Cómo Hacer Un Resumen

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Cómo hacer un resumen

Un resumen escrito es un texto que transmite la información de otro texto de manera


abreviada. Hacer resúmenes es una técnica de estudio fundamental: exige una lectura
atenta y comprensiva para identificar la información más importante incluida en el libro o
artículo que hay que estudiar. A la hora de repasar, cuando el tiempo apremia, los resúmenes
permiten "sobrevolar" rápidamente las ideas y conceptos fundamentales que podrán ser
evaluados.
El resumen también sirve para transmitir, de forma breve y global, los contenidos de un
texto a alguien que necesita informarse en poco tiempo o que busca información específica.
En las primeras páginas de algunos periódicos suelen incluirse resúmenes de los principales
artículos publicados.

El propósito de un resumen es dar al lector un relato condensado y objetivo de las ideas


principales y las características de un texto. Por lo general, tiene entre uno y tres
párrafos (100-300 palabras), otras veces es sólo una o dos oraciones, todo depende de
la duración y la complejidad del texto original y su propósito. Como es una condensación
de las ideas y la información, no se puede incluir todos los detalles.
Lo más importante a la hora de hacer un resumen es que pueda llamar la atención del
lector, ofreciendo un resumen de fácil acceso y entendimiento. Otro punto importante
para considerar es que en un resumen nunca se anotaran ideas, juicios ni
interpretaciones personales, si los tienes agrégalos al final del resumen a manera de
“conclusiones personales”
Primer paso: lectura
El autor de un resumen debe hacer, en primer lugar, una lectura del texto
en silencio y concentrado. Es posible que no valga con una sola; lo normal
es hacer dos o tres, o las que hagan falta para comprender perfectamente el
significado del texto. Si desconoce el significado de una palabra, debe
consultarla en el diccionario; si no dispone de él, por el contexto debe
deducirla de una manera más o menos precisa.

Segundo paso: subrayar


Tras una segunda o tercera lectura, debe subrayar las ideas básicas,
importantes, nucleares o imprescindibles. Es decir, se debe omitir todo lo
que sea irrelevante, superfluo, anecdótico o secundario. Conviene que
identifique la idea esencial o principal tratada en cada uno de los párrafos (si
tuviera más de uno). Lo recomendable es que vaya oración a oración y se
pregunte: a) ¿de qué trata este párrafo?, ¿cuál es su asunto?; ¿qué idea
importante dice sobre ese asunto?, ¿qué ocurre? Conforme avance oración a
oración, a la vez que se ha de diferenciar entre la información nueva y la
información ya dicha para hacer un buen resumen. En definitiva, leemos
oración a oración, párrafo a párrafo, y, mentalmente, lanzamos
preguntas al texto: ¿a qué se refiere?, ¿qué dice sobre ello?, ¿por qué lo
dice?, ¿repite información?, ¿es accesorio o fundamental eso que dice?

Con esta operación se distingue la información más importante, que


no puede faltar, de aquella más secundaria o prescindible.

NOTA: Si tus apuntes se parecen a los de la imagen de abajo, lo


mejor será que empieces de nuevo. ¡Menos es más!
Tercer paso: esquema de ideas
percibir la estructura u organización de las ideas, es decir. Aquí
conviene preguntarse: ¿en cuántas partes se puede dividir el texto? Una
estructura habitual es la tripartita: introducción o presentación, desarrollo y
conclusión. Pero, en cualquier caso, no hemos de ir con una idea
preconcebida. Lo importante es dividir el texto en núcleos de contenidos
esenciales, importantes. Lo habitual es que, como mínimo, localicemos dos y,
como máximo, cinco.

Cuarto paso: Todo lo subrayado escríbelo en tu cuaderno.


Quinto paso - Ordena lo escrito y redacta el resumen tratando de ser claro,
exacto, coherente y fiel a lo que vas a resumir.

Sesto paso - Revisa lo escrito y suprime los términos inadecuados corrigiendo a


la vez la puntuación y la ortografía.

El resumen tiene que ser un texto coherente y se tiene que entender por
sí solo, de forma independiente del texto base. No debe ser un esquema
o un cuadro sinóptico. Es muy importante tener en cuenta para quién y
para qué se redacta el resumen. Si lo hacemos para nosotros mismos,
para estudiar, el texto resultante puede tener marcas propias, palabras
familiares, de ésas que "nosotros nos entendemos". Pero si el resumen
es para que lo lea, por ejemplo, un profesor que tiene que evaluar la
comprensión de un texto, o si se trata del resumen de una noticia sobre
ciencias para publicar en la revista del colegio, es fundamental utilizar un
nivel de lengua formal, general, que todos puedan comprender.

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