Automedicación Ecuador Uni San Francisco
Automedicación Ecuador Uni San Francisco
Automedicación Ecuador Uni San Francisco
Colegio de Postgrados
Hoja de aprobación.
© Derechos de autor.
Francisco Xavier Sánchez Muñoz.
2008.
Dedicatoria
A los doctores Rafael Febres Cordero y Bernardo Ejgenberg por sus consejos y
sugerencias.
A los señores Santiago Jarrín y Jacob Narbasta sin cuya colaboración no hubiera sido
posible la realización de este trabajo
Resumen
The objective of the present investigation was to know the prevalence and reasons for
self-medication in residents of an urban and a rural parish of the Quito Metropolitan
District and differences in variables of interest. It was developed a population survey
with 550 participants in La Magdalena and Yaruquí parishes on self-medication habits
in the last six months.
The prevalence found in the urban stratum was 60.4% and 55% in the rural one and
most consumed compounds were against flu medications, analgesic anti-inflammatory
non steroids compounds and antibiotics. The main reason to incur in self-medication
was lack of money or time to receive medical care and the first purchase place were
pharmacies. Although the main source of information was TV (34.7% in both strata),
the important paper of the Internet was observed.
The obtained results indicate the reality of the situation, self-medication is a frequent
practice in the population of the district that is due to several factors, it is urgent to
design politics that allow its control by health authorities.
Tabla de contenidos.
Introducción........................................................................Página 12.
Problema............................................................................Página 28.
Justificación........................................................................Página 29.
Objetivos..............................................................................Página 31.
Materiales y Métodos........................................................Página 32.
Resultados..........................................................................Página 36.
Discusión............................................................................Página 48
Conclusiones.......................................................................Página 72
Recomendaciones...............................................................Página 74
Bibliografía........................................................................Página 76
Anexos................................................................................Página 80.
Lista de tablas.
Tabla 14. Relación entre nivel de estudios alcanzado, automedicación positiva y lugar
de residencia.......................................................................................................Página 43.
En algunos casos es tomada como una conducta normal y que se ha vuelto cotidiana
pues nos evita el paso, considerado costoso y molesto de acudir a un profesional de la
salud que nos indique cuales son los procesos patológicos que estamos cursando y
cuales son los principios activos que debemos consumir para poder solucionarlos o
controlarlos, partiendo del principio que un fármaco es todo agente químico que
modifica el protoplasma vivo.
Una gran número de personas que están enfermas o presentan algún síntoma que refleja
el inicio del desarrollo de un cuadro de enfermedad, prefieren consultar a un químico
farmacéutico y obtener medicinas de sus repisas o bien consultan a algún vecino o
conocido sobre las molestias que tienen o consumen principios activos que le fueron
recetados a éste para un cuadro similar, pero que no necesariamente es idéntico al que
presentan en ese momento. 3
En la mayoría de los países del mundo las personas tienen acceso a las farmacias en
cualquier horario y con la presencia de un farmacéutico al que no se tiene que solicitar
cita o esperar por mucho tiempo para consultar por una enfermedad francamente
iniciada o la presencia solamente de ciertos síntomas molestos y aunque no es papel de
ellos el recetar principios activos, si deben estar en la capacidad de indicar al paciente
cuando debe remitirse a un médico o en su defecto a otro profesional de la salud que le
ayude con su padecimiento y le prescriba una medicación con todo el proceso de
diagnóstico que puede incluir o no mas de una prueba o examinación y el control
ulterior luego del inicio del tratamiento farmacológico4.
Una tercera definición considera a la automedicación como una expresión mas actual
de la siempre presente necesidad de los seres humanos de velar por su propia salud,
aunque esta misma premisa señala que la automedicación tiene connotaciones
mayormente negativas para la mayoría de los médicos y profesionales de la salud5.
Por lo que se puede indicar que el fenómeno de la automedicación, con todas las
complicaciones que representa en el corto, mediano y largo plazo corre paralela a la
creciente preocupación de los miembros de la sociedad por el cuidado de su salud, sin
que medie en este la figura del médico.
Los estudios sobre la automedicación son escasos aunque en los últimos años en los que
el problema se ha vuelto más preocupante, los hallazgos que arrojan los mismos son
muy ilustrativos en cuanto a la dimensión social de esta conducta terapéutica.6
A la luz de todas estas posturas que indican que la automedicación es un fenómeno que
tiene múltiples puntos de vista y muchas definiciones, algunas de ellas contrapuestas, la
mejor que hemos encontrado es la de Baos y col., quienes citan en su investigación
que es “La voluntad y capacidad de las personas-pacientes para participar de manera
inteligente y autónoma (es decir informada) en las decisiones y en la gestión de la
actividades diagnósticas, preventivas y terapéuticas que le atañen” 7.
Este concepto empodera a la persona-paciente y la hace participar en todas las
decisiones concernientes al ámbito de su salud, es decir lo vuelve un actor más en ella,
pero no excluye al profesional capacitado ni le quita su papel de terapeuta cuando los
conocimientos del usuario nos son suficientes ni adecuados para la resolución del
desequilibrio salud-enfermedad.
En investigaciones realizadas por Tello y col en el año 2003 mencionan que el 80% de
los medicamentos que se adquieren en las farmacias son para automedicación.
El desempleo es otro motivo por el cual no hay un adecuado acceso a la salud pues las
prioridades de las personas cambian, siendo que en el país la tasa de empleo sufre una
severa contracción dando paso al trabajador informal o temporal que no tiene un salario
fijo.
La división de clases sociales que cada día es mas patente en el país, hace que unos
pocos ciudadanos concentren la mayoría de los recursos que existen, entre ellos la
disposición de los servicios de salud. Estos se han concentrado en las zonas urbanas, por
lo que para la población de los sectores rurales no están disponibles, al menos en la
misma proporción y tiempo que para los habitantes urbanos. La falta de este y otros
servicios básicos e inherentes en su necesidad a todos los seres humanos facilita la
migración de personas de estratos rurales a las grandes ciudades formando los
cinturones de miseria incrementando la pobreza de las zonas urbanas y a la larga del
país.
Adicionalmente este aumento poblacional, hace que los ya limitados recursos que hay
en el campo de la salud se agoten a mayor velocidad y no se igualen al crecimiento de la
pirámide demográfica de una nación del tercer mundo, que tiene en su perfil procesos
nosológicos infecciosos y adicionalmente los que se deben al aumento del desarrollo
tecnológico de la sociedad9.
