Duelo Normal y Duelo Patologico Paradigm PDF
Duelo Normal y Duelo Patologico Paradigm PDF
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UNIVERSIDAD DE
BUENOS AIRES
FACULTAD DE
PSICOLOGÍA
Carrera: Licenciatura en
Psicología.
A mi abuela Betty, a quién perdí hace tres años y extraño todos los días.
Quién se alegraba con mis alegrías, se entristecía con mis tristezas y creía en mí
más que nadie; me acompañó y apoyó siempre en cada paso y, pese a no estar hoy
físicamente a mi lado, sé que me sigue acompañando y me da las fuerzas y el
impulso para seguir cuando más lo necesito. Hoy, como siempre, abu, te hago parte
de mis esfuerzos y de mis logros, sé que estarías orgullosa de mí.
A mis amigos, los de la vida y los que me dio la facultad; cuyo apoyo,
reconocimiento y motivación fue muy importante en este camino. Por haber
entendido todo lo que conllevan las épocas de exámenes y haber estado al lado mío
acompañándome. Por creer en mí y transmitírmelo, haciendo más fácil que yo
también crea.
A mis profesores de toda la carrera, a quienes les debo gran parte de mis
conocimientos. Gracias por sus enseñanzas. Sobre todo a aquellos que admiro por
enseñar a través de su amor por esta profesión.
1
Por último, agradezco eternamente a esta prestigiosa Universidad de Buenos
Aires, por abrirme las puertas del CBC en el año 2012 para comenzar este camino
de aprendizaje y crecimiento personal y hoy me deja ir, envuelta en conocimientos,
con postura y opinión crítica, con los oídos atentos y con ganas de seguir
aprendiendo.
A todos ellos,
Gracias.
Johanna L. Policella.
2
Duelo normal y duelo patológico: Paradigmas y estrategias de abordaje
y tratamiento.
Facultad de Psicología – Universidad de Buenos Aires
Resumen: El objetivo de este trabajo es una revisión teórica acerca de la
diferenciación entre duelo normal y duelo patológico, evaluando los diferentes paradigmas y
tratamientos existentes. El duelo es la reacción emocional que se da ante una pérdida. La
complicación del proceso del duelo, conlleva unas series de manifestaciones clínicas que
comprometen la salud física y emocional de las personas y que, por ello, requieren ser
atendidas por profesionales especialistas que puedan aliviar su sufrimiento consecuente. Se
ha propuesto, tras las evidencias encontradas en la revisión bibliográfica realizada, una
entidad clínica propia de los cuadros más complicados, diferenciada de otros trastornos
psicológicos. A partir de aquí, se podría hablar en un lenguaje común a la hora de definirlo y
evaluarlo, facilitando el desarrollo de estudios y resultados aplicables posteriormente al
ámbito clínico. En referencia al tratamiento del duelo, en la literatura científica se despliegan
un gran número de investigaciones que abordan esta problemática desde las diferentes
orientaciones psicológicas, desde donde se sustentan sus procedimientos y ofrecen
direcciones y líneas de intervención que ayuden abordar la experiencia del duelo.
Palabras clave: Duelo normal - Duelo patológico - Pérdida - Terapia Cognitivo-Conductual -
Etapas del duelo - Afrontamiento – Tratamientos eficaces.
Abstract: The objective of this work is a theoretical review about the differentiation
between normal mourning and pathological mourning, evaluating different paradigms and
existing treatments. Grief is the emotional reaction to a loss. The complication of the process
of grief, involves a series of clinical manifestations that are committed to the physical and
emotional health of people and, therefore, require to be attended by specialist professionals
who may have their own suffering. It has been published, after the evidences in the
researches carried out, a clinical entity typical of the most complicated pictures, the one
differentiated from other psychological disorders. From here we can speak in a common
language when defining and evaluating, facilitating the development of studies and results in
the clinical setting. In reference to the treatment of grief, in the scientific literature a large
number of investigations is developed that addresses this problem from the different
psychological orientations, from where its services are sustained and provides directions and
lines of intervention that help a consolar to the magnitude of this experience.
