toca la sangre de Guzman, por haber si
do su Magestad hijo del señor Rey D. Alonso de Casti
lla y de D.º Leonor Nuñez de Guzman, hija de Pedro
Nuñez de Guzman y de D." María Giron. Las demás ban
deras del ejército estaban puestas en contorno del casti
llo, con ellas bien empavesado.
Cuando los naturales vieron entrar los navios en el
puerto, y salir la gente á tierra, y oyeron tanto alboroto
y estruendo de la artilleria, que dispararon, cuando la
salva hicieron á la Virgen Santísima de Candelaria; los que
mas presto pudieron caminar, llebaron la nueva al Rey de
Taoro, el cual mandó sus embajadores á los tres reyes de
Tacoronte de Tegueste, y de Anaga y á Zebensui, señor
de las sierras, que llamamos del Hidalgo, mas abajo de
Tejina, junto al mar, para que al siguiente dia se juntasen
con sus vasallos en la Vega de la Laguna antes que los
españoles les ganasen el puesto; recibieron los reyes el aviso
y al segundo dia llegaron á la Laguna el Rey de Taoro
con cinco mil vasallos, el de Tacoronte con dos mil, el de
Tegueste con mil y doscientos, el de Anaga envió dos mil
y seiscientos, no vino con ellos, por hallarse con una
grave enfermedad; Zebensui llegó con doscientos y cincuenta
valientes soldados con que se armó un fuerte escuadron de
once mil y cincuenta guanches. El Rey de Taoro, no dió
aviso á los otros reyes por la discordia, que habian tenido
como queda dicho en el capítulo pasado, así no enviaron
gente de sus reinos. Sobervio estaba el gran Rey de Taoro
con su grueso ejército, tan arrogante y ufano, que decia
á sus primos, y vasallos: venga aquí todo el poder del
mundo, que con nuestro valor, para él tengo resistencia. Per
mitió su divina magestad que su altivez, y sobervia fue
se abatida, y la poca fuerza de los españoles realzada, que
al respeto del número de uno, y otro escuadron, habia
para cada católico once guanches. Dióles un contagio,
ó modorra que cada dia morian mas de cien naturales,
136 CONQUISTA

sin remedio perecian, que en menos tiempo de un mes,


murieron con la pestilencia mas de seis mil, de que los
reyes estaban muy pesarosos de su desdicha, pues sin pe
lear tantos morian. Conocido fué el milagro para bien
de los católicos.
El Rey mandó bajásen dos guanches por espias á
Santa Cruz y le llevasen noticia de la cantidad de gente
española que en el puerto habia y reconociesen las fuer
zas que traian, y que se pusiesen en parte donde no
fuesen vistos. Dos naturales de los mas alentados se
ofrecieron á lo mandado del Rey: bajaron al puerto, no
por el camino, sí por un barranco que desde la Laguna
llega á Santa Cruz, y no faltó un soldado español que
los viese á la salida del barranco cerca del puerto que
hace llano, y luego diese aviso al general; el cual man
dó que cuatro hombres de á caballo y algunos de ápié
que los fuesen á coger. Las espias que sintieron ser vis
tas y que los caballeros y gente de á pié venian adonde
ellos estaban se levantaron entre unos cardones y co
menzaron á correr, los que en su busca iban que los vie
ron dieron tras ellos; y los dos guanches por mejor cor
rer subieron al camino llano, y yendoles dando los ca
balleros alcance, el uno se arrojó el barranco abajo sin en
cosa alguna agraviarse, dando saltos de andén en andén
afirmandose en su asta del dardo que llebaba, que en es
to de saltar y correr eran ligeros. El otro compañero no
pudo librarse, porque le atajaron el paso y le aprisio
naron y llevaron á la presencia del general; fué pregun
tado por el lengua que dijese con verdad lo que los re
yes tenian determinado para la batalla y que gente te
nian, ya que él y su compañero habian llegado á aquel
puerto. Por bien no fué posible hacerle decir una pala
bra, con que por mal, con tormentos y amenazas de que
perderia la vida, confesó la verdad: Dijo que habia un
mes que los Reyes de Taoro, de Tacoronte, de Tegues
te y el señor de unas Sierras, habian llegado á la Lagu
na á estorbarle la entrada con once mil vasallos, y que
de una modorra habian muerto mas de seis mil en aquel
tiempo, y aun morían; y que en el medio del camino,
en donde dicen la cuesta por donde habian de subir á
la Laguna, en el alto y llano de ella que está entre dos
barrancos, estaban treinta guanches por centinelas pues
DE CANARIAS. 137

tas por su Rey, para que viendo que los españoles su


bian á la Laguna le diesen aviso para bajar con sus va
sallos á cogerles el paso de la cuesta por tener aquella
mas ventaja en la pelea, que no era muy poca, y no de
jarles subirla, que él y su compañero habian llegado allí
por mandado de su Rey para que viese el estado y for
ma de su ejército. Oida esta confesion y declaracion del
guanche, el general llamó á consulta á sus capitanes y
nobles de su ejército, sobre lo que convenia hacerse que
mas conveniente fuese para la batalla: fueron de pare
cer, de que á la media noche por no ser vistos de las
atalayas que en la cuesta estaban, subiese el ejército á
la Laguna. Previnieronse todos, y pasada la media noche
levantaron el Real, y dejando presidio en el castillo en
donde quedaban los mantenimientos, caminaron á la La
guna; y estando cerca de lo alto, y llano de la cuesta,
una hora antes del dia, los guardas que los sintieron hu
yeron por que no les aprisionasen, y algunos fueron con
el aviso al Rey, como los españoles estaban puestos en ca
mino, y cerca de aquel puesto; el Rey enojado, les re
prehendió el descuido que habian tenido de no haberle
avisado, desde que salieron de Santa Cruz: disculparonse
que con la obscuridad de la noche, no los pudieron ver
sino cuando habian subido la agria cuesta; con todo man
dó el Rey, que los tres que le llevaron la nueva fuesen
ahorcados, por haberse descuidado en la órden que les te
nia dada, los compañeros que tuvieron noticia de lo que
pasaba, no parecieron ante el Rey antes se apartaron de
alli muchas leguas. Mandó el Rey que su escuadron fuese
á impedir el paso de una cuestecilla que está cerca de adon
de está la ermita de nuestra Señora de gracia y á pocos pa
sos que dieron tuvo el Rey noticia la habian ya subido los
españoles y estaban cerca de ellos: hizo alto el general, has
ta que aclarase el dia, con intencion de dar batalla.
En el dicho dia, que se contaron treinta dias del mes
de Noviembre, en que la Iglesia celebra la fiesta del após
tol S. Andrés del dicho año de mil y cuatrocientos y noventa
y cuatro, á las ocho del dia, subió el escuadron católico,
y se encontraron con el bárbaro, en donde está hoy la ermi
ta de S. Cristobal á la salida de la Ciudad: hicieron alto el
uno, y otro. El general le envióá decir al Rey con Gui
llen Castellano, que obedeciese á los católicos º de Es
138 CONQUISTA

paña y concediese lo demas que le tenia pedido. La res


puesta que le envió, fué negandole la obediencia, viendo
el general la resolucion del Rey, y que tenia poca espe
ranza de sacar fruto del bárbaro Rey; previno á sus solda
dos la batalla y los animó á que peleasen diciendoles: Ea
hermanos, valor y esfuerzo, poned el corazon en cristo,
en su nombre demos esta embestida, confiad en que ten
drémos su ayuda, y con ella la victoria: caminaron mas
cerca del nivario ejército; tocaron los clarines, y trompe
tas y disparando el general una pistola, dijo á sus capita
nes y soldados, á este tiempo, S. Miguel y Santiago á ellos.
Luego los valerosos españoles dispararon su mosqueteria,
y ballestas, los nivarios respondieron con sus dardos y pie
dras; comenzose la batalla de una y otra parte tan cruel
y con tanto ánimo peleaban los unos por ganar la honra
que habian perdido en la derrota de la Matanza, los otros
por defender su patria que se juzgó no quedase vivo nin
guno; cerraronse los escuadrones y unos con otros entreve
rados, cual cae atravesado con la espada cual con el dardo,
el Rey con una gruesa maza andaba desbaratando cabezas.
Los otros Reyes no se descuidaban. El valeroso general
D. Alonso Fernandez de Lugo á caballo andaba entre el
ejército, atropellando enemigos. Los capitanes de á caballo
con sus soldados cercaron el ejército, y concluian á los que
por fuera andaban: el son de las cajas y clarines, en aque
lla vega, hacia grande armonia, los
guanches parecian bramidos; aqui el vs... ... - ela.-
Trujillo, quitó de la mano á Tigaiga una bandera española
de las que habian ganado en la derrota pasada, dejando
el guanche la vida; todos mostraron su valor famosamente.
Viendose los guanches fatigados de la furia española y
que iban cayendo en tierra mas que si lo causara la pes
tilencia, se fueron retirando hácia el bosque de la Lagu
na; los españoles no perdian paso, y ya cansados de pe
lear que duró mas de dos horas, los naturales se retira
ron de tropel, y queriendo los españoles darles alcanc
dijo el general que ninguno pasase de aquel puesto, ps
ya era la victoria por españa, y la pérdida por la nivaria.
Los españoles á voces la publicaron, tocaron á recojer,
con que todos se juntaron, dandose los parabienes de la
buena suerte que Dios les habia dado aquel dia.
El principe y capitan Tinguaro, que mal herido se
DE CANARIAS, 139

habia retirado á la falda de la sierra de San Roque perse


guido de cuatro soldados de á caballo, se libró de ellos
con una alabarda que traia consigo, la cual habia gana
do en la batalla de Centejo; y habiendose librado de ellos
subiendo la sierra, le dió caza un valiente soldado lla
mado Pedro Martin Buendia, y le dió una dardada que
le derribó: mostrosele el capitan Tinguaro rendido por
que no le acabase de matar, cruzó los brazos y en su
lengua le dijo: “Chucar guayot archimencey reste Ben
comsanet vandet, relac machet zahañe,” que quiere de
cir: No mates al hidalgo, que es natural hermano de
Bencomo y se rinde aqui como cautivo. Poco caso hizo
Pedro de Buendia de las razones del principe Tinguaro,
porque no las entendia, asi le atravesó los pechos con
otro golpe; y aunque otros españoles que estaban mas
abajo vieron al guanche caido y oidole sus palabras, á
voces altas dijeron al soldado no le matase; pero no tu
vo remedio porque allí pereció del segundo golpe; lle
garon cerca del cadáver, y tan ensangrentado y maltra
tado tenia el rostro, que no afirmaban de cierto si era
Tinguaro ó el Rey Bencomo; con esta duda de no saber
quien fuese, lo llevaron á la presencia del general, y
aunque procuraron conocerlo, no hubo quien con certi
dumbre lo dijese, asi lo dejaron hasta saber la verdad.
El general victorioso, mandó que el Real se senta
se en la parte que estuvo el año antecedente, mas abajo
de adonde aquel dia se dió la batalla á tres tiros da mos
quete, fueron todos al puesto señalado, dieron infinitas
gracias á Dios nuestro señor por la merced recibida en
haberles dado aquella victoria, y , prometieron hacer en
aquel lugar y sitio en donde estaban, una ermita al mis
terio de la gloriosa Encarnacion del Verbo, con el títu
lo de nuestra Señora de Gracia, que es la que hoy está
fábricada en aquel mismo lugar, imágen de tanta devo
cion en esta Ciudad y lugares de esta isla, que todos
los dias y particularmente los sábados del año la van à
visitar muchos devotos y devotas, á pedirle gracias para
sus almas. Despues mandó se leyese la lista para saber
los que faltaban, y hallaron haber muerto en la batalla
treinta y cinco soldados de á pié y diez de á caballo y
algunos heridos, conocido milagro cuando murieron mas
de mil y setecientos Nivarios.
140 CONQUISTA

Cuando el ejército español subió á la Laguna, que


el Rey de Taoro tuvo la nueva de las guardas que man
dó ahorcar, juzgando les sucediera con los españoles co
mo á su hermano y á él en la batalla de la Matanza,
mandó á un capitan Sigoñe bajase por los valles y bar
rancos, con una escuadra de cuatrocientos guanches y se
pusiese en la cuesta y medio del camino, para que cuan
do los españoles fuesen de huida de su furia, les hicie
se cara, y los acabase de matar (mal lo pensó el bárba
ro Rey) y despues bajase á Santa Cruz y matase á los
que alli habian quedado guardando el bagaje: estuvo el
capitan Sigoñe con sus soldados aquel dia aguardando en
el puesto á los españoles de retirada para ejecutar la ór
den de su Rey; y viendo se habia pasado el dia y se lle
gaba la noche sin haber llegado, lo tuvo á mala señal y
de pérdida de los suyos. Queriendo ya retirarse á la La
guna, y con cuidado de saber lo que habia sucedido por
haber pasado mas de una hora de la noche, oyeron pa
sos y ruidos de caballos y quejidos de gente; previnie
ronse los guanches juzgando ser el ejército derrotado,
vieron que eran españoles: estos eran unos soldados de á
caballo y de á pie que salieron heridos de la batalla, y
caminaban á curarse al puerto: sus nombres de los de
á caballo eran, Anton de Ballejo, Alonso Calderon, An
tonio de Alfaro, Antonio de Montoya, Francisco de Mela,
Lope de Aguirre, Pedro de Fuentes, y los de á pie, Juan
Navarro, Martin Sardo, Juan Zapata, Lope Gallego, Ro
drigo Yañez, Diego de Cala, juan Carrasco, Juan Del
gado, Juan Ortega, Hernando de Riverol. Con estos he
ridos iban doce soldados de guarda, seis de á caballo llama
dos, Juan Perdomo, Juan Berriel, Marcos Verde, Anton
Victorias, Felipe Cuadros, Alonso Benitez, y seis solda
dos de á pié, Francisco de Ledesma, Rodrigo de Barrios,
Alonso de Calzadilla, Luis Ramirez, Diego Meneses, Juan
Rebolledo, y estando cerca de ellos el capitan Sigoñe con
los suyos les dió asalto, procuraron los católicos defen
derse, tuvieron buen combate de una y otra parte; los
guanches vencieron á costa de trece que quedaron en el
campo y veinte y seis heridos, de los españoles no mu
rió ninguno salieron doce heridos, y Juan Berriel con
un ojo menos. Los españoles fueron prisioneros, y lleva
dos á una cueva grande, que está en la quebrada de un
BE CANARIAs. 141

barranco de alli cerca, y dejandolos maniatados con cien


soldados de guarda; el capitan Sigoñe con el resto de su
escuadra subió á la Laguna por donde habia bajado.
El dia siguiente de la gran batalla, que se , contó
primero de Diciembre, el Rey de Güimar que habia te
nido aviso de sus vasallos, que de una sierra estaban mi
randolo, como los españoles habian vencido aun que es
taba quejoso del general Lugo, sin haberle embiado la
bien venida, por lo que con sus vasallos habia usado, cuando
los envió á vender á España, temiendose por lo que ade
lante le pudiera suceder, le envió á dar el parabien de
la victoria, con un buen regalo de los frutos de la tierra,
y ofrecimiento de dos mil guanches, para que los ocupase
en lo que se le ofreciera; estimó el general el regalo, y
aceptó la oferta del socorro: mandó se quedasen en el real
los dos mil guanches de Güimar y los acarició y regaló
por que no estuviesen con disgusto, por tenerles contentos
para lo que se ofreciese.
El capitan Sigoñe, el vasallo de Taoro, que la noche
antecedente habia aprisionado á los españoles, que á cu
rarse iban con las guardas; previno á sus soldados para
una embestida á los españoles del real en aquella noche
del dia primero de Diciembre, juzgando cogerles descui
dados, sin haber tenido noticia del socorro del Rey de
Güimar los soldados españoles que habian subido á la La
guna, vieron la escuadra del capitan Sigoñe, y luego
vinieron á dar la nueva á su general; el cual mandó, no
estuviesen sus soldados con descuido: aquella noche quiso
el Sigoñe probar sus fuerzas con las de España; fué con
su gente al real, hizo su embestida, salió el socorro de
Güimar á la resistencia, y viendo el Sigoñe su temeridad de
embestir á tantos, tuvo por bien de volver á toda priesa
la espalda, y los que con la vida escaparon, le siguieron:
algunos quedaron presos, que dieron noticia, como en la
cueva estaban prisioneros los españoles, que la noche an
tecedente iban á curarse al puerto.
Luego que el general tuvo noticia de los guanches
prisioneros, como los españoles estaban encerrados en la
cueva, al amanecer del segundo dia de Diciembre, mandó
dos escuadras, la una de guanches de Güimar, y la otra
de católicos, y por cabos de ellas á Pedro de Vergara, y
Lope Hernandez de la Guerra, para que fuesen á librar
142 CONQUISTA
-

á los afligidos compañeros; llegaron al barranco y viendo


la dificultad con que los podrian librar, por estar la cue
va en un anden del barranco, y tener las guardas hecha
delante de ella una trinchera de piedra seca para defen
derse, y guardar los presos, aunque hicieron algunas di
ligencias para subir, no podian por las muchas piedras
que arrojaban: Determinaron los dos cabos, que treinta
soldados subiesen á lo alto, y vera del barranco sobre el
anden, y cueva, y de alli arrojasen piedras grandes á los
guanches, que en el anden estaban y que los demas es
tubiesen en lo bajo del barranco, apartados del riesgo;
subieron al puesto los treinta soldados, comenzaron á
derribar piedras, los guardas que oyeron tal ruido sobre
si, desampararon el sitio, arrojandose de él unos con pier
nas quebradas, otros heridos de las piedras, que de arri
ba caian, los españoles que abajo estaban, cuando vieron
volar guanches, les salieron al encuentro, y pocos se les
escaparon con las vidas: despues subieron á la cueva, sin
tener quien lo estorbase y hallaron á los paisanos atados
de pies y manos, muy afligidos con sus heridas sin curar,
ni haber comido, ni bebido en aquel tiempo de su prision;
desataronlos y fueron todos al real, en donde fueron bien
recibídos, y curados, sin perecer ninguno.
Los naturales que fueron prisioneros en la embesti
da del capitan Sigoñe, conocieron que el cuerpo que Pe
dro de Buendia habia atravesado el dia de la batalla, era
el capitan Tinguaro, y tan espantoso y fiero estaba que
pocos se determinaban á la verdad. Cuando los soldados
católicos le conocieron con grande enojo y burla le mo
faban, daban de puntapies y le daban golpes con los regato
nes de los dardos (á moro muerto gran lanzada) diciendo: es
te es aquel valiente capitan que nuestro daño causó en Cen
tejo, otros afirmaban no ser él, porque le oyeron decir que
era Bencomo; cn resolucion mandó el general que le cortasen
la cabeza, ó fuese del Rey de Taoro ó de Tinguaro su her
mano, y la pusiese en una pica para llevarla al ejérci
to Nivario; cortaronle la cabeza al cadáver y puesta en
una gruesa pica la entregaron á un guanche prisionero,
y con ella marchó el ejército español á la Laguna, y de
allí á Tacoronte en donde estaban retirados los Reyes
con sus vasallos. El Rey de Taoro temió no le embis
tiesen los españoles escandalizado de la pasada, y por no
DE CANARIAS. 143

haber en aquel sitio piedras con que defenderse, que


eran las armas con que mas bien peleaban que mas da
ño hacian; pero dijo al amigo Rey de Tacoronte, que
no embistiese hasta ser acometido porque no le parecia
acertado lo contrario. Estando cerca el escuadron cató
lico, mandó el general hacer alto y envió una embajada
al Rey de Taoro con Pedro Mayor que era lengua, y le
llevase la cabeza y dijese, que le requeria se sujetase á
la obediencia del Rey de España, y que aquella cabeza
le sirviese de escarmiento, sino hiciera lo que le pedia
que otro tanto le amenazaba. Recibió el Rey la emba
jada, y airado con gran soberbia respondió al lengua:
“Direis á vuestro general que esta cabeza no nos espan
ta, que adonde quedó el cuerpo ponga la cabeza, que
cada uno mire por la suya, que mi intencion es defen
der mi honor, reyno y vidas de mis vasallos;” con la
respuesta se certificaron todos como el Rey de Taoro
era vivo y Tinguaro muerto, dejóles el lengua la cabeza
por mandado de su general.
Estuvieron allí dos horas los españoles, y por nu
blarse el tiempo y comenzar á llover, se volvieron al
Real y de allí á Santa Cruz, á siete de Diciembre, por
ser tierra mas abrigada del invierno. Y el Rey de Tao
ro con el de Tacoronte caminaron á Taoro con sus va
sallos, y llevaron la cabeza de Tinguaro, y el Rey de Te
gueste se fué á su reyno y Zebensui á su señorío; el Rey
de Naga no se halló en esta ocasion por estar malo; los
vasallos suyos, que libraron, se volvieron á su reyno. El
P. Espinosa dice, que esta cabeza era del Rey Bencomo,
y que los españoles la llevaron á Tinguaro su hermano,
que ya por muerte de su hermano, sus vasallos le ha
bian aclamado por legítimo Rey y heredero de Taoro, lo
mas cierto es, segun mas opiniones, que fué de Tin
guaro.
Habiendo llegado á Taoro los dos Reyes y vasallos,
trataron de las obsequias de la cabeza, pusieronla en un
ataud sobre una alta peña, que ha modo de túmulo tenian
cubierta con pieles negras, venerabanla y hacian mucho
sentimiento con gemidos y llantos, y á voces en su lengua
le decian: Tanagaguayoch archimenceu, nahaia dir hanido
fahet chunga pelut, que quiere decir: El valeroso padre
de la patria murió, y dejó los naturales hueranos. Des
144 CONQUISTA

pues de estas esclamaciones la untaban con manteca, y po


nian al sol, para que se mirlase: duraron estas honras
quince dias, y á la hora de las diez de cada dia la mostra
ban al pueblo, y hacian sus ceremonias, y al fin de ellos la
pusieron en la cueva del entierro de los Reyes de Taoro.
Los demas reyes de la isla supieron de la desgracia
de los reyes sus primos, y de la muerte del capitan Tin
guaro, y enviaron sus embajadores con los pésames al Rey
de Taoro aun que no estaban muy corrientes en amis
tad.
Cuando el tiempo daba lugar, los españoles, que en
Santa Cruz estaban, hacian algunas entradas, hasta la La
guna, y Tacoronte, en que apresaban algun ganado para
su sustento, y los guanches por quitarlos de este riesgo
los llebaron á pacer á las remotas sierras del señorio de
Zebensui (que es adonde hoy decimos la punta del Hidal.
go) por asegurarse de los españoles.
Este Zebensui era un valiente guanche, señor de
aquel término, era primo de los reyes de la isla, y de
cendiente de Guahuco, hijo bastardo del Rey Thinerfe,
á quien cupo aquel señorío, como dije en el capítulo 5.
Llamabanlo los naturales Archimenceu, que quiere decir Hi
dalgo pobre, por ser de poca hacienda; y de aqui se le
quedó á aquel termino llamarse la punta del Hidalgo; los
reyes le acudian con algo, y en particular el de Anaga
le daba en cada año cantidad de gofio de regalo, por la
fama que de valiente tenia; era grande robador de gana
do ajeno, que á los de Anaga destruía por estar allí cer
ca; y á los pastores de los términos comarcanos. Algu
nos dleron quejas al Rey Bencomo, de los daños que Ze
bensui hacia; el noble Rey procuró el remedio, y sin dar
cuenta á persona alguna, salió de su palacio, y sin acom
pañamiento se fué á la punta, y término de Zebensui para
con secreto repreenderle; llegó cerca de la cueva, y mo
rada de Zebensui,, y para entrar aguardó á ocasion, que
estuviese comiendo Zebensui, siendo hora, de repente se
entró en ella y halló á Zebensui comiendo de un tierro
y grueso cabrito, y de otras frutas, que habia adquirido
con su mala industria; con la entrada del Rey, quedó
Zebensui turbado con el bocado en la boca, y como con
fuso le vió el Rey, le dijo: bien creo Zebensui, cuan vi
cioso vives, y descuidado, de que no tendras castigo por
DE CANARIAS. 145

tus malos hechos y que no tienes Rey á quien obedecer


y que en tus desaciertos ponga remedio, si tuvieras cono
cimiento de lo que te digo, vivieras en paz, y con repo
so; el hidalgo con el color demudado, le respondió: “Gran
Rey y . señor, seais bien llegado, he quedado suspenso de
veros entrar en mi pobre cueva solo sin acompañamien
to, y gozoso de que en mi cueva hayais entrado, de que
me haceis mucha honra; juzgo no habreis comido, con
vuestra licencia voy á prevenir que poneros en la mesa:
suplicoos que descanseis en el interin;” al salir de la
cueva le detuvo el Rey y dijo: “Zebensui detente, si
piensas darme de comer de lo ageno, no tomes ese cui
dado, que el Rey no quiere sustentarse de la sangre del
pobre, antes darle de la suya: replicóle Zehensui: “señor,
un cabrito de los mios iba á buscar, no ageno; solo go
fio y agua en mi cueva tengo, pesame no tener con que
regalaros:” el gofio pidió, y con una poca de agua el Rey
con sus manos desleyó; pidióle sal para echarle, no se la
dió por no tenerla: comiólo y despues le dijo el Rey:
“Primo Zebensui; muy sabroso me ha aparecido este gofio
aunque sin sal. El pobre con gofio, y agua se alimen
ta, y para él es el mayor regalo, pues no tiene rentas
ni ganados con que regalarse. Tu sin ellos te regalas, con
lo que Dios te ha dado te contenta, que el gofio y agua
á nadie mata; el que me has dado, bien has visto, que
sin sal lo he comido, y me ha parecido sabroso; el man
jar ageno es desabrido, el propio con sabor siempre se
halla; en lo que te he dicho advierte, que si te enmien
das, cuando te pienses pobre, te hallarás rico;” con esto
se salió el Rey de la cueva sin esperar satisfacion. El
hidalgo se quedó confuso é imaginativo de lo que el Rey
le decia, y el estilo con que le reprehendió. Salió en su
seguimiento para pedirle perdon y darle las gracias por
la oculta reprehension, y no le pudo alcanzar por llevar
mucha ventaja en haber salido antes y caminar aprisa; lle
gó hasta Tegueste, contóle al Rey su primo lo que le
habia sucedido con el Rey de Taoro, echóle por tercero
prometiendo la enmienda; y por este medio consiguió su
amistad. El Rey de Tegueste se alegró de la promesa de
Zebensui, hizole muchos agasajos, nombróle mayoral de
su hacienda y ganados, que eran tantos con su señas que
cien pastores los guardaban, y el hilalgo Zebensui los
146 CONQUISTA

gobernaba. -

Habiendo entrado el año de mil y cuatrocientos y


noventa y cinco, muy invernoso, pues en todo el mes de
Enero no cesó de llover; al último dia del dicho mes
que el tiempo habia sosegadose, mandó el general al va
leroso Hernando dc Trujillo y al esforzado capitan Gon
zalo del Castillo, que con quinientos soldados fuesen á
la Laguna, y á los Reynos de Tacoronte y Tegueste, á
hacer algunas presas de ganado para el sustento, de que
tenian alguna falta; al siguiente dia salieron los quinien
tos soldados con sus cabos del puerto de Santa Cruz á
la Laguna, y en toda su vega no encontraron cosa al
guna de provecho, sí muchos cuerpos muertos de la pes
tilencia que habia en la isla con permision divina, por
intercesion de la Reyna de los Angeles, de que este con
tagio no tocase á ningun católico ni á los vasallos del
reyno de Güimar, en donde está la Santísima Imágen de
Candelaria; estando la escuadra española en la Laguna sin
hallar ningun ganado, determinó Hernando de Trujillo
volverse á Santa Cruz, á esta ocasion oyeron voces, y
mirando adonde, vieron á una muger, que en lo alto de
una sierra estaba diciendo en lengua Guancha: “que ha
ceis ¿porque no subis y os apoderais de la tierra que no
hay á quien temer, ni con quien pelear porque todos se
van muriendo?” juzgaron todos ser alguna traicion de los
guanches, hubo pareceres sobre si subirían la sierra ó ba
jar á Santa Cruz; salió por mejor parecer, que bien ma
lo fué, que parecería cobardia volverse á Santa Cruz co
mo vinieron, que subiesen la sierra en donde la muger
estaba y le preguntarían lo que en la isla pasaba, y se
informarian de la verdad; subieron todos prevenidos á la
sierra que decimos las Peñuelas, que en lo mas alto de
ella, en donde dicen la atalaya, habian visto la muger,
no la hallaron aunque hicieron diligencias. De lo alto
descubrieron aquel fértil valle de Tegueste, bajaron á él
y no hallaron mas de unas pobres casas de pajas desam
paradas de sus babitadores, y en una cueva hallaron á un
viejo, dos muchachos y á una niña, que llorando esta
ban la muerte de su madre y muger del viejo, que aquel
dia habia muerto de la peste; hallaron en algunas cue
vas cantidad de gofio, cebada, leche, quesos, manteca,
que de ello sus dueños no se aprovecharon porque lo
DE CANARIAS. 147

estorbó la muerte, preguntaron al viejo que adonde es


taban los ganados de aquel término, respondióles que ro
deasen una sierra que dividia aquel valle, que allí lo ha
llarían, que sus dueños lo habian traido á aquella parte;
porque ellos no se los llevasen, y que les avisaba, que
el Rey de Tegueste estaba en lo mas bajo cerca de un
barranco de Tegina con sus vasallos, que se guardasen
de él por el riesgo que les podria venir si los encontra
sen: poco caso hicieron del aviso del viejo, caminaron á
la sierra que les habia dicho; rodearonla y hallaron gran
cantidad de ganado que apresaron para traerse á la La
guna;, no faltaron unos pastores que los vieron, con to
da prisa fueron á dar aviso al Rey de Tegueste; el cual
por cogerles el paso, rodeó un grande pedazo de cami
no con su primo Zebensui y mil y doscientos vasallos;
subieron á las Peñuelas por donde habian de volver, los
españoles, que era el camino real, y allí hicieron embos
cada. Los españoles que alegres subian con su ganado,
llegaron á la cueva donde estaba el viejo y muchachos
para traerselos consigo, y hallaron á los tres muchachos
muertos, que el viejo les habia quitado las vidas y él
muriendo con un dardo atravesado de parte á parte; y
estando aun con sentido, le preguntó el intérprete ¿que
porque habia matado á sus hijos, y él dadose tan cruda
muerte? Respondió con grande ánimo: “mas quiero vér
muertos á mis , hijos, y morir á mis manos, que verlos
cautivos y servir yo á otros, que bien juzgué volveriais
á llevarnos;” dejaron al desdichado viejo que acabase su
vida miserablemente; subieron la ladera sin tener recelo
de que los hubiesen sentido, por no haberlos encontra
do persona alguna; pero con todo mandó Hernando de
Trujillo, que fuesen delante espias, y que la gente se
repartiese en cinco escuadras, o partadas unas de otras
para que los unos se guardacen de ic3 otros, y que ca
da escuadra llebase parte del ganado delante, y que por
retaguardia fuese la gente de á caballo; ya que la pri
mera escuadra iba subiendo la cuesta de las Peñuelas, vien
do el Rey de Tegueste era tiempo de la embestida, dió
un silvo que atronó el valle; luego salieron los embos
cados por diferentes partes, cerraron con los españoles,
travose entre ellos una cruel batalla; los que atrás ve
nian se adelantaron á subir la sierra; pusieronse de la par
118 CONQUISTA

te de arriba algunos españoles á resistir la furia de los


guanches; los de á caballo por ser el paso estrecho no
podian subir sin mucho peligro, asi se bajaron á buen ca
mino; viendo los guanches que los españoles llebaban la
victoria, bajaron de tropel de huida, los de á caballo que
en lo bajo estaban, les atajaron el paso á muchos de ellos
y les quitaron las vidas, haciendo carniceria en los natu
rales, aunque tambien ellos recibieron mucho daño, por
no poder allí escaramucear para huir el cuerpo. Fernan
do del Castillo, que fué el que habia dado el parecer que
bajasen á Tegueste, procuró señalarse en esta ocasion, y
corriendo en su caballo tras Zebensui para aprisionarle,
fueron tantos los guanches que se acercaron á él por acu
dir á Zebensui, que un guanche le tiró una piedra que
dió al caballo en una sien que cayó muerto, y el capi
tan Castillo cercado de sus enemigos no pudo librarse,
con que quedó prisionero contra su voluntad: el ganado
con los silvos y gritos de los guanches se espantó, y parte
de él fué á Tegueste, y la mas parte salió á lo alto de las
Peñuelas, que esta recogieron los españoles y prosiguie
ron victoriosos su viage á la Luguna, y en aquella no
che llegaron á Santa Cruz con su presa: murieron en es
ta embestida de las Peñuelas, doce españoles y noventa
naturales guanches, y muchos heridos de ambas partes.
El Rey de Tegueste mandó á un capitan vasallo su
yo llevase preso á la presencia del Rey de Taoro á Fer
nando del Castillo, con cuarenta guanches de guarda, para
que lo mandase castigar, que aun que él lo pudo hacer
quiso hacer esta fineza á su primo, y que le diese cuen
ta de lo sucedido; llegó á Taoro el capitan guanche, que
se llamaba Teguaco, hijo del mismo Rey de Tegueste,
y entregó al Rey el preso, para que le castigase; y la
respuesta que el Rey le dió fué decirle “sobrino, dad por
libre á ese hombre, que no tengo de mostrar mi valor º ,
contra uno solo; soltadle, que yo le castigaré cuando
venga con los suyos:” algunos dicen, que estubo en esta
ocasion muchos dias prisionero, y que entonces se ena
moró de la infanta Dacil. Dióle el capitan Castillo los
agradecimientos al noble Rey, y con que le pagó la fine
za, fué con casarle con la infanta Dacil su hija despues
de conquistada la isla. Volviose á Sta. Cruz solo, con mucho
riesgo de los guanches, que podria encontrar; llegó á Sta.
DE CANARIAS. - 149

Cruz, y fué bien recibido de su general, y amigos.


Doce valientes, y nobles soldados, llamados Rodrigo de
Barios, Juan de Guzman, Diego Fernandez de Manzanilla,
Juan de Llarena, Francisco Melian, Erancisco del Portillo,
Gonzalo Muñoz, Juan Mendez; Diego de Solis, Lope de
Fuentes, Rodrigo de Burguillos, Alonso Fernandez Galle
go, que todos comian en un rancho, y en el otro, que ellos
no tenian entrada, pidieron licencia al general para hacer
una entrada en los valles del Reyno de Anaga, fueseles con
cedida; sabido de algunos soldados, quisieron ir con ellos,
no lo consintieron por parecerles eran bastantes para toda
la Nivaria; despidieronse los doce famosos Españoles de su
general y capitanes, los demas soldados los censuraban por
ver que se arrojaban al peligro, fiados en su valor; en bre
ve tiempo pasaron los valles de S. Andrés, y llegaron á Ta
ganana, en donde hallaron unos seis pastores, que guardan
do estaban ganado, dieronles asalto y los aprisionaron con
mas de cuatrocientas cabezas de ganado; trataron de volver
se con la presa al Real, y caminando á él, ya que cerca del
valle de S. Andres estaban, vieron una escuadra de mas de
doscientos naturales, capitaneandolos un arrogante guanche:
Los doce amigos se detubieron sin pasar adelante, por ser
aquel sitio bueno, y de mas ventaja para pelear con los ene
migos: y para asegurar los seis pastores, los ataron de pies
y manos, y dejaron un poco mas abajo con el ganado: la es
cuadra de los naturales, que conocieron ser españoles los
doce, y que traian presa, se acercaron á ellos, y el que de
lante venia que era el Rey de Naga dijo á sus vasallos: es
tos seguros los tenemos, por el atrevimiento que han tenido de
entrar en mi reyno, les tengo mandar despeñar: estando
frontero unos de otros, dijo Rodrigo de Barrios: Señores
guanches, que pretenden? ríndanse, porque ya hemos hecho
yo y mis camaradas la cuenta, y sabemos cuantos caben á
".
e la ejecucion de nuestros aceros; el Rey dió una grande risa
da de ver la arrogancia del español, y juzgando les
hacia merced, les dijo: “españoles, riome de ver vuestra
vanagloria, bajad y caminad adonde están vuestros cama
radas, que os prometo por el hueso del gran Tinerfe mi
antepasado de no agraviaros, que mi ira se ha vuelto en
piedad;” los doce por no dejar la ganancia que traian, no
quisieron bajar de lo alto; á esto dijo Juan de Llarena,
“¿que hacemos? Afrenta fuera nuestra, si al real fuese
v
150 CONQUISTA

mos sin la presa y la mitad de estos guanches, y que se


diga, que de temor la dejamos;” embistamosles, y dicien
do Santiago á ellos, dispararon sus ballestas, y antes que
el Rey y los suyos llegasen á lo alto ya habian caido mas
de veinte; cerraron unos con otros con sus espadas y dar
dos, y despues de haber peleado mas de un cuarto de
hora, los naturales huyeron el valle abajo vencidos, de
jando solo á su rey en la pelea, que tan valeroso era
que se defendió de los doce, y viendose rendido, tuvo
por mejor dar un salto la sierra abajo, á riesgo de ma
tarse que entregarse; ocuparon aquellos andenes y lade
ras setenta cuerpos muertos y muchos heridos.
Quedaron los doce victoriosos, y para crédito de su em
bestida, salieron heridos sin riesgo: digeron á los que huyen
do iban: subid valentones, ó llamad á toda Anaga, que a
qui os aguardamos; dijo Francisco Melian á Lope de Fuen
tes, que se pusiese un pañuelo en una mano que tenia heri
da, y la respuesta que le dió, fue decirle: degad amigo que
esta sangre salga, que ahí llevamos con que criar otra: reco
gieron su ganado, desataron los seis pastores, que fueron
testigos de la batalla, y prosiguieron su viage; llegaron al
Real; fueron bien recibidos de su general, y capitanes y ca
maradas, dandoles los parabienes del buen suceso; no falta
ron envidiosos de ver habian cobrado fama: mandóel Gene
ral que se curasen, y respondian, que no era nada: pregun
tóles el General lo que les habia sucedido, y remitieron la
respuesta á los seis pastores, que fueron testigos de vista,
que no pareceria bien ellos darla: á súplica de algunos ami
gos se curaron, que tan poco caso hacian de las heridas, que
les parecia no habian de ser causa de muerte. Estos doce
soldados anduvieron siempre juntos en todas las facciones,
que se ofrecieron en la isla, hasta que fué conquistada, se
ñalandose cada uno de por sí en su valor, y ánimo. Con la
presa de el ganado tuvieron que comer algunos dias los Es
pañoles, que quisieran les viniese cada dia otro socorro, por
que no estaban muy sobrados de comida; y aun que algu
nas entradas se hacian por aquella parte de Anaga, se
sacaba de ellas poco provecho, por que el Rey de Anaga
hizo retirar todo el ganado de su reyno á las mas remo
tas sierras de él, por librarlo de los españoles, con que
comenzaron á padecer muchas necesidades.
DE CANARIAS. 151

UAPITULO XVI.

De la necesidad que pasaron los españoles, y como Lope


Hernandez de la Guerra vendió dos ingenios para socorro;
y de la batalla que se dió en Centejo, y de el socorro
que embió el señor duque de Medina Sidonia, para que se
conquistase la isla Óc.
Llegó el mes de Marzo del dicho año de mil cua
trocientos y noventa y cinco, sereno, y sin lluvias, que
los antecedentes meses habian sido invernosas, en él fué
el general D. Alonso Fernandez de Lugo con toda su
gente á asentar en la Laguna el real, de adonde salian
algunas escuadras para correr la tierra de Tacoronte, y
Tegueste; poco fruto se sacaba de ellas, por estar los ga
nados retirados de aquellos términos, y aun la gente en
el reino de Taoro: en este dicho mes vinieron á esta isla
de Tenerife mas de dos mil hombres de socoro de las
otras islas á persuacion de Diego de Cabrera, persona de
mucha calidad, que vivia en Lanzarote , que venian por
la fama de la victoria, que por fin de Noviembre de el año
antecedente habian tenido los españoles, y por ser tanta
la gente faltó el sustento; envió el general á pedir al
guno al Rey de Güimar, y le envió mil cabezas de gana
do, que en menos de cuatro semanas se gastaron, aunque se
iba con mucha cuenta; tambien envió el general persona
á Canaria á pedir socorro á los cuatro genoveses armadores,
en cumplimiento de la escritura que habian hecho; no lo
embiaron, por haber sido el año estéril en Canaria; afligido
se vió el general de verá sus soldados necesitados, y que
muchos se volvian á las otras islas, por no morir de hambre
á fin del mes de setiembre, bajó al puerto de Santa Cruz,
acompañado de algunos nobles amigos, con intencion de des
pachar una fragata á Canaria con segunda carta á los arma
dores, requiriéndoles la pérdida que se seguia de no acudir
á la obligacion. Llegó á Santa Cruz, y sentado con sus a
migos en unas piedras á la orilla del mar, les propuso la
necesidad que pasaban como ellos lo sabian, que no sa
bia si dejar la conquista y irse á Canaria, ó enviar á
cada uno á su tierra. Viendo el noble Lope Hernandez
de la Guerra, cuan afligido estaba su general, le dijo con
liberales palabras nacidas de voluntad perfecta: “noble ca
152 CONQUISTA

ballero y Señor D. Alonso Fernandez de Lugo, la dicha


de tener en esta ocasion cien mil ducados fuera mia pa
ra para ponerlos en vuestra manos: los dos ingenios de
azucares que en Canaria tengo, como amigo os prometo
venderlos, y su valor emplearlo en socorro para los sol
dados, sin mas lnterés que serviros; asi con vuestra li
cencia tengo de pasar á Canaria á cumplir mi promesa
en este barco que está para ir.” El general que tales ra
zones oyó, se levantó de su asiento y abrazó á Lope Her
nandez de la Guerra, y le resbondió: “amigo, hoy me
habeis dado gran consuelo,” y los circunstantes dijeron:
“todos lo hemos tenido con la liberal promesa de nuestro
amigo;” y levantando el general los ojos al Cielo, dando
gracias al Señor dijo: “Omnipotente Señor que habeis
permitido que mi pena se haya vuelto consuelo, y que
estos mis amigos le hayan recibido con esta promesa; en
accion de gracias os prometemos de hacer en este mismo
sitio una ermita en vuestro honor de la Reyna de los An
geles, con el título de nuestra Señora de la Consolacion,
como despues de conquistada la isla se fabricó; y en el
año de mil y quinientos y setenta y seis se mudó adon
de hoy está el convento de la Consolacion por estár á
la orilla del mar, y para fabricar allí el castillo princi
pal de San Cristobal, y en ella dejó Lope Hernandez de
la Guerra una capellanía de misas perpétuas; luego en
aquella tarde se despachó el noble Guerra á Canaria, y lle
gado á ella con todo cuidado, puso en venta sus dos ingenios
y tierras, y halló quien le diese por ellas diez y seis mil
ducados, y los empleó en harina y otros mantenimientos
necesarios; fué en su compañía un hidalgo llamado Juan
de Soto Mayor, á poner pleito á los armadores Genove
ses, en nombre del capitan Bartolomé Estupiñan, para
que enviasen socorro; hubo demandas y respuestas ante
la justicia de Canaria, sobre que se hicieron autos por
ante Garcia de Puebla, escribano de dicha isla, y les sa
có á fuerza de requerimientos cantidad de trigo, vino y
cebada, y con esta provision y la que tenia Lope Her
nandez de la Guerra se volvieron á Tenerife, y llegaron
al puerto de Santa Cruz á primero de Diciembre de di
cho año; en este tiempo que no vino el socorro de Ca
naria, padecieron los españoles tanta necesidad y trabajo,
que á cada uno daban por racion un puño de cebada y
DE CANARIAS, 153

cinco higos para todo un dia, de la cebada hacian gofio


y con yerbas silvestres se sustentaban, y cuando la cebada
les faltó sacaban raices de helecho, y secas las molian, y
hacian harina, y con ella unas tortitas, y asi pasaron su
tormenta, y nunca perdieron el ánimo, porque entre estas
calamidades decian unos á otros, ó morir, ó conquistar la
isla, que Dios nos socorrerá, y permitió su divina mages
tad que ninguno muriese de hambre.
Con el nuevo socorro cobraron fuerzas los soldados, y
les dijo el general que se previniesen, que en aquel mes
habian de hacer una entrada en Taoro. Llegó el dia vein
te y cuatro del dicho mes de diciembre, y marchó el ejér
cito; pasó por Tacoronte, que sin gente estaba, y de alli
á Centejo, por el peligroso paso en que les sucedió la
inmemorable desgracia de españoles, y victoria de niva
rios, en cuatro de Mayo del año pasado de noventa y cua
tro; llegaron al llano de Centejo, alli hicieron alto, y sen
taron el real: no se descuidaba el Rey Bencomo, que pre
venido estaba por aviso de sus vasallos en aquel término:
previno al Rey de Tacoronte, que con el estaba, para dar
batalla el dia siguiente á los españoles, en dos escuadras,
juzgando cogerles descuidados serian las once del dia, cuan
do el ejército católico llegó á Centejo, y luego por man
dado del general, salieron espias á descubrir la tierra: Sa
lió en su caballo Lope Hernandez Guerra, solo á descubrir
los llanos de Taoro; y habiendo caminado como media le
gua, de entre unos árboles, y peñascales, le salieron al pa
so veinte guanches, que emboscados estaban para hacer
daño á españoles, y se le arrojaron como unos lebreles;
apretó piernas al caballo el valeroso español, retrayendo
se de ellos por ser el lugar peligroso, hasta que salió á un
llano, y todos le siguieron; hizoles cara con su lanza, y
tuvo tan buena suerte, que á seis mató, los demashuyeron
menos uno que atropelló y aprisionó, y maniatado lo tru
jo al real, en donde confesó la prevencion, que el Rey
de Taoro tenia para darles asalto al dia siguiente muy
de mañana, y que cinco mil hombres tenia de pelea para
en dos escuadras salirles á dar la batalla. Con el aviso que
el guanche dió, mandó el general á sus capitanes, y solda
dos estuviesen prevenidos, y no durmiesen, y con amoro
sas palabras les decia: hijos, en este término, y cerca de
él perdimos nuestro honor y opinion, ahora lo hemos de
11
154 CONQUISTA

cobrar, pues tantos trabajos hemos pasado; ánimo, valor,


pidamos á Dios nuestro Señor ayuda, y á la Reyna de los
Angeles nuestra Señora su intercesion, y amparo, y al
arcángel S. Miguel su compañía, que con esto la victoria
es nuestra. Llegó la noche alegre, en que la Iglesia celebra
el nacimiento del verbo encarnado, festejaronla los cató
licos con mucha al gria, hicieron muchas hogueras. Un
Sacerdote religioso dijo misa, y les hizo una práctica es
piritual, animandolos para la batalla; muchos confesaron,
y recibieron el cuerpo sacrosanto del Señor: ya que la au
rora salia tocaron los clarines, trompetas, y cajas, y despues
de media hora dieron vista à las dos escuadras del Rey de
Taoro, y del Rey de Tacoronte; fueronse acercando, y
estando á tiro de piedra, dijo el valeroso general á sus sol
dados: Amigos, Santiago á ellos; acometieronles, unos por
una parte, y otros por otra, cierran con las dos escuadras;
juegan , las ballestas, dardos, y piedras, cual cae sin vida
cual se levanta por recobrarla, en cuerpos bárbaros quie
bran lanzas, y en los católicos emplean el golpe de la
gruesa maza; los unos por el honor pelean, los otros por
la libertad de su patria, en breve tiempo se ocupó el lla
no de difuntos; andaba el Rey Bencomo acompañado de
sus nobles vasallos, Guadaneth, Godeto, Careto, y otros,
por una parte, y por otra el general Lugo, asistido de sus
nobles soldados derribando naturales: en una escuadra an
daban aquellos doce soldados, Juan de Llarena, Rodrigo de
Barrios, y los demas camaradas, que harta y buena suerte
tenia el que á sus manos no llegaba; al fin de cinco horas
que la batalla duraba, el Rey de Taoro mal herido, y el
de Tacoronte pasado un muslo, viendose vencidos, se
retiraron con sus vasallos, dejando el puesto á los españo
les victoriosos, que alegres publicaron la victoria, y pues
tos todos de rodillas, dieron muchas gracias á Dios, por
haberles dado tan feliz dia, que el general prometió en
memoria de tan grande beneficio, hacer en aquel sitio don
de se consiguió la victoria, una Iglesia dedicada á la Reyna
de los ángeles, con el título de nuestra Señora de la Victo
ria; la cual se hizo despues de conquistada la isla, que hoy
es la Parroquia de un lugar, que está allí fundado, llama
do Centejo, y por otro nombre la Victoria; murieron en
esta batalla, que se dió dia de navidad, á veinte y cinco
de Diciembre del año de mil cuatrocientos y noventa y
DE CANARIAS. 155

cinco, sesenta y cuatro españoles y dos mil, y mas guan


ches, y de una y otra parte muchos heridos.
En este término de Centejo estuvieron los españoles
nueve dias, y por ser Invierno, no se atrevieron pasar ade
lante, asi por el abrigo se volvieron á Santa Cruz, y se tu
vo por cierto, que si de alli hubieran pasado á Taoro,
dando guerra, hubieran conquistado al Rey de Taoro, y al
de Tacoronte, por haber quedado con mucha pérdida.
Volvieronse pues á Sta. Cruz á cuatro de Enero del
año siguiente de mil cuatrocientos y noventa y seis, y
allí estuvieron tres meses sin dar batalla, por no darles
lugar la invernada, que esta dilacion fué causa para que
se les fuese acabando el sustento, y antes que la necesidad
apretase, envió el general á buscar socorro á Canaria; pe
ro no lo enviaron los cuatro armadores, por no poder:
determinó el general, con el capitan Bartolomé Estupi
ñan, de enviar navio á España con persona que diese
cuenta al Exmo. Sr. duque de Medina Sidonia del es
tado de la conquista, y á suplicarle les socorriese con
algunos mantenimientos. Ejecutose este viage por fines
de Abril, fué por mensagero Alonso de la Peña, dió las
cartas que llebaba al Señor duque, y su escel ncia man
dó que con toda brevedad se le despachase con treinta
pipas de harina, sesenta quintales de vizcochos, doce pi
pas de vino, veinte y cuatro fanegas de garbanzos, ochen
ta arrobas de aceite; con este socorro fué despachado el
mensagero, y por los accidentes de la mar llegó á fin de
Mayo al puerto de Santa Cruz; dieron todos muchas gra
cias á nuestro señor por haberlos socorrido, pues ya co
menzaban á padecer grande necesidad como la pasada.
Pasaron en el puerto de Santa Cruz el mes de Ju
nio, y á primero del de Julio salieron del dicho puerto
con intencion de pasar á Taoro; caminaron por las fal
das de las sierras y montañas que decimos de la Espe
ranza, encontraban muchos cuerpos muertos de la pesti
lencia, que aun no habia cesado; llegaron á Centejo, allí
descansaron aquella noche, y al otro dia por la mañana
pasaron á Taoro sin hallar quien el paso les impidiese,
pasaron á un alto en donde sentaron el real, y bien pre
venidos por los enemigos.
El Rey Bencomo acompañado de los Reyes de Ta
coronte, de Tegueste y de Anaga con su pariente Zeben
156 CONQUISTA

sui y vasallos, se habia retirado detras del risco y sierra


que dicen de Tigaiga; y tenia puestas atalayas que le
diesen aviso cuando los españoles pareciesen; diéronselo
como tenian puesto el real en lo alto de Taoro á las fal
das de una sierra; y llegado el dia veinte y cuatro de
Julio, por la mañana salió el ejército Nivario de aquel
valle, y vino adonde el español estaba y hizo el Rey al
to de la parte de abajo á tiro de mosquete: los españo
les cuando los vieron se pusieron en arma para la oca
sion, que se esperaba; contemplabanse los dos ejércitos
como envidiados de cual mas gente tenia y resistencia
mostraría; pasó aquel dia, llegó la noche y la pasaron
los españoles con cuidado porque no les hiciesen algun
asalto; hicieron muchos fuegos para alegrar aquel valle.
Llegó el dia en que la Iglesia celebra la fiesta del
glorioso Apóstol Santiago y del bienaventurado San Cris
tóbal, y dijo el Rey Bencomo á los suyos confuso é ima
ginativo: “primos y vasallos, arruinado y vencido me con
sidero de la española gente, y siendo tanto mi valor y
el vuestro, con todo no hemos podido resistir al suyo:
¿quien dijera que Bencomo el sin segundo, el temido de
la Nivaria habia de bajar á desgracia? Pues mi fortuna
lo ha querido, goce mi corona y cetro el Rey de Espa
ña, que no hallo otro remedio que morir ó obedecerle:
morir no quiero que pretendo ser cristiano; si doy la
batalla, por mi perecereis todos, no lo permita el Cielo,
pues está reconocida la ventaja del español: mas hay
amada patria perdonad que ya no puedo valeros, aun
que es veo de otros tiranizada: si Dios asi lo ordena y
el valor de España al nuestro escede, paciencia, que Dios
es quien todo lo puede: nobles Reyes, valerosos capita
nes, vasallos, que habeis procurado defender el honor y
la patria, bien veis los daños que nos cercan y que á
punto estamos de perdernos; yo soy de parecer que obe
dezcamos al poderoso Rey don Fernando, que si resisti
mos nos sugetarán por esclavos; paces quiero hacer, ¿que
os parece? Y que la ley de los cristianos profesemos, que
sin duda es la verdadera y buena, y que poniendo el
corazon en Dios nos bauticemos con amor y voluntad en
tera;” esto decia el noble Rey con las lágrimas vertidas
en sus mejillas, y todos consolados convienen con lo que
el Rey les dijo; apartanse del ejército el Rey Bencomo
DE CANARIAS. 157

de Taoro; el Rey Acaimo de Tacoronte; el Rey Beneha


ro de Anaga y el Rey de Tegueste, y todos cuatro se
acercaron al real de España, hicieron seña de paz, y lue:
go el general les envió á Gonzalo del Castillo con el
lengua, para que supiese que querian; y estando con los
Reyes, les dijo Bencomo: “valeroso y capitan Castillo, co
nozco mis pocas fuerzas y el valor del gran Rey de Es
paña, yo y mis primos queremos rendirle obediencia y ser
sus vasallos y cristianos, comunicalo á tu general, y le
pedimos por partido, que no hemos de ser esclavos. Cons
esta embajada fué el capitan Castillo al general don Alon
so, y le respondió le prometia la libertad, y que les di
jese llegasen al real.
Volvió el mensagero, y les dijo, como su general los
aguardaba con paz. Con esto los cuatro reyes se acerca
ron: salieron á recibirles el general, y capitanes, amigos
nobles, con abrazos en señal de amistad, y el Rey Ben
como tomó de la mano al general, y le dijo: noble é
ilustre general, la defensa es permitida, pesanos del tra
bajo que habeis tenido, hasta aguardar esta ocasion, con
tan sangrientas batallas: la paz queremos, y ser vasallos
de los católicos reyes de España don Fernando, y doña
Isabel, á quienes desde hoy obedecemos, y á quienes to
das nuestras coronas rendimos: Cristianos queremos ser,
lo que tepido de merced, es, que los Nivarios no han de que
dar esclavos, sino libres. Luego el general le respondió,
la libertad les prometo, y pidió un misal, y hizo sobre él
un juramento de guardar la palabra. Llamó el Rey á los
Nivarios y subieron al real de España, dieronse muchos
abrazos los unos, y los otros, y parabienes de la amis
tad. Publican las paces entre España, y los cuatro reyes
de Taoro, de Tacoronte, de Tegueste, y de Anaga: aquel
dia hicieron un gran combite. Dijo el general don Alonso
Fernandez de Lugo, que pues nuestro señor habia sido
servido de darles aquel tan dichoso dia en el de sus San
tos Santiago y san Cristobal, que escogia, y nombraba por
patrono de la isla al glorosio san Cristóbal, y que la pri
mera poblacion, que fundase sería de su nombre, pues el
apóstol Santiago era patrono general de toda España. En
estos dos sitios en donde estaban los dos reales y ejér
citos se fundaron dos lugares, el uno llaman Realejo de ar
riba con la parroquia del título del apóstol Santiago, en
158 CONQUISTA

memoria del dicho dia: y el otro llaman Realejo de aba


jo, fué este dichoso dia á veinte y cinco de Julio de mil
cuatrocientos y noventa y seis.
Al siguiente dia envió el general la nueva al rey
Añaterve de Güimar; el cual pasó á Taoro á visitarle y
á declararse por vasallo de los católicos reyes.
Aunque se hicieron las paces con estos cinco reyes,
no se publicó la victoria por todos los nueve de la isla,
porque los cuatro reyes de Icod, de Daute, de Abona y
de Adeje que no quisieron dar ayuda á los otros, se mos
traron rebeldes y se previnieron para la defensa. Tam
bien algunos vasallos del rey de Anaga y del rey de Te
gueste, andaban en bandos en sus reinos diciendo, no ha
bian de obedecer á rey estraño, que si sus reyes de co
bardes lo habian hecho, que ellos no. En los meses de
Agosto y Setiembre, el rey de Anaga y el rey de Te
gueste fueron con alguna gente á apaciguar los alzados,
en Anaga se habian fortificado unos en un alto risco, por
cuya razon se le quedó el nombre de la fortaleza, y á
persuasiones de su rey bajaron y quedaron en paz; en
las sierras de Zebensui habia otros guanches rebeldes que
apaciguó el rey de Tegueste, y fueron todos á la presen
cia del general y le pidieron perdon de su rebeldia, y fue
ron bien recibidos.
En estos dichos meses de Agosto y Setiembre, los
españoles y guanches amigos, hicieron muchas entradas en
los cuatro reynos enemigos que se resistieron valiente
mente; y viendo los cuatro reyes que eran muchos los
enemigos y ser imposible librarse de ellos, se juntaron en
Icod, y el rey de Daute dijo á los tres: “Amigos, nues
tra gente nos vá faltando por la peste por una parte, y
por otra nuestros enemigos nos los matan: , si permane
cemos en la resistencia y nos vencen, no es de reyes venir
á ser esclavos del mas bajo soldado español, y que nos
dén mala vida pudiendo ser señores de nuestra voluntad:
si al rey de España obedecemos como lo han hecho nues
tros primos teniendo mas vasalios que nosotros. Soy de
parecer, que los cuatro con nuestros vasallos vamos á ver
al general de los españoles y hagamos con él paces, ca
da uno vea lo que mas conviene, que esta es mi reso
lucion. Respondieronle los tres reyes que eran del mismo
acuerdo, prevengamos á nuestros vasallos y declaremosles
DE CANARIAS. 159

lo que tenemos determinado, para que mañana pasemos á


Taoro. Cada Rey mandó llamar sus vasallos, fuéseles pro
puesto lo acordado; los unos vinieron en ello, y los otros
respondian, que primero perderian las vidas, que entregar
se. El dia siguiente los cuatro Reyes con sus vasallos, que
quisieron seguirle, salieron de Icod, para ejecutar su pre
tension; serian las nueve de la mañana, á veinte y nueve
de Setiembre, cuando llegaron á la vista del real de Espa
ña, que estaba en lo alto de Taoro, adonde es hoy el rea
lejo de arriba. Los españoles se alborotaron, juzgando ve
nian á pelear; adelantaronse cuatro valientes, y nobles guan
ches, llegaron al real, y dijeron al general; que cada uno
venia por embajador, y en nombre de su Rey, á pedirle
licencia, querian besarle la mano, á tratar de paces, y dar
la obediencia á los católicos Reyes de España. Concedió
la el general. Volvieron los cuatro embajadores á dar la
respuesta, y con ella los nobles cuatro Reyes, Pelinor de
Adeje, Romen de Daute, Axoña de Abona,, y Belicar de
Icod, acompañados de muchos guanches nobles pasaron al
Real: salió el general con sus capitanes y nobles amigos
á recibirles y darles la bienvenida; dieronles asiento y el
rey de Adeje dijo al general: “valeroso español, tu va
lor nos ha rendido, obediencia venimos à dar al rey po--
deroso de España, y paces con los españoles pretende
mos y queremos ser cristianos; lo que te suplicamos es,
nos dés libertad y á nuestros vasallos obedientcs. y quc
contra los rebeldes procedas con rigor y hagas con ellos
lo que fuere tu voluntad; y en señal de firme amistad te
damos nuestras manos;” levantose el general y abrazolos, y
les respondió se alegraba obedeciesen á los católicos re--
yes é hiciesen con ellos paces, que lo que le pedian pro
metia guardarles; llamaron los reyes con una seña á sus
vasallos; llegaron al Real, los españoles les recibieron con
muchos abrazos, hicieron las paces, todos prometieron le
altad, y el general hizo juramento sobre un misal de no
sugetar por esclavo á ninguno, y quedaron muy con
tentos.
En este dia celebraron la fiesta del arcángel S. Mi
gues, cuyo dia era: díjose la misa con toda solemnidad
por cl canónigo Alonso de Samarinas, ayudaronle el padre
Fray Pedro de Cea, y el padre Fray Andrés de Goles,
religiosos de la órden de S. Agustin, y el padre Fray
160 CONQUISTA

Juan Campuzano, y otros religiosos de la órden de S. Fran


cisco, y otros clérigos que se hallaron en la conquista.
Despues de la misa cantaron el Te-Deum laudamos, y
dieron gracias á nuestro Señor por haber visto el fin de la
conquista, y tan deseado dia. El general tomó en su ma
no la bandera real, en que estaban pintadas las armas de
Castilla, y Leon, y levantandola en alto, dijo: Hoy dia del
Arcángel S. Miguel mi devoto, y de todos defensor, al
ferez mayor de Jesucristo nuestro Redentor, publico, y
pregono la victoria, y conquista, que con la ayuda de
nuestro Dios, hemos alcanzado; pues los nueve valientes
Reyes, que con tanto valor han procurado defender sus
reynos, y patria, han obedecido, y nombradose vasallos de
los muy poderosos, y católicos reyes de España don Fernan
do, y doña Isabel nuestros señores, por quien estan las islas
de Canaria, y en particular esta nobilisima isla de Tene
rife, que hasta aqui en ella tanta sangre se ha vertido: y
despues levantando la yoz mas alta dijo: Tenerife por los
católicos Reyes de Castilla, y Leon. Tenerife por los ca
tólicos Reyes de Castilla, y Leon. Tenerife por los cató
licos Reyes de Castilla, y Leon; y todos los españoles
respondieron muchas veces vivan, vivan, vivan, nuestros
católicos Reyes, y tocaron los clarines, y no se juzgó que
con tanto gusto aquel dia se celebrase, que fué á veinte y nue
ve de Setiembre de mil y cuatrocientos y noventa y seis.
En este dia se conquistó la isla, asi lo refiere su ma
gestad la señora Reina doña Juana, de gloriosa memoria
en la merced, que hizo à esta isla, de darles por armas
al arcángel S. Miguel, con estas palabras: segun vá pin
tado en esta mi carta, á memoria de que la dicha isla
de Tenerife se ganó dia de san Miguel, por el dicho ade
lantado. Segun parece de la cédula real, que vá en mi
segundo libro, capítulo segundo de esta obra. Y en una
data, que está en los libros de datas de esta isla, dada al
Dean y Cabildo de Canaria, con ciertas condiciones, que
no tuvo efecto, dice: Item, que los dichos Dean y Cabil
do sean obligados todas las fiestas del señor San Miguel
de Setiembre, porque en aquel dia se ganó la dicha isla
de Tenerife, digan para siempre jamás su vigilia y ani
versario, cumplido con su misa y procesion hasta la Igle
sia del dicho señor San Miguel, y que alli se diga la mi
sa mayor y se celebre la festividad de aquel dia Ócc.
DE CANARIAS. 161

la cual dicha data está en un libro de datas del Cabildo


de Tenerife á fojas ciento y trece y fecha 29 de Mayo de
mil y quinientos y cinco.
El general don Alonso Fernandez de Lugo dió cuenta
á sus magestades, como la isla estaba conquistada, , para
que sus magestades ordenasen lo que fuesen servidos, y
nombrasen persona, que le ayudase á dar los repartimien
tos; en el mes de Octubre fué mensagero á España, pasó
á la ciudad de Burgos, en donde á la ocasion los Sres.
Reyes estaban; dió las cartas, y sus magestades por ha
cer merced al general don Alonso Fernandez de Lugo le nom
braron gobernador, y justicia mayor de esta isla de Teneri
fe, y le dieron poder para que él solo entendiese en repar
tir las tierras de dicha isla por cédulas Reales, que vanescritas
en el segundo libro de esta obra, sus fechas á cinco do No
viembre de 1496 años.
Estuvo el general con toda su gente en el Realejo,
hasta Enero del siguiente año, en donde tenian fundada
una buena Iglesia del Apóstol Santiago, que fué la pri
mera Iglesia Parroquial que en esta isla se fundó: de alli
pasó al reyno de Güimará visitar la soberana, y milagro
sa Imágen de nuestra señora de Candelaria, y á dos de Fe
brero le celebraron su fiesta con muchos regocijos, y sa
caron en procesion puesta en unas andas que hicieron: lle
varonla sobre sus hombros el Rey de Taoro, el Rey de Güi
mar, el Rey de Anaga, y el Rey de Tacoronte, y los otros
Reyes la iban alumbrando delante, y muchos caballeros.
Sucedió en esta ocasion un portentoso milagro, y fué, que
la víspera, pasando unos nivarios por una playa, que está
allí cerca, hallaron en ella dos torales de cera blanca, y cin
co torales de cera amarilla, cada uno de mas de dos arro
bas, y los trujeron al general, con que hicieron candelas
para alumbrar la santa Imágen, y aquella noche vieron pro
cesiones de ángeles por la marina con músicas celestiales,
y la santa Imágen con ellos; sen milagros fidedignos, que
están auténticos; y al tiempo que la procesion salia, los
peces iban saltando sobre el agua, hasta entrar la santísi
ma Imágen en la cueva, que era tanta la multitud, que
no se veia el mar por donde ellos traian la procesion; para
mayor milagro, y alabanza del Señor, es de advertir, que
en la isla de Tenerife na hubo colmenas de cera, ni miel
que despues de conquistada la isla las trujeron de Canaria;
162 CONQUISTA

y asi la cera que se hallaba en la playa, de muy lejos la


traia nuestro Señor para alumbar á su santísima madre.
Pasó el general á tomar la posesion de aquel reyno: Inan
dó hacer una ermita donde la Vírgen fué aparecida con el
título del Socorro; mandó de alli á algunos años su hijo
don Pedro, hacer una iglesia para nuestra señora de Cande
laria, y una ermita de la Magdalena en el Puerto, y á la cue
va en donde la santa imágen estaba, se le dió titulo de san
Blas, que sirvió de parroquia muchos años, hasta que se
hizo la parroquia de santa Ana; fué cura de aquel lugar de Can
delaria un clérigo viejo francés, llamado Roberto, que ca
tequizaba y bautizaba, muchos guanches. Bautizáronse los
nueve reyes, y sus hijos; el Rey Bencomo se llamó Cristó
bal, el Rey de Anaga Pedro de los Santos, el Rey de Güi
mar Juan de Candelaria, el Rey de Adeje Diego; de los
nombres de los demas Reyes no he tenido noticia; el prín
cipe Gueton, se llamó Francisco Bueno, Ruiman, se llamó
Antonio, Guacimara se llamó Ana, Rosalba, Isabel, la In
fanta Dácil se llamó doña Mencía del Castillo, que casó con
el capitan don Fernando Garcia del Castillo, caballero de
la órden de Santiago, por amores, por cuya causa la con
quista tuvo algunas ocasiones de abreviarse.
En el mes de Julio del dicho año de mil y cuatro
cientos y noventa y siete pasó el general á la Laguna, y
por parecerle el sitio llano y fresco, fundó en él la prin
cipal poblacion con el nombre de Villa y título de San
Cristobal de la Laguna; celebróse la fiesta del gloricso
Santo, y le prometieron hacer fiesta todos los años, co
mo patrono de la isla y titular de la Ciudad, y porque
en el dia veinte y cinco de Julio no se puede cole rar
por preferir el Apóstol Santiago, quedó asentado se le
hiciese la fiesta á veinte y siete de Julio el dia despues
de Santa Ana, como hoy se hace por el noble y mag
nífico Ayuntamiento, y en ella se saca el pendon Real
con las armas Reales, el cual lleva el alferez mayor y to
cando cajas y clarines. La primera Iglesia que se fundó
en esta principal poblacion, fué de nuestra Señora de la
Concepcion, y despues los conventos y demas iglesias, co
mo adelante irá escrito en el capítulo primero del ter
cero libro.
En veinte de Octubre de dicho año, nombró el Ade
lantado don Alonso Fernandez de Lugo, regidores y ju
DE CANARIAS. 163

rados y comenzaron á hacer las ordenanzas de esta isla.


En el año de mil y cuatrocientos y noventa, y siete,
llevó el adelantado los nueve reyes á la presencia de los
católicos reyes, que se holgaron de verlos y fueron bien
recibidos, y sus Magestades les hicieron muchas merce
des y volvieron á Tenerife.
En el dicho año comenzó á hacer algunos re
partimientos, pero fueron muy pocos hasta el año de mil
y quinientos que hizo los mas, y de dicho año en ade
lante.
Algunos guanches rebeldes y que se habian alzado
y andaban robando en los caminos, fueron sugetos por
esclavos, y despues de cierto tiempo de servicio fueron
dados por libres, y quedó la isla de Tenerife en paz.
CAPITULO XVII.

De las personas que tuvieron repartimientos de tierras en


la isla de Tenerife.
No me ha sido de menos trabajo este capítulo, que
los demas, pues con deseo de saber si hallaba con especiali
dad razon de las personas, que fueron conquistadores de
esta isla de Tenerife, y de las que fueron pobladores: he
pasado por la vista muchas fojas de libros, y papeles an
tiguos del concejo de esta isla, y me he quedado con el
deseo, y este me ha movido por darle á cada uno su legíti
mo titulo de conquistador porque algunos quieren hacer
se descendientes de conquistadores, siendo de pobladores,
y á los descendientes de conquistadores, los hacen de po
bladores; y aunque no es por mas calidad que los unos,
mas que los otros tengan; por lo menos será por la anti
güedad de la vecindad, y vivir en tierra, que sus antepa
sados ganaron á fuerza de armas, y á costa de su sangre.
Cuatro libros originales de datas, y dos sacados por
testimonio de los repartimientos, que el adelantado hizo á
los vecinos de esta isla, he pasado foja á foja, y he sacado
los nombres de todos, para dar su noticia, asi de conquis
tadores, como de pobladores, sin distincion, conque á to
dos los pongo en este capítulo, como heredados, y cada uno
justifique su antigüedad, porque muchas datas he visto,
que no se pusieron en los libros, ó porque las vendieron
164 CONQUISTA

sus dueños, ó porque las dejaron encomendadas á otras


personas, haciendo viage á España.
La primera data que hallé, fué el Sr. don Diego de
Muros, Obispo de estas islas, en el año de mil cuatro
cientos y noventa y nueve, en que se le dió por reparti
miento unas tierras cerca de esta Ciudad, en donde hizo
huertas y casa para su recreo, que hasta hoy se llaman las
huertas del obispo, que por su fallecimiento las dejó á las
parroquias de nuestra señora de la Concepcion de la Ciu
dad de la Laguna, á la de Santiago del Realejo, y á la
Concepcion de Santa Cruz, que fueron las tres primeras
parroquias de esta isla; y asi algunas datas mas he hallado:
pero desde el año de 1500 se comenzaron las siguientes á
poner en la conformidad que ván.
La Iglesia parroquial de nuestra señora de la Concep
cion de la Laguna, tierras.
El monasterio de S. Francisco de la Laguna; sitio
para fundarlo.
El Monasterio de S. Agustin de la Laguna, tierras.
El Hospital de nuestra señora de los Dolores de la La
guna, sitio para casas.
La ermita de S. Miguel de las Victorias de la Lagu
na, tierras.
El Dean, y cabildo de Canaria, tierras.
El Hospital de S. Sebastian, sitio para su fundacion
en la Laguna.
La Iglesia parroquial de nuestra señora de los Reme
dios de la Luguna, sitio para su fundacion, que fué en el
año de mil y quinientos y quince.
El Exmo. Sr. don Juan de Guzman, duque de Me
dina Sidoña, tuvo un grande repartimiento de tierras, y
aguas en el reyno de Abona; muchas de estas tierras las
dió el dicho Sr. duque á Juan de Gordojuela, que hoy
tiene el convento de S. Agustin, de los Realejos.
El adelantado don Alonso Fernandez de Lugo, go
bernador, y justicia mayor de estas islas de Tenerife, y la
Palma, se repartió cantidad de tierras en el reyno de Ta
coronte, y en el de Taoro, de que fundó un mayorazgo,
que hoy goza el Sr. conde de Talara.
Alonso de las Hijas. Alonso Vello.
Alonso de Almazan, Alonso Yañez, Portugués.
DE CANARIAS. 165

Alonso Gomez. Alonso Yañez.


Alonso Gonzalez, Portugués. Alonso Sanchez.
Alonso Fernandez Gallego. Alonso Criado.
Alonso de Córdova. Alonso Bentagaira.
Alonso Lopez. Alonso de Espino.
Alonso de Mata. Alonso de Pedraza.
Alonso de Alcaraz. Alonso Diaz, Canario.
Alonso de la Fuente. Alonso Yañez de la Fuente.
Alonso Ballejo. Alonso de Cabrera.
Alonso de Jerez. Alonso Ramos.
Alonso Perez Navarrete. Alonso de Fuensalida.
Alonso Galam. Alonso de Mora.
Alonso Lorenzo. Alonso Perez,
Alonso de Astorga. Alonso de las Islas.
Alonso Rodriguez Machado. Alonso de Cartaía.
Alonso Velazquez. Alonso Nuñez.
Alonso Gonzalez. Alonso Velasco.
Alonso de Salamanca. Alonso Borgues.
Alonso del Barco. Alonso Rodriguez.
Alonso Perez Asturiano. Alonso de Moratalla.
Alonso Sanchez Contreras. Alonso Prieto.
Alonso Ramirez. Alonso Baez.
Alonso Gutierrez Tello. Antonio Martin Sardo.
Alonso Marques. Anton de los Olivos.
Alonso Castellano. Anton Martin.
Alonso de Llarena. Antonio Martinez.
Alonso Benitez de las Cuevas Anton de Ballejo.
Alonso de Lugo. Anton Viejo.
Alonso Rodriguez. Anton de Leonis.
Alonso Gonzalez, Canario. Antonio Osorio.
Alonso Fernandez. Anton de la Sierra.
Alonso de Arrocha. Anton de Valladares.
Alonso Mendez. Antonio Azaque.
Alonso Sarmiento. Antonio Rivero.
Alonso de Hoces. Antonio Cañamero.
Alonso el Chiquito. Antonio de Padilla.
Alonso de la Barrera. Anton Franco.
Alonso de Ortega. Anton Picar.
Alonso Austriano. Antonio Enriquez.
Alonso Carballo. Antonio de Ortega.
Alonso Rodriguez Cuadrado, Anton Martin, Portugués.
Alonso de Aguilar. Anton de Caceres.
166 CONQUISTA

Anton Francés. Curld.


Anton Camacho. Bartolomé de Villanueva.
Anton Darce. Bartolomé Fernandez.
Anton de Zamora. Bartolomé l'erez.
Anton Galindez. Bartolomé Lopez Portugués.
Anton de los Frailes. Bartolomé de Jaen.
Anton de Tegueste. Bartolomé Caiado.
Anton de Lillo. Bartolomé Rodriguez.
Antonio Cirioles. Bartolomé Delgado.
Antonio Español. Bartolomé Herrero.
Antonio Joven. Bartolomé de Barca.
Antonio Diaz. Bartolomé Milán.
Antom Jimenez. Bartolomé Gomez.
Antonio de Peñasola. Bartolomé Jimenez.
Anton Sanchez Turel. Bartolomé Sanchez.
Anton de Molina. Bartolomé Juanes.
Alejo de Cepeda. Batista Ascanio.
Alejo Velazquez. Blasino Romano.
Alberto de Saavedra. Blas Martin de Icod.
Andrés Suarez Gallinato. Batista Vernal.
Andrès Diaz. Baltasar de Morales.
Andrés Gordillo. Baltasar de Bethencourt.
Andrés Sanchez. Benito Gonzalez de Daute.
Andrés de Lugo. Benito Sanchez.
Andrés Martin de la Huerta. Benito Negron.
Andrés Martin Barbadillo. Benito Gonzalez de Buenros
Andrés Suarez. tro.
Andrés de Luna. Benito de Jaen.
Alvaro Yañez. Benito de Fuentes.
Alvaro Baez Portugués. Camacho Castellano.
Alvaro Gonzalez de las Alas. Costantin de Coronado.
Alvaro Perez. Diego de Solis.
Alvaro Criado. Diego de Leon.
Alvaro de Mesa. Diego Fernandez Manzanilla.
Alvaro de Fleitas. Diego de Maldonado.
Asencio Gomez, Portugués. Diego de Agreda.
Agustin Delgado. Diego de Baeza. e

Agustin de Leon. Diego Mancanafio, Canario.


Arias Vazquez. don Diego, Rey que fué de
Bartolomé Benitez. Adeje.
Bartolomé de Leon. Diego de Manzaneque.
Bartolomé Rodriguez Por Diego Martin Espinar.
DE CANARIAS. 167

Diego de Alza. Diego Dorador.


Diego de Cadinana. Diego Pestana, Canario.
Diego Delgado, Diego de Torres.
Diego de Santa Fé. Diego Navarro.
Diego de Ibaite. Diego Maroto.
Diego Migue. Diego Garcia.
Diego de Armas. Diego de Mondragon.
Diego de Caceres. Diego de San Vicente,
Diego de Carris. Diego de Cadinanes.
Diego Almas, Portugés. Diego Benitez.
Diego Fernandez Amarillo. Diego de Párraga.
Diego de Mesa. Diego de Segovia.
Diego de Mendieta, Diego de Hadagos.
Diego de S. Martín. Diego de Alcantara.
Diego Sanchez Bendidagua. Diego Rodriguez.
Diego de Cabrera. Diego Gutierrez.
Diego Manriquez. Diego Janica.
Diego Lopez. Diego Hernandez.
Diego de Villafranca. Diego de Maya.
Diego Martinez. Diego Hernandez Tintor.
Diego de Sardina. Diego Benitez, hijo de Jua
Diego de Godoy. Diego de Sá. (niacas.
Diego Perez. Diego Diaz.
Diego de Negron. Diego Gil.
Diego de Bribiefca. Diego Alvarez.
Diego de Cala. Diego de Vargas.
Diego Perez Turel. Diego de Espinosa.
Diego de Guialba, Diego Martin.
Diego de Morales. Diego Dragon.
Diego de Santos. Diego Donis.
Diego de los Olivos. Diego Velazquez.
Diego de Salazar. Dome á Dios.
Diego del Castillo. Duarte Hernandez Lordelo.
Diego Fernandez Medina. Domingo Borgues.
Diego Alvarez. El canónigo Alonso Samari
Diego Jacome. I13lS.
Diego Luis. El canónigo Francisco Fer
Diego Riquel. Tera.
Diego Darce. El comendador Gabriel Va
Diego Sanchez. lera. -

Diego Gonzalez Gallegos. El Lic. Pedro de Paris Clé


Diego Alfonso, Portugés, rigo.
168 CONQUISTA

El P. Fray Andres de Goles. Fernando de Llarena.


El P. Fray Pedro de Cea, Fernando Solorzano del Hoyo
El P. Fray Juan de Soria. Fernando de Gallegos.
El Lic. IIernan Garcia Vica Fernando de Forna.
rio. Fernando Suarez.
El Lic. Ruy Diaz, Clérigo. Fernando Mendez.
El Licenciado Polanco. Fernando, hijo de Fernando
El Licenciado Vargas. Aguavense.
El P. Fray Juan Campuzano. Fernando Soriano.
El P. Fray Francisco Perez. Fernando Martin Espinar,
El P. Fray Juan de Villadie Fernando de Castro Portu
go. gués.
El Lic. Juan Yañez, Clérigo. Fernando de Leon Canario.
El Capitan Bartolomé Estu Fernando de Talavera.
piñan Fernando de Lugo.
El Comendador Gallego. Fernando Carne de Agua.
El Bach. Juan Rodriguez. Fernando de Galvez.
El Lic. Cristobal Balcarcel. Fernando Yañez.
El Licenciado Zapata. Fernando Garcia de la Fuen
El Bachiller Pedro Fernan te.
dez Valdés. Fernando de Torres.
El Bach. Pedro Muñoz. Fernando de Fuentes.
El Bach. Alonso Belmonte. Fernan Gonzalez.
El Doctor Nicolás Tello. Fernando del Castillo.
El Bachiller Juan Guerra. Fernando de Avero.
El Bachiller Pedro Lopez Fernando de Molina.
Vergara. Fernnado de Trígueros.
El Bach. Alonso de las Casas. Fernando de Piña.
El Bach. Diego de Funes. D. Fernando Guanarteme,
El Bachiller Aguilar. Rey que fué de Galdar
El Bach. Nuño Nuñez. en Canaria.
El Bachiller Pedro Nuñez Fernando de la Puerta.
Clérigo, su hijo. Fernando de Herrera.
El Bachiller Fraga. Fernando de los Olivos.
El Bach. Gomez Frias. Fernando Baez.
Estéban Martin, Portugés. Fernando Martin, Portugués.
Estéban Herman Guillerme. Fernando de Jaen,
Estéban Muñiz. Fernando Diaz.
Estéban Martin, Francés. Fernando Moron.
Estéban Hernandez. Fernando de gran Canaria.
Los estudiantes de gramática Fernando de Avero.
Fernando de Trujillo. Fernando Martinez.
DE CANARIAS. 169

Fernando Sepaje. Francisco Joven.


Fernando del Castillo. Francisco de Lugo.
Fernando Sanchez. Francisco Bautista.
Fernando de Tacoronte. Francisco Soriano.
Fernando Tauares. Francisco de Leon.
Fernando Lopez. Francisco de Albornoz.
Fernando Aguabenque. Francisco Mondoño.
Fernando Guerra. Francisco Mendez.
Fernando Lorenzo. Francisco Guillamo.
Fernando Calderon. Francisco Hernandez.
Fernando Martin. Francisco Sarabia.
Fernando Esclavo. Francisco Gil de Mérida.
Fernando Jaian. Francisco de Aiora.
Fernando de Malagua. Francisco Mayor.
Fernando de Almonte. Francisco Romero.
D. Fernando, hijo del Ade Francisco Borgues.
lantado. Francisco de Baeza.
Francisco Melian. Francisco Delgado.
Francisco del Portillo. Francisco de Córdova.
Francisco Malpica. Francisco Aragomero.
Francisco de Espinosa. Francisco de Mercado.
Fran pisco de Mérida. Francisco de la Torre.
Francisco de Oñate. Francisco Martin, Portugués
Francisco de Medina. Francisco Gonzalez de Duate
Francisco Jimenez. Francisco Rodriguez.
Francisco Sanchez. Francisco de Tacoronte.
Francisco Riberol. Francisco Cañamero.
Francisco Alcaudete. Francisco de Miranda.
Francisco de Sepulveda. Francisco Cordero.
Francisco Brujel. Francisco de Draga.
Francisco de Vargas. Francisco de Caceres.
Francisco Florencio. Francisco Fernandez Portu
Francisco Trujillo. gués
Francisco Bolaños. Francisco Guerra.
Francisco de Rojas. Francisco de Lucena.
Francisco Gorvalan. Francisco Mexia.
Francisco Serrano. Francisco Gil.
Francisco Galvan. Francisco Cazorla.
Francisco Cirujano. Francisco de Porras.
Francisco Gonzalez de Daute Francisco de Morales.
Francisco Miron. e Francisco Machuca.
Francisco Lopez. Francisco Darce.
12
17() CONQUISTA ,

Francisco de Valdés George Sanchez.


Francisco de Villalva. Gonzalo de Lepe.
Francisco de Flandes Gome Gonzalo Garcia.
TO. Gonzalo Muñoz.
Francisco Yañez. Gonzalo Rodriguez.
Gabriel Mas. Gonzalo Mexia.
Garcia de Morales. Gonzalo Yañez de Daute.
Garcia Paez. Gonzalo de Córdova.
Garcia Diaz Picazo. Gonzalo Gonzalez Portugués.
Garcia de Alcuvillo. Gonzalo Garcia Gallego.
Garcia Hernandez de la Li Gonzalo Martin Utrera.
mera.
Gonzalo Gonzalez Tabordo.
Garcia Rodriguez. Gonzalo del Castillo.
Garcia de Gribaleon. Gonzalo Baez Portugués.
Gaspar Fernandez. Gonzalo Suarez de Quema
Gaspar Dragon. da.
Gaspar Gonzalez de Daute. Gonzalo de Baeza.
* Gaspar Guanche. Gonzalo Diaz.
Gaspar de los Frayles. Gonzalo del Puerto.
Gaspar Gonzalez Tabordo. Gonzalo Luis.
Gaspar Cataño. Gonzalo Aguanequia.
Gerónimo de Valdés. Gonzalo Perez.
Gerónimo de Pineda. Gonzalo de Salamanca.
Gerónimo Fernandez. Gonzalo Criado de Castro.
Gerónimo de Lanzarote. Gonzalo Yañez, y sus herma
Gentíl Marao. IOS.
Gil Marrero. Gonzalo de Castañeda.
Gil Afonso.
Gonzalo Baquero.
Gomez Mosquera. Gonzalo de Alcantara.
Gomez Afonso. Gonzalo Criado de Benitez.
Gomez de Salazar. Gonzalo Martin.
Gomez Darias de las Riberas. Gonzalo Baez de Tavira
Gomez Perez. Gonzalo Machado.
Gomez Hernandez. Gonzalo de Vivero.
Gomez Garcia Gallego. Gonzalo Baez de Villa Real.
Guillen Castellano. Gonzalo Barba.
Guillen de Betancour. Gonzalo de san Funia.
Guillermo Gandulfo. Gonzalo Alamejo.
Ginés Fernandez. Gonzalo Estevan.
Gregorio Tabordo. Gonzalo Diaz de Madrid.
George Grimon. Jayme Jóven.
George Baez portugués. Jacomar de Barniez,
DE CANARIAS. 171

Juan Benitez. Juan Lopez Portugués.


Juan de Badazo. Juan Gonzalez.
Juan de Llarena. Juan Diaz.
Juan de Guzman. Juan Gonzalez Sordo.
Juan Mendez. Juan de Berris.
Juan Delgado, Canario. Juan de Lorca.
Juan Cabello. Juan de Vega.
Juan Redondo. Juan de Espino.
Juan de Olmodovar. Juan Gonzalez de Daute.
Juan Rodrigez Gamonales. Juan de Lepe.
Juan Navarro. Juan de Ancheta.
Juan de Armas. Juan Real.
Juan Perdomo. Juan Martin Portugués.
Juan Tenorio. Juan de Aberio.
Juan Yañez Portugués. Juan de Arazaia, Vizcaino.
Juan Rodriguez. Juan Dariñez.
Juan Sanchez. Juan de Lora.
Juan de Toche. Juan de Almanza.
Juan de Vera. Juan de Victoria.
Juan de la Mela. Juan Ordoñez.
Juan Junquera. Juan de Mesa.
Juan de Mora. Juan Cabrero.
Juan de Cantaya, Canario. Juan Baez.
Juan de Cazorla. Juan Izquierdo.
Juan Pacheco. Juan de Ortega.
Juan Ruiz de Requena. Juan de Fuentes.
Juan Vizcaino de Canario. Juan de Vargas.
Juan del Castillo. Juan Jimenez.
Juan Chamorro. Juan Marques.
Juan Ramos, Canario. Juan Jacome Carmenatis.
Juan Zapata. Juan Fernandez Barcelos.
Juan Franco. Juan Martin de Buenavista.
Juan de Oñate. Juan Fernandez Cavarcos.
Juan de Dana, Canario. Juan Martin Calzadilla.
Juan Fernandez Portugués Juan Cabeza.
Juan Osorio. Juan de Regla.
Juan Felipe. Juan de Soillanes.
Juan Estebenez. Juan de Paez.
Juan Salinero. Juan Clavijo.
Juan l'icar. Juan de Tegueste.
Juan Alvarez. Juan Espetia, Vizcaino.
Juan Perez de Zosorra. Juan Nuñez.
172 CONQUISTA

Juan Bautista. Juan Gonzalez Mejia.


Juan de Liria. Juan Perez de Sornosa.
Juan de Avila. Juan Salmeron.
Juan George. Juan de Zamora.
Juan Moreno. Juan de Lugo.
Juan Martin Ventero. Juan Hernandez Canario.
Juan Sanchez Bolenllos. Juan de Evora.
Juan Benitez el Mozo. Juan de la Torre.
Juan Pacho. Juan de Bolullos.
Juan Jerez Portugués. Juan Sanchez Negrin.
Juan de Salcedo. Juan Pinero.
Juan Ochoa de Olazabal. Juan Bermudez.
Juan Rodriguez de Reyna. Juan Primero.
Juan Delgado, primo del Rey Juan Martin Monte Aguado.
de Adeje. Juan de Bonviage.
Juan Suarez, Canario. Juan Bermudo.
Juan de Carmona. Juan de Vergara.
Juan Alonso. Juan Francés.
Juan de Talavera. Juan Ruiz de Berlanga.
Juan Guillen. Juan de Sobrera.
Juan de Balcanas. Juan Carbon.
Juan Martinez Utrera. Juan Martin de Padilla.
Juan de Peralta. Juan Gomez.
Juan Sarmiento. Juan Alvertos Florentin.
Juan de Padilla. Juan Vazquez Parrado.
Juan Cansado. Juan de Fresneda.
Juan Ballestero. Juan de la Mota.
Juan Sanchez Picar, Juan de Aguirre.
Juan de Jaen. Juan de Alamago.
Juan de Borgoñon. Juan de Párraga.
Juan Enriquez. Juan Afonso.
Juan de Benavente. Juan Peto.
Juan Ruiz de Requena. Juan Serrano.
Juan de las Casas. Juan de Trujillo.
Juan de Herrera. Juan Perez de Virbes.
Juan de Gibraleon. Juan de Arcos.
Juan Castellano. Juan de Borbon.
Juan de Fontes, Portugués. Juan de Santa Ella.
Juan Beltran. Juan Morcillo.
Juan Prieto. Juan Berriel.
Juan Duramas. Juan Ome.
Juan Fernandez el viejo. Juan Rodriguez de Logroño
UE CANARIAS. 173

Juan Valenciano. Leandro Martinez.


Juan Aguavenque. Luis de Salazar.
Juan Merino. Luis Perez.
Juan Gallego. Luis Bristol.
Juan de Ubeda. Luis Suarez.
Juan Lorenzo. Luis de Herrera.
Juan de Day. Luis de Santa Cruz..
Juan de Belmonte. Luis de Mesa.
Juan Cabrera. Luis de Castro.
Juan de Alfaro. Luis de Mayorga.
Juan Blanco. Luis Ceron.
lbone de Armas. Martin Yañez.
Ibone Fernandez. Martin Ponce.
Lope Fernandez Guerra. Martin Fernandez de Fonseca
Lope de Salazar. Martin Fernandez Alarcon.
Lope de Fuentes. Martin de Agreda.
lope de Mesa. Martin Fernandez.
Lope Gallego. Martin de Guzman.
Lope de Lara. Martin Sanchez, Canario.
Lope de Aguirre. Martin Rodriguez.
Lope de Vallejo. Martin Sanchez, Vizcaino.
Lope de Arzo. Martin Cosme, Canario.
Lope Fernandez. Martin de Gandia.
Lope de Buista. Martin de Vera, Canario.
Lope Barbero. Martin Yañez, Portugués.
Lope Machado. Martin Hernandez, Vizcaino-.
Leonel Cerbantes.- Martin Corchado.
leoncl Matoso. Martin de Oliva..
Lorenzo de Alcalá. Martin Sardo..
Lorenzo Estevenez. Martin de Jerez.
Lorenzo Rodriguez, Portu Martin Alonso.
gues. Martin de Arrieta.
El Doctor Lorenzo Gonzalez Martin de Alarcon.
de Carabal, del Consejo. Martin de Mena.
Luis Devora, Portugués. Martin Veinteno.
Luis de Sepúlveda. Mateo Viña.
Luis Velazquez. Mateo de Párraga.
Luis Alvarez. Mateo Carbon.
Luis de Armas. Marcos Suero.
Luis de Vera. Marcos Verde.
Luis de Niebla. Marcos (arcia.
Luis Sardinca. Mlarcos Perez.
17A. CONQUISTA

Melchor Gonzalez de Daute. Pedro Martin.


Melchor de Vera. Pedro de Vergara.
Melchor Gonzalez. Pedro de Campos.
Manuel Martin. Pedro de Ontiveros.
Manuel de Gibraleon. Pedro Lopez de Villera.
Manuel Chapinero. Pedro de Mena.
Miguel de Trejo. Pedro Magdaleno, Canario.
Miguel Briceño. Pedro Garcia, Canario.
Miguel Muñoz. Pedro de Párraga.
Miguel Martin. Pedro Rodriguez.
Miguel de Güimar. Pedro Pinto.
Miguel Marquez. Pedro Mendez.
Miguel Nuñez. Pedro de Benavente.
Miguel Gonzalez. Pedro Vizcaino.
Miguel de Mojica. Pedro Gentil Nitao.
Miguel Alonso. Pedro de Isazaga.
Miguel Martin Benavides. Pedro Gil de Morales.
Miguel del Castillo. Pedro Gomendio Vizcaino.
Miguel Ruiz. Pedro de Vera.
Meneses Continuo de la Rey Pedro Picar.
fll. Pedro Baez.
Manriquez. Pedro Estebanes.
Nustio Suarez. Pedro de Luis Sepúveda.
Nicolas Alvarez. Pedro Machado.
Nicolas de Baena. Pedro Gomez Portugués.
Nicolas Ruiz. Pedro Yañez Dorador.
Nicolas Herrero. Pedro de Santa Ana.
Nuño Baez, Pedro Negrin.
Níchel Canario. Pedro de Usella. Vizca ino.
Narvaez. Pedro Martin.
Ortega de Vega. Pedro de Salinas Vizcaino
D. Pedro Fernandez de Lu Pedro Zamorano.
go, hijo del Adelantado. Pedro de Muros.
Pedro Mexia. Pedro de Trujillo.
Pedro de Bobadilla, Pedro Gonzalez Naxara.
Pedro Fernandez de Lugo. Pedro Sanchez.
Pedro Camacho. Pedro Suarez.
Pedro de Lugo. Pedro Yañez, Portugués
Pedro Luque. Pedro Perdomo.
Pedro de Lugo, Canario. Pedro Alonso.
Pedro Mayor. Pedro de Ortega.
Pedro Maninidra Canario. Pedro Gonzalez.
DE CANARLAs. 175

Pedro Hernandez. Pedro Alamego.


Pedro Benitez. Pedro Organista.
Pedro Alvarez Almadon. Pedro de Castro.
Pedro Nuñez. Pablo Gallego.
Pedro de Cuenca Pablo Martin.
Pedro Picar el viejo. Quadrado.
Pedro Izquierdo. Rodrigo Nuñez de la Peña.
Pedro Espino. Rodrigo de Barrios.
Pedro Lopez. Rodrigo de Burguillos.
Pedro Alvarez. Rodrigo Montano.
Pedro Marquez, gallego. Rodrigo Fernandez.
Pedro de la Coruña. Rodrigo de Coronas.
Pedro de Talavera. Rodrigo Dorantes
Pedro Sago. Rodrigo de Alcazar.
Pedro Fernandez de Yne. Rodrigo Alonso.
Pedro de Tuy. Rodrigo de Jaen.
Pedro Fernandez Señorino. Rodrigo Ramirez.
Pedro de Almonte. Rodrigo el Cojo, Canario
Pedro de Medina.
Rodrigo de la Puerta.
Pedro de Tejena. Rodrigo Montañes.
Pedro de Ibaute.
Rodrigo Mejia del Trillo.
Pedro de Collado. Rodrigo de Leon.
Pedro Cordero. Rodrigo Alonso, Portugués
Pedro Afonso.
Rodrigo Alvarez.
Pedro de Maia.
Rodrigo Merlo.
Pedro Delgado. Rodrigo Cabeza.
Pedro Autejo. Rodrigo Cosme, Canario.
Pedro Tejera. Rodrigo Beltran.
Pedro la Lengua. Rodrigo Yañez.
Pedro del Puerto. Rodrigo de Castro.
Pedro Luis. Rodrigo de Jerez.
Pedro Mejia Romero. Rodrigo Baquero.
Pedro Yañez. Rodrigo Garcia, Canario.
Pedro del Hierro. Rodrigo Bermejo.
Pedro Garcia. Rodrigo Pestano, Canario.
Pedro de San Vicente.
Rodrigo Gonzalez, Canario.
Pedro Mateos.
Rodrigo Fernandez Amarillo
Pedro Casares. Rodrigo Jeniz
Pedro de Gata. Rafael Espínola.
Pedro Junguera. Rafael Fonte.
Pedro Martin de Fuente de Rajel Luis.
Catosa. Rubin Dumpierres.
176 CONQUISTA

Romo. Simon Luzardo.


Ruy Diaz Ceron. Salvador Lorenzo.
Ruy Gomez. Sarmiento.
Ruy Jimenez Becerril. Sepúlveda Secretario.
Ruy Freyle de Andrada. Tomas Garcia.
Ruy Garcia. Tomas Justiniano.
Sebastian de Campo. Tomé Diaz.
Sebastian Machado, Portu Tomé Lorenzo.
gués. Tavarez.
Sebastian Nornam. Vasco Lopez.
Sebastian Diepa. Vasco de Bamonte.
Sebastian Rodriguez de la Vasco de Morales.
Orotava Vasco Yañze.
Sebastian Estevez Portugués Vasco Afonso.
Sebastian Paez. Vasco Catañoso.
Sebastian Gonzalez. Varea.
Sebastian de Porras. Vicente de Castañoso.
Sebastian del Hierro. Vicente Yazñe, Negro.
Sebastian de San Clemente. Cristóbal de Ponte.
Sebastian de Llerena, Cristóbal Rodriguez de Leon
Sebastian Alvarez. Cristóbal Jerez Niño
Sebastian Hernandez. Cristóbal Martin.
Sebastian Acerrador. Cristóbal Monduta.
Sebastian Rodriguez Cana Cristóbal Delgado.
rio. Cristóbal de lrneba.
Sebastian Sanchez. Cristóbal Velasco.
Sebastian Ruiz de Estrada. Cristóbal Morín.
Sebastian de Cal. Cristóbal Carrasco.
Sebastian Ruiz. Cristóbal Balcañas.
Sebastian de la Peña. Cristóbal de Lucena.
Sancho de Salazar. Cristóbal Ramirez.
Sancho de Vargas. Cristóbal de Ortega.
Sancho Dcemerando. Cristóbal de Lara.
Sancho Garcia. Cristóbal Rodriguez.
Sancho de Bivalbo. Cristóbal Gonzalez Verano.
Silvestre Pinelo. Cristóbal Fernandez de Tao
Simon de Morales. dio.
Simon Faete, Francés. Cristóbal Fernandez.
Simon de Vera. Cristóbal Canino.
Simon Gomez.
Las personas contenidas en este capítulo, son las que
he hallado que tuvieron repartin ientos de tierras, solares
DE CANARIAS. 177

y aguas en esta isla de Tenerife; muchas personas, de quie


nes aqui no hago memoria, me parece los tendrian; y el no
estar, ni constar en los libros de datas, fué por omision
de los tales, que no las presentaron ante el escribano del ca
bildo, en donde quedaban las que se presentaban original
mente, y traslado de ellas: asi no es por causa mia dejar de
poner los que pueden faltar, segun he visto algunas datas
antiguas, que no estan en dichos libros. No haga el curio
so lector reparo en los que van escritos primero, en que tengan
mas preeminencia que los últimos, que en mi concepto á
todos tengo por hidalgos, y nobles, y el que no lo fuere,
no me toca singularizarlo, que mi natural es de honrar, y
no de vituperar; de los sobredichos hay mucha, y noble decen
dencia en esta isla, y demas islas, desde los primeros que vi
nieron á conquistarlas con Monsen Juan de Bethencourt,
que vino con título de Rey feudatario á Castilla; para que
sin trabajo cada uno que deseare ver el nombre de su an
tecesor en esta isla de Tenerife, lo halle, los hé puesto por
abecedario, y los de un mismo nombre juntos; pues yo me
lo he querido tomar por aliviarle de él, por servir á mi pa
tria, y paisanos, que no hago en esto mucho; agradezcanme
la voluntad, que es mayor que las obras.
Ademas de los sobre dichos han venido nobilísimas fa
milias á poblar, y á avecindarse á esta isla de Tenerife, que
han ejercido puestos honoríficos de ella, como de gorberna
dores, tenientes, regidores, jurados, y alguaciles mayores
de alcaydes de castillos, de que se dará noticia en los capí
tules tercero, y cuarto del tercer libro.
3,333..e. 33ae Usteso,
De algunas mercedes y privilegios, que los
Católicos leyes de España han hecho á la
Nobilísima Isla de Tenerife.

0)
R3º se pudiera hacer libro aparte (que asegu
fuera grande) de las Cartas, Cédulas y pro
visiones Reales que esta isla de Tenerife ha
alcanzado, y de ellas sus Magestades los cató
licos Reyes nuestros Señores de gloriosa me
Ó moria, le han hecho merced, porque son mu
chas, de algunas que están en los libros y
cuadernos de provisiones Reales en el archivo del
Concejo de esta isla de Tenerife doy noticia, y las que
me han parecido mas esenciales (aunque todas lo son)
he sacado á la letra, para que el curioso lector se di
vierta en leerlas, y la tenga de los privilegios que esta
isla, sus vecinos y residentes gozan de tantos años á esta
parte; muchas mas Cédulas tiene esta isla que estan ori
ginales presentadas en procesos, asi en el archivo del di
cho Concejo, como en otros públicos que no doy noticia
por no ser tan prolijo; y son las mas de particulares, y
tambien he hallado algunas sueltas, y sabido que algu
nos regidores se las han llevado para leerlas, y como pa
san de padres, á hijos quedan fuera del archivo; para cu
riosidad de algunos pasados que no dejaban escrita la
180 CONQUISTA

razon en los libros de ellas: no quisiera que hubiese


falta, no he sido perezoso en procurar saber honores de
mi patria para dar su noticia; lo que se ha podido he
hecho.

CAPITULO I.

De como sus Magestades hicieron merced al adelantado D.


Alonso Fernandez de Lugo de Gobernador de Tenerife,
y del poder para repartir sus tierras.
El referir en este libro las reales provisiones en que
sus Magestades los señores católicos reyes D. Fernando y
D." Isabel, de gloriosa memoria, hicieron merced al ade
lantado D. Alonso Fernandez de Lugo de Justicia Ma
yor y Gobernador de esta isla de Tenerife por los dias
de su vida, y dieron poder y facultad para hacer reparti
mientos de sus tierras, heredamientos y solares en las perso
nas que la ayudaron á conquistar, y en las que las viniesen
á poblar, es para que con mas claridad conste al lector: fué
esta isla conquistada año de mil cuatrocientos y noventa y
seis como tengo dicho en el capítulo diez y seis del primer
libro, y que fué la última que se conquistó, y no la de Ca
maria, como dice el licenciado D. Bartolomé Cairasco en sus
rimas sacras, cuyas palabras dejo dichas en el capítulo once
del primer libro.
Jabiendo pues, D. Alonso Fernandez de Lugo capitan
general, con los caballeros españoles de su armada, y ejér
cito puesto á la obediencia de la corona real de Castilla, los
nueve reyes de Tenerife, y sus vasallos, y señoreadose de la
isla reconociendose todos por vasallos de los católicos reyes,
y ya no tener en ella dominio en cosa alguna; dió cuenta á sus
magestades de la victoria que habian alcanzado, y como la
isla estaba por España, y pidió á sus magestades nombrasen
justicia, que la gobernase, y diesen facultad para que repar
tiese las tierras á los conquistadores: y habiendo los señores
católicos reyes recibido la buena nueva, agradecidos, y dadose
por bien servidos de D. Alonso de Lugo, le hicieron merced
por su vida de gobernador, y justicia mayor de la isla, y le
dieron poder, y facultad real para que él solo repartiese sus
tierras, por sus reales cartas de provision, que estan en el
cuaderno cuarto, á fojas 9, y en el quinto á fojas 9 que son
DE CANARIAS. 181

del tenor siguiente que están en el oficio del cabildo de esta


isla.
Don Fernando, y Doña Isabel, por la Gracia de Dios,
Rey, é Reyna de Castilla, de Leon, de Aragon, de Sicilia, de
Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca,
de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Mur
cia, de Jaen, de los Algarbes, de Algecira, de Gibraltar, de
las islas de Canaria, Condes de Barcelona, é Señores de
Vizcaya, é de Molina, Duques de Athenas, é de Neopatria,
Condes de Ruisellon, é de Cerdenia, Marques de Oristan,
é de Geciano: Por quanto en cierto assiento, y capitula
cion, que por nuestro mandado mio ficistes á conquistar
la isla de Thenerife, se contiene, que acabada de ganar la
dicha isla, vos hariamos merced de la gobernacion de ella,
en quanto nuestra merced, é voluntad fuese: é agora, á
nuestro Señor ha placido, que se ganó la dicha isla de The
merife, por vuestra mano, é trabajo, poniendo como pusis
teis vuestra persona á muchos peligros en la dicha conquis
ta; lo qual por nos visto, é acatando los muchos servicios,
que de vos avemos recibido, é vuestra suficiencia, é idonei
dad tenemos por bien, é nuestra merced, é voluntad es,
que agora, é de aquí, adelante para en toda vuestra vida,
vos seades nuestro Gobernador de la dicha isla de Thene
rife, é que tengades por Nos, é nuestro nombre los oficios.
de justicia, é jurisdiccion civil, y criminal de la dicha isla
de Thenerife, é usedes de los dichos oficios por vos, é por
vuestros Lugares Thenientes, assi Alcaldes como Alguaciles,
que es nuestra merced, que en los dichos oficios podades poner,
é pongades; los quales podades quitar, é amover, é poner
otro, é otros en su lugar cada que vos quisieredes, é enten
dieredes, que cumple á nuestro servicio, y execucion de
nuestra justicia, é oyais, é libreis todos, é qualesquier plei
tos civiles, y criminales, que en la dicha isla estan movidos,
pendientes, é se comenzaren, é movieren, é ayades, é lleva
des la quitacion, é todos los otros derechos al dicho oficio
perteneciente, é por razon del podades, é dehedes aver,
é llevar, é por esta nuestra Carta, mandamos à los Conce
jos, Regidores, Cavalleros, Escuderos, Oficiales, é homes
buenos de la dicha isla de Thenerife, que juntos en sus Ca
bildos, é Ayuntamiento, tomen, é reciban de vos el dicho
Afonso de Lugo, el juramento, é solemnidad, que en tal
caso se requiere; el qual por vos assi fecho, vos ayan é re
182 CONQUISTA

ciban, é tengan, por nuestro Gobernador de la dicha isla, é


usen con vos, é con los dichos vuestros lugares, Tenientes,
é Oficiales, que vos en nuestro nombre pusieredes en el di
cho Oficio, é en todo lo á él concerniente é vos recudan,
é fagan recudir con la quitacion, é derechos, é salarios
anexos, é pertenecientes, é que en ellos, ni en parte dello
impedimento alguno no vos pongan, ni consientan poner,
Otrosi, que vos consientan, é dexen fazer todas, é quales
quier pesquisas, é cosas en los casos de derecho permisas.
E otrosi, que si vos vieredes, que cumpleá nuestro servicio,
en execucion de nuestra justicia, que qualesquiera Cavalle
ros, personas, que en la dicha isla estuvieren, é á ella vi
nieren, que salgan della; é que no entren, ni estén en ella,
que vos los podades, mandar, é mandedes de vuestra parte.
Las cuales personas nos por la presente mandamos, que den
tro del término, éso la pena, é penas, que vos de nuestra
parte les pusieredes, salgan della é no entren, ni estén en
ella, so las dichas penas; las cuales podades executar en la
persona é bienes de los que rebeldes, é inobedientes fueren,
é para usar del dicho oficio, é para cumplir, executar la jus
ticia en los delincuentes, todos se junten, é conformen con
vos, é vos den, é fagan dar todo el favor éayuda, que vos pidie
redes, é ovieredes menester, é que las penas en que con
denaredes vos, ó los dichos vuestros oficiales pertenecientes
á nuestra cámara, las pongades en poder del escribano del
concejo, para que el las tenga de manifiesto, é faga libro de
ello, para facer dellas lo que nosmandaremos, para lo qualto
do que dicho es, é para una cosa, éparte dello fazer, é cumplir,
executar, con todas incidencias, y dependencias, anexidades, é
conexidades, vos damos poder cumplido por esta nuestra carta;
é los unos, ni los otros no fagades en deal por alguna ma
nera, so pena de la nuestra merced, é de diez mil ma
ravedís para la nuestra Cámara, é demas mando al ho
me, que les esta Carta mostrare, que los emplace, que
parezcan ante Nos en la nuestra Córte, doquier que Nos
seamos del dia que los emplazare fasta quince dias pri
meros siguientes, so la dicha pena; so la cual mandamos
á qualquier Escribano Público, que para esto fuere lla
mado de dende al que se la mostrare testimonio signa
do con su signo, porque Nos sepamos en como se cum
ple nuestro mandado. Dada en la Ciudad de Burgos á
cinco dias del mes de Noviembre año del Nacimiento de
". DE CANARIAR. 183

nuestro Salvador Jesu Christo de mil quatrocientos y no


venta y seis años. YO EL REY. YO LA REYNA. Yo
Fernando Alvarez de Toledo, Secretario del Rey, é de la
Reyna nuestros Señores, la fize escribir por su mandado.
Registrada. Doctor confirmator Francisco Diaz, é Chan
ciller.
Don Fernando, y Doña Isabel, por la Gracia de Dios,
Rey, y Reyna de Castilla, de Leon, de Aragon; de Si
cilia, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia,
de Mallorcas, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdova, de
ércega, de Murcia, de Jaen, de los Algarves, de Alge
cia, de Gibraltar, de las islas de Canaria, Condes de
Barcelona, y Señores de Vizcaya, é de Molina, Duques
de Athenas, é de Neopatria, Condes de Ruisellon, é de
Cerdania, Marqueses de Oristan, é de Gociano: Por quan
to al tiempo, que vos Alonso de Lugo, nuestro Gober
nador de la isla de Thenerife, fuistes por nuestro man
dado á conquistar la dicha isla, se asentó con vos, por
nuestro mandado, que acabada de ganar la dicha isla,
mandariamos nombrar una persona, que juntamente con
vos entendiese en el repartimiento de las tierras, casas,
y heredades que en la dicha isla ay, para las dar, y re
partir á las personas que á ella fuesen á poblar; lo qual
repartiesedes, segun que à vosotros bien visto fuese; é
porque agora nuestra merced, é voluntad es, que vos so
lo entendais en hazer, é que fagais el dicho repartimien
to, por esta nuestra Carta vos damos poder, é facultad,
que vos entendais en hacer, é que fagais el dicho repar
timiento, segun que á vos bien visto fuere, que se de
ba facer, para que la dicha isla se pueble, que por esta
nuestra carta vos damos poder para ello, segun dicho es,
é hazemos merced á las personas, á quien vos dieredes,
é repartieredes, é señalaredes, qualesquier tierras, y he
redamientos de la dicha isla de Thenerife, è de ello les
dieredes vuestra Carta, para que hagan, é puedan hazer
de ello, y en ello, segun, y como, é de la forma, é ma
nera que se lo vos dieredes, é con las mesmas condi
ciones; de lo cual vos mandamos dar la presente firma
da de nuestros nombres, y sellada con nuestro sello. Da
da en la Ciudad de Burgos, á cinco dias de el mes de
Noviembre, año del Nacimiento de nuestro Salvador Je
su Christo de mil é cuatrocientos é noventa é seis años
184 CONQUISTA

YO EL REY. YO LA REYNA. Yo Fernando Alvarez


de Toledo, Secretario del Rey, y de la Reyna nuestros
Scñores la fize escrivir por su mandado; registrada. Doc
tor Rodricus. Doctor Francisco Diaz, Chanciller.
Por las sobre dichas provisiones, y cartas Reales le
constará al lector, ademas de que la isla fué ganada en el so
bredicho año de sus fechas como don Alonso de Lugo fué
gobernador de ella por los dias de su vida, aunque en el
tíempo de su gobernacion hubo otros gobernadores en el in
terín de su residencia, como se verá en el capítulo 3 º del
tercero libro, y como le sucedió su hijo por nueva merced;
y asimesmo como repartió todas sus tierras entre los con
quistadores y pobladores, premiando á cada uno por sus mu
chos servicios.

CAPITULO II.

De las armas que sus Magestades dieron á esta isla.


Por los años de mil quinientos y nueve, estando fabri
cada y poblada parte de la ciudad de S. Cristóbal de la La
guna, que en aquel tiempo tuvo nombre de Villa, que es en
lo mas alto de ella, que hoy llamamos la villa de arriba, y
establecido su ayuntamiento de seis regidores y dos jurados,
y escribano mayor de él, y cuatro públicos y uno de entre
gas; y avecindádose muchos caballeros conquistadores y
pobladores, estando el gobernador y regidores en su cabildo,
en ocho de junio acordaron algunas cosas, que convenian al
bien de la isla y sus vecinos, y que para conseguirlas, y haber
merced de ellas de su Magestad, fuese á la córte Pedro
de Vergara Regidor y Alguacil Mayor, á suplicarlas en
nombre de dicho Concejo, y entre otras de que le die
ron instruccion, fué una que atento que esta isla no te
nia armas y blason que poner en sus sellos y banderas
de que gozan otras islas, ciudades y villas para ennoble
cimiento de ella, se suplicaba á su Magestad le hiciese
merced de darle armas particulares; pasó á la córte el
mensagero, hizo su súplica, y su Magestad por hacer
merced á la isla la admitió, y cuando á otras ciudades se
las ha dado de una sola insignia, quiso que entre mu
chas se particularizasen las de esta isla, concediendose
las con muchas mas que otras por hacerle favor, man
DE CANARIAS. 185

dando por su real carta de provision usase en sus sellos y


estandartes del Arcángel san Miguel armado, qne tuviese en
una mano una lanza, y una bandera, y en la otra un escudo
y puesto el Arcángel sobre una breña, que de lo alto de ella
salgan unas llamas de fuego, que representa á la alta, y en
cumbrada sierra de Teide, que está en esta isla, y al un la
do un castillo, y al otro un leon, y debajo el mar, y la isla,
y por orla un letrero, que todo consta por la real provision
que está en el libro primero á fojas primero, número prime
ro, dada por la Sra. Reyna D." Juana, y firmada del Sr.
Rey D. Fernando su padre, nuestros señores, su fecha á
23 de Marzo de 1510, cuyo tenor es la que se sigue
D." Juana por la gracia de Dios, reyna de Castilla de
Leon, de Granada, de Toledo, de Galicia, de Sevilla, de
Cordova, de Murcia, de Jaen, de los Algarves, de Algecira
de Fibraltar, de las islas de Canaria, é de las Indias, islas,
é Tierra Firme del mar Occeano, princesa de Aragon, é de
las dos Sicilias, de Jerusalen, Archiduquesa, de Austria,
Duquesa de Borgoña, é de Bravante,Ócc. Condesa de Flan
des, é de Tirol, Ócc. Sra. de Vizcaya, é de Molina, Ócc. Por
quanto por parte de vos el Concejo, Justicia, Rejidores,
Caballeros, Escuderos, Oficiales, é homes buenos de la isla
de Thenerife, me fué fecha relacion por vuestra peticion,
diciendo, que despues que por la gracia de Dios nuestro Se
ñor el adelantado D. Alonso Fernandez de Lugo con ayuda,
é favor del Rey mi señor, é padre, é de la reyna mi señora
madre, que santa gloria aya, ganó la dicha isla, é fué pobla
da de christianos, no se le habia dado armas para que pu
siese en su sello é pendon, é en las otras cartas, que fuesen
necesarias, segun las otras ciudades de mis reynos las tenian
por ende que nos suplicavades, é pediades por merced que
vos diese armas, que truxesedes en vuestro sello, ébanderas
é en todas las otras cosas que vos pluguiese, é yo tuvelo
por bien, é por la presente vos doy por armas el Arcángel
S. Miguel armado con una lanza é una bandera en la una
mano, é un escudo en la otra, é debajo puesta una breña,
de que sale de lo alto della unas llamas de fuego, que se
nombra Teide, é un leon á la una parte de la dicha breña, é
un castillo á la otra, é debajo de la dicha breña, la dicha
isla de Thenerife, en campo verde, el mar al rededor, é
todo ello puesto en un escudo en campo amarillo, con unas
letras amarillas por la orla en campo colorado, que dize:
186 CONQUISTA

Michael Arcangel veni in adiutorium populo Dei Thenerife


me fecit. Segun vá pintada en esta mi carta, á memoria de
que la dicha isla de Thenerife se ganó dia de S. Miguel por
el dicho Adelantado; las quales dichas armas vos doy para
que las podais poner, é pongais en el sello de esa dicha isla
é en las banderas de ella, é en las torres, é puertas, é puen
tes, é en los otros edificios, é obras públicas que hizieredes,
é pintaredes, de lo qual vos mandé dar, é di esta mi carta
escrita en pergamino de cuero, é firmada del Rey mi señor
é padre, é sellada con mi sello de cera colgado de unos
cordones; la qual mando al principe Ilustrísimo D. Carlos
mi muy caro, é muy amado hijo, é á los infantes, Duques,
Prelados, Condes, Marqueses, Ricos homes, Maestres de
las Ordenes, é á los del nuestro Consejo, é Oidores de las
mis Audiencias, Alcaldes alguaziles de la mi casa, é corte,
é Chancillerias, é á los Priores, Comendadores, Alcaid es de
los Castillos, é casas fuertes, é llanas, é á todos los concejos,
Corregidores, Alcaldes Alguaciles Merinos, é Caballeros, é
Regidores, é Escuderos, Oficiales, homes buenos de todas
las ciudades, Villas, é lugares de los mis reynos, é señoríos
é á todas, é qualesquier persona de qualquier ley, estado,
é condicion, ópreeminencia, ó dignidad que sean, á quien
toca, é tocare lo en esta mi carta contenido é á cada uno, é
á qualquier de los, que todo lo en ella contenido, é cada cosa
é parte de ello guarden é cumplan, é fagan guardar, é cum
plir en todo, é por todo, segun que en ella se contiene,
agora, é en todo tiempo, é contra el tenor, é forma dello
no vayan, ni pasen, ni consientan ir, ni pasar en tiempo
alguno, ni por alguna manera, causa, ni razon que sea, é
los unos, ni los otros non fagades, ni agan endeal por algu
na manera, so pena de la mi merced é de diez mil marave
dis para la mi cámara á cada uno por quien fincare de lo asi
hazer, é cumplir: é de mas, mandamos al home, que les es
ta mi carta mostrare, que les emplacen, que parezcan an
te mi en la mi corte, do quier que yo sea de el dia que los
emplazare hasta quince dias primeros siguientes so la dicha
pena, so la qual mando á qualquier escrivano público, que
para esto fuere llamado, que de ende al que se la mostrare
testimonio fignado con su figno, porque yo sepa en como se
cumpla mi mandado: Dada en la Villa de Madrid á vein
te y tres dias de el mes de Marzo, año de el nacimiento de
nuestro Salvador IES V Christo, de mil quinientos y diez
DE CANARIAS. 187

años. YO EL REY. Yo Miguel Perez de Almazan, secre


tario de la Reyna nuestra señora la fize escribir por manda
do de el Rey su padre, Conde Alferez. Licenciatus de
Santiago, el Doctor Alaos. Ruzo. Licenciatus Polanco.
Franciscus Licenciatus. Licenciatus Aguirre. Registrada.
Licenciatus Ximenez Castañeda Chanciller.

CAPITULO: III.