Se puede pensar que esto se debe a la falta de atención y planificación por parte de las
autoridades sanitarias, lo que provoca que las personas sobre todo de los primeros
quintiles de población se vean obligadas a usar sus ingresos en la adquisición de
medicamentos para consumo sin prescripción o vigilancia, pero en los últimos años el
porcentaje del Producto Interno Bruto (índice de crecimiento económico de la nación)
que ha sido asignado a la salud ha aumentado notablemente y se han asignado mayores
recursos bajo los regimenes de Emergencia.
La Organización Mundial de la Salud en su informe Salud en las Américas del 2007
indica que el Ecuador ha hecho progresos en la redistribución del gasto en salud. El
presupuesto del sector salud creció desde el 3.3% en el año 2001 hasta casi el 5.9% en el
200511.
Al momento de desarrollar esta investigación los esfuerzos de la actual administración
pública en el campo de la salud son importantes, sobre todo en las áreas de Consulta
Externa y Hospitalización, donde ya se practica la gratuidad de servicios y el
financiamiento del sector empieza a tener una visión de sostenibilidad fiscal a largo
plazo.
Adicionalmente se observa a la salud como una inversión social que permitirá mejorar
las condiciones y calidad de vida de toda la población, aunque para este proceso deban
pasar algunos años y el Sistema de Salud que existe en el Ecuador fraccionado por
varios prestadores y una débil rectoría deba que ser reformado íntegramente.
Estas carencias causan que existan enunciados como “busca rápido alivio a esas
molestias”, los que tienen un papel decisivo en la decisión final del usuario12.
Aunque los defensores de esta conducta señalan que cuando el usuario incurre en la
automedicación, no se afecta a la fuerza laboral pues se da solución rápida a molestias
que no son tan importantes con un mínimo costo.
1.2.4 Factores ligados a la industria farmacéutica.
Mucho del poder de la industria farmacéutica recae en los ingentes presupuestos que
tienen asignados a la publicidad de sus productos en todos los medios de información de
los que disponen los usuarios. Se ha llegado a puntos en los cuales la publicidad de los
principios activos está en todos los lugares, incluso en sitios de esparcimiento como
parques o plazas.
Esta saturación de información hace que el usuario se decida por la primera sustancia
que le informan o por la que recuerda en el momento de estar adquiriendo
medicamentos, pudiendo está no ser la mejor o más accesible de acuerdo a su
presupuesto.
Dentro de los distintos grupos farmacológicos existentes hay algunos por los que los
usuarios que incurren en la automedicación tienen predilección, no hay una relación
directa entre el costo del principio activo y su demanda por los usuarios, más bien son
las sustancias que tienen mayor difusión en los medios o los que tienen en el mercado
algunas décadas como los analgésicos antiinflamatorios no esteroidales, antigripales,
antibióticos entre los principales.
A continuación se hará un breve recuento de cada uno de los grupos de principios
activos antes mencionados.
Es un grupo de principios activos que pertenecen a un solo grupo por las acciones que
llevan cabo sobre las enzimas ciclooxigenasa 1 y 2 siendo que solo en años recientes se
han desarrollado sustancias que actúan sobre la segunda que es el químico endógeno
liberado por el sistema celular en respuesta a la inflamación.
efectos depresores del alza térmica.15 Por medio de procesos de refinación en 1875 se
obtiene el principio activo de ácido acetil salicílico que es uno de los compuestos mas
populares en el mundo el día de hoy para los dolores de carácter inflamatorio.
Las reacciones adversas mas conocidas de esta familia de sustancias son las
afectaciones de la mucosa gástrica por el efecto terapéutico que ejercen aunque también
afectan a la función renal, este efecto es discutido en la actualidad.
A pesar de estos efectos muy documentados y señalados por las autoridades de control
farmacológico del mundo, los analgésicos antiinflamatorios no esteroidales (AINES)
son de los productos de mayor venta al momento de la automedicación en los usuarios y
de los mas difundidos por los medios de comunicación colectiva.
1.2.5.2. Antigripales.
Esta serie de principios activos son a su vez una serie de combinaciones y mezclas
farmacológicas que incluyen productos como seudoefedrina, paracetamol,
difenhidramina entre otros.
Estas formulaciones son efectivas en la disminución de los síntomas de los cuadros de
síndrome gripal que es una infección de tipo viral desarrollada sobre todo en el epitelio
de las vías respiratorias superiores.
A pesar de haber sido formulados hace ya casi cuarenta años, en un inicio en Estados
Unidos como solución a las altas tasas de influenza tipo A, no han tenido mayores
cambios en su formulación primaria. No son una alternativa terapéutica sino
modificadora de los síntomas de la influenza con un efecto depresor en la intensidad de
los mismos pero que no inhiben el desarrollo ni el curso del proceso en sí. En otras
palabras sobre el agente viral no tienen efecto alguno.
Por otro lado tienen serias consecuencias si es que se utilizan a largo plazo, una de ellas
que se relaciona directamente con la automedicación es el enmascaramiento de cuadros
infecciosos sobre todo bacterianos lo que si requieren de un tratamiento prolongado
con sustancias específicas y por períodos de tiempo claramente determinados.
1.2.5.3 Antibióticos.
Los fármacos antibióticos son de los más usados a nivel mundial desde el
descubrimiento de la penicilina por Fleming en el siglo pasado, los antibióticos se han
desarrollado de forma exponencial pero de la misma forma han aparecido a veces con
mayor velocidad que los nuevos compuestos fenómenos de resistencia bacteriana
mediada por diferentes mecanismos.16
Compuestos activos como beta-lactámicos, sulfonamidas, quinolonas entre otros, son
adquiridos sin ningún control o regulación por lo que tampoco hay la vigilancia y
seguimiento necesario de su efecto terapéutico y del cumplimiento del tiempo de
administración.
Esto era notable aunque dichos compuestos no hubieran sido prescritos para ellos sino
para otro familiar. No habían tomado precauciones por los posibles efectos secundarios
o reacciones de sensibilidad alérgica que podían haberse presentado y solo acudieron a
un médico cuando su auto-prescripción no había tenido varios días después los efectos
esperados.