Key words: Normal grief - Pathological grief - Loss - Cognitive-behavioral therapy -
Stages of grief - Coping - Effective treatments
3
Índice
Agradecimientos 1
Índice 4
CAPÍTULO I 6
1. Introducción 7
1.1. Metodología 7
1.2. Estado del Arte 8
1.3. Marco teórico 10
1.4. Objetivos 11
CAPÍTULO II 12
2. Desarrollo del tema 13
2.1. ¿A qué llamamos “proceso de duelo”? 13
2.2. Definiciones 14
2.3. La pérdida amorosa y la pérdida laboral 15
CAPÍTULO III 17
3. Duelo Normal y Duelo Patológico 18
3.1. Duelo Normal 18
3.1.1. Etapas, fases y tareas del duelo normal 18
3.2. Duelo patológico 22
3.3. Duelo y depresión 23
3.4. ¿Cuándo finaliza el proceso de duelo? 26
CAPÍTULO IV 27
4. El proceso de duelo desde los modelos teóricos en psicología. 28
4.1. Corriente Gestáltico-Humanista 28
4.1.1. Fortalezas y Debilidades del enfoque Gestáltico-Humanista 29
4.1.2. Técnicas terapéuticas 29
4.2. Corriente Sistémica 30
4.2.1. Etapas del duelo familiar 32
4.2.2. Fortalezas y debilidades del enfoque sistémico 33
4.2.3. Técnicas terapéuticas 34
4.3. Corriente Psicoanalítica 34
4.3.1. Fortalezas y debilidades del enfoque psicoanalítico 37
4.3.2. Técnicas terapéuticas 38
4
4.3.3. Aplicación de la Terapia Interpersonal (TIP) 38
4.4. Corriente Cognitivo-Conductual 39
4.4.1. Fortalezas y debilidades de la corriente cognitiva-conductual 42
4.4.2. Sobre los tratamientos psicológicos eficaces 42
4.4.3. Técnicas terapéuticas 43
CAPITULO V 46
5. Afrontamiento y resiliencia 47
5.1. Sobre las estrategias de afrontamiento 47
5.2. Resiliencia 48
5.2.1. La muerte inesperada: Asociación “Madres del dolor”. 49
CAPITULO FINAL 51
6. Conclusiones 52
7. Bibliografía 55
5
CAPÍTULO I
6
1. Introducción
La confección de esta Tesis de Grado se desarrolla con el objetivo de darle fin
al camino de aprendizaje realizado en base al plan de estudios de la carrera de
grado Licenciatura en Psicología en la Universidad de Buenos Aires.
A lo largo de la vida todas las personas sufren la pérdida de algún ser querido
y, aunque en la mayoría de los casos el duelo se logra superar con el tiempo, en
otras ocasiones se vuelve complicado y es necesaria la ayuda psicológica. Esta
revisión bibliográfica ayudará a comprender cómo funciona la elaboración del duelo
tanto en el sujeto como en la terapéutica. Se propone recopilar la información
existente sobre la problemática para hacer una síntesis sobre los enfoques y
tratamientos posibles para el abordaje de este proceso tan singular en la vida del ser
humano.