Hace su Magestad merced á los escribanos de esta Isla,


que se earaminen en ella y no pasen á la Córte; y otras
mercedes á la isla y vecinos.
Los Señores católicos Reyes D. Fernando y D. º Isa
bel dieron al Adelantado facultad para que juntamente
con los regidores de esta isla, pudiesen nombrar escriba
nos públicos de ella, y de entregas, y usando de esta fa
cultad nombraron hasta el año de mil quinientos y nue
ve cuatro escribanos públicos, que fueron Anton de Va
llejo que lo era tambien del Cabildo, y Sebastian Paez.
y Juan Ruiz de Berlanga, y Hernan Guerra y uno de
entregas, que á la sazon era Sancho de Hemerando con
los cuatro referidos, y por provision Real recibidos, cu
yo número de cuatro públicos y uno de entregas; fué
servida la Magestad de la señora Reyna D." Juana de
confirmarlo y aprobarlo á suplicacion del mensagero Pe
dro de Vergara, por su Real carta, su fecha á veinte y
tres de Febrero del año de mil y quinientos y diez, que
está en el primero libro de provisiones á fojas tres nú
mero segundo; y asi mismo por la súplica del mensage
ro en nombre del Concejo de esta isla, fué su Magestad
servido de hacer merced á los escribanos que les suce
diesen, y hubiere de haber en dicha isla (atendiendo á
los muchos costes y peligros del mar, que se les segui
rian si hubiesen de ir á la córte á se examinar y reci
bir para usar de sus escribanias) que cuando alguno pre
tendiere ser recibido en dicho oficio, sea examinado por
la justicia y regimiento, y que desde el dia que fuere
examinado y elegido use de su oficio, con tal que den
tro de seis meses envien al Real Consejo la eleccion pa
ra confirmarla, y que dentro de otros seis meses traiga
la confirmacion de su Magestad, á quien todos los seño
188 CONQUISTA

res escribanos de estas islas deben estar muy agradeci


dos por la merced que su Magestad les ha hecho, de es
cusarles tanto gasto como pudieran hacer sino tuvieran
esta merced, y de librarlos de tantos peligros, como ca
da dia suceden en el mar: la Real carta de este privile
gio, fué dada á dos dias del mes de Marzo de mil qui
nientós y diez años, firmada del señor Rey D. Fernan
do su padre; la cual está en el libro primero de provi
siones, á fojas cinco, número tercero, que es como la que
se sigue.
Doña Juana, por la gracia de Dios, Reyna de Cas
tilla, de Leon, de Granada, de Toledo, de Galicia, de
Sevilla, de Cordova, de Murcia de Jaen, de los Algar
ves de Algecira, de Gibraltar, é de las islas de Canaria,
é de las indias, islas, é Tierra Firme de el Mar Occea
no, princesa de Aragon, é de las dos Sicilias, de Jeru
salen, Archiduquesa de Austria, Duquesa de Borgoña, é
de Bravante, CCc. Condesa de Flandes, é de Tirol ócc.
Señora de Vizcaya, é de Molina, Ócc. A vos el que es,
ó fuere mi Governador, ó Juez de residencia de las is
las de Thenerife, é la Palma, é á vuestro Alcalde en el
dicho Oficio, é á cáda uno, é qualquier de vos, á quien
esta mi Carta fuere mostrada, salud, é gracia: Sepades,
que el Concejo, Justicia, Regidores, Cavalleros, Escude
ros, Oficiales, é Homes buenos, de esa dicha isla, me em
biaron á hazer relacion por su peticion, que ante mi en el
mi Consejo fué presentada, diziendo, que la Justicia que
ha sido en la dicha isla, juntamente con los Regidores
de ella, que á la sazon eran, conforme al Fuero, que
á esa dicha isla por el Rey mi señor, é padre, é por la
Reyna mi señora madre, que santa gloria aya, fué con
cedido, quando acaecen vacar los Oficios de Escrivanias,
han elegido, é eligen Escrivanos para los dichos Oficios,
vezinos de esa dicha isla, é personas hábiles, é suficien
tes, para usar, y exercer los dichos Oficios, é que si se
huviesen de venir á examinar al mi Consejo, é fasta que
fuesen examinados no usasen de los dichos Oficios, diz
que esa dicha isla no podria ser bien servida, é estaría
entre tanto en mucha necesidad de Escrivanos, por ende
que me suplicavan, é pedian por merced sobre ello pro
vey ese de remedio con Justicia, mandando, que los Es
crivanos, que oviesen de ser elegidos de aqui adelante
DE CANARIAS. 189

para los dichos Oficios, no se oviesen de venir á exami


nar á mi Córte, ni á pedir mi Carta de confirmacion, ó
que sobre ello proveyese, como la mi merced fuese, lo
cnal visto en el mi Consejo, é consultado con el Rey
mi señor, é padre, fué acordado, que por hazer bien, é
merced á esa dicha isla, é á los dichos Escrivanos, que
de aqui adelante se eligieren, é nombraren en ella, en
quanto mi merced, é voluntad fuere, por les quitar de
costas, è gastos, é del peligro, que les podría acaecer en
la venida, é vuelta en la mar, es mi merced, è mando,
que puedan usar é usen de los dichos oficios de escrivanias
de que asi fueren elegidos, de aqui adelante por esas dichas
islas, sin que ayan de venir, ni vengan á se examinar ante
mi al mi consejo, con tanto, que sean examinados por vos
el dicho mi gobernador ó por el Juez de residencia, que
fuere de esas dichas islas, ó por su Alcalde en el dicho
oficio, juntamente con el regimiento de esas dichas islas; é
que la dicha examinacion, é eleccion de los dichos oficios de
escrivania, que de aqui adelante, se hizieren, sea traida
ante mi al mi consejo, dentro de seis meses primeros si
guientes, despues que asi fueren elegidos, é dentro de otros
seis meses sean obligados de llevar carta de confirmacion
de las dichas elecciones de los dichos oficios de escrivania
que asi hizieren; y permito, que puedan usar, é usen de
los dichos oficios de escrivania, despues que fueren elegi
dos á ellos, é siendo primeramente examinados, segun di
cho es, é si dentro de el dicho término de los dichos doze
meses no llevaredes la dicha mi carta de confirmacion, que
dende en adelante hasta tanto, que lleve la dicha mi car
de confirmacion, no puedan usar, ni usen de los dichos ofi
cios de escribania; porque vos mando á todos, é á cada
uno de vos, que asi lo guardedes, é cumplades, segun que
er esta mi carta se contiene, é contra el tenor, é forma de
ella no vayades, ni pasades, ni consintades ir, ni pasar ago
ra, ni de aqui adelante, é los unos, ni los otros non fa
gades, ni fagan endeal por alguna manera, so pena de la
mi merced, é de diez mil maravedis para la mi cámara. Da
da en la Villa de Madrid á dos dias del mes de Marzo, año
de el Nacimiento de nuestro Salvador IESV Christo de mil
quinientos é diez años, YO EL REY. Yo Lope Conchi
llos, Secretario de la Reyna nuestra señora, la fize escri
vir por mandado del Rey su Padre. Conde Alferez. Ferdi
190 coNQUISTA

nandus Tello, Licenciatus. Licenciatus de Santiago. Li


cenciatus l'olanco. Licenciatus de Sosa, Doctor Cabrero.
Registrada Licenciatus Ximenez. Castañeda Chanciller.
Otras mercedes hizo su Magestad á esta isla, y sus
vecinos á suplicacion del mensagero, en nombre del Con
cejo Justicia, y Regimiento de ella, como fueron que los
vecinos de las islas de Tenerife y la Palma no pagasen
alcabalas, ni derechos de almojarifazgo por tiempo de
veinte y cinco años, comenzados á contar desde los de
su conquista por su Real provision, dada á veinte de
Marzo de mil quinientos y diez años, que está en el li
bro primero de provisiones á fojas ocho, número cuarto.
Cumplióse esta franqueza para los vecinos de la Palma
año de mil quinientos y diez y ocho, y para los de Te
nerife por Diciembre de 1521, segun parece de la Cédu
la Real del encabezamiento que hizo la isla de los Al
mojarifazgos por quince años, que se comenzó el prime
ro año de 1522 que está en el libro citado á fojas diez
y ocho, número veinte y cinco; y asi mismo hizo mer
ced á dichos vecinos, que por cuanto, que las apelacio
nes interpuestas de las sentencias que pasasen de tres mil
maravedis, huviesen de ir las partes á seguirlas á la Chan
cilleria de Granada, era de mucha costa para los vecinos
de esta isla de Tenerife y la Palma; asi que es , volun
tad de su Magestad, que siendo las apelaciones hasta en
cantidad de diez mil maravedis, se sigan ante el Regi
miento de cada isla de que su Magestad dió su real carta, su
fecha á veinte de Marzo de mil quinientos y diez, que
está en el libro citado á fojas 11 número quinto, de la
cual una sobrecarta de Confirmacion, fué ganada por Ro
drigo Nuñez de la Peña, regidor que fué de esta isla
como mensagero, y en nombre de ella para que los Oi
dores de la Real Audiencia de estas islas no conozcan de
dichas apelaciones, sino fuere, escediendo de la cantidad
de los diez mil maravedis, atento querian conocer de ellas,
que se apuntará mas adelante.
Tambien hizo su Magestad merced á esta isla de
cincuenta mil maravedis para ayuda de las casas que en
esta Ciudad se hacian para los Ayuntamientos de la Jus
ticia y Regimiento, en que confiriesen, y acordasen lo que
fuese del servicio de su Magestad y bien de esta isla,
por su Real Cédula que trujo el mensagero Pedro de
DE CANARIAS. 191

Vergara por su súplica, en nombre del concejo de ella,


su fecha en el año de mil quinientos y diez, que la
presentó en cabildo con las demas referidas en treinta y
uno de Mayo de dicho año, como parece del libro Capi
tular, á fojas docientas y catorce.
CAPITULO IV.

De las tierras que el Adelantado señaló, y dió para de


hesas y pasto de los ganados de los vecinos de esta isla,
y fuentes de agua.
Tuvo el adelantado D. Alonso Fernandez de Lugo
1 mucho cuidado de señalar tierras, y aguas concegiles pa
ra el pasto, y abrevaderos de los ganados que criaren los
vecinos de esta isla de Tenerife, pues siendo todas las
tierras de particulares, los que no las tuvieran mal pu
dieran sustentar sus ganados, siendo de tanta utilidad,
asi para el sustento del género humano, como para la
brar y cultivar la tierra: asi estando en Cabildo con los
regidores en siete de Setiembre del año de mil quinien
tos y uno, acordaron que Anaga sea dehesa desde la
Punta del hidalgo aguas vertientes hasta Tegina, por el
lomo hasta dicha Tegina, y desde Tegina por el lomo
por encima de la casa del Obispo, y por el lomo de Ta
hodio, hasta el de Tahodio por el lomo hasta dar á la
mar, y quedan las aguas vertientes; todo lo cual señala
ron y dieron para los vecinos, ademas de la dehesa se
ñalada, que es la que se sigue.
En el año de mil quinientos y cinco por cuatro
dias del mes de Febrero, el adelantado D. Alonso de
Lugo y Juan Bautista de Ascanio, alguacil mayor de es
ta isla, y Lope Hernandez Guerra, Mateo Viña, Guillen
Castellano, Fernando de Llarena, regidores y otros veci
nos de la isla, fueron al Peñol de Tegueste para alin
dar y señalar de nuevo la dehesa, para pasto de los ganados;
y habiendo practicado sobre ello, el Adelantado dijo, que
en nombre del señor Rey D. Fernando, y de la muy al
ta, é muy poderosa Reyna Doña Isabel nuestra señora
de gloriosa memoria, habia dado al concejo de esta isla
la dicha dehesa, y fué alindada, que nuevamente en nom
bre de la Reyna D." Juana nuestra señora, y del señor
192 CONQUISTA

Rey D. Bernando, por virtud de sus poderes le daba la


dicha dehesa para pastos de sus ganados, en la forma que
fuere ordenado, que ganados deban pacer, é apacentarse
los dichos ganados; la cual alinda desde el Peñol de Te
gueste, que sea lindero por nivel hasta el corral del Her
radero, y de allí hasta el camino que vá de la Villa (que
hoy es la Ciudad) á la Montaña, y á la fuente del Go
bernador, y de allí al camino de las carretas abajo, yen
do por el camino hasta el asomado de la villa, yendo á
la villa á mano derecha, por la falda de la montaña á
mano derecha, y de alli derecho á la cumbre del tejar
de Alonso Galan, el cuchillo en la mano hasta el asoma
da de Tahodio, y de allí al balladar del Obispo, y de
allí por el cuchillo hasta el Peñol, aguas vertientes á la
Laguna, con que queda hecha y señalada dehesa, andan
do á la redonda desde el Peñol hasta volver á él por los
linderos susodichos, yendo del Peñol hácia el dicho cor
ral del Herradero á mano izquierda.
Despues en veinte y nueve de Diciembre del año
siguiente de mil quinientos y seis, estando el dicho Ade
lantado en Cabildo en sus casas con el Bachiller Alonso
de Belmonte su Teniente, y Fernando de Trujillo, y Lo
pe Fernandez Guerra, y Guillen Castellano, y Alonso de
las Hijas, y Fernando de Llarena, y Sancho de Vargas,
regidores, y Jaime Jobel mayordomo, y Jurado y Gonza
lo del Castillo, à peticion de los susodichos; el dicho
Adelantado dió para los propios de esta isla el agua de
la Punta del hidalgo, y las dos aguas en el valle donde
moraba el Obispo: y otra agua que está detrás de la cum
bre de la casa del Obispo, para que el Concejo de esta
isla las traiga á la plaza pública de la Ciudad, para pro
vision de los vecinos.
En el dicho año de mil quinientos y seis, estando en esta is
la el Licenciado Juan Ortiz de Zarate, reformador de las
tierras, y aguas de estas islas por la señora Reyna D." Juana
dió sentencia de confirmacion de la dehesa, que el Adelan
tado señaló para el pasto de los ganados de los vecinos de
la isla desde el Peñol, hasta el corral del Herradero, Ócc. co
mo queda referido, con tal que ninguna persona fabrique
en la dicha dehesa á la parte de las huertas del obispo, sino
fuere hácia la parte del puerto de Santa Cruz, y hácia la
villa de arriba, hácia la parte de las Montañuelas, dejando
DE CANARIAS. 193

el paso para el abrevadero de la Laguna, por donde libre


mente puedan entrar, y salir los ganados en la dicha La
guna; todo lo cual se pregonó públicamente en la plaza pú
blica, por presencia de Pedro Hernandez Hidalgo, Escribano
de la reformacion.
Y asi mismo por otras sentencias, que dió el dicho re
formador en dicho año, declaró, y adjudicó, y dió al con
cejo, y vecinos de esta isla la fuente de agua en el puerto
de Tegueste que está sobre la casa del obispo, y dos ar
royos de agua, que vienen por bajo de la dicha casa, que
son las atrás referidas, para que las traigan á la ciudad, para
proveimiento de los vecinos; y la fuente que dicen del gober
nador, y la fuente de los berros, y la fuente de Juan Fer
nandez, con otra agua, que está junto á ella, que era de
Guillen Castellano, y de Lope Hernandez; y el agua que
sale en Tacoronte, junto á la mar, debajo de las tierras
del Adelantado, para que sean abrevaderos para los ganados
de los vecinos de esta isla; y revocó cualesquier títulos, que
el Adelantado hubiese dado á algunas personas de las dichas
aguas, y por la necesidad que los vecinos de Tacoronte
tenian de agua para la labor é sus ganados; y de otras
tierras comarcanas, dió, y adjudicó el agua de la Montaña
de Garcia, para los vecinos de esta isla, en que hagan dos
ó mas pilares en que beban los ganados de la dicha labor
en que podrá haber una azada de agua, y que si mas hu
viere de la dicha azada, la demasia la adjudicaba al concejo
de esta isla, para que de ello haga aquello, que mas cum
pla al servicio de su magestad, y bien de la isla; lo cual se
pregonó, para que todos tuviesen de ello noticia, con pena
de docientas doblas al que quebrantare esta adjudicacion,
y no la guardare.
En el año de mil quinientos y nueve, el noble y ge
neroso señor Lope de Sosa, gobernador que fué de la isla
de Canaria, y reformador de ella, y de esta de Tenerife, y
la Palma, por su Magestad, aprobó estas sentencias, y ad
judicaciones hechas por el Licenciado Juan Ortiz de Zára
te, y en unos traslados de ellas, que le fueron presentados.
interpuso su autoridad, y decreto judicial, para que valgan
y hagan fé, como sus originales. -

En este dicho año. Juan Perez de Zosorra, Persone


ro, y Sindico Procurador de esta isla de Tenerife, presentó
en cabildo estas sentencias, y pidió á la Justicia, y regimi
194 CONQUISTA

ento, le defendiesen, y amparasen en nombre del concejo de


la dicha isla, en la Tenencia, y posesion de las dehesas, y
aguas contenidas, y se le mandó dar mandamiento de pose
sion, para que el alguacil mayor, ó su Lugar Teniente, se la
dé de todo lo susodicho, en virtud del que le fué dado en
veinte y ocho de octubre de dicho año de las dichas aguas, y
dehesa; todo lo cual consta del libro primero de provisiones
á fojas 156 num.54. y á fojas 167. num. 55.
En diez y nueve de Julio de mil y quinientos y veinte y
uno por tener pocos propios el concejo de esta isla, ordena
ron la justicia, y regimiento, que se tomase para arrendar
para propios parte de la dehesa señalada para siempre, que
es desde la suerte, y tierra, que fué de Anton de Ballejo,
hácia la ciudad, del camino de la Orotava, al de Tacoron
te, de camino, á camino, hasta adonde se apartan los di
chos caminos.
En diez de Marzo del año de mil quinientos y veinte
y dos, el Adelantado confirmó la data de la dehesa de la
Orotava, que habia ya dado para propios del concejo de
esta isla, que linda con el barranco hondo, por una parte
y por otra, unos cercados de Pedro de Lugo, y otras vi
ñas sobre el camino, y otros linderos y asi mismo con
firmó la data de la otro dehesa, de la caleta de la Orotava
para que se arrienden para propios.
En tres del mes de Octubre de dicho año se acordó
en cabildo, que se tomase otro pedazo de la dehesa de la
ciudad, hácia el rodeo para arrendar para propios, desde el
corral del Herradero, hasta los cercados de la fuente del
Adelantado.
En veinte y cuatro de Octubre, del año de mil y
quinientos y treinta, compró el cabildo de esta isla tá D.
Pedro Fernandez de Lugo, segundo Adelantado, el abreva
dero, y remanente del agua, que dicen del gobernador, y
doscientas fanegas de tierra, y comarca de ella, para el
sto de los ganados de los vecinos, desde la fuente, hasta
a montaña, que dicen del carbon, por precio de quinientas
fanegas de trigo, de que se otorgó escritura de pago y
Venta. -

En el año de mil quinientos y cuarenta y nueve por


Setiembre, compró el concejo de esta isla á Anton Bernal
de Ascanio, y sus hermanos, hijos de Bautista de Ascanio
un cercado de tierra de doscientas fanegas, para valdios
DE CANARIAS. 195

de los ganados; y á Juan de Aguirre otra suerte de cua


renta fanegas junto á estas y á los herederos de Juan Nu
ñez, y á Doña Sancha de Meneses, y sus hijos, otras suertes
de tierras junto á las de arriba; y tambien ha comprado al
gunas aguas, junto á la Sierra del obispo, que las nombran
de Aguirre, y otras para los vecinos. Todas estas tierras
de dehesa, y compradas se han hecho suertes y cada año
se arriendan la mitad para los propios, y la otra mitad
queda para pasto de los ganados, serán en todas mas de
cuatro mil fanegas de tierra sola la de la ciudad.
CAPÍTULO V.

De los propios, que el Adelantado dió al concejo de esta


isla y la confirmacion de su Magestad.
Ademas de las tierras y aguas, que el Adelantado
D. Alonso Fernandez de Lugo dióá los vecinos de esta isla para
el pasto de sus ganados, señaló rentas para el Concejo
de ella, con que supliese los costes que se le ofreciesen,
asi de fiestas como de salarios y obras públícas, como
otros concejos las tienen, que de no tenerlas no pudie
ra salir de sns empeños, y fuera necesario que los veci
nos salieran á ellos, de que no recibian provecho, por
que lo que en una república cada dia se ofrece, no se satisface
con poco, y particularmente en esta isla, en donde se ha
cen tantas fiestas en servicio de Dios nuestro señor, y hon
ra de sus santos, y alegrias por los buenos sucesos del
Rey nuestro señor, y se pagantantos salarios de jueces y oficia
les de la guerra, de alcaydes, y soldados de castillos de mé
dicos, y cirujanos, y de otros oficiales del concejo, de repa
rar las aguas, que vienen á las fuentes de la ciudad, y de
otras cosas en que se gastan muchos ducados; asi el Adelan
tado mandó, que el peso de esta isla de las mercadurias,
que entraren, y salieren en ella y la guarda, y montaracia
de los ganados, y la mancebia de las mugeres públicas, y
mundanas, se arrienden en quien mas diere y que el con
cejo haya su renta para propios, en el mes de Agosto de
mil quinientos y seis; y en el dicho año por el mes de
Noviembre, se acordó, que en el Puerto de la Orotava se
haga un muelle para cargar, y descargar las mercadurias, y
una casa en que las entren; lo cual se arriende para pro
196 CONQUISTA

p 1OS.Y en veinte y nueve del mes de diciembre de dicho


año, estando el Adelantado con los regidores en cabildo,
á peticion de los susodichos, dió para propios de la isla la
mancebia de las mugeres públicas como ya la tenia dada,
y un bodegon en el camino de Taoro y otro en la caleta de
Taoro de la Orotava, y otro en la caleta de Fernando de
Castro, y otro entre Taoro y Icod, y otro en la caleta de Ga
rachico, que dicen la caleta del ginoves, y todos los
bodegones desde la punta de Daute, hasta la punta de Ana
ga por barlovento, para que sus rentas sean para los pro
pios de la isla; escepto las de la ciudad y de Santa Cruz, y
de la Orotava, y de los lugares en donde hubiere pobla
cion de vecinos que no se hayan de arrendar ni pagar
los que las tuvieren, renta ni tributo concegil.
Cuando Pedro de Vergara fué á la córte por men
sagero, suplicó á su Magestad en nombre del concejo de
esta isla, fuese servido de confirmar estas Datas de pro
pios, para que propiamente fuesen suyas y pudiese en
todo tiempo aproveeharse de ellas, sin que ningun Juez
interviniese á quitarlas; de las cuales su Magetad la se
ñora Reyna D." Juana, mandó dar su carta de confirma
cion, firmada del señor Rey D. Fernando su padre, su
fecha á veinte y tres de Febrero de mil quinientos y diez
años, que está en el libro primero de provisiones, á fojas
23 número 8, que es como la siguiente.
D." Juana por la gracia de Dios, Reyna de Castilla,
de Leon, de Granada, de Toledo, de Galicia, de Sevilla,
de Córdova, de Murcia, de Jaen, de los Algarbes, de
Algecira, de Gibraltar, é de las islas de Canaria, é de
las indias, islas, é Tierra Firme del Mar Occeano, prin
cesa de Aragon, é de las dos Sicilias, de Jerusalen, Ar
chiduquesa de Austria Duquesa de Borgoña, é de Bravan
te, Ócc. Condesa de Flandes, é de Tirol Ócc. Señora de
Vizcaya, é de Molina, Ócc, Por quanto por parte de vos
el Concejo, Justicia, Rejidores Jurados, Cavalleros, Escu
deros, Oficiales, é Homes buenos de la isla de Tenerife,
me fué fecha relacion por vuestra peticion diciendo: Que.
esta dicha isla tiene mucha necesidad de propios, é que
vista la dicha necesidad, vosotros apropiastes para la renta
de los dichos propios, dos ventas en el camino de Taoro, y
otra en la caleta de Garachico, que pueden rentar diez ó do
DE CANARIAS. 197

ze mil maravedís; é assi mesmo la renta de las mugeres de


la mancebia, y el peso de la dicha isla, segun, é como de
mi lo tiene de merced la isla de la Gran Canaria, por ende,
que me suplicavades, é pediades por merced, Inandase ha
zer merced á esa dicha isla de las cosas susodichás
para los propios, é rentas della, é que sobre dello pro
veyese, como la mi merced fuesse, é yo tuvelo por bien,
é por la presente hago merced, é donacion pura é per
fecta, é no revocable, que es fecha entre vivos á esta
dicha isla para los propios, é rentas della de las dichas
tres ventas, é de la venta de la dicha mencebia, é
del dicho peso, que de suso se haze mencion; los
derechos del qual dicho peso, mando que se lleven,
segun á como por el arancel en la dicha isla, de
Canaria; é mando, que lo que rentaren las co
sas susodichas, sean para propios de la dicha isla de
Thenerife, para cumplir las necesidades, que el Conce
jo de la dicha isla tuviere, é si dello quisieredes mi Car
ta de Privilegio, mando á los mis Contadores mayores,
é otros Oficiales, que están á la tabla de mis sellos, que
vos la dén la mas firme, é bastante que conviene, é los
unos, ni los otros, non fagades, ni fagan endeal por al
guna manera, so pena de la mi merced, é de diez mil
maravedis para la mi Cámara, dada en la Villa de Ma
drid á veinte y tres dias del mes de Febrero, año del
Nacimiento de nuestro Salvador Jesu Christo, de mil é
quinientos é diez años. YO EL REY. Yo Lope Conchi
llo, Secretario de la Reyna nuestra señora, la fize escri
vir por mandado del Rey su padre. Conde Alferez Doc
tor Carbajal Licenc. de Santiago. Licenc. Aguirre. Li.
cenc. de Sosa. Doctor Cabrero. Registrada. Licenc. Xi
menez. Castañeda. Chanciller.
De estas rentas, por arrendamientos que de ellas se
hacen, goza el concejo de esta isla, excepto la de las mu
geres públicas, que ha mas de ciento y treinta años que
no hay casa de ellas, antes sí, que se les hizo su casa
en esta ciudad al fin de ella en una calle, que es cami
no de Santa Cruz, que despues el cabildo las dió á tri
buto perpétuo que hoy se lo pagan, poniase en pregon
esta renta, y habia arrendador que cobraba de estas ta
les mugeres ciertos maravedís, y vivian todas en esta ca
sa, y en la escritura de arrendamiento, se ponian algu
198 CONQUISTA

nas condiciones que causan risa por la sanidad con que


parece se hacian en aquel tiempo, que referiré aqui la
revocacion de una, y nueva forma de otra que hallé en
un libro capitular del año de mil quinientos y treinta
y dos, fecha en nueve de Diciembre, en que dice la Jus
ticia y regimiento, que por cuanto una condicion que
está en el arrendamiento de la mancehia, que dispone
que el arrendador con juramento sea creido y se averigue,
que una muger se echa con mas de un hombre, para que le
paguen la renta; es muy perjudicial que la revocan, y man
dan de nuevo, que el tal arrendador pruebe con tres testi
gos de vista, de como la tal muger se echa con mas de tres
hombres y ganadineros con su persona públicamente, que ental
caso le paguen la renta alarrendador; la prueba no es fácil, que
con esto para que el tal arrendador tuviese renta para pa
gar su arrendamiento habia de tener tres testigos á la puer
ta de cada una cosa lastimosa, que aun por las ofensas de
Dios se pagase dinero. Esto se permitia en esta isla, como se
permitió en muchas ciudades de España, por estorbar otras
mayores que se hacian á su divina Magestad, que de todas
haya misericordia por los méritos de su Pasion y sangre, que
por nosotros derramó.
CAPITULO VI.

De otros propios, que tiene el concejo de esta isla y confir


macion de sus Magestades.

Pocos eran los propios que tenia el concejo de esta is


la, pues no eran bastantes las rentas de los del capítulo an
tecedente para suplir algunos costes, que se le ofrecian, con
que en la residencia que el gobernador Lope de Sosa tomó
al Adelantado don Alonso Fernandez de Lugo; muchos tes
tigos depusieron, que el dicho Adelantado habia dado po
cos propios al concejo, y que pudiera tener mas; y vista la
residencia por su Magestad, entre otras cosas que mandó
al gobernador Lope de Sosa que ejecutase, y hiciese cum
plir, que convenian á su real servicio, fué una, que hiciese
juntar los regidores de esta isla, y con ellos señalase y diese
mas propios para ella, que los gozase perpétuamente, y que
acerca del arrendamiento de ellos, se guarden las leyes del
reino, y los capítulos de los corregidores por su Real cédu
DE CANARIAS. 199

la; dada en Sevilla á dos de junio de mil y quinientos y on


ce años, que está en el libro primero de provisiones, á fojas
26, número 9, y por otra cédula, que está en dicho libro, á
fojas 34, número 10, su fecha á veinte de dicho mes y año,
mandó su Magestad al licenciado Cristóbal Lebron, tenien
te de gobernador de esta isla, diese cumplimiento á lo man
dado al dicho gobernador Lope de Sosa, por cuanto ya no
era gobernador, que por cédula de su Magestad habia entre
gado la vara de la gobernacion al Adelantado, despues de
dada su residencia. Presentó el dicho licenciado Cristóbal
Lebron estas cédulas en cabildo en veinte y cuatro de Abril
del año de mil y quinientos y doce, para que el gobernador
y regidores, juntamente con él, les diesen cumplimiento; y
habiendo practicado sobre los propios que podrian dará esta
isla, así el Adelantado y regidores, con el teniente de un
acuerdo, señalaron para propios de ella, todos los montes,
y montañas de Anaga con todos los otros montes y montar
ñas desde el roque Bermejo que es en la dicha Anaga, yen
do por las cumbres de las sierras hasta la punta de Daute,
aguas vertientes á la mar, á la parte de barlovento, que es
á la parte del nerte con los montes y montañas de Agache,
que son á sotavento á la parte del sur, y que los
otros montes y montañas de la dicha isla, que no son,
ni se incluyen en los límites de suso declarados, que
queden, para que los vecinos, y moradores de la dicha
isla se puedan aprovechar de ellos, y que demás de es
to, los vecinos y moradores de esta isla, teniendo
licencia de la justicia y regimiento, puedan cortar de los di
chos montes, dados para propios, madera y leña para edi
ficios, y cosas necesarias, y otros aprovechamientos de la
isla, y que la justicia, y regimiento sean obligados á dar la
tal licencia, sin que por ello la persona que la pidiere pa
gue interés, ni otra cosa para los propios, ni para otra co
sa alguna, y que en lo que toca á la leña para quemar en la
isla, y en los ingénios de ella, que los vecinos la puedan
libremente cortar en todos los dichos montes y monta
ñas; y que el concejo de la isla pueda de los dichos
montes vender madera, ó leña para fuera de ella, por
el precio que pareciere á las personas, que por el cabildo
fueren diputados con el mayordomo de la isla; con tal
condicion, que no se pueda vender, ni dar, ni sacar,
ni cortar ninguna madera, ni leña para fuera de la isla,
200 CONQUISTA

de los montes y montañas, que son por el barranco arri


ba, que va por vereda de las tierras, que fueron de Ge
rónimo de Valdés, que sube del Sauzalejo arriba, atrave
sando el camino de Taoro, derecho á la montaña de la
Sierra, y de alli descendiendo por la Sierra, hasta el va
lle de la fuente de los berros, á dar á la montaña de
Abimarge, adonde se acaba la montaña, cerca hácia la ciu
dad, y de la banda de Anaga, el valle de Taodio arriba
derecho á la cumbre á la punta del Hidalgo, hácia la ciudad,
y que dentro de estos linderos no se pueda cortar madera
para fuera de la isla, salvo que quede para servicio, y po
blacion de los vecinos de esta isla; y que la persona que
llevare, ó cortare para fuera de la isla cualquiera madera,
tablazon, ó leña, incurra en pena, por cada pino, ó pie
de palo blanco, de mil maravedis, y por otro cualquier
árbol pague trescientos maravedis de pena, y si fuere pim
pollo, ó rama cien Inaravedis y si fuere carretada de leña
cien maravedis, y por una carga de leña treinta mara
vedis, y que ademas de la dicha pena pierda la madera,
ó leña, que hubiere cortado, si se la hallaren, y sino su va
lor, y que de estas penas sean las dos partes para los pro
pios, y una para el acusador, y denunciador; y si se proce
diere de oficio, sea para el juez que lo sentenciare, con ad
vertencia, que los pastos yervages, y abrevaderos, que es
tan en los dichos montes y montañas, no se aplican para
propios, que son para los ganados de los vecinos; asi
mismo señalaron para propios de esta isla los maravedis,
que por Ordenanza de ella pagan los forasteros por el
vervage y pasto, que sus ganados comen en esta isla, por
cuanto los pastos son de los ganados de los vecinos de esta
isla y no de las otras; asi mandaron que las personas fo
rasteras, que trujeren á criar sus ganados y á darles susten
to á esta isla, que paguen el yervage; por cualquiera ca
beza de ganado vacuno, que fuere de edad de un año, ó
mos pague real y medio en cada un año, y por caballo
ó mula de dicha ó mas edad, pague dos reales y por ju
mento de dicha edad un real, y por cualquiera cabeza de
ganado obejuno ó cabruno de edad de seis meses arriba
doce maravedis, y de cada cabeza porcuna de dicha edad
quince maravedis, por un año, y que sino estuvieren to
do el año paguen al respecto, y que los dueños de los ta
Jes ganados ó sus pastores, sean obligados desde el dia
DE CANARIAS, 201

de pascua de resureccion, hasta el domingo siguiente, de


llebar copia cierta de sus ganados al Mayordomo de la
isla, y entregarsela en presencia del escribano de Cabildo,
de que haya libro, y que de no hacerlo, incurra en pe
na de maravedís por cada cabeza de ganado, aplicadas
las dos partes para propios, y la una para el denuncia
dor, como se contiene en la dicha Data. Asi mismo se
ñalaron para los propios de esta isla la fuente y agua,
que se dice el agua del pino, en el término de la Oro
tava, cerca del lugar, con todas las tierras que con la
dicha agua se pudieren regar con el sitio necesario, asi
para casa como para otras cosas, que para el mejora
miento de lo tal y del que allí estuviere fuere menes
ter, con condicion que los ganados sean primeramente
abrevados y aprovechados de la dicha agua, poniendo pa
ra ello dornajos y cosas necesarias, para que beban. Mas
señalaron para propios mil fanegas de tierra de sembra
dura, con el agua que se les deba dar para su riego, y
estas sean de las tierras y aguas dadas á personas que no
han residido en sus vecindades, y de las que otras per
sonas tienen demasiadas de lo que les fué dado, y repar
tido por el Adelantado: todo lo cual fué dado y apro
bado para propios de esta isla, y mandado pregonar pa
ra que todos los tuviesen por tales.
En el año antecedente de mil y quinientos y once
habian señalado la justicia, y regimiento para los propios
de la isla las ovejeras, y colmenas salvages; y en el siguien
te año de mil y quinientos y doce, que los que hicieren
pez, con licencia, paguen para los propios diez maravedís
por cada quintal que hieren; y en el año de mil quinien
tos y quince, señalaron el estanco, y renta del jabon; y
en dicho año los almasigos, y resina de ellos; y en el año
de mil y quinientos y diez y seis, dieron el tercio de las
penas de los yerbages; y en el año de mil y quinientos
y diez y mueve, las salinas de la mar; tenian algunos años
antes dado para los dichos propios el corte de la carne
de las carnecerias, la montaracia de la dehesa, el rema
nente de las aguas, lo que pagan los forasteros de las
colmenas que tienen en la isla.
En el año de mil y quinientos y diez y seis, se
tomó posesion por parte del Concejo de esta isla de las
mil fanegas de tierra que le fueron dadas º propios
202 CONQUISTA

desde la fuente del Adelantado, yendo para Taoro á ma


no izquierda.
Faltabale á esta isla confirmacion y aprobacion de
sus Magestadcs, de estas rentas y propios que gozaba; y
asi estando en Cabildo la Justicia y Regimiento en el año
de mil y quinientos y veinte, asi para este negocio co
mo para otros que se ofrecieron, acordaron que fuese á
negociarlos á la corte Andrés Suarez Gallinato, regidor,
y le nombraron por mensagero, y le dieron poder con
ínstruccion de lo que habia de hacer, y una fe del es
cribano del Cabildo de los propios que tenia, y de los
que en aquel tiempo arrendaba, como eran el corte de
la carne, la montaracia, el jabon, diez maravedís , por
quintal de pez, el remanente de las aguas de la sierra
del Obispo y Tegueste, las abejeras salvajes, lo que pagan
los forasteros de las colmenas que tienen en esta isla, las
salinas de la mar; y habiendo ido á la corte hizo súpli
ca á su Miagestad en nombre de esta isla de sus nego
cios, y sus Magestades por hacer merced á esta isla y á
sus vecinos, le concedió lo que pedia y le mandó dar
sus Reales cédulas, que la una fué sobre unas alcabalas;
y otras para que el Gobernador no fie á los Jueces, que
á esta isla vinieren, ni á los que él pusiere; otra para
que el gobernador y regidores hagan las ordenanzas que
convienen para los vecinos; otra para que se guarde lo
que la mayor parte de los regidores votaren; otra para
que el gobernador se informe de ciertos agravios, que
unas personas recibieron de los Portugueses, y dé órden
como escusarlos; y otra cédula de la confirmacion de los
propios de esta isla, que está en el libro primero de
provisiones, á fojas cincuenta y cuatro, número diez y
nueve, en que están insertas las datas y fe de los dichos
propios referidas; la cual cédula pondré aqui á la letra,
excepto las datas y fe, por no referirlas tantas veces
que es como la que se sigue.
Don Carlos por la gracia de Dios, é Rey de Roma
nos, Emperador semper Augusto, Doña Juana su madre,
y el mismo Don Cárlos por la mesma gracia, Reyes de
Castilla, de Leon de Aragon, de las dos Sicilias, de Je
rusalen, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valen
cia, de Galicia, de Mallorcas, de Sevilla, de Cerdeña, de Cór
dova de Corcega, de Murcia, de Jaen de los Algarves, de Alge
DE CANARIAS. 203

cira, é de Gilbratar, é de las islas de Canaria, é de las


indias, islas, é Tierra Firme, del Mar Occeano, Condes
de Barcelona, Señores de Vizcaya, é de Molina, Duques
de Atenas, é de Neopatria, Condes de Ruisellon, é de
Cerdania, Marqueses de Oristan, é de Gociano, Archi
duques de Austria, Duques de Borgoña, é de Bravante,
Condes de Flandes, é de Tirol, Ócc. Por quanto vos An
dres Suarez Gallinato, vezíno, y Regidor de la isla de
Thenerife, que es en las islas de Canaria, en nombre del
Concejo, Justicia, y Regidores, Cavalleros, Escuderos Ofi
ciales é Homes buenos de la dicha isla de Thenerife, nos
fecistes relacion, que yo la Reyna, por una carta firma
da del Católico Rey nuestro señor, padre, é abuelo, que
santa gloria haya, hize merced para propios de ella de
dos ventas en el camino de Taoro, é otra en la Caleta
de Garachico, é de la renta de la mancebia, é del peso de
la dicha isla, é que despues por informacion, que se hu
vo en la dicha isla, tenia pocos propios, por una nues
tra mandamos al Licenciado Lebron, Teniente de Gober
nador de la dicha isla, que juntamente con los Regido
res de la dicha isla viese donde se podia dar, é señalar
mas propios para la dicha isla, é se los diesse, é que ellos
por virtud de las cartas sobre ellos dadas, dió, é señaló
por propios para la dicha isla todos los montes, é mon
tañas de Anaga, con otros ciertos montes, é montañas,
y asi mesmo los maravedis que pagan de el yervage los
ganados de los forasteros, é la fuente, é agua que se di
ze el agua del Pino con su término, é mil fanegas de
tierras, é aguas dadas á personas, que no han residido
en sus vezindades, é de las que otros tienen demasiadas,
de lo que estava dado, é que asi mesmo tiene por pro
pios que se arriendan el corte de la carne de las carni
cerias de la dicha isla de Thenerife, y la montaracia de
las deliesas, y el jabon, y los diez maravedís, por quin
tal de la pez, y el remanente de las aguas de la sierra
de el Obispo, y Tegueste, é las abejeras bravas, é miel
é cera, que procede de ellas, é lo que pagan los foras
teros de las colmenas, que tienen en la dicha isla, y las
Salinas de la mar, segun que tedo constava, y parecia
por ciertas escrituras que presentastes, signadas de An
ton de Vallejo, Escrivano de el Concejo de la dicha is
la, é Nos suplicastes, é pedistes por merced en el dicho
204 CONQUISTA

nombre, que porque mejor, é mas cumplidamente fuesen


guardadas, las mandasemos aprovar, confirmar, ó como
la nuestra merced fuese, su tenor de las quales dichas es
crituras, es este que se sigue.
Aquí las datas y fé de propios, y prosigue la real cédula.
Lo cual visto por los del nuestro Consejo, fué acorda
do, que debiamos mandar dar esta nuestra carta en la di
cha razon, é nos tuvimoslo por bien; é por esta nuestra
carta, de nuestro propio motu, é cierta ciencia, é pode
rio Real, sin perjuicio de tercero alguno, confirmamos, é
aprobamos las dichas escrituras que de suso ván, incor
poradas, para que lo en ellas contenido se guarde, y cum
pla, agora, é de aqui adelante para siempre jamas; é man
damos á los del nuestro Consejo, Presidente é Oidores de
las nuestras Audiencias, Alcaldes é Alguaziles de nues
tra Casa, é Corte é Chancillerias, é á todos los Goher
nadores, Corregidores, Assistentes, Alcaldes, é otras jus
ticias, é Jueces qualesquier, asi de la dicha isla de The
nerife, como de todas las otras Ciudades, Villas, é Lu
gares, é jurisdicciones, que guarden, é cumplan, é fagan
guardar, é cumplir esta nuestra carta, é contra el tenor
é forma de lo en ella contenido, no vayan ni pasen, ni
consientan ir, ni pasar, por alguna manera, so pena de la
nuestra merced, é de diez mil maravedís para la nuestra
cámara á cada uno de ellos, que lo contrario hiziere; é de
más mandamos al home, que vos esta nuestra carta mos
trare, que los emplacen, que parezcan ante ... Nos en la
nuestra corte, do quier que nos seamos del dia que los
emplazare, hasta quince dias primeros siguientes, so la
dicha pena; so la qual mandamos á qualquier escrivano
público, que para esto fuere llamado, que de ende al que
se la mostrare testimonio signado con su signo, porque
Nos sepamos en como se cumple nuestro mandado. Dada
en la noble Villa de Medina de Ruiseco á veinte é un
dia del mes de Noviembre, año del Nacimiento de nues
tro salvador Jesu Christo de mil é quinientos é veinte años.
Cardinalis de Jerusalen. Por mandado de sus Magestades
el Gobernador en su nombre, Pedro de Cucicola Licen
ciatus Zapata. Licenciatus de Santiago. Doctor Cabrero.
Licenciatus de Qualla. El Doctor Beltran. Registrada.
DE CANARIAS. 205

Juan de Trillanes. Cucicola Chanciller.


Los propios contenidos en este capítulo goza hoy el
Concejo de esta isla, y de los que se arriendan posee sus
rentas, y con las tierras de la dehesa, que se adjudicaron
para propios, como dije en el capítulo cuarto, y con
otros tributos de dinero, de tierras, y solares, tiene una
muy gruesa renta de mas de doce mil ducados de plata;
en que entran mas de cuatro mil fanegas de trigo de
los arrendamientos de las suertes de la mitad de las de
hesas, que la otra mitad, y aun mas parte queda sin sem
brar para el pasto de los ganados; estas rentas, y mucho
mas gasta el Concejo de esta isla, asi en las fiestas de obli
gacion de cada año de Corpus Cristi, de nuestra Señora
de Candelaria, de S. Juan Bautista, de S. Juan Evan
gelista, de S. Cristobal, de S. Miguel, de S. Benito, de
S. Plácido, y de sus novenarios por la salud de su Mages
tad, y de sus vasallos, por la paz, y buenas nuevas, y
buenos temporales al santísimo Cristo de la Laguna, y á
nuestra Señora de los Remedios, Imágenes muy devotas,
por cuya devocion su divina magestad es servido de obrar
con nosotros infinitos milagros en nuestras aflicciones, y me
cesidades, como en salarios de jueces, rejidores, médicos,
de alcaydes de castillos, de soldados, y de otros muchos ofi
ciales, asi de la guerra, como del Concejo, que todos tie
nen en él librado su socorro; y cuando se ofrece con todas
estas pensiones servir á S. M. con cincuenta y sesenta mil
ducados, y mas para ayuda de sus guerras, ningun cabil
do con mas voluntad los exhibe como en muchas ocasio
nes lo ha hecho, y sus vecinos por otra parte todo muy
debido á nuestro rey y señor, que nos le guarde Dios por
felices años con acrecentamiento de mas reinos.
La sobredicha Real provision de confirmacion de pro
pios, y las demas citadas en este capítulo con otras, su fecha
en el mesmo año de mil y quinientos y veinte, una para que
el trigo que sobrare en la isla lo puedan sacar los vecinos de
ella para tierra de cristianos, otra, en que S. M. hace mer
ced á esta isla, para que de las penas de Cámara se den á un
Preceptor de gramática que enseñe á los hijos de vecinos,
diez mil maravedís cada año, cuya renta despues le fué
acrecentada por otras cédulas; otra sobre que las licencias
de sacar trigo las dé la justicia con los regidores; otra para
que no haya mas que ocho regidores; otra para que los re
206 CONQUISTA

gidores con el Corregidor hagan ordenanzas sobre los escla


vos, que se huyen de casa de sus amos. Otra provision ha
bia ganado Andrés Suarez Gallinato en nombre de esta is
la, año de mil y quinientos y doce, estando en la corte
por mensagero, para que los vecinos puedan sacar el tri
go que les sobrare de la isla para venderlo: todas estas
provisiones citadas estan en el libro primero de provisio
nes del cabildo de esta isla.
Dos veces fué á la córte Andrés Suarez Gallinato,
regidor de esta isla, por su mensagero; la una en el año
de mil quinientos y doce, y la otra en el año de mil
y quinientos y veinte, y en todos los negocios que lle
vó á su cargo, hizo muy buena diligencia con todo cuida
do cumpliendo con la obligacion que su calidad y noble san
gre pedia, de que ganó mas cédulas reales de las aquí
contenidas de que pueden sus descendientes loarse de haber
tenido un antecesor tan celoso de la patria, ayudada á ga
nar por su valor y derramando en ella su sangre, como pue
den hacer lo mismo en ella otros muchos que tuvierou an
tecesores compañeros de Andrés Suarez Gallinato, en noble
za, celo y valor de sus personas.
CAPÍTULO VII.

De otras mercedes que sus Magestades han hecho á esta isla.


En siete de junio del año de mil quinientos y once, su
Majestad por su Real cédula mandó, que los Concejos de esta
isla de Tenerife, y de la Palma, tuviesen arcas en donde
estuviesen las escrituras de estas islas, los fueros y privile
gios, y que no se sacase trigo de estas islas sin licencia de
su Magestad.
Estando en la córte Francisco Gorvalan, regidor
de esta isla, por si, y como vecino, alcanzó cédula de su
magestad, para que la justicia de ella no haga causas de
oficio à las personas que tienen en ojos, y se dicen palabras
livianas, ni les prendan, ni lleven penas sin se querellar,
fecha á once de Marzo de mil y quinientos y catorce.
Diego de Mendieta, vecino de esta isla, en nombre
del Concejo, Justicia, y Regimiento, de ella suplicó á su Ma
gestad le diese su real carta de privilegio, para que los ve
cinos de esta isla pudiesen sacar de ella la tercia parte del
DE CANARIAS. 207

trigo, que en ella cogieren, y su Magestad se la mandó


dar, y dió, su fecha en treinta de Agosto de mil y qui
nientos y dies y seis años.
Otra cédula, que no se lleve derechos á los navios
de Indias. Dada á veinte de Setiembre de mil quinientos
y diez y ocho.
Juan de Armas personero de esta isla, alcanzó dos cé
dulas de su Magestad, la una en que su Magestad dió
licencia, para que el Concejo de ella pudiese echar una
sisa en el pescado, vino, aceite, y jabon, hasta que se sa
casen mil ducados para traer el agua de la sierra del Obis
po, y Tegueste á esta ciudad, para el proveimiento de
ella, su fecha á veinte y nueve de Enero de mil y quinien
tos y diez y nueve años; y la otra sobre que ciertas per
sonas, que ocupan tierras de la dehesa, la desocupen, y
que el Gobernador haga justicia, su fecha en veinte y cin
co del mismo mes.
En seis de noviemhre del año de mil quinientos y
diez y siete, la Justicia, y Regimiento de esta isla nom
bró por mensagero á Juan Benitez, regidor de ella, para
que fuese á la corte, y negociase algunas cosas, que al bien
de esta isla convenian, pasó á ella, y envió á Bartolomé
Benitez, regidor, ocho provisiones reales, que habia al
canzado de su Magestad é favor de esta isla, el cual
las presentó en cabildo por el mes de Julio del año de mil y
quinientos y diez y ocho, no he sabido lo que contenian
cada una en particular.
En seis de Setiembre del año de mil quinientos y
veinte y uno, por su real cédula, concedió su Magestad
licencia para sacar otros mil ducados por sisa, para tra
er el agua á esta ciudad de las sierras del Obispo, y
Tegueste.
Juan de Aguirre, regidor que fué de esta isla, fué
nombrado mensagero de esta isla á la corte de su Ma
gestad por la Justicia, y Regimiento de ella en quince
de Noviembre del año de mil quinientos y veinte y uno
y le dieron poder, y instruccion de los negocios que
habia de solicitar; fué á la corte, y consiguió su preten
sion, y en nombre de esta isla, alcanzó de su Mages
tad las cédulas reales, que aqui se cita. Una, que dispo
ne, que el provisor de Canaria no conozca de causas pro
fanas, no tocandole, siendo las partes legos, y de la ju
208 coNQUISTA"

risdiccion real, y en los casos que se ofreciere, de que el


conocimiento le pertenezca, y sobre ello hubiere de pren
der algun lego, invoque el ausilio del brazo real, y no
los prenda él por su propia autoridad, y á las justicias
que siendole pedido en tiempo, informen en los casos
que haya lugar, y se le dén en cuanto con derecho de
ban, su fecha á veinte y ocho de Mayo del año de mil
y quinientos y veinte y dos.
Otra que dispone á los comisarios, Tesoreros, y otros
oficiales de la cruzada, y de las órdenes de la Trinidad
y Merced, que no pidan, ni lleven los ganados guaniles
que andan en las montañas de esta isla de Tenerife, pues
de derecho no les pertenece, por que los piden socolor
de ser mostrencos, su fecha en dicho dia, y año.
Otra que dispone, que ciertos maravedís que se co
braron del cinco por ciento en la isla de la Palma sean
para hacer pagamento á unos arrendadores, su fecha en
doce de Julio de dicho año. Otra del encabezamiento de
los almojarifazgos de estas islas de Tenerife, y de la Pal
ma, que hizo el Concejo de esta isla de Tenerife por
quince años, por ochocientos y veinte y tres mil mara
vedís cada año, que comenzó en este año de veinte y
dos, su fecha en dicho dia, mes y año. Otra para que
el gobernador y regidores hayan una informacion , sobre
la necesidad que hay de traer el agua á esta Ciudad, y
qué tanta cantidad costará y qué parte de ella está trai
da, y que tomen ciertas cuentas de rentas y propios, su
fecha en dicho año. En el dicho año de quinientos y vein
te y dos, en doce de Diciembre entró en el Cabildo de
esta isla, y presentó las provisiones Reales referidas, y
dió cuenta de los negocios que llevó á su cargo, que so
licitó para esta isla.
En veinte de Julio del año de mil quinientos y vein
te y tres, su Magestad por su Real cédula, mandó al Te
niente de Gobernador, el Licenciado Sancho de Lebrija,
que con los maravedís de las penas de cámara siga , y de
fienda la jurisdiccion real en que se entremeten algunos
jueces eclesiásticos.
El dicbo Juan de Aguirre fué nombrado segunda vez
mensagero de esta isla por la Justicia, y Regimiento de
ella, para ir á la corte á solicitar los negocios, que en
utilidad de la isla se ofrecian. En el año de mil quinien
DE CANARIAS, 209

tos y veinte y cinco fué á ella, y hizo suplica á su Mages


tad de ellos y ganó acerca de ellos las cédulas reales si
guientes. Una en que su Magestad confirma, y manda, que
se den al preceptor de grámatica de esta isla, los diez
mil maravedís de las penas de cámara, su fecha á trece de
Octubre de mil quinientos y veinte y cinco. Otra que
los mercaderes no usen de cierta cédula que tienen, y
se guarden las ordenanzas de la isla, accrca de los mer
caderes, su fecha en quince de Diciembre de dicho año.
Otra sobre la ordenanza de los esclavos que se huyen, su
fecha en dicho dia. Otra para que el provisor de Cana
ria no pueda sacar á ningun lego de estas islas fuera de
su jurisdiccion de primera instancia, su fecha en dicho
dia y año. Otra para que los comisarios y subdelegados
de la Santa Cruzada no apliquen, ni lleven bienes que
no les tocan de herencias de personas que estan fuera de
la isla por testamento, su fecha en dicho dia. Otra para
que los dichos comisarios no lleven quinto de los bienes
que quedan de personas que mueren abintestato, dejando
hijos, hermanos, y parientes dentro del cuarto grado, su
fecha en dicho dia. Otra para que de los maravedís de
las penas de cámara se sigan las causas, que fueren en
defensa de la jurisdiccion real, su fecha á ocho de Julio
del año de quinientos y veinte y seis. Otra sobre que se
haga cierta informacion si conviene tue se saque de mas
del tercio del pan de lo que sobrare de la isla, su fecha
á diez y ocho de dicho mes. Otra para que la Justicia, y
Regimiento de esta isla pueda repartir entre los vecinos
de ella trecientos y sesenta y cinco mil maravedís para
acabar de poner el agua en la pila de esta ciudad, su fecha
en dicho dia. Otra en que dispone su Magestad, que por
cuanto de los quintos, que á su Magestad tocan de las
cavalgadas de las presas de enemigos, tenia hecha mer
ced al Concejo de esta isla que manda, y es su voluntad
que todas las personas de esta isla, que salieren á hacer
presas de moros, y enemigos de nuestra santa fé, y de la
Real Corona no paguen quintos ningunos, que de ellos
hace su Magestad mercedá tales personas que salieren á cor
so, su fecha á tres de Agosto de dicho año. Otra en que su
Magestad da licencia á esta isla, y vecinos que por cierto
tiempo puedan enviar á las Indias sus mantenimientos,
y mercadurias, enviando el registro á Sevilla, su fecha en
210 CONQUISTA

cuatro del dicho mes y año. Otra para que se haga una
informacion, si hay necesidad de hacer un muelle, que se
quiere hacer, y qué costará. Otra sobre que se haga cier
ta informacion, si conviene sacar de la isla el trigo, que
sobrare para tierra de cristianos. Otra sobre que se haga
informacion, qué propios tiene la isla, y que salario se
dé á los regidores. Otra en que su Magestad manda al
Arzobispo de Sevilla, que provea , acerca de un Juez eclé
siástico, que los vecinos de esta isla piden que se ponga.
Mas dos cartas de receptoria, la una sobre el pleito de las
alcavalas, y la otra de las salinas, su fecha en dicho año;
las cuales dichas cédulas las presentó en cabildo el men
sagero Juan de Aguirre, en quince de Octubre de dicho
año de mil quinientos y veinte y seis.
CAPITULO VIII.

De la facultad real que los vecinos de esta isla tenen pa


ra nombrar personero; y de las personas, que lo han si
do hasta este año.

Desde que esta isla de Tenerife fué conquistada, los


vecinos de ella han nombrado personero, por licencia que
tuvieron de los señores católicos Reyes D. Fernando y
D.º Isabel. Este es una persona, que sea vecino honra
do, que cuide del bien de la isla, y que pida á la justi
cia haga guardar las ordenanzas de la isla, y que siga las
causas en defensa de ella, y apele, y suplique á su Ma
gestad de lo contrario para su remedio, y de otras cosas
para el bien de los vecinos en los escesos que viere. La
forma que antiguamente tenian los vecinos de esta isla de
nombrar personero, era, que la Justicia y Regimi mo
nombraban siete vecinos, bien reconocido está, que se
rian personas ricas, y de mucha calidad, pues eran esco
gidos entre tantos ciudadanos, estos tenian nombre de
electores, al dia siguiente se juntaban en una Iglesia con
la Justicia, y se escribian sus nombres en cédulas, y echa
das en un vaso, el que sacaban salia por personero por
tres años, y al siguiente dia de el nombramiento, en
traba el tal personero en cabildo, y hacia juramento
de hacer bien, y fielmente su oficio, y era recibido por
el Regimiento. El primer personero que en esta forma fué
DE CANARIAS. 211

nombrado fué Juan Perez de Zosorra en la iglesia parro


quial de nuestra señora de la Concepcion, en diez y
siete de Setiembre del año de mil quinientos y ocho, y
despues en el año de mil quinientos y doce, lo fué Fran
dé Albornoz, jurado que fué de esta isla; y en veinte y
nueve del mes de junio de quinientos y diez y ocho
fueron nombrados los siete electores, y se juntaron en
la iglesia del convento del señor S. Francisco de esta
ciudad, y hecharon cédulas, y salió por personero Ju
an de Armas, Rey de Armas, que fué en estas islas por
su Magestad, y hizo en cabildo su juramento. En el año
de 1523, lo fué Alonso de Llarena, regidor que despues
fué de esta isla; antes que estas sobredichas personas fue
sen personeros, lo fué Alonso Sanchez, nombrado por la
Justicia, y Regimiento año de quinientos y cinco. Despues
parece que el Gobernador D. Pedro Fernandez de Lugo,
segundo Adelantado, y algunos rejidores en el año de mil
quinientos y veinte y cuatro, acordaron que no era necesa
rio hubiese personero en la isla, habiendo jurados que po
dian entender en lo que el personero hacía, y que asi
los vecinos no lo nombrasen mas, y que no lo hubiese:
viendo los vecinos de esta isla el agravio que se les hacía
por el Gobernador, y rejidores, determinaron mandar per
sona á la corte á quejarse á su Magestad: nombraron para
que fuese á este negocio á Francisco Jimenez, el cual pasó
á Valladolid, y suplicó á su Magestad en nombre de
los vecinos de esta isla, fuese servido de mandar al Go
bernador, y regidores, no les impidiesen nombrar perso
nero, atento era de mucha conveniencia para la isla; y
acerca de ello le mandó su Magestad dar su Real cédula
y facultad, para que lo puedan nombrar, y no se les impi
da, su fecha á seis dias de Junio del año de mil y qui
nientos y veinte y siete, que está en el libro primero de
provisiones, á fojas trecientas y ochenta y dos, número
ciento y dos, que es la que se sigue.
D. Cárlos por la gracia de Dios, Rey de Romanos,
electo Emperador semper Augusto. Doña Juana su ma
dre, y el mesmo Don Cárlos por la gracia de Dios, Re
yes de Castilla, de Leon, de Aragon, de las dos Sici
lias, de Jerusalen, de Navarra, de Granada, de Toledo,
de Valencia, de Galicia, de Mallorcas, de Sevilla, de Cer
deña, de Córdova, de Córcega, de Murcia, de Jaen, de
212 cóNQUISTA

los Algarves, de Algecira, de Gibraltar, de las islas de


Camaria, de las Indias, é islas, é Tierra firme de el Mar
Occeano, Condes de Barcelona, Señores de Vizcaya, é de
Molina, Duques de Atenas, é de Neopatria, Condes de
Ruisellon, Marqueses de Oristan, é de Gociano, Archi
duques de Austria, Duques de Borgoña, é de Brabante,
Condes de Flandes, é de Tirol, &c. A vos D. Pedro de
Lugo, Adelantado de Canaria, nuestro gobernador de las
islas de Thenerife, y la Palma, ó vuestro Alcaide, ó Lu
gar Teniente en el dicho Oficio, salud, y gracia. Sepa
des, que Francisco Jimenez, vecino de la dicha isla de
Thenerife por sí y en nombre de los vecinos de la dicha isla
de Thenerife, é en aquella mejor forma, é manera que po
dia, é de derecho devia, nos hizo relacion por su peticion,
diziendo, que los dichos vezinos de la dicha isla, estavan
en posesion de mucho tiempo á esta parte, desde que
se ganó la dicha isla, de elegir, é nombrar personero de
tres en tres años, é para ello tenian licencia, é facul
tad de los Reyes Católicos nuestros Padres, é Abuelos,
que ayan santa gloria, é asi lo han fecho, usado, é guar
dado, hasta que puede aver dos, ó tres años, que vos el
dicho Adelantado, é algunos Regidores de la dicha isla,
porque no aya quien les contradiga las cosas que hizie
ren contra los dichos vecinos, y en daño suyo les aveis
perturbado, que no elijan, é nombren el dicho persone
ro; de lo cual les ha venido, é viene gran perjuizio, é
daño, por ende, que nos suplicava, é pedia por merced,
que porque en la dicha isla no ay Jurado, que procu
re el bien comun é lo defienda, é ampare, vos mandase
mos, que les dejasedes elegir, é nombrar el dicho per
sonero, segun, é como lo hacian, é que fuese guardada
la costumbre antigua, que sobre ello han tenido, pues
para ello tienen licencia, é facultad de los dichos Reyes
Católicos, é que en no lo facer asi la dicha isla, é veci
nos della serian muy fatigados, é molestados, é recivi
rian mucho daño cerca dello, ó que sobre ello , prove
yesemos como la nuestra merced fuese; lo cual visto por
los del nuestro Consejo, fué acordado, que deviamos manº
dar dar esta nuestra Carta para vos en la dicha razon, é
Nos tuvimoslo por bien, por la qual vos mandamos, que
en la eleccion, é nombramiento del personero de la di
cha isla, guardeis, é hagais guardar la costumbre anti
DE CANARIAS. 213

gua, que hasta aqui se ha tenido, y contra ello no ha


gais, ni consintais facer novedad alguna, é no fagades en
deal por alguna manera, so pena de la nuestra merced,
y de diez mil maravedís para la nuestra Cámara. Dada
en la Villa de Valladolid, á seis dias del mes de Junio
año de el Nacimiento de nuestro Salvador Jesu Cristo
de mil, è quinientos, é veinte y siete años. Joanes Com
postelaneus. Doctor Cabrero. Doctor Guevara. Cuña Li
cenciatus. Martinus Doctor. Licenciado Medina. Yo Alon
so de la Peña, Escribano de Cámara de su Cesarea, é
Católicas Magestades, la fice escrivir por su mandado, con
acuerdo de los del su Consejo. Licenciatus Jimenez por
Cbanciller. Juan Gallo de Andrada.

CAPITULO IX.

De otras mercedes que sus Magestades hicieron á esta


isla, y del privilegio que dieron á los vecinos, y mora
dores de ella de esentos de alcabalas, pechos, ni derechos,
ni otros tributos.

Vista por sus Magestades una informacion que man


daron hacer al gobernador de esta isla de Tenerife, so
bre qué salario se daba á los regidores de ella, y qué
propios tenian, atendiendo sus Magestades al mucho
trabajo que tenian los regidores en acudir á las cosas del
bien comun, y que el adelantado D. Alonso de Lugo
cuando nombró los primeros regidores, les señaló de
salario á cada uno tres mil maravedís en cada un año,
confirman sus Magestades el dicho salario, y que se les
pague de los propios dc la isla, por su Real provision
fecha á once de Julio del año de mil quinientos y vein
te y siete, que está en el primero libro de provisiones
á fojas ciento y siete, número treinta y seis.
Los Regidores con la Justicia hicieron una ordenan
za, que los mantenimientos se vendiesen solamente en
la plaza, de San Miguel, y no en las demas plazas, ni
calles de la ciudad, y viendo los vecinos era esta orde
nanza en perjuicio de todos por haber de ir á comprar
y vender á una sola parte, siendo la ciudad larga. Es
tando Juan Marques en Valladolid, suplicó á su Mages
tad como vecino y uno del pueblo, se sirviese de dero
214 CONQUISTA

gar esta ordenanza, fecha por los Regidores, por vivir la


mas parte de ellos en la dicha plaza, é informado su
Magestad: mandó que la dicha ordenanza no se guarde,
y que los mantenimientos se vendan en las plazas, y ca
lles de la ciudad por su Real cédula, fecha á veinte de Ju
lio del dicho año de quinientos y veinte y siete, que
está en el libro citado, á fojas trescientas y diez y sie
te, número ciento y veinte y siete.
En el mes de Junio del dicho año de quinientos y
veinte y siete, para solicitar algunos negocios que se le
ofrecieron al Concejo de esta isla en la corte la Justicia,
y Regimiento nombraron por mensagero de ella á Fran
cisco de Lugo Regidor, y habiendole dado poder, fué á
la corte y hizo súplica á su Miagestad de los negocios
que llevaba á su cargo, y alcanzó las provisiones sigui
entes; una que dispone á los comisarios de la Santa Cru
zada la órden que han de tener en predicar las Bulas y
la cobranza de ellas, á quince de Noviembre del año de
quinientos y veinte y siete. Del tenor de esta provision
ganó otra Rodrigo Nuñez de la Peña, mensagero que fué
de esta isla el año de quinientos y treinta y dos, que
referiré mas adelante en el capítulo once. Otra provi
sion alcanzo el dicho Francisco de Lugo, para que las
personas que huhieren recibido corona no puedan traer
armas ofensivas, y esto es las personas que llaman á la
corona, su fecha á dos de Diciembre del año de qui
nientos y veintc y siete. Otra que cualquiera persona
pueda traer espada con puñal, ó puñal sin espada sin que
se les sea quitado por la Justicia el dicho puñal si lo
trujeren solo, su fecha en dicho dia y año. Otra que dis
pone á la Justicia de esta isla, que por palabras livia
nas que pasen entre los vecinos de ella, en que no in
tervinieren armas ni hubiere sangre, y se hicieren ami
gos, no proceda causa de Oficio; y en caso que hubiere
querella si la parte se apartare de ella, no se prosiga
la causa, su fecha en dicho dia. Otra para que á costa
de las penas de cámara se sigan las causas que fueren
en defensa de la jurisdiccion Real, fecha en diez dias del
dicho mes de Diciembre. Otra sobre cierta informacion
para sacar una agua para moliendas, su fecha á catorce
de dicho mes. Otra sobre que se tome cuenta de los dos
míl ducados, que se sacaron por sisa con licencia de su
DE CANARIAS. 215

Magestad para traer las aguas á la ciudad, su fecha en diez


y nucve de el dicho mes. Otra, de emplazamiento á la
isla de Canaria, sobrc apelacion que hizo esta isla de Te
nerife de una provision Real que tenia la dicha isla de
Canaria para poder sacar trigo de esta por el tanto pue
otros mercaderes lo compraren, libremente, sin impedi
mento, para que dentro de cierto termino parezcan sus
partes en el Consejo á su defensa, su fecha á ocho dias
del mes de Febrero del año de mil quinientos y veinte
v ocho. Otra para que esta isla de Tenerife pueda ar
rendar el seis por ciento del almojarifazgo, su fecha á
doce de Junio de dicho año. Otra para una informacion
sobre si conviene acrecentar los beneficios en esta isla,
su fecha á trece de Agosto de dicho año. Otra sobre que
los Oidores de Canaria no conozcan de las cosas de la
salud, su fecha á diez y ocho de dicho mes de Agosto,
Una cédula alcanzó el Licenciado Cristobal de Balcarcel,
Regidor de esta isla, en que su Magestad dió licencia
por cierto tiempo, para que cualquiera persona pudiese
salir á corso contra los enemigos de la Fé y de la Co
rona, haciendoles su Magestad merced del quinto de las
calbagadas, su fecha á seis de Julio del año de quinien
tos y veinte y ocho. Otra provision alcanzó el dicho
Francisco de Lugo, sobre el encabezamiento del almoja
rifazgo, su fecha en nueve de Setiembre de dicho año.
El dicho mensagero Francisco de Lugo hizo suplica
á sus Magestades el Sr. Emperador D. Carlos, y la Sra.
Reyna D." Juana su madre, en nombre del Concejo de
esta isla, fuese servido, que los vecinos de esta dicha isla,
y los moradores en ella no contribuyesen, ni pagasen en
ningun tiempo alcavalas, ni monedas, ni otros derechos,
ni pechos, si solo seis maravedís por cada ciento de las
mercadurias, y mantenimientos, que cargaren y descarga
ren cn los puertos de mar de la dicha isla; y sus Mages
sades por hacer merced á los vecinos de ella, los hicieron
esentos perpétuamente de dichas alcavalas, y les manda
ron dar acerca de ello su Real cédula, y privilegio en la
Villa de Madrid á siete del mes de Octubre del año de mil
y veinte y ocho, que está en el libro primero de provisio
nes, á fojas ciento y veinte y cinco, número cuarenta y dos
que su tenor es como la que se sigue.
EN EL NOMBRE DE la Santísima TRINIDAD, é
216 CONQUISTA

de la eterna unidad PADRE é HIJO, é ESPÍRITU Santo,


que son tres personas, é un solo Dios verdadero, que vive
y reyna por siempre sin fin, é de la bien aventurada Vír
gen gloriosa nuestra Señora Santa MARIA, Madre de nues
tro Señor JESU Cristo, verdadero Dios, é verdadero hom
bre, á quien Nos tenemos por Señora, y por Abogada en
todos los nuestros fechos, é à honra, é servicio suyo, é
del Bienaventurado Apostol Señor Santiago, luz é espejo
de las Españas, Patron, é guiador de los Reyes de Casti
lla é de Leon, é de todos los otros Santos é Santas de la
Corte Celestial, porque antiguamente los Reyes de Espa
ña, de gloriosa memoria, nuestros progenitores, viendo
é conociendo por esperiencia ser ansi cumplidero á su ser
vicio, é al bien de la cosa pública de sus reynos, é por
que ellos fuesen mejor servidos, é obedecidos, é pudiesen
mejor cumplir, y executar la Justicia, que por Dios les
es encomendada en la tierra, é gobernar é mantener sus
pueblos en toda verdad, é derecho, é paz, é tranquilidad,
é defender, é amparar sus reinos, é señorios, é tierras é
conquistar sus contrarios, acostumbraron de hacer gracias,
é mercedes, ansi para remuneracion, é satifacion de los ser
vicios, que sus súbditos, y naturales les hicieron, como pa
rece, que recibiendo de ellos gracias, é mercedes, é sien
do acrecentados en honras, é faciendas con mas amor,
é fidelidad los sirviesen é guardasen; é si esto se debe hacer
con las personas particulares, con mas razon se debe hacer
con las Ciudades, Villas, é Lugares honrados, que son parte
de los Reynos, é la poblacion, é noblecimiento de ellos,
es honra, é acrecentamiento de los Reyes, é quanto los
Reyes, é l'rincipes son mas poderosos, mas mercedes de
ben facer, especialmente de franquezas, é libertades en
aquellos lugares, por donde se pueblen sus Ciudades, é
Villas, que tienen á su Rey en lugar de Dios en la tier
ra, é por su cabeza, corazon, é fundamento, á los qua
les propia, é principalmente pertenece usar con sus sub
ditos, é naturales, no solamente de la justicia conmuta
tiva, mas aun de la justicia distributiva, lo qual especial
mente se debe hacer con las Ciudades, é Villas, é Lu
gares, que los tales Principes, é Reyes, ó sus padres, é
abuelos han ganado, é conquistado, é poblado; como por
la gracia, é ayuda de Dios nuestro Señor los Católicos
Reyes Don Fernando, é Doña Isabel nuestros señores pa
DE CANARIAS. 217

dres, é Abuelos, que santa gloria ayan, conquistaron, é


ganaron la isla de Tenerife, que tan largos tiempos es
tuvo ocupada por los enemigos de nuestra Santa Fè Ca
tólica, é por la soberana misericordia de Dios, los dichos
católicos Reyes las recobraron, é ganaron, é poblaron de
Christianos, é teniendo propósito, é voluntad de enno
blecer la dicha isla, è acrecentar, é aumentar la pobla
cion de ella, é facer gracias, é mercedes á las Ciudades,
é Villas de la dicha isla de Thenerife, é pobladores, é
vecinos de ella, y estrangeros, y forasteros, que á ella
fueren, é de ella salieren, porque de el bien, é nobleza
de ellos nosotros seamos servidos, é los Reyes, é Princi
pes que las tales mercedes facen, han de acatar, é con
siderar en ello quatro cosas. La primera, lo que perte
nece á su Dignidad, é Magestad Real. La segunda, quien
es aquel á quien se hace la merced, é gracia, é como se
lo ha servido, è puede servir si se la ficiere. La terce
ra, que es la cosa de que se hace la merced, é gracia.
La quarta, que es el pro, ó el daño, que por ello le pue
de venir, por ende Nos acatando, é considerando todo lo
susodicho, é los servicios que los vecinos, é moradores
de la dicha isla de Tenerife han fecho á los dichos Cató
licos Reyes nuestros Padres, è Abuelos, de gloriosa me
moria, é á Nos, è los que esperamos, que nos harán de
aqui adelante, é por les fazer bien, é merced, é por que
la dicha isla sea mas poblada, é ennoblecida, é proveida
de las cosas nesesarias, queremos que sepan por esta nu
estra Carta de Privilegio, ó por su traslado, signado de
Escribano Público, todos los que agora son, é serán, de
aqui adelante, como Nos D. Carlos por la divina clemen
cia, Emperador semper Augusto, Rey de Alemania, Dº.
Juana su madre, y el mesmo D. Carlos por la gracia de
Dios, Reyes de Castilla, de Leon, de Aragon, de las dos
Sicilias, de Jerusalen, de Navarra, de Granada, de Toledo
de Valencia, de Galicia, de Mallorcas, de Sevilla, de Cer
deña, de Córdova, de Córcega, de Murcia, de Jaen, de
los Algarves, de Algecira, de Gibraltar, é de las islas de
Canaria, é de las Indias, islas é Tierra Firme del mar
Occeano, Condes de Barcelona, Señores de Vizcaya, é de
Molina, Duques de Atenas, é de Neopatria, Condes de
Ruisillon, é de Cerdeña, Marqueses de Oristan, é de Go
ciano, Archiduques de Austria, Duques de Borgoña, é de
15
218. CONQUISTA

Bravante, Condes de Flandes, é de Tirol, ó c. Vimos una


nuestra carta, firmada de mi el Rey, é sellada con nues
tro sello, de cera colorada, é una fee de Pedro de Lagu
na nuestro escribano de rentas, al pie de ella, firmada de
su nombre, escrita en papel, fecha en esta guisa.
D. Carlos por la divina clemencia, Emperador sem
per Augusto, Rey de Alemania, D." Juana su madre y
el mesmo D. Carlos por la gracia de Dios, Reyes de
Castilla, de Leon, de Aragon, de las dos Sicilias, de
Jerusalen, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valen
cia, de Galicia, de Mallorcas, de Sevilla, de Cerdeña, de
Córdova, de Córcega, de Murcia, de Jaen, de los Algarves,
de Algecira, de Gibraltar, de las islas de Canaria. de las
Indias, islas, é Tierra Firme, del mar Occeano, Condes
de Barcelona, Señores de Vizcaya, é de Molina, Duques
de Atenas, é de Neopatria, Condes de Ruisillon, é de
Cerdeña, Marqueses de Oristan, é de Gociano, Archiduques
de Austria, Duques de Borgoña, é de Bravante, Condes
de Flandes, é de Tirol, Ócc. Por quanto despues que por
la gracia de Dios, nuestro Señor, los Reyes católicos D.
Fernando, é Doña Isabel nuestros Padres, y Abuelos, de
gloriosa memoria, que santa gloria ayan, mandaron con
quistar la isla de Tenerife, é sacarla del poder de los infie
les, y enemigos de nuestra santa fé católica, mandaron
poblar de Cristíanos, y para que mejor se poblase, y en
nobleciese, le mandaron dar cierta franqueza por cierto
tiempo en cierta forma; el qual es ya cumplido, y porque
la dicha isla de Thenerife, mas y mejor se pueble, y en
noblezca y sea proveida de las cosas necesarias; é
por fazer bien, y merced, á los vecinos, é mora
dores, é estantes, que agora en ella viven, é moran, é
están, é vinieren, é moraren, é estuvieren en ella, é á
ella vinieren de aqui adelante, é de ella salieren para
siempre jamás, ansi á los naturales, como á los estran
geros, é forasteros, é mareantes, é navegantes, de qua
lesquier partes, é Naciones que sean, que á ella vinie
ren, é de ella salieren, con qualesquier mercaderías, é
otras cosas, acatando los muchos, é buenos, é leales ser
vicios, que la dicha isla, é vecinos, é moradores de ella
ficieron á los dichos Católicos Reyes nuestros padres, é
abuelos, é á Nos esperamos, que nos farán de aquí ade
lante, porque nos lo suplicó, é pidió por merced Fran
DE CANARIAS, 219

cisco de Lugo, vecino, è Regidor de la dicha isla: é en


nombre de la dicha isla, nuestra merced, é voluntad, es
que los dichos vecinos, é moradores, que agora en ella
viven, é moran, é de aqui adelante vivieren, é moraren
ra siempre jamás, é los estrangeros, é forasteros, é ma
reantes, é navegantes de qualesquier parte, é Naciones,
é tierras que sean, que á ella vinieren á tratar, é tra
taren, é de ella salieren, sean francos, é libres, é qui
tos, y esemptos de pagar, é que no paguen alcavalas, ni
monedas, ni otros pechos, ni derechos, ni tributos algu
nos en la dicha isla; con tanto, que los vecinos, é mo
radores de la dicha isla, sean obligados de pagar la mo
neda forera de siete en siete años, segun, y como, á los
plazos que la pagaren los otros vecinos de nuestros Reynos,
é Señoríos, señaladamente en el Arzobispado de Sevilla, é
Obispado de Cádiz. E asi mesmo es nuestra merced, que
no paguen otros derechos de lo que vendieren, é com
praren, é contrataren dentro de la dicha isla de Thene
rife, para siempre jamás; con tanto, que sean obligados
de pagar, y paguen, desde primero dia de Enero, de es
te presente año de la Data de esta nuestra carta en ade
lante, para siempre jamás, asi los vecinos, é moradores
de la dicha isla, como los forasteros, y estrangeros, que
á ella fueren, é de ella salieren, seis maravedís, por cien
to, de la moneda, é á los precios que corriere en estos
nuestros Reynos de Castilla, al tiempo de las pagas del
cargo é descargo por la mar, de todas las mercadurias,
mantenimientos, é otras cosas qualesquier de qualquier
calidad, é, condicion que sean, que se cargaren é descar
geren en la dicha isla, asi por los vecinos, é moradores
de ella, como por otras qualesquier personas, estrangeros,
é forasteros de qualesquier partes, é naciones, é tierras
que sean por razon de las dichas alcavalas, é almojarifaz
go, los quales dichos seis por ciento se ayan de cobrar, é
pagar, y se cobren, y paguen, segun, é de la manera, éso
aquellas penas que se cobra, y paga el almojarifazgo de
Sevilla; pero es nuestra merced, que si algunos de los
vezinos, é moradores de la dicha isla, é otras gentes fo
rasteros, é mercaderes descargaren algunas mercadurías
para vender en la dicha isla, é pagaren los dichos seis
por ciento del dicho descargo, y algunas de las dichas
mercadurías tornaren á cargar, é sacar de la dicha isla
220 CONQUISTA

para otras partes dentro de treinta dias primeros siguien


tes, que las hubiere descargado, por no las poder vender
en la dicha isla, é lugares de ella, que en tal caso no
paguen los dichos seis por ciento del cargo, pues paga
ron los dichos seis por ciento del descargo, e el que las
tales mercadurias cargare jure, que no las pudo vender,
ni van vendidas, ni se cargan por otra persona alguna,
é si se hallare por pesquiza, ó en otra qualquier mane.
ra que las tornan á cargar dentro del dicho término de
los dichos treinta dias por otra persona alguna, que pa
guen el derecho de los dichos seis por ciento con el tres
tanto, é que pasados los dichos treinta dias, de lo que
se sacare, paguen los dichos seis por ciento del cargo de
lo que sacaren , aunque los ayan pagado quando des
cargaron. Otrosi, por quanto en la dicha isla de gran Cana
ria ay necesidad de leña para la fabricacion de los azuca
res, é otras cosas que de toda la dicha leña que fuere
para quemar en los engeños, é fuegos que la Justicia, y Re
gimiento de la dicha isla de Thenerife, é vezinos, é mora
dores de ella, è otras qualesquier personas forasteros dieren
è vendieren, è llevaren á los vecinos, é moradores,
é forasteros, de la dicha isla de Canaria, que de esto
no ayan de pagar, ni paguen derechos de seis por cien
to de el almojarifazgo, é ni otros derechos; algunos de
el cargo en la dicha isla de Thenerife, ni de el descar
go en la isla de Canaria; con tanto, que de los dere
chos del dicho descargo en la isla de Canaria, ayan de
gozar, y gocen desde primero dia de Enero del año ve
nidero de quinientos é treinta é tres años, que sale el
Arrendamiento; que allá está fecho de las rentas de la
dicha isla de Canaria en adelante, para siempre jamás;
por quanto de la leña que se descargare en la dicha is
la de Canaria fasta en fin de el año de quinientos é
treinta é dos años, se han de pagar los derechos del di
cho descargo, é por esta nuestra carta, ó por su trasla- .
do, signado de Escribano público, mandamos al Princi
pe Don Felipe, nuestro muy caro, é muy amado hijo,
nieto, é á los Infantes, Prelados, Duques, Marqueses, Con
des, Ricos homes, Priores, Comendadores, é Subcomen
dadores, é á los de el nuestro Consejo, Presidentes; é
Oidores de las nuestras Audiencias, é Chancillerías, é á
los Concejos, Corregidores, Alcaldes, Alguaciles, Regi
DE CANARIAS. 221

dores, Cavalleros, Escuderos, Oficiales, é homes buenos


de todas las Ciudades, é Villas, é lugares de los nues
tros Reynos, é Señoríos, é á los nuestros Arrendadores,
é Fieles, é Cogedores, é á otras qualesquier personas, que
tengan cargo de recoger, é de recaudar en renta, ó en
fieldad, ó en otra qualquier manera las nuestras rentas
de la dicha isla de Themerife, é á otras qualesquier per
sonas nuestros vasallos, súbditos, é naturales, que esta
nuestra carta de merced, é franqueza, ó su traslado, sig
nado de Escribano público vieren, é todo lo en ella con
tenido, é cada cosa, é parte dello, lo guardedes, é cum
plades, é hagades guardar, é cumplir, en todo, é por
todo, segun que en ella se contiene, é que no vayan, ni
pasen contra esta nuestra merced, é franqueza, que Nos
facemos á los vecinos, é moradores é pobladores de la di
cha isla, y á las otras personas, estrangeros, é foraste
ros, é navegantes, que á ella fueren, ni contra cosa al
guna, ni parte dello en tiempo alguno, ni por alguna
manera, desde primero dia de Enero, de este dicho pre
sente año en adelante, en ningun año para siempre ja
más, con las condiciones, é segun de suso se contiene; é
si agora, é de aqui adelante en algun tiempo algun Ar
rendador, ó Receptor, ó otra persona llevare á la dicha
isla de Thenerife algun quaderno de algunas leyes, é or
denanzas, fechas por Nos, ó por nuestro mandado, por
donde huviesen de demandar mas quantia de maravedís
de los dichos seis por ciento á los vecinos, é morado
res, é pobladores, é estantes, estrangeros, é forasteros de
la dicha isla de Thenerife, queremos, y es nuestra mer
ced, que lo tal no valga, ni aya lugar de se pedir en la
dicha isla, para siempre jamás; é mandamos á los nues
tros Contadores Mayores, que asienten el traslado de nues
tra carta, en los nuestros libros de lo salvado, é sobre
escrita, é librada de ellos, tornen esta original á la per
sona de la dicha isla, é si de ello quisieren nuestras car
tas de Privilegio, se la dén, é libren la mas firine, é bas
tante, que les pidieren, é huvieren menester, para que
lo, en esta nuestra carta contenido aya entero, é cum
plido efecto, é que no les desquenten á la dicha isla diez
mo, ni Chancillería, que nos ayamos de aver desta mer
ced de quatro años, segun la ordenanza; por cuanto de
, lo que en ello monta Nos le hacemos merced, lo qual har
222 CONQUISTA

gan, é cumplan, con tanto, que antes, é primeramente


la dicha isla, é vezinos è moradores della, è su procura
dor en su nombre con su poder bastante, tomen á su car
go por encabezamiento los dichos seis por ciento, confor
me á esta dicha franqueza se han de cobrar para los dos
años venideros de quinientos è treinta y siete, é quinien
è treinta y ocho años, por precio, è quantia de novecien
tos é sesenta mil maravedís cada año, que es el precio
que fué concertado con el dicho Francisco de Lugo, en
nombre de la dicha isla, que daría è pagaría en cada año
dandoles esta dicha franqueza, segun é como, è de la ma
nera que se contiene en una cédula de mi el Rey, que a
cerca de esto mandè dar, è dí oy dia de la fecha de esta
nuestra carta; la qual dicha nuestra carta de privilegio, é
las otras nuestras cartas è sobrecartas, que en la dicha ra
zon les dieredes, è libraredes: mandamos al nuestro mayor
domo é Chanciller, è Notario, é á los otros oficiales, quc
estan en la tabla de los nuestros sellos, que las den è libren
è pasen, y sellen, sin embargo, ni impedimento alguno, é
los unos ni los otros hagades, ni hagan endeal por algu
na manera, so pena de la nuestra merced, e de diez mil
maravedís para la nuestra cámara, á cada uno que lo con
trario fiziere; e demas mandamos al home, que vos esta
dicha carta mostrare, ó el dicho su traslado signado, como
dicho es, que vos emplace, que parescades ante Nos en la
muestra corte, do quier que Nos seamos de el dia que vos
emplazare hasta quince dias primeros siguientes, so la di
cha pena; so la qual mandamos á qualquier Escrivano pú
blico que para esto fuere llamado, que de ende al que
se le mostrare testimonio signado con su signo, porque
Nos sepamos en como se cumple nuestro mandado. Dada
en la Villa de Madrid á diez y nueve dias de el mes de
Septiembre año del Nacimiento de nuestro salvador JE
SU Christo de mil e quinientos e veinte y ocho años. YO
EL REY. Yo Francisco de los Cobos, Secretario de su
Cesarea, e católicas Magestades, la fize escrivir por su
mandado. Registrada Licenciatus Ximenez Urbina por
Chanciller.
Yo Pedro de Laguna, Escrivano Mayor de Rentas
de sus Magestades, doy fé, que Francisco de Lugo, ve
zino, é Regidor de la isla de Thenerife, en nombre de
la dicha isla, é vezinos, é moradorez della, é por virtud
DE CANARIAS. 223

de sus poderes, que para ello le dieron, é otorgaron, to


mó por encabezamiento para la dicha isla los seis por
ciento, del cargo, é descargo de ella para los dos años
venideros de quinientos y treinta y siete, é quinientos
é treinta y ocho años, en precio, é quantia de noveci
entos y sesenta mil maravedis en cada año de los di
chos dos años, para los pagar de la moneda, é á los
precios que corren en estos Reynos de Castilla, á cier
tos plazos, é con ciertas condiciones, segun mas larga
mente queda asentado en los libros de los encabeza
mientos de sus Altezas, E otro sí, por virtud de los di
chos poderes, obligó á la dicha isla, é vezinos, é mo
radores de ella, que la dicha isla, é vecinos, é morado
res, de ella ternán, é guardarán, é cumplirán, é paga
rán otras ciertas cosas contenidas en una Cédula, fir
mada de el Emperador nuestro señor, fecha á diez y
nueve de Septiembre de este presente año de quinientos
é veinte y ocho años, que queda asentada en los dichos libros
de los encabezamientos, fecha esta fee en la Villa de
Madrid á treinta dias del mes de Septiembre de mil
é quinientos é veinte y ocho años. Pedro de La
guna.
E agora, por cuanto Francisco de Lugo, vezino,
é Regidor de la isla de Thenerife, en nombre de vos
el Concejo, Justicia, é Regidores, Caballeros, Escude
ros, Oficiales, è Homes buenos de la dicha isla, é ve
cinos, é moradores, é estantes de la dicha isla, é de
los forasteros, que á ella vinieren, é della salieren, , nos
fué suplicado, é pedido por merced, que confirmando, é
aprobando la dicha nuestra carta suso incorporada, é la
merced en ella contenida, huviesemos por buena, cierta,
y firme, è valedera, para agora, é para siempre jamás
la dicha fee de el dicho Pedro Laguna nuestro, Es
cribano mayor de rentas de suso incorporada; todo lo
en ellas, y en cada una dellas contenido, vos manda
semos dar nuestra carta de Privilegio, para que los veci
nos, è moradores, que agora en ella viven, è moran, é
de aqui adelante en ella vivieren, è moraren para siem
pre jamás, è los estrangeros, è forasteros, è mareantes,
y navegantes, de qualesquier partes, è Naciones, è tier
ras, que sean, que à ella vinieren á tratar, è trataren,
è della salieren, sean francos, libres, e quitos, y esen
224 CONQUISTA

tos de las cosas en la dicha nuestra carta suso incorpo—


rada contenidas, è por quanto se falla por los nuestros
libros, è nóminas de lo salvado, en como están en ellos
asentados la dicha nuestra carta, é la dicha fee suso in
corporadas; lo cual todo quedó, è queda cargado en po
der de los nuestros Oficiales de los dichos libros; è co
mo por lo contenido en la dicha nuestra carta suso in
corporada, no se vos descontó, ni desquenta diezmo, ni
Chancillería, que Nos aviamos de aver desta merced, se
gun la Ordenanza; por ende Nos los sobredichos Reyes,
por facer bien, y merced á los vecinos, é moradores, é
estantes de la dicha isla, que agora en ella viven, è mo
ran, è vivieren, è moraren, y estuvieren en ella, é á
ella vinieren de aqui adelante, è della salieren, para siem
pre jamás, tuvimoslo por bien, è confirmamos vos, e apro
bamos vos la dicha nuestra carta suso incorporada, e todo lo
en ella contenido, e avemos por buena, cierta, e firme, e va
ledera para agora, e para siempre jamás la dicha fee, que asi
mismo de suso incorporada, y todo lo en ellas, y en ca
da una dellas contenido; è tenemos por bien, y es nu
estra merced, è voluntad, que los vezinos, è moradores,
que en la dicha isla de Thenerife, que agora en ella
viven é moran, è de aqui adelante vivieren, é mora
ren para siempre jamás é los estrangeros, è forasteros
é, mareantes, è navegantes, de qualesquier partes, è Na
ciones, è tierras que sean, que á ella vinieren, è trataren
è della salieren, sean francos, è libres, é quitos,
è esemptos de pagar, è que no paguen alcavalas, ni mone
das, ni otros pechos, ni derechos, ni tributos algunos en
la dicha isla, con tanto, que los vecinos, e moradores de
la dicha isla, sean obligados de pagar la moneda forera,
de siete en siete años, segun, e como, e á los plazos que
la pagaren los otros vecinos de nuestros Reynos, e Seño
rios, señaladamente en el Arzobispado de Sevilla, e Obis
pado de Cádiz; e asi mesmo es nuestra merced, que no
paguen otros derechos de lo que vendieren, e compraren,
e contrataren dentro de la dicha isla de Tenerife, para
siempre ¿ con tanto, que sean obligados de pagar, e
paguen desde primero dia de Enero de este presente año,
de la Data desta nuestra carta de Privilegio en adelante,
para siempre jamás, asi los vecinos, e moradores de la
dicha isla, como los estrangeros, e forasteros, que á ella
DE CANARIAS. 225

fueren, e della salieren, seis maravedís por ciento de la


moneda e á los precios que corriere en estos nuestros
Reynos de Castilla al tiempo de las pagas del cargo, e
descargo por la mar de todas las mercadurias, émanteni
mientos, é otras cosas qualesquier de qualquier condicion,
é calidad que sea, que se cargaren é descargaren en la di
cha isla, assi por los vezinos, é moradores de ella, como
por otra qualesquier personas, estrangeros, é forasteros,
de qualesquier partes, é Naciones, é tierras que sean por
razon de las dichas alcavalas, é almojarifazgo; los cuales, di
chos seis por ciento, se ayan de cobrar y pagar, y se cobren
y paguen, segun, é de la manera é so aquellas penas, que
se cobra, y paga el almojarifazgo de Sevilla; pero es nues
tra merced, que si algunos de los vezinos, é moradores de
dicha isla, é otras gentes forasteros, é mercaderes, des
cargaren algunas mercadurías para vender en la dicha isla,
paguen los dichos seis por ciento del dicho descargo, é
algunas de las dichas mercadurías tornaren á cargar, é, sa
cagar de la dicha isla para otras partes, dentro de treinta
dias primeros siguientes, que las hubieren descargado, por
no las poder vender en la dicha isla é lugares della, que
en
puestalpagaron
caso no los
paguen
dichoslosseis
dichos seis pordel
por ciento ciento del cargº
descargo, é el
que las tales mercadurías cargare jure, que no las pudo
vender ni van vendidas, ni se cargan por otra persona
alguna; y si se hallare por pesquiza, ó en otra qualquier
manera, que las tornan á cargar dentro del dicho tér
mino de los dichos treinta das, por otra persona algu
na, que pague el derecho de los dichos seis por cien
to, con el tres tanto, é que pasados los dichos treinta
dias de lo que se sacare, paguen los dichos seis por cien
to del cargo, de lo que sacaren, aunque lo ayan pagado
quando descargaron. Otrosi, por quanto en la isla de la
gran Canaria ay necesidad de leña para la fabricacion de
los azucares, é otras cosas, que de toda la dicha leña, que
fuere para quemar en los ingenios, é fuegos, que la Jus
ticia, y Regimiento de la dicha isla de Thenerife, é vezi
nos, é moradores della é otras qualesquier personas foras
teros, dieren é vendieren, é llevaren á los vezinos, émo
radores, é forasteros de la dicha isla de Canaria, que
desto no ayan de pagar, ni paguen derechos de seis por
ciento del almojarifazgo, ni otros derechos algunos del
226 CONQUISTA

cargo en la dicha isla de Thenerife, ni del descargo en la


dicha isla de Canaria; con tanto, que los derechos del di
cho descargo en la isla de Canaria, ayan de gozar, y go
zen, desde primero dia de Enero del año venidero de mil
é quinientos é treinta é tres años, que sale el arrenda
miento, que agora está fecho de las rentas de la dicha
isla de Canaria en adelante, para siempre jamas, por quan
to de la leña que sc descargare en la dicha isla de Cana
ria, fasta en fin del año de quinientos é treinta y dos años
se han de pagar los derechos del dicho descargo, épor es
ta nuestra carta de privilegio ó por su traslado, signado
de Escrivano público: mandamos al principe D. Felipe nues
tro muy caro, é muy amado hijo, é nieto, é á los Infantes
Prelados, Duques, Marqueses, Condes, Ricos homes,
Priores, Comendadores, é Subcomendadores, é á los del
nuestro Consejo, Presidente, é Oidores de las nuestras
Audiencias, é Chancillerias, é á los Concejos, Corregido
res, Alcaldes, Alguaciles, Regidores, Cavalleros, Escude
ros, Oficiales, é Homes buenos de todas las Ciudades, é
Villas, é Lugares de los nuestros Reynos, é Señoríos, é á
los nuestros Arrendadores, é fieles, é cogedores, é á otras
qualesquier personas que tengan cargo de coger, é de re
caudar en renta, ó en fieldad, ó en otra qualquier mane
ra las nuestras rentas de la dicha isla de Thenerife, é
otras qualesquier personas nuestros vasallos, súbditos, é
naturales, que esta nuestra carta de privilegio, é la merced,
é franqueza en ella contenida, ó su traslado, signado de
Escrivano público vieren, é todo lo en ella contenido, é
cada cosa, é parte de ello, lo guarden, é cumplan, é ha
gan guardar, y cumplir en todo, y por todo, segun, que
en ella se contiene, é que no vayan, mi pasen contra es
ta merced, é franqueza, que Nos fazemos á los vezinos, é
moradores, é pobladores de la dicha isla, y á las otras
personas, estrangeros, é forasteros, é navegantes, que á ella
fueren, ni contra cosa alguna, ni parte de ello en tiempo
alguno, ni por alguna manera, desde primero dia de Ene
ro de este dicho presente año de la Data de esta nuestra
carta de privilegio en adelante, en ningun año para siem
pre jamas, con las condiciones, é segun de suso se con
tiene; é si agora, é de aqui adelante en algun tiempo
algun Arreiudador, ó Receptor, ó otra persona llevare á
la dicha isla de Tenerife algun quaderno de algunas leyes
DE CANARIA6. 227

é ordenanzas, fechas por Nos, ó por nuestro mandado, por


donde hubiese de cobrar mas quantia de maravedis de los
dichos seis por ciento, á los vecinos, é moradores é
pobladores, é estrangeros, é forasteros de la dicha isla
de Thenerife, queremos, y es nuestra merced que lo tal
no valga, ni aya lugar de se pedir en la dicha isla para
siempre jamas, y sea entendido, y entiendase, que por vir
tud desta dicha nuestra carta de Privilegio, ni de sus tras
lados signados, ni en otra manera, no han de ser recibidos
en quenta maravedís, ni otra cosa alguna á los nuestros
Arrendadores, é Recaudadores mayores, é Arrendadores me
nores é Fieles, é Cogedores de las rentas de la dicha is
la de Thenerife, por quanto los arrendamientos que della
se fizieren se haran con condicion, que esta dicha merced
é franqueza sea guardada, é cumplida en todo, y por to
do, como en ella se contiene, sin que por ello no sea pues
to desquento alguno, é los unos, ni los otros no hagades
ni fagan endeal por alguna manera, so pena de la nues
tra merced, é de diez mil maravedís para la nuestra cáma
ra á cada uno que lo contrario fiziere; é demas mandamos
al home, que les esta dicha carta de privilegio mostrare,
ó el dicho su traslado signado, como dicho es, mostrare
que los emplaze, que parezcan ante Nos en la nuestra corte
do quier que nos seamos, del dia que los emplazare, fas
ta quince dias primeros siguientes, so la dicha pena; so la
qual mandamos á qualquier Escrivano público, que para
esto fuere llamado, que dé ende al que la mostrare testi
monio signado con su signo, porque Nos sepamos en como
sé cumple nuestro mandado, é desto vos mandamos dar é
dimos esta nuestra carta de privilegio, escrita en perga
mino de cuero, é sellada con nuestro sello de plomo pen
diente en filos de seda de colores, é librada de los nues
tros Contadores mayores, é de otros Oficiales de nuestra
Casa. Dada en la Villa de Madrid á siete dias del mes de
Oetubre, año del Nacimiento de nuestro Salvador Jesu
Christo de mil é quinientos é veinte é ocho años, va es
crito entre renglones odiz, Regidores é odiz mostrare; é vá
escrito sobre raido odiz, es é odiz, las, é odiz, para, é odiz,
nos, é o diz la, é odiz, ciento del, é odiz, trienta, é odiz,
esta, é odiz, la, é odiz, susoba, é odiz, estrangeros, é fo
rasteros, é odiz, do, é odiz, algunas. Chanciller. Mayor
domo Alonso Gutierrez. Rodrigo de la Rua notario mayor.
228 CONQUISTA

Yo Diego de Soto, Notario mayor de las islas de Canaria,


la fize escribir por mandado de sus Magestades. Pedro de
los Cobos tentos, Pedro de la Peña Pedrianes Chanciller.
Alonso Nuñez.
En mucho agradecimiento deben estar los vecinos, y
moradores de esta isla de Tenerife á sus Magestades, que
tan gran merced les tienen hecha; y asi mismo los foras
teros y estrangeros que á esta isla vienen á comerciar,
de que solo paguen seis por ciento de sus mercaderias,
cuando en otros Puertos de otras islas, y provincias pa
gan doblado y mucho mas; en cuanto á las pagas de la
moneda forera que deben pagar los vecinos, no la pagan
porque el Consejo de esta isla la paga á su Mlagestad de
sus rentas, por estar asi en uso ha muchos años, de que
tiene hecho encabezamiento por treinta mil maravedís por
cada paga que es de siete á siete años, como parece de
un Cabildo que se hizo el año de mil y seiscientos y
treinta y siete, ante Agustin de Mesa escribano del Ca
bildo, porque de pedir la dicha moneda á los vecinos
que no son hijosdalgo, era alterarlos por no la haber pa
gado, y estar muchos en posesion de tales hijos dalgo; y
asi ha tomado en si el Concejo de esta isla pagarlo por
todos, y mejor fuera que el vecino que la debiera pa
gar la pagase, y que el noble fuese conocido, no pagan
dola segun sus Privilegios; antiguamente hubo en este
particular mucha cuenta, porque para pagar ciertos sala
rios á unos Jueces, se echó una sisa en la carne, pesca
do y azeyte en esta isla, que fué algunos años hasta el
de mil y quinientos y treinta y nueve; y los tue paga
ban los maravedís de la sisa estaban empadronados en un
libro Capitular del Cabildo de aquellos años; y asi mis
mo estaban en él escritos los que no la pagaban, y á los
que se les mandaban volver, por razon de ser caballeros
hijos dalgo, ó por ser Jueces, ó Regidores ó Clérigos, ó Gra
duados, ó Religiosos, con mucha distincion, y claridad.
Algunos que tuvieron libramientos de dichos maravedis
por su calidad, y los guardaron, anduvieron bien adver.
tidos, para que en todo tiempo constase su nobleza, si
bien á otros no les es necesario por su mucha notorie
dad y actos positivos, que antes, y en aquel tiempo y
despues han tenido: este dicho libro capitular en donde
estaban los padrones, no ha parecido mas ha de sesenta
DE CANARIAS. 229

años, segun parece de una carta de censura que está en


el oficio del Cabildo, que se sacó acerca de su despare
cimiento, y no hay mas noticia dél que la que tengo dada.
Dicese lo desaparecieron por causa de los padrones, con
que cuanto en aquel tiempo se sabia, ahora se ignora:
con que á quien le toca esté muy agradecido al Conse
jo de esta isla, por conservarle en su estado; y todos
los vecinos, asi nobles como hombres buenos de esta di
cha isla, lo deben estar al dicho Consejo, por haber su
plicado y alcanzado de su Magestad este privilegio, y mer.
ced asi para ellos como para los estrangeros que vienen
á contratar á esta dicha isla, causa de que sea tan gran
de el comercio, dando los agradecimientos al noble Fran
cisco de Lugo por lo haber solicitado con tanto cuida
do. El señor Rey Don Felipe Segundo confirmó este pri
vilegio á veinte y cuatro de Marzo de mil y quinientos
y sesenta y cinco años, como mas adelante se dirá en el
capítulo diez y siete. -

CAPÍTULO X.

De otras mercedes, y como sus Magestades dieron título de


Ciudad á la de esta isla de Tenerife.
Estando en la corte Juan de Contreras, vecino de
esta isla, suplicó á su Magestad por si, y como vecino
remediase algunas cosas que se hacian en esta isla en da
ño de los vecinos, y sobre ello alcanzó tres provisiones
Reales, que están, en el libro cuarto de provisiones; la
una para que en las carnicerías de esta isla se dé carne
á los pobres y viudas, como se dá á los Regidores y á
sus allegados, su fecha á diez y ocho de Enero, del año
de mil y quinientos y treinta; otra para que el gober
nador provea justicia sobre que los vecinos de la isla se
quejan, que por no se hallar presente la Justicia en el
poner de los mantenimientos que á ella vienen, se ponen
por los Diputados á subidos precios por presentes que se
les hacen, su fecha en dicho dia. Otra sobre que el go
bernador haga justicia, porque los Regidores ponen en
mucho precio la carne y pan, su fecha en diez y nueve
de dicho mes.
230 CONQUISTA

Una cédula Real dió su Magestad á pedimento del


Concejo de esta isla antes de las sobredichas, á tres de
Diciembre del año de quinientos y veinte y ocho, para
dar cierto salario á un Cirujano, á costa de los propios de
ella, que está en el libro segundo de provisiones.
En el dicho año de mil y quinientos y treinta, se
le ofrecieron al Concejo de esta isla algunos negocios,
de que era necesario dar cuenta á sus Magestades, y te
niendo mucha esperiencia del cuidado con que Juan de
Aguirre Regidor, habia solicitado los que en años pasados
habian sido á su cargo, fué nombrado por mensagero de esta
isla en tres del mes de Octubre de dicho año, y dadole po
der é instruccion de los negocios; fué á la corte, y en
este dicho año alcanzó tres provisiones de su Magestad;
una para que los gastos que se hacen con malhechores,
no habiendo bienes de culpados, se paguen de penas de
cámara. Otra para que el Receptor de las penas de cá
mara, pague al Preceptor de grámatica de esta isla su
salario, antes que otro. Otra sobre que el gobernador de
esta isla haga justicia, en que algunas personas, socolor
de ser Arrendadores de los diezmos, no quieren pagar de
rechos de almojarifazgo del trigo, y vino y otras cosas
que sacan para venderá otras partes, sus fechas en Di
ciembre.
Entre los capítulos de la instruccion que llebaba
Juan de Aguirre, era uno, que suplicase á su Magestad
fuese servido de mandar dar su Real carta de privilegio,
para que la ciudad de S. Cristobal de la Laguna, que
es en esta isla de Tenerife tuviese por su Magestad tí
tulo de Ciudad; y es de advertir que cuando el Adelan.
tado y conquistadores la fundaron, la intitularon Villa,
por ser pequeña en aquellos primeros años la poblacion
que su principio hoy se ve, desde la Iglesia de nuestra
Señora de la Concepcion hácia el Occidente, en casas tan
antiguas, bien fuertes que muestran su antigüedad, y yen
do la poblacion en acrecentamiento hácia abajo, que es
al Oriente, le quedó á la primera fundacion el nombre
de Villa de Arriba que con él hoy es llamada y conoci
da, aunque es ciudad con toda la que se fabricó des
pues. Llamóse la Villa de San Cristobal de la Laguna,
como parece de las fechas de las escrituras antiguas, has
ta veinte y un dias del mes de Junio, del año de mil
DE CANARIAS. 231

y quinientos y veinte y uno, que estando el Adelantado


y Regidores en su Ayuntamiento, en atencion de las mu
chas casas que en ella se habian fabricado y la mucha ve
cindad que tenia, y , que la habitaban muchas personas
nobles, ilustrandola dos parroquias, una de nuestra Se
ñora de la Concepcion, y otra de nuestra Señora de los
Remedios, dos Conventos, uno de la Orden del gran Pa
dre San , Agustin y otro del Serafico Padre san
Francisco (el de la Orden de Predicadores, aun no
se habia fundado) y dos hospitales, uno del nuestra
Señora de los Dolores y San Martin, y otro de San Se
bastian, y algunas Ermitas y que era razon se intitula
se Ciudad y no Villa, acordaron que de alli en adelan
te sea llamada, la Ciudad de San Cristobal de la Lagu
na, y que se pregone para que asi todos la nombren, y
que se envie á suplicar à su Magestad asi la nombre por
su Merced Real; pasaronse nueve años, sin hacer la su
plica á su Magestad (aunque en ellos fué llamada Ciu
dad) con que la llevó á su cargo el dicho mensagero Ju
an de Aguirre; y habiendola hecho, fueron sus Magesta
des el señor Emperador Don Cárlos y la señora Reyna
Doña Juana su Madre, de gloriosa memoria, servidos de
dar su Real carta de título de Ciudad, su fecha á vein
te de Enero del año de mil y quinientos y treinta y uno,
que está en el libro primero de Provisiones, á fojas cien
to y noventa y seis, núm. 64 que su tenor es como la
siguiente.
D. Carlos por la divina clemencia, Emperador sem
per Augusto, Rey de Alemania, Dº. Juana su madre, y
el mesmo, Don Carlos por la gracia de Dios, Reyes de
Castilla, de Leon, de Aragon, de las dos Sicilias, de Je
rusalen de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia,
de Galicia, de Mallorcas, de Sevilla, de Córdova de Mur
cia, de Jaen, de los Algarves, de Algecira, de Gibraltar,
de las islas de Canaria, de las Indias, islas, é Tierra Fir
me de el Mar Occeano, Condes de Barcelona, Señores
de Vizcaya, e de Molina, Duques de Atenas, é de Neo
patria, Condes de Ruisellon, é de Cerdania, Marqueses
de Oristan, é de Gociano, Archiduques de Austria, Du
ques de Borgoña, é de Bravante, Condes de Flandes, é
de Tirol, Ócc. Por cuanto vos Juan de Aguirre, vecino,
é Regidor de la isla dc Thenerife, en nombre del Con
232 CONQUISTA

cejo, Justicia, y Regidores, Cavalleros, Escuderos, Oficía


les, é Homes buenos de la dicha isla, nos hicistes rela
cion, diciendo: Que el Adelantado Don Alonso Férnan
dez de Lugo, primero conquistador, é poblador, que fué
de la dicha isla, puso nombre de ciudad á la ciudad de
San Christoval, que es en la dicha isla, por ser el prin
cipal pueblo, que en ella se pobló, é de donde se pobla
1 on todos los otros lugares, qua ay en ella, é se ha nom
brado, é nombra ciudad é que hasta agora no se le ha
dado por Nos título de ciudad, para se poder llamar ciu
dad, siendo como es cabeza de la jurisdicion de toda la
dicha isla, é muy poblada y edificada, que ningun otro
pueblo ni ciudad de las islas de Canaria, donde ay mu
chos Cavalleros, y Tratantes, é mucho trato por mar e
por tierra é bastecida, de mantenimientos, e que tiene
muchas dehesas, e tierras de pan, e vino, e ganados, e
grangerias de campos, e aguas e montañas e grandes co
sechas de frutos, e que se espera ser de mas de cinco,
ó seis mil vecinos, e que demás desto tiene mucha juris
cion, donde muchos e buenos lugares e de mucha pobla
cion; e nos suplicastes, e pedistes por merced en el di
cho nombre, que hahiendo consideracion á lo susodicho,
hiciesemos merced á la dicha ciudad de San Christóval, de
mandar que se nombrase, e intitulase ciudad, segun y
como hasta agora se ha intitulado, e nombrado, e llama
do ó como la nuestra merced fuese; lo qual visto por los
del nuestro Consejo, e consultado con la Emperatriz, e
Reyna, nuestra muy cara, e muy amada hija, e muger
fué acordado que debiamos mandar dar esta nuestra carta
en la dicha razon, e por la presente tenemos por bíen,
que la dicha ciudad de S. Cristóval se llame como hasta
hasta aqui se ha llamado, sin caer, ni incurrir en ello
en pena alguna; e mandamos á las Justicias de la dicha
isla de Thenerife, que asi lo guarden, e cumplan, e los
unos, ni los otros, no hagades, ni hagan endeal por al
guna manera, so pena de la nuestra merced, e de diez
mil maravedís para la nuestra cámara. Dada en la Villa
de Ocaña á 20 de Enero de 1531 años Conpostelaneus,
Licenc. Aguirre. Cuña Licenc. Martinez Doctor. El Lic.
Medina. Francisco de Arella. Doctor Licenc. Giron. Yo
Juau de Victoria, Escribano de cámara de su Cesarea,
e católicas Magestades, la fice escrivir por sus mandados
DE CANARIAS. 233

con acuerdo de los del su Consejo. Registrada. Martin


de Vergara. Martin Ortiz por Chanciller. -

Otras Provisiones Reales mandaron dar sus Mages


tades á pedimento del mensagero Juan de Aguirre, sobre
negocios particulares, y generales en el dicho año de
531, que las que constan del primer libro de Provisio
nes, y de las que presentó en su nombre Rodrigo Nu
ñez de la Peña, Regidor, que fué de esta isla, en Cabil
do, que le dió en España el dicho mensagero, para que
las trajese, y de las que asi mismo envió en dicho año
con Pedro de Carriz, que se apuntan en el libro capitu
lar, son las siguientes.
Una carta compulsoria del Consejo, para que el Es
cribano envie el proceso de las cuentas de los cargos,
que se hicieron á los Regidores. Una Provision contra
una que trujo Pedro de Carriz para el Escribano Afon
se Gutierrez, que disponia acerca de que no se tomase
trigo fiado, su fecha á diez de Febrero. Otra para que
el Gobernador haya informacion, sobre que la isla pi
de se confirmen ciertas Ordenanzas. Otra para poder car
gar para Indias, cualesquier mantenimientos por cierto
tiempo, fecha á 4 de Abril. Otra, sobre que los Comi
sarios de la Santa Cruzada paguen las posadas, fecha
en dicho dia. Otra con el arancel del almojarifazgo de
Sevilla, para que en esta isla se cobren los seis por
ciento, conforme á él, fecha á veinte y ocho de dicho
mes. Otra, en que se contiene las leyes de la Cruzada
sobre la órden de predicar las Bulas, y de su cobranza
su fecha tres de Mayo (del tenor de esta alcanzó otra
Rodrigo Nuñez de la Peña, el año de 1532 que adelan
te se verá) otra para que los Oidores de Canaria no se
entremetan en conocer de las causas, que puede conocer
conforme á los poderes é instruccion que tienen de su
Magestad, su fecha á 6 de dicho mes de Mayo. Otra pa
ra que los Oidores de Canaria, que quieren venir á es
ta isla de Tenerife, por causa de la pestilencia estén al
gunos dias en degredo y no metan ropa, fecha en di
cho dia. Otra sobre el pleito de Canaria, sobre sacar el
trigo por el tanto como queda dicho, fecha á diez , y
ocho de Julio. Otra sobre comprar y vender trigo, fe
cha á veinte y dos de Setiembre. Otra para que los Jue
ces Eclesiásticos de esta isla, no conozcan de una causa,
16
234 CONQUISTA

sobre que los Arrendadores de los diezmos, no quieren


pagar el almojarifazgo, fecha á treinta y uno de Diciem
bre. Una carta del Reverendísimo Obispo de Zamora, á
los Comisarios de la Santa Cruzada, que no provean Ofi
ciales que deban ni delincuentes, fecha á 24 de Octu
bre.
Bien reconocida y bastantemente justificada está la
mucha capacidad que el noble Juan de Aguirre, paje de
su Magestad y Regidor de esta isla, y su mensagero te
nia, pues tres veces fué á la corte á negocios de esta is
la, nombrado por el Concejo de ella, y en todas nego
ció con tanto cuidado de que podrán sus descendientes
hacer alarde de haber tenido un antecesor, que les de
jase lauro de tan buen repúblico y que arriesgase su per
sona á los peligros del mar tantas veces, por su Repú
blica y vecinos, y que tantas provisiones alcanzase que
pasan de treinta, como quedan citadas en este capítulo
y en los antecedentes; y otra he hallado en el año de
mil quinientos y cuarenta y siete, como en su lugar se
citará en este libro.

CAPITULO XI.

De otras mercedes que sus Magestades hicieron á esta isla,


y en que mandan á los Comisarios de la Santa Cruza
da no molesten á los vecinos de dicha isla.

Cada dia se le ofrecia al Concejo de esta isla de


Tenerife negocios que solicitar para el bien de los veci
nos, y como la isla era conquistada de tan poco tiempo
y comenzada á poblar, procuraba establecer algunas co
sas que convenian y que fuesen aprobadas por su Mages
tad, para que fuesen mas bien guardadas. En el año de
mil quinientos y treinta y dos ocurrieron algunas de que
era necesario dar cuenta á su Magestad, sobre la confir
macion de ciertas ordenanzas y de la molestia que los
comisarios de Santa Cruzada hacian á los vecinos de es
ta lsla, asi en el cobrar de las Bulas como hacer posadas
en las casas de los vecinos sin interés, y otras cosas, pa
ra nombrar persona que fuese á la corte á estos nego
cios, se juntaron en cabildo la Justicia y Regimiento á 23
del mes de Marzo del dicho año de 32 y de un acuer
DE CANARIAS. 235

do nombraron por mensagero á Rodrigo Nuñez de la Pe


ña, Alcaide que habia sido del castillo principal de la
Luz de Canaria y Regidor, que despues fué de esta de
Tenerife. Dieronsele poderes en diez y nueve, y en vein
te, y tres del mes de Julio con la memoria de lo que lle
baba á su cargo; pasó á la corte, presentó su memorial
á su Magestad en nombre del Concejo, Justicia y Regi
miento de esta isla, y alcanzó las provisiones y cédulas
Reales siguientes. Una en que sus Magestades confirma
ron la ordenanza, que la Justicia y Regimiento de esta
isla hizo en seis de Abril del año de 526, que dispone
que los vecinos de fuera del beneficio de esta ciudad no
traigan sus ganados á pacer en las dehesas, y valdios de
esta ciudad, atento que en sus lugares tienen dehesas
pena de un real por cada vaca, buey ó yegua que tru
geren repartida por tercios, Juez propios y denunciador;
y que ninguna persona no tome á guarda ni encomien
da de traer en las dichas dehesas y baldios, vacas, bue
yes ni yeguas, pena por la primera vez, de mil marave
dís, y por la segunda y tercera dos mil maravedis, fe
cha la dicha confirmacion á siete dias del mes de No
viembre de dicho año de quinientos y treinta y dos, la
cual está original en el libro quinto de provisiones, á
fojas setenta. Otra para que los Inquisidores de la San
ta Inquisicion no molesten á los vecinos en tomar las ca
sas por posadas; con tal, que cuando estuvieren de asien
to en algun lugar las paguen á sus dueños, fecha á ocho
de dicho mes. Otra sobrecarta, que dispone al Presiden
te y Oidores de Canaria, no impidan al Concejo de es
ta isla de Tenerife conozca de las apelaciones hasta diez
mil maravedís, en las causas que se siguen en dicha isla,
fecha á once de dicho mes. Otra para los Comisarios de
la Santa Cruzada, sobre la órden que han de tener de
predicar las Bulas, y de su cobranza para que no sean
molestados ni apremiados los vecinos de esta isla; y dos
provisiones del Ilustrísimo señor Don Francisco de Men
doza, Obispo de Zamora y Comisario General, á los di
chos Comisarios, que no tomen las casas de los vecinos
por posadas, y que no nombren Familiares que deban deu
das ni delincuentes, sus fechas en el dicho mes de No
viembre, las cuales están en el libro primero de provi
siones á fojas 264 y 303 y 307 y 309, que las dichas
236 CONQUISTA

provisiones Reales y las dos de su Señoría, son como se


Sl UIC.