Finalmente un desenlace de los más importantes al usar este tipo de principios activos
en la automedicación, es el aumento de los costos en la atención de salud.18
A pesar de estos eventos, los organismos de salud a nivel mundial luego de la Asamblea
de Alma Ata en 1978 que abrió la reforma a la atención y el concepto mismo de salud
enfocaron sus esfuerzos a la prevención y promoción, informando a los usuarios sobre
los riesgos de varias conductas nocivas entre ellas el consumo de medicación por cuenta
propia sin la prescripción de un profesional médico.
De este evento se han cumplido 30 años y el fenómeno de la automedicación ha
aumentado en lugar de desaparecer volviéndose una amenaza para los estamentos de la
Salud Pública en todo el mundo.
En las Cuentas Nacionales de Salud del Ecuador publicadas en 1998, se indica que del
gasto en salud de la población el 61% es invertido en medicamentos, fármacos y otras
sustancias perecederas con apenas un 24 % destinado a la atención médica.19
La Ley Orgánica del Sistema de Salud Ecuatoriano indica que el Estado será el
encargado en su papel rector de las políticas públicas en el campo de la salud de
controlar la venta de medicamentos.
Es por esto que creemos necesario mencionar cual es la definición de medicamento que
se encuentra vigente al momento en la nación, según el Código de la Salud en su
artículo 125 es la siguiente: “Medicamento es toda preparación o forma farmacéutica
cuya fórmula de composición, expresada en unidades del sistema métrico decimal, está
constituida por una sustancia o mezcla de sustancias, con peso, volumen y porcentajes
constantes elaborados en laboratorios farmacéuticos legalmente establecidos,
envasadas o etiquetadas para ser vendidos como eficaces para el diagnóstico,
tratamiento, mitigación o profilaxis de una enfermedad, anomalía física o síntoma, o
para el restablecimiento, corrección o modificación del equilibrio de las funciones
orgánicas del hombre” .20
Adicionalmente indica en el artículo 129 que “todo medicamento debe ser vendido con
receta médica, a excepción de los medicamentos de venta libre, que son los de uso oral
o tópico, que por su composición y acción farmacológica de sus principios
activos, están autorizados para ser despachados sin aquella.
La receta médica, además del nombre comercial, obligatoriamente deberá contener el
nombre genérico del medicamento.
Quien lo expenda deberá informar al comprador sobre la existencia del genérico
y su precio, será obligatorio disponer de un cuadro básico de medicamentos genéricos”.
Con esto podemos observar que las obligaciones del Estado, de los profesionales de la
salud que son los que por ley deben expedir la receta y de los surtidores de los
principios activos están bien detalladas y especificadas en cuerpos legales.
Sin embargo estas disposiciones no son acatadas o peor aún no son conocidas por todos
los actores involucrados pues se expenden medicamentos sin prescripción ni
responsabilidad en una infinidad de lugares como autoservicios, tiendas de barrio y
seudo-farmacias que no cuentan con los permisos respectivos ni llevan un control de los
productos que venden, la calidad y vigencia de los mismos y en que cantidad y para que
fin (datos que están en una receta debidamente facilitada) los lleva el cliente.
Se puede pensar que esta es una conducta común en América Latina, pero la
Organización Panamericana de la Salud ha dado los primeros pasos en procesos de
legislación contra el aumento de la automedicación, uno de ellos es el Plan Estratégico
para la Prevención y Control de la Resistencia a los Antibióticos. En el se detallan los
riesgos y las consecuencias del consumo de antibióticos de manera indiscriminada y se
señalan soluciones en el corto plazo.
Son enfáticos en señalar que se deben diseñar e implementar normas legales y políticas
tendientes a la racionalización del uso de antibióticos pero identifican también una
dificultad en su estrategia: la falta de datos fidedignos que indiquen que principios
activos adquieren los usuarios y quienes se los prescriben, con lo que se detienen las
posibles intervenciones.21
Bajo esta definición se puede entender el concepto de OCM (Over the Counter
Medication) que se practica mayormente en los Estados Unidos y otras naciones
industrializadas donde pocas sustancias activas permitidas por la ley pueden ser
adquiridas directamente en las farmacias sin que exista una nota de prescripción pero los
dependientes llevan un registro de la cantidad de ocasiones que el cliente acude en
busca de medicamentos de esta categoría.
Es decir se mantiene la regla de que el paciente si bien puede tener un rol mas activo en
el cuidado de su salud y consumir ciertos principios activos que brindan un alivio
temporal de los síntomas de un proceso de enfermedad, no está exento de acudir a un
profesional que pueda seguir todos los pasos necesarios para llegar a un buen
diagnóstico.
Retomando los aspectos legales en nuestro país podemos decir que en las actuales leyes
no especifican cuales principios activos son los “autorizados” por lo que este acápite se
presta a especulación e interpretación de cada sector: la industria farmacéutica, las
farmacias y los usuarios del sistema de salud, siendo que en lugar de ser un instrumento
de utilidad para la vigilancia y supresión de la automedicación, no da mayores aportes o
su sustento legal es débil.
Cuando el compromiso de las naciones es fuerte, se diseñan cuerpos legales muy
completos que indican con lujo de detalles cuales son los pasos que debe seguir tanto el
profesional de la salud que receta un principio activo como la persona que lo va a
adquirir y consumir en último término.
3) Formar conciencia en la población acerca de los peligros del mal uso y/o abuso
de los medicamentos de venta libre y la posible creación de adicciones.23
Los esfuerzos por controlar el fenómeno automedicación no están lejos de nuestro país
y en el momento que vivimos en el que se desea iniciar con una reforma de todos los
estamentos de la sociedad es deber de todos los involucrados: autoridades, industria
farmacéutica, distribuidores, expendedores, profesionales de la salud y público en
general el cumplir y hacer cumplir las leyes que en último término buscan mejorar la
salud y la calidad de vida de todos los ciudadanos.
2. Problema.
- Representa una desventaja para iniciar y mantener una adecuada relación entre
el médico y sus pacientes pues al incurrir en la automedicación, el usuario se
abstiene de consultar a un profesional de salud.
- A pesar de que se conocen los riesgos del fenómeno no se han tomado acciones
para regular y controlar la excesiva publicidad que estimula la automedicación
en los usuarios, así como la disposición y venta de sustancias por personas que
no están autorizadas para ello.