1.1. Metodología
7
1.2. Estado del Arte
“La forma de morir y la forma de realizar un duelo no han sido las mismas
para el ser humano desde el principio de la historia (…) Las guerras en el siglo XX
han redefinido la idea del duelo a partir de una fractura, los que fueron a la guerra
eran hijos de dieciocho años, a quienes se mandaron a las primeras trincheras de
batalla. A partir de estos hechos debemos cambiar la versión reconocida del duelo,
de la versión de la muerte del padre debemos avistar otra versión: la versión de la
muerte del hijo.” (Smud, M.; 2016)
8
del asesoramiento en el tratamiento del duelo, conceptualizando el duelo normal, los
sentimientos y conductas existentes en dicho período, los objetivos y técnicas de
esta terapia, la naturaleza del duelo complicado y los mediadores que participan de
este proceso, así como también las etapas que forman parte de él. Se trabajará con
los aportes de autores como Aaron Beck (1976) con su teoría cognitiva formulada en
relación al mecanismo de funcionamiento de la depresión, pudiendo ser aplicado a la
problemática del duelo. La terapia cognitiva tiene el propósito de encontrar aquellos
pensamientos distorsionados que resultan disfuncionales para el sujeto, para
trabajar sobre su validez y así arribar a una reestructuración cognitiva, lo que
promoverá en el paciente una mejor adaptación a su ambiente.
Un estudio realizado por Gundel, O’Connor, Littrell, Fort y Lane (2003) sobre
la vivencia del duelo en el cerebro de ocho mujeres, arrojó como resultado que el
duelo está mediado por una red neural que está al servicio de procesos neurales
que actúan sobre diversas partes del cerebro y sus funciones incluyendo el
procesamiento de emociones y la recuperación de los recuerdos. Esta red neural
podría explicar la cualidad personal y subjetiva del duelo y su descubrimiento ofrece
nuevas vías al intento de entender las consecuencias del duelo en la salud y la
neurobiología del apego.
9
1.3. Marco teórico
● Gestáltico-Humanista.
● Sistémica.
● Psicoanalítica.
● Cognitivo-Conductual
10
tomará en consideración la “Guía de tratamientos psicológicos eficaces VOL.I”
propuesta por Pérez Álvarez, M. (2003).
1.4. Objetivos
Objetivos específicos:
11
CAPÍTULO II
12
2. Desarrollo del tema
13
Años después, tras la publicación de Bowlby (1969) acerca de su teoría del
apego y posteriormente de su texto “la pérdida afectiva”, se generalizó el uso de los
términos de duelo complicado o patológico (Guillén, 2011).
2.2. Definiciones
14
- Worden (2013) define al duelo como el proceso de adaptación por el que
pasa una persona que ha sufrido una pérdida.
- Pérdida afectiva:
Las pérdidas por rupturas amorosas pueden llegar a causar crisis en las vidas
de las personas, afectando fuertemente a los valores y creencias, provocando
pérdida de la autoestima, disminución del rendimiento laboral y sensación de vacío.
15
Por otro lado, Leick y Davidsen-Nielsen (1991) proponen un modelo de tareas
que deben ser completadas en estos casos para una correcta adaptación. El modelo
consiste en cuatro tareas que no necesariamente deben completarse en un orden
específico, éstas son:
- Pérdida laboral:
El trabajo determina gran parte del pasado de las personas (lo que ha
conseguido), del presente (lo que se hace cada día) y del futuro (lo que se quiere
conseguir) y su pérdida, con frecuencia, hace que tambaleen los cimientos de la
identidad y los planes de vida (Reyes, 1999).
16
CAPÍTULO III
17
3. Duelo Normal y Duelo Patológico
18
de tareas considera al doliente una persona activa que con su conducta y sus
pensamientos incidirá de forma crucial en el transcurso de su proceso de duelo
(Worden, 2013). Estos modelos son instrumentos para enmarcar e identificar la
manera en que los sujetos atraviesan el proceso del duelo y sus posibles
complicaciones.
Tomaremos como aportes principales las cinco etapas propuestas por Kubler-
Ross (1969) y las cuatro tareas desarrolladas por Worden (2013)
I. Negación:
II. Ira:
III. Negociación:
En esta fase las personas fantasean con la idea de que se podría revertir o
cambiar el hecho de la muerte. Es común preguntarse ¿qué habría pasado si...? o
pensar en estrategias que habrían evitado el resultado final.