3 D. Carlos por la divina clemencia, Emperador sem


per Augusto, Rey de Alemania, D." Juana su madre, y
el mesmo D. Carlos por la mesma gracia, Reyes de Cas
tilla, de Leon, de Aragon, de las dos Sicilas, de Jerusalen,
de Navarra, de Granada, de Valencia, de Galicia, de Ma
llorcas, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdova, de Córcega,
de Murcia, de Jaen, de los Algarves, de Algecira, é de Gi
braltar, é de las Islas de Canaria, é de las Indias islas, é
Tierra Firme del mar Occeano, Condes de Barcelona, Se
ñores de Vizcaya, é de Molina, Duques de Atenas, é de
Neopatria, Condes de Ruisellon, é de Cerdania, Marque
ses, de Oristan, é de Gociano, Archiduques de Austria,
Condes de Flandes é de Tirol, Ócc. A vos el Comisario de
de la Santa Cruzada, é composicion, del Obispado de Ca
naria, é á vos el Tesorero, é Oficiales de la dicha Cruzada,
é á las personas, que entendieren en la predicacion della,
y á cada uno de vos á quien esta nuestra carta fuere
mostrada ó su traslado signado de Escrivano público, sa
lud, é gracia. Sepades, que mandamos dar é dimos una
nuestra carta, firmada de mi el Rey, é sellada con mi se
llo, é librada de los del nuestro Consejo, su tenor de la qual
es este que se sigue.
D. Carlos por la Gracia de Dios, Rey de Romanos,
Emperador semper Augusto, Rey de Alemania, D.º Juana
su madre, y el mesmo D. Carlos por la mesma gracia, Reyes
de Castilla, de Leon, de Aragon, de las dos Sicilias de Je
rusalen, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia,
de Galicia, de Mallorcas, de Sevilla, de Cerdeña, de Cór
dova, de Córcega, de Murcia, de los Algarves, de Algeci
ra, de Gibraltar, de las islas de Canaria, de las Indias, islas
é Tierra Firme del mar Occeano, Condes de Barcelona, é
de Flandes, é de Tirol, Ócc. Por quanto los procuradores
de las ciudades, é Villas, destos Reynos, que vinieron á
las cortes, que huvimos en esta Villa de Valladolid, el año
pasado de mil é quinientos é veinte y tres, nos hicieron
relacion diciendo: Que nuestros súbditos, é naturales destos
Reynos, reciben algunos agravios, que son vejados, é fati
gados por las personas que entienden en la predicacion de
las Bulas de la santa Cruzada, y en la cobranza de ellas, é
sobre ello nos dieron ciertos capítulos, suplicando Nos lo
DE CANAREAS. 237

mandasemos remediar, su tenor de los quales, é de su res


puesta, que á ello dimos, es este que se sigue.
Iten, quando se hubieren de predicar las Bulas, é com
posiciones, que se diputen personas honestas, é de buena
conciencia, é Letrados, que entiendan lo que predican, é
no excedan de los casos, é cosas contenidas en las Bulas, é
que se prediquen en las Iglesias Catedrales, ó Colegiales y
en los lugares donde no las hubiere, que se den á los Cu
ras de las tales Iglesias, para que ellos la divulguen, é pre
diquen á sus parroquianos, é que no sean traidos por fuer
za á las tomar, ni á la Iglesia, ni deteniendoles en los
Sermones contra su voluntad, ni deteniendolos por fuerza
á que no vayan á sus labores, é haziendas, salvo, que sola
mente sean amonestados en dias de fiestas, ni sean lleva
dos de un lugará otro. A esto vos respondemos, que man
daremos diputar personas honestas, é de buena concien
cia, é Letrados, que entiendan lo que predican, é no ex
cedan de las cosas contenidas en las bulas; é mandamos á
los Comisarios, que asi lo hagan, é provean, como ningu
no sea traido por fuerza á tomar las bulas, ni le sean fechas
otras prisiones, ni vejaciones indevidas; é mandamos, que
sobre ello se den las provisiones necesarias.
Iten, que lo que se hubiere de cobrar de las bulas
é, composiciones tomadas no se cobren por via de excomu
nion, ni entredicho, salvo, pidiendolo ante la justicia se
glar de la ciudad, ó Villa ó Lugar, donde fueren tomadas.
A esto vos respondemos, que se proceda por via ordinaria
en la cobranza, é que no se ponga entre dicho en los
Pueblos por deuda de particular, y como quiera que por
la instruccion, que mandamos dar á las personas, que van
á entender en las predicaciones de las dichas Bulas, é co
branza dellas, está dada la órden que se debe tener, pa
ra que nuestros súbditos no sean fatigados, é por que po
dria ser, que las tales personas no presenten las instruc
ciones en los pueblos, donde llegaren, é ansi para el re
medio desto, como para que aya efecto, lo que en las di
chas cortes concedemos á los dichos procuradores de cor
tes, é por el bien general de nuestros súbditos, fué acor
dado por los del nuestro Consejo, que debiamos mandar
dar esta nuestra carta para vos en la dicha razon; por
la qual mandamos, que de aqui adelante en ningun tiem
po los Tesoreros, é Predicadores de las dichas Bulas, ni
238 CONQUISTA

de las que de aqui adelante vinieren, ni sus oficiales, ni


algunos de ellos, no apremien á los Concejos, é vezinos
de los pueblos donde fueren, á que los acompañen, ni va
yan á oir los Sermones que hicieren, salvo, el dia que hu
bieren de estar en tal Pueblo los vezinos del, salgan al
recibimiento de la dicha Bula, é oigan el Sermon, que a
quel dia fizieren; é sino lo hizieren aquel dia, é predicaren
otro dia, de manera, que lo vayan á oir, y esto les
puedan mandar, y exortar, è oyendo el Sermon, les de
xen ir libremente á entender en sus faziendas, sin les
poner impedimento alguno, ni les lleve por ello penas
algunas; asi entretanto, que los dichos Tesoreros, é Pre
dicadores, estuvieren en el tal Pueblo, é predicaren, que
puedan mandar, y exortar, que los dias que fueren fies
tas de guardar, ó en otros dias algunos, los que se fa
llaren en el tal Pueblo, les vayan á oir, é que flamen
á los que estuvieren fuera del Pueblo, aunque sean
vezimos del tal lugar, é no detengan las horas, ni Ser
mones, fasta que vengan, ni les pongan pena por ello.
E asimismo mandamos, que no compelan, ni apremien
à ninguna persona para que tomen las dichas Bulas
contra su voluntad, ni sobre ello les agan vejacion al
guna. E demás de esto mandamos, que quando la di
cha Santa Cruzada saliere de el tal lugar para irse á
otro, que los vezinos de el tal Pueblo do salieren, sal
gan acompañandole para despedir, é que no les lleven
de un lugar á otro, ni ellos sean obligados á ir trás
ellos fuera de su parroquia; pero si en una Parroquia
ay dos, ó tres, ó mas lugares, que en tal caso los di
chos Oficiales de la Santa Cruzada, puedan mandan, y
exortar á los Parroquianos, que vengan á la Iglesia
donde son Parroquianos el dia , de la entrada; para
que se allen presentes al recibimiento: é asi mismo el
dia que se despidieren, é que para el recibimiento, ni
para el despedimiento, no sean obligados de salir mas
de fasta en fin, é postreras casas del tal lugar: é si en
un lugar hubiere mas de una Parroquia, que se ha de
escoger de los dichos Oficiales de la Santa Cruzada,
donde se junten los vezinos del tal Pueblo, y los pue
dan mandar, y exortar, que se vayan á juntar allá los
dichos dias, é no mas; é por escusar toda vejacion, que
muestros súbditos podrian recibir, mandamos, que quan
DE CANARIAS. 39

do se huvieren de cobrar los dineros de las dichas


Bulas, no se cobren por via de excomunion, é sino los
quisieren pagar, que hagan ejecucion por ellos, é de
las tales ejecuciones, no lleven dineros algunos, hacien
dolas los Oficiales, que traen en el ejercicio de la dicha
Bula, é otras personas, é Jueces é que las dichas eje
cuciones no se hagan, sin que primeramente les dén las
Bulas, sino las huvieren recibido, é las prendas que sa
caren sean obligados á las vender en el mesmo lugar, do
la hicieren, pregonando un dia antes, que se han de ven
der otro dia siguiente, é á las personas, que por ellas
mas dieren en pública almoneda, é no las lleven, ni sa
quen de un lugar á otro, ni á sus casas; pero si fecha
la dicha diligencia, é almoneda no las pudieren vender,
é no hallaren compradores, bien permitimos, que caso
que se dejaren de vender, las puedan llevar, é lleven á
vender al fugar mas cercano, é lo fagan pregonar en el
pueblo, do hicieren las dichas prendas, como las llevan
á otro lugar, porque allí no las pudieron vender, é los
dias que estuvieren en el lugar mas cercano, para que
si sus dueños quisieren, vayan allí por ellas: é manda
mos á los dichos Tesoreros, é Predicadores, è otros Ofi
ciales de la dicha Cruzada, que guarden, é cumplan lo
en esta carta contenido, so pena de treinta mil marave
dis para la nuestra Cámara á cada uno, que lo contra
rio hiciere; é mandamos, que esta nuestra Carta se pre
gone públicamente en la cabeza del Partido del Obispa
do do se predicaren las dichas Bulas, é á los Concejos,
é Justicias, de los pueblos do fueren, que asi mesmo lo
fagan pregonar, é lo notifiquen luego á los dichos Pre
dicadores, é Oficiales, que con ella fueren, porque sepan
lo que han de facer, é cumplir; è mandamos á los de
nuestro Concejo, Presidente, é Oidores de las nuestras
Audiencias, é Alcaldes, é Alguaciles de la nuestra casa,
è corte, é chancillerías, é á todos los Corregidores, Asis
tentes, Alcaldes, é otras Justicias, é jueces qualesquier
de todas las Ciudades, Villas, é Lugares de los nuestros
Reynos, é Señorios, é á cada uno de ellos en sus luga
res, é jurisdicciones, que guarden, y cumplan, y ejecu
ten, y fagan guardar, è cumplir, y ejecutar lo en esta
nuestra carta contenido, é contra el tenor, é forma della
no vayan, ni pasen, ni consientan ir, ni pasar por al
240 coNQUISTA

guna manera; é mandamos, que deste nuestra carta se


dén sobrecartas á los Concejos, é personas que las pi
dieren, è non fagades endeal por alguna manera so pe
na de la nuestra merced, è de diez mil maravedís pa
ra la nuestra Cámara. Dada en la Villa de Valladolid
á treinta dias del mes de Octubre año de el Nacimiento de
nuestro Salvador Jesu Christo de mil é quinientos é veinte
y quatro años. YO EL REY. Yo Francisco de los Cobos,
Secretario de su Cesarea, é católicas Magestades, la fize es
crivir por su mandado. Doctor Carabajal. Licenciatus de
Santiago. Licenciatus de Aguirre. Doctor Cabrero. Acu
ña Licenciatus. Registrada Licenciatus Ximenez. Urbina
por Chanciller. Y agora Rodrigo Nuñez en nombre del
Concejo, é vezinos de la isla de Themerife, que es en este
Obispado de Canaria, é de los Cefrades, é Cofradias, que
ay en la dicha isla, nos hizo relacion, diziendo, que quan
do vosotros vais á la dicha isla, hazeis á los vezinos della
muchos agravios, y extorsiones, è los compeleis, è apre
miais, que vayan á vuestros sermones, é tomen las dichas
Bulas, á causa de lo cual dize, que los hazeis perder muchas
labores, de sus haziendas, entretanto que estais, é andais
por la dicha isla, é dezis, que assi mesmo ay en la dicha
isla algunas Cofradias, é que los Cofrades dellas, por de
vocion que tienen, corren toros, é dan algunas comidas,
é hazen otras limonas; por lo qual dize, que les llevais mu
cho cohechos, é dineros mal llevados, so color, é dizien
do, que no lo deben, ni pueden fazer, é los descomul
gais, é poneís entredichos, é les hazeis otras vexaciones,
é los fatigais, é molestais sobre ello, é nos suplicó, é pidió
por merced, en el dicho nombre, lo mandásemos proveer, é
remediar, demanera, que de aquí adelante no fuessen ve
xados, ní fatigados, ni penados sobre lo susodicho é que
vos mandasemos, que tornassedes á los dichos sus partes
todos los masavedís, é prendas, que por 1azon de lo suso
dicho les hubieredes llevado libremente, é sin costa alguna;
é assi mesmo les tornassedes, é restituyesedes lo que avian
pagado, é les avides, por via de composicion, é que si as
si no lo hizieredes, é cumplieredes, que mandassemos á
las nuestras Justicias, que vos prendiessen los cuerpos, é
assi presos á vuestra costa, é á buen recaudo vos envias
sen á esta nuestra Córte, para que vos mandassemos cas
tigar, conforme á justicia, ó que sobre ello proveyessemos
DE CANARIAS. 241

como la nuestra merced, fuesse; lo qual visto por los del


nuestro Consejo, fué acordado, que deviamos mardar dar
esta nuestra Carta para vos en la dicha razon, é Nos tuvi
moslo por bien, porque vos mandamos á vos, é á cada uno
de vos, segun dicho es, que veais la dicha nuestra Carta su
so incorporada, é la guardeis, é cumplais, é hagais guar
dar, é cumplir en todo, y por todo, segun, y como en ella
se contiene, é contra el tenor, é forma de ella, ni de lo
en ella contenido, no vayades, ni passedes, ni consintais ir,
ni passar en manera alguna; y en quanto á los maravedís, é
prendas que por los de las dichas comidas, é toros, que dice,
que aveis, llevado á los vezinos, é moradores de la dicha is
la, si los cofrades de esas dichas cofradias, que ay en la di
cha isla, si asi es, que las dichas Cofradias, no tienen pro
pios, ni rentas, é que los toros que corren, é las comidas, é
colaciones, é las Misas, è caridades, é procesiones, è li
mosnas, que se hazen, é se dan, no se pagan de los propios,
é rentas de la dicha isla, é que los gastos que en ella se hazen
se pagan de los propios bienes, é haziendas de los Cofrades
de las dichas cofradias, é de las personas que hazen las di
chas limosnas, é no de las rentas de las dichas cofradias, no
podais, ni demandeis á los vezinos de la dicha isla, ni á los
cofrades de las dichas cofradias, ni á las otras personas, que
hazen las dichas devociones; y limosnas, é maravedís, é otra
cosa alguna por razon de lo susodicho, sin embargo, de qua
lesquier obligaciones que para ello vos tenga fechas, é si al
gunos maravedís, é prendas, é otras cosas algunas les aveis
llevado, pedido, é demandado por ello, é los torneis, é res
tituyais libremente sin costa alguna, é sin poner en ello cau
sa, ni dilacion; é vos rogamos y encargamos, que no los des
comulgueis, ni molesteis, sobre ello, con apercevimiento
que vos hazemos, que si asi no lo hizieredes, é cumplieredes,
ó escusa ó dilacion en ello poneis que á vuestra costa en
viaremos, persona de nuestra Córte, á que lo faga, é cum
pla, y execute, Y otrosi, por esta dicha nuestra Carta, man
damos á íodas, é qualesquier nuestras Justicias, é á cada una
de ellas en sus lugares, è jurisdicciones, que si alguna, ó
algunas personas fueren, ó pasaren contra lo en esta nuestra
Carta contenido, o contra qualquier cosa, ó parte dello, á
los que fueren legos los prendais los cuerpos, é, asi presos
é á buen, recaudo, á sus costas los traigan, ó embien, á esta
nuestra Córte, é los entreguen á los nuestros Alcaldes de
242 CONQUISTA

lla, ó qualquier dellos, para que Nos los mandemos castí


gar, como fuere justicia, é á los que fueren Clérigos, sien
doles pedido por Comisario, de la dicha Cruzada, é compo
siciones, les prendan los cuerpos, è asi presos, é á buen re
caudo, é á sus costas, los envien, y entreguen al dicho Co
misario, para que él los mande castigar conforme á justicia,
é los unos ni los otros, no fagades, ni fagan endeal, por algu
na manera, so pena de la nuestra merced, é de diez mil mara
vedís á cada uno que lo contrario hiziere. Dada en la Villa
de Madrid á doze dias del mes de Noviembre año del Señor
de mil é quinientos é treinta y dos años. Licenciatus de
Santiago. Doctor Guevara. Acuña Licenciatus. Fortunius
de Arcilla Doctor. El Doctor Montoya. Yo Juan de Vic
toria, Escribano de cámara de su Cesarea, é católicas
Magestades la fice escrivir por su mandado, con acuerdo
de los de su Consejo. Registrada. Martin de Vergara.
Martin Ortiz por Chanciller.
Otra Provision Real sobre las posadas.
D. Carlos por la divina clemencia, Emperador sem
per Augusto, Rey de Alemania, D." Juana su madre, y el
mesmo D. Carlos por la gracia de Dios Reyes de Castilla
de Leon, de Aragon, de las dos Sicilias, de Jerusalen, de
Navarra; de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia,
de Mallorcas, de Sevilla, de Córdova, de Murcia, de Jaen,
do los Algarves, de Algecira, de Gibraltar, de las islas de
Canaria,º de las Indias, islas, é Tierra Firme del mar Oc
ceano, Condes de Barcelona, Señores de Vizcaya, è de
Molina, Duques de Atenas, é de Neopatria, Condes de
Ruisellon, é de Cerdania, Marqueses de Oristan, é de Go
ciano, Archiduques, de Austria, Duques de Borgoña, é de
Bravante, Condes de Flandes é de Tirol ócc. A vos el que
es ó fuere nuestro Gobernador, ó Juez de residencia, de
las islas de Tenerife, é la Palma, ó á vuestro Alcalde en
el dicho oficio, é"á cada uno de vos, salud, é gracia: se
pades, que Rodrigo Nuñez, en nombre de el Concejo, é
vezinos de esa dicha isla de Thenerife, nos hizo relacion
diziendo, que los vezinos, é moradores de la dicha isla, sus
¿ son muy fatigados, é molestados de los oficiales, é
inistros de las Cruzadas, é Bulas que á ella van, por
que dize, que los apremian á que les den sus casas por por
DE CANARIAS. 23

sadas de valde, especialmente dize, que se estan de asiento


en la dicha isla de Thenerife, cobrando su hazienda, é les
toman las dichas sus casas por fuerza, é sobre ello los
descomulgan, é los molestan, é fatigan por censuras, en
lo qual habian recibido, é recibian notoria fuerza, é agra
vio, é daño; é nos suplicó, é pidió por merced en el dicho
nombre, sobre ello mandasemos proveer de remedio con
justicia, mandandovos, que no consintiesedes, ni diesedes
lugar à que les tomasen á los vecinos, é moradores de esa
dicha isla sus casas por posadas, sino pagandoles lo que
justo fuese, pues ellos son libres, y esentos de huespedes,
por privilegio, uso, y costumbre, ni que sobre ello fuesen
molestados, ni fatigados, ó como la nuestra merced fuese;
lo qual visto por los del nuestro Consejo, fué acordado, que
deviamos mandar dar esta nuestra carta, para vos, en la di
cha razon, é Nos tuvimoslo por bien, porque vos manda
mos, que luego que con esta nuestra carta fueredes reque
rido, veias lo susodicho, é llamadas é oidas las partes, á quien
tocare lo proveais, como con justicia debais por manera, que
la dicha isla de Thenerife, é vezinos de ella no reciban agra
vio, ni vejacion de que tengan causa ni razon de se nos mas
venir, ni embiar á quejar sobre ello; é no fagades endeal, so
pena de la nuestra merced, é de diez mil maravedís para la
nuestra Cámara. Dada en la villa de Madrid á doze dias del
mes de Noviembre de mil é quinientos é treinta é dos años.
Licenciatus. de Santiago. Doctor Guevara. Acuña Licencia
tus. Licenciado Medina. Fortunius de Arsilla Doctor. El
Doctor Montoya. Yo Juan de Victoria, Escrivano de cá
mara de su Cesarea, é católicas Magestades la fice escri
vir por su mandado, con acuerdo de los del su Conse
jo. Registrada. Martin de Vergara. Martin Ortiz por Chan
ciller.
Las otras dos provisiones del Ilustrísimo, y Reve
rendisimo Señor D. Francisco de Mendoza, Obispo de
Zamora, Presidenfe del Consejo de la Emperatriz nues
ra Señora, y Comisario Apostólico general de la Santa
Cruzada, disponen que los comisarios y subdelegados de
la Cruzada de este Obispado de Canaria, y á los Teso
reros, Predicadores y Receptores de las Bulas, que no se
entremetan á pedir, ni pidan ni demanden por la cruza
da cosa alguna de mandas ciertas, que haya en testamen
tos hechas por difuntos á personas de la dicha isla de
244 CONQUISTA

Tenerife ausentes de ella, no embargante que no se ha


yan cumplido dentro de la fecha del año del tal testa
mento, antes se den á las personas á quien pertenecie
ren, cada que las pidan y demanden sin que en cosa al
guna tenga que vér la cruzada; y asi mismo manda á los
dichos comisaries, que no reciban por familiares de la di
ch a cruzada á persona alguna en esta isla de Tenerife,
mas de aquellos, que verdaderamente son Oficiales de ella,
y entienden en la predicacion é cobranza de las Bulas,
por cuanto algunos so color de tales familiares se exi
men de la justicia seglar, é no pagan deudas que deben,
ni son castigados de delitos que hacen; todo lo cual exor
ta, y manda su Señoría á los comisarios en virtud de
Santa obediencia, é so pena de descomunion mayor, lo
contrario haciendo, y exorta á cualesquier justicias de su
Magestad en esta dicha isla, que no guarden ni cum
plan las cartas de Familiaridad que dieren á las tales per
sonas, salvo solamente de aquellos que verdaderamente
entienden en la predicacion y cobranza de la dicha Bula,
y en ello estan ocupados porque asi conviene al servicio
de Dios nuestro Señor y de sus Magestades, y bien de
los vecinos de esta dicha isla, sus fechas en el dicho
mes de Noviembre.
Sobre la órden y forma de predicar las Bulas. y de
la cobranza de ellas en esta isla se han sacado dos pro
visiones Reales, inserto en ellas el capítulo de cortes, del
tenor de la que aquí vá referida, la una por Francisco
de Lugo, y la otra por Juan de Aguirre, Regidores, co
mo queda dicho en los capítulos antecedentes.
CAPITULO XII.

Que los pobres presos no sean detenidos en la cárcel, y otras


mercedes á esta Isla.

Muchas vejaciones padecen los presos, y particular


mente los que son pobres, que estos son los que pagan;
son muchos los que le tiran, y él de totos sale, aunque deja
la capa en la campaña; mucho trabajo devian de padecer
los pobres encarcelados en tiempos pasados, pues se deter
minó el Concejo de esta isla á dar cuenta á su Magestad
suplicandole mandase alibiarles de tanta fatiga, como les
DE CANARIAS. 245

hacian padecer los Jueces, Escrivanos, y Carcelero, (algun


costumbre del antiguo ha quedado) hizo la súplica á su
Magestad, el mensagero Rodrigo Nuñez de la Peña, en
nombre de esta isla, y compadeciendose su Magestad de sus
súbditos pobres, mandó al Gobernador de esta isla, que
lo remediase, y que los encarcelados no fuesen molestados
por su Real provision, su fecha á veinte y nueve de Noviem
bre del dicho año de quinientos y treinta y dos, que está
en el libro primero de provisiones, á fojas docientas y
treinta, número setenta y seis que á la letra es como se
sigue.
D. Carlos por la divina clemencia Emperador semper
Augusto, Rey de Alemania, Doña Juana su madre y el
mesmo Don Carlos por la gracia de Dios, Reyes de Cas
tilla, de Leon, de Aragon, de las dos Sicilias, de Jeru
salen, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia,
de Galicia, de Mallorcas, de Sevilla, de Cerdeña, de Cór
dova de Córcega, de Murcia, de Jaen, de los Algarves,
de Algecira, de Gibraltar, de las islas de Canaria, de las
Indias, islas é Tierra Firme del Mar Occeano, Condes de
Barcelona, de Flandes, é de Tirol, Ócc. A vos el que es,
ó fuere nuestro Governador, ó Juez de Residencia de las is
las de Thenerife y la Palma, ó á vuestro Alcalde en el dicho
oficio, é á cada uno de vos á quien esta nuestra Carta fuere
mostrada, ó su traslado signado de Escrivano público, salud
y gracia: sepades, que Rodrigo Nuñez en nombre de la is
la de Thenerife, è vezinos, è moradores de ella, nos hizo re
lacion por su peticion, diziendo, que las personas que aveis
prendido, è prendeis, reciben algunas vexaciones detenien
dolos en la cárcel, despues de librados, è determinadas sus
causas, por las costas vuestras, è de los Escrivanos, è car
celeros, e para el remedio desto como para otras cosas, é
agravios que las tales personas reciben, nos fué suplicado lo
mandasemos proveer, é remediar como mas conviniere, lo
qual visto por los de el nuestro Consejo, fué acordado, que
de aquí adelante se hagan, è cumplan las cosas siguientes.
Primeramemte á las personas que estan ó estuvieren de
aquí adelante presos, siendo despachados é mandados librar,
no les detengais, ni sean detenidos en la cárcel por los de
rechos de vos las dichas Justicias, é de los Escrivanos, é de
los carceleros, jurando ellos que son pobres, é no tienen de
que pagar, antes luegoque sean despachados, é mandados
2.16 CONQUISTA

librar de la causa de su prision, los suelten sin derechos, si


no estuvieren mandados detener por otra cosa.
Asimesmo dize, que acaece muchas vezes, que á los ta
les presos pobres el carcelero les quita la capa, ésayo que
tienen, en prendas de sus derechos del carcelaje, é de los vues
tros, é de los Escrivanos: mandamos, que de aquí adelante
no se haga, haziendo juramento como son pobres, é no tie
nen de que pagar, so pena, que el carcelero, ó alguazil, ó
otra persona que lo tal hiziere, caiga, é incurra cada vez
que lo hiziere en pena de un ducado de oro, para los pobres
de la cárcel, y en suspension de Oficio, que tuviere por un
mes: é mandamos á vos el dicho nuestro Governador, ó á
vuestro Alcalde, que tengais especial cuidado de saber si se
cumple esto asi, y executeis las dichas penas en los que no
lo cumplieren.
Asimesmo dize, que algunas vezes condenais alguna
personas en sentencias, é que algunos de ellos como no
tienen de que pagar los sus parientes, é amigos, é otras per
sonas, por les hazer bien, y limosna, pagan por ellos. é que
siendo pobres los detienen en la cárcel por las costas, é de
rechos de la Justicia, y Escrivano y carcelero, mandamos,
que de aqui adelante no se haga lo susodicho, so las di
chas penas, é que pagadas las tales sentencias, jurando el tal
preso, que no tiene bienes, ni de que pagar las dichas cos
tas, é derechos, le suelten luego libremente, é no le deten
gan en la cárcel por ello.
Otrosi, dize, que algunas vezes, quando se executa
en las semejantes personas, la pena corporal, aunque les
condenais, como es azotes, é traerlos á la vergüenza, ó en
clavarle la mano, despues de executada, le tornan á la cár
cel por los dichos derechos de la Justicia, Escrivano y carce
lero, é lo tienen preso por ello siendo pobre, è persona que
no lo puede pagar como dicho es, mandamos, que de aquí
adelante, las tales personas, ni algunas dellas, despues de
executada en ellos la dicha pena, no le tornen á la cárcel
por la dicha causa, sino que luego dende donde se acaba
re la execucion de la justicia, los suelten para que se vayan,
excepto sino huviere otra causa para que se deva tornará
la cárcel, y el Alguazil que lo tornare á la dicha cárcel, y
el carcelero que lo recibiere para el efecto susodicho caiga,
é incurra cada uno dellos en la pena susodicha.
Asimesmo dize, que las tales personas pobres, quando
DE CANARIAS. 247

alguno es condenado en destierro para lo salir á cumplir, di


ze, que no le dan lugar, diciendo, que primero que le suel
ten ha de pagar las costas, è derechos, é como por ser po
bres no lo pueden pagar, se estan muchos dias presos, man
damos, que de aquí adelante qualquiera persona que fuere
condenada á destierro, y lo quisieren salir á cumplir, lo suel
ten luego, é no lo detengan por las dichas costas, è dere
chos, no aviendo causa para ello.
Asi mesmo dize, que algunas vezes acaece, que si
el tal pobre preso es oficial, y hacen que otro de su oficio se
obligue á pagar las dichas costas, e derechos, é de otra manera
no le quieren soltar: é mandamos, que de aqui a delante
no se haga, ni le apremien á que busque fiador para lo
susodicho so la dicha pena.
Otrosi mandamos, que el Governador que es, ó fuere
de las dichas islas, ó Alcaldes dellas, tengan especial cuida
do de saber en la cárcel cada sábado, é de informarse antes
que salga de la cárcel, si se han llevado algunas costas, è de
rechos, é si se dctienen algunos presos contra el tenor, é
forma de lo en esta nuestra Carta contenido, y en que co
sas no se cumple lo que por ella mandamos, é tengan es
pecial cuidado de lo hazer, guardar, y cumplir, y executar
las penas en esta nuestra Carta contenidas, en los que en
ellas incurrieren. -

Porque vos mandamos á todos, é á cada uno de vos,


que guardeis, é cumplais y ejecuteis, é hagais, guardar é
cumplir, y ejecutar, todo lo en esta nuestra carta contemi
do, é cada una cosa, è parte de ello, é contra el tenor, é
forma della no vayades, ni pasedes ni consintades ir ni
pasar por alguna manera; so pena de la nuestra merced, é
de diez mil maravedís á cada uno que lo contrario hiziere
para la nuestra cámara. Dada en la Villa de Madrid á veinte
é nueve dias del mes de Noviembre, año del Señor de
mil é quinientos é treinta y dos años, Cardinalis. Doctor
Guevara. Acuña, Licenciatus. Fortunius de Arcilla Doctor.
Licenciatus Giron. Yo Juan de Victoria, Escrivano de
Cámara de su Cesarea, é católicas, Magestades la fize es
crivir por su mandado, con acuerdo de los de su Consejo.
Registrada. Martin de Vergara. Martin Ortiz por Chan
ciller. -

Otras provisiones Reales alcanzó el mensagero Rodri


go Nuñez, que estan en el dicho libro de provisiones; una
2.18 CONQUISTA

para que se haga informacion, si conviene que se pongan


guardas en los puertos de esta isla por el enemigo, y se pa
guen de los propios de ella, y que en el interin se pongan,
su fecha á veinte y nueve del mes de Noviembre susodicho.
Otra, que los diez mil maravcdís del salario de el Precep
tor de la grámatica de esta isla, sean pagados primero que
otros maravedis de cualesquier salarios, atento es provi
sion mas antigua que otras, su fecha á treinta del dicho
mes de Noviembre. Otra, para que se den al Convento de
señor Santo Domingo de esta Ciudad mil y docientas fane
gas de trigo para su fábrica, por cuanto los Religiosos del
dicho Convento hicieron asiento, y concierto con el Con
cejo de esta isla, que habian de tener en el dicho Convento
estudio de Grámatica, Lógica, y filosofia, para que en él
estudien los hijos de vecinos, y que asi se les dé el dicho
trigo por espacio de ocho años, á ciento y cinquenta fane
gas cada año su fecha á diez y nueve de Febrero del año
de 533. Otra sobre que los mantenimientos se vendan
en las plazas, y no encuviertamente donde puedan ser
visitados, su fecha á quince dias del mes de Octubre del
dicho año de treinta y tres. Otra que dispone á los Oi
dores de Canaria, que hagan volver á unos vecinos de
Tenerife una carabela que ciertos vecinos de Canaria les
quitaron, su fecha á treinta del dicho mes. Otra que la
Justicia no haga causa de oficio sobre palabras livianas
que entre algunos se dicen no habiendo sangre, su fecha
en dicho dia. Otra sobrecarta á los Oidores de Canaria,
no conozcan de las apelaciones de diez mil maravedis de
las sentencias de la Justicia de Tenerife que tocan al
Concejo de ella, su fecha á seis de Noviembre de dicho
3 10.

CAPITULO XIII.

De como hizo su Magestad los beneficios de estas islas


patrimoniales, y division de los de esta isla de Tenerife.
Los beneficios de estas islas de Canaria, son de pa
tronazgo Real, y para la provision de ellos era necesario
parecer en la córte, ó personalmente, ó con poder, por
que de ellos hacia su Magestad merced, á quien era ser
vido segun sus méritos, como lo hace hoy en el provei
DE CANARIAS. 249

miento de las Canongias,, y Raciones de Canaria, acor,


dó el Concejo desta isla, que se suplicase á su Mages
tad fuese servido, que los Beneficios de ella fuesen Pa
trimoniales, y que se diesen á los hijos de estas islas, y
no de fuera della, dió ciencia deste parecer á los Con
cejos de las islas de Canaria, y de la Palma, y vinieron
en él, y todos tres dieron sus poderes á Rodrigo Nuñez
de la Peña, para que en sus nombres lo pidiese á su Ma
gestad, y que dispusiese la órden, que habia de haber
en el proveimiento de ellos: y habiendo su Magestad oi
do la súplica del mensagero, fué servido por hacer mer
ced á los naturales de estas islas, de hacer los beneficios
de ellas patrimoniales por su Real cédula, su fecha á
cinco dias del mes de Diciembre del año de mil qui
nientos y treinta y tres que está en el libro primero de
provisiones á fojas doscientas y cincuenta y seis, núme
ro ochenta y uno, que su tenor es como se sigue.
Don Carlos por la divina clemencia, Emperador sem
per Augusto, Rey de Alemania, D." Juana su madre, y
el mesmo D. Carlos por la gracia de Dios Reyes de Cas
tilla, de Leon de Aragon, de las dos Sicilias, de Jeru
salen, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia,
de Galicia, de Mallorcas, de Sevilla, de Cerdeña, de Cór
dova, de Córcega, de Murcia, de Jaen, de los Algarves,
de Algecira, de Gibraltar, de las islas de Canaria, de las
Indias islas, é Tierra Firme del Mar Occeano, Condes
de Barcelona, Señores de Vizcaya, é de Molina, Duques
de Atenas, é de Borgoña, é de Bravante, Condes de
Flandes, é de Tirol, ócc. Por cuanto por parte de vos
los Concejos, Justicia è Regidores, Cavalleros, Escude
ros, Oficiales, é Hombres buenos de las islas de la gran
Canaria, Thenerife, y la Palma, nos fué suplicado, é pedi
do por merced, que los beneficios de las dichas islas, que son
de nuestro Patronazgo Real, y fasta aora hemos presentado
á ellos á quien nuestra merced y voluntad á sido, fuesen
patrimoniales, é se diesen á los hijos naturales, porque, las
dichas islas se han acrecentado y acrecientan en vezindad, é
las rentas de los dichos beneficios han crecido, los manda
semos dividir, para que las dichas Iglesias fuesen scrvidas,
segun, y como conviene al servicio de Dios nuestro Señor;
lo qual visto en el nuestro Consejo, y consultado conmigo
el Emperador, é Rey, fué acordado, que deviamos mandar
250 CONQUISTA

dar esta nuestra carta en la dicha razon, é Nos tuvimoslo


por bien, y por la presente, porque entendemos, que asi
cumple el servicio de Dios nuestro señor, y al aumento del
culto Divino, á por hazer bien, é merced á las islas de Ca
naria, y vezinos della, porque mas se aumenten, y ennoblez
can, y aya en ellas personas doctas, y quales convengan, y
y puedan aprovechar las cosas de nuestra santafé católica
es nuestra merced, quedando reservada para Nos, y para
los Reyes, que despues á Nos sucedieren en la presentacion
de las Dignidades, y Canongias, y Raciones, y medias ra
ciones, para que podamos presentar á ellas á quien nuestra
merced y voluntad fuese, que los otros Beneficios de ca
da una de las dichas islas, que de aqui adelante vacaren, se
den, y provean á los naturales de ellas, porque tengan con
que se sostener, y que los Beneficiados de cada una de las
dichas islas se dividan en los Beneficios, y segun, que á los
del nuestro Concejo pareciere; y mandamos, que la órden.
que á ellos pareciere, que se debe tener asi, sobre la provi
sion de los dichos beneficios, como sobre la division de
ellos, se guarde, y cumpla, con tanto, que aviendo nece
sidad podamos reformar, acrecentar, ó desminuir el núme
ro de los Beneficios, que al presente mandaremos que aya;
y mandamos, que si en algun tiempo alguna, ó algunas
personas, asi de las dichas islas, como de fuera de ellas im
petraren los dichos Beneficios, por via, ó fuerza, ó en otra
qualquier manera, ó si sobre eso truxeren Bulas, ó letras
apostólicas, supliqueis de ellas para ante su Santidad, para
que informado de los dichos Beneficios, son de nuestro
patronazgo Real, lo mande proveer, y entretanto no con
sintais, ni deis lugar, que por virtud de las dichas Bulas, ó
letras se tome posesion alguna: é á las personas legas,
que en lo susodicho entendieren, les prendais los cuerpos,
é presos les castigueis segun fuere justicia, de lo cual
mandamos dar esta nuestra Carta, firmada de nuestros
nombres, y sellada con nuestro sello. Dada en la Vi
lla de Madrid á cinco dias de el mes de Diziembre de
mil é quinientos è treinta y tres años. YO EL REY.
Yo Juan Vazquez de Molina, Secretario de su Cesarea,
é Católicas Magestades, la fize escrivir por su mandado.
Licenciatus de Santiago. Licenciatus Aguirre. Doctor
Guevara. Cuña Licenciatus. Martinez Doctor. Fortu
nius de Arcilla Doctor. Licenciatus Giron. Registrada.
DE CANARIAS. 251

Martin de Vergara. Martin Ortiz por Chanciller.


En este dia se despacharon unas Reales provisio
nes sobre la division de los Beneficios destas islas de
Tenerife, de Canaria, y de la Palma, á pedimento del
mensagero Rodrigo Nuñez, y acerca de la órden de
proveerlos, que la que vino para esta isla, es de el
tenor siguiente.
D. Carlos por la divina clemencia, Emperador semper
Augusto, Rey de Alemania, D.º Juana su madre, y el mes
mo D. Carlos por la gracia de Dios Reyes de Castilla, de
Leon, de Aragon, de las dos Sicilias, de Jerusalen, de Na
varra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de
Mallorcas, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdova, de Córcega,
de Murcia, de Jaen, de los Algarves, de Algecira, de Gi
braltar de las islas de Canaria, é de las Indias, islas, é
Tierra Firme, del mar Occeano, Condes de Barcelona,
Señores de Vizcaya, é de Molina, Duques de Atenas, é de
Neopatria, Condes de Flandes, é de Tirol, Ócc. A vos el
Reverendo in Christo Padre D. Fray Juan de Salamanca,
Obispo de Canaria, é á los Obispos, que adelante fueren,
é á vuestros Provisores, é Vicarios, é á los nuestros
Juezes de apelacion, è al Governador, é otras Justicias, qua
lesquier de las islas de la gran Canaria, é Thenerife, é la Pal
ma, éotras qualesquier personas, á quien lo contenido en esta
nuestra carta toca, é tocare, salud é gracia: sepades, que Nos
huvimos fecho merced á las islas, è vezinos de Canaria que los
Beneficios de ellas sean patrimoniales, é se den, è pro
vean á los naturales de ellas, para que tengan con
que se sostener, é aya personas doctas, é, quales con
vengan para el servicio de las dichas Iglesias, y aumen
to del Culto Divino, é por una Cédula de mi el Em
perador, é Rey; embié á mandar á los del nuestro
Consejo, que practicasen la órden que les pareciese que
se devia tener sobre la provision, y division de los di
chos Beneficios, los cuales despues de averlo comuni
cado con personas doctas, Eclesiásticas, é que tienen
experiencia de las cosas de aquellas islas, acordaron que
se devia guardar, que la provision, è division de los Be
neficios de la isla de Thenerife, la órden siguiente.
Primeramente, que porque hasta agora ha avido un
Beneficio en la Ciudad de San Cristoval de la Laguna,
é ay en ella dos Parroquias, la una, que se llama nues
252 CONQUISTA

tra Señora de la Concepcion en la Villa de Arriba, y otra


que se llama Ntra. Señora de los Remedios, é por esta
causa no han sido bien servidas, mandamos, que el di
cho Beneficio se divida en ocho partes iguales, los qua
tro Beneficiados sirvan en la Iglesia principal de los Re
medios, todos igualmente por curas, é Beneficiados, é los
otros quatro Beneficios mandamos, que se hagan en ocho
Beneficiados, de los quales los dos sirvan de capellanes
en la iglesia de todas horas, é altar de Diácono, é Sub
diácono, con que sean obligados á decir por semanas la
Misa del Alva cada dia, y los dichos quatro Beneficia
dos con los dichos dos capellanes sean obligados á decír
Maitines cantados todos los Sábados á las noches, y vís
peras de las fiestas de nuestro Señor, y nuestra Señora,
y San Juan Bautista, y vísperas de los Apóstoles, è San
Cristoval, é San Miguel, y en los dichos dias, en cada
uno dellos se haga procesion al rededor de la dicha Igle
sia de los Remedios antes de la Misa dicha tercia, é se di
ga la Misa cantada con Diácono, é Subdiácono, y todos
los otros dias ordinarios se diga cada dia Misa cantada,
y vísperas, y completas con la Salve en la dicha Igle
sia. Los otros seis medios Beneficiados, se repartan, los
dos de ellos que sirvan por curas en la Iglesia de la
Concepcion de la Villa de Arriba, y los quatro que res
tan, sirvan en los anexos; el uno en Santa Cruz; y el
otro en el Sauzal; y otro en Taganana, y otro en Güi
mar, cada uno con sus términos, é caserios comarcanos,
con tanto que el dia de San Christoval Patron de aque
lla isla, estos cuatro Beneficiados vayan con los que de
sus pueblos les quisieren acompañará la ciudad, á honrar
la fiesta, en reconocimiento de la buena honra que se les
face, è en los Divinos Oficios sean obligados todos los
Beneficiados á estár con sobrepellices y decencia de há
bito qual se requiere.
Iten, que en la cobranza de las rentas, y primicias,
con todo lo perteneciente á los dichos Beneficiados, se
dé el cargo cada año, á uno de los quatro Beneficiados,
y curas de Ntra. Señora de los Remedios solamente, el qual
distribuya, è reparta entre todos los dichos Beneficiados,
é medios Beneficiados, segun que á cada uno les viniere
al Beneficiado entero por entero, y al medio por medio,
é que las costas que en la cobranza hiciere se reparta
DE CANARIAS. 253

por todos de la mesma manera é por el trabajo se le dé


de toda la masa lo que entre ellos se acordare.
Y mandamos, que el Beneficio de la Orotava, y el
Beneficio del Realejo, y el Beneficio de San Pedro de
Daute, que cada uno destos Beneficios se divida, é par
ta en dos Beneficios curados, que los dos sean en la Oro
tava, y los dos, el uno que sirva en el Realejo alto, y
otro en el Realejo de abajo, y los otros dos en San Pe
dro de Daute, é Garachico, y el otro en Buenavista y
el de Icod, que por el presente se quede como está por
ser pequeño.
Que los Beneficiados asi divididos, se dén á hijos
naturales, y aquellos se entienda ser hijos naturales, que
fueren nacidos en la dicha isla, è sus padres, é abue
los ayan fecho en ellas vecindad por tíempo de diez años,
los cuales gocen desta vecindad, quando marido é mu
ger vivieren en la dicha isla, siendo casados, y velados
in facie Ecclesiae los dichos diez años.
Las calidades, que han de concurrir para que el tal
hijo patrimonial, siendo Sacerdote, aya el Beneficio, han
de ser la primera doctrina; la segunda buena vida, ho
nestidad y recogimiento; la tercera grado de Doctor, Licen
ciado, ó Bachiller en Teología, ó Cánones, nobleza, anti
güedad en Sacerdocio y administracion Eclesiástica, de
tal manera, que el que fuere Doctor prefiera al Licenciado
y el Licenciado al Bachiller, y el Bachiller al que no fuere
graduado, y en los no ¿do se prefiera al que fuere mas
antiguo en Sacerdocio y administracion Eclesiástica, y en
caso que hubiere igualdad en las dichas calidades, se haya
siempre respeto á la doctrina y ejemplo de vida, nobleza,
antigüedad de Sacerdocio hasta cuarenta años.
Iten, que las personas que se opusieren á los Beneficios,
que vacaren, que por si, ni interposita, persona, no traigan
carta de favor, ni soborne, é que no sea bastardo, aunque
sea legitimado, é que no sea hijo de nuevamente converti
do, ni de Moro, ni Judio, ni nieto de quemado, ni hijo de
reconciliado, é que no aya sido Fraile de ninguna Orden,
aunque tenga dispensacion, é que no aya sido amancebado
público dos años, antes que la oposicion, é que no sea usure
ro, ni simoniaco, ni tenga otros oficios, ni tratos desonestos
y prohibidos á la Orden Sacerdotal, é que sea ordenado por
su Prelado, ó por Reverendas suyas ó de su Provisor, ó apro
254 CONQUISTA

bado por su Prelado. -

Iten, que luego que alguno de los dichos Beneficios va


care, para la provision de él se ponga por el Regimiento
edicto, el qual se fixe en las puertas de la Iglesia de los Re
mcdios, y se embie á Canaria, é por todas las otras islas, con
término de treinta dias, con apercivimiento, que el que no vi
niere á se escrivir por ante el Escrivano del Ayuntamiento
dentro del dicho término no será admitido á la dicha oposi
cion, é despues de pasado el dicho edicto se haga Ayunta
miento para elegir Jueces diputados, que conozcan de la di
cha habilidad, y suficiencia de los opositores, la cual eleccion
se haga en esta manera. Que el Regimiento nombre dos ta
les de entre ellos, y los ciudadanos otros dos, y de los Bene
ficiados de la Iglesia de nuestra Señora de los Remedios sean
otros dos, todos nombrados á un tiempo, los quales se junten
con el Vicario dentro de dos horas, que fueren nombrados
y él sea obligado á les tomar juramento sobre la Santa Cruz,
é santos Evangelios, que por odio, ni amistad, parentesco,
intereses, ni por otra causa alguna, que no dexarán de nom
brar la persona en quien mas calidades concurrieren, y el
que mas cumpliere al servicio de Dios nuestro Señor, y de
aquella Iglesia, para donde huviere de nombrarse, y tras
esto luego se haga el exámen en público, porque no aya lu
gar el soborno, y acabado el dicho Vicario, se retraya con
los Juezes, é tomados sus votos, haga el escrutinio y conozca
de las dudas que acaecen de la aprobacionó reprobacion de tal
persona que opuesta huviere, y se allegue á la mayor parte, y
trabaje siempre que la otra menor sea conforme con la mayor,
para que en comun concordia se haga la nominacion, y supli
cacion para anté nuestra persona; la qual venga firmada del
Vicario, é Juezes, Escrivano del Regimiento, y sellada con
el sello de la Ciudad, con tanto, que si algun hijo natural
de las dichas islas estuviere en algun estudio general, le asig
nen término convencible, en que pueda, si quisiere oponerse,
é que entretanto, porque no aya falta en el servicio de la
dicha Iglesia, donde acaeciere que nombren persona que
sirva el dicho Beneficio, el qual lleve la renta pro rata del
tiempo que le sirviere.
Iten, que en vacando algun Beneficio en qualquiera de
las islas, se pueda oponer qualquier natural dellas, con
tanto, lue el natural donde fuere la vacante sea preferido á
los otros, no solamente caeteris partibus, pero aunque aya al
DE CANARIAS. 255

gun exceso, sino fuere notable.


Iten, que el que asi fuere nombrado, y proveido á qual
quiera de los dichos Beneficios, sea obligado á estar residen
te en su Iglesia, é que no le pueda ser dada licencia por mas
de sesenta dias, de manera, que unque sea con licencia, si
mas estuviere, se aplique á la fábrica todo, lo que sirvien
do le pertenecia por todo el tiempo que mas estuviere, con
tanto que si pasare de seis meses ipso facto el dicho Bene
ficio, quede vaco para se proveer, y dará otro en la forma
dicha.
Iten, que ninguno de los dichos Beneficiados pueda te
ner, ni servir Capellanía, ni otro oficio, ni beneficio de
qualquier manera que sea, porque aya mas número de Sa
cerdotes, y pueda cada uno mejor servir lo que tuviere á car
go, so pena, que si lo tuviere, y no lo dexare en término
de sesenta dias, que ipso facto vaque el dicho beneficio, y
se pueda proveer otro en la manera dicha.
Y mandamos, que sial presente en las dichasislas no hu
viere personas en quien concurran las dichas calidades, pa
ra que puedan servir los dichos Beneficios, y porque los que
agora huvieren de entrar, por la primera vez, conviene
que sean personas tan doctas y suficientes, que puedan dar
ley, é forma de vivir á los que despues de ellos vinieren,
que á falta de naturales se busquen tales personas donde
fueren halladas, que hagan todo lo que á los dichos natura
les les es encargado en el servicio de las dichas Iglesias, con
que agora, ni en ningun tiempo no sean estraños de estos
nuestros Reynos de Castilla, é de Navarra.
Porque vos mandamos á todos é á cada uno de vos, que
guardeis, é cumplais, é fagais guardar, é cumplir, é se fa
zer todo lo contenido en esta nuestra carta, é contra el
tenor, é forma de lo en ella contenido, no vais, ni paseis
en tiempo alguno, ni por alguna manera, y los unos ni
los otros non fagades, ni fagan endeal so pena de la nuestra
merced, é de diez mil maravedís para la nuestra cámara.
Dada en la Villa de Madrid, á cinco dias del mes de Di
ciembre año del Señor de mil é quinientos é treinta é tres
años. YO EL REY. Yo Juan Vazquez de Molina, secreta
rio de su Cesarea, é Chatólicas Magestades la fize escrivir
por su mandado. Licenciatus Santiago. Licenciatus Aguirre.
Doctor Guevara. Cuña Licenciatus. Doctor del Corral.
Licenciatus Giron. Registrada. Martin de Vergara. Martin
256 CONQUISTA

Ortiz por Chanciller.


Las dos provisiones de Canaria, y Palma disponen la
misma órden, y calidades de la referida, sobre el provehi
miento de los Beneficios de ellas para el Regimiento de ca
da isla.
Desde la fecha de estas provisiones han provehido los
Beneficios de estas tres islas el Regimiento, Ciudadanos, y
Beneficiados de cada una en la forma dicha, hasta en tiempo
del Ilustrísimo Señor D. Cristobal de la Cámara y Murga,
Obispo que fué de estas islas, que suplicó su señoría Ilus
trísima á su Magestad, se sirviese de concederle, que die
se los Beneficios, y no el Regimiento, ni Ciudadanos, por
ciertas causas; y su Magestad el Señor Rey D. Felipe Cuar
to le dió facultad, para que su Señoria, y sucesores hiciesen el
exámen y hiciese á su Magestad informe de tres los mas bene
méritos, para que su Magestad hiciese la merced á uno de
ellos; por esta órden se proveyeron algunos Beneficios de esta
isla, y de las demas, siendo Obispos de ellas los Ilustrísimos
señores D. Francisco Sanchez de Villanueva, y D. Rodrigo
Gutierrez y Rosas, hasta los años de mil y seiscientos y cin
cuenta y seis, y mil y seiscientos y sesenta y uno, que habien
do suplicado los Consejos de estas islas á su Magestad, fuese
servido de mandarles guardar la facultad, que tenian del
señor Emperador D. Carlos, para dar los Beneficios, man
dó su Magestad se guardase, y que el Regimiento, Ciuda
danos, y Beneficiados los proveyesen; despues el reveren
disimo señor D. Fray Juan de Toledo, Obispo de estas islas,
pidió á su Magestad, se sirviese se guardase la cédula, que
dió al señor Obispo D. Cristobal de la Cámara y Murga, y
el Ilustrísimo señor D. Bartolomé Garcia Jimenez, Obispo
de estas islas, su sucesor, informó á su Magestad, que con
venia al servicio de Dios, que los Beneficios de estas islas
de Canaria, Tenerife y la Palma, los proveyesen los seño
res Obispos, ante quien pasase el exámen de los opositores y
de la forma susodicha por justas causas; y su Magestad, man
dó por su Real cédula en el año de mil y seiscientos y seten
ta, que los Beneficios de estas tres islas los den los señores
Obispos, y no el Regimiento, en esta forma: que vacando
algun Beneficio, se pongan dos edictos, uno en la Catedral
de Canaria, y otro en la vacante, con término de treinta
dias, y que pasados se haga por su señoría Ilustrísima el exá
men, y envie á su Magestad propuestos, tres personas be
DE CANARIAS. 257

meméritas por sus lugares, por razon de las ciencias de cada


uno, naturaleza, y antiguedad de Sacerdocio, para que su
Magestad lo provea en quien fuere servido, y que la cédula
del señor Emperador se guarde en cuanto á las calidades
del opositor, y se revoca, que no los prevea el Regimien- .
to, y que asi mismo el servicio de el Beneficio, que vacare,
se dé á hijo natural de las islas, y no á estraño de ellas.
En cinco del mes de Setiembre, del año de mil y seis
cientos, y setenta, mandó su señoría en su presencia, y de
muchas personas Eclesiásticas, y seglares, que se ajunta
ron en la Iglesia Parroquial de nuestra señora de los Re
medios, de esta Ciudad de la Laguna, leer la cédula de su
Magestad, acerca del proveimiento de los Beneficios, hizo
una muy docta, y prudente práctica, como de tan cientifi
co pastor, y amonestando á todos el cuidado de las letras
que es necesario tener para curas de almas, y gobernarlas, y
dirijirlas al servicio de Dios, y porque el beneficio del lu
gar de Tacoronte estava vaco, se habia de hacer eleccion
de él, y que en los dias siguientes se habia de hacer el
exámen en la dicha Igíesia, para su proveimiento, y la for
ma de él, seria construir un capítulo del santo Concilio de
Trento, y ser preguntados en casos morales por tres exami
nadores, nombrados por su señoria, por espacio de dos
horas.
Despues en los dias siguientes se hizo el exámen, y
por la mañana entrava un opositor y por la tarde otro,
y respondieron todos doctísimamente á lo que les fué pre
guntado, que cada uno en particular merecia el Benefi
cio y otro de mas renta; pero como todos no pueden en
uno ser acomodados, alguno lo habia de llevar; envió su
señoría Ilustrisima informe de tres de los opositores á su
Magestad conforme la cédula, y fué su Magestad servi
do de hacer el nombramiento en el Licenciado Salvador
Perez, Beneficiado que era de Güimar, natural del dícho
lugar de Tacoronte, asi se ha continuado en los demás
Beneficios hasta este año de mil y seicientos y setenta y
dos; en cuanto á los Beneficios de las cuatro islas de se
ñorio, en esta conformidad los han proveido siempre los
señores Obispos desde sus conquistas.
258 CONQUISTA

CAPITULO XIV.

Como su Magestad dió título de noble á la Ciudad de San


Cristobal de la Laguna, y otras mercedes.
Siendo la Ciudad de San Cristobal de la Laguna en
esta isla de Tenerife, la poblacion mayor de ella, y asis
tida de mucha nobleza, con justa causa debia intitular
se noble, pues la grandeza, el poder y la riqueza con el
buen procedimiento dán tal título al que con estas par
tes se halla, todas concurren en esta Ciudad, la gran
deza en sus edificios, y en los habitadores de ellos, el po
der en sus vecinos de invencible ánimo y valor para su
defensa: la riqueza en sus propios, dehesas, y hereda
mientos, y el buen procedimiento en la lealtad y servi
cios á los católicos Reyes de España nuestros señores, y
antes que el vulgo (que es quien á algunos tal título les
dá) intitulase noble á esta ciudad poderosa, y que todos
con este nombre la aclamasen, no siendo por legítimo
señor, acordaron los señores Justicia y Regimiento, para
que propio lo tuviese, que el mensagero Rodrigo Nuñez
de la Peña suplicase á su Magestad hiciese merced de
intitular á esta ciudad noble; hizo la súplica el mensa
gero, y su Magestad por hacer merced á esta isla y á sus
vecinos, dió su Real cédula de título de noble á esta ciu
dad, su fecha á ocho de Setiembre del año de mil y
quinientos y treinta y cuatro, la cual está en el libro pri
mero de provisiones, á fojas doscientas y sesenta, núme
ro ochenta y tres que su tenor es el siguiente.
EL REY.

Por quanto por parte de la isla de Thenerife, nos


fué fecha relacion, que la ciudad de San Christoval, que
es en la dicha isla, es la mayor, è mas principal ciudad
de las islas de Canaria, y mas poblada de caballeros, y
gente de bien, suplicándonos, y pidiendonos por merced,
fuesemos servidos de darle título de noble, ó como la
nuestra merced fuese, é Nos acatando lo susodicho, y por
honrar, y hacer á la dicha ciudad, vecinos, y moradores
della, por la presente la nombramos, é intitulamos no
ble, é le damos licencia, é facultad, para que asi se lo
DE CANARIAS. 259

pueda llamar, é intitular de aqui adelante, é mandamos


á los del nuestro Consejo, Presidente, é Oidores de las
nuestras Audiencias, á los Alguaciles de la nuestra casa,
é corte, é chancillerias, é á otras qualesquier Justicias
destos nuestros Reynos, è de las dichas islas de Canaria,
asi los que agora son, como á los que serán de aqui ade
lante, y á cada uno, è qualesquier dellos en sus lugares,
é jusisdiciones, que guarden, é cumplan, é hagan guar
dar, y cumplir á la dicha ciudad esta nuestra cédula, é
todo lo en ella contenido, é que contra ello no vayan,
ni pasen, ni consientan ir, ni pasar, por alguna manera,
so pena de la nuestra merced, é de diez mil maravedís
para la nuestra cámara, á cada uno, que lo contrario hi
ciere. Dada en Palencia á veinte é ocho de Setiembre,
de mil é quinientos é treinta é quatro años. YO EL REY.
Por mandado de su Magestad. Cobos Comendador ma
yor.
Otras provisiones Reales alcanzó el dicho Rodrigo
Nuñez, sobre otros negocios que están en el libro cita
do; la una que dispone á la Justicia de esta isla, que á
las personas que cometieren delitos, que por ellos deban
ser condenados en penas corporales, pudiendo haber en
ellos conmutacion, y sin perjuicio de parte querellosa,
debiendo ser condenados á cortarles orejas, mano ó pie,
los envien á servir las galeras por el tiempo que al Juez
pareciere, en que se les conmute la pena de su délito.
Otra sobre informacion que no aya Alcalde de sacas en es
ta isla. Otra que los Oidores no envien ejecutor á esta
isla de Tenerife. Otra para dar al convento del Señor
San Agustin, cien fanegas de trigo de los propios por
un año. Otra para fundir cierta artillería. Otra para dar
salario al Doctor de medicina, sus fechas en el año de
quinientos y treinta y cuatro.
En el mes de Noviembre de dicho año vino de la
corte el mensagero Rodrigo Nuñez de la Peña; y en on
ce del dicho mes entró en cabildo, y presentó las provisiones
referidas, y dió cuenta de los negocios que habia llevado
a su cargo.
260 CONQUISTA

CAPITULO XV.

De la confirmacion que su Magestad hizo de la cesion del


convento de nuestra Señora de Candelaria á la orden de
Predicadores, y otras mercedes á esta isla.
El poner aqui á la letra la confirmacion que su Ma
gestad hizo á los Religiosos de la Orden del Señor San
to Domingo, de la cesion y donacion, que el Concejo de
esta isla les hizo de la casa de nuestra Señora de Can
delaria, patrona de estas islas, es por parecerme es mer
ced general fecha á los vecinos de esta isla, como la es,
pareciendoles á algunos particular, pues cualquiera favor
que á estos padres se le hace, lo reciben todos los veci
nos por lo mucho que se les debe (además de ser tam
bien vecinos) por su predicacion, doctrina y buen ejem
plo, y de la continua asistencia que han tenido con esta
Soberana Imágen en tanta veneracion y aumento del cul
to Divino, con ardiente caridad, abiertos los brazos para
dar hospedage á tantas personas, que motivados de la de
vocion de esta Señora la van á visitar, desde el mas re
moto lugar de estas islas, y de una firme perseverancia
en un lugar remoto y apartado de la ciudad, desierto en
tre peñascos y mares, que todos estos y mas trabajos que
padecen, los hacen suaves la compañía de esta Reyna so
berana. Estaba pues, esta Santa y milagrosa Imágen, al
tiempo de la conquista de esta isla en una cueva, pues
ta por los gentiles guanches que la veneraban, aunque
bárbaros. Despues el Adelantado Don Pedro Fernandez
de Lugo y conquistadores le hicieron una pequeña Igle
sia, en que la colocaron para mas decencia y veneracion
de los Fieles, faltavale la asistencia Eclesiástica, y visi
tandola el Ilustrísimo señor Don Luis Cabeza de Baca,
Obispo de estas islas, con deseo que la devocion fuese
en aumento y que los Fieles se fervorizasen en tenerla,
y mas hallando algun alivio corporal en el remate de sus
romerias y promesas, pidió al Reverendisimo Padre Vi
ce-Provincial de la Orden de Predicadores, enviase algu
nos Religiosos á que asistiesen en el culto Divino, de
esta milagrosa Imágen, y les dió licencia, para que allí
fundasen convento año de mil y quinientos y treinta; y
en cuatro dias del mes de Diciembre del año de mil y
DE CANARIAS, 261

quinientos y treinta y cuatro, el Adelantado Don Pedro


Fernandez de Lugo gobernador, y los Regidores estando
en su Ayuntamiento, hicieron donacion y cesion á los di
chos padres de la casa y Ermita de nuestra Señora, con
todo el sitio á ella perteneciente y cueva en que prime
ro estuvo que dicen de San Blas, desde los riscos has
ta la mar, y desde el pozo viejo hasta la dicha cueva,
y la Ermita de Santa Maria Magdalena, que fué edifica
da por el Adelantado, que está sobre los riscos, y lo de
mas contenido en dicha Data, que está en un libro de
los milagros de nuestra Señora, y el dia siguiente les fué
dada la posesion por Marcos Verde, Alguacil mayor.
Asi mismo fuè acordado por el Concejo de esta isla,
se suplicase á su Magestad fuese servido de confirmar esta
donacion, para que los religiosos no fuesen perturbados en
su posesion, como lo habian sido de algunos clérigos que
querian asistir en la dicha casa, y que no viviesen alli los
Religiosos, asi para este negocio como para otros que se le
ofrecieron á este Concejo, trataron de nombar persona que
fuese á la corte à solicitarlos, y nombraron por mensage
ro á Rodrigo Nuñez de la Peña, en el año de quinientos y
treinta y cinco que el año antecedente habia venido de ella
con los negocios que llevó á su cuidado el año de quinien
tos y treinta y dos, como queda dicho en los capítulos an
tecedentes. Diósele poder, y instruccion de los negocios, pa
só á la corte, hizo súplica á su Magestad, presentando sus
memoriales, vistos por su Magestad, sobre el de la confirma
cion de la dicha data, le mandó dar su Real cédula, su fe
cha á veinte y cuatro de Diciembre del año de mil y qui
nientos y treinta y cinco, que original está en el archivo
del Convento de Candelaria, y su traslado signado está en
el libro primero de provisiones, à fojas 265 número 88, que
es como la que se sigue.
D. Carlos por la divina clemencia, Emperador semper
Augusto, Rey de Alemania, D.º Juana su madre, y el
mesmo D. Carlos por la mesma gracia, Reyes de Castilla,
de Leon, de Aragon, de Navarra, de Granada, de Toledo,
de Valencia, de Galicia, de Sevilla, de órdova, de Córce
ga, de Murcia, de Jaen, de los Algarves, de Algecira, de
Gibraltar, de las islas de Canaria, de las Indias, islas, é
Tierra Firme, del mar Occeano, Condes de Barcelona,
de Flandes, é Tirol, &c. Por quanto por parte de vos el
262 CONQUISTA

Concejo, Justicia é Regimiento, de la lsla de Thenerife,


nos fué fecha relacion, diziendo: Que en estas dichas islas
ay una ermita de la Advocacion de nuestra Señora, Santa
Maria de Candelaria, donde ay una imágen suya, que de
tiempo antiguo de infieles, antes que estas dichas islas
fuesen conquistadas, se halló donde Dios nuestro Señor ha
sido servido de hacer muchos milagros en personas que
han ido á la dicha casa á se encomendar á nuestra Seño
ra é queriendo procurar, è dar órden, como fuese decen
temente servida, é nuestro Señor servido, é ha estado, é
conservado la devocion de los infieles, que ocurren á la di
cha casa, é la buena vida de los Religiosos de la órden de
Sto. Domingo en esas dichas islas, acordastes de negociar
con ellos, que quisiesen recibir la dicha ermita, é imágen
de N. Señora, é morar en la dicha ermita, è con las limos
nas se pueda edificar una casa en que puedan vivir é Ino
rar quatro ó cinco Religiosos, de los quales sean los tres
Sacerdotes é por ello en nuestro nombre, les aviades dado
la dicha Ermita, é porque con mas seguridad la pudiesen
tener, nos suplicastes, é pedistes, por merced, mandasemos
confirmar, é aprobar, la escritura de cesion, que fecistes de
la dicha Ermita á la dicha órden de Sto. Domingo pues
dello se seguiria tanto beneficio en suplicar á su santidad,
que asi mesmo le mandase confirmacion, como la nuestra
merced fuese, sobre lo qual por una nuestra carta man
damos al nuestro Corregidor de esta dicha isla, que llama
das las partes hubiese informacion, é supiese, que Ermita
es la susodicha, è si será de nuestro patronazgo Real, y que
beneficio se seguia, en que se diese, y la tuviesen los di
chos Frayles, é si convenia, que mandasemos confirmar
la dicha escritura de cesion, è traspasacion, e que utili
dad, é provecho, perjuizio, ó daño, se seguiria dello, é á
quien, é porque causa, é que sitio de tierra era el que asi
les davades en la dicha Ermita, é que tanta cantidad de
tierra, y en que valor, y manera era é de todo lo demas
que viese, que se devia ver la dicha informacion; la qual
avida en pública forma, la envió ante los de nuestro
Consejo, juntamente con su parecer, en cumplimiento de
la qual, Antonio Jóven, Teniente de Gobernador en la
dicha isla, huvo la dicha informacion, y juntamente con
el dicho su parecer, la envió ante ellos, é por ellos vis
ta, é consultado con la Emperatriz, é Reyna, nuestra
DE CANARIAS. 263

muy cara, é muy amada hija, é muger, fué acordado,


que deviamos mandar dar esta nuestra carta en la dicha
razon, é Nos tuvimoslo por bien; por la qual, sin per
juicio de nuestra Corona Real, é de otro algun tercero,
confirmamos, é aprobamos la dicha escritura, de dona
cion, é cesion, que asi fecistes de la dicha Ermita á los
dichos Frayles, é Orden de los Predicadores, que de yu
so se face mencion, para que se guarde, cumpla, segun,
é como en ella se contiene: E mandamos al nuestro Cor
regidor, ó Juez de residencia que es, ó fuere, de esa
dicha isla, ó á otros qualesquier Jueces, é Justicias, que
sean, que contra el tenor, é forma della, les no consientan
ir, ni pasar agora, ni en algun tiempo, so pena de la nues
tra merced, é de veinte mil maravedís para la nuestra Cáma
ra, à cada uno, que lo contrario ficiere. Dada en la Villa de
Madrid 24 dias del mes de Diciembre, año del Señor de 1535
años. YO LA REINA. Yo Juan Vazquez de Molina, Se
cretario de su Cesarea, é Católicas Magestades, la fize es
crivir por su Mandado. Cardinalis. Licenc, Polanco. Cu
ña Licenc. Doctor del Corral. El Doctor Montoya. El Lic.
Leguizemo. El Licenc, Pedro Giron. Registrada. Martin
de Vergara. Martin Ortiz por Chanciller. Despues los di
chos Padres alcanzaron confirmacion de su Santidad, que
tienen en eu Archivo.
Otras provisiones Reales ganó el dicho mensagero Ro
drigo Nuñez en el mes de Febrero del siguiente año de 36
que estan en el libro citado de provisiones, para esta isla,
La una, para que los Regidores de esta isla puedan hacer
cabildo, sin asistencia del Corregidor ni otro Juez, cuando
le pareciere que convenga. Otra para poder cargar vinos
para las Indias por ciertos años. Otra para que el Vicario
no eche á los Portugueses de esta isla, aunque sean casados
en su tierra. Otra para que las guardas no sean criados de
las Justicias Otra sobre suelta á ciertos labradores, de la
renta de un año estéril. Otra para informacion sobre si con
viene haya Santa Hermandad en esta isla. Otra para que ha
ya en esta isla tasador de costas. Otra para que haya Le
trado y Procurador de pobres. Otra para que se haga infor
macion sobre si conviene, que los vecinosde cada lugar elijan
su Alcalde, sus fechas desde seis, hasta veinte y seis de Fe
brero de dicho año. Otras mas provisionesalcanzó el dicho men
sagero, que estan en el archivo del cabildo, y presentadas
264 CONQUISTA

en procesos antiguos de él, como son dos provisiones con


tra los moriscos libertados. Otra provision citatoria contra
Alonso de la Fuente. Otra receptoria sobre los Jurados de
la isla y eleccion de sus oficios. Otra provision de conta
dores mayores de cuentas de ciertas pagas del almojarifaz
go y recibo de ellas. Otra provision contra Sarmiento,
en lo de las tierras. Otra sobre el boticario y cirujano.
Otra para que Juan Luis pague cierta cédula en Sevilla.
Otra sobre que los ejecutores salgan de esta isla de Teneri
fe. Otra para que el Dean y Cabildo de Canaria, no e
chen los casados ausentes. Otra provision sobre el salarío
de Anton de Vallejo, Escribano del Cabildo de esta is
la. Otra para que en esta isla haya padre de menores.
Otra para que esta isla no pague salario á los oidores de
Canaria. Otra provision para que de todo lo que se car
gare y descargare en los puertos se paguen derechos por todos
y se guarde la costumbre de la isla. Dos provisiones sobre el
pleito que tiene el Regimiento con Pedro de Truxillo,
sobre el oficio de fiel ejecutor. Receptoria en el pleito
de dicho Pedro de Trujillo. Otros despachos, como son
fees de Contadores mayores de 1entas y instrucciones de
la Cruzada, costumbre y órden que se ha de tener en ella
y de la composicion y quien y como se ha de comprar,
y muchas cartas, particulares, que todo lo referido en es
tos cinco capítulos pasados con este, consta de las cuen
tas y descargo que el dicho mensagero dió, cuando vino
de la Córte en el mes de Junio de dicho año de 1536,
que está en el libro 1 º de escrituras del Cabildo de es
ta isla, en donde podrá el curioso tomar razon de lo
aqui contenido, cuando le pareciere y verá pasaron de
55 provisiones, las que trujo este mensagero todas soli
citadas por su persona, sin otros despachos muy necesa
rios: no me conviene detenerme en decir la mucha ca
pacidad que tenia, por ser mi tercero abuelo, y el cui
dado con que solicitó los negocios de esta isla, y de la
Ciudad de Sevilla, de quien tambien fué nombrado por
mensagero, solo me atravo á decir, que no ha avido men
sagero de esta isla d sde su conquista, hasta el dia de
hoy, que mas provisiones trujese, en lo demas de perfec
to repúblico: Laudet te alienus, óc non os tuum, idest,
meun eatraneus Óc non labia tua, idest, mea. Palabras de
Salomon en el capítulo 27 de los proverbios que en len
DE CANARIAS. 265

guage castellano dice: alábete el hombre ageno, y no


tu boca que es lo mismo que la mia, si lo hiciere, el es
traño te alabe y no tus labios que es lo mismo que si
los mios se movieran para loar tu prudencia, siendo tu
sangre y la mia una misma cosa.
Tercera vez nombraron la Justicia, y Regimiento de
esta isla de Tenerife á Rodrigo Nuñez de la Peña por men
sagero, para que fuese á la Corte á negocios desta isla
en el año de mil quinientos y cuarenta y tres, y fué acorda
do, que Alonso de Llarena, Regidor, le hablase, si queria
ir; asi parece de un acuerdo que está en el libro capitu
lar de dicho año, y la repuesta que dió á fojas doscientas
y treinta.
CAPÍTULO XVI.

De otras mercedes que sus Magestades han hecho á esta


isla hasta el año de mil quinientos y cincuenta y cinco.
De las provisiones reales anotadas en este capítulo
fueron servidos sus magestades hacer merced á esta is
la de Tenerife desde el año de mil y quinientos treinta y
siete hasta el año de mil quinientos y cincuenta y seis, que
reynó el Sr. emperador D. Carlos Rey de las Españas,
á pedimento de los mensajeros que el concejo de esta isla
nombró en diferentes años, las cuales estan en los libros
y cuadernos de provisiones de él, que son las siguientes.
Una carta ejecutoria á favor de esta isla, sobre el
pleito que la de Canaria movió sobre la saca del trigo; á
edimento de Francisco Alosa, jurado de esta isla, mensa
jero en 8 de Agosto del año de 1533, que está en el libro
1.° á fojas 236 número 80.
Otra provision para que todas las personas de esta is
la, puedan tener en sus casas, pesos y medidas sin sellar
las por el almotacen, con que no vendan con ellas, su fe
cha á siete de Julio de mil quinientos y treinta y siete,
á pedimento de Juan de Sauzedo, como síndico de esta
isla en nombre de ella.
Otra, para que los regidores asistan en las audien
cias de la cárcel, á pedimento del dicho Juan de Sauze
do á siete de Agosto de dicho año.
Otra para que los Cabildos se hagan en las casas
266 CONQUISTA

del ayuntamiento, y no en casas particulares, á pedimen


to del dicho Juan de Sauzedo en diez y siete del dicho
16Se

Otra, sobre el uso y ejercicio de fiel ejecutor de


Pedro de Trujillo, á pedimento del dicho Juan de Sau
zedo en dicho dia.
Otra, sobre salario del médico á pedimento del dicho
Sauzedo en diez y nueve de dicho mes.
Otra que dispone, que la Justicia eche á galeras á las
personas que por delitos merecieren pena corporal, en que
deba haber conmutacion sin perjuicio de parte querello
sa, á pedimento del dicho Sauzedo á doce de Noviembre.
Otra. que las justicias no detengan en la cárcel á los
presos pobres por sus costas, ni de los escribanos, ni car
celeros, á pedimento de dicho Juan de Saucedo, su fecha
en diez y ocho del dicho mes de Noviembre, del dicho año
de treinta y siete, es del tenor de la contenida en. el ca
pítulo doce.
Otra provision sobre informacion, si conviene haya en
esta isla alcalde ordinario, á pedimento de Francisco de
coronado, en nombre del concejo de ella, en seis de Fe
brero del año de mil y quinientos y treinta y nueve.
Juan de Ochoa Olazabal, cn nombre desta isla alcanzó
las provisiones siguientes.
Una, inserta en ella la pragmática, que dispone, que
no se tomen armas, sin que taña á la Queda, su fecha á
veinte y ocho de Febrero, de dicho año de treinta y
InUl62V9.

Otra, para que la isla pueda asalarear Preceptor de


gramática, boticario, y Médico, y pagarles sus salarios de
los propios, su fecha á veinte y cuatro de Julio de dicho
dIl 0,

Otra sobre el salario de un boticario, su fecha á trein


ta del dicho mes.
Otra sobre que haya informacion, si conviene traerá
esta ciudad el agua de Taodio, y echar sisa para ello, su
fecha á veinte y ocho de Marzo de 541.
Otra para que los regidores hagan las ordenanzas.
Otra, para que la justicia informe sobre los derechos
de los eclesiásticos, su fecha á ocho de Mayo de mil qui
nientos y cuarenta y cuatro.
Otra, para que la justicia no consienta que los jue
DE CANARIAs. 267

ces eclesiásticos se entremetan en la jurisdiccion real, su


fecha á diez y ocho de Junio de dicho año.
Otra, al reverendísimo Obispo y sus provisores, so
bre que no piden el auxilio seglar, y se entremeten, en la
jurisdiccion real, en dicho dia.
Otra, para que uno de los cuatro beneficiados de los
Remedios, pase á servir en la iglesia de la Concepcion de
esta ciudad de la Laguna, su fecha á catorce de Agosto.
Otra para que los oidores de Canaria no conozcan de
las apelaciones que fueren de cantidad de diez mil mara
vedis, que tocan al regimiento de esta isla, su fecha á cua
tro de Setiembre de dicho año de cuarenta y cuatro.
Juan Lopez de Asoca, mensagero de esta isla, alcan
zó las provisiones siguientes.
Una, para que no siendo bastante el trigo, que el
reverendísimo Obispo, y Dean y canónigos cogieren en las
otras islas, para la sustentacion de sus familias, puedan
sacar de esta isla el que hubieren menester, á veinte de Fe
brero de mil quinientos y cuarenta y cinco.
Otra, para que el Ilustrísimo Obispo, ni sus provi
sores, no procedan contra la Justicia y regimiento de es
ta isla, sobre que no les dejan sacar el trigo de sus diez
mos, en dicho dia y año.
Otra, para que ningun Ilustrísimo Obispo se entreme
ta en la administracion del hospital de S. Sebastian, de
que es patron el cabildo de esta isla, por nombramiento
de Pedro Lopez de Villera su fundador, su fecha en once
de Marzo de dicho año.
Otra de prorrogacion de la cargazon de esta isla pa
ra Indias, por ciertos años, su fecha á nueve de Mayo.
Otra sobre lo mismo, y que dén fianzas.
Otra, para que la Justicia examine en esta isla á los
albeitas y herradores, y usen de sus oficios, en dicho año
de quinientos y cuarenta y cinco.
Otra sobre el salario del preceptor de gramática de
esta isla.
Otra para que los registros de los navios de Indias,
- pasen ante el escribano de el Cabildo de esta isla, su fe.-
cha á diez de Abril, del año de mil y quinientos y cua
renta y seis.
Otra, sobre ciertos solares en la dehesa en dicho año.
Otra de confirmación de una ordenanza de esta isla,
268 CONQUISTA

ue ninguna persona saque armas de ella, su fecha en 20


e Marzo de dicho año.
Otra sobre la forma y órden, que se ha de tener
en el poner en recaudo las escrituras, y registros de los
escribanos que muereñ, y las entregar á las personas, que
en su lugar sucedan, su fecha en dicho dia.
Otra en que su Magestad dá facultad al concejo, jus
ticia y regimiento de esta isla de Tenerife, para que la
justicia y diputados, con dos médicos, ó cirujanos, exa
mine los cirujanos de esta isla, y usen sus oficios, su fecha
en dicho dia.
Otra sobre que la justicia provea en lo que el con
cejo de esta isla pide, que la libra de carne valga un ma
ravedís mas, que en los lugares, su fecha en dicho dia
veinte de Marzo de dicho año de cuarenta y seis.
Otra provision inserto én ella el capítulo de cortes
que dispone que las armas que no se tomaren en fra
gante delito, se apliquen para la cámara, á pedimento de
Leandro Perdomo en nombre de esta isla su fecha á veinte
y dos de Mayo de mil quinientos y cuarenta y siete.
Otra para que las penas que se aplicaren á la cáma
mara de su magestad, se depositen en el escribano del Ca
bildo, á pedimento del dicho Leandro Perdomo, su fecha
en dicho dia.
Otra que las justicias ni escribanos, no cobren los de
rechos de las ejecuciones. hasta que la parte sea acabado
de pagar, á pedimento del dicho Leandro Perdomo, su
fecha en veinte y tres del dicho mes.
Otra de privilegio, para que los vinos de esta isla
los puedan sacar para cualesquiera tierras, á pedimento
de Juan de Aguirre, regidor, en diez y ocho de Noviem
bre de dicho año.
Otra sobre los salarios de los Oidores de Canaria,
su fecha á doce de Diciembre del año de mil y quinien
tos y cuarenta y ocho. -

Otra sobrecarta del privilegio, que los vinos de esta


isla los puedan embarcar para otras tierras, á pedimento.
de Juan de Ancheta, en nombre de esta isla, su fecha á
siete de Setiembre del año de mil y quinientos cuarenta
y nueve.
Otra para que los estrangeros que no fuesen casados
ó avecindados en esta isla, no puedan traer ganados en
DE CANARIAS. 269,

las dehesas de ella, á pedimento del dicho Juan de An


cheta, en cuatro de Octubre de dicho año.
Otra en que su Magestad dá licencia á esta isla, pa
ra que en la casa de la moneda de Sevilla pueda labrar
quinientos mil maravedis en blancas, y medias blancas,
para esta dicha isla, su fecha en treinta de Noviembre de
dicho año de cuarenta y nueve.
Otra sobrecarta, que el gobernador castigue los fami
liares delinquentes en delitos, á pedimento de Sebastian
de Ballejo, alguacil mayor de la Palma, su fecha á diez de
Enero del año de mil y quinientos y cincuenta.
Otra sobrecarta, sobre que los beneficios que va
caren en estas islas se provean á los hijos naturales de ellas,
guardando la órden que sobre ello está dada, á pedimen
to de Pedro de Mena, en nombre de los concejos de esta
isla de Tenerife, y de la Palma su fecha á diez de Agos
to del año de mil quinientos y cincuenta y uno.
Otra en que manda su Magestad á los escribanos que
den á los vecinos testimonio de las apelaciones, y autos
que ante ellos pasaren, á pedimento del licenciado Calde
ron, en nombre del concejo de esta isla, su fecha en siete
de Setiembre de mil y quinientos y cincuenta y uno.
Otra para que los gobernadores den á las partes los
mandamientos de ejecucion, sin los derechos de las cos
tas, ni impedimento alguno, á pedimento del dicho licen
ciado Calderon, en nombre de el concejo de esta isla, en
dicho dia.
Otra para que no se pongan fiscales generales en la
isla, á pedimento de Juan Benitez de las Cucuas, en nom
bre de los vecinos de esta isla, su fecha en diez de Di
ciembre del año de niil y quinientos y cincuenta y tres.
Otra que dispone, que cuando el Vicario fuere opositor
á alguno de los beneficios patrimoniales, el Ilustrisimo
obispo nombre otro Vicario, para que asista en lugar del
tal opositor, su fecha á veinte y dos del dicho mes.
Otra sobre que los diez mil maravedis del salario
del preceptor de gramática, se pague antes que otra li
branza, su fecha á veinte y siete del mes de Julio del año
de mil y quinientos y cincuenta y cinco.
En el mes de Enero á 16 dias del año de mil qui
mientos y cincuenta y seis, el Sr., Emperador D, Carlos,
Rey de las Españas, renunció los reynos de Castilla y
270 CONQUISTA

Leon, ócc. en el Sr. Rey D. Felipe 2.” su hijo: muchas


mas cédulas de las referidas alcanzó esta isla del Sr. Rey
D. Carlos; estas constan en los libros de provisiones, que
muchas se dejaron de escribir en ellos por descuido; las
cuales estan presentades y cosidas en pleitos, y procesos
del concejo de esta isla, que están en su oficio. -

Para dar noticia de todas las demas provisiones rea


les, y cédulas, que sus Magestades nuestros señores, los
señores Reyes D. Felipe II, D. Felipe III y D. Felipe IV, , y
el serenísimo Rey D. Carlos II, que hoy reyna, han da
do, y hecho merced á esta isla de Tenerife, bien fuera me
nester un grande volúmen, y porque requiere libro par
ticular, solo daré noticia de algunas mas esenciales, saca
das à la letra, que aunque todas son muy importantes, por
proseguir hasta estos años, he escogido las de los capi
tulos siguientes, por ofrecerse usar mas de ellas, que de
otras, y asi hago lo que puedo por el amor de mi pa
tria, y paisanos que mucho le debo, y en este corto tra
bajo, he querido mostrar el amor de hijo, y su natural.
CAPITULO XVII.

De la confirmacion de el privilegio de esta isla de Te


nerife. .

El Sr. Rey D. Felipe segundo, de gloriosa memoria


hizo merced á esta isla de Tenerife, y á sus vecinos, y mo
radores de confirmar el privilegio que les dieron lo Sres.
Reyes D. Carlos Emperador, y D." Juana su madre, el año
de quinientos y veinte y ocho, que va escrito en el capítulo
nono de este libro; el cual está inserto en la confirmacion
del Sr. D. Felipe, que por no duplicarlo, solo pondré aqui
la confirmacion y cabeza de dicho privilegio, remitiendo al
lector al dicho capítulo 9, la cual confirmacion está en el
archivo del concejo de esta isla, y un tanto del en el libro
segundo de provisiones, á fojas ciento y veinte y siete, su
fecha á veinte y cuatro de Marzo de mil quinientos y sesen
ta y cinco, que su tenor es como se sigue.
Sepan cuantos esta Carta de Privilegio, é confirmacion
vieren como Nos D. Felipe Segundo deste nombre, por la
gracia de Dios, Rey de Castilla, de Leon, de Aragon, de
las dos Sicilias, de Gerusalen, de Navarra, de Granada, de
DE CANARIAS. 271

Teledo de Valencia, de Galicia, de Mallorcas, de Sevilla,


de Cerdeña, de Córdova, de Córcega, de Murcia, de Jaen,
de los Algarves de Algecira, de Gibraltar, de las islas de
Canaria, de las Indias, islas, é Tierra Firme del mar Oc
ceano, Condes de Barcelona, Sr. de Viscaya, y de Molina,
Duque de Atenas, y de Neopatria, Conde de Ruisellon, é
de Cerdania, Marques de Oristan, y de Gociano, Archidu
que de Austria, , Duque de Borgoña, é de Bravante, é de
Milan, Conde de Flandes, y de Tirol Ócc. Vimos una nues
tra Cédula, firmada de nuestra mano, sobre la órden, que
dimos para que solamente se escriba de nuevo el pliego, ó
pliegos de pergamino, que fuere menester, para la cabeza,
y pie de los Privilegios, que de Nos se confirman y no á la
letra, y como antes se solia hacer, y una carta de pri
vilegio de la Católica Reyna Doña Juana y del Empera
dor, y Rey D. Carlos mis Señores, abuela y padre, que
ayan gloria, escrita en pergamino, y sellada con su sello
de plomo, pendiente en filos de seda de colores, y libra
da de sus contadores mayores, y de otros oficiales de su
casa, su tenor de la cual dicha nuestra cédula, y de la
dicha carta de Privilegio, es este que se sigue.
El Rey por cuanto somos informados que en el escri
vir de los pliegos, que de nos se confirman , las partes han
hecho, y hacen muchas costas, porque dice, que se acos
tumbra trasladar, y escribir de nuevo á la letra, todos los
Privilegios que se han de confirmar, y como la escritura co
munmente es mucha, y se escribe de buena letra en perga
mino, se les llevan por los que los escriben mucha canti
dad, é proo y que demas desto con dilacion, que necesaria
mente ha de haber en el escribir, se esperan, y estan muchos
dias en nuestra Corte, de que tambien se les recrecen gran
des costas, y trabajos, y vejacion. y que habiendo en el
nuestro Consejo practicado sobre ello, por que nuestra mer
ced y voluntad es, que los nuestros súbditos, en cuanto
fuere posible sean escusados, y relevados de costas, é traba
jos, fue acordado, que deviamos mandar dar esta nuestra
Carta, por la cual mandamos á los nuestros concertadores,
y Escribanos mayores de los nuestros Privilegios, y confir
maciones y á los otros oficiales que estan á la tabla de los
muestros sellos, que agora, é de aqui adelante en Privile
gios que libraren, que nos huvieremos de confirmar, pro
vean, que solamente se escriba de nuevo el pliego, ó plie
272 CONQUISTA

gos de pergamino que fuere menester para la cabeza, y


pie de la tal confirmacion, en lo cual se cosa, é junte el
Privilegio ó Privilegios viejos, que se confirmare segun, y
como antes estaban sin los escribir, ni trasladar de nuevo
ordenando de manera, que dicho pliego ó pliegos de per
gamino de la dicha cabeza, é pie de confirmacion vengan
juntos bien á plana, é renglon, en cuanto ser pueda con la
otra escritura de Privilegio, é Privilegios viejos, que se
confirmaren; y que al tiempo que la tal confirmacion se hi
ciere, de la forma susodicha, quiten los dichos concertado
res, y Escribanos mayores del Privilegio el sello que tuvie
re, para que el pliego ó pliegos de la dicha confirmacion
se pongan en el Privilegio viejo como conviniere, y porque
sean de sellos de nuevo como de yuso irá declarado; y que
asi como ahora rubricarán, sellarán al pie el pliego ó plie
gos de la tal confirmacion, y el privilegio viejo, porque en
ello no pueda hacer fraude y porque podria ser que algu
nas partes, no embargante la costa, y por lo que por Nos
se manda quisieren escribir todos sus privilegios á la letra
sin contentarse,que el dicho pliego ó pliegos tan solamen
te se escriban de nueve; mandamos, que esto no se haga,
ni pueda hacer sin que sea visto, y entendido por los dichos
nuestros concertadores, y Escribanos mayores, y con su li
cencia, y permision, los cuales nos la den, sino fuere aviendo
contenido, y averiguando que esto procede de la libre vo
luntad de las dichas partes, sin persuacion, ni inducimien
to alguno, y si es bien se permita aquello, y porque tambien
traen la s partes algunos Privilegios, escritos en pliego de per
gamino á la larga, en los cuales agora, y de aqui adelante
no se podria poner la cabeza, y pie de semejante confir
macion, como conviene; y asimesmo traen Privilegios ro
tos y cancelados, y otros antiguos, é algunas provisiones
en papel, en que hay suplimientos nuestros: en tal caso man
damos á los dichos concertadores, y Escribanos mayores,
provean que las tales comfirmaciones se escriban en perga
mino de la mejor forma y manera, que fuere necesario, y
á menos costa de las partes que ser pudieren, y porque de
no asentarse á la letra los tales Privilegios y confirmacio
nes en los nuestros libros que tienen los nuestros conta- .
dores mayores de Hacienda, y dejarse de registrar tambien
á la letra en el nuestro Registro Real, podrian resultar al
gunos inconvenientes, y porque si los originales se perdie
DE CANARIAS. 275

sen, aya la razon que es menester; mandamos á los díchos


concertadores mayores de Hacienda, que los Privilegios que
se huvieren de asentar de los que á mi se confirmaren,
los asienten á la letra en los dichos nuestros libros, segun
y como hasta aqui se ha hecho: E otro si, mandamos á la
persona, ó personas que tuvieren cargo de nuestro Rcgis
tro Real en esta nuestra Corte, que tambien los Privile
gios, que se hubieren de registrar en el nuestro Registro
Real de los que segun dicho es, se confirmaren, los regis
tren, tomando un traslado de todo él á la letra, como has
ta agora se ha acostumbrado: y asi mesmo mandamos á los
nuestros Chancilleres de los nuestros sellos de plomo, y á
las personas que en su nombre tuvieren cargo dellos en
las nuestras Audiencias, y Chancillerias, que residen en
las Villas de Valladolid, y Ciudad de Granada, que lle
vandoles las dichas paites los dichos Privilegios, é confir
maciones, escritos y librados por los dichos concertado
res, y escribanos mayores, en la manera como dicho es
los sellen, y les pongan los sellos, de manera que va
yan bien puestos en sus filos, segun y como conviene,
y se acostumbra, sin que por razon de no estar trasla
dados, ni escritos de nuevo á la letra y no llevare el
sello antiguo pongan impedimento alguno; todo lo cual
queremos, y mandamos que asi se guarde, y cumpla y
que á los tales Privilegios registrados, y sellados en la
dicha forma, se les de entera fé y crédito, bien ansi, y se
gun, que se le diera, y avia de dar, siendo todos escritos, y
trasladados á la letra, como hasta agora se ha acostumbrado: y
mandamos, que esta nuestra Cédula vaya inserta á la letra
en la cabeza de la tal confirmacion porque no se pueda ade
lante en tiempo alguno poner duda, ó sospecha en los di
chos Privilegios, por ser la dicha confirmacion, y pliegos
de diferente letra, é tinta, é los unos, ni los otros non
fagades endeal por alguna manera, fecha en la Villa de
Madrid á primero dia de el mes de Mayo de mil quinien
tos y sesenta y dos años. Yo el Rey. Por mandado de su
Magestad Francisco de Eraso.
En el nombre de la Santísima Trinidad, é de la Eter
ma Unidad, Padre, é hijo, y espíritu Santo, que son tres
personas, é un solo Dios verdadero, Ócc. Aqui se refie
re todo el privilegio, conforme está en el capítulo nono
deste libro, y prosigue la Cédula de confirmacion como
274 CONQUISTA

se sigue.
E agora, por quanto por parte de vos el Concejo,
Justicia, y Regidores, Cavalleros, Escuderos, Oficiales, é.
Homes buenos de la dicha isla de Thenerife, y vezinos é
moradores é cuantos en ella, é de los forasteros que á ella
van, é vienen, nos fué suplicado, é pedido por merced
que nos confirmasemos, y aprobasemos la dicha Carta de
Privilegio, suso incorporada, y la merced en ella conte
nida, y Nos la mandasemos guardar, é cumplir en todo, y por
todo como en ella se contiene, ó como la nuestra merced fue
se. Y Nos el sobre dicho Rey D. Felipe, por hazer bien
é merced, á vos el dicho Concejo, Justicia, Regidores, Ca
valleros, Escuderos, Oficiales, y Homes buenos, de la di
cha isla, è vezinos, è moradores, della, é á los foraste
ros, que á ella vinieren, y de ella salieren, tuvimoslo por
bien, y por la presente vos confirmamos, y aprobamos la
dicha Carta de Privilegio, suso incorporada, y la merced
en ella contenida; y mandamos, que vos vala, y sea guar
dada en todo, y por todo, como en ella se contiene, asi, é
segun, que vos valió, y fué guardada en tiempo de la Ca
tólica Reina Doña Juana, y del Emperador, y Rey Don
Carlos mis Señores, Abuela, y Padre, que ayan gloria,
y en el nuestro hasta aqui; y mandamos, y defendemos fir
memente, que ninguno, ni algunos no sean osados de vos
ir, ni pasar contra la dicha Carta de Privilegio suso in
corporada, ni contra esta nuestra Carta de confirmacion,
que Nos vos asi hazemos, ni contra parte de ello en nin
gun tiempo, ni por alguna manera, causa, ni razon que sea,
que qualquier, ó qualesquier que lo hizieren en contra
ello, ó contra alguna cosa, ó parte de ello fueren, é pa
saren, avrán nuestra ira, y pecharnos en las penas con
tenidas en la dicha Carta de Privilegio; y á vos el dicho
Concejo, Justicia, è Regidores Cavalleros, Escuderos, y
Oficiales, y hombres buenos de la dicha isla, vezinos é mo
radores y estantes en ella, y forasteros, todas las costas, y
daños y menoscabos, que por ende recibieredes, y se vos
recrecieren doblados; y mandamos á todas las Justicias, y
Oficiales de la nuestra casa, Corte, é Chancillerias y de
todas las Ciudades, Villas, y Lugares, de los nuestros Rey
nos, y Señoríos, donde esto acaeciere, asi, á los que ago
ra son, como á los que serán de aqui adelante, y á cada
uno dellos en su jurisdiccion, que sobre ello fueren re
DE CANARIAS. 275
r

queridos, que no lo consientan, mas que os defiendan, y


amparen en esta dicha merced, y confirmacion que nos vos
asi hazemos en la manera que dicha es, é que ejecuten
en los bienes de aquel, ó aquellos, que contra ello fue
ren é pasaren por la dicha pena, y la guarden para ha
cer della lo que nuestra merced fuere; é que pague, é
haga pagar, á vos el dicho Concejo, Justicia, é Regidores
Cavalleros, Escuderos, Oficiales, y hombres buenos de la
dicha isla, y vezinos, è moradores della, y forasteros, to
das las costas é daños, é menoscabos, que por ende re
cibieredes, y se vos recrecieren, como dicho es, y á qual
quier, é qualesquier por quien fincare de lo asi hazer,
cumplir; mandamos al que esta nuestra carta de confir
macion les mostrare, que los emplace, y que parezcan an
te mi en la mi corte, do quier que yo sea, del dia que
los- emplazare á quinze dias primeros siguientes, cada uno
á dezir por qual razon no cumplen nuestro mandado, so
la dicha pena; so la qual mandamos á qualquier escriba
no público, que para esto fuere llamado, que dé al que
se la mostrare testimonio, signado con su signo, porque
Nos sepamos como se cumple nuestro mandado, é de es
to vos mandamos dar, é dimos esta nuestra carta de coil
firmacion, escrita en pergamino, y sellada con nuestro
sello de plomo, pendiente en filos de seda de colores, y
librada de nuestros concertadores, y Escribanos mayores
de nuestros Privilegios, y confirmaciones, y de otros Ofi
ciales de nuestra casa. Dada en la Villa de Madrid á vein
te y quatro dias del mes de Marzo de mil y quinientos
y sesenta y cinco años, en el dézimo de nuestro Reynado.
Va sobre raido, do dize, nuestro, vala.
E yo el Marquez Don Francisco Pacheco Cabrera,
é Bobadilla, Escribano mayor de los Privilegios, y confir
maciones de su Magestad, la fize escrivir por su mandado.
El Marquez. -

Yo el Doctor Antonio de Aguilera, de el Consejo de su


Magestad, Regente de la Escrivania Mayor de Privilegios,
y confirmaciones de su Magestad, la fize escrivir por su
mandado. Doctor Aguilera. Herrando de el Campo. El Li
cenciado Juan Guedeja. El Licenciado Cardenas. El Licen
ciado Lopez de Sarria. Chanciller. El Doctor Torres.
Asentóse la carta de confirmacion del Rey don Felipe
nuestro señor antes de esto escrita, en sus libros de confir
276 CONQUISTA

macienes, que tienen sus contadores mayores en la villa de


Madrid á veinte y cuatro dias del mes de Noviembre del año
de mil quinientos sesenta y cinco, para que por virtud de
la los vecinos, é moradores, que al presente viven y de aqui
adelante vivieren, y moraren en la dicha isla de Thenerife, y
los estrangeros, y forasteros, y mareantes, é navegantes
de qualesquier partes, naciones, y tierras, que sean, que
á ella vinieren á tratar, y trataren, y de ella salieren,
gozen de la merced y franqueza en la dicha Carta de con
firmacion contenida, segun que se gozó, y fué guardada
en tiempo del Emperador, y Reyna D." Juana nuestros
Señores, que santa gloria ayan, y hasta aqui. Francisco de
Erafo. Francisco de Garnica. Hernando Ochoa.
El Sr. Rey D. Felipe tercero confirmó este Privi
legio, año de mil y seiscientos y diez y siete, por su Real
Cédula, que está en este libro tercero de provisiones, nú
mero ochenta y ocho, folio quatrocientos y quarenta y
siete, y el Sr. Rey D. Felipe Quarto lo confirmó año
mil y seiscientos y veinte y seis, por su Real Cédula. que
está en el libro segundo de provisiones, número ciento y
sesenta y ocho, folio dozientos y ochcnta.
CAPÍTULO XVIII.

De la merced, y facultad que su Magestad dió al concejo de


esta isla de Tenerife, para nombrar alcayde de la fortaleza
principal.
Con licencia de su Magestad el Sr. Rey D. Felipe
segundo nombraba el magnífico Ayuntamiento de esta is
la de Tenerife, alcaide de la fortaleza, y castillo princi
pal de esta isla en el lugar y puerto de Santa Cruz y el
tal nombramiento lo enviaban á su Magestad para que lo
confirmase. Considerando el dicho ayuntamiento los gas
tos que se le seguian en enviar todos los años la elec
cion á la corte, para alcanzar confirmacion, acordó, que
se suplicase á su Magestad, fuese servido de darle facul
tad para elegir y nombrar dicho alcaide, sin que fuese
necesario enviar la eleccion á la córte; y para este nego
cio y otros, que en aquel tiempo se ofrecieron, fué nom
brado por mensagero de esta isla Lope de Asoca, regidor
de ella, el cual pasó á la córte, y hizo su súplica á su Ma
DE CANARIAS. 277

gestad que fué servido de concederla, y acerca de ello


mandó dar su real provision á seis de Junio de 1565 la
cual está en el archivo del cabildo de esta isla y otra de
su tenor, está en el libro 2.º de provisiones á fojas 45,
que es como se sigue.
Don Felipe por la gracia de Dios, Rey de Castilla, de
Leon, de Aragon, de las dos Sicilias, de Gerusalen, de Na
varra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de
Mallorcas, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdova, de Córce
ga, de Murcia, de Jaen, de los Algarbes, de Algecira, de
Gilbraltar, Conde de Flandes, y de Tirol, &c. A vos el
Concejo, Justicia y Regimiento de la isla de Thenerife, sa
lud, y gracia; sabed que Lope de Asoca, vezino, y Regi
dor de la dicha isla, y en nombre della, nos hizo relacion,
diziendo, que vos aviades fecho para fortificacion, guarda,
y custodia de esa dicha isla á vuestra propia costa una tor
re, y fortaleza en el Puerto de Santa Cruz della, en la
qual aviades gastado mas de cinco mil ducados, y para
la acabar eran menester otros seis mil ducados, demas de
la artilleria, municiones, y peltrechos, y otras cosas ne
cesarias para su defensa: y entendido por Nos lo susodi
cho, os aviamos dado licencia para elegir, y nombrar
Alcaide, que tuviese la dicha fortaleza, y vosotros usan
do de la dicha facultad, aviades, elegido, y nombrado por
tal Alcaide della, por tiempo de un año, á un Capitan
Francisco de Balcarcel, Alferez Mayor de esa dicha isla,
y por Nos avia sido confirmada la dicha eleccion, y nom
bramiento por el dicho año; y mandamos, que por él le
pudiesedes dar de salario 402) maravedís, segun que mas
largamente en la dicha eleccion, é confirmacion della se
contenia, y que si huvieredes de enviar mensagero dende
esa dicha isla á esta nuestra Corte, en cada un año, y con
firmar de Nos la eleccion, y nombramiento que hiziese
des de el tal Alcaide, se seguirian muchos gastos y cos
tos á esa dicha isla, como todo ello nos será notorio, aten
to lo qual nos pidió, y suplicó vos diesemos licencia, y
facultad para que agora, y de aqui edelante un cada un año
udiesedes elegir y nombrar un Alcaide, que tuviese la
dicha fortaleza, que fuese persona hijodalgo, en quien con
curriesen las calidades que para tener el dicho cargo se re
querian, conforme á las Leyes de nuestros Reinos, y que al
tal Alcaide le pudiesedes dar de salario en cada un año se
278 CONQUISTA

senta mil maravedis, atento, que la dicha fortaleza estava


mas de una legua desviada de la Ciudad, y el Alcaide que
huviese de residir en ella havia de estar con su ca
sa, y familia, y en ella avia de tener mucho gasto y costa,
como la nuestra merced fuese, lo qual visto por los de
nuestro Consejo, y con Nos consultado, fué acordado que
deviamos mandar dar esta nuestra Carta en la dicha razon,
é Nos tuvimoslo por bien; y por la presente os damos licen
cia, y facultad para que agora, y de aqui adelante, mien
tras nuestra merced, y voluntad fuere, podais elegir, y nom
brar en cada un año una persona, que sea hijodalgo, y que
tenga las calidades que se requieren, que tenga á cargo la
dicha fortaleza, y sea Alcaide della, á el qual, siendo por
vosotros nombrado, y teniendo las calidades que se requie
ren, le damos poder, y facultad para usar, y exercer el di
cho cargo de Alcaide, y que pueda gozar, y goze de todas
las honras gracias, mercedes, franquezas, y libertades, que
los otros Alcaides de nuestros Reinos suelen, y acostum
bran hazer; y mandamos, que por razon dello podais dar,
y deis al tal Alcaide de salario en cada un año sesenta mil
maravedís de los propios, é rentas de esa dicha isla que por
esta nuestra Carta mandamos á la persoña que por nues
tro mandado tomare cuenta de los propios, é rentas della,
que los reciba,, y pase en cuenta, á la persona que por
vuestro libramiento los diere, y pagare con carta de pago
del que los recibe, de lo cual mandamos dar, y dimos es
ta nuestra Carta, sellada con nuestro sello, y librada de los
del nuestro Consejo. Dada en la Villa de Madrid á seis
dias del mes de Junio de 1565 años. El Doctor Diego Gas
ca. El Licenciado Gomez de Montalvo. Doctor Suarez de
Toledo. El Licenciado, Fuen Mayor. El Licenciado Juan
Tomas. Yo Domingo de Zabala, Escrivano de Cámara de
su Magestad la fize Escrivir por su mandado, con acuerdo
de los del su Consejo. Registrada Martin de Vergara. Mar
tin de Vergara por Chanciller.
DE CANARIAS. 279

CAPÍTULO XIX.

Su Magestad hizo merced á los capitanes, oficiales y solda


dos de esta isla que gozen de las preeminencias de la Mi
licia de Castilla.

El señor Rey D. Felipe II mandó establecer una mili


cia general en los reinos de Castilla, y concedió á los soldados
de ella muchas preeminencias. Y el Sr. Rey D. Felipe III
la confirmo y concedió las dichas escepciones por su Real
cédula, su fecha en Segovia á 15 de agosto del año de 1609.
Y por otra cédula en dicho dia, mandó al asistente y oidores
de Sevilla guardasen dichas preeminencias, y la esplicacion
de dicha cédula como se devian guardar. Y el Sr. Rey Fe
lipe IV habiendo sido informado del capitan Juan de Mon
salve, regidor en nombre y como mensagero de esta is
la de Tenerife, de lo mucho que los vecinos de ella tra
bajan en guardarla, yendo á los puertos, y centinelas en
las ocasiones de guerra, è que se ofrecen, les hizo merced
de concederles todas los gracias, preeminencias, y liber
tades que gozan los oficiales de la milicia de Castilla, y
para esto mandó dar su real cédula, dirigida al goberna
dor D. Diego de Alvarado Bracamonte, para que las guar
de, y haga guardar á los capitanes oficiales y soldados
de esta isla, que es la del tenor siguiente, la cual está
en el libro quinto de provisiones, á fojas 49.
EL REY.

D. Diego de Alvarado Bracamonte mi Governador, y


Capitan á guerra de las islas de Thenerife y la Palma, por
parte del Capitan Juan de Monsalve, Regidor y Procura
dor General que dize es de esa dicha isla, y en su nom
bre se me ha hecho relacion que desde que fué conquis
tada, los vecinos della, que la mayor parte decienden de
Conquistadores, la han defendido á su costa, y ordina
riamente la estan guardando y defendiendo, y que las cos
tas, y trabajos que padecen, son mayores que de los sol
dados de la Milicia de Castilla, y que pues padecen por
mi servicio pérdidas en sus haziendas, y trabajos en sus
personas; sea servido de mandar que gozen de los mes
mos honores, y esempciones, que ellos gozan, pues aque
280 CONQUISTA

lla isla, y las demas estan incorporadas en la mesma Co


rona , de Castilla, y me ha"suplicado le haga merced de
mandarlo declarar asi, y dar para ello la órden necesa
ria: y habiendose visto en el mi Consejo de Guerra, é
resuelto, que á los capitanes, oficiales, y soldados, que agora
estan alistados en las compañías, que ay en esa isla, y
á los que adelante hubiere y se alistaren en ella, y que
¿ salieren en las ocasiones á la defensa de la isla
se les despachen por esta via las cédulas de preeminencias,
que he mandado despachar, y se despachan á los solda
dos de la Milicia de Castilla, y que en virtud della, y no en
otra forma, se le guarden las esempciones en ellas conteni
das; y de ser tales soldados, ha de constar por certificacion
del Capitan que fuere de la Compañia, y de la persona,
que sirviere el oficio de Veedor, y gozen de las preeminen
cias, y demas esempciones, que los de la Milicia de Cas
tilla: y aveis de tener entendido, que no por esta gracia,
y merced que les hago, ha de aver mas número de gente
en cada Compañía de la que ha avido por lo pasado, y
al presente huviere, y está dispuesto por las órdenes que
estan dadas. Del Pardo á treinta de Enero de mil seiscien
tos y veinte y siete años. YO EL REY. Por mandado del
Rey nuestro señor. Pedro de Arze.
Las preeminencias de la Milicia de Castilla.
EL REY.

Por quanto los años pasados mandó el Rey mi señor,


que santa gloria aya, que para la defensa, y seguridad des
tos Reynos, se establezca en ellos una milicia General, y
se dió la órden que mas pareció convenir para este efecto,
y porque una de las cosas que mas dificultaron su estable
cimiento, fué no guardarse á los soldados, que se asentaron
en la dicha Milicia las esempciones, que se les concedieron,
aviendose tratado, y conferido de nuevo sobre ello en el
mi Consejo pleno de Guerra, y conmigo consultado, que
riendo gratificar, y hazer merced á los soldados desta Mi
licia, aunque para la defensa y seguridad del Reyno, to
dos devemos acudir, siempre que la necesidad lo requiera,
r la obligacion natural de la propia defensa; es mi vo
ntad de concederles, como en virtud de la presente les
DE CANARIAS. 281

concedo, las gracias, preeminencias, y libertades siguien


tes.
Primeramente, que los que se asentaren en ella, no sean
ni puedan ser apremiados á embarcarse para salir fuera de
estos Reinos de España: porque para esto quando sea ne
cesario, mandaré levantar gente voluntaria, como se acos
tumbra.
Que ninguno pueda ser apremiado, que tenga oficio
de consejo de la Cruzada, mayordomía, ni tutela contra
su voluntad.
Que no les puedan echar huespedes, ni repartir carros,
bagajes, ni bastimentos, sino fuere para mi casa, y Corte.
Que siendo casados, y saliendo á servir fuera de sus ca
sas, gocen sus mugeres de esas preeminencias.
Que puedan traer y tener las armas que quisieren de
las permitidas en cualquier parte, y á cualquier hora, y parti
cularmente de noche, puedan andar en las partes donde
cada uno fuere asentado, pasada la Queda, con espadas, y
dagas, sin que sean desarmados, como no anden mas de dos
juntos, y tirar de dia para su exercicio con el alcabuz, co
mo sea de mecha, y con pólvora rasa, guardando los tér
minos, y meses vedados.
Que no puedan ser presos por deudas, que ayan contrai
do, despues que se ayan asentado en la milicia, ni ser exe
cutados en sus cavallos, armas, ni vestidos, ni en los de sus
mugeres, salvo, si la deuda descendiere de delito, vel quasi,
ó por nuestros maravedís; ó averes mios, que son casos
en que no vale el 1'rivilegio de la Hidalguia, á los hijos
dalgo, ni á las demas personas, que son privilegiadas.
Que el soldado que sirviere veinte años continuos,
quede jubilado, y goze de las preeminencias.
Que se declare que á los hijosdalgo, no solo no ha de
parar perjuicio á su nobleza, á las libertades, ni esemp
ciones, que por derecho, Fuero, y Leyes destos Reinos, les
pertenecen, ni á sus hijos, ni sucesores el asentarse, y ser
vir en esta milicia, agora, ni en ningun tiempo del mundo;
pero que el hazerlo sea calidad de mas honra, y es
timacion de sus personas, y que sirviendo en la dicha mi
licia, cumplan con el apercibimiento que se les hiziere.
Que no se entiendan con la dicha gente de milicia las
reeminencias de los trages, y sean exceptuados dellos; y
puedan traer cuellos de mas de marca, simidº; y puntas,
282 CONQUISTA

y todas las otras cosas de trages, que se prohiben á los que


no son soldados.
Por quanto en virtud de la presente, ó de su trasla
do auténtico, encargo, y mando á los de mi consejo, Pre
sidentes, y Oidores de las mis Audiencias, Alcaldes,
Alguaziles de la mi casa, y Córte, Chancillerias, y á
todos los Corregidores, Asistentes y Governadores, Alcal
des, Alguaziles Merintos, Prebostes, y otras qualesquier Jus
ticias de estos Reinos, y personas de qualquier calidad pree
minencia, ó dignidad, que sean, asi á los que agora son,
como á los que de aqui adelante serán que guarden, cum
plan y ejecuten, y hagan guardar, cumplir y ejecutar to
do lo contenido en esta mi cédula, segun y como vá de
clarado, y no consientan ir, ni pasar contra ello, ni con
tra cosa alguna, ni parte de ello, y hagan castigar á los
que lo contrario hizieren; asi conviene á mi servicio, y
es mi voluntad. Dada en Segovia á quinze de Agosto de
mil seiscientos y nueve años. YO EL REY. Por manda
do del Rey nuestro señor. Bartolomé de Aguilar y Anaya.
En el dicho dia quince de Agosto de dicho año de
mil seiscientos y nueve, su Magestad mandó dar su real
cédula para el asistente y regente y oidores, y alcaldes
de la real Audiencia de la ciudad de Sevilla, que guarden
y hagan guardar las preeminencias á los soldados de la mi
licia; y en la cual se esplican dos puntos de la dicha pri
mera cédula; lo uno sobre que las justicias no guardan las
esenciones á dichos soldados, y el otro no estar asentada
la jurisdiccion, y se declaran en la forma siguiente.
- Que se guarde la dicha cédula puntualmente, con
apercibimiento, que seran castigados, y se les hará car
go en el capítulo de su residencia.
En cuanto á la jurisdiccion, y mandado, que todos
los corregidores, y demas justicias ordinarias de los lu
gares, donde estuvieren alistados ó se alistaren, conoz
cais, y conozcan indistintamente de todas las causas ci
viles y criminales que se ofrecien en á la dicha gente de mi
licia, ahora los tales soldados sean reos, ó sean actores,
escepto si fuere contencion militar entre soldados, cerca
de las armas y municiones, y sobre el ejercicio militar,
que en estos casos ha de conocer el capitan, ó cabo.
Que desde el dia que los tales soldados de milicia
partieren del lugar á donde estuvieren alistados para al
DE CANARIAs. 283

gun efecto de mi servicio, conozcan los capitanes, ó cabos


ó comisarios, que llevaren á cargo dicha gente, ó guia
ren distintamente, de todas las causas civiles y criminales,
que en la jornada y espedicion se ofrecieren, y se hubie
ren causado en ella, y de sus apelaciones se conozca en e
dicho mi consejo de guerra, y no en otro tribunal algu
Il O.

De las causas civiles, cuando está la dicha parte de


asiento, se han de interponer las apelaciones, para ante
su audiencia, y chancilleria, que es costumbre, y se sue
le apelar, ó ante los otros jueces superiores á quien to
care, en cuyo distrito cayere, si no fuere la tal causa ci
vil militar, porque en tal caso se ha de apelar para el
consejo de guerra, como está referido.
Que en las apelaciones de las causas criminales se
guarde esta órden.
Que todas las dichas apelaciones, que se interpusie
ren de los autos interlocutorios, que vos, ó vuestros al
caldes mayores ó demas justicias de vuestro distrito die
redes vayan ante el audiencia y chancilleria, á quien toca
re, ó ante los otros jueces superiores, á donde suelen,
y pueden acudir, y de las sentencias difinitivas ha de que
dar á advitrio del que apelare, poderla hacer para el di
cho mi consejo de guerra, ó para ante la dicha audien
cia ó á otros jueces, y si ambas partes apelaren para tri
bunales distintos, ha de preferir la apelacion del que pri
mero se presentare.
CAPÍTULO XX.

Manda su Magestad que en estas islas no haya papel sellado.


El año de mil seiscientos y treinta y seis mandó ha
cer la Magestad católica del Sr. D. Felipe IV nuestro Rey
y Sr. una ley y pregmática, para que todas las escrituras
y instrumentos judiciales se escribiesen en papel sellado
en todos los reynos de Castilla; y, por una cédula mandó
su Magestad al general de estas islas D. Luis Fernandez
de Córdova, que hiciese publicar dicha pregmática, pa
ra que el papel sellado corriese en estas islas, á lo cual
los concejos de estas islas suplicaron á su Magestad, fue
se servido de relevará estas islas, de que en ellas no se
284 CoNQUISTA

•escribiese en papel sellado por ciertas causas, que re


presentaron, y su Magestad fué servido mandar al dicho
general, que no prosiguiese en lo mandado, antes vol
viese á España ciertos balones de papel sellado, que se
habia traido, como mas largamente consta de la cédula
real, su fecha á 20 de Agosto de mil seiscientos y cua
renta y tres, la cual está en el cuaderno 2.º de provi
siones, á fojas 82 que su tenor es el siguiente.
Sello primero 272 maravedis, valga para el año de
1643; está en el libro 5.º de provisiones.
EL REY

D. Luis Fernandez de Córdova, mi governador, y


Capitan general de las islas de Canaria, Thenerife, y la
Palma; ya sabeis, que por mi cédula de 29 de Febrero,
del año pasado de 1640 os mandé, que hiciesedes pro
mulgar en esas islas la pregmática y ley que en quinze
de Diciembre pasado de 1636 mandé hazer en mis reynos
de Castilla, para que todos los instrumentos, escrituras
y despachos, que desde el primero de Enero del siguien
te de mil seiscíentos y treinta y siete en adelante, se hi
cieren, y formaren, en todos mis consejos, chancillerias,
y audiencias y otros qualesquier juzgados de estos mis Rey
nos y otros qualesquier instrumentos públicos, fuesen en
papel sellado, y que en conformidad de la instruccion que
para ello se os enbio, dispusiesedes, que en esas islas
corriese el dicho papel sellado con advertencia, que el dia
de S. Juan de Junio del dicho año de 1640, huviese de
estar repartido el dicho papel en todas las dichas islas, y
lugares de su jurisdiccion, y nombradas personas para la
administracion dél, y se os remitieron ocho balones de
papel sellado, para que se consumiesen en ellas en dos
años, que comenzasen á correr desde el dicho dia de S.
Juan de 1640, y havian de cumplir el mismo dia del de
mil seiscientos y quarenta y dos; y que aviendo vos pro
veido auto, luego que recibistes la dicha Cédula, para que
se cumpliese lo resuelto por mi, y notificadose, y tenido
noticia la ciudad de Canaria, acudió á vos, diziendo, que
aunque aviemdose visto en el cabildo, la obedecieron con
el respeto devido: en quanto á su cumplimiento, avian
acordado se devia suplicar della, para que se mandase
DE CANARIAS. - 285,

sobreser en su execucion, en el interin, que yo fuese mas


hien informado de las causas fundamentos, y títulos de
la justicia, que la dicha ciudad, é isla tenian que me re
presentar, para que oyendole en ella, mandase , lo que
mas conviniese, y aviendome representado, que la dicha
isla era muy pobre, y corta, y cercada, y enmedio de la
mar, y que faltava en ella la sustancia, que se requeria
por fundamento principal para imposiciones, y no po
derlas llevar la tierra por su cortedad, y pobreza; y aun
que desde el dicho año de mil seiscientos y treinta y
siete se avia introducido en estos Reynos de Castillá el
dicho papel sellado, no parecia averse entendido con la
dicha isla, hasta el de 640 y que aviendo vos mandado pú
blicar la dicha pregmática, y que se abriesen los dichos
balones de papel sellado, para que se usase dél en esas is
las, sin embargo de las razones que se representaron, se
avia acordado por el Cabildo de la dicha isla de Cana
ria, se recurriese á mi, representando las causas, y razo
nes, que tenia para que no pasase adelante, y que en vein
te y siete de Junio de el dicho año de 1642, se prego
nó y publicó la dicha ley, y pregmática de papel sellado
en la dicha isla de Canaria, y en la de la Palma, y en las
demas partes donde fuere necesario, y por su parte se re
presentó lo mesmo, dando á entender la pobreza y nece
sidad en que se hallaban, y otras muchas causas, y razo
nes para que no pasase adelante, y ofreciendo desde lue
go de pagar todo el interes que les tocase de los ocho ba
lones de papel sellado, que se avia remitido, y lo que en
el tiempo de la suspension se pudiese gastar, hasta ve
mir á darme quenta en caso que se mandase, que corriese
el dicho papel sellado, para que con noticia dello, pro
veyese lo que fuese servido, y últimamente se me repre
sentó de nuevo, por parte de las dichas islas, demas de
las razones que quedan referidas, que de correr en
ellas el dicho papel sellado, se seguian muchos daños, y
inconvenientes, asi por suma pobreza, como por la falta
de trato, y vezindad con las guerras tan largas de Fran
cia, y levantamiento de Portugal, que era donde se nave
gavan los frutos, y comerciavan los que en aquellas islas
se cogen, que son vinos, y algunos azucares, de que al
presente no tienen salida ninguna, é irse perdiendo las
viñas, que es de lo que se componen sus haciendas, por
286 Y CoNQUI5TA

no venderse los vinos, ni aver quien los cultive, y no


aver en ellas monedas porque la que corre son tostones de
los pocos que han quedado, del tiempo que el Reyno de
Portugal tenia alli su correspondencia, como porque en
todas las islas no ay onze mil vezinos, á cuya causa seria
muy poco el papel sellado, que en ellas se pudiera gastar
y que serian mas las costas, y gastos, que se seguirian á
mi Real Hazienda, que el provecho, que tendria respec
to de aver pocos pleitos, y hallarse cerrados los oficios de
los Escrivanos, por no tener que hazer, y que se vendrian
á consumirse casi todos, si se diese lugar que entrasen
en aquellas islas el dicho papel sellado, ocasionando á que
se despueblen porque los mas de los habitadores son po
bres de solemnidad, y viven en el campo miserablemen
te, comiendo rayzes de helecho, y en casas no congrega
das, sino muy divididas, y apartadas, haziendo sus mo
radas en cuevas, y que de esta suerte se han conserva
do desde su conquista, hasta ahora, y para que se estén
en el dicho estado, y no decaigan, son relevadas de mu
chas cargas, y que aun con ser esto asi, cada dia se van á
vivir á otras partes con sus familias, y si se diese lugar
á qualquier imposicion se despoblarian, siendo lo mas im
portante que yo tengo, por no aver otra parte adonde
mis armadas, Flotas, y Galeones arriben, y se acoxan, por
ser paso, y camino derecho para las Indias, y navegacion
dellas á Castilla y que demas desto todos los vezinos, y
moradores están siempre con las armas en las manos pa
ra defenderse, y ofender á los enemigos, que continua
mente les quieren infestar, y cuando no huviese los incon
venientes referidos, se devia atender á los continuos servi
cios que los leales vasallos de aquellas islas me han hecho
desde su conquista hasta aora, defendiendo á sus espensas
aquellas costas, y fuerzas, sustentandolas de polvora, y
municiones, y reparos de fortalezas, porque los Cabildos
son tan pobres que no tienen propios para poderlo hazer
y asi lo hazen los vezinos, y que en la ocasion presente
de las guerras me han servido con un donativo de cien
to y veinte mil ducados; y en el año de mil seiscientos
y cuarenta, me sirvieron con mil y dozientos infantes que
en ellas se conduxeron, y vinieron á Castilla, que fué cau
sa, de quedar sin la gente necesaria para su defensa; y
aora ultimamente lo han hecho con un donativo de cien
D. E CARARIA 3. 287r

to y veinte y cinco mil ducados, que han de pagar en


doze años, y la satisfacion destos donativos, no podria
tener efecto, si se dá lugará que se despueblen aquellas
islas por causa del papel sellado; y mediante las dichas consi
deraciones, y causas, se me ha suplicado por las dichas islas,
sea servido de sobreser en la dicha órden, mandando, que no se
use del dicho papel sellado, sino del ordinario, como hasta aqui
se ha hecho, y visto en mi consejo de hazienda adonde tengo
remitido todo lo tocante á la administracion, beneficio,
y cobranza del dicho papel sellado, y las diligencias que
de órden de la junta que antes de ahora cuidaba de
ello, se hiciesen, y á los Autos que proveisteis, y vues
tro parecer sobre todo, por donde consta que las di
chas islas están sesenta leguas de las de la Madera, y á
poco mas de otras sesenta de las Terceras, y de las del
Cabo Verde, á igual distancia, todas de enemigos rebel
des, de mas de la vezindad grande de Africa, que está
diez y ocho de Fuerteventura, y que continuamente las es
tán infestando Olandeses, Franceses y Moros, siendo mu
chos los vezinos, que en el tráfico de una isla á otra cauti
van, y llevan á Africa, demás de la miseria de la tierra
y lo que se informó por Martin de Medina Laso de la
Vega mi Secretario, y Superintendente del dicho papel
sellado, por donde consta averse embiado el año pasado
de mil seiscientos y quarenta, á las dichas islas ocho
balones, los siete de papel sellado para el gasto de las
dichas islas, desde el dia de San Juan del dicho año has
ta el mesmo dia del de seiscientos y quarenta y dos, que
tenian dos mil pliegos del sello primero, seis mil del se
gundo, diez mil del tercero, treinta y cinco mil del cuarto y
seis mil de oficio, y otrosseis mil de pobres; y el otro balon con
cien Pregmáticas tocantes al dicho papel sellado, y cien cédu
las en declaracion de las dichas Pregmáticas, y noventa
y nueve cédulas, para que se guarden las despachadas; y
sobre todo lo que dixo mi Fiscal, y consultandoseme, he
tenido por bien de dar la presente, por lo cual tengo
por vien, y mando, qne haziendose primero, y ante to
das cosas obligacion en la Secretaría de mi Hazienda de
arte de las dichas islas, de volver de ellas á mi Córte
os dichos ocho balones de papel sellado, que se remi
tieron dentro, de seis meses, contados desde el dia de la
fecha desta mi cédula, bien tratado, y de manera.
288 CONQUISTA

que se pueda gastar en estos Reinos; y que demas desto


pagarán todo lo que huviere costado el llevarlo á las di
chas islas, y costare la traida, desde ellas á la dicha mi
Córte, hasta ponerlo en estado, que se pueda gastar, no
se use en las islas de Canaria, Thenerife, y la Palma,
el Hierro, la Gomera, Lanzarote, y Fuerteventura, del
dicho papel sellado, sino del ordinario, que usava, y gas
tava antes que se remitiera el sellado, no embargante lo
contenido en la dicha Ley, y Pregmática del dicho papel
sellado, y cédulas despachadas en su declaracion, y en la
del dicho dia veinte y nueve de Febrero de mil seiscien
tos y quarenta, y otra cualquier cosa que aya, ó pueda
aver en contrario, porque por aora para en cuanto á lo
que toca á esas dichas islas, y por esta vez, las derogo, y
doy por ningunas, y de ningun valor, ni efecto, como si
no se huviera publicado en ellas; y asi os mando, que
para que esto tenga efecto, hagais publicar esta mi cé
dula en esas dichas islas, dando las órdenes necesarias,
para que desde el dia de la publicacion della, no corra
el dicho papel sellado, sino el comun, y ordinario, que
como dicho es, se gastava en ellas, y que las Audiencias
de las dichas islas, y todas las demas Justicias y personas,
á quien tocare el cumplimiento de lo aqui contenido, lo
executen asi solamente, en virtud de esta mi dicha cédu
la, ó de su traslado, signado de Escrivano, sacado con auto
ridad de Justicia, tomando la razon de la original los Con
tadores, que la tienen de mi Real Hazienda, y los de re
laciones, y el dicho Secretario Martin de Medina Laso de
la Vega, que ha de tener cuydado, de que de parte de
las dichas islas se cumpla con lo contenido en esta mi cé
dula, quedando para este efecto en su poder la dicha obli
gacion. Fecha en Zaragoza á veinte de Agosto de mil
seiscientos y quarenta y tres años. YO EL REY. Por
mandado del Rey nuestro Señor. Juan de Otalora Gue
Vata.

En cumplimiento de esta cédula. se remitieron los


ocho balones del papel sellado á la Córte á costa de estas
islas, y se ha guardado dicha cédula como mandado de
su Real Magestad en que en estas siete islas de Cana
ria, no se escriba en papel sellado.
DE CANARIAS. 289

CAPITULO XXI.

Como su Magestad hizo Villa á la Orotava.