“Contribuir con datos actualizados de dos parroquias una urbana y otra rural del
Distrito Metropolitano de Quito para conocer un poco más acerca del fenómeno
de la automedicación.”
b) Determinar las razones que llevan a los residentes de una parroquia urbana y una
parroquia rural del DMQ a incurrir en la automedicación.
c) Conocer cuáles son los grupos farmacológicos más usados por las personas
residentes en una parroquia urbana y una parroquia rural del DMQ para
automedicarse.
5) Los datos obtenidos de los dos estratos fueron ingresados en una hoja de cálculo
formato Excel y fueron codificados mediante dígitos para una interpretación
más ágil por parte del paquete de análisis. Una vez que fue completada la
muestra, se llevó a cabo una depuración de los datos requerida debido a errores
de digitación; estos fueron corregidos antes de llevarse a cabo el análisis. Entre
estos componentes de la depuración estuvo la estandarización llevada a cabo por
el equipo de investigación, de los respuestas que brindaron los participantes a la
pregunta referente a enfermedades sufridas en los últimos seis meses, esto
debido a la gran variación de términos de las mismas que podían ser englobadas
dentro de cuadros de etiología similar. Por citar un ejemplo las causas como
artralgias, lumbalgias, “dolores musculares o de huesos” fueron agrupadas bajo
la denominación de causas traumatológicas con lo que se facilitó el análisis de
los datos.
Viudo 15 2.7
Divorciado 18 3.3
El promedio de los años de estudio aprobados por los participantes fue de 9 con un
rango que fue desde 0 años (participantes analfabetos) a 19 (participantes con educación
superior) y una DE de 4,4.
El nivel de estudios alcanzado por los participantes en el estudio se detalla en el cuadro
2.
Tabla 2. Nivel de estudios alcanzado por todos los participantes encuesta automedicación.
El promedio en que los participantes presentaron algún cuadro nosológico fue de 1.5
ocasiones o eventos en los últimos seis meses, con un rango de 0 (los que respondieron
que no se habían enfermado en el semestre) a 13 con una DE de 1.6.
En la siguiente tabla se detalla los primeros siete cuadros de enfermedad citados como
respuesta por los participantes de cada estrato en el estudio.
Los grupos farmacológicos más citados por los participantes en el estudio para
automedicarse se detallan en el siguiente cuadro.
Las fuentes que aconsejaron a los participantes para que incurrieran en el consumo de
medicamentos sin prescripción o vigilancia por cada uno de los estratos se detallan a
continuación:
40
tienda
abarrotes
Nadie 20 (7.4%) 5 (1.7%) 0.001
Total 162 157
Fuente: Estudio diferencias automedicación parroquias DMQ.
Elaboración: Autor.
El estado biológico de los participantes por estrato en el estudio luego del consumo de
medicamentos sin prescripción ni vigilancia se detalla en la siguiente tabla:
Tabla 9. Relación entre estado post automedicación y lugar de residencia.
Estado post Estrato urbano Estrato rural Valor p.
medicación
Mejor 103 (38.4%) 56 (19.8%) <0,005
Igual 42 (15.6%) 76 (26.9%) 0.001
Peor 17 (6.3%) 24 (8.5%) 0.3
Total 162 157
Fuente: Estudio diferencias automedicación parroquias DMQ.
Elaboración: Autor.
El lugar en donde los participantes por estrato adquirieron los principios activos para
automedicarse se detalla en la siguiente tabla.
Tabla 11. Relación entre gasto en salud y lugar de residencia participantes encuesta.
Nivel de gasto Estrato urbano Estrato Rural Va p
lor
Bajo (< 10 USD) 88 (32.8%) 79 (28%) 0.21
Medio y alto 79 (29.5%) 104 (36.9%) 0.07
(11USD
en adelante)
No gastaron 101 (37.6%) 99 (35.1%) 0.52
Total 268 282
Fuente: Estudio diferencias automedicación parroquias DMQ.
Elaboración: Autor.
Las reacciones adversas que se presentaron en los participantes por estrato que
consumieron medicación por cuenta propia sin prescripción o vigilancia se detallan en
la siguiente tabla.
Tabla 12. Relación entre efectos adversos post automedicación y lugar de residencia.
La relación entre las razones por las cuales los participantes positivos incurrieron en el
consumo de medicamentos sin prescripción o vigilancia y el lugar de su residencia se
detallan en el siguiente cuadro.
En las siguientes tablas se detallan los datos más relevantes (causa de uso, fuente de
consejo, fuente de información, efecto adverso y razón de consumo) de cada uno de los
grupos farmacológicos; para consultar la información completa, por favor remitirse a la
sección de anexos al final de este trabajo.
Tabla 19 a. Información condensada. Antigripales.
* Si bien el efecto adverso más citado fue “ninguno”, se tomó el más importante luego
de éste para las tablas.
La investigación realizada entre los meses de septiembre y noviembre del 2007 en dos
parroquias del Distrito Metropolitano de la ciudad de Quito fue ejecutada con el afán de
determinar inicialmente la prevalencia de consumo de medicación por cuenta propia sin
prescripción ni vigilancia médica.
De ese punto de partida se deseó observar si existían diferencias significativas entre los
habitantes de las dos parroquias una situada dentro del perímetro urbano y otra en la
periferia. Además se analizaron otras variables como edad, sexo, nivel de instrucción,
ocupación, ingreso económico mensual entre las más interesantes.
En todo el mundo los datos de automedicación no son del todo certeros, pues no se
recoge toda la información que existe acerca de éste fenómeno y adicionalmente porque
hay interés de las industrias farmacéuticas en el aumento de las ventas de sus productos
sin que importen ni como consigue el usuario los principios activos ó el tipo de uso que
se les da a los mismos.25
En el Ecuador los datos que se disponen del fenómeno no aportan datos concretos, pues
en las encuestas realizadas no se deseaba diferenciar la automedicación entre personas
que viven en la ciudad que se supone que disponen de un mayor poder adquisitivo y mas
importante aún de mayores ofertas en cuanto a servicios de salud y las personas que
viven en las áreas rurales que por lo general tienen una capacidad adquisitiva menor y
pocos proveedores de salud si es que existen en sus lugares de residencia.
El estudio que realizaron Tella y Yovera en residentes del Distrito de Chiclayo en Perú
buscó determinar cuales eran las razones por las que las personas se automedicaban.