19
IV. Depresión:
V. Aceptación:
20
II. Elaborar el dolor de la pérdida:
El doliente tiene que desarrollar nuevas habilidades, asumir roles que antes
desempeñaba la persona fallecida y realizar actividades que antes hacía con su
compañía. No completar esta tarea tiene como resultado la incapacidad de
adaptarse a la pérdida. Hay tres áreas de adaptaciones: externa (en lo referido a la
vida cotidiana del paciente), interna (sobre la imagen que la persona tiene de sí
misma luego de la pérdida), y espirituales (cómo influye la muerte en las creencias,
valores y supuestos sobre el mundo que la persona albergaba).
Las personas deben adaptarse a una nueva vida sin el fallecido, ocupar roles
que antes no ocupaban, reconstruir su identidad, adoptar nuevas creencias o
reafirmar y modificar las antiguas.
IV. Hallar una conexión perdurable con el fallecido al embarcarse en una vida
nueva:
21
3.2. Duelo patológico
Debemos saber algo acerca del fallecido para saber cómo responderá la persona en
duelo.
En este sentido se deberá tener en cuenta la fuerza del apego, la seguridad que esta
persona le brindaba, la ambivalencia de la relación (la cual puede generar un gran
22
sentimiento de culpa), los conflictos con el fallecido, y la relación de dependencia
que se mantenía con él.
4) Antecedentes históricos:
5) Variables de la personalidad:
En este aspecto se resaltan factores como la edad y el sexo del paciente, el estilo de
afrontamiento de los problemas, el estilo de apego que la persona ha desarrollado
en su vida, el estilo cognitivo (optimista o pesimista), la fuerza personal (autoestima
y eficacia) y, por último, las creencias y valores con los que se identifica.
6) Variables sociales:
Se trata del apoyo emocional y social que el doliente recibe de los demás,
tanto dentro como fuera de la familia. Esta presencia o ausencia de una red de
apoyo social influye en la dirección de la elaboración del proceso de duelo.
7) Tensiones concurrentes:
Son los cambios y las crisis que se pueden dar luego de la pérdida tanto en la
persona como en el sistema familiar, que provocan desorganización.
23
Es normal y transitorio sentir tristeza cuando muere un familiar, ante problemas
laborales o académicos, ante la imposibilidad de concretar un viaje o una cita.
24
pueden ser comprensibles o considerarse apropiados ante la pérdida, también se
debería pensar en la presencia de un episodio de depresión mayor además de la
respuesta normal a la pérdida. Sin embargo, esta decisión requiere del criterio
clínico basado en la historia del individuo y en las normas culturales para la
expresión del malestar en el contexto de pérdida.
25
favorables en el estado de ánimo y a mejorar la visión que posee el paciente de sí
mismo, del entorno y de su futuro.
26
CAPÍTULO IV
27
4. El proceso de duelo desde los modelos teóricos en psicología.
28
proceso permite un aprendizaje, comprendiendo que es posible convivir con la
pérdida y continuar con la realidad en donde el fallecido no estará más y, por ende,
influirá en las diferentes dimensiones de la vida de la persona: psicológica, física,
social y espiritual.
I. Clarificación
29
¿Qué la desencadenó?, ¿Qué implica en las distintas áreas de tu vida?, ¿Qué
consideras que te toca aprender con esto?, ¿Qué estás dispuesto a hacer para
aprenderlo?, ¿Con qué recursos contás para enfrentarla?, entre otras. Son
cuestionamientos que guían a la persona a encontrar respuestas que, poco a poco,
clarifican su estado de confusión, al tiempo que la contactan con su libertad y
responsabilidad.
Este enfoque surge a raíz del interés de los terapeutas por obtener más
información sobre la persona que acude a la consulta, por lo cual se comienza a
entrevistar al grupo familiar. Se desplaza el foco desde lo intrapsíquico y lo singular
del proceso, hacia las relaciones presentes en los componentes de la familia y se
comienza a interrogar acerca de cómo influyen estas relaciones en la formulación de
una patología en el paciente. Las teorías sistémicas ponen de manifiesto hasta qué
30
punto los factores personales, familiares y culturales son fundamentales y le dan un
perfil único a cada proceso de duelo.