Desde que esta isla de Tenerife fué conquistada, se
hizo poblacion en Taoro, y en breve tiempo se hizo un lu
ga r tan largo, y de casi tanta vecindad como la ciudad de
la, Laguna, de buenas , y suntuosas casas, y de mucha no
blºza. Gobernaba la jurisdiccion un Alcalde nombrado
or el corregidor de la isla, conocia en las causas civiles,
asta cierta cantidad de maravedís, y en las que pasaban
y crim inales no determinaba, sí las remitia al teniente Ge
neral de la isla, que asiste en la ciudad. Finalmente es
taba este lugar debajo de la jurisdiccion de la ciudad. Con
siderando los vecinos de dicho lugar y de su distrito los
muchos costes y gastos, que se les seguian de haber de
pasar á litigar sus pleytos, asi criminales, como civiles
á la ciudad por ser distantes de ellos, acordaron suplicar
á S. M. fuera servido dividir la jurisdiccion de la Orota
va de la de la ciudad, dando nombre de Villa á la Oro
tava, y que en ella hubiese un teniente Letrado, que co
nociese de los pleytos y causas de su jurisdiccion, como
el que asiste en la ciudad, y para esto dieron poder al ca
pitan D. Juan Francisco de Franquis Alfaro, Regidor de
esta isla de Tenerife, para que fuese á la Córte por su
mensagero. Pareció el susodicho ante S. M., hizo su sú
plica representando las causas de su pretension, y S. M.
fué servido de concederle su peticion, y le mandó dar su
Real cédula, su fecha en Madrid á veinte y ocho de No
viembre del año de 1648, que su tenor es como se sigue.
Don Felipe por la gracia de Dios, Rey de Castilla,
de Leon, de Aragon, de las dos Sicilias, de Gerusalen,
de Portugal, de Navarra, de Granada, de Toledo, de
Valencia, de Galicia de Mallorcas, de Sevilla, de Cerde
ña, de Córdeva, de Córcega, de Murcia, de Jaen, de
los Algarves, de Algecira, de Gilbraltar, de las islas de
Canaria, de las Indias Orientales, y Occidentales, islas, y
Tierra Firme del Mar Occéano, Archiduque de Austria,
Duque de Borgoña, de Bravante y Milan, Conde Aspurg,
de Flandes, Tirol y Barcelona, Señor de Vizcaya, y de
Molina, &c. Por cuanto por parte de vos, el Capitan D.
Juan Francisco de Franquis, de Alfaro, mi Regidor de
290 CoNQUISTA

la isla de Thenerife, en nombre, y en virtud del poder


de vos los vezinos de los lugares de la Orotava, Reale
jos, Chasna, y los demas del Beneficio, y distrito de Ta
oro de la dicha isla me ha sido hecho relacion que la dicha isla
la repartió y dividió el Adelantado D. Alonso Fernandez de
Lugo, quando la conquistó en tres Beneficios, ó Parroquias
generales. La primera, la Ciudad de la Laguna, y todo su dis
trito, lugares, y Aldeas, que es la cabeza de la dicha isla. La
segunda el beneficio de Taoro, en cuyo valle están fundados
el dicho lugar de la Orotova, y su puerto y los demas de los
Realejos y el de la Orotava fué avezindado, y fundado de los
Caballeros mas nobles, que huvo en la dicha conquista, y de
estos muchos Castellanos viejos. La tercera llaman el Benefi
cio de Daute, donde está fundado el lugar de Garachico, y
toda la isla se gobierna por el Corregidor, que yo nombro,
y este, y un Teniente tieneral, letrado, que nombra, tie
nen su asistencia continua en la dicha Ciudad de la La
guna, ambos con jurisdiccion plena en primera instancia;
y asi mesmo el dicho mi Corregidor nombra un Teniente
en la isla de la Palma, que asiste en ella, y tiene tam
bien la mesma jurisdiccion; y estos las mas vezes son na
turales de la dicha isla, por aver pocas personas, que quie
ran ir á servir estos oficios por la cortedad, y , pobreza
della, y sus lugares, excepto, que el mi Corregidor de la
de Thenerife para el cumplimiento de sus Autos, des
pacha siempre por requisitoria al Teniente de la Palma,
porque de otra forma no se obedecen ni cumplen, y en los
dichos tres Beneficios, ó distritos en que se dividde la
dicha isla de Thenerife, ay en cada uno un Vicario Ecle
siástico, un Maestre de Campo, un Comisario del Santo
Oficio, y un Juez de contravando, y todos, cada uno de
por si, conoce en su distrito individualmente de las cau
sas, y negocios, que tocan á su jurisdiccion, sin que nin
guno de ellos se entremeta á usar, ni exercer la de los o
tros; y en los dichos lugares de la Orotava, en los del
Beneficio, y distrito de Taoro, no ay mas que Alcaldes
pedaneos, y estos usan con jurisdiccion tan limitada, que
no conocen mas de hasta seiscientos maravedis, confor
me á la Ley; y aunque muchas vezes, el Corregidor de
la dicha isla, dá comision al Alcalde de la Orotava, para
que pueda conocer hasta en cantidad de cincuenta duca
dos, despues de haverse seguido las causas ante él, los rcos
DE CANARIAS. 291

acuden al Teniente General, pidiendo se dén por ningu


nas, volviendose á procedcr en ellas de nuevo, de que se
siguen muchas costas, gastos, y vejaciones á las partes,
porque estando juzgados los pleytos, hasta en dicha can
tidad, ante el dicho Alcalde pedaneo, el dicho Tenien
te General los anula por falta de jurisdiccion; por lo cual
los dichos vezinos de la Orotava, y de los dichos lugares
de los Realejos, Chasna, y los demas del dicho Beneficio,
y distrito de Taoro, que unos distan de la dicha Ciudad
catorze leguas, y otros ocho, y el que menos cuatro, os
hallais tan afligidos con los gastos, molestias, extorsiones,
malos tratamientos, y daños que se reciben de los Escri
vanos, Alguaziles, y Ministros de la Juzticia de la dicha
Ciudad, que para cada causa por pequeña, y de poca con
sideracion que sea, de ordinario despacha el Corregidor,
ó Teníente General della contra vosotros, y los demas
vezinos, que ha sucedido averse llevado de una vez cua
renta personas presas á la Ciudad, sobre una eleccion de
Mayordomos de la Alhondiga, demás de otras diversas cau
sas, y denunciaciones, que se hazen, que los Alguaziles, y
Escrivanos, que van á executarlas, unos las componen y
otros los dexan en fiado, llevándoles por ellos muchas can
tidades de maravedis, y mayores de las en que pudieran ser
condenados, de que ha resultado, que aviendo pasado al
gun tiempo, las vuelven á seguir, y pedir de nuevo, en
que se os causan tambien otros muchos gastos de las conde
naciones que se os hazen; en lo cual se defraudan las pe
nas, que tocan á mi Cámara, pues componiendo las cau
sas, no las puede aver; y el dicho lugar de la Orotava tie
ne mas de mil y doscientos vezinos, y en los demás luga
res del dicho Beneficio, y distrito de Taoro, ay otros dos
mil, que es bastante vezíndad para poder tener un Juez,
que tenga jurisdicion distinta, y separada, y conozca de
todos los negocios en la forma, y con las mesmas calida
des, y jurisdicion de primera instancia, que tiene y co
noce el Teniente de la isla de la Palma; con que si el
Corregidor de la de Thenerife assistiere en el dicho lu
gar de la Orotava, y en los demás del Beneficio, y dis
trito de Taoro tenga la mesma jurisdicion, que ha te
nido siempre, pues en esto no se le sigue daño á el,
ni á su, Teniente General, respecto de que de las tres
partes en que se divide la dicha isla de Thenerife la
292 CONQUISTA

quedan las dos de la dicha jurisdicion, suplicandome,


que en remuneracion de los muchos, y buenos servicios
que el , dicho lugar de la Orotava, y los Caballeros, y
vezinos dél, y los demás lugares del dicho Beneficio y
distrito de Taoro, y sus vezinos me han hecho en todas
las ocasiones que se han ofrecido, asi de donativos, co
mo de guerras, ya que siempre estais con deseo de con
tinuarlo, sea servido de dividiros, y separaros, eximien
doos de la jurisdicion del dicho Corregidor, y su Te
niente General de la dicha Ciudad de la Laguna, dando
titulo de Villa al dicho lugar de la Orotava, para que
en él, y su Puerto, y en los demas del dicho Beneficio,
y distrito de Taoro, el mi Corregidor, que es, ó fuere
de aqui adelante de la dicha isla de Thenerife perpétua
mente, para siempre jamás, pueda nombrar, y nombre en
ellos un Teniente Letrado, que asista en el dicho lugar de
la Orotava, y su Puerto, y conozca en ellos, y en todos
los demas del dicho Beneficio, y distrito de Taoro, pri
vativamente de todas las causas Civiles y Criminales, y
denunciaciones, que se hizieren, y ofrecieren, y otros cua
lesquier negocios que huviere en ellos en primera instan
cia, sin que los vezinos de los dichos lugares puedan sa
lir, ni ser desaforados de su domicilio, y vezindad, sino
que aya de conocer, y conozca dellos el dicho Teniente,
el cual aya de ser Castellano, ó natural del dicho lugar
de la Orotava, ó del Beneficio, y distrito de Taoro ú
Daute, ü de las demas islas de Canaria, dandoos Privi
legio en forma dello, con las claúsulas, fuerzas, y firme
zas, que mas os convengan, y fueren necesarias, y con
las demás calidades, condiciones, declaraciones, y pree
minencias. que abaxo irán declaradas, ó como mi merced
fuese, y abiendose visto en el mi Consejo de Cámara, lo
que sobre ello informaron, por cédulas mias de veinte
de Enero de este año, Don Pedro Carrillo, Caballero de
la Orden de Santiago, mi Governador, y Capitan Gene
ral de las dichas islas, que preside en la mi Audiencia
dellas, y los Juezes de Apelaciones de la dicha Audien
cia, en que dizen entre otras cosas, que hay lugares
muy distantes de la Ciudad, donde asiste el mi Corregi
dor, y su Teniente, y que desde lo último de la isla
vienen los vezinos de ellos á pedir su justicia, ó á tra
tar de su defensa para las causas que se les ofrecen, de
- DE CANARIAS. 293

que se les siguen muchas de las molestias referidas, y


que es muy conveniente á mi servicio, de que á los lu
gares de la Orotava, su Puerto, y Realejos, Chasna, y
á los demas del Beneficio, y destrito de Taoro, se les
dé un Alcalde mayor, y Teniente letrado, que asista en
el dicho lugar de la Orotava, y en él, y en todos los de
mas referidos del beneficio, y distió de Taoro, conozca
privativamente en primera instancia de todas las causas
Civiles y criminales, y de otros qualesquier negocios, que
se ofrecieren, sin que los vezinos de los dichos lugares,
y Beneficio, y distrito, puedan ser desaforados de su do
micilio, y vezindad, y que este lo nombre el mi Corre
gidor, que es ó fuere de la dicha isla perpétuamente en
la mesma forma, y con las mesmas circunstancias y cali
dades que se ha nombrado, y nombra el Teniente de la
isla de la Palma, de donde tambien es Corregidor, con que
las apelaciones de lo que el dicho Teniente de la Orota
va sentenciare de mayor quantia, y las demas causas va
yan á la dicha mi audiencia de Canaria, y las de menos
quantia en que tienen jurisdicion los Ayuntamientos de
las Ciudades, vayan á la de la Laguna en la forma ordi
naria, como lo tienen dispuesto mis leyes Reales: y con
prohibicion que el Teniente, que es, ó fuere de la di
cha Ciudad de la Laguna, no exerza jurisdiccion en nin
guna causa de los vezinos del dicho lugar de la Oro
tava, ni de los demas del dicho Beneficio, y distrito de
Taoro, y en quanto á que el Teniente General de la di
cha Ciudad, no pueda entrar con vara alta de Justicia
en el dicho lugar de la Orotava, ni en los demas del di
cho Beneficio, y distrito respecto de que el dicho Te
niente tiene jurisdicion en el Lugar de Garachico, y en
los demas del Beneficio de Daute, é para ir á ellos, ha
de pasar precisamente por el dicho lugar de la Orotava
y los demas, del dicho Beneficio, y distrito de Taoro, que
está en medio se podrá mandar, que quando huviere de
pasar el dicho Teniente por la dicha jurisdiccion dela
Orotava, y sus lugares, sea con su vara alta, con que
si se detuviere por algun accidente en los dichos lugares
no la traiga ni exerza jurisdiccion en ningun tiempo den
tro de aquel distrito, y que solo la pueda llevar de pa
sage, y en lo que toca, á la licencia que se pide, para
nombrar un alcalde ordinario pedaneo, para el lugar del
294 coNQUISTA

puerto de la Orotava, se les pueda conceder con las ca


lidades que se pide, conque le aya de nombrar, é nom
bre el, mi Corregidor de la dicha isla con las partes, y
calidades referidas, y que será muy conveniente, que este
tenga á su cargo la artilleria, nuniciones, y peltrechos
della, que huvieren en el dicho lugar del Puerto, y sus
plataformas, y se le entregue todo con inventario, en
cargandole el cuidado, conservacion y aumento de las di
chas fortificaciones, y de lo demas referido, y que asi mes
mo es muy conveniente, que las elecciones de alcaldes
pedaneos, que el dicho Corregidor hiziere en los demas
lugares del dicho Beneficio, y distrito de Taoro, se hagan
en los vezinos naturales de los dichos lugares, teniendo
consideracion á lo referido, y en remuneracion de los
dichos servicios los he tenido por bien, y por la presen
te, de mi propio motu, cierta ciencia, y poderio real ab
soluto, de que en esta parte quiero usar y uso como Rey
y señor natural, no reconociente superior en lo tempo
ral. eximo, saco, libro, y divido, y separo á vos el dicho
lugar de Orovava, y á los de los Realejos, Chasna, y los
demas del dicho Beneficio, y distrito de Taoro, de la ju
risdiccion del dicho Corregidor, ó su Teniente general de
la dicha ciudad de la Laguna, y al dicho de Orotava, des
de luego le hago Villa, por si, y sobre si, para que en
él, y su puerto, y en los demas del dicho Beneficio, y dis
trito de Taoro, desde el dia de la Data de esta mi carta, el
mi Corregidor, que aora es, y adelante fuere de la isla
de Thenerife perpètuamente para siempre jamas, pueda
nombrar, y nombre en los dichos lugares un Teniente le
trado, que asista en el dicho lugar de la Orotava, y es
te conozca en ellos, y en todos los demas del dicho Be
neficio, y distrito de Taoro, privativamente de todas las
causas Civiles, y Criminales, y denunciaciones, que se
hizieren, y ofrecieren, y otros cualesquier negocios que
huviere en ellos en primera instancia y se trataren por los
vezinos de los dichos lugares, y por otras qualesquier per
sonas, que por asistencia, ó de paso asistieren cn ellos,
sin que los vezinos de los dichos lugares puedan salir
ni ser desaforados de su domicilio, y vezindad sino que co
mo dicho es, privativamente aya de conocer y conozca
dellas en la dicha primera instancia el dicho Teniente;
para lo qual si necesario es, desde luego le doi amplio
DE CANARIAS. 295

poder, , con plena jurisdiccion, y facultad, sin que sea


necesario otro título, cédula, ni despacho alguno, con ca
lidad que el dicho Teniente aya de ser castellano, ó na
tural del dicho lugar de la Orotava, ó del Beneficio, ó
distrito de Taoro, ó Daute, ó de las demas islas de Cana
ria, y para que tenga cumplido efecto, mando al mi Cor
regidor, que aora es, y adelante fuere de la isla de The
nerife perpétuamente para siempre jamas, que luego que
con esta mi carta fuere requerido en la parte que le to
care, la guarde, cumpla, y execute, y en su virtud haga
el nombramiento del dicho Alcalde mayor, que asista en
la dicha Villa de la Orotava, en la forma, y con las cali
dades y declaraciones en esta mi carta contenidas, sin ex
ceder della en cosa alguna; y porque mi voluntad es, que
demas de los derechos, que procedieren del poyo, que son
bastantes para sustentarse qualquier letrado forastero, y con
mas comodidad, si es natural de las dichas islas, se le ayan
de dar veinte mil maravedis de salario de cada un año,
que se le han de pagar, como mando se le paguen de los
propios, y rentas de los lugares del dicho Beneficio, y dis
trito de Taoro, con declaracion que hago, que los Cava
lleros Regidores, de la dicha isla, vezinos del dicho lu
gar de la Orotava, Beneficio y distrito de Taoro, ayan de
exercer, y exerzan sus oficios de Regidores, y diputados
libremente, como lo han hecho hasta aora, y lo mesmo
hazen, y hagan en lo adelante, sin que por razon de es
to se les pueda alterar en cosa alguna, ni hazerse otra nin
guna novedad en su exercicio; y asi mesmo con calidad,
que el mi Corregidor, que es ó fuere de la dicha isla de
Thenerife, perpétuamente para siempre jamas, no pueda
conocer, ni conozca de ninguna de las causas referidas de
los dichos lugares de la Orotava, y su puerto, Beneficio,
y distrito de Taoro, sino fuere estando dentro de sus lí
mites, y es mi voluntad que en la visita general del di
cho mi Corregidor de la dicha isla, haze personalmente
una vez en su gobierno conforme á las leyes del reyno,
quando fuere á hacerla á los dichos lugares, y distrito,
y Beneficio, tan solamente pueda llevar los escrivanos del
Cabildo, y los dos Regidores adjuntos, y Diputados para
la dicha visita como se acostumbra hazer; con declara
cion, que si alguno de los Escrivanos, no pasando del
número quatro, de los que llaman del número de la di
296 CONQUISTA

cha isla, quisiere ir á avezindarse al dicho lugar de la


Orotava, y su puerto, ó Beneficio, ó distrito de Taoro,
pueda hacerlo libremente, con que las causas, y autos, que
pasaren ante ellos, se ayan de fenecer, y acabar en la Au
diencia del Teniente, que como dicho es, se ha de nom
brar en la dicha Villa de la Orotava, y su puerto, que
ha de asistir en ella, sin que por esto se entienda, que
ayan de dejar de escrivir, actuar, y usar sus oficios de Es
crivanos de los dichos lugares de la Orotava, y de los Rea
lejos, porque estos es mi voluntad, que tengan facultad
para usar, y erercer sus oficios en todo el Beneficio, y
y distrito de Taoro, conforme á sus títulos, sin que en
esto se haga novedad. Y prohibo, defiendo, y mando, que
en los dichos lugares del Beneficio de Taoro, ni en la di
cha Villa de la Orotava, el Teniente General, que es ó
fuere de la dicha ciudad de la Laguna, no pueda entrar
ni entre en ellos, con vara de justicia, sino fuere quan
do huviere de pasar por la dicha jurisdiccion de la Oro
tava, y sus lugares, porque en este caso siempre ha de
llevar vara alta, con que si se detuviere por algun acci
dente en la dicha Villa, ó en los dichos lugares, no la
pueda traer ni traiga, ni tampoco pueda tener, usar, ni
exercer jurisdiccion alguna en ningun tiempo, ni conocer
ni conozca en la dicha primera instancia de ninguna cau
sa de los vezinos de la Villa de la Orotava y su Puerto,
y Beneficio, y distrito de Taoro, de forma que la dicha
vara solo la ha de poder llevar de pasage; y asi mesmo
quiero, y es mi voluntad que de las sentencias y autos,
que el dicho teniente de la Orotava, Beneficio y distri
to de Taoro, diere, y pronunciare, se aya de apelar á la
dicha mi Audiencia de juezes de apelaciones de la dicha
isla de Canaria, con que si fuere de mayor quantía, y se
apelare al Cabildo de la dicha isla, el mesmo cabildo aya
de nombrar, y nombre dos Regidores vezinos del dicho
lugar de la Orotava, y Beneficio de Taoro, Diputado, en
los meses que le tocaren, para que estos sean coadjun
tos al dicho Teniente de la Orotava, y todos sentencien,
y determinen las dichas causas, conforme se haze en las
Villas eximidas de las Cabezas de partidos destos mis Rey
nos de Castilla; y por la ciudad de la Laguna en su Puer
to de Santa Cruz, los Regidores de ella con asistencia del
Corlegidor, elijan en su Cabildo un Cavallero Hijo-dal
DE CANARIAS. 297

o, para que gobierne, y asista en el dicho Puerto en el


astillo que tiene; y tenga, á su cargo toda la artillería
que está en las demas partes de aquel distrito, y por lo mu
cho que conviene á mi servicio, y porque el Puerto que
llaman del lugar de la Orotava ha estado siempre agrega
do á él, por averle fundado, y abierto con sus vezinos Cas
tellanos, para la disposicion, salida, y manejo de sus fru
tos, saliendo del dicho lugar de la Orotava los mesmos
Castellanos á poblarle, y no estrangeros, por ser la llave
de la dicha isla aquel sitio, y aver estado siempre debaxo
de la jurisdiccion de el dicho lugar de la Orotaya, y
compuestose parte de su venzindad de diferentes naciones,
de Portugueses, Ingleses, Catalanes, y Franceses, y otras
personas de diversas poblaciones, han venido á avezindar
se en el dicho Puerto, que no tienen, ni se les conoce
bienes raizes ningunos, y que solo viven de embarcar, tra
xinar, y rebatir las mercaderías, y frutos; y porque avien
do en él personas de calidad, siempre estará con mayor se
guridad; quiero, y es mi intencion, y determinada voluntad,
que el dicho Puerto de la dicha Villa de la Orotava aya un
Acalde pedaneo, y que este sea un cavallero hijodalgo noto
rio, el cual en el tiempo que alli asistiere, egerza el dicho
oficio y tenga á su cargo, y por su cuenta, y cuidado todas
las plataformas, piezas artilleria, y municiones, y demas
peltrechos con que la dicha Villa de la Orotava, Cavalleros
y vezinos della han fortificado, y fortifican el dicho Puerto,
y toda la costa, con todas las demas piezas de artilleria que
estan en ella, y repartió alli Don Luis de Cordova de las
del navio Olandes, que se le entregó siendo Capitan Ge
neral de las dichas islas; y la dicha eleccion, y nombramien
to del dicho alcalde pedaneo para el dicho puerto, se aya
de hazer de aqui adelante perpetuamente para siempre ja
más el dia de la Pascua de Reyes, á seis de Enero de cada
un año; la qual ayan de hazer, y hagan el mi corregidor,
que es, ó fuere de la dicha isla, dos Regidores, dos Caba
lleros hijo-dalgos notorios, y dos vezinos, todos vezinos de
la dicha Villa de la Orotava, y estos se hechen, por suer
tes para hacer el dicho nombramiento con las demas per
sonas, y el título que se huviere de dar al que saliere ele
gido por Alcalde para usarle, se le aya de dar el mi Cor
regidor, con calidad que no se pueda hacer la eleccion sin
su asistencia, ó de su Teniente de la dicha Villa, y en caso
20
298 CONQUISTA

de no poderse hallar el dicho mi Corregidor personalmente


á la eleccion por algun impedimento, y la persona que
fuere elegida en el dicho Oficio, aya de ser Caballero Hi
jodalgo notorio, vezino y natural del dicho lugar de la
Orotava, ó de los demas lugares del dicho Beneficio, y dis
trito de Taoro, al qual se le aya de dar, como mando se le
dé la posesion del dicho Oficio de Alcalde pedaneo del di
cho Puerto, y se le entregue por inventario toda la artille
ria, plataforma, y demas municiones, y peltrechos, que alli
están para defensa de aquella costa, encargandole el cui
dado, conservacion, y aumento de las dichas fortificacio
nes y de lo demas arriba referido, haziendo primero el pley
to omenage, que se acostumbra hacer en el dicho puerto
de Santa Cruz; y asi mesmo con calidad, que los autos,
y demas despachos, y negocios, que fueren del Corregidor
de la dicha isla de Thenerife, ó su Teniente de la dicha
Ciudad de la Laguna, contra los vecinos de la dicha Villa
de la Orotava, y su Puerto, Beneficio, y distrito de Taoro,
ayan de hablar con el Teniente, que se nombrare en ella
por Requisitoria, como se hace con el de la isla de la Pal
ma, y en los Autos, y escrituras que se hizieren, y actua
ren en la dicha Villa de la Orotava, y en los demas refe
ridos, los Escrivanos ante quien pasaren, intitulen y, pon
gan en la Villa de la Orotava, y si se hizieren en su Puer
to ayan de poner tambien en el Puerto de la Villa de la Orota
va, con declaracion que hago, que el Maestre de Campo del
Tercio de Taoro el Vicario Eclesiástico, Comisario del Santo
Oficio de la Inquisicion, y Juez de contravando, ayan de quedar
en la mesma forma, y manera, que han estado y estan, sin que
se inove, ni altere en cosa alguna, de lo que tocare á
sus jurisdicciones, y tambien ha de quedar como que
da al Ayuntamiento, y Cabildo de la dicha isla de The
nerife, la mesma jurisdiccion, y autoridad que le toca, y
pertenece, y ha tenido hasta aquí, sin que por esta cau
sa se altere, ni inove, ni desminuya en cosa alguna. Y
las elecciones de Alcaldes pedaneos, que el mi Corregi
dor, que es, ó fuere de la dicha isla, hiziere de aqui
adelante en los lugares del dicho Beneficio, y distrito de
Taoro, como es costumbre, se ayan de hazer, y hagan tam
bien en los vezinos, y naturales de ellos, eligiendo los mas
principales, y virtuosos, para que mejor, y con mas acier
to puedan usar, y excrcer los dichos Oficios, y al dicho
DE CANARIAS, 299

mi Corregidor, que aora es, y adelante fuere de la dicha


isla, ó su Teniente, mando, que asi lo haga, y cumpla,
sin poner en ello duda, ni dificultad, ni otro impedimen
to alguno: , en consecuencia de lo cual declaro, quiero,
y es mi voluntad, que todos, y cualesquier pleitos, y cau
sas, asi civiles, como criminales, de cualquier calidad, é
importancia que sean, que ante el dicho mi Corregidor
de la dicha isla, ó su Teniente general de la dicha Ciu
dad de la Laguna, y Justicias de ella, están pendientes
contra los vezinos, de la dicha Villa de la Orotava, y su
Puerto, y de los demás lugares del dicho Beneficio, y dis
trito de Taoro, los remitan originalmente al Teniente de
la dicha Villa de la Orotava, en el punto, y estado en que
están, para que ante el dicho Teniente se prosigan, fe.
nezcan, y acaben en la dicha primera instancia, y provean,
que los Escrivanos del Número, Cabildo de la dicha Ciu
dad de la Laguna, y otros cualesquier Escrivanos, ante
quien pasaren, ó en cuyo poder estuvieren cualesquier
procesos, y causas, asi civiles, como criminales, contra los
dichos vezinos, los entreguen para el dicho efecto al di
cho Teniente de la dicha Villa de la Orotava, ó á quien
su poder huviere, sin poner en ello escusa, ni dilacion al
guna, y por razon de todo lo contenido en esta mi carta,
en las partes donde tocaren, se os guarden todas las pree
minencias, esempciones, prerrogativas, inmunidades, que
se guardan, y han guardado á otras Villas destos mis Rei
nos de la Corona de Castilla, sin exceder de ello en cosa
alguna, todo ello con calidad, que no se os pueda tantear,
pujar, ni consumir, por la dicha Ciudad de la Laguna,
ni por otros ningunos lugares de la dicha isla, ni per
sonas particulares de cualquier calidad que sean, sino que
siempre esta gracia, y merced aya de estar, y permanecer
en la dicha Villa de la Orotava, en la forma, segun, y
de la manera, y con las calidades, y condiciones, y decla
raciones en esta mi carta, contenidas, sin que aora, ni en
ningun tiempo perpetuamente para siempre jamás, se os
pueda alterar, ni inovar en cosa alguna, en cuya mer
ced aveis de ser manutenidos, y amparados, sin que de ella
podais ser despojados, aunque sea por causa pública, ni de
urgente necesidad, que sobrevenga en estos mis Rei
nos, ni en otra manera, y para mayor fuerza, firmeza, y
validacion desta merced, que se ha de tener por expresa
300 GONQUISTA

da en esta mi carta, por via de contrato honeroso, é irre


vocable, que ha de ser recíproco, y obligatorio, fecho en
tre mi y vosotros, por mi, y los Reyes mis sucesores, pro
meto, y aseguro por mi fee, y palabra Real, que aora, y en
cualquier tiempo perpetuamente para siempre jamás os se
rá cierta, y segura, y se os guardará, y cumplirá en la for
ma, y con las calidades, condiciones, y declaraciones en es
ta mi carta contenidas, sin que en ningum tiempo se os pue
da alterar, ni modificar con ningun pretexto, ni color, ni por
otra causa, ni razon alguna, aunque aqui no vaya expresa
da, porque mi intencion, y deliberada voluntad, es, que
la dicha Villa de la Orotava, y los lugares de los Realejos,
y Chasna, y todos los demás del dicho Beneficio, y distri
to de Taoro, se goviernen, y rijan en la forma, y con
las calidades en esta mi carta declaradas, y si de hecho,
y contra el tenor, y forma desta mi carta se dieren en con
trario Provisiones, cédulas, ó otros despachos, no valgan,
que desde luego los doy por ningunos, y de ningun valor,
ni efecto, como dados, y librados en contravencion de con
trato recíproco, y obligatorio hecho entre mi, y vosotros,
porque, como dicho es, es mi voluntad, que todo ello esté,
y permanezca en la dicha Villa de la Orotava, y lugares del
dicho Beneficio, y distrito de Taoro, y sus vezinos en la
forma referida, y que todo ello se os observe, guarde, y cum
pla, sin faltaros cosa alguna, y las Provisiones, cédulas,
y despachos, que se dieren en contrario, sean obedecidas, y
no cumplidas, sin que ninguno de los interesados, ni per
sonas á quien tocare, caigan, ni incurran en las penas,
que por las dichas Provisiones se les impusiesen, de las
cuales los relievo, y he por relevados. Y mando á los In
fantes, Prelados, Duques, Marqueses, Condes, Ricos Hom
bres, Priores de las Ordenes, Comendadores, Subcomen
dadores, Alcaides de los Castillos, y casas fuertes, y lla
nas, y á los del mi Consejo, Presidentes, é Oidores de las
mis Audiencias, Alcaldes, Alguaziles de la mi Casa, y
Córte, y Chancillerías, y al mi Governador, y Capitan Ge
neral de las dichas islas de Canaria, y á los Juezes de Ape
laciones, de la mi Audiencia de ellas, y al mi Corregidor
de la dicha isla de Thenerife, y á su Teniente general de la
dicha Ciudad de la Laguna, y á los otros Juezes, y Justi
cias della, y á otros cualesquier mis Juezes, y Justicias des
tos mis Reinos, y Señoríos, y personas, á quien principal, ó
DE CANARIAS. 30

incidentemente toca, ó tocar pueda en cualquier manera el'


cumplimiento de todo lo contenido en esta mi carta, que
la guarden, cumplan, y executen, y hagan guardar, cum
plir, y executar en todo, y por todo, como en ella se con
tiene, y contra su tenor, ni forma, no vayan, ni pasen, ni
puedad ir, ni pasar aora, ni en ningun tiempo perpetuamen
te para siempre jamás, ni consientan, ni den lugar á que se
os limite, ni suspenda en todo, ni en parte, ni que se den
en contrario las dichas cédulas, y despachos, antes para su
observancia dé cada uno en la parte que le tocare, á vos la
dicha Villa de la Orotava, y á cualquiera de vuestros vezi
nos, y de los demás lugares referidos, ó á la persona, que
en vuestro nombre, y suyo las pidiere, los que fueren ne
cesarios para mayor firmeza de la merced, que por esta mi
carta os hago, todo ello no embargante, que la persona que
se nombrare por Teniente de la dicha Villa de la Orotava,
sea natural della, ó del dicho Beneficio de Taoro, y cuales
quier Leyes, y Pregmáticas destos mis Reinos, y Señoríos,
Ordenanzas, estilo, uso, y costumbres de las dichas Audien
cias, isla de Thenerife y Ciudad de la Laguna della, y otra
cualquier cosa que aya, ó pueda aver en contrario, que pa
ra en cuanto á esto toca, y por esta vez aviendolo aqui por
inserto, é incorporado, como si de verbo ad verbum lo fuese,
dispenso, y lo abrogo, y derogo, caso, y anulo, y doy por
ninguno, y de ningun valor, y efecto, quedando en su fuer
za y vigor, para en lo demás adelante, y si de la gracia, y
merced, que por esta mi carta os hago, vosotros, ó cualquie
ra de los vezinos de la dicha Villa de la Orotava, y demás lu
gares referidos, quisieredes, y quisieren Privilegio, y con
firmacion, mando á los mis concertadores, y Escrivanos ma
yores de los Privilegios, y confirmaciones, y al mi Mayordo
mo Chanciller, y Notarios mayores y á los otros Oficiales,
que están á la tabla de mis sellos, que os la dén, libren,
pasen y sellen la mas fuerte, firme, y bastante, que les
pidieredes, y menester huvieredes, y declaro, que desta
merced aveis pagado el derecho de la media anata, que im
portó cincuenta y tres mil cuatrocientos y treinta y siete ma
ravedís, y tambien la han de pagar las personas que se nom
braren por Tenientes de la dicha Villa de la Orotova, y de
más lugares y por Alcalde pedaneo de su Puerto la media
anata, que conforme á reglas devieren antes de entrar á
exercer los dichos oficios. Dada en Madrid á veinte y ocho
302 CONQUISTA

de Noviembre de mil seiscientos y cuarenta y ocho años.


YO EL REY. Yo Antonio Carnero, Secretario del Rey
nuestro Señor la fize escrivir por su mandado. Registrada.
Miguel de Olañaga, Teniente de Canciller Mayor. Miguel
de Olariaga. Doctor Don Diego de Riaño y Gamboa. El Li
cenciado Don Antonio de Campo Redondo y Rio. El Li
cenciado Don Antonio de Contreras.
En dicho dia por una real provision mandó su Ma
gestad al licenciado D. Pedro de Vergara, oidor de Ca
naria, que diese á los vecinos de la Orotava, y su Beneficio
la posesion de la dicha Villa de la Orotava, y separacion de
la jurisdiccion de la Ciudad por haber los dichos vecinos
servido á su Magestad con tres mil ochocientos ducados, la
cual posesion no les dió por entonces, por haberla contradi
cho el Concejo, Justicia y Regimiento de la dicha isla, y los
mas de los vecinos de los Realejos, saliendo al tanteo, para
lo cual el dicho Concejo envió mensagero á la Córte; siguió
se el pleito en el Consejo de Cámara, y salió el pleito á favor
del Concejo, y ganó cédula de S.M., fecha á veinte y dos de
Mayo de mil seiscientos y cincuenta años; y á esto el mensa
gero D. Juan Francisco de Franquis, en nombre de los ve
cinos de la Orotoya y su distrito hizo puja de tres mil duca
dos mas, la cual fué admitida y pagada, y aunque el Concejo
de la dicha isla quiso salir al tanteo, mandó S. M. por su
Real cédula dada en Madrid á cuatro de Diciembre del año
de mil seiscientos y cincuenta, no se admitiese puja ningu
na por el dicho Concejo de Tenerife, si que se guarde la pri
mera, y sobredicha cédula de merced hecha á la dicha Villa
de la Orotava, y se guarde y cumpla todo lo en ella con
tenido, con tal, que si los vecinos de los Realejos, inclusos
en el beneficio de la Orotava por haber hecho contradicion
algunos de ellos, no quisieren gozar de este privilegio se hi
ciese concejo abierto en los dichos lugares para que diesen
sus votos y pareceres como mejor les estuviese, si gozar del
dicho privilegio, ó quedar debajo de la jurisdiccion de la ciu
dad, ante el Gobernador y Capitan general de estas islas, ó
ante un oidor de la Real Audiencia de ellas, á quienes su
Magestad manda guarden y ejecuten la sobredicha cédula
Real de veinte y ocho de Noviembre de seiscientos y cuaren
ta y ocho años. Esta última cédula Real que se dió á favor
de la dicha Villa, no la refiero á la letra porque solo hace re
lacion del pleito y contradiciones, y que se guarde la sobre
DE CANARIAS. 303

dicha provision sin añadir ni quitar de ella cosa alguna.


Fueron presentadas estas cédulas por parte de la Villa
de la Orotava ante el Capitan general de estas islas don A
lonso de Avila Guzman, caballero de la órden de Calatrava
en quince de Abril de 1651 años, para que diese la posesion
de la Villa. Su señoría entregó la vara de la justicia al Li
cenciado don Luis Gonzalez Roman de teniente, en prime
ro de Mayo de dicho año, nombrado por cédula de S. M.:
y en dos del dicho mes se juntaron á votar para elegir al
calde del puerto, y su artillería dos regidores, dos hijos—dal
go y dos vecinos, y salió electo el Maestre de Campo don
Alonso Suarez de Aponte y Lugo, regidores de esta isla.
Y en dicho dia se publicó un auto, fecho por el dicho
Capitan general en la Villa de la Orotava á toque de ca
jas, en que mandó, que todos los vecinos tengan por Villa
á la Orotava, y obedezcan su justicia en cumplimiento de
lo por S. M., mandado: y en tres de Mayo se pregonó en
el Puerto de la Cruz, y en los dos lugares de los Realejos
y en S. Juan de la Rambla.
Los vecinos de los dichos dos lugares de los Realejos
contradijeron el auto y pidieron concejo abierto, y estando
el dicho Capitan general y el Licenciado don Pedro de
Vergara Alzola, oidor en el Realejo de arriba; en cuatro de
Mayo recibieron votos de los vecinos de él, y todos dijeron
querian estar debajo de la jurisdiccion de la ciudad, y no de la
Villa de la Orotava, y en dicho dia se recibieron los de los
vecinos del Realejo de abajo, y dijeron lo mismo. Sobre es
ta posesion hubo largo pleito del corregidor y teniente de
la ciudad, y escribanos y procuradores: en conclusion fué
amparada en su posesion la dicha Villa de la Orotava, y
los vecinos de los dos Realejos quedaron debajo de la juris
diccion Real de la ciudad de la Laguna, y escluidos de la
de la Villa, con distar una legua de la Villa y cinco de la
ciudad.
Estas provisiones Reales estan en la Villa de la Orota
va , originales con el pleito de contradicion, fecho por la ciu
dad y lugares de los Realejos, á si mismo original y un tras
lado de dichas cédulas y proceso está en el Árchivo del Ca
bildo de esta isla de Tenerife. Yo quisicra dar noticia de
todas las cédulas, y provisiones Reales de esta isla, sacán
dolas á la letra, si Dios me dá vida, prometo hacer libro
de ellas, como lo tengo hecho de las ordenanzas de esta
304 CONQUISTA

nobilísima isla de Tenerife en el año pasado de setenta, de


dicado á su noble y magnífico Ayuntamiento.
En BR, e) RER, S3333, e)»
De la poblacion y vecindad de la isla de Te
nerife, y de cosas notables que han sucedi
do en estas islas de Canaria, y otras mu
chas cosas curiosas y milagros de nuestra
señora de Candelaria.

E cosas diversas trato en este ter


º cero libro, que aunque varias me
º parece conducen á mi intento,
Sº que es tratar de las islas de Ca
"naria, y á ellas pertenece lo tratado
en nueve capítulos que lo reparto en
el primero de la poblacion de la isla
de Tenerife, desu ciudad, villa y lugares y
NS y Templos; en el segundo de los señores
obispos que ha habido en estas islas: en el terce
º ro, de los Gobernadores, Corregidores, y sus
Tenientes de la de Tenerife, y de los Capitanes
Generales de todas siete: en el cuarto, de los Regidores,
Jurados, Alguaciles mayores, que ha habido en la de Tene
rife: en el quinto de los alcaides de sus castillos: en el ses
to de las fiestas, que en la dicha isla de Tenerife se han he
cho en las Coronaciones de los Reyes nuestros señores,
que han sucedido, despues de conquistada la isla, y obse
3U6 CONQUISTA

quias por los difuntos: y las fiestas que hizo el Ilustrisimo


y reverendisimo señor Don Bartolomé Garcia Gimenez,
Obispo de estas islas, en la beatificacion de el Santo Rey
Don Fernando: en el sétimo de la barateza que hubo
en esta isla, y de algunas cosas notables que han sucedi
do en ellas: en el octavo, de las armas de algunas nobilí
simas familias de esta isla, que por parecerme serán de
gusto estas noticias al curioso lector, las doy de todo
lo referido, que le prometo me ha costado mas trabajo,
de lo fácil que le parecerá en leerlo, á su buen discurso
lo remito: en el noveno, de los milagros de nuestra seño
ra de Candelaria.

CAPITULO I.

De la poblacion de la isla de Tenerife.


Es la isla de Tenerife la mayor y la mas poblada de las
de Canaria, y mas rica por las muchas viñas y heredamientos
de vino de malvasia y vidueños que es la principal mer
cadería, que de ella sale para otros reinos, y por ella tanta
cantidad de dineros y hacienda reciben sus dueños: es abun
dante de trigo y legumbres; cria mucho ganado, tiene de
todas frutas; en conclusion es la mas fértil y mas poderosa
de mas gente; asi lo refiere el señor obispo don Cristó
bal de la Cámara y Murga, obispo que fué de estas islas
en las constituciones Sinodales, que sus palabras dejo es
critas en el capitulo once del primer libro, y asi no las vuel
vo á repetir, allí las verá el lector: díjolas su señoría sin
pasion como forastero, y como quien tanta esperiencia de
estas islas tenia, pues todas hasta el mas pequeño lugar de
ellas visitó. Está esta isla en medio de todas como madre;
y si Canaria lo es en el nombre, esta de Tenerife lo es en
las obras; con dinero las hace ricas, y todas la so
corren con sus frutos, que por muchos que cogen, como la
gente es mucha, mucho mas ha menester; tiene esta isla
muchos mayorazgos que pasan de doscientos y cincuenta,
los mas de á cien mil ducados de principal, y los menos
de cincuenta mil ducados, y muchos vínculos de á vein
te y doce mil ducados de principal, que rentan muy bien.
Tiene una ciudad, una villa principal, dos villas pequeñas
y treinta lugares con sus aldeas, de cada uno darè noticia,
DE CANARIAS. 307

con las parroquias y conventos que tienen, y de la antigüe


dad de algunos, segun me ha constado por instrumentos.
Ciudad de S. Cristóbal.

La ciudad de S. Cristóbal de la Laguna, es la prin


cipal poblacion de esta isla; es larga y ancha de muy bue
mos edificios, las calles anchas y derechas, es alegre de
buenas salidas, es fresca en tiempo de verano, sus aguas son
frescas y delgadas, tiene mucho recreo, su fundacion fué
la primera despues de la conquista de esta isla, año de mil
cuatro cientos y noventa y siete: antiguamente se intituló
Villa, y desde el año de mil quinientos y veinte y uno se
comenzó á llamar Ciudad, cuyo título queda escrito en el ca
pítulo diez del segundo libro; tiene dos parroquias, cuatro
conventos de frailes, dos de mónjas, dos hospitales, muchas
ermitas, unas suntuosas cajas Reales del ayuntamiento,
una bien-labrada fuente, otra tenia, que se perdió; tiene
otras fuentes y una grande laguna, que cerca de ella se ha
ce en los inviernos, y dura mucha parte del verano de que
la ciudad toma nombre; tiene muchos vecinos, mucha no
bleza; tiene diez y seis escribanos públicos, que pueden es
cribir en toda la isla, en la ciudad asiste el Capitan general
de estas islas, el corregidor, el teniente, el Juez de Indias,
en ella se hacen los cabildos, la mas parte de los regidores
viven en la ciudad; cuando hay cabildos generales, vie
men los que viven fuera de ella en la Villa y lugares; hay
dos escribanos mayores del ayuntamiento, los regidores son
cincuenta y seis, no sé si mas. La antigüedad de cada Igle
sia de esta ciudad y en que tiempo se fundaron, es como
aqui refiero.
La Iglesia porroquial de nuestra señora de Concepcion,
fué la primera que se fundó en esta ciudad; su primer
asiento fué mas arriba á un tiro largo de piedra de adonde
hoy está fabricada, en aquel tiempo corta, en donde hoy son
las casas de Lázaro Hernandez de Medina, y despu es en
año de mil quinientos y once la mudaron en donde hoy es
tá tan suntuosa, alegre y larga; seguº consta de un ca
bildo que en esta ciudad se hizo en dicho año, que está en
el libro capitular, á fojas 242 sobre que se acordó manda
sen pedir licencia al señor obispo ó su provisor á Canaria:
en la primera iglesia se juntaron algunas veces el Ade
308 CONQUISTA

lantado y regidores á hacer sus cabildos; y cuando fabri


caron la nueva, el Adelantado y conquistadores para per
petua memoria, y mas grandeza de su humildad v celo cris
tiano, cargaron á sus cuestas las piedras para edificarla; es
to se hallará el haber asi pasado en un cabildo que se hizo
en 2 de Mayo de 1ó21 en que se practicó sobre si la pro
cesion del Corpus habia de salir de la iglesia de los Reme
dios, por estar mas bien acabada y edificada, ó de la iglesia de
la Concepcion, y un regidor dice, que debe salir de la Con
cepcion porque de alli ha salido 25 años há, en donde estan
enterrados los conquistadores, y los hijos y nietos del Ade
lantado, y que el dicho Adelantado y conquistadores car
garon las piedras á sus cuestas para edificarla: salió la
¿º de la parroquia de los Remedios por mas votos,
asta el año de mil quinientos y veinte y siete, que hu
bo concierto entre los parroquianos de las dos parroquias,
sobre que las fábricas fuesen iguales, y las procesiones ge
nerales, y del Rey, cada año saliesen de una parroquia.
Tiene hoy esta iglesia de nuestra señora de la Concepcion
tres beneficiados, los dos ganan tanta renta en la gruesa de
los diezmos y primicias, como el uno, todos tres son curas,
y á cada uno toca su semana; tiene cuarenta capellanes
poco menos, sochantres, sacristan menor y cuatro mozos
de coro; tiene muchos ornamentos de brocado, tela y lama
de los mejores de las islas; el agradecimiento de tanto aseo
y adorno de esta iglesia, se le debe al licenciado Gaspar
Alvarez de Castro, su beneficiado y mayordomo que ha si
do de su fábrica, y al presente es vicario y visitador de es
ta ciudad; y juez de las cuatro causas de esta isla, cargos
muy debidos á su persona, y mas de que es benemérito.
La santa imágen, que patrocina esta iglesia, es hermosísima
y con mucho señorío, su hechura es á lo natural, antiguamen
te la llamaban nuestra señora de la Antigua; hay memoria de
padres á hijos, inmemorial, que esta santa imágen es una
de las que en España hicieron á peticion del santo Rey don
Fernando, cuando los Angeles hicieron la imágen de nues
tra señora de los Reyes de Sevilla; es esta Iglesia de tres.
naves largas, y anchas, tiene ocho capillas, excepto la ma
yor; en ella están situadas muchas cofradias. y tres her
mandades, la una es la esclavitud del Santísimo Sa
cramento con ropas de tafetan colorado, y una medalla
del Santísimo, pendiente con un liston azul al cuello.
DE CANARIAS. ºboe
La otra es de nuestra señora de la Concepcion, con ro
pas de gerga, ó anascote blanco, con una medalla de
nuestra Señora con cinta de seda azul al cuello, y una S, y un
clavo en el pecho. La otra hermandad es de S. Juan
Evangelista, cuya imágen pintada con una tabla de me
dia vara, estuvo sudando desde la vispera de su martirio
á seis de Mayo de mil seiscientos y cuarenta y ocho, por
espacio de cuarenta dias, por cuya intercesion fué nues
tro Señor servido de librar á esta isla de la enfermedad
contagiosa que huvo en España, y en otros Reynos; y
despues ha hecho su divina Magestad, por su intercesion,
poniendolo esta isla, y sus devotos por intercesor, mu
chas mercedes: Está en esta Iglesia un cuadro de poco mas
de una vara, de nuestra , señora de la Concepcion con
un niño en brazos que fué la primera imágen que colo
caron, cuando se fundó la Iglesia, que no se juzgará ser
tan antigua, la pintura tiene otras imágenes muy antiguas,
y de mucha devocion; autoriza á esta Iglesia una muy alta
torre con cuatro campanas muy buenas sale de esta Igle
sia una muy devota procesion el martes santo por la tar
de de el paso de la negacion, y lágrimas de san Pedro,
con dos insignias, la una de Jesucristro, y la otra de san
Pedro llorando; se hace con mucha devocion, y osten
tacion como las demas.
El convento del seráfico padre san Francisco se hizo
inmediatamente á la Iglesia sobredicha, es de la advoca
cion de el Arcangel san Miguel, por devocion del Ade
lantado, que señaló el sitio á los religiosos, que en su
compañia vinieron al tiempo de la conquista; fabricóse
con limosnas de todo el pueblo, es muy buen convento,
sustenta continuamente cincuenta religiosos, algunas ve
ces mas; el cañon, de la Iglesia es alegre, con sus capillas
las mayores de las buenas de la Provincia; en el altar ma
or está colocada la milagrosa imágen de nuestro Señor
¿to crucificado tan antigua, y notoria en todo el
mundo cuya tradicion, y milagros anda impreso por el
padre Quiros, es un santuario esta Iglesia en todo el año;
el adorno de ella es costoso, de plata, tela y lama; el
santo Crucifijo tiene su cruz, y peana de plata, gradillas,
candeleros, ciriales, blandones, lámparas y frontal de pla
ta, y otras costosas piezas para el adorno de su fiesta, que
han dado devotos, está situada en esta Iglesia una es
310 º CONQUISTA

clavitud de este soberano Señor de treinta y tres personas


nobles y ricas, que puedan suplir el costo de las fiestas
que se hacen á catorce de setiembre, dia de la Exaltacion de
la Cruz, por espacio de ocho dias, en que se gestan mu
chos ducados, en fuegos, comedias, libreas y otros feste
jos: otra hermandad está situada en esta Iglesia de los ter
ceros de san Francisco con ropas de gerguilla, ó estame
ña frailésca, y la medalla de san Francisco pendiente al
cuello con un liston pardo. Dos procesiones salen de este
convento la semana Santa, la una del paso de la adera
cion en el Huerto el lunes santo por la tarde, y otra el
viernes santo por la mañana, con el santo Crucifijo, y se
hacen con mucha devocion. En el medio de la Capilla
mayor de esta Iglesia está enterrado el primer adelanta
do, y conquistador don Alonso Fernandez de Lugo.
La ermita de nuestra señora de Gracia se hizo des
pues, fuera de esta Ciudad, en el camino de Santa Cruz,
por el voto que el Adelantado, y conquistadores hicie
ron cuando vencieron á los guanches en la Laguna, y
retirados al Real, dieron gracia á nuestro Señor por la
victoria, y le prometieron hacer donde estaba el Real, una
1glesia al misterio de su Encarnacion, con el título de
nuestra señora de Gracia, con que despues de conquista
da la isla cumplieron su voto, y fué la primera que se
hizo de piedra; por que la Iglesia de la Concepcion, y el
convento de san Francisco estuvieron algunos meses for
madas de tapias, y tablas; es la Imágen de nuestra seño
ra hermosa, y de mucha devocion, todos los sabados de
el año, ván muchas personas á visitarla, y á rogarle in
terceda por sus necesidades, tres veces la han traido en
procesion à la Ciudad por falta de agua, la una habrá
sesenta años poco mas, y en el año de mil seiscientos y
setenta, y otra en este año de setenta y uno, y en todas
ocasiones ha sido nuestro señor servido, por su interce
sion de remediarnos. Está situada en esta Iglesia una
Hermandad de nuestra señora de Gracia, el Angel san
Gabriel que dá la embajada, es de las mejores hechuras
que se ha visto, y una santa Catalina, que está en esta
Iglesia: la imágen de nuestra señora es de vestir, y tie
ne muy buenos, y costosos vestidos, que la han dado
devotos.
El convento del gran doctor de la Iglesia mi padre
DE CANARIAS. 311

san Agustin, se dió órden á su fundacion casi en el mis


mo tiempo que las Iglesias referidas, es de la advocacion
de el Espíritu Santo, y es por que el Adelantado man
dó se hiciese en esta Ciudad un hospital de Sancti Spíritus,
y por no tener efecto, pidió á los padres Fray Andrés de
Goles, y Fray Pedro de Cea de dicha órden, que se ha
llaron en la conquista, que diesen al convento el título
de Sancti Spíritus, y unas tierras que tenia señaladas pa
ra el dicho hospital, se las dió á los dichos religiosos, co
nio consta de una data de repartimiento fecha por el
Adelantado á 18 setiembre, de mil quinientos y cua
tro, que está á fojas ciento y catorce del libro de da
tas de el Cabildo, con estas palabras: Doy á vos Fr.
Pedro de Cea, y á Fr. Andrés de Goles, frayles de la ór
den de san Agustin, seis fanegas de tierra de riego, que
están medidas, y señaladas en la Orotava, que fueron nom
bradas para el hospital de Sancti , Espiritus, y por que
no vino á efecto de hacerse el dicho hospital, es mi vo
luntad de lo dar á vosotros los susodichos, para vosotros
é los que de vosotros sucedieren en esta isla de vuestro
hábito, y Religion, con cargo de tres fiestas, una á la
Encarnacion; otra dia de S. Miguel á veinte y nueve de
setiembre; otra dia de Pasqua de Pentecostes, con sus
sermones, por el Adelantado, su muger, hijos, y conquis
tadores. Otras mas tierras, asi en Centejo como en Ge.
neto, les dieron al año siguiente. Fabricaron su conven
to en el sitio, que les fué señalado en esta Ciudad, que
es en la calle Real y con el tiempo, y limosnas que die
ron los fieles se hizo grande; es de los mejores de las
islas, los Claustros son largos, y anchos; la Iglesia es
de tres naves, tiene muy buenas capillas, la mayor es
muy alegre con buen retablo, que se hizo con limosnas
de los vecinos, y para él, y otras obras que en el con
vento se han hecho, todos han acudido con limosnas;
en el altar mayor está colocada una hermosísima imágen de
muestra señora de la Peña de mucha devocion, y á un lado
san Agustin y al otro santa Mónica cada uno en su nicho;
sustenta este convento cincuenta religiosas, es rico, y
tiene para el culto Divino buenos ornamentos, cruz, ci
riales, cetro y candeleros de plata de mucho peso; estan
situadas en esta iglesia cinco hermandades, la una de san
Agustin con ropas de tafetan negro, con medalla del santo
312 CONQUISTA

y cinta de seda blanca pendiente al cuello; otra herman


dad de nuestra, señora de la Peña, con ropas de anascóte
blanco y medalla; otra de Jesus Nazareno, con túnicas mo
radas y medalla; otra de la sangre de Cristo, con túnicas de
anascóte negro y medalla; otra de nuestra señora de la So
ledad, con túnicas de anascote negro con medallas. Tres
procesiones salen la Semana Santa de esta iglesia, la una
de Jesus Nazareno, sale el miércoles Santo por la tarde, y
en la plaza de san Miguel se hace el paso de la muger Ve
rónica, cuando limpió el rostro á nuestro Señor, y cuan
do nuestra Señora le encontró, es muy devoto, y al hom
bre de mas duro corazon hace llorar. La otra procesion
es de la Sangre de Cristo, que es en el paso, que le vis
tieron la vestidura roja, y pusieron la Corona de espí
nas, y la caña en la mano. La otra es de la Soledad de
nuestra Señora, que sale el viérnes santo á la oracion, y
entra á las ánimas; hacense con mucha devocion, y mucho
lucimiento de luces. En la puerta principal de esta I
glesia estan dos escudos de armas, ambos de la órden
de san Agustin, el uno es una cabeza, y sobre ella u
na mano con un martillo por alusion de llamar á san
Agustin entre sus atributos martillo de hereges, con que
la cabeza representa al herege, y el brazo, y mano ves
tido de hábito con el martillo, representa san Agustin,
y el otro el escudo es el corazon flechado. En las Capillas
están los escudos de Armas de sus Patronos, que dan
mucha autoridad á este Convento.
La Ermita del Arcangel S. Miguel, la mandó hacer
el adelantado D. Alonso Fernandez de Lugo, por su
devocion, en esta iglesia se hicieron los Cabildos mu
chos años, hasta que huvo casas de Ayuntamiento,
hasta el año de mil , quinientos y cuarenta y dos, que
se acabaron, las cuales avian sido quemadas, y se volvi
eron á hacer mas sumptuosas, y en el dicho año de cu
arenta y dos, se hizo el primer Cabildo en ellas, y en
el año de cuarenta y cinco, se acabaron con muy bue
nas salas, cárcel, y casa para los Corregidores, como
parece de un letrero, que está á la esquina de ellas, y
armas Reales, y de las del Gobernador, que era en aquel
tiempo, llamado el Licenciado Geronimo Alvarez de Soto
Mayor, y de los libros capitulares de aquellos años; en
el año de mil quinientos y cinco, estaba hecha esta
DE CANARIAS. 313

Iglesia de San Miguel, segun consta de una Data, que


el Adelantado dió á los Canónigos de Canaria, de una
fuente, y tierras en Abona, sobre concierto, que dos
Canónigos, y cuatro Racioneros, y el Arcediano de
Tenerife habian de asistir en la Iglesia de la Concepcion
de esta Ciudad, y que el dia de S. Miguel habian de
ir á su Ermita en procesion á le hacer fiesta, su fecha
á veinte y nueve de Mayo del dicho año de 505, la
cual está en el libro de Datas, á fojas ciento y trece;
dejó el Adelantado en esta Iglesia una Capellanía de misa
rezada todas las fiestas del año sobre sus bienes, con bue
na congrua.
El hospital de nuestra señora de los Dolores, su pri
mera fundacion fué con el título de nuestra señora de la
Antigua, su fábrica era muy corta, hasta el año de mil y
quinientos y quince, que Martin de Jerez y Catalina Gu
tierrez su muger, con su hacienda y limosnas del pueblo,
dieron principio á la fábrica del dicho hospital, y para mas
noticia digo, que Martin de Jerez fué á la Córte, y preser tó
á los señores reyes don Fernando y doña Juana su hija, sú
plica para que su santidad el Papa Leon X concediese licen
cia para fundar un hospital de la advocacion de nues
tra señora de los Dolores, y su santidad concedió licen
cia por su bula, dada en el mes de de Julio de mil y qui
nientos y catorce, en que concedió muchas indulgencias á
los fieles, que ayudaren con limosnas, y visitaren su Igle
sia y habiendo venido con la bula, comenzó á hacer el
hospital en donde antes estaba junto á su misma casa,
que despues vino á ser todo hospital, y con el tiempo
y limosnas de los fieles se ha hecho grande de mucha
renta. d cura muchos pobres. La bula referida está en
poder de los administradores del hospital, es hospital Real,
todos los años á primero de enero se juntan en él la jus
ticia secular, y el Vicario, y vecinos, y por votos nom
bran administrador de aquel año, y conforme lo hace lo
dejan por mas tiempo: antiguamente vivía en este hos
pital un Capellan con salario y por instrumentos consta
fueron capellanes de él por los años de mil quinientos y
sesenta y cinco, y mas despues, los padres fray Pablo, y
fray Diego Nuñez de la Peña, su hermano, religiosos de
la órden de san Agustin, que asistian á decir misa, y ad
ministrar los sacramentos á los pobres, hoy no asiste cape
2
314 CONQUISTA

llan, aunque hay dos, por que las misas de capellanías


las mandan decir á diferentes capellanes, y todos los dias
de fiesta hay dos misas ciertas en él, la una para los po
bres, y la otra que dice en la Iglesia el capellan de la ca
pellanía de doña Maria de Armas, que la sirve el licen
ciado Cristóbal Felipe de Barrios, la cual toca al que fue
re Capellan de el hospital. En el año de mil seiscientos
y cinco estuvieron en este hospital dos religiosos de san
Juan de Dios, el uno llamado el hermano Diego de la
Cruz, y por mandado del señor Obispo don Francisco
Martinez le entregaron el hospital, y su administracion;
y reparando, que iba á menos y no á mas, en el año de
mil seiscientos y ocho, le quitaron el hospital y se gober
nó con administradores añeros, como de antes: tambien
tuvieron estos padres el hospital de Garachico. Hubo an
tiguamente en este hospital, cofradía y hermandad de nues
tra señora de los Dolores. La fiesta principal de nuestra
señora es á quince de agosto; es tambien patrono de este
hospital san Martin, Obispo, por devocion de su funda
dor, y patrono Martin de Jerez: está situada en esta Igle
sia la cofradía, y hermandad de la misericordia, con nú
mero de doce hermanos, que llevan sobre sus hombros á
enterrar los difuntos de esta Ciudad; y en cada lugar de
la isla hay la misma hermandad, y gozan de privilegio
de no ir á alardes, velas, ni centinelas, concedido por
su Magestad, y principalmente gozan de muchas gracias,
y indulgencias para el alma, que es á lo que esta obra
se dirige.
La ermita de San Lázaro, antiguamente estubo fun
dada junto á la Cruz grande, camino de Tacoronte, un
cuarto de legua de esta Ciudad, y despues se mudó adon
de hoy está mas cerca, y en el mismo camino, con limos
na de Pedro de Vergara, regidor antiguo que fué de esta
isla, y de los vecinos de esta Ciudad, es de san Lázaro
el mendigo. El dicho Pedro de Vergara hizo la mas par
te de ella.
El hospital de san Sebastian lo mandó hazer, y le
dejó renta Pedro Lopez de Villera, Alguacil mayor, que
fué de esta casado con hija de Guillen Castellano, regi
dor, por su testamento, que otorgó año de mil quinien
tos y síete, ante Sebastian Paez, escribano público, y
por no dejar hijos, dejó por patrono al Cabildo de esta
DE CANARIAS, 315

isla, y despues en el año de mil quinientos y once, el A


delantado señaló el sitio para hacer el dicho hospital en
veinte y dos de agosto, en donde hoy está fabricado cer
ca del convento de san Francisco, de sesenta pasos por
ambas calles; el cabildo nombra administrador, y le toma
cuentas sin intervenir en ellas otro ningun Juez Eclesiás
tico, ni secular; del señalamiento del sitio de dicho solar,
consta del libro capitular de dicho año, á fojas docientas
y ochenta y uno.
La Iglesia Parroquial de nuestra Señora de los Re
medios se comenzó á fabricar año de mil quinientos y
quince, asi parece de un acuerdo que está en el libro.
Capitular del dicho año, en el primero de Marzo, que
dice de esta manera: El Adelantado, Justicia y Regido
res en Cabildo practican en razon de la nueva Iglesia,
en donde se ha de fabricar, el cual sitio señaló el dicho
Adelantado con acuerdo, y parecer del Sr. Obispo D.
Fernando de Arze, y de otras personas honradas, y ser
en el comedio de la Villa, en la calle de Santa Maria.
frontera de las carnecerias, yendo para la Iglesia de San
ta Maria, á mano derecha, que linda por tres partes,
las calles reales, y por la otra parte casa de Campos, y
porque es corto el dicho sitio para la dicha Iglesia, que
se tome de los corrales de las casas de Campos, entre los
dos cuerpos de las casas veinte y cinco pasos de á tres
pies cada paso, y que se pidiese al Sr. Obispo mandase
hacer dicha Iglesia alli, y la bendigese y consagrase con
el titulo de Santa Maria de los IRemedios. Y en veinte
y seis de el dicho mes de Marzo se practicó sobre el
dicho edificio, y como se ha de hacer la plaza, sobre lo
cual se acordó que la Capilla de la Iglesia se meta aden
tro de los corrales, y el cuerpo de la Iglesia corra ar
1iba, y que por delante, y una y otra parte de la Igle
sia quede plaza compasada: y en el mes de Abril embió
el Sr., Obispo, que estaba en Canaria, la Bula para la
obra de la nueva Iglesia, y en veinte y uno de Abril se
ajuntó el pueblo en el sitio de la nueva Iglesia por la
tarde, y de alli fueron á la ermita de S. Miguel en
procesion, de adonde sacaron la Bula, y la trajeron en
procesion á la nueva Iglesia, y en el dicho mes predica
ron los casos Obispales, y indulgencias para la fábrica,
de la nueva Iglesia de nuestra Señora de los Remedios.
316 CONQUISTA

Diose principio á ella, y en pocos años se acabó, no tan


larga como hoy está, si mas corta que tenia de largo
ochenta pies, y de ancho cuarenta y ocho. Despues con
el tiempo, y acrecentamiento de las haciendas, y limos
nas de los fieles, se alargó, y hizo de tres naves tan
largas y anchas como se ven, que pueden competir con
cualquiera Catedral de España; es la Iglesia alegre, clara,
en todo tiene mucha igualdad; la capilla mayor bien
compasada, las capillas colaterales iguales, las que les
siguen tienen igual correspondencia unas con otras, el
Coro está en medio de la Iglesia, y detras de él la puer
ta principal, y á los lados de la Iglesia al medio de las
naves dos puertas grandes, el retablo de la capilla mayor
es su pintura hecha en el Norte y en tabla, con los
misterios desde la Encarnacion, hasta la subida á los
Cielos, cada cuadro de él está va'uado por eminentes
Pintores en cuatrocientos ducados cada uno, y otros lo
han puesto en mas; es de los mejores de España, en él
está colocada la imágen dc N. Señora de los Remedios,
es á lo natural y hermosísima; hacensele dos fiestas cada
año, la una dia de su Natividad, á ocho de Setiembre,
que sale en procesion con cuatro doncellas huerfamas de
lante de las andas, y se les dá su dote á cada una: la
otra fiesta se le hace dia de la O. á 18. de Diciembre,
este dia no sale en procesion, es la principal de la Igle
sia, cuya Antifona de Ecce virgo concipiet, es la que
siempre se canta á la entrada y fin de las procesiones
de dicha Iglesia, tiene nueve capillas escepto la mayor, y
cuatro altares con buenos retablos, y otro altar detras
del coro de N. Señora de la O.; tiene esta Iglesia cinco
Beneficiados, los tres son curas, ganan renta por igual
y cada semana toca á cada uno administrar los Sacra
mentos; los otros dos ganan la mitad de la renta, y la
obligacion que tienen es asistir continuamente al coro á
sus horas, y cantar las Epístolas, y Evangelios; todos
los dias se canta misa por el pueblo, vísperas y maitines
los sábados, y vísperas de festividades de nuestra Seño
ra, y de Apóstoles, y lo demas referido en la cédula de
los iendº que está en el capitulo 13 del segundo
libro; tiene mas de cincuenta capellanes, Sochantre con
buena renta, sacristan menor, y seis mozos de coro; el
órgano es el mejor, y mayor de la isla; en esta Iglesia
10E CANARIAS. 317

estan situadas muchas cofradias, y hermandades: la una


es confraternidad de capellanes, que hacen fiesta al san
tísimo Crucifijo de los Remedios, por el dia del Triun
fo de la Cruz á 16 de julio, y nombran dos capellanes,
y un caballero ciudadano soltero por Priostes, y gastan
muchos ducados en celebrarla con fuegos, y comedias, y
libreas, y otros festejos; tiene esta soberana imágen una
Cruz, y peana de feligrana de plata con cristales, prodi
giosa hechura, que en el año de mil seiscientos y seten
ta la dieron al santo Cristo, por su devocion el capitan
don Francisco Tomás de Alfaro y Franquis, caballero de
la órden de Alcántara, y su esposa doña Ana de Briel, y
Barrios; estan por memorias las armas de estos dos de
votos, esculpidas debajo de un escudo en la peana, y de
votamente se obligaron á tener la Cruz en ser, y de ade
rezar á costa de su hacienda perpétuamente cualquiera
pieza que se quebrare; y los capellanes en agradecimien
to, por lo que les toca en la autoridad de su confra
ternidad, le hicieron cortejo con obligacion de darle to
das las veces que el santo cristo saliese en procesion un
báculo, para que gobierne como prioste, y de ir á bus
car, á su casa la santa cruz con hábitos decentes, y doce
hachas y volverla, para que la guarde á su casa, todo
es en utilidad de la confraternidad. Otra hermandad, y
esclavitud hay en esta iglesia del Santísimo sacramento
de mas de cien hermanos, con ropas de tafetan colora
do, y medalla con cinta de seda blanca pendiente al cue
llo. Otra hermandad hay de nuestra Sra. del Cármen, con
ropas de anascote blanco, y en el pecho el escudo de las
armas del Cármen. Toda la iglesia tiene colgadura de ta
fetan de granada. Tiene una torre fuerte, y alta, la mas
de las islas con cinco sobrados, excepto los del chapitel,
que no está acabado, en eso se está; tiene muy buenos
ornamentos, y hoy está con mucho aseo su sacristia, y se
espera irá en mas, perseverando en su mayordomia el que
hoy la administra, que es el capitan Juan Manuel Delga
do, que pone mucho de su casa, por la mucha devocion
que á esta santa imágen tiene. La torre tiene seis campa
mas con la del relox, las dos son las mayores de la isla; una
procesion sale el jueves santo por la noche de esta igle
sia, del paso de la cena de Jesucristo con sus doce após
toles, es la mas lucida de todas, por ser de noche, y acom
318 CONQUISTA,

pañanla mas de trecientas hachas, ademas de gran can


tidad de velas de mano, que llevan los clérigos; hacese
con mucha devocion el domingo de pascua de resurre
cion: al amanecer sale de esta iglesia una procesion del
Santísimo sacramento, que va á la Concepcion un año,
y otro año sale de la Concepcion á los Remedios, en ha
ciendo sosegada mañana, es la procesion de mas autor
dad, que en estas islas, y en España se hace, porque la
acompañan mas de mil y quinientas luces, y habiendo dis
tancia, de una á otra parroquia, aun el Santísimo no ha
salido de la una parroquia, ya la otra está mediada de gen
te que le acompaña, todos con velas en las manos. Asi
mismo la procesion del Corpus, de S. Cristobal, de S. Juan
Bautista, y otras que son del Cabildo, un año salen de es
ta parroquia y otro año de la otra, están en estas fiestas
y fábrica hermanadas. En la puerta principal de esta igle
sia, están dos hechuras de S. Pedro, y S. Pablo, cada uno
á su lado de piedra. Mucho pudiera decir de esta iglesia
parroquial, no por ser mi matriz en donde recibí el agua
del bautismo, de donde he sido parroquiano y espero serlo
hasta la muerte, sino por que lo merece y por mucho que
diga corto, asi aquí pongo silencio.
a ermita de san Cristoval, patron de esta isla, la
fundó Antonio, Jóven, regidor de esta isla, y dejó en e
lla capellanía para sus deudos, á, esta Iglesia iba la jus
ticia, y regimiento con el clero en procesion, y por com
petencia que tuvieron con Antonio Jóven su patrono, so
bre el asiento acordaron no se fuese á la dicha ermita
sino á la parroquia, y el domingo siguiente hace la fies
ta el clero por memoria del patrono, yendo en procesion
á la dicha ermita; está esta ermita á la salida de la ciu
dad, camino de santa Cruz.
El convento de santo Domingo, órden de predicado
res, se fundó año de mil quinientos y veinte y siete,
asi consta de un acuerdo, que está en el libro capitular del
cabildo, en doce de julio de dicho año, que dice que por
que nuevamente se ha fundado un monasterio de santo
Domingo de la Concepcion en esta Ciudad, se le dé quin
ce doblas para un cáliz, y despues en el año de mil qui
nientos y treinta y dos, suplicó el cabildo de estas islas á su
Magestad, que por cuanto los religiosos de esta órden habian
nuevamente fundado un convento, diese licencia para dar
DE CANARIAS. 319

les mil y docientas fanegas de trigo, y su Magestad las


mandó dar por su real cédula, que trujo Rodrigo Nuñez
de la Peña, mensangero, y regidor que fué de esta is
la, como queda referido en el capítulo doce del segundo
libro. Despues con limosnas de los fieles, se hizo un gran
convento, que hoy sustenta cincuenta religiosos, la Igle
sia es ancha y larga, la capilla mayor es alegre, tiene dos
capillas colaterales altas, y iguales, y tres capillas en la una
está la Virgen del Rosario, Imágen de mucha devocion;
están situadas en esta Iglesia dos hermandades, la una de
nuestra señora del Rosario, con ropa de gerga, ó anaº
cote blanco, con medalla de nuestra señora, con cinta de
seda blanca, y la otra es de la humildad y paciencia de
nuestro señor Jesucristo, y su enterramiento. Estos dos
pasos de la pasion, salen en procesion de este convento
la semana santa, el de la Humildad es, cuando á nues
tro señor Jesucristo le desnudaron sus vestiduras para
ponerle en la Cruz y la otra procesion es del enterramien
to de nuestro señor, que sale el viernes santo por la tar
de; procesiones muy devotas, y de mucha ostentacion: En
este convento hay un cuarto en donde asisten los religio
sos estudiantes, llaman á este cuarto el colegio, pero has
ta ahora no tiene facultad real, y fuera de mucha impor
tancia lo hubiera estas islas, para alivio, y menos cos
ta de los hijos de vecinos, que para graduarse es forzoso pasar
á España; es este convento rico, y de muchas rentas.
La ermita de san Benito es grande, que en España
no hay parroquias tan largas, tiene buena capilla, y toda
se fabricó con limosnas de los fieles, es patrono este santo
de las mieses, y los labradores le hacen fiesta y el Cabildo
por voto, porque dia de san Bernabé apóstol á once de Ju
nio del año de mil quinientos y treinta y, dos, poco mas
ó menos, se perdieron las sementeras, y dia de pascua de
Pentecostés, se echaron suertes para sacar santo, por pa
trono, y defensor de las sementeras, y salió san Benito, y
el Cabildo le prometió hacer tres fiestas cada año, la una
su dia, otra el segundo dia de pascua de Pentecostés, otra
á once de Julio dia de su traslacion.
La ermita de san Roque se hizo con limosnas de los
fieles, está fundada sobre una sierra, cerca de la ciudad, en su
dia acude mucha gente á encomendarse al santo y rogar
le por la salud, para que por su intercesion su divina Ma
320 coNQUIsTA

gestad nos la conceda; es de mucha devocion.


El monasterio de monjas de la órden de santa Clara,
fué su primera fundacion en el convento de religiosos de
san Francisco de esta ciudad, año de mil quinientos y cua
renta y siete; fué de esta manera: por no haber en estas is
las ningun monasterio de monjas, y desear muchas señoras
ser religiosas, trataron la Justicia y Regimiento de hacer un
convento de mónjas en la Orotava, en el convento de san
Lorenzo de los religiosos de dicha órden por ser buen stio,
y aunque los Padres vinieron en ello y en dar el convento y
traido facultad para lo hacer no tuvo efecto, como parece
de un acuerdo que está en el libro capitular á diez de
mayo de mil quinientos y cuarenta; despues parece, que
el comendador Alonso Fernandez de Lugo, que murió en
Sevilla, dejó dos mil doblas, para que en esta isla se hi
ciese un convento de monjas, y presentada la dicha cláu
sula en el cabildo, se acordó en veinte y tres de marzo
del año de mil quinientos y cuarenta y cinco, que se ha
blase á los religiosos de san Francisco de esta ciudad, que
negocien, que el convento sea de monjas de su órden. La
Justicia, y Regimiento (habiendo venido los padres en ello)
hicieron concierto con el padre custodio y frailes, que
habian de dar el convento para las monjas, y que el hospi
tal de san Sebastien se les daria para convento de ellos,
y con condicion que con las rentas del hospital pudiesen
entrar dos monjas elegidas por el cabildo, y que muer
ta una, entrase otra, por escritura ante Francisco de Ro
jas, escribano, en quince de setiembre de dicho año; y en
diez de mayo, del siguiente año de quinientos y cuaren
ta y seis, el padre custodio presentó en cabildo un breve
de los legados á látere, en que confirman el concierto; y en
virtud de él los religiosos largaron el convento, y toma
ron la posesion del hospital de san Sebastian. En el dicho
año se enviaron á buscar monjas á España para fundar
y vinieron en el siguiente año de 547 y fundaron en el
convento de san Francisco, y entraron nuchas señoras;
las primeras que entraron (segun consta del libro de
la fundacion del dicho convento que trabajó el padre de
inidor fray Pedro de Cristo) fueron doña Clara de santa
Maria, y doña Beatriz de san Agustin, hijas de Rodrigo
Nuñez de la Peña, y de su muger Beatriz de Lepe, y
doña Inés de san Antonio, hija de un caballero de la 0
DE CANA, AS. 321
rotava, llamado Diego Gonzalez de Galegos y de su mu
ger, segun consta de una escritura sobre su dote, que
pasó ante Juan del Castillo en dicho año. Despues en
traron otras señoras de Canaria, y de esta isla. Las dos
mil doblas, que dejó el comendador Lugo se gastaron cn
cosas de dicho convento, hasta el año de mil y quinientos
y setenta y siete, estuvieron las monjas en este conven
to, por que habiendo pasado algunos años de su funda
cion, reclamaron los frayles de la escritura, alegando; que el
padre custodio los habia engañado, pusieron pleito á las mon
jas, y visto por su santidad, y cardenales, mandaron se les
volviese á los religiosos su convento y que las monjas saliesen
de él, y fundasen en otra parte; al tiempo que esta sentencia
vino, se ofreció una noble señora, llamada Olaya Fonte del
Castillo, viuda del doctor Juan Fiesco, regidor que fué de
esta isla, á hacer el convento para las monjas en sus propias ca
sas, o orgó escritura con las monjas, con condiciones de pa
trona, ella y sus descendientes; hizo la Iglesia y celdas, y en
el referido año de 577 se mudaron las monjas á él, y con el
tiempo se compraron otras casas circunvecinas, y se ha he
cho un gran monasterio que lo cercan cuatro calles; sus
tenta ciento cincuenta monjas, tiene buena renta, y mu
cha mejor fuera si se pagara: pero como hay tributos
tan antiguos, se pierde su cobranza; los dotes que anti
guamente se daban eran de cuatrocientos ducados, despues
que las cosas, asi de manteniento, como de bastimento, se
han encarecido, han subido los dotes á mil ducados por
cada Monja.
La ermita de san Juan Bautista se comenzó á hacer
año de 1582, á costa del cabildo y con limosnas de los ve
cinos, por devocion y voto, tomandole por defensor y pa
trono de las landres, y es que en el dicho año, en el mes
de junio comenzó la enfermedad de las landres en esta ciu
dad, de que moria cada dia mucha gente, y en la víspe
ra, y dia del glorioso santo, no murió ninguna persona,
asi el cabildo le tomó por patrono, y fué el gobernador
y diputados al lugar donde enterraban los difuntos fuera
de la ciudad, por que ya no caben en la Iglesia, y en su
remembranza pusieron una Cruz, y alli señalaron el sitio
para hacerle una Iglesia, dióse principio á ella, y envia
ron á España por un san Juan de bulto; y en el año de
1584 por junio lo trujeron, y por no estar acabada la er
322 CONQUISTA

mita lo depositaron en la Iglesia de las monjas de santa


Clara, trayendolo en procesion desde la Iglesia de santa
Maria de Gracia, en breve tiempo se acabó la ermita, y
colocaron al santo en ella, y el magnífico Ayuntamiento de
esta isla vá á las vísperas, y fiesta de su nacimiento; es
de mucha devocion; y desde primero del mes de junio has
ta su dia, todos los fieles van á encomendarse al santo, y
particularmente las mugeres, que como mas devotas, desean
este mes para andar; en esta ermita está una imágen de
san Plácido, hacele el cabildo de esta isla fiesta por voto,
yendo en forma á ella, por haber salido en suerte por pa
treno y defensor de los cigarrones, que entraron en esta
isla año de 1607 que destruian las sementeras; tambien los
labradores solteros le hacen fiesta cada año.
El convento de santa Catalina de Sena de esta ciu
dad, se comenzó á hacer año de 1605 que fué en el año
que Francisco de Cabrejas y su muger, vecinos de la
Palma, hicieron con los religiosos de la órden de santo
Domingo la escritura, con las condiciones de patronos,
y que lo harian á su costa; para hacerlo compraron unas
casas caidas en la plaza de S. Miguel, que fueron del
adelantado; y en el año de 1613 entraron á fundar en él
las monjas, que vinieron de España, que una de ellas es
hoy viva, llamada S. Diego, de mucha edad, y muy ca
paz; en breve tiempo se hizo un gran convento que sus
tenta cien monjas, excepto criadas, que cada monja tie
ne la suya; tiene buena renta; el dote con que se entra
son mil ducados; los fundadores, y patronos, no tuvie
ron sucesion, sucedió en el derecho Francisco Perez de
Cabrejas su deudo. -

El convento de S. Diego del monte, de Recoletos, de


la órden de S. Francisco, que estramuros de esta ciudad
se comenzó á fundar año de 1648, la causa de su fundacion
fué, que Juan de Ayala y Zuñiga, vecino de esta isla, dejó su
hacienda, para que se hiciese un convento de padres ca
puchinos, no tuvo efecto, que estos padres quisiesen ve
nir á fundar, y asi se dió órden para hacerlo de recole
tos; administró, y heredó sus bienes el Maestre de cam
po D. Luis Interian Ayala su sobrino, el cual hizo la
Iglesia, y dió principio al convento, siendo su patrono,
los religiosos de él con limosnas de los fieles lo han ido
acabando, y quedará muy bueno; está en buena parte
DE CANARIAS. 323

cerca de la Ciudad, y no falta en él gente, que va á rezar,


y á enconmendarse á nuestra Señora, en una devotisima
Imágen, que tienen de la soledad, que es devotisima;
para llegar de la ciudad á este convento, se pasará poco
mas de un cuarto de hora; tiene veinte religiosos por
moradores, de singular virtud.
La ermita de nuestra Señora de las Mercedes , está
poco menos de un cuarto de legua de esta Ciudad, es
tá á la entrada de las huertas, que se dicen de el Obis
po, es buena salida, camino llano, sin hallar una piedra
en que tropezar; esta santa y devota Imágen estuvo an
tiguamente muchos años en otra su hermita en los valles
de Vega, algo mas de media legua de esta Ciudad;
sobre estos valles se trató pleyto con el poseedor, y por
sentencia fué desposeido de las tierras. Trájose la Sta.
Imágen á la Ciudad y pusola en el hospital de S. Sebas
tian, esto habrá doce años, poco mas ó menos. Murió
la señora que cuydaba de esta santa imágen, sucedióle
el licenciado D. Bernardino de Silva y Vega, presbítero
su sobrino, el cual pidió licencia al señor Obispo, y hizo
una ermita abajo de las huertas del Obispo, y llevaron la
imágen á colocarla en ella en procesion. Despues el li
cenciado D. Antonio de Salinas, Juez de Indias, y visita
dor que fué de la Real Audiencia de estas islas, y Oi
dor que es de Valladolid, por la mucha devocion, que
á esta señora tenia, le mandó hacer una capilla á la
ermita con su retablo, en que está colocada, y hizo otras
limosnas; y el capitan general, que fué de estas islas D.
Gerónimo de Benavente y Quiñones, dió cuatro candele
ros de plata de mucho peso. Esta colocacion de la ciudad
á la nueva ermita, fué en el año de 1661.
Es esta soberana imágen muy milagrosa, ha obrado
su divina Magestad infinitos prodigios con los que la in
vocan, con navegantes, con enfermos, tullidos, cojos y
en diferentes necesidades; uno obró conmigo, siendo de
edad de ocho años, habiendome llevado mi padre á la fies
ta de esta santa, imágen, que se hacia en los valles de
Vega, el domingo despues de la Asuncion, del año de mil
seiscientos y cuarenta y nueve, á la hora que se estaba
diciendo la misa mayor, como niño me fui por la vere
da de un arroyo abajo á alcanzar una caña, que se me
habia en el caido, y se llevaba la corriente, paró en una
324 CONQUISTA

honda poceta, que hace al medio del arroyo, fui á co


gerla, faltome un pié, y cai dentro, sin esperanza de po
der salir sino ahogado; á este tiempo un mozo de casa,
de poca edad, que iba con otro una sierra arriba, repa
raron al golpe que dí en el agua, y viendo solo el som
brero sobre ella, conocieron era el mio y invocando á
la Virgen de las Mercedes, apriesa hajaron la sierra; lle
garon al arroyo, y aguardaron á que volviese arriba pa
ra poderme sacar, fué nuestro señor servido, por inter
cesion de su santísima Madre, que descubriese una man
ga de la ropilla sobre el agua, asieron de ella, y me saca
ron contento, y riendome como sino hubiera sucedidome
tal cosa; fué muy notorio este milagro, de que es verda
dero testimonio un cuadro en que está pintado en la I
glesia, y cada dia recibo de esta soberana señora muchas
mercedes, quiera hacermelas para la otra vida: encargo á
todos los que esto leyeren tengan mucha devocion con
esta señora, y aconsejen á otros la tengan, que les ase
guro alcanzarán lo que le pidieren, como Madre.
Estas Iglesias que he referido, son las que hay en esta
ciudad de san Cristoval de la Laguna, y ahora diré los lu
gares que esta isla tiene, poniendo las parroquias, y con
ventos, que cada uno tiene por mayor, por no ser proli
jo: advirtiendo, que en todos hay hermandades, como en las
de la ciudad y procesiones de semana santa, y muchas fies
tas, y sufragios de ánimas, que en muchas provincias no
se hacen de tanta cera y misas, como en esta isla, que du
ran desde el dia de Finados hasta la víspera de Navidad,
los lugares son los siguientes. -

Santa Cruz.

El lugar de Santa Cruz, desde que esta isla se con


quistó lasta pocos años despues del de 1522, se llamó
Villa, asi consta de muchos instrumentos, que en aquel
tiempo se hicieron, y de un cabildo, que el adelantado,
y regidores hicieron en la Villa de Santa Cruz, en 29 de
Abril del dicho año de 22 que está en el libro capitu
lar, á fojas 245, con justa causa se podia llamar Villa,
por ser grande lugar; es el puerto principal de la isla;
tiene tres castillos grandes y dos peqüeños, está toda la
marina amurallada, y en partes con artillería; tiene bue
DE CANARIAS, 325
-

na parroquia con su Beneficiado y capellanes, hay un con


vento de la órden de predicadores de nuestra Sra. de la
Consolacion; tres ermitas, una de nuestra Sra. de Regla,
otra de S. Telmo, y otra de S. Sebastian; tiene su alcal .
de y escribano público; es este puerto de mucha corres
pondencia con todas las naciones, cuando hay paz.
Valle de Salazar.

Es un lugar aexo al de Santa Cruz, dista de él una


larga legua, tiene una iglesia de S. Andrés, sus vecinos
van á Santa Cruz á cumplir con la iglesia por la cuares
ma, y á bautizar los niños; tiene su alcalde, dista de la
Ciudad dos leguas, y Santa Cruz de la Ciudad una, tie
ne viñas.
Taganana. -

El lugar de Taganana está apartado de la Ciudad


cuatro leguas, el camino es áspero, la mitad del cami
no se sube á una eminencia, que decimos la cumbre, y
de alli se baja una cuesta que tiene sesenta vueltas el
camino, aunque cansa se puede ir por todo él á caballo,
solo en tiempo de invierno es peligroso por resvalar; siem
pre se camina por debajo de árbcles, es bueno para vera
mo; tiene buena parroquia de nuestra Sra. de las Nieves, y
una ermita de Sta. Catalina mártir, hay Beneficiado; tie
ne larga jurisdiccion, de mas de dos leguas, comprende el
Valle de Benijo, que tiene una ermita de Santiago, las
Palmas, y Afur, hasta la punta de Naga; hay alcalde de
toda la jurisdiccion; habrá 71 años, que de lo alto de una
sierra cayó una peña de 22 varas de largo, y 12 de an
cho, y 10 de alto, y se puso sobre una casa que tenia
gente, y hasta el dia de hoy está alli, y la tiene debajo,
está cerca de la iglesia; en este lugar hay muchas viñas
de malvasia, y vidueños, y hay huertas de semilla; de es
te lugar al Valle de Salazar hay dos leguas de áspero ca
mino, por curiosidad hize medir esta piedra.

Tegueste el viejo.
El lugar de Tegueste el viejo, está de la Ciudad tres
cuartos de legua; tiene muchas viñas, la parroquia es del
326. CONQ1IRTA

glorioso S. Marcos, es curato, tiene su alcalde.


Tejina.
Está de Tegueste mas de un cuarto de legua, tiene
muchas viñas y huertas; la parróquia es del glorioso após
tol S. Bartolomé, es curato, y un solo cura asiste á este
lugar, y al de Tegueste el viejo, y en los dias de fiesta dice
dos misas en cada iglesia, hay pila bautismal. Tiene Te
jina una ermita de S. Sebastian, y á media legua está otra
de S. Juan, en donde dicen Bajamar, en donde hay veci
nos; tiene Tejina su alcalde.
La Punta del Hidalgo.
El lugar de la punta del Hidalgo, es sufraganeo á
la parróquia de Tejina, dista de él una legua; tiene una
ermita de S. Mateo, vienen sus vecinos á cumplir con la
iglesia á Tejina, y á bautizar los niños; tiene su alcalde,
y cojese algun vino.
Granadillar.

Es un pedazo de valle fértil de buenas viñas; tiene


una ermita de S. Luis Beltran, sus vecinos son feligreses
de la Iglesia Parroquial de nuestra señora de la Concep
cion de la Ciudad; está cerca de Tegueste el Viejo, y la
jurisdiccion Real toca al alcalde de dicho Tegueste.
Tegueste el nuevo.
Es en el mismo Valle, en toda la mas parte de é
está todo plantado de viñas; tiene una ermita de S. Gon
zalo y otra se está haciendo de S. Felipe Neri, sus ve
cinos son parroquianos de la Iglesia Parroquial de la Con
cepcion de la Ciudad, de donde dista una legua; en estas
ermitas de estos lugares, hay misa todas las fiestas, y pa
gan su limosna los vecinos; la jurisdiccion real toca al al
calde de Tejina.
Valle de Guerra.

El Valle de Guerra está una legua de la Ciudad,


está la mas parte de él plantado de viñas; tiene una ermi
DE CANARIAS. 327

ta de nuestra Sra. del Rosario, y otra de S. Miguel, sus


vecinos son feligreses de la iglesia Parroquial de nuestra
señora de la Concepcion de la Laguna; tiene su alcalde.
San Anton.

Es un pedazo de Valle plantado de viñas, dista una


legua de la Ciudad, está en él una ermita de S. Anton;
y de S. Juan, sus vecinos son feligreses de la parroquia
de la Concepcion de la Ciudad, y la jurisdiccion real toca
al alcalde de Tacoronte, que está en el mismo valle.
Tacoronte.

Es un grande lugar, todo él de viñas, sus vecinos son


labradores ricos; tiene buena parroquia de Santa Cata
lina martir, con su Cura, y algunos capellanes, hase he
cho en este lugar un gran convento, de la órden de S.
Agustin, que ha costado muchos ducados, á dovocion del
Capitan Diego Pereira de Castro y del Capitan D. Tomas Pe
reira de Castro Ayala su sobrino, con título de patronos; es
tá en la Iglesia de este convento una devotísima imágen de
Jesucristo nuestro señor, á lo natural en pié, abrazado con la
Cruz, llagado, y puesto el pié sobre un dragon, es de la hechu
ra del que en la capilla real de su Magestad, ha obrado su di
vina Magestad muchos milagros. La capilla mayor es toda do
rada, es la Iglesia de las mejores de la isla. La una nave
de ella hicieron los hermanos de la cinta de san Agustin
para su entierro; tiene este lugar su alcalde, y escribano
publico, está una legua de la ciudad.
Sauzal.

Es buen lugar, media legua de Tacoronte, tiene mu


chas viñas; la parroquia es del apóstol san Pedro, tiene
Beneficiado, y su alcalde, hay dos ermitas, una de la santa
Cruz, y otra de nuestra señora de los Angeles, de mucha
devocion.
Matanza.

El lugar de la Matanza está legua y media de la ciu


dad, tiene muchas viñas, la parroquia es de san Salvador,
328 CONQUISTA

con su cura; tiene alcalde; tiene dos ermitas, una de san


Antonio Abad, y otra de san Diego.
Centejo.
Este lugar de Centejo, que por otro nombre se dice de
laVictoria, está media legua de la Matanza, y dos leguas de
la ciudad; tiene buena Iglesia con su cura y alcalde; tiene
muchas viñas, la parróquia es de nuestra señora de la
Victoria.
*,

Santa Ursula.

Es buen lugar, está mas de media legua de la Victoría:


tiene buena parróquia de santa Ursula con su cura; hay al
calde, cogense de todos frutos de vino.
Villa de la Orotava.

La Villa de la Orotava puede ser ciudad por su lar


gueza, asi de casas, como de vecinos, dista mas de una
legua de Santa Ursula, y cuatro leguas de la Ciudad de
la Laguna; hasta el año de 1650 se llamó lugar, y de alli
por delante Villa, por merced Real; está toda cercada de
viñas de Malvasia que es el mejor fruto de la isla; asistenla
muchos caballeros; tiene buena parróquia de nuestra seño
ra de la Concepcion con tres beneficiados, muchos capella
nes, la fábrica es buena con su torre; tiene tres conventos
de religiosos de san Francisco, que fué el primero que allí
se fundó, cuyo patron es D. Francisco Bautista y Lugo,
que tiene sus casas frontero de dicho convento, muy bue
nas, despues del de la Laguna; el otro de Santo Domin
go, que es su patron el Marqués de Torrehermosa, que tam
bien tiene sus casas frontero del convento; y otro de san
Agustin, que hasta hoy aun no tiene patron, y un hos
ital, que vá en mucho aumente, por que los devotos que
hacian fiesta á la Santa Cruz de Mayo, en que gastaban
cantidad de ducados, en fuegos, comedias, sortijas, libreas,
torneos, han acordado (y bien acordado) que lo que se
a de gastar en comedias, y festejos, se dé de limosna al
hospital, para hacer tributos; ya han comenzado á hacer
esta buena obra, no faltando á la fiesta con toda decen
DE CANARIAS. 329

cia; tiene esta Villa dos conventos de monjas, uno de san


ta Clara cuyo patron es el capitan D. Alonso Calderon,
y su sobrino D. Esteban de Llarena y Calderon, y otro
de santa Catalina, que es su patron del convento D. Ní
colas de Cala, y de la capilla mayor el Capitan Diego Beni
tez de Lugo, que tiene tribuna á dicha capilla, por sus
casas, que son las mejores que hay en la Villa de visto
sas por fuera, y algunas ermitas; tiene Teniente de Cor
regidor, que sentencia en lo civil, y criminal en los plei
tos de su jurisdiccion, y asi escribanos, y letrados, y algu
nos regidores viven en esta Villa, son las calles anchas,
pero pendientes.
El Puerto de la Cruz.

En el Puerto de la Cruz es el de la Orotava, por


donde se embarcan, y desembarcan los frutos, y merca
durias, es de mucha correspondencia con el reino de In
glaterra cuando hay pases, es un buen lugar con su razona
ble Parróquia de nuestra señora de la Peña de Francia,
y Cura; tiene dos conventos de religiosos, uno de S. Fran
cisco, y otro de Sto. Domingo, y uno de monjas de Sta.
Catalina; cerca de este lugar, yendo á la Villa, está una
ermita de nuestra señora de la Paz, de mucha devocion,
tiene este Puerto su buen castillo y Alcaide, que tam
bien os Alcalde del lugar.
Realejo de arriba.
Es el lugar del Realejo de Arriba grande, y rico,
tiene muchas viñas de Malvasia, tiene buena Parróquia
de Santiago, con dos beneficiados, hay un convento de
recoletos, de la órden de S. Francisco, bien fabricado,
hay su Alcalde, y Escribano.
Realejo de abajo.
El lugar del Realejo de Abajo está á tiro de mos
quete del de arriba; tambien es gran lugar, y rico, tie
ne muchas malvasias que es la riqueza de la isla, tiene
buena Parroquia con dos beneficiados, y un convento de
religiosos de la órden de S. Agustin, es su patron
22
330 CONQUISTA

el Capitan D. Gaspar Saez de Gordajuela y Mesa, y es


tá para hacerse otro de monjas de la misma órden, en
que será el dicho D. Gaspar su patrono; hay Alcalde y
Escribano; estos dos lugares están una legua de la Oro
tava; pusieronles este nombre, porque cuando la isla se
conquistó en donde está fundado el Realejo de arriba,
estaba el Real Español, y en donde está fundado el de
Abajo, estaba el Real de los guanches, que un barranco
los divide.

San Juan de la Rambla.

El lugar de S. Juan de la Rambla, está una buena


legua del Realejo, de muchas viñas de Malvasia, tiene
buena Parroquia con su Cura, hay su Alcalde.
Fuente de la Guancha.

Este lugar de la Fuente de la Guancha, esta cerca


de la Rambla, tiene muy buenas heredades, su razona
ble Iglesia, con su Cura, tiene Alcalde. -

Icod.

El lugar de Icod puede ser Villa, por ser tan gran


de, cogense en su jurisdiccion de todos frutos, de vinos de
malvasia, trigo, centeno, y otras semillas, labrase mucha
seda; en este lugar no se conoce á ninguno por su pro
pio nombre, ni legítimo apellido, sino es por alcuña, que
unos á otros se ponen; me aconteció pasar por este lugar,
y preguntar por un caballero, que en él vivía, y no darme
de él razon muchas personas, hasta que pregunté á uno
que era su vecino, que me enseñó la casa, y diciendole,
que todo el lugar habia andado preguntando por el tal,
y nadie lo conocia: me respondió, que si hubiera pregun
tado por cierta alcuña que tenia, que cualquiera niño me
hubiera enseñado su casa; ya está en uso, dificultoso será
quitarle. . Tiene este lugar muy buena parróquia con dos
beneficiados, y muchos capellanes, buena música que todos
los de este lugar son mas inclinados á ella, que otros, y
los mas tienen buenas voces; hay dos Conventos de reli
giosos, uno de S. Agustin y otro de recoletos de S. Fran
DE CANARIAS. 331

cisco, gran convento, y otro de monjas de la Concepcion


de la órden de S. Bernardo, cerca de este lugar está una
ermita de S. Felipe Neri, de mucha devocion en toda la
isla, hay en este lugar su alcalde, y dos escribanos, y mu
cha gente noble, como en los demas lugares.
Garachico.

El lugar de Garachico está una legua de Icod, es el


lugar una perla, buenas fábricas de casas y Templos, es lu
gar alegre, buenas calles, vive en él mucha gente principal
y rica, es Puerto de mar, y de mucho trato y correspon
dencia; la Iglesia parroquial es larga y muy alta de tres na
ves, buenas capillas, intitulase de santa Ana, tiene dos
beneficiados de mucha renta, muchos capellanes, y buena
fábrica, hay tres conventos de religiosos, uno de S. Fran
cisco, otro de Sto. Domingo y otro de S. Agustin, á
cste de S. Agustin le llaman colegio, aunque no tiene fa
cultad real, en esa pretension se está; hay hospital, dos
conventos de monjas, uno de Sta. Clara, y otro de la Con
cepcion, de la órden de S. Bernardo, y algunas ermitas;
hay alcalde con dos escribanos, cerca de este lugar hay
muchas viñas de malvasia, y muchos morales, que crian
mucha seda, cogense en su jurisdiccion de todos frutos,
es de mucha agua de regadío.
El Tanque.
El lugar del Tanque está en lo alto de Garachico,
cerca de él tiene muchas viñas de malvasias, cogense de
todos frutos, tiene buena parróquia, con su cura, hay al
calde, alli acuden los escribanos de Garachico cuando hay
que hacer.
San Pedro.

El lugar de S. Pedro de Daute está un cuarto de


legua de Garachico, es lugar fresco con el aire del mar,
y de tierra, tiene muchas viñas, y mucha agua, buena igle
sia con su cura; hay Alcalde.
332 coNQUISTA

Silos.

El lugar de los Silos tiene muchas viñas, y tierras


de pan sembrar; la parróquia es buena con su cura, tie
ne un convento de monjas de la Concepcion, de la órden
de S. Bernardo; hay alcalde.
Buenavista.

El lugar de Buenavista consigo trae el nombre, que


da á entender, que tal es; es famoso lugar, tiene una
grande y compasada plaza, tiene buenas llanadas de viñas
de malvasia, y de sembrar trigo, cogense de todos frutos
hay en él una buena parróquia con un beneficiado, y clere
cia, y un convento de religiosos, de la órden de S. Fran
cisco, hay gente rica, y noble, tiene su alcalde, y un es
cribano.
Santiago.
La Villa del valle de Santiago, es señorío del Capi
tan D. Fernando del Hoyo, será Villa hasta que el con
cejo de esta isla dé á su Magestad cierta cantidad de du
cados, y despues será la jurisdiccion del corregidor, y su
Teniente general, por haberla comprado el dicho capitan
D. Fernando del Hoyo, y el concejo de esta isla puso con
tradicion, y salió al tanteo, por estar esta isla exenta de
señoríos, por privilegio.
Adeje.
La Villa de Adeje, es del Marqués D. Juan Bautis
ta de Aponte, caballero de la órden de Santiago, coge
se mucho trigo, tiene un ingenio de azucar, que es del
Marqués, que solo este ha quedado de tantos como en
esta isla hubo; tiene la Villa razonable iglesia, con un
beneficiado, y de poca renta; la jurisdiccion real toca al
Marqués, hasta que el concejo de esta isla haga lo mismo que
con la Villa de Santiago.
Chasma.

El lugar de Chasma es el último lugar de esta isla, de


DE CANARIAS. 333.

muchos labradores y criadores, cogese mucho trigo, ce


vada, criase mucho ganado, poco vino, tiene razonable
parróquia de S. Pedro, con un beneficiado, que tiene bue
na renta; hay alcalde, y un escribano, hay en él gente
te principal, tiene este lugar un convento de la órden de
S. Agustin: por otro nombre llaman á este lugar Villa-Flor.
Granadilla.

El lugar de la Granadilla es hácia la partc de Chasna


cogese mucho trigo, y se cria ganado, es tierra fértil, asi
la de la Granadilla, como de Chasna, y aquella comar
ca, siendo bueno el año de aguas, se da mucho tri
go, y ha habido año, que de una fanega de trigo de
sembradura, se han cojido ciento, y mas, al forastero le
parecerá ponderacion, pues no la es, que bien público es;
tiene este lugar buena iglesia con su cura; hay alcalde, y
alli acude el escribano de Chasna, que distará una legua.
Arico.

El lugar de Arico está cerca de estos lugares, sus


vecinos son parroquianos de la iglesia de Chasna, à ella
acuden á sus obligaciones, cogese mucho trigo; hay su
alcalde.
Güimar.

El lugar de Güimar está cinco leguas de la Ciudad


tiene algunas viñas, y muchas tierras de pan sembrar,
cria mucho ganado, tiene muchos vecinos buena igle
sia con su beneficiado, y un convento de religiosos de la
órden de Sto. Domingo; hay en este lugar una ermita de
S. Juan Bautista, es muy antigua; de todas las tierras
de este lugar, fué señor y dueño Pedro Alarcon de la Peña
que por su muerte se repartieron entre Hernando de Alar
con, y D." Leonor de la Peña, y Francisco, y Martin de
Alarcon sus hijos, y hoy estan repartidas entre muchos
herederos, unos por herencia, y otros por compras, habia
antiguamente un ingenio de azucar, que ya está pérdido;
hay en este lugar alcalde.
334 CONQUISTA

Arafo.
El lugar de Arafo está cerca de Güimar, sus vecinos
son feligreses de la parróquia de Güimar, adonde van á
cumplir con su obligacion.
Candelaria.

El lugar de Candelaria está cuatro leguas de la Ciu


dad, y para ir á él se baja una cuesta pendiente de me
dia legua, pero pasase á caballo; este lugar tiene el nombre de
su patrona la santa, y milagrosa imágen de nuestra se
ñora de Candelaria, en cuyo término fué aparecida á los
guanches, como queda referido en el capítulo sesto del pri
mer libro; está este lugar junto al mar; tiene su parró
quia que la gobierna el beneficiado de Güimar, con facul
tad de decir dos misas los dias de fiesta, una en Güimar
y otra en Candelaria; tiene un convento de religiosos de
a órden de Sto Domingo, en el cual está la santa imá
gen de nuestra señora, y una ermita de la Magdalena, y
otra de Santiago; cerca del convento está la cueva, que
llaman de S. Blas, en donde nuestra señora estuvo en
tiempo de los Guanches, y despues de conquistada , esta
isla sirvió muchos años de parroquia; un cuarto de legua
de este lugar está una ermita de nuestra señora del So
corro, cerca de adonde la Virgen fue aparecida, el alcal
de de este lugar es el mismo de Güimar y Arafo.
Rosario.

El lugar del Rosario está dos leguas de la Ciudad


y otras dos de Candelaria, está en el medio del camino;
tiene una grande ermita de nuestra señora del Rosario;
y en ella, está una imágen de S. Amaro, con quien se tiene
mucha devocion, tienen misa todos los dias de fiesta á cos
ta de los vecinos, son feligreses de la parróquia de nues
tra señora de la Concepcion de la Ciudad, tiene su alcalde.
Esperanza.
El lugar de la Esperanza, está media legua de la Ciu
dad, tiene una ermita de nuestra señora de la Esperanza
DE CANARIAS. 335.

de mucha devocion, sus vecinos son parroquianos de la


parróquia de la Concepcion de la Ciudad.
Todos estos lugares son los de la isla de Tenerife
y conforme van aqui asentados se puede andar la isla en
contorno, sin dejar ninguno, tendrá toda la isla treinta mil
vecinos, y poco menos de doscientas mil almas, entre hom
bres, mugeres, mozos, viejos y niños.
CAPITULO II.

De los señores Obispos que ha habido en estas islas.


Pretendo dar noticia de los prelados, Ilustrísimos
obispos, que han gobernado estas islas en lo espiritual,
que es mucha razon no falten de nuestra memoria, por
haber sido nuestros pastores y de nuestros antepasados
en este rebaño de la iglesia; y dadonos ejemplo con sus
virtudes, y con sus doctrinas sustento espiritual.
El primer obispo que fué de estas islas, se llamó
D. Fr. Alfonso de Barrameda, nombrado por el Papa
Benedicto décimo tercio, y el segundo fué el Sr. D. Fr.
Alberto de las Casas, nombrado por el dicho Papa Bene
dicto, en el tiempo que se le hizo merced de la conquis
ta de estas islas á Mosen Rubin de Bracamonte, almi
rante de Francia, por el Sr. Rey D. Enrique año de mil
cuatrocientos y cinco, no pasaron estos dos prelados á las
islas, porque no se conquistaron en sus tiempos; ademas
de no ser nombrados de legítimo Pontífice; sucedió en la
silla Pontifical el Papa Martíno quinto; desde el nombra
miento que hizo en D. Fr. Mendo, que fué el primer obispo
que pasó á estas islas de Canaria, con el título de obispo de
S. Marcial de Rubicon, comenzaré el número de los obis
pos que en estas islas ha habido.
1." El Sr. D. Fr. Mendo fué el primer obispo, nom
brado por el Papa Martino quinto, era deudo del General
Mosen Juan de Bethencourt, pasó á Lanzarote, en donde
fundó su santa iglesia catedral, alli estubo un año; y fató
le la vida.
2. El Sr. D. Fernando le sucedió, y estando en su
obispado, mandó que los gentiles de estas islas no fuesen
cautivos antes ni despues de su conversion; fué grande
teólogo; asistió en el concilio constanciense, fué promo
336 CONQUISTA

vido al obispado de Lérida, en Cataluña."


3.º El Sr. D. Juan fué electo obispo de estas islas,
y consagrado, no pasó á ellas, porque el Papa Eugenio
cuarto le dió otro obispado.
4.º El Sr. D. Diego Lopez de Illescas, fué nombra
do por el Papa Nicolao quinto, pasó á estas islas, y en
el año de mil cuatrocientos y sesenta y cuatro estaba ya
en ellas, segun consta de instrumentos.
5.º El Sr. D. Fr. Tomas Serrano, de la órden de
santo Domingo, fué electo obispo de estas islas, no pasó
á ellas, parece fué nombrado por el Papa Paulo tercero.
6.º El Sr. D. Juan de Frias pasó á estas islas por
obispo de ellas, ayudó á conquistar á la isla de Canaria,
y atendiendo, que por ser tan buena y grande isla era
bien que en ella estuviese la Santa iglesia catedral, para
esto alcanzó bula de su santidad para su traslacion y pa
ra que el arzobispo de Sevilla, y dean y canónigos de su
santa iglesía Metropolitana, á quien este obispado es su
fraganeo, dividiesen las prebendas, y ordenasen las horas
y otras cosas, la cual fué presentada y dado su cumpli
miento por el Sr. Arzobispo y sus canónigos, á veinte y
dos de Mayo de mil cuatrocientos y ochenta y tres. Des
pues que se compusieron las cosas de Canaria, que en aquel
año se acabó de conquistar por fin de Abril, y se hizo la
Ciudad, se trasladó la santa iglesia catedral de la isla de
Lanzarote á Canaria, á veinte de Noviembre de mil cua
trocientos y ochenta y cinco, y de alli adelante se han
llamado los obispos de Canaria, dejando el título de S.
Marcial de Rubicon, pasó este buen Prelado á la corte á
un pleito con el General Pedro de Vera, y volviendo á
su obispado murió en Sevilla.
7.º El Sr. D. Fr. Miguel de la Cerda, de la órden
de S. Francisco, hijo de los Duques de Medina Celi, fué
el sétimo obispo de estas islas de Canaria, por muerte de
D. Juan de Frias, pasó á ellas, y murió por los años de
mil cuatrocientos y noventa y uno.
8.º El Sr. D. Diego de Muros, natural de la Villa
de Muros, reyno de Galicia, fué nombrado por obispo de
estas islas año de mil cuatrocientos y noventa y tres, pa
só á ellas y tubo repartimiento de tierras en la isla de
Tenerife, año de mil cuatrocientos y noventa y nueve en
donde dicen, las huertas del obispo, que dejó con cargo
DE CANARIAS. 337

de Misas á las iglesias de la Concepcion de la ciudad de


la Laguna, de Santiago del Realejo, y de la Concepcion de
Santa Cruz, que fueron las tres primeras parróquias que
hubo en esta isla, fué promovido al obispado de Oviedo.
9.º El Sr. D. Pedro de Ayala, sucedió en el obis
pado de Canaria, era de la casa de los Condes de Fuen
salida, murió en Canaria.
10. El Sr. D. Fernando Vazquez de Arze, hijo de la
casa de Arze de Villoria, en las montañas de Burgos, su
cedió en este obispado, fué Comendador de la órden de
Calatrava, murió en Canaria, y quedó á la Iglesia su bácu
lo pastoral. - -

11. El Sr. D. Luis Cabeza de Baca, natural de Jaen


fué obispo de estas islas, y pasó á ellas, y de aqui fué
promovido al obispado de Salamanca, fué maestro del Em
perador Carlos quinto nuestro Rey, y señor.
12. El Sr. D. Juan de Salamanca, natural de la Ciu
dad de Burgos, fué duodecimo obispo de estas islas, vino
á ellas año de mil quinientos y treinta y dos, adonde
murió.
13. El Sr. D. Antonio de la Cruz natural del Arzo
bispado de Burgos, fué obispo de estas islas, y viniendo
á ellas murió en Cadiz.
14. El Sr. D. Fr. Alonso Ruiz Virbes, sucedió en
este obispado, por muerte de D. Antonio de la Cruz, era
de la órden de S. Benito, y natural del reyno de Navarra
fué predicador del Sr. Emperador, murió en la Ciudad
de Telde, de la isla de Canaria.
15. El Sr. D. Fr. Francisco de la Cerda, de la ór
den de santo Domingo, hijo de los Condes de Cabra, pa
só á su obispado, en donde murió.
16. El Sr. D. Fr. Melchor Cano, de la órden de
santo Domingo, sucedió en este obispado, no pasó á él,
quedóse en su órden, en donde fué electo provincial de la
provincia de España año de mil quinientos y cincuenta
y nueve.
17. El Sr. D. Diego Deza, natural de Sevilla, su
cedió en el obispado de Canaria, pasó á él, y de aqui fué
promovido al obispado de Coria.
18. El Sr. D. Bartolomé de Torres, natural de Tre
villa Vallegera, en el Arzobispado de Burgos, fué obispo
de estas islas año de mil quinientos y sesenta y seis pa
338 CONQUISTA

só á ellas, y murió en el mes de Marzo de 1568.


19 El Sr. D. Fr. Juan de Arzolares, de la órden
de S. Gerónimo, natural de Vizcaya, sucedió en este obis
pado, pasó á él, y murió en Canaria año de 1574.
20 El Sr. D. Cristobal Vela fué obispo de estas is
las; era hijo de Blasco Nuñez Vela, Gobernador del Perú
Virrey y capitan general de Tierra-Firme, de nobilísima
sangre; pasó á este obispado año de 1576, y de él fué pro
movido al Arzobispado de Burgos, fué gran escotista.
21. El Sr. D. Fernando de Rueda, natural de las
Montañas, en el Arzobispado de Burgos, fué obispo de
estas islas, pasó á ellas, y murió en la Ciudad de la La
guna de Tenerife, y lo sepultaron en la iglesia parroquial
de nuestra Señora de la Concepcion y de alli á algunos años
para trasladar sus huesos junto al altar mayor, por haber
alargado la capilla mayor, le hallaron la muceta, y vesti
duras sin haberse podrido, y hoy está en una cajita debajo
de tierra junto al altar mayor, con sus huesos, era un san
to prelado, por su muerte fué electo D. Juan de Zuñi
ga, inquisidor de Toledo, no pasó á las islas, porque su
santidad no le dió las bulas.
22 El Sr. D. Fernando Suarez de Figueroa, del hábi
to de Calatrava, natural de Sabiote, vino por obispo de
estas islas año de mil quinientos y ochenta y ocho; y
de ellas fué promovido al obispado de Zamora año de 1596.
23 El Sr. D. Francisco Martinez fué obispo de es
tas islas, pasó á ellas año de 1598 fué natural de Ceñi
ceros en el obispado de Calahorra, fué gran prelado; vi
sitó todo su obispado, y todos los libros de memorias
cuadrantes de iglesias, de hospitales, pasaron por sus ma
nos, de todo dan testimonio las anotaciones, que en ellos
se hallan de su letra, y puso muchas cosas en buena órden,
de este obispado fué promovido al de Cartagena de levan
te año de mil seiscientos y siete.
24 El Sr. D. Fr. Francisco de Sosa, de la órden
de S. Francisco, General que fué de dicha órden, fué natu
ral de la ciudad de Toledo, sucedió en el obispado de
estas islas, tuvole tres años sin venir á él, fué promo
vido al de Osma.
25 El Sr. D. Juan Carriazo, natural de Valladolid
sucedió en este obispado, no pasó á él, por ser de mu
cha edad, y no atreverse á pasar la mar, asi le dieron
DE CANAIRIAS. 339

sus Magestadcs el obispado de Guadix.


26 El Sr. D. Lope de Velasco, natural de Toledo,
fué obispo de estas islas, siete meses gozó su obispado,
murió en Canaria, está enterrado en la santa iglesia ca
tedral de dicha isla.
27. El Sr. D. Antonio Corrionero, natural de Avi
lafuente, fué obispo de estas islas, pasó á ellas, en don
de estubo seis años, y fué promovido al de Salamanca
año de 1621.
28 El Sr. D. Fr. Pedro de Herrera de la órden de Sto.
Domingo, fué obispo de estas islas; gozó este obispado un
año, no pasó á él, por ser de mucha edad, fué promovi
do al de Tuy.
29 El Sr. D. Fr. Juan de Guzman, de la órden de
S. Francisco, fué obispo de estas islas, pasó á ellas, en don
de estuvo gobernandolas cuatro años, y despues fué pro
movido al obispado de Tarragona.
30 El Sr. Doctor D. Cristobal de la Cámara y Murga
natural de la Villa de Arciniega, Arzobispado de Burgos,
sucedió en este obispado de Canaria año de mil seiscien
tos y veinte y siete, y llegó á Canaria á diez y ocho de
Mayo de mil seiscientos y veinte y ocho; este santo prela
do visitó todas las islas, sin quedarle una ermita, reedi
ficó las casas obispales que los hereges habian quemado,
cuando entraron en Canaria; hizo las constituciones sino
dales de este obispado año de 1629, y despues fué promo
vido al de Salamanca.
31 El Sr. Doctor D. Francisco Sanchez de Villanueva
y Vega, sucedió en el obispado de estas islas de Canaria
pasó á ellas este santo prelado me confirmó año de 1654,
y siendo de mucha edad, y por no poder acudir á sus obli
gaciones renunció el obispado en manos de su Magestad,
para que de él hiciera merced á quien fuera servido, con
que el sucesor le diese cuatro mil ducados cada año, fue
se á Madrid, en donde murió, y gozó de la pension al
gunos años, habiendo sido obispo de estas islas veinte años
y mas.
32 El señor doctor don Rodrigo Gutierrez y Rosas,
fué obispo de estas islas por renunciacion de don Francis
co Sanchez de Villanueva pasó á ellas, y por los grandes
pleitos que tuvo en Canaria con oidores, inquisidores y ca
nónigos, fué á Madrid por mandado de S.M., en donde
340 CONQUISTA

murió, fué grande escotista.


33. El señor don Fray Juan de Toledo de la órden de
san Gerónimo, sucedió en este obispado de Canaria, pasó
á él y llegó á Tenerife por el mes de noviembre del año de
mil seiscientos y cincuenta y nueve, y en las primeras ór
denes que dió en las témporas de diciembre de dicho año,
me ordenó este santo Prelado de órdenes menores, ha
biendome examinado personalmente; no tuvieron estas is
las suerte de tenerle por pastor muchos años, porque en el
año de mil seiscientos y sesenta y seis, fué promovido al
obispado de Leon, en donde hoy está. *

34. El señor doctor don Bartolomé Garcia Jimenez,


sucedió en este obispado de Canaria, y viniendo á él año de
mil seiscientos y sesenta y seis, se propasó el navio á las In
dias, y de alli volvió su señoría Ilustrisima á estas islas, en
donde hoy está gobernando su obispado; es un santo pre
lado, muy limosnero, díganlo los pobres de estas islas y en
particular el hospital Real de nuestra señora de los Dolo
res de la Laguna, y la sala de cuna de niños espósitos que
con grandes limosnas que ha hecho estan con mucha lar
gueza de caridad.
35. El señor doctor Don Antonio Ibarra y Córdova,
está electo obispo de estas islas por renuncia del señor don
Bartolomé Garcia Jimenez en este mes de agosto de mil seis
cientos y setenta y dos; pero no pasó á ellas por no te
ner efecto la renuncia del señor don Bartolomé Garcia Ji
menez, obispo de dichas islas.
CAPITTLO III.