Encuestaron a 371 personas al azar en un período de tres meses y los estratificaron por
edad, sexo, nivel de instrucción y el ingreso mensual que percibían. Chiclayo es un
distrito eminentemente industrial pesquero del litoral peruano por lo que su flujo de
comercio es importante durante todo el año.
Los investigadores identificaron como los factores más importantes a los económicos,
los sociales (que los autores denominan de grupo) y los culturales que son los que
inciden de manera directa en la conducta de los usuarios al momento de adquirir
sustancias activas para el consumo.
Dentro de los dos estratos que se construyeron para esta investigación, se observó que el
60 % de los habitantes en la zona urbana y el 55 % en la zona rural incurrieron al menos
una vez en la automedicación en los últimos seis meses. A la luz de estos datos
50
De igual forma al determinar cual fue el grupo de edad que mas incurrió en la
automedicación observamos que se trató de gente joven en el segmento de los 18 a los
35 años de edad, con porcentajes similares en ambos estratos (33.4% en el urbano y
35 % en el rural) sin que exista una diferencia significativa en la conducta de
automedicarse que esté mediada por el lugar de residencia, sin embargo en el estrato
urbano existió un 8% más de personas que se automedicaron en la presente
investigación.
Los hallazgos de este estudio, realizado durante el desarrollo del curso lectivo,
mostraron que fueron los docentes y el personal administrativo de la Universidad los
que más incurrieron en el fenómeno de la automedicación con porcentajes de 63 % y
34% respectivamente. El porcentaje de estudiantes que se automedicaron fue apenas del
9% en dicho estudio. No existieron diferencias significativas mediadas por el sexo de
los encuestados. Los investigadores en este caso no ajustaron los resultados en base a
la edad de los participantes, pues al incrementarse ésta, es más probable que una
persona requiera aumentar el uso y la frecuencia de los medicamentos que consume
sean estos bajo la prescripción de un profesional o sin aquella.
Los principios activos más consumidos fueron los analgésicos con un porcentaje
cercano al 90%.26
Los investigadores señalaron que son las personas con mayores niveles de estudios los
que se automedican con frecuencia por los conocimientos adquiridos previamente o por
las experiencias obtenidas de otros procesos de enfermedad, además de poseer una
mayor diversidad de fuentes de información en donde consultar sobre los principios
activos para cualquier tipo de proceso biológico.
Por la ocupación de los participantes observamos que hay diferencias importantes entre
ambos estratos, mientras los empleados privados con y sin relación de dependencia son
los que incurren más en la automedicación con un 26.8% en la zona urbana (p<0,005)
contra apenas un 8% en el área rural.
Complementario a este dato en el área rural los empleados de mano de obra calificada
representaron el 24.8% de los que se automedicaron contra apenas un 2.2 % en el área
urbana. (p<0.005).
Adicionalmente en tercer lugar se encontraron las amas de casa, con un 8.9% del total
de las personas que se automedicaron en el estrato urbano contra un 1.7% del estrato
rural. (p<0.005).
Las diferencias en los dos primeros grupos se explican debido a que en el estrato urbano
mas personas se dedican a labores de trabajo como empleados en diferentes ramas,
mientras que en el estrato rural elegido es más común el trabajo en plantaciones de la
zona y complejos industriales.
En el caso de las amas de casa se trata de un hallazgo interesante que nos indica una
diferencia entre los grupos pues en el estrato urbano las mujeres permanecen más
tiempo en el hogar involucradas en las tareas domésticas y no disponen del tiempo
suficiente para acudir a un servicio de salud para recibir diagnóstico y tratamiento. En el
estrato rural por lo que indican los resultados esto no es tan frecuente, debido a que
además de ocuparse de tareas del hogar las mujeres tienen otras actividades que cumplir
sobre todo de tipo agrícola y por su movilización a los centros de abasto de la parroquia
quizás les es mas factible acudir a un profesional de la salud.
De acuerdo a los resultados del presente estudio que nos indican que al aumentar la
capacidad adquisitiva de las personas se incrementa la compra de medicamentos sin
prescripción, sin que exista una diferencia significativa entre ambos grupos geográficos,
podemos afirmar que no tiene mayor importancia la condición socioeconómica de los
usuarios del sistema de salud ni los recursos que tengan, ellos prefieren en un inicio
incurrir en gastos de adquisición de medicamentos y luego en un momento posterior
acudir a un profesional de la salud.
Quizás esto se debe a la poca oferta y pobre calidad de los servicios de salud en el
Ecuador, enfocados a la terapéutica mas que a la prevención y promoción y en donde el
30% del sector es regentado por el Ministerio de Salud Pública y el resto por otras
organizaciones locales y sectoriales y apenas el 18% de la población económicamente
activa en puestos laborales fijos o parciales con relación de dependencia, tiene cobertura
del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social.28
Adicionalmente se determinó que el porcentaje de usuarios del IESS que indicaron tener
dificultades en el acceso a los servicios del mismo fue diferente dependiendo del estrato
pues en la zona urbana fue 12.6% y en la rural de 30.3% (p< 0.005).
Por otro lado el porcentaje de usuarios que a pesar de tener un seguro de salud con el
IESS ú otro prestador, preferían incurrir en la automedicación fue de 24.2% en el estrato
urbano y 8.1% en el estrato rural con una diferencia significativa entre ambas zonas de
residencia (p<0.005).
La disposición de los servicios de salud en las zonas estudiadas ya fue detallada, pero en
la parroquia de Yaruquí y en toda el área de salud número catorce como mencionamos,
no existen dependencias de salud del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social y los
pobladores de estas zonas tienen que desplazarse hasta la ciudad de Quito para acceder a
los servicios del prestador incurriendo en gastos adicionales de transporte que aumentan
la dificultad en el acceso percibida por las personas en este estrato.
Un dato interesante es que todas las dependencias que prestan salud en el IESS se
manejan bajo el sistema de turnos, los cuales son repartidos en las mañanas antes de la
apertura del centro por lo que existe un número predeterminado de los mismos que cada
profesional de la salud tiene asignado por día, en promedio 20 pacientes.
No es difícil suponer que no se satisface la demanda de ciertas especialidades que deben
tener más de ese número de asistentes cada día como son Ginecología, Medicina Interna
y Cirugía General.