31
aquellos significados personales que se vieron afectados luego de la pérdida. El
concepto de terapia sistémica familiar propuesto por este autor se basa en la
creencia de que la familia es una unidad de interacción en la que todos los miembros
se influyen entre sí. No es suficiente tratar a una persona en su relación con
el fallecido sin tener en cuenta la relación de éste con toda la red familiar. Las
características de los miembros individuales ayudan a determinar el carácter del
sistema familiar, pero este sistema es más que la suma de sus
características individuales.
32
posible. Esto supone además aceptar definitivamente la pérdida del ser querido, lo
que añade las dificultades propias de la aflicción que causa esta renuncia.
La etapa final del duelo familiar está marcada por la aceptación de sus
miembros de una nueva estructura familiar reorganizada. Se han creado nuevos
canales de comunicación y otros miembros juegan los papeles que correspondían al
difunto. Esto no significa olvidarse de la persona fallecida, sino resituarla
emocionalmente de manera adecuada. La figura del fallecido formará parte de la
historia de la familia, pero debe dejar de tener influencia directa en el funcionamiento
de ésta.
33
grupo. Al usar este procedimiento, se encuentra una enorme cantidad de resistencia
y negación por parte de la familia que, si no se supera, afecta al desempeño del
grupo familiar completo.
“El duelo, es por regla general, la reacción frente a la perdida de una persona
amada o de una abstracción que haga sus veces, como la patria, la libertad, un
ideal, etc.” (Freud, 1917, p.241).
Freud (1917), habla de pérdidas que, si bien no todas son tangibles, como los
ideales, al perderlos por determinadas situaciones enfrentan al sujeto con una falta,
34
un duelo, por aquello que en cierto momento tenía un sentido, un valor determinado
y ya no está. Este autor plantea que el duelo es un afecto normal, pero que trae
consigo graves desviaciones en la vida psíquica. Las mismas se traducen en una
serie de intensos y contradictorios sentimientos que pueden ir desde la ira hasta la
más terrible desolación, lo que muchas veces es confundido con la depresión.
Por otra parte, Melanie Klein en "El duelo y su relación con los estados
maníaco - depresivos" (1940), explica que toda pérdida reactiva angustias y
sentimientos de culpa infantiles, y que dependerá de cómo haya elaborado el
lactante estas pérdidas -el pecho en primer lugar- la adecuada o inadecuada
resolución de los inevitables duelos posteriores.
35
enuncia que la persona que transita un duelo siente pena por la pérdida real de la
persona amada, pero la pena se vive de manera más intensa por las fantasías
inconscientes de haber perdido, junto con la persona amada, a aquellos objetos
buenos internos, los cuales fueron internalizados, como mencionamos
anteriormente, en el desarrollo temprano del niño. El mundo interno parece
desgarrarse y el sujeto siente que predominan en él los objetos internos malos. Para
Klein, la elaboración de duelos importantes conlleva la reelaboración de duelos
previos, es decir de las formas de separación con los objetos primeros, lo cual
genera en el sujeto en duelo una revolución de su mundo interno.
36
En el tratamiento que se lleva a cabo con un sujeto en duelo, al igual que en
otras situaciones, es fundamental la observación y la escucha activa, un
acompañamiento que posibilite el decir aquello que hasta el momento permanecía
en silencio y que lleva al debilitamiento del sujeto en duelo. La terapia, desde la
perspectiva psicoanalítica buscará hacer consciente lo inconsciente y levantar el
velo de las resistencias.
37
4.3.2. Técnicas terapéuticas
I. Asociación Libre:
38
Para facilitar el proceso de duelo, el terapeuta alienta a la catarsis,
explorando al mismo tiempo el significado de la pérdida para el paciente, los
aspectos positivos y negativos de la relación y el vacío que la muerte ha dejado en la
vida del paciente. Una vez que los pacientes han reconocido la aflicción como una
conexión adecuada con su estado depresivo, frecuentemente pueden elaborar el
duelo con la ayuda del terapeuta.