De los capitanes generales y gobernadores, y de sus tenientes


que han gobernado esta isla de Tenerife desde su conquista.
Por muchos años despues de la conquista de esta
isla de Tenerife, anduvieron juntos en una persona el go
bierno de las armas y el gobierno político, y asi el Gober
nador se intitulaba Capitan general, hasta el año de mil
quinientos y ochenta y nueve, que S. M. proveyó dos
gobiernos en dos personas, el de las armas en D. Luis de
la Cueva, señor de Biedma con título de Gobernador y Ca
pitan general y presidente de la Real Audiencia de estas
islas, y el político de esta isla de Tenerife al capitan Tomás
DE CANARIAS. 341

de Cángas con título de Corregidor; despues parece que por


.. súplica que los cabildos de estas islas hicieron á S. M., que
proveyese dichos gobiernos como antes, en consideracion
de las causas que se le representaron; acabado el tiempo
del dicho general, se proveyeron como antes, poniendo re
gente en la Real Audiencia, hasta el año de mil y seis
cientos y veinte y cinco, que habiendo informado á S. M.
los dividiese, nombró S. M. por Capitan general y presi
dente de la Real Audiencia de estas islas de Canaria á don
Francisco de Andia y Irrazabal, caballero de la órden de
Santiago; el cual gobierno asi se ha proveido hasta el pre
sente año, y el Gobierno político en otra persona con títu
lo de Corregidor y Justicia mayor de estas islas de Teneri
fe y de la Palma, y Capítan á guerra de ellas, y los dichos
gobernadores ó corregidores han nombrado sus tenientes,
para que en su lugar gobiernen y sentencien pleitos, que
los mas han sido letrados; tambien nombraban alcaldes ma
yores que es lo mismo que tenientes, asi de gobernador y
capitanes generales, como de corregidores y tenientes y al
caldes mayores, daré noticia en este capítulo, que no me ha
dado poco cuidado saberla; pues para saber los que han sido
y en que año y mes fueron recibidos, he mirado sus reci
bimientos y nombramientos en cuarenta y dos libros capi
tulares del cabildo de esta isla de á pliego en folio, y los mas
de á mil fojas, pasadolas una por una, renglon á renglon, ha
ciendo apuntaciones de todo lo que en este y en los dos
siguientes capítulos se trata, que en el dicho oficio de ca
bildo quedan de mi letra la mas parte, así comienzo de
esta manera.
Don Alonso Fernandez de Lugo, Adelantado de estas
islas de Canaria, Capitan general y conquistador de estas is
las de Tenerife y de la Palma, fué el primer gobernador y
justicia mayor de esta isla de Tenerife por SS. MM. los seño
res católicos reyes don Fernando y doña Isabel por merced,
su fecha á 5 de noviembre de 1496 como consta en la cé
dula que va referida en el capitulo I del libro II; y aunque
en ella se refiere ser el dícho gobierno por los dias de su vi
da, en ellos vinieron dos gobernadores á tomarle residen
cia, y en el interin que se le tomaba estaba suspenso.
En el dicho año el dicho gobernador don Alonso de
Lugo nombró por su teniente de gobernador á Fernando
de Trujillo que despues fué regidor, y por Alcalde mayor á
342 CONQUISTA

Francisco Gorvalan, que tambien fué despues regidor; y en el


mes de mayo de 1498, nombró por Alcalde mayorá Francisco.
Albornoz Jurado; y en el de octubre de dicho año por su
teniente á Gerónimo de Valdés, regidor, y en el mes de se
tiembre del año de 1499, volvió á nombrar por Alcalde ma
yor al dicho Francisco Gorvalan. Y en abril del año de 1500
nombró por alcalde mayor á Pedro de Vergara, que des
pues fué regidor. Y en 1.° de Setiembre de 1501 nom
bró por su teniente en lo civil, y criminal para las ape
laciones de Tenerife, Palma, Gomera, y Hierro, al bachi
ller Aparicio Velazquez. Y en Octubre de 1502 nombró
á Pedro Mejia, regidor por alcalde mayor. Y en Julio del
año de 1503 nombró al bachiller Juan Dávila por su te
niente. Y en Octubre del dicho año nombró al bachiller
Pedro Fernandez Valdés por su teniente, que despues fué
regidor. Y en Abril del año de 1506 nombró por su te
niente á Sancho de Varga. Y en Agosto de dicho año
nombró á Bartolomé Benitez , por su teniente, que
despues fué regidor, . Y en el año de 1507 volvió
á nombrar por alcalde mayor al dicho Pedro de Ver
gara, con apremio. Y en Octubre de dicho año nombró por
alcalde mayor al dicho Sancho de Vargas.
El licenciado Lope de Sosa fué gobernador de estas
islas de Tenerife, y de la Palma, y juez de residencia por
su Magestad, y fué recibido por el cabildo de esta isla en
17 de Julio del año de 1508,
En dicho día nombró por su teniente de goberna
dor, al bachiller Nicolas Rodriguez. Y en Setiembre nom
bró por su teniente al dicho Fernando de Trujillo, y por
alcalde mayor á Pedro de Isazaga.
El dicho D. Alonso Fernandez de Lugo presentó en
cabildo en 22 del mes de Diciembre de dicho año de 1508
una cédula real, en que su Magestad manda, le sea buel
ta la vara de gobernador, y en su cumplimiento se la en
tregó el licenciado Lope de Sosa, y las demas varas de
justicia.
- En dicho dia nombró por su teniente al dicho Fernan
do de Trujillo, y por alcalde mayor á Fernando de Lla
rena, regidor. Y en el mes de Diciembre de 1510 nom
bró por teniente al bachiller Pedro Lopez de Vergara, que
es la vara que tenia Hernando Llarena. Y en Mayo de 1511
nombró por alcalde mayor á Gonzalo Muñoz. Y en Se
DE CANARIAS. 343

tiembre volvió á nombrar por su teniente al dicho bachi


ller Pedro Lopez de Vergara. Y en 30 del mes de Octu
bre de dicho año, el licenciado Cristobal Lebron fué re
cibido por teniente de gobernador de esta isla, por cédu
la de su Magestad. Y en el mes de Mayo de 1512 el dicho
gobernador nombró por alcalde mayor á Guillen Castella
no, regidor. En 26 de Abril el licenciado Cristóbal de
Balcarcel fué recibido por Teniente de gobernador, y juez
de residencia del teniente el licenciado Lebron, el año
de 1514. Y en el mes de Noviembre de dicho año, el
gobernador nombró por su teniente al dicho bachiller Pedro
Lopez de Vergara. Y en 20 de Abril del año de 1515 le
fué buelta la vara de teniente al dicho licenciado Balcar
cel por cédula de su Magestad, despues fué regidor. Y en
Mayo de dicho año nombró por juez ordinario de esta is
la al dicho Francisco orvalan. Y en 3 de Setiembre de
dicho año el licenciado Balcarcel dió su poder de justi
cia al dicho Pedro de Vergara, en el interin que vá á
visitar la Palma. En 14 de Febrero de 1516 el Doctor
Sancho de Lebrija presentó una cédula real, en que su
Magestad le hace Teniente de gobernador de esta isla, y
en 16 del dicho mes fué recibido. Y en dicho dia el ade
lantado dió poder al dicho Pedro de Vergara de juez en
ausencias del doctor Lebrija. Y en marzo de 1517 el dicho
gobernador nombró por su teniente al dicho Pedro de Ver
gara. Y en junio de dicho año el gobernador vuelve á nom
brar por alcalde mayor al doctor Sancho de Lebrija. Y en
6 de julio de dicho año el dicho Sancho de Letrija nombró
por Juez en su ausencia al dichoPedro de Vergara, y en
15 de marzo del año de 1518.
El licenciado Sebastian de Bricianos, en 11 de Junio
del año de 1518 presentó una cédula Real, en que sus Mages
tades le hacen gobernador de esta isla de Tenerife y de la
Palma, y juez de residencia, fué recibido en cabildo.
En 25 de junio de dicho año nombró por alcalde ma
yor á Fernando de Espino.
El dicho adelantado don Alonso Fernandez de Lugo,
presentó en cabildo una cédula Real en mayo de 1520, en
que S. M. le manda volver la vara de la gobernacion, y
en su cumplimiento el licenciado Sebastian de Bricianos se
la entregó.
En dicho dia el Adelantado nombró por su teniente
344 CONQUISTA

de gobernador al doctor Sancho de Lebrija. Y en julio


de dicho año, nombró por su teniente al Bachiller Sebas
tian de Lebrija, en ausencia del dicho doctor Lebrija. Y
en diciembre de dicho año, nombró por alcalde mayor al di
cho Pedro de Vergara. Y en marzo de 1521, nombró por
su teniente al licenciado Juan de Santa-Cruz. Y en ma
yo volvió á nombrar por su teniente al doctor Sancho de
Lebrija, y en Marzo de 1522 nombró por Teniente al ba
chiller Pedro Fernandez, en ausencias del Doctor Lebri
ja. Y en Mayo nombró por Juez á Fernando de Lugo,
en lugar del dicho Doctor Lebrija. Y en Enero del año
de 1523 nomb1ó por su teniente al bachiller Alonso de
Belmonte, regidor. Y en Mayo de dicho año, nombró por
su teniente al bachiller Florian Mancilla. Y en Abril de
1524 nombró por teniente al dicho Doctor Lebrija.
Murió el adelantado D. Alonso Fernandez de Lugo
gobernador, año de 1525 en esta Ciudad de la Laguna;
y está sepultado en el convento de S. Francisco de di
cha Ciudad.
D. Pedro Fernandez de Lugo su hijo, le sucedió
en el adelantamiento de estas islas, y por nueva merced
sus Magestades le hicieron gobernador, y justicia mayor
de estas islas de Tenerife y de la Palma, por los dias de
su vida; y en 20 del mes de Mayo del dicho año de 1525
presentó en el cabildo las cédulas Reales de nombramien
to, y fué recibido, y al dia siguiente le volvieron los re
gidores á recibir; y en 22 de Mayo nombró por su tenien
te al dicho bachiller Pedro Fernandez.
El Lic. Bartolomé Suarez presentó en cabildo una
cédula real en 25 de Mayo, en que su Magestad le habia
hecho gobernador, y juez de residencia de D. Alonso Fer
nandez de Lugo, fué recibido por tal gobernador, y el
adelantado D. Pedro le entregó la vara de la gobernacion.
Y en 24 de Julio nombró por su teniente al dicho li
cenciado Florian Mancilla. Y en Octubre nombró por su
teniente al dicho Pedro de Vergara.
El dicho Adelantado D. Pedro Fernandez de Lugo
presentó en cabildo en 25 de Enero de 1556 una cédu
la real, en que sus Magestades le mandan volver la vara
de la gobernacion, fué obedecida, y el dicho licenciado
Bartolomé Suarez le entregó la dicha vara.
En dicho dia nombró el adelantado por su teniente
DE CANARIAS. 345

de gobernador al dicho bachiller Pedro Fernandez. Y en


Setiembre de dicho año, nombró por su teniente al di
cho licenciado Juan de Santa Cruz. Y en Noviembre de
dicho año, nombró por su teniente al licenciado Aldere
te de Tordesillas. Y en Febrero de 1527, nombró por su
teniente al licenciado Cristobal de Virnes, en ausencia
de el licenciado Tordecillas. Y en Junio de dicho año,
nombró por su teniente al licenciado Gerónimo de Palo
mares. Y en Agosto de dicho año, nombró por alcalde
mayor al dicho Pedro de Vergara, en ausencia de licen
ciado Palomares.
El Lic. Pedro Fernandez de Reyna fué gobernador
y Justicia mayor, y juez de residencia del Adelantado D.
Pedro Fernandez de Lugo, fué recibido año de 1529 por
cédula de su Magestad. Y nombró por su teniente, y al
calde mayor á Juan de Talora.
El dicho Adelantado D. Pedro Fernandez de Lugo
presentó una cédula real en 7 de Abril del año de 1530
en que su Magestad le manda volver la vara de la gober
nacion, fué recibido, y entregadole dicha vara.
En dicho dia nombró por alcalde mayor al dicho Pe
dro de Vergara. Y en Junio de dicho año, nombró por
su teniente al dicho licenciado Juan de Santa Cruz. Y en
Julio del año de 1531 nombró por su teniente al licen
ciado Alonso Yañez Dávila; y en Octubre de dicho año,
el dicho licenciado dávila, nombró por su juez en su au
sencia, en el interin que va á hacer la visita de la isla, á
Antonio Jóven regidor, y en Mayo, el adelantado nombró
por teniente á Francisco de Lugo, regidor por ausencia
del licenciado Avila, año de 1532; y en Diciembre de di
cho año, el dicho gobernador nombró por su teniente
al bachiller Antonio de Alfaro. Si en los años de 1533
hasta el de 1537 hubo algunos tenientes nombrados por
el Adelantado, ademas de los susudichos, no me consta sa
ber quienes fueron, para dar aqui su noticia, porque los
libros Capitulares de dichos años, no estan en el oficio
del cabildo, ni se han hallado, dícese que ha muchos
años que los hurtaron, porque estaban en ellos empadro
nados los que pagaban la sisa.
Despues parece que por ciertos agravios que el go
bernador D. Pedro Fernandez de Lugo, hizo á ciertas per
sonas, ó fuesen con justicia, ó sin ella, dieronse quejas
23
346 CONQUISTA

á su Magestad, para que mandase poner remedio; y para


informarse su Magestad mas bien, mandó al licenciado Ra
mon Estupiñan Cabeza de Baca, oidor de Canaria, pasa
se á Tenerife á tomar la residencia al dicho adelantado
en el año de 1536 y fuese Juez de la dicha isla, y de
la Palma; tomada la residencia, la envió al consejo, y en
su vista, mandó su Magestad, que el dicho adelantado
no fuese mas gobernador, si solo se quedase con el títu
lo de Adelantado de Canarias, que han gozado sus descen
dientes, y sucesores en su mayorazgo, hasta el dia de hoy;
y desde el mes de Octubre, del año de mil quinientos y
treinta y siete, proveyó su Magestad dicho gobierno, en
quien era servido, de tres á tres años, ó por mas, ó me
nos tiempo.
El licenciado Alonso Yañez Dávila, fué nombrado
por gobernador, y justicia mayor de estas islas de Te
nerife y la Palma, por merced de su Magestad, su fe
cha á 6 de Octubre del año de 1537, y en el mes de Abril
de 1538 presentó la real provision en cabildo y fué re
cibido al gobierno: y en el mes de Junio de dicho año,
nombró el dicho Gobernador por teniente en su ausen
cia á Anton Jóven, regidor, y en Julio de dicho año, nom
bró por su alcaíde mayor á Juan Lopez de Asoca que des
pues fué escribano mayor del cabildo, y regidor. Y en Fe
brero del año de 1539 nombró por su teniente y alcalde
mayor al bachiller Francisco Sanchez.
El Lic. San Juan Verdugo fué recibido por gober
nador, y justicia mayor de esta isla de Tenerife y de la
Palma, por su Magestad, en Agosto del año de 1540.
En dicho dia nombró por su teniente á Juan Lopez
Azoca. Y en el mes de Febrero del año de 1541 nombró
por su teniente al bachiller Bartolomé Perez, que al pre
sente estaba en la Palma, y en el interin que viene de
ella, nombró á Anton Jóven regidor.
El Lic. Gerónimo Alvarez de Sotomayor fué recibi
do por gobernador, y justicia mayor en el mes de Noviem
bre del año de 1543. Y en Diciembre de dicho año nom
bró por su alcalde mayor á Antonio Castrejon, alguacil
mayor, que era nombrado por el dicho gobernador.
El Lic. Diego de Figueroa fué recibido por gober
nador en el mes de Diciembre del año de 1546. Y en fin
de Diciembre de dicho año, nombró por su teniente al li
DE CANARIAS. 347

cenciado Gabriel Garcia. Y en el mes de Febrero de 1547


nombró por su teniente al licenciado Bartolomé de Fon
seca que despues fué regidor. Y en Agosto de dicho año
nombró por su teniente en el interin que va á la visita
cion de la isla á Alonso de Llarena, regidor.
El Lic. Batista de Ayora fué recibido por goberna
dor en el mes de Junio de 1548. Y en dicho dia nom
bró por alcalde mayor á Diego Carrillo. Y en el mes de
Mayo del año de 1549 el licenciado Cepeda era tenien
te de gobernador. Y en el mes de Diciembre de dicho año
el dicho gobernador nombró por teniente en su ausencia
al dicho Lic. Bartolomé de Fonseca.
El Lic. Hernan Duque de Estrada fué recibido por
gobernador en el mes de Junio del año de 1550. Y en el
mes de Octubre de dicho año nombró por su teniente mien
tras va á la Palma, á Diego Duque de Estrada. Y á fin de
dicho mes nombró por su teniente al licenciado Diego
de Arguijo.
El licenciado Juan Ruiz de Miranda fué recidido por
gobernador en el mes de Noviembre del año de 1551. Y
en el mes de Julio de 1552 nombró por su teniente en el
interin que vá á la Palma al dicho Alonso Llarena, re
gidor. Y en el mes de Marzo de 1553 nombró por su te
niente mientras está enfermo, á Juan de Meneses, regidor.
El Lic. Juan Lopez de Cepeda fué recibido por go
bernador en el mes de Marzo de 1554. Y en el mes de
Abril de dicho año, nombró por su teniente durante vá
á la Palma, al licenciado Lorenzo Yañez Borrero. Y en
el mes de Enero de 1555 nombró por su alcalde mayor
al licenciado Melchor Mancilla de Lugo. Y en el mes de
Octubre de dicho año, nombró por alcalde mayor á Fran
cisco de Azebes. Y en Enero de 1557 nombró al mismo.
Y en el mes de Noviembre de dicho año, nombró por su
teniente al dicho licenciado Bartolomé de Fonseca.
y El Capitan Hernando de Cañizales fué recibido por
gobernador de esta isla en el mes de Julio de 1558. Y
en el mes de Agosto de dicho año nombró por su tenien
te al licenciado Luis Melian Bethencourt; y en el mes
de Octubre de dicho año nombró por su teniente
á Juan de Aguirre, regidor que habia sido de esta isla.
Y en el mes de Mayo del año de 1559 nombró por
teniente al bachiller Juan Velez. Y en el mes de Junio de
348 CONQUISTA

dicho año parece que por muerte del dicho gobernador, el


regimiento nombró por juez ordinario de esta isla al licen
ciado Alonso de Llarena regidor, hasta que su Magestad
provea el dicho gobierno.
El Lic. Plaza fué recibido por gobernador por su
Magestad en el mes de Diciembre del año de 1559. Y en
el mes de Marzo de 1560 nombró por su teniente al li
cenciado Juan Bello. Y en el mes de Marzo de 1561 nom
bró por su teniente al dicho licenciado Mancilla de Lugo;
despues parece que por muerte del gobernador Plaza, el
regimiento, nombró por gobernador de esta isla al licen
ciado Alonso de Llarena regidor, y por su teniente á Juan
Luzardo de Franquis, regidor, en 13 de Octubre de 1563.
Y en nueve de Noviembre de dicho año, el dicho regi
miento nombró por gobernador de dicha isla, por muer
te del dicho licenciado Plaza á Pedro de Aponte regidor,
en el interin que viniera gobernador de España.
El Lic. Armentero de Paz, fué recibido por gober
nador, y justicia mayor de esta isla de Tenerife y de la
Palma, por su Magestad en diez y siete del mes de No
viembre de dicho año de 1562. Y en dicho dia nombró
por alcalde mayor á José de Rivadeneira. Y en el mes de
Julio de 1563 nombró por teniente al licenciado Diego de
Arguijo regidor. Y en Agosto de 1564 nombró por te
niente al licenciado Juan de Rada. Y en Diciembre de
dicho año nombró por alcalde mayor á Antonio de Esco
var. Y en el mes de Julio de 1565 nombró per su te
niente al licenciado Alonso Ruiz. -

El licenciado Juan Velez fué recibido por gobernador


en el mes de Noviembre del dicho año de 1565. Y en
dicho dia nombró por alcalde mayor á Juan de Venero.
Y en el mes de Febrero de 1566 nombró por alcalde ma
yor á Martin de Villota. Y en el mes de Enero de 1567
nombró por su Teniente al dicho Juan de Venero en el
interin que va á la Palma.
El licenciado Eugenio de Salazar, fué recibido por go
benador en el mes de octubre del dicho año de 1567. Y
en el mes de enero del año de 1568, nombró por su teniente
y alcalde mayor á Juan Velez de Vargas. Y en setiembre de
1569, nombró por teniente á Francisco de Balcarcel, al
ferez mayor y regidor de esta isla. Y en el mes de enero de
1570, nombró por teniente á Pedro de Trujillo, regidor; y
DE CANARIAS. 349

en febrero de dicho año nombró por teniente á Lope de


Asoca y á Francisco de Zamora por alcalde mayor.
El doctor Gante del Campo fué recibido por goberna
dor de esta isla y de la Palma en el mes de abril del año
de 1570. Y en el mes de octubre de dicho año, nombró
por su teniente á Pedro de Valdespino. Y en el mes de
moviembre nombró á Rodrigo Alvarez por alcalde mayor.
Y en octubre de 1571, nombró por teniente y alcalde mayor
al dicho Pedro de Valdespino.
El Capitan Juan Alvarez de Fonseca, fué recibido por
gobernador de esta isla en el mes de mayo de 1573. Y en
dicho dia nombró por su teniente al licenciado Antonio
Martin; el dicho gobernador fué casado con doña Beatriz
Mesia, tuvo un hijo y una hija, el hijo se llamó don Alonso
de Fonseca, cuya varonía continua el capitan Don Juan de
Fonseca Mesia, en esta ciudad de la Laguna, y el capitan
Don Juan de Fonseca en la Habana, y sus hermanos y pri
mos. La hija se llamó Doña Maria de Fonseca, que casó con
el capitan Hernando de Alarcon y Peña, cuyo hijo fué Don
Pedro de Alarcon y Afonseca, caballero de la órden de San
tiago gobernador en indias, en donde hay descendencia. En
esta ciudad son descendientes el capitan Don Pedro Tomas
Voulen y el capitan Don Luis, y el licenciado Don Bernardo.
sus hermanos por línea materna, y por otras personas.
El capitan don Juan de Levia, fué recibido por gober
nador en el mes de octubre del año de 1577. Y en dicho dia
nombró por su alcalde mayor al bachiller Pedro Morquecho.
Y en el mes de julio de 1578, nombró por alcalde mayor á el
licenciado Morales. Y en el mes de diciembre de dicho año.
volvió á nombrar por alcalde mayor al bachiller Pedro Mor
quecho.
El capitan Juan Alvarez de Fonseca volvió segunda
vez por gobernador, y fué recibido en el mes de octubre del
año de 1579; lo que hasta ahora no se ha visto se vió en
aquel tiempo, el haber sido el dicho gobernador residencia
do del capitan don Juan de Leiva, y despues el dicho
gobernador Leiva ser residenciado del gobernador Fonseca.
Y en el mes de mayo de 1580, el dicho gobernador Juan Al
varez de Fonseca nombró por alcalde mayor á Diego de S.
Llorente. Y en el mes de enero de 1582, nombró por su te
niente al licenciado Alonso de Llarena, regidor, y fué su te
niente tambien el licenciado Domingo Gonzalez Voza de
350 CONQUISTA

¿ descienden el capitan don Matias Voza de Lima, don


erónimo Voza de Lima, el licenciado don Diego Voza,
Cabrejas y otros. -

El capitan Lázaro Moreno de Leon, fué recibido por


gobernador de esta isla y de la Palma en el mes de mayo de di
cho año de 1582, y en dicho dia nombró por su teniente
al licenciado Gomez de Palacios. Y en 14 de dicho mes,
nombró por su teniente al licenciado Diego de Arguijo, re
gidor.
El capitan Juan Nuñez de la Fuente, fué recibido por
gobernador en el mes de Agosto de 1584, y en dicho mes
nombró por su teniente al doctor don Alonso Pacheco. Y
en el mes de mayo de 1587, nombró por teniente al licen
ciado Estrada en ausencia del doctor Pacheco.
Don Luis de la Cueva señor de Biedma, vino á Ca
naria por Capitan general y presidente de la Real Audien
cia de estas islas por el mes de junio, ó de julio de 1589,
fuélo hasta el año de 1594, y en este tiempo se llamó el go
bernador de Tenerife Corregidor, y desde dicho año hasta
el de 1625, no hubo mas general ni presidente, sí se pro
veyó el gobierno como de antes, poniendo regente en la Au
diencia.
El capitan Tomás de Cangas, fué recibido por corre
gidor de esta isla de Tenerife y de la Palma á fin del mes
de setiembre del año de 1589, y en dicho mes nombró por
su teniente al doctor Francisco Lercaro. En el mes de ju
lio de 1594, llegó á Canaria el doctor Antonio Arias por re
gente de la Audiencia, y de alli por delante el Capitan To
más de Cangas, se llamó gobernador.
El capitan Pedro Laso de la Vega, fué recibido por go
bernador en el mes de abril del año de 1597 y nombró en di
cho mes por su teniente al licenciado Cristóbal Espinosa
Saravia; y en el mes de octubre de 1598, nombró por te
niente al licenciado Antonio Enriquez.
El capitan don Luis Manuel, fué recibido por gober
nador en el mes de enero de 1601, y en el mes de febrero de
dicho año, nombró por su teniente al licenciado Luis de
Alarcon; y en el mes de Junio de 1602, nombró por tenien
te al licenciado Estrada.
El capitan don Francisco de Benavides, fué recibido
porgobernador en el mes de julio de 1603, nombró por su te
niente al licenciado Agustin de Calatayud Costilla; y en el
DE CANARIAS. 351

mes de octubre nombró por teniente al licenciado Cristóbal


Espinosa Saravia, año de 1605; en el mes de octubre de
1608, murió el gobernador y el cabildo nombró por juez en
su lugar al licenciado Calatayud, su teniente.
El capitan don Juan de Espinosa, fué recibido por go
bernador en el mes de junio de 1609, y nombró por su te
niente al licenciado Lucas de Rada Ribero; despues nom
bró por teniente á don Alvaro de Mesa, que lo fué algunos
dias, que el que lo fué el tiempo de la Gobernacion, fué el
dicho licenciado Rada.
El capitan don Melchor Ruiz de Pereda, fué recibi
do por gobernador en el mes de abril de 1615, fué caballe
ro de la órden de Calatrava, y nombró por su teniente al li
cenciado don Juan de Salinas Medinilla.
El capitan don Diego de Vega Bazan, fué recibido por
gobernador en el mes de julio de 1618, era caballero de la
órden de Santiago, y nombró por su teniente al licenciado
Juan Hernandez Cid.
El capitan don Rodrigo Alvarez de Bohorques, fué re
cibido por gobernador en el mes de Julio del año de 1621, y
nombró por su teniente al licenciado Martin Garcia de Sa
lazar.
El Capitan D. Diego Alvarado de Bracamonte, ca
ballero de la órden de Santiago, fué recibido por goberna
dor en el mes de Julio de 1624, y nombró por su tenien
te al licenciado Francisco de Molina. El dicho capitan,
y gobernador D. Diego de Alvarado, casó en esta isla de
Tenerife con D." Maria de Vergara Grimon, cuyos hijos
son el maestre de campo D. Diego de Alvarado, y el maes
tre de campo D. Cristobal de Alvarado Bracamonte, ca
balleros de la órden de Calatrava, y D." Francisca de Alva
rado, Marquesa de Villanueva del Prado, viuda del Mar
qués D. Tomas de Nava Grimon, y D." Juana de A va
rado, viuda del Sargento mayor D. Benito Viña Verga
ra, regidor que fuè de esta isla de Tenerife.
D. Francisco de Andia y Irrazabal, caballero de la
órden de Santiago, fué gobernador, y capitan general de
estas islas, de Canaria, y presidente de la real audiencia
de ellas, fué recibido en el año de 1625, y desde este año
se ha proveido esta plaza de general, habiendo acabado
este caballero su gobierno, yendo á España, le cautiva
ron los moros, y se rescató,
352 CONQUISTA

D. Juan de Ribera Sambrana, fué gobernador, y capi


tan general, y presidente de la real Audiencia de estas is
las fué recibido en el mes de Agosto de 1629.
El Capitan D. Gerónimo Boquin Pardo, caballero de
la órden de Santiago, fué recibido por Corregidor, y ca
pitan á guerra de esta isla de Tenerife, y de la Palma, en
el mcs de Julio de 1631, y nombró por su teniente al
licenciado D. Juan Cornejo; y por muerte del dicho Cor
regidor. el regimiento de esta isla nombró por Corregidor
al teniente D. Juan Cornego, en Febrero de 1632.
El capitan D. Gerónimo de Rojas y Sandoval, fué re
cibido por Corregidor, y Capitan á guerra por su Mages
tad, en el mes de Mayo de 1633 y nombró por su tenien
te al licenciado D. Juan de la IIoya; y por muerte de di
cho Corregidor, el regimiento de esta isla nombró por Co
rregidor al teniente D. Juan de la Hoya, en el mes de Ma
yo de 1634.
D. Iñigo Bizuela, Comendador, y caballero de la órden
de Santiago fué gobernador y Capitan general, y presiden
te de la real audiencia de estas islas de Canaria; vino de
España á la isla de Canaria, en el mes de Julio de 1634.
El Capitan D. Gabriel de la Puebla Escovedo, caba
llero de la órden de Santiago, fué recibido por corregi
dor, y capitan á guerra en el mes de Junio de 1635, y
nombró por su teniente al licenciado D. Juan Cornejo,
por algunas quejas que se dieron á su Magestad del cor
regidor, , mandó por su real provision al licenciado D.
Miguel de Peralta Escudero, oidor de Canaria, pasase á es
ta isla de Tenerife, y tomase residencia al dicho corregi
dor, y que asi mismo fuese el dicho Oidor corregidor de
dichas islas; presentó la dicha real provision en el cabil
do, y fué obedecida, y recibido por tal corregidor á 1U
de Julio de 1638.
El licenciado D. Juan Cornejo, teniente que habia
sido de esta isla, fué recibido por Corregidor por su Ma
gestad, de esta isla y de la Palma, á fines de Agosto del
año de 1638 y nombró por su teniente al licenciado D.
Bernardo Lercaro, regidor.
D. Luis Fernandez de Córdova Arze, caballero de la
órden de Santiago, Sr. de la Villa del Carpio, Venticua
tro de la Ciudad de Córdova, fué gobernador, y Capitan
general, y presidente de la Real Audiencia de estas islas,
DE CANARIAS, 333

pasó á ellas por Mayo de 1638.


El Capitan D. Juan de Urbina Aguiluz, caballero de
la órden de Santiago, fué recibido por Corregidor, y capi
tan á guerra de esta isla de Tenerife y de la Palma, en
el mes de Julio de 1639 y nombró por su teniente gene
ral de esta isla al licenciado D. Juan Marron, que mu
rió, y por su muerte nombró por teniente al licencia o
D. Bernardo Lercano.
El dicho Corregidor casó en esta isla de Tenerife con
D." Luisa de la Peña, señora en parte de la Gomera, 1 o
tubo sucesion, y casó el dicho, segunda vez en España, de
que le quedó sucesion en la Ciudad de Llarena.
El capitan y sargento mayor D. Alonso Inclan y
Valdés, fué recibido por corregidor, y capitan á guerra
de esta isla de Tenerife, y de la Palma en el mes de
Mayo de 1614 y nombró por su Teniente al Dr. D.
Diego Carreño de Prendis, regidor de esta isla de Tene
rife.
D. Pedro Carrillo de Guzman, Caballero de la órden
de Santiago, fué Gobernador y Capitan General, y Presi
dente de la Real Audiencia de estas islas, pasó á ellas
en el año de 1657.
El capitan D. Antonio Giron, fue recibido por
corregidor, y capitan á guerra de esta isla de Tenerife
y de la Palma en el mes de Noviembre de 1649 y nom
bró por su teniente al licenciado D. José de Luna Peral
ta en dicho mes; y por muerte del dicho corregidor
el regimiento de esta isla nombró por Corregidor al
teniente D. José de Luna, en Enero de 1633.
En el año de 1650 se dividió la jurisdiccion de la
Villa de la Orotava de la de esta ciudad, por cédula de
su Magestad, y se nombró de alli en adelante teniente
de dicha Villa, y su jurisdiccion, y el primer teniente
que hubo en la dicha Villa, nombrado en dicho año,
fué el licenciado D. Luis Roman, regidor, que despues
fué de esta isla.
D. Alonso de Avila y Guzman, caballero de la ór
den de Calatraba, fué Gobernador, y capitan general, y
presidente de la real audiencia de estas islas, pasó á
ellas en el mes de Junio de 1650.
El capitan y sargento mayor D. Ambrosio de Bar
rientos, fué corregidor, y capitan á guerra de esta isla
354 CONQUISTA

de Tenerife, y de la Palma, fué recibido en el mes de


Mayo, del año de 1654 y nombró por teniente de esta
isla al licenciado D. Simon de Frias y Coello; y per te
niente de la Villa de la Orotava, al licenciado D. Fran
cisco Espinosa y Leon, Abogado de los Reales consejos.
D. Sebastian de Corcuera, caballero de la órden de
Alcántara, fué gobernador, y Capitan general, y presiden
te de la real Audiencia de estas islas, vino de España,
y llegó á esta isla de Tenerife en el mes de Noviembre
de 1659 y murió en dicha isla, año de 1660.
El Capitan D. Alonso de Moscoso Brochero, fué re
cibido por Corregidor, y capitan á guerra de esta isla de
Tenerife y de la Palma, en Enero de 1660, y en el dicho
mes nombró por teniente General de esta isla al licencia
do D. Alvaro Machado Fiesco, y por teniente de la Villa
de la Orotava al licenciado D. Francisco Machado, que
murió despues. En el dicho mes de Enero murió el di
cho Corregidor, y el regimiento nombró por Corregidor
al teniente l). Alvaro Machado.
El Capitan D. Juan de Palacios y Hoyo, caballero
de la órden de Santiago, fué recibido por Corregidor, y
capitan á guerra de estas islas de Tenerife y de la Palma,
en el mes de Julio del dicho año de 1660 y nombró por
su teniente general al dicho licenciado D. Alvaro Macha
do, y de la Villa de la Orotava al licenciado D. Diego
Calderin.
Y por muerte del dicho D. Alvaro Machado, nom
bró por su teniente al licenciado D. Manuel Diaz de los
Cobos, en el mes de Octubre de 1662, por dejacion del
licenciado D. Diego Calderin, fué teniente de la Villa el
licenciado D. Melchor Francisco Barrios.
D. Gerónimo de Benavente Quiñones caballero de la
órden de Santiago fué gobernador y Capitan general y
presidente de la real Audiencia de estas islas, pasó á ellas
año de 1661.
Por muerte del teniente D. Manuel Diaz de los Cobos,
fué nombrado por Teniente general de esta isla, por Oc
tubre de 1665, el licenciado D. José Tavarez de Cala.
El Ilustrísimo D. Fray Juan de Toledo, Obispo de
estas islas, tubo el gobierno de las armas por cédula de su
Magestad, con título de gobernador, y Capitan general,
y presidente de la Audiencia, por cédula de su Magestad,
DE CANARIAS. 3.55

desde Enero del año de 1666, hasta Abril de dicho año,


por se haber cumplido el tiempo del general D. Geróni
mo de Benavente Quiñones.
El teniente de maestre de campo general D. Martin
de Mirabal, caballero de la órden de Calatrava, fué reci
bido por Corregidor, y capitan á guerra de esta isla de
Tenerife y de la Palma, en el mes de Febrero de 1666 y
nombró por teniente de esta isla al licenciado D. Melchor
de Abreu, y por teniente de la Villa de la Orotava al li
cenciado D. Juan de Carmenatis.
D Gabriel Lazo de la Vega y Córdova, Conde de
Puerto-lano, caballero de la órden de Santiago, goberna
dor, y capitan general, y presidente de la Real Audiencia
de estas islas, pasó á ellas en el mes de Abril de 1666.
En el mes de Mavo de 1667 vino á estas islas el li
cenciado D. Lorenzo Santos de S. Pedro, caballero de la
órden de Santiago, y del consejo Real de Castilla, por man
dado de su Magestad, á componer ciertas discordias, que
habia entre los jueces; y en el tiempo, que en estas islas
estubo, gobernó las armas con título de capitan general y
presidente de la Real Audiencia, y despues volvió el bas
ton al dicho conde de Puerto-llano; embarcose el licencia
do D. Lorenzo Santos para España, dia de nuestra Señora
de la Concepcion, del año de 1668, y estando á vista de
Lisboa, le cautivaron con mucha gente, que iba en el navio
y en en el año de 1670 salió de su cautiverio, dicese, que
por veinte mil pesos.
El teniente de maestre de Campo general, D. José Pe
rez de Balcarcel, es corregidor y capitan á guerra de esta
isla de Tenerife y de la Palma, fué recibido en el mes de
Octubre de 1669, y nombró por su teniente general de
esta isla al licenciado don Francisco de Espinosa y
Leon, regidor de ella; y por teniente de la Villa de la
Orotava al licenciado don Miquel de Ayala Interian, que
hoy ejercen dichos oficios de justicia.
Don Juan de Balboa, caballero de la órden de San
tiago, es gobernador, y capitan general y presidente de la
real audiencia de estas islas de Canaria, pasó á ellas por
el mes de Mayo, del año pasado de 671.
- Todas las personas contenidas en este capítulo han
sido los gobernadores, capitanes generales y corregidores
que ha habido en esta isla de Tenerife, desde su conquis
g56 CONQUISTA

ta, que fuè el año de mil cuatrocientos y noventa y seis


á veinte y cinco de Julio, dia del Apóstol Santiago, de
haberse declarado en toda la isla á veinte y nueve de
Setiembre, dia del Arcángel S. Miguel, hasta el presen
te año, que son ciento y ochenta segun consta por sus
recibimientos, que están en los libros capitulares del
Ayuntamiento de esta isla.
CAPITULO IV.

De los Tenientes, regidores, jurados, alguaciles mayo


res personeros mayordomos, escribanos del cabildo de esta
isla de Tenerife, y de sus alcaldes mayores, desde su con
quista, hasta el año presente de 1672 con algunas decen
dencias, segun me consta por instrumentos públicos.
Los capítulos que mas trabajo me han costado, son el
antecedente, y estos dos siguientes, por deducirse sus no
ticias de varios instrumentos, trayendolas continuadas de
las personas que al principio de la conquista de esta isla
tuvieron puestos honorificos; para lo cual ha sido necesa
rio buscar los nombramientos, y recibimientos, desde la
primera foja, que en el ayuntamiento de esta isla se es
cribieron en sus libros capitulares; y asi mismo de otros
instrumentos, como por sus citas se verá, que segun pa
rece de algunos, no ha sido trabajo desestimable, aun en
la parte de las familias, aunque no se alcance todo el in
tento por su dificultad, no lo digo por ponderar la obra,
que al piadoso lector le suplico lo que faltare, si en las
reglas de historiador mi pluma señalare con alguna equi
VOCaCIOn .

l'or el poder y facultad que de sus Magestades tuvo


el Adelantado D. Alonso Fernandez de Lugo, se nombra
ron dichos puestos en esta isla de Tenerife, hasta el año
de 1519, porque de alli adelante fueron nombrados por su
Magestad, aunque tambien antes lo habian sido algunos;
y la facultad de nombrar alguaciles mayores la tuvieron
los gobernadores, hasta el año de 1614 que su Magestad
hizo merced de la vara de dicho alguacil mayor de esta is
la, con voz y voto de regidor al capitau Luis Lorenzo; la
cual vara poco despues de conquistada la isla tubo por
provision real, Pedro de Vergara. La merced hecha en el
DE CANARIAS. 357

dicho capitan Luis Lorenzo, fué perpétua, por haber he


cho á su Magestad algun servicio.
Estos oficios de regidores, unos son perpétuos, y otros
renunciables, y no menos estos oficios de regidores, como
los de alguaciles mayores y jurados, siempre han estado
en personas nobles, y de calidad, como al presente lo es
tan, en cuya posesion se continuan sus decendentes; y
advierto, que conforme los escribo asi estan por su órden
en los libros capitulares, para que si alguno por curio
sidad los quiere ver, ó le importare sacar traslado, le sir
va este capitulo de abecedario, que se remite el año en
que el tal regidor fué recibido, trayendo algunas descen
dencias que me han sido posibles, porque en todas es ma
teria dificultosa.
Antes de los nombramientos de los dichos regidores
en el año de 1496, nombró el Adelantado D. Alonso Fer
nandez de Lugo, teniente alcalde, y escribano mayor,
como se sigue.
Año de 100
Fernando Trujillo, fué el primer teniente en el mes
de Diciembre, fué teniente segunda vez por el Goberna
dor Lope Sosa, en Setiembre, año de mil cuatrocientos
y noventa y ocho, fue regidor en Noviembre de 1501
volvió á ser teniente del Adelantado, en Diciembre de 1508
fué casado, y tubo sucesion. -

Francisco Gorvalan, fue primero alcalde mayor en Di


ciembre y lo volvió á ser en el año de 1499, fué Regidor, en
Octubre de 1507, y juez ordinario, en Mayo de 1515, Alon
so de la Fuente, fué primero escribano mayor del cabildo,
y público, en Diciembre.
Año de 1497.

En este año, en veinte de Enero, D. Alonso Fernan


dez de Lugo, gobernador y Justicia mayor de esta isla por
facultad que tenia de los señores reyes católicos D. Fernan
do, y doña Isabel Il para el buen gobierno de esta isla con
su teniente Fernando Trujillo, y Francisco Gorvalan, alcal
de mayor, Alonso de las Hijas Gcrónimo Valdespino, Gui
llen Castellano, Fernando de Llerena, hizo algunas ordenan
358 CONQUISTA

zas para el bueu gobierno asi parece á folio tercero del libro
primero capitular donde nombre seis regidores y dos jura
dos, que son los siguientes.
Cristóbal Valdespino regidor, Pedro Mejia regidor,
y alcalde mayor, en Octubre del año de 1502, hay suce
cion de este apellido, Guillen Castellano regidor, fuelo
segunda vez por su Magestad, año de 1510, y alcalde ma
yor, año 1512, casó con Catalina Cabrera, hay descen
dencia por el apellido. Lope Hernandez de la Guerra regi
dor, fué casado con Elvira Velazquez, murio sin sucesion
otorgó su testamento ante Anton Ballejo, dejó por here
deros de sus tierras en el Valle de Guerra, á su primo
JIernan Guerra, que casó con Juana Hernandez, de quien
fué hija Francisca Alvarez, que casó con Pedro de Ver
gara, pasaron á la Villa de Cala en Andalucia, y de alli
fueron á la Villa de Fuentes, tienen sucesion. Y en las
dichas tierras que le tocaron al dicho Hernan Guerra, su
cedió Alonso Vazquez de Nava marido de D." Beatriz
Guerra, en que hicieron mayorazgo, que hoy goza el Mar
ques de Villanueva del Prado. Hernando Esteban Guerra
á quien tocó la otra mitad de dichas tierras, casó con Jua
na Martinez, en quien tuvo un hijo y cinco hijas, el hijo
fué Juan Guerra, regidor en quien se hizo mayorazgo de
dichas tierras, casó con Juana Gerónimo hija de Miguel
Gerónimo de la Peña, y de Francisca Jimenez su muger,
cuya sucesion diré mas adelante. La una hija de Fernan
do Esteban, fué D.º Beatriz Guerra, que casó con el di
cho Alonso Vazquez de Nava. La otra con Gonzalo Fer
nandez de Ocampo. La otra con Anton de Escanio. La
otra con Juan de Soler, de todas hay mucha descendencia
que para referirla, era necesario alargar mucho este capí
tulo. La casa, y solar, antiguo de los Guerras, con los La
zos de la Vega, y de los Guerreros, es una misma, por des
cender de un tronco, que fué un caballero, llamado el
Recio, por su valentia, y heróicos hechos, el cual tuvo
tres hijos de los dichos apellidos; por cuya causa estos
tres linages, tienen casi unas mismas armas; esta dicha
casa solariega, tiene su solar en las montañas de Burgos
la cual ha entrado en la de los Duques del Infantado.
Pedro Benitez de Lugo, fué hijo de una hermana
del Adelantado, fué capitan en la armada de Berberia,
en las costas del África, en donde murió peleando con
DE CANARIAS. 359

tra los moros; tiene descendencia en estas islas.


Gerónimo Valdés regidor, tiene descendencia.
Francisco de Albornoz, fué jurado, y alcalde mayor
en Mayo, año de mil y cuatrocientos y noventa y ocho,
fué personero general de esta isla, en Enero año de mil
y quinientos y doce, fué casado, son sus descendientes
el muy reverendísimo padre Fr. Gregorio de Albornoz de
la órden de San Agustin, el capitan D. Marcos Carrillo
de Albornoz, y otros.
Juan de Badajoz, fué el otro jurado, fué casado tuvo
hijos.
Los referidos fueron los primeros regidores, y jurados,
que hubo en esta isla de tenerife, nombrados por el ade
lantado.

Año de 1499.

Pedro Galindez, fué primer alguacil mayor, nombra


do por el adelantado, en Junio.
Juan de Benavente, fué alguacil mayor, en Octubre.
Año de 1500.

Mateo Viña, fué regidor, en Enero, fué mensagero de


esta isla á la Corte, á dar la buena venida á los señores re
yes D. Felipe y doña Juana á Castilla, en agosto del año
de mil y quinientos y seis, fué casado y tuvo hijos, es des
ciente el Sargeuto mayor D. Benito Viña de Vergara, regi
dor, tiene tres hijas, la mayor casada con el Marqués de
Villa-nueva del Prado, cuya ascendencia diré en su lugar.
Pedro de Vergara, fué alcalde mayor en abril, regidor
en octubre del año de mil quinientos y tres, alguacil mayor
por S. M. año de 1507, y en este año fué obligado por el
adelantado á ser alcalde mayor por su buena esperiencia,
sin perjuicio de la merced Real, que tenia de alguacil ma
yor; en diciembre año de 1508, y en Junio de 1509, fué men
sagero á la Córte de S. M. año de 1510, fué alcalde mayor
en ausencia del licenciado Cristóbal de Balcacer, fuè alcal
de mayor en setiembre de 1515, y en ausencia del licenciado
Lebrija, año de 1516 fué mayordomo del cabildo. En ene
ro de 1517 fué teniente de gobernador, por el adelantado.
En mayo de dicho año, fué alcalde mayor por el dicho ade
35) CoNQUISTA

lantado: á fines del año de 1520, fué teniente del goberna


dor el licenciado Bartolomé Suarez. En octubre de 1525,
fué alcalde mayor en ausencias del licenciado Palomares te
niente. En agosto, año de 1527, fué teniente y alcalde ma
yor por nombramiento del gobernador D. Pedro Fernandez
de Lugo, segundo adelantado. En abril año de 1530, fué
casado con Ana de Lugo, en quien tuvo un hijo, llamado
Fernando de Iugo, y una hija llamada Francisca de Lugo,
que casó con el bachiller Francisco de Alcola, Jurado de es
ta isla de quien son descendientes el Maestre de Campo D.
Pedro de Alcola Vergara, regidor, el licenciado D. Miguel
Interian y Ayala. El capitan D. Alonso Pachecho Solis.
El capitan D. Pedro Interian, regidor, el Maestre de Cam
po D. Cristóbal Frias Salazar, caballero de la órden de San
tiago.
El sargento mayor D. Gaspar de Rojas y Ayala, y D."
Catalina de Ayala, muger del capitan D. Pedro de Sotoma
yor y D." Isabel Arsola, muger del Maestre de Campo D.
Cristóbal del Hoyo y otros muchos.
Alonso de las Hijas, fué fiel ejecutor, con voz y voto
de regidor, fué casado, tuvo una hija Maria de las Hijas.
Pedro Lopez de Villera, fué alguacil mayor en agosto,
fué el que hizo el hospital de S. Sebastian en esta ciudad
de la Laguna, año de 1507, fué casado con hija de Guillen
Castellano, no tuvo hijos, y dejó por patron de dicho hos
pital al cabildo de esta isla.
Anton Sanchez, regidor en abril, y juntamente escri
bano mayor del cabildo.
Año de 1501.

Diego da Mesa, fué regidor en Marzo, fué casado,


son sus decendientes el capitan don Luis de Mesa Cas
tillo, regidor, el capitan don Juan de Mesa y Lugo re
gidor de cano, padre de el maestre de campo don José
de Mesa y Lugo, marques de Torre-hermosa, patron del
convento de Sto. Domingo de la Orotava, y del capitan
don Lope de Mesa, que murió sin sucesion, y del capi
tan don Juan de Mesa, que casó en Madrid con una
señora de la cámara de Palacio, doña Francisca Manso;
el cual pasó á Indias por Gobernador, todos tres caba
lleros de las órdenes militares, y de don Francisco Mesa
DE CANARIAS, 361 -

y Lugo, alguacil mayor de esta isla.


Lope de Mesa fué hijo del del dicho Diego de Mesa;
son sus descendientes el sargento mayor D. Alvaro de Me
sa y Asoca, el capitan D. Francisco de Mesa y su her -
mana D." Juana de Mesa, que fué casada en el Realejo de
de abajo, con el capitan (aspar Saez de Gordojuela, cu
yos hijos son el capitan D. Gaspar de Gordojuela y Mesa
patron del convento de S. Agustin en los Realejos, D."
Luciana de Gordojuela y Mesa, y otros.
Por una relacion de servicios del dicho Marqués de
Torre-hermosa, consta ser descendiente por varonía del di
cho Diego de Mesa, hijo de Alvaro Ruiz de Mesa, caba
llero de la Banda, y alcalde que fué de Jimena, y del
castillo de Ronda, y el dicho Diego de Mesa pasó á la
conquista de estas islas sirviendo debajo de la mano del
Adelantado de Canaria, y en la de Tenerife, siendo capi
tan de caballos, y Lope de Mesa, uno de los hijos del di
cho Diego de Mesa ocupó el puesto de Coronel, y sir
vió con un navio, que fabricó á su costa, en las entra
das que se hicieron en el Africa; fué regidor de dicha
Isla de Tenerife, y Juan de Mesa su hijo fuè regidor, y
Lope de Mesa Lugo de Ayala, hijo mayor del dicho Juan
de Mesa, fué teniente de capitan á guerra, y juez de con
trabando. El capitan D. Juan de Mesa Lugo de Ayala,
regidor decano, padre del dicho Marqués, fué cabo de
la gente de guerra, de un escuadron, que en tiempo del
General Ribera se formó; de los sobre dichos hay mucha
descendencia en estas islas, y en Indias, por haber pa
sado alguno; por no constarme sus noticias con certidum
bre, no las refiero, cada uno podrá tomar sus abuelos, de
donde le tocaren, porque esta linea solo es del dicho Mar
qués, y de sus hermanos, hijos del dicho D. Juan de
Mesa Lugo.
Juan Bautista Ascanio fué regidor alguacil mayor,
en Setiembre; fué mensagero á la corte á dar la buena
venída á sus Magestades, en compañía de Mateo Viña,
por Agosto año de mil quinientos y seis, fué casado con
Catalina Estupiñan, son sus descendientes el capitan Mar
tin de Ascanio, regidor, que tiene de edad hoy poco me
nos de cien años, con buen juicio y capacidad; el capi
tan D. Martin Gorge de Ascanio de la Guerra, su nieto
y el capitan Juan de Ascanio, padre del capitan24l). Luis de
362 coNQUISTA

Ascanio, regidor en Canaria, y el capitan Sebastian As


canio, padre de D. Andrés Ascanio, y otros descendientes
de Anton Bernal de Ascanio, hijo del dicho Juan Bautis
ta de Ascanio, y su muger Isabel Guerra. De otros hijos
del dicho Juan Bautista de Ascanio, que fueron Juan de
Ascanio Mosina Lucardo, que casó con Pedro Azebedo,
y Ana de Ascanio, que tiene descendencia; de uno de es
tos fué hija, Catalina Estupiñan, muger de Luis de Sa
martin Cabrera, cuyas hijas fueron Agueda de Cabrera,
muger de Rodrigo Alvarez, cuya descendencia mas adelante
se dirá. Isabel Ascanio, muger de Baltasar de Ancheta,
de quien hay descendencia en la Orotava. La dicha Catali
na, Estupiñan, otorgó su testamento ante Pedro de Ocam
po, año de mil y quinientos y ochenta y tres, y la tu
tela de los hijos de Catalina Estupiñan la vieja, pasó an
te Anton ¿ en Abril, año de mil y quinientos y
diez y siete: de los dichos hay mucha descendencia. El
bachiller Aparicio Velazquez, fué teniente por el Ade
lantado, para las apelaciones de las cuatro islas, Tenerife,
Palma, Gomera, y Hierro, en Setiembre.
Fernando de Trujillo, regidor, en Noviembre; tiene
descendencia.
Año de 1502.
Fernando de Llarena, regidor en Enero, no tuvo su
cesion, mas dejó tres sobrinos, Alonso de Llarena, Selas
tian de Llarena, Juan de Llarena, de los cuales hay suce
sion mucha en esta isla.
Estebat Sagra, fué fiel ejecutor en dicho mes. An
ton Ballejo, fué jurado en dicho mes, y escribano mayor
de cabilco, fundó la ermita de S. Anton, con capellanía.
Año de 1503

El bachiller Juan Dávila, fué teniente de gobernador


por el Adelantado, en Julio.
Jaime Jovel fué mayordomo del cabildo, en Setiembre
y alcalde mayor por el Adelantado, en Diciembre de mil
quinientos; y cuatro, y jurado, en Abril de mil quinien
tos y seis, fué casado con Olaya Fonte, fueron sus hijos
Bartolomé Jovel, jurado, y Juana Jovel, de quien fué pa
DE CANARIAs. 363 -

drino el Adelantado, y fué casada con Jacome Carmena


tis, y y tuvieron una hija, llamada Juana Jovel, que ca
so con Alvaro Vazquez de Nava, regidor, de quien es des
cendiente el Marques de Villanueva del Prado; el hijo
Bartolomé Jovel, fué jurado y personero general, como
en su lugar se dirá; son descendientes el capitan D. Alon
so Guerra y Calderon, el capitan D. Gaspar Guerra Qui
ñones, el capitan D. Bartolomé Benitez de Lugo, que ca
só en la Orotava, y otros muchos caballeros; son descen
dientes D." Elvira Machado y Jovel, que casó con el ca
pitan D. Luis de Alarcon y Palacios, regidor, y D." Mel
chora Jovel, que aunque se casó, no tuvo sucesion; son
descendientes el licenciado D. Juan de Carmenatis Jovel,
abogado en esta Audiencia, y teniente que ha sido en la
Orotava. Y el capitan D. Luis Roman Carmenatis, regi
dor; por estar esta descendencia tan estendida, y en par
ticular por hembras, no refiero muchos mas.
El bachiller Pedro Fernandez Valdés, fuè teniente de
gobernador por el Adelantado en octubre, y regidor en ma
yo de mil y quinientos y seis; y segunda vez teniente en mar
zo de mil quinientos y veinte y dos, y por el segundo Ade
lantado tercera vez en marzo de 1525, y en enero del si
guiente año.
Año de 1504.

El bachiller Alonso Belmonte, fué teniente de gober


nador por el Adelantado, en diciembre y regidor en Abril del
año de mil quinientos y seis, fué segunda vez teniente en
enero de 1527, jurado en setiembre de mil y quinientos y
treinta y dos, fué casado con Inés Benitez de las Cuevas, hi
ja de Juan Benitez, tuvieron hijos é hijas.
Año de 1505.

Sancho de Vargas, fué regidor y teniente de goberna


dor por el Adelantado, en abril de mil y quinientos y seis, y
alcalde mayor en enero de mil y quinientos y siete, fué casa
do, tuvo por hijo á Juan Rengifo de Vargas, á Miguel de
Vargas, de quien hay descendencia en esta isla, D. Pedro Ren
gifo de Vargas y el capitan D. Juan Cabrera de Vargas, y
otros en Canaria, el capitan D. Antonio de Vargas, algua
364 CONQUISTA

cil mayor en dicha isla, en donde hay hijos suyos, habidos


en su muger doña Ana de Barrios.
Juan Perdomo, fué jurado en julio, fué casado con Ca
talina Cabrera, tuvieron cuatro hijos y tres hijas, el uno
fué Juan Perdomo de Cabrera, que casó con Juana Diaz de
la Peña, hija de Rodrigo Nuñez de la Peña, regidor, el
otro fué el capitan Luis Perdomo que casó con Florenti
na Viña, de quien es descendiente el capitan D. Laureano
Aranz Oliva, el otro fué Miguel Perdomo, de quien des
cienden Pablo Perdomo de Cabrera, doña Mencia de Ca
brera; el último fué Leandro Perdomo de Cabrera, las hijas
fueron Juana de Cabrera, que casó con Baltasar Bermeo, pa
dres de Marcelina Cabrera, muger de Rodrigo Nuñez de la
Peña el mozo, de quien no quedó sucesion, y de Juan Ber
meo que casó con Maria de la Peña, hija de Alonso Jaimez,
regidor, de quien fueron nietos el capitan D. Juan Bermeo,
el licenciado D. Andrés Villaroel de la Peña; la segunda hi
ja de Juan Perdomo y Catalina de Cabrera, fue doña Ma
ria Perdomo, que casó con D. Juan de Ortega, padres de
Marcos Perdomo Pimentel, y de Ana de Ortega, muger de
Luis Velazquez, y sus hermanos en la Orotava; la tercera
fué Isabel Perdomo, que casó con Hernan Gonzalez de la
Hinojosa, regidor, de los dichos hay mas descendencia.
Bartolomé Benitez, fué teniente de gobernador por el
Adelantado en agosto, y regidor por nombramiento del dicho
Adelantado su tio D. Alonso de Lugo, en octubre de mil y
quinientos y siete, casó con Mencia Sanchez de la Cuerda;
sus hijos fueron cinco y dos hijas; el primero Alonso Fer
nandez de Lugo, caballero de la órden de Calatrava; el
segundo, Pedro Benitez de Lugo; el tercero, Juan Pere
ra de Lugo; el cuarto, Francisco Benitez de Lugo, re
gidor, el quinto; Diego Benitez Suazo de Lugo. Las hi
jas, D." Leonor de Lugo, que casó con Pedro Fernandez
Alfaro, y D." Catalina de Lugo, que casó con Rafael Espi
nola. Son descendientes de los dichos, D. Miguel de Alfaro
y Lugo, y su hermano D. Francisco Tomas de Franquis
Alfaro, caballero de la órden de Alcántara. El capitan
b. Juan de Franquis, y su hermano el capitan D. Carlos
de Franquis. El capitan D. Miguel de Franquis y Mar
molejo, y sus hermanas. Una fué casada con el capitan D.
Salvador Ome. El capitan D. Diego Benitez de Lugo, y
sus hermanos. El capitan D. Francisco Bautista de Lugo
DE CANARIAS. 365

y Suarez, señor en parte de las islas de la Gomera, y


Hierro, y su primo el maestre de campo D. Francisco de
Lugo y Perera. El capitan D. Juan Suarez Gallinato.
El capitan D. Lorenzo Balcazar. El capitan Matias Ma
chado Espinola, y sus hijos D. Matias Machado Espinola
y el capitan D. Sebastian Machado Espinola y Lugo. El
capitan D. Nicolas de Lugo y Peña, y otros muchos, que
para seguir las descendencias, era necesario dilatar la obra
estorvando el principal intento.
Anton Galindez, fué Alguacil mayor en ausencia de
Juan Bautista Ascanio su hermano, en Agosto.
Anton de los Olivos, fué mayordomo del cabildo, en
Noviembre, fué casado, constame por instrumentos; fue
ron sus hijos Diego de los Olivos, Isabel de los Olivos:
del hijo desciende el capitan D. Tomas Boulen el ca
pitan D. Luis Boulen, y D." Sebastiana de Llerena, mu
ger del capitan D. Carlos Briones, y el Capitan D. Juan
Colombo, regidor, y otros. La dicha Isabel de los Olivos
casó dos veces, la primera con Rodrigo de Barrios, fué
de los conquistadores mas señalados en esta isla; son sus
descendientes el licenciado Rodrigo de Barrios, comisario
del santo oficio, y el capitan Juan Nuñez de la Peña en
esta ciudad; y el capitan D. Juan de Molina Calzadilla, en
la Orotava. D." Ana de Barrios Mata, en Canaria, y otras
muchas personas; del segundo matrimonio, son descendien
tes el licenciado D. Francisco Espinosa y Leon, regidor
y teniente general, que fué de esta isla. El capitan D.
Manuel Espinosa, y el licenciado D. Diego Sanchez del
Valle, y otros muchos.
Año de 1507.

Gonzalo Paez fué alguacil mayor, en Febrero.


., Juan Benitez, fué pariente del Adelantado, y algua
cil mayor, nombrado por el dicho Adelantado en lugar de
Pedro de Vergara, y lo volvió á ser en el año 1509,
y regidor en Octubre de 1508, fueron sus hijos Alonso
Benitez de las Cuevas, Pedro Benitez de las Cuevas, é
Ines de las Cuevas, que casó con el bachiller Alonso Bel
monte referido, de quien hay mucha descendencia, y lo
son el maestre de campo D. Bartolomé Benitez de las Cue
vas, y el capitan D. Luis Benitez de las Cuevas y Fiesco,
366 CONQUISTA

D. Felipe Fonte de las Cuevas, y otros muchos.


Andres Suarez Gallinato, fué regidor en Octubre,
era hermano de Gerónimo Valdés referido, hijos de Pe
dro de Algaba, y de Leonor Suarez, fué casado con Jua
na Lobon, cuya hija fué Ana Lobon, que casó con Fran
cisco Benitez de Lugo, regidor, de quien son descendien
tes el capitan Juan Suarez Gallinato Fonseca, el maestre
de campo D. Francisco de Lugo Perera, el capitan D.
Francisco Bautista y Lugo, y otros.
Año de 1508.

El bachiller Nicolas Rodriguez fué teniente del go


bernador Lope Sosa, en julio.
Francisco Diaz fué alguacil mayor en Agosto.
Juan Perez de Sosotra fué persorero general, nom
brado por los vecinos en la iglesia de nuestra señora de
la Concepcion, en Setiembre, y mayordomo del cabildo,
año 1512.
Francisco Serrano fué alguacil mayor, en Diciembre,
Pedro de Isasaga fué alcalde mayor en Setiembre, Diego
Fernandez Amarillo fué teniente de alguacil mayor en
Junio, año de 1509.
Año de 1510.

Pedro de Lugo regidor en Enero, fué deudo del Ade


lantado, fué casado, tuvo hijos de quien hay descenden
cia, fué su hija Isabel de Lugo que casó con el licenciado
Cristóbal de Balcazar, Regidor.
Nicolas Balcan fué teniente de alguacil mayor, en
Noviembre.
El bachiller Pedro Lopez de Vergara, fué teniente
y alcalde mayor por el Adelantado, en Diciembre, y en
Setiembre del año siguiente, y del año de 1514.
Año de 1511.

Gonzalo Muñoz fué alcalde mayor, y teniente de go


bernador por el Adelantado, en Mayo.
Sebastian Paez fué regidor en Junio, fué casado con
hija de Guillen Castellano, la viuda de Pedro Lopez de
DE CANARIAS. 367

Villera. -

El licenciado Cristóbal Lebron fué teniente del go


bernador D. Alonso de Lugo, primer Adelantado por su
Magestad, en Octubre.
Año de 1513.

Rafael Fonte, fué regidor por S.M., en octubre, fué


casado con Paula Fonte, de quien hay descendencia.
Año de 1517.

Francisco Jovel, fué teniente de alguacil mayor en ju


nio, y regidor; era hermano de Jaime Jovel, referido.
Juan de Trujillo, fué regidor en julio, fué hijo de Fer
nando de Trujillo, regidor referido.
Año de 1518.

Rodrigo de Sagramonte, fué alguacil mayor en el mes


de junio.
Fernando de Espino, fué alcalde mayor por nombra
miento del gobernador Bricianos, en junio.
Juan de Armas, fué personero general, nombrado por
los vecinos en el convento de san Francisco en junio, fué rey
de armas, son sus descendientes los del apellido.
Año de 1519.

Anton Gimenez, fué mayordomo del cabildo, nombra


do en noviembre y en el año de 1530.
El bachiller Sebastian de Lebrija, fué teniente en au
sencia del doctor Lebrija, en mayo.
Año de 1520.

Juan Perez de Aguirre, paje de S. M., fué regidor


por provision Real, en junio. Y teniente del gobernador
Cañizares, en octubre de 1558, fué casado con Elvira de los
Rios, tuvo hijas, una casó con Pedro de Vergara Alsola, y
otra con Anton Solorzano de Hoyos, de quien hay descen
dientes. Fué el dicho Juan Perez mensagero de esta isla á
368 coNQUIsTA

la Córte, y trajo muchas provisiones Reales de utilidad para


los vecinos. -

Gonzalo Velazquez, fué regidor.


Anton Jovel, fué regidor por renunciacion de Gonzalo
Velazquez en setiembre, fué teniente de gobernador en au
sencia del bachiller Avila, en ectnbre de 31, y lo volvió á ser
en junio de 38, y del gobernador San Juan Berdugo en
marzo de 48, fué casado con Francisca Lucana de Vera; tu
vo hijos, de quien hay descendencia; fundó la ermita de S.
Cristóbal en esta ciudad; era hijo de un hermano de Jaime
Jovel, llamado Pedro Jovel, descendientes de una casa muy
ilustre en Cataluña, que se dice de los Joveles.
Alonso Benitez de las Cuevas, hijo de Juan Benitez,
fué Alguacil mayor, en setiembre.
Año de 1521.

Fernando de Lugo, alguacil mayor en febrero, y te


niente de gobernador por el Adelantado D. Pedro Fernan
dez de Lugo su deudo, en ausencia del bachiller Avila, te
niente segunda vez en mayo de 32.
Juan Herrera, fué jurado de esta isla por S.M. en fe
brero.
El licenciado Juan de Santa Cruz, fué teniente de go
bernador por el primer Adelantado, en marzo, y por el se
gundo en setiembre de 26 y en junio de 30.
Año de 1522
Pedro Suarez de Balcacel, fué fiel ejecutor con voz y
voto de regidor, por muerte de Alonso de las Hijas, en mar
zo; fué hermano del licenciado Cristóbal Balcacel; Francisco
de Lugo, regidor y teniente de gobernador por el Adelanta
do su deudo, en ausencia del bachiller Avila, en mayo; fué
casado, tuvo sucesion, de donde descienden el capitan D. Pe
dro de Lugo Romero, el capitan D. Gaspar de Lugo su herma
no y el padre fray Juan de Lugo, y el licenciado D. Francis
Fernandez de Lugo, notario del santo oficio, y otros mu
Cl OS, -
Di CANARIAS. 369

Año de 1523.
El bachiller Florian Macilla, fué teniente de Goberna
dor por el Adelantado en mayo, y del gobernador Suarez en
julio de 25.
Año de 1524.

Alonso de Llerena, fué personero general de esta isla,


en abril del año de 1524, y regidor por S. M., año de 1538,
y teniente del gobernador, el licenciado Figueroa, en agos
to de 47, y del gobernador, el licenciado Miranda, en julio
de 52; fué hermano de Juan de Llerena, sobrino de Fer
nando de Llerena, regidor, fué el dicho Alonso de Llerena,
casado con Maria de Cabrera, hija de Luis de Samartin, y de
Agueda de Cabrera su muger, tuvieron tres hijos y dos hi
jas, y á cada uno de los hijos hicieron mayorazgo; cl primero
fuè Diego Gonzalez de Llarena, regidor; son sus descen
dientes el Maestre Campo D. Estéban de Llerena Calderon
y Ponte, sucesor en el mayorazgo, y el Maestre de Campo
D. Alonso Calderon Llerena, regidor y doña Inés de Lle
rena Calderon, muger del capitan D. Diego Ponte, y doña
Sebastiana de Llerena Maldonado, muger del capitan D.
Carlos Briones Samaniego; en esta ciudad; el segundo hijo
fué el licenciado Alonso de Llerena Calderon, á quien cupo
el 2.º mayorazgo y la capilla que fundó su tio Fernando de
Llerena en el convento de S Agustin, fué casado con doña
Inés Carrasco Ayala, en quien tuvo dos hijos, el uno el ca
pitan Alonso de Llerena Carrasco, de quien desciende el ca
pitan D. Alonso Lorenzo Llerena, sucesor en el 2.º mayoraz
go, y D. Fernando Arias Saavedra Llerena, y el capitan D.
Francisco de Molina Llerena y sus hermanos; el otro hijo,
fué el capitan Juan Carrasco, de quien desciende por varo
nía el capitan D. Alonso Llerena Carrasco y Ascanio, regi
dor, y D. Martin Ascanio Llerena, y el Reverendo P. Fr.
Pedro Carrasco de la órden de S. Agustin, y sus hermanos
y hermanas, y por hembra desciende el capitan D. Tomás Pe
rera de Castro, regidor, y el reverendo P. Fr. Juan Carras
co de la órden de S. Agustin.
El tercer hijo de Alonso de Llerena, y de Maria de Ca
brera, fué Luis de Samartin Llerena, regidor, que casó y
tuvo el capitan Alonso de Llerena Cabrera, que casó con D.
370 CONQUISTA

Gerónimo Cabeza de Vaca y Balcacel, cuyos hijos fueron el


capitan Luis de Samartin Llerena Cabrera, sucesor en el ma
yorazgo, y Diego de Llerena que no tuvo sucesion, y
Alonso de Llerena Cabrera y Lorenzo Suarez de Llerena,
que casó, cuyo hijo es D. Juan de Mederos, el dicho capi
tan D. Luís de Samartin Llerena Cabrera, sucesor en el di
cho mayorazgo, fué regidor, y casó con doña Elvira Yañez
Delgado, cuyos hijos son el capitan D. Alonso de Llerena
Cabrera, que sucedió en el mayorazgo, regidor que fué de
esta isla año de 1533, y el licenciado D. Francisco Llerena,
y el capitan D. Bartolomé de Llerena Cabrera; las hijas del
dicho Alonso de Llerena casaron en la Orotava, de quien
hay descendencia.
Año de 1526.

Cristóbal de Birnes, fué Alguacil mayor en enero, y


alcalde mayor en febrero de 1527 por el Adelantado en au
sencia del licenciado Tordesillas.
Francisco de Navarrete, fué mayordomo del cabildo en
el mes de julio.
Juan de Salcedo, fué jurado en un cabildo de octubre,
tuvo sucesion, que la hay en la Orotava.
El licenciado Alderete de Tordecillas, fué teniente de
gobernador por el segundo Adelantado en noviembre.
Año de 1527.

El bachiller Gerónimo do Palomares, fué teniente de


gobernador de D. Pedro Fernandez de Lugo, segundo Ade
lantado.
Bartolomé de Castro, fué mayordomo de cabildo en
marZO.

Año de 1529

Juan de Talora, fué alcalde mayor de esta isla por nom


bramiento del gobernador Pedro Fernandez de Reyna, en
diciembre.
DE CANARIAS. 871

Año de 1530.

Hernan Peraza, fué alguacil mayor en el mes de mayo.


Domingo Rizo Grimaldo, fué regidor por renunciacion
de Juan Ruiz de Requena en octubre, fué casado, tuvo una
hija llamada Magdalena Rizo que casó con Diego Benitez Sua
zo, de quien son descendientes el capitan D. Domingo Bau
tista Grimaldo y Rizo, y el reverendísimo padre Fr. Diego
Grimaldo Rizo, provincial que ha sido de esta provincia de
S. Francisco, y el capitan D. Pedro Rizo y Grimaldo, el li
cenciado Luis Rizo y Lugo, el capitan D. Diego Benitez y
Lugo, sus hermanos, el capitan D. Domingo de Cospedar y
Rizo, y el capitan D. Francisco Cospedar y Rizo su hermano,
y otros muchos en la Orotava; fundó mayorazgo para sus
descendientes.

Año de 1532.

El bachiller Francisco de Alzola, fué jurado en setiembre.


casó con Francisca de Lugo, hija de Pedro de Vergara, re
gidor, y de Ana de Lugo su muger, sobrina del Adelantado
D. Alonso de Lugo; asi lo declara en una manda de su tes
tamento el dicho año de 1525; tuvieron dos hijas y un hijo,
que fué Pedro de Vergara regidor, la una hija fué Isabel de
Lugo que casó con Lorenzo de Palenzuela, regidor, y la
otra fué Francisca de Alzola, que casó con Cristóbal de Pon
te, regidor; de todas hay descendencia. Lorenzo de Palen
zuela referido, fué regidor en octubre por renunciacion de
Pedro de Vergara, abuelo de su muger Isabel de Lugo, son
sus descendientes el capitan Lucas Palenzuela Colombo, y el
capitan Miguel de Palenzuela, y el licenciado D. Miguel Ge
rónimo Interian, y el capitan D. Juan Interian, regidor, su
hermano y demas hermanos; tuvo Lorenzo Palenzuela, her
manos y primos, asi en esta isla como en la de Canaria, de
los cuales hay mucha descendencia todos descendientes de
Alonso Rodrigo Palenzuela conquistador de Canaria su abue
lo; tuvo el dicho Alonso Rodriguez Palenzuela un hijo en
tre otros de su muger doña Isabel Mayorga Rivadeneira,
llamado Tomás de Palenzuela, de quien se continúa la varo
nia de los Palenzuelas, el cual casó con doña Inés de la Peña, en
quien tuvo un hijo y dos hijas, el hijo fué Gaspar Rodriguez
Palenzuela y Peña, patron y fundador de la capilla de Sto.
372 CONQUISTA

Tomás en el convento de san Francisco de Canaria, que ca


só con Isal el de Mirabalbachiao, de quien fué hijo entre
otros, Fernando de Palenzuela, marido de doña Costanza
Figueroa, padres de Juan Suarez de Palenzuela Figueroa,
regidor que fué de Canaria, y de Miguel de Palenzuela Ba
chicao, de quien descienden los Palenzuelas en Canaria, y
de otros que pasaron á Indias; la una hija de Tomás de Pa
lenzuela y de doña Inés de la Peña, fué doña Maria de Orte
ga Palenzuela y Peña, que casó con el capitan Juan Ariñez
y Mendoza en Canaria, de quien descienden Tomás Ariñez
de Palenzuela Quijada, y doña Juana Cancejo Quiñones,
que casó con Alonso Zurita Palenzuela su primo tercero, Re
ceptor del Santo oficio de la Inquisicion, y doña Inés Cancejo
Quiñones su hermana, que casó con Pedro Martinez de la
Vega, secretario del Santo oficio de la Inquisicion de Cana
ria, y despues lo fué de la de Sevilla, de quien hay descen
dencia en Canaria; la otra hija de los dichos, fué doña Ur
sula de la l'eña y Palenzuela, que casó con Sancho Heme
rando, vecinos que fueron de la isla de Tenerife, de quien
fué hijo el Capitan Tristan de Hemerando, que casó con do
ña Maria de Vergara, estos tuvieron un hijo y una hija, el
hijo fué el sargento mayor Lucas de Hemerando, que casó
con doña Maria de Cabrera, cuyas hijas son doña Jacinta de
S. Nicolás, y doña Ana de S. Lucas, monjas de Sta. Clara, y
doña Maria de Hemerando, muger del capitan Gaspar de
Soria Pimentel, cuyos hijos son el alferez D. Francisco de Soria,
y doña Ana de Soria, muger del alferez D. Estéban de An
cheta, y doña Catalina de S. Reymundo, monja de Sta. Clara.
La hija fué doña Maria de Vergara y Hemerando, que ca
só con el Maestre de Campo D. Tomás Grimon, 1egidor
de esta isla y alcaide del castillo principal de Sta. Cruz; tu
vieron tres hijos y tres hijas, que fueron el capitan D. Geró
nimo Grimon, regidor, el capitau D. Claudio Grimon, re
gidor, el capitan D. Tomás Grimon, doña Antonia Grimon
que casó con el capitan Alonso Vazquez de Nava, regidor.
doña Juana Grimon que casó con el capitan Cristóbal Lopez
de Vergara, doña Marciana Grimon que casó con el capitan
Bartolomé Benitez del Hoyo, regidor.
Del capitan Alonso Vazquez de Nava, y de su muger
doña Antonia Grimon, fué hijo el marques de Villa-nueva
del Prado, D. Tomás de Nava Grimon, que casó con su so
brina doña Francisca de Alvarado Grimon, padres del capi
DE CANARIAs. 373

tan D. Alonso de Nava y Alvarado, caballero de la órden de


Calatrava, y sucesor en dicho estado, y de doña Antonia de
Nava Grimon, muger del capitan D. Luis Laso de la Vega,
hijo mayor del Conde de Puertollano; del capitan Cristó
bal Lopez de Vergara, y de doña Juana Grimon, fueron
hijos el Marques de Azialcazar don Baltasar de Vergara
Grimon, y doña Maria de Vergara Grimon, que casó con
el Gobernador, que fué de estas islas, don Diego de Al
varado y Bracamonte, caballero de la órden de Santia
go, fueron sus hijos el General don Diego de Alvarado
Bracamonte, caballero de la órden de Calatrava, y maes
tre de campo, que lo fué del Tercio de Canarias en
Badajoz , y el maestre de campo don Cristóbal de Alva
rado Bracamonte, caballero de la órden de Calatrava, y
doña Francisca de Alvarado, marquesa de Villa-nueva del
Prado referida, y doña Juana de Alvarado, que casó con el
sargento mayor D. Benito Viña de Vergara, regidor.
Del capitan D. Bartolomé Benitez del Hoyo, y de doña
Marciana Grimon, es hijo el capitan D. Luis Benitez del Ho
yo, caballero de la órden de Santiago. que casó con doña
Angela Espinosa en la Orotava, son sus hijos el capitan D.
Luis Denitez del Hoyo y doña Elvira del Hoyo, que casó
con el Maestre de Campo D. Francisco de Lugo y Perera.
Tuvo Tomas de Palenzuela un hijo natural Melchor
de Palenzuela que pasó á Indias; han sido los dichos Pa
lenzuelas de Canaria ricos, como las otras descendencias
se reconocen en esta isla, y el dicho Palenzuela en Cana
ria tuvo dos ingenios, y fundó en Arucas la iglesia de S.
Juan, en donde tuvo muchas tierras: esta noticia la halla
rá el curioso, ó interesado en un árbol de los Palenzue
las, que está en poder del doctor Felipe Machado Espi
nola y Palenzuela, beneficiado de nuestra señora de los Re
medios de esta ciudad de la Laguna, de donde quité esta
rama, para dar aquí noticia de como se enjertó con la
familia de los Peñas, que no hago mucho, pues es obli
gacion mia tocandome su apellido como lo haré siempre
que hallare ocasion, aunque en las demas, por no pare
cer curioso, brevemente las refiero, y mas considerando,
que era dificultoso el intento, que necesitava de libro en
particular, por las muchas familias ilustres que tienen es
islas, tanto de los conquistadores, como de los pobla
OTCS.
374 CONQUISTA

Año de 1532

En el oficio del cabildo de esta isla de Tenerife fa


tan algunos libros, desde el año de treinta y dos, has
ta el de treinta y siete, que son cuatro años, en los cua
les fueron recibidas algunas personas en dichos puestos, de
las cuales no podré dar noticia, aunque por otros instru
mentos he hallado las siguientes.
Marcos Verde fué alguacil mayor año de treinta y
tres, el cual fué hijo de Marcos Verde de Bethencourt
y de Leonor de Leon, casó con Catalina Martin, hija de
Sebastian de Llerena, y de Ana Martin de Castillejo; son
sus descendientes el capitan D. Simon de Bethencourt, y
el doctor D. Bartolomé Alvarez Acebedo de Bethencourt
y sus hermanos, en Buenavista.
El bachiller Nuño Nuñez de Villavicencio, fué al
guacil mayor año de 32, son sus descendientes el licen
ciado José Perez Villavicencio, y otros muchos
Nuño Fernandez Camelo fué regidor año de 33; Fran
cisco de Lara, casó con Ana de Lugo, hija de Beatriz de
Lugo, parienta del Adelantado, tuvo cuatro hijos, segun
su testamento, la una hija Ana Manriquez de Lara, casó
con el capitan Martin de Alarcon, de quien es descen
diente D. Luis de Alarcon Palacio, vecino de esta ciudad
su familia se contiene en la de Pedro de Alarcon.
De los otros hermanos son descendientes el Capitan
Domingo Rizo de Cospedal, y su hermano Francisco de
Cospedal, y el reverendo padre fray Pedro de Cala, de
la órden de Sto. Domingo, y el capitan de Corazas Diego
Gallego y Callero, y sus hijas monjas, y Pedro de Cala,
patron del convento de monjas dominicas de la Villa de
la Orotava, que fundó su padre el licenciado Nicolas de
Cala, en donde hizo capilla mayor; el capitan Diego Be
nitez de Lugo, D. Juan de Castro y Nieto, regidor, y
otras personas, Alonso de Llerena fué regidor, casó con
Maria Cabrera, hija de Diego de Samartin, y de Agueda
de Cabrera, son sus descendientes el maestre de campo
D. Sebastian de Llarena Calderon, y el maestre de campo
D. Alonso de Llerena Calderon, el capitan D. Alonso de
Llerena Cabrera, el capitan D. Bartolomé de Llerena y
Delgado, el capitan D. Alonso Carrasco, y sus hermanos;
es tambien descendiente el capitan D. Alonso Lorenzo
DE CANARIAS, 375

de Llerena, y otros muchos.


Juan de Llerena conquistador, fué hermano del dicho
Alonso de Llerena, casó con Isabel de Ascanio, son sus des
cendientes el Maestre de Campo don Luis de Samartin y
Llerena y sus hermanos, el beneficiado don Diego Llerena, el
capitan don Estéban de Llerena y Cabrera.
Sebastian de Llerena fué primo-hermano de los sobre
dichos, segun parece por el testamento de su tio Fernando
de Llerena, regidor, el cual casó con Ana Martin de Casti
llejo de quien son descendientes, el licenciado Bernardo Le
ne de Llerena, el doctor don Bartolomé Alvarez Acevedo y
Betancurt, el capitan don Simon de Betancurt, el capitan
don Bartolomé de Ancheta y sus hermanos, y los capitanes
don José Navarro Maldonado, y don Juan de Miraval Ri
bero, Francisco Ramirez Machado, Diego Ramirez Ma
chado y otros.
Año de 1537.

Pedró de Almonte, fué regidor de esta isla por S.M.,


recibido en el cabildo por poderes, fué vecino primero de la
isla de la Gomera, y tambien lo fué de Canaria en donde casó
con Juana Fernandez, el cual tenia los apellidos de Peña y
Tenorio, de que usaron sus hijos.
El dicho Pedro de Almonte, murió en la isla de la Go
mera año de 1544, en donde hizo su testamento, y la dicha
su muger Juana Fernandez, murió en esta Isla de Tenerife,
otorgó su testamento ante Francisco de Rojas en el mes de
febrero año de 1551, y su codicilo ante Francisco Mar
ques en dicho año, Tuvieron tres hijos y dos hijas, que fue
ron Miguel Gerónimo de la Peña, Alonso Jaimez de la Peña,
Pablo Jaimez de la Peña, Isabel Nuñez Tenorio, Beatriz de
Almonte; la sucesion de estos hermanos la referiré segun
me consta por instrumentos. -

Miguel Gerónimo de la Peña, hijo mayor del dicho Pe


dro Almonte, fué casado con Francisca Jimenez, en quien
tuvo una hija, llamada Juana Gerónima, que casó con Juan
Guerra, primer mayorazgo de Guerra, hijo de Fernando
Estéban Guerra y de su muger Juana Martinez; el dicho Juan
Guerra, fué regidor de esta isla de Tenerife, en donde falle
ció y otorgó su testamento ante Blas del Castillo, año de
1573, y su muger Juana Gerónima ante Juan Nuñez, Jaimez
376 CONQUISTA

año de 1582 de donde consta tuvieron cinco hijos y seis hi


jas, el primero fué Hernando Estéban Guerra, sucesor en
el mayorazgo, regidor, casó con doña Maria de Castilla Pe
raza, hija del conde de la Gomera, el dicho otorgó su testa
mento ante Juan Cabrera año de 1600, tuvieron por hijos
al capitan D. Juan Guerra gobernador en Indias que no tu
vo sucesion, y al reverendo padre Fr. Jernando Guerra,
de la órden de Sto. Domingo, al licenciado D. Guillen Pe
raza presbítero y á D. Andrés Peraza de Ayala, que casó
con doña Isabel de Ascanio y Guerra, padres del capitan D.
Hernando Guerra, sucesor en el mayorazgo, que casó con do
ña Clara Llerena Calderon, cuyos hijos fueron los capita
nes D. José Guerra, D. Andrés Guerra y doña Catalina
de Jesus, monja de Sta. Clara en la Orotava, que goza el
mayorazgo.
Otro hijo de Hernando Estéban Guerra y de doña Ma
ria Castilla, fué el capitan Lope Hernandez de la Guerra,
que casó con doña Maria Guillen del Castillo, cuyo hijo es
el capitan D. Fernando de la Guerra, que está casado en
esta ciudad de la Laguna con doña Hipólita Sobranis de
Hinojosa; mas tuvieron á Hernando Estéban Guerra, y á
doña Maria de Castilla.
Las hijas fueron, la una doña Mariana de Ayala, que
casó con Juan de Ascanio que no tuvo sucesion, la otra fué
doña Inés de Castilla, muger de Garcia Balcacel y Lugo,
cuya hija fué doña Ana Balcacel y Castilla, que casó con
el capitan José de Llerena Calderon, padres del capi
tan D. Estéban de Llerena Calderon, sucesor en el primer
mayorazgo de Llerena, el cual casó con doña Magdalena de
Aponte Asoza, de quien es hijo el capitan D. Estéban de
Llerena Calderon Aponte; tambien es hija de los dichos
José de Llerena, y de doña Ana Balcacel, doña Ines de
Llerena Calderon, muger del capitan D. Diego de Apon
te regidor, cuyos hijos son D. Bartolomé de Aponte y
doña Mariana de Ponte Llerena, y doña Paula de Ponte
muger del sobredicho D. Esteban de Llerena Calderon
Aponte su primo hermano, y doña Maria de Llerena, y
Castilla, y doña Ana de la Trinidad, monja de Santa Cata
lina en esta ciudad.
El segundo hijo de Juan Guerra y de Juana Geró
nimo fuè Miguel Guerra regidor, que casó con Ines Pe
rez, otorgó su tostamento ante Juan Nuñez Jaime año
DE CANARIAS. 377

de mil quinientos y ochenta y dos, tuvieron dos hijos y


una hija, el uno fué el licenciado Miguel Guerra, que mu
rió sin sucesion, el otro fué el capitan Alonso Guerra, que
casó con doña Francisca de Quiñones, cuyos hijos fueron el
capitan de corazas Miguel Guerra de Quiñones, regidor, casó
con doña Isabel Calderon Estrada, Padres del capitan D. Alon
so de la Guerra Calderon, y de el capitan D. Gaspar Guer
ra Quiñones, y del reverendo padre lector fray José Guer
ra de la órden de San Agustin, y del licenciado D. An
tonio Benitez de la Guerra, y de doña Francisca Guerra
Quiñones, muger del maestre de campo D. Pedro de Ver
gara Alzola, regidor y de doña Ana de Santa Teresa, Mon
8.

Otro hijo de los dichos Alonso Guerra y doña Fran


cisca de Quiñones es el muy reverendo padre fray Gaspar
Guerra, provincial que ha sido de la órden de S. Agustin
en esta provincia.
- La hija fué doña Clara Guerra, que casó con el capi
tan Gonzalo Fernandez de Ocampo padres del capitan D.
Francisco de Coba Ocampo, regidor, y de doña Juana de
Ocampo muger del capitan Diego Perera de Castro regidor.
El tercer hijo de Juan Guerra y de su muger Juana Ge
rónima, fué Nicomedio Guerra, el cuarto fué Luis Guer
ra el quinto Juan Guerra.
La primera hija de la segunda vez que se casó, fué
Mariana Guerra, muger de Juan Colombo, Regidor, cuya
hija fué Doña Maria Colombo y Guerra, muger que fué
del capitan Don Alonso Llerena Carrasco, caballero de
la órden de Santiago, y Alguacil mayor de la Inquisicion
de estas islas, no tuvo hijos.
La scgunda hija fué Juana Gerónima, muger de Ber
nardo Justiniano, Regidor, no dejaron sucesion; son los
que fundaron la capilla de nuestra Señora de los Ange
les en el convento de S. Francisco.
La tercera hija fué Clara Guerra, que casó con Jo
sé Ballejo de Contreras, tuvieron dos hijos y una hija,
el hijo fué el capitan Don Pedro Ballejo que casó con Do
ña Arguenta de Alarcon y Franquis, padres del muy Re
- verendo padre Fray Jacinto de Contreras de la órden de
Santo Domingo, y de Doña Clara Guerra Contreras, mu
ger del capitan y sargento mayor, Juan Boulen Ocampo,
cuyos hijos son el capitan D. Pedro Tomas uien, y el
O
378 CONQUISTA

capitan Don Luis Tomas Boulen y el Licenciado D. Ber


nardo Tomas Boulen de Ocampo y Guerra. El otro hijo
fué el capitan Juan Guerra de Contreras, que casó con
Doña Maria Manuel, cuya hija fué Doña Gabriela de Con
treras Guerra, muger del capitan D. Diego Gallegos, Al
guacil mayor de la Real Audiencia, padres de D. Fran
cisco Gallegos Guerra, y de otra hija en Canaria; la hi
ja fué Doña Maria de Contreras Guerra, , que casó con
el capitan Diego de Llerena Maldonado, de quien fueron
hijos el capitan Don José de Olivares Llerena caballero
de la Orden de Santiago, que casó y no tuvo sucesion,
y el Licenciado D. Diego de Llerena, Dean que fué en la
Santa Iglesia de Cuenca, y Doña Sebastiana de Llerena,
muger del Capitan D. Carlos de Briones Samaniego, cu
yos hijos son el capitan D. Francisco de Briones, D. Luis
de Briones, D. Cárlos de Briones.
La cuarta, quinta y sexta hija del sobre dicho, fue
ron Francisca de los Angeles, Maria de la Cruz, y Ana
de Santa Maria, todas monjas.
Esta sucesion referida es la de Miguel Gerónimo, se
gun me ha constado por instrumentos, y aunque de algu
nos no doy noticia, es porque no tuvieron hijos, y por no
poner confusion, que mas es para pintada, ha habido en ella
muchos Regidores, Alcaides de los castillos, y otros pues
tos honoríficos.
Alonso Jaimez de la Peña, hijo segundo de Pedro de
Almonte, y de Juana Fernandez su muger, fué Regidor,
como en su lugar se dirá, año de 1557 fué vecino de es
ta isla en Garachico, y casado con Isabel Herrera, tuvieron
dos hijos y una hija, el un hijo fué Diego Jaimez de la Pe
ña, el otro fué Alonso Jaimez, que casó con Isabel Navarro
cuyos hijos fueron Pablo, Tomas, Isabel de la Peña; asi pa
rece por la tutela de los dichos, ante Juan de Ancheta,
año de 1576. La hija fué Maria de la Peña que casó en
esta Ciudad con Juan de Bermeo Cabrera, hijo de Balta
sar de Bermeo, y de su muger Ana de Cabrera, cuyos hi
jos fueron Luis de Bermeo, que murió en las Indias sin su
cesion, y Doña Catalina de la Peña, muger del capitan
Francisco Nuñez Barbosa, no tuvo sucesion, y Doña Geró
nima de Cabrera y Peña, que casó con Pedro de Villaroel,
padres del Licenciado D. Andres Villaroel de la Peña, be
neficiado que fué de la parroquial de nuestra Señora de
DE CANARIAS. 379

la Concepcion en esta Ciudad, en donde instituyó una cape


llanía para sus deudos, y del capitan D. Juan de Bermeo
Peña, que casó con Doña Beatriz y Salas, y de Doña
jun de Santa Margarita, monja de Santa Catalina, y de
Doña María de Villaroel, muger del capitan Gonzalo de
Estrada, Familiar del Santo Oficio de la Inquisicion, y de
Doña Ana Tenorio, muger que fué del capitan Gaspar
Yañez Espinola, de quien hay hijos. Esta sucesion
referida es de Alonso Jaimez, Regidor, el cual murió por
los años de 1568 en Garachico.
Pablo Jaimez de la Peña, hijo de Pedro de Almonte,
y de Juana Fernandez su muger, fué Regidor en la Go
mera, casó con Leonor de la Peña, su deuda, hija de Pe
dro de la Peña y Luisa Gonzalez Miñolí, los cuales tu
vieron mas hijos, que pasaron á Indias y se casaron algunos
en Garachico; el dicho Pablo Jaimez, y la dicha su muger
tuvieron cuatro hijos y una hija, que fueron el licenciado
Francisco Velez de la Peña, racionero de la Sta. Iglesia de
Sevilla, el cual fundó en dicha Iglesia una capellanía pa
ra sus deudos que fuesen á estudiar. Pedro Jaimez de Al
monte fué el segundo hijo, fué Regidor y fiel ejecutor,
que lo fué de la Palma, Maestre de Campo y Alcalde
mayor de Daute, no tuvo sucesion; el tercero fuè Anto
nio de la Peña que casó y fué su hija Doña Ana Teno
rio que casó con el capitan Don Andrés Belcacel y Lu
go de quien fué hijo el capitan D. Antonio de la Peña
y Lugo que casó con Doña Isabel Viña de Vergara, cu
yos hijos son D. Nicolas de Lugo y Peña, y D. Anto
nío de la Peña Vergara. La hija fué Catalina de la Peña
que casó con Diego de Zamora, Regidor y Gobernador
ue fué de la Gomera cuyo hijo fué Antonio de la Peña
¿ Zamora, que casó con Doña Marcelina de la Pe
ña su prima hermana cuya sucesion adelante se dirá.
El otro hijo de Pablo Jaimez de la Peña, y de la dicha
su muger, fué Rodrigo de la Peña, señor en parte de la
Gomera, por traspaso que en él hizo el Racionero Peña su
hermano; fué vecino y casado en la isla de la Gomera,
tuvo cuatro hijas, la una fué Doña Laza de la Peña que
no tuvo hijos, la otra fué Doña Leonor de la Peña, que
casó con D. Antonio de Rojas y Sandoval, conde de la
Gomera y presidente que fué de Guatemala, no tuvo su
cesion, otra fué Doña Ines de la Peña, que casó con D,
380 CONQUISTA

-Gaspar de Castilla, conde de la Gomera, tuvieron un hi


jo y dos hijas, el hijo fué D. Diego de Sandoval y Rojas
conde de la Gomera, que casó en la Palma con Doña Ma
ria Bandala, cuyos hijos son D. Gaspar de Castilla, con
de de la Gomera, que casó con Doña Isabel de Aponte, y
murió sin sucesion, y D. Diego de Rojas, que sucedió en
el estado, y casó con Doña Mariana de Aponte, de quien
es hijo el conde D. Juan Bautista de Rojas que ha su
cedido en dicho título, otros hijos son D. Pedro de Ro
jas y Sandoval, patron del convento de la Merced en Se
villa y Doña Ines de S. Diego, monja en Santa Clara de la
- Palma y Doña Antonia de Rojas y Sandoval, que murió.
La una hija del conde D. Gaspar de Castilla, y de la
- condesa Doña Ines de la Peña, fue Doña Margarita de la
Peña que no tuvo sucesion. La otra fué Doña Polonia de
la Peña, que casó con el capitan D. Alonso de Aponte Ji
menez en Garachico, de quien son hijos el capitan y Sar
gento mayor don Gaspar de Aponte y los capitanes don
Juan, don Antonio, don Pedro, don Guillen de Aponte
Jimenez, y doña Ana de Aponte Jimenez y doña Maria
de Aponte Castilla y Peña, que casó con el Maestre de
Campo don Juan Bautista de Aponte Paxes, caballero de
la Orden de Santiago, marques de Adeje, de quien son
hijas doña Mariana de Ponte, que siendo viuda del con
de de la Gomera don Diego de Rojas su tio, casó con
el capitan don Nicoloso de Aponte su primo, y doña Polo
«nia de Ponte, que casó con el capitan don Juan de Apon
te, dos hermanos con dos hermanas y caballeros de la
Orden de Santiago, y doña Maria de Aponte y Castilla.
Los dichos dos hermanos y una señora llamada doña Po
lonia de Aponte y Peña, son hijos del dicho capitan y
Sargento mayor don Gaspar de Aponte Gimenez y de do
ña Paula de Aponte y Asoza su muger, la otra hija de
Rodrigo de la Peña y su muger fué doña Marcelina de
la Peña que casó con Antonio de la Peña Saavedra y
Zamora referido; tuvieron, cuatro hijos y dos hijas, el uno
fué el Licenciado don Francisco de la Peña, canónigo que
fué en Sevilla, el otro don Gonzalo de la Peña, benefi
ciado de la Gomera y comisario del santo oficio, el otro el
capitan don Gaspar de la Peña, gobernador que fué en las
Irdias, adonde murió sin sucesion, el otro el capitan don An
to io de la Peña Saavedra, regidor que fué de esta isla de Te
DE CANARIAS. 381.

merife, cuyo hijo es el capitan don Antonio de la Peña, re


gidor, que casó en el Realejo de abajo con doña Luciana
de Gordojuela y Mesa. La una hija fué doña Ana de la
Peña, que casó con el capitan don Luis Fernandez Prieto,
cuya hija fué doña Lucia de la Peña y Prieto, que casó con
el capitan y sargento mayor don Juan de Urbina Aguilus, ca
ballero de la órden de Santiago, corregidor y capitan á
guerra de esta isla de Tenerife y Palma; murió sin suce
sion, la otra hija fué doña Francisca de la Peña y Prieto, que
casó con el capitan don Francisco del Hoyo, tuvieron tres
hijos, que fueron el capitan don Francisco del Hoyo y Pe
ña, que casó con doña Lucia Franquis y Lugo, padres de
doña Francisca de la Peña y Prieto, muger del capitan don
Alonso Carrasco, regidor y alguacil mayor del santo oficio,
y doña Juana de Sta. Clara, monja de S. Francisco, y el
capitan don Garcia del Hoyo y Peña, Señor en parte dela Gome
ra, no tuvo sucesion, y don Gaspar del Hoyo y Peña. La hi
ja de Pedro Jaimez y de su muger Catalina de la Peña,
casó con Diego de Zamora, gobernador y regidor que fué
de la Gomera, tuvo hijos. -

Isabel Nuñez fué la una hija de Pedro de Almonte


y de Juana Fernandez, casó dos veces, la primera con Alon
so Fernandez de Cordóva, la segunda con Martin Sanchez,
otorgó la dicha su testamento en esta ciudad ante Juan
Ancheta, año de 1580, del segundo matrimonio, tuvo hi
jos, de primero fueron Juan Nuñez Jaimez que casó, y tu
vo por hijo á Miguel Gerónimo, Leonor Diaz, Beatriz Nu
ñez de la Peña, que casó con Gonzalo Sanchez Falcon,
de quien desciende el muy reverendo padre fray Gregorio
de Albornoz de la órden de S. Agustin. -

Beatriz de Almonte fué la otra hija del dicho Pedro


de Ahmonte, casó en la Gomera, tuvo hijos, y algunos
pasaron á Garachico adonde casaron.
º Esta sucesion es de Pedro de Almonte y su muger
Jual, Fernandez, la cual me ha constado por instrumen
tos, que aunque la pudiera alargar mas, pero por no ser
prolijo la dejo.

- Año de 1538. -

..., Pedro Trujillo fué fiel ejecutor con voz y voto de re


gidor, en el mes de Marzo, . . . . . . . . .
382 CONQUISTA

Pedro de Aponte fué regidor por su Magestad en julio,


fué gobernador de esta isla nombrado por el cabildo por
muerte del gobernador Plaza, era hermano de Bartolomé
de Aponte, hijos de Cristóbal de Aponte y Ana de Ver
gara, patronos del convento de S. Francisco de Garachi
co, fueron estos dos hermanos casados con dos hermanas.
Pedro de Aponte con Catalina de Cuevas, y Bartolomé de
Aponte con Maria de las Cuevas, y de estos dos herma
nos es descendiente la familia de los Apontes de esta isla,
de quien desciende por varonía el maestre de campo D.
Juan Bautista de Aponte Marqués de Adeje caballero de
la órden de Santiago, el capitan D. Gerónimo Aponte y
Fonte, caballero de la órden de Calatrava, y el capitan D.
Gaspar de Aponte Jimenez, Sargento mayor, padre de los
capitanes D. Nicoloso de Aponte, D. Juan de Aponte Ji
menez, caballero de la dicha órden, y el capitan de aca
ballo D. Diego de Aponte Asoza caballero de la órden de
Calatrava, y el capitan D. Andrés de Aponte y Asoza,
regidores, y demas hermanos, y el maestre de campo don
Cristóbal de Aponte, y el maestre de campo don Pedro
de Aponte su hermano, y otras muchas personas por va
ronía, y hembra.
Juan Lopez de Asoza, fué alcalde mayor por nom
bramiento del gobernador Alonso Yañez Dávila, en el mes
de julio, fué escribano mayor del cabildo, año de 1539
fué alguacil mayor en octubre de dicho año. Fué tenien
te del gobernador Juan Berdugo, en agosto, y regidor año
de 1571; fué casado con Leonor de Nava y Mesa, tuvie
ron seis hijos, Simon de Asoza regidor, Juan de Asoza
regidor, Lope de Asoza regidor, que tuvieron sucesion,
y en su lugar se referirá, y Anton de Asoza, Luis de Aso
za, y Francisco de Asoza, vecinos que fueron en esta
ciudad.
Juan de Ascanio, fué mayordomo de cabildo, era hi
jo de Bautista de Ascanio. a
Año de 1539.

Hernan Gonzalez de la fué alguacil mayor


en febrero, y lo volvió á ser en febrero del año de 1547,
y regidor por su Magestad por renunciacion de Lorenzo
e Palenzuela, en enero de 1553, fué casado con Isabel
DE CANARIAS. 383.

Perdómo, fueron sus hijos Pedro de Hinojosa, y el licen


ciado Perdomo de Hinojosa, de quien hay sucesion.
El bachiller Francisco Sanchez, fué teniente, y al
calde mayor del gobernador Avila, en Febrero.
Juan Marqués; fué mayordomo del Cabildo en Mayo.
Luis de Lugo fué alguacil mayor, en octubre, y al
calde mayor, y del gobernador Avila, en dicho mes.

Año de 1540.

Pedro Hernandez de Lugo, deudo del Adelantado,


fué regidor por su Magestad, en mayo.
Sancho de Urtacorte, fué teniente de alguacil mayor
en Agosto.
Juan Ortiz de Gomeztegui, fué teniente de alguacil
mayor, en Setiembre, y mayordomo del cabildo en enero
de 1545.

Año de 1541.

El bachiller Baltolomé Perez, fué teniente del Gober


mador S. Juan Berdugo, en febrero.
Juan de Meneses, fué regidor por renunciacion de su
padre, en abril, y teniente del gobernador Miranda, en mar—
zo de 53. Era hijo del bachiller Pedro Fernandez, y D.º
Sancha dé Meneses su muger.
Juan de Baena, fué teniente de alguacil mayor,
en agosto.
Fabian Viña fue regidor, por su Magestad, en Junio.
Año de 1543.

Bartolomé Jovel fué Personero general de esta isla,


en Febrero, y en Mayo de 50 fué Jurado de esta isla,
en Diciembre del año de 1558; era hijo de Jayme Jovel
y de Olaya Fonte, su muger, de quien hay sucesion en
esta isla, como queda referida.
El capitan Lope de Mesa, fué regidor, por su Ma
gestad en agosto, fué hijo de Diego de Mesa regidor,
como queda dicho.
Antonio de Castrejon, fue alguacil mayor, y Alcalde
384 coNQUIsTA :

mayor en Noviembre. , , , . :
Juan Bautista Cazeña, fué teniente de alguacil ma
yor, en Febrero, - "s

Ano de 1541.
El capitan Juan Benitez de las Cuevas, fué regidor.
por su Magestad en Setiembre, casó con D." Maria Abar
ca del Hoyo, es su descendiente don Luis Benitez del
Hoyo, caballero de la órden de Santiago,
Felipe Jacome de las Cuevas, fué Jurado por renun
ciacion del Bachiller Alonso Belmonte su padre, en Ma
yo de 45. * -

El capitan Pedro Interian, fué regidor de esta isla,


por su Magestad, en Octubre, fué su hijo Agustin Inte
tian, de quien descienden por varpnia el capitan don
Pedro Interian, y el capitan don Juan Interian, regido
res, y el licenciado don Miguel Gerónimo Interian Aya
la, y el licenciado don Agustin Interian abogado, y otros
hermanos, por hembra el capitan don Juan de Franquis,
el capitan don Carlos de Franquis, en la Orotava, y
otras personas. - • -

Año de 1545.
-

El capitan don Juan de Ancheta, fué jurado de es


ta isla, por su Magestad, en Abril; fué mensagero de
ella á Cortes de su Magestad, casó con Miéncia Diaz de
Clavijo, viuda del buchiller Nuño Nuñez, tuvieron hijos,
de los cuales fué uno el Vble. padre José de Ancheta,
de la compañia de Jesus, bien conocido por su santidad,
y exemplar vida, son descendientes de los dichos Juan
de Ancheta, y de Mencia Diaz de Clavijo, el muy reve
rendo padre maestro Fray José de Ancheta, Provincial
que ha sido dos veces de su Provincia de San Agustin
de estas islas, y el capitan don Bartolomé de Ancheta,
y el capitan don Tomas de Ancheta, y don Estevan de
Ancheta, y el licenciado don Agustin de Ancheta, y el
muy Reverendo padre Fray Antonio de Ancheta de la
órden de San Agustin, todos hermanos y una hermana,
es descendiente el alferez Juan de Ancheta, que se casó
en la Orotava, y por hembra lo son el capitan den Ma
DE CANARIAS. 385

tias Voza de Lima, y don Gerónimo de Voza y Lima,


Familiares del Santo Oficio de la inquisicion, el licencia
do don Diego Voza Cabrejas de Lima, su hermano, y
el licenciado don Francisco Fiesco del Castillo, regidor,
y el licenciado don Francisco Garcia Sanchez..., teniente,
que es de la isla de la Palma, y el” alferez Claviobigot
Áncheta, y el capitan don Juan de Mirabal Ribero, y
Juan de Ancheta, y otros muchos. - 3
- º

Año de 1546. º

Rodrigo de Albear, fue alguacil mayor, en diciembre.


El licenciado Gabriel Garcia, fué teniente del gober
nador Figueroa, en diciembre.
- ", y
Año de 1547. .
-

El capitan Bernardino de las Cuevas, fué Mayordo


mo del cabildo, y lo volvió á ser en el año de 1552.
El licenciado Bartolomé de Afonseca, fué teniente,
del gobernador Figueroa, en febrero, y del gobernador
Ayora en diciembre del año 1549, y del gobernador Cepe
da, en noviembre de 1557, fué regidor por su Magestad,
por renunciacion del licenciado Diego de Arguijo, en fe
brero del año de 1558, era hijo de Andrés Suarez Ga
llinato regidor, y de su muger doña Juana Lobon.
Juan Garcia del Castillo, fué personero general de
esta isla en mayo, fué hijo del capitan don Fernando
arcia del Castillo, caballero de le órden de Santiago,
que casó con la infanta Dácil, hija del Rey Bencomo de
Taoro, por amores que segun se reconoce, se le debió
buena parte de la conquista de esta isla al dicho capitan
Castillo, el cual tuvo repartimientos de tierras en las par
tes de Abona, en los llanos que llaman de Luis Garcia
su nieto, y en otras partes; el cual Luis Garcia del Cas
tillo, tuvo por hijos al capitan Antonio Garcia del Casti
llo, al capitan Juan Garcia del Castillo, al capitan
Luis Garcia del Castillo, al capitan Pedro Garcia del Castillo,
al padre fray Diego Garcia á Sor Maria de Jesus monja de
santa Clara en la Orotava. . . . 2 ,
. El capitan Juan Garcia, casó en Chasma, tuvo por hi
jos á D. Pedro Garcia del Castillo, y á doña Maria del Cas
86 coNQUIsTA

tillo, que casó con el capitan D. Pedro Soler de Padilla, tu


vieron dos hijos; que murieron de poca edad, y una hija
doña Maria del Castillo, que sucedió en el mayorazgo, ca
só con D. Cosme Carreño de Prendís.
El capitan Pedro Garcia dcl Castillo, casó en la ciudad
de la Laguna con doña Isabel de Lucena, que para timbre
de su calidad, le bastaha solamente ser hermana de aquel
apostólico varon, el maestro Fr. Antonio de Lucena, de la
órden de Sto. Domingo, lustre de la isla de Tenerife por
su virtud y por sus grandes letras á quien honró la ciudad en
su muerte, con hacerle honras y túmulo, asistiendo todos
los regidores con luto, y Maceros como suelen hacer á una
persona real, como todo consta de los librós Capitulares;
predicó en esta funcion el Padre Maestro Fray Pedro de Que
sada y Molina de la órden de nuestra Señora del Cármen.
En fin, el capitan Pedro Garcia del Castillo, de este ma
trimonio tuvo por hijos al padre presentado fray Francis
co Garcia del Castillo, y al padre fray Juan Garcia del
Castillo que fué prior en el convento de Santo Do
mingo de la villa de la Orotava y al padre fray Antonio
Lucena, de la órden de S. Agustin y à doña Maria Garcia
del Castillo que casó y tuvo por hijo al licenciado don Die
go Ramos del Castillo, de legítimo matrimonio, presbitero.
El capitan Antonio Garcia del Castillo, casó en la
Villa de la Orotava, tuvo por hijos al capitan don An
tonio Garcia del Castillo, y á don Juan Lozano del Cas
tillo presbitero.
El capitan don Antonio Garcia, casó con doña Lucia
Fonte Palacio, hija del capitan don Nicolás Fonte del Cas
tillo y de doña Maria Gordojuela y Palacio.
El capitan don Luis Garcia del Castillo, casó en la
Laguna, tuvo por hijos al maestro Fr. Angel Garcia del Cas
tillo, provincial que fué de la órden de S. Agustin, y á don
Juan Garcia del Castillo, y á doña Maria del Castillo, , que
casó en Sta. Cruz con Juan Cabrera Real, tuvo por hijos
al licenciado don Luis Cabrera del Castillo, presbítero, y
á don Juan Cabrera del Castillo y otros hijos; con
que los de esta familia, no solo son descendientes del con
quistador, sino del Rey que actualmente era cuando se ganó
la isla: tambien son descendientes del conquistador, que lla
maron el valiente Maninidra, descendiente del Rey Guanar
teme de Canaria que emparentaron por casamiento. Esto
DE CANARIAS, 387

me consta por papeles é informaciones que estan en el oficio


de Diego de Paz en la Orotava.
Año de 1548.

El captan Agustin Interian, fué regidor por S. M.


por renunciacion de Pedro Interian su padre, en mayo.
Diégo Carrillo, fué alguacil mayor y alcalde mayor,
por el gobernador Ayora, en junio.
Año de 1549.

El licenciado Cepeda, fué teniente de gobernador pa


ra la residencia y descargos del gobernador Figueroa, en
mayo.
Juan Bautista de Arguijo, fué regidor por S. M., en
octubre.

Año de 1550.

El capitan Anton Fonte, fué regidor por S. M. en enero,


fué casado con Catalina Gonzalez del Castillo, tuvo hijos,
de quien descienden el capitan don Antonio Fonte, jurado
de esta isla, y el capitan don Lope Fonte, y el maestre de
campo don Tomás Fonte en Canaria, y el capitan don Juan
de Franquis, regidor, y el capitan don Carlos de Franquis
su hermano, el capitan don Miguel de Alfaro y su hermano
don Francisco Tomás de Alfaro, caballero de la órden de
Alcántara, el capitan don Nicolás Fernandez Fonte del Cas
tillo, y otros muchos.
El doctor Juan Fiesco, fué regidor por S. M., en ma
o, fué casado con Olaya Fonte del Castillo, hija de los sobre
ichos Anton Fonte y su muger Catalina Gonzalez del Casti
llo de quien son descendientes por varonia el licenciado don
Francisco Fiesco del Castillo, regidor y doña Juana Fiesco,
muger del capitan don Andrés de Aponte Asoza, regidor,
y otras personas, y por hembra el maestre de Campo, don
Bartolomé Benitez de las Cuevas, el capitan don Luis Be
nitez de las Cuevas Fiesco su hermano, y otras personas.
Hernando de Heredia, fué alguacil mayor y alcalde ma
yor, por nombramiento del gobernador Estrada, en junio,
Juan Ruiz de Leiva, y Hernando de Mena, fueron
388 CONQUISTA

tenientes del alguacil mayor en junio.


Diego Duque de Estrada, fué teniente del goberna
dor Estrada, en octubre. -

Francisco Sambrana, fuè alguacil mayor en el mes


de julio.
El licenciado Diego de Arguijo, fué teniente del go
bernador Estrada, en octubre, y regidor por su Magestad
en febrero, del año de 1561, y teniente del gobernador
Armonteros, en julio de 63, y teniente del gobernador
Moreno, en mayo de 82, tuvo sucesion.
Año de 1551.

El capitan Francisco Perez de Victoria, fué jurado


por su Magestad, en octubre, y regidor en febrero de 58,
fué casado con Beatriz de los Olivos, son sus descendien
tes el muy reverendo padre fray Gregorio de Albornoz,
de la órden de san Agustin, y sus hermanos.

Año de 1552.
Diego Perez Lorenzo, fué guardamayor y mayor
domo de la artillería del castillo de Santa Cruz. en el mes
de abril.
Alonso Vazquez de Nava, fué personero general de
esta isla en noviembre, fué casado con doña Beatriz Guer
ra, hija de Hernando Esteban Guerra, y de su muger Jua
na Martinez, de quien es su heredero en el mayorazgo,
el maestre de campo don Tomas de Nava Grimon, Mar
qués de Villanueva del Prado, padre del capitan don Alon
so de Nava Grimon, y Alvarado Bracamonte, caballero de
la órden de Calatrava, y el capitan don Alonso Pacheco
Solis, y sus hermanos, y otros muchos mas, que en sus
lugares se referiran. -

Año de 1554.

Fernando de Trujillo, fué regidor por su Magestad


por renunciacion de Hernan Gonzalez, en marzo.
Alonso Yañez, fué alguacil mayor en dicho mes.
Diego Lopez, fué teniente de aguacil mayor en di
«e

DE CANARIAS. 389

ciembre. - - - -

Apolo Mainel, fué mayordomo del cabildo, en abril.


Advierto al lector, que todos los regidores, que de
este año de 54 en adelante se recibieron, fueron por pro
vision real, no obstante que algunos de los años ante
cedentes fueron de esta calidad, como queda advertido
en su lugar, porque los demas lo eran por nombramien
to de los Adelantados.
Juan del Alamo, fué guarda del castillo de Santa
Cruz.
El licenciado Lorenzo Yañez Borrero, fué teniente
del gobernador Cepeda, en abril. -

Alonso Suarez de Toledo, se halla en un cabildo de


dicho año, alcalde mayor.
Año de 1555.

El licenciado Melchor Mancilla de Lugo, fué alcalde


mayor, y teniente del gobernador Cepeda, fué personero
general de esta isla, año de 1561, y teniente del gober
nador Plaza, en marzo de dicho año.
Pedro de Alarcon, señor del heredamiento de Güi
mar, en el valle de nuestra señora de Candelaria, patro
na de estas islas, fué capitan general de la armada de
las costas del Africa, y aprestó algunos navios en diferen
tes ocasiones á su costa. Fué personero general, en marzo,
por esta isla de Tenerife, y regidor que tambien lo fué
en Ayamonte de Andalucia; era hijo del capitan Alar
con, que fué casado dos veces en Ayamonte, donde era
natural, y en Lanzarote de los dos matrimonios, tuvo hi
jos, el cual fué uno de los mas valerosos conquistadores
á quien tocaron las tierras de Güimar; era pariente del
Marqués de Ayamonte, adonde tenia sus casas casi igua
les á las del dicho Marqués, con las armas de los Zevallos,
y encima las de los Alarcones; tuvo tres hermanos y una
hermana, el uno fué Hernando de Alarcon, caballero de
la órden de Santiago, y venticuatro de Sevilla, que casó
con doña Teresa Laso de la Vega, que por no tener su
cesion dejó su hacienda al dicho su hermano, por cuya
causa se volvió á España, su testamento se hallará en Se
villa, ante Juan de Medina, año de 1491, el otro fué Pe
dro Ruiz de Alarcon, que casó en Córdova con una se
390 CONQUISTA

ñora de lo mejor de la ciudad, en donde tiene sucesion.


El otro se casó en la Hoja , del obispado de Cuenca, en
donde tuvo hijos; fueron hijos de Martin de Alarcon,
el maestro de campo que estuvo en la conquista de Gra
nada, fué uno de los que dispusieron la obra de santa Fé;
fue alcaide de Bataubi, y lo habia sido de Porcuna, el cual
fué hermano de Pedro Ruiz, de Alarcon, á cuyo cargo
salió el señor Alar con de edad de diez y ocho años, de ca
sa de sus padres, á servir á sus Magestades cotólicas á la
conquista de Granada, como se puede ver por el libro de
sus heróicos hechos.
Pedro de Alarcon , tuvo dos hermanos segun consta por
su testamento, el uno fué Diego de la Peña y Alarcon, el otro
Hernan Baeza de Alarcon, cuyas descendencias son co
mo se siguen.
El dicho Pedro de Alarcon fué casado dos veces, y la
primera en Lanzarote con Juana Ramirez, en quien tuvo
á Martin de Alarcon que murió en Indias, y á Francisco de
Alarcon que aunque se casó, no dejó sucesion.
La segunda se casó con Arguenta de Franquis y Betan
curt, en quien tuvo un hijo y una hija, el hijo Hernando de
Alarcon, casó con doña Maria Fonseca y Mesia, hija del go
bernador Juan Alvarez de Afonseca, y de su muger Beatriz
Manriquez Mesia: tuvieron por hijos á don Pedro de Alar
con y Afonseca, caballero de la órden de Santiago y gober
nador que fué de Santiago de Cuba y Capulero, cuya descen
dencia se dirá mas adelante, y á doña Arguenta de Alarcon
y Franquis, muger del capitan don Pedro Ballejo de Con
treras cuyos hijos son el reverendo padre fray Jacinto de Con
treras de la órden de predicadores, y doña Clara de Contre
ras y Guerra, que casó con el capitan y sargento mayor don
Juan Tomás Boulen Ocampo, padres del capitan don Pedro
Tomás Boulen, y del capitan don Luis Boulen y del licen
ciado don Bernardo Boulen de Ocampo, vecinos en esta
ciudad.
La hija del dicho Pedro de Alarcon del segundo ma
trimonio, fué doña Leonor de la Peña y Alarcon, que casó
con don Luis Orozco de Sta. Cruz, regidor que fué en la
isla de la Palma, y capitan general de la Armada de Ber
cia en las Costas del Africa, cuya descendencia está en la
isla de la Palma; aunque una hija del dicho don Luis Oroz
co, llamada doña Maria de Alarcon y Peña, casó en esta isla
DE CANARIAS. 391

con el capitan don Pedro Fresneda, cuya hija es doña Ma


ria Fresneda de Alarcon, que casó con el capitan don Ra
fael Romero, padres del capitan don Pedro Romero Fresne
da regidor, y de doña Juana Fresneda y doña Rafaela Rome
ro; el dicho Pedro de Alarcon, otorgó su testamento
ante Francisco Marqués en esta ciudad, año de mil quinien
tos y sesenta y ocho.
Diego de la Peña y Alarcon, fué alguacil mayor en el
añó de mil quinientos y sesenta y seis, hermano del dicho
Pedro de Alarcon, casó en Lanzarote con Inés de Betan
curt, parienta del primer Betancurt, que vino á estas islas,
con título de Rey feudatario á los Reyes de Castilla. El tes
tamento de la dicha Inés de Betancurt, está en esta ciudad
ante Juan del Castillo, año de mil quinientos y setenta y cin
co, por él consta tuvieron cuatro hijos y dos hijas, el uno
fué Pedro de Alarcon y Peña, que casó en Canaria, cuya
hija fué entre otras Isabel de Alarcon, que casó con el li
cenciado Luis Parrado de Leon, abogado de la Real Au.
diencia, fueron sus hijos el padre Pedro de Alarcon, que
murió en el Japon, mártir. El licenciado Luis Parrado de
Leon, beneficiado en esta parroquial de nuestra Señora de
los Remedios.
El otro hijo del dicho Diego de Alarcon, fué el capitan
Martin de Alarcon, Alcalde mayor, casó con Ana Manriquez
de Lara, fueron sus hijos el padre Fray Luis Beltran, pre
dicador de la órden de San Francisco, y doña Sebastia
na de Alarcon Roldan, que no tomó estado, y doña Floria
na de la Peña y Alarcon, que casó con su primo el capitan
Francisco Fernandez de la Peña y Viñoli, tuvieron un hijo
y una hija, que fué Sor Maria de la Natividad, que estan
do su padre para casarla se entró monja de Sta. Clara en la
Orotava, y de ahí pasó á Garachico al convento de S. Pedro,
que le puso en paz de ciertos disturbios que padecia; los
cuales por ser largos no se refieren. Volvió á su convento, en
donde murió con mucha aclamacion de virtud, á quien el
padre vicario y confesor del convento, mandó la enterrasen
en una arca con atencion á su loable vida.
El hijo del dicho Francisco Fernandez de la Peña, fué
el capitan don Salvador de Alarcon, Peña y Viñoli, que ca
só con doña Francisca Saez de Gordejuela y Palacio, cuyos
hijos son el capitan don Luis de Alarcon y Palacio, regidor
de esta isla, que casó en esta ciudad con doña Elvira Macha.
392 CONQUISTA

do y Jovel. El otro, el doctor don Francisco de Alarcon y


Gordojuela, abogado de los Reales consejos y del santo tri
bunal de la Inquisicion. El otro el reverendo padre predi
cador Fr. Juan de Alarcon, secretario de su provincia de
la órden de san Agustin en estas islas. El otro el capitan
don Gerónimo de Alarcon Manriquez de Lara. El otro el
padre Fr. Ignacio de la madre de Dios, que despues de un
año de ser sarcedote secular, se entró en la descalces de S.
Pedro de Alcántara en el convento del dicho santo en Are
mas de la provincia de S. José en Castilla, y otros hijos é hi
jas, doña Catalina y doña Maria de Alarcon, que casaron en
la Orotava.
El tercer hijo de Diego de la Peña y Alarcon, ca
so con Catalina de Lugo, pasaron á España á Sevilla,
y de allí fueron á Ayamonte, en donde dejaron sucesion. La
una hija fué Leonor de la Peña que no tomó estado. La
otra fué Juana Ramirez que casó con su primo hermano
Francisco de Alarcon, tuvieron un hijo Martin de Alarcon
que pasó ndoá Indias.
Herna de Baeza y Alarcon, regidor, fuè el otro
hermano de los sobredichos Pedro de Alarcon, y Diego
de la Peña, el cual pasó á Cartagena de Indias, casó y
tuvo hijos, Diego de la Peña, Hernando de Alarcon,
Francisco Nuñez Tenorio, el cual casó en Lanzarote,
con una hija de Pedro Viñoli, tuvieron hijos, fué uno el
licenciado Pedro Peregrin de Alarcon, abogado de la Real
Audiencia, que casó con doña Gerónima Fernandez, los
cuales tuvieron al capitan Francisco Fernandez de la Peña
Viñoli, alcaide mayor que casó en la Orotava con su pa
rienta doña Floriana de la Peña y Alarcon, tuvieron dos hi
jos, al capitan don Salvador de Alarcon Peña y Viñoli, y á
Sor Maria de la Natividad, ya referidos.
Hernando de Alarcon, casó en Cartagena, tuvo una
hija, llamada doña Clara de la Peña y Alarcon, que casó con
don Juan Antonio de Bustamante y Ayala, tuvieron hijos.
Diego de la Peña pasó á Méjico, en donde hay, descenden
cia, tuvo un hijo, que fué caballero del hábito de Santiago,
llamado don Luis de Alarcon y Tenorio, que cuando es
tuvo en España hizo informaciones de su nobleza, cuyas
noticias se pueden hallar en los papeles de los señores, mar
queses de Fruzifar, y otras noticias de los sobredichos; y asi
mismo el dicho don Pedro de Alarcon y Afonseca, caba
DE CANARIAS. 393

llero de la órden de Santiago, y gobernador que fué en In


dias, el cual casó con una Señora en Cartagena, de quien
tuvo tres hijas. La primera Dº Maria de Alarcon y Afon
seca, que casó con D. Juan del Corral y Toledo, caballero
de la órden de Santiago. La segunda D.º Ana de Bethen
court y Cabrera que casó con el capitan D. Francisco de Pe
ralta, alguacil mayor de la Inquisicion. La tercera fué D."
Bernardina Bethencourt y Borgoin, que casó con el capitan
Nicolas Barrios y Angulo de todas hay larga descendencia.
La referida descendencia de los tres hermanos, Pedro de
Alarcon, Diego de la Peña y Alarcon, y Hernando Baeza
de Alarcon, hijos del capitan Alarcon, que estuvo en la
conquista de Canaria y Tenerife, el cual tuvo mas hijos
en Ayamonte y Sevilla, en donde fueron naturales, y se
casaron, segun parece por los papeles de don Pedro de
Alarcon y Afonseca; la casa de los Alarcones, que antes
de la conquista del castilio de Alarcon, se llamó de Ze
vallos, es muy antigua en las montañas de Leon, como
se refiere en las historias de España, y en particular en
las relaciones genealógicas de los señores Marqueses de
Fruzifar, y condes de Torresvedras, y de la historia de
los hechos del señor Alarcon. -

Francisco de Acebes fué alguacil mayor en Marzo,


y alcalde mayor por nombramiento del gobernador Cepeda
en octubre de 1557.
El bachiller Alonso de Llerena, fué regidor por re
nunciacion de su padre Alonso de Llerena en Agosto, fué
juez ordinario, nombrado por el cabildo, por muerte del
gobernador Cañizares, en julio de 1559, y gobernador por
muerte del gobernador Plaza, en octubre de 1562 fuè te
niente del gobernador Juan Alvarez de Afonseca en enero
de 1582, fué casado con doña Inés Carrasco, hija de Juan
Alonso Carrasco, y su muger doña Inés de Ayala, tienen
sucesion.
El capitan Pedro de Vergara fué regidor, por renun
ciacion de Juan de Aguirre su suegro en noviembre de
1555, y alcaide de la fortaleza antigua de Santa Cruz
en agosto de 1563, y en enero de 1567; era hijo de Fran
cisco de Alzola y de Francisca de Lugo y Vergara, su muger.
El capitan Andrés Fonte fué regidor, por renuncia
cion de Anton Fonte su padre, en noviembre de 1555,
fué casado con Juana de Palenzuela tuvo hijos.
394 CONQUISTA

El bachiller Pedro Ramos, fué personero general en


el año de 1556.
Juan de Nis fué mayordomo del cabildo dicho año.
El capitan Niculoso de Ponte, fué regidor en ma
yo del año de 1557.
El capitan Diego Gonzalez de Llarena fué regidor
en dicho año, era hijo de Alonso de Llarena regidor, y
de Maria de Cabrera su muger, tuvo hijos.
El capitan Francisco de Coronado fuó regidor en el
mes de agosto de 1557, fué padre de Francisco de Co
ronado, que casó con , dona Isabel Calderon, padres del
capitan don Leandro de Coronado, y del capitan don Juan
Benitez de Coronado, que casó en Canaria, cuyo hijo es
el capitan don Juan Benitez de Coronado, regidor de esº
ta isla de Tenerife.
El capitan Alonso Jaimez de la Peña fué regidor, era
hijo de Pedro de Almonte y Peña, y de Juana Fernandez
su muger, fueron vecinos de la Gomera, cuya sucesion
está dicha del segundo matrimonio, del primer matrimo
nio fueron hijos Diego Jaimez de la Peña, Maria de la
Peña, y Antonia Verde de la Peña. La dicha Antonia Ver
de fué muger segunda de Felipe Jácome de las Cuevas,
regidor que fué de esta isla, son sus descendientes el Mar
qués de Torre-hermosa, don José de Mesa, caballero de la
órden de Calatrava, el capitan don Lope de Mesa y Lu
go, caballero de la órden de Santiago, y el capitan
don Juan de Mesa y Lugo, caballero de la órden de Al
cántara, gobernador de Ariquipe en las Indias, y el ca
pitan don Francisco de Mesa y Lugo, alguacil mayor de
esta isla, y doña Maria de Mesa Llerena, muger del al
ferez mayor don Francisco de Belcazar y Lugo, todos cua
tro hermanos vecinos de la Orotava, y el capitan don Alon
so de Mesa, y don Lope de Mesa, y don Luis de Mesa
y otros hermanos en las Indias, y el capitan don Cristóbal
Lordelo y Céspedes, y el capitan don Felipe Fonte, veci
nos de esta ciudad de la Laguna.
De esta familia de Peña hay en estas islas muchas fami
lias asi de los descendientes primeros que poblaron en ellas
y se hallaron en sus conquistas, como algunos que han pa
sado á ellas de pocos años á esta parte; los antiguos se
avecindaron en Lanzarote, Fuerteventura y Canaria, de
estas salieron para Tenerife, Gomera y Palma; los cua
DE CANARIAS. 395

les son todos unos, y estan en cercano grado de paren


tesco sus descendientes, y los que asi mismo han pasa
do á Indias, y algunos á España.
Luis de Berrio fué regidor en noviembre de 1557.
Lope de Asoza maestre de campo, fué regidor, era
hijo mayor de Juan Lopez de Asoza, y de Leonor de Me
sa su muger, casó con doña Ana Rodriguez, hija de Alon
so Rodriguez, fué tambien teniente del gobernador Sala
zar en febrero, año de 1570; son sus descendientes el ca
pitan don Antonio Fonte jurado de esta isla, y doña Isabel
Fonte, muger del capitan don Alonso Solis, el maestre
de campo don Lope Fonte, el maestre de campo don
Tomás Fonte, el licenciado don Juan Bustamante, el ca
pitan don Diego de Bustamante, el sargento mayor don
Alvaro de Mesa, y doña Juana de Mesa que casó con el
capitan Gaspar Saez de Gordojuela.
El capitan Francisco Benitez de Lugo, fué regidor
en dicho mes, fué casado en la Orotava, de quien hay
descendencia.
El capitan Juan Antonio Luzardo de Franquis, fué
regidor en dicho mes de febrero de 1558, fuè teniente
del gobernador Llerena en octubre de 1562; era hijo de
Antonio de Franquis Luzardo, regidor que fué de esta isla,
y de Inés Lopez su muger, fué casado con Isabel Fonte del
Castillo, hija de Anton Fonte, regidor, y de Catalina Gon
zalez del Castillo; son sus descendientes por varonia, el ca
pitan don Juan Francisco de Franquis, regidor, y el capi
tan don Miguel de Franquis Alfaro, y el capitan don Fran
cisco Tomás de Franquis su hermano, y el capitan don Mi
guel de Franquis Velazquez y Marmolejo, y el capitan don
Sebastian de Franquis, y otros hermanos y hermanas en la
Orotava, de quienes hay sucesion.
El sobredicho Juan Antonio Luzardo de Franquis se
firmaba Juan Luzardo, con que es uno mismo.
El capitan Blas Nuñez de la Peña, fué jurado de esta
isla por renunciacion de Francisco Perez de Victoria, en
febrero de 1558; fué casado con Francisca de los Olivos,
no tuvo sucesion; era hijo del capitan Rodrigo, Nuñez de
la Peña, regidor que fué de esta isla, y de Beatriz de Lepe
su muger,
396 CoNQUISTA

Año de 1558.