Las parroquias elegidas para el presente estudio tienen en sus límites geográficos
dependencias para la atención que son parte del Ministerio de Salud Pública, en ambos
casos centros que son las Jefatura del Área de influencia. Aunque al momento de la
investigación el sector de la salud se encontraba bajo el régimen de emergencia que
supone la entrega ágil de recursos y la disposición de mayor cantidad de personal para
atender la demanda en horarios extendidos observamos que los usuarios prefieren no
recibir atención en estos centros y consumir medicación por cuenta propia; esto a pesar
de que desde el mes de marzo del 2007 existe un Decreto Presidencial que sostiene que
la atención de salud (no solo médica) en las unidades del Ministerio en los servicios de
Consulta Externa es gratuita para toda la población.29
Futuros estudios deberían evaluar si la implementación de estas políticas han tenido un
impacto positivo o negativo en el fenómeno de la automedicación y si es que hay un
cambio en la percepción de los servicios que entregan los centros de salud regentados
por el Estado.
La predilección por sustancias o distintos grupos farmacológicos es otro hecho a
considerar, en la presente investigación fueron los analgésicos antiinflamatorios no
esteroidales los que ocuparon el primer lugar. Aunque se separó a ciertos productos que
pueden ser comercializados sin prescripción médica como el naproxeno, paracetamol, y
antigripales.
Los AINES tuvieron porcentajes de consumo muy similares en ambos estratos (17.5%
en el urbano y 14,8% en el rural) sin que hubieran diferencias estadísticamente
significativas.
En segundo lugar se encontraron los antigripales con 13% en el estrato urbano y 12 %
en el rural.
En esta encuesta se detalló de forma más explícita a cada uno de los grupos y se separó
a las personas que compraron medicamentos con receta y sin aquella por cada uno de
los compuestos, además se relacionaron con otras variables como la edad, sexo, nivel
de instrucción, etc.
En los resultados se puede apreciar una constante que guarda similitud que la actual
investigación, los dos primeros lugares en el consumo de medicamentos sin receta son
para medicamentos para la gripe (denominación que le dan a los antigripales) y
analgésicos. Se indica que son mayormente los hombres los que se automedican, en el
caso de los antigripales con un 28.7% contra un 24% de las mujeres y en el caso de los
analgésicos del tipo de los AINES con un 35.2% de hombres contra un 32% de las
mujeres30.
El gasto en esta clase de consumo se concentra mayoritariamente en familias cuyos
ingresos son considerados bajos en la Comunidad Económica, debido a que son las que
registran un ingreso mensual de hasta 3601 euros (cercanos al 30% de la muestra total).
Si bien las cifras adquisitivas de la población de Valencia no son equiparables a las del
Ecuador por la diferencia en el peso de la moneda, si se puede observar que la tendencia
de consumo es la misma por los principios que se eligen, mayoritariamente para el
alivio de molestias de tipo respiratorio o muscular de forma rápida sin importar la
forma en la que la adquieren y si es que hay o no la vigilancia de un profesional de la
salud. En el presente estudio este tipo de compuestos fueron consumidos
mayoritariamente para tratamiento de cuadros traumatológicos con porcentajes similares
(46 y 45%). Esto nos podría indicar que al menos en principio, el uso de estos
compuestos en el régimen de automedicación se hace para procesos en los cuales están
indicados.
Los antibióticos fueron otro de los grupos farmacológicos que se encontró en esta
investigación que ocupó el cuarto lugar de preferencia. En este estudio las familias
encontradas fueron beta-lactámicos, quinolonas (ciprofloxacino), tetraciclina, sulfas
(trimetropim-sulfametoxazol) y macrólidos (azitromicina). Todos estos compuestos
deben ser comercializados con receta y bajo la vigilancia de un profesional de la salud
que determine el número de días que debe ser administrado, en qué horario, a qué clase
de usuario y en cuanto tiempo se debe realizar un control sobre el estado del paciente.
Con un leve incremento, fueron más consumidos en el estrato rural (12%) que en el
urbano (9%) y en su mayoría para causas de tipo respiratorio con porcentajes similares
en ambos estratos.
El consumo indiscriminado de estos compuestos se ha elevado en los últimos años,
llevando a fenómenos de resistencia bacteriana cada vez más comunes en todas partes
del planeta, incluso en el Ecuador.
Dentro de estos merecen especial atención los beta-lactámicos que fueron de los más
usados por las personas que se automedicaron en esta investigación.
Los antibióticos beta-lactámicos fueron los primeros en descubrirse y aunque sus usos
terapéuticos han decaído en las últimas décadas sobre todo por ser de los grupos
farmacológicos mas afectados por el fenómeno de la resistencia bacteriana, aún gozan
de cierta popularidad entre los participantes del presente estudio, en especial la
penicilina pero en presentación inyectable y en menor medida los comprimidos de
ampicilina y amoxicilina. En el presente estudio se observó que el uso de la penicilina
benzatínica garantizaba aparentemente cumplir con una dosis terapéutica en el caso del
que el paciente presentara un cuadro supuesto de faringitis bacteriana. En algunos
manuales latinoamericanos de terapéutica aún es uno de los compuestos de elección
para el tratamiento de este cuadro siempre y cuando sea causado por estreptococo beta
hemolítico del grupo A que demuestre sensibilidad al fármaco.
Los resultados obtenidos en el presente estudio nos indican que los productos
mencionados son los que “se venden mejor” pero también los que menos vigilancia de
sus efectos tienen, pues no existe la precaución de advertir la posibilidad del desarrollo
de reacciones secundarias o de indicar contraindicaciones absolutas o relativas para su
consumo por parte de determinados grupos de pacientes; por ejemplo no existen
advertencias en los empaques de los productos antigripales que indiquen riesgo de
consumo por parte de pacientes hipertensos ó que realicen tareas que requieran de un
cierto grado de vigilia como manejo de maquinarias pesadas.
Los medios por los que se informan los usuarios revisten importancia a la hora de
escoger incurrir en la automedicación. En la presente investigación se observó que el
primer medio citado como fuente de información por los participantes en ambos estratos
fue la televisión con un porcentaje similar en los dos grupos de 34.7%. Sin lugar a
dudas la televisión es el primer medio de penetración en los hogares del país, sean estos
urbanos o rurales.
Esta afirmación tiene una sola excepción cuando desglosamos la información por cada
uno de los grupos terapéuticos, los antibióticos tuvieron en el comentario de persona a
persona a su principal fuente de información con un 76% en el estrato urbano y un 50%
en el rural.