39
conducta observable y el ambiente en el que se produce. Las actitudes, creencias,
expectativas, atribuciones, constructos y esquemas cognitivos son tratados como
formas de conducta sujetas a las leyes de aprendizaje.
Entre los creadores de esta terapia se encuentra Albert Ellis, quien desarrolló
la terapia racional emotiva conductual. La terapia racional-emotiva-conductual
(TREC), parte de la idea que las perturbaciones emocionales están provocadas
frecuentemente no por las situaciones ambientales en sí mismas, sino por la
interpretación que el paciente hace de las mismas. El objetivo de la TREC es el
cambio de patrones de pensamiento irracional que el paciente tiene y que interfieren
con su bienestar.
40
La intervención terapéutica en Terapia Cognitivo-Conductual se estructura en
tres pasos: El primero contempla la evaluación cuidadosa del caso, se refiere al
momento de formular hipótesis explicativas acerca de los problemas que trae la
persona y trazar los objetivos del tratamiento. Esas hipótesis conducen a la segunda
fase, la intervención propiamente dicha, vale decir, el empleo de técnicas
terapéuticas orientadas al logro de los objetivos planteados. Finalmente, la tercera
fase, el seguimiento, consiste en la evaluación de la aplicación del programa
terapéutico y la realización de los ajustes necesarios para el mantenimiento de los
cambios (Dahab, J., Minici, A., & Rivadaneira, C., 2001).
Estos tres grupos de personas ante la pérdida del ser querido reaccionan con
culpa y autocríticas por el suceso; reacción que, de prolongarse, produciría el duelo
patológico. Estas personas desarrollaron en su infancia una peculiar manera de
vincularse a sus cuidadores debido a determinadas experiencias y, posteriormente,
podrían reproducir relaciones similares y reaccionarían a la pérdida con un intenso
sentimiento de culpa.
41
4.4.1. Fortalezas y debilidades de la corriente cognitiva-conductual
42
los autores Tratamiento del Duelo Complicado (CGT, Complicated Grief Treatment)
se inscribe dentro del marco teórico proporcionado por el modelo dual de
afrontamiento de la pérdida donde se tienen en cuenta los estresores asociados a la
pérdida. Este modelo de afrontamiento lo nombraremos más adelante.
43
basándose en los pensamientos automáticos identificados y que predisponen a una
persona a distorsionar las experiencias.
44
- Decatastrofizar: Se trabaja las probabilidades reales de que sucedan eventos
catastróficos si el sujeto o sujeta afronta determinados recuerdos o situaciones.
45
CAPITULO V
46
5. Afrontamiento y resiliencia
47
como modo de adaptación a la muerte del ser querido. Por momentos, necesitará
evitar y negar la pérdida para poder desarrollar nuevos roles, llevar a cabo
actividades y realizar cambios distintos al estilo de vida que llevaba con anterioridad
al fallecimiento de su familiar. Dado que las personas tienen capacidades y recursos
diferentes, sus estilos de afrontamiento “de acercamiento” y de “evitación” podrán
diferir y permitirles llevar a cabo movimientos de ida y de vuelta entre ambas
estrategias. Por ello, será necesario investigar los estilos de cada sujeto, sus
capacidades de afrontamiento y el impacto que la pérdida del ser querido podría
provocar sobre la vida de cada uno.
5.2. Resiliencia
48
A estos procesos sociales e intrapsíquicos se les conoce como resiliencia. Sin
embargo, la misma no es una característica absoluta ni se adquiere para siempre.