El maestre de campo Tomas Grimon, fué regidor


en Julio, casó con doña Maria de Hemerando y Verga
ra, nieta de Sancho de Hemerando, y de doña Ursola
de Palenzuela y Peña; son sus descendientes el capitan
de corazas don Alonso de Nava y Grimon, caballero de
la órden de Calatrava, Marques de Villanueva del Prado,
y doña Antonia de Nava y Grimon su hermana, muger
del capitan de corazas don Luis Laso de la Vega, suce
sor en el condado del Puerto, y doña Maria de Nava,
muger de don Luis Benitez del Hoyo, caballero de la
órden de Santiago, y don Baltasar de Vergara y Grimon,
Marques de Azialcazar, y el general de la Artilleria don
Diego de Alvarado Bracamonte y Grimon, y el maestre
de campo don Cristóbal de Alvarado y Bracamonte y
Grimon, caballeros de las órdenes Militares, y doña Jua
na de Alvarado Bracamonte y Vergara, muger del Sar
gento mayor don Benito Viña y Vergara, cuyas hijos se
dirán en su lugar.
El capitan Francisco de Roxas, fué escribano mayor
del cabildo, nuevamente acrecentado por su Magestad,
fué recibido al dicho oficio, en Julio de mil y quinien
tos y cincuenta y ocho, con que desde entonces hubo dos
escribanos mayores del cabildo, fué regidor por renun
ciacion del Doctor Francisco Sanchez, en Mayo de mil
y quinientos y ochenta y dos, fué casado con Maria de
Cabrera, tuvo hijos, de quienes hay descendencia.
El capitan Cristóbal de Aponte fué regidor de esta
isla, en julio de mil quinientos y cincuenta y ocho, fué
casado con Francisca de Alzola, hija de el jurado Fran
cisco de Alzola, y de Francisca de Lugo y Vergara su
muger, era hijo de Bartolomé de Aponte, y de Maria,
de las Cuevas su muger, tuvo hijos de quien hay su
CCS Ol

El capitan Rodrigo Nuñez de la Peña, alcaide que fué del


castillo principal de la Luz de Canaria, por los años de mil qui
mientos y diez y seis, y mil quinientos y diez y siete y mil qui
mientos y diez, y ocho, de adonde pasó á avecindarse á esta
isla de Tenerife fué alcalde, y guarda mayor de la Oro
tava, por el Adelantado don Pedro Fernandez de Lugo,
DE CANARIAS 397

en abril de 1527, y por el gobernador San Juan Berdu-,


go, en agosto de 1540; fué mensagero de esta isla, des-.
de el año de 1532 hasta el de 1536 á corte de su Mages--
tad, solicitó y ganó para esta isla muchas mercedes
reales que se refieren , en el segundo libro de esta obra;
tuvo tres cédulas reales de recomendacion de la señora
Reina doña Juana, para que el Virrey de la nueva Espa
ña le proveyese en un corregimiento, y le diese cargos
y repartimientos, y á treinta personas de su familia con
sus mugeros é hijos, fechas en diez y seis de Diciembre
de 1535; no pasó á las Indias, fué mensagero de la
ciudad de Sevilla, fué regidor de esta isla por su Mages
tad por renunciacion de Garcia de Arguijo, en julio de
1558; de dicho Rodrigo Nuñez de la Peña, se continua la
varonia de los Peñas de estas islas de Canaria, fué veci
no primero, que á esta isla pasase de la ciudad real de
las Palmas, de la isla de Canaria, en donde nació cerca
del año de mil cuatrocientos y noventa y siete; tenia
tambien el apellido de Tenorio, porque Rodrigo Nuñez.
de la Peña, antepasado suyo por varonia, casó con doña
Ana Tenorio, en Lanzarote, de quienes descienden los Pe
ñas de estas islas de Canaria; casó con Beatriz de Lepe, hija
de Gonzalo de Lepe, alcalde que fué de Icod, año de
1520, y de su muger, los cuales murieron en esta ciu
dad de la Laguna; el dicho Rodrigo Nuñez otorgó su
testamento ante Bernardino Justiniano, escribano, año de
mil quinientos y sesenta y ocho, y su muger ante
Juan Nuñez Jaimez, escribano, en Marzo de 1564, estan
sepultados en el Monasterio de S. Francisco de esta
ciudad, que en aquel tiempo era de monjas de Santa
Clara, tuvieron seis hijos, y cuatro hijas.
El primer hijo fué Anton Nuñez, chanciller de la
real chancilleria de la isla española de Santo Domingo,
y proveido por Gobernador de Santiago de Cuba, y vi
sitador de los oficiales de la guerra, murió en el viage
peleando con enemigos, no tuvo sucesion.
El segundo hijo fué Blas Nuñez, Jurado que fué de
esta isla, casó con Francisca de los Olivos, no tuvo su
C0S 101.

El tercer hijo fué Francisco Nuñez de la Peña, que sirvió


ásu magestad de capitan, como general de dos flotas, asi cons
ta de los recaudos de su nobleza, fué casado dos veces, fue
308 CONQUISTA

ron sus hijos Rodrigo Nuñez de la Peña, Anton Nuñez doña


Laura, y doña Francisca de la Peña que no tuvieron suce
sion, y Francisco Nuñez de la Peña que casó con Magdalena
Rodriguez de Barrios, descendiente de Rodrigo de Barrios,
conquistador que fué de esta isla, y de su muger Isabel de los
Olivos: tuvieron cuatro hijos, el uno fué Andres Nuñez de
la Peña que pasó á las Indias con su padre, en donde mu
rieron. El otro hijo fué Salvador Nuñez de la Peña Cen
teno, que casó con doña Juana de Contreras Angelin, pa
dres del alferez Ambrosio Nuñez de Angelin, y de doña Ge
rónima de S. Diego, y de doña Juana de Santa Margarita,
monjas de Santa Clara, y de doña Magdalena de la Peña
Angelin, que murió sin sucesion. El otro hijo fué Manuel
Nuñez de la Peña, que pasó á las Indias, en donde murió.
El otro hijo es el capitan Juan Nuñez de la Peña, que
casó con doña Maria de Solis, natural de la Ciudad de Cór
dova, padres del doctor Francisco Nuñez de la Peña, be
neficiado que fué de Burguillos, en donde murió, jurisdi
cion de Toledo, y de mi Juan Nuñez de la Peña, y de do
ña Leonor Clara de S. Francisco, y de doña Juana del es
piritu Santo difuntas, y de doña Maria de Sta. Teresa, mon
jas de Sta. Clara, y de doña Magdalena de la l'eña, en es
ta ciudad de la Laguna.
El cuarto hijo de Rodrigo Nuñez de la Peña, y de Bea
triz de Lepe su muger, fué fray Pablo Nuñez de la Peña.
El quinto hijo fué fray Diego Nuñez de la Peña, reli
giosos de la órden de S. Agustin, y capellanes que fueron
del hospital real de nuestra Señora de los Dolores de esta
ciudad. -

El sesto hijo fué Rodrigo Nuñez de la Peña, que ca


só con Marcelina de Cabrera, no hay sucesion.
La una hija de las cuales fué Ana Tiaz de la Peña,
que casó con Juan Perdomo de Cabrera, no tuvo sucesion.
La segunda hija fué Beatriz de S. Agustin.
La tercera hija fué Clara de Santa Maria, Monjas de
Sta. Clara, las primeras que recibieron el hábito de mon
jas en esta ciudad segun consta del libro de la fundacion
del convento.
La cuarta hija fué Lucrecia Nuñez que no se casó, que
fué mejorada en el tercio, y quinto de los bienes, con con
dicion que fuesen avinculados para ella, y sus descendien
tes ó hermanos; los bienes que se le adjudicaron á la mejo
Dr cANARIAs. 399,

ra fueron dineros para que con ellos se comprasen propie


dades, está esta particion ante Bernardino Justiniano, es
cribano año de 1569.
El licenciado Diego Braga Reinoso fué alguacil mayor
en julió de 1558 y teniente del gobernador Cañizales,
Año de 1559

Juan Fernandez Andujar fué teniente de alguacil ma


yor en julio de 1558.
El licenciado Luis Melian Bethencourt fué teniente
del gobernador Cañizales en agosto de dicho año.
El capitan Juan de Valverde fué regidor en octubre de
dicho año.
El capitan Antonio de Franquis fué regidor en diciem
bre de dicho año, fué casado con Ines Lopez, padres de
Juan Antonio Luzardo de Franquis, regidor atras referido.
El bachiller Juan Velez fué teniente del gobernador
Cañizales, en mayo de 1559 despues fué gorbernador en el
año de 1565 como dicho queda en el capitulo antecedente.
Bartolomé de Aponte fué regidor en julio de 1559.
El capitan Juan Francisco Calderon fué regidor en di
cho mes, fué casado, tuvo sucesion.
El capitan Andres Suarez Gallinato Lugo, fué regi
dor por renunciacion de Francisco Benitez de Lugo su pa
dre en setiembre de 1559 tuvo sucesion.
El capitan Gaspar Soler fué Regidor, por renuncia
cion de Rodrigo Nuñez de la Peña, dicho año.
El licenciado Juan Suarez Gallinato fuè regidor, por
renunciacion de Lope de Mesa, en noviembre de dicho
año. -

El capitan Francisco de Balcarcel fué alferez mayor


de esta isla, con voto de regidor, en diciembre de 1559,
y teniente del gobernador Salazar en setiembre de 1569,
era hijo del licenciado Cristobal de Balcarcel regidor y
de Isabel de Lugo, fué casado con doña Isabel de Apon
te, tuvo sucesion.
Pedro Gil Tejada fué alcalde mayor en el año de
1559.
400 CONQUISTA

Año de 1560.

El licenciado Juan Bello fué teniente del Goberna


dor Plaza en Marzo, fué casado, tuvo sucesion.
El capitan Alvaro Vazquez de Nava, fué regidor en
Diciembre, fué casado con doña Juana Jovel Carmenatis,
y era hijo del capitan Alonso Vazquez de Nava Perso
nero general, referido, de quien desciende por varonia
el Marques de Villanueva del Prado, y de quien descien
de tambien doña Elvira Jovel y Machado, que casó con
don Luis de Alarcon y Palacio, y el licenciado don Ju
an de Carmenatis, abogado de los reales consejos, y otras
personas, tuvo hijos.
Año de 1561.
Luis Sanchez de Bolaños fué guarda de la Artille
ría de Santa Cruz.

Año de 1562.

El capitan Simon de Valdés fué depositario gene


ral de esta isla, con voz y voto de , regidor, fué casado
con hija de Juan Perez de Hemerando, tuvo hijos, son sus
descendientes el capitan don Domingo Garcia de Castilla
Valdés regidor, y el capitan don Simon de Castilla Val
dés su hermano, en esta ciudad, y otras personas en la
isla de la Palma.
José de Rivadeneira Canillas fué alcalde mayor, por
el gobernador Armenteros, en noviembre.
El capitan Gonzalo Fernandez de Ocampo fué per
sonero general de esta isla, fué casado con hija de Hernan
do Esteban Guerra, y de Juana Martinez su muger, tu
vo hijos, son sus descendientes por varonia el capitan don
Francisco de la Coba Ocampo regidor, y doña Juana Ocam
po su hermana, muger del capitan Diego Perera de Cas
tro y otras personas, y por hembra el doctor don Cristó
bal Vandama beneficiado de la parroquial de nuestra seño
ra de la Concepcion, y el capitan don Luis Monsalve, y otras
personas en esta ciudad.
DE CANARIAS 401

Año de 1564.

El capitan Juan de Asoza fué regidor, por renuncia


cion de Francisco Perez de Victoria, era hijo de Juan
Lopez de Asoza, y de su muger Leonor de Nava y Mesa,
casó con Ana Rodriguez, hija de Gonzalo Rodriguez, tuvie
ron entre otros hijos á Lope de Asoza Recalde, regidor,
son descendientes de don José de Asoza Recalde, y el
capitan don Diego de Bustamante, y sus hermanos. Y
doña Luisa de Asoza, que casó con Lope de Mesa padres
del capitan y sargento mayor don Alvaro de Mesa y Aso
za, y abuelos del capitan don Juan del Castillo y Mesa.
El capitan Alonso de Ponte fué regidor, por renun
ciacion de Juan de Meneses, en marzo de 1564.
El capitan Juan Huc fué regidor por renunciacion
de Alonso Jaimez de la Peña, en julio de dicho año.
El licenciado Juan de Rada fué teniente del gober
nador Armenteros, en agosto de dicho año.
Cristobal Nuñez Vela fué guarda de la artilleria de
Santa Cruz.
El licenciado Antonio Escobar fue teniente del go
bernador Armenteros en diciembre de dicho año.

Año de 1565.

El capitan Juan Guerra fué personero general de es


ta isla, y regidor por renunciacion de Gaspar de Argui
jo, en febrero de 1569, era hijo de Hernando Esteban
Guerra, y de Juana Martinez su muger; fué el primer ma
yorazgo de Guerra, casó con Juana Gerónima, hija de Mi
guel Gerónimo de la Peña, y de Francisca Jimenez su mu
ger, referida queda la sucesion de los dichos en este ca
pítulo.
El licenciado Alonso Ruiz fué teniente del goberna
dor Armenteros.
El capitan Alonso Cabrera de Rojas, fué escribano
mayor del concejo de esta isla, por renunciacion de Frar
cisco de Rojas su padre, fué regidor por renunciacion de
Bernardino Justiniano, en marzo de 1600.
El capitan Juan de Venero fué alcalde mayor, y al
guacil mayor en noviembre de 1565, y teniente del gober
nador Velez, en enero de 1567.
402 CONQUISTA

Alonso Verano y Juan Lopez, fueron tenientes de


alguacil mayor, en noviembre de 1565.
Diego de la Peña Alarcon, fué alguacil mayor en fe
brero año de 1566, fué hermano de Pedro de Alarcon
como está dicho, en donde se refiere su descendencia.
Martin de Villota fué alcalde mayor en febrero del
año de 1566.
El capitan Juan Sanchez de Sambrana fué mayor
domo del cabildo, año de 1566 y el de 1567, habialo sido
año de 1558, fué personero general en agosto de 1570.
Baltasar Delgadilío, fué teniente de alguacil mayor,
en julio de 1566.
Gaspar de Arguijo fué regidor en noviembre de
1566.
El capitan Alonso de Calderon fué regidor de esta
isla, fué casado, de quien hay sucesion.
El capitan Juan de Bamonte y Lugo fué regidor por
renunciacion de Domingo Rizo en octubre de 1567, fué
hijo del licenciado Cristobal de Belcazar regidor, y de Isa
bel de Lugo, casó con doña Ana Cabeza de Vaca, son des
cendientes el capitan don Alonso Llerena Cabrera y otros
en esta isla.
Juan Velez de Vargas, fué alguacil mayor en dicho año;
fuè alcalde mayor y teniente del gobernador Salazar en ene
ro, y en setiembre de 1568.
Francisco de Zamora, teniente de aguacil mayor en el
año de 1567, y alcalde mayor en febrero de 1570.
El capitan Francisco de la Cova, fué personero gene
ral de esta isla, en marzo de 1568 y en marzo de 1577; fué
casado, tiene descendencia.
El capitan Lorenzo Suarez de Figueroa, fué regidor
por renunciacion de Juan de Bamonte y Lugo, su hermano,
en el mes de octubre de mil quinientos y sesenta y ocho,
tiene descendencia.
Cristóbal Jovel, fué mayordomo del cabildo en dicho
año, y personero general de esta isla, en mayo de 1581.
El capitan Alonso Fernandez de Lugo, fué regidor por
renunciacion del licenciado Bartolomé de Fonseca, en oc
tubre de 1569, tiene descendencia.
El licenciado Juan Reinaldos de Montalvan, fué regi
dor por renunciacion de Niculoso de Ponte, tuvo hijos.
El capitan Pedro de Trujillo, regidor, fué teniente
DE CANARIAS. 403

del gobernador Salazar, en enero de 1570. -

El capitan Anton Fiesco, fué regidor por renuncia


cion del doctor Juan Fiesco su padre, en marzo de 1570.
El capitan Pedro de Valdespino, fué alguacil mayor
en abril de 1570, y teniente del gobernador Gante del Cam
po, y alcalde mayor en octubre de 1570 y 1571.
El capitan Simon de Asoza, fué regidor por renun
ciacion de Juan Lopez de Asoza, su padre, en mayo de
1574; fué escribano mayor del cabildo por renunciacion del di
cho su padre, en dicho año; volvió á ser regidor, en marzo de
1579; volvió á ser regidor, en el año de 1581; fué casado con
doña Ana de Vargas, hija de Martin de Vargas y de Isabel
Nuñez su muger; son sus descendientes doña Ana de Aso
za y Vargas, sucesora en el mayorazgo que instituyeron los
dichos Martin de Vargas y su muger, sus abuelos paternos,
que casó con el capitan don Niculoso de Aponte, y el capitan
don Diego de Aponte y demas hermanos, tambien son des
cendientes del dicho Simon de Asoza, y de su muger, el ca
pitan don Diego de Molina Asoza y sus hermanos, y el capi
tan don Alonso Lorenzo Llarena, y el capitan don Francisco de
Molina y sus hermanos, en la Orotava, y el capitan don Juan
de Betancurt y Vargas, difunto, y sus hermanas. De una
hermana de la sobredicha Isabel Nuñez, que casó, es descen
diente el muy reverendo padre fray Juan de S. Francisco,
provincial que ha sido de la provincia de la órden de S. Fran
cisco, y comisario que es del santo oficio de la Inquisicion de
esta ciudad. -

El capitan Bernardino Justiniano, fué fiel ejecutor,


con voz y voto de regidor, en noviembre de 1570; fué ca
sado, es su nieto materno el capitan don Bernardino del Ho
yo y Justiniano, regidor.
El capitan Hernando de Castro, fué otro fiel ejecutor
con voz y voto de regidor; tiene descendencia el licenciado
don Juan Agustin Navarro y Castro, los capitanes don Pe
dro de Castro y Navarro, don Francisco de Castro, doña
Ana de Castro y doña Margarita de Castro, monja de san
Francisco en Garachico, y doña Luisa de Castro, muger
del capitan don Gaspar Acebedo, y don Francisco Jorva,
don Miguel Jorva su hermano, y otros.
Estos dos oficios de fieles ejecutores, fueron nuevamen
te acrecentados por S.M., á quien el cabildo hizo súplica,
no convenia los hubiese perpétuos; con que el cabildo com
404 CONQUISTA

pró los dichos oficios, y nombran de dos á dos meses dos


regidores por fieles ejecutores-diputados, y los dichos Ber
nardino Justiano y Hernando de Castro se quedaron con
el oficio de regidores solamente.
Juan Ortiz, vecino de Sevilla, fué regidor de esta isla,
recibiose en su lugar por sus poderes el capitan Francisco Nu
ñez de la Peña, por renunciacion de Francisco Calderon.
Rodrígo Alvarez, fué alcalde mayor y alguacil mayor, en
noviembre de 1570, y personero en mayo de 1575;
fué mayordomo del cabildo, en mayo de 1582; era
hijo de Gonzalo Rodriguez y de su muger, fué ca
sado dos veces, la primera con Agueda de Cabrera Sa
martin, son sus descendientes por varonia, el capitan don
Francisco de San Martin de Cabrera, regidor que fué de
esta isla, y sus hermanas, de quienes hay sucesion, por hem
bra don Mateo Maroto Hemerando, y sus hermanos; y el ca
pitan y sargento mayor don Luis de San Martin Llarena Ca
brera, regidor, y el licenciado don Diego de Llarena, bene
ficiado de la parroquial de nuestra señora de los Remedios,
y el capitan don Estéban da Llarena sus hermanos, casó se
gunda vez con BeatrizOcampo, son sus descendientes el
capitan don Juan de Urtusaustegui, doña Ursula y doña
Agueda, sus hermanas; y doña Maria Soler, muger del capi
tan y sargento mayor don Cosme Carreño de Prendis.
El capitan Hernando del Hoyo, regidor por renuncia
cion de Lope de Asoza, en marzo de 1585, fué otra vez re
gidor en agosto de 1610; tuvo hijos.
Año de 1571.

Alonso de Jaen fué mayordomo del cabildo, en febrero.


Francisco Perez de Victoria, fué jurado por renuncia
cion de Blas Nuñez de la Peña; era hijo de Francisco Perez
de Victoria, regidor
El capitan Luis Benitez del Hoyo, fué regidor por
renunciacion de Juan Benitez de las Cuevas, su padre,
tiene descendientes.
El capitan Luis Fiesco, fué regidor por renunciacion
de Anton Fiesco, su hermano.
El capitan Pedro Fernandez de Ocampo del Castillo,
fué mayordomo del cabildo, en abril de 1591, y personero
general de esta isla en diciembre de 1604, murió y dejó hi
DE CANARIAS. A05

jos; era hijo de Gonzalo Fernandez de Ocampo y de su mu


ger, referidos.
Año de 1572 y 1573.
El capitan Hernando Estéban Guerra, fué personero
general de esta isla y mayordomo del cabildo, en el de 1589,
y regidor, por renunciacion de Luis Bernal Ascanio, en Ju
lio de dicho año; volvió á ser regidor en setiembre de 1593,
casó con doña Maria de Castilla, referida, queda sucesion;
era hijo mayor de Juan Guerra, regidor, y de Juana Geró
muma su muger.
El capitan Juan de Ascanio, mayordomo del cabildo
año de 1580, y alcalde mayor del gobernador Moreno en
mayo de 1582; y regidor en el año de 1583, y alguacil mayor
en dicho año por noviembre; fué hijo de Anton Bernal de
Ascanio y de Isabel Guerra, casó con Inés Perez, natural
de Ícod.
Juan Jimenez, fué regidor de esta isla año de 1573.
El licenciado Antonio Martin, fué teniente del gober
nador Fonseca, en mayo de dicho año.
Juan de Valdivieso, fué alguacil mayor en dicho mes.
Pedro Gomez, fué teniente de alguacil mayor.
Gaspar de Ancheta, fué personero general de esta isla,
en julio de dicho año; era hijo de Juan de Ancheta y de
Mencia Diaz de Clavijo.
El capitan Diego de Mesa, fué regidor en dicho mes.
El capitan Luis de San Martin Llarena, fué regidor en
noviembre de dicho año de 1573; era hijo tercero de Alon
so de Llarena y de Agueda de Cabrera, su muger, fué casa
do en esta isla, tuvo sucesion, queda referida.
El capitan Pedro de Soria, fué regidor por renuncia
cion de Juan Ortiz de Madrid, en marzo de 1574; fué casa
do, es su viznieto por varonia, el alferez don Francisco de
Soria, y sus hermanas.
El capitan Juan de Mesa fué regidor por renun
ciacion de Luis de san Martin Llarena, en mayo de 1574.
El capitan Miguel Guerra fué regidor, por renun
ciacion de Juan Jimenez en dicho mes, era hijo de Juan
Guerra regidor, y de Juana Gerónima, referida, queda
SUICCSIOn.

El coronel Cristobal Trujillo de la Coba fué regidor


A06 CONQUISTA

y fiel ejecutor, por renunciacion de Pedro de Trujillo su


padre, en enero de 1575.
Gonzalo Ojuelos Beltran fué mayordomo del cabildo
en el mes de mayo de 1575. -

Juan Benitez delas Cuevas, fué regidor en lugar de Pe


dro de Aponte Vergara, hijo menor de Pedro de Aponte
su padre, en julio de 1575.
El capitan Hernando Calderon, fué regidor por re
nunciacion , de Antonio de Franquis Luzardo, en setiem
bre de dicho año, casó con doña Isabel Jorva; son sus
descendientes el capitan don Felix Calderon; el capitan don
Diego Sotelo, el licenciado don Miguel Sotelo, y don Pa
blo Calderon y Castilla, y otros del apellido de Aponte,
que por casamientos son descendientes.
Luis Inglés fué regidor por renunciacion de Andrés
Fonte, en dicho año.
El capitan Gaspar Fonte de Ferrera fué regidor por
renunciacion de Juan Huc, en octubre de dicho año.
Juan Cabrera fué guarda de la artilleria de Santa Cruz
en diciembre de dicho año.
Marcos Perdomo fué alguacil mayor en marzo de
1576.
El capitan Francisco de Alzola Vergara fué regidor
por renunciacion de Simon de Asoza, en Marzo de 1576.
Juan Perez de Victoria fué jurado de esta isla, por
renunciacion de Francisco Perez de Victoria su padre, en
junio de 1576.
Bernardo Justiniano fué regidor por renunciacion de
Juan de Valverde, en dicho mes fué jurado por renuncia
cion de Francisco Usodemar, en diciembre de 1581; fué
casado con Juana Gerónima Guerra, no tuvo sucesion.
Francisco Usodemar Justiniano, fué jurado por re
nunciacion de Bartolomé Jovel en diciembre de 1576.
El capitan Diego Perez de Cabrejas fué regidor por
renunciacion de Alonso Calderon, fué mayordomo del ca
bildo en mayo de 1577, y en el año de 1580 fué regidor;
casó con Leonor Alvarez, hija de Gonzalo Rodriguez, y
de su muger; son sus descendientes don Gerónimo Vo
za de Lima, y el licenciado don Diego Voza Cabrejas su
hermano, don Francisco Ceballos, y don José de Asoza
Recalde, y otras personas.
El capitan Francisco Benitez de Lugo, fué regidor
DE CANARIAS 407

en lugar de Francisco de Lugo su sobrino menor, por re


nunciacion de Andres Suarez Gallinato su ¿, CIl OC

tubre de 1577, y en el dicho mes, fué recibido el dicho


Francisco de Lugo, y despues lo recibieron segunda vez
en noviembre de 1581.
El bachiller Pedro Morquecho fué alcalde mayor en
octubre de 1577, y en diciembre de 1578.
El capitan Tomas de Gangas fué alguacil mayor en
octubre de 1577 fué corregidor de esta isla en el año de
1589 como dicho queda en el capítulo antecedente.
El capitan Anton Fonte Espinola, fué regidor por
renunciacion de Luis Inglés, en marzo de 1578, era hijo
de Andres Fonte regidor, y de Juana de Palenzuela Espino
la, fué casado, tuvo hijos.
El licenciado Morales fué alcalde mayor en julio del
año de 1578.
El capitan Pedro Soler fué regidor por renuncia
cion de Gaspar Soler, casó con María de Cabrera, hija de
Rodrigo Alvarez, y de Agueda de Cabrera, son sus des
cendientes el capitan don Ambrosio Soler Arguijo, licen
ciado don Francisco Soler, doña Maria Soler, muger del
sargento mayor don Cosme Carreño de Prendis, y otros
muchos mas.
Bernardino Bruno fué regidor por renunciacion de
Cristobal de Aponte, en agosto dc 1578.
El licenciado Juan de Arebalo fué personero gene
ral de esta isla, en mayo de 1579, y en mayo de 1584 y
de 1600.
El capitan Garcia del Hoyo, fué regidor por renun
ciacion de Bernardino Bruno, en Junio de 1579.
Juan de Laguna fué alguacil mayor en octubre de 1579.
El doctor Diego de san Lorente fué alcalde Mayor
en mayo de 1580.
El capitan Julian Lorenzo Clavijo fué depositario ge
neral de esta isla, con voz y voto de regidor, por renun
ciacion de Simon de Valdés, en Noviembre de 1580.
El capitan Luis de S. Martin Cabrera, fué regidor
por renunciacion de Francisco de Coronado, en enero de
1581; fué otra vez regidor por renunciacion de Manuel
Carvallo Miranda en junio de 1618, era hijo del capitan
Rodrigo Alvarez, y de Agueda de Cabrera su muger, fué
casado, tuvo sucesion.
408 CoNQUISTA

El bachiller Gonzalo Perez de Cabrejas, regidor por


renunciacion de Hernando de Castro, en enero de 581.
El Maestre, de Campo Pedro de Aponte Vergara, fué
regidor de esta isla por renunciacion de Juan Benitez de las
Cuevas en enero de 1581; era hijo de Pedro de Aponte, re
gidor, y de Catalina de las Cuevas, fué casado con doña Ma
riana Calderon Tafur; fuéron sus hijos Bartolomé y Nicu
loso de Aponte, Juan Francisco Calderon, doña Francisca,
doña Maria, doña Ana, doña Catalina, doña Juana, doña
Isabel y doña Inés Benitez de las Cuevas y Ponte.
Gaspar de Arguijo, fué regidor en mayo de 1581.
Pedro de Mendoza vecino de Sevilla, fué regidor de
esta isla en dicho mes.
El capitan Francisco de Lugo, hijo de Andres Sua
rcz Gallinato fué segunda vez recibido por regidor, el
oficio que tenia Francisco Benitez de Lugo su tio, en
Octubre de 1581.
El capitan Pedro Fernandez Lordelo fué regidor,
en Noviembre de dicho año, es su nieto por varonia el
capitan don Cristobal Lordelo Ponte y Fonte. -

Francisco Suarez de Lugo fué regidor en dicho mes.


El Doctor Francisco Sanchez fué regidor en Diciem
bre de dicho año de 1581.
El licenciado Gomez de Palacios fué teniente del
gobernador Moreno, en Mayo de 1582.
Don Gaspar de Simancas fué alguacil mayor en di
cho mes.
El capitan Juan de Herrera fué regidor, por renun
ciacion de Alonso de Aponte en dicho mes.
Gaspar Perez de Soto regidor, por renunciacion
de Pedro de Mendoza en Octubre de dicho año, son
sus descendientes el capitan Francisco de Rojas, el licen
ciado Maroos Montiel, y otros en Icod.
El capitan Gaspar de Soria, fué regidor año de 1583;
era hijo de Pedro de Soria, regidor.
El capitan Miguel Moreno fué alcaide del castillo
principal de Santa Cruz, en el año de 1584.
Juan de Ancheta fué jurado en dicho año.
El licenciado Domingo Gonzalez Voca, fué Perso
nero general de esta isla, en dicho año, era hijo de
Antonio Gonzalez Voca, y de Jumar Hernandez su mu
ger; son sus descendientes, por varonia el capitan don
DE CANARIAS 409

Matias Voza de Lima y don Gerónimo Voza de Lima, y


el Licenciado don Diego Voza Cabrejas su hermano, y
por hembra otras personas.
Juan Mateo Viña fuè regidor, por renunciacion de
Fabian Viña su padre, en Mayo de 1584.
El capitan Alonso Guerra fué regidor, por renun
ciacion de Miguel Guerra su padre, en julio de 1584;
referida queda su sucesion.
El capitan Gaspar Yañez Delgado fué regidor por
renunciacion de Gaspar Fonte de Ferrera en agosto de
1584; tuvo hijos de quienes hay sucesion.
El doctor don Alonso Pacheco fué teniente del go
bernador Juan Nuñez de la Fuente, en agosto de 1584;
era hermano de don Juan Pacheco, y del licenciado don
Gerónimo Pacheco, conde Sagrado Palacio por el Pontifice
Paulo Tercero, hijos de don Alonso Pacheco, Alferez IIna
yor de Canaria, y doña Teresa de Herrera, hija de
don Juan de Herrera y doña Francisca Nuñez , su
muger, vecinos de Canaria: del sobre dicho don Juan
Pacheco, regidor que lo fué de Canaria, es viznieto por
varonia el capitan don Alonso Pacheco Solis, en esta
ciudad, Juan Fernandez de Córdova que fué Alguacil
mayor, en Agosto de dicho año.
El capitan Juan de Alzola, fué regidor, por renun
ciacion de Gaspar Perez de Soto, en Noviembre, son
sus descendientes el capitan don Lucas de Alzola, el
capitan don Bernardo Alzola, don Gaspar Alzola, en Icod.
Año de 1585.

El capitan Juan Colomho fué mayordomo del cabil


do y regidor, por renunciacion de Andrés Soler en ene
ro de 1610 fué otra vez regidor, por renunciacion de Gas
par de Soria; son sus descendientes por varonia el capitan
don Juan Colombo y Vargas, regidor y el licenciado don
Miguel Bentrilla su hermano.
Melchor Alfonso Aluarnas, fué alguacil mayor, en
junio.
El capitan Antonio Luzardo de Franquis fué regi
dor, por renunciacion de Juan Antonio Luzardo su padre
en julio.
Alonso Gallegos, fué jurado, por renuncion de
7
110 CONQUISTA

Juan de Ancheta, tiene descendencia.


El capitan Luis Bernal de Ascanio, fué regidor, por
renunciacion de Juan Ascanio su hermano.
Año de 1586.

El capitan Luis Carrillo de Albornoz fué regidor por


renunciación de Alvaro Vazquez de Nava, en marzo.
El capitan Andrés Suarez Gallinato Fonseca fué regi
dor, por renunciacion de Simon de Asoza, en abril. El
licenciado Pedro Perez Romero, abogado de la Real Au
diencia, fué personero general de esta isla, tuvo mas her
manos, y el uno casó en el Realejo de Arriba, de quien
son descendientes el capitan Alonso de Lugo Romero,
doña Raquela de Lugo y Romero, su hermana, tuvieron
por hijos al capitan don Pedro de Lugo, don Gaspar de
Lugo y Romero y otros hijos del dicho capitan don A
lonso de Lugo, el licenciado don Francisco Fernandez de
Lugo Ministro del Santo oficio de la Inquisicion, don Die
go de Lugo Romero, y el reverendo padre fray Gaspar
de Lugo, de la órden de san Agustin, y el capitan Alonso
Romero, y doña Lucia Vazquez Romero, que casó con
Juan Saez de Gordojuela, de quien son descendientes el
capitan don Luis de Alarcon, y sus hermanos. El dícho
licenciado Pedro Perez Romero, fué casado con doña Bar
bola de Cespedes, y entre otros hijos tuvo al capitan Ra
fael Romero, que casó con doña Maria de Fresneda padres
del capitan don Pedro Romero Fresneda, regidor Je esta
isla, y de sus hermanos.
El Capitan Gaspar Fonte de Ferrera, fué regidor,
por renunciacion de Bartolomé de Aponte, en Enero.
El capitan Lope de Asoza Recalde fué regidor en fe
brero; era hijo de Lope de Asoza y Ana Rodriguez su muger.
El licenciado Estrada, fué Teniente de el Goberna
dor Nuñez, en Mayo.
Año de 1587.

El capitan Juan de Gordojuela, fué regidor, por re


nunciacion de Gaspar de Argüello, en noviembre, fué
hijo de Juan de Escusa, natural de Vizcaya, que fué del
Valle de Gordojuela, en donde están sus casas solariegas
DE CANARIAS. 411

de Palacio y Escusa y Zavala, el cual casó en el Reale


jo de arriba con Maria Grimon, tuvieron por hijos al so
bredicho Juan de Gordojuela y Palacio, y á Barbola de
Palacio, y Ana de Escusa, las cuales no tomaron estado.
El dicho Juan de Gordojuela, casó con doña Catalina de
Mesa y Ocampo, no tuvieron hijos, fundó el convento de
san Agustin de los Realejos, á quien dotó con muchas
propiedades de viñas, y tierras, segun se halla hoy, que
es el mas rico en estas islas. Tambien hizo la Iglesia de
san Vicente en dichos Realejos, patron contra la peste,
de las cuales Iglesias fué patron y por no tener hijos,
trajo de Vizcaya dos sobrinos, el uno el capitan Domin
go de Gordojuela Villanueva, regidor que fué de esta
isla, que casó con doña Gerónima de Mesa y Ocampo,
patronos de dichas Iglesias, no tuvieron hijos. El otro
sobrino fué Juan Saez de Gordojuela, que casó con do
ña Lucia Romero y Vazquez, tuvieron por hijos al capi
tan Gaspar Saez de Gordojuela, regidor, y á doña Fran
cisca Saez de Gordojuela y Palacio, y á doña Maria de
Gordojuela y Palacio, y á doña Lucia de Gordojuela y
Romero que no tomó estado.
El dicho capitan Gaspar Saez de Gordojuela casó con
doña Juana de Mesa y Ocampo, fueron patronos de las
dichas Iglesias, tuvieron por hijos al capitan don Gaspar
de Gordojuela y Mesa, al licenciado don Luis de Cordo
juela y Mesa, á doña Luciana Saez de Gordojuela y Me
sa, que casó con el capitan don Antonio de la Peña Saa
vedra, á doña Gerónima de Gordojuela y Mesa, que ca
só con el capitan don Luis Ramilet, á doña Mencia de
Palacio, monja de santa Catalina en la Orotava.
La hija doña Francisca Saez de Gordojuela, casó con
el capitan don Salvador de Alarcon Peña y Viñoli; y
tuvieron doce hijos, al capitan don Luis de Alarcon y Pa
lacio, regidor de esta isla, que casó en esta Ciudad con
doña Elvira Jovel y Machado, al doctor don Francisco de
Alarcon y Gordojuela, abogado de los reales consejos, y
del santo Tribunal de la Inquisicion, al reverendo padre
predicador fray Juan de Alarcon, de la Orden de san A
gustin, y secretario de esta provincia, al capitan don Ge
rónimo de Alarcon Manriquez de Lara, al padre fray Ig
nacio de la madre de Dios, de la descalzes de san Pe
dro de Alcántara, de la provincia de san José, en Casti
- 112 CONQUISTA

lla, á doña Catalina de Alarcon y Palacio, que casó con


el capitan don Angel Martinez Valladares, á doña Maria
de Alarcon y Peña, qne casó con el capitan don Andrés
Garcia Manos de Oro y Alarcon, y á doña Ana de Alar
con, que estando para casarse de diez y ocho años, murió
de repente, los otros por morir de poca edad no los re
fiero.
La otra hija doña Maria de Gordojuela casó con el
capitan don Nicolas Fernandez Fonte del Castillo, tuvie
ron por hijos al capitan don Nicolás Fonte y Palacio,
que casó en Canaria con doña Francisca Sousa y Higue
ras, y á doña Luciana. que casó con el capitan don An
tonio Garcia del Castillo, cuya ascendencia queda referi
da en la del capitan don Fernando del Castillo, caballe
ro de la órden de Santiago, uno de los principales con
quistadores, y al licenciado don Juan de Gordojuela Fon
te, y otros.
El licenciado Honorato de Reinaldos fué regidor, en
dicho año, por renunciacion del licenciado Juan de Rei
naldos su hermano.
Juan de Ancheta fué jurado, por renunciacion de A
lonso Gallego, en agosto de 1588.
El capitan Martin del Hoyo Abarca, fué regidor, por
renunciacion de Hernando Calderon en noviembre de 1595.
El capitan Alonso Vazquez de Nava fué regidor, por
renunciacion de Luis Carrillo de Albornoz, en febrero de
1589; era hijo de el capitan Alvaro Vazquez de Nava,
y de doña Juana Jovel, fué casado con doña Antonia Gri
II101.

El capitan Agustin Interian fué regidor, por renun


ciacion de Lorenzo Suarez de Figueroa, en setiembre de
1589 fué casado con doña Catalina Zurita del Castillo y
Palenzuela tuvo sucesion.
El doctor Francisco Lercaro fué teniente del corregi
dor Cangas, en setiembre de dicho año; fué casado con doña
Catalina Justiniano, cuyo hijo fué el licenciado don Ber
nardo Lercaro Justiniano, regidor, que casó, y tuvo hijos
que es el mayor el capitan don Angel Lercaro Justinia
no, regidor de esta isla.
Pedro Osorio , fué alguacil mayor en dicho mes.
El capitan Luis Bernal Ascanio fué regidor por re
nunciacion de Hernando Esteban Guerra, en junio de
DE CANARIAS. 13

1590; volvió á ser regidor en julio de 1596.


Garcia de Arguijo fué regidor, por renunciacion deI
licenciado Arguijo su padre, en octubre de 1590.
El capitan D. Luis de Castilla fué regidor por re
nunciacion de Garcia de Arguijo, en junio de 1591; ca
só con doña Ana Boza hija de Antonio Gonzalez, y de
Jumar Hernandez, fué su hija doña Mariana de Castilla
que casó con el capitan Diego de Mesa Ayala, de quie
nes es hijo el capitan don Luis de Mesa Castilla, regi
dor de esta isla. Otros hermanos tuvo el sobredicho don
Luis de Castilla, hijos de su padre don Fernando de Cas
tilla, que casó dos veces, una en la Palma, del cual ma
trimonio tuvo sucesion, de quien son descendientes el
capitan don Domingo Garcia de Castilla Valdés, regidor,
y el capitan don Simon de Castilla Valdés su hermano
y otros en la Palma. Segunda vez casó el dicho don Fer
nando de Castilla en esta isla de Tenerife, y de este ma
trimonio tuvo dos hijos, el uno fué el dicho don Luis de
Castilla, y el otro el capitan don Juan de Castilla, que
casó y tuvo hijos, el un hijo fué el capitan don Diego
de Castilla que casó con doña Maria Valende, padres del
capitan don Rodrigo de Castilla, otro hijo fué el capi
tan don Juan de Castilla, que casó, de quien no hay su
cesion, otra hija fué doña Ana de Castilla primera mu
ger del capitan Alonso Llarena Cabrera, padres del capi
tan don Luis Llarena y Castilla, otra hija fué doña Leo
nor de Castilla, que casó en Buenavista.
El capitan Lucas Martin Alzola, fué regidor, por re
nunciacion de Juan de Alzola, en junio de 1605, tuvo
sucesion.
El capitan Felipe Jácome de las Cuevas, fué regidor,
por renunciacion de Felipe Jácome de las Cuevas su padre,
en noviembre de 1592, en él tuvo sucesion.
El capitan Gonzalo Fernandez de Ocampo fué mayor
domo del cabildo en el año de 1593, fué regidor, y fiel
ejecutor por renunciacion de Juan Carrasco de Ayala,
fué casado, son sus hijos el capitan don Francisco de la
Cova Ocampo, regidor, y doña Juana Ocampo muger del
capitan Diego Perera de Castro.
El licenciado Perdomo de Hinojosa, fué personero
general de esta isla, en febrero de 1593.
El capitan Alonso de Llarena Cabrera fué mayordo
414 CONQUISTA

mo del cabildo, en abril de 1594, fué nombrado.


El capitan Niculoso de Aponte y Cuevas, fué regi
dor, por renunciacion de Gaspar Fonte de Ferrera di
cho año.
El capitan Francisco Perez de Cabrejas fué regidor,
por Frenunciacion de Diego Perez de Cabrejas su padre,
en agosto de 1594; fué casado con , doña Ana Yañez Del
gado, hija de Gaspar Yañez Delgado, regidor tuvo, hijos.
Lucas de Hemerando fué personero General de esta
isla en mayo de 1595.
El capitan Alonso Calderon fué regidor, por renun
ciacion dc Andrés Suarez Gallinato Fonseca, en julio de
dicho año. - -

El capitan Alonso Llarena Carrasco Ayala, fué regi


dor, año de 1598; fué teniente de ausencias del corre
gidor, Cornejo, en febrero de 1632; era hijo del licencia
do Alonso Llarena, y de doña Inés Carrasco, casó con
doña Maria Asoza y Vargas, tuvo sucesion.
El capitan Gaspar de Espinosa fué regidor, acrecen
tado en junio de 1596 casó en Garachico, cuyo hijo fué
Anton de Espinosa, padre de doña Inés Espinosa, muger
del maestre de campo don Cristóbal de Frias Salazar, y
de doña Ana Espinosa, muger del capitan don Luis de
Mesa Castilla, y de doña Angela de Espinosa, muger del
capitan don Luis Benitez del Hoyo.
El maestre de campo Cristóbal dc Ponte fué regidor,
por renunciacion de Alonso Calderon, en julio de 1596.
El capitan Miguel Gerónimo de Ayala fué regidor,
por renunciacion de Juan de Herrera, en octubre de 1597
fuélo otra vez por renunciacion de Andrés Fonte, en ene
ro de 1607.
El licenciado Cristóbal Espinosa fué teniente del Go
bernador Laso de la Vega, en abril de 1597 y del Go
bernador Benavides, en Octubre de 1605.
Francisco de Montesa fué mayordomo del cabildo, en
el año de 1598.
El licenciado Alonso Solis Aguilar fué personero ge
neral de esta isla, en junio de 1598, no tiene sucesion.
El licenciado Antonio Enriquez fué teniente del Go
bernador Laso de la Vega, en octubre de 1598.
El capitan don Lucas fué escribano mayor del cabil
do, por renunciacion de Simon de Asoza, en noviembre
DE CANARIAS 15

de 1599; fué regidor por muerte de Pedro Jaimez Al


monte, en agosto de 1607; fué casado con doña Isabel A
soza y Vargas, hija de Simon de Asoza y de doña Ana de
Vargas, fuè su hijo el capitan don Juan de Betancur.
El capitan Juan Carrasco Ayala fué regidor, y fiel e
jecutor, por renunciacion de Cristóbal Trujillo de la Co
va, en agosto de 1624; fué otra vez regidor por renun
ciacion de Luis de san Martin Llarcna, en febrero de 1627;
era hijo del licenciado Alonso Llarena y de doña Inés
Carrasco, casó con doña Beatriz de Ocampo, tuvo hijos.
El capitan Juan Cabrera Real, fué mayordomo del
cabildo, en el año de 1600 y escribano mayor del cabil
do, por renunciacion de don Lucas de Betancur, en no
viembre de 1602.
El maestre de campo Andrés Asoza y Vargas, fué re
gidor, por renunciacion de Simon de Asoza, su padre,
en junio de 1600, casó con doña Magdalena del Hoyo;
fueron sus hijas doña Ana de Asoza y Vargas, y doña Ma
ria de Asoza, que casaron con dos hermanos del apellido
de Aponte.
El capitan Francisco Zurita del Castillo fué regidor,
hasta que don Luis Interian tenga edad, por renunciacion
de Agustin Interian su padre, en julio de 1600.
El capitan Luis de san Martin Llarena fué regidor
por renunciacion de Juan Mateo Viña, en noviembre de
1600; fué casado con doña Elvira Yañez Delgado, hija de
Gaspar Yañez Delgado, regidor que fuè de esta isla, re
ferida queda su sucesion.
El licenciado Luis de Alarcon fué teniente del Gober
nador don Luis Manuel, en febrero de mil seiscientos y uno.
Diego de Triviño fué alguacil mayor en dicho mes.
El maestre de campo Pedro Jaimez Almonte, fué
regidor acrecentado en octubre de 1601; fué hijo de Pa
blo Jaimez de la Peña, y de doña Leonor de la Peña, no
tuvo sucesion.
El capitan Lope de Mesa, fué regidor, por renuncia
cion de Diego de Mesa, en noviembre de 1601.
Juan de la Guerra Figueroa, fué mayordomo del ca
bildo en el año de 1602. -

Andrés Soler de Padilla, fuè regidor, por renuncia


cion del licenciado IIonorato de Reinaldos, en febrero de
1602.
416 CONQUISTA

El capitan Juan Benitez de las Cuevas y Hoyo, fué re


gidor, por renunciacion de Luis Benitez del Hoyo, en di
cho año.
El capitan Francisco Cabrera de Rojas, fué escribano
mayor del cabildo, por renunciacion de Alonso Cabrera
de Rojas, en mayo de 1602; fué regidor, por renunciacion
de don Sebastian de Cabrera, en enero de 1610.
El capitan don Francisco Balcarcel, fué Alferez ma
yor, y regidor, por renunciacion del capitan Francisco Bal
carcel su padre, en noviembre de 1602.
El licenciado Francisco Garcia Sanchez fué perso
nero general de esta isla, en Enero de 1603; fué jura- .
do en Marzo de 1605; y segunda vez personero, año
de 1615, y regidor por renunciacion de Luis Bernal
Ascanio en Junio de 1616; fué casado con hija de Diego
de Madrigal, es su hijo el capitan Francisco Garcia San
chez, casado con doña Marcelina Voza padres del licen
ciado don Ignacio Garcia, presbítero, y del licenciado
don Francisco Garcia, Abogado.
El licenciado Agustin de Calatayud Castilla, fué
teniente del gobernador Benavides, en Julio de 1603;
fué gobernador año de 1608; como queda dicho en el
capítulo antecedente.
Cristóbal Orduña, fué alguacil mayor en dicho año.
El maestre de campo don Luis Interian, fué regi
dor por renunciacion de Agustin Interian su padre, en
Nobiembre de 1603; el oficio que servia Francisco Zuri
ta del Castillo.
El capitan Pedro Diaz Franco, fué regidor acrecen
tado en Diciembre de 1603.
El capitan Juan de Mesa, fué mayordomo del cabildo en
el año de 1604; y regidor, por renunciacion de Francis
co de Mesa su padre, en marzo de 1607.
Baltasar Ortiz de Caraveo, fué regidor, casó con do
ña Luisa de Armas, son sus descendientes el maestre de
campo don Fernando del Hoyo Caraveo, y doña Elena del
Hoyo Caraveo muger del capitan don Juan Interian, y el
capitan don José Caraveo, el capitan don Baltasar de Ca
raveo, el capitan don Gérónimo Caraveo, el licencíado don
Francisco Ferraez de Caraveo, y otros mas.
El capitan don Sebastian de Cabrera, fué regidor por
renunciacion de Alonso Guerra, en enero de 1604; fué ca
DE CANARIAS. 417

sado con doña Niculosa de Ocampo, era hijo de Luis de


San Martin Cabrera, regidor que fué de esta isla.
El capitan Miguel Fonte de Ferrea, fué regidor por
renunciacion de Niculoso Aponte y Cuevas, en marzo de
1604.
El maestre de campo Andres Lorenzo fué regidor
por renunciacion de Francisco de Rojas Cabrera, en agos
to de 1604, era hijo de Lázaro Lorenzo, fué casado con
doña Maria Mojica, señora de Fuerteventura, es su hijo
don Fernando Arias Saavedra, señor de Fuerteventura,
que casó con doña Maria de Llarena, de quien es hijo don
Fernando Matias Arias Saavedra, sucesor en el señorio; fué
doña Maria de Mojica, hija de don Fernando Arias Saave
dra, y doña Ana Perdomo, y descendiente por su padre
de Pedro Fernandez de Saavedra y de doña Constanza
Sarmiento Herrera señores de Fuerteventura, y por su
madre es viznieta del capitan Francisco Lopez Peña, y
de Marina de Casañas, vecinos que fueron de dicha isla.
El capitan Melchor Lopez Prieto Deza, fué deposi
tario general con voto de regidor, por renunciacion de
Julian Clavijo, en noviembre de 1604; fué casado con una
señora del apellido de Hoyo.
Alonso Lopez fué mayordomo del cabildo año de 1605.
El capitan Pedro Husterlin, fué jurado por renun
ciacion del licenciado Garcia, en diciembre, tuvo hijos,
de quien hay descendencia en esta isla, y en Canaria.
Ginés de Cabrera, fué mayordomo del cabildo.
Año de 1606.

El capitan Juan Soler de Padilla, fué regidor por re


nunciacion, de Pedro Soler, su padre, en enero de 1606.
El capitan Francisco Fiesco fué regidor por renun
ciacion de Juan de Mesa, en abril.
El capitan Andres Fonte y Ponte, fué regidor por
renunciacion de Felipe Jácome de las Cuevas.
Hernando Ramos, fué mayordomo del cabildo, año de
1607, y escribano mayor del cabildo, por renunciacion de
Juan Cabrera, en agosto de 1611.
El capitan Gaspar Fernandez Ocampo, fué personero
general de esta isla, en febrero de 1615.
El capitan Luis Lorenzo, fué regidor, fué alguacil
M18 CONQUISTA

mayor en dicho año, y regidor por renunciacion de Pe


dro del Valle, en diciembre de 1534; era hijo de Lázaro
Lorenzo, que fué casado con doña Inés de Llerena, hija de
Alonso de Llerena Carrasco, y doña Maria Asoza Vargas;
es su hijo el capitan don Alonso Lorenzo Llerena.
Francisco Ruiz Barbosa, fué mayordomo del cabildo
año de 1608.
El capitan don Gerónimo Grimon, fué regidor por
renunciacion de Tomas Grimon su padre, en octubre de
1618.
Diego de Tegerina Aguilera, fué alguacil mayor en
octubre de 1608.

Año de 1609.

Hernando de Ascanio, fué mayordomo en febrero.


El licenciado Lucas de Bada, fué teniente del gober
nador Espinosa, en julio.
El capitan Francisco de Molina Quesada, fué regidor,
recibióle en este regimiento, por renunciacion de Luis de S.
Martin de Llerena, Tomas de Molina y Quesada en el mes de
julio de 1609 en nombre y lugar del dicho capitan Francisco
de Molina su hermano, y fué hijo de Juan de Molina, y de sut
muger Cornelia Quesada, el cual casó con doña Francis
ca Asoza, hija de Simon de Asoza; son sus hijos el ca
pitan don Diego de Molina Quesada, regidor, el licencia
do don Francisco de Molina Quesada, doña Cornelia de
Molina Quesada, que casó con el capitan don Domingo
García del Castillo Valdés, y doña Ana de Molina, que ca
só con el maestre de campo don Simon de Castilla Valdés,
y el dicho capitan Francisco de Molina, fué primo her
mano del capitan Francisco de Molina, y don Blas, que
casó en la Orotava con doña Isabel de Belcazar y Lugo, de
quien son nietos el capitan, don Francisco de Molina y Lu
go, caballero de la órden de Calatrava, y el sargento ma
yor don Alonso de Molina y Lugo, y el capitan don Bar
tolomé de Molina Llerena, y doña Isabel de Molina y Lle
rena, muger del capitan don Pedro Rizo, todos herma
manos, y el capitan don Pedro de Ponte Molina, y doña
Mariana de Ponte y Molina, muger del capitan don Juan
de Monteverde, vecinos de la Orotava, y el licenciado don
Juan de Molina y Lugo, abogado de los reales cors jos, y
IDE CANARIAS 419

doña Magdalena de la Guerra Molina, muger del capitan


don Cristóbal Lordelo y Céspedes.
El licenciado don Alvaro de Mesa, fué teniente del
gobernador Espinosa.
El capitan Cosme Carreño de Prendis, fuè perso
nero general, y regidor acrecentado en Julio de 1612;
fué casado, tuvo hijos.
Año de 1610.

Anton Navarro, fué mayordomo del cabildo.


El capitan Rodrigo Hernandez Lordelo, fué escriba
no mayor del cabildo, por renunciacion de Francisco de
Rojas Cabrera; era hijo de Pedro Hernandez Lordelo re
gidor, casó con doña Juana Soler, de quienes son hijos el
capitan Pedro Fernandez Lordelo, que casó con doña An
tonia Fonte y Ponte Céspedes, cuyo hijo es el capitan don
Cristóbal Lordelo Ponte y Céspedes.
El capitan Agustin de Vargas fué regidor por renun
ciacion de Hernando del Hoyo en julio, no tiene sucesion.
El capitan Felipe Jácome de las Cuevas, fué regidor
por renunciacion de Juan Benitez de las Cuevas, en no
viembre de 1610.
El maestre de campo don Cristóbal de Frias y Sala
zar, fué regidor por renunciacion de Juan Colombo, en
dicho mes; fué caballero de la órden de Calatrava, casó
con doña Maria de Vergara Alzola, de quienes fueron hi
jos el maestre de campo don Ventura de Frias Salazar,
que murió en la Palma, caballero de la órden de San
tiago, y el maestre de campo don Cristóbal de Frias Sa
lazar caballero de la misma órden, casado con doña Inés
de Espinosa, padres del capitan y sargento mayor don
Cristóbal Lázaro de Frias Salazar, caballero de la órden
de Calatrava, en esta ciudad de la Laguna.
Luis de San Martin Estrada, fué mayordomo del ca
bildo, en el año de 1611.
El capitan Alonso Calderon del Hoyo fué regidor,
por renunciacion de Garcia del Hoyo su padre, en junio
de 1611.
Salvador Fernandez de Villareal, fué mayordomo del
cabildo año de 1612, y escribano mayor de él, por
renunciacion de Bartolomé de Cabrejas, año de 1620.
420 CONQUISTA

Ruy Perez de Cabrera, vecino de Sevilla, fué re


gidor acrecentado en abril de 1612.
El capitan Gerónimo Garcia, fué jurado, por renun
ciacion de Pedro Huesterlin Bentrilla, en abril de 1612,
es su hijo el licenciado don Gerónimo Garcia Cabral,
heneficiado de la iglesia parroquial de nuestra señora de
los Remedios. -

El licenciado Gaspar Agustin Barzoza, fué persone


ro general de esta isla, en agosto de 1612, y regidor por
renunciacion de Agustin de Vargas, en junio de 1615,
era hijo de Juan Agustin.
Bernardo Justiniano Lercaro fué regidor por renun
ciacion de Bernardo Justiniano, en noviembre de 1612.
El capitan Lope Hernandez de la Guerra, fué es
cribano mayor del cabildo, por renunciacion de Hernan
do Ramos, en el año de 1613.
El capitan Pablo Guillen del Castillo, fué persone
ro general de esta isla, en noviembre de 1613, era hijo
del licenciado Francisco Guillen, y de Martina del Casti
llo su muger, fué casado, cuyos hijos fueron el capitan
Cristóbal Guillen del Castillo, y el capitan Lucas Guillen
del Castillo y otros.
El capitan Pedro Fernandez de Ocampo, fué ma
yordomo del cabildo en el año de 1614, fué regidor por
renunciacion de Juan de Ocampo Sarmiento su hermano,
en febrero de 1627, fué casado no tuvo sucesion.
El capitan don Juan de Castilla, fué regidor por
renunciacion de don Luis de Castilla su padre, en abril
de 1614.
El capitan Baltasar Ortiz de Caraveo, fué regidor,
por renunciacion de Juan Benitez Cuevas, en Junio de
dicho año, el cual casó con doña Luisa de Armas, son
sus descendientes el maestre de campo don Fernando del
Hoyo y sus hermanos, y el capitan don José Caraveo, el
capitan don Baltasar Caraveo, el capitan don Gerónimo
Caraveo, el licenciado don Francisco de Caraveo, abogado
y otros caballeros, es su descendiente el licenciado don
Francisco Ortiz de Caraveo abogado..
El capitan don Juan Basterra, fué alguacil mayor con
voto de regidor, cuyo oficio compró á su Magestad en
nombre suyo, con dineros del capitan Luis Lorenzo, pre
sentó los títulos de dicho oficio, en junio de 1614.
DE CANARIAS. A21

Tomás Justiniano, fuè regidor, por renunciacion de


Alonso Cabrera de Rojas, en julio de dicho año.
El capitan Mateo Diaz Maroto, fué alguacil mayor,
regidor, el oficio que tenia don Juan Basterra, en ju
lio de 1614; y personero general, en junio de 1627; fue
ron sus hijos el capitan, y sargento mayor don Tomás
Maroto, y el capitan don Mateo Maroto, que casó con
hija del maestre de campo Juan Perez de Hemerando
Cabrera padres de don Mateo Maroto, y de don Juan Ma
roto, y de sus hermanas.
El capitan Esteban de Llarena Calderon, fué regidor,
1615.
enunciacion de Pedro Diaz Franco, en enero de

El capitan Diego de Mesa Ayala, fué regidor, por


renunciacion de don Juan de Castilla su cuñado, en febre
ro de 1615; casó con doña Mariana de Castilla.
El capitan Manuel Caravallo de Miranda, fué regidor,
por renunciacion de Gaspar Yañez Delgado, en febrero.
El licenciado don Juan de Solinas Medillina, fué te
niente del Gobernador Pereda en abril.
El maestre de campo Blas de Alzola, fué regidor por
renunciacion de Ruy Perez de Cabrera, en Agosto de di
cho año.
El capitan Niculoso de Aponte y Cuevas, fué regi
dor por renunciacion de Alonso Calderon del Hoyo, en
diciembre de dicho año, casó con doña Ana de Asoza y
Vargas, hija del maestre de campo Andrés Asoza y Var
gas, y de doña Magdalena del Hoyo: son sus hijos el
capitan Niculoso de Aponte, que murió, el capitan don
Andrés de Aponte de Asoza, el capitan don Diego de A
ponte Pajes, el capitan don Simon de Aponte, el reve
rendo padre fray Pedro de Aponte, de la órden de san
Francisco, el capitan don Juan de Aponte, doña Magda
lena de Aponte, que casó con el capitan don Esteban
Llarena Calderon, y doña Francisca de Aponte, y otras
hijas monjas.
El capitan Pedro de Soria Pimentel, fué regidor, por
renunciacion de Tomás Justiniano, en diciembre.
Luis de Ascanio, fué mayordomo del cabildo dicho
año.
El capitan Agustin de Mesa Espinola, fué escriba
no mayor del cabildo, en enero de 1616, fué casado con
A22 CONQUISTA

doña Catalina Manuel, hija de Gonzalo Afonso; son sus


hijos el doctor don Pedro de Mesa Espinosa, canónigo
de la santa Iglesia de Canaria, y doña Maria de Mesa,
que casó con el capitan Juan Jaques del Angel, padres del
licenciado don Juan Jaques, y del capitan don Lorenzo
Jaques, y del licenciado don Francisco Jaques, abogado,
de doña Catalina Jaques y Mesa, muger del capitan don
Andrés Machado Fiesco,
El capitan Diego Benitez de Ancheta, fué jurado, por
renunciacion de Juan de Ancheta, en enero de 1616; y re
gidor por renunciacion de Angel Lercaro de Leon, en
octubre de 1620, fué su hijo Gaspar de Ancheta padre del
muy Reverendo padre fray José de Ancheta, y demás
hermanos.
El capitan Matias de Ancheta, fuè jurado, por renun
ciacion de Diego Benitez de Ancheta su primo, en mayo
de mil seiscientos y diez y seis.
El capitan Bartolomé de Aponte, fué regidor, por
renunciacion del maestre de campo Pedro de Aponte Ver
gara, en agosto de 1616; casó en Garachico, tiene hijos.
El capitan Juan Francisco Jimenez Jorva Calderon,
fué regidor por renunciacion de Baltasar Ortiz de Ca
raveo, en Marzo de dicho año.
Año de 1617.

Agustin de Espinosa, fué mayordomo del cabildo en


los años de 1617, de 1618, de 1641, de 1644, de 1649,
de 1651, de 1655.
El capitan Francisco del Hoyo Solórzano, fué regi
dor, por renunciacion de Pedro de Soria Pimentel, en
mayo.
El capitan Hernando Alvarez de Ribera, fué regidor
acrecentado, en mayo.
Diego de Argomedo, fué escribano mayor del cabil-.
do, por renunciacion de Agustin de Mesa, en julio de di
cho año. -

Ángel Lercaro de Leon, fué regidor, por renuncia


cion de Bernardo Justiniano su tio, en agosto de dicho
año.
El maestre de campo Francisco Bautista Perera de Lu
go, fué regidor de esta isla, en diciembre.
DE CANARIAS 423

Año de 1618.

Luis Ochoa de Hemerando, fué escribano mayor


del cabildo, por renunciacion de Diego Argomedo, en di
cho año. -

El capitan Gaspar Martin Alzola, fué regidor por re


nunciacion de Lucas Martin Alzola su hermano, en Mar
zo de dicho año.
El licenciado Juan Hernandez del Cid, fué teniente
del gobernador Bazan, en julio de dicho año.
Año de 1619.

Juan de Hinojosa, fué mayordomo del cabildo en los


años de 1619 y de 1620, y otros mas años, fué perso
nero general de esta isla, en junio de 1621,
El capitan don Gerónimo Voza de Lima, fué perso
nero general de esta isla, en julio; fué jurado, por re
nunciacion de Matias de Ancheta, en junio de 1621; fué
otra vez personero en diciembre de 1629 y en julio de
1640; fué regidor, por renunciacion de , don Alonso Lo
renzo Llarena, en junio de 1647; fué hijo del licenciado
Domingo Gonzalez Voza de Lima, abogado de la real au
diencia, fué casado dos veces; la primera con doña Mar
celina Ancheta Machado, y la segunda con doña Juana de
Vergara del primer matrimonio;, fuéron sus hijos el capi
tan y sargento mayor don Domingo . Voza de Lima, y el
capitan don Matias Voza de Lima, y el licenciado don Juan
de Ancheta, canónigo que fué de Canaria, y el licencia
do don Gerónimo Voza, canónigo de Almería, y doña Ana
Voza, y doña Marcelina Voza, y del segundo matrimonio;
tuvo á doña Margarita Voza y Vergara.
El capitan Bartolomé Benitez del Hoyo, fué regidor,
por renunciacion de Martin del Hoyo Abarca, en noviem
bre de 1619.
El capitan don Gerónimo de Alzola Angulo, fué re
gidor, por renunciacion de Gaspar Martin Alzola su tio,
en dicho mes.
El capitan don Gerónimo de Bustamante, fué regi
dor, por renunciacion de Simon de Asoza, en dicho mes,
casó con doña Jacumina de Asoza, hija de Lope de A
soza, Recalde, regidor que fué de esta isla; tuvierón al li
424 CONQUISTA

cenciado don Juan de Bustamante, Presbítero, y al capi


tan don Diego de Bustamante, y al capitan don Francis
co de Bustamante, y otros hijos.
El capitan Juan Yañez Espinosa, fué regidor por
renunciacion de Francisco Perez de Cabrejas en abril, era
hijo de Manuel de Espinosa, tuvo hijos.
Año de 1620.

El capitan Bartolomé de Cabrejas, fué escribano ma


yor del cabildo por renunciacion de Luis Ochoa Heme
rando en el año de 1620, fué mayordomo de él en el
año de 1629, fueron sus hijos el capitan don Bartolomé
Cabrejas, y el sargento mayor don Baltasar Cabrejas que
ImUlrleron Sin SUl CeSIO n.

El capitan Gaspar Yañez Espinosa, fué mayordomo


del cabildo cn el año de 1621, era hijo de Juan Yañez
Espinosa.
El maestre de campo Juan de Monsalve, fué regidor
por renunciacion de Diego de Mesa en mayo de 1624,
era hijo de Diego de Monsalve, y de doña Francisca
Garcia, casó con doña Jacomina Boulen de Ocampo, es
su hijo el capitan don Luis Monsalve Ocampo, y otras
Señoras. -

El maestre de campo Juan Perez de Hemerando Ca


brera, fué regidor por renunciacion de Luis de San Mar
tin Cabrera su padre, fué alcaide del castillo principal
de Santa Cruz en los años de 1634, y de 1558, tuvo
hiios.
J El licenciado don Bernardo Lercaro Justiniano, fué

regidor por renunciacion de Diego Benitez de Ancheta


en el año de 1621, fué teniente del gobernador Cornejo
en diciembre de 1638, era hijo del licenciado Francisco
Lercaro, y de doña Catalina Justiniano, casó con doña Ja
comina Esterlin Ocampo, tiene hijos.
El capitan Bartolomé de Aponte, fué regidor por
renunciacion de Cristobal de Aponte, casó con doña Ma
ria de Asoza y Vargas, hija de Andres de Asoza y Vargas,
no tuvo sucesion, en junio de 1621.
El licenciado Martin Garcia de Salazar fué tenien
te del gobernador Bohorques, en julio de 1621.
El capitan don Juan de la Hala, fué alcaide del cas
DE CANARIAS 425

tillo principal de Santa Cruz, en el año de mil seiscien


tos y veinte y dos, fué casado con una señora hija de
Francisco Fiesco, regidor, es su hijo el capitan don Es
teban de la Hala, y sus hermanas en Canaria.
En el mes de mayo de 1622 Roque de Salvatierra
presentó doce títulos de regimientos, de que su Mages
tad hizo merced al señor Conde de Molina, y fueron reci
bidos con súplica sobre ello á su Magestad, fueron en
cabeza de las doce personas siguientes, de quienes pre
sentó poderes el sobredicho Roque de Salvatierra.
Manuel Chamorro, Juan Leal de Sotomayor, Pedro
Carrillo, Pedro Sanchez, Baltasar de Arceo, Martin de A
legria, Francisco de Cisneros Giron, Sebastian Fernandez
Escobar, Francisco Fernandez Rebolledo, Lucas Hernan
dez, Lucas Hernandez de Ledesma, Lorenzo de Soria.
De los cuales dichos Oficios se usan hoy cuatro, que
algunas personas han comprado al Conde, como señor de
ellos.
- El capitan don Luis Fernandez Prieto, fué regidor,
por renunciacion de don Gerónimo de Bustamante,
en junio de 1622; casó con doña Ana de la Peña, de
quienes no hay sucesion.
El capitan Juan de Ocampo Sarmiento, fué regidor,
por renunciacion de Juan Yañez Espinosa, en julio de di
cho año.
El capitan don Lope Fonte, fué regidor, por renun
ciacion de Anton Fonte Espinola su padre, en agosto de
1622; fué segunda vez regidor, por renunciacion de An
ton Benitez de las Cuevas, en diciembre de 1630.
El capitan Pedro del Valle Alvarado, fué alguacil ma
yor, y regidor, por renunciacion de Mateo Diaz Maro
to, en octubre de 1622.
El capitan Anton de Espinosa, fué regidor, por re
nunciacion de Gaspar de Espinosa, su padre, en setiembre
de 1623.
El capitan don Alonso Calderon, fué regidor, por re
nunciacion de don Fernando Calderon del Hoyo, su her
mano, en marzo de dicho año.
El capitan Luis Laso de la Guerra, fué regidor, por
inion de Alonso Vazquez de Nava, en marzo de
El licenciado Francisco de Molina fué teniente del
28
426 coNQUIsTA

gobernador don Diego de Alvarado, en julio de dicho


ano. . - - - -

El capitan Juan de Mesa Cabrera de Rojas, fué re


gidor, por renunciacion de Francisco de Rojas Cabrera
su tio, en setiembre de 1624. - . -

Luis de Palenzuela y Paz, fué mayordomo del cabildo


en el año de 1625. - -

El capitan Luis Garcia Izquierdo, fué jurado, por re


nunciacion de don Gerónimo Voza de Lima, en mayo de
1625. ºa º - -

El capitan Anton Benitez de las Cuevas, fué regidor,


por renunciacion de Luis Fiesco, año de 1626; casó dos
veces, la primera con doña Juana de Estrada, y fué su
hija doña Isabel Calderon Estrada, muger del capitan Mi
guel Guerra de Quiñones; la segunda vez casó con doña
Olaya Fiesco, son sus hijos el maestre de campo don Bar
tolomé Benitez Fiesco, y el capitan don Luis Benitez Fies
co, y otras señoras monjas. , º

El capitan
Gaspar de Soria Pimentel, fué mayordo
mo del cabildo en los años de 1627 y de 1634; era hi
jo de Gaspar de Soria, regidor, es su hijo el Alferez don
Francisco de Soria. ;

Domingo de Gordojuela, fué regidor, patron del con


vento de san Agustin en los Realejos, por renunciación
de Juan de Gordojuela su tio, casó con doña Gerónima
de Mesa, no tuvo sucesion, en febrero de 1627.
El licenciado don Alonso Gallegos Espinola, fué re
gidor, por renunciacion de Blas de Alzola, en junio de
dicho año. •

El capitan don Claudio Grimon, fué regidor, por


renunciacion de don Gerónimo Grimon su hermano, en
dicho mes. - -

El licenciado don Alvaro Vazquez de Nava, fué regi


dor, por renunciacion de Luis Laso de la Guerra, en di
cho mes, despues fué clerigo, era hijo del capitan don
Alonso Vazquez de Nava, regidor que fué de esta is
la, y de doña Antonia Grimon su muger. -

El capitan Tomás Pereira , de Castro, fué regidor,


por renunciacion de Domingo de Gordojuela, en setiem
bre de 1627; casó con hija de Juan Carrasco Llarena,
y de doña Beatriz de Ocampo, es su hijo el capitan Tomás
Pereira Castro, y ótros.
DE CANARIAs. 421
El capitan Martin Ascanio, fué alcaide del Castillo
principal de santa Cruz, en el año de 1628, y regidor,
por renunciacion de don Pedro Carrasco Llarena su yer
no, en junio de 1655; era hijo de Juan de Ascanio, y de
Inés Perez; fué su hijo el capitan don Juan de Ascanio,
que casó en las Indias, padre del capitan don Martin Jor
ge Ascanio de la Guerra, y de otros en las Indias.
El maestre de Campo don Tomás Fonte, fué mayor
domo del cabildo en el año de 1628; tiene dos hijas.
El doctor don Diego Carreño de Prendis, es regidor,
por renunciacion de Cosme Carreño de Prendis su pa
dre, en julio de 1628; fué teniente del gobernador don
Alonso Inclan, en mayo de 1644; casó con doña Maria de
Montedoca Barrios, cuyo hijo es el capitan y sargento ma
yor don Cosme Carreño.
El capitan Diego Pereira de Castro fué regidor, y
fiel ejecutor por renunciacion de Gonzalo Fernandez de
Ocampo su suegro, en noviembre de 1628 fué segunda
vez regidor por renunciacion de Tomas Pereira su her
mano en enero de 1647; casó con doña Juana Ocampo,
son sus hijos los capitanes don Diego Pereira Ocampo,
don Pedro Pereira Ocampo, don Lorenzo Pereira, doña
Elvira Pereira, que casó con el capitan don Tomas Pereira
Castro su primohermano, don Garcia, don Sebastian y
otras monjas de santa Catalina. -

El capitan don Alonso Llarena Carrasco Ayala, caba


llero de la órden de Santiago, , y regidor por renuncia
cion de Esteban de Llarena Calderon, en enero de 1633;
era hijo de Juan Carrasco Llarena, y de doña Beatriz de
Ocampo, fué casado con doña Mariana Colombo y Guer
ra, no tuvo sucesion.
El capitan don Hernando Esteban Guerra fué alcaide del
castillo principal de Santa Cruz, en el año de 1630; fué
casado con doña Clara Llarena Calderon; referida queda
su sucesion en la de Miguel Gerónimo.
El capitan Ambrosio Esterlin fué regidor por renun
ciacion del licenciado Francisco Garcia Sanchez, en mar
zo de 1630.
El capitan don Francisco Suarez de Lugo y Balcar
cel fué regidor por renunciacion de don Lope Fonte, en
agosto de dicho año; casó con doña Catalina Fonte; son
sus hijos el capitan y sargento mayor don Lorenzo Bal
A28 CONQUISTA

carcel, y el maestre de campo don Andres de Balcarcel


y otras señoras.
El capitan Miguel Guerra de Quiñones fué mayordo
mo del cabildo en el año de 1631, y regidor por renun
ciacion de don Alonso Llarena Carrasco, en junio de 1646,
casó con doña Isabel Calderon Estrada, referida queda su
sucesion en la de Miguel Gerónimo.
El capitan don Gonzalo de Rojas y Sandoval fué re
gidor por renunciacion de Andres Lorenzo, en Marzo de
1631. -

El licenciado don Juan Cornejo fué teniente del cor


regidor Boquin, en julio de dicho año, despues fué cor
regidor como queda referido en el capítulo antecedente.
El capitan don Joaquin de Vergara fué regidor, por
renunciacion de Manuel Chamorro, en agosto de dicho
año.
Miguel Guerra de Cardenas, fué mayordomo del ca
bildo en dicho año.
El capitan Cristobal Vandama, fué mayordomo del
cabildo en dicho año, son sus hijos el doctor don Cris
tobal Vandama Miranda, beneficiado de la parroquia de
nuestra señora de la Concepcion, y el capitan don Alon
so Vandama, y otras mas personas.
El capitan don Alonso de Llerena Cabrera, fuè re
gidor por renunciacion de Ambrosio Huesterlin, en ma- .
yo de 1633; es hijo de Luis de San Martin Llerena, re
gidor que fué de esta isla, y de doña Elvira Yañez Del
gado, casó dos veces, la primera con doña Ana de Cas
tilla, de quienes es hijo el capitan don Luis Llerena y Casti
la y dos señoras monjas; la segunda vez casó con doña Catali
na de Franquis, de quienes son hijos don Fernando de
HLlerena, don Francisco de Llerena, el licenciado don Barto
lomé de Llerena Franquis, don Gaspar, don Diego, don
Leandro, doña Elvira de Llerena Franquis, doña Maria Da
miana de Llerena, doña Gerónima de santa Catalina, monja.
El capitan Gaspar Fiesco fué regidor por renuncia
cion de Francisco Fiesco su padre, en marzo de 1633
casó con doña Ana Voza, hija de don Gerónimo Voza,
tiene sucesion.
El licenciado Juan de la Hoya, fué teniente del cor
regidor Sandoval, en mayo de 1633, fué despues corre
gidor.
DE CANARIAS. - 429

El capitan don Francisco Ruiz Barrios, fué perso—


nero general de esta isla, en julio de 1633 y mayordomo.
del cabildo en el año de 1638; casó y tuvo sucesion.
El maestre de campo Lorenzo Perera de Lugo y Pon
te, fué regidor por renunciacion de Francisco Suarez de
Lugo su padre, en octubre de 1633.
El capitan don Antonio de la Peña, fué regidor por
renunciacion de don Alonso Llerena Cabrera, en noviem
bre de dicho año, fué hijo de Antonio de la Peña Saa
vedra, y de doña Marcelina de la Peña es su hijo don
Antonio de la Peña Saavedra, regidor que casó en el Rea
lejo de abajo, como referido queda.
El capitan Juan Antonio de Franquis, fué regidor
por renunciacion de Francisco Bautista Perera de Lugo,
¿ noviembre de mil seiscientos y treinta y tres, tiene
lJos.
El capitan don Pedro Interian, es regidor y fiel
ejecutor, y almotacen mayor, por renunciacion de Diego
Pereira de Castro, en Enero de 1634; es hijo de don
Luis Interian, regidor que fué de esta isla, es su hijo
el licenciado don Miguel Interian Ayala.
El capitan Mateo Viña de Vergara fué regidor por
renunciacion de Andres de Asoza y Vargas, en Mayo
de 1634. -

El capitan don Juan de Betancourt Vargas y Aso


za, fué regidor por renunciacion de don Lucas de Be
tancourt Sanabria su padre, en Agosto de dicho año, ca
só en Madrid, tuvo un hijo. 9

El capitan Juan Francisco de Ponte Calderon, fué


regidor por renunciacion de Bartolomé de Ponte su her
mano, padre de D. Juan Bautista de Ponte, menor de
edad, en agosto de 1634. -

El capitan don Cristobal de Aponte y Hoyo, regi


dor por renunciacion de Luis Lorenzo, en Setiembre de
dicho año.
El capitan y sargento mayor don Domingo Voza
de Lima, fué mayordomo del cabildo en los años de
1636, de 1637, y de 1640; fué hijo de don Gerónimo.
Voza de Lima, y de doña Marcelina de Ancheta Macha
do, casó con doña Angela de Cabrejas, de quienes son
hijos don Gerónimo Voza de Lima, y el licenciado don
Diego Voza Cal rejas, y doña Leonor de Voza y otras se
M30 CóNQUISTA

ñoras Mónjas de santa Catalína. - -

El capitai, don Nicolas Ventura de Balcarcel fué al


ferez mayor y regidor por renunciación del capitan don
Francisco de Balcarcel su padre, en julio de 1637.
El capitan Juan Yañez Ordoñez, fué regidor por re
nunciacion de Juan Colombo, en setiembre de dicho año.
El capitan don Juan Francisco de Franquis fué re
gidor por renunciacion de Antonio Luzardo de Franquis
su padre, casó con doña Agustina Interian, tiene suce
sion en la Orotava, son sus hijos el capitan don Juan de
Fránquis, en noviembre de dicho año,
El maestre de campo Juan de Alzola, fué regidor
por renunciacion de Francisco de Alzola Vergara su pa
dre, en Enero de 1638. -

El capitan don Pedro Carrasco Llarena Ayala, fué


regidor por renunciacion de Juan Carrasco su padre en
dicho año, casó con dóña Ines Ascanio hija del capitan
Martin Ascanio, tiene sucesion, - - -

... El licenciado don Tomas de Bustamante, fué perso


meró general de esta islá, en julio de 1638. - -

El capitan dón Simon Castillo, fué jurado por re


munciacion de Gerónimo Garcia; fué hijo del capitan Vi
cente del Castilo, casó con doña Ines Ascanio y Guerra
hija de Luis Bernal Ascanio, tiene un hijo llamado don
Félipe del Castillo y Ascanio, y una hija.
El capitan Lucas Guillen del Castillo, fué hayor
domo del cabildo en los años de 1639 y de 1648.
El capitan don Francisco de Mesa, es regidor por re
. asion de Herñañdo Alvarez de Ribera, en junio de
El licenciado dón Juan Marron, fué teniente del cor
regidor Urbina, en julio de 1639. -

, El capitan don Alonso de Ponte Jimenez, fué alcai


de del castillo de Garachico, en el año de 1640.
El capitan Juan de Mesa y Lugo, fué regidor de
esta isla, casó en la Orotava: son sus hijos el maestre
de campo don José de Mesa, caballero de la órden de
Calatrava, y Marqués de Torrehermosa, y el capitan don
Lope de Mesa, y el capitan don Juan de Mesa, cabale
ros de la órden de Santiago, y el licenciado don Frau
'cisco de Mesa, y otras hijas ya referidas. * -

El capitán Juan Jaques del Angel, fué escribanoma


DR CANARIAs 431
¿ del cabildo, por renunciacion de Agustin de Mesa
Espinola su suegro, en diciembre de 1640.
El capitan don Niculoso de Aponte y Cuevas, regi
dor por renunciacion de Niculoso Aponte y Cuevas
su padre, en noviembre de 1643, casó con doña Marina
Fonte, es su hijo el capitan don Gaspar de Ponte y Fonte.
El capitan don Alonso Llarena Lorenzo, fué regidor
por renunciacion de Gonzalo de Rojas y Sandoval, en ma
yo de 1641; fué regidor, y alguacil mayor, por nombra
miento de Luis Lorenzo su padre, en noviembre de dicho
año, y por su renunciacion, en abril de 1646, y otra vez
regidor por renunciacion de Alonso Llarena Cárrasco su
abuelo, en agosto de dicho año; fué otra vez alguacil ma
yor, y regidor en mayo de 1652; casó con doña Fran
cisca de Aponte, son sus hijos el capitan don Juan de
Llarena Lorenzo, y el licenciado don Cristobal de Llare
na, y otros mas. -

Don Juan Garcia del Castillo, fué jurado por renun


ciacion de Luis Garcia Izquierdo su padre, en octubre
de 1641. = - -

El licenciado don Vicente del Castillo, fué regidor


por renunciacion, de Miguel Fonte de Ferrera, en dicho
mes, fué hijo del capitan Vicente del Castillo, vecino que
fué de Garachico, y nieto de Juan del Castillo, natural
de Zaragoza, casó con doña Ana de Mesa y Asoza, es su
hijo el Capitan don Juan del Castillo y Mesa, regidor.
El maestre de campo Juan de Urtisaustigui, caba
llero de la órden de Santiago, fué tesorero y regidor de
ºsta isla, en noviembre de 1641, casó con doña Maria de
Acuña Soler, son sus hijos el capitan don Juan de Urti
Saustigui, y doña Ursola Urtisaustigui, que casó con el
capitan don Angel Lercaro, y doña Agueda Urtisausti
º¿ del capitan don Simon de Herrera y Leyva.
Don Fernando Arias y Saavedra, señor de Fuerte
ventura, fué regidor por renunciacion de don Alonso Lla
rena Lorenzo su primo, en noviembre de 1641; fué regi
dor y alguacil mayor por dos años, en setiembré de 163.
El capitan Matias Machado Espinola, fué mayordo
mo del cabildo en el año de 1642, casó con una señora
del apellido de Miranda, son sus hijos el capitan, don
¿? Machado, y el
-
capitan don Se ¿
-

-en la
os hijas orotas -
432 CONQUISTA

El capitan y sargento mayor don Benito Viña Verga


ra, fué regidor de esta isla, por renunciacion del capi
tan Marco Viña de Vergara su padre, en mayo de 1642,
casó con doña Juana de Alvarado, tiene sucesion.
El licenciado don Alonso de Molina y Lugo, fué
regidor por renunciacion de don Juan de Bethencourt y
Vargas, en febrero de 1642, fué segunda vez regidor,
por renunciacion de Miguel Guerra Quiñones, en mar
zo de 1648.
El capitan don Bernardino del Hoyo Justiniano, es
regidor por renunciacion de Anton de Espinosa, en ju
lio de 1612, es hijo de Francisco del Hoyo Solorzano,
regidor que fué de esta isla, y de doña Beatriz Justinia
no su muger.
El capitan Lorenzo Fernandez de Villareal, fué ma
yordomo del cabildo en el año de mil seiscientos y cua.
renta y tres.
El capitan Alonso Fernandez de Lugo, fuè regidor
por renunciacion de don Alvaro Vazquez de Nava, en
setiembre de 1643.
El maestre de campo don Tomas de Nava Grimon,
Marqués de Villanueva del Prado, fué regidor por renun
ciacion de don Claudio Grimon su tio, en setiembre de
1643, y Alcaide del castillo principal de Santa Cruz, en
el año de 1665, está casado con la Marquesa doña Fran
cisca de Alvarado Bracamonte, son sus hijos el capitan
de Corazas don Alonso de Nava Grimon, caballero de la
órden de Calatrava, y doña Antonia de Nava Alvarado,
muger del capitan de Corazas don Luis Laso de la Vega y
Córdova, sucesor en el condado de Puertollano.
El capitan y Sargento mayor Diego Lorenzo, fué
regidor en el año de 1644.
El capitan don Domingo Garcia de Castilla y Valdés
es regidor por renunciacion del licenciado don Alonso
de Molina y Lugo, en agosto de 1644; casó con doña
Cornelia de Molina y Asoza, hija del capitan Francisco
de Molina Quesada, y de doña Francisca de Asoza y Var
gas, tienen hijos.
Gaspar de Ancheta Suazo fué Mayordomo del cabil
do en los años de 1645, y de 1654, fué hijo de Diego
Benitez de Ancheta, regidor que fué de esta isla, di
cha está su sucesion. - -
DE CANARIAS. 433

Juan Yañez Abad fué regidor por renunciacion de


Juan Yañez Ordoñez su hijo, en setiembre de 1645.
El capitan don Simon de Castilla Valdés, fué alcai
de del castillo de San Juan, en el año de 1646 y Te
niente de alguacil mayor, con voto de regidor, en marzo
de 1647, fué personero general de esta isla, en julio de
1662, casó con doña Ana de Molina, hija del capitan
don Francisco de Molina Quesada, y de doña Francisca
de Asoza y Vargas, son sus hijos el capitan don Simon
de Castilla Valdés, y doña Clara de Castilla, y doña Ma
ria de Castilla. -

El capitan Juan Nuñez de la Peña fué mayordomo


del cabildo en el año de 1646; casó con doña Maria de So
lis Muñoz, tiene sucesion, que queda referida en la del
capitan Rodrigo Nuñez de la Peña, regidor que fué de
esta isla, su visabuelo, y tercero mio.
El capitan Martin de Naveda Romero fué rcgidor
por renunciacion de Juan Yañez Abad, en junio de 1646.
El maestre de campo don Pedro de Vergara Alzola,
es regidor, por renunciacion de Juan de Alzola Vergara,
en junio de dicho; año casó con doña Francisca Guerra,
Quiñones, es su hijo don Pedro de Vergara.
El capitan don Diego de Molina Asoza, es regidor,
por renunciacion de Francisco de Molina Quesada su pa
dre, en noviembre de 1646; casó con doña Inés de Cas
tilla, tiene sucesion.
El capitan don Carlos de Briones Samaniego fué al
guacil mayor, en setiembre de 1646; casó con doña Sebas
tiana de Llarena Contreras Guerra, tienen hijos.
El Capitan Marmaduque Esquier fué mayordomo del
cabildo en dicho año, casó con doña Bárbula de Cabrera
Ocampo, hija de don Sebastian de Cabrera, y de doña
Niculosa Ocampo, son sus hijos el licenciado don Tomás
Esquier presbítero, y el capitan don Sebastian Esquier
Cabrera, y el licenciado don Lucas Esquier. -

El capitan Juan Colombo de Vargas fué regidor, por


renunciacion de Juan de Mesa, en mayo de 1648.
El licenciado don Juan de Molina Perera de Lugo,
fué regidor, por renunciacion de Martin de Naveda, en
setiembre de dicho año, tiene hijos.
El capitan y sargento mayor don Alvaro de Mesa
Asoza, es regidor, por renunciacion de Juan Colombo de
434 GQNQUISTA

Vargas, en octubre de dicho año; casó con doña Maria


de Mesa Barbosa, tiene hijos.
El capitan don Francisco de san Martin Cabrera,
regidor, por renunciacion de Pedro Fernandez de Ocamr
po, en setiembre de 1661; casó con doña Francisca de
Monsalve Soler, tiene sucesion, era hijo de don Sebas
tian de Cabrera, y de doña Niculosa de Ocampo.
El capitan don Francisco de la Cova Ocampo fué al
caide del castillo de san Juan en el año de 1649; es re
gidor, por renunciacion de Juan de Monsalye, en enero
de 1665.
El maestre de campo don Alonso de Llarena Calde
ron es regidor, por renunciacion de Lope de Mesa, en
agosto de 1649.
El licenciado don José de Luna y Peralta, fué tenien
te del gobernador Giron, en noviembre de dicho año, fué
corregidor despues por muerte del corregidor Giron; ca
só con doña Ana Maria, fué su hijo don Manuel de Lu
La y Peralta, y otras señoras, que están en Castilla.
El capitan don Tomás Pereira de Castro Ayala, es re
º por renunciacion de Diego Pereira de Castro su
io y suegro, en agosto de dicho año.
El capitan don Juan Colombo Vargas y Torres, es
regidor, por renunciacion del licenciado Alonso Molina,
en noviembre de 1650.
Antonio de Regilon fué escribano mayor del cabil
pºr renunciacion
(Q1.
de Agustin de Mesa, en febrero de
El maestre de campo don Francisco Bautista Suarez
... de Ponte y Lugo, (s regidor, por renunciacion de don
Juan Antonio de Franquis, en junio de dicho año.
El capitan don Antonio Rutia, es regidor, por renun
ciacion del maestre de campo Juan Urtisaustigui, caballe.
ro de la órden de Santiago, en noviembre de dicho año.
El capitan y sargento mayor don Luis de san Mar.
tin Llarena Cabrera, fué mayordomo del cabildo, en el
año de 1652; es regidor, por renunciacion de don Es
, teban de Llarena y Ponte, en noviembre de 1666.
El capitan don Juan, Francisco de Franquis y Lugo,
es regidor por renunciacion de Juan Francisco de Fran
quise su padre, en julio de 1652. -

El capitan don Selastian ºrieto del Hoyo es regidor,


DE CANARIAS. d35

por renunciacion de don Luis Fernandez Prieto Deza,


su tio, en noviembre de dicho año.
El capitan Francisco Martin de Llarena fué mayor
domo del cabildo, en el año de 1653.
El capitan don Antonio Alfonso Gallegos Albarnas es
regidor, por renunciacion de don Alonso Fernandez de
Lugo, en mayo de dicho año.
El capitan Matías Oramas fué escribano mayor de el
cabildo, por renuncíacíon de Salvador Fernandez de Wi
llareal, en dicho mes. -

El capitan don Melchor Prieto del Hoyo, es regidor,


por renunciacion de don Melchor Lopez Prieto su padre,
en dicho mes, es el oficio de depositario general.
El capitan don Angel Lercaro Justiniano, es regidor,
or renunciacion del liccnciado don Bernardo Lercarodius
iniano su padre, en setiembre de 1653.
El maestre de campo don Francisco Perera Suarez y
Lugo, es regidor, por renunciacion de don Alonso del
¿? Calderon en dicho año, y su juramento en julio de
El capitan don Andrés de Aponte y Asoza, es re
gidor, por renunciacion de don Lope Fonte, en dicho año.
El licenciado Domingo Perez Viera fué personero ge
neral de esta isla en dicho año, y teniente del corregi
dor Palacios en el año de 1662.
El licenciado don Simon de Frias y Coello fué tenien
teº del corregidor Barrientos, en mayo de 1654.
El capitan don Pedro Romero, es regidor, por renun
rciacion de dom Luis Vandama, en octubre de 1669.
El capitan don Luis de Mesa Castilla, es regidor,
¿ renunciacion de Bartolomé Benitez del Hoyo, en fe
rero de 1655; casó con doña Ana Espinosa, son sus hi
-jos don Diego de Mesa, y don Bartolomé de Mesa, doña
º Maria, doña Mariana, doña Leonor, doña Ana de Mesa y
Espinosa. -

El capitan don Diégo de Aponte Pajes, es regidor, por


renunciacion de don Niculoso de Aponte y Cuevas su her
mano, en marzo de 1655; casó con doña Inés de Llarena,
referida queda su sucesion en la de Miguel Gerónimo.
. El capitan don Luis Vandama fué regidor, por renun
-
¿" del licenciado don Juan de Molina, en julio de
O.
A36 CONQUISTA

Don Andrés Diaz de Villareal fué mayordomo del ca


bildo en el año de 1656; es escribano mayor de él, por re
nunciacion de Matias Oramas, año de 1657.
El capitan don Pedro de Ponte Franca Llarena, es re
gidor, por renunciacion de Cristóbal de Ponte su padre en
enero de 1656; es maestre de campo en Flandes.
El capitan don Cristóbal Interian fué regidor nueva
mente acrecentado, en mayo de dicho año; casó con do
ña Marina Interían su sobrina, hija del licenciado don Mi
guel Interian su hermano, tiene una hija.
El capitan don Fadrique Interian, hermano de los
sobredichos, por parte de padre, fué regidor nuevamen
te acrecentado en dicho mes, fué otra vez regidor, por re
nunciacion de don Luis Interian su padre, en octubre de
1662.
El capitan don Francisco de Molina y Lugo, fué regi
dor, por renunciacion de don Lorenzo Perera Lugo, en
dicho mes.
El maestre de campo don José de Mesa, caballero de
la órden de Calatrava, fué teniente de regidor por su pa
dre el capitan Juan de Mesa y Lugo. -
El capitan don Alonso de Fonseca fué alguacil ma
yor, con voto de regidor, en octubre del 1657; fué hijo de
capitan don Alonso de Fonseca, y nieto del goberna
dor Juan Alvarez de Fonseca, es su hijo el capitan don
Juan de Fonseca, en los años de 1658 y de 1659.
Don Bartolomé de Ancheta, fué mayordomo del cabil
do en el año de 1658; y de 1668.
El capitan don Juan del Castillo es regidor, por re
nunciacion del licenciado don Vicente del Castillo su pa
dre, en enero de 1658.
El licenciado don Francisco de Espinosa y Leon,
es regidor, fué recibido en marzo de 1638. Es teniente ge
neral del corregidor don José Perez de Balcarcel, en este
año de 1669.
El capitan don Fernando Bazan fué regidor en mar—
zo de 1658.
El licenciado don Juan Francisco de Ponte Jimenez
fué regidor, por renunciacion de Juan Francisco Jime
nez, en julio de dicho año, casó con doña Angela de
Nava, no tuvo sucesion. -

El licenciado don Miguel de Ayala Interian, fué per


DE CANARIAS A37

sonero general de esta isla, en setiembre de 1468.


El capitan don Juan de Retana, es regidor por re
nunciacion de don Gerónimo Voza; su suegro, en dicho
a I10,

Don Esteban de Ancheta fué mayordomo del cabildo


en los años de 1659 y de 1667.
El capitan y sargento mayor don Fernando Pardo, fué
jurado, por renunciacion de don Simon del Castillo, en
febrero de 1659, es regidor, por renunciacion de don Fran
cisco de Molina y Lugo, en julio de 1663.
El maestre de campo don Juan Bautista de Ponte,
caballero de la órden de Santiago, y Marqués de Adeje,
regidor, es el oficio que servia el capitan Juan Francis
co de Ponte Calderon su tio, fuè recibido en el año de
1659.
El capitan don Pedro de Ponte es teniente de regi
dor del maestre de campo don Juan Bautista de Ponte,
marqués de Adeje, en dicho año.
El maestre de campo don Cristóbal de Ponte Sua
rez Gallinato fué alguacil mayor y regidor, en febrero de
1659.
*El capitan y sargento mayor don Tomás Maroto, es
regidor, por renunciacion de Juan Perez de Hemerando,
en noviembre de dicho año.
El licenciado don Luis Roman fué regidor por re
nunciacion de don Fadrique Interian, en dicho año.
. Don Tomas de Ancheta fué mayordomo del cabil
do, en el año de 1660; y lo es en este de 1669.
El licenciado don Alvaro Machado Fiesco fué teni
ente del corregidor Moscoso, y del corregidor Palacios,
en el año de 1660; fué corregidor, por muerte del
corregidor Moscoso nombrado por el cabildo.
Juan Alonso de Arguello fué escribano mayor de
el cabildo, por renunciacion de Antonio Regilon, en
marzo de dicho año.
El capitan don Juan Interian, es regidor por renun
ciacion de don Cristobal Interian su hermano, en julio de di
cho año.
El capitan y Sargento mayor don Baltasar Cabrejas
años de 1661del y castillo
fué alcaide de 1662.principal de Santa Cruz, en los
s: .

El ayudante Diego Fernandez Ferrer fué mayordo


A38 CONQUISTA

mo del eabildo en el año 1661.


El capitan don Alonso Carrasco Llarena, es regidor
por renunciacion de el capitan Martin Ascanio su abue
lo, en febrero de 1661.
El capitan don Antonio de la Peña Saavedra, es
regidor por renunciacion de don Antonio de la Peña
Saavedra su padre, en agosto de 1661. - ,

- Don Bernardino Regilon fué mayordomo del cabil


do en el año de 1662, es escribano mayor del cabildo
por renunciacion de Juan Alonso Arguello, en Setiem
bre de 1663. -

El capitan don Juan de Castro, es regidor por re


nunciacion del licenciado don Alonso Gallegos, en agos
to de 1662.
El licenciado don Manuel Diaz de los Cobos fué
teniente del corregidor Palacios, en Octubre de dicho
810,

El capitan don Lucas de Alzola es regidor en di


cho año, por renunciacion de don Gerónimo Angulo y
Alzola su padre.
El licenciado don Francisco Fiesco, es regidor por
renunciacion del capitan Gaspar Fiesco su padre, en di
ciembre de 1663. -

El alferez Juan Rodriguez Machado fué mayordomo


del cabildo en dicho año.
El maestre de campo don Esteban de Llarena Pon
te fué regidor por renunciacion del maestre de campo don
Tomas de Nava, Marqués de Villanueva del Prado, en el
año de 1663. -

El capitan don Juan Benitez de Coronado, es regidor


por renunciacion de Francisco del Hoyo Solorzano, en
agosto de 1663.
El capitan don José Carriaso, fué personero en di
cho año.
Cristóbal Perez de Soto fué jurado, por renuncia
cion de don Fernando Pardo, en enero de 1664.
El capitan don Lope de Mesa es teniente de regi
dor. del capitan Juan de Mesa su padre, en diciembre de
dièho año de 1669. -

El ayudante Francisco Ramirez Machado fué mayor


domo del cabildo en los años de 1665 y de 1666.
El licenciado don José Tavares de Cala fué teniente
DE &AÑARAs 439

del corregidor don Juan de Palacíes, por muerte àel li


cenciadó Cóbós, en el añó de 1665.
El hicenciado don Melchor de Abreu fué teniente
del corregidor don Martin de Mirabal, en febrero de 1666.
El cápitan don Francisco de Balcarcel es alferez ma
yor, y regidor por renunciacion del capitan don Nicolas
Ventura de Balcarcel su padre, en dicho mes y año.
El capitan don Esteban de Ponte Suarez, fué al a
cil mayor en julio de dicho año.
El capitan don Antonio Fonte es jurado de esta isla,
por renunciacion de Cristóbal Perez de Soto, en este año
de 1669. -

El licenciado Pedro de Vergara Trigo, fué persone


ro general de esta isla, en abril de 1668.
Año de 1670.

El capitan don Antonio Fonte, fué recibido por ju


rado, por renunciación de Cristóbal de Soto.
Pedro de Arechavala fuè regidor por él maestre de cam
po don Francisco Perera de Lugo, en enero.
El licenciado don Agustin Interian, fué recibido regi
dor pór renunciacion de don Fadrique Interian su herma
no, al fin de enero.
El maestre de campo don Simon de Castilla Valdés,
fué recibido por regidor, en octubre, por renunciacion de
Pedro Arechavala.

Año de 4671.

El licenciado don José Tavares de Cala, fué recibido


º por regidor, en enero, en el oficio de don Fernando Arias
Saavedra, señor de Fuerteventura.
Don Francisco de Mesa y Ayala fué recibido por al
guacil mayor de esta isla, por muerte de don Lope de
Mesa su hermano, en agosto.
4 Año de 1672.

El capitan don Francisco de Castilla Valdés fué re


"cibido por regidor, en mayo, por renunciacion del ca pitan
º don Domingo Garcia de Castilla Valdés su padre.
A40 CONQUISTA

El capitan don Luis de Alarcon y Palacio fué recibí


do por regidor, por nueva merced Real, por muerte del
capitan don Francisco de san Martin Cabrera, en ma
yo, ejércelo al presente el capitan don Luis Benitez de las
Cuevas y Fiesco, fué recibido por regidor, por renuncia
cion de don Juan Benitez Coronado, en mayo, ejércelo.
El capitan don Francisco Tomás Alfaro y Franquis,
caballero de la órden de Alcántara, fué recibido por re
gidor, en agosto, por renunciacion del maestre de cam
po don Simon de Castilla Valdés, ejercelo al presente.
Don Fernando Matias Arias Saavedra, sucesor de el
Señorio de Fuerteventura, es regidor en dicho mes, ejer
celo al presente el licenciado don Juan de la Torre, es
regidor en dicho mes, por renunciacion del capitan don
Bernardino del Hoyo Justiniano.
El capitan don Alonso Guerra Calderon, es regidor
en dicho dia, por renunciacion del maestre de campo don
Pedro de Vergara Alzola. -

El capitan don Francisco Briones, es regidor, por


renunciacion de el maestre de campo don Alonso Llere
na Calderon, en dicho dia.
- El capitan don Bernardino del Hoyo Justiniano, re
gidor, recibido en noviembre, por renunciacion del ca
pitan don Luis Benitez de las Cuevas Fiesco,
Año de 1673.

El licenciado don Francisco Fernandez de Molina es


regidor, recibido en febrero, por renunciacion del capi
tan don Pedro Romero y Fresneda.
El capitan Miguel de Rivas, es regidor, recibido en
abril, por renunciacion del capitan don Miguel Lercaro
Justiniano.

Año de 1674.

El capitan don Sebastian Machado Espinola y Lugo,


recibido en Marzo, por renunciacion del licenciado don
Francisco Espinosa y Leon.
- El capitan don Fernando Machado es regidor, en agos
to, por renunciacion del capitan don Francisco de Mesa.
El capitan don Juan de Ponte Asoza es regidor, re
DE CANARIAS. - A41

cibido en noviembre, por renunciacion de el capitan Bar


tolomé de Ponte Pajes.
Aqui dan fin los regidores, tenientes, jurados, algua
ciles mayores, personeros, mayordomos de el ayuntamien
to, y escribanos mayores de él, y alcaldes, los cuales me
han constado por instrumentos auténticos, desde la con
quista de esta isla año de mil cuatrocientos y noventa y
seis, basta noviembre de este año de mil seiscientos y se
tenta y cuatro, que ha tiempo de ciento y setenta y ocho
años; ya dejo advertido, que adonde dice: fulano fué re
gidor, Ócc. se entienda haber sido recibido en dicho
año y mes, para que si alguno quisiere recurrir á su o
riginal, lo pueda hallar con facilidad en los dichos libros
capitulares; mas quisiera haberme dilatado en las familias
de cada uno, aunque me costara mas trabajo; pero como
no era posible llenarlas todas, aunque fuese todo el libro
del intento, asi puse algunas, que con mas facilidad se
ofrecieron al buen celo de mi patria, que en eso se fun
da toda la obra que he ofrecido al prudente lector.
CAPITULO VI.

De Armas de algunas de las muchas familias que en esta is.


la han poblado.
Muchas son las nobles familias, que han poblado en es
ta isla de Tenerife, que á ella pasaron de los Reynos de Es
paña, y de Italia, y Francia, y de todos sus blasones quisie
ra dar noticia; pero como no es fácil, el prudente lector
me disculpará que mi deseo es de ponerlos todos.
I as armas de esta isla de Tenerife, el Angel san Miguel
armado con una lanza y una bandera en una mano, y un es
cudo en la otra, y debajo puesta una breña, de que sale
de lo alto de ella unas llamas de fuego, y un leon á la una
parte de la breña, y un castillo á la otra, y debajo de la bre
ña la Isla de Tenerife en campo verde, y la mar al rede
dor, todo en campo amarillo, y por orla en campo colorado
unas letras amarillas, que dicen; Michael Arcangel veni
in adjutorium populo dei Thenerife me fecit.
Las armas y sello de la provincia del seráfico pa
dre San Francisco, con el título de san Diego de estas
islas de Canaria, la primera religiosa famil que en
29
442 CONQUISTA

estas islas entró á predicar la fé; son dos palmas, y á


un lado unos cordones, y al otro lado un castillo ó ca
sa y en lo alto cuatro cabezas, que hacen forma de
cruz, y en lo bajo ondas de mar y unas isletas, y por
orla un letrero que dice; Sigillum Ministri provincialis
provincia Canariae.
Las armas y sello de la provincia del gran doctor
de la iglesia san Agustin, con el título de santa Clara
de Monte Falco de estas islas, la segunda religiosa fa
milia, que en esta isla de Tenerife tuvo su fundacion,
son la imágen de santa Clara de Monte Falco, y por
orla un letrero que dice ser aquel el sello de 'esta di
cha provincia.
Las armas y sello de la provincia de el patriarca
santo Domingo, con el título de nuestra señora de Can
delaria, de estas islas, que fué la tercera religiosa fami
lia que fundó convento en esta isla de Tenerife, son la
imágen de nuestra señora de Candelaria, nuestra patro
na, y de todas las islas.
Las armas y blason de el Adelantado don Alonso
Fernandez de Lugo, conquistador, gobernador, y capitan
general, que fué de esta isla de Tenerife y de la Pal
ma, son una cruz de oro avanada de verde en campo
rojo con cuatro espigas de trigo de oro.
Nava. Son en campo rojo cuatro perfiles de oro,
dentro un castillo de oro.
Vazquez. Dos encinas verdes en campo de plata.
Austrias. El escudo de quince laqueles, los ocho
rojos, y los siete de veros azules y de plata.
Alvarado. En campo rojo cuatro flores de lis de plata,
y tres ondas de mar en lo bajo de el escudo. -

Córdova. En campo de oro cuatro fajas de sangre.


Betancur. En campo de plata un leon rojo rapante.
Grimon. En campo rojo una cabeza entre unas llamas,
y en lo alto dos pájaras.
Bracamonte. En campo de plata un mazo, y un cabrio
negro. -

Saavedra. En campo de plata tres fajas jaqueleadas de


oro y rojo, y enmedio de cada una de las tres fajas, una fa
ja de oro.
Vergara. En campo azul tres fajas de oro; otras son un
árbol y un lebrel, ó puerco espino al pié, en campo de
DE CANARIAs A43
OTO,

Laso de la Vega. Una banda verde con perfiles de oro,


en campo rojo afrange, y el Ave Maria de letras azules, en
campo de oro. - - -

Señorino. En campo de oro tres matas de hortigas ver


des, cada una con siete hojas, sobre tres rocas, sobre ondas
de azul y plata, de estas usan los Viberos Fajardos, y de es-.
tas usaron antiguamente los Lugos.
Roelas. En campo de oro seis roeles de plata, cada
uno con tres fajas azules.
Guerra. Son las mismas que las de Laso de la Vega,
por descender de un mismo tronco. -

Llarena. En campo de plata una cruz de Santiago, y


á los lados dos veneras rojas, y dos letras que dicen Fé.
Hoyo. En campo azul una banda con dragantes de oro,
y lenguas rojas, y por orla ocho armiños negros, en cam
po de plata. -

Solórzano. En campo rojo seis hozes plata.


Abarca. En campo de oro la cadena azul en torno del
escudo con banda de cadena atravesada, y á los lados dos
abarcas jaqueladas de oro y negro.
Mesa. En campo de plata dos mesas rojas, y sobre ca
da mesa tres panes de oro, y por orla ocho aspas de oro,
en campo rojo.
Trujillo. En campo de oro trece roeles azules, y por
orla ocho aspas de oro, en campo rojo.
Valdespino. En campo azul una banda de oro con dra
gantes, y en medio un espino de oro, y por crla cuatro pa
nelas verdes, en campo de oro.
Mejia. En campo de oro tres fajas azules.
Avila. En campo de oro trece roeles azules.
d Figueroa. En campo de oro cinco hojas de higuera ver
CS,
Quiñones. Son las mismas de Austrias.
Valdés. En campo de plata tres fajas azules, y en el
campo diez roeles laqueados de oro y rojo, tres en el
primer campo, y tres en el último, y dos en cada uno de
los otros dos campos del medio, que hacen las fajas.
V abeza. Trece roeles de plata, en campo azul, y por
orla cuatro cabezas de Turcos en campo rojo.
Velazquez. En campo de platá trece roeles azules, y
por orla ocho aspas de oro, en campo rojo,
4.11 CONQUISTA

Hemerando. En campo de oro cinco flores de lis azules.


Ballejo. En campo de oro cinco fajas azules, y por
orla en campo de plata cinco armiños negros y en medio
una aspa de oro con perfiles negros.
Jovel. En campo de oro tres barras negras.
Vargas. En campo de plata cuatro ondas azules, y
por timbre un brazo con un cepejon de oliva
Cabrera. En campo blanco una cabra prieta en escu
do de riscos, los de este apellido en Córdova traen dos
cabras negras gretadas de oro en campo de plata.
Gallego. El escudo partido, á la diestra un castillo
de oro, en campo rojo, y á la siniestra un leon rojo en
campo blanco, otros de este apellido traen las de las hor
tigas, como los de Señorino.
Cueva. En campo de oro dos bastones rojos, y deba
jo de ellos una sierpe, que sale de una cueva, y por
orla ocho aspas de oro en campo rojo: otros del apelli
do de Cuevas, traen en campo de plata trece roeles
rojos.
Muñoz. El escudo á cuartel, y en el primero y úl
timo una cruz roja de Calatrava en campo de oro, y en
los otros dos cuarteles, tres fajas rojas en campo dc oro
y por orla una cadena.
Fonte. El escudo de este apellido es una fuente de
plata en campo rojo.
Casas. En campo de oro cinco roques colorados, y
por orla ocho cabezas de aguilas de oro degolladas en
campo azul. -

Morales. El escudo en cuartel y en el primero y


último tres bandas negras en campo de plata, y en los otros
un moral verde en campo de plata.
Yañez. En campo de plata un leon rojo arrimado á
una columna azul, y por orla ocho flores de lis de oro
en campo rojo.
Santa Cruz. En campo azul la cruz de plata, y den
tro otra roja; otras son el escudo á cuartel en el prime
ro y último una cruz de Calatrava roja en campo de oro,
y en los otros en lo alto un castillo de oro en campo
rojo, y en el bajo un leon rojo en campo de plata.
Orozco. El escudo en cuartel, los dos lobos negros
de Vizcaya en campo de plata, y en medio de todo el es
cudo una cruz roja con cinco aspas de oro, y por orla
DE CANARIAS. A45
ocho aspas de oro en campo rojo.
Castro. En campo de plata seis roeles azules.
Salcedo. En campo de plata un salce verde, y col
gado del escudo de oro con cinco panelas verdes.
Navarrete. En campo rojo una cruz de veros azules
y de plata, y por orla ocho aspas de oro en el mismo color.
Ponte. En campo rojo una puente de plata, y sobre
ella un leon rojo. -

Manos de Oro. En campo de oro un castillo rojo con


una mano de oro á la puerta, como abriendola, y por or
la unas aspas azules en campo verde.
Tenorio. En campo de oro un leon rojo rapante bar
rado con tres barras de azul y plata.
Benavides. En campo de plata un leon rojo rapante
barrado con tres barras de oro.
Ayala. En campo de plata dos lobos negros, y por
orla ocho aspas de oro en campo rojo.
Monte. Las mismas, como descendientes de la misma
CaSa. .

Párraga. En campo rojo siete jaqueles de plata.


Palenzuela. En campo azul un árbol y un lobo á él
atado con una cadena, y por orla cuatro cruces rojas en
campo rojo, y dos manos sobre ondas, y dos medias lunas,
de plata en campo azul.
Meneses. En campo de oro una cadena atravesada.
Telle de Meneses. En campo de oro seis luneles a--
Zull 0.S.

San Martín. En campo blanco tres fajas rayadas de


negro.
Fonseca. En campo de oro cinco estrellas rojas.
Calderon. En campo de plata cinco calderones negros,
y por orla ocho aspas de oro en campo rojo.
Zambrana. En campo rojo un castillo de plata, y en
lo alto de él dos estrellas de plata, y por orla ocho aspas.
de oro en campo azul.
Cala. En campo azul una rosa de oro, y por orla o
cho aspas de oro en campo rojo.
Cevallos. En campo de plata tres barras, ó bandas ne
gras, y por orla jaqueles de oro y azul, y su corona de
OTO.

Alarcon. En campo de sangre una cruz hueca de o


ro floreteada, y por la orla ocho aspas de oro en campo
446 CONQUISTA

rojo; estos dos escudos suelen poner juntos, el de los Ce


vallos debajo, y el de los Alarcones encima, porque el ori
gen de los Alarcones son Cevallos, á quien añadió las ar
mas de Alarcon don Fernando Martinez de Cevallos, ri
co hombre de Castilla.
Haro. En campo blanco dos lobos negros con dos cor
deros sangrientos en las bocas, y por orla ocho aspas de
oro en campo rojo.
Baeza. Son las mismas porque descienden de la casa
de Haro.
Coronado. En campo rojo un leon de oro coronado, y
por orla ocho flores de lis azules en campo de oro.
Berrio. En campo blanco una banda roja, en lo al
to una cruz de Calatrava negra con cruz blanca dentro
y en lo bajo una águila, abiertas las alas con corona
en la cabeza.
Céspedes. En campo de oro seis céspedes verdes, y
por orla ocho aspas de oro en campo rojo.
Alfaro. Un escudo partido de alto á bajo, en el pri
mero en campo de oro, dos bastones verdes; y en el
segundo media luna de plata , en campo azul.
Rojas. Cinco estrellas rojas en campo de oro.
Bahamonte. En campo azul una M de oro corona
da de el mismo metal, y por orla siete peces de plata
en campo rojo con perfil de oro que divide el escudo.
IReinoso. En campo de oro una cruz roja con orla
de quince jaqueles de plata y rojo; de estas usan los del
apellido de Cisneros.
Solier. En campo de plata una cruz hueca azul, y
la orla del escudo con dentellones azules.
Bernal. En campo rojo una hacha ardiendo.
Herrera. En campo rojo dos calderas de oro, y por
orla doce calderas del mismo metal y campo; otros usan
dos calderas jaqueladas de oro y negro en campo rojo,
un pendon en medio, y por orla ocho herraduras azu
es en campo de oro.
Arce. En campo de plata cinco lirios azules troca
dos, y por orla dos órdenes de escaques de plata y rojo.
Rodriguez de Salamanca. En campo de oro cuatro
bastones rojos, y por orla ocho cruces de Jerusalen de
plata en campo azul.
Sandoval. En campo de oro una banda negra,
DE CANARIAS 1417.

Contreras. En campo de plata tres bastones azules,


y por orla ocho aspas de oro en campo rojo.
Sotelo. En campo azul una cruz de oro con cua
tro abrojos de oro en torno, y por orla en campo de oro
ocho escuditos azules, cada uno con una banda de plata.
Monsalve. En campo verde una águila volante negra,
las alas abiertas, con dos cabezas coronadas con puntas de
de oro y una corona de oro á los pies, y por orla ocho li
rios de oro en campo azul, de estas usan los del apellido de
Volante. - -

Falnes. En campo de plata un leon rojo.


Navarro. En campo azul dos lobos de oro, y por
orla ocho aspas de oro en campo rojo. -

Ochoa. Son las mismas.


Osorio. En campo de oro dos lobos rojos desolla
dos.
Zárate. En campo rojo nueve panelas de plata.
Gordojuela. En campo de oro una cruz verde con
cinco panelas rojas; de las mismas usan los de Palacio.
Palacio Urrutia. Las mismas de Gordojuela, por
que estas tres casas, que se hallan en Gordojuela estu
vieron en una, y asi tienen unas armas.
Mojica. En campo rojo una banda de oro con dra
gantes verdes, y á los lados alto y bajo, dos escudos de
plata con tres fajas azules cada uno.
Acuña. En campo de oro nueve cuñas azules, y por
orla las cinco quinas de Portugal en campo de plata,
los cinco escuditos azules, y las quinas de plata.
Ceron. En campo blanco un leon rojo vuelto á la
mano derecha, y por orla en campo azul, cuatro roeles
de oro con tres órdenes de veros, y fajas verdes.
Molina. En campo azul una torre de plata, y al
pie de ella media rueda de molino de plata, y en lo
alto tres lirios de oro, y por orla ocho aspas de oro
en campo rojo,
Zurita. En campo azul una banda de oro con dra
gantes.
Vera. Escudo á cuartel el primero y último; en ca
da uno tres fajas rojas y tres de oro, y en las otras dos,
en cada uno tres órdenes de veros negros en campo de plata.
Zuñiga. En campo de plata una banda negra, y por
orla ocho eslabones de cadena.
lí48 CONQUISTA

Peralta. En campo rojo un grifo alado levantado


sobre los pies de oro, y en torno del escudo una cadena.
Irrazabal de Vergara. En campo azul la cadena de
oro en banda, y á los lados dos veneras de oro.
Romo. En campo de oro una cruz verde con cinco
veneras rojas.
Medrano. En campo rojo una cruz de plata.
Grimaldo. Un escudo de lisonjas de plata y rojo.
Interian. En campo negro un leon rapante de plata
con corona de oro, y lengua roja.
Franquis. En lo alto y tercia parte del escudo en
campo de plata una cruz roja que abraza el campo, y
en lo bajo en campo rojo tres coronas reales de oro.
Fiesco Escudo con tres bandas azules, y tres de plata.
Espínola. En campo de oro una faja de jaqueles de
platº) rojo, tres por ancho y sobre ella un lirio rojo.
ustiniano. En el tercio y alto del escudo en cam
po de oro media aguila negra, cabeza y alas con corona
negra y lengua roja y en lo bajo del escudo un castillo de
plata en campo rojo.
Negron. En campo de oro tres bastones negros.
Pineda. En campo rojo seis piñas de oro.
Usodemar. En campo de plata tres ondas rojas.
Grillon. En campo rojo una banda de oro, y en ella
un grillo negro.
Colon. Un escudo en mantel, en el primero un cas
tillo de oro en campo rojo, y en el segundo un leon ro
jo en campo de plata, y en lo bajo unas ondas de plata azul
con cinco islas de oro y un mundo, con una letra que
dice á Castilla y á Leon nuevo mundo dió Colon.
Imperial. En campo de plata una barra de oro con
perfiles negros, y en ella una águila negra imperial con
corona negra y lengua roja.
Lercaro. Escudo de tres fajas rojas y tres de oro, la
alta roja, y la última de oro.
Doria. El escudo partido por mitad en faja, lo alto
de oro y lo bajo de plata, y en todo él una aguila imperial
con corona en la cabeza de perfiles negros, lengua roja,
alas y cabeza en el campo de oro, y lo demas en el campo
de plata. -

Marin. En campo de plata tres ondas negras con


VCIOS,
DE CANARIAS A49

Gentil. En campo azul cuatro jaqueles de oro.