60
Otra fuente de información mencionada fue la Internet, pero con una fuerte tendencia
hacia el estrato urbano pues el 7% de los integrantes de esta zona lo mencionaron como
herramienta de investigación acerca de los efectos de los principios activos contra un
0.7% en el estrato rural (p<0,001).
Menciona que existen una serie de soluciones de corto plazo que podrían hacer que esta
búsqueda de información de mala calidad se corrija, una de ellas la creación de un
dominio de extensión (.health) que sea la raíz para la publicación en línea de material
confiable sobre salud para todos los habitantes, acción que fue negada por los
propietarios de los dominios de Internet pero no desechada por la Organización.32
Dentro de los motivos por los cuales los participantes en el estudio decidieron incurrir
en la automedicación, se menciona como primera razón a la falta de recursos
económicos con un 23.1% en el estrato urbano y un 36.5% en el rural y una diferencia
significativa entre los dos grupos (p<0.005); que confirma lo que se indicó
anteriormente en cuanto al poder adquisitivo, mayor en las zonas urbanas que en las
rurales.
De la misma forma al desglosar las razones por cada uno de los grupos farmacológicos,
se mantiene la constante de la falta de dinero como la principal razón para caer en la
automedicación en todos ellos, siendo que en el grupo de los AINES y en los
antigripales es en donde se da la diferencia estadística mas significativa entre ambos
estratos (p<0.005). Podemos especular que el costo unitario de estos productos puede
ser una de las motivaciones para que sean muy consumidos en ambos estratos. Aunque
la tarifa de una consulta médica es variable y no fue uno de los objetivos de este trabajo
determinar el valor de la misma es altamente posible que sea menos costoso adquirir un
medicamento sin prescripción o vigilancia, que acudir a la consulta de un profesional
de la salud, por lo que la primera se convierte en la opción mas atractiva.
Este dato se relaciona con una falta de proveedores de salud en el sector rural elegido
para el estudio. Si bien la oferta privada es importante con centros de segundo y de
tercer nivel recientemente inaugurados, estos no se encuentran al alcance de las
personas residentes en la parroquia de Yaruquí pues sus costos son demasiado altos para
el ingreso promedio de esas familias que se ha indicado con anterioridad en esta
investigación.
Sumado a esto el descontento de las personas por el sistema de salud en el país en el que
hay largas esperas y pocos turnos para la atención y quizás a la percepción de que la
enfermedad contraída no es grave y se puede esperar para su diagnóstico y tratamiento
son factores que se relacionan y hacen que la automedicación se convierta en una
opción atractiva para una rápida resolución del problema.
La frecuencia de consumo de principios activos es otro hecho a considerar, el promedio
de consumo mayor de las personas en el estrato urbano y rural fue de 3 veces (19.4% y
14.1% respectivamente), sin que existieran diferencias significativas entre los dos
grupos. Esto nos indica que no se siguió un régimen terapéutico que lograra resolver los
procesos de enfermedad a plenitud, pues con un consumo tan efímero de principios
activos es poco probable que se hayan alcanzado los efectos de curación completa
considerando que los cuadros traumatológicos y respiratorios fueron identificados como
de las primeras causas de enfermedad y en el caso de los segundos necesitan por lo
menos de un período de 7 días para considerarse resueltos. Una excepción es el uso
como se mencionó en párrafos anteriores de frascos de penicilina benzatínica de
1200000 UI que administrados en procesos bacterianos con sensibilidad probada al
compuesto alcanzan en una sola dosis, el efecto curativo de infecciones respiratorias
localizadas en la faringe.
Los puntos en los que los participantes indicaron haber adquirido los medicamentos en
su mayoría fueron las farmacias 43.6 % en el sector urbano y 41% en el rural,
establecimientos existentes en todas las parroquias del Distrito Metropolitano, sin
embargo no se expresaron diferencias importantes entre los dos grupos. En segundo
lugar mencionaron a las tiendas de abarrotes, las cuales de acuerdo a la disposición
publicada en el Registro Oficial del 22 de Diciembre del 2006 como un alcance a la Ley
Orgánica de la Salud, el cual indica que sólo las farmacias y bajo receta de
profesionales facultados para hacerlo pueden vender medicamentos a excepción de los
que son de venta libre que no la requieren pero deben ser vendidos de la misma manera
en una farmacia registrada en el Instituto Nacional de Higiene.
Las tiendas de abarrotes no pueden tener en sus inventarios estos productos y menos
comercializarlos pues las personas que los regentan no tienen los conocimientos
suficientes para el manejo de sustancias químicas biológicas ni su correcto
almacenamiento y preservación. Aunque no representó un porcentaje importante en
ambos estratos, la realidad es que las tiendas de abarrotes son considerados como
lugares inocuos para la comercialización de medicamentos transgrediendo la ley vigente
si es que ésta es conocida.33
El papel que juegan las farmacias en la automedicación es muy importante pues
adicionalmente a ser el primer lugar de compra, también son el lugar en el que los
usuarios “consultan” en busca de alguna sustancia que alivie los síntomas de sus
procesos de enfermedad. En ambos estratos el porcentaje de personas que toman al
dependiente de farmacia como fuente de consulta fue del 29%.
Como se mencionó antes las tiendas de abarrotes no fueron el primer lugar para la
compra de sustancias activas, pero los dependientes de estos locales si son
considerados como una fuente de consejo válida por los participantes de esta
investigación, con mayor tendencia al estrato urbano con un 11.1% y apenas un 4,6 %
en el rural. Valdría la pena preguntarse si es que la información que fue proporcionada
por estas personas es de buena calidad (apegada a fuentes confiables) o se basa
solamente en la experiencia personal y que tanto incide en la decisión final del usuario
que adquiere la medicación.
En el artículo citado previamente en esta discusión, Valtueña señala que existe una
especie de fidelidad al farmacéutico por parte de los usuarios, por datos obtenidos de
una encuesta realizada en la ciudad de Ginebra, Suiza en el año 2001.Dicha encuesta
buscó determinar los perfiles de automedicación de personas de todos los grupos
etáreos. Las cifras indican que el 87% de los encuestados adquirían sus medicamentos
recetados en el farmacéutico de su confianza y que de estos el 74 % eran productos
adquiridos en régimen de automedicación. Esta cifra es alta e indica que es una
costumbre en cualquier localidad del mundo adquirir medicamentos interrogando al
dependiente de la farmacia sin conocer si tiene el suficiente bagaje de conocimientos
para indicar que principio activo consumir.