Es una capacidad que resulta de la interacción de la persona con su entorno. Las
investigaciones han demostrado que las personas resilientes conciben y afrontan la
vida de un modo más optimistas, entusiasta y enérgico; son personas curiosas y
abiertas a nuevas experiencias, caracterizadas por altos niveles de emocionalidad
positiva (Block & Kremen, 1996); son seres comprometidos consigo mismo, permiten
el control de las circunstancias, abiertos para aceptar los cambios, e interpretar las
experiencias como parte esencial de la vida, quizás ligada a la interacción con el
entorno, mientras mejor sea la relación de las personas con los demás y se haga
apertura a la sensibilidad, habrá mayor comprensión, apoyo y respeto para fortalecer
la habilidad de respuesta positiva ante las circunstancias adversas.
La ley natural indica que son los hijos quienes deben despedir y dar sepultura
a sus padres; pero, ¿qué sucede cuando el proceso es inverso y se altera el dicho
orden? “La pérdida de un familiar, concretamente la pérdida de un hijo, se presenta
entonces como un proceso difícil de aceptar, más aún cuando ésta se da de manera
repentina y violenta…” (Cholnigs y Navarro, 2014, p. 10). Quizás este carácter de
inaceptable que tiene el fallecimiento de un hijo se relacione con la falta de
nominación para tal situación.
49
sentimientos de culpa al sentir que su principal función como protectoras no fue
realizada, el hijo/a es idealizado a través del discurso donde encuentran consuelo, y
la imperiosa necesidad de compartir su dolorosa experiencia con semejantes puesto
que la pérdida del hijo hiere su propio narcisismo.
50
CAPITULO FINAL
51
6. Conclusiones
Atravesar el duelo es un proceso duro pero necesario para aprender a
afrontar la pérdida de forma adaptativa. No es casualidad que se lo denomine
“trabajo de duelo”, ya que implica que la persona ponga a merced de este proceso
todo su ser para la elaboración de una pérdida que lo afecta en todos los aspectos:
cognitivo, conductual, personal, social y familiar.
52
Hasta ahora podríamos pensar que al enfrentar la muerte de un ser querido
hay personas que dan muestras de entereza y se adaptan bien a la pérdida sin
necesidad de tratamiento alguno. En cuanto a esto, la explicación que se encuentra
es que existen factores de riesgo y factores de protección que van a conducir este
camino facilitando la elaboración de un duelo normal o de un duelo patológico. El
duelo normal se llevaría a cabo atravesando diversas etapas y experimentando
sentimientos, pensamientos y conductas esperables después de una pérdida que,
luego de un tiempo, comienzan a reducirse y dan señal de que el duelo se acerca a
su fin.
Por otro lado, hay personas que luego de sufrir una pérdida significativa, se
produce en ellas un efecto, tanto por la muerte misma como por la significación
atribuida a esta experiencia, que va a originar síntomas asociados a un trauma y
que, en ausencia de tratamiento, podría decantar en un duelo complicado y/o
crónico. Por esta razón se debe tener en cuenta el carácter singular de la
experiencia del duelo y el hecho de que cada persona afrontará el proceso de forma
diferente.
53
cognitiva-conductual que brinda terapia y asesoramiento en el “aquí y ahora”,
apuntando específicamente a las cogniciones disfuncionales, y modificando estos
pensamientos automáticos y creencias centrales. Esta modificación conllevará
cambios en las posteriores conductas y emociones haciendo consciente al sujeto de
aquellos errores cognitivos que producen una mala adaptación a las situaciones
problemáticas. Por su parte, nos resulta interesante el abordaje de la clínica
sistémica, resaltando la importancia del sistema familiar en el proceso del duelo,
siendo la familia uno de las instituciones fundantes de la subjetividad del individuo y
cuyo funcionamiento interno guía el comportamiento de cada uno de los miembros y
el futuro afrontamiento, sano o patológico, ante la pérdida de uno de ellos. Por
último, se valora también el enfoque gestáltico-humanista que aporta la concepción
de tomar al duelo como una posibilidad de desarrollo personal y de formación de
nuevas aptitudes en pos del bienestar de la persona.
54
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