Roman. En campo de oro una cruz roja, y cuatro
lirios azules, y por orla ocho aspas de oro en campo rojo.
Obregon. En campo verde una rueda de oro, y una
mano blanca cortada tinta en sangre, y una cruz roja de
Calatrava hueca en campo de oro.
Lara. En campo rojo dos calderas de escaques de
oro y negro, y en cada cabo de asa ocho cabezas verdes,
de sierpe.
Urbina. En campo blanco dos lobos negros, ceva
dos con dos corderos, con el árhol verde de Garnica en me
dio de ellos, y por orla una cadena de oro en campo rojo.
Orellana En campo de plata diez roeles azules.
Giron. En campo de oro tres girones rojos, y por or
la quince jaqueles de oro y rojo, primeras armas de Cis
110IOS.

Andrada. En campo verde una banda de oro con cabe


zas de sierpe, y por orla en campo de plata la letra Ave MA
RIA gratia plena, de letras negras.
Sarmiento. En campo rojo trece roeles de oro.
Villamayor. En campo rojo diez roeles de oro, y
por orla ocho calderas negras en campo de plata.
Villalobos. En campo de plata dos lobos negros.
Moya. Un escudo partido, en el primero una esca
era de oro en campo rojo, y en el segundo veros azu
les y plata.
Angulo. En campo de oro cinco roeles, la mitad de
cada uno verde, y la mitad de plata con perfil negro.
Aguilera. En campo de oro una aguila negra.
Cárdenas. En campo azul dos lobos cárdenos, y por
orla ocho veneras de oro en campo rojo.
Torres. En campo rojo cinco torres de oro.
Bustamante Hontiveros. En campo de oro trece roeles
azules, de estas usan los del apellido de Hontiveros.
Jurado. En campo de oro seis roeles negros.
Camacho. En campo rojo una torre de plata, sobre
ondas azules y de plata, y dos pinos verdes, y dos estrellas
de oro. -

Beltran. En campo azul tres lirios de oro.


Niño. En campo de oro siete lirios azules.
Lemos. En campo de plata trece roeles azules.
Pardo. En campo de oro tres pinos verdes,
450 CONQUISTA

Leon. En campo de plata un leon rojo, y por orla ocho


aspas de oro en campo rojo. -

Ponce de Leon. En campo de plata un leon rojo al la


do diestro del escudo, y al siniestro cuatro bastones rojos
en campo de oro, y por orla ocho escuditos de oro con faja
azul.
Coronel. En campo de oro cinco cornejas negras.
Moreno. En campo de oro un castillo rojo y dos agui
las negras, que de él vuelan.
Puertocarrero. El escudo de ocho jaqueles de oro y
siete azules.
IIidalgo. En campo azul un lucero de oro.
Diez. Las mismas: otros del apellido Diez, traen una
aspa de oro en campo rojo, y por orla ocho aspas de lo mis
- Ill 0,

Godínez. Un escudo de jaqueles de oro, y rojo.


Lezcano. Escudo partido, al lado diestro en campo
de oro cinco panelas verdes y dos calderas negras, y en
la siniestra en campo azul una banda de oro con dragantes,
y en lo alto una luna menguante de plata, y en lo bajo una
estrella de oro.
Mena y Jaen. En campo azul cinco estrellas de oro.
Arellano. El escudo partido de alto á bajo, y en to
do él tres flores de lis, en el primero en campo rojo una
flor de lis, y media de oro, y el otro campo de plata con
la otra flor de lis, y media roja. -

Darvajal. En campo de oro una banda negra.


Flores. En campo azul cinco flores de lis de oro,
de estas usan los del apellido de Chirino.
Mendoza. En campo rojo una banda verde perfiles
de oro; y por orla una cadena.
Hurtado de Mendoza. El escudo en aspa de la banda
roja, orleada de oro en campo verde, y en los dos cuar
teles diez panelas de plata en cada uno en campo rojo.
Guzman. En campo rojo dos calderas de oro, y en
cada asa ocho cabezas verdes de sierpe, y por orla cua
tro calderas del mismo metal y campo.
Pacheco. Las mismas que de Guzman.
Zapata. En campo rojo cinco zapatas jaqueladas de
oro y negro, y por orla siete escuditos de oro con una
banda negra, cada uno en campo rojo.
Cerdan. En escudo á cuartel aspa de oro en campo
DE CANARIAS 4 º. 1

rojo, y lobo negro en campo de plata.


Ribera. En campo de oro tres fajas verdes.
Godoy. Escudo de quince jaqueles de azul y oro.
Valenzuela. En campu de plata un leon negro rapan
te con corona de oro en la cabeza, y la orla de trozos
blancos y rojos.
Chacon. En escudo á cuartel, en el primero y úl
timo, en cada uno un lobo negro en campo de plata, y
en los otros dos cuarteles en cada uno un lirio de oro
en campo azul.
Monroy. Un escudo cuarteado con dos castillos a
zules en los dos cuarteles en campo de oro, y en los otros
dos cuarteles cuatro órdenes de veros azules en campo
rojo. -

Andrade. Un escudo campo verde, atravesada una ban


da de oro en los estremos, su cabeza de sierpe con la bo
ca abierta, y por orla en campo de plata la Ave Maria gra
tia plena, de letras negras, de estos dos apellidos fué el
capitan Fernando de Andrade y Monroi conquistador
en esta isla.
Cerezo. En campo de oro un cerezo verde, y por la
orla cuatro leones rojos en campo de plata.
Bravo. En campo azul un castillo jaquelado de oro
azul y rojo, plantado sobre ondas azules y de plata, y
la puerta del castillo negra, y en ella un leon de oro
rapante y en medio del castillo un escudo con tres lirios
de oro, y sobre las dos torres del castillo dos águilas con
las alas tendidas.
Salazar. En campo rojo trece estrellas de oro.
Lobos. En campo de plata cinco leones rojos, y por
orla ocho aspes de oro en campo rojo.
Bazan. Escudo de quince jaqueles de oro y negro, y
por orla ocho aspas de oro en campo rojo.
Garzes. En campo de plata tres fajas rojas, y por
orla ocho aspas de oro en campo rojo.
Ribadeneira. En campo de oro una cruz de cala
trava con cinco veneras de plata dentro de ella, y en lo
bajo del escudo tres ondas azules; algunos de este ape
llido ponen en las ondas tres peces de plata y la cruz
perfilada de oro en campo verde.
Jerez. En campo verde ondas azules y de plata, en
lo bajo, y sobre ellas una torre de plata, arrimado á e
A52 CONQUISTA

lla un barco de oro con su remo, y por orla ocho aspas


de oro en campo rojo.
(enteno. En campo azul cinco manojos de espigas
de oro, con cinco espigas cada manojo.
Valladares. Un escudo de oro con tres bandas esca
cadas de sangre y oro, rubricadas de negro, otros sue
len traerlas de otras suertes.
Voza. Un escudo partido en mantel, á la mano derecha
en campo de plata un leon rojo rapante, y á la mano iz
quierda en campo azul un lucero de oro con diez rayos,
y en la parte de abajo en campo rojo una torre de oro
con puertas, y ventanas azules.
Lima. Un escudo partido, á la mano derecha , en
campo de oro cuatro bastones rojos, y á la mano izquier
da en campo rojo cinco escaques, ó cuadernas de plata.
Argote. En campo rojo una cruz ancha jaquelada
de veros azules y de plata; de estas usan el apellido de
Fuenmayor.
Carreño. En campo verde una águila de oro que
tiene á los pies dos ruedas de carro de oro, y en lo al
to dos lirios de oro, y por orla con perfiles de oro en
campo rojo ocho aspas de oro.
Magdaleno. Un escudo partido, en el primero una
aspa de oro en campo rojo, y en el segundo un casti
llo de plata, y una cruz de Calatrava de oro en campo
azul con una lista de oro, que divide los campos.
Quiros. En campo de plata dos llabes azules, pues
tas en aspa y cuatro lirios azules, y cuatro rosas; y por
orla ocho aspas de oro en campo rojo.
Morillo. En campo azul un castillo de oro, y sobre
la puerta del castillo un Rey asomado, y al pie del cas
tillo dos caballeros armados, y por orla ocho aspas de oro
en campo rojo.
Montenegro. En campo de oro un roble verde, y arri
mados á él dos lobos rojos y por orla ocho aspas de oro en
campo rojo.
Sanabria. En campo azul una aspa de oro con cua
tro lirios de plata, y orla azul con ocho medias lunas de
plata. -

Ledesma. Usa de las mismas de los Sanabrias.


Chaves. En eampo de oro cinco llaves azules, y por
orla ocho aspas de oro en campo rojo.
DE CANARIAS. 453

Tapia. En campo de plata tres fajas azules, y por or


la siete aspas de oro en campo rojo; y en la orla en lo mas
alto, una flor de lis de plata.
Arguello. En campo de oro dos llaves azules, y por
orla ocho aspas de oro en campo rojo.
Palomeque. En campo azul una paloma blanca, y por
orla ocho aspas de oro en campo rojo.
Pereira. En campo de plata una cruz roja, y por orla
ocho escuditos con las quinas Reales de l'ortugal.
Valdevieso. En campo aznl un castillo de oro con la
mas de fuego al pie, y en lo alto una estrella de plata, y por
orla ocho aspas rojas en campo de plata: otros de este ape
llido traen por orla cruces rojas de Calatrava en campo de
plata. -

Agreda. En campo de plata tres bastones negros, y


por orla ocho aspas de oro en campo rojo.
Mirez. En campo azul una torre de plata y cuatro li
rios de oro, y por orla cuatro aspas de oro en campo rojo.
Ribas. En campo de oro una cruz azul, y por orla siete
flores de lis de oro en campo azul.
Correa. En campo rojo cinco correas de oro, la orla de
plata con ocho roeles azules.
Sodres. Un escudo partido en pal, á mano derecha tres
quinas de oro con tres flores de lis del mismo metal, una
encina en campo azul, y á la siniestra un castillo pardo, y al pie
tres ondas azules en campo de oro.
Amado. En campo rojo un leon fijado de azul por tres
partes, y una orla azul con cinco quinas de oro; son fami
lias estas de Portugal, que vinieron de las Terceras á estas
islas
Padilla. En campo azul tres padillas de plata, y en
torno de ellas nueve medias lunas de plata.
Barba de Campos. El escudo en aspa en lo alto, y bajo
dos calderas de oro en campo azul, y en los lados dos cas
tillos azules en campo de oro.
Puentes. Ocho calderas jaqueladas de oro por orla
del escudo, y en el escudo cinco lirios de oro en campo
rojo.
Maldonado. En campo rojo cinco lirios de plata,
de estas usan los del apellido de Narvaez.
Medinilla. En campo rojo un castillo de oro: las
que antes de estas tuvo esta casa, eran tres bandas de
454 CONQUISTA

oro en campo azul.


Serrano. En campo verde una banda de oro con dra
gantes, y á la mano derecha castillo de oro en campo azul
y en el campo siniestro en donde estaba la banda cuatro
estrellas de oro.
Bohorques. En campo rojo una banda de oro con
dragantes, y por orla con perfiles de oro en campo azul
dos columnas de plata, y dos lirios de oro.
Garrido. En campo de oro una banda roja asida á dos
cabezas de dragantes verdes, y dos lobos negros en lo alto
y bajo, y por orla ocho aspas de oro en campo rojo. -”.

Marroquin. En campo de oro cinco panelas verdes.


Basarto. En campo rojo cinco panelas de oro, y en lo
bajo del escudo ondas de azul y plata.
Gamboa. En campo de oro tres panelas azules.
Paz. En campo azul diez roeles de oro.
Altamirano. En campo de plata diez roeles azules.
Vilches. En campo azul un sol de oro con ocho res
plan dores, y ocho estrellas de plata en torno de él, y dentro
del sol un castillo de oro en campo rojo y un leon rojo en
campo de plata.
Alcubillo. En campo azul dos lunas de plata y dos es
trellas de oro, y una lis de oro, y al pie una montaña verde.
Barrientos. El escudo partido: lo alto azul, y lo bajo de
oro, y por orla en campo de plata ocho aspas rojas, y tres
cruces verdes de Alcantara; otros traen faja azul en campo
de oro.
Barroso. En campo rojo cinco leones de plata.
Carriazo. Un escudo dividido en cuatro cuarteles, el
primero y último de oro con un caballo negro rapante enar
bolado en forma de pelea, la boca abierta y erizada la clin,
y en los otros dos cuarteles en campo de color rojo seis roe
les de oro, en cada cuartel puestos en pals, que son de tres
en tres, y en cada roel unos azules en tres órdenes, tres en
cada una. -

Espinal. En campo de oro un árbol verde, y un lobo


negro.
Durango. En campo de oro tres martillos azules con
cabos rojos, y por orla ocho aspas azules en campo de oro.
Prieto. En campo de oro dos lobos, y por orla siete as
pas de oro en campo rojo, y en la orla en lo alto un escu
dito con un castillo de oro. -
DE CANARIAS. M55

Finestrosa. En campo blanco dos lobos negros, y por


orla ocho estrellas de oro en campo rojo.
Viñoli. Un castillo en campo rojo con una parra ro
deado.
Esquier. En campo azul un cisne de plata con una
corona de oro al cuello, y á los lados dos columnas de pla
ta y á cada una arrimado un leon de oro de pies, y deba
jo ondas de azul y plata.
Ocampo. Un escudo partido, á un lado un hombre ar
mado con una espada en la una mano, y una cabeza en
la otra, y al otro lado dos bandas de oro en campo rojo.
Solis. En campo azul un Sol de oro, y por orla un le
trero, que dice: con Sol fueron y volvieron, y la batalla
vencieron.
Castilla. En lo alto del escudo en campo rojo un cas
tillo de oro, y en lo bajo en campo de plata dos leones
rojos rapantes.
Melo. En campo rojo seis roeles de plata con lista
de plata.
Cañizares. En escudo rojo ocho aspas de oro por or
la de él.
Manuel. El escudo en cuatro cuarteles, en el prime
ro y último leon rojo en campo de plata, y en el segun
do y tercero, en campo rojo una ala dorada, y mano de
Angel, con una espada desnuda.
Alzola. En campo de oro una reja azul, y detrás de
ella un lobo negro con lengua roja, y en lo alto, tres pa
nelas verdes.
Machado. En campo rojo un castillo de plata, y sobre
él un hombre armado con un machete en la mano dere
cha de hechura de hacha, y en la otra mano una llave,
y debajo del castillo cinco hachas, y en lo alto media luna.
Pichado. Un escudo partido á lo ancho, y en la mitad
de abajo tres barras verdes en campo de oro, y en la
otra mitad de arriba un árbol, y una cabra empinada
arrimada.
Becerril. En campo azul un leon rojo rapante.
Carrasco. En campo verde una banda de plata.
Acebedo. En campo de plata dos lobos negros.
Toledo. Quinae jaqueles de azul y plata.
Cabeza de Vaca. En campo de oro siete jaqueles ro
jos, y por orla seis cabezas de vaca en campo azul.
456 CONQUISTA

Sotomayor. En campo de plata tres fajas jaquela


das de oro y negro, y por medio de cada faja otra ne
gra.
'astillo. En campo amarillo un castillo de plata.
Miranda. En campo rojo, cinco medios cuerpos de
doncellas desnudas con los cabellos de oro esparcidos, y de
bajo de cada una una venera de oro rayada de colorado,
orlado el escudo con dos sierpes aladas verdes manchadas
de oro.
Mirabal. El escudo á frange en los cuarteles alto,
y bajo, ondas azules en campo de plata, y los otros dos
cuarteles de los lados de campo verde, y por orla ocho as
pas de oro en campo rojo.
Ancheta. El escudo partido en cuatro cuarteles, y en
el primero y último cuartel en cada uno en campo de oro
un árbol verde, y empinante á el árbol un lobo negro, y
en los otros dos cuarteles en cada uno en campo azul cin
co estrellas de oro, y por orla en campo rojo ocho aspas
de oro.
Rajel. En campo de oro cinco flores de lis rojas.
Asoza. En campo de oro un árbol, y á él arrimado un
puerco espino empinante.
Carrillo de Albornoz. En campo rojo una banda roja.
Espinosa. En campo de oro un espino verde con ma
juelas coloradas, y á cada lado pendiente una llave azul.
Balcarcel. En campo rojo tres estacas de oro.
Aguirre. En campo de oro un árbol, y un puerco es
pino, y un lebrel asido á la oreja.
Jorva. En campo rojo una torre de plata, y sobre e
lla una cruz, y á los lados cuatro flores de lis.
Aguilar. En campo de oro una águila negra, que al
pecho tiene un escudo con dos fajas rojas en campo de oro.
Briones. En campo verde un castillo de plata con
un brazo armado, y una espada en la mano sobre él, y
dos cabezas en las portiñuelas del castillo.
Ramirez. En campo colorado un castillo sobre unas
ondas de agua, y debajo de cada esquina del castillo sa
len unas cabezas de sierpe amarillas, y por orla el cordon
de san Francisco; estas son las armas antiguas de esta
C3S3. sº

Pineda. Un escudo en campo de plata, y en él un


pino, y por orla diez cabezas en campo de oro.
DE CANARIAS 457

Ribera. Un escudo partido en cuarteles, en el pri


mero y postrero, en cada uno un lebrel blanco en cam
po azul, y en el izquierdo una banda de oro con drago
nes en los cabos en campo negro, en el tercero un cas
tillo blanco en campo negro.
Villaroel. Un escudo colorado con tres roeles de pla
ta, y otros tres negros.
Meneses. Vn escudo campo rojo con tres torrillas
de oro. -

Villareal. Un escudo colorado con un castillo de o


ro, y encima de sus torres una banda blanca en cada u
na, la orla colorada con ocho aspas amarillas.
Morales. Un escudo partido, y al lado derecho un
moral en campo amarillo, y al lado izquierdo en campo
blanco tres barras. -

Mojicas. Un escudo colorado con una barra, ó faja


amarilla, que le atraviesa, y á los cabos dos cabezas de
sierpes con las bocas abiertas, y al lado de arriba, y de
abajo de la barra, un escudito amarillo con tres barras
negras que le atraviesan.
Zuritas. Un escudo verde con dos perros empinados
mordiendose.
Céspedes. Un escudo de oro con seis céspedes.
Zeron. Un escudo de plata con un leon morado, y
por orla cuatro ruedas de oro en campo azul.
Zuñiga. Un escudo campo de plata con una cadena
de oro, y una banda negra.
Romero. Un escudo cuarteado con dos águilas ne
gras en campo de plata, y tres barras de oro en campo
colorado.
Romero. Otros le ponen un romero en campo ver
de con un perro al pie atado:
Clavijo. Un escudo partido en cuartel en los dos, en
cada uno una luna blanca y campo colorado, y en los
otros dos en cada uno tres barras coloradas, en campo
amarillo.
Frey Jomiles. En campo de oro tres bandas azules,
y encima un fresno, ó pino verde.
Sousa. Las armas de los Sousas, su escudo es divi
dido en cuatro partes, sin orla, en las dos partes opues
tas, tiene en la una un leon de color de purpura, en las
otras dos partes, en cada una asientan las cinco quinas,
30
458 CONQUISTA

de Portugal, el campo de los dos leones y de las cinco quinas


es plata, las quinas azul, y las cinco llagas, plata; la coro
na acaba en bolas, su color es oro, el timbre que sienta
sobre ella, es un leon, su color plata.
Mendoza. Las armas de los Mendozas, su escudo es
dividido en cuatro partes por lineas diagonales que viene
á quedar en cuatro triángulos, en los dos de en me
dio, está escrito en uno AVE, con otro MARIA, y en
los en limpio tres barras en medio cada uno, con estas
letras VOSOU, en cada triángulo.
Tienen estas armas por timbre, encima de la corona
un medio cuerpo de un hombre todo armado. con su vi
sera levantada, y con una lanza al hombro, teniendola
con la mano derecha, y la izquierda llegada al pecho,
de ella sale un rótulo, con estas letras: AVE MARIA, y
en los pechos tiene un hábito de Santiago.
Peña. Los de este apellido son muy antiguos caba
lleros, desde el tiempo del Rey don Pelayo, porque segun
las historias de España, fueron tres hermanos, descendien
tes de uno de los tres Reyes Magos; fueron naturales
de la Ciudad de Jafa en Arabia, los cuales con muchas
riquezas de piedras preciosas, y oro, vinieron á España
á visitar á Santiago, despues de haber estado en Jerusa
len y Roma. Y habiendo hallado á España conquistada
de los Mloros, fueron á ver al Rey don Pelayo, á quien le
ofrecieron muchas riquezas, para que empezase la restau
racion de España. Estos cabaleros hicieron muchas ha.
zañas dignas de memoria, una de ellas fué, que estando el
Rey don Pelayo en el cerco de Leon, los moros pusieron
una Imágen de nuestra Señora encima de la muralla, de
quien hacian mucho escarnio y menosprecio, por dar
á los cristianos que sentir. Habiendose visto de parte de
los crisrianos, se afligian mucho, pero como no podian
remediarlo, todo era congojarse. En esta ocasion los tres
hermanos se fueron cerca de la muralla, diciendo á vo
ces, que en ellos se vengasen, y no en la Imágen de nues
tra Señora: con estas ansias, que no estarian un cuarto
de hora, cayó la muralla, trayéndose los moros consigo
hechos pedazos, y los tres hermanos, que estaban debajo
de las murallas, recibieron á nuestra señora en sus bra
zos, sin hace se mal ninguno, y la trajeron al Rey don
Pelayo; aclamaron por milagro los cristianos el suceso, y
-DE CANARIAS. A59

los moros le atribuyeron á encantamientos, aunque pu


diera referir otros casos, los dejo por brevedad.
Determinaron quedarse en España, el uno eligió su
habitacion en las Asturias en tierra de Gijon, de ahí vie
nen los austurianos de este apellido. El otro se quedó en
las montañas de Castilla la Vieja, cerca de Medina de Po
mar, donde fué señor de una Villa, que llaman la Cer.
ca, curos descendientes tomaron este apellido, y de ahí
son tambien los Alvarez. De esta casa y Villa, es hoy se
ñor el Condestable de Castilla. El otro hermano pobló
en el Valle de Mena, donde hay caballeros de este ape
llido.
Sus primeras armas son tres estrellas de oro en cam
po azul, porque se dice ser descendientes de los tres Re
yes Magos, como queda dicho. Despues Pelayº les aña
dió debajo de las tres estrellas un pedazo de muro, ó cer
ca de oro; los que tienen su casa sola riega en la Villa de
Oña Merindad de Bureba, Arzobispado de Burgos, tienen
por armas en campo de sangre tres estrellas de oro sobre
unas peñas, y debajo un pedazo de muro de plata, los del
Valle de Mena suelen traer por armas un escudo partido de
arriba abajo, á la mano derecha en campo de plata una pe
ña verde, y en la siniestra en campo azul una estre
lla de plata con ocho puntas: otros traen un escudo par
tido á lo ancho, en lo alto una estrella de oro en campo
azul, y en lo bajo cuatro peñas pardas en campo de plata:
otros traen tres estrellas de oro en campo azul en lo alto
del escudo, y en medio una torre sobre una peña, que lo
ancho de ella está hácia la parte de arriba, y la punta há
cia abajo, en donde está una estrella.
Solo he querido traer estas antiguedades del apelli
do Peña, por lo que en él soy interesado, y demas por
reconocer que muchos de los mas nobles y ricos de estas
islas les toca por alguna parte este apellido. De los de
mas no es fácil, porque sería necesario muchos libros
para ello; y asi mi omision no es culpable, que al lector
le suplico no se embarace en concederme el perdon, por
que solo he puesto esta relacion, que aunque por ellas
solamente no se puedan dibujar con perfeccion, por lo
menos servirá á cada uno de noticias de sus armas: tam
bien advierto por esta misma relacion, que un mismo ape
llido suele tener diferencias en las armas, como por este
460 CONQUISTA -

de Peña se puede ver, que las han usado con tantas di


ferencias; y asi es dificultoso de ajustar esta materia,
aunque se hicieran , libros-con mucho cuidado, segun es
parecer, comun de los Reyes de armas, que asi lo sienten:
vease al coronista Oviedo, lo que en esta materia dis
curre, que todo es á mi favor,
CAPITULO VII.

De los alcaides que ha habido en los castillos de esta isla.

Por ser puesto tan honorífico, y acto positivo de


nobleza el ser alcaide, ó castellano de un castillo, he
querido dar noticia de las personas que lo han sido de
los castillos y fortalezas de esta isla de Tenerife, por ha
cerles esta fineza; y antes de dar su noticia, la daré de
la antiguedad de los castillos, y en el tiempo que se hi
Cl62ItOn.
En el año de 1511, se hizo una fortaleza en el lu
gar y puerto de Santa Cruz, y el Adelantado don Alon
so Fernandez de Lugo, dió la tenencia de ella, á Juan
de Benavente por los dias de su vida, para que en ella pu
diese edificar los edificios que quisiera, y parece que des
pues sus hijos y herederos ocuparon y detentaron la di
cha fortaleza, en cuyo derecho sucedieron los hijos de
Antonio Jóven; y Juan de Ayala, como uno de sus here
deros, dió á tributo la dicha torre y sitio de ella á Salva
dor Alvarez por trece doblas cada año; y en nueve de
agosto de 1551 el cabildo de esta isla puso pleito á Juan
de Ayala, por ser la dicha torre real y concejil; asi parece
de un acuerdo que está en el libro capitular del año de
1551.
En el año de 1547 se comenzó á hacer una fortale
za á modo de baluarte en el puerto de Santa Cruz, con
licencia de su Magestad por su real provision, que trajo
Bartolemé Jovel; y en el mes de abril del año de 1552 la
Justicia y regimiento de esta isla, nombraron por guarda
de la artilleria del baluarte de Santa Cruz, á Diego Perez
Lorenzo. Y atendiendo que este baluarte era de poca de
fensa, se acordó el mes de Setiembre del año de mil qui
nientos y cincuenta y tres se hiciese una fortaleza buena,
y se dió luego principió á ella, que costó mas de cinco ó
DE CANARIAS. 461

seis mil ducados, y con licencia de su Mágestad, el regi


miento de esta isla nombraba alcaide de ella en cada un
año, y este nombramiento lo enviaban al consejo para que
su Magestad lo confirmase, y el primer alcaide que se nom
bró fué á Juan Ortiz de Gomeztegui, en julio de mil
quinientos y cincuenta y siete, y de alli adelante los que
luego se dirán. Y en el año de 1565, dió su Magestad fa
cultad al regimiento de esta isla, para que pudiese nom
brar alcaide de la dicha fortaleza, sin que fuese necesario
enviar el nombramiento al consejo, y le señaló setenta mil
maravedis de salario, como consta de la real provision que
vá referida en el capítulo diez y ocho del segundo libro.
Aunque esta fortaleza era bien fuerte y de mucha
defensa se acordó mudarla á un sitio mas alto del puerto
á tiro de piedra, en donde estaba la ermita de nuestra se
ñora de la Consolacion, y á fin de diciemhre del año de
1575, se señaló el sitio para fabricarla, siendo goberna
dor Juan Alvarez de Fonseca; comenzose á hacer (mu
dando la ermita arriba del lugará un sitio llano, en don
de hoy es el convento) prosiguió (con licencia de su Ma
gestad) en la fábrica don Juan de Leiva, gobernador que
fué de esta isla, y siendo segunda vez gobernador Juan
Alvarez de Fonseca, se acabó la dicha fortaleza con el
titulo de san Cristobal, año de 1579, tan fuerte y gram
de, que sola es bastante con su mucha artilleria, para de
fensa de aquel puerto, aunque hay otros mas castillos, con
que la fortaleza antigua se demolió para con la piedra
y canteria hacer esta.
En la jurisdiccion de la villa de Adeje hay un cas
tillo que hizo Pedro de Aponte, regidor que fué de es
ta isla, á su costa, de que el susodicho y sus descen
dientes han sido alcaides, por los años de 1553 y en el de
1554, en cinco de diciembre dió el cabildo licencia para
hacerlo.
En el puerto y lugar de Garachico está un castillo
que hizo á su costa Fabian Viña, maestre de campo que
fué de las partes de Daute, y lo comenzó á hacer año
de mil quinientos y setenta y tres, y fué nombrado por
su alcaide por los dias de su vida, en octubre de mil qui
mientos y setenta y seis. -

En el puerto de la Orotava está un castillo y el pri


mer alcaide que he hallado por escrito, que fue nombra
A62 CONQUISTA

do por el regimiento de esta isla, fué el capitan don Juan


Antonio de Franquis, regidor que fué de esta isla, en el
mes de Noviembre de 1644; el castillo estaba hecho algu
nos años antes, no he tenido noticia quienes fueron sus
alcaides antes ni despues, si es que los huvo hasta el año
de 1651, que lo fué el maestre de campo don Lorenzo
Perera de Ponte y Lugo, regidor de esta isla por nom
bramiento de dos regidores, de dos caballeros hijosdalgos
y de dos personas honradas, vecinos de la Villa de la
Orotava, en virtud de la cédula de privilegio de la dicha
Villa, en que su Magestad dividió su jurisdiccion de la
ciudad de la Laguna, su fecha en 28 de noviembre de 1648
y aprobada y confirmada á cuatro de diciembre de 1650,
en que su Magestad el señor don Felipe Cuarto, manda
que en la Villa de la Orotava y su jurisdiccion, haya un
teniente letrado nombrado por el corregidor de esta isla, y
que todos los años, dia de los santos Reyes á seis de ene
ro, con asistencia del dicho corregidor ó su teniente de
la Orotava, se elija un alcalde pedaneo para el puerto de
dicha Villa, que tenga á su cargo su castillo y artilleria
y que este tal alcalde sea Hijodalgo, y que los electores por
votos sean dos regidores, dos vecinos Hjosdalgos, y otros
dos vecinos personas honradas de la Villa, como mas lar
gamente consta de dicha cédula que está original en la
villa de la Orotava.
En el puerto y lugar de Santa Cruz en donde dicen
la Caleta de negro, está un castillo que se nombra de
san Juan Bautista, que se fabricó año de mil seiscientos
y cuarenta y tres; y el primer alcaide que el regimien
to nombró en el dia de san Andres de dicho año, para
el año siguiente, fué el capitan don Lope Fonte, regi
de esta isla.
En el dicho puerto de Santa Cruz hay otros casti
llos "pequeños pero fuertes, que los guardan soldados pa
gados, y atrincherada toda la marina de mas de media
legua con murallas de piedra y cal, anchas y á trechos
reductos de artilleria, que se fabricaron año de mil seis
cientos y cincuenta y seis.
En el dicho puerto de Santa Cruz, en donde dicen
el Paso-alto, estaba un castillo pequeño de san Cristó
bal, y en el año de 1670, se ha reedificado y hecho de
nuevo con mucha artilleria; es un gran castillo con buena
DE CANARIAs 463

disposicion y mucha vivienda, tiene de guarnicion al


gunos soldados pagados, con su cabo, hasta que su Mages
tad dé facultad para nombrar alcaide.
En el camino de Santa Cruz á la ciudad sobre la cues
ta, están dos reductos que descubren todo el camino y con
su artilleria se impide el paso á la subida del enemigo,
fabricaronse año de 1657.

Alcaides del castillo principal de San Cristobal del puerto


de Santa Cruz.

Juan Ortiz de Gomeztegui, fué el primer alcaide


nombrado en 30 de julio de 1557.
Diego Yañez de Céspedes, fué nombrado en 7 de fe
brero 1558.
Francisco de Coronado en 3 de junio de 1558.
Francisco Perez de Victoria, regidor, fue nombrado
en mayo de 1559.
En el año de 1561 el regimiento nombró por guar
da de la fortaleza á Diego Perez Lorenzo, y despues á
Luis Sanchez de Bolaños.
El capitan Francisco de Balcarcel alferez mayor, fué
nombrado por alcaide, año de 1563.
se ºrº
OU) 5.
de Vergara, regidor, fué alcaide er agosto de
En el año de 1564; Cristóbal Nuñez fué nombrado guar
da de la Artilleria.
Desde este año hasta el de 1578, se nombraron los
alcaides de los castillos por principio de enero, y de alli a
delante se nombraron dia de san Andrés, y tomaban la
prosesion á fin de año, con que los que aqui refiero se en
tienda fueron alcaides de dichos castillos en el año que
cito y sus nombramientos se hallarán en el dia de su nom
bramiento en los libros capitulares.
Lope de Asoza, regidor, fué alcaide año de 1566,
El dicho Pedro de Vergara regidor, año de 1567.
Juan Sanchez de Sambrana, año de 1568.
El dicho Lope de Asoza, regidor, año de 1569.
Juan de Asoza su hermano, año de 1570.
Hernando del Hoyo, año de 1571.
Pedro Fernandez de Ocampo, año de 1572.
Juan de Ascanio, regidor, año de 1573.
A64 CONQUISTA

El dicho Hernando del Hoyo, año 1574.


El dicho Pedro Fernandez de Ocampo, año de 1575.
En el año de 1576; Juan Cabrera fué guarda de la Ar
tilleria.
El dicho Pedro de Ocampo fué alcaide, año de 1577.
El capitan Gaspar de Cangas, año de 1578 y de 1579.
Alonso Cabrera de Rojas, regidor, año de 1580.
Simon de Asoza, regidor, año de 1581.
Bernardino Justiniano, regidor, fué alcaide, año de
1582 y 1583.
Miguel Moreno, fué alcaide, año de 1584.
Francisco de Mesa, año de 1585; despues fué regidor.
El dicho Hernando del Hoyo, año de 1586
Melchor de Olivares, año de 1587.
El sobredicho Pedro de Ocampo, año de 1588.
El dicho Hernando del Hoyo, año de 1589.
Francisco de Alzola Vergara, regidor, fué alcaide nom
brado por el regimiento, y lo fué dos meses del año de
1580; porque el General don Luis de la Cueva pretendien
do nombrar alcaides de los castillos, nombró por alcaide de
este castillo, á Tomás Grimon, regidor, que lo fuè diez
meses del dicho año.
Luis de San Martin Cabrera, regidor, fué alcaide, año
de 1591; y del año de 1592.
El dicho Francisco de Alzola Vergara, regidor año de
1593 y del año de 1594.
El dicho Hernando del Hoyo, año de 1595.
Alonso de Llarena Carrasco de Ayala, regidor, año
de 1596 y del año de 1597.
1
599.
ope
de Asoza Recalde, regidor, año de 1598 y de
Juan Carrasco de Ayala, año 1600; despues fué regidor.
El dicho Hernando de el Hoyo, año de 1601.
El sobredicho Pedro de Ocampo, año de 1602.
El capitan don Juan Manuel Gudiel, año de 1603; des
de enero, hasta 19 de junio, que en su ausencia lo fué el
dicho Luis de san Martin Cabrera algunos meses.
16
05.
anticº Perez de Cabrejas, regidor, año de 1604, y
El dicho Luis de San Martin Cabrera, regidor, año de
1606 y de 1607.
Gaspar de Ocampo, año de 1608.
DE CANARIAS 465

El capitan Juan de Mesa, regidor, año de 1609.


El dicho Luis de san Martin Cabrera, año de 1610.
Juan de Espinosa Pedruga, año de 1611 y de 1612.
Juan Cabrera Real, año de 1613.
Simon de Asoza, regidor, año de 1614 y de 1615.
El dicho Luis de San Martin, año de 1616 y de 1617.
El capitan Francisco Fiesco, año de 1618 y de 1619.
Anton Fonte Espinola, regidor, año de 1620.
El dicho capitan Pedro Fernandez de Ocampo, fué
nombrado por alcaide, y murió á 7 de enero de 1621.
El capitan don Juan de la Haya, año de 1622.
El capitan Juan de Ocampo Sarmiento, regidor, año
de 1623 y de 1624.
El capitan Diego de Mesa Ayala, regidor, año de 1625.
El capitan Francisco de Molina Quesada, regidor, año
de 1626. -

El capitan Agustin de Mesa, año de 1627


El capitan Martin Ascanio, año de 1628, despues fué
regidor. -

El capitan don Alonso de Llarena , Carrasco, año de


1629, despues fué regidor, y caballero de la órden de San
tiago.
El capitan Hernando Esteban Guerra, año de 1630.
El capitan don Lope Fonte, regidor, año de 1631.
El capitan don Francisco Sarmiento, año de 1632.
Don Miguel Gerónimo Interian, año de 1633.
En el mes de marzo de dicho año, el maestre de cam
po don Luis Interian su padre, fué nombrado por dos me
ses en ausencia del dicho don Miguel Gerónimo su hijo.
El maestre de campo Juan Perez Hemerando, regidor,
fué alcaide, año 1634.
El capitan Juan de Mesa, regidor, año de 1635.
El dicho capitan don Lope Fonte, año de 1636 y 1637.
casº capitan Miguel Guerra de Quiñones, regidor, año de
El dicho capitan don Lope Fonte, año de 1639 y de
1640.
El , capitan don Pedro Carrasco Ayala, regidor, año
de 1641.
El dicho capitan don Lope Fonte, año de 1642.
El capitan Bartolomé de Cabrejas, año de 1643.
El capitan don Alonso Llarena Cabrera, regidor que
466 CONQUISTA

fué de esta isla, fué alcaide, año de 1644.


El dicho capitan don Lope Fonte, año de 1645.
El capitan Pedro Fernandez de Ocampo, regidor, año
de 1646.
El capitan Feliciano Gallegos, fué alcaide desde ene
ro, hasta dos dias de febrero de 1647, que se ahogó.
El sobredicho capitan Agustin de Mesa, fué nombra
do por alcaide en 15 de febrero, y lo fué en el dicho año
de 1647 y de 1648.
El capitan don Francisco de Cabrera san Martin, año
de 1649, despues fué regidor.
El capitan don Gerónimo Voza de Lima, año de 1650,
fué despues regidor. .
El capitan don Alonso Pacheco Solis, fué unos meses
del año de 1650, alcaide del dicho castillo, por nombra
miento del General don Pedro Carrillo de Guzman.
El dicho capitan don Lope Fonte, año de 1651, y
de 1652.
El capitan don Domingo Garcia Valdés, regidor, fué
alcaide, año de 1653.
El maestre de campo don Pedro Vergara Alzola, re
gidor, año de 1654 y de 1655 y de 1656.
El capitan don Fernando Guerra, año de 1657.
El dicho maestre de campo Juan Perez de Hemerando,
año de 1658.
El capítan don Diego de Molina Quesada, regidor,
año de 1659 y de 1660.
El sargento mayor don Baltasar Cabrejas, año de 1661
y de 1662.
El dicho capitan don Domingo Garcia de Valdés y
Castilla, año de 1663.
El maestre de campo don Cristóbal de Alvarado y
Bracamonte, caballero de la órden de Calatrava, año de
1664; asistió en el castillo en su lugar el dicho capitan don
Domingo Garcia de Valdés.
El maestre de campo don Tomás de Nava, regidor
que fué de esta isla, fué alcaide del castillo, año de 1665,
despues fué marqués de Villanueva del Prado, asistió en el
castillo en su lugar el dicho capitan don Domingo Garcia.
El capitan don Rodrigo de Castilla, fué alcaide algu
nos meses, por nombramiento del General don Gerónimo
de Quiñones, de el año de 1665.
DE CANARIAS 167

El capitan don Esteban de Llarena Calderon y Apon


te, regidor, fué alcaide año 1666, y en su lugar asistió en
el castillo el capitan don Felipe Fonte. -

- El dicho capitan don Felipe Fonte, fué alcaide año


de 1667.
El capitan don Diego Molina Quesada fué otra vez al
caide, año de 1668.
- El capitan don Diego de Ponte Asoza, regidor año
de 1669 y de 1670.
El capitan don Juan de Ponte Asoza su hermano,
año de 1671.
El capitan don Francisco de la Cova Ocampo, regi
dor, es alcaide de dicho Castillo, en este año de 1672.
El sargento Mayor don Pedro Tomás Boulen Ocam
po, año de 1673.
Don Fernando Matias Arias Saavedra, señor de las is
las de Fuerteventura Lanzarote, Alegranza y Lobos, regi
dor de esta isla, año de 1674. .
El capitan don Andrés de Ponte y Asoza, regidor,
año de 1675.

Alcaides del Castillo de Adeje.


Del Castillo de Adeje han sido alcaides los sucesores
en el señorío de Adeje, como señores de él. El primero
fué Pedro de Aponte, regidor, que fué de esta isla, su
cedió el capitaa Niculoso de Ponte, regidor su hijo; des
pues el maestre de campo Pedro de Ponte Vergara, re
gidor, su nieto; despues el maestre de campo Bartolomé
de Ponte, su vizniento; y despues el maestre de campo don
Juan Bautista de Ponte, caballero de la órden de Santia
go, que hoy es Marqués de Adeje.
Alcaides del Castillo de Garachico.

El primer alcaide del castillo de Garachico fué el ma


estre de campo Fahian Viña regidor, que lo hizo á su
costa, y fuè nombrado por su alcaide, por los dias de su
vida en el mes de octubre de 1576; el cual murió año
de 1583 poco mas ó menos. -

Bartolomé Cabrera Perdomo fué alcaide de la dicha


ortaleza, por muerte de Fabian Viña su tio.
A68 CONQUISTA

Hernando Calderon, regidor, fué nombrado por alcai


de del dicho castillo, en julio de 1584.
Martin del Hoyo Abarca fué nombrado por alcaide
del dicho castillo en treinta de noviembre de 1588, despues
fué regidor.
Anton Fonte, regidor, está por alcaide del dicho cas
tillo, en noviembre del año de 1589.
Lucas Martin de Alzola, fué alcaide año de 1592; des
pues fuè regidor.
El dicho Anton Fonte, año de 1593.
Pedro de Vergara, regidor, año de 1594.
Alonso Camina, año de 1595.
El dicho Pedro de Vergara, año de 1596.
Juan Mateo Viña, regidor, hijo de Fabian Viña, fué
alcaide del dicho castillo, año de 1597 hasta marzo.
Felipe Jácome de las Cuevas, regidor, año de 1597.
Juan Viña fué alcaide, año de 1598 y de 1599.
Caspar Soler Arguijo, fué alcaide año de 1600; des.
de mediado abril, y del año de 1601 y de 1602.
Julian Lorenzo Clavijo, regidor, año de 1603.
Juan Lobato, alcaide del dicho castillo, año de 1604
y del año de 1605.
El capitan Francisco Zurita del Castillo, regidor que
fué de esta isla, fué alcaide año de 1606 y de 1607.
El capitan Luis Lorenzo, regidor, año de 1608.
El capitan Pedro Chacon, año de 1609.
El capitan Pedro Gonzalez Gallegos, año de 1610, y
de 1611, y de 1612, y de 1613, y de 1614, y de 1615.
El capitan Lucas Martin de Alzola, regidor, fué nom
brado por alcaide, por ausencia de Pedro Gonzalez Ga
llegos, en seis de febrero de 1615.
El capitan Salvador Afonso Gallegos, fué alcaide, año
de 1616.
El capitan Juan Francisco Jimenez fué Alcaide, año
de 1617.
El maestre de campo don Fernando Calderon del
Hoyo fué alcaide, año de 1618, despues fué regidor.
El dicho Pedro Gonzalez de Gallegos, fué alcaide,
año de 1619 de 1620 de 1621 de 1622 y de 1623.
El capitan don Alonso Calderon del Hoyo, regidor,
fuó alcaide año de 1624 y de 1625 y de 1626 y de 1627
hasta el de 1034.
DE CANARIAS. 469

Don Cristobal de Ponte y Hoyo fué alcaide, año de


mil seiscientos y treinta y cinco, despues fué regidor en
dicho año, y fué alcaide del dicho castillo, año de 1636,
hasta el año de 1639.
El capitan don Alonso de Ponte Jimenez, año de
1640.
El capitan Niculoso de Ponte y Cuevas, regidor, fué
alcaide, año de 1641.
El capitan don Francisco de Mesa, regidor, año de
1642.
El capitan dom Melchor Lopez Prieto Deza, regidor
fué alcaide, año de 1643.
El capitan Gaspar de Alzola, año de 1644 y de
1645.
El capitan Niculoso de Aponte Cuevas y Asoza, re
gidor, fué alcaide, año de 1646.
El sargento mayor don Gaspar de Ponte Jimenez fué
alcaide, año de 1647. -

El capitan don Cristobal del Hoyo Calderon, fué alcai


de, año de 1648.
El capitan don Pedro Interian, regidor, año de
1649.
El capitan don Gerónimo Fonte Pages, fué alcaide
año de 1650, es caballero de la órden de Santiago.
El capitan don Juan de Castro Viñetea, año de 1651.
El capitan don Cristóbal de Ponte Suarez Gallinato,
año de 1653 y del año de 1654.
El capitan don Sebastian Prieto, regidor, año de
1654. -

El capitan don Garcia del Hoyo Alzola, fué alcaide


del dicho castillo, año de 1655, hasta el año de 1670.
El dicho capitan don Garcia del Hoyo puso pleito
al cabildo de esta isla, sobre que este castillo habia sido
fabricado á costa de Fabian Viña su antepasado, y que
el cabildo no tenia derecho para poder nombrar alcaide si
no serlo sus descendientes, y salió el pleito á favor del
dicho don Garcia del Hoyo, y alcanzó Cédula de su Mages
tad, y por nombramiento del dicho capitan don Garcia, y
en su ausencia, fué alcaide su hijo don Alonso del Hoyo,
á quien alevosamente, estando durmiendo en su cama y
en su casa, le mataron con siete puñaladas, cosa lastimosa
sin saber el tirano homicida, año de 1669, y en este año
i70 CONQUISTA

le 1670, murió el dicho su padre, viniendo del Norte á


esta isla, y hoy, sirve la tenencia de este castillo el capi
tan don Pedro del Hoyo su hermano, hasta que tenga e
dad un sobrino hijo de su hermano don Garcia del Hoyo.
Alcaides del castillo de san Felipe del Puerto de la Orotava.
El primer alcaide que he hallado por escrito, que
fué de este castillo, es el capitan don Juan Antonio de
Franquis, regidor, nombrado por el regimiento de esta
isla, por fin de Noviembre del año de mil seiscientos y
cuarenta y cuatro.
Y por la facultad, que su Magestad dió á la Villa
de la Orotava, se han nombrado los alcaldes, y alcaides
siguientes.
El maestre de campo don Lorenzo Perera de Ponte
y Lugo regidor, año de 1651 y 1652.
El capitan don Diego Benitez de Lugo, año de 1653.
El Sargento mayor don Benito Viña, regidor, año de
1654.
El maestre de campo don Alonso Calderon, regidor,
año 1655.
El capitan Juan Francisco de Ponte, regidor, año de
1656,
El maestre de campo don Francisco de Lugo, regidor
año de 1657.
El capitan don Carlos de Franquis, año de 1658.
El capitan don Miguel de Alfaro Franquis, año de
1659. -

El capitan don Miguel de Franquis Velazquez, año


de 1660.
El capitan don Francisco Tomás Franquis Alfaro, año
de 1661, hoy es caballero de la órden de Alcántara.
El sargento mayor don Alonso de Molina, año de
1662.
El maestre de campo don José de Mesa y Lugo, ca
ballero de la órden de Calatrava, año de 1663.
El sargento mayor don Lorenzo Balcarcel y Lugo, año
de 1664; despues fué regidor.
El capitan don Francisco de Molina, regidor, que fué
de esta isla, fué alcalde año de 1665. -

El capitan don Diego Benitez de Lugo, año de 1666.


DE CANARIAS. A71

El capitan dou Francisco de Balcarcel, alferez mayor


año de 1667.
El capitan don Lope de Mesa y Lugo caballero de la
órden de Santiago, regidor, año de 1668.
El capitan don Juan de Monteverde, regidor de la
Palma, año de 1669. -

El capitan don Sebastian de Franquis lo fué algun tiem


po del dicho año de 1669., por nombramiento de General .
de estas islas don Gabriel Laso de la Vega.
El capitan don Pedro de Ponte y Molina, regidor,
ha sido alcalde en el año de 1670 y de 1671.
El capitan don Diego Gallego es alcaide este año de
mil seiscientos y setenta y dos.
Alcaides del castillo de San Juan del Puerto de Santa
Cruz.

El capitan don Lope Fonte, regidor de esta isla, fué


el primer alcaide, que el regimiento nombró dia de san An
drés, del año de 1643; y tomó la posesion á fir, del mes de
diciembre de dicho año, y lo fué en el año de mi seiscien
tos y cuarenta y cuatro.
El capitan don Pedro Carrasco, regidor, año de 1645.
El sargento mayor don Simon de Valdés y Castilla, año
1646; ahora es regidor, hoy es maestre de campo.
El sargento mayor Juan Tomás Boulen, año de 1647.
El capitan don Gerónimo Voza, regidor, año de 1548.
El capitan don Francisco de la Cova Ocampo, á fin de
1649.
El capitan don Bernardino del Hoyo, regidor, año de
1650.
El capitan Matias Machado Espinola, año 1651.
El capitan don Alonso Llarena Calderon, año de 1652.
El capitan don Esteban Llarena Calderon su herman
año de 1653.
El capitan don Tomás Perera de Castro, regidor, año
de 1654.
El capitan don Pedro Romero Fresneda, año de 1655
y de 1656, ahora es regidor.
El capitan don Rodrigo de Castilla, año de 1657.
El capitan don Alonso Guerra Cal deron, año de
1658 y de 1659.
A72 CONQUISTA

El capitan don Juan del Castillo, regidor, año de 1660


y de 1661 y de 1662.
El capitan don Alonso de Vandama, año de 1663.
El dicho capitan don Juan del Castillo, año de 1664.
El capitan don Alonso Llarena Carrasco, regidor, año
de 1665.
El capitan don Antonio de Frias Salazar, año de 1666.
El capitan don Antonio Fonte, año de 1667.
capitan don Sebastian Esquier Cabrera, año de
1668.
El capitan don José de Asoza Recalde, año de 1669,
y de 1670 y de 1671.
El capitan don Francisco Zevallos es alcaide del dicho
castillo de san Juan, en este año de 1672; y lo fué en el
año de 1673 y 1674.
En este año de 75; es alcaide el capitan don Matias
Voza de Lima.
En el año pasado de 1670, el ilustre cabildo de esta
isla suplicó á su Magestad le hiciese merced de dar facul
tad para poder nombrar alcaide del dicho castillo, atento,
que hasta ahora se han hecho las elecciones sin facultad real,
hasta este mes de setiembre, no ha venido la merced, de
que está hecha súplica.
En 24 dias del mes de julio, año de 1674 la justicia y regi
miento de esta isla de Tenerife, se juntaron á cabildo en la sala
de Ayuntamiento, para dar cumplimiento á la Real cédula de
su Magestad, en que se sirvió mandar que las compañias de
milicia de estas islas, el regimiento de cada isla propusiese á
su Magestad tres sugetos para cada compañia, y que su
Magestad eligiese uno de los tres; y habiendo propuesto
se para todas las compañias de esta isla, su Magestad to
mó resolucion, por su real consejo de guerra, que por esta
primera vez á todos los que de antes los habian tenido por
los Generales, se les despachase título, y que despues el
Ayuntamiento de la dicha isla obrase segun la cédula de su
Magestad, lo cual solo sucedió en esta isla de Tenerife, por
haber suplicado los capitanes de élá su Magestad, con que
desde este año empezaron los capitanes á tener títulos por
su Magestad, los cuales quedaron mas honorificados.
DE CANARIAS. 473

CAPITULO VIII.

De las Coronaciones de los Reyes, y eacequias que se han hecho


en esta isla de Tenerife.
Ya queda sabido, como reinando los católicos Reyes de
gloriosa memoria, don Fernando y doña Isabel, nuestros
señores, fué conquistada esta isla año de 1496, las corona
ciones que de los señores Reyes sus sucesores se han he
cho en esta isla y las exequias que se han celebrado; refe
riré de algunas cartas Reales, que acerca de esto SS. MM.
han escrito al concejo de esta isla, que he hallado entre al
gunos papeles antiguos; de algunas que faltan no he teni
do noticia, por cuya razon dejan de referirse; sobre otros
particulares, como son por buenas nuevas de paces entre
los Príncipes cristianos, por victorias contra Infieles, por
la salud, y buenos viages, y sucesos de los señores nuestros
Reyes, se han hecho en esta isla grandes fiestas, y re
gocijos de toros, cañas, libreas, comedias, 8ortijas, premios,
y procesiones, en accion de gracias, que en todo ha an
dado esta isla, su Concejo y vecinos muy atentos, cum
pliendo con la obligacion de tan leales vasallos: si de to
das se hubiera de dar noticia, muy larga fuera la obra,
y no era lícito ponerla en un capítulo, sí en libro parti
cular, que solo de ellas tratára: el curioso las podrá sa
ber de los libros capitulares de esta isla, desde cerca,
despues de su conquista, hasta los presentes años, en
donde verá la disposicion y órden, y gasto de ellas.
La Señora Reina Doña Isabel de Castilla y Leon, &c.
falleció á 26 de noviembre del año de 1504; y sucedió
en estos Reinos la señora Reina doña Juana su hija, y
quedó por gobernador de ellos el señor Rey don Fernan
do de Sicilia y Aragon su esposo, y padre. En dicho dia
su Magestad hizo saber a Concejo de esta isla esta muer
te con su Real Carta, que está en el archivo del cabil
do de esta isla. -

En el año de 1506, murió el señor Rey don Felipe I.º


Rº hicieron las exequias en la Iglesia Parroquial de
. Señora de la Concepcion de esta Ciudad.
En 13 de Febrero del año de 1516, llegó la nueva
á esta isla de la muerte del S. Rey don Fernando; hicie
rouse las exequias fúnebres en la Iglesia de nuestra se
174 CONQUISTA

ñora de la Concepcion.
En 27 de setiembre del año de 1519, se tuvo nue
va en esta isla, como el señor Rey don Carlos era elec
to Emperador de Alemania, y por la buena nueva se hi
cieron en esta Ciudad grandes fiestas y regocijos.
En 28 de mayo del año de 1526. El Adelantado, y
el cabildo de esta isla recibieron dos cartas del señor
Emperador y Rey don Carlos, sus fechas á 17 de noviem
bre del año antecedente, en que su Magestad avisa es
tá casado con la Serenísima Infanta de Portugal doña l
sabel: hicieronse en esta Ciudad muchos regocijos de to
ros, cañas, libreas, saraos y torneos.
En 14 de junio del año de 1527, llegó nueva á es
ta isla, como la señora Emperatriz y Reina doña Isabel
habia parido en Valladolid al Principe don Felipe, y al
dia siguiente acordó el Concejo de esta dicha isla, se hi
ciesen fiestas por tan buena nueva.
En el año de 1539 murió la señora Emperatriz y
Reina doña Isabel, y por junio se hicieron las exequias
en esta Ciudad de la Laguna, en la Iglesia Parroquial
de nuestra señora de los Remedios: hízose un túmulo
muy alto con muchas hachas, y velas encendidas.
En dos de agosto de 1555, el Concejo de esta isla
recibió una carta del Principe don Felipe nuestro señor,
en que avisa la muerte de la señora Reina doña Juana
su abuela, y en dicho año 1555 se hicieron las honras
en la Iglesia Parroquial de nuestra señora de los Remedios,
con toda la obstentacion y aparato que se requeria.
En 23 del mes de mayo, del año de 1556 se leye
ron en el cabildo de esta isla tres cartas Reales, una del
señor Emperador don Carlos; otra del señor don Felipe
Segundo su hijo, y otra de la princesa nuestra señora,
Gobernadora de los reinos de Castilla y Leon, en que ha
cen saber, como el señor Emperador don Carlos ha re
nunciado los reinos de Castilla y Leon en el Príncipe
don Felipe II su hijo nuestro señor, y que le alcen pen
dones, y se aclame al señor don Felipe por Rey de las Es
pañas; y por la Justicia, y regimiento se dió órden para su
cumplimiento; estas tres cartas reales con la fe del escri
bano del cabildo, de como se ejecutó lo mandado por sus
Magestades, están en un cuaderno del cabildo de es
ta isla, en un legajo de papeles sueltos, con el número
DE CANARIAS 475

seterta.
En domingo 18 de marzo del año de mil y quinientos
y sesenta y cinco se publicó el santo concilio de Tren
to en la Iglesia Parroquial de nuestra señora de los Re
medios en esta Ciudad de la Laguna; asi consta de un
apuntamiento, que está en el libro de Bautismo de aquel
año de dicha Iglesia.
En domingo, despues de los santos Reyes, del año
de 1569, se hicieron las exequias, por la muerte del prín
cipe don Carlos, que falleció año antecedente.
En domingo á tres de octubre, del año de 1568, fa
llecióla señora Reina doña Isabel, segunda muger del se
ñor Rey don Felipe segundo, y en el mes de febrero, el
Concejo de esta isla recibió una carta de su Magestad en
que avisa dicha muerte, su fecha á 7 de octubre de dicho
año. Y en domingo de Lázaro del año de 1569, se hicie
ron las exsequias en esta isla de Tenerife.
En veinte y seis del mes de octubre del año de 1580
falleció la serenísima Reina nuestra señora doña Ana, ter
cera muger del señor Rey don Felipe Segundo, y en vein
te y uno de marzo del año de 1581, el Concejo de esta
isla recibió la carta de su Magestad, en que hace saber
su fallecimiento, su fecha á siete de noviembre de 1580
años, y se hicieron las exequias por su Magestad, como
era debido.
En el mes de setiembre del año de 1598, murió el
Rey nuestro señor don Felipe Segundo. Y en el mes de
abril, del año de 1599, se hicieron las exequias, como
es costumbre.
En viérnes santo, del año de 1605, nació el prínci
¿ nuestro señor don Felipe Cuarto, y en ocho de julio
legó la nueva á esta isla, y se hicieron grandes regoci
jos de toros, libreas, saraos, y se jugaron cañas por la bue
Ina l)U10Va
En el año de 1611, murió la serenísima Reina doña
Margarita nuestra señora, muger del señor Rey don Fe
lipe III, nuestro señor, en tres de octubre, de sobrepar
to de un Infante, de que su Magestad escribió carta al
Concejo de esta isla, su fecha á8 de octubre de dicho año.
Y en 14 de enero se hicieron las exsequias en la Igle
sia Parroquial de nuestra señora de los Remedios de esta
Ciudad de la Laguna.
476 CONQUISTA

En 31 de marzo del año de 1621, falleció el señor


Rey don Felipe Tercero, y su Magestad el señor don Fe
lipe Cuarto lo hizo saber al Concejo de esta isla, por su
real carta, que está en el libro quinto de provisiones,
á fojas 42.
En el mes de julio del año de 1630, se hicieron en
esta ciudad de san Cristóbal grandes fiestas por el naci
miento del principe nuestro señor don Carlos, (que murió
de edad de 17 años) duraron doce dias; al principio y fin
de ellas, predicó el Ilustrisimo señor don Cristóbal de la
Cámara y Murga, obispo que fué de estas islas, en la igle.
sia parroquial de nuestra señora de los Remedios; hubo
tres comedias; dos dias corrieron toros, hubo sortijas, li
breas, luminarias; los vecinos de cada lugar cercano á la
ciudad vinieron con sus libreas; los oficios hicieron lo
mismo; dicese fueron las fiestas que mas se han celebra
do en esta isla en aquel tiempo.
El sobredicho príncipe don Carlos fué aclamado por
principe de las Españas; hizose esta funcion en esta iglesia
de Tenerife con todo aparato, levantó el pendon real el
alferez mayor don Nicolas Bentura de Balcarcel en las
tres plazas de esta ciudad de la Laguna, como es costum
bre.
En el año de 1645, se hicieron las exequias por la
serenísima Reyna nuestra señora doña Isabel, primera
muger del Rey nuestro señor don Felipe IV, en la igle
sia parroquial de los Remedios:
En el año de 1647, se hicieron las honras por la
muerte del principe nuestro señor don Carlos, en la igle
sia de nuestra señora de los Remedios.
En el año de 1660, se hicieron en esta ciudad gran
des fiestas y regocijos de libreas, sortijas, luminarias, y
otras fiestas, que hicieron los oficios por el nacimiento del
príncipe don Felipe nuestro señor, que duraron ocho dias;
murió de pocos meses este príncipe.
En el año de 1661 nació el principe don Carlos nues
tro señor, llegó la buena nueva á esta isla por el mes de
noviembre y en accion de gracias, y por la salud de su
Magestad, se celebró fiesta al santísimo Sacramento, con
toda solemnidad, en la iglesia parroquial de nuestra seño
ra de los Remedios.
El Rey don Felipe cuarto nuestro señor, murió año
DE CANARIAS. - A7

de 1665, y la Reyna nuestra señora avisó de la muerte de


su Magestad, al Concejo de esta isla, por su real carta, su
fecha á 26 de setiembre de dicho año, en que manda, co
mo gobernadora de estos reynos, se hagan las exequias,
y se alcen pendones por el señor don Carlos su hijo su
cesor en estos reinos.
Recibió el Concejo de esta isla esta carta en 22 de
febrero del año de 1666. Y en su cumplimiento se hi
cieron las exequias en la iglesia parroquial de nuestra
señora de los Remedios, en domingo á seis dias de abril del
dicho año, por la tarde.
El siguiente dia, que fué martes á ocho del dicho
mes, se hizo fiesta de alegria en la iglesia parroquial de
nuestra señora de la Concepcion, por la salud del Rey
nuestro señor don Carlos segundo, y todos los regido
res y ciudadanos se vistieron de gala aquel dia.
Por la tarde se juntaron todos en la plaza de san Mi
guel, en donde estaba un tablon muy alto, que corres
pondia con los balcones de las casas del ayuntamiento
entapizado , con tafetanes, y terciopelos, y en él un docel
con su sitial, y puesto un cuadro del retrato del Rey
don Carlos nuestro señor, salieron al dicho tablado el cor
regidor y regidores, y el alferez mayor con un pendon
de damasco carmesi, y en él esculpidas las armas reales
y delante dos maceros, que servian de Reyes de armas,
con sus ropas de carmesí, con las armas reales, el uno
llamado Juan de Acebedo, y otro Juan Lorenzo; y dijo el
uno; Oid, oid, oid, y el otro: Atended, atended, atended.
y luego el alferez mayor dijo: Castilla y Leon, y los Rei
nos sugetos á la corona, por el Rey don Carlos segundo
nuestro señor, y todos respondieron: viva el Rey nuestro
señor y arrojó unos puños de dinero, y lo mismo hizo en
la plaza de la Concepcion, y en la de los Remedios en
donde estaban dos cada'sos pequeños, acompañado de
los regidores, todos á caballo. Aqui dió fin.
¿178 CONQUISTA

CAPITULO IX.

De la barateza gue hubo en esta isla de bastimentos y


mantenimientos; y de algunas cosas notables, que han suce
dido en estas islas.

Por cosa antigua y de que se puede hacer mucho


reparo, considerando lo pasado, y mirando lo presente,
he querido poner este capítulo de la barateza y abundan
cia de los mantenimientos, y bastimentos que hubo en
esta isla, no porque en estos tiempos haya menos abun
dancia, que gracias á nuestro señor mas hay hoy, si, por
que la gente era menos y habia menos comercio, y el es
tar hoy mas caros, hace á la isla mas poderosa y grande,
pues tiene mas gente que los gasten, y hay mas trato, bien
se sabe: y asi mismo de algunas cosas notables que han
sucedido en estas islas, que se deben tener en la memoria
porque suceden otras semejantes y ejemplares, cuando no
son en perjuicio de tercero.
La Justicia y regimiento de esta isla, ponia antigua
mente los precios en los bastimentos, como lo ha hecho y
hace en los mantenimientos, y no se vendian á mas pre
cio de lo en que eran tasados, asi se puede ver en los li
bros capitulares de los años de 1500, de 1502, de 1510
y de 1511, y en otros muchos años despues.
El lienzo de precilla á ocho maravedís la vara; la bre
taña á real y medio, el brite á real y dos madavedis, el
cañamazo á real y medio la vara, el paño de velarte á
veinte y un real, el paño de Londres á seis alcos y veinte
maravedís, las antonas á ocho reales; los bureles á seis re
ales, el cordellate á veinte y cinco reales, la frisa de la
tierra á dos reales y cuatro maravedís, y la de fuera á
ochenta maravedis, la cuartilla á dos reales y medio, el
florete á diez reales, el paño de la tierra á seis reales, la
palmilla á dos reales, y esto habia de ser de lo mejor, que
sino era bueno, quedaba á la eleccion de los diputados.
En cuanto á estos pr, cios de la ropa, el belarte y
el cor, ellate, valen h y mucho mas b ratos.
Un par de zapatos de cordovan llanos de once pun
tos para arriba, sesenta y ocho maravedís, y de ocho pun
tos hasta diez, sesenta y tres maravedís, y de cinco pun
tos hasta siete, cuarenta y dos maravedís, y mas pequeños al
DE CANARIAS. A79

respecto; un par de zapatos zaienes de buen cordovan aforrados


setenta maravedís, de once puntos arriba, y de ocho puntos
hasta diez, sesenta y cinco maraveuís, y de cinco puntos has
ta siete, cuarenta y dos maravedís; un par de hebillas de
hombre diez y ocho maravedis; un par de chapines de mu
ger de una corcha, setenta maravedís, y de dos corchas
ochenta y cuatro maravedís; unas hebillas de muger de
cinco puntos arriba, cuarenta maravedís, y desde abajo
hasta tres puntos, treinta maravedís; un par de zapatos de
vaca de once puntos arriba, ciento y cinco maravedís, y de
ocho puntos hasta diez noventa maravedís, y de cinco
puntos hasta siete, sesenta maravedís; y mas pequeños al
respecto; asi la demas obra del calzado, que en aquel tiem
po se usaba, como borceguies, pantuflillos ó alcorques,
botines, todo era muy barato, como lo podrá ver el cu
rioso en el libro citado del año de 1511, á 21 de noviem
bre, folio 296.
La libra de carnero á ocho maravedís la de ternera
á lo mismo, la de vaca y puerco, macho y castrado, á sie
te maravedís, la de obeja cabra y puerca, y barraco, á seis
ma, avedís, la libra de congrio á diez maravedís, de peje rey
y bicuda á ocho maravedís, de sama á siete maravedis,
de escolar á ocho maravedís, de brecas y pescado menudo
á ocho maravedis de cason á siete maravedís, de aboja abadejo
y raya, á cinco maravedís. de pege perro á cuatro maravedís, y
al pescado de cuero para pesarlo, se le cortaba el hocico, la
cola y alas, y se le quitaban las tripas; un cabrito de trein
ta dias valía un real, el azumbre de leche de cabras y obe
jas diez maravedís y de vacas á ocho maravedís, y el que
so fresco á cinco y á seis maravedís la libra y del añejo
á ocho maravedís, el cuartillo de aceite á veinte marave
dís, un par de palomas correras siete maravedís, y de tor
cazes diez y seis maravedís, un par de tórtolas seis mara
vedís, una docena de pájaros trigueros seis maravedís, una
gallina diez cuartos, un capoa de siete meses adelante dos
reales, un huevo un maravedí, un pollo medio real, un
conejo bueno doce maravedis, y el mediano ocho marave
dis, y el gazapo cinco maravedís, la libra de cera labra
da un real y dos cuartos, un pliego de papel un marave
dis, un millar de tejas mil maravedis, un costal de carbon
treinta maravedís, que fuese de una fanega; una fanega
de trigo, tres, seis y ocho realcs, una perdiz un real; y
480 CONQUISTA

habia en aquel tiempo pocas, que las trajeron de España


para que criasen en estas islas, segun parece de un acuer
do que se hizo por los regidores año de mil quinientos
y veinte y seis, en que ordenaron que no se diese carga
á los navios que viniesen de España, sin que primero
trajesen diez pares de perdizes vivas, y dos pares de lie
bres; las liebres no permanecieron, y las perdiz es se cria
ron en abundancia en todas estas islas.
Mucha es la diferencia que hay hoy en los precios de
los bastimentos, y mantenimientos, particularmente en
esta isla de Tenerife (que en las otras islas mucha es
la barateza de los frutos de la tierra por no haber mu
cho trato, ni tanta gente,) y con todo se gasta, y no es
tan caro como en otros reinos, pues las libras y medidas,
son al doble que en algunas ciudades de España. Los lien
zos, y todo género de ropa, asi de seda, como de lino ó
lana, valen á moderados precios, aunque vienen de otros
reinos, los zapatos de hombres valen á ocho, y siete rea
les, los mas pequeños á cuatro, y á cinco reales al respec
to; y les de muger á cinco reales y medio, y los mas pe
queños á cuatro reales, y á menos, conforme la edad; la
libra de carnero á dos reales, la de vaca y ternera á real,
la de puerco, macho, ó castrado, á diez cuartos, y á real
y medio, la cabra á real, segun la abundancia, ó falta de
carne, sube el precio dos cuartos mas ó menos; la libra
de pescado fresco á real, y á seis cuartos; un cabrito cua
tro, ó cinco reales; un cuartillo de leche fresca dos cuar
tos, y de ázeda un cuarto, el queso á medio real, y á seis
cuartos la libra; un cuartillo de aceite dos reales y me
dio; un par de palomas un real, un palomo torcaz un real,
una docena de pájaros trigueros un real, un par de tór
tolas un real, una gallina tres ó cuatro reales, un capon
tres reales, un pollo un real, un huevo un cuarto, un
conejo un real, una libra de cera labrada amarilla cinco
reales, y blanca seis reales, una mano de papel un real,
un millar de teja cincuenta y sesenta reales, un costal de
carbon un real, una perdiz dos reales y medio, y una fa
nega de trigo diez y ocho reales, que es la tasa, y de
cebada nueve reales, y suelen valer en años abundantes,
la fanega de trigo á diez y á doce reales, y en los años
estériles á veinte, á treinta, y á cuarenta reales; pero ha
de ser trigo de fuera de la isla, que el de la tierra no pue
DE CANARIA, 481

de pasar su precio de la tasa, 27 reales de vellon, con pe


na de perderlo, y en todos los demas mantenimientos hay
moderados precios; una pipa de vino de Malvasia vale cin
cuenta y sesenta ducados, y de vidueño á veinte y á 30
ducados, y algunos años á cuarenta; es la principal mer
cadería de la isla, que sale para las Indias Orientales, Oc
cidentales, y para el Norte y otras partes, que es lo que
hace á la isla rica. La moneda, que en ella corre es pla
ta, no hay vellon escepto algunos cuartos, de los gran
des; un real de é ocho vale ocho reales, un toston tiene
dos reales, y cinco cuartos; un real tiene ocho cuartos, y
un cuarto tiene 48 maravedís; corren todas las monedas
de España, asi las nuevas, como de Bamba, á todo se le
dá su estimacion.
En la isla de Canaria sucedió aquel prodigioso ejem
plar, tan notorio en estas islas y en todo el mundo, aun
que he leidolo en tiempo de que Prelado y año, no me
acuerdo, y fué que teniendo en poco unos cristianos,
nuevamente convertidos, las censura de la Iglesia, un se
ñor obispo los llamó á su presencia, y hizo traer un que
so, y le descomulgó la mitad de él, haciendo una línea
por medio, partiendolo por ella, la mitad estaba tan ne
gro como una bayeta, y la otra de su mismo color, y lue
go absolvió al medio queso negro, y se puso como de
antes, aunque no tan perfecto, permitiendo nuestro señor
este prodigio, para ejemplo de los incrédulos y poco te
merosos de las descomuniones, y que al que por su causa
incurre en escomunion, aunque despues sea absuelto, no
queda tan perfecta su conciencia, como de antes, sino tie
ne grave dolor de haber incurrido.
En el año de 1521 se mandó por la Justicia y re
gimiento de esta isla de de Tenerife, que un real tenga
cuarenta y ocho maravedis; repartido en ocho cuartos,
por que de antes tenia cuarenta y dos maravedis, que son
siete cuartos, y de aqui quedó llamarse unos reales vie
jos, y otros reales nuevos.
En el año de 1524 se hicieron dos fuentes, ó pilas en
esta Ciudad de la Laguna, la una que hoy está en la pla
za de San Miguel, y la otra está enterrada en la plaza de
la Concepcion, que por estar debajo de la tierra, un di
luvio, y avenida la tapió, y dicen era muy buena obra de
canteria, y escalera por donde se bajaba á ella, y que es
482 CONQUISTA

tá en ser, aunque cubierta de tierra.


En el año de 1527, vino á España á la isla de Cana
ria la Real Audiencia de estas islas.
En el año de 1531 se hizo el estanque de san Cris
tóbal, para el remanente del agua de la pila de la plaza
de san Miguel, de la Ciudad de la Laguna.
En el año de 1531 hubo enfermedad de peste en la
isla de Canaria, por cuya causa los oidores pasaron la Real
Audiencia á esta isla de Tenerife por el mes de octubre
de dicho año, en donde estuvieron dos ó tres años.
En el año de 1545, se fundó la alhondiga en esta
ciudad de la Laguna, con la renta de las suertes del rincon
que dicen de la horca, y permaneció muchos años, y se
deshizo, y se volvió á fundar en abril del año de 1617. Es
la alhondiga una obra de mucha conveniencia para los
labradores y pobres, es un granero de dos mil, ó mas ó
menos fanegas de trigo; estas se reparten entre los di
chos para sembrar ó sustentarse, y al tiempo de la paga
lleba por cada fanega un almud de ganancia, así está en
ser y aumento, la cual hay en todas estas islas, y en ca
da lugar de ellas.
En el año de 1548, estuvieron en esta ciudad de la
Laguna tres oidores de la real Audiencia de estas islas, no
he sabido si tuvieron audiencia en ella; en este año por
mayo ó junio, por algunas temeridades de un gobernador
de esta isla, le quitaron la vara de su mano, y se la
quebraron en tres pedazos en la calle y le prendieron, y
hecharon unos grillos y cadena con guardas, este gober
nador que no digo aqui su nombre, fué temerario y te
nia escandalizada la ciudad, y infamaba á muchos vecinos
y personas honradas; fué preso á España.
- En el mes de agosto de 1553, entraron los franceses
en la Palma, y saquearon algunas cosas de la ciudad, no
lo mejor, porque los vecinos lo habian escondido en el
monte.
En el año de 1554 hubo enfermedad de peste en las
islas de Lanzarote, y Fuerteventura, que vino de la lsla de
la Madera, por el trato de aquellas islas.
En el año de 1561, desde veinte y seis de febrero,
hasta ocho de marzo, por buen gobierno, y por estar la
isla necesitada de trigo, se hizo tasmia del que habia en
la isla de Tenerife y lista de los vecinos, y personas pa.
DE CANARIAS. 483

ra saber si habia bastante, hasta la cosecha, por ser una


cosa tan particular, que si no fué en aquella era, no se ha
usado en otro, como lo he visto en los dichos libros.
VECINos. PERSONAs.

Ciudad. 1094 7220


Santa Cruz. 139 770
Vales 15 71
Taganana. 24 141
Tegueste Tegina. 37 208
Tacoronte. 56 342
Sauzal. 71 404
Centejo. A0 288
Orotava. 526 2575
Realejo 25 606
Rambla San Juan.
Santa Catalina.
Icod el Alto. 67 462
Icod de los Vinos. 185 1028
Garachico. Tanque.
Culata. 312 1815
Silos. Buenavista.
Palmar Esparragal. 122 665
Abona. 74 307
Adeje. 36 301
Güimar. A6 249

2969. 17641.

Hallaronse en esta isla dos mil novecientos y sesenta


y nueve vecinos, y diez y siete mil seiscientas y cuarenta
y una personas, y once mil cuatrocientas y veinte y cinco
fanegas de trigo, en el dicho año de mil quinientos y se
senta y uno; y por la providencia de muestro criador, han
multiplicado en tanto número, que hoy tiene esta isla
mas de treinta mil vecinos, y de doscientas mil personas,
gracias al Señor que todo lo sustenta.
En el año de 1566, se hizo la cruz del humilladero
que está abajo de san Cristóbal, á la salida de esta ciudad
camino de Santa Cruz.
184 CONQUISTA

En el año de 1569, en miércoles 7 de setiembre, en


tró el Turquillo corsario de Argel, en la isla de Lanza
rote, con nueve galeras, seiscientos tiradores con siete
banderas en ella, estuvieron diez y ocho dias, saquearonla,
cautivaron mas de noventa personas, siendo Conde de di
cha isla don Agustin de Herrera.
En el año de 1571 dia de san Bartolomé Apóstol,
entraron en la Gomera unos Franceses, y Ingleses en ar
mada, y saquearon la Villa , y estando en el saqueo, los
Gomeros les hicieron embestida, y mataron nmuchos ene
migos, y los echaron de la isla. -

En el año de 1581 á primero de marzo, comenzaron


á abrir los cimientos para la torre de la Iglesia Parro
quial de nuestra señora de la Concepcion de la Laguna.
En el año de 1582 por el mes de junio, comenzó en
la Ciudad de la Laguna, en esta isla de Tenerife la en
fermedad de las landres, y peste que duró dos años po
co mas, y en ella murió mucha gente tanta, que ya no
se podian enterrar en las Iglesias, asi los enterraban en
el llano donde hoy está la ermita de san Juan, y abajo
de la ermita de san Cristóbal que era enfermeria de es
tos enfermos. Sucedió en este tiempo que un hombre ve
cino de esta Ciudad, llamado Rodrigo de Barrios viznie
to de Rodrigo de Barrios, conquistador de esta isla, le
dió la enfermedad del contagio quitósele la habla, y juz
gándole todos por muerto, le echaron en la zanja que
era honda, donde echaban los difuutos, y yendo al se
gundo dia á enterrar otros cuerpos le hallaron sentado
sobre sus compañeros; sacaronle, y vivió muchos años ca
sado, dejando muchos hijos, de quienes hay larga sucesion
el la Villa de arriba.
En este dicho mes el Concejo de esta isla, tomó por
patrono, y defensor de la enfermedad de landres al glo
rioso san Juan Bautista, y se le hace fiesta por su dia.
En el año de 1583, á 15 de abril á las dos de la tar
de, comenzo á rebentar el primero volcan de la isla de
la Palma, con tan grandes terremotos y truenos, que se
oyeron en todas las demas islas; salieron de él tres rios
de fuego y azufre, el uno se cuajó á media legua de ca
mino, y los otros dos se juntaron á medio camino, y en
traron mas de media legua en el mar, y el calor del fuego
pasó de dos leguas adentro, que los peces salian á la ori
DE CANARLAs 485

Ila cocidos, y la pez de las barcas se derretia, fué en el tér


mino de Tehuvía.
En el año de 1586 jueves, á fin de julio entró Mo
rato Arraiz, gran Cosario de Argel en la Isla de Lanza
rote, con ochocientos tiradores, los cuatrocientos Turcos,
saquearon la isla, cautivaron mas de ciento y sesenta per
sonas, y entre ellas á la marquesa doña Catalina Benitez
de las Cuevas, primera muger de don Agustin de Herre
ra y Rojas, marqués de Lanzarote, y á doña Constanza de
Ayala, hija del dicho marqués, que casó con Gonzalo Ar
gote de Molina. Costóle al marqués el rescate de su mu
ger y hija, quince mil ducados. Estubieron los enemi
gos en la isla, hasta veinte y seis de agosto de dicho año;
esta fué la segunda entrada que se ha hecho en esta isla
de Lanzarote.
En el año de 1586 y en el de 1587, hubo en esta is
la de Tenerife grande plaga de cigarrones, tantos, que
salian los vecinos á matarlos con ramos, por que des
truian las sementeras, particularmente las de la Ciudad
de la Laguna.
En el año de 1590, víspera del glorioso Apóstol san
Andrés á 29 de noviembre por la noche, hubo en esta Ciu
dad de la Laguna un grande diluvio, que dió mucho cui
dado, porque tapeó la tierra que el agua traía, algunas
puertas de casºs, y los barrancos derribaron casas de al
gunos lugares, y la Hermita de nuestra señora del Soco
rro en Tegueste, que despues se volvió á fabricar.
En el año de 1595 á 24 de noviembre, estubo Fran
cisco Drake, gran Cosario, con una Armada en la isla de
Canaria, no hizo alli baza, pasó á la isla de la Palma,
en donde le echaron un navio á fondo, pasó á Cabo Ver
de, y saqueó la isla de Santiago, fué á la isla de santo
Domingo y la saqueó, y despues pasó á Cartagena, y hi
zo lo mismo. -

En el dicho año á 6 de octubre, viérnes al amanecer,


llegaron Francisco Drake, y Juan Acle, Generales Ingle
ses, á Canaria, con veinte y ocho navios, y treinta lan
chas, surgieron junto á los Roques, donde no les alcan
zaba la Artilleria del castillo: traían siete mil hombres
de pelea, vinieron los catorce navios en dos alas, y en me
dio veinte y ocho lanchas, todos disparando Artilleria,
y mosqueteria á tierra, y fué caso milagroso, que con es
A86 CONQUISTA

tar la playa llena de gente, y dar entre ellos las balas, no


salió ninguno ofendido, antes de los enemigos hubo mu
chos muertos: y vista la resistencia de la tierra los ene
migos, se hicieron á la mar, y se fueron trás de la isla,
donde llaman el Arganegui, y tomaron tierra, y cinco Ca
narios apañadores acometieron à una manga de doce mos
queteros, y aprisionaron dos Ingleses, y los demás huye
ron, juzgando que toda la isla venia sobre ellos, y de a
lli se fueron á Puerto-rico, y pensando sacar algo les die
ron en la cabeza.
En el año de 1598, hubo enfermedad de peste en la
isla de Lanzarote, que se comunicó de la que aquel año
habia en la isla de la Madera por el trato de estas islas.
En el año de mil y quinientos y noventa y nueve,
á veinte y seis de Junio, entraron en la Ciudad Real de
Canaria el Olandés y Gelandes de la Liga de los estados;
el General de la armada se llama Priete Banderdues, con
mueve mil hombres de pelea, en sesenta y cinco navios,
hicieron mucho daño en la Ciudad, quemaron las casas
Obispales y otros edificios, y Templos; llebaronse las cam
panas de la Catedral, no hubieran entrado en la Ciudad,
ni saltado á tierra, sino les hubiera sido entregado el cas
tillo principal de san Pedro de las isletas por el alcaide
de él; de los enemigos murieron dos mil y quinientos, y
de la tierra hasta ciento, entre los cuales murió el go
bernador Alonso de Alvarado; pocos dias estubieron en
la Ciudad, porque los Canarios los hicieron embarcar á.
toda priesa á costa de muchas vidas.
En el año de 1601 por el mes de julio, comenzó la
enfermedad de las landres en el lugar de Garachico, en la
isla de Tenerife, y pasó hasta los Realejos; duró esta en
fermedad hasta el año de 1606; murió mucha gente; el
origen de esta enfermedad, fué por causa de dos navios
de España, en donde habia peste, que llegaron al Puer
to de Garachico en dicho mes de julio. -

En el año de 1607 hubo grande plaga de cigarron


en esta isla de Tenerife, que destruian los sembrados; hi
cieronse muchas rogativas y procesiones, trujose á la mi
lagrosa Imágen de nuestra señora de Candelaria á esta
Ciudad en esta afliccion; el Concejo de esta isla en el
mes de abril echó suertes en todos los santos, y salieron
por patronos y defensores de esta plaga, san Plácido y sus
DE CANARIAS. 487

compañeros, y le prometieron hacer fiesta todos los años


por su dia.
En el año de 1612, la muy hermosa y devota Imá
gen de nuestra señora de la Peña, fué colocada en la Igle
sia del Convento de san Agustin de esta Ciudad de la La
guna, y se le hizo grande fiesta.
En el año de 1618 entraron los moros en la isla de
Lanzarote, y saquearon la Villa, y cautivaron muchos cris
tianos, y dejaron la isla con los que se escondieron y hu
yeron; esta fué la tercera y última cntrada, que los moros
han hecho en Lanzarote.
En el mes de marzo de 1633, se acordó por el Con
cejo de esta isla de Tenerife, que los padres de la com
pañia de Jesus, fundasen un colegio en esta isla, y los re
gidores prometieron limosnas para su fundacion, como
se vé en un cabildo de diez de marzo, y que se pida li
mosna por todos los vecinos de la isla, no se ha fundado
hasta ahora: muchos años antes hubo esta pretension por
dichos padres, desde el año de 1613, que vinieron á la
doctrina y Mision, y fué contradicha por los conventos
de las religiones de san Agustin, santo Domingo, san Fran
cisco; pero en esta última determinacion, no hubo con
tradiccion, con que en todo tiempo serán bien recibidos.
En el año de 1645 á once del mes de diciembre, hu
bo un grande diluvio y avenida en el lugar de Garachi
co, que arrasó muchas casas, en donde dicen los Reyes, pe
recieron mas de sesenta personas, sin llover en el lugar,
sino fué en las montañas; en lo alto se hizo un grande estan
que de agua que rompió, y hizo mucho daño y á riesgo de
llevarse á la mar el convento de San Francisco; fué tan
ta la piedra y tierra que trujo consigo, que lo que an
tes era mar quedó hecho playa, quedando retirada un
buen trecho; fué dia de mucho cuidado para los vecinos
de él, y lo está muy en la memoria.
En el año de 1646 por el mes de noviembre, reben
tó un volcan en la isla de la Palma, con tan grandes terre
motos, temblores de tierra y truenos, que se oyeron en
todas las islas, despedia de sí un arroyo de fuego y azufre,
que salió al mar, los vecinos de la Ciudad trujeron á e
lla en procesion á nuestra señora de las Nieves, Imágen
muy milagrosa, y al otro dia, caso admirable, amaneció el
volcan cubierto de nieve, con que cesó, habiendo durado
488 CONQUISTA

algunos dias.
En el año de 1648 á cinco de mayo, víspera de S. Juan,
Ante Portam Latinam, que es el dia que la iglesia celebra
el martirio de S. Juan Evangelista, comenzó á sudar una
imágen de este glorioso santo, que estaba pintada en una
tabla de dos tercias en el retablo del altar mayor de la igle
sia parroquial de nuestra señora de la Concepcion de esta
ciudad de la Laguna, isla de Tenerife; y estuvo sudando
su rostro por espacio de cuarenta dias, hicieronse dili
gencias por saber la causa de este prodigio, con ayunos y
penitencias; atribuyose á la Omnipotencia y misericordia
de Dios nuestro señor, que estando con el brazo de su
justicia castigando algunas ciudades de España con la en
fermedad contagiosa, y pasadola por nuestros pecados á es
ta isla de Tenerife, de que se curaron algunas personas sin
atreverse á manifestar su enfermedad, con la intercesion de
este glorioso santo su amado primo, levantó y apartó de
nosotros su ira, dándole infinitas gracias por tan grande be
neficio; y el cabildo de esta isla prometió celebrar fiesta á
este glorioso santo, nuestro defensor y patrono de la peste,
como lo ha cumplido por el dicho dia seis de mayo; y el
domingo siguiente le celebra fiesta una cofradia, que tiene
dedicada con una noble y devota hermandad: ha obrado su
divina Magestad en todas nuestras necesidades muchos pro
digios, poniendo por intercesor á nuestro patrono S. Juan
Evangelista, tiene su capilla con muy buen retablo, y todos
los martes de cada semana se le dice una misa cantada con
limosna de la cofradia.
En este dicho año de 1648 parió en esta dicha ciudad
de la Laguna una muger dos niños pegados los vien
tres y muertos, cerca de la iglesia de la Concepcion.
En el año de 1652, se quemó la iglesia parroquial del
lugar de Santa Cruz de Tenerife, y fué la causa de haber
¿ el vidro de la lámpara á un lado del altar, por haber
levado á limpiar la lámpara, y con el aire que hacia, se lle
gó á la luz un velo del retablo, pegó de él el fuego, llegó al en
maderamiento de la capilla, y cuando acudieron, no hubo
mas lugar que sacar el Santísimo Sacramento de la Euca
ristia, y las imágenes á la hora de medio dia: pongo aquí
este caso para ejemplar y cuidado de los sacristanes; en el
mismo año se reedificó.
En el año de 1653, estando en la ciudad de la Laguna
DE CANARÍAS. A89

de esta isla de Tenerife don Pedro Gomez de Ribera, Juez


de Indias, con cierta comision, víspera de San Cristóbal,
á las diez de la noche, entraron en su casa, no se supo
que personas, y le pidieron entregase los papeles que ha
bia escrito, y el buen caballero por librar con la vida su
ya y de su familia los entregó: dicese los quemaron, que
era gran cantidad, y al otro dia se embarcó á Canaria,
y luego á España, no faltándole á la asistencia, y ofreci
miento de dineros para su despacho, todos los caballe
ros de esta Ciudad; la comision era acerca de las merca
derias que habian venido de Indias, contra muchos in
teresados.
En el año de 1657, llegó al Puerto de Santa Cruz de
esta isla de Tenerife una flota que venia de Indias, con
órden de su Magestad, por estár una armada Inglesa aguar
dándola en la baía de Cádiz; habiendo el General Inglés
Blak tenido noticia de la llegada, pasó con su armada de
veinte y siete navios á esta isla, y á treinta de abril, lu
nes por la mañana, llegaron al puerto de Santa Cruz, y
á las nueve comenzaron á disparar la Artilleria; el gene
ral de flota, llamado don Diego de Egues, y su Almirante
don José Centeno, no pudiendo mas, dieron fuego á los
navios, cuya plata estaba en tierra; viendose los Ingleses
burlados y frustrada su esperanza, estubieron hasta
despues , de la oracion disparando de los navios á
los castillos y murallas, y lugar, y de ellos se les corres
pondia, con lo mismo; dos navios salieron del puerto sin
provecho, murieron segun se supo por cartas de Ingla
terra, mas de quinientos Ingleses, de la isla murieron
cuatro y un religioso de San Agustin, llamado fray Fran
cisco Monsalve; y de los navios de la flota perecieron mu
chos, fué en tiempo de las guerras de el protector Cron
wel.
En el año de 1659 en Jueves 16 de octubre, entró
en esta isla de Tenerife una grande plaga de langosta, que
hizo mucho daño en las viñas, huertas, y sembrados; fué
tanta por nuestros pecados, que los vecinos salian á ma
tarla, y cada uno entregaba un costal de ella todos los dias;
fuè este castigo en todas las islas, y un dia á la hora de
medio dia hubo eclipse de sol, y fué tal la oscuridad,
que parecia mas cerca de la noche que dia, y la langosta
caía en tierra, fué este un dia muy temeroso; al fin de
a
A90 CONQUISTA

cuatro meses fué nuestro señor servido de destruirla, y


fué el año siguiente fértil de todos frutos, cuando se juz
gó muy estéril.
En el año de nuil seiscientos y sesenta y dos, se hicie
ron los pilares para poner las canales por donde viene el
agua de la sierra del obispo á esta Ciudad de la Laguna,
que de antes venia sobre esteos, y antiguamente por ca
ñeria debajo de la tierra, y esta cañeria solo se ha conser
vado en la Ciudad.
En el año de mil y seiscientos y sesenta y cinco, unos
mercaderes Ingleses de la ciudad de Londres, hicieron com
añia con licencia de su Rey en dicha ciudad, para que so
amente ellos pudiesen entrar en su Reyno los vinos de
Malvasia de esta isla de Tenerife, poniendo en ella cor
respondientes de su nacion que los comprasen; y consi
derando el Concejo de esta isla el grande perjuicio que se
le seguia de haber este estanco, expelieron de la isla á los
correspondientes y acordaron, y mandaron con grandes
penas, que ningun señor de viñas, vendiese vano para los
de la compañia, con que viendose los dichos Ingl ses con gran
érdida de su arrendamiento, pidieron á su Rey se des
¿ la compañia, y fuese el comercio de los vinos a
bierto, como de antes, para todos, asi se hizo y fué des
hecha la compañia al fin de tres años.
En el año de 1668 á 20 de abril, á las diez de la
noche, hubo en esta Ciudad de la Laguna un grande al
boroto de los vecinos de ella; y fué la causa que estan
do la milagrosa imágen de nuestra señora de ¿
en esta Ciudad, en la Iglesia del Monasterio de Santa Ca
talina, por falta de agua, pidieron algunos padres de la
órden de santo Domingo, que el convento y imágen de
nuestra señora se trasladase á la ermita de la Paz, cerca
de la Orotava. En dicho dia entraron en cabildo sobre
la propuesta, y por que unos regidores, vecinos de la O
rotava, vinieron en ello, aquella noche se convocaron mu
chos vecinos, y pretendieron sacar la imágen del conven
to, y llevarla á la Parróquia, permitió Dios por inte: ce
sion de su santísima Madre, no hubieran sucedido muchas
desgracias. Despues de algunos dias, la llevaron á su san
ta casa y antiguo lugar de Candelaria, con mucha paz.
Desde el año de 1599 se ha intentado mudar el conven
to de Candelaria, ya á Santa Cruz, ya á la Esperanza, y ya á
DE CANARIAS. 491

esta Ciudad, y no ha tenido efecto, por que esta sobera


na señora quiere asistir en donde fué aparecida; todo sea
para honra y gloria suya, amen.
CAPITULO X.

De las imágenes que se dice han aparecido en esta isla,


y de las por quien su divina Magestad ha hecho par
ticulares mercedes.

La imágen mas antigua, que apareció en esta isla de


Tenerife, es la milagrosa de nuestra señora de Candela
ria, cuya aparicion fué antes que esta isla se conquistase,
ciento y cuatro ó cinco años, como dejo referido en el
capítulo sesto del primer libro, y de algunos de los mu
chos milagros, que Dios nuestro señor ha obrado por su
intercesion, darè noticia en el capítulo despues de este,
que dá fin á este libro. -

Despues de conquistada esta isla, y dado principio á


la fundacion del convento del seráfico Padre san Francis
co, en donde hoy está fabricado; deseó en grande mane
ra el Adelantado don Alonso Fernandez de Lugo, tener
en esta isla una imágen de un crucifijo, para poner en es
te convento, á quien tenia particular devocion: al fin con
siguió su deseo en haber los religiosos de este convento,
tan admirable y prodigiosa hechura de Cristo crucificado,
nuestro Redentor; la tradicion de esta milagrosa imágen
refiere el muy reverendo padre Quiros, provincial que fué de
esta órden, en un libro que hivo de los milagros de este
santo crucifijo, habrá ochenta años, de tres maneras, se
gun informacion que en aquellos tiempos se hizo, y por
el reverendo padre fray Bartolomé de Casanova, provincial
de la dicha órden, dicen se hizo una año de mil quinien
sos y noventa; pero, cualquiera de las tres que sea es muy
misteriosa, y dice de esta manera.
Despues de conquistada la isla, y pacificada, como el
Á delantado don Alonso de Lugo fuese á España, entre
otros compañeros que llevó consigo, y caballeros, fué u
no Juan Benitez; y habiendose hallado el dicho Adelan
tado con el dicho Juan Benitez en algunas guerras, y
trances peligrosos, como fué en la de Salsas, y en Fran
cia, queriendo los dichos volverse á estas islas, hallóse
192 CONQUISTA

muy alcanzado el Adelantado, y hubo de reparar en Bar


celona para ver si hallaba modo alguno de haber algu
nos dineros, ahora fuese en cambios, ahora fuese pres
tados, para poder hacer su viage á estas islas, y como no
lo hallase, estaba con pesadumbre por hallarse fuera de
su casa; era muy devoto del Arcángel san Miguel, á quien
en todas sus necesidades acudia, y como un dia estubie
se pensativo y triste, por ver que no podia despacharse,
ni venirse á su casa, vino un hombre á él, al cual nun
ca habia visto, y preguntandole la causa de su tristeza
y ce la ausencia de su casa y gobernacion: dijole el A
delantado, que era falta de dineros, que hace acobardar
los hombres; á lo cual se ofreció el buen hombre de pro
veer; y hechos entre ellos sus conciertos y albalaes, le
dió la cantidad, que entre ellos concertaron. Este hombre
no pareció jamás, ni los papeles que entre ambos pasa
ron, por donde se entendió haber sido el glorioso san
Miguel, abogado y devoto suyo.
En este tiempo llegó á Barcelona una nao Venecia
na muy rica, y entre otras riquezas y joyas de estima
que traía, la mayor y mejor era ciertas imágenes de cru
cifijo que el mercader y señor de la nao habia compra
do á otro mercader, que del Cairo y Tierra Santa habia
venido á Venecia; y habiendo en su tierra vendido la he
chura de uno, le quedaron dos, que trajo á Barcelona, y
como los sacase en tierra, hubo muchos pretendientes,
y deseosos de comprarlos; tan devotos eran. Llegóse á la
sazon el dicho Juan Benitez, y viendo los retratos del
crucifijo tan devotos, trató de comprar uno y dijolo al
Adelantado; el cual como estaba alcanzado, no dió enton
ces buena respuesta, porque no le habia emprestado aquel
hombre no conocido, lo que despues le prestó; pero como
todo fuese en un tiempo, el dicho Juan Benitez tomó al
gunos de aquellos dineros sin contarlos, é yendose á casa
del mercader, trató de la venta de la hechura del Cristo,
y pidiendole cien ducados por ella, al fin concertaron en
setcnta, y echando mano á la bolsa el dicho Juan Benitez
para darle señal é ir por el resto á su casa, fué sacando di
neros, hasta que al justo le pagó los setenta ducados, sin
faltar cosa, ni quedarle cosa alguna, de que no poco admi
rado quedó él y el Adelantado cuando lo supo, de alli lo
enviaron en una nao, que venia á Cádiz, y de Cádiz en
DE CANARIAS. 193
otra para esta isla, y lo pusieron en el convento del glo
rioso padre S. Francisco de la ciudad de la Laguna, donde
hasta hoy ha estado reverenciado de los fieles.
La otra tradicion que refiere el dicho Padre, es que
llegó al puerto de Santa Cruz de esta isla de Tenerife un na
vio que dijo ser de Venecia, y que traia una imágen de
Cristo muy devota; los cristianos que estaban en dicho puer
to dieron noticia al Adelantado don Alonso de Lugo, que
estaba en la Laguna; el cual deseoso de tener un crucifijo en
vió alpuerto algunos conquistadores, para que concertasen la
hechura del crucifijo, y la subiesen á la Laguna, y les dió
treinta ducados para en parte de paga, y que trayendola
llevarian despues lo demás; fueron al puerto, y aficionados
de la imágen, concertaron su hechura en setenta ducados,
y dijeron al patron del navio no traian mas de treinta,
que les esperase la subiesen á la Laguna y traerían lo restan
te: vino el patron en ello, y sacando los treinta ducados y
contándoselos, vinieron á hallar los setenta en que se habian
concertado, sin faltar ni sobrar cosa alguna; grande mara
villa subieronla á la Laguna contando lo que habia pasado,
y otro dia fueron á buscar el navio y no hallan nuevas de él,
ni cuando ó como se habia ido; por lo cual entendieron ha
ber sido traida por ministerio de ángeles.
Otros testigos de la informacion que hizo el padre
Quiros, dicen haber sabido de sus padres y abuelos, como
el Adelantado don Alonso de Lugo y los conquistadores
mas principales habian prometido de traer á la isla de Te
nerife una imágen de Jesu-cristo crucificado, hecha de muy
buena mano; para lo cual, conquistada la isla, despacharon
á un hombre de recaudo con dineros para el costo y hechu
ra de la imágen; y yendose á embarcar al puerto de Santa
Cruz, en el camino encontró con dos hombres que venian á
la Laguna, los cuales sabiendo del mensagero á lo que iba
á España, le dijeron que no tenia necesidad de ir para esto
tan largo camino, que ellos traian un crucifijo muy devo
to, que le contentaria, que fuese con ellos al puerto y se lo
darian; hizolo asi el mensagero, y los dos hombres le entre
garon el crucifijo; la cual imágen subió á la Laguna, y
vista por el Adelantado y conquistadores ser muy devota, -
enviaron á buscar los hombres para pagarles la hechura:
yendo á Santa Cruz, no los hallaron, mi persona que de
ellos diese razon ni que tal navio hubiese entrado en
491 CONQUISTA

aquel puerto; por lo cual se entendíó, , y todos creen


iadosamente, que aquellos dos hombres fueron ángeles,
¿ última tradicion se tiene por la mas cierta que con
la segunda constó de informacion, que la primera no se
ha hallado, aunque dicen la hizo el padre Casanova.
El paño que tiene el Santísimo Cristo en la cintura,
está guarnecido de letras en las cimbrias alta y baja por
todas partes, menos por detras, cuanto coge la cruz, que
no las tiene.
Las letras son las que se siguen.

En la cimbra de arriba, están las siguientes.

n) Fen IOIIl BR vRº


avHEIIDPRFA p
NVI(3
En la cimbra de abajo, están las siguientes.

NR: RitjNUES) 0.0M


Fa BIOwFIX)) del
oFw IFcNIEvRº
NI)2IF$IIGEIOS/EE.
F (MOR, () NINK 3.
T20 ERg () ENIIV Fº
PFOrº VEsNIIM
Estas tres últimas letras no se declaran blien, están algo
gastadas.
Muchos años ha que han copiado estas letras de su
original algunas personas curiosas, para que hombres doc
tos espliquen su inteligencia, y no ha habido quien haya
declarado lo que contienen; parece tienen mucho de mis
terio, que cada letra habla por una palabra; yo las copié
de su original, en este mes de setiembre, para ponerlas en
este libro, para que todo hombre las vea y discurra, y pi
da á su Divina Magestad, le dé luz en su entendimiento,
pues, sin esta ayuda, tengo por cierto, todos se quedarán
en el solo verlas.
Una imágen de nuestra señora está en la Iglesia par
roquial del lugar de Garachico, cuyo aparecimiento fué co
mo se sigue.
Despues que la isla se conquistó muchos años, yendo
unos barqueros vecinos de la Orotava, á pescar á las cal
mas de la Gomera en una barca ó barco de Gonzalo Bue
no, vecino del dicho lugar, llegaron en el término de Ade
je á una caleta (que por el caso que vamos contando, se lla
mó de nuestra señora) en la cual hallaron una imágen de
nuestra señora de Mazoneria, con un niño en brazos al
siniestro lado, y muy contentos con el hallazgo la metie
ron en el barco con intento de volverse á su pueblo, y po
ner la imágen en la iglesia de él; pero Dios, que tenia de

(1) , Aqui está quebrado un pedacito, en que podria haber


tres ó cuatro letras.
(2) Aqui está quebrado otro pedacito, en que podria haber
cuatro ó cinco letras.
A96 CONQUISTA

terminada otra cosa, no fué servido, porque aunque venian


con mar bonanza y próspero viento navegando, llegando
al parage de Garachico, les díó tanto viento y mar, que les
fué forzoso entrar en el puerto, ellos dentro, la mar y
viento sosegado; tornan á querer proseguir su viage, y
en saliendo del puerto, tornó de nuevo la tempestad, y asi
les fué forzoso volverse al puerto, donde habido su conse
jo, concluyen en que saquen á tierra la imágen, y por
tierra la lleven con el secreto que sea posible; mas no pu
do ser tanto, que no viniese á noticia de los del pueblo
de Garachico; y aunque los barqueros la sacaron encubier
ta envuelta en una bernia y con una gorra colorada, no
fué bastante para que los vecinos de Garachico no diesen
con ella, y habida á las manos, la pusieron en la iglesia
parroquial de dicho lugar de Garachico. De ahi á pocos dias
viniendo de las islas de abajo á esta de Tenerife, ciertos
Portugueses conocieron la dicha imágen, y afirmaban haber
la visto, y haber estado en la isla del Fuego, y que poco antes
que aquella isla se abrasase, desapareció esta imágen de ella;
ha obrado muchos milagros.
En este mismo tiempo fué hallada en la Caleta de
Icod una imágen de S. Marcos, que por la haber alli halla
dola, la llaman la Caleta de S. Marcos, y se tiene entendi
do haber venido de donde la nuestra señora, porque fué en
un mismo tiempo hallada; está en el dicho lugar de lcud,
es milagrosa.
Otra imágen de nuestra señora, del altor de poco mas
de un palmo, apareció en la playa de Abona, que llaman
nuestra señora de Tajo, es milagrosa.
Sin estas imágenes que aparecieron, hay otras de mucha
devocion, y que hacen muchos milagros.
En la iglesia parroquial de nuestra señora de los Re
medios de esta ciudad de la Laguna, el Santísimo Cru
cifijo de los Remedios; y la imágen de nuestra señora de
los Remedios, que en estando afligidos por falta de aguas,
sacandola en procesion nos remedia, y en todas necesi
dades.
En la iglesia parroquial de nuestra señora de la Con
cepcion de esta ciudad; la imágen de nuestra señora de la
oncepcion, y la imágen del Ece Homo, con el nombre del
gran poder, de Dios, de medio cuerpo; es antiguo y muy
devoto, y de muchos milagros, y S. Juan Evangelista, que
«.
DE CANARIAS. 497
/

está pintado en una tabla de medio cuerpo, que estubo su


dando cuarenta dias en el año de mil y seiscientos y cua
renta y ocho, por cuya intercesion nuestro señor fué ser
vido de librarnos del mal contagioso que abrasaba en aquel
año á Sevilla; ha obrado muchos milagros con los que le
invocan, y S. Antonio de Padua, que está en dicha parró
quia.
La milagrosa imágen de nuestra señora de Gracia, que
está en el camino de Santa Cruz, cerca de esta ciudad,
muy frecuentada de devotos que buscan su gracia.
El Bienaventurado S. Benito Abad, patrono de las sc
menteras; es de mucha devocion.
El precursor S. Juan Bautista, patrono de la peste en
esta ciudad, que un mes antes de su fiesta acude toda la ciu
dad á pedirle su intercesion.
Una imágen de S. Amaro en el convento de S. Agus
tin de esta ciudad, y otra en el camino de Candelaria, y
otra en el convento de predicadores de Daute, milagrosas
imágenes de cojos, mancos y tullidos.
La imágen de nuestra señora de las Mercedes, que es
tá junto á las huertas del Obispo, imágen muy milagrosa.
El apóstol S. Bartolomé en Tejina, y otro en Buena
Vista.
En Tacoronte el Santísimo Cristo de los Dolores, que
está en el convento de S. Agustin.
En el Sauzal, nuestra señora de los Angeles.
En la Orotava, nuestra señora de la Caridad, que es
tá en el convento de S. Francisco, de muchos milagros.
En el mal pais de Hisora entre Santiago y Adeje;
nuestra señora de Guia imágen de muchos milagros.
En el lugar de Icod, el Bienaventurado S. Gonzalo de
Amarante, con quien se tiene mucha devocion en esta is
la, y ha obrado muchos milagros que estan autorizados:
otra imágen de este santo está en el convento de predica
dores de esta ciudad, milagrosa; y en dicho Icod S. Felipe
Neri.
En el lugar de Santa Cruz, la imágen de nuestra seño
ra de la Consolacion, y el santo crucifijo de Buenviage, que
estan en el convento de predicadores, con muchos mila
gros. -

En el dicho lugar de Santa Cruz, la imágen de nues


tra señora de Regla, y la de S. Telmo, que han hecho mu
498 CONQUISTA

chos milagros, y en particular con los navegantes.


Todas las imágenes que hay en la isla de Tenerife, son
de mucha devocion, y en cada lugar la tienen particular,
por cuyas intercesiones Dios nuestro señor nos hace infini
tas mercedes, que no merecemos por nuestros pecados;
pero su Divina Magestad, como tan misericordioso, se dig
na de hacernosla, que siempre las recibamos de su Divina
y liberal mano, y la intercesion de su Santisima Madre,
y santos, nunca nos falte, Amen.
CAPITULO XI.

De los milagros de la milagrosa Imágen de nuestra seño


ra de Candelaria.

En el capítulo sesto del primer libro, traté de la


aparicion de la muy devota, y milagrosa imágen de nues
tra señora de Candelaria, patrona de estas islas, en la
de Tenerife, y prometí referir en este tercer libro al
gunos do los infinitos milagros que por su intercesion ha
obrado su santísimo hijo, (que en dicho capítulo sesto,
y en el décimo de dicho primero libro referi algunos)
para que este libro tenga buenos fines y sea de estima
cion, me ha parecido conveniente tratarlos, y aunque
debiera ser libro aparte, pues habia asunto para ello,
por tratar algo de las grandezas de esta soberana señora,
pues hemos merecido los isleños de las Canarias tenerla
por patrona, y hallarla por consuelo en nuestras afliccio
nes y necesidades; tambien me ha motivado el poner aqui
estos milagros, por ver que un libro que de ellos hizo el
padre fray Alonso de Espinosa de la órden del patriarca
y glorioso padre santo Domingo, (en que trató por ma
yor de las antigüedades, y conquista de estas islas) se han
consumido con el tiempo, pues uno solo se halla hoy en
esta ciudad de la Laguna, y muchos hubiera, si el dicho
padre hubiera hablado, lo que no debió escribir de una
noble familia, que entiendo ha sido la que ha dado fin á
ellos, y es lastimosa cosa que haya venganza (si es que
lo fué) en dar á entender á todo un mundo lo que no
pasa en descredito de una perfeccion; y no me espanto
que se hayan acabado estos libros, antes me admiro haya
quedado alguno; tambien creo no lo haria con segunda
DE CANARIAS. 499

intencion sino mal informado; conforme estan escritos en


dicho libro los he aqui trasladado, con las diligencias que
para poderlos imprimir se hicieron, que estan originales
en el archivo del convento real de nuestra señora de Can
delaría, y son como se siguen.
En el lugar y término de Candelaria, en catorce dias
del mes de mayo de mil y quinientos y noventa años, al
te su señoria, la presentaron los contenidos.
Peticion.

Fray Gaspar Lezama, Vicario de este convento de


nuestra señora de Candelaria, y fray Alonso de Espinosa
predicador del dicho convento, fray Agustin de la Cruz,
fray Antonio Lopez, fray Alonso de Castilla, fray Miguel
Moreno, fray Tomas Rodriguez, y fray Domingo Tirado,
frayles profesos de la órden de predicadores, y mora
dores de este dicho convento, por nos, y por los demas
frayles sucesores de él, parecemos ante W. S. y decimos
que la imágen que en este nuestro convento está de la
advocacion de Candelaria, como es público y notorio, pa
reció en este termino, en tiempo de los antiguos natura
les de esta isla, antes que á ella viniesen los católicos, y
desde entonces hasta ahora, siempre ha hecho y hace mu
chos milagros muy patentes y manifiestos, dignos de que
no solo en estas islas, mas en todo el mundo se sepan y
entiendan; y aunque algunos de ellos estan comprobados
con informaciones y testimonios, que de ellos se han to
mado, por no haber advertido los pasados y antecesores
nuestros, no han autorizado los milagros con autoridad de
los prelados antecesores de V. S. y asi de algunos se ha
perdido la noticia, por esta inadvertencia, y otros mu
chos estan por comprobar, perdiendo por ello la devocion
y noticia que de la imágen merece se tenga, pues es
una de las mayores reliquias de que nuestro señor ha
querido hacer al mundo merced, poniendola en este des
tierro y tierra tan áspera y sola; para que se eche de ver
el cuidado que tiene de todos los que profesan su fé; y
aunque la mas principal ocasion para que los naturales
infieles de esta isla se convirtiesen á la fé, y asi la fes
tejaban en su infidelidad, y honraban, teniéndola por cosa
divina, porque todo el mundo se certifique de esta ver
500 CONQUISTA

dad, de la cual tienen noticia; pues de las Indias y tier


ras mas apartadas de esta han venido y acudido á esta de
vocion, tenemos necesidad de que V. S. acudiendo tam
bien , á esta santa devocion, pues la ha calificado y auto
rizado con tan larga, é ilustre limosna y memoria, como
á esta casa é imágen ha hecho, le autorize y califique,
interponiendo su autoridad; por tanto pedimos y suplica
mos á V. S. en nombre de este dicho convento, y de
todas las islas, mande dar comision jurídica al padre fray
Alonso de Espinosa predicador de esta santa casa, ó á otro
cualquier padre de ella, á quien nuestro padre provincial
nombrare, para que en compañía del notario ordinario
de la parte ó lugar donde lo hubiere, en cualquiera de
estas islas, haga las informaciones del origen de esta san
ta imágen, y de la antiguedad de ella, y de los milagros
que ha hecho y de las demas cosas que en razon de ello
fuere necesario hacer para que despues de hechas estas
diligencias V. S. interponga su autoridad y decreto judi
cial, en lo cual, demas del servicio que á nuestro señor
se hace y á esta santa imágen, hará V. S. mucha mercedá
todas estas islas, y á nuestra órden en particular, que pa
ra todo ello, &c. Fray Tomas Lezama Vicario, fray Alon
so de Espinosa, fray Agustin de la Cruz, fray Antonio
Lopez, fray Alonso de Castilla, fray Miguel Morera, Ócc.
E presentada la dicha peticiob, su señoria dijo, que
la verá y proveerá justicia.
E despues de lo susodicho, en catorce dias del mes
de mayo de mil quinientos y noventa años, su señoria
Ilustrísima, habiendo visto lo contenido en la dicha peti
cion dijo: que el padre vicario provincial de la órden de
señor santo Domingo, provea el religioso persona tal de
ciencia y conciencia y devocion, que con diligencia y cui:
dado haga lo que en esta peticion se pide, con la fidelidad
que tal cosa requiere, y las informaciones se reciban de
los testigos que depusieren ante escribanos auténticos., y
fidelísimos, como el caso lo pide, y lo mismo sean las
personas que asi depusieren, para que asi todo junto lo
uno con lo otro se haga, y provea lo que mas conviniere
al servicio de Dios, y honra y gloria de su santísima
Madre, y esta peticion se ponga al principio de la infor
macion, como vá proveido, y asi lo proveyó y firmó. El Obis"
po de Canaria, ante mi Pedro de Villaroel, Notario Secre
DE CANARIAS 501

tario. -

Visto por el Vicario provincial lo que el obispo ha


bia proveido, ordenó lo siguiente. -

Por la presente, yo el maestre fray Pedro Martin,


vicario provincial de estas islas de Canaria, de la órden
de predicadores &c.
En cumplimiento de lo arriba contenido nombró y
elijo al padre fray Alonso de Espinosa predicador de nues
tra órden, y morador de este convento de nuestra seño
ra de Candelaria, como á persona en quien el tiendo con
curren las condiciones requisitadas para que recoja y jun
te los milagros hechos por esta imágen de muestra señora
de Candelaria, y se haga un proceso de ellos, y del origen
de esta santa imágen, porque tan gran reliquia comoes
ta no venga en olvido, y su devocion y rombre se aumente
en todas partes; y mando al dicho padre, que con toda
fidelidad y cuidado ponga lo susodicho en ejecucion, en
fé de lo cual di esta, firmada de mi nombre y sellada con
mi sello. Dada en nuestro convento de nuestra señora de
Candelaria, á quince de mayo de mil quinientos y noven
ta años. Fray Pedro Marin vicario provincial. Y porqué
el brazo secular ayudase tambien al eclesiástico, se dió es
te despacho.
Despues de lo susodicho en veinte y cinco del mes de
mayo del dicho año, el doctor Francisco Lercaro, teniente
de esta isla, de pedimento del padre Fray Alonso de Espi
nosa, habiendo visto el pedimento atras contenido é auto
de su señoria, dijo: que mandaba y mandó, que el dicho au
to se cumpla, como en él se contiene, y daba, y dió su co
mision, cual de derecho se requiere á cualquier escribano
público de esta isla, ó de los lugares de ella para que cual
quiera de ellos ante quien el dicho padre Fr. Alonso pre
sentare el dicho pedimento y auto, lo vean y visto, lo
guarden y cumplan, como en él se contiene, y en su cum
plimiento le reciban todos los testigos que presentare, exa
minándolos por tenor de dicho pedimento, estando presen
te al dicho exámen el dicho Fr. Alonso, y asi lo mandó
y firmólo. El doctor Francisco Lercaro. Benito de Ortega
escribano público. 2.
En Gran Canaria, en diez y nueve dias del mes de se
tiembre de mil y quinientos y noventa años, el licenciade
Gomez de Palacios, teniente de esta isla, habiendo visto
502 CONQUISTA

estos autos de atras, y el auto de su señoría el obispo de


estas islas, dijo, que se cumpla como en él se contiene, y
en su cumplimiento mandaba y mandó, que todos los escri
banos públicos de esta isla, cualesquier reciban los dichos, y
deposiciones de los testigos que presentaren Fr. Alonso de
Espinosa con juramento, conforme á derecho, que para ello
les doy comision en forma, y esto proveyó á pedimento del
dicho Fr. Alonso de Espinosa, que estaba presente, y todo
se le dé al dicho Fr. Alonso de Espinosa, y asi lo mandó
¿ el licenciado Gomez de Palacios. Bernardo de Pa
enzuela, escribano público.
En virtud de estos recaudos el dicho padre Fr. Alonso
de Espinosa, hizo informaciones de la antigüedad, orígen
y milagros de nuestra señora la Virgen de Candelaria, que
recopió el dicho padre en el segundo, y cuarto libro del to
mo que hizo de los milagros de esta soberana señora, y
conquista de esta isla de Tenerife, (cuya aparicion, y algu
nos milagros referi en el primer libro en los capítulos ses
to, octavo y décimo). Aqui refiere el dicho padre, en su
segundo libro, y en su tercer libro trata de como pasaron
la santa imágen de la cueva de S. Blas á la iglesia que se
le hizo, y de lo que en esta ocasion pasó, y de lo que su
cedió con un hombre que mandó cortar un pedazo de la
peana de la Virgen; y en el cuarto libro trata el dicho padre
de los demas milagros, que lo uno y otro es como sigue.
Como mudaron la santa imágen de la cueva de S. Blas á la
iglesia que se le fabricó.
Viendo los católicos los muchos milagros, que Dios
nuestro señor obraba por esta santísima imágen de Cande
laria, su dignísima madre, con todos los fieles é infieles que
se le encomendaban, y considerando que no estaba con de
cencia esta soberana señora en la cueva, determinaron cer
ca de alli en el propio arenal levantar una pequeña her
mita, apartada de la dicha cueva un tiro de escopeta, jun
to á un risco; fabricáronla, aunque con temor y recelo, por
entender que la santa imágen no querria salir de su cueva
para otra casa, como no habia querido estar en la isla de
Fuerteventura, y no andaban fuera de camino, porque es
fama pública y recibida, que despues de acabada la hermi
ta, trajeron la santa reliquia á ella, y se tornó á su cueva
DE CANARIAS. 503

dos veces; visto esto, hicieron muchas plegarias, procesio


res, y disciplinas, ayunos, y otras obras pias para que nues
tro Señor tuviese por bien, que la Santa Imágen de su ma
dre quedase en la Iglesia donde nuevamente la ponian; pues
su intento era que se venerase con mas decencia que hasta
alli; y asi fué, que tuvo por bien de quedarse en ella, y
hasta hoy está allí; servíanla el clérigo viejo, llamado Ro
berto, que ya he nombrado, y dos ermitaños que dejando
el mundo, se habian recogido alli á hacer vida mas estrecha; y
el lugar era para ellos muy aparejado, asi por la grande so
ledad que habia, como por la aspereza de la tierra, y seque
dad de ella. Hasta el año de mil y quinientos y treinta es
tubo la Santa imágen y ermita á cuidado del cura
Roberto; porque en dicho año el Ilustrisimo Obispo
de estas islas don Luis Cabeza de Vaca, para que la devo
cion de esta soberana Señora fuese en aumento, dió la
administracion de dicha ermita á los religosos de Santo
Domingo; y despues en cuatro de diciembre del año
de quinientos y treinta y cuatro, les hizo el Cabildo
de esta isla donacion de dicha ermita con otras mas que
constan de la donacion; y en el año de quinientos y treinta
y seis la confirmó su Magestad por su Real provision que
trajo Rodrigo Nuñez de la Peña, regidor que fué de es
ta isla, como tengo dicho en el capítulo 15 del segundo
libro, y alcanzaron confirmacion de su santidad Paulo ter
ce, o, en donde está hoy un suntuoso convento con grande
iglesia, que se ha hecho con limosna de los fieles, á que ha
ayudado mucho con la suya el Ilustrísimo señor don Bar
tolomé Garcia Jimenez, obispo que es de estas islas de Cana
ria: es la iglesia de tres naves, muy capaz para los rome
ros, por muchos que sean, y bien adornada de lámparas
de plata, y con lo que se sirve en el culto divino, es to
do de oro y plata.
Del infeliz fin que en lo temporal tuvo un hombre que hizo
cortar un pedazo de la peana de nuestra señora, y el que
la cortó.

Estando la santa imágen en la iglesia, para su de


cencia y ornato, le llevaron un tabernáculo en que poner
la sobre el altar; cuando la fueron á poner en él no cabia
la imágen, porque era mas bajo de lo que era necesario
504 CONQUISTA

y por no deshacer el tabernáculo, pareció al mayordomo de


la ermita que era un hombre muy de bien y hacen
dado, que era menos inconveniente que de la peana de la
Santa Imágen quitasen un pedazo que no deshacer el ta
bernáculo, y asi lo puso por obra y llamando á un carpin
tero, hizo aserrar un pedazo de la peana en que la Imágen
tiene los pies; y porque nuestro Señor quiere, que á las
imágenes se tenga mucha reverencia, no quedó el hecho
sacrílego sin manifiesto castigo, porque nadie se atreva lle.
gar con torpes manos á tan Santa reliquia, y fué que al
carpintero se le tulleron los brazos y no fuè mas honbre
¿ poder ganar su vida con ellos; y al mayordomo siendo
ombre rico, se le deshizo de tal suerte la hacienda que den
tro de un año vino á pedir por Dios, y comer de limosnas;
asi castiga Dios á los que no respetan sus reliquias, nitra
tan sus imágenes con la debida reverencia, principalmente
aquellas que estan por espejos de los hombres como esta.
De como nuestro Señor resucitó un niño ahogado en el es
tanque de una noria, por medio de la Santa Imágen de Can
delaria.