Al desglosar este dato por cada uno de los grupos farmacológicos, observamos que la
tendencia es similar, pero si tomamos al segundo efecto adverso de cada uno de ellos
obtenemos que si hay una relación, aunque baja en valores porcentuales, entre el
compuesto consumido y la reacción presentada, de esta forma:
Con estos hallazgos en los diferentes grupos farmacológicos, podemos afirmar que la
percepción de lo que es un efecto adverso por parte de los usuarios, no tiene ninguna
relación con el estrato en el que residan en la mayoría de los casos se menciona que no
existió ninguno, reforzando la creencia de que la automedicación es una conducta que
beneficia pero que no tiene consecuencias en la salud de la población.
Por ejemplo en junio del 2007 se presentó el caso de una joven atleta fallecida por el
consumo por cuenta propia en vía tópica de un analgésico muscular en los Estados
Unidos; los investigadores de este evento señalaron que el uso excesivo de productos de
este tipo fueron la causa de la muerte.34
Esta es una consecuencia grave del consumo de medicamentos por cuenta propia y sin
que haya mediado una vigilancia adecuada. No hay en el momento en nuestro país un
registro que nos permita saber como afecta este fenómeno a la salud de la población ni
los costos que implica para el sistema que el usuario primero se automedique y después
acuda por atención médica.
Aunque estas respuestas no fueron computadas para los fines de esta investigación, nos
ha parecido relevante indicar que existieron otras opciones para tratar los cuadros
nosológicos por parte de los participantes fuera de la automedicación, siendo una de
ellas el uso de la Medicina tradicional y en menor medida acudir a un profesional de la
salud que resuelva los procesos de enfermedad en la manera clásica.
Como hemos visto el gasto en salud de los participantes que se automedicaron en esta
investigación es bajo y se concentra mayoritariamente en las personas que tienen
ingresos de hasta 249 dólares.
Esto nos lleva a considerar si es que existe equidad en la salud en el Ecuador. Según lo
indica la Ley Orgánica de salud en sus artículos iniciales, la equidad se define como el
principio de “garantizar a toda la población el acceso a los servicios de calidad, de
acuerdo a sus necesidades, eliminando las disparidades evitables e injustas”.
En la presente investigación hemos mencionado la falta de oferta de salud accesible para
la población del estrato rural, pues los centros de tercer nivel ubicados en parroquias
vecinas tienen tarifas que no son sensibles con la realidad económica de los habitantes
de Yaruquí.
Dentro de esta equidad debe estar contemplado el acceso a medicamentos de bajo costo
y excelente calidad que puedan ser adquiridos por las personas que los requieran, sean
estos de venta libre o de compra con receta.
El manejo de nombres genéricos (contemplado en la misma Ley Orgánica) de forma
obligatoria debe garantizar este acceso a medicamentos, sobre todo para los residentes
de los estratos rurales o quintiles poblacionales más desprotegidos.
Una modalidad para acceder a este subsidio sin la necesidad de crear nuevos gastos o
invertir en infraestructura para el Estado sería la presentación de recetas o facturas de
compra de principios activos en los mismos lugares en los que se realiza el pago del
Bono Solidario con lo que las familias mas vulnerables recibirían un reembolso sobre
sus gastos de salud, entre ellos medicamentos siempre que sean adquiridos con receta
médica en caso de requerirla.
De esa forma el ente rector adicionalmente comprobaría que los principios activos
fueron adquiridos en lugares autorizados.
Con este mecanismo que es sencillo también se cumple con otro principio de la Ley
Orgánica, el de solidaridad, que le exige al Sistema de Salud satisfacer y proteger las
necesidades de la población más vulnerable de la nación con la cooperación de toda la
sociedad.
Todo esto requiere inicialmente de una profunda reforma, que le permita al Ministerio
de Salud la disposición de los recursos necesarios (económicos, humanos, materiales y
logísticos) pero también de la colaboración permanente de todos los actores
involucrados en el fenómeno automedicación, usuarios, industria, medios, personal de
salud y la población en general con el único fin de conseguir su control.
70
- El diseño del estudio no contempló los meses en los que fue realizado,
septiembre a noviembre, en los que el gasto de las personas está más enfocado al
inicio de clases o preparativos para fechas festivas, en las que la salud pudiera no
ser una prioridad.
- Una de las fuertes limitaciones del estudio fue la forma en la que se escogió a
los participantes, pues se pudo inducir un sesgo de selección. Un ejemplo claro
de esta situación se da en el caso de las amas de casa que fue más probable que
se las pudiera encontrar en sus domicilios en el estrato urbano que en el rural.
Esto fue ocasionado por el hecho de que en el estrato rural, las mujeres ejercen
otras actividades además de los quehaceres domésticos y podían ser encuestadas
fuera de su lugar de residencia. Esto nos obliga a indicar que el dato de amas de
casa y automedicación discutido previamente en esta investigación debe ser
considerado con mucha atención y dentro de todo el contexto del trabajo, con las
diferencias logísticas antes señaladas entre las dos parroquias.
- El tamaño de la muestra, solo permite considerar los datos para las dos
parroquias estudiadas en el presente trabajo. Los resultados no se deben
extrapolar a todo el centro urbano.
- La estandarización de las respuestas en los cuadros de enfermedad no se pudo
ceñir del todo a ningún manual conocido, dado que hubieron expresiones y
formas de citar la enfermedad que son autóctonas de las poblaciones estudiadas
pero que son muy vagas o inespecíficas. (“me quiere hacer daño” que equivalía a
síndromes digestivos).
- Quizás el tiempo en el que se debía completar la investigación no permitió que
se siguiera con más detalle el alcance del fenómeno de la automedicación en las
familias.
- No se tomó en consideración a las poblaciones pediátricas o adolescentes en esta
investigación, por lo que se perdió a un grupo etáreo que sin lugar a dudas
también puede automedicarse y en el que es aún más importante medir las
consecuencias del fenómeno en el corto plazo.
8. Conclusiones.
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de conocimientos de sus complicaciones en mayores de 18 años del Distrito de
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