El año de mil quinientos y sesenta y cuatro, estaba


en el pueblo de Candelaria, un hortelano que llamaban N.
de Castro con su muger, el cual tenia á renta una huerta
que el convento de nuestra Señora de Candelaria tiene y en
ella una noria y estanque para recoger el agua, y regar
la huerta. Este hortelano tenia un hijo de dos á tres años
llamado Juan, que con su madre habia ido al estanque de
la dicha huerta; la madre lavando sus paños con otras ve
cinas suyas, y habiendo acabado fueronse á tender su ropa,
sin mirar al niño, ni hacer caso de él; habiendo tendido su
ropa, volvió la madre por alli, y hallando menos á su hijo
(que mientras habia estado ausente con la natural inquie
tud, que los niños tienen, habia caido en el estanque,
y ahogadose) pensando que hubiese ido á jugar con otros
niños, no hizo diligencia alguna, mas viendo que terdaba,
porque pasaba de medio dia, y el niño no venia, fuelo á
buscar por el pueblo entre los vecinos, y por la playa, y
otros lugares, donde ella sospechaba poder estar;, y habien
do preguntado por él á cuantos topaba, y no teniendo nue
vas algunas, sospechó lo que era, que su hijo hubiese cai
DE CANARIAS. 505

do en el estanque, que á la sazon estaba lleno de agua; sus


vecinas que la veian acongojada, se le allegaron para ver que
queria hacer, y tomando la buena muger un rastrillo, an
dubolo arrastrando por el estanque de un cabo á otro una
vez y tornando á segundar topó con su niño ahogado, y
asiendolo por los pies, lo sacó fuera, todo prieto, y feo,
y asi lo llevó muerto á su casa, como el que habia mas de
seis horas que estaba debajo del agua: su madre como le do
lia, comenzó con tierno sentimiento á lamentar la desas
trada muerte de su niño, y entre sus lamentos, volviose á
nuestra Señora de Candelaria, cuya devota era, y pusole de
lante su pérdida y dolor, y haciendo su oracion lo mejor
que podia, y el dolor le daba lugar, se enternecia viendo
á su hijo en su regazo muerto; viniendo el padre del niño
al alboroto y hallandolo muerto, y sabiendo el como, dió
gracias á Dios, y fué á dar aviso al beneficiado para que
lo enterrase, y de alli fué á la iglesia de nuestra seño
ra para en ella abrir la sepultura, y entrando en ella co
mo padre que le dolía, hizo su oracion á nuestra señora
y abrió su sepultura dando tras cada golpe de azada un sus
piro á la Candelaria; hecha la sepultura salió el cura con
su cruz hácia la huerta donde el difunto estaba para traer
lo á enterrar, cosa admirable el niño que en el regazo
lo tenia la madre, abre los ojos y comienza á bostezar
como que de un suave sueño despertaba. La madre que
ve vivo al que en su regazo lloraba muerto, conociendo
de donde le venia el bien, sale de su casa de rodillas con
su niño en brazos resucitado, y vase asi á la iglesia á
dar gracias á quien se lo habia dado; topa en el camino á
la cruz y gente que venia para acompañarla en las exe
quias del hijo muerto, y vuelven con ella acompañando
la en el hacimiento de gracias por el niño resucitado, en
trando en la iglesia el niño se levantó en pie y pidió de
comer y vivió despues muchos años, é lo conocio el pa
dre Espinosa, y despues le enterró, siendo cura en la ciu
dad de la Laguna. Este milagro es muy notorio en toda
esta isla; asi está pintado en la iglesia de nuestra señora
y en otras, está comprobado.
506 CONQUISTA

De una judia endemoniada, tullida y muda, á quien la


Candelaria sanó.

El año de mil quinientos y cuarenta y cuatro vino


de las islas de abajo que llaman de los Azores, á esta de
Tenerife á, la ciudad de la Laguna, una moza de diez y seis
á diez y siete años, la cual por secretos juicios de Dios,
desde casi su nacimiento estaba poseida de los demonios,
que en figura y forma de ratones la atormeutaban y maltra
taban, de donde vino á que de un lado y brazo era tu
llida sin servirse de él, ni del uso de la lengua, que la
tenía impedida. La gente á cuyo cargo estaba esta dicha
moza, condoliendose de ella, y teniendo confianza en la
nuadre de Dios de Candelaria, se la ofrecieron y llevaron á su
casa; cosa admirable! no pudieron los demonios sufrir tal
presencia, y asi en entrando la moza en la iglesia de nues
tra señora de Candelaria, luego se vió libre de ellos, y
vivia sin el tormento que antes; estubo en aquella santa
casa algunos dias, y como la viesen tan mejorada volvie
ronla á llebar á la ciudad de la Laguna, que dista á cua
tro leguas de Candelaria, ese mismo dia tornaron los de
monios á hacer su oficio, atormentandola y aun á restau
rar el tiempo que habian perdido; viendo es o tornanla á
traerá Candelaria adonde recuperó luego la salud y mejo
ria que antes; de esta vez estubo algunos dias la pobre
moza en aquella santa casa, mas Dios que aunque alguna vez se
tarda en acudirnos, es para darnos mas de lo que pedimos
y procuramos, fué servido que estando la dicha moza una
noche en la iglesia de Candelaria con otra mucha gente
velando le apareció la Reyna de misericordia MARIA,
en la misma forma que en el altar estaba, y llamandola
(que estaba durmiendo) le dijo: ¿Cual es la causa, di, de
que los demonios te hayan hasta ahora atormentado? Res
pondió la paciente y dijo: Señora no sé, mis pecados se
rán la causa; á esto dijo la princesa de gloria: Pues sabe
1,ija que no es esa la razon sino no ser tu bautizada ni cris
tiana, porque tu padre era judio, y tu madre era cris
tiana, naturales de Lisboa, do naciste y como tus padres
eran de diferentes leyes, cada cual de ellos te queria para
la suya. Bien quiso , tu madre que recibieras agua del bau
tismo, mas prevaleció tu padre como varon, y por no ser
sentido tomandote consigo se embarcó para la isla de san
DE CANARIAS, 507

Miguel donde te dió á criar y te dejó, y tu madre con la


pena y soledad de padre y de hija, y por no haber con
seguido su intento que era hacerte cristiana, te ofreció á
los demonios; los cuales permitiendolo Dios asi te han
hasta ahora atormentado, y si tu quieres enteramente sa
nar y librarte de ellos, vuelvete cristiana luego, y di á fray
Gil de mi parte, que te industrie en la fé y te bautice,
y llamate Maria por mi respeto, y para que de esta vision
no tengas duda, ni de lo que te he dicho en sueños en
gendres algun escrúpulo (tocandole con su bendita mano
su brazo tullido) le dijo: estiende ese brazo y usa de él;
yendo la buena moza á estender el brazo como se le es
tendieron los nervios, dióle un gran dolor y con el dolor
dió de gritos, á los cuales despertó, y hallóse enteramen
te sana. La gente que estaba en la iglesia, á los gritos
despertaron y hallaron á la dicha moza sana de todas sus
lesiones, y que espeditamente hablaba y contaba las mara
villas que en la vision habia visto y oido; y en confirma
cion de esto las lámparas de la iglesia rebosaban todas,
y la santa imágen (como lo tiene de costumbre) tenia
mudado el color y se estaba meneando como que se po
nia bien en su fugar; sabida la verdad y averiguada por
fray Gil, la moza se bautizo y llamó Maria de Candela
ria, la cual vestida de blanco, vivió años despues pidiendo
limosna para la santa imágen. Este milagro es notorio
en toda esta isla, y demas de que está comprobado, está pin
tado en la dicha iglesia de nuestra señora.
De un hombre sobre quien cayó una peña é invocando á la
Candelaria quedó vivo.
El año de mil y quinientos y setenta y cuatro, víspe
ra de S. Andrés, venian dos vecinos del pueblo de Santa
Cruz, Juan Gonzalez y José Hernandez del valle de Sala
zar (que está hácia la punta de Naga) hácia sus casas y en
el camino por donde venian junto á la mar es muy pe
ligroso, por ser de risco; llegados á un parage junto á
una cueva que llaman de los Muertos, hallaron una es
a puerta en el camino ue pescador y sus varas de pescar
y mirando cuyas fuesen, no vieron por todo aquello hombre
alguno cuyo fuese, hacía tanta tempestad, asi de agua como de
piedra que de los riscos caían, que no podian los buenos hom
508 CONQUISTA

bres estar ni pasar sin gran peligro: mirando, pues, á un cabo


y otro, oyeron un gemido como de persona lastimada, y
advirtiendo á que parte fuese, fueron á dar con un hom
bre que estaba debajo de una peña que habia caido sobre
él, tan grande como un gran tonel, que tenia sobre sí;
y estaba cubierto de tierra, de suerte, que de ninguna ma
nera podia salir de allí; y el haber estado tanto tiempo con
vida era imposible sin milagro teniendo tanto peso enci
ma de sí. Los dos caminantes condolidos del triste hom
bre, con grandísimo trabajo, y no menos peligro de la vida
por las muchas galgas y peñas que caían invocando en su
ayuda á la Virgen de Candelaria, trabajaron haciendo todo
su poder para sacar aquel hombre procurando quitar la
piedra que encima tenia y desenterrarlo, lo cual era im
posible, y tornando á llamar á nuestra señora les diese fa
vor y ayuda para la obra de caridad que hacian, al fin con
su ayuda apartaron la piedra y sacaron arrastrando al
bueno del hombre, que de otra suerte no podían, y ha
biéndole limpiado el rostro, conocieron que era Simon Nu
ñez, vecino de la ciudad de la Laguna, el cual les contó
su desgracia, y fué, que yendo á pescar y llegando á aquel
lugar, (porque lloviznaba) fué á poner un hacho de tea en
una solapa de una peña que alli estaba y cuando se volvia
sintió caer el risco, y no pudiéndolo evitar ni huir, no tuvo
mas lugar que de llamar en alta voz por nuestra señora de
Candelaria, y asi cayó una peña sobre él, que le dió en los
pechos y lo enterró en aquel lugar quedando sobre él, don
de estubo mas de diez horas; mas que todo este tiempo tu
vo memoria de nuestra señora invocándola, y siempre tubo
confianza que habia de ser libre por ella y pues tanto
tiempo estaba debajo de la peña sin estrujarle, que no era
sin misterio, y esto le hacia tener mas confianza; esto refe
ria él mismo, y vino luego á dar gracias á su libertadora;
y vivió despues muchos años. Este milagro es muy notorio
y está comprobado y pintado en la iglesia.
De una morisca tullida de un brazo, que sanó en Candelaria.
El año de mil y quinientos y treinta y tres, estaba
una morisca en el Puerto de la Orotava, llamada Ana, es
clara de Cristóbal Rodriguez y de Leonor Garcia, á la
cual su propio amo por cierto enojo que con ella tuvo,
1DE CANARIAS 509

queriéndola herir con una espada, la morisca asió de ella,


segose la mano quedando manca y sin provecho, porque
e cortó los nervios, y de no acertará curarla, se le vino á
encoger el brazo y cerrar la mano, de suerte que los de
dos se le metian por la palma de la mano, y las uñas que
le crecian le salia á esotra banda ue la mano (cosa que ponia
horror) Habiendo pues gran falta de aguas en la Orotava
acudieron (como en todas las demas cosas) á su remedia
dora la Candelaria, y ordenan de venir á ella en proce
sion á pedirla. La dicha morisca pidió á sus amos licen -
cia para ir en esta procesion á la casa de nuestra señora,
dandole quizá en el corazon lo que habia de ser, y aun
que una y muchas veces el ama se la negó, al fin por rue
gos de algunas personas se la hubo de dar, y no poco
contenta la morisca Ana, parte con la procesion, y en lle
gando á la iglesia de nuestra señora fueron tantas las vo
ces que llamando á nuestra señora de Candelaria dió, y
tantas las lágrimas que vertió, que hizo que la gente ad
virtiese en ello, quedose Ana con la demas gente en la
iglesia aquella noche, y pasada gran parte de ella, estando
como ella decia, ni durmiendo ni velando, le apareció una
gran claridad y resplandor, y de él llamaron por su nom
bre á la dicha Ana, y entendiendo que quien la llama
ha era alguna persona de las de la compañía respondió;
Señora, despierta estoy ne duermo, y dijole lo que en el
resplandor estaba, ¿porque no estiendes esa mano? respon
dió ella que porque la tenia manca y no podia, y asien
dole de ella le dijo, que enmendase la vida, y tratase de
su salvacion, porque de aquel parto (de que ella no sabia
que estaba preñada) habia de morir, y estirandole por el
brazo al dolor que sintió, dió la morisca un grito al cual
despertaron los que en la iglesia estaban, y hallaron á
la dicha morisca sana sin dolor alguno, que meneaba la
mano y brazo como sino hubiera tenido lesion alguna,
habiendo muchos años que no la mandaba; y en corfirma
cion del dicho milagro, le quedaron los ahujeros de los
dedos en la palma de la mano, con grande admiracion de
todos los que la vieron, y vivió despues hasta el parto, del
eual murió, este milagro fué muy notorio, , y demas de
haberlo comprobado, está pintado en la dicha iglesia de
nueStra Señora,
510 CONQUISTA

De otro tullido que con espantosos visajes volvia el rostro


y boca atras, y fué sano. -

- El año de mil quinientos y sesenta y seis, hubo un


tullido en esta isla, que decian ser de la Laguna, de los
de Albaida en la Villa de arriba, muy conocido en toda
ella, asi por ser natural como por los estremos grandes
que hacia y visajes; era paralítico y traia la cabeza hácia
un lado y la boca tambien vuelta, que era gran compasion
de verlo, y causaba grima y espanto, por los muchos me
neos que con el cuerpo hacia y visajes con el rostro;
estando acaso en la Orotava, cuando la procesion va por
su dia á Candelaria, movido de ir allá ayudaronle los ve
cinos cual con dineros, y cual con caballo en que fuese á la
dicha casa, llegado que fué hizo su oracion con los demas
y hallose á la festividad y procesion; el dia siguiente des
pues de Candelaria, que es el dia de san Blas, cuando las
procesiones y gente se despiden y se vuelven á sus casas;
el pobre paralítico que casi no se meneaba, se fué como
pudo á la iglesia de nuestra señora, y desde la puerta cual
otro publicano comenzó á cuitarse y llamar á muestra se
ñora de Candelaria diciendo á voces: Madre de Dios que
siempre á los cuitados y aflijidos acudis y ninguno va
de vuestra presencia desconsolado; ¿porque quereis que
lo vaya yó, volviendo todos los que han venido á vues
tra fiesta muy contentos y alegres á sus casas? y diciendo
estas palabras y otras, con la mayor devocion que podia,
luego en un instanse se halló sano y salvo sin lesion ni
dolor alguno, en presencia de infinidad de gentes andando
y hablando como los demas, que no poca admiracion causó
en los presentes que lo vieron, ni en los que antes le co
nocían poco espanto, viendo una repentina mudanza de
mal en bien; vivió despues muchos años y fué agradeci
do á su médica, sirviendola en su casa con toda devocion.
Este milagro es notorio, y está comprobado.
De otro tullido de una pierna que yendo á Candelaria en
romeria, sanó.

El año de mil y quinientos y cincuenta y ocho, un mi


ño de Centejo de edad de ocho años, que despues fué frai
le de la órden de S. Francisco, y predicador de ella, lla
DE CANARIAS. 5f1

mado Fray Lucas de Medina, habia tres años y mas que por
cierta ocasion estaba de una pierna tullido sin poderse me
near, ni haber hallado remedio que le valiese, y estaba el
cuitado con la larga enfermedad tan malo, que ya no ha
cia caso de su vida, ni persona alguna lo juzgaba de ella,
por su mucha flaqueza y debilitacion; su madre, tias y pri
mas lo ofrecieron á nuestra señora de Candelaria, último
remedio, pero el mas provechoso, y ofrecido lo lleban á la
casa de esta señora, aunque con temor de que no podria
el niño llegar allá con vida, tal iba; y asi llebaban la mor
taja y vela, para si en el camino se les muriese; llegados que
fueron á la dicha casa á tener sus novenas, entrando por la
puerta se fué el niño con sus muletas arrastrando como pu
do hácia la capilla de nuestra señora, y con muchas lágrimas
y sentimiento hizo su oracion en voz alta, que todos la
oían, y hacia tantas plegarias que movia á lágrimas y com
pasion á cuantos le oían, y estando asi se halló bueno y sa
no sin dolor ni lesion alguna, y dejando las muletas, anda
ba y paseaba por la iglesia y convento, con gran admira
cion de todos; porque no solamente habia sanado de la
pierna y andaba con ella, pero era tanta su flaqueza, que
sin milagro (como lo era) no pudiera tenerse en pie, ni an
dar tan suelto, y con tanta ligereza como andaba, y en se
ñal de este milagro dejó sus muletas. Este milagro está
comprobado.

De un tullido que en el tiempo de Landres fué sano.


Fué tan grande la pestilencia de Landres que en el
año de mil y quinientos y ochenta y dos, hubo en la ciu
dad de la Laguna de esta isla de Tenerife, y en su comarca,
que casi quedó despoblada y desierta de gente, habiendo
muerto en este tiempo mas de siete mil personas. Viendo,
pues, la Justicia y regimiento, que la enfermedad tanto se
desmandaba y cundia, que no habia lugar seguro, acorda
ron de traer en procesion (como en todas sus necesidades
lo acostumbran) á la ciudad de la Laguna, la imágen de
Candelaria, porque por su medio é intercesion se aplacase
tan pestífera enfermedad; traida á la dicha ciudad, la pusie
ron (como suelen) en el convento de santo Domingo, aun
que no en lugar público, por evitar el concurso de la gen
te, que en semejantes tiempos dicen es dañoso; luego se vió
512 coNQUIsra

la mejoria patentemente, porque ni caían enfermos, ni mo


rian tantos como de antes: conociendo el Cabildo y pueblo
este beneficio, y no queriendo ser ingratos, ordenan de
hacer en hacimiento de gracias una solemne y general pro
cesion, con las insignias y banderas de la ciudad, y tender
las y rendirlas de lante de esta señora, en señal de agra
decimiento y vasallage. Hecha la procesion, dia del glorio
so padre S. Francisco sacaron la santa imágen en hombros
de cuatro sacerdotes revestidos á la puerta de la iglesia, á
recibir la procesion que venia, y para que con su presencia
los aires se abonanzasen y perfeccionasen que estaban infi
cionados; alli el Cabildo hizo su ceremonia, que causó mu
cha devocion y lágrimas en el pueblo, rindiendo las bande
ras y estandartes, y echandolas por el suelo delante de la
santa imágen. Habia á la sazon entre los que alli venian un
hombre lisiado de ambos pies, que de mal de bubas habia
quedado sin el uso de ellos, que ni ponerlos en el suelo,
en alguna manera podia, este andaba muchos años, salia
con dos muletas á pedir por Dios, pues al tiempo que la
santa imágen volvia al convento de donde habia salido, es
peró en par de ella el dicho tullido, mostrando en su ros
tro y disposicion, devocion y voluntad de conseguir salud,
y con lágrimas en los ojos hacia su devota oracion; y co
nociendo en él disposicion por las exteriores señales, le di
jo el padre Fr. Alonso de Espinosa: tened hermano con
fianza, que en tiempo y dia estais en que conseguireis lo que
pedis, si no desfalleceis (cosa maravillosa!)que entrando en
la iglesia en presencia de todo el pueblo, se le cayeron al
tullido las muletas, y dando un grito se le estendieron los
nervios de las piernas, y andaba sobre ellas libre y sano
como sino hubiera tenido cosa alguna en ellas, que sin mi
lagro (como lo fué) era imposible tan repentina y perfec
tamente quedar sano: á este milagro se halló lo mas de la
isla presente, y se hicieron informaciones bastantisimas
por ambos tribunales.
De otro tullido á quien nuestra señora dió salud.
En los Silos, lugar de esta isla en las partes de Daute,
vivian Sebastian Diaz, hombre honrado y anciano, el cual
habiendo estado tullido dos años de ambas piernas de un
aire que le dió, tanto que no podia menearse sino con
DE CANARIAS. 513

mucha dificultad y pesadumbre, quiso ir á la casa de la


madre de Dios de Candelaria, confiado en que alcanzaria
remedio si allá iba, y no salió su pensamiento en blanco
porque saliendo de su casa, tardó cuatro ó cinco dias en
el camino porque no podia mas, pero llegado que fué á
la bendita casa y habiendose encomendado á Dios, y á
su madre y cumplido con su promesa, alcanzó perfecta
sanidad, quedando enteramente bueno, y tanto que con
ser viejo de setenta años, volvió desde Candelaria á su
pueblo á pie en un dia, que son por lo mas cerca de diez
mortales leguas. Esto está comprobado.
De otra muger tullida, que untandose con el aceite de la
lámpara, sanó luego.
El año de mil quinientos y ochenta y seis ó poco
mas, una niña de trece ó catorce años natural de la Palma,
que habia mas de seis años que estaba tullida de todo un
lado, brazo y cadera, á la cual habian hecho todos los
remedios posibles, y viendo su madre que cosa alguna le
aprovechaba, acordandose de la imágen de Candelaria que
á todos socorria, se ofreció á ella, á sí y su hija, prome
tiendo de ir á su bendita casa, y asi lo cumplió trayen
do consigo á su hija, llegadas á la dicha casa no con po
co contento de verse donde deseaban, y donde pensaban
alcanzar salud, despues de haber hechó su oracion, ro
garon y pidieron á un padre le untase el brazo con el acei
te de la lámpara que arde delante del altar de la imágen;
tenia el brazo, tan hinchado como un grueso muslo, y la
carne tan opada, que parecia algodon; habiendole el pa
dre untado el brazo, ella se untó la pierna y cadera con
el dicho aceite, y el dia siguiente confesó y comulgó, y
aquella nuisma tarde se entró á rezar en la capilla y se puso de
rodillas en la primera grada de las que suben al altar,
donde habiendo estado un rato y queriendo tornará un
tarse, hallóse del todo sana sin hinchazon ni dolor alguno
en todo el lado;, lo cual visto por los que presentes esta
ban, dieron gracias á Dios nuestro señor, y á quien le
habia alcanzado la salud, y aconteció un caso admirable,
que cuando la muchacha sanó, sintieron todos los que
en la iglesia estaban un tan suave olor y tan delicado que
bien parecia celestial, del cual toda la iglesia estaba lle
-
514 CONQUISTA :

na, porque los que á la fama (que luego se divulgó) acu


dieron, gozaron tambien de él, con mucho consuelo de
sus almas; este milagro está comprobado.
De otro tullido que tambien sanó con el aceite.
El año de 1589, un vecino de Garachico carpintero, lla
mado Salvador de Morales, trabajando en su oficio en
una casa del dicho pueblo, que habia tomado á destajo,
habiendo un dia sudado mucho le dió un aire que le tulló
una pierna, de la cual no se supo rodear, y haciendo cuan
tas medicinas le mandaron hacer para alcanzar talud, no
fueron bastantes, y asi estubo en una cama sin poderse
rodear levantar ni trabajar, espacio de ciento y cincuenta
dias, y en todo este tiempo no hubo medicina que le apro
vechase, y asi acordó buscar la medicina del cielo, y dió
le en el corazon que no habia de alcanzar salud, hasta ver
el rostro á la made de Dios de Candelaria, y asi se dispu
so para ir á su bendita casa, y fué con mucha dificultad en
un caballo, y despues que allá estubo, habiendo confesado y
comulgado, pidió le descubriesen la santa imágen para
consuelo suyo y que le diesen un poco de aceyte de la
lámpara que en su presencia ardia, y habiendoselo dado
lo echó en un canuto de caña y lo metió en la faldriquera
de los calzones, á la parte izquierda que era la pierna tu
llida, é yendose despues á sentar, cargó sobre aquella par
te y quebró el canuto y el dicho aceite le cayó por la
pierna tullida abajo, y luego se halló sano de la pierna y
dejando la muleta andubo sobre ella tan bueno y con tan
ta fuerza cual nunca se habia hallado en toda su vida, y
pudo ir á pie sin trabajo alguno desde Candelaria hasta
su casa que son por lo mas cerca nueve, leguas; este mi
lagro está comprobado, y el hombre vivió muchos años
despues. -

De enfermos muchos, que con el aceite de la lámpara han


sanado.

Un vecino de Icod de los vinos lugar de esta isla,


cuyo nombre es Alvaro Perez, andando á segar se dió
un golpe con la hoz por la muñeca de la mano que se cor
tó un nervio de ella, y le quedó la mano cerrada y tullida
DE CANARIAS. 515

sin poderla mandar mas de un año, y habiendo ido á Can


delaria á unas novenas y estando en ellas, se untó una ma
ñana la mano con el aceite de la lámpara de nuestra
señora y metió la mano en un guante que traía, y lue
go este mismo dia por la mañana pudo mandar la ma
no, y la estendió y sanó enteramente de ella, sirvien
dose de una como de otra.

De una muger que sanó de un empeine untandose con


el aceite.

Inés Perez, muger de Pedro Caro, vecino de la


Laguna, tenia un empeine tan grande, que le tomaba
todo el pescuezo y hombro, y un pedazo de las espal
das y sobaco; y habiendo hecho todos los remedios que
habia podido y sabido, y no le aprovechaba cosa alguna,
antes yendo cada dia en crecimiento, vino á tener no
venas á la casa de nuestra señora de Candelaria, y te
niendo confianza en ella y habiendoselo de corazon en co
mendado, se untó aquel lugar con el aceite de la lámpa
ra que arde en su presencia, y sin otra medicina sanó en
teramente del dicho empeine por los merecimientos de es
ta Señora.

De un hombre que sanó de la gota con el aceite de nuestra


Señora. .

Por el mes de junio del año de quinientos y noventa,


Juan de Arteaga, vizcaino, recien llegado de España à es
ta isla, teniendo noticia de la mucha devocion, que con
la imágen de Candelaria en estas islas se tiene y de los
milagros sin número que hace, quiso por su devocion y
por respeto de algunas enfermedades que tenia, ir á vi
sitar á aquesta santa Imágen y reliquia, y tener novenas
en su casa, y estando en ella le dió un dolor intenso en
un tovillo, de que otras veces solia estar apasionado, y
le duraba por lo menos ocho y diez dias, de que ya tenia
esperiencia y estando asi con mucho dolor sin poderse me
near, se acordó que le habian dicho que el aceite de la
lámpara que arde delante del altar de la santa Imágen, era
apropiado para muchas enfermedades, y que habian sanado
muchos untandose con él, y asi se untó con gran devocion
516 CONQUISTA

el lugar del dolor, y luego comenzó á hallarse bueno, y sa


nó enteramente con grande admiracion suya, y de los que
le vieron.

De uno que untandose con el aceite sanó de mal de hijada.


Gaspar Gonzalez vecino de la Laguna, habia cuatro
meses y mes que estaba de dolor de hijada muriendo sin re
medio, esperando la muerte cada hora porque no estaba
para menos, hallandose asi se hizo llebará la casa de nues
tra Señora de Candelaria, donde como un dia se llegase
con el dolor de hijada y riñones que se moria, habiendo
tres dias que no comia bocado ni podia, pereciendo sin
remedio por que los médicos no se lo daban ni sabian,
volvió á procurar el verdadero, y encomendandose á nues
tra Señora de Candelaria con la mas devocion que pudo,
pidió encarecidamente le trajesen del aceite de la lámpara
y untandose con él á las nueve de la noche por diciembre
del año de 589, luego incontinente echó una piedra muy
grande y se le quitó de todo el dolor y nunca mas le dió,
soliendole dar muy amenudo.
Del aceite de la lámpara de nuestra Señora se ha
llarán adelante muchos milagros.
De como nuestra Señora de Candelaria libró un navio
que iba para Indias, de sus enemigos.
Son tantos los milagros que esta Señora hace por
los mareantes, que de solos ellos se pudiera hacer lar
ga historia, y de esto son patentes indicios los muchos
cabos y maromas, de que las paredes de la Iglesia es
tan adornadas, que navegando navios con grandes tem
estades, y llamando á nuestra Señora de Candelaria,
¿ sido por ella socorridos visiblemente, viendola en el
mástil mayor ó en la popa de los navios; y de muchos que
se cuentan y refieren, diré algunos que se han averiguado y
comprobado. Viniendo de España para Indias un navio de
españoles, con próspero viento en el golfo de las Yeguas,
que es cerca de estas islas de Canaria, toparon un navio
Francés, que les vino siguiendo tres dias y tres noches; al
cabo de los cuales habiéndoles ganado el barlovento, vino
un martes en la tarde á ponerseles á tiro de cañon, y como
DE CANARIAS. 517

los españoles venian sin armas ofensivas, ni defensivas, y


el enemigo hecho un reloj, perdiendo la esperanza de es
capar de sus manos á persuasion del maestre del navio, que
tenia noticia de los milagros que nuestra señora hace por
los que se le encomiendan y en sus necesidades la invocan
con fé, se encomendaron todos á esta señora, pro
metiendo de ir en romeria á su bendita casa; el navio fran
cés les comenzó á bombardear, estando ya casi barloado
con ellos; espantáble caso todas las balas que daban en el na
vio español, como si ellas fueran de cera y el navio de bronce
ó metal, resurtian hechas pasta sin hacer daño alguno, y
muchas balas, asi de los esmériles y pieza que tiraban, como
de los mosquetes y escopetas, daban á los hombres en los pechos
y otras partes, y caian á sus pies sin hacerles daño alguno;
y en particular, dió una bala á los del navio español á uno
en la muñeca del brazo, donde traia unas cuentas de reu
mas, y quebrandole una de ellas, no le hizo otro mal. Vien
do, pues, los del navio tan manifiesto milagro, dieron vo
ces á nuestra señora de Candelaria y volvieron sobre el
navio francés para barloar con él; mas los franceses co
braron tanto temor y miedo, que no osando esperar á los
que tenian rendidos y acobardados, dieron á huir por el
espacioso mar, quedando los cspañoles libres y vencedores,
desde donde vinieron al puerto de Santa Cruz para ir á
dar gracias á quien los habia librado tan petentemente y
con tanta honra; sucedió aqueste mismo dia y aquesta
misma hora en que aconteció este milagro, que no permi
tió esta señora, que los religiosos que en su casa la sir
ven, ni los romeros que en ella estaban, que eran muchos,
quedasen ayunos de este milagro, porque á prima-noche
oyeron to os tocarse las canpanillas del coro que se
suelen tañer, al alzar, y esto por gran rato y espacio; y
yendo todos á ver lo que era (por ser cosa inusitada tocar.
se á aquellas horas) no hallaron, persona alguna que to
carlas pudiese, y entrando en la iglesia estaba tan clara co
mo si fuese medio dia, y luego entendieron todos denotar
aquello algun milagro, que la Reina de los Angeles entonces
hubiese hecho; y asi notaron el dia y la hora, y de ahí á ocho
dias vinieron diez y nueve hombres del navio arriba di
cho, descalzos y en romeria; uno de los cuales era don Ga
briel de Montalvo, que con muchas lágrimas contaron lo
sucedido; este milagro está comprobado,
518 CONQUISTA

De un navio de Vizccainos que fué libre de los enemigos


y de un bajo en que estaba encallado.
Viniendo un navio de vizcainos de su tierra para es
ta isla, no habiendo estado el piloto en ella no tenia no
ticia de los puertos, y asi fué á dar á las calmas que es
á la parte del sur de esta isla, donde descubrieron una nao
grande, y un pataje de ingleses los cuales viendo al navio
vizcaino dieronle caza y cogieronlo en medio, y pusieron
le en tal estremo, que ó se habia de rendir ó encallar en
tierra, porque era mucha mas ventaja la que le hacian y
muy c nocida; en este navio venia un portugués que hahia
estado en esta isla y tenia noticia de la santa Imágen de
Candelaria y de las obras que hacia por los que la invo
caban; este persuadió á los vizcainos que la llamasen y
prometiesen de ir á su casa si los libraba del manifiesto
peligro en que se veian y estaban, y fué menester poco
para persuadirselo, porque estaban en peligro y necesidad;
al fin con sus cortas razones hicieron largas promesas á
nuestra Señora de Candelaria, los ingleses como conocen
de los vizcainos que es gente cabezuda, y que no se han
de rendir sin ver por donde, no osan barloar, y querien
do haber de lejos con ellos y asi le tiraban toda su art
lleria que pasaba de claro en claro al ravio, vizcaino, ha
ciendolo un harnero, y aunque al navio hacian este daño
y algunas balas le daban por la lumbre del agua, no en
traba gota en él, ni las rajas que saltaban hacian algun
mal á las personas. Viendo pues los vizcainos que no po
dian escapar de ser presos y robados, y que por ser vizcai
nos, enemigos mortales de ingleses, no solo habian de per
der las haciendas, mas tambien las vidas, escogieron per
der la hacienda y aguarecer la vida, y asi ofreciendose y
llamando á la madre de Dios de Candelaria, embistieron
con la tierra y dando sobre una piedra encalló el navio
sobre ella y quedó en seco; como los enemigos los vie
ron encallados teniendolos por perdidos y anegados los
dejaron y se fueron la vuelta denoladesconfiando,
que ya habian saltado en tierra,
mar; los vizcainos
antes de
nuevo invocando la Candelaria, dijeron: que quien libra de
enemigos, libra de piedras; y tornandose á embarcar en su
navio que estaba en callado (determinacion vizcaina; mas
salióles bien con ella) les dió luego un golpe de mar en el
DE CANARIAS. 519
-

navio, que lo sacó fuera de la peña donde estaba encalla


do, y lo echo á la mar, cosa milagrosa acuden los mari
neros á la bomba, dan ciertos sanchazos y hallan el navio
estanque, sin hacer mas agua, que solia, por donde vieron
ser mayor el milagro y mas patente; y asi tomando puer
to en Santa Cruz, vinieron á cumplir su promesa diez y
ocho hombres que eran, los cuales no se hartaban de con
tar el milagroso caso, quedaron muy devotos y aficiona
dos á esta santa imágen.
De un navio Portugués que siendo tomado por los Fran
- ceses, fué libre por nuestra Señora.
Viniendo de Portugal un navio Portugues para es
tas islas, en que venia uno llamado Manuel Fernandez,
toparon otro navio Frances en el golfo de las Yeguas,
el cual les vino siguiendo, hasta que los tomó, y despues
de haber maltratado á los que en él venian (por ser sobre
noche, y no haber lugar de pasar el pillage á su mavio)
metieron los Franceses á los Portugueses debajo de cu
bierta, y clavaron el escotillon para que estubiesen mas
seguros; y hallandose asi los cuitados, llamaron de cora
zon con mucha devocion á nuestra señora de Candelaria,
y estando de noche los dichos muy atribulados, y los france
ses contentos apoderados del navio y gobernándolo, dió
el navio francés un golpe sodre el navio portugués, de
suerte, que le quebró el espolon; los franceses viendolo asi
pensando que se iba á fondo, se pasaron con la mas prisa
que pudieron á su navio, desamparando á este otro, como
perdido, y los portugueses habiendo sentido el golpe, pu
sieron hombros, y fuerza al escotillon y lo abrieron, y sa
liendo sobre cubierta no hallaron francés alguno, asi enco
mendandose á nuestra señora de Candelaria dieron vela; y
aunque el navio estaba quebrado, á pesar de los franceses, se
vinieron al puerto de Garachico sanos y salvos que sin mila
gro era imposible, asi por librarse de los franceses, en
cuyo poder estaban, como por navegar en navio que
brado. .
*

De otro navio que fué libre.


Viniendo de España para estas islas un navio en que
520 CONQUISTA

entre otros pasagros, venia el licenciado Gaspar Gonzalez,


beneficiado de Candelaria, y saliendo de la baía de Cadiz,
luego otro dia dieron con tres galeotas de moros, de quien
sin milagro no se podian escapar por tenerlos cercados
y ser el navio manco y sin armas para poderse defender
estando en calma, Viendose pues en tan manifiesto pe
como casi todos eran isleños los que en el navio
venian, acudieron á llamar por su patrona y abogada la
Candelaria con la devocion que hombres puestos en nece
sidad y conflicto suelen, y ella no les faltó porque de re
pente estando la mar en calma vino tanto viento norte
que las galeotas no pudieron llegar á ellos, y los del na
vio se fueron su viage sin temor, conociendo manifies
tamente el favor y ayuda que de la mano de su patrona la
Candelaria les habia venudo.

De una barca que perdió la derrota, y nuestra señora de


Candelaria los trajo al puerto; es maravilloso.
Una barca de estas islas habia ido á Berberia á pes
car, como unos dicen ó á rescate como otros, y con ti
empo recio que le dió, se hizo á la mar con intento de
bolverse, y como el tiempo les apartase de la tierra, y
la perdiesen de vista, perdieron tambien el tino y derrota;
y asi anduvieron surcando el mar para un cabo y , para
otro, sin acertar á tomar tierra, ni saber el parage donde
estaban. La gente que en la barca venia, comenzó á sentir
la falta de los mantenimientos que se les iban acabando,
y aunque pusieron tasa y se repartian con ella, como el
viage se dilataba, los mantenimientos se acabaron. Los po
bres, que veian la muerte al ojo, por alargar la vida que
la hambre canina se la acortaba, buscan los modos que
pueden, y como andaban en alta mar y no con mucha bo
nanza, ni pescaban, ni podian dar órden; acuerdan entre
sí, que para que todos no perezcan y quedase si quiera
alguno, que en su tierra diese nuevas del desastrado fin
de los demas, echen suertes entre todos y sobre quien
la suerte cayere aquel muera y sea manjar de los demas,
que inhumanidad no hará hacer la necesidad estrema? co
mo lo practicaron lo hacen y cae la desdichada suerte so
bre un mancebo natural de Canaria, y como ya compren
dido en ella, antes que se pusiese en ejecucion, vase el
DE CANARIAS. 521

triste Inozo (como aquel que ya estaba sentenciado á


muerte, y que no tenia nas lugar de vida, de cuanto
la hambre aquejaba á los compañeros) á un rincon del
navio, y puestos los ojos y corazon en el cielo, de don
de todo el socorro viene, acordose de nuestra Señora
de Candelaria, y encomendandose de todo corazon á ella,
la invocó con muchas lágrimas en su favor, ofreciendo
le su alma, que ya de la vida hacia poco caudal; el mo
zo estaba en el fervor de la oracion, y una ave muy
hermosa aparece sobre el navio volando de proa á popa
dando muchas vueltas; los del navio que la vieroa,
alegraronse en estremo, porque ver ave, y como palo
ma que no se desvia mucho de la tierra, era señal de
que no estaban muy lejos de ella, pero mirando mas de
propósito, vieron que la paloma tenia una cuenta gran
de en el cuello, de que fué mayor su admiracion, y lue
go la dicha paloma se puso por la proa del navio vo
lando sosegadamente, y volviendo la cabeza como hacien
do señas que la siguiesen; los buenos hombres olvidan
do la hambre con tan buena vista y nuevas, gobiernan
el navio hácia donde la paloma los guiaba; la cual los
guió hasta meterlos en el puerto de la isla del Hierro en
paz, y salvos en breve tiempo, donde contaron el caso,
y rehaciendose alli de lo necesario, navegaron para la
isla de Tenerife; y como algunos de ellos en aquel via
ge hubiesen prometido de ir á la casa de nuestra Seño
ra, llegados allá y haciendo su oracion, hallaron que la
Santa Imágen de Candelaria tenia colgada de la mano la
misma cuenta que la paloma llebaba al cuello, y asi se
tomó por testimonio, y se pintó en la iglesia de nues
tra Señora, y se averiguó,
De otro navio que nuestra Señora libró.
El año de mil y quinientos y sesenta y seis, yen
do un navio de Pedro Velo, de estas islas para España,
en el cual iba el Bachiller Felipe Machado, Beneficiado
que despues fué del Realejo, y estando ya de los cabos
adentro, vieron venir por su estera y popa, dos navios
de corsarios, que se venian à ellos con tiempo hecho,
estando el triste navio en calma muerta; viendose asi los
del navio isleño, y que los enemigos se le acercaban mas,
34
522 CONQUISTA

y mas (aunque tenian tragada la muerte, porque el dia


antes los Portugueses de 1 agos habian tomado un pata
je de lcs mismos corsarios con quince hombres, y los habian
ahorcado) determinados de rendirse y darse, porque otro
remedio no tenian; encomiendanse algunos de ellos á nues
tra Señora de Candelaria patrona suya, con mucha de
vocion y lágrimas, y no les faltó, por que luego en este
punto milagrosamente se mudó el tiempo, y dando en
¿ al navio, que estaba en calma, salió con mucha
igereza, y los enemigos como si estubieran atados se
quedaron en calma sin bullirse, ni poderlos seguir, y se
ueron con libertad á puerto seguro.
De nueve hombres, que en un batel quebrado vinieron á
Candelaria, desde la costa de Málaga.
Cosa muy averiguada es, y notoria en todas estas
islas, y muy sabida entre los viejos de ella, de que na
vegando por la costa de Málaga un navio, le dió tan
recio temporal, que no pudiendo sufrirlo se abrió, y fué
á fondo sin remedio; los que en el navio iban, tenian
noticia de la imágen de Candelaria, y de los milagros
que obra con los que la invocan, principalmente con los
mareantes, y ofreciéndose todos á ella, llamándola con la
devocion, que unos hombres atribulados, y con la m
al ojo la llamarian, y haciendo y diciendo echan el
á la mar, que de un golpe le echó luego un rumbo 1ue
ra, y con estar asi saltan en él nueve hombres, que casi
de pies cabian; ó buen Dios! la mar andaba alta, el ba
tel quebrado, los que en él iban desmayados, sin carta de
marear, ni aguja, ni aunque la llebaran, les fuera de pro
vecho; pero llebaban la verdadera carta, cuyos rumbos
y puntos siguiendo, es imposible dejar de alcanzar puer
to seguro de salvacion, llebaban, digo, en sus corazones
la memoria de la Candelaria, y en sus bocas el dulce nom
bre de Maria; y asi, sin saber como, ni por donde hubie
sen navegado, se ven venir (cosa maravillosa) á la playa
de Candelaria, y desembarcar en ella sanos y salvos, no
sin grande admiracion suya, y de los que los vieron ve
nir, y oyeron las maravillas que referian; y para memo
ria de esto, sacaron el batel, y lo pusieron á la puerta
de la Iglesia donde largo tiempo estuvo. Uno de los nue
DE cANARIAs. 523

ve hombres, que se salvaron en este batel, fué el prime


ro que nació en esta isla de Tenerife, despues de con
quistada, y se bautizó.
De como muda colores el rostro, esta Santa Imágen de
Candelaria.

Es cosa tan ordinaria á los que en esta santa Casa


sirven, y con la Santa Imágen de Candelaria á menudo
tratan, verle mudar colores, que ya no miran en ello,
aun que siempre que los muda, es haciendo algun mila
gro: ponese unas veces tan encendida como una rosa, ó
clavel, y otra mas alba que la azucena que quien no es
tá acos lumbrado á verla, le causa grande admiracion, y
porque no parezca que hablo sin conocimiento, diré algunos
casos acontecidos, y aprobados.
En el año de mil y quinientos y noventa, á cinco de
junio, un famoso pintor, llamado Pedro de Ortega, fué
á la casa de nuestra señora de Cabdelaria, asi por su
devocion, y encomendandose á ella, y ver una Imágen tan
nombrada, como porque el Reverendísimo don Fernan
do Suarez de Figueroa, Obispo de estas islas, aficionado
á esta señora, le habia mandado se la retratase, por ser
en el arte diestro, y habida licencia del provincial para
ello, , se confesó y comulgó primero que lo intentase, y
le pidió fuese servida dejarse retratar; y llegándose al
Altar donde estaba la dicha Imágen, y siendole descubier
ta, la estubo mirando mucho rato para tomarle el aire
del rostro, y despues de bien considerada, hallóla de
esta vez de un color algo moreno; y habiendo preparado
los materiales, segun este color, y hecho el rasguño, vol
vió á mirarla de otro color blanco, muy diferente del pri
mero, y hecho el retrato, y pintada segun este color,
volvió otro dia á verla, para perfecionarla, y halló que
no habia hecho cosa que aprovechase, porque estaba, y
tenia el rostro encendido de un color rojo, muy diferen
te de los primeros, aunque mas hermoso; y asi la retra
tó de este color, y afirmaba ser imposible poderse retra
tar perfectamente, asi por el mudar de los colores, co
mo por no poder mirarla en hito, por el resplandor, se
ñorio, y gravedad, que en el rostro representa y tiene.
Esto de no poderla mirar al rostro muchas veces,
524 CONQUISTA

es tanta verdad, que ha acontecido á muchos Sacerdotes


estando diciendo misa en el altar de la santa imágén,
alzar alguna vez el rostro á mirarla, y ver un no sé qué
en él, que les hace erizar los cabellos, y estremecer el
cuerpo, y no ver ya la hora que acabar, y aun protestar
de no decir mas misa en aquel altar.
A otro pintor le aconteció un caso gracioso, que ha
biéndolo el Vicario de la casa llamado, para que adora
se y pintase el sagrario para el Santísimo Sacramento,
que estaba á un lado de el dicho altar, queriéndolo poner
por obra, y habiendo añido á comer, fueronse los reli
giosos, quedandose solo en la Iglesia el pintor, y acaso
volvió el rostro hácia la imágen, y no sé que le vió en
el rostro, que sin mas esperar salta por las gradas abajo,
y vá á todo correr en busca de los religiosos, para que
le acompañasen y estuviesen con él, por que de otra suer
te no estaria un ave maria solo, por todo cl haber del
mundo afirmando que agua ella no era imágen, sino cosa v
va y divina.
De las procesiones ordinarias que se ven en la pluya de
Candelaria; y como la Santa Imágen se halla en ellas.
En el capítulo 6 del primero libro, traté de las
procesiones que en los tiempos antiguos los Angeles ha
cian; ahora diré de algunas despues de conquistada esta
isla, que han visto los católicos, así de tierra como los
navegantes, que son desde la cueva de S. Blas, hasta la
ermita de Santiago, en la playa de Candelaria, que son tan
ordinarias que no hay hombre en la isla que las ignore, y lo
mas ordinario es en la víspera de la Purificacion por la no
che. Los que estas procesiones han visto, que son sin nú
mero, dicen que ven multitud grande de lumbres encen
didas por la orilla ce la mar, en larga y solemne procesion
ordenadas, que salen de hácia la ermita de Santiago ú de
hácia la noria, y vienen por la playa arriba, unas por la mis
ma orilla, y otras por el agua, hasta llegar al parage de
la casa de nuestra señora, y alli reparan un rato, y lue
go prosiguen, pasando hasta la cueva de San Blas, donde
se van desapareciendo, y algunas veces subian por la cues
ta arriba hácia la ermita de la Magdalena, y siempre
detrás de estas lumbres venia una de mucho mas resplan
DE CANARIAS. 525

dor, y grandeza que las demas, y era la postrera que de


saparecia; hubo algunos curiosos, que viendo esta pro
cesion de lumbres, por certificarse y vér lo que era, se
fueron hácia ella, y llegando cerca desaparecian no vien
do cosa alguna.
De una simple viejecita, vecina del lugar de Santa
Cruz, se tiene noticia que decia, que viendo una de es
tos procesiones se fué para ella, y llegando á las lum
bres que pasaban como no vian mas que lumbres encen
didas, llegó dos ó tres veces á querer echar mano de ellas,
y no sabia mas que la llama que le quemaba.
A estas procesiones es fama que se hallaba presen
te esta santa imágen, porque la hallaban menos en el al
tar aquellos tiempos, y despues le hallaban el ribete de
las faldas mojado y lleno de arena, lo cual han afirma
do muchos haber visto.
Habia en esta santa casa un venerable y ejempl r
religioso viejo, llamado fray Gil de Santa Cruz, del cual
era fama pública, que hablaba á nuestra santa imágen, y
ella con él, con tanta familiaridad como un amigo con
otro; tanta era su sencillez y bondad; de este han afir
mado muchos de vista, que llegando entre otras veces, una
al altar, donde la santa reliquia estaba, por la mañana le
vieron sacudir las faldas á la imágen, que las tenia mo
jadas y llenas de arena, y le oyeron decir, hablándo con
la santa imágen; asi, señora, pareceos bien andar de no
che fuera de vuestra casaº donde habeis andando, que os
he hechado menos esta noche? y esta noche habian visto
una procesion, y hallaron infinidad de gotas de cera, por
toda aquella grande playa, y la cogieron y llevaron por
reliquias.
De como en tiempo de esterilidad, y falta de aguas, acu
de nuestra señora de Candelaria, invocandola.
Es tan ordinario recibir mercedes todas estas islas
de aquesta señora de Candelaria, que de aquí les viene
no temer adversa fortuna, teniendola á ella por abogada,
é intercesora; y asi en todas sus necesidades acuden lue
go á ella, como á su refugio cierto, y lugar de salud
y remedio, y aunque los milagros atrás dichos, y que
adelante se dirán, sean tan grandes, manifiestos y noto
526 CONQUISTA

rios, pero como son hechos con personas particulares, no


se echan tanto de ver, como los que son generales, y en
pro utilidad de comunidad y pueblos, y aunque pudiera
contar y escribir algunos, solo referiré uno, que á todos
es notorio, pero admirable y digno de memoria; y es asi
El año de mil y quinientos y sesenta y dos, por ha
ber los aires esparcido las nubes, y desecado la tierra, hu
bo gran falta de agua, asi en esta isla, como en las de
más comarcanas, por que fué esta sequedad de tiempo ge
neral en todas hasta el mes de febrero y estaban en punto
de perderse; el pueblo, que por la sequedad del tiempo
veía perderse las sementeras y sembrados, secarse la yer
va, y morirse los ganados, y quedar sin esperanza de co
secha, daha voces á que se buscase el remedio del Cielo
y que se aplacase Dos sin cuya voluntad nada se hace,
y que se acudiese á la Virgen de Candelaria, patrona su
ya y abogada, para que acudiese á esta necesidad, como
solia á las otras, y fuese interventora con su hijo Dios.
El cabildo sale á ello, y dél sale decretado, que se vaya
por la santa imágen, para traerla á la Ciudad de la Lagu
na, para que por sus merecimientos fuese nuestro Señor
servido de enviar sus rocios á la tierra, que tan necesitar
da estaba, idos para ella pueblo y cabildo, y habiendo
hecho su acostumbrada ceremonia, y juramento de vol
ver la santa reliquia á su casa, salen de Candelaria y
casa de la imágen, y saliendo el vicario, que á la sazon
era fray Gil de Santa Cruz, á despedir la dicha proce
sion (que por ser hombre de dias, no podia venir con
ella), siendo hombre de gran opinion de santidad, y de
votísimo de nuestra señora, con lágrimas que por el ros
tro le caian, dijo, hablando con la santa imágen (cosa pa
ra él muy ordinaria) Madre de Dios, ide en hora buena,
y dadle á esta pueblo lo que os pide, y volveos luego
á vuestra casa, que quedo solo sin vos. Estas palabras en
ternecieron á todos los que en la procesion iban acompa
ñando á esta señora, los cuales vinieron por todo aquel
camino, que son cuatro leguas, con tanto calor (siendo
por febrero), que no se podian rodear, hasta llegar á las
montañetas, donde salió á recibir á la santa imágen el res
to de la Ciudad, las cruces y clerecia, y el santo cru
cifijo de la Laguna; hecho el recibimiento, comienzan á
caminar, y á poco trecho de la Iglesia Parroquial de la
DE CANARIAS 527

Concepcion, estando el cielo claro y sereno, el sol hecho


una áscua y las gentes abrasandose (ó hechos de MARIA)
aparece una nube un tanto oscura, iba en tanto creci
miento que se tolda el cielo, el sol se oscurece, y las
nubes comienzan á desliar el licor deseado en tanta ma
nera, que se quiebra la procesion, y los parientes ó dici
plinantes que habian salido, se recogen y cada cual se
quita la capa para cubrir las andas de la santa imágen,
y de tropel la traen al convento de santo Domingo, mas
era tanto el contento de la gente, que con darles el agua.
casi por los tovillos, de la que por las calles corria, y
haberles pasado las ropas, no quieren dejar la compañera,
hasta ponerla en su lugar; esta agua duró sin cesar mu
chos dias y fué general en todas las islas, donde todos
conocieron esta merced, y con estar los panes ya blancos
de secos, que no podian llevar cosa alguna, volvieron de
tal suerte en sí, que fué uno de los mejores años de las
islas.
Y no fué sola esta vez la que esta señora ha prove
ido de agua y temporales, por que ha sucedido lo mis
mo en los años de mil quinientos y sesenta y seis, y de
setenta y uno, y de setenta y seis, y setenta y siete, y de
seiscientos y cincuenta, y de seiscientos y sesenta y ocho,
y por la plaga de la cigarra, año de 1659.
De un hombre que cayendo de un peñasco abajo, no se
hizo daño alguno.
Pedro Pacho vecino que fué de esta ciudad de la
Laguna, muy devoto de nuestra Señora de Candelaria,
tenia por costumbre de hallarse en todas las fiestas de
nuestra Señora, y con gran devocion se hallaba en todas
sus procesiones; y acompañandola el año de mil y qui
nientos y setenta y seis, que se hizo por necesidad que
hubo de agua, viniendo de Candelaria para la Laguna,
habiendo de pasar por el barranco hondo, yendo por un
atajo á salir á un paso, cayó desde altura de mas de tres
lanzas abajo, dando de peña en peña, y al tiempo de ca
er llamó en voz alta á nuestra Señora de Candelaria, y
dando abajo sobre unas piedras que hay altas no se hi
zo daño alguno, sino que como sino le hubiera aconte
cido cosa alguna, prosiguió con su devota empresa ade
528 CONQUISTA

lante, acompañando la dicha procesion, y dando gracias


á quien le habia librado del peligro, refiriendolo á la Can
delaria, cuyo devoto era, y todos los que en la proce
sion ivan conocieron ser así andaba en buenos pasos.
De un Moro que se convirtió á la fé y se bautizó vien
do la Santa Imágen de Candelaria.
El año de mil quinientos setenta y cuatro, ó seten
ta y cinco, habiendose hecho una entrada en Berberia,
de esta isla, como solian, entre la presa fué un moro
mancebo de buen linage, que peleó como tal, y traido á
esta isla, lo compró un caballero de la Orotava, llamado
Esteban Calderon, el cual con su cuñado Luis Benitez del
Hoyo importunaban al dicho moro, por verle mancebo,
dispuesto y hábil, que se tornase cristiano, y recibiese
la fé y bautismo, en la cual se salvan los que se salvan,
y fuera de ella ninguno, y esto por muchas veces, ya con
ruegos, ya con promesas, ya con amenazas; el moro es
taba de contrario parecer, porque aunque tenia esperan
za de rescatarse, y volverse á su tierra, era noble, y te
nia con que, y tambien porque los otros moros que con
él habian sido cautivos se lo impedian, esperando por su
respeto alcanzar rescate y libertad.
IIabiendo, pues, perseverado el moro en su pertina
cia, y no habiendo sido los amos parte para convertirlo,
ni traerlo á la fé, y no tratando ya de ello, por parecer
cosa escusada, fueron despues de algunos dias los dichos
sus amos con sus mugeres á la casa de nuestra Señora
de Candelaria á tener novenas, y entrando á, hacer ora
cion, entró tambien el moro, y asi como vido el rostro
de la Santa Imágen, y se halló en su presencia, fué tal
el movimiento y mudanza interior, que sintió, que sin
mas deliberar con ser antes protervo y pertinaz, y de
contrario parecer, pidió con toda instancia le , bautizasen
luego, porque queria ser cristiano, y diciendole que era
necesario Catecismo y noticia de fé, daba prisa á que
luego le industriasen en ella, y le hiciesen cristiano, por
que él no podia hacer otra cosa, ni era mas en su ma
no, despues que vido aquella muger que estaba sobre el
altar, que era la Candelaria; sus amos con mucho re
gocijo, por haberlo deseado, tratan de que sea cristiano,
DE CANARIAS. 529

y entre sus amas hay diferencia cual de ellas será su


madrina, porque cada cual lo deseaba, y queria; pero el
ahijado las quitó de este cuidado y pretension, diciendo:
que no queria que alguna de ellas lo fuese, sino aquella
Señora que estaba en el altar, porque ella le habia muda
do el corazon, y puesto en el camino que intentaba y
pretendia. Bautizado, llamose Agustin Calderon, y fué
buen cristiano, y muy devoto de esta Señora; y confe
saba que como á madrina suya siempre que la llamaba
la hallaba en sus necesidades.

De otro moro hermano del sobredicho, que se bautizó,


notable caso.

Un hermano del sobre dicho Agustin Calderon, que


en un mesmo tiempo fué cautivo con el esclavo de Her
nando de Castro, vecino del Realejo, habiendo estado
mucho tiempo sin querer volverse cristiano ni recibir la
ley evangélica y bautismo; aunque su amo y su herma
no, y otras muchas personas se lo rogaban, requerian,
y aconsejaban, haciendole (si lo hacia) grandes ofrecimien
tos, nunca fué cosa bastante, mas como lo tenia Dios
en el número de sus predestinados, dió órden como se
convirtiese y fué que al cabo de algun tiempo cayó en
una enfermedad larga, y estando en ella le importunaban
con mucha instancia y ruegos, recibiese la fé y el suave
yugo de la religion cristiana; porque si moria fuera de ella
iba eteraamente condenado, mas todo era predicar en
desierto; porque el moro queria morir en su infame ley
de Mahoma, y una mañana (habiendo estado aquella noche
muy al cabo) sin pensarlo nadie, llamó á su hermano y
le dijo, que sin dilacion alguna llamase luego á su amo,
porque él queria ser cristiano y bautizarse; maravilla
dos de tan repentino acuerdo, habiendo estado tan pro
tervo y pertinaz hasta aquel punto, le preguntaban la
causa de él, y dijo que aquella noche pasada le habia
aparecido una muger muy hermosa y alta, vestida toda
de blanco, la cual le mandó que se bautizase luego, y
se llamase Juan, y muriese en la fé verdadera de Crísto;
porque de aí á dos horas despues de bautizado habia de
morir, y asi pasó como él lo dijo; porque llamado el
cura, y bautizadóle con mucho contento de todos, mu
530 CONQUISTA

rió dentro de dos horas, y se fué á gozar de Dios y sur


hermano y los demas entendieron haber sido la Cande
laria la que le mandó fuese cristiano, asi por haber sido
madrina del uno, como devota del otro, que aunque
moro, tenia dovocion con ella.

De uno, que estando de mal de piedra de riñon á pun


to de muerte y rota la vejiga, sanó.
Un hombre honredo, vecino que fué de esta Ciudad
de la Laguna, llamado Hernan Garcia Usage, siendo a
pasionado de mal de piedra y riñou, congelosele una
tan grande, que no tenia lugar de expelella por las vias.
ordinarias, ni era posible; llegó de esta enfermedad á lo
último, de suerte que esperaba por momentos la muerte.
La piedra congelada en los riñones cayó en la vejiga, y
con el gran peso la rompió, y asi era su enfermedad mas
grave; por lo cual nadie le juzgaba vida; viendose asi se vol
vió á Dios, llamando de todo corazon, y con la mas
devocion que pudo á nuestra señora de Candelaria, de
quien era muy devoto y no fué en vano su oracion, por
que luego milagrosamente echó una piedra tan grande
como un grande huevo de paloma, y mayor, que sin ma
nifiesto milagro, como fué, era imposible salir por la via;
y acabada de echar, se halló luego sano, y sin dolor.
Este milagro fué muy notorio y público, y sabido de
todos los de esta isla, y para memoria de ello pintaron
en la Iglesia de nuestra señora, y colgaron la piedra con
otra mayor (que la muger del dicho Usage tambien mila
grosamente habia echado) á los pies de un Cristo que en
un altar de la dicha Iglesia estaba, donde estubieron mu
chos años, y las vieron todos los romeros, y por su gran
deza causaba admiracion.
/

De como algunos mercaderes aseguran sus haciendas con


esta Señora.

Es tanta la devocion y confianza que de esta santa


imágen tienen, los que la conocen, ó de ella han tenido
noticia, que le fian sus haciendas, salud y vida, teniendo
las por seguras, habiendoselas encomendado; en confirma
cion de esto es lo que hasta aqui habemos dicho, y lo
DE CANARIAs. 531

que luego dirémos.


Entre otros, que con esta señora han asegurado SLIS
haciendas, es uno un portugués, llamado Fernan Gonza
lez, que siempre que embiaba á España algunas merca
derias, desde estas islas, ó desde España é ellas las traía,
hacia el seguro con esta señora de Candelaria, y pagaba
selo, y asi siempre, aunque hubiese corsarios en la mar,
iba y venia seguro; tanto que yendo una vez el sobre
dicho á España, y habiendo asegurado la nao y hacien
da que llevaba con esta Señora, topó con un corsario
en la mar alta el cual le vino dando caza, hasta que lo
alcanzó, y le puso el bauprés encima: el buen hombre se
volvió á la Señora de Candelaria, y le acordó el seguro
que con ella habia asentado, y como se lo habia ya pa
gado, y milagrosamente sin saber como, se salieron lue
go debajo del bauprés del navio enemigo, y se libraron
de él sin contraste, ni péraida alguna.
Tambien acostumbraha asegurar sus naos y hacien
da con esta Señora de Candelaria, un hombre principal
de Sevilla, llamado Diego Manuel Bocarro de Almeida,
casado con Doña Aldonza Romero, por la mucha devo
cion, que á la Santa casa y reliquia de Candelaria tenia,
y asi de los seguros de sus naos y haciendas, que á
Indias enviaba, envió á la dicha casa las mejores piezas
y de mas valor que hay en ella, como son una lámpa
ra grande de plata con sus bolas, y ornato de lo mismo,
que valdá seiscientos y mas ducados, y un terno todo de
brocado amarillo muy rico, con su cenefa de oro, y un
vestido de lo mismo para la Imágen, y un incensario y
nabeta de plata muy bueno, y una corona de oro, con
una esmeralda en la delantera para la Imágen, de mucho
precio y valor, y un cáliz dorado hermoso; y dotó la lám
para de aceite perpétuo, y otras cosas que habrá perpé
tua memoria, y todo fué de seguros que con la Imágen
de Candelaria hizo, y no impuso otro gravámen al con
vento, sino una Misa cantada con sermon, vísperas y
responso el dia de la Natividad de nuestra Señora.

De uno que sanó de un lobanillo grande que tenia.


Domingo Perez, hijo de Pedro Dominguez, tenia un
lobanillo que se le criaba junto al ojo derecho, tan grande
532 CoNQUISTA

como una nuez, y cada dia iba en crecimiento, y toman


dole el ojo, sus padres lo quisieron poner en cura, y ha
blando al médico, les encareció tanto la cura, que no se
atrevieron, y oyendo decir el mozo que habian de atar y
cortar el dicho lobanillo, cobró tanto miedo que no qui
so ponerse en cura y asi por lo uno como por lo otro,
sus padres se volvieron á Dios y lo ofrecieron á nues
tra Señora de Candelaria, y le prometieron una vela de
su estatura, aparejándose para ir con su hijo á la casa de
nuestra Señora á cumplir su promesa; y sucedió que
saliendo el dicho mozo en busca de una bestezuela que
se le habia huido, y hallándola subió en ella para traerla
á su casa, y en el camino cayó, y diose un golpe en el
lobanillo de que le salió solo una gota de sangre, no
haciendo caso él ni sus padres de ello, y sin otra me
dicina , se deshizo el dicho lobanillo, y sanó perfectamen
te sin quedar señal alguna; asi tomando Dios el burri
quillo por instrumento, hizo fácil la cura que el médico
encarecia; no fueron sus padres del mozo, ni él desa
gradecidos, viendo claramente haber recibido esta merced
de la mano de la Candelaria, y asi fueron á su casa á
cumplir su promesa y darle gracias por ello.
De una muger que halló á un hijo que no sabia de él.
Una buena muger de las bandas y partes de Daute,
habia mucho tiempo que se le habia ido un solo hijo que
tenia sin saber nuevas del y como era solo era deseado,
y asi lo pedia cada dia á nuestra Señora de Candelaria,
y se lo ofrecia, esperando por su medio tornarlo á ver,
y no fué en vano su esperanza, porque determinándose
de ir en romeria á la casa de nuestra Señora, para pe
dirle le encaminase su hijo, y se lo trajese, entrando por
la puerta de la iglesia, halló á su hijo, que tambien en
traba, y asi se volvieron juntos dando gracias á quien
los habia juntado.
De un hombre llamado Alfaro, que viniendo en un na
vio, dieron corsarios con él.

Un hombre honrado, y principal de la Orotava, en


esta isla llamado Fulano de Alfaro, viniendo en un ma
DE CANARIAS. 533

vio, dieron corsarios con él, y peleando los unos con los
otros, murieron muchos de ambas partes, el dicho era muy
devoto de nuestra Señora de Candelaria, y siempre la tu
vo en su memoria, y se encomendaba á ella cuando esta
ba peleando, y no le faltó su favor; porque aunque eran
muchos contra él, y le daban de cuchilladas por un
caio y por otro no le hacian mas daño que en la ropa,
la cual tenia toda atajada, y principalmente el sombre
ro no tenia cosa sana, y la cabeza sin ninguna herida, y
al fin escapó, uo solo con la vida, que era imposible,
mas tambien sin herida, habiendo recibido tantas, y en
memoria y agradecimiento está colgado el sombrero con
la espada en la iglesia do nuestra Señora.

De una tullida que sanó.

Upa muger vecina del lugar de Garachico, habia es


tado mala de una larga enfermedad, y falta asi de su salud
como de su hacienda, vino á tullirse de tal suerte, que
si no la meneaban y rodeaban, ella por si no tenia vi
gor alguno, pues no hallando remedio humano que le
aprovechase, acudió á buscar el Divino, y encomendan
dose á nuestra señora de Candelaria muy de corazon, tra
tó de que la llevasen á su santa casa; llevaronla, aunque
con mucho trabajo, en brazos, y en una silla á brazos
de hombres; y llegados que fueron, pusieron á la pacien
te los que la llevaron (mientras descansaban) en los apo
sentos que están junto á la Iglesia de nuestra señora, don
de la dejaron; ella que se vido alli, no pudo sufrir estár
sin vér el rostro de la santa imágen de Candelaria, y pa
recer en su presencia, y asi se fué arrastrando por el sue
lo (que de otra manera no podia) hasta la puerta de la
Iglesia, y en llegando comenzó á verter lágrimas, y á lla
mar á nuestra señora y asi se fué entrando por la Iglesia
hasta llegar á las gradas del altar, donde la santa imágen
de Candelaria está, donde sin ayuda alguna se puso en pie,
y por su pie se subió por las , gradas arriba, dando gra
cias á nuestra señora, que le habia dado sulud entera.
534 CONQUISTA

De un navio, que se vió libre de una gran tormenta, por me


dio de las reliquias de nuestra señora.
A un navio, que de esta isla partió para Indias, en me
dio de este ancho mar dió una tan gran tormenta, que estu
bo muchas veces perdido, y anegado; los que en el navio iban
(que los mas eran Isleños) viendo el peligro tan manifiesto en
que estaban, acudieron á su Remediadora, Patrona y Aboga
da la Candelaria, y el piloto sacó de su arca una candelita de
las que en la casa de esta señora se dan á los romeros, y otras
reliquias de las ropas de muestra señora, que tenia, y atan
dolas á un cabo de una linea, las echó al hinchado y
espantoso mar, con la mas devocion que pudo; cosa ad
mirable las olas, que batiendo en el navio lo traían de
mal arte, y lo tenian casi deshecho, parece que huyen
de él, y se arredran y apartan, y en este punto cesa la
tempestad y queda el mar tranquilo, el aire sosegado.
el navio en calma, y los pasageros consolados y agrade
cidos. El Piloto que vió el fruto de su devocion, por
medio de sus reliquias, estimalas en mas que hasta alli,
ívalas á querer sacar del agua para guardar, y tirando de
la cuerda, no las halla, que no fué poco desconsuelo pa
ra él, ni poco el cuidado que á los demas puso, pensan
do qué se hubiesen hecho; sucedió que de ahí á dos, ó
tres dias, andando el Piloto en la Cámara de Popa bus
cando no sé qué, topó con sus reliquias atadas y embuel
tas en un poco de ropa, que alli estaba, que no poco con
tento recibió el, y los compañeros con el hallazgo.
De una muda, que recuperó la habla.
. En la Ciudad de la Laguna estaba una moza, hija
de Diego Afonso, y de Clara Lorenzo, muda de su naci
miento, y ofreciendola sus padres á la Señora de Cande
laria, y llevandola á su casa, antes que de ella saliese,
habló expeditamente con gran contento de todos. Este
milagro está pintado.
De uno que tenia una costilla quebrada. y untandose con
el aceite de la lámpara sanó.
A un castellano, por cierta desgracia de una caida,
DE CANARAAS. 535

se le quebró una costilla, de que padecia gran dolor, y


ningun remedio, y no teniendo otro, aunque mas nece
sario, acudió al divino, y encomendandose de corazon á
la señora de Candelaria, y prometiendole de ir á su ca
sa, y servirla por algun tiempo, en ella fué á cumplir
su promesa, y stando en la dicha santa casa, se untó la
costilla quebrada con el aceite de la lámpara, que en su
presencia arde, y sino otro medicamento se soldó la cos
tilla, y sanó perfectamente.
De uno que se quebró por el espinazo, y fué sano, por
intercesion de la Candelaria.

En el año de mil quinientos y veinte y uno, un Do


mingo Afonso, vecino de el Realejo de esta isla, traba
jando en hacer un corral para vacas, y bajandose para
alzar un terron, puso tanta fuerza, que dandole el espi
nazo un estrallido, rindió por él, quedando quebrado,
y asi en ese punto cayó de rostro, sin poderse levantar,
ni mover de aquel lugar; pasaron acaso unos Guanches
por alli, y hallando al dicho hombre, como queda dicho,
lo llevaron en brazos á cierta parte, donde echado en la
cama, no fué posible mudarse, revolverse, ni dormir, des
de que le aconteció esta desgracia, que fué jueves en la
tarde, hasta el sábado en la noche, que de media noche
abajo se acordó de nuestra señora de Candelaria, á cuya
casa nunca habia ido, y prometió de ir á ella, y velar una
noche con siete candelas; por que por su intercesion al
canzase salud; hecha la promesa, adormecióse el doliente.
y parecióle que soñaba, que andaba bien, y se hallaba
bueno, sin dolor alguno, y convínole creer en sueños;
porque despertó en esto y hallóse sano, y tal, que nunca
mas se sintió de aquel mal; no fué desagradecido el buen
hombre, por que de ahí á pocos dias fué á cumplir su
romería y promesa; y estando velando en la casa de esta
señora (que aun estaba en la cueva de San Blas) con sie
te candelas, que sobre el altar ardian, arrimose vencido
del sueño y cansancio, y oyó un golpe, que sonó en una
bacineta, ó plato, que estaba delante del altar para echar
las limosnas, que se ofreciesen; yendo á ver que era to
que habia sonado, halló un pedazo de cera blanca como
un huevo, el cual tenia cierto olor de mucha suavidad,
b36 CONQUISTA

y repartió de él con los que alli se hallaron; y porque


cuando esta señora hace de las suyas, no es por poco,
ni con poco se contenta, las siete velas que este buen
hombre habia encendido, que cada una era de dos palmos
de largo, despues de haber ardido toda la noche, sobró
de cada una un palmo, con grande admiracion de los pre
sentes, que alabaron á Dios, admirable en sus hechos, y
llebaron de aquella cera por reliquias. Este milagro re
fiere el padre fray Tomás de Santiago.
De uno que tenia el rostro y narices comidas, y untan
dose con el aceite de la lámpara sano.
En el año de mil quinientos y treinta y uno, Fran
cisco Sanchez, vecino de esta isla, por cierta ocasion y en
fermedad el rostro, nariz y boca, lo enfermó haciendose
le todo una llaga asquerosa, y habiendo gastado muchos
dias y dineros en médicos y medicinas, y ningun reme
dio hallando vino á tanto que por el horror y mal olor
que daba en su rostro, ninguno podia estar junto á él;
hallándose asi el pobre hombre de todos aborrecido, acu
dió á Dios, á quien ningun pecador arrepentido huele mal,
ni le aborrece, y fuese á la casa de nuestra señora de
Candelaria, refugio cierto de los atribulados, y untandose
con la mas devocion que pudo su rostro podrido y hedion
do, narices y boca, con el aceite de la lámpara que arde
en presencia de esta señora, al cabo de tres dias, sin otra
alguna medicina, se halló sano sin señal alguna, y libre del
oprobio en que vivia, por los merecimientos de esta seño
ra. Este milagro afirma y refiere el reverendo padre fray
Tomás de Santiago, que se halló presente.
De como nuestra señora de Candelaria sanó á una muger
de calentura y peste.
El sobredicho año, una muger principal, natural de
la isla de Lanzarote, llamada Margarita de Franquis, ha
biendo pasado á la Ciudad de Telde, en la isla de Cana
ria, fué herida de la enfermedad de peste, que entonces
habia en dicha isla, y sobre ella unas acostumbradas ca
lenturas la pusieron en tal estremo, que tenia perdido
el sentido, con los demas actos naturales; y hallandose
DE CANARIAS. 537

asi, se encomendó á nuestra señora de Candelaria allá en


su pensamiento, lo mejor que podia (quien estaba priva
da de los exteriores sentidos) y prometió de venir á su ben
dita casa en romería; hecho el prometimiento, aquel que
tuvo poder de mandar que la calentura dejase á la sue
gra de san Pedro, mandó á la calentura que abrasaba á
aquesta muger, y luego , por los merecimientos de la Vir
gen de Candelaria, la calentura cesó sin mas venirle, y de
la enfermedad de peste quedó sana. Luego cumplió su
promesa, viniendo á su romeria, y estando en ella contó
el caso sucedido al padre fray Tomás de Santiago, que
lo afirma.

De un hombre que sanó de un brazo, untándose con el


aceite de la lámpara.
El sobre dicho año, un Juan de San Sebastian, Viz
caino, estando en Canaria y teniendo cierta brega con
otros, le dieron una pedrada en un brazo que se lo ator
mentaron y lisiaron de suerte que se lo mancaron, sin
poderse aprovechar del ni de la mano, ni menearla ni
abrirla ni cerrarla, y asi la traia con una vanda al cuello
y sobre su mal le sucedió caer malo; aconsejaronle es
tando asi que viniese en romeria á nuestra Señora de
Candelaria; y él prometiólo, y habiendo venido á cum
plir su romeria á la casa y ermita de nuestra Señora, y
rogó que le untasen el brazo con el aceite de su lámpa
ra y untandóle le ataron el brazo con nnos paños, y ta
ñendo á misa se sintió sano de su brazo, y lo mandaba
como esotro, con grande admiracion de los que estaban
presentes, y de los que antes le conocieron manco, por
que habia tres meses que lo estaba. Este milagro pasó
aute Antonio de Vallejo, escribano que fué del consejo
de esta isla.

De un hombre sobre quien cayó la armazon de una casa,


y la Virgen de Candeleria lo libró.
El año de mil quinientos y once, un vecino de Abo
na, llamado Alonso Lorenzo con otras siete, ú ocho per
sonas andaban armando una casa, y ellos sobre ella, y no
saben como cayo toda la madera del armazon, y un es
t.
538 CONQUISTA

ten, , sobre que afirmaba el dicho Alonso Lorenzo, cayó


debajo del esteo, y toda la madera sobre él, y los otros
cayeron por diversas partes; los que no fueron lastimados
ni cayó sobre ellos la madera comenzaron á remediar á
los que debajo de ella estaban, dejando al triste de Alon
so para lo último, teniendolo yá por muerto; el cual cuan
do la casa cayó, á voces se encomendó á nuestra señora
de Candelaria, é ya que habian remediado á los otros,
fueron á descubrir al sobredicho, pensando que ya esta
ba muerto, y hallaronlo debajo la madera hecho torta con
el mucho peso que sobre si tenia, y sacaronlo como muer
to, y porque no le comiesen los perros, lo metieron en
una casa, y á la entrada de ella dió una voz, diciendo:
valgame nuestra señora de Candelaria; en aquella casa estu
bo aquella noche, y dijo que le trajesen á la casa de nues
tra señora de Candelaria, porque él tenia cincuenta do
blas, y era su voluntad enterrarse en aquella casa, y que
todo lo que sobrase despues de hechas sus obsequias, y
pagadas las personas y gasto de los que le habian de lle
var allá, lo daba á la dicha casa en limosnas; luego bus
caron hombres que lo llevaron, y tardaron tres dias en el
camino, porque aun no estaba el camino abierto, y traje
ronle con mucho recato; porque aunque vivió, estaba tal
que no esperaban poder llegar con vida, y asi lo llevaron
para enterrar; al fin, llegaron con él á la casa de nuestra
señora, que aun estaba en la cueva, y en medio de ella
lo pusieron delante de la imágen de nuestra señora, y jun
to de él muchos cirios encendidos, adonde como el buen
hombre se vido, comenzó con mucha ternura á llorar,
y derramar muchas lágrimas llamando á nuestra señora
con mucha devocion, mas ella que nunca niega su favor
á quien la invoca, cumplió su deseo, por que á la media
noche vino un aire fresco, que pasando refrescó al enfer
mo, y en ese punto sanó, de tal manera que sin mas tar
dar se levantó dando voces y gritos, loando á nuestra
señora, por verse tan repentinamente y sin pensar sano,
y fué tanta su alegria y devocion que no le podian des
pegar de los pies de la santa imágen, y los presentes die
ron gracias á Dios y á su Madre, y lloraban de alegria,
lo cual todo este mismo hombre confesó y firmó el dicho
padre fray Tomás de Santiago por él.
DE CANARIAS. 539

De un hombre enfermo de bubas que fué sano por inter


cesion de la t andelaria.

En este tiempo un mozo vaquero llamado Pedro,


por malos regimientos que tuvo vino á estar muy malo
de dolores de bubas, y eran tantos y tan intensos, que
estaba en un grito muchos dias habia sin poder reposar
ni domir ni de noche ni de dia, de esta manera estuvo
tullido de pies y manos, y sin poder pegar los ojos ocho
dias, y mas que á todos ponia lástima verlo y oirlo, vi
éndole asi Alonso Lorenzo (con quien nuestra Señora
habia obrado el milagro atras referido), le confortó á que
tuviese paciencia, y exhortóle á que si queria alcanzar sa
lud, llamase de corazon á nuestra Señora de Candelaria
(hablaba como hombre que habia hecho la esperiencia) y
que dijese como él decia: ó Señora virgen sagrada MA
RIA, que siempre socorreis los necesitados y afligidos
y á los que os invocan acudis, acordaos de mi por vu
estra gran piedad, dándome salud y socorro que ha mu
cho que padezco, sin domir de noche, ni de dia, que si
lo haceis, demas de que en hacerlo hareis vuestro oficio,
yo os prometo de tener novenas en vuestra bendita casa,
de ofreceros una novilla barrosa que tengo, que es la me
jor del ganado: Oh! magnificencia de Dios! Oh! grandezas
de Marial Apenas hubo acabado su promesa y oracion, cuan
do entra un airecito templado por la casa donde estaba el
dicho enfermo, con otras mas de diez personas, y en tocan
do el aire al bueno del vaquero, en ese punto se siente sa
no, y se levanta dando gritos y voces de contento, dando gra
cias á la Madre de Dios de Candelaria, que tan largamente
con él lo habia usado, y todos los presentes admiradores detal
novedad y tan repentina sanidad, estaban fuera de si, eriza
dos los cabellos, é hincandose de rodillas hicieron su oracion
á nuestra señora, dándole gracias por lo que habian visto; y
de h berlo asi referido, los que presentes se hallaron, dá fé el
sobre dicho Padre Fray Tomás de Santíago, Vicario.
De un niño quebrado, que fué sano por la Candelaria.
En el año de mil y quinientos y treinta y dos, por
mayo, un niño llamado José, de edad de dos meses, hijo
de Roque Nuñez y Juana Diaz nació quebrado de la be
540 CONQUISTA

rija derecha, y tanto que se le salian las tripillas por la


quebradura é ingle, tanto bulto como de un huevo; los
padres lo ofrecieron á nuestra señora de Candelaria, y lo
trajeron á su casa y lo pesaron á pan y habiendolo pesado
lo untaron con el aceite de la lampara, que arde delan
te de la imágen, y esto seria á hora de Vísperas; y lle
gada la hora de Completas, y dicha la Salve, como tienen
de costumbre los frayles de Santo Domingo todos los dias,
la madre del niño, como le dolia, quisole ver y untar, y
mirandolo, lo halló enteramente sano, como si nunca hu—
biera tenido quebradura alguna; esto fué en presencia de
muchos, y del padre fray Tomás de Santiago, que lo afir
II18.

De un ciego, á quien la Candelar a dió vista.

Cuenta el sobredicho padre, que el año de mil y qui


nientos y treinta y uno, conoció y vió á un mozo de edad
de quince años, que llamaban Juan de Santa Cruz, hijo
de Luis de Santa Cruz, que de cierta enfermedad de ojos
que tuvo, quedó ciego mucho tiempo, sin poder ver co
sa alguna, y habiendole hecho todos los remedios que ha
bia podido, cosa alguna le aprovechaba; sus padres lo o
frecieron á nuestra señora de Candelaria, y le trajeron á
tener novenas, trayendole por la mano, y guiandole; y
habiendo cumplido su romería, fué Dios servido que por
intercesion de su madre, el mozo recuperó su vista, y veía
como de antes; de suerte, que el que fué traido á manos,
y guiado de otros, partiendo despues de noche, fué guia
de los que lo guiaron, con mucho contento de los que lo
vieron.

De una muger, á quien dava muy á menudo mal de cora


zon, y fué sana y libre de él.
Refiere el sobredicho padre fray Tomas de Santiago,
Vicario que fué de la casa de nuestra señora de Candela
ria, que Catalina Perez de Collaza, muger de Alonso Gon
zalez, les refirió (habiendo hecho la solemnidad del jura
mento) que habia estado de mal de corazon, ó gota coral
tan enferma, que todos los dias por espacio de cinco a
ños le daba tan reciameute, que cala en tierra sin senti
do alguno por un gran rato, y algunts veces caía en el
DE CANARIAS. 5.11

fuego, y como era tan cotidiano su mal, y las caídas tan


ordinarias, traía siempre la cabeza lastimada y entrapa
jada con muchos paños para remedio alguno, por no las
timarse tanto, y esto, como dije, por espacio de cinco
años, al cabo de los cuales se encomendó muy de cora
zon á nuestra señora de Candelaria, y le prometió de ir
en romería á su casa aquella vez, y despues ir toda su
vida por su dia, que es la Purificacion, y hallarse en su
festividad; hecha su promesa, luego se sintió remediada,
por que nunca mas le dió la enfermedad, dos años habia
cuando esto contaba, que fué el año de mil quinientos
y treinta y dos de nuestra Redencion.
De una tullida á quien nuestra señora de Candelaría dió
salud.

El sobredicho año, una Francisca Hernandez, de cier


ta enfermedad que tuvo quedó tullida de una pierna, que
no podia andar sin muletas, y habiendole durado esta en
fermedad siete meses, fué á casa de nuestra señora de Can
delaria á unas novenas que habia prometido y habiendo es
tado sus novenas, el dia de la natividad de nuestra señora,
que es á ocho de setiembre, habiendo estado á los oficios,
á misa mayor, se levantó buena y sana, y dejando las mu
letas andaba tan bien como sino hubiera tenido enferme
dad alguna, con grande admiracion de todos los que an
tes la habian conocido, y visto; lo cual afirman de vista
el padre fray Tomás de Santiago, y el padre fray Gil de
Santa Cruz.

De un hombre quebrado, que sanó por intercesion de la


Candelaria.

Gonzalo Yañez, hortelano, haciendo fuerza se quebró


por la ingle, y estubo asi tres años, muy trabajado del
dolor, que padecia, y no le daba lugar á usar su oficio;
sucedió que un sábado entre las nueve y las diez, andan
do por la huerta, le dió mayor dolor que solia, y se le
salieron las tripas mas en cantidad, y con mas pesadum
bre que otras vaces, tanto que pensó acabar y morir
aquel dia, segun el dolor le atormentaba; su muger de él
(que era devota de nuestra señora de Candelaria) le dió
542 CONQUISTA

un poco de aceite, que en casa tenia, que habia traido


de la casa de nuestra señora, para que con él se untase;
el buen hombre teniendo respeto al aceite, por ser de
donde era no osó untarse aquel lugar con él, por ser tan
honesto, mas teniendo confianza en nuestra señora, que
aunque no se untase aquel lugar, por la reverencia que
al aceite tenia, le podía dar salud sin la uncion, no fué
defraudado de su confianza, porque este mismo dia, sen
tandose á comer, se traspasó como espacio de dos Cre
dos, y luego que recordó, se halló sano, como si en su
vida no hubiera tendo enfermedad alguna, y él lo afirmó,
y juró en presencia de muchos, de que el padre fray Die
go de la Fuente dá fé.

De un hombre resucitado por la devocion de nuestra Se


fora de Candelaria.

La opinion que del padre fray Gil de Santa Cruz


hay de santidad en todas estas islas es tanta, que nin
guno lo nombra, que no sea con reverencia y devocion,
por haber entendido y concebido del una gran llaneza y
sinceridad, gran caridad con los prójimos, y devocion en
trañable con la Reyna de los cielos, y con su imágen de
Candelaria; y asi las cosas de este venerable padre se
tienen en mucha estima, y á sus dichos se da todo crédito.
Pues este dicho padre refiere que el año de mil qui
nientos treinta y cuatro, un Juan Leardo Valenciano, ma
rinero, habia estado enfermo en el pueblo de Garachico
de una larga y pesada enfermedad, en la cual pasó mu
chos y grandes trabajos y estaba tal, que en cuatro semanas no
comió (ni podia) media libra de pan; finalmente él que
dó una mañana por muerto y por tal lo juzgaron, y asi
apercibieron la mortaja y sepultura, y las campanas hicie
ron señal de hombre muerto; este hombre habia sido de
voto de nuestra Señora de Candelaria, y en toda su en
fermedad la habia invocado con la devocion que habia
podido, pues estando ya la mortaja cosida y queriéndo
le á él poner en ella súbitamente abre los ojos y sien
tase sobre la cama sano y bueno, pidiendo de comer y en
breve tiempo convaleció y fué á dar gracias á nuestra señora
á su bendita casa, y á contar esta maravilla en presencia
del Conde de la Gomera don Guillen Peraza, y del padre
DE CANARIAS. 513

fray Gil, y de los demas religiosos de la casa.


De una niña que fué sana de unas calenturas que le habían
durado dos años, y de ellas estaba tullida.
Cuenta el venerable padre fray Gil de Santa Cruz, que
el año de mil quinientos y treinta cuatro, vino á la casa de
nuestra señora (donde residia y era vicario) Agueda Go
mez beata de la órden de S. Francisco, vecina de la isla de
la Palma, de donde venia y traía consigo una niña de
diez años hija suya, que habia dos años y medio que te
nia calenturas sin quitarsele, y con larga enfermedad vi
no á tullirse y secarse de suerte que habia medio año que
no se podia tener en pie y si andaba era á gatas, ayudan
dose de las manos por el suelo, y esto con mucha pesadum
bre; y llegó á tanto, que tampoco podia estar sentada; la
madre, que habia gastado el tiempo y dineros en la cu
ra de la hija sin provecho, acordó volverse á buscar el
remedio verdadero, que es Dios, y á no gastar mas tiem
po, y caudal en vano, como habia hecho, y asi vino á
la casa de la madre de Dios de Candelaria, y en ella con
la devocion que pudo y supo, encomendó su hija á la
Reina de Misericordia MARIA, y untandola con el acei
te de la lámpara, que en su presencia arde, no quiso la
princesa de gloria, que la buena muger fuese desconso
lada de su presencia, y asi le concedió lo que le pedia,
por que en acabando de untar á la niña, luego las largas
calenturas la dejaron, y el dia siguiente se levantó en pie,
y andaba sin impedimento alguno, ni ayuda de nadie, el
dicho padre se halló presente.
De una niña, que tenia mal de corazon, y fué sana.
Refiere el sobredicho padre, que en el año de mil qui
mientos y cuarenta y dos, un Francisco Morales, vecino
de la isla de Fuerteventura, tenia una niña de hasta diez
años, llamada Margarita, la cual estaba de mal de corazon
tan atormentada y le daba tan reciamente, que con las
manos se rompia los pechos y se deshacia, y cuando le de
jaba quedaba como muerta sin sentido, y era tan ordi
nario este mal, que le daba cada dia á una misma hora
sin faltar, su padre de la paciente, que la vido tan tra
544 CONQUISTA

bajada tres meses habia condoliendose de ella y acordan


dose de nuestra señora de Candelaria, prometióle devota
mente de venir con su hija á la casa de nuestra señora, y
en ella tener novenas, y como para venir á la isla de Tene
rife hubiese de tocar en Canaria, quiso de camino consul
tar los médicos, y ver si su hija tenia algun remedio natu
ral; y habiendola visto, respondieron todos, que no sabian
otro sino el de Dios y el de la vírgen de Candelaria (demos
tracion que esta obra se guardaba para ella) viendo esto el
padre de la enferma, prosiguió su viage para la isla de Te
nerife, y fué á la bendita casa de nuestra señora, donde co
menzando á tener sus novenas, fué sintiendo la niña mejo
ria: sucedió que el padre fr y Gil de Santa Cruz, de buena
memoria, vicario de la dicha casa, salió á ver y consolar
á los romeros que habia, dia de nuestra señora de las Nieves,
y habiendo compasion de la niña, por verla tan trabada, pre
guntó á una tia suya, si la dicha niña se habia confesado al
guna vez, y como le dijesen que no en toda su vida, exor
tóla á que se confesase é hizola confesar; confesado la niña,
y rezanuo delante del altar de nuestra señora con la de
vocion que sabia, dijo á su tia: nuestra señora me ha di
cho que no me ha de dar mas este mal, y asi fué, que nun
ca mas le dió.

De uno que de mal de piedra y riñon fué santo,


El año de mil quinientos y cuarenta y dos, un vecino
honrado de Canaria, llamado Juan Antonio Casanova, Ge
noves, solia estar enfermo del riñon é hijada muy á menu
do, y estando un dia con grandísimo dolor y fatiga, tanto
que pensaron que rebentára, y habiéndole hecho todos los
remedios posibles y no le aprovechando, se llegó á él una
criada suya y condoliendose de su mal le dijo: señor, pues
los remedios humanos no os aprovechan y os vais acabando
sin remedio, procuremos los Divinos que son infalibles;
encomendaos á nuestra señora de Candelaria, y llamadla
con devocion y prometeos á ella, que yo me prefiero á ir en
romeria á su casa por vos y en vuestro nombre, y cumplir
vuestra romeria; no fué menester mucho para persuadir al
paciente lo que la criada le rogaba, que luego con la mas
devocion que pudo, comenzó á llamará nuestra señora de
Candelaria con mucha devocion, y en ese punto que se pro
DE CAN.A.B. A.S. 545

metió el que estaba rabiando y muriendo para rebentar de


dolor, se sintió bueno y sano, como sino hubiera padecido
mal alguno; la buena criada cumplió su romeria, y afirmó
el caso con juramento en presencia de los Religiosos, y
firmólo fray Gil de Santa Cruz.
De un niño que lo juzgaron por muerto y se levantó vivo y
sano, por la Candelaria.
El sobre dicho año un vecino de Candelaria, llamado
fulano de Torres, tenia un hijo de hasta seis años que de
una larga y no conocida enfermedad vino á estar tal, que
un dia se traspasó y quedó por muerto, juzgado y teni
do por tal, y así llorado y planteado; su madre como le
dolia la muerte del hijo, acordóse de nuestra señora de
Candelaria, y de los innumerables milagros que cada dia obra
en los que la invocan; y vuelto á ella la llamaba con mu
cha devocion, y le pedia que le volviese su hijo, y prome
tiole de pesar á cera asi á su hijo como á mismo, y llevarlo
y presentarlo en su presencia en su bendita casa; cosa ma
ravillosa no hubo acabado de hacer su promesa y oracion,
se levantó sano y bueno de toda enfermedad, con grande
admiracion y contento de su padre, y de las otras personas
que lo vieron; no fué el padre negligente en cumplir su
promesa, y venido á la casa de nuestra señora de Candela
ria con su hijo referia esta merced recibida con muchas
lágrimas de regocijo, y asi lo afirma el padre fray Gil de
Santa Cruz.

De una tullida que fué sana por intercesion de nuestra seño


ra de Candelaria.

Este mismo año hubo en la isla de la Palma, una mu


ger que de larga enfermedad y grandes frialdades, vino á
tullirse de suerte que ni aun sentarse podia, ni menearse
sin muletas, y entonces con n u ha pena y trabajo, vien
dose asi, y acordandose de los milagros que se referian de la
Candelaria, encomendose á ella con mucha devocion,
rogándole tuviese por bien sanarla de tan prolija
y trabajosa enfermedad, prometiéndole de ir á su casa en
romeria, y tener en ella novenas; como lo prometió lo puso
luego por obra, y habiendo ido á la casa de nuestra seño
546 CONQUISTA

sa, como se halló en su presencia, asi le creció la devocion


y Fé, y cada dia de los de sus novenas se untaba con el acei
te, de la lámpara de nuestra señora, é iba sintiendo mejoria,
y acabados de cumplir sus nueve dias, se halló de todo pun
to sana, y dejó las muletas colgadas; esto refiere de vista el
padre fray Gil de Santa Cruz.
De una hija del Adelantado que heria de pies y manos y sanó.
El año sobre dicho habiendo hecho ausencia de esta is
la de Tenerife el Adelantado de ella don Pedro Fernandez
de Lugo, una hija suya, llamada doña Luisa, estando bue
na y sana, le dió de repente una enfermedad tan recia,
que empezó á herir de pies y manos, y entre las manos se
moria. La muger del dicho Adelantado, viendo á su hija
en tal estremo puesta, siendo muy devota de nuestra seño
ra de Candelaria, y habiendo visto algunos milagros que
esta señora habia hecho, con mucha confianza que lo haria
con su hija, se la encomendó muy de veras prometiendo ir
con su hija á su bendita casa, y tener en ella novenas y
pesar á la dicha su hija de cera, no hubo acabado su pro
mesa cuando la doncella alcanzó perfecta sanidad, y asi fué
con su madre á cumplir su promesa, y contó aquesto el pa
dre fray Gil que lo afirma y escribe.
De una muger que estubo año y medio de mal de bubas tu
llida, y por medio de esta santa imágen fué sana.
El año de mil quinientos cincuenta y cuatro una bue
na muger llamada Maria Hernandez, vecina de la Ciudad
de Telde en Canaria, muger de Juan Bautista Neta, es
tubo de una larga y pesada enfermedad año y medio en
una cama tullida, tal, que no se podia levantar porque te
nia siete ú ocho llagas asquerosas en los muslos, rodillas
y garganta, del mal Francés, que llaman bubas; y eran las
llagas tales, y el humor de que se criaban tan malo que
ningun médico le daba, ni sabia remedio, antes la habian
desahuciado de la vida; viendose asi la triste muger tan
al cabo y tan sin remedio, se encomendó con mucha fé
y devocion á nuestra señora de Candelaria, cuya devota
era, y cuya imágen de bulto tenia en su aposento á quien
muy á menudo y de con un se encomendaba; era este dia
DE CANARIAS. 547

sábado en la noche y, estaba con mucha pena por ser el


dia que era y no tener con que alumbrar la dicha imágen,
y estaba á oscuras, y súbitamente vió la dicha imágen
con una vela encendida, que alumbraba toda la casa, y
daba gran resplandor, y desde este punto comenzo á sen
tir mejoria en su enfermedad; y como cierta muchacha
suya que habia ido por aceite para alumbrar la dicha imá
gen, veía.
que entrase por la puerta con él, desapareció la lumbre
V

Pasados algunos dias, un jueves á las nueve del dia


estando la pobre paciente con grandes dolores y come -
zon que se deshacia, hallandose sola, comenzó, á llamará
nuestra señora de Candelaria con grande ahinco que le
ayudase, por espacio de media hora ó mas, habiendo en es
te tiempo rezado sus devociones y ofrecidolas como mejor
habia podido, y estando en esto vió súbitamente delante
de si una muger vestida de blanco muy hermosa, la cual
entendió ser la Candelaria, y asi le dijo: Señora mia de
Candelaria. Y ella respondió: Muger yo soy contigo, no me
llamabas? Si llamaba señora, dijo la enferma; mas no pue
do levantarme para recibiros ni haceros reverencia: Dijole
entonces la reyna de vida, pues levantate que sana estas.
Y luego en este punto se puso la buena muger en pie,
sin saber como en medio de la casa sana de su tullimien
to y, enfermedades, y hallóse vestida de un jubon blanco
de lienzo que á su cabecera tenia sin saber quien se lo
hubiese vestido; y fué tanta su admiracion de verse sana,
que dió voces á las cuales acudió toda la vecindad y
pueblo, y dieron gracias á Dios nuestro señor y á su ben
dita madre del repentino acaecimiento, y sanidad no pen
sada. La dicha muger, queriendo á la noche verse las lla
gas y curarlas, hallólas todas tan sanas como si hubiera
mucho tiempo que lo estaban, luego puso por obra su ro
meria y fué á Candelaria, donde sirvió en aquella casa mu
cho tiempo á nuestra Señora; todo esto refiere el padre fray
Gil, y el padre fray Francisco de santo Domingo.
De como nuestra señora de Candelaria socorrió á unos
hombres que los hecharon á la mar.

Cuando ciertos gomeros por celos de una parienta su


ya mataron á su señor Hernan Peraza, su muger doña
548 CONQUISTA

Leonor de Bobadilla con el dolor de la muerte de su ma


rido, hizo en los gomeros gran castigo, á unos justician
á otros lleban cautivos á España y á otros echan con pes
gas pesadas á la mar; y como algunos morian sin culpa
porque no todos la habian tenido en la muerte de su se
ñor, no pudo dejar de imputarsele alguna á la señora, y
aun notarla de cruel, y á Pedro de Vera, conquistador y
capitan general de Canaria, que hacia ejecutar estos cas
tigos.
Sucedió pues, que muchos de los que con pesos echa
ban á la mar para que en ella fuesen anegados, invocan
do á nuestra señora de Candelaria, patrona de todas estas
islas, salian luego á la orilla y playa de la mar vivos y
sanos sin peligro alguno, de que no poco admirados los que
les vian salir, decian los libres que nuestra señora de Can
delaria los sostenia los pesos, y los traía á la playa vivos;
esto fué público entonces, que ha casi ciento y ochenta
años, siendo la isla de Tenerife de infieles, y de ello hizo
informacion el padre fray Bartolomé de Casanova, pro
vincial de la órden de S. Francisco, en estas islas, que lo
afirmó.

Del que nuestra Señora de ( andelaria obró con un reli


gioso de San Francisco devoto suyo en su muerte.
En la isla de Fuerteventu: a estaba un padre fray
Luis Melian, de la órden del padre seráfico san Francis
do, muy devoto en gran manera de esta santa Imágen
ce Candelaria; y como los demas religiosos piden licencia
para ir á verá sus padres y parientes, y holgarse con
ellos asi la pedia este buen religioso cada año para ve
nir á la casa de nuestra señora á recrearse con su pre
sencia; y no fué su devocion en vano, porque demas de
que en la vida que esperamos, recibió el premio de sus
trabajos como creemos, en esta vida tambien quiso es
ta señora devota suya honrarle, y darle prendas de lo que
esparaba; porque como llegase á lo último, habiendo re
cibido los Sacramentos para cuando hubo de dar el alma
á Dios que la habia criado, no se hallaba vela alguna que
ponerle en la mano para espirar, porque habia falta gran:
de de ellas en Fuerteventura, que no se hallaba cera; y al
tiempo que hubo de dar el alma á Dios, vieron venir los
DE CANARIAS 549

que presentes estaban, una vela blanca (como las que dan
en la casa de nuestra Señora de Candelaria) por el aire,
sin que nadie la trajese, y ponersele en la mano encendi
da; y una paloma blanca juntamente sobre la cabeza. y
luego dió la última boqueada, y el espíritu tras ella. Esto
refiere el sobredicho padre fray Bartolomé de Casanova
que lo supo de personas fidedignas, que se hallaron pre
sentes y lo vieron.
I.os sobredichos milagros refiere el padre fray Alon
so de Espinosa en su libro de milagros de nuestra se
ñora de Candelaria, en el libro 4, los que tengo dichos
en el cap. 6 del primer libro, que todos fueron aproba
dos por el licenciado Gabriel Ortiz de Sarabia, provisor
y vicario general de este obispado, y dió licencia para
su impresion, que está en dicho libro, al principio de él
que es como se sigue.
En la noble ciudad real de las Palmas, que es en la
isla de gran Canaria en doce dias del mes de Mario del
año del nacimiento de nuestro redentor Jesu-cristo de mil
y quinientos y noventa y un años, el licenciado Gabriel
Ortiz de Sarabia, provisor juez oficial y vicario general, en
lo espirítual y temporal en esta isla y obispado de Cana
ria, por D. Hernando Suarez de Figueroa, por la gracia
de Dios y de la santa iglesia de Roma, obispo de Cana
ria, del consejo del Rey nuestro señor, por ante mi Pe
dro de Medina, presbitero notario apostólico, por auto
ridad apostólica dijo: Que por cuanto el padre maestro
fray Pedro Martin vicario provincial de la órden de pre
dicadores, en estas islas de Canaria, pidió á su señoría del
dicho señor obispo; que viese eiertos testimonios, y pa
peles que tenian en el monasterio de nuestra señora de
Candelaria, de la dicha órden en la isla de Tenerife, de
muchos milagros que Dios nuestro señor ha hecho, y
obrado por intercesion y, ruego de su bendita Madre, cu
ya imágen está en el dicho monasterio, y se llama é invo
ca por los fieles en sus trabajos y necesidades, nuestra se
ñora de Candelaria, y visto declarase cuales de los dichos
milagros estaban aprobados para que con su declaracion
se pudiesen manifestar y publicar en la cristiandad, para
que los fieles, cristianos encendidos en mas particular fer
vor, y devocion de la dicha nuestra Señora ue Cande
laria, la invoquen, llamen y ocurran á ella en sus tra
550 CONQUISTA

bajos y necesidades, y se imprimiese un libro que de los


dichos milagros recopiló el padre fray Alonso de Espi
nosa, predicador de la dicha órden. Y su señoria juntó
letrados con los cuales vió los dichos testimonios, papeles
y libro; y porque estaba de camino á la visita de las is
las de Lanzarote y Fuerteventura, que le fué forzoso hacer,
y no se pudo por ello detener á ver y verificar en par
ticular cuales de los dichos milagros estaban aprobados
y se podian publicar por tales, le habia cometido y co
metió que los viese y examinase, é hiciese la dicha de
claracion, conforme á lo pedido por el dicho padre pro
vincial, y que su merced en cumplimiento de lo que su
señoria le cometió y mandó, habia visto los dichos tes
timonios, papeles y libro, y examinadolos halla y decla
ra por legítima y suficientemente probados , los milagros
que están en segundo y cuarto libro del volúmen, y libro
recopilado por el dicho fray Afonso de Espinosa, y las
hojas de ello van rubricadas de una rubrica como esta,
y mandó de esta declaracion se dé testimonio al dicho
vicario provincial ó al dicho fray Alonso de Espinosa, y
lo firmó de su nombre el licenciado Sarabia, pasó ante
mi Pedro de Medina, notario apostólico.
Innumerables han sido los milagros que Dios nues
tro señor ha obrado por medio de su madre santísima
la Virgen de Candelaria, despues que el dicho padre fray
Alonso de Espinosa recopiló los sobredichos hasta ahora,
diganlo tantos cuadros, navios, cabos, muletas, que están
colgados en la iglesia de nuestra señora que dan verda
dero testimonio, que por no haber sido mi intento par
ticular de hacer este libro de milagros, no he hecho di
ligencia para ponerlos aqui todos, que alguna judicial se
requiere; y para dar á conocer á los fieles de estas islas
(que bastante conocimiento tienen) y á los de todo el uni
verso las escelencias de esta soberana imágen de nuestra
señora de Candelaria, he referido estos milagros compro
bados, ya dados á la imprenta ha tantos años, que todo
sea para honra y gloria de Dios nuestro señor, y de su
bendita madre la Virgen de Candelaria.

FIN,
Ny CE
De los capítulos, que con
tienen los tres libros de
este volúmen.
P.AG.

LBERO PERNIERO

De la antigüedad y conquista de las Islas


de Canaria y milagrosa aparicion de nues
tra Señora de Candelaria.

CAPITULo 1. Del número, nombres, sitio, region y


orígen de las Islas de Canaria.
Advertencia de las leguas de dichas Islas de Canarias
que tienen en longitud, latitud y circun
ferencia. 13
CAPITULo II. De la descripcion y origen de los natu
rales de estas Islas de Canaria. 14
cAPÍTULo III. De la fertilidad de las islas y costum
bres de sus naturales y sus leyes. 22
CAPITULo IV. De la naturaleza de los naturales de estas
islas, y como se trataban en vestidos, y co
midas, y estimacion de personas, y como se
enterraban. 28
CAPITULo v. De los reyes que hubo en estas islas, y
en particular en la isla de Tenerife, y de
sus coronaciones y guerras. 33
CAPITULo vI De la aparicion de la muy devota y mi
lagrosa imágen de nuestra señora de Cande
laria, primera conquistadora de las Islas de
gran Ulanaria. -
36
CAPITULo viI. Del descubrimiento de las islas, y mer
ced que su magested hizo de ellas, tras
pasos, y conquista de las de Fuerteventura,
- Lanzarote, Gomera, y Hierro. o, 45
Poblacion que hoy tienen las islas de Fuerteventura,
Lanzarote, Gomera, y Hierro. 56
CAPITULo viII. De la primera entrada que Hernan Pe
raza hizo en la isla de Tenerife, cuando apri
sionó al niño Anton Guanche, y como vol
vió Anton á Tenerife, y dió luz á los guan
ches de la ley de Dios, y conocimiento de
nuestra señora de Candelaria. 57
cA PITULo 1x. Como Diego Garcia de Herrera, sucesor
en estas islas, restauró á la isla de Fuerte
ventura; pasó á Tenerife con armada, y hi
zo paces con sus nueve reyes; contradicion
de Diego Garcia de Herrera antes al Infante
D. Fernando de Portugal. 64
CAPITCLo x. Como Sancho de Herrera se llevó á la Imá
gen de nuestra Señora de Candelaria á la
isla de Fuerteventura; y la volvió á Tene
rife, y como hizo un torrejon en Santa Cruz
y quebrantamiento de las paces.
cAPITULo XI. De la conquista de la nobilisima isla de
la gran Canaria.
Poblacion de la Isla de Canaria.
&APITULo XII. De como Hernan de Vera hizo una entra
da en Tenerife; y como á D. Juan Rejon
mataron en la Gomera; y como los gomeros
mataron á su señor Hernan Peraza, y Fran
cisco de Maldonado, y Pedro Hernandez de
Saavedra hicieron una entrada en Tenerife. 96
cAPITULo XIII. Como sus Magestades hicieron asien
to con D. Alonso Fernandez de Lugo, de
la conquista de las islas de Tenerife, y de
la Palma, y como fué conquistada la dicha
isla de la Palma. 103
cAPITULo xiv. De la entrada que el general D. Alon
so Fernandez de Lugo hizo con su gente en
Tenerife, y matanza de Españoles. 106
cAPITULo Xv. Como ayudó á la conquista de Tenerife
el Exmo. Sr. Duque de Medina Sidonia, y
de la segunda entrada en la isla, y batalla en
130
la Laguna y modorra en los guanches.
cAPITULo xvi. De la necesidad que pasaron los espa
ñoles, y como Lope Hernandez de la Guerra
vendió dos ingenios para socorro; y de la
batalla que se dió en Centejo, y del socor
ro que envió el Sr. duque de Medina Sido
nia, para que se conquistase la isla Óc. 151
cAPITULo XVII. De las personas que tuvieron reparti
mientos de tierras en la isla de Tenerife. 163

LIBRO SEGUNDO,

De algunas mercedes y privilegios, que los


Católicos Reyes de España han hecho á la
Nobilísima Isla de Tenerife.

cAPITULo 1. De como sus Magestades hicieron merced


al Adelantado D. Alonso Fernandez de Lugo
de Gobernador de Tenerife, y del poder para
repartir sus tierras. 180
cAPITULo II. De las armas que sus Magestades dieron
á esta isla. 1841
cAPITULo III. Hace su Magestad merced á los escri
banos de esta Isla, que se examinen en ella
y no pasen á la Córte; y otras mercedes á la
isla y vecinos. 187
cAPITULo Iv. De las tierras que el Adelantado seña
ló, y dió para dehesas y pasto de los gana
dos de los vecinos de esta isla, y fuentes de
agua. 191
cAPITULo v. De los propios que el Adelantado dió
al concejo de esta isla y la confirmacion de
su Magestad. 195
cAPÍTULo vi. De otros propios, que tiene el concejo
de esta isla y confirmacion de sus Mages
tades.
198
Aqui las datas y fé de propios, y prosigue la real
cédula.
204
CAPITULo vii. De otras mercedes que sus Magestades
han hecho á esta isla. 206
CAPITULo viII. De la facultad real que los vecinos de
esta isla tienen para nombrar personero; y
de las personas, que lo han sido hasta es
te año. 210
36
CAPITULo IX. De otras mercedes que sus Magestades
hicieron á esta isla, y del privilegio que die
ron á los vecinos, y moradores de ella de
esentos de alcabalas, pechos, ni derechos ni
otros tributos. 213
CAPITULo X. de otras mercedes, y como sus Magesta
des dieron título de ciudad á la de esta isla
de Tenerife. - 229
cAPITULo x1. De otras mercedes que sus Magestades
hicieron á esta isla, y en que mandan á los
Comisarios de la Santa Cruzada no moles
ten á los vecinos de dicha isla. 234
CAPITULo XII. Que los pobres presos no sean deteni
dos en la cárcel, y otras mercedes á esta
Isla, 244,
CAPITULo XIII. De como hizo su Magestad los benefi
cios de estas islas patrimoniales, y division
de los de esta isla de Tenerife. - 248
CAPITULo XIv. Como su Magestad dió título de noble
á la ciudad de san Cristobal de la Laguna,
y otras mercedes. 258
CAPITULo xv. De la confirmacion que su Magestad hi
zo de la cesion del convento de nuestra Se
ñora de Candelaria á la órden de Predicado
res, y otras mercedes á esta isla. 260
CAPÍTULo XVI. De otras mercedes que sus Magestades
han hecho á esta isla hasta el año de mil
quinientos y cincuenta y cinco. 265
cAPITULo XVII. De la confirmacion del privilegio de esta
isla de Tenerife. 270
cAPITULo XVIII De la merced, y facultad que su Ma
gestad dió al concejo de esta isla de Tene
rife, para nombrar alcayde de la fortaleza
principal. 276
cAPITULo XIX. Su Magestad hizo merced á los capita
nes, oficiales y soldados de esta isla que go
zen de las preeminencias de la milicia de
Castilla. 279
cAPITULo XX. Manda su Magestad que en estas islas
no haya papel sellado. 283
CAPITULo XXI. Como su Magestad hizo Villa á la
Orotava. 289
LIBRO TERCERO

De la poblacion y vecindad de la isla de


Tenerife, y de cosas notables que han su
cedido en estas islas de Canaria, y otras
muchas cosas curicsas y milagros de nues
tra señora de Candelaria.

cAPITULo 1. De la poblacion de la isla de Tenerife. 306


cAPITULo II. De los señores Obispos que ha habido
en estas islas. 335
CAPITULo III. De los capitanes generales y gobernado
res, y de sus tenientes que han gobernado
esta isla de Tenerife desde su conquista, 340
CAPITULo Iv y v. De los tenientes, regidores, jurados,
alguaciles mayores, personeros, mayordomos,
escribanos del cabildo de esta isla de Teneri
fe, y de sus alcaldes mayores, desde su con
quista hasta el año presente de 1672 con
algunas decendencias, segun me consta por
isntrumentos públicos. 356
CAPITULo VI. De armas de algunas de las muchas fami
lias que en esta isla han poblado. 441
cAPITULo vII. De los alcaides que ha habido en los cas
tillos de esta isla. 460
cAPITULo vIII. De las coronaciones de los Reyes, y exe
quias que se han hecho en esta isla de Te
nerife. 473
CAPITULo IX. De la barateza que hubo en esta isla
de bastimentos y mantenimientos; y de algu
nas cosas notables, que han sucedido en
estas islas. 478
CAPITULO X, De las imágenes que se dice han apare
cido en esta isla, y de las por quien su divina
Magestad ha hecho particulares mercedes. 491
CAPITULo XI. De los milagros de la milagrosa imágen
de nuestra señora de Candelaria. 498
FIN DEL INDICE.
DS REN
De los Sres. suscritores á esta publicacion.
TENERIFE

SANTA CRUZ.

Estéban Mandillo.
Juan Creahg.
Gregorio Carta.
Felipe de Armas.
Santiago de la Cruz.
José Mandillo.
José Desiré Dugour.
Luis Denis.
Ignacio Negrin.
Francisco Estebanés.
Cirilo Romero.
Isidro Castellana.
Manuel Cayetano Verdugo.
Pedro Gonzalez.
José Soto Portela.
Luis Lein.
Antonio Cifra y Rios.
José Gonzalez, vble. Bdo.
Gaspar Contreras.
Pedro Gurrea.
Francisco Viniegra.
Matias Alvarez.
Diego Gonzalez de Ara.
Juan Aguilar.
Juan Diaz.
Andres Perez.
Marcos Garcia.
Manuel Calzadilla y Calzadilla.
Domingo Final.
Domingo Ferreira.
Vicente Martinon.
Eduardo Gonzalez,
José Ramos.
Cosme Velarde.
Isidoro Albert.
« Manuel Villavicencio.
« Angel Morales.
Domingo Perdomo.
Patricio Madan.
Juan Botas Dapelo.
Pablo Cifra.
« Antonio Cifra.
Bartolomé Cifra, por 2 ejem
plares.
« Virgilio Guirlanda.
« Manuel Gonzalez.
« Juan Garcia.
« Felix Soto.
« Pedro Mendizabal.
« Gregorio Mamerto Domin
guez.
« Juan Madan.
« Matias Larroche.
« Sebastian Perez de Celis,
Ramon Santos.
« Antonio Montero, Pbro.
« Felipe Sarmiento.
« Ramon Martinon.
« Nicolas Alfaro,
,, Carlos Calzadilla.
« Eduardo Calzadilla.
« Eusebio Gonzalez.
« Maximo Descoubet.
Cirilo Ramon Gonzalez.
Gregorio Suarez.
José Plácido Sanson,
Alejo de Ara.
Francisco Maria de Leon.
Ramon Gil y Roldan.
« Andres Benvenuty.
Cayetano Lopez.
Pedro J. Dugour.
Juan Montero.
« Miguel Cámara.
« Domingo Verdugo.
« José Cubas.
« Bernardo Forstall.
Eleuterio de la Paz Martin.
Juan Alonso.
Francisco Aguiar.
Gerónimo Morales.
José Librero.
La Capitanía General.
Rafael Bethencourt.
El Gabinete de lectura.
Dámaso Baudet.
Prudencia M onjuich.
José J. de Lara.
Rafael Melendez.
Bartolomé Saurin.
Agustin Perez, vble. Benefi-.
ciado del Pilar. -

Juana Campos de Cuadros.


José Joaquin Monteverde.
Nicolas Ojea y Porras.
Aquilino Garcia Barba.
Francisco Belmonte.
José Siliuto.
Antonio JIernandez.
Eusebio Padron.
Manuel Candelaria Garcia.
Juan Pedro Swartz.
Faustino de Armas.
José Calzadilla.
Felipe Fernandez.
Juan Gutierrez y Benitez.
Abel Aguilar.
( Carlos Ramos.
Manuel Izquierdo.
Esteban Cambreleng.
Miguel Lara.
Ramon Mandillo.
Agustin Guimerá.
Juan Gutierrez de Leon.
Antonio Garcia.
Manuel Garcia.
Jose Luis de Miranda.
Francisco Roca.
Narciso Sanson.
Guillermo Richarsond.
Ramon Perdomo.
Juan Manuel Foronda.
Manuel Filpes, por dos.
Nemesio Rodriguez.
Nicolas Fuentes y Fuentes.
Lucas Morales.
Miguel Fernz. del Castillo.
Ignacio l'eraza.
Ulpiano Gonzalez.
Miguel Martin.
Benito Baudet.
Domingo Arceo.
Diego Costa.
Cirilo Truilhe
Melchor Fernandez.
Buenaventura Rios.
Maria Martin.
Francisco Rodriguez.
Rafael Calzadilla.
Manuel Velazquez.
Julian Feo Mlontesdeoca.
Francisco Calzadilla.

LAGUNA.

. Fernando Cabrera Pinto.


Sebastian Alvarez.
Antonio Mesa.
Ronnualdo Darmanin.
Francisco Sotomayor.
Celestino Rodriguez.
Pedro Vergara.
Antonio de Castro.
Manuel Gonzalez Perez.
Carlos Benavides.
Francisco R. de la Sierra.
Miguel Silva.
Benigno Perdomo.
Lorenzo Canino.
Isidoro Rivero.
Leodegario Santos.
« Atanasio Nobrega.
« Cristóbal Lopez.
« Bartolomé Cappetto.
« Matias Aguilar.
« Casildo Gomez.
« José Garcia Mesa.
« Emilio Salazar.
« Esteban Ponte.
« Diego Hernandez Lopez.
« Domingo Alvarez Delgado.
« IPascual Vila.
« Juan Bentencourt.
« Domingo Ossuna.
« Francisco Garcia Mesa.
« José Olivera.
« Tomas Zárate.
« Domingo Toledo.
« Telesforo Saavedra.
« José Bentencourt.
« Cristobal Amador.
« Juan Penedo.
« José M. de las Casas.
« José Valdes.
« José Alfonso.
« Rafael Tabares y Francisco.
OROTAVA.

D. José Garcia Lugo.


« José Xuares de la Guardia.
« Anacleto de la Guardia.
« Esteban Salazar.
« Esteban Salazar, hijo.
« Marcos Garcia Urtusaustegui.
« Sisto Regalado.
« Domingo Brito.
Sr. Marques de la Quinta.
PUERTO DE LA CRUZ.

D. Luis Gonzalez,
« Catalina Torres.
Feliciano Perez.
José Hernandez.
Eugenio Perera.
Pablo Chaves.
Francisco Perez Lopez.
Nicolas Martinez.
Domingo Regalado.
Domingo Casanova.
Juan Perera.
Elias G. Espinola.
Andres Gonzalez Chaves.
Silvestre Machado.
Antonio Barrios.
Tomas Grijalva.
Tomas Perera.
Alejandro Remon de la Rosa.
Gregorio Alvarez.
Nicolas Escobar.
Domingo Chavez.
Luis Gonzalez y Serrano.
Manuel D'Escoubet.
MATANZA.

. Manuel Perera.

VILAFLOR.

. Gerónimo Perez Medina.

GUIMAR.

. Francisco Rodriguez Torres.


REALEJOS.

D. Pedro Gonzalez Acevedo.


(( Francisco Javier Yañez.
( Vicente Perdomo.
((
Miguel Quintin de la Guardia.
(( Antonio Beltran Chaves.
( Pedro Alvelo.
R
Agustin ¿.
Gregorio Garcia.
Antonio Reyes.
Juan Reyes.
« Antonio Garcia.

ICOD.

D. Juan Gutierrez v Bello.


(
Alejandro ¿
,, Ambrosio Ramos.
,, José M." Fleitas.
GUIA.

D. José de Ponte.
, , Domingo Caneiro.
3, José Gonzalez.
,, Leandro Delcourt.
GUANCIIA.

D. Pedro Quevedo.
GARACHICO.

D. José M.º Briel.


», José Espinosa y Alfonso.
, , Manuel Monteverde.
BUENAVISTA,

D. José Martin Mendez.


SAN MIGUEL.

D. Antonio Alfonso.
TACORONTE.

D Sebastian Casilda.
», Manuel de Torres.
ARONA,

. Juan Antonio Reveron.

CANARIA.

LAS PALMAS.

. Conde de la Vega Grande.


. Antonio Lopez Bottas.
Melchiades Espínola.
Domingo Corvo.
Nicolás Falcon.
Matias Padron.
2. 3 José Perez, Pbro.
LA PALMA.

SANTA CRUZ.

. Silvestre Batista.
Luis Wandewalle.
Domingo Amador.
Vicente Garcia Gonzalez,
Felipe Masieu y Tello.
Andres Domingo Gonzalez.
Julian de Torres.
José Cabrera Pinto.
José Garcia Perez.
Juan Camacho Pino.
Pedro J. Alvarez.
Nicolás Molina.

LANZAROTE.

. Rafael de la Fuente y Falcon.


3y Manuel Medina.
2 2 José Gonzalez Serrano.
José Paz Curbelo.
y » Anacleto Lara.
y3 Eduardo Gonzalez.
3 > Julian Gomez Tejada.
y3 Domingo Martinon.
,, Francisco Maria Acosta.
FUERTEVENTURA.

D. José Baños.
,, Juan Nepomuceno Arceo.
GOMERA.

D. Domingo Reyes.
,, Ramon Echeverría.
,, Francisco Fragoso.
,, Sebastian Roldan y Gon
zalez.
3.3. Inanario Moreno.
, , José Dávila.
,, Ramon Roldan y Gonzalez.
HIERRO.

D. Miguel Espinosa.
ISLA DE CUBA.

HABANA.

D. Manuel Consolacion Gonzalez.


Lic. D. José Rafael Travieso.
,, Felipe Pereyra.
,, Miguel Leon Denis.
,, Antonio Serpa.
,, Felix Rosar
,, Juan Suarez.
,, Enrique Ignacio Echarte.
,, Guillermo Sayer.
,, Gonzalo Casañas.
,, Ramon Perez Garcia.
, Juan Santana Suarez.
,, Ramon Perez.
,, Vicente Marrero.
, , Fernando Gonzalez.
, , Francisco Alonso.
, , Manuel Lima.
,, Mateo Alfonso.
,, Juan Garcia.
,, José Feliciano Sanchez.
,, José Gonzalez.
,, José Linares.
, Antonio Puig.
, , Juan Pedro Martinez.
MATANZAS.

D. Enrique Asell.
, , Domingo Hernandez, por dos.
,, Miguel Coronado.
, , José Bethencourt.
, , dos.
Salvador A. Rodriguez, por
, , José M. Martinez.
,, Antonio V. Hernandez
,, Nicolás l'adron.
,, Domingo Garcia Barena, por
dos.
,, Benigno Garcia.
,, Juan Antelo.
,, Cristóhal Diaz.
., Juan B. Suarez.
,, José B. Labutton.
,, Isidro Gonzalez.
,, Diego Garcia.
, , Antonio Padron.
, , José Gordillo.
, Bruno Dominguez.
,, Manuel Estrada.
, , Gaspar Medina.
,, Ignacio Padilla.
, , Ismael Alvarez.

PENINSULA.
MADRID.

D. Vicente Lalama.
La Publicidad, por 12 ejemplares.
CADIZ.

D. Luis Crosa.
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